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ESTUDIO BÍBLICO

ÉXODO

ANGULO V. ALEJANDRO
Éxodo

ÉXODO
1 INTRODUCCIÓN
1.1 DE GÉNESIS A EXODO
En un sentido cronológico, el libro de Éxodo es la continuación del libro de Génesis; sin embargo, temáticamente ambos
libros tienen enfoques diferentes
❖ Tema de Génesis: el origen
En hebreo, el libro de Génesis se conoce como: Bereishit, que
literalmente significa: “en el principio”. Génesis es el libro de los
orígenes, tanto del ser humano en general (Cap 1-11), como del pueblo
de Dios en particular (Cap 12-50). Es el libro que nos habla de nuestra
identidad; y esto es importante, ya que si sabemos de dónde venimos,
sabremos quiénes somos y hacia dónde vamos.
La narrativa de Génesis termina con la muerte de Jacob y de José en
Egipto. Luego brincamos varios cientos de años de historia para entrar
al libro de Éxodo. En el transcurso de ese tiempo, los israelitas cayeron
en esclavitud en Egipto, y el libro de Éxodo retoma la historia en ese
punto.
❖ Tema de Éxodo: la Redención.
El tema general del libro de Éxodo es la Redención. Esto no sólo
contempla el fin de la esclavitud y la salida de Egipto, sino que la
Redención (en hebreo: Geulah) va más allá. Los israelitas no sólo
estaban exiliados físicamente de su Tierra sino también estaban
alejados de su propósito de vida. El “proceso de redención” también
incluye las lecciones del desierto, la aceptación de la Ley de Dios en el
Monte Sinaí, además de la construcción del Tabernáculo, donde se
manifestará la presencia de Dios en medio del pueblo. La Redención
completa abarca todo un proceso que está descrito a lo largo del libro
de Éxodo. El siguiente paso es la entrada a la Tierra Prometida (que es
el tema de los libros de Números y Josué).
Esto también aplica en el ámbito espiritual, ya que la Redención es un
proceso que comienza cuando creemos que Jesús murió por nosotros
como el Cordero de Dios y ése es el inicio de una transformación espiritual (Ef 4:22-24). Hablaremos más de esto a lo largo
de nuestro estudio de Éxodo.
1.2 TITULO
El libro de Éxodo en hebreo se conoce como: Shemot, que significa: Nombres. Tal como los otros libros de la Torá (es
decir, el Pentateuco, los cinco primeros libros de la Biblia), el título de este libro proviene de las primeras palabras que
aparecen en el primer capítulo (Ex 1:1). El otro título que recibía en hebreo estaba relacionado con el tema del libro: Sefer
Yetziat Mitzrayim, que literalmente se traduce: Libro de la Salida de Egipto. Este fue el título que usaron los traductores de
la Septuaginta (LXX, la traducción al griego del Antiguo Testamento), llamándolo en griego: Exodus Aigyptou. De este
nombre surgió el título en español: “Éxodo”, que literalmente significa: salida.
1.3 TEMAS DEL LIBRO
En el siguiente esquema dividimos los temas del Libro de Éxodo (por capítulo):

Éxodo Tema
1-4 Llamado de Moisés
5-11 Demostración del poder de Dios
12-14 Salida de Egipto
15-18 Camino en el desierto
19-24 Encuentro con Dios en el Monte Sinaí
25-31 Descripción del Tabernáculo
32-34 Pecado del Becerro de Oro y las Segundas Tablas
35-40 Construcción del Tabernáculo y la Presencia Divina

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Éxodo
1.4 HIJOS DE ISRAEL EN EGIPTO
Antes de entrar a estudiar el libro de Éxodo, debemos primero responder a una pregunta esencial: ¿Qué estaban haciendo
los Hijos de Israel en Egipto? ¿Acaso no deberían estar en la Tierra Prometida? A los patriarcas les costó tanto llegar al
punto de desligarse de su parentela, lo cual logró Jacob cuando se despidió de Labán.
Jacob creía que él ya no dejaría la Tierra Prometida. Pero cuando él se enteró que su hijo José aún vivía y estaba en Egipto,
es natural que Jacob tomara camino para verlo. Sin embargo, en el camino él se detuvo, ya que, siendo Jacob de edad
avanzada, existía el riesgo de no poder regresar.
Jacob se encontraba en un dilema: por un lado, el propósito de su vida estaba conectado con la tierra; por el otro lado, su
hijo José lo esperaba en Egipto. Sin duda alguna el corazón de Jacob estaba partido. Por eso Jacob buscó la dirección de
Dios cuando llegó a Beerseba, en el mismo lugar en que Abraham e Isaac habían invocado el Nombre de Dios (Gn 21:33,
26:23-25, 46:1)
Beerseba era el pueblo al extremo sur de la Tierra Prometida, en el camino que lleva a Egipto. En el pasado, Dios le había
dicho a Isaac que no descendiera a Egipto, y por eso él nunca dejó la Tierra Prometida. Seguramente Jacob se preguntaba
si Dios estaba de acuerdo con que él descendiera a Egipto. [Nótese que la Biblia siempre usa la palabra “descender” en
relación con Egipto, porque representa un descenso espiritual, siendo Egipto una figura del “mundo”].
¿Estaría Jacob quebrantando el pacto con Dios si salía de la Tierra Prometida? Ante este dilema, Jacob buscó a Dios. Lo
buscó, y lo halló. Dios le respondió a través de una visión nocturna (Gn 46:2-4)
Ahora Jacob ya contaba con el permiso explícito del Señor. Pero no sólo se trataba de un permiso temporal para visitar a
José, sino que Dios le reveló a Jacob que Él tenía planes para toda su familia de Israel en Egipto.
¿Cuál podría ser el propósito de ir a Egipto? Dios se le dijo a Jacob: “porque allí te haré una gran nación”. Hasta ese
momento, Jacob y sus hijos conformaban una familia, no una nación. El problema con quedarse en Canaán es que los hijos
de Jacob se habrían asimilado eventualmente con los pueblos cananeos casándose entre ellos (lo que ya se había hecho
evidente con Judá Gn 38:1-3). Pero Dios sabía que, si los llevaba a Egipto, allí no se asimilarían tan fácilmente, ya que los
egipcios miraban de menos a la gente dedicada a criar ganado, empresa que tenían los Hijos de Israel (Gn 46:31-34). Por
eso, José pidió al Faraón la tierra de Gosén para su familia, y allí vivieron separados de los egipcios. Con el tiempo, la familia
de Jacob se convirtió en un enorme pueblo (Dt 26:5, Gn 47:27)
Israel es una nación muy peculiar y única en la historia de la humanidad. Por lo general, las naciones se forman por gente
que viven y comparten un territorio en común; pero la historia de Israel es diferente: antes que ellos tuvieran tierra, los
israelitas ya habían formado una nación.
Dios prometió a un hombre sin hijos que le daría descendencia y tierra, y este hombre era Abraham. El Señor le dio la
descendencia prometida, quienes nacieron en la Tierra Prometida, pero se convirtieron en una nación en Egipto.
El Señor le advirtió a Abraham sobre el proceso que pasarían sus descendientes antes de recibir la Tierra Prometida como
herencia (Gn 15:13-14)
Dios obra en formas misteriosas, pero todo tiene un propósito. El Señor advirtió que los israelitas serían esclavizados en un
país extranjero (aunque ése no era su destino final). En Egipto, Israel se convirtió en una nación apartada y numerosa. Y en
el tiempo indicado (400 años después), la nación de Israel sería libertada para cumplir su propósito en la Tierra Prometida.
Y el libro de Éxodo narra esta transición de esclavitud hacia libertad.
2 LOS HIJOS DE ISRAEL EN EGIPTO (Ex 1:1-14)
El primer versículo del Libro de Éxodo es prácticamente igual a otro que se encuentra al final de Génesis, conectando así
los dos primeros libros de la Biblia (Gn 46:8, Ex1:1)
2.1 DE FAMILIA A NACIÓN
El libro de Éxodo continúa la historia de la familia de Jacob. Todos ellos habían ido a Egipto por una hambruna (Gn 42:1-5),
y luego se quedaron allí porque José era el gobernador de Egipto. Más importante aún, es el hecho que era el plan de Dios
que ellos se quedaran por un tiempo en Egipto, aunque no para siempre. Había un propósito divino para los Hijos de Israel:
formar una nación (Gn 46:3-4). Al final de Génesis vemos a una familia llegar a Egipto; pero al principio de Éxodo vemos
que esta familia llegó a convertirse en una nación los israelitas.
2.2 SETENTA DESCENDIENTES
El libro de Éxodo comienza haciendo mención de todos los hijos de Jacob por nombre (Ex 1:1-5). Los hijos de Jacob eran
doce, pero sumando a los hijos de los hijos eran un total de setenta descendientes. También en Génesis se hace mención
de todos los hijos de Jacob, al igual que los nietos (Gn 46:5-27), y al final se señala cuántos eran en total (Gn 46:26-27)
De ser una familia de 70 hombres (sin contar a mujeres y niños), los israelitas llegaron a convertirse en una nación de más
de 600 mil hombres (según el censo que Dios ordenó en el desierto cuando salieron de Egipto Nm 1:1-3,45-50). El número
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70 es significativo, ya que éste es el mismo número de las naciones del mundo según las fronteras establecidas por Dios
(no por el hombre) (Dt 32:8)
2.3 CAMBIO HISTÓRICO
Como mencionamos en la introducción, desde que los Hijos de Israel llegaron a Egipto, ellos se establecieron en el área de
Gosén, que era una tierra idónea para ganado y cultivo. Los israelitas se mantuvieron separados de los egipcios, no sólo
por decisión propia (tal como lo planeó José), sino que también por el rechazo de los egipcios a la gente que cuidaba ovejas
(Gn 46:31-34).
Mientras José vivió, a los israelitas les fue bien en la tierra de Egipto, pero cuando él murió, las cosas cambiaron (Ex 1:6-9)
¿A qué rey se refiere? La Biblia no indica cuál eran los nombres de los faraones en Egipto (ni
en el tiempo de José ni de Moisés), pero hay indicios históricos que apuntan a que el rey con
quien José trabajó era una dinastía extranjera conocida como los Hicsos. Éstos eran reyes
guerreros del Medio Oriente que conquistaron Egipto y la gobernaron durante más de 200 años
(1786-1570 a.C.). Esto explica por qué el rey de Egipto no tuvo objeción que José, siendo
extranjero, fuera gobernador de Egipto. También hay datos históricos que indican que durante
la dinastía de los Hicsos la mayoría de las tierras eran posesión del rey (excepto las propiedades
religiosas), lo cual coincide con lo descrito en la Biblia sobre el tiempo de José (Gn 47:13-26)
Eventualmente los hicsos fueron derrocados por miembros de una familia real egipcia. Según
datos históricos, se sabe que el rey Ahmose fundó el nuevo imperio egipcio; él estableció una
nueva dinastía, y llevó a Egipto a su época dorada, pero luego decayó y ya recuperó su gloria, lo cual también coincide con
la narrativa de Éxodo. Es muy probable que éste fue el faraón que la Biblia dice que “no conocía a José” (Ex 1:8-9), o tal
vez alguno de sus descendientes.
2.4 ISRAELITAS ESCLAVIZADOS
Ante ese cambio político, era natural que los nuevos regentes egipcios sospecharan de los israelitas, que estaban asentados
al norte de Egipto, y eran vistos como extranjeros, y como tales constituían una amenaza como lo fueron los hicsos. Para
controlarlos, la nueva dinastía egipcia sometió a los israelitas a esclavitud (Ex 1:10-11)
La Biblia no explica exactamente cómo los israelitas cayeron en esclavitud. Sin embargo, en la antigüedad las formas más
comunes de caer en esclavitud eran por deuda o por guerra. Tal vez el rey egipcio (faraón) les puso impuestos tan altos que
les fue imposible pagarlos, y así tuvieron que pagar con trabajo. O tal vez fueron obligados a trabajar como tributo de guerra.
De cualquier forma, sabemos que el nuevo rey egipcio sometió a los israelitas a una esclavitud extrema, cuyo objetivo era
acabar con ellos; pero lejos de destruirlos, los israelitas se fortalecieron más (Ex 1:12-14)
Un dato interesante de la tradición judía: Algunos comentaristas dicen que los egipcios pusieron a trabajar a los israelitas
para “amargar su vida”. Según ellos, los egipcios asignaron a esclavos israelitas a construir “ciudades de miseria”, las cuales
eran construidas sobre la arena, y tan pronto como las terminaban eran derribadas para luego ser reconstruidas. Esta era
una “labor sin propósito”, cuyo fin era desmoralizar a los esclavos.
3 PLAN DE EXTERMINIO Y ESCLAVITUD ESPIRITUAL (Ex 1:15-22)
3.1 PLAN DE EXTERMINIO
El Faraón no se conformó con explotar y esclavizar a los israelitas. En el fondo lo que él quería era exterminarlos. Dado que
el trabajo duro no acabó con ellos, entonces se ingenió otra forma de deshacerse de ellos (Ex 1:15-16)
Este plan tenía como efecto acabar con la siguiente generación de los Hijos de Israel precisamente
desde su inicio. Los varones, que llevaban el nombre del padre, debían morir; y las mujeres que dejaban
vivas eventualmente se tendrían que casar con egipcios, y así acabaría la herencia israelita. Ése era el
“plan de exterminio” ideado por el faraón en contra de los Hijos de Israel. Pero Dios protegió a su Pueblo
tocando el corazón de los agentes del plan de exterminio: las parteras (Ex 1:17)
Las parteras corrieron el riesgo de enojar al faraón, pero ellas tuvieron más temor de Dios que del
hombre. Por ello, el Señor las recompensó (Ex 1:18-21)
La traducción en español dice que la recompensa de las parteras fue que Dios “prosperó a sus familias”,
pero en hebreo dice literalmente que “les hizo casas”. Los rabinos interpretan esto no como casas materiales, sino en
referencia a levantarles linaje entre el pueblo de Dios. La misma expresión se encuentra (en hebreo) en la promesa que Dios
le hizo a David de “edificarle casa”, levantándole un descendiente que sería rey (2 S 7:11-12)
3.2 PLAN B
El “plan de exterminio” a través de las parteras no funcionó, así que el faraón se dio a la tarea de idear otro plan más abierto
(Ex 1:22). El Plan A era en cierta forma escondido, bajo la sombra de la sala de partos; en contraste, el Plan B es
completamente abierto y descarado, con la participación de todos.
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3.3 PLANES SEMEJANTES
Este plan malvado del faraón nos trae a memoria otros eventos históricos semejantes:
❖ El plan de Herodes para matar a los bebés nacidos en Belén, en tiempos del nacimiento del Mesías (Mt 2:16)
❖ El Holocausto: el plan de Hitler para exterminar a los judíos en la II Guerra Mundial.
En el primer capítulo de Éxodo vemos la condición de esclavitud a la que está sometido en pueblo de Dios en Egipto, al igual
que el riesgo de ser exterminados.
3.4 ESCLAVITUD ESPIRITUAL
La historia del Éxodo también tiene una aplicación espiritual, y comenzamos a ver los paralelos desde este primer capítulo,
cuya temática es la esclavitud del pueblo de Dios en Egipto.
No tenemos que “adivinar” cuál es el simbolismo de la esclavitud y su aplicación espiritual porque Jesús lo explicó con
claridad. La gente argumentaba que ellos eran libres, pero Jesús les enseñó sobre la esclavitud espiritual (Jn 8:33-34)
También Pablo habla sobre la esclavitud espiritual en su carta a los Romanos (Ro 6:16-18). El libro de Éxodo nos llevará a
través de este proceso de ser librados de la esclavitud hasta llegar a ser libres para servir a Dios en justicia.
4 NACIMIENTO DE MOISÉS (Ex 2:1-10)
En el capítulo uno de Éxodo vimos la situación general del pueblo de Dios en Egipto, pero la perspectiva cambia en el
capítulo dos, enfocándose en la historia de una familia en particular (Ex 2:1-2)
La palabra que describe al bebé es traducida al español como “hermoso”, pero en hebreo es: Tov, que literalmente significa:
bueno. Los comentaristas judíos explican que sus padres vieron en su hijo algo especial; es decir, supieron que él traía un
propósito divino. En su discurso, Esteban afirma que Dios mostró favor a este niño a quien llamarán: Moisés (Hch 7:20). En
la carta a los hebreos, señala que por eso sus padres se atrevieron a esconderlo en lugar de entregarlo (Heb 11:23)
¿Por qué esta pareja de levitas tuvo que esconder a su bebé? Ellos ya tenían dos hijos: Aarón y Miriam. Pero escondieron
al bebé porque el rey de Egipto mandó a matar a todos los varones nacidos de los israelitas, ordenando que fueran lanzados
al río tan pronto nacieran (Ex 1:22). ¿Qué justificación podría tener el rey de Egipto para hacer algo tan salvaje, y convencer
al pueblo que lo aceptara? La explicación puede estar en su religión: los egipcios consideraban el río Nilo como un dios (Ez
29:3), por lo tanto, es probable que el faraón haya dicho que dicho dios demandaba la muerte de los bebés hebreos.
4.1 LLEVADO AL RÍO
Los padres de Moisés lograron guardar su vida durante los primeros tres meses, pero cuando ya era imposible esconderlo,
tuvieron que tomar una decisión drástica. Lo llevaron al río, pero en lugar de lanzarlo se despidieron de él de otra forma (Ex
2:3)
La palabra que se traduce al español como “arquilla o cesta”, en hebreo es: Teba.
La primera vez que se usa esta palabra en la Biblia es en referencia al “arca” de Noé. Para reforzar la conexión temática,
también acá se señala que la arquilla fue “calafateada con brea”, igual que hicieron con el Arca de Noé (Gen. 6:14), para
evitar que el agua penetrara. La Teba o arca se caracteriza por no tener remos, ni timón, ni vela, quedando así a la merced
de las corrientes en otras palabras, está a la merced de Dios. En ese sentido, la madre entregó a su bebé en las manos del
Señor.
Aunque la arquilla estuviera protegida contra el agua, también existía el peligro de los cocodrilos, que abundan en las aguas
del Nilo. ¿Qué sucedió, entonces, con el bebé en la arquilla? En los siguientes versículos leemos que, habiendo sido dejada
a la deriva, la arquilla flotó al lugar que menos se hubiera pensado o deseado (Ex 2:4-6)
Irónicamente, Dios llevó al bebé a las manos del enemigo, el último lugar donde hubiéramos pensado que estaría a salvo.
En teoría, la casa del Faraón era el lugar más peligroso para un bebé hebreo, por el decreto del rey; pero Dios sabe lo que
hace, y precisamente allí fue donde recibió protección y cuidado (Ex 2:7-9)
No sólo la hija del faraón salvó al niño, sino que también lo puso en brazos de la propia madre para que lo cuidara y hasta
le pagaron por hacerlo. El milagro definitivamente tenía el sello de Dios.
Pero llegó el día en que el niño debía ser llevado al palacio real. Y aún eso Dios lo permitió porque tenía un propósito para
este varón levita (Ex 2:10). El nombre Moisés (en hebreo Moshe) significa: sacado.
La hija de Faraón le puso este nombre porque él fue “sacado del agua”; pero el nombre también resultó ser profético, ya que
Dios había escogido a este hombre para “sacar” a los israelitas de Egipto. Mientras el Faraón estaba planeando el exterminio
de los Hijos de Israel, Dios estaban preparando su liberación y redención.

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5 CORAZÓN HEBREO (Ex 2:11-24)
En el primer capítulo vimos que Moisés creció en la casa del Faraón, educado como un egipcio de la realeza. Así lo explicó
Esteban en su famoso discurso (Hch 7:21-22). En la casa real, Moisés estableció los contactos y aprendió lo que iba a
necesitar para cumplir la misión que Dios le iba a encomendar.
Esteban explica que al cumplir Moisés sus cuarenta años de edad, se le despertó el deseo de conocer sus raíces (Hch
7:23). El libro de hebreos nos revela que Moisés no hizo una visita pasajera a los israelitas, sino que probablemente decidió
vivir entre ellos por un tiempo (Heb 11:24-26)
5.1 CORAZÓN JUSTICIERO
En su visita a los israelitas, Moisés se dio cuenta de la opresión a la que estaban sometidos (Ex 2:11). Moisés tenía un
profundo sentido de justicia, y le molestó en sumo grado el maltrato al que sometían a los hebreos; sobre todo, se indignó
cuando vio a un egipcio golpear a un israelita sin misericordia. Impulsivamente, Moisés decidió tomar la justicia en sus
propias manos (Ex 2:12)
Moisés miró a su alrededor porque sabía que lo que iba a hacer no era correcto. La acción de Moisés no era justicia, sino
un acto de venganza. Sabemos que la “venganza a manos propias” no es justicia, ya que la retribución debe venir de las
autoridades, y no de cualquier hombre. La Biblia es clara al enseñar que la venganza es de Dios, y no debe hacerse a manos
propias (Ro 12:19, Dt 32:35, Heb 10:30).
En su discurso, Esteban también menciona el “acto justiciero” de Moisés, y hace referencia a lo que estaba en la mente de
Moisés (Hch 7:24-25)
Aparentemente, Moisés ya tenía en su corazón la idea de ser el libertador de Israel; sin embargo, el pueblo no estaba
preparado para reconocerlo como tal. Lejos de agradecerle que eliminara a un enemigo, le reclamaron (Ex 2:13-14)
El único testigo de lo que Moisés había hecho fue el israelita a quien libró del abuso. Pero lejos de mostrar agradecimiento,
el esclavo divulgó la noticia del asesinato. Y la noticia llegó al rey (Ex 2:15)
En lugar de ser “libertador”, Moisés terminó siendo un fugitivo, prófugo de la ley. Seguramente Dios le había puesto en su
corazón el deseo de ser procurador de justicia y libertador de su pueblo, pero Moisés todavía tenía muchas cosas que
aprender antes que Dios le encomendara tan grande tarea. Aunque huyó, Moisés no perdió su fe (Heb 11:27)
5.2 OTRA VEZ JUSTICIERO
No hay duda que Moisés era un justiciero, ya que volvió a mostrar esta inclinación en el desierto. En esta ocasión, su acto
de justicia le abrió puertas (Ex 2:16-20)
Moisés no sólo fue invitado a comer, sino que eventualmente fue adoptado como parte de esta familia. Allí formó su propia
familia (Ex 2:21-22)
Tal vez Moisés llegó a pensar que él viviría tranquilamente en Madián por el resto de su vida, pues allí vivió los próximos
cuarenta años de su vida. Pero como veremos en el resto del libro, Dios no se había olvidado de los propósitos que tenía
para él. Su estadía en Madián era sólo una etapa de entrenamiento, pues allí aprendió a tener paciencia, humildad y a cuidar
ovejas, virtudes que le serán muy útiles después pero su misión más importante estaba aún por venir
5.3 SUBE EL CLAMOR
Mientras Moisés aprendía sus lecciones en el desierto, los israelitas también aprendían lo suyo en Egipto.
Entre los israelitas se levantó una ola de esperanza cuando supieron que el faraón que los esclavizó había muerto. Tenías
la ilusión que las cosas cambiarían con el nuevo rey…pero no fue así. La opresión siguió, y allí fue cuando clamaron a Dios
(Ex 2:23)
A veces Dios permite que lleguemos al punto de clamar por su ayuda antes de intervenir. Lo hace para que estemos
conscientes de Su mano, Su poder y Sus milagros de lo contrario, lo atribuiríamos a “la suerte o el destino”, o aún creeríamos
que “lo merecemos” (Ex 2:24)
¿Acaso Dios se había olvidado de los Hijos de Israel?
No fue que Dios se hubiera olvidado de Su Pueblo y de las promesas que les hizo a los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob);
más bien, quienes necesitaban un recordatorio eran los Hijos de Israel. Ellos necesitaban recordar el Pacto que Dios hizo
con sus padres, porque esa era la única esperanza que les quedaba
La naturaleza del ser humano es olvidarse de Dios cuando todo va bien. No es sino hasta que las cosas se ponen difíciles
(o imposibles) cuando las personas vuelven su rostro a Dios.

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La esclavitud de los israelitas no fue un “descuido” de Dios. Más bien, era parte del plan. Dios llevó a los Hijos de Israel a
Egipto para formar de esa familia una gran nación (Gn 46:2-3). Ellos pudieron haber regresado a la Tierra Prometida cuando
acabó el hambre, pero se quedaron muy cómodos en la tierra de Egipto.
En el tiempo de Dios, el Señor permitió que el fuego de la esclavitud incomodara a los israelitas, para prepararlos para salir
de Egipto. En Deuteronomio, se describe a Egipto como un horno de aflicción (Dt 4:20)
En varias instancias, la Biblia usa la figura del horno para describir las pruebas de la vida (Mal 3:2-3, Sal 66:10, Pr 17:3, 1
Co 3:1-15, 1 P 4:12-19, 1:6-7). Es una metáfora muy significativa, ya que el horno sirve para purificar lo que es valioso (oro
y plata), quemando en el proceso las impurezas (paja y escoria); de la misma manera, Dios permite que pasemos por
aflicciones para que a través de esas pruebas aprendamos lo que es realmente de valor y salga en evidencia lo que es vano.
Jehová llevó a Su Pueblo a un punto en que ellos se dieron cuenta que necesitaban del Señor, y por eso clamaron a Él, y
Dios respondió.
6 LA ZARZA ARDIENTE (Ex 3:1-10)
Si Dios escogió a Moisés para liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto, ¿por qué permitió que se fuera al exilio en
Madián? Algunas claves las encontramos en el primer versículo del capítulo tres (Ex 3:1)
Moisés ya tenía el conocimiento del mundo egipcio, los contactos en el palacio real y experiencia en liderazgo, pero para
guiar al pueblo a través del desierto necesitaba aprender algo más: ser pastor.
Es probable que Moisés llegó a creer que terminaría sus días en Madián, en el lugar donde encontró esposa y tuvo hijos.
Pero Madián no era el destino final de Moisés; más bien, esos cuarenta años en fueron una etapa de entrenamiento en la
cual Moisés aprendió a ser pastor. La experiencia de cuidar ovejas en el desierto le ayudó también a convertirse en el pastor
del pueblo de Israel en su camino a través del desierto hacia la Tierra Prometida (Sal 77:20; Is 63:11-14).
6.1 MADIAN
Los madianitas era un pueblo nómada que habitaba en el desierto entre lo que hoy es el sur de Jordania y el noroeste de
Arabia. Este pueblo fue formado por Madián, uno de los hijos que Abraham tuvo con Cetura, luego de la muerte de Sara (Gn
25:1-6).
La Biblia dice que Jetro, el suegro de Moisés, era el sacerdote de Madián (Ex 3:1). No se menciona cuál era exactamente
“su fe o religión”, pero es probable que él creyera en el Dios de Abraham (por ser descendiente del patriarca). Si Jetro creía
en Jehová, entonces Moisés también llegó a Madián a aprender sobre el Dios de Israel (ya que no estaba familiarizado con
Él por haber sido educado entre los egipcios).
EN EL MONTE HOREB
En este capítulo vemos el primer encuentro registrado entre Moisés y Dios. El lugar de este encuentro fue el Monte
Horeb (Ex 3:1), también conocido como “Monte Sinaí” (y en ese mismo lugar se llevará a cabo también el primer encuentro
entre Dios y todo el Pueblo Israel, poco tiempo después (Ex 19-20).
Tal vez Moisés había pasado por el Monte Horeb muchas veces con su rebaño, pero en ese día pasó algo muy especial (Ex
3:2)
El Señor usó un evento sobrenatural para llamar la atención de Moisés, despertando su curiosidad (Ex 3:3)
La frase “iré yo ahora”, es traducida del verbo en hebreo: Sur, que también significa: hacerse a un lado. Moisés tuvo que
salirse de su camino para ver lo que estaba pasando. Un comentario judío dice que, dada la voluntad y el esfuerzo de Moisés
por investigar, Dios declaró que él era digno de revelarse ante él (Midrash Tanchuma). Esto deja una gran lección: ¿Qué
hace uno cuando algo fuera de lo normal sucede? Tal vez algunos lo ignoran y siguen su camino. Otros se detienen y se
preguntan ¿qué es eso? ¿Por qué, para qué? Cuando uno busca, halla; cuando uno pregunta, encuentra la respuesta.
Moisés preguntó, y encontró la revelación de Dios. Moisés estuvo dispuesto a salirse de “su camino”, y soltando sus propios
planes encontró el verdadero propósito de su vida.
La Biblia señala que cuando Moisés se acercó, fue allí cuando el Señor se le reveló (Ex 3:4). Dios llamó a Moisés por
nombre, haciéndole saber que el Señor lo conoce. Más adelante, Dios también se va a presentar por nombre. Pero antes
de identificarse, el Señor le da una instrucción (Ex 3:5). Moisés ya había pasado muchas veces por ese lugar, y en términos
normales ése era un sitio común y corriente. Lo que era especial no era el lugar en sí, sino fue la Presencia de Dios quien
santificó el lugar.
¿Por qué Dios le pidió a Moisés que se quitara su calzado? Hay varias interpretaciones. Pero veamos que propósito tiene el
calzado: Éste sirve para proteger los pies del contacto con la tierra, polvo, lodo, piedras, etc. En el encuentro, Dios le pidió
a Moisés que se quitara esta protección porque quería que tuviera los pies en la tierra, en todos los sentidos. Los zapatos
representan el “caminar propio”, y en esta ocasión Dios le pidió a Moisés, en cierta forma, que dejara atrás sus propios
planes para asumir el rol que Dios estaba por encargarle.

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[Nota: Alguien que también recibió la instrucción de quitarse el calzado en presencia del Señor fue Josué, justo antes de
comenzar la conquista de la Tierra Prometida Jos 5:15].
6.2 REVELACIÓN DIVINA
Habiéndose quitado su calzado, Moisés ya estaba preparado para recibir la revelación de Dios (Ex 3:6)
Al presentarse como el Dios de los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob, el Señor estaba trayendo a memoria el pacto Dios
había hecho con ellos: que a su descendencia daría la Tierra Prometida (Gn 12:7, 13:15, 17:8, 26:4, 28:4, 28:13-14, 35:12).
Ya era el tiempo para cumplir la promesa, pero el pueblo no estaba libre, sino que estaban atrapados en la esclavitud en
Egipto. Sin embargo, eso no iba a ser impedimento para cumplir el propósito divino.
6.3 OYÓ EL CLAMOR
En ese momento, el pueblo estaba agobiado por la esclavitud, y comenzaron a clamar a Dios para ser liberados (Ex 3:7).
Cuando uno clama a Dios, Él siempre responde. Sin embargo, Él no siempre responde cómo y cuándo queremos. ¿Qué
estaban pidiendo los israelitas? En realidad, ellos no estaban pidiendo salir de Egipto; más bien, lo único que pedían es que
su carga fuera alivianada. Por supuesto, Dios escuchó el clamor de Su Pueblo, pero su respuesta iba más allá de lo que
ellos habían pedido. El Señor no sólo librarlos de “las cargas pesadas”, sino que quería sacarlos de Egipto y llevarlos a una
mejor vida (Ex 3:8)
Los israelitas no pertenecían a Egipto, sino que estaban destinados para la Tierra Prometida. Pero Dios permitió que Su
pueblo cayera en esclavitud para que desearan salir de Egipto; de lo contrario, tal vez se hubieran quedado allí muy cómodos
(Ex 3:9)
6.4 MISIÓN
Habiéndole expresado su intención de redimir al pueblo Israel, Dios le reveló a Moisés la estrategia para lograrlo, y el rol
que él jugaría (Ex 3:10). Moisés era el indicado para realizar esta misión, ya que estaba familiarizado con el palacio en
Egipto. Ningún otro israelita hubiera tenido acceso al rey. Y después de cuarenta años de cuidar ovejas, Moisés ya estaba
preparado para guiar al pueblo de Dios.
7 PREGUNTAS DE MOISÉS (Ex 3:11-22)
Antes de aceptar la misión para liberar al pueblo de Israel, Moisés le hizo varias preguntas a Dios:
❖ ¿Quién soy yo para ir a Faraón? (Ex 3:11-12)
❖ ¿Qué les voy a decir a los Hijos de Israel? (Ex 3:13-22)
❖ ¿Cómo van a creerme? (Ex 4: 1- 9)
❖ ¿Cómo puedo yo? (Ex 4:10-17)
7.1 PASOS DE LA MISIÓN
Dios le indicó a Moisés cuál sería la estrategia y los pasos que debía dar para sacar a Su Pueblo de Egipto:
❖ Reunión con los ancianos de Israel
❖ Reunión con el rey de Egipto
❖ Vendrá oposición
❖ Dios hará señales
❖ Salida de Egipto
7.1.1 Reunión con los ancianos de Israel
La primera reunión que Moisés debía tener era con los líderes del Pueblo de Israel (Ex 3:16-17). Moisés les iba a revelar el
plan completo, que incluía no sólo librarlos de la esclavitud sino llevarlos a la Tierra Prometida, cumpliendo así el Pacto que
había hecho con los patriarcas. Luego de informar a los líderes, éstos debían encargarse de transmitir el mensaje a todo el
pueblo.
7.1.2 Reunión con el rey de Egipto
Para cualquier israelita, hubiera sido prácticamente imposible obtener una audiencia con el rey de Egipto; pero Moisés tenía
acceso por haber sido criado en el palacio del Faraón (Ex 3:18). Al faraón no se le iba a informar sobre todo el plan, sino
sólo la primera parte.
7.1.3 Vendrá oposición
Para que no se sorprendan, Dios les advierte que enfrentarán oposición en el proceso de la liberación (Ex 3:19). El pueblo
de Israel no va a ser liberado “por la bondad del faraón”, pues él se opondrá; más bien, será por la mano de Dios. Como
veremos más adelante, esa oposición tenía un propósito.
7.1.4 Dios hará señales

A. Angulo V. 7
Éxodo
Dios mostrará su poder a través de señales (Ex 3:20). Como veremos más adelante, parte de estas señales serán las plagas
que probarán el poder de Dios sobre todas las cosas.
7.1.5 Salida de Egipto
Finalmente, los egipcios reconocerán el poder del Dios de Israel, y dejarán ir a Su Pueblo. Los israelitas no saldrán huyendo,
sino con la autorización de los egipcios, y aún con recompensa (Ex 3:21-22)
Era importante que tanto Moisés como el pueblo supieran que la liberación iba a ser un proceso que tomaría tiempo, pero al
final se va a hacer la voluntad de Dios.
8 OTRAS PREGUNTAS DE MOISÉS (Ex 4:1-19)
En este capítulo seguimos con las preguntas que Moisés le hizo al Señor en el Monte Horeb ante la zarza ardiente:
8.1 ¿CÓMO VAN A CREERME? (Ex 4:1- 9)
Moisés tenía duda si los israelitas lo iban a recibir. Por eso le preguntó al Señor lo siguiente (Ex 4:1)
La duda de Moisés es muy natural. ¿Cómo podían los israelitas confiar en su palabra si no lo conocían bien? Y los que lo
conocieron cuarenta años atrás, lo conocían como un príncipe egipcio. Era difícil que creyeran que Moisés era un enviado
del Dios de Israel. Pero Dios tenía la solución para disipar las dudas: unas señales divinas. Dios le mostró a Moisés tres
señales que él podría mostrar ante pueblo para que creyeran que él traía palabra de Dios:
❖ Señal-1
Para la primera señal, Dios usó algo que Moisés tenía a la mano. Para aumentar el impacto de esta señal, Dios le mostró
cómo revertir el milagro. Si una persona va a tomar una culebra con la mano, lo lógico es que la agarre por la cabeza, para
evitar que lo pique. Pero el Señor instruyó a Moisés que la tomara por la cola como una prueba de fe y para que el milagro
fuera doble. El propósito de esta señal era convencer a muchos que él era un enviado de Dios (Ex 4:2-5)
❖ Señal-2
El Señor previó que no todos iban a creer con el primer milagro, así que le mostró un segundo (Ex 4:6-8)
❖ Señal-3
Dios hizo referencia a una tercera señal que Moisés podría realizar, en caso de que todavía dudaran de él (Ex 4:9)
Esta señal se convertirá luego en la primera plaga que servirá de testimonio no sólo a los hebreos sino también a los egipcios.
Su simbolismo es muy significativo, ya que para los hebreos el río Nilo estaba vinculado al derramamiento de sangre hebrea,
ya que en ese río lanzaron a los bebés de los israelitas cuarenta años atrás (en el año en que Moisés nació, y fue salvado
milagrosamente Ex 1:22 & Cap 2).
8.2 ¿CÓMO PODRÉ YO? (Ex. 4:10-17)
Las señales ayudaron a Moisés a creer en el poder de Dios, pero Moisés todavía tenía dudas de su propia capacidad para
llevar a cabo la misión (Ex 4:10). Algunos interpretan esto diciendo que Moisés probablemente era tartamudo, o tenía algún
otro impedimento de habla. En hebreo literalmente dice: “pesado de boca y pesado de lengua” (heb. Kavad Peh v’Kavad
Lashon). Esto podría también interpretarse como alguien que torpe para comunicarse, sin tacto ni diplomacia. De cualquier
forma, que esto pueda ser interpretado, al final Dios no ve nada de esto como un impedimento (Ex 4:11-12)
Si Dios puede hacer que un asno hable (Nm 22:28), también puede dar las palabras indicadas a un hombre, o sanar a un
tartamudo. Cuando Dios nos encarga una misión, Él da la provisión para hacerlo. El Señor no se limita por las habilidades
humanas para cumplir sus propósitos, porque lo que nosotros nos falta, Él lo pone. De hecho, muchas veces el Señor prefiere
usar a personas no muy hábiles para que la gloria sea para Él (1 Co 1:27-29)
8.3 RESPUESTA DE MOISÉS
Ante la explicación del Señor, Moisés respondió lo siguiente (Ex 4:13). En hebreo literalmente dice: “envía en la mano del
que enviarás”. Es una frase difícil de traducir. Algunos comentaristas dicen que Moisés estaba pidiendo que alguien fuera
“de su mano”, acompañándole.
Ya sea que Moisés pidiera que alguien le acompañara o que otro fuera en su lugar, lo cierto es que el Señor se molestó, ya
que denotaba falta de fe por parte de Moisés (Ex 4:14)
El Señor se enojó con Moisés porque su pregunta denotaba falta de fe. La realidad es que Dios ya tenía todo preparado
para llevar a cabo su plan. Cuando el Señor nos llama a una misión, no siempre nos da todos los detalles de lo que
acontecerá; muchas cosas las revela en el camino. Pero ante la duda de Moisés, el Señor le explicó que Aarón lo iba a
acompañar, y él actuaría como su vocero, transmitiendo en público las palabras que Dios le hablara a Moisés en privado
(Ex 4:15-17).

A. Angulo V. 8
Éxodo
9 DE MADIÁN A EGIPTO (Ex 4:20-31)
9.1 SE DESPIDE DE JETRO
Después de la experiencia con la zarza ardiente, Moisés hizo de inmediato planes para irse a
Egipto (Ex 4:18)
Moisés había pasado la mitad de su vida en Madián, como parte de la familia de Jetro.
Seguramente fue difícil despedirse de ellos, pero también tenía la expectativa de encontrarse con
su propia familia en Egipto (Ex 4:20)
Ante la idea de regresar a Egipto, seguramente Moisés se preocupó pensando que su vida corría
peligro, ya que él huyó de allá porque el faraón quería su muerte. Pero el Señor lo tranquilizó (Ex
4:19)
En el camino hacia Egipto, Dios continuó hablándole a Moisés sobre lo que estaba por enfrentar (Ex 4:21)
Lo más lógico hubiera sido que Dios ablandara el corazón del rey de Egipto para que los dejara ir. No obstante, vemos todo
lo opuesto: Dios lo iba a endurecer. Como veremos en el proceso de las plagas, en todo esto hay un plan divino. Pero, ¿Qué
quiere decir “endurecer su corazón”? En hebreo literalmente dice: “hacer su corazón fuerte”. Lo que esto significa es que
Dios no “cambia” el corazón del faraón (como si estuviera manipulándolo); más bien, el Señor “fortalece” lo que ya está en
el corazón del rey. En el corazón del faraón ya existía un rechazo hacia los israelitas, y todo lo que Dios hace es reafirmar
ese sentimiento. A continuación, Dios le advierte a Moisés cuál será la consecuencia final de la dureza del corazón del faraón
(Ex 4:22-23)
9.2 AMENAZA EN EL CAMINO
En el camino a Egipto sucedió algo muy extraño a Moisés (Ex 4:24). ¿Cómo es posible que Dios llame a Moisés a una
misión, y en el camino lo busque para matarlo? A simple vista, no parece tener sentido. De cualquier manera, lo importante
es que en ese momento Séfora, esposa de Moisés, entendió el mensaje y actuó (Ex 4:25-26)
Aquí Séfora revela la razón por la que Moisés iba a morir: el hijo de Moisés no estaba circuncidado. Según la tradición judía,
el hijo primogénito de Moisés sí había sido circuncidado, pero que Séfora se había opuesto a que lo hiciera con el
segundo. Por eso, ella supo que hacer en ese momento.
¿Por qué era tan importante el tema de la circuncisión? Por una simple razón: Moisés iba a participar como líder de la
liberación del Pueblo de Israel, en mérito del Pacto que Dios hizo con los patriarcas. Y la señal de ese pacto era la circuncisión
(Gn 17:7-14).
9.3 ENCUENTRO CON AARON
Dios no sólo llamó a Moisés para esta misión, sino también a su hermano Aarón. Moisés y Aarón se encontraron en el Monte
Horeb, el mismo lugar donde Moisés tuvo la experiencia de la zarza (Ex 4:27-28)
El encuentro entre hermanos fue muy emotivo, tal como el Señor anunció (Ex 4:14). Podemos imaginar la emoción de Aarón
al saber que su hermano menor era el hombre elegido para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud y ahora lo acompañaría
por invitación de Dios. Aarón complementaba muy bien a Moisés; lo que a uno le faltaba, el otro lo tenía (Ex 4:15-17)
Moisés será el líder y quien recibe la revelación, y Aarón será el vocero. Y su primera encomiendo era reunirse con los
líderes de los israelitas (Ex 4:29-30) ¿Cuál fue la reacción del pueblo ante la promesa de liberación, y las señales que le
acompañaban? (Ex 4:31). Después de cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, había llegado el momento de la
liberación. Era un momento muy emocionante para el pueblo de Israel.
9.4 SEÑALES Y MILAGROS
A lo largo de la Biblia vemos que Dios usa señales y prodigios con un propósito: para que el pueblo crea en Él. Por eso Dios
le dio señales a Moisés, tal como la vara que se convierte en serpiente (Ex 4:5). Jesús también hizo muchos milagros y
señales para que creyeran en El (Jn 2:23, 20:30-31)
La palabra hebrea para “Señal” es: Ot, que también significa: enseña, evidencia, o bandera. Las señales o milagros son la
evidencia del poder de Dios; son como una bandera que se levanta en alto para que todos puedan verla, y así todos puedan
reconocer a quien pertenece. Las señales que Moisés hará en Egipto servirán de testimonio, tanto para israelitas como para
egipcios, para que todos crean que el Dios de Israel es real y que Él es Dios Todopoderoso.
10 ENCUENTRO CON EL FARAÓN (Ex 5)
En el capítulo cinco finalmente llegamos al momento en que Moisés se encuentra con el rey de Egipto. Recordemos que
ellos ya se conocían, pues crecieron juntos. Pero ya habían pasado cuarenta años, y Moisés llegó al palacio real no como
un egipcio sino como un hebreo y con una petición fuera de lo normal (Ex 5:1)

A. Angulo V. 9
Éxodo
La petición de Moisés no era a título personal, sino que habló en nombre de Jehová, Dios de Israel. Era una solicitud osada
ya que no le está pidiendo permiso, sino que está dando una orden de parte del Dios de Israel. Veamos cómo responde el
rey de Egipto a esto (Ex 5:2)
Moisés y Faraón reaccionaron de forma muy distinta cuando oyeron de Dios. Veamos el contraste:
❖ Moisés preguntó: “¿Quién soy yo?” (Ex 3:11).
Demostró humildad con respecto a Dios y la misión que le encomendó, reconociendo sus propias
limitaciones.
❖ Faraón preguntó: “¿Quién es Jehová?” (Ex. 5:2).
No sólo no reconoció al Dios de Israel, sino que manifestó su rechazo a atender su petición
Faraón hizo evidente su arrogancia y soberbia. En Egipto, el rey era considerado como un dios (Ez
29:2-3), por ello, él no iba a ceder fácilmente. Pero esta negativa no tomó por sorpresa a Moisés, ya
que el Señor le advirtió de antemano que el rey endurecería su corazón, y no los dejaría ir sino hasta después de realizar
señales y prodigios (Ex 4:21)
Dios le advirtió a Moisés que el faraón se opondría a la libertad de Israel, y no cedería sino hasta que su hijo primogénito
muriera (Ex 4:22-23) y ésa será la última plaga (Ex 11 y 12).
10.1 PROPÓSITO DE LAS SEÑALES
Las señales que Dios haría en Egipto, previo a la liberación de los israelitas, servirían un doble propósito:
❖ Para los egipcios: demostrarles que el Dios de Israel es más poderoso que todos los dioses de Egipto
❖ Para los israelitas: mostrarles que Jehová es el Dios verdadero, Todopoderoso y cumplidor de sus pactos
10.2 SITUACIÓN DE LOS ISRAELITAS
Desde una perspectiva natural, los israelitas no tenían otra opción que quedarse en Egipto. Aun cuando el Faraón les hubiera
dado permiso para salir, no hubieran podido sobrevivir el viaje a través del desierto. Sería muy difícil, si no imposible proveer
comida para más de dos millones de personas en el desierto. Y aun cuando llegaran a Canaán, sería muy difícil conquistar
esas naciones armadas, siendo los israelitas un pueblo esclavo que nunca fue entrenado para combatir. El plan de Israel
para salir de Egipto parecía un “plan suicida”. A menos que pasara un milagro, no tenían otra alternativa que permanecer
en Egipto.
De hecho, cuando los Hijos de Israel clamaron por la salvación de Dios, ellos no estaban pidiendo “salir de Egipto”, sino que
sólo pidieron que su carga fuera más liviana y que mejorarán las condiciones de vida (Ex 2:23). Pero el plan de Dios era
mayor que la petición de Israel; el Señor quería hacer una redención completa y transformarlos en una nación santa que
serviría de ejemplo y sería bendición para todo el mundo. El Plan de Dios no había cambiado desde que Él escogió a
Abraham para formar con él una nación dedicada al Señor (Gn 12:2-3).
10.3 SOLICITUD INSISTENTE
A pesar de la negativa del faraón, Moisés y Aarón insistieron ante el faraón (Ex 5:3). Ellos explicaron que la solicitud del
Dios de Israel no era una “opción”, sino una obligación que tendría consecuencias si no era atendida. Al principio Moisés
explicó que vendría mal sobre los israelitas si ellos no obedecían a Dios; pero luego veremos que la advertencia se volteará
en contra de los egipcios por negarse a someterse a la voluntad del Dios de Israel.
10.4 REACCIÓN DEL FARAÓN
La advertencia sobre un castigo divino no movió al Faraón. Más bien, lo hizo reflexionar en cómo le afectaría a Egipto la
ausencia de sus esclavos israelitas. Lejos de atender a la solicitud de los israelitas, decidió castigarlos por haberse atrevido
a formular dicha petición (Ex 5:4-9)
No sólo el corazón del faraón se endureció, sino también su mano, ya que puso más carga a los israelitas con el fin de
quebrantarlos (Ex 5:10-14). Les duplicaron su trabajo, haciéndoles responsables de recoger la paja además de hacer los
ladrillos; y todo esto sin disminuir la cuota diaria de producción. Los jefes de los esclavos israelitas apelaron por tal injusticia,
ya que todos sabían que esa era una meta imposible de cumplir, pero al faraón no le importó porque lo que él quería hacer
era quebrantar a los israelitas y desanimarlos de su solicitud (Ex 5:17-18)
Los israelitas estaban esperando que Dios les alivianara la carga del trabajo forzado; pero en lugar de ser quitada, se hizo
volvió más pesada. Ante esto, el pueblo no reaccionó bien (Ex 5:20-21)
Moisés esperaba la oposición del faraón, pues Dios se lo advirtió, pero lo que no esperaba era la reacción negativa de los
israelitas. Ante esto, él buscó al Señor (Ex 5:22-23). Moisés iba en una misión de Dios, pero tanto él como el pueblo se

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Éxodo
desanimaron cuando vieron la oposición. Tal vez ellos esperaban que la liberación fuera inmediata, pero Dios sabía que
tomaría un tiempo, ya que el Señor iba a trabajar en los corazones de los israelitas, así como de los egipcios.
11 MENSAJE PARA ISRAEL (Ex 6:1-13)
En el capítulo seis encontramos el mensaje que Dios tenía para el pueblo de Israel. Muchos se habían desanimado ante la
negativa del faraón a dejarlos ir. Debido a esa reacción del pueblo, Moisés se preocupó, y le preguntó al Señor lo siguiente
(Ex 5:22-23)
Esta fue la respuesta del Señor (Ex 6:1). Con estas palabras, el Señor le recuerda a Moisés algo que ya le había advertido
cuando le habló ante la zarza ardiente (Ex 3:19-20). ¿Qué quiere decir con mano fuerte? En el siguiente capítulo se define
lo que esta frase implicaría (Ex 7:3-4)
El poder de la mano de Jehová se hará evidente a través de señales, prodigios y juicios. Israel no saldrá “por las buenas”
de Egipto. Cuando ellos salgan, se hará evidente que ellos saldrán por el poder de Dios y no por el favor del faraón.
En la respuesta, Dios también quería dejar clara la razón de la liberación: para que Israel se convierta en el Pueblo elegido
de Dios, tal como lo prometió a los patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob). [Nótese que Dios firma con su Nombre, Jehová, al
principio, en medio y al final de esta respuesta.] (Ex 6:2-8)
La liberación no es sólo una respuesta al clamor por la dura servidumbre; más bien, el Señor reveló que la Redención está
vinculada al cumplimiento del pacto que hizo con los patriarcas. No se trata de ser librados de la esclavitud para que cada
uno haga lo que quiera, sino que Israel será libre para servir a Dios.
El Señor explica que los patriarcas recibieron el Pacto, pero no vieron las promesas cumplidas; pero ahora los descendientes
de Abraham serán testigos y beneficiarios del cumplimiento de la promesa. Ellos tendrán una experiencia vivencial
de Jehová (“yo seré el que seré”, Ex 3:13-15).
11.1 NO ESCUCHARON
Habiendo recibido esta profunda revelación, Moisés recuperó su fe y renovó su perspectiva de lo que Dios estaba haciendo
con su pueblo. Animado por ello, fue a trasmitir el mensaje a los israelitas. Lamentablemente, ellos no lo recibieron con tanto
entusiasmo (Ex 6:9)
El texto dice que “no escucharon” (heb. V’Lo Shamu). Esto no quiere decir que no oyeron las palabras, sino que no las
asimilaron ni atendieron. En hebreo se usa el verbo “Shama”, que implica no sólo oír sino también obedecer (Shema: oír
+ obedecer). En otras palabras, ellos oyeron, pero no creyeron, y por ello atendieron al mensaje de Dios.
Pero, ¿acaso no habían creído cuando vieron las señales (Ex 4:29-31, 4:29-31)
En este otro texto, la palabra que se traduce como “creyó” en hebreo no es “Shama” sino “Aman”, que significa: apoyar,
confirmar, ser fiel y firme. Está relacionada con la expresión: “Amén”. En esa ocasión, el pueblo dijo: “Amén” cuando vieron
las señales, pero cuando el Faraón se endureció, perdieron la fe.
11.2 EXPLICACIÓN DE EZEQUIEL
En el libro del profeta Ezequiel encontramos una explicación más detallada de lo que se describe en Ex 6:9, donde dice que
los israelitas en Egipto “no escucharon”, y lo vincula directamente a la desobediencia (Ez 20:5-11)
Las señales y juicios no serían sólo para “educar al faraón”, sino que también el pueblo de Israel debía aprender y rectificar.
Los israelitas debían reconocer a Jehová como su Dios, y como resultado tendrían que limpiarse de las malas costumbres
adquiridas en Egipto. Este es el mensaje que se recalca en Levítico (Lv 18:1-5)
Nótese que, tanto en el texto de Éxodo como en Levítico y Ezequiel, se hace énfasis en el nombre de Dios: Jehová. Vinculado
al reconocimiento de Dios, está la obediencia; si los israelitas reconocen que Jehová es su Dios, entonces deben
“escucharlo” (Shema = oír + obedecer).
11.3 ENVIADO DE NUEVO
Moisés se desanimó ante la dureza de los israelitas. Por eso, cuando Dios le volvió a pedir que hablara con el faraón, él dijo:
“si los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo, pues, me escuchará Faraón” (Ex 6:10-12).
El Señor no contempló el desánimo de Moisés ni su inseguridad. Más bien, siguió firme en su instrucción y lo empujó a
obedecer sin dudar (Ex 6:13). Dios no estaba “preguntando”, sino que estaba dando una orden. El Señor no sólo espera un
“Amén”, sino espera OBEDIENCIA (heb. Shama).
11.4 CORAZÓN DURO
No sólo el faraón tenía el corazón duro, sino también los israelitas habían endurecido su corazón como resultado del
sufrimiento y la falta de esperanza (Ex 6:9). La esclavitud endurece a las personas, y no les permite tener esperanza. Por lo
tanto, Dios les va a demostrar con hechos, y no sólo con palabras, lo que Él quería decir.
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11.5 GENEALOGÍA DE MOISÉS Y AARÓN (Ex 6:14-27)
A la mitad del capítulo seis hay un cambio de tema: se presenta una lista genealógica que parece fuera de lugar (Ex 6:14-
27)
11.6 GENEALOGÍA
En lugar de aparecer al inicio de la historia de Moisés, no es sino hasta el capítulo seis que aparece la genealogía de Moisés
y Aarón. Tal vez esto sea para que el énfasis no se ponga en estos levitas, sino en todo el pueblo de Israel y la historia de
su redención de la esclavitud.
Al principio se mencionan a Rubén y Simeón con sus hijos (Ex 6:14-15). Ellos eran los dos hijos mayores de Jacob. Pero
luego el énfasis se vuelca en la genealogía de la tribu de Leví, de la cual vienen Moisés y Aarón. Es importante conocer la
genealogía de Leví, porque más adelante el Señor elegirá a esta tribu completa para dedicarse al sacerdocio y al servicio
de Dios (Dt 10:8-9, Nm 8:14-16, 3:12-13).
Aquí la Biblia señala que Leví tuvo tres hijos: Gersón, Coat y Merari (Ex 6:16-19, 6:16). En este punto de la historia,
finalmente llegamos a conocer los nombres de los padres hebreos de Moisés, que antes sólo se les había mencionado como
levitas (Ex 2:1-2, 6:20). En el libro de Números se menciona que Jocabed era también de la tribu de Leví (Nm 26:59).
En esta lista también menciona otros nombres de personajes que tendrán relevancia en la historia de Israel:
❖ AARON (Ex 6:23)
❖ CORÉ (Ex 6:24)
❖ ELEAZAR (Ex 6:25)
De todos los levitas, las figuras más importantes eran Moisés y Aarón. Estos dos hermanos fueron elegidos por Dios para
ser los líderes de la liberación (Ex 6:26-27)
12 PROGRESO DEL FARAÓN (Ex 7:1-7)
La primera vez que Moisés se presentó ante el Faraón, le pidió que dejara ir a los israelitas para
adorar a Dios en el desierto. Y tal como el Señor lo había advertido, el rey se negó a dejarlos ir. La
petición de Moisés no era a título personal, sino en nombre de Dios (Ex 6:29)
Moisés no se sentía capacitado de convencer al Faraón (Ex 6:30), pero el Señor le explicó que él
había sido escogido para ser “el mensajero de Dios”. Moisés escucharía la voz de Dios, y se lo
comunicaría a Aarón, quien a su vez transmitiría el mensaje en público (Ex 7:1-2)
Lo curioso en todo el proceso de negociación con el Faraón es que en lugar de “ablandar el corazón”
del rey para que libere a los israelitas, más bien vemos que el corazón del Faraón se endureció.
Esto no fue una sorpresa para el Señor, ni un obstáculo; más bien, era parte del plan de Dios (Ex
7:3)
Dios no quería que los israelitas salieran de Egipto “por la bondad del rey”, sino
por la mano poderosa de Dios. Y para hacerlo evidente, el Señor tenía planeado
usar señales y juicios (Ex 7:4). El Plan de Dios no sólo era libertar a los israelitas,
sino que también en el proceso quería darles la oportunidad a los egipcios para
que conocieran al Señor (Ex 7:5)
12.1 EN FORMA PROGRESIVA
Las diferentes plagas llevarán a los egipcios a reconocer quién es Jehová, el Dios
de Israel. Y este reconocimiento les llegará en forma progresiva
Al principio, el rey de Egipto niega conocer al Dios de Israel (Ex 5:2). Pero
conforme van avanzando las plagas, Faraón comenzará a conocer quién es
Jehová (Ex 7:17). Luego irá reconociendo que Jehová tiene poder, aún sobre los dioses de Egipto (Ex 8:10, 18-19; 9:14).
Como veremos más adelante, los temas de muchas plagas están vinculados a los poderes que los egipcios les atribuían a
sus principales dioses. Al final, el rey llegará a admitir que no hay nadie como Jehová, Dios de Israel, y pedirá su bendición
(Ex 12:31-32).
Las plagas eran progresivas, de menor grado al mayor, de leves a graves. Dios obra así para dar oportunidad a la gente a
arrepentirse antes que venga el juicio final. De igual forma será en los tiempos finales; los juicios irán en incremento dando
la oportunidad para arrepentirse.

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Éxodo
13 PRIMERA SEÑAL Y PRIMERA PLAGA (Ex 7:8-25)
13.1 PRIMERA SEÑAL
Antes de comenzar las plagas, Dios manda una advertencia acompañada de una señal. Este es un patrón que se mira a lo
largo de toda la Biblia, ya que Dios nunca envía juicio sin antes hacer una advertencia (Am 3:6-7)
La primera señal que Dios hizo delante del Faraón es la que le enseñó a Moisés delante de la zarza ardiente. Esta señal fue
en respuesta a la demanda del rey, quien pidió una señal (Ex 7:8-10)
Un dato curioso es que en hebreo no se utiliza la palabra común para serpiente: Najash, sino que usa la palabra: Tannim,
que también se puede traducir como: monstruo marino, serpiente marina, dragón, chacal. Algunas versiones bíblicas lo
traducen como: cocodrilo. Esto nos lleva a pensar que esta señal puede estar vinculada con el dios cocodrilo, llamado Sobek,
que era considerado como el dios creador del mundo y del orden cósmico.
La transformación de la vara en una serpiente marina impresionó a todos, pero pronto el rey lo desestimó cuando vio que
los magos de Egipto también podían hacer lo mismo (Ex 7:11). Aun así, Dios no dejó pasar la oportunidad para mostrar su
poder y superioridad. A pesar de eso, el Faraón no cedió ante esta muestra de poder (Ex 7:12-13)
14 PLAGA: SANGRE (Ex 7:14-25)
Dado que el Faraón no creyó ante la señal de la vara, el Señor comenzó a mandar las plagas, una a una. La primera tocó el
río Nilo, que era la fuente de vida de todo Egipto (Ex 7:14-15)
Algunos comentaristas dicen que el Faraón iba todos los días muy temprano al río Nilo para hacer sus necesidades biológicas
(para ir al baño). Esto lo hacía a escondidas porque los egipcios consideraban que el rey era un dios, y como tal no tenía
necesidades como todo mortal. Moisés fue enviado a presentarse delante del Faraón en ese momento de vulnerabilidad.
El mensaje para el Faraón era el siguiente (Ex 7:16-18). Esta primera plaga tocó una de las principales deidades de
Egipto: Hapi, el dios del Nilo, vinculado a la fertilidad.
14.1 PROFECÍA DE EZEQUIEL
Una profecía muy interesante de Ezequiel habla en contra del Faraón, y se refiere a él como el “gran dragón” (en
hebreo: Tannim) (Ez 29:3). Esta profecía es sobre los últimos tiempos, cuando Dios castigará a Egipto por lo que hizo a
Israel.
14.2 EL AGUA SE CONVIERTE EN SANGRE
Regresando a la historia…vemos que la primera plaga tocó el río Nilo, lo más sagrado en
Egipto. Pero la plaga no sólo tocó el río sino toda fuente de agua (Ex 7:19-21)
Para los israelitas fue muy significativo ver el río Nilo teñido en sangre, porque muchos años
atrás el río se bañó de sangre hebrea cuando el Faraón mandó a matar a los bebés varones
de los israelitas (Ex 1:22). A pesar del milagro, el Faraón no se impresionó porque sus magos
hicieron un truco similar. Por lo tanto, el rey endureció su corazón (Ex 7:22-23)
15 PLAGAS DE RANAS Y PIOJOS (Ex 8:1-19)
15.1 PLAGA: RANAS (Ex 8:1-14)
Cuando terminó la plaga de la sangre, Moisés volvió a presentarse ante el Faraón, pero en esta ocasión fue al palacio real.
De nuevo le solicita que deje ir a los israelitas, y le advierte lo que sucederá si no lo hace (Ex 8:1-4)
Esta plaga también estaba vinculada a una de las principales divinidades de Egipto: Heket, diosa de la fertilidad, el
alumbramiento y la resurrección, cuya imagen tenía cuerpo de mujer y cabeza de rana. Dado que era la diosa de los
nacimientos, las sacerdotisas de Heket eran entrenadas como parteras. Ante esto, es probable que esta plaga también era
un juicio contra el Faraón por mandar a matar a los hijos de los israelitas usando a las parteras (Ex 1:15-21).
Como el Faraón no los dejó ir, el Señor mandó a sus profetas a actuar (Ex 8:5-6). Todo Egipto fue afectado por la invasión
de ranas. Pero el Faraón no se dejó impresionar tampoco por esta plaga ya que sus hechiceros repitieron el prodigio (Ex 8:7)
Irónicamente, los magos sólo pudieron multiplicar las ranas, pero no pudieron detenerlas ni eliminarlas. El número de ranas
era insoportable, y al final el Faraón tuvo que pedir la intervención de Moisés (Ex 8:8). Con esta petición, Faraón estaba
reconociendo que el Dios de Israel tenía poder como sus dioses. Sin embargo, Moisés quería que reconociera que “no hay
otro como Él”. Por lo tanto, pidió al rey que le indicara a qué hora precisa quería que la plaga acabara; de esta forma, se
haría evidente que Dios estaba en control de todo (Ex 8:9-11)
Efectivamente así sucedió (Ex 8:12-14). Faraón cedió por la desesperación de la plaga, pero cuando ésta desapareció, se
echó atrás en su promesa de dejarlos ir (Ex 8:15)

A. Angulo V. 13
Éxodo
La palabra que se traduce como “escuchó”, en hebreo es: Shema, que implica no sólo escuchar sino también obedecer (tal
como lo mencionamos en el capítulo anterior). Tal vez el rey creyó que se saldría con la suya, pero no sabía que éste era
sólo el inicio de las plagas, que irán empeorando cada vez más.
15.2 PLAGA: PIOJOS (Ex 8:16-19)
Para esta plaga ya no dieron advertencia al Faraón. Moisés y Aarón simplemente siguieron las instrucciones del Señor (Ex
8:16-17). Esta fue la primera plaga que los hechiceros no pudieron replicar (Ex 8:18-19). Se hizo evidente el poder superior
del Dios de Israel. Aun así, el rey siguió sin ceder.
15.3 COMENTARIO SOBRE LOS MAGOS
Pablo menciona a los hechiceros que imitaron las primeras señales de Moisés (2 Ti 3:8-9). Pablo compara la actitud de los
magos egipcios con aquellos que rechazarán a Dios en los últimos tiempos (2 Ti 3:1-5).
16 PLAGA DE MOSCAS (Ex 8:20-32)
La cuarta plaga abre la puerta a la segunda serie de tres plagas: Moscas, muerte del ganado y úlceras
16.1 PLAGA: MOSCAS (Ex 8:20-32)
Al igual que la primera plaga, Dios instruye a Moisés que se presente ante el Faraón cuando éste va al río, temprano en la
mañana. En ese momento, debe advertirle sobre la nueva plaga que llegará si no los deja ir (Ex 8:20-21)
Otro mensaje importante es que, a partir de esa plaga, Dios hará distinción entre los israelitas y los egipcios, para hacer
evidente que el Señor está en control de todo aún sobre la Tierra de Egipto (Ex 8:22-23)
La palabra que se traduce como “redención” en hebreo es: Pedut, que también puede traducirse como: distinción, división
y liberación. Es un juego de palabras en hebreo, ya que el plan de Dios es hacer una distinción entre israelitas y egipcios
con el objetivo final de liberar y redimir a Su Pueblo. “Pedut” también puede traducirse como: “rescate”, que es el pago para
una redención. Efectivamente, cuando cayó la plaga, ésta afectó sólo a los egipcios, y el Señor libró a Su Pueblo (Ex 8:24)
Esta plaga fue tan tormentosa que el Faraón cedió…pero sólo en parte, ya que puso una condición (Ex 8:25). Moisés estaba
pidiendo ir camino de tres días, lo cual los llevaría a la frontera, fuera de la jurisdicción egipcia. Pero el Faraón no aceptó
esa condición; él cedió a que los israelitas adoren a su dios, con la condición que hicieran el sacrificio cerca.
Pero Moisés no aceptó esas condiciones (Ex 8:26-27). Aparentemente, Moisés ya sabía que las ofrendas al Señor incluirían
ovejas, y para los egipcios era considerado abominable el sacrificio de ovejas y otros animales que ellos consideraban como
sagrados (tal como veremos en la próxima plaga). Uno de los principales dioses de Egipto era Khnum, que tenía cuerpo de
hombre y cabeza de cordero. Ellos creían que este dios había creado al hombre, y era también el responsable de mantener
el nivel del río Nilo. Por ende, sacrificar un cordero hubiera sido una ofensa para la religión egipcia. Por eso, Moisés dijo que
no aceptaría la condición del Faraón (Ex 8:27)
El Faraón aceptó a medias, diciendo “con tal que no vayáis más lejos” (Ex 8:28), pero comenzó a reconocer el poder de
Dios pidiendo que intercedieran por él. Daba la impresión que Faraón finalmente había cedido, y Moisés aceptó orar para
que se acabara la plaga (Ex 8:29-30). Jehová, Dios de Israel, guardó su palabra, pero el Faraón no lo hizo (Ex 8:31-32)
17 PLAGAS DEL GANADO Y ULCERAS (Ex 9:1-12)
17.1 PLAGA: PESTE DEL GANADO (Ex 9:1-7)
Dado que el Faraón no cumplió su palabra de dejar ir a los israelitas con la cuarta plaga, Dios envió de nuevo ante el Faraón
para advertirle de otra plaga (Ex 9:1-3)
De nuevo, el Señor hizo separación entre israelitas y egipcios (Ex 9:4)
Curiosamente, Dios no manda la plaga de inmediato, sino que advierte al Faraón que la plaga llegará al día siguiente. Esto
podría verse como una oportunidad que el Señor le daba al rey para arrepentirse y evitar el sufrimiento de su pueblo (Ex 9:5)
Lamentablemente el Faraón no se arrepintió, tal vez pensando que tenía tiempo para ofrecer sacrificios a sus dioses para
que los protegieran (al dios toro Apis, intercesor ante los dioses egipcios, y a Hator la diosa vaca del amor). Pero el Dios de
Israel probó ser más poderoso que esos dioses falsos (Ex 9:6)
A pesar del sufrimiento del pueblo egipcio, y de ver la salvación de los israelitas, el Faraón no cedió (Ex 9:7)
17.2 PLAGA: Úlceras (Ex 9:8-12)
Para la última plaga de la segunda serie, ya no hubo advertencia. Moisés sólo recibió las instrucciones de lo que debían
hacer (Ex 9:8-9). Cuando Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón, ya no dijeron nada sino sólo hicieron el acto
profético, y de inmediato cayó la plaga que afectó a los egipcios de una forma más personal (Ex 9:10-11)

A. Angulo V. 14
Éxodo
Hasta ahora hemos visto que Faraón endureció su corazón; pero a partir de esta plaga veremos que Dios también endurece
(lit. fortalece, heb. Jazak) el corazón del rey (Ex 9:12)
18 PLAGA DE GRANIZO (Ex 9:13-32)
18.1 PLAGA: GRANIZO Y FUEGO (Ex 9:13-35)
La séptima plaga da inicio al último set de juicios divinos sobre Egipto. De nuevo, Moisés se presenta ante el Faraón a
primera hora (Ex 9:13)
El mensaje de este nuevo set de plagas es para hacer evidente que no hay otro como Jehová (Ex 9:14-16). Las plagas
están llegando a tal dimensión que las noticias de éstas irán más allá de las fronteras de Egipto. Tanto los egipcios como
todos los vecinos oirán acerca de las maravillas que ha hecho el Dios de Israel (Ex 9:14-16, 11:9, 14:4).
Pero el orgullo del Faraón aún era muy grande, y no quiso ceder ante los israelitas. Por lo tanto, Moisés anunció la próxima
plaga (Ex 9:17-18). La Biblia cuenta que no se trataba de un granizo común y corriente, sino que era algo extraordinario (Ex
9:24). En esta plaga, el Señor les dio la oportunidad también a los egipcios de protegerse de los estragos de la plaga. Pero
para ello debían creer lo que el Dios de Israel había dicho (Ex 9:19-21)
Los que no creyeron en la advertencia de Moisés, se vieron afectados por la plaga (Ex 9:23,25). Por supuesto, también los
israelitas fueron protegidos de esta plaga (Ex 9:26). Tras la plaga, el Faraón dio otro paso de reconocimiento a Jehová, Dios
de Israel (Ex 9:27-28)
Aunque este reconocimiento parecía una victoria final para los israelitas, Moisés sabía que el rey no estaba genuinamente
arrepentido, y así se lo dijo (Ex 9:29-30). Efectivamente, cuando terminó la plaga, el Faraón no los dejó salir (Ex 9:33-35).
Aun así, la plaga de granizo tuvo su efecto, y las consecuencias se dejaron sentir aún después de terminada (Ex 9:31-32)
19 PLAGAS DE LANGOSTAS Y TINIEBLAS (EXODO 10)
19.1 PLAGA: LANGOSTAS (Ex 10:1-20)
Dado que el Faraón no dejó ir a los israelitas, el Señor le advierte a Moisés sobre la
próxima plaga. Pero en esta ocasión revela que el mensaje no es sólo para los egipcios
sino también para los israelitas (Ex 10:1-2)
Después de 400 años de esclavitud, muchos israelitas habían perdido su fe, y aún
habían adoptado las costumbres de Egipto. Por eso, también el pueblo de Israel
necesitaba conocer a Jehová, el Dios de sus padres y Dios verdadero.
Sabiendo cuál era el mensaje de la plaga, Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón
para advertirle de nuevo que si no los dejaba ir vendría otra plaga (Ex 10:3-6). Ante las
experiencias de las plagas anteriores, muchos egipcios ya habían aprendido la lección; por lo tanto, al oír la advertencia, los
siervos del Faraón le sugirieron ceder (Ex 10:7)
Realmente era un consejo sabio, y el Faraón lo sabía. Sin embargo, no estaba dispuesto a ceder por completo. El rey mostró
su voluntad de dejarlos ir, pero con una condición (Ex 10:8-11). El Faraón cedió a que los hombres fueran, pero no las
mujeres ni los niños. El rey quería que los israelitas tuvieran una razón por la cual regresar a Egipto. Pero ése no era el plan
de Dios, por lo tanto, se desató la octava plaga (Ex 10:12-17)
La plaga de langostas consumió toda la vegetación y la producción agrícola de ese momento, lo que no había sido destruido
por el granizo. La consecuencia de eso sería escasez de alimentos y hambruna.
Faraón se dio cuenta del error de no haber cedido ante el Dios de Israel, y lo admitió (Ex 10:16-17). Ante esta muestra de
arrepentimiento, la plaga fue quitada (Ex 10:18-20). Sin embargo, el arrepentimiento del faraón no era completo, ni había
llegado aún al punto necesario. Al verse aliviado, volvió a la necedad de su corazón (Ex 10:20)
Recordemos que la palabra que se traduce acá como “endureció” en hebreo es: Jazak, que literalmente significa: fortalecer.
Dios fortaleció lo que ya había en el corazón del Faraón.
19.2 PLAGA: TINIEBLAS (Ex 10:21-29)
Para la penúltima plaga no le fue dada advertencia al Faraón ni a los egipcios. Dios sólo instruyó a Moisés sobre lo que tenía
que hacer (Ex 10:21-23)
Esta plaga tocó a una de las principales deidades de los egipcios: Ra, el dios sol. Éste era considerado el rey de los dioses
en el panteón de los egipcios, y como tal era el patrón del Faraón. Según la mitología egipcia, el dios Ra moría cada día al
caer el sol. Durante toda la noche lucha contra Apep, dios de las tinieblas. Al final, Ra vencía y resucitaba, trayendo consigo
el amanecer sobre Egipto. Apep era un dios caótico e impredecible, por lo que todos los egipcios lo temían. Ante estas
creencias, podemos imaginar el pavor que provocó en los egipcios la plaga de las tinieblas, y el Faraón no fue la excepción;
por eso el rey de Egipto estuvo dispuesto a ceder ante Israel, pero todavía se atrevió a poner “una condición” (Ex 10:24)

A. Angulo V. 15
Éxodo
El Faraón todavía quería dejar un ancla a los israelitas para que regresaran a servirle en Egipto. Pero el Dios de Israel quería
que le sirvieran a él, y ya no más al Faraón. Por supuesto, Moisés no aceptó la condición del rey (Ex 10:25-29). De nuevo
Dios endureció el corazón del rey (Ex 10:27-29)
20 ANUNCIO DE LA ÚLTIMA PLAGA (Ex 11)
La última vez que Moisés se presentó ante el Faraón fue al final de la plaga de las tinieblas (Ex 10:27-29). Aún en ese
momento, el rey no cedió. Antes de salir del palacio, Moisés recibió la revelación sobre la última plaga
20.1 PLAGA: Muerte del primogénito
En el capítulo once leemos sobre la advertencia de la décima, que será la vencida (Ex 11:1). Moisés transmitió el mensaje
de Dios, y explicó en qué consistiría la plaga que llevaría al Faraón a soltar finalmente a los israelitas (Ex 11:4-6)
Las plagas anteriores habían traído pérdidas de las cuales Egipto podría recuperarse eventualmente; pero esta última plaga
amenazaba con pérdidas irreparables: la vida de los primogénitos. Todo hogar egipcio sería tocado y afectado. Ante la
experiencia de las plagas previas, uno pensaría que esta advertencia amedrentaría al Faraón. El rey todavía tenía tiempo
para arrepentirse. Lamentablemente su orgullo y soberbia ganaron, y prefirió tomarse el riesgo en lugar de someterse ante
el Dios de Israel.
El Faraón no quería soltar a sus esclavos, por lo tanto, Dios se los iba a arrebatar. Si el Faraón no soltaba a los hijos de Dios
(Israel), el Señor tomaría al hijo del Faraón (Ex 4:21-23). Esto mismo fue lo que Dios le advirtió a Moisés que pasaría, aún
antes de llegar a Egipto (Ex 4:21-23)
20.2 HARÁ DIFERENCIA
Al anunciar la décima plaga (la muerte del primogénito), Moisés señaló que de nuevo el Señor iba a hacer diferencia entre
los egipcios y los israelitas (Ex 11:7)
En esta declaración se usa una expresión muy extraña: “ni un perro moverá su lengua”, en otras palabras, ni siquiera los
perros van a ladrar cuando oigan a los miles de israelitas salir de Egipto. Ni siquiera los perros se van a oponer a su salida.
La Biblia dice que no sólo nadie se va a oponer a la salida de los israelitas de Egipto, sino que les rogaran que se vayan (Ex
11:8). Al final, iba a quedar claro que la libertad de Israel no se debió a “la bondad” del Faraón que los dejó libres, sino que
fue la mano poderosa de Jehová (Ex 11:9-10)
20.3 NO SALDRÁN CON MANOS VACÍAS
También desde ese día de la zarza ardiente, Dios anunció que los israelitas no saldrían de Egipto con manos vacías (Ex
3:19-22). Tal vez a los israelitas no les hubiera importado salir con las manos vacías con tal de ser libres; pero el Señor
quiso hacer justicia, y los israelitas recibieron la justa compensación por todos los años que trabajaron como esclavos para
el Faraón. Un detalle interesante es que los israelitas debían pedir estas dádivas a los egipcios (Ex 11:2-3)
El corazón abierto para darles estos bienes contrasta con el corazón duro para dejarlos ir. El Señor iba a dar la gracia, pero
los israelitas debían solicitarlo. Por otro lado, esta entrega de bienes no sólo era un acto de justicia laboral, sino que Dios ya
tenía contemplado que eso les serviría para la construcción del Tabernáculo en medio del desierto.
21 FIESTA DE LIBERACIÓN (Ex 12:1-14)
21.1 NUEVOS TIEMPOS
Lo que sucede en el capítulo 12 de Éxodo es tan transcendental en la historia de la Biblia que Dios decidió cambiar el orden
del calendario bíblico (Ex 12:1-2). La salida de Egipto marca un nuevo inicio para el pueblo de Dios; y para señalarlo el
Señor decidió que a partir de ese momento ese mes se considerará como el primer mes de calendario bíblico. En ese
momento estaban en el séptimo mes (Nisán), según el calendario original (“civil”).
En el calendario civil, el primer mes del año era al principio de otoño (sep./oct.), que en hebreo también se conoce
como: Tishri. Según la tradición, en el primer día de Tishri fue creado el hombre, y a partir de ese momento comenzó el
conteo del calendario. Ese primer día del año civil se conoce en hebreo como “Rosh Hashana” (lit. cabeza del año).
Bíblicamente, el calendario civil es el que se sigue desde Génesis 1 hasta Éxodo 11.
Sin embargo, vemos que a partir de Éxodo 12 cambia el orden del calendario bíblico, por orden divina. Jehová decidió que
Nisán será el primer mes del año, porque es un nuevo comienzo para el pueblo de Dios. Este nuevo inicio tiene que ver
con la Pascua; luego de instruir el cambio en el calendario el Señor da las instrucciones para celebrar la Pascua. En ese
momento en la historia de Israel, la Pascua representa para los israelitas el sacrificio que salvó la vida a sus primogénitos y
finalmente los libró de la esclavitud en Egipto. Sin embargo, más adelante en la Biblia va saliendo progresivamente la
revelación que las Fiestas bíblicas nos enseñan sobre el Plan de Redención de la humanidad. La Pascua es tan sólo la
primera de siete fiestas bíblicas de la redención. Lo que sucedió en la Pascua fue tan trascendente, que cambió la historia
del pueblo de Dios. Por eso Dios marcó esa fecha como un nuevo inicio. Veamos ahora las instrucciones que Dios dio con
respecto a esta fiesta

A. Angulo V. 16
Éxodo
21.2 FIESTA DE LIBERACIÓN
La liberación de los israelitas le costó a Egipto nueve plagas, y la décima fue la vencida. Dios anunció al Faraón que todo
primogénito en Egipto moriría, y de nuevo haría distinción entre egipcios e israelitas (Ex 11:4-7). Sin embargo, los israelitas
no se salvarían sólo por su linaje, sino por su fe: para que sus primogénitos no murieran, los israelitas debían seguir las
instrucciones que Dios les daría:
1. Deben escoger un cordero, que servirá para ofrenda (Ex 12:3). Como sacrificio de paz, la ofrenda debe comerse, y
debe acabarse esa misma noche (Lv 7:15, Ex 12:4)
2. El cordero debe ser sin defecto (Ex 12:5)
3. El sacrificio del cordero se hará el día 14 de Nisán, a las 3:00 de la tarde (Ex 12:6)
4. Apartarán la sangre del cordero para ponerlo en las puertas de sus casas (Ex 12:7)
5. En la noche, comerán el cordero, acompañado de panes sin levadura y hierbas amargas (Ex 12:8-10)
6. Comerán con prisa, y vestidos para irse, porque esa misma noche el Señor los sacará de Egipto (Ex 12:11)
La palabra Pascua en hebreo es: Pésaj, que significa: hacer caso omiso de alguien o saltarse algo.
A continuación, Dios explicó por qué razón le dio este nombre a la fiesta y qué conexión tenía con la sangre que debía
ponerse en las puertas de las casas (Ex 12:12-13)
Si una familia israelita hubiera decidido no poner la sangre del Cordero en la puerta, los primogénitos hubieran muerto en
esa casa. Pero aparentemente esto no sucedió porque todo israelita creyó en Jehová su Dios. El Ángel de Dios pasó sobre
todas las casas, y se saltó aquellas moradas donde ya se había pagado el precio de redención del primogénito. La sangre
del Cordero los libró de la muerte.
21.3 OTRA INSTRUCCIÓN PARA LA PASCUA (Éxodo 12:21-22)
La razón de todo esto (Ex 12:23)
21.4 COMO MEMORIAL
Esta celebración de la Pascua no sólo era para ese día de liberación…sino para siempre. Dios instruyó que a partir de ese
momento Su Pueblo debía apartar el 14 de Nisán para celebrar la Pascua y recordar la liberación de Dios (Ex 12:14)
De hecho, el memorial de la Pascua no sólo tenía como propósito ser una fiesta histórica que celebra eventos del pasado;
también es una celebración profética del plan de Dios para la redención de la humanidad a través del Mesías. Miles de años
después de esa primera pascua, Jesús murió en la cruz como el Cordero de Dios, precisamente en el día de la Pascua (14
de Nisán, a las 3:00 de la tarde), y con su sangre salvó a todo aquel que en Él crea, librándolo de la esclavitud al pecado y
la muerte eterna (Jn 3:16, 1 P 1:18-20)
La primera Pascua fue grandiosa, pero en el plan de Dios era tan sólo la sombra de un cumplimiento aún más trascendental:
la redención de la humanidad a través del Mesías (Col 2:17)
22 EL MESÍAS CUMPLE LA PASCUA (Ex 12)
Las instrucciones que Dios dio para celebrar la primera pascua en Egipto eran una sombra profética de lo que el Mesías
cumpliría miles de años después. Veamos a continuación cada uno de los pasos y su cumplimiento en el Mesías
❖ El cordero debía ser apartado el diez de Nisán.
Los israelitas debían tomar un cordero el 10 de Nisán y guardarlo hasta el día catorce, cuando sería sacrificado (Ex 12:3-6).
En esos días, el pueblo debía revisarlo y asegurarse que no tuviera mancha ni defecto
Cumplimiento mesiánico. El 10 de Nisán Jesús entró en Jerusalén, y estuvo delante de todos durante los días previos a la
fiesta. Todos reconocieron que él era justo, un hombre sin tacha (1 P 1:18-19):
✓ Pilato: “Me habéis presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión, pero habiéndole interrogado
yo delante de vosotros, no he hallado ningún delito en este hombre de las acusaciones que hacéis contra El. Ni
tampoco Herodes, pues nos lo ha remitido de nuevo; y he aquí que nada ha hecho que merezca la muerte.” (Lc
23:13-15)
✓ Mujer de Pilato: “No tengas nada que ver con ese justo” (Mt 27:17-19)
✓ Judas: “He pecado, entregando sangre inocente” (Mt 27:3-4)
✓ Ladrón crucificado con Jesús: “Nosotros recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha
hecho” (Lc 23:39-41)

❖ Lo inmolará toda la congregación.


Toda la congregación debía participar en el sacrifico del cordero (Ex 12:6).

A. Angulo V. 17
Éxodo
Cumplimiento mesiánico. Tanto judíos como romanos participaron en la muerte de Jesús. La multitud pidió su crucifixión (Mt
27:20-31, 27:22-23, Hch 4:26-28)
Por otro lado, es importante resaltar que Jesús pudo haberse librado de la muerte. En realidad, Él entregó Su vida, y lo hizo
por todos los pecadores (Jn 10:17-18). El murió para perdón de nuestros pecados, por lo tanto, todos fuimos causantes de
Su muerte.
❖ Entre las dos tardes.
El cordero debía sacrificarse “entre las dos tardes”, es decir, a las tres de la tarde (Ex 12:6).
Cumplimiento mesiánico. Jesús fue crucificado a las 9 de la mañana (hora tercera romana), y entregó su espíritu a las 3 de
la tarde (hora novena romana). A esa misma hora, el Sumo Sacerdote estaba sacrificando en el Templo al principal cordero
de la Pascua (Mt 27:45-46,50)
❖ No debían quebrar sus huesos.
En la primera pascua, el cordero debía comerse en casa. Pero al asarlo, no debían quebrar ninguno de sus huesos (Ex
12:46).
Cumplimiento mesiánico. A Jesús no le quebraron ningún hueso cuando estuvo en la cruz, lo cual solían hacer los romanos
cuando los crucificados tardaban en morir (Jn 19:31-37)
❖ El cordero se come con pan sin levadura y hierbas amargas. (Ex 12:8)
Cumplimiento mesiánico. Jesús tuvo que tomar una copa amarga en la cruz, símbolo de su sufrimiento (Mt 27:33-34, Jn
19:28-30). El pan sin levadura representa a Jesús, quien es el Pan de vida, pero sin pecado (Jn 6:32-35, 1 Co 5:6-8).
❖ La sangre sobre la puerta.
La sangre del cordero debía ser rociada sobre las puertas de las casas donde celebraran la Pascua (Ex 12:7-8).
Cumplimiento mesiánico. Jesús es la puerta por la que podemos regresar al Padre (Jn 10:7-9). La sangre sobre la puerta
es la que nos limpia de todo pecado (Heb 10:19-22)
El cordero de la Pascua es la sombra del Cordero de Dios, Jesús el Mesías, quien murió en la cruz para salvarnos de la
muerte eterna (Jn 3:16, 1 Jn 4:9)
23 FIESTA DE PANES SIN LEVADURA (Ex 12:15-27)
Luego de la explicación sobre la Pascua, Dios instruyó que se debían apartar los siguientes siete días, con un propósito
especial (Ex 12:15-16). Estos siete días que acompañan a la Pascua constituyen otra segunda fiesta, conocida como “Panes
Sin Levadura” (heb. Jag HaMatzot) (Ex 12:17)
¿Qué se hace en esta fiesta? La Biblia lo vuelve a explicar en los siguientes versículos (Ex 12:18-20). La consecuencia de
guardar levadura durante esta fiesta es muy seria: ser cortados de la congregación de Israel.
En la Biblia, la levadura representa pecado. Jesús mencionó la levadura comparándola con aquellos que “dicen, pero no
hacen” (Mt 16:6). Los fariseos conocían la verdad y la predicaban, pero no la practicaban (Mt 16:12)
Pablo también hace mención en una de sus cartas sobre la costumbre de sacar la levadura durante la Pascua. Él hace una
analogía de esta acción con sacar de la congregación a un pecador que no se arrepiente (1 Co 5:1-6). Así como un poco de
levadura contamina toda la masa, de la misma manera un pecador impenitente puede corromper a la congregación (1 Co
5:7-8)
El mensaje espiritual de la fiesta de Panes Sin Levadura es que, luego de ser librados de la muerte gracias a la sangre del
Cordero, debemos sacar el pecado (la levadura) de nuestras vidas. El fruto de la redención es la obediencia y la purificación.
No fuimos liberados para que cada uno haga lo que quiera—eso sería libertinaje, no libertad; más bien, fuimos redimidos
para vivir como Dios manda. El Señor nos redimió con precio de sangre para ser sus hijos (1 P 1:18-19). Y más adelante
dice (1 P 1:22)
23.1 ESTATUTO PERPETUO
La Biblia instruye que las dos fiestas de Éxodo 12: Pascua y Panes Sin Levadura, debían ser celebradas por el pueblo de
Dios año tras año, generación tras generación, para siempre (Ex 12:24)
La generación que salió de Egipto entendía perfectamente lo que estaban celebrando, porque lo vivieron en carne propia.
Por otro lado, el Señor sabía que las generaciones venideras no lo iban a entender de la misma manera ya que no tuvieron
la experiencia vivencial. Por eso el Señor instruyó que lo celebraran de forma perpetua, para que todas las generaciones
conectaran con el mensaje de la Pascua, porque todos necesitamos esa Redención espiritual (Ex 12:25-27)

A. Angulo V. 18
Éxodo
24 SALIDA DE EGIPTO TRAS LA ÚLTIMA PLAGA (Ex 12:28-51)
La Biblia dice que después de recibir las instrucciones sobre la Pascua, el pueblo se arrodilló y adoró a Dios (Exo. 12:27).
La fe de los israelitas se hizo evidente en su obediencia, siguiendo al pie de la letra los mandatos que el Señor había dado.
De esa manera los primogénitos de Israel lograron salvar su vida (Ex12:28). Lamentablemente éste no fue el caso de los
primogénitos entre los egipcios (Ex 12:29-30)
24.1 SALIDA DE EGIPTO
El efecto de esta última plaga fue precisamente lo que Dios advirtió: Finalmente el Faraón dejó ir a los israelitas (Ex 12:31-
32). No sólo el Faraón sino todos los egipcios estaban de acuerdo con la partida de los israelitas (Ex 12:33). Tal como Dios
había advertido, los israelitas no salieron con las manos vacías (Ex 12:35-36)
24.2 SALIDA DE EGIPTO
Los israelitas siguieron las instrucciones de la Pascua, y el Señor los libró de la esclavitud esa misma noche (Ex 12:50).
Finalmente llegó el momento en que los Hijos de Israel dejaron Egipto para siempre. Para ese entonces, la familia de Israel
se había convertido en un pueblo numeroso (Ex 12:37). Se calcula que eran aproximadamente dos millones de personas,
contando mujeres y niños. Pero debemos notar que no salieron sólo israelitas. A ellos se les unieron otras gentes que
creyeron en Jehová por las señales que vieron (Ex 12:38). Tal como el Señor advirtió, todos salieron de prisa, tanto que el
pan diario no logró leudarse (Ex 12:34,12:39)
24.3 OTRAS INSTRUCCIONES SOBRE LA PASCUA
Al final del capítulo doce, encontramos aún otras instrucciones sobre la Pascua para las futuras generaciones:
❖ La Pascua sólo la deben celebrar el Pueblo de Dios. Y la señal de que alguien pertenece al Pueblo de Dios es que
esté circuncidado (tanto israelitas como sus siervos y los extranjeros que moran entre ellos) (Ex 12:43-45,12:48).
Posteriormente, Pablo explicó por revelación que la circuncisión es física o de corazón (Ro 2:26-29).
❖ La Pascua es una fiesta nacional para el pueblo de Israel, pero se celebra en las casas (Ex 12:46-47)
❖ La Pascua es una noche que el pueblo de Dios debe guardar para Jehová, de generación en generación (Ex 12:42)
24.4 EN MEMORIA DE MÍ
Jesús nos enseñó que cuando celebremos la Pascua lo hagamos pensando en Él (Lc 22:19)
En esa ocasión, Jesús no estaba inventando “un nuevo rito”. Estaba celebrando la pascua como lo había hecho toda su
vida, año tras año. Lo nuevo es que en esa ocasión Él les reveló a sus discípulos que Él era el Cordero de Dios, y como tal
murió en la cruz horas más tarde (todavía el 14 de Nisán, según el día hebreo).
Pablo lo explica así (1 Co 11:23-26)
En la celebración tradicional hebrea de la Pascua se come el pan sin levadura y también toman vino, además de comer
cordero. Jesús celebró esa última Pascua con sus discípulos explicando que Él iba a cumplirla en su carne (Lc 22:14-16)
La Pascua no es sólo una celebración histórica, sino también profética para todas las generaciones, ya que es el
cumplimiento del Plan de Redención para la humanidad. En la Pascua reconocemos que Jesús es el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo (Jn 1:29)
24.5 TIEMPO EN EGIPTO
La Biblia señala el tiempo que los israelitas estuvieron en Egipto (Ex 12:40). Esto es lo mismo que Dios le había dicho a
Abraham cientos de años atrás (Gn 15:13-14)
25 REDENCIÓN DEL PRIMOGÉNITO (Ex 13:1-16)
En el capítulo anterior leímos sobre la última plaga en Egipto: la muerte de los primogénitos (Ex 12:29-30). Todo primer
nacido murió esa noche del 14 de Nisán. Sólo los primogénitos de entre los israelitas se salvaron, gracias a la sangre del
Cordero de la Pascua. Cuando el ángel veía la sangre en una puerta, se saltaba ese hogar, ya que un cordero había muerto
en lugar de los primogénitos de ese hogar.
¿Por qué el primogénito? El primer hijo de una familia representa el inicio de una nueva generación y el futuro de la familia.
El primogénito era el líder de la familia y el heredero principal.
25.1 CONSAGRACIÓN DEL PRIMOGÉNITO
Dios salvó a todos los primogénitos de Israel, y a partir de ese momento, Dios pidió que todo primogénito fuera consagrado
para el Señor (Ex 13:1-2). “Consagrar” en hebreo es: Kadash, que también significa: santificar, dedicar, separar. Consagrar
es apartar algo o alguien para ser dedicado a un propósito especial.

A. Angulo V. 19
Éxodo
El hijo primogénito de los israelitas debía ser dedicado a Dios. Esto no implicaba que el primogénito debía morir, sino más
bien que viviera dedicado a Él. En otras palabras, el primogénito iba a ser dedicado al servicio de Dios, es decir, sería el
sacerdote entre sus hermanos.
25.2 OPCIÓN DE REDENCIÓN
El mandato de consagrar al primogénito no sólo aplicaba a la generación de los que salieron de Egipto, sino que el Señor
instruyó que se hiciera de generación en generación para siempre (Ex 13:11-12)
De los animales (heb. Behemá: ganado), se sacrificaba el primer nacido del ganado; pero en el caso del asno, se redimía
con un cordero, ya que el asno no es un animal puro para ser ofrecido en el Templo (Ex 13:13)
En cuanto a los hijos de los israelitas, el Señor pedía su consagración, pero también daba la opción de ser redimidos. Los
padres podían pagar un precio simbólico para que el hijo pudiera permanecer en la familia en lugar de ser presentado para
el servicio del Señor.
25.3 REDENCIÓN DEL PRIMOGÉNITO
En Éxodo se menciona la posibilidad de redimir al primogénito, pero no indica cómo hacerlo. Las instrucciones para ello se
encuentran en el libro de Números (Nm 18:15-16)
Basado en esta instrucción, los judíos han creado un ritual al que denominan: “Redención del Primogénito” (hebreo: Pidyon
Haben). Cuando el hijo primogénito cumple treinta días de nacido, éste es llevado ante un sacerdote levita a quien se le
entrega el precio de redención del primogénito. El precio del rescate son cinco monedas de plata (o el equivalente según el
precio de mercado de la plata, considerando que cada moneda de plata debía pesar aproximadamente 100 gramos).
Cuando Jesús nació, siendo el primogénito, él fue redimido como lo indica la Ley, y también circuncidado (Lc 2:21-24). La
ofrenda de purificación era para la madre (Lv 12:1-8), la cual se presentaba en el día cuarenta. Pero antes hicieron la
redención del primogénito, lo cual se realizaba en el día treinta.
25.4 PREGUNTA DE LOS HIJOS
Como ya mencionamos, el mandato de la consagración del primogénito no sólo era para la generación que salió de Egipto,
cuyos hijos fueron salvados de la muerte. Esta instrucción era también para las siguientes generaciones. Pero el Señor sabía
que los hijos de generaciones futuras iban a tener dudas sobre esta práctica (Ex 13:14)
El Señor quiere que todos conecten la redención del primogénito con lo historia del Éxodo. En esa línea responde a la
pregunta que harán los descendientes (Ex 13:15-16)
La redención del primogénito es una señal para que no olvidemos lo que Dios hizo en Egipto por su pueblo. Esta explicación
se repite en Deuteronomio aún con más detalle (Dt 26:1-10).
Y no sólo se trata de recordar lo que pasó en la historia antigua, sino que cada generación tiene la oportunidad de ser
liberado, no de una esclavitud física pero sí espiritual. Jesús lo explicó de la siguiente manera (Jn 8:34)
El Mesías, el Cordero de Dios, es quien nos libera de esta esclavitud espiritual (Jn 8:36). Cada generación tiene la
oportunidad de celebrar no sólo la liberación de Egipto, sino su propia redención espiritual.
En la próxima entrada leeremos sobre el rol de los levitas en la consagración del primogénito, y en relación a las primicias.
26 LEVITAS COMO PRIMICIAS (Ex 13)
26.1 CONSAGRACIÓN DE LOS LEVITAS
Un dato interesante acerca de la consagración de los primogénitos es que los hijos de levitas no eran redimidos. La razón
de esto es porque los levitas fueron apartados como tribu completa para el Señor (Nm 3:11-13). Los levitas no necesitaban
ser redimidos ya que debían cumplir su consagración al servicio de Dios. Los levitas tomaron el lugar de los primogénitos
como sacerdotes y líderes espirituales del pueblo de Dios (Nm 8:16-18). En el momento en que Dios determinó que los
levitas tomarían el lugar de los primogénitos de todas las tribus, se hizo un censo. Se contó el número de los levitas al igual
que de los primogénitos. Como no eran cabal, se hizo un pago de redención por los que faltaban (Nm 3:40-51).
26.2 RECIBEN LAS PRIMICIAS
Como representantes del Señor, los levitas recibían las primicias de todo el pueblo. Dios se las cedió a ellos como parte de
su herencia (pues ellos no tenían tierras ni grandes propiedades) (Nm 18:12-15, 18:19-21)
26.3 LO PRIMERO PARA DIOS
Dios pide que le demos lo primero (primeros frutos, el primogénito, etc.). No es porque Él lo necesite; más bien, somos
nosotros quienes lo necesitamos. Necesitamos aprender a poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.

A. Angulo V. 20
Éxodo
Dar la primicia a Dios es un paso de fe. Al soltar lo primero y ponerlo en las manos de Dios, también estamos soltando la
confianza en nosotros mismos y entregamos el control a Dios. Este principio lo enseñó Jesús en el Sermón del Monte (Mt
6:31-33)
Nuestra seguridad no debe estar puesta en lo que nuestras manos puedan hacer, sino en la bendición que viene de Dios.
Si ponemos a Dios primero, Él traerá bendición (Ez 44:30), y proveerá para lo que necesitemos (Pr 3:9-10, Ez 44:30)
27 POR EL CAMINO DEL DESIERTO (Ex 13:17-22)
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, ¿a dónde se dirigió? Sabemos que Dios había prometido llevarlos a la Tierra
Prometida (Canaán). Lo curioso es que no tomaron la ruta convencional (Ex 13:17)
La ruta más directa y transitada entre Egipto y Canaán era la vía marítima, por la costa del Mediterráneo. Aunque esa era la
ruta más fácil, no fue la que Dios escogió por una simple razón: muchos se hubieran sentido tentados a regresar a Egipto
ante cualquier adversidad. La ruta que Dios escogido era la menos transitada (Ex 13:18, 13:20). Dios los llevó por el desierto
porque allí tenía muchas lecciones que enseñarles, la principal de las cuales será al pie del Monte Sinaí (Dt 32:10)
En el desierto, los israelitas aprendieron a depender de Dios por completo, como lo veremos en los próximos capítulos. La
ruta por la que caminaban no la escogían los israelitas, sino que la determinaba Dios. Él lo guiaba y guardaba bajo sus alas
protectoras (Ex 13:21-22). En el desierto no les quedaba otra que seguir a Dios porque su vida dependía de ello. Si se salían
debajo de sus alas, lo más probable es que morirían por el calor, la sed o el hambre.
27.1 LOS HUESOS DE JOSÉ
En una especie de paréntesis, Moisés cuenta que cuando salieron de Egipto, él se encargó de llevar consigo los huesos de
José (Ex 13:19). José sabía que Dios cumpliría la promesa hecha a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob de
entregarles la Tierra de Canaán. Aunque sus ojos naturales no vieron el cumplimiento, José estaba convencido que llegaría
ese día (Gn 48:21). Por eso, antes de morir, José hizo jurar a sus descendientes que no dejarían sus huesos en Egipto, sino
que los llevarían a la Tierra Prometida (Gn 50:24-25)
Aquí en Éxodo vemos que los israelitas cumplieron la promesa hecha a José de llevarse sus huesos de Egipto. Y en el libro
de Josué se señala que fueron enterrados en la Tierra Prometida, en el territorio asignado a sus descendientes (Jos 24:32)
ACORRALADOS ANTE EL MAR ROJO (Ex 14:1-12)
Como vimos en el capítulo anterior, cuando los israelitas salieron de Egipto, Dios los guió a través del desierto, en lugar de
llevarlos por el camino más transitado (Ex 13:17-18). El Señor los llevó por el desierto para enseñarles lo que necesitan
aprender antes de entrar a la Tierra Prometida.
La Redención no sólo consiste en salir de la esclavitud, sino en aprender a vivir en libertad. Los israelitas fueron liberados
de las cargas pesadas de Egipto, pero ahora debían aprender a vivir como hombres libres. Dios no los libertó para que
hicieran lo que quisieran; los redimió y pagó el precio de su libertad, para hacerlos su pueblo escogido. ¿Qué hubiera pasado
si ellos hacen lo que quisieran? De seguro hubieran vuelto a caer esclavos.
Dios no sólo los llevó por el camino más largo e intransitable, sino que además les hizo acampar en un lugar cerrado (Ex
14:1-2). El lugar donde acamparon por primera vez fue Pi-hahirot, que literalmente significa “boca de los desfiladeros”. Era
una especie de valle ubicado a las orillas del Mar Rojo y a la sombra de unas planicies altas (Migdol, lit. torre). En cierta
forma, era como un callejón sin salida.
¿Por qué Dios los llevó a través de ese cañón que desembocaba en el Mar Rojo, sin una salida visible? La respuesta es:
porque tenía una lección que enseñarles allí. Dios le reveló a Moisés que tenía un plan sorpresivo para Israel en ese lugar
(Ex 14:3-4a). Cuando los israelitas creían que ya se habían librado del Faraón, Dios vuelve a atraerlo porque todavía había
una lección que aprender.
Por última vez, el Señor va a endurecer (Jazak, lit. fortalecer) el corazón del Faraón. ¿Con qué propósito? El versículo
cuatro explica que será para que "Dios sea glorificado" (heb. Kavad, también: honrar). Y también para que los egipcios
sepan quién es Jehová.
Uno hubiera pensado que después de las diez plagas, los egipcios ya se habrían dado cuenta del poder de Dios; pero
evidentemente aún no lo reconocían. El dolor de la pérdida de los primogénitos ablandó el corazón del Faraón para dejar ir
a los israelitas. Pero ese sentimiento no le duró mucho; el dolor se tornó en cólera cuando se enteró que los israelitas no
iban sólo a un paseo, sino que salieron de las fronteras para no volver jamás (Ex 14:5)
La reacción inmediata del Faraón fue perseguirlos. Y fue acompañado de su poderoso ejército para hacerlos volver (Ex
14:6-7). Aún esto era parte del Plan de Dios. Como ya mencionamos, Dios propició esta persecución porque todavía había
algo que aprender de ello (Ex 14:8)

A. Angulo V. 21
Éxodo
El Faraón creía tener la fuerza y el poder de su lado, al ir acompañado por el ejército más poderoso de esos tiempos. Pero
quienes realmente tenían la ventaja eran los israelitas, ya que de su lado estaba la "mano poderosa" (heb. B'Yad Ramá, lit.
mano levantada, exaltada) de Jehová de los ejércitos.
27.2 ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Cuando los egipcios alcanzaron a los israelitas, ellos estaban en un callejón sin salida, en Pi-hahirot (lit. boca de los
desfiladeros) (Ex 14:9)
En cierta forma, los israelitas quedaron entre la espada y la pared, con el ejército egipcio descendiendo por el cañón y por
el otro lado frenados por el Mar Rojo. No podían huir, aunque lo hubieran intentado (Ex 14:10)
Si el clamor de los israelitas hubiera sido un grito de socorro y una petición de ayuda, hubiera estado bien. Lastimosamente
lo que salió de su corazón fue un reclamo más que una petición (Ex 14:11-12)
Ya vamos viendo que no sólo los egipcios necesitaban aprender del encuentro en el Mar Rojo.
27.3 LECCIÓN PARA ISRAEL
Dios permitió que el Faraón persiguiera a los israelitas porque también ellos necesitaban aprender una lección a las orillas
del Mar Rojo. Los israelitas ya habían salido de Egipto, pero Egipto aún no había salido de sus corazones.
Los israelitas parecían estar sufriendo lo que se conoce como “Síndrome de Estocolmo”, en el que las víctimas llegan a
creer que sus opresores son sus salvadores. Este mal recibe ese nombre por lo que ocurrió en un secuestro en Estocolmo:
unos terroristas tuvieron a un grupo de rehenes a quienes maltrataron física y emocionalmente; pero luego de su liberación,
los rehenes hablaron maravillas de sus captores. Los psicólogos explican que los prisioneros se acostumbran a su
cautividad, y aún llegan a apreciar a los captores porque con ellos se sienten seguros.
De forma similar, los israelitas llegaron a acostumbrarse a la vida de esclavitud en Egipto, donde se sentían seguros. Aunque
vivían en condiciones de miseria y maltrato, nunca les faltó comida ni techo. Sus necesidades eran cubiertas, y no debían
tomar decisiones arriesgadas. Por eso aún tenían una dependencia emocional hacia Egipto. Israel necesitaba aprender a
vivir en libertad, la cual conlleva riesgo y responsabilidad propia.
Recién salidos de Egipto, los israelitas todavía tenían mentalidad de esclavo, y no estaban preparados para entrar y
conquistar la Tierra Prometida. Llevaban armas de guerra (Ex 13:17-18), pero todavía necesitaban cambiar su mente para
estar preparados para el día de la batalla. Por eso Dios los llevó por el desierto, para transformar su mente y fortalecer su fe
en Dios.
27.4 PRUEBAS EN EL DESIERTO
En su reacción al ver el ejército egipcio, los israelitas mostraron que tenían más miedo del Faraón que de Jehová (Ex 14:11-
12). Por eso, Dios les preparó varias pruebas en el camino no para que “cayeran”, sino para que las superaran y subieran
de nivel, para que cortaran su dependencia a Egipto, y comenzaran a confiar plenamente en Dios. Si el Señor permite que
pasemos por pruebas, es para nuestra edificación (Stg 1:2-4).
En esta etapa inicial en el desierto, Dios llevará a Israel a enfrentar ciertas pruebas como parte del entrenamiento de fe:

LUGAR SUCESO
Mar Rojo (cap. 14) Persecución del ejército egipcio
Mara (cap. 15) Agua amarga
Desierto de Sin (cap. 15) Falta de alimento
Refidim I (cap. 17) Falta de agua
Refidim II (cap. 17) Ataque armado

Aunque esos eventos son de diversa naturaleza, todos comparten una meta en común: preparar a los israelitas para recibir
la instrucción de Dios, de cómo el Pueblo de Dios debe vivir. Los israelitas estaban antes acostumbrados a ser esclavos del
Faraón, pero ahora debían convertirse en siervos de Jehová.
28 MILAGRO EN EL MAR ROJO (Ex 14:13-31)
En la entrada anterior vimos que los israelitas reaccionaron mal cuando vieron al ejército egipcio que los perseguía. En lugar
de creer en Dios y clamar por su ayuda de Dios, se quejaron y lamentaron haber sido liberados (Ex 14:11-12)
Si dependiera de los israelitas, ellos hubieran regresado con los egipcios con la cabeza agachada, y les hubieran servido
como esclavos para siempre. Pero ése no era el plan de Dios, y Moisés lo sabía (Ex 14:13)
Dios los llevó a ese callejón sin salida para que no les quedara otra que confiar en Él. Allí les iba a ser arrancado el temor
de Faraón, y comenzarán a aprender a confiar en Dios.

A. Angulo V. 22
Éxodo
Ante una amenaza, el instinto nos lleva a correr y huir. Pero es interesante que la instrucción de Moisés fue lo
opuesto: "¡Quedaos quietos!" Y la siguiente instrucción es simple: "¡Ved!" Lo que verán es la "salvación de Jehová"
(heb. Yeshuat Yehová), y lo que ya nunca verán jamás es a los egipcios.
La expresión “nunca más los volveréis a ver”, algunos rabinos judíos lo interpretan, no como una promesa, sino como un
mandamiento: “nunca más vuelvan a ver así a los egipcios”. En otras palabras, el Señor les está diciendo que ya no vuelvan
a ver a Egipto como su salvación. Hay un texto en Deuteronomio que apoya esta interpretación. Entre las bendiciones y
maldiciones, la última maldición que llegará si el pueblo desobedece es que regresarán a Egipto como esclavos (Dt 28:62-
67), y allí cita la frase que Moisés les dijo en el Mar Rojo (Dt 28:68)
Nota: Esta es la versión de La Biblia de las Américas, que traduce literalmente lo que dice en hebreo: "Nunca más los verás".
La Reina Valera lo traduce como: "Nunca más volverás".
La última consecuencia de la desobediencia es regresar al punto de partida en la redención: la esclavitud en Egipto. La
tentación de confiar en Egipto más que en Dios no es exclusivo de la generación que salió de Egipto. En tiempos de Isaías
el pueblo de Israel volvió a tener esa tentación, y el profeta les advirtió que no lo hicieran (Is 31:1-3)
28.1 SALVACIÓN DE JEHOVÁ
Volviendo a la historia de Éxodo, podemos imaginarnos que los israelitas se preguntaban: ¿Y cómo sucederá esta Salvación
de Jehová? ya que por atrás viene el ejército egipcio, por los lados está el cañon, y por delante el mar. Estaban entre la
espada y la pared, y nada menos que un milagro podría salvarlos. Precisamente eso fue lo que Moisés creyó, y por eso les
dijo (Ex 14:14)
Tal vez Moisés no sabía exactamente cómo Dios los salvaría, pero por fe sabía que lo iba a hacer--porque el propósito de
salir no era morir en el desierto. Moisés les dijo que Dios haría el milagro, y todo lo que ellos debían hacer es permanecer
quietos (otras traducciones dicen: "guardarán silencio, estarán callados). Evidentemente Moisés se puso a orar en ese
momento, porque Dios le respondió. Curiosamente, el Señor le dijo que hiciera algo que no esperaba (Ex 14:15-16)
El Señor dijo que Él iba a abrir un camino donde no había. Pero antes, Dios esperaba que el pueblo caminara en fe creyendo
lo que no se ve (Ro 8:24-25)
El milagro no terminaba allí. Dios tenía un plan también para los egipcios; a pesar de todas las señales que vieron, ellos no
tuvieron temor del Dios de Israel, y persiguieron a Su Pueblo (Ex 14:17-18)
Al final de cuentas, todo es para la gloria de Dios.
28.2 EL ANGEL DE DIOS Y LA COLUMNA
Dios va a permitir que los egipcios persigan a los israelitas a través del mar, pero no sin antes retenerlos por un tiempo. El
instrumento que Dios usó para detener a los egipcios fue la Columna de Fuego, que ya se había mencionado en el capítulo
anterior (Ex 13:21-22). Usualmente la columna de nube y fuego iba delante para mostrarles el camino; pero en esta instancia,
el Señor la mandó para guardar la retaguardia de Israel. Y en la vanguardia iba alguien muy especial (Ex 14:19-20)
Así como en las plagas, de nuevo el Señor marcó una diferencia entre los israelitas y los egipcios. A unos le dio luz, y a los
otros los dejó en tinieblas. El tiempo en que la columna se detuvo entre los egipcios y los israelitas tenía dos propósitos:
❖ En favor de Israel...para darles tiempo que avancen y se pongan fuera del alcance del ejército egipcio.
❖ En favor de los egipcios...para darles tiempo a recapacitar, y que tal vez desistieran de perseguir al pueblo de Dios.
28.3 ABRIÓ CAMINO EN EL MAR
Dios llevó a Israel a un callejón sin salida, no para entramparlos sino para mostrar una vez más su mano poderosa de
salvación. El Señor abrió un camino donde no lo había, y partió el mar en dos para que los israelitas avanzaran en su camino,
y también para ponerlos a salvo de los egipcios que los perseguían.
Dios hizo el milagro, pero esperó también que Moisés
actuara. Dios no quiere que nosotros seamos sólo
espectadores en la vida; más bien, el Señor quiere que
participemos con Él. Moisés actuó en fe, y Dios hizo el
milagro. (Ex 14:21-22)
El callejón sin salida se abrió y se transformó en un
pasillo milagroso que sirvió de salida de emergencia para
Israel. Los egipcios vieron la puerta abierta al mar, y
siguieron a los israelitas. Pero no sabían que lo que para
los israelitas fue para salvación, para el ejército egipcio sería para destrucción (Ex
14:23-25)

A. Angulo V. 23
Éxodo
Para el momento en que los egipcios se dieron cuenta del peligro que corrían, ya era demasiado tarde. Cuando los israelitas
terminaron de pasar, Dios pidió a Moisés que levantara su mano para cerrar el camino del mar (Ex 14:26-28)
En ese día el ejército de Egipto cayó ante la mano poderosa de Jehová y todos los israelitas fueron testigos de esto. El
temor que los israelitas tenían hacia el Faraón fue arrancado en ese momento (Ex 14:30-31)
Lección aprendida: El temor de Israel estaba en Jehová, ya no en el Faraón.
29 CÁNTICO DEL MAR ROJO (Ex 15:1-21)
El capítulo quince de Éxodo comienza con un cántico que los israelitas cantaron luego de haber cruzado el Mar Rojo y haber
sido salvados del ejército egipcio que los perseguía (Ex 15:1)
Cuando el Señor nos salva, debemos mostrar nuestro agradecimiento, no sólo por "buena
educación" sino para que tener conciencia de que el milagro no fue "por casualidad", más bien
por mérito de Dios. El reconocimiento debe ser para el Señor (Ex 15:2)
¿Y por qué un cántico en lugar de una simple oración? Porque en un momento de gran gozo,
es natural que la gente irrumpa en danza y canto. Y también es probable que ese canto estaba
diseñado para ser repetido en el futuro, y siempre es más fácil de memorizar una canción que
un texto en prosa. De hecho, el texto en hebreo está escrito en futuro. No dice: "cantaron" sino
"cantarán". Los comentaristas judíos han interpretado esta mención en futuro como una profecía que revela que ésta será
la canción que los redimidos entonarán en el momento de la resurrección de los muertos. En Apocalipsis hay una profecía
que parece confirmar esto (Ap 15:2-3)
Apocalipsis habla de dos cantos: el de Moisés y el del Cordero. Quiénes los cantan son los que salieron victoriosos de la
tribulación (de los sellos y las trompetas), y cantan antes que las copas de la ira sean derramadas. El Cántico de
Moisés podría referirse al que encontramos en Éxodo 15, pero también hay otra opción en Deuteronomio 32. Este fue el
cántico que Dios le encargó a Moisés que escribiera antes de morir, como una advertencia al pueblo de Israel (Dt 31:19-22)
¿Cuál será el cántico de Apocalipsis: el de Éxodo 15 o el de Deuteronomio 32? La respuesta la sabremos a su tiempo.
29.1 CÁNTICO DEL MAR
En la tradición hebrea, el canto de Éxodo 15 es conocido como: "Cántico del Mar" (heb. Shirat HaYam). Tradicionalmente
lo cantan en el último día de la época de la Pascua (21 de Nisán), fecha que creen que los israelitas cruzaron el Mar Rojo.
En tiempos del Templo, los levitas entonaron este cántico todos los días, durante la ofrenda de la tarde, en cumplimiento de
lo escrito en Deuteronomio (Dt 16:3b)
El Cántico del Mar puede dividirse en cuatro secciones:

sección vers. Tema:


I 1-10 Dios venció al ejército egipcio
II 11-13 Jehová es incomparable
III 14-16 Efecto de la señal en los pueblos vecinos
IV 17-18 Lo que Dios todavía hará por Israel

29.2 VARON DE GUERRA


En el contexto del milagro del Mar Rojo, Dios se presenta a su pueblo Israel con una nueva descripción de quién es Él: como
Dios guerrero (heb. Ish Miljama, lit. hombre de guerra) (Ex 15:3)
Siempre el nombre es Jehová, pero se presenta como "varón de guerra". Israel necesitaba ver el brazo fuerte de Dios que
los defendería en momentos de guerra (Ex 15:4-6)
En esa batalla, los egipcios se presentaron con carros de guerra y espadas, pero el arma que Dios utilizó para derrotar al
enemigo fueron las aguas del mar (Ex 15:8-10)
La gloria de ese triunfo era sólo para Dios. Y con esta señal, el Señor muestra lo que hará con aquellos que osen levantarse
en contra de Dios y sus planes (Ex 15:7)
Los israelitas debían conocer que Dios es "varón de guerra", no sólo en relación a los egipcios, sino sobre todo por los
pueblos que debían conquistar en el futuro, cuando llegaran a la Tierra de Canaán. Hasta ese momento, los israelitas tenían
temor de Faraón, pero ese día quedó enterrado en el mar el poderío del rey. Israel necesitaba saber que no hay nadie como
Jehová (Ex 15:11-13)
Y la lección del Mar Rojo no sólo fue para Egipto, sino para todos los pueblos en derredor (Ex 15:14-16)

A. Angulo V. 24
Éxodo
29.3 HACIA LA META
Dios no les describió a los israelitas exactamente cada paso que iban a dar a continuación, luego de cruzar el Mar Rojo;
pero por lo menos les dio la dirección que iban a tomar. Estaban dejando Egipto atrás, y Dios les reveló que los llevaría a la
Tierra Prometida la tierra que el Señor prometió a Abraham que les daría a sus hijos. Los israelitas eran los descendientes
que heredarían la Tierra (Ex 15:17-18)
Por lo general, Dios no revela todos los pasos de nuestro futuro. Nos muestra la meta, pero deja un poco de misterio sobre
los pasos y las paradas; y esto l hace para que todavía le busquemos y dependamos de Él. Si supiéramos el futuro, ya no
le preguntaríamos nada, sino que seguiría cada quien con su plan. Al igual que los israelitas, nosotros debemos ir por el
camino de la vida tomados de la mano de Dios.
29.4 COMO EL BAUTISMO
Pablo describe el paso de los israelitas por el Mar Rojo como un bautismo (1 Co 10:1-2)
Así como uno deja enterrado al "viejo hombre" en las aguas del bautismo, también Israel dejó su vieja vida en el Mar Rojo.
Ahora no sólo Israel salió de Egipto, sino que Egipto salió del corazón de los israelitas. De esta forma, el Pueblo de Dios
comenzaba oficialmente una nueva vida separada de Egipto, que representa el mundo.
30 AGUAS AMARGAS EN MARA (Ex 15:22-27)
Luego del milagro del Mar Rojo y el Cántico de Moisés en agradecimiento por la salvación de Dios, los israelitas siguieron
su camino. Pero recordemos que los israelitas no se fueron por el camino más corto ni el más fácil; más bien, Dios los guió
a través del desierto con el fin de enseñarles lecciones importantes antes de entrar a la Tierra Prometida.
La primera prueba en el desierto también tenía que ver con agua, pero potable (Ex 15:22)
Los israelitas entraron en el desierto de Shur, que significa: “pared”. Los israelitas se toparon con una pared simbólica. El
problema con el desierto es que no hay agua, lo cual es indispensable para vivir. El agua que traían desde Egipto estaba
escaseando, y sin duda el pueblo estaba ansioso de encontrar un lugar donde llenar sus jarrones y cantimploras.
Finalmente llegaron a un lugar donde había agua, pero no era lo que esperaban (Ex 15:23). Mara significa: "amargo", y por
eso llamaron así al lugar. ¿Qué iban a hacer los israelitas sin agua potable en medio del desierto? Esto fue lo que le
preguntaron a Moisés (Ex 15:24)
Desde el principio se hizo evidente que el pueblo había puesto sus ojos en Moisés. Él era como un padre a quien los israelitas
buscaban para resolver sus problemas. En esta etapa, podría considerarse normal esta tendencia del pueblo. Israel era
como un bebé que demanda leche de su madre, sin importar las circunstancias. Moisés se comportó como un padre, y buscó
la solución. Pero como no había solución humana, él sabía que debía buscar a Dios para resolver el problema. Moisés
clamó, y el Señor respondió (Ex 15:25)
Dios no envió lluvia del cielo, ni abrió un manantial en la tierra. Más bien, les instruyó hacer algo inusual: cortar un árbol, y
echarlo en las aguas amargas. Esto no era "un truco de magia" ni tampoco "un experimento científico"; más bien, era una
lección espiritual.
Algunos interpretan el árbol, como el madero de la cruz de Jesús. No hay duda que la muerte del Señor trajo salvación y
nos endulzó la vida, porque estábamos condenados a muerte. Sin embargo, el versículo mismo hace referencia a otro tipo
de árbol. Más adelante, el versículo dice que allí Dios les dio estatutos y ordenanzas. Proverbios capítulo tres habla de los
mandamientos de Dios, y los relaciona con el árbol de la vida (Pr 3:1, 3:17-18)
Al endulzar las aguas amargas, Dios enseña al pueblo de Israel que los mandamientos pueden transformar una vida amarga
en una dulce y placentera (Sal 119:103). También el Salmo 19 habla de la bondad de los mandamientos de Dios (Sal 19:7-
10)
Los israelitas caminando en dirección al Monte Sinaí, donde Dios le dijo a
Moisés que regresaría. Y allí el Señor les entregará sus mandamientos. La
parada en Mara era una forma de preparar el corazón de los israelitas para
comenzar a apreciar la Ley de Dios como algo dulce y bueno para ellos (Ex
15:26)
Allí el Señor se presentó como Yehová Rafá el Señor tu sanador. En
hebreo, Rofé es médico. El Señor relaciona la obediencia a los mandamientos
con la sanidad. [Nota: Jesús aclaró que no toda enfermedad es provocada por
pecado (Jn 9:1-3), pero muchas sí (Jn 5:14).] El mundo vive como quiere y
viven las consecuencias de ellos, pero los mandamientos guían al pueblo para
que les vaya bien en sus vidas.

A. Angulo V. 25
Éxodo
30.1 ELIM: Fuente de aguas
Luego de la lección en Mara, el Señor los llevó a un oasis (Ex 15:27). Como vemos, el problema no era la “falta de agua”,
porque Dios podía proveerles o guiarlos a una fuente. El paso por Mara fue para enseñarles una lección aún más importante.
31 PRUEBA EN EL DESIERTO DE SIN (Ex 16:1-14)
Desde que salieron de Egipto, Dios guió a los israelitas por el camino del desierto. Esa trayectoria no era fortuita, sino era el
plan divino. Dios los llevó a través del desierto para transformarlos en un pueblo libre y responsable, en lugar de una multitud
de personas esclavas y dependientes, tal como habían sido por cientos de años. Las dos primeras lecciones las aprendieron
en el Mar Rojo y en Mara. La siguiente prueba fue más adelante (Ex 16:1)

Ya había pasado un mes desde que salieron de Egipto, y para entonces la


comida ya escaseaba, y en medio del desierto no había lugar donde comprar
comida, ni podían sembrar y cosechar. El Señor conocía sus necesidades, pero
no dijo ni hizo nada en ese momento porque estaba probando sus corazones
(Dt 8:2).
Veamos ahora cómo reaccionó el pueblo de Israel ante la escasez de alimentos
(Ex 16:2-3)

Todos entendemos la preocupación por la falta de alimento, pero uno supondría que la reacción debió ser orar y clamar a
Dios, en lugar de quejarse y murmurar. Por lo demás, debemos notar que la queja era distorsionada, ya que en Egipto no
gozaban de abundancia. La queja y la murmuración puede llevarnos a perder la perspectiva de la realidad y aún creer
mentiras. A veces lo que uno añora del pasado es desproporcionado e irreal, y eso les ocurrió a los israelitas ante esta
prueba.
Como esclavos, los Hijos de Israel habían dependido de los egipcios para su sustento diario. Sin duda ellos estaban felices
de ser libres, pero cuando vieron que les quedaba poca comida, entonces comenzaron a extrañar Egipto. Dios los llevó a
esa situación porque quería arrancar esa dependencia de sus corazones, y quería mostrarles que Él era su Proveedor y que
aprendieran a confiar en Dios para su sustento (Ex 16:4)

Dios no cambió las circunstancias, ya que siguieron en el desierto. No les mostró un granero, ni les regaló un plantío, ni les
trajo carretadas de comida. Les dio algo mejor: les aseguró que tendrían su porción diaria. Y aún esto era una prueba de fe,
porque el alimento no lo iban a recibir "en grandes cantidades, por adelantado", sino que sólo iban a recibir la porción
necesaria, día a día.
Notemos que Dios dijo: "para que lo pruebe si anda en mi ley, o no". La fe no sólo es una cuestión mental o de intenciones,
sino que se demuestra con los hechos (Stg 2:18-20, 26). El Señor les dio una instrucción, y los puso a prueba para ver si
realmente creían en El. La prueba de fe era la siguiente: Cada día iban a recoger sólo el alimento necesario para vivir (con
excepción del día sexto, en el que debían recoger el doble para reposar el séptimo día Ex 16:5. De esto hablaremos más
adelante).
Esta instrucción se la dio Dios directamente a Moisés. Y ahora debía transmitirla a los israelitas
31.1 LLAMADO DE ATENCIÓN POR LA MURMURACIÓN
Antes de explicarles al pueblo sobre la forma en que Dios iba a proveerles de alimento, Moisés aprovechó a llamarles la
atención por su mala actitud. Les hizo ver que, aunque las murmuraciones iban dirigidas en contra de Moisés y Aarón, en
realidad contra quien se estaban rebelando era Dios (Ex 16:6-8)

Para confirmar las palabras de Moisés, Dios hizo manifiesta Su Presencia delante de todo el pueblo (Ex 16:9-10). En ese
momento, Dios volvió a hablar con Moisés, y le dijo que no sólo iba a enviar Pan del Cielo en la mañana, sino que también
esa tarde iban a recibir carne (Ex 16:11-12). Y así sucedió. Dios proveyó alimento para Israel (Ex 16:13-14)

32 MANÁ Y EL DÍA DE REPOSO (Ex 16:15-35)


En la entrada anterior vimos que Dios envió alimento a los Hijos de Israel mientras
atravesaban el desierto. La reacción de los israelitas al ver el Pan de Cielo fue
preguntarse qué era eso (Ex 16:15). En hebreo se le conoce como: "Maná", que
literalmente significa: “¿Qué es esto?”
No era un alimento natural, sino mandado del Cielo. Nunca se había visto algo igual.
Más adelante, Moisés lo describe de la siguiente manera (Ex 16:31)

A. Angulo V. 26
Éxodo
Durante el tiempo que los israelitas estuvieron viajando por el desierto, ellos recibieron este Pan
Divino, día tras día. Aunque había suficiente para todos, y más, la instrucción es que sólo recogieran
lo que cada uno podía comer en ese día (Ex 16:16-18)
Gomer (en hebreo: Omer) significa: gavilla. Un gómer es la medida promedio que una persona
podía comer durante un día. Era la provisión diaria. En medidas bíblicas, un gomer era 1/10 del efa
(Ex 16:36)
La gente recogía su porción cada mañana, al amanecer. Siempre había de más; pero lo que
sobraba no quedaba en el suelo para más tarde ni para el día después, sino que desaparecía (Ex
16:21)
El Señor sabía que la gente iba a tener la tentación de acumular más de lo que podían comer, como
una forma de asegurarse comida para el futuro. Pero el Señor fue claro al decir que eso no era
permitido (Ex 16:19). Lamentablemente no todos hicieron caso. El Señor les puso esa prueba para ver si creían en Él y
obedecían, pero algunos desobedecieron (Ex 16:20)
Los desobedientes se creyeron "más listos que Dios", y pensaron que se saldrían con la suya; pero Dios no lo permitió.
32.1 PAN PARA EL DÍA DE REPOSO
Otra instrucción de Dios dio en relación al Maná fue con respecto al día de reposo. Desde este momento, el Señor fue
preparando a su pueblo para que guardaran el día de reposo. Cuando los israelitas fueron esclavos, seguramente no tenían
descanso. Ahora debían aprender a reposar, tanto física como espiritualmente.
Dios instruyó a su pueblo que en el día sexto recogieran el doble, para cubrir la porción del séptimo día, en el cual no
trabajarían recogiéndolo ni cocinándolo (Ex 16:22-23)
El séptimo día, en el día de reposo (heb. Shabat), Dios hizo doble milagro: no se engusanó el Maná guardado, y no cayó
Maná como el resto de los días (Ex 16:24-26)
El ejercicio de "reposar" era una prueba de fe para los israelitas. Aún en esto debían creer en Dios. Lamentablemente, no
todos pasaron la prueba (Ex 16:27)
Tal vez Moisés no se hubiera dado cuenta de esta falta de fe y desobediencia de algunos, pero para Dios no pasó
desapercibido, y se lo reclamó a Moisés (Ex 16:28). Le volvió a repetir a instrucción (Ex 16:29-30)
El reposo para el séptimo día no era una "opción" sino un mandato. Es un principio que Dios estableció desde el principio
de la creación (Gn 2:1-3)
Junto con la lección del Maná sobre la provisión divina, viene de la mano la enseñanza sobre el día de reposo. Y ambas
lecciones no sólo eran para los israelitas en el desierto, sino para el Pueblo de Dios en todas las generaciones.
El Señor nos llama a trabajar seis días, pero al final de la semana nos llama a detenernos y reposar en Dios, reconociendo
que la bendición viene de Dios. [Como veremos más adelante, el Señor incorporó este mandato entre los Diez Mandamientos
Éxodo 20]
32.2 COMO TESTIMONIO
Ese día, Dios instruyó a Moisés que guardara una medida de Maná como testimonio del milagro que el Señor hizo con su
pueblo en su travesía por el desierto. Este testimonio serviría sobre todo para las siguientes generaciones que no fueron
vieron con ojos propios dicho milagro (Ex 16:32-33)
Al principio la guardaron en una vasija, pero cuando el Tabernáculo fue construido, el Maná fue guardado dentro del Arca
del Pacto, junto con las Tablas de la Ley y la vara de Aarón (Heb 9:3-4, Ex 16:34). El Maná no faltó durante todo el tiempo
en que los israelitas estuvieron en camino a la Tierra Prometida. Pero tan pronto entraron, el milagro dejó de suceder porque
ahora ya podían comer del fruto de la tierra (Jos 5:11-12, Ex 16:35)
32.3 PRUEBA DE FE
Dios describe este proceso como una "prueba" (heb. Nisayon Ex 16:4). La “prueba” divina no es para probar "si eran dignos",
sino para que maduraran espiritualmente y aprendieran a confiar en Dios y a obedecerle (Dt 8:2)
Antes de darles el Maná, el Señor “les hizo pasar hambre”; esto no era una tortura, sino una prueba para que se dieran
cuenta de la necesidad que tienen de Dios (Dt 8:3)
Esta fue la cita que Jesús respondió al diablo cuando quiso tentarlo en su ayuno en el desierto (Mt 4:4)

A. Angulo V. 27
Éxodo
33 PRUEBA EN REFIDIM (Ex 17:1-7)
Los israelitas siguieron su camino por el desierto. Ya no tenían que preocuparse por la comida, ya que cada día les llegaba
el pan del Cielo. Sin embargo, lo que comenzó a escasear de nuevo era el agua (Ex 17:1). Uno pensaría que los israelitas
ya habían superado esta prueba (en Mara), y ya sabrían qué hacer dada su experiencia en Mara (Ex 15:22-27). Pero
volvieron a quejarse con Moisés (Ex 17:2)
En esta ocasión, no sólo fue una queja, sino lo describe como un altercado. En hebreo se usa la palabra "Rib", que también
puede traducirse como: forcejeo, lucha, enfrentamiento, disputa, riña. Los ánimos estaban caldeados, al punto que
Moisés temió por su vida (Ex 17:4)
Moisés no sólo estaba preocupado por lo que el pueblo podía hacerle a él, sino también de la reacción de Dios ("¿Por qué
tentáis a Dios?" Ex 17:2).
¿Y cuál era la causa de la pelea contra Moisés (y en el fondo, contra Dios)? La razón era porque la nube se había detenido
en Refidim, un lugar árido y desértico, y la provisión de agua que llevaban ya estaba escaseando. La preocupación de los
israelitas era comprensible, pero lo que no es justificable era su actitud. ¿Por qué reclamaron en lugar de pedir con humildad
y fe? Habiendo sido testigos de los milagros que Dios hizo en Egipto, en el Mar Rojo, en Mara, y aún en el desierto con el
maná, ¿cómo podían dudar todavía de Dios?
Dios estaba probando los corazones de los israelitas (Dt 8:2), y salió a luz la falta de fe y de gratitud del pueblo (Ex 17:3).
De nuevo vemos cómo la queja y la falta de gratitud distorsionan la forma de ver las cosas, produciendo negativismo,
desesperanza y duda. A causa de la riña de Israel contra Dios, le pusieron el nombre correspondiente a ese lugar (Ex 17:7)
Antes se llamaba Refidim, que quiere decir “lugares de reposo”. Pero después se llamó:
❖ Masah, que significa “tentación o prueba”
❖ Meriba, que significa “contención o provocación”
33.1 INSTRUCCIÓN DE DIOS
Al menos una persona reaccionó correctamente ante el problema: Moisés buscó a Dios, quien le dio la solución. La respuesta
a las pruebas siempre la encontramos de rodillas, y no con la mano empuñada. Cuando Dios le mostró a Moisés lo que
debía hacer para obtener agua para el pueblo (Ex 17:5-6)
La falta de agua en Refidim no sólo era una prueba de fe, sino también venía
acompañada de una lección espiritual más profunda. Así como Dios les mostró
con la lección del maná que "no sólo de pan vive el hombre" (Dt 8:3), también
el Señor les enseñará cuál es la fuente que apaga la sed de verdad y de justicia.
En el mismo lugar donde saldrá el agua (en Horeb, también conocido como
Monte Sinaí Ex 3:1; Dt 5:2), allí también recibirán la instrucción de Dios (los
mandamientos) unos días después.
Nota: Tradicionalmente se ha creído que el Monte Sinaí se encuentra al sur de
la Península del Sinaí. La tradición viene desde tiempos de Constantino,
cuando la madre del emperador romano, la reina Elena, fue a la Tierra Santa a
"reconocer" los sitios bíblicos. Fue Elena quien escogió la ubicación del Monte Sinaí, y posteriormente se construyó allí un
monasterio. Sin embargo, arqueólogos modernos han señalado que el verdadero Monte Sinaí se encuentra al norte de
Arabia, en un lugar llamado Jabal Al Lawz. Esta teoría concuerda con lo que escribió Pablo (Gl 4:25), señalando que el
Monte Sinaí queda en Arabia, y no en la península de Egipto.
34 ATAQUE DE AMALEC (Ex 17:8-16)
Mientras que Moisés y los líderes iban al Monte Horeb a sacar el agua de la Roca, el resto del pueblo se quedó en Refidim,
esperando noticias. Finalmente, cuando llegaron a darles las buenas nuevas de la fuente de agua en la Roca de Horeb,
todos se dispusieron a ir. Fue en ese momento en que recibieron un ataque sorpresivo (Éxodo 17:8)
¿Quién era “Amalec”, y por qué los atacó en Refidim? Recordemos que ése era un lugar desértico, sin agua. Nadie vivía allí,
y por eso el ataque tomó por sorpresa a los israelitas. Antes de entrar a los detalles de la batalla, comencemos por descubrir
quién era Amalec
34.1 AMALEC
Amalec era el nombre de un descendiente de Esaú (Gn 36:12), que tuvo con una concubina, y no con su esposa. Amalec
no fue aceptado entre sus hermanos, por lo que vivió alejado de sus familiares. En el desierto, Amalec formó su propio
pueblo: los amalecitas. Éstos fueron los que atacaron a Israel en Refidim.
Y, ¿por qué atacaron a los israelitas? Los amalecitas no tenían razón para atacar a Israel, ya que no estaban pasando por
su territorio (en el Neguev; Nm. 13:29). A diferencia de las demás naciones de la región que temieron al oír los milagros que

A. Angulo V. 28
Éxodo
Dios hizo en favor de Israel (Ex 15:13-16), los amalecitas no tenían temor del Dios de Israel. Como su antepasado Esaú
quien menospreció su herencia espiritual (Gn 25:34; Heb 12:16-17), los amalecitas tenían la vista puesta en las cosas
terrenales y no en las eternas.
34.2 EN LA RETAGUARDIA
En Deuteronomio, Moisés señala que Amalec atacó a Israel por la retaguardia, es decir, a los más débiles. Cuando el pueblo
se enteró del agua en Horeb, todos salieron corriendo en esa dirección. En esa carrera, los más débiles quedaron atrás, y
fue a ellos a quienes atacaron los amalecitas (Dt 25:17-18)
34.3 ESTRATEGIA DIVINA
Cuando la noticia del ataque llegó a oídos de Moisés, él se dispuso a defender al pueblo. Pero Moisés no usó tácticas
militares, sino que Moisés buscó la estrategia en Dios, y esto fue lo que el Señor instruyó (Ex 17:9-11)
Tal vez lo más fácil hubiera sido que Dios acabara con los enemigos de una
forma milagrosa, tal como lo hizo con el ejército egipcio en el Mar Rojo.
Pero en esta ocasión, Dios quería que los israelitas participaran en su
propia defensa. Esto serviría de práctica para cuando entraran a la Tierra
Prometida. En esta prueba, Dios quería enseñarles una gran lección: el
Señor quiere que hagamos nuestra parte ante las pruebas de la vida, pero
al final debemos saber que la victoria viene de Dios. Esta lección estaba
representada en la mano de Moisés apuntando hacia el Cielo. Cuando la
mano estaba alzada, ganaban; pero cuando la mano caía, los israelitas
perdían.
34.4 APOYO MUTUO
Otra gran lección de esta experiencia es que Moisés no podía hacer las cosas solo, sino que tenía necesidad de contar con
el apoyo de otros siervos de Dios (Ex 17:12). En la debilidad de unos está la fortaleza de otros (Ec 4:9-12)
34.5 VICTORIA MILAGROSA
Aunque los israelitas no tenían experiencia en la guerra como la tenían los amalecitas, el Señor les dio la victoria de forma
milagrosa (Ex 17:13). Esta prueba en Refidim era la lección que los israelitas debían aprender en preparación para cuando
entren a la Tierra de Canaán, donde tendrán que enfrentar a muchos enemigos.
34.6 DECRETO CONTRA AMALEC
Aunque los israelitas triunfaron en esa batalla, la guerra contra los amalecitas no acabó allí. Los amalecitas volverán a atacar
a Israel en el futuro. No obstante, en ese momento Dios decretó el destino de Amalec (Ex 17:14)
Los amalecitas trataron de borrar la memoria del pueblo de Israel en el desierto; pero Dios le dio la vuelta a la historia, y
decretó que será la memoria de Amalec la que quedará en el olvido
En Deuteronomio está escrito cuando este decreto tomará vigencia (Dt 25:19). Efectivamente así sucedió. Luego que los
israelitas conquistaron la Tierra Prometida y fue nombrado el primer rey de Israel, Dios trajo a memoria la promesa que hizo.
A través del profeta Samuel, Dios encargó al rey Saúl exterminar a los amalecitas (1 S 15:1-3).
Lamentablemente el rey Saúl cumplió la encomienda sólo "a medias", dejando con vida al rey amalecita, Agag (1 S15:7-9).
Esta desobediencia le costó el reino a Saúl (1 S 15:10-26), y casi les cuesta la vida a todos los judíos en el futuro. Según la
tradición hebrea, en ese tiempo que estuvo preso el rey Agag, éste dejó embarazada a una mujer que dio a luz a su hijo.
Esto es significativo, ya que de este hijo proviene Hamán el agageo (Est 3:1, 3:8, 9:24), quién planeó el exterminio de los
judíos en Babilonia, en tiempos de Ester.
34.7 MEMORIAL
Regresemos ahora a la historia de Éxodo. Luego de oír el decreto de Dios contra Amalec, Moisés edificó allí un altar como
memorial (Ex 17:15-16). En Refidim, Dios se presenta con otro de Sus Nombres: Jehová Nisi, literalmente significa: bandera
o estandarte; pero en un sentido figurado también significa: “señal o milagro". La bandera es una señal de identificación; se
alza a lo alto para que todos la vean y lo reconozcan. De igual manera sirven los milagros, como testimonio del poder de
Dios.
35 SUEGRO DE MOISÉS (Ex 18:1-12)
Luego del encuentro de los israelitas con Amalec en Refidim (luego llamado: Masah y Meriba), leemos acerca de otro
encuentro en el mismo sitio. Pero en esta ocasión se trata de una visita amistosa. Mientras Amalec se acercó a los israelitas
porque no temió a Dios, por el contrario, la siguiente visita lo hizo en admiración por lo que había escuchado sobre el Dios
de Israel (Ex 18:1-6)

A. Angulo V. 29
Éxodo
Jetro no es un personaje nuevo en la historia del Éxodo. En el capítulo tres leímos sobre cómo Moisés conoció a Jetro, y se
unió a su familia casándose con su hija mayor, Séfora. Aparentemente, Séfora se regresó a Madián luego del suceso de la
posada, en el camino de Madián a Egipto (Ex 4:24-26). Mientras Moisés estuvo en Egipto cumpliendo su misión de liberar
al pueblo de Israel, Séfora y sus dos hijos se refugiaron en Madián, en la casa de Jetro. Pero tan pronto supieron que Moisés
estaba cerca de Madián, fueron a encontrarle (Ex 18:2-6)
35.1 HIJOS DE MOISÉS
Ya se había mencionado que Moisés tenía hijos (Ex 4:20), pero no conocíamos sus nombres hasta este momento de la
narrativa
❖ Gerson (heb. Gershom) que significa: que vive en el exilio
❖ Eliezer (heb. Eli: mi Dios; Ezer: ayuda) que significa: Mi Dios es mi ayuda
A parte de esta mención de los hijos de Moisés, no hay mucho que se sepa de ellos; y lo mismo aplica a Séfora. La única
mención posterior de los hijos de Moisés es en el libro de las Crónicas. Por un lado, se menciona que fueron contados entre
la tribu de Levi, y los hijos de los hijos fueron jefes en Israel (1 Cr 23:14-17). Por otro lado, señala que el hijo de Gersón era
el oficial encargado de los tesoros del Tabernáculo, y unos descendientes de Eliezer estuvieron a cargo de los tesoros del
Templo en tiempo de David (1 Cr 26:24-27). A parte de estas menciones, la Biblia guarda silencio con respecto a las vidas
de la mujer y los hijos de Moisés que contrasta con la participación activa de los hijos de Aarón.
35.2 TESTIMONIO A JETRO
Luego de la presentación oficial de los hijos de Moisés, la narrativa se enfoca en la conversación entre Moisés y Jetro (sin
mencionar a Séfora). Se hace evidente que ellos dos se llevaban muy bien (Ex 18:7-8). Moisés le dio testimonio a su suegro
sobre todas las maravillas que el Dios de Israel había hecho en favor de Su Pueblo. La reacción de Jetro fue positiva (Ex
18:9-11)
En la Biblia no queda claro si Jetro era sacerdote pagano o no; pero, como mencionamos en el cap. 3, él también pudo haber
sido un sacerdote de Jehová, ya que los madianitas eran descendientes de Abraham. De cualquier forma, aquí vemos que
Jetro reconoce a Jehová como Dios, y como testimonio de su fe ofrece sacrificios al Señor (Ex 18:12). Uno pensaría que
después de esto, el suegro se uniría al pueblo de Israel. Pero no fue así. Él siguió por su camino (Ex 18:27)
36 CONSEJO DE JETRO (Ex 18:13-26)
En el tiempo que Jetro estuvo con Moisés, él se dio cuenta de la carga tan grande que Moisés llevaba sobre sus hombros,
como líder de la nación de Israel (Ex 18:13-14)
Seguramente Jetro esperaba pasar tiempo con Moisés, pero resultó que él estaba demasiado ocupado atendiendo asuntos
del pueblo. Mañana y tarde la gente lo buscaba. Jetro le preguntó para qué lo buscaban, y Moisés le explicó (Ex 18:15-16)
Moisés era el líder de todo el pueblo. Era su juez, su pastor y su consejero. Él se había convertido en el intermediario entre
Dios y los israelitas. Pero Moisés no podía darse a basto, ya que el pueblo de Israel llegaba a un número de más de 600 mil
hombres, además de mujeres y niños (Nm 1:45-46).
Preocupado por Moisés, Jetro le dio el siguiente consejo (Ex 18:17-19a). El consejo que le dio Jetro es que compartiera la
carga con otros líderes. Le sugirió que dividiera el trabajo de la siguiente manera:
❖ Moisés (Ex 18:19b-20) Moisés no debía distraerse con los problemas menudos del pueblo, sino que debía dedicar
más tiempo a buscar a Dios, que es lo más importante para su función como líder de todo el pueblo.
❖ Otros líderes (Ex 18:21-22) Moisés debía nombrar a líderes honestos y capaces que fungieran como jueces,
dirimiendo los conflictos entre el pueblo. En el caso que un juez no pudiera resolver un caso, podría apelar a un juez
de mayor rango, hasta llegar a la instancia de Moisés (que serviría como un juez supremo).
Jetro le dijo a Moisés que, si hacía esto, les iría mejor a todos (Ex 18:23)
36.1 ATENDIÓ EL CONSEJO
A Moisés le pareció magnífico el consejo de su suegro (Ex 18:24), y lo implementó de inmediato (Ex 18:25-26)
En Deuteronomio se describe la implementación de este sistema de jueces entre los israelitas (Dt 1:12-15)
A continuación, Moisés describe cómo debe actuar un juez justo (Dt 1:16-17)
36.2 UN JUEZ JUSTO
Tomando por referencia Éxodo 18 y Deuteronomio 1, podemos resumir cuales deben ser las calificaciones de un juez justo:
❖ sabio, entendido
❖ capaz, experto
❖ temeroso de Dios, no de los hombres
A. Angulo V. 30
Éxodo
❖ que aborrezca las ganancias deshonestas
❖ que no haga acepción de personas
Más adelante, cuando reciben los mandamientos en el Monte Sinaí, el Señor define lo que es un JUICIO JUSTO (Dt 16:18-
20). Veamos punto por punto la descripción de un juicio justo:
❖ No se debe torcer el derecho. No se deben manipular las leyes para obtener el fin que uno quiere, sino debe aplicarse
la ley tal como Dios la dio. Al que quebranta la ley, se castiga; y se honra al que guarda la ley.
❖ No hacer acepción de personas. Las leyes aplican a todos por igual (Pr 24:23-25, Col 3:25)
❖ Los jueces no deben recibir soborno, ni aún regalos, porque éstos ciegan los ojos de los sabios y pervierte las
palabras de los justos (Ex 23:8)
En el principio, el pueblo de Israel no tenía rey, ya que Dios era su Rey. Sus líderes eran jueces que aplicaban la ley de
Dios.
37 INVITACIÓN EN EL MONTE SINAÍ (Ex 19:1-8)
Después de estar un corto tiempo en Refidim, la nube que guiaba a Israel en el desierto se movió. La siguiente parada los
llevó al pie del Monte Sinaí, la fuente del agua que salvó sus vidas en el desierto. Pero los israelitas estaban a punto de
descubrir que allí recibirán algo aún más importante: los mandamientos de Dios. Para el momento en que llegaron al pie del
Monte, ya habían pasado tres meses desde la salida de Egipto (Ex 19:1-2). La parada en el Monte Sinaí es el evento más
importante de toda la travesía de los israelitas a través del desierto. Allí van a permanecer durante año, y muchas cosas van
a suceder en ese lugar. Lo primero será un encuentro entre Dios y su Pueblo. La llegada al Monte Sinaí también era muy
significativa para Moisés, ya que allí fue su experiencia de la zarza ardiente. En ese momento se cumplió la señal que Dios
le había prometido (Ex 3:12). Allí se cerró el círculo del llamado de Moisés, pero la experiencia con Dios apenas comenzaba
37.1 INVITACIÓN
Al llegar al Monte Sinaí, Dios llamó a Moisés, y le dio un mensaje para el pueblo de Israel (Ex 19:3-6). Con estas palabras,
Dios extiende una invitación a los israelitas. Les pregunta si quieren ser: su especial tesoro, reino de sacerdotes, nación
santa. Veamos ahora lo que esto significa.
La palabra que se traduce como: “especial tesoro”, en hebreo es: Segulá, que viene del verbo: “cerrar”. Esta palabra aplica
a una propiedad que es exclusiva y privada. Es un tesoro o riqueza que está cerrada al público, y es muy preciada y única.
Este concepto también aplica a la frase “nación santa” (heb. Goy Kadosh), a que la palabra “santo” significa: apartado,
dedicado a alguien. Además, dice que espera que sea un reino de sacerdotes, los cuales son personas dedicadas al servicio
de Dios. [Ref. Dt 7:6-9]. Esa era la oferta de Dios, y lo que Él pedía de Israel era lo siguiente (Ex 19:5)
Dios pide dos cosas:
❖ Dar oído a Su Voz. En el hebreo se repite dos veces el verbo “Shemá” que significa: “atender”. Si se tradujere
literalmente, se escribiría: “oye, oirás” (La repetición en hebreo es un énfasis, como cuando Jesús dijo: “De cierto,
de cierto o digo”). “Shemá” no sólo significa “escuchar”, sino hacer lo que se escuchó (es decir, obedecer) [Shema =
oír + obedecer]
❖ Guardar Su Pacto. “Guardar” en hebreo es “Shamar”, que literalmente significa: poner un cerco de protección.
También significa: guardar, cumplir, mantener, observar, preservar.
En resumen, Dios espera que Su Pueblo oiga y obedezca la Voz de Dios, y guarde Su Pacto (aunque, para ese momento,
un no había revelado las condiciones del Pacto).
37.2 PROPUESTA MATRIMONIAL
En la tradición judía, comparan esta invitación a una propuesta matrimonial. Esta es una imagen que se mantiene desde el
principio al final de la Biblia (Is 62:5, Jer 2:2-3, Os 2:19-20, 2 Co 11:2, Ef 5:25-27, Is 62:5, Jn 14:2-3, Ap 19:6-9, Ap 21:2-
3, Os 2:19-20)
Las bodas hebreas constaban de dos partes:
❖ El Compromiso: El pretendiente llega a la casa de la chica para proponerle matrimonio. Le lee el “compromiso
matrimonial” (heb. Ketubá, lit. escrito). Si la novia acepta, quedan comprometidos. El novio va a preparar casa, y la
novia su vestido.
❖ La Ceremonia: Cuando el novio tiene lista la casa y la boda, va a buscar a la novia, y la “rapta” para llevársela a su
casa. Allí se reúnen los invitados para la celebración, y finalmente se consuma el matrimonio.
En el Monte Sinaí, el Señor le propuso a Israel entrar en un compromiso con Él. La propuesta es que Jehová sería su Dios,
y ellos sería el Pueblo de Dios. Para hacerlo efectivo, los israelitas debían aceptar la propuesta, ya que la relación con el
Señor no es forzada sino completamente voluntaria (Ex 19:7-8)

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Éxodo
37.3 PROPUESTA PARA TODOS
Esta propuesta del Señor no sólo era para la generación de los israelitas en el desierto, sino que aplica a todas las
generaciones. Cada persona decide si va a aceptar que Jehová sea su Dios, sabiendo que esto implica un compromiso de
nuestra parte (oír, obedecer y guardar).
38 PREPARACIÓN Y ENCUENTRO EN SINAÍ (Ex19:9-20)
Israel aceptó la propuesta de Dios: ellos serán su pueblo, y Jehová será su Dios (aún antes de oír las condiciones). Como
intermediario, Moisés llevó de inmediato la respuesta positiva al Señor. Ante eso, Dios le anunció a Moisés que se
presentaría ante todo el pueblo. Previamente, Él había hablado con individuos, pero ésta sería la primera vez que haría una
aparición colectiva. El Señor le explicó su razón para hacerlo (Ex 19:9)
Nótese que Dios aparece en una densa nube. La razón es porque la Biblia dice que nadie puede ver a Dios y vivir, debido a
su gloria y santidad (Ex 33:20). Dios dejó sentir Su Presencia y dejó oír Su Voz ante todo el pueblo, pero los protegió de su
gloria para que nadie muriera.
Como parte de la preparación para el encuentro divino, los israelitas debían consagrarse (Ex 19:10-11). En estas
instrucciones hay un mensaje profético escondido, en relación a la Novia de Cristo (los creyentes fieles), la cual también
debe prepararse para la Venida del Señor (Ap 19:7-9)
Pablo también explica cómo se prepara la Novia de Cristo (Ef 5:25-27). La Palabra de Dios es la que lava y purifica a la
Novia. También la mención de que Dios aparece en una nube es una sombra de la segunda venida de Jesús (Ap 1:7)
38.1 LIMITES
Otra instrucción interesante sobre el encuentro divino en el Monte Sinaí es el límite o frontera que el Señor estableció (Ex
19:12) Y esta restricción era para beneficio del pueblo (para evitar que alguien muriera). Sin embargo, se menciona una
fecha en que sí se podrá cruzar la frontera (Ex 19:13)
En esta instrucción hay otra revelación profética: El sonido largo no se refiere a cualquier sonido del shofar. La frase “Suene
largamente la bocina” es la traducción de una palabra hebrea: Yovel, que también se traduce como: “Jubileo”. El sonido
del “Yovel” se toca en un día en especial, y en un año en especial (Lv 25:8-10)
Yovel es el sonido de trompeta que se toca en el día en que da inicio al Jubileo, precisamente en el Día de Expiación
(heb. Yom Kipur). El Jubileo es el año del perdón de toda deuda, y el año en el que los israelitas regresaban a su heredad
original. Esta fiesta especial es sombra del día en que Jesús vendrá a borrar todo pecado y perdonar todo deuda, además
de devolver las tierras a quienes le pertenecen. Esta es la trompeta profética que sonará en la Segunda Venida de Jesús (1
Co 15:52, 1 Ts 4:16). En ese día, todos los pecados serán expiados, y podremos subir la Montaña de Dios para estar con
Él para siempre.
38.2 AL TERCER DIA
El pueblo de Israel se preparó, y al tercer día tuvieron la experiencia más grande de sus vidas (Ex 19:16a). Aunque estaban
advertidos, nada hubiera podido preparar a los israelitas para lo que presenciaron en ese día. Ante tal muestra de gloria y
poder, el pueblo ni siquiera se atrevió a salir de sus tiendas. Moisés tuvo que sacarlos (Ex 19:17)
La Biblia sigue explicando el efecto que causó el descenso de la Presencia de Dios sobre la Tierra (Ex 19:18-20). Esto era
sólo el preámbulo antes de que la voz de Dios se dejara oír en medio del pueblo. En el siguiente capítulo veremos cómo
reaccionan cuando Dios comenzó a hablarles en forma colectiva.
En Deuteronomio hace mención del compromiso que el Pueblo hizo con Dios. Podemos leerla, no sólo como un dato
histórico, sino también como una invitación que el Señor hace de generación en generación a Su pueblo (Dt 26:16-19)
39 LOS DIEZ MANDAMIENTOS (Ex 20:1-17)
En el capítulo anterior (Ex 19) vimos que los israelitas aceptaron la propuesta de Dios: "Yo
seré tu Dios, y ustedes serán mi pueblo". Tres días después, el Señor se presentó ante todo
el pueblo, rodeado de una nube oscura, truenos, relámpagos, sonido de trompeta y un
terremoto. En este capítulo leeremos lo que Dios les habló en esa ocasión.
39.1 PALABRAS DE DIOS (heb. Asaret Dibrot)
El capítulo 20 comienza con lo que se conoce hoy como “los 10 Mandamientos”; sin embargo,
éste no es el nombre que usa la Biblia para referirse a estas palabras pronunciadas por la
boca de Dios ante todo el pueblo en el Monte Sinaí. En Deuteronomio las describe
simplemente como “las palabras” (heb. HaDibrot) (Dt 9:10). Lo que se traduce en la Biblia
como “los diez mandamientos”, en hebreo es: Aseret HaDevarim, que literalmente significa: “las diez palabras” (Dt 10:4)

A. Angulo V. 32
Éxodo
39.2 PRIMERA PALABRA
La primera “palabra” o enunciado que Dios pronunció fue Su Nombre. Él se presentó ante todo el pueblo de Israel (Ex 20:1-
2). Dios se presentó por Su Nombre ante los israelitas; luego estableció la base de la relación que tendrá con ellos: Jehová
será su Dios. También les recuerda el hecho que Él es su Redentor, quien los libró de la esclavitud. Israel fue comprado
con precio de sangre (del Cordero de la Pascua) y redimidos para ser sus siervos (1 P 1:18-19, Ro 6:17-18).
39.3 CONDICIONES DEL COMPROMISO
En el estudio del capítulo 19 comentamos que la invitación que Dios les hizo a los israelitas en el Monte Sinaí podía
compararse a un compromiso matrimonial. El Señor les preguntó: “¿Aceptan ser míos?”; y el pueblo respondió que sí. El
pueblo se comprometió diciendo: “Todo lo que Jehová ha dicho, haremos” (Ex 19:8).
Ahora lo que toca es definir las condiciones del compromiso (es decir, las responsabilidades y los derechos similar a un
contrato nupcial). En el caso de la ceremonia en el Monte Sinaí, las condiciones están delineadas en la Ley de Dios (en
hebreo: Torá); y las 10 Palabras (o “Mandamientos”) representan el resumen de toda la ley de Dios.
Las 10 Palabras (“Mandamientos”) puede dividirse en dos grupos:
❖ Los primeros tratan sobre nuestra relación personal con Dios.
❖ Los últimos tratan sobre la relación con el prójimo.
Jesús hizo referencia a estas dos partes de la Ley cuando le preguntaron cuál consideraba él como el mandamiento principal
(Mr 12:28-31)
Jesús resumió la ley de la misma manera que está delineada en los diez mandamientos:
❖ Amarás a Dios sobre todas las cosas
❖ Amarás al prójimo como a ti mismo.
En el orden del Reino de Dios, “Amar a Dios” y “amar al prójimo” son dos caras de la misma moneda. Así lo explica Juan en
su epístola (1 Jn 4:20-21). El apóstol Pablo también hace referencia al amor al prójimo como parte de la Ley de Dios (Ro
13:8-10)
39.4 LAS DIEZ PALABRAS
Veamos ahora con detalle cuáles son las 10 Palabras (Mandamientos) que el Señor les dio a los israelitas, como parte del
Pacto entre Dios y Su Pueblo:
39.4.1 RELACIÓN CON DIOS
Los primeros mandamientos hablan sobre nuestra relación personal con Dios:
❖ Reconocer que Jehová es mi Dios (Ex 20:2)
❖ No tener otros dioses, ni hacer ídolos (Ex 20:3-6)
Esta expectativa de “exclusividad” que Dios espera de su pueblo, se puede comparar con la fidelidad que una persona
espera de su pareja con quien se va a casar.
❖ No tomar el Nombre de Dios en vano (Ex 20:7)
En Levítico explica a qué se refiere este mandamiento (Lv 19:12)
La gente tiende a usar el nombre de Dios para sus juramentos, con el fin de que la gente les crea. Pero esto no es correcto
ni necesario, como explica Santiago (Stg 5:12)
❖ Guardar el día de reposo (heb. Shabat) (Ex 20:8-11)
Este mandamiento es un recordatorio porque ya lo había enseñado a los israelitas (en el contexto del Maná) y desde el
principio de la creación, cuando Dios apartó el día sábado como día de reposo, para ser santificado (Gn 2:1-3).
39.4.2 RELACIÓN CON EL PROJIMO
Ahora veamos los mandamientos que tratan sobre nuestra relación con el prójimo:
❖ Honrar padre y madre (Ex 20:12-17)
En una carta Pablo hace referencia a este mandamiento, señalando que es el primer mandamiento con promesa. También
expande sobre este tema, enseñando sobre la relación entre padres e hijos (Ef 6:1-4)
❖ No asesinar (Ex 20:13)

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Éxodo
Aunque la palabra se traduce como “matar”, en realidad se refiere a: “asesinar”. Matar es quitar la vida, pero puede ser de
forma accidental o por deber (en la guerra, como ejecución de una condena). Por otro lado, “asesinar” es matar de forma
intencionada, con premeditación y alevosía, como un acto criminal e ilegal.
❖ No cometer adulterio (Ex 20:14)
Así como Dios demanda fidelidad hacia Él, también espera que las personas sean fieles hacia su cónyuge.
❖ No robar (Ex 20:15)

El Señor nos enseña a respetar la propiedad privada. Robar es apropiar de una cosa que pertenece a otra persona.
❖ No testificar falsamente (Ex 20:16)
Este principio no sólo aplica a dar un falso testimonio en un juicio, sino también a “mentir”, lo cual provoca que el oyente
tenga una idea falsa de lo que se ha dicho. La palabra “falso” en hebreo es: “Shequer”, que también se puede traducir como:
mentira o engaño.
❖ No desear lo ajeno (Ex 20:17)
El peligro del pecado de la codicia de lo ajeno es que lleva a una espiral descendente de pecado. Un mal lleva a otro mal,
trayendo mucha destrucción y maldición. El profeta Miqueas y el apóstol Pablo lo explican de la siguiente manera (Miq 2:1-
2, 1 Ti 6:9-10). Felizmente, Pablo nos señala cuál es la medicina en contra de la codicia: el contentamiento (Heb 13:5, 1Ti
6:6-8)
40 REACCIÓN A LA EXPERIENCIA DEL SINAÍ (Ex 20:18-23)
La experiencia en el Monte Sinaí fue un evento espectacular que sobrepasó las expectativas de los israelitas. Ellos habían
presenciado muchas señales y prodigios en los últimos meses, incluyendo las plagas y los milagros en el desierto; pero nada
se comparaba al día en que la presencia de Dios descendió sobre el Monte Sinaí, a los ojos de todo el pueblo de Israel (Ex
20:18). Por primera vez en la historia, Dios habló directamente con todo un pueblo (Dt 5:4-5). La presencia de Dios se sintió
tan fuerte en el Monte Sinaí, que los israelitas tuvieron miedo. Por eso le pidieron lo siguiente a Moisés (Ex 20:19)
Moisés les dijo que no temieran, y les aclaró que no iban a morir (mientras respetaran el límite establecido por Dios). Esa
experiencia temible no era para que murieran sino para que conocieran la grandeza de Dios y le temieran (Ex 20:20)
Moisés no se “inventó” esta respuesta, sino vino por revelación. En Deuteronomio Moisés
cuenta lo que oyó de Dios en esa ocasión, y cuál fue la reacción del Señor ante la
preocupación de los israelitas (Dt 5:28-29). El temor de Dios (no miedo sino temor reverente)
despierta la conciencia de las consecuencias de las acciones, y lo lleva a uno a la obediencia
(Dt 10:12-13)
40.1 MOISÉS SIGUE OYENDO
En la narrativa de Deuteronomio, queda claro que Dios no había terminado de hablar cuando
el pueblo lo interrumpió. Los Diez Mandamientos eran tan sólo la introducción de la Ley. Dios
iba a seguir hablando ante todos, pero tras la interrupción del pueblo, el Señor siguió la
conversación sólo con Moisés. Luego él les transmitiría el mensaje a todo Israel. Esto fue lo
que le dijo Dios entonces (Dt 5:30-33)
40.2 SE ALEJARON
Mientras que Moisés subió al monte para oír el resto de la Ley, la Biblia dice que los israelitas se alejaron (Ex 20:21). El
primer mensaje que Dios le dio a Moisés parece una repetición (Ex 20:22-23)
A primera vista, podría parecer que volvió a mencionar el segundo mandamiento (en contra de la idolatría); pero, en realidad,
era una advertencia para que no cayeran en el pecado del Becerro de Oro (el cual estudiaremos más tarde). Dios comenzó
dándoles ese mensaje para darles la oportunidad de no caer en ese error.
La frase “No hagáis Conmigo”, se puede traducir literalmente: “No hagan de Mí”.
Algunos comentaristas lo interpretan como la advertencia para que no hagan una falsa imagen de Dios. Ese tipo de idolatría
es más sutil, ya que pretende adorar a Dios, pero en realidad es una imagen falsa de Él. (Nota: Profundizaremos más en
este tema cuando estudiemos el Pecado del Becerro de Oro, en el cap. 32).
40.3 DIOS SIGUE INSTRUYENDO (Ex 20:21-26)
Como vimos en el capítulo anterior (Ex 20), Dios comenzó a darles las leyes a en ese encuentro en el Monte Sinaí. Los 10
Mandamientos (o 10 Palabras) que el pueblo oyó en persona conforman la introducción de toda la Ley. Pero los israelitas
tuvieron miedo de oír la voz de Dios, así que pidieron que Moisés fuera el intermediario entre Dios y el pueblo (Dt 5:27)

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Éxodo
Esto fue lo que el Señor respondió a Moisés ante la petición del pueblo (Dt 5:29-33). Mientras que el pueblo se quedó en el
campamento, Moisés subió al Monte Sinaí para seguir escuchando la Ley de Dios
40.4 LEYES EN EXODO
En el libro de Éxodo, Moisés hizo un resumen del resto de las leyes que Dios le dio en el Monte Sinaí (posterior a los 10
Mandamientos). Sin embargo, la ley completa la transcribió en el libro de Deuteronomio.
El resumen de la ley en Éxodo se encuentra entre los capítulos 20 al 23. Esta sección se puede dividir de la siguiente manera:
❖ (Ex 20:22-26) Leyes sobre cómo acercarse a Dios
❖ (Ex 21-23:9) Leyes básicas de convivencia y justicia social
❖ (Ex 23:10-19) Leyes sobre los tiempos de Dios
40.5 PRIMERA INSTRUCCIÓN
Mientras que el pueblo se quedó en el campamento, Moisés subió al Monte Sinaí para recibir el resto de la instrucción de
Dios (Ex 20:21). El primer mensaje Moisés recibió parecía ser una repetición del segundo mandamiento (en contra de la
idolatría) (Ex 20:22-23). Más que una repetición del segundo mandamiento, ésta es más bien una advertencia a los israelitas
para darles la oportunidad para que no cayeran en el pecado del Becerro de Oro (esto lo estudiaremos en el cap. 32).
La frase “No hagáis Conmigo”, se puede traducir literalmente: “No hagan de Mí”. Algunos comentaristas lo interpretan como
la advertencia para que no hagan una falsa imagen de Dios. Ese tipo de idolatría es más sutil, ya que pretende adorar a
Dios, pero en realidad es una imagen falsa de Él.
40.6 LEYES SOBRE EL ALTAR
Luego de la advertencia en contra de hacer una falsa imagen de Dios, el Señor enseña sobre la forma adecuada de acercarse
a Él (Ex 20:24)

Altar es una piedra o lugar elevado donde se ofrecen sacrificios a una deidad. Desde el principio, con Abel y Caín, el sacrificio
en un altar fue la manera en que el hombre ha buscado acercarse a Dios. A estos hermanos, Dios les enseñó que para el
sacrificio era necesario derramamiento de sangre. Progresivamente, la Biblia va revelando lo que representan los sacrificios,
hasta llegar a la revelación del sacrificio de Jesús en la Cruz (Heb 9:11-14). Para propósito de este estudio, no nos
adelantaremos a la revelación completa, sino sólo veremos lo que Dios instruye en la revelación del Monte Sinaí. En esa
ocasión, Dios instruyó a Moisés sobre cómo debía ser el altar para los sacrificios (Ex 20:25-26)

Las piedras del altar no debían ser labradas, sino lo más natural posible. El altar no debe ser una “obra de arte” humana
sino un lugar donde el énfasis está en Dios, no en el hombre. Por otro lado, los oferentes deben cuidarse de ser recatados
(contrario a los altares paganos donde se realizaban actos impuros).
41 LEYES DE ESCLAVITUD (Ex 21:1-11)
La nación de Israel nació de una forma muy distinta a las demás. Por lo general, las naciones se forman alrededor de un
grupo de personas que comparten un lugar en común; los vecinos se asocian por intereses en común, cooperan entre sí y
establecen un orden de beneficio mutuo, con leyes y gobierno en común. A diferencia de la norma, Israel nació como una
nación antes de tener tierra. Lo que los identificó como nación fue su relación con Dios. El Señor escogió a Israel para ser
su pueblo especial, y los israelitas aceptaron a Jehová como su Dios. En el desierto, el pueblo de Israel recibió sus leyes de
convivencia, aún antes de contar con el territorio donde ponerlas en práctica.
En el capítulo 21 encontramos las principales leyes de convivencia social (la lista completa está en Deuteronomio). Dios está
enseñando a su pueblo a cómo vivir en justicia y respeto.
41.1 SERVIDUMBRE Y ESCLAVITUD
Las primeras leyes sociales que se mencionan en Éxodo tienen que ver con la esclavitud. En nuestros días, tal vez nos
parezca extraño hablar de ese tema, pero ése era precisamente el tema con que estaban más familiarizados los israelitas,
acabando de ser librados de la esclavitud en Egipto. Dios les enseñará ahora cómo se trata justamente a un siervo o esclavo.
Pero antes de entrar a examinar las leyes sobre esclavos, primero debemos entender cómo funcionaba esto en esa época.
En tiempos bíblicos, las naciones hacían guerra con sus vecinos, no sólo para conquistar territorio, sino para obtener
esclavos y mano de obra barata como parte del botín (2 P 2:19)
En el mundo antiguo, los conquistadores hacían lo que querían con los conquistados, pero no debía ser así entre el pueblo
de Israel. Por primera vez en la historia, se pusieron límites a la esclavitud. La principal razón por la que la gente caía en
esclavitud en Israel no era por guerra, sino por deudas o necesidad económica. No es que alguien fuera a “someter” a otro
para ser su esclavo, sino ellos mismos lo solicitaban por necesidad, tal como se explica en el libro de Levítico (Lv 25:39-40)

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Éxodo
Cuando una persona cae en tal crisis económica que no puede salir adelante por sí solo, entonces se veía en la necesidad
de “venderse” como esclavo para cubrir sus deudas o necesidades. En muchas ocasiones, ofrecían el trabajo de sus hijos,
en tanto podían recuperar el dinero suficiente para redimirlos.
Jesús dio un ejemplo de esto en una parábola (Mt 18:23-25)
41.2 ESCLAVITUD HOY
En la actualidad, la esclavitud no es una práctica generalmente aceptada; sin embargo, todavía existen algunas formas de
esclavitud:
❖ Trata de blancas. Es decir, la venta de mujeres para someterlas a la prostitución obligada. Esto es ilegal, pero
tristemente se ha propagado a nivel mundial.
❖ Esclavitud por deudas. En algunos países subdesarrollados, aún se practica la esclavitud por deuda. Pero sin ir
tan lejos, debemos reconocer que cualquier deuda es un tipo de esclavitud espiritual, por principio. Si alguien se
endeuda, se vuelve dependiente de quien le prestó, tal como dice el proverbio (Pr 22:7)
❖ Esclavitud al pecado (Pr 5:22). Aunque nos creamos ser “libres”, la realidad es que todos nacemos como esclavos
del pecado (Jn 8:34)
Felizmente hay una salida para “la esclavitud al pecado”, y Pablo lo explica (Ro 6:16-18). Los israelitas entendieron bien
este proceso, ya que, habiendo sido esclavos de Egipto, luego fueron liberados y enseñados a obedecer la justicia de Dios.
De la misma manera, nosotros nacimos esclavos al pecado, pero la sangre del Cordero de Dios nos libró de esa esclavitud,
y ahora debemos aprender a ser siervos de justicia.
41.3 LEYES EN EXODO
Teniendo ahora una idea básica de cómo operaba la esclavitud en los tiempos bíblicos (y actuales), regresemos ahora a
Éxodo para entender las normas que Dios estableció sobre los siervos y los esclavos en Israel:
❖ Tiempo límite de esclavitud. Contrario al esclavo en las naciones, que era sometido para siempre, la Biblia pone
un límite en el tiempo de servicio de un esclavo (Ex 21:1-2). Un esclavo podía servir a su amo por seis años. Al
séptimo año, el esclavo debía ser puesto en libertad. Esto le daba una nueva oportunidad en la vida.
❖ Relaciones familiares (durante el tiempo de esclavitud). Aunque la esclavitud tenga un tiempo máximo de siete
años, eso sigue siendo mucho tiempo. Por lo tanto, la Biblia contempla lo que puede suceder con el esclavo y sus
relaciones familiares (Ex 21:3-4)
❖ Permanencia voluntaria. La Biblia también contempla que, llegando el final de su tiempo de servicio, el siervo no
desee ser puesto en libertad. En ese caso, la Biblia presenta la solución (Ex 21:5-6)
❖ Mujeres esclavas. Las mujeres se encuentran en una posición más vulnerable en la esclavitud, ya que los amos
solían abusar de ellas sexualmente. Para evitar esto, la Ley de Dios determinaba que una mujer tomada por esclava
debía dársele el lugar de esposa, con todos sus derechos; si el amo no quería, entonces podría ser liberada (Ex
21:7-11)
42 LEYES DE RESTITUCIÓN (Ex 21:12-34)
La siguiente sección de leyes sociales trata sobre compensación y restitución por causa de daños. Dios quiere que su pueblo
aprenda a asumir responsabilidad por sus actos. Según sea el daño, así será la pena. Aquí se presentan los casos más
graves primero, y luego los menores.
❖ Daño de muerte
Si alguien provoca la muerte de otro, la pena es equivalente: la muerte (Ex 21:12). Podríamos preguntarnos si esto aplica
también a las muertes accidentales. La Biblia da la respuesta (Ex 21:13). Sólo en caso de que la muerte haya sido accidental,
la ley a una provisión para que el homicida pueda refugiarse. Los detalles de esto se encuentran en Deuteronomio (Dt 19:4-
6)
La justicia de Dios contempla tanto el lado de la víctima como el de la persona que causó el accidente. Ambos son
considerados. [Nota: para más información sobre esta ley y sus consecuencias, les invitó a leer el estudio del capítulo 19 de
Deuteronomio: Devarim 19. Ciudad de Refugio. Otra ref.: Nm 35:9-29]. La excepción es para las muertes accidentales, pero
si fue adrede, entonces el asesino debe pagar con su muerte, y no podrá refugiarse ni aún en el santuario (Ex 21:14)
❖ Ataque a los padres
Dios considera como criminal a alguien que ataca física o verbalmente a sus padres, y le asigna la pena máxima (Ex
21:15,17). El verbo que se traduce como “hiere”, en hebreo es: Naká, que también se puede traducir como: golpear, atacar,
y aún matar.
❖ Secuestro
Dios también asigna la pena de muerte a los secuestradores y a los traficantes de personas (Ex 21:16)

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Éxodo
❖ Pago por daños personales
Cuando alguien causa una herida a otro (que no sea de muere), éste debe responder pagando una compensación por el
tiempo que el otro no pueda trabajar como consecuencia del daño causado (Ex 21:18-19). En el caso de los esclavos, el
amo no tiene que darle compensación (pero si será castigado si éste muere) (Ex 21:20-21)
Si la herida es a una mujer embarazada, y ella perdiera al bebé, quien determina la pena es el esposo de la mujer, bajo el
consejo de los jueces (Ex 21:22)
42.1 OJO POR OJO
La expresión “ojo por ojo, diente por diente” ha sido malinterpretado. No es un concepto de venganza, sino un principio
de justicia. Es una norma de compensación y restitución, que determina que la persona que ha causado una pérdida, debe
pagar conforme a la medida del daño que provocó (Ex 21:23-25)
Si alguien hace daño a otro, éste debe responder a la medida y compensar el daño que causó. En el caso de los esclavos,
la compensación se maneja de forma diferente por su posición (Ex 21:26-27)
42.2 OTROS DAÑOS
Dios también hace responsable a las personas por accidentes relacionados con los animales de su propiedad. La pena se
maneja de forma distinta (Ex 21:28)
Si se descubre que el dueño sabía que el animal era peligroso, pero no hizo nada para evitar la tragedia, entonces la pena
será más severa (Ex 21:29). El dueño guardará su vida sólo si el juez le impone un “precio de rescate”, es decir, una cantidad
que debe pagar como compensación (Ex 21:30-31). Si la persona que muere es un esclavo, se tendrá que pagar
compensación monetaria al amo (Ex 21:32).
Si la víctima no es una persona, sino otro animal, la pena será diferente (Ex 21:35-36). La Ley de Dios también lleva a asumir
la responsabilidad por descuidos en la propiedad (Ex 21:33-34). Otro ejemplo de esto lo vemos en Deuteronomio (Dt 22:8)
Por principio, Dios nos enseña que cada uno somos responsable por nuestros actos y por nuestra propiedad, y parte de ello
es prevenir y pagar por los daños causados.
43 LEYES SOBRE LA PROPIEDAD (Ex 22:1-15)
En el capítulo 22, Moisés sigue enseñando sobre las leyes básicas de convivencia social, tal como Dios lo instruyó en el
Monte Sinaí. Parte importante de ello es el respeto a la propiedad.
A continuación, la Biblia señala cuál es la pena por robo o por daños a la propiedad ajena:
43.1 POR ROBO DE GANADO
Las leyes sobre robo comienzan mencionando el robo de ganado, dado que esta era la
principal propiedad que tenían los israelitas saliendo de Egipto. El castigo dependerá del
estado en que el dueño recupere su pertenencia:
❖ Si el ladrón ya se deshizo de lo robado, debe pagar una remuneración considerada
(Ex 22:1). Se pagaba más por el buey dado que éste producía más utilidad que la
oveja.
❖ Si el ladrón todavía tenía lo robado completo e íntegro, debía devolverlo, y aun así
debía pagar extra (Ex 22:4)
❖ Por principio, el ladrón debe restituir por lo robado. Si no podía pagar, entonces
tendría que servir como esclavo hasta pagar el monto de lo que debía por el robo (Ex
22:3b)
43.2 POR ROBO EN UNA CASA
La Biblia autoriza que las personas se defiendan en caso que un ladrón entre a su casa (Ex 22:2-4). Por lo general, los
ladrones roban en casas durante la noche, cuando todos duermen, y éstos llegaban armados (Mt 24:43; 1 Ts 5:2).
43.3 POR DAÑOS
La Ley de Dios sigue enseñando sobre el respeto a la propiedad privada, al igual que la responsabilidad que se asume si se
incurre en daños (Ex 22:5-6). En el trabajo, uno debe tener cuidado de lo que hace para no dañar la propiedad de otros. Y
si se incurre en daños, debe pagar para restituir.
43.4 AL CUIDADO DE LO AJENO
La Biblia también contempla el caso en que alguien deje a otro al cuidado de sus pertenencias. Si éstas se pierden, ¿quién
es responsable?

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Éxodo
❖ Si fuera robado (Ex 22:7-8). Los jueces van a determinar si la persona encargada es inocente del robo, o si es
responsable.
❖ Si se pierde o muere un animal a su cargo (Ex 22:10-11). Esto también aplica al caso en que un animal fue
arrebatado por una fiera (Ex 22:13).
❖ Si se prueba que el encargado es responsable de robo o descuido, entonces deberá pagar al dueño (Ex 22:12)
PERTENECIAS PRESTADAS O ALQUILADAS
En el caso de cosas que se pidan prestadas o alquiladas, si se daña o se pierde la Ley de Dios determina lo siguiente
(Ex 22:14). Diferente caso es si el dueño está presente (Ex 22:15)
43.5 ¿DE QUIÉN ES?
En el caso de que dos personas se peleen por la misma propiedad, el caso se llevará ante los jueces (Ex 22:9). Adjudicarse
algo que es de otro es equivalente al robo, y el castigo es similar. La palabra que se traduce como “fraude”, en hebreo es:
“Pesha”, que también puede significar: defecto, falta, infracción, iniquidad, maldad, ofensa, pecado, rebeldía, rebelión,
traición, trasgresión.
44 OTRAS LEYES SOCIALES (Ex 22:16-31)
44.1 TOMAR POR MUJER
La Ley de Dios enseña a que los hombres respeten a las mujeres. Si quieren a una mujer, deben tomarla como su esposa. Si
un hombre se pasa de la línea con una mujer soltera, tendrá que responder de la siguiente manera. El precio de la dote era
50 piezas de plata. Si se casa con ella, nunca podrá darle carta de divorcio (Ex 22:16-29).
44.2 OTRAS FALTAS CON PENA DE MUERTE
A continuación, la Biblia enumera una lista de pecados cuyo castigo es la muerte:
❖ Hechicería (Ex 22:18) (Otras referencias: Lv 19:31, 20:27, Dt 18:9-15) Tampoco se dejará pasar por alto al que
visite a hechicera o adivino (Lv 20:6)
❖ Bestialismo (Ex 22:19) (Otras referencias: Lv 18:23, 18:25, 20:15-16; Dt 27:21)
❖ Idolatría (Ex 22:20) En el libro de Deuteronomio se detalla más este caso (Dt 17:2-5)
44.3 DEFENSA DE LOS MÁS VULNERABLES
En la siguiente sección encontramos leyes que protegen a unos de los miembros más vulnerables en la sociedad:
❖ Extranjeros (Ex 22:21)
El extranjero es vulnerable porque no cuenta con muchos de los derechos con los que cuentan los ciudadanos. Además, no
cuenta con una familia extendida que lo pueda ayudar o defender en caso de necesitarlo. Por ello, los extranjeros suelen
ser susceptibles a que se aprovechen de ellos (Lv 19:33-34)
Eso les pasó a los israelitas en Egipto, y por eso Dios exhorta a los israelitas a que sientan empatía con los extranjeros,
porque ellos también lo fueron, al igual que Abraham en la Tierra de Canaán (Ex 23:9)
❖ Viudas y huérfanos
La viuda y los huérfanos no cuentan con un hombre que dé la cara por ellos, les provea y los defienda. Esto los hace muy
vulnerables ante personas que se quieran aprovechar de ellos. Por eso Dios sale en su defensa (Ex 22:22)
La Ley no establece “un castigo judicial” para quien no acate estas dos leyes morales, pero Dios aclara que es un “falta
moral y espiritual”, y Él mismo se encargará de hacer justicia con los que se aprovechen de los extranjeros, las viudas y los
huérfanos (Ex 22:23-24, Dt 10:17-19, Sal 140:12)
44.4 LEYES SOBRE PRÉSTAMOS
La Ley de Dios también contempla el tema de los préstamos, que es otra área económica y social que puede prestarse para
el abuso (tanto de parte del que presta como el que pide prestado).
❖ Sin Usura
Por lo general, cuando alguien pide prestado es porque tiene necesidad. La Biblia advierte que no se saque provecho de
esa necesidad, y prohíbe la usura (es decir, el cobro de un interés excesivamente alto por un préstamo) (Ex 22:25)
Como protección en contra de la usura, la Ley de Dios prohíbe cobrar intereses en los préstamos a los hermanos (Dt 23:19-
20). Los préstamos a los extraños son considerados como “negocios”, por lo que en esos casos sí se puede cobrar intereses.
Pero al hermano en necesidad no se le debe cobrar interés, aunque sí se espera que devuelva lo que ha pedido prestado.
❖ Garantía del préstamo
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Éxodo
En el proceso de los préstamos es natural que uno pida “prenda”, es decir, una garantía de pago. En tiempos bíblicos, las
garantías solían ser prendas personales. El problema es que a veces las personas no tienen más prendas que la vestimenta
que llevan puesta, y la necesitan. Por eso, la Biblia exhorta al prestamista a que sea considerado y haga lo siguiente (Ex
22:26-27) (Otra referencia: Dt 24:10-13)
La Biblia también enseña que el que pide prestado debe pagar, y no aprovecharse del prójimo (Sal 37:21)
44.5 OTRAS LEYES
Al final del capítulo 22 se presentan leyes variadas de convivencia social:
❖ Respeto a las autoridades (Ex 22:28). La Biblia no sólo promueve el respeto a las autoridades, sino también la
obediencia, tal como lo enseña Pablo (Ro 13:2-3, Tit 3:1)
❖ Dar las primicias a Dios (Ex 22:29-30). Al entregar lo primero a Dios, reconocemos que Él ocupa el primer lugar en
nuestras vidas (Pr 3:9-10)
❖ Advierte al pueblo que no coma carne destrozada por las fieras (Ex 22:31)
45 JUICIO PERSONAL (Ex 23:1-9)
En el capítulo 23 continuamos viendo las leyes que Dios habló a Moisés en el Monte Sinaí, para que se las transmitiera al
pueblo de Israel. Seguimos con leyes de orden social, que nos enseñan a convivir de una mejor manera con nuestro prójimo.
La siguiente sección de leyes sociales es la versión personal de las leyes de un juicio justo. Son principios que se pueden
aplicar también a la vida diaria, y no sólo en el sistema judicial.
❖ No “admitirás” rumor. El primer versículo nos advierte en contra de los chismes y del testimonio falso (Ex 23:1).
La palabra que se traduce como “admitir”, en hebreo es Nasá, que también puede traducirse como: elevar, levantar,
aceptar, recibir, tolerar (entre otros). Este mandamiento tiene dos caras:
✓ Uno no debe “levantar” falsos rumores.
✓ No se debe “aceptar ni tolerar” falsos rumores de parte de otros.
El libro de Levítico lo dice de la siguiente manera (Lv 19:16). En Proverbios se nos enseña a tener cuidado con lo
que hablamos (Pr 10:18-20)
❖ No dar falso testimonio. Conectado con el noveno de los 10 Mandamientos, está el siguiente (Ex 23:1). Ser testigo
falso es más que decir una mentira es dar testimonio que puede llevar a condenar a una persona inocente. Es una
perversión de la justicia. La Biblia es clara al decir que quien haga tal mal, no quedará sin culpa delante de Dios (Pr
19:28-29, 19:5). En Deuteronomio esta descrito el proceso que se llevará en contra de quien de un testimonio falso
(Dt 19:16-20). El mal que el testigo falso iba a causar con sus mentiras, ese mismo castigo le caerá sobre su cabeza
(Dt 19:21).
❖ No seguir la opinión de la mayoría. La Biblia nos advierte contra el peligro de dejarnos llevar por la opinión de la
mayoría o la presión de grupo (Ex 23:2). No debemos ser como ovejas que siguen al resto cuando éstos van directo
al barranco (Pr 1:10-19, 4:14-19).
❖ No discriminar al pobre en el juicio. Dios advierte que no se haga diferencia con el pobre en el juicio (Ex 23:3,
23:6). No se debe hacer acepción de personas en el juicio; tanto a pobres como a ricos se les debe juzgar por igual.
❖ Hablar la verdad. La Biblia es clara al enseñarnos que debemos hablar con la verdad, y alejarnos de la mentira.
(Ex 23:7a). Esta ley no se había mencionado directamente, pero es el mismo principio que aplica en las leyes que
hablan en contra del falso testimonio. Hay culturas en las que es común la mentira, pero esto ciertamente no debe
ser la costumbre entre el pueblo de Dios. Nosotros debemos vivir según las reglas del Reino de Dios, no del mundo
(Ef 4:22-25). Aquí se menciona la razón principal por la que uno debe hablar la verdad: porque somos miembros los
unos de los otros. Las mentiras dañan las relaciones, y provocan desconfianza y división.
❖ No hacer daño al inocente (Ex 23:7b). La palabra que se traduce como “matar”, en hebreo es: “Harag” que también
significa: destruir. Dios no tolera que se haga mal e injusticia, en especial al justo (Ro 1:18, Pr 17:15)
❖ No recibir regalos que nos comprometan. Así como los jueces no deben recibir presentes para no desviar su
corazón, de forma similar todos debemos de tener cuidado con los regalos que la gente nos da, ya que pueden
comprometernos. (Ex 23:8, Ec 7:7)
❖ Tener consideración hacia el extranjero. Dios advierte que no pasará por alto cuando alguien se aproveche de la
vulnerabilidad de un extranjero (como vimos en el capítulo anterior) (Ex 23:9)
Los israelitas se podían identificar con los padecimientos de los extranjeros, porque ellos también estuvieron en esa posición
cuando vivieron en Egipto.
45.1 LEYES DEL TIEMPO Y EL ÁNGEL DEL SEÑOR (Ex 23:10-33)
Las siguientes leyes que Dios habló a Moisés en el Monte Sinaí están conectadas con el tiempo. Dios instruye a Su Pueblo
a que aparten ciertos tiempos y fechas (Nótese que todas siguen un patrón de siete)
❖ Reposo de la Tierra (heb. Shmitah)
Dios mandó que se apartara un año en el cultivo para que la tierra reposara (Ex 23:10-11)

A. Angulo V. 39
Éxodo
La idea de este “año de reposo” es que la tierra se recupere. Se puede comer el fruto de ese año, de lo que crezca
naturalmente, pero sólo es para el sustento diario no para la venta (Lv 25:3-7). También se comparte con los necesitados.
Y el fruto que no se consume, cae a la tierra y se convierte en abono.
Este mandamiento tiene una lección espiritual: aprender a confiar en Dios. Debemos aprender a descansar en Él, confiando
que Él proveerá (Lv 25:18-22). Todos debemos trabajar y hacer nuestra parte, pero al final de todo debemos saber que la
bendición viene de Dios.
Cuando entraron a la Tierra Prometida, los israelitas no guardaron esta ley. Sin embargo, Dios hizo reposar la tierra mientras
que ellos estuvieron en el exilio en Babilonia. Jeremías profetizó que estarían exiliados “hasta que la tierra hubiera gozado
de sus días de reposo” (2 Cr 36:20-21; Jer 25:9, 25:12, 26:6-7, 27:12-13, 29:10-14). La revelación de Jeremías es parte de
la ley de Dios; en Levítico, el Señor advierte que Él hará reposar la tierra si el pueblo no lo hace (Lv 26:31-35).
❖ Día de reposo (heb. Shabat)
Aquí vuelve a mencionar el día de reposo, pero pone énfasis en que se dé reposo a los que trabajan para uno (Ex 23:12).
Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva,
y el extranjero.
La razón natural de este mandamiento es que descansemos para recuperar las fuerzas; pero también está el propósito
espiritual de aprender a “reposar en Dios”, es decir, confiar que Él está a cargo. Uno hace la obra que debe hacer, pero al
final reconocemos que la bendición viene de Dios. [Otras ref.: Ex 20:8-11; Dt 5:13-15; Is 58:13-14]
❖ Convocaciones para las Fiestas
El patrón de siete también se aplica a las fiestas bíblicas: Pascua, Panes Sin Levadura, Primicias, Semanas (Pentecostés),
Trompetas, Día de Expiación y Tabernáculos (Lv 23)
Aunque son siete fiestas, se celebran en tres convocaciones, siguiendo el patrón de las cosechas en Israel:

Fiesta Época cosecha


i. Pascua (PSL*) Primavera Cebada
ii. Semanas Inicio del verano Trigo
iii. Trompetas Otoño Frutos de otoño
PSL: Panes Sin Levadura
Las tres convocaciones también se conocían como “peregrinaciones”, porque todo israelita que podía, hacía un viaje a
Jerusalén para celebrar las Fiestas, atendiendo a la invitación del Señor (Ex 23:14-17)
En cada cosecha, el pueblo debía presentar sus primicias a Dios, y los israelitas las presentaban en su visita al Templo
durante las Fiestas (Ex 23:19). De nuevo, el ejercicio de dar lo primero a Dios crea la conciencia de que es el Señor quien
trae la bendición de nuestra labor.
45.2 SACRIFICIOS
Entre la mención de las fiestas se encuentra una ley referente a los sacrificios, ya que la mayoría de los israelitas
aprovechaban su visita a Jerusalén y al Templo para hacer sus sacrificios y dar sus ofrendas (Ex 23:18)
Toda ofrenda de pan debía ser con pan sin levadura (Lv 2:11), tal como se hacía en la Pascua. Y la referencia a la grosura
también está relacionada al sacrificio de la Pascua, que se debía comer en la misma noche en que fue ofrecida (Ex 12:8,
34:25, Dt 16:4). Esto sigue el patrón de las ofrendas de paz en acción de gracias (Lv 7:15). Esta era una instrucción
estratégica de Dios, porque obligaba al oferente a compartir la comida del sacrificio con otros, y así también compartía el
testimonio de la acción de gracias que ofreció.
45.3 PROMESA DEL ANGEL DEL SEÑOR
El último mensaje que Dios habló a Moisés en el Monte Sinaí fue una promesa (Ex 23:20)
La palabra hebrea para Ángel es: Malaj, que también significa “agente o mensajero”. Los ángeles son mensajeros celestiales
enviados por Dios con una misión o propósito. El texto señala cuál es la misión de este mensajero en particular:
❖ Te guardará en el camino.
❖ Te introducirá a la Tierra Prometida.
El siguiente versículo nos da otra clave acerca de su identidad (Ex 23:21). ¿A quién debemos obedecer? ¿Quién tiene la
autoridad de perdonar o no perdonar? ¿Quién lleva el Nombre del Señor (Jehová)? La respuesta no puede ser otra que Dios
mismo. El Ángel del Señor es una teofanía, es decir, una aparición de Dios en la Tierra, en la forma de Jesús (tal como
sucedió con Gedeón y con los tres amigos de Daniel en el horno ardiente Jue 6:11-24; Dn 3).

A. Angulo V. 40
Éxodo
Tal vez el pueblo logró ver al Ángel del Señor con sus ojos físicos, pero Dios quería que supieran que Él los acompañaba,
tanto para guardarlos en el camino como para introducirlos a la Tierra Prometida. Y fue precisamente al entrar a Canaán
que el Ángel del Señor se hizo visible a los ojos de Josué (Jos 5:13-15)
Si hubiera sido un simple ángel, éste no hubiera permitido que se postraran delante de él (Ap 22:8-9). Pero como se trataba
del Señor mismo, Él no le dijo que se pusiera de pie; más bien, le dijo que se quitara el calzado, de forma similar a cuando
Dios se le apareció a Moisés ante la zarza ardiente (Ex 3:4-5).
La promesa del Ángel del Señor venía con una condición: Debían obedecerle (Ex 23:22-23). Ya estando en la Tierra, el
pueblo de Dios debe seguir viviendo como Dios manda, para que les vaya bien y que sus enemigos no regresen (Ex 23:22-
23)
A continuación, Dios les advierte que la conquista no sucederá de un solo golpe, sino llevará un tiempo y será proceso
(Ex 23:29-30). Aunque la expulsión de los enemigos se haría poco a poco, los israelitas debían comprometerse a hacer algo
desde el principio: no hacer alianzas con los otros pueblos (Ex 23:32-33)
45.4 FRONTERAS
Al final de este capítulo también se delinean las fronteras que Dios determinó como parte del territorio que pertenecerá a
Israel (Ex 23:31)
Aun en el tiempo de mayor expansión (con David y Salomón), Israel no ha alcanzado aún los límites prometidos por Dios.
Pero sabemos que lo que Dios promete, Él lo cumplirá; por lo tanto, esperamos aún el cumplimiento de esta promesa, que
probablemente tendrá efecto en la era mesiánica.
46 RATIFICACIÓN DEL PACTO (Ex 24)
En el capítulo anterior terminamos de leer el resumen de las leyes que Dios le dio al Pueblo de Israel en el Monte Sinaí.
Estas eran las condiciones del Pacto entre Dios y Su Pueblo. Pero recordemos que los israelitas solo oyeron el principio de
la Ley (los 10 Mandamientos), pero no oyeron la Ley completa porque tuvieron miedo de estar en la presencia de Dios (Ex
20:18-21); por lo tanto, enviaron a Moisés como intermediario para oír las instrucciones de Dios. Sólo Moisés subió al Monte
Sinaí (Ex 24:1-2).
Ahora en el capítulo 24 leeremos sobre lo que pasó cuando Moisés descendió del Monte Sinaí, luego de oír toda la ley. Lo
primero que Moisés hizo al bajar del monte Sinaí es contarles a los israelitas todo lo que Dios había dicho (Ex 24:3)
Esta era la confirmación del compromiso que los Hijos de Israel ya habían manifestado anteriormente (Ex 19:3-8). Ellos
estaban aceptando entrar a un Pacto con Dios, en el que Jehová sería su Dios, e Israel serían Su Pueblo. Ahora, ya habiendo
oído todas las palabras del Pacto, confirmaron que “harían todas las palabras que Jehová dijo”.
46.1 PACTO ESCRITO
Luego de aceptar verbalmente el compromiso entre Dios e Israel, Moisés prosiguió a poner todas las leyes por escrito (Ex
24:4a)
Como en todo contrato, el acuerdo debe quedar por escrito. Moisés escribió las palabras de Jehová (heb. Divrei Hashem)
en un documento oficial. Nótese que escribió TODAS las palabras, las cuales están transcritas en el libro de Deuteronomio
(heb. Devarim).
46.2 CEREMONIA DEL PACTO
Cuando ya tenía listo el documento escrito, Moisés preparó la ceremonia de ratificación (Ex 24:4b). En este altar se iba a
llevar a cabo un sacrificio que sellaría el Pacto. En la antigüedad, la ceremonia de un pacto siempre iba acompañada de un
sacrificio, el cual servía dos propósitos:
Sangre del Pacto. Se sacrificaba un animal, el cual era partido en dos. Las dos personas que estaban haciendo el pacto
pasaban en medio del sacrificio, manchando sus vestidos con la sangre del sacrificio. Al pasar en medio, cada uno decía:
“Que esto me pase y peor si yo no cumpliera mi parte del pacto”. Esto era señal de que el pacto era algo muy serio. (Un
ejemplo de este pacto es el que Dios hizo con Abraham en Gn 15.)
Cena del Pacto. El animal que fue sacrificado luego era preparado para un banquete en la que las dos partes, junto con sus
familias, celebraban la alianza.
Similar a estos pactos antiguos, Israel ratificó el Pacto con Dios en el Monte Sinaí. Vemos ahora cómo fue la ceremonia de
ratificación del Pacto, la cual tenía algunas variantes de los pactos comunes:
1. Altar con 12 Columnas
Como ya leímos (Ex 24:4), el altar estaba construido sobre dos columnas, las cuales representaban las doce tribus de Israel.
Sobre este altar se hicieron sacrificios (Ex 24:5)

A. Angulo V. 41
Éxodo
Los holocaustos son sacrificios que se consumen por completo en el altar (Lv 1:9,13). Pero los sacrificios de paz son las
ofrendas que parte es quemada en el altar y la carne es consumida después por los sacerdotes y el oferente (Lv 7:11-15).
La sangre era derramada sobre el altar, como veremos en el siguiente punto.
2. Sangre del Pacto (A)
En esta ceremonia, la sangre de los sacrificios se dividió en dos. La mitad debía ser derramada sobre el altar (Ex 24:6). Más
adelante veremos lo que se debía hacer con la otra mitad, la sangre que fue guardada en vasijas.
3. Lectura del Pacto
Moisés volvió a leer ante todo el pueblo las condiciones del Pacto (Ex 24:7). Aquí Israel volvió a confirmar su disposición y
compromiso a cumplir el Pacto con Dios. Como nota curiosa, en esta ocasión el pueblo respondió a la inversa de la primera
vez que confirmaron su compromiso.
(En la primera ocasión): ellos dijeron que oirían y harían lo que Dios dijera. (En esa ocasión): ellos dijeron que “harían y
oirían”. Lo lógico es primero “oír”, y después obedecer lo que se oyó. Pero en esta ocasión muestran su buena intención al
estar dispuestos a hacer cualquier cosa que Dios les pida, aun antes de saber qué es lo que Él quiere.
4. Sangre del Pacto (B)
La forma en que se sellaba un pacto era con sangre. La mitad de la sangre del sacrificio ya había sido rociada sobre el altar,
y ahora veremos lo que se hizo con la otra mitad (Ex 24:8)
La sangre fue rociada sobre el pueblo, como una señal del Pacto. Ahora los israelitas estaban comprometidos con Jehová:
lo reconocieron como su Dios, y se comprometieron a obedecerle.
5. Banquete del Pacto
De forma similar a los pactos antiguos, también en hubo una especie de banquete, en el cual sólo los principales líderes
participaron. Ellos tuvieron el privilegio de darle un vistazo a la base del trono de Dios (Ex 24:9-11)
El “embaldosado de zafiro” es lo que separa a Dios de toda la creación (porque nadie puede ver a Dios y vivir Ex 33:20). En
otras instancias, la Biblia describe este “embaldosado” como un firmamento (Ez 1:26, 10:1) o como un “mar de cristal” (Ap
4:6). Después del Milenio Mesiánico, esta separación va a desaparecer (Ap 21:1).
46.3 TABLAS DEL PACTO
Luego de la confirmación del Pacto, Dios llamó a Moisés. Le dijo que subiera al monte para recibir las Tablas del Pacto (Ex
24:12). Aunque Moisés ya había escrito la ley (posiblemente en papiros, o en tablas de barro), Dios quería que la Ley
quedara inscrita en tablas de piedra, escritas por Él mismo (Ex 32:16, 31:18)
Estas tablas especiales de piedra también reciben el nombre de “Tablas del Testimonio”. Se les llama así porque sirven
como testimonio del Pacto entre Dios y Su Pueblo. Más adelante, la Biblia revela que eran dos tablas, escritas por delante
y por detrás (Ex 32:15); y lo que estaba escrito en ellas eran los “10 Mandamientos”, que es el resumen de la Ley de Dios.
Entonces, Moisés volvió a subir al Monte Sinaí, en esta ocasión para recibir las Tablas del Pacto, que constituirían el
testimonio del compromiso entre Dios y Su Pueblo (Ex 24:13). Mientras tanto, Moisés dejó encargados a Aarón y a Hur para
que fungieran como líderes en su ausencia (Ex 24:14). La Biblia señala el tiempo que transcurrió para este encuentro entre
Moisés y el Señor (Ex 24:15-18). En este encuentro, el Señor no sólo le entregó las Tablas del Pacto a Moisés, sino que
también le dio la revelación sobre el Tabernáculo. La descripción de las piezas la estudiaremos en los próximos capítulos,
lo cual es un paréntesis en la narrativa.
47 TABERNÁCULO (1) (Ex 25:1-9)
Cuando Moisés subió al Monte Sinaí para recoger las Tablas de la Ley (Ex 24:12), en esa ocasión Dios también le dio las
instrucciones de cómo construir el Tabernáculo. Estas instrucciones están detalladas en los capítulos de Éxodo 25 al
31. Luego, en los capítulos de Éxodo 35 al 40 se describe el orden en que efectivamente se construyó.
47.1 RAZÓN DEL TABERNÁCULO
Antes de dar las instrucciones sobre el Tabernáculo, el Señor explica la razón por la que pide que se construya (Ex 25:8)
La palabra que se traduce como “Tabernáculo”, en hebreo es: Mishkan, que viene del verbo Shakan, que significa: habitar,
residir. El Santuario manifiesta el deseo del corazón de Dios: Él quiere habitar en medio de Su Pueblo. La frase “entre ellos”,
en hebreo es: B’tojam, que también puede traducirse como: en medio, o en el centro. El Señor quiere ser el centro de
nuestras vidas, tanto en un sentido comunitario, como en lo personal.

A. Angulo V. 42
Éxodo
El Tabernáculo (heb. Mishkan) es el santuario temporal, mientras que los israelitas viajan por el desierto; pero cuando
lleguen a la Tierra Prometida, se espera que construyan un santuario permanente. El Templo (heb. Mikdash, de la
raíz: Kadash, que significa consagrar, dedicar).
¿Puede Dios habitar en un edificio hecha por manos humanas? La Biblia
responde a esta pregunta (Is 66:1-2). Dios no cabe en un templo hecho por
manos humanas, pero es una figura de la relación que quiere con nosotros.
Cuando el rey Salomón construyó el primer Templo, él sabía que no era
suficiente para Dios, aunque fuere majestuoso (Hch 7:44-50, 1 Ry 8:27-28)
Dios no necesita una casa, pero lo que Él desea es vivir en medio de Su
Pueblo. El Templo no es un lugar de “habitación”, sino un lugar de conexión.
El apóstol Juan expresa que Jesús “habitó entre nosotros” en su Primera
Venida (Jn 1:14)
Y aún la venida de Jesús a la Tierra es tan sólo la sombra de lo que Dios tiene
planeado. La plenitud del cumplimiento se realizará hasta después del Milenio mesiánico (Ap 21:1-3)
47.2 SEGÚN EL DISEÑO
Aunque uno es temporal y el otro es permanente, tanto el Tabernáculo como el Templo siguen un diseño común, según el
patrón que Dios le mostró a Moisés (Ex 25:9)
Más que la belleza superficial del edificio, el valor principal del Santuario de Dios es su significado. Las cosas celestiales son
entendidas a través de las cosas terrenales (Jn 3:12). El tabernáculo es una ilustración de algo mucho mayor, tal como lo
explica hebreos (Heb 8:5)
A través de todas las piezas y los elementos del Santuario, Dios enseña a su Pueblo el proceso para acercarse a Él [Esto lo
explicaremos más adelante, cuando es veamos la construcción del Tabernáculo]. Cada pieza y mueble del Tabernáculo
debía ser hecha bajo las especificaciones dadas, ya que cada detalle tiene un significado y una revelación (que a simple
vista puede pasarse por alto).
47.3 OFRENDA PARA LA CONSTRUCCIÓN
Para la construcción del Tabernáculo, se iban a necesitar materiales. Dios pidió al pueblo que dieran una ofrenda para ello
(Ex 25:1-2)
Esta ofrenda era estrictamente voluntaria. Dios no nos pide nada a la fuerza. Sin embargo, los materiales si son
especificados. Lo que Dios pedía era lo siguiente (Ex 25:3-7)
¿Cómo podía un grupo de esclavos que acababan de ser liberados poseer todos estos materiales, estando en medio del
desierto? Si Dios nos pide algo, Él siempre provee. El Señor ya había pensado en esto desde tiempo atrás. Antes que
salieran de Egipto, instruyó a los israelitas para que pidieran a los egipcios bienes materiales, y esto fue lo que les dieron
(Ex 12:35-36).
48 TABERNÁCULO (2) (Ex 25:10-39)
48.1 ÁREAS DEL TABERNACULO
Antes de entrar a estudiar la descripción
de las piezas del Tabernáculo, debemos
comenzar por describir las áreas
generales en que se dividía el Santuario.
El Tabernáculo se dividía en tres áreas
principales:
1. El Atrio Exterior
2. El Lugar Santo
3. El Lugar Santísimo
De Ex 25:10 al 30:38, el Señor instruye
con detalle sobre cada pieza del
Tabernáculo. La descripción comienza
desde el lugar más íntimo: el Lugar
Santísimo (desde la perspectiva de
Dios).

A. Angulo V. 43
Éxodo
48.1.1 LUGAR SANTÍSIMO
❖ ARCA DEL PACTO (Ex 25:10-22) (Relacionado con: Ex 37:1-9) Descripción:( Ex 25:10-11)
El Arca era una caja de madera de acacia, que es uno de los pocos árboles que se
encuentran en el desierto de esa región. Por lo demás, es una madera muy resistente.
La caja estaba cubierta de oro, por dentro y por fuera. En medidas métricas medía: 1.15 [m].
(largo) x 0.7 [m] (ancho) x 0.7 [m] (alto).
El Arca iba acompañada de unas varas, que se colocaban en los anillos laterales. Las varas
servirían para transportar el Arca, cuando fuere necesario (Ex 25:13-15). El propósito
principal del Arca está descrito en el siguiente versículo (Ex 25:16)
El “Testimonio” son las Tablas del Pacto que Dios hizo con Israel en el Monte Sinaí. Como
ya vimos, en estas tablas de piedra estaban escritos los 10 Mandamientos, que son el
resumen de la Ley de Dios. Posteriormente, también dentro del Arca se metió una jarra de maná y la vara de Aarón.
Otra pieza importante del Arca era la cubierta, conocida como: “propiciatorio”. (Ex 25:17-21). Lo más importante del
propiciatorio es lo que pasará allí (Ex 25:22). Ése es el lugar donde se hará manifiesta la Presencia de Dios, y donde Dios
hablará con Moisés, y dará instrucciones para Su Pueblo.
El Arca del Pacto estaba permanentemente en el Lugar Santísimo, y era visitado sólo una vez al año; en el Día de
Expiación (heb. Yom Kipur). En ese día, el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo con la sangre del chivo expiatorio,
y la rociaba sobre el propiciatorio (Lv 16:14-15), con el fin de cubrir los pecados del pueblo de Dios. Esta sangre es la figura
de la que Jesús derramó para perdón de nuestros pecados (Ro 3:24-25; 5:8-9).
48.1.2 LUGAR SANTO
En el Lugar Santo se encontraban tres piezas importantes:
1. La Mesa del Pan
2. El Candelabro (heb. Menora)
3. El Altar del Incienso

❖ MESA DEL PAN DE LA PROPOSICIÓN (Ex 25:23-30, 37.10-16)


Esta era una mesa pequeña donde se colocaba el pan. Estaba colocada a la derecha del
Lugar Santo, hacia el norte Descripción (Ex 25:23-28)
Se le llama “Mesa de los Panes de la Proposición” porque sobre ella debía colocarse
continuamente 12 panes, uno por cada tribu de los Hijos de Israel. El Pan de la Proposición
es también conocido como “Pan de la Presencia”. Es un pan que los sacerdotes comen en
la presencia de Dios, y representan a todo el pueblo de Dios, en unidad (Ex 25:30)
Los panes debían ser reemplazados cada día de reposo, o Shabat (Lv 24:5-9). Además de los panes, también se colocaban
sobre la mesa los siguientes utensilios que eran utilizados para la libación diaria (Ex 25:29)
❖ CANDELABRO (Ex 25:31-39, 37:17-24)
Descripción (Ex 25:31-39)
El Candelabro de oro es la fuente de luz que iluminaba al Lugar Santo. Estaba localizado a la
izquierda del salón, hacia el sur. El candelabro estaba alimentado por aceite de oliva purísimo, el
cual era alimentado diariamente por los sacerdotes.
Los comentaristas relacionan los siete brazos de la Menora con los siete espíritus de Jehová
descritos en Isaías, que están vinculados con el Mesías (Jn 1:9, 8:12, Is 11:1-2)
48.2 SEGÚN EL MODELO
Al final del capítulo, de nuevo enfatiza que todas estas piezas del Tabernáculo deben hacerse según el modelo divino, y no
están sujetas a inspiración o espontaneidad (Ex 25:40)
Nota: El ALTAR DEL INCIENSO (Ex 30:1-10), que también se encuentra en el Lugar Santo, lo estudiaremos cuando
lleguemos al capítulo 30.
49 TABERNÁCULO (3) (Ex 26)
Continuamos con la descripción que Dios le dio a Moisés acerca de las piezas del Tabernáculo. Este capítulo se enfoca en
los elementos exteriores: las cortinas, las cubiertas y las tablas que sostienen la estructura del Santuario.
A. Angulo V. 44
Éxodo
49.1 CORTINAS DEL LUGAR SANTO (Ex 26:1-6)
Las cortinas que se describen a continuación son las que
separan el Lugar Santo del Lugar Santísimo (Ex 26:1-5)
Las diez cortinas, aunque tejidas individualmente, al final
se unen para formar un velo grueso, cuyo propósito es
separar el Lugar Santo del Lugar Santísimo, donde se hace
manifiesta la Presencia de Dios sobre el propiciatorio (Ex
26:6)
Este Velo era la última puerta antes de entrar a la presencia
de Dios. Era prohibido pasar detrás el Velo; la única
excepción era sólo para el Sumo Sacerdote, quien visitaba
el Lugar Santísimo sólo una vez al año en el Día de
Expiación (heb. Yom Kipur).
Este Velo nos recuerda que estamos separados de Dios,
“por cuanto todos hemos pecado y estamos destituidos de
la gloria de Dios” (Ro 3:23). Por eso es muy significativo
que, cuando Jesús murió en su Primera Venida, el Velo fue partido (Mt 27:51, Heb 10:19-22, Ro 5:1-2)
49.2 CUBIERTAS (Ex 26:7-14)
A continuación, se describen las cortinas que iban a servir como cubiertas
(techo) sobre el Santuario (Ex 26:7-13)
Además de las cubiertas de pelo de cabra, también hay otras dos más (Ex
26:14). La cubierta roja de carnero representa la sangre del Cordero de Dios,
que cubre todo. Y la cubierta de tejón es la última porque sirve como
protección impermeable.
49.3 TABLAS DE MADERA (Ex 26:15-29)
La estructura del Santuario está formada con tablas de madera, con bases de plata,
descritas a continuación (Ex 26:15-22)
Las tablas de las esquinas tenían un soporte extra para sostener la estructura (Ex
26:23-25)
Para soportar las tablas verticales, también se debían colocar tablas horizontales (Ex
26:26-28)
Casi todas las piezas del Lugar Santo y Santísimo eran hechas de oro, o cubiertas de
ello. Esto incluye también las tablas de la estructura, que eran hechas de madera,
pero eran cubiertas de oro (Ex 26:29)
49.4 CONFORME AL MODELO
De nuevo, se reafirma la idea de que el Tabernáculo debe hacerse según las instrucciones de Dios, sin apartarse de ninguna
de ellas (Ex 26:30)
49.5 VELOS
Además de las cubiertas, también se debía añadir otro velo especial (Ex 26:31-32). Este velo era la fachada de la cortina
que separaba el Lugar Santo del Santísimo (Ex 26:33)
❖ Detrás del velo (Lugar Santísimo): allí sólo se encontraba una pieza (Ex 26:34)
❖ Fuera del velo (Lugar Santo): Allí se encontraban tres piezas (Ex 26:35)
49.6 ENTRADA AL TABERNÁCULO
Los velos sirven como puerta para entrar a las distintas áreas del tabernáculo, y para separarlas. La entrada al Tabernáculo
también estaba hecha de una cortina especial (Ex 26:36)
50 TABERNÁCULO (4) (Ex 27)
En este capítulo comienza la descripción de la sección del Tabernáculo que se conoce como el Atrio Exterior. En esta área
se encontraban dos piezas importantes
el Altar de Sacrificios y el Lavatorio. En este capítulo leeremos la descripción del Altar y también las cortinas que daban al
exterior del Tabernáculo
A. Angulo V. 45
Éxodo
50.1 ALTAR DE SACRIFICIOS (Ex 27:1-8, 38:1-7)
El Altar era lo primero que se veía al entrar al Tabernáculo, en el Atrio Exterior. Delante
del Altar, los sacerdotes recibían los sacrificios y ofrendas del pueblo, y algunos de éstos
eran quemados total o parcialmente en el fuego del Altar. El Altar de Sacrificios también
es conocido como “Altar de Bronce”, ya que estaba cubierto de este metal precioso.
Primero, la caja del altar debía elaborarse con madera de acacia; y luego, ésta se forraba
de bronce.
Las instrucciones específicas que Dios dio para este Altar son las siguientes (Ex 27:1-2,
27:8). Al Altar le acompañaban otros utensilios (Ex 27:3-5). También están contempladas unas varas y unos aros para poder
transportarlo cuando el campamento se moviera (Ex 27:6-7)
50.2 CORTINAS EXTERIORES (Ex 27:9-19, 38.9-20)
Anteriormente leímos sobre los velos y las cortinas del
Santuario (Lugar Santo y Lugar Santísimo Éxodo 26), pero
ahora veremos las instrucciones sobre las cortinas
exteriores del Tabernáculo, que incluían las cortinas
especiales que servían como entrada
50.3 CORTINAS DEL ATRIO
Estas son las cortinas que dan al exterior. Desde afuera, no
era posible ver hacia adentro, ya que estas cortinas
separaban el mundo exterior del mundo interior del
Tabernáculo. Estas cortinas nos recuerdan que estamos
separados de Dios, a causa de nuestros pecados (Is 59:2,
Ro 3:23). Pero, cómo veremos más adelante, el
Tabernáculo enseña precisamente cuál es el camino para
regresar a Dios.
Veamos ahora la descripción de materiales y medidas de
estas cortinas exteriores, incluyendo también las columnas que sostienen las cortinas.
✓ Cortinas del lado sur y norte (Ex 27:9-11)
✓ Cortinas al lado occidental (Ex 27:12)
✓ Cortinas al lado occidental (Ex 27:13-15)
El lado occidental merece una mención especial, ya que de ese lado se encuentra la entrada al Tabernáculo. La entrada o
puerta también consiste de cortinas, pero son especiales (similares a las de la entrada al Santuario).
50.4 PUERTA DE ENTRADA (Ex. 27:16-17)
La puerta de entrada al Tabernáculo era una gran cortina de lino fino,
pero también de otras telas de colores. Leamos ahora la descripción
(Ex 27:16)
Los cuatro colores están entretejidos y representan todo lo que el
Mesías Yeshua es: Él es el Rey, divino y puro, que dio su vida y sangre
para hacer justicia por nosotros. Este es el significado de cada color:
✓ Azul: represente lo celestial y divino
✓ Púrpura: representa realiza y autoridad
✓ Rojo: representa la sangre
✓ Blanco: representa la pureza y justicia
La Puerta está hecha de cortinas, y éstas están sostenidas por columnas de madera, con base de bronce y capitel de
plata. La puerta estaba asegurada a las columnas con unos ganchos de oro (Ex 27:17)
50.5 MEDIDA DEL ATRIO
En total, la medida del atrio es la siguiente (Ex 27:18). En el área del atrio, todos los utensilios son de bronce (que en la
Biblia representa juicio) (Ex 27:19)
50.6 ACEITE PARA LA LÁMPARA (Lv 24:1-4)
Al final de este capítulo están escritas las instrucciones referentes al aceite especial que se debía usar para la lámpara que
se encuentra en el Lugar Santo (Ex 27:20-21). La luz de esta lámpara del Santuario (heb. Menora) debía arder

A. Angulo V. 46
Éxodo
continuamente. Nunca debía apagarse. El aceite que se usaba para alumbrar debía ser el aceite más puro
de los olivos (sólo en su primera exprimida).
Quienes se encargan de mantener llenos los depósitos son los sacerdotes (hijos de Aarón), pero quien debe
proveer la materia prima es el pueblo de Israel.
50.7 VESTIDURAS SACERDOTALES (Ex 28, 39.1-31)
En este capítulo encontramos las instrucciones que Dios dio para las vestiduras que los sacerdotes debían
usar
50.8 ELECCIÓN DE LOS SACERDOTES
Antes de hablar de las vestiduras, Dios señaló a quiénes Él había elegido para servirle como sacerdotes (Ex 28:1). No
cualquiera podía optar por ser sacerdote en el Tabernáculo (ni posteriormente en el Templo). Este oficio fue asignado a
Aarón y a sus descendientes, y ellos fueron apartados para dedicarse a ello (Ex 30:30). Más adelante estudiaremos sobre
la consagración, y sobre las responsabilidades asignadas a los sacerdotes.
50.9 VESTIDURAS SAGRADAS
Habiendo mencionado quiénes van a ser los sacerdotes, Dios pasa a dar las
instrucciones sobre las vestiduras especiales que ellos deberán usar. Estas
vestiduras eran para el uso exclusivo del Tabernáculo; cuando estuvieren fuera de
él, debían vestir como cualquiera del pueblo (Ex 28:2)
Dios no dio patrones o moldes para las vestiduras sacerdotales, pero sí le encargó
a Moisés que eligiera a personas especiales para su elaboración (Ex 28:3)
50.10 PIEZAS DEL VESTUARIO
El vestuario para los sacerdotes consiste de las siguientes piezas (Ex 28:4)
✓ EFOD
La primera pieza que se describe es la que se conoce como: “Efod”, que es una especie de delantal. Sólo el Sumo Sacerdote
usaba estaba pieza (Ex 28:5-6). Además del delantal, el Efod estaba conformado de otras piezas: las hombreras y el cinto
(Éxodo 28:7-8). Sobre los hombros, debían colocarse dos piedras con una grabación especial (Ex 28:9-12). Las hombreras
eran sostenidas por engastes y cadenas de oro (Ex 28:13-14)
✓ PECTORAL
La segunda pieza que se menciona es el Pectoral. El Sumo Sacerdote se la colocaba en
el pecho, sobre el Efod. A continuación, leemos la descripción (Ex 28:15-16)
Lo que hacía de esta pieza algo especial eran las piedras preciosas que la adornaban (Ex
28:17-21). Para sostener el pectoral, debían hacerse cordones y anillos de oro (Ex 28:22-
25). Los anillos internos servían para conectarlos con el efod, por adentro (Ex 28:26-28)
El Pectoral era un recordatorio para el Sumo Sacerdote de que él era el representante de
los israelitas ante Dios. El los llevaba sobre sus hombros y sobre su corazón (Ex 28:29)
Esta pieza especial se le conocía como “el Pectoral del Juicio” (Ex 28:15,29), ya que el
Sumo Sacerdote la usaba para tomar ciertas decisiones difíciles, usando la ayuda de dos piedras especiales (Ex 28:30).
El Urim y el Tumim eran dos piedras sueltas que el sacerdote llevaba dentro del Pectoral. Cuando necesitaba tomar una
decisión para la cual necesitaba revelación, el Sacerdote las sacaba y el Señor le hablaba a través de las luces que las
iluminaban. Atravesaban. La palabra “Urim” significa: luces; y “Tumim” significa: purezas.
✓ MANTO
Debajo del Efod, el Sumo Sacerdote debía usar un manto azul, que está descrito a continuación (Ex 28:31-32). Este manto
debía llevar un borde especial, decorado con granadas y campanillas (Ex 28:33-35)
Sólo el Sumo Sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo, una vez al año (para el Día de Expiación heb. Yom Kipur). Las
campanillas daban testimonio que el sacerdote estaba vivo al moverse.
✓ MITRA
La Mitra es el turbante especial que debía usar el Sumo Sacerdote sobre su cabeza. Sobre la mitra debía colocarse una
lámina de oro especial, que se describe a continuación (Ex 28:36-37). En el siguiente versículo se explica lo que significa el
mensaje de la lámina sobre la mitra (Ex 28:38)

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Éxodo
✓ TUNICA
Las piezas del vestuario que todos los sacerdotes usaban, incluyendo al Sumo Sacerdote, eran: la túnica, la mitra (tiara) y
el cinto (Ex 28:39-41). También instruye que usen ropa interior larga para cubrirse cuando sirvan (Ex 28:42-43). Las
principales vestiduras de los sacerdotes eran de lino blanco. La Biblia señala que el lino representa la justicia. En Apocalipsis
dice que la Novia del Cordero usará un vestido de lino fino, y señala lo que esto significa (Ap19:6-9, 19:8)
51 CONSAGRACIÓN DE LOS SACERDOTES (Ex 29) (Ref. Lv 8.1-36)
La primera parte de este capítulo habla de la consagración de los sacerdotes, y comienza señalando la ofrenda que se debía
traer con ese propósito (Ex 29:1-3). Como ya mencionamos anteriormente, quienes fueron elegidos para el oficio de
sacerdotes fueron: Aarón y sus descendientes (Ex 29:4). Antes de usar las vestiduras sacerdotales, debían lavarse. Aarón
sería el único que llevaría las prendas especiales del Sumo Sacerdote (Ex 29:5-6)
Cuando Aarón ya esté vestido (sin la tiara y el cinto), se le ungirá la cabeza con aceite (Ex 29:7). Los hijos de Aarón, como
sacerdotes, sólo vestirán la túnica de lino (Ex 29:8). El último paso de la consagración era ponerles el cinto en su cintura, y
la tiara sobre sus cabezas (Ex 29:9)
A partir de ese momento, la familia de Aarón fue apartada para servir a Dios. Aarón pertenecía a la tribu de Levi, y todos
fueron elegidos para servir en el Tabernáculo (o Templo), pero sólo Aarón y sus descendientes podrían ser sacerdotes (que
implicaba hacer sacrificios, servir en el Lugar Santo y optar por el puesto de Sumo Sacerdote).
51.1 SACRIFICIO DEL BECERRO
A continuación, se describe el sacrificio del becerro para la consagración, cuyo propósito era el perdón de los pecados de
los sacerdotes (Ex 29:10-13). Lo curioso de este sacrificio es que, excepto por la sangre que se derramaba sobre el altar y
la grosura que se quemaba allí, todo lo demás debía quemarse fuera del campamento. A diferencia del becerro, uno de los
carneros debía ofrecerse entero sobre el altar, como holocausto. En cuanto al otro carnero, la sangre jugaría un papel
importante. En cuanto a la grasa y los interiores del carnero, éstos debían quemarse en el altar, junto con las ofrendas de
pan (Ex 29:14-25)
Lo que sobraba del carnero de la consagración era el pecho y la espaldilla, y éstos debían darse a Aarón y su familia para
comer (Ex 29:26-28, 29:31-33). Sólo los sacerdotes podían comer la parte que les fue asignada de los sacrificios. Y aún
ellos, sólo podían comerlo ese mismo día (Ex 29:34)
Las vestiduras especiales del Sumo Sacerdote (que era Aarón) debían ser heredadas al hijo que tomare su lugar (Ex 29:29-
30). La consagración de los sacerdotes tuvo una duración de siete días. Y cada día debía hacerse un sacrificio por los
pecados, y luego debía purificarse el altar y ungirlo (Ex 29:35-37)
51.2 SACRIFICIO CONTINUO (ref. Nm 28.1-8)
Luego de describir todo el proceso de la consagración de los sacerdotes, se menciona un sacrificio que los sacerdotes
debían ofrecer todos los días, dos veces al día. En hebreo es conocido como: Korban Tamid. (Ex 29:38-39)
Además del sacrificio animal, también se hacía una ofrenda de pan y una libación de vino. Según la tradición judía, estos
sacrificios diarios se ofrecían a las 9 de la mañana y a las tres de la tarde. Este sacrificio no debía faltar ningún día, ni siquiera
en el día de reposo (Ex 29:40-42)
51.3 ALLI ME REUNIRÉ
Este capítulo termina con la razón por la cual el Señor pidió la construcción del Tabernáculo (Éxodo 29:43-46)
52 TABERNÁCULO (5): ALTAR DE ORO Y FUENTE DE BRONCE (Ex 30)
Seguimos con el estudio del Tabernáculo. En este capítulo veremos cómo construyeron dos piezas importantes del
mobiliario: el Altar del oro y la Fuente de Bronce
52.1 ALTAR DEL INCIENSO (Ref. Ex 37.25-28)
Esta pieza del mobiliario servía como un altar para quemar el incienso en el Lugar Santo. Al igual que las otras piezas en
esta área, también estaba cubierta de oro (Ex 30:1-5). Éste era el último mueble antes de entrar al Lugar Santísimo (Ex
30:6). En la Biblia, el incienso representa las oraciones (Sal 141:2, Ap 5:8). Los sacerdotes debían quemar el incienso en
el Altar de Oro dos veces al día, todos los días (Ex 30:7-8). Esto representa una vida de continua oración e intercesión.
52.2 INCIENSO ESPECIAL
La Biblia señala que no se podía quemar cualquier tipo de incienso en el Altar de Oro, sino sólo la mezcla especial mandada
por Dios (Ex 30:9). Los ingredientes especiales para el incienso santo están detallados en los siguientes versículos (Ex
30:34-36). La Biblia también señala que este incienso era para uso exclusivo del Tabernáculo (Ex 30:37-38)

A. Angulo V. 48
Éxodo
El aroma de este incienso santo era exclusivo para el Santuario. Cuando un sacerdote servía allí, se le impregnaba ese
aroma; y cuando salía al campamento, aunque usara ropas normales, el aroma daba evidencia que él había servido en el
santuario.
52.3 EN YOM KIPUR
Una vez al año se hacía un ritual especial sobre el Altar del Incienso: en el Día de Expiación (heb. Yom Kipur), se derramaba
sobre las puntas del Altar la sangre del sacrificio que servía para pedir perdón por los pecados (Ex 30:10)
52.4 FUENTE DE BRONCE
La otra pieza importante que se describe en este capítulo es la “Fuente de Bronce”, también conocida como Lavacro o
Lavatorio. Era una especie de pila, hecha de bronce, que se llenaba de agua (Ex 30:17-18)
La Biblia no es específica en cuanto a su tamaño. Sólo se sabe que se encontraba entre el Altar de Bronce y el Santuario.
Allí era donde los sacerdotes se lavaban sus pies y manos antes de entrar al Santuario o hacer una ofrenda (Ex 30:19-21)
Mientras más se acercaban al Lugar Santísimo, donde se manifestaba la Presencia de Dios, se requería un mayor nivel de
santidad.
52.5 ACEITE DE UNCIÓN
Al final de este capítulo, Dios da las instrucciones específicas para la preparación del aceite de unción (Ex 30:22-25). La
base del ungüento era aceite de oliva, aromatizado con las siguientes especias: mirra, canela, cálamo y casia, en las medidas
especificadas.
¿Para qué se usaba este aceite especial? Uno de los propósitos del aceite era para ungir todas las piezas del Tabernáculo
(Ex 30:26-29). El otro propósito del aceite es para ungir a los sacerdotes, cuando fueren consagrados para su ministerio (Ex
30:30-31). En caso que a alguien se le ocurriera usarlo para otros propósitos, el Señor advierte que esta receta es santa,
apartada para el uso exclusivo de Tabernáculo (Ex 30:32-33)
52.6 RESCATE PARA EL CENSO
En este capítulo, el Señor también le habló a Moisés sobre los censos. En términos generales, la Biblia deja claro que a Dios
no le agrada que se cuente a la gente. Más bien, ésa es una tendencia del hombre, en su deseo de medir su poder (1 S
24:1-4). Sin embargo, hay ocasiones en que los censos son necesarios (para la guerra y para la repartición de tierras); y en
esos casos el Señor indica cómo se debe contar a Su Pueblo (Ex 30:11-13)
No todos los israelitas debían pagar el medio siclo, sino sólo los hombres mayores de veinte años (que son los que van a la
guerra, y los que tienen derecho a poseer tierra) (Ex 30:14). La razón por la que se menciona en el contexto del Tabernáculo
es porque la recaudación del dinero del censo servirá como ofrenda para el funcionamiento del Tabernáculo (Ex 30:16)
53 ARTISTAS Y DIA DE REPOSO (Ex 31)
53.1 MAESTROS DE LA OBRA (Ref. Ex 35.30-36.1)
Muchas personas participaron en la construcción del Tabernáculo, pero sólo dos fueron escogidas por nombre: Bezaleel y
Aholiab. Dios los escogió a ambos para dirigir la obra, no sólo por sus aptitudes artísticas sino sobre todo por su buena
disposición espiritual (Ex 31:1-11)
Es evidente que Dios les dio a estos dos hombres la habilidad que se necesitaba para crear el Tabernáculo. Pero, más que
la “habilidad artística”, lo que Dios espera de sus siervos es completa obediencia. Por eso, al final de este párrafo, el Señor
señala que los escogió porque ellos “harán conforme a todo lo que te he mandado” (Ex 30:11).
53.2 DÍA DE REPOSO COMO SEÑAL
El último mensaje que Dios le habló a Moisés antes de entregarle las Tablas de la Ley fue acerca del día de reposo. El Señor
le dijo que el hecho de “guardar el día de reposo” (heb. Shabat) serviría como una señal (Ex 31:12-13)
“Santificar” (heb. Kadash) significa: apartar para un propósito especial. Guardar el día de reposo es una señal que marca la
diferencia entre el Pueblo de Dios y las demás naciones. A continuación, Dios expresa cuán en serio Él toma el día de reposo
(Ex 31:14-15). Tal vez suene demasiado drástico la pena de muerte, pero si Dios lo dijo, es por algo. En este mensaje, hay
una gran lección espiritual
Lección espiritual:
En el mandato sobre el día de reposo hay una revelación de la obra redentora del Mesías: Así como los israelitas le fallaron
a Dios con el pecado del Becerro de Oro, también todos los creyentes le hemos fallado a Dios, aún después de ser salvos
por fe. La Biblia dice que “no hay nadie justo, ni aún uno” (Ro 3:10; Ec 7:20). También dice que “la paga del pecado es
muerte”; y ante esto, todos merecemos morir. Pero, por su gracia, Dios nos perdonó (Ro 6:23); sin embargo, el Señor no

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Éxodo
nos perdona para que cada uno haga lo que quiera, sino que nos da otra oportunidad para que regresar a Él y vivir como Él
manda. Pablo lo explica de la siguiente manera (Ro 6:15-18). Y más adelante sigue diciendo (Ro 6:22-23)
Éste es nuestro reposo: saber que la salvación es regalo de Dios, ya que nosotros no podemos alcanzarla por mérito propio.
Dios nos manda a que hagamos nuestra parte (“seis días trabajarás”), pero al final de todo descansamos en el conocimiento
que nuestra salvación no depende de que seamos perfectos, sino de la bondad de Dios (“el séptimo día descansarás”). Por
eso Jesús dijo que “nuestra carga es liviana” (Mt 11:28-30)
En la tradición hebrea, se identifica la Torá (la Ley de Dios) como “el yugo” que deben llevar todos los que pertenecen al
Pueblo de Dios. Jesús tomó esta idea como referencia para explicar que, aunque llevemos este “yugo de obediencia”, la
carga no es pesada porque nuestra salvación no depende de que seamos “perfectos” sino por la gracia de Dios y éste es
nuestro reposo.
Por el contrario, si alguien sigue “haciendo obra en el día de reposo”, creyendo que sus buenas obras le ganarán la salvación
(en lugar de confiar en la obra redentora de Jesús en la cruz), entonces encontrará la muerte, porque nadie puede alcanzar
la salvación por sus propias obras (Gl 2:16, 3:11, Fil 3:9; 2 Co 5:21).
Esta es la revelación que recordamos, repasamos y celebramos en el día de reposo (heb. Shabat).
53.3 PACTO PERPETUO
La señal del día de reposo no era sólo para los israelitas que atravesaron el desierto en camino a la Tierra Prometida. Los
siguientes versículos señalan que el Shabat es parte del Pacto perpetuo, eterno, para ser guardado de generación en
generación (Ex 31:16-17)
El profeta Isaías señala que el día de reposo también servirá como señal de la fe para los extranjeros que crean en Jehová
como su Dios (Is 56:6-7). El Shabat es la señal eterna que Dios estableció para aquellos que entren en Pacto con Él.
Después de establecer esta señal, el Señor le entregó a Moisés las Tablas del Testimonio, que llevaban escritas los “Diez
Mandamientos”, que es el resumen de la Ley de Dios (Ex 31:18)
54 PECADO DEL BECERRO DE ORO (Ex 32:1-10)
En este capítulo regresamos a la narrativa, luego del paréntesis en el que Dios explicó a Moisés sobre el diseño del
Tabernáculo (Ex 25 al 31)
Recordemos que Moisés subió al Monte Sinaí porque allí Dios le iba a entregar las Tablas de la Ley que servirían como
testimonio del Pacto que Israel había hecho con Dios (Ex 24). El pueblo de Dios había oído la lectura de toda la Ley, y ellos
respondieron: “Haremos todo lo que Él diga” (Ex 24:3). Para sellar el Pacto, Moisés roció sangre sobre los israelitas (Ex
24:8).
Mientras que Moisés estaba recibiendo las Tablas del Pacto (Ex 31:18), el pueblo de Israel estaba esperando que su líder
bajara del Monte Sinaí. El problema es que el pueblo se puso nervioso porque Moisés se había tardado demasiado tiempo
en la cima del Monte (Ex 24:15-18). Ya había pasado más de un mes y Moisés no regresaba; por lo tanto, llegaron a pensar
que había muerto. Si ellos no habían podido aguantar unas horas en la Presencia de Dios, pensaron que nadie podría
soportar más de un mes allí.
Aun si sus sospechas fueran ciertas, la realidad es que Israel no se había quedado sin líder, ya que Moisés había encargado
a Aarón y a Hur para que guiaran al pueblo mientras que él regresaba (Ex 24:14). Pero eso no fue suficiente para los
israelitas. Cuando sintieron que habían perdido a Moisés como su intermediario con Dios, ellos reaccionaron de una forma
desmedida (Ex 32:1)
La palabra que se traduce como “dioses”, en hebreo es “Elohim”, que también es un Nombre de Dios. ¿Qué pidieron los
israelitas una imagen de otro dios falso o una imagen del Dios de Israel? Cualquiera que haya sido su intención, ambas
opciones son pecado. Entre los Diez Mandamientos, Dios había dicho:
✓ No tengan otros dioses (Ex 20:3)
✓ No hagan una imagen para adorarla (Ex 20:4-5,23).
A primera vista podría parecer que los israelitas estaban pidiendo que Aarón les hiciera un “dios pagano, pero el texto bíblico
nos lleva a otra conclusión, ya que Aarón dijo que lo que representaba esa imagen: “éste es tu Dios que te ha sacado de la
tierra de Egipto” (Ex 32:4).
¿Por qué lo hicieron? Los israelitas no sólo estaban buscando a un líder, pues ya lo tenían en la persona de Aarón. Lo que
ellos deseaban era un sustituto de Moisés a quien habían “endiosado”. Por eso, no les pareció ilógico pedirle a Aaron que
hiciera “dioses” que sirvieran como un nuevo “intermediario” entre Dios y los hombres. El pueblo pidió una “imagen de Dios”,
algo visible que sustituyera a Moisés como su intermediario (Ex 24:1). Aparentemente ellos no querían tratar directamente
con Dios.

A. Angulo V. 50
Éxodo
54.1 RESPUESTA DE AARÓN
¿Cómo respondió Aarón ante tal petición? También su respuesta fue sorprendente, ya que, en lugar de desanimarlos o
confrontarlos, simplemente les siguió el rumbo y accedió (Ex 32:2-4)
Con lo que hizo, Aarón no estaba buscado complacer a Dios sino al pueblo. La gente dio oro para que el líder hiciera lo que
ellos querían, pero no buscaron hacer la voluntad de Dios. Como mencionamos anteriormente, Aarón no hizo el becerro de
oro como la imagen de un dios pagano, sino como una representación de Jehová. Esto se confirma en lo que dijo a
continuación (Ex 32:5)
Esto es lo que se conoce como el “Pecado del Becerro de Oro” (heb. Jet HaEgel). En esencia, este pecado no consistía
en haberse olvidado de Dios, sino en haber hecho una falsa imagen de Dios. El Becerro (heb. Egel) no estaba
“reemplazando” a Dios, sino lo estaba “representando” a Él. ¡Qué aberración! Este tipo de idolatría pretende “bajar” a Dios
Todopoderoso a un nivel humano. Cuando la gente siente que Dios es demasiado grande y poderoso para ellos, prefieren
rebajarlo a una imagen o relacionarse con Él a través de líderes que no los amenazan. Así se puede caer fácilmente en la
tentación de buscar intermediarios entre Dios y el hombre, en lugar de hacer el esfuerzo por tener una relación directa con
Dios. En lugar de conocer a Dios tal como es, lo enmarcan y lo limitan a una idea que ellos pueden manejar o entender.
Un salmo describe el Pecado del Becerro de Oro de la siguiente manera (Sal 106:19-22). Veamos ahora cómo reaccionó el
Señor ante tal pecado
54.2 RESPUESTA DE DIOS
Mientras que los israelitas estaban en plena adoración del becerro de oro, Moisés estaba recibiendo las Tablas del
Testimonio en el Monte Sinaí (Ex 31:18). Moisés no sospechaba lo que estaba pasando en el campamento; pero Dios sí lo
sabía, y se lo advirtió (Ex 32:7-8)
Apenas habían pasado cinco semanas desde que los israelitas habían ratificado su compromiso con Dios con un Pacto de
Sangre (Ex 24), y pronto se olvidaron y fallaron a su palabra.
Algo que salta a la vista en este texto es que Dios dice: “tu pueblo”, como si se tratara del “pueblo de Moisés”. Esto puede
estar vinculado a la idea de que los israelitas habían “endiosado” a Moisés. ¿Qué pensaba Dios de todo esto? Leamos lo
que el Señor mismo dice (Ex 32:9)
Dios describe a Israel como un pueblo de “dura cerviz” (heb. Kashe Oref), es decir, con nuca o cuello duro. Cuando alguien
tiene una nuca dura o entumecida, esta no le permite voltear a ver a otro lado. La cabeza es la que da la dirección al cuerpo,
pero el cuello debe de moverse para que el cuerpo le siga. La nuca representa la voluntad del hombre. Esta figura habla de
un pueblo que no sigue las instrucciones de la cabeza (Dios), y en su necedad no está dispuesto a cambiar su forma de ser
y de pensar.
Lo que Dios dijo a continuación suena extraño, ya que parecería que le está pidiendo permiso a Moisés para hacer justicia
con Israel (Ex 32:10)
Más que una petición o una amenaza, lo que Dios estaba haciendo era poner a prueba a Moisés para ver dónde estaba su
corazón. Por un lado, le dio a Moisés la opción de deshacerse del pueblo rebelde, y comenzar de nuevo, solamente con él.
Por otro lado, llevó a Moisés a ponerse en la posición de Dios, y darse cuenta de la difícil decisión que debía tomar con
respecto al pueblo. Ellos merecían ser castigados por su desobediencia, pero por otro lado Dios también quería mostrar su
misericordia de Padre.
Esta prueba es similar a la de Abraham, en la que Dios le pidió que sacrificara a su hijo, pero en realidad sólo estaba
probando su fe. En la próxima entrada veremos cómo Moisés responderá a esta prueba…
55 CONSECUENCIAS DEL BECERRO DE ORO (Ex 32:11-34)
En la entrada anterior comenzamos a estudiar sobre el Pecado del Becerro de Oro. Ahora veremos cómo reaccionó Moisés
y las consecuencias de este pecado.
55.1 REACCIÓN DE MOISÉS
Ante la prueba que Dios le hizo, Moisés respondió de la siguiente manera (Ex 32:11-12). Moisés no defendió al pueblo ni
justificó su desobediencia, porque sabía bien que lo que era justo. Tampoco pensó en sí mismo y su beneficio personal, sino
que primero pensó en Dios. Él pudo proyectar lo que pasaría con el nombre de Dios entre las naciones, y eso le preocupó.
La palabra que se traduce como: “Vuelve”, en hebreo es: Shuv, que literalmente significa: regresar. También se traduce
como: arrepentirse. Por otro lado, la palabra que se traduce como: “Arrepiéntete”, en hebreo es: Najam, que literalmente
es: suspirar, respirar fuertemente. Por implicación también significa: lamentar, compadecer, consolar, compadecer.
Moisés también apeló al Pacto que Dios había hecho con los patriarcas (Ex 32:13). Moisés no pensó en sí mismo, sino en
Dios. Pidió que el Plan de Dios se cumpliera, y apeló a la misericordia del Señor para Israel. Veamos ahora cómo respondió
Dios a la petición de Moisés (Ex 32:14).

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Éxodo
La traducción tal vez no es la mejor, ya que aquí también el verbo que se traduce como “arrepentirse” es Najam (lit. suspirar,
fig. lamentarse, compadecerse). Por principio, Dios no se arrepintió ya que Él no se equivoca, como dice la Biblia (Nm 23:19)
Lo que Dios hizo fue lamentar lo que pasó y compadecerse. A través de toda esta experiencia, Dios va a revelar sus atributos
de misericordia (como lo veremos en el próximo capítulo), y también le va a enseñar a Su Puelo sobre el proceso de
arrepentimiento. En el análisis de esta historia debemos tener cuidado de no creer que Moisés es más justo que Dios,
“logrando convencer” de no destruir al pueblo. Esta conversación es una prueba divina para ver revelar dónde esté el corazón
de Moisés. También fue una oportunidad para que Dios revelara su misericordia. Lo que todo merecemos es la muerte por
haber pecado, pero el Señor nos perdona y nos da otra oportunidad (Ro 3:23-24)
55.2 DOS TABLAS DEL TESTIMONIO
Si Dios no se hubiera compadecido (“arrepentido”), no le habría dado a Moisés las Tablas de la Ley en ese momento, tal
como leemos en los siguientes versículos (Ex 32:15-16)
La Biblia menciona que Dios le dio a Moisés dos tablas de la Ley (Dt 5:22), y lo que estaba allí escrito eran los “10
Mandamientos”, las palabras que todo el pueblo oyó en el día de Pentecostés (heb. Shavuot, lit. Semanas). (Dt 9:10-11)
¿Por qué dos tablas? Algunos creen que en una Tabla estaban escritos los mandamientos que enseñan sobre la relación
del hombre con Dios, y en la otra los que hablan de la relación del hombre con su prójimo. Pero también hay otra
interpretación que dice que las dos Tablas son dos copias del mismo documento, tal como se hace en una alianza o un
pacto.
55.3 LAS TABLAS DEL PACTO FUERON ROTAS
En la cima del monte, Moisés le pidió a Dios que aplacara su ira, pero cuando él llegó al
campamento él también se encendió en ira al ver con sus propios ojos lo que el pueblo había
hecho (Ex 32:19)
El pueblo quebrantó el pacto, y en señal de ello Moisés quebró las Tablas del Pacto. En la
tradición judía, se considera el evento en el Monte Sinaí como el compromiso matrimonial
entre Dios y Su Pueblo. Y al caer en la idolatría del becerro de oro, ese pecado se puede
comparar con un adulterio espiritual (Jer 31:32b)
55.4 FIN DEL BECERRO
A continuación, la Biblia explica lo que Moisés hizo con la figura del becerro (Ex 32:20). Moisés
destruyó la imagen falsa, tal como Dios había dicho que se hiciera con los ídolos (Dt 7:5-6,25).
Pero fue más allá, y lo hizo polvo, lo mezcló con agua, y les obligó a beberlo. De esta forma,
se aseguraban que no quedara ni rastro del becerro, ni del oro con que fue hecho.
55.5 RECLAMO A AARON
Como era de esperar, Moisés confrontó a Aarón y le reclamó por qué había permitido tal cosa (Ex 32:21). Ésta fue la
respuesta de Aarón (Ex 32:22). Curiosamente, Aarón le dijo a Moisés lo mismo que Moisés le había dicho a Dios: “No se
encienda la ira de mi señor.” Lamentablemente, Aarón no reconoció su propia falta; más bien, se excusó echándole la culpa
al pueblo. (Ex 32:23-24)
Este es el aspecto negativo del carácter pacificador de Aarón. Él quería quedar bien con todos. Moisés no excusó a su
hermano; más bien, señaló que Aarón no había sido un buen líder al permitirles hacer el mal sin estorbo, y aún colaborar.
55.6 HORA DE DEFINICIÓN
Para el momento en que Moisés llegó, la fiesta en honor al becerro ya se había salido de control. Aarón les había permitió
hacer lo que querían, el pueblo se había desenfrenado. Pero Moisés no lo permitiría, y actuó para ponerle fin a la locura
(Ex 32:25-26)
Había llegado la hora de la definición. Los israelitas debían escoger si estaban del lado de Dios o no. Los que se pusieron
de inmediato del lado de Moisés fueron los levitas (Ex 32:27-29). El pueblo debía definirse si estaba con Dios o en contra.
Era una decisión de vida o muerte: si no se sometían a Dios, debían morir. Suena drástico, pero si no se realizaba esta
limpieza, al final todos morirían (1 Co 5:4-6; Gl 5:9). En esos momentos en que uno debe elegir entre quedar bien con Dios
o con la familia o amigos, uno debe cuidarse de escoger al Señor (Mt 10:34-37).
55.7 PIDE MISERICORDIA
Luego del Pecado del Becerro de Oro, los israelitas sabían que habían fallado a Dios. También estaban conscientes que
merecían el castigo (que era la muerte). Pero Moisés sabía que Dios también era misericordioso, y se dispuso a pedir perdón
en nombre de todo el Pueblo (Ex 32:30-32)

A. Angulo V. 52
Éxodo
Al pedir misericordia para Israel, Moisés no pidió a Dios que pasara por alto el castigo, ya que Dios no puede dejar de ser
justo o dejaría de ser perfecto. Más bien, Moisés se ofreció como “sustituto”, una especie de propiciación para pagar por el
pecado del Pueblo.
55.8 RESPUESTA DE DIOS
¿Aceptó Dios la propuesta de Moisés de pagar por el pecado de Israel? Leamos la respuesta a continuación (Ex 32:33-34).
Aunque la intención de Moisés haya sido buena, él no es él lo suficientemente justo como para justificar a todo un pueblo
(Ec 7:20, Ro 3:9-12). Sólo alguien perfecto podría hacerlo, y ése es Jesús (1 P 1:18-20).
A través de esta experiencia de Moisés, (al pedir perdón por el pecado del becerro de oro y ofrecerse como sustituto), vemos
la sombra de la revelación del Mesías, quien entregó su vida por nosotros (Ro 3:24-26). Jesús murió por todo el mundo,
pero quien accede a su perdón y expiación son aquellos que reconocen su pecado y se arrepienten.
56 PIDEN PERDÓN (Ex 33)
Tras el pecado del Becerro de Oro, Moisés subió de nuevo al Monte Sinaí para buscar el perdón de Dios para el pueblo (Ex
32:30-32). Él no sólo iba a pedir misericordia, sino que estaba dispuesto a que su nombre fuera borrado del libro de la vida
con tal que el pueblo fuera perdonado. Dios no aceptó esa “oferta”, explicando que cada hombre debe pagar por su propio
pecado (Ex 32:33-34, Ez 18:4). Por otro lado, Moisés no era completamente justo como para pagar por los pecados de todo
el pueblo (Ec 7:20). Pero todo esto sirve como sombra de lo que Jesús iba a hacer, muriendo en la cruz y pagando así por
nuestros pecados con el fin de reconciliarnos con Dios (Ro 8:5-11).
No podemos quitarle el mérito a Moisés como intercesor del pueblo, pero tampoco podemos llegar a creer que él era “más
bueno” que Dios, porque no es así. Moisés no va a “convencer” a Dios, sino que a través de esta experiencia él va a conocer
tanto la justicia como la misericordia del Señor.
En el capítulo anterior vimos que Moisés pidió a Dios que no destruyera al pueblo. Y la petición no la hizo por beneficio
propio ni aún por el pueblo, sino pensando en el Nombre de Dios. Moisés dio las siguientes dos razones:
1) Para que el nombre de Jehová no fuera deshonrado ante las demás naciones (Ex 32:12)
2) Para que fuera cumplida la promesa hecha a los patriarcas (Ex 32:13): “a tu descendencia daré esta tierra” (Gn
12:7, 13:15-16, 15:18, 17:8).
Dios respondió diciendo que Él cumplirá Su promesa. Aunque el pueblo hubiera fallado al Pacto, Dios asegura que cumplirá
Su parte: llevarlos a la Tierra Prometida (Ex 33:1-3)
Aunque Dios aseguró que los llevaría a la Tierra Prometida, Moisés notó un grave inconveniente: Dios no iría con ellos. Y el
Señor explica la razón: “no sea que te consuma en el camino” (33:3). Esta expresión no es “por rechazo” sino “por gracia”,
ya que la santidad de Dios hubiera acabado con ellos debido a su pecado. La Biblia describe a Dios como “fuego consumidor”
(Dt 4:24); el Señor quema lo malo, lo que no sirve (la paja y la hojarasca), pero al oro y a la plata los purifica (1 Co 3:11-13,
Mal 3:2-3, Zac 13:9, 1 P 1:7, 4:12). Por eso, Dios decidió alejarse, para no destruirlos sino darles la oportunidad de
restauración.
56.1 LAMENTO DEL PUEBLO
Veamos ahora cómo reaccionó el pueblo al oír que el Señor no iría con ellos (Ex 33:4). El pueblo lamentó muchísimo la
noticia, y lo manifestaron como una pérdida, vistiendo de luto y quitándose los adornos (heb. Adiy: accesorio, atavío,
ornamento, gala). El pueblo sintió el pesar, pero fue Dios quien les instruyó a quitarse los adornos (Ex 33:5-6)
¿Por qué Dios dio la instrucción referente a los atavíos? En la Biblia, los atavíos se relacionan con los adornos que usaban
las novias en el día de su boda (Jer 2:32)
Como comentamos en el capítulo 19, el Pacto entre Israel y Dios se compara figuradamente a un compromiso matrimonial.
En ese pacto, Israel prometió fidelidad a Dios, y lo ratificaron con pacto de sangre (Ex 24). Pero cuarenta días después le
fallaron a Dios adorando al becerro de oro (Ex 32). El profeta Jeremías lo describe como: “el día que tomé su mano para
sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová” (Jer
31:32). Israel le falló a Dios como una novia infiel a su marido. Y ahora Dios les pidió que se quitaran sus atavíos y adornos,
porque ya no podían fingir ser una novia pura.
La pregunta que todos se hacían era: ¿ahora qué hará Dios con Su Pueblo?
56.2 TIENDA FUERA DEL CAMPAMENTO
Como una señal de la distancia que Dios puso entre Él y su pueblo, Moisés trasladó la tienda de reunión fuera del
campamento (Ex 33:7). En este momento aún no había sido construido el Tabernáculo según el modelo divino, pero si
existía una tienda que Moisés apartó para orar. Esta se conoce en hebreo como: Ohel Moed, que literalmente significa:
tienda de reunión o cita. Éste era el lugar donde Moisés se encontraba con el Señor (y en ocasiones especiales, el Señor lo
llamaba a que subiera al Monte para hablar con él). El texto nos hace pensar que esta tienda estuvo un tiempo dentro del

A. Angulo V. 53
Éxodo
campamento, pero a partir de ese momento Moisés la sacó fuera. Cuando Moisés quería hablar con Dios, él se dirigía a la
Tienda de Reunión, y el pueblo notaba cuando lo hacía (Ex 33:8-10)
56.3 CARA A CARA
La relación que Dios tenía con Moisés era muy especial. La Biblia la describe así (Ex 33:11). La expresión “cara a cara”
significa: en persona, frente a frente. Sin embargo, esto no debe ser tomado literalmente porque la Biblia dice que nadie
puede ver el rostro de Dios y vivir (Ex 33:20)
Cuando Moisés entraba ante la Presencia de Dios, descendía una nube densa. De esa forma, él podía ver el resplandor de
su gloria, pero la espesura de la nube lo protegía para que no muriera. Hasta que no seamos transformados y preparados
para estar en Su Presencia pura, lo que podemos ver del Padre es a Su Hijo (Col 1:15, Heb 1:3, Jn 1:18, 2 Co 4:6)
56.4 PETICIÓN DE MOISÉS
En este capítulo vemos que Moisés se quedó muy preocupado por la idea de que Dios no fuera con ellos en el camino hacia
la Tierra Prometida. Teniendo esto en mente, él fue a la Tienda de Reunión para hablar con Dios, tanto para consultarle lo
que debía hacer como para interceder (Ex 33:12a)
Dios había instruido a Moisés que llevara al pueblo hasta la Tierra Prometida, y le ofreció que el Ángel del Señor los guiaría
(Ex 32:34). Sin embargo, hasta el momento Moisés no sabía quién era ese ángel, y pidió que se lo presentara.
Por otro lado, Moisés trató de apelar la decisión del Señor (Ex 33:12b-13). Moisés sabe que la justicia no está del lado del
pueblo, ya que ellos fallaron. Pero él apela a la “gracia” de Dios (palabra que repite tres veces en este párrafo).
“Gracia” en hebreo es: Jen, que también se traduce como: favor, aceptación, bondad. El diccionario lo define como un
beneficio o un favor que se hace sin merecimiento particular. Es un don o regalo gratuito. Moisés apela al entendido que él
“ha hallado gracia a los ojos de Dios”, y por eso se atreve a pedir lo siguiente:
✓ Hazme conocer ahora tu camino, para que te conozca y halle gracia
✓ Hazme conocer Tu recompensa
✓ Considera que Israel es Tu pueblo, y no “de Moisés” (ya que rrepetidas veces, Dios había dicho a Moisés que el
pueblo de Israel era “suyo”).
Moisés no le está pidiendo a Dios que haga a un lado su justicia con tal de perdonar el pecado del pueblo. Más bien, lo que
él pide es que el Señor le muestre Su voluntad en esta situación. Y esta petición la hace también a favor de todo el pueblo.
Un Salmo de David refleja perfectamente la oración que aquí hizo Moisés (Sal 25:4-14)
Tanto David como Moisés reconocen que, en Su misericordia, Dios no puede dejar de ser justo. Si Dios perdona a Su Pueblo
no es para que sigan haciendo lo que quieran, sino para darles otra oportunidad de rectificar. Jehová es perfecto en justicia
y en misericordia y eso es lo que a veces nos cuesta entender.
Moisés definitivamente conoce la justicia de Dios, pero también sabe que es misericordioso. Y por eso le pregunta cuál es
Su voluntad en esta situación. La respuesta de Dios es la siguiente (Ex 33:14)
Podríamos suponer que esa respuesta sería satisfactoria para Moisés, sin embargo, él siguió insistiendo. Tal vez quería
asegurarse que la oferta no sólo aplicaría a su persona sino a todo el pueblo (Ex 33:15-16)
“Sin ti no iré”. Sin duda esta es la frase que Dios quería oír. Fue la respuesta de alguien que ama a Dios con todo su corazón.
Para Moisés, lo más importante era su relación con el Señor, y así debe ser para todo el pueblo. ¿De qué les serviría ganar
el mundo si habían perdido a Dios? Lo que hace de Israel un pueblo especial es su relación con Dios y nada más. El propósito
de la Redención no es sólo llegar a la “Tierra Prometida”, sino “estar con Dios”. Moisés no quería ir a ningún lado sin Dios,
y pidió lo mismo para el pueblo de Israel. La respuesta de Dios fue favorable (Ex 33:17). ¿Por qué Moisés se atrevía a pedir
con tanta libertad? La explicación la da Juan (1 Jn 5:14-15)
56.5 INTERCESOR
Algo que no debemos perder de vista es que la función de Moisés como intermediario e intercesor sirve como sombra del
rol del Mesías (Col 2:17, 1 Ti 2:5-6). Juan presenta a Jesús como “el abogado defensor”, pero también como “la propiciación”
(1 Jn 2:1-2)
56.6 MUÉSTRAME TU GLORIA
Contando con la respuesta favorable de Dios (Ex 33:17), uno podría suponer que Moisés quedaría satisfecho, pero él fue
más allá. Moisés se atrevió a pedir algo más (Ex 33:18). “Gloria” en hebreo es: “Kabod”, que literalmente significa: peso.
En un sentido figurado significa: esplendor, honra, majestad, poder, riqueza, suntuosidad.
Moisés quería más de Dios. Sabiendo que estuvo a punto de perderlo, se le abrió el hambre por más de Él. Moisés ya no
podía vivir sin el Señor. Recordemos que Moisés ya había disfrutado de estar en la Presencia de Dios; sin embargo, estaba
sumergido en la nube espesa, y ahora quería tener la oportunidad de verlo sin ese “velo”.

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Éxodo
Sin duda esta petición agradó al Señor. La pregunta es: ¿Cómo podría ver a Dios sin morir? Por supuesto, Dios lo consideró,
y ésta fue la solución que dio (Ex 33:19-20)
Dios accedió a la petición de Moisés de conocer más de Él. El Señor ofreció mostrarle su bondad y conocer Su Santo
Nombre; sin embargo, no podría ver Su rostro. En cuanto a extender misericordia al pueblo, Dios se reservó ese derecho
diciendo: “tendré misericordia del que tendré misericordia”.
Pablo cita esta Escritura y explica que la misericordia divina no viene por pedirla, sino por la voluntad de Dios (Ro 9:15-16)
56.7 INSTRUCCIONES
A continuación, Dios le da instrucciones a Moisés para el encuentro (Ex 33:18-23). Dios va a permitir que Moisés vea su
bondad, su mano y sus espaldas, pero no su rostro ni su gloria (sólo el reflejo). La mano representa las acciones y las
espaldas hablan de lo que ya pasó (el pasado); por otro lado, el rostro habla de lo que está por delante. Muchas veces no
podemos ver o percibir cuando Dios está obrando en el presente, pero cuando vemos para atrás se hace evidente. En ese
sentido, vemos “la Mano de Dios y Sus Espaldas”, pero no Su Rostro.
La Biblia dice que veremos a Dios cara a cara hasta después del Milenio, cuando el Señor haga cielos nuevos y tierra nueva,
y el Señor haga tabernáculo en medio de Su Pueblo (Ap 21 y 22) porque ése también es el deseo de Dios.
57 MISERICORDIA DIVINA (Ex 34:1-9)
En el capítulo anterior leímos sobre la intercesión de Moisés en favor del pueblo de Israel. Ellos habían pecado con el Becerro
de Oro (Ex 32), y sabían que merecían un castigo; pero se preguntaban si Dios los perdonaría. Moisés expresó su intención
de no ir a ningún lado si el Señor no iba con ellos. Luego le pidió que le mostrara su gloria. La respuesta de Dios fue que le
mostraría toda su bondad (Ex 33:19)
57.1 NUEVAS TABLAS
En preparación para el encuentro, Dios instruyó a Moisés que llevara algo (Ex 34:1-2). Las primeras tablas de la Ley fueron
hechas por Dios (Ex 31:18, Dt 9:10); pero ahora el Señor pidió que el hombre participara en el proceso. Moisés debía alisar
las tablas, y Dios escribiría en ellas (Ex 34:4)
Antes de entrar a ver lo que Dios le dijo a Moisés, comentaremos otros detalles sobre estas tablas. En Deuteronomio, Moisés
describe lo que Dios escribió, y dónde colocó estas nuevas tablas (Dt 10:1-5)
Nótese que las palabras del pacto no cambiaron; Dios escribió lo mismo en las primeras que en las segundas tablas. Dios
no cambió nada porque Él es perfecto y no necesita modificar nada. Lo nuevo en esta ocasión fue que el Pueblo conoció
otro lado de Dios que aún no habían visto. Los israelitas habían visto el lado de justicia de Dios, pero ahora iban a conocer
Su lado de misericordia.
[Nota: Algunos comentaristas creen que había dos arcas: (a) un arca contenía las tablas rotas, junto con el maná y la vara
de Aarón, que era colocada en el Lugar Santísimo. (b) La otra contenía las nuevas tablas, y ésta estaba guardada en la
Tienda de Reunión, donde Moisés iba a orar; ésta es la que iba delante cuando el pueblo marchaba por el desierto, al igual
que en las batallas de conquista.]
57.2 ENCUENTRO CON DIOS
Luego que Moisés subió al Monte con las tablas de piedra, Dios descendió para encontrarse con él y mostrarle su bondad.
Éste es uno de los encuentros más especiales que cualquier ser humano haya tenido con Dios en toda la historia de la
humanidad (Ex 34:5-6). Estas palabras de Dios se conocen entre el pueblo hebreo como “los atributos de
misericordia” (heb. Midot Rajamim).
1) JEHOVÁ (heb. Jehová)
Lo primero que manifiesta el Señor es Su Nombre: Jehová, y lo repite dos veces, como una reafirmación. Como vimos en
el capítulo tres, su Nombre significa: Yo Soy el que Soy. Este es el Nombre que conjuga todos los nombres y atributos de
Dios, expresando todo lo que Él es. Israel había conocido el lado de justicia de Dios, y ahora van a conocer su lado de
misericordia.
2) DIOS
La palabra hebrea “El” significa: Dios, que también puede traducirse como: poderoso, fuerte.
3) MISERICORDIOSO
La palabra que usa aquí para “misericordioso”, en hebreo es: “Rajum”, que también puede traducirse como: compasivo.
Esta palabra está relacionada con: Rejem, que significa: vientre de la madre. Es una figura hermosa de cómo Dios puede
ser compasivo, así como una madre hacia el hijo a quien dio a luz.
4) PIADOSO
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Éxodo
La palabra hebrea es: Janun, que puede traducirse como: benevolente o clemente. Representa la actitud de alguien superior
que se inclina en beneficio de un subalterno o subordinado.
5) TARDO PARA LA IRA
En hebreo se usa una frase que literalmente dice: “nariz lenta” (heb. Erej apaim). En un sentido figurado quiere decir:
paciente, tolerante. Se refiere a alguien que no reacciona de inmediato. Como una cualidad divina, esto da a entender que
Dios es paciente y no castiga inmediatamente al pecador, sino que le da oportunidad para que se arrepienta. Esta “paciencia”
de Dios se ha manifestado desde el principio, comenzando con Adán y Eva
El apóstol Pedro lo explica de la siguiente manera (2 P 3:9). La paciencia de Dios no es porque “ignora” la falta; más bien,
lo que hace es dar el espacio para que el pecador se arrepienta, y viva. Así lo explica también el profeta Ezequiel (Ez 18:23,
18:32)
Recordemos que Dios es perfecto en su compasión y misericordia, pero también es perfecto en su justicia. Él no va a dejar
de ser justo pasando por alto las faltas. El balance entre justicia y misericordia se alcanza a través de la propiciación, el
arrepentimiento y la restauración. (Este balance es una de las grandes lecciones de estos capítulos de Éxodo.)
6) ABUNDANTE EN MISERICORDIA Y VERDAD
En relación con el perdón, Dios presenta dos cualidades que Él tiene en abundancia: Misericordia y verdad. Estos son dos
atributos que van de la mano y aparecen repetidas veces juntas a lo largo de la Biblia (2 S 2:6, Sal 25:10, Sal 57:3,10, Sal
85:10, 89:14, Pr 3:3, 16:6, entre otras).
La palabra que se traduce aquí como “misericordia” es diferente a la que mencionamos con anterioridad. En hebreo
es: Jesed, que literalmente significa bondad. La verdad (heb. Emet) es lo real y lo genuino. Y la verdad va de la mano con
la justicia de Dios. Dios tiene la verdad absoluta, mientras que el hombre sólo la puede ver en parte (Is 55:7-9).
Dios se presentó a Moisés como alguien que tiene la verdad y la justicia, pero también es bueno en abundancia.
57.3 MISERICORDIOSO Y JUSTO
A continuación, Dios le explicó a Moisés cómo Él ejercita su misericordia (Ex 34:7)
Aunque el pueblo haya pecado, el Señor está dispuesto a perdonar; sin embargo, Él no puede “ignorar” las faltas. Para
recibir el perdón de Dios, es necesario que el pueblo se arrepienta (heb. Shuv, regresar, retornar).
57.4 DIOS PERDONA
Dios menciona los tipos de pecado que perdona: la transgresión, el pecado y la iniquidad
✓ El pecado. Otra palabra que define el pecado en hebreo es: Jatá (también: ofensa, pena, culpa). También incluye
los pecados no intencionales.
✓ Transgresión. Es la infracción de una ley de Dios, muchas veces de forma intencional. La palabra en hebreo
es: Pesha, que también se puede traducir como: falta, rebelión, infracción, prevaricación, traición).
✓ Iniquidad. La Iniquidad (heb. Avon) es pecado que viene por líneas generacionales (líneas de iniquidad). Son
puertas que fueron abiertas en el pasado, y si no hay arrepentimiento, las tendencias a ese pecado son heredadas
a las siguientes generaciones.
Dios está dispuesto a perdonar todos estos pecados. Sin embargo, deja claro que “no tendrá por inocente al culpable”. Si
no hay arrepentimiento, no hay perdón.
En cuanto a la iniquidad, el Señor explica que esta se puede extender hasta la tercera y cuarta generación. Los hijos heredan
las “líneas de iniquidad”, es decir, la tendencia hacia cierto pecado que fue abierto por los antepasados; sin embargo, los
hijos no están “condenados” a cometerlos, ya que cada generación decidirá si saca esas tendencias de su vida, o si sigue
viviendo con ellas. Dios no pide cuentas por “las tendencias”, pero si por las acciones propias (les recomiendo leer: Ez 18).
57.5 ARREPENTIMIENTO
Dios no perdonó a los israelitas sólo porque eran “Su Pueblo”. Lo hizo porque ellos se arrepintieron (y los tres mil que no se
arrepintieron, murieron Ex 32:25-28).
La palabra “arrepentimiento” en hebreo es: Teshuva, que literalmente significa: retorno, regreso. El arrepentimiento no es
una licencia para pecar, sino la disposición para regresar al buen camino. El perdón de Dios es una segunda oportunidad
para hacer la voluntad de Dios.
Ezequiel explica lo que Dios quiere (Ez18:30-32)
Muchos piensan que Dios se complace enviando juicio, pero la Biblia explica que es lo contrario. El profeta Miqueas nos
revela que en lo que realmente Dios se deleita es en la misericordia (Miq 7:18-20)

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Éxodo
57.6 HAY ESPERANZA
Al ver el corazón de Dios y conocer sus atributos de misericordia, Moisés supo que había esperanza (Ex 34:8). Dios era
justo, y no iba a pasar por alto la maldad, pero si el pueblo se arrepiente, Dios es misericordioso y está dispuesto a
perdonarlos. Ante esta revelación, Moisés se atrevió a pedir una segunda oportunidad para el pueblo (Ex 34:9)
58 PACTO RENOVADO (Ex 34:10-35)
En la entrada anterior terminamos leyendo la petición que Moisés hizo a Dios, pidiéndole perdón por el pecado del pueblo,
y rogándole por una nueva oportunidad. Ahora leamos cuál fue la respuesta de Dios (Ex 34:10)
Con esta promesa, Dios reestableció la relación con Israel. Les prometió hacer maravillas entre ellos, pero lo que pidió del
pueblo fue que retomaran el Pacto. A continuación, el Señor presentó principios de la Ley, que serviría como base de la
relación entre el pueblo de Israel y Dios:
✓ No deben hacer alianza con las naciones paganas (Ex 34:11-16)
✓ No tendrán otros dioses (Ex 34:13-17)
✓ Guardarán las fiestas y el día de reposo (Ex 34:18-26)
[Nota: “No cocerás el cabrito en la leche de su madre”. Los pueblos paganos de la antigüedad tenían la costumbre de cocer
un cabrito en la leche materna como parte un sacrificio a sus dioses cuando comenzaban a recoger sus cosechas. Luego
de cocinarlo, rociaban la leche en los árboles, plantaciones, campos u hortalizas, creyendo que así sus cosechas producirían
más fruto ese año y el próximo. Creían que así asegurarían su prosperidad.]
58.1 NUEVAS TABLAS
Al igual que la primera vez, Dios quiere dejar la Ley escrita como testimonio del Pacto. Para ello servirían las tablas de piedra
que Dios encargó a Moisés (Ex 34:27-28)
Como mencionamos anteriormente, los 10 Mandamientos constituyen el resumen de toda la Ley (heb. Torá, lit. enseñanza,
instrucción). Cuando el Señor renovó el Pacto con Su pueblo, no hizo a un lado la ley. Dios no se equivocó; quien falló fue
el pueblo. Pero Dios dio otra oportunidad para hacer las cosas como Dios manda.
El profeta Jeremías recibió la revelación de lo que implica este Nuevo Pacto (Jer 31:31-33). Todos debemos reconocer que,
como seres humanos todos fallamos. Pero quien nos da “el querer como el hacer” es Dios (Ro 7:14-15, 8:1-5) (Fil 2:13)
58.2 DIA DE EXPIACIÓN
Según la tradición, Moisés bajó con las Segundas Tablas en el Día de Expiación (heb. Yom Kippur), el día 10 del mes
séptimo del calendario bíblico. Ésta es la Fiesta en el que se pide perdón por el pecado del pueblo. En el cumplimiento
mesiánico, representa el día en que el Señor vendrá a acabar con la iniquidad en el mundo, pero juzgará a todo aquel que
no se haya arrepentido.
58.3 ROSTRO RESPLANDECIENTE
Luego de pasar cuarenta días en la presencia de Dios y ver Su Gloria, resulta que el rostro de Moisés brillaba intensamente.
Leamos la descripción (Ex 34:29-30)
Para poder hablar con el pueblo, Moisés tuvo que cubrir su rostro (Ex 34:33-35). Pablo hace referencia a este evento, y
presenta una revelación interesante (2 Co 3:13-18)
Pablo también explica que Dios puso este velo a los judíos para que las buenas nuevas del Evangelio llegaran a los gentiles
(Ro 11:7-8). Pero llegará el día en que este velo será quitado, y reconocerán que Jesús es el Mesías profetizado en las
Escrituras (Ro 11:25-27)
59 LAS COSAS QUE JEHOVÁ HA MANDADO (Ex 35)
En el capítulo anterior vimos que Dios perdonó a Israel por el Pecado del Becerro de Oro, y luego renovó el Pacto que había
hecho con ellos (Ex 34:27-28). Las condiciones del Pacto están delineadas en la Ley (heb. Torá). En el libro de
Deuteronomio están escritos todos los mandamientos, pero en Éxodo sólo encontramos un resumen, que incluye el día de
reposo (Ex 34:21).
59.1 DIA DE REPOSO
Las instrucciones que Dios le dio a Moisés en el Monte Sinaí, luego él lo repitió al pueblo. Comenzó con las instrucciones
sobre el día de reposo (heb. Shabat) (Ex 35:1-2)
Esta es una advertencia muy fuerte. Por esta razón, los judíos religiosos se cuidan de no hacer nada que pudiera
considerarse como trabajo en el día de reposo (heb. Shabat). El siguiente versículo va conectado con esta idea (Ex 35:3)
En estos tiempos modernos nos cuesta entender la relación entre trabajo y “encender fuego”. Gracias a los avances
tecnológicos, todo lo que tenemos que hacer para encender la luz o el horno es mover el interruptor de electricidad. Pero en
A. Angulo V. 57
Éxodo
tiempos antiguos, para encender una hoguera se necesitaba ir al bosque, cortar leña, y muchas veces transportarla largas
distancias, sin mencionar el esfuerzo de procurar fuego chocando piedras, esperando que las chispas encendieran la madera
seca, el heno o la hojarasca. El hecho de encender fuego era una tarea laboriosa, y por eso se considera como “trabajo”.
En el libro de Números se menciona el caso de un israelita que salió a cortar leña el día de reposo, y murió como
consecuencia (Nm 15:32-36).
El día de reposo no sólo es un mandamiento, sino que es una señal que identifica al Pueblo de Dios, y la distingue de las
demás naciones. Por lo demás, el Shabat (día de reposo) tiene una hermosa aplicación espiritual que ya explicamos en el
estudio del capítulo 31
59.2 OFRENDA PARA EL TABERNÁCULO
La siguiente instrucción que Moisés dio a los israelitas tenía que ver con el Tabernáculo (heb. Mishkan). En este capítulo
leeremos sobre la ofrenda de materiales para su construcción; y en los siguientes capítulos leeremos sobre la construcción
en sí, y comentaremos lo que cada área y cada pieza significan.
Luego que el Pueblo de Israel fue perdonado, Dios les dio la “luz verde” para que iniciaran la construcción del Tabernáculo,
que representa el deseo del Señor de habitar en medio de Su Pueblo (Ex 25:8). Como ya mencionamos, el diseño del
Tabernáculo no fue creación de Moisés ni inspiración de ningún artista, sino que debía ser edificado según las instrucciones
de Dios (Ex 25:9). Y la primera instrucción que recibieron los israelitas fue recolectar una ofrenda de todos los materiales
que necesitarían para el Tabernáculo (Ex 35:4-9)
Debemos resaltar que esta ofrenda no era un impuesto, ni era obligatoria; claramente dice que era voluntaria, de la
generosidad del corazón. El apóstol Pablo también escribió acerca de este “principio de dar” (2 Co 9:7)
59.3 RESPUESTA DEL PUEBLO
Leamos ahora cual fue la respuesta del pueblo a la invitación a ofrendar (Ex 35:20-21). También las mujeres dieron
generosamente, de lo que tenían (Ex 35:22). Podríamos preguntarnos: Si los israelitas acababan de salir de la esclavitud,
¿cómo tenían todas estas riquezas? La respuesta es que Dios lo proveyó; el Señor movió el corazón de los egipcios
regalarse cosas valiosas cuando los israelitas estaban saliendo de Egipto (Ex 12:35-36).
A continuación, aparece la lista de todos los materiales que los israelitas donaron. No sólo ofrecían la materia prima, sino
también su mano de obra. Al final, se vuelve a resaltar el hecho que la ofrenda fue voluntaria (Ex 35:23-29)
59.4 CONSTRUCTORES (Ref. Ex 31.1-11)
Además del aporte de materiales, también se hizo la solicitud de voluntarios para para la construcción (Ex 35:10). Para
saber qué tipo de trabajadores se necesitaba para la construcción del Tabernáculo, primero se presenta la lista de las piezas
que se elaborarán (Ex 35:11-19)
Ya sabiendo cuáles serán las piezas que necesitan elaborarse, el pueblo sabrá quienes entre ellos son más aptos para
hacerlas. En general, se iban a necesitar carpinteros, plateros, orfebres, joyeros, tejedoras, etc.
En cuanto al “maestro de obra” que iba a dirigir toda la construcción, Dios mismo lo eligió, porque no sólo necesitaba tener
aptitudes artísticas sino también dones espirituales (Ex 35:30-33)
Bezaleel era nieto de Hur, quien detuvo los brazos de Moisés en la batalla contra Amalec (Ex 17:10-13). Según la tradición
judía, Hur era el esposo de Miriam, la hermana de Moisés y Aarón. Además de Bezaleel, el Señor eligió otro hombre de la
tribu de Dan para dirigir la obra, y para enseñar a los demás obreros (Ex 35:34-35)
Los nombres de estos dos maestros de obra son significativos:
✓ Bezalel significa: a la sombra de Dios;
✓ Aholiab significa: la tienda de mi padre
No sólo los jefes de la obra debían tener sabiduría. Dios pidió que todos los que participaran en la construcción del
Tabernáculo fueran personas sabias e inteligentes, además de hábiles en sus respectivas artes (Ex 36:1-2)
59.5 DONACIÓN GENEROSA
El pueblo de Israel respondió con prontitud y con generosidad al llamado de participar en la construcción del Tabernáculo
(Ex 36:3)
La ofrenda fue tan generosa, que tuvieron que pedir que ya no llevaran más (Ex 36:4-7). Un dato interesante: También para
la construcción del Templo, el rey David pidió una ofrenda voluntaria. También recibieron una donación generosa. Al final,
David dio gracias a Dios, reconociendo que todas las riquezas provienen de Dios (1 Cr 29:9-17).
¿Qué tenemos que ofrecer para la obra de Dios? Dios nos pide que demos de lo que Él nos ha dado. Si Dios nos pide algo
hoy, es porque Él nos lo ha dado o porque nos lo proveerá.

A. Angulo V. 58
Éxodo
60 TABERNACULO (I): Propósito
Los capítulos en Éxodo que tratan sobre el Tabernáculo son: caps. 25 al 30 y caps. 36 al 40. Ahora nos toca estudiar la
construcción del Tabernáculo, pero en lugar de analizarlo “versículo por versículo”, lo estudiaremos siguiendo el progreso
del Tabernáculo, comenzando en la entrada y terminando en el Lugar Santísimo.
60.1 PROPÓSITO
Antes de entrar a ver las partes del Tabernáculo, veamos cuál es el propósito del Tabernáculo. ¿Por qué Dios pidió a
Moisés que los israelitas construyeran el Tabernáculo? Encontramos la respuesta en el capítulo 25 (Ex 25:8)
Éste es el deseo de Dios: habitar en medio de Su Pueblo. Desde Génesis hasta Apocalipsis leemos diferentes expresiones
de este deseo (Ex 29.45, 1 Ry 6:13, Is 12:6, Zac 2:10, 8:3, 2 Co 6:16, Ap 21:3), y así comenzó la relación de Dios con el
hombre, compartiendo cara a cara en el Jardín del Edén. Pero cuando Adán pecó, el hombre fue separado de Dios. Aun así,
el Señor no se dio por vencido con nosotros. Desde ese momento comenzó el proceso de redención y restauración, el cual
va a culminar con el reencuentro con Dios cara a cara, después del Milenio mesiánico (Ap 21:3-5)
La palabra para tabernáculo en hebreo es: Mishkan, que viene de la raíz: “Shakan”, que significa: “habitar”. El nombre
mismo refleja el propósito: el deseo de Dios de habitar en medio de Su Pueblo.
El Tabernáculo de Moisés era un santuario temporal, el cual era portátil, óptimo para el viaje por el desierto. Pero cuando
llegaran a la Tierra Prometida, los israelitas debían construir un Templo permanente (en hebreo: Mikdash, lit. santuario),
siguiendo el mismo formato original, pero no con telas sino con piedra, y mucho más grande.
Por otro lado, debemos señalar que el Tabernáculo no es “una casa para Dios”, porque sabemos que una tienda no puede
contener a Dios Todopoderoso, ni siquiera el más majestuoso templo (Hch 7:47-49). Leamos lo que dijo el mismo Salomón
cuando inauguró el Templo en Jerusalén (1 Ry 8:27-28)
Salomón entendió que el Santuario no puede “contener a Dios”, pero era un lugar de encuentro con el Señor. En un sentido
espiritual, representa el camino que el Pueblo debe caminar para conectar con Dios. Cada área y cada pieza trae revelación
sobre el plan divino de redención (más adelante veremos lo que cada pieza nos enseña al respecto).
Como nota aclaratoria, debemos mencionar que el Tabernáculo no era un “lugar de reunión o congregación”; no había sillas
donde sentarse para oír una enseñanza (como una iglesia o una sinagoga). Aunque todos los israelitas estaban invitados a
llegar, y muchos hacían el viaje en familia, al final era una experiencia individual.
Por otro lado, no todos podían entrar hasta adentro: Todos los israelitas podían llegar a la puerta, y pararse delante del Altar
de Holocaustos; pero más allá del Altar, sólo podían pasar los levitas. Y luego sólo los sacerdotes (levitas descendientes de
Aarón) podían entrar al Lugar Santo; y en cuanto al Lugar Santísimo, sólo el Sumo Sacerdote podía entrar allí una vez al
año (en el Día de Expiación, heb. Yom Kipur).
60.2 MODELO Y SOMBRA
Otro punto importante que debemos saber acerca del Tabernáculo es que Moisés no se inventó el diseño, sino que Dios le
dio las instrucciones. La Biblia dice que Moisés vio el modelo del que existe en el Cielo (Ex 25:40, 26:30, Nm 8:4, Hch 7:44)
En hebreos dice que el Tabernáculo es sombra de lo que está en el Cielo (Heb 8:5)
60.3 CASA ESPIRITUAL
El Tabernáculo tiene también una aplicación espiritual. El apóstol Pedro describe a los creyentes como las piedras vivas (1
P 2:5). Pablo también dijo que debemos tratar nuestros cuerpos como el Templo de Dios, ya que el Espíritu de Dios mora
dentro de cada creyente (1 Co 3:16)
60.4 ÁREAS DEL TABERNÁCULO
El Tabernáculo se puede dividir en dos áreas generales:
1) El Atrio Exterior
Luego de pasar por la puerta, ésta es la primera área que se ve. Se puede considerar como un patio, ya que está dentro del
complejo, pero está descubierta, sin techo. En esta área se encuentran dos piezas importantes: el Altar de Holocaustos y
el Lavatorio.
2) El Santuario
Esta es la parte del Tabernáculo que está cubierta y cerrada. A esta área sólo podían entrar los sacerdotes. El Santuario
está subdividido en dos secciones:
3) El Lugar Santo.

A. Angulo V. 59
Éxodo
El mobiliario que se encontraba en este salón era: el Candelabro, la Mesa de los Panes y el Altar del Incienso.
4) El Lugar Santísimo
Esta era la parte más íntima del Tabernáculo, y representa el lugar de encuentro con Dios. Allí sólo podía entrar el Sumo
Sacerdote, sólo una vez al año. El único mueble que se encontraba en este salón era el Arca del Pacto.
Libros enteros se han escrito acerca del significado del Tabernáculo y cada una de sus piezas, pero en este estudio sólo
veremos el panorama general.
61 TABERNÁCULO (II): Pared y Entrada
Como ya mencionamos anteriormente, el Tabernáculo es el lugar donde la Presencia de Dios se manifestaba. Si alguien
quería acercarse a Dios, se dirigía al Tabernáculo, el cual estaba justamente en medio del campamento. En el desierto, las
tribus estaban acampadas en orden a su alrededor (tal como se describe en Números cap. 2).
61.1 PARED EXTERIOR (Ex 27:9-19)
Cuando un israelita se acercaba al Tabernáculo, lo primero que se encontraba era
con una pared alta. Esta pared estaba hecha de cortinas de lino blanco, las cuales
medían aproximadamente 45 [m] (largo) x 23 [m] (ancho) x 2.3 [m] (alto). Estas
cortinas separaban el mundo exterior del mundo interior del Tabernáculo. A menos
que una persona midiera más de dos metros de altura, no era posible ver desde
afuera lo que había dentro.
En la Biblia, el lino representa los actos de justicia (Ap 19:8). Esto es precisamente
lo que nos ha separado de Dios (Is 59:2)
Lo injusto no puede estar con Dios, quien es totalmente JUSTO (Sal 92:15 45:7,21)
estamos separados de Él porque todo hombre ha pecado, desde Adán (Ec 7:20)
Aunque hagamos “buenas obras”, esto no es suficiente para presentarnos delante de Dios (Is 64:6), pues se requiere ser
perfecto para estar ante Dios sin morir. La justicia perfecta nadie la ha logrado sólo Jesús.
61.2 CAMINO HACIA DIOS
Las buenas nuevas es que Dios no quiere que quedemos separados de Él para siempre. Por eso mandó a Su Hijo,
Jesucristo, para abrirnos el camino de regreso hacia el Padre (Ro 3:23-26)
(Nota: Cuando estudiemos el significado del Altar del Holocausto, hablaremos de cómo Jesús nos ha redimido y ha sido
nuestra propiciación). Si queremos acercarnos al Padre, no podemos hacerlo de otra forma que a través de Jesús el Mesías
(Jn 14:6)
61.3 COLUMNAS (Ex 27:9-19; 38:9-20)
Antes de seguir hablando del camino para entrar al Tabernáculo, debemos mencionar algo más sobre la pared exterior: Las
cortinas que conformaban la pared exterior estaban sostenidas por columnas de bronce, y éstas tenían detalles en plata:
(Ex 38:17, 38:20)
Estos materiales son significativos por lo que simbolizan en la Biblia:
✓ El bronce representa: juicio divino (Ez 40:3, Ap 1:15)
✓ La plata representa: redención (Ex 30:11-16)
Al acercarnos a Dios, nos enfrentamos al juicio divino por nuestro pecado; pero Dios no quiere condenarnos, sino que nos
da la promesa de redención divina.
La Buena Nueva es que, aunque comenzamos estando afuera del Tabernáculo, separados de Dios, hay una forma de entrar
al Tabernáculo. Como ya vimos, Jesús es el camino, y Él también es la puerta.
61.4 PUERTA DE ENTRADA (Ex 27:16-17, 38:18-19)
No hay otra forma de entrar al Tabernáculo más que por la puerta principal, que estaba del lado oriental. Esta no sólo era
de lino blanco, sino también de telas de otros colores vistosos (Ex 38:18)
El significado simbólico de estos colores es el siguiente:
❖ AZUL: lo celestial y divino
❖ PURPURA: autoridad, realeza
❖ ROJO: sangre
❖ BLANCO: pureza y justicia

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Éxodo
Estos colores estaban entretejidos en la tela de la puerta del Tabernáculo, y representan todo lo que el Mesías es: Él es el
Rey, divino y puro, que derramó su sangre para hacer justicia por nosotros. Jesús claramente dijo que Él era la puerta, y sin
Él nadie puede entrar en el camino de regreso al Padre (Jn 14:6, 10:9)
62 TABERNÁCULO (III): Atrio Exterior
Seguimos con el estudio del Tabernáculo y su significado. En el estudio anterior nos quedamos en la puerta de entrada
62.1 ALTAR DEL HOLOCAUSTO (ref. Ex 27:1-8, 38:1-7)
Lo primero que se veía al entrar al Tabernáculo era el Altar de Holocausto. Se le llama así porque en él se ofrecían los
holocaustos diarios, además de los diferentes sacrificios y ofrendas que se quemaban. También se le conoce como el “Altar
de Bronce”, ya que estaba forrado de este metal, aunque la estructura base estaba hecha de madera de acacia (Ex 27:1-
2)
Otros utensilios acompañaban al Altar para ayudar a los sacerdotes y levitas en los sacrificios, tales como: enrejado,
calderos, paletas, tazones, garfios, braseros; y todos estos también estaban hechos de bronce (Ex 27:3-5). Para transportar
el Altar, estaban las varas de madera de acacia cubiertas de bronce, que se colocaban en los anillos a los lados del Altar
(Ex 27:6-7). Aunque el Altar era grande, no pesaba tanto porque éste era hueco por dentro (Ex 27:8). En el Altar de Bronce
debía mantenerse el fuego encendido. El fuego original provino del Cielo, enviado por Dios (Lv 9:24, 2 Cr 7:1), pero los
sacerdotes debían mantener la llama encendida, poniendo leña cada mañana (Lv 6:12-13)
El fuego en el Altar servía para quemar los sacrificios que se ofrecían en el Tabernáculo. La palabra en hebreo para
“sacrificio” es: Korban, que viene de la raíz: Karav, que significa: acercarse. Al acercarse a Dios, los israelitas se
encontraban con el Altar de Bronce (bronce representa: juicio). Ellos llegaban a pedir perdón por sus pecados. Conscientes
que merecían morir en el fuego, ellos confesaban sus pecados y los trasladaban al animal que moriría en su lugar (Lv 1:4)
Significado espiritual
La Biblia dice que no hay hombre justo, y todos merecemos la muerte porque hemos pecado (Ro 3:23-24). La única forma
de evitar morir es que otro muera en nuestro lugar, y derrame su sangre por nosotros (Heb 9:22, Lv 17:11)
Dios no quiere que el que se acerca a Él muera, así que Él ha provisto de propiciación para que otro muera en nuestro lugar:
el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29, Ro 6:23, Ef 5:2, Jn 3:16-18). El Altar de Bronce representa el
primer paso de fe que todo creyente da: creer que Jesús es mi Redentor, quien murió por mis pecados (Ro10:9-10)
62.2 FUENTE DE BRONCE (Ex 30:17-21, 38:8)
El siguiente paso en el camino hacia Dios es la Fuente de Bronce, que también se conoce como
“Lavacro” o “Lavatorio”. Ésta era una especie de pila que guardaba agua (aunque no se especifica su
tamaño). Estaba localizada entre el Altar y el Santuario (Ex 30:18)
A este punto sólo llegaban los sacerdotes. El agua de la Fuente servía para que los sacerdotes se
lavaran sus pies y manos (Ex 30:19). La lavada de pies y manos de los sacerdotes no era tanto una
limpieza física sino una purificación ritual. Las manos representan las “acciones”, y los pies el “caminar”.
Los sacerdotes debían estar conscientes que ellos estaban llamados a vivir en santidad y rectitud.
La Biblia señala dos momentos especiales en que los sacerdotes debían lavarse, antes de entrar al
Santuario (Lugar Santo y Santísimo), y antes de hacer un sacrificio en el Altar. Luego explica el riesgo
de no hacerlo (Ex 30:20-21). Los sacerdotes trabajaban con las cosas santas, y debían mantenerse
puros para no morir en su servicio.
Significado espiritual:
Luego de creer en Jesús como Salvador, viene el siguiente paso de fe: limpiar la forma de actuar y caminar. Pablo explica
este paso con una analogía del matrimonio (Ef 5:25-27). Simbólicamente, el agua es la Palabra de Dios (Sal 119:9, Is 1:16-
17). La Biblia nos enseña la forma en que debemos actuar para llegar a ser un pueblo santo (apartado), y prepararnos para
entrar al Santuario y llegar ante la Presencia de Dios (2 Co 7:1)
Y no sólo se trata de limpiar lo externo, sino también lo interno, el corazón y las intenciones (Stg 4:8). En Éxodo leemos un
dato muy interesante acerca de la Fuente de Bronce, que enriquece el entendimiento de lo que simboliza (Ex 38:8). En
tiempos bíblicos, los espejos no eran igual a los que usamos hoy. En ese entonces, los espejos eran metales bruñidos.
Santiago hace referencia a esto en su epístola, relacionándolo con poner en práctica la Palabra de Dios (Stg 1:22-25)
El propósito de la Fuente de Agua también está conectado temáticamente con el bautismo, el cual no debe ser tomado sólo
como “un ritual”, sino un cambio de vida. Es el paso de fe y el compromiso de dejar atrás la vida pasada, y renacer a una
vida como Dios manda (Ro 6:3-4, Ef 4:21-24). En el Bautismo, no es que el agua limpie, sino que trae a conciencia el cambio
que debe operar en nuestras vidas (1 P 3:21).

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Éxodo
63 TABERNÁCULO (IV): El Santuario
En las entradas anteriores vimos la puerta y el atrio exterior del Tabernáculo. Hoy comenzaremos a leer sobre el Santuario,
la estructura cubierta, más íntima del Tabernáculo. Allí sólo podían entrar los sacerdotes, es decir, Aarón y sus
descendientes.
63.1 ESTRUCTURA
Aunque el Santuario era una especie de tienda, en realidad la estructura no era sólo palos y telas; las paredes del Santuario
estaban hechas de tablas de madera (Ex 26:15). Las acacias son árboles pequeños que se encuentran en el desierto, y su
madera es muy fuerte y resistente. Y por tratarse del Santuario, el Señor instruyó que estas tablas debían forrarse con oro
(Ex 26:29-30). Estas tablas se colocaban verticalmente, y estaban reforzadas por barras horizontales. Las bases de las
tablas estaban hechas de plata (a diferencia del bronce del Atrio). Del lado este del Santuario no se colocaban puertas sino
columnas, para servir como puertas para entrar y salir.
63.2 CUBIERTAS
Sobre la estructura de madera, debían colocarse cubiertas, que servían de techo para el Santuario. Este techo consistía de
varias capas:
1) Cortinas de lino fino (Ex 26:1-6, 36:8-13)
La primera capa de las cubiertas estaba hecha de diez cortinas de lino, que estaban unidas con corchetes de oro y lazadas
de azul. Esta capa sería visible desde adentro, como cielo raso. No sólo estaba hecha de lino blanco, sino tenía bordados
en rojo, azul y púrpura (semejante a las puertas). También tenía decoraciones de querubines (Ex 36:8). Los querubines son
ángeles alados. Dos de ellos fueron asignados a cuidar el árbol de la vida en el Edén, cuando el hombre fue expulsado por
haber pecado (Gn 3:24). Pero ahora vuelven a aparecer los querubines, como un símbolo del regreso del hombre a la
Presencia de Dios. En un salmo, David hace referencia a esta imagen de las alas dentro del tabernáculo (Sal 61:4)
Esto trae a memoria otro salmo que también habla de refugiarse bajo las alas del Señor (Sal 91:1, 4). Cuando los sacerdotes
entraban al Santuario, veían a los querubines en el techo, y también en el velo interior y sobre el Arca del Pacto,
recordándoles que estaban en camino a la restauración de la relación de Dios.
Las cortinas de lino eran diez, que representan la Ley de Dios (los 10 mandamientos), y el lino representa las acciones justas
(la obediencia a la Ley). Estas cortinas también tenían bordados de color azul (símbolo de lo celestial), púrpura (lo real) y
rojo (la sangre del Cordero), todos representativos del Mesías. Dios no demanda la perfección como condición para entrar
(pues nadie es justo Ro 3:10). Sólo el sacrificio propiciatorio abre el camino. Pero lo que Dios si espera es que, luego de ser
perdonados, tratemos de vivir en santidad y en obediencia al orden de Dios. Y aún esto es por la gracia de Dios, pues Él
nos da “tanto el querer como el hacer” (Fil 2:12-13)
2) Cubierta de pelo de cabra (Ex 26:7-13, 36:14-18)
La segunda capa del techo estaba formada de once cortinas tejidas con pelo de cabra. El pelo de cabra era de un material
áspero, y eso lo hacía más difícil de tejer. La Biblia señala que mujeres escogidas las tejieron (Ex 35:26)
Esas cortinas de pelo de cabra estaban unidas con corchetes de bronce (en contraste con los corchetes de oro para las
cortinas de lino). Como mencionamos anteriormente, el bronce representa juicio. En la Biblia, la cabra es uno de los animales
que eran ofrecidos en el Altar de Holocaustos. Específicamente, éste era el animal que se ofrecía en el sacrificio por el
pecado de todo el pueblo en el Día de Expiación (Lv 16). Este sacrificio representa a Jesús, quien era justo, pero murió por
el mundo para cubrir nuestros pecados (Ro 8:3-4, 2 Co 5:21). Ya mencionamos que las cortinas de pelo de cabra eran once,
mientras que las de lino era diez. Diez estaban unas encima de las otras, y la onceava cubría la parte del frente del Santuario
(Ex 26:9). Las cortinas de cabra eran más largas que las de lino; por lo tanto, lo que sobraba caía por la parte de atrás (Ex
26:12)
3) Cubierta de pieles de carnero (Ex 26:14, 36:19)
La tercera cubierta estaba hecha de pieles de carnero, que es otro animal que se ofrecía para los sacrificios en el
Tabernáculo. Bíblicamente, el carnero o cordero representa al Hijo de Dios quien murió como nuestra propiciación (Jn 1:29)
Estas pieles de carnero debían ser teñidas en rojo, que representan la sangre del Cordero derramada por nosotros. (1 Pedro
1:18-19). Esa cubierta roja sobre el Tabernáculo representa la sangre del Cordero de Dios que cubre todo en el Santuario.
4) Cubierta de piel de tejón (Ex 26:14, 36:19)
La última cubierta estaba hecha de las pieles de un animal misterioso, ya que no se conoce la traducción exacta de la palabra
(en hebreo: Tajash). Algunos creen que se refiere a la marsopa o la foca, y otros la traducen como tejón. En cualquier caso,
se trata de pieles que son muy resistentes, y sobre todo impermeables, y por eso son ideales como cubierta superior.
La cubierta de tejón era la que quedaba a la vista de todos los que entraban al Santuario. Pero lejos de ser un techo vistoso,
más bien era simple y rústico. En apariencia, no era hermoso; pero quienes entraban podrían apreciar las cortinas internas
A. Angulo V. 62
Éxodo
que eran bellísimas. Esto es similar a lo que el profeta Isaías describe acerca del Mesías (Is 53:2). La Biblia siempre le da
énfasis a la belleza interior más que las apariencias y lo superficial.
63.3 DENTRO DEL SANTUARIO
Sigamos avanzando en el progreso del Santuario, y vayamos a ver lo que había adentro
El Santuario se dividía en dos áreas:
1) El Lugar Santo.
En esta área se encontraban tres muebles: la mesa de los panes, el Candelabro y el altar de incienso (Ex 26:35). Aquí sólo
podían entrar los sacerdotes (levitas descendientes de Aarón).
2) El Lugar Santísimo.
Ésta era el área más íntima del Tabernáculo, donde se manifestaba la Presencia de Dios. Allí sólo se encontraba el Arca del
Pacto (Ex 26:34). En esta área sólo podía entrar el Sumo Sacerdote, y no cualquier día sino únicamente en el Día de
Expiación. Lo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo era un velo especial (Ex 26:33), del cual hablaremos más
adelante.
64 TABERNÁCULO (V): Lugar Santo
La primera habitación del Santuario se conoce como: “Lugar Santo”. Sólo los sacerdotes podían entrar allí, después de
lavarse pies y manos en la Fuente de Bronce.
64.1 PUERTA AL SANTUARIO (Ex 26:36-37)
La puerta de entrada al santuario también era una cortina de colores semejantes al Velo interior, pero no tenía bordado de
querubines. (Ex 36:37-38). Esta puerta recibe el siguiente nombre en hebreo: Masaj, que significa: cubierta, cortina, colgado.
Esta puerta es similar a la entrada principal, que está hecha de lino y bordada con los colores azul, púrpura, carmesí. La
diferencia reside en su tamaño (4.6 x 4.6 [m].), siendo la puerta exterior la mitad de la altura, pero el doble del ancho. La
Puerta al Santuario era más angosta, pero más alta, lo cual nos recuerda el siguiente versículo (Mt 7:14)
64.2 MUEBLES DEL LUGAR SANTO:
En contraste con el Atrio, donde el metal preferido era el bronce, en el Santuario dominaba el oro, el cual representativo de
lo divino. En el Lugar Santo se encontraban los siguientes muebles:
✓ La Mesa de los Panes
✓ El Candelabro
✓ El Incensario de oro
A continuación, describiremos cada uno:
❖ MESA DE LOS PANES (Ex 25:23-30, 37:10-16)
Al entrar al Lugar Santo, a la derecha (hacia el norte) se encontraba una pequeña mesa (aprox. 1 [m] de largo, y 0.50 [m]
de ancho). Esta debía ser elaborada con madera de acacia, y luego debía ser cubierta con un baño de oro. La orilla de la
mesa debía llevar una cornisa, también hecha de oro. La mesa también debía llevar unos anillos en las cabezas de las
cuatro patas para poder transportarla, con la ayuda de barras doradas para no tocarlas.
La mesa iba acompañada de otros implementos, que serían útiles para el servicio de los sacerdotes en la mesa, que incluía
libaciones (Ex 25:29). El propósito principal de la mesa está descrito en el siguiente versículo (Ex 25:30). El “Pan de la
Proposición” también es llamado “Pan de la Presencia”, ya que era el pan que los sacerdotes comían en la presencia de
Dios. En hebreo se le conoce como: “Lejem Panim”, que literalmente significa: Pan al Rostro. Sobre la Mesa se
colocaban doce panes sin levadura, en representación de cada una de las doce tribus de Israel. Estos panes eran comidos
por los sacerdotes de turno el día de reposo (heb. Shabat), y ese día eran reemplazados por nuevos (1 Cr 9:32, Lv 24:5-9).
Los panes se colocaban sobre la mesa en dos hileras (seis en cada una), y encima de cada hilera se ponía una cuchara con
incienso (Lv 24:7)
El incienso es símbolo de las oraciones (Ap 5:8), y representa la comunión con Dios. En general, la mesa representa el lugar
donde uno comparte con la familia y con los amigos. Es un lugar de comunión y unidad. En un sentido espiritual, la mesa de
los panes representa tanto nuestra comunión con Dios (incienso) y también el compañerismo con los hermanos (los panes).
Jesús dijo que donde dos o más estén reunidos en Su Nombre, allí estará Él en medio (Mt 18:20)
En nuestro progreso espiritual, el Señor espera que aprendamos a vivir en armonía y en paz los unos con los otros. (1 Jn
4:21, 1:6-7). Por otro lado, como parte de la santificación en la comunión con los hermanos, también está el mensaje de que
nos cuidemos con quien nos juntamos (1 Co 5:9-11)

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❖ CANDELABRO (Ex 25:31-39, 37:17-24)
A la izquierda del Lugar Santo estaba localizado el Candelabro (heb. Menorá). Éste tenía siete lámparas de aceite, y estaba
hecho de oro sólido, esculpido de una sola pieza. A diferencia de los otros muebles, que no tienen decoraciones, ésta tiene
detalles en forma de frutos y flores. El propósito del candelabro era iluminar el Lugar Santo; era la única fuente de luz, ya
que allí no había ventanas. La luz debía arder continuamente, sin apagarse. Y el combustible que alimentaba la luz no
provenía de velas sino de aceite de olivas, el cual debía ser provisto por el pueblo mismo (Lv 24:1-4)
Los sacerdotes estaban encargados de alimentar las lámparas con aceite cada mañana y tarde. Y el fuego que encendía
las lámparas debía provenir del Altar del Holocausto (que es donde cayó el fuego del cielo). Dios provee del fuego original,
pero el pueblo está encargado de mantener la llama viva
Aplicación Mesiánica:
La Menorá es una imagen del Mesías Jesús dijo (Jn 8:12, 1:9). En Apocalipsis explica lo que representan las siete lámparas
(Ap 4:5). Más adelante, explica que el Cordero de Dios tiene los siete Espíritus de Dios (Ap 5:6), y el profeta Isaías nombra
(Is 11:1-2)
En un sentido espiritual, el candelabro representa la luz de Dios que ilumina nuestras vidas, y lo hace de varias formas: la
luz de la palabra, la revelación espiritual y el reflejo de la luz.
1) La Palabra.
La fuente más evidente de luz espiritual para un creyente proviene de la Palabra de Dios. El salmo lo señala con claridad
(Sal 119:105)
2) Revelación.
Además de la revelación de la Palabra, Dios también nos da revelación profética, que la Biblia compara también con una luz
en medio de las tinieblas (2 P 1:19-21)
3) El Reflejo.
Sabemos que Jesús es la luz, pero Él también nos llama a que nosotros seamos luz al mundo (Ef 5:8-10). Somos luz al
mundo cuando reflejamos lo que hemos recibido del Señor, y vivimos como Él manda (Mt 5:14-16)
❖ INCENSARIO (Ex 30:1-10)
El Incensario también es conocido como “Altar de Oro”. Su estructura está hecha de madera de acacia, pero está cubierto
de oro puro (Ex 30:1-3)
También debía tener anillos de oro y barras para transportarlo (Ex 30:4-5). El propósito de este altar era para quemar el
incienso todos los días. Los sacerdotes se turnaban para servir en el Lugar Santo y quemar el incienso, al igual que alimentar
la Menorá con aceite. Esto debía hacerse cada mañana y cada tarde (Ex 30:7-9).
Mientras más adentro se avance en el Tabernáculo, más cerca se está de Dios…pero también más santo es el lugar, y con
más cuidado deben hacerse las cosas, guardando de hacer las cosas como Dios manda (Dt 12:32). En la Biblia hay un
ejemplo de dos sacerdotes que no siguieron las instrucciones de Dios en su servicio en el Tabernáculo, y esto les costó la
vida (Lv 10:1-2)
El fuego que se debía usar para encender el incensario era con las brasas del Altar de Bronce (Lv 16:12), cuyo fuego original
provenía del Cielo mismo (Lv 9:24). Pero los hijos de Aarón usaron otra fuente de fuego. La Biblia no dice por qué lo hicieron,
pero ya sea por descuido o por despecho, la consecuencia de su error fue seria: ellos murieron. Según la tradición judía, el
fuego consumió los cuerpos de los sacerdotes, pero quedaron intactas las vestiduras. Cuando Moisés le informó a Aarón la
razón de la muerte de sus hijos, él lo aceptó con humildad, sabiendo que Dios tenía la razón (Lv 10:3)
64.3 RECETA DEL INCIENSO
Así como no se podía usar cualquier tipo de fuego para encender el incienso en el Santuario, tampoco se podía usar cualquier
tipo de incienso aromático. El incienso para el Altar de Oro estaba hecho de una receta especial que Dios mismo dictó (Ex
30:34-36)
Estacte (heb. Nataf, lit. gota). Literalmente significa: “gota”. Es un aceite que es extraído de una planta, en cuyas ramas se
hacían cortes, y su aceite aromático destila en gotas. Algunos lo relacionan con el bálsamo de Galaad.
Uña aromática (heb. Shejelet, lit. rugido). Viene de las escamas de una concha de moluscos de la región. Cuando se quema,
produce un olor agradable. De este mismo molusco se obtiene el color púrpura, también utilizado en el Tabernáculo.
Gálbano (heb. Jelbená). Es una resina obtenida de las ramas quebradas de un árbol de la región (bubon gumniferum), que
despide un perfume especial.

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Incienso puro (heb. Leboná: blanco). Está hecho de la resina de unos árboles de la región. Se obtiene haciendo incisiones
en la corteza del árbol, y la resina sale en gotas, que se conoces como: “lágrimas”. El incienso se quema con facilidad y
despide bastante humo, y despide un aroma a bálsamo. Luego de dar la receta, Dios instruyó que no se usara en otro lado,
ya que era para uso exclusivo del Tabernáculo (Ex 30:37-38)
64.4 FRENTE AL VELO
El Altar del Incienso era el último mueble en el Lugar Santo, y estaba colocado justo al frente del Velo que separaba el Lugar
Santo del Lugar Santísimo. Este fue el lugar donde Zacarías recibió la visita de un ángel que le informó que sus oraciones
habían sido contestadas, y él y su esposa tendrían un hijo muy especial: Juan el Bautista (Lc 1:5-25).
La Biblia dice que el incienso representa las oraciones (Sal 141:2, Ap 5:8). Así como los sacerdotes quemaban incienso
mañana y tarde, así el Señor quiere que Su Pueblo ore en todo momento. (Ef 6:18, 1 Ts 5:17). En Apocalipsis se nos revela
que las oraciones de los santos van a jugar un papel muy importante en los eventos de los últimos tiempos, y tomarán un
lugar protagonista en el séptimo sello (Ap 8:3-5)
65 TABERNÁCULO (VI): Lugar Santísimo
Lo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo era un velo especial.
65.1 VELO SANTO (Ex 26:31-37)
Este velo especial está descrito a continuación (Ex 26:31-33). Este velo lleva los mismos materiales y colores que la puerta
de la entrada al Tabernáculo y la cortina de entrada al Lugar Santo, con la diferencia que tiene añadidas las figuras de
querubines (al igual que las primeras cortinas del techo).
Este velo que lleva al Lugar Santísimo se conoce en hebreo como Poreket, que literalmente significa: separación.
Representa la separación que existe entre Dios y el hombre, desde que Adán pecó en el Edén. Para resaltar esta conexión,
encontramos los querubines que aparecen también en la historia del Edén, guardando el camino hacia el Árbol de la Vida
(Gn 3:24).
El Lugar Santísimo es donde la Presencia de Dios se manifestaba en su forma más pura. Allí no podía entrar nadie más que
el Sumo Sacerdote en el día más santo del calendario bíblico: el Día de Expiación (heb. Yom Kipur). En la aplicación
mesiánica, el Día de Expiación representa el día en que el Mesías regresará para acabar con la iniquidad y juzgar al mundo,
luego de lo cual comenzará su reinado mesiánico. Después del Milenio, Dios Padre hará tabernáculo entre nosotros.
Podremos verlo cara a cara, y viviremos con Él para siempre (Ap 21:3)
La obra de redención del Mesías llegará a su culminación en su segunda venida, pero en su primera venida llevó a cabo el
paso más importante en la cruz. En el mismo momento en que Jesús murió, en ese mismo instante se partió el Velo en el
Templo (Mr 15:37-39)
El Velo partido es una señal física de lo que ocurrió en el ámbito espiritual. Jesús abrió el camino de regreso a Dios Padre
(Mt 27:50-51, Lc 23:45). La carta a los hebreos explica el significado de esta partición (Heb 10:19-22)
Jesús abrió el camino, y ahora cada creyente debe caminar y avanzar por cada paso que lleva hacia el Lugar Santísimo,
donde se manifiesta la Presencia de Dios. De nuevo podremos estar “cara a cara” con Dios, tal como Adán estuvo con el
Señor en el Jardín del Edén (Ap 21 y 22, 21:3). Todo lo que Dios ordenó que se hiciera en el Tabernáculo era una sombra
de lo que Jesús vendría a cumplir como parte del Plan de Redención divino, paso a paso (Heb 9:11-12)
65.2 LUGAR SANTISIMO
Detrás del último velo se encontraba la habitación más íntima del Tabernáculo, conocida como el Lugar Santísimo. Como
ya mencionamos, en ese lugar descendía la Presencia de Dios (heb. Shejiná). Allí adentro sólo estaba un mueble el Arca
del Pacto.
65.3 ARCA DEL PACTO (Ex 25:10-22)
El Arca (heb. Aron) era básicamente una caja o baúl hecha de madera de acacia, y cubierta de oro puro por dentro y por
fuera. Dentro del Arca se encontraban los siguientes elementos (Heb 9:4), que juntos forman el Testimonio del Pacto que
Dios hizo con Su pueblo Israel.
1) Las Tablas de la Ley
Estas son las tablas de piedra donde están escritos los 10 Mandamientos, los cuales son el resumen de toda la Ley de Dios
(Ex 24:12, Dt 4:13)
2) La Vara de Aarón
Esta vara es la que floreció como testimonio de que Dios había escogido a Aarón y sus hijos para servirle en el Santuario, y
callar así a Coré quien se había rebelado contra su autoridad (Nm 17, 17:8, 10)

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3) Maná
El Maná es el alimento que Dios proveyó para el pueblo mientras viajaban a través del desierto en camino a la Tierra
Prometida. El Señor pidió que guardaran una medida de pan del Cielo en el Arca, como testimonio de la provisión divina,
(Ex 16:33-35)
65.4 PROPICIATORIO
Además de la caja, el Arca del Pacto tenía otra pieza muy importante, que servía para cubrirla. Esa cubierta recibía el nombre
de Propiciatorio, y tenía unas decoraciones especiales (Ex 25:17-21)
De nuevo, vuelven a aparecer los querubines, que traen a memoria cuando el hombre fue expulsado de la Presencia de
Dios en el Edén; pero ahora en el Tabernáculo vemos el camino que Dios trazó para la reconciliación con el hombre, a través
de la obra redentora del Mesías (Ro 3:24-25, 5:10-11)
El Propiciatorio era el punto de contacto entre Dios y Su Pueblo. El Señor le dijo a Moisés que desde allí le hablaría (Ex
25:17-21). Moisés tenía una relación especial con el Señor, más cercana que cualquier otro hombre (Ex 33:11, Nm 12:8)
Cuando Moisés necesitaba hablar con Dios, él iba a la tienda de reunión, y él oía la voz del Señor que le hablaba desde el
Propiciatorio (Nm 7:89). La única otra persona que podía entrar delante del Arca del Pacto, en el Lugar Santísimo, era el
sumo sacerdote, pero sólo una vez al año (Heb 9:2-7, Lv 16:2). En el Día de Expiación (heb. Yom Kipur), el sumo sacerdote
entraba al Lugar Santísimo con el propósito de pedir perdón por los pecados de todo el pueblo; pero antes de entrar, llenaba
el lugar con el humo de incienso (Lv 16:13-16). La sangre sobre el propiciatorio cubría los pecados del pueblo. Y cómo
hemos visto a lo largo del estudio del Tabernáculo, todo es figura del Mesías, por cuya sangre somos salvos (1 Jn 2:2)
La carta de hebreos explica que Jesús no entró al Templo físico, pero si al que está en el Cielo, para hacer propiciación por
el mundo entero para siempre (Heb 9:24-26). En su primera venida, Jesús murió en el día de la Pascua, como el Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). En su segunda venida, Jesús ya no tendrá que morir, pero cumplirá la
fiesta de Yom Kipur (Día de Expiación) viniendo como juez, para salvar a los que creyeron en Él, pero a los que no se
arrepientan serán juzgados por sus obras (Heb 9:28)

66 CONSAGRACIÓN DEL TABERNÁCULO (Ex 40)


Los israelitas terminaron de construir el Tabernáculo, y la Biblia dice que lo hicieron siguiendo las instrucciones que Dios le
había dado a Moisés (Ex 39:32). Al final del capítulo 39 hace una lista de todos los muebles y las piezas que se hicieron
para el Tabernáculo, incluyendo las vestiduras sacerdotales (Ex 39:33-41).

Los maestros de obra y los artesanos entregaron a Moisés todas las piezas del Tabernáculo. Y Moisés se encargó de
inspeccionar y revisar que todo estuviera en orden, y hecho tal como Dios se lo había mostrado (Ex 39:42-43). Cada pieza
es importante, ya que cumple un propósito especial. De igual manera, cada miembro del cuerpo de Cristo es especial y
cumple un propósito único (Ro 12:4-8).
66.1 COMO DIOS MANDÓ
Hay un mensaje que se repite con insistencia en este capítulo: “como Jehová había mandado a Moisés” Como hemos visto
a lo largo del estudio del Tabernáculo, éste nos muestra el camino que debemos andar para llegar a la Presencia de Dios.
Si queremos acercarnos a Dios, debemos hacerlo como Él lo pide, y no a nuestra manera (Ex 40:16)

Moisés no sólo revisó que todo en el Tabernáculo estuviera hecho según las instrucciones divinas, sino que él mismo fue
quien colocó todo en su lugar (en esa primera ocasión, antes que los sacerdotes fueran consagrados para ese propósito).
Luego que hubieran armado el Santuario, Moisés metió el Arca del Pacto en el Lugar Santísimo (la cual había estado bajo
su cuidado en la tienda de reunión) (Ex 40:20-21)

Probablemente Moisés necesito de ayuda para cargar los muebles, pero él se encargó personalmente de colocarlos en el
Tabernáculo. La Biblia dice que puso la mesa de los panes, el candelabro y el altar de incienso, “tal como Jehová había
mandado” (Ex 40:22-33). También Moisés lo estrenó, colocando los primeros panes, encendiendo las lámparas por primera
vez, y quemando el primer incienso aromático.
Moisés comenzó de adentro (el Santuario) para afuera (Atrio exterior). Luego de colocar los muebles del Lugar Santo, cerró
el Santuario con la cortina (Ex 40:28), y pasó a colocar el Altar del Holocausto y la Fuente de agua en el Atrio exterior (Ex
40:29-32). Lo último que levantaron fueron las cortinas exteriores del atrio, y la cortina de la entrada principal (Ex 40:33).
66.2 UN NUEVO INICIO
El Tabernáculo no fue levantado cualquier día. Dios escogió el primer día del año en el calendario bíblico (Nisán 1),
marcando así un nuevo inicio (Ex 40:1-2)

Un año después que salieron de Egipto, los israelitas estaban al pie del Monte Sinaí, inaugurando el Tabernáculo (Ex 40:17).
En ese día (1 de Nisán) se armó el Tabernáculo, y todo fue puesto en su lugar (Ex 40:18-19).
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66.3 LUGAR DE REUNIÓN
Como ya mencionamos, el diseño del Tabernáculo representa el camino de regreso a Dios. Comenzando en la puerta,
pasando por el Atrio y el Lugar Santo, hasta llegar al Lugar Santísimo, nos enseña el camino que debemos avanzar para
llegar a la Presencia de Dios (Ex 29:43-46). El Tabernáculo funciona como un “portal” que conecta la Tierra con el Cielo. Es
el lugar de encuentro entre Dios y Su pueblo.
66.4 CONSAGRACIÓN
El Tabernáculo no era un lugar cualquiera. Este lugar debía ser apartado y dedicado para servir a Dios (no a los hombres),
en otras palabras, debía ser “santificado”. Y como señal de esta consagración, Dios pidió que todo el Tabernáculo fuera
ungido con el aceite especial de unción (Ex 30:23-29, 40:9-11)
No sólo los muebles y cosas iban a ser santificadas, sino también las personas que allí iban a servir, es decir, los sacerdotes
(Ex 30:30-33). Pero antes de ser ungidos, los sacerdotes debían lavarse y ponerse las vestiduras especiales para su servicio
(Ex 40:12-15)

66.5 LA PRESENCIA DE DIOS


Moisés y los levitas prepararon el Tabernáculo. Ya todas las piezas estaban en su lugar. Sólo una cosa hacía falta: que la
Presencia de Dios descendiera en el Santuario. El pueblo preparó el lugar, y la Presencia de Dios descendió allí (Ex 40:34)

Cuando la gloria de Dios desciende sobre un lugar, efectivamente “lo llena”. Nadie más puede estar en Su Presencia (Ex
40:35). En ese momento, la gloria de Dios llenó el Santuario. Aunque más tarde se levantó la nube de la Presencia, ésta no
los dejó. La nube permaneció sobre el Tabernáculo de día y de noche (Ex 40:38)

El libro de Números hace mención de este evento, y explica que la nube servía de sombra al campamento durante el día, y
de noche se convertía en una nube de fuego (Nm 9:15-16)
La Nube no sólo servía para dar sombra de día y luz de noche, sino también cumplía otro propósito importante: servía como
guía en el camino de los israelitas por el desierto. Cuando la nube se movía, esta era la señal para que el pueblo empacara
y comenzara a moverse, en dirección a donde la nube los llevara. Dios no acompañaba a Israel donde ellos iban, sino al
revés: Israel debía seguir a Dios, donde la Nube los dirigiera (Ex 40:36-37)

Los israelitas dependían de la sombra y el calor de la nube para sobrevivir en el clima inclemente del desierto. La nube
servía a Israel como protección, y también para dirección (Nm 9:17-23)
66.6 TAMBIÉN EN EL TEMPLO
Así como la Presencia de Dios descendió sobre el Tabernáculo en el desierto, también sucedió lo mismo cuando fue
inaugurado el Templo en Jerusalén, en tiempos de Salomón (1 Ry 8:10-11).
66.7 TEMA DEL LIBRO
El Libro de Éxodo (heb. Shemot) concluye con la presencia de Dios descendiendo sobre el Tabernáculo que estaba en
medio del campamento de los Hijos de Israel. Esta es la culminación de la Redención, que es el tema central del libro.
La Redención no implica “llegar al cielo o la Tierra Prometida” sino “restablecer la perfecta comunión con Dios”, tal como la
tenía Adán en el Edén.

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