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La seguridad social tiene sus raíces en la historia de la humanidad, donde desde tiempos
remotos las comunidades han buscado formas de proteger a sus miembros de los riesgos y
contingencias que amenazan su bienestar. En las sociedades antiguas, la solidaridad
comunitaria y la ayuda mutua eran fundamentales para hacer frente a situaciones adversas,
como enfermedades, accidentes o la vejez. Estos principios de protección social se han ido
desarrollando a lo largo de los siglos, adaptándose a las necesidades cambiantes de la
sociedad.
Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XIX, la situación laboral de las personas se
vio transformada drásticamente. Las duras condiciones de trabajo, la falta de protección laboral
y la explotación de los trabajadores llevaron a la necesidad de establecer mecanismos de
protección social más sólidos. Fue en este contexto que surgieron los primeros sistemas de
seguridad social, como los seguros sociales obligatorios, que tenían como objetivo principal
garantizar la protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales y sociales a los que
estaban expuestos.
La seguridad social en Bolivia tiene una historia que se remonta a la creación del sistema en
1920, en respuesta a las altas tasas de siniestralidad en la red de ferrocarriles. A lo largo de las
décadas de los años 1940 y 1950, se generalizó la protección a los trabajadores y sus familias,
lo que culminó en la promulgación del Código de Seguridad Social en 1956. Este código
estableció la participación de tres actores clave en el sistema: el Estado, los trabajadores y los
empleadores.
El sistema de seguridad social boliviano se fundamenta en principios de solidaridad económica
y social, universalidad en la cobertura y contingencias cubiertas, y unidad legislativa y de
gestión. Además, el código incorpora ocho de las nueve contingencias recomendadas por el
Convenio 102 de la OIT, abarcando aspectos como enfermedad, maternidad, riesgos
profesionales, invalidez, vejez, muerte, asignaciones familiares y vivienda de interés social.
A) Teoría del Riesgo Profesional: Esta teoría atribuye a la parte patronal las
consecuencias de los riesgos que ellos mismos generan con su actividad laboral.
Implica que el empleador debe asumir la responsabilidad por los accidentes o
enfermedades laborales que ocurran en el curso de la relación laboral,
independientemente de la existencia de culpa. La cuantificación de la
responsabilidad se basa en la proporcionalidad del daño sufrido para determinar la
indemnización correspondiente
B) Teoría del Riesgo Social: Por otro lado, la teoría del riesgo social o de la
responsabilidad social sostiene que los infortunios laborales no deben imputarse a
una empresa en particular, sino a la sociedad en su conjunto. Esta teoría se
fundamenta en la idea de que los riesgos laborales son parte integral de un
entorno laboral más amplio y que deben ser abordados a través de sistemas de
seguridad social. Cubre no solo los accidentes de trabajo, sino también otras
contingencias de la vida de los trabajadores, como enfermedades no ocupacionales,
matrimonio, maternidad, entre otros
BIBLIOGRAFIA