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La Mañana Santa

Tuvo que ser de mañana,


por la incidencia de la luz,
por lo intacto del momento.

Momento de luz blanca dorada iluminando el valle,


en que un hombre llamado Jesús, hijo del hombre, nacido
de sangre sacerdotal y preparado por
las edades y los reinos, marcó sus huellas en el vado
del Jordán, sumergiéndose en el.

El Testigo de La Luz, su primo de sangre y precursor,


lo reconoció al instante, bastando que alzara sus manos húmedas
para que se conjuraran Los Cielos y en El Cáliz Humano
se consuma el descenso del Verbo Cósmico.

Fue metáfora de creación eterna


manifestada en la Tierra,
fue el Verbo Solar hecho carne en Jesús,
que comenzaba a habitar entre nosotros.

Miguel Martínez Carbajo


Día de Epifanía 2021

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