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LAS “DIFERENCIAS” ENTRE HERMANOS

Amós 3:3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?


Es muy común ver que dos personas que comparten una amistad pero tienen distintas ideologías políticas, puedan tener desde un
intercambio amistoso de opiniones, hasta ríspidas discusiones sobre el tema que los diferencia y al final seguir siendo amigos.
Del mismo modo, es frecuente ver a dos amigos que simpatizan con equipos de football distintos, disputar con cordura ó muy
acaloradamente por cuestiones de juego sin dejar de lado su amistad y que esto también parezca normal.
En los casos mencionados, el vínculo es “la amistad” y entonces parece aceptable que por conservarla las personas aún cuando no
estén de acuerdo en varios temas, puedan disentir intercambiando sus pensamientos de manera franca ó usando toda suerte de
ironías, asperezas y palabras que lastiman y continuar después con su amistad, a veces hasta conservando algún rencor.
Pero cuando las personas que tienen “diferencias” son miembros del cuerpo de Cristo y miembros cada uno del otro en particular (1º
Corintios 12:12, 27) la situación debería ser diferente, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los
miembros todos se preocupen los unos por los otros. (1º Corintios 12:25).
Todos los verdaderos cristianos deben vivir conforme a la palabra de Cristo la cual manda:
 ... que sean de un mismo sentir en el Señor. (Filipenses 4:2)
 ... que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que
estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. (1º Corintios 1:10)
 ... tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz (2º Corintios 13:11)
 sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. (Filipenses 2:2)
 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás
como superiores a él mismo; (Filipenses 2:3)
 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos,
amigables; (1 Pedro 3:8)
Y el Señor de todos dice:
... que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: necio, a su hermano,
será culpable ante el concilio; ... Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo
contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta
tu ofrenda. (Mateo 5: 22,23,24)
Conforme a lo expuesto, no seria admisible que dos “hermanos en Cristo” y miembros del mismo Cuerpo tengan “diferencias”,
argumenten sin ponerse de acuerdo y que como “los amigos” de arriba sigan luego su relación fraternal normalmente como si nada
hubiese sucedido y que teniendo sentimientos poco compatibles con el amor fraterno y la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz,
lleven después sus ofrendas al altar el primer día de la semana, sin haberse reconciliado, sean o no de la misma asamblea.
Es posible que dos hermanos en el Señor interpreten en forma diferente pasajes de la escritura que no les impidan caminar juntos
porque en parte conocemos (1 Corintios 13:9) y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como
debe saberlo (1º Corintios 8:2) pero cuando estas diferencias son antiguas y profundas y se hacen notorias no
solamente en una conversación privada sino públicamente delante de otros miembros del mismo Un Cuerpo, lo mejor
sería que tales hermanos puedan (delante de su Señor y con la ayuda del Espíritu Santo) obedecer tanto a los consejos
apostólicos arriba mencionados como a lo dicho en Mt. 5:23,24 por el Señor Jesús y zanjar sus diferencias
Los “amigos” pueden regular su amistad conforme les parezca, seguirla ó romperla cuando quieran, pero lo que une
a “los hermanos en el Señor” es la comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo y la recepción del Espíritu Santo por el cual
fueron bautizados en un mismo Cuerpo, por lo tanto la relación entre ellos no puede ser regulada por nada que no sea el
Espíritu de Dios y la Palabra de Cristo y esa “unión” no depende de ellos, por lo tanto no pueden “romperla” como en el
caso de los “amigos”, pero si distanciarse y lo que es peor, dejar crecer alguna “raíz de amargura (Hebreos 12:15).
Dice el Señor en Juan 13:35: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los
otros.
Y qué clase de amor fraterno hay entre dos hermanos que no pueden siquiera hablar de ciertos temas ni pueden ser de un mismo
sentir en otros, porque, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no
sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? (1º Corintios 6:7)
Si los hermanos en cuestión siguen su camino hacia la puerta estrecha sin ser de un mismo sentir como manda la Palabra,
puede que contribuyan con su actitud a guardar el “vínculo de la paz” o a guardar la “unidad de la paz”, pero no a la
verdadera UNIDAD DEL ESPIRITU de Efesios 4:3, ya que si por un mismo Espíritu fuimos todos bautizados en un Cuerpo
(1º Corintios 12:13), ese Espíritu ¿No debería poner el mismo sentir en todos los hermanos?. Si hay alguna “diferencia”
puede que uno de los dos o quizás los dos hermanos estén equivocados espiritualmente pues Dios no es Dios de
confusión, en cuyo caso deberían solicitar la ayuda de otros miembros del Cuerpo y terminar con las disensiones que en
lugar de edificación, traen ruina para el Cuerpo y vergüenza para el Señor.
cristianismoverdaderohoy@gmail.com

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