PRACTICA N° 05 – DERECHO CONCURSAL

ALUMNO: LOBATON GUTIERREZ, RONALD JOSE

PROFESOR: MG. CESAR RAMOS PADILLA

CASO LIMATEX S.A.

1. Rpta. Sería a favor del reconocimiento del crédito de la Empresa MELASA

S.A., pero únicamente se admitirían los créditos que se encuentran
vencidos a la fecha de la publicación del concurso. Se deberá tomar en
cuenta que la publicación en el diario el peruano del inicio del procedimiento
concursal se llevó a cabo el 01 de Enero del año 2013, por lo que el monto
de la deuda es calculada al 10 de Enero del 2013 como se señala en el
ejemplo.

2. Rpta. Nos encontramos en el supuesto del artículo 18.6, de la Ley General

del Sistema Concursal, se tiene que tanto la inexigibilidad de las
obligaciones como el marco legal del patrimonio, está únicamente a
hacerse del cobro de las obligaciones del propio deudor concursado con su
propio patrimonio. En tal sentido la acreencia del Banco Comercial del
Norte no puede ser reconocida en el procedimiento concursal seguido
contra LIMATEX. En consecuencia, la solicitud efectuada por el Banco
Comercial del Norte, deberá declararse improcedente.

3. Rpta. Con respecto a la primera deuda tributaria esta no podría ser

reconocida en tanto que todavía no existe pronunciamiento del Tribunal
Fiscal. En relación a la segunda deuda tributaria, considerando que existe
pronunciamiento favorable a la SUNAT por parte del Tribunal Fiscal debe
 ser reconocido. Asimismo, el inicio de un proceso contencioso
administrativo no es impedimento para que dicha deuda no sea reconocida.

4. Rpta. De acuerdo a lo establecido en el numeral 34.1 del artículo 34 de la

Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal: “Tienen derecho a
participar con voz y voto en la reunión de instalación de Junta y en las
posteriores los acreedores que soliciten el reconocimiento de sus
créditos dentro del plazo de treinta (30) días posteriores a la fecha de
publicación del aviso que informa sobre la situación de concurso, más
el término de la distancia, y que hayan obtenido su reconocimiento”.

Carecerán de derecho a voz y voto en las Juntas quienes obtengan el

reconocimiento tardío de sus créditos (establecido en el numeral 34.3).

5. Rpta. En el caso de que se acuerde la disolución y liquidación de LIMATEX

S.A. podrían participar los acreedores que participaron en la instalación de
la junta de acreedores; sin embargo debe acotarse que en el supuesto de
acordarse posteriormente la disolución y liquidación desparece la figura de
junta de acreedores y la administración es asumida por un liquidador, esto
en aplicación del artículo 7 de la LGSC. Asimismo, deberá tomarse en
cuenta lo establece el artículo 74 de la LGSC señala “El acuerdo de
disolución y liquidación genera un fuero de atracción concursal de
créditos por el cual se integran al procedimiento concursal los
créditos post concursales, a fin de que todas las obligaciones del
deudor concursado, con prescindencia de su fecha de origen, sean
reconocidas en el procedimiento. El reconocimiento de los créditos
otorga a sus titulares derecho de voz y voto en la Junta de
Acreedores, así como derecho de cobro en tanto el patrimonio
concursal lo permita.
6. Rpta. Debemos tener en cuenta lo señalado en el numeral 42.1 del
artículo 42 Ley N° 27809, Ley General del Sistema Concursal, la misma que
fija el orden de preferencia en caso de disolución y liquidación de LIMATEX
S.A. Asimismo, existe una ruptura al principio de proporcionalidad que
establece el Artículo VI del Título Preliminar de la Ley 27809, pues dicho
principio consagra la igualdad del trato de los acreedores, y ello se produce
cuando la ley concede a un acreedor la facultad de cobrar con preferencia
de los llamados “acreedores ordinarios”, sin embargo creemos que eses
orden de preferencia obedece a la naturaleza del crédito que se trate, así
los créditos laborales, que son los mas son privilegiados frente a otros
créditos por su naturaleza alimentaria, del mismo modo los créditos
alimentarios, están protegidos principalmente, los cuales están por encima
de los créditos protegidos a través de la consagración de un derecho real
de garantía, seguidos por los créditos tributarios y luego por los acreedores
ordinarios.