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LA COMUNIDAD:
HACIA EL REPLANTEAMIENTO DE LOS CONCEPTOS DE DEMOCRACIA,
PODER Y PARTICIPACIÓN.
Profesor: Bachiller:
Sin embargo, Hannah Arendt nos plantea una aproximación distinta en ¿Qué es la
política? Para Arendt no existe en la esencia del hombre algo que sea plenamente
político, sino que la “política trata del estar juntos y los unos con los otros de los
diversos...” Es decir, es en el estar entre que nace la posibilidad de pensar en política. La
pluralidad como regla fundamental de convivencia, y por lo tanto nota esencial de la
política.
Para Luis Villoro1, la comunidad está constituida como un espacio donde los
individuos que la componen se consideran a sí mismos un elemento de la totalidad y por
lo tanto no solo buscan su propio bien, sino que en ese trayecto se busca el bienestar del
otro. Así, los valores no son exclusivos de los sujetos como entes individuales sino que
han sido internalizados por quienes se asumen parte de la comunidad.
Es una realidad, aunque por sus pretensiones parezca más un ideal, hacia lo que
toda sociedad ordenada aspira. Esta asociación e internalización de valores no quiere
decir que sean comunidades comunitaristas, tampoco tan colectivistas como las
mencionadas en los evangelios “tenían todas las cosas en común” (Libro de Hechos de
los Apóstoles) sino comunidades donde se ha diferenciado claramente entre lo púbico y lo
privado, donde la construcción de lo que es común se concibe como un beneficio
particular y por lo tanto es una actividad que por sí misma tiene incentivos.
En primer lugar que según Foucault, el poder no es una propiedad, el poder más
que una posesión es un ejercicio y por lo tanto no es de quien dice poseerlo sino de quien
efectivamente lo ejerce. Por esta razón, hoy cada vez más parece que el poder se
manifiesta en las comunidades y grupos de reivindicaciones, hay una tendencia entonces
a concebir a los funcionarios como servidores púbicos más que detentadores natos de
poder. El segundo postulado es clave en el argumento que planteamos desde el inicio (el
concepto de comunidad y el replanteamiento que hace al concepto de poder) puesto que
para Foucault, el poder no es entendido única y exclusivamente como poder de Estado,
no es el ente de origen y fin del poder. El poder es complejo, más amplio y sale de la
esfera estatal. Lo que se corresponde con la nueva concepción de ciudadanía, quien
asume el poder para transformar su entorno más allá de su participación en las elecciones
periódicas o referéndums. Aun más allá de los mecanismos tradicionales de participación
que puede delinear o no una institución.
Esto nos hace suponer que, la forma tradicional de concebir el poder (expositivo,
en términos de Villoro) ya no es suficiente para identificar la red compleja de relaciones
que se dan entre los individuos en la comunidad.
Hoy, parece que ha quedado lejos la imagen del ciudadano como aquel individuo
que solamente cumple con lo estrictamente establecido en las leyes, que participa en los
espacios necesarios y bajo los mecanismos diseñados para tales fines. Esa visión
estática y casi sin ningún tipo de movilidad definitivamente no es la que caracteriza a las
sociedades contemporáneas y a las comunidades de ciudadanos en la denominada era
digital.
Estos son quizá los retos más grandes a los que se enfrentan las nuevas
comunidades de conocimiento, donde si bien es cierto, las redes sociales han abierto
grandes oportunidades su mera existencia no lo resuelve todo. Si estos mecanismos no
pueden usarse en función del beneficio colectivo de los individuos entonces están
destinados hacer fuentes de quejas constante de unos individuos cada vez más apáticos
que ven en las redes mecanismos de liberación de estrés e instrumentos para hacer
catarsis ante los problemas del entorno.
Respecto a los valores, es necesario iniciar diciendo que pocos autores son
capaces de tratar un tema que durante tiempo ha ocasionado muchísimo debate en el
pensamiento político contemporáneo: los valores, y entre estos pocos tenemos a Luis
Villoro. El autor es muy claro al decir que su interés son los valores que conciernen a la
vida en sociedad sometida a un sistema de poder. Es decir, le interesan aquellos valores
mediante los cuales los individuos crean una amplia red de relaciones que le permiten
sentirse parte o no de una determinada comunidad en la que existe un poder que se
expresa de manera impositiva pero que debería avanzar; a criterio de Villoro, a una
comunidad más asociada al poder expositivo. En esencia, la expresión de poder pareciera
que en un sentido responde a una realidad y en otro más a una aspiración.
3
Ver en detalle en Introducción al Pensamiento Complejo de Edgard Morin pág. 32
Como asunto final nos hemos propuesto acercarnos a uno de los temas
desarrollados en la brevedad de este ensayo. En esta oportunidad nos referimos a la idea
de poder en la comunidad y su oposición o acercamiento a la noción de poder popular. La
intención no es decir si uno es mejor o peor, demostrar la superioridad en planteamiento
de alguna de las ideas sino de hacerlas evidentes respecto a sus semejanzas y
diferencias con relación a lo que cada una plantea.
Según la Ley Orgánica del Poder Popular (2010) se entiende el poder popular
como “el ejercicio pleno de la soberanía por parte del pueblo…en todo ámbito de
desenvolvimiento y desarrollo de la sociedad a través de sus diversas y disimiles formas
de organización que edifican el estado comunal”. Es decir, que el poder se entiende como
una propiedad atribuida al pueblo para el logro de distintas metas comunes en función de
la construcción de un orden social denominado estado comunal. De entrada resulta un
poco extraño entender al poder como una atribución particular de un individuo o un
conjunto de ellos, al menos después de las referencias hechas con anterioridad a Deleuze
sobre la concepción del poder en Foucault.
Por último, vale la pena hacer referencia al marco ideológico que es un tema que
irremediablemente nos acerca nuevamente a los valores. Se tiene que el poder popular se
basa en una concepción propia del comunismo (sea en su mayor esencia o su más
contraria interpretación) pues la propuesta plantea la construcción del socialismo
mediante un modelo de democracia participativa y protagónica (esto último lo acercaría a
una concepción más neo marxista que cualquier otra corriente). Al verlo así, se privilegian
unos valores sobre otros en una misma comunidad y por lo tanto es un sistema que
excluye por definición.
Ley Orgánica del Poder Popular (2010, diciembre 09) [en línea]. Caracas: Palacio Federal
Legislativo sede de la Asamblea Nacional. Disponible en:
http://www.mpcomunas.gob.ve/wp-
content/themes/comunas/documentos/ley_organica_del_poder_popular.pdf [16 julio,
2015].
Villoro, L. (1997) El poder y el valor: fundamentos de una ética política. México DF: Fondo
de Cultura Económica. [Documento en PDF].