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Juego tradicional de la cuerda

Usar una cuerda para saltar ha sido, desde siempre, un juego infantil muy practicado en las
escuelas. Es un juego que se lleva a cabo con una soga más o menos larga, rematada en
sus extremos con un nudo o con mangos de madera o plástico. Los niños toman la cuerda,
uno de cada extremo, y le dan vueltas, mientras otros saltan por encima o pasan por
debajo de ella.

Los jugadores entran en el juego, por un lado, se sitúan en el centro de la cuerda y saltan
de manera que esta les pase por debajo de los pies y por encima de la cabeza, para
después salir del juego por el lado contrario al que entraron. Así, se salta una y otra vez,
por turnos, de uno en uno, hasta que uno falle, porque es golpeado por la cuerda. Ese
jugador cambia su sitio con alguno de los que le dan vuelta a la soga. Se conocen varias
formas de saltar, cada una con su nombre y reglas específicas.
Lo cierto es que, saltar la cuerda, además de ser una actividad divertida, también es muy
saludable. Regularmente acompaña los calentamientos y ejercicios previos a alguna
actividad deportiva. Sin duda, su práctica, ayuda a fortalecer el sistema cardiovascular.
Además, se adapta a todo tipo de personas, en cuanto a dificultad, esfuerzo, energía y
tiempo, que pueden requerir los diferentes entrenamientos. Por eso, te recomendamos
considerar saltar la cuerda, tanto como diversión, con los más pequeños, como ejercicio
para mantener una buena salud.

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