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Capítulo II

Rogelio Paredes

Dinero, Tierra y Poder


Los hermanos costa y la clase dirigente porteña ( 1794- 1905)

Breve biografía de Braulio Costa, padre de Eduardo y Luis Costa, fundadores de Campana.
Dirá que era miembro de la primera Elite porteña, nacido en una familia de comerciantes de
origen Francés. a lo largo de su vida será desde : alcalde de barrio ( 1814), teniente de
milicias ( 1816) y regidor de la ciudad de Buenos Aires ( 1819), destacado integrante de la
Logia directorial y de la familia política del director supremo, Juan martín de pueyrredon.
Miembro del cabildo. Financista de la expedición de los treinta y tres orientales a la
provincia cisplatina (1825) . Integrante, junto a John P. Robertson y Juan Facundo Quiroga,
de la sociedad Minera para la explotación de Famatina (1826).
huye a Montevideo en 1834, de regreso a Buenos Aires en 1952, adquiere extensos predios
a orillas del Paraná en las Fronteras con Santa Fe. En sus últimos años explotó la estancia
las dos hermanas. Muere en Buenos Aires en 1855. Al comienzo de esta Biografía escrita
por Osvaldo Cutolo elige un rasgo que considera categórico para definir a este integrante
destacado de la oligarquía municipal porteña, político intrigante, financista especulador y
refinado, elegante exponente de una cultura urbana y mercantil. Y elige el de Hacendado
pese a que Braulio Costa llegó a la propiedad de la tierra en un postrero esfuerzo por
mantener una fortuna acumulada como mercader y especulador.
Acumular ganados y tierras con fines especulativos se parece poco a aumentar su
producción y mejorar su calidad y precio : es difícil señalar hasta donde esté hombro como
muchos otros, Martin Anchorena merecen la caracterización de Hacendados.

Debates:

La noción de Carácter terrateniente de la clase dirigente argentina tiene por lo menos tres
elementos constitutivos, que se han ido incorporando, a su vez, en otras tantas etapas.
Su origen se remonta a las reflexiones de Avellaneda sobre el problema de la tierra pública
y a los trabajos posteriores de Cárcano y de Coni en el mismo sentido. Su reflexión sobre
el pasado y futuro de la tierra pública en la Argentina que tanto contrastaba con el de los
Estados Unidos.
En el norte, se argumentaba , el acceso a la propiedad de pequeños y medianos
productores rurales habia sido un instrumento de acumulacion economica y
democratizacion social; aqui, en cambio la tierra fue concebida y como la base creadora y
sustentadora de la riqueza nacional acumulada en pocas manos, no permitía la aparición de
una clase media laboriosa, instruida y participativa que se esperaba de la inmigracion, y
actuaba como una rémora económica y política heredada del pasado colonial y fuente de
privilegios arcaicos.
Jacinto Oddone, desde la militancia socialista, denunciara que : los grandes terratenientes
argentinos no solo eran responsables de una sociedad arcaica; lo eran también de una
economía atada a la especulación del gran propietario que, sin invertir en la calidad o en la
diversificación de la producción agropecuaria, se había venido beneficiando , de la
ascendente valoración de sus tierras.
Los aportes de Ernesto Laclau, interrogándose sobre el carácter de la economía argentina
surgida de su inserción en el mundo desde mediados el siglo XIX, acertó a definirla como
“Capitalista dependiente” y señalar que, dentro de ella, la renta de la tierra ocupa un papel
central, a diferencia de los que ocurre en el capitalismo maduro de los países centrales, en
los que desempeña un papel subsidiario entre los mecanismos de acumulación.

Pero fueron las investigaciones de Tulio Halperin Dongui las que dieron un marco histórico
que vinculó orgánicamente el pasado colonial, la apropiación de tierras pampeanas y la
integración de la Argentina al sistema capitalista mundial. Para Halperin, la apertura al
comercio porteño a los emisarios de Londres y de Liverpool impacto sobre el sector
mercantil burocrático borbónico, que perdió de este modo su privilegio monopólico sobre el
mercado virreinal en descomposición; de tal modo que, entre 1815 y 1825, las fortunas de
Buenos Aires originadas en el tráfico gaditano fueron invertidas en la adquisición de tierras
sobre la frontera sur de Buenos Aires, abierta a la expansión de ganados cuyos cueros y
salazones encontraban sus mercados en el exterior.

Recientemente, el enfoque tradicional ha sido revisado y matizado por los trabajos de Jorge
Sabato e Hilda Sabato. El aporte de Jorge Sabato presenta a un sector especialmente
capaz de reacomodarse a las cambiantes exigencias del mercado mundial sobre la base de
una variada diversidad de actividades productivas, especulativas y financieras que, sin
exigir una inversión que pusiese en riesgo sus ingresos obtenidos en cada una de ellas,
permitiese siempre apostar privilegiadamente aquellas que otorgasen más beneficios en
cada coyuntura. En esta perspectiva, el control del Estado es nuevamente una pieza
fundamental en la construcción y mantenimiento del poder, pero no porque permite el
acceso privilegiado a la tierra, sino porque hace posible el manejo de variables económicas
y financieras que afianzan el acceso al crédito, el manejo de la moneda , la política
bancaria y sobre todo, el control de los circuitos comerciales.

Un último aporte para este debate lo dará Susana Socolow que sostiene que la tierra era
una forma eficaz de consolidar fortunas demasiado efímeras, pero que debía combinarse,
además, con otros medios orientados a acrecentar el influjo social y político de los clanes
familiares. y sus descendientes del período posrevolucionario, desplazados de los circuitos
comerciales por la competencia inglesa solo continuaron con las mismas estrategias para
diversificar y asegurar sus ingresos.

Braulio Costa entre el tráfico y la tierra

Para poder describir este tránsito entre lo nombrado: el comercio, las finanzas, el Estado y
la tierra en esta ambigua relación de la clase dominante en formación con la tierra, el dinero
y el Estado luego de la Revolución, la vida de Braulio es ejemplar.
La fortuna que recibirán Luis y Eduardo Costa fundadores de Campana, no fue producto de
grandes propiedades rurales, ni siquiera fue producto de sus logros especulativos en lo que
es el Empréstito Baring o la constitución de la Famatina Minning, sino más bien su audaz
iniciativa para distinguir qué emprendimientos del naciente Estado prometían mayores
beneficios, lograr su concesión privilegiada con apoyo del gobierno y convertirlo en
negocios particulares.
El carácter intermediario y especulativo de los negocios de Braulio y sus socios no pasará
desapercibido para sus contemporáneos: no se trata de empresas destinadas a la genuina
inversión de recursos en la producción de riqueza, sino la perpetuación de la tradición del
comercio gaditano “ comprar barato y vender caro de acuerdo a la coyuntura”, en particular
con el respaldo de la iniciativa estatal o los privilegios otorgados por el poder Político.
Para dar un ejemplo: En una oportunidad Braulio y sus socios solicitan una concesión a la
Legislatura porteña para la realización de obras en el puerto de Ensenada, los cuales
suponen una gigantesca inversión y concesiones monopólicas. Vicente Lopez recomendará
su rechazo luego de señalar que, carentes de capital necesario, los proponentes
constituyen “ Una agencia y nada más: su objeto es, conseguir aquí un privilegio y
negociarlo en Londres”.
Es difícil definir a Braulio Costa como Hacendado solo por el hecho de que había adquirido
grandes predios en cañuelas y en otros partidos, ni como un empresario, por que su fuerte
carácter monopolístico, especulativo, casi mercantilista de esas empresas le procuraban
ante todo el logro de intermediaciones privilegiadas de negocios estatales ante los capitales
de inversión extranjeros.

Historia de una Expansión

La vida y los negocios de Braulio Costa contrastan con el modelo del Hacendado
terrateniente que la historiografía nacional, desde Avellaneda a Halperin ha considerado.
Cabe preguntarse: ¿En qué medida el caso Braulio Costa es representativo de la clase de
la que formó parte?
Porque la tierra constituye un elemento común a las fortunas de las principales familias pero
no significó el origen de las mismas.
El esquema de acumulacion y ascenso social y político constituido en torno a la gran
propiedad rural hacia 1820-1830 no alcanza a explicar los logros de muchos de los
miembros más destacados de la clase dirigente argentina de comienzo del siglo XX que no
tenían sus antepasados en la colonia, ni eran porteños y ni siquiera rioplatense.
Ejemplo: Amancio Alcorta, comerciante. Entre 1830 y 1870 desembarca un futuro grupo de
terratenientes provenientes de Irlanda, España y Francia que son representantes
comerciales de Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.
El objetivo de este trabajo es mostrar un esquema expansivo, en el cual la apropiación
continua de tierras, cada vez más acelerada después de 1820, no fue sino el elemento
unificador de los beneficios por el acceso a los restringidos círculos de crédito y de
comercio. En tal sentido, la disponibilidad permanente de tierras pampeanas aseguró el
ingreso a la clase terrateniente de aquellos que se le fueron incorporando hasta 1890 a
partir de estrategias siempre cambiantes de promoción.

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