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¿Qué es la sexualidad en la adolescencia?

La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente,


adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver con el órgano
reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres) y
desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, se
transforma en un ser sexual.

La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la generación
de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una identidad sexual,
que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que le permite reconocerse
y actuar como un ser sexual.

Etapas del desarprollo de la sexualidad

Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita pasar
por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la sexualidad
pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad, ya que las
transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la sexualidad y de
la identidad sexual:

 Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la velocidad
de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos del deseo sexual
adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración (a menudo a través de la
masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y psíquicos que experimenta (como la
aparición de los primeros impulsos sexuales y de la espermarquia o primera eyaculación), y
también de exploración del contacto con el otro sexo.

 Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi completamente desarrollado,


sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual se incrementa. En
esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a
comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto habitual con el
otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales. El adolescente no sólo responde
a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia
capacidad de atraer al otro. También se considera que durante esta etapa se produce el auge
de las fantasías románticas.Las relaciones sociales fuera del entorno familiar, especialmente
con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los
valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de sus amigos (en muchas
ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede
acarrear riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo el
pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus
actos. Además, al no haber desarrollado por completo el pensamiento adulto, el
adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones.

 Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por completo, física y


psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias
futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones sexuales maduras y
seguras. El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el
adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la
confianza o la reciprocidad.

La importancia de recibir una buena educación sexual

La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, donde el deseo y los
impulsos sexuales dominan a una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir una
buena educación sexual es muy importante, no sólo a corto plazo, es decir, para que el
adolescente supere sin riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino también para
establecer el comportamiento sexual que tendrá el joven cuando sea adulto.

Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que se deben evitar mediante medidas
preventivas:

 La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a la intimidad


de las personas, por lo que no es necesario compartir los detalles sobre las mismas, a no ser
que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben presionar al adolescente.

 Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los impulsos sexuales dominan a los


racionales durante la adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase de adolescencia media,
donde el joven ya ha desarrollado por completo sus órganos sexuales pero no el pensamiento
adulto. La educación debe proveer al adolescente de conocimientos que le permitan
desarrollar conductas y comportamientos sexuales correctos.
¿Qué es el sistema reproductor femenino?
La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa
"cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la
vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo.
La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal recibe
el nombre de monte de Venus. La abertura vaginal está rodeada por dos pares de pliegues
de piel llamados labios. El clítoris, un pequeño órgano sensorial, está ubicado hacia la parte
delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay
aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte
externa del cuerpo) y la vagina. Cuando una niña alcanza la madurez sexual, los labios
externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.

Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de
Falopio y los ovarios.

La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende desde la abertura vaginal hasta el
útero. Como posee paredes musculares, la vagina se puede expandir y contraer. Esta
capacidad de ensancharse o estrecharse permite que la vagina pueda albergar algo tan
delgado como un tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares de la vagina
están recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y protegida.

La vagina cumple tres funciones:

1. Es el lugar donde se inserta el pene durante las relaciones sexuales.


2. Es el camino (canal de parto) a través del cual un bebé abandona el cuerpo de la
mujer durante el alumbramiento.
3. Es la vía a través de la cual se elimina la sangre menstrual durante los períodos.

La abertura de la vagina está parcialmente cubierta por un trozo delgado de tejido similar a
la piel, que recibe el nombre de himen. El himen suele ser diferente de una mujer a otra. En
la mayoría de las mujeres, el himen se estira o rasga después de la primera experiencia
sexual y es posible que sangre un poco (esto suele provocar algo de dolor o puede resultar
indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido relaciones sexuales, el himen no
sufre grandes modificaciones. Y en algunas mujeres, el himen ya está estirado incluso antes
de que comiencen a tener relaciones sexuales.
La vagina se conecta al útero en el cuello del útero. El cuello del útero tiene paredes fuertes
y gruesas. La abertura del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha que una
pajilla), razón por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo de una
mujer. Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el paso del
bebé.

El útero tiene forma de pera invertida, con un recubrimiento grueso y paredes musculares;
de hecho, el útero posee algunos de los músculos más fuertes del cuerpo de la mujer. Estos
músculos son capaces de expandirse y contraerse para albergar al feto en crecimiento y
después ayudan a empujar al bebé hacia afuera durante el parto. Cuando una mujer no está
embarazada, el útero mide tan solo unas 3 pulgadas (7,5 centímetros) de largo y 2 pulgadas
(5 centímetros) de ancho.

En las esquinas superiores del útero, las trompas de Falopio conectan el útero con los
ovarios. Los ovarios son dos órganos con forma de óvalo ubicados en la parte superior
derecha e izquierda del útero. Producen, almacenan y liberan óvulos hacia las trompas de
Falopio en un proceso denominado "ovulación.

Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero. Dentro de cada
tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser. En el extremo opuesto de
cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes irregulares que tiene el aspecto de un
embudo. Esta zona de bordes irregulares envuelve al ovario, pero no se conecta totalmente
con él. Cuando un óvulo sale de un ovario, entra en la trompa de Falopio. Una vez que el
óvulo se encuentra en la trompa de Falopio, los diminutos pelos del revestimiento del tubo
lo empujan hacia el útero a través del estrecho pasaje.

Los ovarios también forman parte del sistema endocrino, porque producen las hormonas
sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.

¿Cómo funciona el aparato reproductor femenino?

El parato reproductor femenino permite que una mujer:

 produzca óvulos
 tenga relaciones sexuales
 proteja y nutra al óvulo fertilizado hasta que se desarrolle completamente
 dé a luz

La reproducción sexual no sería posible sin los órganos sexuales denominados gónadas. La
mayoría de las personas creen que las gónadas son los testículos. Pero los dos sexos poseen
gónadas: en la mujer, las gónadas son los ovarios, que producen los gametos femeninos
(óvulos). Las gónadas masculinas producen gametos masculinos (espermatozoides).
Cuando una mujer nace, sus ovarios contienen cientos de miles de óvulos, que permanecen
inactivos hasta que comienza la pubertad . En la pubertad, la glándula pituitaria (ubicada en
la parte central del cerebro), comienza a generar hormonas que estimulan a los ovarios para
producir hormonas sexuales femeninas, incluido el estrógeno. La secreción de estas
hormonas hace que una niña se desarrolle y se transforme en una mujer sexualmente
madura.

Hacia el final de la pubertad, las niñas comienzan a liberar óvulos como parte de un período
mensual denominado "ciclo menstrual". Aproximadamente una vez al mes, durante la
ovulación, un ovario envía un diminuto óvulo hacia una de las trompas de Falopio.

A menos que el óvulo sea fertilizado por un espermatozoide mientras se encuentra en la


trompa de Falopio, se secará y abandonará el cuerpo aproximadamente dos semanas más
tarde a través del útero. Esto es lo que se denomina "menstruación". La sangre y los tejidos
del revestimiento interno del útero se combinan para conformar el flujo menstrual, que en
la mayoría de las muchachas dura de 3 a 5 días. El primer período de una niña se
denomina menarca.
Normalmente, las mujeres y muchachas sienten algunas molestias en los días previos a sus
períodos. El síndrome premenstrual incluye tanto síntomas físicos como emocionales que
muchas mujeres experimentan antes del período. Entre estos síntomas se encuentran los
siguientes:
 estreñimiento
 acné  diarrea
 hinchazón  antojos alimentarios
 cansancio  depresión
 irritabilidad
 dificultades para concentrarse
o manejar el estrés
 dolor de espalda
 senos sensibles o dolorosos a la palpación
 dolores de cabeza

El síndrome premenstrual suele empeorar durante los 7 días anteriores al inicio del período
y desaparece una vez que este comienza.

Muchas muchachas también tienen dolores abdominales durante los primeros días del
período debido a las prostaglandinas, que son sustancias químicas del cuerpo que provocan
la contracción de los músculos lisos del útero. Estas contracciones involuntarias pueden ser
débiles o agudas e intensas.

Después de la menarca, el cuerpo de una muchacha puede tardar dos años en


desarrollar ciclos menstruales regulares. Durante ese tiempo, su cuerpo se está ajustando a
las hormonas que aparecen en la pubertad. En promedio, el ciclo menstrual de una mujer
adulta es de 28 días, pero puede variar de 23 a 35 días.
¿Qué ocurre si se fecunda un óvulo?

Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales dentro de los días cercanos a la
ovulación de la mujer, es probable que haya una fertilización. Cuando el hombre eyacula
(despide semen por el pene), una pequeña cantidad de semen queda depositado en la
vagina. En esta pequeña cantidad de semen, hay millones de espermatozoides que "nadan"
hacia arriba desde la vagina, a través del cuello uterino y el útero, para unirse al óvulo en la
trompa de Falopio. Solo hace falta un espermatozoide para fertilizar un óvulo.

Entre 5 y 6 días después de que el espermatozoide fertiliza al óvulo, el óvulo fertilizado


(cigoto) ya es un blastocisto multicelular. Un blastocisto tiene el tamaño aproximado de una
cabeza de alfiler y es una bola hueca de células con líquido en el interior. El blastocisto se
entierra en el revestimiento del útero, denominado endometrio. Una hormona, el estrógeno,
hace que el endometrio se ensanche y llene de sangre. La progesterona, otra hormona
liberada por los ovarios, mantiene el endometrio ensanchado con sangre para que el
blastocisto sea capaz de insertarse en la pared del útero y absorber los nutrientes que hay en
ella. Este proceso recibe el nombre de implantación.
A medida que las células del blastocisto reciben nutrientes, comienza otra etapa de
desarrollo. En la etapa embrionaria, las células internas conforman un círculo aplanado
denominado "disco embrionario", que se desarrollará y llegará a ser un bebé. Las células
externas se transforman en membranas delgadas que se forman alrededor del bebé. Las
células se multiplican miles de veces y se mueven a nuevas posiciones hasta transformarse,
finalmente, en el embrión.

Después de aproximadamente 8 semanas, el embrión tiene un tamaño similar al de una


frambuesa, pero ya están formadas prácticamente todas sus partes (el cerebro y los nervios,
el corazón y la sangre, el estómago y los intestinos, los músculos y la piel).

Durante la etapa fetal, que dura desde la novena semana posterior a la fertilización hasta el
momento del nacimiento, el desarrollo continúa con la multiplicación, el movimiento y el
cambio de las células. El feto flota en el líquido amniótico que se encuentra dentro del saco
amniótico. Recibe oxígeno y nutrientes de la sangre de la madre a través de la placenta.
Esta estructura, similar a un disco, se adosa al revestimiento interno del útero y se conecta
con el feto a través del cordón umbilical. La membrana y el líquido amniótico protegen al
feto de los golpes y sacudidas que pueda sufrir el cuerpo de la madre.
El embarazo dura un promedio de 280 días; aproximadamente 9 meses. Cuando el bebé
está listo para nacer, su cabeza presiona el cuello del útero y este comienza a relajarse y
ensancharse para prepararse para el paso del bebé hacia la vagina y a través de ella. En el
cuello del útero, la mucosidad habrá formado un tapón que comienza a aflojarse. Cuando la
madre rompe bolsa, el tapón y el líquido amniótico salen a través de la vagina.
Cuando comienzan las contracciones del trabajo de parto, las paredes del útero se contraen
por la estimulación de una hormona pituitaria, la oxitocina. Las contracciones hacen que el
cuello del útero se ensanche y comience a abrirse. Después de varias horas de
ensanchamiento, el cuello del útero se dilata (se abre) lo suficiente como para que el bebé
salga. El bebé es empujado hacia afuera del útero, a través del cuello del útero y a lo largo
del canal de parto. Por lo general, primero sale la cabeza del bebé. El cordón umbilical sale
junto con el bebé. Una vez que el bebé nace, se sujeta el cordón con una pinza y se lo corta
a la altura el ombligo.

La última etapa del proceso de parto, que se denomina "posparto", es la expulsión de la


placenta. Después de que se separa del revestimiento interno del útero, las contracciones de
este la empujan hacia afuera, junto con las membranas y los líquidos.

¿Por qué son importantes las hormonas?


Los ovarios producen las hormonas sexuales femeninas llamadas estrógeno y progesterona.
Estas hormonas se ocupan del desarrollo sexual y de preparar la pared uterina cada mes
para que pueda albergar y alimentar a un óvulo fecundado durante el embarazo. Estas
hormonas también contribuyen a la salud del corazón, los huesos, el hígado, el cerebro y
muchos otros tejidos. Por lo tanto, un riesgo para la función reproductora que altere la
producción de estrógeno y progesterona también puede ser nocivo para su salud en general.

Acerca del ciclo menstrual

 Durante la pubertad, las niñas comienzan a tener periodos (menstruación) y ciclos


menstruales.
 Cada ciclo menstrual comienza con unos días de flujo menstrual. Al inicio de cada
ciclo, unos pocos óvulos comienzan a crecer en los ovarios.
 Después de unas 2 a 3 semanas, un óvulo —a veces, más— madura y es liberado
del ovario (ovulación) hacia las trompas de Falopio, donde puede ser fecundado por
uno de los muchos espermatozoides que pueden rodearlo.
 Si el óvulo no es fecundado, morirá y saldrá del cuerpo de la mujer en el flujo
menstrual alrededor de dos semanas después. Entonces el proceso vuelve a
comenzar con un nuevo ciclo menstrual, un nuevo periodo y una nueva ovulación.
 Las mujeres nacen con todos los óvulos que tendrán en su vida. Los óvulos dañados
o destruidos no pueden reemplazarse.
Acudir con regularidad al médico, lavar manos y zona genital antes y después de mantener
relaciones sexuales, evitar la automedicación o los remedios caseros que pueden poner en
mayor riesgo la salud, así como eliminar el uso de productos que alteren el pH de la mucosa
genital, y el contacto directo con los baños públicos, son algunas de las recomendaciones de
especialistas en la materia.
¿Qué enfermedades frecuentes suceden en el sistema reproductor femenino?

Se considera como enfermedad del sistema reproductor femenino a todas aquellas que
suceden en la vagina, cuello uterino y útero, mamas u ovarios.

El origen de este tipo de enfermedades puede ser muy diverso, que van desde una mala
higiene, la existencia de hongos o, incluso, por factores genéticos o hereditarios. Aunque
una enfermedad del aparato del sistema reproductor femenino puede surgir en cualquier
etapa de la vida, es muy común que, a partir de los 40 años, momento en el que atraviesan
la menopausia, surgen más frecuentemente.

Dentro de las enfermedades comunes del sistema reproductor femenino se encuentran:

 Cáncer de cuello uterino.


También conocido como cáncer de útero, se presenta con mayor frecuencia en
mujeres con obesidad o durante la primera etapa de la menopausia.

 Cáncer de mama.

Se origina en el tejido mamario y existen diferentes tipos en función a su


origen.

 Candidiasis vaginal.

Es una de las enfermedades más comunes y se genera por un hongo que surge
debido a la alteración del pH del flujo vaginal o por un sistema inmunitario débil.

 Endometriosis.
Ante la presencia de un tejido similar al endometrio, provoca inflamación crónica y
una menstruación irregular.

 ETS.

Aunque las enfermedades de transmisión sexual afectan tanto a hombres como a


mujeres, en muchos casos en las mujeres pueden causar síntomas o complicaciones
más graves.

 Infección urinaria.
Debido a la presencia de bacterias en la uretra, esta infección puede resultar en
cistitis o pielonefritis.

 Prolapso del útero.

Alteración de los ligamentos pélvicos que resulta en la falta de un sostén adecuado


en el útero.

 Quiste ovárico.
Aunque algunos quistes pueden desaparecer por sí solos, en caso de no hacerlo,
pueden ocasionar complicaciones.

 VPH.
El virus del papiloma humano es una de las patologías más comunes y puede
provocar verrugas en los órganos sexuales o propiciar el desarrollo de cáncer.

Aparato reproductor masculino


El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el escroto, los testículos, el
epidídimo, el conducto deferente, la próstata y las vesículas seminales.

 El pene y la uretra forman parte del sistema urinario y reproductor.


 El escroto, los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas
seminales y la próstata constituyen el resto del sistema reproductor en el varón.

El pene consta de la raíz (que está unida a las estructuras abdominales inferiores y los
huesos pélvicos), la parte visible del cuerpo y el glande del pene (el extremo en forma de
cono). El orificio de la uretra (el canal que transporta el semen y la orina) se encuentra en
la punta del glande del pene. La base del glande recibe el nombre de corona. En los
hombres no circuncidados, el prepucio parte de la corona y cubre el glande.
El pene contiene tres espacios cilíndricos (senos llenos de sangre) de tejido eréctil. Los
dos más grandes, los cuerpos cavernosos, se encuentran uno al lado del otro. El tercer
seno, el cuerpo esponjoso, rodea casi toda la uretra. Cuando estos espacios se llenan de
sangre, el pene aumenta de tamaño y se pone rígido (erecto).

El escroto es un saco de piel gruesa que rodea y protege los testículos. Además, actúa
como un sistema de control de la temperatura para los testículos, porque estos necesitan
estar a una temperatura ligeramente inferior a la corporal para favorecer el desarrollo
normal de los espermatozoides. El músculo cremáster de la pared del escroto se relaja
para permitir que los testículos se alejen del cuerpo para enfriarse, o se contrae para tirar
de ellos y que se acerquen más a este en busca de calor y protección.
Los testículos son cuerpos ovoides con un tamaño medio de 4 a 7 cm de largo y de 20 a
25 mL de volumen. En general, el testículo izquierdo cuelga un poco más que el derecho.
Los testículos tienen dos funciones principales:
 Producir espermatozoides (que transportan la carga genética del hombre)
 Producir testosterona (la principal hormona sexual masculina)

El epidídimo consta de un solo conducto microscópico en espiral que mide casi 6 m de
largo. El epidídimo recoge los espermatozoides del testículo y proporciona el entorno
adecuado para que los espermatozoides maduren y adquieran la capacidad de moverse por
el sistema reproductor femenino y fertilizar un óvulo. Cada testículo tiene un epidídimo.

El conducto deferente es un canal firme, del tamaño de un espagueti, que transporta los
espermatozoides desde el epidídimo. Este conducto viaja desde cada epidídimo hasta la
parte posterior de la próstata y se une a una de las dos vesículas seminales. En el escroto,
otras estructuras, como fibras musculares, vasos sanguíneos y nervios, también
acompañan a cada conducto deferente y juntos forman una estructura entrelazada, el
cordón espermático.

La uretra cumple una doble función en el hombre. Es la parte de las vías urinarias que
transporta la orina desde la vejiga y la parte del aparato reproductor por la cual se eyacula
el semen.

La próstata se localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra. Tiene el tamaño de una
nuez en los hombres jóvenes y crece con la edad. Cuando la próstata aumenta demasiado
de tamaño, obstruye el flujo de orina por la uretra y causa síntomas urinarios molestos.

Las vesículas seminales, situadas encima de la próstata, se unen a los conductos


deferentes para formar los conductos eyaculadores, que cruzan la próstata. La próstata y
las vesículas seminales producen un líquido que nutre a los espermatozoides. Este líquido
suministra la mayor parte del volumen del semen, y con él se expulsan los
espermatozoides durante la eyaculación. El resto del líquido que forma el semen proviene
de los conductos deferentes y de las glándulas de Cowper en la uretra.

Afecciones genitales masculinas

 Cáncer testicular. Este es el cáncer más común en hombres de 15 a 35 años de edad.


El cáncer testicular es más común en hombres blancos que en negros. Muchos
crecimientos en el escroto o los testículos no son cáncer (benignos). Pero un bulto
indoloro en un testículo puede ser signo de cáncer.
 Un problema de erección. Esto puede ocurrir cuando se lesionan los vasos
sanguíneos que irrigan el pene. El hombre puede ser incapaz de tener una erección
(disfunción eréctil), o bien la erección puede no desaparecer en forma natural
(priapismo), lo cual es una urgencia médica.
 Torsión de un testículo. Esto ocurre cuando un testículo gira en el cordón
espermático y corta el riego sanguíneo al testículo. Esto es una urgencia médica.
 Problemas en el escroto. Estos problemas pueden ser la acumulación indolora de
líquido alrededor de uno o los dos testículos (hidrocele) o una vena agrandada
(várice) en el escroto (varicocele). Por lo general, estos problemas no son graves,
pero pueden tener que ser evaluados por un médico.
 Problemas con el prepucio de un pene no circuncidado. Deben ser evaluadas las
afecciones que hacen que sea difícil retraer el prepucio de la cabeza del pene
(fimosis) o que previenen que un prepucio tensado y retraído vuelva a su posición
normal sobre la cabeza del pene (parafimosis).
 Hipospadias. Es una anomalía congénita común en la que la uretra no se extiende
hasta la punta del pene.
 Testículos no descendidos (criptorquidismo). Esto ocurre cuando uno o los dos
testículos no han bajado hacia el escroto.
 Una hernia inguinal. Una hernia ocurre cuando una pequeña porción del intestino
sobresale por el canal inguinal hacia la ingle.
 Un cálculo renal. Un cálculo se forma por minerales en la orina que cristalizan y se
endurecen. Los cálculos renales generalmente no duelen mientras permanecen en el
riñón. Pero pueden causar fuertes dolores si se desprenden y se desplazan por
conductos estrechos para salir del cuerpo.
 Un quiste epidérmico. Un quiste que está lleno de una sustancia blanda y
amarillenta llamada queratina puede crecer debajo de la capa externa de la piel del
escroto.
Infecciones

Pueden ocurrir infecciones en cualquier parte de los genitales, incluyendo en:

 Un testículo (orquitis).
 El epidídimo (epididimitis).
 La uretra (uretritis).
 La próstata (prostatitis).
 La vejiga (cistitis).
 Un solo folículo capilar (absceso) o un absceso más profundo en el escroto que
puede involucrar los testículos, el epidídimo o la uretra.
 La zona genital, como el herpes genital o, en casos raros, la gangrena de Fournier.
 La cabeza del pene. La infección puede ocurrir debajo del prepucio. Esto se llama
balanitis.

Usted puede notar sangre en el semen. La causa más frecuente de sangre en el semen es una
infección o inflamación.
Salpullidos

El salpullido en la zona de la ingle tiene muchas causas, como tiña u hongo en forma de
levadura. La mayoría de los salpullidos pueden tratarse en el hogar.

El salpullido puede ser el primer síntoma de una infección de transmisión sexual (STI, por
sus siglas en inglés). Si usted se ha expuesto a una STI, no tenga contacto ni actividad
sexuales hasta que haya sido evaluado por un médico. Esto reducirá el riesgo de contagiar
una posible infección a su pareja sexual. Su pareja también podría tener que ser evaluada y
tratada.

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