Mayo de 2023

Luis Mateo Beltrán Marín

Curso: El Sermón del Monte

RAE

Título: El Sermón del Monte: Contracultura Cristina

Autor: John Stott

Referencia del documento: Stott, John. El sermón del monte: contracultura

cristiana. 2.ª ed. Trad. de Carmen Pérez de Camargo. Buenos Aires, Argentina:

Certeza unida, 1998.

Palabras clave: Justicia, ley, falsos maestros, discípulos, cristianos,

obediencia, contracultura cristiana, bienaventuranzas.

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Tipo de Trabajo: libro.

Resumen del documento:

El Carácter del Cristiano: las bienaventuranzas

El libro inicia mostrando como las bienaventuranzas del sermón

describen el carácter del cristiano, no como diferentes grupos de personas,

sino como un único grupo o tipo de personas que reflejan estas cualidades

espirituales. La primera característica es ser pobre de espíritu, que evidencia

que la persona se reconoce a si mismo sin nada bueno, ningún merito con el

cual pueda presentarse acepto ante Dios, por lo cual se acerca a Él, con las

manos abiertas para recibir su bondad. Esta condición lleva a la segunda, los

que lloran, que al reconocer su maldad y miseria, son afligidos de corazón y

buscan consuelo en Dios.

El cristiano en la condición anterior igualmente muestra humildad y

mansedumbre ante el trato con los demás, ya que reconocen que todo lo que

reciben es por gracia y no por méritos. En su agradecimiento con Dios, también

anhelan la justicia perfecta de Dios, para reflejarla en sus propias vidas, siendo

misericordiosos y perdonando las ofensas de otros, así como Dios perdonó las

de ellos. Los de limpio corazón no guardan maldad ni esconden engaño en su

proceder y por el contrario buscan promover la paz, así como Cristo, el Hijo de

Dios, lo hizo. Jesús sigue describiendo que esta vida del cristiano le producirá

persecución en su anhelo de la justicia, serán insultados y menospreciados,

pero anima a que esos sufrimientos son temporales y que la recompensa será

en los cielos.
La Influencia del Cristiano: sal y luz

El autor continúa explicando que los términos de sal y luz en el sermón

de Jesús hace referencia a la influencia que debe ejercer el cristiano en el

mundo perverso e inclinado al mal. En primera instancia resalta que la sal era

un elemento de gran importancia en la preservación de la comida para la época

bíblica. De la misma manera el deber del cristiano es impedir la corrupción,

haciendo frente a la maldad por medio tanto de hechos como de palabras. La

luz disipa las tinieblas, y así deben ser los cristianos, mostrando la luz de Cristo

en sus vidas para que las tinieblas del mal en la sociedad sean retraídas

La Justicia del Cristiano: Cristo, el cristiano y la ley

Cristo cumplió con todos los mandamientos exigidos por la ley y por su

obra el abre un camino para que los cristianos sigan sus pisadas. De modo

que, los cristianos deben buscar conformarse al carácter santo y justo de su

maestro, no de la misma forma como los fariseos se “sujetaban” a la ley,

porque lo hacían de labios para afuera, solamente por apariencia. la justicia

que debe caracterizar al cristiano es justicia interior de pensamiento y

motivación, porque "Jehová mira al corazón". Este tipo de justicia que es mayor

a la justicia de los fariseos, porque es más profunda, solo es posible para

aquellos que han nacido de nuevo y en quienes el Espíritu Santo habita.

La Justicia del Cristiano: Evitar el enojo y la codicia

El autor explica que la referencia de Jesús es al enojo injusto, enojo

producto del orgullo, la vanidad, el aborrecimiento, la malicia y la venganza.

Jesús explica que no solo el acto físico es pecado, sino también todo acto que

se anhela en el corazón lo es y es digno de condena. Después Jesús amplia el

concepto de inmoralidad como era entendido y explicado por los fariseos,

explicando que todo deseo y pensamiento lujurioso fuera del matrimonio ya es

pecado. El autor explica que esto se aplica tanto para hombres y mujeres,

solteros y casados, resaltando nuevamente que la justicia del cristiano debe ser

mayor a las del mundo, porque se cultivan en el corazón.

La Justicia del Cristiano: Fidelidad en el matrimonio y honestidad en el

lenguaje

En esta sección, Jesús hace frente a la permisividad de los fariseos

respecto al divorcio por cualquier causa y busca llevar a los creyentes a poner

su mirada nuevamente en el diseño original de Dios, reduciendo las causales

de divorcio únicamente a fornicación. De la misma manera se contrapone a las

practicas pecaminosas de hacer juramentos, en las cuales los fariseos habían

impuesto reglas y formulas para justificar su propio pecado. Jesús propone

entonces a los creyentes que su carácter debe ser tal que un “si” o un “no”

basten para expresar sus compromisos. El autor también hace un llamo a ser

cuidadosos con respecto a las exageraciones, que resultan en la devaluación

del lenguaje y las promesas humanas.

La Justicia del Cristiano: no represalio y amor activo

En esta sección, Jesús progresivamente hace invitaciones que chocan

cada vez más con la naturaleza del corazón. El creyente no debe tomar

ninguna iniciativa mala, como tomar venganza por el mal proveniente de otro,

sino por el contrario, sufrir injustamente con paciencia, sin aborrecer; aún más,

amar, rogar, y hacerle bien, no solo a los amigos, sino también a los enemigos.
Sólo entonces, el cristiano prueba de manera concluyente de quién es hijo,

porque sólo entonces mostrara amor como el amor del Padre celestial.

El autor explica este mensaje con la obra del mismo Jesús, quien aun

cuando estaba siendo atravesado con los clavos de hierro parece haber orado

realmente por los que lo atormentaban mientras los clavos de hierro, y se

mantuvo orando repitiendo su ruego "Padre, perdónalos, porque no saben lo

que hacen." Y semana que, si la cruel tortura de la crucifixión no pudo silenciar

la oración de Cristo por sus enemigos, ¿qué dolor, orgullo, prejuicio o pereza

podría justificar silenciar la oración del creyente?

La religión del cristiano: no hipócrita sino real

En esta sección, Jesús presenta tres aspectos que se espera, hagan

parte de la vida del creyente: ayudar u ofrendar, orar y ayunar. En

contraposición con lo visto anteriormente, de hacer que las obras sean luz para

los hombres, ahora Jesús hace un llamado a hacer obras en lo secreto y no

buscando el reconocimiento de los hombres. Jesús atacaba primero la

cobardía de mostrar la vida de fe, pero ahora ataca la vanidad en el creyente

que busca recibir reconocimiento por sus obras, perdiendo de vista el llamado

principal de procurar servir al prójimo.

Continúa mostrando como la oración al igual que el ayudar, no se debe

hacer buscando ser escuchado y reconocido por los hombres, sino el buscar a

Dios y reconocer su dependencia de Él. El creyente ora a Dios en penitencia

por el pecado pasado, por las necesidades presentes y permanece en

constante oración y dependencia buscando la misericordia futura. Y por último

ayunar por razones espirituales, tiene como propósito, ser una forma de
negarse a sí mismo y auto disciplinarse. Ayudar u ofrendar, orar y ayunar son

actividades auténticas que deben ser parte de la vida y el actuar cristiano, pero

la hipocresía destruye la integridad de estas prácticas convirtiendo cada una de

ellas en una ocasión para alimentar su propio orgullo. El libro resalta el llamado

a ser tan conscientes de que toda la devoción y la gloria sea para Dios, que el

cristiano deje de ser consciente de si mismo y de su propia gloria. Es posible

engañar y hacer creer que sus actos son genuinos ante los hombres, cuando

solamente se está actuando. Pero no es posible burlarse de Dios, ni engañarlo,

porque Dios mira el corazón y las intenciones de cada uno.

La Oración del Cristiano: no mecánica sino reflexiva

Jesús hace referencia a la oración mediante un llamado de atención en

contra de la hipocresía de los fariseos, que cambia el propósito de la oración

que le da la gloria a Dios, para exaltarse a sí mismos. Y también señala la vana

palabrería de los gentiles, quienes degradan un acercamiento real y personal

con Dios, por un monologo repetido y sin sentido. Por el contrario, Jesús

apunta a un tipo de oración que sea sincera y reflexiva, que involucra mente y

corazón. De este modo Jesús presenta un modelo de oración para ser imitado,

porque resalta la grandeza y soberanía del Padre, muestra dependencia de Él,

y reconoce y confía en la misericordia de Dios quien perdona pecados y llama

al cristiano a perdonar también a su prójimo.

La ambición del cristiano: no la seguridad materia sino el reino de Dios

En esta sección, el autor explica como Jesús presenta la incoherencia

en poner la confianza en las cosas materiales y la sensatez de buscar los

tesoros espirituales. Jesús compara los bienes materiales que son perecederos
y los tesoros espirituales que son eternos; entre una visión nublada por la

ambición que lleva a las tinieblas y una visión espiritual clara que llena de luz el

caminar del cristiano. Posteriormente, Jesús presenta una elección entre el

glorioso Dios viviente, creador de todo y una cosa miserable llamada dinero;

una elección entre la adoración y la idolatría, con una perspectiva así parece

inconcebible que alguien pueda elegir mal. El autor explica que, con estas tres

comparaciones, Jesús concluye haciendo un llamado a confiar en el Padre,

quien suplirá las necesidades del cuerpo. Sin embargo, esta confianza no

excluye la responsabilidad humana de ser diligente en trabajar, ayudar a los

necesitados y enfrentar los conflictos, sino por el contrario, Dios se vale de

todo esto para mostrar su soberanía y misericordia.

Las relaciones del cristiano: con sus hermanos y Padre

En esta sección, Jesús expone que la actitud del cristiano con su prójimo

debe ser en amor y misericordia, buscando siempre ayudar a restaurar y

rescatar como un médico se preocupa por su paciente. Esta actitud no debe

ser de hipocresía, de juzgar sin misericordia como un juez acusa al

delincuente, porque de esta misma forma será juzgado por sus propios

crímenes. Sin embargo, Jesús también pone una nota de balance respecto a

aquellos que abiertamente se niegan a escuchar la palabra de Dios. A estos se

les debe confrontar su pecado, pero no perder el tiempo tratando de mostrar el

reino de Dios, porque en su necedad se burlan y pisotean aquello que es santo.

Posteriormente, Jesús enseña que la actitud del cristiano con el Padre

debe ser en dependencia de Él. El autor explica que las expresiones “pedid”,

“buscad” y “tocad” muestran la constancia que debe tener el cristiano en la

oración. El libro explica que se debe distinguir entre la provisión de Dios como
creador, que hace llover sobre justos e injustos; y las dadivas de Dios como

Padre, las cuales llevan a la salvación. Finalmente, las palabras de Jesús no

son un llamado pasivo de no hacer el mal que no quiere que se le hagan, sino

que es activo de hacer el bien que quiere que se le hagan.

Las relaciones del cristiano: con los falsos profetas

Jesús define que hay solamente dos caminos, uno ancho, permisivo,

una senda de tolerancia e ir restricción en el cual las personas caminan

basados en sus propias inclinaciones; este camino tiene un destino de

perdición. El segundo camino es angosto, delimitado por la voluntad de Dios, y

cuyo destino es la vida eterna. Con estos dos caminos, Jesús advierte que hay

que cuidarse de los falsos profetas, que con sutilezas llevan a las personas por

el camino ancho, y esto con fines egoístas. Por lo que la manera de reconocer

a los verdaderos de los falsos profetas es por sus frutos; si sus obras son

conforme a la voluntad de Dios, o si por el contrario muestran inclinaciones

pecaminosas.

La entrega del cristiano: la elección radical

El sermón concluye con el llamado a ser radicales en la decisión

de seguir a Cristo, ya que la respuesta del cristiano no debe ser solo verbal, ni

intelectual, sino una respuesta que nazca del corazón y que se refleje en todos

los aspectos de su vida. La respuesta del cristiano debe ser firme a pesar de

las dificultades, que realmente evidencie que lo que profesa de Cristo

realmente se corrobore con sus obras.

Palabras: 1980
 Análisis del documento

Elementos interesantes:

- Considero que es muy interesante poder observar como todas las partes

del sermón están relacionadas entre sí, y busca reflejar la vida y

convicción del cristiano al llamado eficaz de Dios.

- La analogía de la sal y la luz del mundo hecha por Jesús cobra un valor

excepcional al analizarlas en su contexto, porque reflejan la gran

responsabilidad que tenemos como cristianos de refrenar la maldad del

mundo, predicando, exhortando y evidenciando la obra de Jesús en

nuestras vidas.

Falacias, contradicciones:

- Considero que es una falacia el reclamar garantía bíblica para el

pasatiempo de ser observadores de aves; aunque no es una actividad

pecaminosa en sí, el usar Mt 6:26 para validar esta actividad, es sacar

de contexto el pasaje, ya que Jesús está usando analogías para

representar verdades espirituales.

Aprendizaje personal:

- Las bienaventuranzas del sermón del monte realmente reflejan las

características espirituales de una persona que realmente cree en Jesús

como salvador.
 - La justicia del cristiano debe ser mayor que la del mundo e incluso que

la de cualquier religioso o moralista, porque no se basa en las

apariencias, sino en las intenciones del corazón.

- Los principios expuestos en Mt.5:38-48, no son actos que se deban

seguir literalmente como el poner la otra mejilla a aquel que te ha

abofeteado; sino que reflejan el principio de no represalia. Muestran

hasta donde debería ir el cristiano con el fin de no tomar venganza por

sus propias manos.

Preguntas que le genera el texto:

- ¿Qué diferencias en contenido y contexto hay entre el sermón del

monte de Mateo y el sermón del llano de Lucas?

- Cuando Jesús introduce la oración del Padre Nuestro dice “

Vosotros, pues, Oraréis así…” (Mt.6:9); y en el evangelio paralelo de

lucas dice “Cuando oréis, decid…” ¿Qué tan valido es tomar estas

palabras para justificar el repetir esta oración constantemente? O ¿debe

ser tomada solo como un modelo de oración al cual apegarse?

- Respecto a Mt.5:22 cuando Jesús exhorta contra el enojo, ¿Qué

otros principios bíblicos pueden ayudar al creyente a entender y regular

la ira, teniendo en cuenta el versículo en el que Pablo advierte: “Airaos,

pero no pequéis…”? ¿Puede haber una ira santa en el creyente? ¿De

qué manera se manifiesta?

 Conclusiones

- El sermón del monte realmente resume el carácter de un

cristiano, que debe ir más allá de cualquier estándar moral humano,

porque, no solo se evidencia en lo externo, sino que realmente nace de

un corazón regenerado por la obra del Espíritu Santo.

- Un creyente debe evaluar constantemente las motivaciones e

intenciones de su corazón, con el fin de que sus obras sean para darle la

gloria a Dios y por amor a Él, y no para obtener algún tipo de

reconocimiento personal.

- El cristiano debe tener presente que su vida esta en completa

dependencia de Dios, esto evidencia un correcto entendimiento de quien

es él, un pobre en espíritu, y que solo en el Padre encuentra esperanza;

tanto para su vida presente en la cual Dios provee el pan de cada día,

como para su vida futura en el reino de los cielos.

Bibliografía

Edersheim, Alfred. The life and times of Jesus the Messiah. Grand Rapids, MI:

Longmans, 1883.

Grimm, C. L. W. y J. H. Trayer, A. Greek-English lexicon of the New Testament. New

York: T. and T. Clark, 1901.

King, Coretta S. My Life with Martin Luther King Jr. Londres: Hodder & Stoughton,

1970.
Moulton, J. H. y G. Milligan, The Vocabulary of the Greek Testament. Londres:

Hodder, 1949.

Wenham, John W. Christ and the Bible. Londres: Tyndale Press, 1972.

Autor del RAE: Luis Mateo Beltrán Marín.