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Sumarios:
En la Ciudad de Córdoba, a las horas del día 18 del mes de Octubre de dos mil diecisiete,
en estos autos caratulados: “"CAPDEVILA, JOSE EDUARDO C/ AUTO HAUS S.A.
ABREVIADO” (Expte. N° 5637035/36)”, en los que siendo la hora fijada se reunieron en
Audiencia Pública los Sres. Vocales de esta Excma. Cámara Sexta de Apelaciones en lo
Civil y Comercial, en presencia del Secretario autorizante, a los fines de resolver el recurso
de apelación interpuesto en contra de la Sentencia Número Setenta y Nueve de fecha
veintinueve de marzo de dos mil dieciséis, dictada por el Sr. Juez de Primera Instancia y
Cuadragésimo Séptima Nominación en lo Civil y Comercial, Dr. Domingo Ignacio
Fassetta, quien resolvió:
“1°) Rechazar íntegramente la demanda impetrada por José Eduardo CAPDEVILA, D.N.I.
Nº 23.979.761, en contra de AUTO HAUS S.A.; con costas a cargo del actor.-
2°) Regular definitivamente los honorarios de los profesionales intervinientes del siguiente
modo: a) Al Dr. Fernando Nelson de Souza, en la suma de pesos …($ …..) y; b) Al Perito
Oficial, Contador Enrique Cedron, en la suma de pesos …. ($ …).-
3°) Firme el presente, restitúyase por Secretaría y a sus presentantes, los documentos
acompañados a la instancia, debiendo dejar recibo en autos y en el bibliorato
correspondiente.-. Prot...".-
El Tribunal se planteó las siguientes cuestiones a resolver:- Primera cuestión: ¿Procede el
recurso de apelación del actor?- Segunda cuestión: ¿Qué pronunciamiento corresponde?-
Previo sorteo de ley, los Sres. Vocales votaron de la siguiente manera:-
Contra la sentencia cuya parte resolutiva ha sido transcripta más arriba, ha apelado la parte
actora, quien expresa agravios a fs. 305/308.-
El primer agravio versa sobre la errónea valoración de la prueba.- La parte actora se queja
de que se ha omitido valorar la carta documento de fs. 30 de autos en donde el actor intima
a la firma demandada a hacer entrega del vehículo y donde se detalla la operación, los
valores abonados, el saldo y la falta de entrega del vehículo.-
Señala que a tenor del art. 192 del C.P.C. la misiva debe tenerse por recibida y que no fue
contestada.
Pero que con posterioridad la demandada hizo entrega del vehículo y no negó que el saldo
restante fuera de $ 37.520.-
Sostiene que no puede cargarse al consumidor la obligación de acreditar lo que había dicho
de palabra y escribió de puño y letra, aunque sin firmar, un vendedor. Que habiendo sido
citado este vendedor (testigo Gorosito), no compareció a declarar, ni la demandada prestó la
colaboración necesaria para que lo hiciera.-
Afirma que no se trató de una compraventa en cuotas, sino que se abonó en febrero más del
50% de la unidad y en julio el saldo restante. Que se trató de una compraventa de contado
demorada por la falta de entrega del vehículo por parte de la demandada. Entiende que si se
tratara de una compraventa en cuotas existiría un contrato y la demandada habría
acompañado una documentación de ese tipo.-
Manifiesta que de la prueba testimonial (fs. 109) surge que medió demora en la entrega y
que fue el testigo quien le dio el dinero al actor para abonar el automóvil. Que si se
contrastan el saldo, el informe del Banco Macro y el testimonio se corrobora lo señalado en
la demanda.-
Considera erróneo que se haya restado valor convictivo a la misiva porque no se corroboró
el préstamo del Banco Macro, cuando el crédito se acreditó a fs. 90.-
En cuanto al dictamen del perito oficial considera que al a quo no dio razón que permita
inferir que las conclusiones a las que arribó fueran equivocadas.-
Que el Juez sostuvo que el perito no podía expedirse válidamente a falta de contrato
expreso, pero omitió considerar que existían otras constancias a las que refiere la
ampliación del dictamen.
Que además, la documentación que no pudo obtener fue por falta de colaboración de la
demandada.
Le resulta extraño que una empresa de dicha magnitud no tuviere registros.-
Destaca que del análisis llevado a cabo por el experto surge que efectivamente se cobró un
sobreprecio.- Considera que aún cuando no se acudiera a la normativa de consumo se
acompañó prueba suficiente para hacer lugar a la demanda. Invoca que estamos ante un
supuesto de motivación insuficiente y que la resolución arribada es fruto de un
razonamiento incorrecto.- En el segundo agravio considera que se han valorado
incorrectamente los hechos a la luz de la normativa de consumo.
Destaca la raigambre constitucional de la protección de los consumidores y cita los
principios que, a su criterio, deben aplicarse al caso.-
Hace alusión al art. 3 de la ley de defensa del consumidor en cuanto consagra el principio
de interpretación más favorable al consumidor.
Que la interpretación de los contratos no debe partir de la objetividad que supone el
equilibrio entre las partes, sino que debe primar aquella que resulte más favorable al
consumidor.
Alude al principio de cargas probatorias dinámicas previsto en el art. 53 de la Ley de
Defensa del Consumidor y destaca que los proveedores deben prestar la colaboración
necesaria para el esclarecimiento de la cuestión debatida.-
Enfatiza que la parte demandada no ha prestado colaboración alguna en el esclarecimiento
de la verdad y que su conducta fue remisa desde que su parte la intimó de forma
extrajudicial.
Que la parte demandada compareció tardíamente, no contestó la demanda y no colaboró en
la producción de la prueba.-
Aduce que la falta de colaboración surge más palmaria con la citación del testigo Gorosito.
Que su testimonio hubiera sido muy valioso ya que su puño y letra es el que obra agregado
en autos y de donde surge el precio del vehículo.
Dice que se remitieron las citaciones al domicilio laboral, sin que el demandado aclarara
nada al respecto, y cuando la fuerza pública lo fue a buscar se le informó que ya no
trabajaba más allí.
Que para facilitar la prueba la parte demandada pudo informar el domicilio real del testigo,
siendo que dicha información surge de sus registros.-
Por último hace referencia al deber de información. Afirma que ha existido falta de
información en relación al precio del vehículo, de la fecha de entrega, de lo referido a los
préstamos personales, etc. Que ello constituye una violación a la ley de Defensa del
Consumidor que no puede ser cohonestada.- Concluye que existen en la causa numerosas
pruebas que permiten hacer lugar a la demanda y que deben aplicarse las normas
consumeriles que fueron ignoradas por el A quo.-
A fs. 310/311 contesta los agravios el apoderado de la parte demandada, quien refiere que
se ha valorado correctamente la totalidad de la prueba arrimada a la causa y que se ha
discernido adecuadamente la realidad de la operatoria existente entre las partes.-
A fs. 317/325 emite su dictamen la Sra. Fiscal de Cámaras, quien se pronuncia en el sentido
que corresponde hacer lugar al recurso de apelación por haberse violado los deberes de
trato digno, el de información y colaboración impuestos por el régimen consumeril y que
resulta procedente el rubro daño punitivo siendo razonable la suma peticionada por el actor
en concepto de daño punitivo.-
II. Tema a resolver. La cuestión traída a esta instancia consiste en determinar si corresponde
atribuir responsabilidad por daños a Auto Haus S.A. por la diferencia de precio alegada por
la parte actora en relación al valor del automóvil, daño moral por la demora en la entrega
del vehículo invocada y daño punitivo. Todo ello, en función de la prueba rendida en autos
y las normas del Derecho de Consumo.-
III. Plataforma del caso: No se encuentra controvertido que el Sr. José Eduardo Capdevila
adquirió un automóvil del concesionario oficial Auto Haus S.A. Que a tales fines abonó con
fecha 01/02/2011 la suma de $ 3.000, con fecha 04/02/2011 la suma de $ 37.000 y
finalmente, con fecha 08/07/2011 la suma de $ 44.000. Y que seguidamente le fue
entregado el vehículo. No hay coincidencia entre las partes respecto de la fecha de entrega
aunque no resulta una cuestión esencial para la resolución de la causa. La actora señala que
la entrega se perfeccionó el mismo 08/07/11 (fs. 2) y en la contestación de los agravios la
parte demandada reconoce que la entrega fue con posterioridad a la inscripción registral del
vehículo con fecha 15/07/2011 (fs. 310).-
IV. Análisis del marco normativo aplicable:- Se advierte, en primer lugar que la vinculación
jurídica entre las partes es una relación de consumo. El Sr. Capdevila es un consumidor
quien adquirió en forma onerosa un automóvil como destinatario final en beneficio propio o
de su grupo familiar (art. 1 L.C.D.). Y la demandada Auto Haus S.A. es proveedora, al
desarrollar de manera profesional actividades de comercialización de automóviles
destinados a consumidores o usuarios (art. 2 de la mentada ley).- Por ello, no puede negarse
que en el sublite resulta aplicable el Estatuto del Consumidor. La normativa del consumidor
tiene carácter estatutario por estar integrada no sólo por la regulación constitucional, el
Código Civil y Comercial de la Nación y la Ley de Defensa del Consumidor, sino también
por todas aquellas normas que tutelan la relación jurídica de consumo, conforme lo
establece el art. 3° de la ley 24.240.
Este Tribunal ha señalado en múltiples oportunidades (“CASTILLO, ANA MARIA C/
ARGENCASA S.A. ABREVIADO – OTROS – RECURSO DE APELACION - EXPTE.
N° 02429739/36” Sentencia N° 130 del 15/112016, entre otros) que cuando se encuentra en
juego una relación de consumo “la búsqueda de una solución ha de estar informada por la
naturaleza de la relación en la cual se sustenta la pretensión, lo que hace necesario el juego
armónico e integrador de los principios reconocidos por el derecho del consumidor.-
El plexo normativo aludido tiene ínsito, a lo largo de todas sus disposiciones, el principio
protectorio de la parte más débil, lo que autoriza a que, cuando la interpretación puede estar
circunscripta por algún tipo de vacilación, siempre debe estarse a la situación que sea más
favorable al usuario o consumidor”.- Sin embargo, como se advertirá más adelante esta
presunción irrefrenable que considerando la debilidad del consumidor o usuario, permite la
interpretación más favorable para el afectado (art. 3º), requiere de presupuestos que sirvan
para la convicción judicial.-
VII. Demora en la fecha de entrega. Falta de prueba de la obligación a cargo del adquirente:
Como se dijo en el acápite anterior, el cambio en las condiciones de aceptación supuso la
celebración de un nuevo contrato. - Pero tampoco se observa en autos responsabilidad por
la demora en la entrega del automóvil pues la parte actora no ha acreditado que con
anterioridad a la fecha de entrega se encontrara en condiciones de concluir la operación y
abonar la diferencia de precio.- De hecho, desde la carta documento de fecha 09/06/2011 en
la que el actor requirió el vehículo (fs. 30) y la entrega definitiva (08/07/11 (fs. 2) según la
actora o 15/07/2011(fs. 310) según la demandada) transcurrió un mes. Lo que luce
razonable en atención a que la prestación del contrato la constituye un bien mueble
registrable y, por ello, deben realizarse los trámites pertinentes ante el Registro del
Automotor.- Además a fs. 90 surge que el Sr. José Eduardo Capdevila es titular del
préstamo otorgado por el Banco Macro bajo la operación N° 7380043746, el que fue
liquidado con fecha 07/07/2011 por el monto de $ 33.000.- En relación a este punto no se
vulnera el principio de las cargas probatorias dinámicas aplicables en las relaciones de
consumo, desde que, de acuerdo a las circunstancias de la causa y de la relación negocial en
concreto, era el consumidor quien estaba en mejores condiciones de acreditar que el pago
de la diferencia del precio se encontraba disponible. Máxime cuando el modificó la
modalidad de pago del vehículo.-
VIII. El principio indubio pro consumidor: Por último, debe señalarse que el axioma “in
dubio pro consumidor”, no puede prevalecer en este caso, ante la ausencia de incertidumbre
en relación al alcance de las obligaciones de las partes, a los hechos y principios
aplicables.- Además, de la interpretación general del contrato no se advierte que, como se
señaló supra, juzgando los comportamientos de las partes conforme la regla de la “buena
fe”, se hayan vulnerado los derechos del consumidor. -
IX- Facultada de retención del vendedor por falta de pago del precio: Ha quedado claro que
lo convenido era un contrato de compraventa de automóvil en donde se pactó que la entrega
del vehículo, por falta de previsión en contrario, debía hacerse contra el pago total del
precio. Ello, atento a la modificación en los términos contractuales que supuso la no
aceptación del crédito otorgado ante el Banco Comafi.- El Código Civil, al regular las
obligaciones de las partes en el contrato de compraventa de contado establece: “Art. 1.418.
El vendedor no está obligado a entregar la cosa vendida si el comprador no le hubiese
pagado el precio.” y “Art. 1.428. Si el comprador a dinero de contado, no pagase el precio
de la venta, el vendedor puede negar la entrega de la cosa mueble vendida.”.- De allí que no
habiéndose acreditado que el comprador ofreciese cumplir el pago del precio resulta
justificada la falta de entrega de la cosa vendida.- En efecto está demostrado y reconocido
que la entrega se perfeccionó frente al pago total del vehículo. Por ello, si el pago de la
diferencia se abonó seis meses después de que se iniciaron las tratativas, cualquier
discrepancia en relación al precio es a cargo del comprador.- Por todo ello frente a una
plataforma fáctica que no evidencia incumplimiento por parte del proveedor en la demora
en la entrega del vehículo, ni en el aumento del precio del mismo, debe confirmarse la
sentencia impugnada en cuanto rechaza la demanda.- Las costas en esta instancia se
imponen al recurrente atento su calidad de vencido (art. 130 CPC).-
Protocolícese y hágase saber. Con lo que terminó el acto que firman los Señores Vocales.-