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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Esta traducción está hecha sin fines de lucro. Es un trabajo realizado


de lectoras a lectorxs a quienes les apasiona de igual manera la
lectura MM.
Con esto no queremos desprestigiar a los autores que invierten su
tiempo creando estas obras que tanto amamos. Nuestro único fin es
que la lectura llegue a más personas.
Recuerden siempre apoyar a los autores comprando su material
legal y dejando reseñas en las plataformas como incentivo y
demostrar lo mucho que los amamos.

~4~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Dedicatoria Capítulo 16
Sinopsis Capítulo 17
Capítulo 1 Capítulo 18
Capítulo 2 Capítulo 19
Capítulo 3 Capítulo 20
Capítulo 4 Capítulo 21
Capítulo 5 Capítulo 22
Capítulo 6 Capítulo 23
Capítulo 7 Capítulo 24
Capítulo 8 Capítulo 25
Capítulo 9 Capítulo 26
Capítulo 10 Capítulo 27
Capítulo 11 Capítulo 28
Capítulo 12 Capítulo 29
Capítulo 13 Agradecimientos
Capítulo 14 Sobre Aimee Nicole Walker
Capítulo 15

~5~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Trilogía: Zero Hour


1- Ground Zero
2- Devil´s Hour
3- Zero Divirgence
Trilogía: Sinister in Savannnah
1- Ride the Lightning
2- Mr. Perfect

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

A los luchadores que nunca pierden de vista sus sueños, incluso


cuando parecen inalcanzables. Levanta la barbilla, echa los
hombros hacia atrás y endereza esa maldita frente. Tú eres
suficiente.

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Lanzador de palabras. Proveedor de la verdad. Corazón


hastiado.

De día, Felix Franklin es periodista de investigación. De noche,


produce Sinister in Savannah, un podcast de investigación, con sus
dos mejores amigos. La vida de Felix gira en torno a tres principios:
la fortuna favorece a los audaces, la honestidad lo es todo y el amor
es para los imbéciles.
El podcast está de vuelta para investigar las acusaciones de que un
hombre de negocios local está metido en el lavado de dinero. A
primera vista, todo lo relacionado con Cameron Spencer, alias El
Rey del Automóvil, parece ser perfecto. El trío de problemas aprende
rápidamente que no todo lo que brilla es oro. La búsqueda de la
verdad desafiará las convicciones de Felix y pondrá su vida en grave
peligro. La mayor amenaza para su bienestar no es un villano
desconocido, sino la reaparición de su primer y único amor.
Jude Arrow lo tenía todo: un aspecto estupendo, una personalidad
encantadora y una lucrativa carrera como el presentador de noticias
más atractivo de Atlanta. Entonces, ¿por qué se había trasladado
recientemente a Savannah? Cuando los dos reporteros se ven
obligados a trabajar juntos, Felix tendrá la oportunidad de
preguntárselo. La respuesta aturdirá a Felix hasta que recuerde que
no debe creer nada de lo que salga de la bonita boca del
rompecorazones.
El amor y el odio son dos caras de la misma moneda y tan
conflictivas como la batalla de voluntades que se produce. ¿El rencor
en el hombro de Felix lo salvará de confiar en el Señor Malo o
arruinará sus oportunidades con el Señor Perfecto?

La serie "Sinister in Savannah" es un podcast de ficción que explora


los crímenes más nefastos de la ciudad con un toque de humor
sureño. Los libros exploran la amistad, el amor, la pérdida y el
incontenible espíritu humano. Mr. Perfect es el segundo libro de
tres. Aunque cada libro está escrito sobre una pareja diferente, la
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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

serie debe leerse en orden debido a la continuidad de las historias.


Sinister in Savannah es una serie de suspenso romántico LGBT con
lenguaje maduro y contenido sexual dirigida a adultos mayores de
18 años.

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Un sonido estridente despertó a Felix de un profundo sueño.


¿Qué era? ¿Los malvados pavos reales del vecino chillando en los
arbustos frente a su ventana otra vez? No, ese no era el ruido
correcto. Cuando volvió a sonar, Felix estaba completamente
despierto y era consciente de lo que le había despertado.
Un teléfono.
Para la mayoría, un teléfono que sonaba en plena noche era
algo malo. Para un periodista, era el sonido de la oportunidad y la
posibilidad. ¿Sería ésta la historia que le traería fama y notoriedad?
Cualquier reportero que dijera que no quería esas cosas estaba lleno
de mierda. O se mentían a sí mismos o a todos los que los rodeaban.
Felix era muchas cosas, algunas de ellas desagradables, pero el
autoengaño no estaba entre sus atributos o defectos. Sabía quién era,
lo que quería y lo que hacía falta para conseguirlo. No se mentía a sí
mismo ni a nadie de su entorno.
Era la única manera de vivir.
Felix sacó su mano derecha de debajo de la almohada. Buscó
su teléfono pero conectó con una segunda almohada donde debería
haber estado su mesita de noche. Espera un momento. Estaba en el
lado equivocado de la cama. Eso por sí solo no era suficiente para
inducir el pánico, pero la voz somnolienta que respondía al teléfono
desde su lado normal de la cama sí lo era.
Oh, Dios.
Los acontecimientos de la noche lo asaltaron, una imagen
tecnicolor tras otra. No era su teléfono el que sonaba. Ni siquiera
estaba durmiendo en su cama.
Mierda. Oh, mierda. ¿Qué he hecho?

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Dos semanas antes...

—Es un imbécil mojigato y no lo soporto—, gruñó Felix en su


teléfono mientras entraba en el aparcamiento del trabajo. Alguna vez
había soñado con un puesto más importante que el de reportero de
investigación principal de un periódico de tamaño medio. Savannah
Morning News debía ser la primera parada de una gran aventura,
pero Felix seguía aquí trece años después. Era feliz. Tacha eso. La
felicidad era un concepto tan extraño como vivir en Marte. Felix
estaba contento. ¿No es así?
—Por supuesto—, dijo Reanna, su mejor amiga desde la
universidad, devolviéndole la atención a su conversación.
—No me gusta tu tono condescendiente, Ree—, replicó Felix.
—No he tomado suficiente café para lidiar con tus tonterías,
Fee—. Era la única persona del planeta a la que dejaba salirse con la
suya llamándole de forma tan ridícula. Ree y Fee, dos guisantes en
una vaina. Felix había sido el chico más pobre y Reanna había sido la
única estudiante negra en su programa de periodismo en Emory.
Asistían a la universidad con becas y ayudas, mientras que la
mayoría de los chicos estaban allí con el dinero de sus padres.
Tampoco dejaron que Felix y Reanna lo olvidaran. Felix estaba
amargado en ese entonces, y lo estaba ahora. A Ree le había ido
mucho mejor que a él, y merecidamente. Era la mejor persona que
conocía.
—Tú fuiste quien me llamó—, le recordó Felix.
—Para desearte un feliz cumpleaños, no para empezar con tus
viejos agravios contra Jude Arrow.

~ 11 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

The Straight Shooter1. Dios. El apodo enfureció a Felix más de


lo que debería permitir. —No fui yo quien pronunció su nombre.
Ree resopló. —Sólo pregunté si te habías cruzado con él desde
que se mudó a Savannah.
— ¿Vive aquí?— Preguntó Felix, fingiendo estupidez. Oh, cómo
deseaba no saber que el bastardo traicionero estaba viviendo en
Savannah. Felix no creía que la ignorancia fuera una bendición en
ninguna otra situación que no fuera ésta. Saber que Jude vivía aquí y
que trabajaba para el Canal Eleven no hacía más que suscitar
problemas que no podía ignorar.
—Soy yo con quien estás hablando. No hay necesidad de
fingir—. La voz de Reanna estaba impregnada de calidez y
compasión. — ¿Lo has visto?
—No.
Se sentía como si hubiera estado conteniendo la respiración
todos los días durante seis meses esperando encontrarse con Jude
en algún lugar. Una pequeña parte de su cerebro había esperado que
Jude lo buscara y diera otro golpe a las disculpas que Felix se había
negado a aceptar en la universidad. Felix no necesitaba ser un
maldito engreído, aunque era el más engreído de todos, para esperar
que Jude supiera que trabajaba para el Savannah Morning News.
Era igualmente increíble que otro periodista de investigación,
incluso uno especializado en otro medio, no hubiera oído hablar del
podcast Sinister in Savannah que Felix había formado con sus dos
amigos, Jonah y Rocky. Diablos, el trío había aparecido
recientemente en una entrevista para el programa matutino que
producía la cadena de Jude. Lo más probable es que Jude lo supiera,
pero no hizo ningún intento de buscar a Felix, y eso era lo que más lo
cabreaba. Irracionalmente, ya que el día de la graduación le había
dicho a Jude que no volviera a pronunciar su nombre, y mucho
menos a hablarle directamente.
El suspiro de Ree era tan denso como el aire húmedo de junio
que se cernía sobre su querida ciudad. Felix sabía lo que iba a decir,
o al menos lo que quería decir. Aferrarse a sus rencores le parecía
poco saludable, pero alimentaban a Felix para empujar más fuerte,

1
Durante el libro nunca se hace referencia del porque este nombre, pero se podría traducir como “El
lanzador/disparador directo/recto.
~ 12 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

lo mantenían hambriento y en forma de lucha. Felix no quería volver


a ser el blanco de las bromas de nadie, ni el saco de boxeo emocional
de los matones, y se negaba a pasar otro día en la pobreza.
Puede que no sea rico, pero Felix estaba muy lejos de ser el
niño siempre hambriento con la ropa usada de la beneficencia.
Algunos días tenía la sensación de que su infancia se remontaba a
otra vida o que había pertenecido a otra persona. Cada vez que
empezaba a olvidar, Felix se obligaba a recordar sacando su foto del
colegio de segundo grado. La mirada de sus ojos hundidos en el
rostro demacrado y sucio lo hacía sentir que estaba en el suelo.
Felix recordaba que se preparaba para ir a la escuela lo mejor
que podía, sin agua corriente, ni comida, ni ropa limpia. A veces ni
siquiera tenían electricidad. Incluso si su madre había permanecido
sobria el tiempo suficiente para comprar comida con su pago
mensual, a menudo se gastaba cuando la compañía eléctrica les
desconectaba el servicio por impago.
Aquel día de la foto, había recogido su camiseta favorita del
suelo y se la había puesto, a pesar de que se la había puesto el día
anterior y sabía que sus compañeros se burlarían de él sin piedad.
Felix había mantenido la cabeza alta y había fingido que las burlas
no habían llegado.
El niño escuálido con los ojos embrujados no fue lo único en lo
que se fijó Felix cuando miró la vieja foto. Vio determinación en la
postura recta y los hombros cuadrados. Había blandido esa fortaleza
como un escudo, desviando todos los golpes y las púas venenosas
posibles. Su estrategia funcionó. La mayoría de los matones habían
perdido el interés en meterse con un chico que no les había dado la
reacción que querían. Todd Dartmouth era el único que se había
propuesto destruir por sí solo el espíritu de Felix, pero nunca pudo.
No el día de las fotos en la escuela primaria, cuando se burló de Felix
por la camiseta. Ni en el instituto, cuando Todd reconoció que los
vaqueros que llevaba Felix eran un par que la madre de Todd había
donado a Goodwill cuando las rodillas empezaron a desgastarse
demasiado. Nunca.
—Lo sé, Ree—, dijo finalmente Felix. Porque lo sabía. Tenía
que haber formas más sanas de mantener el hambre que aferrarse a
los momentos más hirientes de su vida. —Basta de hablar de mí. Mi
vida es tan aburrida como ver secar la pintura.
~ 13 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tú y tus amigos del podcast fueron entrevistados en Good


Morning America. ¿Lo encuentras aburrido?
—No—, dijo Felix. Le encantaba cada aspecto de la producción
de Sinister in Savannah. Tanto como el contenido, su parte favorita
era la hermandad que había formado con Rocky y Jonah.
—El podcast va de maravilla, y el éxito de 'Ride the Lightning'
nos ha dejado boquiabiertos—, dijo Felix. La historia del asesinato
de una drag queen en 1982 y la confesión coaccionada que siguió
trece años después se había convertido en una sensación de la noche
a la mañana.
— ¿Pero?— Ree preguntó
—Hay algo que no funciona o que falta. No puedo dar con el
dedo.
—Tal vez necesites echar un polvo.
Felix estaba en medio de un período de sequía particularmente
largo. ¿Era eso? —O tal vez un hombre cumple treinta y cinco años y
comienza a ver el mundo de manera diferente.
— ¿También está corriendo tu reloj biológico?— Ree se burló.
Ella y su marido, Stephen, llevaban más de un año intentando
quedarse embarazados. La última vez que hablaron, Ree mencionó
que estaba buscando especialistas en fertilidad y adopción.
—Eso es todo, preciosa. ¿Han llegado Stephen y tú a una
decisión?
—Sí—, dijo ella tras una pausa. —Sé que la gente piensa que
estamos locos, pero hemos decidido buscar la ayuda de un
especialista en fertilidad.
— ¿Por qué iba alguien a reprocharles que hagan todo lo
posible por quedar embarazados? ¿A quién le importa, de todos
modos?
—A nuestras familias sólo les preocupa el gasto—, respondió
Ree.
— ¿Les estás pidiendo que lo paguen?

~ 14 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Ree se rio. —Claro que no, pero tendremos que sacar dinero de
nuestras cuentas de jubilación, o refinanciar la casa, y no hay
garantías de que funcione.
—Definitivamente no funcionará si no lo intentas. Yo podría
prestarte el dinero—, ofreció Felix.
—Te quiero con todo mi corazón por ofrecerte, pero no puedo
aceptar. No tienes idea de cuánto dinero estoy hablando—, dijo Ree.
—Ni siquiera sabré lo caro que será hasta después de que Stephen y
yo hayamos completado todos los exámenes y revisiones.
—Investigué un poco cuando lo mencionaste hace unos meses.
He oído lo suficiente sobre el proceso a lo largo de los años para
saber que es caro. Te quiero, Ree. Quieres un bebé, y yo quiero verlo
realizado.
Felix no hizo la oferta a la ligera. Su mayor temor era cometer
un error que lo devolviera a una existencia empobrecida. Había
mirado a los ojos a violadores y asesinos durante las entrevistas y no
había dudado en hacer preguntas difíciles. Felix había sido
amenazado con violencia cuando se acercaba demasiado a alguien
que no quería que sus fechorías salieran a la luz. Ninguna de esas
cosas le interrumpió el sueño ni le hizo sudar frío. Recordar la
sensación de vacío en el estómago era suficiente para provocar
pesadillas e insomnio durante días, si no semanas. Felix sabía lo que
era codiciar algo tanto que se apoderaba de tu vida. Podía ayudar, y
lo haría, si Ree le dejaba.
—Suena tan superficial—, dijo Ree en voz baja. —Hay tantos
bebés ahí fuera que necesitan un buen hogar. Stephen y yo tenemos
tanto amor que ofrecerles. Hicimos un pacto. Intentaremos la
fertilidad durante un año, pero vamos a adoptar
independientemente del resultado. Si no quedo embarazada,
empezaremos el proceso de inmediato. Si me quedo embarazada,
entonces adoptaremos dentro de unos años.
—Tú y Stephen serán unos padres increíbles. Deja que te
ayude.
—De ninguna manera. Aprecio tu amabilidad. Significa más
para mí de lo que nunca sabrás.
—Cualquier cosa por mi mejor chica. La oferta sigue en pie si
cambias de opinión.
~ 15 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Charlaron durante otros quince minutos hasta que Felix vio al


periodista novato detenerse frente al periódico. El chico le cayó mal.
Nadie era tan perfecto como este chico pretendía ser: siempre
vestido de forma impecable y nunca de mal humor. Felix dijo que era
mentira. Sin embargo, Minerva, la editora del periódico y su jefa
inmediata, se lo tragaba, así que Felix tenía cuidado con lo que decía
de Jimmy Alsop.
—Felix, cariño, estás gruñendo—, dijo Ree. — ¿Estás pensando
en Jude otra vez?
—Ese maldito escritor novato bienhechor acaba de llegar. Lo
veo revisando su cabello en el espejo, y sólo quiero pisar allí y
estropearlo.
—Qué maduro.
Felix se rio. —No he dicho que esté orgulloso. ¿No es suficiente
con que lo reconozca y no actúe en consecuencia?
—Es un buen comienzo.
Felix observó al veinteañero salir de su coche con una caja de
panadería y caminar rápidamente hacia la fachada del edificio. —
Será mejor que entre antes de que Jimmy comience a medir mi
oficina para el reemplazo de los muebles que planea instalar una vez
que me haya ido.
—Crees que se está apuntando a tu trabajo, ¿eh?
—Lo sé.
—No servirá de nada—, dijo Ree. —Minerva te quiere.
—Hasta que aparezca alguien más brillante—, respondió Felix.
—Hoy no es ese día, y eso es todo lo que puedo asegurar realmente.
—Es cierto. Te quiero, Fee. Estoy deseando verte este fin de
semana—. Habían hecho planes para que Felix condujera a Atlanta
para celebrar el gran tres-cinco2.
—Te quiero, y yo también estoy deseando verte. Saluda a
Stephen de mi parte.

2
35, los años de Felix.

~ 16 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Lo haré.
Felix desconectó la llamada, apagó el coche y entró. ¿Qué
sorpresas me deparará hoy el querido Jimmy?
No tardó en averiguarlo. Había colgado una colorida pancarta
en la sala de descanso que decía: ¡Feliz cumpleaños Felix!
Jimmy estaba de espaldas a la puerta y no sabía que Felix
había llegado. El novato sacó las magdalenas decoradas de la caja de
pasteles y las colocó en un expositor de tres niveles. Terminó su
tarea y se apartó para admirar o evaluar su trabajo. Felix no estaba
seguro de qué quería hacer más: comerse una o lanzársela a la cara a
Jimmy. El reportero novato ajustó la magdalena verde pálido de la
parte superior moviéndola unos centímetros hacia la derecha. —
Ahora, es perfecto.
—Excepto que te faltó la coma entre el cumpleaños y mi
nombre.
— ¡Oh!— Jimmy jadeó. Se giró, colocando la mano sobre su
corazón. —Me has asustado.
—Lo siento—. Felix no lo sentía. — ¿Qué está pasando aquí?
Jimmy se rio nerviosamente, señalando la pancarta. —Me
imaginé que se explicaba por sí mismo.
—Okey, ya veo lo que pasa. Quizá la mejor pregunta sea: ¿por
qué celebramos mi cumpleaños? Llevo trece años trabajando aquí y
nunca he tenido una fiesta de cumpleaños.
—Tal vez eso se deba a tu actitud puntillosa—, replicó Jimmy.
—Me lo creería si fuera el único que no hubiera recibido una
pancarta y magdalenas antes de que tú llegaras.
Jimmy soltó un suspiro exasperado. — ¿No puedes permitir
que alguien haga algo bonito por ti?
A excepción de sus amigos, la gente no hacía cosas por Felix a
menos que quisiera algo a cambio. —No.
Jimmy entrecerró los ojos y cruzó los brazos sobre el pecho. —
¿No crees que eso dice más de ti que de los demás?
—Tal vez, Jimmy. Sigue sin explicar por qué empezamos una
nueva tradición conmigo. ¿Por qué no Maureen de los clasificados?
~ 17 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Su cumpleaños fue hace dos semanas. Sin magdalenas. No hubo


pancarta. El cumpleaños de Holton fue el mes pasado. No hubo
magdalenas. No hubo pancarta. Así que, de nuevo, pregunto: ¿por
qué yo?
—James.
— ¿Perdón?— Preguntó Felix.
Jimmy puso los ojos en blanco. —Me llamo James, y a veces la
gente me llama Jamie. Nadie me llama Jimmy.
— ¿Nadie?— preguntó Felix, frunciendo una ceja.
—Está bien. Mi mamá todavía lo hace. Todos los demás me
llaman James o Jamie.
—Yo te he llamado Jimmy desde que llegaste—, rebatió Felix.
—Y te he corregido cada vez.
—Sin embargo, haces una pancarta y traes magdalenas para mi
cumpleaños. ¿Por qué?
Jimmy suspiró con la misma fuerza que Ree. Felix lo entendió.
Era agotador, sobre todo cuando algo no cuadraba. Felix había sido
francamente grosero con Jimmy desde el primer día y, sin embargo,
el chico organizó una pequeña fiesta de cumpleaños. Felix se olía
una rata3.
El más joven se pasó una mano por el pelo perfectamente
peinado, desordenándolo y, de alguna manera, haciéndolo parecer
aún mejor. —No te gusto, y eso me molesta.
—No te conozco—, replicó Felix. —Si quieres tener éxito en este
negocio, será mejor que encuentres la manera de aplastar tus
tendencias de agradar a la gente. Te vas a quemar en un año. Tienes
que escribir la verdad sin tapujos sobre cualquier historia que
descubras y no guardarte nada sólo porque a alguien no le guste. He
sido un imbécil contigo desde el día que nos conocimos. No me
merezco ni magdalenas ni una pancarta, ni siquiera una con
puntuación incorrecta—. Jimmy gimió y se cubrió la cara, y Felix se
sintió mal por haberlo avergonzado. Más o menos. —Aunque no

3
Expresión: Sospechar que algo está mal, especialmente una traición de algún tipo

~ 18 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

deberías haberte tomado la molestia, tengo toda la intención de


meterme una de estas magdalenas en la boca.
— ¿Sí?— preguntó Jimmy, sonando esperanzado.
—Absolutamente. Gracias por las magdalenas y la pancarta.
— ¿Aunque haya olvidado la coma?— preguntó Jimmy.
—Sí, Jimmy.
El joven reportero puso los ojos en blanco. —Te quedas con
Jimmy, ¿eh?
Felix sonrió mientras cruzaba la habitación. Agarró una
magdalena de fresa del expositor y dijo: —Por supuesto. James es
demasiado formal, y Jamie es demasiado...— Felix agitó su mano
vacía en el aire mientras buscaba la palabra adecuada. —No sé.
Simplemente no encaja.
—Bien—, gruñó Jimmy. —Feliz maldito cumpleaños.
—Ahí está el espíritu—, dijo Felix mientras Jimmy salía furioso
de la habitación.
Felix se comió su magdalena en tres bocados, y luego volvió
por otra. Tal vez Jimmy no era tan malo.
La mañana de Felix fue ajetreada, lo que significó que pasó tan
rápido que no pudo pensar en el discurso que tenía que pronunciar
en el almuerzo del Rotary Club4. Había aprobado sus clases de
oratoria y debate, así que eso no era lo que le hacía sudar las palmas
de las manos durante el viaje por la ciudad. Fue su motivo ulterior
para aceptar la oportunidad en primer lugar. Había un rotario5 con
el que quería hablar y los métodos habituales para concertar una cita
no habían dado resultado.

4
Rotary International es una organización internacional y club de servicio cuyo propósito es reunir a
líderes empresariales y profesionales universitarios y no universitarios, con el fin de prestar servicios
humanitarios en sus comunidades, promover elevadas normas de ética en todas las ocupaciones y
contribuir a fomentar la buena voluntad y la paz en el mundo. Rotary está integrado por clubes rotarios,
organizados en más de 200 países y regiones geográficas, que llevan a cabo proyectos para abordar los
problemas del mundo actual, como por ejemplo: el analfabetismo, las enfermedades, la pobreza y el
hambre, la falta de agua potable y el deterioro del medio ambiente, a la vez que fomentan la aplicación
de elevadas normas de ética en sus respectivos campos.
5
Miembro de una institución internacional de origen norteamericano que promueve la comunicación y
la ayuda entre personas con fines filantrópicos.

~ 19 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cuando llegó a la reunión, el sol estaba en lo alto del cielo y


abrasaba la tierra. Felix aparcó el coche, se puso la corbata y agarró
la chaqueta que había llevado. Dios. Debía hacer cien grados con la
humedad, y la alta burguesía seguía insistiendo en llevar ropa formal
para las reuniones de Rotary. La moda del “business casual6” aún no
había llegado a Savannah.
Una vez que se aseguró de que su corbata estaba recta, Felix
apagó el coche y se dirigió rápidamente al aparcamiento. Tenía toda
la intención de beberse su peso en té dulce durante el almuerzo.
Llegó al vestíbulo del edificio y se detuvo al ver el cartel del evento.
Decía: El Club Rotario se enorgullece de presentar a Felix Franklin y
Jude Arrow.
—Que me jodan de lado7—, murmuró Felix.
—Esa es una posición que nunca hemos probado.

6
Relacionado o que denota un estilo de ropa que es menos formal que la ropa de negocios tradicional,
pero que aún tiene la intención de dar una impresión profesional y formal.
7
Jodeme de lado es una expresión, una forma enfática de malestar, usado para sorpresa o frustración.
Se puede malinterpretar ya que se utiliza el “fuck” para insultar.

~ 20 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La voz profunda y familiar era el equivalente psicológico a una


bomba de pulso electromagnético, que cortocircuitaba el cableado
del cerebro de Felix y apagaba sus sistemas, uno por uno. La visión
de Felix se oscureció primero, luego su audición se embotó, y su
pecho se apretó por el aire atrapado en sus pulmones fallidos.
No. No conseguirá lo mejor de mí.
Felix cerró los ojos y contó hasta diez. Luego volvió a hacerlo
antes de volver a abrirlos lentamente. Felix se giró para mirar los
ojos azul zafiro de la única persona a la que había permitido
romperle el corazón. Maldita sea, el hombre se veía aún mejor en
persona que en la televisión. Su némesis llevaba un traje gris
marengo con una camisa verde pálido y una corbata de cachemira
que habría parecido una payasada en cualquiera que no fuera él. Por
la forma en que la tela se ajustaba a los anchos hombros, la cintura y
los gruesos muslos de Jude, Felix pudo darse cuenta de que no se lo
había comprado en una tienda informal como lo había hecho con su
traje. Qué elegante.
—Jude—. La voz sombría de Felix no dejaba lugar a dudas
sobre sus sentimientos hacia el hombre.
La comisura de la boca de Jude se movió como si estuviera
luchando contra una sonrisa. Debió ganar la batalla porque sus
labios se aquietaron después de un momento. —Hola.
— ¿Hola?— preguntó Felix, levantando la voz en la segunda
sílaba. ¿Por qué le había molestado tanto esa palabra? ¿De qué otra
manera se suponía que Jude lo saludara? ¿Hola? ¿Qué tal? No
debería haberle molestado, pero lo hizo.
Jude enarcó una ceja de cuervo inmaculadamente arreglada. —
Habría añadido tu nombre, pero me prohibiste volver a
pronunciarlo—. Cuando Felix no tuvo una respuesta inmediata, Jude
sonrió. —Te acuerdas de la escena que montaste el día de la
graduación, ¿verdad?
—Recuerdo la conversación—, corrigió Felix.
~ 21 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

No era que hubiera irrumpido en el escenario, empujado al


decano y soltado su demanda a través del micrófono. Jude había
gritado su nombre después de la ceremonia, mientras Felix
atravesaba la exuberante hierba verde del patio por última vez.
Estaba lleno de sentimientos encontrados. Orgullo por su logro.
Ansiedad por conseguir un trabajo y poner en práctica su título.
Tristeza por saber que no volvería a ver a Jude, aunque nunca había
dicho esa verdad en voz alta a nadie. Se giró para mirar a Jude, y una
chispa de esperanza se encendió en su interior. Todo lo que Felix
había necesitado escuchar del hombre eran dos palabras: Lo siento.
En cambio, Jude había dicho: “Quiero arreglar las cosas entre
nosotros”.
Cruzando los brazos sobre su bata de graduación, Felix había
preguntado: — ¿Por qué ahora?
—Felix, actúas como si yo no hubiera buscado la conversación
en los últimos cuatro años. Eres tú el que no ha querido hablar de lo
que pasó.
—Te equivocas de nuevo—, había dicho Felix. —Me había
cansado de oírte desviar y negar lo que hiciste. Quería que te
disculparas por haberme engañado.
Las mejillas de Jude enrojecieron de ira. —No me voy a
disculpar cuando no he hecho nada malo. Buscabas razones para
alejarme y te agarraste a las primeras oportunidades que se te
presentaron. ¿Por qué puedes ser tan objetivo en todas las
situaciones excepto en las que me involucran?
Felix negó con la cabeza. —Si no sabes la respuesta a la
pregunta, entonces no tenemos nada que hablar. De hecho, haznos
un favor a los dos y no vuelvas a pronunciar mi nombre. Haz como
si no me conocieras porque voy a hacer todo lo que esté en mi mano
para olvidar que existes.
Mirando ahora a los ojos de Jude, era imposible olvidar el
dolor que había presenciado el día de la graduación. Felix tuvo que
recordarse a sí mismo a la fuerza que Jude siempre había sido un
maestro de la mentira y la manipulación. Su némesis dio dos pasos
lentos hacia Felix, violando su espacio personal. Podría haber
retrocedido unos pasos, pero que se joda quien crea que lo haría.
Jude respiró profundamente, con las fosas nasales encendidas.

~ 22 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Luego inclinó la cabeza más cerca, dando a Felix dos opciones:


retroceder o encontrarse con esa deliciosa boca a medio camino. En
lugar de eso, se mantuvo firme, esperando a ver hasta dónde llegaba
Jude.
—Tengo una noticia para ti, Ace. He dicho tu nombre muchas
veces a lo largo de los años. A veces con tanta fuerza que es
imposible que no hayas sentido el estruendo, a pesar de los
kilómetros que nos separan. Dejaré que tú decidas qué hacía
exactamente en esos momentos—. Jude se enderezó pero no dio un
paso atrás.
Felix tragó con fuerza pero no dijo nada. No podía. Sentía la
boca como si alguien hubiera metido un fajo de bolas de algodón
dentro de ella. La lengua de Felix se sentía demasiado pesada para
moverse. Por suerte, se salvó de responder cuando el presidente del
Rotary, Neal Jade, entró en el vestíbulo.
—Genial—, dijo Neal, con su voz retumbante resonando en las
paredes del pequeño espacio. —Nuestros dos oradores invitados
están aquí. Están a punto de servir el almuerzo, así que pasen y
pónganse cómodos.
Felix estaba tan lejos de estar cómodo como podía estarlo. Lo
único que le haría sentirse mejor sería darse la vuelta y salir del
edificio. No era una opción. No sólo se negaba a darle a Jude la
satisfacción de incitarlo a correr, sino que no podía desaprovechar la
oportunidad de acorralar a un hombre escurridizo que podría estar
tramando algo poco ético, en el mejor de los casos, y altamente
ilegal, en el peor. El instinto de Felix le decía que allí había una
historia, y que tenía que perseguirla. Ese pensamiento liberó su
lengua.
—Perfecto—, dijo Felix. —Les agradezco que me permitan
hablar hoy con el club.
—Es un placer. Savannah tiene la suerte de contar con
periodistas tan estimados como ustedes.
—Es un honor estar aquí, Neal—, dijo Jude.
—Síganme, amigos—, dijo el presidente del club antes de darse
la vuelta y volver al interior del salón.

~ 23 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude lo siguió, deteniéndose sólo lo suficiente para inclinarse


una vez más. —Feliz cumpleaños, por cierto.
A Felix no le sorprendió que Jude se acordara, pero sí que
admitiera que lo hacía. Felix se quedó en el vestíbulo unos
momentos para recomponerse mientras Neal y Jude se adentraban
en la sala. Cuando la gente se percató de la presencia de Jude,
interrumpieron inmediatamente sus conversaciones y se
apresuraron a saludar al molesto y apuesto hombre. Felix cuadró los
hombros y se acercó al grupo de personas que rodeaban a Jude.
Esperaba que alguno de ellos le prestara la misma atención, pero
sólo recibió unas cuantas sonrisas y algunos asentimientos cortados,
así que continuó hacia la cabecera de la sala, donde se había
dispuesto una mesa para los funcionarios de Rotary y los oradores
invitados. La placa con el nombre de Neal Jade estaba en el centro
de la mesa y las tarjetas para Felix y Jude estaban a ambos lados.
Gracias a Dios, Felix no tendría que codearse con Jude durante la
comida.
Felix se cuidó de mantener una expresión neutra mientras una
insidiosa amargura parecida a la bilis le subía por el esófago y
amenazaba con ahogarlo. Una vez que llegó a su asiento, bebió un
largo trago de agua para lavarlo. Tuvo la tentación de limpiarse la
boca con el dorso de la mano para dar a los mejores de Savannah el
espectáculo que esperaban de él. No importaba lo mucho que
trabajara o los reconocimientos que recibiera, nunca sería lo
suficientemente bueno para gente como ellos.
Nunca sería lo suficientemente bueno.
Una pequeña parte de Felix había esperado un ligero cambio
de actitud después de que el podcast Sinister in Savannah despegara,
especialmente después de la aparición en un programa matutino
sindicado a nivel nacional. No. La buena gente de Savannah seguía
eligiendo adular a Jude Arrow. ¿Por qué? Felix sabía que el aspecto
físico de Jude atraía a la gente, y no se podía ignorar su carisma. Un
escalofrío lo recorrió al recordar el intercambio en el vestíbulo y el
destello de calor que había visto en los ojos azul oscuro de Jude.
Felix tomó otro sorbo. Luego otro.
El magnetismo de Jude no sólo tiraba de Felix, sino que lo
agarraba por las pelotas. Una y otra vez, la mirada de Felix se desvió
hacia su némesis y la multitud lo rodeó. Un hombre bajito y barrigón
~ 24 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

dijo algo que a su némesis debió parecerle divertidísimo, porque


Jude inclinó la cabeza hacia atrás y se rio con ganas antes de darle
una palmada en el hombro. Felix recordaba muy bien la fuerza y la
ternura que desprendían las manos de Jude.
“Tengo una noticia para ti, Ace. He dicho tu nombre muchas
veces a lo largo de los años. A veces con tanta fuerza que es
imposible que no hayas sentido el estruendo, a pesar de los
kilómetros que nos separan”.
Oh, mierda. Por mucho que Felix lo intentara, no podía dejar
de imaginar a Jude acariciando su polla y gritando su nombre
mientras se corría. Aunque probablemente Jude sólo trataba de
alborotarlo, no podía negar que las palabras le llegaban a un nivel
visceral. Como si Jude percibiera la mirada de Felix, su enemigo giró
la cabeza y lo miró a los ojos. Los labios de Jude se curvaron
lentamente en una sonrisa diabólica, diciéndole a Felix que sabía
precisamente a dónde había ido a parar su mente. Maldito bastardo.
Felix necesitaba apartar la mirada, pero no podía. Tal vez no quería
hacerlo.
—Disculpe, señor. ¿Puedo ofrecerle algo de beber que no sea
agua?— La suave voz femenina rompió el control que Jude tenía
sobre él. Felix miró a su derecha, donde había una joven camarera
con una jarra de agua en la mano.
—Té dulce, por favor—, dijo Felix.
—Claro que sí. ¿Quiere más agua también?
Felix miró su vaso y se sorprendió al ver que lo había vaciado.
—Sí, me gustaría. Gracias.
Ella rellenó su vaso, luego puso la jarra en la mesa y sacó un
bloc del bolsillo de su delantal. —Sus opciones de plato principal hoy
son lubina ennegrecida con arroz sazonado y brócoli, pollo frito con
puré de patatas y salsa, o lasaña vegana. ¿Qué prefieres?
—Voy a ir con lubina, arroz y brócoli. Gracias.
El club de “amamos a Jude” se disolvió en cuanto los rotarios
se dieron cuenta de que los camareros entraban a tomar los pedidos.
Parecía que querían a sus estómagos incluso más que al lobo con
traje a medida. Mientras comían, Felix observó en silencio a la gente
y las conversaciones a su alrededor. Lo primero que notó fue la falta

~ 25 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

de diversidad. Más de la mitad de la población de Savannah era


negra, y sin embargo sólo uno de los propietarios de negocios negros
estaba presente. ¿Dónde estaba la representación? Tampoco había
miembros hispanos o asiáticos y sólo había un puñado de mujeres en
la sala. El único propósito de Rotary es reunir a los líderes
empresariales y profesionales para promover la buena voluntad y la
paz en el mundo. En esta sala, parecía que el sector más significativo
de la población de Savannah no estaba invitado a la mesa.
Neal Jade se pasó la mayor parte del tiempo besando el trasero
de Jude durante el almuerzo, pero a Felix no le importó, ya que le
dio la oportunidad de modificar su discurso sobre la marcha.
Originalmente había planeado hablar sobre el periodismo de
investigación en la era moderna, pero tenía algo más importante que
deseaba discutir. Neal sólo se dirigió a Felix cuando le informó de
que Jude hablaría primero. ¿Qué? ¿No estaba dejando lo mejor para
el final? Que chocante.
Felix planeó no prestar atención a Jude para poder elaborar su
nuevo discurso, pero se encontró absorbido una vez más por el
carisma del bastardo, pendiente de cada palabra de Jude como todos
los demás asistentes. No era tanto lo que decía Jude porque su
discurso era seguro y aburrido. El superpoder de Jude estaba en su
entrega.
Hay cosas que nunca cambian.
La voz de Jude era sedosa y pulida con la cantidad perfecta de
timbre. Entretenía con un humor auto despectivo mientras hablaba
de algunas de sus investigaciones más memorables de sus días en
Atlanta. El público se lo tragó. Felix no. Luchó contra el impulso de
poner los ojos en blanco. Entonces se planteó la misma pregunta por
centésima vez desde que Jude se trasladó a Savannah: ¿por qué Jude
Arrow había renunciado a una lucrativa carrera en Atlanta para
trasladarse a un mercado mucho más pequeño en Savannah? Felix
olía una historia, e iba a conseguir las respuestas. Podía hacer
algunas llamadas y enviar algunos tanteos, pero prefería sacar la
información de Jude.
—Ahora es el momento de ceder el micrófono a un tenaz
reportero al que tengo el privilegio de conocer desde hace muchos
años. Por favor, den una cálida bienvenida a Felix Franklin.

~ 26 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Los rotarios aplaudieron con ganas, pero Felix no fue tan tonto
como para pensar que le estaban aclamando para que subiera al
podio. La mayor parte de la atención del público permaneció clavada
en Jude incluso después de que volviera a su asiento.
Felix se mantuvo erguido y orgulloso detrás del atril y decidió
hablar con el corazón. —La mayor amenaza a la que se enfrentan los
ciudadanos de Savannah ahora mismo es la complacencia—. Eso
hizo que algunas cabezas se giraran en su dirección. — ¿Qué mata el
crecimiento económico y el progreso? La complacencia. ¿Qué ahoga
el espíritu humano? La complacencia. ¿Qué fomenta el malestar y el
odio?—. Felix se inclinó un poco más hacia el micrófono y bajó la
voz. —Está bien si quieren gritar la respuesta conmigo—. Señaló con
la cabeza al público y dijo: —La complacencia—. Se alegró cuando
algunos de los rotarios lo dijeron también. — ¿Qué fomenta la
desconfianza en las fuerzas del orden y en los políticos?—. Hizo
rebotar sus manos hacia arriba y hacia abajo para animarles. —La
complacencia—, dijo él y la mitad de la sala. —La complacencia es
invisible y suele ser silenciosa, pero es mortal. ¿Cómo podemos
prevenirla?
Felix miró a su alrededor y se alegró de ver que había captado
la atención de todos. Algunos miembros parecían incómodos o
pensativos, unos pocos parecían enfadados, pero la mayoría, al
menos, parecía interesado en lo que tenía que decir, incluida la
persona responsable de que Felix aceptara esta charla. Por eso Felix
nunca tomaba el camino más seguro. Quería llegar a la gente a un
nivel más profundo y darles otra forma de ver las cosas.
—Algunos de ustedes parecen realmente incómodos en este
momento. Puede que se estén preguntando qué demonios estoy
haciendo aquí arriba, o cómo me he ganado una invitación, o quizás
estén intentando adivinar lo que voy a decir a continuación—. Felix
se rio, y luego sonrió al grupo. —Buena suerte con esto último—. Los
miembros se rieron de su intento de autodesprecio, incluso los
cabreados, y eso lo animó a seguir adelante.
Pasó los siguientes quince minutos desafiando a los miembros
del Club Rotario a salir de su zona de confort. Felix les instó a
conocer a personas que no se parecieran a ellos, a adorar como ellos
y a amar como ellos. —Defiendan a los demás cuando vean que son
maltratados u oprimidos, especialmente por aquellos que se supone

~ 27 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

que los protegen. La complacencia es un enemigo poderoso. Puede


ser invisible, pero no es invencible. Compasión. Empatía. La
educación. Esas tres cosas derrotarán a la autocomplacencia en cada
batalla. Elijan bien sus armas, amigos, y vayamos a la guerra.
Gracias por su tiempo.
Felix se alegró de los calurosos aplausos que recibió mientras
se dirigía a su asiento. Sus ojos se cruzaron con los de Jude, que
aplaudió junto con los miembros y funcionarios de Rotary en la
mesa principal. La mirada pesada de Jude le dio a Felix todo tipo de
ideas. Las guardó hasta que estuviera solo.
Después de que Felix volviera a su asiento, el presidente del
club se inclinó hacia él y le dijo: — ¿Qué te parecería hacerte rotario
y encabezar un comité directivo para aumentar la diversidad de
nuestro grupo?
Felix se quedó sin palabras. Había esperado que Neal se
enfadara por su atrevida afirmación de que el grupo tenía alguna
carencia. Una vez recuperado de su sorpresa, tuvo que decidir si
tenía tiempo para asumir la responsabilidad. Las agitadas exigencias
de su trabajo en el periódico y sus compromisos con el podcast lo
dejaban poco tiempo personal para hacer cosas que le hicieran feliz.
¿A quién quería engañar? El trabajo y el hecho de tener un propósito
alegraban más a Felix que tener tiempo libre para discutir con un
idiota en las redes sociales. Esta oferta era el tipo de oportunidad
que había estado esperando, y sería tonto si la dejara pasar. Por no
hablar de la hipocresía. Haz lo que digo y no lo que hago. —Será un
honor, señor—, dijo Felix, extendiendo su mano a Neal. — ¿Puedo
llamarlo hoy más tarde para discutirlo con más detalle? Me quedaría
después de la reunión, pero tengo un compromiso importante.
—Por supuesto—, dijo jovialmente el anciano antes de
levantarse y volver al podio.
Felix esperaba que Neal no tardara demasiado en concluir la
reunión, sobre todo porque le había dicho que tenía otro
compromiso, pero los caballeros sureños nunca parecían tener prisa
por hacer algo. La anticipación por acorralar a su presa crecía con
cada segundo que pasaba hasta que Felix prácticamente vibraba.
Estudió al hombre subrepticiamente para no llamar la atención de
forma indeseada y dar la puntilla.

~ 28 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cuando Neal finalmente dio por terminada la reunión, su


presa se levantó de su asiento, asintió a los que estaban a su
alrededor y comenzó a dirigirse hacia la salida. Felix tenía dos
opciones: hacer lo mismo o esperar a otro momento para acercarse
al hombre. La persistencia era su virtud, no la paciencia. Felix
también se levantó rápidamente, pero se volvió para mirar a Neal,
que se acercaba a la mesa.
—Me pondré en contacto esta tarde, Neal.
—Suena muy bien. Estoy deseando que llegue.
Felix siguió a su presa, la emoción aumentando a cada paso.
—Felix—, llamó Jude detrás de él. — ¿Me das un minuto?
Felix casi tropezó cuando su nombre salió de la lengua bífida8
del diablo. Maldito sea. Fingió no escuchar a Jude y aumentó su
ritmo. Esta podría ser su única oportunidad, y no la perdería.
Felix se alejó del edificio y divisó a su presa una vez más. La
fortuna le sonreía porque alguien había detenido al escurridizo
hombre antes de que pudiera escabullirse.
Ya te tengo, Señor Perfecto.

8
Que tiene un extremo dividido en dos partes, puntas o ramas.

~ 29 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix sabía que era mejor no interrumpir la conversación que


su objetivo mantenía con el exuberante rotario. En su lugar, se situó
bajo la sombra de un árbol no muy lejos de donde Cameron Spencer,
el Rey del Automóvil, había aparcado. Se conformó con observar el
intercambio, algo en lo que los reporteros eran muy buenos. El
lenguaje corporal de una persona o la forma en que trata a los demás
cuando no se da cuenta de que alguien lo está observando le pueden
dar muchas pistas.
Los dos hombres eran un estudio de contraste. Cameron
Spencer era un hombre llamativo, con un cabello rubio grueso y
perfectamente arreglado y un rostro bronceado que hacía que su
sonrisa pareciera aún más blanca. De ninguna manera en la verde
tierra de Dios sus dientes eran naturalmente tan brillantes o
perfectos. Tenían que ser carillas de porcelana. Spencer era alto, de
hombros anchos, y esbelto, mientras que el hombre que lo había
detenido era exactamente lo contrario en todos los aspectos. A
primera vista, Felix vio a dos amigos poniéndose al día con los viejos
tiempos. Cameron sonrió al hombre más bajo y mayor, cuyos labios
se movían a mil por hora mientras gesticulaba. Tras un examen más
detallado, Felix observó el pequeño surco en el ceño del Rey del
Automóvil, su postura rígida y sus miradas perdidas hacia la
dirección que quería tomar. ¿Qué tenía este hombre que hacía que
alguien como Cameron Spencer se sintiera incómodo? Tal vez no era
el hombre sino el propio retraso lo que lo irritaba. Si era así, Felix
iba a agarrar al hombre por su incomodidad y darle un buen
revolcón.
El hombre mayor y barrigón hizo la mímica de un carrete
mientras hablaba, inclinándose hacia atrás como si tuviera un
enorme pez en su línea imaginaria. ¿Estaba compartiendo una
historia de pesca, o se dedicaba a las ventas como Spencer y había
conseguido un gran cliente? Entonces, el hombre levantó las manos
delante de él, separándolas unos buenos treinta centímetros. Sin
duda, una historia de peces. Spencer soltó una carcajada y le dio una
palmada en el hombro lo suficientemente fuerte como para que se

~ 30 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

tambaleara hacia la derecha. Los chicos de la fraternidad tenían sus


abrazos de hermano y los hombres de negocios sus golpes de
hermano.
Las joviales facciones de Spencer se torcieron en decepción
mientras daba un paso hacia su vehículo, y luego también sacudió la
cabeza en esa dirección. Felix no necesitó oír la voz de Spencer para
saber que estaba poniendo fin a la conversación de forma educada.
El hombre bajito asintió y sonrió al Rey del Automóvil, pero su
frustración era evidente. Spencer volvió a palmearlo, luego giró y
empezó a caminar hacia su coche.
Es la hora del espectáculo.
Spencer sacó su teléfono móvil del bolsillo y miró la pantalla
mientras cruzaba el aparcamiento, lo que significaba que no se había
dado cuenta de que Felix estaba apoyado en el tronco del árbol que
estaba a metro y medio de su coche.
Felix esperó a que Spencer estuviera a pocos metros antes de
salir de la sombra del árbol. —Disculpe, señor Spencer. ¿Podría
tener un momento de su tiempo?
El cuerpo de Spencer se detuvo repentinamente. Levantó la
cabeza y fijó su mirada en Felix. Los ojos de Spencer se abrieron de
par en par y su boca se abrió en un jadeo silencioso. Luego su
sorpresa se convirtió en molestia. Spencer entrecerró los ojos y
apretó los labios en una línea plana. Como si alguien hubiera
pulsado un interruptor, el Auto King cobró vida ante los ojos de
Felix. Spencer sonrió radiantemente y las arrugas de su frente se
alisaron. Todo sucedió muy rápido, pero Felix había vislumbrado
una auténtica alarma en los ojos oscuros del hombre antes de que
éste aclarara su expresión. Interesante. ¿A quién temía Cameron
Spencer?
—Señor Franklin—, dijo Cameron jovialmente. —Creo que su
discurso ha sido estupendo, y no podría estar más de acuerdo con
usted.
—Gracias, Sr. Spencer.
El Rey del Automóvil señaló su coche. —Me gustaría quedarme
a charlar, pero tengo que irme. Ya llego tarde a una reunión—.
Empezó a caminar hacia su coche sin esperar a que Felix
respondiera. Al menos le había concedido al otro hombre un
~ 31 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

momento para hablar de la pesca que había hecho en el lago. ¿Por


qué no darle a Felix la misma cortesía?
Felix se adelantó también para que ambos hombres llegaran al
mismo tiempo al coche de Spencer. —Me temo que debo insistir en
un momento de su tiempo, Sr. Spencer.
—Sr. Franklin, con el debido respeto, encuentro su
amaneramiento grosero. Si quiere hablar conmigo, puede llamar a
mi asistente en el concesionario y concertar una cita.
—Lo he intentado. Cinco veces, para ser exactos. Eso fue
después de hablar con todos los gerentes del lugar, desde el
departamento de servicio hasta el gerente general. Voy a dar mi
opinión ahora mismo y te daré la oportunidad de hacer lo correcto.
Cameron enarcó una ceja rubia, cruzó los brazos sobre el
pecho y se rio. No era un sonido humorístico, sino despectivo. —
¿Me estás amenazando?
— ¿Te asusta la verdad?— replicó Felix.
Spencer lanzó un suspiro mientras miraba su reloj. —Tiene
cinco minutos, señor Franklin. Ni un segundo más.
—Estupendo. Sólo necesito dos—, respondió Felix. —Compré
un flamante Ford Fusion en su concesionario hace cuatro años. Fue
mi primer coche nuevo, así que, por supuesto, compré uno con todas
las campanas y silbatos, así como los planes de protección extra que
su concesionario me ofreció. Me aseguré de tener un seguro de
daños, para que no me perjudicaran en caso de que el coche quedara
destrozado. También compré una garantía extendida para
proporcionar protección de parachoques a parachoques contra
averías mecánicas una vez que la garantía de fábrica expirara.
¿Conoces esos programas?
Spencer levantó la barbilla. —Por supuesto.
—La transmisión se estropeó en mi Fusion hace tres meses, y
he intentado todas las formas imaginables de conseguir que su
concesionario cumpla la garantía ampliada que me vendieron. Todo
lo que he recibido es la evasión, incluso de usted.
—Sr. Franklin, le aseguro que no me han hecho saber sus
intentos de hablar conmigo.

~ 32 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se rio, imitando el tono despectivo de Spencer. — ¿Quiere


hacerme creer que su asistente personal no le dio el mensaje en
cinco ocasiones?
—Veronica revisa mis mensajes, y sí, eso incluye que ella
decida cuáles darme y cuáles delegar a otra persona del
concesionario.
Felix no podía discutir la lógica. Si fuera dueño de varios
concesionarios, necesitaría a alguien que se encargara de interferir
por él. Spencer tenía que recibir docenas de llamadas cada día que
serían mejor atendidas por alguien de ventas o servicio. —Sr.
Spencer, puedo apreciar la necesidad de que su asistente filtre sus
llamadas. Sin embargo, le proporcioné información detallada cada
vez que solicité una audiencia con El Rey del Automóvil—. Spencer
frunció el ceño ante su referencia. Bien. —Le conté que el
departamento de servicio se negó a sustituir la transmisión porque
decían que no había cumplido el programa de mantenimiento
recomendado en el manual del propietario.
Era una completa mierda. Mientras que la mayoría de la gente
compra un coche nuevo por capricho, Felix lo pensó durante dos
semanas antes de apretar el gatillo. Aunque el pago estaba dentro de
su presupuesto, no podía quitarse de encima el temor de que se
dirigía a la perdición financiera por tener tanto una hipoteca como
un pago de coche.
—Bueno, ahí lo tienes—, dijo Cameron con desprecio,
alcanzando el pomo de la puerta del coche.
—No tan rápido, señor—, dijo Felix con firmeza. —Seguí el
programa de mantenimiento, y todos los servicios se realizaron en su
concesionario, pero por algún giro del destino desafortunado, los
registros ya no están en su sistema.
—Actualizamos nuestros sistemas informáticos el año pasado y
perdimos algunos de los registros. Es lamentable y desafortunado—,
dijo Spencer.
—Lo es para algunos, pero no para mí. He guardado todos los
recibos de su concesionario, incluidos esos coloridos impresos que
me daban para explicar exactamente lo que habían revisado y
comprobado durante mis visitas. He sacado mi ingenioso manual del
propietario y he mirado las recomendaciones de servicio. Cumplí

~ 33 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

todas y cada una de ellas. Ya no estoy dispuesto a jugar con su


concesionario, Sr. Spencer. Cumplí los términos del contrato de
garantía, y espero que usted cumpla los suyos.
Felix no le dijo a Spencer que había recibido un correo
electrónico de Molly Gregg, una clienta que había tenido una
experiencia similar con El Rey del Automóvil cuando trató de
presentar una reclamación de seguro de brecha después de haber
destrozado su coche. Tampoco compartió con Spencer que la mujer
había investigado un poco y había descubierto que la empresa que
emitía las pólizas de seguro de daños, Indemnity Gap Protection
Plans, era propiedad de la misma empresa matriz que extendía las
garantías, Platinum Auto Protection.
Molly llevó inicialmente sus preocupaciones al némesis de
Felix, pero Jude no había estado interesada en proseguir con sus
reclamaciones. Felix sí lo estaba. No sólo tenía un interés personal
en el resultado, sino que Felix creía que las garantías extendidas y
las pólizas de brecha no eran más que estafas. No era ilegal ni poco
ético que The Camelot Corporation ofreciera ambos servicios a los
concesionarios, pero Felix encontró poca información sobre ellos en
Internet. Aunque las empresas tenían licencia en el estado para
operar un negocio, sus sitios web eran genéricos y poco
profesionales. Felix había encontrado un sitio web para
consumidores que animaba a sus miembros a compartir
experiencias que animaran o desanimaran a otros a utilizar
proveedores de servicios. No faltaban personas que decían que El
Rey del Automóvil los había fastidiado. Donde había humo, había
fuego.
Spencer volvió a pegar esa sonrisa falsa en su cara. —Sr.
Franklin, parece que sus frustraciones están justificadas, y me
disculpo porque mi concesionario lo haya defraudado. Valoramos a
cada uno de nuestros clientes y queremos que vuelvan cuando
compren su próximo coche. Hemos empezado con el pie izquierdo
esta tarde, y asumo toda la responsabilidad por ello. Realmente llego
tarde a una reunión, pero me gustaría tener la oportunidad de
arreglar las cosas con usted. ¿Consideraría reunirse conmigo en el
concesionario a las cuatro de la tarde?
Felix se sorprendió por la rapidez del hombre, pero no se dejó
engañar. Felix pegó una sonrisa falsa en su cara también y le dio una

~ 34 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

palmada al Rey del Automóvil. —Por supuesto. Se lo agradezco.


Traeré mi archivo de registros de servicio conmigo.
—Hagalo—, dijo Spencer, sonando como si estuviera luchando
contra una mueca.
Felix sonrió genuinamente al hombre mientras daba un paso
atrás. —No lo entretengo ni un segundo más. Hasta pronto, Sr.
Spencer.
El Rey del Automóvil asintió con la cabeza y abrió la puerta de
su coche, deslizándose dentro sin decir nada más.
Felix se sintió triunfante al ver a Spencer alejarse. Conseguiría
arreglar su transmisión y averiguar qué escondía la serpiente.
— Felix.
Su buen humor se evaporó cuando se volvió para mirar a Jude,
que se dirigía hacia Felix con una zancada decidida que hacía juego
con la expresión de determinación de su rostro. El primer instinto de
Felix fue correr, pero no le daría a Jude la satisfacción.
— ¿Por qué me has ignorado adentro?— preguntó Jude cuando
se detuvo frente a Felix. —Sé muy bien que me oíste decir tu nombre.
Vi la forma en que tu cuerpo se puso rígido.
— ¿En qué momento? ¿Dentro de la sala de reuniones o ahora
mismo en el aparcamiento?— bromeó Felix. —Rompiste la regla, de
cualquier manera.
—Felix. Felix. Felix—, respondió Jude con sorna. —Era una
regla estúpida, y una que nunca acepté, de todos modos. ¿Por qué
me ignoraste para perseguir a Cameron Spencer en el
estacionamiento?
A Felix no le sorprendió que Jude se diera cuenta, pero, de
nuevo, Felix no había tratado de ocultar su intención. —No es asunto
tuyo, Jude. Vuelve a tu puesto antes de que el sol derrita tu espuma
para el pelo.
Felix giró y se dirigió al otro lado del terreno donde había
aparcado su antiguo Jeep Wagoneer. Había comprado Woody recién
salido de la universidad, y nunca lo había defraudado. Los zapatos
de vestir de Jude golpearon rápidamente contra el pavimento
mientras seguía a Felix.

~ 35 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No me digas que estás comprando las reclamaciones de


Molly Gregg—, dijo Jude.
Felix no se detuvo hasta llegar a su coche. Entonces se giró y se
enfrentó a Jude una vez más. —No sé de qué estás hablando.
—Mentira. La señora Gregg me dijo que te llevaba la historia
cuando me negué a indagar más en sus acusaciones. Teniendo en
cuenta lo mucho que odias a la gente rica, no me sorprende en
absoluto que hayas saltado sobre ella.
A Felix le dolía la mandíbula de tanto apretarla. Respiró
profundamente y obligó a su cuerpo a relajarse. —No odio a la gente
rica. Sí me molesta que esas personas amasen sus fortunas mediante
ganancias ilícitas o pisando a la gente pequeña. Mi conversación con
el Sr. Spencer no tiene nada que ver con esta persona Molly. Si
quieres saberlo, el concesionario de Auto King está intentando
fastidiarme. No lo permitiré.
Jude levantó una ceja de cuervo. — ¿Te acercaste a él en el
aparcamiento después de una reunión de los rotarios para exponer
tus quejas? ¿Por qué no llamar a su concesionario y solicitar una
reunión?
Felix echó la cabeza hacia atrás y se rio. Luego golpeó a Jude
mucho más fuerte de lo necesario. —Es muy gracioso que pienses
que no lo he intentado ya. Es bueno saber que sigues pensando tan
poco en mí. Vete a la mierda, Jude—. Felix abrió la puerta del coche,
pero Jude se inclinó a su alrededor para cerrarla de nuevo.
La maniobra acercó sus cuerpos, y Felix pudo sentir el calor
que desprendía el cuerpo de Jude. En lugar de apartarse, Jude se
quedó allí y se rio. El sonido rico y gutural hizo que el corazón
traidor de Felix galopara. —No intentes engañar a un mentiroso,
Felix. Crees que no puedo reconocer tus dichos después de todos
estos años. Crees que tienes una gran historia. Lo deseas tanto que
puedes saborearlo.
El aliento de Jude pasó por el cuello de Felix. No pudo evitar
que se le pusiera la piel de gallina por todo el cuerpo, pero pudo
luchar contra sus impulsos de temblar y apoyarse en el calor de
Jude. Ahora no. Nunca más. Mentiroso.
—No sabes nada de mí, Jude.

~ 36 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Te equivocas, Felix—. Jude respiró hondo y tembloroso. —


No me has preguntado por qué quería hablar contigo después de la
reunión.
—Ya te lo he dicho. No tenemos nada que discutir. Apártate
para que pueda entrar en mi coche. No quiero causar una escena y
avergonzar a The Straight Shooter frente a los buenos ciudadanos de
Savannah.
—Tenemos mucho que hablar, pero supongo que dejaré que lo
descubras por tu cuenta—, dijo Jude.
Felix se dio la vuelta para enfrentarse a él, pero Jude ya había
empezado a alejarse. — ¿Qué se supone que significa eso?
Jude se dio la vuelta y caminó hacia atrás. —Oh, no. Intenté
hablar contigo como un adulto, pero tu testarudo trasero no lo
aceptó. Pronto lo descubrirás—, dijo Jude despreocupadamente
antes de darse la vuelta.
El paso de Jude era decidido, y su postura hablaba de un
hombre totalmente seguro de sí mismo. O de un hombre que tenía la
sartén por el mango. ¿A qué se refería cuando dijo que Felix lo
descubriría muy pronto?
Felix odiaba las sorpresas y tenía el mal presentimiento de que
no le iba a gustar el secreto que guardaba Jude. Iba en contra de su
naturaleza retirarse, pero entró en su coche y disparó su viejo auto
fiel a la vida, sabiendo que irritaría a Jude que no hubiera mordido
el anzuelo.
Felix reiría el último cuando descubriera el secreto de
Cameron Spencer y expusiera al Rey del Automóvil, alias Señor
Perfecto, como nada más que un vulgar criminal.

~ 37 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Felix, Minerva te está buscando—, le dijo Jimmy antes de


que pudiera llegar a la santidad de su despacho. —Dice que es
importante.
Levantó la mano para reconocer al reportero novato sin
disminuir su paso. Felix cerró la puerta de su despacho tras de sí y
sacó un frasco de Tylenol de su escritorio. El calor y la humedad,
combinados con la tensión de su encuentro con Jude, le habían
provocado un fuerte dolor de cabeza. Felix se quitó la chaqueta y la
corbata y se aflojó el botón superior de la camisa de vestir. Sacó una
botella de agua de su mini-nevera y se bebió la mitad de ella para
perseguir dos pastillas antes de ir a ver a su jefa.
Minerva Driscoll se parecía a Marilyn Monroe pero tenía el
humor de Nora Ephron, el activismo de Gloria Steinem y la
determinación de Barbara Walters. Además de su profundo
conocimiento de la edición, Minerva tenía un impecable don de
gentes. Sabía cómo obtener el mejor trabajo de cada reportero de su
plantilla. Presionaba cuando era necesario y se retraía cuando se
requería un enfoque más relajado. Buscaba sin miedo la verdad, sin
importar el coste personal. Felix la admiraba mucho.
Llamó al marco de su puerta abierta. — ¿Querías verme?
Minerva levantó la vista de su ordenador y sonrió. —Sí, quería.
Pasa. Feliz cumpleaños, por cierto.
—Gracias—, dijo Felix mientras se sentaba frente a su
escritorio. — ¿Qué pasa?
—Octubre es el Mes de la Prevención del Crimen, y quiero
empezar a hacer planes para los especiales que vamos a hacer.
— ¿Ya?— preguntó Felix. Minerva siempre pensaba en el
futuro, pero esto era incluso temprano para ella.
—Estás familiarizado con Jed Akins, ¿verdad?

~ 38 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Un sentimiento de hundimiento comenzó en la boca del


estómago de Felix. —Es el director de la emisora de noticias del
Canal Eleven.
—Sí—, dijo Minerva. —Nuestros dos medios han trabajado
juntos en proyectos anteriores como una especie de promoción
cruzada.
—Estoy al tanto—. El periódico había unido fuerzas con el
Canal Eleven en el pasado para hacer segmentos sobre bodas,
jardinería y barbacoas. Savannah Morning News vio un aumento en
las suscripciones como resultado, así que tenía sentido que siguieran
buscando nuevas formas de promover ambos medios. Que me jodan.
Felix sabía a dónde iba esto. Minerva no lo llamaba a su despacho
para que le diera su opinión sobre artículos y piezas promocionales
que no le implicaban. De repente, la urgencia de Jude por charlar
tenía sentido. — ¿Qué tipo de proyectos tienes en mente?
—Bueno, eso lo decidirán tú y Jude Arrow. Estás familiarizado
con The Straight Shooter, ¿verdad?
—He oído hablar de él—, dijo Felix con indiferencia.
La ceja derecha de Minerva se arqueó hacia arriba. Tal vez algo
de su hostilidad se había filtrado en su tono. —Pensamos que lo
mejor sería que nuestros dos reporteros Ace se reunieran pronto
para discutir los posibles segmentos.
— ¿Dejaran que seamos nosotros los que decidamos?—
preguntó Felix.
—Obviamente, Jed y yo tendremos la aprobación final antes de
que se grabe, escriba, emita o publique nada. Sólo pensamos que
ustedes dos deberían reunirse y hacer una lluvia de ideas.
Quería decir que no, pero no iba a rechazar a Minerva. Ella se
había jugado el cuello por él demasiadas veces para contarlas, y si
esto era lo que ella quería, él encontraría la manera de hacerlo
funcionar. — ¿Cuándo?
—Te esperan mañana al mediodía.
Al mediodía. Qué apropiado.
—Allí estaré—, dijo Felix con un firme asentimiento.

~ 39 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Minerva sonrió felizmente. —Estoy deseando ver lo que se te


ocurre.
Felix se levantó y le devolvió la sonrisa. —Estoy seguro de que
será genial—. Si es como en la universidad, se me ocurrirán todas
las ideas mientras ese cerdo de la gloria se lleva todo el mérito.
Felix inclinó la cabeza hacia la puerta. —Tengo que llamar a Neal
Jade. Me ha pedido que me haga rotario y que encabece un comité
directivo para aportar diversidad a su club.
Minerva asintió. — ¿Te ha pedido a ti, un hombre blanco, que
hagas esto? ¿No a una mujer o a una persona de color?
Felix se río. Se había sentido tan halagado por la sugerencia de
Neal y distraído por su afán de hablar con Cameron Spencer como
para absorber la ironía de la invitación. —Gracias por señalarlo,
Minerva—. Le guiñó un ojo. — ¿Sabes quién haría un excelente
trabajo?— Preguntó Felix.
—Cierra la boca y lárgate.
Felix se rio durante todo el camino de vuelta a su despacho. La
conversación con Neal fue breve, y el hombre agradeció que Felix le
hubiera señalado la insensatez de su sugerencia. —Soy parte del
problema.
—No seas tan duro contigo mismo, Neal. Alguien tenía que
señalármelo a mí también—. Tal vez Felix no estaba tan despierto
como pensaba. —Lo hacemos mejor cuando lo sabemos—, dijo Felix.
—Gracias de nuevo por dejarme hablar en su reunión de hoy.
—Me encantaría que volvieras—, dijo el rotario.
—Estoy a una llamada de distancia.
Después de colgar, Felix repasó los artículos que había escrito
durante el Mes de la Prevención del Delito. Quería llegar preparado
a su reunión con Jude al día siguiente, y era evidente que su némesis
le llevaba ventaja en cuanto a ideas. Felix no sacaría a relucir algo
que ya había hecho. Después, sacó un cuaderno y empezó a hacer
una lista de varios temas que podrían discutir, desde la defensa
personal hasta la última tecnología para evitar los robos en casa. La
lista le pareció floja y deslucida, pero era un comienzo.
Felix consultó su reloj y observó que le quedaba menos de una
hora para su cita con el Rey del Automóvil. Tomo el archivo de
~ 40 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

registros de servicio del Fusion de su cajón inferior, cerró la sesión


de su ordenador y salió de su oficina. Varias personas le desearon un
feliz cumpleaños, lo que agradeció aunque le pareció un poco
extraño. Nadie se había preocupado por los cumpleaños hasta que
apareció Jimmy. Pensar en el novato reportero le recordó a Felix las
golosinas de cumpleaños en la sala de descanso. Hizo un rápido
desvío para agarrar otra magdalena al salir.
El calor y la humedad le golpearon en el rostro en cuanto salió.
Dios mío. ¿Por qué vivía en el sur si odiaba tanto la humedad?
Porque odiaba la idea de los inviernos fríos, la nieve y el hielo
incluso más que los bochornosos veranos de Savannah. Devoró su
magdalena antes de que se derritiera y ensuciara su camisa de vestir.
Felix llegó a su cita quince minutos antes. En cuanto se bajó de
su Wagoneer, dos vendedores empezaron a acercarse a él desde
extremos opuestos del aparcamiento, uno a pie y otro en un carrito
de golf. Felix empezó a caminar más rápido, y ellos también
aceleraron.
—Buenas tardes, señor—, dijo el hombre de a pie al acercarse.
Tuvo que prácticamente trotar para seguir el ritmo del carrito de
golf.
—Es un gran día para comprar un coche nuevo—, dijo el que
conducía el carrito.
Si el tiempo no fuera un problema, habría hecho correr a los
dos ansiosos castores y los habría enfrentado entre sí. No estaba de
humor, y era simplemente mezquino, así que levantó la mano. —No
estoy en el mercado, amigos. Sólo he venido a ver al señor Spencer.
—Oh—, dijo el hombre de a pie, sonando sin aliento.
—Que tenga un buen día—, dijo el conductor del carrito de golf
mientras daba una vuelta en U.
Una ráfaga de aire gélido bañó a Felix cuando entró en la sala
de exposiciones. No pudo evitar detenerse y apreciar el alivio del
calor sofocante. La distribución de la planta de Auto King era como
la de otros concesionarios que había visitado cuando buscaba su
nuevo coche. Había un puñado de escritorios colocados
estratégicamente en el amplio espacio abierto, para que no
distrajeran la atención de los brillantes vehículos expuestos. Felix
tuvo que admitir que era un montaje eficaz, porque sus ojos se
~ 41 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

vieron inmediatamente atraídos por un lujoso todoterreno de color


burdeos que no necesitaba, pero que de repente deseaba.
A la izquierda, una pared de cristal separaba el departamento
financiero de la sala de exposición. Esto permitía a los responsables
de las ventas vigilar el piso para no perder una posible venta. Los
compradores, nerviosos, podían ver lo mucho que trabajaban el
vendedor y el gestor financiero para conseguir el contrato. Felix
recordaba que se sentaba en el asiento caliente de la mesa del
vendedor y estudiaba las caras de los hombres de la pecera en busca
de pistas mientras revisaban la solicitud y hacían llamadas
telefónicas. Al iniciar el proceso, Felix sabía que tenía un crédito
excelente, ingresos suficientes y un buen pago inicial. No había
razón para que ningún banco lo rechazara, pero la amargura que no
siempre podía reprimir había salido a la superficie. Esperaba lo
mejor, pero se preparaba para el rechazo. El miedo de Felix no había
servido para nada, pero lo recordaba tan vívidamente.
La sala de cristal le recordaba a un toril de una comisaría de
policía, salvo que los trajeados que charlaban en ese momento en el
concesionario no estaban tratando de resolver un crimen. Podían
estar participando en ellos, tal vez incluso sin saberlo.
En la esquina de la derecha, en la parte trasera de la sala de
exposición, se encontraba el mostrador de servicio y una sala de
espera para que la gente pasara el rato mientras se revisaban sus
coches. El concesionario ofrecía café y panecillos gratis durante todo
el día, y había varias máquinas expendedoras en un hueco detrás de
la zona de asientos. Unos cuantos clientes se sentaban a ver un canal
de noticias por cable de veinticuatro horas, lo que equivalía a que les
chuparan el cerebro sin saberlo. La objetividad en el periodismo aún
no ha muerto, pero está definitivamente en fase de respiración
artificial. Encontrar la imparcialidad es difícil, y practicarla es aún
más difícil en el actual clima político polarizado. Decir la verdad le
facilitaba muchos enemigos, así que era bueno que Felix no tuviera
problemas para ser el malo de la película.
—Buenas tardes, señor—, dijo una voz grave desde su derecha.
Felix miró hacia allí mientras un hombre alto se levantaba de
su escritorio y se abotonaba la chaqueta del traje. ¿No podía Spencer
permitir que los chicos llevaran polos con este tiempo? Por otra
parte, hacía suficiente frío como para colgar carne en la sala de
~ 42 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

exposiciones. Felix sonrió y levantó su carpeta. —Tengo una cita


para reunirme con el señor Spencer.
La sonrisa del vendedor vaciló. Se soltó la chaqueta y volvió a
sentarse. — ¿Ve la puerta de cristal negro al otro lado del mostrador
de servicio?— Felix asintió. —Ahí es donde se encuentra la oficina
ejecutiva. Betsy, la del mostrador de servicio, tendrá que llamarte,
así que ve a verla primero.
—Gracias—, dijo Felix.
Betsy no estaba en el mostrador cuando Felix llegó, así que se
entretuvo leyendo los carteles de la pared, que pregonaban lo mucho
que Spencer valoraba la excelencia, el cumplimiento de sus
principios y el servicio a sus clientes. Había docenas de placas que
otorgaban altos honores, como el de Empresario del Año y el de
Mejor Concesionario Ford de Georgia. Otros galardones estaban
reservados a los propios vehículos, como su seguridad y durabilidad.
También estaban las fotos de los equipos juveniles que el
concesionario ha patrocinado a lo largo de los años. Felix estaba
haciendo una segunda pasada por el expositor y perdiendo
rápidamente la paciencia cuando finalmente apareció Betsy.
—Bueno, cariño, deberías haber llamado a la campana. No
sabía que había alguien en el mostrador.
— ¿Campana?— preguntó Felix, mirando fijamente la losa
desnuda de mármol negro.
Ella miró el lugar donde esperaba que estuviera, y luego
sacudió la cabeza. —Oh, maldición. Uno de los chicos del servicio
debe haberla robado de nuevo. A ellos les parece divertido, pero a mí
no.
—Asegúrales que a tus clientes tampoco—, respondió Felix. —
Me llamo Felix Franklin y tengo una cita para ver al señor Spencer a
las cuatro. Un vendedor me dijo que tendría que pasarme por las
oficinas ejecutivas.
Betsy entrecerró los ojos. —Su asistente no me informó de la
reunión.
—Es una adición reciente a su agenda.
Levantó un dedo y tomó su teléfono. —Todavía tengo que
comprobarlo.
~ 43 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Lo entiendo—, dijo Felix con calma.


—Oye, Roni—, dijo Betsy en el teléfono, —Tengo un Felix
Frank—. Los ojos de Betsy se lanzaron a encontrar los de Felix
mientras escuchaba lo que fuera que Veronica tenía que decir. —De
acuerdo, lo enviaré.
Felix asintió a Betsy y se dirigió hacia la puerta de cristal
negro. Cuando llegó a ella, una cerradura mecánica se desenganchó
audiblemente. Felix abrió la puerta y entró en el opulento espacio de
El Rey del Automóvil. En público, Cameron Spencer había evitado a
menudo el apelativo de realeza que se le había otorgado. Fingía ser
un tipo corriente que había construido su imperio arremangándose y
poniéndose a trabajar. Cualquier persona que entrara en su
despacho privado vería que su humildad era falsa.
Las baldosas de calidad comercial dieron paso a un reluciente
suelo de madera con una elegante alfombra tejida con lana púrpura
y dorada, dos colores asociados a la realeza. En caso de que los
visitantes no captaran la conexión sólo con las tonalidades, sólo
tenían que mirar al centro de la alfombra para ver el escudo real de
un magnífico león dorado y un escudo. Debajo había un estandarte
con el credo de The Auto King: Excelencia. Servicio. Honor. Este era
el verdadero Cameron Spencer. Los coches tenían su sala de
exposición, y El Rey del Automóvil tenía la suya.
Una mujer menuda se levantó cuando él se acercó a su
escritorio.
—Usted debe ser Veronica—, dijo Felix, extendiendo su mano.
—Hemos hablado varias veces.
Ella le estrechó la mano y luego dijo: —Sí, lo recuerdo.
La postura rígida, el tono seco y la mirada frágil de Veronica lo
sorprendieron. Entendió por qué los ojos de Betsy se dirigieron a los
suyos. Lo que fuera que Veronica había dicho por teléfono,
seguramente había sido poco halagador. Durante sus conversaciones
anteriores, Felix nunca había levantado la voz ni había dicho nada
que le hiciera ganarse su desprecio. Y ella nunca había dejado
escapar su profesionalidad. ¿Qué había cambiado? ¿Spencer había
descargado su frustración con Felix en ella? ¿O la había reprendido
por no cumplir con sus obligaciones?

~ 44 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—El señor Spencer lo está esperando—, dijo, señalando las


puertas dobles doradas de la parte trasera del local. ¿Era real este
tipo? — ¿Puedo ofrecerle algo de beber?— preguntó Veronica.
—No, gracias—, respondió antes de cruzar la sala y abrir las
puertas.
El lujo de la sala exterior sólo se intensificó en el espacio
privado de Cameron Spencer. Felix se quedó en silencio, esperando
no estar mirando las paredes de terciopelo púrpura con adornos y
detalles dorados. Nunca había visto nada tan hortero en toda su
vida. En un extremo de la sala había una reluciente mesa de
conferencias de nogal negro con sillas de brocado dorado alrededor.
Sobre ella colgaba una araña de cristal que uno esperaría encontrar
en un comedor formal de un palacio. Dios. Felix pensó en el dinero
que saldría la lámpara y casi se encogió. ¿A cuántos niños
hambrientos podría alimentar Spencer con el dinero que invertía en
la decoración de su oficina?
Los ojos de Felix se posaron en Spencer, que estaba sentado
detrás de un gigantesco escritorio hecho del mismo nogal negro que
la mesa de conferencias ¿Acaso Spencer estaba compensando que
otra cosa fuera demasiado pequeña?
—Felix—, dijo Spencer, su voz jovial sonaba como si estuviera
saludando a un amigo perdido hace tiempo. —Acércate. ¿Quieres
que Veronica te traiga algo de beber?
—Ya se ha ofrecido y he rechazado. Gracias—. Felix se sentó en
una silla de cuero púrpura frente al escritorio de Spencer. —Sé que
eres un hombre ocupado, así que seré breve—. Felix buscó en el
archivo y sacó la pila de sus recibos. Luego tomó la copia del
programa de servicio que había hecho del manual del propietario.
Spencer buscó su teléfono. —Voy a pedirle a Roni que nos haga
copias.
—No hace falta—, dijo Felix. —Tengo copias de seguridad.
Estas son para ti.
El Rey del Automóvil retiró su mano y la apoyó en el
reposabrazos de su silla ejecutiva. —Por supuesto, tienes copias—,
dijo Spencer. —Un reportero Ace como tú tendría sus patos en fila.

~ 45 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Primero, una actualización informática borra mis registros


originales. Casi me da miedo ver qué pasa después. ¿Un huracán?
¿Un incendio? Entonces, mis copias de seguridad tienen copias de
seguridad, si me entiendes.
—Es difícil no hacerlo—, dijo Spencer secamente.
Felix sacó otra pila de papeles y los puso encima de sus
recibos. Spencer los miró con una expresión de desconcierto en su
rostro. —Son impresiones de páginas web de consumidores creadas
para que la gente comparta experiencias excelentes o advierta a los
demás de las horribles cosas. Si todos los carteles de promoción que
cuelgan en la pared del departamento de servicio son verdaderos, le
molestará descubrir que el Centro Comercial de Automóviles
Spencer entra en esta última categoría. He redactado sus nombres o
cualquier información de identificación, incluidas las direcciones de
los sitios web, para proteger su privacidad.
Spencer agarró el impreso y empezó a leerlo. Felix observó en
silencio cómo el Rey del Automóvil pasaba página tras página.
Cuando terminó, Spencer dejó los documentos sobre su escritorio. El
Rey del Automóvil se pasó un dedo por el puente de la nariz durante
unos segundos antes de bajar la mano. —Parece que tengo un
problema mayor de lo que pensaba. Gracias por llamarme la
atención.
—De nada—, respondió Felix. —Le dejaré mis recibos para que
los revise su servicio técnico. Me gustaría que me llamaran en
veinticuatro horas. Después de meses de recibir vueltas no creo que
sea pedir demasiado.
Spencer se levantó rápidamente de su asiento y tomó los
papeles de su mesa. —No hay necesidad de retrasarse, Sr. Franklin.
Venga conmigo.
Felix siguió a Spencer a través de la sala de exposiciones y
hasta los muelles del departamento de servicio. Casi jadea en voz
alta cuando vio a Todd Dartmouth, su némesis de la escuela, de pie
detrás del escritorio. El hombre parecía más viejo que la última vez
que Felix lo había visto, pero no había cambiado mucho más. El
espeso cabello de Todd no había adelgazado, no había engordado y
sus anchos hombros no estaban caídos. Una lástima. Los ojos de
Todd se abrieron de par en par al reconocer a Felix. Luego, dirigió su

~ 46 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

mirada entre Spencer y Felix hasta que los dos hombres llegaron a
él. En ese momento sólo tenía ojos para el Rey del Automóvil.
—Buenas tardes, Sr. Spencer—, dijo Todd, sonando como el
amigo imbécil de Wally en “Leave it to Beaver9”.
—Hola, Todd.
—Me sorprende que sepa mi nombre, Sr. Spencer. Acabo de
empezar aquí hace unas semanas.
—Conozco a todos mis empleados—, se jactó el Rey del
Automóvil. Felix quiso poner los ojos en blanco, pero logró
abstenerse. — ¿Está Bill disponible?
Bill Whitman era el director del departamento de servicio.
Felix había tenido la desafortunada experiencia de tratar con el
imbécil en varias ocasiones.
—No, lo siento, señor Spencer. Bill se fue por el día. Su hija va
a tener un bebé.
—Es una noticia fantástica para ellos—, dijo Spencer como si le
importara. —Llamaré a Bill a casa más tarde. Mientras tanto,
necesito tu ayuda, Todd.
Spencer puso una mano en el hombro de Felix, y le costó todo
lo que pudo evitar encogerse de hombros.
—Por supuesto, señor. ¿Qué puedo hacer por usted, señor
Spencer?
—Este caballero es Felix Franklin. Estoy seguro de que has
oído hablar de él, Todd. Es un periodista de investigación y uno de
los presentadores del podcast Sinister in Savannah del que todo el
mundo habla.
Todd volvió a mirar a Felix. —Sé quién es—. A Felix le
impresionó que Todd mantuviera la mueca de desprecio en su rostro
y la hostilidad fuera de su voz.
—Ha habido un terrible malentendido. La transmisión del Sr.
Franklin se estropeó en su Fusion sin que él tuviera la culpa.
Compró una garantía extendida cuando financió el coche—. Spencer

9
Leave It to Beaver es una comedia de situación de la televisión estadounidense transmitida entre 1957
y 1963 sobre un niño curioso y a menudo ingenuo, Theodore "The Beaver" Cleaver, y sus aventuras en el
hogar, la escuela y en su vecindario suburbano.
~ 47 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

sostuvo la pila de recibos. —Él ha cumplido su parte del trato, y


nosotros vamos a cumplir la nuestra. Quiero que pidas una
transmisión nueva esta noche y que te pongas de acuerdo con uno de
nuestros conductores de grúa para que recojan el coche del señor
Franklin mañana por la mañana. Su garantía extendida le garantiza
un coche de alquiler o un préstamo de nuestro lote—. Spencer se
volvió para mirar a Felix. —Puede elegir un coche nuevo de nuestro
concesionario. No hay necesidad de involucrar a una agencia de
alquiler de coches en el proceso. Te lo entregaremos en tu casa
cuando recojamos tu Fusion.
— ¿Cualquier coche?— preguntaron Felix y Todd.
Spencer se rio. —Sí.
Felix tenía en la punta de la lengua rechazar la oferta, ya que
tenía su apreciado Woody Wagon, pero a la mierda. El transporte del
vehículo estaba incluido en la garantía, y Spencer le debía esto por
haberle hecho la pelota. —Gracias.
Spencer asintió. —Es lo menos que puedo hacer. Quiero
arreglar las cosas con los otros también—. Felix sabía que Spencer se
refería a los clientes enfadados que arrastraban su trasero en el sitio
de consumo. Felix había imprimido a propósito los comentarios
menos favorecedores.
—Puedo hacer un post dentro del sitio informando que se
pongan en contacto con el concesionario—, ofreció Felix.
—Por favor, hazlo—, dijo Spencer. —Le haré saber a Bill que
espere las llamadas y que establezca un proceso para asegurarse de
que cada reclamación sea investigada a fondo—. Luego miró a Todd.
— ¿Puedes poner en marcha el proceso para el Sr. Franklin? Quiero
asegurarme de que no se le cause más molestias por esperar a que
vuelva Bill.
—Por supuesto. Puede contar conmigo, señor.
Spencer se volvió hacia Felix y le tendió la mano. —Hemos
tenido un comienzo difícil, pero le agradezco que me haya informado
de su situación, así como de la de los demás.
Felix tomó la mano del hombre y la estrechó. —Gracias por su
tiempo, Sr. Spencer.

~ 48 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Cuál es la dirección de donde tenemos que recoger su


Fusion y dejar el préstamo?— preguntó Todd, interrumpiéndolos.
No quería escuchar a Spencer alabando el carácter de Felix.
—Los dejaré a los dos para que pongan las cosas en marcha.
Avísenme si hay algo más que pueda hacer—, dijo Spencer, mientras
se alejaba.
Felix recitó su dirección a Todd, y luego se volvió a un lado
para poder observar a Spencer. El hombre lo había sorprendido, lo
que no ocurría a menudo. Spencer se detuvo en la entrada de la sala
de exposiciones, donde había un puesto de desinfección de manos, y
se echó tres chorros en la palma de la mano, frotándose
enérgicamente las manos antes de entrar en la sala de exposiciones.
¿Era el tipo un germofóbico o tocar a Felix era la parte que Spencer
encontraba ofensiva?
Todd se rio, devolviendo la atención de Felix a su matón de la
infancia. El hombre se mofó de él como aquella vez en el vestuario
del gimnasio en el instituto cuando le había lanzado un trozo de tela
sudado. — ¿Son suficientes mis vaqueros y zapatos usados, o
quieres también mis suspensores usados?—, se burló.
Todd se inclinó sobre el mostrador de servicio y dijo: —No me
importa la fama que tengas; siempre serás basura.
—Lo dice el hombre que es demasiado estúpido para darse
cuenta de que su jefe sólo conoce su nombre porque está cosido en
su camisa—, dijo Felix, esforzándose por no mostrar que Todd había
tocado una fibra sensible.
Podría haber dicho mucho más, como señalar que la beca de
fútbol de Todd no lo había llevado lejos en la vida. La NFL no había
formado una fila ante su puerta para reclutarlo como él esperaba, y
según los últimos chismes, Todd se había separado recientemente de
su cuarta esposa. Felix podría haber comentado esas cosas, pero
quería creer que era mejor persona. Al menos la mayoría de los días.
Todd se miró la camisa y pareció desinflarse un poco ante los
ojos de Felix.
—He decidido qué vehículo quiero que entregues en mi casa
mañana por la mañana—. Felix señaló la sala de exposiciones. —El
todoterreno burdeos oscuro me ha llamado la atención, y estaré
fabuloso conduciéndolo.
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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El vehículo de mala muerte le quitaría el escozor de sentirse


como una bacteria invisible en las manos de alguien. Cameron
Spencer no se desharía de él tan fácilmente. Se había distraído
temporalmente por la voluntad del hombre de arreglar las cosas,
pero Felix no se distraería ni se disuadiría por una sonrisa falsa y
demasiado brillante y un llamativo todoterreno nuevo.
—Pero ese Lincoln cuesta ochenta mil dólares.
—El señor Spencer dijo que cualquier vehículo, y ese es el que
quiero. ¿Tengo que volver a su oficina y hablar con él de nuevo?
—No—, mordió Todd con enfado.
Felix se cruzó de brazos y enarcó una ceja. —No, ¿qué?
—No, señor—, gruñó Todd.
Eso es más bien.

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix había dejado de permitir que la gente lo hiciera sentir


sucio hace mucho tiempo, o eso creía. El complejo de inferioridad
contra el que había luchado toda su vida lo tenía agarrado por las
pelotas y no lo soltaba. No podía olvidar el recuerdo de Spencer
necesitando desinfectante para las manos después de estrecharlas, ni
la sonrisa de desprecio en la cara de Todd cuando lo presenció. Felix
había ganado la mano al final, pero era una victoria hueca.
Hueca. Vacía. Así es precisamente como se sintió Felix cuando
se detuvo en la tienda de comestibles para recoger bocadillos para la
reunión de producción del podcast que estaba organizando en su
casa.
Este es el peor cumpleaños en la historia de los cumpleaños.
Incluso peor que la vez que sacó magdalenas rancias del contenedor
de la tienda de comestibles.
Felix estaba más disgustado por su fiesta interna de compasión
que por las circunstancias reales que la originaron. No era un llorón;
era un ejecutor. Su capacidad para analizar objetivamente la
situación y convertirla en una ventaja parecía estar rota. No rota.
Más bien tenía la batería baja. Lo que Felix necesitaba era una noche
con amigos para comer comida basura, charlar sobre cómo corregir
la injusticia y recargarse.
—Felix.
Se congeló en el acto de alcanzar una bolsa de chips de tortilla.
Tienes que estar bromeando. ¿Otra vez este tipo?
Felix bajó el brazo, luego se giró y se encontró con los ojos azul
zafiro de Jude. Recorrió con la mirada el cuerpo de Jude. Se había
puesto ropa informal. Jude tenía un aspecto más delicioso con una
camiseta azul marino de los Atlanta Braves y vaqueros desteñidos de
lo que cualquier hombre tenía derecho portadaaaaaaaaa. El ajuste de
la camiseta era perfecto. Se ceñía a sus anchos hombros y a sus
impresionantes pectorales sin parecer hortera ni llamativa. Los
vaqueros de Jude tenían el efecto desteñido que se consigue con
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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

muchos años de lavado y uso, en lugar del aspecto desgastado por el


que los diseñadores cobran un ojo de la cara.
Maldita sea, tenía buen aspecto. Felix podía separar al hombre
que se había convertido en un extraño del chico que había conocido
cuando Jude llevaba trajes. Pero con ropa informal... El cerebro de
Felix se enganchó a los recuerdos de haberse enamorado por
primera vez, seguidos de la traición más dolorosa que había
conocido. Felix se aferró al último pensamiento y se aferró para no
hacer una estupidez.
— ¿Me estás siguiendo, Straight Shooter?
Jude se encogió. ¿Por qué? ¿Era el uso de su ridículo apodo, o
era la acusación de Felix? —No me llames así, por favor. Tú no.
— ¿Porque sé que es una mierda?
Jude apretó los labios en una línea firme. —Es demasiado
impersonal para la historia que compartimos.
Felix abrió la boca para responder que sus razones eran una y
la misma. Debido a su historia compartida, Felix sabía que el apodo
de Jude era una mentira. Sin embargo, no fue lo que salió. —No has
respondido a mi pregunta. ¿Me estás siguiendo?
—No—. Jude levantó una cesta roja llena hasta arriba de varios
artículos de alimentación. Luego señaló con la cabeza la cesta de
Felix, que de momento sólo contenía un bote de salsa. —Parece que
yo llegué primero. ¿Me estás siguiendo?
Felix resopló. —Ya te gustaría.
—En realidad, sí—, dijo Jude. —Supongo que a estas alturas ya
habrás tenido una conversación con tu editor sobre el Mes de la
Prevención del Crimen.
—Lo he hecho.
—Me gustaría aclarar las cosas entre nosotros para que
podamos entrar en esta sociedad libre de viejos equipajes.
— ¿Lo harías ahora?— preguntó Felix.
Jude asintió. —Lo haría. ¿Vas a decir sinceramente que no
preferirías enterrar el hacha de guerra?

~ 52 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Me encantaría—, respondió Felix. —Sólo que no creo que


aprecies dónde me gustaría enterrarla.
Jude soltó un suspiro de sufrimiento. Del tipo que dan los
padres cuando sus hijos los han agotado después de una larga
batalla. Todavía no estaba preparado para tirar la toalla. — ¿Por qué
no vuelvo a la carnicería y agarró otro filete? Te haré la cena y
podrás ventilar todas tus quejas contra mí—.
Felix negó con la cabeza. —Ya tengo planes.
—Es tu cumpleaños. Por supuesto, tendrías planes.
Felix no celebraba sus cumpleaños; nunca lo había hecho.
Tampoco tenía ganas de corregir la suposición de Jude.
—Mira, no tenemos que ser mejores amigos para trabajar
juntos—, dijo Felix. —Estableceremos reglas básicas y las
cumpliremos, y nos centraremos en los proyectos.
Los hombros de Jude se desplomaron y su mirada cayó. Felix
casi se sintió mal, pero su némesis se recuperó rápidamente. Los
hombros volvieron a su orgulloso porte, y esos ojos azules
evaluadores se encontraron con los de Felix una vez más. —Lo
siento—. Jude tomó un respiro estremecedor. —Debería haber
empezado con esas palabras hace años. Tal vez las cosas habrían
resultado diferentes.
La garganta de Felix se secó. Las cosas que quería decir
quedaron atrapadas allí, formando un bulto que tuvo que tragar
antes de que lo ahogara. —Gracias.
Jude parecía querer decir algo más, pero asintió y se alejó sin
decir nada más. Felix se dijo a sí mismo que no debía verlo marchar,
pero sus ojos se sintieron atraídos por él. Algunas cosas nunca
cambiarían, incluido el impulso de llamar la atención de Jude. No
podía -no quería- dejar que el hombre diera otro golpe a su corazón.
Felix se obligó a centrar su atención en la elección de los aperitivos.
Añadió a su cesta chips de tortilla y patatas fritas a la barbacoa.
Incapaz de contenerse, giró la cabeza y buscó de nuevo a Jude, pero
su némesis ya había abandonado el pasillo. Era lo mejor, aunque no
lo pareciera.
Pensó en la cena de bistec durante todo el camino a casa y se
arrepintió de no haber agarrado unos cuantos para asar para él y los

~ 53 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

compañeros. La pizza no sonaba tan tentadora como hace unas


horas.
Cuando Felix llegó a su casa, se sorprendió al ver los vehículos
de Jonah y Rocky ya en la entrada. ¿Qué diablos hacían allí tan
temprano? Más extraño aún era que ninguno de los dos estuviera en
su coche. Felix entró y encontró a Rocky, Jonah y Avery poniendo
bandejas de comida en la mesa del comedor. No hacía mucho, la
maltrecha mesa había sido su lugar de grabación improvisado hasta
que convirtieron un dormitorio libre en un estudio.
— ¿Qué es todo esto?— preguntó Felix, recorriendo con la
mirada el pollo frito y toda la guarnición.
—Feliz cumpleaños—, dijo Avery, adelantándose y
abrazándolo. Felix le devolvió el gesto cariñoso.
A Jonah le había tocado la lotería el día en que su tía Ellen
decidió que Avery sería un buen interno para el grandullón. No sólo
formaban un feroz equipo de lucha contra el cibercrimen, sino que
sus personalidades se complementaban a la perfección. Jonah era
callado y melancólico, y su novio era un sol y una astucia. Felix se
alegraba de que Jonah hubiera dejado de luchar contra sus
sentimientos por el joven. Era sólo cuestión de tiempo que llevaran
su relación al siguiente nivel.
Avery se apartó y le sonrió. —Espero que no te moleste que
haya acompañado a Jonah.
—Eres su media naranja, no un acompañante—, dijo Felix. —
Eres parte de nuestro equipo y siempre eres bienvenido.
—Gracias—, dijo Avery mientras volvía al lado de Jonah.
—Entonces, ¿cuál de ustedes, tontos, irrumpió en mi casa?—
preguntó Felix. Jonah y Avery señalaron a Rocky. —Me lo imagino.
¿De verdad, Major?
El detective privado lo fulminó con la mirada. Odiaba que Felix
utilizara su nombre de pila. —Te dejaré esto porque es tu
cumpleaños.
— ¿Quién te ha dicho que es mi cumpleaños?
Rocky resopló. —Ya sabes a qué me dedico. Una vez que me
enteré de que indagaste en mis antecedentes, te devolví el favor.

~ 54 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Luego se lo hice saber al grandote, y dijo que debíamos hacerte una


fiesta sorpresa.
Felix miró a Jonah, que se limitó a encogerse de hombros. —
No animé al Major para que forzara tu cerradura y nos dejara entrar
cuando no estabas en casa—. Jonah miró a Rocky. —Es invasivo.
—No es tu cumpleaños, así que no puedes llamarme por ese
ridículo nombre—, le dijo Rocky a Jonah. Era divertidísimo que su
amigo pensara que Rocky era un nombre preferible al de Major, pero
cada uno a lo suyo. —Manipular sus calzoncillos es invasivo.
Preparar un buffet de cumpleaños es bonito—, continuó Rocky.
— ¿Quién manoseó mi ropa interior?— preguntó Felix.
—Nadie—, dijo Rocky. —Sólo estaba haciendo un punto.
—Llegaste antes de que tuviera la oportunidad—, bromeó
Avery.
—Ven aquí, mocoso—, dijo Rocky, enganchando un brazo
alrededor del cuello de Avery y frotando sus nudillos sobre la cabeza
del hombre más pequeño.
— ¿Has tenido un día duro?— preguntó Jonah, apartando la
mirada de Felix de las travesuras de Rocky.
—Estuvo lleno de sorpresas. Algunas de ellas buenas, y otras
no tanto.
Rocky soltó a Avery y estudió a Felix. — ¿Qué pasó?
Felix suspiró. —No estoy seguro de por dónde empezar.
—El comienzo es bueno—, sugirió Rocky.
—Hagamos nuestros platos mientras la comida aún está
caliente—, sugirió Felix. —Luego haremos la hora del cuento.
Cargaron sus platos con pollo, cazuela de boniato, galletas,
guisantes de ojo negro, tomates verdes fritos y ensalada de col. Felix
se sintió profundamente conmovido por su consideración, y se lo
dijo después de inhalar la mitad de la comida de su plato. —Quizá los
cumpleaños no sean tan malos después de todo.
—Eres demasiado joven para una crisis de la mediana edad—,
dijo Rocky.

~ 55 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix le dio un codazo a Rocky. —Idiota—. A Jonah y Avery,


Felix les dijo: —Mi problema con los cumpleaños es una
conversación para otro día. Los acontecimientos de hoy son mucho
más apasionantes—. Felix comenzó con su encuentro con Jimmy y
terminó con el enfrentamiento con Todd después de que Spencer lo
avergonzara. Sabía que sus mejillas estaban rojas porque sentía que
alguien le había prendido fuego.
Sus amigos se sentaron en silencio durante unos segundos
antes de que los tres empezaran a hablar a la vez.
— ¿Quién diablos es ese bromista de Todd?— Jonah quería
saber.
—Ahora tiene a Spencer contra las cuerdas—, dijo Rocky.
El descarado Avery movió las cejas y dijo: —Personalmente,
soy un gran fan de las asociaciones forzadas en el trabajo.
Se miraron y empezaron a reírse. Los amigos de Felix
volvieron a hablar por encima del otro, pero intercambiaron temas
como si lo hubieran ensayado.
Rocky cruzó los brazos sobre el pecho. — ¿Quieres que le dé
una paliza a Jude Arrow?
— ¿Crees que Spencer estaba siendo sincero en cuanto a
arreglar las cosas?— preguntó Avery.
Jonah pasó el brazo por el hombro de Avery y apretó un beso
en la sien del hombre más pequeño. —Nadie me obligó a trabajar
contigo.
Avery giró la cabeza y miró a Jonah. —Como si fueras a decirle
a Ellen que no.
A Felix siempre le había gustado Ellen Rigby, aunque su
posición en la SPD, primero como jefa y ahora como comisaria, los
enfrentara a veces. Era brillante, astuta y formidable. No era
probable que Jonah le dijera que no, pero tampoco le sugeriría algo
que no le interesara. Avery era lo mejor que le había pasado a Jonah,
así que felicidades a la tía Ellen.
Felix levantó la mano para llamar su atención. Una vez que
todas las miradas estaban puestas en él, dijo: —De uno en uno—. Se
dirigió primero a Rocky. —No, no quiero que des una paliza a nadie.

~ 56 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Hablo en serio, Felix—, dijo Rocky. —No sé qué te ha hecho


este imbécil, pero sé que es malo si has guardado rencor durante
tanto tiempo. Eres la persona más justa que conozco. ¿Quieres que
consiga información sobre él para que podamos echarlo de la
ciudad?
Recordó la genuina alegría que había visto en los ojos de Jude
las dos veces que se cruzaron y la humildad en su voz cuando se
disculpó, aunque fuera con demasiados años de retraso. Esas cosas
inquietaron a Felix de una manera que no estaba preparado para
desempacar en ese momento. —No—, respondió Felix con
sinceridad. —Quiero ver cómo se desarrolla esto.
Se enfrentó a Jonah y a Avery. —Les aseguro que mi relación
laboral con Jude Arrow no va a desembocar en un encuentro
amoroso épico como el de ustedes. Y en cuanto a Spencer—, dijo
Felix, encogiéndose de hombros, —voy a mantener la palabra del
Rey del Automóvil. Publicaré mi experiencia en el chat con un
mensaje para que los comentaristas descontentos se pongan en
contacto con el concesionario. Lo único que sé con certeza ahora
mismo es que su despacho ejecutivo es el despliegue de riqueza más
asqueroso que he visto nunca.
— ¿Trono de oro?— preguntó Avery.
—No vi el baño ejecutivo, pero no me sorprendería—, dijo Felix
con un guiño. Agradecido de que la atención se desviara de él, Felix
se tomó su tiempo para describir el espacio privado con gran detalle.
Para cuando terminó, ya habían recogido sus platos y estaban
mirando el pastel de melocotón que Marla había horneado para él. —
¿Alguien guardó sitio?
Los chicos gimieron un “no” colectivo.
Decidieron dejar el postre para más tarde y se dirigieron al
estudio que había al final del pasillo. No estaba previsto que
grabaran un episodio, pero Felix había encontrado unas estupendas
sillas de ejecutivo en una tienda de segunda mano. Sus sesiones de
planificación a veces duraban horas, así que el suave cuero era
mucho más cómodo para sentarse que las sillas de madera del
comedor.

~ 57 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Empecemos con la última información sobre Bo Cahill—,


dijo Felix. —Quiero insistir más en el gobernador para que conceda a
Bo un indulto completo.
— ¿Crees que podemos lograrlo?— preguntó Rocky,
inclinándose hacia delante. —Nadie dice que Bo Cahill no mató a
Vanderwahl, ni siquiera su familia.
—El caso de Bo fue algo mal hecho en muchos sentidos—, dijo
Jonah. —En primer lugar, nunca debió ser acusado de asesinato en
primer grado. El fiscal ni siquiera intentó demostrar que el asesinato
fue premeditado, y el juez lo dejó salirse con la suya. Bo Cahill
disparó al hijo del sheriff. Bo nunca debería haber sido recluido en la
prisión del hombre, ni debería haber sido juzgado en el mismo
condado donde el sheriff presidía. El sheriff habría tuteado a todos
los jueces. No había forma de que tuviera un juicio justo.
—Bo tampoco recibió un abogado competente—, añadió Felix.
Luego abrió el expediente de Bo y sacó una pila de documentos. —
Agnes me envió esto. Son copias de los registros telefónicos que
muestran las veces que llamó al departamento del sheriff para pedir
ayuda cuando Vanderwahl empezó a acosarla. También llamó a
otros municipios e incluso a la policía estatal en busca de alguien
que interviniera en su favor. Ni siquiera uno de esos imbéciles
despreciables dio un paso al frente y la ayudó—. Felix respiró
tranquilamente. —Todos han visto las fotos que le hicieron a Agnes
después de la agresión, así como los informes médicos. El abogado
de Bo no presentó nada de esto como prueba en el juicio. Creo que
tenemos un caso lo suficientemente sólido como para conseguir que
el gobernador anule la condena.
Rocky sonrió. —Creo que tenemos que armar un poco más de
lío.
—Me apunto—, dijo Jonah.
—Empezaremos revelando estos hechos en nuestro podcast y
seguiremos persiguiendo un indulto póstumo—, dijo Felix. — ¿Están
libres el jueves por la noche para grabar el episodio?
—A mí me viene bien—, dijo Rocky. — ¿Y tú, J?
Jonah asintió. —Estaremos aquí.

~ 58 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Ahora, tenemos que cambiar nuestra atención al Señor


Perfecto. No estoy seguro de qué hacer con todo esto. Necesito
aprender todo lo que pueda sobre la Corporación Camelot. Su
oficina se encuentra en Atlanta. Voy a comprobarlo cuando vaya a
visitar a Ree este fin de semana.
— ¿Qué pasa con la cara de Rocky?— Preguntó Avery. — ¿Es su
imitación del Joker?
Felix miró y se rio. Rocky tenía la mayor sonrisa que había
visto en el hombre. —El gato que se comió al canario—, comentó
Felix. —Has encontrado algo grande, ¿verdad?
Rocky asintió. —Un regalo de cumpleaños para ti.
—Bueno, maldita sea—, murmuró Avery. —No hemos traído
ningún regalo.
Jonah se rio. —No creo que sea un regalo físico.
Rocky movió las cejas. —Mis fuentes en Atlanta consiguieron
una lista de los miembros de Gentleman Jack. Adivina de quién es el
nombre que aparece en ella.
Felix se quedó con la boca abierta y su corazón empezó a
acelerarse. —No puede ser.
Rocky asintió. —Feliz cumpleaños, amigo mío.
— ¿Qué es Gentleman Jack’s?— Preguntó Avery.
—Un club de sexo de élite que satisface todos los apetitos—,
dijo Jonah.
Avery cruzó los brazos sobre el pecho. — ¿Cómo sabes del
lugar?
—Sinceramente, pensaba que era sólo una leyenda—,
respondió Jonah.
—Conseguí dos invitaciones privadas—, dijo Rocky. — ¿Te
importa si te acompaño a Atlanta? Podemos ver el club y la oficina
de la Corporación Camelot cuando no estés de visita con tu amigo.
¿Qué te parece?
Felix agarró la parte posterior de la cabeza de Rocky y lo besó
brevemente en la boca. —El mejor regalo de la historia.

~ 59 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Rocky le guiñó un ojo. —De nada.


Pasaron otra hora repasando los planes del podcast para
futuros episodios. Felix se ofreció a compartir el pastel de melocotón
con ellos después de terminar la sesión, pero sus amigos afirmaron
que todavía estaban llenos.
—Hay un cartón de helado de vainilla en el congelador—, dijo
Avery. —Marla piensa en todo
— ¿Debo transferir el cobbler a otro plato para poder lavar el
suyo y enviarlo de vuelta con ustedes?— preguntó Felix.
Jonah se rio. —Ella espera que se lo devuelvas en persona una
vez que hayas terminado.
—No me llevará mucho tiempo—, dijo Felix, planeando hacer
una gran mella en cuanto sus amigos se fueran.
Se despidieron y Felix corrió a la cocina y se agarró una buena
ración de tarta. Lo puso en el microondas para calentarlo un poco
mientras sacaba el helado del congelador. El aroma de la canela, la
mantequilla y los melocotones flotaba en el aire.
Meow.
Felix dejó el cartón de helado sobre la encimera y miró a su
gato, Pulitzer, que dobló la esquina y se paseó por la cocina. Llevaba
una expresión de cabreo en la cara que hizo sonreír a Felix. Se
agachó y recogió a su bestia peluda. —Podrías haber salido. A mis
compañeros les hubiera gustado conocerte.
Meow.
Pulitzer sonaba indignado mientras miraba a su sirviente
humano con los ojos verdes entrecerrados. Felix rascó detrás de la
oreja del gato atigrado hasta que la bestia comenzó a ronronear y a
frotar su cabeza contra la barbilla de Felix.
—No eres tan duro—. Felix se inclinó hacia delante y besó la
parte superior de la cabeza de Pulitzer, recordando los sentimientos
nostálgicos que Jude despertó en su interior en la tienda de
comestibles.
Tal vez el gato no era el único cuyo siseo era peor que su
mordida.

~ 60 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La estruendosa grúa entró en la entrada de su casa a una hora


intempestiva de la mañana siguiente. Felix se imaginó que el horario
estaba hecho a propósito para molestarlo, pero llevaba horas
despierto. Cuando el conductor tocó el timbre, Felix ya había
atendido las necesidades de Pulitzer, había corrido seis kilómetros
en la cinta de correr, se había duchado y había preparado el
desayuno. La broma era para ellos, o eso pensó Felix, hasta que
abrió la puerta principal y vio la basura desparramada por todo su
césped delantero. Alguien parecía haber volcado una bolsa de
basura, o dos, en el césped.
—Parece que has cabreado a alguien—, dijo el conductor con
sequedad. El nombre cosido en su camisa lo identificaba como
Skeet. ¿Era su nombre real o un apodo? ¿Diminutivo de Skeeter,
quizás?
Vaya, me pregunto a quién habré cabreado.
Felix se abstuvo de poner los ojos en blanco y se encogió de
hombros. —Seguro que lo parece, pero ya estoy acostumbrado. A la
gente no le gusta que se exponga su comportamiento delictivo. Tirar
la basura en mi patio es un poco inmaduro, ¿no crees?— Todd
tendría que esforzarse mucho más para poner nervioso a Felix.
El conductor de la grúa giró la cabeza y escupió un trozo de
color marrón oscuro por el lado del porche de Felix. —Creo que sólo
están haciendo un punto.
Felix oyó que se acercaba otro vehículo y levantó la vista para
ver el todoterreno Lincoln de color burdeos que venía por la
carretera. Había estado preparado para pelearse con el
concesionario por su petición, pero no le disgustó tener que reservar
la energía para su reunión con Jude más tarde. —Supongo que
necesitas las llaves del Fusion.
—Hay menos probabilidades de que se dañe si pongo el coche
en punto muerto en lugar de arrastrarlo hacia mi retroceso con el
cabrestante—, respondió secamente el hombre.

~ 61 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Esa es la vía que quiero tomar, entonces.


La fijación de Felix por no volver a ser pobre sólo era eclipsada
por su obsesión por cuidar las cosas que había acumulado. Nunca
había tenido una maldita cosa que fuera sólo suya mientras crecía.
Toda su ropa y sus zapatos habían pertenecido primero a otra
persona. Cuando Felix pudo comprarse algo para sí mismo, se
excedió tratando de mantenerlo en perfectas condiciones. Era una
de las razones por las que se negaba a dejar pasar la situación con el
Fusion. Que el jefe del departamento de servicio le dijera que había
fallado en el cuidado de algo que atesoraba tanto fue una patada en
las costillas cuando ya estaba decaído.
—Ahora mismo salgo. Iré a buscarlo.
Antes de que Felix pudiera cerrar la puerta, la persona que
conducía el Lincoln salió del todoterreno. El maldito Todd
Dartmouth.
—Así que esta es tu casa, ¿eh?— Todd miró a su alrededor,
como si el maldito no hubiera estado ya allí para tirar la basura en su
patio.
Felix sabía que su sencilla casa rancho no parecería gran cosa
para la mayoría, pero lo era todo para él. Había buscado a propósito
una casa en las afueras de Savannah, para poder obtener más
propiedad y privacidad por su dinero. Por mucho que le gustara la
comodidad de vivir en pleno centro de la ciudad, habría conseguido
la mitad de la casa y una décima parte del patio. Lo equiparó a una
oferta de “compre uno y llévese otro” en el supermercado. ¿Quién no
quería el doble de mercancía por el mismo importe?
Cuando Felix vio el anuncio de esta casa de ladrillo de una sola
planta en dos acres en Wilshire Estates, supo que era su hogar para
siempre. La propiedad había sido deteriorada por el abandono, pero
todo lo que Felix vio fue el potencial. Se enamoró de la parcela
arbolada y del granero independiente en la parte trasera de la
propiedad. Para un chico que creció en un parque de casas rodantes
con casas prácticamente apiladas, el lugar era un palacio. No le
desanimó el trabajo intensivo que necesitaba la casa, sino que lo
inspiró.
—Hogar dulce hogar—. Felix cerró la puerta el tiempo
suficiente para recuperar el mando del Fusion y la llave de contacto.

~ 62 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cuando volvió a abrir la puerta, Todd se había unido al conductor en


el porche. Los dos estaban murmurando, y Todd tenía una sonrisa
de comemierda en la cara. Pensó que había conseguido algo sobre
Felix. Otra vez.
Se equivocó. Otra vez.
Felix se pasó los dientes por el labio inferior para no reírse de
Todd. Nunca había puesto la mejilla cuando se trataba del matón.
Felix sólo encontraba formas más inteligentes de vengarse y hacer de
la vida de Todd un infierno. Como aquella vez en el instituto en la
que escuchó al matón presumir de faltar a clase y robar los avisos de
ausencia del buzón antes de que su madre llegara a casa del trabajo.
Felix imitó al director y llamó a su madre al trabajo para preguntarle
si Todd estaba bien ya que había faltado tanto a la escuela. Como
también sabía que la novia de Todd estaba haciendo el mismo truco,
Felix se había asegurado de que su hermano mayor se enterara. Le
costó ocultar su alegría cuando Todd se presentó en la escuela al día
siguiente con un labio roto y un ojo morado. Para hacerlo aún mejor,
Todd había ido en autobús al colegio porque sus padres le habían
quitado las llaves del coche.
—Aquí tienes—, dijo Felix, haciendo sonar las llaves para
llamar la atención de los hombres. El conductor de la grúa se las
arrebató de la mano, luego se dio la vuelta y bajó los escalones del
porche. Felix se centró en Todd. — ¿Tienes llaves para mí?
El matón entrecerró los ojos durante unos segundos.
¿Realmente creía que sus payasadas infantiles harían que Felix se
enojara? Tras una incómoda pausa, Todd colocó el llavero en la
mano extendida de Felix, con cuidado de no dejar que sus dedos
tocaran los de Felix, por supuesto. —Tengo que repasar las
características del todoterreno para asegurarme de que te sientes
cómodo con él.
—Eso no será necesario—, respondió Felix. —Yo puedo
resolverlo—. Los vehículos modernos se parecían a las cabinas de los
aviones con todas sus campanas y silbatos, pero Felix estaba seguro
de que sería capaz de manejar el todoterreno. Sólo tenía que
averiguar cómo encender la radio y el aire acondicionado.
—Como quieras—, dijo Todd antes de darse la vuelta y
marcharse. Subió al lado del pasajero de la grúa y cerró la puerta.

~ 63 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se quedó en el porche, supervisando a Skeet mientras


cargaba el Fusion en su remolque. Felix estaba preparado para que
el concesionario encontrara oportunidades de vengarse de él por
haberles dado un disgusto, pero no se lo pondría fácil.
—Que tengan un buen día—, gritó Felix justo antes de que
Skeet subiera a su camión. El hombre se dio la vuelta y escupió otro
trozo de tabaco en el patio. Felix pudo ver cómo Todd le sonreía por
el espejo retrovisor y apenas reprimió las ganas de hacerle una
morisqueta.
Una vez que se alejaron, Felix se puso guantes de goma para
limpiar y sacó de su garaje un rastrillo, una pala y bolsas de basura
extragrandes para el césped. Rastrilló la basura en un montón antes
de meterla en las bolsas. No le llevó mucho tiempo, pero Felix
aprovechó el tiempo para planear su venganza e idear una estrategia
para enfrentarse a Jude.
Después, entró y se duchó por segunda vez. No importaba que
hubiera llevado guantes de goma, Felix seguía sintiéndose sucio.
Pasó quince minutos más pensando en qué ponerse. Tonto, pero
necesario. No quería parecer que se esforzaba demasiado. Felix
acabó eligiendo su camisa vaquera abotonada favorita, unos caquis y
sus botines marrones preferidos. Todo el mundo decía que el denim
desteñido combinaba bien con sus ojos ámbar, pero a él le gustaba lo
suave que era la tela contra su piel. Felix sabía con certeza que los
pantalones caqui le abrazaban el trasero excepcionalmente bien, y
sería un mentiroso si dijera que no quería que Jude lo notara.
A continuación, estudió su aspecto en el espejo. ¿Debía
afeitarse la barba marrón oscura o dejársela? Quería el aspecto que
mejor dijera: “No me importa lo que pienses”. Felix se dejó la barba,
añadió un poco de producto a su pelo castaño húmedo y se largó de
allí antes de perder otros cuarenta minutos en decisiones
intrascendentes sobre el vestuario. Se pusiera lo que se pusiera, Jude
lo miraría como si fuera un bocadillo, y a Felix le gustaría.
¿Cómo era eso de la honestidad?
El resto de la mañana de Felix mejoró inmensamente,
empezando por su viaje al trabajo en el súper exuberante
todoterreno y descubriendo que otro reportero había enganchado a
Jimmy para que los ayudara con un proyecto. Demasiado pronto,

~ 64 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

llegó la hora de dirigirse a la emisora de noticias para reunirse con


Jude y el director de la emisora, Jed.
Entró en el baño para comprobar su aspecto una vez más,
reprendiéndose a sí mismo por su insensatez todo el tiempo. Felix
encontró a Minerva esperándolo en el pasillo. Llevaba su
característica bolsa de mano extragrande al hombro y unas gafas de
sol sobre la cabeza.
— ¿Listo?—, le preguntó mientras se daba la vuelta y se
alejaba.
— ¿Vas a venir conmigo?—, preguntó él, poniéndose a la altura
de Minerva. Ella no lo había comentado el día anterior. ¿Había
detectado su reticencia a trabajar con Jude y se estaba asegurando
de que las cosas fueran bien?
—Sólo me apunto para comer gratis—, bromeó. —De acuerdo,
tal vez quiera supervisar la sesión de fotos.
Felix se detuvo en seco. — ¿Sesión fotográfica?
Minerva también se detuvo y lo miró con los ojos muy abiertos.
— ¿Se me olvidó mencionar esa parte?
Él no estaba cayendo en su acto inocente. Funcionaba como un
encanto en la mayoría de la gente, pero no en él. Felix negó con la
cabeza. —Tampoco mencionaste que nos alimentaban, pero estaba
dispuesto a dejarlo pasar. Lo considero una grata sorpresa. ¿Pero
una sesión de fotos? Vamos, Minerva. No hiciste esto con los otros
segmentos de promoción cruzada.
—Baja la voz—, siseó Minerva mientras enganchaba su brazo
con el de Felix y reanudaba la marcha. Felix podía ir con ella o hacer
una escena. Realmente no había opción aquí. —Los demás te oirán, y
pienso culpar a Jed por la atención extra que se les da a ti y a Jude.
— ¿Qué está pasando?— preguntó Felix cuando salieron del
edificio.
Minerva se detuvo y lo miró. —Los otros reporteros ofrecen un
gran valor al periódico, pero ninguno de ellos tiene tu poder de
estrella. ¿Te has mirado alguna vez al espejo?—. Sabía que no era
poco atractivo, pero eso podía decirse de montones de personas. —
Sin embargo, es más que tu aspecto. Tu inteligencia y tu pasión por

~ 65 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

hacer las cosas bien se suman al paquete total. La gente se siente


atraída por ti como un imán, Felix.
Desgraciadamente para él, suele ser el tipo de gente
equivocada.
—Y Jude—, dijo Felix. —Estoy seguro de que su atractivo
influye en la decisión.
—No tiene un aspecto desafortunado—, dijo Minerva con
frialdad. Una risa de niña brotó de ella, arruinando totalmente su
ambiente informal. Sus ojos se abrieron de par en par y se tapó la
boca con la mano.
—Por el amor de Dios, Minerva. Actúas como si acabaras de
eructar—. A Felix le encantó tanto que olvidó momentáneamente su
irritación con ella.
—En los negocios, se prefiere eructar a reírse. He luchado
contra la etiqueta de rubia tonta toda mi vida. He aprendido a
reprimir mi risa, a ocultar mi sentido del humor y a enmascarar mi
inteligencia para que la gente me tome en serio.
Felix sonrió. —No pienso menos de ti porque te hayas reído.
Minerva sonrió. —Gracias.
—Ahora, ¿por qué no me dices la verdadera razón por la que te
tomas todas las molestias de una sesión de fotos para promocionar
esta empresa conjunta? Aparte de mi atractivo aspecto y mi
inteligencia, claro.
—Vas a llegar lejos, Felix.
—Vamos, Minerva—, dijo él, sacudiendo la cabeza.
—Lo digo en serio. Tu talento es demasiado grande para este
mercado. Es sólo cuestión de tiempo que aparezca HBO, Oxygen o el
canal ID y te robe de nosotros—. Minerva suspiró. —Como tu amiga,
estoy muy orgullosa de ti y emocionada por ver a dónde te lleva tu
hermoso cerebro y tu pasión por la justicia. Como tu editora, quiero
beneficiarme de tu brillantez todo el tiempo que pueda. Las nuevas
suscripciones a nuestro periódico se han triplicado desde que
empezaste tu podcast Sinister in Savannah. ¡Triplicado! Eso es
inaudito en estos tiempos.

~ 66 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Minerva, me siento halagado por tus grandes elogios, pero


no voy a ir a ninguna parte. Savannah es mi hogar, aquí es donde
están mis amigos, y me encanta trabajar para ti. Me parece muy bien
que saques provecho de la notoriedad que tengo. Dios sabe que me
has apoyado desde el primer día. Sólo sé sincero conmigo en el
futuro. Odio las sorpresas.
—A menos que sea durante una investigación—, replicó ella.
Dios, le encantaba descubrir una jugosa primicia. —Esas son
las únicas sorpresas buenas.
—Tienes un trato.
Terminaron conduciendo por separado hasta la estación de
noticias, lo que favoreció a Felix para que pudiera controlar sus
emociones desbocadas. Había pasado demasiado tiempo repitiendo
y analizando la disculpa de Jude. Aunque no era un experto en el
habla o el lenguaje corporal, Felix rara vez se equivocaba en sus
impresiones. Jude parecía estar realmente arrepentido.
La pregunta era: ¿qué cambiaba, si es que cambiaba algo?
Nada.
Mentira.
En lugar de calmar sus nervios, Felix se había puesto más
nervioso cuando llegó al Canal Eleven. El sudor le salpicaba el labio
superior y sentía el torso húmedo. Dios. Lo último que necesitaba
eran unas axilas sudorosas para el encuentro. Felix podría culpar al
calor del verano, pero Jude lo descubriría. Ese era el quid del
problema.
¿Dónde se había metido el intrépido reportero? Era una sesión
de fotos, un almuerzo y una sesión de planificación. Nada del otro
mundo.
Minerva golpeó la ventanilla del conductor. Felix apagó el
todoterreno y salió. — ¿He cometido un gran error aquí?—, preguntó
ella después de que empezaran a caminar hacia la entrada.
—No.
Minerva tarareó. —Dejé que mis habilidades de investigación
se oxidaran cuando me convertí en la editora. Me estoy perdiendo
algo, ¿no?

~ 67 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Jude y yo tenemos una historia complicada, pero no


interferirá en que trabajemos juntos. Lo prometo.
Se detuvo en la puerta, se colocó las gafas de sol sobre la
cabeza y estudió a Felix. — ¿Estás seguro?
No estaba seguro, pero dijo: —Estoy seguro.
Minerva siguió evaluando su expresión durante unos segundos
antes de asentir y abrir la puerta. Felix agradeció tanto el clima frío
con aire acondicionado como que Minerva aceptara su palabra sin
insistir en más detalles.
La amable recepcionista los saludó y dijo que Jed saldría
pronto a buscarlos. En lugar de sentarse junto a Minerva, Felix
estudió las fotos de los distintos presentadores que colgaban de la
pared. Era divertido ver la evolución de los peinados y la moda a lo
largo de los años.
—Minerva—, dijo una voz jovial detrás de él.
—Jed—, dijo su editora con alegría. —Me alegro de volver a
verte.
Felix se dio la vuelta y cruzó miradas con Jude, que estaba de
pie junto a su jefe de estación. Mientras que el lenguaje corporal de
su enemigo hablaba de confianza, Felix vio un destello de
incertidumbre en los ojos azul oscuro de Jude.
Minerva hizo las presentaciones entre Jed y Felix. El director
de la estación era amable y acogedor, y su apretón de manos era
firme.
—Supongo que no hay necesidad de presentarte a Jude—, dijo
Jed.
—No, no hace falta—, respondió Felix, esperando sonar
amable. Miró a su némesis y asintió. —Jude.
Jude levantó una ceja oscura. —Felix.
Minerva y Jed intercambiaron una mirada confusa antes de
estudiar a sus reporteros estrellas.
— ¿Ha sido un gran error?— preguntó Jed.
—No—, dijeron Felix y Jude a la vez. Ninguno de los dos
parpadeó.
~ 68 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Minerva se rio nerviosamente, lo que sacó a Felix de su humor


combativo.
—Todo está bien. ¿Verdad, Jude?
—Muy bien—, respondió Jude.
Felix se rio, y luego miró a Jed. — ¿Me pregunto si puedo
hablar en privado con Jude antes del almuerzo y las fotos?
Jed miró entre los hombres y se encogió de hombros. —Por
supuesto. Jude, ¿por qué no hablan tú y Felix en tu despacho?—. Se
volvió hacia Minerva. —Tengo algunas ideas para la sesión de fotos
que me gustaría discutir contigo.
—Me parece muy bien—, dijo Minerva, y luego siguió a Jed por
el pasillo detrás del escritorio de la recepcionista. Miró una vez por
encima del hombro. Felix le guiñó un ojo para asegurárle.que todo
estaba bien antes de que se perdieran de vista.
No la defraudaría. Jude había dado un paso enorme la noche
anterior, y Felix tenía que reconocerlo para que pudieran intentar
seguir adelante y trabajar juntos.
—Mi despacho está por aquí—, dijo Jude, señalando el mismo
pasillo por el que habían desaparecido Jed y Minerva. Felix siguió a
Jude hasta un espacio que era como el suyo en tamaño y estilo:
minimalista masculino.
Jude se sentó en el borde de su escritorio y esperó en silencio
mientras Felix miraba la habitación. ¿Táctica dilatoria? No. La sentía
necesaria. ¿Qué estaba tratando de encontrar, de todos modos?
Entonces se dio cuenta. Felix estaba buscando inconscientemente
una señal del niño que había amado en las posesiones de un hombre
que era prácticamente un extraño.
Su corazón se aceleró cuando lo encontró.

~ 69 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La pelota de béisbol autografiada por Chipper Jones, el


jugador de los Atlanta Braves, descansaba en su lugar de honor en
un expositor de recuerdos. La pelota de béisbol se encontraba en
buen estado, salvo por la mancha dejada por el bate del bateador. El
miembro del Salón de la Fama había bateado el homerun en los
asientos del campo, donde un niño ansioso disfrutaba de un juego
vespertino con su padre. La base de madera de recuerdo no estaba
tan brillante como antes, y la tapa de cristal estaba astillada en
algunos lugares, pero el relato de Jude sobre ese día tan especial
seguía prístino en la mente de Felix.
Los habían asignado como compañeros para un proyecto de
periodismo de primer año. El compañero de cuarto de Felix había
sido un tipo extraño, y trató de evitarlo lo más posible. La biblioteca
estaba abarrotada, así que Jude sugirió que volvieran a su
dormitorio porque su compañero de cuarto rara vez estaba allí. Felix
ya había desarrollado un gran enamoramiento por el chico, pero no
tenía intención de actuar en consecuencia. Había sorprendido al
moreno mirándolo a menudo, pero no de forma ofensiva. Sin
embargo, hizo que Felix sintiera que su piel ya no se ajustaba a su
cuerpo. Felix ni siquiera estaba seguro de qué decir a alguien como
Jude, que siempre exudaba confianza. Felix había visto la vitrina de
béisbol en el estante sobre el escritorio de Jude y había preguntado
por ella.
Jude le había dicho a Felix que era una ocasión muy rara para
tener tiempo a solas con su padre, que trabajaba setenta horas a la
semana. Estaba encantado de tener toda la atención de su padre, así
que la pelota del homerun que cayó en su guante fue la guinda del
pastel. El padre de Jude estaba tan emocionado como su hijo y
preguntó dónde podrían ir a conseguir la pelota autografiada.
Merodearon por el aparcamiento, donde muchos otros esperaban y
deseaban tener la oportunidad de conocer también a su jugador
favorito. Jude se había impacientado, pero el buen humor de su
padre nunca decayó. Su perseverancia dio sus frutos, y Jude, de doce
años, pudo conocer a su héroe y conseguir que le firmara la pelota.

~ 70 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

A esas alturas de la historia, la tristeza se había colado en la


voz de Jude. Felix sabía que lo que Jude dijera a continuación sería
terrible. El padre de Jude había muerto de un aneurisma cerebral
dos semanas después. El estuche de recuerdo en el que descansaba
la pelota fue el último regalo que le hizo su padre. En la pequeña
placa dorada de la base, ahora ligeramente empañada, figuraba el
nombre y el número de camiseta de Chipper, así como la fecha y la
distancia que había recorrido la pelota del homerun. La pelota, la
vitrina de trofeos y el recuerdo significaban el mundo para Jude.
A Felix no le sorprendió ver la pelota en un lugar de honor en
la estantería junto con los premios de radiodifusión que Jude había
recibido a lo largo de los años. La única revelación fue lo conmovido
que se sentía Felix por el recuerdo. No tanto al recordar la historia
en sí, aunque era triste, sino lo que ocurrió después.
Por primera vez en su vida, Felix no había mirado por sí
mismo. Quería hacer que Jude se sintiera mejor, pero no sabía cómo
hacerlo. Nadie en su vida le había enseñado a consolar a alguien.
Entonces pensó que tal vez compartir algo sobre su propio padre
haría que Jude se sintiera mejor por la pérdida del suyo.
—Kelly dijo que mi padre se fue cuando se enteró de lo mío—.
La confesión de Felix había rodado por su lengua tan casualmente
como si hubiera dicho la fea verdad a diario.
Jude había arrugado la frente adorablemente. — ¿Quién es
Kelly?
—Mi madre—, había respondido Felix.
—Oh—, había dicho Jude en voz baja. Había tanto peso en esa
sola palabra. Se cernió sobre ellos incómodamente durante unos
instantes. —Él se lo pierde, Felix.
Ese fue el momento en que el flechazo de Felix empezó a
convertirse en amor. Había bajado la guardia, y una confesión se
convirtió en dos y así sucesivamente. A veces, Felix derramaba sus
secretos entre besos en medio de sábanas enredadas mientras los
dos jóvenes se acercaban más de lo que cualquiera de ellos estaba
preparado.
Jude se aclaró la garganta en su pequeño despacho,
devolviendo a Felix al presente. —No quiero hacer esperar

~ 71 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

demasiado a Minerva y a Jed. Es probable que se les ocurran más


planes ridículos.
Felix se obligó a encontrar la mirada de Jude. — ¿Ridículos?
¿Cómo trabajar conmigo?
Jude resopló. —No. Estoy deseando esa parte, pero la sesión de
fotos...
—Es un poco exagerado, ¿no?
—Sólo un poco—, respondió Jude. Sus labios se movieron en la
esquina, pareciendo un tic nervioso. Felix sabía que no era así. El
hombre estaba luchando contra una de las sonrisas que le salían
naturalmente. O al menos solían hacerlo. —Entonces, ¿querías
hablar?
Felix se frotó la nuca mientras pensaba qué decir o cómo
empezar. —Mira, sólo quería decirte que aprecio tu disculpa de ayer.
Jude hizo una mueca.
— ¿Qué?— preguntó Felix, con el estómago empezando a
agriarse.
—No creo que mi disculpa signifique lo mismo para ti que para
mí—, dijo Jude tímidamente.
Felix sintió que se le calentaba la cara mientras se irritaba
internamente. — ¿Qué diablos significa eso? ¿Te estás retractando
de las disculpas?
—No—, dijo Jude, poniendo los ojos en blanco. —Intento
explicar que no me estaba disculpando por lo que tú crees.
Felix se quedó mirando. Jude lo había dejado totalmente sin
palabras.
—No me estaba disculpando por los crímenes que crees que
cometí contra ti en la universidad—, continuó Jude.
¿Qué carajo está pasando aquí? La cara de Felix debió
traicionar su confusión, porque Jude gimió y se acercó a él. Felix se
tambaleó fuera de su alcance. —Entonces, ¿qué querías decir?
Jude lanzó un profundo suspiro y bajó el brazo. —Siento que
creas que te he traicionado.

~ 72 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

¿Qué? La pregunta chilló en el cráneo de Felix.


—También lamento no haberme ganado tu confianza—,
prosiguió Jude sin darle importancia. —Si lo hubiera hecho, nunca
me habrías creído capaz de traicionar tus secretos a nuestra clase de
periodismo.
—No olvidemos cómo me robaste la idea del proyecto para el
último año—, añadió Felix.
Jude volvió a gemir. Un poco más fuerte y la gente del edificio
se harían una idea equivocada de lo que estaba ocurriendo a puerta
cerrada. — Felix, yo no...
Felix levantó la mano. No quería escuchar otra mentira de esos
hermosos labios. —Sólo cállate. He escuchado suficientes disculpas
falsas para toda la vida.
—No fue una disculpa falsa. Sólo que no era la que querías
oír—, argumentó Jude, cruzando los brazos sobre su enorme pecho.
El movimiento apretó su camisa de vestir sobre sus abultados
bíceps.
Maldito bastardo sexy.
Felix enarcó una ceja. —De acuerdo, lo llamaremos una no-
disculpa, entonces. ¿Qué te parece eso?
— ¿Una no-disculpa?— Preguntó Jude. — ¿Qué demonios es
eso?
—Cuando alguien te hace o dice algo horrible, le llamas la
atención por sus idioteces, y en lugar de decir: 'Siento haberte
herido', el perdedor sale con 'Siento que tus sentimientos estén
heridos'. Eso no es lo mismo en absoluto. Es dar a entender que la
persona herida es la culpable. Es culpar a la víctima, y lo odio.
Jude apretó la mandíbula con tanta fuerza que Felix se
sorprendió de no oír el crujido de sus dientes por la tensión. Sus
fosas nasales se encendieron mientras se esforzaba por calmarse.
Tras una larga e incómoda mirada, Jude relajó la mandíbula y dijo
escuetamente: —Eres un idiota.
Felix se rio, con un sonido lleno de desdén. —Tendrás que
encontrar insultos más duros para despistarme, Arrow.

~ 73 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No quiero sacarte de tu juego, Felix. Simplemente quiero...—


Jude sacudió la cabeza. —No importa. No sé en qué estaba
pensando.
La tensión se desvaneció repentinamente del cuerpo de Felix,
dejándolo emocionalmente agotado. —Vamos a superar el día de
hoy, ¿de acuerdo? Minerva se juega mucho en esto, y no quiero
decepcionarla.
Jude asintió. —Es obvio que la tienes en alta estima.
—Ella nunca me ha decepcionado. No puedo decir eso de
mucha gente.
Jude se estremeció, haciendo que Felix se arrepintiera
momentáneamente de la puya. —Puedo ignorar el pasado y trabajar
juntos. ¿Puedes?
—Absolutamente—, dijo Felix. Así que no siempre era honesto.
Pero esta mentira piadosa no haría daño a nadie. Se aseguraría de
ello.
Ambos hombres pusieron sonrisas falsas en sus rostros cuando
se reunieron con Jed y Minerva. Ni el director de la emisora ni la
editora se dejaron engañar, pero siguieron con el fingimiento. El
almuerzo servido consistía en una variedad de sándwiches de
fiambre y condimentos, papas fritas, pepinillos, ensalada de papas,
judías al horno y pan. Simple pero delicioso.
Felix se había enfadado demasiado para comer al principio.
Maldita falsa disculpa. Entonces se dio cuenta de que Jude se
zampaba la comida como si no le importara nada. El reportero de
televisión era todo sonrisas y risas mientras charlaba con Minerva.
Negándose a ser superado, Felix dejó de lado su frustración, comió
su comida y entabló una pequeña charla con Jed. El director de la
emisora parecía un tipo realmente agradable, que hablaba con
pasión de su carrera periodística. Resultó que su trabajo como
director de la emisora era relativamente nuevo, y Jed admitió que
prefería perseguir pistas en lugar de calcular las cifras de audiencia.
—Amén a eso—, dijo Minerva. Golpeó su lata de Coca-Cola
Light contra el Mountain Dew de Jed.

~ 74 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El fotógrafo llegó con tres ayudantes, una selección de piezas


de vestuario y atrezzo10, y más actitud de la que una persona debería
tener. —Me llamo Woodrow, pero mis amigos me llaman Woody.
—Woodrow—, dijo Felix, estrechando la mano del hombre. El
fotógrafo enarcó una ceja pelirroja. ¿Qué? ¿Creía que eran amigos
después de una simple presentación?
Jude, el adulador lameculos, sonrió con encanto. —Encantado
de conocerte, Woody.
—El placer es todo mío, cariño—, ronroneó el fotógrafo. —
¿Estamos listos para empezar?
—Lo estamos—, dijo Minerva. —A Jed y a mí nos gustaría una
sesión de fotos sencilla que se mantenga fiel a lo que son estos
reporteros.
—Hmmm—, dijo Woody, rastrillando sus ojos sobre Jude y
Felix. Formó con los pulgares y los dedos índices en forma de L para
hacer una caja de tres lados. —Ajá—, dijo, moviendo el cuadro de
Felix a Jude, y luego de vuelta. —La intensidad irradia de ellos. Me
hace desear que hoy esté haciendo un conjunto de fotos
completamente diferente.
Jed tosió, Minerva soltó una risita nerviosa y los periodistas se
limitaron a mirar a Woody.
—De acuerdo. Mi comentario fue totalmente inapropiado. Pido
disculpas.
—Para que quede claro—, dijo Felix, levantando la mano. —
¿Te estás disculpando por tus acciones, o por cómo hemos percibido
tus palabras?
—Uh, por mis acciones—, dijo Woody, lentamente sacando
cada palabra. Pasó su mirada de un lado a otro entre Felix y Jude.
Felix se volvió hacia Jude, que parecía tan enfadado como para
comerse las uñas. — ¿Ves? Woody sabe cómo presentar una disculpa
de verdad.

10
La utilería o atrezo, tanto en el teatro como en el cine y la televisión, es el conjunto de objetos y
enseres que aparecen en escena. A las personas responsables del atrezo se les conoce como atrecistas o
utileros.
~ 75 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Cristo—, dijo Jude, dando un paso adelante hasta que sólo


unos pocos centímetros los separaron. — ¿De verdad quieres hacer
esto ahora?
Alguien chasqueó los dedos, entonces Woody dijo: —Jasper.
Mi cámara, por favor. Ahora mismo.
Felix estaba demasiado concentrado en Jude como para
prestarle mucha atención a alguien más. Los iris azul zafiro de Jude
se habían oscurecido hasta volverse casi negros. Felix sabía que
estaba excitado o furioso. Tal vez furiosamente excitado. —Sí, Jude.
Quiero hacerlo aquí y ahora.
El sonido de una cámara haciendo clic furiosamente se registró
en el cerebro de Felix, pero no se atrevió a girar la cabeza para ver
qué demonios estaba pasando. Jude podría verlo como si se echara
atrás. De ninguna manera.
—No lamento lo que te dije en el supermercado o en mi
oficina—, le dijo Jude. —Lo dije en serio. Tampoco voy a
disculparme contigo por tonterías universitarias de poca
importancia.
—Compañeros—, gritó Woody con fuerza, entrometiéndose en
su momento.
Ambos se giraron y le miraron. Felix sabía que tenía el ceño
fruncido e imaginaba que la expresión de Jude era similar. Minerva
jadeó, Jed aplaudió y Woody sacó una foto antes de mirar su
cámara.
—Ahí está la toma de dinero—, dijo Woody con orgullo. —No
me gustaría que estos dos vinieran por mí si fuera un criminal, un
policía corrupto o un político sin ética—. Woody mostró la pantalla
digital a Minerva y Jed. — ¿Qué les parece?
—Eso es todo—, dijo Jed con alegría.
Minerva comprobó su reloj e hizo una mueca antes de
recuperar su bolsa de la silla. —Lo siento mucho, pero debo irme.
¿Me acompañas a la salida, Felix?
Él asintió y la siguió hasta el pasillo. Ella se detuvo allí y se
acercó a él en lugar de continuar fuera.

~ 76 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Seguro que estás preparado para esto? No es demasiado


tarde para cancelarlo.
Felix la sorprendió con un abrazo. —Gracias, Minerva.
Su ceño se frunció, estropeando la suave piel con líneas de
preocupación. — ¿Por qué demonios me das las gracias? Es obvio lo
infeliz que eres con Jude Arrow.
Felix respiró profundamente para calmarse. Luego otro. Y una
más para asegurarse. Podía hacer esto. Él haría esto. —Por poner
mis sentimientos en primer lugar. Significa más para mí de lo que
sabes. Me he quitado la rabieta de encima. Estoy bien para ir ahora.
Minerva entrecerró los ojos. — ¿Estás segurao?
—Okey, aún no estoy del todo bien. Estoy mejor que antes y
cada vez más cerca de estar bien.
Se colgó el bolso al hombro. —Confío en ti, Felix.
—No te defraudaré—, prometió él.
Minerva lo estudió durante unos instantes más antes de
asentir y alejarse. Felix exhaló un duro suspiro antes de dirigirse de
nuevo a la sala donde Woody y Jed hablaban animadamente. Jude
estaba apartado de ellos, apoyado en una pared y con el ceño
fruncido a sus pies.
— ¿Jude?
Levantó la cabeza y miró fijamente a Felix.
— ¿Estás listo para empezar a planear nuestros segmentos?—
preguntó Felix.
Jude asintió. No dijo nada hasta que llegaron a la intimidad de
su despacho. —No tenemos que hacer esto. Se me puede ocurrir
alguna excusa poco convincente para que no funcione.
—No es necesario—, le aseguró Felix. —Vamos a discutir
algunas ideas para el Mes de la Prevención del Crimen.
— ¿Estás...?
—No, no estoy seguro—, dijo Felix abruptamente, cortando a
Jude. —Sólo sé que tengo que intentarlo.
—Me parece justo.
~ 77 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Una hora más tarde, tenían una impresionante lista de


posibles temas y entrevistados. Felix también tenía un fuerte dolor
de cabeza, que intentaba aliviar frotándose las sienes. Al reconocer
las señales, Jude abrió un cajón, sacó un frasco de Advil y se lo dio a
Felix.
—Gracias—, dijo Felix, sacando dos pastillas y
acompañándolas con un trago de Dr. Pepper. —Creo que tenemos un
buen comienzo. Podemos trabajar por correo electrónico hasta que
tengamos que grabar los segmentos para tu canal.
Jude asintió. —Me parece bien.
Felix se levantó de la silla. —Nos vemos, Jude—. Había llegado
a la puerta y había agarrado el picaporte cuando Jude gritó su
nombre. Felix se giró lentamente y se enfrentó a él.
— ¿Por qué no me dices qué es lo que realmente te preocupa?
Quizá te sientas mejor.
Felix podría haberle dicho a Jude que estaba lleno de mierda o
reiterar las horribles formas en que Jude lo había traicionado. En
lugar de eso, Felix dijo: —De todos los mercados que podrías haber
elegido cuando dejaste Atlanta, ¿por qué elegiste Savannah?
Jude lo miró fijamente durante tanto tiempo que Felix pensó
que había decidido no responder. Entonces abrió la boca y dijo lo
único que Felix nunca habría previsto. —Porque estás aquí.

~ 78 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Porque estás aquí.


Las palabras rebotaron en la cabeza de Felix durante días, y
sólo se calmaron cuando su cerebro estuvo demasiado concentrado
en otra cosa. Así que Felix se mantuvo ocupado hasta que estuvo
demasiado agotado física y mentalmente para obsesionarse con
ellas. La frase lo había seguido en sus sueños la mayoría de las
noches, y Felix revivió la expresión del rostro de Jude cuando la
mentira se había deslizado entre sus labios. Si no lo hubiera sabido,
Felix habría creído que Jude decía la verdad.
Cuando era inevitable fijarse en el encuentro, como durante un
viaje por carretera a Atlanta con Rocky, Felix se encontró fijándose
más en el lenguaje corporal de Jude después de que éste hubiera
dicho la mentira que en sus propias palabras. La postura de Jude se
había endurecido como si se hubiera preparado. ¿Para qué? ¿Que
Felix lo golpeara? ¿Que le dijera que era una mierda a todo pulmón?
Había estado tentado de hacer ambas cosas.
Felix no había hecho ni dicho nada a Jude. Sólo se había ido.
Sin embargo, la acción había hablado más fuerte que las palabras. Le
dijo a Jude que Felix no le había creído, y que no le había importado.
La declaración de Jude no se había registrado con él ni un ápice.
Excepto que lo había hecho. La respuesta tácita de Felix, de
una sola palabra, resonaba en su cerebro cada vez que pensaba en el
intercambio. No la había dicho en el despacho de Jude ni Felix la
había pronunciado en ningún otro momento. Expresarla daría peso
o significado a las palabras de Jude. Felix no podía -no quería-
permitirle tener ese tipo de poder sobre él. No de nuevo.
—Vaya—, dijo Rocky desde el asiento del copiloto. —Los
asientos traseros también tienen calefacción y refrigeración.
Normalmente, sólo los delanteros. Incluso tienen sus propios
controles de temperatura allí atrás.
Mentiroso.

~ 79 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—En serio—, dijo Rocky, sosteniendo el manual del propietario


que había empezado a hojear.
Felix se encogió. No había querido decir eso en voz alta.
—No estoy seguro de lo efectivo que es tener un control dual de
la temperatura en un espacio tan reducido—, continuó Rocky. —Si tú
pones tu control a sesenta y cinco, y yo el mío a setenta, entonces la
temperatura del aire en el coche será una variación de las dos. No es
que haya una barrera entre nosotros para asegurar que tu
temperatura se mantenga en sesenta y cinco y la mía en setenta.
Creo que es un excelente truco para captar la atención del
comprador, pero en teoría, no es práctico. Ahora bien, si pudiera
elegir cómo distribuyo mi flujo de aire independientemente del
suyo... Eso sería una pasada. Me gusta que el aire me dé en la cara
pero lo odio en los pies. Tal vez tú seas lo contrario.
—No te estaba llamando mentiroso—, mordió Felix. —He
tenido esta batalla interna en mi cabeza durante días, y parte de ella
se escapó.
— ¿Jude?
Felix asintió.
—Me di cuenta de que parecías distraído anoche cuando
grabamos el episodio del podcast. Me imaginé que podría tener algo
que ver con él.
— ¿Por qué?— Preguntó Felix.
—No hace mucho que te conozco, pero es la única persona que
te hace entrar en un ataque de rabia indignada o te hace replegarte
en lo más profundo de ti mismo como una tortuga.
Felix suspiró. —Tiene ese efecto en mí. Nuestra reunión del
martes no fue bien. Sinceramente, no estoy seguro de poder soportar
trabajar con él, aunque le he asegurado a Minerva que puedo
hacerlo.
— ¿Qué pasó?
Felix le contó a Rocky el falso enfrentamiento sin disculpas en
el despacho de Jude, seguido de la discusión durante la sesión de
fotos. —Nos las arreglamos para calmarnos y hacer algo de trabajo
después, y pensé que tal vez podría hacer esto.

~ 80 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Y entonces?— Preguntó Rocky.


—Me dijo la mayor mentira de todas—. Felix tragó con fuerza.
—Le pregunté por qué había elegido Savannah al dejar Atlanta. Me
dijo 'porque estás aquí'.
— ¿Cómo sabes que está mintiendo?
Felix se rio, pero el sonido era tan hueco como un árbol
muerto. —Tiene que ser una mentira.
— ¿Porque?— Preguntó Rocky.
—Si no, significaría...— Felix exhaló un suspiro frustrado. No
lo sabía porque se negaba a permitirse considerar lo que significaba.
—Jude ha vivido aquí durante meses y ni una sola vez se ha acercado
a mí. No soy difícil de encontrar.
—Hasta esta semana
—Nos encontramos en la reunión del Rotary esta semana. No
me buscó.
—O tal vez lo hizo—, replicó Rocky.
Felix miró a su amigo, notando la sonrisa socarrona en su
apuesto rostro. — ¿Crees que orquestó mi actuación en el Rotary?
Rocky se rio. —Encontrarse contigo en un acto público en el
que no es probable que le cortes las pelotas es más inteligente que
presentarse en tu puerta o llamarte de improviso.
Más fácil también. Jude lo llamaba trabajar más
inteligentemente, pero Felix pensaba que era una pereza. — ¿Crees
que Jude es el que está detrás de la empresa conjunta con el canal de
noticias?
—Podría ser—, dijo Rocky. —Sin embargo, dijiste que no era la
primera vez que los dos medios de comunicación trabajaban juntos.
Felix entrecerró los ojos cuando la semilla que Rocky plantó
empezó a echar raíces y a extenderse. —Jude estaría al tanto de la
historia—. Y utilizarlo en su beneficio. También perezoso. — ¿Cuál
era la ventaja de Jude? ¿Qué esperaba conseguir con la proximidad
forzada?
— ¿De verdad, Felix?— Preguntó Rocky. —Piénsalo.

~ 81 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Porque estás aquí. Felix no quería pensar en ello.


— ¿Qué te hizo Jude en la universidad para que finjas odiarlo
tanto?
—No te soporto, Major—, gruñó Felix.
Rocky le lanzó un beso. — ¿Tanto como no soportas a Jude
Arrow?
—No me hagas parar este todoterreno y dejarte a un lado de la
carretera. Hoy hace mucho calor ahí fuera, y todavía estamos a una
hora de Atlanta.
—No vas a entrar en Gentleman Jack's sin mí, así que...
Rocky tenía agarrado a Felix allí. —Bien. Jude les dijo a todos
en nuestra clase de periodismo que mi madre era una puta de
parque de casa rodantes.
—Bastardo—, dijo Rocky. —No puedo creer que haya difundido
rumores tan viles sobre ti.
—Es un bastardo tramposo, pero no mintió sobre mí—. Sólo a
mí.
Felix había confiado a Jude una verdad que le dolía más de lo
que podría hacerlo cualquier mentira, por lo que la traición de Jude
se hundió más que los huesos de Felix. Se sentía como una cicatriz
permanente en su alma.
—Kelly hizo lo que fuera necesario para salir adelante.
Primero, fue para alimentar un hábito de drogas. Se puso sobria
cuando yo estaba en octavo grado, pero encontrar un trabajo bien
pagado con su reputación era imposible. Me ocultó la verdad todo el
tiempo que pudo. Kelly nunca trajo a los hombres a nuestra
caravana ni me expuso a su estilo de vida de otras maneras. Sin
embargo, ya sabes cómo son los niños. Sus padres no habían dudado
en hablar de la basura de la casa rodante en la mesa, y mis
compañeros de clase me habían llenado la cabeza con la dura verdad
sobre mi madre.
—Mierda, Felix. Lo siento mucho—, dijo Rocky.
—No pasa nada. Kelly y yo estamos en un buen lugar ahora.

~ 82 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Cómo diablos se enteró Jude? Es de Atlanta, y tú fuiste a la


Universidad de Emory allí, ¿verdad?
Entonces, como si el destino quisiera realmente joderle,
apareció en la radio una promoción de Jude Arrow. Felix cambió de
emisora, deseando también poder orientar el tema en otra dirección.
En lugar de eso, dijo: —Sí.
— ¿Cómo diablos había sabido de tus asuntos personales allá
en Savannah?
Felix suspiró profundamente. Creía en él. Confiaba en él. —
Tontamente confié en él.
—Querías a Jude—, dijo Rocky en voz baja. —Eso explica
muchas cosas.
Felix apretó el volante y el corazón. —Lo hice. Me traicionó.
—Más vale que el hijo de puta espere que no nos crucemos—,
gruñó Rocky. —Le voy a joder bien la cara.
La lealtad de Rocky hizo que el corazón de Felix se hinchara y
el cariño por su amigo engrosó la voz de Felix cuando dijo: —Aw,
Major. Sabía que te gustaba.
Rocky resopló. —Sólo cada dos días. Supongo que hoy estás de
suerte. Mañana, tal vez quiera golpear con el puño a Arrow en lugar
de romperle la nariz.
Felix se rio, agradecido por el intento de Rocky de aligerar el
ambiente dentro del lujoso todoterreno. —Ya que es mi día de
suerte, ¿significa eso que vas a invitar a comer?
Rocky se acercó y le revolvió el pelo a Felix. —Claro.

—Su destino está a la derecha en trescientos pies—. Para


cuando llegaron a Buckhead, Rocky había cambiado la voz del GPS
media docena de veces antes de decidirse por un acento británico.
~ 83 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Puedo fingir que es Henry Cavill—, había bromeado. La voz


computarizada no se parecía en nada al hombre sexy del que ambos
estaban enamorados. Felix sólo agradeció que Rocky hubiera
desviado su atención de su historia con Jude y volviera a las
características del Lincoln.
Felix entró en el aparcamiento, se registró en el Hyatt y se
dirigió a su habitación.
— ¿Qué cama quieres?— preguntó Rocky.
Felix se encogió de hombros. —Me da igual.
Rocky dejó su mochila en la cama más cercana a la puerta, y
Felix hizo lo mismo con la más cercana a la ventana.
—Te debo el almuerzo—, dijo Rocky.
Felix sonrió. —Conozco el lugar perfecto. Está a poca
distancia—. Bajaron en ascensor hasta el vestíbulo y salieron a
Peachtree Road. — ¿Ves esas dos torres?— Señaló con la cabeza un
complejo con dos hermosos rascacielos y un aparcamiento entre
ellos. —Es el Peachtree Plaza, la versión de Atlanta del edificio
Chrysler. Varias empresas importantes tienen sus oficinas en una de
esas dos torres. Creo que también hay áticos residenciales en la parte
superior para los ciudadanos más ricos del Gran Melocotón.
—Por favor, dime que también tienen restaurantes—, dijo
Rocky. —Mi estómago está intentando comerse a sí mismo.
Felix se rio. —Hay muchos lugares para comer en cualquiera
de las dos torres, desde cafeterías hasta restaurantes con estrellas
Michelin11—. Había docenas de tiendas de alta gama en las que
comprar e incluso un club de fitness.
—Tengo un apetito de cinco estrellas, pero un presupuesto de
dos—, bromeó Rocky.
—Conozco el lugar adecuado—. Felix lo condujo a un
encantador bistró12 en la segunda torre. Una anfitriona los condujo a
una terraza cubierta, donde un camarero les dejó los menús y tomó
sus pedidos de bebidas. Cuando volvieron a estar solos, Felix se

11
Las Estrellas Michelin son una distinción a los restaurantes y hoteles que reconocen la extrema calidad
de su comida y servicios.
12
Restaurante que tiene un estilo como el de las casas de comida francesas.

~ 84 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

inclinó hacia delante y dijo: — ¿Sabes quién más reclama este


edificio como oficina corporativa?
Rocky sonrió. — ¿La Corporación Camelot?
—Exactamente. El sitio web del Peachtree Plaza dice que
ofrecen seguridad de primera clase para sus edificios. Afirman con
audacia que muchas de las corporaciones más exitosas de Estados
Unidos llaman a su edificio casa, pero no enumeran quiénes son.
—Es comprensible—, dijo Rocky antes de dar un largo trago a
su limonada. Luego se metió la mano en el bolsillo de la camisa y
sacó un par de gafas con montura rectangular negra. Rocky se las
puso y probó su ajuste antes de agarrar el menú y mirar sus opciones
de comida.
— ¿Gafas de lectura?— preguntó Felix.
Rocky miró a Felix por encima del menú. Las líneas duras y el
color oscuro de las monturas hacían que los ojos de Rocky
parecieran de un tono azul más claro. Felix se quedó
momentáneamente aturdido por el aspecto de su amigo. No era la
primera vez, ni sería la última. Rocky era tan bonito, lo que parecía
una cosa muy extraña para decir de alguien tan robusto y guapo. Era
la mejor manera de describir al investigador privado. Era
jodidamente bonito.
Rocky se los ajustó de nuevo como si no estuviera seguro de
que le quedaran bien. —Sí. Me las estoy probando. ¿Qué te parece?
Felix se mordió un resoplido. — ¿En serio está buscando
cumplidos en este momento, Major?
Rocky se rio. —Tal vez asegurando que no parezco un idiota.
Como si lo fuera. —Te ves bien.
—Un gran elogio, sin duda—, dijo Rocky, y luego sonrió.
El camarero llegó unos minutos después y tomó sus pedidos.
Rocky pidió un combo de sopa y sándwich con galletas de postre, y
Felix pidió una ensalada con solomillo a la plancha y aderezo de
queso azul. Sin postre.
—Te agradezco mucho que no pienses besarme después—, dijo
Rocky una vez que volvieron a estar solos. Un fuerte escalofrío lo
recorrió.
~ 85 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El comentario pilló a Felix desprevenido y casi se atragantó


con su Coca-Cola. — ¿Por qué has dicho eso?
—Oh, ¿me he equivocado?— preguntó Rocky. —Si es así,
tendrás que cepillarte bien los dientes, usar el hilo dental y hacer
gárgaras con enjuague bucal primero.
Ahí estaba de nuevo, la sensación de que Felix estaba sucio o
impuro. No lo había esperado de alguien que había llegado a
significar tanto para él. — ¿De qué estás hablando? Tengo una
excelente higiene.
—Ya lo sé, tonto. Me da asco el aderezo de queso azul. Dios, si
uno de esos trozos cayera en mi boca, yo...
La carcajada de Felix lo detuvo. Se sintió muy aliviado al saber
que era una aversión a la comida que había pedido y no la idea de
besar a Felix lo que había hecho enfermar a Rocky. —Estás a salvo de
mí, amigo. No vas a vomitar, ¿verdad? Puedo hacer un gesto al
camarero para que pida aderezo ranchero en su lugar.
Rocky negó con la cabeza. —Simplemente no te veré comer.
Felix ladeó la cabeza y se inclinó hacia delante. — ¿Es algo que
te gusta? ¿Satisfarán tu perversión en el club esta noche?
—Sabes—, dijo Rocky, —nunca he pensado realmente en ello.
Creo que ver a la gente comer ciertos alimentos podría considerarse
erótico para algunos. Escucha, si ese tipo de cosas son muy
demandadas, estoy seguro de que Gentleman Jack's las ofrece a sus
clientes.
—Tengo que admitir que estoy emocionado por ver cómo es el
lugar.
—No me avergüences, Felix.
—No lo haré, papá.
La comida estaba deliciosa, y Felix disfrutó aún más de la
compañía de Rocky. Habían saltado chispas cuando unos amigos
comunes los habían presentado, pero eran del tipo equivocado para
el romance. Se habían enfrentado hasta que encontraron el terreno
común que los unía: el amor por el verdadero crimen y el odio por la
injusticia. Rocky, Felix y Jonah pasaron de ayudar a Locke y Key, los
mejores detectives de Savannah, a resolver un caso de violador y

~ 86 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

asesino en serie a formar un podcast de investigación juntos. Era un


salto enorme, que estaba dando sus frutos y que Felix no podía
prever.
Después de que el camarero recogiera la mesa y Rocky pagara
la cuenta, Felix dijo: —He pensado que podríamos probar sus
medidas de seguridad y comprobar su directorio. Ya sabes que
tienen uno.
El vestíbulo del Peachtree Plaza Tower Two era inmenso y
lujoso. El suelo de mármol negro con vetas de oro rosa se extendía
hasta donde alcanzaba la vista. Felix no podía ni imaginar cuánto
cobraban por el alquiler de oficinas. Había un largo y elegante
mostrador negro contra una de las paredes, donde siete personas
sonrientes atendían a los visitantes. Todos llevaban chalecos negros
a juego, camisas blancas y corbatas melocotón y negras, con lazo o
tradicionales. Al otro lado del mostrador había una zona de asientos
que incluía una fuente de agua desde el suelo hasta el techo que era
relajante y bonita.
Felix observó cómo una mujer mayor entregaba su documento
de identidad al hombre que la atendía. Éste miró algo en el
ordenador y luego le dio el documento de identidad y una tarjeta de
acceso como las que proporciona un empleado de hotel al
registrarse. La mujer asintió antes de dirigirse al banco de
ascensores, donde tres guardias de seguridad esperaban para
comprobar las tarjetas de acceso o las placas de los empleados,
según el caso. Una vez que el personal de seguridad confirmó que la
persona tenía una razón válida para subir al ascensor, pasó por un
detector de metales operado por otros tres guardias de seguridad.
Sólo entonces se les permitía subir a la torre.
—No vamos a subir a uno de esos ascensores sin una cita—,
murmuró Rocky a su lado.
—No—, estuvo de acuerdo Felix. —Busquemos un directorio.
No había ninguno en el vestíbulo de la Torre Dos, y Felix se dio
cuenta de que el equipo de seguridad de la primera planta
proporcionaría a los visitantes las direcciones. Una vez que alguien
llegara al nivel apropiado, habría señalización y personal para
ayudarlos. No dejarían que la gente vagara sin rumbo por esas
plantas una vez que subieran.

~ 87 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix y Rocky encontraron lo que buscaban en la entreplanta


de compras. El directorio estaba escondido discretamente en una
alcoba cerca de la entrada donde se encontraban los baños y las
fuentes de agua potable. Felix empezó a dudar de sus sospechas
cuando vio que la Corporación Camelot figuraba entre los demás
negocios. Costaría una suma absolutamente ridícula alquilar una
oficina falsa en un edificio como éste. ¿No exigiría Peachtree Plaza
algún tipo de prueba de que una corporación era legítima antes de
alquilar el espacio? No si conoces a la gente adecuada. Cameron
Spencer tendría un sinfín de conexiones con gente con recursos.
Felix recorrió con la mirada los nombres de las otras empresas.
Nada le pareció prometedor hasta que su mirada se posó en el
nombre de un bufete de abogados. Tras una rápida búsqueda en
Internet, Felix se enteró de que Moxley, Benton y Hearst era un
bufete de abogados global con oficinas en todo el mundo. Según sus
investigaciones anteriores, los blanqueadores de dinero de éxito
utilizaban abogados internacionales para que los ayudaran a abrir
cuentas bancarias en países extranjeros donde pudieran esconder
sus ganancias mal habidas.
—Tengo un plan B—. Felix giró la pantalla de su móvil para
que Rocky pudiera ver lo que había descubierto.
—Me gusta.
—Todavía no he dicho qué es.
Rocky le guiñó un ojo. —Me sigue gustando.
Una vez de vuelta en su hotel, Felix llamó al número de la
página web. Concertó una cita con uno de sus abogados, pero no
pudo acudir hasta dentro de cinco semanas. El retraso le molestó,
pero no le sorprendió. Mientras charlaba con la recepcionista, Rocky
jugueteaba con sus gafas antes de agarrar el teléfono.
Felix desconectó la llamada e introdujo la cita para la reunión
en su teléfono. Acababa de pulsar el botón de guardar cuando oyó su
voz procedente del teléfono de Rocky. Era un fragmento de la
conversación que habían tenido en el almuerzo.
Rocky soltó un grito. —Esos lentes-espías han funcionado bien.
Pequeños e ingeniosos hijos de puta.

~ 88 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se sentó en la cama junto a su amigo. Miró el teléfono de


Rocky y observó el vídeo que había grabado.
—Déjame verlas—, dijo Felix. Rocky le entregó las gafas y Felix
las estudió detenidamente. —No veo la cámara.
—No es más grande que un pinchazo—, dijo Rocky, señalando
el diminuto círculo en el puente de las monturas. —El botón de
encendido está en el brazo derecho y el volumen en el izquierdo.
—Por eso te ajustabas las gafas. Me pareció que se ajustaban
mal—. Felix vio más del vídeo en su teléfono. —La claridad es
increíble. Me pregunto cómo lo hará en una habitación oscura.
Digamos un club nocturno.
Rocky sonrió tímidamente. —Lo averiguaremos esta noche.

~ 89 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Seguro que no podemos llevar vaqueros?— preguntó Felix


mientras se abrochaba el cinturón de cuero marrón que hacía juego
con sus zapatos de vestir.
—No si quieres entrar en el club.
Felix miró y vio a Rocky abrochando los gemelos en las
muñecas de su camisa de vestir gris.
— ¿Por qué me estás mirando?— preguntó Rocky, con una
sonrisa en los labios.
— ¿Los gemelos? ¿Quién eres tú, de verdad?
Felix había mantenido su voz ligera y burlona, pero hablaba
muy en serio. Había aprendido mucho sobre Rocky cuando investigó
los antecedentes del hombre cuando Royce y Sawyer habían
reclutado a Jonah, Rocky y a él mismo para la investigación
clandestina de Humphries. El atractivo de tender una trampa para
atrapar al violador y asesino en serie era grande, pero Felix había
querido estar seguro de que podía confiar en la gente del equipo. No
había encontrado nada en los antecedentes de Rocky que levantara
una bandera roja. Tampoco había descubierto una explicación de
por qué Rocky tenía gemelos.
Su enigmático amigo se rio y se puso su traje negro antes de
acercarse a Felix, que lo miraba boquiabierto. Se inclinó y dijo: —Soy
Batman.
Felix se rio y negó con la cabeza. Sabía que era la forma que
tenía Rocky de distraerlo para que no siguiera con su línea original
de preguntas. Por Rocky, Felix lo dejaría pasar. El hombre tenía
derecho a tener secretos. — ¿Soy el Chico Maravilla?
La sonrisa de Rocky en respuesta era intratable y
deslumbrante. —Si juegas bien tus cartas. Todo vale en Gentleman
Jack's.
Felix se puso la chaqueta azul marino sobre la camisa blanca.
—Así que esos gemelos...— El brillo burlón se atenuó un poco en los
~ 90 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

ojos de Rocky, y Felix se preguntó de nuevo qué misterios guardaba


el rubio en su alma. — ¿Sirven para dos cosas? ¿Tus gafas graban
vídeos? ¿Qué hacen esas cositas de ónix?
—Diamantes negros—, corrigió Rocky. —Y abren puertas.
Felix sabía que Rocky no estaba insinuando que los diamantes
dispararan láseres y atravesaran el acero. El hecho de que los
poseyera significaba que Rocky tenía conexiones para que él, y ahora
ellos, entraran en lugares que estaban cerrados para la mayoría de la
gente. Un club de élite que atendía a los apetitos ilícitos, por
ejemplo. De repente, el cuello de la camisa de Felix se sintió
demasiado apretado, a pesar de que estaba abierto en la garganta ya
que no se requería una corbata. Volvía a ser el chico inadaptado que
no había tenido la ropa adecuada, ni vivido en una dirección
respetable, ni se había codeado con gente acomodada.
— ¿Estás listo?— preguntó Rocky.
Felix se sacudió su complejo de inferioridad y asintió. La
perspicacia de Rocky no debería haberlo sorprendido. Después de
todo, era un investigador privado. Felix seguía aturdido cuando
Rocky le acarició la nuca y le dio un beso en la frente.
—Te ves bien, Fee.
Rocky había captado una vez el final de una conversación
telefónica entre Felix y Reanna. Ella lo había llamado Fee antes de
desconectarse, y la sonrisa malvada de Rocky le advirtió a Felix que
lo sacaría en un momento oportuno. Felix había esperado que Rocky
lo utilizara durante una de sus peleas o durante un momento en el
que Rocky quisiera vengarse de Felix. Esto era lo contrario de esas
ocasiones, y la ternura hizo que las entrañas de Felix se sintieran
como gusanos que se menean.
—No empiece conmigo, Major—, dijo Felix, moviéndose para
alejarse. Rocky apretó su agarre y luego apoyó su frente en la de
Felix.
—Tú eres suficiente. Siempre lo has sido y siempre lo serás.
Felix abrió la boca para hablar, para desviar la intimidad entre
ellos con una broma. No salió nada. Felix registró la aceptación y la
comprensión en los ojos de Rocky y agradeció que su gran boca no

~ 91 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

pudiera arruinar el momento con su habitual vómito de palabras. En


su lugar, Felix acarició la suave mejilla de Rocky y se alejó.
—Echo de menos la barba—, dijo Felix, encontrando su voz. —
Eres casi demasiado bonito sin ella.
Rocky se rio. —No te preocupes, empezará a crecer de nuevo
antes de que lleguemos al club.
—Quizá deberíamos haber reservado dos habitaciones en lugar
de una individual con dos camas—, dijo Felix cuando salieron al
pasillo. —Podrías conocer a alguien esta noche y…
—No.
Felix quería saber la historia que intuía en la escueta respuesta
de su amigo. Rocky era uno de los hombres más coquetos que había
conocido, pero Felix nunca lo había visto actuar en consecuencia.
Felix sabía con certeza que Rocky había rechazado una cita con el
sexy sobrino del dueño de un club que había conocido cuando
investigaban el asesinato de Earl Ison para su podcast. Rocky había
comentado el aspecto del tipo y lo agradable que parecía Drew
durante las pocas veces que habían charlado, pero afirmaba que no
estaba interesado en salir. Cada vez que alguien presionaba para
obtener más información, Rocky cambiaba de tema.
—Puedo pasar por el mostrador y conseguir mi propia
habitación si quieres traer a alguien—, ofreció Rocky.
—No—, dijo Felix con el mismo fervor. Felix sabía que su razón
dependía de las complejas emociones que aún sentía por Jude
Arrow. ¿La excusa de Rocky era diferente o igual?
¿Qué clase de hombre atraería la atención de Rocky Jacobs con
tanta fuerza que no podría soltarla? Felix esperaba averiguarlo.

La elegante ubicación de Gentleman Jack y su estricta


seguridad coincidían con lo que Felix había previsto. Sabía que no
~ 92 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

habría multitudes de jóvenes ansiosos haciendo cola detrás de una


cuerda de terciopelo fuera del local. Felix ni siquiera se sorprendió
cuando notó el bulto revelador de una funda de hombro debajo de la
chaqueta del portero.
Rocky le entregó al hombre descomunal lo que parecían dos
tarjetas de crédito en blanco. Felix y Rocky habían iluminado el
plástico negro con las luces de sus teléfonos móviles, inclinándolas
en todas las direcciones para encontrar un rastro de escritura o algo
que indicara que las tarjetas les permitirían entrar en el club. Felix
había esperado algún tipo de holograma, pero no encontraron nada.
El hombre grande y calvo sostuvo el plástico opaco bajo un escáner,
y finalmente comprendieron cuando la suave luz azul iluminó el
logotipo del club, que era una sota de picas. Sus nombres y fotos
también aparecían en los pases, sólo que el suyo decía Clark Kent en
lugar de Felix Franklin, y el de Rocky decía Bruce Wayne.
—Disfruten de la velada, señor Wayne y señor Kent—, dijo el
portero, devolviéndoles sus tarjetas.
Rocky asintió brevemente con la cabeza, y Felix hizo lo mismo.
— ¿Señor Kent y señor Wayne?— preguntó Felix una vez que
salieron del alcance del oído.
Rocky guiñó un ojo. —Te dije que era Batman.
El interior del club era el lugar donde la imaginación de Felix
lo había llevado a equivocarse. Esperaba que la música fuera dura y
los actos sexuales estuvieran por todas partes. En cambio, el
ambiente era suave y sorprendentemente elegante. Felix trató de no
quedarse boquiabierto mientras su mirada recorría la sala. El
elegante lugar negro sólo se veía interrumpido por la iluminación
ambiental verde. Detrás de la barra había un enorme mosaico de
cristal con la sota de bastos. Casi todas las mesas estaban llenas y no
había muchos taburetes libres.
Una escultural rubia con una tableta en la mano se acercó a
ellos. Llevaba una falda negra corta, una camisa de vestir blanca
desabrochada lo suficiente como para mostrar un tentador escote y
una sonrisa de un millón de dólares. —Buenas noches, señores. Me
llamo Mercedes. ¿Puedo ver sus tarjetas?
Aceptó primero la tarjeta de Rocky e introdujo el plástico
negro en un lector integrado en la tableta. Apareció su nombre falso,
~ 93 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

su foto y una lista de preferencias. ¿Cuándo y cómo las había


proporcionado? ¿Cuándo podría Felix conocer más de cerca lo que
motivaba al investigador privado?
Mercedes le devolvió la de Rocky y luego aceptó la de Felix. Se
preguntó brevemente si Rocky le había dado preferencias raras
como una broma, pero esta mujer estaría entrenada para no
reaccionar si lo había hecho. Sonrió a Felix cuando le devolvió el
plástico negro.
—Como es la primera vez que nos visitan, tengo que repasar
algunas normas y hacerte firmar algunos documentos.
— ¿Documentos?— preguntó Felix. ¿Cómo una especie de
renuncia médica? ¿Les estaba asegurando que su corazón estaba lo
suficientemente sano como para presenciar las proclividades del
club?
—Un simple formulario de no divulgación—, dijo Mercedes. —
Garantizar la privacidad de nuestros miembros es de suma
importancia.
—Sí, por supuesto—, dijo Felix.
Felix comprendió por qué el ambiente en esta parte del club
era más tranquilo. Esto era más bien una antesala. Las cosas buenas
y perversas ocurrían en el interior del edificio. La anticipación se
apoderó de Felix cuando él y Rocky siguieron a Mercedes hasta una
cabina. Ella colocó la tableta frente a ellos y Rocky aprovechó el
momento para ponerse las gafas.
Mercedes repasó las normas del club, que incluían cosas como
no tocar sin consentimiento, no filmar ni hacer fotos, que eran cosas
que Felix esperaba oír.
—Tenemos cuatro secciones en el club, y tendrán que escanear
sus tarjetas para entrar en cada una—, dijo. —Esta, como pueden
ver, es la jota de tréboles. La siguiente sección es la jota de
diamantes, seguida de la jota de corazones y terminando con la jota
de picas.
Describió los servicios que podían esperar en cada una. Felix se
dio cuenta de que el lugar empezaba de forma suave y se volvía más
salvaje con cada progresión.

~ 94 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Ahora, tengo que explicar algo importante—, continuó


Mercedes. —Sus invitaciones son sólo para observar. No podemos
permitir que nadie se relacione con el personal del club hasta que no
haya sido completamente investigado. Aunque se les darán menús
completos en cada local, sólo pueden participar en las actividades
que no se pongan en contacto con un miembro del personal. Para
garantizar el cumplimiento, las tarjetas que te entregamos no
abrirán ninguna de las puertas de las salas privadas.
—Me parece justo—, dijo Rocky. Felix asintió.
Ambos firmaron la declaración. Felix estaba tan nervioso que
estuvo a punto de firmar con su nombre real en lugar de la identidad
falsa que le había dado Rocky.
—Disfruten de la velada, caballeros—, dijo Mercedes
sedosamente, retirándose de la mesa y dejando a Felix y a Rocky a su
aire.
— ¿Quieres una copa antes de que empecemos?— preguntó
Rocky, señalando el pequeño menudo electrónico cuadrado que
había sobre la mesa.
Felix negó con la cabeza. Prefería mantener la cabeza
despejada. —Adelante si quieres una.
Rocky pasó su tarjeta por el lector para activarlo y se desplazó
por el menú hasta encontrar el que quería. —Un Manhattan suena
perfecto.
—Ese es fuerte.
—A la altura de tu voluntad—, dijo Rocky. El hombre que le
trajo la bebida a Rocky era alto, de hombros anchos y coqueto. —
Gracias, cariño.
Felix se preguntó si el personal de servicio se elegía en función
de las preferencias que los socios, o posibles socios en este caso,
habían proporcionado. A Rocky pareció costarle mucho apartar los
ojos del culo del camarero cuando se alejó.
Rocky tomó un sorbo y luego tosió un poco. —Seguro que no le
ponen a sus bebidas—. Su voz sonaba áspera, como si el líquido
hubiera dejado un rastro de fuego a su paso. —Buen material.

~ 95 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Eso parece—, dijo Felix mientras escudriñaba discretamente


la sala. Observó cómo una rubia de piernas largas conducía a un
hombre que le doblaba la edad por lo menos a través de una puerta
en el fondo de la habitación con un diamante de cobalto brillante en
la pared por encima de ella. — ¿Cuánto cobran por un trago aquí?
—Esto me costó veinticinco dólares.
—Vaya.
Rocky se inclinó hacia delante, con los ojos entrecerrados, y
estudió la cara de Felix. — ¿Sabes que tus ojos son del color del
Manhattan que acabo de beber?— Arrugó la cara. — ¿O es que me lo
he bebido?
—Te has bebido el Manhattan y ahora estás rozando la
borrachera—, dijo Felix. Esta faceta de Rocky le encantaba.
—No estoy borracho—, dijo Rocky, sacudiendo la cabeza. —Es
que rara vez he bebido. Borracho. Beber. Rara vez bebo—. Rocky se
desplomó un poco en su asiento. Oh-oh. —Puede que esté un poco
borracho.
—Y yo que pensaba que este lugar cobraba demasiado a sus
miembros. Destrozarse por veinticinco dólares es una ganga13.
—Sólo déjame aquí para que puedas investigar.
—Shh—, dijo Felix. —De ninguna manera te voy a dejar aquí
solo. No se sabe en qué clase de problemas te meterías.
Rocky se rio más fuerte de lo que el comentario merecía. —
Probablemente acabaría casado de nuevo.
— ¿Casado?— Preguntó Felix. — ¿Otra vez?
—Lo que pasa en Las Vegas no siempre se queda allí—. Rocky
se inclinó hacia adelante, luego torció el dedo para que Felix se
acercara aún más.
—Un poco más cerca y estaré a horcajadas en tu regazo.
Rocky soltó un resoplido de hipo y una risita que podría haber
sido el sonido más bonito que Felix había escuchado en su vida. —
Cuando te conocí, pensé que tal vez podrías ser el que me hiciera
13
Mercancía valiosa que se consigue por menos dinero de su valor o con poco esfuerzo.

~ 96 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

olvidarlo—. Rocky negó con la cabeza. —El hijo de puta se metió bajo
mis defensas, me agarró el corazón con las dos manos y me robó un
trozo—. ¿Quién? ¿Su marido? —Dios, soy tan estúpido—. Rocky
cruzó los brazos sobre la mesa y bajó la frente para apoyarla sobre
ellos.
Felix pasó una mano por las sedosas hebras rubias de Rocky.
—Eres humano, Major. Todos confiamos nuestro corazón a personas
que no lo merecen.
Rocky levantó la cabeza tan rápido que sobresaltó a Felix. —
Vaya. La habitación está dando vueltas.
—Ya lo creo.
—Ese Jude es un hijo de puta—, dijo Rocky.
—Sí, pero ahora estamos hablando de ti.
—No quiero—, dijo Rocky, volviendo a recostar la cabeza sobre
sus brazos.
Felix llamó la atención del camarero que había traído la bebida
de Rocky. Le hizo un gesto al apuesto muchacho para que se
acercara.
— ¿Va todo bien?—, preguntó, lanzando una mirada de
preocupación a Rocky, que dio al camarero dos pulgares hacia arriba
sin levantar la cabeza.
—Mi amigo no es muy bebedor, pero aun así eligió uno de los
cócteles más fuertes de la carta. ¿Podría tomar una taza de café
fuerte? Si no, nuestra noche habrá terminado antes de empezar.
El hombre más joven sonrió. —Por supuesto, ahora mismo.
—Déjame aquí—, dijo Rocky, con la voz apagada. —Sebastian
cuidará bien de mí.
— ¿Quién es Sebastian?
El servidor se rio. —Yo.
Era curioso que Felix no hubiera captado su nombre. Sin
embargo, Rocky sí lo había hecho.
—De ninguna manera te voy a dejar aquí. Vamos a ponerte
sobrio y luego recorreremos el club.

~ 97 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Qué tal algo de comer?— Sebastián preguntó. — ¿Tal vez


una buena hamburguesa y papas fritas? Hay una razón por la que la
gente acude al McDonald's después de cerrar un bar.
Felix tendría que creer en su palabra. No habían cenado
todavía porque no habían previsto quedarse en Gentleman Jack's
por mucho tiempo. Realmente no esperaban pillar a Cameron
Spencer practicando actos sexuales, pero se podía juzgar a una
persona por con quién se asocia, que era el objetivo de Felix.
—Que sean dos hamburguesas y dos órdenes de papas fritas—,
le dijo Felix a Sebastián.
— ¿Puedo ofrecerte algo de beber? ¿Un refresco, quizás?
Felix pidió un Sprite y le dio las gracias a Sebastian. Se
preocupó brevemente por lo que le estaba costando a Rocky, pero lo
superó cuando llegó la comida. La hamburguesa estaba hecha con
carne de calidad. Estaba jugosa y cocinada a la perfección, y las
papas fritas estaban extra crujientes con la cantidad justa de sal.
Rocky mostró signos de mejoría en cuanto empezó a comer y a beber
el café fuertemente preparado.
Se rieron y hablaron de todo menos del elefante en la
habitación: la confesión de Rocky. Aunque Felix sentía una gran
curiosidad, quería que Rocky se lo contara de buena gana, no porque
el licor le hubiera aflojado los labios. Incluso era posible que Rocky
olvidara que había confesado que se había casado con alguien que
posiblemente le había roto el corazón.
—No puedo creer que me haya puesto poético con el color de
tus ojos—, dijo Rocky.
Felix levantó la vista para dejar de mojar sus papas fritas en
ketchup. El lenguaje corporal de Rocky era tenso y pensativo. Su
mirada estaba clavada en un punto de la mesa entre ellos. —No sé de
qué estás hablando.
Rocky levantó la cabeza y se quedó mirándolo durante unos
segundos.
—Los poemas riman—, dijo Felix.

~ 98 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Rocky se rio. —No todos los poemas riman, Fee.


—Los buenos lo hacen, Major.
Volvieron a pisar fuerte, y todo estaba bien en el mundo de
Felix. Hasta que levantó la vista y se encontró con los ojos de Jude
Arrow.
¿Qué carajo?

~ 99 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Los ojos azul oscuro de Jude parecían tan negros como la


medianoche en el espacio poco iluminado. La boca de Jude colgaba
ligeramente abierta como si las bisagras de su mandíbula se
hubieran roto. Felix imaginó que tenía una expresión de sorpresa
similar en su rostro, aunque esperaba que no fuera tan evidente.
De todas formas, ¿qué demonios estaba haciendo The Straight
Shooter en un club de sexo? ¿Como si tuviera que preguntar?
—Oh, no—, gruñó Rocky. —No me gusta esa mirada.
Felix apartó la mirada de su némesis y se centró en su
compañero. El discurso de Rocky había retomado su cadencia y tono
habituales, y sus ojos brillaban con su habitual inteligencia y
picardía. Felix no le entregaría a Rocky las llaves del Lincoln en un
futuro próximo, pero confiaba en que su amigo volviera a funcionar
con la mayoría de los cilindros.
— ¿Qué mirada?—, preguntó inocentemente.
Felix miró a Jude, que se había recuperado de su sorpresa y se
dirigía hacia ellos. El cuerpo de Felix se tensó de pies a cabeza, pero
se obligó a derretirse contra la cabina como si no tuviera ninguna
otra preocupación en el mundo que la de echar un polvo. Ha pasado
mucho tiempo.
—El que dice que has visto un fantasma o un humano
macabro—. Rocky se inclinó hacia delante. — ¿Quién es? ¿Spencer?
Felix negó con la cabeza.
— ¿Una especie de monstruo que está a punto de matarnos?
Jude llegó a su mesa antes de que Felix tuviera la oportunidad
de responder. Rocky se tomó su tiempo para mirar hacia arriba
hasta que se posó en la cara de Jude. Rocky sonrió, luego descartó a
Jude con un encogimiento de hombros negligente.
—Sí, un monstruo macabro.
Jude ignoró la broma. — ¿Qué haces aquí, Felix?
~ 100 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix enarcó una ceja. —Estoy seguro de que un reportero de


investigación como tú debería ser capaz de averiguarlo.
Rocky inclinó la cabeza hacia un lado. —Apuesto a que alguien
más hace toda la investigación, y el chico bonito aquí sólo se pone
delante de la cámara y se lleva todo el crédito.
Felix miró de Rocky a Jude, curioso por ver cómo había caído
el golpe. La intuición de Rocky nunca dejaba de sorprender a Felix.
Ni siquiera le había contado a su compañero la afición de Jude a
tomar ideas y créditos que no le pertenecían. Supongo que Rocky
estaba familiarizado con el tipo de persona.
Jude no mostró ninguna reacción; se limitó a mirar fijamente a
Felix. Tras una pausa embarazosa, Jude desvió su atención hacia
Rocky. —No creo que nos hayamos conocido.
—No nos hemos conocido—, dijo Rocky rotundamente y no
hizo ningún intento de rectificar la situación.
Jude extendió su mano hacia el IP de todos modos. —Soy Jude
Arrow.
Rocky ignoró el gesto civilizado y en su lugar juntó las manos
sobre su corazón. El investigador privado batió las pestañas como
una verdadera belleza sureña.
Baja el tono, Scarlett14.
—¿The Straight Shooter? — preguntó Rocky sin aliento.
Jude retiró la mano y se volvió hacia Felix. — ¿Qué estás
haciendo aquí, Felix?
—He venido a follar sin preocupaciones—, mintió Felix. No se
oponía a practicar sexo como distracción, pero no si tenía que pagar
por ello. Eso le resultaba demasiado cercano.
La cara de Jude era de granito, dura y fría. Enganchó un pulgar
en dirección a Rocky. — ¿Con este tipo?
—Oye—, dijo Rocky. —Detecto una fuerte nota de burla. Soy un
fantástico polvo, para que lo sepas.

14
Esta es una expresión informal que se usa cuando se le pide o se le indica a alguien que se calle o se
calme.

~ 101 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

De acuerdo, tal vez Major no había vuelto a ser el mismo de


siempre. Esta versión era muy divertida, y a Felix le gustaba mucho.
Felix cruzó los brazos sobre su pecho para no alcanzar a Jude o
golpear a Rocky.
Jude prácticamente vibraba de ira. ¿O era una emoción
completamente diferente la que lo dominaba?
Lo estaba dominando con fuerza.
Felix no estaba seguro de qué lo mortificaba más: Jude
pensando que Felix tenía que pagar por el sexo o la semi-erección
provocada por los pensamientos errantes de Felix. Se ganaba la vida
escribiendo palabras, así que sabía la fuerza con la que podían pintar
imágenes. ¿No podía elegir frases que no provocaran visiones de
sexo caliente y sudoroso?
— ¿Podemos ir a algún lugar y hablar en privado?— Preguntó
Jude. —Por favor.
—No—, dijeron Rocky y Felix al mismo tiempo.
Jude miró en dirección a Rocky. —No estaba hablando contigo,
amigo.
Rocky se deslizó de la cabina y se levantó lentamente. Felix no
estaba seguro de si el ritmo se debía al alcohol que aún tenía en su
organismo o a que Rocky quería que Jude supiera lo poco que le
preocupaba. Jude giró para mirar a Rocky de frente.
—No soy tu amigo—, dijo Rocky, con un gruñido amenazante
en su voz.
— ¿Eso te convierte en mi enemigo, entonces?— preguntó
Jude, sonando tan frío como un pepino.
Jude dio un paso hacia el IP, que cerró las manos en puños.
Felix sabía que tenía que actuar rápidamente antes de que la
situación siguiera empeorando y los tres se quedaran con el culo al
aire. Se deslizó desde la cabina y se colocó entre los dos hombres,
enfrentándose a Jude con Rocky a su espalda.
—Te doy cinco minutos y ni un segundo más—, dijo Felix.
Rocky se rio. —Apuesto a que sólo necesita dos y medio como
mucho.

~ 102 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Te mostraré...
Felix apoyó las dos palmas de las manos en el pecho de Jude,
deteniendo tanto su impulso físico como las palabras que estaba a
punto de decir. El gran cuerpo de Jude se estrelló contra el suyo, y
Felix casi gimió en voz alta cuando sintió lo duro que estaba Jude...
en todas partes. Las fosas nasales de Jude se encendieron mientras
colocaba sus manos en las caderas de Felix como si tuviera derecho.
Jude redobló la apuesta flexionando los dedos, agarrando a Felix con
más fuerza. Sabía que era su imaginación hiperactiva en juego, pero
se sentía marcado.
—El tiempo se está perdiendo—, le dijo a Jude. Luego se volvió
hacia Rocky, liberándose del abrazo de Jude. —No es necesario que
me esperes aquí. Te encontraré cuando hayamos terminado.
Rocky buscó los ojos de Felix, buscando alguna señal de que
debía quedarse. Felix guiñó un ojo como si dijera “lo tengo” cuando
ambos sabían que no era así. Felix podía notar que Rocky quería
decir tantas cosas, pero le dio un abrupto asentimiento antes de
girar y dirigirse en dirección a la puerta con el diamante azul sobre
ella.
— ¿Es tu novio?— preguntó Jude desde detrás de él. Su voz
estaba más cerca del oído de Felix de lo que le resultaba cómodo.
Felix giró lentamente, dándole tiempo para pensar en una
respuesta satisfactoria. Había muchas opciones. Podía mentir y decir
que sí, podía tomarle el pelo a Jude y hacerlo trabajar para obtener
la respuesta, o podía decirle la verdad. Cada una de ellas tenía su
mérito, pero se decidió por la puerta número dos.
— ¿Es eso realmente de tu incumbencia, Jude?
Jude abrió la boca para responder, pero Felix tocó su reloj.
—Ya casi te quedan cuatro minutos.
Los labios de Jude se inclinaron en la esquina derecha, y un
indicio de un hoyuelo jugó al peekaboo15 con el corazón de Felix.
Maldita sea, le encantaban esos adorables hoyuelos que aparecían

15
Peekaboo es una forma de juego que se juega con un bebé. Para jugar, un jugador oculta su rostro,
aparece de nuevo en la vista del otro y dice ¡Peekaboo!, a veces seguido de ¡Te veo! Hay muchas
variaciones.

~ 103 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

cada vez que Jude sonreía. Su némesis no había tenido muchos


motivos para sonreír durante la última media docena de encuentros.
Esta no era una sonrisa completa, pero Felix todavía la sentía en sus
entrañas.
— ¿Qué?— Felix preguntó.
Los ojos de Jude brillaron y en sus mejillas florecieron. —La
estimación de tu amigo fue probablemente demasiado generosa.
¿Desde cuándo? Por suerte, Felix no había expresado su
pensamiento en voz alta. —Eso no es nada para presumir.
Jude respiró hondo y tembloroso y volvió a poner sus manos
en las caderas de Felix, atrapando las manos de éste entre sus
pechos. Jude se inclinó hacia delante y puso sus labios contra la
oreja de Felix. —Me refería a cuánto duraría dentro de ti. Los dos
sabemos que haría que te corrieras fuerte por mí antes de llegar a la
penetración.
El aliento caliente de Jude le hacía cosquillas en la carne, y las
ganas de fundirse en el abrazo de Jude casi dominaban el sentido
común de Felix. Sólo su agarre de las solapas de Jude lo mantenía
erguido y rígido, pero su autocontrol era tenue en el mejor de los
casos.
—Para cuando te inundara el culo con mi semen, estarías
completamente erecto y listo para el segundo asalto. ¿Recuerdas lo
que pasaría después?
Por supuesto que sí. Jude ofrecería su culo a Felix.
Jude mordió el lóbulo de la oreja de Felix y arrastró sus dientes
sobre la carne hasta que se liberó. —Eres el único al que me he
entregado así—. Felix ya sabía la verdad, pero se quedó atónito al oír
que Jude no había sido pasivo desde entonces. La confesión fue casi
la gota que colmó el vaso.
Felix relajó su agarre y soltó las solapas de Jude. Dio un paso
atrás, intentando romper el abrazo, pero Jude sólo apretó los dedos.
—Un poco más fuerte y dejarás marcas—, advirtió Felix en un
tono burlón que contradecía las emociones que lo embargaban con
fuerza. Jude rozó con su nariz la sensible carne de la oreja de Felix.
—Bien.

~ 104 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se estremeció y Jude se rio.


—Menos de cuatro minutos—, dijo Felix.
Jude soltó las caderas de Felix y se dirigió a la misma puerta
por la que había salido Rocky. Felix esperó un instante antes de girar
y seguir a Jude. El pasillo al otro lado de la puerta estaba iluminado
por apliques de diamante azul cobalto en la pared y por una cinta
luminosa del mismo tono que recorría los bordes del suelo. La
música de la discoteca que se escuchaba a través de los altavoces
ocultos tenía muchos graves. La excitación crepitaba y saltaba a lo
largo de su columna vertebral mientras el corazón de Felix intentaba
seguir el ritmo. Sólo habían recorrido unos metros cuando Jude se
detuvo de repente y empujó a Felix contra la pared.
— ¿Por qué estás realmente aquí?— preguntó Jude.
Felix levantó la barbilla y miró desafiante a los ojos de Jude. —
Por la misma razón que tú.
— ¿Sí?— preguntó Jude, empujando su rodilla entre las
piernas de Felix hasta que el grueso muslo de Jude se apoyó justo
debajo de las tensas pelotas de Felix. — ¿Estás buscando follar?
—A alguien que no seas tú—, replicó Felix.
Jude bajó su mirada a la garganta de Felix. ¿Podía ver el pulso
de Felix palpitando bajo su piel, o podía oír el corazón de Felix
tratando de salirse de su pecho? Jude se encontró con los ojos de
Felix una vez más, sonriendo ampliamente para que los hoyuelos
quedaran a la vista. Un bastardo astuto. Jude se inclinó hacia
delante y Felix pensó que iba a besarlo. Se detuvo justo antes y
susurró: —Mentiroso—. El aliento de Jude pasó como un fantasma
sobre sus labios, y fue tan caliente como la acusación.
Felix mentía, pero sólo estaba dispuesto a admitirlo para sí
mismo. —Tres minutos.
Jude hizo un mohín juguetón. —No creo que mis cinco
minutos deban empezar antes de que te lleve a un lugar privado
donde podamos hablar.
Felix negó con la cabeza. —Ese no fue el trato que hicimos.
Jude se apretó más contra el cuerpo de Felix, sintiendo cada
centímetro de él. —Eres un hombre duro.

~ 105 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se negó a morder el anzuelo. Sí, Jude podía sentir la


forma en que el cuerpo de Felix había reaccionado a sus
movimientos atrevidos y a su charla sucia. Y qué. Felix seguía
teniendo un firme control sobre su corazón, y eso era lo que más
importaba.
Jude lanzó un suspiro y se apartó de la pared. —Vamos.
Había otra puerta al final del pasillo. Jude la abrió y entraron
en la zona de la jota de diamantes. La disposición y el aspecto eran
similares a los de la primera sección, pero aquí todo era elevado,
empezando por la presencia de una pista de baile donde varias
personas bailaban seductoramente al ritmo de la música. Los
camareros llevaban menos ropa, y la gente de las cabinas no estaba
comiendo como él y Rocky lo habían hecho en la zona de la jota de
tréboles. Felix vislumbró bailes eróticos y sesiones de besuqueo.
Hasta ahora, todos habían permanecido completamente vestidos en
esta zona del club.
Y no había rastro de Rocky por ninguna parte.
—Por aquí—, dijo Jude antes de que Felix tuviera la
oportunidad de ver realmente el lugar. Felix se debatía entre la
curiosidad por ver el club y escuchar cualquier mierda que Jude le
dijera.
Un camarero que parecía más bien un Adonis de pelo oscuro
sonrió a Jude cuando se acercó. Jude se detuvo y charló brevemente
con el hombre, y Felix se preguntó hasta qué punto lo conocía Jude.
Los celos lo quemaron, seguidos de la rabia por permitirse a sí
mismo preocuparse.
Jude Arrow no era nada para él. Nunca lo fue realmente. Todo
había sido una ilusión construida sobre una base de engaño. Felix
alcanzó a Jude en unos pocos pasos. —Dos minutos.
Jude apartó la mirada del sexy camarero y sonrió a Felix. Tal
vez su tono había delatado su reacción más básica al ver a Jude
coquetear con el otro hombre. —Te veo luego, Alejandro.
—Lo estoy deseando—, contestó el hombre sedosamente.
Jude lo condujo hasta una puerta con un corazón rojo brillante
sobre ella. El pasillo que conducía a la jota de corazones tenía el
mismo montaje que el que llevaba a los diamantes, sólo que con

~ 106 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

iluminación roja y música con un tempo más lento y sexy. La polla


de Felix palpitó al ritmo de la música hasta que pensó que podría
correrse en los pantalones. ¿No sería humillante?
Pensó que estaba preparado para las imágenes y los sonidos de
la “jota de corazones”, basándose en su charla con Mercedes, pero se
equivocó. Había cuerpos semidesnudos por todas partes, y no
estaban jugando al Monopoly. Todavía no veía a Rocky.
—Ya no estamos en Kansas, Toto16.
Jude se rio, y luego agarró la mano de Felix. No tuvo que
arrastrar a Felix como a un niño revoltoso; Felix se fue
voluntariamente. Nunca se había considerado un mojigato, pero no
podía negar que se sentía extremadamente incómodo. Felix se dio
cuenta de que Jude lo guiaba hacia la puerta con una pala de platino
sobre ella. Una vez en el pasillo, Felix le tiró de la mano para
detenerlo.
— ¿Es tu pertenencia al club la razón por la que el canal de
noticias te echó de Atlanta?— preguntó Felix. Era un golpe bajo,
pero necesitaba sentir que volvían a estar en igualdad de
condiciones. El hecho de que Jude estuviera aquí y demostrara su
familiaridad con el club había sacado de quicio a Felix.
Jude repitió su movimiento machista del primer pasillo.
Inmovilizó a Felix contra la pared con su cuerpo. —Nadie me echó de
Atlanta—. Había un fantasma de algo en la expresión de Jude que le
decía a Felix que no estaba siendo sincero. ¿A quién estaba
mintiendo? ¿A Felix o a sí mismo? —Te dije por qué fui a Savannah.
Sólo que no quieres creerlo.
—Sólo te queda un minuto—, dijo Felix. — ¿De verdad quieres
malgastarlo intentando convencerme de que has venido a Savannah
por mí?
Jude inhaló profundamente, con las fosas nasales encendidas.
—No—, dijo segundos antes de dejar caer su boca sobre la de Felix.

16
En la película de 1939, El mago de Oz, Dorothy le dice a su perro en un momento: “Toto, tengo la
sensación de que ya no estamos en Kansas”. Es una frase que ha llegado a significar que nos hemos
salido de lo que se considera normal; hemos entrado en un lugar o circunstancia que nos resulta
desconocida e incómoda

~ 107 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix gimió, primero de sorpresa y luego de éxtasis por la


familiaridad del calor de Jude. Jude lamió el labio inferior de Felix
antes de morderlo. Como le resultaba tan natural como respirar,
Felix separó los labios para invitarle. Jude deslizó su lengua hacia el
interior, rozando la de él y avivando aún más el deseo. Felix enredó
sus manos en el pelo de Jude, con la intención de tirar de su cabeza
hacia atrás, pero en lugar de eso, lo mantuvo en su sitio. Felix se
puso de puntillas buscando una conexión más profunda, chupando
la lengua de Jude hasta provocar un profundo gemido del hombre
más grande.
Jude bajó las manos de las caderas de Felix para acariciar su
culo, juntando sus erecciones. Oh, mierda. Realmente iba a correrse
en los pantalones por haber follado en seco en un club de sexo. Dios.
La idea debería haber sido como un cubo de agua helada para su
libido. En lugar de eso, era como si el diablo se subiera a su hombro,
clavando su horquilla en su psique y retorciéndola.
“Sólo esta vez no le hará daño a nadie”, susurró el diablo al
oído de Felix.
Mentiroso. Sabía que estaba mal, pero aun así bajó una mano
entre sus cuerpos para arrancar la camisa de vestir de Jude. Felix
metió la mano bajo la tela y pasó la palma por los rígidos
abdominales. La lujuria y el deseo crepitaron y espesaron el aire que
los rodeaba. Felix siguió moviendo la mano hacia arriba hasta que
pasó por encima de un pectoral deliciosamente definido. Rozó con
una uña el pezón endurecido de Jude, provocando un profundo
gemido del hombre. Felix se estaba acercando rápidamente al punto
de no retorno, pero se sentía impotente para detenerse.
“No, Felix”, siseó su conciencia.
Felix la ignoró y volvió a deslizar los nudillos por el torso de
Jude. Acababa de llegar al cinturón de Jude cuando volvió a oírlo.
—No, Felix.
Jude gimió y separó su boca de la de él, luego movió la cabeza
hacia la izquierda. Felix siguió la línea de visión de Jude para ver qué
era lo que ponía el ceño en su apuesto rostro.
Rocky se dirigía hacia ellos como si los sabuesos del infierno le
pisaran los talones. Su amigo se abalanzó sobre Jude con la
suficiente fuerza como para hacerle retroceder unos pasos.
~ 108 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Aprovechando el impulso, Rocky agarró el bíceps de Felix y lo


impulsó por el pasillo hacia la sección de la jota de corazones.
Felix sabía que había ocurrido algo más grande que el hecho de
que Rocky lo sorprendiera chupando la cara con Jude. — ¿Qué pasa?
— ¿Además de que te he pillado a punto de hacerle una paja a
The Straight Arrow en el pasillo?
—No lo estaba haciendo—. Felix había planeado arrodillarse y
chupársela a Jude. Rocky no necesitaba saberlo.
—Oye—, gritó Jude desde detrás de ellos. — ¿Quién demonios
te crees que eres?
Rocky se detuvo bruscamente y soltó a Felix tan rápido que
tropezó. Se enderezó a tiempo para ver a Rocky golpear a Jude en la
boca. La cabeza de Jude se echó hacia atrás y su mano voló para
taparse la boca.
—Major—, dijo Felix.
Rocky ignoró a Felix y señaló con un dedo a Jude. —No te
acerques a Felix.
Jude bajó la mano, revelando un pequeño corte en la esquina
derecha de su labio inferior. — ¿O qué?—, preguntó.
Felix quería saber lo mismo.
—No querrás averiguarlo, Arrow. Te lo prometo—, dijo Rocky,
luego tomó el brazo de Felix una vez más y lo guio de vuelta a través
del club.
No pronunciaron una sola palabra hasta que llegaron al
Lincoln.
—Lo he encontrado—, dijo Rocky triunfante desde el asiento
del copiloto.
Las células cerebrales de Felix aún no funcionaban a pleno
rendimiento. Diablos, la mayoría todavía estaban en el pasillo con
Jude. Uf. Rocky lo había salvado de cometer un gran error. —
¿Encontrado?— Felix preguntó.
—La prueba de que Cameron Spencer es un hijo de puta inútil.

~ 109 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Un tipo diferente de emoción se extendió por las venas de Felix


como lava, apartando todos los pensamientos de Jude. Bueno, casi
todos. Felix se permitió imaginar brevemente el líquido ardiente
arrastrando a Jude bajo su corriente. Giró su cuerpo hacia Rocky. —
Muéstrame.
Rocky negó con la cabeza. —Tenemos que salir de aquí. Ya
viene.
Un fuerte golpe sonó contra la ventana de Felix, haciéndolo
saltar. Rocky sólo parecía molesto, así que elix tenía una buena idea
de quién estaba fuera del todoterreno. Giró el torso y confirmó que
Jude lo estaba mirando por la ventanilla. Su némesis parecía
enfadado, desordenado y jodidamente caliente. Felix se volvió hacia
Rocky. —Ignóralo. Le pasaré el auto por encima del pie.
—No era él a quien me refería—, dijo Rocky. —Spencer no
estaba muy lejos detrás de mí, y no quiero que salga del club y
reconozca el vehículo.
Jude golpeó contra el cristal. Golpe. Golpe. Golpe.
—Maldita sea—, dijo Felix mientras abría la puerta de un
empujón con la suficiente fuerza como para impulsar a Jude hacia
atrás unos cuantos pasos. Lástima que no hubiera golpeado al
incordio en su delicioso trasero. Felix pisó el asfalto pero dejó la
puerta abierta para una rápida huida. —Ahora no, Jude—, dijo Felix.
— ¿Cuándo?— preguntó Jude.
—Felix, realmente tenemos que irnos—, dijo Rocky desde el
interior del todoterreno. —Tú y este pedazo de mierda pueden tener
una conversación cuando no tengamos que huir.
— ¿A dónde vas?— preguntó Jude.
Felix acortó la distancia hasta estar prácticamente en la cara de
Jude. —No es de tu puta incumbencia.

~ 110 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude se mantuvo erguido, orgulloso y tan inamovible como


una estatua. —Quiero que sea de mi incumbencia.
Felix buscó las palabras que harían que las entrañas de Jude se
estremecieran lo suficiente como para romper su fría fachada.
Necesitaba que su némesis se enfureciera y ardiera por dentro como
lo hacía Felix.
—Maldita sea—, dijo Rocky. —Demasiado tarde. Los dos,
idiotas, suban al vehículo ahora mismo.
Felix se giró para volver al volante, pero Jude cerró la puerta
del conductor, luego agarró el bíceps de Felix y lo empujó hacia el
asiento trasero. Felix estaba momentáneamente demasiado aturdido
para resistirse hasta que sintió que Jude se deslizaba hacia la parte
trasera del todoterreno con él.
—No lo creo—, dijo Felix, tratando de pivotar para poder
empujar a Jude fuera del vehículo.
—Abajo—, dijo Rocky.
Felix pudo oír cómo su amigo se deslizaba en el asiento del
copiloto mientras Jude cerraba la puerta con facilidad antes de
derribar a Felix contra el suelo. Felix se tumbó sobre su lado
derecho, y Jude lo cubrió, inmovilizando a Felix con fuerza contra la
alfombra. El asiento trasero parecía tener mucho espacio para las
piernas hasta que se intentaba meter a dos hombres adultos entre
las filas de asientos. El volumen de Jude hacía que a Felix le costara
respirar, o tal vez era la erección que le presionaba la parte exterior
del muslo.
— ¿Qué está pasando?— susurró Felix.
Jude respondió apretando su polla contra Felix.
—No estaba hablando contigo—, susurró Felix.
—Shh—, respondió Rocky.
El peso de Jude se alivió momentáneamente cuando se levantó
lo suficiente para asomarse por encima del salpicadero. Una risa
seca retumbó en el pecho de Jude cuando volvió a bajar encima de
Felix. Acercó su boca al oído de Felix y susurró: —Ahora sé por qué
estás aquí—. Felix no mordió el anzuelo. —Aléjate antes de que te
hagan daño, Felix.

~ 111 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El cuerpo de Felix se puso rígido ante la ternura y la


preocupación que escuchó en la voz de Jude. Movió el brazo lo
suficiente como para darle un codazo a Jude en el costado. El
hombre grande emitió un sonido de “oomph” pero no se movió.
—Hay una razón por la que no perseguí las acusaciones de
Molly Gregg, Felix.
—Eres un vago—, siseó Felix.
—Los dos se callan ahora mismo. Los hombres se detuvieron
directamente frente al vehículo—, dijo Rocky. —Voy a bajar la
ventanilla un centímetro para ver si puedo oír lo que dicen.
Felix oyó el suave zumbido del motor seguido de voces
masculinas lejanas, pero no pudo distinguir lo que decían los
hombres.
El cuerpo de Jude se tensó, pero no discutió con Rocky.
Deslizó su mano bajo la barbilla de Felix, girando su cara lo
suficiente para que Jude presionara su boca contra la de Felix. Sintió
que Jude se estremecía por un segundo y recordó el corte del puño
de Rocky. En lugar de retroceder, Jude inclinó la cabeza y acarició la
costura de los labios de Felix con la punta de la lengua. Y, como un
idiota, Felix separó los labios y se encontró con Jude a mitad de
camino. Fue incómodo, en el mejor de los casos, y Felix
probablemente sentiría el calambre en el cuello durante días, pero
no podía importarle menos en ese momento. Lo único que
importaba eran los labios y la lengua de Jude y la forma reverente en
que lo besaba.
Nadie podía hacer que Felix se sintiera visto y deseado como lo
hacía Jude. Había intentado reproducir su conexión a lo largo de los
años, pero sólo se sentía peor cuando cada uno de sus intentos había
fracasado. Así que dejó de intentarlo y se centró en el placer físico.
Había sido suficiente.
Hasta esta noche.
El anhelo que Felix había negado durante tanto tiempo salió a
la superficie. En ese momento, habría sacrificado cualquier cosa o
persona para seguir besando a Jude. Con sus dos brazos
inmovilizados, Felix no podía alcanzar a Jude. No podía acariciar la
cara del hombre, ni apretar su pelo, ni volver a conocer cada
centímetro de la piel de Jude. Felix no pudo reprimir su gemido de
~ 112 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

frustración y necesidad. Jude reconoció su consentimiento. Deslizó


su mano desde la barbilla de Felix para acunar la parte posterior de
su cabeza y ahuecó la mejilla de Felix con la otra.
El chasquido de la lengua de Jude contra la suya hizo que la
necesidad de Felix aumentara hasta que pensó que se iba a quemar.
Jude empujó sus caderas hacia delante, frotando su erección contra
el muslo de Felix. Mierda. Llevaban demasiada ropa, y Felix
necesitaba tocar la piel desnuda ahora mismo o...
—De acuerdo. No hay moros en la costa—, dijo Rocky.
Jude rompió el beso y se sentó de repente. Miró alrededor del
vehículo como si hubiera olvidado dónde estaban. Felix ciertamente
lo había hecho hasta que Rocky rompió el momento. Era la segunda
vez que su amigo le salvaba el culo de cometer un grave error. Jude
se levantó y se dejó caer en el asiento, derritiéndose contra el cuero
mantecoso. Felix se desplegó y arrastró su cuerpo hasta sentarse
junto a Jude, pero tuvo cuidado de mantener el espacio entre ellos.
Tuvo la peligrosa tentación de sentarse a horcajadas sobre los
gruesos muslos de Jude y continuar donde lo habían dejado.
Mirando por el parabrisas, Felix confirmó que no había nadie
más fuera antes de mirar a Jude. —Sal.
Una sonrisa arrogante se extendió lentamente por el rostro de
Jude. —Eso no era lo que decías hace un segundo.
—No he dicho nada hace un segundo—, rebatió Felix, aunque
sabía lo que Jude quería decir.
Jude se inclinó hacia él, pero se detuvo bruscamente cuando
Felix levantó las manos y apretó las palmas contra la sólida pared del
pecho de Jude. —El lenguaje corporal dice mucho.
—Sí, eso es lo que dicen también la mayoría de los delincuentes
sexuales—, dijo Rocky con sorna desde el asiento delantero. —
Lárgate de aquí, Arrow, antes de que te saque a rastras de este
todoterreno y te joda un poco más tu bonita cara.
Jude no apartó su mirada de la de Felix, ni su expresión
registró el insulto que Rocky había lanzado. —Felix, puedes buscar
por todas partes las conexiones que te mueres por hacer entre
Cameron Spencer y un elemento criminal. No las encontrarás. Si lo
haces, acabarás muerto. Aléjate.

~ 113 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Pero tú lo sabes, ¿no?— Había oído el verdadero miedo en la


voz de Jude. ¿Miedo por quién? ¿Por Felix?
—Sé algunas cosas, y ahora tu amigo también tiene una buena
idea. Lo va a compartir contigo en cuanto salga del vehículo. Te vas a
emocionar porque creerás que sabes la verdad, pero no es así. Nadie
sabe la historia completa—. Jude inclinó la cabeza hacia un lado. —
Nadie vivo, debería decir.
—Mentira—, dijo Felix. — ¿Qué está pasando realmente?
¿Estás investigando a Spencer? ¿Es eso? Le dijiste a Molly Gregg que
no lo perseguirías pero lo hiciste de todos modos. Ahora me alejas
porque me he acercado demasiado a la verdad. Siempre he sido
mejor investigador que tú.
—Sí, lo has sido.
El acuerdo de Jude detuvo momentáneamente la diatriba de
Felix, pero se recuperó rápidamente. —Oh, así que ahora intentas
distraerme con halagos.
—No. Has afirmado un hecho, y yo simplemente he estado de
acuerdo. Eres un mejor investigador y siempre lo has sido. Tu
búsqueda de la verdad te consume, y no cedes hasta descubrir hasta
el último detalle. Es admirable en un reportero y te distingue de
todos los demás. Pero, Felix, esta vez...— Jude sacudió la cabeza. —
Te ruego que dejes pasar esto. Aléjate mientras puedas.
El temblor en la voz de Jude hizo saltar las alarmas en el
cerebro de Felix, pero ¿por qué? ¿Era porque Jude parecía realmente
preocupado por él, o era sólo el detector de mentiras de Felix que se
disparaba? No podía decidirlo, al menos no en ese momento. Felix
necesitaba paz y tranquilidad para centrarse y recuperar el
equilibrio.
Jude asintió. —Veo que no me crees. Con nuestra historia,
hasta entiendo por qué.
—Qué grande eres—, reprendió Rocky.
Jude apartó su mirada de la de Felix para mirar a Rocky. —No
te metas en esto—, gruñó.
Rocky se giró en su asiento, encontrando la mirada de Jude.
Felix nunca había visto a su amigo tan amenazante. —No lo haré.

~ 114 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude no se echó atrás. —Cuando la sangre de Felix esté en tus


manos, ¿cómo te hará sentir eso? ¿Estás preparado para vivir con
eso, porque yo no lo estoy?
Rocky se estremeció pero no cedió. —Le cubro la espalda,
Arrow.
—Tu mejor esfuerzo no será suficiente para salvarlo—. Jude se
volvió hacia Felix. —Intentarás hacer las conexiones por tu cuenta,
pero te toparás con una pared de ladrillos. Ven a buscarme cuando
lo hagas.
Felix resopló. —Primero me adviertes que me aleje y ahora te
ofreces a ayudarme.
Jude levantó la mano y le tomó la cara a Felix. El tierno gesto
lo pilló desprevenido, y no se apartó lo suficientemente rápido. El
tacto de Jude le abrasó la piel. —Si no puedo salvarte, podría unirme
a ti.
Jude presionó sus labios contra los de Felix una vez más, pero
se detuvo. Lo soltó, salió del coche y desapareció en la noche,
llevándose otro trozo del corazón de Felix.
Felix permaneció sentado en el asiento trasero durante unos
instantes antes de salir del coche y ponerse al volante. —Quiero ver
las imágenes.
Rocky guardó silencio durante tanto tiempo que Felix giró la
cabeza para asegurarse de que seguía despierto. Su amigo mordió su
labio inferior mientras miraba pensativo a través del parabrisas.
— ¿Me oíste, Major?
—Te he oído—, respondió sin mirar a Felix.
— ¿Por qué no cumples?— Felix sabía por qué. La advertencia
de Jude había llegado a Rocky. Felix arrancó las gafas de la cara de
Rocky y pulsó el botón del brazo para dejar de grabar. —Dame tu
teléfono.
Rocky soltó un fuerte suspiro. —Creo que el idiota puede tener
razón—. Rocky sabía con quién hablaba Cameron Spencer, e incluso
podría haber escuchado lo que los hombres habían discutido en el
aparcamiento.

~ 115 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No la tiene—, dijo Felix con una voz sorprendentemente


firme. —Dame tu teléfono o iré a buscarlo.
—No quiero tu sangre en mis manos. Te quiero sano y salvo—.
Rocky giró la cabeza y miró a Felix con ojos azules conmovedores. —
Conocerlos a ti y a Jonah ha sido...— Rocky cerró brevemente los
ojos. —No se dan cuenta, pero la amistad con ustedes me ha
salvado—. Las palabras colgaban con fuerza entre ellos,
expandiéndose hasta casi succionar todo el aire del vehículo.
— ¿Por aburrimiento?— preguntó Felix.
Rocky se acercó y acarició la mejilla de Felix. —Me han salvado
la vida. No voy a perder a ninguno de los dos. Así que por mucho que
odie estar de acuerdo con Arrow, creo que tenemos que retroceder.
Spencer está cumpliendo con su obligación de reemplazar tu
transmisión. Tal vez debería ser suficiente.
Suficiente. La palabra era la raíz del problema de Felix, la
razón por la que nunca se rindió. Nada se sentía como si fuera
suficiente, ni sus logros, ni sus posesiones, y ciertamente no él
mismo.
—Está bien—. Por Rocky, lo intentaría.
Rocky entrecerró los ojos y estudió su rostro. Felix supuso que
Rocky estaba buscando señales de que estaba mintiendo. Felix había
querido decir lo que había dicho, o al menos lo había hecho en ese
momento. Incluso se aferró a su convicción durante el viaje de vuelta
al hotel.
—Estoy demasiado excitado para dormir—, dijo Felix cuando
volvieron a su habitación. —Voy a nadar en la piscina del hotel para
ver si puedo trabajar el exceso de energía. ¿Te apetece
acompañarme?
Rocky tiró la chaqueta de su traje en una silla y se sentó a los
pies de la cama para quitarse los zapatos. —No, estoy agotado. Ve tú.
Felix se puso su bañador y una camiseta antes de deslizar sus
pies en un par de chanclas.
—No vayas con él—, dijo Rocky justo cuando Felix alcanzó el
pomo de la puerta. —Es un hijo de puta sexy, así que entiendo la
atracción. Te mereces algo mejor, Fee.

~ 116 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se rio ante el uso del apodo por parte de Rocky. —No
tengo intención de ir a Jude, Major. Simplemente voy a nadar.
—De acuerdo.
Felix salió de su habitación y se dirigió a la piscina cubierta,
esperando encontrarla relativamente tranquila ya que la mayoría de
los huéspedes estarían disfrutando de la que estaba al aire libre. Se
sintió aliviado cuando abrió la puerta y descubrió que era la única
persona allí. Felix se quitó la camiseta por encima de la cabeza y
luego dejó caer tanto la camiseta como la toalla sobre una tumbona.
Se metió en la piscina y descubrió que el agua estaba lo
suficientemente fría como para ser refrescante sin que su sistema
nervioso se viera afectado.
La piscina no tenía cincuenta metros de largo, así que contó las
brazadas hasta llegar al otro lado. Hizo un giro bajo el agua, dio una
patada a la pared y comenzó a regresar hacia el otro lado. Se
concentró en su forma y su técnica, y no tardó en aliviar la tensión
de su cuerpo. Golpear el agua siempre acallaba el caos dentro de su
cerebro.
A Felix no se le escapaba la ironía de que su forma favorita de
controlar el estrés y la ansiedad era algo que había aprendido de
Jude. Antes de la universidad, a Felix le aterrorizaban las piscinas.
Kelly no tenía el dinero extra para que Felix fuera a la piscina
pública, así que él y algunos otros chicos del parque de casas
rodantes se colaron en la valla después de que la piscina cerrara una
noche. Felix se había tirado a la piscina, lo que no era muy diferente
de su comportamiento actual. Entonces casi se ahogó, y ahora se
ahogaba con sus sentimientos.
Jude había sido un nadador de competición antes de la
universidad, y había enseñado pacientemente a Felix a nadar en la
piscina de la universidad. Al principio, la atención que Felix prestaba
a la forma y a la función provenía de un lugar de miedo, pero luego
se dio cuenta de que la concentración frenaba su ansiedad. Poco
después, Felix notó los cambios en su cuerpo, tanto física como
psicológicamente. Tras su ruptura, la actividad que le había
proporcionado tanta alegría se convirtió en un método de
supervivencia.
Pero esta noche, la natación no le estaba dando el tan
necesario respiro a su batalla interna. Felix repitió las palabras que
~ 117 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

había intercambiado con Jude y revivió cada caricia y cada beso. Si


Jude estaba realmente preocupado por los problemas que
encontraría si seguía investigando la conexión de Spencer con...
¿Con quién?
No importaba lo rápido o lo lejos que nadara, Felix no podía
quitarse la pregunta de la cabeza. ¿Qué secreto escondía Cameron
Spencer que estaba dispuesto a matar? Durante los últimos
cincuenta metros, intentó convencerse de que Jude y Rocky tenían
razón. Spencer estaba cumpliendo con sus obligaciones
contractuales, y Felix no quería morir realmente. Podía dejarlo
pasar.
Pero no pudo. No porque la historia lo llamara, o tal vez no
sólo por ella, sino porque una verdad tan mortal necesitaba ser
expuesta.
Nadie conoce la historia completa. Nadie vivo, debería decir.
Las palabras de Jude se burlaban de Felix, lo desafiaban. Las
gafas de Rocky habrían captado una parte de la historia. Lo que sea
que haya visto fue suficiente para convencer a Rocky de estar del
lado de Jude. Felix sólo necesitaba unos minutos a solas con el
teléfono de Rocky, y sabría a qué se enfrentaba y podría decidir
cómo proceder.
Felix siguió nadando y debatiendo hasta que su cuerpo estuvo
demasiado cansado para seguir el ritmo de su cerebro. Cuando se
levantó de la piscina, vio a Rocky descansando en la tumbona sobre
la que había tirado la toalla.
—Creía que estabas cansado—, dijo Felix mientras se pasaba la
toalla por la cabeza para eliminar el exceso de agua.
—Estoy aún más cansado después de verte nadar todas esas
vueltas.
— ¿Por qué has bajado aquí? ¿Creías que iba a escabullirme
para encontrarme con Jude?
Rocky se rio, y luego se movió para hacer espacio a Felix. Le
dio una palmadita a la tumbona y Felix se dejó caer a su lado. —No.
Al menos esta noche no—, bromeó Rocky. —Me imaginé que
intentarías entrar en mi teléfono para ver el vídeo del club si me
quedaba dormido. Pensé en ahorrarte la molestia.
~ 118 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Pensé que habías dicho que debía dejarlo pasar—, dijo Felix.
Rocky apoyó su cabeza en el hombro húmedo de Felix. —Lo
hice, pero sé que no lo harás. Lo intentarás, pero no hay forma de
que puedas resistirte a la atracción. Es lo que eres.
— ¿Un imbécil inquisitivo?
—Un hombre honorable que no soporta la injusticia—, dijo
Rocky. —El grande y sexy Jude Arrow sólo consiguió agitar la
bandera roja delante del toro con su funesta advertencia.
Felix se rio. —Tienes razón.
—También espero que cambies de opinión cuando veas el
vídeo—. Rocky sacó su teléfono del bolsillo, bajó el volumen y le dio
al play. Adelantó la grabación hasta llegar a la parte que quería que
Felix viera.
Había un sofá negro en forma de media luna con tres hombres
sentados en él. El hombre rubio del extremo derecho era Cameron
Spencer. El hombre de pelo oscuro del extremo izquierdo era alguien
a quien Felix no había visto nunca. El hombre de pelo blanco del
centro recibiendo una mamada de una pelirroja con curvas y
desnuda no era otro que Jack Mercy, el supuesto jefe del crimen de
la mafia del sur.
— ¿Sabías que Mercy era miembro del club?— preguntó Felix.
—Mercy es Gentleman Jack.
—Cristo—, dijo Felix. ¿Por qué no se le había ocurrido eso?
Porque el puto Jude Arrow lo había dejado fuera de juego.
Rocky resopló. —Bastante seguro de que eso es lo que Mercy
está diciendo también.
A Felix no le importaban las reacciones o pensamientos de
Mercy; sólo tenía ojos para Spencer. El Rey del Automóvil no tocaba
a la rubia de piernas largas sentada en el brazo del sofá a su lado, ni
miraba el retablo. Spencer miraba el vaso que tenía en la mano, con
el ceño ligeramente fruncido. ¿En qué estaba pensando?
Felix dirigió su atención al hombre que no había reconocido.
Iba vestido con la misma elegancia que Spencer y Mercy, pero algo le
diferenciaba. Tal vez era el hambre desnuda en sus ojos mientras
observaba a la mujer chupar a Mercy. O tal vez eran las asperezas
~ 119 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

que ninguna tela fina podía suavizar. Sea cual sea la razón, Felix lo
odiaba nada más verlo. La intensidad no hizo más que aumentar
cuando el hombre apretó el pelo de la pelirroja y empujó su cabeza
más abajo del eje de Mercy. El Rough Guy17 se rio cuando la cabeza
de Mercy se echó hacia atrás contra el sofá, y Spencer se levantó
bruscamente.
Le entregó su bebida a la rubia de piernas largas y empezó a
caminar hacia Rocky. Sólo había dado unos pasos cuando Mercy lo
llamó. Spencer se detuvo pero no se volvió. Mercy agarró la barbilla
de la mujer y le levantó la cabeza. Dejó caer un breve beso en su boca
antes de susurrarle algo al oído. La mujer asintió antes de apartarse
unos metros y alcanzar el cinturón del Rough Guy.
Mercy se guardó la polla gastada y se puso en pie. Este empezó
a apartar a la mujer para seguirlo, pero Mercy levantó una mano y
señaló a la pelirroja que estaba a sus pies. El Rough Guy se relajó
contra el sofá y sonrió a la pelirroja. Mercy alcanzó a Spencer y los
dos hombres empezaron a caminar juntos hacia Rocky. Fue entonces
cuando éste giró y comenzó a caminar por el club.
Felix sabía lo que el vídeo de Rocky captaba a continuación,
pero dejó que siguiera reproduciéndose. En la pantalla, Rocky
entraba en el pasillo fuera de la zona de la jota de picas. La visión de
Felix y Jude besándose tan apasionadamente le robó el aliento. Dejó
que la grabación se reprodujera hasta el momento en que Rocky
golpeó a Jude en la boca.
—Creo que te quiero un poco—, se burló Felix.
—Me quieres mucho—, replicó Rocky. —Sólo que no el mismo
tipo de amor que sientes por ese bobo.
—No estoy enamorado de Jude.
La risa de Rocky hizo vibrar la tumbona y resonó en toda la
zona de la piscina.
Una sonrisa tiró de los labios de Felix, pero la combatió. —
Hablo en serio.

17
Tipo Duro.

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Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tan en serio como tu mano al sostener su cinturón—, replicó


Rocky.
Felix agitó una mano desdeñosa. —Eso fue lujuria, no amor.
—No me hagas hablar de la sesión de besos que tuvieron en el
asiento trasero del Lincoln.
—Lo mantenía ocupado para que no nos descubriera—, dijo
Felix desafiante.
Rocky se rio con más fuerza durante unos instantes. Luego
respiró profundamente antes de volver los ojos solemnes hacia Felix.
—Bueno, funcionó. Recogí suficientes trozos de la conversación de
Spencer con Mercy en el aparcamiento para saber que algo va a
pasar en el concesionario el lunes por la noche.
— ¿Qué concesionario?— Preguntó Felix. —Spencer es dueño
de varios. No lo llaman El Rey del Automóvil por nada, ya sabes.
—Mercy mencionó a los agentes de la autoridad portuaria, así
que me imagino que es el de Savannah.
Felix comprendió mejor la funesta advertencia de Jude. Jack
Mercy, de nombre irónico ya que, al parecer, no mostraba ninguna
indulgencia con sus enemigos, había evadido al FBI durante
décadas. El brazo federal de la ley había estado a punto de atraparlo
unas cuantas veces, pero sus informantes clave, así como las pruebas
contra Mercy, siempre se desvanecían en el aire. Nunca se
encontraron cuerpos, pero era seguro decir que los testigos estaban
muertos.
Nadie conoce la historia completa. Nadie vivo, debería decir.
Un escalofrío de excitación recorrió el cuerpo de Felix. Sabía
que debía retroceder y dejarlo pasar, pero no era su naturaleza. —
¿Sabes qué significa esto?
Rocky sonrió con malicia. —Vamos a hacer una vigilancia.

~ 121 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El sueño era tan esquivo para Felix como Jack Mercy para el
FBI. Las vueltas de natación en la piscina habían agotado su cuerpo,
pero el cerebro de Felix estaba demasiado excitado para darle paz. Si
estuviera en casa, habría empezado a leer todos los artículos que
pudiera encontrar sobre Jack y Cameron Spencer, y luego habría
buscado similitudes y conexiones. Rocky merecía dormir, así que
Felix se tumbó en la oscuridad y pensó en sus próximos pasos. De
vez en cuando, su cerebro se desviaba hacia el club, y recordaba la
forma en que Jude lo había apretado contra la pared y lo había
besado como si su vida dependiera de ello.
Felix no se permitía quedarse allí mucho tiempo porque eso
despertaría otro tipo de problema que no quería abordar al
compartir una habitación de hotel con Rocky. Sí, podía escabullirse a
la ducha y acariciarse, pero era poco probable que lo hiciera sin
despertar a su amigo. Ya era bastante malo que Rocky lo presenciara
comportándose como un tonto débil en el club.
—Estoy dispuesto a dejar de fingir que duermo si tú lo haces—,
susurró Rocky en la oscuridad.
Felix se sentó y encendió la lámpara de su mesita de noche. —
Trato hecho.
Los dos hombres encendieron sus ordenadores portátiles y se
repartieron las tareas. Rocky eligió a Cameron Spencer y Felix a Jack
Mercy.
—Empecemos con las posibles conexiones familiares—, dijo
Rocky. Cada uno había anotado toda la información que pudo
encontrar sobre padres, hermanos, cónyuges, tíos, primos e hijos.
—Jack Mercy no tiene hijos—, dijo Felix después de haber
tachado todas las demás vías.
—Al menos no legítimos—, replicó Rocky. —Okey, entonces el
vínculo entre Spencer y Mercy no es familiar. ¿Qué hay de la
educación? Jack Mercy es lo suficientemente mayor como para ser el

~ 122 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

padre de Spencer, pero tal vez se conocieron en un evento de ex


alumnos.
No les llevó mucho tiempo descartar eso también. Jack Mercy
nació con una cuchara de plata en la boca y asistió a las mejores
escuelas y universidades privadas. Cameron Spencer apenas se
graduó en la escuela secundaria después de ser rebotado de hogar de
acogida a hogar de acogida. Se matriculó en un instituto de
formación profesional los dos últimos años y se formó como
mecánico de automóviles. Spencer estuvo trabajando durante años
hasta que se abrió un puesto de vendedor en el concesionario en el
que trabajaba. La venta de coches le llevó a hacer cosas mucho más
grandes y mejores, ninguna de las cuales podría atribuirse a Jack
Mercy.
—Llamaré a Jude el lunes—, dijo Felix cerca del amanecer,
cuando se hizo evidente que las respuestas que buscaban no se
encontrarían con una simple búsqueda en Internet.
—Y una mierda que lo harás—, dijo Rocky.
—Jude sabe algo vital.
Rocky se rio. —Escucha, si quieres rascarte esa picazón, hazlo.
No necesitas una excusa.
—Hablo en serio, Major.
—Yo también, Fee. Quizás es lo que necesitas hacer. Sacarlo de
tu sistema, para que puedas concentrarte. Tus feromonas están
nublando tu juicio.
— ¿Cómo lo sabes?— La voz de Felix se elevó junto con su
irritación.
—Todo lo que Jude sabe es probablemente por lo que ha
presenciado en el club. ¿Realmente crees que es más inteligente que
el FBI? Si conoce detalles que ellos no conocen, entonces tienes que
considerar que es información privilegiada.
— ¿Información privilegiada? ¿Como si Jude fuera parte de la
mafia?
Rocky se encogió de hombros. —Jack Mercy ha evitado
incriminarse porque tiene las conexiones adecuadas.

~ 123 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Un presentador de noticias es la conexión adecuada?


Vamos, Major.
Rocky puso su portátil en la mesita de noche antes de girar su
cuerpo para mirar a Felix. —Mírame a los ojos y prométeme que
puedes ser objetivo cuando se trata de Jude Arrow.
Felix respiró profundamente para calmarse. Enfadarse con
Rocky por decir lo obvio era sólo un ejercicio de inutilidad. —De
acuerdo, tienes razón. ¿Qué sugieres?
—Puede que nosotros dos no seamos capaces de encontrar
conexiones o similitudes con búsquedas básicas, pero nuestro
compañero tiene un superordenador que puede encontrar patrones
en los detalles más minúsculos.
—Es cierto, pero como agente de la ley, está obligado a actuar
en función de lo que encuentre—, dijo Felix. — ¿Y si su búsqueda
alerta a alguien del GBI que está en la nómina de Mercy? No quiero
poner en riesgo la vida de Jonah.
—Eso lo tiene que decidir Jonah, no nosotros. Recuerda,
estamos en esto juntos. Digo que hablemos con Jonah cuando
volvamos a Savannah mañana.
—Tienes razón.
—Suelo tenerla—, dijo Rocky, golpeando su almohada. —
Mientras tanto, será mejor que intentemos dormir un poco. Quiero
estar atento cuando me encuentre con Reanna.
—Estoy empezando a tener dudas sobre la presentación de los
dos.
Rocky se rio mientras se recostaba en su cama. —Será épico.

Felix consiguió dormir unas horas, pero eso sólo le hizo


sentirse peor.

~ 124 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Lleva tu culo malhumorado a la ducha mientras yo voy a


buscar algo para comer—, dijo Rocky. Estaba recién duchado,
vestido y parecía más despierto de lo que debería.
— ¿Cómo sabes que estoy de mal humor? Todavía no he dicho
nada.
—Está escrito en tu cara, Fee. Escucha por una vez en lugar de
discutir. No todo tiene que ser una batalla.
—Siempre podemos pedir el servicio de habitación.
Rocky asintió. —Podríamos, o yo podría caminar por la cuadra
y conseguirnos mejor comida y café a una fracción del costo que el
hotel cobraría—. Le sopló a Felix besos de aire en su camino a la
puerta del hotel.
Felix no se apresuró a ducharse. No estaba pagando la factura
del agua, así que se entretuvo y dejó que el agua caliente avivara sus
sentidos, incluidos los que no tenía tiempo ni energía para
complacer. Felix se sintió casi humano cuando salió del baño
completamente vestido algún tiempo después.
Rocky estaba sentado en su cama, comiendo un sándwich de
desayuno de croissant y bebiendo una taza de café. —No estaba
seguro de lo que te apetecía, así que tengo una variedad para elegir.
Felix cruzó la habitación y miró dentro de las bolsas. Rocky no
había bromeado. Había tomado unos cuantos pasteles diferentes, un
parfait de yogur, fruta fresca, otro sándwich de croissant y una orden
de papas fritas doradas. A Felix le rugió el estómago y se le hizo la
boca agua. — ¿Para quién son las papas fritas?—, preguntó.
—Para ti. Me comí las mías en el camino de vuelta al hotel.
Por mucho que quisiera destrozar el sándwich del desayuno,
Felix decidió tomar la ruta más segura con el parfait de yogur, fruta
fresca y una magdalena de arándanos. Las papas fritas eran su única
excepción, y Felix esperaba no arrepentirse después.
Felix había conseguido despejar todas las telarañas de su
cerebro cuando llegaron a la nueva casa de Reanna y Stephen en
John's Creek. Hacía poco que habían vendido su piso en el centro y
se habían mudado a las afueras. El cambio había sorprendido a Felix
hasta que Ree mencionó que quería formar una familia. Tuvo que

~ 125 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

admitir que su nueva casa era preciosa, y podía imaginársela a ella y


a Stephen empujando un cochecito por las aceras.
—Bienvenido a los suburbios—, dijo Ree cuando abrió la
puerta principal. Se lanzó a los brazos de Felix, que la hizo girar. —
Te he echado mucho de menos.
Su calidez y su amor se filtraron en Felix, llegando a un nivel
que la mayoría de la gente no podía alcanzar. Felix se apartó lo
suficiente para mirarla. —Yo también te he echado de menos. Te ves
bien, Ree—. Se veía mejor que bien. Radiante.
Ree entrecerró los ojos y dijo: —Tú también tienes buen
aspecto. Tal vez un poco cansado. ¿Se quedaron hasta muy tarde
anoche?
—Más tarde de lo que debería, supongo—, dijo Felix. —Se tarda
mucho más en recuperarse a medida que se envejece.
—Espera a que llegues a los cuarenta—, dijo Stephen. El
abogado corporativo era siete años mayor que su esposa y Felix.
—Oh, silencio—, dijo Ree, acariciando el pecho de su marido.
—Me alegro de verte, Felix—, dijo Stephen, abrazándolo. —Ha
pasado demasiado tiempo.
—Así es—, concordó Felix.
Stephen rodeó el hombro de Reanna con su brazo y la acercó a
su lado. Felix nunca olvidaría el día en que Ree lo llamó y le dijo que
había conocido al hombre de sus sueños. La mujer divagó durante al
menos cuarenta minutos sobre su pelo castaño, sus brillantes ojos
verdes y sus adorables pecas. Felix se había imaginado una versión
mayor de Opie18, de El show de Andy Griffith, pero Stephen no se
parecía en nada a ese niño torpe.
—Chicos, este es Rocky. Rocky, estos son Reanna y Stephen.
Stephen estrechó la mano de Rocky, pero Ree se saltó las
formalidades y entró con un abrazo.
Luego pasó su brazo por el de Felix y los condujo al interior de
la casa. —Es tan bonito como prometiste—, dijo.

18
Un apodo por el cual se llama a los pelirrojos.

~ 126 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Eso lo he oído—, se burló Stephen. Él y Rocky estaban a unos


metros detrás de ellos.
—No trataba de ocultarlo—, replicó ella.
Ree les enseñó la casa mientras Stephen les preparaba bebidas.
Se reunieron junto a la piscina cuando terminó la visita.
— ¿Alguien quiere algo más fuerte que un té o una limonada?—
preguntó Ree.
Era demasiado pronto para que Felix considerara el alcohol,
además estaba conduciendo. —Limonada suena perfecto. ¿Y tú?—
Felix preguntó a Rocky. —Apuesto a que Stephen sabe cómo hacer
un buen Manhattan.
—Lo sabes—, dijo Stephen. —Es la bebida favorita de mi
abuelo. ¿Quieres uno?
—No, gracias—, dijo Rocky. —El té dulce es perfecto.
— ¿Cómo es trabajar en el podcast con Felix?— Reanna le
preguntó a Rocky.
—Al principio, no estaba seguro de cómo iba a funcionar—,
admitió Rocky. —Pensaba que Felix era una puta de atención
despiadado que no jugaría bien con los demás.
—Ouch—, dijo Stephen, frotando una mano sobre su pecho
como si él hubiera sido el insultado.
— ¿Y ahora?— preguntó Ree.
Rocky se rio y dijo: —Ahora, sé que sólo dos de esas cosas son
ciertas.
—Muy bien, Major. Gracias.
Rocky enganchó un brazo alrededor del cuello de Felix y lo
acercó para poder besar la parte superior de la cabeza de Felix.
Reanna echó la cabeza hacia atrás y se rio.
— ¿Cuales dos?— preguntó Stephen.
—Felix no se detiene ante nada para llegar a la verdad, y no
juega bien con los demás. Pero eso es lo que lo hace tan increíble—,
dijo Rocky. —Resulta que no es un adicto a la atención.

~ 127 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Nadaron, bebieron el doble de su peso en bebidas no


alcohólicas y se tumbaron al sol. Era lo más relajado que Felix había
sentido en años. No había planeado quedarse dormido, pero un
minuto él y Ree estaban contando a Stephen y Rocky historias de la
universidad, y al siguiente, Ree estaba despertando a Felix para
decirle que la cena estaba lista.
— ¿Estás luchando contra el insomnio?— preguntó Ree, con
sus ojos oscuros llenos de preocupación.
—No—, respondió Felix con sinceridad. —Sólo estoy
trabajando en una historia que me mantuvo despierto hasta tarde.
—No puedo evitar preocuparme por ti.
Felix la abrazó. —Estoy en un buen momento—. Y lo estaba. En
gran parte. Entonces, como si el destino quisiera burlarse de su
bravuconería, el teléfono móvil de Felix zumbó con un texto
entrante. Podría haber sido Kelly para darle una actualización sobre
Pulitzer. Tal vez fuera Minerva, que le informaba de que la noticia
más importante de todos los tiempos estaba a punto de aparecer en
Savannah, y que necesitaba que volviera para cubrirla. Su suerte no
era así, así que Felix no se sorprendió en absoluto cuando vio un
mensaje de texto de un número desconocido preguntando si seguía
en Atlanta.
No necesitó preguntar su identidad, pero tecleó una respuesta
rápida. ¿Quién es?
La respuesta fue inmediata. Como si hubieras podido dejar de
pensar en nuestro beso. Quiero verte.
Felix miró fijamente su teléfono mientras intentaba dar una
respuesta adecuada para conjeturar las emociones que revoloteaban
por su cuerpo. ¿Cómo consiguió Jude su número? Casi resopló en
voz alta. Jude no tenía que ser un Ace de la investigación para
rastrearlo, así que Felix no gastó energía en preguntas tontas. En su
lugar, Felix volvió a deslizar su teléfono dentro del bolsillo y sonrió a
Ree, que lo observaba. —Huelo carne carbonizada. Vamos a comer.
Felix pudo ver en los ojos de Reanna que quería indagar más y
hacer preguntas, pero no lo hizo. Sabía que Felix hablaría cuando
estuviera preparado.

~ 128 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La cena fue un fantástico festín de bistec a la parrilla, gambas,


papas al horno y espárragos asados.
—Creo que necesito otra siesta—, dijo Felix, recostándose en su
silla y dándose palmaditas en el estómago.
—Me hundiría hasta el fondo si saltara a la piscina ahora
mismo—, se burló Rocky. —Ha sido la mejor comida que he tenido
en mucho tiempo.
—Me encanta cocinar—, dijo Stephen.
—Gracias a Dios—, dijo Ree. —No he heredado el talento
culinario de mi madre y mi abuela—. Se inclinó y besó a Stephen en
la mejilla antes de apilar su plato sobre el de ella. —Tú cocinaste, así
que yo limpiaré—. Felix empezó a coger los platos que tenía delante,
pero Ree le detuvo. —Los invitados están exentos.
—Este no—, dijo Rocky, recogiendo sus platos y los de Felix. —
Yo estoy ayudando, y eso es definitivo.
—Bueno, supongo que está bien, niño bonito—, dijo Ree.
Stephen se inclinó hacia atrás en su silla cuando estaban los
dos solos. —Me alegro de que tengamos unos minutos. Hay algo que
quiero discutir contigo. Dos cosas, en realidad.
—De acuerdo.
—He jugado al golf esta mañana con unos amigos, y tu podcast
ha salido en la conversación.
— ¿Son amigos abogados?— preguntó Felix.
Stephen sonrió. —Por supuesto. Tenemos que estar juntos
porque nadie más nos acepta.
Felix se rio. — ¿Quiero saber qué se dijo?— Aunque la mayoría
estaba de acuerdo con la opinión de su podcast, las voces
discordantes eran atronadoras. Había sido mucho más fácil creer
que Bo Cahill había matado a sangre fría que aceptar que su sistema
de justicia está plagado de racismo sistémico.
—Quedaron impresionados tanto con la investigación como
con la forma en que presentaron los hechos. Uno de ellos es un
abogado penalista de gran éxito y me ha pedido que le transmita una
oferta.

~ 129 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se sentó más recto en su silla. —Te escucho.


—Estoy seguro de que has oído hablar de Jose Ramirez.
—Por supuesto—. No sólo era uno de los mejores abogados
defensores de Georgia, sino que también había trabajado en muchos
casos de alto perfil en todo el país. Ramirez rara vez perdía. Si ibas a
procesar a uno de sus clientes, tenías que llevar tu mejor juego.
Stephen asintió. —Cree que Bo Cahill es un excelente
candidato para un indulto póstumo y le gustaría ayudar a la familia
pro bono si están interesados.
—Oh, hombre. Eso es increíble—, dijo Felix. No necesitó
preguntar por qué Ramirez ofrecería su tiempo y esfuerzo. “Ride the
Lightning” seguía acaparando la atención mundial, así que tenía
sentido que Ramirez quisiera una parte de los focos. —El indulto es
algo que la familia Cahill quiere perseguir.
Stephen asintió. —El proceso es bastante sencillo y comienza
con la cumplimentación de una solicitud. No estaría mal tener un
abogado a bordo para asegurarse de que las cosas van bien y para
presionar si es necesario.
—Vaya, es una noticia maravillosa.
Stephen sacó su teléfono del bolsillo y empezó a teclear. El
teléfono de Felix zumbó un momento después. —Acabo de remitirte
su información de contacto.
—Esto es increíble. No puedo esperar a decírselo a los Cahill.
Muchas gracias.
Reanna y Rocky volvieron al comedor exterior para recoger
más platos. Ree se detuvo el tiempo suficiente para besar a Stephen,
y Rocky frotó sus nudillos en la parte superior de la cabeza de Felix.
Una vez que volvieron a estar solos, Stephen dijo: —Ree me
habló de tu generosa oferta de ayudar a pagar la FIV.
—Lo dije en serio—, dijo Felix. —No hay nada que no vaya a
hacer para que sus sueños se hagan realidad.
Stephen sonrió. —Esperaba que dijeras eso.
— ¿Cuánto necesitas? Puedo llamar al banco y...

~ 130 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Stephen levantó una mano para cortarlo. —No me preocupa el


dinero. Hemos pagado la mayoría de nuestras deudas y tenemos un
montón de capital en nuestra casa. — Agarró su copa de vino y bebió
un gran trago. Felix no estaba acostumbrado a ver a Stephen
agitado. Era el epítome de la calma, la frialdad y la tranquilidad.
— ¿Qué pasa?— Felix preguntó.
—Si no puedo... Si soy la razón...— Stephen gimió y se pasó una
mano por la cara. — ¿Estarías dispuesto a donar esperma si, por
alguna razón, los míos no cooperan?
A Felix se le escapó la respiración como si Stephen le hubiera
dado un puñetazo en las tripas. Su estómago se revolvió y luego su
respiración se aceleró. El cuerpo de Felix ardía por todas partes,
pero el sudor que cubría su piel se sentía frío y húmedo. Abrió la
boca para hablar, pero no le salieron las palabras.
— Felix, ¿estás bien?— preguntó Stephen. Se levantó y se sentó
en el asiento que había dejado libre Rocky.
Felix tomó un trago de limonada. — ¿Por qué yo?
— ¿Por qué no tú?— preguntó Stephen con calma.
—Mierda—, dijo Felix, frotando una mano sobre su pecho
apretado y deseando que la ansiedad desapareciera. —Ni siquiera sé
quién es mi padre. Diablos, tampoco estoy seguro de que Kelly lo
sepa.
Stephen le acarició la nuca a Felix. —Sé quién eres, y eso es
más que suficiente para mí. Quiero que Reanna tenga todo lo que su
corazón desea, así que tengo que dejar de lado mi tonto orgullo.
¿Quién mejor para ayudar a crear este milagro que la persona que la
ama tanto como yo?
Ahora que el pánico inicial estaba disminuyendo, Felix podía
pensar con más claridad. —No sabemos qué podría transmitir a un
niño a través de mi ADN.
Stephen sonrió y levantó un dedo. —Inteligencia—. Dos dedos.
—Persistencia—. Tres dedos. —Principios sólidos—. Stephen sonrió.
— ¿Necesitas que siga?— Felix no respondió, así que Stephen levantó
un cuarto dedo. —Buen aspecto.

~ 131 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se burló del último. Había tipos más guapos en el mundo.


Felix oyó las risas de Ree y Rocky desde el interior de la casa. Rocky
haría algunos bebés bonitos sin duda, pero Felix era el que Stephen
quería. Por una vez, él era suficiente. —Me siento humilde y
honrado, y...
— ¿Abrumado?— Preguntó Stephen.
Riendo, Felix dijo: —Sólo un poco.
—No necesito una respuesta ahora mismo. Con un poco de
suerte, no necesitaré que hagas de pinche para nada.
— ¿Cuándo lo sabrás?
—Pronto iremos a los exámenes físicos y a las pruebas—, dijo
Stephen. —Luego discutiremos todas las opciones disponibles para
nosotros. Tengo mucho miedo de defraudarla, Felix—. La ternura y
el miedo en la voz de Stephen hicieron que el corazón de Felix se
hinchara.
Stephen no estaba pidiendo un pequeño favor. Felix no le
estaba prestando una taza de azúcar; estaba ayudando a crear una
vida. Pero era Reanna, su lugar seguro, y Stephen, un hombre al que
Felix quería como a un hermano. ¿Realmente necesitaba pensarlo?
—Por supuesto, seré el donante si eso es lo que quieres y
necesitas.
El alivio inundó las hermosas facciones de Stephen, y su agarre
se estrechó en el cuello de Felix. —Podría besarte.
—Pero a tu mujer podría no gustarle—, dijo Ree mientras se
acercaba a la mesa llevando una bandeja de pasteles en una mano y
blandiendo un cuchillo para pasteles con la otra. Rocky sostenía una
pila de platos de postre.
— ¿Qué nos hemos perdido?— preguntó Rocky, mirando con
curiosidad entre Felix y Stephen.
—Stephen conoce a Josh Ramirez—, respondió Felix. —El
señor Ramirez está ofreciendo sus servicios legales pro bono para
ayudarnos con la solicitud de indulto póstumo.
—Eso es increíble—, dijo Rocky. —Explica por qué querrías
besar a Stephen, pero no por qué él querría besarte a ti.

~ 132 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix sonrió con malicia. —Todos los chicos quieren besarme.


Los ojos azules de Rocky centellearon con alegría, y Felix supo
que estaba pensando en el apasionado intercambio que había
presenciado la noche anterior.
Ree se acercó y besó la parte superior de la cabeza de Felix. —
Algunas chicas también lo hacen—. Ree dejó la bandeja de pasteles
frente a él.
Felix inhaló profundamente. —Tarta de limón chiffon.
—Me atribuiría el mérito de haberlo horneado, pero el niño
bonito me vio sacarlo de la caja de la panadería—, dijo Ree.
—Soy bueno guardando secretos—, se burló Rocky.
—Al igual que yo, Major—, dijo Felix.
Felix ya había revelado suficientes cosas que hubiera preferido
mantener ocultas, y estaba bastante seguro de que Rocky pensaba lo
mismo.
—Presiento una historia infernal—, dijo Ree mientras cortaba
el pastel. El trozo que le sirvió a Felix era lo suficientemente grande
para tres personas, pero él pensaba comerse cada bocado. Incluso
podría seguir lamiendo el tenedor y el plato.
—Uno que es mejor contar otro día—, respondió Felix. Si es
que alguna vez.
—Aguafiestas—, se burló Ree. No presionó, porque era
probable que conociera la fuente.
— ¿Qué es lo siguiente para el podcast?— preguntó Stephen
mientras volvía a su asiento para que Rocky pudiera sentarse.
—Cariño, ¿desde cuándo conoces a Felix?— inquirió Ree,
entregándole a su marido un plato de postre. —Nunca habla de lo
que está trabajando.
—Eso es cierto—, dijo Stephen, bifurcando un gran bocado de
pastel. —Es supersticioso.
—Algunos podrían llamarlo paranoico—, se burló Rocky.
—Tiene buenas razones para proteger su historia y sus
fuentes—, dijo Ree, saliendo en defensa de Felix.

~ 133 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Las tengo—, dijo Felix. La justificación más importante era


mantener a sus amigos fuera del punto de mira de la mafia.

~ 134 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cameron Spencer había construido su extenso centro


comercial de automóviles a lo largo de una concurrida autopista de
cuatro carriles, asegurándose de que miles de personas vieran sus
relucientes vehículos nuevos cada día en su camino hacia y desde el
trabajo o las actividades escolares. Muchos viajeros veían los coches
como un símbolo de éxito. Si se esforzaban lo suficiente, podían
conseguir una de estas elegantes bestias. Podían ir a cualquier sitio y
hacer cualquier cosa. Conducir significaba libertad, que era la sangre
vital que corría por sus venas. Eso convirtió a Cameron Spencer en
un auténtico héroe. Todo lo que necesitaba era un traje de spandex,
botas y una maldita capa.
Felix estuvo a punto de saludar al concesionario desde donde
aparcó en el Emporio de Alfombras y Pisos de Billy Rae. Estaba
situado en la carretera detrás del concesionario, lo que le daba a
Felix un punto de ventaja para observar el terreno de Spencer, así
como algunas de las naves de reparación de automóviles. La
furgoneta de carga blanca de Felix, de finales de los 90, encajaba
bien con las furgonetas de servicio de Billy Rae. Se la había
comprado al periódico por un precio muy bajo cuando sustituyeron
algunos de los vehículos de su flota. Tenía un montón de kilómetros
y olía a tinta y papel, pero le permitía a Felix pasar desapercibido en
casi todas partes. Había tantas furgonetas blancas de reparto y
servicio en la carretera que escapaban a la atención de la mayoría de
la gente, que era precisamente con lo que Felix contaba cada vez que
la sacaba del granero detrás de su casa.
—Daphne a la furgoneta de los asesinatos. Adelante, Fred—,
dijo Rocky a través del auricular de Felix.
Felix gimió. —Otra vez la mierda de Scooby-Doo no.
Avery y Jonah habían decidido que los chicos del podcast se
parecían mucho a la pandilla de Misterio, Inc. Lo apodaron Fred, ya
que era bueno para poner trampas, Rocky era Dafne porque su cara
bonita distraía a la gente, Jonah se declaró como Shaggy, lo que dejó
a Avery, el más inteligente, como Velma.

~ 135 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Que conste que no eres tan bonito, Major—, dijo Felix.


—Felix prefiere llamarlo su shaggin Wagon19 en lugar de la
Máquina del Misterio—, corrigió Jonah.
Por supuesto, Jonah había querido una parte de la acción
cuando Rocky y Felix lo pusieron al corriente de todo tras regresar
de Atlanta. Jonah, a través de su supercomputadora Marla la
Magnífica, también proporcionó piezas esenciales del rompecabezas.
Felix estaba seguro de que era el vínculo entre Mercy y Spencer que
Jude había colgado sobre su cabeza. El nuevo conocimiento casi
había hecho más fácil para Felix ignorar los textos y correos
electrónicos que recibió de su némesis a lo largo del día. Podía haber
respondido que no a las sugerencias de Jude, pero era mucho más
divertido hacer que el hombre se guisara. Por otra parte, ¿cuándo le
había dicho alguien a Jude Arrow que no? Felix estaba dispuesto a
apostar que no ocurría a menudo.
Felix mentiría si no admitiera las pequeñas emociones que lo
recorrían cuando cada una de las invitaciones de Jude se volvía más
picante, pasando de una oferta para quedar a comer, seguida de una
petición de cita para cenar y, finalmente, Jude proporcionaba una
relación detallada de dónde le gustaría meter la lengua para el
postre. Esto último había mantenido la excitación de Felix durante
todo el día. Recordó la primera vez que Jude había pasado su lengua
por la espalda de Felix y no se había detenido en la parte superior de
la raja del culo.
Wow.
La risa de Rocky sacó a Felix de sus fantasías. —Cuando la
furgoneta empiece a moverse, no vengas a llamar a la puerta—,
sugirió el investigador privado.
—Que los jodan a los dos—, gruñó Felix.
— ¿Al mismo tiempo?— preguntó Rocky. — ¿Crees que lo
tienes claro, Freddie?
—Me opongo—, dijo Avery, haciendo reír a todos.

19
Un coche diseñado para el sexo

~ 136 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No voy detrás de tu hombre, Velma—, dijo Felix. —Y nunca


he utilizado esta furgoneta para ligar.
Rocky resopló. —Llega a los clubes y atrae a los jovencitos a su
furgoneta. Apuesto a que tiene paredes alfombradas y una cama de
agua en la parte trasera.
— ¿Aún las fabrican?— Felix preguntó.
— ¿Cómo diablos voy a saberlo?— Rocky respondió.
—Si vas a acusarme de comprar uno para seducir a jóvenes,
entonces debes saber si es algo factible. ¿Nos estás hablando desde
tu cama de agua ahora mismo?
—Hardy har har20—, dijo Rocky. —Estoy en el Puerto de
Savannah, como hemos hablado.
—Apuesto a que hay una mininevera en la furgoneta para los
aperitivos—, añadió Avery. El recién llegado aún no estaba seguro de
cómo tomarse la dinámica de Rocky y Felix. A menudo la confundía
con una verdadera hostilidad en lugar de con bromas amistosas y
solía desviar la conversación hacia temas más seguros. Era
entrañable y dulce.
—Eso sí que parece una buena idea—, dijo Felix. —Las
vigilancias pueden ser tediosas y largas.
—Muy tediosas—, estuvo de acuerdo Rocky. — ¿Tienes algún
movimiento en el concesionario, Fred?
Felix levantó sus prismáticos y escaneó toda la parte trasera
del recinto. Vio el exceso de coches nuevos que no cabían en el lote
delantero, así como una selección de vehículos usados, que variaban
en años y condiciones. Algunos probablemente estaban esperando
reparaciones menores o detalles antes de la reventa, mientras que
otros serían llevados al desguace o a una subasta.
Al establecer su misión, los chicos habían discutido las
ilimitadas posibilidades de cómo el concesionario de Spencer podría
ser útil para Jack Mercy. Aparte de las aparentes necesidades de

20
Risa falsa o sarcástica.

~ 137 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

transporte, el tráfico era su principal conjetura. ¿Qué estaba


moviendo Mercy?
¿Drogas? ¿Armas? ¿Personas?
Esto último hacía que Felix se pusiera físicamente enfermo
cada vez que la idea se le venía a la cabeza. Un exitoso jefe del
crimen cambiaba con los tiempos para mantener el flujo de dinero y
eludir la captura. Era posible que Mercy se dedicara a todas ellas.
—Todo está tranquilo aquí hasta ahora—, dijo Felix. Miró el
reloj y vio que eran casi las nueve. Pasaría un rato más antes de que
tuvieran que cambiar a las gafas de visión nocturna. Rocky se las
había proporcionado junto con los auriculares giratorios con
micrófonos incorporados que estaban utilizando. — ¿Y ustedes?
—Mi extremo del puerto sigue bastante ocupado—, dijo Rocky.
—Las tripulaciones todavía están cargando la carga en los barcos con
grúas. ¿Y tú, Jonah?
—La actividad ha disminuido mucho en mi extremo—,
respondió Jonah.
—Parece que tengo la mejor asignación—, dijo Avery. Lo
habían colocado en una parada de camiones a medio camino entre el
concesionario y el puerto. Si Felix seguía a alguien, Avery se cruzaría
con él y se encargaría de evitar que Felix fuera descubierto. —He
visto un par de tratos con drogas y he sido testigo de cómo un
camionero era engañado por una trabajadora sexual. Anoté los
números de las matrículas para la policía. Llamaré a Crimestoppers21
una vez que hayamos terminado con nuestra vigilancia.
—Tal vez deberíamos cambiar de lugar—, dijo Jonah. —Si estás
aparcado allí mucho tiempo, la gente podría empezar a sospechar.
—Estoy bien—, dijo Avery. —Estoy fuera del camino.
—Creo que Jonah tiene razón—, dijo Rocky. —Es mejor estar a
salvo que...

21
Crime Stoppers o Crimestoppers es un programa comunitario que ayuda a las personas a proporcionar
información anónima sobre actividades delictivas. A menudo administrado por grupos sin fines de lucro
o por la policía, funciona por separado del sistema de números telefónicos de emergencia u otros
métodos estándar para comunicarse con la policía.

~ 138 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tengo actividad—, dijo Felix, cortándolo. —Un


semirremolque que tira de uno de esos remolques de dos pisos para
transportar coches se ha detenido detrás del concesionario.
Una vez que habían calculado las formas en que Spencer podía
estar ayudando a la mafia, tuvieron que decidir qué parte del
concesionario vigilarían. Proporcionar el transporte al músculo de
Mercy probablemente ocurriría en la sala de exposición con un
apretón de manos. Nada que ver aquí, amigos. Sólo otro cliente
feliz. El tráfico ocurriría en la parte de atrás.
Rocky había recordado que el centro comercial de automóviles
había realizado recientemente una de esas promociones de empuje y
arrastre. Esas en las que el concesionario prometía darte un par de
miles por todos los canjes, independientemente del estado del coche.
Eso explicaba por qué había tantos cacharros en el aparcamiento
trasero. Felix pensó que estaban destinados a la chatarra, pero tal
vez no. Podría ser humo y espejos para la actividad criminal.
—Aquí vamos—, dijo Rocky con entusiasmo.
Felix apuntó con sus prismáticos a la cabina del
semirremolque. Al cabo de unos minutos, la puerta del conductor se
abrió y salió un hombre de aspecto familiar. Era el conductor de la
grúa que había recogido su coche. ¿Skeeter? Algo así. ¡Skeet!
Skeet caminó alrededor de la parte delantera del camión y se
detuvo. Apoyando las piernas a la anchura de los hombros, el
hombre grasiento cruzó los brazos sobre su pecho de barril. La
tensión y la obstinación irradiaban de la postura rígida del hombre.
Debido a la ubicación del semirremolque, Felix no pudo ver a quién
se había enfrentado Skeet. Al cabo de unos instantes, dos figuras
salieron de delante de la cabina.
—Que me jodan—, susurró Felix.
— ¿Qué?— preguntaron a la vez Jonah, Rocky y Avery.
—El conductor del camión es el mismo imbécil que recogió mi
Fusion. Y en estos momentos está manteniendo una conversación
con Veronica, que es la asistente personal de Spencer, y el Rough
Guy que Rocky y yo vimos en el club con Mercy el viernes.
—La presencia de Veronica borra la negación de Spencer—,
dijo Rocky.

~ 139 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Su grabación del club nunca sería admisible en un tribunal.


Incluso si lo fuera, Rocky se había agachado en su asiento para no
ser descubierto, y las capacidades de audio de las gafas no eran de
tan alta tecnología como el vídeo. Al establecer su vigilancia, se
habían basado en lo que Rocky había escuchado, que era sólo lo
suficiente para saber que algo estaba ocurriendo esta noche.
—No necesariamente—, advirtió Jonah. —Depende de cuánto
tiempo haya trabajado para él y de su acceso al horario de Spencer,
al ordenador y a varias otras variables. Todavía tenemos que
pillarlos haciendo algo ilegal.
Felix observó al trío a través de los prismáticos. Mientras que
Veronica y Skeet parecían tensos y hostiles durante su breve
intercambio, el matón de Mercy parecía relajado y a gusto. Veronica
debió de asestar un golpe verbal porque Skeet se lanzó hacia ella. El
Rough Guy se interpuso entre ellos, enfrentándose a Skeet. La
imperturbable mujer se mantuvo firme y sonrió ante el enorme y
grasiento simio que intentaba superar a Rough Guy. Había querido
meterse en la piel de Skeet y lo había conseguido. Un punto para la
dama. — ¿Qué pasa ahora?—, preguntó Jonah.
—El Rough Guy se interpuso entre Veronica y Skeet. Ahora
está señalando los cacharros en el aparcamiento. Parece que le está
diciendo a Skeet que los cargue en el transportador.
—Pronto sabremos si nuestras sospechas son correctas—, dijo
Rocky.
—Sabremos la mitad de los hechos—, contraatacó Felix. —
Sabremos que los coches del lote de Spencer van en los cargueros.
No sabremos si trafican con algo ilegal a menos que consigamos
mirar dentro de ellos.
—No corras riesgos estúpidos, Felix—, advirtió Jonah.
— ¿Yo?— preguntó Felix.
—Oh Dios—, gimieron a la vez Jonah, Rocky y Avery.
Ya era de noche cuando Skeet cargó los vehículos y subió a su
cabina.
—Aquí vamos—, dijo Felix mientras Skeet se alejaba.
—No lo sigas muy de cerca—, dijo Jonah.

~ 140 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Sí, papá—, dijo Felix.


La adrenalina lo invadió hasta que estuvo a punto de sufrir un
ataque de nervios. Sabía que Jonah tenía razón. El tráfico no era tan
intenso a esta hora de la noche, y Skeet podría sospechar si una
furgoneta salía del aparcamiento de Billy Rae's horas después de que
el negocio hubiera cerrado. Desde su posición ventajosa, Felix pudo
ver la dirección que tomó Skeet y le dio una buena ventaja al tipo
antes de poner la furgoneta en marcha.
Felix divisó el semirremolque en cuanto se incorporó a la
autopista. Confiando en el destino de Skeet, Felix mantuvo un
mínimo de tres coches entre ellos. —Vamos hacia ti, Velma—, dijo
Felix, retrocediendo para poner más distancia entre él y el otro.
—Estoy en posición—, respondió Avery.
Más adelante, Avery salió de la parada de camiones y se
incorporó al tráfico a unos cuantos metros detrás de Skeet. Felix
comprobó por el retrovisor que el carril izquierdo estaba vacío y se
incorporó. Pasó por delante de Avery y del transportista para poder
situarse en el puerto cuando Skeet llegara. El único trabajo de Avery
era asegurarse de que el transportista siguiera hacia el puerto. Si no,
continuaría siguiéndolo hasta que el resto pudiera relevarlo.
El puerto era una vasta extensión de comercio que se extendía
a lo largo del río Savannah, que era lo suficientemente profundo y
ancho como para permitir la entrada de barcos a ambos lados.
Enormes conglomerados empresariales se disputaban el espacio
entre las empresas de transporte y logística mundial. Gracias a su
proximidad al océano Atlántico y al acceso a las principales
autopistas y ferrocarriles, el puerto de Savannah se había convertido
en la terminal de contenedores de más rápido crecimiento de
Estados Unidos.
Felix se habría sentido abrumado por todos los buques de
carga, grúas y equipos pesados si no hubiera pasado horas
investigando y mirando mapas aéreos para formular un plan. Otra
de las piezas del rompecabezas que encontró Marla la Magnífica fue
la conexión de Jack Mercy con algunas empresas que operaban en el
puerto. No figuraba como propietario o patrocinador, pero formaba
parte del consejo de administración de esas empresas, lo que
significaba que podía tener acceso a los barcos anclados en Berth
Road.
~ 141 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La Autoridad Portuaria de Georgia gestionaba varios puestos


de control cerrados y restringía el acceso a algunas zonas de forma
más estricta que otras. Rocky había elaborado unas pegatinas con
códigos de barras para sus parabrisas que les permitían el acceso
cuando les entregó el equipo de vigilancia electrónica.
— ¿De dónde las has sacado?— había preguntado Felix.
—Pedí algunos favores—, había respondido Rocky con astucia.
—La gente no olvida cuando los salvas de pagar millones de
dólares en un acuerdo de divorcio al demostrar que su cónyuge
rompió las cláusulas de su acuerdo prenupcial.
—Ah—, había dicho Felix.
Tal y como habían discutido, Felix eligió una de las entradas
“sólo para empleados” que utilizaban un escáner electrónico en lugar
de uno operado por una persona que podría hacer preguntas o exigir
ver credenciales adicionales. Se acercó a la señal de stop y contuvo la
respiración mientras un láser azul escaneaba la pegatina del
parabrisas. La luz roja de la puerta se puso en verde y el brazo se
levantó para permitirle la entrada.
—Estoy dentro—, dijo Felix.
Rocky, Jonah y ahora Felix estaban en el puerto. Sus
compañeros estaban en los extremos opuestos, y él se había
escondido en el centro. Cada uno de ellos tenía una buena vista de
una de las posibles compañías que Mercy podría estar utilizando
para mover drogas o armas. O personas.
Por favor, que no sean personas.
Si su información era errónea o insuficiente, posiblemente
perderían a Skeet y no sabrían a qué barco había entregado los
coches. Su misión necesitaba un poco de suerte para acompañar sus
habilidades y las conexiones de Rocky.
—Tengo ojos en el transportador—, dijo Rocky. —Se dirige
hacia ti, Felix.
— ¿Ya lo ves?— preguntó Jonah.
—Todavía no—, respondió Felix.
—Mantengan la calma, todos—, advirtió Rocky.

~ 142 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La suerte debió sonreírles porque Skeet pasó junto a Felix unos


instantes después y se detuvo frente al muelle de carga, cerca de él.
—Tengo los ojos puestos en el transportista—, dijo Felix,
hundiéndose más en su asiento.
Las partes del puerto que bullían de actividad estaban bien
iluminadas, pero había focos de oscuridad absoluta en las zonas
donde los equipos habían terminado por el día. Había retrocedido
hasta una abertura en un lugar más oscuro, por lo que no era
probable que Skeet lo viera al volante.
— ¿Qué está pasando?— Preguntó Jonah.
Felix observó a través de las gafas de visión nocturna cómo
Skeet salía del camión y se dirigía a una oficina que no era mucho
más grande que un cobertizo. El letrero sobre la puerta la
identificaba como JWM Logistics, una de las empresas que
rastrearon hasta Mercy. Transmitió la información a la pandilla y
añadió: —Seguro que me gustaría saber qué hay en esos vehículos.
—No—, dijeron los demás colectivamente.
—Felix, no te atrevas—, dijo Rocky.
—No es seguro—, advirtió Jonah.
—Estoy de acuerdo con los otros dos—, añadió Avery.
Felix mantuvo su mirada fija en Skeet y debatió qué hacer a
continuación. Spencer embarcando viejos cacharros en un carguero
era extraño, pero ¿era criminal? Sólo había una forma de
averiguarlo. El comportamiento de Skeet cambió por completo en
cuanto empezó a hablar con la mujer de la oficina. Su postura era
relajada y utilizaba las manos para gesticular cuando hablaba. Lo
que sea que haya dicho debe haber sido gracioso, porque la mujer se
rio con ganas mientras movía su larga cola de caballo morena hacia
atrás sobre su hombro. Skeet se inclinó hacia delante y dijo algo
más. La mujer miró el reloj durante un segundo antes de asentir. Un
momento después, ambos salieron del pequeño despacho y ella cerró
la puerta tras ellos. Enlazando el brazo de ella con el de él, los dos se
alejaron de Felix antes de desaparecer en la incipiente oscuridad.
—Chicos, Skeet y una amiga acaban de irse a pie por el
muelle—, dijo Felix. —Ahora es mi oportunidad de echar un vistazo

~ 143 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

más de cerca—. Le encantaría echar un vistazo a los papeles de la


pequeña oficina, pero sería demasiado arriesgado.
—Un tipo llamado Skeet probablemente no tiene mucha
resistencia—, dijo Rocky. —Probablemente tenga dos minutos como
máximo.
—No es suficiente tiempo—, dijo Jonah.
—Tengo que intentarlo—, dijo Felix mientras abría la puerta de
su furgoneta y se escabullía tan silenciosamente como podía.
—Ten cuidado—, gruñó Rocky.
Felix comprobó en ambas direcciones que no se acercaba nadie
a pie o en vehículo. No había moros en la costa, así que corrió tan
sigilosamente como pudo hacia el camión. Felix pudo escuchar risas
femeninas seguidas de un profundo gemido y supo que Rocky
probablemente había sido generoso con su tiempo de espera. Felix
dio la vuelta al extremo más alejado y trepó por los barrotes de acero
hasta llegar al nivel inferior del transportador.
Comprobó la puerta del lado del conductor del coche más
cercano a él, que era un Pontiac Bonneville de finales de los 90. El
vehículo no estaba cerrado, así que realizó un rápido registro de la
consola central, miró bajo los asientos y rebuscó en el contenido de
la guantera. No encontró nada más que un bálsamo labial, un
paraguas compacto, una pila de servilletas de restaurantes de
comida rápida y varios paquetes de condimentos. Las gafas de visión
nocturna daban a todo un tinte verdoso. Felix no encontró ninguna
pistola, ni humeante ni de otro tipo, ni ningún alijo de drogas. Tiró
de la palanca bajo el salpicadero para abrir el maletero.
Los gemidos que resonaban en las sombras se hicieron más
fuertes, y Felix supo que se estaba quedando sin tiempo. Cerró la
puerta lo suficiente para que echara el pestillo, pero con la suavidad
necesaria para no delatar su presencia. Se acercó a la parte trasera
del coche y empujó el maletero para poder verlo más de cerca.
Estaba vacío.
Su corazón se hundió, pero Felix se negó a ceder. No esperaba
que Mercy le facilitara el trabajo. Felix retiró la alfombra del
maletero, con la intención de buscar en el hueco de la rueda de
emergencia, pero se congeló cuando escuchó el crujido de la grava
bajo los pies de alguien.
~ 144 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¡Mierda! Viene alguien—, susurró.


—Sal de ahí—, dijo Jonah.
—Oh, querido—, gimió Avery.
—Maldito imbécil—, gruñó Rocky.
Los pasos se acercaban desde la parte delantera de la cabina
del semirremolque, lo que significaba que Felix aún no había sido
visto. Sus opciones eran esconderse o ser atrapado. Como no tenía ni
idea de quién venía hacia él, Felix se metió en el espacioso maletero
del Bonneville. El coche venía equipado con una de esas asas de
emergencia que una persona podía utilizar en caso de quedarse
encerrada dentro. Felix tiró de la tapa para cerrarla, pero se detuvo
justo antes de cerrarla. Con asa de emergencia o sin ella, no podía
soportar la idea de quedarse encerrado en el maletero. Tal vez el
desbloqueo no funcionara, y se vería obligado a entregarse a menos
que quisiera dar un paseo en barco hasta sólo Dios sabía dónde.
Los latidos del corazón de Felix retumbaron con fuerza en sus
oídos a medida que los pasos se acercaban. ¿Quién era? ¿La
autoridad portuaria patrullando? ¿Un miembro de la tripulación que
volvía de un descanso para cenar? Quienquiera que fuera se detuvo
de repente, y Felix contuvo la respiración. El siguiente ruido le hizo
sentir miedo. Las suelas de goma chirriaban y rebotaban contra el
metal cuando alguien subía al transportista.
Felix deseó que se le hubiera ocurrido agarrar algo que le
sirviera de protección. Podría quitarse las gafas de visión nocturna y
blandirlas como un arma. Por favor, que sea el Major. Por favor,
que sea Jonah. La tapa se abrió de repente, y Felix miró con sorpresa
a la última persona en la tierra que quería ver

~ 145 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Qué demonios estás haciendo aquí?— preguntó Felix. ¿Y


por qué demonios Jude parecía caliente incluso cuando los lentes le
daban ojos espeluznantes y brillantes y lo convertían en un tono
verde como el de Hulk?
— ¿Quién?—, preguntaron sus amigos, pero no al mismo
tiempo. La pregunta salió en un estallido de tres personas diferentes.
¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?
—Parecemos un búho demente—, dijo Rocky.
—O un disco rayado—, bromeó Jonah.
—Chicos—, dijo Avery, sonando frustrado. —Felix podría estar
en problemas.
— ¿Lo estás, Fee?— preguntó Rocky.
Felix los ignoró a todos.
Jude lo miró con el ceño fruncido, totalmente ajeno a la
conversación que se desarrollaba en el oído de Felix. —Estoy
salvando tu estúpido culo—, gruñó.
— ¿Salvándome de quién?— preguntó Felix a Jude. —Tú eres la
razón por la que me metí en el maletero en primer lugar.
— ¿Maletero?— Repitió Rocky.
— ¿Con quién carajo está hablando Felix?— preguntó Jonah.
—Apuesto a que lo sé—, respondió Rocky.
— ¿Quién?— preguntaron Jonah y Avery al mismo tiempo.
Jude agarró el bíceps de Felix y lo arrastró hasta una posición
sentada. —Vamos a salir de aquí antes de que acabes muerto.
— ¿Es Arrow?— Preguntó Rocky. —Contéstame, Felix.
—Sí—, dijo Felix. —Es Arrow.
—Maldita sea—, gruñó Rocky. — ¿Estás bien?

~ 146 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Estoy bien, Major—, dijo Felix, arrancando su brazo del


agarre de Jude y saliendo del maletero antes de cerrarlo en silencio.
—Si no, conduciré hasta allí y lo golpearé de nuevo—, ofreció
Rocky.
—Estás demasiado ansioso. Nos vemos en el punto de
encuentro—, dijo Felix mientras miraba a izquierda y derecha para
asegurarse de que la costa seguía despejada.
Felix se quitó las gafas y se quitó el auricular mientras corría
hacia la seguridad de su furgoneta. Por desgracia, pudo oír a Jude
justo detrás de él. Felix abrió de un tirón la puerta del conductor y
subió al vehículo. Su némesis subió en el lado del pasajero.
—Deberías cerrar las puertas—, dijo Jude.
Felix le frunció el ceño, pero Jude no se movió. —Bájate.
—No.
Felix respiró profundamente para calmar su corazón
acelerado. No podía arrancar la furgoneta y marcharse porque no
quería que el ruido llamara la atención de Skeet. Gritarle a Jude
también los delataría.
— ¿Qué demonios estás haciendo aquí?— susurró Felix con
rabia.
—Te he seguido. Supe que no estabas tramando nada bueno
cuando ignoraste mis mensajes de texto y de correo electrónico. Si
hubieras tardado unos segundos en mandarme a la mierda, no
habría sospechado.
A Felix se le erizó el vello de la nuca. ¿Podría Rocky tener
razón sobre la relación de Jude con Spencer y Mercy? — ¿Me has
seguido?
— ¿No es eso lo que acabo de decir?— Preguntó Jude. —
Estabas tan metido en la búsqueda de respuestas que ni siquiera te
diste cuenta de que te estaba siguiendo una vez que saliste del
periódico. Felix, no puedes permitirte cometer este tipo de errores.
—El único error que he cometido esta noche ha sido no darte
una patada en los dientes cuando has empezado a subir a la
furgoneta. ¿Cómo has pasado la puerta de seguridad?

~ 147 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude hizo una mueca. —Gracias por perdonarme los dientes.


Mis padres pagaron mucho dinero para darme esta bonita sonrisa,
que junto con mis credenciales de periodista, me hizo pasar la
puerta. Te preguntaría cómo has venido aquí, pero no quiero
saberlo. Ya estoy bastante furioso contigo.
Tenía un puto descaro. Felix se erizó cuando la frustración se
transformó en rabia. —Dime qué Mercy está traficando con los
cacharros de Spencer o vete a casa.
—No va a suceder.
— ¿A qué dices que no?— Presionó Felix.
—A las dos cosas. No me voy a ir hasta que lo hagas, y nunca he
afirmado conocer detalles íntimos de la operación de Mercy, Ace.
Sólo dije que conocía la conexión entre ellos.
—No me llames así—, dijo Felix con vehemencia.
Aquello desencadenó recuerdos íntimos a los que no estaba
preparado para enfrentarse encerrado en una furgoneta oscura sin
nadie que le impidiera hacer alguna estupidez. Jude tenía un brillo
depredador en sus ojos, lo que auguraba grandes problemas.
— ¿Por qué no?— preguntó Jude. — ¿Te recuerda a tiempos
más felices?
Felix trató de formar palabras que destrozaran la mirada
engreída de Jude, pero no pudo. Negar que Jude lo había hecho
delirar de felicidad sería una mentira descarada. Así que cambió de
tema. —Tal vez no dijiste directamente que sabías lo que Mercy y
Spencer estaban tramando, pero lo insinuaste.
Los labios de Jude se movieron porque reconoció los
movimientos de desviación patentados de Felix. —No es mi culpa si
leíste más en mis comentarios y sacaste conclusiones equivocadas.
— ¿Alguna vez escuchas las tonterías que salen de tu boca? Eso
es exactamente lo que querías que pasara. Crees que eres más
inteligente que yo y no planeaste que descubriera que la esposa de
Cameron Spencer, Brigitte, es la hija ilegítima de Jack Mercy.
No sólo era la hija de Jack, era su única hija.
Técnicamente, Marla la Magnífica conectó los puntos. Jonah
había introducido todo lo que sabía sobre los actores clave, incluidas
~ 148 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

sus familias: parientes de sangre y las conexiones obtenidas a través


del matrimonio. Sólo tardó unas horas en escanear los datos y
encontrar la asociación. La madre de Brigitte Spencer había sido la
secretaria de Jack Mercy. Lillian Sullivan era una belleza pelirroja de
dieciocho años cuya relación con Mercy, un hombre casado, terminó
abruptamente unos siete meses antes de que naciera Brigitte. Lillian
se casó con un hombre llamado Edgar Stevenson poco después de
dejar el empleo de Mercy, y fue él quien figuró como padre biológico
de Brigitte en su certificado de nacimiento. Marla era un genio, y
Felix le habría dado todo el crédito si no estuviera demasiado
ocupado deleitándose con la mirada de Jude, que tenía los ojos muy
abiertos y la boca floja.
—Sólo intentabas introducirte en mi investigación diciendo
que tenías información valiosa. ¿Por qué? ¿Quieres una parte de la
notoriedad cuando Mercy sea derribado?
Jude cerró la boca y entrecerró los ojos. —Eres un maldito
tonto, Felix.
— ¿Yo? ¿Por qué? ¿Porque quiero detener a tipos como
Spencer y Mercy?
Jude negó con la cabeza. —No. Es un rasgo encomiable,
aunque sea delirante—. Su voz era triste y teñida de arrepentimiento.
—Entonces, ¿por qué?
Jude se acercó y acarició la mejilla de Felix. El movimiento fue
tan inesperado y tierno que Felix se estremeció. Sin embargo, Jude
no retiró la mano, sino que la redobló acariciando la carne de Felix
con el pulgar.
Felix quería gemir e inclinarse hacia su contacto, pero no
podía, no quería.
— ¿Por qué?— volvió a preguntar Felix.
Jude tragó con fuerza, y Felix pudo ver la lucha interna que se
libraba en la mirada de Jude antes de que cerrara los ojos. Jude
respiró profundamente y volvió a abrirlos. Felix sólo vio
determinación en sus iris de medianoche. El conflicto que Jude
había librado estaba resuelto. La sexy inclinación de los labios de
Jude prometía problemas.

~ 149 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Me habría dado una excusa para estar cerca de ti—, dijo
Jude.
Las palabras hicieron perder el aliento a Felix, que estuvo a
punto de replegarse sobre sí mismo. Sentía que la caricia de Jude era
lo único que lo mantenía en pie. Por mucho que Felix tratara de
convencerse de lo contrario, Jude seguía teniendo el poder de
hacerle caer en picado.
Felix rodeó con su mano la muñeca de Jude y retiró a la fuerza
la mano de Jude de su cara. — ¿Volvemos a lo mismo?
Jude miró su mano y luego cerró el puño como si se aferrara a
algo. —Nunca lo dejamos. Si me das cinco minutos ininterrumpidos
para explicarte, yo...
—Lo intentamos el viernes por la noche. No usaste tu tiempo
sabiamente.
Jude resopló. —Pasé la mayor parte del tiempo arrastrándote
por el club para encontrar un lugar privado. Come conmigo mañana.
—No.
— ¿Cena? Prepararé todos tus favoritos.
Felix negó con la cabeza. —Claro que no.
Jude se rió. — ¿De qué tienes miedo, Felix?
La carcajada de Felix fue lo suficientemente aguda como para
cortar un cristal. —Primero intentas sobornarme y ahora apelas a la
parte de mí que no puede resistirse a un desafío—
— ¿Funcionó?— preguntó Jude.
— ¿Además de recordarme el maldito manipulador que eres?—
preguntó Felix. —No, no funcionó.
Las fosas nasales de Jude se encendieron y sus ojos brillaron
en la oscura furgoneta. No estaba enfadado; estaba excitado. Felix
no era el único al que le gustaban los retos. El aire a su alrededor se
espesó, volviéndose pesado y empalagoso. —Es una pena. ¿Cómo vas
a saber si estoy involucrado en actividades sórdidas?
Felix enarcó una ceja. — ¿Lo estás?

~ 150 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Crees que voy a confesar mis pecados en tu furgoneta


porque me lo pides?—. Jude miró brevemente hacia la zona de carga
antes de fijar sus ojos hambrientos en Felix una vez más. —Podrías
arrastrarme hasta allí y obligarme a dar algunas respuestas. Estamos
atascados aquí hasta que el baboso regrese de intercambiar
cumplidos con la señora de la oficina.
Felix se inclinó hacia delante hasta que sus labios casi tocaron
los de Jude. —A diferencia de ti, hay líneas que no cruzaré para
conseguir una historia—. Felix empezó a retirarse a su asiento, pero
la mano de Jude se alargó y le agarró la nuca, manteniéndolo en su
sitio.
—Ya lo veremos. En mi casa mañana por la noche. A las seis.
Te mandaré un mensaje con mi dirección.
Jude soltó a Felix y salió de la furgoneta. Felix siguió
observando mucho después de que Jude desapareciera en la noche,
hasta que el tintineo del metal contra el hormigón penetró en su
nublado cerebro. Al girar la cabeza, Felix vio que Skeet había
regresado y bajado la rampa de la camioneta.
Volvió a ponerse las gafas de visión nocturna y se colocó el
auricular. —Eh, chicos, voy a estar inmovilizado un rato.
—Ya lo creo—, respondió Rocky, haciendo que Jonah y Avery
se rieran.
—Listillo—, replicó Felix con sequedad. —Skeet está de vuelta y
descargando vehículos. No puedo irme sin llamar la atención, así
que grabaré la actividad en su lugar. Quizá la identificación del barco
nos dé algunas respuestas.
—O simplemente podrías preguntarle a Jude mañana cuando
vayas a su casa a cenar—, sugirió Avery.
Felix gimió. — ¿Han oído eso?
—Te sacaste la pieza de la oreja pero no lo apagaste, así que tu
micrófono seguía captando la conversación—, respondió Rocky. —
Estabas aguantando. Estoy orgulloso de ti.
—Cristo—, gruñó Felix. —No voy a ir a cenar a casa de Jude.
—Ajá—, dijo Jonah.
—Claro que no—, dijo Rocky.
~ 151 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No hagas nada que yo no haría—, se burló Avery.


Felix volvió a quitarse el auricular, pero esta vez lo apagó. —
Los listillos engreídos creen que me conocen. Se lo demostraré. Ni
de broma voy a ir a la casa de ese desgraciado a hablar ni a nada.
El teléfono de Felix zumbó con un texto entrante unos minutos
después. Esperaba que uno de sus amigos quisiera echarle más
mierda, pero era de Jude proporcionando su dirección.
Tengo una piscina. Trae tu traje de baño. O no.

~ 152 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

A las 5:45 de la tarde siguiente, el teléfono de Felix sonó en la


mesa junto a su sillón. Luego sonó una y otra vez, una tras otra. Y sin
apartar la vista de su portátil, Felix supo dos cosas: que era un
mensaje de grupo y que los remitentes no eran personas al azar que
habían incluido su número de teléfono por accidente. Podía ignorar
los mensajes, pero eso sólo animaría o despistaría a sus amigos
listillos.
Felix dejó el portátil a un lado y agarró su teléfono. Y así fue.
Tenía mensajes de Rocky, Jonah y Avery.
Buena suerte en tu cita, decía Jonah.
Espero que te hayas recortado el vello púbico, añadió Rocky.
¿Cómo sabes que los tiene? preguntó Avery.
Todos los adultos tienen vello púbico. Algunos optan por
afeitarse o depilarse, respondió Rocky.
Sí, pero tu mensaje implica que tienes conocimiento de
primera mano sobre si Felix se depila, se recorta o se afeita el
pubis, respondió Avery.
Deja de decir pubis. Es una palabra asquerosa, los amonestó
Jonah.
Felix se rio lo suficientemente fuerte como para asustar a los
pájaros de un árbol cercano. Y respondió con un solo golpecito. No
voy a ir a casa de Jude. Ya se los había dicho dos veces, pero podía
ver lo poco que le habían creído. Entonces Felix añadió: Mi pubis no
está en discusión.
Vamos. Tú también no, respondió Jonah.
No es demasiado tarde para ir a casa de Jude, dijo Avery.
Es catorce años demasiado tarde, replicó Felix.
Rocky respondió con un choque de puños, y Avery envió un
emoji de cara triste. Era una lindura. No era de extrañar que tuviera
a Jonah envuelto en su meñique. Felix supuso que no pasaría mucho
~ 153 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

tiempo antes de que Jonah ocupara también un lugar en el dedo


anular de Avery. Se alegró por sus amigos y también sintió un poco
de envidia.
Intercambiaron unos cuantos mensajes más antes de que cada
uno de ellos dijera que tenía algo que hacer. Rocky tenía cosas súper
secretas de PI que atender, y Jonah y Avery tenían que hacer cosas el
uno con el otro.
Sí. Envidia. No porque quisiera a Jonah o a Avery para él. Ese
bastardo zalamero de Jude tenía a Felix tan excitado últimamente
que ni siquiera masturbarse aliviaba el dolor por mucho tiempo.
Podría haber ido a The Cockpit o a otro club para encontrar a
alguien con quien aliviar su soledad, pero eso sólo lo haría sentirse
peor, no mejor. La necesidad que le corría por las venas no se
saciaría sólo con la liberación física.
Felix no había conectado con nadie como lo había hecho con
Jude Arrow. En parte, lo atribuía a la química y a la atracción física,
pero la mayor parte se debía a la estimulación emocional. Jude había
sido la primera persona que hizo que Felix se sintiera visto y
valorado, al menos románticamente. Jude nunca lo había mirado
con desdén; había expresado una genuina curiosidad por Felix,
primero como persona y luego como amante.
Había despertado en Felix un anhelo que se volvió adictivo.
Por primera vez en su vida, Felix había comprendido por qué su
madre había vendido su cuerpo para conseguir su próxims dosis.
Cada día había girado en torno a conseguir una dosis de Jude. Felix
había sabido limitar su exposición a las drogas y al alcohol en la
universidad, pero nadie le advirtió del impacto que el amor y la
lujuria tenían en una persona.
Pero Jude había utilizado los conocimientos adquiridos para
humillar a Felix delante de sus compañeros.
Puf.
Así de fácil, la tentación de ir a casa de Jude pasó de ser una
necesidad palpitante y dolorosa a un zumbido de bajo nivel que
podía espantar como un mosquito molesto.
Felix agarró su portátil y le dio al play para seguir viendo el
vídeo que había puesto en pausa cuando empezaron los mensajes de
grupo. Marla la Magnífica podría haber vinculado a la madre de
~ 154 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Brigitte Spencer con Jack Mercy a través de los registros de empleo,


pero eso por sí solo no era suficiente. Felix necesitaba encontrar
otras conexiones entre Cameron Spencer y Jack Mercy que pudiera
explotar.
Había descubierto dos vídeos que parecían prometedores. El
primero fue grabado hace diez años. Un presentador de Atlanta
entrevistó a Cameron y Brigitte Spencer para su programa matutino.
Se emitió el día de San Valentín, por lo que todas las parejas
entrevistadas habían hablado del amor verdadero y de encontrar a
sus almas gemelas. Felix había empezado a sentir náuseas a los
pocos minutos, así que había adelantado la entrevista de Cameron y
Brigitte. La presentadora, Tanda Rinehart, acababa de presentarlos
cuando sus amigos habían comenzado sus travesuras.
—Ustedes dos tienen una historia interesante—, dijo Tanda en
la pantalla. — ¿Por qué no nos la cuentan?
Brigitte Spencer -majestuosa, despampanante y equilibrada-
sonrió a su marido y dijo: — ¿Quieres ir tú primero o lo hago yo?
La expresión de Cameron era tan ñoña que Felix puso los ojos
en blanco. —Te vi en el club de sexo, amigo—, dijo en voz alta a
nadie. El hecho de que Spencer no participara en un acto sexual
concreto cuando Felix estaba allí no significaba que nunca
participara. Su membresía era suficiente para poner en duda su
fidelidad.
—Sigue tú—, le dijo Cameron a su mujer. —Cuentas la historia
mucho mejor que yo.
Brigitte soltó una risita mientras se enfrentaba a Tanda. —Una
noche volvía a casa de la universidad a última hora y tuve un
problema con el coche. Una de las ruedas reventó y apenas pude
evitar un accidente. Me quedé tirada en el arcén de la carretera, sola
y a oscuras. Estaba aterrorizada En ese entonces no teníamos
teléfonos móviles, así que mis opciones eran llamar a alguien para
que me ayudara o empezar a caminar.
— ¿Qué elegiste?— preguntó Tanda.
Brigitte sonrió. —Decidí caminar, pero no había llegado muy
lejos cuando apareció mi caballero de brillante armadura.

~ 155 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Más bien un mono de grasa conduciendo una chatarra


oxidada—. Cameron se rio, y sus mejillas se volvieron rosadas. Ya
había dominado el arte del autodesprecio. —Aquí estaba esta mujer
impresionantemente hermosa marchando por la carretera con la
cabeza en alto.
—Debí parecer un desastre. Tenía el pelo sudoroso pegado a la
cabeza, la ropa desarreglada y una de mis sandalias se rompió antes
de recorrer un kilómetro y medio.
—Seguías siendo la mujer más seductora que había conocido.
Todavía lo eres—, añadió Cameron.
—Maldita sea, es suave—, dijo Felix mientras Brigitte le daba
un manotazo juguetón.
Cameron volvió a centrarse en Tanda y dijo: —No estaba de
muy buen humor. Le pregunté si era su coche inutilizado el que
acababa de pasar, y me contestó con algo sarcástico.
— ¿Recuerdas lo que dijo?— preguntó Tanda.
Cameron volvió a sonreír a su mujer. —Cada palabra.
— ¿Quieres compartirlo?
Cameron se rio. —Ella se detuvo, se volvió hacia mí y puso
ambas manos en sus caderas. Me echó una mirada que habría hecho
marchitarse a la mayoría de los hombres y dijo: 'No, sólo estoy
aburrida y salgo a buscar problemas'.
— ¿Qué respondiste?— preguntó Tanda.
Los Spencer se miraron profundamente a los ojos durante
varios momentos antes de que Cameron respondiera. —Le dije que
habían llegado los problemas.
La pareja pasó los siguientes minutos hablando del resto de los
acontecimientos de esa noche y de cómo, sin saberlo, había
moldeado sus futuros. Cameron había sustituido la rueda de Brigitte
por la de repuesto de emergencia y luego la había seguido para
asegurarse de que llegaba a casa sana y salva. Al día siguiente,
Brigitte se presentó en el pequeño concesionario donde Cameron
había trabajado como mecánico.
—Le horneé galletas para agradecerle su ayuda y también para
disculparme por haber sido tan sarcástica y odiosa.
~ 156 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tenías miedo—, dijo Cameron.


Brigitte se inclinó hacia él. —Era aún más guapo de lo que
recordaba, así que me puse un poco nerviosa.
—Me robó el aliento la noche anterior al lado de la carretera,
pero estaba totalmente preparada para ofrecerle mi corazón en
medio de la sala de exposiciones. Sólo una cosa me detuvo.
—Su tonto orgullo—, dijo Brigitte. —Cam no creía que fuera lo
suficientemente bueno para mí.
—No era lo suficientemente bueno para ti. Una joven educada
de una buena casa no pertenecía a un hombre que nunca podía
quitarse la grasa de debajo de las uñas por mucho que lo intentara.
Decidí entonces que algún día sería digno de ella.
—Y me aseguré de tener la oportunidad de dejarlo sin palabras
al menos una vez más—, dijo Brigitte.
— ¿Cómo?— preguntó Tandy.
—Asegurándome de poner sus galletas en el recipiente
Tupperware favorito de mi mamá—, respondió Brigitte.
—Y asegurándome de que sabía que la etiqueta adecuada sería
devolverlo rápidamente—, añadió Cameron.
—Lo busqué todos los días durante un mes. Me tomé un
tiempo extra para maquillarme y arreglarme el pelo. Apuesto a que
me probé dos o tres conjuntos cada mañana hasta que encontré el
adecuado—, dijo Brigitte. —Al final del mes, ya había renunciado a
que apareciera con el Tupperware de mamá en la mano.
Cameron se rio. —Estaba ocupado mejorando mi situación
para poder impresionar a sus padres. Se abrió un puesto de ventas
en el concesionario, así que estuve girando llaves inglesas durante el
día y vendiendo coches por las noches y los fines de semana. Al final
del mes, ya vendía suficientes coches como para dedicarme a ello a
tiempo completo. Compré mi primer traje, un ramo de flores para
Brigitte y su madre, y una botella de whisky para su padre.
—Excepto que mi padre no bebía, y mi madre era alérgica a las
flores.
—Y yo devolví el tupperware con migas—. Cameron se encogió
de hombros. —Tuve un gran comienzo.
~ 157 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Mamá todavía se burla de él por el Tupperware hasta el día


de hoy—, dijo Brigitte.
Los Spencer hablaron durante un rato sobre la superación de
sus diferencias y el aprendizaje del compromiso.
—Nada era lo suficientemente bueno para Cam—, dijo Brigitte.
—Era demasiado duro consigo mismo y seguía presionando y
presionando. Vender el mayor número de coches no era suficiente.
Quería aprender otros aspectos del negocio. Ser ascendido a director
de ventas no le satisfacía. Quería dedicarse al negocio por sí mismo.
—Mi deseo de proporcionarle la vida que creía que merecía
significaba que nunca estaba en casa para compartirla con ella—,
dijo Cameron.
Cuanto más los veía Felix interactuar, más se convencía de que
la devoción de Spencer por su esposa, al menos entonces, era
genuina. Brigitte era la persona más importante de su vida.
La pantalla se quedó en negro cuando el vídeo terminó unos
minutos después, y Felix captó su reflejo fruncido en la pantalla del
ordenador. Odiaba poder identificarse con el impulso y la ambición
de Cameron.
Felix cerró el enlace y sacó la segunda entrevista de hace un
año. La había pospuesto porque el entrevistador era Jude. Felix
deseaba poder saltársela por completo, pero el tema era uno que no
podía ignorar. Felix le dio al play y se sintió inmediatamente
asaltado por las emociones cuando el apuesto rostro de Jude
apareció en la pantalla.
—Hablemos de su Programa de Segunda Oportunidad—, dijo
Jude.
Cuando la cámara se dirigió a Spencer, Felix se dio cuenta de
que había estado conteniendo la respiración.
—Estúpido. Estúpido. Estúpido—, murmuró Felix.
Reprimió su atracción por Jude para centrarse en la
conversación.
—El Programa de Segunda Oportunidad está orientado a
ayudar a los delincuentes no violentos a tener un segundo comienzo
en la vida una vez que salen de la cárcel. Además de las

~ 158 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

oportunidades de trabajo, me aseguro de que tengan acceso a otros


recursos, como el asesoramiento. Me identifico con estas personas
más de lo que creen. Yo también tuve dos golpes en mi contra al
nacer, pero tuve suerte al principio y encontré un mentor. Quiero ser
esa roca para otros.
—Eso es encomiable—, dice Jude. — ¿Hay circunstancias en las
que la gente echa a perder sus segundas oportunidades?
—Por supuesto—, dijo Spencer. —Tú y yo sabemos que las
cartas están en contra de algunas personas, y otras elegirán el
camino de menor resistencia, que es la vida que conocen. Algunos de
los inscritos acaban volviendo a la cárcel, pero el Programa de
Segunda Oportunidad tiene una tasa de éxito del ochenta y cinco por
ciento. Estoy muy orgulloso de ello.
—Como debería estarlo—, dijo Jude.
A medida que la entrevista continuaba, la irritación de Felix
aumentaba. Ni una sola vez Jude indagó lo suficiente como para
averiguar cómo se elegía a los presos en libertad condicional o qué
les ocurría después de completar el programa de doce meses. Se
limitó a dejar que Spencer escupiera los hechos que quería
compartir.
—Maldita pereza informativa—, hizo Felix una mueca.
Cerró el portátil y lo dejó a un lado. Se quedó mirando la
extensión boscosa de su patio trasero y dejó que su mente vagara.
¿Podría haber un vínculo entre Mercy y el programa? Sentía que
estaba a punto de conectar algunos puntos significativos cuando el
sonido de los neumáticos crujiendo sobre la grava llamó su atención.
Estaba demasiado cerca para que fuera alguien entrando en la
entrada de su vecino.
Vaya, me pregunto quién podría ser.
Felix no tenía la suerte de que su visitante fuera una simpática
señora de la iglesia que quisiera convertir a un pecador como él, ni
tampoco sería alguien que esperara venderle filetes, una aspiradora
o un juego de enciclopedias.
Que me jodan.
Felix se levantó y empezó a caminar hacia la esquina de la casa
cuando un grito impío surgió de la parte delantera de la casa.
~ 159 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¡Santo cielo!— gritó Jude.


Más chillidos ensordecedores rebotaron en los árboles.
—Atrás—, dijo Jude. —No te atrevas a morderme. ¡Felix! Aleja
a estos pájaros demoníacos de mí.
Felix se tomó su tiempo para rodear la esquina delantera de la
casa donde los pavos reales de su vecino tenían a Jude inmovilizado
contra el garaje.

~ 160 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Veo que has conocido a Pete y a Perla—, dijo Felix


despreocupadamente.
Pete era un macho de color cerceta con un plumaje
asombrosamente hermoso, que mostraba cuando estaba cachondo o
cabreado. Felix no estaba seguro de qué emoción despertaba Jude
dentro de la bestia emplumada hasta que Pete intentó morder la
entrepierna del hombre. Perla era una hembra blanca que tenía más
modales que su compañero. Apartó a Pete de su camino y apuntó
también a la entrepierna de Jude mientras Pete gritaba su
indignación. Okey, a veces era tan salvaje como Pete.
Jude sostenía una gran caja de almacenaje en un brazo y
trataba de cubrirse la polla y las pelotas con la mano libre. —Un poco
de ayuda aquí, por favor.
Felix se metió dos dedos en la boca y silbó como Tracey le
había enseñado. Pete y Pearl giraron la cabeza en su dirección y se
acercaron. Felix les acarició la parte superior de la cabeza mientras
ellos arrullaban alegremente.
— ¿Tienes pavos reales de ataque?— preguntó Jude.
—No soy el dueño, así que no puedo estar seguro de qué tipo
de entrenamiento han tenido. Pete y Perla viven en la propiedad de
al lado, pero por alguna razón, a los pájaros parece que les gusto.
Nunca olvidaría la primera vez que Pete chilló frente a su
ventana en medio de la noche. Lo había asustado tanto que Felix
había salido rodando de la cama y había caído al suelo con un golpe
seco. La introducción había sido dura, pero los pájaros se habían
hecho sus amigos.
—Sin embargo, parece que no se preocupan por ti—. Felix
apartó la vista de los pájaros y se encontró con la mirada de Jude. —
¿Qué estás haciendo aquí?
—Teníamos planes para cenar.

~ 161 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No—, dijo Felix, sacudiendo la cabeza. —Hiciste planes y


esperabas que los cumpliera.
—El tipo que solía conocer nunca podía resistirse a la oferta de
una cena de carne de cerdo y natación.
—No soy el tipo que conociste, Jude. No estoy seguro de lo que
hace falta para que te des cuenta de lo mucho que he cambiado.
Jude soltó un fuerte suspiro y se alejó unos pasos de la puerta
del garaje. —Atisbo de vez en cuando al chico que adoraba antes de
que lo vuelvas a arropar. Por eso no puedo rendirme.
—Atrápalo, Pete—, dijo Felix, señalando a Jude. El pavo real
macho miró entre Felix y Jude antes de dar unos pasos hacia su
huésped no invitado.
Jude se aplastó contra la puerta del garaje una vez más. —Bien.
Dejaré la comida y me iré de aquí—. La voz de Jude era resignada, y
la derrota se aferraba a él como un manto. Felix había ganado.
Entonces, ¿por qué se sentía tan vacío por dentro?
¿Pasaría Felix el resto de su vida preguntándose por qué Jude
lo había traicionado? ¿Se arrepentiría de no haber dejado que el
hombre dijera lo que fuera que necesitaba desahogarse?
—Vengan, Pete y Perla—, dijo Felix, dándose la vuelta y
volviendo sobre sus pasos hacia el patio trasero. —Tú también
puedes venir, Jude.
Soy un maldito tonto.
Jude lo siguió hasta el patio trasero. Su propiedad
probablemente palidecía en comparación con la de Jude, pero le
encantaba. Felix no tenía piscina, pero sí un precioso estanque de
koi con una relajante fuente de agua. Los peces blancos y
anaranjados de colores brillantes fascinaban a los pavos reales y,
aunque eran omnívoros, nunca intentaron comerse ninguno de los
koi. Pete se servía un renacuajo de vez en cuando, pero él y Perla
preferían comer bichos y pequeños reptiles.
—Tienes una bonita casa.
—Gracias. Soy muy feliz aquí—. Felix abrió la puerta corrediza
del patio y le indicó a Jude que entrara delante de él.

~ 162 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude dejó la caja sobre la mesa de la granja de la que Felix se


había enamorado en un mercadillo. Soltó un suspiro tembloroso y
luego miró a Felix a los ojos. —Nunca le he contado a nadie lo de tu
madre.
—De acuerdo, vamos a hacer esto ahora. Te seguiré el juego—,
dijo Felix, aunque era difícil con esos deliciosos aromas que salían de
la caja de cartón. Detectó carne ahumada y papas con queso, y fue
casi suficiente para desviar su atención. —Si no fuiste tú, ¿quién lo
hizo?
—Bobby Cooper—, dijo Jude.
— ¿Coop? ¿Tu compañero de cuarto? Casi nunca estaba allí—.
Por eso habían podido follar como conejos casi siempre que habían
querido.
—Casi nunca no es lo mismo que nunca—, dijo Jude. —Estuvo
en el dormitorio en un momento dado esa noche porque algunas de
mis cosas fueron trasladadas a la mañana siguiente. Le encantaba
jugar a pequeños y estúpidos juegos mentales. O nos espiaba a
propósito o escuchaba nuestra conversación.
— ¿Por qué iba a cotorrear sobre mis asuntos personales?—
Felix preguntó, aunque sabía la respuesta.
—Para causarnos problemas—, respondió Jude. —Coop me
quería para él.
—Oh, wow. ¿Muy arrogante?
—Se me insinuó antes de que empezáramos a salir, varias
veces durante, y otra vez después. Coop quería que rompiéramos de
una forma tan horrible que no me dio ni la hora, y mucho menos me
permitió defenderme.
Jude sonaba tan sincero, y Felix había sido consciente del
enamoramiento de Coop por Jude. La bilis subió, pero Felix se la
tragó. Había tenido sus propias sospechas sobre el compañero de
cuarto de Jude. Las había hecho a un lado cada vez que se colaban
en su psique. Para Felix era más seguro creer que Jude lo había
traicionado que dudar de sí mismo.
O tal vez era más fácil.

~ 163 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

¿Había participado tan voluntariamente en el plan de Coop?


¿Había funcionado? ¿Se volvió Jude hacia su compañero de cuarto
después de que habían roto? A Felix se le secó la boca como el
Sahara, y la garganta le ardía como si hubiera perseguido un trago
de licor de luna con un malvavisco en llamas. Le dolía respirar. Felix
bebió un largo trago de té dulce, el líquido helado extinguió
momentáneamente el fuego infernal.
— ¿Aceptaste a Coop?
—Por supuesto que no. Incluso si no hubiera estado colgado de
ti, no habría recurrido a Coop. Conseguí otro compañero de cuarto
después de mi primer año.
—No—, dijo Felix, sacudiendo la cabeza. —Es demasiado
conveniente.
— ¿Lo dices porque prefieres que sea el enemigo, o realmente
crees que te hice daño intencionadamente?— Jude se movió
alrededor de la mesa y tomó la cara de Felix entre sus manos. —No
traicioné tu confianza, pero aun así te fallé porque no me había
ganado tu confianza. El hombre que está frente a mí ahora exigiría
más pruebas, pero el muchacho que adoraba no había descubierto
aún su valía.
En tal proximidad, era imposible esquivar la granada
emocional que Jude le lanzó. Felix podía dar un paso atrás y romper
su vínculo físico, pero catorce años de separación no habían cortado
su vínculo emocional. ¿De qué le servirían ahora unos metros de
separación?
Felix abrió la boca para responder, pero lo único que pasó por
sus labios fue un suspiro desgarrado. Jude debió tomarlo como una
señal de que estaba llegando a Felix, porque siguió adelante.
—Lamento no haber luchado más entonces. Nunca debí
haberte dado tres años para apuntalar tus defensas contra mí. Si
pudiera volver atrás en el tiempo y hacerlo todo de nuevo, lo haría.
Nos devolvería los años que perdimos. Felix, yo...— Jude cerró
brevemente los ojos y respiró profundamente. Cuando sus miradas
volvieron a chocar, todo lo que Felix vio fue el mismo tipo de anhelo
que sentía en el fondo de su alma.
Mierda, quiero creer.

~ 164 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude no había sido el único en tomar el camino de la menor


resistencia. Dañar y dudar era más fácil que confiar e intentar. El
corazón solitario de Felix lo instaba a tener fe e inclinarse hacia
Jude. Eso era todo lo que se necesitaba por parte de Felix: un simple
impulso hacia adelante, y Jude haría el resto.
—Dejé que mi corazón roto y mi orgullo herido dirigieran el
barco en la universidad—, dijo Jude, su anhelo resonando con cada
sílaba. Jude presionó suavemente sus labios contra los de Felix, pero
no se demoró ni intentó profundizar el beso. —El hombre que está
frente a ti se da cuenta de que debería haber luchado más por ti
entonces. Estoy preparado para librar una batalla feroz ahora.
Felix tragó con fuerza. Mucha gente se había enfrentado a él,
unos cuantos habían luchado junto a Felix, pero nadie había luchado
por él.
—Nadie que conozca tiene mejores instintos que tú, Ace.
Escúchalos—. Jude soltó la mano y dio un paso atrás. —Creo que mis
cinco minutos han terminado. ¿Me quedo o me voy?
Todo lo que Felix había querido y se había negado a sí mismo
estaba allí para ser tomado. ¿A qué instinto debía recurrir en ese
momento: a la lucha o al sexo? Había estado huyendo de sus
sentimientos por este hombre durante demasiado tiempo.
Felix agarró la camisa de Jude y lo arrastró los pocos metros
que los separaban. Golpeó sus labios contra la pecaminosamente
bella boca de Jude. Felix no era capaz de la ternura y la delicadeza
que Jude acababa de exudar. La lujuria corría por sus venas,
convirtiendo su conciencia en una sinfonía de sentidos.
El jadeo de sorpresa de Jude se convirtió en un gemido de
placer cuando Felix introdujo su lengua entre los labios abiertos de
Jude. Jude se enfrentó a su agresión cerrando los labios alrededor
del invasor y succionándolo más profundamente.
Se agarraron el uno al otro al mismo tiempo. Jude deslizó su
mano por debajo de la camiseta de Felix mientras él le abría la
camisa a Jude, haciendo saltar los botones por el suelo de madera.
Jude rompió el beso para mirar los daños. —Esta es mi camisa
favorita—, dijo, con la voz cargada de excitación. Cuando sus ojos se
encontraron de nuevo, Felix vio las pupilas dilatadas y supo que
estaban en la misma página.
~ 165 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Te compraré otras iguales—, dijo Felix, quitando la camisa


de los anchos hombros de Jude y bajando por sus brazos. Extendió
las manos temblorosas para tocar el duro pecho de Jude, pero fue
desbaratado cuando Jude tiró de la camiseta de Felix hacia arriba y
se la quitó.
Chocaron el uno contra el otro, carne desnuda contra carne
desnuda. Felix se fundió con el calor de Jude. Sus manos y sus bocas
empezaron a vagar, cada uno de ellos sabía dónde tocar al otro para
sacarle gemidos. Jude rozó con sus uñas los sensibles pezones de
Felix antes de pellizcarlos y hacerlos rodar entre sus pulgares e
índices. Felix arrastró besos y mordiscos a lo largo del cuello de
Jude.
Felix ardía más con cada chupada, beso, pellizco y toque.
Mucho más de esto y sus órganos podrían licuarse, convirtiéndolo en
gelatina a los pies de Jude.
—Dime que no has podido dejar de pensar en ese beso—,
susurró Jude.
—No lo he hecho—. Entonces Felix se aferró al punto del cuello
de Jude que lo volvía loco. Chupó con fuerza, sabiendo que iba a
marcar a Jude. Felix relajó los labios y se retiró, admirando la carne
enfurecida. Pasó la lengua por ella para calmarla, y luego continuó
lamiendo un camino hacia arriba hasta llegar al lóbulo de la oreja de
Jude. Mordió antes de presionar sus labios sobre la oreja de Jude. —
Tampoco podía dejar de pensar en lo que quería que pasara después.
— ¿Qué era eso?
En lugar de responder, Felix se puso de rodillas y buscó el
cinturón de Jude.
—Felix—, gimió Jude, apretando con el puño el pelo de Felix.
Felix siguió dejando mordiscos de amor en el abdomen de
Jude mientras soltaba el cinturón y abría los pantalones de Jude.
Sintió la excitación que recorría el cuerpo de Jude, y cuando apretó
la nariz contra los calzoncillos de Jude, Felix lo olió. No podía
esperar a probarlo.
—Felix, espera—, dijo Jude, levantando la cabeza para
encontrar su mirada. —Por mucho que quiera sentir tu boca en mí,

~ 166 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

no quiero que te arrepientas después. Hay más cosas de las que


deberíamos hablar.
Felix asintió. —De acuerdo, bien. No me has robado la idea
para tu proyecto de fin de carrera. Todos habíamos lanzado ideas
durante una sesión de ronda. Yo mencioné la ética en el periodismo
como una opción, pero al final no la elegí para mi proyecto final, lo
que la convirtió en un juego limpio. Tomaste la idea y la llevaste a
cabo, y te mereciste los elogios del profesor Alexander.
Felix bajó los pantalones y los calzoncillos de Jude lo suficiente
como para exponer la cabeza de su polla. Inhaló profundamente,
respirando el aroma de la excitación de Jude. Apartó su mirada de la
enorme polla de Jude para mirarle a los ojos. —Te estabas acercando
demasiado otra vez. Tenía que aferrarme a cualquier cosa que me
diera una excusa para alejarte.
Jude pasó el dorso de su mano por la mejilla de Felix. —No
quería...
Felix giró la cabeza y mordió el pulgar de Jude con la suficiente
fuerza como para hacerle aspirar un fuerte suspiro. — ¿No fuiste tú
quien me dijo que siguiera mis instintos?— Jude asintió. —Eso es lo
que estoy haciendo.
Felix se inclinó hacia delante y pasó la lengua por la cabeza
hinchada de la polla de Jude, capturando la perla de presemen
acumulado allí. Mierda, sabía incluso mejor de lo que Felix
recordaba. Eso lo animó a tirar de los pantalones y la ropa interior
de Jude hasta las rodillas y a hacerle una garganta profunda hasta
que Felix se atragantó.
—Mierda—, gruñó Jude, agarrando el pelo de Felix con más
fuerza. —No duraré.
Felix ignoró la advertencia y movió su cabeza hacia arriba y
abajo del eje de Jude, aplicando la cantidad perfecta de presión para
hacer que los musculosos y peludos muslos de Jude temblaran bajo
las manos de Felix.
—Mis pelotas—, instó Jude. Siempre había sido el dominante y
el atrevido, rozando lo mandón. Jude separó las piernas hasta el
límite de los pantalones de vestir a la altura de las rodillas.

~ 167 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix soltó la polla de Jude con un húmedo plop y se metió en


la boca una tensa bola. Luego prestó la misma atención al otro antes
de lamer el orificio de Jude.
—Sube aquí—, gruñó Jude. —Siempre te hago venir primero—.
Enganchó las manos bajo las axilas de Felix, pero hundió sus dientes
en el carnoso muslo de Jude antes de que pudiera arrastrarlo hasta
sus pies.
Jude soltó su agarre y se rindió. Felix sacó su propia polla de
los vaqueros y luego volvió a chupar la de Jude como si no fuera a
tener otra oportunidad. Felix se acarició a sí mismo, su puño
siguiendo el ritmo que marcaba su boca. Sintiendo que Jude era un
barril de pólvora a punto de explotar, Felix metió la mano libre entre
los muslos de Jude y le masajeó los huevos hasta que todo el cuerpo
del hombre grande se tensó. Cuando el primer chorro de semen
aterrizó en su lengua, Felix se retiró. El resto pintó la cara y el pecho
de Felix. Siguió acariciando la polla palpitante de Jude hasta que
hubo ordeñado la última gota.
El orgasmo de Felix estaba a punto de llegar. Salpicó su
liberación en el suelo mientras el placer recorría todo su cuerpo
como un estallido de estrellas.
Jude se tambaleó contra la mesa como si sus piernas ya no
pudieran sostenerlo. Todavía tenía una mano en el pelo de Felix.
Jude la utilizó para inclinarle la cabeza hacia atrás. Acariciando la
cara de Felix con su mano libre, Jude untó su semen en su piel. —
Dios, eres sexy—, gruñó Jude.
—Y un poco desordenado.
Jude ayudó a Felix a ponerse en pie y luego lo atrajo hacia sus
brazos para darle un beso profundo y caliente. Al igual que todos
esos años atrás, el primer clímax que compartieron no había saciado
el hambre. Siempre había sido el aperitivo de un buffet sexual. Las
réplicas del orgasmo aún no habían abandonado el cuerpo de Felix,
pero aún ansiaba el siguiente.
Un fuerte picoteo llegó desde la puerta de cristal del patio,
separando a los hombres. Un millón de pensamientos pasaron por la
mente de Felix en el nanosegundo que tardó en girar la cabeza. Era
un vecino pidiendo azúcar. Sus adorables pero molestos amigos
habían aparecido para demostrarle que se había equivocado al

~ 168 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

quedar con Jude para cenar. Pie Grande había salido del bosque y
estaba buscando comida. No. Eran dos pavos reales muy juiciosos
que los miraban.
— ¿Seguro que no son tus pájaros?— Preguntó Jude. —Parece
que Pete quiere saber cuáles son mis intenciones.
Felix se rio. —Espero que sean excepcionalmente sucias.
—Francamente sucias.
La interrupción, aunque hilarante, dispersó la niebla sexual
que había requisado el cerebro de Felix. Un silencio incómodo cayó
sobre la habitación.
¿Qué acabo de hacer?
Algo en la expresión de Felix debió traicionar sus
pensamientos porque Jude volvió a atraer a Felix a sus brazos. Se
inclinó hacia delante hasta que sus frentes se tocaron. —Por favor,
no pienses demasiado en esto—, le instó. —Sé que hay mucha
suciedad entre nosotros y muchas preguntas sin respuesta, pero
podemos resolverlas.
Felix asintió. — ¿Por qué no comemos primero?
—Buena idea—, dijo Jude. —Me he superado esta noche.
—Imbécil arrogante.
Jude se rio. —Ya lo verás.
Se acomodaron y volvieron a abrocharse los pantalones. Felix
se limpió la cara, el pecho y el desorden en el suelo con su camiseta
desechada. Tiró la prenda sucia en el lavadero, al otro lado de su
cocina, y luego recuperó los platos y los cubiertos. Cuando volvió al
comedor, Jude seguía con el pecho desnudo, pero había sacado de la
caja de cartón los recipientes con carne de cerdo, papas fritas, judías
verdes y pan de maíz.
—Maldita sea, esto huele increíble—, dijo Felix. El pecho
reluciente de Jude era igual de apetecible.
—Espera a probarlo.
La comida era tan deliciosa como prometía Jude, pero la
conversación era rebuscada y torpe en el mejor de los casos.

~ 169 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Qué te parece vivir en Savannah?— Felix preguntó.


—No estaba seguro de si me gustaría. Siempre había oído que
la ciudad era un poco rara. Creo que es más ecléctica que extraña.
Felix asintió. — ¿Te gusta el ritmo más lento de un mercado
más pequeño, o echas de menos el ajetreo de una gran ciudad?
Jude dejó su tenedor. —El Felix Franklin que conozco no da
vueltas a un tema. ¿Por qué no preguntas lo que realmente quieres
saber?
—Si realmente te mudaste a Savannah por mí, ¿por qué te
mantuviste alejado tanto tiempo?
—Pasé por tu casa tres veces mi primera noche en la ciudad.
No pude armarme de valor para entrar en tu casa—. Jude respiró
profundamente. —Esperaba que aparecieras en la estación de
noticias y trataras de echarme de la ciudad, pero no lo hiciste.
—Seguro que lo pensé—, admitió Felix. —Esos malditos
carteles me enfurecieron—. Entrecerró los ojos. — ¿Es por eso que
empezaste a investigar el asesinato de Earl Ison una vez que
publiqué el artículo? ¿Esperabas que me enfrentara a ti por robar mi
trabajo?
Jude asintió. —Cada día que me alejaba hacía más difícil
explicar por qué no te había buscado. Nunca me he considerado un
cobarde, pero das miedo, Ace.
—Sólo muerdo un poco—, murmuró Felix.
—Sabía que sólo tendría una oportunidad para hacerlo bien,
así que le pedí a Jed que se pusiera en contacto con tu editor para el
crossover del Mes de la Prevención del Crimen. Había oído hablar de
las otras fusiones exitosas y pensé que sería un perfecto
rompehielos.
—Salvo que el presidente del Club Rotario te usurpó al
invitarnos a ambos a dirigirnos al club—. Felix frunció una ceja. —
¿O eso también fue obra tuya?
Jude se rio. —Me sorprendió tanto como a ti.
—Odio las sorpresas, pero supongo que no todas son malas—,
admitió Felix, aunque le dolió.

~ 170 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El móvil de Jude sonó y comprobó el identificador de


llamadas. —Hablando del diablo—, dijo antes de contestar. —Hola,
Jed. ¿Qué pasa?— Jude se enderezó en su silla mientras escuchaba a
su jefe de estación. —Sí, estaré allí en unos veinte minutos.
Desconectó la llamada y colgó el teléfono. —Tengo que volver a la
estación de noticias. Hubo un descarrilamiento de tren en el puerto.
Jed dijo que hay un gran incendio y un posible derrame químico.
Tiene un reportero dirigiéndose a la escena, pero me quiere en el set
para hacer las alertas de noticias de última hora.
Ambos se levantaron al mismo tiempo. Jude recogió su camisa
del suelo y se encogió en ella.
—No puedes volver con eso puesto. ¿Qué pensará la gente?
—Tengo camisas de sobra en mi despacho—, dijo Jude.
— ¿Y qué pasa con la gente que te encuentras de camino a tu
oficina? ¿Vas a desfilar por el edificio semidesnudo?
Jude puso las manos en las caderas de Felix y lo acercó. —
¿Celoso?
Felix se negó a admitirlo. Se apartó de los brazos de Jude y se
dirigió a su dormitorio. —Puedes tomar prestada una de mis
camisas—, dijo por encima del hombro. —Puede que sea un poco
pequeña, pero al menos cubrirá todas las marcas que te he dejado en
el cuerpo.
—Qué pena—, dijo Jude.
Felix abrió el cajón de las camisetas y agarró la primera que
vio. La devolvió y luego rebuscó entre las camisetas dobladas hasta
encontrar la que buscaba. Era vieja, descolorida por muchos años de
uso, y tenía un significado especial para ambos.
Cuando regresó al comedor, sorprendió a Jude moviendo los
dedos hacia Pete. Parecía más burlón que amistoso.
—Tu pavo real está tratando de llamarme.
Felix miró a tiempo para pillar a Pete picoteando de nuevo la
puerta de cristal. —Creo que tienes razón—. Felix le entregó la
camisa a Jude y esperó con el corazón en la garganta mientras la
desdoblaba.

~ 171 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude levantó la cabeza al reconocer el descolorido escudo de su


instituto privado. — ¿La has conservado todos estos años?
Felix asintió.
Jude pasó los dedos por la fina tela azul marino. La sonrisa de
Jude se convirtió en una sonrisa completa, mostrando esos
adorables hoyuelos. —Parece que alguien lo ha usado y lavado unas
cien veces desde que me lo robó.
Más bien mil. —No hagas que me arrepienta de esto.
La risa de Jude se apagó mientras se ponía la camiseta por
encima de la cabeza. Era como tres tallas más pequeña y se ceñía a
cada centímetro de su musculoso torso y sus bíceps.
—No estoy seguro de que eso sea mejor—, dijo Felix.
—Tendrá que servir por ahora. Te devolveré la camisa más
tarde—, dijo Jude. Miró a los pájaros enfadados de la puerta trasera.
— ¿Te importa si salgo por la puerta principal? Me gustaría
conservar mi polla y mis pelotas.
Felix también era un gran fan de ellos. Caminó con Jude hasta
la puerta principal. Se detuvieron en el porche, y Jude atrajo a Felix
hacia él para darle un largo beso de despedida.
Luego, Jude se alejó, dejando a Felix con un cosquilleo en los
labios y con las emociones a flor de piel. Casi había llegado a su
coche cuando Pete y Perla llegaron gritando por el lado de la casa.
—Atrápalo, Pete—, gritó Felix.
Jude corrió hacia la seguridad de su coche y luego le mostró el
dedo medio a Felix antes de marcharse.
Felix silbó y los pájaros lo siguieron hasta el patio trasero. Se
dejó caer en la tumbona y se quedó mirando los árboles que
rodeaban su propiedad hasta que sus ojos perdieron el enfoque y el
colorido paisaje se convirtió en un cuadro impresionista. Pete y Perla
se dirigieron a su casa en el crepúsculo, mientras las luciérnagas
iluminaban el bosque que rodeaba su casa como pequeñas hadas
bailando en el viento.

~ 172 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Una pregunta sonaba en su cabeza como un disco rayado, pero


la búsqueda de respuestas había cambiado. Había dejado de
preguntarse por qué y había empezado a preguntarse ¿qué pasaría
si?

~ 173 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Unos días después, alguien golpeó ligeramente el marco de la


puerta abierta de Felix. Cuando Felix no dejó de hacer lo que estaba
haciendo, la persona carraspeó. Felix siguió trabajando.
—Disculpa, Felix. ¿Me permite un minuto?—
Felix supo quién era su visitante sin levantar la vista de la
pantalla del ordenador. Un golpe tímido, un ruido de garganta
incómodo y una voz tímida equivalían a Jimmy.
— ¿Qué puedo hacer por ti, Jimmy?— preguntó Felix, pero no
dejó de teclear. Si el novato no se fiaba de interrumpirle, Felix no
tenía reparos en prestarle al chico sólo una parte de su atención.
Cuando la pausa se alargó más allá de lo incómodo y se convirtió en
algo extraño, Felix finalmente levantó la vista.
Jimmy estaba tan pálido como un fantasma y se mordía su
labio inferior con la suficiente fuerza como para sacar sangre.
—Por el amor de Dios—, gruñó Felix. —Ven aquí y siéntate
antes de que te desmayes. Se me acabaron las sales aromáticas.
Los hombros de Jimmy se tensaron y su rostro se tornó de un
rosa moteado, como si su piel no pudiera decidirse a enfadarse. Felix
se alegró de ver una chispa de vida. —No voy a desmayarme como
una damisela en apuros.
—Convénceme—, desafió Felix, señalando la silla vacía frente a
su escritorio. —Demuéstrame que quieres ser reportero del
Savannah Morning News. Tacha eso, Jimmy. Demuestra que
mereces estar aquí.
Jimmy tragó con fuerza, su nuez de Adán se movió de forma
casi caricaturesca. Si este hubiera sido uno de los amados programas
de la infancia de Felix, el corazón de Jimmy estaría golpeando su
caja torácica.
—Escúpelo, chico. No tengo todo el día. Cuentame.

~ 174 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jimmy se rio nerviosamente. —Mi primer artículo está previsto


para la semana que viene. ¿Considerarías leerlo y dar tu opinión?
— ¿Yo?— preguntó Felix. La gente rara vez lo pillaba por
sorpresa, pero Jimmy acababa de hacerlo. Felix no había sido más
que cáustico y grosero con él. ¿Por qué demonios le buscaría el
joven? — ¿Por qué?
—Porque serás brutalmente honesto, y es la única manera de
que alcance todo mi potencial.
Felix asintió. —No me guardaré nada. ¿Estás seguro de que
estás preparado para ello?
—No—, admitió Jimmy. —Pero es lo que necesito.
Felix nunca se había visto como el tipo de mentor. Corrección:
nunca había querido ser un mentor. Eso no había cambiado, pero
Jimmy había despertado su curiosidad. —Envíamelo por correo
electrónico. Asegúrate de incluir la fecha límite para que te dé mi
opinión—. Con eso, Felix volvió a centrar su atención en su
ordenador sin siquiera despedirse del joven reportero. A veces era
un idiota.
A las tres en punto, apagó el ordenador y se fue a una cita
importante. Había llamado a Veronica la mañana después de ver las
entrevistas de Spencer y había solicitado una reunión con el Rey del
Automóvil. Ella supuso que Felix quería informarse sobre el estado
de su Fusion y ll remitió al departamento de servicio.
—Hacer suposiciones es tu especialidad, ¿no?— le había
preguntado Felix. No esperó a que ella respondiera, sino que les
ahorró a ambos un tiempo precioso al exponer el motivo de su
llamada. —Me gustaría entrevistar al señor Spencer sobre su
Programa de Segunda Oportunidad.
—Oh. ¿Es para el periódico?
—O para el periódico o para el podcast—, había respondido
Felix. —Todavía no estoy seguro de dónde encaja, pero sé que es
una conversación fundamental que hay que tener. Si voy a mostrar
las partes más siniestras de nuestra bella ciudad, entonces también
debería destacar sus mejores atributos.
— ¿No es eso contradictorio?

~ 175 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿No es eso la vida?— había replicado Felix. —Rara vez una


persona, o una ciudad en este caso, es toda buena o toda mala.
—Es cierto. Hablaré con el señor Spencer cuando llegue. Uno
de nosotros se pondrá en contacto con usted en algún momento de
hoy.
—Se lo agradecería.
Spencer lo había llamado unas horas después. —Estaré
encantado de hablar de nuestro Programa de Segunda
Oportunidad contigo, Felix. ¿Qué te parece el jueves a las tres y
media?
—Perfecto—. Contestó sin mirar su agenda. Conseguir una
reunión cara a cara con Spencer tendría prioridad sobre todo lo
demás. — ¿Quieres ver las preguntas de mi entrevista por
adelantado para prepararte?— Era una oferta que no hacía a nadie.
—No será necesario, Felix—. Spencer había superado la
prueba.
Cuando llegó al concesionario, Felix repitió los pasos de su
primer encuentro con Spencer: esquivar a los vendedores
exagerados, conseguir que lo llamaran para entrar en la oficina
corporativa y enfrentarse a un dragón que escupe fuego.
—Sr. Franklin—, dijo Veronica. Su voz no era lo
suficientemente aguda como para cortar un cristal, pero tampoco le
produjo sentimientos cálidos y difusos.
El saludo de Spencer fue tan cordial como el de la última visita
de Felix, pero pareció menos forzado. Sin embargo, la aversión de
Felix a la guarida del rey era la misma. Tal vez más después de
presenciar la rutina del hombre durante las dos entrevistas.
—No te entretendré mucho—, dijo Felix mientras tomaba
asiento frente al extenso escritorio. —Sé que estás ocupado.
—No más ocupado que tú, supongo—. Spencer se recostó en su
silla de cuero y se llevó las manos al pecho. —Hablé con Bill hace un
rato y me confirmó que tu Fusion debería estar listo mañana. Si es
así, te llamará.
—Es una gran noticia—, dijo Felix.
— ¿Cómo te ha funcionado el Lincoln?
~ 176 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix sonrió. —Muy bien. Podría acostumbrarme a conducir un


vehículo así.
Spencer sonrió con alegría. —Conozco a varios vendedores a
los que les encantaría ayudar a ponerte en el SUV. Puedo prometerte
un valor de primera por tu canje.
—Sí, creo que acabo de conocer a algunos de los ansiosos
caballeros en mi camino—, se burló Felix. —Creo que los pagos
superan el salario de un periodista.
—Estás yendo a lugares. Ese podcast tuyo está haciendo girar
muchas cabezas—. Spencer inclinó la cabeza y estudió a Felix. —Me
recuerdas a mí mismo cuando era mucho más joven. Era ambicioso
y decidido. La palabra “no” no estaba en mi vocabulario, y no me
importaba pisar los pies para salirme con la mía.
—Me resulta bastante familiar—, coincidió Felix. Dudaba que
el tiempo hubiera suavizado las aristas de Spencer. —Pero no puedo
reclamar todo el crédito por el éxito del podcast. Tengo dos socios
hábiles.
Eran más que socios; Jonah y Rocky eran sus hermanos.
Hacerle saber a Spencer su importancia sería lo mismo que
desnudar su garganta ante el hombre mayor. No en esta maldita
vida.
Felix miró a los ojos a Spencer. —Somos tan buenos como la
compañía que tenemos, ¿no crees?
Si Felix no hubiera estado observando atentamente, se habría
perdido el ligero ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Felix había
tocado un nervio.
—Así es—, dijo Spencer, recuperándose rápidamente. — ¿Qué
te gustaría saber sobre nuestro Programa de Segunda Oportunidad?
—Me topé con una entrevista que le hizo Jude Arrow hace unos
años, así que ya tengo mucha información de fondo. Me gustaría
centrarme en las cosas que no te preguntó y quizá actualizar algunos
detalles.
El mero hecho de pronunciar el nombre de Jude le recordó a
Felix el orgasmo que habían compartido en su cocina dos días antes,
así como los mensajes de Jude que había ignorado. No pretendía ser

~ 177 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

cruel, pero lo que habían compartido le había hecho caer en una


espiral de miedo, dudas y dudas sobre sí mismo.
Felix quería creer, pero ¿en quién pondría su fe? Aunque Felix
no creía que Jude le hubiera mentido abiertamente sobre Spencer y
Mercy, sospechaba que Jude sólo decía medias verdades. ¿Por qué?
¿A quién estaba protegiendo?
Esperaba que Jude se enfadara por la evasión de Felix, pero la
noche anterior le había enviado un mensaje que casi hizo que Felix
cediera. Entiendo que necesitas tiempo, y esperaré. Tú lo vales.
—Me parece un buen plan—, dijo Spencer, sacando a Felix de
su ensoñación. — ¿Por qué no empiezas con la información que
falta?
—Sí—. Felix asintió con la cabeza mientras fingía ojear sus
notas. — ¿Te importa si grabo la entrevista?
—Por supuesto que no.
Felix encendió el dispositivo de grabación de su teléfono. —La
pregunta más urgente que tengo es cómo se eligen los inscritos en el
programa.
Spencer asintió. —Jude sí me preguntó sobre eso durante la
entrevista. La emisora debió de editarlo por falta de tiempo.
— ¿No estabas al tanto?— preguntó Felix.
Spencer se rio. —No veo mis propias entrevistas. Se me hace
raro—. Hasta el momento, sus respuestas no habían hecho saltar el
medidor de tonterías de Felix, así que continuó.
—Esto será información nueva para los lectores u oyentes.
—Empecemos con un resumen de cómo se formó el programa
y quién lo supervisa, porque creo que es una buena transición a
cómo se eligen los inscritos—, dijo Spencer.
—Por supuesto—, dijo Felix. No iba a disuadir a Spencer de
hablar.
—No puedo atribuirme el mérito de haber ideado el Programa
de Segunda Oportunidad. Fue una sugerencia de mi esposa después
de hablar con nuestro pastor. Él pasa gran parte de su tiempo
atendiendo a los reclusos en las instalaciones del condado y del

~ 178 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

estado. Una vez que me metió la idea en la cabeza, no pude dejar de


pensar en ella. Estoy seguro de que reconoce el atributo.
—Absolutamente—, asintió Felix.
—Tenía los recursos financieros y los trabajos para ofrecer,
pero no estaba seguro de por dónde empezar. Lo primero que hice
fue ponerme en contacto con los funcionarios de libertad
condicional y preguntar con quién debía hablar y cuál era la mejor
manera de aplicar las prácticas de contratación.
Felix asintió. —Tiene sentido.
—Trabajé con el departamento de prisiones y con varias ramas
de las fuerzas del orden para determinar primero las necesidades de
los presos en libertad condicional cuando son puestos en libertad. A
partir de ahí, me ayudaron a formular las directrices de elegibilidad
del programa.
—Lo que excluye a los delincuentes violentos, ¿correcto?—
preguntó Felix.
—Absolutamente. Sé que hay gente condenada injustamente,
pero tengo que anteponer la seguridad de los empleados del centro
comercial.
—Estoy de acuerdo—, dijo Felix.
El teléfono móvil de Cameron sonó en el escritorio. —Un
minuto, por favor—. Comprobó el identificador de llamadas, silenció
el timbre y luego sonrió a Felix. —Contratamos a expertos para
asegurarnos de satisfacer las necesidades de los presos en libertad
condicional. Cuando empezamos, sólo ofrecíamos el programa en el
concesionario de Atlanta. Los agentes de la libertad condicional nos
proporcionaban una lista de candidatos elegibles, y los sometíamos a
un proceso de entrevistas como haríamos con cualquier otro
empleado.
—A medida que el programa crecía, reconocí la necesidad de
contar con personal a tiempo completo dedicado a supervisarlo.
Ahora tengo una junta de diez miembros formada por agentes de la
ley, defensores de la salud mental y trabajadores sociales. Revisan
las solicitudes, supervisan el proceso de entrevistas y controlan a
cada uno de los inscritos. Mi mujer es la directora de la junta y hace
un trabajo maravilloso.

~ 179 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Qué ocurre después de que los candidatos se gradúen en el


programa? ¿Mantienen su trabajo con ustedes o siguen adelante?—
preguntó Felix.
—Algunos aceptan trabajos permanentes en uno de mis
concesionarios, y otros siguen adelante.
Felix asintió. — ¿Pierden el acceso a sus defensores de la salud
mental y trabajadores sociales?
—No lo pierden.
— ¿Cómo es eso posible?— preguntó Felix.
— ¿Cómo es posible qué?
—Perdóname por ser vago—, dijo Felix. —Digamos que un
hombre de veinte años se gradúa en su programa. ¿Me estás
diciendo que tu fundación seguirá pagando el asesoramiento de ese
hombre durante el resto de su vida si lo necesita?
Spencer se rio. —No. Me has preguntado si han perdido el
acceso a sus defensores de la salud mental y a los trabajadores
sociales. Te dije que no, y no lo tienen. No preguntaste quién pagaba
las facturas de sus servicios después de graduarse.
—Es justo—, dijo Felix. — ¿Quién paga la cuenta del
veinteañero?
—El hipotético veinteañero—, dijo Spencer, suavizando su
corrección con una sonrisa.
—Sí, hipotético.
—Cuando se gradúe, o bien lo cubrirá el seguro médico de su
nuevo trabajo, o bien elaborará un plan de pago en efectivo con su
terapeuta. Todos los profesionales de la salud mental están de
acuerdo en seguir trabajando con los presos en libertad condicional
más allá del programa. Mi objetivo es ayudarlos a recuperarse y
darles un nuevo comienzo. Quiero ayudar a tanta gente como pueda,
así que tengo que establecer limitaciones sobre el tiempo que puedo
cubrir los gastos de una persona.
Felix podría ser un imbécil y seguir buscando insuficiencias en
el programa o seguir buscando formas de relacionar este programa
con los matones de Mercy. ¿No querría Jack recompensar a los que
mantuvieran la boca cerrada y cumplieran condena después de ser
~ 180 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

atrapados? ¿O este programa era una agencia de reclutamiento para


el Mercy? ¿Cómo podría Felix hacer la conexión?
— ¿Proporcionan una lista de inscritos?
— ¿Públicamente?— preguntó Cameron. —No, pero sus
nombres aparecen en las actas de las reuniones de la junta directiva,
y mantenemos amplios registros en caso de que los agentes de la ley
los soliciten.
—Me parece justo—. Ya encontraría otra forma.
El teléfono de Spencer volvió a sonar y suspiró. —Siento
interrumpir esta reunión, pero debo atender esta llamada. Podemos
continuar otro día si necesitas información adicional. Veronica
también podría ayudarte, ya que asiste a mi mujer en sus tareas de
directora del consejo
La misma mujer que se enfrentó al músculo de Skeet y Jack
Mercy. —Es bueno saberlo. Gracias por su tiempo—, dijo Felix.
Le hizo un gesto amistoso con el dedo a Veronica mientras
salía de las oficinas corporativas.
Felix marcó el número de móvil de Rocky. — ¿Conoces a algún
agente de libertad condicional?—, preguntó cuando su amigo
contestó.
—Varios—, respondió Rocky.
— ¿Qué tal unos que estés seguro de que no están vinculados a
Jack Mercy?—. Preguntó Felix.
—Conozco a una chica. ¿Ya has terminado con la entrevista?
—Sí—, respondió Felix antes de repetir su conversación con
Spencer. — ¿Crees que tu chica podría conseguir discretamente los
nombres de los presos en libertad condicional que pasaron o están
actualmente en el Programa de Segunda Oportunidad? Creo que es
importante.
—Lo averiguaré—, dijo Rocky.
—Si conseguimos la lista, Marla la Magnífica puede hacer su
magia y cotejar para ver si alguno es asociado conocido de Mercy
—Sería un excelente caldo de cultivo para elegir músculo—,
dijo Rocky.
~ 181 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—O una forma de recompensar a los que mantuvieron la boca


cerrada cuando fueron atrapados.
—Eres jodidamente bueno en esto, Felix.
—Eso es lo que dije.
—Oh, así que fuiste a la casa de Jude el martes por la noche.
Mierda. Felix se metió en esa. —Error—. Jude había ido a su
casa, así que no era una mentira.
—Ajá—, dijo Rocky. —El Straight Shooter lucía un chupón en el
cuello durante sus transmisiones del martes por la noche. ¿Por
casualidad sabes algo de eso?
Felix no confirmó ni negó. Dijo: —Hablamos más tarde, Major.
—Hasta luego, Fee.
Felix desconectó y condujo hasta el barrio de Jonah. Ni él ni
Avery llegarían aún del trabajo, pero no iba a ir allí a verlos. Ver el
vídeo sobre el contenedor de Tupperware de la otra noche le recordó
a una bella dama que esperaba que le devolviera su plato de
pastelería. Al menos fue lo suficientemente inteligente como para
lavarlo primero.
Felix había llamado a Marla a la hora de comer para
asegurarse de que se sentía con ganas de tener compañía.
— ¿Compañía?—, había preguntado ella. —Cariño, eres de la
familia.
El viejo Cadillac descapotable de Amos no estaba en la entrada
cuando él llegó, pero Marla estaba sentada en el porche con Betty, su
precioso bulldog francés, en su regazo. Levantó una mano para
protegerse los ojos del sol y se inclinó hacia delante para verlo mejor.
Se había acostumbrado tanto a conducir el gran todoterreno que
había olvidado que sólo lo tenía desde hacía una semana.
— ¿Cómo están mis chicas más guapas?— preguntó Felix
cuando salió del Lincoln.
— ¿Felix? ¿Qué haces conduciendo un coche que cuesta más
que mi casa?— se burló Marla.

~ 182 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Es un préstamo mientras el concesionario me cambia la


transmisión. Rocky está enamorado de él, y tengo que admitir que yo
también me he vuelto un poco mimado.
—Déjame ver—, dijo Marla, levantándose lentamente de su
mecedora. Llevaba un vestido de verano color lavanda, un sombrero
de paja del mismo tono y sandalias. Estaba impecablemente
maquillada y ningún pelo de su peluca hasta los hombros estaba
fuera de lugar.
Felix odiaba ver los estragos que el cáncer de hígado estaba
causando en ella, pero admiraba su espíritu de lucha. Marla era su
tipo de gente.
— ¿Quieres que te lleve a dar un paseo?— Felix preguntó.
—Si crees que esta bestia puede parar en la heladería. Me
apetece un cucurucho de menta y chocolate.
—A mí me apetece un batido—, dijo Felix.
Sujetó a Betty con un brazo mientras ayudaba a Marla a subir
al asiento del copiloto con el otro.
—Es tan alto—, dijo ella. —Señor, siento que puedo ver hasta
Carolina del Sur desde aquí arriba.
—Fue un ajuste desde el Fusion.
Felix salió del camino de entrada y dijo: — ¿Qué heladería?
—Clem's. Quiero helado hecho con ingredientes naturales en el
lugar, y nada de esa basura que está llena de químicos y hormonas.
No me extraña que todo el mundo tenga cáncer.
Felix condujo cinco cuadras hasta Clem's. Acomodó a Marla y a
Betty en una mesa a la sombra antes de entrar. Pidió dos cucharadas
de chocolate con menta para Marla, una de drena batida para Betty y
un batido de mojito para él.
— ¿Viene con ron de verdad?—, preguntó.
Clem se rio con ganas. —Me temo que tendrá que conformarse
con extracto de ron.
Sus damas se emocionaron al verlo cuando regresó.

~ 183 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Señorita Importante—, amonestó Marla juguetonamente


cuando Betty se llenó la cara de crems. —Te estás haciendo un buen
lío. Felix no te querrá en su bonito coche, y yo no estoy en
condiciones de volver a casa andando estos días.
Felix le cubrió la mano. —No me preocupa.
—Shh. Betty todavía tiene que cuidar sus modales.
— ¿Le estás dando un infierno al cáncer?— preguntó Felix.
Marla se rio. —Lo sabes—. Se inclinó hacia él. —Gracias por el
helado.
—Gracias por el pastel de melocotón.
Marla batió las pestañas. —Ven y cuéntale a mamá. ¿Fue el
mejor que has probado?
—Sí—, respondió Felix con sinceridad.
—Estaré encantada de compartir la receta contigo—, dijo
Marla. —Me gusta la idea de que la gente los use cuando yo ya no
esté.
Felix suspiró. —Estoy indefenso en la cocina.
—Sólo porque no es importante para ti—, replicó Marla. — ¿Y
qué hay de un compañero especial que destaque en la cocina o en la
repostería?
Felix pensó en la cena que Jude había traído el martes por la
noche. Llevaba días comiendo las deliciosas sobras y aún no se había
cansado de ellas.
—Mmmhmm—, dijo Marla. —Sí que la hay. Reconozco esa
cara.
—Es complicado.
Marla echó la cabeza hacia atrás y se rio, con un sonido
profundo y rico. — ¿No es siempre así cuando hay un hombre de por
medio?
—Touché.
— ¿Hay esperanza para ti y tu complicado hombre?

~ 184 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix reflexionó en silencio sobre su pregunta, que le recordó el


juego de los “y si” que había estado jugando los últimos días.
¿Y si pudiera creer que Jude estaba diciendo la verdad sobre
Cooper?
¿Y si Felix pudiera confiar en Jude?
¿Y si pudieran volver a intentarlo?
La risa de Marla lo sacó de sus ensoñaciones. Le sonrió con
complicidad.
—Sí, podría ser.
— ¿Pero?— preguntó Marla.
—Tendría que creer, confiar e intentarlo. No estoy seguro de
poder hacerlo.
Marla le apretó la mano. —Pero quieres hacerlo—. No era una
pregunta.
Felix soltó una respiración temblorosa y asintió. —Sí quiero—.
Admitir la verdad en voz alta le quitó un gran peso de encima. Nunca
había superado a Jude, y tal vez era hora de investigar por qué.
— ¿Puede una chica moribunda darte un consejo?
El dorso de la nariz de Felix ardía mientras las lágrimas
llenaban sus ojos. Ella había llegado a significar tanto para él, y se
les estaba acabando el tiempo.
—No lo hagas—, dijo Marla con severidad, moviendo el dedo.
— ¿Cuál es la regla?
—Nada de llorarte mientras estés viva—, respondió Felix
obedientemente.
—Cuando tenía tu edad, pensaba que el tiempo era un recurso
ilimitado. Era un pozo que nunca se secaba. Una dama que nunca
envejecía. Era famosa por decir 'ya me pondré a ello mañana' o 'hay
mucho tiempo'. Daba tantas cosas por sentado, incluyendo el amor
de un buen hombre. Por la gracia de Dios, Amos nunca me
abandonó. El tiempo no es ilimitado. El pozo se seca, y las señoras
no sólo envejecen, sino que engordan y desafinan. ¿Quién diablos

~ 185 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

quiere pasar sus últimos días varado en la ciudad Shoulda22-


coulda23-woulda24? Yo no. Tú tampoco deberías. Si tienes una
oportunidad de ser feliz, tómala. No tienes miedo cuando se trata de
descubrir verdades y corregir errores. Sé valiente en el amor, amigo
mío.
Felix estaba demasiado conmovido para hablar, así que asintió
y le besó la mejilla.
Marla cambió la conversación a temas más ligeros mientras
terminaban sus golosinas lácteas congeladas. El Cadillac de Amos
estaba en la entrada cuando regresaron. Frunció el ceño ante el
vehículo desconocido hasta que Felix se bajó.
—Hola, Felix—, dijo. —Me preguntaba quién demonios se
había escapado con mi mujer.
—Sólo la robé para tomar un helado—, dijo Felix. Le entregó el
plato de pastel a Amos, y luego ayudó a Marla a salir del todoterreno.
— ¿Significa eso que no tendrás apetito para la cena de bagre
que he planeado?— preguntó Amos a su mujer.
—No seas ridículo—, se burló Marla. —Tampoco seas tacaño
con la ensalada de papas. Sé que te gusta acaparar todo para ti—.
Besó a Amos cuando lo alcanzaron en el porche.
—Felix, ¿te gustaría quedarte a cenar?— preguntó Amos.
El bagre frito y la ensalada de patatas sonaban deliciosos. —No
quiero incomodarte.
—No te habría invitado a quedarte si fuera una molestia—,
dijo. — ¿Por qué no entramos? Hace calor, estaremos con el aire
acondicionado.
—Me has retorcido el brazo25—, dijo Felix.
Felix y Marla se instalaron en el salón. Marla se sentó en su
sillón reclinable con Betty en su regazo. Amos le dio a Felix un vaso

22
Should have: debí haber hecho las cosas diferentes
23
Would have: habría hecho las cosas diferentes
24
Could have: habría podido hacer las cosas diferentes
25
Expresión: Tratar de obligar a alguien a hacer algo.

~ 186 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

de té dulce y a Marla un vaso de agua para que se tomara la


medicación.
—Odio estas malditas pastillas—, dijo Marla. —Me embotan el
cerebro.
—Sí, pero también embotan el dolor—, dijo Amos antes de
dejar caer un beso en su frente. —Eso es lo que cuenta. Voy a
empezar a preparar la cena. Grita si me necesitas.
—Lo haré, cariño.
— ¿Tienes miedo?— preguntó Felix cuando volvieron a estar
solos.
— ¿De morir?—, preguntó ella.
Felix asintió.
—No. Vivir es mucho más difícil—. Marla le dirigió una mirada
mordaz, recordándole la conversación que habían mantenido antes.
Sé valiente en el amor, amigo mío.

~ 187 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Los objetivos de los viernes en la oficina eran siempre


relativamente sencillos: terminar el trabajo e irse a casa. La forma en
que Felix decidía pasar los fines de semana era asunto suyo y a
menudo dependía de su estado de ánimo.
Hace tiempo, antes de la reaparición de Jude, Felix iba a los
clubes y coqueteaba con chicos guapos. A veces, los llevaba a casa;
otras veces, no. La mayoría de las veces, Felix trabajaba en varios
proyectos como la jardinería o la edición de episodios de podcast.
Demasiado tiempo de inactividad era algo malo para él. Permitía
que su mente divagara, lo que siempre le traía problemas.
Ese viernes en particular, lo único que quería era relajarse en
su patio, junto a su sereno estanque, con una bebida fría -el alcohol
era bienvenido pero no necesario-. Felix no quería pensar y, desde
luego, no quería deshacer la maleta de emociones que ocupaba
demasiado espacio en su cerebro.
¿A quién quería engañar? Realmente quería conducir hasta la
casa de Jude, nadar en su piscina, comer su comida y enredarse en
sus sábanas. Aún no había terminado de pensar en su situación, así
que tendría que conformarse con una noche tranquila en su casa.
Se sentía como si el universo se hubiera propuesto
descarrilarlo, primero con Todd entregándole su Fusion alrededor
de las tres y recogiendo las llaves del Lincoln. El imbécil había
insistido luego en una inspección detallada del todoterreno, por
supuesto, para asegurarse de que Felix no había causado ningún
daño. Felix no había confiado en que Todd no rayara la pintura o
dañara los asientos de cuero si le daba la espalda durante unos
segundos, así que había supervisado la inspección mientras el sol lo
cocinaba como una galleta. Todd no se había limitado a pasearse con
un portapapeles marcando casillas como en los lugares de alquiler
de coches. Eso habría sido pedir demasiado. El cabrón molesto tenía
que meterse donde pudiera. Felix había perseverado, había recogido
su copia de la inspección limpia y había vuelto a su despacho, donde
lo esperaban una Coca-Cola Light y tres pastillas de Advil.

~ 188 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Por desgracia, también lo esperaba un correo electrónico de


Jimmy. Felix escaneó el correo electrónico, buscando la fecha límite
para su comentario, y se dio cuenta de que tenía hasta mediados de
la próxima semana. Felix tenía toda la intención de dejarlo para el
lunes, especialmente cuando el plazo de entrega de su artículo
estaba a sólo unas horas de distancia.
Entregar sus tareas en el último minuto era una práctica
horrible, y Felix la había evitado en su mayor parte. Le daba pereza.
A veces las historias se publican tarde, y él no puede evitar las
entregas de última hora. Esa había sido su única excepción hasta
hace poco. Su cabeza estaba en todos los lugares que no debería
haber estado, y su enfoque se había convertido en una mierda. Así
que Felix había empezado a meter pensamientos errantes y
preocupaciones aleatorias en la maleta para centrarse en la tarea que
tenía entre manos.
A las cinco, había terminado los últimos retoques de su
artículo sobre los próximos cambios en el Programa de Información
Criminal Uniforme del FBI y lo había enviado. Esa era la buena
noticia. La mala era que el Advil y la cafeína no habían hecho mella
en su dolor de cabeza. Felix se había saltado el almuerzo y la
merienda, y luego se había quedado parado en el calor durante casi
una hora mientras Todd se comportaba como un imbécil. Los cierres
de su abultada maleta gemían por el esfuerzo y Felix sentía que su
cerebro estaba a punto de explotar.
Ya había tenido suficiente por hoy. Diablos, había tenido
suficiente mierda últimamente para toda la vida. Felix estaba a
punto de apagar el ordenador y darlo por terminado cuando vio el
correo electrónico de Jimmy.
Puedes leerlo la semana que viene. Todavía hay tiempo.
Recordó su conversación con Marla del día anterior, lo que
hizo que su corazón palpitara más fuerte que su cerebro.
—Maldita sea.
Felix hizo clic en el archivo adjunto y comenzó a leer. No
estaría de más hacer un escaneo superficial y ver con qué se
encontraba. Si necesitaba demasiado trabajo, lo dejaría para la
próxima semana. Era un trato justo.

~ 189 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix gimió en voz alta cuando vio que el artículo de Jimmy era
sobre antigüedades. Estaba preparado para aburrirse como una
ostra, pero lo que encontró fue algo totalmente diferente. La
personalidad tímida y mansa de Jimmy desaparecía cuando se
sentaba detrás de un teclado. El autor del artículo era ingenioso,
sarcástico y entrañable, ya que entrelazaba historias de antigüedades
con su abuela con hechos históricos sobre Savannah. Era tanto una
historia sobre el amor a la familia y el orgullo por su ciudad como
una guía para encontrar las mejores piezas al menor precio.
Cuando terminó de leerlo, Felix estaba encantado, lo cual era
tan raro que volvió a leer la historia. Esta vez, más despacio, para
poder hacer algunas pequeñas sugerencias en los márgenes. El
artículo era casi impecable tal y como estaba.
Guardó el documento modificado y lo adjuntó a un correo
electrónico para Jimmy. Debatió durante unos minutos qué decir, y
luego se dejó llevar por su instinto.

Jimmy,
Si esta es una representación exacta de tu habilidad, no necesitas
un mentor de escritura. Lo que sí necesitas es alguien que te dé una
rápida patada en el culo. Tengo la sensación de que has sido
mimado toda tu vida. El resultado es una combinación de baja
autoestima y timidez que no sirve a tu talento.
Si realmente quieres mi ayuda, ven a mi oficina el lunes a las nueve
de la mañana para empezar tu campamento de entrenamiento.
Deja tus inseguridades en la maldita puerta. Hombros atrás. La
barbilla hacia arriba. Cree en tu capacidad. Para cuando termine
contigo, no habrá necesidad de fingir.
Considérate advertido.
Felix.

Pulsó enviar, apagó todo y apagó la luz. Las luces de la sala de


prensa estaban apagadas porque todos se habían ido a casa. Sus
pasos resonaron en el suelo de baldosas con la misma fuerza con la
que el consejo de Marla rebotó en su cabeza.

~ 190 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Sé valiente en el amor.
Los endebles cierres de su maltratada maleta se rompieron,
sofocando a Felix bajo demasiados pensamientos, recuerdos y
anhelos. Antes de que pudiera convencerse a sí mismo, Felix llamó a
Jude.
—Cena conmigo—, dijo cuando Jude respondió.
—Me encantaría. ¿Dónde quieres ir?
—Estaba pensando en pizza. Conozco un local estupendo—,
respondió Felix.
Jude se rio. El sonido bajo y retumbante hizo cosas perversas
en las entrañas de Felix. — ¿Quieres que nos encontremos en público
porque crees que no haré una escena cuando me digas que me vaya
de paseo?
—No. Es porque tengo un montón de preguntas que quiero que
se respondan. Ambos sabemos lo que pasará si vamos a la casa de
alguno de los dos.
—De acuerdo—, cedió Jude con tranquilidad. —Responderé a
todas las preguntas que tengas.
— ¿Toda la verdad o sólo lo suficiente para apaciguarme?
—Seré un libro abierto para ti. Sólo dime cuándo y dónde
encontrarte.
Felix salió del edificio y sacó el llavero del bolsillo con la mano
libre. El arranque a distancia era su función favorita del coche. Sólo
tenía que pulsar el botón dos veces. Las luces parpadeaban, el claxon
emitía dos breves pitidos y el motor se ponía en marcha. Un motor
en marcha significaba que el aire acondicionado también sonaría.
Como Todd había aparcado su coche en el punto más alejado de la
puerta principal, lo más probable era que el interior estuviera fresco
para cuando Felix llegara a él.
Apuntó el llavero al Fusion y pulsó el botón dos veces. No
ocurrió nada. Pensó que tal vez estaba demasiado lejos y esperó a
caminar otros tres metros antes de volver a intentarlo. Esta vez, las
luces parpadearon dos veces como de costumbre. El primer pitido de
la bocina fue débil, y el segundo sonó como un animal moribundo.

~ 191 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Maldita sea—, dijo Felix mientras aumentaba su ritmo. ¿El


maldito Todd había saboteado su coche? Felix no había sido lo
suficientemente inteligente como para arrancarlo y asegurarse de
que todo estaba bien antes de dejar que el hijo de puta se fuera.
— ¿Qué pasa?— Jude preguntó.
—Creo que hay algo mal con el motor de arranque.
— ¿Dónde estás?
—En el trabajo—, refunfuñó Felix.
—Estoy a la vuelta de la esquina. Iré a buscarte.
—Esto no puede estar pasando—. Felix pulsó el botón de
arranque a distancia dos veces más. Las luces parpadearon
débilmente, seguidas de dos chasquidos metálicos. — ¿Qué pasa con
este...?
¡KABOOM!

~ 192 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El coche de Felix estalló en una bola de fuego. La


ensordecedora explosión sacudió el suelo y lo impulsó hacia atrás
por el aire como un muñeco de trapo. Como en una escena de acción
de una película, el tiempo pareció detenerse. No, no se detuvo por
completo, sino que se redujo a cámara lenta.
La cabeza de Felix rebotó contra el pavimento con la suficiente
fuerza como para hacer sonar sus dientes. El asfalto destrozó su
camiseta de algodón cuando su impulso convirtió el aparcamiento
en un enorme rallador de queso y a él en un bloque de cheddar. Unas
columnas negras de humo acre ondearon en el aire, atrapadas por el
viento y ejecutando una danza macabra para una sola audiencia.
Trozos de metal y astillas de vidrio llovían desde el cielo, cortando su
carne y haciendo agujeros en su ropa dondequiera que cayeran.
Debería hacer algo. Cubrirse la cabeza o protegerse, pero Felix
sólo pudo observar con horror silencioso cómo la tela de su camisa
ardía y se volvía negra en algunos lugares. Un ruido agudo le
atravesó la cabeza. ¿Una alarma de humo? Entonces Felix se dio
cuenta de que eran sus oídos los que zumbaban. Todos los demás
ruidos estaban amortiguados y sonaban como si vinieran de muy
lejos, incluso la enorme bola de fuego donde había estado su coche.
Lo que debería haber sido un fuerte rugido era apenas un estruendo.
El tiempo se aceleró a toda velocidad una vez que su cuerpo se
detuvo. El cambio drástico tuvo un efecto vertiginoso, y su estómago
se agitó y se balanceó. La bilis se abrió camino al subir por su
garganta. Felix tuvo el tiempo justo de rodar sobre las manos y las
rodillas antes de que la pútrida espuma verde se derramara sobre el
asfalto, cubriendo su piel destrozada que parecía un confeti
macabro.
Desde una gran distancia, alguien gritó su nombre. La voz se
alargó, de modo que cada sílaba se alargó caricaturescamente. —
Feeeeeliiiiix.
Tuvo una arcada y se agitó hasta que no quedó nada, e incluso
entonces, el cuerpo de Felix tembló por las réplicas.
~ 193 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¡Felix!
La voz. Era Jude. Habían estado hablando cuando el coche
explotó. El teléfono se le había caído de la mano cuando salió
despedido hacia atrás. ¿Dónde estaba ahora?
— ¡Felix!
La voz de Jude sonaba más fuerte y frenética, o tal vez el
zumbido había disminuido un poco en sus oídos. Felix miró
cuidadosamente a su alrededor buscando el teléfono, pero el mundo
a su alrededor empezó a girar de nuevo.
Sus brazos se doblaron y Felix se lanzó hacia adelante,
evitando por poco el charco de bilis en el pavimento. El asfalto
quemaba la cara de Felix, pero de repente estaba demasiado cansado
para preocuparse. Este parecía un buen lugar para morir.
— ¡Felix!
Un par de converse azul marino aparecieron en su línea de
visión. El color le recordó los ojos de Jude. Profundos y sin fondo.
Los zapatos se acercaron mientras su dueño corría hacia él, sin
detenerse hasta llegar a su lado.
—Felix—. Era Jude. Estaba aquí. —Bebé—, dijo con voz
angustiada, sus fuertes brazos levantaron a Felix del pavimento.
Jude movió el cuerpo de Felix, acunándolo contra su pecho.
Felix gritó de dolor cuando su piel destrozada entró en contacto con
el cuerpo de Jude.
—Te tengo, Ace—, susurró Jude, presionando besos en el pelo
de Felix.
Jude lo llevó a una zona de hierba, lejos del lugar de la
explosión, y luego se sentó suavemente, sin dejar de acunar a Felix
en sus brazos. Las gotas de agua salpicaron la cara de Felix.
Entrecerró los ojos para ver el cielo, pero sólo vio nubes blancas y
esponjosas. Miró la expresión destrozada de Jude y se dio cuenta de
que no estaba lloviendo. Jude estaba sollozando.
—Hey—, graznó Felix, queriendo consolar a Jude. Este parecía
un buen lugar para vivir.
Jude lloró más fuerte mientras acunaba a Felix contra su
pecho y lo mecía suavemente de un lado a otro. Después de unos
~ 194 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

momentos, Jude respiró entrecortadamente y se pasó el antebrazo


por la cara. — ¿Qué ha pasado?
— ¡Kaboom!— graznó Felix.
—Oí la explosión y luego vi el infierno cuando entré en el
aparcamiento. Al principio, pensé que estabas dentro del coche—.
Jude respiró con dificultad. —Pensé que te había perdido.
Las sirenas de emergencia sonaron en la distancia. La ayuda
estaba en camino, pero Felix no podía preocuparse por su coche o
incluso por sus heridas cuando Jude parecía tan angustiado.
—Me sentí tan aliviado cuando te vi tirado en el pavimento
hasta que me di cuenta de lo quieto que estabas.
—Aturdido—, espetó Felix.
Jude asintió. —Nunca he estado tan agradecido de ver a
alguien arrodillarse y vomitar. Hubo momentos en los que deseé
poder vomitar. ¿Recuerdas la fiesta a la que fuimos en la que
sirvieron bebidas mezcladas que sabían a Kool-Aid de cereza? Nunca
he estado tan enfermo en mi vida—. Jude hablaba rápidamente, sus
palabras tropezaban y tropezaban más rápido a medida que su
compostura se desvanecía. —Bueno, hubo una vez en la que toda mi
familia tuvo la gripe. Yo tenía seis años y...
Felix presionó su mano sobre los labios de Jude, silenciándolo.
Nunca había visto a este diablo de lengua plateada balbucear y
divagar. Eso, más que las lágrimas, hizo que Felix se diera cuenta de
lo nervioso que estaba Jude y de lo mucho que le importaba. Tal vez
no era catorce años demasiado tarde.
—Bésame—. La voz de Felix sonaba horrible y nada sexy.
Felix sintió que los labios de Jude temblaban bajo su mano,
luego la suave carne se estiró en una sonrisa que él quería ver,
saborear.
Bajando la mano, Felix dijo: —Bésame—. Esta vez sonaba
como si sólo fumara un paquete al día en lugar de tres.
—Hablar suena doloroso. Tengo una botella de agua en el
coche. Deja que te la traiga—, dijo Jude.
—Beso—, exigió Felix, sonando como un niño pequeño al
borde de una rabieta.
~ 195 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude pasó el dorso de su mano por la mejilla de Felix. —Habrá


mucho tiempo para besos más tarde. Además, acabas de vomitar.
Tiempo. Los ojos de Felix ardieron al recordar la funesta
advertencia de Marla. —Una mujer sabia me recordó hace poco que
el tiempo no es ilimitado. Podría tener una hemorragia interna. ¿De
verdad quieres perder el tiempo discutiendo conmigo cuando
podrías estar besándome? Sin lengua—, ofreció como compromiso.
La angustia inundó el rostro de Jude mientras las sirenas se
hacían más fuertes. Parecía que todas las unidades disponibles iban
hacia ellos.
—No digas eso, Felix. Acabo de recuperarte.
— ¿Quién dice que me has recuperado?
La boca de Jude se inclinó hacia arriba en un lado. —Esto lo
hace—. Apretó suavemente sus labios contra los de Felix, y durante
esos pocos y dichosos segundos, el caos se calmó y el dolor
disminuyó. El único sonido que Felix oía era el de su propio corazón.
Su cerebro apagó todas las neuronas sensoriales excepto la que
calculaba lo bien que se sentía este beso.
Jude rompió su conexión y lo miró fijamente.
—Quizá no sea demasiado tarde.
Jude sonrió. —Preferiría oírte decir eso cuando no estés en
estado de shock.
Felix habría intentado discutir con Jude, pero la caballería
había llegado. Dos coches patrulla fueron los primeros en llegar al
lugar. Los agentes tuvieron que evaluar la situación antes de
permitir que los bomberos y los paramédicos entraran en el lugar.
Los bomberos se pusieron a trabajar para apagar las llamas,
mientras Jude hacía señas a un hombre y una mujer paramédicos
para que empezaran a evaluar las heridas de Fix. Sus placas de
identificación decían Barns y Nobel. Felix habría pensado que sus
nombres eran bonitos si no fuera por su malestar.
—Sólo estoy un poco raspado—, les dijo.
—Oh, cariño—, dijo Nobel, sacudiendo la cabeza. —Estás más
que raspado. No es tan grave como los raspones de la carretera que

~ 196 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

se ven en las víctimas de accidentes de motocicleta, pero se acerca


bastante. ¿Te duele algo más?
—La cabeza, pero ya me dolía antes de rebotar contra el
asfalto.
Barns iluminó con su linterna los ojos de Felix. —No creo que
tengas una conmoción cerebral, pero tienes que hacerte ver.
—Iré al hospital mañana si...
—Irás ahora—, dijo Jude con firmeza.
Llegaron más policías al lugar. Algunos sorteaban a los
curiosos que habían aparecido de la nada mientras otros hablaban
con los bomberos que rociaban con agua lo que quedaba del querido
Fusion de Felix. Los primeros agentes que llegaron, Ramos y
Hamilton, se quedaron cerca, esperando una oportunidad para
interrogarlo.
Felix no tenía intención de mentir a los agentes, pero tampoco
estaba seguro de cuánta información quería divulgar en ese
momento. Obviamente, Spencer era más peligroso de lo que Felix le
había atribuido, y tenía que replantearse su estrategia de
investigación de cara al futuro.
—De acuerdo, iré al hospital—, dijo Felix. —Pero una
ambulancia no es necesaria.
—Creía que te preocupaba una hemorragia interna—, replicó
Jude.
Felix sonrió por primera vez desde... No podía recordar. —Sólo
quería que me besaras.
Nobel soltó una risita mientras Barns negaba con la cabeza.
—Yo te llevaré—, dijo Jude.
El oficial Ramos se adelantó. —Podemos llevarte—, dijo.
—No te ofendas, pero la parte de atrás de tu crucero no sería
muy estéril—, dijo Felix. —Preferiría que me llevara Jude—. Eso les
daría la oportunidad de hablar.
Hamilton inclinó la cabeza hacia un lado. —Podemos llevarte a
una sala de examen más rápido.

~ 197 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No tan rápido como nosotros—, contraatacó Nobel. A Felix le


estaba empezando a gustar mucho.
—Iré con Jude—, dijo Felix con firmeza.
—Lo seguiremos—, afirmó Ramos.
Barns y Nobel no estaban de acuerdo con la decisión de Felix,
pero firmó una renuncia y siguió a Jude hasta su coche. Cada paso
enviaba una sacudida de dolor que irradiaba por su cuerpo.
—Creo que me he magullado el coxis—, dijo Felix.
—Creo que te has magullado todo—. Jude lo ayudó a
acomodarse en el asiento del copiloto antes de ponerse al volante.
Arrancó el coche pero no lo puso en marcha de inmediato. —Podría
haberte perdido.
—No lo hiciste.
—Podría haberlo hecho. Hay tanto que quiero decir—. Jude
giró la cabeza y miró fijamente a los ojos de Felix. —No sé por dónde
empezar.
Felix quería concentrarse en la tierna expresión del rostro de
Jude y en su voz, pero no podía permitirse el lujo de hacerlo. Un
paso en falso y quizás el siguiente accidente tendría consecuencias
más mortales. —Empecemos por lo que debo decir a la policía. ¿Les
digo que Cameron Spencer intenta matarme, o me hago el tonto y
finjo que tiene que ser una avería mecánica?
Jude enarcó una ceja. — ¿De verdad tengo que responder a esa
pregunta?
La evasión de Jude fue la respuesta de Felix. —Mal
funcionamiento mecánico, es—. Vivir para investigar otro día.
Conseguir que Ramos y Hamilton se tragaran su deseada
teoría fue fácil. Al fin y al cabo, el vehículo acababa de volver del
concesionario. Una fuga de fluidos inflamables era muy plausible.
Más difícil fue convencer al personal médico, que cuestionó su
negativa a tomar ciertos medicamentos.
—No hay medicamentos para el dolor—, dijo por lo que parecía
la millonésima vez. Esta vez fue al médico de urgencias y no a una
enfermera o a un auxiliar.

~ 198 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Te va a doler mucho cuando se te pase la adrenalina—, le dijo


la doctora Laurens con voz seria.
—Me recordará que estoy vivo—, replicó Felix.
Una ceja oscura se levantó.
—Mi madre es una adicta.
No era. Es. La adicción no era un pasatiempo; era una
enfermedad. Kelly le dijo que los antojos se irían, y celebraría haber
dado un giro. Luego se despertaba un día y volvían con fuerza. La
batalla para mantenerse en el camino correcto sería más dura. Una
vez que Kelly se dio cuenta de los juegos malignos de la adicción, le
resultó más fácil manejar los altibajos. Una vez que aceptó que el
camino que tenía por delante nunca sería fácil, los giros y las vueltas
se hicieron más fáciles de navegar para Kelly.
—Una persona puede aprender de los errores de otra—. No
había desprecio en la voz de Felix, sólo honestidad abierta.
— ¿Qué le parece el uso de crema antibacteriana con
lidocaína?— preguntó la doctora Laurens.
—Eso, puedo hacerlo—, dijo Felix. —Sólo que sin opiáceos.
El personal de enfermería comenzó a retirar los cristales y el
asfalto incrustados en su piel antes de limpiar y tratar los cortes y
rasguños. Después, Felix se sometió a un aluvión de pruebas para
descartar una lesión cerebral o una hemorragia interna. Cuando
salieron del hospital, Felix se sentía tan destrozado como su teléfono
móvil. Ramos lo había encontrado en el aparcamiento y se lo
devolvió a Felix.
—Puedo llevarte a la tienda de móviles por la mañana si
quieres—, se ofreció Jude.
Felix soltó un suspiro. —Sin duda será más fácil de sustituir
que el coche—. Comenzó a enumerar mentalmente las cosas que
tenía que hacer: llamar a su compañía de seguros por el coche,
sustituir el teléfono y localizar a Todd Dartmouth para darle la paliza
que Felix debería haberle dado al matón en el instituto.
Imaginar que le metía el puño en la cara a Todd empezó a
revitalizar a Felix. Con cada golpe y patada imaginarios, Felix se
sentía menos como una lechuga marchita disfrazada de humano.

~ 199 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix podría haber sido pateado en el culo, pero no estaba abajo para
la cuenta. Llamó en silencio a su espíritu de lucha.
Dame la fuerza para ver esta batalla hasta el final.
Felix se dio cuenta de repente de la dirección que había
tomado Jude cuando salieron del aparcamiento del hospital. —Este
no es el camino a mi casa.
Jude lo miró brevemente, con una ligera sonrisa en la
comisura de los labios. Esto hizo más para aumentar la energía de
Felix que la fantasía de dar una paliza a Todd Dartmouth.
—No, pero es el camino hacia la mía.
Felix resopló. — ¿Crees que mi experiencia cercana a la muerte
me ha ablandado hacia una alianza contigo?
Jude se detuvo en un semáforo en rojo y luego dirigió toda su
atención a Felix. —Difícilmente.
A pesar de todo, Felix sonrió. —No más juegos, Jude—. Felix
no podía arriesgarse a ellos. —No más contención—. No lo aceptaría.
—Todo o nada. ¿Aceptas las condiciones?
El atisbo de sonrisa que tiraba de los labios de Jude
desapareció. —Estoy de acuerdo.
La aquiescencia de Jude fue una victoria. Entonces, ¿por qué
se sentía como si Felix hubiera cortado el cable equivocado, y un
reloj invisible del día del juicio final estaba haciendo tictac?

La casa de Jude era todo lo que Felix había imaginado que


sería. Era moderna, de dos pisos y hermosa, tanto por dentro como
por fuera. No podía dejar de imaginar su estilo rústico de granja
mezclado con los elegantes muebles modernos de Jude.
Curiosamente, la estética de lo antiguo y lo nuevo le gustaba mucho
a Felix.

~ 200 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

¿Podría decirse lo mismo de ellos?


— ¿Tienes hambre?— preguntó Jude cuando la visita al primer
piso terminó en su enorme cocina. —Tengo algunas sobras de sopa
que hice hace unas noches. Puedo hacer un par de sándwiches de
queso a la parrilla.
—Me muero de hambre—, admitió. —No he comido desde el
desayuno.
Jude entrecerró los ojos. ¿Estaba recordando la primera vez
que había visto el pecho desnudo de Felix? Jude había aspirado un
fuerte suspiro, haciendo que Felix buscara la camisa que había
tirado al suelo. Siempre había estado por debajo de su peso y odiaba
cambiarse con otras personas, especialmente en la clase de
gimnasia. El maldito Todd solía contar las costillas de Felix en voz
alta mientras los otros chicos se reían. ¿Qué tenía de divertido un
niño desnutrido?
Pero Jude, o tal vez las hormonas de Felix, le habían hecho
olvidar temporalmente su timidez.
—No—, había dicho Jude, agarrando la muñeca de Felix. —Me
gusta mirarte. Quiero tocarte—. Ya entonces tenía una lengua de
plata.
—Soy demasiado flaco—, había dicho, cruzando su brazo libre
sobre el pecho. La beca de Felix venía con un plan de comidas, pero
sólo tenía suficiente para tres comidas al día. No recibía paquetes de
comida de su casa como los otros chicos, y no tenía dinero de sobra
para pizza y comida basura. Felix siempre tenía mucha hambre. Con
Jude, ansiaba algo más que comida.
—Eres hermoso.
Aquella noche no habían tenido sexo, pero Jude le había
besado el pecho, le había acariciado y chupado los pezones, y había
hecho que Felix se sintiera tan único como Jude decía que era.
Después, Jude les había preparado sándwiches de queso a la parrilla.
Tardó en reconocer el patrón, pero Jude había aprovechado cada
oportunidad para alimentarlo desde ese día. Felix se sintió
humillado cuando se le ocurrió por primera vez, y su orgullo juvenil
asomó su fea cabeza. Había optado por ver el gesto como una
muestra de afecto de Jude porque alimentar a Felix había hecho feliz
a Jude.
~ 201 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Veo que sigues intentando alimentarme.


—Algunas cosas nunca cambian.
— ¿Sigues haciendo los mejores sándwiches de queso a la
parrilla?— preguntó Felix.
Los labios de Jude se curvaron en una sonrisa de satisfacción.
—Los hago
— ¿Te importaría que me diera una ducha y me prestara un
par de pantalones cortos?
—Por supuesto que no.
Felix siguió a Jude hasta el dormitorio principal. En ningún
momento ninguno de los dos buscó al otro. El deseo de hacerlo
palpitaba entre ellos, espesando el aire. Si empezaban a besarse y
tocarse ahora, no llegarían a hablar en mucho tiempo. Por mucho
que Felix quisiera a Jude, necesitaba más respuestas.
El dormitorio principal era un amplio espacio decorado en
tranquilos tonos azules y grises. Jude se dirigió a una cómoda alta y
sacó un par de pantalones cortos de gimnasia. — ¿Quieres que te
devuelva mi vieja camiseta? Será mucho más suave que la que
compramos en la tienda de regalos del hospital.
—Prefiero ir sin ella, si no te importa—. Felix no podía
imaginar que ninguna tela se sintiera bien contra su carne ahora
mismo. Sólo había sufrido una erupción en los omóplatos. Podría
haber sido mucho peor.
—Por supuesto que no—. Jude dejó los pantalones sobre la
cama y volvió sobre sus pasos hasta donde Felix estaba de pie cerca
de la puerta. —La ducha es un poco complicada. Me llevó un tiempo
acostumbrarme a ella.
— ¿Uno de esos sistemas inteligentes en los que le dices que se
encienda o que ajuste las temperaturas?
—Más o menos, pero no se activa con la voz—. Jude le sonrió.
—Te lo demostraré.
Felix frunció una ceja. —Qué galán.
Jude se rio. —Quise decir que te enseñaría qué botones
apretar.

~ 202 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Bueno, tú también estás sucio—, dijo Felix, señalando la


sangre seca y la suciedad que manchaba la parte delantera de la
camisa de vestir de Jude. Felix había estado demasiado distraído con
las preguntas de la policía y el personal médico para darse cuenta del
estado de Jude. Aquella era su sangre seca manchada en la tela azul
claro de donde Jude había acunado a Felix contra su pecho. Un
fuerte escalofrío recorrió le recorrió que no tenía nada que ver con el
frío.
El impulso de pedir instrucciones prácticas anuló
temporalmente todos los demás pensamientos. Jude se inclinó hacia
delante y le dio un suave beso en los labios, pero no duró lo
suficiente. Se dio la vuelta y se dirigió al baño. —Cuanto más rápido
te duches, más rápido tendrás tu sándwich de queso asado.
Felix sonrió mientras la seguía. — ¿Vas a alimentarme cada vez
que puedas? He engordado bastante desde nuestro primer año de
universidad.
Jude l esperaba junto a la ducha. —Nunca fue por lástima,
Felix. Esos grandes ojos de ámbar sólo hicieron aflorar mis instintos
de crianza. A veces, creo que desear otra oportunidad contigo es
demasiado, pero espero que algún día te des cuenta de que mi afecto
por ti es genuino. — Es. No era. —Ducha. Comida. Hablar.
Felix asintió.
Jude le enseñó a manejar la ducha y luego lo dejó a su aire.
Con cuidado de mantener su espalda fuera del chorro, Felix se lavó
lo mejor que pudo. El jabón de Jude olía, se veía y se sentía lujoso, y
Felix disfrutó oliendo como él. Después de secarse, se puso los
pantalones cortos prestados. Le quedaban un poco grandes, pero el
cordón se encargaba de que se mantuvieran en sus caderas.
Felix bajó descalzo las escaleras. El agua caliente ayudó a
aliviar sus músculos doloridos, pero sus movimientos eran más
rígidos que de costumbre. El olor de la mantequilla, el pan tostado y
el queso derretido lo recibió al llegar al primer piso. Inhaló con
aprecio y se dirigió a la cocina.
El rostro de Jude estaba de perfil cuando entró en la
habitación, pero Felix aún podía ver la intensidad grabada en su
expresión mientras escudriñaba el contenido de la sartén. Era un
snob de la comida. Felix no estaba seguro de qué queso o qué tipo de

~ 203 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

pan había elegido Jude, pero no sería pan blanco de perra básica o
singles Kraft26.
El teléfono móvil de Jude sonó antes de que Felix pudiera
burlarse de él. El cuerpo de Jude se tensó al comprobar la pantalla.
Dejó que sonara un par de veces más antes de mover la sartén a una
hornilla fría.
—Hola—, dijo Jude, su expresión y su voz eran lo
suficientemente frías como para congelar el infierno. Felix no
reconocía esta faceta de Jude, pero le intrigaba saber quién podía
hacerlo reaccionar de forma tan visceral.
Jude se volvió y miró entonces a Felix. Se sobresaltó pero se
recuperó rápidamente, recorriendo con la mirada el cuerpo apenas
vestido de Felix. La frialdad de los ojos de Jude se derritió un poco al
escuchar a quienquiera que estuviera hablando al otro lado de la
conexión. Su aspecto no era menos peligroso ni depredador, y la
camisa manchada de sangre lo hacía parecer el héroe de acción más
sexy que Felix había visto nunca.
Felix se sintió congelarse en el sitio, apenas capaz de respirar.
¿Qué demonios estaba pasando?
Jude cerró el espacio entre ellos. Acarició la cara de Felix con
su mano libre, pasando el pulgar por los labios de Felix. —Sí, he
recibido tu mensaje. Ahora escucha el mío—. Jude hizo una pausa
pero no apartó la mirada de los ojos de Felix. —Vete a la mierda,
Jack.

26
Kraft Singles es una marca de producto de queso procesado fabricado y vendido por Kraft Foods,
introducido en 1950. Las rebanadas envueltas individualmente de Kraft no son realmente rebanadas de
un bloque, sino que se forman por separado en la fabricación.

~ 204 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

¿Jack?
La sangre de Felix se convirtió en hielo, creando piel de gallina
por toda su piel. Retrocedió ante el toque de Jude, pero el hombre
más grande lo siguió implacablemente. La mirada penetrante de
Jude lo atrapó, impidiendo la retirada de Felix. No necesitó oír el
apellido de la persona que llamaba para saber qué Jack había
llamado a Jude.
Las fosas nasales de Jude se encendían con cada inhalación de
aire. —Si vuelves a acercarte a Felix, el FBI será el menor de tus
problemas. Te mataré—. Su voz era dura, apenas más que un
gruñido susurrado, pero Felix sabía que Jude lo decía en serio.
¿Pero por qué? ¿Y cómo se enredó Jude con Jack Mercy en
primer lugar? Los recuerdos pasaron por su mente como un
caleidoscopio. Encontrarse con Jude en el club. Jude estrellándose
en su vigilancia. Rocky insinuando que la implicación de Jude podría
ser más profunda de lo que su ex novio afirmaba.
Jude terminó la llamada y tiró el teléfono sobre la encimera sin
romper el contacto visual con Felix.
Corre, gritó una voz dentro de la cabeza de Felix. Pero se trata
de Jude, dijo otra.
¿Y a dónde iría? ¿Cómo iba a llegar hasta algún lugar? Su
coche había explotado. Ni siquiera tenía un teléfono para llamar a
sus amigos.
Otro recuerdo pasó por su mente: Jude sollozando y acunando
a Felix en sus brazos.
Pensé que te había perdido.
Jude había parecido tan sincero. ¿Era todo una mentira?
La confusión de Felix lo hizo quedarse en su sitio. Podía correr,
pero nunca obtendría respuestas a las preguntas que le rondaban
por la cabeza. Llegaban rápido y con fuerza, una tras otra sin tregua.

~ 205 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cada vez que Felix empezaba a analizar una pieza del rompecabezas,
otra ocupaba su lugar. No podía formarse una imagen sólida porque
Felix sólo había visto fragmentos del peligro que lo acechaba,
incluido el hombre que lo miraba fijamente a los ojos.
¿No sabía que había algo más en la historia de Jude? ¿No sabía
que Jude estaba protegiendo a alguien?
Corre.
—No corras—, dijo Jude, leyendo la mente de Felix. —Sé que
tienes preguntas. Responderé a cada una de ellas, pero no hasta
después de que comas.
Felix se liberó de su agarre y cruzó los brazos sobre su pecho
desnudo. Se sentía desnudo y expuesto, y tan jodidamente frío sin
las manos de Jude sobre él. —Acabo de descubrir que Jack Mercy ha
intentado matarme, y tú esperas que me siente tranquilamente a
comer como si no hubiera pasado nada.
Jude se acercó a él, pero Felix retrocedió dos pasos. —También
me oíste amenazar a Jack Mercy si volvía a acercarse a ti.
— ¿Y crees que eso hace que todo esté bien?—, preguntó,
retrocediendo dos pasos más.
Desgraciadamente, el hombro de Felix se topó con el borde del
arco que separaba la cocina del gran salón. Un dolor abrasador fritó
sus sinapsis, y Felix se habría deslizado al suelo si Jude no se
hubiera lanzado hacia adelante para atraparlo. Una vez más, Felix se
encontró en el abrazo de Jude. Esta vez, Felix era el que lloraba.
—Estás a salvo conmigo—, le dijo Jude. —Más seguro que por
tu cuenta, sobre todo cuando estás tan ocupado que no te das tiempo
para comer.
—Dame un respiro, Jude. Me comeré tu maldita comida
después de obtener respuestas—. El estómago de Felix gruñó su
protesta, burlándose de él. Tal vez no necesitaba todas las respuestas
antes de comer.
Jude asintió. —Pregúntame lo que sea.
—Necesito saber por qué—, susurró Felix, sonando como un
niño pequeño y perdido. Le molestaba que Jude lo redujera a una
masa temblorosa de lástima más que cualquier traición, pasada o

~ 206 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

presente. Se liberó del abrazo de Jude. El movimiento fue torpe, con


las piernas tambaleantes. Felix vio la protesta en los labios
comprimidos de Jude, pero permaneció en silencio. — ¿Por qué
pensaría Mercy que matarme te enviaría un mensaje?
—Porque perderte sería lo que más me dolería—, dijo Jude sin
dudar.
—No me tomes por tonto. Hay más en la historia.
—Mercy arruinó mi carrera en Atlanta, pero eso no me impidió
perseguir la verdad. El hijo de puta subió la apuesta. Carajo—, rugió
Jude. —Te dije que te mantuvieras alejado. ¿Por qué no pudiste
escuchar?
Felix abrió la boca para responder, pero no le salió nada.
Estaba tratando de procesar demasiada información sin suficiente
combustible. —Entonces, ¿no te mudaste a Savannah por mí?
Acababa de descubrir que Jude estaba conectado con la mafia,
¿y esta fue la parte que su cerebro eligió para aferrarse?
—De acuerdo, tal vez podría tener algunos bocados de comida.
A Felix no le importaba tener las funciones físicas disminuidas,
pero no podía tolerar un cerebro deteriorado. Era su arma más
potente. Su cabeza lo metía en problemas, pero también encontraba
soluciones a situaciones complicadas.
—Te comerás un sándwich entero y al menos un plato de
sopa—, dijo Jude.
Felix entrecerró los ojos. —No estás en condiciones de
negociar—. Rodeando a Jude, Felix tuvo la intención de caminar
hacia la estufa para reclamar un sándwich para sí mismo, pero se
detuvo cuando Jude le agarró el antebrazo. Miró por encima de su
hombro y captó la expresión de preocupación de Jude.
—Quiero asegurarme de que no estás sangrando de nuevo.
—Tal vez debería tomar prestada una camisa para no arruinar
ninguno de tus muebles.
Jude hizo un ruido indescifrable mientras se giraba para mirar
a Felix. —No me importan mis cosas. Me preocupa más que pilles
una infección. ¿Prometes no arrebatarme las llaves del coche y
marcharte cuando suba?
~ 207 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Puedes llevártelas, o puedes confiar en mí. Después de todo,


me estás pidiendo que crea que no estás involucrado en un complot
para matarme. Confía en tus instintos.
—Me parece justo. Ahora mismo vuelvo—, dijo Jude.
Felix miró las llaves del coche y se debatió brevemente en salir
corriendo. Luego vio los sándwiches de queso a la parrilla que
descansaban en la sartén de hierro fundido. Tal y como sospechaba.
Nada de pan blanco de perra básica y de Kraft individuales. Jude
había elegido pan de masa fermentado, jamón y gruyere u otro
queso súper derretido.
—Combustible antes de huir.
Felix agarró la espátula y puso un sándwich en cada uno de los
platos que Jude había puesto en la encimera. Luego sirvió la sopa en
los cuencos correspondientes. El olor que desprendían los platos de
porcelana le hizo la boca agua.
—Minestrone27—, dijo Jude cuando volvió.
—Mi favorita.
Felix se volvió y encontró a Jude de pie en el umbral de la
habitación. Sus miradas se cruzaron y ninguno de los dos parpadeó
hasta que un reloj de pie sonó en algún lugar de la casa.
Jude se acercó a él y le tendió la camisa. — ¿Quieres que te
ponga más pomada en las heridas?
Felix aceptó la suave camiseta. El hecho de que Jude
descubriera que la había guardado todos estos años le pareció
diferente ahora. El martes por la noche, el gesto le pareció dulce y
quizá un poco como una ofrenda de paz. Ahora, Felix sólo se sentía
tonto.
—Ahora no—, dijo Felix. Tenía los brazos y los hombros muy
agarrotados, pero consiguió ponerse la camisa sin demasiadas
molestias.

27
Minestrone, minestrón o menestrón es una especialidad de la cocina italiana similar a una sopa
elaborada con verduras de la época del año, como la tradicional sopa de verduras española. A menudo
se le añade algo de pasta o arroz. Los ingredientes más comunes son judías, cebollas, apio, zanahorias y
tomates.

~ 208 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Llevaron sus platos y tazones a una pequeña mesa situada en el


rincón. Felix sólo pensaba dar unos cuantos bocados a su sopa y a su
queso a la plancha antes de interrogar a Jude, pero no pudo dejar de
meterse comida en la boca una vez que empezó. Se comió su
sándwich, la mitad del de Jude y dos tazones de minestrone.
— ¿Más sopa?— preguntó Jude.
Felix negó con la cabeza y puso su cuchara dentro del tazón
vacío. —No, pero es la mejor minestrone que he tomado en años.
—He retocado mucho la receta a lo largo de los años, pero
todavía no consigo que la mía sepa tan bien como la de Del Rey.
Felix sintió una punzada en el corazón al escuchar el nombre
del restaurante italiano donde habían tenido su primera cita. Felix
nunca había oído hablar de la sopa minestrone hasta que Jude lo
había llevado allí.
—Hace tanto tiempo que no recuerdo a qué sabe la sopa de Del
Rey, pero esta estaba increíble.
Jude apiló su cuenco sobre su plato y empezó a agarrar
también los platos sucios de Felix.
—Huh-uh—, dijo Felix. —Estoy disparando en todos los
cilindros ahora. Se acabó la dilación28.
Jude se inclinó hacia atrás en su silla y dejó caer las manos en
su regazo. —Jack Mercy mató a mi padre.
—Pensé que habías dicho que había muerto de un aneurisma.
—Porque eso es lo que me dijeron mi madre y todo el mundo.
Yo era un niño devastado, tambaleándose por la repentina pérdida
de mi padre. No les pareció un buen momento para decirme que la
empresa de mi padre tenía vínculos directos con la mafia del sur, y
que el hombre al que yo llamaba tío Jack era el jefe del crimen.
Jude agarró su vaso con una mano temblorosa y bebió un largo
trago de agua. Lo dejó en la mesita y luego tomó la servilleta que
estaba junto a su plato. Jude se quedó mirando al espacio con una
expresión de dolor en el rostro mientras arrancaba distraídamente

28
Retraso en un proceso o actividad.

~ 209 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

tiras de papel. Parecía tan distante y solo. Felix quiso consolarlo,


pero estaba tan inmóvil como si alguien lo hubiera pegado al asiento.
—Jesús, Jude. Lo siento—, dijo Felix.
Jude se estremeció y Felix se arrepintió de haber dicho algo.
Entonces Jude miró la mesa y ladeó la cabeza mientras estudiaba el
desastre que había hecho. Su expresión se tensó y apretó las tiras de
papel en su puño.
—Cuanto más esperaba mi madre para decirme la verdad, más
fácil era justificar la mentira. Necesitaba mantenerme con vida.
Quería seguir viva para verme crecer. Mi madre limitó mi exposición
a Jack después de la muerte de mi padre, pero siempre estuvo en la
periferia. Lo suficientemente lejos como para que yo no supiera
quién era realmente, pero lo suficientemente cerca como para que
mi madre supiera que Jack estaba mirando.
— ¿Por qué?— Preguntó Felix. —Supongo que mató a tu padre
para silenciarlo.
Jude levantó la vista y se encontró con la mirada de Felix,
luego asintió.
—Dijiste que el bufete de tu padre estaba relacionado con
Mercy. ¿Era abogado?
Jude sonrió. —Contable. Recuerda que Al Capone fue enviado
a prisión por evasión de impuestos y no por las muertes de las que
fue responsable. Siempre hay un rastro cuando se trata de dinero. Sí,
puedes blanquearlo y retrasar a los federales, pero al final
encontrarán el camino correcto y lo seguirán hasta los dos extremos.
Felix se pasó una mano por la cara. —Así que tu padre se
tropezó con algo que no debía, o sabía que Mercy era malo desde el
principio y tuvo un cambio de conciencia.
Jude se estremeció. —Fue lo segundo.
— ¿Cómo y cuándo descubrió todo esto?— preguntó Felix.
Entonces recordó la entrevista que Jude hizo a El Rey del Automovil
el año pasado. —Spencer.
—De manera indirecta, sí. La entrevista empezó de forma
bastante inocente, pero me di cuenta de la vacilación de Spencer
cuando empecé a profundizar en la información sobre los presos en

~ 210 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

libertad condicional que participaban en su programa. En aquel


momento, estaba en sus inicios y no tenía una junta directiva que
dirigiera el programa como ahora. Le ofrecí concertar una entrevista
para que los inscritos pudieran hablar de lo que significaba para
ellos su segunda oportunidad. Se nego.
— ¿Y perder la buena publicidad? Qué raro—, dijo Felix.
—Le dije lo mismo, pero Spencer se limitó a reiterar que el
programa no tiene que ver con él. Insistió en que beneficiarse del
programa no era ético. Cuando le sugerí que podía devolver los
ingresos extra al programa, Spencer se puso a la defensiva. Me eché
atrás. Rápidamente me di cuenta de que la vía estaba cerrada para
mí, así que cambié mi atención a las directrices de elegibilidad
establecidas para el programa. Lo único que Spencer pudo decirme
fue que los presos en libertad condicional seleccionados no habían
sido condenados por delitos violentos.
Felix se frotó la barbilla. —Eso es todo lo que le saqué a
Spencer cuando lo entrevisté sobre el programa.
— ¿Cuándo?— Preguntó Jude con brusquedad.
—Ayer.
—Maldita sea, Felix. ¿Por qué no te alejaste de Spencer como
te pedí? ¿Qué le dijiste para hacerlo actuar?
—Nada—, dijo Felix a la defensiva. —No presioné para obtener
información. Yo...— Felix se dio una palmada en la frente al recordar
cómo había activado la bandera roja de Spencer. —Hice un
comentario de que sólo somos tan buenos como la compañía que
tenemos.
—Felix—. El tono de Jude era una mezcla de admiración y
advertencia.
—Estuvimos hablando del podcast de Sinister en Savannah, y
le dije que no podía llevarme todo el mérito de su éxito. Así que, sí,
aproveché la oportunidad para meter baza, pero el comentario no
había salido de la nada.
—Las entrevistas fueron los artefactos incendiarios de las dos
explosiones que las siguieron—, dijo Jude.

~ 211 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La explosión de Felix fue literal y obvia, teniendo en cuenta la


situación en la que se habían encontrado. Tenía la sensación de que
la bomba de Jude era más personal. — ¿Qué te ha explotado en la
cara?
Jude dio otro trago largo. Esta vez Felix sí se levantó de su silla
y se acercó, ocupando el asiento a la derecha de Jude en lugar de
sentarse al otro lado de la mesa. Felix no se acercó a él, pero estaba a
su alcance.
—Todo mi mundo explotó porque, por supuesto, no lo dejé
pasar. Eso no es lo que hacen los buenos periodistas.
Felix asintió. —Seguimos la pista hasta que no queda ningún
sitio al que ir—. Resopló. —Y pensar que creía que tu entrevista era
floja.
Jude hizo una mueca. — ¿La viste?
—El martes, antes de que aparecieras.
—Vaya. ¿Y aún así me la chupaste?
Felix sonrió con satisfacción. —Seguí mis instintos.
—La versión abreviada que emitieron era floja, como una
broma. Una pieza de pelusa que no se acercó a contar toda la
historia.
—Nunca lo hacen—, dijo Felix. Se acercó y cubrió las manos de
Jude. —Te escucho.
—Porque quieres quitarme la primicia—. La mirada de zafiro
de Jude brilló con alegría. Fue breve, pero Felix se sintió aliviado al
ver que la vida volvía a brillar en los ojos de Jude.
—De todos modos, había planeado sacártela—, dijo Felix con
un encogimiento de hombros despreocupado. No había planeado tal
cosa, pero le encantó la sonrisa irónica que se dibujó en los labios de
Jude.
—Bueno, en ese caso, ¿por qué debería divulgar mis secretos
ahora? Traes tus malvadas costumbres.
—Me lo he pensado mejor. Una experiencia cercana a la
muerte puede tener efectos extraños en un hombre.

~ 212 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix casi juró al ver que Jude se estremecía. Soltó la mano de


Jude y tomó la nuca de éste, acercándolo. Felix apoyó su frente en la
de Jude.
—Quiero que se ventilen todos los secretos antes de llevarte a
la cama—, susurró Felix.
Jude cerró los ojos y negó con la cabeza. —No me des esa clase
de esperanzas a menos que lo digas en serio.
— ¿Me estabas diciendo la verdad sobre por qué te mudaste
aquí?— preguntó Felix. Por favor, di que sí. Jude asintió. —Me
habría mudado a Anchorage, Alaska, si es que estabas allí. Entonces
habría estado luchando contra alces de ataque en lugar de pavos
reales. Prefiero mis probabilidades contra Pete y Perla.
—No son mis pavos reales.
—Lo son. Sólo que aún no te das cuenta—, dijo Jude.
—Acompáñame por la línea de tiempo, empezando por tu
entrevista con Spencer.
Jude se aclaró la garganta. —El director de la emisora cortó la
mayor parte de la entrevista por falta de tiempo, pero me sorprendió
que cortara todas las preguntas duras que le hice. Podía haber
recortado algunas de las cosas que no son importantes, pero no lo
hizo. Así que me enfrenté a él.
— ¿Qué dijo?
El teléfono de Jude sonó en la cocina. Empezó a levantarse de
la silla, pero Felix alargó una mano para detenerlo. La calidez de
Jude se filtró en Felix, y por reflejo apretó los dedos alrededor de la
muñeca de Jude. —A menos que creas que es Jed, déjalo ir.
Jude volvió a sentarse y Felix retiró el brazo. —Hablé con Jed
antes cuando fui a buscar tu camiseta a la tienda de regalos. Se había
enterado de la explosión y me pidió que fuera a informar sobre ella.
— ¿Por qué no lo hiciste?— Preguntó Felix. —Al estar en la
escena tan temprano, tenías una ventaja que ningún otro
presentador de noticias tendría.
Jude inhaló profundamente. —Sabes por qué, Fix. Eres más
importante para mí que perseguir una historia. Siempre lo has sido y
siempre lo serás. No importa lo que pase después de esta noche.
~ 213 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix cerró brevemente los ojos cuando el peso de las palabras


de Jude se asentó sobre él como una manta de peso. Deseó poder
envolverlo con ellas, pero no era el momento. La adrenalina de Felix
se desvanecía con cada minuto que pasaba, y todavía había mucho
que necesitaba saber.
El teléfono dejó de sonar cuando la llamada saltó al buzón de
voz.
—Volvamos a hablar de tu antiguo director de la emisora en
Atlanta—, incitó Felix. —Te enfrentaste a él por la edición, y dijo...
—Me acusó de ser combativo y acusador, que no era el tono
que querían para el artículo. Querían destacar el Programa de
Segunda Oportunidad de Spencer, y mi línea de preguntas sugería
que Spencer no era bueno.
— ¿Preguntando cómo se determina la elegibilidad?
¿Queriendo hablar con los presos en libertad condicional que se
benefician de los trabajos?
Jude asintió. —Ya sospechaba porque Cameron esquivó mis
preguntas, pero mi curiosidad se intensificó con el comportamiento
de mi jefe de estación.
Felix se pasó un dedo por los labios mientras pensaba en ello.
—Entonces, ¿su reacción fue única?
—Completamente. No puedo decir que Bob y yo estuviéramos
de acuerdo constantemente, pero tampoco me hizo callar. Bob se
negó a hablar siquiera de la entrevista con Spencer.
—Lo que te llevó a indagar un poco. ¿Por dónde empezaste?
—Me puse en contacto con uno de mis amigos de las fuerzas
del orden—, dijo Jude. —Me remitieron a un agente de libertad
condicional que había oído que enviaba nombres de Spencer para su
consideración.
— ¿Conociste a este amigo en Gentleman Jack's?— La
expresión o el tono de voz de Felix debieron traicionar sus celos.
—Mi pertenencia al club no es lo que piensas, Ace. Pero ya
llegaremos a esa parte más tarde.

~ 214 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix puso los ojos en blanco pero hizo un gesto para que Jude
continuara. — ¿Qué descubriste cuando tuviste en tus manos la lista
de inscritos en Segunda Oportunidad?
—Como afirmó Spencer, se trataba de delincuentes no
violentos. Hablamos de esquemas de fraude fiscal, apuestas ilegales,
usura29, uso de información privilegiada, lavado de dinero y
falsificación.
—Delitos de cuello blanco.
—Sí—, dijo Jude. —No se me ocurrió de inmediato que el
programa pudiera utilizarse para encontrar el músculo de la mafia o
para recompensar a los soldados leales que habían mantenido la
boca cerrada. Me centré en el hecho de que ni uno solo de los presos
en libertad condicional era una persona de color. Eso es lo que pensé
que le preocupaba a Spencer.
— ¿Qué pasó después?
El teléfono de Jude volvió a sonar, pero siguieron ignorándolo.
—Empecé a mirar todos los nombres de la lista. Descubrí que eran
personas de clase media o media alta que no necesitaban el
programa para nada. Vivían en bonitas casas en barrios suburbanos.
Empecé a preguntarme si realmente trabajaban en el concesionario.
Felix tuvo una sensación de hundimiento. —Llamaste al
concesionario y pediste hablar con uno de ellos, ¿no es así?— Es lo
que Felix habría hecho.
—Claro que sí. Me dijeron que una persona con ese nombre no
trabajaba en Spencer Auto Mall. No sé si fue mi conversación con el
agente de la condicional o la llamada telefónica al concesionario lo
que avisó a alguien, pero las consecuencias de mi investigación se
produjeron rápidamente.
— ¿Cómo de rápido?
—Jack Mercy me estaba esperando en mi despacho cuando
volví de comer al día siguiente de la llamada telefónica. Lo reconocí
por la cobertura de los medios de comunicación y lo saludé como Sr.
Mercy. Una expresión dura recorrió sus rasgos, y me dijo “solías

29
Práctica que consiste en cobrar un interés excesivamente alto por un préstamo.

~ 215 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

llamarme tío Jack”. No se parecía al sonriente tío honorario que


solía aparecer en todas mis grandes ocasiones. Su pelo oscuro era
blanco como la nieve y no había ni rastro de sonrisa. Sus ojos eran
tan negros y fríos como los de un tiburón. ¿Sabes a qué me refiero?
¿Has mirado alguna vez los ojos sin solera de un depredador?—
Preguntó Jude, con la voz temblorosa.
Felix pensó en Franco Humphries, el caso del violador y
asesino en serie que había traído a Rocky y Jonah a su vida. A los
tres se les pidió que se unieran a un grupo de trabajo no autorizado
para acabar con el hombre, y lo habían conseguido. Felix había
entrevistado al hombre después. Mirarlo a los ojos era tal y como lo
describía Jude.
—Lo he hecho.
Jude tragó con fuerza. —Le pregunté qué quería. Mercy me
dijo que estaba en el vecindario y que quería pasar por aquí. Luego
expresó su arrepentimiento por no haberme visitado después de la
muerte de mi padre. Una vez que relacioné al tío Jack con Jack
Mercy, el jefe del crimen, estaba demasiado aturdido como para
decir mucho. Antes de que se fuera, Mercy me evaluó y dijo: “Te
pareces más a tu padre de lo que me había imaginado”. No lo hizo
sonar como un gran cumplido. Sus palabras de despedida fueron
para transmitir su amor a mi madre.
—Hijo de puta—, gruñó Felix.
—Me enfrenté a mi madre, que era lo que él quería todo el
tiempo. Me explicó entre lágrimas que mi padre había sido uno de
los contables de Mercy y que no había muerto por causas naturales.
El informe oficial de la policía dice que fue un robo de coche
frustrado, pero había un naipe de jota de corazones metido en el
bolsillo de su traje. Mamá la encontró cuando la policía devolvió los
objetos personales de papá.
Felix cubrió la mano de Jude sobre la mesa. —Lo siento
mucho, Jude. Debe haber sido como perder a tu padre otra vez.
—Fue horrible—, dijo Jude. —Una vez que supe la verdad,
otros recuerdos se volvieron más claros, y se formó un cuadro
devastador. Alguien había robado en nuestra casa el día del entierro
de papá. ¿Te imaginas llegar a casa desde el cementerio y encontrar
tu casa saqueada?

~ 216 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Dios. No, no puedo.


—No se me ocurrió entonces, pero los ladrones no se llevaron
ninguno de nuestros artículos de gran valor. Nuestros
electrodomésticos y aparatos electrónicos todavía estaban allí, así
como las joyas de mi madre. Nuestros cajones estaban volcados, e
incluso nuestros colchones estaban abiertos. La oficina de mi padre
se llevó la peor parte. Incluso habían arrancado el revestimiento de
la pared de su habitación para asegurarse de que no había pasajes o
habitaciones ocultas. Su caja fuerte parecía como si alguien la
hubiera disparado con una escopeta. Estaba demasiado angustiado
para entender qué demonios estaba pasando y, desde ese momento,
mi madre hizo todo lo posible para protegerme de Jack Mercy.
Nunca volví a ver al hombre.
—Hasta que apareció en su oficina.
Jude asintió. —Papá había decidido entregar a Jack al FBI. Ella
cree que papá sabía que sus días estaban contados, y por eso fuimos
al partido de los Braves—. La voz de Jude se quebró, así que se
aclaró la garganta. —Estoy muy agradecido por la experiencia, y
apreciaré el béisbol mientras viva.
—Como deberías. Es un recuerdo maravilloso.
—Me volví un poco loco después de descubrir la verdad. Mi
madre insistió en que Jack debía haber recuperado las pruebas
cuando sus matones saquearon nuestra casa porque nos había
dejado solos todos estos años. Supuse que tenía razón, pero no podía
dejarlo pasar. ¿Recuerdas el amigo de las fuerzas del orden del que
te hablé?
Felix mordió un gruñido. —Lo recuerdo.
Jude se inclinó hacia delante y le dio un fuerte beso en la boca.
—Sigues teniendo los ojos más bonitos que he visto nunca. Tus iris
ámbar se vuelven de un tono marrón más oscuro cuando estás
celoso.
—Mentira—, dijo Felix.
Jude se rio. —Presta atención. Estamos llegando a la parte del
club de sexo.
—Te escucho—. Felix estaba muy despierto ahora.

~ 217 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Mi amigo es un policía encubierto que trabaja en el club. Así


es como pude conseguir mi membresía. Me puso una identidad falsa.
Fui a ver qué pasaba y vi a Jack Mercy hablando con Spencer. No
pude acercarme lo suficiente para escuchar su información, pero era
obvio que se conocían bien. Como Cameron Spencer tenía una edad
cercana a la de mis padres, supuse que mi padre podría conocerlo.
Así que le pregunté a mi madre por él.
Felix hizo una mueca. —Apuesto a que eso no cayó bien.
—Primero, me gritó por continuar la investigación. Luego me
dijo cómo estaban conectados los dos. Según mi madre, Brigitte
Spencer no tiene ni idea de que su padre biológico es Jack Mercy. Él
vigilaba a Brigitte desde lejos y la mantenía monetariamente.
Cuando ella empezó a mostrar interés por Cameron Spencer, sus
opciones eran matar al joven o traerlo a bordo.
—Spencer estaba hambriento de dinero y prestigio para ser
digno de Brigitte, así que no pensó bien la oferta de Mercy—, dijo
Felix. —Simplemente aceptó el dinero. Ahora mira para otro lado
mientras Jack Mercy utiliza sus vehículos para fines ilícitos. ¿Qué
crees que trafica?
Por favor, que no sea gente.
—Ace—, dijo Jude con ternura. La mirada de Felix bajó hasta la
sensual boca de Jude. —Pregúntame lo que realmente quieres saber.
—En realidad no es asunto mío—, dijo Felix. Había roto con
Jude hacía diecisiete años y llevaba catorce años sin hablar con él.
No tenía derecho a exigir respuestas, aunque las quería.
Jude enarcó una ceja mientras se inclinaba hacia delante hasta
que sus labios casi tocaron los de Felix. —Había prometido ser un
libro abierto.
—No debería importarme—, enmendó Felix. —Pero me
importa—. Respiró profundamente. — ¿Aprovechaste alguno de los
servicios mientras estabas allí?
Jude miró a Felix fijamente a los ojos. —No.
— ¿Por qué?
—Recordé lo que siempre decías sobre el consentimiento y los
trabajadores del sexo. ¿Cómo puede ser consentido si su

~ 218 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

supervivencia depende del acto sexual? Si se arriesgan a perder su


trabajo por negarse a una petición, entonces no es un entorno
consensuado. A los diecinueve años, eras más inteligente que la
mayoría de la gente que te dobla la edad.
—Es un tema extremadamente personal para mí—, susurró
Felix.
Él y su madre lo habían discutido varias veces durante su viaje
de curación y crecimiento. Las ideas de Kelly sobre el sexo y la
intimidad se habían deformado tanto a lo largo de los años que había
empezado a ver a un terapeuta. Tal vez fuera una conversación
extraña para una madre y un hijo, pero Felix respetaba más a Kelly
por su honestidad.
—Lo sé, Ace.
Los ojos de Felix estaban cansados y arenosos, pero no estaba
listo para ondear una bandera blanca todavía. — ¿Qué pasó después?
—El lunes después de mí visita al club, el director de mi
emisora me llamó a su despacho. Me informó de que se habían
presentado numerosas denuncias de acoso sexual contra mí.
— ¿Qué? ¿El maldito no pudo ser un poco más creativo?—
preguntó Felix.
Jude resopló. —Es un poco gracioso ahora que lo mencionas.
Felix trató de evitar un bostezo, pero no lo consiguió. —Yo
diría que más irónico que humorístico.
—Pareces muy cansado. ¿Estás seguro de que no quieres hacer
esto por la mañana? Puedes quedarte con mi cama y yo dormiré en
la habitación de invitados.
De ninguna manera.
—Sip—, dijo Felix alrededor de un bostezo más grande. —Sigue
con la historia.
—Discutimos. Bob me mostró las quejas presentadas a
Recursos Humanos. Mis únicas opciones eran aceptar su decisión o
demandarlos.
— ¿Cuál tomaste?

~ 219 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude sonrió a Felix. —Elegí la puerta número uno al principio,


y luego contraté a una buena abogada para que me ayudara a sortear
la puerta número dos.
—Lo mejor de ambos mundos—, dijo Felix, parpadeando extra
para evitar que los pesados párpados se cerraran.
—Tuve la libertad de investigar más a Mercy mientras mi
abogada hacía su magia. Por suerte, el canal de noticias no tenía
nada que hacer. Aceptaron borrar mi historial de informes falsos si
retiraba la demanda.
Felix arrugó la nariz. —No parece una gran victoria para ti.
—Me permitió encontrar otro trabajo haciendo lo que me
gusta. Fue entonces cuando empecé a evaluar los otros aspectos de
mi vida. Había conocido a Jed en una convención unos meses antes
de ser despedido. Acababa de tomar el trabajo como gerente de la
estación en el Canal Eleven. Mencionó que quería encontrar un
reportero de investigación como yo, así que lo llamé y le ofrecí mis
servicios.
—Debió de ser un recorte salarial tremendo—, dijo Felix.
Jude se rio. —El coste de la vida es mucho menor que en
Atlanta, así que es un intercambio bastante justo. Además, estás
aquí.
—Si no eras un visitante frecuente de Gentleman Jack's, ¿cómo
es que estabas allí la misma noche que nosotros?
—Mi amigo policía encubierto me llamó. Dijo que tenía algo
importante que necesitaba decirme.
— ¿Por qué tú? ¿Qué dijo?
—No lo sé porque nunca tuve la oportunidad de hablar con él.
Me vio entrar y nos fuimos al mismo tiempo.
—Podrías haber vuelto a entrar después de que nos fuéramos—
, señaló Felix.
—Podría haberlo hecho, pero no lo hice. He intentado volver a
ponerme en contacto con Alejandro desde entonces, pero no me ha
devuelto las llamadas.

~ 220 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—El Adonis de pelo oscuro. Los dos parecían muy unidos. ¿Era
una actuación, o eran más que amigos?— preguntó Felix.
—Pensé que no tenías derecho a hacer esas preguntas.
Felix entrecerró los ojos. —Contesta de todos modos.
Jude se inclinó hacia delante y rozó su boca con la de Felix. —
Salimos durante un tiempo. No nos amábamos, y la química se
esfumó muy rápido.
—Podrías haberme engañado—, gruñó Felix.
—Deberías ver tus ojos. Se oscurecen cada vez más y arden lo
suficiente como para provocar un incendio.
Felix puso los ojos en blanco y notó lo secos que los sentía. Se
frotó ambas manos sobre ellos.
—Vamos a dormir un poco—, dijo Jude mientras se levantaba.
Recogió los platos sucios y se dirigió a la cocina. Puso los platos en el
fregadero y agarró su teléfono.
Felix se puso de pie y lo siguió rígidamente. — ¿Algo
importante?
Jude se metió el teléfono en el bolsillo y empezó a apagar las
luces. —No estoy seguro. Era una llamada desconocida y no dejaron
ningún mensaje.
Jude puso las manos en las caderas de Felix. — ¿Quieres que
duerma en la habitación de invitados, Ace?
—Cierra la boca y llévame a la cama.

~ 221 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Una vez arriba, Jude tiró de Felix en sus brazos y ahuecó


suavemente su cara. Deslizó sus manos hacia el cabello de Felix y le
masajeó el cuero cabelludo. —Te deseo más que mi próximo
aliento—, susurró contra sus labios.
Felix mordió el regordete labio inferior de Jude y luego tiró de
él hasta que se soltó. —Menos mal que no te pido que elijas.
Jude se rio. —Estoy tratando de ser caballeroso.
Felix deslizó su mano entre sus cuerpos y pasó el dorso de sus
dedos por la polla de Jude, que se estaba alargando. — ¿Quién te ha
pedido que lo seas?
—Ace, has tenido una experiencia traumática y estás tratando
de procesar una jodida tonelada de información que te he vertido.
No estaría bien que yo...
Felix lo silenció con un beso. Jude se tensó pero no se apartó.
Sus labios temblaron bajo los de Felix, recordándole su primer beso
cuando aún eran niños despistados. Este beso se sintió como un
círculo completo. Felix se atrevió a pasar la punta de su lengua por la
costura de los labios de Jude. El hombre más grande gimió y se abrió
para Felix, relajándose en su contacto. Felix giró su muñeca y
acarició la polla de Jude a través de sus pantalones de vestir hasta
que estuvo completamente erecta.
—Quiero sentir este monstruo dentro de mí—, dijo Felix entre
besos a lo largo del cuello de Jude, quien se estremeció en sus
brazos, y Felix quiso caer de rodillas de nuevo. —Es lo único en lo
que he podido pensar.
Jude bajó sus manos al culo de Felix y masajeó los globos. —
Mierda, te he echado de menos, Ace. No sólo la pasión que
compartimos, sino la forma en que me desafías y me haces querer
ser un hombre mejor.

~ 222 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Las palabras de Jude eran tan embriagadoras y excitantes


como su tacto. Felix se apoderó rápidamente del cinturón de Jude y
estaba buscando la cremallera cuando Jude lo detuvo.
—Estoy sucio. Deja que me dé una ducha rápida. Luego
encontraremos una posición cómoda...
—Conozco la única—, dijo Felix, cortándolo. — ¿Me ayudas a
quitarme la camisa?
— ¿No querrás decir mi camisa?
—La posesión es nueve décimos de la ley30. Yo tengo la camisa
en dicha posesión. Por lo tanto, es mía. Otra vez.
Jude se rio mientras levantaba con cuidado la camisa por
encima de la cabeza de Felix. —Lo recordaré.
Felix apretó los dientes para no jadear cuando la tela rozó sus
heridas. Jude no se dejó engañar. Caminó alrededor de Felix para
ver su piel.
—Ace—, susurró Jude entrecortadamente. Depositó tiernos
besos en la piel no lesionada alrededor de las heridas. —Lo siento
mucho, mierda. Podría haberte perdido y habría sido culpa mía. Si te
hubiera contado toda la historia antes...
—Habría investigado con más ahínco para conseguir justicia
para tu familia—, dijo Felix, con voz decidida y sincera. —Y podría
haber terminado muerto en lugar de sólo raspado.
Deslizando sus brazos alrededor de la cintura de Felix, Jude
presionó su frente contra la parte posterior de la cabeza de Felix. —
Prométeme que no irás por él solo—, suplicó Jude. —Puede que seas
mejor investigador que yo, pero dos son más fuertes que uno.
Felix ya no trabajaba solo, pero tampoco iba a dejar colgado a
Jude. —Vengo como parte de un ejército de cuatro—. Avery era parte
del equipo, aunque aún no lo creyera del todo. Felix se giró en el
abrazo de Jude. —Hay espacio para uno más.

30
Esta frase legal popular es una expresión que significa que la propiedad es más fácil de mantener si
una persona tiene posesión de algo y difícil de hacer cumplir si una persona no la tiene.

~ 223 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude sonrió. — ¿No deberías preguntar primero a tus amigos?


Rocky me odia.
—Entrará en razón cuando conozca al verdadero tú y no la
horrible imagen que he pintado.
Jude gimió. — ¿Qué tan malo me hiciste ver?
—Le dije la verdad tal y como la conocía—, dijo Felix,
añadiendo un descuidado encogimiento de hombros, haciendo que
el dolor le recorriera el cuerpo.
—Le dijiste la verdad que te resultaba más fácil de creer—,
replicó Jude.
Felix enarcó una ceja. — ¿Vamos a pelear o a follar?
Felix tuvo su respuesta cuando Jude dio un paso atrás y
comenzó a desabrochar su camisa manchada.
—Parece que te debo dos camisas nuevas—. Una parte de su
cerebro ya estaba eligiendo los colores.
—No me debes nada—, replicó Jude, deslizando la camisa por
los hombros y los brazos, dejándola caer al suelo. Rápidamente se
despojó de los zapatos, los calcetines y los pantalones mientras Felix
se quedaba boquiabierto ante la belleza masculina de Jude.
—Me he olvidado de algo—, dijo Felix, señalando los
calzoncillos con el notable bulto.
—Me los quitaré cuando estés fuera de mi alcance.
Felix resopló y pensó que Jude había cambiado de opinión
cuando acortó la distancia entre ellos y tiró de los pantalones cortos
de Felix por las piernas. Había optado por ir en plan comando en
lugar de volver a ponerse la ropa interior sucia.
—Métete en mi cama y ponte cómodo. No tardaré mucho—.
Jude se dio la vuelta y se dirigió al baño con una zancada decidida.
Dios, el hombre tenía un culo increíble. Redondo y firme. Felix
quería hundir sus dientes en ambas mejillas. Retiró las sábanas y se
metió en la cama. Siempre había dormido boca abajo, así que
tumbarse boca arriba para evitar el dolor agónico era una obviedad.
Exponer su culo a Jude para que lo tomara era una ventaja.

~ 224 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La erección de Felix se encontraba entre su estómago y la


suave cama. No necesitaría mucha fricción para estallar, así que se
quedó quieto y observó a Jude duchándose a través de la puerta
abierta. El sonido del agua que goteaba era tan relajante, y ver a
Jude pasar las manos enjabonadas por su cuerpo fornido era
hipnotizante. La tensión que le quedaba en el cuerpo se agotó y Felix
se hundió más en el colchón y la almohada. Sus párpados de diez
toneladas aletearon una, dos veces, y finalmente se cerraron de
golpe.

Un sonido estridente despertó a Felix de un profundo sueño.


¿Qué era? ¿Los malvados pavos reales del vecino chillando en los
arbustos frente a su ventana otra vez? No, ese no era el ruido
correcto. Cuando volvió a sonar, Felix estaba completamente
despierto y era consciente de lo que le había despertado.
Un teléfono.
Para la mayoría, un teléfono que sonaba en plena noche era
algo malo. Para un periodista, era el sonido de la oportunidad y la
posibilidad. ¿Sería ésta la historia que le traería fama y notoriedad?
Cualquier reportero que dijera que no quería esas cosas estaba lleno
de mierda. O se mentían a sí mismos o a todos los que les rodeaban.
Felix era muchas cosas, algunas de ellas desagradables, pero el
autoengaño no estaba entre sus atributos o defectos. Sabía quién era,
lo que quería y lo que hacía falta para conseguirlo. No se mentía a sí
mismo ni a nadie de su entorno.
Era la única manera de vivir.
Felix sacó su mano derecha de debajo de la almohada. Buscó
su teléfono pero conectó con una segunda almohada donde debería
haber estado su mesita de noche. Espera un momento. Estaba en el
lado equivocado de la cama. Eso por sí solo no era suficiente para
inducir el pánico, pero la voz somnolienta que respondía al teléfono
desde su lado normal de la cama sí lo era.
~ 225 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Oh, Dios.
Los acontecimientos de la noche lo asaltaron, una imagen
tecnicolor tras otra. No era su teléfono el que sonaba. Ni siquiera
estaba durmiendo en su cama.
Mierda. Oh, mierda. ¿Qué he hecho?
Felix se había dormido antes de que Jude llegara a la cama, y
en lugar de despertarlo, Jude se había cubierto el cuerpo, había
apagado las luces y se había metido en la cama junto a Felix. Se
había quedado dormido y había perdido un tiempo precioso.
—Sí, está aquí—. La voz de Jude, endurecida por el sueño,
interrumpió el puchero de Felix.
Felix pudo oír una voz masculina procedente del teléfono de
Jude, pero no pudo distinguir de quién se trataba. El miedo lo
invadió momentáneamente. ¿Era Mercy el que llamaba de nuevo?
Felix estuvo a punto de reírse a carcajadas de su estupidez. Mercy no
les avisaría antes de atacar de nuevo. Simplemente lo haría. Trago
saliva.
Jude emitió un sonido gruñón. —Bésame el culo, Jacobs.
—Ese es mi trabajo—. La protesta de Felix fue ignorada
mientras Jude seguía discutiendo con Rocky.
—Por supuesto, puedes hablar con él. No lo tengo atado y
amordazado en mi mazmorra, imbécil.
—Oh, pervertido—, dijo Felix sin aliento. — ¿Es una opción
disponible?
Jude resopló, reconociendo por fin la conversación paralela de
Felix. Jude le extendió el teléfono. —Es para ti, querido.
Felix aceptó el teléfono de Jude, que luego se sentó y encendió
la lámpara de la cabecera. Una luz suave inundaba la habitación,
pero era lo suficientemente brillante como para hacer parpadear a
Felix.
—Hola, Major—, dijo Felix.
—Iba a preguntar dónde carajo has estado toda la noche,
pero creo que ya lo sé. ¿Por qué carajo no pudiste al menos

~ 226 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

contestar el maldito teléfono?— Felix nunca había oído a Rocky


sonar tan enfadado y soltar tantos “carajo” seguidos.
—Yo…
—Este es el típico comportamiento de Felix. Afirmas ser parte
del equipo, pero nos dejas preocupados por ti.
El calor se extendió a través de Felix cuando se dio cuenta de
que la ira de Rocky era por estar asustado. —Te has enterado de la
explosión, entonces.
— Felix, voy a conducir hasta allí y estrangularte.
— ¿Puedes esperar hasta que me cure?— Felix preguntó.
Rocky volvió a maldecir. — ¿Estás bien? ¿Qué tan grave es?
—Un poco de raspado en los omóplatos y algunos músculos
doloridos. Me curaré enseguida—, aseguró Felix a su amigo. —Mi
teléfono móvil quedó destruido tras la explosión, así que por eso no
te llamé.
—Podrías haber tomado prestado el teléfono del imbécil antes
de empezar a jugar a la casita juntos—, contraatacó Rocky. Soltó
una bocanada de aire. —Jesús, ahora mismo parezco un imbécil.
Podrían haberte matado, así que por supuesto que saltaste sobre
sus huesos.
—Jude me llevó al hospital y me trajo a su casa para que
pudiéramos hablar de algunas cosas—, explicó Felix. —Puede que me
haya equivocado un poco con Jude, Major—. El hombre en cuestión
enarcó una ceja. —Okey. Me equivoqué mucho con Jude.
— ¿Te hace decir eso?— Preguntó Rocky. —Parpadea dos
veces si estás bien.
— ¿Parpadear dos veces? ¿Cómo lo ves? Por favor, dime que no
nos estás observando con gafas de visión nocturna o algo así.
Rocky se rio. —No. Estoy hecho un puto lío y hablando con el
culo.
—Estoy bien, Major. Te lo prometo.
—Localicé a uno de los trabajadores de la EMT que respondió
al incidente, y describió al hombre que estaba contigo. ¿Cómo llegó

~ 227 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude a la escena tan rápidamente?— preguntó Rocky con


suspicacia.
—Sé lo que estás pensando.
—No creo que lo sepas—, dijo Rocky. —Yo también fui al
hospital y le saqué algunas respuestas a una enfermera. Sabía que
estabas con Jude, pero mierda, era difícil dar un suspiro de alivio
cuando tiene una nube tan grande de sospechas flotando sobre su
cabeza.
—Tenemos mucho que contarles, chicos.
— ¿Nosotros?— preguntó Rocky. ¿Cómo había empaquetado
tanto desdén en una pequeña palabra?
—Sí, nosotros—, dijo Felix. No había forma de que ventilara los
secretos de Jude a sus espaldas. —Tengo que conseguir un nuevo
teléfono a primera hora de la mañana. Entonces yo...
Jude se aclaró la garganta.
—Nos gustaría reunirnos contigo, Jonah y Avery.
Rocky suspiró con fuerza. —Bien. Le enviaré un mensaje a
Jonah ahora y le haré saber que no estás muerto.
—Vamos, Major. Deja de ser una reina del drama. Ya sabías
que no estaba muerto.
—No lo estabas cuando saliste del hospital, por lo menos—,
replicó Rocky, sacando la última pulla.
—Estoy a salvo, y estoy donde quiero estar—, dijo Felix. Jude
se acercó y le pasó un nudillo por la mejilla. —Tu preocupación
significa mucho para mí.
—Has crecido dentro de mí.
— ¿Como un lunar peludo?
Riendo, Rocky dijo: —Un poco mejor que eso. Envía un
mensaje o llama cuando tengas tu teléfono de reemplazo. Ya
pensaremos cuándo y dónde quedar.
—Lo haré. Buenas noches, Major.
—Buenas noches, Fee.

~ 228 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix le entregó el teléfono a Jude, que desconectó la llamada y


lo dejó en la mesita de noche. Jude se acercó para apagar la luz, pero
Felix le agarró el bíceps para detenerlo.
—Déjala encendida. Recuerdo lo mucho que te gusta ver tu
polla moviéndose dentro y fuera de mí.
La boca de Jude se abrió en un suave jadeo, y un profundo
rubor rosado manchó sus mejillas. Felix abrió lentamente las piernas
bajo las sábanas, y Jude rompió su contacto visual para observar la
acción.
— ¿Estás seguro de que quieres esto?— preguntó Jude.
Dios, sí. —Estoy seguro de que nos quiero—, respondió Felix.
Viejas inseguridades y dudas salieron a la superficie como manos
esqueléticas saliendo de una tumba. El miedo de Felix a no ser
nunca lo suficientemente bueno era la piel podrida que se aferraba a
los frágiles huesos de su pasado. — ¿Lo quieres?
—Tanto, maldita sea—. La voz de Jude temblaba de emoción.
—Si hacemos esto, no dejaré que me alejes de nuevo. Te seguiré
hasta el fin del mundo si es necesario. No dejaré de luchar por
nosotros.
Felix se levantó sobre los codos y se inclinó hacia Jude,
respondiendo con un beso. El ángulo impedía un intercambio
profundo, pero los hombres enredaron y retorcieron sus lenguas
como pudieron.
—Mierda, sí—, dijo Felix. —Te necesito más que el aire.
Los labios de Jude se torcieron. —Menos mal que no te hago
elegir.
—Qué gracioso—. Felix torció el dedo. —Ven aquí.
Jude obedeció y comenzó a dejar un rastro de besos en la nuca
de Felix, alrededor de sus heridas, bajando por su columna vertebral
hasta llegar a la parte superior del culo de Felix. Jude empujó las
mantas hacia abajo antes de recolocar su cuerpo para tumbarse boca
abajo entre las piernas de Felix. Reanudó los besos, empezando por
la mejilla derecha de Felix antes de pasar a la izquierda. Después,
separó el culo de Felix y se puso a trabajar en su fruncida entrada.
Jude lamió y chupó la carne sensible, y luego se tomó su tiempo para

~ 229 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

trabajar con la lengua dentro del anillo de músculos. Felix gimió y


levantó más el culo, buscando más fricción.
Jude deslizó una mano por debajo de él para agarrar su polla.
—Recuerda que la posesión es la novena parte de la ley. Este chico
malo es todo mío ahora.
— ¿Estás pidiendo mi polla durante el sexo?— preguntó Felix.
En su interior, estaba emocionado hasta la médula por la
muestra de posesividad de Jude. Este hombre había sido el único en
reclamar voluntariamente a Felix y en serio. Jude había querido y
elegido a Felix, entonces y ahora.
Soy suficiente.
Jude hundió sus dientes en el culo de Felix mientras acariciaba
su eje.
—Mierda—, gimió Felix.
Jude le rodeó el pliegue con la punta de la lengua antes de
volver a hablar. —Así que te lo vuelvo a preguntar. ¿Estás seguro de
que quieres esto?
Todo el cuerpo de Felix temblaba de necesidad, pero nada
temblaba tanto como su corazón. —Sí.
Jude deslizó su mano hacia abajo para masajear las pelotas de
Felix y hundió sus dientes en la parte posterior de los muslos de él.
—Eso es—, gimió Felix. —Márcame.
Jude se rio. — ¿Cómo me hiciste la otra noche antes de que
tuviera que salir al aire?
—No es mi culpa que no hayas pasado suficiente tiempo en la
silla de maquillaje—. Felix sonaba necesitado y codicioso. —Te
quiero dentro de mí.
Jude lo soltó el tiempo suficiente para recuperar los
suministros del cajón de la mesita de noche. Sabiendo lo que estaba
a punto de suceder, las caderas de Felix se movieron por voluntad
propia, frotando la cabeza de su polla contra las sábanas súper
suaves de Jude. Los ojos de Felix se pusieron en blanco y dejó
escapar un largo gemido.

~ 230 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude le dio una palmada en la mejilla derecha del culo. —


Todavía no.
Felix empezó a protestar, pero murió repentinamente cuando
Jude presionó un dedo lubricado contra su entrada fruncida. —Seré
bueno.
—Lo creeré cuando lo vea.
Jude trabajó un dedo resbaladizo dentro de Felix hasta que se
relajó lo suficiente como para aceptar un segundo, luego un tercero.
Jude había reducido a Felix a un galimatías31 para cuando consideró
que el culo de Felix estaba suficientemente estirado. Jude se colocó
el condón y untó más lubricante en su longitud de acero antes de
sentarse a horcajadas sobre la parte exterior de las caderas y los
muslos de Felix. Se inclinó hacia delante, apoyando una mano en el
cabecero de la cama para sostener su peso y evitar que cayera sobre
la devastada espalda de Felix.
Presionando la punta de su polla contra el tembloroso agujero
de Felix, Jude dijo: —Nos lo tomaremos con calma—. Guió la cabeza
hinchada dentro de Felix, estirándolo lo que parecía imposiblemente
ancho. —Relájate para mí, bebé. Déjame entrar—, instó Jude. —
Estás hecho para mí.
Felix inspiro durante el escozor inicial porque sabía lo que
vendría después.
—Eso es—, dijo Jude, introduciendo más de su gran polla
dentro de Felix.
Las terminaciones nerviosas de Felix cantaron a medida que la
punzante incomodidad se convertía en un inmenso placer. Cuanto
más se relajaba, más polla le daba Jude hasta que se enterró hasta la
empuñadura.
—No duraré mucho—, advirtió Jude. —No esta primera vez.
—Estoy de acuerdo contigo.

31
Lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas.

~ 231 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude soltó la cabecera para agarrar el culo de Felix con ambas


manos y separar sus mejillas. —Tan jodidamente sexy. Tu culo
codicioso no se cansa de mí. Como siempre.
Felix sabía que a Jude le excitaba ver su posesión. A menudo
follaban frente a espejos o cualquier cosa con una superficie
reflectante porque eso volvía loco a Jude.
Jude movió un poco los muslos, cambiando el ángulo de su
penetración. Felix gimió de éxtasis.
—Más fuerte.
Jude soltó un gemido gutural que resonó en el alma de Felix
como una bestia primitiva respondiendo a la llamada de
apareamiento de otra. —Te sientes tan bien. No puedo contenerme
mucho más.
—Entonces no lo hagas.
Jude apoyó ambas manos en el cabecero de la cama, y luego
hizo avanzar sus caderas con un rugido salvaje, introduciéndose
profundamente en el interior de Felix. —Te necesito.
—Demuéstralo. Dame todo.
—No. Quiero. Hacerte. Daño—. Jude puntuó cada palabra con
un profundo empujón.
— ¿Eso es lo mejor que tienes?— preguntó Felix. Jude, que
nunca se echaba atrás ante un desafío, le clavó la próstata con
maestría, reduciendo a Felix a una serie de gruñidos y peticiones de
una sola palabra como “más” y “otra vez”.
Jude lo martilleó con fuerza, empujando la polla de Felix
contra la cama. Felix gritó mientras se corría sobre las sábanas. El
cabecero crujió bajo el implacable agarre de Jude mientras
cabalgaba con más fuerza el culo de él. Jude rugió mientras su
cuerpo se agitaba y se sacudía mientras inundaba el condón.
Felix yacía destrozado contra las sábanas mientras Jude
jadeaba sobre él.
— ¿Cómo demonios se supone que vamos a renunciar a los
abrazos después de un sexo así?— dijo Jude.

~ 232 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Quién ha dicho que no podamos acurrucarnos?— Dijo


Felix. —Tendremos que hacerlo en tu lado de la cama porque el mío
es un desastre.
Jude se rio mientras aliviaba su peso de Felix. Se deslizó fuera
de la cama y se dirigió al baño para deshacerse del condón. Felix se
sentó con cuidado cuando Jude regresó con un paño caliente y
húmedo. Jude lo besó con avidez mientras pasaba el paño por el
abdomen y la pelvis de Felix. Cuando terminó, Jude rompió el
abrazo y devolvió la toalla sucia al baño.
Una vez que Jude volvió a la cama, Felix le dijo: —Túmbate de
espaldas—. Lo hizo, y Felix se deslizó y se acostó sobre su lado
izquierdo junto a él.
—Ojalá pudiera tenerte en mis brazos.
Felix deseaba que Jude también pudiera hacerlo, pero le
dolería demasiado tener los brazos de Jude colgados sobre sus
omóplatos. —Tendremos que improvisar hasta que me cure—. Felix
colocó su muslo sobre la pelvis de Jude y un brazo sobre su pecho.
Bajo su mano, Felix sintió que el corazón de Jude latía con fuerza.
Mierda, esto se sentía tan bien. Tenía miedo de despertarse y
descubrir que todo había sido un sueño vívido. Si lo fuera, se
aseguraría de hacerlo realidad.
Jude giró la cabeza y miró a los ojos de Felix. Su expresión era
de saciedad y felicidad. —Entonces, ¿no te arrepientes de lo que
pasó?
—Sólo me arrepiento de que hayamos tardado catorce malditos
años en volver al lugar que nos corresponde.
—Ahora somos personas más inteligentes—, dijo Jude.
—Todo lo que tenemos que hacer es ser más astutos que la
mafia sureña y seguir vivos
Jude sonrió. —Muy fácil.

~ 233 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Como su proveedor de telefonía móvil no abría hasta las diez,


Felix y Jude tuvieron tiempo de sobra para volver a conocer el
cuerpo del otro a la mañana siguiente. Compartieron
cuidadosamente una ducha conjunta antes de preparar el desayuno.
— ¿Me prestas tu teléfono para hacer unas llamadas?—
preguntó Felix una vez que terminaron de comer.
—Por supuesto.
—Dudo que la explosión haya sido noticia en Atlanta, pero
quiero hablar con Reanna por si acaso.
Jude sacó su teléfono del bolsillo y se lo entregó a Felix.
—Gracias—, dijo Felix, inclinándose hacia él para darle un
beso.
Se llevo el teléfono afuera. En lugar de sentarse en una
tumbona, Felix se sentó en el borde de la piscina, colgando las
piernas en el agua. Pasaría un tiempo antes de que Felix pudiera
volver a nadar, pero podía disfrutar mucho de esto.
Felix marcó primero a Kelly porque era lo correcto. Se sentía
fatal por no haber pensado en llamar a su madre la noche anterior.
— ¿Hola?
—Hola, soy Felix.
— ¿Cómo está mi hijo favorito?— Preguntó Kelly alegremente.
Era evidente que, o bien no se había enterado de la explosión, o bien
no la había relacionado con él si su nombre se mantenía al margen
de la prensa. — ¿Y por qué me llamas desde un número diferente?
—Estoy bien—, dijo. —Anoche tuve un incidente con mi coche.
Mi teléfono se dañó, así que tomé prestado el de un amigo.
— ¿Tuviste un accidente?—, preguntó preocupada.
—Mi coche fue víctima de un accidente, pero yo no estaba en él
en ese momento—. La explicación fue breve y dio a entender que un

~ 234 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

cortocircuito en la instalación eléctrica había provocado el incendio.


—Tengo que llamar a mi compañía de seguros después de conseguir
un nuevo teléfono.
—Me alegro mucho de que no te hayas hecho daño. ¿Hay algo
que pueda hacer para ayudarte a arreglar esto?
Felix quería que Kelly estuviera lo más alejada posible de la
situación. Independientemente de su pasado, ella era su madre.
Felix se sentiría destrozado si alguien la hiriera por su culpa. —No,
pero aprecio tu oferta. Te quiero, mamá.
La respiración de ella se le atascó en la garganta, y Felix supo
que estaba llorando. —Yo también te quiero. No puedo recordar la
última vez que me llamaste mamá. Todavía no estoy segura de
merecer el título.
Si Felix había aprendido algo de esta semana, era que la vida
era demasiado corta, sin importar cuánto tiempo se viviera. Más
vale hacerlo sin remordimientos. Ciudad Shoulda-coulda-woulda,
como la llamaba Marla, estaba superpoblada y no tenía buenos
restaurantes.
—Creo que sí—, dijo Felix.
Hablaron durante unos minutos más antes de colgar. Felix
marcó a continuación a Reanna, pero no estaba preparado en
absoluto para su saludo.
—Jude Arrow, ¿has secuestrado a Felix? Llevo horas
llamándolo y enviándole mensajes. No contesta, no me devuelve los
mensajes y ahora las llamadas van directamente al buzón de voz.
¿Qué está pasando? Más vale que esté atado a tu cama y durmiendo
alguna resaca de sexo épica.
— ¿Por qué demonios tienes el número de Jude guardado en tu
teléfono?— Preguntó Felix.
— ¡Felix! ¿Dónde carajo has estado? Estaba muy preocupada
por ti. No he podido dormir ni un momento.
—Primero tienes que responder a mi pregunta—, dijo Felix con
obstinación.
—Bien—. Se imaginó el dramático giro de ojos que
probablemente había acompañado el exasperado tono de voz de Ree.

~ 235 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Los dos almorzamos unas cuantas veces a lo largo de los años


desde que ambos vivimos y trabajamos en Atlanta.
— ¿Han hablado de mí?
—Son dos preguntas—, dijo Ree. —No puedo creer que tengas
la audacia de preguntarme eso—. Okey, entonces no habían hablado
de él. —Deberías alegrarte de no estar a distancia de una bofetada.
—Siento haber perdido todas tus llamadas. Mi teléfono se dañó
en el incendio.
Ree jadeó. — ¿Incendio? ¿Qué incendio?
Uh-oh. Felix había supuesto que sus frenéticas llamadas se
debían a la explosión, pero había pensado mal. Le dio el mismo
discurso sobre el cable en cortocircuito y el posterior incendio.
Omitió la parte de la explosión, no mencionó la conexión con la
mafia sureña y no le dijo que estaba herido. —Jude me va a llevar a
la tienda de teléfonos móviles cuando abra.
—Así que tú y Jude, ¿eh?— Felix escuchó algunos murmullos,
luego Ree habló lejos del teléfono. —Cariño, me debes veinte dólares
y un masaje de pies.
—Buen chico, Felix—, dijo Stephen en el fondo.
—Bien, tienes toda mi atención—, dijo Ree. —Cuéntamelo todo
y no te dejes ni un solo detalle.
Felix se rio. — ¿Por qué estabas llamando frenéticamente a mi
teléfono?
—Primero tienes que responder a mi pregunta—, dijo Ree.
—Jude y yo hemos estado hablando y resolviendo cosas.
— ¿Con o sin ropa?—, preguntó ella. Si hubieran estado cara a
cara, Ree se habría inclinado hacia delante y habría movido las cejas.
Nada estaba prohibido entre ellos. Se lo contaban todo.
—Las dos cosas.
Ree soltó un delicioso chillido y siguió con una larga risa. —Ya
era hora—, dijo sin aliento.
—Para que me cuentes lo que te molestó anoche—, dijo Felix.

~ 236 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Oh, Fee. Te llamaba porque tengo una noticia emocionante.


Las mejores noticias—. Ree moqueó, y Felix supo que estaba
llorando.
Gracias a Dios que eran lágrimas de felicidad, o estaría
conduciendo a Atlanta para joder a alguien. Ree era una mujer muy
fuerte y no necesitaba que los hombres lucharan por ella, pero él
estaría encantado de estar a su lado.
— ¿Qué pasa, Ree?— Sólo había una cosa en este mundo que
Ree quería. A Felix le aterraba la esperanza.
—Estoy embarazada—, dijo ella antes de volver a chillar. —
Fuimos a hacernos los exámenes físicos y esperábamos que los
resultados nos dijeran lo difícil que sería concebir juntos. Cuando la
doctora entró en la habitación con una gran sonrisa, supuse que las
perspectivas eran buenas. Entonces me dijo: “Tengo buenas
noticias. No necesitan mis servicios”. Le dije que sí y le recordé que
llevábamos dieciocho meses intentando quedarnos embarazados. La
doctora sonrió y dijo: 'Y por fin lo han conseguido. Felicidades'
A Felix se le hinchó el corazón y las lágrimas le picaron en el
fondo de los ojos. —Es la mejor noticia de todas. Me alegro mucho
por ti y por Stephen.
—Felix—, dijo Ree, con la voz cargada de emoción. —Stephen
me contó la conversación que tuvo contigo durante tu cena de
cumpleaños. ¿Tienes idea de lo mucho que te amo?
—Tanto como yo te amo—, dijo Felix mientras las lágrimas se
derramaban por su rostro.
—Bueno, si tú y Jude finalmente dejan de marear la perdiz—.
Ree se rio. —De acuerdo, tal vez tengo eso al revés. Si tú y Jude
empiezan a marear la perdiz y construír una vida juntos, yo sería
felizmente su vientre de alquiler si quieren tener un bebé.
—Ree, no sé qué decir—. Nunca había pensado en sí mismo
como material de padre, pero podía imaginarse fácilmente a Jude
acunando a un recién nacido contra su pecho.
—Gracias es un buen comienzo—, dijo ella.
—Gracias.

~ 237 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Hablaron de todos los planes para el bebé que estaban


haciendo, aunque ella estaba aterrorizada. Ree habló de confiar en
su fe para superar las ansiedades. Felix no era de los que rezan. Tal
vez fuera porque nunca se consideró digno del amor de Dios o de su
misericordia. Rezaría por ella, por Stephen y por el bebé.
Ree gimió al otro lado de la conexión. —Oh, sí, justo ahí,
cariño.
Felix resopló. — ¿Debo dejarte ir?
—Stephen está pagando el masaje de pies que me debe por
apostar contra mí. Le dije que era sólo cuestión de tiempo antes de
que tú y Jude encontraran el camino de vuelta el uno al otro. ¿No he
estado diciendo esto desde nuestro primer año?
—Creo que lo has mencionado una o dos veces.
—Ree es omnisciente.
Felix se rio tanto que casi deja caer el teléfono de Jude a la
piscina. —Ree también habla de sí misma en tercera persona.
—Qué asco. Oh, tú no, cariño. Vuelve a clavarme el pulgar en el
arco. ¡Oh! Ohhhh. Felix, tengo que irme. Estas hormonas del
embarazo son intensas—. Bajó la voz. —Algunas me hacen feliz, y
Stephen aún más, si sabes lo que quiero decir.
Felix se rio. —Attagirl32.
Se despidieron y Felix dejó el teléfono sobre el cemento a su
lado. Jude se unió a él unos momentos después, llevando dos tazas
de café. Le dio las dos a Felix para que las sujetara mientras se
sentaba y colgaba las piernas en la piscina también. Felix le pasó la
taza con crema y azúcar a Jude y se quedó con el café negro.
—Tu casa es preciosa, pero esta es mi parte favorita—. Felix
miró el exuberante paisaje que rodeaba la piscina. —Es tan
tranquilo.
—Quizá demasiado tranquilo. Los pavos reales de ataque le
darían un toque agradable.
Felix se rio. —Podría traer a Pete y a Perla de visita.

32
Una manera informal de felicitar a una mujer. Se deja el original ya que no hay una traducción.

~ 238 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Qué espectáculo sería. Tú conduciendo tus pavos reales


mascota por la ciudad.
—No son mis pavos reales—, dijo Felix.
—Eso dices tú.
—Eso es así.
Charlaron un rato antes de que Jude dejara su taza de café y se
lanzara a la piscina.
—Eres tan malo—, dijo Felix, sin molestarse en ocultar su
mohín. Entonces Jude dio a conocer sus intenciones cuando deslizó
su mano por el muslo de él. Felix cambió rápidamente de opinión
cuando Jude le quitó los pantalones prestados y se llevó la polla de
Felix a la boca. A Felix le encantó la sensación de los firmes labios de
Jude subiendo y bajando su eje, llevándolo a un clímax
estremecedor, que Felix devolvió de rodillas en la ducha exterior.
El viaje a la tienda de celulares fue rápido pero costoso.
Normalmente, ese tipo de compra inesperada le causaría a Felix una
jodida tonelada de ansiedad. ¿Y si perdía su trabajo más adelante?
Podría ser dinero que necesitaría algún día. Las preguntas solían ser
interminables, provocando ataques de insomnio. Hoy estaba más
tranquilo. Tal vez fuera por el hombre que tenía a su lado, o por los
alucinantes orgasmos recibidos de dicho hombre. O, tal vez, por la
convicción de Felix de que Cameron Spencer pagaría por todo el
daño que había causado, de una forma u otra.
Felix se sorprendió por la cantidad de llamadas perdidas,
mensajes de voz y textos. Hubo varias llamadas de un número que
no reconoció, pero la persona que llamaba no dejó un mensaje de
voz. Felix leyó sus textos y escuchó todos sus mensajes antes de
responder o devolver las llamadas por orden de prioridad,
empezando por Minerva. Le aseguró que estaba bien y no mencionó
nada sobre la verdadera causa de la explosión. Le dio la misma
información que a todos los demás; cuantas menos personas
supieran la verdad, mejor.
Los frenéticos mensajes de Rocky provocaron reacciones en
Felix, que iban desde el humor hasta el asombro de que aquel
hombre fuera su amigo. Le hizo sentir en su interior como un vaso
de Sprite: burbujeante y refrescante.

~ 239 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Los mensajes que más le sorprendieron fueron los de Royce


Locke, un detective de Savannah de la Unidad de Delitos Graves. Su
compañero y novio, Sawyer Key, había ido a Emory con Felix y Jude.
Los chicos fueron los que metieron a Felix, Jonah y Rocky en la
investigación de Franco Humphries. Si Royce llamaba, ¿significaba
que la policía ya había averiguado que el incendio del coche no había
sido accidental?
Felix llamó a Royce en cuanto volvieron al coche de Jude.
— ¿A quién has cabreado ahora?— preguntó Royce una vez
intercambiados los saludos.
Felix se enfadó. —Qué suposición más grosera.
Royce se rio. —Vamos. Sabes el efecto que tienes en la gente.
¿Cómo te sientes?
—Tan bien como se puede esperar—, respondió Felix
vagamente. No estaba seguro de cuánto quería decirle a Royce sin
discutir los hechos con Jonah y Rocky primero.
— ¿Cuándo y dónde es la reunión de la pandilla esta mañana?
Sawyer y yo queremos estar allí.
— ¿Pandilla? ¿Son Butch Cassidy y Sundance Kid33 otra vez?
—Déjate de tonterías—, gruñó Royce. —Anoche le saqué la
verdad a Rocky cuando te buscaba frenéticamente.
— ¿Entonces por qué preguntaste a quién había cabreado si ya
lo sabías?
—Quería ver cuánto estabas dispuesto a contarme.
—No mucho—, admitió Felix.
—Y sin embargo, estoy sorprendido y dolido.
Fue el turno de Felix de burlarse. — ¿Te asignaron mi caso?
—Sí, así que empecé a llamarte. Luego llamé a Jacobs, ya que
no podía ponerme en contacto contigo. Se enteró de que te habías

33
Personajes de Butch Cassidy: El jefe de una banda de pistoleros, Butch Cassidy, y Sundance Kid, su
inseparable compañero, más una joven maestra de Denver, forman un trío de románticos forajidos que,
huyendo de la ley, llegan hasta Bolivia.

~ 240 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

ido con Arrow y traté de llamarlo varias veces, pero supongo que
estaba ocupado atendiendo tus heridas.
—Podrías haber dejado un mensaje—, replicó Felix. —Podrías
haber conducido hasta la casa de Jude si estabas ansioso.
—Rocky me dijo que no lo hiciera—, dijo Royce.
— ¿Y le hiciste caso?
—Jacobs puede ser un imbécil molesto, pero el hombre tiene
excelentes instintos, y le han servido bien como investigador
privado. Estaba preocupado por tus heridas, pero pareció aliviado
una vez que descubrió con quién estabas.
—Sólo estoy un poco magullado y me siento bastante
agradecido en este momento—, dijo Felix. —Tengo que llamar a
Rocky y averiguar cuándo y dónde quedamos. Uno de nosotros te
enviará un mensaje.
—Encárgate de que así sea. Habrá un infierno que pagar si
tengo que exagerar cualquier esfuerzo en el seguimiento de sus
culos.
Felix resopló. —Royce, tu amenaza podría haber funcionado si
no te hubiera visto personalmente hablar como un bebé con tu
enorme gato. Uno de nosotros te llamará—. No sería él, pero se
aseguraría de transmitir el mensaje de Royce.
Felix desconectó la llamada. —Hablando de gatos, ¿podemos
pasar por mi casa para cambiarme de ropa y pedirle perdón a mi
gato?
— ¿Tienes un gato?
—El gato me tiene a mí—, replicó Felix. —Pul vino con la casa.
— ¿Pull? Como si me tomaras el pelo.
—Una L. Es la abreviatura de Pulitzer.
Jude se rio.
Felix frunció el ceño. ¿Acaso Jude pensaba que el sueño de
Felix de recibir el prestigioso premio de periodismo era
divertidísimo? — ¿Qué es lo gracioso?

~ 241 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tengo un terrario en el despacho de mi casa. Adivina cómo


se llama mi tortuga.
Felix trató de pensar cuál era el equivalente de un periodista de
radio y televisión a un Pulitzer. Sonrió cuando se le ocurrió. —
Peabody.
—Sí.
Se dirigieron a la casa de Felix, donde llamó por teléfono a su
compañía de seguros antes de buscar a su aguerrido felino. Pul
estaba estirado sobre la cama de Felix como si no tuviera ninguna
preocupación en el mundo, pero miró a su humano con ojos que
prometían venganza.
—Todavía tienes comida y agua en tu cuenco—, dijo Felix. Si el
gato pudiera poner los ojos en blanco o levantar la garra del medio,
lo habría hecho. —He repuesto tus provisiones, mi rey—. Felix hizo
una reverencia, pero Pul bostezó como si Felix lo estuviera
aburriendo.
—Menudo gato—, dijo Jude.
Felix sonrió. Al gato le faltaba media cola, un trozo de una
oreja y sólo tenía un ojo. Había pasado por el infierno y la vuelta
antes de que Felix llegara a la escena. Felix se gastó una fortuna en
eliminar las pulgas, los ácaros de las orejas, la sarna e incluso los
testículos. Esto último seguía siendo un tema delicado. Ahora Pul
era un gato doméstico mimado que llevaba una vida lujosa. —Es un
poco bruto como yo, pero nos entendemos.
— ¿Esta es su casa y tú vives en ella?— preguntó Jude.
— ¿Estás familiarizado con los gatos, entonces?
Jude se rio. —He tenido unos cuantos a lo largo de los años—.
Se acercó a la cama con la mano extendida.
—Cuidado—, advirtió Felix. —Podrías perder un dígito. Tengo
planes para todos ellos después.
Jude sonrió pícaramente por encima del hombro antes de
volver a prestar atención a la bestia de la cama. —Creo que eres un
chico magnífico.
—Gracias.

~ 242 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude se rio de las payasadas de Felix pero siguió haciéndose el


simpático con Pulitzer. El gato se olió los dedos antes de mirar la
cara del gran hombre. Felix juraría sobre una pila de biblias que el
felino entrecerró los ojos y evaluó a Jude. A Pul debió de gustarle lo
que vio, porque frotó la cabeza contra la mano extendida de Jude y
emitió un sonido traqueteante y ronco.
—Vaya ronroneo—, dijo Jude.
—Mi chico no tenía mucho de qué alegrarse hasta que nos
conocimos. Sus habilidades se oxidaron.
—Te da carácter, ¿verdad, guapo?— dijo Jude, rascando detrás
de las orejas del gato con dedos hábiles y fuertes. Pul cerró los ojos y
se inclinó más hacia el tacto. —Qué pena. No pude ganarme a tu
humano tan fácilmente.
— ¿En qué momento? ¿Entonces o ahora? Yo era un cachorro
muy ansioso cuando nos conocimos en la universidad. Me revolcaba
y te rogaba que me acariciaras la barriga.
Jude se rio. —Si fuera tan fácil—. Pasó la mano un par de veces
por la cabeza de Pulitzer antes de volverse hacia Felix. —Eras
desconfiado y espinoso, y tuve que esforzarme para que me hablaras.
—Me sonreíste el primer día en clase, y yo estaba perdido.
— ¿De verdad?
Felix asintió. —Me giré para ver quién había entrado en el aula
detrás de mí.
—Me acuerdo—. Una sonrisa se dibujó en los labios de Jude.
—Estaba seguro de que tenía que haber alguien, porque ¿por
qué un tipo como tú desperdiciaría esos hoyuelos en alguien como
yo?
Jude apretó sus labios contra los de Felix para darle un rápido
beso. —Sólo estabas tú.
—Nunca me permití creerlo por mucho tiempo.
—Eras tacaño con tus sonrisas—, dijo Jude, bajando sus manos
a las caderas de Felix. —Eras más reservado que nadie que hubiera
conocido.

~ 243 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—También te hice trabajar más que a nadie que hubieras


conocido.
Jude sonrió. —Es cierto. Por eso te respetaba tanto. Sólo que
no podías verlo.
—La esperanza, la fe y la confianza eran lujos que no podía
permitirme entonces
— ¿Y ahora?— preguntó Jude.
Su conversación había tomado un giro melancólico, pero no
podían esconderse de su pasado. Siempre estaría ahí, esperando
para dar un golpe de timón, a no ser que se tomaran el tiempo de
reparar adecuadamente su destrozada relación. Felix respiró
profundamente y dio un gran salto.
—Soy un hombre que ya no tiene miedo de querer las mejores
cosas de la vida. Tú eres lo mejor de todo.

—Llegas tarde—, dijo Rocky cuando llegaron a la casa de Jonah


noventa minutos después.
—Estoy herido—, dijo Felix, pero hizo un trabajo horrible para
mantener la sonrisa de su cara. ¿Era su culpa que Jude no pudiera
mantener las manos quietas cuando ayudaba a Felix a cambiarse de
camisa? No. No sabía cómo habían acabado desnudos en la cama y
habían perdido la noción del tiempo.
Jonah y Rocky fruncieron el ceño, Avery se echó a reír y los dos
detectives parecían haber oído el chiste, pero no la broma. Entonces
Avery se levantó y cruzó la habitación para estrechar la mano de
Jude y hacer las presentaciones.
— ¿Qué está pasando?— susurró Rocky una vez que Jude se
enfrascó en una conversación con Royce y Sawyer.
— ¿Qué parece?— replicó Jonah.

~ 244 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No lo que está pasando entre Felix y Jude, idiota. Tendría


que estar ciego para no notar lo relajado que está Felix.
—Estoy aquí mismo, de pie—, dijo Felix.
Sus amigos lo ignoraron y siguieron bromeando de un lado a
otro.
—No creo que debamos confiar en Arrow—, dijo Jonah.
—Yo confío en el criterio de Felix. Ni de broma se tiraría a
alguien que acabara de intentar matarlo.
—Gracias, Major—, dijo Felix.
Rocky no escuchó a Felix o simplemente lo ignoró. —Estoy
seguro de que Jude quiere ahogar un poco a Felix, pero ¿matarlo?
No.
Felix puso los ojos en blanco. —Que te den, Major.
—Si no es Arrow, ¿quién? ¿Spencer?— Preguntó Jonah.
—Jack Mercy intentó matarme—, dijo Felix lo suficientemente
alto como para llamar la atención de todos.
—Empieza desde el puto principio—, dijo Sawyer. —No dejes
nada fuera.
Así que lo hizo. Felix fue el que más habló, pero Jonah, Rocky y
Jude aportaron fragmentos para mejorar el panorama general.
—Déjame entender esto—, dijo Royce una vez que terminaron.
—Tu padre estuvo a punto de entregar pruebas al FBI hace más de
veinte años, pero fue ejecutado antes de poder hacerlo. O eso, o la
persona a la que se la había entregado en el FBI estaba sucia y había
alertado a Mercy.
—No creo que fuera esto último porque alguien saqueó nuestra
casa mientras estábamos en el funeral de mi padre—, dijo Jude.
—Hablando de añadir sal a la herida—, comentó Jonah.
—Si hubieran esperado a matar a mi padre hasta después de
entregar las pruebas al FBI, entonces no habrían necesitado registrar
nuestra casa.
—Hay algunas excepciones a tu lógica—, dijo Sawyer. —Las
pruebas podrían haber estado encriptadas, y tu padre guardó la clave
~ 245 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

como una póliza de seguro, o no entregó todas las pruebas. Mercy


aún habría querido silenciar a tu padre.
—Dado que los dejaron solos a ti y a tu madre todos estos años,
es seguro decir que o bien encontraron lo que buscaban o decidieron
que nunca existió—, dijo Jonah.
Jude asintió. —Estoy de acuerdo.
—Una vez que empezaste a hurgar en los asuntos de Mercy, él
volvió a aparecer y te advirtió que te alejaras—, dijo Royce. — ¿Por
qué? El hombre no muestra indulgencia con sus enemigos.
—Mi madre dijo que hay un código de honor que deben
cumplir. No hay que hacer daño a los niños ni a las familias.
Avery inclinó la cabeza. —Siempre había oído eso, pero no
sabía si era cierto.
—Lo es, al menos en mi situación—, respondió Jude.
Royce se pasó un largo dedo por los labios antes de bajar la
mano. —Escúchame. ¿Y si las pruebas existen, pero tu padre las
escondió tan bien que no pudieron encontrarlas? Cuando empezaste
a hacer preguntas, Mercy se preocupó de que pudieras encontrarlas.
Te mudaste de nuevo a Savannah y, poco después, Felix siguió el
mismo rastro.
Jude lanzó un profundo suspiro. —Es posible, pero no sé
dónde lo habría escondido mi padre. Mi madre nunca recibió una
factura de un almacén o una caja de seguridad de su banco. No se me
ocurre ningún sitio que hubiera permitido a mi padre pagar por un
almacenamiento durante casi dos décadas por adelantado.
— ¿No había cajas fuertes o habitaciones ocultas en la casa de
tus padres?— preguntó Sawyer.
Jude negó con la cabeza. —Ni siquiera puedo demostrar que
Mercy fuera el responsable de que yo perdiera mi trabajo o que fuera
el que hizo explotar el coche de Felix.
—Creí que habías dicho que te había llamado y burlado—, dijo
Royce con el ceño fruncido.
—Me preguntó si había recibido su mensaje—, respondió Jude.
—El hombre no es tonto.

~ 246 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Nuestra única esperanza en este momento es vincular a la


persona que puso el coche bomba con Mercy—, dijo Sawyer. —
Estamos sacando las imágenes de las cámaras de seguridad y de
vídeo de los negocios de los alrededores. Esperemos que hayan
captado algo.
—Entrevistaremos a todos los del centro comercial Spencer
Auto que tocaron tu coche—, añadió Royce.
—Empiecen con Todd Dartmouth—, dijo Felix. —Es la persona
que lo condujo cuando lo dejó y recogió el préstamo.
Felix dudaba que Todd tuviera la habilidad para hacer un
coche bomba. Recordó cómo el tipo no podía hacer los platos más
simples en economía doméstica y se abrió paso a trompicones en sus
diversas clases de ciencias. Además, Todd no tenía las pelotas de
conducir un coche que sabía que era una bomba de relojería. No
mucha gente se arriesgaría a ello. Aun así, a Felix le alegraba saber
que Sawyer y Royce harían que el matón se retorciera como lo había
hecho con tantas otras personas.
—Jude, haré algunas llamadas discretas para ver si puedo
averiguar qué pasó con tu amigo Alejandro—, dijo Sawyer. —No es
raro que los agentes encubiertos pasen desapercibidos durante un
tiempo.
—Gracias—, dijo Jude. —Te lo agradezco.
Royce levantó la vista de las notas que había tomado y clavó en
Felix una mirada oscura. —Ahora, dime las partes que estás
omitiendo.
Felix levantó la mano en señal de rendición. —Te he dicho todo
lo que sé.
—Yo también—, dijo Jude.
—Malditos periodistas—, gruñó Royce mientras sacudía la
cabeza. —Escuchen, chicos. Sé lo emocionante que debe parecer esta
investigación para todos ustedes, pero es obviamente peligroso.
Dejen que los profesionales investiguen.
— ¿No es el GBI?— preguntó Jude, señalando a Jonah.

~ 247 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Lo es—, dijo Sawyer. —No está asignado a trabajar en este


caso. Si eso cambia, no podrá compartir los detalles de la
investigación.
— ¿Verdad, Grandote?— preguntó Royce.
—Sí—, dijo Jonah con una sonrisa fácil.
— ¿Y tú, Jacobs?— dijo Royce. — ¿Tienes algo que quieras
compartir con el resto de la clase? Has estado muy callado.
—Nunca es una buena señal—, dijo Sawyer.
—Los dos son muy molestos—, replicó Rocky. —Si no se andan
haciendo caritas el uno al otro, están haciendo un juego de etiqueta
con algún imbécil desprevenido que sólo intenta hacer su trabajo.
—Te estás pasando un poco, ¿no crees?— Preguntó Royce.
—Suena como un detective privado de una vieja película.
Rocky sonrió y los despidió de un disparo falso.
Royce y Sawyer se pusieron de pie. —No investiguen más esto.
Debe de haber docenas de otros casos en los que pueden investigar
para el podcast que no supondrán la muerte.
—Por supuesto—, dijo Felix.
—No nos van a escuchar—, le dijo Sawyer a Royce.
Royce miró alrededor de la habitación, haciendo contacto
visual con cada uno de ellos. —No.
Después de que Royce y Sawyer se fueran, Felix miró a Rocky,
Jonah y Avery. —Bueno, ¿vamos a alejarnos de esto o a seguir
indagando?
La sonrisa malvada de Rocky fue la respuesta de Felix. —Tengo
los nombres de los inscritos en el Programa de Segunda
Oportunidad que trabajan en el concesionario de Savannah.
—Marla la Magnífica los está procesando ahora—, dijo Jonah.
—Les diremos a Royce y a Sawyer si ella descubre algo pertinente
para la investigación.
— ¿Qué vas a hacer con tu coche?— Dijo Avery.

~ 248 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Informé del siniestro a mi compañía de seguros esta


mañana. Mi agente dijo que mi póliza cubrirá la pérdida e incluso
proporcionará un coche de alquiler hasta que hagan una oferta. Hay
que tener en cuenta algo más que el coche. ¿Qué pasa con mis
lesiones y el teléfono destruido? ¿Por qué tengo que asumir el costo?
—No deberías—, respondió Rocky.
—Si voy a seguir soltando la historia de que mi coche se
incendió por un fallo mecánico, lo lógico es que me ponga en
contacto con el concesionario e insista en la restitución.
—Naturalmente—, dijo Jonah.
—Tengo que decidir si lo hago en persona o a través de un
abogado. ¿Qué tendría un mayor impacto?
—Una carta de un abogado—, dijo Avery. —Incluso Spencer
tendría que tomar nota.
—Podría costar mucho dinero—, dijo Jonah.
—Tengo dinero guardado si esa es la opción que elijo—,
respondió Felix.
—No tendrás que pagar—, dijo Jude. —Conozco a una gran
abogada que te representaría pro bono.
— ¿Quién?— Preguntó Felix.
—Jillian Sharkey.
—¿Conoces a The Shark34? — Preguntó Jonah.
—La conozco—, respondió Jude con orgullo.
Jillian Sharkey era una de las abogadas más feroces del país.
Se había hecho un nombre presentando las más importantes
demandas colectivas contra empresas estadounidenses cuya grave
negligencia había provocado enfermedades, lesiones graves o la
muerte de personas. A veces, sus enemigos eran conglomerados que
contaminaban las fuentes de agua vertiendo toxinas en el suelo, y
otras veces, eran fabricantes de automóviles que anteponían el
todopoderoso dólar a la retirada de vehículos con equipos de

34
El tiburón.

~ 249 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

seguridad defectuosos. Su último objetivo fue la Iglesia Católica por


no proteger a los niños de los sacerdotes depredadores.
Felix había visto una entrevista con ella la semana anterior en
la que la presentadora del programa de entrevistas dijo que o era el
diablo o era demócrata. Lisa Loren, la presentadora, dejó claro que
no le gustaba ninguno de los dos.
Jillian había sonreído y había dicho: —Una de las dos es
cierta. Dejaré que averigües cuál—. Luego redobló la apuesta. —Mi
próximo objetivo será cualquier institución religiosa que haya
participado o fomentado la terapia de conversión.
Una vez que Lisa levantó la mandíbula del suelo, dijo: —Así
que vas a la guerra contra el cristianismo.
Jillian dirigió a Lisa una mirada que gritaba “pobre alma
lamentable”. Sin embargo, sus palabras habían sido mucho más
elocuentes. —Soy cristiana, señorita Loren. Busco acabar con los
falsos cristianos que tergiversan palabras y frases de la Biblia y las
utilizan para causar un gran daño, especialmente a los niños.
Nadie está por encima de la ley. No permitiré que los violadores y
abusadores se escondan detrás de un púlpito35.
Felix estudió la cara de suficiencia de Jude. — ¿Por qué una
abogada de su talla tendría tiempo para un asunto tan
insignificante?
—Porque es mi madre, y tú eres muy significativo para mí.

35
Púlpito, palabra proveniente del Latín pulpitum (tribuna), es la plataforma elevada en las iglesias
desde la que se predica. Cuando se usan para proclamar las Lecturas se llaman también ambones.

~ 250 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix se detuvo a mitad de camino en la sala de prensa el lunes


por la mañana cuando se dio cuenta de que todo el mundo lo estaba
mirando.
— ¿Qué? ¿Nunca han visto a un hombre que casi se ha
volado?—, preguntó.
—Nunca te habíamos oído silbar—, dijo Sanja. Deslizó sus
gafas más arriba de la nariz para ver mejor a Felix.
—O sonreír—, dijo Jerry Symon.
—Sanja, seguro que tienes un nuevo restaurante que
destrozar—, dijo Felix antes de dirigir su atención al otro valiente
que habló. —Y tú, Jerry. ¿No había un torneo de ligas menores este
fin de semana que necesita tu atención?
Ambos siguieron mirando a Felix como si le hubieran crecido
dos nuevas cabezas, así que Felix continuó hacia su oficina sin más
comentarios. Se detuvo de golpe cuando vio a Jimmy esperando
frente a su puerta cerrada.
—Oh, hola—, dijo Jimmy, alejándose de la puerta. Sostenía un
cuaderno contra su pecho. —No estaba seguro de que todavía
quisieras hacer esto después del fin de semana que has tenido.
¿Estás bien?
¿Hacer esto? Felix tardó un minuto en recordar el correo
electrónico que había enviado al reportero novato antes de salir de la
oficina el viernes por la noche. Habían pasado tantas cosas desde
entonces que era difícil creer que sólo habían pasado unos días.
—Estoy bien, Jimmy. Gracias por preguntar.
Felix abrió la puerta y le indicó a Jimmy que entrara en la
habitación.
El joven dudó en el umbral. —Puedo volver más tarde si no es
un buen momento.
Felix suspiró. — ¿Jimmy?
~ 251 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Sí?
— ¿Quieres mi ayuda o no?
—Por supuesto. Tu correo electrónico hizo mi fin de semana.
Posiblemente hizo todo mi año hasta ahora—. La cara de Jimmy
cayó y se retorció un poco. —Dios, parezco patético. Debes pensar
que soy un perdedor.
—No, pero veo que tengo mucho trabajo por hacer—. Felix
agarró al hombre por su delgado hombro. — ¿Estás listo para
escuchar la regla número uno?— Jimmy asintió con entusiasmo. —
No importa lo que los demás piensen de ti. Ellos no pueden decidir
quién eres o a dónde perteneces. Seguro que no deciden tus
capacidades.
La sonrisa de Jimmy era tenue y tímida. —Ahí es donde quiero
estar, pero ¿cómo llego allí?
—Finge hasta que te lo creas. Un día te despertarás y ya no
fingirás.
—Haces que parezca tan sencillo.
Felix sonrió y le dio un buen empujón hacia su despacho. —Es
más difícil de lo que parece. El mayor obstáculo al que te enfrentarás
en el camino eres tú mismo. Tengo algunos consejos.
Felix entrenó a Jimmy durante la siguiente media hora
compartiendo con él historias personales sobre los triunfos y
fracasos de Felix. El joven reportero escuchaba con atención y hacía
las preguntas adecuadas.
—Se te da muy bien escribir e incluso entrevistar a la gente
cuando te olvidas de tus inseguridades.
—Escribir es algo natural para mí.
—Se nota—, dijo Felix.
—Gracias—. El sonrojo de Jimmy fue bastante bonito. Rompió
el contacto visual y miró las notas que había hecho.
—Tus deberes son escribir un artículo sobre nuestra sesión de
entrenamiento. Será sólo para mis ojos, pero quiero que hagas como
si fuera a salir en la primera página del periódico. Quiero saber lo

~ 252 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

que has sacado de mi sabiduría y los pasos que vas a dar para
conseguir más confianza.
—Bastante fácil—, dijo Jimmy mientras escribía su tarea.
—Quiero que incluyas tus observaciones sobre mí.
Jimmy levantó la mirada hacia arriba. —Um...
—Soy plenamente consciente de cómo me veo a veces. No
puedes escribir un artículo honesto si tienes miedo de herir mis
sentimientos.
—Pero te respeto mucho—, tartamudeó Jimmy.
Felix se encontró con la tímida mirada de Jimmy hasta que el
hombre dejó de temblar. —Y a ti te gustaría tener el mio a cambio.
¿Estoy en lo cierto?
—Bueno, sé que es mucho esperar, pero…
—Sí o no, Jimmy.
Las mejillas del reportero se sonrojaron aún más. —Sí. Algún
día.
—Regla número dos. Nada de omiciones—. Felix señaló su
cuaderno. —Escríbelo, Jimmy.
—Sin salvedades—, repitió Jimmy mientras lo anotaba en su
cuaderno.
—Soy una persona que respeta la honestidad, incluso cuando
no es algo que quiero escuchar. La cruda realidad es que la vida no
viene atada con bonitos lazos. Es arenosa, a veces fea, pero esas
cosas hacen que la belleza sea mucho más vibrante cuando brilla.
— ¿Como un arco iris después de una fea tormenta?
—Sí—. O como pasar el fin de semana en los brazos del único
hombre que has amado. Felix mantuvo ese dato en privado. —
Tienes tus órdenes de marcha. Tu viaje hacia la confianza comienza
ahora.
—Sí, por supuesto—. Jimmy se levantó de su silla. Respiró
profundamente y empezó a transformarse ante los ojos de Felix. El
joven reportero se puso más ergido, cuadró los hombros y levantó la
barbilla un poco más, y se encontró con la mirada de Felix.

~ 253 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Buen chico, Jimmy.


Poco después de que Jimmy saliera, Minerva llamó al marco
de la puerta. — ¿Cómo estás?—, preguntó, entrando en su despacho.
—Tieso y dolorido, pero me estoy recuperando.
Minerva le entregó un pendrive. —Esto es una copia de todo lo
que envié por correo electrónico a la policía. Quería que tuvieras una
copia.
—Gracias—, dijo Felix, mirando el pedazo de plástico rosa
caliente. — ¿Lo has mirado?
—Soy reportera primero y editora después. Por supuesto, lo
hice.
— ¿Y?
Minerva se sentó y cruzó las piernas. —Una furgoneta blanca
se acercó desde el lado oeste del aparcamiento y se detuvo frente a tu
coche a eso de las cinco y media. Tenía los cristales tintados, así que
no pude ver al conductor.
—Y como venía del oeste, el lado del pasajero de la furgoneta
habría estado de cara a la cámara—, dijo Felix. —Así que pudo usar
la furgoneta como escudo para salir, colocar los explosivos y
marcharse sin que lo pillaran en la filmación—. Felix sabía que era
demasiado esperar algo menos. — ¿Todo el mundo se había ido para
entonces?
—El aparcamiento estaba casi vacío—, respondió Minerva. —
Yo aún no me había ido y tampoco lo habían hecho algunos otros
miembros del personal. El detective Key dijo que hoy nos
entrevistaría a cada uno de nosotros. La furgoneta no estaba allí
cuando me fui y no la vi en los alrededores. Los cristales tintados la
hacen destacar, y creo que me habría dado cuenta de que andaba por
ahí.
Felix pensó que era más probable que los cristales tintados
parecieran más siniestros porque ella sabía lo que iba a pasar
después. Levantó el pendrive. —Gracias por hacerme una copia. Le
echaré un vistazo esta noche—. Felix no esperaba encontrar nada
útil, pero tampoco estaba dispuesto a tirarlo en el fondo de un cajón
y olvidarse de él.

~ 254 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Después de que Minerva se marchara, a Felix le costó mucho


sumergirse en su trabajo. Era algo que rara vez ocurría, pero ¿podría
alguien culparlo? Se agarró figuradamente a sí mismo y se obligó a
concentrarse en sus tareas pendientes. Jude le envió un mensaje de
texto sobre las once preguntándole qué quería comer. Tenían una
teleconferencia con Jillian Sharkey, alias la madre de Jude, prevista
a la una. Este era uno de los momentos en que Felix estaba seguro de
que los acontecimientos de las semanas anteriores no eran más que
un sueño.
Sabía que la madre de Jude era abogada, pero no tenía ni idea
de que fuera The Shark. Se sintió intimidado cuando Jude la llamó el
fin de semana para ponerla al día. Jill, como había insistido en que
la llamara, pasó de estar preocupada, a estar enfadada y a estar
completamente furiosa en el momento en que le contaron todo.
—Jude—, dijo. — ¿Por qué no pudiste dejar pasar esto como te
pedí?
—Esto me resulta familiar—, susurró Felix al oído de Jude.
—Porque soy tu hijo—, respondió Jude.
—La adulación no te salvará el culo, joven—, había replicado
ella, pero la furia en su voz disminuyó un poco. — ¿Por qué no me lo
dijiste al menos?
—No quería manchar tu reputación—, había explicado Jude. —
Mi objetivo era manejar esto de una manera que mantuviera tu
nombre lejos de él. No deberías pagar por los errores de papá.
—Tampoco debería Felix sacrificar su vida por ello—, había
dicho Jill. —Dame los nombres de esas posibles empresas
fantasmas y empezaré a trabajar en ello. Nos reagruparemos el
lunes.
El lunes había llegado, y Felix estaba tan nervioso como lo
había estado durante el fin de semana. Quería causar una buena
impresión a Jill, y no porque fuera una abogada de primera. Era la
madre de Jude, y él la adoraba. Por supuesto, Felix quería gustarle a
Jill. Pero si no lo hacía, no cambiaría nada. Haría todo lo posible por
encontrarla en el medio, pero no iba a renunciar a Jude de nuevo.
No por nadie, incluida la mujer que le había dado la vida.

~ 255 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix sonrió al leer el mensaje de Jude. Le dijo a Jude que lo


sorprendiera, y luego puso la alarma de su reloj para que sonara a
mediodía. Tendía a perderse en su trabajo y no quería llegar tarde.
La recepcionista del Canal Eleven sonrió alegremente cuando
llegó. Le entregó una tarjeta de visitante y comenzó a indicarle cómo
llegar a la oficina de Jude.
—Ya conozco el camino—, dijo él.
Al detenerse frente al despacho de Jude, Felix respiró
profundamente antes de llamar a la puerta. La puerta se abrió antes
de que su puño se estrellara contra la madera. Jude lo arrastró al
interior, los encerró en su guarida y besó a Felix hasta dejarlo sin
aliento.
—Hola—, dijo Felix. — ¿Me echaste de menos?— No había
pasado tanto tiempo desde que se arrastraron fuera de su cama y se
prepararon para el día.
—Terriblemente—. Jude volvió a besar a Felix hasta que otro
golpe los interrumpió. —El almuerzo ha llegado—. Jude alisó una
mano sobre la parte delantera de su camisa y reajustó su semi
erección antes de responder. Aceptó la comida, dio una propina al
repartidor y cerró la puerta. —Bocadillos de carne, papas fritas y
Sprite.
Había sido la comida favorita de Felix en la universidad, y le
calentaba el corazón que Jude aún recordara esos pequeños detalles
sobre él.
—Perfecto.
Disfrutaron de sus sándwiches mientras se ponían al día con
los hechos de la mañana. A Jude no le sorprendió saber que el tipo
que había puesto la bomba era lo suficientemente listo como para
hacerlo sin que lo pillaran las cámaras.
—La puso a plena luz del día—, dijo Jude. —O sus pelotas son
más grandes que su cerebro, o se ha tomado el tiempo de investigar
la posición de las cámaras de seguridad de antemano.
—También sabía cómo evitar las cámaras de seguridad—. La
medida de seguridad no abarcaba toda la ciudad, sino sólo las partes
turísticas.

~ 256 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude se encogió de hombros. —Puede que lo atrapen en otro


lugar de la ciudad. Todo lo que necesitan es un rápido vistazo a la
matrícula.
Felix levantó los dedos cruzados.
Acababan de terminar de ordenar el desorden del almuerzo
cuando la madre de Jude llamó. La puso en el altavoz pero mantuvo
el volumen lo más bajo posible.
—Hola, cariño—, le dijo Jill a Jude. —Espero que estés
teniendo un buen día hasta ahora.
Sin apartar la mirada de Felix, Jude dijo: —Va muy bien.
Su mirada lujuriosa dejó claro que Jude estaba pensando en la
forma en que habían empezado el día y en los besos que habían
intercambiado a la hora del almuerzo. Debería haberle parecido raro
teniendo en cuenta que la madre de Jude estaba al teléfono, pero
sólo se sintió deseado.
Jill se rio, rompiendo su trance. —Seguro que sí—, dijo con
ironía. No estaba nada confundida sobre el origen del buen humor
de Jude. —Estoy a punto de hacerlo aún mejor.
—Imposible—, replicó Jude.
Jill respondió con un sonido indescifrable.
—Mamá, ¿te estás riendo?— preguntó Jude.
—The Shark no se ríe—, dijo Felix.
—Lo hace cuando su hijo está contento—, les dijo Jill.
Felix trató de buscar algún tipo de respuesta, pero se derritió
como un helado en agosto.
Jude se inclinó hacia delante para darle un rápido beso. —
Vaya, mamá. Has dejado a Felix sin palabras.
—Yo también acabo de empezar—. Jillian expuso todas las
razones por las que pensaba que la Corporación Camelot era una
fachada para actividades ilegales. —Una de las mejores formas del
lavado de dinero es crear falsos proveedores de servicios de terceros,
como las compañías de seguros de brecha y de garantía extendida en
este caso. Tendrán todas las apariencias de un negocio legítimo y a
menudo obtendrán números de identificación fiscal reales. En este
~ 257 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

caso, Spencer no ha recortado gastos, como hacen muchos, lo que le


permite pasar desapercibido. Los sitios web de los proveedores de
servicios externos y de The Camelot Corporation, aunque son
básicos, funcionan perfectamente. Las únicas señales evidentes son
la falta de números de teléfono y las direcciones de correo
electrónico genéricas de sus departamentos de servicio y
reclamaciones. ¿Obtuviste alguna respuesta cuando enviaste un
correo electrónico a la compañía de garantía extendida?
—No la tuve—, respondió Felix. —Tampoco me devolvieron el
correo electrónico por ser una dirección inválida. Hice una visita a la
Torre Peachtree cuando estuve en Atlanta, pero no pude subir a ver
sus oficinas.
—Por suerte, tengo un amigo que trabaja en Peachtree—, dijo
Jill.
Jude resopló. —Mamá, está bien que admitas que Stedman es
tu novio.
—Soy demasiado mayor para tener novio.
—Nunca se es demasiado mayor—, dijo Jude.
—Este no es el momento ni el lugar para volver a tener esta
discusión—, amonestó ella.
Los ojos de Jude brillaban como zafiros. Estaba disfrutando de
su incomodidad. —Sí, señora.
—Como decía, he visitado a mi amigo que trabaja en la misma
torre. Me desvié del camino para ver la oficina de la Corporación
Camelot.
— ¿Y?— preguntó Felix.
Jill se rio. —Eres tan malo como mi hijo. Estaba llegando allí.
La oficina estaba cerrada.
— ¿Había alguna luz encendida dentro?— Preguntó Jude.
—La puerta era de madera maciza sin inserciones de cristal, así
que no pude saberlo.
Felix se levantó y empezó a pasearse. Pensó mejor en sus pies.
—Eso por sí solo no es suficiente para demostrar nada, supongo.

~ 258 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Estoy de acuerdo, por eso paré al empleado de correos que


estaba haciendo su ronda cuando yo estaba allí. Me di cuenta de que
no había ningún correo en el buzón junto a la puerta. Me informó
que nunca ha visto a nadie entrar o salir de la oficina, pero que
alguien recoge el correo de su buzón semanalmente. Suele ocurrir
durante el fin de semana, cuando no está trabajando.
—No hay mucho que podamos hacer con la información—, dijo
Jude.
—Podría establecer un número de teléfono gratuito, y luego
publicar un anuncio pidiendo a la gente que se ponga en contacto
con nosotros si alguna vez han comprado una garantía extendida o
una póliza de seguro de brecha a través de Spencer Auto Mall que no
fue ejecutada—, dijo Jill.
Felix detuvo su paso. —Prefiero no dar la mano todavía.
—Estoy de acuerdo—, dijo Jill. —La otra opción es seguir
indagando y buscar pruebas concretas.
—Lo cual lleva tiempo—, replicó Jude.
—Así es, pero el diablo está en los detalles—, dijo Jill. —Pero
eso no significa que nos quedemos de brazos cruzados. Podemos
centrarnos en la preocupación inmediata, que es hacer que Spencer
pague las reparaciones a Felix. He redactado una carta para su
aprobación, Felix. Te la enviaré por correo electrónico tan pronto
como colguemos. Si la encuentras satisfactoria, la enviaré por correo
certificado esta tarde.
—Me pondré en contacto contigo enseguida.
—Tengo que correr, chicos. Tengo una audiencia previa al
juicio esta tarde, y necesito revisar algunos cambios de última hora
con mi equipo.
—Muchas gracias, Jill—, dijo Felix.
—De nada—, respondió ella con calidez.
—Te quiero, mamá.
—Te quiero más.

~ 259 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix recibió un correo electrónico en su teléfono en cuanto


Jude desconectó la llamada. Lo abrió y leyó la nota personal que ella
le había escrito.

Felix,
Por favor, hazme saber si tienes algún cambio que desees
hacer. Por cierto, no había visto a mi hijo tan feliz desde su primer
año en Emory. Nunca olvidaré la alegría en su voz cuando hablaba
de ti. Estoy deseando conocerte por fin en persona.
xoxoxo
Jill

Sus palabras lo conmovieron tan profundamente que tardó


tres intentos en abrir la carta adjunta a Spencer. El borrador era
profesional, preciso y perfecto, como le dijo en su respuesta. Felix
terminó el correo electrónico expresando su deseo de conocerla
también.
Cuando terminó, levantó la vista justo cuando casi choca con
Jude. Felix se levantó rápidamente, pero tropezó con la estantería
con la suficiente fuerza como para que la pelota de béisbol de
Chipper Jones saliera rodando de la estantería y cayera al suelo con
un ruido sordo.
—Oh, mierda—, dijo Felix, recuperando rápidamente la pelota.
—Lo siento mucho.
— ¿Por qué lo sientes? No fuiste tú quien rompió mi caja de
recuerdos—, dijo Jude. —El personal de limpieza la tiró
accidentalmente de la estantería este fin de semana. Dejaron una
nota de disculpa en mi escritorio.
Felix estudió la caja más de cerca. La caja de cristal había
desaparecido, y una de las puntas de metal que sujetaba la bola
estaba doblada en un ángulo extraño, razón por la cual se había
caído justo ahora. Pero había algo más que no encajaba. La madera
sobresalía de forma extraña en una esquina.
—Sujeta esto—, dijo Felix, entregándole la pelota a Jude. —
Apuesto a que puedo arreglar esta caja. Me he vuelto hábil en
~ 260 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

proyectos de bricolaje—. La madera estaba lisa y descolorida por la


edad, pero se podía lijar y pintar. Felix movió la pieza de metal que
sostenía la pelota, y toda la parte superior de la caja de trofeos se
rompió en su mano. —Oh, mierda—, dijo Felix. —Jude, estoy...— Su
voz se apagó cuando vio un disquete de tres pulgadas y media
escondido en el fondo de la caja. Felix levantó la cabeza y se
encontró con la mirada de Jude. —Creo que sé dónde escondió tu
padre las pruebas sobre Mercy.
Felix inclinó la caja hacia Jude.
Jude tragó con fuerza mientras sacaba el disco azul oscuro. —
No he visto uno de estos en mucho tiempo. ¿Quién tiene la
capacidad de leer los datos almacenados en uno de estos?
Felix sonrió. —Conozco a un tipo.

~ 261 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tengo un mal presentimiento sobre esto—, dijo Royce más


tarde esa noche cuando él y Sawyer llegaron a la casa de Jonah.
—Parece que acabamos de estar aquí, ¿no?— dijo Sawyer,
colocando las manos en sus delgadas caderas. —Si no recuerdo mal,
estos cabezas de chorlito prometieron no meterse en líos.
—Mantuvimos nuestras narices limpias—, dijo Felix. —Los
problemas nos encontraron de todos modos.
— ¿Por qué me cuesta creerte?— le preguntó Royce.
Felix hizo un gesto para que los hombres se unieran a ellos en
la sala de estar. —Porque eres terco y desconfiado.
Sawyer se sentó en el sillón junto a su novio. Miró a Jude y le
dijo: —He descubierto que tu compañero policía está bien.
—Oh, bien—, dijo Jude.
—Tuvo que abandonar su personaje encubierto y está pasando
desapercibido.
—Me alegro de que esté a salvo—, dijo Jude.
Sawyer miró alrededor de la habitación. —Han pedido una
reunión. Cuenten nos todo.
Felix levantó el disquete. —Lo encontramos por pura
casualidad.
Royce entrecerró los ojos. — ¿Por qué suenas tan a la
defensiva?
—Porque eres terco y...
—Desconfiado—, dijo Royce. —Sí, lo entiendo.
—No he visto uno de esos disquetes en veinte años—, dijo
Sawyer. — ¿Qué es?
—Estamos bastante seguros de que son las pruebas que mi
padre pensaba entregar al FBI—, respondió Jude.

~ 262 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—O una copia de lo que les entregó—, añadió Felix.


Royce soltó un profundo suspiro. —Esto debe ser bueno.
¿Cómo lo has encontrado por casualidad?
Felix y Jude se pusieron de acuerdo mientras contaban la
historia. Omitieron la participación de Jill porque Felix no tenía
intención de presentar una demanda contra Spencer. Sólo quería
seguir fingiendo para ganar tiempo.
—Entonces, ¿qué hay en el disco?— Preguntó Sawyer.
Jonah le entregó una pila de páginas que había impreso. —
Parecen libros de contabilidad y documentos financieros. No pude
descifrarlo, pero un contador forense podría.
—Los federales no podrán acusarlo de un delito basándose en
esta información—, dijo Sawyer. —El plazo de prescripción de los
delitos financieros se acabó hace quince o veinte años, y
probablemente por eso Mercy no acosó a tu familia.
—Si ese fuera el caso—, dijo Royce, — ¿por qué Mercy subió la
temperatura de Jude después de que entrevistara a Spencer sobre su
Programa de Segunda Oportunidad?
—Creo que sé la respuesta—, dijo Jonah. —Esta información no
puede utilizarse para acusar a Mercy, pero podría mostrar un patrón
que el FBI podría utilizar ahora para infiltrarse en sus operaciones
actuales. Por eso te la damos.
Habían hablado de ello antes de que llegaran Royce y Sawyer.
Todos estaban de acuerdo en que dejar que las autoridades
competentes investigaran a Mercy y Spencer de aquí en adelante era
lo mejor para todos, especialmente para Felix y Jude. Lo que los
llevó a la segunda razón para invitar a los detectives.
—No se enfadem—, dijo Felix.
Royce gimió. —Una conversación que empieza con esa frase
nunca va bien.
—Siento que estamos practicando para la paternidad—, añadió
Sawyer. —Ya puedes confesarte. Seremos más suaves contigo.
Jonah se aclaró la garganta. —Obtuvimos una lista de los
presos en libertad condicional que actualmente trabajan en el

~ 263 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

concesionario de Savannah. Los conecté a Marla la Magnífica, y sacó


algunas conclusiones interesantes.
— ¿Cuáles son?— preguntó Royce.
Jonah le entregó otro impreso. Royce lo sostuvo entre ellos
para que Sawyer pudiera leer también el informe.
—Un falsificador de documentos, un falsificador y un
malversador entran en un bar—, bromeó Royce mientras leía.
— ¿Tienes listas de los inscritos en el programa en los otros
concesionarios?— preguntó Sawyer sin levantar la vista del informe.
Jonah asintió. —Es el mismo tipo de delitos. Delitos de cuello
blanco y estafadores.
Sawyer finalmente levantó la vista cuando llegó a la evaluación
del superordenador. —Spencer ha reunido un equipo de individuos
que podrían crear una identidad falsa para él.
Felix asintió. —Y lleva quién sabe cuánto tiempo sacando
dinero del concesionario con sus estafas.
—Mierda—, dijo Royce. —Cameron Spencer va a desaparecer.
Sawyer soltó una frustrada bocanada de aire. —Y no tenemos
ni una sola prueba para traerlo a interrogar.
Felix quería preguntar por la furgoneta y las imágenes del
circuito cerrado de televisión, pero no quería crearle problemas a
Minerva. Por mucho que odiara quedarse de brazos cruzados,
confiaba en que Royce y Sawyer siguieran todas las pistas posibles.
—Llevaremos todo esto al jefe Mendoza y averiguaremos qué
quiere hacer—, dijo Royce. —Lo informaremos lo mejor que
podamos—. Golpeó los documentos contra la palma de su mano
mientras se ponía en pie. —Gracias por entregarnos esto en lugar de
investigarlo por su propia cuenta.
—Es lo mejor—, dijo Felix. Entonces, ¿por qué se sentía tan
mal?
Después de que Royce y Sawyer se fueran, Rocky comprobó su
reloj. —Tengo que irme. Tengo tareas de vigilancia nocturna para un
cliente, así que necesito echar una siesta o me arriesgo a quedarme
dormido en el coche.

~ 264 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Vigilancia nocturna, ¿eh?— preguntó Jude.


Jonah enarcó una ceja. — ¿Conocemos a este cliente?
—Apuesto a que casualmente viven en el barrio de Spencer—
añadió Avery.
Rocky guiñó un ojo. —Negación plausible, señores.
—Ten cuidado—, dijo Felix.
Rocky levantó una mano. —Siempre.

— ¿Qué tienes ganas de comer?— Preguntó Jude una vez que


salieron de casa de Jonah. —Tengo un par de filetes y pechugas de
pollo descongelados—. Cuando Felix no respondió, Jude se acercó y
cubrió la mano de Felix con la suya. Debió suponer que ninguna de
las dos opciones le gustaba, porque continuó desgranando
verbalmente las opciones alternativas. —Siempre tengo ingredientes
a mano para hacer el desayuno. También tengo fideos de espaguetis
y un bote de salsa en mi despensa—. Todavía no había respuesta. —
Felix, ¿estás bien?
Bien. Era una palabra tan genérica y no se acercaba a describir
cómo se sentía Felix. Como escritor, las palabras eran su arma
preferida, y Felix las blandía sin piedad. Sin embargo, luchar no era
su objetivo. Felix se encontró con que no sabía cómo expresar la
emoción que se agolpaba en su interior. Sabía cómo comunicar el
miedo y la furia y un montón de otros sentimientos. Pero esto era...
esto era amor, y no tenía ni puta idea.
Felix giró la cabeza y estudió a Jude mientras conducía. El
rostro de Jude era más anguloso ahora, habiendo perdido la
suavidad redondeada de la juventud. Su boca era más firme y
sonreía menos. Sin embargo, los cambios más significativos estaban
en los ojos de Jude. Sus iris azul marino eran dolorosamente
familiares cuando Felix vislumbraba la risa y la alegría bailando en

~ 265 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

ellos. Otras veces, la mirada de Jude adquiría la dureza de un ave


depredadora al acecho de su presa. Y con razón. Toda la vida de Jude
había dado un vuelco en el último año.
¿Y a quién había buscado Jude en busca de ayuda? ¿A quién le
había confiado la verdad? A Felix. Haría todo lo posible para ayudar
a Jude a conseguir justicia para su padre, pero no era el objetivo
principal de Felix. Quería ver a Jude fruncir menos el ceño y sonreír
más. Felix quería sacar esos hoyuelos de su escondite y ver cómo la
risa volvía a los ojos de Jude.
Jude miró a Felix, y su preocupación quedó grabada en el ceño
fruncido y en la fina línea que rodeaba la boca de Jude. El niño que
le había robado el corazón aún vivía dentro del hombre musculoso y
hermoso. Era hora de que las dos mitades se unieran para formar el
todo. Felix no estaba seguro de cómo empezar la conversación.
Jude se detuvo y puso el coche en el aparcamiento. — ¿Qué
pasa, Ace?
Felix separó los labios para decir algo, cualquier cosa, pero lo
único que pasó por ellos fue una respiración temblorosa. —Le
hablaste a tu madre de mí en la universidad—. No era una pregunta
ni una acusación. Felix pronunció las palabras con tanto asombro
como el que había sentido al leer el comentario de Jill.
—Por supuesto, le hablé de ti. Ella escuchó la felicidad en mi
voz cuando llamé a casa y la vio en mi cara cuando la visité. No me
avergonzaba de ti ni de nosotros.
—Debió pensar que era un completo imbécil por no haberte
dado la oportunidad de explicar la situación con Cooper—, dijo Felix.
Jude negó con la cabeza. —Nunca le conté la historia completa.
Sólo le dije que metí la pata y arruiné nuestra relación.
— ¿Por qué ibas a asumir toda la culpa?
—Por muchas razones. Sabía que Coop era un problema y
debería haber insistido en otro compañero de piso. Sabía que eras
esquivo, y no debería haber dejado que las cosas se volvieran físicas
entre nosotros hasta que confiaras en mí.
Felix resopló. —Estás analizando la situación con el cerebro de
un adulto y no con el de un adolescente virgen y cachondo.

~ 266 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Es cierto—, admitió Jude. —Cuando las cosas se pusieron


feas, no luché lo suficiente.
—No habría funcionado por mucho que lo intentaras. No
estaba preparado para oírlo, y mucho menos para creerlo—. La
comprensión no golpeó a Felix entre los ojos; se desplegó
lentamente en su alma como una rara flor que sólo florece bajo la
luna llena durante el solsticio de verano. En este caso, era aún más
rara y sólo florece una vez en la vida. —Creo que por fin entiendo el
quid de la cuestión.
— ¿Sí?
Felix asintió. —No estábamos en el momento adecuado de
nuestras vidas para apreciar plenamente la conexión que
compartíamos. Conectábamos intelectual y físicamente, pero yo me
quedaba atrás emocionalmente. No me gustaba a mí mismo, así que
no importaba lo que dijeras o hicieras, no te habría creído capaz de
que te guste. Era mucho más fácil aceptar la traición.
Jude se inclinó hacia adelante, presionando su frente contra la
de Felix. — ¿Y ahora?
Felix deslizó su mano en el cabello de Jude, amando el sedoso
deslizamiento de las hebras a través de sus dedos. —Nunca
desterraré del todo las dudas y la inseguridad, porque las he
utilizado como pegamento para mantener el chip en mi hombro.
Pero me gusto, y tú me gustas mucho.
— ¿Sólo te gusto?— se burló Jude.
Era demasiado pronto para afirmar algo más profundo. Hace
apenas unas semanas, Felix se negaba a admitir la verdad incluso
ante sí mismo. —Me gustas mucho—, dijo como un gesto de
compromiso.
Jude se rio, y luego mostró sus hoyuelos a Felix. —Es
suficiente. Por ahora—. Le dio un rápido beso en los labios antes de
enderezarse en su asiento. Después de comprobar los retrovisores,
Jude puso el coche en marcha y se incorporó al tráfico. — ¿Sobre la
cena? ¿Qué te apetece?
—A ti. Todo lo que quiero es a ti.
Jude encendió el intermitente y se metió por la siguiente calle
lateral.
~ 267 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Este no es el camino a tu casa—, dijo Felix.


—Tu casa está más cerca.
Unos minutos más tarde se detuvieron frente a la casa de Felix.
Felix esperaba que Jude saltara del coche de inmediato, pero
escudriñó con cautela la zona.
— ¿Buscando francotiradores o secuaces?— preguntó Felix.
Jude se burló. —Pavos reales asesinos.
—Tracey aún está en el trabajo, así que Pete y Perla aún no
andan sueltos.
Jude no se arriesgaba. Mantuvo los ojos bien abiertos mientras
se dirigían a la casa. Felix introdujo la llave en el cerrojo y miró a
Jude por encima del hombro mientras giraba la cerradura. Jude se
preparó para el ataque, y Felix no pudo evitar gritar: —Atrápalo,
Pete—, sólo para ver la reacción de Jude.
Jude no decepcionó. Los lanzó a través de la puerta y la cerró
de golpe. Felix casi se dobla de risa al ver la expresión de pánico en
la cara del grandullón.
—Pequeña mierda—, dijo Jude, abalanzándose sobre él.
Felix se había enderezado hasta alcanzar su máxima altura
justo cuando un cuerpo musculoso se estrelló contra su pecho.
Jude aplastó sus labios contra los de Felix, reclamando su boca
en un beso feroz. Felix buscó la camisa de Jude, pero tuvo cuidado
de no destruir una tercera. Jude no fue tan juicioso y le levantó el
polo por encima de la cabeza.
—Te necesito—, gimió Jude antes de presionar con besos
calientes de boca abierta a lo largo de la garganta de Felix.
Felix soltó el último botón de la camisa de vestir de Jude y
luego separó la tela. Colocó las palmas de las manos en el bajo
vientre de Jude y las deslizó lentamente hacia arriba hasta llegar a
sus anchos hombros. Felix empujó la fina tela por los musculosos
brazos de Jude, deleitándose con la electricidad que se producía
entre ellos.
—Yo también te necesito.

~ 268 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La ropa siguió saliendo mientras se dirigían a la habitación de


Felix. Pulitzer estaba estirado en su cama cuando entraron. El gato
abrió un ojo, vio el estado actual de los hombres y se escabulló de la
cama.
—Me va a hacer pagar más tarde, ¿verdad?— preguntó Jude.
—Sí. ¿Crees que te arrepentirás?
Jude deslizó su mano en el pelo de Felix, ahuecando la parte
posterior de su cabeza para acercar su boca. —Ni siquiera por un
milisegundo—. Su beso fue largo, húmedo y sin aliento. —Quiero
sentirte dentro de mí otra vez—, susurró Jude cuando se separaron.
Felix ignoró la frenética necesidad que se disparaba en su
sangre en favor de tentar y provocar a Jude. Se tumbaron uno al lado
del otro en la cama, besándose y acariciándose mientras su deseo
aumentaba hasta un punto febril. Jude tomó las pollas de ambos con
su gran mano y las acarició juntas. Felix le masajeó las pelotas a
Jude porque sabía lo mucho que le gustaba al hombre.
—Se acabó el juego. Fóllame—. Jude se puso de espaldas y
abrió las piernas, exponiendo su anillo fruncido a Felix. —Lubricante
y condón, Ace—, dijo cuando Felix se limitó a mirar.
¿Cuántas veces había pensado Felix en volver a tener a Jude
debajo de él? Demasiadas para contarlas. Sin embargo, no había
presión. Sabía exactamente cómo complacer a este hombre. Agarró
las provisiones del cajón, y luego besó un camino por el torso de
Jude, deteniéndose para lamer ambos pezones y pellizcar el ombligo
de Jude. Felix lamió el presemen que goteaba del estómago de Jude
antes de lamer y chuparle la polla, las pelotas y la raja de Jude. Felix
sopló una pizca de aire sobre el pliegue de Jude y disfrutó de la
forma en que se estremecía en respuesta.
Jude apretó su mano en el pelo de Felix y levantó la cabeza. —
Fóllame.
Felix le dio un pellizco a Jude en el interior del muslo. —Tan
mandón.
—Tan perra.
Felix se arrastró por la longitud de su cuerpo. La lujuria lo
cabalgaba con fuerza, haciendo que sus dolores fueran apenas

~ 269 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

perceptibles. En lugar de colocarse entre los muslos de Jude, se puso


a horcajadas sobre sus caderas.
—Frotarse, o no frotarse—, dijo Felix, goteando lubricante
sobre sus pollas. Felix alineó sus erecciones, y luego comenzó a
frotar su polla contra la de Jude. —Compartimos nuestros primeros
orgasmos juntos así—, dijo Felix, inclinándose sobre Jude.
—Hasta que nos volvimos más valientes—, dijo Jude, tomando
la cara de Felix y tirando de él para darle un beso tan tierno que hizo
que Felix perdiera el ritmo.
Felix abrió el condón y lo hizo rodar por su eje antes de verter
lubricante en sus dedos. Trabajó el culo de Jude hasta que los
gemidos del hombre grande se convirtieron en maldiciones y
amenazas perversas. Después de lubricar su polla, Felix presionó la
cabeza de su erección contra el pliegue de Jude. Empujó más allá del
primer anillo de músculos y se detuvo para dejar que Jude se
adaptara.
—Dios, qué bien te sientes—, dijo Felix, cerrando los ojos y
respirando por el impulso de sumergirse en lo más profundo de
Jude.
Jude se agachó y agarró el culo con ambas manos, atrayéndolo
hacia su interior hasta que sus pelotas golpearon la carne tensa de
Jude. El calor envolvía la polla de Felix, pero palidecía en
comparación con la paz que se extendía por su cuerpo.
—Así que esto es lo que se siente al volver a casa—, dijo Felix,
presionando su pecho contra el de Jude.
Jude sonrió, y sus ojos brillaron con promesas que Felix quería
colgar. No sólo esta noche. Todas las noches. Felix luchó contra el
frenético impulso de festejar y devorar en favor de sorber y saborear.
Los empujó hacia el borde, luego los hizo retroceder hasta que evitar
la caída ya no era una posibilidad. Cayeron juntos, algo que nunca
habían hecho antes.
Felix trató de soltarse de él, pero Jude apretó su agarre
alrededor de Felix.
—Quédate. Me gustas aquí—, dijo Jude.
—Déjame deshacerme del condón y agarrar una toallita.
Vuelvo enseguida.
~ 270 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude soltó sus piernas de la parte baja de la espalda de Felix, y


mordió el labio inferior de Jude. Felix cumplió su palabra, volviendo
con Jude tan rápido como pudo. Se tumbaron juntos en una maraña
de brazos y piernas, besándose y tocándose igual que cuando se
subieron a la cama por primera vez.
— ¿Ya estás preparado para hablar de la cena?— preguntó
Jude.
Felix se rio. — ¿Qué pasa contigo y...?— Un fuerte chillido
detuvo a Felix.
— ¡Ayuda!—, gritó un hombre desde fuera.
Jude se puso rígido y miró alrededor de la habitación como si
los pavos reales del infierno se escondieran debajo de la cama. —
¿Qué demonios está pasando?
Felix se bajó de la cama tan rápido como pudo, ignorando su
cuerpo que protestaba. —Tenemos una visita.
Jude también saltó de la cama y se pusieron rápidamente los
pantalones antes de salir corriendo de la habitación. Para cuando
llegaron a la puerta, Perla se había unido a Pete, por lo que los
chillidos se habían duplicado, al igual que la petición de ayuda en
pánico.
—No me lo puedo creer, mierda—, dijo Felix cuando vio a
quién habían inmovilizado los pavos reales contra el garaje.
— ¿Quién carajo es ese?— Preguntó Jude.
—Todd Dartmouth. Es el matón imbécil que hizo de mi vida un
infierno en la escuela. También es el tipo que entregó el coche que
casi me mata cuando explotó.
—Atrápalo, Pete—, gritó Jude.
Pete y Perla lanzaron un grito de guerra antes de dar un golpe
en la entrepierna de Todd.
—No estuve involucrado en el intento de matarte, Felix—, dijo
Todd, tratando de bailar fuera de su camino. —Tienes que creerme.
— ¿Por qué debería escucharte?— Felix preguntó.
—Creo que alguien está tratando de matarte.

~ 271 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix silbó, y los pájaros retrocedieron unos metros. —No


hagas ningún movimiento brusco—, advirtió a Todd. Felix volvió a
silbar, y los pájaros se retiraron lentamente antes de darse la vuelta y
trotar por el lado de la casa para picotear el estanque.
Todd exhaló un suspiro de alivio y comenzó a caminar hacia la
casa.
—Detente ahí—, dijo Felix antes de que Todd llegara a la
pequeña pasarela de su porche. —No voy a invitarte a entrar para
tomar té y charlar. Di lo que has venido a decir y lárgate.
Todd asintió. —No tengo nada que ver con tu coche. Intenté
llamarte el viernes por la noche en cuanto ocurrió, pero no
contestaste al teléfono—. Eso explicaba las llamadas desde el
número desconocido.
—Mi teléfono fue destruido en la explosión—, dijo Felix, con
una ligera exageración. — ¿Por qué no dejaste un mensaje?
Todd se encogió de hombros. —Debería haberlo hecho, pero
decidí que quería decirte a la cara que yo no había puesto ese coche
bomba.
— ¿Quién dijo algo sobre un coche bomba?— preguntó Jude.
—Me dijeron que el incendio fue causado por un
cortocircuito—, añadió Felix.
—Ninguno de ustedes es tan estúpido. Los policías han estado
husmeando por el concesionario todo el día. Creen que alguien trató
de hacerlos explotar. Los detectives entrevistaron a todos los que
estuvieron cerca de tu coche, incluid yo.
—Fuiste la última persona en conducirlo antes de entregarme
las llaves—, señaló Felix. —Por supuesto, querían hablar contigo.
— ¿Has considerado que la policía sospecha que el incendio es
un acto de vandalismo y no un intento de asesinato?— preguntó
Jude.
Felix quería besar a Jude por pensar rápido en sus pies.
—Cualquiera que sea su razón, no tuve nada que ver con ello.
Sólo quería que lo supieras—, dijo Todd.
— ¿Por qué?— Felix preguntó.

~ 272 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Mira, sé que he actuado como un completo imbécil a lo largo


de los años, pero no te quiero muerto.
—Es bueno saberlo. Ya puedes irte—, dijo Felix. Todd se había
equivocado mucho si esperaba un final ñoño como en una de las
películas de Hallmark.
—Quiero decirte algo más. Creo que es importante—, dijo
Todd. — ¿Has oído hablar del Programa de Segunda Oportunidad de
Spencer?
—Vagamente—, respondió Felix.
Todd le explicó brevemente el programa y luego dijo: —La
mitad de los inscritos no se han presentado hoy a trabajar. ¿No te
parece extraño?
Si le parecia, pero Felix se encogió de hombros con
indiferencia. —Esta es una información que deberías contar a la
policía, no a mí.
—De acuerdo. Lo he intentado—, dijo Todd, levantando los
brazos y volviendo a su vehículo.
Jude y Felix volvieron a entrar una vez que él se alejó.
—Ninguno de los hombres que participan actualmente en el
programa tiene un historial de delitos violentos—, dijo Felix. — ¿Por
qué iban a huir?
—Porque podrían estar relacionados con alguien más
violento—, sugirió Jude.
—O porque han agotado su utilidad y Spencer ya no requiere
sus servicios.
Jude entrecerró los ojos. —Tiene los documentos que necesita
y mucho dinero guardado en el extranjero. Está a punto de hacer su
jugada.
Felix asintió. —Llamaré a Rocky.

~ 273 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Al menos esta vigilancia es más romántica que la anterior—,


dijo Felix una semana después mientras se apoyaba en Jude en la
popa de un bote de aluminio.
—Mmmhmmm—, dijo Jude, acercando su nariz al cuello de
Felix.
—Habla por ti—, refunfuñó Rocky desde la proa. —De hecho,
no hables en absoluto. Se supone que nos acercamos a hurtadillas a
la parte trasera de la propiedad de Spencer al amparo de la
oscuridad. El sonido de ustedes dos besándose nos va a delatar.
Felix sintió que Jude se tensaba contra él y supo que su
grandullón estaba a punto de enfrentarse a Major. Otra vez. Felix
había confiado en que Rocky y Jude se llevarían bien una vez que
Felix pusiera las cosas en claro, pero Rocky no se había ablandado
mucho hacia Jude. Felix pensó que la vigilancia sería una excelente
oportunidad para que se conocieran mejor. Se equivocó de nuevo.
En lugar de arbitrar otra discusión, tomó una por el equipo y
presionó sus labios contra los de Jude. No había planeado dejar que
sus manos recorrieran el sexy cuerpo de Jude, pero no pudo evitarlo.
—Llevo gafas de visión nocturna, Fee. Tal vez debas detener tu
mano en su cintura a menos que planees darme un buen
espectáculo.
La voz de Rocky rompió el sensual hechizo en el que se
encontraba Felix. —Lo siento, Major.
—Dios, estoy actuando como un completo imbécil—, dijo
Rocky un momento después. —Yo soy el que lo siente.
— ¿Qué te molesta?— Felix le preguntó a su amigo. —Aparte
del hecho de que podríamos haber estado muy equivocados acerca
de que Spencer planeaba dejar la ciudad.
Los Spencer vivían en una comunidad cerrada en la Isla de la
Esperanza. La ubicación aislada impedía a Felix y compañía vigilar
la casa en busca de cualquier signo de actividad inusual. No es que

~ 274 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

esperasen ver furgonetas de mudanzas aparcadas en la puerta de la


finca ni nada evidente. El equipo se había conformado con seguir al
azar a la pareja cuando sus horarios de trabajo se lo permitían. Si las
rutinas de los Spencer de la semana pasada eran algo a tener en
cuenta, vivían una vida ocupada pero aburrida.
Cameron trabajaba, jugaba al golf y participaba en comités.
Brigitte pasaba la mayor parte del tiempo haciendo de chófer de sus
hijos preadolescentes, un niño rubio de doce años que era la viva
imagen de su padre, y una niña de diez años cuyo pelo rojo era unos
tonos más claro que el de su madre. Los niños tenían al menos una
actividad al día, a veces dos o tres. Cuando no estaba con sus hijos,
Brigitte jugaba al tenis o también formaba parte de un comité. No
había absolutamente ningún indicio de que ninguno de los Spencer
pensara abandonar su vida como las serpientes que mudan de piel.
Por eso Felix, Rocky y Jude estaban en un bote de aluminio con un
pequeño motor de arrastre en el río Skidaway a las diez de la noche.
Era la única manera de tener ojos en la propiedad que daba al cauce.
—No es nada y todo, supongo—, respondió Rocky. El hombre
era un curioso enigma. —Sea cual sea la causa, no debería
desquitarme contigo y con cara de culo.
—Oye—, dijo Jude. —No llames a Felix con nombres odiosos.
Rocky resopló, y fue lo más parecido a una risa que Felix había
escuchado en toda la semana. —Tal vez no seas completamente
horrible, Arrow.
—Aww, caramba.
—Es obvio que le gustas a Felix, y confío en su criterio—,
añadió Rocky.
Jude se rio. —Eres demasiado amable.
A Felix, le gustaba Jude, más que un simple gustar. Estaba
perdidamente enamorado y se sentía como un niño de nuevo. Cada
nuevo día era un descubrimiento diferente sobre Jude que afianzaba
al hombre más profundamente en el alma de Felix. Jude estaba
decidido a hacerse amigo de Pete y Perla y buscaba la manera de
hacerse querer por los pavos reales. Una noche, se presentó con una
caja de grillos vivos que había comprado en una tienda de animales.
Pete y Perla se volvieron locos comiendo los insectos, pero aun así
acorralaron a Jude contra la casa a la mañana siguiente, cuando él
~ 275 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

intentó irse a trabajar. Sobre todo, a Felix le encantaba poder ser él


mismo con Jude.
Era suficiente.
Y también aprendía cosas nuevas sobre sí mismo, una vez que
bajaba la guardia. Le gustaba hacer feliz a Jude y encontrar formas
de resaltar sus hoyuelos. Nunca sería un chef, pero Jude lo estaba
convirtiendo en todo un gourmet. La comida había sido una
necesidad para sobrevivir, pero a Felix le encantaba probar nuevos
sabores y texturas. Incluso empezaron a cocinar juntos la mayoría de
las cenas. Jude era un maestro paciente, y Felix se quemaba menos a
sí mismo y a la comida estos días. Le gustaba especialmente pasar
todas las noches en los brazos de Jude. Pasaban la mayor parte de
las noches en casa de Felix por culpa de Pul, pero él se había
quedado a dormir algunas noches en casa de Jude.
Ninguno de los dos había confesado la profundidad de sus
sentimientos, pero era tan evidente como la erección que empujaba
los vaqueros de Felix.
—Apaga el motor de arrastre—, dijo Rocky. —Según el mapa, la
casa de los Spenser está a la vuelta de la esquina. Remaremos el
resto del camino.
Jude apagó el motor y agarró un remo mientras Rocky tomaba
el otro. Jude y Rocky tardaron unos minutos en sincronizar
eficazmente sus brazadas para flotar en la dirección correcta. El
corazón de Felix se hundió cuando doblaron la curva del río y
apareció la propiedad de los Spencer. Esperaba una casa bien
iluminada y bulliciosa que reflejara la vida de las personas que la
habitaban. Lo que vio fue una estructura oscura y sin vida que se
asomaba ominosamente en medio de un espeso bosque de árboles.
—Eso no es bueno—, susurró Rocky, haciéndose eco del pavor
que latía en la boca del estómago de Felix.
Llegaron demasiado tarde.
—Tal vez se acuestan temprano—, sugirió Jude.
—Eso no explica la falta de luces exteriores—, dijo Felix. —Se
han ido.
—Sólo hay una manera de saberlo con seguridad—, dijo Rocky,
dirigiendo el barco hacia el muelle de los Spencer.
~ 276 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No creo que sea una buena idea—, susurró Felix mientras se
acercaban a la estructura de madera.
—Por supuesto que no lo es—, respondió Rocky. — ¿Desde
cuándo eso te ha detenido?
Rocky no se equivocaba. Sabiendo que no debía abandonar el
barco, Felix aún aceptó la mano de Rocky y subió a la cubierta. Le
llevó un segundo orientarse en la estructura flotante, luego Felix se
volvió y asistió a Jude. No rompió su conexión una vez que Jude
estuvo en la cubierta a su lado. La fuerza y el calor de la mano de
Jude hicieron que Felix se sintiera más valiente mientras se
arrastraban sin palabras por el césped. La extensión de hierba se
estrechó y fue engullida por los árboles a medida que se acercaban a
la casa. Varias criaturas nocturnas les dieron una serenata a lo largo
de su viaje, pero Felix no se engañó creyendo que habían sido
escritas en una película de Disney. Probablemente era más bien una
película de Tarantino.
En lo alto, el viento se levantaba y silbaba inquietantemente
entre los árboles, y parecía un mal presagio. Felix temblaba, pero
seguía poniendo un pie delante del otro. La capa de nubes cambió, al
igual que las sombras a su alrededor. El corazón de Felix se aceleró,
pero no retrocedió. Empezó a sentirse menos ansioso cuando
llegaron al borde de los árboles que rodeaban la enorme casa de los
Spencer y no se habían encontrado con trampas o esbirros de la
mafia.
— ¿Debemos separarnos?— preguntó Rocky.
—Claro que no—, dijo Jude. —Comprobamos las cosas juntos y
nos largamos de aquí.
—Sí—, estuvo de acuerdo Rocky. —Dejarlos a su aire, no se
sabe qué harían ustedes dos.
—Absolutamente ningún allanamiento de morada—, dijo Felix.
—Será mejor que no vea una ganzúa en tu mano.
—Estoy totalmente de acuerdo—, una voz profunda con un
toque de acento de Brooklyn sonó desde los árboles. Tenía que ser
uno de los matones de Mercy.
—Oh, mierda—, dijo Rocky.

~ 277 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Las manos en el aire y dense la vuelta. Lentamente. Sin


movimientos bruscos—, ordenó el hombre.
—Oh, mierda. Oh, mierda—, repitió Rocky.
—Parece un disco rayado—, susurró Jude. — ¿Puedo golpearlo
y ver si toca una canción diferente?
—Tal vez—, dijo Felix. Había sido la estúpida idea de Rocky
salir del maldito barco.
—Ha dicho que se den la puta vuelta—, ordenó un segundo
matón. Su voz era igual de severa que la del matón uno, pero no tan
profunda.
—De acuerdo—, dijo Felix.
—Sin hablar—, dijo un tercero.
Felix, Rocky y Jude se giraron lentamente para enfrentarse a la
amenaza que acechaba en las sombras detrás de ellos. Sus gafas de
visión nocturna no ayudaron a identificar a los hombres vestidos de
negro, desde los pasamontañas hasta las botas que llevaban en los
pies. Felix casi se mea encima cuando vio las armas en sus manos
enguantadas. Un cuarto hombre de negro salió corriendo del
bosque.
—No ha llegado nadie más con los Tres Chiflados—, dijo.
— ¿Quién demonios eres tú?— preguntó Felix.
El matón cuatro encendió una luz, cegando temporalmente a
Felix, Rocky y Jude a través de sus gafas de visión nocturns. Felix
maldijo y trató de arrancarse los auriculares, pero se detuvo cuando
los cuatro hombres le gritaron que no se moviera. En su lugar, cerró
los ojos.
—Arrodíllate—, dijo Uno.
Rocky se rio secamente. —No hasta que me invites a cenar un
filete primero.
La preocupación por el estado mental de su amigo eclipsó el
temor por su propia vida. Felix miró a Rocky, que sonreía como un
loco.
—Creo que tu amigo ha perdido la cabeza—, susurró Jude.

~ 278 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Disculpen—, dijo el Tres, devolviendo su atención a los


peligrosos hombres armados. —De. Rodillas.
Felix, Rocky y Jude se arrodillaron sin contemplaciones.
Cuatro apagó la luz una vez que cumplieron.
—Doblen los brazos y pongan los dedos detrás de la cabeza y
manténganlos ahí—, dijo Uno.
Felix obedeció sin dudar. Era mejor vivir para luchar por salir
de esto cuando los hombres no tuvieran armas de aspecto aterrador
apuntándoles.
—Ahora ustedes dos también lo hacen—, ordenó Cuatro. —No
tenemos toda la noche para estar jugando con ustedes, idiotas.
—Si tienes algún lugar en el que prefieres estar, no te lo
tendremos en cuenta—, dijo Rocky.
—No voy a hacer nada más hasta que se identifiquen—, añadió
Jude.
—Jude—, siseó Felix. —Haz lo que dicen. Acabo de recuperarte
y quiero retenerte más tiempo—. Felix respiró aliviado cuando
escuchó a Jude moverse. —Tu también, Major. Eres mi mejor amigo.
—Bien, maldita sea—, gruñó Rocky.
—Esto es tan dulce—, dijo Uno. Felix esperaba que el hombre
se burlara de ellos, pero no dijo nada. Los matones Uno, Dos y Tres
enfundaron sus armas y avanzaron hacia Felix, Rocky y Jude.
Felix se estremeció cuando Dos le tiró de los brazos hacia abajo
y detrás de la espalda antes de asegurarle las muñecas con bridas.
Felix oyó a Jude forcejear a su lado.
—Quitale tus putas manos de encima—, gruñó Jude.
—Estoy bien, Jude—, le aseguró Felix.
Dos le quitó las gafas de visión nocturna a Felix antes de
ponerle una capucha en la cabeza, dejando a Felix en la oscuridad
total. Fue entonces cuando el pánico empezó a cundir de verdad. La
sangre le llegaba a los oídos y le costaba oír lo que estaba pasando.
Un sudor frío le recorrió todo el cuerpo y le costaba respirar a través
de la tela.

~ 279 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Oye—, dijo Dos. —Concéntrate en tu respiración. Inhala


profundamente y expúlsalo por la boca.
— ¿Esta es la última moda en meditación?— Felix se encontró
preguntando.
—Ahí tienes, amigo. Enfádate. Ayuda a calmar el miedo—, dijo
Dos antes de dar una palmadita en el hombro de Felix.
Felix trató de apartarse del toque de Dos, pero el hombre más
grande enganchó una mano bajo su axila y tiró de Felix para que se
pusiera de pie como si no pesara nada.
— ¿Quién eres tú?— Preguntó de nuevo Jude.
—Tu peor pesadilla si no te callas—, dijo Cuatro.
Lo siguiente que supo Felix fue que los matones los llevaban a
paso de rana por el bosque. Felix tropezó con las ramas y la maleza y
se habría plantado de cara en la tierra si no fuera por el férreo agarre
que Dos tenía en su bíceps. Oyó el familiar deslizamiento de la
puerta de una furgoneta al abrirse, y Felix clavó los pies en el suelo.
La gente que era arrojada a las furgonetas rara vez escapaba y vivía
para contarlo.
Jude y Rocky debían de haber llegado a la misma conclusión,
porque también los oyó forcejear con sus escoltas.
—Cálmate, Ford—, dijo uno.
¿Ford?
— ¿Quién diablos es Ford?— preguntó Jude.
—Ninguno de nosotros se llama Ford—, dijo Felix. El alivio
inundó su cuerpo y dejó de luchar contra el agarre de su escolta. —
Esto es sólo un gran malentendido.
La risa de Rocky rayaba en lo desquiciado, y volvió a disparar
la ansiedad de Felix. —Asher, ¿es esta tu idea de juego previo?—
Preguntó Rocky.
¿Asher? ¿Es ese el nombre del matón uno?
— ¿Quién diablos es Asher?— Jude preguntó. — ¿Estás
perdiendo la cabeza, Jacobs, o estos imbéciles son amigos tuyos?
— ¿Rocky?— Preguntó Felix.

~ 280 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tranquilos, chicos—, dijo Rocky con calma. —Todo va a estar


bien.
—Tan conmovedor—, dijo Asher, alias Uno. —Pueden subir a la
furgoneta de buena gana con ayuda, o podemos lanzaros dentro.
Ustedes eligen.
—Bien—, dijo Felix. —Iré pacíficamente—. Su captor ayudó a
Felix a entrar en la furgoneta. Como estaba hecha para transportar
carga y no personas, no había asientos en la parte trasera. Apoyó a
Felix contra el otro lado de la furgoneta y salió.
—Yo seré el siguiente—, se ofreció Jude.
La furgoneta se balanceó cuando los dos hombres subieron al
interior. Jude se colocó en el lado derecho de Felix. El calor del
cuerpo de Jude penetró en Felix y ahuyentó el frío que se había
instalado en sus huesos. Felix se desplazó hasta quedar
completamente pegado al costado de Jude y apoyó su cabeza en el
hombro de éste.
—Vamos a salir de la ciudad para una escapada romántica de
fin de semana en cuanto esto termine—, dijo Jude.
Felix se rio. Le encantaba la confianza de Jude, pero pensó que
quizás esta vez estaba siendo demasiado presuntuoso.
Independientemente de la despreocupación de Rocky, Felix pensó
que sería un milagro que sobrevivian a la noche.
Si ese fuera el caso... Sé valiente en el amor.
—Jude—, dijo Felix.
— ¿Hmmm?
—Te amo—, dijo Felix. —Siempre lo he hecho y siempre lo
haré.
Jude inhaló con fuerza y su cuerpo se estremeció. —Yo
también te amo, Ace.
— ¿Y yo?— preguntó Rocky. El mohín en su voz hizo que Felix
sonriera.
—Eres mi mejor amigo, Major—, dijo Felix. —Por supuesto, te
quiero. Sin embargo, te doy una patada en el culo por sugerir que
nos bajemos del puto barco.

~ 281 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Culpa mía—, dijo Rocky.


—Aww. Qué dulce—, dijo Cuatro. —Estaba totalmente en
contra de esta misión, pero me alegro de que me hayan convencido.
—Cuidado con las manos, Asher—, dijo Rocky mientras lo
empujaban dentro de la camioneta y se sentaba al otro lado de Felix.
—No creo que debas agarrar a la gente ahí.
—Oops—, respondió Asher. —Se me resbaló la mano.
—También lo hará mi puño una vez que me desates las
muñecas—, contraatacó Rocky.
—Pervertido—, dijo Tres.
—Más bien ouch—, comentó Cuatro.
—Todos suban a la camioneta y cierren la boca—, ordenó
Asher.
Dos hombres se montaron en la parte delantera, y los otros dos
subieron a la bodega de carga con Felix, Jude y Rocky, aunque Felix
no sabía qué matón se sentaba en cada lugar.
Quienquiera que estuviera al volante no mostraba ninguna
preocupación por su seguridad, ya que conducía rápido y frenaba
con fuerza. Felix había empezado a llevar la cuenta de los giros que
daban, pero perdió la cuenta después de un rato. Era difícil saber si
algunos de los cambios de dirección se debían a curvas cerradas en
una carretera rural o a un giro real.
— ¿Adónde nos llevas?— preguntó Jude.
— ¿Les habríamos puesto capuchas en la cara si quisiéramos
que lo supieran?— preguntó Dos desde unos metros de distancia.
—Buen intento—, dijo Asher. Él también estaba en la sección
de carga de la furgoneta con ellos, lo que ponía a Tres y Cuatro en la
parte delantera.
Viajaron en silencio durante lo que parecieron horas antes de
que el vehículo finalmente se detuviera.
—Cariño, estamos en casa—, dijo Asher.
—Vete a la mierda—, gruñó Rocky.

~ 282 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Asher emitió un gruñido que podría haber sonado sexy si Felix


no estuviera tan asustado. —Hasta luego, cariño.
Los sacaron de la furgoneta, los llevaron por un camino de
grava y los condujeron a una especie de edificio. Los matones
cortaron las ataduras y los empujaron hacia las sillas de metal. Felix
se masajeó las muñecas para que fluyera la circulación. Alguien le
arrancó la capucha sin previo aviso y una luz brillante le cegó. Felix
parpadeó un par de veces, enfocando la habitación mientras sus ojos
se ajustaban. Al ver el suelo de hormigón, los paneles de yeso sin
terminar y las puertas correderas, se dio cuenta de que estaban en
un garaje o en una dependencia. Los cuatro matones del exterior de
la casa de los Spencer estaban de nuevo frente a ellos, pero con una
diferencia notable: se habían quitado los pasamontañas.
Oh-oh. Si los malos estaban mostrando sus rostros, entonces
no les preocupaba que Felix, Jude y Rocky hablaran más tarde. No
habría un después.
—Oh, esto no puede ser bueno—, susurró Jude, haciéndose eco
de los pensamientos de Felix.
El matón más grande y de aspecto más aterrador dio un paso
adelante. El hombre tenía el pelo sudoroso y negro como el carbón
pegado a la cabeza y unos ojos tan oscuros como la medianoche
brillaban con una intensidad que robaba el aliento a Felix. Una
barba desaliñada atrajo la atención de Felix hacia una boca firme
que se abrió lentamente en una enorme sonrisa, mostrando unos
dientes blancos y perfectos contra una tez morena. El grandote y
espeluznante se detuvo frente a Rocky y se puso en cuclillas hasta
quedar frente a frente.
—Hola, cariño. ¿Me echas de menos?—, le preguntó a Rocky.
¿Cariño?
Felix reconoció su voz. Era el esbirro al que Rocky había
llamado Asher.
Asher se rio cuando Rocky no le respondió, luego se inclinó
hacia adelante y besó a Rocky en la boca.

~ 283 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Cariño?— preguntó Jude despectivamente. — ¿Jacobs está


saliendo con uno de los hombres de Mercy?
Asher y Rocky continuaron mirándose en silencio durante
unos segundos antes de que Asher girara lentamente la cabeza y
mirara a Jude. La indignación en los ojos del hombre habría sido
hilarante si Felix no hubiera estado a punto de mearse.
— ¿Crees que somos los hombres de Mercy?— preguntó Asher.
— ¿No lo son?— preguntaron Felix y Jude al mismo tiempo.
Asher lanzó un profundo suspiro y se puso en pie. Luego, como
si se tratara de una indicación del director, los cuatro hombres se
levantaron sus camisas tácticas negras lo suficiente como para
mostrar las insignias que llevaban enganchadas al cinturón. La
estrella plateada era universalmente reconocida.
— ¿Son US Marshals36?— preguntó Felix.
—Tienes que estar bromeando—, gruñó Jude.
Felix se volvió para mirar a Rocky. — ¿Cómo estas metido en
todo esto?
—Oh, no puedo esperar a escucharlo—, dijo Jude.
Rocky volvió sus solemnes ojos azules hacia Felix. —
¿Recuerdas mi problema con Las Vegas?
¿Vegas? Felix trató de recordar una conversación que habían
tenido sobre Las Vegas, pero su cerebro se había convertido en lodo.
¿Vegas? Oh. ¡OH!

36
Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos (United States Marshals Service). Los deberes del Servicio de
Alguaciles de EE. UU. incluyen la protección del poder judicial federal, la detención de fugitivos
federales, la gestión y venta de activos incautados adquiridos por delincuentes a través de actividades
ilegales, el alojamiento y el transporte de prisioneros federales y el funcionamiento del Programa de
Seguridad de Testigos.

~ 284 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Este es tu ex marido?— Felix susurró mientras estudiaba de


nuevo a Grande y espeluznante. Físicamente, él podía ver donde el
hombre marcaba todas las casillas de Rocky.
Asher rompió el contacto visual con Felix para mirar a Rocky.
— ¿Ex?—, preguntó, frunciendo una ceja de cuervo. — ¿Es eso lo que
le dices a la gente, Ford?
Rocky soltó un profundo suspiro y luego se encontró con la
mirada de Felix. —Todavía estamos legalmente casados—. Volvió a
centrar su atención en el voluminoso oso-hombre que estaba
demasiado cerca para la comodidad de Felix, a pesar de la brillante
estrella en su cinturón. —Por ahora—, añadió Rocky para dar una
buena medida.
— ¿Planeas matarnos?— preguntó Jude de repente. —Si es así,
quiero escuchar esta historia antes de morir.
Un marshal cataño con una sonrisa torcida y penetrantes ojos
azules sonrió a Jude. —Matar a reporteros idiotas y a un detective
privado que se tropezó con problemas no está en la descripción de
nuestro trabajo—. Felix reconoció la voz como perteneciente al
matón dos.
—No pedimos su ayuda—, dijo Felix.
Un hombre con pelo leonado del color de la melena de un león
y ojos marrones conmovedores resopló y negó con la cabeza. —Los
habrían matado si no lo hubiéramos hecho—. Felix hizo coincidir su
voz con la del matón tres.
Eso significaba que el marshal de pelo rubio y ojos verdes era
el matón cuatro. —No oigo un gracias—, dijo.
—Aguanta la respiración mientras esperas—, sugirió Felix. El
rubio le contestó dándole la espalda.
—Los alguaciles no investigan crímenes, y ninguno de nosotros
es un fugitivo en su lista de aprehensión—. Jude miró a Felix y a
Rocky. — ¿Verdad?
Un hombre en pijama, con una bata y un par de zapatillas
entró en el garaje con una pinta de Ben & Jerry's en una mano y una
cuchara en la otra. Todas las piezas del rompecabezas encajaron en
su sitio y la imagen se cristalizó, revitalizando el cansado cerebro de
Felix.
~ 285 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Era esto realmente necesario, amigos?— preguntó


Cameron Spencer.
Asher les sonrió. —Quizá no, pero seguro que fue divertido.
— ¿Te he oído decir que estás casado con uno de ellos?—
preguntó Spencer.
—Ese—, dijo Asher, señalando a Rocky.
Spencer asintió. —Tu traslado desde Las Vegas tiene sentido
ahora. Me preocupaba que estuvieras sucio.
— ¿Qué demonios está pasando?— Preguntó Jude.
—Protección de testigos—, respondió Felix. —Está ayudando al
FBI a acabar con Jack Mercy.
—Lo estoy, aunque casi lo arruinas con tu investigación—, dijo
Cameron antes de volver su atención a Jude. —Las dos
investigaciones.
— ¿Así que decidiste vengarte enviando a Mercy tras
nosotros?— preguntó Jude.
—No hice tal cosa—, dijo Cameron pacientemente. Luego miró
a Asher. — ¿Puedo hablar con ellos a solas?
Asher se turnó para estudiar a Felix, Jude y Rocky antes de
asentir para que los demás lo siguieran fuera del garaje.
Cameron acercó otra silla metálica plegable y se dejó caer
sobre ella. —Sé que deben tener un montón de preguntas.
Felix quería derribar a Spencer de su silla, pero no tenía ganas
de enfrentarse a los cuatro matones que merodeaban al otro lado de
la puerta. —No sé ni por dónde demonios empezar.
—A estas alturas, ya habrán descubierto que The Camelot
Corporation era una empresa fantasma, y que las garantías
extendidas y los seguros de brecha que se ofrecían en mi
concesionario eran una forma de robar dinero—, dijo Spencer.
—Lo hemos hecho—, dijo Felix. No podía creer que Cameron lo
admitiera de entrada.
—Pensabas que estaba lavando dinero para la mafia, pero lo
estaba guardando para que mi familia pudiera empezar de nuevo en

~ 286 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

otro lugar—, dijo Cameron. —Mercy nunca iba a dejarme ir. Había
estado usando mi concesionario para mover drogas y armas durante
años.
— ¿No gente?— preguntó Jude.
Cameron negó enérgicamente con la cabeza. —Nunca. Ni
siquiera Mercy es tan malvado.
—Siento discrepar—, replicó Felix secamente, haciendo rodar
los hombros para aliviar la tensión. El duro trato de los marshals
había agravado todos los dolores que había sufrido la semana
anterior.
—No estarías vivo para tener esta conversación si Mercy
realmente te quisiera muerto—, replicó Cameron. —Ha tenido
muchas oportunidades de eliminarte desde la explosión—. Spencer
miró a Jude. —El ataque de Mercy a Felix fue una lección para ti. Por
suerte, ambos salieron ilesos.
Felix no podía encontrar ningún fallo en la afirmación de
Spencer, porque Mercy había dado a conocer su posición a Jude.
Pero algo había estado molestando a Felix toda la semana. —Si yo no
era el objetivo de Mercy, ¿por qué el atentado contra mi vida se
produjo tan pronto después de que te entrevistara sobre el Programa
de Segunda Oportunidad?—, preguntó.
—Mercy tiene gente dentro de mis concesionarios que me
vigila y le informa. Cuando empezaste a hacer las mismas preguntas
que Jude, Mercy debió suponer que Jude había reclutado tu ayuda
para derribar su imperio.
Felix recordó que Veronica se reunió con el rufián de Mercy del
club antes de que Skeet cargara los coches chatarra en el
transportista. Ella había ayudado a facilitar la entrevista, así que
¿era el topo?
— ¿Cómo habría sabido Mercy las preguntas que cualquiera de
nosotros le hizo?— preguntó Jude.
Cameron lanzó un profundo suspiro. —Me entró el pánico y le
conté las preguntas de la entrevista de Jude. No hice la conexión
entre ellas hasta que fue demasiado tarde.
—Hijo de puta—, gruñó Felix.

~ 287 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Spencer miró a Jude. —Te juro que nunca quise que sufrieras
ningún daño, ni emocional ni físico. Simplemente le dije a Mercy
que teníamos que ser más inteligentes con el programa en adelante.
—Entonces, ¿tu gesto filantrópico no era más que una
mentira?— Preguntó Felix.
—No—, dijo Spencer con firmeza. —Lo que les dije a los dos
sobre el origen de Segunda Oportunidad era cierto. Mercy lo arruinó
como lo hizo todo. Me di cuenta de que nunca saldría de él. Había
devuelto diez veces el préstamo que me había dado, pero nunca era
suficiente. Fue entonces cuando decidí explotar el programa para mi
beneficio personal.
— ¿Y la entrevista de Felix?— Preguntó Jude. — ¿Estás
diciendo que tu oficina tenía micrófonos?
—Veronica sabía lo de la entrevista—, dijo Felix.
Spencer asintió. —Lo hizo, pero no fue ella quien avisó a
Mercy.
— ¿Cómo lo sabes?— preguntó Jude.
La puerta se abrió de nuevo y Veronica entró en el garaje con
Skeet. Ambos llevaban insignias del FBI en cadenas alrededor del
cuello.
—Dios—, dijo Felix. Si Todd Dartmouth era el siguiente en
entrar, iba a lanzar su silla contra alguien. —No es de extrañar que se
esforzara tanto por mantenerme alejado de Spencer.
Veronica sonrió con ironía. —Casi echas por tierra dos años de
trabajo encubierto.
—Deberías haber pasado mis mensajes a El Rey del Automóvil
antes—, contraatacó Felix. —Si hubiera arreglado las cosas con mi
transmisión, lo habría dejado pasar.
—Me di cuenta de mi error demasiado tarde—, reconoció
Veronica.
—En cuanto al chivatazo a Mercy sobre su entrevista—, dijo
Cameron, —tuvo que ser alguien con fácil acceso a mi despacho.
Sospeché que era alguien de mi personal de limpieza, pero entonces
Veronica recordó todos los extraños problemas informáticos que
habíamos tenido.
~ 288 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Entonces, ¿los registros de servicio realmente habían


desaparecido?— preguntó Felix.
—La actualización de los sistemas era legítima, pero seguíamos
teniendo problemas que requerían que los técnicos informáticos
vinieran casi semanalmente durante los últimos meses—, dijo
Veronica.
—Déjame adivinar, uno de esos técnicos estuvo en el despacho
de Spencer antes de mi entrevista—, dijo Felix.
—Y al día siguiente—, dijo Veronica. —Yo barría el despacho de
Spencer a diario en busca de bichos, pero fueron capaces de
burlarme. Estamos investigando a la propia empresa de software, así
como a los técnicos que enviaron al concesionario.
—Hemos tenido que adelantar cada una de las partes de
nuestra misión de desmantelamiento para que no nos salga el tiro
por la culata—, dijo Skeet. A Felix le impresionó que el hombre
pudiera hablar sin escupir tabaco antes.
—Entonces, ¿vas a testificar contra Mercy?— preguntó Rocky.
Era lo primero que decía desde que reconoció que seguía casado con
el sexy marshal.
—Lo haré—, dijo Spencer, —pero inicialmente, planeé fingir la
muerte de mi familia y usar las nuevas identidades que hice.
—Todavía vas a hacer eso, pero ahora con el dinero del
gobierno—, comentó Jude.
—También es cierto—, reconoció Spencer.
— ¿Qué pasa con todo el dinero que robaste a tus clientes?—
preguntó Felix.
—Recibirán un reembolso completo—, dijo Skeet. —Parecerá el
pago de una demanda colectiva a través de un bufete de abogados
con el que la agencia se ha asociado para ayudar a dar cobertura.
Todavía incapaz de comprender la magnitud del problema en
el que se había metido, Felix preguntó: —Entonces, ¿cómo hemos
acabado aquí esta noche?
Asher volvió a entrar en la habitación. —Te hemos estado
siguiendo mientras seguías a los Spencer. Sabíamos que no ibas a

~ 289 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

dejar pasar tu investigación. Obviamente, tengo un interés en uno de


ustedes, y el señor Spencer está encariñado con los otros dos.
Rocky lo ignoró, y Asher le sopló un beso.
—Quería tener la oportunidad de disculparme contigo, Felix—,
dijo Spencer. —Te mereces saber la verdad.
—No puedes impedirme que escriba la verdad sobre lo que me
enteré una vez que se conozca la noticia de sus muertes—, dijo Felix
con obstinación.
—Es cierto—, dijo Veronica. —Pero, ¿realmente quieres que tu
reputación cambie de respetado periodista de investigación a teórico
de la conspiración?
—Seré reivindicado una vez que Spencer reaparezca en el
estrado—, desafió Felix.
—Si testifica—, replicó Skeet. —Ahora mismo, parece que
tenemos suficiente para encerrar a Mercy por el resto de su vida sin
que Spencer suba al estrado.
Mierda. No había una buena opción. Felix podía decir la
verdad y arriesgarse a ser rechazado por la comunidad de escritores
o mantener el secreto de Spencer y vivir con una conciencia
fastidiosa.
Spencer se rio. —Realmente me recuerdas a mí cuando era más
joven. A menudo estamos cegados por nuestra ambición y empuje.
Hice un trato con el diablo para asegurarme el futuro que imaginaba.
Debería haber tenido más fe en mí mismo y en Brigitte.
—Esto se siente como hacer un trato con el diablo—,
contraatacó Felix. —Quizá nunca disparaste personalmente a nadie
ni vendiste drogas a los niños, pero ayudaste a Mercy a hacerlo.
Spencer tragó con fuerza. —Y me pasaré todos los días
intentando expiar las horribles decisiones que he tomado.
—Cuando el Sr. Spencer muera, renacerá como un hombre
mucho más pobre. No se llevará sus bienes con él. El vicepresidente
de Spencer Auto Malls tomará las riendas, y el Programa de Segunda
Oportunidad continuará después de su muerte. Todo el patrimonio
personal de los Spencer se destinará a organizaciones benéficas que

~ 290 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

se ocupan de la drogadicción, la pobreza, los sin techo y las víctimas


de la violencia armada—, dijo Veronica.
—Viviré en una tienda de campaña mientras mi mujer y mis
hijos estén a salvo—, dijo Spencer.
—Hemos planeado un alojamiento ligeramente mejor que ese,
señor—, dijo Asher.
Veronica enarcó una ceja. —Puedes mantener la boca cerrada
por el bien común y ayudar a acabar con la mafia sureña o correr con
tu historia y cobrar tus quince minutos de fama. Si sobrevives a
Mercy, ¿entonces qué?
Felix frunció el ceño mientras lo pensaba. Seguiría teniendo su
trabajo, sus amigos, su podcast y a Jude. ¿O no? ¿Minerva seguiría
viéndolo con buenos ojos si se convirtiera en una broma? ¿Qué sería
de Felix si perdiera su trabajo? Podía pasar por alto el periódico y
utilizar el podcast para sacar la información, pero eso conllevaba el
mismo peligro de convertir su podcast de investigación en uno que
impulsara teorías conspirativas. Eso también podría dañar la
posición de Jonah con el GBI. Si la gente dejaba de sintonizar su
podcast, ¿cuánto tiempo más estarían dispuestos sus amigos a
renunciar a su valioso tiempo para grabar episodios? ¿Cuánto
durarían sus relaciones bajo presión?
Se oyó un suave golpe en la puerta del garaje antes de que se
abriera. Brigitte Spencer asomó la cabeza. — ¿Va todo bien?
—Sí—, dijo Spencer. —Todo está bien.
Miró a cada una de las personas que estaban en el garaje. La
expresión de sus ojos azul aciano le recordó a Felix la que tenía en su
foto de la escuela de segundo grado. Esta era una mujer que había
sido derribada, pero no estaba fuera. Brigitte se había levantado y
desempolvado. Era una superviviente y estaba evaluando la amenaza
para ella y su familia. Cuando su mirada se posó en Felix, él le
ofreció una sonrisa, esperando asegurarle que no era una amenaza.
¿Pero lo era? ¿Qué les ocurriría si informaba de que la familia
Spencer estaba realmente viva? Jack Mercy no se rendiría hasta
encontrar a Cameron y matarlo. ¿Se detendría ahí? ¿Mataría a su
propia hija y a sus nietos?

~ 291 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Brigitte devolvió el gesto de Felix antes de volver a prestar


atención a su marido. —Se hace tarde. ¿Vas a venir pronto a la
cama?—, preguntó.
—Estaré allí en breve—, le prometió Cameron.
—Si no vienes ahora, ¿puedo tomar el helado que prometiste
traerme?—, preguntó avergonzada.
Cameron miró la bola y la cuchara en sus manos como si se
hubiera olvidado de ellas. Probablemente lo había hecho, ¿y quién
podría culparlo? Cameron se rio mientras cruzaba la habitación.
Brigitte cogió los objetos, pero no se apartó inmediatamente de la
puerta. La pareja tuvo un intercambio privado de palabras que no
llegó a los oídos de Felix. No necesitaba oír sus voces para saber lo
que se decían. Podía leer mucho en sus acciones y expresiones.
Brigitte miró a su marido con ojos grandes y preocupados.
Cameron sonrió y pasó una mano por la mejilla de Brigitte antes de
dejar caer un beso en su frente. La preocupación desapareció de
inmediato de su expresión y la tensión desapareció de su postura.
Brigitte asintió y salió de la habitación.
Spencer respiró profundamente antes de volver a mirar a Felix.
—Sé más inteligente que yo. Elige un camino mejor.
Resultaba extraño que Spencer sólo se dirigiera a Felix, pero
tal vez intuyera acertadamente que los otros dos se echarían atrás
rápidamente sin luchar. Jude tenía que proteger a su madre, y
Rocky... Bueno, tenía un marido grande y sexy que podía
secuestrarlo tan fácilmente como arrancar flores de un campo. Si
Jonah estuviera allí, cedería la autoridad al FBI. Avery no haría nada
que pusiera en peligro la carrera de Jonah.
Decidiera lo que decidiera Felix, se aseguraría de que sus
amigos permanecieran limpios. Eso significaba que tendría que
elegir el papel sobre el podcast, si soplaba el silbato sobre Spencer.
— ¿Algo más que quieras saber antes de que te llevemos de
vuelta?— preguntó Asher.
Tantos pensamientos y preguntas pasaron por su mente, pero
Felix no expresó ninguno de ellos. Algún día se daría una patada en
el culo por ello, pero lo único que quería ahora era volver a casa.
Sacudió la cabeza.

~ 292 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No—, dijo Jude.


—Estoy bien—, añadió Rocky.
—Vamos a llevarlos de vuelta—, dijo Asher.
—Spencer—, gritó Felix cuando el hombre abrió la puerta del
garaje. —No desperdicies tu segunda oportunidad.
Spencer sonrió. —Eso puedo prometerlo—. Luego se fue, y
Felix supo que no volvería a ver al hombre.
— ¿Qué hay de la persona que voló mi coche?— Felix preguntó
a Veronica. — ¿Me dirás al menos si tienes pistas?
—Está detenido—, dijo ella. —Hemos rastreado el movimiento
de la furgoneta por la ciudad a través de las cámaras del circuito
cerrado de televisión y de los cajeros automáticos.
— ¿Confesara?— Preguntó Felix.
—No hacemos comentarios sobre investigaciones activas—,
dijo Skeet.
Veronica miró al hombre y puso los ojos en blanco. — ¿De
verdad? ¿Cómo llamarías a esta noche?—. Se encaró de nuevo con
Felix. —Ha confesado haber puesto la bomba, pero ha negado la
conexión con Mercy.
—Por ahora—, añadió Skeet.
La tensión que desprendían los dos agentes del FBI le recordó
a Felix el intercambio que había presenciado entre ellos en el
aparcamiento trasero del centro comercial de autos de Spencer.
Puede que jugaran en el mismo equipo, pero no se agradaban
mucho.
—Vamos a irnos—, dijo Asher, recogiendo una capucha del
suelo. Otros dos matones, um, marshals hicieron lo mismo.
— ¿Es realmente necesario?— preguntó Jude cuando el
marshal con aspecto de leonado se acercó a él.
—No podemos permitir que veas la ubicación de nuestro piso
franco—, respondió leonado.
—Bien—, refunfuñó Jude.

~ 293 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

El castaño se acercó a Felix con una sonrisa torcida. Felix se


quedó quieto mientras el tipo le tapaba la cabeza con la tela. Luego
respiró profunda y constantemente para contrarrestar la ansiedad
que se acumulaba en su interior. Supongo que se dio cuenta de que
el bondage y las vendas en los ojos no eran su tipo de perversión.
— ¿También vas a luchar contra mí en esto?— Asher le
preguntó a Rocky.
— ¿Habría alguna diferencia?— replicó Rocky.
Asher se rio. —No.
—Bien—, dijo Rocky, haciéndose eco de la irritación de Jude.
— ¿Podemos confiar en que te comportarás, o tenemos que
atarte las manos de nuevo?— preguntó el leonado.
Felix, Jude y Rocky se mantuvieron firmes en que se
comportarían. Los marshals escoltaron a los hombres de vuelta a la
furgoneta con mucha más suavidad la segunda vez. Viajaron en
silencio durante lo que pareció una eternidad, y Felix acabó
durmiendo con la cabeza apoyada en el hombro de Jude. El
deslizamiento de la puerta de la furgoneta lo despertó.
—Levántense, dormilones—, dijo Asher.
—No es así como prefiero que me despierte mi marido—,
refunfuñó Rocky.
—Entonces tal vez no deberías haberte dado por vencido tan
fácilmente—, contraatacó Asher.
Felix oyó que Rocky murmuraba algo que sonaba como
“imbécil”.
—Sigue volviendo al maldito club de sexo y verás qué clase de
imbécil puedo ser—, dijo Asher.
Felix estaba a punto de acercarse al borde de la furgoneta, pero
se congeló ante el comentario de Asher. — ¿Cómo sabes eso?
— ¿Crees que el FBI no tiene agentes encubiertos trabajando
dentro del club de Mercy?— preguntó el castaño mientras agarraba
el bíceps de Felix y lo sacaba de la furgoneta. Él resopló. —Bruce
Wayne y Clark Kent.

~ 294 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Mercy tiene un software de reconocimiento facial para los


socios y los invitados—, dijo leonado. — ¿Crees que se va a
conformar con nombres falsos cuando puede esgrimir su lista de
socios como arma para mantener a los políticos y a los policías en su
esquina?
—Entonces, así es como supo que yo estaba en el club las dos
veces—, dijo Jude. —Debería habérseme ocurrido.
—Odio sonar como Cameron—, dijo el castaño, —pero los tres
estaban cegados por la ambición y el impulso. Nobles, pero
estúpidos.
—Gracias—, refunfuñó Felix.
—Entonces, Ford—, dijo Asher una vez que estaban
caminando, — ¿Cómo entraste en el club?
Rocky lanzó un profundo suspiro. —Mi primo es un miembro.
Ha movido los hilos.
— ¿La variedad de primos besadores?— quiso saber Asher.
—Vete a la mierda, Yanqui37—, dijo leonado. —No todos
besamos a nuestros primos aquí en el Sur.
Asher se rio y dejó caer el tema.
Felix oyó el golpeteo del agua contra la madera y percibió el
olor a pescado del río mientras se acercaban al muelle de madera
donde habían dejado el barco. Una vez que subieron a la plataforma
flotante, los marshals les quitaron las capuchas. Todavía estaba
oscuro, pero el sol coqueteaba con el horizonte. Leonado, castaño y
rubio se retiraron al bosque, dejando a Asher atrás para hablar con
Rocky. Asher estaba con las manos en las caderas mientras Rocky
cruzaba los brazos sobre el pecho. Su amigo parecía totalmente
cerrado, y a Felix no le gustó.
Jude atrajo a Felix hacia sus brazos y lo besó suavemente en
los labios. —Qué noche más loca.
Felix se acurrucó más contra Jude, dejando que el calor del
hombre más grande se filtrara en él. —Parece una pesadilla.

37
Esto podría traducirse como “americano”, “norteño”.”gringo”.

~ 295 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude dijo suavemente su nombre, por lo que Felix levantó la


vista hacia él. —Toda la declaración... Está bien si quieres
retractarte. Estábamos bajo presión, y no puedo esperar que...
Felix hizo callar a Jude besándolo con fuerza en la boca. Fue
breve, pero le sirvió para entender su punto de vista. —No me
retractaré. Te amo.
Los labios de Jude se curvaron en una sonrisa, flexionando sus
hoyuelos. —Yo también te amo.
La madera bajo los pies de Felix vibró cuando los pasos
resonaron contra los tablones.
— ¿Listo?— preguntó Rocky con desconfianza.
Felix tiró de Rocky en un abrazo y le besó la frente. — ¿Estás
bien, Major?
—No—, dijo Rocky con sinceridad. Luego se inclinó hacia Felix
y suspiró. —Pero lo estaré.
Asher entrecerró los ojos mientras los observaba, y Felix le
hizo un gesto con el dedo corazón.
—Vamos a casa—, dijo Jude, agarrando a Felix en el hombro.
Felix soltó a Rocky y dio un paso atrás. Se turnaron para subir
a la barca que se balanceaba en el agua.
—Gracias a Dios por el motor de arrastre—, dijo Rocky. —Estoy
demasiado hecho polvo para remar.
Jude y Felix volvieron a la popa y Rocky se sentó en la proa,
frente a ellos, en lugar de Asher, que se había quedado en la
cubierta. Jude tiró de la cuerda de arrastre, encendiendo el motor
mientras Felix desataba la cuerda que los ataba al muelle.
Jude dio la vuelta a la embarcación y la dirigió hacia el lugar
donde habían dejado el camión y el remolque de Rocky. El cambio
de dirección permitió a Rocky observar a Asher hasta que doblaron
la curva. Felix no podía saber qué estaba pensando su amigo. Rocky
siempre había sido un enigma. Un hombre que coqueteaba
descaradamente pero nunca actuaba en consecuencia. Alguien que
camuflaba su ingenio rápido y su mente brillante detrás de una
buena apariencia y una personalidad relajada. Había muchas cosas

~ 296 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

que Felix no sabía sobre Rocky, pero Felix confiaba implícitamente


en el hombre y esperaba pacientemente a que su amigo se abriera.
— ¿Por qué todo el mundo te llama de otra manera, Jacobs?—
preguntó Jude, rompiendo el silencio.
—La mayoría de la gente te llama Rocky, Felix te llama Major,
y el Us Deputy38 Imbécil te llama Ford.
Rocky echó la cabeza hacia atrás y se rio. —Us Deputy Imbécil.
Te lo voy a robar.
—Adelante—, dijo Jude.
—Mi nombre completo es Major Rockford Michael Jacobs.
—Menudo bocado—, dijo Jude. Felix estaba demasiado
cansado para aprovechar esa apertura.
—Asher es el único que acorta Rockford a Ford en lugar de
Rocky como todos los demás.
—Excepto yo—, dijo Felix con orgullo.
Rocky sonrió. —Pero no me llames tarde para cenar—. Miró su
reloj. —O al desayuno en este caso. ¿Alguien quiere comer algo?
Felix sólo quería ir a casa y sentarse en la tranquilidad de su
despacho. Tenía que tomar una gran decisión. Skeet, o como se
llame realmente, mencionó que las líneas de tiempo se habían
adelantado, por lo que Felix esperaba que las noticias sobre la
muerte de la familia Spencer se conocieran más tarde en el día. Si
iba a exponer a Cameron, tendría que tener una historia preparada.
—Estamos dentro—, dijo Jude, presionando un beso en la sien
de Felix.
—Siempre tratando de alimentarme—, refunfuñó Felix.
—Porque te amo—, murmuró Jude en su oído.
El escalofrío que respondió Felix no tenía nada que ver con la
temperatura del aire. Se acurrucó más cerca de Jude y correspondió
al sentimiento. Felix quería empezar cada nuevo día envuelto en los

38
Deputy U.S. Marshal: Alguaciles adjuntos de EE. UU.

~ 297 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

brazos y el amor de Jude. Las decisiones podían esperar. Su gente


era lo primero.
—Sí, podría comer.

~ 298 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

La comida era horrible, pero valía la pena la indigestión por


ver cómo volvía el carácter sabelotodo de Rocky ante una pila de
tortitas gomosas y carne grasienta para el desayuno. No habían
hablado de los sucesos de la noche más allá de acordar poner al día a
Jonah y Avery más tarde. No había necesidad de arruinar su sueño
también. Para cuando el trío se separó, Jude y Rocky habían
encontrado una coexistencia pacífica en el mundo de Felix, por lo
que éste estaba eternamente agradecido.
Al principio, Felix se metió en la cama con Jude y Pul cuando
llegaron a casa, pero su cerebro no se apagaba. Repitió la
conversación con Cameron Spencer en un bucle interminable,
analizando cada palabra hablada y las pistas silenciosas ocultas en el
lenguaje corporal y las expresiones del hombre. El cerebro de Felix
volvía a sentirse como una maleta sobrecargada, y podía oír cómo
crujían las bisagras. Estaban a punto de rendirse a las leyes de la
física justo cuando Felix renunció a cualquier esperanza de conciliar
el sueño. Salió sigilosamente de su dormitorio y se dirigió a su
despacho, al final del pasillo. Felix se sentó en su escritorio y
encendió su ordenador porque su teclado era la mejor herramienta
para desempacar una mente desordenada.
Felix escribió durante horas, encadenando la línea de tiempo
de los acontecimientos, así como sus pensamientos y sentimientos
sobre cada uno de ellos. Como le había indicado a Jimmy, Felix
escribió el artículo como si pensara publicarlo. Cuando terminó,
volvió a su habitación para meterse de nuevo en su cama, pero
descubrió que estaba vacía. Felix oyó el ruido de la ducha y se
desnudó de camino al baño.
Felix agradeció las puertas de cristal de la ducha cuando vio a
Jude de pie bajo el chorro, enjuagándose el jabón del pelo. Vio cómo
la espuma se deslizaba por el cuerpo sexy de Jude y se arremolinaba
alrededor de sus pies antes de irse por el desagüe.
Maldita sea, soy un hombre afortunado.

~ 299 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

— ¿Vas a quedarte ahí como un pervertido o te vas a unir a


mí?— preguntó Jude, llamando la atención de Felix.
Felix se rio mientras abría la puerta de cristal y entraba.
Jude lo saludó con un beso caliente. —He echado de menos
despertarme a tu lado—, dijo una vez que se separaron.
—Yo también lo echaba de menos—. Felix se sentía más
tranquilo después de haber escrito su historia falsa, pero la gravedad
de la situación seguía pesando sobre sus hombros. —Todavía no sé lo
que voy a hacer.
Jude ahuecó la cara de Felix. —Yo sí lo sé. Te vas a duchar
conmigo y luego vamos a tomar un café.
Jude agarró el bote de champú y se echó un chorro en la palma
de la mano antes de untarlo en el pelo de Felix.
Felix gimió y se apoyó más en Jude, que presionó las yemas de
sus dedos en el cuero cabelludo de Felix, aliviando la tensión de su
cuerpo.
—Sabes que no estaba hablando de actividades matutinas,
¿verdad?— preguntó Felix.
Jude le dio la vuelta y le inclinó la cabeza para enjuagar el
champú de su pelo. Una vez que terminó, acarició el cuello de Felix,
convirtiéndolo en una completa papilla. —Harás lo correcto, Ace.
Siempre lo haces.
—Ninguna solución me parece cien por cien correcta—,
admitió Felix.
Sus ambiciones estaban en guerra con su conciencia. Felix
había hecho carrera denunciando a gente como Cameron Spencer,
que se valía de sus ventajas y privilegios para evitar ser castigados
por sus malas acciones. Callar lo hacía sentir como un hipócrita.
Pero Felix no podía desestimar los sacrificios que Spencer estaba
haciendo para conseguir su segunda oportunidad. Spencer estaría
mirando por encima de su hombro el resto de su vida, incluso si los
federales eran capaces de hacer un caso contra Mercy sin su
testimonio. Había tenido que humillarse delante de su mujer y sus
hijos, y eso tampoco podía ignorarse.

~ 300 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Escogerás la opción con la que puedas vivir más fácilmente—


, dijo Jude, echando un chorro de jabón corporal en su mano. —Y yo
apoyaré lo que decidas.
Se turnaron para lavarse mutuamente entre besos, suspiros y
gemidos. Felix pasó el pulgar por el lugar donde había dejado su
mordisco de amor en el cuello de Jude. La marca se había
desvanecido desde entonces, pero a Felix le encantaba el recuerdo de
verla asomar por encima del cuello de la camisa de Jude mientras
estaba en el aire. Felix apretó los labios contra el cuello de Jude y
pasó la lengua por su tierna piel, sintiendo el pulso de Jude bailar en
respuesta.
—Hazlo—, gruñó Jude, deslizando su mano en el pelo de Felix.
Felix se rio. — ¿Vas a cubrirlo con maquillaje esta vez?
Jude bajó para agarrar el culo de Felix con la otra mano. —Tal
vez.
—Creo que tal vez deberíamos llevar esto a mi dormitorio,
donde tenemos suficiente espacio para hacerlo bien.
Jude cerró el agua mientras Felix buscaba dos toallas del
estante. Ninguno de los dos tardó mucho en secarse antes de caer
sobre la cama en una maraña de miembros y una sinfonía de
gemidos.
Jude lo inmovilizó contra la cama antes de acordarse de la
espalda de Felix. —Ace, lo siento.
—Huh-uh—, dijo Felix, apretando las piernas alrededor de la
cintura de Jude cuando intentó rodar fuera. —Te quiero así.
Jude empezó a protestar hasta que Felix enganchó su boca en
el punto que volvía loco al gran hombre. Siguió chupando, lamiendo
y mordiendo el cuello de Jude mientras éste estiraba el culo de Felix
con los dedos lubricados.
Entonces Jude se puso un condón y se colocó entre sus
piernas. Hizo una pausa después de atravesar el primer anillo de
músculos para dar tiempo a Felix a adaptarse. En lugar de besarlo
como lo haría normalmente, Jude se acercó a su boca.
—Dilo otra vez—, susurró Jude.
Felix sonrió. —Te amo.
~ 301 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jude. —Yo también te amo.


Mucho, carajo—. Jude unió completamente sus cuerpos con un
profundo empuje. Pasando sus dedos por los pómulos de Felix, dijo:
—Eres más importante para mí que cualquier primicia. Tu corazón
es más valioso que cualquier premio.
—Jude—, susurró Felix con fuerza, mientras las lágrimas se
formaban en sus ojos.
—Eres mi hogar, Ace. Eso es lo que debería haberte dicho hace
tantos años.
Antes de Jude, Felix no se había dado cuenta de que una
persona podía ser un hogar. Ahora lo entendía. Una vez que Jude
comenzó a moverse dentro de él, el tiempo para hablar terminó.
Felix se comunicaba tocando y besando. Se aferró a Jude como si el
hombre fuera su bote salvavidas en una marea de caos, y después se
aferraron el uno al otro como supervivientes de un naufragio
arrastrados a la playa. Jude le acarició el cuello, enviando calor a
todo el cuerpo de Felix.
—Podría quedarme así todo el día—, le susurró Jude al oído.
—Yo también—, dijo Felix con sueño.
Decidió llamar para decir que estaba enfermo y así recuperar el
sueño, pero finalmente decidió ir a dormir. Era poco probable que
pudiera descansar de verdad hasta que tomara una decisión sobre
qué hacer con Spencer. Cuando Felix no estaba pensando en su
artículo, se preguntaba cuándo se conocerían las noticias sobre la
familia. ¿Y qué pasaría con las posteriores redadas y detenciones en
la casa y los negocios de Mercy, así como en los de sus socios? Era
mejor mantener su mente ocupada para no volverse loco. Como
había dicho Jude, sabría qué hacer cuando la situación se
presentara.
Felix rellenó su taza de viaje en la sala de descanso antes de
continuar hacia su oficina. Los sonidos familiares de una sala de
prensa bulliciosa aliviaron su cansancio, y se alegró de haber
decidido trabajar. Se alegró aún más cuando vio un correo
electrónico de Darnell Cahill en su bandeja de entrada.

~ 302 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix,
Mi familia se reunió con Jose Ramirez anoche y comenzó el proceso
para un indulto póstumo para mi padre. Creo que mi madre está
un poco enamorada del caballero, lo que pensé que te parecería
bonito. Por favor, no le digas que lo he dicho. Aunque he pasado dos
horas en su compañía, me sigue costando creer que un abogado de
su talla quiera ayudarnos. Por nosotros, te estoy incluyendo a ti, a
Jonah y a Rocky. Los consideramos a los tres como parte de
nuestra familia, y por eso hemos insistido en que el Sr. Ramirez
incluya al estupendo trío -como los hemos apodado a ustedes-, en
cualquier aparición pública que su despacho organice. Puede que
quieran aparecer ante las cámaras, y puede que no. Hemos querido
que tú y tus compañeros de podcast tengan la oportunidad de
elegir el nivel de participación, ya que nada de esto sería posible sin
ustedes.
La verdad es que me he convertido en una persona cínica a lo largo
de los años, y el clima actual no ha hecho nada para aliviar mis
preocupaciones por el futuro de mis hijos. Pero entonces llega
Sinister in Savannah y me recuerda que sí tenemos aliados. La
gente realmente se preocupa por la injusticia y el sufrimiento.
Aunque estoy muy agradecida por todo lo que han hecho para
restaurar el nombre de mi familia, lo que más aprecio es mi
rejuvenecida fe.
El cumpleaños de mi madre es en septiembre, y nos encantaría que
los tres asistieran a la celebración de su cumpleaños. Enviaré
información una vez que tengamos todo preparado.
Nuestros saludos,
La familia Cahill

Felix parpadeó para despejar la humedad que se acumulaba en


sus ojos. Luego releyó el mensaje de Darnell y no se molestó en
evitar las lágrimas la segunda vez. Reenvió el correo electrónico a
Rocky y Jonah antes de responder a Darnell, agradeciéndole la
actualización y la invitación de cumpleaños.
—Oh—, dijo Jimmy desde la puerta. —Tal vez debería volver
más tarde.

~ 303 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix levantó la cabeza para encontrar su mirada. Se pasó las


manos por la cara y olió. — ¿Qué pasa, Jimmy?
El periodista levantó una hoja de papel. —Iba a entregar mi
tarea del campo de entrenamiento.
Felix frunció una ceja y le hizo un gesto para que entrara en la
habitación. Jimmy tomó asiento y Felix sonrió al notar que el joven
reportero había mejorado su postura.
—Podrías habérmelo enviado por correo electrónico.
La barbilla de Jimmy subió un grado. —Podría haberlo hecho,
pero habría anulado el propósito del ejercicio. Querías que escribiera
mis observaciones y sentimientos sobre mi primera lección en el
campo de entrenamiento para aumentar mi confianza y también
endurecer mi piel un poco, ¿verdad?
—Sí.
Jimmy asintió. —Voy a entregar la tarea en persona para poder
medir tu reacción mientras la lees.
Felix se quitó figuradamente el sombrero ante el hombre. —Es
una jugada audaz.
—Lo es—, aceptó Jimmy. —Puedo volver más tarde si es un
mal momento. Parece que las alergias estacionales te están dando
ataques.
Felix agradeció la salida pero no la aceptó. —Los ojos rojos e
hinchados son por la falta de sueño, y las lágrimas son por leer un
correo electrónico conmovedor—. Extendió la mano para recibir el
encargo y Jimmy se lo dio. Felix estudió al hombre por encima de la
página durante unos segundos antes de dejar de mirar el
documento. Lo había titulado El mentor reacio contra el
complaciente de la gente.

Había algo que admiraba de Felix Franklin desde el momento


en que lo conocí, lo cual dice mucho porque a veces es tan espinoso
como un cactus, tan astuto como un zorro y más perspicaz de lo que
cualquier persona debería ser. Es una combinación intimidatoria
que maneja como el martillo de Thor. No se anda con rodeos, no se
anda con chiquitas y exige lo mejor de todos los que están a su

~ 304 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

alcance. Siempre sé a qué atenerme con él. Nada de falsas cortesías


ni de tópicos insinceros. Algunos podrían encontrarlo cáustico,
pero yo lo encuentro refrescante.
Este hombre me dijo que me habían mimado demasiado
tiempo, y tenía razón. Fui un niño enfermizo, así que mi madre y
mi abuela me compensaron en exceso cuando no podía hacer cosas
que otros niños sí podían. A medida que crecía, me fortalecía
físicamente pero me debilitaba emocionalmente, sintiendo que no
podía hacer o decir nada sin obtener su aprobación. No me
malinterpreten, estas maravillosas mujeres tenían buenas
intenciones, pero a veces los niños necesitan caerse y salir un poco
magullados y golpeados. Así es como aprendemos y nos volvemos
más audaces con cada éxito y fracaso.
¿Qué ocurre cuando no volvemos a subirnos a la bicicleta
después de una caída? Nunca aprendemos el estimulante placer de
descender una colina en un cálido día de sol. Si se hubiera dejado
en manos de mi madre y mi abuela, nunca habría montado en
bicicleta después de la primera caída, y nunca habría
experimentado el subidón de primera mano. Por supuesto, tampoco
me habría roto el brazo en dos sitios. ¿Saben qué? Me hizo más
fuerte. Sólo que no me di cuenta hasta ahora.
Puede que Felix sea reacio a ser mi mentor, pero no tengo
ninguna duda de que es la persona adecuada para el trabajo. Su
estilo de entrenamiento es directo pero no cruel. Es paciente cuando
se justifica y te recuerda que no tiene tiempo para tus tonterías
cuando no es así. Es difícil de complacer y a la vez generoso con sus
elogios. Pensaba que estas cosas eran mutuamente excluyentes,
pero no lo son.
Estas son algunas de las cosas que me llevé de mi primer día
en el campo de entrenamiento.

1. Complacer a los demás es estupendo, pero no debe hacerse a


expensas de mi propia felicidad.

2. Las palabras son armas que deben ser utilizadas con


responsabilidad.

~ 305 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

3. Creer en mí mismo es primordial para que lo demás puedan


creerlo tambien.

4. Los sueños son fáciles, alcanzarlos es difícil

5. Soy suficiente, aunque no siempre me dé cuenta

Creo que Felix es un mentor mejor de lo que cree, y espero


aprender más de él. Algún día, espero poder llamarlo amigo.

Felix levantó la vista y se encontró con la mirada de Jimmy


cuando éste terminó de leer el informe. El joven había mantenido su
postura orgullosa, pero Felix lo sorprendió mordiéndose la comisura
del labio inferior, y un ligero rubor tiñó sus mejillas. Felix enarcó
una ceja y Jimmy soltó su boca maltratada.
—Esto es impresionante, Jimmy.
El novato se sonrojó adorablemente. —Gracias.
—No hay ni una sola coma fuera de lugar.
Jimmy gimió. — ¿Alguna vez viviré por eso?
—No, pero ¿qué te parece mañana a las nueve para la segunda
lección?— preguntó Felix.
Jimmy sonrió. —Estaré aquí.
Cuando Jimmy se fue, Felix sacó la historia que había escrito
febrilmente unas horas antes con la intención de editarla y tenerla
lista para publicarla cuando se conociera la noticia. Se dio cuenta de
que a mitad de la historia había pasado de relatar los
acontecimientos de la línea de tiempo a exponer las razones por las
que debía mantener el secreto de Spencer como si fuera una
conclusión inevitable. La última línea enganchó su mirada y la
mantuvo.
Puedo gastar mi energía en destrozar la segunda
oportunidad de Spencer, o puedo centrarme en la que me han dado
con Jude.

~ 306 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Cuando se expresaba así, ¿había realmente una opción? Felix


borró el archivo, envió un mensaje a Minerva diciendo que se
tomaría un día libre y apagó el ordenador.
De camino al aparcamiento, Felix envió a Jude un rápido
mensaje de texto. Hoy sería un día perfecto para descansar
desnudo en la piscina.
La respuesta de Jude fue inmediata y decidida. Nos vemos allí
en veinte minutos.

~ 307 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Señor, cómo han cambiado los tiempos—, dijo Marla.


Sacudió la cabeza. —No hace tanto que me habría pasado la tarde del
sábado preparándome para el club.
Felix se rio. —Y ahora estás atascado enseñando a un cabeza de
chorlito como yo a hacer tu pastel de melocotón.
Marla le dio un golpe en el trasero con una espátula. —No he
dicho nada de sentirme atascada. Sólo comenté cómo han cambiado
los tiempos.
— ¿Cuántos melocotones más tengo que cortar?— Felix se
quejó.
—Hasta que te diga que pares.
— ¿Por qué no podemos usar melocotones enlatados? ¿No
sería más fácil?
Marla jadeó y se cubrió el corazón como si Felix la hubiera
herido de muerte. —Cariño, ningún sureño que se precie utiliza
melocotones en conserva en sus tartas o pasteles. Simplemente no se
hace. ¿Quieres impresionar a tu hombre o no?
—Sí quiero.
—Entonces cállate y haz lo que te digo.
—Sí, señora—, respondió Felix.
Marla miró hacia el pasillo por el que Jude había desaparecido
cuando su madre le llamó. —Señor, cariño, tu hombre está muy
bueno.
—He oído eso—, dijo Amos desde el taburete de la isla de la
cocina.
—No es nada comparado contigo, cariño—, dijo Marla,
inclinándose hacia delante para besar a su marido.
La pareja había llegado temprano a casa de Jude para que
Marla pudiera enseñar a Felix a hacer el pastel para la fiesta en la

~ 308 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

piscina que Jude estaba organizando para conocer mejor a los


amigos de Felix. La semana había sido un torbellino de actividad.
Primero, el secuestro, luego la noticia de última hora sobre la familia
Spencer que apareció en un accidente de barco frente a la costa de
México, que acaparó los titulares hasta que el FBI detuvo a Mercy y
sus hombres. Hubo dos docenas de detenciones, pero Felix esperaba
que el número aumentara. Nadie en los medios de comunicación
estableció una conexión entre los Spencer y Mercy, y fue un trago
amargo para Felix algunos días, aunque sabía que había tomado la
decisión correcta.
Parecía que apenas habían tenido tiempo para respirar, y Felix
estaba deseando pasar una tarde relajada con sus amigos.
—Así que, ¿qué es lo siguiente para el podcast ahora que el
proceso de indulto está en marcha y el Señor Perfecto no resultó?
Felix se rio. —Bueno, la investigación de Auto King terminó
abruptamente, pero igual encontré a mi Señor Perfecto.
—Me alegro mucho por ti, Felix—, dijo Marla.
—Gracias. Una mujer sabia me aconsejó ser valiente en el
amor.
Marla le besó la mejilla.
—Le toca a Rocky elegir nuestra próxima investigación, y
quiere perseguir a Tess Hamilton.
— ¿Ella es la que sospechan que mató a sus tres maridos?—
Preguntó Marla.
Felix asintió. —Es ella.
Marla comprobó el progreso de Felix y le indicó que siguiera
trabajando. — ¿Cómo vas a llamar a los episodios? ¿Mujer Malvada?
¿La Viuda Negra?
—Rocky eligió Pretty Poison—, respondió Felix.
Marla dejó escapar un profundo suspiro. —Ojalá pueda vivir lo
suficiente para ver al guapo en pareja.
Felix pensó en el enfrentamiento que había presenciado entre
Rocky y su marido a principios de semana. Se mordió el labio para

~ 309 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

no reírse, pero se le escapó de todos modos en forma de un ridículo


resoplido.
— ¿Qué demonios fue ese ruido?— preguntó Amos.
—Es el sonido de un hombre que conoce un secreto—, le dijo
Marla a Amos. Volvió su atención hacia Felix. —Será mejor que le
cuentes todo a mamá.
Felix dejó el cuchillo sobre la encimera. —No es mi secreto
para contarlo.
Marla arqueó una ceja y luego miró al cielo. —Me he
preguntado a menudo estas últimas semanas por qué no me has
llamado a casa todavía, Señor. Ahora lo sé. Hay mucho trabajo que
hacer todavía—. Dirigió su oscura y pícara mirada a Felix. —No creo
que sea demasiado pedir una pista sobre lo que debo esperar. ¿Qué
tan difícil es mi tarea?
—Rocky tiene un marido. Uno súper sexy y saltan chispas
cuando se miran—, soltó Felix antes de salir corriendo de la
habitación antes de que Marla pudiera hacer más preguntas.
—Felix, vuelve aquí—, gritó Marla tras él.
Se dirigió a la santidad del despacho de Jude, pero se detuvo
antes de llegar a la puerta cuando oyó la voz de Jill.
—Jude, prometiste traer a Felix a casa para que se reuniera
conmigo. ¿Por qué vacilas? ¿Te avergüenzo?— preguntó Jill.
El corazón de Felix se hundió. ¿Lo avergüenzo?
—No seas ridícula, mamá. Te quiero con locura, y no puedo
esperar a presentarte a Felix.
¡Oh, gracias a Dios!
Comprendiendo que era de mala educación no hacer notar su
presencia, Felix continuó hacia la oficina de Jude. Se dirigió
despreocupadamente al terrario de Peabody y observó a la tortuga
hacer... absolutamente nada.
—Mamá—, dijo Jude, —le prometí a Felix una escapada
romántica. Creo que tú y yo tenemos ideas drásticamente diferentes
sobre lo que eso significa.

~ 310 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—Tráemelo o si no, ya verás—, dijo Jill antes de desconectar la


llamada.
Felix se giró y sorprendió a Jude mirando su teléfono con
incredulidad. Luego levantó la cabeza y se encontró con la mirada de
Felix. —Me ha colgado.
—The Shark no tiene tiempo para tonterías. Parece que nos
vamos a Atlanta el próximo fin de semana.
Jude frunció el ceño. —Atlanta no es romántica.
—Lo dices tú—. Felix cruzó la habitación, tomó el teléfono de la
mano de Jude y lo puso sobre su escritorio. Rodeó el cuello de Jude
con sus brazos, mientras Jude colocaba sus manos en las caderas de
Felix. — ¿Y si visitamos todos nuestros viejos lugares?
Jude apretó un breve beso en los labios de Felix. — ¿Revivir
algunos de nuestros grandes momentos, quizás?
Felix se rio. —No estoy seguro de cómo se sentiría Emory si
entráramos en su antiguo dormitorio.
—Es cierto—, concedió Jude. —Me refería al momento en el
campo cuando te vi alejarte. Quiero que se repita.
Felix inclinó la cabeza hacia un lado mientras pensaba en ello.
¿Y si Jude hubiera insistido y Felix se hubiera echado atrás?
¿Habrían compartido estos últimos catorce años juntos? De ser así,
Felix no se habría mudado de nuevo a Savannah y no habría
conseguido el trabajo de sus sueños. Puede que no hubiera reparado
la relación con su madre. Felix nunca habría conocido a Jonah,
Rocky, Avery y Marla. Y lo que es más importante, Felix no habría
aprendido a valerse por sí mismo. Era más fuerte por las dificultades
y los dolores. Lo habían hecho más sabio, más audaz y más valiente.
—Creo que las cosas salieron como tenían que salir—, dijo
finalmente Felix. —Más que una vuelta atrás, llamémosla una gira de
segunda oportunidad—. Felix hizo una mueca porque el nombre era
demasiado parecido al programa de Spencer.
Jude apretó más a Felix contra su pecho. — ¿Un nuevo
comienzo?

~ 311 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix negó con la cabeza. —Eso suena como si estuviéramos


tratando de reconstruir nuestro crédito después de la bancarrota—.
Entonces la respuesta le llegó. —Yo digo que lo llamemos nuestro
feliz para siempre.
Jude sonrió, mostrando esos adorables hoyuelos antes de bajar
la cabeza y besar a Felix hasta dejarlo sin aliento.

~ 312 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Ya que no pudimos leer sobre Rocky contándole a Jonah sobre el


gran evento fuera de la casa de los Spencers, pensé en escribir una
historia extra para mis fieles suscriptores. ¡Les presento el martes
de tacos!

Felix apagó los micrófonos y detuvo la grabación. —Eso es


todo—, dijo. —Lo editaré esta noche o mañana por la mañana, y
luego subiré el episodio para nuestros fans.
—Mañana será muy pronto—, le dijo Rocky. —Vamos a ver si
Avery y Jude han terminado de hacer la cena—. No podían oler ni oír
nada fuera de la habitación libre que Felix había convertido en sala
de grabación. Sin embargo, Rocky tenía sentidos arácnidos cuando
se trataba de comida. Éstos le dijeron que la cena estaba lista.
—Tú y tu estómago—, dijo Jonah mientras se apartaba de la
mesa.
Sus compañeros de podcast se dirigieron a la cocina, donde
Avery y Jude habían colocado la cena en forma de buffet sobre las
encimeras.
Avery besó la mejilla de Jonah y luego señaló el conjunto de
alimentos. —Martes de tacos—. Un gran plato con cuatro tipos
diferentes de carne estaba en el centro. Alrededor había cuencos con
todo tipo de ingredientes que un amante de los tacos podría desear.
—Supongo que no puedo convencerte de que no comas
aguacates, ¿verdad?— le preguntó Jonah a su novio.
Avery sacó un paquete de Benadryl de su bolsillo. —No. He
venido preparado.

~ 313 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Jude besó a Felix con intensidad en la boca. — ¿Cómo ha ido la


grabación?
—Genial—, respondió Felix, lanzándose a por un segundo beso.
Rocky luchó contra un montón de emociones mientras veía a
sus mejores amigos interactuar con sus amores. Estaba realmente
feliz por los hombres que consideraba sus hermanos, pero no podía
evitar sentirse un poco celoso. Ver a estos chicos poner caras de
enamorados a sus novios le recordaba todo lo que había perdido al
dejar Las Vegas.
Había pasado una semana desde que Rocky se encontró con
Asher en la propiedad de Cameron Spencer, y desde entonces se
había sentido como una lavadora desequilibrada. Siete días sin
pensar en nadie más que en su marido, es decir, en su futuro ex
marido. El sonido de la voz de Asher seguía haciéndole sentir cosas
deliciosas en su interior, y esos hombros anchos y muslos gruesos...
Una mano apareció frente a la cara de Rocky, los dedos
chasqueando para llamar su atención. Rocky giró la cabeza y miró a
Felix.
—Qué grosero, Fee.
—No, lo grosero es ignorar a Jonah cuando te hizo una
pregunta muy importante.
Rocky dejó de mirar a Felix para encontrarse con la mirada
obsidiana de Jonah. —Lo siento, hombre. ¿Qué has preguntado?
—Sólo tenía algunas preguntas sobre los sucesos ocurridos en
casa de Spencer.
Rocky se había ofrecido a poner a Jonah al corriente, ya que no
había estado presente cuando Felix, Rocky y Jude se tropezaron con
los US Marshals que trasladaban a los Spencer al WITSEC. No había
dicho nada y no había admitido que uno de los ayudantes, Asher
Dunleavy, era su marido.
—Bueno—, dijo Rocky, poniendo tres tacos blandos en su
plato. Rellenó uno con carne de cerdo, otro con filete y pimientos, y
el tercero con pollo desmenuzado. — ¿Pregunta?
—Bueno, fuiste bastante tacaño con los detalles, lo que me
hace sospechar.

~ 314 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Felix jadeó. — ¿Major actuando misteriosamente? Nunca.


Rocky hizo una pausa en la tarea de añadir aderezos a sus
tacos el tiempo suficiente como para hacer un gesto de desagrado a
Felix. Volvió a mirar a Jonah. —Eso no era una pregunta,
grandullón. Era un resumen.
Jonah puso los ojos en blanco. —Empieza por el principio y
cuéntame exactamente lo que pasó.
Rocky terminó de armar sus tacos y luego tomó un bocado
como combustible. —Esto está muy bueno—, les dijo a Avery y a
Jude.
—Gracias—, dijo Avery. — ¿Por qué tengo la sensación de que
está dando rodeos?
—Porque lo está—, dijeron Jude y Felix juntos.
—Lo que significa que ha pasado algo que no quieres que
sepa—, dijo Jonah. —Sigo repitiendo la historia en mi cabeza, pero
parece que falta una página.
—Probablemente un capítulo entero—, dijo Felix.
La ceja de Jonah se levantó. —Lo sabía—. Hizo un gesto para
que Rocky contara la historia, y luego añadió: —Esta vez no te dejes
nada.
Rocky suspiró profundamente y empezó a contar la historia
desde el momento en que amarraron el bote prestado al muelle en el
límite de la propiedad de Spencer. En lugar de limitarse a detalles
vagos, Rocky los adornó con efectos sonoros y gestos. Felix y Jude se
unieron, haciéndolo aún más divertido. Añadieron una persecución
a pie a través del bosque con un helicóptero de búsqueda en plena
persecución.
—Pensamos que nos habíamos escapado cuando tropezamos
con una carretera de acceso a media milla de distancia—, les dijo
Rocky.
—Pero entonces una furgoneta negra chirrió hasta detenerse
justo cuando llegamos a la carretera—, añadió Felix.
—Y cuatro hombres aterradores saltaron y nos apresaron—,
dijo Jude.

~ 315 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No fue muy difícil con estos dos tan fuera de forma—,
bromeó Rocky.
—Bésame el culo muy en forma—, le dijo Felix.
—Seguro que tuve que echarte al hombro y sacarte del
bosque—, le dijo Jude a Rocky.
Para entonces, Jonah y Avery se reían tanto que se les caían las
lágrimas. No había forma de que se creyeran ni una sola palabra de
las tonterías que los tres hombres les estaban vendiendo.
—Luego nos llevaron a una casa segura a dos horas de
distancia y nos dejaron hablar con Spencer—, les dijo Jude.
—Te has saltado la parte en la que los matones nos arrancaron
las capuchas antes de quitarse las máscaras—, añadió Félix. —
Pensamos que íbamos a morir.
—Hasta que uno de los hombres llamó a Rocky 'cariño' y lo
besó—, dijo Jude.
Jonah y Avery dejaron de reír y miraron entre Rocky, Felix y
Jude. Casi podía oír a los hámsters ficticios corriendo sobre sus
ruedas mientras la pareja trataba de averiguar cuánto de la última
parte era real y cuánto era inventado.
Avery miró a su novio. —Creo que están diciendo la verdad.
Jonah mantuvo su mirada evaluadora sobre sus amigos. —
Creo que tienen razón.
—Espera—, dijo Jude. — ¿No les has contado lo de Asher?
—No—, dijeron juntos Jonah y Avery.
— ¿De verdad?— Preguntó Felix. —Entonces, Jonah no sabe
que estás casado.
—No, Jonah no lo sabe—, dijo el hombre grande, cruzando los
brazos sobre el pecho.
—Avery tampoco lo sabe—, añadió su novio.
— ¿Por qué no les dijiste lo de Asher?— quiso saber Felix.
—Es irrelevante—, respondió Rocky.

~ 316 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No sonó irrelevante cuando el grande, alto y sexy dijo que se


transfería a Savannah.
Rocky gimió. —No cambia nada—. Posiblemente lo cambie
todo.
— ¿Por qué no me lo dijiste?— Jonah le preguntó a Rocky.
—Porque nos vamos a divorciar.
Felix resopló. —Creo que alguien se olvidó de decírselo a la
bestia sexy porque te echó una buena.
—Es la segunda vez que comentas el buen aspecto de Asher—,
dijo Jude.
Felix se encogió de hombros. —Está muy bueno. Y los dos
juntos...— Empezó a abanicarse la cara.
—Estoy bastante seguro de haber visto saltar chispas—, añadió
Jude.
Felix asintió. —No puedo creer que no hayan prendido fuego a
algo.
Rocky ignoró a los dos idiotas y cortó el taco de cerdo hasta
que Jonah dijo su nombre. Levantó la vista y vio la preocupación
reflejada en la oscura mirada de Jonah. Mierda. Terminó de
masticar y tragó. —No era mi intención ocultarte a Asher. Es que no
estaba seguro de qué decirte sobre él. Todavía está muy crudo, y...—
¿Qué?
—No digas más—, dijo Jonah.
—Habla por ti—, susurró Avery. —Quiero saberlo todo.
Rocky se pasó la mano por el pelo de Avery, desordenándolo
todo. —Cuando esté listo, lindo—. El problema era que no estaba
seguro de cuándo estaría preparado para hablar de los
acontecimientos que destruyeron su matrimonio. Así que, se zampó
sus tacos y cambió de tema. —Martes de tacos, ¿eh? ¿Podemos hacer
de esto algo regular?
—Bien, pero nos turnaremos—, dijo Felix.
—Cara de culo—, bromeó Rocky.

~ 317 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

—No te preocupes, Major. No te pediremos que cocines—,


respondió Felix.
—Bésame el culo, Fee.
Y así como así, estaban de vuelta en territorio cómodo.

~ 318 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

En primer lugar, tengo que dar las gracias a mi marido y a mis hijos
por su constante apoyo y ánimo. No es fácil vivir con una escritora
que a menudo desaparece en un mundo ficticio durante largos
periodos de tiempo. Hacen tantas cosas para ayudarme a que pueda
realizar mi sueño. Los quiero más de lo que las palabras pueden
expresar.
A mi equipo creativo de ensueño, las gracias parecen apenas
suficientes por todo lo que hacen. Miranda Turner, de V8 Editing
and Proofreading, gracias por su incansable trabajo, sus comentarios
y sus muchas risas durante la edición. Jay Aheer, de Simply Defined
art, es una artista increíble y me encanta cómo da vida a mis
palabras. Stacey Blake, de Champagne Formats, también es una
artista increíble que se encarga de formatear, ilustrar y diseñar el
interior de los libros electrónicos y de bolsillo. Realmente se necesita
un pueblo para ponerme en forma. Judy Zweifel, de Judy's'
Proofreading, Jill Wexler y Michael Beckett hicieron un gran trabajo
de corrección y pulido para que mi manuscrito brillara.
A mi encantadora asistente personal, Michelle Slagan. No sé cómo
he podido hacer esto sin ti. ¡Te quiero hasta la luna y de vuelta!
Quiero agradecer a Brittany por ser una maravillosa compañera de
crítica y a Racheal y Melinda por ser increíbles lectoras alfa. Y a mis
betas, Kim, Michael y Laurel, les agradezco sus sinceros
comentarios. Me encanta trabajar con todos ustedes.

~ 319 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Desde que era una niña, Aimee Nicole Walker se entretenía con las
historias que le venían a la cabeza. Ahora le pagan por contar esas
historias a otras personas. Lleva muchos títulos: esposa, madre y
amante de los animales son sólo algunos de ellos. Su título favorito
es el de campeona de los felices para siempre. El amor inspira todo
lo que hace, la música la mantiene cuerda y el café es el elixir mágico
que alimenta su día.

~ 320 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

Buscador de redención. Camaleón. Corazón dañado.


De día, Rocky Jacobs es investigador privado. De noche, produce
Sinister in Savannah, un podcast de crímenes reales, con sus dos
mejores amigos. La vida de Rocky gira en torno a tres principios:
poseer habilidades es mejor que tener suerte, la reputación de un
hombre lo es todo, y no hay sacrificio demasiado grande para los que
amas.
¿Es Tess Hamilton un precioso veneno o simplemente tiene mala
suerte en el amor?
Ésa es la pregunta que el trío de problemas tratará de desvelar. Esta
investigación golpea demasiado cerca de casa para uno de ellos.
Tess, una mujer acusada de haber matado a sus tres maridos, ha
sido juzgada y condenada en los medios de comunicación, algo que
Rocky conoce demasiado bien. Cuando su investigación no da más
que vueltas a un callejón sin salida, Rocky seguirá indagando. ¿Es

~ 321 ~
Aimee Nicole Walker Sinister in Savannah #2

porque cree en su inocencia? ¿O es que Rocky espera encontrar la


redención para sí mismo consiguiéndola para Tess?
Un caso estancado resulta ser el menor de sus problemas.
Lo que ocurre en Las Vegas nunca se queda realmente allí. Durante
quince meses, Rocky ha estado huyendo de una tragedia que
destrozó su vida y la de muchos otros. La víctima más dolorosa fue la
destrucción de su matrimonio con Asher Dunleavy. Cuando el sexy
alguacil federal aparece en Savannah, Rocky recuerda su mayor
amor y su más profundo pesar. Cada minuto que pasa en presencia
de Asher le hace añorar la vida que perdieron. ¿Se ahogará Rocky en
las penas de lo que podría haber sido o luchará por lo que podría
ser?

La serie "Siniestro en Savannah" es un podcast de ficción que


explora los crímenes más nefastos de la ciudad con un
humorsureño. Los libros exploran la amistad, el amor, la pérdida y
el incontenible espíritu humano. Pretty Poison es el tercer libro de
tres. Aunque cada novela está escrita sobre una pareja diferente, la
serie debe leerse en orden debido a la continuidad de las historias.
Sinister in Savannah es una serie de suspense romántico LGBT con
lenguaje maduro y contenido sexual dirigida a adultos mayores de
18 años.

Advertencia: el personaje principal lucha contra el trastorno de


estrés postraumático a raíz de una investigación sobre un
asesinato-suicidio. Aunque el contenido no es demasiado gráfico,
podría causar daños emocionales a algunos lectores. Uno de los
efectos secundarios de Rocky es la ansiedad, que puede
desencadenar reacciones similares en quienes luchan contra el
trastorno. Al igual que con la escena del asesinato-suicidio, he
evitado ser demasiado gráfico con sus ataques.

~ 322 ~

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