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BLAS DE OTERO

Blas de Otero nació el 15 de marzo de 1916 en Bilbao. Durante su primera década de vida disfrutó de una
infancia de niño rico, con institutriz francesa. En 1927, la familia quedó en la ruina y el padre decidió que
todos se mudaban a Madrid para intentar rehacer la fortuna familiar.En 1929, cuando tenía trece años
murió su hermano, tres años mayor que él. Sin vocación, pero para continuar los pasos de su hermano
muerto, en 1931 comenzó a estudiar Derecho; Sin embargo, en 1932, falleció su padre. Ya, sin ingresos,
la ruina familiar obliga a la madre, su hijo y las dos hijas vuelven a Bilbao con su familia.
Al producirse el golpe de Estado en España de julio de 1936, Blas se incorporó a los batallones
vascos republicanos como sanitario. Después de la toma de Bilbao, el 18 de junio de 1937, pasó un
tiempo en un campo de depuración. Vistos los antecedentes familiares, fue reenganchado por el bando
franquista y enviado al frente de Levante. Viajó a Madrid para matricularse en Filosofía y Letras.
Defraudado por el ambiente universitario de posguerra, regresó a Bilbao cuando su hermana mayor (que
se había quedado a cargo de la familia) enfermó y no pudo seguir trabajando. De nuevo en Bilbao, se
dedicó a dar clases particulares de Derecho y a preparar unas oposiciones.
En 1945 sufrió una crisis depresiva que lo llevó a recluirse en un sanatorio. Fruto de ello serán las tres
obras de su ciclo existencial. Sin embargo, se autoexilia en París donde comienza a relacionarse con
círculos del exilio español y llega a afiliarse en 1952 al Partido Comunista de España.
En 1964 se trasladó a Cuba, donde conoció a su futura esposa: el 25 de marzo se casó por lo civil con
Yolanda Pino .Tras tres años de vivir en La Habana, en 1967 se divorció y regresó a Madrid. Allí, recuperó
su relación sentimental con la profesora y poetisa vizcaína Sabina de la Cruz (1929-2020).El 29 de junio
de 1979 murió en su casa madrileña de Majadahonda de una embolia pulmonar,2 y fue enterrado en
el cementerio civil de Madrid.
1)Etapa religiosa
La poesía religiosa de Blas de Otero se encuadra en sus primeros años de vida, alrededor de 1935, en la
época en la cual aún era católico creyente y practicante. No debe olvidarse que lo que produce la poesía
existencial de Blas de Otero es, precisamente, su pérdida de fe: es decir, el fracaso de los temas de su
primera etapa y la oposición con estos. Así pues, resulta imprescindible tratar también esta etapa.
Sin contar numerosos poemas sueltos, muchos de los cuales vieron la luz en diversas publicaciones de la
época, la única obra de esta etapa es Cántico espiritual. Se trata de un poema de amor a lo divino,
siguiendo los preceptos de la poesía religiosa castellana y, concretamente, de la mística. A lo largo de la
«Introducción», la forma habitual es un diálogo de amor abierto entre el «yo» del poeta y un «tú» divino. El
«yo» es un amante deseoso de recibir al amado; en su presencia se desencadena una reacción
paradójica de inmensa felicidad e intenso dolor. El amor divino es un sentimiento que da la vida, pero
provoca dolor y sufrimiento. El amante se entrega a él sin condiciones ni miedo: su corazón es un
«blanco», una «diana», y el amor es una «flecha»; también es un «surco» que recibe la semilla de Dios
para dar vida: la vid y la espiga, símbolos del sacramento de la Comunión y también del mismo Cristo. En
la unión entre el hombre y Dios, el poeta participa de su eternidad divina.
Pero estas ansias de unión, estos anhelos no se ven realizados: son una aspiración, un deseo ferviente
que provocará dolor hasta que no se cumpla. Y no se cumple porque el hombre es mitad cuerpo y mitad
alma: y en ese binomio, solo el conocimiento puede servir para acercarse a Dios. Dios es inalcanzable,
incognoscible: el Absoluto, aunque se manifieste en las cosas concretas, no es alcanzable por el saber
del hombre, porque sus modos de conocimiento son, por definición, insuficientes. La única manera que le
queda es, pues, la fe: el abandono al sentimiento puro.
El «yo» se manifiesta desvalido, en lucha entre la ascensión y la caída, la gracia y el pecado, y sólo Dios
puede darle la tabla de salvación que necesita. La divinidad da sentido a la vida y ayuda a superar las
limitaciones y defectos: así se impone la vía purgativa en la poesía de Otero, puesto que Dios no puede
aceptar a un ser imperfecto junto a él o convertirse a su vez en imperfecto sin contradecir su esencia de
perfección absoluta.
2)Etapa existencial
A la época existencialista de Blas de Otero corresponden los títulos Ángel fieramente
humano (1950), Redoble de conciencia (1951) y Ancia (1958).
En Blas de Otero, el existencialismo aparece en una etapa de transición como respuesta a la crisis
espiritual de 1945 durante la cual pierde la fe. A través de ella llega a lo que será el estado definitivo de su
poética, la poesía social. Sin embargo, esta etapa tiene entidad propia y valor de por sí.
Tras los intentos de unión mística de la etapa religiosa, el yo poético se queda solo y comienza la
búsqueda agónica de una nueva fe o una razón para vivir. El hombre es un ser destinado a la muerte en
un contexto de desolación y ruinas; ansioso por sobrevivir, por no perderse en la nada, busca a Dios. Lo
que antes era una llamada ahora es una pregunta a gritos. Sin embargo, solo obtiene silencio como
respuesta; en ese silencio su corazón se llena de miedo, miedo a la muerte que le aprisiona y le condena
a que todas las cosas que está haciendo no sirvan para nada.
En esta poética, al igual que en la anterior, hay solo dos personas: yo (el poeta) y tú (Dios). Pero los
papeles han cambiado: el tú está ausente. Cansado de gritar sin respuesta, el yo vuelve su mirada hacia
su propio interior y lo encuentra destruido, roto, arruinado, como una ciudad arrasada por una guerra.
Busca en la poesía la salvación humana, algo que integre la plenitud vital con la humanidad mortal.
Tampoco en su propio interior está la respuesta que alivie el terrible sufrimiento de la voz del poeta. Al
hacerse consciente de su propia tragedia, el yo reconoce la existencia de otros hombres con el mismo
problema que él. Tras un largo proceso de búsqueda poética, que va del «tú» al «yo» y del «yo» a «los
demás», empieza a vislumbrar la salida del largo túnel: no hay que renunciar a nada por una vida futura ni
hay que negar la propia humanidad. Lo que debe hacerse es aceptar el propio destino, y así encontrar un
nuevo absoluto de vida. De este modo halla dos tablas de salvación: el amor y la poesía.
Las tres obras existencialistas de Blas de Otero mantienen una misma línea temática. Ángel fieramente
humano en general, los poemas que lo componen mantienen cierto clasicismo formal. Redoble de
conciencia . Esta obra también está marcada por el clasicismo formal y tiene una estructura casi
equivalente a la de Ángel fieramente humano.
Ancia está compuesto por 32 de los poemas de Ángel fieramente humano, todos los de Redoble de
conciencia y 49 poemas nuevos.
3)Etapa social
El principal paso que da la poesía existencial para volverse social es el cambio de persona, del «yo» al
«nosotros». El poeta, aceptada su condición humana, encuentra su sitio entre el resto de seres humanos,
y halla también una razón vital: la solidaridad humana, la búsqueda de un mundo mejor a través de la
poesía. El poeta defiende la utopía humanista porque ya no tiene una fe religiosa: no hay un más allá
perfecto al que aspirar, pero, aunque el hombre esté condenado a venir de la nada y caminar hacia ella,
se debe luchar para conseguir que su vida sea digna y feliz.
Así pues, se distinguen tres tiempos poéticos:

 El pasado histórico: expectativas de trascendencia y eternidad; época de conflicto interno, de


búsqueda interior. Significa rechazo y negación por el fracaso total de las antiguas concepciones del
mundo; también implica autodestrucción, porque la religiosidad exigía al hombre renunciar a su
propia humanidad.

 El presente histórico: tiempo en el que transcurre principalmente la poesía social. Aparecen tres
elementos claves: el «yo» poético (existencial y profético); el hombre en su contexto histórico; la
doctrina poética, la ideología. El yo poético proclama su propia humanidad y finitud, su pertenencia al
género humano; después habla del hombre en general, su situación en el mundo, su contexto, los
defectos de la sociedad en que habita; finalmente predica su propia doctrina, la salvación a través de
la poesía.

 El futuro utópico: es la ilusión que justifica el trabajo y el esfuerzo del presente. La ideología del
trabajo solidario no se sustenta en su entrega, sino en los futuros logros. Llegar a la utopía es difícil
porque hay una lucha impidiéndolo: la del pasado histórico que trata de permanecer y el presente
que debe romper con el pasado para posibilitar un cambio. Es la confrontación arquetípica entre la
sombra (identificada con todo lo negativo, con el pasado) y la luz (que representa todo lo positivo, el
futuro). En el futuro utópico están los valores absolutos de la paz, la justicia, la libertad... La poesía
social oteriana reclama un hombre en paz en un mundo justo y libre. La ideología comunista en la
poesía de Blas de Otero se convierte en un medio para el fin de su doctrina poética.
Formalmente, la poesía social de Blas de Otero presenta rasgos propios muy marcados. Otero maneja a
la perfección todas las posibilidades expresivas, desde los recursos más tradicionales al
experimentalismo lingüístico más complejo; utiliza el verso libre, el versículo y formas semilibres;
aparecen en su obra versos académicos y vanguardistas; prosa y verso; algunos, largos poemas, frente a
otros brevísimos, como el conocido dístico «Poética», el poema más breve en lengua castellana:
A título general, podría decirse que hay una tendencia a modelos cada vez más libres según el orden de
composición: Pido la paz y la palabra y En castellano son más tradicionales que Que trata de España.
TÚ, QUE HIERES

Arrebatadamente te persigo.
Arrebatadamente, desgarrando
mi soledad mortal, te voy llamando
a golpes de silencio. Ven, te digo

como un muerto furioso. Ven. Conmigo


has de morir. Contigo estoy creando
mi eternidad. (De qué. De quién). De cuando
arrebatadamente esté contigo.

Y sigo, muerto, en pie. Pero te llamo


a golpes de agonía. Ven. No quieres.
Y sigo, muerto, en pie. Pero te amo

a besos de ansiedad y de agonía.


No quieres. Tú, que vives. Tú, que hieres
arrebatadamente el ansia mía

Cántico espiritual

UN RELÁMPAGO APENAS
Besas como si fueras a comerme.
Besas besos de mar, a dentelladas.
Las manos en mis sienes y abismadas
nuestras miradas. Yo, sin lucha, inerme,

me declaro vencido, si vencerme


es ver en ti mis manos maniatadas.
Besas besos de Dios. A bocanadas
bebes mi vida. Sorbes. Sin dolerme,

tiras mi raíz, subes mi muerte


a flor de labio. Y luego, mimadora,
la brizas y la rozas con tu beso.

Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para verte


bastara un beso, un beso que se llora
después, porque, ¡oh, por qué!, no basta eso.
Ángel fieramente humano

HOMBRE
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte


despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.


Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.


Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Ángel fieramente humano
PIDO LA PAZ Y LA PALABRA
Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.
Pido la paz y la palabra

ESPAÑA

A veces pienso que sí, que es imposible


evitarlo. Y estoy a punto de morir
o llorar. Desgraciado de aquel que tiene patria,
y esta patria le obsede como a mí.
Pregunto, me pregunto: ¿Qué es España?
¿Una noche emergiendo entre la sangre?
¿Una vieja, horrorosa plaza de toros
de multitud sedienta y hambrienta y sin salida?
Fuere yo de otro sitio. De otro sitio cualquiera.
A veces pienso así, y golpeo mi frente
y rechazo la noche de un manotazo: España,
aventura truncada, orgullo hecho pedazos,
lugar de lucha y días hermosos que se acercan
colmados de claveles colorados, España.

Que trata de España

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