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LAURA JULIANA PATIÑO VILLAMIZAR

CC.1098.810.268
Esp. Derecho Procesal – USTA Cohorte 26
RECURSOS EXTRAORDINARIOS

DOCTRINA PROBABLE

ENRIQUECIMIENTO SIN JUSTA CAUSA – ENRIQUECIMIENTO CAMBIARIO

Mediante el presente escrito se pretende realizar un análisis relativo a la doctrina


probable de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, respecto al
enriquecimiento sin justa causa – enriquecimiento cambiario.

Es importante señalar que la doctrina probable está establecida en el artículo 4 ley


169 de 1896 de la siguiente manera: “Tres decisiones uniformes dadas por la
Corte Suprema como Tribunal de Casación sobre un mismo punto de derecho,
constituyen doctrina probable, y los Jueces podrán aplicarla en casos análogos, lo
cual no obsta para que la Corte varíe la doctrina en caso de que juzgue erróneas
las decisiones anteriores”1

Para iniciar con el tema del presente escrito, es menester indicar que el
legislador, tras de señalar en el artículo 831 del código de comercio
“ENRIQUECIMIENTO SIN JUSTA CAUSA. Nadie podrá enriquecerse sin
justa causa a expensas de otro”, estableció en el inciso final del artículo 882 ib.,
que " ARTÍCULO 882. PAGO CON TÍTULOS VALORES. La entrega de letras,
cheques, pagarés y demás títulos-valores de contenido crediticio, por una
obligación anterior, valdrá como pago de ésta si no se estipula otra cosa; pero
llevará implícita la condición resolutoria del pago, en caso de que el instrumento
sea rechazado o no sea descargado de cualquier manera.

1
Ley 169 de 1896 RECURSO DE CASACIÓN
Cumplida la condición resolutoria, el acreedor podrá hacer efectivo el pago de la
obligación originaria o fundamental, devolviendo el instrumento o dando caución, a
satisfacción del juez, de indemnizar al deudor los perjuicios que pueda causarle la
no devolución del mismo.

Si el acreedor deja caducar o prescribir el instrumento, la obligación originaria o


fundamental se extinguirá así mismo; no obstante, tendrá acción contra quien se
haya enriquecido sin causa a consecuencia de la caducidad o prescripción. Esta
acción prescribirá en un año." (se subraya).

Como se advierte, la actio in rem verso adquiere, en ese evento, una naturaleza
autónoma, otorgada por una normatividad específica, pues la prescripción o la
caducidad de la acción cambiaria, no constituye causa jurídica suficiente para
tolerar el incremento patrimonial, razón por la cual se habilitó la acción de
enriquecimiento, con el propósito de resarcir el daño causado. Sin embargo, no
quiere ello significar que la referida acción sea herramienta útil para obtener la
satisfacción del derecho cartular, el cual feneció definitivamente por causa de la
prescripción o de la caducidad.

Si se miran bien las cosas, quien fue tenedor legítimo de un título-valor prescrito o
caducado, no puede reclamar por esta vía el pago del instrumento negociable,
sino obtener la indemnización del perjuicio experimentado por esa causa. De allí
que la acción que se comenta no sea una acción de cobro y, menos aún, de
naturaleza cambiaria; se trata, por el contrario, de una acción reparadora del daño,
cuya cuantía, por tanto, no necesariamente tiene correspondencia con el derecho
de crédito que se incorporó en el título-valor. Al fin y al cabo, como se anotó, la
fuente de la obligación es diversa, pues al paso que el derecho cambiario abreva
de un negocio jurídico, el derecho de la persona empobrecida a expensas de otra,
para que se le restituya su patrimonio, tiene su simiente en el enriquecimiento sin
causa.
Según la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, cinco son los elementos
constitutivos del enriquecimiento sin causa, sin cuya reunión no puede existir
aquél, a saber:
1. Que exista un enriquecimiento, es decir, que el obligado haya obtenido una
ventaja patrimonial, la cual puede ser positiva o negativa. Esto es, no sólo
en el sentido de adición de algo sino también en el de evitar el menoscabo
de un patrimonio.
2. Que haya un empobrecimiento correlativo, lo cual significa que la ventaja
obtenida por el enriquecido haya costado algo al empobrecido, o sea que a
expensas de éste se haya efectuado el enriquecimiento.
3. Para que el empobrecimiento sufrido por el demandante, como
consecuencia del enriquecimiento del demandado, sea injusto, se requiere
que el desequilibrio entre los dos patrimonios se haya producido sin causa
jurídica.
4. Para que sea legitimada en la causa la acción de in rem verso, se requiere
que el demandante a fin de recuperar el bien, carezca de cualquiera otra
acción originada por un contrato, un cuasicontrato, un delito, un cuasi-
delito, o de las que brotan de los derechos absolutos. Por lo tanto, carece
igualmente de la acción de in rem verso el demandante que por su hecho o
por su culpa perdió cualquiera de las otras vías de derecho. Él debe sufrir
las consecuencias de su imprudencia o negligencia.
5. La acción de in rem verso no procede cuando con ella se pretende soslayar
una disposición imperativa de la ley. El objeto del enriquecimiento sin causa
es el de reparar un daño, pero no el de indemnizarlo. Sobre la base del
empobrecimiento sufrido por el demandante, no se puede condenar sino
hasta la porción en que efectivamente se enriqueció el demandado.2

Una vez determinados los elementos constitutivos del enriquecimiento sin causa,
en las siguientes sentencias se entró a debatir sobre el termino en el cual se da la

2
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. Sentencia SL3814-2020, Rad.
No. 66071, 16 de septiembre de 2020. M.P. OMAR ÁNGEL MEJÍA AMADOR.
prescripción de la acción de enriquecimiento cambiario, en las cuales se presenta
doctrina probable ya que sus decisiones fueron dadas en el mismo sentido.

En primer lugar, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en la


Sentencia 057, del 26 de junio de 2008. M.P. CÉSAR JULIO VALENCIA COPETE

Posteriormente, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en la


Sentencia C-11001-3103-043-2006-00339-01, del 09 de septiembre de 2013. M.P.
JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ. Establece:

“Para que el fenómeno extintivo sea de recibo, se exige que, dentro del término al
efecto señalado en la ley, la conducta del acreedor hubiere sido totalmente pasiva
y además que no hubieren concurrido circunstancias legales que lo alteraran,
como las figuras de la interrupción o la suspensión. Esto mismo, desde luego,
descarta la idea de que la prescripción pueda considerarse un asunto netamente
objetivo, de simple cómputo del término, y que, por lo tanto, corra en forma fatal,
sin solución de continuidad” (se subraya) (…)

Para el ejercicio de la acción de enriquecimiento injusto cambiario, no es


indispensable que la prescripción haya sido declarada judicialmente, pues ello
tiene lugar, simplemente, como lo prevé el artículo 882, in fine, del Código de
Comercio, si el “acreedor deja prescribir el instrumento”, y no cuando se ha
agotado la posibilidad de su renuncia por el deudor, primero, por ser un fenómeno
distinto, y segundo, porque su materialización es ajena a la voluntad del acreedor.
3

Por último, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en la Sentencia


SC2343°2018, Rad. No. 3001-31-03-004-2007-00002-01, 26 de junio de 2018.
M.P. LUIS ARMANDO TOLOZA VILLABONA, fijo dentro de sus consideraciones:

3
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en la Sentencia C-11001-
3103-043-2006-00339-01, del 09 de septiembre de 2013. M.P. JESÚS VALL DE
RUTÉN RUIZ
“El momento a partir del cual comienza a transitar el año para la prescripción de la
acción de enriquecimiento cambiario es el instante en que se configura la
caducidad o la prescripción del instrumento negociable, y no la fecha de la
providencia que declara una u otra cosa dentro de la acción promovida por el
acreedor, ya que no existe norma que exija un pronunciamiento judicial previo
sobre la consumación de la caducidad o prescripción. Lo contrario, implicaría
imponer un requisito que la ley no contempla; por tanto, es suficiente demostrar
que la acción de cobro se extinguió por el paso del tiempo o por incumplimiento de
las cargas legales.

De ahí que el termino para la gestación del año fijado en el artículo 882 del Código
de Comercio empieza a correr desde el día en que caduco o prescribió el
instrumento, sin requerirse decisión judicial respecto de la acción cambiaria. Por lo
tanto, la formulación de acción de enriquecimiento sin justa causa, no depende de
reconocimiento judicial alguno.4

BIBLIOGRAFIA
 Código de comercio
 Sentencia 034 de 2001, expediente 6550
 Sentencia 057 de 2008, expediente 00112
 Sentencia C-11001-3103-043-2006-00339-01
 Sentencia SC2343°2018
 Sentencia SL3814-2020

4
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en la Sentencia SC2343°2018,
Rad. No. 3001-31-03-004-2007-00002-01, 26 de junio de 2018. M.P. LUIS
ARMANDO TOLOZA VILLABONA

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