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HECHOS
CUARTO: El dia 07 junio de 2023, en uno de mis controles medicos, el oncologo a cargo
de mi caso, el DR. NOIVER ARBEY GRACIANO VERA, me ordenaron la realizacion
del examen TOMOGFRAFIA POR EMISION DE POSITRONES.
QUINTO: Una vez retornado a la ciudad de sincelejo mi señora madre OLGA LUCIA
TAPIAS ALVAREZ, quien ha sido mi acompañante en todo este proceso y todos mis
controles en la ciudad de medellin, se acercó a las instalaciones de la Dirección de sanidad
de la policía en la ciudad de Sincelejo, para solicitar autorización del examen ordenado por
el especialista en ONCOLOGIA CLINICA, El Dr. NOIVER ARBEY GRACIANO
VERA, lo cual hasta la fecha no he tenido respuesta alguna y de esto han pasado 5 meses
desde la orden médica.
PETICION
FUNDAMNETOS DE DERECHO
Al entrar a estudiar este tema por la negación al derecho la Salud, a la vida y seguridad
social y el derecho a vivir en condiciones dignas y justas de mi menor hija. La Ley y La
Honorable Corte Constitucional en reiteras providencias ha reiterado.
La Constitución Política de 1991, en su artículo 86, contempla la posibilidad de reclamar ante los
jueces, mediante el ejercicio de la acción de tutela bajo las formas propias de un mecanismo
preferente y sumario, la protección de los derechos fundamentales de todas las personas, cuando
quiera que estos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad
pública o incluso de los particulares.
Es, entonces, un instrumento jurídico confiado por la Constitución a los jueces, cuya justificación y
propósito consiste en brindar a la persona la posibilidad de acudir sin mayores exigencias de índole
formal y con la certeza de que obtendrá oportuna resolución a la protección directa e inmediata del
Estado, a objeto de que en su caso, consideradas sus circunstancias específicas y a falta de otros
medios, se haga justicia frente a situaciones de hecho que representen quebranto o amenaza de sus
derechos fundamentales, logrando así que se cumpla uno de los principios, derechos y deberes
consagrados en la Carta Constitucional.
Sin embargo, no debe perderse de vista que esta acción es de carácter residual y subsidiario, es decir,
que sólo procede en aquellos eventos en los que no exista un instrumento constitucional o legal
diferente que le permita al actor solicitar, ante los jueces ordinarios, la protección de sus derechos,
salvo que se pretenda evitar un perjuicio irremediable, el cual debe aparecer acreditado en el proceso.
Al respecto, el artículo 6 del Decreto 2591 de 1991, que desarrolló el artículo 86 de la Constitución,
prevé que la acción de tutela sólo procede cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa
judicial, a menos que se presente como instrumento transitorio en aras de evitar un perjuicio
irremediable. En ese sentido, el análisis de procedencia de la acción de tutela exige del juez
constitucional la verificación de la inexistencia de otro medio de defensa judicial.
Conviene precisar que hay lugar al amparo, cuando a pesar de disponer de otro medio de defensa
judicial idóneo para proteger su derecho, el ciudadano acuda a la acción de tutela como mecanismo
transitorio para evitar un perjuicio irremediable, el cual deberá probar. De no tener en cuenta estos
parámetros se desconocería el principio de subsidiariedad de la acción de tutela y actuaria el juez
constitucional en contravía del sistema jurídico.
DERECHO A LA SALUD.
Frente a lo anterior, es de resaltar que esa Alta Corporación en sus múltiples fallos de revisión, ha
sostenido que una de las manifestaciones del derecho fundamental a la salud es el recibir la atención
definida en el Plan Básico de Salud, el Plan Obligatorio de Salud y el Plan Obligatorio de Salud
Subsidiado, así como el definido en la Observación General No. 14 del Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas. De allí, que cada vez que se niegue un
servicio, tratamiento o un medicamento señalado o no en el POS o se esté frente a una posible
violación del derecho fundamental a la salud, su verificación y posterior resolución corresponderá al
juez de tutela.
Es así como la salud se convierte en un derecho no solo de rango constitucional, sino que toma
amplitud en el amparo de normas de carácter internacional, por sus características especiales e
importancia que tiene su eficaz cubrimiento, máxime que en la actualidad encontramos definido su
carácter fundamental, directamente en la Ley Estatutaria 1751 de 2015 , “por medio de la cual se
regula el derecho fundamental a la salud y se dictan otras disposiciones” mediante la cual se
establecieron los principios, derechos y deberes que deben ser obligatoriamente observados por
quienes se encuentra a cargo de la prestación del servicio público de salud en Colombia. De los
principios anunciados en el artículo 6 de la referida ley, para el caso bajo estudio se particularizan:
A voces del artículo 48 de la C.N., “la Seguridad Social es un Servicio Público de carácter
obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción
a los principio de eficacia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la
Ley”; el mismo artículo en su inciso segundo garantiza a todos los habitantes del territorio
el Derecho irrenunciable a la Seguridad Social.
En relación con las características que adopta el Derecho a la Seguridad Social por
conexidad, la Honorable Corte Constitucional en Sentencia T- 474 de Septiembre 8 de
1998, M.P. Dr. JOSE GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO, anotó:
“La Seguridad Social aún que no es en sí misma un Derecho Fundamental, adquiere ese
carácter por conexión, cuando está ligada al ejercicio de Derecho a la misma naturaleza,
como acontece con la vida por la integridad personal (Arts. 11 y 12 C.P.), o cuando se trata
de menores de edad (art.44 C.P.).
La Seguridad Social es, según el artículo 48 de la Constitución, un Servicio Público de
carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado en
sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad en los términos que
establezca la Ley.
“Esta Corporación ha señalado que las entidades promotoras de salud están llamadas a
garantizar el servicio de transporte, cuando los pacientes se encuentren en las siguientes
circunstancias: “(i) que el procedimiento o tratamiento se considere indispensable para
garantizar los derechos a la salud y a la vida de la persona; (ii) que ni el paciente ni sus
familiares cercanos tengan los recursos económicos suficientes para pagar el valor del
traslado; y (iii) que de no efectuarse la remisión se ponga en riesgo la vida, la integridad
física o el estado de salud del usuario”. A lo anterior se ha añadido que: (iv) si la atención
médica en el lugar de remisión exigiere más de un día de duración, se cubrirán los gastos
de alojamiento y manutención”.
La Corte Constitucional ha reiterado que en casos especiales, las empresas que se encargan
de impartir las autorizaciones para que a los usuarios del sistema de salud les sean prestados
servicios médico asistenciales, ya sea en el régimen contributivo (EPS), o en el subsidiado
(ARS), tienen la obligación de proveer los medios que permitan al usuario transportarse a
ciudades en donde se les pueda facilitar un tratamiento que no se halle a disposición en su
sede habitual, y hospedarse por el tiempo indispensable, con un acompañante si no pueden
valerse por sí mismos.
Por lo anterior, al juez de tutela le puede corresponder, frente a un caso concreto, “evaluar la
pertinencia y viabilidad que tiene ordenar que una empresa prestadora de servicios de salud
facilite transporte a sus pacientes”. En el mismo sentido, en sentencia T-206 de febrero 28
de 2008 (M. P. Clara Inés Vargas Hernández) esta Corte precisó:
De tal manera, por vía de tutela se puede impartir, de acuerdo con el material probatorio
existente en el expediente, la orden de que la empresa prestadora del servicio de salud cubra
el transporte, alojamiento y manutención especial, del afiliado y de su acompañante cuando
el paciente lo requiera, de forma que pueda recibir oportunamente los servicios médicos
asistenciales que sólo le puedan ser prestados fuera de su sede.
Ahora bien, es necesario recordar que en el caso de las EPS subsidiadas, es obligación de
estas hacer acompañamiento al paciente para que se dé el efectivo cumplimiento de las
autorizaciones de servicios en razón de proteger el Derecho a la Salud y a la vida misma de
los usuarios. Al respecto ha dicho la H. Corte Constitucional en Sentencia T-115/13
“(…) la Sala Plena unificó su criterio en el sentido de que cuando un usuario del
Sistema de Salud debe desplazarse de su municipio o ciudad de residencia para
acceder a un servicio de salud ambulatorio que requiere y está incluido en el plan de
beneficios vigente, pues la EPS autorizó la prestación de tal servicio en una
institución prestadora por fuera de dicho municipio o ciudad, la EPS debe asumir el
servicio de transporte, por cuanto no hacerlo podría equivaler a imponer una barrera
de acceso al servicio. Este servicio de transporte intermunicipal para paciente
ambulatorio no requiere prescripción médica porque es después de la autorización de
la EPS (que sigue a la prescripción) que el usuario sabe en dónde exactamente le
prestarán el servicio ordenado por su médico. Por eso, el cubrimiento del servicio de
transporte intermunicipal es responsabilidad de la EPS desde el momento en que
autoriza la prestación del servicio de salud en un municipio distinto a aquél donde
vive el usuario. Adicionalmente, la Corte Constitucional aclaró, en la misma
Sentencia SU508 de 2020, que no es exigible que el usuario pruebe a falta de
capacidad económica para que la EPS esté obligada a asumir el servicio de
transporte intermunicipal, dado que este es un servicio financiado por el Sistema de
Salud para asegurar el acceso a los servicios que requiere (…).” (Subrayado del
Juzgado).
4.6.2. Aun cuando ni la Ley 100 de 1993 ni la Ley Estatutaria 1751 de 2015 contemplan una
disposición que regule la prestación de los servicios de transporte, alojamiento y
alimentación, lo cierto es que la Resolución 5857 de 2018[47], en el artículo 121, dispone
que: “el servicio de transporte en un medio diferente a la ambulancia para acceder a una
atención contenida en el Plan de Beneficios en Salud con cargo a la UPC, no disponible en
el lugar de residencia del afiliado, será financiado en los municipios o corregimientos con
la prima adicional para zona especial por dispersión geográfica”.
En todo caso, vale reiterar que la Corte ha establecido que el transporte puede constituir una
barrera de acceso a los servicios de salud, incluso en eventos en los que el paciente no se
encuentra en una zona especial por dispersión geográfica. Es decir, la jurisprudencia
constitucional ha resaltado que, en los casos en que el transporte constituya una barrera o
una limitante para el acceso al servicio médico, es un deber de las E.P.S. asumir los gastos
de traslado de la persona, particularmente, cuando deba acudir a una zona geográfica distinta
de aquella en la que reside
4.6.3. Así las cosas, esta Corporación ha señalado que las entidades promotoras de salud
están llamadas a garantizar el servicio de transporte, cuando los pacientes se encuentren en
las siguientes circunstancias: “(i) que el procedimiento o tratamiento se considere
indispensable para garantizar los derechos a la salud y a la vida de la persona; (ii) que ni
el paciente ni sus familiares cercanos tengan los recursos económicos suficientes para
pagar el valor del traslado; y (iii) que de no efectuarse la remisión se ponga en riesgo la
vida, la integridad física o el estado de salud del usuario”[49]. A lo anterior se ha añadido
que: (iv) si la atención médica en el lugar de remisión exigiere más de un día de duración,
se cubrirán los gastos de alojamiento y manutención.
De lo anterior se desprende que, si bien por regla general, y en aplicación del principio de
solidaridad, el paciente y su núcleo familiar están llamados a asumir los costos necesarios
para acceder a los servicios médicos pertinentes, existen circunstancias en las que, ante la
ausencia de dichos medios, el sistema de salud debe proveer los servicios respectivos, para
que los derechos a la vida, a la salud y a la integridad no se vean afectados en razón a
barreras económicas.
4.6.5. Con respecto a lo anterior, debe reiterarse una vez más que en los casos en que el
accionante afirme no contar con los recursos necesarios para sufragar los costos asociados a
los servicios aludidos (negación indefinida), la Corte ha señalado que debe invertirse la
carga de la prueba, correspondiendo a la entidad accionada demostrar lo contrario[52]. Esto
último es comprensible en el marco de la garantía efectiva del derecho fundamental a la
salud, pues, como se ha reiterado en esta providencia, el sistema está en la obligación de
remover las barreras y obstáculos que impidan a los pacientes acceder a los servicios de
salud que requieran con urgencia.
En este mismo sentido, la Corte en Sentencia T-209 de 2013 señaló que existen una serie de
circunstancias y de casos en los cuales es necesario que el paciente reciba atención integral
debido a su situación de salud, precisando que se deben prestar todos los servicios médicos
“independientemente de que el conjunto de prestaciones pretendidas se encuentren por fuera
del Plan Obligatorio de Salud -POS-, tratándose de: (i) sujetos de especial protección
constitucional (menores, adultos mayores, desplazados(as), indígenas, reclusos(as), entre
otros); o de (ii) personas que padezcan enfermedades catastróficas (sida, cáncer, entre
otras)”(Subrayadas Nuestras).
PRUEBAS
ANEXOS
Las mencionadas como pruebas y copia con anexos para la entidad en tutelada y copia
simple para el archivo del juzgado.
NOTIFICACIONES
De usted,
_______________________________
JAVIER ANDRES CONTRERAS TAPIAS
C.C. N° 1.102.807.606 DE SINCELEJO -SUCRE