Está en la página 1de 2

¿Qué es el carácter?

El término carácter es de origen griego y significa ‘marca’, ‘incisión’. De manera general, el carácter es el modo en que un individuo actúa
habitualmente ante cierto tipo de situaciones.

A menudo, el carácter se define a partir de un rasgo predominante o principal dentro de la forma de ser de una persona. Por ejemplo, si suele
exhibir tendencias generosas y desprendidas, se le dirá que es altruista; si suele conservar enfados o molestias durante mucho tiempo o le cuesta
perdonar los errores ajenos, se dirá que es rencoroso. En ambos casos se trata de una generalización. Además de usarse para indicar el
comportamiento habitual de alguien, la palabra carácter se emplea en el habla cotidiana con varios sentidos. Así, para referirse a una persona con
gran firmeza en sus convicciones se dice que tiene carácter o es una persona de carácter.

Asimismo, se suele distinguir entre caracteres fuertes y débiles, o tener buen carácter o mal carácter, de acuerdo a diferentes rangos de
evaluación, que, por lo general, se asocian con la irritabilidad, la paciencia, la templanza y resiliencia o sumisión y pasividad, dependiendo del
contexto. En el psicoanálisis, el carácter es la organización psíquica fundamental de un individuo, reflejada en un modo de respuesta fijo o
estructurado. Dicha organización corresponde a la forma en que habitualmente la persona intenta armonizar las pulsiones internas (el ello), los
límites que impone el mundo exterior (el principio de realidad) y los principios éticos y morales (el superyó).

Desde la perspectiva del psicoanálisis, el carácter es el resultado de la concurrencia de varios factores, entre los que se encuentran las fuerzas del
ello, las influencias ambientales (especialmente, de los padres) y las defensas que, durante la infancia, ensaya el yo frente a los otros factores.
Fuera del ámbito psicoanalítico, la evaluación del carácter es hoy en día una herramienta útil para empresas y organizaciones que desean tener un
perfil rápido y general de sus posibles empleados.

Carácter y temperamento
El carácter está relacionado con el temperamento y muchas veces ambos términos se toman como sinónimos. Sin embargo, existen importantes
diferencias entre ellos.

Descripción general:

 El carácter comprende un conjunto de rasgos que una persona adquiere a través del aprendizaje.
 El temperamento es una tendencia constitutiva del individuo.
 El carácter se origina en la interacción del individuo con su entorno.
 El temperamento tiene su origen en la herencia biológica y es innato.

Factores que influyen en su formación:

 En la formación del carácter influye el medio social.


 La formación del temperamento está determinada por factores biológicos y vinculada con las funciones endocrinas y nerviosas.
 El carácter comienza a desarrollarse en la infancia y se consolida en la edad adulta.
 El temperamento ya está desarrollado en el nacimiento y se manifiesta desde los primeros meses de vida.

Posibilidad de modificación:

 El carácter se modifica con la experiencia, a medida que la persona interactúa con el medio social.
 El temperamento, en cambio, es difícilmente modificable, aunque algunas de sus manifestaciones pueden ser reguladas por el carácter.

Carácter y personalidad
El carácter es uno de los elementos que componen la personalidad, junto con el temperamento. Si el carácter es una reacción predominante frente
a situaciones concretas, la personalidad, en cambio, es una conjunción compleja y diversa de las virtudes, defectos, tendencias, sentimientos
y pensamientos de una persona. En otras palabras, es la integración de los rasgos cognoscitivos y afectivos de una persona.

Así, mientras el carácter puede reducirse a un atributo o una idea que engloba cierta tendencia a actuar de una manera determinada, la
personalidad es una construcción rica en matices, difícil de aprehender en su totalidad, que hace que no pueda establecerse fácilmente algún tipo
de patrón en función del cual predecir la conducta del individuo.
Ejemplos de carácter
El francés René Le Senne (1882-1954) estableció una clasificación de los caracteres del ser humano. Para Le Senne, el carácter es
“la estructura de las disposiciones que el individuo posee por herencia y que forman su esqueleto mental”. De este modo, incorpora a
la noción de carácter elementos que hoy se consideran parte del temperamento (como la influencia de la herencia genética).

La clasificación caracterológica de Le Senne es el resultado de la combinación de tres propiedades fundamentales del carácter:

 Emotividad. Es la conmoción que producen los hechos de la vida cotidiana. Los rasgos típicos del individuo emotivo son la
inquietud, el cambio brusco de humor y la tendencia a exagerar.
 Actividad. Es el impulso a la acción, manifestado en el modo en que se reacciona ante un obstáculo. El activo se siente
empujado a la acción. Por el contrario, el inactivo duda y se desanima con frecuencia.
 Resonancia. Es el efecto que las impresiones tienen en el ánimo de las personas. Puede ser primaria, si las impresiones tienen
efecto en el momento, como ocurre en situaciones muy emotivas, o secundaria, si el efecto es posterior a la emoción.
Los individuos en los que predomina la resonancia primaria reaccionan rápido ante las ofensas, pero se olvidan pronto de ellas;
viven en el presente y se adaptan a los cambios. Los individuos en los que predomina la tendencia secundaria son reflexivos y
pueden ser rencorosos. Viven en el pasado y aferrados a sus recuerdos, rutinas y principios.

De las diversas maneras en que se combinan estas propiedades surgen 8 tipos de carácter:

 Carácter nervioso: emotivo, inactivo, primario.


 Carácter apasionado: emotivo, activo, secundario.
 Carácter colérico: emotivo, activo, primario.
 Carácter sentimental: emotivo, inactivo, secundario.
 Carácter sanguíneo: no emotivo, activo, primario.
 Carácter flemático: no emotivo, activo, secundario.
 Carácter amorfo: no emotivo, inactivo, primario.
 Carácter apático: no emotivo, inactivo, secundario.

Mucho más recientemente, el psiquiatra estadounidense C. Robert Cloninger (1944) propuso un modelo en el cual el carácter es el
resultado de la interacción de tres dimensiones, no heredables (o muy poco heredables) y que se modifican a lo largo de la vida:

 Autodirección. Es la capacidad de la persona para regular y adaptar su conducta en diferentes situaciones, en función de sus
propios valores y objetivos. Refleja el modo en que el individuo se percibe a sí mismo como ser autónomo.
 Cooperación. Es la capacidad de identificarse y colaborar con los demás. Refleja el grado en que alguien se autopercibe como
miembro de la sociedad.
 Autotrascendencia. Es el conjunto de características de una persona relacionadas con su espiritualidad y su creatividad. Refleja
el grado en que el individuo se percibe como parte del universo y su capacidad para aceptar la incertidumbre.

También podría gustarte