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Bolilla 12
a) Concepto.
Art. 2087: Se considera que existe tiempo compartido si uno o más bienes están
afectados a su uso periódico y por turnos, para alojamiento, hospedaje, comercio,
turismo, industria u otros fines y para brindar las prestaciones compatibles con su
destino.
Cuestión terminológica.
Es un derecho real que se ejerce por la posesión (Art. 1891), consecuentemente su objeto debe
ser una cosa determinada, se trate de cosa mueble o inmueble (Art. 1912). En virtud de estos
preceptos se interpreta que como derecho personal es aplicable a bienes inmateriales como
software, marcas, patentes u otros susceptibles de aprovechamiento periódico, de conformidad
con el régimen jurídico especial a que se encuentran sometidos estos bienes.
Los bienes afectados al sistema de tiempo compartido pueden ser objeto del derecho
real de: dominio (Art. 1941), condominio (Art. 1990), propiedad horizontal (arts. 2037),
propiedad horizontal especial en el caso de los conjuntos inmobiliarios propiamente dichos
(Art. 2075), propiedad superficiaria (Art. 2120) y aún de propiedad fiduciaria (Art. 1702 y
1704).
Compartida por: Walter Gonzalves
El derecho de uso o aprovechamiento periódico por turnos como derecho real coexiste
con el derecho real sobre la cosa propia afectada y las atribuciones conferidas al usuario de
tiempo compartido sobre los bienes afectados importan un verdadero gravamen que
desmembra el derecho del titular afectante (Art. 1964).
Existe una dualidad de régimen jurídico sobre el mismo bien, de un lado el dominio (o
condominio, propiedad horizontal, propiedad superficiaria) sobre la cosa afectada y de otro
los derechos de tiempo compartido que se constituyen a favor de los usuarios. Si bien todos
son derechos reales sobre objeto propio, se trata de derechos con distinta tipicidad real y
autonomía jurídica. Así es posible que los condóminos de una cosa en lugar de celebrar entre
ellos un pacto de asignación de uso y goce en distintos períodos temporales con efectos
meramente personales (Art. 1987) constituyan para sí derechos reales de tiempo compartido
que les permita su comercialización futura a terceras personas.
Legitimación.
Art. 2090: El instrumento de afectación de un tiempo compartido debe ser otorgado por
el titular del dominio. En el supuesto en que dicho titular no coincida con la persona del
emprendedor, éste debe comparecer a prestar su consentimiento a la afectación
instrumentada.
El artículo establece que en el supuesto en que dicho titular no coincida con la persona del
emprendedor, éste debe comparecer a prestar su consentimiento, en orden a la efectiva tutela
de los adquirentes de los derechos de tiempo compartido establece su participación en el acto
de afectación para hacer efectiva su responsabilidad (Art. 2094).
Requisitos
Art. 2091: Los bienes deben estar libres de gravámenes y restricciones. El emprendedor,
el propietario, el administrador y el comercializador no deben estar inhibidos para
disponer de sus bienes. El propietario puede constituir hipoteca u otro gravamen con
posterioridad a la inscripción de la escritura de afectación, con los efectos previstos en el
artículo 2093.
El art. se refiere a gravámenes o restricciones que impidan el ejercicio del derecho real
de tiempo compartido, no así de servidumbres reales de tránsito, o administrativas de
electroducto por ej. No pueden estar afectado con derechos reales de garantía, medidas
cautelares o inhabilitaciones de uso.
Si pueden en cambio puede afectarse inmuebles afectado por dominios imperfectos
(revocables o fiduciarios).
derechos de los usuarios son intangibles y la tutela efectiva de los mismos corresponde al juez
y no al registrador.
2) Intangibilidad de los derechos de los usuarios. es la característica más importante
del derecho de tiempo compartido, pero cabe hacer la salvedad que debe encontrarse inscripto
el respectivo documento que lo constituye, porque el ordenamiento también tutela a los
terceros interesados de buena fe en aras de la seguridad del tráfico jurídico de los bienes (Art.
1893).
El derecho real de tiempo compartido (Art. 1887 inc. e) recae sobre cosa mueble o
inmueble total o parcialmente propia (Arts. 1888 y 2088) y en período temporal propio
(Art.2087); es principal (Art. 1889); registrable o no según su objeto (Art. 1890) y se ejerce
por la posesión que consiste en el uso o aprovechamiento de la cosa en el turno propio (Art.
1891).
1) Cuestión de la estructura. ¿es posible que coexistan dos derechos reales sobre cosa
propia? ¿El derecho de propiedad que pertenece al afectante del sistema de tiempo compartido
y el derecho de tiempo compartido que pertenece al usuario? Respuesta: son dos derechos
sobre cosa propia de distinta tipicidad real. Una situación jurídica semejante se da con la
propiedad superficiaria y la propiedad separada del titular del suelo (Arts. 2114 y 2115).
Cabe destacar que la ley no recepta la estructura de la comunidad de bienes entre los
usuarios como se da en la multipropiedad y el condominio. El derecho del usuario recae
singularmente sobre la cosa afectada y se integra con un elemento incorporal: el lapso
temporal del período de disfrute (semana, quincena, mes). El artículo 2093 inc. a) refiere a
que el emprendedor comercializa los “períodos de disfrute”. Este elemento es un bien
inmaterial propio con valor económico.
Además existe en la estructura del derecho real un elemento personal, la obligación del
emprendedor y del administrador de garantizar al usuario el goce de su derecho. La estructura
típica del derecho real se modifica con la existencia del sujeto pasivo determinado, más
cuando ese sujeto puede no coincidir con el propietario afectante.
2) Adquisición: el derecho de tiempo compartido se adquiere por título derivado entre
vivos (Art. 1892); por causa de muerte (Art. 2277) y por causa de la ley (Arts. 1894 y 1895).
La formalidad constitutiva dependerá del régimen legal al que están sometidas las cosas sobre
las que recae. Se puede adquirir también por prescripción adquisitiva si el usuario ejerce los
actos posesorios sobre la cosa afectada en el mismo turno del período de tiempo durante en
los plazos legales de la prescripción adquisitiva, máxime si se trata de una prescripción corta
que sanea el justo título con buena fe.
3) Caracteres: es un derecho transmisible por actos entre vivos y por causa de muerte
(Arts. 1906 y 2277). El artículo 2095 inc. c) admite la cesión total o parcial del derecho,
podría ser dado en usufructo.
4) Duración: según el contrato puede ser temporal o perpetuo (artículo 2099 inc. a).
La duración queda sujeta a la subsistencia del sistema de tiempo compartido (Art. 2099).
5) Intangibilidad: La oponibilidad del derecho de los usuarios a los terceros
interesados de buena fe requiere de publicidad suficiente según el régimen de la cosa objeto
del derecho (Art. 1893).
6) Acciones. El usuario de tiempo compartido tiene legitimación para la defensa
extrajudicial (Art.2240), las acciones posesorias (Arts. 2238 a 2246) y el derecho real de
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tiempo compartido está tutelado en cada caso por las acciones reivindicatoria, confesoria y
negatoria (Arts. 2247 a 2268).
Uno de los dilemas que presenta este derecho refiere a su naturaleza jurídica. En el
ámbito de la teoría dualista de los derechos subjetivos, el debate se ha planteado en los
siguientes términos: sí corresponde configurarlo únicamente como derecho real o también es
posible encuadrarlo como derecho personal.
Con este razonamiento cabe entender que el registro de la propiedad no podrá impedir
el acceso registral del documento que constituya al derecho de tiempo compartido como
derecho personal.
d) Relación de consumo
Art. 2100.- La relación entre el propietario, emprendedor, comercializador y
administrador del tiempo compartido con quien adquiere o utiliza el derecho de
uso periódico se rige por las normas que regulan la relación de consumo, previstas en
este Código y en las leyes especiales.
Además quienes integran la relación consumo “deben cumplir con las Leyes,
reglamentos y demás normativas de índole nacional, provincial y municipal relativas al
funcionamiento del sistema” (Art. 2102).
Cabe advertir que pueden presentarse supuestos en que no exista una relación de
consumo, en razón de que los sujetos intervinientes no revistan la calidad de consumidor o de
proveedor que tipifica el ordenamiento especial protectorio. El adquirente de tiempo
compartido podrá invocar las normas protectoras del Derecho de Consumo solo cuando se
den en el caso concreto los requisitos exigidos por el sistema consumerista.
Administración.
Art. 2096: La administración puede ser ejercida por el propio emprendedor, o por un
tercero designado por él. En tal caso, ambos tienen responsabilidad solidaria frente a los
usuarios del tiempo compartido, por la debida gestión y coordinación en el
mantenimiento y uso de los bienes.
Normas de policía
CEMENTERIOS PRIVADOS.
Concepto.
Art. 2103. Se consideran cementerios privados a los inmuebles de propiedad privada
afectados la inhumación de restos humanos.
Caracteres
Es un derecho real sobre cosa propia, con carácter perpetuo. Es un derecho transmisible.
Afectación.
Art. 2104. El titular de dominio debe otorgar una escritura de afectación del inmueble a
efectos de destinarlo a la finalidad de cementerio privado, que se inscribe en el Registro
de la Propiedad Inmueble juntamente con el reglamento de administración y uso del
cementerio. A partir de su habilitación por parte de la municipalidad local el cementerio
no puede alterar su destino ni ser gravado con derechos reales de garantía.
En caso de que el propietario afectante sea persona humana (la norma no distingue con la
persona jurídica) es necesario el asentimiento conyugal o la autorización judicial sustitutiva en los
casos previstos por los artículos 456 y 458 respectivamente o en el caso de la unión convivencial
(Art. 522). La omisión de este recaudo da lugar a que el registrador practique la inscripción
provisional de la afectación.
Formalidades.
Se dispone que el dueño (o los condóminos), debe(n) otorgar una escritura pública en
la cual se exprese la decisión de afectarlo al destino de cementerio privado y también
sancionar un reglamento de administración y uso.
Ambos actos tienen vocación registral, por lo que pese a que la forma notarial
solamente se prescriba para el primero, nada obsta a que la escritura de afectación comprenda
también al reglamento.
En caso de documentarse por separado, el susodicho reglamento deberá revestir por lo
menos la forma de instrumento privado con firmas autenticadas.
Para la confección de la escritura de afectación, el notario interviniente deberá cumplir
con los actos previos usuales cuando se celebran negocios jurídicos reales inmobiliarios
(estudio de títulos y certificados registrales de rigor), dado que se está en presencia de un acto
de disposición jurídica.
Efectos.
En cada municipio existen ordenanzas que establecen los recaudos que deberán
cumplirse para obtener el permiso para la instalación de un enterratorio privado.
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La eficacia de todas estas disposiciones, también queda sujeta, como el acto de afectación, a
la aprobación municipal del proyecto.
Art. 2112. Al derecho de sepultura sobre la parcela se le aplican las normas sobre
derechos reales.
El derecho real de sepultura no está consagrado en el Código de Vélez, por la simple y
sencilla razón que en ese cuerpo de normas no se admite la existencia de otros cementerios
que no sean los de índole pública, gestionados por los municipios.
Objeto.
Se incorpora al régimen jurídico un nuevo derecho real, el de sepultura sobre las
parcelas en que se subdivida la necrópolis desarrollada y gestionada por iniciativa de los
particulares.
El nuevo derecho no recae sobre el cementerio como tal, sino sobre las parcelas que
surjan de su fraccionamiento interno, destinadas a sepultura. La sepultura, es un derecho real
inmobiliario sobre cosa parcialmente propia (la parcela, pero no el resto del complejo y sus
instalaciones comunes); es principal, y no accesorio, pues no depende de otra prerrogativa
para existir como tal; es registrable, atento a lo dispuesto por los arts. 1890 y 2106 y se ejerce
por la posesión (conf. art. 1891).
El nuevo derecho real que consagra el Código Civil y Comercial, confiere a su titular
(sea éste persona física o jurídica), facultades acotadas a la índole o naturaleza de su objeto.
En efecto, dado el destino del predio general (cementerio privado), las parcelas que se
transfieran en propiedad a los sucesivos adquirentes sólo pueden ser utilizadas para la
inhumación de cadáveres, su reducción o traslado y eventual exhumación.
Inembargabilidad.
Art. 2110. Las parcelas exclusivas destinadas a sepultura son inembargables, excepto
por:
a) los créditos provenientes del saldo de precio de compra y de construcción de
sepulcros;
b) las expensas, tasas, impuestos y contribuciones correspondientes a aquéllas.
Relación de consumo.
Art. 2111. La relación entre el propietario y el administrador del cementerio privado
con los titulares de las parcelas se rige por las normas que regulan la relación de
consumo previstas en este Código y en las leyes especiales.
Presenta una clara vinculación con el artículo primero de la ley 24.240 que tiene por objeto la
defensa del consumidor o usuario, entendiéndose por tal a toda persona física o jurídica que
adquiere o utiliza bienes o servicios en forma gratuita u onerosa como destinatario final.
Normas de policía.
Art. 2113. El administrador, los titulares de sepulturas y los visitantes deben cumplir
con las leyes, reglamentos y demás normativas de índole nacional, provincial y
municipal relativas a la policía mortuoria.
El poder de policía mortuorio involucra todas las actividades orientadas a la inhumación,
exhumación, reducción o traslado de cadáveres y restos humanos, reposa en manos de la
autoridad comunal, por más que admita la instalación en el ámbito espacial donde gobierne,
de uno o más emprendimientos privados que puedan cumplir con este servicio público, que a
estos efectos serán permanente supervisados y controlados.
Naturaleza jurídica.
¿Derecho sobre cosa propia o ajena?
En una primera etapa el titular de dominio del terreno concede a una persona —física o
jurídica— la facultad de edificar o de plantar en ese inmueble. Mientras tal construcción no
exista faltará el objeto directo sobre el que se ejercerá el derecho real de superficie. De allí
que la opinión autoral tanto nacional como extranjera, se inclina por separar el derecho de
edificar de la propiedad superficiaria.
Hay aquí una clara desmembración del derecho real: en tanto que el dominio vacuo es
conservado por el titular del terreno, el superficiario accede a su dominio útil. Por ello, el art.
2114 define el derecho de superficie como aquel que se constituye sobre inmueble ajeno.
Una vez efectuada la obra será ésta el objeto inmediato del derecho real de superficie y es
sobre esa construcción o plantación que se ejercerán las facultades que conforman el
contenido de la propiedad superficiaria.
Este desdoblamiento del derecho real queda claramente explicada por Kemelmajer de
Carlucci y Puerta de Chacón cuando analizan el derecho de superficie en sus dos
manifestaciones: el denominado ius edificandi, que es el derecho de usar un inmueble ajeno
con un fin determinado (construir o plantar para hacerse dueño de su producido) y la
propiedad superficiaria que es el derecho real a tener, mantener, gozar y disponer de lo
edificado.
La ley 25509 considera a la superficie como un derecho real sobre cosa propia, lo cual para
Mariani de Vidal no es del todo correcto: Cuando se concede la propiedad de las plantaciones
ya existentes el derecho de superficie nacerá al comienzo y tendrá un objeto actual (como
todos los derechos reales). El problema aparece con la otra modalidad ya que, hasta que se
plante y haga propio lo plantado, no podremos hablar de derecho sobre cosa propia (hay una
cosa futura) y el objeto será el inmueble donde se realicen dichos trabajos.
Caracteres.
-Derecho real autónomo.
-Sobre cosa propia si ya están sembrado, plantado o edificado.
-Temporario.
Modalidades.
Art. 2115. El superficiario puede realizar construcciones, plantaciones o forestaciones
sobre la rasante, vuelo y subsuelo del inmueble ajeno, haciendo propio lo plantado,
forestado o construido.
También puede constituirse el derecho sobre plantaciones, forestaciones o
construcciones ya existentes, atribuyendo al superficiario su propiedad.
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Emplazamiento.
Art. 2116. El derecho de superficie puede constituirse sobretodo el inmueble o sobre una
parte determinada, con proyección en el espacio aéreo o en el subsuelo, o sobre
construcciones ya existentes aun dentro del régimen de propiedad horizontal.
La extensión del inmueble afectado puede ser mayor que la necesaria para la plantación,
forestación o construcción, pero debe ser útil para su aprovechamiento.
Duración y plazos.
Art. 2117. El plazo convenido en el título de adquisición no puede exceder de setenta
años cuando se trata de construcciones y de cincuenta años para las forestaciones y
plantaciones, ambos contados desde la adquisición del derecho de superficie. El plazo
convenido puede ser prorrogado siempre que no exceda de los plazos máximos.
Tanto el titular del suelo cuanto el superficiario ostentan un dominio imperfecto: el del suelo,
porque lo ha desmembrado; el superficiario, por ser un dominio temporal y por tanto
revocable; de allí que el art. 2128 aplique supletoriamente las normas del dominio revocable a
la propiedad superficiaria.
Legitimación.
Art. 2118. Están facultados para constituir el derecho de superficie los titulares de los
derechos reales de dominio, condominio y propiedad horizontal.
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La interpretación correcta es considerar incluidos tanto a los titulares particulares como a los
inmuebles comprendidos en el dominio privado del Estado; por su parte, los inmuebles de
dominio público quedarían excluidos, aun cuando pudiera existir alguna normativa de derecho
administrativo que reglara esta institución.
Adquisición.
Art. 2119. El derecho de superficie se constituye por contrato oneroso o gratuito y puede
ser transmitido por actos entre vivos o por causa de muerte. No puede adquirirse por
usucapión. La prescripción breve es admisible a los efectos del saneamiento del justo
título.
El contrato de constitución del derecho real de superficie forestal, sea oneroso o gratuito,
instrumentado en escritura pública, configura el título suficiente a los fines legales, a lo que se
suma la tradición traslativa.
La inscripción del derecho real de superficie forestal en el Registro de la Propiedad Inmueble
es, a los efectos de su oponibilidad a terceros interesados", lo que ratifica el principio
adoptado para la mayoría de los derechos reales.
Modos.
Art. 2120. El titular del derecho de superficie está facultado para constituir derechos
reales de garantía sobre el derecho de construir, plantar o forestar o sobre la propiedad
superficiaria, limitados, en ambos casos, al plazo de duración del derecho de superficie.
El superficiario puede afectar la construcción al régimen de la propiedad horizontal, con
separación del terreno perteneciente al propietario excepto pacto en contrario; puede
transmitir y gravar como inmuebles independientes las viviendas, locales u otras
unidades privativas, durante el plazo del derecho de superficie, sin necesidad de
consentimiento del propietario.
- Derecho de usar y gozar: En este punto resulta de especial importancia diferenciar los dos
distintos estadios que configuran este derecho real: el derecho de construir, plantar o
forestar y la propiedad superficiaria. El primero de ellos, tal como lo caracteriza la
doctrina, es el derecho de usar un inmueble ajeno con un fin determinado. Parece
razonable sostener que durante esta etapa el contenido del derecho real de superficie no
puede tener la misma extensión que el que se ejerce sobre la obra ya terminada.
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- Derecho de constituir hipoteca: Dado que los bosques o montes son cosas inmuebles los
únicos admitidos son hipoteca y anticresis. Con relación a la hipoteca también habrá que
distinguir entre el derecho de construir o forestar. El objeto del derecho real "puede
consistir en un bien taxativamente señalado por la ley" (en este caso el derecho de
construir o forestar) y, por la otra que el art. 2206, al enumerar los legitimados para
constituir hipoteca, incluye al titular del derecho de superficie. Por el contrario, una vez
efectuada la construcción o la plantación o si el derecho de superficie se constituye sobre
edificación ya existente, el superficiario puede válidamente constituir hipoteca sobre el
inmueble objeto de su derecho, que es ya cosa propia. En todo caso entendemos que la
hipoteca superficiaria no podría convenirse por un plazo mayor al que se hubiera
estipulado en el contrato de superficie, o más aún del plazo legal del art. 2117.
- Enajenación: serlo por actos entre vivos o mortis causae, con la obligación para el
adquirente de respetar el derecho real constituido en todos sus términos: plazo y
condiciones legales y/o pactadas entre las partes.
- Constitución de otros derechos reales: potestad de constituir hipoteca y otros derechos
reales de usufructo o de garantía, en la medida que no imposibiliten el ejercicio del
derecho del superficiario.
Extinción.
Art. 2124. El derecho de construir, plantar o forestar se extingue por renuncia expresa,
vencimiento del plazo, cumplimiento de una condición resolutoria, por consolidación y
por el no uso durante diez años, para el derecho a construir, y de cinco, para el derecho
a plantar o forestar.
Compartida por: Walter Gonzalves
Efectos de la extinción.
Art. 2125. Al momento de la extinción del derecho de superficie por el cumplimiento del
plazo convencional o legal, el propietario del suelo hace suyo lo construido, plantado o
forestado, libre de los derechos reales o personales impuestos por el superficiario.
Si el derecho de superficie se extingue antes del cumplimiento del plazo legal o
convencional, los derechos reales constituidos sobre la superficie o sobre el suelo
continúan gravando separadamente las dos parcelas, como si no hubiese habido
extinción, hasta el transcurso del plazo del derecho de superficie.
Subsisten también los derechos personales durante el tiempo establecido.
Indemnización al superficiario.
Art. 2126. Producida la extinción del derecho de superficie, el titular del derecho real
sobre el suelo debe indemnizar al superficiario, excepto pacto en contrario. El monto de
la indemnización es fijado por las partes en el acto constitutivo del derecho real de
superficie, o en acuerdos posteriores.
En subsidio, a los efectos de establecer el monto de la indemnización, se toman en cuenta
los valores subsistentes incorporados por el superficiario durante los dos últimos años,
descontada la amortización.