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Srimad-Bhagavatam

“El único camino que puede ayudar al hombre a conocer acerca de esa Verdad es la
Devoción al Señor. Él es la causa de todas las cosas y es el Refugio de todos los que
sufren. La Devoción, el Amor a Dios, hace que la mente se desapegue de los objetos del
mundo, y hace también que uno se dé cuenta de la verdadera naturaleza humana181
que no es diferente al Espíritu Supremo”.182
181 Jivatman.
182 Paramatman.

“Escuchar las historias del Señor, oír acerca de Él día y noche, ambos son remedios
seguros para todas las miserias llamadas ciclos de nacimientos y muertes. En la historia
de Puranyana, cuando abandonó su cuerpo mortal, él regresó como hija de Vidarbha, es
decir, en su siguiente nacimiento regresó como mujer. En este caso, fue afortunada
al nacer como hija de un buen hombre y casarse con Malayadhvaja de Pandya, que
también era un gran devoto de Narayana. Una hija y sietehijos nacieron de este
matrimonio”.
“La hija se llamaba Asha (deseo), pero, un deseo que en realidad era un anhelo de
escuchar constantemente las Historias de nuestro Señor. Siete hijos nacieron, como ya
dijimos, y estos hijos eran: Shravana, Kirtana, Smarana, Padasevana, Archana,
Vandana y
Dasya. La asociación con un devoto de Narayana hace que adoptes los siete caminos de
adoración a Dios. Cuando existe el deseo de escuchar las Historias de nuestro Señor,
entonces tú también conquistas los otros senderos por los cuales puedes adorarlo y
acercarte a Él. Tú comienzas siempre con Shravana, o sea, escuchando las Historias de
nuestro Señor. Después de ello, Kirtana, o sea, recitar estas Historias constantemente.
Smarana es el recuerdo de estas Historias repitiéndolas constantemente en tu mente.
Padasevana es Devoción al Señor, es rendirse totalmente a Sus pies. Archana es la
adoración a Él. Vandana es orarle constantemente y Dasya es tornarnos devotos de Él y
tan sólo de Él por Amor. Cuando un hombre se halla comprometido en todo esto, la
mente rompe la esclavitud del karma, y de manera rápida el Jivatma se da cuenta de su
verdadera naturaleza y se torna uno con Paramatma. O sea, es Puranyana tornándose
uno nuevamentecon su compañero y amigo Avijñata”.

82
LA LECCIÓN QUE APRENDIÓ PRAHLADA
Los ojos del niño Prahlada reflejaban a su mente pensativa. Los elevó entonces hacia su
padre y habló así con una voz calma y suave: “Padre, yo he aprendido nueve lecciones
importantes que, espero, me ayuden”.
“¿Y cuáles son ellas?”, preguntó amorosamente Hiranya.
“Ellas son”: dijo el niño, “Shravana (escuchar), Kirtana (cantar), Smarana (meditar),
Padasevana (servicio), Archana (alabanzas), Vandana (adoración), Dasya (amistad
profunda o sumisión), Sakyam (amistad) y Atmanivedana (sometimiento al Ser)”.
“¡Excelente, excelente!”, dijo Hiranya, “si tú empleas uno solo de
estos métodos para servirme, me complacerás completamente. Has aprendido muy bien
tu lección”

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