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¿QUÉ ES EL TEMPERAMENTO?

El término temperamento refiere al componente fisiológico y, en gran parte, estable y


hereditario, de los rasgos afectivo-dinámicos. Éste es el esqueleto, o la armazón más o
menos fija, que subtiende el desarrollo de las formas concretas.

¿Qué es el Carácter?

El concepto de carácter designa la forma individual que el componente afectivo-


dinámico del comportamiento adopta en el hombre. Este término implica rasgos tal
como aparecen en el fenotipo, es decir, en el individuo tal como se construye,
progresivamente, bajo la influencia combinada de los factores hereditarios y de la
acción de la experiencia personal y del medio.

Diferencia carácter y temperamento

El temperamento se asocia al genotipo y el carácter al fenotipo de un individuo.


Mientras el temperamento es un componente heredado, bastante fijo, el carácter resulta
del encuentro entre lo heredado y lo social, es decir, se forja mediante el aprendizaje.

TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD


César Vásquez Olcese & Nicolás Valle Palomino

El temperamento y el carácter son temas polémicos que generan confusión. A parte de


no existir mucha bibliografía sobre ellos, la existente a veces es contradictoria. Suele
confundírseles y tomarse uno por el otro. Por ello creemos conveniente hacer uno
breves esclarecimientos conceptuales.

TEMPERAMENTO
Es la disposición innata que nos induce a reaccionar de forma particular a los estímulos
ambientales, determinada genéticamente. Específica la intensidad, el ritmo y el umbral
de la respuestas emocionales. Es el “tinte” emocional de nuestras respuestas aprendidas.
Depende del tipo de Sistema Nervioso Central y de Sistema Endocrino de cada persona.
El aspecto temperamental más importante para la clasificación de los trastornos de
personalidad según Kernberg es la Introversión / Extroversión.

Está relacionado con:


Intensidad: se refiere a “qué tanto…” se experimenta una emoción o un sentimiento. El
grado de emotividad y de apasionamiento de las personas. Por ejemplo: si la persona se
alegra mucho o casi no reacciona; si salta de alegría o apenas sonríe; si al hacerlo suda,
se pone colorado, le tiembla la voz o se pone pálido, frío, etc. La percepción subjetiva e
interna, además de las respuestas psicofisiológicas asociadas a la emoción, nos da una
idea de la intensidad de la respuesta y del tipo de temperamento. Las respuestas intensas
son comunes en los temperamentos inestables o fuertes. Las respuestas poco intensas en
los débiles. Otros indicadores de intensidad (fortaleza o debilidad) son el volumen de la
voz, la energía al apretar la mano de otro, la fuerza de la presión al escribir, etc. La
energía e intensidad se dejan traslucir en esos y otros aspectos conductuales.

Duración: se refiere a “cuánto” dura una vivencia afectiva. Durante cuanto tiempo la
persona vivencia la respuesta emocional generada por una situación. Por ejemplo:
cuando siente cólera, ¿ésta se mantiene por muchos días o apenas le dura unas horas o
unos minutos?. ¿Es una persona rencorosa, que no puede olvidar?, ¿Sus emociones
varían fácilmente? ¿Pasa de una a otra según las circunstancias, o un enojo puede
malograrle el día, incluso los momentos buenos? Hay gente que se emociona mucho,
muchísimo incluso, pero así como fácil vino, fácil se va la emoción. Otros lo hace con
poca intensidad, pero su vivencia persiste bastante.

Latencia: tiene que ver con la “velocidad” con la que se responde. Es decir, el tiempo
que transcurre entre la presencia del estímulo y la emisión de la respuesta. Por ejemplo:
una persona tendría una latencia corta si responde de inmediato a un insulto, un chiste o
una situación peligrosa. Por el contrario, la latencia sería larga si la respuesta requiere
más tiempo, y la reacción parece incluso desconectada o no asociada con el estímulo.

Umbral: es “cuánta…” estimulación necesita una persona para emitir una respuesta. Es
decir, cuánta cantidad de estímulo requiere para responder. Las personas con umbral
bajo, más sensibles, requieren estímulos relativamente poco intensos para reaccionar,
incluso para reacciones intensas. Por ejemplo: hablarles en tono moderado puede ser
asumido como que se les grita y generar malestar o miedo en ellas. Ante un temblor
pueden sentir pánico y desorganizar su conducta. Las personas con umbral alto
requieren de estímulos fuertes para reaccionar. Son menos sensibles. La apariencia que
dan es de estabilidad, tranquilidad e incluso frialdad. Sus reacciones son más bien
moderadas y pueden llegar al extremo de la monotonía y el aplanamiento afectivo.
Muchas veces para sentir buscan situaciones de riesgo o intensas, pues de lo contrario se
aburren.

Ejemplos:

Sujeto estable – extrovertido (Sanguíneo)


Reacciones emocionales poco intensas, muy duraderas, poco variables, busca
estimulación (Es sociable, le agrada la variedad) Gusta de estímulos fuertes.

Sujeto Estable – Introvertido (Flemático)


Reacciones emocionales poco intensas, sus emociones duran en el tiempo, No busca
estimulación, gusta de estímulos débiles.

Sujeto Inestable – Extrovertido (Colérico)


Reacciones emocionales intensas, lábil emocionalmente pues sus emociones son
variables y de corta duración. Busca estimulación y gusta de estímulos fuertes. Por
ejemplo: Sujeto que experimenta cólera un rato y luego se le pasa.

Sujeto Inestable – Introvertido (Melancólico)


Reacciones emocionales intensas, lábil emocionalmente es decir sus emociones son de
corta duración. No busca estimulación, gusta de estímulos débiles. Por ejemplo: sujeto
experimenta cólera la cual dura un día o dos y luego se vuelve resentimiento.
Describiendo el temperamento:

Ejemplo Nº 1:

Es una persona que muestra reacciones emocionales intensas aunque de corta duración,
es decir es lábil emocionalmente pues pasa de una emoción a otra con mucha facilidad,
transformando muchas de esas emociones en sentimientos ego destructores. Es decir,
cuando experimenta sentimientos que la embargan, estos llegan incluso a aturdirle y
aunque en alguna ocasión llega a expresarlos, la mayoría de las veces los suprime,
convirtiéndolos en resentimiento. Es muy sensible y necesita estimulación poco intensa
y corto tiempo para reaccionar.

Ejemplo Nº 02
Sujeto que presenta reacciones emocionales dentro de lo esperado, las cuales se
mantienen durante gran parte del tiempo con poca variabilidad en ellas. Está
permanentemente buscando situaciones en las que logre expresar sus ideas o que le
faciliten el poder experimentar estímulos fuertes, pues su necesita un lapso de tiempo
más o menos largo para emitir una respuesta.

CARÁCTER

Organización dinámica de los patrones conductuales del individuo; manifestación


conductual de la identidad del yo, determinada por la integración del concepto de si
mismo y de los otros significativos.

Conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que se han adquirido durante la


vida. Suelen ser rígidos y ayudan a defender al sujeto del medio.

Es sinónimo de cuño, huella, marca.

Ejemplo de rasgo de carácter:


Un rasgo de carácter en un conjunto de conductas diferentes que se pueden englobar
para clasificar a alguien.

Conducta A : No coge lo ajeno.


Conducta B : Dice la verdad. Honrado,
Conducta C : Paga impuestos. Honesto
Conducta D : Respeta lo ajeno.

Conducta A : Acepta trabajo de los demás.


Conducta B : Se queda horas extras Tonto
Conducta C : Busca más trabajo.

Conducta A : Llega tarde al trabajo.


Conducta B : Evita trabajar.
Conducta C : Anda atrasado en sus deberes. Haragán
Conducta D : Duerme hasta tarde.

PERSONALIDAD
Integración dinámica de los patrones conductuales derivados del temperamento, carácter
y los sistemas de valores internalizados (súper yo). A la estructura de personalidad de
un individuo subyacen dos precondiciones: Estructurales y Dinámicas.
· Precondiciones estructurales: grado en que se hayan integrado e internalizado, a través
de las relaciones tempranas, el si mismo y las relaciones objetales; llegando en el caso
de la personalidad normal (y neurótica) a la constancia objetal, objetos internalizados
totales.

· Precondiciones dinámicas: se refiere a la organización de los impulsos (libido y


agresión) que se van activando en las relaciones objetales tempranas. En la estructura de
personalidad normal se da una integración de la agresión y la libido bajo la dominancia
de los impulsos libidinales.

Patrón característico de pensamientos, sentimientos y conductas de un individuo que


persisten a lo largo del tiempo y a lo largo de las situaciones.

La personalidad produce una coherencia en la conducta en contextos diferentes. Por


ejemplo, una mujer puede encontrase en situaciones diferentes: Como médico
atendiendo a niños, como esposa al interactuar con su pareja y como madre al criar a sus
hijos; en todas ellas se muestra cálida, solícita.

Gordon Allport (1961): La personalidad es la organización dinámica, dentro del


individuo, de los sistemas psicofísicos que crean patrones característicos de conductas,
pensamientos y sentimientos.

Analicemos la definición:

La personalidad no es sólo una acumulación de partes y piezas: tiene una organización.


La personalidad no se limita a estar ahí: tiene procesos.
Personalidad es un concepto psicológico, pero está intrincadamente unida al cuerpo
físico.
La personalidad es una fuerza causal; ayuda a determinar la forma en la que el individuo
se relaciona con el mundo.
La personalidad se muestra en patrones, recurrencias y sentido de coherencia (o
continuidad interior).
La personalidad no se muestra de una sino de varias maneras, en conductas,
pensamientos y sentimientos.

Eysenck y Eysenck (1987) definen la personalidad como una organización dinámica del
carácter, temperamento, intelecto y físico, más o menos estable y organizada, de una
persona que determina su adaptación única en el ambiente.

La Definición de la personalidad dada por Eysenck gira alrededor de cuatro patrones de


conducta: el cognitivo (Inteligencia), el conativo (carácter), el afectivo (temperamento)
y el somático (constitución) de este modo, la personalidad es "la suma total de los
patrones conductuales presentes o potenciales del organismo, determinados por la
herencia y el ambiente, se origina y desarrolla mediante la interacción funcional de los
sectores formativos en que se originan estos patrones conductuales”.
Diferencia entre TEMPERAMENTO, CARÁCTER Y PERSONALIDAD
4 de junio de 2012 de Isabel Eraso Sáiz 3 comentarios
La tradicional distinción entre “temperamento, carácter y personalidad” ha sido
objeto de numerosos análisis y estudios en el campo de la Psicología, desde las tesis
cognitivas hasta el actual enfoque emocional de la personalidad, incluso, en muchos
momentos, términos como “carácter” y “personalidad”, se han utilizado indistintamente.
Al margen de las diferentes teorías, cada uno de los tres conceptos poseen unas
cualidades propias y distintivas que las diferencian. En el siguiente cuadro, lo
analizamos:

Por tanto, el Temperamento es la “materia prima”, el material sobre el que se modela


el carácter y la personalidad, es innato, heredado e inmodificable, mientras que
el Carácter es el resultado de actuar sobre esa “materia prima” mediante la interacción
con el entorno y las personas que nos rodean y mediante las acciones educativas. Es, por
tanto, adquirido, modificable y educable y podemos controlar su manifestación externa.
Mientras que con el temperamento nacemos, es en la etapa de la niñez y adolescencia
cuando vamos configurando el carácter, mediante el proceso relacional y educativo.
Como resultado la Personalidad constituye la Integración de los diferentes hechos
físicos y psíquicos de la persona, de su temperamento y su carácter y determina su
modo de actuar. Es, además de un modo de ser, un modo de actuar: una persona puede
ser cobarde (carácter) pero comportarse valerosamente (personalidad). La personalidad
de cada individuo es además única pues es el resultado de la relación “característica”
que tienen sus sistemas psíquicos: percepción, cognición, emoción, motivación y
acción.
Diferencias entre temperamento, carácter y personalidad
A menudo encontramos dificultad para distinguir entre términos que parecen compartir
significado. Temperamento, carácter, personalidad: ¿cuñas de la misma madera?
¿Podemos atribuir a nuestros genes, a nuestro entorno o a nuestro pasado nuestra forma
de ser y comportarnos? ¿Vienen nuestro temperamento, nuestro carácter y nuestra
personalidad condicionados por nuestra herencia genética o por nuestras experiencias?
Sería demasiado fácil poder encontrar una excusa tan sencilla que disculpase nuestras
carencias, pero no es así. Establezcamos las diferencias más evidentes entre
dichos conceptos.
La definición de temperamento es una de las que más controversia ha provocado a lo
largo de la historia de la psicología. Hay múltiples al respecto pero quizá el elemento
común en todas ellas hace referencia al alto componente genético del mismo. Digamos
que el temperamento viene a ser la actitud ante la vida de un sujeto, por ejemplo,
positivo, negativo, impulsivo, tranquilo, etc. En la niñez es donde comienza a
manifestarse con claridad. Es relativamente estable pero puede modularse con el
tiempo, así que condiciona pero no determina. Por poner un ejemplo, serían las cartas
que nos dan al empezar la partida. Van a marcar el desarrollo de la misma, pero durante
el juego puede que te hagas con alguna carta nueva.
La definición de temperamento suele confundirse muy a menudo con la de carácter pero
en realidad son dos conceptos diferentes. El carácter es la manera que tiene una
persona de enfrentarse al mundo. Como mundo entendemos el resto de sujetos que
conviven con esa persona, así que el carácter puede ser etiquetado como nuestra
conducta social. Podríamos decir, exagerando, que el carácter son los demás. Volviendo
al ejemplo de la partida de cartas, el carácter serían las reglas del juego que estemos
jugando. Cuando el niño abandona su inicial mundo unipersonal y egoísta y comienza
su vida social y a relacionarse con otros niños, comienza a forjarse un carácter, un
modelo de comportamiento. El niño empieza a conocer a los otros, se llena de
contenidos que eran desconocidos para él y cuando aprende a relacionar todos estos
contenidos, da un paso más allá: empieza a forjarse una personalidad.
Si he comenzado haciendo referencia a la confusión entre temperamento y carácter, no
es menos la que existe entre carácter y personalidad. Muchos autores no hacen
distinción entre ambos. Tanto el carácter como la personalidad tienen un alto
componente social. Si antes decíamos que cuando el niño comienza a relacionarse con
los demás se llenaba de contenidos, la personalidad es la forma de manejar estos
contenidos que tiene una persona. Si el temperamento son las cartas que nos dan y el
carácter son las reglas del juego, la personalidad es la manera en que jugamos nuestras
cartas.
Así pues, y volviendo a la tesis inicial, no podemos escudarnos en genes, experiencias o
simplemente en nuestro pasado para disculpar o explicar nuestra conducta. El ser
humano es libre para modelar su comportamiento siempre que tenga motivos para
hacerlo. Es verdad que tenemos unas cartas. Es verdad que tanto nosotros como los
demás conocemos y conocen las reglas del juego. Pero también es verdad que siempre
podemos estudiar y aplicar nuevas formas de jugar nuestras cartas siempre que nuestra
manera de hacerlo no nos satisfaga.
Como conclusión final, y haciendo referencia a los tres conceptos definidos,
temperamento, carácter y personalidad, algunas preguntas: ¿Estamos haciendo lo
correcto planteando todo nuestro modelo educativo clasificando a los niños por edades
en los centros? ¿Podríamos plantearnos la opción de agrupar a los alumnos por
temperamentos, caracteres y/o personalidades afines? ¿Sería positivo para ellos convivir
entre sus iguales o por el contrario esto daría lugar a la formación de individuos
unidireccionales incapaces de relacionarse con personas distintas a ellos? Son preguntas
que cuestionan fundamentos profundamente arraigados en el modelo actual
que necesitan encontrar una respuesta apropiada.

Diferencia entre conducta y comportamiento


Según las investigaciones, lecturas y debates que he presentado, la conducta y el
comportamiento no son sinónimos como muchos creen, para defender mi punto de vista,
hago claro la discusión con la presentación de los conceptos.

¿Qué es conducta?
En el diccionario de psicología se encuentra que en latín, el término "conducta" proviene
de "conductus" que significa "conducir" y se refiere básicamente al modo en que un
organismo se conduce en relación con los demás, según una norma moral, social o
cultural. Se refiere también a la conducta global de un determinado grupo social en sus
relaciones hacia los otros. En ocasiones se le emplea como sinónimo de comportamiento,
pero es incorrecto hacerlo, pues la conducta implica una actividad consciente, observable
y repetible.

¿Qué es comportamiento?

Es la manera de proceder que tienen las personas, en relación con su entorno de estímulos.
este puede ser consciente o inconsciente, voluntario o involuntario, público o
privado, según sean las circunstancias que afecten al organismo.

El hecho de que exista una similitud entre ambos términos lleva al sujeto a tomarlos como
sinónimos, cuando existe una pequeña brecha que los separa que es la contingencia.

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