Está en la página 1de 12

Universidad del Istmo

INTEGRANTES: Lilibeth del Carmen Moreno Madrid 8-915-2210

Michael Antonio Hurtado Batista 8-956-1937

Alexis Igor Diaz Hernández 8-851-1696

Omar Abdiel Gonzales Morris 3-733-1629

Kevin Ibiz Reid Aspedilla 3-757-605

Trabajo: Articulo de reflexión

Profesor: Joel Estrella

Materia: Administración General

Fecha de entrega: 19 de marzo de 2024

AÑO: 2024
INTRODUCCION

Una forma clásica de entender la cultura de la calidad es como valores, actitudes,


conductas o experiencias que ayudan a mejorar nuestro desempeño, permitiendo a las
personas de una organización asegurar la calidad de los productos y servicios que
ofrecen para satisfacer al cliente. La cultura impulsa el rendimiento de la empresa, por
lo que la dirección debe reconocer esa cultura y sus valores; adoptar una cultura
basada en valores se complementa con principios que guiarán a tomar decisiones. La
innovación se origina en el conocimiento, el conocimiento (saber) residen las personas,
y las habilidades (saber hacer) y actitudes (querer y poder hacerlas cosas) se
manifiestan en la conducta de las personas, produciendo innovaciones que crean
ventajas competitivas, lo que incide en la capacidad de la organización para lograr el
éxito.
Resumen:

La integración de valores en la gestión empresarial no solo es una opción ética,


sino también una estrategia esencial para alcanzar ventajas competitivas sostenibles
en un mercado globalizado y dinámico. En este análisis, hemos examinado cómo una
administración basada en valores puede impulsar el rendimiento organizacional en
múltiples frentes.

La cohesión y el compromiso del equipo se fortalecen cuando los valores


organizacionales están claramente definidos y se reflejan en las acciones cotidianas.
Esta conexión entre los valores compartidos y las prácticas empresariales no solo
mejora la moral y la satisfacción laboral, sino que también aumenta la productividad y la
eficiencia operativa.

La atracción y retención del talento son fundamentales para el éxito a largo plazo
de cualquier organización. Al adoptar valores sólidos y promover una cultura inclusiva y
ética, las empresas pueden atraer a profesionales talentosos que comparten su visión y
valores. Esto no solo reduce los costos asociados con la rotación de personal, sino que
también fomenta la innovación y la creatividad dentro de la empresa. También la
reputación y la confianza del cliente son activos intangibles invaluablemente
importantes en el entorno empresarial actual. Las organizaciones que operan de
manera ética y transparente generan confianza y lealtad entre los consumidores, lo que
se traduce en una mayor fidelidad y recomendaciones positivas.

Además, una administración basada en valores promueve la resiliencia


organizacional y la capacidad de adaptación ante desafíos y cambios inesperados. Al
tomar decisiones fundamentadas en principios éticos sólidos, las organizaciones
pueden navegar por crisis con mayor confianza y mantener la credibilidad ante sus
partes interesadas.
Palabras claves: Administración, Valores, Ventajas, Competitivas,
Organización, Globalización, Ética

En el tejido empresarial contemporáneo, la búsqueda de ventajas competitivas se ha


convertido en un objetivo primordial para las organizaciones en todos los sectores. Sin
embargo, en medio de la intensa competencia y las presiones del mercado, surge una
pregunta fundamental: ¿cómo pueden las empresas diferenciarse y prosperar de
manera sostenible en un entorno empresarial cada vez más exigente? La respuesta a
esta interrogante radica en la administración basada en valores.

La administración basada en valores va más allá de la mera formulación de una


lista de principios éticos; representa un enfoque integral para guiar todas las acciones y
decisiones de una organización. Este enfoque reconoce que las empresas tienen una
responsabilidad no solo hacia sus accionistas, sino también hacia sus empleados,
clientes, comunidades y el medio ambiente en general.

En la actualidad, las empresas se enfrentan a una creciente demanda de


transparencia, responsabilidad social y ética empresarial por parte de los consumidores
y partes interesadas. En este contexto, la administración basada en valores emerge
como una estrategia esencial para construir una reputación sólida, fomentar la
confianza del cliente y generar lealtad a la marca.

Al priorizar los valores como la integridad, el respeto, la responsabilidad y la


equidad en todas las áreas de la empresa, las organizaciones pueden cultivar una
cultura empresarial sólida y coherente. Esta cultura se convierte en un activo
estratégico invaluable que impulsa la cohesión del equipo, la atracción y retención del
talento, y la capacidad de adaptación y resiliencia organizacional.

En artículo, exploraremos en profundidad por qué la administración basada en


valores se ha convertido en una prioridad para muchas organizaciones en la actualidad.
Examinaremos cómo este enfoque puede no solo mejorar la moral y el compromiso de
los empleados, sino también fortalecer la reputación de la empresa, impulsar la lealtad
del cliente y aumentar la resiliencia organizacional.
Objetivos

 Analizar cómo una administración basada en valores puede contribuir a las


ventajas competitivas de una organización.

 Explorar los efectos de los valores en la cohesión interna y el compromiso del


equipo.

 Examinar cómo los valores influyen en la percepción y confianza del cliente.

 Demostrar la relación entre una gestión basada en valores y la resiliencia


organizacional ante desafíos externos.

Marco Teórico

La administración basada en valores no es un concepto nuevo, pero ha ganado


una relevancia renovada en el contexto empresarial actual, marcado por la creciente
demanda de transparencia, responsabilidad social y ética corporativa. Este enfoque se
fundamenta en la premisa de que las organizaciones deben operar para maximizar las
ganancias y crear un impacto positivo en sus empleados, clientes, comunidades y el
medio ambiente.

En su esencia, la administración basada en valores se basa en la integración de


principios éticos y morales en todas las facetas de la gestión empresarial, desde la
formulación de políticas hasta la toma de decisiones diarias. Para comprender en
profundidad este enfoque, es importante explorar algunos de los conceptos y teorías
que lo respaldan:

1. Ética Empresarial: La ética empresarial se refiere al estudio de los principios


morales y valores que guían el comportamiento dentro del contexto empresarial. En el
corazón de la administración basada en valores se encuentra la ética empresarial, que
busca promover la responsabilidad, la integridad y el respeto en todas las interacciones
empresariales.

2. Teoría de Stakeholders: Esta teoría sostiene que las empresas no solo


tienen una responsabilidad hacia sus accionistas, sino también hacia una amplia gama
de partes interesadas, incluidos los empleados, clientes, proveedores, comunidades y
el medio ambiente. La administración basada en valores reconoce la importancia de
equilibrar los intereses de todas estas partes interesadas para garantizar la
sostenibilidad a largo plazo de la empresa.

3. Cultura Organizacional: La cultura organizacional se refiere a las normas,


valores y comportamientos compartidos dentro de una organización. En una empresa
que sigue un enfoque de administración basada en valores, la cultura organizacional se
caracteriza por la coherencia entre los valores proclamados y las acciones realizadas.
Esta cultura sólida y coherente se convierte en un activo estratégico que impulsa el
compromiso del equipo, la productividad y la lealtad del cliente.

4. Responsabilidad Social Corporativa (RSC): La RSC se refiere al


compromiso de las empresas de operar de manera ética y contribuir positivamente al
bienestar de la sociedad y el medio ambiente. La administración basada en valores
abarca la RSC al reconocer que las empresas tienen una responsabilidad más amplia
que simplemente generar ganancias, y busca integrar consideraciones éticas y sociales
en todas las operaciones empresariales.

5. Liderazgo Ético: El liderazgo ético juega un papel crucial en la


implementación exitosa de una administración basada en valores. Los líderes éticos
establecen el tono desde arriba al demostrar un compromiso genuino con los valores
de la empresa y alinear las decisiones y acciones con estos valores. Su ejemplo inspira
a otros miembros del equipo a seguir su liderazgo ético y promueve una cultura
empresarial basada en valores.

6. Liderazgo Transformacional: El liderazgo transformacional se caracteriza


por inspirar y motivar a los seguidores para lograr objetivos más allá de sus propios
intereses. Este estilo de liderazgo está estrechamente relacionado con la
administración basada en valores, ya que los líderes éticos y visionarios pueden
promover una cultura organizacional arraigada en principios sólidos y un propósito
compartido.

7. Teoría de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC): La RSC se centra


en la integración de consideraciones éticas, sociales y ambientales en las operaciones
comerciales. Al examinar la administración basada en valores, es esencial considerar
cómo las empresas pueden cumplir con su responsabilidad hacia la sociedad y el
medio ambiente, además de maximizar las ganancias.

8. Gestión de la Diversidad e Inclusión: La administración basada en valores


también implica la promoción de la diversidad y la inclusión dentro de la organización.
Explorar cómo los valores organizacionales pueden fomentar un entorno de trabajo
inclusivo y respetuoso, donde se celebre la diversidad de ideas, antecedentes y
experiencias, puede ser fundamental para comprender completamente su impacto.

En conjunto, estos conceptos y teorías proporcionan un marco sólido para


comprender la administración basada en valores y su importancia en el mundo
empresarial actual. Al integrar principios éticos y morales en todas las áreas de la
gestión empresarial, las organizaciones pueden no solo mejorar su desempeño y
rentabilidad, sino también hacer una contribución positiva a la sociedad y el medio
ambiente. La administración basada en valores no solo es una opción ética, sino
también una estrategia inteligente y sostenible para el éxito empresarial a largo plazo.
Argumentos, Resultados

La implementación de una administración basada en valores ofrece una serie de


argumentos sólidos que respaldan su eficacia para generar ventajas competitivas
significativas en las organizaciones. Al priorizar los valores éticos y morales en todas
las facetas de la gestión empresarial, las empresas pueden cosechar una serie de
resultados positivos que las distinguen en un mercado cada vez más competitivo y
exigente.

1. Cohesión y Compromiso del Equipo: Uno de los principales resultados de


una administración basada en valores es la creación de un equipo cohesionado y
altamente comprometido. Cuando los valores organizacionales están claramente
definidos y son respaldados por acciones concretas, los empleados se sienten más
conectados con la misión y visión de la empresa. Esta conexión emocional con la
empresa fomenta un sentido de pertenencia y compromiso, lo que se traduce en una
mayor colaboración, trabajo en equipo y lealtad hacia la organización.

2. Atracción y Retención del Talento: Las empresas que operan con una
administración basada en valores son más atractivas para profesionales talentosos que
buscan un empleador que respete sus valores personales y ofrezca un entorno de
trabajo ético y positivo. La reputación de la empresa como empleador ético y
socialmente responsable facilita la atracción y retención del talento, reduciendo los
costos asociados con la rotación de personal y promoviendo una fuerza laboral
comprometida y diversa.

3. Reputación y Confianza del Cliente: Una administración basada en valores


también contribuye a la construcción de una reputación sólida y confiable en el
mercado. Las empresas que operan de manera ética, transparente y responsable
generan confianza entre los consumidores, lo que se traduce en una mayor fidelidad y
recomendaciones positivas. Los clientes prefieren hacer negocios con empresas cuyos
valores resuenan con los suyos, lo que lleva a una mejora en la retención de clientes y
un aumento en la cuota de mercado.

4. Resiliencia y Adaptabilidad Organizacional: Otro resultado importante de


una administración basada en valores es la mayor resiliencia y capacidad de
adaptación de la organización frente a desafíos y cambios en el entorno empresarial. Al
centrarse en principios éticos sólidos, las empresas pueden tomar decisiones más
fundamentadas y sostenibles a largo plazo, lo que les permite navegar por crisis y
períodos de incertidumbre con mayor confianza y éxito.

5. Innovación y Creatividad: Cuando los empleados se sienten valorados y


comprometidos con los valores de la empresa, están más inclinados a contribuir con
ideas innovadoras y creativas que impulsen el crecimiento y la competitividad de la
organización. Una cultura empresarial basada en valores fomenta un ambiente de
trabajo colaborativo y abierto, donde se valora la diversidad de opiniones y se
promueve la innovación continua.

6. Estudios de Caso Empresariales: Explorar estudios de caso de empresas


que han implementado con éxito una administración basada en valores podría
proporcionar ejemplos concretos de cómo este enfoque ha conducido a ventajas
competitivas. Se pueden analizar empresas reconocidas por su cultura ética y valores
arraigados, como Patagonia, Ben & Jerry's o Google, para comprender cómo han
utilizado sus valores como impulsores de su éxito.

7. Encuestas y Datos Empíricos: Utilizar datos cuantitativos y cualitativos de


encuestas, estudios de investigación y análisis de datos puede respaldar los
argumentos sobre los beneficios de la administración basada en valores. Esto podría
incluir encuestas de satisfacción del empleado, mediciones de compromiso
organizacional, datos de rendimiento financiero y estudios comparativos entre
empresas que priorizan los valores y aquellas que no lo hacen.
8. Testimonios y Entrevistas: Entrevistar a líderes empresariales, empleados y
otros expertos en el campo de la gestión basada en valores podría proporcionar una
perspectiva práctica y anecdótica sobre sus efectos en el lugar de trabajo y en la
competitividad de la empresa. Estos testimonios personales pueden agregar
credibilidad y profundidad al artículo.

En resumen, la implementación de una administración basada en valores ofrece


una serie de resultados tangibles que pueden impulsar el éxito y la sostenibilidad de las
organizaciones en un mercado globalizado y competitivo. Desde la cohesión y el
compromiso del equipo hasta la reputación y la confianza del cliente, los beneficios
derivados de este enfoque son fundamentales para el crecimiento y la prosperidad a
largo plazo de cualquier empresa.
Conclusión

En conclusión, la implementación exitosa de la administración basada en valor es


mucho más que un ejercicio financiero. En realidad, es un proceso que abarca tanto el
diseño de la organización como la estrategia del negocio, y cuya adopción implica en la
cultura de la empresa.

La historia del hombre se resume en la lucha por satisfacer sus necesidades


materiales o espirituales, ya sean individuales o sociales. Por ello es de extrañar qué
sólo hasta recientemente se hable seriamente de la calidad de vida laboral, entendida
como el grado de satisfacción material y emocional que una persona puede obtener en
y mediante su trabajo. La elevación sistemática de la calidad debida laboral es la piedra
angular en la formación de altos valores en el trabajo, junto con la educación; es una
tarea estratégica, si consideramos que el objetivo fundamental es la elevación de la
calidad de vida de la población en general, con individuos desarrollados en todos
sus aspectos, poseedores de los más altos valores humanos, teniendo muy
presente que sus expectativas en la actualidad difieren sustancialmente de las que
tenían 50 años atrás.
Bibliografía

Freeman, R. E. (2010). Gestión estratégica: Un enfoque de stakeholders. Cambridge


University Press.

Koberg, C. S., Boss, R. W., Senjem, J. C., & Goodman, E. A. (1999). Antecedentes y
resultados del empoderamiento: Evidencia empírica de la industria de la salud. Gestión
de Grupos y Organizaciones, 24(1), 71-91.

McShane, S. L., & Steen, S. L. (2012). Comportamiento organizacional en Canadá.


McGraw-Hill Ryerson.

Treviño, L. K., & Brown, M. E. (2004). Gestionar para ser ético: Desmitificando cinco
mitos de ética empresarial. Academia de Gestión Ejecutiva, 18(2), 69-81.

Velasquez, M. (2002). Ética empresarial: Conceptos y casos. Upper Saddle River, NJ:
Prentice Hall.

Weiss, J. W. (2014). Ética empresarial: Un enfoque de gestión de stakeholders y


problemas. Berrett-Koehler Publishers.

Werhane, P. H. (1999). Imaginación moral y toma de decisiones de gestión. Oxford


University Press.

También podría gustarte