Está en la página 1de 3

El árbol cósmico: SÍMBOLO DE NAVIDAD

A partir de una conferencia de Rudolf Steiner en Berlín 17 de diciembre 1906)

[...] En el significado de la fiesta de Navidad, escuchamos como un eco de una de las festividades
más antiguas de la humanidad. Y este eco se nos transmite a través del rito cristiano. En sus
símbolos se encuentran las imágenes simbólicas más antiguas de la humanidad. Incluso el árbol,
con sus luces, es uno de estos símbolos. Es el símbolo del árbol del paraíso. El paraíso representa el
conjunto de la naturaleza material. En la cual, la representación de la naturaleza espiritual viene
dada por el árbol de la ciencia y el árbol de la vida. Hay una leyenda que refleja admirablemente el
significado del árbol de la ciencia y el árbol de la vida. Set está delante de la puerta del cielo y pide
entrar. El querubín que está custodiando la entrada lo hace pasar. Este es un símbolo de iniciación.
Cuando Set estuvo en el cielo, vio que el árbol del conocimiento y el árbol de la vida se entrelazan
estrechamente. El arcángel Miguel, que estaba de pie delante de Dios le concedió tomar tres
semillas de este árbol. Este árbol señala proféticamente el futuro de la humanidad cuando toda la
humanidad haya sido iniciada, y haya obtenido el conocimiento, entonces ya solo será el árbol de la
vida, y la muerte ya no existirá. Por el momento, sin embargo, sólo al iniciado se le permite tomar
tres semillas de este árbol, los tres granos que significan los tres elementos superiores del hombre. A
la muerte de Adán, Set le puso en la boca los tres granos, y de ellos surgió un arbusto que tenía una
virtud especial: que si se le cortaba una rama, siempre germinaban nuevos brotes y hojas verdes del
tronco cortado. Pero en la zarza ardiente fue escrito, yo soy aquel que fue, que es y que será. Eso es
lo que se abre paso a través de todas las encarnaciones, la fuerza del hombre que se renueva cada
vez y se convierte en el hombre que desciende de la luz a las tinieblas, y las tinieblas ascienden así a
la luz.
La vara con la que Moisés realizó sus milagros fue tallada con la madera de la zarza. La puerta del
templo de Salomón se hizo con la misma madera, que fue transportada por las aguas del estanque de
Bethsda, quien recibió tal virtud de la cual la leyenda dice. Está hecho de la misma madera de la
cruz de Jesucristo, aquella cruz que nos muestra que la vida convertida en muerte, tiene en sí misma
el poder de crear nueva vida. Ante la cruz estamos ante el símbolo del mundo: la vida que vence a la
muerte. La madera de esta cruz procedió de los brotes de tres semillas del árbol del paraíso. Incluso
en el símbolo Rosacruz se expresa eso, se expresa la muerte de lo que es inferior en el hombre, y el
despertar, como resultado, del hombre superior, algo que Goethe acuñó poéticamente expresado en
las palabras:

Y mientras no seas poseedor de


esta verdad: Morir para poder ser!
no serás mas que un ofuscado huésped
en la oscura tierra.

¿Qué relación maravillosa entre el árbol del paraíso y la cruz! También la cruz es un símbolo de la
Pascua, que nos revela el secreto para sumergirnos en la atmósfera de la Navidad. Sentimos así la
idea del Cristo fluir a través de nosotros, la noche de la Navidad, como una nueva fuente de vida.
Las rosas vivas que adornan el árbol de Navidad nos dicen que aunque aun no se han convertido en
la madera de la cruz, la fuerza necesaria la comienza a recibir en Navidad como primer impulso
para conseguirlo. Las rosas que brotan del verde, son un símbolo de lo Imperecedero que se genera
a partir de lo efímero.
Además de las rosas, otros siete símbolos son aptos para decorar el árbol de Navidad:
el cuadrado, símbolo de la tétrada humana: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el
ego.
El triángulo, símbolo del yo espiritual, el espíritu de la vida y el hombre espiritual.
Más arriba, el símbolo del tarot. Aquellos que habían sido iniciados en los misterios egipcios sabían
interpretar. También sabían leer el Libro de los Muertos, el cual consistía de setenta y ocho hojas, en
el que fueron escritos todos los secretos del cosmos, de principio a fin, desde el alfa hasta el omega,
en el que se podía leer si se podía conectar y combinar entre ellos de manera correcta. El Libro de
los Muertos contiene los símbolos de la vida, que con la muerte se extingue, para después resucitar
a una nueva vida. ¿Quién era capaz de conectar con los demás de la manera correcta sus números y
sus símbolos, podía leerlo. Y esta sabiduría almacenada en números y símbolos, se ha transmitido
desde los tiempos primitivos. Incluso en la Edad Media era tenido en alta estima, pero hoy solo
quedan apenas algún resto.
Luego está el signo del Tao, el signo que nos recuerda la religiosidad piadosa de nuestros
antepasados, el signo que viene de la palabra tao. Antes de que existiesen las civilizaciones
europeas, asiáticas, africanas, aquellos lejanos antepasados vivieron en la Atlántida, que fue
sumergido con las aguas del diluvio. En las leyendas germánicas sigue vivo el recuerdo de este
continente ahora sumergido que nos habla sobre el mito de los Nibelungos (desde la ciudad alemana
de Nibelheim es decir país de la niebla). La Atlántida no estaba rodeado por una atmósfera de aire
puro. Grandes y poderosas masas de niebla envolvían el continente, de forma similar a como hoy,
en la alta montaña está rodeada por las nubes y la niebla. El Sol y la Luna no aparecían en el cielo
claro, y estaban rodeados por el arco iris, iris sagrado. El hombre entonces todavía comprendía el
lenguaje de la naturaleza. ¿Aquello que habla al hombre en el rugido de las olas, el murmullo del
viento, en el susurro de las hojas, en el fragor de los truenos, pero que no son ahora comprendidos,
todo ello le era comprensible. Los hombres sentían en todas partes que algo que les hablaba. En el
lenguaje de las nubes, el agua, las hojas y el viento, resonaba una palabra para ellos: tao (que soy
yo). Los Atlantes la escuchaban y comprendían. El Tao impregnaba todo el mundo.
Por último, desde la parte superior del árbol de Navidad, nos saluda, vamos a decir, el pentagrama
que es todo lo que, como hombre, impregna el universo. No hay necesidad de hacer hincapié en el
significado oculto de este pentagrama. Sin embargo, podemos decir que se nos aparece como la
estrella de la humanidad, la humanidad en constante evolución. Es «la estrella que todos los sabios
siguen, como la seguían en el pasado remoto los sabios sacerdotes. Es el propio significado de la
Tierra, que nace en la noche santa de Navidad, cuando la suprema luz irradia desde la más profunda
oscuridad. El hombre se encuentra ahora en una condición en la cual debe generarse la luz en él, en
la cual una palabra significativa debe dar paso a otra palabra. Ya no tienes que decir ahora que la
oscuridad no incluye la luz, sino más bien, en el espacio universal, sonará como una verdad, estas
palabras: En presencia de la luz que se irradia desde la estrella de la humanidad, la oscuridad se
retrae y asume la luz. Estas palabras deben resonar en la celebración de la Navidad. Deben
resplandecer su luz espiritual. Vamos a celebrar la Navidad como la fiesta de los más altos ideales
de la humanidad, y despertemos en nuestra alma esta gozosa confianza: sí, yo también
experimentaré en mi mismo lo que llamamos el nacimiento del hombre superior, incluso en mí
tendrá lugar el nacimiento del Salvador, el nacimiento de Cristo.

También podría gustarte