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TEMA 6.- El Derecho de la Unión Europea. Tratados y derecho derivado. Las


directivas y los reglamentos comunitarios. Las decisiones, recomendaciones y
dictámentes. Derecho europeo y derecho de los países miembros. Relaciones con
Comunidades Autónomas y Entidades Locales.

1.- El Derecho de la Unión Europea. Tratados y derecho derivado

El Derecho de la Unión Europea está integrado por los tratados y el derecho


derivado.

Los tratados o derecho primario es la fuente suprema del Derecho de la Unión


Europea, que establece los objetivos de la Unión Europea, las normas aplicables a sus
instituciones, la manera en que se toman las decisiones y la relación entre la Unión y sus
integrantes.

Proviene principalmente de los tratados constitutivos, en particular el Tratado de


Roma, que se convirtió en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, y el
Tratado de Maastricht que se convirtió en el Tratado de la Unión Europea. Dentro del
derecho primario encontramos los siguientes textos:

1. Los tratados constitutivos: Tratado de Paris de 1951 constitutivo de la Comunidad


Económica del Carbón y del Acero, los Tratados de Roma de 1957, constitutivos de
la Comunidad Económica Europea y Euratom.
2. Los tratados de modificación: Acta Única Europea (1986), Tratado de Maastricht de
1992, o Tratado de la Unión Europea , Tratado de Ámsterdam (1997), Tratado de
Niza (2001) y Tratado de Lisboa (2007).
3. Los tratados de adhesión: Dinamarca, Irlanda y Reino Unido (1972); Grecia (1979);
España y Portugal (1985), Austria, Finlandia y Suecia (1994); Eslovaquia,
Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungría, Chipre y Malta y República
Checa (2003), Rumanía y Bulgaria (2005); y Croacia (2011).
4. Los acuerdos complementarios: el Tratado de la fusión de las instituciones
ejecutivas (Tratado de Fusión de 1965), el Tratado por el que se modifican
determinadas disposiciones presupuestarias de los tratados comunitarios (1970),
etc...
5. La Carta de los Derechos Fundamentales (desde el Tratado de Lisboa), tiene
carácter vinculante desde el 1 de diciembre de 2009.
6. Los principios generales establecidos por el Tribunal de Justicia de la Unión
Europea al interpretar los tratados.

Y en segundo lugar tenemos el derecho derivado, que ya no es el derecho creado


por los Estados miembros, sino por las propias instituciones de la Unión Europea, al
desempeñar su competencias y para la consecución de sus objetivos. No obstante, la
Unión Europea sólo puede aprobar legislación en aquellos ámbitos en que esté autorizada
a hacerlo por sus miembros en virtud de los Tratados.

Aquí es donde encontramos las directivas y reglamentos comunitarios, así como


las decisiones, recomendaciones y dictámenes.
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Destacar en relación con todo lo anterior que la Comisión debe garantizar que la
legislación de la UE se aplique correctamente en todos los Estados miembros. Esta tarea
se deriva de su condición de “guardiana de los Tratados”, y en este sentido, asiste a los
Estados miembros en la correcta aplicación de la normativa europea proporcionándoles
información online, planes de aplicación y documentos de orientación, organizando
reuniones de grupos de expertos, etc...

Si las autoridades de un Estado miembro no aplican correctamente la legislación de


la UE la Comisión puede incoar un procedimiento formal de infracción contra ese
Estado, y en el caso de que no se resuelva el problema, la Comisión puede someter el
asunto al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

2.- Las directivas y los reglamentos comunitarios

Las instituciones de la Unión pueden adoptar actos jurídicos que pueden


clasificarse en actos legislativos, en los que se utiliza un procedimiento legislativo,
ordinario o especial, y actos no legislativos, adoptados por cualquier otro procedimiento.
El tratado solo prevé que se puedan adoptar a través de un procedimiento legislativo
reglamentos, directivas o decisiones.

Los reglamentos tienen los siguientes rasgos:

Tienen alcance general, obligan a todos los Estados miembros y a todos los
particulares que se encuentren en la situación jurídica regulada, sin concretar
destinatarios.
Son obligatorios en todos sus elementos. Los Estados no pueden aplicar de
manera incompleta o selectiva el reglamento.
Son directamente aplicables en cada Estado miembro, rasgo que lo distingue de la
Directiva, ya que no necesita de la interposición normativa de los estados
miembros para producir sus efectos. Tampoco necesita que se publique en los
diarios oficiales de los Estados miembros. Esta aplicabilidad directa significa que
es apto para conferir derechos e imponer obligaciones a sus destinatarios, tal y
como lo hace la ley nacional.
Entran en vigor por su publicación en el Boletín Oficial de la Unión Europea, en la
fecha que los mismos determinen o, en su defecto, tras la vacatio legis de veinte
días.

Las Directivas: podemos señalar los siguientes rasgos:

No es de alcance general, sólo obliga a los destinatarios a quienes designa, que


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pueden ser todos los Estados miembros, algunos de dichos Estados o solamente
uno. No tiene como destinatarios a los particulares.
Vincula en cuanto a los objetivos a alcanzar, es decir, impone una obligación de
resultados.
Carece de aplicación directa ya que requiere de la transposición de la Directiva al
ordenamiento jurídico interno. La transposición debe producirse en el plazo
establecido en la propia directiva, y suele ser, por lo general, de dos años. En el
caso de que un Estado miembro no incorpore una directiva a su Derecho interno, la
Comisión puede incoar un procedimiento de infracción.
Comunicación: las adoptadas mediante un procedimiento legislativo (ordinario o
especial) y aquellas que tengan por destinatarios a todos los Estados miembros se
publicarán en el DOUE. Las demás se notificarán a sus destinatarios.
Entran en vigor, cuando son publicadas en el DOUE en la fecha que fijen o a los 20
días de su publicación. Las demás entrarán en vigor en virtud de su notificación.

3.- Las decisiones, recomendaciones y dictámenes

Las decisiones:

Carecen de alcance general. Se diferencia en este punto del reglamento. Pueden


tener como destinatarios tanto a particulares como a Estados miembros. Lo
habitual es que concrete de forma individual quiénes son sus destinatarios.
Obligan en todos sus elementos, al contrario que las recomendaciones y
dictámenes.
Tienen eficacia directa, no requiere intervención normativa de los Estados
miembros.
Comunicación: las decisiones adoptadas mediante un procedimiento legislativo
(ordinario o especial) y aquellas que no indiquen destinatario se publicarán en el
DOUE. Las demás decisiones se notificarán a sus destinatarios.
Entrada en vigor: las publicadas en el DOUE entrarán en vigor en la fecha que ellas
fijen o en su defecto a los 20 días de su publicación. Las demás decisiones
entrarán en vigor en virtud de su notificación.

Las recomendaciones y los dictámenes no son normas jurídicas, son actos no


vinculantes y por lo tanto no son obligatorios. Las recomendaciones permiten a las
instituciones de la UE dar a conocer sus puntos de vista y sugerir una linea de actuación
sin imponer obligaciones legales a quienes se dirigen. Son por tanto una invitación a
actuar. Y los segundos se limitan a expresar una opinión. La recomendación es un
instrumento de acción indirecta para armonizar la legislación, que difiere de la directiva
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únicamente por la ausencia del carácter de obligatoriedad. El dictamen es más bien la


expresión de una opinión sobre una cuestión dada.

Junto a todo lo anterior hay que señalar también la existencia de otras fuentes del
Derecho de la Unión Europea, como son:

A) Los tratados internacionales celebrados por la Unión, que ocupan un lugar


jerárquico intermedio entre el Derecho originario y el Derecho derivado, por cuanto no
puede vulnerar a los tratados fundacionales, pero sí que prevalece sobre cualquier norma
de Derecho derivado.
B) Los principios generales del Derecho, que se infieren del ordenamiento jurídico y
que actúan como elementos informadores del mismo, integrador de las lagunas existentes
y como elemento interpretativo.
C) La jurisprudencia, constituida por las sentencias del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea. Establece la Ley Orgánica del Poder Judicial que los Jueces y Tribunales
aplicarán el Derecho de la Unión Europea de conformidad con la jurisprudencia del TJUE.

4.- Derecho europeo y Derecho de los países miembros

El derecho europeo confluye con el derecho de los países miembros en un mismo


territorio, por lo que se hace necesario establecer un sistema de relaciones entre ambos
ordenamientos. Podemos hablar

Podemos señalar los siguientes principios, en las relaciones ordinarias entre los
dos ordenamientos:

1.- Principio de autonomía. El principio de autonomía del Derecho comunitario fue


proclamado por el Tribunal de Justicia en su Sentencia Costa contra ENEL en 1964 y
significa que el Derecho europeo no se somete a los principios ni a los modos de
producción normativa, ni a los límites establecidos en las Constituciones de los Estados
miembros; su validez y eficacia no depende de disposiciones o decisiones nacionales.

2.- Principio de cooperación leal. Se fundamenta en el artículo 4.3 TUE, que


establece que conforme al principio de cooperación leal, la Unión y los Estados miembros
se respetarán y asistirán mutuamente en el cumplimiento de las misiones derivadas de los
Tratados. Los Estados están obligados a adoptar todas las medidas necesarias para dar
plena efectividad a las normas comunitarias y se abstendrán de adoptar medidas que
puedan poner en peligro la consecución de los objetivos de los Tratados.
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Por otra parte podemos hablar de relaciones de conflicto entre los dos
ordenamientos jurídicos. En estos casos el Tribunal de Justicia ha consagrado una serie
de principios que permiten la resolución de dichos conflictos:

1.- Principio de primacía del Derecho de la Unión. En caso de conflicto entre


una norma de la Unión y una norma del Derecho interno, la colisión debe ser siempre
resuelta a favor de la norma de la Unión, con independencia del rango de la norma
interna. Se formuló con ocasión del caso Costa contra ENEL en 1964. La primacía obliga
a los jueces nacionales, además de a los poderes legislativos, ya que corresponde a
aquellos aplicar en su integridad el Derecho de la Unión Europea, dejando sin aplicar, en
caso necesario, cualquier disposición contraria de la legislación nacional.

2.- Principio de seguridad jurídica. Desde la Sentencia Comisión/Italia de 1985,


el Tribunal de Justicia ha declarado que la obligación del juez nacional de inaplicar una
norma interna en caso de contradicción con una europea solo constituye una solución
transitoria o provisional, siendo así que, en virtud del principio de seguridad jurídica, los
Estados miembros están obligados a eliminar de su ordenamiento la norma contraria a la
disposición de la Unión.

3. Principio de efecto directo del Derecho de la Unión. Surgió con la Sentencia


Van Gend en Loos contra la Administración Tributaria neerlandesa, y estableció que el
Derecho de la Unión Europea no solo establece obligaciones para los Estados miembros,
sino también derechos para los particulares. Por consiguiente, estos pueden aprovechar
dichos derechos e invocar directamente el Derecho de la UE ante los tribunales
nacionales y europeos, independientemente de que existan textos en el Derecho nacional,
es decir, incluso sin existir legislación nacional al respecto.
Cabe distinguir entre el efecto directo vertical, frente a los Estados miembros, y el
efecto directo horizontal, frente a otros particulares. Las directivas no tienen en principio
efecto directo, ya que precisan ser transpuestas por los Estados miembros. Sin embargo,
si el Estado miembro se excede del plazo fijado para la transposición al Derecho interno
de una directiva o la transposición es incorrecta o incompleta, y ésta contiene
disposiciones claras, precisas, autosuficientes e incondicionales, el particular tiene un
derecho subjetivo a invocarla ante el juez interno.

4.- Principio de interpretación conforme. Significa que cuando una norma


nacional s ea susceptible de diversas interpretaciones, unas contrarias al Derecho de la
Unión y otras ajustada a dicho Derecho, el juez nacional habrá de realizar la interpretación
que resulte conforme con el Derecho de la Unión.
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5.- Principio de responsabilidad patrimonial del Estado incumplidor. Dado que


las directivas únicamente pueden producir efectos directos verticales, en el caso de que
un particular sufra un perjuicio por la no transposición o por la transposición incorrecta de
una directiva en plazo, que afecte a las relaciones entre particulares, no podrá alegar ante
dicho particular el contenido de la directiva, pero sí podrá reclamar al Estado incumplidor
el abono de la correspondiente indemnización como consecuencia de la responsabilidad
por su actuación deficiente.

5.- Relaciones con Comunidades Autónomas y Entidades Locales

La participación de las CCAA en la formación de la voluntad del Estado ante las


instituciones de la Unión, de tal manera que la opinión de dichos entes territoriales sea
tenida en cuenta, se instrumenta a través de las Conferencias para Asuntos Relacionados
con la Unión Europea (CARUE).
Y tanto las CCAA como las Entidades Locales participan en el Comité de las
Regiones (CDR), que es un órgano consultivo que representa a los entes regionales y
locales de la Unión Europea, creado por el Tratado de Maastricht.
El CDR emite dictámenes en los casos de consulta obligatoria contemplados en los
Tratados, en los casos de consulta facultativa y por propia iniciativa si lo considera
oportuno. Así, la Comisión, el Consejo y el Parlamento deben consultar al Comité de las
Regiones antes de que se adopten decisiones europeas en ámbitos de repercusión local y
regional
España cuenta con 21 miembros en el Comité de las Regiones. De este total, 17
representan a las Comunidades Autónomas y 4 a las Entidades locales, correspondiendo
a las Comunidades Autónomas proponer los miembros que formarán la delegación
autonómica, y a la FEMP los representantes de las Entidades locales. Este sistema se
adoptó mediante una Moción aprobada por el Senado el 20 de octubre de 1993.
En la mayor parte de los casos, los representantes titulares de las CCAA son sus
Presidentes, aunque normalmente la actividad es desarrollada por los suplentes, que
pueden ser Consejeros o altos cargos, e incluso el Delegado de la Comunidad en
Bruselas.
Las CCAA también participan en la Comitología, término que resume el sistema por
el que la Comisión ejerce las competencias de ejecución que le otorga el legislador de la
Unión Europea, con la asistencia de comités de representantes de los Estados miembros.

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