Está en la página 1de 327

Obras de

SAN AGUSTÍN
XIV
Tratados sobre el Evangelio
de San ]uan f36=f24j

r
lít iÚTFPÁ ílF AITTCiRF^ ríií^tTÍANnK
BIBLIOTECA OBRAS
DE DE

AUTORES CRISTIANOS SAN AG USTI N


Declarada de interés nacional
EDICIÓN BILINGÜE
ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA
DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
XIV
LA COMISIÓN DE DICHA PONTIFICIA UNIVER-
SIDAD ENCARGADA DE LA INMEDIATA RELA- Tratados sobre el Evangelio de San Juan
CIÓN CON LA B. A. C. ESTÁ INTEGRADA EN EL
AÑO 1 9 6 5 POR LOS SEÑORES SIGUIENTES:
(36-124)
PRESIDENTE:
. EDICIÓN PREPARADA POR EL PADRE
Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. MAURO RUBIO REPULLES, Obispo
de Salamanca y Gran Canciller de la Pontificia Universidad, VICENTE RABANAL, O. S. A .

VOCALFS: Dr. Luis ARIAS, O. S. A., Decano de la Facultad


SEGUNDA EDICIÓN
de Teología; Dr. ANTONIO GARCÍA, O. F. M., Decano de
la Facultad de Derecho Canónico; Dr. ISIDORO RODRÍGUEZ,
O. F. M., Decano de la Facultad de Filosofía y Letras;
Dr. JOSÉ RIESCO, Decano adjunto de la Sección de Filoso-
fía; Dr. CLAUDIO V I L Á PALA, Sch. P., Decano adjunto de
Pedagogía; Dr. José MARÍA GUIX, Subdirector del Instituto
Social León XIII, de Madrid; Dr. MAXIMILIANO GARCÍA
CORDERO, O. P., Catedrático de Sagrada Escritura; Dr. BER-
NARDINO LLORCA, S. I., Catedrático de Historia Eclesiástica;
Dr. CASIANO FLORISTÁN, Director del Instituto Superior de
Pastoral.

SECRETARIO: Dr. MANUEL USEROS, Profesor.

LA EDITORIAL C A T Ó L I C A , S. A.—APARTADO 466


BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS
MADRID * MCMLXV MADRID • MCMLXV
Í N D I C E G E N E R A L

TRATADOS SOBRE EL EVANGELIO DE SAN JUAN


(36-124)

Págs.

TRATADOS :
36. Desde las palabras: "Vosotros juzgáis según la carne. Yo
no juzgo a nadie", hasta éstas: "Yo soy quien da testi-
monio de mí, y también da testimonio de mí el Padre,
que me envió" 3
37. Desde las palabras: "Decían, pues, ¿dónde está tu Padre?",
hasta aquéllas: "Y nadie puso en El las manos, porque
aún no era llegada su hora" 18
38. Desde las palabras: "Dijoles, pues, Jesús: Yo me voy, y
vosotros me buscaréis", hasta aquéllas: "Dijoles Jesús: Yo
soy el Principio, que os estoy hablando" 29
39- Desde las palabras: "Muchas cosas tengo que deciros y
juzgar", hasta estas otras: "Y no entendieron que lla-
maba su Padre a Dios" 41
40. Desde las palabras: "Dijoles, pues, Jesús: Cuando hayáis
levantado en alto al Hijo del hombre", hasta aquéllas:
"Y conoceréis la verdad, y la verdad os salvará" 50
41. Más sobre las palabras: "Decía, pues, Jesús a los que ha-
bían cteído", hasta las palabras: "Si, pues, el Hijo os li-
bertare, seréis verdaderamente libres" 63
42. Desde las palabras: "Sé que sois hijos de Abrahán, pero
tratáis de matarme", hasta éstas: "Por eso vosotros no
escucháis, porque no sois de Dios" 78
43- Desde las palabras: "Respondieron, pues, los judíos y di-
jéronle", hasta éstas: "Cogieron piedras los judíos para
tirarlas contra El, pero Jesús se escondió y salió del
templo" 92
44. Desde las palabras: "Y al pasar vio a un ciego de naci-
miento", hasta éstas: "Ahora decís: Vemos; por eso
vuestro pecado permanece" 106
45. Desde estas palabras: "En verdad, en verdad os digo que
quien no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino
que sube por otro lado, es un ladrón y salteador", hasta
éstas: "Yo he venido pata que tengan vida, y la tengan
NIHIL OBSTAT: DR. ANDRÉS DE LUCAS, CENSOR. IMPRIMÍ POTEST : FR. FÉLIX GARCÍA,
PRIOR PROV. IMPRIMATUR : "i" JUAN, OB. AUX. Y VlC. GEN. MADRID, 1 9 NOVIEMBRE 1 9 5 7 . más abundante" 118
46. Desde las palabras: "Yo soy el buen pastor", hasta: "Mas
Registro núm. 5.908-1965.—Depósito legal M. 6.505-1958. el mercenario huye, porque es mercenario y no le impor-
tan las ovejas" 134
47. Desde: "Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas"...,
hasta: "¿Acaso el demonio puede dai vista a los ciegos?" 144
VIII índice general Índice general IX
Págs. Págs.

48. Desde aquel punto: "Celebrábase en Jerusalén la fiesta 64. Sobre estas palabras del Señor: "Hijitos, aún estoy con
de la Dedicación", hasta: "Todo cuanto Juan dijo de éste, vosotros un poco de tiempo; vosotros me buscaréis, y,
era verdadero, y muchos creyeron en El" 161 como dije a los judíos, a donde yo voy, no podéis venir
49- Desde: "Había un enfermo llamado Lázaro", hasta: "Se vosotros; lo mismo os digo ahora a vosotros" 292
fue a una región cercana al desierto, a una ciudad llamada 65. Sobre estas palabras del Señor: "Un mandato nuevo os
Efrén, y allí vivía con sus discípulos" 172 doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado,
50. Desde aquel pasaje: "Estaba próxima la Pascua de los ju- así os améis vosotros también. Por esto conocerán todos
díos", hasta este otro: "Muchos por su causa se apartaban que sois discípulos míos, si os amáis unos a otros" 296
de ellos y creían en Jesús" 196 66. Desde las siguientes palabras: "Dícele Simón Pedro:
51. Desde aquello que está escrito: "Al día siguiente, una ¿Adonde vas, Señor?", hasta éstas: "En verdad, en verdad
gran multitud de gentes que habían venido a la fiesta", te digo que no cantará el gallo hasta que me niegues
etcétera, hasta esto: "Si alguno me sirviere, mi Padre le tres veces 301
honrará" 207 67. Desde estas palabras del Señor: "No se turbe vuestro
52. Desde las palabras: "Ahora mi alma está turbada, y ¿qué corazón", hasta éstas: "Volveré otra vez y os llevaré con-
os diré?", hasta estas otras: "Estas cosas habló Jesús, y migo" 305
se marchó y se escondió de ellos" 217 68. Sobre el mismo asunto 308
53- Desde las palabras: "Habiendo hecho tantos milagros a su 69. Desde aquello que dice el Señor: "Sabéis adonde voy y
vista, no creían en El", hasta éstas: "Prefirieron la gloria sabéis también el camino", hasta: "Nadie viene al Padre
de los hombres a la gloria de Dios" 228 sino por mí" 313
54. Desde estas palabras de Jesús: "Quien cree en mí no cree 70. Acerca de esto que dice el Señor: "Si me conocieseis a
en mí, sino en Aquel que me envió", hasta estas otras: mí, sin duda conocierais también a mi Padre", hasta:
"Las cosas que yo hablo las digo como me las ha dicho "¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está
mi Padre" 240 en mí?" 318
55. Desde aquel pasaje: "Antes del día festivo de la Pascua, 71. Acerca de esto que dice el Señor: "Las palabras que yo
sabiendo Jesús que era llegada su hora", hasta éste: "Y os hablo, no las hablo de mí mismo", hasta: "Si alguna
comenzó a lavar los pies de sus discípulos y a enjugarlos cosa pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré" 323
72. Sobre el mismo pasaje 327
con la toalla con que estaba ceñido" 249 73. 'Más sobre el mismo asunto 331
56. Desde aquello que está escrito: "Vino a Simón Pedro", etc., 74. Acerca de las palabras: "Si me amáis, observad mis man-
hasta: "Quien está lavado no tiene necesidad de lavar más datos", hasta: "Permanecerá con vosotros y estará dentro
que los pies, pues está todo limpio" • 255 de vosotros" 335
57. En qué sentido teme la Iglesia manchar sus pies mien- 75. Acerca de las palabras de Jesús: "No os dejaré huérfa-
tras camina hacia Cristo 259 nos", hasta éstas: "Y yo le amaré y me manifestaré a él". 341
58. Desde aquello que dice el Señor: "Y vosotros estáis lim- 76. Sobre las palabras siguientes: "Dícele Judas, no el Isca-
pios, pero no todos", hasta éstas: "Ejemplo os he dado riotes", etc., hasta éstas: "La doctrina que habéis oído, no
para que vosotros hagáis lo que yo he hecho con vos- es mía, sino del Padre, que me envió" 345
otros" 265 77. Desde estas palabras que siguen: "Estas cosas os he di-
59. Desde estas palabras del Señor: "En verdad, en verdad cho estando entre vosotros", hasta éstas: "Mi paz os doy;
os digo que no es mayor el siervo que su señor", hasta no os la doy yo como la da el mundo" 349
éstas: "Quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me 78. Sobre las palabras del Señor: "No se turbe ni tema vues-
envió" 271 tro corazón" 354
60. Sobre las palabras: "Habiendo dicho Jesús estas cosas, 79. Sobre estas palabras suyas: "Y os lo he dicho ahora antes
se turbó en su alma" 274 de que suceda", hasta éstas: "Levantaos, vamonos de aquí". 358
61. Desde estas palabras del Señor: "En verdad, en verdad 80. Acerca de aquello que dijo: "Yo soy la vid verdadera,
os digo que uno de vosotros me entregará", hasta éstas: y mi Padre es el agricultor", hasta éstas: "Vosotros es-
"Aquél es a quien yo alargare el pan mojado" 279 táis ya limpios en virtud de la doctrina que os he pre-
62. Desde este pasaje: "Y habiendo mojado el pan, se lo dio dicado" 362
a Judas", hasta este otro: "Ahora es glorificado el Hijo 81. Sobre aquellas palabras: "Permaneced en mí y yo perma-
del hombre" 283 neceré en vos-otros", hasta éstas: "Pediréis cuanto qui-
63. Desde estas palabras del Señor: "Ahora es glorificado el siereis, y Os será dado" 366
Hijo del hombre", hasta éstas: "Y en seguida le glo- 82. Sobre aquellas palabras del Señor: "Mi Padre es glori-
rificará" 288 ficado si vosotros lleváis mucho fruto", hasta estas otras:
"Y permanezco en su amor" ;.... 370
Índice general XI
X índice general
Págs.
Págs.
dará", hasta éstas: "Otra vez dejo al mundo y me voy
83- Sobre estas palabras: "Os he dicho estas cosas para que
al Padre" 479
mi gozo esté con vosotros, y el vuestro será colmado. Este
103. Desde lo que sigue: "Dícenle sus discípulos: Ahora ha-
es mi precepto: que os améis unos a otros como yo os
blas abiertamente", hasta éstas: "Mas tened confianza, por-
he amado" 374
que yo he vencido al mundo" 485
84. Sobre aquellas palabras: "Nadie tiene amor más grande
104. Sobre las palabras siguientes: "Estas cosas dijo Jesús, y,
que el que da su vida por sus amigos" 377
levantados los ojos al cielo, exclamó: Padre, ha llegado
85- Sobre estas palabras suyas: "Vosotros sois mis amigos si
la hora; glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glori-
cumplís lo que os ordeno. Ya no os llamo siervos, por-
fique a ti" 490
que el siervo ignora lo que hace su señor" 381
105. Desde estas palabras del Señor: "Para que tu Hijo te
86. Sobre las palabras del Señor: "A vosotros os he llamado glorifique", hasta éstas: "Con la claridad que tuve en ti
amigos", hasta estas otras: "Para que cuanto pidiereis al antes que fuese el mundo" 495
Padre en mi nombre os lo dé" 385 106. Acerca de esto que dice el Señor: "Manifesté tu nombre
87. Desde aquellas palabras de Jesús: "Estas cosas os man- a los hombres", hasta: "Y creyeron que tú me enviaste". 503
do: que os améis mutuamente", hasta éstas: "Yo os he 107. Desde estas palabras de Jesús: "Yo ruego por ellos", hasta
elegido del mundo; por eso el mundo os odia" 389 éstas: "Para que tengan ^mi gozo cumplido dentro de
88. Desde estas palabras de Jesús: "Acordaos de mis pala- sí mismos" 512
bras", hasta: "Todas estas cosas os harán por mi nombre,
108. Desde estas palabras de Jesús: "Yo les he comunicado
porque no han conocido a Aquel que me envió" 393
tu doctrina", hasta éstas: "Para que ellos sean santifi-
89- Desde estas palabras del Señor: "Si yo no hubiese ve-
cados en la verdad" 518
nido y no les hubiese hablado", hasta éstas: "Quien me
109- Sobre estas palabras: "Mas no ruego por éstos solamen-
odia a mí, odia a mi Padre" 397
te, sino también por aquellos que por su palabra han de
90. Sobre estas palabras: "Quien me odia a mí, odia a mi
creer en mí" 522
Padre" 402
110. Desde las palabras siguientes: "Para que todos sean", etc.,
91. Sobre estas palabras: "Si no hubiese hecho en ellos obras
hasta éstas: "Y los has amado como me has amado a mí". 528
que ninguno otro ha hecho, no tuvieran pecado", etc 406
111. Desde estas palabras del Señor: "Padre, quiero que don-
92. Sobre estas palabras: "Cuando venga el Paráclito, que yo
de yo estoy estén conmigo también aquellos que me has
os enviaré de parte del Padre, y que es Espíritu de ver-
dado", hasta éstas: "Para que el amor que me has te-
dad", etc 410
nido a mí esté también en ellos" 538
93. Sobre esto que dice el Señor: "Os he dicho estas cosas
112. Acerca de lo que sigue: "Habiendo dicho Jesús estas co-
para que no os escandalicéis", hasta: "Y os he dicho es-
sas, salió con sus discípulos", etc., hasta éstas: "Pren-
tas cosas para que, cuando venga su hora, os acordéis de
dieron a Jesús y lo ataron" 548
que yo os las he dicho" 414
113- Desde la lectura de estas palabras: "Y lo condujeron
94. Desde estas palabras de Jesús: "No os dije estas cosas
primeramente a Anas", hasta éstas: "Otra vez lo negó
desde el principio porque estaba yo con vosotros", hasta
Pedro y al punto cantó el gallo" 553
éstas: "Si yo me fuere, os lo enviaré" 421
114. Desde aquel pasaje: "Le conducen de Caifas al pretorio",
95. Sobre estas palabras de la lectura anterior: "Cuando El
hasta éste: "Para que se cumpliese lo que Jesús dijo,
venga, argüirá al mundo en orden al pecado, a la justicia
manifestando con qué muerte había de morir" 560
y al juicio", etc 426
115. Desde esta frase: "Por segunda vez entró Pilato en el
96. Sobre estas palabras: "Aún tengo muchas cosas que de-
pretorio", hasta ésta: "Era Barrabás un ladrón" 565
ciros, pero ahora no podéis entenderlas; mas, cuando ven-
116. Acerca de esto que sigue: "Entonces tomó Pilato a Je-
ga el Espíritu de verdad, os enseñará toda la verdad" 433
sús y lo azotó", hasta esto: "Tomaron a Jesús y lo sa-
97. Sobre el mismo tema 440
caron" 571
98. Sobre el mismo asunto 447
117. Desde las palabras siguientes: "Y llevando a cuestas su
99. Sobre aquellas palabras: "No hablará de sí mismo, mas
cruz, salió para el lugar llamado de la Calavera", hasta
dirá lo que ha oído" 457
éstas: "Respondió Pilato: Lo escrito, escrito" 577
100. Sobre las últimas palabras de la lección anterior 468
118. Sobre estas palabras: "Los soldados, después de haberle
101. Acerca de aquello que dice el Señor: "Un poco más de
crucificado, tomaron sus vestidos", etc. 583
tiempo y ya no me veréis", hasta: "En aquel día no me
119. Desde estas palabras que siguen: "Y esto es lo que hi-
pediréis nada" 473
cieron los soldados", hasta éstas: "E inclinada la cabe-
102. Sobre estas palabras del Señor: "En verdad, en verdad
za, entregó el espíritu" 589
os digo: si algo pidiereis al Padre en mi nombre, os lo
XII índice generul
Págs. TRATADOS SOBRE EL EVANGELIO
120. Desde esto que sigue: "Los judíos, como era ia Patas- DE SAN JUAN
ceve", etc., hasta esto: "No conocían aún la Escritura,
que convenía que El resucitase de entre los muertos" ... 594
121. Desde esto que sigue: "Los discípulos volvieron otra vez 11
a reunirse con les suyos", hasta esto: "Bienaventurados
quienes no vieron y creyeron" 599
122. Desde esto que sigue: "Otras muchas señales hizo Je-
sús", hasta esto: "Y con ser tantos, no se rompió la red". 606
123- Desde lo que dijo Jesús: "Venid y comed", hasta: "Esto
le dijo, indicando la muerte con que había de glorificar
a Dios" 619
124. Desde este pasaje: "Y habiendo dicho esto, le dice: Si-
gúeme", hasta el final del evangelio 627
TRATADO 36*
DESDE LAS FALABRAS: "VOSOTROS JUZGÁIS SEGÚN LA CARNE. Y O NO
JUZGO A NADIE", HASTA ÉSTAS: " Y O SOY QUIEN DA TESTIMONIO DE MÍ,
Y TAMBIÉN DA TESTIMONIO DE MÍ EL PADRE, QUE ME ENVIÓ"

1. D e los cuatro Evangelios, o mejor, de las cuatro libros


de u n m i s m o Evangelio, el apóstol San J u a n , m e r e c i d a m e n t e
comparado con el águila en sentido espiritual, es el que ha re-
montado su exposición a u n g r a d o más alto y m á s sublime, q u e -
riendo con ello elevar t a m b i é n nuestros corazones. Los otros tres
evangelistas hablaron del Señor c o m o de u n h o m b r e que pasa
por la tierra, y poco dijeron de su divinidad. P e r o éste, c o m o
sintiendo asco de arrastrarse p o r la tierra, según lo manifestó en
el comienzo de su Evangelio, se elevó n o sólo sobre la tierra y
sobre los espacios aéreos y celestes, sino sobre los m i s m o s escua-
drones angélicos e invisibles potestades, llegando hasta A q u e l p o r
quien fueron hechas todas las cosas, diciendo: En el principio era
el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. El
estaba en el principio en Dios. Por El fueron hechas todas las
cosas, y nada se ha hecho sin El. D i j o cosas en consonancia con
este comienzo, hablando de la divinidad del Señor c o m o n i n g ú n
otro ha hablado. Devolvía el agua, q u e había bebido, pues n o en
vano se dice de él en este m i s m o Evangelio q u e en la Cena es-

TRACTATUS 36
A B EO QUOD SF.RIPTUM EST. V O S SI-CUNDUM CARNEM I U D I C A T I S ; EGO N O N IUDICO
<,»L;KMQUAM; USQUF AD I D . F.GO SUM QUI TESTIMONIUM PERHIBEO D E M E I P S O , ET E E S T I -
MONJUM PEHHJBF.T DE ME, QL'I M1SIT ME PATER

1. In quatuor Evangeliis, vel potius quatuor libris unius Evangelii,


sanctus Ioannes apostolus, non immerito secundum intelligentiam spiri-
tualem aquílae comparatus, altius multoque sublímíus alíís tribus erexit
praedicationem suam; et in eius eiectione etiam corda riostra erigí voluit.
Nam caeteri tres evangelistae, tanquam cura nomine Domino in tetra
ambulabant, de divinitate eius pauca dixerunt: istum autem quasi pigue-
rit in térra ambulare, skut ipso exordio sui sermonis intomiit, erexit se,
non solum super terram et super omnem ambitum aeris et caeli, sed
super omnem etiam exercitum Angelorum, omnemque constiturionem in-
visibilium potestatum, et pervenit ad eum per quem facta sunt omnia,
dicendo, In principio erat Verhum, et Verbum erat apad Deurn, et Deus
erat Verbum: hoc erat in principio apad Deum. Om-aia per ipswm facta
sunt, et une ipso factum est nibil (lo 1,1-3). Huic tantae sublimitati
principii etiam caetera congrua piaedicavit, et de Domini divinitate, quo-
modo nulíus alius, est locutus. Hoc ructabat quod biberat. Non enim
* Los tratados 1-35 se publicaron en el t o m o 13 de las Ohras de San Agustín
(BAC 139).
4 Sobre el Evangelio de San Juan 36, 2 36, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 5

taba recostado sobre el p e c h o del Señor. Secretamente bebía en afirmando q u e N u e s t r o Señor Jesucristo fue solamente Dios y n o
aquel pecho, y lo que secretamente bebió, p ú b l i c a m e n t e lo de- h o m b r e . T a n t o los unos c o m o los otros cayeron todos en la h e -
volvió con el propósito de q u e todas las gentes no sólo conocie- rejía. Mas la Iglesia católica, teniendo p o r verdadera en tino y
sen la encarnación, pasión y resurrección del H i j o de Dios, sino otro p u n t o la doctrina q u e posee y predicando lo q u e cree, vio en
también supiesen q u e antes de la encarnación existía el U n i g é n i - Cristo a Dios y al h o m b r e . A m b a s cosas fueron escritas y a m b a s
to del Padre, el V e r b o del Padre, coeterno de A q u e l que lo en- son verdaderas. Si dices que Cristo es sólo D i o s , niegas la m e -
g e n d r ó e igual a A q u e l que lo envió, hecho menor en la misión dicina q u e te ha salvado; si dices que es sólo hombre, niegas
m i s m a para que el P a d r e fuese mayor. el p o d e r q u e te ha creado. T e n , pues, por ciertas ambas cosas,
2. Acerca de lo que habéis oído escrito sobre la humillación alma fiel y corazón católico; créelas ambas y confiésalas con fide-
de N u e s t r o Señor Jesucristo, debéis considerar la misericordia en lidad. Cristo es D i o s , y Cristo es también h o m b r e . ¿Qué Dios es
tomar nuestra carne; lo q u e llegó a hacerse p o r nosotros, n o lo Cristo? Igual al Padre, u n a m i s m a cosa con el Padre. ¿Qué h o m -
q u e era, c u a n d o nos creó. M a s tened en cuenta q u e cuanto en el bre es Cristo? N a c i ó de u n a virgen, t o m a n d o del hombre la m o r -
Evangelio leáis u oigáis de sublime, de divino, de elevado sobre talidad sin contraer el pecado.
todas las criaturas, de su igualdad y coeternidad con el Padre, 3. Por lo tanto, estos judíos veían al h o m b r e sin entender
aplicado a El, oís o leéis lo q u e pertenece a la forma de D i o s ni creer que era D i o s . Y a habéis oído cómo entre otras cosas
y n o lo q u e pertenece a la forma de siervo. Y si seguís esta nor- le dijeron: Tú das testimonio de ti, tu testimonio no es verda-
ma cuantos podáis entenderlo, ya que n o todos podéis entenderlo, dero. Y en la lectura de ayer, q u e os expliqué según mis alcances,
mas todos debéis creerlo, si seguís esta norma, lucharéis seguros, escuchasteis la respuesta del Señor. Hoy h a n sido leídas estas pa-
como q u i e n camina en la luz, contra las calumnias de tenebrosas labras suyas: Vosotros juzgáis según la carne; por eso me decís:
herejías. N o faltaron quienes, leyendo sólo los testimonios evan- Tú das testimonio de ti, tu testimonio no es verdadero; porque
gélicos, admitieron los concernientes a la humillación de Cristo, juzgáis según la carne. N o veis en m í a Dios, sino sólo al hom-
haciéndose sordos a los referentes a su divinidad. T a n sordos bre; y persiguiendo al h o m b r e , ofendéis a Dios, escondido en este
c o m o malos lectores. Otros, fijándose solamente en lo q u e se h o m b r e . Juzgáis, -pues, según la carne. M e tacharéis de atrevido,
dice de la excelencia d e Cristo, a u n q u e leyeron q u e su misericor- p o r q u e doy testimonio d e mí, ya q u e el h o m b r e que da testimo-
dia le llevó a hacerse h o m b r e p o r nosotros,, n o lo creyeron, y to- nio laudable de sí m i s m o es calificado de altivo y soberbio. Y asi
m a r o n estos testimonios como falsos e intercalados por h o m b r e s ,
atque falsa esse putaverunt; contendentes Deum tantummodo fuisse _Do-
minum nostrum Christum, non etiam hominem. Alii sic, alii sic; utrique
sine causa de illo in isto ipso Evangelio narratur, quia et in convivio in etrote. Catholica autem fides ex utroque verum tenens quod tenet, et
super pectus Domini discumbebat (lo 13,23). De illo ergo pectore in praedicans quod credit, et Deum Christum intellexit, et hominem credidtt:
secreto bibebat: sed quod in secreto bibit, in manifestó eructavit, ut per- utrumque enim scriptum est, et utrumque verum est. Si Deum taritum
veniat ad omnes gentes non solum incarnatio Filii Dei, et passio, et resur- dixeris Christum, medicinam negas qua sanatus es: si hominem tantum
rectio; sed etiam quid etat ante incarnationem Unicus Patri, Verbum dixeris Christum, potentiam negas qua creatus es. Utrumque igítur teñe,
Patris, coaetemus generanti, aequalis ei a quo missus est; sed in ipsa mis- anima fidelis et cor catholicum, utrumque teñe, utrumque crede, utrum-
sione minor factus, quo maior esset Pater. que fidelitet confiteie. Et Deus Christus est, et homo Christus. Qualis
2. Quidquid ergo humiliter positum audistis de Domino Iesu Christo, Deus Christus? Aequalis Patri, unum cum Patre. Qualis homo Christus?
susceptae camis dispensationem cogítate; qualis factus est propter nos, De virgine natus, trahens de homine mortal i tatem, non trahens iniqui-
non qualis erat ut faceret nos: quidquid autem sublime et supra omnes tatem.
creatuias excelsum atque divinum, et Patri aequale atque coaeternum de 3. Isti ergo Iudaei vidcbant hominem, nec intelligebant nec crede-
¡lio audietitis in Evangelio poní, vel legeritis, scitote vos hoc legere bant Deum: atque intei caetera audistis iam quemadmodum ei dixennt,
quod ad formara Dei pertinet, non quod ad formam servi. Quia si istam Tu de te testimonium dicis; testimonium tuum non est verum (ibíd. 8,13) •
legulam tenueritis qui cápete potestis; non autem omnes cápete potestis, Audistis etiam quid ille responderá, cum hestemo die lectum esset, et
sed omnes ciedeie debetis: si ergo hanc regulam tenueritis, adversus pro nostris viribus disputatum. Hodie verba eius haec lecta sunt, Vos se-
calumnias tenebrarum haereticarum, tanquam in lumine ambulantes, se- cundum camem iadicatis. Ideo, inquit, mihi dicitis, Tu de te testimo-
cuii pugnabitis. Non enim defuerunt qui sola evangélica testimonia le- nium dicis; testimonium. tuum non est tieritm, quia secnndurtt carnem
gendo sectarentur, quae de humilitate Chtisti posita sunt, qui adversus iadicatis; quia Deum non intelligitis, et hominem Yidetis, et hominem
ea testimonia quae divinitatem eius locuta sunt, surdi fuerunt: ideo sutdi, persequendo, Deum latentem offenditis. Etgo secimdu-m carne-m- iudicatis.
ut male verbosi. ítem quídam illa sola attendentes quae de Domini su- Ideo vobis arrogans videot, quia ego de me testimonium perhibeo- Omnis
blimitate dicta sunt, etiam ipsi misericotdiam eius, qua homo factus est enim homo, quando de se vult perhibete testimonium laudábale, arrogans
propter nos, et si legerunt, non ctediderunt, et ab hominibus inducta,
6 Sobre el Evangelio de San Juan 36, 4 36, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 1
está escrito: No te alabe tu lengua, sino la de tu prójimo. Pero como juez. Cristo vino primero a salvar y después a juzgar, con-
esto fue dicho de los hombres, que somos débiles y hablamos con denando en su juicio a quienes no quisieron salvarse y condu-
débiles. Podemos decir la verdad o mentir, y, aunque debemos ciendo a la vida a quienes no rechazaron su salvación. La primera
decir la verdad, podemos, no obstante, mentir cuando queremos. función de Nuestro Señor Jesucristo es medicinal, no judicial.
La Luz no puede mentir; no cabe pensar que en el resplandor Porque, si hubiese venido primero a juzgar, no hubiera hallado a
de la luz divina puedan tener lugar las tinieblas de la mentira. quién premiar con justicia. Mas, porque vio que todos eran peca-
El hablaba como Luz, hablaba como Verdad, y la luz brillaba en dores y que absolutamente ninguno estaba exento de la muerte
las tinieblas, mas éstas no la comprendieron. Por eso juzgaban merecida por el pecado, antes debía derramar su misericordia para
según la carne. Vosotros, dice, juzgáis según la carne. ejercer después su justicia, según se dice de El en el Salmo: Can-
4. Yo no juzgo a nadie. Pero ¿es que Cristo, nuestro Señor, taré, Señor, tu misericordia y tu justicia. N o dice tu justicia y tu
no ha de juzgar a nadie? ¿No es El de quien confesamos que misericordia; porque, si precediera la justicia, no quedaría lugar
resucitó al tercer día, que subió a los cielos, que de allí ha de para la misericordia, y así, primero es la misericordia y después
venir a juzgar a los vivos y a los muertos? ¿No es esta nuestra la justicia. ¿Qué hizo primero la misericordia? El Creador del
creencia de la cual dice el Apóstol: Es necesaria la je en el co- hombre se dignó hacerse hombre. Se hizo lo que El había hecho,
razón para justificarse, y es necesario confesarla con la palabra para que lo que El había hecho no pereciese. ¿Qué más puede
para salvarse? ¿Contradecimos al Señor con nuestra confesión? añadirse a esta misericordia? El, sin embargo, añadió más. Poco
Decimos nosotros que ha de venir como juez de vivos y muertos, era hacerse hombre, quiso ser despreciado por el hombre; poco
y El dice: Yo no juzgo a nadie. Esta cuestión tiene dos solucio- era ser despreciado, quiso ser deshonrado; aún era poco ser des-
nes. Una: Yo no juzgo a nadie, ahora, según dice en otro lugar: honrado, quiso que le hicieran morir; y como si esto no fuera
bastante, morir en una cruz. Queriendo el Apóstol ponderar su
Yo no he venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo. N o
obediencia hasta la muerte, no se contentó con decir: Hecho obe-
niega el juicio, lo aplaza. Otra: Como había dicho: Vosotros juz-
diente hasta la muerte, no hasta una muerte cualquiera, sino que
gáis según la carne, al añadir: Yo no juzgo a nadie, podéis en-
añadió: Hasta la muerte de cruz. Entre todas las muertes, ninguna
tender, según la carne. No ha de haber en nuestro corazón duda
era peor que la muerte de cruz. Por eso, cuando los dolores
alguna contraria a la fe que tenemos y profesamos de Cristo
son vivísimos, se les llama cruciatus, derivado de la palabra cruz.
et superbus videtur. Ideo scriptum est, Non te laudet os tuum, sed laudet Los crucificados, colgados de un madero, con sus manos y pies
te os proximi tui (Prov 27,2). Sed hoc homini dictum est. Infirmi enim taladrados con clavos, acababan con una muerte muy lenta, pues
sumus, et apud infirmos loquimur. Verum dicere et mentiri possumus:
etsi verum dicere debemus, et mentiri tamen possumus cum volumus. vare, postea iudicare: eos iudicando in poenam, qui salvari noluerunt;
Lux mentiri non potest: absit ut in lucis divinae splendore tenebrae eos perducendo ad vitam, qui credendo salutem non respuerunt. Prima
mendacii reperiantur. Loquebatur ille tanquam lux, loquebatur tanquam ergo dispensado Domini nostri Iesu Christi medicinalis est, non iudicialis:
veritas; sed iux in tenebris lucebat, et tenebrae eam non comprehende- nam si primo venisset iudicaturus, neminem invenisset cui praemia iusti-
runt: ideo secundum carnem iudicabant. Vos, inquit, secimdum carnem tiae redderet. Quia ergo vidit omnes peccatores, et omnino neminem esse
iudicatis. immunem a morte peccati; prius erat eius misericordia praeroganda, et
4. Ego non indico quemquam. Non ergo iudicat quemquam Domi- post exserendum iudicium: quia de illo cantaverat Psalmus, Misericordiam
nus Iesus Christus? Nonne ipse est quem confitemur resurrexisse tertia et iudicium cantabo tibi, Domine (Ps 100,1). Non enim iudicium ait et
die, ascendisse in caelum, ibi sedere ad dexteram Patris, inde esse ventu- misericordiam; nam si primo esset iudicium, milla esset misericordia: sed
rum ad iudicandos vivos et mortuos? Nonne ipsa est fides nostra, de qua primo misericordia, postea iudicium. Quae est primo misericordia? Creator
dicit Apostolus, Corde creditur ad iustitiam, ore autem confessio jit ad hominis, homo esse dignatus est: factus est quod fecerat, ne periret quem
salutem? (Rom 10,10). Ergo quando ista confitemur, contra Dominum fecerat. Quid huic misericordiae addi potest? Et tamen addidit. Patum
loquimur? Nos dicimus venturum iudicem vivorum et mortuorum; ipse fuit ei hominem fieri; sed etiam ab hominibus leprobari: parum erat
autem dicit, Ego non indico quemquam. Quaestio ista duobus modis solvi reprobari; et exhonorari: parum erat exhonorari; et occidi: sed et hoc
potest; ut aut hoc imelligamus, non indico quemquam, id est, modo: parum est; morte crucis. Nam et cum eius obedientiam usque ad mor-
sicut dicit alio loco, Ego non veni ut iudicem mundum, sed ut salvum tem factam commendaret Apostolus, parum illi fuit dicere, Factus obe-
jaciam mundum (lo 12,47); non iudicium suum negando, sed differendo. diens usque ad mortem: non enim qualemcumque mortem, sed addidit,
Aut certe quia dixerat, Vos secundum carnem iudicatis; ita subiunxit, mortem, autem crucis (Phil 2,8). Illa morte peius nihil fuit Ínter omnia
Ego non indico quemquam, ut subaudias, secundum carnem. Nullus ergo geneta mortium. Denique ubi dolores aceriimi exagitant, cruciatus voca-
nobis contra fidem quam tenemus et annuntiamus de iudice Christo, tur, a cruce nominatus. Pendentes enim in ligno crucifixi, clavis ad
scrupulus dubitationis in corde remaneat. Venit Christus, sed primo sal- lignum pedibus manibusque confixi, producía morte necabantut. Non
8 Sobre el Evangelio de San Juan 36, 4 36, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 9
la muerte no era inmediata a la crucifixión. Se les hacía vivir no saben lo que hacen. Por consiguiente, o bien dijo: Yo no
largo tiempo en la cruz, no con el fin de alargarles la vida, sino juzgo a nadie, porque no había venido a juzgar al mundo, sino
coa el fin de que, muriendo lentamente, su tormento fuese más a salvarlo; o bien, como dije antes, al decir: Vosotros juzgáis se-
prolongado. Es poco decir que quiso morir por nosotros; quiso, gún la carne, añadió: Yo no juzgo a nadie, para que entendamos
además, ser crucificado, haciéndose obediente hasta la muerte de que Cristo no juzga según la carne como El fue juzgado por los
cruz. Quien había de vencer a la muerte, eligió el peor y más hombres.
ignominioso género de muerte, y, sufriendo la peor de las muer- 5. Y para que sepáis que Cristo es también juez, escuchad
tes, hizo morir a la muerte. Pésima era a los ojos de los judíos, lo que dice: Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero. Ahí tienes
pero había sido elegida por Cristo. Había de tomar su misma al juez. Reconócele antes por tu Salvador para que no lo sientas
cruz por enseña y había de colocarla en la frente de sus fieles como juez. Pero ¿por qué dijo que su juicio es verdadero? Por-
como trofeo de su victoria sobre el demonio. Por esta razón dice que dice: Yo no estoy solo, sino yo y el Padre, que me envió.
el Apóstol: No quiero gloriarme sino en la cruz de Nuestro Se- Ya os dije, hermanos, que este evangelista, San Juan, vuela muy
ñor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mi y alto y apenas puede ser comprendido. Voy a exponer a vuestra
yo para el mundo. Nada había entonces más funesto para el caridad el misterio de volar tan alto. En el profeta Ezequiel y en
cuerpo, y nada se lleva ahora en la frente con más gloria que el Apocalipsis del mismo San Juan, autor de este Evangelio, se
la cruz. ¿Qué no reservará para sus fieles quien dio tanto honor hace mención de un animal cuadruplo, que encierra en sí cuatro
al instrumento de su suplicio? Los mismos romanos ya no em- personas: de hombre, de león, de becerro y de águila. Muchos
plean la cruz para los reos, estimando que, después de haber intérpretes de las Sagradas Escrituras, antes que nosotros, vieron
sido ennoblecida por el Salvador, sería hacerles un honor cruci- en este animal, o mejor, en estos cuatro animales, a los cuatro
ficándolos. Luego quien para esto vino al mundo, no juzgó a na- evangelistas. El león, que parece ser el rey de los animales pot
die, sino que aún toleró a los malos. Sufrió un juicio injusto, su poder y fuerza terribles, es el símbolo de rey, y ha sido atri-
para poder hacer un juicio justo. Acatar el juicio injusto fue in- buido a San Mateo, porque en la genealogía del Señor ha seguido
dicio de misericordia, y al humillarse hasta la muerte de cruz la genealogía regia, demostrando cómo el Señor por su estirpe
no hizo más que dar largas a su poder manifestando su miseri- regia era descendiente del rey David. A San Lucas, que comienza
cordia. ¿Cómo dio largas a su poder? N o queriendo bajar de la por el sacerdocio de Zacarías, haciendo mención del padre de
cruz quien tuvo poder para salir del sepulcro. ¿Cómo manifestó su Juan Bautista, le fue asignado el becerro, por ser la víctima prin-
misericordia? Diciendo desde la cruz: Padre, perdónales, porque
23,34). Sive ergo proptet hoc, quia non venerat iudicare mundum, sed
enim crucífigi hoc etat occidi: sed diu vivebatur in cruce; non quia lon- salvare mundum, dixit, Ego non indico quemquam: sive quemadmodum
gior vita eligebatur, sed quia mors ipsa protendebatur, ne dolor citius commemoravi, quoniam dixerat, Vos secundum carnem iudicatis, addidit,
finiretur. Mori voluit pro nobis: parum dicimus, crucifigi dignatus est, Ego non iudico quemquam, ut intelligamus Christum non secundum car-
usque ad mortem crucis obediens factus. Elegit extremum et pessimum nem iudicare, sicut ab hominibus iudicatus est.
genus mortis, quí omnem fuerat ablaturus mortem: de morte pessima 5. Nam ut agnoscatis iam et iudicem Christum, audite quod sequitut:
occidit omnem mottem. Pessima enim erat non intelligentibus Iudaeis; Et si iudico ego, iudicium meum verum est. Ecce habes et iudicem,
nam a Domino electa erat, ipsam enim crucem suam signum habiturus sed agnosce salvatorem, ne sentías iudicem. Quare autem dixit iudicium
erat, ipsam crucem de diabolo superato tanquam tropaeum in frontibus suum verum esse? Quia solus, inquit, non sum, sed ego et qui misit me
fidelium positutus, ut diceret Apostolus: Mihi autem absit glorian nisi Pater. Dixi vobis, fratres, quia Ioannes iste evangelista sanctus multum
in ornee Dominí nostri lesu Christi, per quem mihi mundus crucifixus alte volat: vix est eum mente comprehendere. Mysteiium autem altius
est, et ego mundo (Gal 6,14). Nihil erat tune in carne intolerabilius, nihil volantis opus est ut commemorem Charitatem vestram. Et apud Ezechie-
est nunc in fronte glociosius. Quid servat fideli suo, qui talem honorem lem prophetam, et in Apocalypsi ipsius Ioannis, cuius est hoc Evangelium,
dedit supplicio suo? Denique modo in poenis reorum non est apud Ro- commemoratur animal quadruplex, habens quatuor personas; hominis,
manos: ubi enim Domini crux honorata est, putatum est quod et reus vituli, leonis, aquilae (Ez 1,5-10; Apoc 4,6.7). Qui ante nos Scripturatum
honoratetur, si crucifigeretur. Qui ergo ideo venit, neminem ¡udicavit: sanctarum mysteria tractavetunt, pletique in hoc animali, vel potius
et malos passus est. Pertulit iniustum iudicium, ut ageret iustum. Sed in in his animalibus quatuor Evangelistas intellexetunt. Leonem pro tege
eo quod pertulit iniustum, misericotdiae fuit. Denique ita humilis factus positum, quoniam videtur leo rex esse quodammodo bestiarum, proptei
ut veniret ad crucem, distulit quidem potentiam, sed publicavit miseri- potentiam et terribilem fortitudinem. Haec persona tributa est Matthaeo,
coxdiam. Unde distulit potentiam? Quia de cruce noluit descenderé, qui quia in generationibus Domini regiam seriem piosecutus est, quemadmo-
potuit de sepulcro tesurgere. Unde publicavit misericordiam? Quia pen- dum esset Dominus per stirpem regiam de semine David regis. Lucas
dens in cruce dixit: Pater, ignosce Mis, quia nesciunt quid faciunt (Le autem quoniam coepit a saceidotio Zachatiae sacetdotis, faciens mentio-
36, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 11
10 Sobre el Evangelio de Sun }nan 36, 6

cipal de los sacrificios sacerdotales. A San Marcos le fue adjudi- tuar en su corazón. Ya entonces la necesidad obligó a varones
cado el h o m b r e Cristo, p o r q u e nada dijo de la regia potestad de espirituales, que h a b í a n leído y descubierto en el Evangelio algo
Cristo, ni c o m e n z ó p o r la potestad sacerdotal, sino sencillamente acerca de la divinidad de N u e s t r o Señor Jesucristo, a esgrimir
por el h o m b r e Cristo. Todos ellos casi no se salieron de las cosas las armas de Cristo contra las armas del diablo, y a oponerse con
terrenas, es decir, de las cosas q u e en la tierra obró N u e s t r o Se- todas sus fuerzas, en reñidísimas batallas, a los falsos y falaces
ñor Jesucristo. Q u e d a el águila: es San J u a n , q u e habla de cosas doctores para evitar que otros pereciesen a causa de su silencio.
sublimes, c o n t e m p l a n d o con ojos fijos la luz interna y eterna. Los q u e i m a g i n a r o n q u e N u e s t r o Señor Jesucristo era de dife-
Dícese que las águilas p r u e b a n a sus polluelos tomándolos en sus rente sustancia que el Padre, o q u e sólo existe Cristo, de tal m o d o
garras el p a d r e y exponiéndolos a los rayos solares; reconociendo que El m i s m o sea el Padre, el H i j o y el Espíritu Santo; quienes
por hijos a los que fijamente los m i r a n y soltando de sus garras, opinaron q u e Cristo fue solamente h o m b r e y n o D i o s hecho hom-
c o m o adulterinos, a los que parpadean. D e d u c i d de aquí cuan bre, o que era u n D i o s tal, q u e fuese mutable en su divinidad,
sublimes cosas debió decir q u i e n fue c o m p a r a d o con el águila. o u n D i o s que n o podía ser t a m b i é n h o m b r e , naufragaron en la
Y, sin e m b a r g o , nosotros, enfermizos y casi de n i n g ú n valor en- fe y fueron arrojados del p u e r t o de la Iglesia para evitar que
tre los h o m b r e s , p r e t e n d e m o s tratar y exponer estas cosas, ima- con su agitación hiciesen brechas en las naves que estaban a su
g i n a n d o p o d e r entenderlas cuando en ellas m e d i t a m o s o haberlas lado. Este es el m o t i v o de q u e yo, el m e n o r de todos y total-
e n t e n d i d o cuando los exponemos. m e n t e indigno, p o r lo que a m í respecta, p e r o colocado por su
misericordia entre el n ú m e r o de sus ministros, n o p u e d a callar
6. ¿Por q u é he dicho esto? Quizá alguno, al oír estas pala-
ante vosotros, a fin de que entendáis y os alegréis c o n m i g o , o
bras, diga con razón: Deja, p u e s , el códice; ¿por q u é pones tus
bien, si no llegáis a entender, permanezcáis e n el p u e r t o firmes
manos en lo que excede a tu capacidad y osas hablar de ello?
en la fe.
A esto r e s p o n d o q u e a b u n d a n los herejes y que D i o s ha p e r m i -
7. H a b l a r é , pues. E n t i e n d a q u i e n pueda, y crea q u i e n n o
tido tal abundancia p a r a q u e dejemos la leche y salgamos de esa
pueda entender. E x p o n d r é las palabras del Señor: Vosotros juz-
infancia que nos es c o m ú n con los brutos. Por n o haber enten-
gáis según la carne; yo no juzgo a nadie, e n t e n d i e n d o : ahora o
d i d o lo q u e se dice de la divinidad de Cristo, lo interpretaron
según la carne. Pero, si yo juzgo, mi juicio es verdadero. Y ¿por
a su antojo, o r i g i n a n d o con su insipiencia ingratísimas perpleji-
q u é tu juicio es verdadero? Porque yo no estoy solo, sino yo y el
dades a los fieles católicos, que comenzaron a agitarse y a fluc-
Padre, que me envió. ¿Qué dices, Señor Jesús? Si fueses tú solo,
nem patris Ioannis Baptistae, vítulo deputatus est; quia magna victima
vitulus erat in sacrificio sacerdotum. Marcus homo Christus mérito as- Iam tune necessitas facta est spiritual ibus viris, qui aliquid secundum di-
signatus est, quia ñeque de regia potestate aliquid dixit, ñeque de sacer- vinitatem Domini nostri lesu Christi, non solum legerant in Evangelio,
dotali coepit, sed tanmm ab homine Christo exorsus est. Hi omnes prope sed etiam intellexerant, ut contra arma diaboli Christi arma proferrent: et
de terrenis, id est de iis quae in térra gessit Dominus noster Iesus Chris- de Christi divinitate adversus falsos fallacesque doctores, quantis possent
tus, non recesserunt: de divinitate eius perpauca locuti sunt, tanquam in viribus, apertissima conflictatione pugnarent; ne cum ipsi tacerent, alii
térra cum illo ambulantes. Restat aquila: ipse est Ioannes. sublimium perirent. Quicumque enim senserunt Dominum nostrum Iesum Christum,
praedicator, et lucís internae atque aeternae fixis oculis contemplator. aut diversae substantiae esse quam Pater est, aut tantum esse Christum
Dicuntur enim et pulli aquilarum a parentibus sic probari, patris scilicet solum, ut ipse sit Pater, ipse sit Filius, ipse sit Spiritus sanctus: quicum-
ungue suspendí, et radiis solis opponi: qui firme contemplatus fuerit, que etiam sentiré voluerunt hominem fuisse solum, non Deum factum
filius agnoscitur; si acie palpitaverit, tanquam adulterinus ab ungue d¡- hominem, aut ita Deum ut in sua divinitate mutabüem, aut ita Deum
mittitur. Iam ergo videte quam sublimia loqui debuit, qui est aquilae ut non et hominem; a fide naufragaverunt, et de portu Ecclesiae proiecti
comparatus: et tamen etiam nos humi repentes, infirmi et vix ullius rao- sunt, ne inquietudine sua naves secum positas frangerent. Quae res coegit
mentí inter nomines, audemus tractare ista, et ista exponere; et putamus ut etiam nos minimi, et quantum ad nos pertinet prorsus indigni, quan-
nos aut capere posse cum cogitamus, aut capí dum dicimus. tum autem ad illius misericordiam in aliquo dispensatorum eius numero
constituti, non vobis taceamus quod aut intelligatis, mecumque gaudea-
6. Quare ista dixi? Forte enim post haec verba quisquam mihi
tis; aut si intelligere nondum valetis, credendo securi in portu maneatis.
iuste dicat: Pone ergo codicem. Quod excedit mensuram mam, quid
7. Dicam ergo; capiat qui potest, credat qui non potest: tamen di-
sumís in marniin tuam? quid ei committis linguam tuam? Ad hoc re-
cam quod ait Dominus, Vos secundum carnem iudicaüs; ego non indico
spondeo: Muti haeretici abundant, et ad hoc eos Deus abundare permisit,
quemquam, aut modo, aut secundum carnem. Sed et si ego iudico, iu-
ne sempeí lacte nutriamur, et in bruta infantia remaneamus. Quia enim
dicium meum vemm est. Quare iudicium tuum verum est? Quia. solus
non intellexerunt quomodo commendaretur divinitas Christi, sapuerunt
non sum, inquit, sed ego et qui misit me Valer. Quid ergo, Domine
sicut voluerunt: non autem recte sapiendo, fidelibus catholicis quaestiones
lesu? Si solus esses, falsum esset iudicium tuum; et ideo verum iudicas,
molestissimas intulerum; coeperunt exagitarí et fluctuare corda fidelium.
12 Sobre el Evangelio de San Juan 36, 8 36, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 13
¿sería falso tu juicio, y sólo es verdadero p o r q u e no estás solo, carnación del Hijo. N o creas q u e el P a d r e se encarnó, p e r o cree
sino tú y el Padre, q u e te envió? ¿Qué he de responder? Respon- que el Padre n o se separó del H i j o encarnado. El H i j o llevaba
da El m i s m o : Verdadero es mi juicio. ¿Por qué? Porque no estoy la carne; el P a d r e estaba con el Hijo. Si el Padre estaba en el
solo, sino yo y el Padre, que me envió. Si está contigo, ¿cómo te cielo y el H i j o en la tierra, ¿cómo el P a d r e estaba con el Hijo?
envió? ¿Te envió y está contigo? ¿Es posible q u e , al ser enviado, P o r q u e tanto el Padre c o m o el H i j o estaban en todas partes. D i o s
n o te apartaras de El? ¿Es posible que permanezcas allí, habien- n o está en el cielo de m o d o q u e no esté t a m b i é n en la tierra.
do v e n i d o hasta nosotros? ¿Cómo se p u e d e creer o c ó m o se p u e - Escucha a aquel q u e , para huir el juicio de Dios, n o hallaba dónde
de entender esto? A estas dos interrogaciones respondo q u e con esconderse: ¿Adonde iré para estar lejos de tu espíritu, y en qué
razón p r e g u n t a s cómo se entiende, p e r o sin razón dices cómo se lugar me esconderé de tu presencia? Si subiere al cielo, allí estás
p u e d e creer, ya que se cree precisamente p o r q u e n o se entiende tú. Pero la cuestión era acerca de la tierra. Escucha lo que sigue:
con rapidez. Lo q u e r á p i d a m e n t e se percibe, n o se cree, p o r q u e Si bajare al infierno, allí estás presente. Pues si está escrito que
se ve. Por eso crees, p o r q u e n o entiendes, y creyendo te predis- está aun en el infierno, ¿puede quedar algún lugar d o n d e no
pones para entender. Si n o crees, nunca entenderás, p o r q u e serás esté? Dice D i o s por el profeta: Yo lleno el cielo y la tierra.
menos apto. Limpíete la fe para q u e te veas lleno de inteligencia. Luego en todas parres está quien n o p u e d e ser contenido en lu-
Verdadero, dice, es mi juicio, porque no estoy solo, sino yo y el gar alguno. N o te separes de El y está contigo. Si quieres llegar
Padre, que me envió. Luego, Señor Dios N u e s t r o Jsucristo, tu m i - hasta El, sé diligente en amar, corriendo n o con los pies, sino
sión es tu encarnación. Así lo veo, así lo e n t i e n d o y así lo creo, con los afectos. P e r m a n e c i e n d o en el m i s m o lugar, llegas si crees
no sea q u e parezca osadía decir q u e lo entiendo. C i e r t a m e n t e aquí y amas. Luego está en todo lugar, y si está en todo lugar, ¿no
está N u e s t r o Señor Jesucristo. Mejor dicho, aquí estaba según la ha de estar con el Hijo? ¿Dejará de estar con el H i j o , estando
carne; ahora está aquí según la divinidad. Estaba con el Padre contigo si eres creyente?
y n o se separó del Padre. A l decir a u e fue enviado a nosotros, 9. ¿Por qué es verdadero su juicio, sino p o r q u e es verdadero
q u e r e m o s decir que se encarnó, pues el Padre n o se encarnó. Hijo? El dijo: Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero, porque
8. A l g u n o s herejes, llamados sabelianos y t a m b i é n patripa- no estoy solo, sino yo y el Padre, que me envió. C o m o si dijese:
sianos, dicen que el Padre m i s m o fue quien sufrió la pasión. Mi juicio es verdadero, p o r q u e soy H i j o d e Dios. ¿Cómo pruebas
T ú , católico, n o digas cosa semejante, pues si fueres patripasiano, q u e eres H i j o de Dios? Porque no estoy solo, sino yo y el Padre,
quedarás herido. T e n presente q u e la misión del H i j o es la en- que me envió. Enrojece, sabeliano. Oyes hablar del H i j o , oyes ha-
blar del Padre. El Padre es el Padre, el H i j o es el Hijo. N o
quia solus non es, sed tu et qui te misit Pater? Quid respónsurus sum?
Ipse respondeat: Verum est, inquit, iudicium meum. Quare? Quia solus credas, sed a Filio incarnato Patrem recessisse non ctedas. Ule carnem
non sum, sed ego et qui misit me Pater. Si tecum est, quomodo te misit? portabat, ille cum Filio erat. Si in cáelo Pater, jn térra Filius; quomodo
Et te misit, et tecum est? Itane et missus non recessisti? itane et ad nos Pater cum Filio erat? Quia et Pater et Filius ubique erant: non enim
venisti, et ibi mansisti? Quomodo istud creditur? quomodo capitur? Ad in cáelo sic est Deus, ut non sit in térra. Audi illum qui volebat íugere
haec dúo respondeo: Quomodo capitur, recte dicis; quomodo creditur, iudicium Dei, et non inveniebat qua: Quo abibo, inquit, a spiritu tuo, et
non recte dicis. Imo ideo bene creditur, quia non cito capitur: nam si a facie tua quo jugiam? Si ascenderá in caelum, tu ibi es. De tena
cito caperetur, non opus erat ut crederetur; quia videretur. Ideo credis, erat quaestio: audi quid sequitur: Si descenderá ad injernum, ades (Ps
quia non capis; sed credendo fis idoneus ut capias. Nam si non credis, 138,7.8). Si ergo et in inferno dicitur quod adsit, quid rerum remanet
nunquam capíes; quia minus idoneus remanebis. Fides ergo mundet te, ubi non sit? Vox enim Dei est apud prophetam, Caelum et terram ego
ut intellectus impleat te. Verum est, inquit, iudicium meum; quia solus impleo (Ier 23,24). Ubique ergo est, qui nullo dauditur Joco. Noli ab
non sum, sed ego et qui misit me Pater. Ergo, Domine Deus noster Iesu illo averti, et tecum est. Si vis ad eum pervenire, noli piger esse amare:
Christe, missio tua incarnatio tua est. Sic video, sic intelligo: postremo non enim pedibus, sed affectibus curiis. Uno loco manens venis, si credis
sic credo, ne arrogantiae sit dicere, Sic intelligo. Prorsus et hic est Do- et diligis. Ergo ubique est: si ubique est, quomodo cum Filio non est?
minus noster Iesus Christus; imo hic erat secundum carnem, modo hic Itane cum Filio non est, qui, si credis, et tecum est?
est secundum divinitatem: et cum Patre erat, et a Patre non recesserat. 9- Unde ergo verum est iudicium eius, nisi quia verus est Filius?
Quod ergo dicitur missus venisse ad nos, incarnatio ipsius commendatur, Hoc enim dixit, Et si indico, verum est iudicium meum; quia solus non
quia Pater non est incarnatus. sum, sed ego et qui misit me Pater. Tanquam diceret, Verum est iudi-
8. Nam Sabelliani dicti sunt quídam haeretici, qui vocantur et cium meum, quia Filius Dei sum. Unde probas quia Filius Dei es? Quia
Patripassiani, qui dicunt ipsum Patrem passum fuisse. Noli tu, catholice: solus non sum, sed ego et qui misit me Pater. Erubesce, Sabelliane, audis
si enim fueris patiipassianus, non eris sanus. Ergo intellige missionem Filium, audis Patrem. Pater, Pater est; Filius, Filius est. Non dixit, Ego
Filü nominatam incarnatíonem Filii: Patrem autem incarnatum esse non sum Pater, et ego ipse sum Filius; sed, solus non sum, inquit. Quare
U Sobre el Evangelio de San Juan 36, 9 ,,- ,Q Sobre el Evangelio de San Juan 15
dijo: Yo soy el Padre, yo mismo soy el Hijo. Dijo: Yo no estoy
cha al mismo Hijo: Yo y el Padre somos una misma cosa. No
solo. ¿Por qué no estás solo? Porque conmigo está el Padre: Yo
dijo: Yo soy el Padre, ni Yo y el Padre somos uno solo. Cuando
soy, y el Padre, que me envió. Ya lo has oído. Yo soy y el que
dice: Yo y el Padre somos una misma cosa, has de fijarte en las
me envió. Fíjate en las personas, no las confundas. Distingüelas
palabras una misma cosa y somos, y así te verás libre de Caribdis
inteligentemente, no las separes pérfidamente, no sea que, por
y de Escila. Diciendo: Una misma cosa, te libra de caer en el
huir de Caribdis, caigas en Escila. Estabas a punto de ser devo-
error de Arrio, y diciendo: Somos, te libra del error de Sabelio.
rado por las fauces impías de los sabelianos, si decías que el
Si es una misma cosa, no es diverso. Si somos, son el Padre y el
Padre era el mismo que es el Hijo. Ahora ya lo sabes: No estoy
Hijo. No diría: Somos, si fuese uno solo; como tampoco diría:
solo, sino yo y el Padre, que me envió. Sabes que el Padre es
Una misma cosa, si fuesen diversos. Por eso dice: Mi juicio es
el Padre y que el Hijo es el Hijo. Esto lo reconoces, pero no
verdadero, para que creas que soy Hijo de Dios. Pero de tal modo,
digas que el Padre es mayor, que el Hijo es menor; que el Padre
dice, quiero que creas que soy Hijo de Dios, que entiendas que
es el oro, que el Hijo es la plata. Sólo hay una sustancia, una di-
conmigo está el Padre; que no soy Hijo de modo que me haya
vinidad, una coeternidad, igualdad perfecta; no hay diferencia al-
separado de El. N o estoy aquí sin estar con El, y El no está allí
guna. Si solamente crees que Cristo es otro distinto del Padre,
sin estar conmigo. Tomé la forma de siervo sin perder la forma
pero no de la misma naturaleza, habrás salvado el peligro de
de Dios. Por lo cual dice: No estoy solo, sino yo y el Padre,
Caribdis, pero te has estrellado contra las rocas de Escila. Navega
que me envió.
por el medio huyendo de uno y otro extremo. El Padre es el
Padre, el Hijo es el Hijo. Confiesas ya que el Padre es el Padre 10. Cuando habla de su juicio, quiere decir de su testimo-
y aue el Hijo es el Hijo. Has salvado el peligro de ser tragado nio. En vuestra ley, dice, está escrito que el testimonio de dos
por el abismo. ¿Por qué quieres dar en el otro extremo diciendo hombres es verdadero. Yo soy quien da testimonio de mí, y tam-
que una cosa es el Padre y otra el Hijo? Dices bien si dices que bién da testimonio de mi el Padre, que me envió. Les dio una
es otro, pero no dices bien si dices que es otra cosa. El Hijo explicación de la ley, si ellos la hubiesen recibido. Una cuestión
es otro, porque no es el mismo que el Padre, y el Padre es otro, profunda, hermanos míos, se nos presenta, y, a mi parecer, llena
porque no es el mismo que el Hijo. Pero no es otra cosa, porque de misterio, cuando dice Dios: Por el testimonio de dos o tres
la misma cosa son el Padre y el Hijo. ¿Qué es esa misma cosa? testigos serán firmes todas las cosas. ¿Se busca la verdad por el
Un solo Dios. Oíste decir: No estoy solo, sino yo y el Padre, que testimonio de dos testigos? Ciertamente. Así lo sanciona la cos-
me envió. Advierte cómo debes creer al Padre y al Hijo. Escu- tumbre del género humano. Sin embargo, puede suceder que los
dos mientan. La casta Susana fue acusada por dos testigos falsos.
solus non es? Quia mecum est Pater. Ego sum, et qui misit me Pater:
audis, Ego sum, et qui me misit. Ne perdas personam, distingue personas. unum sumus (lo 10,30). Non dixit, Patei ego sum; aut, Ego et Pater
Distingue intelligentia, noli separare perfidia, ne iterum quasi fugiens unus est: sed cum dicit, Ego et Pater unum sumus; utrumque audi, et
Charybdim, in Scyllam incurras. Vorabat enim te gurges impietatis Sa- unum, et sumus, et a Charybdi et a Scylla liberaberis. In duobus istis
bellianorura, ut díceres ipsum esse Patrem qui est Filius: modo didicisti, verbis quod dixit, unum, liberat te ab Ario: quod dixit, sumus, liberat
Solas non sum, sed ego et qui misit me Pater. Agnoscis quia Pater, te a Sabellio. Si unum, non ergo diyersum; si sumus, ergo et Pater et Fi-
Pater est; et Filius, Filius est. Bene agnoscis; sed noli dicere, Pater maior lius. Sumus enim, non diceret de uno; sed et unum non diceiet de di-
est, Filius minor est; noli dicere, Pater aurum est, Filius argentum verso. Ergo ideo -verum est, inquit, iudicium meum, bteviter ut audias,
est. Una substantia est, una divinitas, una coaeternitas, perfecta aequali- quia Filius Dei sum. Sed sic tibí persuadeo, inquit, quia Filius Dei sum,
tas, dissirailitudo nulla. Nam si tantummodo alterum credideris esse ut intelligas quia mecum est Pater: non sic sum Filius ut ipsum deserue-
Christum, non eum qui Pater est, in aliquo tamen distantem secundum rim; non ita hic sum, ut cum ipso non sim; non ita ibi ille est, ut me-
naturam esse putaverís; a Charybdi quidem exasisti, sed in Scyllaeis sco- cum non sit: formara servi accepi (Phil 2,7), sed formam Dei non amisi;
pulis naufragasti. In medio naviga, utrumque periculosum latus evita. Solus ergo, inquit, non sum, sed ego et qui -misit me Pater.
Pater, Pater est; Filius, Filius est. lam dicis, Pater, Pater est; Filius, 10. Dixerat de iudido; de testimonio vult dicere. In Lege, inquit,
Filius est: bene peticulum absorbentis gutgitis evasisti; quid vis ite in vestra scriptum est quia duorum hominum testirnonium verum est. Ego
altexam partem, ut dicas, Aliud est Pater, Filius aliud? Alius est, recte sum qui de me testirnonium pe-rhibeo, e¡ testirnonium perhibeí de me
dicis; aliud, non recte. Alius enim est Filius, quia non est ipse qui qui misit me Pater. Exposuit lilis et Legem, si ingrati non essent. Magna
Pater; et alius Pater, crnia non ipse qui Filius: non tamen aliud, sed enim quaestio est, ftatres mei, et vaJde mihi videtur in mysterio íes
hoc ipsum est et Pater et Filius. Quid est, hoc ipsum est? Unus Deus esse constituta, ubi Deus dixit, In ore duorum vel trium testium stabit
est. Audisti, Quia non sum solas, sed ego et qui misit me Pater; audi
quomodo ctedas Patrem et Filium, audi ipsum Filium: Ego et Pater omne verbum (Deut 19,15; Mt 28,16). Veritas quaerituí per dúos testes?
Ita plañe, sic se habet humani generis consuetudo: sed tamen fieri potest
ut et dúo mentiantut. Susanna casta duobus falsis testibus urgebatut:
16 Sobre el Evangelio de San Juan 36 n
36, 13 Sobre el Evangelio de San ]ttan 17
¿Acaso por ser dos dejaban de ser testigos falsos? ¿Por qué de-
cimos dos o tres? Todo un pueblo mintió contra Cristo. Si, pues, es juez, y, como para conocer la causa no necesita de otro tes-
un pueblo, compuesto de una multitud de hombres, fue un testi- tigo, se sigue que el que entonces te juzgará, ahora te ve. N o
go falso, ¿cómo se ha de entender que la verdad saldrá de la podrás engañarle cuando venga a juzgarte. N o podrás encontrar
boca de dos o tres testigos, sino que de este modo se da a en- testigos falsos que le engañen cuando comience tu juicio. Dios
tender misteriosamente a la Trinidad, en la cual está la firmeza te advierte: cuando no me hacías caso, yo lo veía, y cuando eras
perpetua de la verdad? Ten siempre a tu favor dos o tres testi- incrédulo, no frustraba yo mi sentencia: la difería, no la abolía.
gos, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Cuando Susana, mujer No quisiste hacer lo que te mandé, sufrirás lo que te anuncié.
casta y fiel esposa, fue acusada por dos testigos falsos, oculta- Pero, si ahora cumples mis preceptos, no padecerás los males que
mente en su conciencia era defendida por la Trinidad, quien, te anuncié, sino que recibirás los bienes que te prometí.
sacando de la oscuridad a Daniel como testigo, convenció a los 12. Que nadie se turbe oyéndole decir: Verdadero es mi jui-
dos de falsedad. Luego, por estar escrito en vuestra ley que el cio, porque no estoy solo, sino yo y el Padre, que me envió; des-
testimonio de dos hombres es verdadero, debéis acatar nuestro pués de haber dicho en otro lugar que el Padre no juzga a nadie,
testimonio para que no seáis juzgados. Pues dice: Yo no juzgo a sino que todo juicio lo ha puesto en manos del Hijo. Ya ante-
nadie. Sólo doy testimonio de mí. Difiere el juicio, pero no difiere riormente hemos explicado estas palabras del Evangelio, y ahora
el testimonio. advertimos que estas palabras fueron dichas, no porque el Padre
11. Elijamos, hermanos, a Dios por juez y por testigo en no esté con el Hijo cuando juzgue, sino porque en el juicio, tan-
favor nuestro contra las lenguas de los hombres y contra las frá- to a los buenos como a los malos, aparecerá solo el Hijo en aque-
giles opiniones del género humano. No se desdeña de ser testigo lla forma en que padeció, resucitó y subió al cielo, según lo de-
quien es ya juez, ni sube de categoría al ser juez, porque el claró la voz angélica a los discípulos que contemplaban su Ascen-
mismo que ahora es testigo, será luego el juez. Es testigo, porque sión: Vendrá del mismo modo que le habéis visto subir, esto es,
no necesita a nadie para conocerte, y es juez, porque tiene poder vendrá a juzgar en la misma forma de hombre en la que fue
para darte la muerte o la vida, para condenarte o absolverte, para juzgado, para que se cumpla aquel dicho del profeta: Verás a
sepultarte en el infierno o llevarte al cielo, para entregarte al de- quien traspasaron. Si con los justos vamos a la vida eterna, le
monio o darte una corona entre los ángeles. Por tener tal poder veremos como es, y entonces aquél no será un juicio de vivos y
muertos, sino solamente el premio de los vivos,
numquid quia dúo erant, ideo falsi testes non erant? De duobus dicimus
aut de tribus? universus populus mentitus est contra Christum (Le 23,1). 13. Tampoco vayáis a pensar que al decir: En vuestra ley
Si ergo popuius constans ex magna hominum multitudine, falsus testis
inventus est; quomodo accipiendum est, In ore duorum vel trium teslium videt te: non est unde illum fallas, cum coeperit iudicare. Non enim
stabip omne verbum: nisi quia hoc modo per mysterium Trinitas com- adhibes tibi aliquos falsos testes, qui iudicem illum possint circumvenire,
mendata est, in qua est perpetua stabilitas veritatis? Vis habere bonam quando te coeperit iudicare. Deus hoc tibi dicit: Quando contemnebas,
causam? Habeto dúos vel tres testes, Patrem et Filium et Spiritum sanc- ego videbam; et quando non credebas, sententiam meam non frustraban):
tum. Denique quando Susanna casta femina fidelisque coniux duobus differebam, non aufetebam. Noluisti audire quod praecepi, senties quod
falsis testibus urgebatur, Trinitas illi in conscientia atque in oceulto suf- praedixi. Si autem audias quae praecepi, non mala senties quae praedixi,
fragabatur: illa Trinitas de oceulto unum testem Danielem excitavit, et sed bona percipies quae promisi.
dúos convicit (Dan 13,36-62). Ergo quia in Lege vestra scriptum est, 12. Ne aliquem sane moveat quod ait, Verum est iudicium rneum;
duorum hominum testimonium verum esse, accipite nostrum testimonium, quia solus non sum, sed ego et qui misit me Pater; cum alibi dixerit,
ne sentiatis iudicium. Ego enim, inquit, non iudico quemquam, sed tes- Pater non iudicat quemquam, sed omne iudicium dedit Filio (lo 5,22).
timonium perhibeo de me: difiero iudicium, non difiero testimonium. Iam in eisdem verbis Evangelii disputavimus, et nunc admonemus, non
11. Eligamus nobis, fratres, contra linguas hominum, contra infir- hoc ideo dictum, quia Pater non erit cum Filio iudicante; sed quoniam
mas suspiciones generis humani Deum iudicem, Deum testem. Non enim bonis et malis in iudicio solus Filius appatebit, in ea forma in qua
dedignatur testis esse qui iudex est, aut promovetur cum fit iudex; quo- passus est, et resurrexit, et ascendit in caelum. Discipulis quippe tune
niam qui testis est, ipse iudex erit. Quare ipse testis? Quia non quaerit conspicientibus ascendentem, vox angélica sonuit, Sic veniet, quemadmo-
alium unde cognoscat qui sis. Quare ipse iudex? Quia ipse habet potesta- dum vidistis eum euntem in edelum (Act 1,11): id est, in forma homi-
tem mortificandi et vivificandi, damnandi et absolvendi, in gehennas nis in qua iudicatus est iudicabit, ut etiam illud propheticum impleatur,
praecipitandi et in cáelos levandi, diabolo coniungendi et cum Angelis Videbunt in quem pupugerunt (Zach 12,10; lo 19,37). Cum vero eimti-
coronandi. Cum ergo ipse habeat hanc potestatem, iudex est. Quia vero bus iustis in vitam aeternam, videbimus eum sicuti est; non erit illud
ut te cognoscat non quaerit alium testem; qui tune iudicabit te, modo iudicium vivorum et mortuorum, sed piaemium tantummodo vivoium.
13- ítem ne moveat quod ait, I-a Lege vestra scriptum est quia
18 Sobre el Evangelio de San Juan 37 j
37, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 19
está escrito que el testimonio de dos hombres hace fe, q u e
Después de haber dicho estas palabras, los q u e le oyeron decir:
aquella ley n o era ley de Dios, por n o haber dicho: En la ley de
Vosotros juzgáis según la carne, dieron p r u e b a s de haberlas oído,
Dios. T e n e d en cuenta que dijo en la ley vuestra, como si dijera:
En la ley que a vosotros fue dada. ¿Por quién sino p o r Dios? p r e g u n t a n d o al Señor, que hablaba de D i o s , su P a d r e : ¿Dónde
D e l m i s m o m o d o decimos: El pan nuestro de cada día, y, sin em- está tu padre? T o m a r o n al P a d r e de Cristo por u n p a d r e carnal,
bargo, añadimos dánosle hoy. p o r q u e juzgaban según la carne las palabras de Cristo. El que
hablaba era carne en la apariencia, p e r o ocultamente era el Ver-
bo; h o m b r e manifiesto, D i o s oculto. V e í a n lo q u e aparecía, y lo
TRATADO 37 despreciaban, porque n o le conocían; n o le conocían p o r q u e n o
le veían; n o le veían p o r q u e eran ciegos, y eran ciegos p o r q u e
DESDE LAS PALABRAS: "DECÍAN, PUES, ¿DÓNDE ESTÁ TU PADRE?", HASTA n o tenían fe.
AQUÉLLAS: " Y NADIE PUSO EN EL LAS MANOS; PORQUE AÚN NO ERA 2. V e a m o s la respuesta del Señor. ¿Dónde está tu padre?, le
LLEGADA SU HORA"
p r e g u n t a n , pues te oímos decir: Yo no estoy solo, sino yo y el
1. A fin de que sea c o m p r e n d i d o lo que se oye leer, no es Padre, que me envió, y nosotros te vemos a ti solo; a tu padre
conveniente exponer con brevedad lo que dice el Evangelio con no lo vemos contigo. ¿Cómo, pues, dices que no estás solo, sino
pocas palabras. Las palabras del Señor son pocas, p e r o dicen m u - q u e estás con tu p a d r e ? , o muéstranos q u e tu p a d r e está contigo.
cho, y n o se han de valorar p o r su n ú m e r o , sino p o r su peso, Respóndeles el Señor: ¿Acaso m e veis a m í para q u e tenga q u e
ni se han de menospreciar p o r ser pocas, sino desentrañarlas por mostraros a mi Padre? Estas son las palabras que siguen, p r o n u n -
ser profundas. Quienes ayer estuvisteis presentes, m e oísteis ex- ciadas por su m i s m a boca, cuya exposición os he anunciado an-
poner, lo mejor q u e p u d e , las palabras del Señor: Vosotros juz- teriormente. Oíd sus palabras: Ni me conocéis a mí ni .a mi Pa-
gáis según la carne. Yo no juzgo a nadie, y si juzgo, mi juicio es dre. Si me conocieseis a mí, quizá conocieseis también a mi Padre.
verdadero, porque no estoy solo, sino yo y el Padre, que me envió. Vosotros p r e g u n t á i s : ¿Dónde está tu padre?, como si a m í ya m e
En vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es conocieseis, c o m o si yo no fuera m á s q u e lo q u e vosotros veis.
verdadero. Yo soy quien da testimonio de mí; y da testimonio de Y p o r q u e n o m e habéis conocido, por eso n o os muestro yo al
mí el Padre, que me envió. Sobre estas palabras, c o m o dije, pro- Padre. Creéis q u e yo soy u n h o m b r e , y buscáis u n h o m b r e q u e
porcioné ayer una exposición a vuestros oídos y a vuestras almas. sea m i Padre, p o r q u e juzgáis según la carne. Pero, como yo soy
una cosa según lo que veis, y otra cosa según lo que n o veis, hablo
duorum homimim testimonium verum est, et ideo quisquam existime:
non fuisse illam legem Dei, quia non dictum est, In lege Dei: sciat ita cum Dominus dixisset; illi qui audierunt, Vos secundum carnem iudicatis,
dictum esse, In Lege vestra, tanquam diceret, in Lege quae vobis est data; manifestaverunt quod audierunt. Responderunt enim Domino loquenti
a quo, nisi a Deo? Sicut dicimus, Panem nostrum quotidianum: et tamen de Deo Patre suo, et dixerunt, Ubi est pater tuus? Patrem Christi carna-
dicimus, Da nobis bodie (Mt 6,11). liter acceperunt, quia verba Christi secundum camena iudicaverunt. Erat
autem qui loquebatur in apeno caro, in occulto Vetbum: homo mani-
TRACTATUS 37 festus, Deus occultus. Videbant indumentum, et contemnebant indutum:
contemnebant, quia nesciebant; nesciebant, quia non videbant; non vi-
AB EO QUOD SCR1PTUM E S T , DlCERANT ERGO, U B I F s r PATER T U U S ? USQUE AP I P . E T debant, quia caeci erant; caeci erant, quia non credebant.
NHMO APPREHENDIT EUM, QUIA NONPtIM VENERAT HORA ÜIUS 2. Videamus ergo et haec Dominus quid responderit. Ubi est, in-
quiunt, pater tuus? Audivimus enim te diceie, Solus non sum, sed ego et
1. Quod in sancto Evangelio breviter dicitur, non breviter oportet qui misit me Pater: nos solum te videmus, patrem tuum tecuin non vi-
exponi, ut quod auditur, intelligatur. Verba enim Domini pauca, sed demus; quomodo te dicis solum non esse, sed cum patte tuo esse? aut
magna sunt; non numero aestimanda, sed pondere: nec ideo contemnen- ostende nobis tecum esse patrem tuum. Et Dominus: Numquid me vi-
da, quia pauca; sed ideo quaerenda, quia magna. Qui adfuistis hesterno detis, ut Patrem ostendam vobis? Hoc enim sequitur, hoc suis verbis
die, audistis, ut potuimus disputavimus ex eo quod ait Dominus, Vos ipse respondit, quorum verborum expositionem nos ante praemisimus.
secundum carnem iudicatis; ego non indico quemquam. Sed et si indico Videte enim quid dixerit, Ñeque me scitis, ñeque Patrem meum. Si me
ego, iudicium meum verum est; quia solus non sum, sed ego et qui mi- sciretis, forsitan et Patrem meum sciretis. Didtis ergo, Ubi est Pater tuus?
sil me Pater. In lege vestra scriptum est quod duorum hominum testimo- quasi iam me sciatis; quasi totum hoc sim quod videtis. Ergo quia me
nium vetum est. Ego sum qui testimonium perbibeo de me, et testimo- non nostis, ideo vobis Patrem meum non ostendo. Me quippe bominem
nium perhibet de ine qui misit me Pater (lo 8,15-18). Ex his verbis putatis, ideo Patrem meum hominem quaeritis, quia secundum carnem
hesterno, ut dixi, die redditus est setmo auribus et mentibus vestris. Haec iudicatis. Quia vero secundum quod videtis alrud sum, et aliud secundum
20 Sobre el Evangelio de San ]uan 37, 4
37, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 21
de mi Padre oculto, según lo oculto que hay en mí. Antes debéis
conocerme a mí, y luego conoceréis a mi Padre. quieras medir al Verbo, que es Dios. Oyes al Verbo y no haces
3. Si me conocieseis a mí, quizá conoceríais también a mi caso. Oye a Dios, que dice: En el principio era el Verbo, y teme
Padre. Aquel que todo lo sabe, cuando dice quizá, no duda, sino Tú lo interpretas a la usanza de tu conversación, y te dices: ¿Qué
increpa. Vas a ver cómo dice en tono reprensivo la palabra quizá, es el Verbo, qué de extraordinario puede haber en el Verbo?
que parece una palabra que expresa duda. Esta palabra expresa Es un sonido que pasa, por el movimiento del aire llega al oído
duda cuando es dicha por un hombre que duda precisamente por- y desaparece. Pues oye más: El Verbo estaba en Dios, permane-
que no sabe. Pero dicha por Dios, que todo lo sabe, esa expre- cía, no pasaba con el sonido. Puede ser que aún desprecies esto.
sión de duda es un reproche a la infidelidad, no es una opinión El Verbo era Dios. ¡Oh hombre! Dentro de ti, cuando el Verbo
de la Divinidad. Aun los hombres a veces dudan en tono in- está en tu corazón, es cosa diversa del sonido; pero para que
crepativo de cosas que tienen por ciertas, esto es, dicen una pa- llegue hasta mí se vale del sonido como de un vehículo; toma
labra que expresa duda, aun cuando en su interior no duden. Así, forma de sonido, monta en cierto modo en el vehículo, atraviesa
indignado contra tu siervo, le dices: No haces caso de mí, repara los aires y llega hasta mí, sin separarse de ti. Pero el sonido se
que quizá soy tu señor. Por esta razón el Apóstol, dirigiéndose separa de ti para llegar hasta mí, y no permanece conmigo. ¿Aca-
a algunos detractores suyos, les dice: Me parece que yo tengo so el verbo que estaba en tu corazón dejó de existir como el so-
el espíritu de Dios. Al decir me parece, parece dudar. Pero él in- nido que ya pasó? Dijiste lo que pensabas, y para que llegase
crepaba, no dudaba. Y el mismo Señor, reprendiendo en otro lu- hasta mí lo que en ti estaba oculto pronunciaste unas sílabas, cuyo
gar la futura infidelidad del género humano, dice: Cuando vi- sonido trajeron tu pensamiento a mis oídos, por medio del cual
niere el Hijo del hombre, ¿piensas qtte hallaría fe en la tierra? tu pensamiento penetró en mi corazón. El sonido intermediario
4. Creo que habéis entendido por qué está puesta la palabra desapareció, pero el verbo, que se revistió del sonido, antes de
quizá, no sea que algún pesador de palabras, dándoselas de saber sonar estaba dentro de ti, y por haberlo hecho sonar, está dentro
latín, venga a corregir al Verbo de Dios, y corrigiendo al Verbo de mí sin haberse separado de ti. Medita esto tú, que tanto te
de Dios pierda su elocuencia y quede mudo para siempre. Pues fijas en los sonidos. Tú que no comprendes el verbo del hombre,
¿quién puede hablar como habla el Verbo, que estaba en el prin- te atreves a despreciar al Verbo de Dios.
cipio en Dios? No te fijes en las palabras y por su común uso
5. Todo lo sabe Aquel por quien fueron hechas todas las
cosas, y, sin embargo, increpa en son de duda: Si me conocieseis
quod non videtis; Patrem autem meum loquor occultus occultum: prius a mí, quizá conocierais también a nú Padre. Increpa a los incré-
est ut me noveritis; tune et Patrem meum scietis.
3. Si enim me sciretis, et Patrem meum forsitan sciretis. Ule qui
omnia scit, quando dícit forsitan, non dubitat, sed increpat. Attende enim quod Deus est. Audis enim Verbum et contemnis; audi Deum et time:
quomodo increpative dicatur ipsum forsitan, quod videtur esse verbum In principio erat Verbum. Tu revocas ad usum sermocinationis tuae,
dubitationis. Sed dubitationis verbum est quando dicitur ab nomine, ideo et dicis apud te, Quid est verbum? quid magnum est verbum? sonat et
dubitante quia nesciente: cum vero dicitur a Deo verbum dubitationis, transir, verberato aere aurem percutit, postea non erit. Audi adhuc, Ver-
cum Deum nihil utique lateat, illa dubitatione arguitur infidelitas, non bum erat apud Deum: manebat, non sonando transibat. Adhuc forte con-
opinatur divinitas. Homines enim de his rebus quas certas habent, ali- temnis: Deus erat Verbum (lo 1,1). Apud teipsum, o homo, cum est
quando increpative dubitant, id est, verbum dubitationis ponunt, cum in corde tuo verbum, aliud est quam sonus: sed verbum quod est apud
corde non dubitent: velut si indigneris servo tuo et dicas, Contemnis me; te, ut transeat ad me, sonum quasi vehiculum quaerit. Assumit ergo so-
considera, forsitan dominus tuus sum. Hinc et Apostolus ad quosdam num, imponit se quodammodo in vehiculum, transcurrit aerem, venit ad
contemptoies suos Joquens ait: Puto autem, et ego Spiritum Dei babeo me, nec recedit a te. Sonus autem ut veniíet ad me, recessit a te, nec
(1 Cor 7,40). Qui dicit, puto, dubitare videtur: sed ille increpabat, non perstitit apud me. Verbum ergo quod erat in cotde tuo, numquid sonó
dubitabat. Et ipse Dominus Christus alio loco increpans infidelitatem praetereunte praeteriit? Quod cogitabas dixisti; et ut ad me perveniíet
futuiam generis humani: Cum venerit, inquit, Vilius hominis, putas, quod apud te latebat, syllabas sonuisti: sonus syllabarum petduxit ad
inveniet jidem in térra? (Le 18,8). aurem meam cogitationem tuam; per aurem meam descendit in cor meum
4. larri, quantum existimo, intellexistis quomodo sit positum forsi- cogitatio tua, sonus medius transvolavit: verbum vero illud quod assump-
tan: ne quis verbonim appensor et syllabarum examinator, veluti latine sit sonum, antequam sonares, erat apud te; quia sonuisti, est apud me,
loqui sciens, reptehendat verbum quod dixit Dei Verbum; et reprehenden- et non recessit a te. Hoc attende, quisquís es examinator sonorum. Ver-
do Dei Verbum, non eloquens, sed mutus remaneat. Quis enim loquitut bum Dei contemnis, qui verbum hominis non comprehendis!
sic, quomodo loquitur Verbum quod erat in principio apud Deum? Noli 5. Scit ergo omnia per quem facta sunt omnia, et tamen dubitando
verba ista considerare, et ex his verbis assuetis illud Verbum metiri velle increpat: Si me sciretis, forsitan et Patrem meum sciretis. Increpat infi-
deles. Nam talem sententiam dixit discipulis: sed ibi non est vetbum du-
22 Sobre el Evangelio de San Juan 37, 6
37, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 23
dulos. T a m b i é n a los discípulos les dirigió frase parecida, pero en
narra lo q u e a p r e n d i ó del Señor, a ser posible, no d e b í a n ser dis-
ella falta la palabra q u e indica duda, p o r q u e no había motivos
cutidas si los delirios de los herejes n o obligasen a ello. Breve-
para reprender su incredulidad. Lo q u e en esta ocasión dijo a los
m e n t e dijimos ayer a Vuestra Caridad q u e existían unos herejes
judíos: Si me conocierais a mí, quizá conocierais también a mi
llamados patripasianos o sabelianos, t o m a d o del n o m b r e de su pa-
Padre, dijo, asimismo, a los discípulos, c u a n d o Felipe le p r e g u n t ó
triarca. Estos dicen q u e el Padre es el m i s m o q u e el Hijo. N o m -
o, mejor, le rogó, diciéndole: Señor, muéstranos al Padre, y esto
bres diversos, p e r o la persona es la misma. C u a n d o quiere es Pa-
nos basta. C o m o si dijera: N o s o t r o s ya te hemos conocido, te nos
dre y c u a n d o quiere es H i j o ; sin e m b a r g o , es u n o m i s m o . T a m -
has mostrado, te hemos visto, te has d i g n a d o elegirnos, te hemos
bién hay otros herejes q u e se llaman arríanos. Confiesan q u e
seguido, hemos visto tus portentos, hemos oído tu palabra salva-
N u e s t r o Señor Jesucristo es el H i j o ú n i c o del P a d r e ; q u e éste
dora, hemos aceptado tus mandatos, esperamos tus promesas, te es el Padre del H i j o y q u e aquél es el H i j o del P a d r e ; q u e
has d i g n a d o alegrarnos con tu presencia; pero, a pesar de haberte aquel q u e es el P a d r e n o es el H i j o y que aquel q u e es el H i j o
conocido a ti, como n o hemos visto al Padre, ardemos en deseos no es el Padre. Confiesan la generación, p e r o n i e g a n la igualdad.
de ver a q u i e n aún n o hemos visto, y por esto, a u n q u e te hemos E m p e r o , nosotros, es decir, la fe católica, recibida de las enseñan-
visto a ti, pero no nos basta hasta q u e conozcamos al Padre; zas de los apóstoles, p l a n t a d a en nosotros, recibida por sucesión
muéstranos al Padre y nos basta. Y el Señor, p a r a darles a en- i n i n t e r r u m p i d a , q u e ha de ser transmitida íntegra a los sucesores,
tender q u e desconocían lo q u e pensaban tener conocido, les dijo: entre ambos errores conserva la verdad. E n el error de los sabe-
Tanto tiempo llevo entre vosotros, ¿y no me conocéis? Felipe, lianos existe u n o solo: el P a d r e es el m i s m o q u e el H i j o . En el
quien me vio a mí, vio también a mi Padre. ¿Tiene esta sentencia error de los arríanos, u n o es el P a d r e y orro es el H i j o ; p e r o el
alguna palabra de duda? ¿Dijo, por ventura, quien m e vio a mí, H i j o n o solamente es otro, sino que es otra cosa. T ú en el medio,
quizá vio t a m b i é n al Padre? ¿Por qué? P o r a u e ouien oía era ¿qué dices? H a s excluido el error de Sabelio, pues excluye tam-
creyente y n o perseguidor de la fe: por eso el Señor se mostró bién el de A r r i o . El P a d r e es P a d r e , y el H i j o es H i j o ; es otro,
como maestro y n o como increpador. Esta sentencia: Quien me n o otra cosa; p o r q u e dice: Yo y el Padre somos una sola cosa,
vio a mí. vio también al Padre: y aauella otra: Si me conocieseis según os e x p l i q u é ayer, como mejor m e fue posible. A l oír so-
a mí, también conocierais a mi Padre, q u i t á n d o l e la palabra con mos, retírese el sabeliano lleno de confusión, y al oír tina cosa,
q u e se manifiesta la incredulidad de los oventes, son idénticas. huya el arriano confundido. Dirija el católico entre a m b o s la nave
6. En el día de ayer recordamos a Vuestra Caridad, y diji- de su fe, p o r q u e hay que evitar el naufragio en u n o u otro es-
mos eme las sentencias de J u a n el evangelista, con las que nos collo. D i tú, pues, lo que dice el Evangelio: Yo y el Padre somos

bitationis, quia non fuit causa increpandae infidelitatis. Narn quod modo dicit, nec discutiendas fuisse si fieri posset, nisi haeieticorum commenta
dixit Iudaeis, Si me sciretis, forsitan et Patrem meum sciretis: dixit et compellerent. Bteviter ergo hesterno die, insinuavimus Charitati vestrae,
discipulis quando eum Philippus interrogavit, imo postulavit et ait, Do- esse haereticos qui vocantur Patripassiani, vel a suo auctore Sabelliani:
mine, ostende nobis Patrem, et sufficit nobis: quasí diceret, Et ipsi te hi dicunt ipsum esse Patrem qui est Filius; nomina diversa, unam vero
iam novimus, apparuisti nobis, vidimus te, dignatus es eligere nos, secuti esse petsonam. Cum vult Pater est, inquiunt; cum vult, Filius: tamen
sumus te, mírabilia tua vidimus, verba salutis audivimus, praecepta sus- unus est. ítem sunt alii haeietki qui vocantur Ariani. Confitentur quidem
cepinxus, promissa speramus; multum nobis conferre praesentia tua ipse unicum Patris Filium Dominum nostrum Iesum Christum, illum Pa-
dignatus es: sed tamen cum te noverimus, quia Patrem nondum novimus, trem Filii, istum Filium Patris; eum qui Pater est non esse Filium,
inflammamur desiderio illius videndi quem nondum novimus: ac per hoc eum qui Filius est non esse Patrem: confitentur generationem, sed negant
quia te novimus, sed non nobis sufficit, doñee et Patrem noverimus; os- aequalitatem. Nos, id est, catholica lides veniens de doctrina Apostolorum,
tende nobis Patrem, et sufficit nobis. Et Dominus ut scirent non se nosse plantata in nobis, per seriem successionis accepta, sana ad posteros trans-
quod se putabant iam nosse: Tanto tempere vobiscum sum. et me nesci- mittenda, Ínter utrosque, id est, Ínter utrumque errorem tenuit veritatem.
tis? Philippe, qui me vidit, vidit et Patrem (lo 14,8.9). Numquid habet In errore Sabellianorum unus est sohis, ipse est Pater qui Filius: in
ista sententia verbum dubitationis? numquid dixit, Qui me vidit, forsitan errore Arianorum, alius est quidem Pater, alius Filius; sed ipse Filius
vidit et Patrem? Quare? Quia fidelis audiebat, non fidei persecutor: ideo non solum alius, sed etiam aliud est: tu in medio quid? Exclusisti sabel-
non erat Dominus increpator, sed doctor. Qui me vidit, vidit et Patrem; lianum, exelude et aiianum. Pater, Patei est; Filius, Filius est: alius, non
et híc, Si me sciretis, et Patrem meum sciretis: tollamus verbum quo aliud; quia ego et Pater, inquit, unum sumus (lo 10,30), sicut etiam
notata est infidelitas audientium, et ipsa sententia est. hesterno die, quantum potui, commendavi. Cum audit, sumus, abscedat
6. Iam hesterno die commendavimus Charitati vestrae, et diximus confusus sabellianus; cum audit, unum, abscedat confusus arianus: guber-
sentencias Ioannis evangelistae, quibus nobis narrat quod a Domino di- net catholicus Ínter utrumque fidei suae navigium, quoniam cavendum
est in utroque naufragium. Dic ergo tu, quod dicit Evangelíum, Ego et
24 Sobre el Evangelio de San ]uatt 37, 7
37, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 25
una sola cosa, n o diversa, p o r q u e es una sola; n o uno, p o r q u e
de Sabelio y n o son patripasianos. N o dicen q u e el P a d r e m i s -
somos,
mo, vestido de carne, v i n o a los h o m b r e s , q u e El m i s m o pade-
7. Poco antes dijo: Mi juicio es verdadero, porque no estoy
ció, q u e El m i s m o resucitó, y q u e El m i s m o , en cierto m o d o ,
solo, sino yo y el Padre, que me envió. C o m o si dijera: M i juicio
subió a sí mismo. Esto no lo dice. Confiesa, c o m o yo, q u e el
es verdadero, p o r q u e soy H i j o de Dios, p o r q u e h a b l o verdad,
Padre es el Padre y q u e el H i j o es el H i j o . Pero, h e r m a n o m í o ,
p o r q u e soy la m i s m a Verdad. Estos, entendiéndolo según la car-
si te has salvado de este naufragio, ¿por q u é te encaminas al
ne, dijeron: ¿Dónde está tu padre? Óyelo ahora, arriano: Ni me
otro? El P a d r e es Padre, el H i j o es H i j o , ¿por q u é dices q u e
conocéis a mí ni a mi Padre, porque si me conocieseis a mi, tam-
no es semejante, que es diverso, q u e es otra sustancia? Si n o
bién conoceríais a mi Padre. ¿Qué significan estas palabras, sino
fuese semejante, ¿cómo iba a decir a sus discípulos: Quien me
q u e yo y el P a d r e somos una m i s m a cosa? C u a n d o ves u n a per-
vio a mí, vio también a mi Padre; y a los judíos: Si me cono-
sona parecida a otra, e n t i é n d a m e vuestra caridad, es u n m o d o
cieseis a mi, también conoceríais a mi Padre? ¿Cómo sería esto
d e hablar ordinario, no debe pareceros d u r o lo que es usual;
verdad si n o fuese verdad que yo y el Padre somos una sola
cuando, pues, ves una persona parecida con otra, a q u i e n tú co-
cosa?
noces, lleno de admiración exclamas: ¡Cómo éste se parece a
8. Estas palabras dijo Jesús en el gazofilacio, enseñando en
aquél! N o dirías esto si n o fuesen dos. Entonces q u i e n n o conoce
el templo con grande seguridad, sin temor alguno. N o padece-
a aquel cuya semejanza tú proclamas, te dice: ¿Es tanto el pa-
ría lo que n o quisiera q u i e n n o hubiera nacido si n o hubiese
recido? ¿ N o lo conoces?, le preguntas, y él te r e s p o n d e : N o lo
querido. ¿Qué es lo q u e sigue? Y nadie le prendió, porque aún
conozco. Y tú, q u e r i e n d o dárselo a conocer p o r la persona que
no era llegada su hora. Algunos, al oír esto, creen q u e N u e s t r o
ve, le dices: V i e n d o a éste, ves a aquél. Por haber dicho esto n o
Señor Jesucristo estaba bajo la sombra de u n hado, y dicen:
afirmaste que sean uno solo, ni negaste q u e sean dos; sino q u e
¿Veis cómo Cristo tenía su hado? ¡Oh, si tu corazón n o fuese
en virtud del parecido dijiste: Conoces a éste, conoces a aquél,
fatuo, n o creerías en el hado! Si, c o m o algunos dicen, la palabra
p u e s es m u y parecido y n o hay diferencia alguna. Así t a m b i é n
fytum (hado) se deriva de jando (hablando), ¿cómo el Verbo de
dijo el Señor: Si me conocieseis a mí, conoceríais también a mi
Dios tiene hado, si en el m i s m o V e r b o están todas las cosas q u e
Padre. N o p o r q u e el P a d r e sea el Hijo, sino p o r q u e el H i j o
fueron creadas? Dios n o creó nada q u e antes n o le fuese cono-
es semejante al Padre. Confúndase el arriano. Gracias sean da-
cido: en su V e r b o estaba lo que fue creado. El m u n d o fue he-
das a D i o s p o r q u e hasta los m i s m o s arríanos rechazaron el error
cho; fue hecho, y, n o obstante, estaba allí. ¿Cómo fue hecho y
Pater unum sumus. Non ergo diversum, quia unum; non unus, quia estaba allí? P o r q u e la casa que construye el arquitecto existía
sumus. antes en el arte; y allí estaba mejor, sin la vetustez, sin desper-
7. Paulo ante dixit, ludicium meum verum est; quia solus non sum,
sed ego et qui misit me Pater: tanquam diceret, Ideo iudicium meum est sabelliano, et non est patripassianus: non dicit ipsum Patrem indutum
verum, quia Filius Dei sum, quia verum loquor, quia ipsa veritas ego carne venisse ad homines, ipsum esse passum, ipsum resurrexisse, et quo-
sum. Isti carnalitet íntelligentes, dixerunt, Ubi est pater tuus? Modo dammodo ad se ascendisse; hoc non dicit: agnoscit mecum Patrem, Patrem
audi, ariane: Ñeque me satis, ñeque Patrem meum; quia si me sciretis, esse; et Filium, Filium esse. Sed, o frater, evasisti illud naufragium,
et Patrem meum sciretis. Quid est, si me sciretis et Patrem meum scire- quare tendis in alterum? Pater, Pater est; Filius, Filius est: quare dicis
tis, nisi, ego et Pater unum sumus? Quando vides aliquem alicui similem: dissimilem? quare diversum? quare aliam substantiam? Si dissimilis esset,
intendat Charitas vestra, quotidiana locutio est; non sit vobis arduum numquid diceret discipulis suis, Qui me vidit, vidit et Patrem? numquid
quod esse advertitis usitatum: quando ergo vides aliquem alicui similem, diceret Iudaeis, Si me sciretis, et Patrem meum sciretis? Unde hoc verum
et nosti tu cui similis sit, admirans dicis, Quomodo iste homo similis esset, nisi et illud verum, Jigo et Pater unum- sumus?
est illi homini! Hoc non díceres, nisi dúo essent. Hic ille qui eum igno- 8. Haec verba locutus est lesus m gazophylacio docens in templo:
tat, cui tu istum similem dicis: Itane, inquít, similis est? et tu ad eum: magna fiducia, sine timore. Non enim pateretur quod nollet, qui nec
Quid enim, tu illum non nosti? At ille: Non novi, inquit. Iam tu, nasceretur si nollet. Denique quid sequitur? Et nemo apprehendit eum,
ut illum quem nescit, ei notum facias ex praesente quem cernit, respon- quia nondum venerat hora eius. Hoc itera nonnulli eum audiunt, sub
des et dicis: Hunc vidisti, illum vidisti. Non utique quia hoc dixisti, fato fuisse Dominum Christum credunt, et dicunt: Ecce Christus habe-
unum esse assevetasti, et dúos negasti: sed proptet similitudinem tale bat fatum. O si cor tuum non esset fatuum, non crederes fatum! Si fatum,
dedisti responsum. Istum nosti et illum nosti; valde enim similis est, et sicut nonnulli intellexerunt, a fando dictum est, id est a loquendo; Ver-
nihil distat omnino. Hinc et Dominus, Si me, inquit, sciretis, et Patrem bum Dei quomodo habet fatum, quando in ipso Verbo omnia sunt quae
meum sciretis, non quia Pater est Filius, sed quia Patri similis Filius. condita sunt? Non enim aliquid Deus constituit quod ante nescivit; in
Erubescat arianus. Gratias Domino quia et ipse arianus recessit ab errore Verbo ipsius erat quod factum est. Mundus factus est; et factus est, et
ibi etat. Quomodo et factus est, et ibi erat? Quia domus quam aedificat
26 Sobre el Evangelio de San ]uan 37, 9 37, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 27
fectos; sin e m b a r g o , para manifestar el arte, construye la casa; cumpliesen todas las cosas que, según las profecías, h a b í a n de
y en cierto m o d o la casa procede de la casa, y si la casa se cae, suceder antes de su pasión. Y c u a n d o estuviesen cumplidas, en-
el arte p e r m a n e c e en pie. D e este m o d o estaban en el V e r b o tonces vendría a la pasión, n o p o r una forzosa fatalidad, sino
de D i o s todas las cosas q u e fueron creadas, p o r q u e todas las co- por u n o r d e n providencial. Para q u e os convenzáis, sabed que,
sas hizo Dios con sabiduría, y todas le eran conocidas. N o las entre otras cosas profetizadas de El, estaba t a m b i é n escrito: Me
conoció haciéndolas, s i n o q u e las hizo p o r q u e las conocía. A dieron hiél por alimento y en mi sed me dieron a beber vina-
nosotros nos son conocidas p o r haber sido hechas. Si para El gre. C ó m o se c u m p l i ó todo esto, lo sabemos por el Evangelio.
no hubieran sido conocidas, n o hubiesen sido hechas. Luego las P r i m e r o le dieron hiél, y, después d e haberla gustado, la arro-
precedió el Verbo. ¿Qué había antes del V e r b o de Dios? N a d a jó; después, ya colgado en la cruz, p a r a dar c u m p l i m i e n t o a to-
absolutamente. P o r q u e , si algo hubiese existido antes, n o se hu- das las profecías, dijo: Tengo sed. T o m a r o n u n a esponja em-
biese escrito: En el principio era el Verbo, sino: En el princi- patia en vinagre, la pusieron en u n a caña y la aplicaron a la boca
pio fue hecho el Verbo. Y del m u n d o , ¿qué dice Moisés? En del que pedía. La t o m ó y dijo: Todo está cumplido. ¿Qué quiere
el principio hizo Dios el cielo y la tierra. H i z o lo q u e antes n o decir todo está cumplido? Q u e están cumplidas todas las co-
era; y si hizo lo que n o era, ¿qué era antes? En el principio sas q u e estaban profetizadas p a r a antes de mi pasión. ¿Qué
era el Verbo. Y el cielo y la tierra, ¿de d ó n d e salieron? Todas hago yo aquí? Y después de decir: Todo está cumplido, incli-
las cosas fueron hechas por El, T ú colocas a Cristo bajo el hado. nando la cabeza, entregó su espíritu. ¿Por ventura los dos ladro-
¿ D ó n d e están los hados? Dices o u e en el cielo, en el orden y nes q u e con El fueron crucificados e x p i r a r o n c u a n d o quisieron?
movimientos de las estrellas. ¿Cómo, pues, p u e d e tener hado Estaban sujetos a la carne, p o r q u e n o eran los creadores de la
Aquel p o r quien fueron hechos el cielo y las estrellas, siendo carne. Traspasados con clavos, sufrían largo tiempo, p o r q u e , per-
así q u e tu voluntad, r e c t a m e n t e ilustrada, transciende m á s allá didas las fuerzas, a ú n n o se extinguían. E n c a m b i o , el Señor,
de las estrellas? ¿Acaso p o r q u e sabes q u e la h u m a n i d a d de cuando quiso, t o m ó carne en el seno virginal, apareció entre los
Cristo estuvo debajo del cielo por eso piensas q u e t a m b i é n su hombres cuando quiso, vivió entre ellos el t i e m p o q u e quiso,
poder estaba sometido a las variaciones del cielo? dejó la carne c u a n d o quiso. Esto es señal de potestad, n o de
9. Escucha, m e n t e c a t o : Aún no era llegada su hora, n o la necesidad. Esta hora esperaba El, n o c o m o fatal, sino c o m o lle-
hora en q u e fuese forzado a morir, sino la hora en la q u e se gada a su t i e m p o y e n t e r a m e n t e voluntaria, de m o d o q u e queda-
dignase ser m u e r t o . Bien sabía El c u á n d o debía morir. Se fijaba sen cumplidas todas las cosas q u e d e b í a n tener c u m p l i m i e n t o
en todo c u a n t o de El estaba anunciado y esperaba a que se antes d e su pasión. Pues ¿cómo p o d í a estar bajo el poder de
un hado q u i e n e n otra ocasión dijo: Poder tengo para dar mi
structor, prius in arfe erat; et ibi melius erat, sine vetustate, sitie ruina:
tamen ut ostendat artem, fabricat domum; et processit quodammodo do-
mus ex domo; et si domus ruat, ars manet. Ita apud Dei Verbum erant tune veniret et passio, dispositionis ordine, non fatali necessitate. Denique
omnia quae condita sunt; quia omnia in sapientia fecit Deus (Ps 103,24), audite, ut probetis: ínter caetera quae de illo prophetata sunt, scriptum
et cuneta nota fecit: non enim quia fecit didicit, sed quia noverat fecit. esc etiam, Dederunt in escam meam fel, et in siti mea potaverunt me
Nobis quia facta sunt, nota sunt; illi nisi nota essent, facta non essent. aceto (Ps 68,22). Quomodo facta sint, in Evangelio novimus. Prius de-
Praecessit ergo Verbum. Et quid ante Verbum Dei? Nihil omnino. Nam derunt fel; accepit, gustavit, et despuit: postea in cruce pendens, ut om-
si esset aliquid ante, non dictum esset, In principio erat Verbum; sed, nia praedicta complerentur, ait, Sitio: accepexunt spongiam aceto plenam,
In principio factum est Verbum. Denique de mundo quid ait Moyses? in arundine ligaverunt, et admoverunt pendenti; accepit ille et ait, Per-
In principio fecit Deus caelum et terram (Gen 1,1). Fecit quod non fectum est. Quid est, Perfectum est? Impleta sunt omnia quae ante pas-
erat: si ergo fecit quod non erat, ante quid erat? In principio erat Ver- sionem meam fuerant prophetata: ergo adhuc quid hic fació? Denique
bum. Et unde caelum et térra? Omnia per ipsum {acta sunt (lo 1,1.3). posteaquam dixit, Perfectum est, incünato capite tradidit spiritiém (lo
Tu ergo ponis Christum sub fato? Ubi sunt fata? In cáelo, inquis, in 19,28-30). Numquid illi latrones iuxta confixi, quando voluetunt, exspi-
ordine et conversionibus siderum. Quomodo ergo fatum habet, per quem raverunt? Tenebantur vinculis carnis, quia non erant creatores catnis:
factum est caelum et sidera; curo tua voluntas, si recte sapias, transcen- clavis confixi diu cruciabantur, quia intirmitati non dominabantur. D o
dat et sidera? An quia nosti Christi carnem fuisse sub cáelo, ideo putas minus autem quando voluit, carnem in uteio virginali accepit; quando
et potestatem Christi subditam cáelo? voluit, ad hommes processit; quamdiu voluit, ínter nomines vixit; quan-
9. Audi, stulte: Nondum venerat hora eius, non qua cogeretur morí, do voluit, a carne discessit: hoc est potestatis, non necessitatis. Hanc ergo
sed qua dignaretur occidi. Noverat enim ipse quando deberet mori: in- horam ille exspectabat, non fatalem, sed oppottunam et voluntariam: ut
tendit omnia quae praedicta sunt de illo. et exspectabat finiri omnia prius omnia complerentur, quae ante passionem ipsius completi oporte-
quae praedicta sunt ante eius passionem fututa; ut cum impleta essent. bac. Nam quomodo sub fati necessitate positus erat, qui alio Loco dixit:
28 Sobre el Evangelio de San Juan 37, 10 38, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 29
vida y para volvería a tomar; nadie me la quitará, sino yo mis- c o m o a la misericordia d e su humillación, p o r haber ocultado
mo la dejo y la vuelvo a tomar? Manifestó este poder cuando el poder, q u e los judíos n o conocieron. P o r cuya razón les
los judíos le buscaban. ¿A quién buscáis?, les dice. Y ellos res- fue dicho entonces: Ni me habéis conocido a mí, ni a mi
p o n d e n : A Jesús Nazareno. Díceles: Yo soy. Y oyendo esta voz, Padre; y p o r la h u m a n i d a d , q u e los judíos conocieron y sa-
retrocedieron y cayeron por tierra. bían cuál era su patria, según les dijo e n otro lugar: Me
10. D i r á a l g u n o : Si tal poder tenía, ¿por q u é cuando, cla- conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Conozcamos a m b a s cosas
vado e n la cruz, los judíos le insultaban diciéndole: Si eres Hijo en Cristo: p o r q u é es igual al Padre y p o r q u é el P a d r e es m a -
de Dios, baja de la cruz, n o bajó, demostrándoles c o n esto su yor q u e El. U n a cosa es el V e r b o , otra la carne; u n a cosa es
poder? P o r q u e predicaba la paciencia y aplazaba su poder. Si, Dios, otra el h o m b r e ; p e r o Cristo es u n o solo, D i o s y h o m b r e .
herido p o r sus palabras, hubiera bajado, diríase q u e lo había
hecho vencido p o r el dolor. N o bajó; p e r m a n e c i ó clavado para
morir c u a n d o quisiera. Pues ¿qué significaba para El bajar d e
TRATADO 38
la cruz, si tuvo p o d e r para salir del sepulcro? P o r lo tanto, nos-
otros, q u e h e m o s recibido estas enseñanzas, entendamos q u e el DESDE LAS PALABRAS: "DÍJOLES, PUES, J E S Ú S : Y O ME VOY, Y VOS-
poder de N u e s t r o Señor Jesucristo, oculto entonces, se manifes- OTROS ME BUSCARÉIS", HASTA AQUÉLLAS: "DÍJOLES JESÚS: YO SOY
tará e n e l día d e l juicio, del cual está escrito: Dios vendrá ma- EL PRINCIPIO, QUE o s ESTOY HABLANDO"
nifiestamente, vendrá nuestro Dios y no callará. ¿Qué quiere d e -
1. La lectura del santo evangelio precedente a la d e hoy
cir que vendrá manifiestamente? Q u e , c o m o antes v i n o oculto,
concluyó d e esta m a n e r a : que el Señor habló en el gazofilacio,
vendrá manifiestamente nuestro D i o s , esto es, Cristo. Y no ca-
enseñando las cosas q u e quiso, y q u e ya oísteis; y nadie puso
llará. ¿Qué quiere decir no callará? Q u e antes calló. ¿Cuándo?
en El las manos, porque aún no era llegada su hora. Sobre ellas
C u a n d o fue juzgado; para cumplir lo q u e el profeta había p r e -
hicimos comentarios el d o m i n g o , según la luz q u e E l m i s m o se
dicho: Como una oveja fue conducido al sacrificio, y como un
dignó comunicarnos. Explicamos a vuestra caridad la razón d e
cordero, que no bala ante el esquilador, así El no abrió su boca.
haber dicho: Aún no había llegado mi hora, n o sea q u e algún
Si n o hubiese querido padecer, n o hubiera padecido; si n o h u -
i m p í o llegue a imaginar e n su demencia q u e Cristo estaba so-
biese padecido, n o hubiera sido d e r r a m a d a su sangre; si n o h u -
m e t i d o a u n a fatalidad necesaria. A ú n n o era llegada la hora,
biese sido derramada su sangre, el m u n d o n o hubiera sido re-
no en la q u e fuese forzado a morir contra su voluntad, sino
dimido. D e m o s , p u e s , gracias, tanto al poder de -su divinidad

Potestatem babeo ponendi animam meam, et potestatem babeo iterum tur; si sanguis ille non funderetur, mundus non ledimeretur. Agamus
sumendi eam: nemo tollit eam a me, sed ego ipse pono eam a me, et ¡taque gratias et potestati divinitatis, et miseíationi infirmitatis eius: et
iterum sumo eam? (lo 10,18). Ostendit hanc potestatem, quando eum de oceulta potentia quam Iudaei non novetant, unde illis modo dictum
Iudaei quaerebant. Quem quaeritis, inquit? Et illi: lesum. Et ille: Ego sum. est, Ñeque me nostis, ñeque Patrem meam; et de carne suscepta quam
Qua voce audita, redierunt retro et ceciderunt (ibid. 18,4.6). Iudaei noverant, et cuius pattiam sciebant; unde illis alio loco dixit, Et
me nostis, et unde sim nostis (lo 7,28). Uttumque noverimus in Christo;
10. Dicit aliquis, Si haec in illo potestas erat, quare, cum Iudaei
et unde aequalis est Patri, et unde illo maior est Pater. Illud Verbum est,
insultarent pendenti et dicerent, Si Filius Dei est, descendat de cruce (Mt
illud caro; illud Deus est, illud homo: sed unus est Christus Deus et homo.
27,40), non descendit, ut eis suam potestatem descendendo monstraret?
Quia patientiam docebat, ideo potentiam differebat. Si enim quasi commo-
tus ad eorum verba descenderet, victus conviciorum dolore putatetur. Pror-
sus non descendit, fixus permansit, quando vellet abscessurus. Numquid ei TRACTATUS 38
magnum íuit de cruce descenderé, qui potuit de sepulcro resurgere? Intel- AB FO QUOD SCRÍPTUM EST, DIXIT ERGO EIS IESUS: EGO VADO, FT QUAFRÜIIS ME;
ligamus ergo nos quibus hoc ministratum est, potentiam Domini nostri USQUE AI) ID, Dixir EIS liisus: PRINCÍPICJM, QUÍA ET LOQUOR VOBIS
Iesu Chtisti occultam tune, manifestam fututam in iudicio: de quo dic-
tum est, Deus manifestus veniet, Deus noster et non silebit (Ps 49,3). 1. Lectio sancti Evangelii quae ptaecessit hodiernam, ita concruserat,
Quid est, manifestus veniet? Quia venit oceultus, veniet manifestus Deus quia locutus est docens in gazophylacio Dominus, quae voluit, et quae
noster, hoc est Christus. Et non silebit: quid est, non silebit? Quia primo audistis: et nemo apprehendit eum, quia -nondum venerat hora eius (lo
siluit. Ubi siluit? Quando iudicatus est; ut etiam hoc impleretur, quod 7,20). Hinc disputatum est dominico die, quod ipse donare dignatus est.
et propheta praedixerat, Sicut ovis ad immolandum ductus est, et sicut Intimavimus Charitati vestrae quare dictum sit, Nondum venerat hora
agnm coram fondéate se sine voce, sic non aperuit os suum (Is 53,7). Si eius; ne positum Christum sub aliqua necessitate íatali ulla impietas au-
ergo pati nollet, non pateretur; si non pateretut, sanguis ille non fundere- deret improbe suspicaii. Nondum enim venerat hora qua ex ordine suo,
30 Sobre el Evangelio de San Juan 38, ¿ 38, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 31
e n la que, p r e v e n i d o , debía de ser m u e r t o según el orden q u e no podéis venir vosotros. T a m b i é n dijo lo m i s m o a sus discí-
estaba a n u n c i a d o en las profecías que a El hacían referencia. pulos en otro lugar, p e r o n o les dijo que h a b í a n de morir en
2. H a b l a n d o ahora de su m i s m a pasión, q u e p a r a El n o era su pecado. ¿Qué les quiso decir, diciéndoles, c o m o a éstos: Adon-
forzosa, sino potestativa, dijo a los judíos: Yo me voy. Para de yo voy, vosotros no podéis venir? N o les q u i t ó la esperanza,
Cristo nuestro Señor, la m u e r t e fue la vuelta a aquel lugar de sino q u e se la difirió, ya que, c u a n d o esto decía a sus discípu-
d o n d e había venido, y del cual n o se había apartado. Yo voy, los, n o le p o d í a n seguir entonces adonde El iba, p e r o habían de
dice, y me buscaréis, n o con afecto, sino con odio. Pues después ir después. Estos, en cambio, a quienes con su presciencia les
de su partida de la vista de los hombres le buscaron quienes dijo: Moriréis en vuestro pecado, n o irían jamás.
le odiaban y quienes le a m a b a n , aquéllos persiguiéndole, éstos 3. Entendidas estas palabras p o r los judíos al m o d o q u e
deseando poseerlo. El m i s m o en los Salmos dijo p o r boca del suelen entenderlas a m e n e s piensan cosas carnales, quienes juz-
profeta: Hálleme sin poder escapar, y no hay quien mire por fin gan según la carne, oyen e interpretan todo en sentido carnal,
vida; y en otro Salmo: Queden confundidos y avergonzados dijeron: ¿Acaso se va a matar a sí mismo, pues dijo: Adonde
quienes quieren quitarme la vida. Declaró culpables a quienes yo voy, vosotros no podéis venir? Palabras necias y llenas de
n o protegían su vida y condenó a quienes la buscaban. Es u n fatuidad. Pues, ¿qué?, ¿no p o d í a n ellos llegar a d o n d e él hubie-
mal n o buscar el alma de Cristo, pero del m o d o que la buscaron se llegado, si se diera la m u e r t e a sí mismo? ¿Por ventura ellos
los discípulos, y t a m b i é n es malo buscar el alma de Cristo no habían d e m o r i r ? Entonces, ¿qué misterio e n t r a ñ a n esas pa-
del m o d o que la buscaron los judíos; aquéllos para tenerla, és- labras: ¿Acaso se dará muerte a si mismo porque dijo: Adonde
tos para perderla. Estos, p o r buscarla de u n m o d o malo, con yo voy, vosotros no podéis venir? Si habla de la m u e r t e del
intención perversa, oyeron lo q u e sigue: Me buscaréis, y, para h o m b r e , ¿cuál es el h o m b r e q u e n o ha de morir? Luego al de-
q u e n o creáis que m e buscaréis con buena intención, moriréis cir: adonde yo voy, n o es adonde se va c u a n d o se va a la m u e r -
en vuestro pecado. Esto es buscar m a l a Cristo: morir en el p r o - te, sino adonde iba El después de la m u e r t e . Y ellos, p o r n o
p i o pecado; esto es odiar a A q u e l p o r q u i e n sólo p u e d e u n o haberlo entendido, le dieron tal respuesta.
salvarse. Siendo así q u e los h o m b r e s que tienen puesta su es- 4. Y ¿qué dijo el Señor a éstos, q u e n o e n t e n d í a n m á s que
peranza en Dios, n o deben devolver mal ni aun por los males cosas terrenas? Y les decía: Vosotros sois de acá abajo. Saboreáis
q u e reciben; éstos devolvían males p o r los bienes recibidos. D e la tierra, p o r q u e , c o m o las serpientes, coméis tierra. ¿ Q u é signi-
a n t e m a n o el Señor, q u e ya la conocía, les anunció la sentencia fica esto: coméis tierra? Os nutrís de cosas terrenas; en ellas
de que m o r i r í a n en su pecado. Luego añadió: Adonde yo voy, os deleitáis, y las apetecéis; n o levantáis el corazón a lo alto.

secunchim ea quae praedicta sunt de illo, no morí cogeretur invitus, sed quod in suo peccato moterentur. Deinde adiungit: Quo ego vado, vos
occideietur patatús. non potestis venire. Hoc et discipulis alio loco dixit; nec tamen eis dixit,
2. Modo autem de ipsa passione sua, quae posita erat non in eius In peccato vestro moriemini. Quid autem dixit? Quod et istis: Quo ego
necessitate, sed potestate, locutus est Iudaeis dicens: Ego vado. Christo vado, vos venire non potestis (lo 13,33). Non abstulit spem, sed praedi-
enim Domino mors profectio fuit illo unde venerat, et unde non disces- xit dilationem. Quando enim hoc discipulis Dominus Ioquebatur, tune
serat. Ego, inquit, vado, et quaeretis me: non desiderio, sed odio. Nara non poterant venire quo ille ibat, sed postea venturi erant: isti autem
illum posteaquam abscessit ab oculis hominum, inquisierunt et qui ode- nunquam, quibus praescius dixit, In peccato vestro moriemini.
rant et qui amabant: illi persequendo, illi habere cupiendo. In Psalmis 3. His autem auditis verbis, quomodo solent carnea cogitantes, et
ait ipse Dominus per prophetam, Periit fuga a me, et non est qui requi- secundum carnem iudicantes, et totum carnaliter audientes atque sapientes,
rat animam meam (Ps 141,5): et iterum ait alio loco in Psalmo, Confun- dixerunt: Numquid interficiet semetipsum; quia dixit, Quo ego vado,
dantur et revereantur requirentes animara meam (Ps 39,15). Culpavit vos nos potestis venire? Stulta verba, et omnino insipientiae plena. Quid
qui non requirerent, damnavit qui requirerent. Malum est enim non enim? non poterant illo venire quo ille perrexisset, si interficeret semet-
quaerere animam Christi, sed quomodo eam quaesierunt discipuli; et ma- ipsum? Numquid ipsi non erant morituri? Quid est ergo, Numquid
lum est quaerere animam Christi, sed quomodo eam Iudaei quaesierunt: interficiet semetipsum; quia dixit, Quo ego vado, vos non potestis venire?
illi enim ut haberent, isti ut perderent. Denique isti quia sic quaerebant Si de morte hominis diceret, quis homo non moritur? Ergo quo ego vado
more malo, corde perverso, quid secutus adiunxit? Quaeretis me, et, ne dixit, non cum itut ad mortem, sed quo ibat ipse post mortem. Illi itaque
putetis quia bene me quaeretis, in peccato vestro moriemini. Hoc est non intelligentes, ista respondetunt.
Christum male quaeiere, in peccato suo mori: hoc est illum odisse, per 4. Et Dominus ad eos qui terram sapiebant, quid ait? Et ¿icebat
quem posset solum salvus esse. Cum enim homines quorum spes in Deo eis: Vos de deors-um estis. Ideo terram sapitis, quia sicut serpentes terram
est, non debeant mala reddere nec pro malis, reddebant isti mala pro manducatis. Quid est, terram manducatis? Terrenis pascimini, terrenis
bonis. Praenuntiavit ergo illis Dominus, dixitque sententiam praescius, delectamini, terrenis inhiatis, sursum coi non habetis. Vos de deorsum
32 Sobre el Evangelio de San Juan 38, 5 38, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 33
Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este eran malvados, incrédulos, terrenos. ¿Qué os parece de los santos
mundo, yo no soy de este mundo. ¿Y c ó m o había de ser del apóstoles? ¿Qué diferencia había entre los judíos y los apósto-
m u n d o A q u e l p o r q u i e n fue hecho el m u n d o ? T o d o s son del les? La q u e hay entre las tinieblas y la luz, e n t r e la fe y la in-
m u n d o después de hecho el m u n d o : p r i m e r o es el m u n d o , y de credulidad, e n t r e la piedad y la impiedad, entre la esperanza y
este m o d o el h o m b r e es del m u n d o . Pero p r i m e r o Cristo, des- la desesperación, e n t r e la caridad y la avaricia; m u c h a era la di-
pués el m u n d o , p o r q u e antes q u e el m u n d o , Cristo; antes q u e ferencia. ¿Acaso p o r haber tanta diferencia, los apóstoles n o eran
Cristo, nada, p o r q u e en el principio era el Verbo, y por El fue- de este m u n d o ? Si atiendes a su n a c i m i e n t o y procedencia, p o r
ron hechas todas las cosas. Y así El era de las alturas. ¿De q u é venir todos de A d á n , estaban en este m u n d o . P e r o ¿qué dice
alturas? ¿Del aire? N o . E n el aire vuelan también las aves. de ellos el Señor? Yo os elegí del mundo. Y de este m o d o , los
¿Del cielo q u e vemos? T a m p o c o . En él t a m b i é n las estrellas, el q u e eran del m u n d o dejaron de ser del m u n d o y comenzaron
sol y la luna dan sus vueltas. ¿ D e los ángeles? T a m p o c o ima- a pertenecer a A q u e l p o r q u i e n fue h e c h o el m u n d o ; p e r o a
ginéis esto. Los ángeles fueron hechos por A q u e l por q u i e n quienes fue dicho q u e m o r i r í a n en sus pecados, siguieron siendo
fueron hechas todas las cosas. Pues ¿de q u é alturas es Cristo? del m u n d o .
D e l Padre mismo. N a d a más alto q u e aquel D i o s q u e e n g e n d r ó 6. N a d i e diga, hermanos, q u e n o es de este m u n d o , pues
al V e r b o igual a sí m i s m o , coeterno suyo, unigénito, sin tiem- por ser h o m b r e , es de este m u n d o . V i n o a ti el que hizo el
po, p o r el cual crearía los tiempos. A s í debes entender q u e m u n d o y te libró de este m u n d o . Si te deleita el m u n d o , es q u e
Cristo es de las alturas, de m o d o q u e con tu p e n s a m i e n t o re- quieres ser siempre i n m u n d o ; p e r o , si ya no te deleita este m u n -
montes a todo lo q u e fue hecho, a todas las criaturas, a toda do, estás ya limpio. Sin e m b a r g o , si, llevado de alguna flaqueza,
materia, a todo espíritu creado, a todo lo q u e es de algún m o d o estás aún apegado al m u n d o , deja que viva en ti el q u e lim-
m u t a b l e , c o m o lo r e m o n t ó San J u a n para decir: En el principio pia, y quedarás l i m p i o ; pero, si ya estás limpio, n o p e r m a n e -
era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. cerás en el m u n d o , ni oirás lo q u e oyeron los judíos: Moriréis
en vuestros pecados. Todos hemos nacido con pecado; todos du-
5. Y así dice: Yo soy de las alturas, vosotros sois de este
r a n t e la vida h e m o s añadido otros al pecado de origen, y nos
mundo, yo no soy de este mundo. Os dije que moriréis en vues-
hemos hecho m á s del m u n d o q u e éramos c u a n d o nuestros pa-
tros pecados. N o s aclaró, hermanos, lo que quiso que entendié-
dres nos dieron el ser. ¿Y d ó n d e estaríamos si A q u e l q u e n o
ramos en aquellas palabras: Vosotros sois de este mundo. Dijo:
Vosotros sois de este mundo; p o r q u e eran pecadores, p o r q u e
quid vobis videtur de sanctis Apostolis? Quantum intererat Ínter Iudaeos
et Apostólos? Quantum ínter tenebras et lucem, quantum inter fidem et
estis: ego de supernis sum. Vos de mundo hoc estis: ego non sum de infidelitatem, quantum inter pietatem et impietatem, quantum inter spem
hoc mundo. Quomodo enim erat de mundo, per quem factus est mundus? et desperationem, quantum inter charitatem et cupiditatem: multum ergo
Omnes de mundo post mundum; quia prius mundus, et sic homo de intererat. Quid ergo? quia tantum intererat, Apostoli de mundo non
mundo: prius autem Christus, deinde mundus; quoniam ante mundum erant? Si cogites quomodo nati sint, et unde venerint; quia omnes ex
Christus, ante Christum nihil: quia in principio erat Verbum; omnia per Adam venerant, de hoc mundo erant. Sed quid eis ait ipse Dominus?
ipsum jacta sunt (lo 1,1.3). Sic ergo erat ille de supernis. De quibus su- Ego vos de mundo elegi (ibid. 15,19). Qui ergo de mundo erant, facti
pernis? De aere? Absit: ibi et aves volitant. De cáelo quod videmus? Et sunt non de mundo, et pertinere coeperunt ad eum per quem factus
hoc absit; ibi et stellae et sol et luna citcumeunt. De Angelis? Ñeque hoc est mundus. Isti autem remanserunt esse de mundo, quibus dictum est,
intelligatis: per illum et Angeli facti sunt, per quem omnia facta sunt. De Moriemini in peccatis vestris.
quibus ergo supernis Christus? Ab ipso Patre. Nihil illo Deo superius, 6. Nemo ergo dicat, fratres, De hoc mundo non sum. Quisquís es
qui Verbum genuit aequale sibi, coaeternum sibi, unigenitum, sine tem- homo, de hoc mundo es: sed venit ad te qui fecit mundum, et libeiavit
t>ore, per quem conderet témpora. Sic ergo accipe Christum de supernis, te de hoc mundo. Si delectat te mundus, semper vis esse immundus; si
ut excedas cogitatione tua omne quod factum est; universam omnino autem iam non te delectat hic mundus, iam tu es mundus. Verumtamen
cieaturam, omne Corpus, omnem conditum spiritum, omnem rem quoquo si per aliquam infirmitatem adhuc te delectat mundus, habitet in te qui
modo mutabilem: totum excede, sicut excessit Ioannes, ut contingeret, In mundat, et eris mundus. Si autem fueris mundus, non remanebis in mun-
principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. do; nec audies quod audierunt Iudaei, Moriemini in peccatis vestris. Om-
5. Ego ergo, inquít, de supernis sum. Vos de hoc mundo estis: nes enim cum peccato nati sumus; omnes vivendo ad id quod nati era-
ego -non sum de hoc mundo. Dixi ergo vobis quia moriemini in peccatis mus addidimus, magisque de mundo facti sumus, quam tune quando de
vestfis. Exposuit nobis, fratres, quid intelligi voluerit, Vos de hoc mundo parentibus nostris nati sumus. Et ubi essemus, si ille non veniret, qui
estis. Ideo quippe dixit, Vos de hoc mundo estis, quia peccatores erant, non habebat omnino peccatum, ut solveret omne peccatum? In quem
quia iniqui erant, quia infideles erant, auia terrena sapiebant. Nam Iudaei quia non ctedebant, mérito audierunt, Moriemini in peccatis ves-
S.As. 14 2
34 Sobre el Evangelio de San Juan 38, 7 38, 8 •"* Sobre el Evangelio de San }uart 35
tiene ni sombra de pecado n o hubiese venido para destruir todo razón se p u s o en guardia, y m u c h o s creyeron, c o m o se deduce
pecado? Los judíos, por no creer en EJ, fueron justamente sen- de las siguientes palabras del m i s m o Evangelio. Estaban allí
tenciados: Moriréis en vuestros pecados. Ya que n o os fue p o - m i e m b r o s de Cristo q u e a ú n n o se h a b í a n a d h e r i d o al cuerpo
sible estar exentos de todo pecado, h a b i e n d o nacido con él, sin de Cristo; y entre el p u e b l o q u e le crucificó, que le colgó en la
e m b a r g o , si hubieseis creído en mí, ciertamente habríais nacido cruz, q u e le escarneció p e n d i e n t e en ella, q u e le hirió con la
en pecado, p e r o n o moriríais en pecado. T o d a la desgracia, pues, lanza, q u e le dio a beber hiél y vinagre, había m i e m b r o s de
de los judíos está, n o en haber nacido con pecado, sino en m o - Cristo, p o r los cuales dijo: Padre, perdónalos, porque no saben
rir con sus pecados. Esta es la desgracia, que debe evitar todo lo que hacen. Y ¿qué dejará de perdonarse a u n converso si es
cristiano, para lo cual se acude al bautismo, y quienes por su la sangre d e r r a m a d a de Cristo la q u e p i d e p e r d ó n ? ¿Qué ho-
flaqueza o por otros motivos estén en peligro, p i d e n ser soco- micida p o d r á desesperar si Cristo dio esperanzas al m i s m o que
rridos; p o r esta razón, a u n el n i ñ o lactante es llevado en los le dio la m u e r t e ? Por este m o t i v o creyeron m u c h o s . Fue derra-
brazos piadosos de la m a d r e a la Iglesia, para que n o se vaya mada la sangre de Cristo para que, bebiéndola, tuviesen con q u é
sin el b a u t i s m o ni m u e r a con el pecado con que nació. Estado rescatarse, más bien q u e temer hacerse reos de haberla derrama-
infelicísimo y suerte miserable es la de quienes oyeron de boca do. ¿Quién p o d r á desesperar? N o te admires q u e en la cruz sea
de la V e r d a d : Moriréis en vuestros pecados. salvado u n ladrón, poco antes homicida, poco después acusado,
7. Sin e m b a r g o , les da la razón de que esto suceda, dicién- convicto, condenado, suspendido, libertado. D o n d e q u e d ó con-
doles: Si no creyereis que yo soy lo que soy, moriréis en vues- victo, allí fue c o n d e n a d o ; p e r o allí fue cambiado, allí fue liber-
tros pecados. Creo, hermanos, que en aquella m u l t i t u d que es- tado. Así, p u e s , entre la m u l t i t u d a q u i e n el Señor hablaba esta-
cuchaba al Señor estaban t a m b i é n los que h a b í a n de creer. Y
ban quienes h a b í a n de morir en su pecado y quienes, creyendo
c o m o si contra todos se hubiese lanzado aquella severísima sen-
en el m i s m o q u e les hablaba, h a b í a n de verse libres de todo
tencia: Moriréis en vuestros pecados, y quedasen cerradas las
pecado.
puertas a la esperanza aun para aquellos que h a b í a n de creer,
8. Sin e m b a r g o , presta atención a lo q u e dice Cristo, nues-
unos se enfurecían, otros t e m í a n , o mejor, no t e m í a n , ya des-
esperaban. Devolvióles el Señor la esperanza, a ñ a d i e n d o : Si no tro Señor: Si no creyereis que yo soy, moriréis en vuestros peca-
creyereis que yo soy, moriréis en vuestros pecados. Luego, si dos. ¿Qué quiere decir: Si no creyereis que yo soy, moriréis en
creyereis que yo soy, n o moriréis en vuestros pecados. Volvió la vuestros pecados? Yo soy, ¿qué? N o a ñ a d i ó nada; y p o r q u e nada
esperanza a los desesperados, la actividad a los d o r m i d o s : el co- añadió, es m u c h o lo q u e insinuó. ¿Qué se esperaba q u e dijese?
Quizá: si no creyereis que yo soy Cristo; si no creyereis que yo soy
tris: quia non habere peccatum nullo modo potuistis, qui cum peccato
nati estis, sed tamen si in me, inquit, credideritis, cum peccato quidem quae nondum adhaeserant corpori Christi: et in illo populo a quo cruci-
nati estis, sed in peccato vestro morituri non estis. Tota ergo infelicitas fixus est, a quo in ligno suspensus est, a quo pendens inisus est, a quo
Iudaeorum ipsa erat, non, peccatum habere, sed in peccatis mori. Hoc lancea vulneratus est, a quo felle et aceto potatus est, erant membra
est quod debet fugere omnis christianus: propter hoc ad Baptismum cur- Christi, pro quibus dixit, Pater, ignosce illis, quia nesciunt quid faciunt.
ritur; propter hoc qui aegritudine vel aliunde periclitantur, sibi deside- Quid autem converso non ignoscitur, si íusus Christi sanguis ignoscitur?
rant subveniri; propter hoc etiam sugens parvulus a matre piis manibus Quis homicida desperet, si in spem redditus est a quo etiam Christus oc-
ad Ecclesiam fertur, ne sine Baptismo exeat, et in peccato quo natus est cisus est? Crediderunt inde multi; donatus est eis sanguis Christi, m
moriatur. Infelicissima conditio, misera sors istorum, qui de ore verídico magis eum biberent quo liberarentur, quam rei de illo effuso tenerentur:
audierunt, In peccatis vestris moriemini. quis desperet? Et si in cruce latro salvatus est, ante paululum homicida,
7. Unde tamen hoc eis contingat, exponit: Si enim non credideritis post paululum accusatus, convictus, damnatus, suspensus, liberatus; noli
quia ego sum, moriemini in peccatis vestris. Credo, fratres, in illa multi- mirari. Ubi convictus, ibi damnatus: sed ibi liberatus, ubi mutatus (Le
tudine quae Dominum audiebat, et eos fuisse qui credituri erant. Quasi 23,34-43). In hoc ergo populo cui Dominus loquebatur, erant qui in
autem in omnes processerat severissima illa sententia, ln peccato vestro peccato suo fuerant morituri: erant etiam qui in ipsum qui loquebatur,
-moriemini; ac per hoc et illis qui credituri erant, spes erat ablata: illi fuerant credituri, et ab omni peccato libeíandi.
saeviebam, illi timebant; imo non timebant, sed iam desperabant. Revo- 8. Tamen hoc attende quod ait Dominus Christus: Si non credide-
cabit eos in spem; adiunxit enim, Si non credideritis quia ego sum, ritis quia ego sum, moriemini in peccatis vestris. Quid est, Si non credi-
moriemini in peccatis vestris. Ergo si credideritis quia ego sum, non mo- deritis quia ego sum? Ego sum, quid? Nihil addidit; et quia nihil ad-
riemini in peccatis vestris. Reddita est spes desperantibus, excitatio facta didit, multum est quod commendavit. Exspectabatuí enim ut diceret quid
est dormientibus, cordibus evigilaverunt: inde plurimi ctediderunt, sicut esset, nec tamen dixit. Quid exspectabatuí ut dieexet? Forte, Nisi cre-
Evangelii ipsius consequentia testantur. Erant enim illic membra Christi, dideritis quia ego sum Christus; nisi credideritis quia ego sum Dei
36 Sobre el Evangelio de San Juan 38, 8 38, 10 Sobre el Evangelio de San ]uan 37
el Hijo de Dios; si no creyereis que yo soy el Verbo del Padre: si de Jacob. Esto sí lo puedes entender, porque ¿qué inteligencia
no creyereis que yo soy el Creador del mundo; o si no creyereis puede comprender Yo soy el que soy?
que yo soy el Formador y Reformador del hombre, el Construc- 9. ¿Qué haremos nosotros? ¿Nos atreveremos a decir algo
tor y reparador, el Hacedor y Sostenedor; si no creyereis que sobre esto que dijo el Señor: Yo soy el que soy; o más bien
yo soy todo esto, moriréis en vuestros -pecados. Muchas cosas sobre lo que le oísteis decir: Si no creyereis que yo soy, mori-
encierra esta palabra: Yo soy, según había dicho a Moisés: Yo réis, en vuestros pecados? ¿Y yo, con mis fuerzas tan escasas y
soy el que soy. ¿Quién podrá explicar convenientemente el sig- casi nulas, me atreveré a razonar qué sea lo dicho por Nuestro
nificado de la palabra soy? Por medio de su ángel enviaba Dios Señor Jesucristo: Si no creyereis que yo soy? ¿Osaré preguntar
a Moisés a liberar a su pueblo de Egipto (ya lo sabéis por ha- al mismo Señor? Escuchadme preguntando, más bien que razo-
berlo leído y oído; pero os lo recuerdo). Moisés temblaba, se nando, más buscando que presumiendo, aprendiendo más que
excusaba y obedecía. Excusándose dijo a Dios, que hablaba por enseñando, y conmigo y por mi intermedio preguntad vosotros
su ángel: Si el pueblo me preguntare quién es el Dios que te también. Pronto está también el Señor, que está en todas par-
ha enviado, ¿qué le responderé? Y el Señor le dice: Yo soy el tes. Escuche el afecto del que interroga, y conceda la facultad
que soy; y se lo repitió: Dirás a los hijos de Israel: El que es, de entender. Pues ¿con qué palabras puedo llevar a vuestros co-
me ha enviado a vosotros. N o dice: Yo soy Dios, o Yo soy el razones lo que yo entiendo, si es que algo puedo entender? ¿Qué
hacedor del mundo; o Yo soy el creador de todas las cosas; o voces serán suficientes? ¿Qué elocuencia será bastante? ¿Qué
Yo soy el que multiplica el pueblo que vas a libertar, sino fuerzas para entenderlo? ¿Qué facundia para declararlo?
simplemente: Yo soy el que soy; y Dirás a los hijos de Israel:
10. Hablaré a Nuestro Señor Jesucristo, hablaré, y El me
El que es. N o añadió: El que es vuestro Dios, el que es el Dios
oiga. Creo que está presente, no tengo la menor duda, pues El
de vuestros padres, sino solamente dijo: El que es me envió a
dijo: He aquí que yo estoy con vosotros hasta la consumación
vosotros. Quizá era mucho para el mismo Moisés, como es mu-
de los siglos. ¡Oh Señor, Dios nuestro!, ¿qué es lo que decís:
cho también para nosotros, y especialmente para nosotros enten-
Si no creyereis que yo soy? ¿Qué hay que no sea de cuanto tú
der el sentido de Yo soy el que soy, y de El que es me envió a
hiciste? ¿No es el cielo? ¿No es la tierra? ¿No son las cosas
vosotros. Y si Moisés llegó a comprenderlo, ¿cuándo lo entende-
que hay en el cielo y en la tierra? ¿No es el hombre a quien
rían aquellos a quienes era enviado? Difirió, pues, el Señor lo
hablas? ¿No es el ángel a quien envías? Si son todas estas co-
que el hombre no podía entender, y añadió lo que podía com-
prender: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios et ait, Ego sum Deus Abraham, el Deus Isaac, et Deus lacob (Ex 3,13-15).
Hoc potes capere: Nam Ego sum qui sum, quae mens potest capere?
Filius; nisi credideritis quia ego sum Verbum Patris; nisi credideriiis 9. Quid ergo nos? audebimusne aliquid dicere ex hoc quod dictum
quia ego sum conditor mundi; nisi credideritis quia ego sum hominis for- est, Ego sum qui sum: vel potius ex hoc quod Dominum dicere audistis,
mator et reformator, creator et recreator, factor et refactor: nisi hoc cre- Nisi credideritis quia ego sum, moriemini in peccatis vestris? Itane his
dideritis quia ego sum, moriemini in peccatis vestris. Multum est quod viribus meis tantillis et pene nullis, audebo disputare quid sit quod ait
ait ipsum, Ego sum: quia sic dixerat et Deus Moysi, Ego sum qui sum. Dominus Christus, Nisi credideritis quia ego sum? Audebo ipsum Do-
Quis digne eloquatur quid sit, sum? Mittebat Deus per angelum suum, minum intertogare: audite me interrogantem potius quam disputantem,
servum suum Moysen ad liberandum ex Aegypto populum suum (legistis magis quaerentem quam praesumentem, potius discentem quam docen-
quod audistis, et nostis; commemoro tamen); mittebat trementem; excu- tem, et certe in me vel per me etiam vos interrógate. Praesto est etiam
santem, sed obedientem. Cum ergo excusaret, ait Deo, quem loqui in ipse Dominus qui ubique est, audiat interrogandi affectum, et intelligendi
angelo intelligebat: Si dixerit mihi populus, Et quis est Deus qui misit praestet effectum. Nam ego quibus verbis, et si forte aliquid cajjio, per-
te, quid eis dicam? Et Dominus ad eum, Ego sum qui sum: et repetivit, ducere possum quod capio ad corda vestra? Quisnam sufficit sonus?
Dices jiliis Israel, Qui est, misit me ad vos. Non ait et ibi, Ego sum quae suppetit eloquentia? quae vires intelligendi? quae facultas profe-
Deus; aut, Ego sum mundi fabricator; aut, Ego sum omnium rerum rendi?
creator; aut, Ego sum ipsius populi liberandi propagator: sed hoc tantum, 10. Dicam ergo Domino nostro Iesu Christo, dicam, et audiat me.
Ego sum qui sum; et, Dices jiliis Israel, Qui est; non addidit, Qui est Credo ptaesentem, omnino non dubito; ipse enim dixit, Ecce ego vobis-
Deus vester, qui est Deus patrum vestrorum, sed tantum hoc dixit, Qui eum sum usque in consummationem saecwli (Mt 28,20). O Domine Deus
est, misit me ad vos. Forte multum erat et ad ipsum Moysen, sicut multum noster, quid est quod aisti, Nisi credideritis quia ego sum? Quid enim
est et ad nos, et multo magis ad nos, intelligere quid dictum sit, Ego non est eorum quae fecisti? Numquid caelum non est? numquid térra
sum qui sum; et, Qui est, misit me ad vos. Et si forte caperet Moyses, non est? numquid non sunt ea quae in térra et in cáelo sunt? num-
illi ad quos mittebatur quando caperent? Distulit ergo Dominus quod quid homo ipse cui loqueris non est? numquid ángelus quem mittis non
capere homo non posset. et addidit quod capere posset: adiunxit enim est? Si omnia sunt haec quae per te facta sunt, quid est quod cibi pro-
38 Sobre ú Evangelio de San Juan 38, 10 38, 11 Sobre el Evangelio de San Juan 39
sas, q u e tú hiciste, ¿por q u é reservaste p a r a ti el Ser m i s m o , los cambios de las criaturas hallo dos tiempos: el pasado y el
c o m o algo p r o p i o tuyo, q u e n o diste a nadie a fin de ser tú futuro. Busco el presente; nada permanece. Lo q u e dije, ya n o
solo? ¿ C ó m o o i g o : Yo soy el que soy, c o m o si las otras cosas es; lo q u e voy a decir, aún n o es; lo que hice, ya n o es; lo que
no sean; y c ó m o oigo: Si no creyereis que yo soy? ¿Acaso quie- voy a hacer, a ú n n o es; lo que he vivido, ya n o es; lo q u e voy
nes te escuchaban n o eran? A u n q u e pecadores, eran hombres. a vivir, aún n o es. El pasado y el futuro los e n c u e n t r o en todo
Pues ¿qué es lo q u e estoy haciendo? Q u é sea el Ser m i s m o , dí- m o v i m i e n t o de las cosas. En la verdad, que p e r m a n e c e , n o hallo
g a l o el corazón, dígalo al interior, háblelo allí dentro, oiga el ni pasado ni futuro, sino u n presente, y éste incorruptible, que
h o m b r e interior, y la m e n t e perciba que verdaderamente es; p u e s no se halla en la criatura. Discurre p o r las vicisitudes de las co-
es el ser siempre del m i s m o m o d o . U n a cosa, cualquiera q u e sas, hallarás el fue y el será. Pues para q u e tú t a m b i é n seas, sube
sea (como q u e comienzo a razonar y dejé de interrogar; quizá más alto que el t i e m p o . Mas ¿quién subirá por sus propias fuer-
q u i e r o decir lo q u e oí; El conceda exultación a mis oídos y a zas? Llévete allá A q u e l q u e dijo a su P a d r e : Quiero que donde
los vuestros m i e n t r a s hablo), cualquiera cosa, pues, por excelen- yo estoy estén ellos también conmigo. H a c i é n d o n o s esta p r o m e -
te q u e sea, si es m u d a b l e , v e r d a d e r a m e n t e n o es, p o r q u e n o sa, para q u e n o m u r a m o s en nuestros pecados, m e parece q u e
está el verdadero ser allí d o n d e está el n o ser. Lo q u e cambia, N u e s t r o Señor Jesucristo con estas palabras: Si no creyereis que
después del cambio, no es lo q u e era; si n o es lo que era, ha yo soy, n o quiso decir sino esto: Si no creyereis que yo soy Dios,
habido allí u n a m u e r t e ; pereció allí algo que era y ya no es. La moriréis en vuestros pecados. D e m o s gracias a D i o s , p o r q u e dijo:
negrura desapareció de la cabeza de u n anciano, q u e comienza a Si no creyereis; y n o dijo: Si no entendiereis. P o r q u e ¿quién
blanquear; la belleza m u r i ó en el cuerpo de u n viejo gastado y puede ser capaz de entenderlo? ¿O es q u e por h a b e r m e atrevido
encorvado; m u e r t a s están las fuerzas en u n c u e r p o lánguido; a hablaros, y os parezca haber e n t e n d i d o , habréis c o m p r e n d i d o
m u e r t a la q u i e t u d en u n cuerpo c a m i n a n t e ; m u e r t o el m o v i m i e n - algo de tan excelsa inefabilidad? Si n o lo entiendes, la fe te sal-
to en u n cuerpo quieto; m u e r t o s el m o v i m i e n t o y la erección va. Por eso el Señor n o dijo: Si no comprendiereis q u e yo soy;
en u n cuerpo yacente; m u e r t a la locución en u n a lengua ca- sino q u e dijo lo que los h o m b r e s p u e d e n hacer: Si no creyereis
llada; en lo q u e se cambia y es lo q u e n o era, veo cierta que yo soy, -moriréis en vuestros pecados.
vida en lo q u e es y una m u e r t e en lo q u e fue. Finalmente,
11. Mas ellos, aficionados siempre a lo terreno, y oyendo y
del h o m b r e q u e ha m u e r t o , c u a n d o se p r e g u n t a , ¿dónde está
respondiendo siempre según la carne, le dijeron: ¿Tú quién
aquel h o m b r e ? , se contesta: Fue. ¡Oh verdad que verdaderamen-
eres?, p o r q u e cuando dijiste: Si no creyereis que yo soy, no agre-
te eres! En todas nuestras acciones y m o v i m i e n t o s y en todos
venio, praeteritum et futurum. Praesens quaero, nihil stat: quod dixi, iam
prium quiddam tenuisti ipsum esse, quod alus non dedisti, ut tu solus non est; quod dicturus sum, nondum est: quod feci, iam non est; quod
esses? Nam quomodo audio, Ego sum qui sum; quasi alia non sint? et facturus sum, nondum est: quod vixi, iam non est; quod victurus sum,
quomodo audio, Nisi credideritis quia ego sum? lili enim non erant qui nondum est. Praeteritum et futurum invenio in omni motu terum: in ve-
audiebant? Et si peccatores erant, nomines erant. Quid etgo fació? Quid ritate quae manet, praeteritum et futurum non invenio, sed solum prae-
sit ipsum esse, dicat cordi, intus dicat, intus loquatur; homo interior sens, et hoc incorruptibiliter, quod in creatura non est. Discute rerum mu-
audiat, mens capiat veré esse: est enim semper eodem modo esse. (Res tationes, invenies Fuit et Erit: cogita Deum, invenies Est, ubi Fuit et
enim aliqua, quaelibet omnino: quasi coepi disputare, et destiti quaerere; Erit esse non possit. Ut etgo et tu sis, transcende tempus. Sed quis trans-
forte quod audivi voló loqui, auditui meo det exsultationem et vestro cendet viribus suis? Levet illuc ille qui Patri dixit, Voló ut ubi ego sum,
cum loquor): res enim quaelibet, prorsus qualicumque excellentia, si et ipsi sint mecum. Hoc itaque promittens ne moriamur in peccatis nostris,
mutabilis est, non veré est; non enim est ibi verum esse, ubi est et non nihil aliud Dominus Iesus Christus mihi videtur his verbis dixisse, Nisi
esse. Quidquid enim mutari potest, mutatum non est quod erat: si non credideritis quia ego sum: prorsus nihil aliud mihi videtur his verbis di-
est quod erat, mors quaedam ibi facta est; peremptum est aliquid ibi xisse quam hoc, Nisi credideritis quia ego Deus sum, moriemini in pec-
quod erat, et non est. Nigredo mortua est in capite albescentis senis, catis vestris. Bene, Deo gratias, quia dixit, Nisi credideritis: non dixit,
pulchritudo mortua est in corpore fessi et incurvi senis, mortuae sunt Nisi ceperitis. Quis enim hoc capiat? Aut veré, quia ausus sum dicere, et
vires in corpore languentis, mortua est statio in corpore ambulantis, mor- visi estis intelligere, aliquid de tanta ineffabilitate cepistis? Si ergo non
tua est ambulatio in corpore stantis, mortua est ambulatio et statio in capis, fides te liberat. Ideo et Dominus non ait, Nisi ceperitis quia ego
corpore iacentis, mortua est locutio in lingua tacentis: quidquid mutatur sum; sed quod poterant dixit, Nisi credideritis quia ego sum, moriemini
et est quod non erat, video ibi quamdam vitam in eo quod est, et mor- in peccatis vestris.
tem in eo quod fuit: Denique de mortuo cum dicitur, Ubi est homo ille? 11. Et illi semper terrena sapientes et semper secundum carnem
respondetur, Fuit. O veritas quae veré es! Nam in ómnibus actionibus et audientes et respondentes, quid ei dixerunt? Tu quis es? Non enim cum
motibus nostris, et in omni prorsus agitatione creaturae dúo témpora in- dixisti, Nisi credideritis quia ego sum. addidisti quid esses. Quis es, ut
40 Sobre el Evangelio de San Juan 3S, I I
Sobre el Evangelio de San Juan 41
39, 1
gaste lo q u e eras. ¿Quién eres, para q u e creamos? Y E l contesta: haber r e s p o n d i d o : La V e r d a d ; esto e s : Y o soy la Verdad. P e r o
El Principio, Esto es, lo q u e el Ser. El p r i n c i p i o n o sufre m u - respondió m á s alto, v i e n d o q u e ellos p r e g u n t a r o n ¿Tú quién
tación, p e r m a n e c e en sí y renueva todas las cosas. Verdadera- eres?, como diciendo: T e h e m o s oído decir: Si no creyereis que
m e n t e es el p r i n c i p i o A q u e l d e q u i e n está escrito: Tú eres siem- yo soy, ¿qué h e m o s d e creer q u e eres? A lo cual r e s p o n d i ó :
pre el mismo, y tus años no tendrán fin. Yo soy, dice, el Prin- Principio; es decir, creedme Principio. Y añadió que os estoy
cipio, el mismo que os estoy hablando. Creed q u e yo soy el hablando, esto es, q u e h u m i l l á n d o m e p o r vosotros, descendí hasta
Principio, para q u e n o m u r á i s e n vuestros pecados. hablar vuestro lenguaje. Pues si, siendo como es Principio, d e
Y c o m o e n la p r e g u n t a q u e le hicieron sólo dijeron: ¿Tú tal forma hubiese p e r m a n e c i d o e n el Padre, q u e n o tomase la
quién eres?, sin añadir más, El respondió: El Principio, esto es, forma d e siervo, y c o m o h o m b r e hablase a los h o m b r e s , ¿cómo
creed q u e y o soy el Principio. Esto se ve m á s claro e n el griego habían d e creerle, si el p o b r e corazón n o p u e d e oír al V e r b o in-
q u e e n e l latín. E n la lengua griega el vocablo principio es del teligible si n o es p o r m e d i o d e voces sensibles? P o r lo tanto,
g é n e r o femenino, como e n latín ley tiene género femenino, y en dice, creed q u e yo soy el Principio, pues para q u e creáis, n o
el griego masculino; e n cambio, sabiduría, t a n t o e n latín como sólo soy, sino q u e t a m b i é n os hablo. P e r o ya es m u c h o lo q u e
en griego, es d e l género femenino. El m o d o d e hablar varía e n os h e hablado sobre este tema. P e r m í t a m e Vuestra Caridad q u e ,
cada lengua el g é n e r o d e los vocablos, p o r q u e las cosas carecen con la ayuda d e D i o s , reserve lo q u e queda para el día d e m a -
de sexo. Pues la sabiduría n o es r e a l m e n t e u n a h e m b r a , y, sien- ñana.
d o Cristo la Sabiduría d e Dios, se n o m b r a a Cristo e n g é n e r o
masculino, y sabiduría, en género femenino. A l decir, pues, los
TRATADO 39
judíos: ¿Tú quién eres?, El, q u e sabía q u e entre ellos había al-
g u n o s q u e h a b í a n d e creer, y q u e p o r lo m i s m o h a b í a n dicho DESDE LAS PALABRAS: "MUCHAS COSAS TENGO QUE DECIROS Y JUZGAR",
¿Tú quién eres?, para q u e supiesen q u é cosa le d e b í a n creer, HASTA ESTAS OTRAS: " Y NO ENTENDIERON QUE LLAMABA SU PADRE
r e s p o n d i ó : El Principio; n o c o m o afirmando q u e El era el P r i n - A Dios"
cipio, sino como diciendo: C r e e d m e el Principio. Esto, c o m o 1. Las palabras q u e N u e s t r o Señor Jesucristo dijo a los ju-
dije, aparece claro e n la lengua griega, e n la cual p r i n c i p i o es díos, t e m p l a n d o su lenguaje de m o d o q u e los ciegos n o vieran
del género femenino. C o m o si quisiese decir q u e El era la Ver- y a la v e z abriesen los ojos de los fieles, y q u e hoy h a n sido
dad, y a los q u e p r e g u n t a b a n , ¿Tú quién eres?, respondiese: La leídas e n e l santo evangelio, son las siguientes: Decíanle, pues,
Verdad. Pues parece q u e a la p r e g u n t a ¿Tú quién eres?, debía
spondere debuisse, Veritas; id est, Veritas sum. Sed altius respondit,
credamus? Et ille, Principium. Ecce quod est esse. Principium mutari cum videret eos ita dixisse, Tu quis es? ac si dicerent, Quoniam abs te
non potest: principium in se manet, et innovat omnia; principium est, audivimus, Nisi credideritis quia ego sum, quid te esse credemus? ad
cui dictum est, Tu autem ídem ipse es, et anni tui non deficient (Ps hoc respondit, Principium: tanquam diceret, Principium me credite. Et
101,28). Principium, ait, quia et loquor vobis. Principium me credite, ne addidit, quia et loquor vobis: id est, quia humilis propter vos factus,
moriamini in peccatis vestris. Tanquam enim in eo quod dixerunt, Tu ad ista verba descendí. Nam si principium sicuti est, ita maneiet apud
quis es? nihil aliud dixerint quam, Quid te esse credimus? respondit, Patrem, ut non acciperet formam servi et homo loqueretur hominibus;
Principium; id est, Principium me credite. In graeco namque eloquio quomodo ei crederent, cum infirma corda intelligibile Verbum sine
discernitur, quod non potest in latino. Apud graecos enim feminini voce sensibili audire non possent? Ergo, inquit, credite me esse prin-
generis est principium, sicut apud nos lex generis feminini est, quae cipium; quia, ut credatis, non solum sum, sed et loquor vobis. Sed de
apud illos est masculini: sicut sapientía et apud nos et apud jilos ge- hac re iam multum est loqui vobis: placeat ¡taque Charitati vestrae ut
neris feminini est. Consuetudo locutionis ideo per diversas linguas va- quod restat, illo adiuvante servemus, crastino reddituri.
tiat genera vocabulorum, quia in ipsis rebus non invenís sexum. Non
enim sapientia veré femina est, cum Christus sit Dei Sapientia (1 Cor
1,24), et Christus appelletur genere masculino, sapientia feminino. Cum TRACTATUS 39
ergo dicerent Iudaei, Tu quis es? ille qui sciebat esse ibi quosdam cre-
dituros, et ideo dixisse, Tu quis es? ut scirent quid illum ciedere de- AB EO Quon srulPTUM E S T , M U L T A HABEO D E VOBIS LOQUL ET IUE>ICARE; USQUE AU
m, E T NON COGNOVIÍRIJNT QUIA PATREM E I U S DKEHAT D E U M
berent, respondit, Principium: non tanquam diceret, Principium sum;
sed tanquam diceret, Principium me credite. Quod in sermone graeco,
ut dixi, evidenter apparet, ubi feminini generis est principium. Velut 1. Verba Domini nostri Iesu Christi quae habuit cum Iudaeis, ita
si vellet dicete se esse veritatem, et dicentibus, Tu quis es? responde- moderans loquelam suam, ut caeci non viderent, et fideles oculos ape-
ré:, Veritatem; curo videatur ad id quod dictum est, Tu quis es? re- rirent, quae hodie de sancto Evangelio recitata sijnt, ista sunt: Dicebant
ergo Iudaei, Tu quis es? Quia dixerat snpra Dominus, Nisi credideritis
42 Sobre el evangelio de San Juan 39, 2 39, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 43
los judíos, ¿tú quién eres? Como antes había dicho el Señor: el que es el Espíritu Santo del Padre y del Hijo sea el Padre
Si no creyereis que yo soy, moriréis en vuestros pecados, ellos o el Hijo, según la instrucción recibida por los católicos en el
replicaron: ¿tú quién eres?, como preguntando en quién debían gremio de la madre Iglesia, sin embargo, no decimos que son
creer para no morir en su pecado. A la pregunta ¿Tú quién tres dioses, aunque, si fuésemos interrogados acerca de cada uno,
eres?, respondió diciendo: El Principio, que os hablo. Si el Se-
sea necesario confesar que cada uno es Dios.
ñor dijo que El era el Principio, puede preguntarse si el Padre
3. Estas cosas parecen absurdas a quienes juzgan de las co-
es también Principio. Si es Principio el Hijo, que tiene Padre,
sas extraordianrias por las ordinarias, de las invisibles por las vi-
¿cuánto más fácil es comprender que Dios Padre es Principio,
que tiene un Hijo del que es Padre, pero no tiene de quien sibles, y comparan a la criatura con el Creador. Algunas veces
proceda? El Hijo es Hijo del Padre y el Padre es Padre del nos preguntan los infieles: A quien vosotros llamáis Padre, ¿es
Hijo; pero el Hijo es Dios de Dios, luz de luz. Se dice que el Dios? Dios, contestamos. A quien llamáis Hijo, ¿es Dios? Dios,
Padre es luz, pero no de luz; que el Padre es Dios, pero no de contestamos. A quien llamáis Espíritu Santo, ¿es Dios? Dios,
Dios. Pues si el Dios de Dios, la luz de luz es Principio, ¿cuán- contestamos. ¿Luego, dicen, el Padre, el Hijo y el Espíritu San-
to mejor se comprenderá que es Principio el Dios del cual pro- to son tres dioses? Respondemos: No. Se desconciertan, porque
cede Dios, la luz de la cual sale la luz? Carísimos, parece un no tienen luz; su corazón está cerrado, porque les falta la llave
absurdo decir que el Hijo es Principio y no llamemos al Padre de la fe. Nosotros, en cambio, hermanos, guiados por la fe, que
Principio. da luz a los ojos de nuestro corazón, veamos con claridad lo
que hemos entendido, y creamos, sin dudar, lo que no hemos en-
2. ¿Qué diremos? ¿Serán dos Principios? Cuidado con de-
tendido: no nos separemos del fundamento de la fe para que po-
cir esto. Pues ¿qué? Si el Padre es Principio y el Hijo es Prin-
damos llegar a la cumbre de la perfección. El Padre es Dios, el
cipio, ¿cómo no han de ser dos Principios? ¿Cómo decimos
que el Padre es Dios, que el Hijo es Dios, y no decimos que Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios; pero el Padre no es el
son dos dioses? Es un delito decir dos dioses, como es delito de- Hijo, ni el Hijo es el Padre; ni el Espíritu Santo, que es el Espí-
cir tres dioses, y, sin embargo, el que es Padre no es Hijo; el ritu del Padre y del Hijo, es el Padre o el Hijo. La Trinidad es un
que es Hijo no es Padre, y el Espíritu Santo, que es el Espíritu solo Dios, es una eternidad, un solo poder, una sola majestad.
del Padre y del Hijo, ni es el Padre ni es el Hijo. Y aunque Son tres, pero no tres dioses. N o venga ningún impostor a de-
el que es Padre no es Hijo y el que es Hijo no sea Padre, ni cirme: ¿Qué son los tres? Pues si dices que son tres, debes decir
qué son los tres. Le contesto: el Padre, el Hijo y el Espíritu
quia ego sum, moriemini in peccatis ves tris (1 Cor 1,24). Ad hoc ergo
iili, Tu quis es? veluti quaerentes nosse in quem deberent credere, ne eruditae in gremio matris Ecclesiae, nec ¡lie qui est Pater sit Filius,
in suo peccato morerentur. Respondit dicentibus, Tu quis es? et ait, nec ille qui est Filius sit Pater, nec Spiritus sanctus Patris et Filii sit
"Principium, quia et loquor vobis. Si se dixit Dominus esse principium, vel Filius vel Pater, ttes déos tamen esse non dicimus: quamvis de
quaeri potest utrum et Pater principium sit. Si enim Filius principium singulis si quaeratur, necesse est de quocumque interrogati fuerimus,
est qui habet Patrem, quanto facilius intelligendus est Deus Pater esse Deum esse fateamur.
principium, qui habet quidem Filium cui Pater sit, sed non habet de 3- Et absurda ista videntur hominibus sólita trahentibus ad insólita,
quo sit? Filius enim Patris est Filius, et Pater utique Filii Pater est: visibilia ad invisibilia, creaturam comparantibus Creatori. Interrogan!
sed Deus de Deo Filius dicitur, lumen de lumine Filius dicitur: Pater enim nos aliquando infideles et dicunt: Patrem quem dicitis, Deum di-
dicitur lumen, sed non de lumine; Pater dicitur Deus, sed non de Deo. citis? Respondemus: Deum. Filium quem dicitis, Deum dicitis? Respon-
Si ergo Deus de Deo, lumen de lumine principium est; quanto facilius demus: Deum. Spiritum sanctum quem dicitis, Deum dicitis? Respon-
intelligitur principium lumen de quo lumen, et Deus de quo Deus? demus: Deum. Ergo, inquiunt, Pater et Filius et Spiritus sanctus tres
Videtur itaque absuxdum, charissimi, ut Filium dicamus principium, et sunt dii? Respondemus: Non. Turbantur, quia non iUumtnanaír: coi
Patrem principium non dicamus. clausum habent, quia clavim fidei non habent. Nos ergo, fratres, fide
2. Sed quid agemus? nunquid dúo etunt principia? Cavendum est praecedente, quae sanat oculum cordis nostri, quod intelligimus, sine
hoc dicere. Quid ergo? si et Pater ptincipium et Filius principium, obscuritate capiamus; quod non intelligimus, sine dubitatione cieda-
quomodo non dúo principia? Quomodo dicimus Patrem Deum et Fi- mus: a fundamento fidei non recedamus, ut ad culmen perfectionis
lium Deum, nec tamen dicimus dúos déos. Nefas est enim dicere dúos veniamus. Deus est Pater, Deus est Filius, Deus est Spiritus sanctus:
déos, nefas est dicere tres déos: et tamen qui Pater est, non est Filius; et tamen Pater non est qui Filius, nec Filius est qui Pater, nec Spiritus
qui Filius est, non est Pater. Spiritus autem sanctus Patris et Filii Spi- sanctus Patris et Filii Spiritus aut Pater est aut Filius. Trinitas unus
ritus, nec Pater est nec Filius. Quamvis ergo, sicut aures catholicae sunt Deus: Trinitas una aetetnitas, una potestas, una maiestas: tres, sed non
44 Sobre el Evangelio de San Juan 39, 4
V), 5 Sobre el Evangelio de San Juan 45
Santo. Has nombrado a tres, dice él; pero di qué son Jos tres.
piezas a numerar. Después de numerar, no puedes decir qué e s
Cuenta bien, pues yo completo tres cuando digo Padre, Hijo y
lo que has numerado. El Padre es Padre, el Hijo es Hijo, el Es-
Espíritu Santo. El Padre, en cuanto dice relación a sí mismo,
píritu Santo es Espíritu Santo. ¿Qué son estos tres, el Padre, el
es Dios; pero, con relación al Hijo, es Padre. El Hijo, con re-
Hijo y el Espíritu Santo? ¿No son tres dioses? No. ¿No son tres
lación a sí mismo, es Dios; pero, con relación al Padre, es
omnipotentes? No. ¿No son tres creadores del mundo? No. En-
Hijo. tonces, ¿el Padre es omnipotente? Verdaderamente omnipotente.
4. Esto podéis comprenderlo por unas vulgares compara- Luego el Hijo, ¿no es omnipotente? También el Hijo es verda-
ciones. Un hombre y otro hombre, si aquél es padre, éste es deramente omnipotente. Y el Espíritu Santo, ¿no es omnipoten-
hijo; es hombre en sí mismo, pero es padre en relación al hijo, te? También es omnipotente. ¿Luego son tres omnipotentes? No,
y el hijo en sí mismo es hombre, pero es hijo en relación al pa- son un omnipotente. Con este número indican solamente lo que
dre. Padre es nombre que dice relación a algo. Hijo dice tam- cada uno es respecto al otro, no lo que cada uno es en sí. Como
bién relación a algo; pero estos dos son hombres. Así, Dios Pa- Dios Padre en sí mismo es Dios, juntamente con el Hijo y el
dre, en relación a algo, esto es, en relación al Hijo, es Padre. Espíritu Santo no son tres dioses; y como en sí es omnipotente,
Y Dios Hijo, con relación a algo, es decir, al Padre, es Hijo. juntamente con el Hijo y el Espíritu Santo no son tres omnipo-
Pero éstos no son dos dioses, como aquéllos son dos hombres. tentes; pero, como el Padre de por sí no es Padre, sino con res-
¿Por qué aquí no es lo mismo que allí? Porque aquello es una pecto al Hijo; ni el Hijo, sino con respecto al Padre; ni el Es-
cosa y esto es otra: aquélla es la Divinidad. Hay allí algo inefa- píritu Santo, sino con respecto al Padre y al Hijo, no hay razón
ble que no se puede declarar con palabras, y es que haya nú- para que yo diga que son tres, sino que el Padre, el Hijo y el
mero y no haya número. Ved cómo parece haber número: Pa- Espíritu Santo son un solo Dios, un solo Omnipotente. Luego
dre, Hijo y Espíritu Santo son Trinidad. Si son tres, ¿qué son hay un solo Principio.
los tres? Aquí falta el número. Así Dios tiene número y no está 5. Escuchad algunos textos de las Sagradas Escrituras de los
comprendido en el número. Por ser tres, son como número; cuales podéis deducir algo de lo que os decimos. Después que
pero si quieres saber qué son los tres, no hay número. Por eso resucitó Nuestro Señor Jesucristo y subió al cielo, cuando quiso,
escrito está: Grande es el Señor nuestro, grande su -poder, y su pasados allí diez días, envió desde el cielo al Espíritu Santo, lle-
sabiduría no tiene número. Cuando comienzas a discurrir, em- nos del cual, los que estaban reunidos en el Cenáculo, comenza-
ron a hablar en todos los idiomas. Aterrados los verdugos del Se-
dii. Non mihi calumniator respondeat: Quid ergo tres? Si enim tres, ñor con este milagro, compungidos, se dolieron; doliéronse, se
ait, oportet dicas quid tres. Respondeo: Pater et Filius et Spiritus sanc-
tus. Ecce, inquit, tres dixisti; sed quid tres exprime. Imo tu numera; Pater est; Filius, Filius est; Spiritus sanctus, Spiritus sanctus est: quid
nam ego compleo tres, cum dico, Pater et Filius et Spiritus sanctus. Id sunt isti tres, Pater et Filius et Spiritus sanctus? Non tres dii? Non.
enim quod Pater ad se est, Deus est; quod ad Filium est, Pater est: Non tres omnipotentes? Non. Non tres mundi creatotes? Non. Ergo
quod Filius ad seipsum est, Deus est; quod ad Patrem est, Filius est. omnipotens Pater? Omnipotens plañe. Ergo et Filius non omnipotens?
4. Ista quae dico potestis de similitudinibus agnoscere quotidianis. Plañe et Filius omnipotens? Ergo et Spiritus sanctus non omnipotens?
Homo et alter homo, si ille sit pater, iüe filius; quod homo est, ad Et ipse omnipotens. Tres ergo omnipotentes? Non; sed unus omnipo-
seipsum est; quod pater est, ad filium est: et filius quod homo est, ad tens. Hoc solo numerum insinuant quod ad invicem sunt, non quod
seipsum est; quod autem filius est, ad patrem est. Pater enim nomen ad se sunt. Quia enim Deus Pater ad se est Deus simul cum Filio et
est dictum ad aliquid, et filius ad aliquid: sed isti dúo nomines sunt. Spiritu sancto, non sunt tres dii; quia ad se est omnipotens simul
At vero Pater Deus ad aliquid est Pater, id est ad Filium; et Filius Deus cum Filio et Spiritu sancto, non sunt tres omnipotentes: quia vero
ad aliquid est Filius, id est ad Patrem: sed non quomodo illi dúo non ad se est Pater, sed ad Filium; nec Filius ad se est, sed ad Patrem;
nomines sunt, sic isti dúo dii. Quare hoc non ita est ibi? Quia illud nec Spiritus ad se, in eo quod dicitur Spiritus Patiis et Fitii; non est
aliud, hoc autem aliud est: quia illa divinitas est. Est ibi aliquid inef- quid dicam tres, nisi Patrem et Filium et Spiritum sanctum unum
fabile, quod verbis explicari non possit, ut et numerus sit, et nume- Deum, unum omnipotentem. Ergo unum principium.
rus non sit. Videte enim si non quasí apparet numerus. Pater et Fi-
lius et Spiritus sanctus Trinitas. Si tres, quid tres? Déficit numerus. 5. Accipite aliquid de Scripturis sanctis, unde hoc quod dicitur
Ita Deus nec recedit a numero, nec capitur numero. Quia tres sunt, utcumque capiatis. Posteaquam Dominus noster Iesus Christus resur-
tanquam est numerus: si quaeris quid tres, non est numerus. Unde rexit, et cum voluit ascendit in caelum, decem diebus illic impletis mi-
dictum est, Magnus Dominus noster et magna virtus eius, et sapientiae sit inde Spiritum sanctum: quo implen qui aderant in conclavi uno,
eiuj non^ est numeras (Ps 14,6.5). Ubi cogitare coeperis, incipis nume- omnium gentium linguis coeperunt loqui. Miraculo exterriti Domini
tate: ubi numeravetis, quid numeraveris non potes responderé. Pater, interfectores, compuncti doluerunt, dolentes mutati sunt, mutati ciedi-
derunt; accesserunt corpori Domini, id est numero fidelium, tria mil-
46 Sobre el Evangelio de San Juan 39, 5 39, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 47
trocaron, y trocados, creyeron. Se u n i e r o n al c u e r p o del Señor, es almas sean una sola alma y que m u c h o s corazones sean u n solo
decir, al n ú m e r o de los creyentes, tres mil h o m b r e s . T a m b i é n a. corazón, ¿cuánto más el Padre, el H i j o el Espíritu Santo serán
la vista de otro m i l a g r o se u n i e r o n otros cinco mil; q u e d ó cons- un solo Dios, una sola Luz, u n solo Principio?
tituida una grey n o p e q u e ñ a , en la cual, recibido el Espíritu 6. Escuchemos, pues, al Principio, q u e nos habla. Muchas
Santo, q u e encendió el amor espiritual, f o r m a n d o u n solo cuer- cosas, dice, tengo que decir de vosotros y juzgar. Recordáis que
p o por la caridad y el fervor del espíritu, todos en aquella so- dijo: Yo no juzgo a nadie. Ahora dice: Muchas cosas tengo que
ciedad unida comenzaron a vender todo lo q u e poseían y a p o - decir de vosotros y juzgar. Pero una cosa es: No juzgo, y otra:
ner el precio a los pies de los apóstoles p a r a q u e diesen a cada Tengo que juzgar. No juzgo, dijo refiriéndose al presente, pues
uno lo q u e había menester. Y dice la Escritura que todos tenían- había venido a salvar al m u n d o , n o a juzgar al m u n d o . P e r o al
una sola alma y un solo corazón en Dios. Prestad atención, her- decir: Muchas cosas tengo que decir de vosotros y juzgar, se
manos, y p o r aquí entended el misterio de la T r i n i d a d ; c ó m o refiere al juicio futuro. Subió al cielo p a r a venir a juzgar a los
decimos el Padre es, el H i j o es, el Espíritu Santo es, y, sin e m - vivos y a los muertos. N a d i e juzgará con más justicia q u e quien
bargo, es u n solo Dios. H a b í a allí tantos miles, y sólo había u n fue juzgado injustamente. Muchas cosas, dice, tengo que decir
corazón; tantos miles, y sólo había u n alma. P e r o ¿en dónde? de vosotros y juzgar, pero el que me envió es veraz. Ved c ó m o
E n Dios. ¡Cuánto más será u n o solo el m i s m o D i o s ! ¿Acaso e m - el H i j o , igual al Padre, glorifica al Padre. N o s da ejemplo a nos-
pleo m a l las palabras cuando digo dos h o m b r e s , dos almas, o tres otros, c o m o diciendo en nuestros corazones: ¡Oh, h o m b r e cre-
h o m b r e s , tres almas, o m u c h o s h o m b r e s , muchas almas? Cierta- yente, si oyes m i Evangelio, te dice tu Señor D i o s , cuando yo,
m e n t e digo bien. Acerqúense a Dios y todos tienen una sola Verbo, Dios en el p r i n c i p i o en Dios, igual al P a d r e , coeterno al
alma. Si acercándose a D i o s m u c h a s almas p o r la caridad son u n a que m e e n g e n d r ó , glorifico a A q u e l cuyo H i j o soy, ¿cómo tú te
sola alma y muchos corazones u n solo corazón, ¿qué hará la. engríes contra aquel cuyo siervo eres?
fuente m i s m a de la caridad en el P a d r e y en el H i j o ? ¿ N o será: 7. Muchas cosas, dice, tengo que decir y juzgar de vosotros,
allí con mayor razón la T r i n i d a d u n solo Dios? D e allí nos como si dijera: Y o juzgo en verdad, p o r q u e soy Verdad, H i j o
viene a nosotros la caridad del Espíritu Santo, c o m o dice el del veraz. El P a d r e es veraz, el H i j o es Verdad. ¿ Q u é creemos
Apóstol: La caridad de Dios ha sido derramada en nuestros co- q u e es más? Pensemos, si nos es posible, qué es más, veraz o
razones -por medio del Espíritu Santo, que nos ha sido dado. Si, verdad. T o m e m o s otras cosas. ¿Es más el h o m b r e piadoso o la
pues, la caridad de Dios, derramada en nuestros corazones por
tum qui datus est nobis, multas animas facit unam animam, et multa
medio del Espíritu Santo que se nos ha dado, hace q u e m u c h a s
corda facit unum cor; quanto magis Pater et Filius et Spiritus sanctus,
Deus unus, lumen unum, unumque principium?
lia hominum. ítem alio facto quodam miraculo, accesserunt alia quin- 6. Audiamus ergo principium quod loquitur nobis. Multa, inquit,
qué millia; facta est plebs una non parva: in qua omnes accepto Spi- habeo loqui de vobis et indicare. Meministis quod ait, Ego non indico
ritu sancto, quo amor spíritualis accensus est, chántate ípsa et fervore quemquam (lo 8,15): ecce modo dicit, Multa habeo de vobis loqui
spiíitus in unum redacti, coeperunt in ipsa societatis unitate venderé et iudicare. Sed aliud est, non indico; aliud, habeo indicare. Non indi-
omnia quae habebant, et pretia poneré ad pedes Apostolorum, ut dis- co, dixit ad praesens; venerat enim ut salvaret mundum, non ut iudi-
tribuetetur unicuique, sicut cuique opus erat. Et hoc de illis Scriptura caret mundum (ibid. 12,47): quod autem dicit, Multa habeo de vobis
dicjt, quod erat eis anima una et cor unum in Deum (Act 2,4). At- loqui et indicare, iudicium futurum dicit. Ideo enim ascendit, ut ve-
tendite etgo, fratres, et hinc agnoscite mysterium Trinitatis, quomodo niat iudicare vivos et mortuos. Nemo iustius iudicabit, quam qui inrás-
dicamus, Et Pater est, et Filius est, et Spiritus sanctus est, et tamen te iudicatus est. Multa, inquit, habeo de vobis loqui et iudicare: sed
unus Deus est. Ecce illi tot millia erant, et cor unum erat; ecce tot qui me misit, verax est. Videte quemadmodum Patri det gloriam ae-
millia erant, et una anima erat. Sed ubi? In Deo. Quanto magis ipse qualis Filius. Exemplum enim nobis praebet, et tanquam in cordibus
Deus? Numquid erro in verbo, quando dico dúos homines duas ani- nosttis loquitur: O homo fidelis, et Evangeüum meum audis, dicit
mas, aut tres homines tres animas, aut multos homines multas animas? tibi Dominus Deus tuus, ubi ego in principio Verbum Deus apud
Recte utique dico. Accedant ad Deum, una anima est omnium. Sin ac- Deum, aequalis Patri, coaeternus gignenti, do gloriam ei cuius sum
cedentes ad Deum, multae animae per charitatem una anima est, et Filius; quomodo tu superbus es adversus eum cuius servus es?
multa corda unum cor; quid agit ipse fons charitatis in Patre et Filio? 7. Multa habeo, inquit, de -vobis loqui et iudicare: sed qui -me
Nonne ibi magis Trinitas unus est Deus? Inde enim nobis chatitas misit, verax est: tanquam diceret, Ideo verum iudico, quia Filius vera-
venit, de ipso Spiritu sancto, sicut dicit Apostolus: chantas Dei diffusa cis veritas sum. Pater verax, Filius veritas, quid putamus esse amplius?
est in cordibus nostris per Spiritum sanctum qui datus est nobis (Rom Cogitemus si possímus, quid est amplius, verax an veritas. De quibus-
5,5). Si ergo chantas Dei diffusa in cordibus nostris per Spiritum sanc- dam quaeramus. Pius homo plus est, an pietas? Sed plus est ipsa pietas:
48 Sobre el Evangelio de San )uan 39, 8 39, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 49
piedad? Es más la piedad misma, pues piadoso viene de piedad, Dios, en cambio, es lo que es, por lo cual conservó como nom-
no piedad de piadoso. Puede subsistir la piedad, aunque quien bre propio suyo: Yo soy el que soy. También el Hijo se dio tal
era piadoso se haya vuelto impío. El perdió la piedad, pero nada nombre, cuando dijo: Si no creyereis que yo soy. Hace referen-
quitó a la piedad. ¿El pulcro o la pulcritud? Más la pulcritud cia a la pregunta ¿Tú quién eres? El Principio. Dios es, pues,
que el pulcro, pues la pulcritud hace al pulcro, no el pulcro a la inconmutable; el alma es mutable. Cuando el alma toma de Dios
pulcritud. ¿La castidad o el casto? Ciertamente la castidad es algún bien, se torna buena por participación, a la manera que
más que el casto. Si la castidad no existiese, no tendría con qué tu ojo ve por participación, pues deja de ver cuando falta la
ser casto. Y si no quisiera ser casto, la castidad permanecería ín- luz, por cuya participación ve. Y como el alma se hace buena
tegra. Pues, si la piedad es más que pío, la pulcritud más que por participación, si cambiando se vuelve mala, permanece la
pulcro, la castidad más que casto, ¿no hemos de decir que más bondad de la cual era partícipe. Se había hecho partícipe de cier-
es la verdad que veraz? Si decimos esto, venimos a decir que ta bondad al hacerse buena; pero, al tornarse peor, la bondad
el Hijo es mayor que el Padre, pues clarísimamente el mismo permanece íntegra. Si el alma se extravía y se vuelve mala, la
Señor dice: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Luego si el bondad no se merma; como tampoco crece si el alma retorna y
Hijo es la verdad, ¿qué ha de ser el Padre sino lo que dice la se hace buena. Participando tu ojo de la luz, ves. ¿Los cierras?,
misma verdad: Quien me envió es veraz? El Hijo, la verdad; el la luz no ha mermado. ¿Los abres?, la luz no ha aumentado.
Padre, veraz. ¿Cuál es mayor? Yo los veo iguales, pues el Padre Con este ejemplo entended, hermanos, que, si el alma es pía, hay
veraz no es veraz por la verdad de la cual ha tomado una parte, piedad en Dios, de la cual participa el alma; que, si es casta el
sino que la ha engendrado totalmente. alma, está en Dios la castidad, de la cual ella es partícipe; que,
8. Creo que hay que explicarlo más llanamente. Pero para si el alma es buena, hay bondad en Dios, de la cual toma el
no cansaros más hoy no os diré más que esto; cuando concluya alma; que, si el alma es veraz, hay verdad en Dios, de la que
de deciros lo que intento con la ayuda de Dios, terminará la participa el alma. De cuya verdad si el alma no participa, todo
plática. He dicho esto para mantener vuestra atención. El alma, hombre es mendaz. Y si todo hombre es mendaz, ninguno de
por ser mutable, y aunque sea una criatura noble, no deja de por sí es veraz. El Padre veraz es veraz de por sí, porque en-
ser criatura; y aunque es mejor que el cuerpo, también fue crea- gendró a la verdad. Una cosa es que este hombre sea veraz por
da; el alma, digo, por ser mutable, pues unas veces cree, otras participar de la verdad, y otra cosa es que Dios sea veraz por
no cree; unas veces quiere, otras no quiere; ora adultera, ora es haber engendrado la verdad. Aquí tenéis cómo Dios es veraz, no
casta; ora es buena, ora es mala; y en este sentido es mutable.
non vult; modo adultera est, modo casta; modo bona, modo mala, mu-
pius enim a pietate, non pietas a pió. Potest enim esse pietas, etsi Ule tabilis est: Deus autem hoc est quod est; ideo proprium nomen sibi
qui pius erat, factus est impius. Ipse perdidit pietatem, pietati nihil tenuit, Ego sum qui sum (Ex 3,14). Hoc est Filius, dicendo, Nisi cre-
abstulit. Quid item pulcher et pulchritudo? Plus est pulchritudo quam dideritis quia ego sum: ad hoc pettinet et, Tu quis es? Pri-ncipium
pulcher: pulchritudo enim facit pulchrum, non pulcher facit pulchri- (lo 8,24.25). Deus igitur incommutabilis est, anima mutabilis. Quando
tudinem? Castus et castitas? Castitas plañe plus est quam castus. Si capit anima ex Deo unde sit bona, participando fit bona: quomodo
enim castitas non esset, unde esset iste castus, non haberet: si autem tuus oculus participando videt. Nam lumine subtracto non videt, cuius
noluerit esse castus, castitas integra perseverat. Si ergo plus pietas quam particeps factus videt. Quia ergo anima participando fit bona, si mutata
pius, plus pulchritudo quam pulcher, plus castitas quam castus; num- coeperit esse mala, bonitas manet cuius erat particeps bona. Bonitatis
quid dicturi sumus plus veritas quam verax? Si hoc dixetimus, Filium enim cuiusdam particeps facta est cum bona esset; qua mutata in peius,
incipiemus dicere Patre maiorem. Ait enim apertissime ipse Dominus: integra bonitas permanet. Si recedat anima et mala fíat, non minuitur
Ego sum via, et ventas, et vita (lo 14,6). Ergo si Filius veritas; Pater bonitas; si revertatur et bona fíat, non crescit bonitas. Factus est oculus
quid, nisi quod ait ipsa veritas, Qui me misit, verax est? Filius ve- tuus particeps lucis huius, et vides: clausus est? hanc lucem non mi-
ritas, Pater verax: quid plus sit quaero, sed aequalitatem invenio. Ve- nuisti: apertus est? hanc lucem non auxisti. Hac data similitudine, fra-
rax enim Pater non ab ea veritate verax est cuius partem cepit, sed tres, intelligite quia si pia est anima, est pietas apud Deum, cuius
quam totam genuit. fit particeps anima; si est casta anima, est castitas apud Deum, cuius est
8. Video planius esse dicendum. Et certe ne vos diu teneam, ho- particeps anima; si est bona anima, est bonitas apud Deum, cuius est par-
die huc usque tractetur: cum finiero quod voló dicere, adiuvante Deo, ticeps anima; si est verax anima, est veritas apud Deum, cuius est
sermo claudatur. Hoc ideo dixi, ut intentos vos facerem. Omnis anima particeps anima. Cuius particeps si non fuerit anima, omnis homo men-
quoniam res est mutabilis, et quamvis magna creatura, tamen creatura; dax (Ps 115,11): si omnis homo mendax, nullus homo de suo verax:
quamvis corpore melior, tamen facta: omnis ergo anima quoniam mu- Pater autem verax, de suo est verax; quia genuit veritatem. Aliud est,
tabilis est, hoc est, modo credit, modo non ctedit; modo vult, modo Verax est homo iste, quia iam percepit veritatem; aliud est, Verax Deus,
50 Sobre el Evangelio de San Juan 40, 2
40, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 51
p o r participar, sino por engendrar la verdad. V e o q u e habéis
entendido, y m e gozo de ello. Por hoy tenéis bastante. C u a n d o que yo soy y que no hago nada por mí mismo, sino que hablo
a D i o s plugiere y según la luz q u e El os diere, os e x p o n d r é lo lo que el Padre me ha enseñado. ¿Qué quiere decir? M e parece
restante. q u e quiere decir que ellos, después de su pasión, h a b í a n de co-
nocer q u i é n era El. Sin duda veía entre ellos a algunos por El
TRATADO 40 ya conocidos y elegidos antes de la creación del m u n d o para es-
tar con sus santos, que h a b í a n de creer después de su pasión.
DESDE LAS PALABRAS: "DíJOLES, PUES, JESÚS: CUANDO HAYÁIS LEVAN- Estos mismos son los que asiduamente os r e c o m e n d a m o s y con
TADO EN ALTO AL H I J O DEL HOMBRE", HASTA AQUÉLLAS: " Y CONOCE- g r a n d e ahínco p r o p o n e m o s a vuestra imitación. Enviado de arri-
RÉIS LA VERDAD, Y LA VERDAD OS SALVARÁ"
ba el Espíritu Santo después de la pasión, resurrección y ascen-
sión del Señor, se c o m p u n g i e r o n de corazón ante los milagros
1. Del santo Evangelio según San Juan, q u e nos veis llevar
obrados en el n o m b r e de aquel a q u i e n sus perseguidores, los
en las manos, ha o í d o vuestra caridad m u c h a s lecciones q u e ,
judíos, despreciaron c o m o a u n m u e r t o ; y quienes con crueldad
con el favor de D i o s , os hemos explicado según nuestros alcan-
le dieron m u e r t e , se trocaron y creyeron, y con fe bebieron la
ces, encareciéndoos q u e este evangelista ha preferido hablar prin-
sangre que i n h u m a n a m e n t e derramaron. Eran los tres m i l y los
c i p a l m e n t e de la divinidad del Señor, p o r la cual es igual al Pa-
cinco m i l judíos a quienes El veía cuando decía: Cuando levan-
dre e H i j o ú n i c o de Dios, y que p o r esta razón ha sido com-
téis en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy.
p a r a d o con el águila, que es el ave que m á s alto vuela. Escu-
C o m o quien dice: Difiero vuestro reconocimiento p a r a comple-
chad, pues, con toda la atención lo q u e sigue p o r su orden, según
tar m i pasión; en el t i e m p o establecido conoceréis q u i é n soy. N o
las luces que el Señor nos conceda en su exposición.
todos los que le escuchaban h a b í a n de creer entonces, es decir,
2. Os hemos hablado sobre la lectura precedente, indicán- después de su pasión, p o r q u e poco después a ñ a d e : Cuando El
doos c ó m o deba entenderse q u e el P a d r e es veraz, y el H i j o la decía estas cosas, muchos creyeron en El, y a ú n n o había sido
verdad. Los judíos n o c o m p r e n d i e r o n que hablaba del Padre levantado en alto el H i j o del h o m b r e . H a b l a de la exaltación de
cuando dijo el Señor Jesús: Veraz es el que me envió. Consi- la pasión, no de la glorificación; de la cruz, n o del cielo; por-
g u i e n t e m e n t e , añadió lo que ahora acabáis de oír leer: Cuando q u e t a m b i é n fue exaltado c u a n d o fue suspendido en la cruz.
hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis P e r o aquella exaltación fue una humillación, p o r q u e se hizo obe-
diente hasta la m u e r t e de cruz. Y convenía que esto se llevara
quia genuit veritatem. Ecce quomodo verax est Deus, non participan-
do, sed generando veritatem. Vídeo vos intellexisse et gaudeo: sufficiat sum, et a meipso fació nihil, sed sicut docuit me Pater, haec loquor.
vobis hodie; caetera guando Domino placuerit, sicut donaverit, expone- Quid est hoc? Nihil enim aliud videtur dixisse, nisi eos post passio-
mus. nem suam cognituros quis esset. Procul dubio ergo videbat ibi aliquos,
quos ipse noverat, quos ipse cum caeteris sanctis suis ante constitutio-
TRACTATUS 40 nem mundi praesciendo elegetat, post passionem suam esse credituros.
Ipsi sunt illi quos assidue commendamus, et ad imitationem cum mag-
AB EO [ OCO, DlXlT ERGO EIS lESUS : CUM EXALTAVERITIS FlLIUM HOMÍNÍS; USQÜE na exhortatione proponimus. Misso enim desuper Spiritu sancto post
AD U ) , E T COGNOSCETIS VERITATEM, ET VKRITAS LIBERABIT VOS
Domini passionem et resurrectionem et ascensionem, cum miracuta fie-
rent in eius nomine, quem tanquam mortuum petsequentes Iudaei con-
1. De sancto Evangelio secundum Ioannem, quod gestare nos v¡- tempserant, compuncti sunt corde; et qui saevientes occiderunt, mutari
detis in manibus, iam multa audivit Charitas vestra, quae Deo donante crediderunt; et quem sanguinem saeviendo fuderunt, credendo biberunt:
sicut potuimus disputavimus, commendantes vobis máxime istum evan- illa tria millia, et illa quinqué millia Iudaeorum (Act 2,37.41, et 4,4),
gelistam de Domini divinitate, secundum quam aequalis est Patri et quos ibi videbat, quando dicebat, Cum exaltaveritis Filium hominis,
Filius unicus Dei, loqui elegisse, et propterea aquilae comparatum: tune cognoscetis quia ego sum. Tanquam dicens, Diífero cognitionem
nulla quippe avis volare altius perhibetur. Proinde quae ex ordine sub- vesttam, ut impleam passionem meam: ordine vestro cognoscetis qui
sequuntur, sicut ea Dominus tractare donaverit, intentissime audite. 6Ím. Non quia omnes tune etant credituti ex lis qui audiebant, id est,
2. Locuti sumus vobis de praecedenti lectione, insinuantes quo- post passionem Domini: nam paulo post dicit, Haec eo loquenle, vmhi
modo intelligatur Pater verax, Filius veritas. Cum autem dixisset Do- crediderunt in eum, et nondum exaltatus erat Fiiíus hominis. Exaltatio-
minus lesus, Verax est qui me misit (lo 8,26), non intellexerunt Iu- nem quippe dicit passionis, non glorificationis; crucis, non caeli: quia
daei quod de Patre illis dicetet. Et ait illis quod modo cum legeretur et ibi exaltatus est, quando pependit in ligno. Sed illa exaltatio humi-
audistis: Cum exaltaveritis Filium hominis, tune cognoscetis quia ego liatio fuit. Tune enim factus est obediens usque ad mortem crucis (Phil
2,8). Hoc oportebat impleri per eoruní manus qui postea fuerant cíe-
52 Sobre el Evangelio de San Juan 40, 3
40, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 53
a cabo p o r m e d i o de aquellos q u e después habían de creer, a
m i s m o n o soy. D e Dios tiene el H i j o ser Dios; m a s el P a d r e n o
los cuales dice: Cuando hayáis exaltado al Hijo del hombre, en-
tiene del H i j o ser D i o s . El H i j o es D i o s de D i o s ; el Padre es
tonces conoceréis que yo soy. ¿Por q u é dijo esto sino para que
Dios, p e r o n o de Dios. El H i j o es luz de luz; el Padre es luz,
nadie desesperase, a u n q u e consciente de graves delitos, v i e n d o
p e r o n o de luz. El H i j o es, p e r o tiene de quién ser; el P a d r e
p e r d o n a d o el homicidio a quienes h a b í a n dado m u e r t e a Cristo?
es, p e r o no tiene de quién ser.
3. C o n o c i e n d o el Señor a éstos en m e d i o de aquella turba,
dijo: Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces co- 4. N i n g u n o de vosotros, h e r m a n o s míos, se deje llevar de
noceréis que yo soy. Y a sabéis lo q u e quiere decir soy, y n o lo pensamientos carnales cuando le oye decir que habla lo que le
voy a estar r e p i t i e n d o a cada paso, para q u e una cosa tan ele- enseñó su Padre. N o p u e d e la cortedad del h o m b r e pensar sino
vada no llegue a causar fastidio. R e c o r d a d : Yo soy el que soy, en cosas q u e tiene costumbre de hacer o de oír. J a m á s penséis
y El que es me envió, y conoceréis q u é quiere decir: Entonces q u e sean como dos h o m b r e s , p a d r e u n o , hijo el otro, y q u e el
conoceréis que yo soy. Pero t a m b i é n el P a d r e es, y el Espíritu padre habla al hijo, como haces tú c u a n d o hablas con tu hijo,
Santo t a m b i é n es. T o d a la T r i n i d a d tiene el m i s m o ser. Pero, dándole avisos e instrucciones sobre lo que ha de decir, para q u e
c o m o el Señor hablaba c o m o H i j o , para evitar q u e en estas pa- retenga en la m e m o r i a lo que te ha oído, y después de la m e -
labras: Entonces conoceréis que yo soy, p u d i e r a esconderse el moria pase a su lengua, y por m e d i o de sonidos haga penetrar
error de los sabelianos o patripasianos, q u e os r e c o m e n d é recha- en los oídos de otros lo que él percibió en los suyos. N o tengáis
zarlo siempre, es decir, el error de quienes afirmaron q u e el Pa- tales pensamientos, n o sea q u e vuestro corazón venga a ser una
dre y el H i j o son el m i s m o : son dos n o m b r e s , p e r o una sola fábrica de ídolos. N o atribuyáis a la T r i n i d a d forma h u m a n a ,
cosa. Para evitar este error y q u e n o se entendiese q u e al decir: rasgos de m i e m b r o s h u m a n o s , figura de carne h u m a n a , sentidos
Entonces conoceréis que yo soy, fuera El el m i s m o Padre, luego visibles, t a m a ñ o y m o v i m i e n t o s corporales, uso de la lengua, di-
añadió: Y de mí mismo no hago nada, sino digo lo que el Pa- versidad de sonidos: todas estas cosas pertenecen a la forma de
dre me ha enseñado. Y a saltaba de gozo el sabeliano p e n s a n d o siervo que t o m ó el H i j o u n i g é n i t o c u a n d o el V e r b o se hizo car-
haber descubierto la clave para su error, mas, apenas levantó su ne para vivir entre nosotros. N o p r o h i b o , antes obligo a la hu-
cabeza en la oscuridad, q u e d ó confundido con la luz de la sen- m a n a flaqueza a pensar de El lo que ya conoce. Si tienes la ver-
tencia siguiente: Imaginabas q u e El era el Padre, p o r q u e dijo: dadera fe, cree que tal es Cristo; pero tal de María Virgen, n o
Que yo soy; oye que El es el H i j o : Y de mí mismo no hago de Dios Padre. Fue niño, creció c o m o los h o m b r e s , anduvo, tuvo
nada. ¿Qué significa: De mí mismo no hago nada? Q u e de m í
A meipso fació nihil? A meipso non sum. Filius enim de Patre est
Deus; Pater autem non est de Filio Deus: Filius est Deus de Deo;
dituri, quibus dicit, Cum exaltaveritis Filium hominis, tune cognoscelis Pater autem Deus, sed non de Deo: Filius est lumen de lumine; Pa-
quia ego sum. Quare hoc, nisi ut nemo desperaret in quocumque scele- ter autem lumen, sed non de lumine: Filius est, sed est de quo est;
re male sibi conscius, quando videbat eis donari homicidium qui oc- Pater autem est, sed non est de quo est.
ciderant Christum? 4. Quod ergo addidit, Sicut docuit me Pater, haec loquor; nemi-
3. Hos ergo in illa turba agnoscens Dominus, dixit, Cum exaha- ni vestrum obrepat cogitatio carnalis, fratres mei. Non enim potest hu-
veritis Vilium hominis, tune cognoscetis quia ego sum. Iam nostis quid mana infirmitas cogitare, nisi quod consuevit faceré vel audire. Nolite
sit sum; nec assidue repetendum est, ne pariat res tanta fastidium. Re- ergo vobis quasi dúos homines ante oculos poneré, ntmm patrem, alte-
colite illud, Ego sum qui sum, et Qui est, misit me (Ex 3,14); et rum filium, et loquentem patrem ad filium: sicut facis tu, quando
agnoscetis, quid dictum sit, Tune scietis quia ego sum: sed et, Pater verba aliqua dicis filio tuo, monens eum et instruens eum quomodo
est, et Spiritus sanctus est. Ad ipsum esse pertinet tota Trinitas. Sed loquatur, ut quaecumque audivit a te, comrnendet memoriae; cum com-
quia Dominus sicut Filius loquebatut, ne forte in eo quod dixit, Tuno mendaverit memoriae, proferat et lingua, distinguat per sonos, infe-
cognoscetis quia ego sum, subintraret error Sabellianorum, hoc est Pa- rat auribus alicuius quod percepit in suis. Nolite ita cogitare, ne in
tripassianorum, quem vobis errorem commendavi non tenendum, sed corde vestro idola fabricetis. Humanam formam, humanorum lineamenta
cavendum, eorum sálicet qui dixerunt, ípse est Pater, ípse est Filius; membrorum, figuram carnis humanae, sensus istos conspicuos, statuiam
dúo sunt nomina, sed res una: propter istum ergo cavendum errorem motusque corporis, linguae officium, distinctiones sonotum, nolite in
cum díxisset Dominus, Tune cognoscetis quia ego sum; ne ipse intel- illa Trinitate cogitare, nisi quod pertinet ad formam servi, quam ac-
ligeretur Pater, continuo subiunxit, Et a meipso fació nihil, sed sicut cepit unigénitas Filius, cum Verbum caro factum est, ut habitaret in
¿oenit me Pater, haec loquor. Iam gaudere coeperat sabellianus, erroris nobis (lo 1,14). Ibi non te prohibeo, humana infirmitas, cogitare quod
sui eccasione comperta: statim ut se tanquam in obscuro extulit, se- nosti; imo etiam compello. Si fides in te vera est, talem Christum co-
quentis sententiae luce confusus est. Putaveras eum esse Patrem, quia gita: sed ex Maria virgine, non de Deo Patre talem cogita, Infans fuit,
dixit, Ego sum: audi quia Filius est, Et a meipso fació nihil. Quid est, ctevit ut homo, ambulavit ut homo, esurivit, sitivit ut homo, dormi-
54 Sobre el Evangelio de San Juan ^Q
40, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 55
h a m b r e y sed, d u r m i ó y, finalmente, padeció como h o m b r e , fUe
bras, c o m o haces tú c u a n d o enseñas a tu hijo? ¿Cómo decir m u -
colgado de u n madero, m u e r t o y sepultado c o m o h o m b r e ; e n chas palabras con u n solo Verbo? ¿El Verbo del Padre aplicó sus
la m i s m a forma h u m a n a resucitó, subió al cielo a vista de sus oídos a la boca del Padre? Cosas carnales son éstas, q u e han de
discípulos, y en la m i s m a forma ha de venir al juicio. Es voz estar lejos de vuestro corazón. Y o esto os digo, si es q u e habéis
de los ángeles, consignada en el Evangelio: V e n d r á en la m i s r n a e n t e n d i d o lo q u e os he dicho. C i e r t a m e n t e yo he hablado, mis
forma q u e habéis visto subir al cielo. C u a n d o miras a Cristo palabras han sonado, y con los sonidos martillearon vuestros oí-
en la forma de siervo, si tienes fe, considera la forma h u m a n a dos, y por los oídos llevaron m i parecer hasta vuestro corazón,
Pero, cuando piensas q u e En el principio era el Verbo, y el Ver- si habéis llegado a e n t e n d e r m e . I m a g i n a d a u n o que ha oído a
bo estaba en Dios, y el Verbo era Dios, aleja de tu corazón toda un h o m b r e hablando en latín, q u e solamente ha oído, sin enten-
figura h u m a n a ; aleja de tu p e n s a m i e n t o todo lo que se encierra der lo que ha dicho. Por lo q u e se refiere al sonido emitido por
en los límites de la materia, todo c u a n t o ocupa un lugar en el mi boca, el que n o ha e n t e n d i d o lo ha percibido tan bien como
espacio, todo cuanto está sujeto a m e d i d a ; destierra de tu cora- vosotros. Oyó el sonido; las mismas sílabas sacudieron sus oídos,
zón tales ficciones. Fíjate, si puedes, en la belleza de la sabidu- p e r o nada produjeron en su corazón. ¿Por qué? P o r q u e n o en-
ría, considera la hermosura de la justicia. ¿Tiene forma, t a m a ñ o tendió nada. Vosotros, en cambio, sí entendisteis. ¿De d ó n d e os
color? N a d a de esto tiene, y, sin e m b a r g o , existe, p o r q u e , de n o vino la intelección? Y o sólo hice r u i d o en vuestro oído; ¿acaso
existir, no sería amada, ni con razón sería elogiada, y ni amada encendí la luz en vuestro corazón? Ciertamente, si lo q u e dije
ni elogiada tendría cabida en el corazón y en las costumbres. es verdad y vosotros n o sólo oísteis, sino t a m b i é n comprendisteis
A h o r a bien, hay h o m b r e s sabios, y ¿cómo fueran sabios sin la esta verdad, ha habido aquí dos cosas, notadlas: el oír y el enten-
der. El oír fue provocado por m í , y el entender, ¿por quién?
sabiduría? Por lo tanto, ¡oh h o m b r e ! , si no p u e d e s ver tu sabi-
Y o hablé a vuestros oídos para q u e oyeseis. ¿Quién habló a
duría con los ojos de tu cuerpo ni imaginarla c o m o imaginas
vuestro corazón para que entendieseis? Sin duda, alguno habló
las cosas corpóreas, ¿te atreverás a p o n e r figura de cuerpo hu-
y algo dijo a vuestro corazón, de m o d o que n o sólo sonase en
m a n o en la Sabiduría de Dios?
vuestro oído este estrépito de las palabras, sino q u e t a m b i é n des-
5. ¿Qué diremos, hermanos? ¿Cómo el Padre habló al H i j o , cendiese a vuestro corazón algo de verdad. Alguien habló a vues-
pues El dice: Lo que me enseñó mi Padre, eso hablo? ¿De ve- tro corazón, p e r o no le veis. Si entendisteis, h e r m a n o s , algo fue
ras le habló? C u a n d o el Padre enseñó al Hijo, ¿pronunció pala- dicho a vuestro corazón. D o n de Dios es la inteligencia. ¿Quién
dijo esto en vuestro corazón, si entendisteis? A q u e l a q u i e n dice
vit ut homo, postremo passus ut homo, suspensus in ligno, occisus, se-
pultus ut homo; in eadem forma resurrexit, in eadem forma ante ocu- doces filium tuum, verba facis? Quomodo facit verba Verbo? Quae
los discipulorum ascendit in caelum, in eadem forma venturus est ad verba multa fierent único Verbo? Vetbum enim Patris aures habuit ad
iudicium. Angelorum enim vox est in Evangelio expressa: Sic veniet os Patris? Carnalia sunt ista, pereant de cordibus vestris. Hoc enim
quomodo eum vidistis euntem in caelum (Act 1,11). Quando ergo de dico, ecce si intellexistis quod ego dixi, ego certe locutus sum, et mea
forma servi cogitas in Christo, humanam effigiem cogita, si est in te verba sonuerunt, sonisque aures pepuletunt, et per sensum auditus ves-
fides: quando autem cogitas, In principio erat Verbum, et Verbum tri ad cor sententiam perduxerunt, si intellexistis. Facite aliquem audis-
erat apud Deum, et Deus erat Verbum (lo 1,1), pereat de corde tuo se latinae linguae hominem, tantummodo audisse, nec tamen intellexis-
omnis humana figuratio: pellatur de cogitationibus tuis quidquid fine se quod dixi: quantum ad strepitum pertinet emissum ex ore meo,
corpóreo terminatur, quidquid loci spatio continetut, vel quantalibet sic eius ille particeps factus est qui non intellexit, quomodo et vos;
mole diffundítur; de corde tuo figmentum tale dispereat. Cogita, si eum sonum audivit, eaedem syllabae aures eius percuserunt; sed in
potes, pulchritudinem sapientiae, occurrat tibi pukhritudo iustitiae. For- corde ipsius nihil genuerunt. Quate? Quia non intellexit. Vos autem si
ma est? statura est? color est? Nihil horum est, et tamen est: nam si intellexistis, unde intellexistis? Ego ad autem sonui; numquid ego in
non esset, nec amaretur, nec mérito laudaretur, nec amata nec laudata corde lumen accendi? Procul dubio si verum est quod dixi, et hoc
corde moribusque teneretur: nunc vero fiunt nomines sapientes; unde verum non solum audistis, verum etiam intellexistis; duae res ibi
fierent, nisi esset sapientia? Porro autem, o homo, si sapientiam mam factae sunt, discernite illas, auditus et intellectus. Auditus per me fac-
videre carnis oculis non potes, nec tali imaginatione cogitare quali tus est, intellectus per quem? Ego ad aurem dixi ut audiretis, ad cor
corporalia cogitantur, sapientiae Dei audes ingerere humani corporis vestrum quis dixit ut intelligeretis? Sine dubio aliquis et ad cor ves-
formam ? trum aliquid dixit, ut non solum strepitus iste verborum percuteiet
5. Quid etgo dicimus, fratres? Quomodo locutus est Pater Filio, aurem vesttam, sed etiam in cor vestrum aliquid descenderet veritatis:
quoniam Filius ait, Sicut docuit me Pater, haec loquor? Locutus est dixit aliquis et ad cor vesttum, sed non eum videtis; si intellexistis,
illi? Quando docuit Pater Filium, verba fecit, quomodo tu, quando frattes, dictum est et cordi vestro. Munus Dei est intelligentia. Quis
56 Sobre el Evangelio de San }utm 40, 5 40, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 57
el Salmo: Dame entendimiento para conocer tus mandatos. Por q u e p a r a la naturaleza simple de la verdad n o es u n a cosa el ser
ejemplo: habló el obispo. ¿Qué dijo?, p r e g u n t a u n o . Le respon- y otra el saber, sino la misma.
des lo q u e dijo y añades si dijo verdad. Entonces otro, que n o 6. D i j o esto a los judíos, y a ñ a d i ó : Y el que me envió, está
entendió, dice: ¿Qué dijo o p o r q u é m o t i v o le alabas? A m b o s conmigo. Y a antes había dicho lo m i s m o , pero, p o r ser cosa muy
m e oyeron; para ambos hablé, pero para u n o solo dije. Si m e alta, con frecuencia r e p i t e : Me envió y está conmigo. Si está con-
p e r m i t í s comparar cosas p e q u e ñ a s con cosas grandes, p o r q u e tigo, ¡oh Señor!, n o fue enviado u n o p o r el otro, sino que vi-
¿qué somos nosotros comparados con El?, n o sé qué es lo q u e nisteis los dos. Y, sin e m b a r g o , a pesar de estar juntos, u n o es
inmaterial y espiritualmente obra Dios en nosotros, q u e ni es el enviado y otro envía, p o r q u e la misión es la encarnación, y la
sonido que pulsa en el oído, ni el color que ven los ojos, ni el encarnación es sólo del H i j o n o del Padre. Envió el Padre al
olor q u e siente el olfato, ni el sabor q u e percibe el paladar, ni H i j o , p e r o n o se separó del H i j o . N o dejaba de estar el P a d r e
d u r o ni b l a n d o al tacto; sin e m b a r g o , es algo que es fácil de sen- allí donde envió al Hijo. ¿ D ó n d e n o está q u i e n hizo todas las
tir e imposible de explicar. Si, pues, Dios, c o m o iba diciendo, cosas? ¿ D ó n d e n o está q u i e n dijo: Yo lleno el cielo y la tierra?
habla en nuestros corazones sin sonidos, ¿cómo habla a su Hijo? ¿Es q u e quizá el Padre está en todas partes y el H i j o n o está
Pensad, hermanos, pensad q u e de este modo, si, c o m o dije, se en todas partes? Oye al Evangelio: listaba en este mundo, y el
p e r m i t e la comparación de cosas grandes con otras pequeñas. mundo / « e hecho por El. Luego el que me envió, por cuyo m a n -
Pensad así. Incorporalmente habló el Padre al H i j o , p o r q u e incor- dato, c o m o de padre, m e encarné, está conmigo, no me dejó.
p o r a l m e n t e el Padre e n g e n d r ó al H i j o . Pero n o le enseñó, como sí ¿Por qué no m e dejó? No me dejó solo, dice, porque yo hago
hubiera e n g e n d r a d o un H i j o indocto. Q u e le enseñó, es lo m i s m o siempre lo que es de su agrado. Esa es la igualdad, siempre, n o
q u e decir q u e lo e n g e n d r ó lleno de sabiduría. Y lo m i s m o es: Me de u n comienzo y continuada, sino sin comienzo y sin fin. Pues
enseñó el Padre, q u e : M e e n g e n d r ó lleno de sabiduría. Si la na- la generación de D i o s n o tiene principio temporal, p o r q u e por
el E n g e n d r a d o fueron hechos los tiempos.
turaleza de la verdad es simple, cosa q u e pocos entienden, lo
m i s m o es en el H i j o el ser q u e el saber. D e A q u é l tiene el saber 7. Cuando El dijo estas cosas, muchos creyeron en El. ¡Oja-
d e q u i e n tiene el ser. N o de m o d o que de El tuviera p r i m e r o lá que p o r mis palabras muchos de los q u e de otro m o d o p e n -
el ser y después el saber, sino del m o d o que e n g e n d r á n d o l o le saban e n t i e n d a n y crean en El! Quizá haya entre vosotros algu-
dio el ser, del m i s m o m o d o e n g e n d r á n d o l o le dio el saber; por- nos arríanos. N o m e atrevo a sospechar que haya sabelianos, que
dicen q u e el Padre es el m i s m o que el Hijo. Es muy antigua
hoc dixit in corde vestto, si intellexistis? Cui dicit Psalmus, Da mihi
simplici, ut dictum est, naturae veritatis esse et nosse non est aliud
iniellectum, ut discam maniata tua fPs 118,73). Verbi gratia, episco-
atque aliud, sed hoc ipsum.
pus locutus est. Quid locutus est, aliquis ait? Respondes quid locutus
sit, et addis: Verum dixit. Tune alius qui non intellexit: Quid dixit, 6. Dixit ergo ista Iudaeis, et addidit: Et qui me misit mecum est.
inquit, aut quid est quod laudas? Ambo me audierunt, ambobus ego lam hoc et ante dixetat, sed rem magnam assidue commemotat: mi-
dixi; sed uni ipsorum Deus dixit. Si parva magnis comparare conce- sil me, et mecum est. Si etgo tecum est, o Domine, non unus ab alio
ditur, quoniam nos ad eum quid sumus? tamen nescio quid incorpora- missus est, sed ambo venistis. Et tamen eum ambo simul sint, unus
liter et spíritualiter facit in nobis Deus, quod nec sonus est qui aurem missus est, alter misit: quoniam missio incarnatio est, et ipsa incar-
percutiat, nec color qui oculis discernatur, nec odor est qui naribus natio Filii tantum est, non et Patris. Misit itaque Pater Filium, sed
capiatur, nec sapor qui faucibus iudicetur, nec durum et molle quod non recessit a Filio. Non enim quo misit Filium, non ibi etat Pater.
tangendo sentiatur: tamen aliquid est quod sentiré facile est, explicare Ubi enim non est qui fecit omnia? ubi non est qui dixit, Caelum et
impossibile est. Si ergo Deus, ut dicere coeperam, loquitur in cordi- terram ego impleo? (Ier 23,24). Sed forte Pater ubique, et Filius non
bus nostris sine sonó, quomodo loquitur Filio suo? Sic ergo, fratres, ubique est? Evangelistam audi: In hoc mundo erat, et mundus per eum
sic cogítate, quantum potestis, ut dixi, si licet parva magnis modo Cactus est (lo 1,10). Ergo, inquit, qui misit me, cuius auctorítate tan-
aliquo comparare; sic cogítate. Incorporaliter Pater locutus est Filio, quam paterna incarnatus sum, mecum est, non me reliquit. Quare non
quia incorporaliter Pater genuit Filium. Nec eum sic docuit quasi me reliquit? Non me reliquit, inquit, solum quia ego quae plácito-
indoctum genuerit: sed hoc est eum docuisse, quod est scientem genuís- sunt ei, jacio sem-pet. Ipsa est aequalitas semper, non ex quodam initio
se; et hoc est, docuit me Pater, quod est, scientem me genuit Pater. et deinceps, sed sine initio, sine fine. Dei enim generatio non habet
Si enim, quod pauci intelligunt, simplex est natura veritatis; hoc est initium temporis, quia per genitum facta sunt témpora.
Filio esse quod nosse. Ab illo ergo habet ut noverit, a quo habet ut 7. Haec illo loqaente, multi crediderunt in eum. Utinam et me
sit: non ut prius ab illo esset, et ab illo postea nosset; sed quemadmo- loquente multi qui aliud sapiebant intelligant, et credant in eum. Quí-
dum illi gignendo dedit ut esset, sic gignendo dedit ut nosset: quia dam enim fortasse sunt in ista muhitudine ariani. Non audeo suspicari
esse sabellíanos qui ipsum Patrem dicunt esse qui Filius est: haetesis
58 Sobre el Evangelio de San Juan 40, 8 40, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 59
esta herejía y p a u l a t i n a m e n t e ha q u e d a d o sin vida. La de los neces indiferente, contemplas el árbol y te llenas de admiración.
arríanos, p o r el contrario, a ú n parece tener algunas sacudidas, Insensato, lo q u e te causa admiración procede de la raíz, q u e te
c o m o de u n cadáver en putrefacción o, cuando más, de un h o m - ha dejado indiferente. Valoras en poco la fe de los creyentes,
b r e q u e está agonizando. C o n v i e n e Jibertar de ella a los q u e p o r q u e te falta balanza para pesarla. M i r a a d o n d e llega y pon-
quedan, c o m o ya m u c h o s h a n sido libertados. Ciertamente en dera su valor. El m i s m o Señor dice en otro lugar: Si tuviereis fe
esta ciudad n o había n i n g u n o , p e r o entre los m u c h o s peregrinos como un grano de -mostaza. ¿Puede haber algo m á s p e q u e ñ o y
q u e a ella h a n venido, t a m b i é n llegaron algunos de ellos. Y a de mayor desarrollo? ¿Puede darse cosa más d i m i n u t a y más ar-
veis cómo, diciendo el Señor estas cosas, m u c h o s creyeron en diente? Así, pues, si vosotros permaneciereis en mi doctrina, en
El. Q u i e r a D i o s que oyendo mis palabras los arríanos crean, n o la cual habéis ya creído, ¿adonde llegaréis? Seréis verdaderos
en m í , sino conmigo. discípulos míos. Y esto, ¿qué utilidad nos reporta? Y conoce-
8. Decía, pues, el Señor a los judíos que habían creído en réis la Verdad.
El: Si vosotros permaneciereis en mi doctrina. Dice permanecie- 9. ¿Qué p r o m e t i ó a los creyentes, hermanos? Y conoceréis
reis, p o r q u e ya habéis sido iniciados, ya habéis comenzado a estar la verdad. Pues q u é , ¿no la h a b í a n ya conocido c u a n d o el Se-
dentro de ella. Es decir: Si permaneciereis en la fe que ha co- ñor hablaba? Y si n o la h a b í a n conocido, ¿cómo creyeron? N o
m e n z a d o a arraigar en vosotros, ¿adonde llegaréis? Considera creyeron p o r haberla conocido; creyeron para p o d e r conocerla,
a d o n d e conduce tal comienzo. Ya has puesto los cimientos, cuí- pues creemos para conocer, n o conocemos para creer. Lo q u e he-
date del remate, y en esta bajeza descubre otra grandeza. La mos de conocer, ni el ojo lo vio, ni el oído lo oyó, ni el cora-
fe se cimienta en la humildad. En la visión, en la inmortalidad, zón lo ha imaginado. Pues ¿qué es la fe sino creer lo q u e no
en la eternidad, n o hay nada h u m i l d e ; todo es grandeza, todo ves? Fe es creer lo que n o ves; verdad es ver lo q u e has creído,
es firme sin desfallecimientos; t o d o es estabilidad sin ataque al- según El m i s m o dice en otro lugar. El Señor c a m i n ó por la tie-
g u n o del e n e m i g o y sin t e m o r de perderla. Excelso es lo que rra para plantar la fe. Era h o m b r e , se había humillado, por todos
cimienta en la fe y n o se le da importancia, c o m o los necios n o era visto, p e r o n o por todos era conocido; p o r m u c h o s era des-
suelen apreciar los cimientos de u n edificio. Se abre una zanja preciado, era m u e r t o por la turba, compadecido p o r pocos; sin
g r a n d e y en ella se lanzan d e s o r d e n a d a m e n t e las piedras; allí n o e m b a r g o , ni los mismos q u e le c o m p a d e c í a n le reconocían p o r lo
aparece p u l i m e n t o alguno, n o hay belleza alguna. T a m p o c o apa- que era. T o d o esto era c o m o una delincación inicial de la fe y
rece belleza alguna en las raíces del árbol, p e r o todo cuanto en del futuro edificio, en vista de lo cual el m i s m o Señor dice en
el árbol te deleita sale de la raíz. C o n t e m p l a s la raíz y perma-
tat in arbore, de radice surrexit. Sed vides radicem, et non delectaris;
quippe ista nimis antiqua est, et paulatim eviscerata. Arianorum autem vides arborem et miraris. Stulte, quod miraris, inde surrexit quo non
adhuc videtur habere aliquas motiones quasi cadaveris putrescentis; aut delectaris. Parum aliquid videtur fides credentium, non habes stateiam
certe, ut multum, quasi hominis animam agentis: oportet inde reliquos unde appendas. Audi ergo quo perveniat, et vide quanta sit: sicut et
liberan, sicut inde multi liberati sunt. Et quidem ista civitas eos non ipse Dominus alio loco dicit, Si habueritis fidem sicut granum sinapis
habebat; sed posteaquam multi peregrini advenerunt, nonnulli et ipsi (Mt 17,19). Quid humilius, quid vehementius? quid minutius, quid
venerunt. Ecce haec Domino loquente multi Iudaei crediderunt in eum; ferventius? Ergo et vos, ait, si manseritis in verbo meo, in quo cte-
ecce et me loquente Ariani credant, non in me, sed mecum. didistis, quo perducemini? Veré discipuli mei eritis. Et quid nobis
8. Dicebat ergo Dominus ad eos qui crediderant in eum ludaeos: prodest? Et cognoscetis veritatem.
Si vos manseritis in -verbo meo. Ideo manseritis, quia initiati estis, quia 9. Quid promittit credentibus, fratres? Et cognoscetis veritatem. Quid
et ibi esse coepistis. Si manseritis, hoc est in fide quae in vobis esse enim? non illam cognoverant, quando Dominus Ioquebatur? si non cog-
credentibus coepit; quo pervenietis? Vide quale initium, quo perducit. noverant, quomodo crediderunt? Non quia cognoverunt crediderunt, sed
Amasti fundamentum, culmen attende, et ex ista humilitate aliam cel- ut cognoscerent crediderunt. Credimus enim ut cognoscamus, non co-
situdinem quaete. Fides enim humilitatem habet: cognitio et immorta- gnoscimus ut credamus. Quod enim cognituri sumus, nec oculus vidit,
litas et aeternitas non habet humilitatem, sed celsitudinem; erectionem, nec auris audivit, nec in cor hominis ascendit (Is 64,4; 1 Cor 2,9).
millam defectionem, aeternam stabilitatem, nullam ab inimico expug- Quid est enim fides, nisi credere quod non vides? Fides ergo est, quod
natíonem, nullum deficiendí timorem. Magnum est quod incipit a fide; non vides credere; veritas, quod credídísti vídere: sicut ípse quodam loco
sed contemnitur. Fundamentum solet etiam in aedificio ab ¡mperitis ait. Ideo Dominus prius ad faciendam fidem ambulavit in térra. Homo
contemni. Fossa fit grandis, lapides quoquo modo passim mittuntur; erat, humilis factus erat; ab ómnibus videbatur, nec ab ómnibus cojno-
nulla ibi expolitio, nulla pulchritudo apparet: quomodo nec in arboris scebatur; a multis reprobabatur, a turba occidebatur, a paucis dolebatur:
radice, non apparet aliqua pulchritudo; totum tamen quidquid te delec- sed tamen et ab eis a quibus dolebatur, nondum sicut erat ag nos cébame.
60 Sobre el Evangelio de San !uan 40, 9 40, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 61
otro lugar: Quien me ama guarda -mis mandatos, y quien me monedas, a Dios entregaos a vosotros mismos, y entonces será
ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré impresa en nosotros la verdad.
a él. Quienes le oían, ciertamente le veían, y, sin embargo, les 10. ¿Qué diré a vuestra caridad? ¡Oh si el corazón de cual-
promete que le han de ver, si le aman. De este modo dice aquí: quier modo suspirase por aquella gloria inefable! ¡Oh si llorá-
Conoceréis la verdad. ¿Pues qué? Lo que has dicho, ¿no es ver- semos con gemidos nuestra peregrinación, si no amásemos el
dad? Verdad es, pero aún se cree, todavía no se ve. Si se per- mundo, si continuamente con alma pura suspirásemos por Aquel
manece en lo que se cree, se llega a lo que se ha de ver. Por lo que nos ha llamado! El deseo es el seno del corazón; le poseere-
cual el mismo San Juan Evangelista dice en su epístola: Somos mos si dilatamos el deseo cuanto nos fuere posible. A ello nos
hijos queridísimos de Dios, pero aún no aparece lo que seremos. ayudan la Sagrada Escritura, las reuniones del pueblo, la cele-
Ya somos, y aún seremos algo. ¿Qué podemos ser más de lo que bración de los sacramentos, el santo bautismo, el canto de las
somos? Escucha: Aún no aparece lo que seremos, pues sabemos alabanzas de Dios, nuestra predicación misma, para que este de-
que, cuando El se manifieste, seremos semejantes a El. ¿Por qué? seo no solamente sea sembrado y germine, sino que llegue a la
Porque le veremos como es. Excelente promesa, pero es el pre- capacidad necesaria para recibir lo que el ojo no vio, ni el oído
mio de la fe. Si deseas el premio, debes poner antes la obra. Si oyó, ni el corazón del hombre pudo soñar. Pero amad conmigo.
crees, tienes derecho al premio de la fe; pero si no crees, ¿con Quien ama a Dios, no puede amar mucho al dinero. Yo me doy
qué cara lo reclamas? Si, pues, permanecieseis en mi doctrina, cuenta de la necesidad; por eso no he dicho no ama al dinero,
seréis verdaderos discípulos míos, y podréis contemplar la verdad sino que dije que no ama mucho al dinero, ya que pueden ser
como ella es, no a través de palabras sonantes, sino a través de amadas las riquezas, pero no con exceso. ¡Oh, si de veras amáse-
una luz esplendorosa, cuando con ella nos haya saciado, según se mos a Dios no tendríamos amor alguno al dinero! Sería para ti
lee en el Salmo: Impresa sobre nosotros está la luz de tu rostro, una ayuda en tu peregrinación, no un acicate de la avaricia, del
Señor. Somos moneda de Dios, moneda que hemos salido del cual usarías para tus necesidades y no para satisfacer tus capri-
tesoro; por el pecado se borró lo que en nosotros estaba impre- chos. Ama a Dios, si es que algo ha obrado en ti lo que oyes y
so; vino a reformarla el mismo que la había formado, pide su apruebas. Usa del mundo, no te dejes envolver por él. Sigue el
moneda como el César pide la suya, diciendo: Dad al César lo camino que has comenzado; has venido para salir del mundo y
que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Dad al César las no para quedarte en él. Eres un caminante; esta vida es un me-
són; utiliza el dinero como utiliza el caminante en la posada la
Totum hoc quasi initium est lineamentorum fidei et structurae futurae. mesa, el vaso, la olla, la cama; para dejarlo, no para permanecer
Quod Dominus ipse attendens quodam loco ait, Qui diligit me, mania-
ta mea custodit; et qui diligit me, diügetur a Patre meo, et ego diligam sant, et Deo quae Dei sunt (Mt 22,21): Caesari nutrimos, Deo vos ipsos.
eum, et ostendam meipsum Mi (lo 14,21). Quena qui audiebant, uti- Tune ergo exprimetur veritas in nobis.
que iam videbant; eis tamen, si diligebant, videndum se promittebat. 10. Quid dicam Charitati vestrae? O si cor esset qualitercumque
Sic et hic, Cognoscetis veritatem. Quid enim? quod dixisti non est ve- suspitans in íllam ineffabilem gloriam! O si peregrinationem nostram
ritas? Veritas est, sed adhuc creditur, nondum videtur. Si maneatur in in gemitu sentiremus, et saeculum non amaremus, et ad eum qui nos
eo quod creditur, pervenitur ad id quod videatur. Inde Ioannes ipse vocavit, pia mente perpetuo pulsaremus! Desiderium, sinus cordis est;
sanctus evangelista in Epístola sua: Dilectissimi, inquit, filii Dei sumus, capiemus, si desiderium quantum possumus extendamus. Hoc nobiscum
sed. nondum apparuit quid erimus. Iam sumus, et aliquid erimus. Quid agit Scriptura divina, hoc congregatio populotum, hoc celebratio sacra-
plus erimus quam sumus? Audi: Nondum apparuit quid erimus: scimus mentorum, hoc baptismus sanctus, hoc cántica laudis Dei, hoc ipsa nos-
quia cum appariterit, símiles ei erimus. Unde? Quoniam videbimus eum tra disputatio, ut hoc desiderium non solum seminetur et germinet, ve-
sicuti est (1 lo 3,2). Magna promissio; sed merces est fidei. Quaeris rum etiam in modum tantae capacitatis augeatur, ut idoneum sit sumere
mercedem, opus praecedat. Si credis, mercedem exige fidei; si autem quod oculus non vidit, nec auris audivit, nec in cor hominis ascendit.
non credis, fidei mercedem qua fronte quaeris? Si ergo manseritis in Sed amate mecum. Non amat multum nummum, qui amat Deum. Et
verbo meo, veré discipuli mei eritis: ut contemplemini ipsam veritatem ego palpavi infirmitatem, non ausus sum dicere, Non amat nummum;
sicuti est; non per verba sonantia, sed per lucem splendentem, cum sa- sed, non multum amat nummum: quasi amandus sit nummus, sed non
tiaverit nos, quod legitur in Psalmo, Signatum est super nos lumen multum. O si Deum digne amemus, mínimos omnino non amabimus!
vidtus tui, Domine (Ps 4,7). Moneta Dei sumus, nummus a thesauro Erit tibi nummus instrumentum peregrinationis, non irritamentum cupi-
obeiravimus. Errore detritum est quod in nobis fuerat impressum; venit ditatis; quo utaris ad necessitatem, non quo fruatis ad delectationem.
qui reformet, quia ipse formaverat: quaerit et ipse nummum suum; Deum ama, si aliquid in te egit quod audis et laudas. Utere mundo, non
sicut Caesar nummum suum; ideo ait, Reddite Caesari quae Caesaris te capiat mundus. Quod intrasti, itet agis, exiturus venisti, non reman-
surus: iter agis, stabulum est haec vita. Utere nummo, quomodo viatoi
62 Sobre el Evangelio de San Juari 40, 11 41, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 63

en él. Si lo haces así, levantad el corazón los que podéis hacerlo,


y escuchadme: si lo hacéis así, llegaréis a conseguir sus promesas. TRATADO 41
N o es m u c h o para vosotros, p o r q u e es g r a n d e la ayuda de q u i e n
MÁS SOBRE LAS PALABRAS: "DECÍA, PUES, JESÚS A LOS QUE HABÍAN
os ha llamado. El nos llamó, invoquémosle nosotros, digámosle: CREÍDO", HASTA LAS PALABRAS: "Si, PUES, EL HIJO OS LIBERTARE,
N o s has llamado, nosotros te invocamos; mira que hemos aten- SERÉIS VERDADERAMENTE LIBRES"
dido a tu l l a m a m i e n t o ; oye nuestros ruegos y llévanos al lugar
que nos has p r o m e t i d o ; concluye lo que has comenzado; n o de- 1. Diferí hablar sobre las siguientes palabras de la lectura
jes perder tus dones, n o abandones tu campo hasta q u e tus semi- de ayer, y que hoy nos han sido leídas en el santo evangelio,
llas sean recogidas en el granero. A b u n d a n las tentaciones en el p o r q u e ya había hablado m u c h o ; y sobre la libertad, a la cual
m u n d o , p e r o es mayor el q u e hizo el m u n d o ; a b u n d a n las tenta- nos llama la gracia del Salvador, n o debe hablarse de paso y
ciones, pero no caerá q u i e n p o n e su esperanza en aquel que n o negligenremente. Por eso hemos d e t e r m i n a d o hablaros hoy, con-
conoce el desfallecimiento. tando con la ayuda de Dios. A quienes hablaba N u e s t r o Señor
11. Os he hecho, hermanos, esta exhortación p o r q u e la liber- Jesucristo eran judíos, en g r a n parte enemigos, p e r o en p a r t e
tad de que habla N u e s t r o Señor Jesucristo n o es de este t i e m p o . hechos ya o que se h a b í a n de hacer amigos, pues entre ellos
Oíd lo q u e añadió: Seréis verdaderos discípulos míos; conoceréis veía, como ya dije, a algunos que habían de creer después de
la verdad, y la verdad os dará la libertad. ¿Qué quiere decir? su pasión. M i r a n d o a éstos, dijo: Cuando hayáis levantado al Hijo
Os hará libres. Los judíos, carnales y juzgando según la carne, n o del hombre, entonces conoceréis que yo soy. Estaban t a m b i é n
los q u e habían creído, sino los que estaban en aquella m u l t i t u d allí quienes al p u n t o de oírlas decir creyeron, a los cuales dijo
y no h a b í a n creído, t o m a n d o por una injuria hecha a ellos lo las q u e acabamos de oír: Decía, pues, Jesús a los judíos que
q u e les dijo: La verdad os libertará, se i n d i g n a r o n p o r q u e les habían creído: Si permaneciereis en mi doctrina, seréis verdade-
t o m ó por siervos. Y v e r d a d e r a m e n t e eran siervos. Les e x p o n e cuál ramente discípulos míos. P e r m a n e c i e n d o , seréis. Y a q u e ahora
es la s e r v i d u m b r e y cuál es la libertad, q u e El p r o m e t e . Pero sois creyentes, p e r m a n e c i e n d o creyentes, seréis videntes. Y con-
se hace muy largo disertar hoy sobre esta libertad y sobre aque- tinúa: Y conoceréis la verdad. La verdad es i n c o n m u t a b l e , la
lla servidumbre.
verdad es el p a n que alimenta a las almas; sin m e n g u a r , trueca
in stabulo utitur mensa, cálice, urceo, lectulo, dimissurus, non perman- a q u i e n la come; n o es ella lo que se convierte en el que la
surus. Si tales fueritis, erigite cor qui potestis, et audite me: si tales come. El V e r b o de D i o s es la misma verdad, D i o s en Dios,
fueritis, ad eius promissa venietis. Non enim multum est ad vos, quia
magna est manus eius qui vos vocavit. Vocavit, invocetur; dicatur illi:
Vocasti nos, invocamus te; ecce audivimus vocantem, audi invocantes: TRACTATUS 41
perduc quo promisisti, perfice quod inchoasti; noli deserere muñera tua,
noli deserere agrum tuum, germina tua intrent in horreum. Abundant RlíRSUM IN I I I U M . DlCEUAT MJ ¡ IvM IESUS Al) EOS QUI CRKIÍIDERUN I : USUUü AD II>.
tentationes in mundo; sed maior est qui fecit mundum: abundant ten- Si ERGO VOS F I L I U S LIBERAVERIT, VERÉ LIBERI E R Í T I S

tationes; sed non déficit qui in illo spem ponit, in quo defectus nullus est.
11. Ad hoc hortatus sum ista, fratres, quia libertas de qua loquitur 1. Quod de lectione prístina sequitur, et de sancto Evangelio hodie
Dominus noster Iesus Christus, non huius temporis est. Videte quid nobis recitatum est, tune distuli dicere, quoniam multa iam dixeram, et
adiunxit: Veré discipuli mei eritis, et cognoscetis veritatem, et veritas li- de libértate in quam nos vocat gratia Salvatoris, non praetereunter ñeque
berabit vos. Quid est, liberabit vos? Liberos vos faciet. Denique Iudaei negligenter fuerat disserendum: hinc hodie, Domino adiuvante, statuimus
carnales, et secundum carnem iudicantes, non hi qui crediderant, sed in loqui vobis. Quibus enim loquebatur Dominus Iesus Christus, Iudaei erant,
illa turba qui erant qui non credebant, iniuriam sibi factam putaverunt, ex magna quidem parte inimici, sed etiam amici ex quadam parte iam
quia dixit eis, Veritas liberabit vos. Indignati sunt servos se esse signifi- facti, et futuri: nam quosdam ibi videbat, sicuti iam diximus, qui post
catos. Et veré servi erant: et exponit illis quae sit servitus, et quae sit eius passionem fuerant credituri. Hos intuens dixerat: Cum exahaveritis
futura libertas quam ipse promittit. Sed de hac libértate et de illa servitu- Filium hominis, tune cognoscetis quia ego sum (lo 8,28). Erant ibi etiam
te nimis longum est ut hodie disputemus. qui haec loquente illo continuo crediderunt; ipsis locutus est quod audi-
vimus hodie: Dicebat ergo Iesus ad eos qui crediderant ei. ludaeos: Si
manseritis in verbo meo, veré discipuli mei eritis. Manendo eritis: quia
enim nunc credentes estis, manendo videntes eritis. Ideo sequitur, Et cog-
noscetis veritatem. Veritas incommutabilis est. Veritas pañis est, mentes
reficit nec déficit: mutat vescentem, non tpsa in vescentem mutatur. Ipsa
est veritas Verbum Dei, Deus apud Deum unigenitus Filius. Haec Veritas
64 Sobre el Evangelio de San /««» 41, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 65
41, 2
H i j o u n i g é n i t o , que p o r nosotros se vistió de carne, naciendo de titud aún n o h a b í a n creído: Somos hijos de Abrahán y no he-
María, virgen, para cumplir la profecía q u e dice q u e la verdad mos sido esclavos de nadie, ¿por qué dices tú: Seréis libres? El
nació de la tierra. Esta verdad estaba oculta en la carne cuando Señor n o había dicho: Seréis libres, sino: La verdad os libertará.
hablaba a los judíos, p e r o se ocultaba, n o para ser negada, sino Por este verbo, que, como os dije, en el griego es claro, ellos n o
para ser diferida, y era diferida para p o d e r padecer en su carne entendieron otra cosa q u e la libertad, y se envanecieron d e ser
y con su pasión redimir a la carne pecadora. Siendo visible en descendientes de A b r a h á n , y dijeron: Somos descendientes de
la h u m i l d a d de la carne y ocultando la majestad divina, dijo Abrahán y jamás hemos sido esclavos de nadie, ¿por qué dices
N u e s t r o Señor Jesucristo a quienes p o r sus palabras habían creí- tú: Seréis libres? ¡Oh pellejos inflados! Esa n o es u n a grandeza,
d o : Si permaneciereis en mi doctrina, seréis verdaderos discípu- es una hinchazón. Y aun en el sentido que hoy se da a la liber-
los míos. P o r q u e quien perseverare hasta el fin, será salvo. Y tad, ¿cómo tenéis cara para afirmar con v e r d a d : Jamás nosotros
conoceréis la verdad, que ahora os es oculta, y q u e os está ha- hemos sido esclavos? ¿ N o fue v e n d i d o José? ¿ N o fueron lleva-
blando. Y la verdad os libertará. Este v e r b o lo t o m ó el Señor dos cautivos los santos profetas? ¿ N o es éste aquel m i s m o p u e -
de la palabra libertad, p u e s p r o p i a m e n t e n o significa otra cosa blo que en Egipto hacía ladrillos y servía a reyes duros, y no,
al menos, trabajando en oro y plata, sino trabajando en barro?
que os hará libres, del m i s m o m o d o que salva es hace salvo, y
¡Oh ingratos! Si n u n c a habéis sido esclavos, ¿por q u é constante-
sana es hace sano, y enriquece quiere decir hace rico; así, libra
m e n t e os está echando en cara el Señor q u e os libertó de la casa
quiere decir hace libre. Esto es m á s claro en la lengua griega.
donde servíais? ¿Acaso fueron esclavos vuestros padres y jamás
E n la lengua latina decimos c o m ú n m e n t e que u n h o m b r e es li-
lo habéis sido vosotros, que ahora estáis hablando? ¿Por qué, en-
bertado cuando nada tiene que ver con la libertad, sino refi-
tonces, pagabais t r i b u t o a los r o m a n o s , y por esta causa preten-
riéndose a la salud; y así decimos que u n o ha sido libertado de
disteis envolver a la V e r d a d en u n lazo capcioso, p r e g u n t a n d o
la enfermedad; corrientemente se dice, p e r o n o con propiedad. si era lícito pagar el tributo al César, para tacharle de e n e m i g o
Y así usó el Señor este verbo, diciendo: La verdad os libertará, de la libertad si afirmaba o para acusarle ante los reyes de la
según el uso c o m ú n ; mas en el griego n o cabe dudar q u e se re- tierra de q u e p r o h i b í a pagar los tributos a los reyes si negaba
fería a la libertad. la licitud? Bien os confundió con la m o n e d a presentada obli-
2. Y en este sentido lo e n t e n d i e r o n los judíos, y le respon- gándoos a responder vosotros m i s m o s a vuestra capciosa p r e g u n -
dieron, no los que ya eran creyentes, sino los que entre la mul- ta. Entonces os fue d i c h o : Dad al César lo que es del César y a
Dios lo que es de Dios, al responder vosotros que la imagen
carne induta est propter nos, ut de María virgine nasceretur, et implere-
tur prophetia, Veritas áe térra orta est (Ps 84,12). Haec ergo Veritas cum sponderunt ei. Semen Abrahae sumus, et nemini servivimus unquam; quo-
Iudaeis loqueretur, latebat in carne: latebat autem non ut negaretur, sed modo tu dicis, Liben eritis? Non autem dixerat Dominus, Liberi eritis;
ut differretur; differretur, ut in carne pateretur; in carne autem pateretur, sed, Veritas liberabit vos. In quo tamen verbo illi, quia, sicut dixi, patet
ut caro peccati redimeretur. Stans ¡taque conspicuus secundum infirmita- in graeco, non intellexerunt nisi Iibertatem; et extulerunt se quod semen
tem carnis Dominus noster Iesus Christus, et secundum maiestatem divini- essent Abrahae, et dixerunt, Semen Abrahae samas; et nemini servivimus
tatis occultus, dixit ad eos qui ei, cum haec loqueretur, crediderant, SÍ unquam; quomodo tu dicis, Liberi eritis? O pellis inflata! Non est ista
manseritis in verbo meo, veré discipuli mei eritis. Qui enim perseverave- magnitudo, sed tumor. Et hoc ipsum secundum huius temporis Iibertatem
rit usque in finem, hic salvus erit (Mt 10,22). Et cognoscetis veritatem, quomodo verum dixistis, 'Nemini servivimus unquam? Ioseph non est
quae modo vos latet, et loquitur vobis. Et veritas liberabit vos. Hoc ver- venumdatus? (Gen 37,28). Prophetae sanca' in captivitatem non sunt ducti?
bum Dominus a iibertare posuit, liberabit vos, Nihil est ením aliud (4 Reg 24). Deinde, nonne ipse ille est populus qui in Aegypto lateres
proprie liberar, nisi liberum facit. Quomodo salvat nihil est aliud quam faciebat, et regibus duris non saltem in auto et argento, sed in luto ser-
salvum facit; quomodo sanat nihil est aliud quam sanum facit; ditat nihil viebat? (Ex 1,14). Si nemini servistis unquam, o ingrati, quid est quod
est aliud quam ditem, id est, divitem facit: sic liberat nihil est aliud assidue vobis imputat Deus quod vos de domo servitutis liberavit? (ibid.
quam liberum facit. Hoc in verbo graeco planius est. Nam in latina con- 13,3; Deut 5,6, etc). An forte parres vestri servierunt, vos autem qui lo-
suetud! ne plerumque dicimus hominem liberan, quod ad Iibertatem non quimini, nemini unquam servistis? Quomodo ergo solvebatis iam tributa
pertinet, sed tantum ad safutem: sicut quisquam dicitur liberan ab infir- Romanis, unde et ipsi Veritati Jaqueum quasi captionis proposuistis, ut
mitate; usitate dicitur, non tamen proprie. Sic autem posuit Dominus diceretis, Licet reddere tribatum Caesari? ut si dixisset, Licet; teneretis
hoc verbum, ut diceret, Et veritas liberabit vos, ut in graeca lingua nemo eum quasi male optasset libertan seminis Abrahae: si autem dicexet,
dubitet eum de libértate dixisse. Non licet; calumniaremini apud reges tertae, quod prohiberet regibus tri-
2. Denique et Iudaei sic intellexerunt, et responderunt ei: non illi buta persolvi. Mérito prolato mínimo victi estis, et captioni vestrae vos
qui íam crediderant, sed illi qui in turba erant nondum credentes; re- ipsi estis responderé compulsi, Ibi enim vobis dictum est, Reddite Caesari
S.Ag. 14 3
66 Sobre el Evangelio de San ]nan 41, 3 41, 4 " Sobre el Evangelio de San ]uan 67

de la m o n e d a era de César. P o r q u e , así c o m o César busca su ima- os digo, para que p o r la repetición os deis cuenta de su encare-
gen e n la moneda, así busca D i o s su imagen en el h o m b r e . cimiento.
Esto fue lo que respondió a los judíos. M e admira, hermanos, 4. ¿Qué es lo q u e encarece? Verdad, verdad os digo; dice
la vana soberbia de esos h o m b r e s , q u e aun acerca de esa libertad la Verdad, la cual, a u n q u e n o dijera: Verdad digo, n o p u e d e
suya, c a r n a l m e n t e interpretada p o r ellos, osaron m e n t i r dicien- mentir en m o d o alguno. Sin e m b a r g o , encarece, inculca, excita
d o : jamás hemos sido esclavos de nadie. en cierto m o d o a los q u e d u e r m e n ; quiere que estén atentos, n o
3. Si n o q u e r e m o s nosotros ser esclavos, fijemos la aten- quiere ser menospreciada. ¿Qué es lo q u e encarece diciendo:
En verdad, en verdad os digo que quien comete pecado es es-
ción en esta respuesta del Señor. Respondióles Jesús: En verdad,
clavo del pecado? ¡Oh miserable esclavitud! C o n frecuencia los
en verdad os digo que todo aquel que comete pecado es esclavo
h o m b r e s q u e tienen malos amos, se p o n e n en venta, n o para de-
del pecado, rOjaJá fuese esclavo de un h o m b r e y no esclavo del
jar de tener a m o , sino para cambiarlo. ¿Qué h a r á q u i e n es es-
pecado! / Q u i é n n o se llenará de temor con estas palabras? Con-
clavo del pecado? ¿A q u i é n apelará? ¿A q u i é n recurrirá? ¿A
cédanos el Señor D i o s nuestro, a vosotros y a m í , q u e con m o -
q u i é n se venderá? Otras veces el esclavo, cansado de los malos
tivo de esta sentencia os hable del deseo de esta libertad y del
tratos del señor, h u y e n d o , busca u n descanso; p e r o el esclavo del
m o d o de evitar esta esclavitud. La Verdad dice: En verdad, en pecado, ¿adonde huirá? Consigo lo lleva a d o n d e q u i e r a q u e vaya.
verdad os digo. ; Q u é significa este m o d o de hablar de nuestro La mala conciencia n o p u e d e h u i r de sí m i s m a . N o p u e d e ir a
Dios y Señor: En verdad, en verdad os digo? A l t a m e n t e enca- parte n i n g u n a sin q u e le siga; es más, nunca se separa de él,
rece Jo que de este m o d o dice, pues es, por decirlo así. como un pues d e n t r o de él lleva el pecado cometido. C o m e t i ó el p e -
juramento suyo: En verdad, en verdad os digo. La palabra amén cado para conseguir u n placer corporal; pasó el placer, queda el
quiere decir verdadero. Sin e m b a r g o , no ha s ; do traducida, cuan- pecado; pasó lo que deleitaba, queda lo q u e p u n z a . ¡Desgracia-
d o podía haber dicho: D e verdad os digo. N i el traductor grie- da esclavitud! Algunas veces se refugian en la Iglesia, y con
g o ni el latino se atrevieron a hacerlo, pues la palabra amén frecuencia los toleramos como a unos indisciplinados, deseando
n o es ni griega ni latina, sino hebrea. Así q u e d ó sin ser tradu- verse libres de amos quienes n o q u i e r e n verse libres del pecado.
cida, como haciendo honor al velamen del secreto, n o con el fin Otras veces, por verse sometidos a u n yugo ilícito e implacable,
de negarlo, sino para q u e no perdiera dignidad q u e d a n d o al des- acuden a la Iglesia, p o r q u e , nacidos libres, se hallan forzados a
cubierto. Y n o una, sino dos veces dijo el Señor: Amén, amén ser esclavos; p i d e n la ayuda del obispo, y si el o b i s p o n o p o n e
todo su e m p e ñ o en hacer que la libertad nativa sea respetada,
quae Caesaris sunt, et Deo quae Dei sunt; cum vos ipsi resoondissetis
quod nummus haberet imagínem Caesaris (Mt 22,15-21). Quia sicut vobis. lam quantum hoc commendatum sit, ex ipsa geminatione cognos-
quaerít Caesar ¡n nummo imaginem suam, sic Deus quacrit in homine cite.
suam. Haec ergo respondit Iudaeis. Movet enim me, fratres, hominum 4. Quid est ergo commendatum? Verum, verum dico vobis, Veritas
vana superbia, quia etiam de ipsa, quam carnaliter intelligebant, sua dicit; quae utique etsi non diceret, Verum dico, mentiri omnino non
libértate mcntiti sunt dicentes, Nemini servivimus unquam. posset: tamen commendat, inculcat; durmientes quodammodo excitat, in-
3. Dominus autem quid responderit, hoc potius et intentáis audiamus, tentos facit, contemni non vult. Quid dicens? Amen, amen dico vobis,
ne et nos ipsi serví inveniamur, Respondit enim eis Iesus: Amen, amen quia omnis qui facit peccatum, servus est peccati. O miserabilis servitus!
¿ico vobis, quia omnis qui facit peccatum, servus est peccati. Servus est, Plerumque homines cum dóminos malos patiuntur, venales se petunt; non
utinam hominis et non peccati! Quis non sub his verbis contremiscat? quaerentes dominum non habere, sed saltem mutare; servus peccati quid
Praestet nobis Dominus Deus noster, id est et mihi et vobis, ut pro sen- faciat? quem interpellet? apud quem interpellet? apud quera se venalem
tentia loquar de hac libértate appetenda, et de illa servitute vitanda. Amen, petat? Deinde servus hominis aliquando sui domini duris imperiis fati-
amen dico vobis, Veritas dicit: et quale est Domini Dei nostri dicere, gatus, fugiendo requiescit: servus peccati quo íugit? Secum se trahit quo-
Amen, amen dico vobis? Multum commendat quod ita pronuntiat; quo- cumque fugerit. Non fugit seipsam mala conscientia, non est quo eat,
dammodo, si dici fas est, iuratio eius est, Amen, amen dico vobis. Amen sequitur se; imo non recedit a se: peccatum enim quod facit, intus est.
quippe interpretatur, Verum: et tamen non est interpretatum, cum potuis- Fecit peccatum, ut aliquam corporalem caperet voluptatem: voluptas trans-
set dici, Verum dico vobis. Nec graecus hoc interpres ausus est faceré, it, peccatum manet; praeteriit quod delectabat, remansit quod pungat.
nec latinus: nam hoc verbum quod est Amen, nec graecum est nec lati- Mala servitus! Aliquando fugiunt homines ad Ecclesiam, et plerumque
num, sed hebraeum. Sic mansit, non est interpretatum, ut honorem ha- eos patimur tanquam indisciplinatos: volentes carere dominis, qui nolunt
beret velamento secreti: non ut esset negatum, sed ne vilesceret nuda- carere peccatis. Aliquando autem etiam illicito iugo et improbo subiecti
ttun. Nec semel tamen, sed bis a Domino dictum est, Amen, amen dico fugiunt ad Ecclesiam, quia retinentur ingenui ad servitutem, et interpel-
latur episcopus: et nisi curet operara impenderé, ne intermitas oppiima-
68 Sobre el Evangelio de San Juan 41, 5 Al, 6 Sobre el Evangelio de San ]itan 69
le tachan de despiadado. Acudamos todos a Cristo. Pidamos a reconciliar sin pagar la deuda que media entre El y nosotros?
Dios libertador ayuda contra el pecado; pongámonos en venta, Pues dice por el profeta que no ha entupido sus oídos para no
para ser redimidos con su sangre. De balde, dice el Señor, ha- oír, pero vuestras iniquidades os separan a vosotros de El. Y no
béis sido vendidos y sin dinero seréis rescatados: sin dinero vues- es posible la reconciliación si no se quita lo que está en medio y
tro, pero con el mío. Esto dice el Señor. El mismo dio el precio, se pone lo que debe estar. Hay un medio que separa; pero hay
no en dinero, sino su propia sangre, pues nosotros habíamos un mediador que reconcilia: el medio que separa es el pecado,
quedado esclavos y pobres. y el mediador que reconcilia es nuestro Señor Jesucristo, porque
5. De esta esclavitud sólo el Señor nos puede libertar. El, uno es Dios y uno también el mediador entre Dios y los hom-
que no la tuvo, libra de ella, porque fue el único que en esta bres, Jesucristo hombre. Para quitar el muro que separa, que
carne vino sin pecado. Pues los niños que veis en los brazos es el pecado, vino El como mediador y se hizo sacerdote y víc-
de sus madres, todavía no andan y ya están aherrojados, trayen- tima. Y porque se hizo víctima por el pecado, ofreciéndose a sí
do de Adán lo que es purificado por Cristo. A ellos también, mismo en holocausto en la cruz de su pasión, sigue diciendo el
cuando son bautizados, se les da esta gracia, prometida por el Apóstol, después de haber dicho: Os rogamos, en nombre de
Señor, porque del pecado solamente puede librar Aquel que na- Cristo, que os reconciliéis con Dios, como si nosotros dijéramos:
ció sin pecado y se hizo víctima por el pecado. Oísteis al Após- ¿cómo podemos reconciliarnos? A Aquel, dice, esto es, el mismo
tol cuando se leía: Somos como embajadores en nombre de Cris- Cristo, que no conoció pecado, por nosotros hizo pecado, para
to, y como si Dios lo hiciera por nuestra boca, os rogamos en que nosotros seamos en El justicia de Dios. El mismo Cristo
nombre de Cristo; esto es, como si Cristo os rogase, ¿qué? que Dios, dice, que no conoció el pecado, vino en carne, es decir,
os reconciliéis con Dios. Si el Apóstol nos exhorta y ruega que en la semejanza de carne de pecado; pero en la carne de pecado
nos reconciliemos con Dios, es porque éramos enemigos de Dios, sin absolutamente pecado alguno, y por eso se hizo verdadera
ya que nadie se reconcilia sino de las enemistades. El pecado, víctima por el pecado, porque El no tenía ningún pecado.
no la naturaleza, nos había hecho enemigos de Dios. Y de don-
6. Quizá alguno crea que yo por mi cuenta he dicho que
de vino la enemistad con Dios vino la esclavitud del pecado.
el pecado es sacrificio por el pecado. Quienes lo han leído, re-
Dios no tiene enemigos libres: necesariamente son esclavos, y
cuérdenlo; y quienes no lo han leído, no sean tardos, no sean
serán siempre esclavos si no son libertados por Aquel cuyos ene-
tardos, digo, en leerlo, a fin de que puedan juzgar con verdad.
migos quisieron ser por el pecado. Os rogamos, dice, en nombre
de Cristo, que os reconciliéis con Dios. Y ¿cómo nos hemos de reconcilian Deo. Quomodo autem reconciliamur, nisi solvatur quod ín-
ter nos et ipsum separat? Ait enim per prophetam: Non gravavit aurem
tur, immisericors deputatur. Ad Christum omnes fugiamus, contra pec- ne audiat, sed peccata vestra separant inter vos et Deum (Is .59,1.2).
catum Deum liberatorem interpellemus: venales nos petamus, ut eius san- Quia ergo non reconciliamur nisi ablato quod in medio est, et pósito
guine redimamur. Dicit enim Dominus, Gratis venumdati estis, et sirte quod in medio sit. Est enim médium separans, sed contra est media-
argento redimemini (Is 52,3). Sine pretio, sed vestro; quia meo. Hoc tor reconcilians; médium separans est peccatum, mediator reconcilians
Dominus dicit: ipse enim pretium dedit, non argentum, sed sanguinem est Dominus lesus Christus: Unus enim Deus, et unus mediator Dei
suum. Nam nos et serví et egeni remanseramus. et hominum, homo Christus lesus (1 Tim 2,5). Ut ergo tollatur maceria
5. Liberat ergo ab hac servitute solus Dominus: qui illam non ha- separans quod est peccatum, venit ille mediator, et factus est sacrifi-
buit, ipse de illa liberat; solus enim in hac carne venit sine peccato. Nam cium sacerdos ipse. Et quia sacrificium factus est pro peccato, offerens
quos videtis in manibus matrum párvulos ferri, nondum ambulant, et seipsum in holocaustum in cruce passionis suae, sequitur Apostolus et
iam sunt compediti; traxerunt enim de Adam quod solvatur a Christo. dicit, cum dixisset, Obsecramus pro Christo, reconcilian Deo: quasi di-
Pertinet etiam ad ipsos, cum baptizantur, ista gratia quam Dominus ceremus, quomodo poterimus reconcilian? Eum, inquit, id est ipsum
pollicetur; quia de peccato solus liberare potest, qui venit sine peccato, Christum, qui non noverat peccatum, peccatum pro nobis fecit, ut nos
et factus est sacrificium pro peccato. Audistis enim cum Apostolus le- simus iustitia Dei in ipso (2 Cor 5,20.21). Eum ipsum, inquit, Christum
geretur: Pro Christo, inquit, legatione fungimur, tanquam Deo exhor- Deum, qui non noverat peccatum. Venit enim in carne, hoc est in simi-
tante per nos; obsecramus pro Christo; id est, tanquam vos Christus litudine carnis peccati (Rom 8,3), non tamen in carne peccati, non ha-
obsecret. Quid? Reconcilian Deo. Si exhortatur et obsecrat Apostolus ut bens uüum omnino peccatum: et ideo factus est verum sacrificium pro
reconciliemur Deo, inimici eramus Deo. Nemo enim reconciliatur nisi peccato, quia nullum habebat ipse peccatum.
ex inimicitiis. Inimicos autem nos non natura, sed peccata fecerunt. 6. Sed forte de sensu meo dixi, quia peccatum sacrificium est pro
Unde inimici illius, inde servi peccati. Non habet Deus liberos inimi- peccato. Qui legerunt, agnoscant; qui non legerunt, non sint pigri: non
cos; necesse est servi sint; et servi remanebunt nisi ab illo liberentur, sint, inquam, pigri ad legendum, ut veraces sint ad iudicandum. Cum
cui peccando inimici esse voluerunt. Obsecramus ergo, inquit, pro Christo, de saciificiis enim praeciperet Deus offerendis pro peccato, in quibus
70 Sobre el Evangelio de San Juan 41, 7 Al, 8 Sobre el Evangelio de San ]uan 71

Cuando Dios mandó ofrecer sacrificios por el pecado, en los tomarla de nuevo. Ahí le tenemos verdaderamente libre entre los
cuales no se daba la verdadera expiación del pecado, sino que muertos.
eran una sombra de los futuros; los mismos sacrificios, las mis- 8. Siendo así que quien comete pecado es esclavo del pe-
mas víctimas, las mismas oblaciones, los mismos animales que cado, escuchad dónde tenemos la esperanza de la libertad. El
se llevaban a sacrificar por el pecado, cuya sangre era figura úervo, dice, no permanece para siempre en la casa. La casa es
de la sangre de Cristo, la Ley los llama pecado, hasta el punto la Iglesia, el siervo es el pecador. Muchos pecadores entran en
de que en algunos lugares está escrito que los sacerdotes sacri- la Iglesia; pero no dijo: El siervo no está en la casa; sino:
ficantes ponían sus manos sobre la cabeza del pecado, esto es, No permanece en la casa eternamente. Pues, si allí no ha de ha-
sobre la cabeza de la víctima que se inmolaba por el pecado. ber siervos, ¿quién estará allí? Cuando el Rey justo, dice la Es-
Tal pecado, es decir, tal sacrificio por el pecado, se hizo Nues- critura, se siente en el trono, ¿quién podrá gloriarse de tener
el corazón puro o de estar libre de todo pecado? Llenos de te-
tro Señor Jesucristo, que no conoció el pecado.
rror nos dejó, hermanos míos, diciendo que el siervo no perma-
7. Con toda justicia libra de la esclavitud del pecado Aquel nece para siempre en la casa. Y añade: Pero el hijo permanece
que dice en el Salmo: He venido a ser como un hombre des- para siempre. ¿Estará solo Cristo en su casa? ¿No habrá nadie
amparado de todos, manumitido entre los muertos. Sólo El era con él? ¿De quién será cabeza, si no hay cuerpo? ¿Es acaso, el
libre, porque no tenía pecado. El mismo dice en el Evangelio: Hijo el cuerpo y la cabeza? N o en balde nos dejó el temor y la
He aquí que viene el príncipe de este mundo, aludiendo al dia- esperanza: el temor, para no amar el pecado, y la esperanza,
blo, que había de venir en la persona de los judíos sus persegui- para no desconfiar de alcanzar su perdón; porque quien comete
dores; he aquí, dice, que viene y no hallará nada en mí. Y como pecado es siervo del pecado, y el siervo no permanece en la casa
si se le pudiese objetar: Si no hallará nada en ti, ¿por qué te eternamente. ¿Qué esperanza nos queda a nosotros, que no po-
ha de dar muerte? Añadió: Mas para que todos conozcan que demos estar sin pecado? Escucha dónde está tu esperanza: El
hago la voluntad de mi Padre, levantaos, vamonos de aquí. No hijo permanece para siempre. Si el Hijo os diere la libertad, en-
pago, dice, por necesidad la muerte de mi pecado, pero en mo- tonces seréis verdaderamente libres. Esta es, hermanos, nuestra
rir cumplo la voluntad de mi Padre, y en esto más hago que esperanza: vernos libertados por quien es verdaderamente libre,
padezco, porque, si no quisiera, tampoco padecería. Óyele decir y, libertándonos, nos haga siervos, porque éramos siervos de la
en otro lugar: Poder tengo para dar mi vida y poder tengo para concupiscencia y con la libertad nos hacemos siervos de la ca-

beo ponendi animam meam, et potestatem babeo iterum sumendi eam


sacrificiis non erat expiatio peccatorum, sed umbra futurorum, eadem (ibid. 10,18). Ecce veré in mortuis liber.
ipsa sacrificia, easdem ipsas hostias, easdem ipsas victimas, eadem ipsa 8. Cum ergo omnis qui facit peccatum, servus sit peccati, quae
animalia quae admovebantur mactanda pro peccatis, in quorum sangui- sit spes nobis libertatis, audite. Servus autem, inquit, non manet in
ne sanguis ille figurabatur, peccata Lex appellat: usque adeo ut in domo in aeternum. Ecclesia est domus, servus peccator est. Intrant mul-
quibusdam locis scriptum sit ita, ut sacerdotes immolaturi ponerent ma- ti in Ecclesiam peccatores. Non ergo dixit, Servus non est in domo;
nus suas super caput peccati, id est, super caput victimae immolandae sed, non manet in domo in aeternum. Si ergo nullus ibi servus etit,
pro peccato. Tale ergo peccatum, id est, sacrificium pro peccato, factus quis ibi erit? Cum enim rex iustus sederit in throno, sicut Scriptuia
est Dominus noster Iesus Christus, qui non noverat peccatum. loquitur, quis gloriabitur castum se habere cor? aut quis gloriabitur
7. Mérito liberat ab hac servitute peccati ille qui dicit in Psalmis: mundum se esse a peccato? (Prov 20,8.9). Multum nos terruit, o fia-
Factus sum tanquam homo sine adiutorio, inter mortuos líber (Ps 87,5.6). tres mei, dicendo, Servus non manet in domo in aeternum, Adiungit
Solus enim liber, quia non habebat peccatum. Ipse enim dicit in Evan- autem, et dicit, Vilius autem manet in aeternum. Ergo solus in domo
gelio: Ecce venit princeps huius mundi, diabolum significans venturum sua erit Christus? nullus illi populus cohaerebit? Cui etit caput, si
in Iudaeis persecutoribus; ecce, inquit, venit et in me nihil inveniei non erit corpus? An forte totum hoc Filius, caput et Corpus? Ñon
(lo 14,30.31). Non quomodo in eis quos occidit etiam iustos, invenit enim sine causa et terruit, et spem dedit: tetruit, ne peccatum ama-
qualecumque peccatum, in me nihil inveniet. Et tanquam ei diceretur, remus; spem dedit, ne de peccati solutione diffideremus: Omnis, in-
si nihil in te inveniet, quare te occidet? Subiecit, et ait: Sed ut sciani quit, qui facit peccatum, servus est peccati. Servus autem non manet
in domo in aeternum. Quae etgo nobis spes est, qui non sumus sine
omnes quia voluntatem Patris mei jacio, surgite, eamus bine. Non, in-
peccato? Audi spem tuam; Filius manet in aeternum. Si ergo vos
quit, mortem mei peccati necessitate persolvo, sed in eo quod moiioí, Filius liberaverit, tune veré liberi erilis. Haec spes nostra est fratres
voluntatem Patris mei fació: plusque ibi fació quam patior, quia si nol- ut a libero liberemur, et liberando serves nos faciat: seivi enim era-
Iem, nec passus essem. Habes illum alio loco dicentem, Potestatem ha- mus cupiditatis, liberatj serví efficimuí charitatis. Hoc et Apostolus di-
72 Sobre el Evangelio de San Juan 41, 9 41, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 73
ridad. Lo mismo dice el Apóstol: Vosotros, hermanos míos, ha- sólo se pudo decir que pasó por todas las cosas a semejanza
béis sido llamados a la libertad; cuidad de que esta libertad no de la carne sin pecado. Sólo El pudo decir: Viene el príncipe del
os sirva de ocasión para que viváis según la carne; pero por mundo y no hallará nada en mí. Cualquiera otro, por justo que
la caridad sed siervos las unos de los otros. N o diga el cristia- te parezca, no está totalmente sin pecado. Ni el mismo Job,
no: Soy libre, he sido llamado a la libertad; era siervo, pero de quien Dios dio tal testimonio que el demonio le tenía en-
he sido redimido y hecho libre por la misma redención; haré vidia, y pidió poder para tentarlo, saliendo vencido en la ten-
lo que quiera; nadie se oponga a mi voluntad; soy libre. Pero tación y él justificado. No fue él probado porque Dios no su-
si teniendo esa libertad, pecas, eres siervo del pecado. No abu- piese que tenía merecida la corona, sino para que los hombres
ses, pues, de la libertad para pecar libremente, sino usa de ella tuviesen un ejemplo que imitar. El mismo Job dice: ¿Quién
para no pecar. Tu voluntad será libre si es buena. Serás libre está totalmente limpio? Ni el niño que lleva un día sobre la
si fueres siervo: libre del pecado, siervo de la justicia, como dice tierra. Ciertamente muchos han sido llamados justos sin quere-
el Apóstol: Cuando erais siervos del pecado, estabais libres de lla, que quiere decir sin delito, pues en lo humano no se puede
la justificación; pero ahora, libres del pecado y convertidos en presentar querella justa contra quien no tiene delito. El pecado
siervos de Dios, cogéis vuestro fruto en la santificación y, por grave es un delito dignísimo de ser delatado y condenado. No
fin, la vida eterna. A conseguir esto enderecemos todos nuestros condena Dios ciertos pecados ni justifica y alaba otros: no alaba
esfuerzos. a ninguno, a todos los odia. Del modo que el médico odia la
enfermedad del enfermo y con las curas intenta alejar a la en-
9- La primera libertad es estar exento de delitos. Atended, fermedad y aliviar al enfermo, así Dios obra en nosotros con
hermanos, atended, para que pueda llevar a vuestro conocimien- su gracia para destruir el pecado y libertar al hombre. Pero di-
to en qué consiste ahora esta libertad y en qué consistirá en el rás, ¿cuándo se destruye? Si se mengua, ¿por qué no se destru-
futuro. Por justo que creas a uno en esta vida, y aunque ya ye? Disminuye en la vida de los proficientes y queda destruido
sea digno de este apelativo, sin embargo, no está exento de pe- en la vida de los perfectos.
cado. Lo dice el mismo San Juan, cuyo es este evangelio: Si 10. La primera libertad es, pues, no tener delitos. De aquí
dijéramos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros que el apóstol San Pablo, al elegir a los que había de ordenar
mismos, y no está con nosotros la verdad. Esto solamente lo sacerdotes o diáconos, o a otro cualquiera, para el gobierno de
pudo decir quien fue libre entre los muertos, y solamente se la Iglesia, no dijera: "Si alguno está sin pecados", porque, si
puede decir de aquel solo que no conoció el pecado, del cual
cundum similitudinem sine peccato (Hebr 4,15). Solus dicere potuit,
cit: Vos autem fratres in libertalem vocati estis; tantum ne libertatem Ecce veniet princeps mundi, et in me nihil inveniet. Quemcumque
in occasionem carnis detis, sed per charitatem servite invloem (Gal alium licet iustum discusseris, non omnímodo est sine peccato. Nec
5,13). Non ergo dicat christianus: Liber sum, ¡n libertatem vocatus qualis erat Iob, cui Dominus tale testimonium perhibebat, ut diabolus
sum: servus eram, sed redemptus sum, et ipsa redemptione liber effectus invideret, et postularet tentandum, tentans superaretur, ut ¡lie probare-
sum, faciam quod voló; nemo me prohibeat a volúntate mea, si liber tur (Iob 1,2). Ideo autem ille probatus est, non quia latebat Deum
sum. Sed si ista volúntate peccatum facis, servus es peccati. Noli ergo coronandus, sed ut innotesceret hominibus imitandus. Etiam ipse Iob
libértate abuti ad libere peccandum, sed utere ad non peccandum. quid dicit? Quis enim mundus? Nec infans, cuius est unius diei vita
Erit enim voluntas tua libera, si fuerit pia. Eris liber, si fueris servus; super terram (ibid. 14,4 sec. 70). Sed plañe multi iusti dicti sunt sine
liber peccati, servus iustitiae: dicente Apostólo, Cum serví essetis pec- querela, quod intelligitur sine crimine: nulla enim querela iusta est
cati, liberi eratis iustitiae: nunc autem liberati a peccato, servi autem de his in rebus humanis, qui non habent crimen. Crimen autem est
jacú Deo, habetis jructum vestrum in sanctificationem, finem vero vitam peccatum grave, aecusatione et damnatione dignissimum. Non ergo Deus
aeternam (Rom 6,20.22). Hoc conemur, id agamus. quaedam peccata damnat, quaedam iustificat et laudat: nulla laudat, odit
9. Prima libertas est carere criminibus. Intendite, fratres mei, in- omnia. Quomodo odit medicus aegritudinem aegroti, et id agit cu-
tendite; ne forte possim perducere vobis ad sensum et qualis modo rando ut aegritudo pellatur, aeger levetur: sic Deus gratia sua hoc in
sit, et qualis futura sit ista libertas. Quemlibet valde iustum discurias nobis agit, ut peccatum consumatur, homo liberetur. Sed quando con-
in hac vita, quamvis iam sit dignus iusti vocabulo, non est tamen sine sumitur, inquies? Si minuitur, quare non consumitur? Minuitur autem
peccato: audi ipsum sanctum Ioannem, cuius et hoc Evangelium est, in vita proficientium, quod in vita consumitur perfectorum.
in Epístola sua dicentem. Si dixerimus, inquit, quia peccatum non ha- 10. Prima est ergo libertas, carere criminibus. Ideo et apostolus
be-mus, nos tpsos decipimus, et veritas in nobis non est (1 lo 1,8). I'aulus quando elegit ordinandos vel presbyteros vel diáconos, et qui-
Solus hoc dicere potuit in mortuis liber, de solo dici potuit qui non cumque ordinandus est ad praeposituram Ecclesiae, non ait, Si quis
noverat peccatum; de solo dici potuit: etenim expertus est orrjnia se- sine peccato est; hoc enim si dicetet, omnis homo reptobaretur, nullus
74 Sobre el Evangelio de San Juan 41, 10 41, 11 Sobre el Evangelio de San Juan 75
hubiera dicho esto, todos serían rechazados y ninguno ordenado. nos viene la libertad. Pues la libertad nos deleita, y mientras
Pero dijo: Si hay alguno que no tenga delito, como homicidio, con temor obras la justicia, no es Dios tu deleite. N o temas
adulterio, alguna inmundicia de fornicación, hurto, fraude, sa- el castigo, ama la justicia. ¿No amas aún la justicia? Teme el
crilegio y otros parecidos. Cuando el hombre empieza a no te- castigo para que llegues a amar la justicia.
ner tales delitos (el cristiano no debe tenerlos), comienza a le- 11. Ya él se sentía libre en la parte superior, cuando de-
vantar la cabeza hacia la libertad; pero ésta es una libertad in- cía: Me complazco en la ley de Dios según el hombre interior.
coada, no es perfecta. ¿Por qué, dirá alguno, no es libertad per- Me deleita la ley, me deleita lo que la ley ordena, me deleita
fecta? Porque veo en mis miembros otra ley que resiste a la la justicia misma. Vero veo en mis miembros otra ley (es la en-
ley de mi espíritu, por cuanto no hago el bien que quiero, sino fermedad que había quedado) que resiste a la ley de mi espíritu
que hago el mal que aborrezco. La carne, dice, tiene deseos con- y me sojuzga a la ley del pecado, que está en mis miembros.
tra el espíritu, y el espíritu los tiene contra la carne, de modo Por esta parte sintió la cautividad, porque la justicia no era com-
que no hagáis todo lo que queréis. De una parte, libertad; de pleta. Cuando se halla deleite en la ley de Dios, no se es cautivo,
otra, esclavitud; aún no es total, aún no es pura, aún no es ple- sino amigo de la ley, y se es libre por ser amigo. ¿Qué haremos
na libertad, porque no estamos aún en la eternidad. En parte
de la enfermedad que nos queda? Acudamos a Aquel que dijo;
tenemos enfermedad, en parte recibimos la libertad. Todos nues-
Si el Hijo os libertare, entonces seréis verdaderamente libres.
tros pecados fueron borrados por el bautismo. ¿Acaso por ha-
También el mismo Apóstol que hablaba, acudió a El, diciendo:
ber desaparecido toda iniquidad no quedó alguna flaqueza? Si
no hubiese quedado ninguna nos hallaríamos aquí sin pecado. "Soy un hombre desgraciado, ¿quién me libertará de este cuer-
¿Quién osará decir tal cosa sino el soberbio, el indigno de la mi- po de muerte? La gracia de Dios por medio de Jesucristo
sericordia del libertador, quien quiere engañarse a sí mismo y nuestro Señor. Luego, si el Hijo os libertare, entonces seréis ver-
no dice la verdad? Por haber quedado, pues, alguna flaqueza en daderamente libres." Finalmente, concluyó: "Entretanto, yo mis-
nosotros, me atrevo a decir que por cuanto servimos a Dios mo vivo sometido por el espíritu a la ley de Dios y por la car-
somos libres; pero por cuanto servimos al pecado todavía somos ne a la ley del pecado." Yo mismo, dice: no somos dos, opues-
siervos. Por esto dice el Apóstol lo que nosotros habíamos co- tos uno al otro, procedentes de principios diversos; sino: yo
menzado a decir: Me complazco en la ley de Dios según el hom- mismo por el espíritu sirvo a la ley de Dios, y por la carne
bre interior. De donde nos viene el deleite en la ley de Dios a la ley del pecado durante todo el tiempo que la enfermedad
resiste a la salud.
ordinaretur: sed ait, Si quis sine crimine est (1 Tim 3,10, et Tit 1,6),
sicuti est homicidium, adulterium, aliqua immunditia fornicationis, fur- est, non Deus te delectat. Quamdiu adhuc servus facis, te non delectat:
tum, fraus, sacrilegium, et caetera huiusmodi. Cum coeperit ea non ha- delectet te, et liber es. Noli timere poenam, sed ama iustitiam. Nondum
bere homo (debet autem non habere omnis christianus homo), incipit potes amare iustitiam? time vel poenam, ut pervenias ad amandam ius-
caput erígete ad libertatem: sed ista inchoata est, non perfecta libertas. titiam.
Quare, inquit aliquís, non est perfecta libertas? Quia "vídeo aliam II. Ergo iam iiie ex parte superiore iiberum se esse sentiebat,
legem in membris meis, repugnantem legi mentís meae: non enim unde dicebat, Condelector legi Dei secundum interiorem hominem. De-
quod voló ago, ait, sed quod odi illud fació" (Gal 5,17). "Caro, in- lectat me lex, delectat me quod iubet lex, delectat me ipsa iustitia.
quit, concupiscit adversus spiritum, et spiritus adversus carnem, ut non Video autem aliam legem in membris meis: haec est quae remansit
ea quae vultis illa faciatis". Ex parte libertas, ex parte servitus: non- infirmitas: repugnantem legi mentís meae, et captivantem me in lege
dum tota, nondum pura, nondum plena libertas, quia nondum aeter- peccati, quae est in membris meis. Ex hac parte sentit captivitateni, ubi
nitas. Habemus enim ex parte infirmitatem, ex parte accepimus liber- non est impleta iustitia: nam ubi condelectatur legi Dei, non captivus,
tatem. Quidquid peccatum est a nobis, antea deletum est in Baptismo. sed legis amicus est; et ideo liber, quod amicus. Quid ergo ex eo quod
Numquid quia deleta est tota iniquitas, nulla remansit infirmitas? Si restat? Quid, nisi respiciamus ad illum qui dixit, Si vos Filias libera-
non remansisset, sine peecato hic viveremus. Quis autem audeat hoc veñt, tune veré liberi eritis? Denique et ipse qui loquebatur, ad illum
dicere nisi superbus, nisi misericordia liberatoris indignus, nisi qui seip- respexit: "Infelix ego homo, quis me líberabit, inquit, de corpote mor-
sum vult decipere, et in quo veritas non est? Ergo ex eo quod reman- tis huius? Gratia Dei per Iesum Christum Dominum nostrum. Ergo
sit aliquid infirmitatis, audeo dicete, ex qua parte servimus Deo, li- si vos Filius liberaverit, tune veré liberi eritis". Denique ita conclusit:
ben sumus: ex qua jarte servimus legi peccati, adhuc servi sumus. "Igitur ipse ego mente servio legi Dei, carne autem legi peccati" (Rom
Unde dicit Apostolus quod dicere coeperamus: Condelector legi Dei se- 7,19-25). Ipse ego, inquit: non enim dúo sumus ínter nns coiitratii
cundum interiorem hominem. Ecce unde liberi, unde condelectamur legi de diversis principiis venientes; sed ego ipse mente servio legi Dei,
Dei: libertas enim delectat. Nam quamdiu timore facis quod iustum carne autem legi peccati, quamdiu languor obluctatur saluti.
76 Sobre el Evangelio de San Juan 4 1 , 12 4 1 , 13 Sobre el Evangelio de San Juan 77

12. Pero, si p o r la carne estás sujeto a la ley del pecado, taba en su m a n o ejecutar el bien? Si hubiese dicho esto, n o que-
haz lo que dice el m i s m o A p ó s t o l : No reine el pecado en vues- daría esperanza alguna. N o dijo: H a c e r el bien; sino: Ejecutar
tro cuerpo mortal para obedecer a sus deseos, ni prestéis vues- el bien. ¿Y cuál es la perfecta ejecución del b i e n sino la des-
tros miembros al pecado como armas de iniquidad. N o dice: N o trucción y la m u e r t e del mal? Y ¿cuál es la destrucción del mal,
haya; sino: No reine. M i e n t r a s el pecado está en vuestros m i e m - sino lo q u e dice la Ley: No codiciarás? N o codiciar absoluta-
bros p o r necesidad, quitadle el i m p e r i o para q u e n o ejecutéis m e n t e nada es la perfección del bien, p o r q u e es la destrucción
lo que él ordena. ¿Te ataca la ira? N o le des tu lengua para del mal. Esto es lo q u e decía él: Perfeccionar el bien no está
maldecir, n o le des tu m a n o o tu p i e para herir. N o se levan- en mi mano, p o r q u e n o podía dejar de sentir la concupiscencia;
taría esta ira irracional si en tus m i e m b r o s n o estuviese el p e - trabajaba, sin e m b a r g o , p o r refrenarla, para n o dar a ella su con-
cado; p e r o quítale el poder, que n o tenga armas para luchar s e n t i m i e n t o y no prestarle sus m i e m b r o s c o m o ejecutores. Hacer
contra ti; a p r e n d e r á a n o levantarse cuando comiencen a faltarle con perfección el bien, dice, no está en mi mano; n o p u e d o cum-
las armas. No prestéis vuestros miembros al pecado como armas plir el m a n d a t o : No codiciarás. ¿Qué es, pues, necesario? Q u e
de iniquidad, pues de otro m o d o seréis esclavos del pecado y n o cumplas aquello: No te dejes arrastrar por tus pasiones. Haz
podréis decir que servia por el espíritu a la ley de Dios. Si el esto mientras existan en tu carne concupiscencias ilícitas: no te
espíritu sujeta las armas, n o se m o v e r á n los m i e m b r o s para ser dejes arrastrar por ellas. P e r m a n e c e en el servicio de D i o s , en la
i n s t r u m e n t o s del pecado enfurecido. El rey interior conserve la libertad de Cristo; con tu espíritu sométete a la ley de tu Dios.
fortaleza, p o r q u e el flaco presta su concurso bajo el m a n d o su- N o te entregues a tus concupiscencias. Siguiéndolas, les a u m e n -
perior; refrene la ira, r e p r i m a la concupiscencia, p o r q u e siempre tas las fuerzas, y dándoles m á s fuerzas, ¿cómo p o d r á s vencer,
hay q u é refrenar, q u é reprimir, q u é sujetar. ¿Qué otra cosa de- c u a n d o ayudas a tus enemigos con tus propias fuerzas?
seaba aquel justo, q u e en su espíritu servía a la ley de D i o s , 13. Esta libertad plena y perfecta en el Señor Jesús, q u e
sino que n o sintiera absolutamente nada q u e refrenar? Y esto dijo: Si el Hijo os libertare, entonces seréis verdaderamente li-
debe esforzarse por conseguir q u i e n tiende a la perfección, a fin bres, ¿cuándo será plena y perfecta libertad? C u a n d o n o haya
de que la concupiscencia, falta de m i e m b r o s obedientes, sea enemistad alguna, c u a n d o sea destruida la m u e r t e , q u e es el úl-
cada día más débil en el proficiente. En mi voluntad, dice, está t i m o enemigo. Conviene q u e este c u e r p o corruptible se revista
de la incorrupción y q u e este c u e r p o m o r t a l se revista de la in-
el querer el bien, pero no el ejecutarlo. ¿Dijo, acaso, que n o es-
mortalidad. Entonces se c u m p l i r á lo q u e está escrito: La m u e r t e
12. Sed si carne servís legi peccati, fac quod ait -ipse Apostolus: ha sido absorbida p o r la victoria. ¿Dónde está, ¡oh muerte!, tu
Non ergo regnet peccatum in vestro mortali corpore ad obediendum
desideriis eius, ñeque exhibeatis membra vestra arma iniquitatis pec- Quae est autem consumptio mali, nisi quod Lex dicit, Non concupisces?
cato (Rom 6,12.13). Non ait, Non sit; sed, Non regnet. Quamdiu pec- (Ex 20,17). Omnino non concupiscere perfectio boni est, quia con-
catum necesse est esse in membris tuis, saltem illi regnum auferatur, sumptio mali est. Hoc dicebat ille, Perficere bonum non mihi adiacet;
non fiat quod iubet. Surgit ira? noli daré irae linguam ad maledicen- quia non poterat faceré ut non concupisceret: faciebat tantum ut concu-
dum; noíi daré irae manum aut pedem ad feriendum. Non surgeret piscentiam refrenaret, ut concupiscentiae non consentiret, et concupiscen-
ira ista irrationabilis, nisi peccatum esset in membris: sed tolle illi tiae membra ad sateílitium non praeberet. Perficere ergo, inquit, bonum
regnum, non habeat arma unde contra te pugnet; discet etiam non sur- non mihi adiacet: non possum implere quod dictum est, Non concu-
gere, cum arma coeperit non invenire. Non exhibeatis membra vestra pisces. Quid ergo opus est? Ut impleas, Post concupiscentias tuas non
arma iniquitatis peccato; alioquin toti captivi eritis, et non erit dicere, eas (Eccli 18,30). Hoc age interim quamdiu insunt iüicitae concupiscen-
Mente servio legi Dei. Mens enim si teneat arma, membra non mo- tiae in carne tua, Post concupiscentias tuas non eas. Mane in servitute
ventur in ministerium furentis peccati. Teneat arcem imperator inte- Dei, in libértate Chtisti; mente servi legi Dei tui. Noli te daré con-
rior, quia sub maiore imperatore iuvandus assistit; frenet iram, coer- cupiscentiis tuis: sequendo eas, vires eis addis; dando eis vires quorno-
ceat concupiscentiam. Inest tamen quod frenetur, inest quod coerceatur, do vincis, quando contra te inimicos nutrís viribus tuis?
inest quod teneatur. Quid autem volebat ille iustus mente serviens legi 13. Quae igitur libertas plena atque perfecta in illo Domino lesu
Dei, nisi ut omnino non esset quod frenaretur? Et hoc debet conari qui dixit, Si vos Filius liberaverit, tune veré liberi eritis; quando ple-
omnis qui tendit ad perfectionem, ut et ipsa concupiscentia cui non na et perfecta libertas erit? Quando nullae inimicitiae, quando "no-
dantur ad obediendum membra, quotidie in proficiente minuatur. Velle, vissima inimica desttuetur mors. Oportet enim corruptibile hoc induere
inquit, adiacet mihi, perficere autem bonum non (Rom 7,18). Num- incorruptionem, et mortale hoc induere immorcalitatem: cum autem
quid dixit, Non mihi adiacet faceré bonum? Si hoc dixisset, spes nulla mortale hoc induerit immortalitatem, tune fiet sermo qui scriptus est,
esset. Non ait, Non mihi adiacet faceré, sed, Non mihi adiacet perfi- Absorpta est mors in victoriam. Ubi est, mors, contentio tua?" (1 Cor
cere. Quae est enim perfectio boni, nisi consumptio et finis mali? 15,26.53-54.55). Quid est, Ubi est, mors, contentio tua? Caro concu-
78 Sobre el Evangelio de San Juan 42, 1 42, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 79
batalla? ¿Qué significa: Dónde está, ¡oh muerte!, tu batalla? La forma de la carne era de siervo, pero, aunque tuviese la seme-
carne codiciaba contra el espíritu, y el espíritu contra la carne; janza de carne de pecado, no era carne de pecado), prometió
pero cuando vivía la carne del pecado. ¿Dónde está, ¡oh muer- Ja libertad a quienes creyesen en El. Pero los judíos, ufanándo-
te!, tu batalla? Entonces viviremos, ya no moriremos, en Aquel se de su libertad, se desdeñaron de hacerse libres cuando eran
que murió por nosotros y resucitó, para que los que viven no esclavos del pecado. Y dijeron que eran libres porque eran hi-
vivan ya para sí mismos, sino por Aquel que murió por ellos y jos de Abrahán. Cuál fue la respuesta del Señor, la hemos oído
resucitó. Roguemos al médico del herido, llevémosle a la casa en la lectura de hoy. Sé, dice, que sois hijos de Abrahán; pero
del enfermo, pues El es quien ha prometido la salud, quien se tratáis de matarme porque mi doctrina no halla cabida en vos-
compadeció del que dejaron los ladrones semivivo en el camino, otros. Os conozco, les dice: sois hijos de Abrahán, pero vosotros
lo bañó con vino y aceite, curó sus llagas, lo llevó en su ju- tratáis de matarme; conozco el origen de la carne, no la fe del
mento, lo condujo a la posada y lo encomendó al posadero. ¿A corazón. Sois hijos de Abrahán, pero según la carne, y por eso,
qué posadero? Quizá a Aquel que dijo: Somos embajadores de dice, tratáis de matarme, porque mi doctrina no cabe dentro de
Cristo. Dio, además, dos monedas para emplearlas en curar al vosotros. Si mi doctrina fuese recibida, ella os recibiría, y si ella
herido; quizá sean estas monedas los dos mandamientos de los os prendiera, como peces seríais encerrados en las redes de la fe.
cuales pende toda la Ley y los Profetas. También la Iglesia, her- ¿Qué significa: No hace presa en vosotros? N o prende vuestro
manos, es la posada del viajero, donde se cura a los heridos du- corazón, porque por él no es recibida. Así es la palabra de Dios
rante esta vida mortal; pero allá arriba tiene reservada la pose- y así debe ser para los fieles, como el anzuelo para el pez, que
sión de la herencia. lo coge cuando es cogido. No se hace un agravio a quienes son
cogidos, puesto que lo son para darles la vida y no para des-
truirlos; por esto dijo el Señor a sus discípulos: Venid conmigo
TRATADO 42
y os haré pescadores de hombres. No eran así estos tales judíos
DESDE LAS PALABRAS: " S É QDE SOIS HIJOS DE ABRAHÁN, PERO TRA- hijos de Abrahán, hijos del hombre de Dios. Eran sus descen-
TÁIS DE MATARME", HASTA ÉSTAS: "POR ESO VOSOTROS NO ESCUCHÁIS, dientes carnales, pero habían degenerado no imitando la fe de
PORQUE NO SOIS DE DIOS" aquel cuyos hijos eran.
1. Nuestro Señor Jesucristo, que aun en la forma de siervo 2. Ciertamente habéis oído decir al Señor: Sé que sois hi-
no era siervo, sino que aun en esa forma era Señor (pues la jos de Abrahán; escuchad lo que dice después: Yo os digo lo
piscebat adversus spiritum, et spiritus adversus carnem, sed quando¡ quamvis esset similitudo carnis peccati (Rom 8,3), non etat caro pec-
peccati caro vigebat. Ubi est, mors, contentio tua? Iam vivemus, iam cati), libertatem promisit credentibus in se: Iudaei vero tanquam de
non moriemut, in illo qui pro nobis mortuus est et resurrexit: ul qui 6ua libértate superbientes, dedignati sunt fieri liberi, cum essent servi
vivunt, inquit, iam non sibi vivant, sed ei qui pro ipsis mortuus est peccati. Ideo autem se liberos esse dixerunt, quia semen erant Abtahae.
et resurrexit (2 Cor 5,15). Precemur medicum saucii, portemur in Quid ergo eis ad haec responderit Dominus, hodierna lectio cum re-
stabulum curandi. Ule est enim qui promittit sanitatem, qui miseratus citaretur, audivimus. Scio, inquit, quia filii Abrahae estis: sed quaeritis
est in via semivivum a latronibus derelictum: infundit oleum et vinum, me interficere, quia sermo meus non capit in vobis. Agnosco vos, in-
curavit vulnera, levavit in iumentum, perduxit in stabulum, stabulario quit: filii Abrahae estis, sed quaeritis me interficere. Agnosco carnis
commendavit. Cui stabulario? Forte ilii qui dixit, Pro Cbristo legatio- originem, non cordis fidem. Filii Abrahae estis, sed secundum carnem.
ne fungimur (ibid. 20). Dedit etiam dúos nummos, qui impenderentur Ideo, inquit, quaeritis me occidere: sermo enim meus non capit in vo-
6aucio curando (Le 10,30-35): forte ipsa sunt dúo praecepta, in quibus bis. Si sermo meus caperetur, caperet; si caperemini, intra retia fidei
tota Lex pendet et Prophetae (Mt 22,37-40). Ergo, fratres, et Ecclesia tanquam pisces concluderemini. Quid est ergo, non capit in vobis? Non
hoc tempore, in qua saucius sanatur, stabulum est viatoris: sed ipsi Ec- capit cor vestrum, quia non recipitur a corde vestro. Sic enim est ser-
clesiae sursum est haereditas possessoris. mo Dei, et sic esse debet fidelibus, tanquam pisci hamus; tune capit
quando capitur. Nec fit iniuria illis qui capiuntur: ad salutem quip-
pe, non ad perniciem capiuntur. Unde Dominus discipulis suis ait:
TRACTATUS 42 Venite post me, et faciam vos piscatores hominum (Mt 4,19). Non
AB EO QUOD SCKIPTUM EST, SCIO QUIA FILII ABRAHAE ESTIS, SED QUAERtTIS ME ergo isti erant tales: et tamen filii Abrahae erant: filii hominis Dei,
INTERFICERE; USQUE AD ir>, PROPTEREA VOS N O N AUTHTIS, QUIA EX DEO NON ESTIS homines iniqui. Trahebant enim catnis genus, sed degeneres facti erant,
non imitando fidem illius cuius filii etant.
1. Dominus noster etiam in forma setvi non servus, sed in for- 2. Audistis cette Dominum dicentem, Scio quia filii Abrahae estis;
ma etiam serví Dominus (fuit quippe illa carnis forma servilis, sed audite quid dicat postea: Ego quod vidi apud Palrem meum, loquor;
80 Sobre el 'Evangelio de San Juan 42, 3 42, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 81
que vi en mi Padre, y vosotros hacéis lo que habéis visto en 4. Oigamos cómo les responde el Señor alabando a Abrahán
vuestros padres. Ya había dicho que sabía que ellos eran hijos y condenándolos a ellos: Díceles Jesús: Si sois hijos de Abrahán,
de Abrahán; ¿qué es lo que hacían? Tratáis de matarme, les haced las obras de Abrahán. Pero vosotros ahora tratáis de ma-
dijo. Esto no lo vieron jamás en Abrahán. Y el Señor alude a tarme a mí, que soy un hombre, que os he dicho la verdad, que
Dios su Padre cuando dice: Digo lo que vi en mi Padre. Vi a oí de Dios: Abrahán no hizo esto. Abrahán es alabado, ellos
la Verdad, digo la verdad, porque soy la verdad. Si, pues, el Se- condenados. Abrahán no era homicida. N o digo, dice, que yo
ñor dice la verdad, que vio en su Padre, se vio a sí mismo, por- soy el Dios de Abrahán, lo cual si yo dijera, diría la verdad.
que El es la Verdad del Padre, que vio en el Padre; El mismo Ya dijo en otro lugar: Yo soy antes que Abrahán; por lo cual
es el Verbo, el Verbo, que estaba en Dios. Y éstos, ¿dónde vie- ellos quisieron entonces apedrearle; ahora no dijo esto. En cuan-
ron el mal que hacen, y que el Señor les recrimina y condena? to a lo que veis, contempláis, y creéis que solamente eso soy,
En sus padres. Cuando en las palabras siguientes oigamos decir soy hombre; ¿por qué queréis matar a un hombre que dice lo
más claramente quiénes son sus padres, comprenderemos qué que oyó de Dios, sino porque no sois hijos de Abrahán? Sin
cosas vieron en ellos, pues aún no da el nombre del padre de embargo, antes había dicho: Sé que sois hijos de Abrahán. No
ellos. Y aunque poco antes nombró a Abrahán, pero en cuanto niega su descendencia, pero condena sus obras; su carne proce-
al origen de la carne, no en cuanto a la semejanza de vida; día de él, pero sus costumbres no procedían de él.
luego ha de nombrar a otro padre suyo, que ni los engendró ni
5. ¿Por ventura nosotros, carísimos, venimos de la estirpe
hizo que fuesen hombres, pero que, sin embargo, eran sus hi-
de Abrahán, o de algún modo Abrahán fue nuestro padre según
jos en cuanto eran malos, no en cuanto eran hombres; no por
la carne? De su carne trae origen la carne de los judíos, no la
haber sido creados, sino por lo que imitaron.
carne de los cristianos; nosotros procedemos de otras razas, pero
3. Respondieron ellos y dijeron: Nuestro padre es Abrahán;
por la imitación nos hemos hecho hijos de Abrahán. Oye al
como diciendo: ¿Qué vas tú a decir en contra de Abrahán? O,
Apóstol: Las promesas fueron hechas a Abrahán y a su descen-
si tienes qué, atrévete a reprender a Abrahán. No era que el
diente. No dice: a sus descendientes, como si fuesen muchos,
Señor fuese a reprender a Abrahán, porque era tal Abrahán, que
sino a uno: y a tu descendiente, que es Cristo. Y si vosotros sois
no mereció del Señor reprensión, sino alabanzas; pero ellos pa-
de Cristo, sois descendientes de Abrahán y herederos según las
recían provocarle a hablar mal de Abrahán y tener ocasión de
promesas. Nosotros hemos sido hechos hijos de Abrahán por la
ejecutar lo que maquinaban. Abrahán es nuestro padre.
gracia de Dios. N o a todos los que tenían carne de Abrahán
et vos quae vidistis apud patrem pestrum, facitis. Iam dixerat, Scio quia
filii Abrabae estis. Quid autem faciunt? Quod eis dixit, Quaeritis me 4. Audiamus quomodo eis responderit Dominus, cum illorum dam-
occidere. Hoc apud Abraham nunquam viderunt. Dominus autem Pa- natione laudans Abraham, Dicit eis lesas: Si filii Abrahae estis, opera
trem Deum vult intelligi cum dicit, Quae vidi apud Patrem meum, lo- Abrabae iacite. Nunc autem quaeritis me interficere, hominem qui veri-
quor. Veritatem vidi, veritatem Ioquor, quia Veritas sum. Si enim Do- tatem vobis locutus sum, quam audivi a Deo: hoc Abraham non fecit.
minus veritatem loquitur quam vidit apud Patrem; se vidit, se loquitur: Ecce ille laudatus, isti damnati. Abraham non erat homicida. Non dico,
quia ipse est Veritas Patris, quam vidit apud Patrem; ipse est enim inquit, Ego Dominus sum Abrahae: quod si dicerem, verum dícerem.
Verbum, quod Verbum erat apud Deum. Isti ergo malum quod faciunt, Nam dixit alio loco, Ante Abraham ego sum (lo 8,58): tune eum itü
quod Dominus obiurgat et corripit, ubi viderunt? Apud patrem suum. lapidare voluerunt: non dixit hoc. Interim quod videtis, quod aspicitís,
Cum audierimus in consequentibus apertius dictum quis sit eorum pa- quod me solum putatis, homo sum: hominem dicentem vobis quod au-
ter, tune intelligemus qualia viderint apud talem patrem: adhuc enim divit a Deo, quare vultis occidere, nisi quia non estis filii Abrahae? Et
non nominat patrem ipsorum. Paulo superius Abraham commemoravit, tamen superius ait, Scio quia filii Abrahae estis. Non negat eorum ori-
sed carnis origine, non vitae similitudine: dicturus est alterum patrem ginen!, sed facta condemnat: caro eorum ex illo erat, sed vita non erat.
¡Ilorum, qui nec genuit eos, nec creavit ut nomines essent; sed tamen 5. Nos autem, charissimi, numquid de genere venimus Abrahae, aut
filii erant eius in quantum mali erant, non in quantum homines erant; ullo modo Abraham pater noster fuit secundum carnem? Originem de
in quo imitati, non quod creati. carne eius caro Iudaeorum ducit, non caro Christianorum: nos de alus
3. Responderunt, et dixerunt ei: Pater noster Abraham est: quasi, gentibus venimus; et tamen imitando, Abrahae filii facti sumus. Audi
Quid tu dicturus es contra Abraham? aut, Si aliquid potes, aude re- Ápostolum: Abrahae dictae sunt promissiones et semini eius. Non dicit,
prehenderé Abraham. Non quia Dominus non audebat reprehenderé inquit, Et seminibus, tanquam in multis; sed tanquam in uno, Et semini
Abraham; sed talis erat Abraham qui non reprehenderetur a Domino, tuo, quod est Christus. Si autem vos Christi, ergo semen Abrabae estis,
sed potius laudaretur: tamen isti videbantur eum provocare, ut aliquid secundum promissionem haeredes (Gal 3,16.29)- Nos ergo facti sumus
mali diceret de Abraham, et esset occasio faciendi quod cogitabant. semen Abrahae gratia Dei. Non de carne Abrahae fecit iUi cohaeredes
Pater noster Abraham est. Deus. Illos exhaeredavit, istos adoptavit: et de arboie illa olivae. cuius
82 Sobre el Evangelio de San )uan 42, 6 42, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 83
hizo D i o s herederos suyos; a aquéllos les desheredó, a éstos los q u e veis, sí lo podéis matar, y lo que n o veis lo podéis ofender.
adoptó, y d e aquel árbol d e olivo, cuya raíz se halla en los pa- Abrahán no hizo esto; vosotros hacéis las obras de vuestro pa-
triarcas, cortó las ramas nativas, llenas de soberbia, y le injertó dre. T o d a v í a n o dice q u i é n es su padre.
el olivo silvestre. Y así, cuando los judíos acudían a J u a n para 7. Vamos a ver ahora la respuesta que ellos dieron. Co-
ser bautizados, descargó contra ellos, llamándolos raza de víbo- menzaron a hablar al Señor, según sus conocimientos, no de su
ras. Ellos hacían g r a n d e aprecio de la excelencia de su origen, origen carnal, sino de su n o r m a de vida. Y como las Escrituras,
pero él los llamó raza de víboras, n o de h o m b r e s al menos, sino que leían, suelen llamar fornicación en sentido espiritual cuan-
de víboras, pues veía la figura de h o m b r e s , p e r o conocía el ve- do el alma, como u n a prostituta, da culto a m u c h o s falsos dio-
n e n o q u e llevaban dentro. V e n í a n p a t a cambiarse, pues cierta- ses, le respondieron: Y así le dijeron: Nosotros no somos na-
m e n t e h a b í a n de recibir el bautismo. Sin embargo, les dice: cidos de fornicación, tenemos un padre, Dios. A b r a h á n ya n o
Generación de víboras, ¿quién os enseñó a escapar de la ira ve- representaba nada. Lo rechazaron, como debían rechazarlo en
nidera? Haced, pues, frutos dignos de penitencia. Y no digáis que realidad de verdad, p o r q u e , siendo tal A b r a h á n , n o i m i t a b a n sus
tenéis por padre a Abrahán, pues poder tiene Dios para sacar obras, y sólo se gloriaban de ser sus descendientes. Y cambiaron
hijos de Abrahán de estas piedras. Si n o hiciereis frutos dignos la respuesta, creo q u e haciéndose esta consideración: Cada vez
de penitencia, n o os gloriéis de vuestra estirpe, pues p o d e r tie- q u e n o m b r e m o s a A b r a h á n , nos va a decir: ¿Por q u é n o le imi-
ne Dios para condenaros a vosotros y n o defraudar a los hijos táis, si de su origen os gloriáis? N o s o t r o s no p o d e m o s imitar a
de A b r a h á n . N o le falta p o d e r p a r a suscitar hijos a A b r a h á n , u n varón tan grande, tan santo, tan justo, tan inocente. D i g a -
hijos que imiten su fe: Poder tiene Dios para sacar de estas mos que nuestro p a d r e es Dios, a ver lo que nos dice.
piedras hijos de Abrahán. Estos somos nosotros: por nuestros 8. La m e n t i r a halló q u é decir, y ¿la verdad n o encontraría
padres éramos piedras cuando venerábamos a piedras p o r dio- q u é responder? O i g a m o s lo q u e dicen y lo que oyen: Tenemos
ses, y de tales piedras formó Dios la familia de A b r a h á n . un padre, Dios, dicen. Díjoles, pues, Jesús: Si Dios fuese vues-
6. ¿Por qué, pues, se engríen con vana y frivola jactancia? tro padre, ciertamente me amaríais, pues yo nací de Dios y de
D e j e n ya de gloriarse del n o m b r e de hijos de A b r a h á n . Oyeron Dios vine. No he venido de mí mismo, sino que El me ha en-
lo q u e merecían oír: Si sois hijos de Abrahán, p r o b a d l o con viado. Decís q u e Dios es vuestro p a d r e , a m a d m e a mí, al me-
obras, n o con palabras. Tratáis de matarme a mí, h o m b r e , aho- nos como h e r m a n o . Levantó en seguida el corazón de los inteli-
ra n o digo H i j o de Dios, n o d i g o Dios, n o digo Verbo, p o r q u e gentes, y tocó el p u n t o q u e suele repetir: No vine de mí mis-
el V e r b o no m u e r e , sino h o m b r e que vosotros veis; p o r q u e lo
quem non videtis offendere. Hoc ergo Abraham non fecit. Vos facitis
radix est in Patriatchis, ramos naturales superbos amputavit, humilem opera patris vestri. Et adhuc non dicit quis est iste pater eorum.
oleastrum inseruit (Rom 11,17). Ideo cum venirent ad Ioannem baptizandi 7. Modo illi quid responderunt. Coeperunt enim utcumque cognosce-
ludaei, erupit in illos, et ait iliis, Generatio viperarum. Máxime quippe re, non de carnis generatione Dominum loqui, sed de vitae institutione.
de altitudine originis gloriabantur: ille autem generationem eos dixit Et quia consuetudo Scripturarum est, quas legebant, fornicationem spiri-
viperarum; non saltem hominum, sed viperarum. Hominum formam vi- tualiter appellare, cum diis multis et falsis anima tanquam prostituta
debat, sed venenum agnoscebat. Venerant tamen mutandi, quia utique subücitur, ad hoc responderunt: Dixerunt itaque ei, Nos ex fornkatione
baptízandi: et ait illis, Generatio viperarum, quis vobis ostendit fugere a non sumus nati, unum patrem habemus Deum. Iam viluit Abraham.
ventura ira? Facite ergo fructus dignos poenitentiae. Et nolite dicere intra Repulsi enim sunt, quomodo repelli debuerunt ore verídico; quia talis
vos ipsos, Patrem babemus Abraham: potens est enim Deus de lapidibus erat Abraham, cuius facta non imitabantur, et de illius genere gloriaban-
istis suscitare filios Abrabae (Mt 3,7-9)- Si fructus dignos poenitentiae tur. Et mutaverunt responsionem; credo, dicentes apud semetipsos: Quoties-
non feceritis, nolite vobis de illa stirpe blandiri: potens est Deus et vos cumque nominaverimus Abraham, dicturus est nobis, Quare non imita-
damnare, et Abraham íiliis non faudare. Habet enim unde excitet filios mini eum, de cuius genere gloriamini? Nos sanctum, iustum, innocentem,
Abrahae: fient filii qui fidem fuerint imitati: Potens est Deus de lapidi- tantum virum imitari non possumus: Deum dicamus patrem nostrum,
bus istis suscitare filios Abrahae. Nos sumus: in parentibus nostris lapi- videamus quid nobis dicturus est.
des eramus, quando pro Deo lapides colebamus; de talibus lapidibus fa- 8. Prorsus falsitas invenit quod diceret, et non inveniret veritas quid
miliam Deus fecit Abrahae. responderet? Audiamus quid dicant, audiamus quid audiant: Umtm,
6. Quid se ergo exrollit inanis et vana iactatio? Filii Abrahae glorian inquiunt, patrem habemus Deum. Dixit ergo eis lesus: Si Deus pater
iam desinant: audierunt quod audire debuerunt, Si filii Abrahae estis, vester esset, diligeretis utique me: ego enim ex Deo processi et veni. Ñe-
factis probate, non verbis. Quaeritis me occidere hominem: interim non di- que enim a meipso veni, sed ille me misit. Dicitis Deum patrem, ag-
co Filium Dei, non dico Deum, non dico Verbum, quia non moritur noscite me vel fratrem. Verumtamen erexit intelligentibus cor, et illud
Verbum; hoc dico quod videtis, quia et quod videtis potestis occidere, et tetigit quod solet dicere, Non a meipso veni, ille me misit, a Deo proces-
84 Sobre el Evangelio de San Juan 42, 10 42, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 85
trio, El me envió; de Dios nací y de Dios vine. Recordad lo que raza tenebrosa con sus jefes, que osó hacer guerra a Dios; y dice
solemos repetiros: De El vino, y vino con Aquel de quien vino. que el mismo Dios, para no ver su reino destruido por esa raza
La misión de Cristo es la encarnación. La procesión de Dios del enemiga, envió contra ella, como si fuesen visceras suyas, a prín-
Verbo es procesión eterna; no tiene tiempo aquel por quien fue cipes salidos de la luz, y que esa raza fue vencida, de la cual
hecho el tiempo. Nadie diga en su corazón: Antes que el Verbo trae su origen el diablo. Y de aquí dicen que procede nuestra
fuese, ¿cómo era Dios? Jamás digas: Antes que fuese el Verbo carne, y así interpretan las palabras del Señor: Vosotros sois hi-
de Dios. Nunca Dios estuvo sin el Verbo, porque el Verbo es jos del diablo por ser malos por naturaleza, descendientes de la
permanente, no transeúnte; Dios no es el sonido por medio del raza adversa de las tinieblas. De este modo yerran, se vuelven
cual fue hecho el cielo y la tierra, no es aquello que pasó con ciegos y se convierten ellos mismos en raza de tinieblas, cre-
las cosas que fueron hechas sobre la tierra. De El procede como yendo lo que es falso en contra de Aquel por quien fueron crea-
Dios, como igual, como Hijo único, como Verbo del Padre; y dos. Toda naturaleza es buena, pero la del hombre fue viciada
vino a nosotros, porque el Verbo se hizo carne para morar con por una voluntad mala. Lo que Dios hizo no puede ser malo,
nosotros. Su venida manifiesta su humildad; su permanencia, su si el hombre mismo no es malo para sí. El Creador es Creador,
divinidad. Su divinidad es a donde vamos; su humanidad, por y la criatura es criatura: no puede igualarse la criatura con el
donde vamos. Si no se hubiera hecho para nosotros camino por Creador. Distinguid al que lo hizo de aquello que hizo. No pue-
de igualarse el escaño con el carpintero, ni la columna con el
donde ir, nunca llegaríamos a El, que permanece.
artífice. Y, aunque el carpintero hizo el escaño, no creó él la ma-
9. ¿Por qué, dice, no conocéis mi modo de hablar? Porque
dera. Pero Dios nuestro Señor, porque es omnipotente, por el
no podéis oír mis palabras. No podían entender porque no po-
Verbo hizo cuanto hizo; no tuvo de dónde hacer las cosas que
dían oír. Pero ¿por qué no podían oír, sino porque no querían hizo, y, sin embargo, las hizo. Fueron hechas porque quiso, fue-
corregirse creyendo en El? Y ¿por qué? Vosotros sois hijos del ron hechas porque lo dijo; pero las cosas hechas no pueden ser
diablo. ¿Hasta cuándo vais a estar mencionando a vuestro pa- comparadas con el que las hizo. ¿Buscas qué compararle? Reco-
dre? ¿Hasta cuándo vais a estar cambiando de padre? Unas ve- noce al Hijo único. ¿De dónde viene a los judíos ser hijos del
ces es Abrahán, otras es Dios. Oíd de boca del Hijo de Dios diablo? De la imitación, no del nacimiento. Escuchad el modo
de quién sois hijos: Sois hijos del diablo. usual de la Escritura santa: Dice el profeta a los mismos judíos:
10. Ahora hay que tener cuidado con la herejía de los ma- Tu padre es amorre o; tu madre, cetea. Eran los amorreos una
niqueos, que sostienen la existencia de un ser malo y de una raza de la cual no procedían los judíos. Los ceteos tenían tam-
si et veni, Mementote quid soleamus dicere, Ab iUo venit; et a quo venit, bus suis, quae ausa est pugnare contra Deum: illum vero Deum, ne
cum illo venit. Christi ergo missio, est incarnatio. Quod vero de Deo debellaret gens adversa regnum eius, mísisse contra eam tanquam viscera
processit Verbum, aeterna processio est: non habet tempus, per quem sua principes de luce sua; eamque gentem fuisse debellatam, unde diabo-
factum est tempus. Nemo dicat in corde suo: Amequam esset Verbum, lus originem ducit. Hinc dicunt ducere originem carnem nostram; et se-
quomodo erat Deus? Nunquam dicas: Antequam esset Verbum Dei. Nun- cundum hoc putant dictum a Domino, Vos a patre diabolo estis, quod
quam Deus sine Verbo fuit; quia Verbum est manens, non transiens; essent illi velut natura mali, ducentes originem de gente contraria tene-
Deus, non sonus; per quem factum est caelum et térra, non quod prae- brarum. Sic errant, sic excaecantur, sic seipsos faciunt gentem tenebrarum,
teriit cum iis quae facta sunt super terram. Ergo ab illo processit ut credendo quod falsum est contra euro a quo creati sunt. Bona est enim
Deus, ut aequalis, ut Filius unicus, ut Verbum Patris: et venit ad nos, omnis natura; sed vitiata est hominis natura per voluntatem malam.
quia Verbum caro factum est, ut habitaret in nobis (lo 1,14). Adventus Quod fecit Deus non potest esse malum, si ipse homo non sit sibi ma-
eius, humanitas eius: mansio eius, divinitas eius: divinitas eius quo lus: sed plañe Creator, Creator est; creatura, cieatura est; aequari creatura
imus, humanitas eius qua imus. Nisi nobis fieret qua iremus, nunquam non potest Creatori. Discernite eum qui fecit, ab eo quod fecit. Aequari
ad illum manentem perveniremus. non potest fabro scamnum, aequari non potest columna structori; et
9. Quare, inquit, loquelam meam non cognoscitis? Quia non potestis tamen faber si scamnum fecit, lignum ipse non creavit. Dominus autem.
audire sermonem meum. Ideo non poterant cognoscere, quia non poterant Deus noster quia omnipotens est, et Verbo fecit quod fecit: omnia quae
audire. Sed unde audire non poterant, nisi quia corrigi credendo nolebant? fecit non habuit unde faceret, et tamen fecit. Facta sunt enim quia
Et hoc unde? Vos a patre diabolo estis. Quamdiu patrem commemoratis? voluit, facta sunt quia dixit: sed facta factori comparan non possutit.
Quamdiu patres mutatis, modo Abraham, modo Deum? Audite a Filio Quaeris quod compares, Filium unicum agnosce. Unde ergo Iudaei filii
Dei, cuius sitis filii: A patre diabolo estis. diaboli? Imitando, non nascendo. Audite Scripturae sanctae consuetudinem.
10. Hic iam cavenda est haeresís Manichaeorum, quae dicit esse Propheta dicit ad ipsos Iudaeos: Pater tuus Amorrhaeus, et mater t-ua Ce-
quamdam naturam mali et quamdam gentem tenebrarum cum principi- thaea (Ez 16,3). Amorrhaei gens erat quaedam, unde originem Iudaei
86 Sobre el Evangelio de San Juan 42, 11 42, 12 Sobre el evangelio de San Juan 87
bien su raza, e n t e r a m e n t e distinta de la raza de los judíos. Pero, Salmo: Los dientes de los hijos de los hombres son armas y
c o m o los amorreos y los ceteos eran impíos, y los judíos imita- flechas, y su lengua es aguda espada. Vosotros, pues, q u e r i e n d o
ron sus impiedades, hallaron padres para ellos, n o de los cuales satisfacer los deseos de vuestro p a d r e , ejercéis vuestra crueldad
h a b í a n de nacer, sino con los cuales serían condenados por se- sobre la carne, p o r q u e n o podéis llegar al espíritu. El fue ho-
guir sus costumbres. Se te ocurrirá p r e g u n t a r de d ó n d e procede micida desde el principio, es decir, en el p r i m e r h o m b r e . Fue
el diablo. Ciertamente de d o n d e los otros ángeles. P e r o los otros homicida desde q u e fue posible el homicidio, el cual fue posible
ángeles p e r m a n e c i e r o n obedientes, y él, desobedeciendo, por su c u a n d o el h o m b r e fue creado. Pues no p o d í a ser m a t a d o el hom-
soberbia p e r d i ó su categoría de ángel y se convirtió en diablo. bre antes q u e fuese creado. El era, p o r tanto, homicida desde el
11. Oíd ahora lo que dice el Señor: Vosotros sois hijos del principio. Y ¿por q u é homicida? P o r q u e no permaneció en la
diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. H e ahí la verdad. Estuvo en la verdad, p e r o cayó n o p e r m a n e c i e n d o en
razón de su filiación: P o r q u e tenéis los mismos deseos, n o p o r ella. Y ¿por q u é no permaneció en la verdad? Porque la verdad
haber nacido de él. ¿Cuáles son sus deseos? El fue homicida no estaba en él. D e tal m o d o está la verdad en Cristo, q u e El
desde el principio. Ved lo q u e quiere decir: Queréis satisfacer es la verdad. Si el diablo hubiese p e r m a n e c i d o en la verdad, hu-
los deseos de vuestro padre. Tratáis de matarme a -mí, que soy biese p e r m a n e c i d o en Cristo; p e r o no permaneció en la verdad,
un hombre que os digo la verdad. El tuvo envidia del h o m b r e porque la verdad no está en él.
y lo mató. C u a n d o el diablo sintió envidia del h o m b r e , t o m a n d o 12. Cuando dice mentira, habla de lo suyo, porque es men-
figura de serpiente, h a b l ó a la mujer, y por la mujer e n v e n e n ó tiroso y padre de la mentira. ¿Qué quiere decir esto? Escuchas-
al varón. M u r i e r o n d a n d o oídos al diablo, al cual no hubieran teis las palabras del Evangelio; con atención las oísteis; las re-
a t e n d i d o si hubiesen q u e r i d o escuchar la voz del Señor. Colo- pito para q u e sepáis q u é es lo que debéis rechazar. El Señor
cado el h o m b r e entre q u i e n le creó y q u i e n había caído, debió dijo del diablo lo que debió decir de él. V e r d a d es q u e él era
obedecer al Creador y n o al impostor. El era, pues, homicida homicida desde el principio, por haber m a t a d o al p r i m e r hom-
desde el principio. V e d ahora, hermanos, la clase de homicidio. bre; y no permaneció en la verdad, p o r q u e de ella cayó. Cuando
Se llama homicida al diablo p o r q u e , sin e m p u ñ a r la espada y dice mentira, esto es, el diablo, habla de lo suyo, porque es men-
sin vestirse de hierro, se llegó al h o m b r e , s e m b r a n d o en su alma tiroso y padre de la mentira. A l oír estas palabras, algunos cre-
la palabra venenosa que lo mató. N o creas, pues, q u e tú n o yeron tener p a d r e el diablo, y rrataron de saber q u i é n era el
eres homicida, cuando induces al mal a tu h e r m a n o . Si le indu- p a d r e del diablo. Con esto, la detestable herejía de los ma-
ces al mal, le matas. Y para que sepas q u e lo matas, oye el niqueos halló p i e para engañar a los ignorantes. Suelen decir:

non ducebant: Cethaei et ipsi gentem suam habebant, omnino alienam a homicidam, quando fratri tuo mala persuades: si fratri tuo mala persua-
genere Iudaeorum. Sed quia erant impii Amorrhaei et Cethaei, Iudaei des, occidis. Et ut scias quia occidis, audi Psalmum: Filii hominum, den-
autem imitan sunt impietates illorum; invenerunt sibi patentes, non de tes eorum arma el sagittae, et lingua eorum machaera acuta (Ps 56,5).
quibus nascerentur, sed quorum mores sectando pariter damnarentur. Vos ergo desideria patris vestri vultis lacere: ideo saevitis in carnem,
Quaeritis autem fortasse, unde ipse diabolus? Inde utique unde et caeteri quia non potestis in mentem. Ule homicida erat ab initio: utique in pri-
Angelí. Sed caeteri Angelí in sua obedientia perstiterunt: ille inobediendo mo nomine. Ex illo ille homicida, ex quo potuit fieri homicidium: ex illo
et superbiendo lapsus est ángelus, et factus est diabolus. potuit fieri homicidium, ex quo factus est homo. Non enim posset occidi
11. Sed modo audite quid dicat Dominus, Vos, inquit, a patre dia- homo, nisi prius fieret homo. Homicida ergo ille ab initio. Et unde ho-
bolo estis, et desideria patris vestri vultis faceré. Ecce unde filii eius; micida? Et in vertíate non stetit. Ergo in veritate fuit, sed non stando
quia talia desidetatis, non quia de illo nati estis. Quae sunt illius deside- cecidit. Et quare in veritate non stetit? Quia veritas non est in eo. Non
ria? Ule homicida, erat ab initio. Ecce quod est, desideria patris vestri quomodo in Christo, sic est veritas, ut Christus ipse sit veritas. Si ergo
faceré vultis: Quaeritis me occidere, hominem qui veritatem vobis dico. iste in veritate stetisset, in Christo stetisset, sed in veritate non stetit,
Et ille invidit homini, et occidit hominem. Diabolus enim cum invideret quia veritas non est in eo.
homini, setpente indutus locutus est mulieri, et de muliere venenavit et 12. Cum loquitur mendacium, ex propriis loquitur; quia mendax
virum. Mortui sunt diabolum audiendo (Gen 3,1), quem non audissent, est, et pater eius. Quid est hoc? Audistis verba Evangelii, intenti accepistis:
si Dominum audire voluissent: positus enim homo Ínter eum qui creavit, ecce repeto, ut agnoscatis quid exigatis. De diabolo Dominus ea dicebat
et eum qui lapsus est, obtemperare debuit Cteatori, non deceptori. Ergo quae de diabolo dici a Domino debuerunt. Ule homicida erat ab initio,
Ule homicida erat ab initio. Videte genus homicidii, fratres. Homicida di- verum est; nam primum hominem occidit: et in veritate non stetit; quia
citur diabolus, non gladio armatus, non ferro accinctus; ad hominem de veritate lapsus est. Cum loquitur mendacium, utique ipse diabolus,
venit, verbum malum seminavit, et occidit. Noli ergo putare te non esse de propriis loquitur; quia mendax est, et pater eius. In his verbis quídam
patrem diabolum habere putaverunt, et quaesierunt quis esset diaboli
88 Sobré el Evangelio de San Juan 42, 13 42, 15 Sobre el Evangelio de San Juan 89
T e n en cuenta q u e el diablo fue un ángel q u e cayó y en él tuvo lo suyo, porque es mentiroso y padre de la mentira. Es m e n t i r o -
principio el pecado, como decís vosotros. ¿Quién fue su padre? so y p a d r e de la mentira. Q u i z á eres tú m e n t i r o s o cuando dices
Nosotros, por el contrario, r e s p o n d e m o s : ¿Quién de nosotros dijo mentira, p e r o n o eres p a d r e de la mentira. Si lo que dices lo
alguna vez q u e el diablo tiene padre? R e s p o n d e n ellos: El Se- recibiste del diablo y le diste crédito, eres mentiroso, p e r o n o
ñor lo dice. El Evangelio, hablando del diablo, dice: El era ho- eres el p a d r e de la m e n t i r a . El, en cambio, p o r n o haber recibi-
micida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque
do de otro la mentira, con la cual, c o m o con v e n e n o la ser-
la verdad no está en él: cuando dice mentira, habla de lo suyo,
piente, m a t a al h o m b r e , es p a d r e de la mentira, c o m o D i o s Pa-
porque es mentiroso y padre de la mentira.
dre es Padre de la verdad. H u i d del p a d r e de la m e n t i r a y co-
13. Escucha y e n t i e n d e ; no te envío lejos, e n las mismas
rred al Padre de la verdad; abrazaos con la verdad para que
palabras lo verás. El Señor dijo que el diablo era p a d r e de la
consigáis la libertad.
mentira. ¿Qué significa esto? Óyelo, repasa ahora las m i s m a s pa-
14. Aquellos judíos, de su p a d r e a p r e n d i e r o n lo que decían.
labras y entiende. N o todo aquel que m i e n t e es p a d r e de su
mentira. Pues si la m e n t i r a la recibiste de otro, y tú la dijiste, ¿Qué p o d í a ser sino mentira? P e r o el Señor vio en su Padre lo
ciertamente tú has m e n t i d o diciendo la mentira, p e r o no eres tú q u e hablaba. ¿Qué podía ser sino a sí m i s m o , el V e r b o del Pa-
el p a d r e de esa mentira, p o r q u e la recibiste de otro. Y el diablo dre, la eterna verdad del P a d r e y coeterna del Padre? El era
mintió de sí m i s m o ; él m i s m o e n g e n d r ó su mentira, no la reci- homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, por-
bió de otro. D e l m i s m o m o d o q u e el Padre e n g e n d r ó un H i j o , que no está la verdad en él; cuando dice mentira, habla de lo
que es la verdad, así el diablo caído e n g e n d r ó c o m o u n hijo, suyo, porque es mentiroso. Y n o sólo es mentiroso, es padre de
q u e es la m e n t i r a . D e s p u é s de oír esto, repasa y medita las pa- la mentira, es decir, es p a d r e de la m e n t i r a q u e dice, p o r q u e él
labras del Señor; advierte, alma católica, q u é es lo q u e oyes y m i s m o e n g e n d r ó su mentira. Pero a mi, que digo la verdad, no
presta atención a lo que dice: El—¿Quién? El diablo—era homi- me creéis. ¿Quién de vosotros me argüirá de pecado?, c o m o yo
cida desde el principio. Ya lo sabemos, m a t ó a A d á n . Y no per- os arguyo a vosotros y a vuestro padre. Si os digo la verdad, ¿por
maneció en la verdad: sabemos que de ella cayó; porque no está qué no me creéis? P o r q u e sois hijos del diablo.
en él la verdad, pues verdad es que, apartándose de la verdad, 15. El que es de Dios oye las palabras de Dios; por eso
no está en él la verdad. Cuando dice mentira, habla de lo suyo, vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios. T a m p o c o aquí
n o recibe de otro lo que habla. Cuando dice mentira, habla de debes entender la naturaleza, sino el vicio. Estos son de Dios y

patex. Hic vero detestabilis error Manichaeorum invenit adhuc qua de- loquitur mendacium, de propriis loquitur; quia mendax est, et pater eius.
ciperet imperitos. Solent enim dicere: Puta diabolus ángelus fuit, et lapsus Et mendax est, et pater mendacii. Nam tu forte mendax es, quia menda-
est; ab illo coepit peccatum, sicut dicitis: Pater eius quis erat? Nos con- cium loqueris: sed non es pater eius. Si enim quod dicis a diabolo ac-
tra: Quis enim nostrum aliquando dixit diabolum habere patrem? Et illi cepisti, et diabolo credidisti; mendax es, pater mendacii non es: ¡He vero
contra: Dominus dicit, Evangelium loquitur, de diabolo dicens, ait. lile quia non aliunde accepit mendacium, quo mendacio tanquam veneno set-
homicida eral ab iniüo, et in veritate non stetit; quia ventas non est in pens hominem occideret, pater est mendacii, sicut Deus Pater est verhatis.
eo: cum loquitur mendacium, de propriis loquitur; quia mendax est, et Recedite a patte mendacii, currite ad Patrem veritatis; amplectimini veri-
pater eius. tatem, ut accipiatis libertatem.
13. Audi, intellige; non te longe mitto, in ipsis verbis intellige. Dia- 14. lili ergo Iudaei apud patrem suum videtunt quod loquebantur:
bolum Dominus dixit patrem mendacii. Quid est hoc? Audi quid sit, quid, nisi mendacium? Dominus autem apud Patrem suum vidit quod lo-
replica modo ipsa verba, et intellige. Non omnis enim qui mentitur, pater queretur: quid, nisi seipsum? quid, nisi Verbum Patris? quid, nisi ve-
mendacii sui est. Si enim ab alio mendacium accepisti, et dixisti; tu qui- ritatem Patris aeternam, et Patri coaeternam? Ule ergo homicida erat ab
dem mentitus es proferendo mendacium: sed pater mendacii ipsius non initio, et in veritate non stetit, quia veritas non est in eo: cum loquitur
es, quia ab altero accepisti mendacium. Diabolus autem a seipso mendax mendacium, de propriis loquitur, quia mendax est. Et non solum mendax
fuit; mendacium suum ipse genuit, a nemine audivit. Quomodo Deus est, sed et pater eius est: id est, ipsius mendacii quod loquitur, pater est,
Pater genuit Filium veritatem; sic diabolus lapsus genuit quasi filium quia ipse genuit mendacium suum. Ego autem quia veritatem ¡ico, non
mendacium. His auditis, replica nunc et recolé verba Domini: mens ca- creditis mihi. Quis ex vobis arguit me de peccato; quomodo ego arguo et
tholica, quid audieris adverte, quid dicat attende. Ule: quis? Diabolus: vos et patrem vestrum? Si veritatem dico, quare vos non creditis mihi;
homicida erat ab initio. Agnoscimus, occidit Adam. Et in veritate non ste- nisi quia filii diaboli estis?
tit. Agnoscimus, quia de veritate lapsus est. Quia veritas non est in eo. 15. Qui est ex Deo, verba Dei attdii: propterea vos non auditis,
Verum est; recedendo a veritate non habet veritatem. Cum loquitur men- quia ex Deo non estis. Iterum nolite attendere naturam, sed vitium. Sic
dacium, de propriis loquitur. Non aliunde accipit unde loquatur. Cum sunt jsti ex Deo, et non sunt ex Deo: natura ex Deo, vitjo non ex Deo,
90 Sobre el Evangelio de Sari Juan 42, 15
42, 16 Sobre el Evangelio de San Juan 91
no son de Dios: por la naturaleza son de Dios, por el vicio no
Abrahán por el vicio de la persuasión diabólica. Lo mismo de-
son de Dios. Atendedme, os lo ruego. En el Evangelio tenéis la
béis pensar de Dios nuestro Señor. De El eran y de El no eran.
medicina contra los errores venenosos y nefastos de los herejes.
¿Cómo eran de El? Porque El creó al hombre, del cual habían
Porque en estas palabras suelen apoyarse los maniqueos para de- nacido. ¿Cómo eran de El? Porque El es el Creador de la natu-
cir que hay dos naturalezas, una buena y otra mala. Dice el raleza, el creador del cuerpo y del alma. ¿Cómo no eran, pues,
Señor, ¿que dice? Por eso vosotros no las escucháis, porque no de El? Porque de ellos mismos se han hecho viciosos. N o eran
sois de Dios. Esto es lo que dice el Señor. Tú, ¿qué dices a de El porque, imitando al diablo, se habían hecho hijos del
esto? Oye lo que yo digo. Son y no son de Dios. Por la natu- diablo.
raleza son de Dios, por el vicio no son de Dios. La naturaleza 16. Vino Dios al hombre pecador. Habéis oído dos nom-
buena, que es de Dios, pecó con la voluntad creyendo lo que el bres: hombre y pecador. En cuanto es hombre, es de Dios; en
diablo le persuadía, y quedó viciada. Busca al médico, porque no cuanto es pecador, no es de Dios. La naturaleza hay que sepa-
está sana. Esto es lo que digo. Pero te parece imposible que rarla del vicio. Reconózcase la naturaleza para alabar al Creador.
sean de Dios y que no sean de Dios. Advierte cómo no es im- Reconózcase el vicio, y clámese por el médico. En cuanto a las
posible. Son de Dios y no son de Dios, del mismo modo que palabras del Señor: El que es de Dios, escucha las palabras de
son y no son hijos de Abrahán. Aquí lo tenéis; no tenéis que Dios; por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios, no
decirlo vosotros. Oye al Señor, que El mismo les dijo: Sé que discernió los méritos de las naturalezas ni halló en los hombres
sois hijos de Abrahán. ¿Podrá mentir el Señor? N i pensarlo. otra naturaleza además de su cuerpo y de su alma; pero, cono-
¿Luego es verdad lo que dice el Señor? Es verdad. ¿Luego es cedor de aquellos que habían de creer, dijo que éstos eran de
verdad que eran hijos de Abrahán? Verdad es. Pues oye al Se- Dios, porque habían de renacer de Dios por la regeneración de
ñor, que lo niega. Quien dijo: Sois hijos de Abrahán, él mismC la adopción. A éstos se refieren las palabras: El que es de Dios,
niega que sean hijos de Abrahán: Si sois hijos de Abrahán, ha- escucha las palabras de Dios. Las siguientes: Por eso vosotros no
ced las obras de Abrahán. Vero ahora vosotros tratáis de matar- las escucháis, porque no sois de Dios, van contra aquellos que,
me a mí, que soy hombre que os digo la verdad, que oí de Dios; además de ser viciosos por el pecado (mal que era común a to-
Abrahán no hizo esto. Vosotros hacéis las obras de vuestro pa- dos), conocía El de antemano que no habían de creer con la
dre, esto es, del diablo. ¿Cómo son hijos de Abrahán y cómo no única fe que les podía librar de las ligaduras de los pecados. Por
son hijos de Abrahán? Ambas cosas descubrió en ellos: Eran lo cual conocía que aquellos a quienes dirigía estas palabras ha-
hijos de Abrahán por la generación carnal; no eran hijos de bían de permanecer en aquello por lo cual eran del diablo, es

illis ostendit: et filii Abrahae erant, propter otiginem carnis; et non etant
Obsecro vos, attendite; in Evangelio habetis unde sanemini contra errores filii Abrahae, propter vitium diabolicae persuasionis. Sic et Dominum et
venenosos et nefarios haereticorum. Quoniam et de his verbis solent Ma- Deum nostrum attendite: et ex illo erant, et ex ¡lio non erant. Quomodo
nichaei dicere, Ecce quia duae naturae sunt, una bona, et altera mala; ex illo erant? Quia ipse creavit hominem de quo nati erant. Quomodo
Dominus dicit: quid dicit Dominus? Propterea vos non auditis, quia ex ex illo erant? Quia ¡pse est conditor naturae, ipse est creator carnis et
Deo non estis. Dicit haec Dominus. Quid ergo, inquit, tu ad ista dicis? animae. Quomodo ergo ex illo non erant? Quia vitiosi a seipsis facti
Audi quae dicam. Et ex Deo sunt, et ex Deo non sunt; natura ex Deo etant. Ex illo non etant, quia imitando diabolum, filii diaboli facti erant.
sunt, vitio non sunt ex Deo: natura enim bona quae ex Deo est, pec- 16. Venit ergo Dominus Deus ad hominem peccatorem. Dúo nomina
cavit volúntate, credendo quod diabolus persuasit, et vitiata est; ideo audisti, et hominem, et peccatorem. Quod homo est, ex Deo est: quod
medicum quaerit, quia sana non est. Ecce quod dico. Sed impossibile tibi peccatot est, non est ex Deo. A natura vitium secernatut: agnoscatur
videtur ut ex Deo sint, et ex Deo non sint: audi quia non est impossibi- natura, unde Creator laudetur; agnoscatur vitium, propter quod mediáis
le. Sic sunt ex Deo, et non sunt ex Deo, quomodo et filii Abrahae sunt, invocetur. Quod ergo ait Dominus, Qui est ex Veo, verba Dei aicdit:
et non sunt filii Abrahae. Hic habetis; non est quod dicatis. Ipsum Do- propterea vos non auditis, quia ex Deo non estis; non naturarum menta
minum audi, ipse illis dixit, Seto quia filii Abrahae estis. Numquid Do- discrevit, aut praeter suam animam et carnem, aliquam naturam in ho-
minus mentiretur? Absit. Ergo verum est quod Dominus dixit? Verum minibus quae peccato vitiata non esset, invenit: sed quoniam praescierat
est. Verum est ergo quod illi Abrahae filii erant. Verum est. Audi ipsum qui fuerant credituii, ipsos dixit ex Deo, quoniam regenerationis adoptione
negantem. Qui dixit, Filii Abrahae estis, ipse illos negavit filios Abra- renascerentur ex Deo. Ad hos pertinet, Qui est ex Deo, verba Dei auiit.
hae: Si filii Abrahae estis, facta Abrahae facite. Nunc autem quaerilis me Quod vero sequitut, Propterea vos non auditis, quia ex Deo non estis;
ocádere, hominem qui veritalem vobis dico, quam audivi a Deo: hoc eis dictum est, qui non solum peccato vitiosi erant (nam hoc malum
Abraham non fecit. Vos facitis opera patris vestri, id est diaboli. Quomo- commune erat ómnibus), sed etiam praecogniti quod non fuetant ciedí-
do ergo et filii Abrahae erant, et filii Abrahae non etant? Utrumque ¡n turi, ea fide qua sola possent a peccatorum obiigatione Liberari. Quaprop-
92 Sobre el Evangelio de San Juan 43, 1 43, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 93
decir, en sus pecados, y habían de morir en Ja impiedad, en la 2. De las dos cosas que le objetaron los judíos cuando le
cual eran semejantes a él; y no habían de llegar a la regenera- dijeron: ¿No decimos nosotros con razón que eres samaritano
ción, por la que se hiciesen hijos de Dios, esto es, nacidos de y que tienes el demonio?, negó una y no negó la otra. Pues res-
Dios, por quien fueron creados hombres. Atendiendo a esta pre- pondió diciendo: Yo no tengo el demonio. N o dijo: Yo no soy
destinación dijo estas cosas el Señor, no porque hubiese hallado samaritano. Sin embargo, las dos cosas le fueron echadas en cara.
algún hombre que según la regeneración ya fuese de Dios o se- Aunque a una maldición no hubiese respondido con otra maldi-
gún la naturaleza no fuese de Dios. ción, aunque a un insulto no contestase con otro insulto, tuvo
razón para negar una y no negar la otra. N o sin motivo lo hizo,
hermanos. Samaritano quiere decir vigilante. Sabía que El era
TRATADO 43 nuestro custodio: No duerme ni se adormece quien guarda a
DESDE LAS PALABRAS: "RESPONDIERON, PUES, LOS JUDÍOS Y DIJÉRONLE", Israel; y: Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilarán
HASTA ÉSTAS: "COGIERON PIEDRAS LOS JUDÍOS PARA TIRARLAS CONTRA quienes la guardan. Quien es creador nuestro, es también nues-
EL, PERO JESÚS SE ESCONDIÓ Y SALIÓ DEL TEMPLO" tro guardián. ¿No concernía a El redimirnos? Y ¿no le concer-
nería conservarnos? En fin, para que mejor podáis entender el
1. E n esta lección del santo Evangelio q u e hoy ha sido leí- misterio de no haber negado que era samaritano, recordad la
da, p o r el p o d e r se nos da u n a lección d e paciencia. ¿Qué so- conocidísima parábola, en la que un hombre que bajaba de Je-
mos los siervos comparados c o n el Señor, los pecadores compa- ricó cayó en manos de ladrones, que, hiriéndole cruelmente, le
rados con el Justo, las criaturas en comparación del Creador? A s í dejaron semivivo en el camino. Pasó un sacerdote, y no le hizo
c o m o lo q u e tenemos de m a l o lo tenemos de nosotros, lo q u e caso; pasó un levita, y también pasó de largo; pasó un samari-
tenemos d e b u e n o lo tenemos de El y p o r El. N a d a busca el tano: ése es nuestro guardián, se acercó al herido, le atendió mi-
h o m b r e t a n t o como el poder. Cristo, Señor nuestro, tiene g r a n d e sericordiosamente, se hizo prójimo suyo y no le consideró ex-
poder. Antes hay q u e imitar su paciencia, para llegar al poder. traño. Así, respondió que El no tenía demonio, y no que El no
¿Quién d e nosotros oiría p a c i e n t e m e n t e decirle: Tienes el de- era samaritano.
monio? Pues esto fue dicho a q u i e n n o sólo era el salvador de
3. Después de tal diatriba, de su gloria sólo dijo: Pero yo
los h o m b r e s , sino q u e daba órdenes a los m i s m o s demonios.
glorifico a mi Padre, y vosotros me habéis deshonrado a mí. Es
ter praesciebat illos quibus talia dicebat, in eo permansuros quod ex
2. Hoc enim cum dixissent Iudaei, Nonne bene dicimus nos qitia
diabolo erant, id est, in suis peccatis atque impietate morituros, in qua
Samaritanus es, et daemonium habes? horum duorum sibi obiectorum
ei símiles erant; nec venturos ad regenerationem in qua essent filii Dei,
unum negavit, alterum non negavit. Respondit enim, et ait: Ego daemo-
hoc est ex Deo nati, a quo erant nomines creati. Secundum hanc prae-
nium non habeo. Non dixit, Samaritanus non sum: et utique dúo fuerant
destinationem locutus est Dominus: non quod aliquem hominum inve-
obiecta. Quamvis maledictum maledicto non reddiderit, quamvis convi-
nerit, qui ve] secundum regenerationem iam esset ex Deo, vel secundum
tium non convicio refutaverít; pertínuit tamen ad eum negare unam rem,
naturam iam non esset ex Deo.
¡ilteram non negare. Non frustra, fratres. Samaritanus enim interpretatur
Cusios. Noverat se ille nostrum esse custodem. Non enim dormit ñeque
dormitat qui cnstodit Israel (Ps 120,4): et, Nisi Dominus custodierit ci-
TRACTATUS 43 vitatem, in varmm vigilabunt qui custodiunt (Ps 126,1). Est ergo ille
Afí EO QUOD SCRÍPTCJM EST, RESPONDERUNT IGITUR I L ' D A E I FT DIXERÍ/NT E i ; USQUE cusios noster, qui cieator noster. N u m enim pertínuit ad eum ut redi-
AD I D , TULERUNT ERGO LAPIDES IuDAEI UT IACERENT IN EUM : lESUS AUTFM ARSCON- iiicremur, et non pertineret ut servaremur? Denique ut plenius novetitis
DIT SE, ET EXIVII DE TEMPLO rnysterium quare se Samaritanum negare non debuit, parabolam illam
notissimam attendite, ubi homo quídam descendebat ab Ierusalem in
1. In ista lectione sancti Evangelii, quae hodie recitata est, a po- Icricho, et incidit in latrones, qui eum graviter vulnerantes, semivivum
tentia discimus patientiam. Quid enim sumus servi ad Dominum, pec- in via reliquerunt. Transiit sacerdos, neglexit eum: transiit Levites, et
catores ad iustum, creatura ad Creatorem? Tamen quomodo si quid mali ipse praeteriit: transiit quidam Samaritanus, ipse est custos noster; ipse
sumus, a nobis sumus; ita quidquid boni sumus, ab illo, et per illum iiccessit ad saucium, ipse impendit misericordíam, eique se praestitit pro-
sumus. Et nihil sic quaerit homo quomodo potentiam: habet Dominus ximum, quem non deputavit alienum (Le 10,30-37). Ad hoc ergo solum
Christus magnam potentiam; sed prius eius imitetur patientiam, ut per- (|iiod daemonium non habetet, non autem se Samaritanum non esse,
veniat ad potentiam. Quis nostrum patienter audiret si alicui diceretur, respondit.
Daemonium habes? Quod dictum est ei qui non solum nomines salvabat, 3- Deinde post tale convicium, hoc solum dixit de gloria sua: Sed
sed etiam daemonibus imperabat. honorífico, inquit, Paírem meum, et vos inhonorastis me. Hoc est, Ego
94 Sobre el Evangelio de San Juan 43, 6 43, 7 Sobre el Evangelio de San ]uan 95

decir: Para no parecer vanidoso a vuestros ojos, yo n o m e glo- ñor Dios vuestro, para saber si le amáis. Pero de a q u í nace otra
rifico a m í mismo, tengo a q u i e n glorificar; pero, si vosotros m e cuestión: ¿cómo tienta para saber, si antes de tentar lo sabe
conocieseis a mí, como yo h o n r o al Padre, vosotros m e honra- todo? D i o s n o lo ignora; p e r o se dice para saber, c o m o si dijera,
ríais a mí. Y o hago lo q u e debo, y vosotros no hacéis lo q u e para haceros saber a vosotros. T a m b i é n nosotros e m p l e a m o s ta-
debéis. les locuciones, y se hallan en los maestros de elocuencia. D i r é
4. Pero yo. dice, no busco mi gloria; hay quien la busque algo sobre nuestro m o d o de hablar. D e c i m o s u n a fosa ciega, n o
y haga justicia. ¿A q u i é n se refiere sino al Padre? ¿Por q u é , p o r q u e ella haya p e r d i d o los ojos, sino p o r q u e , estando oculta,
pues, dice en otro lugar que el Padre no juzga a nadie, sino que hace que otros n o la vean. T r a e r é también u n ejemplo de esos
todo juicio entregó al Hijo; y ahora dice: Yo no busco mi glo- autores. Altramuces tristes, dice u n o , esto es, amargos; n o por-
ria; hay quien la basque y haga justicia? Si el Padre juzga, q u e ellos sean tristes, sino p o r q u e al gustarlos entristecen, esto
¿cómo dice que n o juzga a nadie, sino que todo juicio e n t r e g ó es, p o n e n tristes. T a m b i é n en las Escrituras hay locuciones p a r e -
al Hijo? cidas. Quienes se e m p e ñ a n en el conocimiento de tales cuestiones,
5. Para resolver esta cuestión atended a otra locución seme- n o tienen trabajo en su solución. Os tienta, pues, vuestro Dios
jante, p o r la cual se p u e d e resolver. Está escrito: Dios no tienta para saber, esto es, para haceros saber si le amáis. J o b n o se
a nadie. Y también está escrito: Os tienta el Señor, Dios vuestro, conocía a sí m i s m o , p e r o D i o s le conocía bien. Le tentó y le
para saber si le amáis. C o m o veis, la cuestión es la misma. hizo conocerse.
¿Cómo Dios no tienta a nadie y c ó m o os tienta el Señor, Dios 7. ¿ Q u é decir de los dos temores? H a y u n t e m o r servil y
vuestro, para saber si le amáis? í t e m está escrito: No hay te- hay u n temor casto. U n temor de ser castigado, y otro temor
mor en la caridad, sino que la caridad perfecta excluye el temor. de perder la justicia. El temor de ser castigado es t e m o r servil;
Y en otro lugar: El casto temor de Dios permanece por los si- ¿qué de extraordinario hay en temer el castigo? H a s t a el siervo
glos de los siglos. La cuestión es la m i s m a : ¿ C ó m o la caridad más perverso y el ladrón m á s p e r d i d o lo t e m e n . N o es nada ex-
perfecta excluye el temor y c ó m o el temor de Dios permanece traordinario temer el castigo; p e r o es cosa g r a n d e a m a r la justi-
por los siglos de los siglos? cia. Q u i e n ama la justicia, ¿no t e m e nada? T e m e , sí; n o teme
6. Sabemos que hay dos clases de tentaciones: una que en- caer en la pena, p e r o t e m e perder la justicia. C r e e d m e , herma-
gaña y otra que prueba. Si atendemos a la que engaña, Dios no nos míos, deducidlo de aquellas cosas q u e amáis. ¿Alguno de
tienta a nadie; pero, si m i r a m o s a la q u e prueba, os tienta el Se- vosotros tiene a m o r al dinero? ¿Y h a b r á a l g u n o que n o lo ten-
ga? D e lo q u e ama concluya lo q u e digo. T e m e la pérdida. ¿Por
me non honorífico, ne vobis arrogans videar, habeo quem honorificem;
sed si vos me agnosceretis, sicut ego honorífico Patrem, sic et vos hono- diligitis eum. Sed iterum et hic alia nascitur quaestio, quomodo tentat
rifícaretis me: ego fació quod debeo, vos non facitis quod debetis. IIt sciat, quem latere nihil potest antequam tentet. Non ergo Deus nescit:
4. Ego autem, inquit, non quaero gloriam meam; est qui quaerat sed iudicium est, ut sciat, quod est, ut scire vos faciat. Locutiones tales et
et iudicet. Quem vult intelligi, nisi Patrem? Quomodo ergo alio loco ¡n sermonibus nostris sunt, et in auctoribus eloquentiae reperiuntur. De
dicit, Pater non iudicat quemquam, sed omne iudicium dedit Filio (lo sermone nostro aliquid dicam. Fossa caeca dicitur, non quia ipsa oculos
5,22); et hic dicit, Non quaero gloriam meam; est qui quaerat et iudicet? perdidit, sed quia latendo non videntes facit. Aliquid et de illis aucto-
Si ergo iudicat Pater, quomodo non iudicat quemquam, sed omne iu- ribus dicam. Tristes lupinos ait quídam (VlRG., Georg. 1.1 v.75), hoc est
dicium dedit Filio? amaros: non quia ipsi sunt tristes, sed quia gustad contristant, hoc est,
5. Hanc quaestionem ut solvamus, attendite; simili locutione solví tristes fariunt. Sunt ergo et in Scripturis locutiones eiusmodi. Qui in ta-
potest. Scriptum habes, Deus neminem tentat (Iac 1,13); et iterum scrip- libus quaestionibus cognoscendis laborant, in solvendis talibus quaestioni-
tum habes, Tentat vos Dominus Deus vester, ut sciat si diligitis eum (Deut bus non laborant. Ergo tentat vos Dominus Deus vester, ut sciat: quid
13,3). Nempe quaestio est, videtis. Quomodo enim Deus neminem tentat, est, ut sciat? Ut sciie vos faciat, si diligitis eum. Iob latebat se, sed Deum
et quomodo tentat vos Dominus Deus vester, ut sciat si diligitis eum? non latebat; admisit tematorem, et fecit eum sui cognitorem.
ítem scriptum est, Timor non est in charitate, sed perfecta charitas joras 7. Quid de duobus timoribus? Est timor servilis, et est timor castus;
mittit timorem (1 lo 4,18); et alio loco scriptum est, Timor Domini cas- est timor ne patiaris poenam, est alius timor ne amittas ¡ustitiam. Timor
tus, permanens in saeculum saeculi (Ps 18,10). Et ipsa quaestio est. Quo- ¡lie ne patiaris poenam, servilis est. Quid magmxm est timere poenam?
modo enim, perfecta charitas joras mittit timorem, si timor Domini castus Hoc et nequissimus servus, hoc et crudelissimus latro. Non est magnum
permanet in saeculum saeculi? limere poenam, sed magnum est amare iustitiam. Qui ergo amat iusti-
6. Intelligimus ergo duas esse tentationes; unam quae decipit, alte- lium, nihil timet? Timet plañe: non ne incidat in poenam, sed ne amit-
ram quae probat: secundum eam quae decipit, Deus neminem tentat; se- i.it iustitiam. Fratres mei, credite, et coniicite ex eo quod amatis. Amat
cundum eam quae probat, tentat vos Dominus Deus vester, ut sciat si aliquis vestium pecuniam. Putas, invenio aliquem qui non amet? Ex hoc
43, 9 Sobre el Evangelio de San ];ian 97
% Sobre el Evangelio de Sari ]uan 43, 9
qué? P o r q u e a m a el dinero. C u a n t o lo ama, tanto teme perder- y a la p e n a llama juicio. Sin e m b a r g o , si juicio se tomase siem-
p r e p o r condena, ¿diría el Salmo: Júzgame, Señor? Allí, juicio
lo. Puede haber u n a m a n t e de la justicia q u e sienta m á s en su
significa aflicción; aquí, discernimiento. ¿Qué discernimiento? Lo
corazón su pérdida, que tema perder su justicia m á s q u e tú el
dice el m i s m o q u e dijo: Júzgame, Señor. Lo dice a continuación:
dinero. Esto es u n t e m o r casto, que p e r m a n e c e por los siglos
Y separa mi causa de la gente impía. Pues e n el sentido que
de los siglos. N o lo elimina la caridad ni lo echa fuera, sino
fue dicho: Júzgame, Señor, y separa mi causa de la gente im-
más bien lo abraza y lo tiene p o r c o m p a ñ e r o y posesión. Llega-
pía, en el m i s m o dice ahora Cristo, nuestro Señor: Yo no busco
mos al Señor para contemplarle cara a cara. Allí el temor casto
mi gloria; hay quien la busque y juzgue. ¿Cómo hay quien la
nos guarda; pues ese temor no perturba, sino que confirma. La busque y juzgue? Es el Padre, quien discierne y separa m i glo-
mujer adúltera teme q u e venga su m a r i d o ; la mujer casta teme ria de la vuestra. Vosotros os gloriáis según el m u n d o ; yo n o
que se vaya el suyo. m e glorío según el m u n d o , yo d i g o al P a d r e : Padre, glorifícame
8. Por lo tanto, según una tentación, Dios no tienta a na- con aquella gloria que tuve en ti antes que el mundo fuese.
die; según la otra, el Señor, Dios vuestro, os tienta. Según u n te- ¿Cómo es aquella gloria? Diversa de la inflación h u m a n a . Según
mor, el temor no está en la caridad, pues la perfecta caridad esto, el Padre juzga, esto es, separa. ¿Qué separa? La gloria del
echa juera al temor; según el otro temor, el casto temor del Se- H i j o de la gloria de los h o m b r e s ; p o r lo cual dijo: T e ungió
ñor permanece siempre. Así, en este lugar, según u n juicio, el Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría sobre tus compañeros.
Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio entregó al Hijo: N o p o r haberse hecho h o m b r e debe ser c o m p a r a d o con nosotros.
según el otro juicio: Yo, dice, no busco mi gloria; hay quien la Nosotros somos h o m b r e s con pecado; El, sin pecado. N o s o t r o s
busque y juzgue. somos h o m b r e s que traemos de A d á n la m u e r t e y el pecado; El
9. Vamos a resolver esta cuestión por sus m i s m a s palabras. t o m ó de u n a virgen la carne mortal, p e r o n o el pecado. En
Has oído en el Evangelio hablar del juicio p e n a l : Quien no fin, nosotros n o nacimos por p r o p i a voluntad, ni vivimos cuanto
queremos, ni m o r i m o s c o m o q u e r e m o s ; El antes de nacer eligió
cree, ya está juzgado; y en otro lugar: Llegará la hora, cuando
la mujer de la cual había de nacer; nacido, se hizo adorar por
los que están en los sepulcros oigan su voz, e irán los que prac-
los Magos, creció como los niños, se revelaba c o m o D i o s en sus
ticaron el bien a la resurrección de la vida, y los que obraron el
milagros ,y como h o m b r e en su debilidad. F i n a l m e n t e , escogió el
mal, a la resurrección del juicio. N o t a d cómo a la condenación

tamen ipso quod amat, intelligat quod dico. Timet damnum: quare ti- dum iudicium pro damnatione et poena posuit. Et tamen si semper iu-
met damnum? Quia pecuniam diligit. Quantum amat pecuniam, tantum dicium pro damnatione acciperetur, numquid audiremus in Psalmo, Indi-
timet ne perdat pecuniam. Ergo invenitur aliquis amator iustitiae, qui ca me, Deus? Ibi iudicium secundum afflictionem, hic iudicium secun-
plus in corde damnum pertimescat, qui plus timeat exspoliari iustitia, dum discretionem positum est. Quomodo secundum discretionem? Quo-
quam tu pecunia. Ipse est timor castus, ipse permanet in saeculum saecu- modo exponit ipse qui ait, ludica me, Deus. Lege enim et vide quid se-
li: non eum tollit charitas, nec foras mittit, sed magis complectitur, et quitur. Quid est, ludica me, Deus? et discerne causam meam, inquit, de
comitem tenet simul et possidet. Venimus enim ad Dominum, ut videamus gente non sancta (Ps 42,1). Quod ergo dictum est, Indica me, Deus, et
facie ad faciem: ibi timor castus nos servat; timor enim ille non pertur- discerne camam meam de gente non sancta; secundum hoc ait modo
bat, sed confirmat. Timet mulier adultera ne vir eius veniat, timet et Dominus Christus, Ego non quaero gloriam meam; est qui quaerat et
casta ne vir eius abscedat. iudicet. Quomodo est qui quaerat et iudicet? Est Pater qui gloriam meam
8. Ergo sicut secundum aliam tentationem, Deus neminem tentat; a vestta gloria discernat et separet. Vos enim secundum hoc saeculum
secundum aliam vero, tentat vos Dominus Deus vester: et secundum alium gloriamini: ego non secundum hoc saeculum glorior, qui Patri dico, Pater,
timorem, timor non est in chántate, sea perfecta charitas foras mitlit glorifica me ea gloria quam habui apud te, antequam mundus esset (lo
timorem; secundum veto alium timorem, timor Domini castus permanet 17,5). Quid est, ea gloria? Ab humana inllatione discreta. Secundum hoc
in saeculum saeculi sic et hoc loco, secundum alterum iudicium, Pater iudicat Pater. Quid est, iudicat? Discernir. Quid discernit? Gloriam Filii
non iudicat quemquam, sed omne iudicium dedit Filio; secundum vero sui a gloria hominum; quia ideo dictum est, Unxit te, Deus, Deus tnus
alterum iudicium, Ego, inquit, non quaero gloriam meam; est qui quaerat oleo exsultañonis prae participibus tuis (Ps 44,8). Non enim quia. homo
et iudicet. factus est, iam comparandus est nobis. Nos nomines cum peccato, ille
sine peccato: nos homines trahentes de Adam et motiem et delictum;
9. Et de ipso verbo quaestio ista solvatur. Habes in Evangelio com- ille de Virgine carnem mortalem, nullam iniquitatem. Denique nos nec
memoratum poenale iudicium: Qui non credit, iam iudicatus est (lo quia volumus nati sumus, nec quamdiu volumus vivimus, nec quomodo
3,18); et alio loco, Veniet hora quando ii qui sunt in monumentis audient volumus morimur: ille antequam nasceretur elegit de qua nasceretur,
vocem eius, et procedent qui hene fecerunt, in resurrectionem vitae; qui natus fecit ut a Magis adoraretur, crevit inlans, et miraculis se Deum
male egerunt, in resurrectionem iudicii (lo 3,18.29). Videte quemadmo-
S.Ai: 14 4
t)g Sobre el Evangelio de San Juan 43 10
43, 12 Sobre el Evangelio de San ]uan 99
género de muerte, pendiente de una cruz, para grabaría en la
frente de los fieles y que pueda decir el cristiano: Lejos de mí verá la muerte? Del mismo modo, ¿con qué paladar, con qué
gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. En la cruz boca se gusta la muerte, para saber a qué sabe? Cuando la muer-
dejó el cuerpo cuando quiso y se fue; estuvo en el sepulcro cuan- te arrebata todos los sentidos, ¿qué quedará en el paladar? Lue-
to quiso, y cuando quiso, salió de él como de un lecho. Por lo go verá y gustará está puesto por sufrirá.
tanto, hermanos, aun según la forma de siervo (porque ¿quién 11. Estas cosas hablaba el Señor, me parece poco decir, a
hablará dignamente de aquello: En el principio era el Verbo, y quienes habían de morir, El, que había de morir; porque del
el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios?), pues aun según Señor es librar de la muerte, como dice el Salmo. Pues hablando
la forma de siervo hay mucha diferencia entre la gloria de Cristo a quienes habían de morir y hablando quien había de morir,
y Ja gloria de los demás hombres. De esta gloria hablaba cuando ¿qué quiere significar diciendo: Quien observare mi doctrina, no
oyó decir que tenía demonio: Yo no busco mi gloria; hay quien verá la muerte jamás, sino que veía otra muerte, de la cual ha-
la busque y juzgue. bía venido a librarnos: la segunda muerte, la muerte eterna, la
10. Y tú, Señor, ¿qué dices de ti mismo? En verdad, en muerte del infierno, la muerte de la condenación con el diablo
verdad os digo que, si alguno guardare mi doctrina, no morirá y sus ángeles? Esa es la verdadera muerte, pues ésta no es más
para siempre. Vosotros decís que yo tengo demonio, y yo os lla- que una emigración. ¿Qué es esta muerte? El abandono del cuer-
mo a la vida: guardad mi doctrina y no moriréis. Le oían decir po, el descargo de una pesada carga, si es que no se lleva otra
que quien observare su doctrina no morirá para siempre, y se carga por la cual el hombre sea precipitado en los infiernos. De
enfurecían porque ya estaban muertos con aquella muerte que esta muerte es de la que dijo el Señor: Quien observare mi
doctrina, no verá la muerte jamás.
había que evitar. Dijeron los judíos: Ahora vemos que tienes de-
monio. Murió Abrahán y los projetas, y tú dices: Si alguno ob- 12. No tengamos miedo a esta muerte del cuerpo, sino a
servare mi doctrina, no morirá jamás. Notad la palabra de la aquella eterna. Y lo que es más grave, que muchos, temiendo
Escritura: No verá, esto es, no gustará. Verá la muerte es lo mis- desordenadamente a ésta, cayeron en aquélla. A algunos les fue
mo que gustará la muerte. ¿Quién ve? ¿Quién gusta? ¿Qué ojos dicho: Adorad los ídolos; si no lo hiciereis, moriréis. O como
tiene el hombre para que vea cuando muere? Cuando llega la dijo Nabucodonosor: Si no lo hiciereis, seréis arrojados en un
muerte, cierra los ojos para que no vean nada. ¿Cómo dice: No homo encendido. Muchos temieron y adoraron; no queriendo mo-
rir, murieron; temiendo la muerte que no se puede evadir, caye-
ostendebat, et infirmitate hominem praeferebat. Postremo elegit et genus ron en la muerte de la cual felizmente se hubieran podido eva-
mortis, hoc est, ut in cruce penderet, et ipsam crucem in frontibus fi- dir si no hubieran temido infelizmente a esta que es inevitable.
delium figeret: ut dicat christianus, Mibi autem absit glorian, nisi in
cruce Domini nostri lesu Christi (Gal 6,14). In ipsa cruce quando voluit, mortem? ítem quo palato, quibus faucibus mors gustatur, ut quid sapiat
Corpus dimisit, et abscessit: in ipso sepulcro quandiu voluit, iacuit; quando dignoscatur? Quando totum sensum tollit, quid in palato remanebit? Sed
voluit, tanquam de lecto surrexit. Ergo, fratres, secundum ipsam formam videbit dictum est et gustabit, pro eo quod est, experietur.
servi (nam illud quis digne loquitur, ln principio erat Verbum, et Ver- 11. Haec Dominus, parum est si dicam, morituris, loquebatur mori-
bum erat apud Deum, et Deus erat Verbum?) secundum ipsam, inquam, turus: quia et Domini exitus mortis (Ps 67,21), sicut loquitur Psalmus.
formam servi multum interest ínter gloriara Christi, et gloriam hominum Cum ergo et morituris loqueretur, et moriturus loqueretur, quid sibi vult
caeterorum. De ipsa gloria dicebat, quando quod daemonium haberet au- quod ait, Qui sermonem meum servaverit, mortem non videbit in aeter-
diebat, Ego non quaero gloriam meam; est qui quaerat et iudicet. num; nisi quia videbat Dominus aliam mortem, de qua nos liberare vene-
10. Tu autem de te, Domine, quid dicis? Amen, amen dico vobis; rat, mortem secundam, mortem aeternam, mortem gehennarum, mortem
si quis sermonem meum servaverit, mortem non videbit in aeternum. Vos, damnationis cum diabolo et angelis eius? Ipsa est vera mors: nam ¡sta
inquit, dicitis, Daemonium babes; ego vos ad vitam voco: sérvate ser- migratio est. Quid est ista mors? Relictio corporis, depositio sarcinae gra-
monem meum, et non moriemini. lili audiebant, Mortem non videbit in vis: sed si alia sarcina non portetur, qua homo in gehennas praecipitetur.
aeternum, qui sermonem meum servaverit; et irascebantur, quia iam De ipsa ergo morte Dominus dixit, Mortem non videbit in aeternum, qui
mortui erant illa morte quae vitanda erat. Dixerunt ergo ludaei: Nunc sermonem meum servaverit.
cognovimus quia daemonium habes. Abraham mortuus est et Propbetae,
et tu dicis, Si quis sermonem meum servaverit, mortem non gustabit in 12. Non expavescamus istam mortem, sed illam timeamus. Quod est
aeternum. Videte locutionem Scripturarum: Mortem non videbit, id est, autem gravius, multi perverse timendo istam, inciderunt in illam. Dictum
gustabit. Mortem videbit, mortem gustabit. Quis videt? quis gustat? Quos est aliquibus, Adórate idola; quod si non fecetitis, inteificiemini: aut quem-
oculos habet homo, ut videat quando moritur? Quando veniendo mors admodum ille Nabuchodonosor dixit, Si non feceritis, mittemini in ca-
ipsos oculos claudit ne aüquid videant; quomodo dicitur, non videbit minum ignis ardentis. Multi timuerunt et adoraverunt; nolentes mori mor-
tui sunt: timendo mortem quae non evaditur, inciderunt in mortem quam
evadere feliciter possent, si istam quae non evaditur, infeliciter non ti-
100 Sobre el Evangelio de San Juan 43, 12 43, 14 Sobre el Evangelizo de San Juan 101
Naciste hombre, has de morir. ¿Adonde irás para no morir? mos, hermanos, su doctrina por la fe, con la esperanza de llegar
¿Qué harás para no morir? Tu Señor se dignó morir voluntaria- a ver su hermosura cuando recibamos la plenitud de la libertad.
mente para ser tu consuelo en tu muerte necesaria. Cuando ves 13. Pero aquellos muertos indignados y predestinados a la
a Cristo muerto, ¿te desdeñarás de morir? Morirás, no tienes muerte eterna contestaban en tono burlón y decían: Ahora ve-
cómo evitarlo. Hoy, mañana, ha de venir, hay que pagar esa mos que tienes demonio; Abrahán y los projetas murieron. Pero
deuda. ¿Qué intenta el hombre que teme, huye, se oculta para con esta muerte que el Señor quiere dar a entender, ni Abrahán
no ser hallado por un enemigo? ¿Intenta escapar de la muerte? ni los profetas murieron. Ellos murieron y viven; éstos viven y
Sólo morir más tarde. N o recibe la liberación de la deuda, sólo están muertos. En cierta ocasión, respondiendo a los saduceos, que
pide una dilación. Pero, por mucho que se le difiera, llegará lo suscitaron la cuestión de la resurrección, el mismo Señor les dijo:
diferido. Temamos aquella muerte que temieron los tres varones ¿No leísteis acerca de la resurrección de los muertos lo que el
que dijeron al rey: Poderoso es Dios para librarnos de estas lla- Señor dijo a Moisés desde la zarza: Yo soy el Dios de Abrahán,
mas; y si no (aquí está el temor de la muerte, con la cual Dios el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? No es Dios de muertos, sino
amenaza), y si no quisiera librarnos abiertamente, puede oculta- de vivos. Si, pues, ellos viven, trabajemos por vivir de modo
mente darnos la corona. Por lo cual, el mismo Señor, que había que podamos vivir con ellos cuando hayamos muerto. Tú, ¿por
de hacer mártires, y que había de ser El la cabeza de los már- quién te tienes, le dicen, para decir que no verá jamás la muerte
tires, dice: No temáis a los que pueden matar el cuerpo y no quien observare mi doctrina, sabiendo que Abrahán y los profe-
pueden hacer más. ¿Cómo no pueden hacer más? Y si después tas murieron?
de matar el cuerpo lo arrojan a las bestias para que lo destrocen
14. Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi
o a las aves para que los desgarren, parece que la crueldad aún
gloria no es nada; es el Padre quien me glorifica. Esto dijo por
tiene algo más que hacer. Pero ¿a quién lo hace? A quien ya
lo que ellos dijeron: ¿Por quién te tienes? Atribuye su gloria
emigró. Allí está el cuerpo, pero sin sentido. Queda la habita-
al Padre, de quien tiene el ser Dios. Alguna vez los arríanos se
ción; el que la habitaba ya marchó. Después, por lo tanto, ya
fijaron en estas palabras para calumniar a nuestra fe, diciendo
no tienen nada que hacer; a quien no siente, nada le hacen.
que el Padre es mayor porque da gloria al Hijo. Hereje, ¿no has
Pero temed a aquel que tiene potestad de arrojar el cuerpo y el
leído que el mismo Hijo dice que glorifica a su Padre? Si El
alma en los infiernos. De esta muerte hablaba cuando decía:
Quien guardare mi doctrina, no verá la muerte jamás. Guarde- diceret: Qui sermonem meum servaverit, mortem non videbit in- aeternum.
Servemus ergo, fratres, sermonem ipsius in fide; perventuri ad speciem;
merent. Natus es homo, moriturus es. Qua ibis, ut non monaris? quid cum accepetimus plenissimam libertatem.
facies ut non moriaris? Ut Dominus tuus necessitate moriturum conso- 13. Isti autem indignantes mortui, et morti sempiternae praedestinati,
laretur, volúntate morí dignatus est. Quando vides Christum mortuum, respondebant conviciose, et dicebant: Modo cognovimus quia daemonium
dedignaris morí? Ergo moriturus es: qua evadas hoc, non habes. Hodie habes. Abraham mortuus est et Prophetae. Sed ista morte quam Domi-
sit, eras sit; futurum est, debitum est reddendum. Quid ergo agit homo ti- nus vult intelligi, nec Abraham mortuus est, nec Prophetae. lili enim mor-
mens, fugiens, occultans se ne inveniatur ab inimico? Numquid agit ut tui sunt, et vivunt: isti vivebant, et mortui erant. Nam respondens quo-
non moriatur? Sed ut paulo serius moriatur. Non accipit debiti securi- dam loco Sadducaeis moventibus quaestionem de resurrectione, hoc ait
tatem, sed postulat dilationem. Quantumlibet diu differatur, veniet quod ipse Dominus: De resurrectione autem mortuorum non legistis, quomo-
differtur. Ulam mortem timeamus quam timuerunt tres viri, quando di-
xerunt regí: Potens est Deus etiam de ista flamma liberare nos; sed et do ait Dominus de rubo ad Moysen, Ego sum Deus Abraham, et Deus
si non (Dan 3,15.17.18). Ibi fuit timor illius mortis, quam modo Domi- Isaac, et Deus lacob? Non est Deas mortuorum, sed vivorum (Mt 22,31
nus comminatur, quando dixerunt, Sed et si noluerit aperte liberare, pot- et 32; Ex 3,6). Si ergo illi vivunt, laboremus sic vivere, ut cum illis
est in oceulto coronare. Unde et ipse Dominus facturus martyres, et caput vivere possimus cum mottui fuerimus. Quem teipsum facis inquiunt,
martyrum futurus ait: Nolite uniere eos qui occidant corpas, et postea ut dicas, Mortem non videbit in aeternum, qui sermonem meum serva-
non habent quid faciant. Quomodo non habent quid faciant? Quid si cum verit; cum scias et Abraham mortuum et prophetas?
occiderint, corpus bestiis lacerandum et diripiendum alitibus proiiciant? 14. Respondit lesas: Si ego glorifico meipsum, gloria mea nihil est:
videtur adhuc saevitia habere quod faciat. Sed qui facit? Cui migravit. est Pater meus qui glorificat me. Hoc ait propter illud quod dixerunt,
Inest corpus, sed nullus est sensus: habitatio iacet, habitator abscessit. Quem teipsum facis? Refert enim gloriam suam ad Patrem, de quo est
Ergo postea non habent quid jaciant: non sentienti enim nihil faciunt. quod Deus est. Aliquando Ariani et de isto verbo calumniantur' fidei
Sed eum tímete qui habet potestatem et corpus et animam occidere in ge- nostrae, et dicunt: Ecce maior est Pater, quia utique glorificat Filium.
henna ignis (Mt 10,28, et Le 12,4.5). Ecce de qua morte loquebatur cum Haeretice, non legisti et ipsum Filium dicentem quod glorificet Patrem
102 Sobre el Evangelio de San Juan 43 ig 43, 16 Sobre el Evangelio de San Juan 103
glorifica al H i j o y el H i j o glorifica al Padre, deja tu obstina- han ardió en deseos, dice, de ver este día mío. N o lo t e m i ó , sino
ción, reconoce la igualdad y e n m i e n d a tu perversidad. q u e lo deseó ver. T e n í a consigo la caridad, q u e echa fuera todo
15. Es el-Padre, dice, quien me glorifica y de quien decís temor. N o dice q u e exultó p o r q u e lo vio, sino q u e exultó por
que es vuestro Dios, y vosotros no le habéis conocido. Ved, her- verlo. Lleno d e fe, exultó esperando, y lo vio con la inteligencia.
m a n o s míos, c ó m o demuestra q u e D i o s es el P a d r e del Cristo Y lo vio. ¿Qué más p u d o decir o q u é más d e b i ó decir N u e s t r o
q u e fue anunciado a los judíos; y d i g o esto p o r q u e algunos he- Señor Jesucristo? Lo vio, dice, y se llenó de gozo. ¿Quién p o d r á
rejes dicen, además, que el Dios anunciado en el A n t i g u o Testa- explicar este gozo, h e r m a n o s míos? Si tanto se alegraron aque-
m e n t o n o es el P a d r e de Cristo, sino un no sé q u é p r í n c i p e de llos a quienes el Señor abrió los ojos, ¿cuál n o sería el gozo de
los ángeles malos. Así dicen los m a n i q u e o s y los marcionitas. q u i e n veía con los ojos del alma la luz inefable, al V e r b o per-
Quizá haya t a m b i é n otros herejes q u e n o merecen especial m e n - m a n e n t e , al resplandor q u e da luz a las almas pías, a la sabidu-
ción o que yo al p r e s e n t e n o p u e d o recordar; p e r o n o faltaron ría indeficiente, al q u e c o m o D i o s permanecía en el Padre, y
quienes dijeron esto. A t e n d e d , p u e s , para q u e sepáis lo q u e de- q u e algún día había de venir en carne, sin abandonar el seno
béis responderles. Cristo dice q u e su Padre es A q u e l a quien del Padre? T o d o esto vio A b r a h á n . Pues al decir el día mío, lo
ellos llaman su D i o s , y n o le conocieron, p o r q u e , si le hubiesen dijo de u n m o d o indefinido, de m o d o que p u e d e ser el día tem-
conocido, hubiesen recibido a su H i j o . Vero yo, dice, le conozco. poral del Señor, en que había de venir vestido de carne, o el día
A quienes juzgaban p o r las apariencias de la carne p u d o parecer del Señor, que n o tiene orto ni ocaso. Y o tengo por cierto que
una arrogancia decir: Yo le conozco. P e r o ved lo q u e añade: A b r a h á n lo sabía todo. ¿Cómo lo p u e d o averiguar? ¿Deberá ser-
Si dijere que no le conozco, sería mentiroso como vosotros. No nos suficiente el testimonio d e N u e s t r o Señor Jesucristo? Supon-
debe precaverse la arrogancia hasta el p u n t o de rechazar la ver- gamos q u e n o p o d e m o s averiguar, p o r q u e es difícil, la prueba
dad. Pero yo le conozco y observo sus palabras. C o m o H i j o , decía c o n t u n d e n t e de que A b r a h á n exultó por ver el día de Cristo;
las palabras de su P a d r e ; y el m i s m o V e r b o del Padre era q u i e n q u e lo vio y se llenó de gozo. Si nosotros n o p o d e m o s dar con
hablaba. esa prueba, ¿acaso la verdad p u e d e mentir? Creamos a la verdad
16. Abrahán, vuestro padre, ardió en deseos de ver este día y n o dudemos de los méritos de A b r a h á n . Escuchad, sin embar-
mío; lo vio y se llenó de gozo. Magnífico testimonio de A b r a h á n go, u n pasaje que se m e ocurre ahora. C u a n d o el p a d r e Abra-
hace el descendiente de A b r a h á n , el creador de A b r a h á n . Abra- hán envió a su siervo para pedir esposa para su hijo Isaac, le
exigió bajo j u r a m e n t o el fiel c u m p l i m i e n t o de la misión q u e
suum? (lo 17,4). Si et ille Filium glorificat, et Filius Patrem glorificat: llevaba, y q u e mirase bien lo q u e debía hacer. Se trataba de u n
pone pervicaciam, agnosce aequalitatem, corrige perversitatem.
15. Est ergo, inquit, Pater meus qui glorificat me, quem vos dicitis,
Quia Deus noster est, et non cognovistis eum. Videte, fratres mei, quem- Non timuit, sed exsultavit ut videret. Erat enim in illo chantas quae
admodum estendat ipsum Deum Patrem esse Christi, qui annuntiatus foras mittit timorem (1 lo 4,18). Non ait, Exsultavit, quia vidit; sed;
est et Iudaeis. Propterea dico, quia rursus quídam haeretici dicunt Deum exsultavit M videret. Credens utique exsultavit sperando, ut videret intel-
annuntiatum ín Veteri Testamento, non esse Patrem Christi; sed nescio ligendo. Et vidit, Et quid potuit plus dicere, vel quid debuit plus dicere
quem principem malorum angelorum. Manichaei sunt qui ista dicunt, Mar- Dominus Iesus Christus? Et vidit, inquit, et gavisus est. Quis explicat
cionitae sunt qui ista dicunt. Sunt et alii fortasse haeretici, quos com- hoc gaudium, fratres mei? Si gavisi sunt illi quibus Dominus oculos
memorare vel non opus est, vel a me omnes recoli in praesentia non carnis aperuit, quale gaudium fuit videntis cotdis oculis lucem ineffabi-
possunt: non defuerunt tamen qui hoc dicerent. Itaque attendite, ut habea- lem, Verbum manens, splendorem piis mentibus refulgentem, sapientiam
tis quid dicatis et contra ipsos. Eum dicit Patrem suum Dominus Chris- indeíicientem, apud Patrem manentem Deum, et aliquando in carne ven-
tus, quem illi dicebant Deum suum, et non cognoverunt: si enim turum, nec de Patris gremio recessurum? Totum hoc vidit Abraham. Nam
ipsum cognovissent, eius Filium recepissent. Ego autem, inquit, novi eum. quod ait, diem meum, incertum potest esse unde dixerit; utrum diem
Secundum carnem iudicantibus potuit et hinc arrogans videri, quia dixit, Domini temporalem quo erat venturus in carne, an diem Domini qui
Ego novi eum. Sed videte quid sequatur: Si dixero quia non novi eum, nescit ortum, nescit occasum. Sed ego non dubito patrem Abraham totum
ero similis vobis mendax. Ergo arrogantia non ita caveatur, ut veritas scisse. Et ubi inveniam? An sufficere nobis debet testimonium Domini
relinquatur. Sed scio eum, et sermonen eius servo. Sermonem Patris tan- nostri Iesu Christi? Putemus nos invenire non posse, quia forte dif fi-
quam Filius loquebatur; et ipse erat Verbum Patris, quod hominibus lo- óle est, quomodo manifestum sit quod Abraham exsultavit ut videret
quebatur. diem Christi, et vidit, et gavisus est. Et si nos non invenimus, numquid
mentid veritas posset? Credamus veiitati, et de Abrahae meritis minime
16. Abraham pater vester exsultavit ut videret diem meum; et vidit,
dubitemus. Tamen audite unum locum, qui mihi interim occurrit. Pater
et gavisus est. Magnum testimonium perhibet Abrahae, semen Abrahae,
Abraham quando misit servum suum, ut peteret uxorem filio suo Isaac,
creator Abrahae: Abraham exsultavit, inquit, ut videret diem meum.
hoc eum sacramento obstrinxit, ut fideliter quod iubebatuc impleret, et
104 Sobre el Evangelio de San ]uan 43, 17
43, 18 Sobre el Evangelio de San ]uan 105
asunto trascendental, c u a n d o se buscaba esposa para el descen-
dijo: Antes que A b r a h á n fuese hecho, fui h e c h o yo, p o r q u e en
diente de A b r a h á n . P e r o para dar a conocer al siervo que n o
el principio hizo Dios el cielo y la tierra, p u e s en el p r i n c i p i o
deseaba nietos carnales n i se p r e o c u p a b a de su descendencia car-
era el V e r b o . Antes que Abrahán fuera hecho, yo existo. Confe-
nal, dijo al siervo que enviaba: Pon tu mano debajo de mi mus-
sad al Creador, n o le confundáis con la criatura. Q u i e n hablaba
lo y jura por el Dios del cielo. / Q u é tiene que ver el Dios del
cielo con el muslo de A b r a h á n ? Creo q u e ya sabéis lo que a q u í era descendiente de A b r a h á n ; pero para q u e A b r a h á n fuese crea-
se oculta: p o r el muslo se entiende la descendencia. Luego ¿qué do, existía El antes q u e A b r a h á n .
otra cosa significaba aquel j u r a m e n t o sino que de la estirpe de 18. Creció su furor con lo que les parecía una abierta inju-
A b r a h á n había de t o m a r carne el D i o s del cielo? Los necios re- ria a A b r a h á n . Les pareció q u e había dicho una blasfemia cuan-
criminan a A b r a h á n p o r decir: Pon tu mano debajo de mi mus- d o dijo: Antes que Abrahán fuese hecho, yo existo. Y cogieron
lo. Rechazan la acción de A b r a h á n quienes rechazan la carne de piedras para tirarlas contra él. T a n t a dureza, ¿a q u i é n había de
Cristo. En cambio, nosotros, h e r m a n o s , si reconocemos la carne recurrir sino a sus semejantes, las piedras? P e r o Jesús, c o m o u n
veneranda de Cristo, n o menospreciemos aquel muslo; tomémoslo h o m b r e cualquiera, como u n siervo, c o m o humillado, c o m o quien
más bien c o m o una profecía, p u e s era A b r a h á n u n profeta. ¿De había de padecer y m o r i r y nos había de redimir con su sangre;
quién? D e su descendencia y de su Señor. Indicó su descenden- n o c o m o q u i e n es, n o como Verbo, que era en el principio, y
cia diciendo: Pon tu mano debajo de mi muslo; y a su Señor, V e r b o que estaba en D i o s ; pues cuando ellos cogieron las p i e -
con las palabras: Jura por el Dios del cielo. dras para tirárselas, ¿qué m u c h o q u e se abriese al p u n t o la tie-
rra y los tragase, y, en lugar de las piedras, hallasen el infierno?
17. Irritados los judíos, respondieron: No tienes cincuenta
Poco le costaba a Dios, p e r o convenía más manifestar la pacien-
años, y ¿viste a Abrahán? El Señor contestó: En verdad, en ver-
cia q u e el poder; Jesús, pues, se escondió para n o ser apedreado.
dad os digo que antes que Abrahán fuera criado, yo existo. Pesa
C o m o h o m b r e , escapa d e las piedras. P e t o ¡ay de aquellos de
las palabras y e n t i e n d e el misterio. Antes que Abrahán fuera he-
cuyos lapídeos corazones se aparta Dios!
cho. Entiende q u e la palabra fuera hecho se refiere a la natura-
leza h u m a n a ; y la palabra existo, a la naturaleza divina. Fuera Antequam Abraham fieret, ego factus sum, In principio enim fecit Deus
hecho, p o r q u e A b r a h á n es una criatura. N o dijo: Antes q u e caelum et terram (Gen 1,1): nam in principio erat Verbum (lo 1,1).
A b r a h á n existiese, yo existía, sino: Antes que Abrahán fuese he- Antequam fieret Abraham, ego sum. Agnoscite Creatorem, discernite
creaturam. Qui loquebatur, semen Abrahae factus erat; et ut Abraham
cho, que n o hubiese sido hecho sino por mí, yo existo. T a m p o c o fieret, ante Abraham ipse erat.
18. Hinc iam velut Abrahae apertissimo convicio commoti sunt
sciret etiam ipse quid faceret. Magna enim res agebatur, quando Abrahae acrius. Blasphemasse quippe illis visus est Dominus Christus, quoniam
semini coniugium quaerebatur. Sed ut hoc cognosceret servus quod noverat dixit, Antequam Abraham fieret, ego sum. Tulerunt ergo lapides ut ia-
Abraham, quia nepotes non carnaliter desiderabat, nec de genere suo ali- cerent in eum. Tanta duritia quo curreret, nisi ad similes? Iesus autem,
quid carnale sapiebat; ait servo suo quem mittebat: Pone manum sub tanquam homo, tanquam in forma servi, tanquam humilis, tanquam pas-
femore meo, et tara per Deum caeli (Gen 24,2-4). Quid vult Deus cae- surus, tanquam moriturus, tanquam nos suo sanguine redempturus: non
li ad fémur Abrahae? Iam intelligitis sacramentara: per fémur, genus. tanquam ille qui est, non tanquam in principio Verbum, et Verbum
Ergo quae fuit illa iuratio, nisi quia significabatur de genere Abrahae apud Deum. Nam cum lili lapides tulerunt ut mitterent in eum, quid
venturum in carne Deum caeli? Stulti reprehendunt Abraham, quia magnum erat ut eos continuo dehiscens térra sorberet, et pro lapidibus
dixit, Mitte manum sub femore meo. Qui reprehendunt carnem Christi, ¡nferos invenirent? Non erat magnum Deo: sed magis erat commen-
reprehendunt factum Abrahae. Nos autem, fratres, si agnoscimus car- danda patientia, quam exserenda potentia. Abscondit se ergo ab eis,
nem Christi venerandam, illud fémur non contemnamus, sed in prophe- ne lapidaretur. Tanquam homo a lapidibus fugit: sed vae illis a quorum
tia dictum accipiamus. Etenim propheta erat Abraham. Cuius propheta? lapidéis cordibus Deus fugit!
Seminis sui et Domini sui. Semen suum significavit dicendo, Mitte
manum sub femore meo. Dominum suum significavit addendo, et iura
per Deum caeli.
17. Irati Iudaei responderunt: Quinquaginta annos nondum habes,
et Abraham vidisti! Et Dominus: Amen, amen dico vobis; antequam
Abraham fieret, ego sum. Appende verba, et cognosce mysterium. Ante-
quam Abraham fieret. Intellige, fieret ad humanam facturara, sum vero
ad divinam pertinere substantiam. Fieret, quia creatura est Abraham.
Non dixit, Antequam Abraham esset, ego eram; sed, Antequam Abra-
ham fieret, qui nisi per me non fieret, ego sum. Ñeque hoc dixit,
106 Sobre el Evangelio de San Juan 44, 1 44, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 107
cuerpo por la naturaleza? Si el vicio tomó cuerpo por la natu-
TRATADO 44 raleza, todo hombre nace ciego según el alma. Quien ve, no tiene
DESDE LAS PALABRAS: "Y AL PASAR VIO A UN CIEGO DE NACIMIENTO", necesidad de guía; si tiene necesidad de guía y de quien le dé
HASTA ÉSTAS: "AHORA DECÍS: VEMOS; POR ESO VUESTRO PECADO luz, es ciego de nacimiento.
PERMANECE" 2. Vino el Señor, y ¿qué hizo? Grande es el misterio que
1. Larga ha sido la lectura del ciego de nacimiento al cual manifiesta. Escupió en la tierra y con su saliva hizo lodo; porque
el Señor Jesús devolvió la vista; y si tratásemos de explanarla el Verbo se hizo carne. Y ungió los ojos del ciego. Estaba un-
toda, considerando todos los detalles según nuestros alcances, no gido, y aún no veía. Le envió a la piscina de Siloé. Tuvo cuidado
nos bastaría el día. Por lo cual pido y aconsejo a vuestra cari- el evangelista de manifestarnos el nombre de esta piscina, di-
dad que no nos exijáis explicación de aquellas cosas que son cla- ciendo que significa Enviado. Ya sabéis quién es el enviado. Si
ras, pues sería demasiado largo detenerse en cada una de ellas. él no hubiese sido enviado, ninguno de nosotros hubiese sido
Brevemente, pues, os recomiendo el misterio del ciego iluminado. libertado de la iniquidad. Lavó los ojos en aquella piscina que
Ciertamente, las cosas estupendas y admirables que obró Nues- quiere decir enviado, es decir, fue bautizado en Cristo. Pues si,
tro Señor Jesucristo son obras y son palabras: obras, porque fue- cuando en cierto modo le bautizó en sí mismo, entonces le ilu-
ron hechas, y palabras, porque son signos. Si entramos a consi- minó, podemos decir que, cuando le untó los ojos, le hizo cate-
derar el significado de este hecho, diremos que este ciego es el cúmeno. De varios modos puede ser expuesta y explicada la pro-
género humano. Esta ceguera cayó en el primer hombre por el fundidad de tan grande sacramento, pero baste esto a Vuestra
pecado, del cual todos traemos el origen no sólo de la muerte, Caridad. Ya habéis oído un gran misterio. Pregunta a un hom-
sino también de la iniquidad. Si la ceguera es la infidelidad, y la bre: ¿Eres cristiano? Te responde que no. ¿Eres pagano o judío?
iluminación es la fe, ¿qué fiel halló Cristo cuando vino? Ya el Si te contesta que no, le vuelves a preguntar: ¿Eres catecúmeno
Apóstol, nacido de la raza de los profetas, dice: Fuimos tam- o fiel? Si dice que es catecúmeno, está untado, aún no está lava-
bién nosotros en algún tiempo, por la naturaleza, hijos de ira, do. ¿Por quién está untado? Pregúntale y te responderá. Pregún-
como los demás. Y por ser hijos de ira, hijos de venganza, hijos tale en quién cree. Por el hecho de ser catecúmeno dirá: En Cris-
dignos del castigo, hijos dignos del infierno. ¿Por qué por la to. Notad que ahora hablo a los fieles y a los catecúmenos. ¿Qué
naturaleza, sino porque, pecando el primer hombre, el vicio tomó dije del lodo y de la saliva? Que el Verbo se hizo carne. Esto

TRACTATUS 44 cundum mentem omnis homo caecus natus est. Si enim videt, non opus
habet ductore; si opus habet ductore et illuminatote, caecus est ergo
AB EO QUOD SCRIPTUM EST, ET PRAETERIENS VIDIT HOMINEM CAECUM A NATIVITATE; a nativitate.
USQUE AD ID, NUNC VERO EUCITIS, QÜIA VIDEMUS : PECCATUM VESTRUM MANET 2. Venit Dominus: quid fecit? Magnum mysterium commendavit.
Exspuit in terram, de saliva sua lutum fecit: quia Verbum caro factum
1. De homine quem Dominus Iesus illuminavit, qui caecus natus est (lo 1,14). Et inunxit oculos caeci. Inunctus erat, et nondum videbat.
fuit, prolixa lectio recitata est: quam si universam pertractare conemur, Misit illum ad piscinam quae vocatur Siloe. Pettinuit autem ad Evange-
pro sui dignitate, sicut valemus, singula considerantes, non sufficit dies. listam commendare nobis nomen huius piscinae; et ait, Quod interpre-
Proinde peto et admoneo Charitatem vestram, ut in üs quae apena sunt, tatur Missus. Iam quis sit missus agnoscitis: nisi enim ille fuisset missus,
sermonem nostrum non requiratis: nam nimis longum erit in singulis nemo nosttum csset ab iniquitate dimissus. Lavit ergo oculos in ea pisci-
immorari. Breviter ergo caeci huius illuminati commendo mysterium. na quae interpretatut Missus, baptizatus est in Chtisto. Si ergo quando
Ea quippe quae fecit Dominus noster Iesus Christus stupenda atque eum in seipso quodammodo baptizavit, tune illuminavit; quando inun-
miranda, et opera et verba sunt: opera, quia facta sunt; verba, quia xit, fortasse catechumenum fecit. Potest quidem aliter atque aliter tanti
signa sunt. Si ergo quid significet hoc quod factum est cogitemus, ge- sacramenti exponi profunditas et pettractari: sed hoc sufficiat Charitati
nus humanum est iste caecus: haec enim caecitas contigit in primo ho- vesttae; audistis grande mysterium. Interroga hominem, Christianus es?
mine per peccatum, de quo omnes originem duximus, non solum mor- Respondet tibi, Non sum, si Paganus est aut Iudaeus. Si autem dixerit,
tis, sed etiam iniquitatis. Si enim caecitas est infidelitas, et illuminatio
Sum; adhuc quaeris ab eo, Catechumenus, an fidelis? Si responderit, Ca-
fides; quem fidelem quando venit Christus invenit? Quandoquidem Apos-
techumenus; inunctus est, nondum lotus. Sed unde inunctus? Quaere, et
tolus natus in gente Prophetarum dicit: Vuimus et nos aliquando natura
filii trae, sicut et caeteri (Eph 2,3). Si filii irae, filii vindictae, filii respondet; quaere ab illo in quem credat: eo ipso quo catechumenus est,
poenae, filii gehennae. Quomodo natura, nisi quia peccante primo ho- dicit, In Christum. Ecce modo loquor et fidelibus et catechumenis. Quid
mine, vitium pro natuta inolevit? Si vitium pío natura inolevit, se- dixi de sputo et luto? Quia Vetbum caro factum est. Hoc et catechurne-
108 Sobre el Evangelio de San Juan 44, 3 44, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 109
se dice t a m b i é n a los catecúmenos; p e r o n o les basta el haber sido zón de haber nacido ciego: No pecó él ni sus padres, sino para
ungidos; corran a lavarse si quieren ver. que las obras de Dios se manifiesten en él.
3. Por ciertas cuestiones encerradas en esta lectura vamos a 4. ¿Qué dice después? Conviene que yo haga las obras de
tocar, m á s bien q u e a explanar, las palabras del Señor y las Aquel que me ha enviado. Este es aquel enviado en el cual lavó
de toda la lectura. Al salir vio a un hombre ciego, ciego n o d e su rostro el ciego. Y ved lo q u e dice: Conviene que yo haga las
cualquier m o d o , sino de nacimiento. Y le preguntaron sus discí- obras de Aquel que me envió, mientras dura el día. Fijaos bien
pulos: Rabbi. Sabéis que Rabbi quiere decir Maestro. Llamában- c ó m o da toda la gloria a A q u e l de quien El procede, p o r q u e
le M a e s t r o p o r q u e deseaban aprender, y así llevaron la cuestión tiene u n H i j o que de El proceda, p e r o El n o tiene de q u i e n pro-
al Señor, como a Maestro. ¿Quién pecó, él o sus padres, para que ceda. P e r o ¿por q u é dijiste, Señor, mientras dura el día? Óyelo:
naciese ciego? Respondió Jesús: Ni él pecó ni sus padres .para Vendrá la noche, en la cual nadie podrá trabajar. ¿ T a m p o c o tú,
q u e naciese ciego. P e r o ¿qué es lo q u e dijo? Si n o hay h o m b r e Señor? ¿Tan oscura será que n o puedas en ella trabajar tú, q u e
sin pecado, ¿por ventura los padres de este ciego estaban sin eres el autor de la noche? Señor Jesús, pienso, ¿qué digo pienso?,
él? ¿Por ventura él había nacido sin el pecado original o n o ha- creo, y creo firmemente, q u e tú estabas presente c u a n d o D i o s
bía añadido m á s en su vida? ¿Acaso, p o r tener los ojos cerrados, dijo: Hágase la luz, y la luz fue hecha. Si la hizo p o r el V e r b o ,
no los tenía abiertos a la concupiscencia? ¿Cuántos pecados n o la hizo por ti; y por esta razón fue dicho q u e todas las cosas fue-
cometen los ciegos? ¿De q u é m a l se abstiene u n alma perversa ron hechas por El, y nada se hizo sin El, Puso Dios división en-
aun con los ojos cerrados? N o p o d í a ver, p e r o sabía pensar y tre la luz y las tinieblas, y a la luz llamó día, y a las tinieblas,
quizá codiciar algo q u e u n ciego no p u e d e realizar, y por ello noche.
ser juzgado por el escudriñador del corazón. Pues si sus padres 5. ¿Cómo será esa noche en la cual, c u a n d o viniere, nadie
tuvieron pecado y él tirvo pecado, ¿por q u é dijo el Señor: Ni él podrá trabajar? C o n o c i e n d o lo q u e es el día, conocerás t a m b i é n
pecó ni sus padres, sino contestando a la p r e g u n t a para que na- la noche. ¿Quién nos dirá lo que es el día? El m i s m o : Mientras
ciese ciego? Pecado tenían sus padres, p e r o su pecado n o fue estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. El m i s m o es el
causa d e nacer ciego. Si n o nació ciego por el pecado de sus pa- día; lave el ciego sus ojos en el día para poder ver el día. Mien-
dres, ¿por qué nació ciego? Escucha al Maestro, q u e enseña. tras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. N o quiero p e n -
Busca creyentes para hacerlos inteligentes. El m i s m o dice la ra- sar la noche que h a b r á cuando Cristo n o esté; por eso nadie p o -
drá trabajar. A ú n m e q u e d a algo q u e indagar. Soportadme con
ni audiunt: sed non eis sufficit ad quod inuncti sunt; festinent ad lava-
crum, si lumen inquirunt. caecus sit natus: Ñeque hic peccavit, inquit, ñeque parentes eius: sed ut
3. Iam ergo propter quasdam in hac ipsa lectione quaestiones, ver- manijestentur opera Dei in tilo.
ba Domini et ipsius universae lectionis percurramus potius quam tracte- 4. Deinde quid sequitur? Me oportet operari opera eius qui miste
mus. Exiens vidit hominem caecum: non utcumque caecum, sed, a nati- me. Ecce est ille missus in quo factem lavit caecus. Et videte quid dixerit,
vitate. Et interrogaverunt eum discipuli eius: Rabbi. Scitis Rabbi quia Me oportet operari opera eius qui misit me, doñee dies est. Mementote
magister est. Magistrum appellabant, quia discere desiderabant: quaestio- quomodo universam gloriam illi dat de quo est: quia ille habet filium
nem quippe Domino proposuerunt tanquam magistro, Quis peccavit, hic, qui de ¡lio sit, ipse non habet de quo sit. Sed quare dixisti, Domine,
an párenles eius, ut caecus nasceretur? Respondit lesas: Ñeque hic pec- doñee dies est? Audi quare. Venit nox quando nemo potest operari.
cavit, ñeque parentes eius, ut caecus nasceretur. Quid est quod dixit? Si Nec tu, Domine? Itane tantum valebit nox illa, ut nec tu possis in ea
nullus homo sine peccato, numquid parentes huius caed sine peccato operari, cuius opus nox est? Puto enim, Domine Iesu, imo non puto, sed
eiant? Numquid ipse vel sine originali peccato natus erat, vel vivendo credo atque confirmo te ibi fuisse, quando dixit Deus, Fiat lux; et facía
nihil addiderat? An quia oculos clausos habebat, concupiscentiae minime est lux (Gen 1,3). Si enim Verbo fecit, per te fecit; et ideo dictum
vigilabant? Quanta mala committunt caeci! A quo malo abstinet mens est, Omnia per ipsum jacta sunt, et sine ipso factum est nihil (lo 1,3).
mala, etiam clausis oculis? Non poterat videre, sed noverat cogitare, et Difisit Deus ínter lucem et tenebras; lucem- vocavit diera, et tenebras
forte concupiscere aliquid quod caecus non posset implere, sed in corde vocavit noctem (Gen 1,4.5).
iudicari a cordis perscrutatore. Si ergo et parentes eius habuerunt pec- 5. Quae est illa nox, quae cum venerit, nemo poterit operari? Audi
catum, et iste habuit peccatum; quare Dominus dixit, Ñeque hic pec- quid sit dies, et tune intelliges quae sit nox, unde sumus audituri quis-
cavit, ñeque parentes eius: nisi ad rem de qua interrogatus est, ut caecus nara sit dies iste? Ipse dicat: Quamdiu in hoc mundo sum, lux sum mu-ndi.
•nasceretur? Habebant enim peccatum parentes eius, sed non ipso peccato Hete ipse est dies. Lavet oculos caecus in die, ut videat diem. Quamdiu,
factum est ut caecus nasceretur. Si ergo non peccato factum est parentum inquit, in mundo sum, lux sum munii. Ergo nescio quae nox erit, quan-
ut caecus nasceretur, quare caecus natus est? Audi magistrum docentem: do ibi Christus non erit; ideo nemo poterit operari. Restat inquirere,
quaerit credentem, ut faciat intelligentem. Ipse causam dicit quare ille íratres mei, patienter accipite inquirentem me: vobiscum quaero, yobis-
110 Sobre el Evangelio de San Juan 44, 6
44, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 111
paciencia, hermanos, y quiera D i o s q u e , j u n t a m e n t e con vos-
era t a m b i é n c u a n d o dice de cierto siervo: Atadlo de pies y ma-
otros, e n c u e n t r e e n El lo q u e con vosotros busco. Está expreso,
nos y arrojadlo a las tinieblas exteriores. T r a b a j e el h o m b r e m i e n -
claro y definido q u e el Señor en este lugar se llamó a sí m i s m o
tras viva, para que n o le sorprenda la noche en la q u e nadie
día. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mando. Luego
podrá trabajar. A h o r a es t i e m p o de q u e trabaje la fe p o r el
también El trabaja. Y ¿hasta c u á n d o El está en este m u n d o ?
amor, y si ahora trabajamos, estamos en el día, estamos en Cristo.
¿Diremos, hermanos, q u e El se fue entonces y q u e ahora n o está
Oye su p r o m e s a y n o le creas ausente, pues El dijo: Sabed q u e
aquí? Si esto decimos, forzoso es concluir q u e después de su as-
yo estoy con vosotros. ¿Hasta cuándo? N o d e m o s entrada a la
censión se ha p r o d u c i d o esta pavorosa noche, en la q u e nadie
congoja los q u e ahora vivimos, y, si es posible, transmitamos a
puede trabajar. Y entonces ¿cómo los apóstoles trabajaron t a n t o
los q u e han d e venir la absoluta seguridad en estas palabras: Yo
después de su ascensión? ¿ N o era ya esta noche c u a n d o v i n o el
estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos. El día
Espíritu Santo y, llenando a todos los que juntos estaban e n
este, q u e va de sol a sol, es de pocas horas; p e r o el día de la
aqiiel lugar, les c o m u n i c ó la facultad de hablar en todas las len-
presencia de Cristo dura hasta la consumación de los siglos. D e s -
guas del m u n d o ? ¿Era esa noche cuando fue curado aquel cojo
pués de la resurrección d e los vivos y de los m u e r t o s , c u a n d o
por la voz de Pedro, o mejor, p o r la voz del Señor, q u e m o r a b a
diga a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre,
en Pedro? ¿O c u a n d o los enfermos en sus lechos eran puestos al
a recibir el reino; y a los de su izquierda: Id al fuego eterno,
paso de los discípulos para ser tocados al m e n o s p o r su som-
que está preparado para el diablo y sus ángeles; entonces comen-
bra? N o se lee del Señor q u e al pasar curase a nadie con su som-
zará la noche, en la que ya nadie p o d r á trabajar, y cada cual
bra; p e r o El había dicho a sus discípulos q u e ellos harían cosas:
recibirá el sueldo de lo q u e ha trabajado. U n o es el t i e m p o del
más maravillosas. En verdad que les dijo q u e harían cosas m a -
trabajo, y otro el de la recompensa, q u e el Señor ha de dar a
yores q u e las suyas; pero, para evitar la arrogancia de la carne y
cada u n o según sus obras. Mienrras vives, haz lo q u e tengas que
de la sangre, a ñ a d i ó : Sin mí nada podéis hacer.
hacer; vendrá luego la noche cerrada, q u e ha de envolver a los
6. Pues ¿qué? ¿ C u á n d o diremos q u e es esa noche en la que impíos. P e r o ya esta noche envuelve a los infieles desde la hora
nadie p o d r á trabajar? Esta noche es la noche de los impíos, la de su m u e r t e : n o p o d r á n trabajar en esa noche. En esa noche
noche de aquellos a quienes será dicho en el fin del m u n d o : Id ardía el rico y p e d í a una gota de agua llevada p o r el dedo del
al fuego eterno, que está preparado para el diablo y sus ángeles. p o b r e ; se dolía, se angustiaba, confesaba su error, p e r o no era
N o le da el n o m b r e de llama ni de fuego, sino de noche. N o c h e atendido. I n t e n t ó hacer el bien diciendo a A b r a h á n : Padre Abra-
hán, envía a Lázaro a mis hermanos para decirles lo que aquí
cum inveniam a quo quaero. Constat, expressum ac definitum est, diem
commemorasse Dominum hoc loco seipsum, id est lumen mundi: Quam-
diu, inquit, sum in hoc mundo, lux sum mundi. Ergo ipse operatur. eum in tenebras exteriores (Mt 22,13). Operetur ergo homo dum vivit,
Quamdiu est autem in hoc mundo? Putamus eum, fratres, fuisse hic tune, ne illa nocte praeveniatur, ubi nemo possit operari. Modo est ut operetuí
et modo non hic esse? Si ergo hoc putamus, iam ergo post ascensum fides per dilectionem: et si modo operamur, hic est dies, hic est Christus.
Domini facta est nox ista metuenda, ubi nenio possit operari: si post Audi promittentem, et ne arbitreris absentem. Ipse dixit, Ecce ego vobis-
ascensum Domini facta est nox ista, unde Apostoli tanta operati sunt? cum sum. Quamdiu? Non sit in nobis sollicimdo qui vivimus: si fieri
Numquid ista nox erat, quando Spiritus sanctus veniens, et omnes qui posset, de hac etiam voce posteros qui futuri sunt, securissimos facere-
in uno loco erant adimplens, dedit eis loqui omnium gentium linguis? mus. Ecce, inquit, ego vobiscum sum usque in consummationem saeculi
(Act 2,1-6). Numquid nox erat quando claudus ille ad verbum Petri (ibid. 28,20). Dies iste qui circuitu solis huius impletur, paucas horas
salvus effectus est, imo ad verbum Domini habitantis in Petro? (ibid. habet, dies praesentiae Christi usque in consummationem saeculi exten-
3,6-8). Numquid nox erat quando transeuntibus discipulis aegri cum ditur. Post resurrectionem vero vivorum et mortuorum, cum positis ad
lectulis ponebantur, ut vel umbra transeuntium tangerentur? (ibid. 5,15). dexteram dixerit, Venite, benedicti Patris mei, percipite regnum, positis
Dominus autem cum hic esset, neminem transiens umbra sua salvum autem ad sinistram dixerit, he in ignem aeternum, qui paraius est diabo-
fecit: sed ipse discipulis dixerat, Maiora horum jacietis (lo 14,12). Di- lo et angelis eius (ibid. 25,34.41): ibi erit nox ubi nemo potest operari,
xerat quidem Dominus, Maiora horum jacietis: sed non se extollat caro sed recipere quod operatus est. Aliud est tempus operationis, aliud re-
et sanguis; audiat dicentem, Sine me nihil potesíis faceré (ibid. 15,5). ceptionis: reddet enim Dominus unicuique secundum opera sua (ibid.
6. Quid igitur? quid dicemus de nocte ista? Quando erit, quando 16,27). Cum vivis, fac, si factures es: erit enim tune nox valida, quae
nemo poterit operari? Nox ista impiorum erit: nox ista eorum erit qui- involvat impíos. Sed et modo omnis infidelis, quando moritur, illa nocte
bus in fine dicetur, líe in ignem aeternum, qui patatús est diabolo et suscipitut: non est ut illie aliquid operetur. In illa nocte dives ardebat,
angelis eius. Sed nox dicta est, non flamma, non ignis. Audi quia et et stillam aquae de digito pauperis requirebat: dolebat, angebatur, fate-
nox est. De quodam servo dicit, lígate Mi manas et -pedes, et proiiciíe batur, nec ei subveniebatur; et conatus est benefacere. Ait enim Abrahae:
Pater Abraham, mitte Lazarum ad jratres meos, ut dicat Mis quid hic
112 Sattre el Evangelio de San Juan 44, 9 44, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 113
pasa y se libren de caer en este lugar. Infeliz, cuando vivías, era preguntaron los fariseos cómo había llegado a ver. El les dijo:
tiempo de obrar; ahora ya estás en la noche, en la que nadie Puso lodo sobre mi ojos, me lavé y veo. Decían, pues, algunos
puede trabajar. de los fariseos". N o todos, sino algunos; ya algunos comenzaban
7. "Habiendo dicho estas cosas, escupió en la tierra e hizo a ser ungidos. ¿Qué decían los que no veían y no estaban un-
lodo con la saliva y puso el lodo sobre sus ojos; y díjole: Vete gidos? No es de Dios este hombre, que no guarda el sábado.
y lávate en la piscina Siloé", que quiere decir Enviado. "Fue, Mejor lo guardaba El, que estaba sin pecado; pues estar limpio
pues, se lavó y volvió con vista." N o me detengo porque son de pecado es un sábado espiritual. Cuando Dios, hermanos, man-
cosas bien claras. da guardar el sábado, dice: No haréis ningún trabajo servil. Es-
8. "Por lo cual, los vecinos y quienes le veían antes pe- tas son las palabras de Dios mandando guardar el sábado: No
dir limosna, decían: ¿No es éste el que sentado pedía limosna? haréis ningún trabajo servil. Ya por lecturas anteriores sabéis lo
Unos decían: Este es. Otros: N o es, sino uno que se le parece". que se entiende por trabajos serviles. Escuchad ahora al Señor,
Con los ojos abiertos había cambiado de rostro. "El decía: Yo que dice que todo aquel que comete pecado es siervo del peca-
soy"; respuesta agradecida, para no ser condenado por desagra- do. Pero éstos, como dije, sin vista y sin unción, guardaban ma-
decido. "Decíanle, pues, ¿cómo se han abierto tus ojos? Respon- terialmente el sábado, y lo violaban espiritualmente. Otros de-
dió: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo y untó mis ojos, cían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales maravillas?
y me dijo: Vete a las piscina Siloé y lávate. Me fui, me lavé, y Estos son los ungidos. Y había disensión entre ellos. Aquel Día
veo." Se ha convertido en cantor de la gracia; predica y confiesa había separado la luz de las tinieblas. Dicen, pues, otra vez al
el beneficio de la vista. Aquel ciego confesaba, y el corazón de ciego: ¿Qué dices tú del que te ha abierto los ojos? ¿Qué pien-
los ignorantes se quebrantaba, porque en su corazón faltaba lo sas, qué sientes, qué juzgas de El? Buscaban un pretexto calum-
que él tenía ya en la cara. Dijéronle: ¿Dónde está el que te nioso para arrojarle de la sinagoga, con lo cual sería hallado por
abrió los ojos? Respondió él: No sé. En estas palabras revela un Cristo. Pero él con fortaleza declaró lo que sentía: Que es pro-
ánimo parecido al de quien no está ungido, al del que aún no beta, dijo. Falto aún de la unción del corazón, no confiesa al
ve. Pasemos adelante, hermanos, como si tuviera aquella unción Hijo de Dios, pero no miente; pues el mismo Señor dice de sí
en el corazón. Pregona sin saber lo que pregona. mismo: Ningún projeta es bienquisto en su patria.
9- "Llevan a los fariseos al que antes estaba ciego. Era sá- 10. "No creyeron los judíos que él hubiese sido ciego y re-
bado cuando Jesús hizo Iodo y abrió sus ojos. Nuevamente le
interrogabant eum Pharisaei quomodo vidisset. Ule autem dixit eis:
agatur, ne et ipsi veniant in huno locum tormentorum CLc 16,24-28). Lutum posuit mihi super oculos, et lavi, et video. Dicebant ergo ex
O infelix! quando vivebas, tune erat tempus operandi; modo iam in Pharisaeis quidam". Non omnes, sed quidam: iam enim inungebantur
nocte es, in qua nano possit operari. quidam. Quid ergo dicebant, nec videntes, nec inuncti? Non est hic homo
7. "Haec cum dixisset, exspuit in terram, et fecit lutum ex sputo, a Deo, qui sabbatum non custodit. Ipse potius custodiebat, qui sine pec-
et linivit lutum super oculos eius, et dixit ei: Vade, et lava in natatoria cato erat. Sabbatum enim spitituale hoc est, non habere peccatum. De-
Siloe" (quod interpretatur Missus). "Abiit ergo, et lavit, et venit videns". nique, fratres, hoc admonet Deus, quando commendat sabbatum: Omne
Haec quia manifesta sunt, transeamus. opus servile non facietis (Lev 23,8). Haec sunt verba Dei sabbatum
8. "Itaque vicini, et qui videbant eum prius quia mendicus erat, commendantis: Omne opus servile non facietis. Iam superiores lec-
dicebant: Nonne hic est qui sedebat, et mendicabat? Alii dicebant, Quia tiones interrógate, quid sit opus servile (tr.20 n.2); et Dominum audite,
hic est: alii, Nequáquam, sed similis est eius". Aperti oculi vultum muta- Omnis qui facit peccatum, servas est peccati (lo 8,34). Sed isti nec
verant. "Ule dicebat, Quia ego sum". Vox grata, ne damnaretut ingrata. videntes, ut dixi, nec inuncti, sabbatum carnaliter observabant, spiritua-
"Dicebant ergo ei: Quomodo aperti sunt oculi mi? Respondit: Ule liter violabant. Alii dicebant: Quomodo potest homo pecoator haec signa
homo qui dicitur Iesus, lutum fecit, et unxit oculos meos, et dixit mihi, faceré? Ecce sunt inuncti. Et ¡chisma erat in eis. Dies ille diviserat
Vade ad natatoriam Siloe, et lava. Et abii, et lavi, et vidi". Ecce an- inter lucem et tenebras. Dicunt ergo caeco iterum: Tu quid dicis de eo
nuntiator factus est gratiae; ecce evangelizat, confitetur videns. Caecus qui aperuit oculos tuos? Quid de illo sentís? quid existimas? quid iu-
ille confitebatur, et cor impiorum frangebatur; quia non habebant in dicas? Quaerebant quemadmodum homini calumniarentur, ut de synago-
corde, quod iam ille habebat in facie. Dixerunt ei: Ubi est ille qui tibí ga pelleretur, sed a Christo inveniretur. Sed ille constanter quod sentie-
aperuit oculos? Ait: Nescio. In his verbis animus ipsius adhuc inuncto bat expressit. Ait enim: Quia propheta est, Adhuc quidem. inunctus in
similis erat, nondum videnti. Sic ponamus, fratres, tanquam iüam inunc- corde, nondum Dei Filium confitetur, nec mentitur tamen. Ipse enim
tionem in animo habuerit. Praedicat, et nescit quem praedicat. Dominus de seipso ait: Non est propheta sine honore, nisi in patria
9. "Adducunt eum ad Pharisaeos, qui caecus fuerat. Erat autem sab- rúa (Mt 13,57).
batum quando lutum fecit Iesus, et aperuit oculos eius. Iterum ergo 10. "Non crediderunt ergo Iudaei de illo quia caecus fuisset et
44, 13 Sobre el Evangelio de San ]uan 115
114 Sobre el Evangelio de San Juan 44, 11
ciegos, respondióles: Ya os lo dije, y lo habéis oído. ¿Por qué
cibido la vista hasta que llamaron a sus p a d r e s " , esto es, a los
queréis oírlo otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros
padres del que había sido ciego y había recibido la vista. " Y
discípulos suyos? ¿Por q u é dice: Es que también vosotros, sino
les p r e g u n t a r o n : ¿Es éste vuestro hijo, de q u i e n decís q u e nació
p o r q u e y o ya lo soy? ¿Es que también vosotros? Y o ya veo, pero
ciego? ¿Cómo ve ahora? R e s p o n d i e r o n sus padres y les dijeron:
n o os envidio.
Sabemos q u e éste es hijo nuestro y q u e nació ciego; p e r o c ó m o
12. Le maldijeron y le dijeron: Tú seas discípulo suyo. Caiga
ve ahora, n o lo sabemos; ni t a m p o c o sabemos quién le abrió los
tal maldición sobre nosotros y sobre nuestros hijos. Maldición
ojos. Y añadieron: P r e g u n t a d l e a él, q u e ya tiene edad; él dé
es si examinas el corazón; n o lo es si consideras las palabras.
razón de sí". C i e r t a m e n t e es hijo nuestro, y con razón nos ve-
Nosotros, empero, somos discípulos de Moisés; sabemos que a
ríamos obligados a responder p o r u n n i ñ o que no pudiese ha-
Moisés le habló Dios, pero éste no sabemos de dónde es. ¡Ojalá
cerlo p o r sí. A n t e s hablaba y ahora ve; sabemos que es ciego
supieseis q u e D i o s habló a Moisés! Sabríais entonces que Moisés
de nacimiento, que antes hablaba y ahora le vemos con vista.
le ha anunciado como D i o s . Tenéis al Señor, q u e os dice: Si
Preguntadle a él para saber lo q u e queréis saber y dejadnos a
creyerais a Moisés, me creeríais también a mí, pues acerca de
nosotros en paz. Esto dijeron sus padres por temor de los judíos,
mí escribió él. ¿Es posible que sigáis al siervo y volváis la es-
porque ya éstos habían determinado echar fuera de la sinagoga
palda al Señor? P e r o tampoco seguís al siervo, pues él os con-
a cualquiera que confesase que El era el Cristo. Y a n o era u n a
duciría al Señor.
desgracia ser expulsado de la sinagoga. Ellos expulsaban, y Cristo
recibía. Por eso sus padres dijeron: Edad tiene, preguntadle a él. 13. Respondió aquel hombre y les dijo: En esto está la ma-
11. Llamaron, pues, al hombre que había sido ciego, y di- ravilla, que vosotros no sabéis de dónde es, y él ha abierto mis
jéronle: Da gloria a Dios. ¿Qué p r e t e n d e n con decir: Da gloria ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que
a Dios? Q u e niegue el beneficio recibido. Esto n o es ciertamen- oye a quien le honra y hace su voluntad. A ú n habla como n o
te dar gloria a D i o s , sino m á s bien blasfemar contra Dios. Da ungido, pues t a m b i é n Dios oye a los pecadores. P o r q u e , si n o
gloria a Dios. Nosotros sabemos que éste es un hombre pecador. los oyera, en vano aquel p u b l i c a n o con los ojos puestos en tierra
Mas él les respondió: Si es pecador, no lo sé; sólo sé que yo y dándose golpes d e p e c h o hubiera dicho: Señor, mira propicio
antes era ciego y ahora veo. Replicáronle: ¿Qué te hizo? ¿Cómo a este pecador. Y con esta confesión mereció la justificación, como
te abrió los ojos? Y él, ya i n d i g n a d o contra la dureza de los ju- este ciego la vista. Desde que hay tiempo no se ha oído jamás
díos y libertado de la ceguera, n o p u d i e n d o soportar a aquellos que alguno haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si

vidisset, doñee vocarent parentes eius qui viderat": id est, qui caecus co videns, non ferens caecos, respondit eis: Dixi iam vobis, el audistis;
fuerat, et viderat. "Et interrogaverunt eos, dicentes: Hic est filius vester, quid iterum vultis audire? Numquid et vos vultis discipuli eius fieri?
quem vos dicitis quia caecus natus est? quomodo ergo nunc videt? Re- Quid est, Numquid et vos, nisi, quia ego iam sum? Numquid et vos
sponderunt eis parentes eius, et dixerunt: Scimus quia hic est filius noster, vultis? Iam video, sed non invideo.
et quia caecus natus est: quomodo autem nunc videat nescimus; aut quis 12. Maledixerunt ei, et dixerunt: Tu discipulus eius sis. Tale male-
eius aperuit oculos, nos nescimus. Et dixerunt: Ipsum interrógate, aeta- dictum super nos, et super filios nostros. Maledictum enim est, si cor
tem habet, ipse de se loquatur". Filius quidem noster est, sed iuste co- discutias, non si verba perpendas. Nos autem Moysi discipuli sumas:
geremur loqui pro infante, quia ipse pro se loqui non posset: olim nos scimus quia Moysi locutus est Deus, istum autem nescimus unde
loquitur, modo videt; caecum a nativitate novimus, loquentem olim sit. Utinam sciretis quia Moysi locutus es Deus; sciretis quia per Moy-
scimus, videntem modo videmus: ipsum interrógate, ut instruamini; sen praedicatus est Deus. Habetis enim Dominum dicentem, Si crederetis
quid nobis calumniamini? Haec dixerunt parentes eius, quia timebant Moysi, crederetis et mihi; de me enim ille scripsit (lo 5,46). Itane se-
lúdeteos. Iam enim conspiraverant ludaei, ut si quis eum confiteretur quimini servum, et dorsum ponitis contra Dominum? Sed nec servum
Christum, extra synagogam fieret. Iam non erat malum fieri synagogam. sequimini; nam per illum ad Dominum duceremini.
lili expellebant, sed Christus excipiebat. Propterea parentes eius dixerunt, 13. Respondit ille homo, et dixit eis: In hoc mirabile est, quia. vos
Quia aetatem habet, ipsum interrógate. nescitis unde sit, et aperuit oculos meos. Scimus autem quia peccaiores
11. Vocaverunt ergo rursum hominem qui fuerat caecus, et dixerunt Deus non audit; sed si quis Dei cultor est, et volunlatem eius jacit,
ei: Da gloriam Deo. Quid est, Da gloriam Deo? Nega quod accepisti. hunc exaudit. Adhuc inunctus loquitur. Nam et peccatoies exaudit Deus.
Hoc plañe non est gloriam Deo date, sed Deum potius blasphemare. Si enim peccatores Deus non exaudiiet, frustra ille Publicanus oculos
Da, inquiunt, gloriam Deo. Nos scimus quia hic homo peccator est. in terram demittens et pectus suum percutiens diceret, Domine: propiiius
Dixit ergo Ule: Si peccator est, nescio; unum scio, quia caecus cum essem, esto mihi peccatori. Et ista confessio meruit iustificaáonem, quomodo
modo video. Dixerunt ergo Mi: Quid fecit tibi? quomodo aperuit tibi iste caecus illuminationem. A saeculo non est auditum quia aperuit quis
oculos? Et ille iam stomachans adversus duritiam Iudaeorum, et ex cae- oculos caeci nati. Nisi esset hic a Deo, no-a poterat faceré ^Mdquarn-.
•Qg Sobre el Evangelio de San Juan 44, 16
44, 17 Sobre el Evangelio de San Juan 117
éste no fuese de Dios, no podría hacer nada. Con libertad, con
valentía y con verdad. Pues todas las cosas que hizo el Señor, vean quienes no ven, y quienes ven, queden ciegos. ¿Qué dices,
¿por quién habían de ser hechas sino por Dios? O ¿cuándo los Señot? Profunda cuestión propones a quienes ya estamos cansa-
discípulos las hicieran si no habitara Dios en ellos? dos, pero sostén nuestras fuerzas para que podamos comprender
14. Respondiéronle diciendo: Has nacido todo envuelto en tus palabras: Viniste para que quienes no ven, vean. Esto está
pecados. ¿Todo? Hasta con los ojos cerrados. Pero quien abrió claro, porque tú libras de las tinieblas. Todos lo creen y así lo
los ojos, salva también totalmente; quien dio la luz a su rostro, entienden. Pero ¿qué quieres decir con las palabras siguientes:
le dará estar a su derecha en la resurrección. Has nacido todo Y quienes ven, queden ciegos? Quienes veían, ¿se volverán cie-
envuelto en pecados, y ¿nos das lecciones? Y le arrojaron fuera. gos con tu venida? Escucha las palabras siguientes y quizá lle-
Ellos mismos le hicieron su maestro; para aprender le pregun- gues a comprender.
taron tantas veces, e ingratos a sus enseñanzas, le arrojaron fuera. 17. Estas palabras enfurecieron a algunos de los fariseos,
15. Pero, según os dije antes, hermanos, a quien ellos re- que replicaron: ¿Somos ciegos nosotros acaso? Esta era la cues-
chazan, el Señor lo recibe. Precisamente por haber sido expul- tión propuesta en las palabras Y quienes ven, queden ciegos.
sado, se hizo más cristiano. Oyó Jesús que le habían arrojado Díjoles Jesús: Si fueseis ciegos, no habría pecado en vosotros.
fuera, y, habiéndose encontrado con él, le dijo: ¿Crees tú en el Siendo la ceguera misma un pecado, si fueseis ciegos, esto es,
Hijo de Dios? Ahora le lava la cara del corazón. Respondió él si conocieseis vuestra ceguera y os tuvieseis por ciegos y acudie-
(como no ungido aún) y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea seis al médico; si fueseis tales ciegos, no habría pecado en vos-
otros, porque yo vine a quitar el pecado; pero vosotros ahora
en él? Y díjole Jesús: Le viste ya, y es el mismo que habla
decís que veis, y por eso vuestro pecado permanece. ¿Por qué?
contigo. Jesús es el Enviado, y éste es el que lava el rostro en
Porque diciendo: Vemos, no acudís al médico, y así quedáis con
Siloé, que quiere decir Enviado. Lavada, finalmente, la faz del
vuestra ceguera. Esto es lo que poco antes no habíamos enten-
corazón y purificada la conciencia, reconociéndole, no sólo por
dido cuando dijo: Yo he venido para que les que no ven, vean;
el hijo del hombre, sino también por Hijo de Dios, vestido de
es decir, para que quienes conocen su ceguera, acudan al médico
carne, dice: Creo, Señor. Y, no contento con decir: Creo, mani-
y puedan ver; y los que ven, se vuelvan ciegos, esto es, los que
fiesta su fe: Y postrándose le adoró.
creen tener vista, no acudan al médico y de este modo perma-
16. Y díjole Jesús. Ahora ya es el día, que separa la luz de nezcan en su ceguera. A este discernimiento llamó juicio, cuando
las tinieblas. Yo vine a este mundo a hacer un juicio, para que dijo: Yo vine a este mundo para un juicio, con el cual pone
Libere, constanter, veraciter. Haec enim quae facta sunt a Domino, a
quo fierent nisi a Deo? Aut quando a discipulis talia fierent, nisi in eis videant; et qui vident, caeci fiant. Quid est hoc, Domine? Magnam
Dominus habitaret? quaestionem fessis intulisti: sed erige vires nostras, ut possimus intel-
14. Responderunt, et dixerunt ei: In peccatis natus es totus. Totus ligere quod dixisti. Venisti ut qui non vident, videant: recte, quia lumen
quid est? Cum oculís clausis. Sed qui aperuit oculos, salvat et totum: es; recte, quia dies es; recte, quia de tenebris liberas: hoc omnis anima
ipse dabit ad dexteram resurrectionem, qui in facie dedit illuminationem. accipit, omnis intelligit. Quid" est hoc quod sequitur, Et qui vident,
In peccatis totus natus es, et tu doces nos? Et eiecerunt eum foros. Ipsi caeci jiant? Ergone quia venisti, caeci fient qui videbant? Audi quid
illum magistrum fecerunt, ipsi ut discerent toties interrogaverunt, et in- sequitur, et fortassis intelliges.
grati docentem proiecerunt. 17- Commoti sunt ergo verbis istis quídam ex Pharisaeis, et dixe-
15. Sed quod dixi iam dudum, fratres, illi pellunt, excipit Domi- runt ei: Numquid et nos caeci sumas? Audi iam quid est quod movebat,
nus: magis enim quia expulsus est, christianus factus est. Audivit lesus Et qui vident, caeci jiant. Dixit eis lesus: Si caeci essetis, non haberetis
quia eiecerunt eum joras, et cum invenisset eum dixit ei: Tu credis in peccatum. Cum sit caecitas ipsa peccatum. 5» caeci essetis, id est, si vos
Filium Dei? Modo lavat faciem cordis. Respondit Ule, et ait, quasi ad- caecos adverteretis, si vos caecos diceretis, et ad medicum cuneretis; si
huc inunctus, Quis est, Domine, ut credam in eum? Et dixit ei lesus: ergo ita caeci essetis, non haberetis peccatum: quia veni ego aufetre
Et vidisti eum, et qui loquitur tecum, ipse est. Missus est ille, iste la- peccatum. Nunc vero dicitis, Quia vide-mus: peccatum veslrum wnanet.
te lavans faciem in Siloe, quod interpretatur Missus. Denique iam facie Quare? Quia dicendo, Videmus, medicum non quaeritis, ín caecitate
Iota cordis et mundata conscientia, agnoscens eum non filium hominis vestra remanetis. Hoc est ergo quod paulo ante non intellexeramus quod
tantum, quod ante credidetat, sed iam Filium Dei qui carnem suscepe- ait, Ego veni ut qui non vident videant: quid est, -Mi qui non vident,
rat, ait: Credo, Domine. Parum est, Credo; vis videre qualem ctedat? videant? Qui se non videre confitentur, et medicum quaerunt, ut vi-
Procidens adoravit eum. deant. Et qui vident, caeci fiant: quid est, qui vident, caeci fiant? Qv.\
se putant videre, et medicum non quaerunt, in sua caecitate permaneant.
16. Et dixit ei lesus. Modo dies ille est, inter lucem et tenebras Ergo istam discretionem vocavit iudicium, cum ait, In iudicium veni in
discernens. In iudicium ego in hunc mundum veni, ut qui non vident, aune mundum, quo discerní causara «edentium et confitentium a supet-
118 Sobre el Evangelio de San Juan 45, 1
45, 2 Sobre el Evangelio de San }uan 119
separación entre la causa de los q u e creen y confiesan su fe, y
nece. Después de estas palabras añadió las que h e m o s escuchado
la de los soberbios, que se creen con vista y p o r ello son ciegos
hoy cuando eran leídas.
m á s peligrosos; c o m o si le dijese el pecador que reconoce su cul-
2. En verdad, en verdad os digo que quien no entra por
pa y acude al m é d i c o : Júzgame, Señor, y separa mi causa de la
la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otro lado,
gente impía, de la de aquellos q u e dicen q u e ven, y p e r m a n e c e n
es ladrón y salteador. D i j e r o n ellos q u e n o eran ciegos, y hu-
en su pecado. N o ha juzgado ya al m u n d o con aquel juicio con
biesen p o d i d o ver, si fuesen ovejas de Cristo. ¿Por q u é se apro-
el cual juzgará en el fin de los tiempos a los vivos y a los p i a b a n la luz, q u e h a b í a n robado, y se valían de ella para o p o -
m u e r t o s . A l u d i e n d o a este juicio, dijo que El n o juzgaba a na- nerse al D í a ? Por su vana soberbia e incurable jactancia añadió
die, p o r q u e p r i m e r o vino a salvar al m u n d o antes que a juzgarle. el Señor Jesús estas palabras, q u e son para nosotros, si las consi-
deramos, u n aviso saludable. H a y m u c h o s que, p o r la vida ordi-
naria q u e llevan, son tenidos p o r buenos, tanto h o m b r e s como
TRATADO 45 mujeres; por inocentes y observantes de los preceptos de la Ley;
que g u a r d a n el h o n o r d e b i d o a sus padres, que n o cometen des-
DESDE ESTAS PALABRAS: "EN VERDAD, EN VERDAD OS DIGO QUE QUIEN
NO ENTRA FOR LA PUERTA EN EL REDIL DE LAS OVEJAS, SINO QUE SUBE honestidades, ni homicidios, ni h u r t o s , ni levantan falsos testi-
POR OTRO LADO, ES UN LADRÓN Y SALTEADOR", HASTA ÉSTAS: " Y O H E m o n i o s contra nadie, y, que, observando todo c u a n t o m a n d a la
VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y LA TENGAN MÁS ABUNDANTE" Ley, n o son cristianos, y frecuentemente, c o m o éstos, se jactan
de n o ser ciegos. P e r o , c o m o realizan todas estas cosas sin co-
1. Esta alocución del Señor a los judíos fue motivada p o r
nocer su finalidad, las hacen sin p r o v e c h o ; p o r eso en la lectura
aquel ciego al cual le dio la vista; por lo tanto, vuestra caridad
d e hoy p r o p o n e el Señor la parábola de su r e b a ñ o y de la puer-
debe saber y n o t a r q u e está í n t i m a m e n t e ligada a la lectura d e
ta, p o r d o n d e se ha d e entrar en el redil. D i g a n , p u e s , los pa-
hoy. H a b i e n d o dicho el Señor: Yo he venido a este mundo para
ganos: H e m o s vivido bien. Si n o entran p o r la p u e r t a , ¿de q u é
hacer un juicio, a fin de que vean quienes no ven, y quienes
les sirve ese bien vivir de q u e se jactan? El p r o v e c h o q u e cada
ven, queden ciegos, lo cual expuse según mis alcances c u a n d o cual debe sacar de vivir b i e n es conseguir vivir siempre; p o r q u e
fue leído; algunos de los fariseos replicaron: ¿Acaso somos cie- q u i e n n o consigue vivir para siempre, ¿de q u é le aprovecha vivir
gos nosotros? A éstos contestó el Señor: Si fueseis ciegos, no ten- bien? Pues en realidad n o p u e d e decirse q u e viven b i e n quienes
dríais pecado; mas porque decís que veis, vuestro pecado perma- por su ceguera desconocen o por su soberbia desprecian la fina-

bis, se videre putantibus, et ideo gravíus excaecatis; tanquam díxerit ei


autem dicitis, Quia videmus: peccatum vestrum manet (lo 9,39-41). His
peccator confitens et medicum quaerens, Indica me, Deus, et discerne
verbis subiunxit ea quae hodie cum recitarentur, audivimus.
causara meam de gente non sancta (Ps 42,1): illorum scilicet qui dicunt,
2. Amen, amen dico vobis, qui non intrat per ostium in ovile
Videmus, et eorum peccatum manet. Non autem íllud íudícium iam
ovium sed ascendit aliunde, Ule fur est et latro. Dixerunt enim se caecos
intulit mundo, quo de vivis et mortuis in fine saeculi iudicabit. Se-
non esse: videre autem tune possent, si oves Christi essent. Unde sibi
cundum hoc enim dixerat, Ego non indico queniquam (lo 8,15): quo-
usurpabant lumen qui furebant contra diem? Propter illorum ergo vanam
niam prius venit, non ut iudicet mundum, sed ut salvetur mundits per
et superbam et insanabilem arrogantiam Dominus lesus ista contexuit:
ipsum (ibid. 3,17).
in quibus salubriter nos, si advertamus, admonuit. Multi enim sunt
qui secundum quamdam vitae huius consuetudinem dicuntut boni no-
TRACTATUS 45 mines, boni viri, bonae feminae, innocentes, et quasi observantes ea
AB EO QUOD S C R I P T U M EST, AMEN, AMEN DICO VOBIS ; QUI NON INTRAT PER OSTIUM
quae in lege praecepta sunt; deferentes honorem ""arentibus suis, non
IN OVILE OVIUM, SED ASCENDIT ALIUNDE, ILLE FUR EST ET LATRO; USQUE AD II>.
moechantes, non homicidium perpetrantes, non furtum facientes, non
EGO VENI U T VITAM HABEANT, ET ABUNDANTIUS HABEANT falsum testimonium adversus quemquam peihibentes, et caetera quae lege
mandata sunt velut observantes, christiani non sunt: et plerumque se
1. De illuminato illo qui natus est caecus, sermo ad Iudaeos Do- iactant quomodo isti, Numquid et nos caeci sumits? Quia vero ista
rnini exortus est. Huic ¡taque lectioni hodiernam esse contextam, scire omnia quae faciunt, et nesciunt ad quem finem referant, inaniter fa-
debuit et commoneri Chamas vestía. Cum enim Dominus dixisset, In ciunt, Dominus de grege suo, et de ostio quo intratur ad ovile, simili-
iudicium ego veni in hunc mundum, ut qui non vident, videant; et qui tud inem proposuit in hodierna lectione. Dicant etgo Pagani: Bene viví-
vident, caeci fiant; quod eo tempore, quando lectura est, ut potuimus mus. Si per ostium non intrant, quid prodest eis unde gLoriantur? Ad
exposuimus: quidam ex Pharisaeis dixerunt, Numquid et tíos caeci su- hoc enim debet unicuique prodesse bene vivere, ut detuí illi semper
musP Quibus respondit: Si caeci essetis, non haberetis peccatum; nunc vivere: nam cui non datur semper vivere, quid prodest bene vivere?
Quia nec bene vivere dicendi sunt, qui finem bene vivendi vel caeci-
45, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 121
120 Sobre el Evangelio de San ]uan 45, 5
Hijo, no es Padre. N o entra p o r la p u e r t a q u i e n al H i j o llama
lidad del bien vivir. N a d i e p u e d e abrigar la esperanza verdadera
Padre. A r r i o dice q u e una cosa es el Padre, y otra cosa el Hijo.
y cierta de vivir e t e r n a m e n t e si n o conoce a la Vida, q u e es
Estaría en lo cierto si dijese q u e es otro, p e r o n o otra cosa. D i -
Cristo, y p o r la puerta entra en el redil.
ciendo que es otra cosa, va en contra de aquel q u e dice: Yo
3. Con frecuencia se ve a tales personas inculcar a otras q u e
y el Padre somos una- sola cosa. T a m p o c o entra por la p u e r t a ;
vivan bien, sin hacerse cristianos. Estas intentan subir por otro
predica a Cristo cual él se lo figura, n o cual lo declara la verdad.
lado, robar y matar, y no, c o m o el b u e n Pastor, guardarlas y sal-
Pronuncias el n o m b r e , p e r o n o dices lo que es. Cristo es n o m b r e
varlas. Existieron ciertos filósofos que con sutileza disertaron
de alguna cosa: reconoce esa cosa si quieres q u e el n o m b r e te sea
acerca de las virtudes y de los vicios, dividiendo, definiendo, sa-
de provecho. Otro, n o sé de d ó n d e , c o m o Fotino, dice que Cris-
cando conclusiones de ingeniosísimos raciocinios, llenando libros,
to es h o m b r e , n o es Dios. T a m p o c o él entra por la puerta, por-
p r e g o n a n d o a grandes voces su sabiduría y llegando a la osadía
que Cristo es h o m b r e y es Dios. P e r o ¿qué necesidad hay de
de decir a los h o m b r e s : Seguidnos, afiliaos a nuestra secta si q u e -
tratar y e n u m e r a r m á s impías jactancias de herejías? Básteos sa-
réis vivir felices. P e r o n o e n t r a b a n p o r la p u e r t a ; sólo p r e t e n -
ber q u e el redil de Cristo es la Iglesia católica. Q u i e n quiera
dían destruir, sacrificar y matar.
entrar en el redil, e n t r e p o r la puerta, confiese al verdadero Cris-
4. ¿Qué os d i r é d e estos tales? T a m b i é n los fariseos leían, y to. Y n o sólo confiese al verdadero Cristo, sino q u e busque la
en sus lecturas n o m b r a b a n a Cristo, esperaban q u e había de ve- gloria de Cristo y n o la suya p r o p i a ; p o r q u e m u c h o s , buscando
nir, y n o le conocían teniéndole presente; t a m b i é n ellos se jac- su gloria, dispersaron las ovejas de Cristo en lugar de reunirías.
taban de ser videntes o sabios, y n e g a b a n a Cristo y n o entraban Cristo nuestro Señor es p u e r t a baja; q u i e n quiera entrar p o r esta
p o r la puerta. Y si hacían algunos adeptos, n o era ciertamente puerta, ha de agacharse para entrar con la cabeza sana. Quien,
para salvarlos, sino para sacrificarlos y matarlos. D e j a n d o a todos en vez de humillarse, se enorgullece, quiere entrar por el m u r o ,
éstos, vamos a ver si quienes se glorían del n o m b r e de cristianos y quien sube p o r el m u r o , sube para caer.
entran ellos mismos por la puerta. 6. E n c u b i e r t a m e n t e habla aún N u e s t r o Señor Jesucristo; to-
5. Son innumerables los q u e se jactan n o sólo de ser viden- davía n o se entiende. N o m b r a la puerta, n o m b r a el redil, n o m -
tes, sino que p r e t e n d e n haber sido iluminados p o r Cristo: éstos bra las ovejas, recomienda todas las cosas, p e r o a ú n n o las de-
son los herejes. ¿ H a b r á n entrado por la puerta? D e n i n g ú n m o d o . clara. Sigamos leyendo, p o r q u e ha de llegar a decir palabras que
D i c e Sabelio: El H i j o es el m i s m o q u e el P a d r e ; pero, si es nos expliquen algo de lo q u e ha dicho, con cuya explicación qui-
tate nesciunt, vel inflatione contemnunt. Non est autem euiquam spes dicit Patrem. Arius dicit: Aliud est Pater, aliud est Filium. Recte dice-
vera et certa semper vivendi, nisi agnoscat vitam, quod est Christus; et ret, si diceret Alius; non, aliud. Quando enim dicit, Aliud, ei contra-
per ianuam intret in ovile. dicit a quo audit, Ego et Pater unum sumus (lo 10.30). Nec ipse ergo
3- Quaerunt ergo plerumque tales homines etiam persuádete ho- per ostium intrat: praedicat enim Christum qualem sibi fingit, non
minibus ut bene vivant, et christiani non sint. Per aliam partem volunt qualem vetitas dicit. Nomen habes, rem non habes. Alicuius reí nomen
ascenderé, rapere et occidere; non ut pastor, conservare atque salvare. est Christus: teñe ipsam tem, si vis prodesse tibí nomen. Alius nescio
Fuerunt ergo quídam philosophi, de virtutibus et vitiis subtilia multa unde, sicut Photinus: Christus homo est, inquit; Deus non est. Nec
tractantes, dividentes, definientes, ratiocinationes acutissimas concluden- ipse intrat per ostium, quia Christus et homo et Deus est. Et quid opus
tes, libros implentes, suam sapientiam bucéis crepantibus ventilantes; est multa percurrere, et multa vana haeresum enumerare? Hoc tenete,
qui etiam dicere auderent hominibus, Nos sequimini, sectam nostram ovile Christi esse catholicam Ecclesiam. Quicumque vult intrare ad ovile,
tenete, si vultis beate vivere. Sed non intrarant per ostium: perderé per ostium intret, Christum verum praedket. Non solum Christum ve-
volebant, mactare et occidere. rum praedicet, sed Christi gloriam quaerat, non suam: nam multi quae-
4. Quid de istis dicam? Ecce ipsi Pharisaei legebant, et in eo quod rendo gloriam suam, oves Christi sparsetunt potius quam congregave-
legebant, Christum sonabant, venturum sperabant, et praesentem non runt. Humilis est enim ¡anua Christus Dominus: qui intrat per hanc
agnoscebant: iactabant se etiam ipsi ínter videntes, hoc est inter sa- ianuam, oportet humiliet se, ut sano capite possit intrare. Qui autem se
pientes, et negabant Christum, et non intrabant per ostium. Ergo et ipsi, non humiliat, sed extollit, per maceriam vult ascenderé: qui autem per
si quos forte seducerent, m'actandos et occidendos, non liberandos sedu- maceriam ascendit, ideo exaltatur ut cadat.
cerent. Et hos dimittamus: videamus illos si forte ipsi intrant per os- 6. Tecte tamen adhuc loquitur Dominus Iesus, nondum intelligitur:
tium, qui ipsius Christi nomine gloriantur. nominat ostium, nominat ovile, nominat oves: commendat haec omnia,
5. Innumerabiles enim sunt, qui se videntes non solum iactant, sed sed nondum exponit. Legamus ergo, caiia venturus est ad ea vetba in
a Christo illuminatos videri volunt: sunt autem haeretici. Forte ipsi quibus nobis aliqua quae dixit dignetut exponere: ex quorum exposi-
per ianuam intraverunt? Absit. Sabellius dicit, Qui Filius est, ipse est tione dabit nobis fortasse etiam illa quae non exposuit, ¡ntelügete. Pascit
Pater: sed si Filius, non est Pater. Non intrat per ostium, qui Filium
122 Sobre el Evangelio de San Juan 45, 7 Sobre el Evangelio de San Juan
45, 8 123
zá nos dé a e n t e n d e r lo q u e él n o haya explicado. C o n las pa- ellos, n e g a n d o a Cristo, n o q u e r í a n entrar para salvarse, sino q u e -
labras claras nos apacienta, con las oscuras nos ejercita. Quien darse fuera para perderse. Q u e nosotros oigamos estas palabras
no entra por la -puerta en el redil, sino que sube por otro lado. con devoción; que, antes de entenderlas, creamos q u e son verda-
¡Ay de ese miserable, p o r q u e ha de caer! Si es h u m i l d e , e n t r e deras y divinas, nos coloca a g r a n d e distancia de ellos. C u a n d o
p o r la puerta, pise e n el llano y n o tropezará. Aquél, dice, es dos, u n o piadoso y otro i m p í o , oyen las palabras del Evangelio,
ladrón y salteador. Q u i e r e hacer suyas a las ovejas ajenas, y quie- sin haber llegado n i n g u n o de ellos a entenderlas, el u n o dice: N o
re hacerlas suyas p o r el robo, n o p a r a salvarlas, sino para m a - ha dicho nada; y el otro: V e r d a d e r o y b u e n o es lo q u e dijo,
tarlas. Es ladrón, p o r q u e llama suyo a lo q u e no lo es, y es sal- p e r o nosotros n o lo e n t e n d e m o s ; éste, p o r q u e cree, llama y m e -
teador, p o r q u e m a t a las q u e ha robado. Quien entra- por la puer- rece que le abran, si continúa llamando; aquel otro todavía oirá
ta es el pastor de las ovejas; a éste le abre el portero. D e este el aviso: Si no creyereis, no llegaréis a entender. Os digo esto
p o r t e r o trataremos c u a n d o hayamos oído decir al Señor cuál es p o r q u e , aun cuando yo e x p o n g o estas cosas oscuras lo mejor q u e
la p u e r t a y q u i é n es el pastor. Y las ovejas oyen su voz, y él p u e d o , bien sea p o r q u e son m u y profundas, bien p o r q u e yo n o
llama por su nombre a las ovejas propias, pues tiene sus n o m - llegue a penetrar su sentido; ya p o r q u e n o acierre a exponerlas
bres escritos en el libro de la vida. Llama por su nombre a las c o m o yo las entiendo, ya p o r q u e sea él tan tardo q u e n o pueda
ovejas propias; por eso dice el A p ó s t o l : Conoce el Señor quiénes seguir mis explicaciones, n o se desespere; p e r m a n e z c a firme en
son los suyos. Y las saca; y cuando ha sacado a sus propias ove- la fe, siga p o r el c a m i n o , r e c o r d a n d o el aviso del A p ó s t o l : Si
jas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen vosotros veis las cosas de otra manera, también esto os lo mani-
su voz. Pero a un extraño no le siguen, antes huyen de él, por- festará Dios; entre tanto, sigamos el camino que llevamos.
que no conocen la voz de los extraños. Veladas son estas pala-
8. P r e p a r é m o n o s a escuchar la explicación de A q u e l cuya
bras, llenas de cuestiones, preñadas de misterios. Sigámosle y es-
exposición h e m o s oído. Dijoles de nuevo Jesús: En verdad, en
cuchemos al Maestro, q u e algo revela de estas oscuridades, y
verdad os digo que yo soy la puerta de las ovejas. A q u í declara
quizás nos haga entrar por la p u e r t a de aquello q u e nos revela.
cuál es la puerta que antes había puesto c o m o velada. La puer-
7. Esta parábola les puso Jesús, pero ellos no entendieron
ta es El m i s m o . Pues la hemos descubierto, entremos, o g ó c e m e -
lo que les decía. Quizá t a m p o c o nosotros lo entendemos. ¿Qué
nos de haber entrado. Todos los que han venido son ladrones y
diferencia hay entre ellos y nosotros antes de e n t e n d e r nosotros
salteadores. ¿Qué entiendes, Señor, por Todos los que han ve-
estas palabras? Q u e nosotros llamamos para que se nos abra, y
nido? ¿ N o has venido tú también? C o m p r é n d e l o . D i j e : Todos

enim manifestis, exercet obscuris. Qui non intrat per ostium in ovile remanere perdendi. Quod ergo nos audimus haec pie, quod antequam
ovium, sed ascendit aliunde. Vae misero, quia casurus est! Sit ergo hu- illa intelligamus, credimus vera esse atque divina, magna ab istis diver-
milis, per ostium intret: plano pede veniat, et non offendet. Ule, inquit, sitate distamus. Cum enim dúo audiunt verba Evangelii, unus impius,
¡ur est et latro. Oves suas vult dicere oves alienas: ad hoc suas, id est, alter pius, et alia sunt ut forte ambo non intelligant, unus dicit, Nihil
furto ablatas, non ut salvet, sed ut occidat. Ergo fur est, quia quod alie- dixit; alius dicit, Verum dixit, et bonum est quod dixit, sed nos non
num est, suum dicit: latro, quia et quod est furatus, occidit. Qui autem intelligimus: iste quia credit iam pulsat, et dignus est cui aperiatur, si
intrat per ostium, pastor est ovium: buic ostiarius aperit. De ostiario pulsare persistat; ille vero adhuc audit, Nisi credideritis, non intelligetis
isto tune quaeramus, quando ab ipso Domino audierimus quod sit ostium, (Is 7,9 sec. LXX). Quare ista commendo? Quia etiam cum verba haec
et qui sit pastor. Et oves vocem eius audiunt, et proprias oves vocat obscura, sicut possum, exposuero, aut quia valde sunt abdita, vel ego
nominatim. Habet enim nomina earum scripta in libro vitae. Proprias eorum non apprehendero intelligentiam, vel explicandi quod inteiligo
oves vocat nominatim. Hinc dicit Apostolus: Novit Dominus qui sunt non habuero facultatem, vel tam fuerit quisque tardus, ut etiam expo-
eius (2 Tim 2,19). Et educit eas. Et cum proprias oves emiserit, ante nentem non sequatur; non de se desperet: maneat in iide, ambulet
eas vadit: et oves illum sequuntur, quia sciunt vocem eius. Alienum in via, audiat Apostolum dicentem, Et si quid aliter sapitis, hoc queque
autem non sequuntur, sed fugiunt ab eo; quia non noverunt vocem vobis Deus revelabit: verumtamen in quod pervenimus, in eo am-bn-
alienorum. Tecta sunt haec, plena quaestionibus, grávida sacramentis. lemus (Phil 3,15).
Sequamur ergo et audiamus magistrum ex his obscuris aliquid aperien- 8. Incipiamus ergo audire exponentem, quem audivimus proponen-
tem; et per id quod aperit, nos forte intrare facientem. tem. Dixit ergo iterum eis lesus: Amen, amen Meo vobis, quia ego sum
7. Hoc proverbium dixit Mis Iesus; Mi autem non cognoverunt ostium ovium. Ecce ipsum ostium quod clausum posueíat, apérale. Ipse
quid loqueretur eis. Forte nec nos. Quid ergo interest Ínter illos et nos, est ostium. Agnovimus, intremus, aut nos intrasse gaudearrms. O-mnes
antequam ista verba agnoscamus et nos? Quia nos pulsamus ut aperiatur quotquot venerunt, futes sunt et latrones. Quid est hoc, Domine, Oíanes
nobis; illi autem Christum negando nolebant intrare servandi, sed foris quotquot venerunt? Quid enim? tu non venistí? Sed intellige: O-mnes
124 Sobre el Evangelio de San Juan 45, 9 45, 9 Sobre el Evangelio de San ]uan 125
los que han venido, extraños a m í . Recordemos u n poco. A n t e s res, creemos que ya se ha realizado. En esta c o m u n i d a d de fe es-
d e su venida vinieron los profetas. ¿Eran ellos ladrones y saltea- t á n con nosotros aquellos Padres q u e creyeron q u e había de na-
dores? N i pensarlo. N o eran extraños a El, pues v e n í a n con El. cer de u n a virgen, q u e había de padecer, resucitar y subir al
P o r q u e El había d e venir, enviaba por delante pregoneros; p e r o cielo. A ellos se refiere el Apóstol c u a n d o dice: Teniendo el mis-
El moraba en el corazón de aquellos q u e enviaba. ¿Queréis saber mo espíritu de fe, según está escrito: Creí, por eso he hablado,
q u e vinieron con El, q u e es siempre? T o m ó carne en el t i e m p o , y también nosotros creemos, y por eso hablamos. El profeta ha-
bía d i c h o : Creí, por eso he hablado; y el Apóstol dice: También
pero El es siempre. En el principio era el Verbo. C o n El, p u e s ,
nosotros creemos, por eso hablamos. Y p a r a q u e sepas q u e la fe
vinieron quienes vinieron con el Verbo de Dios. Yo soy, dice,
es la misma, óyele decir: Teniendo el mismo espíritu de je, tam-
el camino, la verdad y la vida. Si El es la verdad, con El vinieron
bién nosotros creemos. Y en otro lugar: No quiero, hermanos,
quienes predicaron la verdad. Luego todos los extraños a El que ignoréis que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, y
son ladrones y salteadores, esto es, vienen para robar y matar. que todos pasaron el mar, y que todos en Moisés fueron bautiza-
9. Pero las ovejas no los han escuchado. Más grave es esta dos en la nube y en el mar, y que todos comieron el mismo
cuestión: Las ovejas no los han escuchado. A n t e s de la venida manjar espiritual, y que todos bebieron la misma bebida espiri-
de N u e s t r o Señor Jesucristo, que se humilló hasta vestir la car- tual. El m a r R o j o significa el bautismo. Moisés, guiándolos p o r el
ne, h u b o justos que creyeron en El, q u e había de venir, como m a r Rojo, representa a Cristo; el p u e b l o q u e pasa, a los fieles;
nosotros creemos en El después de haber venido. C a m b i a r o n los la m u e r t e d e los egipcios indica la abolición de los pecados. La
tiempos, p e r o n o la fe. T a m b i é n cambian las palabras cuando se misma fe en signos diversos; y lo m i s m o q u e de los signos p u e d e
declinan. N o es el m i s m o el sonido de ha de venir que el de decirse de las palabras, q u e c a m b i a n de sonido según el t i e m p o
vino; ha variado el sonido, p e r o la misma fe une a ambos, tanto gramatical, y n o son otra cosa que signos. Por el significado son
a quienes creían q u e había de venir como a quienes creyeron palabras; sin él n o son m á s que ruidos sin valor. T o d o fue re-
ducido a signos. ¿Por v e n t u r a n o creían las m i s m a s cosas quie-
q u e ha venido. C i e r t a m e n t e q u e en distintos tiempos, p e r o sabe-
nes suministraban estos signos, p o r m e d i o de los cuales profeti-
m o s que ambos entraron p o r la única p u e r t a de la fe, es decir,
zaban lo que nosotros creemos? C i e r t a m e n t e creían lo m i s m o ,
por Cristo. Nosotros creemos que N u e s t r o Señor Jesucristo nació
ellos c o m o futuro, nosotros c o m o pasado. Por eso dice q u e be-
d e una virgen, q u e t o m ó carne mortal, q u e padeció, resucitó y bieron la misma bebida espiritual. E s p i r i t u a l m e n t e la misma, ma-
subió al cielo; todo esto, c o m o habéis oído en lecturas anterio- terialmente diversa. ¿Qué bebían ellos? Bebían de la piedra es-
quí crediderunt de Vitgine nasciturum, passurum, resurrecturum, in cae-
quotquot venerunt dixi, utique praeter me. Recolamus ergo. Ante ad- lum ascensurum: tilos enim ostendit Apostolus ubi ait, HabeMes autem
ventum ipsius venerunt Prophetae; numquid tures et latrones fuerunt? eumdem spiritum fidei, sicut scriptum est, Credidi, propter quod locutus
Absit. Non praeter illum venerunt, quia cum illo venerunt. Venturus sum; et nos credimus, propter quod et loquimur (2 Cor 4,13). Propheta
praecones mittebat, sed eorum corda quos miserat, possidebat. Vultis
nosse quia cum illo venerunt, qui est ipse semper? Carnem quippe ac- dixit, Credidi, propter quod locutus sum (Ps 115,10): Apostolus dicit, Et
cepit ex tempore. Quid est ergo semper? In principio erat Verbum nos credimus, propter quod et loquimur. Vt scias autem quod una sit
(lo 1,1). Cum illo ergo venerunt, qui cum verbo Dei venerunt. Ego fides, audi dicentem, Habentes eumdem spiritum fidei, et nos credimus.
sum, inquit, via et veritas et vita (Ibid. 14,6). Si ipse est veri tas, cum Sic et alio loco, Nolo enim vos ignorare, fratres, quia patres nostri om-
illo venerunt qui veraces fuerunt. Quotquot ergo praeter illum, jures et nes sub nube fuerunt, et omnes per mare transierunt, et omnes in Moy-
latrones: id est, ad furandum et occidendum.
sen baptizati sunt, in nube et- in mari, et omnes eamdem escam spiritua-
9. Sed non audierunt eos oves. Maior haec quaestio est, non au-
dierunt eos oves. Ante adventum Domini nostri Iesu Christi, quo humi- lem manducaverunt, et omnes eumdem pottim spirhiealem biberant. Mare
lis venit in carne, praecesserunt iusti, sic in eum credentes venturum, Rubrum significat Baptismum; Moyses ductor per mare Rubrum signifi-
quomodo nos credimus in eum qui venit. Témpora variata sunt, non cat Christum; populus transiens significat fideles; mors Aegyptiorum
fides. Quia et ipsa verba pro tempore variantur, cum varié declinantur: significat abolitionem peccatorum. In signis diversis eadem fides: sic in
alium sonum habet, Venturus est; alium sonum habet, Venit: mutatus signis diversis, quomodo in verbis diversis; quia verba sonos mutant
est sonus, venturus est, et venit: eadem tamen fídes utrosque coniungit, per témpora, et utique nihil aliud sunt verba quam signa. Significando
et eos qui venturum esse, et eos qui eum venisse crediderunt. Diversis
quidem temporibus, sed utrosque per unum fidei ostium, hoc est per enim verba sunt: tolle significad o nem verbo, strepitus inanis est. Signi-
Christum, videmus ingressos. Nos credimus Dominum Iesum Christum ficata ergo sunt omnia. Numquid non eadem credebant, per quos haec
natum ex Virgine, venisse in carne, passum esse, resurrexisse, in caelum signa ministrabantut, per quos eadem quae credimus, prophetata prae-
ascendisse: totum hoc, sicut verba auditis praeteriti temporis impletum nnntiabantur? Utique credebant: sed illi ventura esse, nos autem venis-
esse iam credimus. In eius sunt fidei societate nobiscum et illi patres, se. Ideo et sic ait, Eumdem potum spiritualem biberunt. Spiritualem
126 Sobre el Evangelio de San }uan 45, 10 45, 11 Sobre el Evangelio de San Juan 127

piritual que los seguía, y la piedra era Cristo. A h í tenéis signos q u i n a b a contra el pastor. Algunos de los que crucificaron a Cris-
diversos, p e r m a n e c i e n d o la m i s m a fe. Allí la piedra representaba to n o la oyeron, y eran ovejas; pues a éstos los veis entre las
a Cristo; a q u í es el m i s m o Cristo lo q u e se nos p o n e en el altar turbas c u a n d o decía: Cuando hayáis levantado al Hijo del hom-
del Señor. Ellos, teniéndolo por u n g r a n sacramento del m i s m o bre, entonces conoceréis que yo soy. ¿Cómo se resuelve esta cues-
Cristo, bebieron del agua q u e salía de la piedra; lo que nosotros tión? Oyen las que n o son ovejas, y las ovejas n o oyen. Siguen
bebemos es bien conocido de los fieles. Si te fijas en la especie la voz del pastor algunos lobos, y algunas ovejas le contradicen, y,
visible, es cosa distinta; si consideras el significado inteligible, finalmente, las ovejas d a n m u e r t e al pastor. V a m o s a resolver
tomaron la m i s m a bebida espiritual. Por lo tanto, cuantos en la cuestión. D i r á a l g u n o que, cuando n o oían, n o eran aún
aquel t i e m p o creyeron a A b r a h á n , a Isaac, a Jacob, a Moisés, o a ovejas; q u e entonces eran lobos; p e r o su voz oída los cambió, y
otros patriarcas, o a los profetas q u e predicaban a Cristo, eran de lobos los hizo ovejas; y cuando se convirtieron en ovejas, oye-
ovejas y escuchaban la voz de Cristo: n o u n a voz extraña, sino r o n al pastor, le hallaron y le siguieron; esperaron la promesas
la voz de El m i s m o . El juez está en el pregonero, p o r q u e , cuan- del pastor p o r q u e c u m p l i e r o n sus m a n d a t o s .
do el juez habla p o r la voz del p r e g o n e r o , nada hace el copista. 11. D e a l g ú n m o d o queda resuelta la cuestión, y para m u -
Lo dijo el pregonero, lo dijo el juez. H a y ciertamente otros cuya chos será suficiente. P e r o a m í aún m e agita, y esta agitación os
voz n o han escuchado las ovejas, p o r q u e n o tienen la voz de la hago presente a vosotros, para que en vuestra c o m p a ñ í a pueda
Cristo; que han caído en el error, han dicho falsedades, han in- buscar y hallar la solución con la luz de A q u e l q u e p u e d e reve-
ventado y p r o p a g a d o cosas vanas y tontas y han seducido a los larlo. O s voy a decir la agitación q u e siento. Por el profeta Eze-
infelices. quiel r e p r e n d e el Señor a los pastores, y, entre otras cosas refe-
10. ¿Por q u é dije que aquí había una cuestión m á s p r o - rentes a las ovejas, dice q u e n o buscaron a la oveja extraviada.
funda? ¿ Q u é hay aquí oscuro o difícil de entender? Os r u e g o D i c e extraviada, y, sin e m b a r g o , la llama oveja. Si era oveja
q u e m e escuchéis. Sabéis que vino N u e s t r o Señor Jesucristo, que c u a n d o se extraviaba, ¿qué voz oyó para extraviarse? Sin duda
predicó; su voz, más q u e n i n g u n a otra, era la voz del pastor, sa- n o se hubiera extraviado si oyera la voz del pastor; p e r o se
lida de la m i s m a boca del pastor. Si la voz de los profetas era la extravió p o r q u e a t e n d i ó a una voz extraña: la voz del ladrón y
voz del pastor, ¿cuánto m á s lo sería la p r o n u n c i a d a p o r la len- salteador. Es cierto q u e las ovejas n o escuchan la voz de los la-
gua m i s m a del pastor? P e r o n o todos la escucharon. ¿ H e m o s de drones: Quienes vinieron, dice; y ya e n t e n d e m o s q u e extraños a
pensar que eran ovejas todos cuantos la oyeron? La oyó Judas, m í ; esto es, Quienes vinieron extraños a mí, son ladrones y sal-
y era u n lobo; le seguía, pero, cubierto con la piel de oveja, m a -
batur. AJiqui vero eorum qui Christum crucifixerunt, non audiebant, et
eumdem, nam corporalem non eumdem. Quid enim illi biberant? Bibe- oves erant: ipsos enim videbat in turba, quando dicebat: Cum exalta-
bant enim de spirituali sequente petra: petra autem erat Christus (1 Cor veritis Vilium hominis, tuno cognoscetis quia ego mm (lo 8,28). Quo-
10,1-4). Videte ergo, fide manente, signa variata. Ibi petra Christus, modo enim ista solvitur quaestio? Audiunt non oves, et non audiunt
nobis Christus quod in altari Dei ponitur. Et illi pro magno sacramento oves; sequuntur vocem pastoris quídam lupi, et ei quaedam contradicunt
eiusdem Christi biberunt aquam profluentem de petra; nos quid bibamus oves; postremo pastorem occidunt oves. Solvitur quaestio: respondet enim
norunt fideles. Si speciem visibilem intendas, aliud est: si intelligibilem aliquis, et dicit, Sed quando non audiebant, oves nondum erant, tune
significationem, eumdem potum spiritualem biberunt. Quotquot ergo illo lupi erant; vox audita eos mutavit, et ex lupis oves fecit: quando ergo
tempore crediderunt vel Abrahae, vel Isaac, vel Iacob, vel Moysi, vel factae sunt oves, audierunt, et pastorem invenerunt, pastoremque secutae
alus Patriarchis, aliisque Prophetis Christum praenuntiantibus, oves erant, sunt; pastoris promissa speraverunt, quia iussa feceiunt.
et Chrisrum audierunt: non alienam vocem, sed ipsius audierunt. Iudex 11. Soluta est uteumque ista quaestio, et cuiquam forte sufficiat.
fuerat in praecone. Quia et quando iudex loquitur per praeconem, ex- Me autem adhuc movet, et quid me moveat communico vobiscum, ut
ceptor non facit, Praeco dixit; sed, Iudex dixit. Alii sunt ergo quos non quodammodo quaerens vobiscum, revelante illo vobiscum merear inveni-
audierunt oves, in quibus non erat vox Christi, errantes, falsa dicentes, re. Quid ergo me moveat, accipite. Per Ezechielem prophetara Dominus
inania garrientes, vana fingentes, miseros seducentes. obiurgat pastores, et dicit Ínter caetera de ovibus, Errcmtem ovem non
revocastis (Ez 34,4). Et errantem dicit, et ovem appellat. Si quando er-
10. Quid est ergo quod dixi, Maior haec est quaestio? Quid habet
rabat ovis erat, cuius vocem ut erraret audiebat? Procul dubio enim
obscurum et ad intelligendum difficile? Audite, obsecro. Ecce Dominus
non erraret, si vocem pastoris audiret: sed ideo erravit, quia vocem audi-
ipse Iesus Christus venit, praedicavit: utique multo magis vox pastoris
vit alieni; vocem furis et latronis audivit. Certe latronum vocem non
erat, expressa ipso ore pastoris. Si enim per Prophetas vox pastoris erat,
audiunt oves: Qui venerunt, inquit, et inteJligimus, Praeter me; id est,
quanto magis vocem pastoris proferebat lingua ipsa pastoris? Non omnes
Qui venerunt praeter me, jures sunt- et latrones, et non audierunt eos
audierunt. Sed quid putamus? qui audierunt, oves erant? Ecce audivil
oves. Domine, si non audierunt eos oves, quomodo errant oves? Si oves
ludas, et lupus erat: sequebatur, sed pelle ovina tectus pastori insidia-
128 Sobre el Evangelio de San Juan 45, \\ 45, 12 Sobre el Evangelio de San ]«an 129
teadores. ¡Oh Señor!, si las ovejas no los escuchan, ¿por qué 12. Habéis visto, hermanos, la profundidad de la cuestión.
se extravían las ovejas? Si las ovejas no oyen a otro más que a Digo, pues, que el Señor conoce a los suyos; conoce a los que
ti, y tú eres la verdad, quienquiera que oye a la verdad no yerra. tiene previstos y a los predestinados, según se dice de El: "A
Ellos yerran, y son llamados ovejas. Pues si no fuesen ovejas, quienes previo y predestinó para hacerse conformes a la imagen
cuando han caído en error, no diría por el profeta: No habéis de su Hijo, de modo que sea el mismo Hijo el primogénito
hecho volver a la oveja errante. ¿Cómo puede estar en el error entre muchos hermanos. A quienes predestinó, los llamó; a quie-
y ser oveja? ¿Oyó alguna voz extraña? Pero las ovejas no los nes llamó, los justificó, y a quienes justificó, los glorificó. Si
escucharon. Muchos en estos tiempos vuelven al redil de Cristo, Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?" Luego añade:
y de herejes se hacen católicos; son arrebatados a los ladrones
"El que ni a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por
y devueltos al pastor. Y a veces murmuran, sienten hastío del
todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar con El todas las cosas?"
que los ha rescatado, y no advierten a quien los iba a degollar.
Pero ¿a quiénes de nosotros? A los previstos, a los predestinados,
Sin embargo, los que son ovejas, aun cuando hayan vuelto ofre-
a los justificados, a los glorificados, de los cuales sigue diciendo:
ciendo resistencia, escuchan la voz del pastor y se alegran de
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Conoce, pues, el Señor
haber vuelto, ruborizándose de haber errado. Cuando se gloria-
quiénes son los suyos: ésas son las ovejas. Algunas veces ellas
ban del error como si fuera la verdad, y, por consiguiente, no
se desconocen a sí mismas, pero el pastor las conoce según esta
escuchaban la voz del pastor, siguiendo al extraño, ¿eran o no
eran ovejas? Si eran ovejas, ¿cómo es verdad que las ovejas no predestinación, según esta presciencia de Dios, según la elección
escuchan a los extraños? Si no eran ovejas, ¿por qué son repren- de las ovejas antes de la creación del mundo, conforme a lo que
didos aquellos a quienes fue dicho: No retornasteis a la oveja dice el Apóstol: Como nos escogió a nosotros en El antes de la
errante? También se dan casos entre los ya hechos cristianos ca- creación del mundo. Según esta presciencia y predestinación de
tólicos, y fieles, que prometían mucho, de ser seducidos por el Dios, ¡cuántas ovejas están fuera y cuántos lobos dentro, cuán-
error al contacto con los malos; y del error vuelven otra vez; tas ovejas dentro y cuántos lobos fuera! Pero ¿por qué dije
cuando fueron seducidos por el error y fueron rebautizados, o cuantas ovejas fuera? Muchos hay entregados hoy a la lujuria
después de haber estado en el redil del Señor, han vuelto de que serán castos; muchos que blasfeman a Cristo que han de
nuevo a sus antiguos errores, ¿eran o no eran ovejas? Ciertamen- creer en Cristo; muchos que se embriagan serán sobrios; muchos
te eran católicos: por ser católicos, eran fieles, eran ovejas. Si raptores de lo ajeno que darán lo suyo propio; pero ahora escu-
eran ovejas, ¿cómo pudieron oír la voz de un pastor extraño, si chan la voz extraña, siguen a los extraños. Del mismo modo,
dice el Señor que las ovejas no los escucharon? ¡cuántos que dentro cantan las alabanzas de Dios le han de blas-

non audiunt nisi te; tu autem veritas es: quisquís veritatem audit, non 12. Audistis, fratres, altitudinem quaestionis. Dico ergo: Novit Do-
utique errat. lili autem ertant, et oves appellantur. Nam si in erroxe minus qui sunt eius (2 Tim 2,19). Novit praescitos, novit praedestinatos:
ipso oves non appellarentur, non diceretur per Ezechielem, Errantem de illo quippe dicitur, "Quos autem praescivit, et praedestinavit confor-
ovem non revocastis. Quomodo et errat, et ovis est? Vocem alieni au- mes fieti imaginis Filii sui, ut sit ipse primogenitus in multis ftattibus.
divit? Certe non audierunt eos oves. Deinde modo multi coüiguntur ad Quos autem praedestinavit, ipsos et vocavit; et quos vocavit, ipsos et
ovile Christi, et ex haereticis fiunt catholici; a furibus tolluntur, pastori iustificavit; quos autem iustificavit, ipsos et glorificavit. Si Deus pro no-
redduntur: et aliquando murmurant, taedium patiuntur ad revocantem, et bis, quis contra nos?" Adde adhuc: "Qui proprio Pillo suo non pepercit,
non intelligunt iugulantem; verumtamen etiam cum renitentes venirent sed pro nobis ómnibus ttadidit eum, quomodo non et cara ¡lio omnia
quae oves sunt, agnoscunt vocem pastoris, et se venisse laetantur, et er- nobis donavit?" Sed quibus nobis? Praescitis, praedestinatis, iustificatis,
rasse erubescunt. Quando ergo in illo errore tamquam in veritate gloria- glorificatis: de quibus sequitur, Quis accusabit adversas electos Dei?
bantur, et utique non audiebant vocem pastoris, et alienum ideo seque- (Rom 8,29-33). Novit ergo Dominus qui sunt eius; ipsae sunt oves. Ali-
bantur, oves erant an non erant? Si oves erant, quomodo alíenos oves quando se ipsae nesciunt, sed pastor novit eas, secundum istam praedes-
non audiunt? si oves non erant, quare obiurgantur illi quibus dicitur, tinationem, secundum istam Dei praescientiam, secundum electionem
Errantem ovem non revocastis? In ipsis etiam iam factis catholicis Chris- ovium, ante constitutionem mundi; nam et hoc dicit Apostolus, Sicut
tianis, bonae spei fidelibus, aliquando mala contingunt; seducuntur in clegit nos in ipso ante constitutionem mundi (Eph 1,4). Secundum istam
errorem, et post errorem revocantur: quando seducti sunt in errorem, ergo praescientiam Dei et praedestinationem, quam muhae oves fojis,
et rebaptizati sunt, aut post ovilis dominici societatem rursus in errorem quam multi lupi intus; et quam multae oves intus, et quam multi lupi
pristinum revoluti sunt, oves erant an non erant? Utique catholici erant. foris! Quid est quod dixi, quam multae oves fotis? Quam multi modo
Si catholici fideles erant, oves erant. Si oves erant, quomodo vocem luxuriantur, casti futuri; quam multi blasphemant Christum, ctedituri in
alieni audire potuetunt, cum Dominus dicat, non audierunt eos oves? Cl'riptum; quam multi se inebriant, futuri sobrii; quam multi tapium
S.Af-. 14 5
130 Sobre el Evangelio de San Juan 45, 13 45, 14 Sobre el Evangelio de San Juan 131
femar, cuántos castos han de fornicar, cuántos sobrios han de de salvación en las moradas de los justos. Fácil es oír la voz de
entregarse después a la bebida; ahora están en pie, después han Cristo, fácil es alabar el Evangelio, fácil es aclamar al predica-
de caer! Estos n o son ovejas. ( H a b l a m o s de los predestinados, dor; p e r o perseverar hasta el fin, es p r o p i o de las ovejas que
de aquellos que el Señor conoce q u e son suyos.) Sin e m b a r g o , oyen Ja voz del pastor. ¿Viene la tentación? T ú persevera hasta
mientras piensan rectamente, oyen la voz de Cristo. La oyen és- el fin, p o r q u e Ja tentación n o d u r a hasta el fin. ¿Hasta q u é
tos y n o Ja oyen aquéllos, y, a pesar de esto, según la predestina- fin has de perseverar? H a s t a q u e finalices la vida. D u r a n t e el
ción éstos son las ovejas, y n o aquéllos. t i e m p o q u e n o escuchas a Cristo, El es tu adversario en este
13. A ú n queda en pie la cuestión, q u e m e parece p u e d e re- c a m i n o , esto es, en esta vida mortal. ¿Qué te dice? Ponte pronto
solverse ahora del m o d o siguiente: H a y una voz, digo, una voz de acuerdo con tu adversario mientras vas con él por el camino.
del pastor, en la cual las ovejas n o atienden a los extraños, y las Le has oído, le has creído, has concordado con él. Si eras ad-
q u e n o son ovejas n o oyen a Cristo. ¿Cuál es esta voz? El que versario suyo, p o n t e de acuerdo. Si se te ha concedido p o n e r t e
perseverare hasta el fin, éste será salvo. N o desatiende esta voz la de acuerdo, n o vuelvas a litigar m á s . N o sabes c u á n d o acabará tu
oveja p r o p i a ; la extraña n o la oye. Pues Cristo le da esta voz vida, p e r o El sí lo sabe. Si eres oveja y perseveras hasta el fin,
para q u e permanezca con El hasta el fin; p e r o deja de oírla si serás salvo. Por esta razón, los suyos aprecian esta voz, los ex-
n o persevera con El hasta el fin. Se llegó a Cristo, oyó palabras traños n o ¡a escuchan. Os he explicado o he tratado con vosotros
y palabras, unas de u n m o d o , otras de otro, p e r o todas verdade- esta profundísima cuestión del m o d o q u e he p o d i d o y según las
ras y saludables, entre las cuales está t a m b i é n ésta: Quien per- luces q u e El m i s m o m e ha comunicado. Si algunos h a n enten-
severare hasta el fin, será salvo. Q u i e n oyere esta voz es oveja. d i d o p o c o , conserven la p i e d a d y se revelará la verdad. Y los
Pero la oyó n o sé q u i é n , y p e r d i ó la cabeza, se enfrió y escuchó q u e la h a n c o m p r e n d i d o , n o se envanezcan teniéndose p o r supe-
k voz e x t r a ñ a : si es predestinado, es temporal su desvarío: no riores a Jos más tardos, n o sea q u e se extravíen por su vanidad y
ha perecido para siempre; volverá para oír la voz q u e despreció lleguen p r i m e r o los m á s lentos. Q u e a todos nos conduzca A q u e l
y obrar lo que le fue m a n d a d o . Pues, si es del n ú m e r o de los a q u i e n decimos: Guíame, Señor, por tu camino, y caminaré en
predestinados, D i o s tenía previsto su desvarío y su conversión fu- tu verdad.
tura; si cayó en el error, volverá para escuchar la voz del pastor 14. Entremos, pues, p o r la puerta, q u e el Señor explicó ser
y seguir a q u i e n dice que el que perseverare hasta el fin, será El m i s m o , para e n t e n d e r las cosas q u e p r o p u s o y dejó sin expli-
salvo. Voz excelente, h e r m a n o s , verdadera, pastoral; ésta es la voz cación. Y a u n q u e en esta lectura de hoy n o haya dicho q u i é n es

res alienas, donaturi suas! verumtamen modo vocem alienam audiunt, erit. Bona vox, fratres, veía, pastoialis, ipsa est vox salutis in tabernacu-
alíenos sequuntur. ítem quam multi intus laudant, blasphematurij casti lis iustorum (Ps 117,15). Nam facile est audire Christum, facile est lau-
sunt, fornicaturi; sobríi sunt, se vino postea sepulturi; stant, casuti! non dare Evangeiium, facile acclamare disputatori: perseverare usque in finem,
sunt oves. (De praedestinatis enim loquimur; de his loquimur quos novit hoc est ovium vocem pastoris audientium. Tentado accidit, persevera
Dominus, qui sunt eius.) Et tamen ipsi quamdiu recte sapiunr, Christi usque in finem; quia tentatio non perseverat usque in finem. Usque
vocem audiunt. Ecce audiunt ipsi, con audiunt illi: et tamen secundum in quem finem perseverabis? Quousque finias viam. Quamdiu enim non
praedestinationem non oves isti, oves illi. audis Christum, adversarius tuus est ín ista via, hoc est in ista mortali
13. Adhuc manet quaestio, quae mihi interim nunc videtur ita vita. Sed quid dicit? Concorda cam adversario tuo cito, dum es cum eo
posse dissolvi. Est aliqua vox, est, inquam, vox aliqua pastoris, in qua in via (Mt 5,25). Audisti, credidisti, concordaste Si adversabaris, con-
oves non audiunt alíenos, in qua non oves non audiunt Christum. Quae corda. Si tibi praestitum est concordare, noli ulterius litigare. Quando
est ista vox! Qui perseveraverit tuque in jinem, hic salvus erit (Mt 10, enim finiatur via nescis, sed tamen scit ille. Si ovis es, et si persevera-
22). Hanc vocem non negligit proprius, non audit alienus: nam et ille veris usque in finem, salvus eris: ac per hoc istam vocem non con-
hoc ei praedicat, ut perseveret apud ipsum in finem, sed non apud eum temnunt sui, non audiunt aLieni. Ut potui, ut ipse donavit, profundam
perseverando non audit hanc vocem. Venit ad Christum, audivit alia et multum quaestionem aut exposui vobis, aut tractavi vobiscum. Si qui
alia verba, illa et illa, omnia vera, sana omnia: inter quae omnia est minus intellexerunt, maneat pietas, et revelabitur veritas: qui autem in-
et illa vox, Qui perseveraverit usqne in finem, hic salvus erit. Istam tellexerunt, non se extollant quasi celeriores super taidioies, ne extol-
qui audierit, ovis est. Sed audiebat illam nescio quis, et desipuit, refri- lendo se exorbitent, et facilius perveniant tardioies. Omnes autem per-
guit, audivit alienam: si praedestinatus est, ad tempus erravit, in aeter- ducat qui dicimus: Deduc me, Domine, in via tita, et ambulabo in ve-
nura non periit; redit ut audiat quod neglexit, faciat quod audivit. Si ritate tua (Ps 85,11).
enim de his est qui praedestinati sunt, et errorem ipsius Deus praescivit, 14. Per hoc ergo quod exposuit Dominus, quia. ipse est ostium,
et conversionem futuram; si aberravit, redit ut audiat illam vocem pasto- intremus ad ea quae prcposuit, nec exposuit. Et pa.stor quidem quisnam
ris, et sequatur dicentem, Qui perseveraverit usque in jinem, hic salvus sit, quamvis non dixerit in ista lectione quae hodie recitata est, tamen
132 Sobre el Evangelio de San juañ 45, 15 45, 15 Sobre el Evangelio de San ]uan 133
el pastor, lo declara abiertamente en la siguiente: Yo soy el buen nuestros, no es nada bueno. Tales salidas no pueden ser apro-
Pastor. Y si no lo dijera, ¿a quién otro que El deberíamos en- badas por el Buen Pastor, cuando dice que entrará y saldrá, y
tender en aquellas palabras: "Quien entra por la puerta es el hallará pastos. Hay, pues, no sólo una entrada buena, sino tam-
pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas cono- bién una salida buena por la puerta buena, que es Cristo. Mas
cen su voz, y llama por su nombre a sus propias ovejas, y las ¿cuál es esta laudable y bienaventurada salida? Bien pudiera decir
saca fuera; y después de haberlas sacado, va él delante de ellas, yo que entramos nosotros cuando pensamos algo internamente, y
y le siguen las ovejas, porque conocen su voz?" ¿Quién otro puede que salimos cuando exteriormente ejecutamos alguna obra. Y
llamar a sus ovejas por su nombre y llevarlas de aquí a la vida puesto que dice el Apóstol que Cristo por la fe habita en nues-
eterna sino Aquel que conoce los nombres de los predestinados? tros corazones, entrar por Cristo sería pensar según la fe mis-
Por esto dijo a sus discípulos: Alegraos, porque vuestros nom- ma, y salir por Cristo, obrar exteriormente, es decir, delante de
bres están escritos en el cielo; por eso las llama por su nombre. los hombres por la misma fe. Así dice el Salmo: Saldrá el hom-
Y ¿quién otro las puede sacar sino Aquel que perdona sus pe- bre a su trabajo; y el mismo Señor: Luzcan vuestras obras de-
cados para que le puedan seguir libres de esas férreas ataduras? lante de los hombres. Pero me agrada más lo que la misma Ver-
Y ¿quién ha ido delante de ellas, a donde deben seguirle, sino dad, como pastor bueno y buen maestro, nos indica en cierto
Aquel que, resucitando de entre los muertos, ya no muere, ni la modo sobre cómo debemos entender estas palabras: "Entrará y
muerte le dominará jamás; y que dijo cuando estaba aquí visible saldrá, y hallará pastos", añadiendo a continuación estas otras:
en carne mortal: "Padre, quiero que estos que me has dado estén "El ladrón no viene sino para robar, matar y hacer estrago; mas
conmigo donde yo estoy?" En consecuencia dice: "Yo soy la yo he venido para que tengan vida, y la tengan en mayor abun-
dancia". Me parece a mí que es como si hubiese dicho: Para
puerta; el que por mí entrare se salvará; y entrará y saldrá, y
que tengan vida cuando entran y la tengan más abundante cuan-
hallará pastos." En estas palabras declara con evidencia que no
do salen. Porque nadie puede salir por la puerta, esto es, por
sólo el pastor, sino también las ovejas deben entrar por la
Cristo, para la vida eterna, en la que se vive de la visión, si no
puerta.
ha entrado a la vida temporal, en la que se vive de la fe, por
15. Pero ¿qué significa entrará y saldrá, y hallará pastos? la misma puerta, es decir, por el mismo Cristo en su Iglesia,
Bueno es entrar en la Iglesia por la puerta Cristo; mas salir de que es su redil. Por eso dice que ha venido para que tengan
la Iglesia al modo que dice este mismo San Juan Evangelista vida, o sea, para que tengan la fe, que obra por la caridad, y
en su Epístola: Salieron de entre nosotros, pero no eran de los
in ea quae sequitur apertissime dicit: Ego sum pastor bonus. Quod etsi bonum. Talis ergo egressus non posset a bono pastóte laudari; ut diceret,
non diceret, quem alium praeter ipsum intelligere deberemus in eis et ingredietur, et egredietur, et pascua inveniet-. Est ergo aliquis non
verbis, ubi ait: "Qui intrat per ostium, pastor est ovium. Huic ostiarius solum ingressus, verum etiam egressus bonus per ostium bonum, quod
aperit: et oves vocem eius audiunt; et proprias oves vocat nominatim, et est Christus. Sed quis est iste laudabüis et beatus egressus! Possem qui-
educit eas. Et cum proprias oves emiserit, ante eas vadit: et oves eum dem dicere ingredi nos, quando intetius aliquid cogitamus; egredi au-
sequuntur, quia sciunt vocem eius?" Quis enim alius oves proprias vocat tem, quando exterius aliquid operamur: et quoniam, sicut dicit Aposto-
nominatim, et educit eas hinc ad vitam aeternam, nisi qui novit nomina lus, per fidem habitat Christus in cordibus nostris (Eph 3,17), ingredi
praedestinatorum? Unde ait discipulis suis, Gaudete quia nomina veslra per Christum esse secunáum ipsam fidem cogitare; egredi autem per
scripta sunt in cáelo (Le 10,20): hinc enim vocat eas nominatim. Et Christum, secundum ipsam fidem etiam foris, id est, coram hominibus
quis alius eas emittit nisi qui eatum peccata dimittit, ut eum sequi operari. Unde et in Psalmo legitur, Exiet homo ad opas suum (Ps 103,
duris liberatae vinculis possint! Et quis eas praecessit quo eum sequan- 23): et ipse Dominus dicit, huceant opera vestía coram hominibus
tur, nisi qui surgens a mortuis iam non moritur, et mots ei ultra non (Mt 5,16). Sed plus me delectat quod ipsa veritas tanquam pastor bonus,
dominabitur (Rom 6,9): et cum hic conspicuus esset in carne ait, Pater, et ideo bonus doctor, quodammodo nos admonuit, quemadmodum intel-
quos dedisti mihi, voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum?" (lo 17,24). ligere debeamus quod ait, "ingredietur, et egredietur, et pascua inveniet";
Unde illud est quod ait: "Ego sum ostium: per me si quis introierit, cum secutus adiunxit, "Fur non venit nisi ut futetur, et mactet, et per-
salvabitur, et ingredietur, et egredietur; et pascua inveniet." In hoc evi- dat: ego veni ut vitam habeant, et abundantius habeant". Videtur enim
denter ostendit, non soium pastorem, sed etiam oves intrate per ostium. mihi dixisse, Ut vitam habeant ingredientes, et abundantius habeant
15. Sed quid est, ingredietur, et egredietur, et pascua inveniet! In- egredientes. Non autem potest quisque per ostium, id est per Christum,
gredi quippe in Ecclesiam per ostium Christum, valde bonum est: exire egredi ad vitam aeternam, quae erit in specie, nisi per jpsum ostium,
autem de Ecclesia, sicut ait iste ipse Ioannes evangelista in Epístola sua, hoc est per eumdem Christum in Ecclesiam eius, quod est ovile eius,
Ex nobis exierunt, sed non erant ex nobis (lo 2,19); non est utique intraverit ad vitam temporaiem, quae est in íide. Ideo ait, Ego veni, ut
vitam habeant, hoc est fidem, quae per dilecrionem operatur (Gal 5,6);
134 Sobre el Evangelio de San Juan 46, 1 46, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 135
por esta fe entren en el redil para que vivan, ya que el justo otros y a cuantos después de nosotros han de ser ovejas suyas,
vive de la fe; y la tengan más abundante quienes, perseverando les manifiesta quién es el que les ha sido enviado. Todas, pues,
hasta el fin, salen por aquella puerta que es la fe de Cristo, oyen la voz de su pastor, que dice: Yo soy el buen pastor. No
porque mueren como verdaderos fieles y tendrán la vida con hubiera dicho bueno si no hubiera pastores malos. Los pastores
mayor abundancia al llegar allí adonde les precedió el pastor y malos son ladrones y salteadores, o, cuando más, mercenarios.
donde nunca volverán a morir. Y aunque aquí en el mismo redil Debemos indagar, distinguir y conocer todas las personas que
no faltan pastos, y porque tanto a la entrada como a la salida aquí ha mencionado. Ya el Señor ha revelado dos cosas que ve-
podemos aplicar las palabras: Y hallará pastos, sin embargo, allí ladamente había propuesto. Ya sabemos que la puerta es El
hallará los verdaderos pastos, que sacian a quienes tienen ham- mismo, y que El mismo es el pastor. Quiénes son los ladrones
bre y sed de justicia, como son los pastos que halló aquel a y los salteadores, quedó declarado en la lectura de ayer. En la de
quien dijo: Hoy estarás conmigo en el paraíso. Pero de qué hoy hemos oído nombrar al mercenario y al lobo, y en la de
modo sea El mismo la puerta y el pastor, para que El entre en ayer fue nombrado también el portero. Entre los buenos están,
cierta manera por sí mismo, y quién sea el portero, se hace hoy por lo tanto, la puerta, el portero, el pastor y las ovejas; y entre
muy largo inquirir y explicar según las luces que El se digne los malos, los ladrones, los salteadores, los mercenarios y el lobo.
concedernos. 2. Sabemos que la puerta es Cristo, y que El mismo es el
pastor; ¿quién es el portero? El mismo declaró las dos cosas pri-
TRATADO 46 meras; el portero lo dejó a nuestra inquisición. Y ¿qué dice del
D E S D E LAS PALABRAS: " Y o SOY E L BUEN P A S T O R " , HASTA: " M A S EL
portero? A éste le abre el portero. ¿A quién abre? Al pastor.
MERCENARIO HUYE, PORQUE ES MERCENARIO Y NO LE IMPORTAN LAS ¿Qué abre a! pastor? La puerta. Y ¿quién es la puerta? El mis-
OVE/AS" mo pastor. ¿Por ventura, si Cristo nuestro Señor, no hubiese di-
cho: "Yo soy el pastor", y: "Yo soy la puerta", se atreviera al-
1. Hablando Nuestro Señor Jesucristo a sus ovejas, tanto a guno de nosotros a decir que el mismo Cristo era el pastor y la
las presentes como a las futuras, que entonces tenía delante (pues- puerta? Si hubiese dicho: Yo soy el pastor, y no hubiese dicho:
to que entre las que ya eran sus ovejas había otras que lo se-
rían), tanto a las presentes como a las futuras, a ellos y a nos- Yo soy la puerta, indagaríamos quién era la puerta, y quizá, pen-
per quam fidem in ovile ingrediuntur ut vivant, quia iustus ex fide sando otra cosa, nos hubiésemos quedado a la puerta. Por una
vivit (Rom 1,17): et abundantius babeant, qui perseverando usque in gracia y misericordia suya nos explicó que El es el pastor y que
finem, per illud ostiura, id est, per fidem Christi egrediuntur, quoniam El es la puerta, dejándonos a nosotros la inquisición del ostia-
veri fideles moriuntur; et abundantius habebunt vitam, veniendo quo
pastor Ule praecessit, ubi nunquam deinde moriantur. Quamvis ergo et Omnes ergo audiunt vocem pastorís sui dicentis, Ego sum pastor bonus,
hic in ipso ovili non desunt pascua, quoniam ad urrumque possumus Non adderet, bonus, nisi essent pastores mali. Sed pastores malí, ipsi
intelligere quod dictum est, et pascua inveniet, id est, et ad ingressum sunt fures et latrones: aut certe, ut multum, mercenarii. Omnes enim
et ad egressum: tamen tune vera pascua invenient, ubi saturentur qui hic personas quas posuit, requirete, distinguere, nosse debemus. Aperuit-
esuriunt et sitiunt iustitiam (Mt 5,6); quaiia pascua invenit cui dictum enim iam duas res Dominus, quas quodammodo clausas proposuerat: iam
est, Hodie mecum eris in paradiso (Le 23,43). Quomodo autem ipse sit scimus quia ostium ipse est, scimus quia pastor ipse est. Fures et Jatro-
nes qui sint, in hesterna lectione patefactum est; hodie autem audivimus
ostium, ipse pastor, ut per seipsum quodammodo etiam ipse ingredi et mercenarium, audivimus et lupum: heri nominatus est et ostiarus. In
egredi intelligatur, et quisnam sit ostiarius, longum est hodie quaerere, bonis ergo ostium est, ostiarius, pastor et oves: in malis futes et latro-
et disserendo sicut ipse donaverit explicare. nes, mercenarii, lupus.
2. Ostium Dominum Christum accipimus, pastorem ipsum: ostia-
rium quem? Haec enim dúo ipse exposuit; ostiarium nobis reliquit quae-
TRACTATUS 46 rendum. Et quid ait de ostiario? Hmc. inquit, ostiarius aperit? Cui ape-
rit? Pastori. Quid aperit pastori? Ostium. Et quis est ipsum ostium?
AB EO QUOD SCRIPTUM EST, ECO SUM PASTOR BONUS ETC.. USQUE AD ID. MERCENA-
Ipse pastor. Numquid, si Dominus Christus non exposuisset, non ipse
R1US AUTEM FUGIT, QUIA MERCENAKIUS EST, ET NON PERITNET AD EUM DE OVIBUS
dixisset, Ego sum pastor, et, Ego sum ostium (lo 10,3.9), auderet quis-
1. Loquens Dominus Iesus ovibus suis, et praesentibus, et futuris quam nostrum dicere quod ipse Christus sit et pastor et ostium? Si
quae tune aderant; quia erant ubi iam oves eius erant, quae futurae enim diceret, Ego sum pastor, et non diceret, Ego sum ostium; quacsi-
erant eius oves: Ítem praesentibus et futuris, et illis et nobis, et quot- tnri eramus quid esset ostium, et forte aliud putantes ante ostium re-
quot etiam post nos fuerint oves eius, quis ad eas missus esset, ostendit. mansuri. Gratia illius et misericordia nobis exposuit pastorem, seipsum
dixit; exposuit ostium, seipsum dixit: ostiarum quacrendum nobis teli-
136 Sobre el Evangelio de San Juan 46, 3 46, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 137
rio. ¿Quién diremos nosotros que es el ostiario? A cualquiera P r e g u n t a al a m i g o del Esposo: He aquí al Cordero de Dios, he
q u e digamos, tenemos q u e evitar decir que es mayor q u e la p u e r - aquí al que quita los pecados del mundo. A ú n h e de decir al-
ta, c o m o sucede en las casas de los h o m b r e s , en las q u e el por- gunas cosas más admirables sobre estas semejanzas. El cordero,
tero es de mayor dignidad q u e la puerta. Pues el p o r t e r o se p o n e la oveja y el pastor son amigos entre sí; p e r o los pastores suelen
p a r a guardar la puerta, y n o la p u e r t a para guardar al p o r t e r o . guardar a las ovejas de los leones, y, sin e m b a r g o , de Cristo,
N o m e atrevo a p r o p o n e r a n i n g u n o mayor q u e la puerta, p u e s que es oveja y pastor, se dice q u e venció el león de la tribu de
yo oí quién es la puerta. Lo sé, no p u e d o confiarme a u n a con- Judá. T o m a d , hermanos, todas estas cosas como semejanza, no
jetura mía, no m e queda n i n g u n a sospecha h u m a n a ; lo dijo D i o s , c o m o propiedades. Solemos ver a los pastores sentados sobre una
lo dijo la Verdad, y n o p u e d e haber cambio en lo q u e dijo piedra y desde allí vigilar los rebaños confiados a su custodia.
q u i e n es inmutable. Ciertamente es mejor el pastor q u e la piedra sobre la cual se
3. Y o diré m i parecer en esta cuestión profunda, y cada sienta; Cristo, sin e m b a r g o , es pastor y es piedra. T o d o esto p o r
u n o elija lo que sea más de su gusto, p e r o sea piadoso en su semejanza. P o r q u e , si de m í exiges sus propiedades, te diré: En
sentir, conforme a lo que está escrito: Sentid bien del Señor y el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo
buscadle con sencillez de corazón. Quizá debamos reconocer al era Dios. ¿Más propiedades? H i j o único, e n g e n d r a d o del Padre
m i s m o Señor en el ostiario. Mayor diversidad hay en las cosas desde la eternidad y por toda la eternidad, igual al q u e lo en-
h u m a n a s entre el pastor y la p u e r t a q u e e n t t e la p u e r t a y el os- gendró, por el cual h a n sido hechas todas las cosas, inconmuta-
tiario; y el Señor se llamó a sí m i s m o pastor y puerta. ¿Por q u é ble con el P a d r e y n o m u d a d o p o r tomar la forma de siervo,
n o h e m o s de e n t e n d e r q u e es t a m b i é n el portero? Pues, si aten- h o m b r e por la encarnación, hijo del h o m b r e e H i j o de Dios.
T o d o esto n o lo es por semejanza, sino p o r esencia.
d e m o s a las propiedades, Cristo nuestro Señor n o es u n pastor
c o m o los que acostumbramos a ver y conocer, ni tampoco es 4. N o nos aflija, pues, h e r m a n o s , tomarlo p o r semejanza
puerta, porque n o fue h e c h o p o r n i n g ú n carpintero, pero, si c o m o p u e r t a y c o m o portero. Pues ¿qué es la puerta? Por d o n d e
a t e n d e m o s a ciertas semejanzas, es pastor y es puerta, y aun m e entramos. ¿Quién es el ostiario? El que abre. ¿Y q u i é n es el q u e
a t r e v o a decir q u e t a m b i é n es oveja; es cierto q u e la oveja está se abre sino el q u e a sí m i s m o deja ver? Pues bien, el Señor
bajo el pastor; sin e m b a r g o , El es pastor y es oveja. ¿ D ó n d e es había dicho p u e r t a y n o le habíamos e n t e n d i d o ; c u a n d o n o le
pastor? Lee el Evangelio: Yo soy el buen pastor. ¿ D ó n d e es ove- h e m o s e n t e n d i d o es que estaba cerrada: el q u e abrió, ése es el
ostiario. N o hay, p o r consiguiente, necesidad de indagar más
ja? Pregunta al profeta: Como oveja fue sacado al sacrificio.
ductus est (Is 53,7). Interroga amicum sponsi: Ecce agnm Dei, ecce qui
quit. Quem nos dicturi sumus ostiarum? Quemlibet invenerimus, caven- tollit peccatum mundi (lo 1,29). Adhuc aliquid secundum istas simili-
dum est ne maior existimetur quam ipsum ostium; quia ostiarius in do- tudines mirabilius sum dicturus. Et agnus enim et ovis et pastor inter
mibus hominum maior est ostio. Ostiarius enim ostio, non ostium prae- se árnica sunt; contra leones autem a pastoribus oves custodiri solent:
ponitur ostiario; quia ostiarius ostium, non ostium custodit ostiarium. et tamen de Christo, cum sit ovis et pastor, legimus dictum, Vicit leo
Non audeo dicere aliquem ostio maiorem; audivi enim iam quid sit de tribu luda (Apoc 5,5). Haec omnia, fratres, secundum similitudines
ostium: non me Iatet, non sum dimissus coniecturae meae, non mihi accipite, non secundum proprietates. Solemus videre pastores sedere su-
humana est relaxata suspício; Deus dixit, veritas dixit, mutari non potest pra petram, et inde commissa sibi pécora custodire: utique melior pas-
quod immutabilis dixit. tor quam petra, super quam sedet pastor; et tamen Christus et pastor et
3. Dicam ergo in huius profunditate quaestionis quid mihi videa- petra. Totum hoc secundum similitudinem. Proprietatem autem si quae-
tur: eligat unusquisque quod placet; pie tamen sentiat, sicut scriptum est, ras a me; In principio erat Verbum, et Verbum erai apui Deum, et
Sentite de Domino in bonitate, et in simplicitate cordis quaerite illum Deus erat Verbum (lo 1,1). Si quaeras a me proprietatem; Filius uni-
(Sap 1,1). Ostiarium forte ipsum Dominum debemus accipere. Multo cus de Patre in aeternum ab aeterno genitus, aequalis gignenti, per
sunt enim Ínter se diversa in rebus humanis pastor et ostium, quam quem facta sunt omnia, cum Patre incommutabilis, et accepta forma
ostiarius et ostium; et tamen Dominus et pastorem se dixit, et ostium. hominis non mutatus, ex incarnatione homo, filius hominis et Filius
Cur ergo non intelligamus ipsum et ostiarium? Si enim consideremus Dei. Hoc totum quod dixi, non similitudo, sed res est.
proprietates, Dominus Christus nec pastor est, sicut consuevimus nosse 4. Non ergo pigeat nos, fratres, secundum quasdam similitudines
et videre pastores; nec ostium est, non enim eum faber fecit: si autem ipsum accipere ostium, ipsum ostiarium. Quid est enim ostium? Qua
secundum aliquam similitudinem, et ostium et pastor est; audeo di- intramus. Quis est ostiarius? Qui aperit. Quis ergo se aperit, nisi qui
cere, et ovis est: ovis nempe sub pastore est, tamen ille et pastor est et seipsum exponit? Ecce Dominus dixerat ostium, non intellexeramus;
ovis. Ubi est pastor? Ecce hic habes, lege Evangelium: Ego sum pastor quando non intelleximus, clausum erat: qui apeiuit, ipse est ostiarius.
bonus. Ubi est ovis? Interroga prophetam: Sicut ovis ad immolandum Nulla est ergo necessitas aliquid aliud quaerere, nulla necessitas: sed
46, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 139
138 Sobre el evangelio de Sun Juan 46, 5
dice también el Señor: En verdad os digo que ya recibieron su
nada, en absoluto, p e r o tal vez haya voluntad. Si quieres indagar paga. Escucha lo que dice el Apóstol del santo varón T i m o t e o :
más, m u c h o cuidado con desviarse, n o te apartes de la T r i n i d a d . "Espero en el Señor que p r o n t o os enviaré a T i m o t e o , para que
Si buscas en otro lado la persona del ostiario, que sea el Es- yo m e alegre conociendo vuestras cosas; pues n o t e n g o a otro más
p í r i t u Santo; pues no se desdeñará ser ostiario el Espíritu Santo, u n i d o a mí, q u e por vosotros siente una solicitad h e r m a n a de la
c u a n d o el H i j o se ha d i g n a d o ser la puerta. Concedamos que tal mía. Todos buscan sus intereses, n o los de Jesucristo." Se lamen-
vez el ostiario es el Espíritu Santo. El p r o p i o Señor dice acerca ta el pastor de estar rodeado de mercenarios. Buscó a a l g u n o que
del Espíritu Santo a sus discípulos: El os enseñará toda la ver- tuviese amor sincero a la grey de Cristo, y n o lo encontró entre
dad. ¿Quién es la puerta? Cristo. ¿Qué es Cristo? La Verdad. los que en aquel t i e m p o h a b í a n estado a su lado. N o es q u e en
¿Quién abre la puerta sino el que enseña toda la verdad? aquel t i e m p o no hubiera en la Iglesia de Cristo, quien, c o m o
5. ¿Qué diremos del mercenario? N o fue m e n c i o n a d o en- h e r m a n o , se desvelase por la grey, fuera del apóstol Pablo y T i -
tre los buenos. El buen pastor, dice, da su vida por las ovejas. moteo; p e r o sucedió que, c u a n d o envió a T i m o t e o , n o tenía cer-
El mercenario y el que no es el pastor, de quien no son propias ca de sí a n i n g u n o de sus hijos; los q u e tenía cerca de sí eran
las ovejas, en viendo venir al lobo, abandona a las ovejas y huye, todos mercenarios, que buscan sus intereses y no los de Jesucris-
y el lobo las arrebata y dispersa. N o lleva a q u í el m e r c e n a r i o las to. Sin e m b a r g o , con fraterna solicitud, prefirió enviar a u n hijo
partes de una persona buena, p e r o es de alguna utilidad; ni se y quedarse él entre los mercenarios. Sabemos q u e hay mercena-
llamaría mercenario si n o percibiera el salario del patrón. ¿Quién rios, p e r o nadie los conoce sino D i o s , que inspecciona el cora-
es, pues, este m e r c e n a r i o tan culpable como necesario? Concé- zón, a u n q u e a veces t a m b i é n nosotros los llegamos a descubrir,
danos el Señor sus luces, hermanos, p a r a conocer a los merce- pues n o de balde dijo el Señor de los lobos: Por sus frutos los
narios y para q u e nosotros no seamos mercenarios. ¿Quién es, conoceréis. M u c h o s en las tentaciones dejan transparentar sus in-
pues, el mercenario? H a y en la Iglesia algunos prelados de quie- tenciones, p e r o m u c h o s se m a n t i e n e n ocultos. T i e n e el redil del
nes dice el apóstol San Pablo q u e buscan sus propios intereses Señor por dirigentes a hijos y a mercenarios. Los que son hijos
y no los de Jesucristo. Con lo cual quiere decir que n o a m a n
son los pastores. Si ellos son pastores, ¿cómo dice q u e u n solo
g r a t u i t a m e n t e a Cristo, que no buscan a Dios por D i o s , q u e
pastor, sino p o r q u e todos ellos son m i e m b r o s del pastor cuyas
van en pos de las comodidades temporales, ávidos del lucro y
son propias las ovejas? Pues t a m b i é n ellos son m i e m b r o s de la
deseosos de honores h u m a n o s . C u a n d o el superior tiene amor a
única oveja, p o r q u e como oveja se dejó conducir al sacrificio.
todo esto y p o r ello sirve a D i o s , este tal, q u i e n q u i e r a que sea,
es u n mercenario; n o se cuente entre los hijos. D e estos tales ñus est, Ínter filios se non computet. De talibus enim et Dominus dicit:
Amen dico vobis, perceperunt mercedem suam (Mt 6,5). Audi de Ti-
fortasse est voluntas. Si est voluntas, noli exotbitare, noli a Ttinitate motheo sancto quid dicat apostolus Paulus: "Spero autem in Domino
discedere. Si personam aliam quaeris ostiarii, Spiritus sanctus occurrat: lesu Timotheum cito mittere vobis, ut et ego bono animo sim, cum
non enim dedignabitur ostiarius esse Spiritus sanctus, quando ipsum os- cognovero quae circa vos sint: nemínem enim habeo unanimem, qui
tium esse dignatus est Filius. Vide ostiarium forte Spiritum sanctum: germane de vobis sollicitus sit. Omnes enim sua quaerunt, non quae
ipse Dominus discipulis suis de Spiritu sancto dicit, Ipse vos docebit lesu Christi" (Phil 2,19-21). ínter mercenarios pastor ingemuit: Quaesi-
omnem veritatem (ibid. 16,13). Ostium quid est? Christus. Quid est vit aliquem qui sinceriter diligeret gregem Christi, et circa se in eis
Christus? Ventas. Quis aperit ostium, nisi qui docet omnem veritatem? qui cum illo eo tempore fuerant, non invenit. Non enim in Ecclesia
5. De mercenario autem quid dicimus? Non in bonis hic comme- Christi tune praeter Paulum apostolum et Timotheum nemo erat qui
moratus esr. Pastor bonus, ait, animam suam dat pro ovibus. Mercenarius, getmane de grege sollicitus esset: sed contigerat ut eo tempore quo Ti-
et qui non est pastor, cuius non sunt oves propriae, videt Inpum venien- motheum misit, circa se alium de filiis non haberet; sed soli mercenarii
tem, et dimittit oves, et fugit; et lupus rapit, et dispergit oves. Non cum illo essent, sua quaerentes, non qteae lesu Christi. Et tamen ipse
hic bonam personam mercenarius gerit, et tamen in aliquo milis est: germane de grege sollicitus, maluit filium mittere, et ínter mercenarios
nec mercenarius diceretur, nisi acciperet a conducente mercedem. Quis remanere. Invenimus et mercenarios, non eos discutit nisi Dominus; qui
est ergo iste mercenarius, et culpabilis et necessarius? Hic vero, fratres, cor inspicit, ipse discutit: tamen aliquando intelliguntur a nobis. Non
luceat nobis ipse Dominus, ut et mercenarios intelligamus, et mercenarii enim frustra dixit ipse Dominus etiam de lupis: Ex jruoúbus eorum
non simus. Quis est ergo mercenarius? Sunt in Ecclesia quídam praepo- cognoscetis eos (Mt 7,16). Multes interrogant tentationes, et tune ap-
siti, de quibus Paulus apostolus dicit: Sua quaerentes, non quae lesu parent cogitationes: multi autem latent. Habeat ovile Domini praepo-
Christi. Quid est, sua quaerentes? Non Christum gratis diligentes, non sitos, et filios et mercenarios. Praepositi autem qui filii sunt, pastores
Deum propter Deum quaerentes; temporalia commoda consectantes, lu- sunt. Si pastores sunt, quomodo nnus pastor, nisi quia sunt illi omnes
cris inhiantes, honores ab hominibus appetentes. Haec quando amantur unius membra pastoris, cuius sunt oves propriae? Nam et ipsi memora
a praeposito, et propter haec servitur Deo; quisquís est talis, mercena- sunt ipsius unius ovis; quia sicut ovis ad immiAcmdmTi ductus est.
140 Sobre el Evangelio de San Juan 46 g
46, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 141
6. Escuchad ahora q u e t a m b i é n los mercenarios son nece-
p e r o el s a r m i e n t o se ha enlazado con las espinas. Busca las
sarios. Hay muchos en la Iglesia q u e , buscando comodidades te-
raíces, y hallarás la raíz del espino separada de la vid; busca el
rrenas, predican a Cristo, y por ellos se deja oír la voz de Cris-
origen de la uva, y verás q u e p r o c e d e de la vid. La cátedra de
to. Las ovejas siguen n o al mercenario, sino la voz del pastor,
Moisés era la vid; las costumbres de los fariseos eran las espi-
oída a través del mercenario. Y a el m i s m o Señor señaló a los
nas. La verdadera doctrina suministrada p o r los malos es el sar-
mercenarios cuando dijo: En la cátedra de Moisés se han sentado
m i e n t o en la zarza, el r a c i m o entre las espinas. C o g e con cuida-
escribas y fariseos; haced lo que os dicen, pero no imitéis sus
do, n o sea que, buscando el fruto, te lastimes la m a n o , y oyendo
obras. ¿Qué otra cosa quiso decir sino q u e p o r m e d i o de los mer-
a q u i e n dice cosas buenas, imites sus obras malas. Haced lo que
cenarios escuchéis la voz del pastor? Sentados en la cátedra de
dicen: escoged las uvas; no hagáis lo que hacen: cuidado con las
Moisés, enseñan la ley de D i o s ; luego p o r ellos enseña Dios.
espinas. Escuchad la voz del pastor en la voz de los mercenarios;
Pero, si intentasen hablar d e lo suyo propio, entonces n o los es-
n o seáis vosotros mercenarios, pues sois m i e m b r o s del pastor.
cuchéis, ni obréis de acuerdo con sus enseñanzas. Ellos cierta-
El m i s m o apóstol San Pablo, que dijo q u e n o tenía a nadie q u e
mente buscan sus intereses propios, p e r o no Jos de Jesucristo;
fraternalmente se cuidara de vosotros, p o r q u e todos buscaban sus
n i n g u n o de ellos, sin e m b a r g o , se ha atrevido a decir al r e b a ñ o
intereses y n o los de Jesucristo, en otro lugar, estableciendo la
de Cristo que n o b u s q u e los intereses de Jesucristo, sino los suyos
diferencia entre los hijos y los mercenarios, sigue diciendo:
propios. El mal q u e hace no lo predica desde la cátedra de Cris-
" U n o s por envidia y competencia, otros p o r su buena voluntad
to; causa daño por el mal q u e obra, n o por el bien que predica.
predican a Cristo; otros p o r caridad, p o r q u e saben q u e he sido
T ú coge los racimos y ten cuidado con las espinas. Esto basta,
puesto para defender el Evangelio; otros p o r contumacia a n u n -
pues creo que m e habéis e n t e n d i d o ; pero, en atención a los m á s
cian a Cristo, sin guardar castidad, i n t e n t a n d o con esto hacer
tardos, lo d i r é m á s claramente. ¿Por q u é y o h e d i c h o : C o g e el
más pesadas mis cadenas". Estos eran mercenarios; tenían en-
racimo y ten cuidado con las espinas, cuando el Señor dice:
vidia del apóstol San Pablo. ¿Por qué? P o r q u e buscaban intere-
Por ventura se cogen uvas de los es-pinos o higos de los abro-
ses temporales. Ved lo q u e dice a continuación: Y ¿qué? De
jos? Esto es absolutamente cierto; p e r o t a m b i é n y o digo con ver-
cualquier -modo que sea, ya ocasionalmente, ya con recta inten-
dad que cojas las uvas y tengas cuidado con las espinas, p o r q u e
ción, mientras Cristo sea anunciado, me gozo y me gozaré en
a veces el r a c i m o nacido de las raíces de la vid cuelga de las zar-
ello. Cristo es la Verdad. Esta verdad es anunciada ocasional-
zas, y, creciendo el sarmiento, se entrelaza con las espinas, y la
m e n t e por los mercenarios; por los hijos es anunciada en verdad.
zarza lleva un fruto q u e n o es suyo. La vid n o tiene espinas,
Los hijos esperan p a c i e n t e m e n t e la herencia eterna del P a d r e ; los
mercenarios exigen la pronta paga del patrón. Para m í n o tiene
6. Audite autem, quia et mercenarii necessarii sunt. Mulri quippe
in Ecclesia commoda terrena sectantes, Christum tamen praedicant, et per ex radice. Cathedra ergo Moysi vitis erat: Pharisaeorum mores spinae
eos vox Christi auditur: et sequuntur oves, non mercenarium, sed vocem erant. Doctrina vera per malos, palmes in sepe, bottas ínter spinas. Caute
pastoris per mercenarium. Audite mercenarios ab ipso Domino demon- lege, ne dum quaeris fructum, laceres manum: et cum audis bona di-
stratos: Scribae, inquit, et Pharisaei cathedram Moysi sedent: quae dicunt, centem, ne imiteris mala facientem. Quae dicunt facite, legite uvas:
facite; quae autem faciunt, faceré nolite (ibid. 23,2). Quid aliud dixit, quae autem jacmnt, faceré nolite, cávete spinas. Etiam per mercenarios
nisi, Per mercenarios vocem pastoris audite? Sedendo enim cathedram vocem pastoris audite, sed nolite esse mercenarii, cum sitis membra
Moysi Iegem Dei docent: ergo per iilos Deus docet. Sua vero illi si pastoris. Ipse autem Paulus sanctus apostolus, qui dixit, "Neminem ha-
velint docere, nolite audire, nolite faceré. Certe enim tales sua quaerunt, beo qui germane de vobis solliritus sit; omnes enim sua quaerunt, non
non quae Iesu Christi: nullus tamen mercenarius ausus est dicere populo quae Iesu Christi"; aiio loco inter mercenarios fiíiosque distinguens, vi-
Christi, Tua quaere, non quae Iesu Christi. Quod enim facit male, non dete quid dixerit: "Quida.ni per invidiam et contentionem; quídam vero
praedicat de cathedra Christi: inde Iaedit unde mala facit, non unde et per bonam voluntatem Christum praedicant; quídam ex chántate,
bona dicit. Botrum carpe, spinam cave. Bene, quia intellexistis; sed prop- scientes quia in defensionem Evangelii positus sum, quídam vero et
ter tardiores dicam hoc Ídem planius. Quomodo dixi, Botrum carpe, per conmmaciam Christum annuntiant, non caste, existimantes tribula-
spinam cave; cum Dominus dicat, Numquid colligunt de spinis uvam, tionem suscitan vinculis meis". Isti mercenarii erant, Paulo apostólo ¡n-
aut de tribulis ficum? (ibid. 7,16). Verum est omnino; et tamen etiam videbant. Quare invidebant, nisi quia temporalia requirebant? Sed quid
verum ego dixi, Botrum carpe, spinam cave. Quia botrus aliquando de adiungat, attendite: Quid enim? Dum omni modoj uve occasione, sive
radice vitis exortus, pendet in sepe, crescit palmes, inseritur spinis, et veritate Christus annnntieiur; et in hoc gaudeo sed et gandebo (Phil
portat fructum spina non suum. Non enim spinam vitis attulit, sed 1,15-18). Veritas est Christus: veritas a mercenarias occasione annuntie-
spinis palmes incubuit. Noli interrogare nisi radices. Quaere radicem tur, veritas a filáis veritate annuntietur: filii aeternam haereditatem Pa-
spinae, extra invenís a vite; quaere originem uvae, vitis hanc protulit tris patienter exspectant, mercenarii temporalem mercedem conducentis
Sobre el Evangelio de San ]uan 46, 7 46, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 143
142
valor la gloria h u m a n a , q u e tanto envidian los mercenarios, con tión. T ú dijiste, Señor, a quienes querías q u e fuesen pastores fie-
tal q u e la gloria divina de Cristo se difunda, bien sea por la les, y los formabas p a r a ser m i e m b r o s tuyos: Si os persiguen,
voz de los mercenarios, b i e n por la voz de ¡os hijos; y Cristo huid. A h o r a les haces una injuria r e p r e n d i e n d o a los mercena-
sea anunciado, ya ocasionalmente, ya verdaderamente, rios que ven venir al lobo y escapan. Le rogamos q u e nos revele
7. Ya h e m o s visto t a m b i é n quién es el mercenario. ¿Quién las profundidades de la cuestión; llamemos, acuda el ostiario de
es el lobo sino el diablo? ¿Qué es lo q u e dice del mercenario? la puerta, que es El m i s m o , a manifestarse a sí m i s m o .
En viendo venir al lobo huye, porque no son suyas propias las 8. ¿Quién es el mercenario? El q u e , v i e n d o venir al lobo,
ovejas ni le importa el cuidado de ¡as ovejas. ¿Fue tal el após- huye, p o r q u e busca su interés, n o el de Jesucristo; n o se atreve
tol San Pablo? N o . ¿Fue tal San P e d r o ? N o . ¿Fueron tales todos a reprender con libertad al q u e peca. Pecó n o sé quién, pecó
los demás apóstoles, a excepción de Tudas, q u e era el hijo de g r a v e m e n t e ; debe ser r e p r e n d i d o , debe ser e x c o m u l g a d o ; pero,
perdición? N o . ¿Eran ellos pastores? E n t e r a m e n t e pastores. Pues excomulgado, será u n e n e m i g o , m a q u i n a r á y causará daños cuan-
¿cómo es u n o solo el pastor? Y a dije que eran pastores p o r q u e d o le sea posible. El q u e busca su interés y n o el de Jesucristo,
eran m i e m b r o s del pastor. Se gozaban de aquella cabeza, estaban p o r n o perder lo que p r e t e n d e , p o r n o p e r d e r la satisfacción
de acuerdo bajo su dirección, vivían con u n solo espíritu en de la amistad de u n h o m b r e y soportar las molestias de u n a ene-
la trabazón de un solo cuerpo y, por ende, todos pertenecían a un mistad, calla y n o lo r e p r e n d e . A q u í tenéis al lobo con las ga-
solo pastor. Si, pues, eran pastores, y n o mercenarios, ¿por q u é rras en la g a r g a n t a de la oveja. El diablo ha incitado a u n o de
huían c u a n d o eran perseguidos? Acláranoslo, Señor. Vi a P a b l o los fieles a cometer u n adulterio; tú callas, n o le reprendes. ¡Oh
huyendo, según dice él en su Epístola; en u n a espuerta fue ba- mercenario!, viste venir al lobo, y has huido. P u e d e ser q u e res-
jado por el m u r o para escapar de las manos del perseguidor. ponda: A q u í estoy, n o h e huido. H a s huido, p o r q u e has callado,
; D e j ó el cuidado de las ovejas q u e abandonaba c u a n d o venía el y has callado, p o r q u e has temido. El temor es la huida del alma.
lobo? C i e r t a m e n t e ; p e r o en sus oraciones las p o n í a bajo el am- Con el c u e r p o te has quedado, p e r o has h u i d o con el espíritu;
p a r o del pastor que está sentado en el cielo, mientras él con la lo cual n o hacía q u i e n decía: Aunque con el cuerpo estoy au-
huida se reservaba para su utilidad, como dice en otro lugar: sente, estoy presente con el espíritu. ¿ C ó m o había de huir con
Por vosotros es necesario que permanezca en esta carne. D e la el espíritu quien, estando ausente con el cuerpo, r e p r e n d í a en
boca m i s m a del pastor h a b í a n oído todos: Si en una ciudad sus cartas a los fornicadores? N u e s t r o s afectos son m o v i m i e n t o s
os persiguen, huid a otra. D í g n e s e el Señor explicarnos esta cues- del alma: la alegría es la expansión del alma; la tristeza es la
contracción del alma; la codicia es el p r o g r e s o del alma; el te-
festinanter exoptant: mihi humana gloria, cui mercenarios invidere vi-
deo, minuatur; et tamen per linguas et mercenariorum et filiorum divi- quos fideles pastores esse utique volebas, quos tua membra esse forma-
na Christi gloria diffametur, cum sive occasione, sive veritate Christus bas, Si vos persecuti fuerint, fugite. Iniuriam ergo illis facis, quando
annuntietur. reprehendis mercenarios, qui vident lupum venientem et fugiunc. Roga-
7. Vidimus qui sit etiam mercenarius. Quis est lupus, nisi diabo- mus Índices nobis quid habeat altitudo quaestionis: pulsemus, aderit qui
lus? Et quid dictum est de mercenario? Cum viderit lupum venientem, aperiat se ostiarius ostii, quod est ipse.
fugit; quia non sunt eius oves propriae, nec ei cura est de ovibus. Nun>- 8. Quis est mercenarius, qui videt lupum venientem et fugit? Qui
quid talis erat apostolus Paulus? Absit. Numquid talis Petrus? Absit. sua quaerit, non quae lesu Christi: peccantem non libere audet arguere
Ñumquid tales caeteri ApostoJi, excepto luda filio perditionis? Absit. (1 Tim 5,20). Ecce nescio quis peccavit, graviter peccavit; increpandus
Pastores ergo illi? Plañe pastores. Et unde unus pastor? Iam dixi, pas- est, excommunicandus est: sed excommunicatus, inimicus erit, insidiabi-
tores, quia membra pastoris. Illo capite gaudebant, sub illo capite con- tur, nocebit cum potuerh. Iam ille qui sua quaerit, non quae lesu Christi,
cordaban!, uno spiritu in unius corporis compage vivebant: ac per hoc ne perdat quod sectatur, humanae amicitiae commoditatem, et inimi-
omnes ad unum pastorem pertinebant. Si ergo pastores, non mercenarii, citiarum humanarum incurrat molestiam, tacet, non corripit. Ecce lupus
quare fugiebant quando persecutionem patiebantur? Expone nobis, o Do- ovi guttur apprehendit: diabolus fideli adulterium persnasit; tu taces,
mine. Vidi in Epístola fugientem Paulum: per murum in sporta submis- non increpas: o mercenarie, lupum venientem vidisti, et fugisti. Re-
sus est, ut manus persequentis evaderet (2 Cor 11,33). Non ergo illi spondet forte et dicit: Ecce hic sum, non fugi. Fugisti, quia tacuisti; ta-
cura fuit de ovibus, quas hipo veniente deserebat? Fuit plañe, sed eas cuisti, quia timuisti. Fuga animi, timot est. Corpore stetisti, spiritu fu-
pastori in cáelo sedenti orationibus commendabat: se autem utilitati gisti: quod ¡He non faciebat qui dicebat, Etsi corpore absens sum, spi-
earum fugiendo servabat, sicut quodam loco ait, Manere in carne neces- ritu vobiscum sum (Col 11,5). Ouomodo enim spiritu fugiebat, qui
iarium propter vos (Phil 1,24). Ab ipso namque pastore omnes audierant, etiam corpore absens, fornicatores litteris arguebat? Aífectiones nostrae
Si vos persecuti fuerint in una civitate, fugite in aliam (Mt 10,23). Hanc motus animorum sunt. Laetitia, animi diffusio; tristitia, animi contractio:
nobis quaestionem Dominus dignetur exponere. Domine, tu dixisti eis cupiditas, animi progressio; timot, animi fuga est. Diffunderis enim
144 Sobre el Evangelio de San Juan J\-¡ i 47, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 145

mor es la fuga del alma. Expansionas tu ánimo cuando te ale- del domingo anterior, porque, por detenernos en algunas cosas
gras, lo contraes cuando te entristeces, lo haces adelantar cuando necesarias, no nos fue posible disertar sobre todas las cosas de-
deseas, lo haces huir cuando temes. Ahí tienes por qué se dice bidas a vuestra consideración. Hoy, por lo tanto, no nos vamos
que el mercenario huye cuando ve al lobo. ¿Por qué huye? Por- a detener en lo que ya hemos dicho y tratado, no sea que, por
que no le importa el cuidado de las ovejas. ¿Por qué no le im- repetirlo, no podamos llegar a lo que aún queda por decir. Ya
porta? Porque es mercenario, que quiere decir que busca una sabéis, en el nombre del Señor, quién es el buen pastor y cómo
merced temporal, y por eso no habitará en la casa para siempre. los buenos pastores son miembros suyos, y por eso es uno el
Todavía quedan aquí muchas cosas que indagar y discutir con pastor. Sabéis también quién es el mercenario aceptable, quiénes
vosotros, pero no es mi intención cansar vuestra atención. Ser- el lobo y los ladrones y salteadores vitandos, quiénes las ovejas,
vimos los manjares del Señor a nuestros consiervos. Apacentamos la puerta por la cual deben entrar y el pastor; cómo debe enten-
a las ovejas y, a la vez, nos apacentamos nosotros en los pastos derse el ostiario; sabéis que quien no entra por la puerta es la-
del Señor. Así como no se debe negar lo necesario, así tampoco drón y salteador y que viene a robar, matar y hacer estragos.
hay que cargar al corazón débil con excesivas viandas. N o lleve Todas estas cosas creo que fueron suficientemente discutidas.
a mal vuestra caridad que no trate hoy de explicar las cosas Hoy, con la ayuda de Dios, debemos decir cómo entra Cristo
que, a mi parecer, aún quedan por discutir. Pero de nuevo en por El mismo (ya que el mismo Jesucristo, Salvador nuestro,
días destinados a la explicación será repetida la misma lectura dijo que El era la puerta y el pastor, y que el buen pastor entra
en el nombre del Señor, y, con su ayuda, la trataremos con ma- por la puerta. Si nadie es pastor bueno sino el que entra por la
yor diligencia. puerta, y El principalmente es el buen pastor y es la puerta, no
puedo comprender que entre El, si no entra por medio de sí
TRATADO 41 mismo, a sus ovejas para darles la voz de que le sigan, y ellas,
entrando y saliendo, encuentren los pastos, que son la vida eterna.
DESDE: "YO SOY EL BUEN PASTOR Y CONOZCO A MIS OVEJAS...", HASTA: 2. Lo voy a decir pronto. Si yo intento entrar a vosotros,
"¿ACASO EL DEMONIO PUEDE DAR VISTA A LOS CIEGOS?"
quiero decir en vuestro corazón, predico a Cristo; pero, si pre-
1. Quienes oís, no sólo con agrado, sino también con dili- dico otra cosa, pretendo subir por otra parte. Cristo me sirve
gencia, la palabra de nuestro Dios, recordaréis, sin duda, nuestra de puerta para entrar a vosotros; entro por Cristo, no a vuestras
promesa. Pues la lectura del Evangelio hecha hoy es la misma
níco díe: propterea quoniam in quibusdam necessitatibus immorati, non
animo, cum delectaris; contraheris animo, cum molestaris: progrederis potuimus omnia discútete quae vestris sensibus debebamus. Ptoinde quae
animo, cum appetis; fugis animo, cum metuís. Ecce unde ¡lie mercena- iam dicta atque ttactata sunt, hodie non quaeiimus; ne adhuc eadem
rius viso lupo dicitur fugere. Quare? Quia non est ei cura de ovibus. repetendo, ad illa quae nondum dicta sunt pervenite minime permitta-
Quare non est ei cura de ovibus? Quia mercenarius est. Quid est, mer- mur. Nostis iam in nomine Domini qui sit bonus pastor, et quemadmo-
cenarias est? Temporaleen mercedem quaerens, et in domo in aeternum dum pastores boni membra sint eius, et ideo pastor sit unus: nostis qui
non habitabit. Sunt hic adhuc quaerenda, et discutienda vobiscum, sed sit mercenarius ferendus; quis lupus, et futes, et lattones cavendi; quae
onerare vos non est consilii. Dominica enim cibaria conservis ministra- sint oves, quod sit ostium quo et oves ingiediuntur et pastor; quomodo
mus; in pascuis dominicis oves pascimus, et simul pascimur. Sicut non sit intelligendus ostiatius: nostis etiam quoniam quisquís non per os-
est negandum quod necessarium est, sic non est cor infirmum pabuli tium inttaverit, fut est et lateo, nec venit nisi ut futetut, et occidat,
multitudine praegravandum. Non sit ergo molestara Charitati vestrae, et perdat. Haec omnia dicta, sufficienter, quantum existimo, pertractaca
quia omnia quae hic adhuc discutienda atbitror, hodie non discutio: sunt. Hodie debemus dicete, quantum adiuvat Dominas (quoniam ipse
sed itetum nobis in nomine Domini diebus reddendi sermonis eadem lesus Christus salvatoi nostet et pastoiem se esse dixit, et ostium, et
lectio recitabitur, et diligentius, illo adiuvante tractabitur. pastotem bonum dixit intrate per ostium), quomodo ipse per seipsum
intret. Si enim nenio pastor bonus est, nisi qui per ostium intrat, et
ipse est praecipue pastor bonus, et ipse e^t ostium; inteiligere non pos-
TRACTATUS 47 sum, nisi et ipsum pet seipsum ad oves suas intrate, et vocem suam
illis d^re ut sequantur eum, easque inflantes et exeuntes pascua invenite,
AR EO QUOD SCRIPTUM EST, EGO S U M PASTOR B O N U S , ET COGNOSCO OVES MEAS, ETC.,
USQUE AT> ID, NUHQUID DAEMONIUM POTEST CAECORUM OCULOS APERIRE?
quod est vita aetetna.
2. Cito ergo dico. Ego quaerens intrate ad vos, id est ad cor ves-
1. Qui sermonem Dei nostri non solum libenter, sed etiam dili- tium, Christum praedico: si aliud praedicem, per aliam partern conabor
genter auditis, promissionis nostrae procul dubio meministis. Ipsa quip- ascendete. Christus itaque mihi ¡anua est ad vos; pet Chtistum intro,
pe iectio evangélica et hodie lecta est, quae lecta fuerat próximo domi- non ad parietes vestras, sed ad corda vestra. Per Christum intro, Christum
146 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 2
47, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 147
paredes, sino a vuestros corazones. Entro por Cristo, y con agra-
do habéis escuchado a Cristo en mí. ¿Por qué? Porque sois ovejas la vida por nuestros hermanos. Por esto le dijo a Pedro, a quien
de Cristo, compradas con la sangre de Cristo. Conocéis vuestro quería hacer pastor bueno, no en el mismo Pedro, sino en su
precio, no dado, sino predicado por mí. Os compró quien de- cuerpo: Pedro, ¿me amas? Apacienta mis ovejas. Y lo mismo
rramó su sangre preciosa, libre de todo pecado. Hizo también repite una, dos y tres veces, hasta llegar a entristecerle. Y des-
preciosa la sangre de aquellos por quienes dio el precio de su pués de preguntarle el Señor tantas veces como juzgó oportuno
sangre; pues si no fuese preciosa la sangre de los suyos, no se para responder a su triple negación con una triple confesión, y
hubiese dicho: Preciosa es en el acatamiento divino la- muerte de haberle por tres veces encomendado el apacentamiento de sus
sus santos. Además, aquello que dice que el buen pastor da ovejas, le dice: Cuando eras joven, tú te ceñías y andabas por
su vida por sus ovejas, no lo hizo El solamente; pero, si quienes donde te placía; pero, cuando hayas envejecido, extenderás tus
esto hicieron son miembros suyos, fue el único que lo hizo. El brazos y otro te ceñirá y te hará caminar a donde tú no quieres
lo pudo hacer sin ellos, pero ellos sin El, ¿cómo lo pudieran ha- ir. Estas palabras del Señor las explicó el evangelista diciendo
cer, habiendo dicho El: Sin mí nada podéis hacer? Por estas que en ellas le manifestó el género de muerte con que había de
palabras podemos demostrar que otros lo hayan hecho. Porque glorificar a Dios. Apacienta, pues, mis ovejas, no significa otra
el mismo apóstol San Juan, que predicó este evangelio que aca- cosa sino que des tu vida por mis ovejas.
báis de oír, dice en su epístola: Como Cristo dio su vida por 3. No habrá ninguno que no entienda estas palabras suyas:
nosotros, también nosotros debemos dar la nuestra por los her- Como el Padre me conoce, conozco yo también al Padre. El le
manos. Debemos, dijo. Nos hizo deudores quien la dio el pri- conoce por sí mismo; nosotros le conocemos por El. Sabemos
mero. Y así, en otro lugar está escrito: Si te sientas a comer a la que El le conoce por sí mismo, e igualmente sabemos que nos-
mesa de un poderoso, pon mucha atención a los manjares que te otros le conocemos por El; porque por El sabemos esto también.
sirven, y mete tu mano, haciéndote cargo de que conviene que El dijo que a Dios nadÁe lo vio jamás, sino su Hijo unigénito,
tú prepares otros semejantes. Bien conocéis cuál sea la mesa de que está en el seno del Padre. El nos lo ha manijestado. Luego
ese poderoso: en ella está el cuerpo y la sangre de Cristo, y nosotros, a quienes lo ha manifestado, le conocemos por El. Tam-
quien se acerque a ella debe preparar otros manjares semejantes, bién dijo en otro lugar que nadie conoce al Hijo sino el Padre,
y del modo que El dio su vida por nosotros, así también nos- ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo
otros, para fortalecer al pueblo y confirmar la fe, debemos dar quisiere revelarlo. De modo que El por sí mismo conoce al Pa-
dre, y nosotros le conocemos por El; así El entra en el redil por
sí mismo, y nosotros entramos por El. Os decíamos que Cristo
in me libenter audistis. Quare Christum in me libenter audistis? Quia
oves Christi estis, sanguine Christi comparati estis. Agnoscitis pretium
vestrum: quod non a me datur, sed per me praedicatur. Ule quippe animas pro fratribus poneré. Ideo Petro quem faceré volebat pastorem
emit, qui pretiosum sanguinem fudit: pretiosus sanguis est illius sine bonum, non in ipso Petto, sed in corpore suo ait: Peíre, amas me?
peccato. Fecit tamen ipse etiam suorum sanguinem pretiosum, pro quibus pasee oves meas. Hoc semel, hoc iterum, boc temo usque ad eius tristi-
dedit sanguinis pretium: nam si suorum sanguinem non faceret pretiosum, tiam. Et cum tantum interrogasset Dominus, quantum interrogandum
non diceretur, Pretiosa in conspectu Domini mors sanctorum eius (Ps esse iudicavit, ut ter confiteretut qui ter negaverat, et ei suas oves pas-
cendas tertio commendasset; ait illi, Cum iunior esses, cingebas te, et
115,15). Itaque etiam quod ait, Pastor bonus animam suttm ponit pro
ambulabas ubi volebas: cum antem senueris, extendes ma-nus tuas, et al-
ovibus, non ipse unus hoc fecit: et tamen si illi qui fecerunt membra
ter te cinget, et ducet quo tu non -vis. Et exposuit Evangelista quid Do-
eius sunt, Ídem ipse unus hoc fecit. Ipse enim potuit faceré sine illis; minus dixerit: Hoc autem inquit, dixit, significans qaa morte clarifica-
ípsi sine illo unde potuerunt, cum ipse dixerit, Sine me nibil potestis tnrus esset Deam (lo 21,15-19). Ad hoc ergo pertinet, Pasee oves meas:
lacere? (lo 15,5). Hinc autem ostendimus quod et alii fecerint, quia ut ponas animam tuam pro ovibus meis.
ipse apostolus Ioannes, qui hoc quod audistis Evangelium praedicavit, in
3. Iam illud quod ait, Sicut novit me Pater, et ego agnosco Patrem,
Epístola sua dixit: Sicut Christus pro nobis animam suam posuit, sic et quis nescit? Ipse enim agnoscit Patrem per se, nos per illum. Quia ipse
nos debemus animas pro fratribus poneré (1 lo 3,16). Debemus, dixit; per se sgnoscit, novimus: quia et nos per illum, etiam hoc novimus;
debitores nos fecit qui primus exhibuit. Ideo quodam loco scriptum est: quia et hoc per illum novimus. Ipse enim dixit: Deu-m fiemo ridit un-
Si sederis coenare ad mensam potentis, sapienter intellige quae appo- (¡nam, nisi unigénitas Filius qui est in sinu Patris; ipse enarravit (ibid.
nuntur tibi: et mítte manum tuam, sciens quia talia te oportet praepara- 1,18). Ergo et nos per ipsum, quibus enarravit. ítem alibi ait: Nem-o
re (Prov 23,1.2, sec. LXX). Mensa potentis quae sit, nostis; ibi est cor' novit Vilium, nisi Pater: neqne Patrem quisquam novit, nisi Filius, el
pus et sanguis Christi: qui accedit ad talem mensam, ptaeparet talia. cui voluerit Filius revelare (Mt 11,27). Sicut ergo ipse per se novit
t t quid est, ptaeparet talia? Qaomodo ipse pro nobis animam suam po- Patrem, nos autem per illum novimus Patrem; sic intiat in oviLe per
sutt, sic et nos debemus, ad aedificandam plebem et asserendam fidem, semetipsum, et nos per ipsum. Ostium dioebamus per Christum nos ha-
148 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 3 47, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 149
era la puerta p o r d o n d e e n t r á b a m o s a vuestro corazón, p o r q u e d o El el pastor, concedió serlo t a m b i é n a sus m i e m b r o s , pues pas-
os predicamos a Cristo; y p r e d i c a n d o a Cristo, entramos p o r la tor es Pedro, pastor es Pablo, pastores los d e m á s apóstoles y pas-
puerta. P e r o Cristo predica a Cristo, p o r q u e se anuncia a sí mis- tores t a m b i é n los obispos santos. P e r o n i n g u n o de nosotros se
m o , y, p o r ende, el pastor entra por él m i s m o . C u a n d o la luz dirá p u e r t a ; ésta es p r o p i e d a d suya, por la cual han de entrar
manifiesta las cosas q u e en ella se ven, no ha menester otra las ovejas. Finalmente, el apóstol San P a b l o llenaba las partes
cosa para que se vean, y de este m o d o manifiesta las cosas y se de b u e n pastor cuando predicaba a Cristo, p o r q u e entraba por la
manifiesta a sí misma. T o d o c u a n t o e n t e n d e m o s , p o r el enten- puerta. Pero, c u a n d o las ovejas indisciplinadas c o m e n z a r o n a di-
d i m i e n t o lo e n t e n d e m o s ; y ¿por q u i é n sino p o r el e n t e n d i m i e n - vidirse en bandos y a fabricar otras puertas, n o para entrar a re-
to conocemos al e n t e n d i m i e n t o ? ¿Puedes con tus ojos corporales unirse, sino para extraviarse y dividirse, d i c i e n d o u n o s : Yo soy
ver las cosas y ver tus m i s m o s ojos? A u n q u e el h o m b r e ve con de Pedro; otros, yo soy de Pablo; otros, yo de Apolo; otros, yo de
sus ojos, no ve sus propios ojos El ojo p u e d e ver las cosas, p e r o Cristo; espantado de quienes dijeron: Yo soy de Pablo, como
no se ve a sí m i s m o ; el e n t e n d i m i e n t o , en cambio, e n t i e n d e las llamando a las ovejas, les dice: ¿Por d ó n d e vais, miserables?
cosas y se e n t i e n d e a sí m i s m o . Y del m o d o q u e el e n t e n d i - Y o n o soy la puerta. ¿Por ventura por vosotros fue crucificado
m i e n t o se ve a sí m i s m o , de igual m a n e r a Cristo se predica a sí Pablo o habéis sido bautizados en el nombre de Pablo? Quienes,
mismo. Si a sí m i s m o se predica, y predicándose entra en ti, en- e m p e r o , decían: Yo soy de Cristo, h a b í a n hallado la puerta.
tra por El mismo. T a m b i é n El es la puerta para ir al Padre, 4. Con m u c h a frecuencia oís hablar de u n solo redil y de
pues n o se p u e d e llegar al P a d r e , si n o es por El. P o r q u e u n o un solo pastor. Encarecidamente os hemos r e c o m e n d a d o u n solo
solo es D i o s y u n o solo el mediador entre D i o s y los h o m b r e s , redil, inculcándoos la u n i ó n , y q u e todas las ovejas entren p o r
q u e es el H o m b r e - C r i s t o , Jesús. Con palabras se expresan todas Cristo, y que n o haya una sola q u e siga a D o n a t o . Es claro el
las cosas, y c u a n t o os he dicho lo he dicho p o r m e d i o de la m o t i v o que indujo al Señor a decir estas cosas. H a b l a b a a los
palabra. Y si q u i e r o deciros una palabra, ¿podría hacerlo sin la judíos, había sido enviado a los judíos, n o por aquellos q u e ,
palabra? Por eso se dicen todas las cosas por m e d i o de la pala- obstinados en su odio fiero, p e r m a n e c í a n en las tinieblas, sino
bra, que n o son lo q u e es la palabra; y la m i s m a palabra n o por aquellos judíos a quienes llama sus ovejas, y de los cuales
puede decirse sino p o r m e d i o de la palabra. C o n la ayuda de dice que n o ha sido enviado sino a las ovejas q u e h a b í a n p e r e -
Dios os he puesto ejemplos abundantes. G u a r d a d bien cómo cido de la casa de Israel. Los conocía mezclados ahora con la
Cristo, nuestro Señor, es puerta y pastor: puerta, abriéndose, y turba enfurecida, y preveía que u n día estarían en la paz de los
pastor, e n t r a n d o por El mismo. Y ciertamente, hermanos, sien- creyentes. Y ¿qué indican estas palabras: No he sido enviado

bere ad vos; quare? Quia Christum praedicamus. Nos Christum praedica- nam et Petrus pastor, et Paulus pastor, et caeteti Apostoli pastores, et
mus; et ideo per ostium intramus. Christus autem Christum praedicat, boni episcopi pastores. Ostium vero nemo nostium se dicit; hoc sibi
quia seipsum praedicat; et ideo pastor per seipsum intrat. Lumen cum ipse proprium tenuit, qua intrent oves. Denique Paulus apostolus boni
alia monstrat quae videntur in lumine, numquid aliquo alio indiget ut pastotis implebat officium, quando Christum praedicabat, quia per ostium
monstretur? Lumen ergo et alia demonstrat et seipsum. Quaecumque intrabat. At ubi oves indisciplínate coeperunt faceré schismata, et alia
intelligimus, intellectu intelligimus; et ipsum intellectum unde, nisi in- ostia sibi poneré, non qua intratent ut congregarentur, sed qua etra-
tellectu, intelligimus? Numquid sic oculo carnis et alia vides et ipsum? rent ut dividerentur, dicentes, alii, Ego sum Pauli; alii, Ego sum Cephae;
Quamvis enim videant nomines oculis suis, non tamen vident oculos alii, Ego Apollo; alii, Ego Christi: expavescens ad eos qui dixerunt, Ego
suos. Oculus carnis alia videt, se non potest: intellectus autem et alia sum Pauli, tanquam clamans ad oves, Miserae, qua itis? non sum ostium:
intelligit, et seipsum. Quomodo intellectus videt se, sic et Christus prae- Numquid- Paulus, inquit, pro vobis crucijixus est? aut m no-mine Pauli
dicat se. Si praedicat se, et praedicando intrat ad te, per se inttat ad baptizan eslis? (1 Cor 1,12.13). Qui veto dicebant, Ego sum Christi, inve-
te. Et ad Patrem ipse est ostium; quia non est qua veniatur ad Patrem, netant ostium.
nisi per ipsum. Unus enim Deus et unus mediator Dei et hominum, 4. De uno autem ovili et uno pastore, tamo quidem assidue soletis
homo Christus lesus (1 Tim 2,5). Verbo multa dicuntur: haec ipsa quae audire: multum enim commendavimus unum ovile, praedicantes unita-
dixi, utique verbo dixi. Si velim dicere et ipsum verbum, unde dico, tem, ut per Christum omnes oves ingrederentur, et Donatum milla se-
nisi verbo? Ac per hoc per verbum et alia dicuntur, quae non sunt quod queretur. Verumtamen unde hoc ptopiie dixetit Dominus, satis apparet.
verbum; et ipsum verbum dici non potest, nisi per verbum. Adiuvante Loquebatur enim apud Iudaeos, missus autem fuerat ad ipsos Iudaeos,
Domino exemplis abundavimus. Tenete ergo quomodo Dominus lesus non propter quosdam imniani odio pertinaces et perseverantes in tene-
Christus et ostium sit, et pastor: ostium pandendo se, pastor intrando bris, sed propter quosdam in ipsa gente quas dicit oves suas: de quibus
per se. Et quidem, fratres, quod pastor est, dedit et membris suis: ait, Nuil sum missus nisi ad otes quae perierunt domus Israel (Mt 15,24).
Noveíat etiam eos in turba furentium, et ptaevidebat in pace credea-
150 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 5 47, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 151

sino a las ovejas que perecieron de la casa de Israel, sino q u e 6. Y a os advertí y encarecidamente os r e c o m e n d é q u e quie-
sólo manifestó su presencia corporal al p u e b l o de Israel? N o fue nes sean capaces lo entiendan, y quienes n o lo e n t i e n d e n , t e n g a n
El en persona a los gentiles; envió a otros; p e r o al p u e b l o de fe en lo q u e n o p u e d e n entender. Cristo es m u c h a s cosas por
Israel se envió y vino El m i s m o para que aquellos que le des- semejanza, q u e n o son propiedades suyas. Y así, por semejan-
preciaban fuesen más severamente juzgados p o r haberle visto en za, Cristo es piedra, p u e r t a , piedra angular, pastor, cordero y
carne mortal. El m i s m o Señor estuvo entre ellos, allí escogió ma- león, y muchas otras que sería prolijo enumerar. Pero, si entras
dre, allí quiso ser concebido, nacer y derramar su sangre; allí a considerar las propiedades de las cosas como las acostumbras
dejó sus últimas huellas c u a n d o subió al cielo, y allí ahora se a ver, n o es piedra, p o r q u e n o es d u r o ni insensible; n o es
veneran. A los gentiles e n v i ó a otros. puerta, p o r q u e n o le hizo u n carpintero; n o es piedra angular,
5. Quizá a l g u n o piense que, n o habiendo El v e n i d o a nos- acoplada por u n constructor; n o es pastor, p o r q u e n o es custodio
otros y h a b i e n d o enviado a otros, nosotros n o oímos su voz, de ovejas de cuatro patas; n o es león, p o r q u e n o es una fiera;
sino la voz de quienes fueron enviados. N o . Arrojad de vuestro ni es cordero, p o r q u e n o es animal. T o d o esto es p o r semejanza.
corazón tal p e n s a m i e n t o , pues t a m b i é n El estaba en aquellos q u e ¿Cuál es lo suyo p r o p i o ? En el principio era el Verbo, y el Ver-
enviaba. Escuchad al apóstol San Pablo, enviado especialmente bo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. ¿Y del h o m b r e que
a la gentilidad, que, a m e n a z a n d o n o en n o m b r e p r o p i o , sino en apareció? Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
n o m b r e de Cristo, dice: ¿Queréis acaso una prueba del poder 7. Sigamos la exposición. Por eso mi Padre me ama, dice,
de Cristo, que habla en mí? Y el m i s m o Señor dice q u e tiene porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo. M i Padre m e
otras ovejas, esto es, entre los gentiles, que no son de este redil, ama p o r q u e m u e r o para resucitar. G r a n peso tiene yo en esta
es decir, del pueblo de Israel; y conviene que traiga también a frase: Porque yo doy mi vida: YO DOY. N o se jacten los judíos.
éstas a mi rebaño. Luego El y n o otro las trae p o r m e d i o d e los Pudieron a t o r m e n t a r , p e r o n o p u d i e r o n tener el poder. Ejerzan
suyos. Y añade: Oirán mi voz. A h í tenéis c ó m o El habla por la su crueldad c u a n t o les sea posible; si yo n o quisiera dar m i vida,
voz de los suyos y p o r m e d i o de aquellos q u e envió es oída su ¿de q u é les serviría su sevicia? Con una sola respuesta fueron
voz. Para que haya un solo redil y un solo pastor. El fue cons- echados por tierra. C u a n d o les p r e g u n t ó : ¿A quién buscáis?, ellos
tituido en piedra angular de estos dos rebaños, c o m o de dos dijeron: A Jesús; y El les contestó: Yo soy; retrocedieron y ca-
paredes. Luego El es la puerta y la piedra angular. Estas son yeron en tierra. Quienes cayeron por una sola voz de Cristo cuan-
semejanzas, no propiedades.
6. Iam enim dixi, et commendavi vehementer, et qui capiunt sa-
tium. Quid est ergo, Non sum missus nisi ad oves quae perierunt do- piunt, imo qui sapiunt capiunt; et qui nondum intellectu sapiunt, fide
mus Israel; nisi quia praesentiam suarn corporalem non exhibuit nisi teneant quod intelligere nondum possunt. Per similitudinem Christus
populo Israel? Ad Gentes non perrexit ipse, sed misit: ad populum vero multa est quae per proprietatem non est. Per similitudinem et petra
Israel et misit, et venit ipse; ut qui contemnebant, maius iudicium su- est Christus, et ostium est Christus, et lapis angularis est Christus, et
merent, quia et praesentia est illis exhibita. Ipse Dominus ibi fuit, ibi pastor est Christus, et agnus est Christus, el leo est Christus. Quam
matrem elegit; ibi concipi, ibi nasci, ibi sanguinem fundere voluit; ibi multa per similitudines, et alia, quae commemotate longum est! Si
sunt vestigia eius, modo adorantur, ubi novissime stetit, unde ascendit autem proprietates discutías rerum quas videre consuesti; nec petra est,
in caelum: ad Gentes autem misit. quia dutus et sine sensu non est; nec ostium est, quia faber eum non
5. Sed forte aliquis arbitratur, quoniam non ipse ad nos venit, sed fecit; nec lapis angularis est, quia non est ab stiuctore compositus; nec
misit ad nos, non nos audisse vocem ipsius, sed vocem eorum quos pastor est, quia custos ovium quadrupedum non est; nec leo est, quia
misit. Absit; peilatur ista cogitatio de cordibus vestris: et in his quos fera non est; nec agnus est, quia pecus non est. Omnia ergo ista per
misit ipse erat. Ipsum Paulum audi quem misit; ad Gentes enim praeci- similitudinem. Quid ergo proprie? In principio erat Verbum, et Verbum
pue Paulum misit apostolum: et ait ipse Paulus terrens non de se, erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Quid de nomine qui apparuit?
sed de illo, An vultis accipere experimentum eius qui in me loquitur Et Verbum caro factum est, et babitavit in n-obis (lo 1,1.14).
Christi? (2 Cor 13,3). Audite et ipsum Dominum. Et alias oves habeo, 7. Audi et caeteía. Propterea me Pater diligit, inquit; quia ego
id est, in Gentibus: quae non sunt de hoc ovili, id est de populo Israel: pono animam meam, ut iterum sumam eam. Quid ait? Propterea me Pa-
oportet me et illas adducere. Ergo et per suos non altet adducit. Adhuc ter diligit: quia morior ut resuigam. Cum magno enim pondere dictum
audi: Vocem meam audient. Ecce et per suos ipse loquitur, et per eos est, ego: Quia ego pono, inquit, pono animam meam, ego pono. Quid
quos míttit vox eius auditur. Ut sit unum ovile et unus pastor. Duo- est, ego pono? Ego iltam pono: non glorientur ludaei; saevtre potuerunt,
bus istis gregibus tanquam duobus parietibus, factus est Iapis angularis potestatem habere non potuerunt: saeviant quantum possunt; si ego
(Eph 2,11-22). Ergo et ostium est, et lapis angularis: omnia per similí- noluero animam meam poneré, quid saeviendo facturi sunt? Una respon-
tudinem, nihil horum proprie. sione ptostrati sunt: quando eis dictum est, Quem quaeritis? dixetunt:
152 Sobre el Evangelio de San ¡mm 47, 7 47, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 153
do iba a morir, ¿qué harán al oír la voz de Cristo cuando ven- muerto, porque el Verbo no murió, ni tampoco su alma. Pues,
ga a juzgar? Y yo, dice, doy mi vida para de nuevo volverla si tu alma no muere, ¿había de morir la del Señor?
a tomar. N o se jacten los judíos como si hubiesen vencido. El 8. ¿Por dónde, preguntará, puedo saber si muere mi alma?
mismo dio su vida. Yo me dormí, dice. Ya conocéis lo que dice No muere si tú no la matas. Dirás: ¿cómo yo puedo matar a
el Salmo: Yo me dormí y me entregué a un sueño, y me levanté mi alma? Sin mencionar por el momento otros pecados, escucha:
La lengua que miente, da muerte al alma. ¿Cómo, replicarás,
porque el Señor me protegió. Acabamos de leer ahora el propio
puedo estar cierto de que mi alma no muere? El mismo Señor
salmo, y lo hemos oido: Yo me dormí y me entregué a un sue-
da esta seguridad a sus siervos cuando les dice: No temáis a
ño, y me levanté porque el Señor me protegió. ¿Qué significa
quienes matan al cuerpo y no pueden ir más allá; temed, empe-
yo me dormí? Me dormí porque quise. ¿Qué es me dormí? ro, a aquel que tiene poder para arrojar al cuerpo y al alma en
Que morí. ¿No era dormirse aquel que, cuando quiso, se levantó el infierno. Ahí tenéis que el alma muere y no muere. ¿Cuál es
del sepulcro como de una cama? Pero quiere dar gloria a su la muerte del alma? ¿Cómo muere tu cuerpo? Perdiendo su
Padre, para enseñarnos a glorificar al Creador. ¿Pensáis que, al vida. Pues muere tu alma perdiendo su vida. Tu alma es la vida
decir que resucitó porque Dios le protegió, pensáis, digo, que de tu cuerpo, y Dios es la vida de tu alma. Al modo que muere
había mermado su poder, de modo que tuviese poder para morir el cuerpo cuando pierde el alma, que es su vida, así muere el
y no lo tuviese para resucitar? Pues así parecen sonar estas pa- alma cuando pierde a Dios, que es su vida. Ciertamente el alma
labras a quien las considera con poca atención. Yo me dormí, es inmortal, y de tal forma es inmortal, que vive aun estando
esto es, porque quise me dormí. Y me levanté, ¿por qué? Por- muerta. Lo que dijo el Apóstol de la viuda que vivía en deleites,
que el Señor me protegió. Pues qué, ¿tú no podrías levantarte puede también decirse del alma que ha perdido a su Dios: que
por ti mismo? Si no pudiera, no diría: Poder tengo para dar viviendo está muerta.
mi vida y poder tengo para tomarla de nuevo. Verás por otro 9. Veamos ahora, hermanos, con mayor atención, cómo el
pasaje del Evangelio que no solamente el Padre resucitó al Hijo, Señor da su vida. N o tenemos hoy el apremio de tiempo que
sino que el Hijo se resucitó a El mismo. Destruid, dice, este tem- suele ser anejo al domingo, y esto redundará en beneficio de
plo, y yo lo levantaré en tres días. Y añade el evangelista que quienes han venido a escuchar la palabra de Dios en el día de
hablaba del templo de su cuerpo. Resucitaba el cuerpo, que había hoy. Yo, dice, doy mi vida. ¿Quién da? ¿Qué da? ¿Qué es Cristo?

lesum; et ait eis, Ego sum: redierunt retro, et cediderunt (ibid. 18,4-6). batur quod moriebatur. Nam Verbum non est mortuum, anima illa non
est mortua. Si nec tua moritur, Domini moreretur?
Qui cecidetunt ad unam vocem Christi morituri, quid facient sub voce 8. Unde scio, inquis, si mea non moritur? A te non occidatur, et
iudicaturi? Ego, ego, inquam, pono animam meam, ut iterum sumam eam. non moritur. Quomodo, inquis, ego possum occidere animam meam?
Non glorientur Iudaei, quasi praevaluerint; ipse posuit animam suam. Ut alia peccata interim taceam, Os quod mentitur, occidit animam (Sap
Ego dormivi, dicit. Nostis Psalmum: Ego dormivi, et somnum cepi; et 1,11). Quomodo, inquis, securas sum, quia non moritur? Ipsum Domi-
exsurrexi, quoniam Dominus suscipiet me (Ps 3,6). Modo Psalmus ipse num audi dantem servo securitatem: Nolite ti-mere eos qui occidunt
lectus est, modo audivimus: Ego dormivi, et somnum cepi; et exsurrexi, corpas, et postea non habent quid jaciawt. Sed plañe quid ait? Eum
quoniam Dominus suscipiet me. Quid est, Ego dormivi? Quia volui, tímete qui habet potestatem et corpus et animam occidere in gehenna
dormivi. Quid est, dormivi? Mortuus sum. Norme dormivit, qui quando (Mt 10,28, et Le 12,4.5). Ecce quia moritur, ecce quia non moritur.
voluit, de sepulcro tanquam de lecto surrexit? Sed amat daré gloriam Quid est moii ipsius? quid est moti carni tuae? Mori carni tuae, est
Patri, ut nos aedificet gloriam daré Creatori. Nam quod addidit, exsur- amittere vitam suam: mori animae tuae, est amittere vitam suam. Vita
rexi, quoniam Dominus suscipiet me; putatis hic quasi virtutem eius de- carnis tuae, anima tua: vita animae tuae, Deus tuus. Quomodo moritur
fecisse, ut per potestatem suam mori potuerit, per potestatem suam re- caro amissa anima, quae vita est eius: sic moritur anima amisso Deo,
qui vita est eius. Certe etgo immortalis est anima. Plañe immortalis, quia
surgere non potuerit? Sic enim videntur sonare verba non intentius vivit et mortua. Quod enim de vidua deliciosa dixit Apostolus, etiam
intellecta, Ego dormivi; id est, quia volui, dormivi. Et exsurrexi: quare? de anima, si Deum suum amiserit, dicit potest, Viven* mortua est (1 Tim
Quia dominus suscipiet me. Quid enim, tu a teipso resurgere non valeres? 5 6
Si non valeres, non diceres, Potestatem habeo ponendi animam meam, et > >- . . .
potestatem habeo iterum sumendi eam. Audi alio loco in Evangelio, quia 9- Quomodo ergo ponit animam suam Dominus? Fratres, quaera-
non solum Pater suscitavit Filium, sed etiam Filius seipsum. Solvite, in- mus hoc paulo attentius. Non nos arctat hora quae solet die dominico:
quit, templum hoc, et in triduo suscitabo illud. Et Evangelista: Hoc au- vacat nobis, hoc lucrentur qui ad verbum Dei etiam die hodierna conve-
niunt. Pono, inquit, animam meam. Quis ponit? quam ponit? Quid est
tem, inquit, dicebat de templo corporis sui (lo 2,19.21). Hoc enim suscita- Christus? Vetbum ¿t homo. Nec sic homo ut sola cato: sed quia homo.
154 47, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 155
Sobre el Evangelio de San Juan 47, 9
apolinaristas, q u e enseñan q u e N u e s t r o Señor Jesucristo n o tuvo
D i o s y h o m b r e . N o es u n h o m b r e con c u e r p o sólo, porque, cons-
alma h u m a n a , esto es, alma racional, alma inteligente, alma, en
t a n d o el h o m b r e de alma y cuerpo, Cristo es h o m b r e completo.
fin, p o r la cual nos distinguimos de los animales y somos hom-
Pues n o había de t o m a r la p a r t e más inferior, dejando la más
bres.
principal, ya que en el h o m b r e el alma es superior al cuerpo.
Si ambas partes están en Cristo, ¿qué es Cristo? D i g o q u e es el 10. ¿En qué sentido dijo aquí el Señor: Tengo poder para
V e r b o y h o m b r e . ¿Qué quiere decir V e r b o y h o m b r e ? Verbo, entregar mi alma? ¿Quién la da para volverla a tomar? Cristo,
alma y cuerpo. R e t e n e d l o bien, p o r q u e n o faltaron herejes en por ser el Verbo, la da y de n u e v o la toma. ¿Acaso p o r ser hu-
esta materia, arrojados t i e m p o ha de la verdad católica, pero que m a n a su alma se da y de nuevo se toma a sí m i s m a ? ¿Acaso,
sin entrar por la puerta, a guisa de ladrones y salteadores, n o ce- por ser carne, la carne da y toma de n u e v o al alma? T r e s fór-
san de p o n e r asechanzas al rebaño. Apolinaristas se han llamado mulas h e propuesto, de las cuales vamos a tratar p a r a elegir la
los herejes que n o repararon en asegurar que Cristo n o era más que sea más conforme a la verdad. Si decimos q u e el V e r b o
q u e V e r b o y carne y q u e n o t o m ó el alma h u m a n a ; p e r o algunos dio su alma y de n u e v o la toma, es de temer q u e se infiltre
de ellos n o p u d i e r o n negar q u e t a m b i é n había alma en Cristo. algún p e n s a m i e n t o m a l o y se nos objete q u e , de ser esto así,
A b s u r d o y locura intolerables. Le negaron el alma racional y le aquella alma estuvo algún t i e m p o separada del V e r b o , y, p o r con-
pusieron u n alma irracional; le despojan del alma h u m a n a y le siguiente, d u r a n t e ese t i e m p o el V e r b o estuvo sin alma. Y o sé
dan la de una bestia. Q u i t a n a Cristo la razón quienes están que el V e r b o estuvo sin alma, p e r o c u a n d o en el p r i n c i p i o era
faltos de ella. Lejos de nosotros tal demencia, q u e h e m o s sido el V e r b o , y el V e r b o estaba en D i o s , y el V e r b o era D i o s . Mas
nutridos y fundamentados en la fe católica. C o n este m o t i v o desde que el V e r b o se hizo carne para m o r a r con nosotros y re-
quiero advertir a vuestra caridad, del m o d o que en las pláticas cibió en sí la naturaleza h u m a n a , es decir, el cuerpo y el alma,
anteriores os hice ver los errores de Sabelio, q u e decía q u e el ¿qué hicieron ia pasión y la m u e r t e sino separar al alma del
Padre y el H i j o son el m i s m o ; los de Arrio, q u e afirma q u e no cuerpo?; p e r o n o la separó del Verbo. Si m u r i ó el Señor, mejor
es la m i s m a sustancia la del P a d r e y la del H i j o ; t a m b i é n de- dicho, p o r q u e m u r i ó el Señor p o r nosotros en la cruz, es induda-
béis recordar la instrucción recibida contra los fotinianos, que ble q u e su carne exhaló el alma: t e m p o r a l m e n t e el alma aban-
aseguraron q u e Cristo fue sólo h o m b r e , sin ser D i o s ; y contra d o n ó la carne, q u e con la vuelta del alma había de resucitar.
los m a n i q u e o s , quienes dijeron q u e sólo era D i o s y n o era h o m - P e r o n o digo que el alma se separó del Verbo. Al alma del
bre; con este motivo, digo, q u i e r o poneros en guardia contra los
struamus vos et contra Apollinaristas, qui dicunt Dominum nosttum Ie-
sum Christum non habuisse animam humanam, id est animam rationa-
constat ex carne et anima, totus autem homo in Christo. Non enim lem, animam intelligentem, animam, inquam, in qua distamus a pecore,
partem deterioren! suscepisset, et partem meliorem deseruisset: pars quip- quod homines sumus.
pe hominis melior est anima quam Corpus. Quia ergo totus homo in 10. Quomodo ergo hic dixit Dominus, Potestatem babeo ponendi
Christo, quid est Christus? Verbum, inquam, et homo. Quid est Verbum animam meam? Quis ponit animam, et iterum sumit eam? Christus ex
et homo? Verbum, anima et caro. Tenete hoc, quia non defuerunt haere- eo quod Vetbum est, ponit animam, et sumit eam iterum? An ex eo
tici et in ista sententia, pulsi quidem iam olim a veritate catholica: quod anima humana est, ipsa se ponit, et iterum ipsa se sumit? An ex
sed tamen ut fures et latrones non intrantes per ostium, insidian ovili eo quod caro est, caro animam ponit, et iterum sumit? Tria proposui,
non desinunt. Apollinaristae haeretici dicti sunt, qui ausi sunt dogmati- omnia pertractemus, et hoc eligamus quod conveniat regulae veritatis
zare quod Christus non sit nisi Verbum et caro: animam humanam non Si enim dixerimus, quia Verbum Dei posuit animam suam, et iterum
eum assumpsise contendunt. Nam et aliqui eorum fuisse in Christo ani- sumpsit eam; metuendum est ne subintret prava cogitarlo, et dicatur
mam, negare non potuetunt. Videte absurditatem et insaniam non feren- nobis: Ergo aliquando anima illa separata est a Verbo, et aliquando
dam. Animam irrationalem eum habere voluerunt, rationalem negaverunt: Verbum illud, ex quo suscepit animam iliam, fuit sine anima. Video
dederunt ei animam pecoris, subtraxerunt hominis. Sed ilii absíulerunt enim fuisse sine anima humana Verbum, sed eum in principio erat Ver-
Christo rationem, non tenendo rationem. Absit hoc a nobis, in fide ca- bum, et Verbum erat apud Deum, et Deus etat Verbum. Ex quo enim
tholica nutritis atque fundatis. Ex hac ergo occasíone admonuerim Cha- Verbum caro factum est, ut habitaret in nobis (lo 1,1.14), et susceptus
ritatem vestram, ut quomodo superioribus lectionibus satis vos instru- est a Verbo homo, id est totus homo, anima et caro; quid fecit passio,
ximus adversus Sabellianos et Arianos; Sabellianos qui dicunt, Ipse est quid fecit mors, nisi corpus ab anima separavit? Animam vero a
Pater qui Filius; Arianos qui dicunt. Aliud est Pater, aliud est Filius, Verbo non separavit. Si enim mortuus est Dominus, imo quia mortuus
quasi non sint eiusdem substantiae Pater et Filius: insfruximus etiam, est Dominus; mortuus est enim pro nobis in cruce; sine dubio caro
quantum meministis, et meminisse debetis, contra haereticos Photinianos, ipsius exspiravit animam: ad tempus exiguum anima deseruit carnem,
qui solum hominem Christum sine Deo esse dixerunt; contra Mani- sed redeunte anima resurreauram. A Verbo autem animara separatam
chaeos, qui solum sine nomine Deum: ex hac occasione de anima in-
156 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 11 47, 11 Sobre el Evangelio de San Juan 157
ladrón le dijo: Hoy estarás conmigo en el -paraíso. No abando- quién? Porque todos los hombres, cuando mueren, entregan su
naba al alma creyente del ladrón, ¿y había de abandonar la alma, pero no todos la entregan por Cristo, como nadie tiene
suya? De ningún modo. Guardó el alma del ladrón como Señor, poder para tomar lo que había dado. Cristo la dio por nosotros,
pero estuvo inseparablemente unido a la suya. Si dijésemos ahora la dio cuando quiso y la tomó cuando quiso. Luego dar el alma
que la propia alma se dio a sí misma y ella misma se volvió es morir. En este sentido dice al Señor el apóstol San Pedro:
a tomar a sí propia, sería un absurdo incalificable, pues no po- Yo daré mi alma por ti, es decir, moriré por ti. Luego la carne
dría separarse de sí misma cuando no estaba separada del Verbo. es quien da su alma, y ella es quien la toma de nuevo, mas no
11. Digamos, pues, lo que es verdad y fácilmente compren- por su propia virtud, sino por virtud de quien habita en ella.
sible. Supongamos un hombre cualquiera, que no consta del La carne da su alma expirando. Contempla al Señor en la cruz
Verbo, de alma y de carne, sino sólo de alma y cuerpo; pregun- diciendo: Tengo sed. Los circunstantes empapaban una esponja
témosle cómo él da su alma, ¿o es que ningún hombre da su
en vinagre, la pusieron en una caña y la aplicaron a su boca.
alma? Podrás decirme que nadie tiene poder para dar su alma
Después de haberla gustado, dijo: Todo está consumado; están
y volverla a tomar otra vez. Si el hombre no pudiera hacerlo,
cumplidas todas las profecías referentes a mí antes de morir. Y
no diría el apóstol Juan que, corno Cristo dio su alma por sus
ovejas, así nosotros debemos darla por los hermanos. Luego tam- porque tenía poder para dar su alma cuando quisiera, después
bién a nosotros nos es permitido dar nuestras almas por los her- de decir que todo estaba cumplido, dice el evangelista: Con la
manos, si estamos llenos de su virtud, porque sin El nada po- cabeza inclinada entregó su espíritu. Esto es dar el alma. Fije
demos hacer. Cuando un santo mártir dio su alma por los her- bien Vuestra Caridad en esto la atención. ¿Quién dio? ¿Qué
manos, ¿quién la dio? ¿Qué dio? Comprendiendo esto, com- dio? Entregó el espíritu, y lo entregó la carne. ¿Qué quiere
prendemos cómo Cristo dijo que poder tenía para dar su alma. decir que la carne lo entregó? Que la carne lo soltó, lo ex-
¡Oh hombre!, ¿estás dispuesto a morir por Cristo? Responde que piró; pues expirar no es más que ponerse fuera del alcance
sí. Lo preguntaré con otras palabras. ¿Estás dispuesto a dar tu del espíritu, como exilar es ponerse fuera del suelo; exorbitar,
alma por Cristo? A estas palabras responde igualmente que sí, salir fuera de la órbita; así expirar es salir fuera del espíritu,
como me había respondido al preguntarle si estaba dispuesto a que es el alma. Cuando, pues, el alma sale de la carne, y la car-
morir. Luego lo mismo es dar el alma que morir. Pero ¿por ne queda sin el alma, entonces se dice que el hombre da o pone
su alma. ¿Cuándo Cristo dio su alma? Cuando quiso el Verbo.
esse non dico. Latronis animae dixit: Hodie mecum eris in paradiso
(Le 23,43). Fidelem latronis animam non deserebat, et deserebat suam? certamen? Omnes enim nomines quando moriuntur, ponunt animam;
Absit: sed illius ut Dominus custodivit, suam vero inseparabiliter ha- sed non omnes pro Christo ponunt. Et nemo habet potestatem sumere
buit. Si autem dixerimus quia ipsa se anima posuit, et iterum ipsa se quod posuerit: Christus autem et pro nobis posuit, et quando voluit,
sumpsit, absurdissimus sensus est: non enim quae a Verbo non erat posuit; et quando voluit, sumpsit. Poneré ergo animam, mori est. Sic
separata, a seipsa poterat separari. et apostolus Petras Domino dixit, Animam meam pro te ponam (lo
11. Dicamus ergo et quod verum est, et quod facile intelligi potest. 13,37): id est, pro te moriar. Cami hoc tribue: caro ponit animam suam,
Ecce homo quilibet non constans ex Verbo et anima et carne, sed ex et caro iterum sumit eam; non tamen sua potestate caro, sed potestate
anima et carne: de isto homine interrogemus quomodo ponat animam inhabitantis carnem: caro ergo ponit animam suam exspiíando. Vide
suam quicumque homo. An forte nullus homo ponit animam suam? ipsum Dominum in cruce; Sitio dixit: illi qui aderant tinxerunt spon-
Potes mihi dicere: Nullus homo habet potestatem poneré animam suam, giam in aceto, alligaverunt arundini, et apposuerunt ori eius; quod cum
et iterum sumere eam. Poneré animam suam nisi posset homo, non di- accepisset, ait, Perjectum est: quid est, Perjectum est? Impleta sunt
ceret Ioannes apostolus, Sicut Christus pro nobis animam suam posuit, omnia quae ante mortem futura de me fuerant prophetata. Et quia po-
sic et nos debemus animas pro jratribus poneré (1 lo 3,16). Ergo et testatem habebat quando vellet ponendi animam suam; posteaquam di-
nobis licet (si et nos impleamur virtute ipsius, quia sine illo nihil fa- xit, Perfectum est, quid ait Evangelista? Et i-nclinato capite tradid.it spi-
ceré possumus) poneré pro fratribus animas nostras. Quando martyr ritum (ibid. 29,28-30). Hoc est poneré animam. Modo hic attendat
quilibet sanctus posuit pro fratribus animam suam, quis posuit, et quam Chantas vestra. Indi-nato capite tradidit spiritum. Quis tradidit? quem
posuit? Hoc si intellexerimus, ibi videbimus quemadmodum a Christo tradidit? Spiritum tradidit, cato iLlum tradidit, Quid est, caro illum tra-
dictum sit, Potestatem habeo ponendi animam meam. O homo, paratus didit? Caro illum emisit, caro illum exspiravit. Ideo enim dicitur exspi-
es pro Christo mori? Paratus, inquit. Dicam hoc alus verbis. Paratus rare, extta spiritum fieri. Quomodo es exsulaie, extra solum fieri; exor-
es pro Christo animam tuam poneré? Et ad ista verba sic mihi respon- bitare, extra orbitam fieri: sic exspirare, extra spiritum fieri; qui spiri-
det, Paratus sum; quomodo mihi responderat cum dicerem, Paratus es tus anima est. Cum ergo exit anima a carne, et remanet caro sine anima,
mori. Hoc ergo est poneré animam, quod est mori. Sed pro quo ibi est tune homo poneré animam dicitur. Quando Christus animam posuit?
158 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 12 47, 13 Sobre el Evangelio de San Juan 159
El p r i n c i p a d o lo tenía el Verbo. En El residía el p o d e r de cuán- nación de h o m b r e , cada u n o de ellos por separado recibe y con-
d o la carne debía dar el alma y c u á n d o debía tomarla. serva ese n o m b r e .
12. Si la carne dio el alma, ¿por qué se dice q u e Cristo d i o
13. N a d i e , por lo tanto, dude, c u a n d o oye decir al Señor:
el alma? ¿Cristo no es carne? C i e r t a m e n t e ; Cristo es carne, es
Entrego nú alma y la tomo de nuevo. La entrega la carne, p e r o
alma y es Verbo. P e r o estas tres cosas n o son tres Cristos; son
por el p o d e r del V e r b o , y la carne la toma por el m i s m o poder
u n solo Cristo. Considera al h o m b r e y de ti m i s m o forma u n
del V e r b o . Y el m i s m o Señor Cristo se dice q u e es solamente
escalón para subir a lo q u e está sobre ti, si n o para entenderlo,
carne. ¿Cómo lo pruebas? M e atrevo a afirmar q u e se llamó
al m e n o s para creerlo. C o m o el cuerpo y el alma son u n solo
Cristo a la sola carne de Cristo. Creemos en u n solo D i o s P a d r e
h o m b r e , así el V e r b o y el h o m b r e son u n solo Cristo. Fijaos
en lo que he dicho y entendedlo. D o s cosas son el alma y el y en Jesucristo, su H i j o único y Señor nuestro. A h o r a he dicho
cuerpo, y ambas son u n h o m b r e solo. El Verbo y el h o m b r e todo lo q u e es: Jesucristo, su H i j o ú n i c o y Señor nuestro. En
son dos cosas, p e r o Cristo es u n o solo. T o m e m o s p o r ejemplo este todo se c o m p r e n d e el Verbo, el alma y la carne. Pero tam-
a u n h o m b r e . ¿ D ó n d e está ahora el apóstol San Pablo? Si al- bién confiesas lo q u e te dice la m i s m a fe: Creo en aquel Cristo
g u i e n dice q u e descansa con Cristo, dice la verdad; y si otro que fue crucificado y sepultado, con lo cual no niegas q u e tam-
dice q u e está en R o m a en el sepulcro, t a m b i é n dice la verdad. bién Cristo fue sepultado, cuando sólo su cuerpo fue sepultado. Si
A q u é l m e respondió por el alma, y éste p o r el cuerpo. Sin estaba allí el alma, n o estaba m u e r t o ; pero, si era verdadera la
e m b a r g o , n o decimos q u e son dos Pablos, u n o q u e descansa en muerte, para ser verdadera la resurrección, estaba en el sepulcro
Cristo y otro q u e está en el sepulcro; y a u n q u e digamos q u e sin el alma, y, con todo. Cristo fue sepultado. L u e g o la carne
el apóstol P a b l o vive en Cristo, decimos q u e el m i s m o apóstol sin alma era t a m b i é n Cristo, p o r q u e sola la carne fue sepultada.
P a b l o yace m u e r t o e n el sepulcro. M u e r e alguno, y d e c i m o s : Lo m i s m o puedes ver en las palabras del Apóstol, cuando dice:
Era u n buen h o m b r e , fiel creyente; está en la paz del Señor; Tened en vosotros los mismos sentimientos que había en Cristo
y añadimos a continuación: Vayamos a asistir a sus exequias y Jesús, el cual, teniendo la naturaleza de Dios, no estimó una
enterrémosle. Vas a sepultar a q u i e n dices q u e está en la paz usurpación tenerse por igual a Dios. ¿Quién sino Cristo Jesús
del Señor, p o r q u e una cosa es el alma, q u e vive en la eternidad, en c u a n t o V e r b o , D i o s en Dios? Advierte lo q u e sigue: Vero
y otra el cuerpo, q u e yace en la corrupción del sepulcro. P e r o se anonadó a sí mismo, tomando la forma de siervo, hecho a se-
desde q u e a la u n i ó n del alma y del cuerpo se le dio la d e n o m i - mitas nomen acceoit, iam et singulum atque separatum, utrumlibet eo-
ruirj nomen hominis tenuit.
Quando Verbum voluit. Principatus enim in Verbo erat; ibi potestas
erat quando poneret caro animam, et quando sumeret. 13 Nemo ergo ritubet, quando audit Dominum dixisse, Pono ani-
12. Si ergo caro animam posuit, quomodo Christus animam posuit? mam meam, et iteri/m sumo eam. Ponit eam caro, sed ex potestate
Non enim caro Christus? Ita plañe, et caro Christus, et anima Christus, Verbi: sumit eam caro, sed ex potestate Verhi. Et ipse Domtnus Christus
et Verbum Christus: nec tamen tria haec tres Christi, sed unus Christus. dictus est sola caro. Quomodo, inquit, probas? Andeo dicere, et sola
Hominein interroga, et de teipso fac gradum ad ea quae supra te sunt, caro Christi dictus est Christus. Credimus certe non in solum Deum Pa-
et si nondum inielligenda, saltem credenda. Quomodo est enim unus trem, sed et in Tesum Christum Filium eius unicum Dominum nostrum:
homo anima et Corpus; sic unus Christus Verbum et homo. Videte quid modo totum dixi, in Tesum Christum Filium eius unicum Dominum nos-
dixerim, et inteiligite. Anima et corpus duae res sunt, sed unus homo: trum. Totum ibi intellige, et Verbum, et animam, et carnem. Sed utique
Verbum et homo duae res sunt, sed unus Christus. Ergo de homine quae- confiteris etiam illud quod habet eadem fides, in eum Christum te cre-
re. Ubi est Paulus apostolus modo? Si quis respondeat, In requie cura dere qui crucifixus est et sepultus. Ergo etiam sepultum Christum esse
Christo; verum dicit. ítem si quis respondeat, Romae in sepulcro; et non negas: et tamen sola caro sepulta est. Si enim erat ibi anima, non
ipse verum dicit. Illud mihi de anima, hoc de eius carne respondet. erat mortuus: si autem vera mors erat, ut eius vera sit resurrertio, sine
Nec tamen ideo dúos dicimus apostólos Paulos; unum qui requiescit in anima fuerat in sepulcro; et tamen sepultus est Christus. Ergo Chrisms
Christo, alium qui positus est in sepulcro: quamvis apostolum Paulum erat etiam sine anima caro, quia non est sepulta nisi caro. Disce h"c
dicamus vivere in Christo, eumdemque apostolum Paulum dicamus mor-
etiam in apostolicis verbis, Hoc sentite, inquit, in vobis, quod et in
tuum iacere in sepulcro. Moritur aliquis, dicimus, Bonus homo, fidelis
homo, in pace est cum Domino: et continuo, Eamus ad exsequias ipsius, Christo Iesn: qtti cum in forma Dei esset, non rapinam arbitratas est
et sepeliamus illum. Eum sepulturus es quem iam dixeras in pace esse esse aequatis Veo. Quis, nisi Christus Iesus, quantum attinet ad id quod
cum Deo: cum aliud sit anima quae immortaliter viget, aliud corpus est Verbum, Deus apud Deum? Vide autem qnod sequitur: Sed, semet-
quod corruptibiliter iacet. Sed ex quo consortium carnis et animae ho- ifim-m exiniffiivit jnrmam serví acáiiens; in simVititdine bomin-im fac-
triz, et habitu inventus ut homo. Et hoc quis, nisi ídem ipse Christus
160 Sobre el Evangelio de San Juan 47, 14 48, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 161

mejanza de los hombres y reputado como hombre por su con- de ellos: Tiene el demonio y está furioso, ¿por qué le escucháis?
dición. ¿Quién sino el m i s m o Cristo Jesús? A q u í ya está todo: Estas fueron las espesísimas tinieblas: Otros decían: Estas pa-
el V e r b o en la forma de D i o s , que t o m ó la forma de siervo, y labras no son de uno que tiene el demonio. ¿Acaso puede el
en la forma de siervo, el alma y la carne, tomadas p o r la forma demonio abrir los ojos de los ciegos? Y a los ojos de éstos co-
de Dios. Se humilló haciéndose obediente hasta la muerte, que m e n z a b a n a abrirse.
los judíos dieron a sola su carne. Si a los discípulos dijo: No
temáis a quienes matan el cuerpo, pero no pueden matar al alma,
TRATADO 48
; p o r ventura pudieron más en El q u e matar a solo el cuerpo?
Y, sin embargo, m a t a n d o la carne, m a t a r o n a Cristo. Así, pues, DESDE AQUEL PUNTO: "CELEBRÁBASE EN JERUSALÉN LA FIESTA DE LA D E -
cuando la carne dio su alma, la dio Cristo; y cuando la carne, DICACIÓN", HASTA: " T O D O CUANTO JUAN DIJO DE ÉSTE, ERA VERDADERO,
para resucitar, t o m ó el alma, la t o m ó Cristo, p e r o n o por el po- Y MUCHOS CREYERON EN E L "

der d e la carne, sino por el poder de aquel que t o m ó el alma


1. Lo q u e ya tengo r e c o m e n d a d o a Vuestra Caridad, debéis
y la carne, en las cuales se p u d i e r o n cumplir todas estas cosas.
tenerlo bien fijo en la m e m o r i a . N o quiere el evangelista San
14. Este mandato, dice, recibí de mi Padre. El V e r b o reci-
J u a n darnos siempre leche para nuestra nutrición, mas quiere
bió el m a n d a t o sin palabras, p o r q u e todo m a n d a t o está en el
q u e t o m e m o s alimentos sólidos. Pero aquel q u e n o sea capaz
Verbo. C u a n d o se dice que el H i j o recibe del P a d r e lo que sns-
de t o m a r el a l i m e n t o sólido de la palabra de D i o s , nútrase con
tancialmente tiene, según está escrito, q u e así como el Padre
la leche de la fe y crea sin tardanza lo q u e n o alcanza a en-
tiene la vida en sí mismo, así dio al Hijo tener la vida en sí
tender. La fe es el m é r i t o ; la c o m p r e n s i ó n es el p r e m i o . El mis-
mismo, siendo el H i j o la m i s m a vida, con lo cual n o se m e n g u a
m o trabajo de atender hace sudar a la perspicacia de nuestra
su poder, sino que se manifiesta su generación. P o r q u e el P a d r e
inteligencia para rasgar los velos de la niebla h u m a n a y tener
no añadió nada al Hijo, c o m o si hubiese nacido imperfecto, sino
claridad para e n t e n d e r la palabra de D i o s . N o se rechace el
que a a u i e n e n g e n d r ó perfecto le dio todo en la m i s m a gene-
ración. Así comunicó su igualdad al q u e no e n g e n d r ó desigual. trabajo si hay amor, p u e s bien sabéis que quien a m a n o siente el
H a b l a n d o el Señor estas cosas, c o m o la luz brilla en las tinieblas, trabajo, y q u e cualquier trabajo es pesado a quienes n o aman. Si
y las tinieblas no le c o m p r e n d i e r o n , volvió a suscitarse la divi- tantos trabajos soporta en los avaros la avaricia, ¿no p o d r á so-
nan entre los judíos a causa de estas palabras. Decían muchos portarlos en nosotros la caridad?

sensio iterum jacta est ínter ludaeos propter sermones hos. Dicebant
lesus? Sed hic iam omnia sunt, et Verbum in forma Dei, quae accepit autem multi ex ipsis: Daemonium habet, et insanit; quid eam auditis?
formam servi; et anima et caro in forma serví, quae accepta est a Istae fuerunt densissimae tenebrae. Alii dicebant: Haec verba non sunt
forma Dei. Humiliavit semetipsum, factus obediens usque ad mortem daemonium hahentis; numquid daemonium potest caecorum oculos ape-
(Phil 2,6-8). Iam in morte sola caro est a Iudaeis occisa. Si enim disci- rire? Iam istorum oculi coeperant aperiri.
pulis dixit, Nolite timere eos qui occidunt corpus, animam autem non
possunt occidere (Mt 10,28); numquid in ipso potuerunt plus quam cor-
pus occidere? Et tamen carne occisa Christus occisus est. Ita cum caro TRACTATUS 48
animam posuit, Christus animam posuit; et cum caro, ut resurgeret,
animam sumpsit, Christus animam sumpsit. Nec tamen potestate carnis AB EO LOCO, FACTA SUNT ENCAENIA IN ÍEROSOLYMIS; USQUE AD ID, OMNIA AUTEM

hoc factum est; sed eius qui et animam et carnem, ubi haec adimpleren- QUAECUMQUE DIXIT LOANNES DE HOC, VERA ERANT : ET MULTI CREDIDFRUNT IN EUM

tur, assumpsit.
14. Hoc, inquit, mandatum accepi a Patre meo. Verbum non verbo 1. Quod iam commendavi Dilectioni vestrae, stabiliter meminisse
accepit mandatum, sed in Verbo unigénito Patris est omne mandatum. debetis, sanctum Ioannem evangelistam nolle nos sempet Jacte nutriri,
Cum autem dicitur Filius a Patre accipere quod substantialiter liabet, sed solido cibo vesci. Quisquís autem ad sumendum solidum cibum verbi
ouomodo dictum est, Sicut habet Pater vitam in semetipso, sic dedil Dei adhuc minus idoneus est, lacte fidei nutriatur, et verbum quod in-
Filio habere vitam in semetipso (Ib 5,26), cum Filius ipse sit vita; non telligere non potest, creciere non cunctetur. Fides enim meritum est,
potestas minuitur, sed generatio eius ostenditur. Quoniam Patet non intellectus praemiurn. In ipso labore intentionis desudat acies mentís
quasi ei filio qui imperfectus est natus, aliquid addidit; sed ei quem nostrae, ut ponat sordicnlas nebulae humanae, et serenetur ad Verbum
perfectum genuit, omnia gignendo dedit. Ita illi dedit suam aequalitatem, Dei. Non ergo recusetur labor, si adest amor: nostis enim quoniam qui
quem non genuit inaequalem. Sed haec loquente Domino, quoniam lux amat non laborat. Omnis- enim labor non amantibus gravis est. Si tantos
lucebat in tenebris, et tenebrae eam non comprehendebant (lo 1,5), Dis- labores cum avatis portat cupiditas, nobiscum. non portat chantas?
S.Az. 14 <S
162 Sobre el Evangelio de San ¡uan 48, 3 48, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 163
2. Escuchad a t e n t a m e n t e el evangelio: Se celebraba en Je- cual era h o m b r e y n o según aquello p o r lo cual p e r m a n e c í a Dios
msalén la fiesta de las Encenias. Encenia era la fiesta de Ja D e - aun después de encarnado, les dijo: ¿Qué os parece a vosotros
dicación del T e m p l o . La palabra griega cainon quiere decir nue- de Cristo? ¿De quién es hijo? R e s p o n d i e r o n según la opinión
vo. C u a n d o era dedicada alguna cosa nueva, se llamaban encenias. que t e n í a n : De David. Así lo h a b í a n leído y con esto solo se
Ya el uso c o m ú n ha adoptado esta palabra. C u a n d o alguien es- q u e d a b a n ; t a m b i é n h a b í a n leído cosas referentes a su divinidad,
trena una túnica nueva, se dice que encenia. Los judíos, pues, mas éstas n o las h a b í a n c o m p r e n d i d o . Y el Señor, para levan-
celebraban con solemnidad la Dedicación del T e m p l o ; y ésa era la tarlos al conocimiento de su divinidad, cuya bajeza desprecia-
fiesta que se celebraba cuando el Señor dijo lo q u e se acaba de b a n , les contesta: ¿Cómo, pues, David en espíritu le llama Señor,
leer.
cuando dice: Dijo el Señor a mi Señor: Toma asiento a mi de-
3. Era en invierno. Y paseaba Jesús en el templo por el recha hasta que ponga a tus enemigos bajo el escabel de tus
pórtico de Salomón. Rodeáronle, pues, los judíos, y le decían: pies? Si, pues, David en espíritu le llama Señor, ¿cómo es hijo
¿Hasta cuándo has de tener en suspenso a nuestra alma? Si té sujo? N o lo negó; solamente p r e g u n t ó ; n o sea que alguno al
eres el Cristo, dínoslo claramente. N o intentaban conocer la ver-
oír esto piense que el Señor Jesús negó q u e fuese hijo de David.
dad, sino p r e p a r a r l e una calumnia. Era en invierno, estaban fríos
P o r q u e , si el Señor Jesucristo negase q u e El era hijo de David,
y sentían pereza de acercarse a aquel divino fuego. Si acercarse
no hubiese curado a los ciegos q u e le invocaban de este m o d o .
es creer, q u i e n cree se acerca, quien niega se aleja. N o se
Pasaba cierto día, y dos ciegos sentados a la vera del camino
m u e v e el alma con pies, sino con afectos. Estaban fríos en la
clamaron: Hijo de David, ten piedad de nosotros. O í d a esta voz,
caridad y ardían en deseos de hacer daño. Estaban muy distan-
se enterneció, se detuvo, los sanó y les dio la vista, p o r q u e re-
tes y se hallaban allí, n o se acercaban por la fe y a p r e m i a b a n
conoció ese n o m b r e suyo. Lo m i s m o dice el apóstol San Pablo:
con la persecución. I n t e n t a b a n oír de labios de Cristo q u e El
El cual le nació según la carne del linaje de David; y en la carta
era el Cristo, y quizá a ese Cristo se lo i m a g i n a b a n c o m o u n
a T i m o t e o : Ten presente que Jesucristo, del linaje de David, re-
h o m b r e . A n u n c i a r o n a Cristo los profetas; p e r o ni por los p r o -
sucitó de entre los muertos, según mi evangelio. Era el Señor del
fetas ni por el m i s m o Evangelio entienden los herejes la divini-
linaje de David, p o r q u e la V i r g e n M a r í a descendía del linaje
dad de Cristo; c u á n t o m e n o s los judíos m i e n t r a s el velo cubra
su corazón. C o n o c i e n d o Jesús q u e ellos i m a g i n a b a n al Cristo de David.
c o m o u n simple h o m b r e y n o como D i o s , según aquello por lo 4. C o m o piedra de toque p r e g u n t a b a n los judíos a Cristo,
para tener ocasión de esparcir la calumnia de arrogarse el poder
2. Evangelium intendite: Facía sunt autem Encaenia in Ierosolymis.
Encaenia festivitas erat dedicationis templi. Graece enim KIIV.'V dicitur etiam assumpto homine permanebat, ait illis: Quid vobis fidetur de
novum quandocumque novum aliquid fuerit dedicatum, Encaenia vo- Christo? cuius jilius est? Responderunt secundum opinationem suam:
cantur. Iam et usus habet hoc verbum: si quis nova túnica induatur, David. Sic enim legerant, et hoc solum tenebant: quia divinitatem eius
encaeniare dicitur. Illum enim diem quo templum dedicatum est, Iudaei legebant, sed non inteliigebant. Dominus autem ut eos suspenderet ad
solemniter celebrabant: ipse dies festus agebatur, cum ea quae lecta quaerendam eius divinitatem, cuius contemnebant infirmitatem, respon-
sunt, locutus est Dominus. da eis: Quomodo ergo David in spiritu dicit eum Dominum, dicens,
3. Hiems erat. Et ambulabat lesas in templo in porticu Salomonis. Dixit Dominus Domino meo, Sede a dextris meis, doñee ponam inirni-
Circumdedemnt ergo eum Iudaei, et dicebant ei: Quousque animam nos- eos tuos sub pedibus tuis? Si ergo David in spiritu dicit eum Dominum,
tram tollis? Si tu es Christus, dic nobis palam. Non veritatem deside- quomodo filius eius est? (Mt 22,42-45). Non negavit, sed imerrogavit.
rabant, sed calumniam praeparabant. Hiems erat, et frigidi erant: ad Ne quis hoc cum audieiit, putei quod Dominus lesus negaverit se fi-
illum enim divinum ignem accederé pigri erant. Sed accederé est cre- lium esse David. Filium David Dominus Christus si se negaret, caecos
dere: qui credit, accedit; qui negat, recedit. Non movetur anima pedi- sic eum invocantes non illuminaret. Transibat enim aliquando, et dúo
bus, sed affectibus. Friguerant a diligendi charitate, et ardebant nocendi caeci sedentes iuxta viam cLamaverunt: Miserere -nostri, jili David. Qua
cupiditate. Longe aberant, et ibi erant: non accedebant credendo, et voce audita, misertus est; stetit, sanavit, lumen dedit (Ibid. 20,30-34);
premebant persequendo. Quaerebant audire a Domino, Ego sum Chris- quia nomen agnovit. Dicit et apostolus Paulus, Qui JacPus est ei ex se-
tus: et fortasse de Christo secundum hcminem sapiebant. Praedicaverunt mine David secundum camem (Rom 1,3): et ad Timotheum, Memor
Prophetae Christum: sed divinitatem Christi et in Prophetis et in ipso esto lesum Christum resurrexisse a mor¡ais ex semine David secundum
Evangelio nec haeretici intelligunt; quanto minus Iudaei, quamdiu ve- Evangelium meum (2 Tim 2,8). Quia de semine David origtnem María
lamen est super cor eorum? (2 Cor 3,15). Denique quodam loco sciens virgo ducebat, inde Dominus de semine David.
Dominus Iesus eos de Christo secundum hominem sapere, non secun- 4. Hoc pro magno Iudaei a Christo quaerebant, ut si diceret, Ego
dum Deum, secundum id quod homo erat, non secundum id quod Deus sum ChristuSj secundum quod illi solum sapiebant de semine David,
164 Sobre el Evangelio de San Juan 48, 5 48, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 165
real si decía: Y o soy el Cristo, del linaje de David, según ellos 6. Y no perecerán eternamente, c o m o si quisiera decirles:
lo imaginaban. Más es lo q u e les descubrió en su respuesta; ellos Vosotros pereceréis e t e r n a m e n t e p o r q u e n o sois de mis ovejas.
pretendían calumniarle de hacerse hijo de D a v i d , y El respon- Nadie las arrebatará de mi mano. Escuchad con mayor atención:
dió que era H i j o de Dios. Escuchad sus palabras: Respondióles Lo que mi Padre me ha dado, sobrepuja a todo. ¿Qué p o d r á n
Jesús: Os lo digo, y no me creéis; las obras que hago en nombre el lobo, el ladrón y el salteador? N o p e r d e r á n sino a los predes-
de mi Padre dan testimonio de mí: pero vosotros no creéis, por- tinados a la m u e r t e . P e r o de aquellas ovejas de las cuales dice
que no sois de mis ovejas. Y a sabéis, p o r lo expuesto anterior- el Apóstol: Conoce el Señor quiénes son los suyos. A quienes
m e n t e , cuáles son sus ovejas; sed vosotros siempre ovejas. Ove- previo, los predestinó; a quienes predestinó, los llamó; a quienes
jas son creyendo, siguiendo al pastor, no m e n o s p r e c i a n d o al re- llamó, los justificó, y a quienes justificó, a estos mismos glorificó;
dentor, entrando por la puerta, saliendo y hallando pastos y go- de estas ovejas ni el lobo arrebata, ni el ladrón roba, n i el sal-
zando de la eterna vida. Y a ellos les dijo: No sois de mis teador mata. Seguro está de su n ú m e r o , p o r q u e sabe lo que dio
ovejas, p o r q u e sabía q u e estaban destinados a la eterna conde- p o r ellas. Por eso dice que nadie las arrebatará de sus m a n o s ;
nación, y n o a la vida eterna, como los adquiridos con el precio y, dirigiéndose al Padre, dice q u e lo que el P a d r e le dio su-
de su sangre. pera a todo. ¿Qué es lo que el Padre le d i o q u e vale más que
5. Mis ovejas oyen mi voz. Yo las conozco y ellas me si- todo? El ser su H i j o unigénito. ¿Qué quiere significar el voca-
guen, y yo les doy la vida eterna. Recordaréis que antes había blo dio? ¿Existía ya aquel a q u i e n daba, o lo d i o con la gene-
dicho: Y entrarán, y saldrán y hallarán pastos. H e m o s entrado ración? P o r q u e , si existía aquel a q u i e n daba el ser H i j o , h u b o
u n t i e m p o en q u e n o era Hijo. J a m á s tengáis el p e n s a m i e n t o
creyendo y salimos m u r i e n d o . Y así c o m o hemos e n t r a d o por la
de que en algún t i e m p o Cristo existiera sin ser H i j o . D e nos-
puerta de la fe, así salgamos del cuerpo con la m i s m a fe, y de
otros bien p u e d e decirse, pues en algún t i e m p o éramos hijos de
este m o d o salimos p o r la m i s m a puerta, p a r a p o d e r hallar los
los h o m b r e s , p e r o n o éramos hijos de Dios. A nosotros la gra-
pastos. B u e n pasto es la vida eterna, d o n d e la hierba n o se seca,
cia d e Dios nos hizo hijos suyos; a El, la naturaleza, p o r q u e
siempre está toda verde y lozana. H a y una hierba q u e se llama
así ha nacido. N i te asiste razón p a r a decir q u e n o existía antes
siempreviva; sólo allí se encuentra. Yo, dice, les daré la vida
de nacer, p o r q u e nunca nació q u i e n era coeterno del P a d r e . El
eterna a mis ovejas. Vosotros sólo m a q u i n á i s calumnias, p o r q u e
que lo vea que lo entienda, y q u i e n n o lo entienda, q u e lo crea;
sólo pensáis en la vida presente.
nútrase con la fe y lo entenderá. El V e r b o de D i o s estuvo siem-
calumniarentur quod sibi arrogaret regiam potestatem. Plus est quod eis
respondit: illi de filio David volebant calumnian, ille Filium Dei se 6. Et non peribunt in aeternum: subaudis, tanquam eis dixerit, Vos
esse respondit. Et quomodo? Audite: Respondit eis lesus: Loquor vobis, peribitis in aeternum, quia non estis ex ovibus meis. Non rapiet eas
et non creditis; opera quae ego fació in nomine Patris mei, haec testi- quisquam de manu mea. Intentius accipite: Pater meus quod dedit mihi,
monium perhibent de me: sed vos non creditis, quia non estis ex ovibus maius est ómnibus. Quid potest lupus? quid potest fur et latro? Non
meis. Iam supra (Tr.45) didicistis quae sint oves: estote oves. Oves cre- perdunt nisi ad interitum praedestinatos. De illis autem ovibus, de qui-
dendo sunt, oves pastorem sequendo sunt, oves redemptorem non con- bus dicit Apostolus, Novit Dominas qui sunt ems (2 Tim 2,19); et Quos
temnendo sunt, oves per ostium intrando sunt, oves exeundo et pascua praescivit, ipsos et praedeslinavit; quos autem praedesiinavit, ipsos et
inveniendo sunt, oves vita aeterna perfruendo sunt. Quomodo ergo istis vocavit; quos autem vocavit, tilos et iustificavit, ipsos autem iustificavit,
dixit, Non estis ex ovibus meis? Quia videbat eos ad sempiternum inte- ipsos et glorificamt (Rom 8,29.30): de ovibus istis nec lupus rapit, nec
ritum praedestinatos, non ad vitam aeternam sui sanguinis pretio com- fur tollit, nec latro interficit. Securus est de numero earum, qui pro eis
paratos. novit quod dedit. Et hoc est quod ait, Non rapiet eas quisquam de
5. Oves meae vocem meam audiunt, et cognosco eas, et sequuntur fnanu mea: et Ítem ad Patrem, Pater meus quod dedit mihi, maius est
me: et ego vitam aeternam do eis. Ecce sunt pascua. Si tecolitis, superius ómnibus. Quid dedit Filio Pater maius ómnibus? Ut ipse illi esset
dixerat, Et ingredietur, et egredietur, et pascua inveniet. Ingressi sumus unigenitus Filius. Quid est ergo, dedit? iam erat cui daret, an gignendo
credendo, egredimur moriendo. Sed quomodo per ostium fidei ingressi dedit? Nam si erat cui daret ut Filius esset, aliquando erat, et Filius
sumus, sic fideles de corpore exeamus: sic enim per ipsum ostium egre- non erat: Absit ut aliquando Dominus Chrisms fuerit, et Filius non
dimur, ut pascua invenire possimus. Bona pascua, vita aeterna dicitur: fuerit. De nobis hoc dici potest: aliquando filii homimim eramus, filii
ibi nulla herba arescit, totum viret, totum viget. Solet quaedam herba Dei non eramus. Nos enim filios Dej gratia íecit, iUum natura, quia
dici semper viva: ibi solum vivere invenitur. Vitam aeternam, inquit, ita natus est. Et non est ut dicas, Non erat antequam natus etat: nun-
dabo eis, ovibus meis. Vos calumnias propterea quaeritis, quia de vita quam enim non natus erat, qui Patri coaeternus erat. Qui sapit capiat;
praesenti cogitatis. qui non capit credat, nutriatur, et capiet. Verbum Dei semper cum
Patte, et semper Verbum; et quia Verbmn, ideo Filius. Semper ergo
166 Sobre el Evangelio de San Juan 48, 6 48, 7 Sobre el Evangelio de San Juan jgy

pre con el Padre, y siempre fue Verbo; y porque es Verbo, es cuyo es el Verbo, dice: Lo que me dio el Padre, esto, es el ser
Hijo. Siempre Hijo y siempre igual. N o es igual por haber su Verbo, el ser su Hijo unigénito y esplendor de su luz, es
crecido, sino por haber nacido es igual, porque siempre nace el mayor que todas las cosas. Nadie, por lo tanto, arrebata a mis
Hijo del Padre, Dios de Dios, coeterno del eterno. El Padre no ovejas de mis manos. Nadie puede arrebatarlas de las manos de
tiene del Hijo el ser Dios; el Hijo tiene del Padre el ser Dios, mi Padre.
porque el Padre le dio el ser Dios engendrándole, y en la mis- 7. De mis manos, de las manos de mi Padre. ¿Qué quie-
ma generación le dio el ser coeterno a El y el ser igual a El. re significar diciendo: Nadie las arrebata de mis manos, nadie
Esto es lo que es más que todo. ¿Cómo el Hijo es la Vida y las arrebata de las manos de mi Padre? ¿Por ventura es la misma
tiene la vida? Lo que El tiene, eso es. Una cosa es lo que tú la mano del Padre y la del Hijo, o acaso el Hijo es la mano
eres y otra cosa es lo que tienes. Tienes, por ejemplo, sabidu- del Padre? Si por la mano entendemos el poder, uno es el poder
ría, ¿eres tú la sabiduría? Y porque tú no eres lo que tienes, si del Padre y del Hijo, porque una es la divinidad; pero, si por mano
entendemos lo que dijo el profeta: ¿A quién ha sido revelado
pierdes lo que tienes, te haces no poseedor, y así unas veces lo
el brazo del Señor?, entonces la mano del Padre es el mismo
pierdes, otras veces lo recuperas. Nuestros ojos no son insepara-
Hijo. Mas no se dicen estas cosas como si Dios tuviese forma
bles de la luz: la reciben cuando se abren, la pierden cuando se
humana y como miembros corporales, sino que indican que por
cierran. No es Dios de este modo el Hijo de Dios, el Verbo del
ese brazo han sido hechas todas las cosas. También los hombres
Padre. N o es el Verbo de tal forma que no sea cuando deja de
suelen llamar brazos suyos a otros hombres, por medio de los
sonar, sino que permanece desde su nacimiento. Tiene la sabidu-
cuales hacen lo que ellos quieren. Y algunas veces se llama
ría de modo que El es la sabiduría y hace a otros sabios. Tiene
mano del hombre a la obra que ejecutaron sus manos; por ejem-
la vida de modo que El es la vida y hace que otros sean seres plo, cuando uno dice que conoce su mano al ver un escrito suyo.
vivos. Esto es lo que es mayor que todo. Queriendo hablar del Entendiéndose, pues, de varios modos la mano del hombre, que
Hijo de Dios el evangelista San Juan, mira al cielo y a la tierra, propiamente la posee entre los miembros de su cuerpo, ¿por
los mira y se remonta sobre ellos. Sobre el cielo contempla los qué se le ha de dar una sola interpretación a la mano de Dios,
millares de ejércitos angélicos, contempla con la mente a todas que no tiene forma corporal alguna? Por lo cual, en este lugar,
las criaturas, como el águila contempla las nubes, y, remontán- con mejor acuerdo, por la mano del Padre y del Hijo entende-
dose sobre todas ellas, llega a aquello, que es mayor que todo, y mos el poder del Padre y del Hijo para evitar que, al oír decir
dice: En el principio era el Verbo. Pero, como aquel de quien aquí que el Hijo es la mano del Padre, pueda surgir el pensa-
El es Verbo no procede del Verbo, y el Verbo procede de aquel
Verbum autem de illo est cuius est Verbum; ideo ait, Quod dedit mihi
Filius, et semper aequalis. Non enim crescendo, sed nascendo aequalis Pater, id est, ut sim Verbum eius, ut sim unigenitus Filius eius, ut sim
est, qui semper natus est de Patre Filius, de Deo Deus, de aeterno co- splendor lucís eius, maius est ómnibus. Ideo, Nenio rapit, inquit, oves
aeternus. Pater autem non de Filio Deus: Filius de Patre Deus; ideo meas de manu mea. Tierno poiest rapere de manu Patris mei.
Pater Filio gignendo dedit ut Deus esset, gignendo dedit ut sibi coaeter- 7. De manu mea, et de -manu Patris mei: quid est hoc, Nemo rapit
nus esset, gignendo dedit ut aequalis esset. Hoc est quod maius est óm- de manu mea, et, Nemo rapit de manu Patris mei? Utrum una manus
nibus. Quomodo vita Filius, et habens vitam Filius? Quod habet hoc est Patris et Filii, an forte ipse Filius manus est Patris sui? Si manum
est: tu aliud es, aliud habes. Verbi gratia, habes sapientiam; numquid tu intelligamus potestatem, una est Patris et Bilii potestas; quia una est di-
es ipsa sapientia? Denique quia non es tu ipse quod habes, si amiseris vinitas: si autem manum intelligamus, sicut dictum est per prophetam,
quod habes, redis ut non habeas: et aliquando resumís, aliquando amit- Ut brachium Domini cui revelatum est (Is 53,1), manus Patris ipse est
tis. Quomodo oculus noster non in seipso habet inseparabiliter lucem; Filius. Quod non ita dictum est, tanquam Deus habeat humanam for-
aperitur et capit, clauditur et amittit. Non sic est Deus Dei Filius, non mam, et quasi corporis membra; sed quod per ipsum facta sunt omnia.
sic est Verbum Patris: non sic est Verbum quod non sonando transit, sed Nam solent et homines dicere manus suas esse aiios homines, per quos
nascendo manet. Sic habet sapientiam, ut ipse sit sapientia, faciatque sa- faciunt quod volunt. Aliquando et ipsum opus hominis, manus hominís
pientes; sic habet vitam, ut sit ipse vita, faciatque viventes. Hoc est dicitur quod fit per manum: sicut dicitur quisque agnoscere manum
quod maius est ómnibus. Attendit Ioannes ipse evangelista caelum et ter- suam, cum id quod scripsit agnoscit. Cum ergo multis modís etiam
ram, volens dicere de Filio Dei; attendit, et transcendit. Cogitavit supra hominis dicatur manus, qui proprie manum habet in sui corporis mem-
caelum millia exercitus Angelorum, cogitavit et transcendit universam, bris; quanto magis non uno modo intelligendum est cum legitur manus
sicut aquila nubes, sic sua mente creaturam: transcendit magna omnia, Dei, cui forma corporis milla est? Ac per hoc melius hoc loco manum
pervenit ad illud quod maius est ómnibus; et dixit, In principio erat Patris et Filii intelligimus potestatem Patris et Filii; ne forte cum hic
Verbum (lo 1,1). Sed quia ille cuius est Verbum non est de Verbo, manum Patris ipsum Filium dictum acceperimus, incipiat carnalis cogí-
168 Sobre el Evangelio de San Juan 48, 9 48, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 169
miento carnal de buscar al Hijo un hijo suyo, del cual se diga Escritura en general, aunque en otro lugar distinga la Ley de
que es la mano de Cristo. Luego nadie las arrebata de mis manos los Profetas; por ejemplo, cuando dice: La Ley y los Profetas
significa que nadie me las arrebata a mí. hasta Juan; y también: De estos dos preceptos dependen toda
8. Pero, para que alejes de ti toda clase de duda, escucha la Ley y los Profetas. Algunas veces distribuye la Escritura en
lo que sigue: Yo y el Padre somos una sola cosa. Hasta aquí pu- ttes partes, como cuando dice: Conviene cumplir todo lo que
dieron tolerar los judíos; pero cuando oyeron: Yo y el Padre está escrito en la Ley, en los Profetas y en los Salmos acerca de
somos una sola cosa, no pudieron contenerse, y, persistiendo en mí. Pero, en esta ocasión, bajo el nombre de Ley comprende
BU acostumbrada dureza, apelaron a las piedras. Cogieron pie- también a los Salmos, en donde está escrito: Yo dije: Dioses sois.
dras para apedrearle. Y el Señor, que no padecía cuando no
Si llamó dioses a aquellos a quienes habló Dios, y no puede
quería, y que no padeció sino lo que quiso padecer, sigue aún
fallar la Escritura, ¿de quien el Padre santificó y envió al mun-
hablando a quienes intentaban apedrearle. Cogieron piedras los
do, vosotros decís que blasfemas porque dije: Soy Hijo de Dios?
judíos para apedrearle. Respondióles Jesús: Muchas obras buenas
Si la palabra de Dios en los hombres pudo hacer que se lla-
os he manifestado acerca de mi Padre, ¿por cuál de ellas me
masen dioses, ¿cómo no ha de ser Dios el Verbo de Dios, que
apedreáis? Y ellos replicaron: No te apedreamos por ninguna
está en Dios? Si por la palabra de Dios son dioses los hombres,
obra buena, sino por la blasfemia y porque tú, siendo hombre, te
si son dioses por participación, ¿no será Dios aquel de quien
haces Dios. Contestaron a lo que El había dicho: Yo y el Padre
somos una sola cosa. Ved cómo los judíos entendieron lo que no participan? Si las luces encendidas son dioses, ¿no será Dios la
comprenden los arríanos. Por eso se enfurecieron, porque enten- luz que las enciende? Si los calentados con el fuego de salud
dieron que, cuando no hay igualdad entre el Padre y el Hijo, no se convierten en dioses, ¿no será Dios el fuego que les da el
se puede decir: Yo y el Padre somos una sola cosa. calor? Si te acercas a la luz, eres iluminado y te cuentas entre
los hijos de Dios; si te apartas de la luz, te oscureces y te hallas
9. Observad la respuesta que el Señor da a los tardos. Sa-
en tinieblas; pero aquella luz no se acerca a sí, porque no se
biendo que ellos no eran capaces de resistir el fulgor de la ver-
aparta de sí misma. Si, pues, a vosotros os convierte en dioses
dad, lo veló un poco en sus palabras. ¿No está escrito en la ley
la palabra de Dios, ¿cómo no ha de ser Dios el Verbo de Dios?
vuestra, es decir, la que ha sido dada a vosotros: Yo dije: Sois
dioses? Por el profeta dice Dios a los hombres en el Salmo: El Padre santificó a su Hijo y lo envió al mundo. Quizá alguno
Yo dije: Sois dioses. El Señor dio el nombre de Ley a toda la diga: Si el Padre lo santificó, en algún tiempo no era santo.
Lo hizo santo con la misma generación. Engendrándolo le dio
tatio etiam ipsius Filii quaerere Filium. quem similiter credat Chtisti el ser santo, porque lo engendró santo. Pues si lo que se san-
manum. Ergo, tierno rapit de manu Patris mei; hoc est, Nemo rapit
mihi. et Prophetae usque ad loannem (Le 16,16); et In his duobus praeceptis
8. Sed ne forte adhuc titubes, audi quid sequitur: Ego et Pater tota Lex pendet et Prophetae (Mt 22,40). Aliquando autem in tria distri-
unum sumus. Huc usque Iudaei tolerare potuerunt: audierunt, Ego et buit easdem Scripturas, ubi ait: Oportebat implen omnia quae scripia
Pater unum sumus, et non pertulerunt; et more suo duri, ad lapides sunt in Lege, et Prophetis, et Psaimis de me (Le 24,44). Nunc vero
cucurrerunt. Tulerunt lapides, ut lapidarent eum. Dominus quia non Psalmos etiam Legis nomine nuncupavit, ubi scriptum est: Ego dixi, Dii
patiebatur quod nolebat pati, et non est passus nisi quod voluit pati, estis. Si tilos dixit déos ad quos sermo Dei jactas est, et non potest solví
adhuc eos lapidare cupientes alloquitur. "Sustulerunt lapides Iudaei, ut Scriptura: quem Pater sanctificavit et misit in mundum, vos dicitis, Quia
lapidarent illum. Respondit eis Iesus: Multa bona opera ostendi vobis blasphemas; quia dixi, Filias Dei sum? Si setmo Dei factus est ad ho-
ex Patre meo, propter quod eorum opus me lapidatis? Et illi responde- mines ut dicerentur dii, ipsum Verbum Dei quod est apud Deum, quo-
runt: De bono opere non lapidamus te, sed de blasphemia, et quia tu modo non est Deus? Si per sermonem Dei fiunt homines dii, si partici-
homo cum sis, facis teipsum Deum." Ad illud hoc responderunt quod pando fiunt dii, unde participant non est Deus? Si lumina illuminata dii
dixerat, Ego et Pater unum sumus. Ecce Iudaei intellexerunt quod non 6unt, lumen quod illuminat non est Deus? Si caLefacti quodammodo igtie
intelligunt Ariani. Ideo enim irati sunt, quoniam senserunt non posse salutari dii efficiuntur, unde calefiunt non est Deus? Accedis ad lumen
dici, Ego et Pater unum sumus, nisi ubi aequalitas est Patris et Filii. et illuminaris, et ínter filios Dei numeraris; si recedis a lumine, obscu-
9. Dominus autem videte quid responderit tardis. Vidit eos non raris, et in tenebris computaris: illud tamen lumen nec accedit ad se,
ferré splendorem veritatis, et eum temperavit in verbis. Nonne scriptum quia non recedit a se. Si ergo vos déos facit sermo Dei, quomodo non
est in Lege vestra, id est, vobis data, quia ego dixi, Dii estisP Deus dicit est Deus Verbum Dei? Pater etgo sanctificavit Filium suum, et misit in
per Prophetam in Psalmo hominibus: Ego dixi, Dii estis (Ps 81,6). Et mundum. Forte aiiquis dicat: Si Pater eum sanctificavit, etgo aliquando
Legem appellavit Dominus generaliter omnes illas Scripturas: quamvis non erat sanctus? Sic sanctificavit, quomodo genuit. Ut enim sanctus es-
alibi specialiter dicat Legem, a Prophetis eam distinguens; sicuti est, Lex set, gignendo ei dedit, quia sanctum eum genuit. Nam si quod sanctifi-
170 Sobre el Evangelio de San Juan 48 11 48, 12 Sobre el Evangelio de San Juan 171
tifica, antes no era santo, ¿cómo decimos al Padre santificado yo, que os hablo, todos conjuntamente queremos aprehender a
sea el tu nombre? Cristo. ¿Qué significa aprehender? Si entendiste, aprehendiste.
10. Si no hago las obras de mi Padre, no creáis en mí; pero Pero no así los judíos; tú le prendiste para tenerle; ellos quisie-
si las hago, y no queréis creerme a mí, creed a las obras, para ron prenderle para verse libres de El. Y porque querían pren-
que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en El. N o derle de este modo, ¿qué les hizo? Se escapó de sus manos. N o
dice el Hijo: el Padre está en mí y yo en El como pueden de- le prendieron porque no tenían las manos de la fe. El Verbo
cirlo los hombres. Si tenemos buenos pensamientos, estamos en se hizo carne, pero no era dificultoso para el Verbo librar a su
Dios, y si llevamos buena vida, Dios está en nosotros. Los fieles, carne de las manos de la carne. Prender a Cristo con el corazón
participando de su gracia e iluminados por El, estamos en El, y es prender bien a Cristo.
El está en nosotros. Pero no está así el Hijo unigénito: El está 12. Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, a aquel lugar
en el Padre, y el Padre está en El como un igual está en aquel en donde Juan había comenzado a bautizar, 'y se quedó allí. Y
a quien es igual. Nosotros, finalmente, podemos decir que esta- muchos vinieron a El, y decían que ciertamente Juan no había
mos en Dios y que Dios está en nosotros; pero ¿podremos decir hecho milagro alguno. Recordáis que fue dicho de Juan que era
que nosotros y Dios somos una misma cosa? Tú estás en Dios, la candela y daba testimonio al día. ¿Por qué éstos dijeron que
porque Dios te contiene; Dios está en ti, porque has sido hecho Juan no hizo ningún milagro? Ningún milagro, dicen, hizo
templo de Dios. Pero, por estar Dios en ti y tú en Dios, ¿pue- Juan: no expulsó a los demonios, no dio vista a los ciegos, no
des decir: Quien me ve a mí, ve a Dios, como lo dijo el Unigé- resucitó muertos, no dio de comer a tantos millares de hombres
nito: Quien me vio a mí, vio también al Padre; y: Yo y el Padre con cinco o siete panes, no anduvo sobre el mar, no mandó a
somos una sola cosa? Reconoce lo que es propio del Señor y el los vientos ni a las olas; ninguna de estas cosas hizo Juan, y,
don concedido al siervo. Lo propio del Señor es la igualdad con con todo, cuanto decía daba testimonio de Cristo. Por medio de
el Padre, y el don del siervo es la participación del Salvador. la candela lleguémonos al día. Juan no hizo milagro alguno.
11. Quisieron, pues, prenderle. Ojalá le prendiesen creyen- Mas todo cuanto Juan dijo de éste, era verdadero. Estos le pren-
do y entendiendo, no persiguiéndole y matándole. Pues yo, her- dieron, pero no al modo de los judíos, pues los judíos querían
manos míos, en este momento en que digo tales cosas, como prender al que partía, y éstos prendieron al que con ellos se
enfermo ante el fuerte, como pequeño ante lo grande, como quedaba. Finalmente, concluye: Muchos creyeron en El.
frágil ante lo firme, y vosotros, que sois de la misma masa que
est apprehendere? Intellexisti, apprehendistí. Sed non sic ludaei: tu ap-
catur, ante non erat sanctum; quomodo dicimus Deo Patri, Sanctificetur prehendisti ut habeas, allí apprehendere volebant ut non haberent. Et
nomen tuum? (Mt 6,9). quia sic volebant apprehendere, quid eis fecit? Exiit de manibus eorum.
Non eum apprehenderunt, quia manus fidei non habuerunt. Verbum caro
10. Si non fació opera Patris mei, nolite mihi credere; si autem factum est: sed non erat Verbo magnum, eicere camera suam de mani-
fació, et si mihi non vultis credere, operibus credite, ut cognoscatis et bus carnis. Mente Verbum apprehendere, hoc est Christum recte appre-
credatis quia in me est Pater, et ego in illo. Non sic dicit Filius, in me hendere.
est Pater, et ego in illo, quomodo possunt nomines dicere. Si enim bene 12. Et abiit iterum trans lordane-m, in eum locum ubi loannes
cogitemus, in Deo sumus; et si bene vivamus, Deus in nobis est: fideles baptizans primum, et mansit ibi. Et muhi -venerunt ad eum, et dicebaut:
participantes eius gratiam, illuminati ab ipso, ¡n illo sumus, et ipse in Quia loannes quidem signum fecit nuüum. Meministis vobis dictum de
nobis. Sed non sic unigenitus Filius: ille in Patre, et Pater in illo, tan- Ioanne, quia lucerna erat, et diei testimonium perhibebat (lo 5,35.33).
quam aequalis in eo cui est aequalis. Denique nos aliquando possumus Quid ergo isti apud se dixerunt, loannes signum fecit nullttm? Nullum,
dicere, In Deo sumus, et Deus in nobis: Ego et Deus unum sumus, num- inquiunt, miraculum ostendit loannes: non daemonia fugavit, non expu-
quid possumus dicere? In Deo es, quia Deus te continet; Deus est in te, lit febrem, non caecos illuminavit, non mortuos suscitavit, non tot mil-
quia templum Dei factus es: sed numquid quia in Deo es, et Deus lia hominum de quinqué vel septem panibus pavit, non supra mare am-
est in te, potes dicere, Qui me videt, Deum videt: quomodo Unigenitus bulavit, non ventis et fiuctibus imperavit; nihil horum fecit loannes: et
dixit, Qui me vidit, vidit et Patrem (lo 14,9); et, Ego et Pater unum totum quidquid dicebat, huic testimonium perhibebat. Per lucernam ve-
sumus? Agnosce proprium Domini, et munus servi. Proprium Domini, niamus ad diem. loannes nuüum signum fecit. Omnia autem quaecumque
est aequalitas Patris: munus servi, est participatio Salvatoris. dixit loannes de hoc, vera erara. Ecce qui apprehenderunt, non quo-
11. Quaerebant ergo eum apprebendere. Utinam apprehenderent, modo ludaei. ludaei volebant apprehendere discedentem, apprehenderunt
sed credendo et intelligendo, non saeviendo et occidendo. Nam modo, isti permanentem, Denique quid sequitur? Et mnlti crediderunt in eum,
fratres mei, quando talia loquor, infirmus fortia, parvus magna, fragilis
solida, et vos tanquam ex eadem massa unde sum et ego, et ego ipse
qui vobis loquor, simul omnes apprehendere volumus Christum. Quid
172 Sobre el Evangelio de San Juan 49, 1 49, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 173

TRATADO 49 oirán su voz y saldrán de ellos. Resucitó a u n o en descomposi-


ción, p e r o q u e aún conservaba en el cadáver descompuesto la
D E S D E : "HABÍA UN ENFERMO LLAMADO LÁZARO" HASTA: " S E FUE A forma de los m i e m b r o s ; m a s El en el ú l t i m o día, con u n a sola
UNA REGIÓN CERCANA AL DESIERTO, A UNA CIUDAD LLAMADA EFRÉN, Y
voz, convertirá las cenizas en carne. Era conveniente que ahora
ALLÍ VIVÍA CON SUS DISCÍPULOS"
hiciese algunos milagros, que, siendo manifestaciones de su p o -
1. E n t r e todos los milagros hechos por nuestro Señor Je- der, nos moviesen a creer en El, p r e p a r á n d o n o s para aquella re-
sucristo, tiene particular resonancia la resurrección de Lázaro. surrección que conduce a la vida, evitando el juicio de conde-
Pero, si nos fijamos en aquel q u e lo hizo, d e b e m o s más bien nación. P o r lo cual, El nos avisa q u e llegará la hora en que
alegrarnos q u e admirarnos. Resucitó a u n h o m b r e aquel q u e hizo cuantos hay en los sepulcros oirán su voz, y saldrán los que
al h o m b r e ; El es el U n i g é n i t o del Padre, por el cual, c o m o sa- obraron bien para la resurrección de la vida, y los qtie obraron
béis, fueron hechas todas las cosas. Si, pues, p o r El fueron he- mal, para la resurrección del juicio.
chas todas las cosas, n o es de admirar que por El resucitase u n o , 2. H e m o s leído en el Evangelio que el Señor resucitó a
cuando por El nacen tantos diariamente. M á s es crear u n hom- tres muertos, lo cual quizá encierre algún misterio, p o r q u e las
bre que resucitarlo. D i g n ó s e , e m p e r o , crear y resucitar; crear a obras del Señor no sólo son hechos, sino t a m b i é n signos; y, p o r
todos y resucitar a algunos. N o todo c u a n t o hizo el Señor Je- lo mismo, aparte de lo maravilloso, tienen u n significado cuya
sús está escrito, c o m o lo afirma el m i s m o evangelista San J u a n , inteligencia es a veces m á s laboriosa q u e su audición o lectura.
diciendo q u e Cristo obró y dijo muchas otras cosas q u e n o han C u a n d o era leído el Evangelio escuchábamos, atónitos a la vista
sido escritas. H a n sido elegidas las que se h a n escrito, p o r q u e d e tan g r a n d e m i l a g r o , cómo Lázaro había vuelto a la vida.
parecen suficientes p a r a la salvación de los que habían de creer. P e r o , si prestamos atención a obras m á s maravillosas de Cristo,
Oíste q u e el Señor resucitó a u n m u e r t o ; esto debe bastarte para t o d o aquel que cree, resucita; y si corremos todos los géneros
saber que, si quisiese, podía resucitar a todos; lo cual se lo ha d e muertes, hallaremos e n t r e las más detestables la m u e r t e del
reservado para el fin de los tiempos. Pues el m i s m o q u e resucitó q u e peca. Todos t e m e n la m u e r t e del cuerpo, p e r o pocos temen
a u n o que llevaba cuatro días en el sepulcro, según habéis oído, la m u e r t e del alma. Todos se afanan p o r evitar q u e llegue la
dice que llegará la hora en que cuantos están en los sepulcros m u e r t e de la carne, q u e inevitablemente ha de llegar, y por
eso trabajan. Se trabaja para q u e n o m u e r a el h o m b r e q u e ha
de morir, y nada se hace p a r a que no m u e r a el h o m b r e que ha
TRACTATUS 49
AB EO QUOD LEGITUR, ERAT AUTEM QUTDAM LANGUENS, LAZARUS; USQUE AI) ID, tente adhuc erat forma membrorum; Ule in novissimo die ad unam vo-
ABIIT IN REGIONEM IUXTA DESERTUM, IN CIVll'ATEM QUAE DICITUR EPHREM, ET IB] cem ciñeres est restituturus in catnem. Sed oportebat ut modo aliqua
MORABATUR CUM DTSCIPULIS SUIS faceret, quibus datis velut suae virtutis indiciis credamus in eum, et ad
illam resurrectionem praeparemur, quae erit ad vitam, non ad iudicium.
1. ínter omnia miracula quae fecit Dominus noster Iesus Christus, Ita quippe ait: Veniet hora quando omnes qui in monumentis sunt,
Lazan resurrectio praecipue praedicatur. Sed si attendamus quis fecerit, audient vocem eius: et proceden! qui bene jecerunt, ad resurrectionem
delectan debemus potius quam mirari. Ule suscitavit hominem, qui fecit vitae; qui mole egerunt, ad resurrectionem iudicii (lo 3,28.29).
hominem: ipse enim est Unicus Patris, per quem, sicut nostis, facta sunt 2. Tres tamen mortuos a Domino resuscitatos in Evangelio legi-
omnia. Si ergo per illum facta sunt omnia, quid mirum est si resurrexit mus, et forte non frustra. Domini quippe facta non sunt tantummodo
unus per illum, cum tot quotidie nascantur per illum? Plus est nomines facta, sed signa. Si ergo signa sunt, praeter id quod mira sunt, aliquid
creare quam resuscitare. Dignatus est tamen et creare et resuscitare; profecto significant: quorum factorum significationem invenire, aliquan-
creare omnes, resuscitare quosdam. Nam cum multa fecisset Dominus do est operosius, quam ea legere vel audire. Admirantes audiebamus, tan-
Iesus, non omnia scripta sunt; sicut Ídem ipse sanctus Ioannes evange- quam magni miraculi spectaculo ante nostros oculos constituto, cum
lista testatur multa Dominum Christum et dixisse et fecisse quae scripta Evangeíium iegeretur, quemadmodum revixerit Lazarus. Si attendamus
non sunt (lo 20,30): electa sunt autem quae scriberentur, quae saluti mirabiliora opera Christi, omnis qui credit, tesurgit: si attendamus om-
credentium sufficere videbantur. Audisti enim quia Dominus Iesus mor- nes, et intelligamus detestabiliores mortes, omnis qui peccat moritur. Sed
tuum suscitavit: sufficit tibi ut scias quia si vellet, omnes mortuos susci- mortem carnis omnis homo timet, mortem animae pauci. Pro morte car-
taret. Et hoc quidem sibi ad finem saeculi reservavit. Nam quem audis- nis quae sine dubio quandoque ventura est, curant omnes ne veniat: inde
tis magno miraculo quatriduanum mortuum suscitasse de sepulcro, veniet est quod laborant. Laborat ne moriatur homo moritums, et non laborat
hora, sicut ipse ait, quando omnes qui sunt in monumentis, audient vo- ne peccet homo in aeternum victurus. Et cum laborat ne moriatur, sine
cem eius et procedent. Resuscitavit putentem, sed tamen in cadavere pu- causa laborat; id enim agit ut tnultum rriors differatur, non ut eva<ktur;
49, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 175
174 Sobre el Evangelio de San Juan 4ty., 3
pos significan y son figura de las resurrecciones de las almas que
de vivir eternamente. En vano se trabaja para hacer que el hom-
bre no muera; lo más que se puede conseguir es aplazar la muer- se obran por la fe. Resucitó al hijo del archisinagogo cuando
te, no evitarla; pero, si no quiere pecar, no necesitará afanarse, aún estaba en casa de cuerpo presente; resucitó al joven hijo de
y vivirá eternamente. ¡Oh si pudiésemos mover a los hombres, la viuda cuando le llevaban ya fuera de las puertas de la ciu-
y juntamente con ellos movernos nosotros, a ser amantes de la dad; resucitó a Lázaro, que llevaba cuatro días en el sepulcro.
vida que permanece, tanto cuanto ellos son amantes de la vida Mire cada cual para su alma. Muere si peca, porque el pecado
que se escapa! ¿Qué no hace el hombre que se halla en peligro es la muerte del alma. Pero a veces se peca de pensamiento; te
de muerte? Cuando se ven con la espada al cuello, abandonan agradó lo que era malo, consentiste; pecaste; ese consentimiento
cuanto tenían reservado para vivir. ¿Quién dejó de hacer trai- te dio la muerte, pero esa muerte es interna, porque el mal pen-
ción para no ser golpeado? Y después de la traición quizá no samiento no pasó a la obra. Para indicar el Señor que El resucita
escapó de los azotes. ¿Quién, por vivir, no prefirió perder cuan- a estas almas, resucitó a aquella niña que todavía no había sido
to tenía para vivir, eligiendo antes una vida de mendigo que sacada fuera, sino yacía muerta en la casa: estaba oculta, como
una muerte prematura? ¿A quién se ha dicho: Navega si no el pecado. Pero, si no sólo diste el consentimiento a la mala de-
quieres morir, y lo ha aplazado? ¿A quién se ha dicho: Trabaja lectación, sino que pusiste el mal por obra, lo sacaste afuera,
si no quieres morir, y se ha hecho el remolón? Dios manda co- como a un muerto; ya estás fuera y levantado como cadáver.
sas ligeras para que vivamos eternamente, y no hacemos caso, Sin embargo, el Señor resucita también a éste y lo devuelve a su
N o te dice Dios: Pierde cuanto tienes para que vivas corto madre viuda. Si pecaste, arrepiéntete, y el Señor te resucitará y
tiempo solícito en el trabajo. Pero te dice: Da de lo que tienes; te devolverá a la Iglesia, tu madre. El tercero de los muertos es
a los pobres, para que vivas seguro y sin trabajar. Los amantes; Lázaro. Hay un género de muerte detestable, que se llama há-
de la vida temporal, que no la tienen cuando quieren ni por el bito perverso. Porque una cosa es pecar, y otra tener el hábito
tiempo que ellos quieren, son nuestros acusadores, y ¡no nos del pecado. Quien peca y al punto se enmienda, pronto vuelve
acusamos nosotros mutuamente de ser tan perezosos y tan fríos a la vida, porque aún no está amarrado por el hábito; aún no
para alcanzar la vida eterna, que podemos tener si queremos, y está sepultado. Pero quien tiene el hábito del pecado está ya
que, cuando la tengamos, jamás la perderemos! Esta muerte que sepultado, y bien puede decirse que ya hiede, pues empieza a
ahora tememos, nos llegará aun cuando no queramos. tener mala fama como si fuera un hedor insoportable. Tales son
3. Si, pues, el Señor, por su gracia y por su misericordia,, los dados al vicio y de perversas costumbres. Les dices: N o ha-
resucita a las almas para que no muramos por siempre, bien po- gas esto. ¿Cuándo has sido escuchado por quien está bajo tierra,
demos suponer que los tres muertos que resucitó en sus cuer-
resurrectionibus animarum quae fiunt per fidem: resuscitavit filiam ar-
si autem peccare nolit, non laborabit, et vivet in aeternum. O si pos- chisynagogi adhuc in domo iacentem (Me 5,41.42); resuscitavit iuvenem
semus excitare nomines, et cum ipsis pariter excitari, ut tales essemus filium viduae extra portas civitatis elatum (Le 7,14.15); resuscitavit La-
amatores vitae permanentis, quales sunt homines amatores vitae fugien- zarum sepultura quatriduanum. Intueatur quisque animam suam: si pec-
tis! Quid non facit homo sub mortis periculo constitutus? Gladio im- cat, moritur; peccatum, mors est animae. Sed aliquando in cogitatione
pendente cervicibus, prodiderunt homines quidquid sibi, unde viverent, peccatur. Delectavit quod malum est, consensisti, peccasti; consensio illa
reservabant. Quis non continuo prodidit ne percuteretur? Et post prodi- occidit te: sed intus est mors, quia cogitatum malum nondum processit
tionem fortasse percussus est. Quis non, ut viveret, continuo perderé vo- in factum. Talem animam resuscitare se significans Dominus, resuscitavit
Iuit unde viveret, eligens vitam mendicantem quam celerem mortem? illam puellam quae nondum erat foras elata, sed in domo mortua iace-
Cui dictum est, Naviga ne moriaris; et distulit? Cui dictum est, Labora bat, quasi peccatum latebat. Si autem non solum malae delectationi con-
ne moriaris; et piger fuit? Levia Deus iubet, ut in aeternum vivamus; et sensisti, sed etiam ipsum malum fecisti; quasi mortuum extra portam
obedire negligimus. Non tibi Deus dicit, Perde quidquid habes, ut vivas extulisti: iam foris es, et mortuus elatus es. Tamen et ipsum Dominus
exiguo tempore in labore sollicitus; sed, Da pauperi unde habes, ut vivas resuscitavit, et reddidit viduae matri suae. Si peccasti, poeniteat te: et
semper sine labore securus. Accusant nos amatores vitae temporalis, quam resuscitat te Dominus, et reddet Ecclesiae matri tuae. Tertius mortuus est
nec cum volunt, nec quamdiu volunt habenf. et nos invicem non accusa- Lazarus. Est genus mortis immane, mala consuetudo appellatur. Aliud est
mus, tam pigri, tam tepidi ad capessendam vitam aeternam, quam si enim peccare, aliud peccandi consuetudinem faceré. Qui peccat et con-
voluerimus habebimus, cum habuerimus non amittemus; hanc autem mor- tinuo corrigitur, cito teviviscit: quia nondum est implicatus consuetu-
tem quam timemus, etiamsi noluerimus, habebimus. dine, non est sepultus. Qui autem peccare consuevit, sepultus est, et bene
3. Si ergo Dominus magna sua grada, et magna sua misericordia de illo dicitur, fetet: incipit enim habere pessimam famam, tanquam. odo-
animas suscitat, ne moriamur in aeternum; bene intelligimus tres illos rem tetertimum. Tales sunt omnes assueti sceleribus, perditi moribus,
mortuos quos in corporibus suscitavit, aliquid significare et figurare de
176 Sobre el Evangelio de San Juan 49. 4 49, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 177
y se deshace en la corrupción, y está bajo la gruesa losa de la 5. María era la que ungió al Señor con el perfume y lim-
costumbre? Pues ni p a r a resucitar a éste fue m e n o r el p o d e r de pió sus pies con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba en-
Cristo. Lo sabemos, lo h e m o s visto y diariamente v e m o s a hom- fermo. Sus hermanas, pues, enviaron a decirle. Y a sabemos adon-
bres q u e , cambiadas sus pésimas costumbres, viven mejor q u e de enviaron, a d o n d e estaba el Señor, p o r q u e estaba ausente,
quienes los r e p r e n d í a n . Detestabas a ese h o m b r e , p u e s ahí tie- esto es, al otro lado del J o r d á n . Enviaron al Señor a decirle
nes a la m i s m a h e r m a n a de Lázaro (si es q u e es la m i s m a q u e q u e su h e r m a n o estaba enfermo, para que se dignase venir y
ungió con el u n g ü e n t o los pies del Señor y Jos enjugó con sus librarle d e la enfermedad. El aplazó sanarlo p a r a p o d e r resuci-
cabellos después de haberlos lavado con sus lágrimas) mejor re- tarlo. ¿Qué es lo que le enviaron a decir sus hermanas? Señor,
sucitada q u e su h e r m a n o , ya que fue libertada de la pesada mole aquel a quien amas está enfermo. N o le dijeron que viniese,
de sus hábitos perversos e inveterados. Era u n a pecadora de porque al a m a n t e le bastaba la noticia. N o se atrevieron a de-
fama, y de ella se dijo: Se le •perdonan muchos pecados porque cirle: V e n y sánalo; ni t a m p o c o osaron decir: M á n d a l o desde
amó mucho. V e m o s a m u c h o s , h e m o s conocido a m u c h o s ; n a d i e ahí y surtirá efecto aquí. ¿Por qué n o son éstas alabadas c o m o
desespere, nadie p r e s u m a d e sí m i s m o . Es m a l o desesperar y lo fue la fe del centurión? Pues él dijo: No soy digno de que
p r e s u m i r de sí. N o desesperes y elige aquello de lo cual debes entres en mi casa, pero di una sola palabra y será sano mi sier-
presumir. vo. N a d a de esto dijeron estas h e r m a n a s ; solamente: Señor, aquel
a quien amas está enfermo. Basta con q u e lo sepas, pues n o
4. T a m b i é n el Señor resucitó a Lázaro. Y habéis oído a
abandonas a los q u e amas. D i r á a l g u n o : ¿Por q u é Lázaro re-
q u é Lázaro, esto es, q u é significa la resurrección d e Lázaro. D e -
presenta al pecador y era tan a m a d o p o r el Señor? Escúchele
mos, pues, comienzo a la lectura, y como en ella se contienen
decir: No vine a llamar a los justos, sino a los pecadores. Si
muchas cosas claras, n o explicaremos u n a p o r una, p a r a atender
Dios n o tuviese amor a los pecadores, n o hubiese bajado del
a las q u e más necesitan de explicación. Había enfermo un hom-
cielo a la tierra.
bre llamado Lázaro, vecino de Betania, en la casa de María y
6. Oyéndolo Jesús, les dijo: Esta enfermedad no es de muer-
Marta, hermanas suyas. Recordáis p o r la lectura anterior que el
te, sino para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea
Señor escapó de las manos de quienes le q u e r í a n apedrear y se
glorificado. T a l glorificación n o fue de a u m e n t o p a r a El, sino
fue al otro lado del J o r d á n , d o n d e J u a n bautizaba. Estando allí
de provecho p a r a nosotros. Y dice q u e n o es de m u e r t e , p o r q u e
el Señor, enfermaba Lázaro en Betania, q u e era u n castillo p r ó -
la m i s m a m u e r t e n o es de m u e r t e sino para dar ocasión a u n
x i m o a Jerusalén.
5. Maria autem erat quae unxit Dominum ungüento, et extersit
Dicis ei, Noli faceré. Quando te audit quem térra sic premit, et tabe pedes eius capillis suis, cuius frater Lazarus infirmabatur. Miserunt ergo
corrumpitur, et mole consuetudinis praegravatur? Nec ad ipsum tamen sórores eius ad eum, dicentes. Iam intelligimus quo miserunt, ubi erat
resuscitandum minor fuit virtus Christi. Novimus, vidimus, quotidie vi- Dominus: quoniam absens erat, trans Iordanem scilicet. Miserunt ad
demus homines, pessima consuetudine permutata vivere melius, quam vi- Dominum, nuntiantes quod aegrotaret frater earum: ut si dignaretur ve-
vunt qui reprehendebant. Detestabaris hominem: ecce ipsa sóror Lazari niret, et eum ab aegritudine liberaret. Ule distulit sanare, ut posset re-
(si tamen ipsa est quae pedes Domini unxit ungüento, et tersit capillis suscitare. Quid ergo renuntiaverunt sórores eius? Domine, ecce quem
suis quos laverat lacrymis) melius suscitara est quam frater eius: de mag- amas infirmatur. Ñon dixerunt, Veni: amanti enim tantummodo rran-
na malae consuetudinis mole est liberata. Erat enim famosa peccatrix: tiandum fuit. Non ausae sunt dicere, Veni, et sana: non ausae sunt
et de illa dictum est, Dimittuntur ei peccata multa, quoniam dilexit mul- dicere, Ibi iube, et hic fiet. Cur enim non et istae, si fides illius Cen-
tum (Le 7,37-47). Videmus multos, novimus multos: nemo desperet, turionis inde laudatur? Ait enim: Non sum dignus ut intres sub tecium
nemo de se praesumat. Et desperare malum est, et de se praesumere. Sic meum, sed tantum dic verbo, et sanabitnr pieer meas (Mt 8,8.10). Nihil
noli desperare, ut eligas de quo debeas praesumere. horum istae, sed tantummodo, Domine, ecce quem amas infirmatur. Suf-
4. Ergo et Lazarum Dominus suscitavit. Audistis qualem, id est, quid ficit ut noveris; non enim amas, et deseiis. Dicit aliquis: Quomodo per
significet Lazari resurrectio. Legamus ¡taque iam; et quoniam multa in hac Lazarum peccator significabatur, et a Domino sic amabatur? Audiat eum
lectione manifesta sunt, expositionem in singulis non quaeramus, ut ne- dicentem, Non veni vocare iusios, sed peccatores (Ibid. 9,13). Si enim
cessaria pertractemus. Erat autem quídam languens, Lazarus a Betbania, peccatores Deus non amaret, de cáelo ad tenas non descenderet.
de castello Mariae et Marthae sororum eius. In superiore lectione memi- 6. Audiens autem lesus, dixit eis: Infirmitas haec non est ad mor-
nistis quod Dominus exiit de manibus eorum qui lapidare illum volue- tem, sed pro gloria Dei, ut glorificetur Films Dei. Talis glorificatio ip-
rant, et discessit trans Iordanem ubi Ioannes baptizabat (lo 10,39.40). sius non ipsum auxit, sed nobis profuit. Hoc ergo ait, non est ad mor-
Ibi ergo Domino constituto, infirmabatur in Bethania Lazarus, quod cas- tem, quia et ipsa mors non erat ad mortem; sed potius ad miraculum,
tellum erat proximum Ierosolymis. quo facto ctederent homines in Christum, et vitarent veram moitem,
178 Sobre el Evangelio de San Juan 49 8 49, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 179

milagro, p o r el cual los h o m b r e s creyeran en Cristo y evitaran jetón: Poco ha querían apedrearte los judíos, y ¿otra vez alia
la m u e r t e verdadera. Observad c ó m o el Señor de u n m o d o in- para q u e te apedreen? Y el Señor contesta: ¿No son doce las
directo dice q u e es Dios p o r aquellos q u e n i e g a n que el H i j o horas del día? Quien camina de día no tropieza, porque ve la
sea Dios. Pues hay herejes q u e niegan q u e el H i j o de Dios es luz de este inundo; pero, si camina de noche, tropieza, porque
Dios. Escuchen éstos: Esta enfermedad no es de muerte, sino no tiene luz. H a b l a el Señor de día, p e r o en nuestra inteligencia
para manifestar la gloria de Dios. ¿Qué gloria? ¿ D e q u é Dios? aún dura la noche. Llamemos al día para q u e expulse la noche
Sigue leyendo: Para que el Hijo de Dios sea glorificado. Luego y alumbre el corazón con su luz. ¿Qué es lo q u e quiso el Señor
esta enfermedad no es de muerte, sino por la gloria de Dios dar a entender? Según a m í m e parece y p o r lo que deja entre-
para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella, esto ver la altura y profundidad de la sentencia, quiso reprender su
es, p o r m e d i o de aquella enfermedad. duda y su infidelidad. I n t e n t a r o n dar u n consejo al Señor para
7. Amaba el Señor a Marta y a María, su hermana, y a evitar la m u e r t e , a El, q u e había venido a morir p a r a que ellos
Lázaro. El enfermo, ellas tristes, todos amados. P e r o los amaba no muriesen. T a m b i é n en otro lugar San Pedro, lleno de amor
el salvador de los enfermas, el q u e resucitaba los muertos, el al Señor, p e r o n o p l e n a m e n t e ilustrado acerca del m o t i v o de su
consolador de los tristes. Luego que oyó que estaba enfermo, en- venida, temió por su m u e r t e , con lo cual desagradó a la Vida,
tonces permaneció dos días más en el mismo lugar. Recibió la es decir al m i s m o Señor. C u a n d o declaró a sus discípulos que
noticia, y p e r m a n e c i ó allí hasta que pasaron los cuatro días. Y había de padecer en Jerusalén de parte de los judíos, Pedro,
no d e balde. P o r q u e quizá, mejor dicho, ciertamente el p r o p i o entre otros, le dijo: Lejos de ti, Señor, tal cosa; guárdate bien,
n ú m e r o d e días encierra algún misterio. Pasados estos días, dice que esto no sucederá. A lo cual r e s p o n d i ó el Señor: Vete lejos
a sus discípulos: Vayamos a la Judea otra vez, d o n d e casi fue de mí, Satanás; no entiendes las cosas de Dios, sino las de los
apedreado y de donde, al parecer, había m a r c h a d o para no ser hombres. Y poco antes había merecido su elogio p o r confesarle
apedreado. M a r c h ó c o m o h o m b r e , p e r o al volver, como olvidado p o r H i j o de Dios, p o r q u e le dijo: Bienaventurado eres, Simón,
de su flaqueza, manifestó su poder. Vayamos, dice, a la Judea. hijo de Juan, porque no te lo han revelado la carne y la san-
8. N o t a d el espanto de los discípulos al oír estas palabras: gre, sino mi Padre, que está en los cielos. A q u i e n había lla-
Dícenle los discípulos: Maestro, hace poco que los judíos que- m a d o bienaventurado, le dice: Retírate, Satanás, p o r q u e de sí no
rían apedrearte, y ¿otra vez vas allá? Respondió Jesús: ¿No son era b i e n a v e n t u r a d o . ¿ D e dónde? Porque no te lo han revelado
doce las horas del día? ¿Qué significa esta respuesta? Ellos di- la carne y la sangre, sino mi Padre, que está en los cielos. Por
esto eres b i e n a v e n t u r a d o : n o por ti, sino por m í . N o p o r q u e
Sane videte quemadmodum tanquam ex obliquo Dominus Deum se di-
xit, propter quosdam qui negant Filium Deum esse. Nam sunt haeretici iterum illuc vadis, ut te lapident? Et Dominus, Nonne dnodecim horae
qui hoc negant, quod Filius Dei sit Deus. Ecce audiant: Infirmitas haec, sunt diei? Si quis ambulaverit in die, non ojjendit, quia litcem huius
inquit, non est ad inortem, sed pro gloria Dei. Qua gloria? cuius Dei? mundi videt: si autem ambulaverit in nocte, offendit, quia lux non est
Audi quod sequitur: Ut glorificetur Filias Dei. lnfirmitas ergo haec, in eo. De die quidem locutus est, sed in nostra intelligentia quasi adhuc
inquit, non est ad mortem, sed pro gloria Dei, ut glorificetur Filius Dei nox est. Invocemus diem, ut expellat noctem, et cor lumine illustret.
per eam. Per quam? Per illam infirmitatem. Quid enim Dominus dicere voluit? Quantum mihi vtdetur, quantum sub-
7. Diligebat autem lesus Martham, et sororem eius Níariam, et lucet altitudo profunditasque sententiae, redarguere voluit iltorum du-
Lazarum. Ule languens, illae tristes, omnes dilecti: sed diligebat eos et bitationem et infidelitatem. Voluerunt enim consilium daré Domino ne
languentium salvator, imo etiam mortuorum suscitator, et tristium con- moveretur, qui venerat mori, ne ipsi morerentur. Sic etiam quodam alio
solator. Ut ergo audivit quia infirmabatur, tune quidem mansit in eodem loco Petrus sanctus diligens Dominum, sed adhuc non plene intelligens
loco duobus diebus. Nuntiaverunt ergo illi; mansit illie ille: tamdiu cur venisset, timuit ne moreretur, et vitae displicuit, id est, ipsi Domino:
tempus ductum est, quousque quatriduum compleretur. Non frustra, nisi nam cum indicaret discipulis quod esset lerosolymis passurus a Iudaeis,
quia forte, imo quia certe et ipse numerus dierum intimat aliquod sa- respondit Petrus inter caeteros, et ait, Ahsit a te, Domine, ptopitius tibi
cramentum. Deinde post haec dteit iterum discipulis suis, Eamus in lu- esto, non fiet istud. Et continuo Dominus, Redi post me, satanás, non
daeam: ubi pene fuerat lapidatus, qui propterea inde discessisse videba- enim sapis quae Dei sunt, sed quae bomimtm. Et paulo ante confitens
tur, ne lapidaretur. Discessit enim ut homo; sed in redeundo quasi obli- Filium Dei laudem meruerat: audierat enim, Beatm es, Simón Bar lona,
tus infirmitatem, ostendit potestatem. Eamus, inquit, in ludaeam. quia non tibi reveiavit caro et sanguis, sed Pater rneus qui in caelis est
8. Deinde hoc dicto, videte quemadmodum discipuli territi fuerint. (Mt 16,16-23). Cui dixerat, Beatas es; illi dicit, Redi retro, satanás:
Dicunt ei discipuli: Rabbi, nunc quaerebant te ludaei lapidare, et iterum quia beatus a se non erat, Sed unde? Quia non tibi reveiavit caro et
vadis illuc? Respondit lesas: Nonne daodecim sunt horae diei? Quid sibi sanguis, sed Pater meus qui in caelis est. Ecce unde beatus, non de tuo,
vult ista responsio? lili dixerunt, Modo te lapidare volebant ludaei, et sed de meo. Non cruia Pater ego, sed quia omnia quae habet Pater,'
180 Sobre el Evangelio de San Juan ¿n „ 49, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 181

yo soy el Padre, sino porque mías son todas las cosas del Padre reciban las horas su resplandor y su luz del día, y por la predi-
Pues si era bienaventurado por el Señor, ¿por quién era Sata- cación de las horas crea el mundo en el día. Todas estas cosas
nás? Allí mismo lo dice al dar la razón de su bienaventuranza están compendiadas en las palabras Seguidme a mí si no queréis
Porque no te lo reveló la carne y la sangre, sino mi Padre, que tropezar.
está en los cielos; ésta es la causa de tu bienaventuranza. Escu- 9. Después de esto les dice: Nuestro amigo Lázaro duerme,
cha ahora la causa de decirle: Retírate, Satanás. No entiendes las pero yo voy para despertarlo. Palabra de verdad: estaba muerto
cosas de Dios, solamente las del hombre. Nadie, pues, se lison- para las hermanas, pero para el Señor estaba durmiendo. Estaba
jee: por sí es Satanás, por Dios es bienaventurado. ¿Qué quiere muerto para los hombres, que no podían darle la vida; pero el
decir por sí sino por su pecado? ¿Qué cosa es tuya fuera del Señor lo sacaba del sepulcro con mayor facilidad que tú levan-
pecado? La justicia de mí procede. ¿Qué cosa tienes que no la tas del lecho al que está durmiendo. Teniendo, pues, en cuenta
hayas recibido? Queriendo, pues, dar un consejo los hombres a su poder, dijo que estaba durmiendo. También las Escrituras
Dios, los discípulos al Maestro, los siervos al Señor, los enfer- con frecuencia llaman dormidos a los muertos, como dice el
mos al Médico, los reprendió diciendo: ¿No son doce las horas Apóstol: En orden a los que duermen no quiero, hermanos, de-
del día? Quien caminare durante el día, no tropieza. Si no que- jaros en la ignorancia, para que no os entristezcáis del modo que
réis tropezar, seguidme a mí; no pretendáis darme consejos vos- suelen hacerlo los demás hombres que no tienen esperanza. Los
otros, que debéis recibirlos de mí. Pues ¿a quién se refieren llamó dormidos, porque de antemano anunció que habían de re-
las palabras No son doce las horas del día? Para indicar que sucitar. Duermen todos los muertos, tanto los buenos como los
El era el día, escogió doce discípulos. Y si yo, dice, soy el día, y malos. Pero, así como los que diariamente duermen y se levan-
vosotros las horas: ¿acaso las horas dan consejos al día? Las tan ponen grande interés en cuanto ven en los sueños, si son
horas siguen al día, y no el día a las horas. Y si ellos eran las cosas alegres o cosas tristes, y temen volverse a dormir por no
horas, ¿qué era allí Judas? ¿También él estaba entre las doce senrir tales pesadillas, así cada cual se echa a dormir con sus
horas? Si era hora, tenía luz; ¿cómo, pues, entregaba a la muer- preocupaciones y con ellas se levanta. Es como si uno fuese so-
te al Día? Pero el Señor en estas palabras no tenía presente a metido a prisión para ser luego conducido ante el juez. Estas
Judas, sino a su sucesor. Pues, a la caída de Judas, fue elegido detenciones son distintas según la gravedad de los delitos: unos
Matías, y quedó completo el número de doce. Por lo tanto, no son vigilados por los alguaciles, que es un oficio humano, suave
sin motivo el Señor eligió doce discípulos, porque El es el día y civil; otros son entregados a los carceleros; otros son metidos
espiritual. Sigan, pues, las horas al día, anuncien las horas el día, en la cárcel, y en la misma cárcel no todos ocupan un mismo
lugar, sino que cada cual es encerrado en un lugar proporciona-
mea sunt (lo 16,15). Si beatus de ipsius Domini: satanás de cuius? Ibi
dicit: rationem quippe reddidit beatitudinis, ut diceret, Non caro et spiritualis est dies. Sequantur ergo horae diem, praedicent horae diem,
sanguis tibi revelavit hoc, sed Pater meus qui in caelis est: haec esi horae illustrentur a die, horae illuminentur a die, et per horarum prae-
causa beatitudinis tuae. Quod vero dixi, Redi post me, satanás, audi dicationem credat mundus in diem. Hoc ergo ait de compendio, Me
etiam huius rei causam: Non enim sapis quae Dei sunt, sed quae sunt sequimini, si non vultis offendere.
hominis. Nemo ergo se palpet; de suo satanás est, de Dei beatus est. 9. Et post hoc dicit eis: Lazaras amicus noster dormit; sed vado, ut
Quid est enim de suo, nisi de peccato suo? Tolle peccatum, quod est a somno excilem eum. Verum dixit. Sororibus mortuus erat, Domino
tuum. Iustitia, inquit, de meo est. Quid enim habes quod non accepistí dormiebat. Hominibus mortuus erat, qui eum suscitare non potetant:
(1 Cor 4,7). Cum ergo vellent daré consilium homines Deo, díscipuli nam Dominus tanta eum facilítate excitabat de sepulcro, quanta tu non
magistro, servi Domino, aegroti medico; corripuit eos, et ait, Nonne excitas dormíentem de lecto. Ergo secundum potentiam suam dixit dor-
duodecim horae sunt diei? Si quis ambulaverit in die, non ofíendit. Me mientem: quia et alii mortui dicti sunt in Scripturis saepe dormientes,
sequimini, si non vultis offendere: nolite mihi consilium date, quos a sicut Apostolus dicit, De dormientibus aittem nolo vos ignorare, fratres,
me consilium oportet accipere. Quo ergo pertinet, Nonne duodecim ut non contristemini, sicut et caeteri qui spem non hahent (1 Thess 4,12).
horae sunt diei? Quia ut diem se esse ostenderet, duodecim discípulos Ideo et ipsi dormientes appellavit, quia íesurrecturos praenuatiavit. Dor-
elegit. Si ego sum, inquit, dies, et vos horae, numquid horae diei con- mit ergo omnis monxras, et bonus et malas. Sed quomodo interest in
silium dant? Horae diem sequuntur, non dies horas. Si ergo illi horae, ipsis qui quotidie dormiunt et exsutgunt, quid quisque videat in somnis:
quid ibi ludas? Et ipse inter duodecim horas? Si hora erat, lucebat; si alii sentiunt laeta somnia, alii torquentia, ita ut evigilans dormiré timeat,
lucebat, quomodo diem ad mortem ttadebat? Sed Dominum in hoc ver- ne ad ipsa iterum redeat: sic unusquisque hominum cum causa sua dor-
bo non ipsum Iudam, sed successorem ipsius praevidebat. luda enim mit, cum causa sua surgit. Et interest quali custodia quisque recipiatur,
cadente successit Matthias, et duodenarius numerus mansit (Act 1,26). ad iudicem postea producendus. Nam et receptiones in custodia pro me-
Non ergo frustra duodecim discípulos elegit Dominus, nisi quia ipse ritis causarum adhibentur: alios iubentut custodire lictores, humanum et
182 Sobre el Evangelio de San Juan 49, 10
49, 12 Sobre el Evangelio de San Juan 183
do a la gravedad del delito. Pues así como hay diversos lugares y
guardas de oficio, así son también diversos los lugares donde 11. Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy yo a desper-
son custodiados los muertos, y diversos los méritos de los que tarle. Dijéronle, pues, los discípulos; ved lo que entendieron por
habrán de resucitar. Es recluido el pobre y también el rico, pero lo que respondieron: Señor, si duerme, estará sano. El sueño
aquél es alojado en el seno de Abrahán, y éste, donde padecerá de los enfermos suele ser un indicio de salud. Pero Jesús ha-
sed y no hallará una gota de agua. bía hablado de su muerte; mas ellos creyeron que hablaba del
10. Aprovechando la ocasión que se me ofrece de instruir sueño natural. Entonces les dijo Jesús claramente—pues velada-
a Vuestra Caridad, os diré que todas las almas, al salir de este mente habíales dicho que dormía—, ahora les dice claramente:
mundo, tienen sus moradas diversas. Las buenas, moradas llenas Lázaro ha muerto, y por vosotros me alegro de no haber estado
de gozo, y las malas, moradas llenas de tormento. Pero, en el allí, a fin de que creáis. Y sé que ha muerto, a pesar de que
día de la resurrección, el gozo de los buenos será mayor, y los yo no estaba allí. Se le había anunciado que estaba enfermo,
tormentos de los malos serán más terribles cuando sean ator- pero no que había muerto. Y ¿qué puede ocultársele a aquel
mentados juntamente con sus cuerpos. En las moradas de la paz que lo había creado y a cuyas manos había ido a parar el alma
fueron recibidos los santos patriarcas, los profetas, los apóstoles, del difunto? Por este motivo dice: Para que vosotros creáis, me
los mártires, los fieles buenos; pero todos recibirán aún, en el alegro de no haber estado allí, para que ya comenzaran a admi-
último día, lo que Dios les ha prometido: la resurrección de la rarse de que el Señor sabía que era muerto aquel a quien no
carne, la destrucción de la muerte, la vida eterna en campañía de había visto ni oído que hubiese muerto. Por donde podemos
los ángeles. Todo esto lo hemos de recibir todos a la vez, por- colegir que era necesario fortalecer con milagros la fe, aun la
que el descanso que se da en el punto de la muerte a quien de los mismos discípulos, que ya habían creído en El; no para
de él se ha hecho digno, se da a cada uno cuando muere. Los plantar la fe que no existía, sino para que creciese la que ya
patriarcas lo recibieron los primeros; después, los profetas; más había arraigado, aunque lo diga con palabras que pudieran in-
recientemente, los apóstoles; más recientemente aún, los santos dicar que entonces se estuviera plantando. Pues no dice: Me
mártires, y cada día lo reciben los fieles buenos. Unos llevan alegro por vosotros, para que vuestra fe se aumente o se robus-
ya mucho tiempo en este descanso, otros no tanto, otros llevan tezca, sino para que creáis, lo cual se debe entender para que
pocos años, y otros no han llegado a él. Pero, cuando despierten más y con mayor firmeza creáis.
de este sueño, todos a la vez han de recibir lo que les ha sido 12. Pero vayamos a él. Entonces Tomás, por otro nombre,
prometido. Dídimo, dijo a sus condiscípulos: Vamos también nosotros y mu-
ramos con El. Llegó, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días
mite officium atque civile; alii traduntur optionibus; alii mittuntur in
carcerem: et in ipso carcere non omnes, sed pro meritis graviorum cau- 11. Lazarus amic-us noster dormit; sed vado, ut a somno excitem
sarum in ima carceris contruduntur. Sicut ergo diversae custodiae agen- eum. Dixerunt ergo discipuli: quomodo intellexerunt, sic responderunt:
tium in officio; sic diversae custodiae mortuorum, et diversa merita re- Domine, si dormit, salvus erit. Soiet enim esse somnus aegrotantium
surgentium. Receptus est pauper, receptus est di ves: sed ille in sinurn salutis indicium. Dixerat autem lesus de morte eius; Mi a-utem putave-
Abrahae; ille ubi sitiret, et guttam non inveniret (Le 16,22-24). runt quod- de dormitione somni diceret. Tune ergo dixit eis lesus mani-
10. Habent ergo omnes animae, ut ex hac occasione instruam Cha- festé. Subobscute enim dixerat, dormit: ait etgo manifesté, Lazarus mor-
ritatem vestram, habent omnes animae, cum de saeculo exierint, diversas tuus est: et gaudeo proptet vos, ut credatis; quia non eram ibi. Et scio
receptiones suas. Habent gaudium bonae, malae tormenta. Sed cum facta quia morruus est, et non ibi eram: aeger enim, non mortuus, fuerat
fuerit resurrectio, et bonorum gaudium amplius erit, et malorum tormen- nuntiatus. Sed quid latetet eum qui creaverat, et ad cuius manus anima
ta graviora; quando cum corpore torquebuntut. Recepti sunt in pace morientis exierat? Hoc est quod ait, Gaudeo ptopter vos, ut credatis;
sancti Patriarchae, Prophetae, Apostoli, Martyres, boni fideles; omnes quia non ibi eram: ut iam inciperent admiran, quia Dominus potuit
tamen adhuc in fine accepturi sunt quod promisit Deus: promissa enim dicere mormum, quod nec viderat nec audierat. Ubi sane meminisse de-
est resurrectio etiam carnis, monis consumptio, vita aeterna cum Ange- bemus quod adhuc etiam ipsorum discipulotum qui in eum iam credi-
lis. Hoc omnes simul accepturi sumus: nam réquiem quae continuo post derant, miraculis aedificabatur fides: non ut ea quae non erat, esse in-
mortem datur, si ea dignus est, tune accipit quisque cum moritur. Priores ciperet, sed ut ea quae iam esse coeperat, ciesceret; quamvis tali verbo
acceperunt Patriarchae: videte ex quo requiescunt: posteriores Prophetae, usus sit, quasi tune credere inciperent. Non enim ait, Gaudeo propter
recentius Apostoli, multo recentiores sancti Martyres, quotidie boni fi- vos. ut fides vestra augeatur, sive firmetur; sed ait, ut credatis: quod
deles. Et alii in ista requie iam diu sunt, alii non tam diu, alii paucio- intelLigendum est, ut amplius robustiusque credatis.
ribus annis, alii nec recenti tempore. Cum vero ab hoc somno evigila- 12. Sed eamus ai eum. Dixit ergo Tb ornas, qui dicitar Didynms,
bunt, simul omnes quod promissum est accepturi sunt. ad condiscípulos: Eamus et nos, et moriamur cum illo. Venit itaque
lesus, et invenit eum. quatuor dies iam in monumento habente-m. De
184 Sobre el Evangelio de San ]ttan 49 12 49, 14 Sobre el Evangelio de San ]uan 185
que estaba en el sepulcro. Muchas cosas podrían decirse sobre hace caso: los hombres traspasan el Evangelio. Este es el cuarto
estos cuatro días, ya que el sentido oscuro de la Escritura da día de muerte. Con razón despide ya hedor. ¿No habrá ya mi-
origen a muchos sentidos, según la diversa capacidad de los in- sericordia para éstos? Ni pensarlo, pues tampoco el Señor se des-
térpretes. Digamos también nosotros lo que nos parece signifi- deña de acercarse a tales muertos para resucitarlos.
car el muerto de cuatro días. Así como en aquel ciego vimos 13. Muchos judíos vinieron a la casa de Marta y María
representado al género humano, así en este muerto podemos para consolarlas por la muerte de su hermano. Marta, luego que
considerar a muchos, pues una cosa puede verse bajo diversos as- oyó que Jesús venía, salió a su encuentro, María quedó sentada
pectos. Cuando el hombre nace, nace ya con la muerte, porque en casa. Dijo, pues, Marta a Jesús: Señor, si hubieses estado
viene con el pecado de Adán. Por lo cual dice el Apóstol: Por aquí, no hubiera muerto mi hermano; pero bien sé que Dios
medio de un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pe- te concederá cualquiera cosa que le pidieres. N o le dijo: Te
cado la muerte, y así pasó a todos, porque en él todos pecaron. ruego ahora que resucites a mi hermano. ¿Por dónde había de
Ahí tienes al día primero de la muerte, el que el hombre trae saber ella si le sería provechosa a su hermano la resurrección?
por su nacimiento. Crece luego y va entrando en los años de la Solamente dijo: Sé que todo lo puedes y haces cuanto quieres;
razón, para que se dé cuenta de la ley natural, que todos tienen pero hacerlo queda a tu juicio, no a mis deseos. Pues ahora sé
grabada en el corazón: No hagas a otro lo que no quieras para ciertamente que cuanto pidieres a Dios te lo concederá.
ti. ¿Por ventura se aprende esto en los pergaminos, o más bien 14. Díjole Jesús: Tu hermano resucitará. Esta frase es am-
se lee en la misma naturaleza? ¿Quieres que te roben? Cierta- bigua, porque no dijo: Ahora resucito a tu hermano, sino Tu
mente no lo deseas. Ahí tienes la ley en tu corazón. No hagas hermano resucitará. Dícele Marta: Sé que resucitará en la resu-
lo que no quieres padecer. Los hombres traspasan esta ley: ahí rrección en el último día; de esa resurrección estoy segura; de
tienes otro día de muerte. Promulgó Dios la Ley por medio de ésta, no. Díjole Jesús: Yo soy la resurrección. Dices que resu-
su siervo Moisés. En ella está escrito: No matarás; No fornica- citará tu hermano en el último día. Esto es verdad. Pero aquel
rás; No dirás falso testimonio; Honra a tu padre y a tu madre; por quien ha de resucitar entonces lo puede hacer ahora, porque
No codicies las cosas de tu prójimo; No codicies la mujer de tu yo soy la resurrección y la vida. Escuchad, hermanos, escuchad
prójimo. Tampoco se hace caso de la ley escrita: he ahí el ter- lo que dice. Todos los circunstantes esperaban que Lázaro, un
cer día de muerte. ¿Qué queda? Vino el Evangelio, fue predi- muerto de cuatro días, resucitase. Escuchemos y resucitemos.
cado el reino de los cielos, por todas partes se anuncia a Cristo, ¡Cuántos hay en esta ciudad oprimidos por la mole de invete-
se amenaza con el infierno, se promete la vida eterna, y no se rados hábitos! Quizá me están escuchando algunos a quienes se
quatuor diebus multa quidem dici possunt, sicut se habent obscura Christus, minatur gehennam, vitam promittit aeternam, et ipsa contem-
Scripturarum, quae pro diversitate intelligentium, multos sensus pariunt. nitur. Transgrediuntur homines Evangelium: ecce quartus dies mortis.
Dicamus et nos quid nobis videatur significare mortuus quatriduanus. Mérito iam putet. Numquid et talibus est neganda misericordia? Absit:
Quomodo enim in illo caeco intelligimus quodammodo humanum genus, etiam ad tales Dominus excitandos non dedignatur accederé.
sic forte et in isto mortuo multos intellecturi sumus: diversis enim mo- 13. Multi autem ex ludaeis venerant ad Martham et Mariam, ut
dis una res significan potest. Homo quando nascitur, iam cum morte consolarentur eas de fratre suo. Martha ergo ut audivit quia Iesus venit,
nascitur; quia de Adam peccatum trahit. Unde dicit Apostolus: Per unum occurrit Mi: Maria autem domi sedebat. Dixit ergo Martha ad lesum:
hominem peccatum intravit in mundum, et per peccatum mors; et ita in Domine, si juisses hic, frater meus non fuisset mortuus; sed et ntinc scio
omnes homines pertransiit, in quo omnes peccaverunt (Rom 5,12). Ecce quia quaecumque poposceris a Deo, dabit tihi Deus. Non dixit, Sed et
habes unum diem mortis, quod homo trahit de mortis propagine. Deinde modo togo te ut resuscites fratrem meum. Unde enim sciebat, si fratri
crescit, incipit accederé ad rationales annos, ut legem sapiat naturalem, eius resurgere utile fuerit? Hoc tantum dixit, Scio quia potes, si vis fa-
quam omnes habent in corde fixam: Quod tibi non vis fieri, alii ne cis: utrum enim facías, iudicii tui est, non praesumptionis meae. Sed et
feceris. Nunquid hoc de paginis discitur, et non in natura ipsa quodam- nunc scio quia quaecumque poposceris a Deo, dabit ubi Deus.
modo legitur? Furtum vis pati? Utique non vis. Ecce lex in corde tuo: 14. Dicit Mi lesus: Resurget frater tum. Hoc ambiguum fuit. Non
Quod non vis pati, faceré noli. Et hanc legem transgrediuntur homines: enim ait, Modo resuscito fratrem tuum; sed, Resurges frater tuus. Dicit
ecce alter dies mortis. Data est Lex etiam divinitus per famulum Dei ei Martha: Scio quia resurget in resurreclione, in •novisüma die. De illa
Moysen: dictum est illic, Non occides; Non moechaberis; Non falsum resurrectione secura siim, de hac incerta sum. Dicit ei lesus: Ego surn
testimonium dices; Honora patrem et matrem; Non concupisces rem resurreclio. Dicis, Resurget fxater meus in novissima die: verum est;
proximi tui; Non concupisces uxorem proximi tui (Ex 20,12-17). Ecce sed per quem tune resurget, potest et modo, quia Ego sum, inquit, re-
Lex scripta est, et ipsa contemnitur: ecce tertius dies mortis. Quid restat? surrectio et vita. Audite, fratres, audite quid dicat. Cene tota exspectatio
Venit et Evangelium, praedicatur regnum caelorum, diffamatur ubique exat circumstantjum ut revivisceret Lazarus, unus mortuus quatriduanus:
186 Sobre el Evangelio de San Juan 49 15
49, 17 Sobre el Evangelio de San Juan 187
les dice: No os llenéis de vino, que es causa de la lujuria, y
su alma, hasta que resucite su carne para n o m o r i r jamás. Esto
r e s p o n d e n : N o podernos. Quizá m e escuchan algunos impuros,
es: El que cree en mí, a u n q u e muera, vivirá. Y todo aquel que
mancillados con lascivias y torpezas, a los cuales se les dice: N o
vive en su carne y cree en mí, a u n q u e m u e r a t e m p o r a l m e n t e p o r
hagáis esto, para q u e no perezcáis, y contestan: N o p o d e m o s
la m u e r t e de su carne, no morirá eternamente p o r la vida del
arrancar de nosotros estos malos hábitos. ¡Oh Señor!, resucítalos.
espíritu y la inmortalidad de la resurrección. Esto es lo q u e dice:
Yo soy, dice, la resurrección y la vida. Es la resurrección p o r q u e
Y todo el que vive y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees
es la vida.
esto? Díjole: Ciertamente, Señor; yo creo que tú eres Cristo,
15. Quien cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo
Hijo de Dios vivo, que ha venido a este mundo. C u a n d o creí
el que vive y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Qué significa
esto, creí q u e tú eres la resurrección, q u e tú eres la vida; creí
esto? El que cree en mí, aunque esté muerto, c o m o está m u e r t o
que q u i e n cree en ti, a u n q u e m u e r a , vivirá, y q u e q u i e n vive
Lázaro, vivirá, p o r q u e n o es D i o s de m u e r t o s , sino de vivos. Alu-
y cree en ti, n o m o r i r á para siempre.
d i e n d o a los Padres d e m u c h o ha muertos, esto es, a A b r a h á n ,
16. Y habiendo dicho esto, se fue y llamó en secreto a su
Isaac y Jacob, d i o esta respuesta a los judíos: Yo soy el Dios de
hermana María, diciéndole: Está aquí el Maestro y te llama, Es
Abrahán, de Isaac y de Jacob; no es Dios de muertos, sino de
de advertir c ó m o llama silencio a una voz baja. Pues ¿cómo es-
vivos, pues todos ellos viven. T e n , pues, fe, y, a u n q u e estés muer-
taba en silencio la que dijo: Está aquí el Maestro y te llama?
to, vivirás. Pero, si n o tienes fe, a u n q u e estés con los que viven,
Es t a m b i é n de advertir q u e el evangelista n o ha dicho dónde,
estás m u e r t o . V a m o s a probar q u e , si n o tienes fe, a u n q u e vivo,
ni cuándo, ni c ó m o el Señor llamó a María, quizá en gracia a la
estás m u e r t o . A cierto m a n c e b o que aplazaba seguir al Señor,
brevedad de la narración, por desprenderse de las palabras de
d a n d o p o r excusa que debía ir antes a sepultar a su padre, le
Marta.
respondió: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú
ven y sigúeme. H a b í a allí u n m u e r t o q u e enterrar, había tam- 17. Apenas ella oyó esto, se levantó rápidamente y fue a
bién allí m u e r t o s de m u e r t o s , que habían de enterrar; aquél te- su encuentro. Todavía no había llegado Jesús a la casa, sino que
nía su cuerpo m u e r t o , éstos tenían el alma muerta. ¿Por qué? aún estaba en aquel mismo lugar en que Marta había salido a su
P o r q u e les faltaba la fe. ¿Por q u é la m u e r t e del cuerpo? P o r q u e encuentro. Por esto los judíos que estaban en casa con ella y la
n o está allí el alma. Luego el alma de tu alma es la fe. El que consolaban, al ver que María se levantó con presteza y salió, la
cree en mí, dice, aunque estuviere muerto, en su carne, vive en siguieron, diciendo: Va al sepulcro para llorar allí. ¿Por q u é
cuenta el evangelista estos detalles? Para q u e conozcamos la oca-
audiamus, et resurgamus. Quam multi sunt in hoc populo, quos premit
consuetudínis moles! Forte audiunt me quidam, quibus dicitur, Nolite quit, etiamsi mortuus fuerit in carne, vivet in anima; doñee resutgat et
inebrian vino in quo et luxuria (Eph 5,18): dicunt, Non possumus. cato nunquam postea moritura. Hoc est, Qui credit in me, licet moriatur,
Forte audiunt me aliqui immundi, lasciviis et flagitiis inquinati, quibus vivet. Et omnis qui vivit in carne et credit in -me, etsi morietur ad tem-
dicitur, Nolite hoc faceré, ne pereatis: et respondent, Non possumus tolli pus propter mortem carnis, non morietur in aetemum propter vitam
a consuetudine nostra. O Domine, istos resuscita. Ego sum, inquit, re- spiritus, et immortalitatem resuirectionis. Hoc est quod ait, Et omnis qui
surrectio et vita. Ideo resurrectío, quia vita. vivit et credit in me, non morietur in aetemum. Credis hoc? Ait Mi:
15. Qui credit in me, etiamsi mortuus fuerit, vivet: et omnis qui Utique, Domine, ego credidi, quia tu es Christus Eilius Dei, qui in
vivit et credit in me, non morietur in aetemum. Quid est hoc? Qui mundum venisti. Quando hoc credidi, credidi quia tu es tesunectio, cre-
credit in me, etiamsi mortuus fuerit, sicut Lazarus mortuus est, vivet; didi quia tu es vita; credidi quia qui credit in te, etsi moriatur, vivet;
quia non est Deus mortuorum, sed vivorum. De olim mortuis patribus, et qui vivit et credit in te, non morietur in aeternum.
hoc est de Abraham, et Isaac, et lacob, tale responsum Iudaeis dedit: 16. Et cum haec dixissetj abiit, et vocavit Mariam sororem suam
Ego sum Deus Abraham, et Deus Isaac, et Deus lacob, non est Deus silentio, dicens: Magister adest, et vocat te. Advertendum est quemadmo-
mortuorum, sed vivorum: omnes enim Mi vivunt (Mt 22,32, et Le 20, dum suppressam vocem silentium nuncupavit. Nam quomodo siluit, quae
37.38). Crede ergo; et si mortuus fueris, vives: si autem non credis; et dixit, Magister adest, et vocat te? Advertendum etiam quemadmodum
cum vivis, mortuus es. Probemus et hoc, quia si non credis, etsi vivis, Evangelista non dixerit ubi vel quando vel quomodo Mariam Dominus
mortuus es. Cuidam Dominus differenti sequi eum, et dicenti, Eam prius vocaverit, ut hoc in verbis Marthae potius inteUigeretur, narrationis bre-
sepeliré patrem meum: Sine inquit, mortuos sepeliré mortuos suos; tu vitate servata.
veni, sequere me (Mt 8,21.22). Erat ibi mortuus sepeliendus, erant ibi 17. Illa ut audivit, surgit cito, et venit ad eum. Nondum enim ve-
et mortui mortuum sepulturi: ille mortuus in carne, ilii in anima. Unde nerat lesus in castellum, sed erat aihuc in tilo loco ubi oceurrerat ei
mors in anima? Quia non est fides. Unde mors in corpore? Quia non Martba. Iudaei igitur qui erant cum illa in domo, et consolabantur eam,
est ibi anima. Ergp animae tuae anima fides est. Qui credit in me, ¡n- cum vídissent Mariam, quia cito surrexii et exiit, seculi sunt eam dicen-
tes; quia vadit ad monuinentum, ut ploret ibi. Quare pertinuit hoc ad
188 Sobre el Evangelio de San Juan 49, 18 49, 19 Sobre el Evangelio de San )uan igo,

sión q u e d i o lugar a q u e fueran m u c h o s los presentes cuando el s u p r e m o poder, la p a r t e m á s débil se m u e v e al arbitrio de la


Lázaro fue resucitado. P o r q u e , creyendo los judíos q u e ella salía voluntad: esto es, Se turbó a sí mismo.
presurosa p a r a hallar en sus lágrimas consuelo a su dolor, la si- 19. Os hablé del poder; escuchad la significación. M u y gran-
guieron, p a r a q u e el e s t u p e n d o milagro de la resurrección de un de es el r e o que es representado p o r el m u e r t o de cuatro días
m u e r t o de cuatro días fuese presenciado p o r m u c h o s testigos. y por la sepultura. ¿Por q u é se turba Cristo, sino para darte a
18. María, pues, habiendo llegado a donde estaba Jesús, al conocer c ó m o tú debes turbarte cuando te ves o p r i m i d o y aplas-
verle, cayó a sus pies y le dijo: Señor, si hubieses estado aquí, tado p o r la mole del pecado? T e has c o n t e m p l a d o , te has halla-
no hubiese muerto mi hermano. Jesús, al ver llorar a ella y a los d o reo, te has dicho: H i c e esto, y D i o s m e ha p e r d o n a d o ; hice
judíos que la acompañaban, se estremeció en su espíritu, y tur- aquello, y m e ha aplazado; oí el Evangelio, y lo he despreciado;
bóse a sí mismo, y dijo: ¿Dónde le habéis puesto? N o sé que es fui bautizado, y n u e v a m e n t e he vuelto a las andadas. ¿Qué es lo
lo q u e nos quiere dar a entender con ese estremecimiento y turba- q u e hago? ¿ A d o n d e voy? ¿ D e d ó n d e salgo? C u a n d o te haces
ción. Pues ¿quién sino El m i s m o p u d i e r a turbarle? Por esto, her- estas consideraciones, ya da voces Cristo, p o r q u e grita la fe. Y
m a n o s míos, en este caso considerad p r i m e r o su poder, para pro- en la voz del q u e grita está la esperanza de resurrección. Si la
ceder luego a la indagación del significado. T ú te turbas sin fe está dentro, allí está Cristo d a n d o voces; p o r q u e , si tenemos
quererlo; Cristo se t u r b ó p o r q u e quiso. Jesús sintió h a m b r e , es fe, Cristo vive en nosotros. Pues, ¿qué otra cosa quiso dar a
verdad, p e r o p o r q u e quiso. Es verdad q u e Jesús d u r m i ó , que se entender el A p ó s t o l cuando dice que Cristo por la fe habita en
contristó, q u e m u r i ó , p e r o t o d o p o r q u e quiso: en su m a n o estaba vuestros corazones? Luego, p o r tu fe en Cristo, Cristo está en
ser afectado de u n o u otro m o d o o n o ser afectado. El V e r b o tu corazón. A esto hace referencia el hecho de q u e estaba d o r m i -
t o m ó el alma y la carne, u n i e n d o a sí en una sola persona la d o en la nave, y, c u a n d o los discípulos se vieron en p e l i g r o de
naturaleza h u m a n a . Pues p o r el V e r b o fueron iluminadas las naufragio, se acercaron a El y le despertaron. Cristo se levantó,
almas del Apóstol, de Pedro, de Pablo y de los otros apóstoles, i m p e r ó a los vientos y a las olas, y se siguió u n a g r a n d e tran-
c o m o lo fueron las de los santos profetas; pero de n i n g u n a se quilidad. Así sucede d e n t r o de ti; m i e n t r a s navegas, mientras
ha d i c h o : El Verbo se hizo carne; Yo y el Padre somos una atraviesas el mar proceloso y lleno de peligros de esta vida, los
sola cosa. El alma y el cuerpo de Cristo, con el V e r b o de D i o s , vientos p e n e t r a n en tu corazón, levantan las olas y agitan la
es una sola persona, es u n solo Cristo. Y p o r eso, d o n d e se halla nave. ¿Qué vientos son éstos? Recibiste u n a injuria, y te irritas:
la injuria es el viento, la ira es las olas; estás en peligro, te
Evangelistam narrare? Ut videamus quae occasio fecerit ut plures ibi es- dispones a responder, a devolver una maldición p o r otra, ya la
sent quando Lazaras resuscitatus est. Putantes enim Iudaei propterea illam
festinare, ut doloris sui solatium lacrymis quaereret, secuti sunt eam; ut cundum voluntatis nutum tractatur infirmitas: hoc est, turbavit semet-
tam grande miraculum quatridüani mortui resurgentes, testes plurimos ipsum.
inveniret. 19. Dixi potestatem, attendite significationem. Magnus reus est, quem
18. María autem cum venisset ubi erat lesas, videns eum, ceoidit ad monis quatriduum et illa significat sepultura. Quid est ergo quod tur-
pedes eius, et dixit ei: Domine, si fuisses hic, frater meus non esset mor- bat semetipsum Christum, nisi ut significet tibi quomodo turban tu de-
tnus. lesas ergo ut vidit eam plorantem, et Iudaeos qui cum illa erant beas, cum tanta mole peccati gtavaris et premeris? Attendisti enim te,
plorantes, fremuit spiritu, et turbavit semetipsum, et dixit: Ubi posaistis vidisti te reum, computasti tibi: Ulud feci, et percepit mihi Deus; illud
eum? Nescio quid nobis insinuavit fremendo spiritu, et turbando seip- commisi, et distulit me; Evangelium audivi, et contempsi; baptizatus
sum. Quis enim eum posset, nisi se ipse, turbare? Itaque, fratres mei, sum, et iterum ad eadem revolutus sum: quid fació? quo eo? unde eva-
primo hic attendite potestatem, et sic inquirite significationem. Turbaris do? Quando ista dicis, iam fremit Christus; quia fides fiemit. In voce
tu nolens; turbatus est Christus, quia voluit. Esurivit Iesus, verum est, frementis apparet spes resutgentis. Si ipsa fides intus, ibi est Christus
sed quia voluit; dormivit Iesus, verum est, sed quia voluit; contristatus fremens; si fides in nobis, Christus in nobis. Quid enim aliud ait
est Iesus, verum est, sed quia voluit; mortuus est Iesus, verum est, sed Apostolus: Habitare Christum per fidem in cordibm vesPris? (Eph 3,17).
quia voluit: in illius potestate erat sic vel sic affici, vel non affici. Ver- Ergo fides tua de Chtisto, Christus est in corde tuo. Hinc est illud
bum enim animam suscepit et carnem, totius hominis sibi coaptans in quod dormiebat in navi: et cum periclitarentur discipuli, iam imminente
personae unitate naturam. Nam et anima Apostoli Verbo illustrata est, naufragio accesserunt ad eum, et excitaverunt eum: surrexit Christus,
anima Petri Verbo illustrata est, anima Pauli, aliorum Apostolorum, sanc- imperavit ventis et fluctibus, et facta est tranquillitas magna (Mt 8,24-26).
torum Prophetarum Verbo illustratae sunt animae: sed de nulla dictum Sic et tu: intrant venti cor tuum, utique ubi navigas, ubi hanc vitam
est, Verbum caro jactum est (lo 1,14); de nulla dictum est, Ego et Pater tanquam procellosum et periculosum pelagra transís; intrant venti, mo-
unum sumas (ibid. 10,30). Anima et caro Christi cum Verbo Dei una vent fluctus, turbant navim. Qui sunt venti? Audisti convicium, irasce-
persona est, unus Christus est. Ac per hoc ubi summa potestas est, se- ris; convicium ventus est, iracundia fluctus est: periclitaris, disponis re-
I9ü Sobre el Evangelio de San Juan 49, 20 49, 22 Sobre el Evangelio de San Juan 191

nave se acerca al naufragio; despierta a Cristo, q u e d u e r m e ; pues apartaos de mí. C o n lo cual quiere decir: N o os veo en m i luz,
porque Cristo d u e r m e en la nave, p o r eso fluctúas y te dispones n o os veo en la justicia q u e yo conozco. Así en esta ocasión,
a devolver m a l p o r mal. El sueño de Cristo en tu corazón es como desconociendo a tal pecador, dijo: ¿Dónde le habéis pues-
el olvido de la fe. Si despiertas a Cristo, esto es, haces revivir to? Semejante es la voz de Dios en el paraíso después de haber
la fe, ¿qué es lo q u e Cristo, como u n centinela en tu corazón, pecado el h o m b r e : Adán, ¿dónde estás? Dícenle: Señor, ven y lo
te dice? Y o oí decir: Tienes el demonio, y r o g u é por ellos. Oye verás. ¿Qué quiere decir verás? T e compadecerás. V e el Señor
el Señor, y calla; oye el siervo, y se indigna. P e r o tú quieres cuando se compadece, conforme está escrito: Mira mi humilla-
vengarte. ¿Acaso m e he v e n g a d o yo? C u a n d o tu fe te dice estas ción y mi dolor y perdona todos mis pecados.
cosas, es como si imperase a los vientos y a las olas y volviese a 2 1 . Lloró Jesús; por lo cual dijeron los judíos: Ved cómo
reinar la calma. D e l m i s m o m o d o q u e despertar a Cristo en la le amaba. ¿Por q u é dice le amaba? Porque no vine a llamar a
nave es avivar la fe, así t a m b i é n el estremecimiento de Cristo los justos, sino a los pecadores a penitencia. Pero algunos de ellos
significa la reprensión q u e a sí m i s m o se hace el h o m b r e q u e dijeron: ¿Este, que abrió los ojos del ciego, no hubiera podido
ve su corazón o p r i m i d o p o r la pesada piedra del pecado y del hacer que éste no muriese? Q u i e n n o quiso hacer que n o m u -
hábito pecaminoso, el h o m b r e que ha pisado el santo Evan- riese, ha de hacer m u c h o más, haciendo q u e el m u e r t o resucite.
gelio y se ha burlado de las p e n a s eternas. A ú n más, Cristo 22. Volviendo Jesús a sollozar en su corazón, vino al se-
lloró: llore t a m b i é n el h o m b r e . ¿Por q u é lloró Cristo, sino para pulcro. Solloce d e n t r o de ti si estás dispuesto a revivir. A todo
enseñar al h o m b r e a llorar? ¿Por q u é clamó y se conturbó a sí aquel que se halla o p r i m i d o p o r u n h á b i t o perverso, se le dice:
mismo, sino p o r q u e la falta de fe del h o m b r e , que con razón Vino al sepulcro, que era una gruta cerrada con una piedra. El
se mira con desagrado, debe clamar acusando las malas obras, m u e r t o bajo la piedra, y el reo bajo la ley. Sabéis q u e la Ley,
hasta q u e la dureza de la penitencia venza el hábito de pecar? q u e fue dada a los judíos, estaba escrita en una piedra. Todos
20. Y dijo: ¿Dónde lo pusisteis? Supiste q u e había muer- los reos están debajo de la ley; los q u e viven b i e n están con
to, e ¿ignoras d ó n d e fue sepultado? Esto significa como q u e la ley. La ley n o está puesta para los justos. ¿ Q u é se e n t i e n d e
Dios desconoce al h o m b r e malvado; no m e he atrevido a decir por Retirad la piedra? A n u n c i a d la gracia del indulto. D i c e el
que desconoce, p o r q u e ¿qué cosa hay que D i o s desconozca? H e apóstol Pablo q u e él es m i n i s t r o del n u e v o testamento, n o de la
dicho c o m o que desconoce, y una p r u e b a de ello la tenemos en letra, sino del espíritu, p o r q u e la letra mata, m a s el espíritu
aquellas palabras del Señor en el día del juicio: No os conozco, vivifica. La letra, q u e mata, es c o m o la piedra, q u e o p r i m e .

spondere, disponis maledictum maledicto reddere, iam navis propinquat vos? Non vos video in luce mea, non vos video in illa iustitia quam
naufragio; excita Christum dormientem. Ideo enim fluctúas, et mala pro novi. Sic et hic tanquam nesciens talem peccatorem, dixit, Ubi posuistis
malis reddere praeparas, quia Christus dormit in navi. In corde enim eum? Talis est vox Dei in paradiso posteaquam homo peccavit, Adam,
tuo somnus Christi, cblivio fidei. Nam si excites Christum, id est recolas ubi es? (Gen 3,9). Dicunt ei: Domine, veni, et vide. Quid est, vide?
fidem, quid tibi dicit tanquam vigilans Christus in corde tuo? Ego au- Miserere. Videt enim Dominus, quando miseretur. Unde illi dicitur, Vide
divi, Daemonium habes (lo 7,20), et pro eis oravi: audit Dominus, et humilitatem meam, et laborem rneum, et dimitte omnia peccata mea
patitur: audit servus, et indignatur! Sed vindican vis. Quid enim? ego (Ps 24,18).
iam sum vindicatus? Cum tibi haec loquitur fides tua, quasi imperatur 21. Lacrymatus est Iesus. Dixerunt ergo Iudaei: Ecce quomodo ama-
ventis et fluctibus, et fit tranquillitas magna. Quomodo ergo hoc est bat eum. Quid est, amabat eum? Non veni vocare iustos, sed peccatores
excitare Christum in navi, excitare fidem; sic in corde hominis quem in poenitentiam (Mt 9,13). Quídam autem ex ipsis dixerunt: Ñon pote-
premit magna moles et consuetudo peccati, in corde hominis transgres- rat hic qui aperuit oculos caed, faceré ut et hic non moreretur? Qui
soris etiam sancti Evangelii, contemptoris poenarum aeternarum, fremat noluit faceré ut non moreretur, plus est quod factutus est, ut mortuus
Christus, increpet se homo. Audi adhuc: flevit Christus, fleat se homo. suscite tur.
Quare enim flevit Christus, nisi quia flere hominem docuit? Quare fre- 22. Iesus ergo riersus jremens in semetipso, venit ad monumentum.
muit et turbavit semetipsum, nisi quia fides hominis sibi mérito displi- Fremat et in te, si disponis reviviscere. Omni homini dicitur, qui pre-
centis fremere quodammodo debet in accusatione malorum operum, ut mitur pessima consuetudine: Venit ad monumentum. Erat autem spe-
violentiae poenitendi cedat consuetudo peccandi? lunca, el ¡apis superpositus eral ei. Mortuus sub lapide, reus sub lege.
20. Et dixit: Ubi positistis eum? Scisti quia mortuus sit, et ubi sit Scitis enim quia Lex quae data est Iudaeis, in lapide scripta est (Ex
sepultus ignoras? Et ista significado est, quia sic perdítum hominem 31,18). Omnes autem rei sub lege sunt: bene viventes cum lege sunt.
quasi nescit Deus. Non ausus sum dicere, Nescit: quid enim ille nescit? Iusto lex posita non est (1 Tim 1,9). Quid est ergo, hapidem reraove-
Sed quasi nescit. Unde hoc probamus? Dominum audí dicturum in te? Gratiam praedicate. Apostolus enim Paulus ministrum se dicit Novi
iudicio, Non novi vos; discedite a me (Mt 7,23). Quid est, Non novi Testamenti, non ütterae, sed spirítus: nam Huera, inquit, occidit, spiritus
192 Sobre el Evangelio de San Juan 49, 24
49, 26 Sobre el Evangelio de San Juan 193
Quitad la piedra, quitad el peso de la Ley, y anunciad la gra-
vuelto, ya está fuera. ¿Qué significa esto? C u a n d o te mofas, ya-
cia. Si hubiese una ley que pudiera dar la vida, la justificación
ces m u e r t o ; y si te mofas de cuantas cosas dije, ya estás ente-
dependería enteramente de la Ley. Pero la Escritura encerró
r r a d o ; sales c u a n d o te confiesas. Pues ¿qué q u i e r e decir salir sino
a todas las cosas bajo el peso del pecado, para que la promesa
manifestarse, c o m o si saliese de u n escondrijo? P e r o D i o s hace
juera comunicada a los creyentes por la fe de Jesucristo. Quitad,
q u e te confieses d a n d o u n a g r a n d e voz, esto es, l l a m á n d o t e con
pues, la piedra.
una gracia extraordinaria. Y así, c u a n d o salió el m u e r t o , salió
23. Dícele Marta, la hermana del difunto: Señor ya hiede,
aún ligado, c o m o el a r r e p e n t i d o es aún reo. Para desatarle de
pues ya hace cuatro días que está ahí. Respóndele Jesús: ¿No
sus pecados dijo el Señor a los ministros: Soltadle y dejadle mar-
te dije que, si creyeras, verías la gloria de Dios? Dice q u e verá
char, según lo que había dicho: Lo q u e desatareis en la tierra
la gloria de Dios en la resurrección de u n putrefacto y cuatri-
será desatado t a m b i é n en el cielo.
duano. Porque todos han pecado, todos necesitan de la gloria de
25. Con eso, muchos de los judíos que habían venido acom-
Dios; p e r o donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
pañando a María y habían visto lo que Jesús había hecho, cre-
24. Quitaron, pues, la piedra. Y Jesús, levantando los ojos
yeron en El. Pero algunos de ellos se fueron a contar a los fa-
al cielo, dijo: Padre, gracias te doy porque me has escuchado. Yo
riseos las cosas que Jesús había hecho. D e los judíos q u e h a b í a n
sabía ya que siempre me oyes; pero lo he dicho en atención a
a c o m p a ñ a d o a María, no todos creyeron; p e r o creyeron muchos.
este pueblo que me rodea, para que crean que tú me has en-
Algunos de ellos, ya fueran de los judíos que h a b í a n venido, ya
viado. Dicho esto, gritó con voz muy alta. B r a m ó , lloró, clamó
de los q u e h a b í a n creído, "se fueron a los fariseos y les con-
con voz m u y alta. ¡Con cuánta dificultad se levanta q u i e n está
taron todas las cosas q u e Jesús había h e c h o " , ya anunciándolas
bajo el peso ingente de una mala costumbre! P e r o al fin se le-
para que t a m b i é n ellos creyesen, ya, lo q u e es más probable,
vanta; i n t e r i o r m e n t e es vivificado p o r u n a gracia oculta: se le-
denunciándolas para q u e le persiguiesen. Pero, de cualquier m o d o
vanta después de oír una m u y g r a n d e voz. ¿Qué sucedió? Clamó
y por quienesquiera que fuese, estas cosas llegaron a oídos de
con voz muy grande: Lázaro, sal fuera. Y al punto salió el que
los fariseos.
estaba muerto, con los pies y las manos ligados y tapado el ros-
tro con un sudario. T e admiras de q u e haya salido con los pies 26. Reunieron entonces consejo los pontífices y los fariseos,
atados, y ¿no te admiras de q u e haya resucitado u n m u e r t o cua- y decían: ¿Qué hacemos? P e r o n o decían: Creamos. Pues aque-
triduano? A m b a s cosas son debidas al p o d e r del Señor, n o a las llos h o m b r e s perdidos p e n s a b a n m á s en cómo le h a b í a n de ata-
fuerzas del m u e r t o . Salió, y aún p e r m a n e c e atado; a u n q u e en- car para perderle q u e en mirar por ellos para n o perecer. Sin

vivificat (2 Cor 3,6). Littera occidens, quasi lapis est premens. Remórete, In utroque potentia Domini erat, non vires mortui. Processit, et adhuc
inquit, lapiden. Removete Legis pondus; gratiam praedicate. Si enim ligatus est: adhuc involutus, tamen iam foras processit. Quid significat?
data esset lex, quae posset vivificare, omnino ex Lege esset iustitia. Sed Quando contemnis, mortuus iaces; et si tanta quanta dixi contemnis, se-
conclusit omnia Scriptura sub peccato, ut promissio ex fide lesu Christi pultus iaces: quando confiteris, procedis. Quid est enim procederé, nisi
daretur credentibus (Gal 3,21 et 22). Ergo removete lapidem. ab occultis velut exeundo manifestari? Sed ut confitearis, Deus facit mag-
23. Dicit ei Martha, sóror eius qui mortuus fuerat: Domine, iam na voce clamando, id est, magna gratia vocando. Ideo cum processisset
fetet; quatriduanus enim est. Dicit ei lesus: Nonne dixi tibi quoniam mortuus adhuc ligatus, confitens et adhuc reus; ut solverentur peccata
si credideris, videbis gloriam Dei? Quid est, videbis gloriam Dei? Quia eius, ministris hoc dixit Dominus: Solvite illum, et sinite abire. Quid
et putentem et quatriduanum resuscitat. Omnes enim peccaverant, et est, Solvite, et sinite abire? Quae solveritis in térra, soluta erunt et in
egent gloria Dei (Rom 3,23): et, Ubi abundavit peccatum, superabunda- cáelo (Mt 16,19).
vit et gratia (ibid. 5,20). 25- Multi ergo ex Iudaeis qui venerant ad Mariam et viderant quae
24. Tulerunt ergo lapidem. lesus autem elevatis sursum oculis, di- fecit lesus, crediderunt in eum: quídam autem ex ipsis abierunt ad Pha-
xit: Pater, grafías ago tibi, quoniam audisti me: ego autem sciebam quia risaeos, et dixerunt eis quae fecit lesus. Non omnes ex Iudaeis qui
semper me audis; sed propter populum qui circumstat, dixi, ut credant convenetant ad Mariam, crediderunt, sed tamen multi, Quídam vero ex
quia tu me misisti. Haec cum dixisset, magna voce clamavit. Fremuit, eis, sive ex Iudaeis qui convenetant, sive ex eis qui credidetant, abierunt
lacrymavit, voce magna clamavit. Quam difficile surgit, quem moles ad PhaHsaeos, et dixerunt eis quae fecit lesas: sive annunciando, ut et
male consuetudinis premit! Sed tamen surgit: occulta gratia intus vivi- ipsi crederent; sive pottus prodendo, ut saevitent. Sed quomodolibet et
ficatur; surgit post vocem magnam. Quid est factum? Voce magna cla- a quibuslibet, ad Pharisaeos ista perlata sunt.
mavit: Lazare, veni joras. Et statim prodiit qui fuerat mortuus, ligatus 26. Collegerunt pontífices et Pharisaei consilmm, et dicebant: Quid
manus et pedes institis; et facies illius sudario erat ligata. Quomodo pro- facimus? Nec tamen dicebant, Credamus. Plus enim perditi nomines
cessit ligatis pedibus miraris, et non miraris quia surrexit quatriduanus? cogitabant quomodo nocerent ut perderent, quam quomodo sibi consule-
tent ne perirent: et tamen timebant, et quasi consulebant. Dicebant
S.Ag. U 7
194 Sobre el Evangelio de San Juan 49, 2
4"> 28 Sobre el Evangelio de San Juan 195
e m b a r g o , tenían m i e d o , y p e d í a n c o m o un consejo, p o r q u e de-
cían: ¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros, y si lo rante u n año. Así se dice de Zacarías: Sucedió que, sirviendo
él ante Dios por el orden de su turno, le salió por suerte, como
dejamos así, todos creerán en él, y vendrán los romanos y arrui-
era costumbre entre los sacerdotes, poner el incienso entrando en
narán nuestra ciudad y la nación. T e m i e r o n perder las cosas t e m -
el templo del Señor. D e donde se deduce que eran varios y
porales, sin preocuparse de la vida eterna, y p o r esto p e r d i e r o n
que tenían sus turnos, pues nadie podía ofrecer el incienso sino
a m b a s cosas. P o r q u e los r o m a n o s , después de la pasión y glorifi-
el s u m o sacerdote. Y quizá también ejercían varios en u n mis-
cación del Señor, les arrebataron la ciudad y la nación, t o m á n -
m o año, a los cuales sucedían otros en el año siguiente, entre
dola p o r las armas y trasladándola a otro lugar, cumpliéndose en
los cuales la suerte elegía al q u e había de p o n e r el incienso.
ellos lo q u e en otra p a r t e está escrito: Los hijos de este reino
¿Qué es, pues, lo que profetizó Caifas? Q u e Jesús había de mo-
serán arrojados a las tinieblas exteriores. T e m i e r o n q u e , si todos
rir por la nación, y no solamente por la nación, sino para con-
creían en Cristo, n o quedaría nadie para defender la ciudad y el
gregar en un solo cuerpo a los hijos de Dios que estaban disper-
t e m p l o del Señor en contra de los romanos, p o r q u e juzgaban a
sos. Esto lo añadió el evangelista, p o r q u e Caifas solamente p r o -
la doctrina de Cristo c o m o contraria a la ciudad y a las leyes fetizó acerca de la nación de los judíos, en la cual estaban las
de sus padres. ovejas de las cuales dijo el Señor: No he sido enviado sino a las
27. Uno de ellos, llamado Caifas, que en aquel año era sumo ovejas que perecieron de la casa de Israel. P e r o el evangelista sa-
pontífice, les dijo: Vosotros no sabéis nada, ni pensáis que nos bía que había otras ovejas q u e no pertenecían a este redil, a
es necesario que un solo hombre muera por el pueblo y no pe- las cuales convenía atraer, para q u e hubiese u n solo redil y u n
rezca toda la nación. Mas esto no lo dijo de sí propio, sino que, solo pastor. Todas estas cosas han sido dichas según la predes-
como era el pontífice en aquel año, profetizó. En esto nos ad- tinación, p o r q u e entonces los q u e aún n o habían creído no eran
vierte q u e t a m b i é n p o r boca de h o m b r e s malos el espíritu de ovejas suyas ni hijos de Dios.
profecía predice las cosas futuras, lo cual, sin e m b a r g o , el evan-
28. Y así, desde aquel día pensaron en matarle. Pero Jesús
gelista lo atribuye al divino ministerio q u e c o m o pontífice ejer-
ya no andaba al descubierto entre los judíos, sino que se marchó
cía. Puede parecer extraño q u e se diga q u e era pontífice en
a una región cercana al desierto, a una ciudad que se llama
aquel año, siendo así q u e Dios había constituido u n sumo sacer-
Efrén, y allí vivía con sus discípulos. N o p o r q u e El hubiese per-
dote, m u e r t o el cual, sucedíale otro único. N o obstante, d e b e m o s dido su poder, en virtud del cual podría andar a b i e r t a m e n t e en-
saber que, a causa de las ambiciones y disensiones, se d e t e r m i n ó tre los judíos sin que nada le hicieran; p e r o en su flaqueza hu-
posteriormente q u e fuesen varios y que p o r t u r n o ejerciesen du- m a n a quiso dar a sus discípulos ejemplo de u n m o d o de condu-
enim, Quid facimus? Quia hic homo multa signa facit: si dimittimus
eum sic, omnes credent in eum; et venient Romani, et tollent nostrum vicibis ministrarent. Nam et de Zacharia hoc dicitur: Factum est autem,
locum et gentem. Temporalia perderé timuerunt, et vitam aeternam non eum sacerdotio fungeretur in ordine vicis suae ante Deum, seeundum
cogitaverunt; ac sic utrumque amiserunt. Nam et Romani post Domini consuetudinem sacerdotii, sorte exiit ut incensum poneret, ingressus in
templum Domini (Le 1,8.9). Hinc apparet plures eos fuisse, et vices
passionem et glorificationem, tulerunt eis et locum et gentem, expug-
suas habuisse: nam incensum non licebat poneré nisi summo sacerdoti
nando et transferendo: et illud eos sequitur quod alibi dictum est, Filii (Ex 30,7). Et forte, etiam unum annum plures administrabant, quibus
autem regni huius ibunt in tenebras exteriores (Ibid. 8,12). Hoc autem alio anno alii succedebant, ex quibus sorte exibat quis, ut incensum
timuerunt, ne si omnes in Christum crederent, nemo remaneret qui ad- poneret. Quid est ergo quod prophetavit Caiphas? Quia lesus moriturus
versus Romanos civitatem Dei templumque defenderet: quoniam contra erat pro gente; et non tantum pro gente, sed ut filios Dei qui erant
ipsum templum, et contra suas paternas leges doctrinam Christi esse dispersa, congregare! in unum. Hoc Evangelista addidit: nam Caiphas de
sentiebant. sola gente Iudaeorum prophetavit, in qua erant oves de quibus ait ipse
27. Unus autem ex ipsis Caiphas, eum esset pontifex anni Ulitis, Dominus, Non surn missus nisi ad oves quae perierunt domus Israel
dixit eis: Vos nescitis quidquam, neo cogitatis quia expedit nobis ut unus (Mt 15,24). Sed noverat Evangelista esse alias oves, quae non erant
moriatur homo pro populo, et non tota gens pereat. Hoc autem a semet- de hoc ovili, quas oportebat adduci, ut esset unum ovile et unus pastor
ipso non dixit, sed eum esset pontifex anni illius, prophetavit. Hic do- (lo 10,16). Haec autem secundum praedestinationem dicta sunt: nam
cemur etiam per homines malos prophetiae Spiritum futura praedicere: ñeque oves eius, nec filii Dei adhuc erant, qui nondum crediderant.
quod tamen Evangelista divino tribuit sacramento, quia pontifex fuít, id
28. Ab tilo ergo die cogitaverunt itt inierficerent eum. lesus ergo
est, summus sacerdos. Potest autem moveré quomodo dicatur pontifex
iam non palam ambulabat apud Iudaeos, sed abiit in regionem iuxta
anni illius, eum Deus unum constituerit summum sacerdotem, cui mortuo desertum, in citiitalem quae dicitur Ephrem, et M -morabatm eum disci-
unus succederet. Sed intelligendum est, per ambítiones et contentiones pulis suis. Non quia potentia eius defeceíat, in qua urique si veílet, et
ínter Iudaeos postea constitutum ut plures essent, et per annos singulos palam Iudaeis conveisaretur, et nihil ei facerent; sed in hominis infirmi-
196 Sobre el Evangelio de San Juan 50, 2
50, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 197
cirse, en el cual sus fieles, q u e son m i e m b r o s suyos, n o tuviesen
ñor, dado por Moisés en la Ley, o r d e n a n d o q u e e n el día festivo
pecado escondiéndose de sus perseguidores, para evitar con su
de la Pascua acudieran de todas las partes a Jerusalén para pu-
fuga el furor de los criminales en vez d e atizarlo ofreciéndose
rificarse con la celebración de aquel día. Mas aquella celebra-
a ellos.
ción era una sombra d e la que había de venir. ¿De q u é m o d o ?
Era una profecía del Cristo futuro, una profecía de que p o r
TRATADO 50
nosotros había de padecer en aquel día, en el cual había de ex-
DESDE AQUEL PASAJE: "ESTABA PRÓXIMA LA PASCUA DE LOS JUDÍOS", tinguirse la sombra para dar lugar a la luz: había de pasar el
HASTA ESTE O T R O : "MUCHOS POR SU CAUSA SE APARTABAN DE ELLOS Y signo y quedar la realidad. T e n í a n , pues, los judíos la Pascua
CREÍAN EN J E S Ú S "
en sombra; nosotros, en luz. ¿Por q u é el Señor les había m a n -
1. A la lectura evangélica de ayer, sobre la cual dijimos lo dado matar una oveja en aquella festividad, sino p o r q u e de El
q u e el Señor nos manifestó, sigue la de hoy, de la q u e hablare- estaba profetizado q u e sería conducido c o m o una oveja al sacri-
mos lo q u e el Señor nos conceda. H a y en las Escrituras algunas ficio? C o n la sangre del a n i m a l sacrificado señalaron los judíos
cosas tan claras, q u e m á s p i d e n quien las escuche q u e q u i e n los dinteles, y con la sangre de Cristo señalamos nosotros nues-
las exponga. N o conviene que en éstas nos detengamos, para q u e tras frentes. Y aquella señal, q u e era u n signo, así llamado p o r
haya t i e m p o de explicar las q u e necesitan m á s detención. las puertas señaladas, p r o h i b í a la entrada al e x t e r m i n a d o r ; tam-
2. Estaba, pues, cercana la Pascua de los judíos. Quisieron bién la señal de Cristo aleja de nosotros al exterminador si en
los judíos m a n c h a r aquel día festivo con la sangre del Señor. nuestros corazones d a m o s entrada al Salvador. Esto dije, herma-
En aquel día festivo fue sacrificado el Cordero, q u e con su san- nos, p o r q u e muchos señalan las puertas sin q u e d e n t r o haya m o -
g r e consagró ese m i s m o día, festivo para nosotros. T e n í a n los rador a l g u n o : con facilidad colocan en su frente la señal de Cris-
judíos el p r o p ó s i t o de m a t a r a Jesús, m i e n t r a s A q u e l q u e del to, sin recibir en sus corazones la doctrina de Cristo. Por eso dije,
cielo había venido a padecer quiso acercarse al lugar de la pa- hermanos, y lo repito, que la señal de Cristo aleja de nosotros
sión, p o r q u e ya se avecinaba la hora. Subieron, pues, muchos de al exterminador si nuestro corazón tiene a Cristo p o r morador.
aquella región a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse. T o d o esto lo he dicho para salir al p a s o de a l g u n o que pudiera
Esto lo hacían los judíos en c u m p l i m i e n t o del p r e c e p t o del Se- p r e g u n t a r p o r el significado de estas fiestas de los judíos. V i n o
el Señor c o m o víctima para q u e nosotros tuviésemos la verda-
tate vivendi exemplum discipulis demonstrabat, in quo appareret non dera Pascua cuando celebramos su pasión c o m o si fuese la i n m o -
esse peccatum, si fideles eius qui sunt membra eius, ocuhVpersequentium lación del cordero.
se subtraherent, et furorem sceleratorum latendo potius devitarent, quam
se offerendo magis accenderent. 3. Buscaban, pues, a Jesús, pero con mala intención. Bien-

erat, omnes undique convenirent, et illius diei celebratione sancti ficaren-


tur. Sed illa celebratio umbra erat futuri. Quid est, umbra futuri? Pro-
TRACTATUS 50 phetia Christi venturi, prophetia pro nobis illo die passuii: ut transiret
AB EO I.OCO, PROXIMUM ERAT PASCHA IUDAEORUM; USQUE AD ID, MULTI PROPTER umbra, et lux veniret; ut transiret significatio, et veritas teneretur. Habe-
I I X U M ABIBANT, ET CREDEBANT IN ÍESUM bant ergo Iudaei Pascha in umbra, nos in luce. Quid enim opus erat ut
eis Dominus praeciperet per ipsum festum diem ovem occidere, nisi
1. Hesternam lectionem sancti Evangelii, de qua locuti sumus quod quia ille erat de quo prophetatum est, Sicai ovis ad immolandum ditctus
Dominus dedit, hodierna sequitur, de qua locuturi sumus quod Dominus est (Is 53,7). Sanguine occisi pecoris Iudaeorum postes signati sunt; san-
dabit. Quaedam in Scripturis tam manifesta sunt, ut potius auditorem guine Christi frontes nostrae signantur. Et illa signado, quia erat signi-
quam expositorem desiderent: in eis nos immorari non oportet, ut neces- ficado, dicta est a domibus signatis exterminatorem prohíbete (Ex 12,
sariis in quibus immorandum est, tempus sufficiat. 22.23): signum Christi a nobis repellit exterminatorem, si cor nostmm
2. Proximum ergo erat Pascha Iudaeorum. Illum diem festum Iu- recipiat Salvatorem. Quare hoc dixi? Quia multi postes habent signatos,
daei cruentum habere Domini sanguine voluerunt. Illo die festo occisus et inrus non manet habitator: facile habent in fronte signum Christi, et
est Agnus, qui nobis eumdem diem festum suo sanguine consecravit. corde non recipiunt verbum Christi. Ideo dixi, fratres, quod repeto,
Consilium erat inter Iudaeos de occidendo Iesu: ¡lie qui de cáelo ve- signum Christi a nobis repellit exterminatorem, si cor nostrum habeat
nerat pati, propinquare voluit loco passionis, quia imminebat hora pas- Christum habitatorem. Haec dixi, ne quis forte cogitaret quid sibi vel-
sionis. Ascenderunt ergo multi Ierosolymam de regione ante Pascha, ut lent ista festa Iudaeorum. Venit ergo Dominus tanquam ad victimam,
sanctificarent seipsos. Hoc faciebant Iudaei secundum praeceptum Do- ut verum Pascha nos haberemus, cum eius passionem tanquam ovis im-
mini, per sanctum Moysen in Lege i-nandatum, ut die festo quod Pascha moladonem celebraremus.
3. Quaerebant ergo les-um: sed male. Beati enim qui quaerunt le-
198 Sobre el Evangelio de San Juan 50, 4 50, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 199
aventurados los que buscan a Jesús con b u e n a .intención. Ellos la fe y le p r e n d e r á s . Vuestros padres le p r e n d i e r o n con los bra-
buscaban a Jesús p a r a que n i ellos ni nosotros le tuviésemos; zos del cuerpo; p r e n d e d l e vosotros con el corazón, p o r q u e Cris-
mas nosotros le h e m o s recibido cuando se alejaba de ellos. Quie- to, estando ausente, está t a m b i é n presente, pues si n o estuviera
nes le buscan son r e p r e n d i d o s y son alabados: el alma q u e le presente, t a m p o c o nosotros p u d i é r a m o s tenerle. Mas sus palabras
busca encuentra la bendición o la condenación. T i e n e s escrito son verdaderas: Yo estoy con vosotros hasta la consumación de
en los Salmos: Sean confundidos y tiemblen los que buscan mi los siglos. Se fue y se q u e d ó ; se volvió y n o nos a b a n d o n ó ; trans-
alma; éstos son los q u e la buscan mal. Y en otro lugar: No portó su c u e r p o al cielo y dejó su majestad en el m u n d o .
tengo por donde escapar y no hallo quien mire por mi alma. 5. Seis días antes de la Pascua vino Jesús a Betania, donde
Son inculpados los que le buscaban y los que n o le buscaban. Lázaro había muerto, al que resucitó Jesús. Allí le prepararon
Busquemos, pues, nosotros a Cristo para tenerle, busquémosle una cena, y Marta servía. Lázaro era uno de los comensales. Y
p a r a poseerle, n o para darle la m u e r t e ; p o r q u e aquéllos le bus- para q u e nadie pensase que el m u e r t o resucitado era u n fantas-
caban para tenerle con el fin de deshacerse p r o n t o de El. Bus- ma, era él u n o de los comensales: vivía, hablaba, comía; la ver-
cábanle, pues, y decíanse unos a otros: ¿Por qué pensáis que no dad se manifestaba y la incredulidad de los judíos q u e d a b a con-
ha venido a la fiesta? fundida. Estaba, pues, el Señor recostado con Lázaro y los de-
4. Vero los pontífices y los fariseos habían dado ya la or- más; servía Marta, una de las h e r m a n a s de Lázaro.
den de que quien supiera dónde se hallaba lo denunciase para 6. Entretanto, María, la otra h e r m a n a de Lázaro, tomó una
prenderle. I n d i q u e m o s ahora nosotros a los judíos d ó n d e está libra de ungüento de nardo pístico de gran precio, ungió los pies
Cristo. ¡Ojalá quieran escucharnos y reciban a Cristo todos aque- de Jesús, enjugólos con sus cabellos y llenóse la casa con el olor
llos q u e son de la raza de quienes dieron la orden de denunciar del ungüento. H e m o s oído el hecho; b u s q u e m o s ahora su signi-
d ó n d e se hallaba Cristo! E n t r e n en la Iglesia, escuchen dónde ficado. ¡Oh alma, cualquiera q u e seas!, si quieres ser fiel, u n g e
está Cristo y p r é n d a n l e ; óiganlo de nuestra boca, óiganlo del con M a r í a los pies del Señor con precioso u n g ü e n t o . A q u e l un-
Evangelio. Fue m u e r t o por sus padres, fue sepultado, resucitó, fue g ü e n t o significaba la justicia—por eso pesaba una libra—y era
reconocido p o r los discípulos; ante sus ojos subió al cielo, donde de n a r d o pístico d e g r a n precio. Al decir pístico, d e b e m o s creer
está sentado a la diestra del Padre, y A q u e l q u e fue juzgado ven- q u e había u n lugar así llamado, de d o n d e procedía el precioso
d r á c o m o juez. Escuchen y p r é n d a n l o . P e r o d i r á n : ¿Cómo p o - ungüento. P e r o t a m p o c o esta palabra está vacía de misterio, an-
demos p r e n d e r a q u i e n está ausente? ¿Cómo vamos a m e t e r las tes está muy en consonancia con él. Pistis en griego significa la
m a n o s en el cielo para p r e n d e r al que allí está sentado? Envía fe. Querías obrar la justicia: el justo vive de la fe. U n g e los

sum, sed bene. lili quaerebant Iesum, ut nec ipsi haberent eum, nec nos: sedentem teneam? Fidem mitte, et tenuisti. Patentes tui tenuerunt carne,
sed ab ipsis abscedentem suscepimus nos. Reprehenduntur qui quaerunt, tu teñe corde: quoniam Christus absens etiam praesens est. Nisi prae-
laudantur qui quaerunt: animus enim quaerentis aut laudem invenit, sens esset, a nobis ipsis teneri non posset. Sed quoniam verum est,
aut damnationem. Habes enim et in Psalmis, Confundantur et reverean- quod ait, Ecce ego vobiscum sum usque ai consummationem saecuü
lur, qui quaerunt animam meam (Ps 39,15): isti sunt qui male quaere- (Mt 28,20); et abiit, et hic est; et rediit, et nos non deserit: Corpus
bant. Alio autem loco dicit: Periit fuga a me, et non est qui requirat enim suum intulit cáelo, maiestatem non abstulit mundo.
animam meam (Ps 141,5). Culpantur qui quaerebant, culpantur qui non 5. lesus ergo ante sex dies Paschae venit Bethama-m, ubi fuerat
quaerebant. Ergo quaeramus Christum ut habeamus; quaeramus ut te- Lazarus mortuus, quem suscitavii lesus. Vecerunt autem ei ibi coenam,
neamus, sed non ut occidamus: nam et illi ideo quaerebant ut tenerent, et Martha ministraba!: Lazarus vero unus erat ex discumbentibus. Ne
sed ut cito non haberent. Quaerebant ergo, et loquebantur inter se: quid putarent homines phantasma esse factum, quia mortuus resurrexit, unus
putatis, quia non venit ad diem festum? erat ex recumbentibus; vivebat, loquebatur, epulabatur: veritas osten-
4. Dederant autem pontífices et Pharisaei mandatum, ut si quis debatur, infidelitas Iudaeorum confundebatur. Discumbebat ergo Do-
cognoverit ubi sit, indicet, ut apprehendant eum. Nos indicemus modo minus eum lázaro et caeteris, ministrabat Martha una ex sororibus
Iudaeis, ubi sit Christus. Utinam velint audire et apprehendete quicum- Lazari.
que sunt ex semine illorum, qui dederant mandatum ut índicaretur eis 6. María vero, altera sóror Lazari, accepit libram nnguenii nardi
ubi esset Christus. Veniant ad Ecclesiam, audiant ubi sit Christus, et pistki pretiosi, unxit pedes lestes, et extersit capillis suis pedes ei-us,
apprehendant eum. A nobis audiant, ex Evangelio audiant. Occisus est et domus impleta est ex adore unguenti. Factum audivknus, mysterium
a parentibus eorum, sepultus est, resurrexit, a discipulis agnitus, ante requiramus. Quaecumque anima fidelis vis esse, eum María unge pedes
oculos eorum ascendit in caelum, ibi sedet ad dexteram Patris; qui Domini pretioso ungüento. Unguentum illud iustitia fuit, ideo libra
iudicatus est, venturus est iudex: audiant, et teneant. Respondent: Quo- fuit: erat autem unguentum nardi pistici pretiosi. Quod ait, pistki,
modo tenebo absentem; quomodo in caelum manum mittam, ut ibi locum aliquem credere debemus, unde hoc erat unguentum pretiosum,;
50, 8 Sobre el Evangelio de San ¡uan 201
200 Sobre el Evangelio de San Juan 50, 7
idóneo, a pesar de todos mis esfuerzos, para hablaros de este
pies de Jesús. C o n tu buena vida sigue las huellas del Señor. olor, o seréis vosotros idóneos para escuchar estas cosas? Y o
Sécalos con tus cabellos: si tienes cosas superfluas, repártelas a ciertamente n o lo soy, p e r o sí lo es A q u e l q u e p o r m i boca
los pobres, y así enjugas los pies del Señor, ya q u e los cabellos se digna deciros lo q u e os es provechoso. El Apóstol, según dice
parecen ser lo superfluo del cuerpo. T i e n e s en q u é emplear lo él m i s m o , es olor bueno, y ese olor b u e n o , para unos es olor de
que te sobra; para ti son cosas superfluas, mas son necesarias vida, que hace vivir, y para otros es olor de muerte, que hace
a los pies del Señor. Sin duda los pies del Señor, q u e andan morir; el olor, n o obstante, siempre es bueno. ¿Dijo, p o r ven-
p o r el m u n d o , las necesitan. ¿De quiénes, sino de sus m i e m b r o s tura, que para unos era olor b u e n o para la vida, y para otros
ha de decir en el fin del m u n d o : Cuando lo hicisteis a uno de olor m a l o para la m u e r t e ? D i j o q u e era olor b u e n o , n o olor
mis pequeños, a mí me lo hicisteis? Distribuísteis lo que os so- malo; m a s el m i s m o olor era de vida para unos y de m u e r t e
braba en obsequio a m i s pies. para otros. Felices los que viven del b u e n olor. P e r o ¿puede darse
7. La casa se llenó de olor, y el m u n d o se llena con la bue- infelicidad mayor q u e la de quienes con el b u e n olor m u e r e n ?
na fama, p o r q u e la buena fama es u n olor agradable. Quienes 8. D i r á a l g u n o : ¿Quién es el q u e m u e r e con el b u e n olor?
bajo el n o m b r e de cristianos viven mal, injurian a Cristo, de los Esto es lo q u e dice el A p ó s t o l : ¿Quién es idóneo para entender
cuales se dice q u e p o r ellos es blasfemado el nombre de Dios. estas cosas? C ó m o obra Dios estas cosas de m a n e r a s admirables,
Si p o r estos tales es blasfemado el n o m b r e de D i o s , por los bue- haciendo q u e con el b u e n olor vivan los buenos y m u e r a n los
nos es alabado su santo n o m b r e . Oye decir al A p ó s t o l : En todo malos, según las inspiraciones q u e el Señor se d i g n e concedernos
lugar somos el buen olor de Cristo. Y en el Cantar de los Can- (porque quizá se oculte a q u í algún sentido m á s profundo, que
tares se dice: Ungüento derrajnado es tu nombre. P e r o volvamos yo n o alcance a p e n e t r a r ) , n o d e b o dejar de deciros c u a n t o yo
al Apóstol. En todo lugar, dice, somos el buen olor de Cristo, pueda descubrir. A m a b a n unos y envidiaban otros al apóstol San
para los que se salvan y para los que se condenan: para unos Pablo, q u e obraba bien, vivía bien, predicaba la justicia, que
somos olor de vida para la vida; para otros somos olor de muer- reproducía en sus obras, maestro admirable, fiel administrador,
te para la muerte. ¿Quién será idóneo para tal ministerio? La cuya fama p o r todas partes se extendía. El m i s m o dice en otro
presente lección del santo Evangelio nos ofrece la oportunidad lugar q u e algunos p r e d i c a n a Cristo n o con recta intención, sino
de hablar de este olor, de m o d o que yo lo e x p o n g a con la cla- por envidia, pensando hacerle de este modo más pesadas sus ca-
ridad suficiente y vosotros m e oigáis con atención. Mas, habien- denas. Y ¿qué es lo q u e dice? Lo que importa es que Cristo
do dicho el Apóstol: ¿Quién será idóneo?, ¿me consideraré yo sea predicado, bien ocasionalmente, bien por un celo verdadero.

nec tamen hoc vacat, et sacramento optime consonat. ntoris graece, fides idoneus? Ergo ut inde nos conemur loqui, numquid idonei sumus, aut
dicitur. Quaerebas operan iustitiam: iustus ex fide vivir (Rom 1,17). vos audire haec idonei estis? Nos qutdem idonei non sumus; sed ido-
Unge pedes Iesu: bene vivendo dominica sectare vestigia. Capillis terge: neus est ille qui per nos dignetur dicere quod vobis prosit audire. Ecce
si habes superflua, da pauperibus, et Domini pedes tersisti; capilli enim Apostolus bonus odor est, sicut dicit ipse: sed ipse bonus odor aliis
superflua corporis videntur. Habes quod agas de superfluis mis: tibí est odor vitae in vitam, aliis autem odor mortis in mortem.; tamen bo-
superflua sunt, sed Domini pedibus necessaria. Forte in térra Domini nus odor. Numquid enim ait, Aliis sumus bonus odor ad vitam, aliis
pedes indigent. De quibus enim nisi de membris suis in fine dicturus malus odor ad mortem? Bonum odorem se dixit, non malum; et eumdem
est, Cum uni ex minimis meis fecistis, mihi fecistis? (Mt 25,40). Su- bonum odorem aliis ad vitam dixit, aliis ad mortem. Felices qui bono
perflua vestra impendistis, sed pedibus meis obsecuti estis. odore vivunt: quid autem infelicius illis qui bono odore moriuntur?
7. Domus autem impleta est odore; mundus impletus est fama 8. Et quis est, ait aliquis, quem bonus odor occidit? Hoc est quod
bona: nam odor bonus, fama bona est. Qui male vivunt et christiani ait Apostolus, Et ad haec quis idoneus? Quomodo ea facit Deus miris
vocantur, iniuriam Christo faciunt: de qualibus dictum est quod per modis, ut bono odore et boni vivant, et malí moriantur; quomodo sit,
eos nomen Domini blasphematur (Rom 2,24). Si per tales nomen quantum Dominus inspirare dignatur (nam fortasse ibi lateat altior
Dei blasphematur, per bonos nomen Domini laudatur. Audi Aposto- intellectus, qui a me non potest penetrari); tamen quousque penetrare
lum: Christi bonus odor sumus, inquit, in omni loco. Dicitur et in potui, vobis non debet denegari. Paulum apostolum bene agentem, bene
Canticis canticorum: Unguentum effusum nomen tuum (Cant 1,2). Ad viventem, iustitiam verbo praedicantem, opere demonstrantem, doctorem
Apostolum revoca intentionem: Christi, inquit, bonus odor sumus in mirabilem, fidelem dispensatorem, fama usquequaque disseminabat: quí-
omni loco, et in his qui salvi fiunt, et in his qui pereunt: aliis sumus dam diligebant, quídam invidebant. Nam ipse quodam loco ait de qui-
odor vitae in vitam, aliis odor mortis in mortem: et ad haec quis ido- busdam, quod non caste, sed per invidiam Christum annuntiarent; existi-
neus? (2 Cor 2,14-16). Occasionem nobis praebet praesens lectio sancti mantes, inquit, tribulationem suscitare vinculis meis. Sed quid ait? Sive
Evangelii de odore isto ita Ioqui, ut et a nobis sufficienter dicatur, et occasione, sive veritaie Christus annunüetm (Phil 1,17.18). Annuntiant
a vobis diligenter audiatur, Apostólo ipso ita dicente, Et ad haec quis
202 Sobre el Evangelio de San Jnan 50. 10 50, 10 Sobre el Evangelio de San Juan 203
Lo predican quienes m e a m a n y quienes m e odian; sólo deseo que Señor. N o se pervirtió entonces; ya era ladrón, y p e r v e r t i d o se-
unos y otros den a conocer el n o m b r e de Cristo y el m u n d o se guía al Señor, p o r q u e le seguía con el cuerpo y n o con el cora-
llene de ese b u e n olor. Si has a m a d o a q u i e n bien obraba, el zón. Hacía el n ú m e r o 12 de los apóstoles, mas n o poseía la beati-
b u e n olor te ha d a d o la vida; si le has odiado, el buen olor te tud apostólica; figurativamente era el duodécimo. C a í d o éste y
ha causado la m u e r t e . ¿Acaso p o r q u e tú hayas q u e r i d o darte la puesto otro en su lugar, q u e d ó completa la verdad apostólica
m u e r t e , has convertido en m a l o ese b u e n olor? N o seas envidio- y conservada la integridad del n ú m e r o . ¿Qué quiso advertir a su
so, y el b u e n olor n o te causará la m u e r t e . Iglesia, h e r m a n o s míos, N u e s t r o Señor Jesucristo q u e r i e n d o te-
9. Escucha, finalmente, c ó m o en esta ocasión ese u n g ü e n t o ner entre los doce a u n perverso, sino r e c o m e n d a r l e la tolerancia
era para unos b u e n olor de vida y para otros buen olor de m u e r - de los malos para n o dividir el cuerpo de Cristo? Entre los
te. D e s p u é s de haber hecho esto la piadosa M a r í a en obsequio elegidos está Judas, q u e es u n ladrón, y n o u n ladrón cualquiera,
del Señor, i n m e d i a t a m e n t e uno de sus discípulos, llamado Judas sino ladrón y sacrilego, ladrón de los cofres del Señor, de los co-
Iscariote, que le había de entregar, dijo: ¿Por qué este ungüento fres sagrados. Si en los tribunales se distinguen los delitos de
no se ha vendido en trescientos denarios y se ha dado a los po- robo ordinario y de peculado, q u e es el h u r t o de los fondos
bres? ¡Ay de ti, miserable, el b u e n olor te ha m a t a d o ! El santo públicos, y n o se juzga con el m i s m o rigor el h u r t o de una cosa
evangelista declara p o r qué m o t i v o dijo esto. Hasta nosotros privada c o m o el h u r t o de cosas públicas, ¿cuánto m á s severa-
pensaríamos q u e pudiese haberlo dicho p o r amor a los pobres, m e n t e será juzgado el ladrón sacrilego, q u e se haya atrevido a
si el m i s m o Evangelio n o hubiese manifestado su intención. N o robar n o de u n lugar cualquiera, sino de la m i s m a Iglesia? Q u i e n
fue por esto. Pues ¿por qué? Escucha a u n testigo veraz: El dijo hurta algo de la Iglesia es comparable al perverso Judas. T a l era
este Judas, y, sin e m b a r g o , entraba y salía con los once discípulos
esto, no porque él tuviera el cuidado de los pobres, sino porque
santos. J u n t a m e n t e con ellos se acercó a la cena m i s m a del Se-
era ladrón y, teniendo la bolsa, llevaba lo que en ella se deposi-
ñor. P u d o convivir con ellos, p e r o n o logró mancharles. D e l
taba. ¿Lo llevaba o lo sacaba? Por su oficio lo llevaba, p e r o con
m i s m o pan comieron P e d r o y Judas, y, sin e m b a r g o , ¿qué tiene
h u r t o lo sacaba.
q u e ver la p a r t e del fiel con la p a r t e del infiel? P e d r o la recibió
10. Observad q u e este J u d a s n o se volvió perverso cuando, para su vida; Judas, para su m u e r t e . C o m o aquel olor era b u e n o ,
sobornado por los judíos, entregó al Señor. Pues muchos, q u e b u e n o es este manjar. Y así como el b u e n olor, así t a m b i é n
leen el Evangelio con poca atención, piensan q u e Judas se per- el b u e n manjar da vida a los buenos y m u e r t e a los malos, por-
virtió c u a n d o recibió dinero de los judíos para entregarles al q u e quien lo comiere indignamente, come y bebe su propio

qui me amant, annuntiant qui mihi invident; illi bono odore vivunt, et perditus sequebatur; quia non corde, sed corpote sequebatur. Duode-
illi bono odore moriuntur: tamen utrisque praedicantibus nomen Chtisti narium numerum Apostolorum implebat, apostolicam beatitudinem non
annuntietur, odore óptimo mundus impleatur. Amasti bene agentem, habebat, ad imaginem fuerat duodecimus: quo decedente, et alio suc-
vixisti bono odore: ¡nvidisti bene agenti, mortuus es bono odore. Num- cedente, et suppleta est apostólica veritas, et numeri permansit integritas
quid quia morí voluisti, ideo odorem illum malum esse fecisti? Noli (Act 1,26). Quid ergo voluit Dominus noster Iesus Christus, fratres mei,
invidere, et non te occidet bonus odor. admonere Ecclesiam suam, quando unum perditum Ínter duodecim habere
9. Denique audi et hic ex ungüento isto, quomodo alus erat odor voluit, nisi ut malos toleremus, nec corpus Christi dividamus? Ecce Ínter
bonus in vitam, alus odor bonus in mortem. Posteaquam hoc fecit reli- sanctos est ludas, ecce fur est ludas, et, ne contemnas, fur et sacrilegus,
giosa María ad Domini obsequium, continuo unus ex discipulis eius, non qualiscumque fur: fur Ioculorum, sed dominicorum; loculorum, sed
ludas Iscariotes, qui eum erat traditurus, dixit: Quare hoc unguentum non sacrorum. Si crimina discernuntur in foro, qualiscumque furti et pecula-
veniit trecentis denariis, et datum est egenis? Vae tibi, miser! bonus tus; peculatus enim dicitur furtum de re publica; et non sic iudicatur
odor occidit te. Quare enim hoc dixerit, Evangelista sanctus apetuit. furtum rei privatae quomodo publicae: quanto vehementius iudicandus
Putaremus autem et nos, si mens ipsius nobis per Evangelium non pro- est fur sacrilegus, qui ausus fuerit non undecumque tollere, sed de Ec-
deretur, pauperum cura hoc illum dicere potuisse. Non ita est. Sed quid? clesia tollere? Qui aliquid de Ecclesia furatur, Iudae perdito comparatur.
Audi testem vetacem: Dixit autem hoc, non quia de egenis pertinebat ad Talis erat iste ludas, et tamen cum sanctis discipulis undecim intrabat
illum; sed quia fur erat, et lóculos habens, et ea quae mütebantur por- et exibat. Ad ipsam dominicam coenam pariter accessit: conversari cum
tabat. Portabat, an exportabat? Sed ministerio portabat, furto exportabat. eis potuit, eos inquinare non potuit. De uno pane et Petrus et ludas
10. Ecce audite quia ludas iste non tune perversus factus est, quan- accepit, et tamen quae pats fidelis cum infideli? Petrus enim accepit ad
do a Iudaeis corruptus Dominum tradidit. Plerique enim incuriosi Evan- vitam. ludas ad mortem. Quomodo enim ille odor bonus, sic ille cibus
gelii, existimant tune periisse ludam, quando accepit a Iudaeis pecuniam bonus. Sicut ergo odor bonus, ita et cibus bonus, bonos vivificat, malos
ut Dominum traderet. Non tune periit, iam fur erat, et Dominum mortificat. Qui enim maniucaverit indigne, itidicium sibi maitducat et
204 Sobre el Evangelio de San Juan 50, 12 50, 13 Sobre el Evangelio de San ]uan 205
juicio, el suyo, no el tuyo. Si el juicio es para él, no es para ti. te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que atares en la
Siendo tú bueno, tolera al malo, para que alcances el premio tierra será atado en el cielo, y lo que desatares en la tierra será
de los buenos y no incurras en la pena de los malos. desatado en el cielo. Si esto fue dicho sólo a Pedro, no puede
11. Considerad el ejemplo del Señor durante su vida mor- hacerlo la Iglesia. Pero, si esto se hace en la Iglesia, de modo
tal. ¿Por que tuvo su bolsa aquel a quien los ángeles servían, que lo que en la tierra es atado, sea atado en el cielo, y lo que
sino porque la había de tener su Iglesia? ¿Por qué admitió a un se desata en la tierra, sea desatado en el cielo; porque, cuando
ladrón, sino para que su Iglesia los tolerase con paciencia? Pero la Iglesia excomulga, en el cielo queda atado el excomulgado, y
aquel que solía sacar dinero de la bolsa, no dudó en vender al cuando la Iglesia lo reconcilia, el cielo desata al reconciliado; si,
Señor por dinero. Veamos la respuesta del Señor. Notad, her- pues, esto se hace en la Iglesia, es porque Pedro, cuando recibió
manos, que no le dice: Has dicho esto por tus hurtos. Conocía las llaves, representaba a la Iglesia. Y si en la persona de Pedro
al ladrón, y no lo delataba, antes lo toleraba, y con ello nos fueron representados los buenos en la Iglesia, en la persona de
daba ejemplo de tolerar pacientemente en la Iglesia a los ma- Judas fueron representados los malos en la Iglesia, a los cuales
los. Dijole, pues, Jesús: Déjala que lo reserve -para el día de mi fue dicho: A mí no me tendréis siempre. ¿Qué quiere decir
sepelio. Con lo cual anunció que había de morir. siempre y no siempre? Si eres bueno, si perteneces al cuerpo sig-
12. ¿Qué es lo que sigue? Pues a los pobres siempre los te- nificado por Pedro, tienes a Cristo en el tiempo presente y en el
néis con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre. Sabemos futuro: en el presente por la fe, por la señal de la cruz, por el
que es verdad que a los pobres siempre los tendréis. ¿Cuándo bautismo, por la comida y bebida del altar. Tienes al presente
la Iglesia se vio sin pobres? Pero a mí no me tendréis siempre. a Cristo, pero le tendrás siempre, porque, cuando de aquí par-
¿Qué quiere decir? ¿Cómo se ha de entender a mí no siempre tieres, llegarás a Aquel que dijo al ladrón: Hoy estarás conmigo
me tendréis? N o os perturbéis; se lo dijo a Judas. ¿Por qué, en el paraíso. Pero, sí vives mal, te parecerá que al presente
pues, no le dijo tendrás, y dijo tendréis? Porque no hay un tienes a Cristo, porque entras en la Iglesia, te signas con la señal
Judas solo; un malo representa a la multitud de los malos, como de la cruz, eres bautizado con el bautismo de Cristo, te mezclas
Pedro al conjunto de los buenos; aún más, al cuerpo de la Igle- con los miembros de Cristo y te acercas a su altar; al presente
sia, pero con respecto a los buenos. Pues, si en Pedro no estu- tienes a Cristo, pero por tu mala vida no le tendrás siempre.
viese representada la Iglesia, no le hubiera dicho el Señor: A ti
13. Puede entenderse también de este otro modo: A los
bibit (1 Cor 11,29): iadicium sibi, non tibi. Si iudicium . sibi, non tibí; pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me
tolera malum bonus, ut venias ad praemia bonorum, ne mittaris in poe-
nara malorum. et in cáelo; et quaecumque ligaveris in tetra, ligata erunt et in cáelo
11. Exemplum Domini accipite conversantis in terca. Quare habuit (Mt 16,19)- Si hoc Petro tantum dictum est, non facit hoc Ecclesia. Si
lóculos cui Angelí ministraverunt, nisi quia Ecclesia ipsius lóculos suos autem et in Ecclesia fit, ut quae in tena ligantur, in cáelo ligentur, et
habitura erat? Quare furem admisit, nisi ut eius Ecclesia fures patienter quae solvuntur in térra, solvantur in cáelo: quia cum excommunicat Ec-
toleret? Sed ule qui consueverat de loculis pecuniam tollere, non dubi- clesia, in cáelo ligatur excommunicatus; cum reconciliatur ab Ecclesia,
tavit accepta pecunia ipsum Dominum venderé. Videamus quid ad ista in cáelo solvitur teconciliatus: si hoc ergo in Ecclesia fit, Petrus quan-
Dominus respondeat. Videte, fratres: non illi ait, Propter futta tua di- do claves accepit, Ecclesiam sanctam significavit. Si in Petri persona sig-
cis ista. Furem noverat, nec prodebat; sed potius tolerabat, et ad perfe- nifican sunt in Ecclesia boni, in Iudae persona significati sunt in Ec-
rendos malos in Ecclesia nobis exemplum patientiae demonstrabat. Dixit clesia mali; ipsis dictum est, Me autem non semper habebitis. Quid est
ergo ei lesas: Sine Mam, ut in diem sepulturae meae servet illud. Mori- enim, non semper? Et quid est, semper? Si bonus es, si ad corpus per-
turum se denuntiavit. tines, quod significat Petrus; habes Christum et in praesenti et in futu-
12. Sed quid est quod sequitur? Pauperes enim semper habebitis ro: in praesenti per fidem, in praesenti per signum, in praesenti per
vobiscum, me autem non semper habebitis. Intelligimus quidem, Paupe- Baptismatis sacramentum, in praesenti peí altaris cibum et potum. Ha-
res semper habebitis: quod dixit, verum est. Quando Ecclesia sine pau- bes Christum in praesenti, sed habebis semper; quia cum hinc exieris,
peribus? Ale autem non semper habebitis, quid sibi vult? Quomodo in- ad illum venies qui dixit latroni, Hodie mecam eris in paradiso (Le
telligendum est, Me autem non semper habebitis? Nolite expavescere; 23,43). Si autem male versaris, viderts habere in praesenti Christum,
Iudae dictum est. Quare ergo non dixit, habebis; sed, habebitis? Quia quia intras Ecclesiam, signas te signo Chrisli, baptizaris baptismo Chtis-
non unus est ludas. Unus malus corpus malorum significat; quomodo ti, misces te membris Christi, accedis ad altare Christi: in praesenti ha-
Petrus corpus bonorum, imo corpus Ecclesiae, sed in bonis. Nam si in bes Christum, sed male vivendo non semper habebis.
Petro non esset Ecclesiae sacramentum, non ei diceret Dominus, Tibi 13- Potest et sic intelligi: Pauperes semper habehitis vobiscum, me
dabq claves regni caelorum: quaecumque solveris in térra, soluta erunt autem non semper habebitis. Accipiant hoc et boni, sed non sint sollici-
206 Sobre el Evangelio de San Juan 50, 14 51, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 207
tendréis. T ó m e n l o Jos buenos c o m o dicho t a m b i é n a ellos, p e r o de su vanidad. H a b i e n d o visto a Lázaro resucitado y q u e este
n o se turben, p o r q u e hablaba de su presencia corporal, pues portentoso milagro del Señor había sido divulgado con tanta
por la majestad, p o r la providencia, por la gracia inefable e in- evidencia y o b r a d o tan p ú b l i c a m e n t e q u e n o p o d í a n ni ocultarlo
visible se c u m p l e lo que dijo: Yo estoy con vosotros hasta la ni negarlo, ved lo que m a q u i n a r o n : Pensaron, pues, los príncipes
consumación del tiempo. Pero en cuanto a la carne que t o m ó de los sacerdotes en matar también a Lázaro, porque muchos ju-
el Verbo, en c u a n t o a aquello que nació de la V i r g e n , que fue díos por su causa se apartaban de ellos y creían en Jesús. ¡Oh
p r e s o p o r los judíos, que fue clavado a u n m a d e r o , bajado de descabellado intento y ciega crueldad! Cristo, que resucitó a u n
la cruz, envuelto en sábanas, encerrado en el sepulcro y manifes- muerto, ¿no p o d r í a resucitar a u n degollado? ¿Por ventura qui-
tado en la resurrección, no siempre lo tendréis con vosotros. ¿Por tabais el p o d e r al Señor d a n d o m u e r t e a Lázaro? Si os parece
qué? P o r q u e después de haber convivido corporalmente con sus una cosa m u e r t o y otra sacrificado, ahí tenéis q u e a m b a s fueron
discípulos d u r a n t e cuarenta días y llevado p o r ellos con la vista, hechas por el Señor: resucitó a Lázaro m u e r t o y se resucitó a
n o con el cuerpo, subió al cielo, y ya n o está aquí. Está allí sí m i s m o sacrificado.
sentado a la derecha del Padre, y t a m b i é n está aquí, pues no se
fue la presencia de la majestad. D i c h o con otras palabras: En
c u a n t o a la presencia de la majestad, siempre tenemos a Cristo; TRATADO 51
p e r o en c u a n t o a la presencia de su carne, con razón se dijo DESDE AQUELLO QUE ESTÁ ESCRITO: "AL DÍA SIGUIENTE, UNA GRAN
a los discípulos: A mí no siempre me tendréis. La Iglesia lo MULTITUD DE GENTES QUE HABÍAN VENIDO A LA FIESTA", ETC., HASTA
t u v o pocos días en su carne; ahora lo tiene por la fe, no le ve ESTO: "Si ALGUNO ME SIRVIERE, MI PADRE LE HONRARÁ"
con los ojos. P o r lo tanto, a u n q u e haya sido dicho en este sen-
1. D e s p u é s que el Señor resucitó al m u e r t o c u a t r i d u a n o ante
tido; A mí no siempre me tendréis, la cuestión, según creo, des-
la estupefacción d e los judíos, de los cuales algunos creyeron por
aparece, pues ha sido resuelta de dos modos.
haberlo visto, y otros se perdieron, corroídos p o r la envidia, a
14. Escuchemos lo que resta, que ya es poco. Entre tanto, causa del b u e n olor, q u e para unos es vida, y m u e r t e para otros;
una gran multitud de judíos supo que allí estaba, y vinieron, no después que se sentó a la mesa en la casa j u n t a m e n t e con Lá-
sólo por Jesús, sino por ver a Lázaro, a quien había resucitado zaro, que era el m u e r t o resucitado; después q u e sus pies fueron
Jesús de entre los muertos. Los atrajo la curiosidad, n o el amor: ungidos con el u n g ü e n t o , que llenó toda la casa con su olor;
vinieron y vieron. Escuchad ahora la d e t e r m i n a c i ó n descabellada
vanitatis. Viso Lázaro resuscitato, quia tantum miraculum Domini tanta
ti: loquebatur enim de praesentia corporis sui. Nam secundum maiesta- erat evidentia diffamatum, tanta manifestatione declaratum, ut non pos-
tem suam, secundum providentiam, secundum ineffabilem et invisibilem sent vel occultaie quod factum est, vel negare, quid invenerunt videte.
gratiam, impletur quod ab eo dictum est, Ecce ego vobiscum sum usque Cogitaverunt autem principes sacerdotum ut et Lazarum interficerent;
in consummationem saeculi (Mt 28,20). Secundum carnem vero quam quia multi propter illum abibant ex ludaeis, et credebant in lesum. O
Verbum assumpsit, secundum id quod de Virgine natus est, secundum stulta cogitado, et caeca saevitia! Dominus Christus qui suscitare potuit
id quod a ludaeis prehensus est, quod ligno confixus, quod de cruce de- mortuum, non posset occisum? Quando Lázaro inferebatis necem, num-
positus, quod linteis involutus, quod in sepulcro condirus, quod in re- quid auferebatis Domino potestatem? Si aliud vobis videtut mortuus,
surrectione manifestatus, non semper habebitis vobiscum. Quare? Quo- aüud occisus; ecce Dominus utmmque fectt, et Lazarum mortuum, et
niam conversatus est secundum corporis praesentiam quadraginta diebus seipsum suscitavit occisum.
cum discipulis suis, et eis deducentibus videndo non sequendo, ascendit
in caelum (Act 1,3.9.10), et non est hic. Ibi est enim, sedet ad dexte-
ram Patris: et hic est, non enim recessit praesentia maiestatis. Aliter: TRACTATUS 51
secundum praesentiam maiestatis semper habemus Christum; secundum AB EO QUOD SCRIPTUM EST, IN CRASTINUM AUTEM TURBA MULTA QUAE VKNERAT AD
praesentiam carnis, recte dictum est discipulis, Me autem non semper IM:M FESTUM, ETC., USQUE AD ID, S I QU1S M1H1 M I M S TU M< E R I I , HONORIFICAB1T 1LI.UM
habebitis. Habuit enim illum Ecclesia secundum praesentiam carnis pau- PATER MTiUS
cis diebus: modo fide tenet, oculis non videt. Ergo si ve ita dictum
est, Me autem non semper habebitis, quaestio sicut arbitrar iam nulla 1. Posteaquam Dominus quatriduanum morruum suscitavit, stupen-
est, quae duobus modis soluta est. tibus ludaeis, et alus eorum videndo credentibus, alus invidendo pereun-
14. Caetera quae pauca remanent, audiamus: Cognovit ergo turba tibus, propter odorem bonum, qui est aliis ad vitam, alus ad mortem
multa ex ludaeis quia illic est; et venerunt, non propter lesum tantum, (2 Cor 2,15); posteaquam discubuit in domo cum recumbente Laza.ro,
sed ut Lazarum viderent, quem suscitavit lesus a mortuis. Curiositas eos qui fuerat mortuus suscitatus, post unguentum effusurn super pedes eius,
adduxit, non charitas: venerunt, et viderunt. Audite mirabile consüiutn unde domus adore completa est; posteaquam vanam saevitiam, et stuhis-
208 Sobre el Evangelio de San Juan 51, 2 51, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 209
después q u e los judíos concibieron en su p e r v e r t i d o corazón la 3. Bendito sea, pues, el que viene en el nombre del Señor,
vana i n h u m a n i d a d y el loco y descabellado p r o p ó s i t o de m a t a r a Rey de Israel, hay q u e t o m a r l o de m o d o que en el nombre del
Lázaro; después de haberos hablado de todas estas cosas en las Señor se entienda en el n o m b r e de Dios Padre, a u n q u e tam-
anteriores alocuciones, según hemos p o d i d o hacerlo con la ayuda bién pudiera entenderse en su n o m b r e , p o r q u e El m i s m o es
de Dios, quiero q u e Vuestra Caridad se fije ahora en el fruto Señor, según en otro lugar está escrito: El Señor llovió del Señor;
g r a n d e q u e antes de su pasión produjeron sus predicaciones y en p e r o mejor d i r i g e n nuestro e n t e n d i m i e n t o las palabras de A q u e l
el n u m e r o s o r e b a ñ o de ovejas q u e oyeron la voz del pastor, de q u e dice: Yo vine en nombre de mi Padre, y no me habéis re-
aquellas q u e h a b í a n perecido de la casa de Israel. cibido; otro vendrá en su nombre propio, y a éste lo recibiréis.
2. Estas son las palabras del Evangelio cuya lectura acabáis Maestro de h u m i l d a d es Cristo, que se h u m i l l ó , haciéndose obe-
de escuchar: Al día siguiente, una gran multitud de los que diente hasta la m u e r t e , y hasta la m u e r t e de cruz. N o pierde la
habían venido a la fiesta, habiendo sabido que Jesús había lle- divinidad cuando nos enseña la h u m i l d a d ; p o r aquélla es igual
gado a Jerusalén, cogieron ramos de palmas y salieron a su en- al Padre, por ésta es semejante a nosotros; p o r lo que tiene de
cuentro, gritando: Hosanna, bendito sea el que viene en el nom- igual con el Padre, nos creó, para q u e existiéramos; por lo q u e
bre del Señor, el Rey de Israel. Los ramos de las palmas son tiene de semejante con nosotros, nos r e d i m i ó , para q u e no pere-
alabanzas y signos de victoria, p o r q u e m u r i e n d o había de vencer ciésemos.
el Señor a la m u e r t e , y con el trofeo de la cruz había de triunfar
4. Aquella m u l t i t u d le tributaba estos cánticos de alaban-
del d e m o n i o , p r í n c i p e de la m u e r t e . Según algunos peritos en la
za: Hosanna, bendito sea el que viene en el nombre del Señor,
lengua h e b r e a hosanna significa, m á s q u e u n objeto, u n afecto,
Rey de Israel. ¿Qué t o r m e n t o tan atroz sufriría la envidia de los
u n r u e g o ; c o m o son en la lengua latina las llamadas interjeccio-
príncipes de los judíos oyendo a tan g r a n d e m u l t i t u d aclamar a
nes; así, p a r a expresar dolor, decimos ¡ay!; p a r a expresar ale-
Cristo p o r su Rey? P e r o ¿qué era para el Señor ser aclamado
gría, ¡vaya!; c u a n d o algo nos causa admiración, exclamamos: ¡Oh
por Rey de Israel? ¿Qué era para el Rey de los siglos ser hecho
cosa grande!; entonces el ¡oh! n o tiene o t r o significado q u e el
rey de los hombres? Cristo n o era Rey de Israel para i m p o n e r
de indicar el afecto del q u e se admira. Y es de creer que así sea,
tributos ni para tener ejércitos armados y guerrear visiblemente
p o r q u e ni al g r i e g o ni al latín ha p o d i d o ser traducida, c o m o
contra sus enemigos; era Rey de Israel para g o b e r n a r las almas,
aquella otra: Quien dijere a su hermano raca; pues t a m b i é n
para dar consejos de vida eterna, p a r a conducir al reino de los
esto parece una interjección, q u e indica u n afecto de indigna-
cielos a quienes estaban llenos de fe, d e esperanza y de amor.
ción.
Q u e el H i j o de D i o s , igual al Padre, el V e r b o , por el cual fue-
simum et dementissimum scelus ludaei, etiam de occidendo Lázaro corde
perdito conceperunt; de quibus ómnibus ut potuimus, quod Dominus 3. Benedictus autem qui venit in nomine Domini, rex Israel, sic
dedit, superioribus sermonibus locuti sumus: nunc intendat Charitas potius accipiendum est, ut in nomine Domini, in nomine Dei Patris
vestra, ante Domini passionem quantus fructus apparuerit praedicationis intelligatur; quamvis possit intelligi etiam in nomine suo, quia et ipse
eius, et quantus grex ovium ex his quae perierant domus Israel, vocem Dominus est. Unde et alibi scriptum est, Plait Dominas a Domino (Gen
pastoris audierit. 19,24). Sed verba eius melius nostrum dirigunt intellectum, qui ait:
2. Sic enim loquitur Evangelium, quod modo cum recitaretur, au- Ego veni in nomine Patris mei, et non suscepistis me: alius veniet in
distis: In crastinum autem turba multa quae venerat ad diem festum, nomine suo, huno suscipietis (lo 5,43). Humilitatis enim magister est
cum audissent quia venit lesus Ierosolymam, acceperunt ramos palmarum, Christus, qui humiliavit semetipsum, factus obediens usque ad mortem,
et processerunt obviam ei, et clamabant, Hossana, benedictus qui venit mortem autem crucis (Phil 2,8). Non itaque amittit divinitatem, quando
in nomine Domini, rex Israel. Rami palmarum laudes sunt, significantes nos docet humilitatem: in illa est Patri aequalis, in hac nobis similis: per
victoriam; quia erat Dominus mortem moriendo superaturus, et tropaeo quod Patri est aequalis, nos ut essemus creavit; per quod nobis est similis,
crucis de diabolo mortis principe triumphaturus. Vox autem obsecrantis ne periremus redemit.
est, Hosanna, sicut nonnulli dicunt qui Hebraeam linguam noverunt, ma- 4. Has eis laudes turba dicebat, Hosanna, benedictus que venit in
gis affectum indicans, quam rem alíquam signifícans: sicut sunt in Iín- nomine Domini, rex Israel. Quam crucem mentís invidentia principum.
gua latina quas interiectiones vocant, velut cum dolentes dicimus, Heu! Iudaeorum perpeti poterat, quando regem suum Christum tanta multitu-
vel cum delectamur, Vah! dicimus; vel cum miramur, dicimus, O rem do clamabat? Sed quid fuit Domino regem esse Israel? Quid magnum
magnam! tune enim, O, nihil significat, nisi mirantis affectum. Quod fuit regi saeculorum, regem fieri hominum? Non enim rex Israel Chris-
ideo credendum est ita esse, quia ñeque Graecus, ñeque Latinus hoc in- tus ad exigendum tributum, vel exercitum ferio armandum, hostesque
terpretan potuit: sicut illud, Qui dixerit fratri suo, Racha (Mt 5,22). visibiliter debellandos: sed rex Israel, quod mentes regat, quod in aeter-
Nam et haec interiectio esse perhibetur, affectum indignantis ostendens. num consulat, quod in regnum caelorum ciedentes, sperantes, amantesque
210 Sobre el Evangelio de San Juan 51, 5 51, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 211
ron hechas todas las cosas, quisiera ser Rey de Israel, fue una de Israel, no la enteramente indómita, sino la que conoció el pe-
condescendencia suya y no una promoción; una señal de miseri- sebre del Señor.
cordia, no un aumento de poder. Porque aquel que en la tierra 6. Bstas cosas no las entendieron sus discípulos por enton-
era llamado Rey de los judíos, era en el cielo Rey de los ángeles. ces; las comprendieron cuando Jesús fue glorificado, esto es,
5. Y halló Jesús un jumentillo y motiló en él. Sucintamente cuando manifestó la virtud de su resurrección; entonces recorda-
se narra aquí lo que otros evangelistas cuentan con todo detalle. ron que estas cosas estaban escritas de El y que ellos las cum-
Corrobora este hecho con un testimonio profético, para paten- plieron; es decir, no hicieron más cosas que las que de El es-
tizar que los malignos judíos no comprendían a aquel en quien taban escritas. Porque, recorriendo los testimonios de la Escritu-
se cumplía cuanto ellos leían. Halló, pues, un jumentillo Jesús ra que tuvieron su cumplimiento antes de la pasión o después
y montó en él, según está escrito: No temas, hija de Sión; mira de la pasión del Señor, hallaron que, según los profetas, había
que viene tu Rey sentado sobre un asnillo. También entre aquel de sentarse en un asnillo.
pueblo estaba la hija de Sión. Sión es la misma Jerusalén. Entre 7. Y la multitud de gentes que estaba con El cuando llamó
aquel pueblo, digo, perverso y ciego, se hallaba, sin embargo, la a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, daba
hija de Sión, a la cual podía decirse: No temas, mira que tu testimonio de El. Por eso salió a recibirle la multitud, porque
Rey viene sentado en un asnillo. Esta hija de Sión a quien se había oído que había hecho este milagro. En vista de lo cual,
dirigen estas divinas palabras, estaba entre aquellas ovejas que dijéronse unos a otros los fariseos: ¿Veis que no adelantamos
nada? He aquí que todo el mundo se va tras El. La turba turbó
oían la voz del pastor; estaba entre aquella muchedumbre que
a la turba. ¿Por qué tienes envidia, ¡oh turba ciega!, porque el
con tanta devoción cantaba alabanzas al Señor, que venía, y que
mundo se va tras aquel por el cual fue hecho el mundo?
tan compacta le seguía. A ella le fue dicho: No temas; reconoce
bien al que loas, y no temas cuando le veas padecer, porque su 8. "Había también algunos gentiles, de los que habían ve-
nido para adorar en las fiestas. Estos se acercaron, pues, a Fe-
sangre es vertida para borrar tu pecado y devolverte la vida. El
lipe, que era de Betsaida de Galilea y le rogaban diciendo: Se-
asnillo, en el que nadie se había sentado, como dicen los otros
ñor, queremos ver a Jesús. Viene Felipe y se lo dice a Andrés,
evangelistas, representa al pueblo de los gentiles, que no cono-
y Andrés y Felipe conjuntamente se lo dicen a Jesús". Veamos
cía aún la ley del Señor. Y el asna (pues ambos habían sido
la respuesta que les dio Jesús. He aquí que los judíos quieren
llevados al Señor) representaba a su grey, procedente del pueblo matarle, y los gentiles quieren verle. Pero también eran de los
perducat. Dei ergo Filius aequalis Patri, Verbum per quód facta sunt
omnia, quod rex esse voluit Israel, dignatio est, non promotio; misera- plebem eius quae veniebat ex populo Israel, non indomitam plañe, sed
tionis indicium est, non potestatis augmentum. Qui enim appellatus est in quae praesepe Domini agnovit.
térra rex Iudaeorum, in caelis est Dominus Angelorum. 6. Haec non cognoverunt discipuli eius primum: sed quando glo-
5. Et invenit lesus asellum, et sedit super eum. Hic breviter dictum rifícalas est lesus, id est, quando virtutem suae resurrectionis ostendit:
est: nam quemadmodum sit factum, apud alios evangelistas plenissime tune recordati surtí quia haec ¡cripta erant de eo, et hace fecerunt ei, id
legitur (Mt 21,1-16; Me 11,1-11, et Le 19,29-48). Adhibetur autem huic est, non alia fecerunt ei, quam illa quae erant scripta de eo. Recolentes
facto propheticum testimonium, ut appareret quod maligni principes Iu- quippe secundum Scripturam, quae ante passionem Domini, vel in pas-
daeorum eum non intelligebant, in quo implebantur quae legebant. In- sione Domini completa sunt, ibi et hoc invenerunt quod secundum elo-
venit ergo lesus asellum, et sedit super eum: sicut scriptum est, Noli quia Prophetarum in pullo asinae sederit.
timere, filia Sion: ecce rex tuus venit sedens super pullum asinae. In illo 7. Testimonium ergo perbibebai turba quae erat eum eo quando
ergo populo erat filia Sion: ipsa est Ierusalem quae Sion. In illo, in- Lazarum vocat'it de monumento, et suscitavit eum a mortwis. Propterea et
quam, populo reprobo et caeco, erat tamen filia Sion, cui diceretur, obviam venit ei turba, quia. audiertmt eum fecisse boc signura. Pharisaei
Noli timere: ecce rex tuus venit sedens super pullum asinae. Haec filia ergo dixerunt ad semetipsos: Videtis quia nibil profiánms? ecce mitndus
Sion cui divinitus ista dicuntur, in illis erat ovibus quae vocem pastoris totus post eum abiit. Turba turbavit turbam. Quid autem invides, caeca
audiebant; in illa erat multitudine quae Dominum venientem tanta de- turba, quia post eum abit mundus, per quem factus est mundus?
votione laudabat, tanto agmine deducebat. Ei dictum est, Noli timere: 8. "Erant autem Gentiles quidam, ex iis qui ascenderant ut adora-
illum agnosce qui a te laudatur, et noli trepidare eum patitur; quia ille rent in die fesro. Hi ergo accesserunt ad Philippum, qui erat a Bethsaida
sanguis funditur, per quem tuum delictum deleátur, et vita reddatur. Sed Galilaeae, et togabant eum, dicentes: Domine, volumus Iesum vtdere.
pullum asinae in quo nemo sederat (hoc enim apud alios evangelistas Venit Philippus, et dicit Andieae: Andreas rursum et Philippus dicunt
invenitur) intelligimus populum Gentium, qui Legem Domini non ac- lesu." Audiamus quid Dominus ad ista responderit. Ecce volunt eum
ceperat. Asinam vero (quia utrumque iumentum Domino adductum est) ludaei occidere, Gentiles videre: sed etiam illi ex ludaeis erant qui c j a _
rnabant, Benedictas qui venit in nomine Domini, rex Israel. Ecce illi e x
212 Sobre el Evangelio de San Juan 51, 9 213
51, 10 Sobre el Evangelio de San Juan
judíos aquellos q u e g r i t a b a n : Bendito el que viene en el nombre
10. Luego, e x h o r t a n d o a seguir las huellas de su pasión,
del Señor, Rey de Israel, U n o s circuncidados, otros sin circuncidar, dice: Quien ama a su alma, la perderá. Lo cual de dos modos
eran c o m o dos paredes, que, v i n i e n d o de lados diversos, se jun- p u e d e entenderse: Quien la ama, la pierde; esto es, si la amas,
taban con ósculo de paz en la única fe de Cristo. Escuchemos la pierdes. Si quieres rener vida en Cristo, n o temas morir por
la voz d e la piedra angular. Respondióles, pues, Jesús, diciendo: Cristo. T a m b i é n de otro m o d o : Quien ama a su alma, la perde-
Es llegada la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. rá. N o la ames si no quieres perderla; n o la ames en esta vida
Podrá pensar a l g u n o q u e se sentía glorificado p o r q u e los gen- para n o perderla en la eterna. C o n esta última interpretación
tiles querían verle. P e r o n o es así. Preveía q u e los m i s m o s gen- parece estar más de acuerdo el sentido evangélico, p o r q u e dice
tiles, después de su pasión y resurrección, h a b í a n de creer por a continuación: Y quien odia a su alma en este mundo, la guar-
todas las naciones, p o r q u e , c o m o dice el Apóstol, una obcecación da para la vida eterna. Luego en la frase anterior: Quien la ama,
parcial ha invadido a Israel, hasta que la plenitud de las gentes se sobrentiende; en este m u n d o , ése la p e r d e r á ; y quien la odia
haya entrado. T o m a n d o ocasión de este deseo de los gentiles t a m b i é n en este m u n d o , ése la conserva para la vida eterna. P r o -
que q u e r í a n verle, anuncia la p l e n i t u d futura de las gentes y funda y admirable sentencia, de q u é m o d o tiene el h o m b r e en
afirma q u e está al caer la hora de su glorificación, verificada la su m a n o el a m o r a su alma, para hacerla perecer, y el odio, para
cual en el cielo, las gentes abrazarían la fe. Por lo q u e estaba q u e n o perezca. Si la has a m a d o m a l a m e n t e , entonces la has odia-
predicho: Ensálzate, ¡oh Dios!, sobre los cielos, y tu gloria sobre do; pero, si le has tenido odio b u e n o , entonces la has amado. Fe-
toda la tierra. Esta es la plenitud de las gentes, de la que dice lices quienes la odiaron a t e n d i e n d o a su conservación, para n o
el A p ó s t o l : Parcial obcecación ha caído sobre Israel hasta que perderla enfrascados en su amor. Pero cuida m u c h o de n o caer
entre la plenitud de las gentes. en la tentación de quererte matar a ti m i s m o p o r entender que
9- Pero convenía que a la excelsitud de su glorificación pre- de este m o d o debes odiar a tu alma en este m u n d o . Pues por
cediese la h u m i l d a d de su pasión; p o r lo cual añadió: En verdad, esto algunos malignos y perversos, y más crueles y m á s crimi-
en verdad os digo que, si el grano de trigo que cae en la tierra nales homicidas para consigo mismos, se arrojan a las llamas, en
no muriere, queda él solo; pero, si muriere, da mucho fruto. H a - el agua se ahogan, lánzanse p o r precipicios y perecen. N o son
cía alusión a sí m i s m o . El era el g r a n o q u e había de m o r i r y éstas las enseñanzas de Cristo; antes bien, al d e m o n i o , q u e le
multiplicarse: m o r i r p o r la infidelidad de los judíos, y multipli- instigaba a precipitarse, le r e s p o n d i ó : Aléjate, satanás, porque
carse por la fe de los pueblos. está escrito: No tentarás al Señor Dios tuyo. Y a Pedro, indicán-
dole el g é n e r o de m u e r t e con que había de glorificar a D i o s , le
circumcisione, illi ex praeputio, velut pañetes dúo de diverso venientes,
et in imam fidem Christi pacis ósculo concurrentes: audiamus ergo vo- 10. Iamvero exhortans ad passionis suae sectanda vestigia: Qut
cem lapidis angularis. lesus autem, inquit, respondit eis dicens: Venit hora amat, inquit, animara suam, perdet eam. Quod duobus modis intelligi
ut glorificetur Filias hominis. Hic quisquam forsitan putat ideo se di- potest: Qui amat, perdet, jd est, Si amas, perde; si cupis vitam tenere
xisse glorificatum, quia Gentiles eum volebant videre. Non ita est. Sed in Christo, noli moitem timere pro Chtisto. ítem alio modo: Qui amat
videbat ipsos Gentiles post passionem et resurrectionem suam in ómni- animam suam, perdet eam. Noli amate, ne perdas: noli amare in hac
bus gentibus credituros: quia, sicut dicit Apostolus, Caecitas ex parte in vita, ne perdas in aeterna vita. Hoc autem quod posterius dixi, magis
Israel jacta est doñee plenitudo Gentium intraret (Rom 11,25). Ex oc- habere videtur evangelicus sensus: sequitur enim, Et ¿/ni odit animam
casione igitur istorum Gentilium qui eum videre cupiebant, annuntiat suam in hoc mundo, in vitam aetemam cmtodiet eam. Ergo quod supra
futuram plenitudinem Gentium; et promittir iam iamque adesse hotam dictum est, Qui amat, subintelligitur, in hoc mundo; ipse utique perdet:
glorificationis suae, qua facta in caelis, Gentes fuerant crediturae. Unde qui autem odit, utique in hoc mundo; in ritam aetemam ipse custodiet.
praedictum est, Exaltare super cáelos, Deus, et super omnem terram glo- Magna et mira sententia, quemadmodum sit homiais in animam suam
ria tua (Ps 107,6). Haec est Gentium plenitudo, de qua dicit Aposto- amor ut pereat, odium ne pereat! Si male amaveris, tune odisti: si bene
lus, Caecitas ex parte in Israel jacta est, doñee plenitudo Gentium in- oderis, tune amasti. Felices qui oderunt custodiendo, ne perdant aman-
traret. do. Sed vide ne tibí subrepat ut teipsum velis interimere, sic intelli-
9. Sed altitudinem glorificationis oportuit ut praecederet humilitas gendo quod debes odisse in hoc mundo animam tuam. Hinc quídam ma-
passionis: ideo secutus adiunxit, Amen, amen dico iiobis, nisi granum ligni atque perversi, et in seipsis crudelioies et sceleratiores homicidae,
frumenti cadens in terram, mortuum fuerit, ipsum solum manet: si au- flammis se donant, aquis praefocant, ptaecipitio cotlidunt, et pereunt.
tem mortuum fuerit, multum jmetum affert. Se autem dicebat. Ipsum Hoc Christus non docuit, imo etiam diabolo praecipitium. suggerenti
erat granum mortificandum et multiplicandum: mortificandum infide- respondit: Redi retro satanás; scriptum est, Non tentahis Dominum Deu-m
litate Iudaeorum, multiplicandum fide populorum. tuum (Mt 4,7). Petto autem dixit, significans qua morte glorifkaturus
214 Sobre el Evangelio ¿e San ]tic¡n 51, 11 51, 12 Sobre el Evangelio de San ¡uan 215
dijo: Cuando eras joven, te ceñías y caminabas por donde que- 12. D e b e m o s m á s bien indagar q u é se e n t i e n d e p o r servir
rías; pero, cuando seas viejo, otro te ceñirá y te llevará a donde a Cristo, a cuyo servicio se p r o m e t e tan g r a n d e recompensa. Si
tú no quieras. Estas palabras son clara expresión de q u e q u i e n p o r servir a Cristo e n t e n d e m o s preparar lo necesario al cuerpo,
sigue las huellas de Cristo n o se ha de dar la m u e r t e a sí m i s - o cocer y servir los alimentos que ha de cenar, o darle la copa
m o , sino q u e ha de ser otro q u i e n se la dé. Pero, cuando se halle y escanciar la bebida, estas cosas las hicieron quienes p u d i e r o n
en la alternativa y sea forzoso al h o m b r e escoger entre dos cosas, gozar de su presencia corporal, c o m o M a r t a y M a r í a cuando Lá-
o traspasar la ley de D i o s , o morir bajo la espada del persegui- zaro era u n o de los comensales. P e r o de este m o d o t a m b i é n el
dor, elija entonces morir por amor a Dios antes q u e vivir tenien- perverso Judas sirvió a Cristo, pues él era el que llevaba la bol-
d o a Dios ofendido; entonces debe odiar a su alma en este m u n - sa, y a u n q u e hurtase c r i m i n a l m e n t e de las cosas q u e en ella se
do, a fin de guardarla para la vida eterna. metían, sin e m b a r g o , por su m e d i o se p r e p a r a b a lo necesario. D e
aquí es q u e , c u a n d o el Señor le dijo: Lo que haces, hazlo pronto,
11. El que me sirve, sígame. ¿Qué quiere decir sígame, sino
algunos pensaron q u e le m a n d a b a p r e p a r a r algo p o r ser día de
i m í t e m e ? Cristo padeció por nosotros, dice el apóstol San Pedro,
fiesta, o dar alguna limosna a los pobres. Por lo tanto, en m o d o
dejándonos ejemplo para que sigamos sus pisadas. Esto es lo q u e a l g u n o diría el Señor de tales servidores: Donde yo estoy, allí
significa: Si alguno me sirve, sígame. ¿Cuál es el fruto? ¿Cuál estará también mi servidor; y: Si alguno me sirve, mi Padre le
la recompensa? ¿Cuál el p r e m i o ? Y donde yo estoy, dice, allí honrará; pues vemos que Judas, q u e servía tales cosas, más bien
estará también mi servidor. A m é m o s l e desinteresadamente, para que h o n r a d o , es r e p r o b a d o . P e r o ¿por q u é hemos de buscar en
q u e el precio de ese servicio sea estar con El. P o r q u e ¿dónde se otro lugar q u é se e n t i e n d e por servir a Cristo y n o lo hemos
estará bien sin El o d ó n d e se estará mal estando con El? Óyelo de ver en estas mismas palabras? C u a n d o dijo: Si alguno me
más claramente: Si alguno me sirve, mi Padre le honrará. ¿Con sirve, sígame, dio a entender q u e quería decir: Si a l g u n o n o m e
q u é honor sino con el de estar en c o m p a ñ í a de su Hijo? Estas sigue, éste n o m e sirve. Sirven, pues, a Cristo los q u e n o buscan
palabras: Mi Padre le honrará, parecen ser una explicación de sus propios intereses, sino los de Jesucristo. Sígame, esto es,
las anteriores: Donde yo estoy, allí estará también mi servidor. vaya p o r mis caminos y n o por los suyos, según está escrito en
Pues ¿qué mayor h o n o r p u e d e esperar el adoptivo q u e estar don- otra p a r t e : Quien dice que permanece en Cristo, debe caminar
de está el H i j o único, n o igualado a la divinidad, sino asociado por donde El caminó. Si da p a n al p o b r e , debe hacerlo por ca-
a su eternidad?
12. Quid sit autem ministrare Christo, cui operi merces tanta pro-
ponitur, hoc potius debemus inquirere. Si enim hoc putaverimus esse
erat Deum: Cum esses iunior, cingebas te, et ibas quó volebas; cum
Christo ministrare, ea quae sunt corpori necessaria praeparare, aut coe-
autem senueris, alter te cinget, et feret quo tu non vis (lo 21,18.19).
nanti cibum coquere vel apponere, vel poculum daré potumque miscere;
Ubi satis expressit, non a seipso, sed ab alio deberé occidi, qui vestigia
fecerunt hoc illi qui potuerunt eum in corpore habere praesentem, sicut
sequitur Christi. Cum ergo causae articulus venerit, ut haec conditio pro-
Martha et Maria, quando et Lazarus urtus erat ex recumbemibus. Sed eo
ponatur, aut faciendum esse contra Dei praeceptum, aut ex hac vita emi-
modo Christo etiam ludas perditus ministravit; nam et lóculos ipse ha-
grandum, quorum duorum homo cogatur alterum eligere, comminante
bebat: et quamvis ex eis quae mittebantur sceleratissime furaretur, pet
mortem persecutore; ibi eligat Deo dilecto emori, quam offenso vivere:
illum tamen etiam necessaria parabantur (lo 12,2.6). Hinc est illud quod
ibi oderit in hoc mundo animam suam, ut in vitam aeternam custodiat
cum ei diceret Dominus, Quod jacis, fac celeriter; arbitrati sunt quídam,
eam.
quod eum iusserit propter diem festum necessaria praeparare, vel indi-
11. Si quis mihi ministrat, me sequatur. Quid est, me sequatur; gentibus aliquid date (ibid. 13,27.29). Nuil o modo igitur de huiuscemo-
nisi, me imitetur? Christus enim pro nobis passus est, ait apostolus Pe- di ministris diceret Dominus, Ubi sum egOj ibi erit et minister meus;
trus, relinquens nobis exemplum, ut sequamur vestigia eius (1 Petr 2,21). et, Si quis mihi -ministraverit, honorificabit eam Pater meus; quoniam
Ecce quod dictum est, Si quis mihi ministrat, me sequatur. Quo fructu? Iudam talia ministrantem, reprobatum potius quam honoratum videmus.
qua mercede? quo praemio? Et ubi sum, inquit, ego, illic et minister Utquid ergo alibi quaerimus quid sit ministrare Christo, et non potius
meus erit. Gratis ametur, ut operis quo ministratur illi, pretium sit esse in istis ipsis verbis agnoscimus? Cum enim dixit, Si quis mihi ministrat,
cum iüo. Ubi enim bene erit sine illo, aut quando esse male poterit me sequatur; hoc intelligi voluit, ac si diceret, Si quis me non sequitur,
cum illo? Audi evidentius. Si quis mihi ministraverit, honorificabit eum non mihi ministrat. Ministrant ergo Iesu Christo, qui non sua quae-
Pater meus. Quo honore, nisi ut sit cum Filio eius? Quod enim superius runt, sed quae Iesu Christi (Phil 2,21). Hoc est enim, me sequatur, vias
ait, Ubi ego sum, illic et minister meus erit; hoc intelligitur exposuisse ambulet meas, non suas: sicut alibi scriptum est, Qui se dicit in Christo
cum dicit, honorificabit eum Pater meus. Nam quem maiorem honorem •muñere, d-ehet sicut ambnlavit Ule, et ipse ambulare [1 lo 2,6), Debet
accipere poterit adoptatus, quam ut sit ubi est Unicus; non aequalis fac- etiam, si potrigit esurienti panem, de misericordia faceré, non de iac-
tus divinitati, sed consociatus aeteinitati? tantia; non aliud ibi quaerete quam opus bonum, nesciente sinistra quid
216 Sobre el Evangelio de San Juan 51, 13 52, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 217
ridad, no por jactancia; no buscar en ello más que la buena obra, entre todos los suyos ejerciendo en su casa este oficio eclesiástico
de modo que no sepa la mano izquierda lo que hace la derecha, y en cierto modo episcopal, sirviendo a Cristo para estar con
esto es, que se aleje la codicia de la obra caritativa. El que de El eternamente. Ya muchos de los que se contaban entre vos-
este modo sirve, a Cristo sirve, y a él con justicia se le dirá:
otros prestaron a Cristo el máximo servicio de padecer por El:
Lo que hiciste a uno de mis -pequeños, a mí me lo hiciste. Y no
muchos que no eran obispos ni clérigos, jóvenes y doncellas,
solamente el que hace obras corporales de misericordia, sino el
que ejecuta cualquiera obra buena por amor de Cristo (entonces ancianos con otros de menor edad, muchos casados y casadas, mu-
serán obras buenas, cuando el fin de la ley es Cristo para la chos padres y madres de familia, en servicio de Cristo, entrega-
justicia de todo creyente) es siervo de Cristo hasta llegar a aque- ron sus almas por el martirio, y con los honores del Padre reci-
lla magna obra de caridad que es dar la vida por los hermanos, bieron coronas de gloria.
esto es, darla por Cristo. Porque también esto ha de decir Cristo
por sus miembros: Cuando por éstos lo hicisteis, por mi lo hi-
cisteis. El mismo se dignó hacerse y llamarse ministro de esta TRATADO 52
obra, cuando dice: Así como el Hijo del hombre no vino a ser
DESDE LAS PALABRAS: "AHORA MI ALMA ESTÁ TURBADA, Y ¿QUÉ OS
servido, sino a servir y a dar su vida por muchos. De donde se
DIRÉ?", HASTA ESTAS OTRAS: "ESTAS COSAS HABLÓ JESÚS, Y SE MAR-
sigue que cada cual es ministro de Cristo, por las mismas cosas
CHÓ Y SE ESCONDIÓ DE ELLOS"
que lo es el mismo Cristo. Y a quien de este modo sirve a
Cristo, su Padre le honrará con el extraordinario honor de estar 1. Después que Nuestro Señor Jesucristo, con las palabras
con su Hijo y jamás acabará su felicidad. que ayer se leyeron, exhortó a sus ministros para que le siguie-
13. Hermanos, no penséis que el Señor dijo estas palabras: ran; después que predijo su pasión diciendo que, si el grano de
Donde yo estoy, allí estará también mi servidor, solamente de los trigo lanzado a la tierra no muere, se queda solo; pero, si muere,
obispos y clérigos buenos. Vosotros podéis servir también a Cris-
da mucho fruto; después de exhortar a quienes le quisieran se-
to viviendo bien, haciendo limosnas, enseñando su nombre y su
guir al reino de los cielos a tener odio a su alma en este mundo
doctrina a los que pudiereis, haciendo que todos los padres de
si desean conservarla para la vida eterna, nuevamente acomoda
familia sepan que por este nombre deben amar a la familia con
afecto paternal. Por el amor de Cristo y de la vida eterna avise, sus afectos a la flaqueza nuestra, pronunciando las palabras que
enseñe, exhorte, corrija, sea benevolente y mantenga la disciplina dan comienzo a la lectura de hoy: Pero ahora mi alma está tur-

faciat dextera (Mt 6,3), id est, ut alienetur intentio cupiditatis ab opere suos omnes admoneat, doceat, hortetur, corripiat: impendat benevolen-
charitatis. Qui sic ministrat, Christo ministrat; recteque íllí dicetur, Cum tiam, exerceat disciplinam: ita in domo sua ecclesiasticum et quodam-
uni ex minimis meis fecisti, mihi fecisti (ibid. 25,40). Nec tantum ea modo episcopale implebit officium, ministrans Christo ut in aeternum sit
quae ad misericordiam pertinent corporalem, sed omnia bona opera cum ipso. Nam et illam maximam passionis ministrationem multi ex
propter Christum faciens (tune erunt enim bona, quoniam finis Legis vestro numero ministrarunt: multi non episcopi ñeque clefict, iuvenes et
Christus, ad iustitiam omni credenti (Rom 10,4), minister est Christi virgines, séniores cum iunioribus, multi coniugatt et coniugatae, multi
usque ad illud opus magnae charitatis, quod est animam suam pro fra- parres matresque familias Christo ministrantes, etiam animas suas in
tribus poneré: hoc est enim et pro Christo poneré. Quia et hoc propter eius martyrio posuerunt, et honorificante Patre cotonas gloriosissimas te-
sua mernbra dicturus est: Cum pro istis fecisti, pro me fecisti. De tali ceperunt.
quippe opere etiam se ministrum faceré et appellare dignatus est, ubi
ait: Sicut Vilius hominis non venit ministran, sed ministrare, et animam
suam poneré pro multis (Mt 20,28). Hinc est ergo unusquisque minister TRACTATUS 52
Christi, unde est minister et Christus. Sic ministrantem Christo honori- AB EO QUOD SCRIPIUM EST, NUNC ANIMA MEA TURBATA EST; ET QUIT DICAM? USQUE
ficabit Pater eius, honore illo magno, ut sit cum Filio eius, nec un- AD ID, HAF.C I.OCUTÜS EST JFSUS, EL" ABIIT, ET ABSCONDIT SE AB EIS
quam deficiat felicitas eius.
13. Cum ergo auditis, fratres, Dominum dicentem, Ubi ego sum, 1. Postquam Dominus Iesus Christus verbis lectionis hesternae mi-
illie et minister meus erit: nolite tantummodo bonos episcopos et elen- nistros suos ut seipsum sequetentur hortatus est, cum ita praedixisset
cos cogitare. Etiam vos pro modo vestro minístrate Christo, bene vivendo, passionem suam, quod nisi granum frumenti cadens in tenam mormura
eleemosynas faciendo, nomen doctrinamque eius quibus potueritis prae- fuerit, solum manet; si autem mortuum fuerit, multum fructum affert:
dicando; ut unusquisque etiam paterfamilias hoc nomine agnoscat pa- ubi excitavit eos, qui eum ad regnum caelorum sequi vellent, ut ani-
ternum affectum suae familiae se deberé. Pro Christo et pro vita aeterna,
mam suam odissent in hoc mundo, si eam in vitam aeternam custodire
cogitarent; ad aostram rursus infirmitatem suum tempeiavit affectum, et
218 Sobre el Evangelio de San Juan 52, 2 52, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 219

bada. ¿Por qué, Señor, está turbada tu alma? Y a Jo has dicho meditación paréceme oír la respuesta del Señor, que m e dice:
poco ha: Quien aborrece a su alma en este mundo, la reserva M e seguirás más decidido, p o r q u e yo m e i n t e r p o n g o p a r a que tú
para la vida eterna. ¿Amas tú a tu alma de m o d o q u e llegue a seas fuerte; oíste la voz d e m i fortaleza a ti dirigida, oye en m í
turbarse ante la hora de salir de este m u n d o ? ¿Quién se atre- la voz de tu flaqueza; te doy fuerzas para q u e corras, y n o freno
verá a afirmar tal cosa del alma del Señor? N o s trasplantó a nos- tu velocidad, sino que trasplanto en m í tu t e m o r y te a b r o ca-
otros en El; nuestra cabeza nos t o m ó sobre él, p u s o sobre sí el m i n o p a r a que pases. ¡Oh Señor, mediador, Dios sobre nosotros,
afecto de sus m i e m b r o s ; por eso n o es turbado por otro, sino h o m b r e por nosotros!, reconozco tu misericordia, p o r q u e , siendo
que El se t u r b ó a sí mismo, según se dijo d e El cuando resucitó tú tan grande, te turbas l i b r e m e n t e por tu caridad, p a r a consolar
a Lázaro. Era conveniente q u e el ú n i c o mediador entre D i o s y a los muchos q u e en tu cuerpo son turbados necesariamente por
los hombres, así c o m o nos m o v i ó a las cosas m á s elevadas, así su flaqueza, a fin de q u e n o perezcan desesperándose.
t a m b i é n padeciese con nosotros las cosas abyectas. 3. Q u i e n quiera seguirle escuche p o r dónde ha de seguirle.
2. Le oigo decir: Ha llegado la hora de que el Hijo del Llegó la hora terrible, se p r o p o n e la disyuntiva: o cometer una
hombre sea glorificado: si el grano fuere muerto, produce mu- iniquidad o sufrir el t o r m e n t o ; túrbase el alma flaca, p o r la cual
cho fruto. O i g o decir: Quien aborrece a su alma en este mundo, e s p o n t á n e a m e n t e se turbó el alma invicta. A n t e p o n la voluntad
la guarda para la vida eterna. N o debo c o n t e n t a r m e con admi- de D i o s a la tuya. Escucha, pues, lo q u e añade tu Creador y
rarle; t e n g o el p r e c e p t o de imitarle. Y con las palabras siguien- Maesrro, que te hizo, y q u e para enseñarte se hizo El lo que
tes: Quien me sirve, sígame, y donde yo estoy, estará también hizo: se hizo h o m b r e aquel q u e hizo al h o m b r e , y, p e r m a n e -
mi servidor, m e enciendo en deseos de despreciar al m u n d o , y ciendo D i o s inconmutable, cambió al h o m b r e p a r a mejor. Escu-
nada es para m í el vapor de esta vida, por p r o l o n g a d o que sea; cha, pues, lo q u e añade después de haber dicho: Ahora mi alma
el amor a las cosas eternas m e envilece las temporales; y nueva- está turbada. ¿Y qué diré? Padre, líbrame de esta hora; pero
m e n t e oigo la voz de m i Señor, el cual con aquellas palabras para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Te
colocó m i flaqueza sobre su firmeza; n u e v a m e n t e le oigo decir: enseñó lo q u e tú debes pensar, q u é debes decir, a q u i é n debes
Ahora mi alma está turbada. ¿Qué significa esto? ¿Por qué m a n - invocar, en quién debes esperar, cuya voluntad segura y divina
das que te siga m i alma, c u a n d o veo turbada la tuya? ¿Cómo debes a n t e p o n e r a la tuya h u m a n a y flaca. N o creas que El
p o d r é sufrir yo lo que infunde pavor a tu fortaleza? ¿Qué apo- ha caído de la altura p o r q u e quiere levantarte a ti d e la bajura.
yo he de buscar, si la piedra fundamental sucumbe? P e r o en mi Se d i g n ó ser tentado p o r el diablo, q u e n o le tentara si El n o

mentum quaeram, si petra suecumbit? Sed videor mihi audite in cogi-


ait, unde lectio coepit hodierna, Nunc anima mea ttirbata est. Unde
tatione mea respondentem mihi Dominum, et quodammodo dicentem:
turbata est, Domine, anima tua? Nempe paulo ante dixisti, Qui odit
Magis sequeris, quia sic me interpono ut sufferas: audisti ad te vocem
animam suam in hoc mundo, in vitam aetemam custodit eam. Ergo ani-
fortitudinis meae, audi in me vocem infirmitatis tuae: vires suggero ut
ma tua in hoc mundo amatur, ideo turbatur veniente hora qua ex hoc
curras, nec reprimo quod acceleras; sed ttansfero in me quod trepidas,
mundo egrediatur? Quis hoc de anima Domini audeat affirmare? Sed
et substerno qua ttanseas. O Domine mediato!, Deías supra nos, homo
nos in se transtulit, nos in se suscepit caput nostrum, membrorum suo-
ptopter nos, agnosco miseiicordiam tuam! nam quod tu tantus tuae cha-
rum suscepit affectum: et ideo non est ab aliquo turbatum; sed sicut
ritatis volúntate turbaris, multos in corpore tuo qui suae infirmitatis
de illo dictum est, cum Lazarum suscitaret, turbavit semetipsum (lo
necessitate turbantur, ne desperando pereant consolaris.
11,33). Oportebat enim ut unus mediator Dei et hominum homo Chris-
tus Iesus, sicut nos excitavit ad summa, ita nobiscum pateretur et Ínfima. 3. Denique homo qui sequi vult, audiat qua sequatur. Accessit
2. Audio superius dicentem, Venit hora ut glorificetur Filius ho- forte hora terribilis, ptoponitur optio aut faciendae iniquitatis, aut sub-
minis: si mortificatum fuerit granum, multum fructum affert. Audio, eundae passionis; turbatur anima infirma, propter quam sponte turba-
Qui odit animam suam in hoc mundo, in vitam aetemam custodit eam, ta est anima invicta: praepone tuae voluntad volúntatela Dei. Atiende
Nec permittor tantummodo mirari, sed iubeor imitari. Deinde sequenti- enim quid deinde subiungat creatot tuus et magister tuus, qui te fecit, et
bus verbis, Si quis mihi ministrat, me sequatur; et ubi sum ego, ibi et ut te doceret factus est et ipse quod fecit: homo enim factus est qui
minister meus erit; mundum contemnere accendor, et in conspectu meo hominem fecit; sed Deus incommutabilis mansit, et hominem in melius
nihil est vitae huius totus, quantumlibet fuerit prolixus, vapor; prae commutavit. Audi ergo quid inde subiungat, cum dixisset, Nunc anima
amore aeternorum temporalia mihi cuneta vilescunt: et rursus ipsum mea turbata est: Ut quid clicam, inquit? Pater, salvifica me ex hac boro.:
Dominum meum, qui me illis verbis ab infirmitate mea rapuit ad fir- sed propterea veni in hanc horam. Pater, darijica norne-n tuum. Docuit
mitatem suam, audio dicentem, Nunc anima mea turbata est. Quid est te quid cogites, docuit quid dicas, qnem invoces, in quo spetes, cuius
hoc? Quomcdo sequi iubes animam meam, si turban video animam voluntatem certam atque divinam tuae voluntan humanae infirmaeque
tuam? quomodo sufferam quod grave tanta firmitas sentit? quale funda- praeponas. Non ideo tibi videatut ex alto deficere, quia te vult ab irao
220 Sobre el Evangelio de San Juan 52, 4 52, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 221

lo hubiera querido, c o m o t a m p o c o hubiera padecido en contra celestial fue adorado p o r los Magos, cuando fue reconocido por sus
de su voluntad, r e s p o n d i e n d o al diablo lo q u e tú debes respon- elegidos, ilustrados p o r el Espíritu Santo; c u a n d o fue declarado
derle en tus tentaciones. El c i e r t a m e n t e fue tentado, p e r o sin p o r el Espíritu Santo, que bajó sobre El en forma de p a l o m a ;
peligro alguno, para enseñarte a responder al tentador en tus p e - cuando fue manifestado por una voz del cielo, c u a n d o se trans-
ligrosas tentaciones y a n o seguir al tentador, sino a salir p r o n t o figuró, c u a n d o obró tantos milagros, cuando curó y limpió a m u -
del p e l i g r o de la tentación. En el m i s m o sentido q u e aquí dice: chos, c u a n d o con pocos panes dio de comer a tan g r a n d e m u c h e -
Ahora está turbada mi alma, dice después: Mi alma está triste d u m b r e , cuando i m p e r ó a los vientos y a las olas, c u a n d o resu-
hasta la muerte; y: Padre, si es posible, haz pasar de mí este citó a los m u e r t o s ; y lo volveré a glorificar c u a n d o resucite de
cáliz. T o m ó sobre sí la flaqueza h u m a n a para enseñar a q u i e n entre los m u e r t o s , c u a n d o sea elevado a los cielos, D i o s ; y cuan-
estuviese contristado y c o n t u r b a d o a decir: Pero no sea como yo do su gloria se extienda por toda la tierra.
quiero, sino como tú, Padre, quieres. Y así, a n t e p o n i e n d o la vo- 5. La gente que allí estaba y había oído, decía que había
luntad divina a la voluntad h u m a n a , el h o m b r e sube de lo hu- sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado. Respondió
m a n o a lo divino. Y ¿qué p u e d e entenderse en las palabras: Glo- Jesús y dijo: Esta voz no ha venido por mi, sino por vosotros.
rifica tu nombre, sino en su pasión y resurrección? Y ¿qué otra C o n lo cual dio a entender que aquella voz n o le indicaba lo que
cosa p u e d e ser sino q u e el Padre glorifique al H i j o , que da El ya sabía, sino que lo manifestaba a quienes debían saberlo.
gloria a su n o m b r e t a m b i é n en los sufrimientos semejantes de Y así c o m o aquella voz fue dada p o r la divinidad, n o p o r El,
sus siervos? Por este m o t i v o se dijo de P e d r o : Otro te ceñirá y sino p o r otros, así también por su voluntad se turbó su alma,
te llevará a donde tú no quieres; p o r q u e quiso dar a entender n o p o r El, sino por otros.
con qué género de muerte había de glorificar a Dios. Y así en 6. Escucha lo q u e sigue. Ahora, dice, es el juicio del mun-
El glorificaba D i o s su n o m b r e , p o r q u e así glorificaba a Cristo do. Pues ¿qué juicio hay q u e esperar en el fin de los tiempos?
t a m b i é n e n sus m i e m b r o s . En el fin se espera el juicio de los vivos y de los muertos, el
4. Vino, pues, una voz del cielo: Lo glorifiqué y lo volveré juicio de las penas y de los p r e m i o s eternos. Entonces ¿qué jui-
a glorificar. Lo glorifiqué antes de crear al m u n d o , y volveré a cio es éste? Y a dije a vuestra caridad en lecciones anteriores,
glorificar cuando resucite de entre los m u e r t o s y suba al cielo. y según mis alcances, que había u n juicio q u e n o era de conde-
T a m b i é n p u e d e entenderse de otro m o d o : Lo glorifiqué cuando nación, sino de separación, conforme a aquello del Salmo: Júz-
nació de u n a virgen, c u a n d o o b r ó prodigios, c u a n d o p o r indicio game, Señor, y separa mi causa de la gente no santa. M u c h o s
son los juicios de Dios, como lo afirma el Salmo: Tus juicios
proficere. Nam et tentad dignatus est a diabolo, a quo utique si nollet
non tentaretur, quemadmodum si nollet non pateretur: et ea responda Índice per stellam a Magis adoratus est, cum a sanctis Spiritu sancto
diabolo, quae tu in tentationibus debeas responderé (Mt 4,1-10). Et ille plenis agnitus est, cura descendente Spititu in. specie columbae decLara-
quidem tentatus est, sed non periclitams; ut doceret te in tentatione pe- tus, cum voce de cáelo sonante monstratus, cum in monte transfiguratus,
riclitantem tentatori responderé, et post tentatorem non iré, sed de peri- cum miracula multa fecit, cum multos sanavit atque mundavit, cum de
culo tentationis exire. Sicut autem hic dixit, Nunc anima mea turbata est, paucissimis panibus tantam multitudinem pavit, cum ventis et fluctibus
ita etiam ubi dicit, Tristis est anima mea usque ad mortem; et, Pater, imperavit, cum mortuos suscitavit: et iterum. clarificabo, cum resurget a
si fieri potest, transeat a me calix isle: hominis suscepit infirmitatem, ut mortuis, cum mors ei ultra non dominabitur, cum exaltabitur super cáe-
doceat sic contristatum et conturbatum quod sequitur dicere, Verumtamen los Deus, et super omnem terram gloria eius.
non quod ego voló, sed quod tu vis, Pater (ibid. 26,38 et 39). Sic enim 5. Turba ergo quae stabat, et audierai, dicebat tonitraum facta-m
homo ab humanis in divina dirigitur, cum voluntati humanae voluntas esse: alii dicebant, Ángelus ei locutus est. Respondit lesus, et dixit: Non
divina praeponitur. Quid est autem, Clarifica tuum nomen; nisi, in sua propter me haec vox venit, sed propter vos. Hic ostendit illa non sibi
passione et resurrectione? Quid est ergo aliud, nisi ut Pater clarificet indicatum quod iam sciebat, sed eis quibus indicari oportebat. Sicut au-
Filium, qui clarificat suum nomen etiam in similibus passionibus ser- tem illa vox non propter eran, sed propter alios divinitate facta est;
vorum suorum? Unde scriptum est de Petro, quod ideo de illo dixerit, sic anima eius, non propter eum, sed propter alios volúntate turbata est.
Alter te cinget, et feret quo tu non vis; quia significare voluit, qua mor- 6. Atiende caetera. Nunc, inquit, indicium est mundi. Quid ergo
te glorificaturus erat Deum (lo 21,18.19). Ergo et in illo Deus clarifi- exspectandum est in fine saeculi? Sed in fine quod exspectatur iudicmm,
cavit nomen suum, quia sic etiam in membris suis clarificat Christum. erit iudicandorum vivorum et mortuorum, iudicium eiit praemiorum poe-
4. Venit ergo vox de cáelo, Et clarificavi, et iterum clarificabo. Et narumque aeternarum. Quale ergo nunc iudicium est? Iam in superio-
clarificavi, antequam facerem mundum: et iterum clarificabo, cum re- ribus lectionibus quantum potui, commonui Charitatem vestrarn, dici
surget a mortuis, et ascendet in caelum. Et aliter intelligi potest. Et etiam iudicium non damnationis, sed discretionis: unde scriptum est,
clarificavi, cum de Virgine natus est, cum virtutes operatus est, cum cáelo Indica me, Deus, et discerne causam m-eam de gente non sa-ncta (Ps
222 Sobre el Evangelio de San Juan 52, 7 52, 8 Sobre el Evangelio de San ]uan 223

son un abismo profundo. Y t a m b i é n dice el Apóstol: ¡Oh altura adonde ha de ser lanzado el diablo con sus ángeles y con todos
de las riquezas de la ciencia y sabiduría de Dios, cuan incom- los que están a su lado, n o p o r la naturaleza, sino p o r el vicio;
prensibles son sus '¡uicios! E n t r e estos juicios está al que aquí n o p o r haberlos creado o engendrado, sino p o r haberlos seducido
se refiere el Señor, diciendo: Ahora, es el juicio del mundo, sin y poseído; p o d r í a pensar a l g u n o q u e ese fuego eterno está fuera
contar aquel ú l t i m o en el cual serán juzgados los vivos y los del m u n d o y que, p o r lo mismo, había d i c h o será arrojado fuera.
muertos. T e n í a el diablo en su p o d e r al g é n e r o h u m a n o , y suje- P e r o c o m o esta frase: Ahora es el juicio del mundo, la aclara con
taba a los reos con el libelo de sus pecados; tenía asentado su la siguiente: Ahora el príncipe de este mundo será arrojado fue-
t r o n o en el corazón de los infieles, atrayendo a los incautos y ra, d e b e m o s saber que este juicio se hace ahora y q u e n o es el
cautivos al culto de la criatura, a b a n d o n a n d o al Creador; p e r o por q u e se hará m u c h o t i e m p o después en el ú l t i m o día. Anunciaba,
la fe de Cristo, confirmada con su m u e r t e y resurrección, y por pues, el Señor lo q u e conocía: q u e después de su pasión y glo-
su sangre, derramada p a r a la remisión de los pecados, miles de rificación m u c h o s pueblos habían de creer por todo el m u n d o ,
creyentes se libertan del d o m i n i o diabólico y se u n e n a Cristo, en cuyos corazones estaba d e n t r o el diablo, el cual, cuando a
y, bajo tan excelsa cabeza, los m i e m b r o s fieles reciben la vida él se renuncia p o r la fe, es arrojado fuera.
de u n único Espíritu, q u e es el suyo. Llamaba juicio a esta sepa- 8. P e r o dirá a l g u n o : Entonces del corazón de los patriarcas
ración, a esta expulsión del diablo de las almas de sus redimidos. y de los profetas y de otros justos de la antigüedad n o fue arro-
7. Advierte lo q u e El dice. C o m o si nosotros p r e g u n t á s e m o s jado fuera. Ciertamente, lo fue. ¿Por qué, pues, se dice que aho-
q u é significa esa sentencia suya: Ahora es el juicio del mundo, ra será arrojado fuera? Podemos decir q u e entonces sucedió esto
nos lo aclara diciendo: Ahora el príncipe de este mundo será en poquísimos h o m b r e s , y ahora se anuncia que se verificará en
arrojado fuera. Y a sabemos a q u é juicio se refiere; n o a aquel numerosos y grandes pueblos. D e l m i s m o m o d o q u e está escrito
juicio final en el q u e serán juzgados los vivos y los muertos, que aún no se había dado el Espíritu porque ]esús aún no había
separados unos a la derecha y otros a la izquierda, sino al sido glorificado. Es una cuestión semejante, y semejante también
juicio en el q u e el principe de este mundo será arrojado p u e d e ser la solución. Pues n o sin el Espíritu Santo profetiza-
juera. ¿En q u é sentido estaba d e n t r o y a d o n d e dice q u e ha de ron los profetas las cosas futuras, y el anciano Simeón y la
ser echado fuera? ¿Por ventura estaba en el m u n d o y ha sido viuda A n a p o r el Espíritu Santo conocieron al Señor n i ñ o ; y Z a -
puesto fuera del m u n d o ? Si se hubiera referido al juicio final, carías e Isabel, quienes por el Espíritu Santo tantas cosas predi-
quizá alguien pudiera pensar que se trataba del fuego eterno,
est posset aliquis opinari ignem aeternum, quo mittendus est diabolus
42,1). Multa autem sunt iudicia Dei: unde dicitur in Psaímo, ludida tua cum angelis suis, et ómnibus qui sunt ex parte eius; non natura, sed vi-
abyssus multa (Ps 35,7). Dicit etiam Apostolus, O altitudo divitiarum tio; non quia creavit aut genuit, sed quia persuasit et tenuir. posset ergo
sapientiae et scientiae Dei! quam inscrutabilia sunt iudicia eius! (Rom aliquis opinari iüum ignem aeternum extra mundum esse, et hoc esse
11,33)- Ex quibus iudiciis etiam hoc est quod hic ait Dominus, Nunc dictum, eiicietur foras. Quia vero ait, Nunc iudicium est mundi; et ex-
iudicium est mundi; servato illo iudicio in fine, ubi novissime vivi et ponens quid dixerit, Nunc, inquit, princeps huius mundi eiicietur foras:
mortui iudicandi sunt. Possidebat ergo diabolus genus humanum, et reos hoc intelligendum est quod nunc fit, non quod tanto post futurum est
suppliciorum tenebat chirographo peccatorum; dominabatur in cordi- in novissimo die. Praedicebat ergo Dominus quod sciebat, post passionem
bus infidelium, ad creaturam colendam, deserto Creatore, deceptos capti- et glorificarionem suam per universum mundum multos populos credi-
vosque pertrahebat: per Christi autem fidem, quae morte eius et resur- turos, in quorum cordibus diabolus intus erat; cui quando ex fide re-
rectione firmata est, per eius sanguinem, qui in remissionem íusus est nuntiant, eiicitur foras.
peccatorum, millia credentium a dominatu liberantur diaboli, Christi cor- 8. Sed dicit aliquis: Numquid de cordibus Patriarcharum et Pro-
pori copulantur, et sub tanto capite uno eius Spiritu fidelia membra ve- phetarum, veterumque iustorum non eíectus est foras? Eiectus est plañe.
getantur. Hoc vocabat iudicium, hanc discretionem, hanc e suis redemptis Quomodo ergo dictum est, nunc eiicietur foras? Quomodo putamus, nisi
diaboli expulsionem. quia tune quod in hominibus paucissimls factura est, nunc in multis
7. Denique attende quid dicat. Quasi quaereremus quid esset quod magnisque populis iam mox futurum esse praedictum est? Sic et illud
ait, Nunc iudicium est mundi, secutus exposuit: ait enim, Nunc princeps quod dictum est, Spiritns autem nondttm erat datas, quia lesus nondum
huius mundi eiicietur joras. Audivimus quale dixerit esse iudicium. Non fnerat glorifícalas (lo 7,39), potest similem habere quaestionem, et si-
ergo illud quod in fine venturum est, ubi vivi et mortui iudicandi sunt, milem solutionem. Non enim sine Spiritu sancto futura praenuntiaverunt
alus ad dexteram, alus ad sinistram separatis; sed iudicium quo prin- Prophetae; aut non etiam Dominum infantem in Spiritu sancto Simeón
ceps huius mundi eiicietur joras. Quomodo ergo intus erat, et quo eum senex et Anna vidua cognoverunt (Le 2,25-38); et Zacharias et Elizabeth,
eiiciendum dixit foras? Numquidnam in mundo erat, et extra mundum qui de illo nondum nato, sed iam concepto, tanta per Spirimm sanctum
missus est foras? Si enim de illo iudicio diceret, quod in fine venturum praedixetunt (ibid. 1,41-45.67-79)- Sed Spintus nondum erat datus; ¡<J
224 Sobre el Evangelio de San Juan 52, 11 Sobre el Evangelio de San ]uan 225
52, 9
jeron del hijo ya concebido, p e r o aún n o nacido. Pero n o había reside la fe, está arrojado fuera. Pero, si el Señor n o defiende la
sido dado el Espíritu Santo con aquella abundancia de gracias ciudad, de balde velan los centinelas. P o r lo tanto, n o presu-
espirituales con q u e los allí reunidos hablaban las lenguas de máis de vuestras fuerzas si no queréis dar de nuevo entrada al
todos, anunciando así que la Iglesia había de estar en los idio- diablo, que habéis lanzado fuera.
mas de todas las naciones, y por esa gracia espiritual se reuni- 10. Lejos de nosotros pensar que el diablo, por el hecho
rían los pueblos, se p e r d o n a r í a n los pecados en todas partes y d e ser llamado p r í n c i p e del m u n d o , ejerza su d o m i n i o sobre el
miles de millares serían reconciliados. cielo y sobre la tierra. Por m u n d o se entiende los h o m b r e s m a -
9. Entonces, h a b i e n d o sido el diablo arrojado fuera de los los diseminados por todo el orbe, del m i s m o m o d o q u e p o r los
corazones de los creyentes, ¿no tienta ya a n i n g u n o de los fieles? habitantes se dice de una casa que es buena o mala; entonces
Por el contrario, n o cesa de tentarlos. P e r o una cosa es reinar en n o r e p r e n d e m o s o alabamos las paredes y techos del edificio, sino
su interior, y otra asediar p o r de fuera, pues a veces el e n e m i g o las costumbres buenas o malas de sus moradores. En este sen-
ataca a u n a ciudad bien defendida y n o consigue conquistarla. tido, pues se le llama p r í n c i p e de este m u n d o , es decir, p r í n c i p e
Y si alguna de las flechas p e n e t r a d e n t r o , advierte el Apóstol de todos los malos q u e en el m u n d o habitan. T a m b i é n se dice
q u e n o causarán d a ñ o teniendo puesta la loriga y el escudo de el m u n d o de los buenos, que igualmente están diseminados por
la fe, y que, si alguna llega a abrir una herida, cerca está el toda la haz de la tierra; del cual dice el A p ó s t o l : Dios estaba
m é d i c o q u e la sana. C o m o a luchadores les dice: Os escribo estas en Cristo para reconciliar consigo al mundo. Estos son aquellos
cosas para que no pequéis; y si alguno es herido, escuche lo q u e d e cuyo corazón se lanza fuera al p r í n c i p e de este m u n d o .
sigue: Y si alguno pecare, sepa que tenemos por abogado ante el 11. D e s p u é s de haber dicho: Ahora el príncipe de este
Padre a Jesucristo, justo, que es propiciación por nuestros peca- mundo será arrojado fuera, dice: Y yo, si fuere levantado sobre
dos. Pues ¿qué suplicamos cuando decimos: Perdónanos nuestras la tierra, atraeré a mí todas las cosas. ¿Qué cosas sino aquellas
deudas, sino la curación de nuestras heridas? ¿Y q u é otra cosa de las cuales él es arrojado fuera? N o dijo todos, sino todas las
p e d i m o s cuando decimos: No nos metas en la tentación, sino cosas, p o r q u e la fe no es de todas las cosas. N o se refirió, pues,
que aquel que nos asedia, o nos ataca p o r de fuera, n o p u e d a a la totalidad de los h o m b r e s , sino a las partes q u e integran a
entrar por p a r t e alguna; q u e n o nos p u e d a vencer con fraude ni la criatura, esto es, el espíritu, el alma y el cuerpo, p o r los cua-
superar en valor? Por m u c h a s m á q u i n a s de guerra q u e mueva les pensamos, vivimos y somos visibles y palpables. A q u e l que
contra nosotros, mientras n o ocupe el recinto del corazón donde dijo que no perecerá un cabello de vuestra cabeza, es el q u e

est, illa abundantia gratiae spiritualis, qua congregan linguis omnium l o 126,1). Nolite ergo de vobis ipsis praesumere, si non vultis foras eiectum
querentur (Act 2,4-6), ac sic in linguis omnium gentium futura prae- diabolum intro iterum revocare.
nuntiaretur Ecclesia: qua gratia spirituali populi congregarentur, qua 10. Absit autem ut diabolum mundi principem ita dictum existime-
longe lateque peccata dimitterentur, et millia millium Deo reconcilia- mus, ut eum cáelo et terrae dominari posse credamus. Sed mundus ap-
rentur. pellatur ¡n malis hominibus, qui toto orbe terrarum diffusi sunt: sicut
9. Quid ergo, ait quispiam, quia diabolus de credentium cordibus appellatur domus in his a quibus habitatur, secundum quod dicimus,
eiicietur foras, iam fidelium neminem tentat? Imo vero tentare non Bona domus est, vel, mala domus est, non quando reprehendimus sive
cessat. Sed aliud est intrinsecus regnare, aliud forinsecus oppugnare: laudamus aedificium. parietum atque tectorum, sed quando mores vel bo-
nam et munitissimam civitatem aliquando hostis oppugnat, nec expugnat. norum hominum veL malorum. Sic ergo dictum est, Princeps buius mun-
Et si aliqua tela eius missa perveniunt, admonet Apostolus unde non di: id est, princeps malorum omnium qui habitant in mundo. Appellatur
Iaedant; commemorat loricam et scutum fidei (1 Thess 5,8). Et si ali- etiam mundus in bonis, qui similiter toto terrarum orbe diffusi sunt:
quando vulnerat, adest qui sanat. Quia sicut pugnantibus dictum est, inde dicit Apostolus, Deas erat in Christo, mundu-ni reconcilian! ubi
Haec scribo vobis, ut non peccetis: ita qui vulnerantur, quod sequitur
(2 Cor 5,19). Hi sunt ex quorum cordibus princeps huius mundi eiicitur
audiunt Et si quis peccaverit, advocatum habemus apud Patrem, lesum
Christum iustum; ipse est propitiatio peccatorum nostrorum (1 lo 2,1.2). foras.
Quid enim oramus cum dicimus, Dimitte nobis debita nostra, nisi ut 11. Cum ergo dixisset, Nunc princeps buius mundi eiicietur foras;
vulnera nostra sanentur? Et quid aliud petimus cum dicimus, Ne nos Et ego, inquit, si exaltatus fuero a térra, omnia traham post me. Quae
inferas in tentationem (Mt 6,12.13), nisi ut lile qui insidiatur, vel certat omnia, nisi ex quibus ille eiicitur foras? Non autem dixit, omnes, sed,
extrinsecus, nulla irrumpat ex parte, nulla nos fraude, nulla nos possit omnia: non enim omnium est fides (2 Thess 3,2). Non itaque hoc ad
virtute superare? Quantaslibet tamen advetsum nos erigat machinas, universitatem hominum retulit, sed ad creatutae integritatem; id est,
quando non tenet locum cordis ubi fides habitat, eiectus est foras. Sed spiritum, et animam, et Corpus; et illud quo intelligimus, et iüud quo
nisi Dominus custodierit civitatem, in vanurn vigilaba qui cuscodit (Ps vivimus, et illud quo visibjles et conttectabiles sumus, Qui enim dixit,
Capillus capitis vestri non peribit (Le 21,18), omnia trahit post se. Aut
S.Ag. 14
226 Sobre el Evangelio de San Juan 52, 12
52, n Sobre el Evangelio de San Juan 227
lleva tras sí todas las cosas. Si por todas las cosas han de enten-
derse los h o m b r e s mismos, p o d e m o s decir que atrae a sí todas tenían de verle, y lo cual ayer os fue leído y explicado: Ha lle-
las cosas predestinadas a la salvación, de las cuales n a d a ha de gado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Conser-
perecer, c o m o dijo a n t e r i o r m e n t e de sus ovejas. T a m b i é n p u e d e vando esto en la m e m o r i a y e n t e n d i e n d o en las palabras q u e ha
entenderse de toda clase de h o m b r e s , ya de todos los idiomas, dicho ahora: Cuando yo fuere levantado sobre la tierra, la muer-
ya de todas las edades, bien de todos los grados honoríficos, bien te de cruz, le dijeron: Nosotros sabemos por la Ley que Cristo
de todas las diferencias de talentos, o de todas las diversas p r o - vive eternamente; ¿cómo, pues, tú dices: Conviene que sea le-
fesiones manuales, o de cualesquiera otras diferencias i n n u m e r a - vantado el Hijo del hombre? ¿Quién es, pues, este Hijo del hom-
bles, p o r las cuales, a excepción de los pecados, t a n t o se dife- bre? Si él es el Cristo, dicen, vive e t e r n a m e n t e ; si vive eterna-
rencian unos h o m b r e s de otros, desde los más e n c u m b r a d o s hasta m e n t e , ¿cómo ha de ser levantado sobre la tierra, esto es, c ó m o
los m á s humildes, desde el rey hasta el m e n d i g o ; a todo, dice, ha de m o r i r padeciendo la m u e r t e de cruz? C o m p r e n d i e r o n que
atraeré a mí, a fin de q u e El sea su cabeza y ellos sus m i e m - decía lo m i s m o q u e ellos m a q u i n a b a n . N o fue, p o r tanto, la
bros. Si yo fuere levantado sobre la tierra quiere decir cuando ciencia infusa, sino su apuñalada conciencia la q u e les abrió el
yo fuere levantado, p u e s n o duda q u e se ha de ejecutar lo q u e sentido oscuro de estas palabras.
El viene a cumplir. Esto hace referencia a lo q u e antes ha di- 13. Díjoles, pues, Jesús: Aún hay algo de luz en vosotros.
c h o : Si el grano muere, da mucho fruto. Por su exaltación q u i s o Por ella c o m p r e n d e r é i s q u e Cristo vive e t e r n a m e n t e . Caminad,
dar a e n t e n d e r su pasión en la cruz, lo cual n o pasó en silencio pues, en la luz mientras la tenéis, para que no os envuelvan las
el evangelista, a ñ a d i e n d o : Decía esto indicando con qué muerte tinieblas. Caminad, acercaos, c o m p r e n d e d a Cristo entero, q u e ha
había de morir. de m o r i r y que ha d e vivir e t e r n a m e n t e , q u e d e r r a m a r á su san-
12. Replicóle la turba: Nosotros sabemos por la Ley que gre p a r a la redención y q u e subirá a las alturas, adonde nos con-
Cristo permanece eternamente, ¿y cómo tú dices: Conviene que ducirá. Las tinieblas os envolverán si de tal m o d o creéis en la
sea levantado el Hijo del hombre? ¿Quién es, pues, este Hijo eternidad de Cristo, q u e n o admitáis su humillación en morir.
del hombre? Bien g r a b a d o t e n í a n en su m e m o r i a q u e constante- Quien camina en las tinieblas, no sabe por dónde va, y p u e d e
m e n t e El se llamaba el H i j o del h o m b r e , y en este lugar n o tropezar en la piedra del tropiezo, en la piedra del escándalo,
dijo: Si fuere levantado el H i j o del h o m b r e , p e r o lo había dicho q u e fue el Señor para los ciegos judíos, c o m o para los creyentes
antes, c u a n d o le h a b í a n c o m u n i c a d o el deseo q u e los gentiles la piedra rechazada se convirtió en piedra angular. Se desdeñan
de creer en Cristo, p o r q u e su impiedad despreció al Cristo m u e r -
si omitía ipsi homines intelligendi sunt, omnia praedestinata ad salutem to y se burló del Cristo sacrificado. Esta era, sin embargo, la
possumus dicere: ex quibus ómnibus aít nihil esse periturum, cum su-
pra de suis ovibus loqueretur (lo 10,28). Aut cene omnia hominum ge- eum videre cupiebant. Venit hora ut glorificetur Filius hominis (lo
nera, sive in linguis ómnibus, sive in aetatibus ómnibus, sive in gradi- 12,25.23). Hoc itaque isti animo retinentes, et quod nunc ait, Cum
bus honorum ómnibus, sive in diversitatibus ingeniorum ómnibus, sive exaltatus fuero a térra, mortem crucis intelligentes, quaesierunt ab illo,
in artium licitarum et utilium professionibus ómnibus, et quidquid aliud et dixerunt: Nos audivimus ex Lege quia Christus manet in aeternum;
dici potest secundum innumerabiles differentias quibus ínter se praeter et- quomodo tu dicis, Oportet exaltari Filium hominis? Quis est enim
sola peccata homines distant, ab excelsissimis usque ad humillimos, a rege iste Filius hominis? Si enim Christus est, inquiunt, manet in aeternum:
usque ad mendicum; omnia, inquit, traham post me: ut sit caput eorum, si manet in aeternum, quomodo exaltabituí a térra: id est, quomodo
et illi membra eius. Sed si exaltatus, inquit, fuero a térra; hoc est, cum crucis passione morietur? Hoc enim eum dixisse intelligebant, quod fa-
exaltatus fuero: non enim dubitat futurum esse quod venit implere. ceré cogitabant. Non ergo eis verborum istorum obscuiitatem apetuit
Hoc refertur ad illud quod superius ait, Si autem morluum fuerit gra- infusa sapientia, sed stimulata conscientia.
num, multum jructum affert. Nam exaltationem suam quid aliud dixit 13. Dixit ergo eis lesus: Adhuc modicum lumen in vohis est. Hinc
quam in cruce passionem? Quod et ipse Evangelista non tacuit: subiun- est quod intelligitis quia Christus manet in aeternum. Ergo ambulate dum
xit enim, et ait, Hoc autem dicebat, significans qua morte esset mori- lucem habetis, ut non tenebrae vos comprehendant. Ambulate, accedite,
turus? totum intelligite, et moritumm Christum, et victurum in aeternum, et
12. Respondit ei turba: Nos audivimus ex Lege quia Christus ma- sanguinem fusurum quo redimat, et ascensurum in sublimia quo peidu-
net in aeternum; et quomodo tu dicis, Oportet exaltari Filium hominis? cat. Tenebrae autem vos comprehendent, si eo modo credideritis Christi
Et quis est iste Filius hominis? Memoriter tenuerunt quod Dominus di- aeternitatem, ut negetis in eo monis humilitatem. Et qui ambulat in
cebat assidue se esse Filium hominis. Nam hoc loco non ait, Si exal- tenebtis, nescit quo vadat. Sic potest offendere in lapidem offensionis, et
tatus fuerit a térra Filius hominis: sed superius dixerat, quod hesterno petram scandali, quod fuit Dominus caecis Iudaeis: sicut credetitibus Ia-
die lectum atque tractatum est, quando nuntiati sunt Gentiles illi, quj pis quem reprobavetunt aedificantes, factus est in caput anguli (1 Petr
2,6-8). Hinc dedignati sunt credere in Christum, quia eorum impietas
228 Sobre el Evangelio de San Joan 53, 1 53, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 229
m u e r t e del g r a n o q u e había de multiplicarse y la exaltación del mientras e n ellos haya u n p o c o de luz, p o r la cual conocieron
q u e había de atraer a sí a todas las cosas. Mientras tenéis luz, q u e Cristo era eterno, c a m i n a r a n para c o m p r e n d e r l e totalmente
dice, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz. C u a n d o escu- antes de q u e fueran envueltos p o r las tinieblas. Y , dichas estas
chéis algo de la verdad, creed en la verdad, p a r a q u e volváis cosas, se escondió d e ellos. T o d o esto ya lo sabéis p o r las prece-
a nacer e n la verdad. dentes lecturas y palabras del Señor.
14. Habló Jesús estas cosas y se marchó, y se escondió de 2. Sigue luego el evangelista diciendo las palabras de la lec-
ellos. N o se escondió de aquellos q u e h a b í a n comenzado a creer tura de hoy: Habiendo hecho tantos milagros a su vista, no
y a amar n i de aquellos q u e con ramos de palmas y cánticos creían en El, para dar cumplimiento a las palabras que dijo el
de alabanzas salieron a su encuentro, sino de aquellos que veían projeta Isaías: ¡Oh Señor!, ¿quién dio crédito a nuestro oído y
y envidiaban; p o r q u e n o veían, tropezaban en aquella p i e d r a p o r a quién ha sido revelado el brazo del Señor? D e d o n d e clara-
su ceguera. Pero, c u a n d o se escondió de quienes deseaban m a - m e n t e se deduce que llama brazo del Señor al m i s m o H i j o de
tarle (debo recordároslo p a r a q u e n o lo olvidéis), m i r a b a p o r Dios, n o p o r q u e D i o s Padre tenga figura h u m a n a y a El esté
nuestra flaqueza, n o d i s m i n u í a en nada su poder. u n i d o el H i j o c o m o u n m i e m b r o del cuerpo, sino p o r q u e p o r
El fueron hechas todas las cosas, por eso lo llama brazo del Se-
ñor. Así como llamas tú brazo al i n s t r u m e n t o q u e empleas para
TRATADO 53 tu trabajo, así el V e r b o se llama brazo de D i o s , p o r q u e p o r El
hizo el m u n d o . Y ¿por q u é p a r a hacer algo emplea el h o m b r e
DESDE LAS PALABRAS: "HABIENDO H E C H O TANTOS MILAGROS A SU VISTA,
NO CREÍAN EN E L " , HASTA ÉSTAS: "PREFIRIERON LA GLORIA DE LOS el brazo, sino p o r q u e la obra n o responde al p u n t o a su palabra?
HOMBRES A LA GLORIA DE D I O S " P e r o si tuviese tal p o d e r que sin m o v i m i e n t o a l g u n o de su cuer-
p o fuese hecho lo q u e él dijese, su palabra sería su brazo. N u e s -
1. A n u n c i a d a su pasión y su fructífera m u e r t e en la cruz, t r o Señor Jesucristo, H i j o u n i g é n i t o de D i o s P a d r e , c o m o n o
desde la cual dijo que atraería a sí a todas las cosas, en lo cual es u n m i e m b r o del cuerpo paterno, t a m p o c o es u n a idea o pala-
vieron los judíos el anuncio de su m u e r t e , p r e g u n t á n d o l e p o r bra sonante y transitoria, p o r q u e , c u a n d o por El fueron hechas
q u é decía q u e El había de morir, si p o r la Ley sabían q u e Cristo todas las cosas, ya era el V e r b o de D i o s .
vive e t e r n a m e n t e , N u e s t r o Señor Jesucristo les exhorta a que, 3. C u a n d o , pues, oímos llamar al H i j o de D i o s brazo de
Dios, n o imaginemos cosa alguna carnal, sino m á s bien pense-
contempsit mortuum, risit occisum: et ipsa erat mors grani multiplican-
di, et exaltatio trahentis post se omnia. Dum lucem, inquit, habetis, credite mos, c u a n t o nos sea dado con su ayuda, en el poder y sabiduría
in lucem, ut filii lucis sitis. Cum aliquid veri auditum habetis, credite
in veritatem, ut renascamini in veritate. didicissent, ambularent, ut totum discerent, ne comprehenderentur a te-
14. Haec locutus est lesus, et abiit, et abscondit se ab eis. Non ab nebris. Et cum haec esset locutus, abscondit se ab eis. Haec in superio-
eis qui credere et diligere coeperant, non ab eis qui cum ramis palma- ribus dominicis lectionibus verbisque didicistis.
rum et laudibus obviam venerant: sed ab eis qui videbant et invidebant; 2. Deinde intulit Evangelista unde hodiernum capitulum recitatum
quia nec videbant, sed in lapidem illum caecitate offendebant. Cum au- est, et ait: Cum autem tanta signa fecisset coram eis, non credebant in
tem abscondit se lesus ab eis qui eum occidere cupiebaflt (quod saepe eum: ut sermo Isaiae prophetae impleretur quern dixit, Domine, quh
propter oblivionem commonendi estis), nostrae infirmitati consuluit, non credidit aitditui nostro? et brachium Domini cui revelatum est? Ubi sa-
suae potestati derogavit. tis ostendit brachium Domini ipsum Filium Dei nuncupatum; non quod
Deus Pater figura determinetur carnis humanae, eique Filius tanquam
membrum corporis haereat: sed quia omnia per ipsum facta sunt, ideo
brachium Domini dictum est. Sicut enim tuum brachium, per quod
TRACTATUS 53 operaris; sic Dei brachium dictum est eius Verbum, quia per Verbum
AB EO QUOD SCKIPTUM EST, CUM AUTEM TANTA SIGNA FECISSET CORAM EIS, NON operatus est mundum. Cur enim homo ut aliquid operetur, brachium
CREDEBANT IN EUM; USQUE AD ID, DLLEXERUNT GI.ORIAM HOMINUM MACIS QUAM extendit, nisi quia non continuo fit quod dixerit? Si autem tanta potes-
GLORIAM DEI tate praevaleret, ut sine ullo motu corporis sui quod diceret fieret, bra-
chium eius verbum eius esset. Sed Dominus lesus unigenitus Dei Patris
1. Praenuntiata Dominus Christus passione sua, et morte fructuosa Filius, sicut non est paterni corporis membrum, ita. non est cogitabile
in exaltatione crucis, ubi dixit se omnia tracturum esse post se, cum vel sonabile ac tiansitorium verbum; quia cum omnia per ipsum facta
intellexissent Iudaei quod de sua morte dixisset, et proposuissent ei sunt Dei Verbum erar.
quaestionem, quomodo Christus manet in aeternum; hortatus est eos, ut 3. Cum ergo audimus brachium Dei Patris esse Dei Filium, non
dum adhuc modicum Inmen in eis esset, quo Christum aeternum esse nobis obstrepat consuetudo carnalis: sed quantum illo donante possumus,
230 Sobre el Evangelio de San Juan 53, 4 53, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 231
de Dios, p o r el cual han sido hechas todas las cosas. Un brazo acomodada ni a mis fuerzas, ni a la p r e m u r a del t i e m p o , ni de
de esta naturaleza n o se extiende c u a n d o se alarga ni se encoge vuestra capacidad. Pero, ya que vuestra expectación n o m e per-
cuando se recoge. N o es el m i s m o que es el Padre, p e r o lo mis- m i t e pasar a otros p u n t o s sin decir algo sobre ella, os voy a
m o son El y el Padre; y siendo igual al Padre, está en todas par- decir lo que pueda, y si no consigo satisfacer vuestra expecta-
tes como el Padre. N o abráis ia puerta al error detestable de ción, pedid el crecimiento a aquel q u e nos p u s o a nosotros para
aquellos q u e dicen que sólo existe el Padre, y, según la diversi- plantar y regar; p o r q u e , c o m o dice el Apóstol, ni el que planta
dad de operaciones, unas veces se llama H i j o y otras Espíritu ni el que riega hacen algo, sino Dios, que da el crecimiento.
Santo, atreviéndose a decir: Y a veis por estas palabras q u e , si el Algunos m u r m u r a n d e n t r o de sí, y a veces, c u a n d o tienen oca-
H i j o es el brazo del Padre, sólo existe el Padre, p o r q u e el h o m - sión, dicen en alta voz y con discusiones t u r b u l e n t a s : ¿Qué hi-
bre y su brazo n o son dos personas, sino una sola. N o entien- cieron los judíos o q u é culpa tuvieron, si era necesario " q u e tu-
den ni se dan cuenta de que, en el m o d o ordinario de hablar vieran c u m p l i m i e n t o las palabras del profeta Isaías, q u e dice:
de cosas visibles y conocidas, por cierta semejanza se aplican pa- Señor, ¿quién dará crédito a nuestro oído, y el brazo del Señor,
labras de d e t e r m i n a d o significado p a r a expresar otras cosas de di- a quién ha sido r e v e l a d o ? " A esto respondemos q u e el Señor, q u e
versa naturaleza. ¡Con cuánta mayor razón las emplearemos para conoce el futuro, predijo p o r el profeta la infidelidad de los ju-
expresar de algún m o d o lo q u e es inefable y n o p u e d e ser ex- díos; la predijo, n o fue causa de ella. C o m o t a m p o c o D i o s obliga
presado según su p r o p i a naturaleza! Hasta los h o m b r e s llaman a nadie a pecar p o r q u e conozca los pecados futuros de los h o m -
brazo suyo al h o m b r e de q u i e n se valen p a r a ejecutar sus obras, bres. Previo, pues, los pecados de ellos, no los suyos; tampoco
y, si lo p i e r d e n , dicen con dolor: P e r d í m i brazo; y a quien los de cualquier otro, sino los de ellos mismos. A h o r a bien, si
se lo q u i t ó le dicen: M e has arrebatado m i brazo. C o m p r e n d e d , los pecados de ellos, q u e El previo, n o son de ellos, n o los p r e -
pues, de qué m o d o se dice del H i j o que es el brazo del Padre, vio en realidad de verdad; p e r o , c o m o su presciencia n o p u e d e
p o r el cual el P a d r e hace todas las cosas, a fin de que, por n o engañarse, sin duda alguna pecan aquellos que D i o s previo q u e
entenderlo y por permanecer en las tinieblas de su error, n o habían de pecar, y n o peca otro. Pecaron, pues, los judíos, a lo
vengan a ser semejantes a los m i s m o s judíos, d e los cuales queda cual no fueron forzados por aquel que odia el p e c a d o ; p e r o pre-
dicho: Y el brazo del Señor, ¿a quién ha sido revelado? dijo q u e h a b í a n de pecar aquel a q u i e n nada es oculto. Si, en
4. D e aquí surge otra cuestión, cuya explicación, para q u e vez de obrar mal, hubiesen q u e r i d o obrar bien, n o hubiesen sido
sea cabal y descubra todos los p u n t o s escabrosos q u e encierra, y impedidos de hacerlo; p e r o que así h a b í a n de obrar lo tenía pre-
sea discutida con la dignidad que ella se merece, creo que no es
cutiantur ut dignum est, nec mearum virium esse arbitior, nec angus-
Virtutem Dei et Sapientiam cogitemus, per quam facta sunt omnia. Tale tiarum temporis, nec vestrae capacitatis. Tamen quia transiré ad alia
quippe brachium nec porrectum extenditur, nec collectum contrahitur. vestra expectatione non sinimur, nisi aliquid inde dicamus, accipite quod
Non est enim ipse qui Pater, sed unum sunt ipse et Pater; et aequalis potuerimus: et ubi vestrae exspectationi non suffecerimus, ab illo incre-
Patri ubique totus est sicut Pater: ne aliqua pateat occasio detestabili mentum poscite qui nos plantare posuit et rigare, quia, sicut dicit Apos-
errori eorum, qui dicunt solum esse Patrem, sed pro diversitate causarum tolus, Ñeque qui plantat est aliquid, ñeque qui rigai; sed qui incremen-
ipsum dici Filium, ipsum dici Spiritum sanctum; et in his verbis audeant tntn dat Deus (1 Cor 3,7). Quídam ergo Ínter se mussitant, et ubi pos-
dicere, Ecce videtis quia solus est Pater, si brachium eius est Filius; non sunt aliquando proclamant, et turbulenta disceptatione contendunt, di-
enim duae, sed una persona est homo et brachium eius. Non intelligen- centes: Quid fecerunt ludaei, vel quae culpa eorum fuit, si necesse
tes ñeque advertentes, quomodo verba de rebus alus ad res alias trans- erat ut sermo Isaiae prophetae i-mpleretur quem dixii, Domine, quis cre-
ferantur, propter aliquam similitudinem etiam in locutionibus quotidia- didit auditui nostro? et brachium Domini cui revelatum est? Quibus
nis de visibilibus et notissimis rebus; quanto magis ut nobis ineffabilia respondemus, Dominum praescium futurorum, per Piophetam praedi-
qualitercumque dicantur, quae dici sicuti sunt, omnino non possunt? xisse infidelitatem Iudaeorum; praedixisse tamen, non fecisse. Non enim
Nam et homo alterum hominem per quem solet agere quidquid agit, propterea quemquam Deus ad peccandum cogit, quia futura hominum
brachium suum appellat: et si ei auferatur, dolens dicit, Brachium per- peccata iam novit. Ipsorum enim praescivit peccata, non sua; non cuius-
didi; et ei qui abstulerit, dicit Brachium meum mihi abstulisti. Intelligant quam alteríus, sed ipsorum. Quapropter si ea quae ¡He praescivit ipso-
ergo quomodo dictus sit Filius Patris brachium, per quod Pater operatus rum, non sunt ipsorum; non veré iJJe praescivit; sed quia iJiius prae-
est omnia; ne hoc non intelligendo, et in sui erroris tenebris permanen- scientia falli non potest; sine dubio non aiius, sed ipsi peccant, quos Deus
do, símiles sint Iudaeis ipsis, de quibus dictum est, Et brachium Domini peccaturos esse praescivit. Fecerunt ergo peccatum ludaei, quod eos non
cui revelatum est? compulit faceré, cui peccatum non placet; sed factures esse praedixit,
4. Hic occurrit altera quaestio, de qua quidem ut competenter ali- quem cubil latet. Et ideo si non majum, sed bonum faceré vohjlssent.
quid disputetur, et omnes eius latebrosissimi sinus perscrutentur et ex-
232 Sobre el Evangelio de San Juan 53, 6
53, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 233
visto aquel q u e conoce lo q u e cada u n o ha de hacer y cuál es
el p r e m i o q u e le ha de dar p o r sus obras. os daréis cuenta de su profundidad; p e r o r e s p o n d e r é a ella lo
5. Las palabras siguientes del Evangelio son m á s terribles y mejor q u e m e sea posible. No podían creer p o r q u e así lo había
e n t r a ñ a n u n a cuestión m á s profunda, p u e s sigue diciendo: La dicho el profeta Isaías, y lo dijo p o r q u e D i o s sabía q u e n o ha-
razón de no poder creer la da de nuevo Isaías, diciendo: Cególes b í a n de creer. Si m e p r e g u n t á i s por q u é n o p o d í a n , r á p i d a m e n t e
los ojos y endurecióles el corazón para que con los ojos no vean os r e s p o n d o : P o r q u e n o q u e r í a n ; p u e s D i o s tenía prevista su per-
y con el corazón no entiendan, y se conviertan y yo los sane. Si versa voluntad, y por m e d i o del profeta la a n u n c i ó aquel al cual
ellos n o p u d i e r o n creer, se nos dirá, ¿qué pecado comete el q u e n o p u e d e ser oculto el futuro. Pero, replicarás, el profeta señala
n o hace lo que n o p u e d e hacer? Pero, si pecaron por n o creer, otra causa de su falta de voluntad. ¿Cuál? P o r q u e les dio el Se-
p o d í a n creer y n o creyeron. Y si p o d í a n creer, ¿cómo dice el ñor el espíritu de compunción, ojos para que no vean, oídos para
Evangelio: No podían creer, porque por segunda vez lo había que no oigan, y cególes los ojos y endurecióles el corazón. C o n -
profetizado Isaías: Cególes los ojos y endurecióles el corazón, testó diciendo q u e aun esto lo merecieron p o r su voluntad. D i o s
c o m o haciéndoles, y esto es m á s grave, culpables de su incredu- ciega y endurece retirándose y n o p r e s t a n d o su ayuda, lo cual
lidad p o r haber cegado sus ojos y e n d u r e c i d o su corazón? Y hace n o p o r juicios inicuos, sino p o r juicios ocultos; y esto debe
esto n o se dice solamente del diablo, sino t a m b i é n de D i o s , se- custodiar inconcusa e inviolablemente la piedad de los fieles,
g ú n el testimonio profético de la Escritura. Porque, si dijéramos como lo hizo el Apóstol al tratar de esta difícil cuestión: ¿Qué
q u e el diablo cegó sus ojos y endurecióles el corazón, nos sería diremos, pues? ¿Hay acaso perversidad en Dios? De ningún
m u y trabajoso p r o b a r la culpabilidad de quienes no creyeron modo. Luego, si d e b e m o s estar lejos de pensar q u e haya perver-
p o r q u e no podían creer. Y ¿qué diremos de otro testimonio del sidad en D i o s , hemos de creer que, cuando ayuda, lo hace p o r
m i s m o profeta citado por el apóstol San P a b l o : Israel no ha su misericordia, y que obra con justicia c u a n d o n o presta su ayu-
hallado lo que buscaba, pero lo hallaron los elegidos, quedando da, p o r q u e n o obra t e m e r a r i a m e n t e , sino con juicio recto. E n ver-
ciegos todos los demás, conforme a lo que está escrito: Dioles dad que, si los juicios de los santos son justos, c u á n t o m á s jus-
Dios el espíritu de compunción, ojos para que no vean y oídos tos h a n de ser los juicios de D i o s , q u e santifica y justifica. Cier-
para que no oigan hasta el día de hoy? tamente son justos, p e r o ocultos. Por lo tanto, cuando se presen-
6. H a b é i s oído, hermanos, la exposición de la cuestión, y ten cuestiones de este g é n e r o : p o r qué unos son tratados de un
m o d o y otros de otro; p o r q u é a unos a b a n d o n a p a r a q u e que-
non prohiberentur; et hoc facturi praeviderentur ab eo qui novit quid
den ciegos y a otros los ilumina con su luz, n o nos m e t a m o s
sit quisque facturus, et quid ei sit pro eius opere redditurus.
5. Sed et quae sequuntur Evangelii verba plus urgent, et profun- nosotros a juzgar los juicios de u n juez tan excelso, antes, llenos
diorem faciunt quaestionem: adiungit enim, et dicit, Propterea non pot-
erant credere, quia iterum dixit Isaías: Excaecavit oculos eorum, et in- da sit cernitis: sed respondemus ut possumus. Non poterant credere,
duravit cor eorum, ut non videant oculis, et intelligant corde, et con- quia hoc Isaías ptopheta praedixit: hoc autem Propheta praedixit, quia
vertantur, et sanem tilos. Dicitur enim nobis: Si non potuerunt credere, Deus hoc futurum esse praescivit. Quare autem non poterant, si a me
quod peccatum est hominis non facientis quod non potest faceré? si quaeratur, cito respondeo, quia nolebant: malam quippe eorum volun-
autem non credendo peccaverunt, potuerunt ergo credere, et non fece- tatem praevidit Deus, et pet Prophetam praenuntiavit ille cui abscondi
runt. Si ergo potuerunt, quomodo dicit Evangelium, Propterea non pot- futura non possunt. Sed aliam causam, iaquis, dicit Propheta non. vo-
erant credere ,quia iterum dixit Isaías, Excaevit oculos eorum, et in- Luntatis eorum. Quam causam dicit Propheta? Quia dedit illis Deus spi-
duravit cor eorum; ut, quod est gravius, ad Deum referatur causa qua ritam compunctionis; oculos, ut non videant, et aures, ut non audiant,
non crediderunt, quandoquidem ipse Excaecavit oculos eorum, et indu- et excaecavit oculos eorum, et induravit cor eorum. Etiam hoc eorum
ravit cor eorum? Non enim saltem hoc de diabolo dicitur, sed de Deo, voluntatem meruisse respondeo. Sic enim excaecat, sic obdurat Deus,
quod ipsa prophetica Scriptura testatur. Nam si arbitremur hoc dictum deserendo et non adiuvando: quod occulto iudicio faceré potest, iniquo
de diabolo, quod excaecavit oculos eorum, et cor induravit; laborandum non potest. Hoc omnino pietas teligiosorum Lticoncussum debet inviola-
est quomodo illorum culpam, quia non crediderunt, possimus ostendere, tumque servare; sicut Apostolus, cum eamdem ipsam tractaret difficilli-
de quibus dicitur, non poterant credere. Deinde quid respondebimus de mam quaestionem, Quid ergo dicemus, inquit? num-qnid iniquitas apud
alio prophetae ipsius testimonio, quod posuit Paulus apostolus dicens: Deum? Absit (Rom 9,14). Si ergo absit ut sit iniquitas apud Deum;
Quod quaerebat Israel, hoc non est consecutus; electio autem consecuta sive quando adiuvat, miserícorditer facit; sive quando non adiuvat, iuste
est: caeteri vero excaecati sunt, sicut scriptum est, Dedit illis Deus spi- facit: quia omnia non temeiitate, sed iudicio facit. Porto si iudicia
ritum compunctionis; oculos, ut non videant, et aures, ut non audiant, sanctorum iusta sunt, quanto magis sanctificantis et iustificantis Dei?
usque in hodiemum diem (Rom 11,7; Is 6,10). Iusta ergo sunt, sed occulta. Ideo cum quaestiones huiusmodi in mé-
6. Audistis, fratres, propositam quaestionem, nempe quam profun- dium venerint, quare alius sic, alius autem sic; quare ilie Deo deserente
excaecetur, ille Deo adiuvante illumineluí: non nobis iudicium de iudi-
234 Sobre el Evangelio de San ]itan 53, 7 53, 8 Sobre el Evangelio de San ]uan 235
de temor, exclamemos con el A p ó s t o l : ¡Oh alteza de los tesoros halla en las avanzadas, allí conoceremos lo que aquí no hemos
de la ciencia y sabiduría de Dios, cuan inescrutables son sus conseguido c o m p r e n d e r .
juicios y cuan difíciles de averiguar son sus caminos! Tus juicios, 8. Pero, si hay a l g u n o q u e entienda y confíe p o d e r exponer
dice el Salmo, son un abismo inconmensurable, esta cuestión de u n m o d o mejor y más claro, n o crea que yo
7. N o m e fuerce, pues, Vuestra Caridad con esa expectación estoy m e n o s dispuesto a aprender q u e a enseñar. Cuídese, sin
a p e n e t r a r en tales profundidades, a explorar este abismo, a es- e m b a r g o , de ser tan acérrimo defensor del libre albedrío, q u e se
crutar lo inescrutable. Reconozco m i incapacidad y creo palpar vea forzado a s u p r i m i r n o s la oración, en la q u e decimos: No
t a m b i é n la vuestra. Esto es m á s alto q u e m i estatura y más fuer- nos metas en la tentación; o, por el contrario, n e g a n d o la li-
te que mis fuerzas, y creo q u e t a m b i é n m á s q u e las vuestras. bertad de la voluntad, se atreva a excusar el pecado. A t e n d a m o s
Escuchemos juntos el aviso de la Escritura: No inquieras lo que nosotros a Dios, q u e m a n d a y ayuda: m a n d a lo q u e debemos
es sobre tu capacidad ni escrutes lo que excede a tus fuerzas. N o hacer y ayuda para q u e p o d a m o s hacerlo. Pero a unos la exce-
quiere decir esto q u e nos sea negado su conocimiento, c u a n d o siva confianza en su voluntad los ha arrastrado a la soberbia, y a
Dios, nuestro maestro, dice q u e nada hay oculto q u e n o llegue otros la excesiva desconfianza en su voluntad los ha sepultado
a saberse; pero, si seguimos el c a m i n o q u e h e m o s tomado, c o m o en el desaliento. Aquéllos dicen: ¿Para q u é vamos a p e d i r a D i o s
dice el Apóstol, Dios nos descubrirá no solamente lo q u e igno- superar una tentación q u e nosotros p o d e m o s vencer? Estos, en
ramos y debemos saber, sino t a m b i é n aquello q u e n o entende- cambio, dicen: ¿Para q u é nos vamos a esforzar en vivir bien,
mos rectamente. El camino q u e h e m o s t o m a d o es el camino de la si esto d e p e n d e del p o d e r de Dios? ¡Oh Señor, oh Padre, que
fe; perseveremos en él, y nos introducirá en los secretos del Rey, estás en los cielos! N o nos metas en semejantes tentaciones, an-
d o n d e están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la
tes líbranos de todo mal. Escuchemos al Señor, q u e dice: He ro-
ciencia. P o r q u e no era ciertamente p o r envidia lo que el m i s m o
gado por ti, Pedro, para que no desfallezca tu fe, a fin d e q u e
Jesucristo, Señor nuestro, dijo a sus grandes y escogidos discípu-
n o pensemos q u e nuestra fe d e p e n d e del libre albedrío de m o d o
los: Tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no podéis so-
tal que n o nos sea necesaria la ayuda divina. O i g a m o s decir al
portar su peso. D e b e m o s caminar, avanzar y crecer a fin de q u e
evangelista que les dio la facultad de hacerse hijos de Dios, para
nuestros corazones se h a g a n capaces de c o m p r e n d e r aquellas co-
q u e n o creamos q u e somos absolutamente incapaces de tener fe;
sas q u e ahora nos es imposible entender. Y si el ú l t i m o día nos
n o obstante, en u n o y otro caso reconozcamos los beneficios del
Señor. D e b e m o s darle gracias p o r esa facultad y rogarle, al mis-
ció tanti iudicis usurpemus, sed contremiscentes exdamemus cum Apos-
tólo, O altitudo divitiarum sapientiae et scientiae Dei! quam inscrutabi- timus dies proficientes invenerit, ibi discemus quod hic non potuimus.
lia sunt indicia eius, et investigabiles viae eius! (ibid. 11,33)- Unde 8. Si quis autem istam quaestionem liquidius et melius novit se
dictum est in Psalmo, ludida tua, sicut multa abyssus (Ps 35,7). posse et confidit exponere, absit ut non sim parador discete quam do-
7. Non ergo me, fratres, ad hanc penetrandam altitudinem, ad cere. Tantum ne audeat quisquam Iiberum arbitrium sic defenderé, ut
hanc abyssum discutiendam, ad inscrutabilia perscrutanda, expectatio ves- nobis orationem qua dicimus, Ne nos inferas in tentationem, conetur au-
trae Charitatis impingat. Agnosco modulum meum, sentiré mihi videor ferre: rursus, ne ci.uisqu.am neget voluntatis arbitrium, et audeat excusare
etiam modulum vestrum. Altius est hoc incrementis meis, et fortius peccatum. Sed audiamus Dominum, et praecipientem, et opitulantem; et
viribus meis; puto quia et vestris. Simul ergo audiamus admonentem iubentem quid faceré debeamus, et adiuvantem ut implere possimus.
Scripturam atque dicentem: Altiora te ne quaesieris, et fortiora te ne Nam et quosdam nimia suae voluntatis fiducia extulit in superbiam;
scrutatus fueris (Eccli 3,22). Non quia ista negata sunt nobis, cum Deus et quosdam nimia suae voluntatis diffidentia deiecit in negligentiam.
magister dicat, Nihil est occultum quod non revelabitur (Mt 10,26): lili dicunt: Utquid rogamus Deum ne vincamur teritatione, quod in nos-
sed si in quod pervenimus, in eo ambulemus, sicut dicit Apostoius, non tra est potestate? Isti dicunt: Utquid conamur bene vivere, quod in Dei
solum quod nescimus et scire debemus, sed etiam si quid aliter sapi- est potestate? O Domine, o Pater qui es in caelis, ne nos inferas in
mus, id quoque nobis Deus revelabit (Phil 3,15 et 16). Pervenimus quamlibet istarum tentationum, sed libera nos a malo! (Mt 6,13). Au-
autem in viam fidei, hanc perseverantissime teneamus: ipsa perducet diamus Dominum dicentem, Rogavi pro te, Petre, -ne deficiat jides tua
ad cubiculum regis, in quo sunt omnes thesauri sapientiae et scientiae (Le 22,32); ne sic existimemus fidem nostram esse in libero arbitrio,
absconditi (Col 2,3). Non enim ipse Dominus Iesus Christus suis illis ut divino non egeat adiutorio. Audiamus et Evangelistam dicentem, De-
magnis et ptaecipue electis discipulis invidebat, quando dicebat, multa dit eis potestatem filios Dei jieri (lo 1,12); ne omnino existimemus in
babeo vobis dicere, sed non potestis illa portare modo (lo 16,12). Am- nostra potestate non esse quod credimus: verumtamen in utroque illius
bulandum est, proficiendum est, crescendum est, ut sint corda nostra ca- beneficia cognoscamus. Nam et agendae sunt gratiae, quia data est po-
pada earum rerum quas capere modo non possumus. Quod si nos ul- testas; et orandum, ne suecumbat infirmitas (Gal 5,6). Ipsa est fides quae
236 Sobre el Evangelio de San Juan 53, 10 53, 11 Sobre el Evangelio de San ]uan 237
mo tiempo, que no sucumba nuestra flaqueza. Esta es la fe que creer en Aquel que dijo: Sin mí nada podéis hacer. Y porque,
obra por la caridad, según la medida que Dios ha repartido a despreciando la justicia de Dios, que hace justo al impío, el so-
cada cual, para que el que se gloría, no se gloríe de sí mismo, berbio quiere imponer la suya para justificarse, no puede creer
sino en el Señor. en Cristo, y por lo mismo ellos no podían creer, no porque como
9. N o es, pues, de admirar que no pudiesen creer quienes hombres no pudiesen hacerse mejores, sino porque, mientras tie-
tenían una voluntad tan soberbia, que, ignorando la justicia de nen tales ideas, no pueden creer. De aquí viene su obcecación y
Dios, se convertían ellos en norma de justicia, conforme a lo que endurecimiento, de que, negando la ayuda divina, no son ayu-
de ellos dice el Apóstol: No se sujetaron a la justicia de Dios. dados. Esta obcecación y endurecimiento de los judíos los tenía
Y porque se hincharon no con la fe, sino con sus obras, la Dios previstos, y por su Espíritu los anunció por medio del
misma hinchazón los dejó ciegos y tropezaron en la piedra del profeta.
tropiezo. En este sentido se dijo que no podían, que es lo mis- 11. En cuanto a lo que sigue: Y se conviertan y los sane,
mo que no querían; como también se dijo de nuestfo Dios y Se- debe sobrentenderse No, esto es, no se conviertan, por la cone-
ñor que si no creemos, El permanece fiel, no puede negarse a sí xión que tiene con la sentencia anterior: Para que no vean y
mismo. Del Omnipotente se dice no puede. Pues así como no entiendan en su corazón, pues aquí evidentemente es no entien-
poderse negar Dios a sí mismo es una gloria dé la voluntad dan. También la misma conversión es una gracia de aquel a
divina, del mismo modo, que ellos no pudiesen creer es un pe- quien decimos: ¡Oh Señor de las virtudes!, conviértenos. ¿Por
cado de la voluntad humana. ventura no ha de verse aquí un efecto de la medicinal misericor-
10. Por lo tanto, también yo digo que los que están tan dia divina, que, por ser ellos de voluntad altanera y perversa
llenos de soberbia que creen que cuanto son es debido a sus y querer establecer su justicia por norma, fuesen abandonados,
ptopias fuerzas solamente y que no necesitan de la ayuda divina para que se cegaran; ciegos, tropezaran en la piedra del tropiezo
para vivir bien, no pueden creer en Cristo. De ningún provecho y se cubriera su rostro de ignominia y de esta manera humillados
son las sílabas del nombre de Cristo y de sus sacramentos cuando se acogiesen al nombre de Dios y a su justicia, que hace justo
se pone resistencia a la fe de Cristo. Porque la fe de Cristo al impío, y dejasen la suya, que infla al soberbio? A muchos de
es creer que El justifica al impío, creer que El es el mediador, ellos, esto les sirvió de provecho, pues, arrepentidos de su cri-
sin el cual no nos reconciliamos con Dios; creer que El es el men, creyeron después en Cristo. Por éstos había orado Jesús,
Salvador, que vino a buscar y a salvar lo que había perecido;
credere in eum quid dixit, Sine me nihil potestis ¡acere (lo 15,5). Quia
per dilectionem operatur, sicut eius mensurara Dominus cuique partitus ergo ignorans Dei iustitiam qua iusrificatur impius, suam vult consti-
est (Rom 12,3); ut qui gloriatur, non in seipso, sed in Domino glorie- tuere qua convincatur superbus, in hunc non potest credere. Hinc et
tur (1 Cor 1,31). iüi non poterant credere: non quia mutari in melius homines non pos-
9. Non itaque mirum est quia non poterant credere, quorum vo- sunt; sed quamdiu talia sapiunt, no possunt credere. Hinc excaecantur,
luntas sic superba erat, ut ignorantes Dei iustitiam, suam vellent consti- et indurantur; quia negando divinum adiutorium, non adiuvantur. Hoc
tuere; sicut dicit de illis Apostolus, lustiüae Dei non sunt subiecti (Rom de Iudaeis qui excaecati et indurati sunt, Deus praescivit, atque eius
10,3). Quia enim non ex fide, sed tanquam ex operibus tumuerunt; ipso Spiritu Propheta praedixit.
suo tumore caecati, offenderunt in lapidem offensionis. Sic autem dictum 11. Quod vero addidit, Et convertantitr et sanem eos: utrum sub-
est non poterant, ubi intelligendum est quod nolebant; quemadmodum audiendum sit, non, id est, non convertantur, connexa desuper sen-
dictum est de Domino Deo nostro, Si non credimus, Ule fidelis perma- tentia, ubi dictum est, ut non videant oculh et inielligant cotde; quia
net, negare seipsum non potest (2 Tim 2,13). De omnipotente dictum et hic utique dictum est, ut non intelligant? et ipsa enim conversio de
est, non potest. Sicut ergo quod Dominus negare seipsum non potest, illius gratia est, cui dicitur, Deus virtutum, converte nos (Ps 79,8). An
laus est voluntatis divinae; ita quod illi non poterant credere, culpa est forte et hoc de supernae medicinae misericordia fa.ctum intelligendum
voluntatis humanae. est, ut quoniam superbae et perversae voluntatis erant, et suam iustitiam
10. Ecce dico et ego, quod qui tam superbe sapiunt, ut suae vo- constituere voiebant, ad hoc desererentur, ut excaecatentur; ad hoc ex-
luntatis viribus tantum existiment esse tribuendum, ut negent sibi esse caecarentur, ut offenderent in lapidem offensionis, et impleretur facies
necessarium divinum adiutorium ad bene vivendum, noA possunt cre- eorum ignominia; atque ita humiliati quaererent nomen Domini, et non
dere in Christum. Non enim aliquid prosunt syllabae nominis Christi, suam qua infiatur superbus, sed iustitiam Dei qua iustificatur impius?
et Sacramenta Christi, ubi resistitur fidei Christi. Fides autem Christi Hoc enim multis eorum profecit in bonum, qui de suo scelere compuncti,
est, credere in eum qui iustificat impium (Rom 4,5); credere in Me- in Christum postea crediderunt: pro quibus et ipse orarerat dicens, Pa-
diatorem, sine quo interposito non reconciliamur Deo; credere in Sal- ter, ignosce illis, quid nesciunt quid- jaci-uiit (Le 23,34). De qua eorum
vatorem, qui venit quod perierat quaerere atque salvare (Le 19,10); ignorantia et Apostoius dicit, Testimoniara illis perhibeo quia zelttm
238 Sobre el Evangelio de San Juan 53, 12 53, 13 Sobre el Evangelio de San Juan 239
diciendo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. D e a los ojos h u m a n o s antes de t o m a r la carne, según le p l u g o en
tal ignorancia dice el A p ó s t o l : Doy testimonio de que ellos tie- apariencia de criatura, p e r o n o c o m o El es. L i m p i e m o s el cora-
nen el celo de Dios, pero no según la ciencia; y añade: Porque, zón p o r la fe y p r e p a r é m o n o s , p o r decirlo así, p a r a aquella inefa-
no conociendo la justicia de Dios y queriendo establecer la suya ble e invisible visión: Bienaventurados los limpios de corazón,
propia, no se han sujetado a la justicia de Dios. p o r q u e ellos v e r á n a Dios.
12. Estas cosas dijo Isaías cuando vio su gloria y habló de 13. No obstante, muchos, aun de los principales, creyeron
El. Lo q u e v i o Isaías y c ó m o todo se refiere a Cristo, nuestro en El; pero por temor de los fariseos no le confesaban, para no
Señor, léase y entiéndase en su libro. Le vio n o c o m o El es, sino ser echados de la sinagoga; amaron, pues, más la gloria de los
de u n m o d o significativo, c o m o convenía a la visión del profeta. hombres que la gloria de Dios. N o t a d c ó m o el evangelista m e n -
T a m b i é n le vio Moisés, y, sin e m b a r g o , decía al q u e veía: Si ciona y r e p r u e b a a algunos q u e dijo h a b í a n creído en El. Si
he hallado gracia en tu presencia, muéstráteme a ti mismo para éstos hubiesen avanzado en la fe, h u b i e r a n superado con su pro-
que te vea claramente, p o r q u e no le veía c o m o El es. Y cuándo greso t a m b i é n el a m o r de la gloria h u m a n a , c o m o lo había su-
conseguiremos nosotros esto, nos lo dice este m i s m o evangelista, perado el Apóstol, q u e decía: Lejos de mí gloriarme sino en la
San Juan, en su epístola: Carísimos, somos hijos de Dios, y no cruz de Nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está cru-
aparece aún lo que seremos; sabemos que, cuando aparezca, se- cificado para mí y yo para el mundo. Para esto fijó el Señor
remos semejantes a El, porque le veremos como El es. Podía ha- su cruz, en la cual fue escarnecido p o r la demencia de la im-
ber dicho porque le veremos, sin añadir, como El es. Pero, sa- piedad altanera, en la frente de sus creyentes q u e en cierto m o d o
b i e n d o q u é Padres y q u é profetas le h a b í a n visto, p e r o n o c o m o es asiento de la verecundia, p a r a que la fe n o se ruborice de su
es; al decir que nosotros le veremos, añadió como El es. N o os n o m b r e y haga mayor aprecio de la gloria de D i o s q u e de la
deje'ís, pues, engañar, h e r m a n o s , por quienes dicen q u e el P a d r e gloría de ios h o m b r e s .
es invisible y sólo el H i j o es visible. Esto dicen aquellos q u e le
creen pura criatura, sin e n t e n d e r aquello por lo cual dijo: Yo y dit etgo se etiam, antequam susciperet carnem, oculis hominum, sicut
el Padre somos una sola cosa. C i e r t a m e n t e , el H i j o es invisible voluit in subiecta sibi creatura, non sicuti est. Mundemus corda per fi-
en la forma de D i o s , p o r la cual es igual al P a d r e ; pero para dem, ut illi ineffabili, et, ut ita dicam, invisibili visioni praeparemur.
Beatí enim mundo corde, quoniam ipsí Deum videbunt (Mt 5,8).
hacerse visible a los h o m b r e s t o m ó la forma de siervo, y, hecho 13. Verumtamen et ex principibus multi crediderunt in eum; sed
semejante a los h o m b r e s , se hizo visible. Se había ya mostrado propter Pharisaeos non conjitebantur, ut de synagoga non eiieerentur:
dilexerunt enim gloriam hominum magis quam gloriam Dei. Videte
Dei habent, sed non secundum scientiam: tune enim et hoc subiunxit, quemadmodum notaverit Evangelista et improbaverit quosdam, quos ta-
atque ait, Ignorantes enim Dei iustitiam, et suam volentes constítuere, men in eum credidisse dixit: qui in hoc ingressu fidei si proficerent,
iustitiae Dei non sunt subiecti (Rom 10,2.3). amorem quoque humanae gloriae proficiendo superarent, quem supera-
12. Haec dixit Isaías, quando vidit gloriam eius, et locutus est de verat Apostolus, dicens, Mihi autem absit glorian, nisi in cruce Domini
eo. Quid viderit Isaías, et hoc quomodo ad Dominum Christum pertineat, nostri lesu Cbristi, per quem mihi mu-ndus crucifixus est, et ego mundo
in libro eius legendum et intelligendum est. Vidit enim non sicuti est, (Gal 6,14). Ad hoc enim et ipse Dominus crucem suam, ubi eum de-
sed modo quodam significativo, sicut Prophetae visio fuetat informanda. mentía superbae impietatis irrisit, in eorum qui in illum crederent fron-
Nam vidit et Moyses, et tamen ei quem videbat dicebat, Si inveni gra- tibus fixit, ubi est quodammodo sedes verecundiae, ut de nomine eius
'tirsm ante te, ostende mihi temetipsum, manifesté ut videam te (Ex fides non erubescat, et magis Dei gloriam quam hominum diiigat.
33,13); quia non videbat sicuti est. Quando autem nobis hoc futurum
sit, Ídem iste sanctus Ioannes evangelista in Epístola sua dicit: Dilectis-
simi, Filii Dei sumus, et nondum apparuit quid erimus: scimus quia
cum apparuerit, símiles ei erimus, quoniam videbimus eum sicuti est
(1 lo 3,2). Poterat dicere, quoniam videbimus eum, et non addere, sicuti
est: sed quia sciebat a quibusdam patribus et ptophetis visum, sed non
sicuti est; ideo cum dixisset, videbimus eum, addidit, sicuti est. Nemo
enim vos fallat, fratres, eorum qui dicunt invisibilem Patrem, et visi-
bilem Filium. Hi enim hoc asserunt qui putant eum esse creatutam; nec
intelligunt secundum quid dictum sit, Ego et Pater unum sumus (lo
10,30). Prorsus in forma Dei in qua aequalis est Patri, etiam Filius
invisibilis est: ut autem ab hominibus videretur, formam servi accepit,
et in similitudine hominum factus (Phil 2,7), visibiüs factus est, Osten-
54, 2 Sobre el Evangelio de San ]ucm 241
240 Sobre el Evangelio de San Juan 54, 1
2. En tales circunstancias y cercana ya su pasión, clamó Je-
TRATADO 54 sús y dijo las palabras q u e encabezan la lectura de hoy: Quien
cree en mí no cree en mí, sino en Aquel que me envió, y quten
DESDE ESTAS PALABRAS DE J E S Ú S : " Q U I E N CREE EN MÍ NO CREE EN
me ve a mí ve a Aquel que me envió. Ya había dicho en cierta
MÍ, SINO EN AQUEL QUE ME ENVIÓ", HASTA ESTAS OTRAS: "LAS COSAS
ocasión: Mi doctrina no es mía, sino de Aquel que me envió.
QUE YO HABLO LAS DIGO COMO ME LAS HA DICHO MI PADRE"
Entonces explicamos que llamó doctrina suya al V e r b o del Pa-
dre, que es El m i s m o ; y q u e diciendo Mi doctrina no es mía, sino
1. H a b l a n d o N u e s t r o Señor Jesucristo entre los judíos y
de Aquel que me envió, q u i s o dar a entender q u e El n o proce-
o b r a n d o tantos milagros, creyeron algunos de los predestinados a
día de sí m i s m o y que tenía de quién proceder: D i o s de Dios,
la vida eterna, llamados t a m b i é n por El ovejas suyas; m a s otros
H i j o del Padre; mas el Padre n o es D i o s de D i o s , sino D i o s
n o creyeron, n i p o d í a n creer, p o r q u e , p o r ocultos, mas n o in-
P a d r e del Hijo. ¿Y c ó m o hemos de entender estas palabras su-
justos, juicios de Dios, fueron cegados y endurecidos, e x p e r i m e n -
yas: Quien cree en mí no cree en mí, sino en Aquel que me en-
t a n d o el a b a n d o n o de A q u e l q u e resiste a los soberbios y concede
vió, sino en el sentido de q u e a la vista de los h o m b r e s aparecía
su gracia a los humildes. Algunos de aquellos q u e creyeron, le
el h o m b r e , estando D i o s oculto en El? Y para q u e no pensaran
confesaban hasta el p u n t o de salir a su encuentro con palmas y
que El era solamente lo q u e ellos veían, y q u e r i e n d o ser tenido
con g r a n d e c o n t e n t a m i e n t o en la confesión de sus alabanzas.
p o r tal y tan g r a n d e como el Padre, dice: Quien cree en mí no
Otros, en cambio, de los principales, n o se atrevían a confesarle cree en mí, esto es, en esto q u e ve; mas cree en Aquel que me
p ú b l i c a m e n t e p o r n o verse arrojados fuera de la sinagoga, y envió, es decir, en el Padre. P e r o q u i e n cree en el Padre es m e -
a los cuales r e p r e n d e el evangelista diciendo q u e estimaron más nester que le crea Padre, y q u i e n le cree Padre, es necesario que
la gloria de los hombres que la gloria de Dios. E n t r e los q u e crea q u e tiene u n H i j o ; y así, q u i e n cree en el Padre, p o r ne-
n o creyeron había algunos q u e h a b í a n de creer después, y a és- cesidad ha de creer en el Hijo. Mas p a r a evitar q u e alguno pueda
tos tenía presentes, c u a n d o dijo: Cuando hayáis levantado al Hijo suponer q u e el H i j o u n i g é n i t o es llamado H i j o de D i o s a la ma-
del hombre, entonces conoceréis que yo soy. P e r o otros h a b í a n nera de los llamados hijos de Dios por la gracia, p e r o n o p o r
de p e r m a n e c e r en su incredulidad, cuyos imitadores son esta la naturaleza, conforme a lo que dice el evangelista: Les dio el
raza de judíos que, destruida después, según el testimonio p r o - poder de hacerse hijos de Dios; y de los cuales el m i s m o Se-
fético de Cristo, está hoy dispersa p o r todo el m u n d o . ñor, citando el testimonio de la Ley, dijo: Dioses sois e hijos
todos del Altísimo; p a r a evitar esto dijo: Quien cree en mí no

TRACTATUS 54 2. His ita se habentibus, et sua iam propinquante passione, Iesus


AB EO QUOD AIT IESUS, QUI CREDIT IN ME, NON CREDIT IN ME, SED IN EUM QUI
clamavit, et dixit; unde lectio coepit hodierna: Qui credit in me, non
MISIT ME; USQUE AD ID, QUAE EGO LOQUOR, SICUT DIXIT MIHÍ PATER, SIC LOQUOR
credit in me, sed in eum qui misit me: et qui videt me, videt eum qui
misit me. Iam dixerat quodam loco: Mea doctrina non est mea, sed eius
1. Loquente Domino nostro Iesu Christo apud Iudaeos, et tanta qui misit me (ibid. 7,16). Ubi intelleximus eum doctrinara suam dixisse
miraculorum signa faciente, quidam ciediderunt praedestinati in vitam Verbum Patris quod est ipse; et hoc significasse dicendo, Mea doctrina non
aeternam, quos etiam vocavit oves suas: quidam vero non crediderunt, est mea, sed eius qui me misit, quod a seipso ipse non esset, sed haberet
a quo esset (Supra, tr.29). Deus enim de Deo, Filius Patris: Pater au-
nec poterant credere, eo quod occulto, nec tamen iniusto iudicio Dei fue-
tem non Deus de Deo, sed Deus Pater Filii. Nunc autem quod ait,
rant excaecati et indurad, deserente illo qui superbis resistit, humilibus
Qui credit in me, non credit in me, sed in eum qui misit me, quomodo
autem dat gratiam (Iac 4,6). Eorum autem qui crediderunt, alii usque intellecturi sureras, nisi quia homo apparebat hominibus, cum lateret
adeo confitebantur, ut palmarum ramis acceptis venienti occutrerent, in Deus? Et ne putarent hoc eum esse tantummodo quod videbant, talem
eadem laudis confessione laetantes: alii vero ex principibus non aude- ac tantum se volens credi, qualis et quantus est Pater, Qui credit in me,
bant confiteri, ut de synagoga non eiicerentur; quos notavit Evangelista inquit, non credit in me, id est, in hoc quod videt; sed in eum qui misit
dicens, quod dilexerunt gloriam hominum magis quam gloriam Dei (lo me, id est, in Patiem. Sed qui credit in Patrem, necesse est eum credat
12,43). Eorum etiam qui non crediderunt, alii erant postea credituri, quos esse Patrem; qui autem credit eum Patrem, necesse est ut credat eum ha-
praevidebat, ubi ait, Cum exaltaveritis Vilium hominis, tune agnoscetis bere Filium: ac per hoc qui credit in Patrem, necesse est ut credat in Ei-
quia ego sum (ibid. 8,28): alii vero in eadem infidelitate mansuri, quo- lium. Sed ne quisquam hoc credat de unigénito EiLio, quod de iis qui dicti
rum imitatrix est etiam ista gens Iudaeorum, quae postmodum debellata, sunt filii Dei secundum gratiam, non naturam, sicut ait Evangelista, Dedit
ad testimonium prophetiae quae de Christo scripta est, in toto pene eis potestatem ¡Utos Dei jieri (lo 1,12); unde et ilLud est quod ipseDomi-
orbe dispersa est. nus commemoiavit in Lege dictum, Ego dtxi, Dii estis, et filii excelst
242 Sobre el Evangelio de San Juan 54, 3 54, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 243
cree en mi, a fin de que no se crea en Cristo como hombre so- El. Ciertamente Cristo envió a sus apóstoles, pues así como los
lamente. Aquel, por lo tanto, cree verdaderamente en mí que llamados en griego ángeles se llaman en latín embajadores, los
no cree solamente lo que ve en mí, sino a Aquel que me envió, llamados en griego apóstoles, en latín se llaman enviados. Y sin
y, creyendo en el Padre, crea que tiene un Hijo igual a El, y duda que a ninguno de los apóstoles se le ocurrió decir: Quien
de este modo crea lo que verdaderamente soy. Porque, si piensa
cree en mí no cree en mí, sino en Aquel que me envió. En modo
que el Padre solamente tiene hijos adoptivos por su gracia, que
alguno diría: Quien cree en mí; pues nosotros creemos al após-
son ciertamente criaturas suyas, mas no son el Verbo, sino he-
tol, pero creemos en el apóstol, porque no es el apóstol quien
chas por el Verbo, y que no tiene un Hijo igual a El y coeterno,
justifica al impío. Pero a quien cree en aquel que justifica al im-
nacido eternamente, igualmente inconmutable, en nada diferente
pío, se le reputa su fe por justicia. El apóstol podría decir:
y desigual; quien así piensa, no cree en el Padre, que le envió,
Quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me envió; o: Quien
porque no es esto el Padre, que le envió.
a mí me oye, oye a Aquel que me envió; porque esto les dijo
3. Y así, habiendo dicho: Quien cree en mí no cree en mí, a ellos el mismo Señor: Quien os recibe a vosotros, me recibe a
sino en Aquel que me envió, para que nadie imaginase que mí, y quien me recibe a mí recibe a Aquel que me envió, ya
quería dar a entender al Padre como Padre de muchos hijos
que el Señor es honrado en el siervo, y el padre en el hijo; pero
regenerados por la gracia y no como Padre del único Verbo igual
como viendo al padre en el hijo y al señor en el siervo. En cam-
a El, inmediatamente añadió: Y quien me ve a mí, ve a Aquel
bio, el Hijo unigénito bien pudo decir: Creed en Dios y creed
que me envió. ¿Dice, acaso, que quien me ve a mí no me ve a
también en mí; y como dice ahora: Quien cree en mí no cree
mí, sino que ve a Aquel que me envió, del modo que había di-
en mí, sino en Aquel que me envió. N o quitó al creyente la fe
cho: Quien cree en mí no cree en mí, sino en Aquel que me
en El, pero no quiso que el creyente se parase en la forma de
envió)? Dijo aquello con el fin de que no se le tuviese solamente
siervo; porque quien cree en el Padre, que le envió, sin duda
por hijo del hombre, como aparecía; y dijo esto para que se cre-
yese que El era igual al Padre. Y así dice: Quien cree en mí, no cree en el Hijo, sin el cual sabe que el Padre no puede existir,
cree en aquello que en mí ve con sus ojos, sino en Aquel que y cree en El como igual al Padre, según lo que sigue: Y quien
me envió. Mas, cuando cree en el Padre, que me engendró igual me ve a mí ve a Aquel que me envió.
a El debe creer en mí, no según lo que en mí ve con sus ojos, 4. Pasemos a lo siguiente: Yo, que soy la luz, vine al mun-
sino como cree en Aquel que me envió; porque hasta tal punto do para que todo aquel que cree en mí no permanezca en las
no hay diferencia entre mí y El, que quien me ve a mí le ve a misit me: usque adeo enim nihil distat Ínter eum et me, ut qui me
videt videat eum qui me misit. Apostólos suos cene ipse Dominus
omnes (ibid. 10,34): propterea dixit, Qui credit in me, non cred-it in me; Christus misit, quod eorum etiam nomen indicat: nam sicut gtaece an-
ne totum quod de Christo creditur, secundum hominem crederetur. Ule gelí, latine nuntii vocantur, ita graece apostoli, latine missi appellantur.
ergo, inquit, credit in me, qui non credit in me secundum id quod me Nunquam tamen aliquis apostolorum dicere auderet, Qui credit in me,
videt, sed in eum qui me misit: ut cum credit in Patrem, credat eum non credit in me, sed in eum qui misit ine: omnino enim non diceret,
habere Filium sibi aequalem, et tune veré credat in me. Nam si pu- Qui credit in me. Credimus enim apostólo, sed non credimus in aposto-
taverit eum non habere nisi filios secundum gratiam, qui sunt eius uti- lum: non enim apostolus iustificat impium. Credentí autem in eum qui
que creatura, non Verbum, sed facta per Verbum, nec habere Filium ae- iustificat impium, deputatur fides eius ad iustitiam (Rom 4,5). Posset
qualem sibi atque coaeternum, semper natum, pariter incommutabilem, dicere apostolus, Qui tecipit me, recipit eum qui me misit; ve!, Qui
ex nullo dissimilem atque imparem; non credit in Patrem qui eum mi- audit me, audit eum qui me misit: hoc enim eis ipse Dominus ait, Qui
sit, quia non est hoc Pater qui eum misit. vos recipit, me recipit, et qui recipit me, recipit eum qui me misit (Mt
3. Et ideo cum dixisset, Qui credit in me, non credit in me, sed 10,40). Quia dominus honoratur in servo, et pater in filio: sed pater
in eum qui misit me; ne putaretur sic voluisse Patrem intelligi tanquam tanquam in filio, dominus tanquam in servo. Filius autem unigenitus
Patrem multorum filiorum per gratiam regeneratorum, non unici Verbi recte dicere potuít, Credite in Deum, el in me credite (lo 14,1); et
aequalis sibi, continuo subiecit, Et qui videt me, videt eum qui misit quod nunc ait, Qui credit in me, non credit in me, sed in eum qui
me. Numquid ait, Qui videt me, non videt me, sed eum qui misit me; misit me. Non a se abstulit fidem credemis, sed noluit in forma serví
sicut dixerat, Qui credit in me, non credit in me, sed in eum qui misit remanete credentem: quoniam cum quisque credit in Patrem qui eum
me? Illud namque dixit, ne sicut videbatur, crederetur tantummodo fi- misit, profecto credit in Filium, sine quo Patrem non esse cogaoscit; et
Jius hominis: hoc autem dixit, ut Patri crederetur aequalis. Qui credit ita credit ut credat aequalem, quoniam sequitur, Et qui ridet me, videt
in me, inquit, non credit in hoc quod videt me, sed credit in eum eum qui me misit.
qui misit me. Aut cum credit in Patrem qui sibi aequalem genuit me; 4. Attende caetera: Ego lux in muvdum veni. ut ora-ais qni credit
non quomodo me videt, sed sic credat in me, quomodo in eum qui in me, in iemhris non manea), Disit quodam loco discipulis suis, Vos
244 Sobre el Evangelio de San Juan 54, 5
54, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 245
tinieblas. En otro lugar dijo a sus discípulos: Vosotros sois la no le juzgo, habiendo dicho en otro lugar: El Padre no juzga a
luz del mundo; no puede ocultarse una ciudad construida en la nadie, mas todo juicio se lo dio al Hijo. Pero debe entenderse
cima de un monte, ni se enciende la candela para ponerla bajo que yo no le juzgo AHORA. ¿Por qué no juzga ahora? No he ve-
el celemín, sino sobre el candelera, a fin de que dé luz a todos nido, dice, para juzgar al mundo, sino para salvarlo, es decir,
los que están en la casa; brille así vuestra luz delante de los para hacerlo salvo. Ahora es el tiempo de la misericordia, después
hombres, para que ellos vean vuestras buenas obras y glorifi- será el del juicio; porque yo alabaré tu misericordia y tu juicio,
quen a vuestro Padre, que está en los cielos. No les dijo: Vos- ¡oh Señor!
otros, que sois la luz, habéis venido al mundo para que quien
6. Ved ahora lo que dice del último juicio que ha de venir:
crea en vosotros no permanezca en las tinieblas. Y os aseguro
Quien me desprecia y no recibe mis palabras, hallará quien le
que no leeréis esto en lugar alguno. Candelas son todos los san-
juzgue; la palabra que yo he predicado, será su juez en el último
tos, encendidas en El por la fe, que se apagan cuando de El se
día. N o dice: A quien me desprecia y no escucha mis palabras,
apartan. Pero la luz aquella que les da la luz no puede separarse
yo no le juzgo en el úlrimo día; porque, si hubiese dicho esto,
de sí misma, porque es inconmutable. Creemos, pues, a las can-
no veo cómo dejaría de ser contrario a aquella sentencia: El Pa-
delas encendidas, como son los profetas y los apóstoles; pero de
dre no juzga a nadie, mas todo juicio lo dio al Hijo. Pero ha-
tal modo les damos fe, que no creemos en la misma candela ilu-
biendo dicho: Quien me desprecia y no recibe mis palabras, tiene
minada, sino que por medio de ella creemos en aquella luz que
quien le juzgue; y por quienes esperaban saber quién era ese
las ilumina, para que nosotros seamos también iluminados, no
juez, añadió: La doctrina que yo he predicado, ésa le juzgará en
por ellas, sino con ellas por aquella luz de quien ellas reciben
el último día, con lo cual manifestó claramente que El mismo
la suya. Y al decir que vino para que todo aquel que crea en
habrá de juzgar en el último día. Porque El se ha predicado a
mí no permanezca en tinieblas, claramente manifiesta que a to-
sí mismo, se ha anunciado a sí mismo, se ha puesto a sí mismo
dos encontró envueltos en tinieblas; pero, para que no perma-
como puerta, por donde el pasror ha de entrar a sus ovejas. De
nezcan en las tinieblas en que fueron hallados, deben creer en
un modo serán juzgados quienes no le oyeron y de modo dis-
la luz que vino al mundo, porque por ella fue hecho el mundo.
tinto quienes le oyeron y le despreciaron. Quienes pecaron fuera
5. Y si alguno oyere, dice, mis palabras y no las guarda, yo
de la ley, dice el Apóstol, serán juzgados fuera de la ley; mas
no le juzgo. Recordad lo que habéis oído en las lecciones ante-
quienes pecaron en la ley, por la ley serán juzgados.
riores, y si lo habéis olvidado, haced memoria; y los que no estu-
7. Yo no he hablado, dice, por mi propia cuenta. Y dice
visteis y ahora estáis presentes, observad que el Hijo dice: Yo
Pater non iudicat quemquam, sed omne iudicium dedil Filio (lo 5,22):
estis lux mundi. Non potest civitas abscondi super montem constituía, nisi quia intelligendum est, Modo non iudico eum. Quare non iudicat
ñeque accendunt lucernam, et ponunt eam sub modio, sed super cande- modo? Attende quid sequitur: Non enim veni, inquit, ut iudicem mun-
labrum, ut luceat ómnibus qui in domo sunt: sic luceat lumen vestrum dum, sed ut salvificem mundum: id est ut salvum faciam mundum.
coram hominibus, ut videant opera vestra bona, et glorificent Patrem Nunc ergo est tempus miseticordiae, post etit iudicii: quia, Misericor-
vestrum qui in caeüs est (Mt 5,14-16): non tamen eis dixit, Vos lux diam, inquit, et iudicium cantabo tibí, Domine (Ps 100,1).
venistis in mundum, ut omnis qui credit in vos, in tenebris non ma- 6. Sed de ipso etiam futuro novissimo iudicio videte quid dicat:
neat. Nusquam hoc legi posse confirmo. Lumina ergo sunt omnes sancti; Qui sper-nit me et non accipit verba mea, hahet qui iudicet eum: sermo
sed credendo ab eo illuminantur, a quo si quis recesserit tenebrabitur. quera locutus sum, Ule iudicabit eum in novissimo die. Non ait, Qui
Lumen autem illud quo illuminatur, a se recedere non potest; quia in spetnit me, et non accipit verba mea, ego non iudico eum in novissimo
commutabile omnino est. Credimus ergo lumini illuminato, sicut prophe- die. Hoc enim si dixisset, non video quomodo posset non esse con-
tae, sicut apostólo: sed ideo illi credimus, ut non in ipsum credamus tiarium illi sententiae ubi ait, Pater non iudicat quemquam, sed omne
quod illuminatur, sed cum illo credamus in illud lumen a quo illumina- iudicium dedit Filio. Cum vero dixit, Qui spernit me, et non accipit
tur; ut et nos illuminemur, non ab illo, sed cum illo a quo ille. Cum verba mea, habet qui iudicet eum; exspectantibus autem quisnam Ule
autem dicit, Ut omnis qui credit in me, in tenebris non maneat; satis esset, secutus adiunxit, Sermo quem locutus sum, Me iudicabit eum in
manifestat omnes se in tenebris invenisse: sed ne in eis tenebris maneant novissimo die: satis manifestavit semetipsum iudkatutum in novissimo
in quibus inventi sunt, debent credere in lucem quae venit in mundum, die. Seipsum quippe locutus est, seipsum annuntiavit, seipsum ianuam
quia per illam factus est mundus. posuit, qua ipse ad oves pastor intraret. Alitet itaque iudicábuntur qui
5. Et si quis audierit, inquit, verba mea, et non custodierit, ego non audietunt, alitet qui audietunt et contempseiunt. Qui enim sin?
non iudico eum. Mementote quae vos audisse in superioribus lectionibus Lege peccaverunt, ait Apostolus, sine Lege et peribnnt: et qui in Lege
novi; et qui obliti forte estis, recolite; et qui non adfuistis, sed adestis, peccaterunt, per Legem iudicábuntur (Rom 2,12).
audite quomodo dicit Filius, Ego non iudico eum; cum dicat alio loco. 7. Quia ego, inquit, ex meipso non snra locfítus. [deo se dicit non
246 Sobre el Evangelio de San Juan 54, 7
54, 8 Sobre el Evangelio de San ]uan 247
q u e El no ha hablado por su p r o p i a cuenta, p o r q u e El n o p r o -
cede de sí m i s m o . Muchas veces he repetido esto m i s m o , y c o m o El n o procede de nadie. Mas el H i j o recibió la vida, comuni-
cosa ya bien conocida os la recuerdo. Mas el Padre, que me en- cándosela el Padre, de quien procede, y t a m b i é n el H i j o es lo
vió El mismo me ordenó lo que he de decir y hablar. N o m e que tiene, p u e s tiene la vida y es la vida. Escúchale a El m i s m o :
detendría si supiese que m e dirijo a quienes oyeron mis anterio- Como el Padre tiene la vida en sí mismo, así también dio al
res explicaciones, y entre éstos a quienes las conservan en su m e - Hijo tener vida en sí mismo. ¿Acaso la dio a u n o q u e ya existía
moria; pero, c o m o es posible que entre vosotros haya algunos y n o la tenía? La vida e n g e n d r ó a la vida y se la dio con la mis-
q u e n o las oyeron y otros semejantes a ellos p o r haberlas olvi- m a generación. Y como e n g e n d r ó a u n igual, n o e n g e n d r ó una
dado, lleven con paciencia nuestra d e m o r a quienes las recuer- vida desigual; y p o r eso dijo: Como el Padre tiene la vida en sí
dan. ¿Cómo el P a d r e transmite sus m a n d a t o s a su Hijo unigéni- mismo, asi dio también al Hijo tener la vida en sí mismo. Le
to? ¿Con qué verbo habla al V e r b o siendo el p r o p i o H i j o el dio vida, p o r q u e , e n g e n d r a n d o a la vida, ¿qué otra cosa le p u d o
V e r b o unigénito? ¿Acaso p o r m e d i o de un ángel, habiendo sido dar sino el ser la m i s m a vida? Y , siendo eterno su nacimiento,
ellos creados por el Verbo? ¿Acaso por m e d i o de la nube q u e siempre existió el H i j o , que es la vida, jamás existió el hijo sin
habló al H i j o , de la cual El m i s m o dice q u e n o emitió aquel la vida; y p o r q u e e t e r n o es su nacimiento, el q u e nació es la
sonido por su causa, sino por causa de quienes debían escuchar- vida eterna. D e la m i s m a m a n e r a d i o el P a d r e su m a n d a t o al
lo? ¿Quizá por m e d i o de u n sonido articulado por los labios de Hijo, n o p o r q u e el H i j o n o lo tuviese, sino que, c o m o dije an-
A q u e l que carece de cuerpo y que n o está separado del H i j o tes, en la sabiduría del Padre, que es el V e r b o , están todos los
por espacio alguno, de manera q u e el aire i n t e r m e d i o vibre con m a n d a t o s del Padre. Y se dice q u e el m a n d a t o fue dado, p o r q u e
el sonido y lo lleve hasta los oídos del Hijo? Lejos de nosotros n o procede de sí m i s m o aquel a q u i e n fue dado. Y así, dar una
pensar así de aquella sustancia incorpórea e inefable. El H i j o cosa al H i j o sin la cual nunca estuvo, es lo m i s m o que engen-
ú n i c o es el V e r b o y la sabiduría del Padre, en la cual están drar u n H i j o que siempre existió.
encerrados todos sus mandatos. N o h u b o t i e m p o en q u e el H i j o 8. Y sigue diciendo: Y sé que su mandato es vida eterna.
ignorase los m a n d a t o s del Padre, de m o d o que con el t i e m p o Si, pues, el H i j o es vida eterna, y el m a n d a t o del Padre es vida
viniese a tener lo que antes n o tenía. E n su nacimiento recibió eterna, ¿qué otra cosa dijo sino: Y o soy el m a n d a t o del Padre?
del Padre todo cuanto tiene, c o m u n i c a d o con la m i s m a genera- Por lo m i s m o , e n las palabras q u e siguen: Las cosas que yo ha-
ción. El es la vida y la recibió en su nacimiento, sin q u e haya blo las hablo como me las di'jo mi Padre, n o d e b e m o s entender
existido antes sin vida. P o r q u e t a m b i é n el Padre tiene la vida, me las dijo como si el Padre hubiese dicho palabras al H i j o o
y t a m b i é n El es lo q u e tiene; mas n o la recibió de otro, ya que
gignendo. Nam et vita est, et accepit vitam utique nascendo, non prius
locutum ex seipso, quia non est ex seipso. Iam hoc saepe diximus; iam sine vita existendo. Quia et Pater habet vitam, et quod habet est: nec
hoc tanquam notissimum non docere sed admonere debemus. Sed qui accipit tamen, quia non ex aliquo est. Filius autem accepit vitam, dante
misit me Pater, ipse mihi mandatum dedit quid dicam et quid loquar. Patre a quo est: et ipse quod habet, est; habet enim vitam, et vita est.
Non laboraremus, si cum eis non loqui sciremus, cum quibus superiora Ipsum audi loquentem: Sicut habet, inquit, Pater vitam in semetipso,
locuti sumus, et cum eis ipsis non ómnibus, sed quae audierunt memo- sic dedit et Filio vitam habere in semetipso [lo 5,20). Numquid existen-
ria retinentibus: nunc vero quia fortasse aliqui adsunt qui non audietunt, ti, et non habenti dedit? Sed eo dedit quo genuit, qui vitam genuit, et
eisque sunt símiles qui obliti sunt quod audierunt, propter illos perfe- vita genuit vitam. Et quia parem genuit, non imparem vitam; ideo dic-
rant moras nostras qui audita meminerunt. Quomodo dat mandatum tum est, Sicut habet ipse vitam in semetipso, sic dedit et Filio vitam
Pater único Filio? Quo verbo loquitur Verbo, cum sit ipse Filius uni- habere in semetipso, Vitam dedit, quia gignendo vitam, quid dedit,
genitum Verbum? Numquid per angelum, cum per ipsum creati sint nisi esse vitam? Et quia aeterna est ipsa nativitas, nunquam non fuit
Angelí? Numquid per nubem: quae quando sonuit ad Filium, non Filius qui est vita, nunquam fuit Filius sine vita; et sicut est nativitas
propter ipsum sonuit, quod alibi dicit etiam ipse; sed propter alios quos aeterna, sic est qui natus est vita aeterna. Ita et mandatum non quod
oportebat ita audire? Numquid per sonum labiis emissum, qui non ha- Filius non habebat, Pater dedit; sed, sicut dixi, in Sapientia Pattis, quod
bet corpus; nec aliquo locorum intervallo Filius a Patre separatur, ut est Verbum Patris, omnia mandata sunt Patris. Dicituí autem mandatum
sit Ínter illos aer medius, quo percusso vox fiat et in aurem veniat? datum, quia non est a seipso cui dicitut datum: et hoc est date Filio
Absit ut talia de illa incorpórea et ineffabili substantia suspicemur. Fi- sine quo nunquam Filius íuit, quod est gignere Filium qui nunquam non
lius unicus est Verbum Patris, et Sapientia Patris; in illa sunt omnia man- fuit.
data Patris. Ñeque enim Patris mandatum Filius aliquando nesciebat, 8. Sequitur autem: Et seto quia mandatum- eins vita aeterna est.
ut eum necesse esset ex tempore habere quod antea non habebat. Ita Si ergo vita aeterna est ipse Filius, et vita aeterna est mandatum Patris;
enim a Patre quod habet accepit, ut nascendo acceperit, dederitque illi quid aliud dictum est, quam, Ego sum mandatum Patris? Proinde et id
quod adiungit, et dicit, Quae ego loquor, sicut dix.it mihi Pater, sic ¡o-
248 Sobre el Evangelio de San Juan 54, 8 55, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 249
como si el Verbo de Dios tuviese necesidad de las palabras de
TRATADO 55
Dios. Se lo dijo del mismo modo que le dio la vida; no le dijo
lo que no sabía o no tenía, sino lo que el mismo Hijo era. DESDE AQUEL PASAJE: "ANTES DEL DÍA FESTIVO DE LA PASCUA, SA-
¿Qué otra cosa significa como me las dijo así las hablo, sino que BIENDO JESÚS QUE ERA LLEGADA SU HORA", HASTA ÉSTE: "Y COMENZÓ
digo Ja verdad? A la manera que lo dijo El como veraz, de la A LAVAR LOS PIES DE SUS DISCÍPULOS Y A ENJUGARLOS CON LA TOALLA
CON QUE ESTABA CEÑIDO"
misma manera lo habla Este como verdad. El que es veraz en-
gendró a la verdad. ¿Qué podía decir, pues, a la verdad? N o se- 1. Con el favor de Dios vamos a tratar diligentemente de la
ría perfecta la verdad a la que pudiera serle añadido algo de ver- Cena del Señor, según San Juan, y a explanarla según las po-
dad. Luego habló a la verdad, porque engendró la verdad. N o
sibilidades que El nos conceda. Antes del día festivo de la Pas-
obstante, la verdad habla según se le ha dicho; pero a los inteli-
cua, sabiendo Jesús que era llegada la hora de partir de este mun-
gentes les instruye sobre su nacimiento. Para que los hombres cre-
do para ir al Vadre, y habiendo amado a los suyos que estaban
yesen lo que aún no pueden comprender, sonaron las palabras en
una boca de carne, y salieron fuera; volando los sonidos, hicie- en el mundo, los amó hasta el fin. Pascua, hermanos, no es pa-
ron ruido, guardando las interrupciones oportunas de los tiem- labra griega, como algunos creen, sino hebrea; pero no deja de
pos; las cosas significadas por los sonidos pasaron a la memoria ser oportuna la concordancia de ambas lenguas en esta palabra.
de quienes los oyeron, y por la escritura, que es un signo visible, Como pasjein en griego significa padecer, se creyó que Pascua
llegaron hasta nosotros. Pero la verdad no habla de este modo; era la Pasión, como si este nombre viniera de pasión; pero en
habla interiormente a la inteligencia, instruyéndola sin necesidad su lengua, es decir, en la hebrea, pascua quiere decir tránsito,
de sonido y envolviéndola en una luz inteligible. Aquel, pues, por la razón de que la primera Pascua la celebró el pueblo de
que es capaz de ver en esa luz la eternidad de su nacimiento, Dios cuando, huyendo de Egipto, pasaron el mar Rojo. Aquella
la oye hablar como le habló el Padre lo que El había de decir. figura profética tuvo ahora su realización, cuando Cristo, como
Con lo cual excitó en nosotros un deseo ardiente de su interna una oveja, es conducido al sacrificio, y con cuya sangre teñidos
dulzura; creciendo la recibimos, caminando avanzamos, avanzan- nuestros dinteles, es decir, con cuya señal de la cruz grabadas nues-
do caminamos para poder llegar a la meta. tras frentes, somos libertados de la perdición de este mundo,
como ellos de la cautividad y de la muerte de Egipto, y verifi-
quor; non accipiamus, dixit mihi, quasi Pater verba locutus sit único camos el tránsito salubérrimo, pasando del diablo a Cristo y de
Verbo, aut egeat Dei verbis Dei Verbum. Dixit ergo Pater Filio, sicut
dedit vitam Filio: non quod nesciebat vel non habebat, s'ed quod ipse
Filius erat. Quid est autem, sicut dixit mibi, sio loquor, nisi, Verum
loquor? Ita ille dixit ut verax, ita ista loquitur ut veritas. Verax autem TRACTATUS 55
genuit veritatem. Quid ergo iam diceret veritati! Non enim imperfecta As KO LOCO, ANTE D1EM L-ESTUM PASCHAE, SCIENS IESUS QUIA VENIL HORA EIUS;
erat veritas, cui verum aliquid adderetur. Dixit ergo veritati, quia ge- USQUE AD ID, ET COEPIT LAVARE PEDES DISCIPULOKUM, ET LXTERC.ERL L1NIEO QUO
nuit veritatem. Porro ipsa veritas sic loquitur, ut ei dictum est: sed ERAT PRAECINCTUS
intelligentibus, quos docet ut nata est. Ut autem crederent homines quod
intelligere nondum valent, ex ore carnis verba sonuerunt, et abierunt; 1. Coena Domini secundum Ioannem, adiuvante ipso, debitis est
transvolantes soni strepuerunt, peractis morulis temporum suorum: sed explicanda tractatibus, et ut nobis posse donaverit, explananda. Ante
res ipsae quarum signa sunt soni, traiectae quodammodo in eorum me- diem autem festum Paschae, sciens lesas quia venit hora eius ut trmseat
moriam qui audierunt, etiam ad nos per litteras quae visibilia signa ex boc mundo ad Patrem, cum. dilexisset suos qui erant in mundo, in
sunt, pervenerunt. Non sic loquitur veritas: intelligentibus mentibus in- finem dilexit eos. Pascha, fratres, non sicut quídam existimant, graecum
tus loquitur, sine sonó instruit, intelligibili luce perfundit. Qui ergo pot- nomen est, sed hebraeum: opportunissime tamen occurrit in hoc nomine
est in ea videre nativitatis eius aeternitatem, ipse illam sic audit loquen- quaedam congruentia utrarumque linguarum, Quia enim pati graece
tem, sicut ei dixit Pater quod loqueretur. Excitavit nos ad magnum de- Tráaxelv dicitur, ideo Pascha passio putata est, vehit hoc nomen a pas-
siderium interioris dulcedinis suae: sed crescendo capimus, ambulando sione sit appellatum: in sua vero lingua, hoc est in hebiaea, Pascha
crescimus, proficiendo ambulamus, ut pervenire possimus. transitus dicitur: propterea tune ptimum Pascha ceLebravit populus Dei
quando ex Aegypto rugientes, Rubium mare - transierunt (Ex 14,29).
Nunc ergo figura illa prophetica in veiitate completa est, cum sicut ovis
ad immolandum ducitut Christus (Is 53,7), cuius sanguine ulitis posti-
bus nostris, id est, cuius signo crutis signatis frontibus nostris, a perdi-
tione huius saecuJi tanquam a captivitate vel ¡nteiemptione Aegyptja
250 Sobre el Evangelio de San Juan 55, 2 55, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 251
este m u n d o inestable a su reino sólidamente fundamentado. Y, b e m o s llegar, no el fin en el q u e hemos de perecer. Y cabalmen-
para no pasar con el m u n d o transitorio, nos pasamos a Dios, que te de este m o d o ha de entenderse q u e Cristo, nuestra Pascua, ha
p e r m a n e c e siempre. D a n d o gracias a D i o s por este favor, el sido inmolado. El es nuestro fin, hacia El ha de ser nuestro
Apóstol dice: Que nos sacó del poder de las tinieblas y nos tras- tránsito. C o m p r e n d o que estas palabras evangélicas p u e d e n inter-
ladó al reino del Hijo de su amor. Interpretándonos, pues, este pretarse t a m b i é n en u n sentido h u m a n i t a r i o , diciendo q u e Cristo
n o m b r e Pascua, que, c o m o os dije, en latín significa tránsito, dice a m ó a los suyos hasta la m u e r t e , viendo este significado en las
el evangelista: Antes del día festivo de la Pascua, sabiendo ]esús palabras los amó hasta el fin. Este sentido es de sabor h u m a n o ,
que era llegada la hora de pasar de este mundo al Padre. A h í n o divino, ya que n o sólo hasta aquí nos a m ó q u i e n nos ama
tenéis la Pascua y el tránsito. ¿ D e dónde y adonde? De este s i e m p r e y sin fin. N o se p u e d e pensar q u e la m u e r t e haya pues-
mundo al Padre. En su cabeza tienen los m i e m b r o s la esperanza to fin al amor de A q u e l q u e n o se acabó con la m u e r t e . A u n
de seguirle a El en el tránsito. ¿Pues n o pasan t a m b i é n los in- después de la m u e r t e aquel rico soberbio a m ó a sus cinco her-
fieles separados de esta cabeza y de su cuerpo? Ellos n o perma- m a n o s , ¿y Cristo ha de a m a r n o s sólo hasta la m u e r t e ? N o , carí-
necen siempre; pasan también. Pero n o es lo m i s m o pasar de simos hermanos, n o hubiera venido para amarnos hasta la muer-
este m u n d o q u e pasar con el m u n d o ; u n a cosa es pasar al Pa- te si con la m u e r t e muriese t a m b i é n su amor hacia nosotros. A
dre, y otra pasar al e n e m i g o , c o m o pasaron t a m b i é n los egipcios; n o ser que se entienda en este sentido: q u e los a m ó tanto, q u e
pero n o pasaron por el mar al reino, sino q u e pasaron a la m u e r - llegó a m o r i r por ellos, según se desprende de estas palabras su-
te en el mar. yas: No hay amor mayor que llegar a dar la vida por los ami-
2. Sabiendo, pues, Jesús que era llegada su hora de pasar gos. N o m e o p o n g o a q u e toméis en este sentido las palabras
de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos que los amó hasta el fin, es decir, q u e su a m o r le arrastró a la m u e r t e .
vivían en el mundo, los amó hasta el fin. Para q u e t a m b i é n ellos 3. Y hecha ya la cena, cuando ya el diablo había metido
por su amor a El pasasen de este m u n d o , d o n d e se hallaban, a en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, el propósito de
su cabeza, q u e ya de aquí había pasado. Pues ¿qué significa entregarle, sabiendo que el Padre ha puesto en sus manos todas
hasta el fin, sino hasta Cristo? El fin de la Ley, dice el Apóstol, las cosas y que salió de Dios y vuelve a Dios, se levanta de la
es Cristo para la justificación de todos los creyentes. Es el fin cena y se pone sus vestidos. Y, tomando una toalla, se la ciñó.
q u e perfecciona, n o el fin q u e extingue; el fin hasta d o n d e de- Pone luego agua en un lebrillo y comienza a lavar los pies de
los discípulos y a enjugarlos con la toalla que tenía ceñida. La
liberamur (Ex 12,23) et agimus saluberrimum transitum, cum a día- frase hecha la cena n o hemos de entenderla c o m o si ya estuviese
bolo transimus ad Christum, et ab isto instabili saeculo ad eius funda-
tissimum regnum. Ideo quippe ad Deum permanentem transimus, ne cum
immolatus est Christus (1 Cor 5,7). Ipse est finis nostet, in illum est
mundo transeúnte transeamus. De hac nobis collata gratia Deum lau-
transitus noster. Nam video posse ista verba evangélica quodam humano
dans Apostolus dicit: Qui eruit nos de potestate tenebrarum, et transtulit
modo etiam sic accipi, tanquam usque ad mortem Christus dilexerit suos,
in regnum Filii cbaritatis suae (Col 1,13)- Hoc itaque nomen, id est,
ut hoc videatur esse, in finem dilexit eos. Humana est haec scntentia,
Pascha, quod latine, ut dixi, transitus nuncupatur, velut interpretans
non divina: ñeque enim nos hucusque ille dilexit, qui semper et sine
nobis beatus Evangelista, Ante diem, inquit, festum Paschae, sciens lesus
fine nos diligit. Absit ut dilectionem morte finierit, qui non est morte
quia venit hora eius ut transeat ex hoc mundo ad Patrem. Ecce Pascha,
finitus. Etiam post mortem, quinqué fratres suos dilexit dives ille su-
ecce transitus. Unde, et quo? De hoc sciücet mundo ad Patrem. Spes
perbus atque impius (Le 16,27.28), et usque ad mortem nos diiexisse
membris in capite data est, quod essent illo ttanseunte sine dubio se-
putandus est Christus? Absit, charissimi. Nequáquam ¡Lie nos diligendo
cutura. Quid ergo infideles, et ab hoc capite atque ab eius corpore alieni?
usque ad mortem veniret, si dilectionem nostram moite finiret. Nisi
nonne et ipsi transeunt, quia non permanent? Transeunt plañe et ipsi:
forte ita sit intelligendum, in finem dilexit eos: Qui tantum dilexit eos,
sed aliud est transite de mundo, aliud est transiré cum mundo; aliud
ut moreretur propter eos. Hoc enim testatus est dicens: Maiorem hac
ad Patrem, aliud ad hostem. Nam et Aegyptii transierunt; non tamen
charitatem nemo habet, quam ut etnima-m suam -ponett quis pro amias
transierunt per mare ad regnum, sed in mari ad interitum.
sais (lo 15,13). Ita sane non prohibemus intelligi, in finem dilexit,
2. Sciens ergo lesus quia venit hora eius ut transiret ex hoc mundo id est, usque ad mortem illum dilectio ipsa perduxit.
ad Patrem, cum dilexisset suos qui erant in mundo, in finem dilexit 3. "Et coena", inquit, "íacta, cum diabolus iam misisset in cor, ut
eos. Utique ut et ipsi de hoc mundo ubi erant, ad suum caput, quod traderet eran ludas Simonis Iscariotes: sciens quia omnia dedit ei Pater
hinc transisset, eius dilectione transirent. Quid est enim, in finem, nisi, in manus, et quia a Deo exiit, et ad Deum vadit, suigit a coena, et po-
in Christum? Finis enim Legis Christus, ait Apostolus, ad iustitiam. omni ní t vestimenta sua; et cum accepisset linteum, praecinxit se. Deinde mit-
credenti (Rom 10,4). Finis perficiens, non interficiens: finis quo usque tit aquam in pelvim, et coepit lavare pedes discipulcrum, et extergere
eamus, non ubi pereamus. Sic omnino ¡ntelligendum est, Pascha nostrum lititeo quo etat praednetus." Non ita debemus intellígeie coenam factam
252 Sobre el Evangelio de San ¡uan 55, 4 55, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 253
finalizada y pasada: aún estaban cenando, cuando el Señor se como espía del Pastor, acechador del Salvador, vendedor del Re-
levantó y lavó los pies de sus discípulos; pues a continuación vol- dentor; ya el tal había entrado. Era visto y tolerado y pensaba
vió a recostarse y luego después alargó el bocado a su traidor que no era conocido, porque se engañaba acerca de Aquel a
aún no terminada la cena, esto es, cuando el pan estaba aún en quien pretendía engañar. Entretanto, Jesús, consciente de su in-
la mesa. Luego hecha la cena quiere decir que ya estaba prepa- tento por la inspección interna de su corazón, sin él saberlo,
rada y llevada a la mesa de los comensales para ser consumida. aceptaba sus servicios.
4. Con respecto a estas palabras: Cuando el diablo había ya 5. Sabiendo que todas las cosas ha puesto el Padre en sus
introducido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, el manos; luego también al mismo traidor, porque, si no le tuviera
propósito de entregarle, si preguntas qué es lo que fue introdu- en sus manos, no dispondría de él a su voluntad. De este modo,
cido en el corazón de Judas, ciertamente esto: el propósito de el traidor estaba entregado a Aquel a quien él deseaba entregar.
entregarle. Este envío es una sugestión espiritual, hecha no por Y de tal manera con la traición ejecutaba el mal, que, sin él sa-
el oído, sino por el pensamiento, y, por lo mismo, no de un berlo, sacaba el bien de Aquel a quien entregaba. Sabía muy
modo corporal, sino espiritual. Porque no siempre hay que tomar bien el Señor lo que había de hacer por los amigos ,y así pa-
la palabra espiritual en sentido laudatorio. Ya el Apóstol descu- cientemente se valía de los enemigos, porque el Padre había
brió entre los espíritus celestiales algunos espíritus de maldad, puesto todas las cosas en sus manos: las malas, para su servicio,
contra los cuales afirma que tenemos que luchar. N o hubiera y las buenas, para ejecutarlas. Sabiendo igualmente que salió de
maldades espirituales si no hubiera también espíritus malos, pues Dios y que vuelve a Dios, sin dejar a Dios cuando salió de El
espiritual viene de espíritu. Mas ¿cómo puede conocer el hom- y sin dejarnos a nosotros cuando a El se vuelve.
bre y tener por suyas estas sugestiones diabólicas, que son en- 6. Sabiendo, pues, todas estas cosas, se levanta de la cena y
viadas y mezcladas con los pensamientos humanos? N o se puede se pone sus vestidos, y, habiendo tomado una toalla, se la ciñó.
dudar de que se dan también sugestiones buenas en ei interior, Después pone agua en un lebrillo y comienza a lavar los pies de
procedentes de un espíritu bueno; pero es de sumo interés saber los discípulos y a enjugarlos con la toalla que ceñía. Debemos,
cuáles debe admitir la mente humana, destituida del auxilio di- carísimos, inquirir con diligencia la intención del evangelista,
vino por sus méritos o ayudada de él por la gracia. Ya estaba, porque, teniendo que hablar de la profunda humildad del Señor,
pues, determinada en el corazón de Judas, por instigación diabó- quiso antes recomendarnos excelsitud. Y esta excelencia la ma-
lica, la entrega del Maestro por el discípulo que no había visto nifiesta con estas palabras: Sabiendo que el Padre puso todas las
a Dios en El. Ya el tal había entrado en la sala del convite, cosas en sus manos y que salió de Dios y vuelve a Dios. Habien-
do, pues, puesto el Padre todas las cosas en sus manos, El lava
veluti iam consummatam atque transactam: adhuc enim coenabatur, cum
Dominus surrexit et pedes lavit discipulis suis. Nam postea recubuit, et ad convivium, explorator Pastoris, insidiator Salvatoiis, venditor Re-
buccellam suo traditori postea dedit, utique coena nondum finita, hoc demptoris iam talis venetat, et videbatur, et tolerabatur, et se ignorari
est, dum adhuc pañis esset in mensa. Cum ergo tacta, dictum est, iam pa- aibitrabatur: quia in eo quem volebat falleie, fallebatur. At ille isto
rata, et ad convivantium mensam usumque perducta. in ipso corde intus inspecto, nesciente scienter utebatut.
4. Quod autem ait, cum diabolus iam misisset in cor, ut traderet 5. Sciens quia omnia dedit ei Pater in manas. Ergo et ipsum tra-
eum ludas Simonis Iscariotes; si quaeris quid missum sit in cor Iudae: ditorem: nam si eum in manibus non haberet, non utique illo uteretur
hoc utique, ut traderet eum. Missio ista, spiritualis suggestio est: non ut vellet. Ptoinde iam traditor traditus erat ei quem tradeie cupiebat,
fit per aurem, sed per cogitationem; ac per hoc non corporaliter, sed atque ita malum tradendo faciebat, ut de illo tradito bonum fieret quod
spiritualiter. Ñeque enim spirituale quod dicitur, semper in laude ac- nesciebat. Sciebat enim Dominus quid faceret pro amicis, qui patienter
cipiendum est. Novit Apostolus quaedam spiritualia nequitiae in caeles- utebatut inimicis: ac sic omnia dederat Pater in manus eius, et in usum
tibus, adversus quae nobis colluctationem esse testatur (Eph 6,12): non mala, et in effectum bona. Sciens etiam quia a Deo exiit, et ad Deum
autem essent etiam maligna spiritualia, si non essent etiam maligni spi- vadit: nec Deum, cum inde exiret; nec nos deserens, cum rediret.
ritus. A spiritu enim spiritualia nominantur. Sed quomodo ista fiant, 6. Haec ergo sciens, sargii a coena, et ponit vestimenta sua; et cum
ut diabolicae suggestiones immittantur, et humanis cogitationibus mis- accepisset ünteum, praecinxit se. Deinde mittit aquam in peleim, et coe-
ceantur, ut eas tanquam suas deputet homo, unde scit homo? Nec du- pit lavare pedes disc'ppulorum, et extergere linteo quo erat praecinctus.
bitandum est etiam bonas suggestiones a bono spiritu ita latenter ac spi- Debemus, dilectissimi, sensum Evangelistae diligenter attendere. Locutu-
ritualiter fieri: sed interest quibusnam earum mens humana consentiat, rus quippe de tanta Domini humilitate, prñis celsitudinem eius voluit
divino auxilio vel deserta per meritum, vel adiuta per gratiam. Factum commendare. Ad hoc pertinet quod ait, Sciens quia omnia dedit ei Pater
ergo iam fuerat in corde Iudae per immissionem diabolicam, ut traderet in manus, et qtiia a Deo exiit, et ad Deum vadit. Cum illi ergo omnia
discipulus magistrum, sed quem non didicerat Deum. Iam talis venerat Pater dedisset in manus, ille discipulorum non manus, sed pedes lavn:
254 Sobre el Evangelio de San )uan 55, " 56, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 255

n o las manos, sino los pies de los discípulos; y sabiendo que ha- h o m b r e por su soberbia si n o le hubiese hallado D i o s con su
bía salido de Dios y q u e a Dios volvía, ejerció el oficio n o de humildad. Por eso v i n o el H i j o del h o m b r e a buscar y a p o n e r
u n siervo del Señor Dios, sino del siervo d e u n h o m b r e . Esta en salvo lo que había perecido. H a b í a perecido el h o m b r e si-
h u m i l d a d manifiesta t a m b i é n con lo que hizo con el m i s m o trai- g u i e n d o la soberbia del engañador, siga, después de hallado,
dor, que ya había venido c o m o tal, y El n o lo ignoraba, llegando la humildad del R e d e n t o r .
su insuperable h u m i l d a d a n o desdeñarse de lavar los pies aun
a aquel cuyas m a n o s veía ya metidas en el crimen.
7. ¿Qué admiración p u e d e causar q u e se levantase de la TRATADO 56
cena y se pusiese sus vestidos A q u e l q u e , estando en la forma
de D i o s , se a n o n a d ó a sí mismo? ¿Qué admiración p u e d e causar DESDE AQUELLO QUE ESTÁ ESCRITO: " V I N O A SIMÓN P E D R O " , ETC.,
HASTA: "QUIEN ESTÁ LAVADO NO TIENE NECESIDAD DE LAVAR MÁS QUE
q u e ciñese una toalla quien, t o m a n d o la forma de siervo, fue
LOS PIES, PUES ESTÁ TODO LIMPIO"
hallado en la condición d e u n h o m b r e ? ¿Qué admiración p u e d e
causar q u e pusiese agua en u n lebrillo quien d e r r a m ó su sangre 1. C u a n d o el Señor se p u s o a lavar los pies a los discípulos,
para lavar las inmundicias del pecado, q u e con la toalla que ce- vino a Simón Pedro, y dícele Pedro: Señor, ¿tú me lavas a mí
ñía enjugase los pies de los discípulos quien con la carne de q u e los pies? ¿Quién n o se llena de estupor al ver sus pies lavados
estaba revestido confirmó los pasos de los evangelistas? Y para p o r el H i j o de Dios? Y a u n q u e fuese señal de temeraria audacia
ceñirse la toalla p u s o antes sus vestidos, p o r q u e p a r a t o m a r la q u e el siervo resistiese al Señor, el h o m b r e a Dios, Pedro, n o
forma de siervo, cuando se anonadó a sí mismo, t o m ó lo q u e n o obstante, prefirió hacerlo antes que consentir en q u e le lavase los
tenía sin dejar lo q u e tenía. Para ser crucificado fue despojado pies su Señor y su Dios. N i debemos pensar q u e , habiéndolo
de sus vestidos, y después de su m u e r t e fue envuelto en unos tolerado antes los otros discípulos con agrado, o por lo m e n o s
lienzos; toda su pasión es nuestra purgación. Q u i e n iba a pade- con igualdad de á n i m o , solamente P e d r o entre todos temblase y
cer la m u e r t e , se adelantó en hacer obsequios, no sólo a aquellos
lo rechazase, ya que éste parece el sentido más obvio de las pa-
por quienes iba a morir, sino t a m b i é n a aquel que le había
labras del evangelista, p o r q u e al decir: Comenzó a lavar los pies
de entregar a la m u e r t e . T a n g r a n d e es la utilidad q u e reporta
de los discípulos y a enjugarlos con la toalla que ceñía, añadien-
al h o m b r e la humildad, q u e n o d u d ó en recomendarla con su
d o después: Vino a Simón Pedro, parece q u e ya había lavado a
ejemplo la divina Majestad. Para siempre hubiese perecido el
algunos y que después de ellos llegaba al p r i m e r o . P o r q u e ¿quién
et cum se sciret a Deo exiisse, et ad Deum pergere, non Dei Domini,
sed hominis servi implevit officium. Ad hoc autem pertinet quod etiam ternum periret, nisi illum Deus humilis inveniret. Venit enim Filius
de traditore ipsius, qui iam talis venerat, qui nec ab illo ignorabatur, hominis quaerere et salvum faceré quod perierat (Le 19,10). Perierat
praeloqui voluit; ut hoc quoque ad máximum cumulum humilitatis ac- autem superbiam deceptoris secutus, ergo humilitatem Redemptoris se-
cederet, quod etiam illi non dedignatus est pedes lavare, cuius manus quatur inventus.
iam praevidebat in scelere.
7. Quid autem mirum si surrexit a coena, et posuit vestimenta TRACTATVS 56
sua, qui cum in forma Dei esset, semetipsum exinanivit? Et quid mi-
AB EO Quor> SCRIPTUM EST, VENIT ERGO AD SIMONEM PETRUM, EIC, USQUE AR
rum si praecinxit se linteo, qui formam servi accipiens habitu inventus
ID, QUI LOTUS EST, NON INDIGET NISI UT PEDES I.AVET, SED EST MUNDUS TOTUS
est ut homo? (Phil 2,6 et 7). Quid mirum si misit aquam in pelvim
unde lavaret pedes discipulorum, qui in terram sanguinem fudit, quo 1. Cum lavaret pedes discipulorum Dominus, Venit ad Simonem
immunditiam dilueret peccatorum? Quid mirum si linteo quo erat prae-
Petrum; et iicü ei Petras: Domine, tu mihi lavas pedes? Quis enim
cinctus, pedes quos laverat, tersit, qui carne qua erat indutus, Evan-
gelistarum vestigia confirmavit? Et linteo quidem ut se praecingeret, non expavesceret lavari sibi pedes a Dei Filio? Quamvis itaque magnae
posuit vestimenta quae habebat: ut autem formam servi acciperet quan- fuisset audaciae conttadicere servum Domino, hominem Deo: tamen
do semetipsum exinanivit, non quod habebat deposuit, sed quod non hoc Petrus faceré maluit, quam perpeti ut sibi pedes lararentur a Do-
habebat accepit. Crucifigendus sane suis exspoliatus est vestimentis, et mino et Deo. Nec putare debemus hoc Petrum Ínter caetetos formi-
mortuus involutus est Untéis: et tota illa eius passio, nostra purgatio dasse atque recusasse, cum id alii ante ipsum Iibemer vel aequanimiter
est. Passurus igitur exitia, praernisit obsequia; non solum eis pro quibus sibi fieri permisissent. Facilius quippe sic accipiuntur ista yerba Evan-
erat subiturus mortem, sed etiam illi qui eum fuerat traditurus ad mor- gelii, quia cum dictum esset, Coepit lavare pedes discipulorum, et- exier-
tem. Tanta est quippe humanae humilitatis utilitas, ut eam suo com- Kere linteo quo erat -praecinctus; deinde •subiunctu.m. est, Venit ergo ad
mendaret exemplo etiam divina sublimitas: quia homo superbus in ae- Simonem Petrum, quasi aliquibus iam lavisset, post er>s venisset a.d pti-
256 Sobre el Evangelio de San ]uan 56, 2 56, 4 Sobre el Evangelio de San juan 257

n o sabe q u e el beatísimo P e d r o era el p r i m e r o de los apóstoles? t a m b i é n los m á s principales. P a r a q u e tú n o m e niegues tener


N o hay q u e entenderlo c o m o si se hubiese llegado a Pedro des- parte contigo, y o n o te n i e g o p a r t e alguna de m i c u e r p o para
pués de algunos otros, sino q u e comenzó por él. Así, pues, cuan- que la laves.
d o comenzó a lavar los pies de los discípulos, se acercó al pri- 3. Dícele Jesús: Quien está limpio, no tiene necesidad de
m e r o , por el cual comenzaba, q u e era Pedro. Entonces Pedro, lavar más que los pies, y está todo limpio. P u e d e ser q u e a l g u n o
c o m o cualquiera o t r o lo hubiera hecho, se espantó y dijo: Señor, venga a decir: Si está todo limpio, ¿qué necesidad tiene de la-
¿tú me lavas a mí los pies? ¿Tú? ¿A m í ? Mejor fuera meditar var ni siquiera los pies? P e r o el Señor sabía bien lo que decía,
que exponer estas palabras, por temor a q u e la lengua no sea a u n q u e nuestra p o q u e d a d n o llegue a p e n e t r a r sus secretos. N o
capaz de expresar fielmente los altos conceptos del espíritu. obstante, según lo q u e El se d i g n a enseñarnos con sus palabras
y con las de su Ley, y de acuerdo con mis cortos alcances, tam-
2. P e r o Jesús contestó diciéndole: Lo que jo hago no lo en-
bién yo con su ayuda voy a decir algo sobre esta profunda cues-
tiendes ahora; después lo entenderás. Espantado por la grandeza
tión; y en p r i m e r lugar voy a demostrar con toda facilidad q u e
de aquella obra divina, ni aun así p e r m i t e la ejecución de aque-
en esta frase n o existe contradicción alguna. ¿Quién n o p u e d e
llo, cuyo m o t i v o ignora; ni siquiera quiere ver a Cristo h u m i -
decir con toda corrección: Está t o d o l i m p i o m e n o s los pies? Más
llado a sus pies, n o p u e d e consentirlo. No me lavarás los pies ja-
elegante sería decir: T o d o está l i m p i o a n o ser los pies; q u e es
más. ¿Qué quiere decir jamás? N u n c a lo toleraré, nunca lo con-
lo m i s m o . Y esto es lo q u e dice el Señor: Solamente tiene nece-
sentiré, nunca lo p e r m i t i r é ; p o r q u e jamás se hace lo q u e nunca
sidad de lavar los pies, y está todo limpio. T o d o m e n o s los pies,
se hace. Entonces el Señor, a m e n a z a n d o a aquel e n f e r m o recalci-
o a n o ser los pies, q u e necesita lavarlos.
trante con el peligro en q u e p o n í a su salvación, le dice: Si no
4. ¿Qué quiere decir esto? ¿ Q u é significa? ¿ Q u é necesidad
te lavare, no tendrás parte conmigo. D i c e : Si no te lavare, cuan-
tenemos de averiguarlo? Lo dice el Señor, lo dice la V e r d a d :
d o solamente se trataba de los pies; c o m o c u a n d o se dice m e pi-
Q u i e n está lavado debe lavarse los pies. ¿Qué pensáis, herma-
sas, a u n q u e sólo se pisa con la p l a n t a del pie. T u r b a d o P e d r o
nos, que es sino que el h o m b r e en el santo b a u t i s m o se lave
e n t r e el amor y el temor y sintiendo más el horror de ser apar-
todo entero, n o con excepción de los pies; t o d o entero, p e r o
tado de Cristo q u e el verlo h u m i l l a d o a sus pies, replica: Señor,
enredado después en los asuntos h u m a n o s , pisa la tierra? Los
no sólo mis píes, sino también las manos y la cabeza. C u a n d o
mismos afectos h u m a n o s , sin los q u e n o se p u e d e estar en esta
con tales amenazas dices que has de lavar mis m i e m b r o s , n o so-
vida mortal, son como los pies de las cosas h u m a n a s q u e nos
lamente n o retraigo los m i e m b r o s inferiores, sino q u e p r e s e n t o
membra mea, non solum ima non subtraho, verum etiam prima subster-
mum. Quis enim nesciat primum Apostolorum esse beatissimum Petrum? no. Ne mihi neges capiendam tecum partem, nullam tibi negó abluen-
Sed non ita intelligendum est quod post aliquos ad illum venerit; sed dam inei corporis panera.
quod ab jilo coeperit. Quando ergo pedes discipulorum lavare coepit, 3. Dicit ei lesas: Qui lotus est, non habet opus nisi pedes lavare,
venit ad eum a quo coepit, id est, ad Petrum: et tune Petrus, quod etiam sed est mundus totas. Hic moveatur fortassis quis, et dicat: Imo si mun-
quilibet eorum expavisset, expavit, atque ait, Domine, tu mihi lavas dus est totus, quid ei opus est vel pedes lavare? Dominus autem nove-
pedes? Quid est tu? quid est, mihi? Cogitanda sunt potius quam di- tat quod dicebat, etiamsi nostra infirmitas eius secreta non penetrat.
cenda; ne forte quod ex his verbis aliquatenus dignum concipit anima, Verumtamen quantum nos erudire et ex lege sua docere dignatur,
non explicet lingua. pto captu meo, pro modulo meo, aliquid etiam ego de huius quaestionis
2. Sed respondit Iesus, et dixit ei: Quod ego jacio, tu nescis modo, profunditate, i lio adiuvante, respondeam: ac primum ipsam locutionem
scies autem postea. Nec tamen ille dominici facti altitudine exterritus, non sibi esse conttariam facillime ostendam. Quis enim non ita rectis-
permittit fieri quod cur fieret ignorabat; sed usque ad suos pedes hu- sime loqui possit, Mundus est totus, praeter pedes? Elegantius autem lo-
milem Christum adhuc non vult videre, non potest sustinete. Non la- quitur si dicit, Mundus est totus, nisi pedes; quod tantumdem valet.
vabis mihi, inquit, pedes in aeternum. Quid est, in aeternum? Nunquam Hoc ergo ait Dominus, Non habet opus nisi pedes lavare, sed est mun-
hoc feram, nunquam patiar, nunquam sinam: hoc quippe in aeternum dus totus. Totus utique praeter pedes, vel, nisi pedes, quos habet opus
non fit, quod nunquam fít. Tum Salvator aegrum reluctantem, de ipsius lávate.
salutis periculo exterrens: Si non lavero te, inquit, non habebis partem 4. Sed quid est hoc? quid sibi vult? quid hoc necessarium est ut
mecum. Ita dictum est, Si non lavero te, cum de solis pedibus ageretur; quaeramus? Dominus dicit, vetitas loquitur, quod opus habeat pedes
quomodo dici assolet, Calcas me, quando sola planta calcatur. At ille lavare etiam ille qui lotus est. Quid, fratres mei, quid putatis? nisi quia
amore et timore petturbatus, et plus expavescens Christum sibi negari, homo in sancto quidem Baptismo totus abluituí, non praeter pedes, sed
quam usque ad suos pedes humiliari: Domine, ait, non tantum pedes totus omnino: verumtamen. cum in rebus huma ais postea vivitur, utique
meos, sed et manus et caput. Quandoquidem sic minaris, lavanda tibi térra calcatur. Ipsi igitur humani affectus, sine quibus in hac mortalitate
S.Ag. 14 9
258 Sobre el Evangelio de San ]uan 56, 5
57, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 259
afectan, y de tal modo nos afectan, que, si dijésemos que no
tenemos pecado, nos engañamos y no está la verdad con nos- con Cristo, saboread las cosas de arriba, donde Cristo está sentado
otros. Diariamente nos lava los pies aquel que interpone su vali- a la derecha de Dios; buscad las cosas de arriba y no las que
miento en favor nuestro, y nos es necesario lavar diariamente están sobre la tierra? ¿Por qué, pues, para ir a Cristo, hemos de
los pies, esto es, enderezar los caminos de los pasos espirituales, tener que pisar la tierra, cuando más bien debemos tener puesto
como lo confesamos en la oración dominical: Perdónanos nues- el corazón allá arriba en el Señor, para poder estar con El? Com-
tras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. prenderéis, hermanos, que la premura del tiempo de que hoy dis-
Si, como está escrito, confesamos nosotros nuestros pecados, cier- ponemos nos obliga a cortar esta cuestión, que, aunque vosotros
tamente aquel que lavó los pies de sus discípulos será justo y fiel no lo veáis, yo de algún modo veo que necesita una discusión
en perdonar nuestros pecados y lavarnos de toda iniquidad, hasta más amplia. Por lo cual os pido que sea suspendida, antes que
los pies con que andamos por la tierra. tratarla con brevedad y negligencia, no defraudando, sino dila-
5. Así, pues, la Iglesia, lavada por Cristo con el agua y su tando vuestra expectación. Concédanos el Señor, que nos hace
palabra, aparece sin manchas ni arrugas, no sólo en aquellos que, deudores, que podamos pagaros la deuda.
después de recibir el bautismo, son inmediatamente arrebatados
al contagio de esta vida, ni pisan la tierra para no tener necesi-
dad de lavar los pies, sino también en aquellos a quienes la mi- TRATADO 57
sericordia del Señor sacó de este mundo con los pies limpios. EN QUÉ SENTIDO TEME LA IGLESIA MANCHAR sus PIES MIENTRAS
Pero en todos los que aquí moran, aunque esté limpia, poraue CAMINA HACIA CRISTO
viven en la justicia, tienen, no obstante, necesidad de lavar los
pies, porque no están exentos de pecado. Por esto dice el Cantar 1. Acordándome de la deuda que tengo pendiente, creo que
de los Cantares: He lavado mis pies, ¿cómo los he de volver a es llegada la ocasión de satisfacerla. Concédame facultades para
manchar? Y dice esto porque, teniendo que ir a Cristo, le es pagarla aquel que me concedió contraerla; pues nos concedió la
forzoso pisar la tierra para ir. De aquí nace otra dificultad. ¿No caridad, de la cual está escrito: No debáis nada, si no es el ama-
está Cristo allá arriba? ¿No subió al cielo y está sentado a la ros mutuamente, nos conceda también las palabras que adeudo
diestra del Padre? ¿No exclama el Apóstol: Si habéis resucitado a sus amados. Había diferido vuestra expectación con el intento
de explicaros, como pudiere, cómo también por la tierra se llega
non vivitur, quasi pedes sunt, ubi ex humanis rebus afficimur; et sic
afficimur, ut si dixerimus quia peccatum non habemus, nos ipsos deci- Si ergo resurrexistis cum Christo, quae sursum sunt sapite, ubi Christus
piamus, et ventas in nobis non sit (lo 1,8). Quotidie igitur pedes la- est ad dexteram Dei sedeas, quae sursum sunt quaerite, non quae super
vat nobis, qui interpellat pro nobis (Rom 8,34): et quotidie nos opus terram? (Col 3,1 et 2). Quomodo ergo ut ad Christum eamus, terram
habere ut pedes lavemus, id est, vías spiritualium gressuum dirigamus, calcare compellimur; cum potius nobis sursum cor habendum sit ad
in ipsa oratione dominica confitemur. cum dicimus, Dimitte nobis de- Dominum, ut cum illo esse possimus? Videtis, fratres, hodiemi temporis
bita riostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris (Mt 6,12). Si enim
confiteamur, sicut scriptum est, peccata riostra, profecto ille qui lavit angustias istam coarctare quaestionem. Quod et si vos forte minus vide-
pedes discipulorum suorum, fidelis est et tustús qui dimittat nobis pec- tis, ego utcumque video quantae disputationis ¡ndigeat. Unde peto ut
cata, et mundet nos ab omni iniquitate (1 lo 1,9), id est, usque ad pe- eam potius suspendí, quam vel negligentius vel angustius petractari, non
des quibus conversamur in térra. fraudata, sed dilata exspectatione patiamini. Aderit enim Dominus qui
5. Proinde Ecclesia quam mundat Christus lavacro aquae in verbo, nos debitores facit, ut faciat etiam redditores.
non solum in illis est sine macula et ruga (Eph 5,26.27), qui post la-
vacrum regenerationis continuo ex huius vitae contagione tolluntur, nec
calcant terram ut opus habeant pedes lavare; verum etiam in iis quibus TRACTATUS 57
istam misericordiam praebens Dominus, fecit eos de saeculo isto lotis QüONAM MODO ECCLESIA TIMEAI INQUINARE P E D E S , DL'M PERGLI AT> C H R I S T U M
etiam pedibus emigrare. In his autem qui hic demorantur, etiamsi
munda sit, quoniam iuste vivunt; opus tamen habent pedes lavare, quo- 1. Non immemor mei debiti, iam reddendi tempus agnosco. Donet
niam sine peccato utique non sunt. Propter hoc dicit in Cántico cantico- unde reddam, qui donavit ut debeam. Donavit enim dilectionem, de qua
rum, Lavi pedes meos; quomodo inquinabo tilos? (Cant 5,3)- Dicit enim dictum, est, Nemin-i quidquam debeatis, rrisi ut invieem diligatis (Rom
hoc cum cogitur ad Christum venire, et terram calcare cum venit. Alia 13,8); donet etiam sermonem, quera video me débete dilectis. Exspec-
quaestio rursus exoritur. Nonne Christus sursum est? nonne ascendit tationem vestram ad hoc nempe distuLeram, ut explicaren! sicut possem,
in caelura, et sedet ad dexteram Patris? nonne Apostolus clamat, et dicit, quemadmodum etiam per terram veniatuí ad Christum; cum potius iu-
2Ó0 Sobre el Evangelio de San Juan 57, 2 57, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 261

a Cristo, no obstante que seamos intimados a buscar las cosas Y ella responde: "Me he quitado la túnica, ¿me la he de vol-
de arriba y no las terrenas. Arriba está Cristo, sentado a la de- ver a poner? Me he lavado los pies, ¿he de volverlos a ensuciar?"
recha del Padre; pero también está aquí abajo, según lo que Sacramento admirable, grande misterio. ¿Teme ensuciarse los pies,
dijo a Saulo, que ejercía su crueldad en la tierra: ¿Por qué me cuando a ella viene el que lavó los pies de sus discípulos? Teme
persigues? Hemos llegado a esta pregunta tratando de que el ciertamente, porque por la tierra ha de llegar a El, que también
Señor lavó los pies a los discípulos, cuando ya ellos estaban la- está en la tierra, pues no abandona a los suyos que están en ella.
vados y sólo necesitaban lavar los pies. En lo cual parecía vis- ¿No dice El mismo: Yo estaré con vosotros hasta la consumación
lumbrarse que el hombre se lava por entero con el bautismo; de los siglos? ¿No dice: Veréis los cielos abiertos y a los ángeles
pero después, mientras vive en este mundo, como pisando la tie- de Dios subiendo y bajando hasta el Hijo del hombre? Si suben
rra con los afectos humanos, es decir, por el mismo contacto a El, porque está arriba, ¿por qué bajan, si El no está también
con esta vida, contrae motivos para decir: Perdónanos nuestras aquí? Dice, pues, la Iglesia: Me he lavado los pies, ¿cómo he
deudas. Y de las cuales es lavado por Aquel que lavó los pies de ensuciarlos? Esto lo dice en la persona de aquellos que, lim-
a sus discípulos, y que no deja de interponer su valimiento en pios de toda mancha, pueden decir: Deseo deshacerme y estar
favor nuestro. Con este motivo recordamos las palabras que dice con Cristo, pero por vosotros me es necesario permanecer en esta
la Iglesia, tomadas del Cantar de los Cantares: Me he lavado carne. Lo dice por boca de aquellos que predican a Cristo y le
los pies, ¿por qué he de volver a ensuciarlos?, cuando quería ir abren la puerta para que por la fe habite en los corazones de los
a abrir a Aquel que había venido a ella y había llamado rogán- hombres. Lo dice por aquellos que pesan la conveniencia de acep-
dole que le abriese Aquel que era el más hermoso de los hijos tar o no tal ministerio para el cual no se creen capaces, por
de los hombres. Esto dio origen a la cuestión que no quisimos temor a que, predicando a otros, ellos sean reprobados. Con ma-
someter a la escasez del tiempo, y que por esta razón diferimos: yor seguridad se escucha que se predica la verdad; pues cuando
cómo la Iglesia teme ensuciar los pies, que había lavado en el se predica, difícilmente se escapa de cierta jactancilla, con la
bautismo de Cristo, cuando va al encuentro de Cristo. cual evidentemente se ensucian los pies.
2. Dice ella: "Yo duermo y vela mi corazón; la voz de mi 3. Por esta razón amonesta el apóstol Santiago: Sea todo
amado suena a la puerta". Después dice él: "Ábreme, hermana hombre pronto para escuchar y detenido en hablar. Y otro varón
mía, parienta mía, paloma mía, perfecta mía, porque tengo la de Dios dice: Darás gozo y alegría a mis oídos, y exultarán los
cabeza llena de rocío, y mis cabellos con las gotas de la noche".
túnica mea; quomodo induam eam? Lavi pedes meos; quomodo inqui-
beamur quae sursum sunt quaerere, non quae super terram (Col 3,1.2). nabo illos"? (Cant 5,2.3). O admirabile sacramentum! o grande myste-
Sursum enim Christus est sedens ad dexteram Patris: sed profecto et rium! Ergone timet inquinare pedes, veniendo ad eum qui lavit suorum
hic est: propter quod et Saulo in térra saevienti dicit, Quid me perse- discipulotum pedes? Timet certe, quia per terram venit ad eum, qui
queris? (Act 11,4). Ut autem hoc quaerendum susciperemus, id tracta- etiam in térra esc, quia suos hic constituios non deserit. An non ipse
batur quod pedes Dominus discipulis lavit, cum iam ipsi discipuli loti ait, Ecce ego vobiscu-m sum usque ad comummationem saeculi? (Mt 28,
essent, nec opus haberent, nisi pedes lavare. Ubi visum est intelligen- 20). An non ipse ait, Videbitis cáelos apertos, et Angelas Dei ascenden-
dum quod Baptismo quidem homo totus abluitur; sed dum isto postea tes et descendentes ad Filium hominis? (lo 1,51). Si ascendunt ad eum
vivit in saeculo, humanis affectibus terram velut pedibus calcans, ipsa propterea quia sursum est, quomodo ad eum descendunt, si non etiam
scilicet conversatione vitae huius, contrahit unde dicat, Dimitte nobis hic est? Dicit ergo Ecclesia: Lavi pedes meos; quomodo inqui-nabo eos?
debita nostra (Mt 6,12). Ac sic etiam inde mundatur ab eo qui pedes In eis hoc dicit qui possunt omni faece mundati dicere: Cupio dissolvi
lavit discipulis suis (lo 13,5), nec desinit interpellare pro nobis (Rom et esse cum Chrisío, permanere autem in carne magis necessarium propter
8,34). Hinc occurrerunt ex Cántico Canticorum Ecclesiae verba dicentis, vos? (Phil 1,23 et 24). In eis hoc dicit qui praedicant Christum et ape-
Lavi pedes meos; quomodo inquinabo eos? cum vellet iré, et aperire riunt illi ostium, ut habitet per fidem in cordibus hominum (Eph 3,17).
ei qui venerat ad eam, et pulsaverat, sibique aperiri poposcerat, ille In his hoc dicit, cum deliberant uttum ministetium tale suscipíant, cui se
speciosus forma prae filiis hominum (Ps 44,3). Hinc quaestio nata est minus idóneos existimant, ut sine culpa impleant, ne forte aliis p r e d i -
quam coarctare noluimus angustiis temporis, ideoque distulimus, quonam cantes, ipsi reprobi fiant (1 Cor 9,27). Tutius enim veritas auditur quam
modo Ecclesia timeat inquinare pedes, dum pergit ad Christum, quos praedicatur: quoniam cum auditur, humilitas custoditur; cum autem
baptismate laverat Chrisri. praedicatur, vix non subrepit cuivis hominum quantulacumque iactantia,
in qua utique inquinantur pedes.
2. Sic enim ait: "Ego dormio, et cor meum vigilat; vox fratruelis
mei pulsat ad ianuam." Deinde dicit etiam ipse: "Aperi mihi, sóror 3. Ergo, ut apostolus Iacobus dicit, Sit om-nis homo velox ad au-
mea, próxima mea, columba mea, perfecta mea; quia caput meum reple- diendum, tardus autem ad loquendum (lac 1,19). Dicit et alius homo
tum est rore, et crines mei noctis guttis." Et respondet illa: "Exui me Dei, Auditui meo dabis gaudium et laetltiarn, et exsuliabunt ossa humi-
262 Sobre el Evangelio de San Juan 57,4 57, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 263
huesos abatidos. Esto es lo que yo os dije: Cuando se escucha aquí que llama Aquel que dice: "Lo que os digo yo en la no-
la verdad, se guarda la humildad. Aún hay otro que dice: El che, decidlo vosotros a la luz del día; y lo que habéis escuchado
amigo del esposo se mantiene en pie y le escucha y se llena de al oído, predicadlo sobre los tejados". Su voz se deja oír a la
gozo oyendo la voz del esposo. Disfrutemos oyendo interiormen- puerta y dice: "Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía,
te y sin ruidos la verdad. Y así, cuando exteriormente suena a perfecta mía, porque mi cabeza está llena de rocío, y mis cabe-
través del lector, del nuncio, del predicador, del razonador, del llos con las gotas de la noche". Como si dijese: Tú reposas, y la
preceptor, del consolador, del exhortador y aun del mismo can- puerta está cerrada para mí; tú te entregas al ocio, que pocos
tor y salmeador, todos ellos deben tener cuidado de no manchar pueden tener, y, mientras tanto, la abundancia de la impiedad
<sus pies con el amor subrepticio de la humana alabanza, inten- entibia en muchos la caridad. La noche representa al pecado; sus
tando agradar a los hombres. En cambio, quienes escuchan pia- gotas y rocío son los que se entibian en la caridad y caen y en-
dosamente y con agrado, no tienen peligro de jactarse en los tra- tibian a la cabeza de Cristo, esto es, hacen que Dios no sea ama-
bajos ajenos, y se gozan de oír la voz de la verdad divina no do, pues la cabeza de Cristo es Dios. Son llevados en los ca-
con los huesos inflados, sino más bien abatidos. Y así, en la per- bellos, es decir, son tolerados en los sacramentos visibles, porque
sona de aquellos que de buen grado y con humildad saben oír jamás los sentidos penetran en el interior de ellos. Bate para sa-
o que llevan una vida tranquila en estudios agradables y prove- cudir el sosiego de los buenos ociosos, y clama: Ábreme, herma-
chosos, encuentra sus delicias la Iglesia santa, y dice: Yo duer- na mía por mi sangre, próxima a mí por mi acercamiento, paloma
mo y vela mi corazón. ¿Qué quiere decir: Yo duermo y vela mía por mi espíritu, perfecta mía por mi doctrina, que con ma-
mi corazón, sino que yo reposo para escuchar? Mi reposo no yor plenitud has aprendido en tu reposo; ábreme, predícame.
se emplea en nutrir la desidia, sino en la percepción de la sa- ¿Cómo he de entrar a aquellos que me cerraron la puerta, sin
biduría. Yo duermo, mi corazón vela; medito y veo que tú eres que haya quien me la abra? ¿Cómo han de oír, si no hay quien
el Señor. El letrado adquiere la sabiduría en el tiempo libre, y les predique?
el que tiene pocas ocupaciones, ése la adquirirá. Yo duermo y 5. De aquí procede que aquellos que se dedican al estudio
mi corazón vela, yo me retraigo de las ocupaciones y mi alma reposado de las ciencias y no quieren s'ufrir las molestias de ne-
se entretiene en afectos celestiales. gocios laboriosos, por sentirse sin aptitudes para administrarlos
4. Pero, mientras la Iglesia se deleita sosegadamente en la y manejarlos de un modo irreprensible/preferirían, si posible fue-
persona de quienes de este modo suave y humilde reposan, he se, resucitar a los santos apóstoles y a otros antiguos predicado-
res de la verdad en contra de la maldad, que tanto abunda y
liata (Ps 50,10). Hoc est quod dixi, Cum veritas auditur, humilitas cus-
toditur. Dicit et alius, Amicus autem sponsi stat et audit eum, et gaudio tenebris, dicite in lumine; et quod in aure" auditis, praedicate super rec-
gaudet propter vocem sponsi (lo 3,29). Fruamur auditu, sine strepitu ta" (Mt 10,27). Vox ergo eius pulsat ad ianuam, et dicit: "Aperi mihi,
nobis loquente intrinsecus veritate. Quanquam etiam cum forinsecus in- sóror .mea, próxima mea, columba mea,' perfecta mea; quia caput meum
sonat per legentem, per annuntiantem, per praedicantem, per disputantem, repletum est rare, et crines mei noctis guttis." Velut si deceret, Tu
per praecipientem, per consolantem, per exhortantem, per ipsum etiam vacas, et contra me ostium clausum ést: tu studes otio paucorum, et
cantantem atque psallentem; ipsi qui haec agunt, inquinare pedes suos ti- abundante iniquitate refrigescit chantas multorum (ibid. 24,12). Nox quip-
meant, cum placeré hominibus subrepente amore humanae laudis affec- pe, iniquitas est: ros vero eius et guttae, hi sunt qui refrigescunt et cadunt
tant. Caeterum qui eos audit libenter et pie, non habet locum iactandi et faciunt refrigescere caput Christi, hoc est, ut non ametur Deus. Caput
se in laboribus alienis; et non inflatis ossibus, sed humiliatis gaudio enim Christi Deus (1 Cor 11,3)- Sed portantur in crinibus, id est, in
gaudet propter vocem dominicae veritatis. Proinde in eis qui libenter sacramentis visibilibus tolerantur: nequáquam interiora sensus attingunt.
et humiliter audire noverunt, et vitam quietam in studiis dulcibus et Pulsat ergo ut excutiat quietem sanctis otiosis, et clamat, Aperi mihi,
salubribus agunt, sancta delicietur Ecclesia, et dicat, Ego dormio, et cor de sanguine meo sóror mea, de accessu meo próxima mea, de spiritu meo
meum vigilat. Quid est, Ego dormio, et cor meum vigilat; nisi, ita columba mea, de sermone meo quem plenius ex otio didicisti perfecta
quiesco ut audiam? Otium meum non impenditur nutriendae desidiae, sed •mea, aperi mihi, praedica me. Ad eos quippe qui clauserunt contra me,
percipiendae sapientiae. Ego dormio et cor meum vigilat: vaco", et video quomodo intrabo sine aperiente? quomodo erjim audient sine praedi-
quoniam tu es Dominus (Ps 45,1): quia sapientia scribae in tempore cante? (Rom 10,14),
otii; et qui minoratur actu, ipse percipiet eam (Eccü 38,25). Ego dor- 5. Hinc fit ut etiam qui amant otium studiorum bonorum, et no-
mio, et cor meum vigilat: ego requiesco a negotiosis actibus, et animus lunt perpeti Iaboriosarum molestias actionum, eo quod minus idóneos ad
meus divinis se intendit affectibus. haec ministranda, et sine reprehensione agenda se sentrant; mallent, si
4. Sed in iis qui isto modo suaviter et humiliter réquiescunt, dum fieri posset, sanctos apostólos e ptaedicatores veritatis antiquos excitan
ótiose oblectatur Ecclesia, ecce pulsat ille qui ait: "Quae dico vobis in adversus abundantiam iniquttatis, qua fervor fciguit charitatis. Sed in
264 Sobre el Evangelio de San Jtiari 57, 6
58, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 265
enfría el fervor de la caridad. P e r o en Ja representación de estos en nosotros la caridad; t a m b i é n nosotros p e r d o n a m o s a nuestros
q u e ya h a n salido de sus cuerpos y se h a n despojado, p e r o n o deudores. C u a n d o te escuchamos, exultan contigo en el cielo los
separado, de la túnica de la carne, responde la Iglesia: Ya me huesos humillados. M a s , cuando te predicamos, pisamos la tierra
he quitado la túnica, ¿cómo he de volver a ponérmela? Sin d u d a para ir a abrirte; si r e p r e n d e m o s , nos t u r b a m o s ; si somos ala-
volverá a vestirse esa tánica, y en los que ya de ella se han des- bados, nos inflamos. Lava nuestros pies, que antes estaban lim-
pojado, volverá a vestirse de carne la Iglesia; p e r o n o ahora, pios, p e r o se h a n m a n c h a d o al pisar la tierra p a r a ir a abrirte.
c u a n d o es necesario dar calor a los fríos, sino entonces, c u a n d o Y por hoy contentaos con esto, carísimos h e r m a n o s . M a s , p o r si
resuciten los muertos. Agobiada, pues, p o r la falta de predica- hemos c o m e t i d o alguna falta diciendo algo de m o d o distinto del
dores y c o n t e m p l a n d o sus m i e m b r o s , sanos p o r la doctrina, san- q u e convenía, o bien nos hemos deleitado m á s de lo justo con
tos p o r las costumbres, p e r o salidos ya de sus cuerpos, g i m e y vuestras alabanzas, p e d i d a D i o s con vuestras aceptables oracio-
clama la Iglesia: Ya me he quitado la túnica, ¿cómo puedo ves- nes la limpieza para nuestros pies.
tirla de nuevo? ¿Cómo p o d r á n volver ahora a vestir la carne,
de la cual están despojados, aquellos m i e m b r o s míos q u e con su
excelente predicación consiguieron abrir a Cristo la puerta? TRATADO 58
6. Y m i r a n d o después a aquellos que son capaces de predi- DESDE AQUELLO QUE DICE EL SEÑOR: "Y VOSOTROS ESTÁIS LIMPIOS,
car, adquirir y g o b e r n a r al p u e b l o y de esta suerte abrir alguna PERO NO TODOS", HASTA ÉSTAS: "EJEMPLO OS HE DADO PARA QUE
puerta a Cristo, p e r o que t e m e n pecar metiéndose en tales aje- VOSOTROS HAGÁIS LO QUE YO HE HECHO CON VOSOTROS"
treos, dice: M e he lavado ya los pies, ¿y he de volver a m a n -
1. Y a h e m o s expuesto, como p u d i m o s , con la ayuda de
charlos? P o r q u e perfecto es el varón q u e n o tropieza en sus pa-
Dios, a la consideración d e Vuestra Caridad las palabras dichas
labras. P e r o ¿quién es el varón perfecto? ¿Quién es el que n o
por el Señor cuando lavaba los pies a sus discípulos: Quien está
tropieza donde tanto a b u n d a la maldad y tan fría está la caridad?
lavado, sólo necesita lavar los pies y queda -todo limpio. V e a m o s
He lavado mis pies, ¿he de volver a ensuciarlos? C o n frecuencia
ahora las siguientes: Y vosotros estáis limpios, pero no todos.
leo y escucho: No queráis muchos de vosotros, hermanos, hace-
Saliendo al paso de nuestras p r e g u n t a s , el m i s m o evangelista nos
ros maestros, porque seréis juzgados con mayor rigor, pues en
lo aclaró, diciendo: Porque sabía quién era el que le había de
muchas cosas pecamos todos. Lavé mis pies, ¿cómo he de man-
entregar, por eso dijo: No todos estáis limpios. N a d a m á s claro.
charlos? No obstante, yo me levanto y abro. ¡Oh Cristo!, láva-
Pasemos adelante.
los, perdónanos nuestras deudas, p o r q u e a ú n n o se ha extinguido
non est exstincta chatitas nostra: quia et nos dimittim-us debitoribus
eis qui iam de corpore exierunt, et carnis indumento exspoliati sunt nostris (Mt 6,12). Quando te audimus, exsultant tecum in caelestibus
(ñeque enim ab ea sepatati sunt), respondet Ecclesia, Exui me túnica ossa humiliata (Ps 50,10). Sed quando te praedicamus, terram calca-
mea; quomodo induam eam? Recipietur quidem illa túnica, et in eis mus ut tibi aperiamus: et ideo si reprehendimur, perturbamur; si lauda-
qui iam exutí sunt, rursus vestietur carne Ecclesia: non tamen nunc mur, inflamur. Lava pedes nostros ante mundatos, sed cum ad aperien-
quando fervefaciendi sunt frigidi, sed tune quando resurrecturi sunt dum tibi per terram pergimus, inquinatos. Haec vobis hodie satis sint,
mortui. Passa ergo difficultatem propter inopiam praedicatorum, et re- dilectissimi. Si quid secus quam oportuit dicentes fortassis offendimus,
colens illa sua membra sana sermonibus, sancta moribus, sed iam exuta vel laudibus vestris immoderatius quam oportuit elevati sumus, impé-
corporibus, ingemit et dicit Ecclesia, Exui me túnica mea; quomodo in- trate mundationem pedibus nostris, Deo placentibus otationibus vestris.
duam eam? Membra illa mea quae Christo aperire evangelizando ex-
cellentissime potuerunt quomodo ad corpora quibus exuta sunt, rediré
nunc possunt? TRACTATUS 58
6. Deinde respiciens ad eos qui praedicare, et popules acquirere ac AB EO QUOD DOMINUS DÍCIT, ET VOS MUNDI ESTES, SED NON O M N E S ; USQIÍE AD ID,
regere, ac sic Christo aperire uteumque possunt, sed in his difficultati- F.XEMPLUM DEDI VOBIS, UT QUEMADMODUM EGO FECI VOBIS, ITÁ EL VOS FACIATIS

bus actionum peccare metuunt, Lavi, inquit, pedes meos; quomodo inqui-
nabo illos? Quisquís enim in verbo non offendit, hic perfectus est vir. 1. Iam illa verba Evangelii, ubi Dominus lavans pedes discipulis
Et quis est perfectus? quis est qui non offendit in tanta abundantia suis, ait, Qui Iotas est semel, non habet necessitatem nisi pedes lavare,
iniquitatis, tanto frigore charitatis? Lavi pedes meos; quomodo inqui- sed est mundus totus (lo 13,10), Dilectioni vestrae, ut Dominus donare
naba eos? Quandoquidem lego, et audio, Nolite multi magistri fieri, dignatus est, exposuimus: nunc quod sequitur videamus. Et vos, inquit,
fratres, quoniam maius iudicium sumitis: in multis enim offendimus om- mundi estis, sed non omnes. Hoc quid sit ne quaereremus, ipse Evan-
nes (Iac 3,1.2). Lavi pedes meos; quomodo inquinaba eos? Sed ecce gelista patefecit, adiungens: Sciebat enim quisnam essei qui traderet eum;
surgo, et aperio. Christe, lava eos, Dimitte nobis debita nostra, quoniam propterea dixit: Non estis mundi omnes. Quid hoc apertius? Proinde ad
sequentia transeamus.
266 Sobre el Evangelio de San Juan 58, 3 58, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 267
2. Después que les lavó los pies y volvió a tomar sus vesti- bre, por llamarse maestro; pues confiesa que es lo que en cier-
dos, habiéndose recostado de nuevo, díjoles: ¿Sabéis lo que yo tas artes profesan los hombres sin humos de arrogancia, llamán-
he hecho con vosotros? Ahora va a cumplir la promesa hecha al dose profesores. En cuanto a llamarse Señor de sus discípulos,
bienaventurado Pedro; la había diferido cuando a su asombro y siendo ellos libres aún según el mundo, ¿quién toleraría esto en
a sus palabras: No me lavarás los pies jamás, respondió: Lo que un hombre? Pero lo dice Dios. N o hay en esto elevación alguna
yo hago, tú no lo comprendes ahora; después lo comprenderás. de tan alta Majestad, ninguna tergiversación de la verdad. Útil
Ese después es ahora; ya llegó el tiempo de decir lo que había es para nosotros estar sujetos a tanta grandeza, servir a la Ver-
diferido. Acordándose, pues, el Señor de que había prometido el dad. Llamarse Señor no es en El un vicio, y para nosotros es
conocimiento de aquella su obra tan impensada, tan admirable, un beneficio. Son muy encomiadas las palabras de un autor pro-
tan espantable, y que, de no ser por sus vehementes amenazas, fano, que dijo: "Toda jactancia es odiosa, mas la jactancia de la
no hubiera sido permitida, como Maestro, no sólo de ellos, sino elocuencia y del ingenio es molestísima"; y, no obstante, hablan-
también de los ángeles, y como Señor suyo y de todas las cosas, do de su propia elocuencia, dice el autor: "La llamaría perfecta
lavó los pies a sus discípulos y siervos, y comienza ahora a ex- si por tal la tuviese, sin temor a ser tachado de arrogante por
plicar el significado de obra tan admirable, el cual había prome- decir la verdad". Si, pues, ese hombre elocuentísimo no temía
tido cuando dijo: Después lo sabrás. ser arrogante diciendo la verdad, ¿cómo ha de temerlo la misma
3. Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque Verdad? Llámese Señor quien es Señor; diga la verdad quien es
lo soy. Decís bien, porque decís la verdad: soy lo que decís. la Verdad, para que yo no deje de aprender lo que me es útil
Del hombre está escrito: No te alabe tu lengua, sino la lengua saber, si El no dice lo que El es. Y el santísimo Pablo, que
de tu vecino. Quien debe huir de la soberbia, tiene peligro de ciertamente no era el unigénito Hijo de Dios, sino un siervo y
complacerse en sí mismo. Pero quien está sobre todas las cosas, apóstol del Hijo unigénito de Dios; que no era verdad, sino
por mucho que se alabe, no sube más alto que está, ni puede participante de la verdad, dice con libertad y con fortaleza: Si
con razón llamarse a Dios arrogante. N o a El, sino a nosotros
quisiera gloriarme, no sería un necio, porque digo la verdad. N o
nos es útil conocerle; y a El nadie le puede conocer, si El, que
se gloriaría de sí mismo, sino con verdad y humildemente se
se conoce, no se nos manifiesta. Y si, por evitar la arrogancia, El
gloriaría en la verdad, que es superior a él, según el precepto
no se alabase, nos quitaría a nosotros la posibilidad de conocerle.
de él mismo: Quien se gloría, gloríese en el Señor. De modo
Además, nadie reprende a un hombre, conocido como puro hom-

2. Postquam ergo lavit pedes eorum, et accepit vestimenta sua; cum se esse dicit, nemo teprehenderet, etiam qui eum nihil esse aliud quam
recubuisset iterum, dixit eis: Satis quid fecerim vobis? Nunc est ut hominem crederet; quoniam id profitetur quod et ipsi homines in qui-
beato Petro reddatur illa promissio: dilatus enim fuerat, quando expa- buslibet artibus usque adeo sine anogantia profitentur, ut professores
vescenti, et dicenti, Non lavabis mibi pedes in aetemum, responsum est vocentur. Quod vero dominum et ipse se dicit discipulorum suorum,
ei, Quod ego fació, tu nescis modo, scies autem postea (ibid. 8,7). Ecce cum sint illi etiam secundum saeculum ingenui, quis fetat in nomine?
est ipsum postea; iam tempus est ut dicatur quod paulo ante dilatum Sed Deus loquitur. Nulla est híc elatio tantae celsitudinis, nullum men-
est. Memor itaque Dominus se promisisse iam dudum scientiam facti dacium veritatis: nobis subiacere illi utile est celsitudini, nobis serviré
sui tam inopinati, tam mirabilis, tam expavescendi, et nisi ipse vehe- utile est veritati. Quod se Dominum dicit, non illi vitium est, sed nobis
menter terruisset, nullo modo sinendi, ut magister non tantum ipsorum, beneficium. Cuiusdam saecularis auctoris verba laudantur, quia dixit,
sed Angelorum, et Dominus non tantum ipsorum, sed rerum omnium, "Cum omnis artogantia odiosa est, tum illa ingenii et eloquemiae mul-
lavaret pedes discipulorum et servorum suorum: huius ergo tanti facti to molestissima" x : et tamen idem ipse cum de sua eloquentia loquere-
quoniam promiserat scientiam dicens, Scies aútem postea; quid sit quod tur, "Dicerem, inquit, peifectam, si ita iudicarem; nec in veritate crimen
fecit, docere nunc incipit. arrogantiae pertimescerem" 2 , Si igitur ille homo eloquentissimus in ve-
3. Vos, inquit vocatis me Magister, et Domine: et bene dicitis; ritate ariogantiam non timeret, quomodo arrogantiam ipsa veritas timet?
sum etenim. Bene dicitis, quia verum dicitis; sum quippe quod dicitis. Dicat se Dominum qui Dominus est, dicat verum qui veritas est; ne
Homini praeceptum est, Non te laudet os tuum, sed laudet te os pro- non discam ego quod utile est, dum tacet ille quod est. Beatissimus
ximi tui (Prov 27,2). Periculosum est enim sibi placeré, cui cavendum Paulus, non utique unigenitus Dei Filius, sed unigenid Dei Filii servus
est superbire. Ule autem qui super omnia est, quantumcumque se laudet, et apostolus; non veritas, sed particeps veritatis; ait libere et constanter,
non se extollit excelsus: nec potest recte dici arrogans Deus. Nobis F.t si voltiero glorian, non ero iusipiens; neritate-m emifii ¿ico (2 Cor
namque expedit eum nosse, non illi: nec eum quisque cognoscit, si non 12,6). Ñeque enim humiliter et veraciter gloriaretur: quoniam et ipse
se indicet ipse qui ndvit. Si ergo non se laudando quasi arrogantiam 1
C í e . In Q. Caeciliitm.
vitare voluerit, nobis sapientiam denegabit. Et magistrum quidem quod 1
Ibid., In Orator?,
268 Sobre el Evangelio de San Juan 58, 4 58, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 269

que no teme parecer necio un amante de la sabiduría gloriándose dando los méritos de una viuda santa, dice: Si dio hospitalidad,
en ella, ¿y habría de parecerlo la misma Sabiduría en su gloria? si lavó los pies de los santos. Y los fieles, entre quienes no
No temió parecer arrogante aquel que dijo: En el Señar será existe la costumbre de hacerlo con sus manos, lo hacen con el
glorificada mi alma, y ¿habría de temerlo en su propia gloria el corazón, si son del número de aquellos a los cuales se dice en el
poder del Señor, por el cual es glorificada el alma del siervo? Cántico de los tres Varones: Bendecid al Señor todos los santos
Vosotros, dice, me llamáis Señor y Maestro, y decís bien, pues y humildes de corazón. Pero es mucho mejor y más conforme
lo soy. Y porque lo soy, por eso decís bien; mas, si no fuese a la verdad si se ejecuta con las manos. N o se desdeñe el cris-
lo que decís, no diríais bien, aun cuando redundase en mi ala- tiano de hacer lo que hizo Cristo. Cuando se inclina el cuerpo
banza. ¿Cómo había de negar la Verdad lo que dicen los discí- a los pies del hermano, se excita en el corazón, o, si ya estaba
pulos de la verdad? ¿Cómo Aquel de quien aprendieron había dentro, se robustece el amor a la humildad.
de negar lo que dicen quienes eso aprendieron? ¿Cómo ha de 5. Pero, aparte de esta significación moral, recuerdo que,
negar la fuente lo que manifiesta el que de ella bebe? ¿Cómo al recomendaros la excelencia de esta acción del Señor lavando
ha de ocultar la luz lo que el vidente anuncia? los pies de los discípulos, ya lavados y limpios, os hablaba de
4. "Si, pues, yo, dice, que soy vuestro Señor y Maestro, os que el Señor lo había hecho refiriéndose a los afectos humanos
he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos de quienes andamos por esta tierra, a fin de que sepamos que,
a otros. Ejemplo os he dado para que vosotros hagáis lo que yo por mucho que hayamos progresado en la justicia, no estamos
he hecho con vosotros". Esto es lo que tú, bienaventurado Pedro, exentos de pecado, del cual nos limpia después con su valimien-
no sabías cuando te resistías a que El lo hiciera. Esto es lo que to, cuando pedimos al Padre, que está en los cielos, que nos per-
prometió que sabrías después, cuando para vencer tu resistencia done nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros
te amenazó tu Señor y Maestro al lavarte los pies. De arriba, deudores. Pero ¿cómo se aviene con este modo de entender esta
hermanos, hemos aprendido estas lecciones de humildad. Nos- acción la enseñanza que nos dio al explicar los motivos que le
otros, despreciables, hagamos lo que humildemente hizo el Ex- movieron a ejecutarla, diciendo: "Si, pues, yo, siendo vuestro
celso. Divina es esta lección de humildad. También hacen esto Señor y Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis
visiblemente los hermanos que mutuamente se dan hospitalidad. lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que vos-
Entre muchos existe la costumbre de ejercitar esta humildad, has- otros hagáis lo que yo he hecho con vosotros". ¿Podremos decir
ta el punto de ponerla por obra. Por eso el Apóstol, recomen- que un hermano puede lavar a otro de pecado? Aún más, nos-

praecepit ut qui gloriatur in Domino glorietur (1 Cor 1,31). Itane non ti- inquit, recepit, si sanctorum pedes lavit (1 Tim 5,10). Et apud sanctos
. meret insipientiam, si gloriari vellet amator sapientiae; et in gloria sua ti- ubicumque haec consuetudo non est, quod manu non faciunt, corde fa-
meret insipientiam ipsa sapientia? Non timuit arrogantiam qui dixit, ciunt, si in illorum numero sunt quibus dicitur in hymno beatorum trium
In Domino laudabitur anima mea (Ps 33,3); et in laude sua timeret virorum, Benedicite, sancti et humiles corde, Domino (Dan 3,87). Mul-
arrogantiam potestas Domini, in qua laudatur anima serví? Vos, inquit, to autem est melius, et sine controversia verius, ut etiam manibus fiat;
vocatis me Magister, et Domine: et bene dicitis; sum etenim. Ideo bene nec dedignetur quod fecit Christus, faceré chtistianus. Cum enim ad pe-
dicitis, quia sum: nam si non essem quod dicitis, male diceretis, etiamsi des fratris inclinatur coipus, etiam in corde ipso vel excitatur, vel si
me laudaretis. Quomodo ergo negaret veritas, quod dicunt discipuli ve- iam inerat, confirmatur ipsius humilitatis affectus.
ritatis? quomodo quod dicunt qui didicerunt, negaret ipsa unde didice- 5. Sed excepto isto morali intellectu, ita nos huius dominici facti
runt? Quomodo fons negat quod bibens praedicat? quomodo lux occultat altitudinem commendasse meminimus, quod lavando pedes iam lotorum
quod videns indicat? atque mundotum discipulorum, significaverit Dominus ptopter humanos
4. "Si ergo, inquit, ego lavi pedes vestros Dominus et Magister, quibus in térra versamur affectus, ut quantumlibet profecerimus in ap-
debetis et vos alter alterius lavare pedes. Exemplum enim dedi vobis, ut prehensione iustitiae, sciamus nos sine peccato non esse: quod subinde
quemadmodum ego feci vobis, et vos ita faciatis." Hoc est, beate Petre, abluit interpeJIando pro nobis, cum oramus Patrem qui in caelis -est, ut
quod nesciebas, quando fieri non sinebas. Hoc tibi postea sciendum debita nostta dimittat nobis, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris
ptomisit, quando ut sineres terruit te Magister tuus et Dominus tuus, (Mt 6,12). Quomodo ergo ad hunc intellectum potetit pertinere hoc
lavans pedes tuos. Didicimus, fratres, humilitatem ab Excelso; faciamus quod ipse postea docuit, ubi sui facti exposuit lationem dicens, "Si
invicem humiles, quod humiliter fecit Excelsus. Magna est haec com- ergo ego iavi vestros pedes Dominus et Magister, debetis et vos alter
mendatio humilitatis: et faciunt sibi hoc invicem fratres, etiam opere alterius lavare pedes. Exemplum enim dedi vobis, ut quemadmodum ego
ipso visibili, cum se invicem hospitio recipiunt; est enim apud plerosque vobis feci, ita et vos faciatis!" Numquid dicere possumus quod etiam
consuetudo huius humilitatis, usque ad factum quo cernatur expressa. fratei fiatrem a delicti poterit contagione mundarei* Imo vero id etiam
Unde Apostolus cum viduam bene meritam commendaret, Si hospitio, nos esse admonitos in huius dominici opetis altitudine noveiimus, ut
270 Sobre el Evangelio de San Juan 58, 5

otros mismos d e b e m o s sentirnos amonestados con esta obra ex- 59, í Sobre el Evangelio de San Juan •• 271
celsa del Señor, para q u e , confesándonos m u t u a m e n t e nuestros
pecados, oremos p o r nosotros, c o m o Cristo intercede en favor TRATADO 59
nuestro. Clarísimamente nos lo m a n d a el apóstol Santiago cuando
DESDE ESTAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : " E N VERDAD, EN VERDAD OS DIGO
dice: Confesaos mutuamente vuestros delitos y orad por vos-
QUE NO ES MAYOR EL SIERVO QUE SU S E Ñ O R " , HASTA ÉSTAS: "QUIEN
otros. Este es el e j e m p l o q u e nos ha dejado el Señor. Y si aquel ME RECIBE A MÍ, RECIBE A AQUEL QUE ME ENVIÓ"
que n o tiene, ni tuvo, ni p u e d e tener pecado alguno, ora por
nuestros pecados, ¿cuánto más nosotros debemos orar m u t u a m e n - 1. H e m o s o í d o decir al Señor en el Evangelio: "En verdad,
te p o r los nuestros? Y si nos p e r d o n a aquel a q u i e n nada tene- en verdad os d i g o q u e n o es el siervo m á s q u e su a m o , n i el
mos q u e perdonar, ¿cuánto m á s nos debemos perdonar mutua- apóstol m á s que aquel que le envió. Si c o m p r e n d é i s estas cosas,
m e n t e nosotros, que n o p o d e m o s vivir aquí sin pecado? Pues seréis dichosos si las c u m p l í s " . D i j o esto p o r q u e había lavado
¿qué otra cosa parece dar a e n t e n d e r el Señor en este hecho los pies de los discípulos, enseñándoles la h u m i l d a d con la pala-
tan excelente, c u a n d o dice: "Os he dado ejemplo para que vos- bra y con el ejemplo. P o d r e m o s , con su ayuda, discutir las cosas,
otros hagáis lo m i s m o que yo he hecho con vosotros", sino lo que ofrecen alguna dificultad, si n o nos d e t e n e m o s en aquellas
que claramente dice el Apóstol: " P e r d o n á n d o o s m u t u a m e n t e si que son claras. H a b i e n d o dicho el Señor estas palabras, añadió:
alguno tiene queja contra otro; así c o m o el Señor os ha perdo- " Y o lo d i g o p o r todos vosotros; yo conozco a los q u e tengo es-
nado, así lo habéis de hacer t a m b i é n vosotros?" P e r d o n é m o n o s , cogidos; p e r o p a r a q u e se c u m p l a la Escritura: Q u i e n come el
pues, unos a otros nuestros delitos y oremos m u t u a m e n t e por p a n conmigo, levantará sobre m í su calcañar". ¿ Q u é quiere decir
nuestros pecados, y así, en cierta manera, lavemos nuestros pies esto sino q u e m e pisará? Bien se c o m p r e n d e de q u i é n habla:
los unos a los otros. Es deber nuestro ejercitar con su ayuda este se dirige a J u d a s el traidor. A éste, p u e s , n o le había elegido, y
ministerio de caridad y de h u m i l d a d ; y de su cuenta queda es- con estas palabras lo distingue de los elegidos. L o q u e os d i g o :
cucharnos y limpiarnos de t o d o contagio pecaminoso por Cristo Dichosos seréis si las cumplís, no lo digo de todos vosotros. H a y
y en Cristo, para q u e lo q u e p e r d o n a m o s a otros, es decir, para entre vosotros a l g u n o q u e n o será dichoso ni las cumplirá. Yo
q u e lo q u e desatamos en la tierra sea desatado en el cielo. conozco a los que he elegido. ¿A quiénes sino a aquellos que
serán bienaventurados haciendo lo q u e les m a n d ó y mostró lo
confessi invicem delicta riostra oremus pro nobis, sicut et Christus inter-
pellat pro nobis (Rom 8,34). Audiamus Apostolum Iacobum hoc ipsum que h a b í a n de hacer A q u e l q u e p u e d e hacerlos bienaventurados?
evidentissime praecipientem et dicentem, Confitemini invicem delicta ves- Dice q u e el traidor J u d a s n o es de los elegidos. ¿Por qué, p u e s ,
tra, et orate pro vobis (lac 5,16). Quia et ad hoc Dominus nobis dedit
exemplum. Si enim ille qui ullum peccatum nec habet, nec habuit, nec
habebit, orat pro peccatis nostris; quanto magis nos invicem pro nostris TRACTATUS 59
orare debemus? Et s! dimittit nobis ille cui non habemus quod dimit- AB EO QUOD DOMIKUS DICIT. AMEN, AMEN DICO VOBIS; NON EST SERVUS MAIOR
tamus; quanto magis dimitiere nobis debemus invicem, qui sine peccato DOMINO SUO; USQUE AD ID, QLJI AUTEM ME ACC1PLT, ACCIPLT EUM QUT M1S1T ME
hic vivere non valemus? Quid enim videtur in hac altitudine sacramenti
Dominus significare, cum dicit, "Exemplum enim dedi vobis, ut quemad- 1. Audivimus in sancto Evangelio loquentem Dominum atque di-
modum ego feci vobis, ita et vos faciatis"; nisi quod appertissime dicit centem, "Amen, amen dico vobis; non est servus maior domino suo,
Apostolus, "Donantes vobismetipsis, si quis adversus aliquem habet que- ñeque apostolus maior eo qui misit illum: si haec sciris, beati eritis
reíam, sicut et Dominus donavit vobis, ita et vos"! (Col 3,13). Invicem si feceritis ea." Hoc ideo dixit, quia laverat dLscipulorum pedes, ma-
¡taque nobis delicta donemus, et pro nostris delictis invicem oremus, gister humilitatis et verbo et exemplo: sed poteiimus ea quae sunt ope-
atque ita quodammodo invicem pedes nostros lavemus. Nostrum est, rosius disserenda ipso adiuvante disserere, si non in eis quae manifesta
donante ipso, ministerium charitatis et humilitatis adhibere: illius est sunt ¡mmoremur. Cum ergo haec Dominus praemisisset, adiunxit, "Non
exaudiré, ac nos ab omni peccatorum contaminatione mundare per Chris- de ómnibus vobis dico: ego scio quos elegexim: sed ut impleatur Scrip-
tum, et in Christo; ut quod alus etiam dimittimus, hoc est in térra tura, Qui manducat panem mecum, Jevabit super me calcaneum suum."
solvimus, jolyatur in cáelo, Hoc quid est aliud nisi, conculcabit me? Notum est de quo loquatur;
ludas ille ttaditor eius attingitur. Ergo ipsum non elegerat, unde ab eis
quos elegit, isto sermone secernit. Quod ergo dico, inquit, Beati eritis
si feceritis ea, non de ómnibus vobis dico: est Ínter vos qui non erit
beatus, ñeque faciet ea. Ego scio quos elegerim. Quos, nisi eos qui beati
erunt faciendo quae praecepit, ac facienda monstravit, qui efficeie bea-
tos potest? Non est, inquit, traditot ludas electus. Quid est ecgo quod
272 Sobre el Evangelio, de San luán 59, 2
59, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 273
dice en otro lugar: No os he elegido yo a los doce, y uno de
vosotros es un diablo? ¿Por ventura también él fue elegido para tanto el Hijo dista del Padre, porque ha dicho: Quien me recibe
algo, para lo cual era necesario, pero no para la bienaventuranza, a mi, recibe a Aquel que me envió. Pero diciendo esto, ¡oh he-
a la que se refiere ahora diciendo: Bienaventurados seréis si las reje!, te olvidas de tus gradas. Porque, si por estas palabras del
cumplís? Esto no lo dice de todos, porque conoce a quiénes ha Señor pones el mismo espacio entre el Padre y el Hijo que entre
elegido para gozar de esta felicidad. N o es de ellos este que el Hijo y el apóstol, ¿dónde colocas al Espíritu Santo? ¿Has ol-
comía de su pan para levantar sobre El su calcañar. Ellos comían vidado que soléis colocarlo después del Hijo? Luego estará en-
el pan, que era el Señor; éste comía el pan del Señor en contra tre el Hijo y el apóstol, y entonces el Hijo distará más del após-
del Señor; ellos comían la vida, éste la condenación, porque, como tol que el Padre del Hijo. ¿Acaso para mantener espacios iguales
dice el Apóstol, "quien Jo come indignamente, se come su pro- entre el Hijo y el apóstol y entre el Padre y el Hijo hay que
pio juicio". "Os lo digo ahora para que, cuando suceda, creáis decir que el Espíritu Santo es igual al Hijo? Pero vosotros no
que yo soy"; esto es, que yo soy Aquel de quien dice la Escri- admitís esto. ¿Dónde, pues, queréis colocarlo, si suponéis que la
tura: Quien come el pan conmigo, levantará sobre mí su cal- misma distancia hay del apóstol al Hijo que del Hijo al Padre?
cañar. Reprimid la audacia de vuestra presunción y no intentéis ver en
2. Y luego a continuación dice: En verdad, en verdad os estas palabras que entre el Padre y el Hijo existe la misma dis-
digo que quien recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y quien tancia que entre el Hijo y el apóstol. Escuchad al mismo Hijo,
me recibe a mí, recibe a Aquel que me envió. ¿Quiso acaso que os dice: Yo y el Padre somos una misma cosa, con lo cual
dar a entender que la misma distancia mediaba entre El y Dios, os quitó toda sospecha de que haya distancias entre el Engen-
su Padre? Si así lo entendemos, no sé los pasos que habremos drador y el Unigénito; redujo a la nada vuestros grados, y la
dado a la usanza de los arríanos, lo que Dios no permita. Pues piedra, Cristo, quebró vuestras escalas.
ellos, cuando oyen o leen estas palabras del Evangelio, inmedia- 3. Refutada esta necedad de los herejes, ¿cómo hemos de
tamente corren a las gradas de su dogma, por las cuales no suben entender nosotros estas palabras del Señor: Quien recibe al que
a la vida, sino que se precipitan en la muerte, porque dicen en yo enviare, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe a
seguida: Cuanto el apóstol del Hijo dista del Hijo, por haber Aquel que me envió? Si en estas palabras: Quien me recibe a
dicho: Quien recibe al que yo enviare, a mí me recibe, otro mí, recibe a Aquel que me envió, queremos ver la igualdad de
naturaleza del Padre y del Hijo, lógicamente habremos de con-
alio loco dicit, Nonne ego vos duodecim elegí, et unus ex vobis diabolus
est? (lo 6,71). An et ipse ad aliquid est electus, ad quod utique erat cluir de las palabras: Quien recibe al que yo enviare, me recibe
necessarius; non autem ad beatitudinem, de qua modo ait, Beati eritis
si feceritis ea? Hoc non de ómnibus dicit: scit enim quos ad societatem accipit eum qui me misit. Sed si hoc dicis, oblitus es, haeretice, gradus
beatitudinis huius elegerit. Non est ex eis iste qui panera illius sic tuos. Si enim tanto intervallo propter haec Domini verba Filium a Patre,
edebat, ut super eum levaret calcaneum. lili manducabant panem Domi- quantum apostolum distinguís a Filio, ubi posítutus es Spirítum sanaum?
num, ille panem Domini contra Dominum: illi vitam, ille poenam. Exciditne tibí, eum vos poneré soleré post Filium? Erit ergo ipse ínter
"Qui enim manducat indigne", ait Apostolus, "iudicium sibi manducat" apostolum et Filium; et multo amplius distabit Filius ab apostólo quam
(1 Cor 11,29). "Amodo, inquit, dico vobis, priusquam fiat; ut cum fac- Pater a Filio. An forte, ut Ínter Filium et apostolum, atque ínter Patrem
tum fuerit, credatis quia ego sum"; id est, ego sum de quo illa Scriptu- et Filium maneat paribus intervallis ista distinctio, aequalis erit Spiritus
ra praecessit, ubi dictum est, Qui manducat mecum panem, levabit super sanctus Filio? Sed nec hoc vultis. Ubi ergo eum posituri estis, si quanta
me calcaneum. Fiíium Patri, tanta apostolum Filio discretione supponitis? Cohíbete itaque
2. Deinde sequitur, et dicit: Amen, amen dico vobis; qui accipit vestrae praesumptionis audaciatn; et in his verbis nolite quaereie quantam
si quem misero, me accipit; qui autem me accipit, accipit eum qui me Filü et apostoli, tantam Patris Filiique distantiam. Ipsum Filium audite
misit. Tantumne distare intelligi voluit ínter eum quem mittit et seip- potius dicentem, Ego et Pater unum sumus (lo 10,30)- Ubi veritas vobis
sum, quantum Ínter seipsum et Patrem Deum? Hoc si isto modo accepe- Ínter Genitorem et Unigenitum nullam distantiae suspicionem reliquit,
rimus, nescio quos gradus, quod absit, Arianorum more faciemus. lili ubi gradus vestros Christus elisit, ubi scalas vestras petra confregit.
quippe cum audiunt haec evangélica verba, seu legunt, statim ad illos 3. Sed haereticorum calumnia refutara, quonam modo nos acceptu-
gradus sui dogmatis currunt, quibus non ascendunt ad vitam, sed prae- ri sumus haec dominica verba, Qui accipit si quem misero, me accipit;
cipitantur in mortem. Continuo quippe dicunt: Quantum apostolus Filü qui autem me accipit, accipit eum qui me misil? Si enim voluerimus
distat a Filio, quamvis dixerit, Qui accipit si quem misero, me accipit; intelligere ideo dictum, Qui me accipit, accipit eum qui me misit, quod
tantum et Filius distat a Patre, quamvis dixerit, Qui autem me accipit, uaius natutae sint Pater et Filius; consequens videbituí ex eorumdem
60, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 275
274 Sobre el Evangelio de San Juan 60, 1
Jesús estas cosas, se turbó en su alma, y afirmó diciendo: En ver-
a mí, la unidad de naturaleza del H i j o y del apóstol. N o habría
dad, en verdad os digo que tino de vosotros me hará traición.
inconveniente en entenderlas de este m o d o , p o r q u e aquel gigan-
¿Sintió Jesús turbación en su alma, n o en su carne, p o r haber di-
te q u e salta a correr el c a m i n o tiene doble naturaleza: El V e r b o
c h o : Uno de vosotros me traicionará? ¿Acaso es ésta la p r i m e r a
,se hizo carne, esto es, D i o s se hizo h o m b r e . Y así p o d í a haber
vez que esto le v i n o al p e n s a m i e n t o , o p o r p r i m e r a vez de súbito
-dicho: Quien recibe al que yo enviare, me recibe a mí, en c u a n t o
le fue revelado, causándole turbación la inesperada noticia de tan
h o m b r e ; y quien me recibe a mí, en c u a n t o D i o s , recibe a
g r a n d e mal? ¿ N o había dicho p o c o antes: El que conmigo come
Aquel que me envió. P e r o con estas palabras n o p r e t e n d í a dar a
el pan, levantará sobre mí su calcañar; mas vosotros estáis lim-
entender la unidad de naturaleza, sino declarar la autoridad del
pios, pero no todos? D e s p u é s de esto a ñ a d e el evangelista: Por-
enviado, de m o d o q u e , al recibirlo, se considere en él la persona
que sabía quién era el que le iba a entregar, y ya antes lo había
del que le envió. Si m i r a s a Cristo en Pedro, hallarás al M a e s t r o
señalado, cuando dijo: ¿No os he elegido a doce, y uno de vos-
del discípulo; y si miras al P a d r e en el H i j o , encontrarás al En-
otros es un demonio? ¿Por qué, pues, se turba ahora, cuando dice
gendrador del U n i g é n i t o ; y de esta m a n e r a , sin temor de equivo-
a b i e r t a m e n t e : En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros
carte, recibes en el enviado la persona del que envía. Las siguien-
me hará traición? ¿Túrbase su espíritu p o r q u e lo había m a n i -
tes palabras del Evangelio n o p u e d e n someterse a la brevedad
festado, de m o d o q u e n o se ocultase entre los otros y se distin-
del t i e m p o . Por lo tanto, h e r m a n o s carísimos, si este sermón, o
guiese de ellos? ¿O b i e n p o r q u e ya el traidor había salido para
manjar de las ovejas santas, es suficiente, tómese con salud; y
conducir a los judíos, a quienes se lo había de entregar, le cau-
si es escaso, r u m i a d l o con apetito.
só tal e s t r e m e c i m i e n t o la pasión i n m i n e n t e y el cercano peligro
y la m a n o levantada del traidor, cuya intención le era b i e n co-
nocida? Estas palabras: Se turbó en su espíritu, tienen el m i s m o
TRATADO 60 sentido que aquellas otras: Ahora está turbada mi alma, y ¿qué
diré? Padre, líbrame de esta hora; mas para esto he llegado a
SOBRE LAS PALABRAS: "HABIENDO DICHO JESÚS ESTAS COSAS, SE TURBÓ
esta hora. A la m a n e r a q u e entonces se t u r b ó su alma ante la
EN SO ALMA"
hora de la pasión, así a h o r a se turba su espíritu a n t e la salida
1. N o es de poca m o n t a , hermanos, la cuestión q u e nos y p r ó x i m a llegada de J u d a s y a la vista del h o r r e n d o crimen
p r o p o n e el evangelio de San J u a n c u a n d o dice: Habiendo dicho del traidor.

verborum regula, qua dictum est, Qui accipit si quem misero, me accipit, tatus est, et dixit: Amen, amen dico vobis, quia unas ex vobis tradet
ut unius naturae sit Filius et apostolus. Posset quidem non ínconvenienter me. Hincne turbatus est Iesus, non carne, sed spiritu, quia dictuius fuerat,
et hoc intelligi, quoniam geminae est ille gigas substantiae, qui exsultavit Unus ex vobis tradet me? Numquidnam illi hoc tune primum venit
ad currendam viam (Ps 17,6): Verbum enim caro factum est (lo 1,14), hoc in mentem, vel tune primum ei súbito revelatum est, eumque repentina
est, Deus homo factus est. Proinde ita dixisse posset videri, Qui accipit si tanti mali novitas turbavit? Nonne hinc paulo ante loquebatur dicens,
quem misero, me accipit secundum hominem: Qui autem me secundum Qui manducat mecum panem, levabit super me calcaneum? Nonne etiam
Deum accipit, accipit eum qui me misit. Sed cum ista dicebat, non ab illo ¡am superius dixerat, Et vos mundi estis, sed non omnes? Ubi Evange-
naturae unitas; sed in eo qui mittitur, mittentis commendabatur aucto- lista subiunxit, Sciebat enim quisnam esset qui traderet eum (lo 13,18.
ritas. Sic itaque eum qui missus est unusquisque accipiat, ut in illo 10.11): quem iam et ante significaverat dicens, Nonne ego vos duo-
eum qui misit attendat. Si ergo atiendas Christum in Petro, invenies decim elegi, et unus ex vobis diabolus est? (ibid. 6,71). Quid est ergo
discipuli praeceptorem; si autem atiendas Patrem in Filio, invenies Uni- quod nunc turbatus est spiritu, cum protestatus est, et dixit: Amen, amen
geniti Genitorem: ac sic in eo qui missus est, sine uUo accipis errore dico vobis, quia unus ex vobis tradet me? An quia eum iam fuerat ex-
mittentem. Ea quae sequuntur in Evangelio, non sunt temporis brevitate pressurus, ut non latetet in. caeteris, sed discerneretur a. caeteris, ideo
coarctanda. Et ideo sermo iste, charissimi, velut ovium sanctarum cibus, turbatus est spiritu? An quia ipse traditor iam fuerat exiturus, ut ludaeos
si sufficit, salubriter capiatur; si exiguus est, desiderabiliter ruminetur. quibus Dominus ab eo traderetur, adduceret, turbavit eum imminens
passio, et periculum proximum, et rraditoris impéndeos manus, cuíus
íuerat praecognitvis animus? Tale quippe hoc est qued Iesus turbatus
TRACTATUS 60 est spiritu, ciuale etiam illud quod ait, Nunc anima mea iurbata est et
quid dicam? Pater, salva me ex hora bao; sed propferea vtni in h'nram
IN ILLUD, C U M HAEC D I X Í S S E T I E S U S TURBATUS EST SPIRITU hanc (ibid. 12,27). Sicut ergo tune eius anima turban est hora propin-
quante passionis; ita etiam nunc exituro luda arque venturo, er propin-
1. Non parva, fratres, ex Evangelio beati Ioannis nobis proponitur quante tanto scelere traditotis, turbatus est spiritu,
quaestio, ubi ait: Cum haec dixisset lesus, turbatus est spiritu, et protes-
276 Sobre el Evangelio de San Juan 60, 3 60, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 277
2. Se turbó quien tiene poder para dar su vida y para vol- reinar con Cristo y se regocija con la esperanza de reinar con
verla a tomar. ¿Es que se turba un poder tan grande, se turba Cristo. Estas son las cuatro llamadas perturbaciones del alma: te-
la firmeza de la piedra, o más bien es nuestra flaqueza la que mor, tristeza, amor y alegría. Ténganlas por motivos razonables
se turba? Así es. N o tengan los siervos pensamientos indignos las almas cristianas, sin hacer caso de las habladurías de los es-
acerca de su Señor, antes reconózcanse como miembros en su ca- toicos o de otros filósofos semejantes, quienes lo mismo que lla-
beza. Quien murió por nosotros, se turba también por nosotros. man verdad a la vanidad, llaman salud al entorpecimiento, ig-
Quien murió por su poder, se turbó también por su poder. Quien norando que es más desesperanzada la enfermedad, tanto del
transfiguró el cuerpo de nuestra flaqueza, haciéndole tomar la fi- alma como de cualquier miembro del cuerpo, cuando se hace in-
gura de su gloria, transfiguró también en sí el afecto de nuestra sensible al dolor.
debilidad, compadeciéndose de nosotros por el afecto de su co-
4. Preguntará quizá alguno si el ánimo del cristiano debe
razón. Y así, cuando vemos turbado al grande, al fuerte, al in-
turbarse también ante la inminencia de la muerte. ¿Cómo, pues,
victo, al verdadero, no temamos por El, como si flaquease: no
se explica el deseo del Apóstol de disolverse para estar con
perece El, nos busca a nosotros. A nosotros, y solamente a nos-
Cristo, si lo que desea puede causatle turbación cuando se pre-
otros, nos busca de este modo; en su turbación hemos de vernos
senta? Fácil es la respuesta para quienes llaman perturbación a
nosotros mismos, para no desesperarnos cuando nos vemos tur-
la alegría. ¿Qué hay que decir de quien se turba ante la inmi-
bados. Cuando se turba quien no se turba sino cuando quiere, se
nencia de la muerte porque se alegra de su proximidad? Pero
hace el consuelo de quien se turba aun sin quererlo.
esto, dicen, debe llamatse gozo, no alegría. Esto no es más que
3. Caigan por tierra los argumentos de los filósofos que experimentar las mismas sensaciones y darles diferentes nombres.
niegan las perturbaciones en el alma de los sabios, pues Dios Entretanto, nosotros apliquemos el oído a las Sagradas Letras y
convirtió en necedad la sabiduría de este mundo, y conoció Dios según ellas resolvamos esta cuestión con la ayuda de Dios. Pero
que los pensamientos de los hombres están llenos de vanidad. al leer estas palabras: Habiendo dicho Jesús estas cosas, se turbó
Ciertamente se turba el alma del cristiano, no por la miseria, en su espíritu, no vayamos a decir que se turbó por la alegría,
sino por la misericordia; teme que los hombres se pierdan para para no vernos confundidos por El con estas palabras: Mi alma
Cristo; se contrista cuando alguno muere para Cristo; desea que está triste hasta la muerte. Pues una cosa semejante ha de enten-
todos se vuelvan a Cristo; se goza cuando vuelven a Cristo; teme derse en esta ocasión, cuando Jesús se turbó en su espíritu al ver
él perder a Cristo; se entristece por vivir lejos de Cristo; anhela salir solo a su traidor para volver luego con su cuadrilla.
2. Turbatus est ergo potestatem habens ponendi animam suam, et tetur dum sperat se regnaturum esse cum Christo. Istae sunt certe qua-
potestatem habens iterum sumendi eam (ibid. 10,18). Turbatur tam in- tuor quas perturbationes vocant, timor et tristitia, amor et laetitia. Ha-
gerís potestas, turbatur petrae firmitas: an potius in eo nostra turbatur beant eas iustis de causis animi christiani, nec philosophorum Stoicorum,
infirmitas? Ita vero: nihil indignum credant serví de Domino suo, sed vel quorumcumque similium consentiatur errori: qui profecto quem-
agnoscant se membra in capite suo. Qui mortuus est pro nobis, turbatus admodum vanitatem existimant veritatem, sic stuporem deputant sani-
est idem ipse pro nobis. Qui ergo potestate mortuus est, potestate turba- tatem; ignorantes sic hominis animum, quemadmodum corpotis mem-
tus est: qui transfiguravit corpus humilitatis nostrae conforme corpori brum, desperatius aegrotate, quando et doloris amiserit sensum.
gloriae suae (Phil 3,21), transfiguravit etiam in se affectum infirmitatis 4. Sed dicit aliquis: Numquid animus christiani debet etiam morte
nostrae, compatiens nobis affectu animae suae. Proinde quando turbatur impendente turbari? Ubi est enim quod ait Apostolus, concupiscentiam
magnus, fortis, certus, invictus, non ei timeamus quasi deficiat; non perit, se habere dissolvi et esse cum Christo (Phil 1,23); si ilLud quod concu-
sed nos quaerit. Nos, inquam, nos omnino sic quaerit, nos ipsos in illius piscit, potest eum turbare cum venerit? Facile est quidem istis ad haec
perturbatione videamus, ut quando turbamur, non desperatione pereamus. responderé, qui et ¡psam laetitiam petturbationem vocant. Quid si enim
Quando turbatur qui non turbaretur nisi volens, eum consolatur qui propterea morte ¡inminente turbatur, quia morte imminente laetatur?
turbatur et nolens. Sed hoc, inquiunt, gaudium, non laetitia nominanda est. Quid est hoc,
3. Pereant argumenta philosophorum, qui negant in sapientem ca- nisi easdem res sentiré, et letum nomina velle mutare? Verum nos sa-
dere perturbationes animorum. Stultam fecit Deus sapientiam huius mun- cris Littetis accommodemus auditum, et secundum jpsas potius istam
di (1 Cor 1,20); et Dominus novit cogitationes hominum, quoniam va- quaestionem Domino adiuvante solvamus: nec quoniam scriptum est,
nae sunt (Ps 93,11). Turbetur plañe animus christianus, non miseria, Cuta haec dixiiset lesus, turbatus est spiritu, dicamus eum laetitia fuisse
sed misericordia: timeat ne pereant nomines Christo, contristetur cum turbatum; ne verbis suis nos ipse convincat ubi dicit, Tristis est anima
perit aliquis Christo; concupiscat acquiti homines Christo, laetetur cum mea usque ai morlem (Mt 26,38). Tale aliquid etiam hic inteLLigendum
acquiruntur homines Christo: timeat et sibi ne pereat Christo, con- est, quando suo tiaditore iam tune solo exituro, et cum suis sociis con-
tristetur petegrinari se a Christo; concupiscat regnare cum Christo, lae- tinuo redituio, lesas tnrba-tm est spiritu.
278 Sobre el Evangelio de San Juan 60, 5 61, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 279
5. Muy valientes son los cristianos, si es que hay algunos m a n o cuando lo juzgó o p o r t u n o , A q u e l q u e p o r su p o d e r t o m ó
que no se turban a la vista de la muerte; pero ¿son más va- la naturaleza h u m a n a completa.
lientes que Cristo? ¿Quién, por loco que sea, osará decir tal
cosa? ¿Por qué, pues, se turbó sino para consolar a los miembros
débiles de su cuerpo, que es la Iglesia, con la semejanza volun- TRATADO 61
taria de su flaqueza, con el fin de que, si alguno de los suyos
se turba en su espíritu ante la inminencia de la muerte, fije DESDE ESTAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : " E N VERDAD, EN VERDAD o s DIGO
sus ojos en El para no verse sorprendido por la muerte más in- QUE UNO DE VOSOTROS ME ENTREGARÁ", HASTA ÉSTAS: "AQUÉL ES A
QUIEN YO ALARGARÉ EL PAN MOJADO"
feliz de la desesperación, teniéndose por condenado al sentir tal
turbación? ¿Cuánto bien de la participación de su divinidad no 1. Es nuestro propósito, hermanos, exponer en esta lección
debemos desear y esperar nosotros, que somos tranquilizados con este capítulo del Evangelio, diciendo algo del traidor del Señor,
su turbación y fortalecidos por su flaqueza? Ya sea, pues, que evidentemente manifestado con el pan mojado y a él ofrecido. En
en esta ocasión se haya turbado por la compasión hacia Judas, la lección anterior diserté acerca de la turbación de espíritu de
que se perdía; ya por la proximidad de su muerte, está fuera de Jesús, que se disponía a manifestarlo; pero quizá no os dije que
toda duda que El se turbó no por su flaqueza, sino por su poder, con su perturbación quiso el Señor darnos a entender que es
a fin de que en nosotros no nazca la desesperación de salvarnos necesario tolerar a los falsos hermanos y a la cizaña del campo
cuando, no por fortaleza, sino por flaqueza, somos turbados. El del Señor entre el trigo hasta el tiempo de la siega, de modo
llevaba sobre sí la debilidad de la carne, que había de desapa- que, cuando sea necesario separar urgentemente a algunos antes
recer con la resurrección. Mas quien era no sólo hombre, sino del tiempo de la mies, no pueda realizarse sin turbación de la
también Dios, en la fortaleza de ánimo supera a todo el género Iglesia. Anunciando en cierta manera esta perturbación de sus
humano a una distancia inefable. Y así, por nadie fue forzada elegidos, que había de ser originada por los cismáticos y herejes,
su turbación, sino que El se turbó a sí mismo, según expresa- le dio figura en sí mismo, turbándose, no en su carne, sino en
mente se dijo de El cuando resucitó a Lázaro, pues allí es donde su espíritu, cuando se marchaba Judas, hombre perverso, y, con
se dice que se turbó a sí mismo, para que en este sentido se manifiesta deserción, abandonaba la convivencia con el trigo. Sus
entienda cuando se lee que El fue turbado, aunque no se exprese
tan claramente. Con su poder suscitó en sí mismo este afecto hu- humanum, quando oportuisse iudicavit, in seipso potestate commovit, qui
hominem tótum potestate suscepit.
5. Firmissimi quidem sunt christiani, si qui sunt, qui nequáquam
morte imminente turbantur: sed numquid Christo firmiores? Quis hoc TRACTATUS 61
insanissimus dixerit? Quid est ergo quod ille turbatus est, nisi quia
infirmos in suo corpore, hoc est in sua Ecclesia, suae infirmitatis vo- AB EO QUOD D O M I N U S AIT, A M E N , AMEN DICO VOBIS, QUIA UNUS EX VOBIS TRADET
luntaria similitudine consolatus est: ut si qui suorum adhuc morte immi- ME; USQUE AD ir>, ILLK BSI CUI EGO TINCTUM PANEM FORREXERO
nente turbantur in spiritu, ipsum intueantur, ne hoc ipso se putantes re-
probos, peiore desperationis morte sorbeantur? Quantum itaque bonum de 1. Hoc Evangelii capitulum, fratres, ita nobis exponendum hac
participatione divinitatis eius exspecrare et sperare debemus, cuius nos Lectione propositum est, ut iam etiam de traditote Dominj per panem
et perturbatio tranquillat, et infirmitas firmat? Sive ergo isto loco ip- tinctum eique potrectum satis evidenter expiesso aliquid dicere debeamus.
sum Iudam pereuntem miserando turbatus est, sive sua morte propin- Et de illo quidem, quod eum iam demonstraturus Iesus turbatus est
quante turbatus est: non est tamen ullo modo dubitandum, non eum ani- spiritu, praeterito sermone disserui: sed fortassis quod ibi non dixi,
mi infirmitate, sed potestate turbatum; ne nobis desperatio salutis oria- etiam hoc nobis Dominus significare sua pertuibatione dignatus est,
tur, quando non potestate, sed infirmitate turbamur. Carnis quippe ille quod scilicet falsos frattes, et dominici agri illa zuania ita necesse est
gerebat infirmitatem, quae infirmitas resurrectione consumpta est. Sed usque ad messis tempus ínter frumenta tolerari (Mt 13,29-30), ut quan-
qui non solum homo, verum etiam Deus erat, ineffabili distantia uni- do ex eis aliqua separan etiam ante messem urgens causa coropellit,
versum genus humanum animi fortitudine superabat. Non ergo aliquo fieti sine EccLesiae pertutbatione non possit. Hanc pertuibationem sanc-
est cogente turbatus, sed turbavit semetipsum; quod de illo evidentet torum suorum peí schismaticos et haereticos futuiam, quodammodo prae-
expressum est, quando Lazarum suscitavit: nam ibi scriptum est quod nuntians Dominus, praefiguravit in seipso, eum eximio luda nomine
turbaverit semetipsum (lo 11,33), ut hoc ¡ntelligatur et ubi non scrip- malo, et commixtionem frumenti, in qua din fuerat toletarus, separa-
tum legitur, et tamen eum legitur fuisse tutbatum. Affectum quippe tione apertissima relicturo, turbatus est non carne, sed spiritu. Spirituales'
.61, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 281
280 Sobre el Evangelio de San )nan 61, 3
que, no obstante, la flaqueza humana los hacía recelar a unos
elegidos espirituales se turban a la vista de tales escándalos, no
de los otros. Cada cual conocía su propia conciencia, pero desco-
por odio, sino por caridad, a fin de no arrancar algún trigo al
tener que arrancar alguna cizaña. nocía la de su vecino; cada uno estaba tan cierto de sí mismo,
como inciertos estaban los otros de cada uno, y cada uno de los
2. Turbóse, pues, Jesús en su espíritu y afirmó diciendo: En
otros.
verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará.
4. Uno de sus discípulos estaba recostado sobre el seno de
Uno de vosotros, en el número, no en el mérito; en apariencia,
Jesús, aquel a quien amaba Jesús. Cuál era el seno, lo declara
no en la virtud, por la convivencia corporal, no por el vínculo
poco después, cuando dice: Sobre el pecho de Jesús. Es el mismo
espiritual; compañero por adhesión del cuerpo, no por la unión
Juan, autor de este evangelio, según lo manifiesta después. Era
del corazón; que, por lo tanto, no es de vosotros, sino que ha de
costumbre de quienes nos transmitieron las Sagradas Letras que,
salir de vosotros. Mas ¿cómo puede ser verdad lo que el Señor
cuando alguno de ellos narraba los hechos del Señor e interve-
afirma, diciendo: Uno de vosotros, si es verdad lo que dice en nía él mismo, hablase de él como de un tercero, introduciéndose
su epístola el mismo autor de este evangelio: De entre nosotros en el orden de la narración como escritor de los hechos y no
salieron, pero no eran de los nuestros, porque, si de los nuestros como predicador de sí mismo. Esto mismo hizo San Mateo, quien,
hubiesen sido, con nosotros ciertamente hubiesen permanecido? al tener que nombrarse a sí mismo en el texto de la narración,
No era, pues, de ellos Judas, porque, si de ellos hubiese sido, dice: Vio a un publicano sentado en el mostrador, por nombre
con ellos hubiese permanecido. ¿Qué significa, pues, uno de vos- Mateo, y le dijo: Sigúeme. N o dice: Me vio y me dijo. También
otros me traicionará, sino que uno ha de salir de entre vosotros, lo hizo así Moisés, contando cuanto a él se refería como si fuese
el cual me hará traición? Porque quien había dicho: Si fuese de otro, diciendo: Dijo el Señor a Moisés. Un giro menos co-
de los nuestros, con nosotros ciertamente permanecería, dijo tam- rriente emplea San Pablo, no en la parte histórica, en la que
bién: De entre nosotros salieron. Verdaderas son, por lo tanto, explica los hechos que narra, sino en su epístola, donde dice:
estas cosas: De los nuestros y: No de los nuestros. Bajo un as- Sé que un hombre en Cristo hace catorce años (si en cuerpo o fue-
pecto, de nosotros; bajo otro aspecto, no de nosotros; según la ra del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe), este tal fue arrebatado
comunión de sacramentos, de los nuestros; según la propiedad hasta el tercer cielo. Así, pues, en el hecho de no decir el santo
de sus pecados, no de los nuestros. evangelista: Estaba yo recostado en el seno de Jesús; sino di-
3. Mirábanse, pues, unos a otros los discípulos, dudando de humana alterum de altero stimularet infirmitas. Nota quidem sibi erat
quién lo decía. Tal era su piadosa caridad para con el Maestro, cuiusque conscientia; verumtamen quia proximi erat ignota, ita sibi
unusquisque erat certus, ut incerti essent et in caeteris singuli, et in sin-
enim eius in huiusmodi scandalis non perversitate, sed chántate turban- gulis caeteri.
tur; ne forte in separatione aliquorum zizaniorum, simul aliquod era- 4. Erat ergo recumbens unus ex discipulis eius in sinu lesu, quem
dicetur et triticum. diligebat lesus. Quid dixerit, in sinu, paulo post ait, ubi dicit, supra
2. Turbatus itaque est Iesus spiritu, et protestatus est, et dixit: pectus lesu. Ipse est Ioannes cuius est hoc Evangelium, sicut postea ma-
Amen, amen dico vobis, quia unus ex vobis tradet me. Unas ex vobis, nifestat (lo 21,20-24). Erat enim eorum haec consuetudo qui sacras Ut-
numero, non mérito; specie, non virtute; commixtione corporali, non reras nobis ministrarunt, ut quando ab aliquo eorum divina narraba-
vinculo spirituali; carnis adiunctione, non cordis socius unitate: proinde tur historia, cum ad seipsum veniret, tanquam de alio loqueretur; et sic
non qui ex vobis est, sed qui ex vobis exiturus est. Nam quomodo erit se insereret ordini narrationis suae, tanquam rerum gestarum scriptor,
verum quod protestatus est Dominus, et dixit, Unus ex vobis; si verum non tanquam sui ipsius praedicator. Nam et hoc sanctus Matthaeus fecit,
est quod ait Ídem ipse in Epístola sua, cuius est hoc Evangelium, Ex qui cum in textu narrationis suae venisset ad seipsum, Vidit, inquit,
nobis exierunt, sed non erant ex nobis: nam si fuissent ex nobis, man- in telonio sedentem quemdam publicanum, nomine MaUhaeum, et ait
sissent utique nobiscum (1 lo 2,19). Non erat igitur ex illis ludas: Mi, Sequere me (Mt 9,9): non. ait, Vidit me, et dixit mihi. Hoc fecit
mansisset enim cum illis, si esset ex illis. Quid est ergo, Unus ex vobis et beatus Moyses, ita de seipso tanquam de alio cuneta narravit, et ait:
tradet me; nisi, unus ex vobis exiturus est, qui me tradet? Quia et ille Dixit Dominus ad Moysen (Ex 6,1). Inusitatius apostolus Paulus, non in
qui ait, Si fuissent ex nobis, mansissent utique nobiscum; fam dixerat, historia, ubi rerum gestarum suscipitur expücanda narratio, sed in Epís-
Ex nobis exierunt. Ac per hoc utrumque verum est, et ex nobis, et tola hoc fecit. Nam utique de seipso ait: Seto bominem in Cbristo ante
non ex nobis: secundum aliud ex nobis, secundum aliud non ex nobis; annos quatuordeci-m (sitie in cotpore, sive extra corpas, nescio; Deus
secundum communionem Sacramentorum ex nobis, secundum suorum scit), raptum huiusmodi usque in lertium caelu-m (2 Cor 12,2). Quocirca
proprietatem criminum, non ex nobis. quod etiam hic beatus evangelista non ait, Eram recumbens in sinu le-
3- Aspiciebant ergo ad invicem discipuli, haesitantes de quo dicerei. su, sed ait, Erat recumbens unus ex discipulis; nostrorum auctorum. con-
Sic quippe in eis erat erga Magistrum suum pia charitas, ut tamen eos/
282 Sobre el Evangelio de San Juan 61, 6 62, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 283

ciendo: Uño de los discípulos estaba recostado, reconozcamos m á s tdndo recostado él sobre el pecho de Jesús. Este es el seno del p e -
bien q u e admiremos, la costumbre d e nuestros autores. ¿Desme- cho, el santuario de la sabiduría. Dícele: Señor, ¿quién es? Res-
rece, acaso, la verdad c u a n d o se dice la cosa real y se quiere pondió Jesús: Es aquel a quien yo alargare un pan mojado. Y
evitar la jactancia en el m o d o d e expresarla? P o r q u e ciertamente habiendo mojado el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón Isca-
narraba lo q u e p o d í a r e d u n d a r en su mayor alabanza. riotes. Y tras el pan entró en él Satanás. F u e manifestado el
5- ¿Qué se e n t i e n d e p o r a quien amaba Jesús? C o m o si n o traidor, quedaron al descubierto los escondrijos d e las tinieblas.
amase a los otros, de los cuales el m i s m o J u a n dice a n t e r i o r m e n - B u e n o es lo q u e recibió, m a s lo recibió para su perdición, p o r q u e
te: Los amó hasta el Un. Y el m i s m o Señor dice: Nadie de- el q u e era malo recibió con malas disposiciones lo q u e era bue-
muestra mayor caridad que el que da su vida -por sus amigos. no. M u c h a s cosas hay q u e decir de este p a n ofrecido al fingido
¿Y q u i é n podrá e n u m e r a r todos los testimonios de las páginas y de las cosas q u e siguen; p o r lo cual es necesario m á s t i e m p o
divinas, e n los cuales el Señor se manifiesta c o m o a m a n t e entra- del q u e disponemos ya al fin d e esta plática.
ñable n o sólo d e él y de los q u e allí estaban, sino t a m b i é n de sus
futuros m i e m b r o s y d e toda su Iglesia? Mas hay algo latente q u e
TRATADO 62
se refiere al seno sobre el cual estaba recostado q u i e n esto de-
cía. ¿Qué se e n t i e n d e p o r seno sino u n a cosa secreta? Pero hay DESDE ESTE PASAJE: "Y HABIENDO MOJADO EL PAN, SE LO DIO A JUDAS",
otro lugar m á s o p o r t u n o , en el cual el Señor nos conceda decir HASTA ESTE OTRO: "AHORA ES GLORIFICADO EL H I J O DEL HOMBRE"
l o suficiente sobre este secreto.
1. Carísimos hermanos, c o m p r e n d o q u e p u e d e n turbarse m u -
6. Hízole, pues, señas Simón Pedro, y le dice. Es de notar
chos, unos piadosos, para inquirir, y otros impíos, para repro-
la locución decir algo, n o con sonidos, m a s p o r señas. Hace señas,
char, al ver que, después de haber d a d o el Señor el p a n mojado
y dice, sin duda p o r señas. Si p e n s a n d o se dice algo, como
a s u traidor, e n t r ó e n él Satanás. P u e s esto es lo q u e está escrito:
lo atestigua la Escritura: Dijeron dentro de si mismos, ¿cuán-
Y habiendo mojado el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón
t o m á s haciendo señas, p o r las cuales ya sale fuera, bajo
Iscariotes; y tras el pan entró en él Satanás. Y así dicen: ¿Este
unos signos, lo q u e estaba d e n t r o del corazón? ¿Qué dijo p o r
es el m é r i t o del p a n d e Cristo, alargado de la mesa de Cristo,
señas? ¿Qué, sino lo q u e dice a continuación: De quién dice
hacer q u e tras el p a n entrase Satanás en su discípulo? A éstos
esto? Estas palabras dijo P e d r o p o r señas, p o r q u e las dijo, n o
contestamos q u e aquí se nos advierte c u á n t o cuidado d e b e p o -
con sonidos vocales, sino con m o v i m i e n t o s corporales. Y así, es-
nerse en n o recibir lo b u e n o con malas disposiciones. M u c h o im-
suetudinem agnoscamus potius quam miremur. Quid enim deperit veri- est utique pectoris sinus, sapientiae secretum. Dicit ei: Domine, quis est?
tati, quando et res ipsa dicitur, et modo quodam dicendi iactantia devi- Respondit Iesus: lile est cui ego tinctum panem porrexero. Et cum tin-
tatur? Hoc quippe narrabat quod ad eius laudem maximam pertinebat. xisset panem, dedit ludae Simonis Iscariotes. Et post panem, tune introi-
5. Quid est autem, quem diligebat Iesus? Quasi alios non diligeret, vit in illum satanás. Expressus est traditor, nudatae sunt latebrae teñe-
de quibus idem ipse Ioannes superius ait, In finem dilexit eos (lo 13,1). brarum. Bonum est quod accepit, sed malo suo accepit, quia male bonum
Et ipse Dominus, Maiorem hac charitatem nemo habet, quam ut animam malus accepit.. Verum de isto pane tincto qui porrectus est ficto, et de
suam ponat pro amias suis (ibid. 15,13). Et quis enumeret omnia di- his quae sequuntut, multa dicenda sunt: quibus necessarium est plus
vinatum testimonia paginarum, quibus Dominus Iesus, non iüius ñe- temporis, quam nunc habemus iam in istius fine sermonis.
que eorum quae hinc erant tantum, sed etiam post fururorum membro-
rum suorum, et totius Ecclesiae suae dilector ostenditur? Sed profecto
latet hic aliquid, et pertinet ad sinum in quo recumbebat qui ista dice- TRACTATUS 62
bat. Per sinum quippe quid significatur aliud quam secretum? Sed Aa EO QUOD scRipruM EST, ET CUM TINXISSET PANEM, DEDIT IUDAE; USQUE AD
alius est opportunior locus, ubi nobis Dominus aliquid donet de hoc ID>, NUNC CLAIÍIFICATUS ESI FILIUS FIOMIÑIS
secreto, quantum sufficiat, dicere.
6. Innuit ergo Simón Petrus, et dicit ei. Notanda locutio est, dici 1. Scio, chaxissimi, moveri posse nonnullos, sive pios ut requirant,
aliquid non sonando, sed tantummodo innuendo: Innuit, inquit, et dicit; sive impíos ut reprehendam, quod posteaquam panem tinctum traditoti
utique innuendo dicit. Si enim cogitando aliquid dicitur, sicut Scriptura suo Dominus dedit, intraverit in illum satanás. Sic enim scriptum est:
loquitur, Dixerunt apud semetipsos (Sao 2,1); quanto magis innuen- Et cam tinxisset panem, dedit ludae Simonis Iscañotae; et post panem
do, ubi iam foras qualibuscumque signis promitur quod fuerat corde tune introivit in illum satanás. Dicunt enim: Itane hoc meruit pañis
conceptum? Quid ergo dixit innuendo? Quid, nisi quod sequitur? Quis Christi porrectus de mensa Christi, ut post illum intiaret in eius disci-
est de quo dicit? Haec verba Petrus innuit; quia non sonó vocis, sed pulum satanás? Quibus respondemus, hinc nos potius doceri quam sit
motu corporis dixit. Itaque cum reeubftisset Ule supra pectns les». Hic cavendum male accipere bonum. Multum quippe interest, non quid ac-
284 Sobre el Evangelio de San ]uan 62, 1 62, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 285
porta conocer, n o lo que recibe, sino q u i é n lo recibe; n o la na-
p a n d a d o al traidor sino la demostración de la gracia, a la q u e
turaleza de lo que se da, sino Jas disposiciones de aquel a q u i e n
fue ingrato?
se da. P o r q u e hay cosas b u e n a s que d a ñ a n y cosas malas que
2. Tras este p a n , pues, e n t r ó Satanás en el traidor del Señor,
aprovechan, según a quienes son suministradas. D i c e el Apóstol:
para t o m a r p l e n a posesión del q u e ya estaba a él entregado, y
El pecado, para que aparezca el pecado, por medio de un bien
en el cual había e n t r a d o antes para seducirlo. P o r q u e n o dejaba
me ha causado la muerte. A h í tenéis el mal causado p o r el bien
de estar d e n t r o de él c u a n d o se fue a los judíos p a r a pactar sobre
c u a n d o el bien se recibe de mala manera. El m i s m o dice: "Para
el p r e c i o de la e n t r e g a del Señor, según lo dice claramente San
q u e n o m e engría con la grandeza d e mis revelaciones, se m e
Lucas: Entró Satanás en Judas, apellidado Iscariotes, uno de los
ha d a d o el aguijón d e m i carne, que es u n ángel de Satanás,
doce, y se marchó y habló con los príncipes de los sacerdotes.
para q u e me d é d e bofetadas; en vista de esto, p o r tres veces
A h í tenéis d ó n d e se dice q u e Satanás entró en J u d a s . E n t r ó p r i -
p e d í al Señor q u e lo apartase de m í ; y m e dijo: T e basta m i
m e r a m e n t e , infiltrando en su corazón el p e n s a m i e n t o de traicio-
gracia, p o r q u e el valor se perfecciona en la flaqueza". H e aquí
nar a Cristo, p u e s ya en este estado había venido a la cena. Y
que p o r u n mal se ha p r o d u c i d o u n bien, cuando el m a l es bien
ahora tras el p a n e n t r ó en él, n o p a r a tentar a otro distinto, sino
recibido. ¿Te admiras de que p o r el p a n de Cristo, dado a Judas,
para tomar posesión del q u e ya era suyo.
q u e d ó e n t r e g a d o al p o d e r del d e m o n i o , viendo, p o r el contrario,
3. P e r o n o fue entonces, c o m o creen algunos lectores poco
q u e por u n ángel de Satanás Pablo se perfecciona en Cristo?
atentos, c u a n d o J u d a s recibió el c u e r p o de Cristo. D e b e enten-
Así lo b u e n o d a ñ ó al malo, y lo malo aprovechó al bueno. R e -
derse q u e ya el Señor había distribuido a todos el sacramento
cordad por q u é fueron escritas estas palabras: Quienquiera que
de su cuerpo y sangre, entre los cuales estaba el m i s m o Judas,
comiere el pan o bebiere el cáliz del Señor indignamente, se hace
c o m o clarísimamente lo dice San Lucas; y después se llegó al
reo del cuerpo y de la sangre del Señor. C u a n d o el Apóstol decía
h e c h o con el cual, según la clara narración de San J u a n , el Se-
esto, se refería a quienes con indiscreción y negligencia comían
ñor a b i e r t a m e n t e manifestó al traidor p o r m e d i o del bocado de
el c u e r p o del Señor c o m o otro manjar cualquiera. Si, pues, aquí
p a n mojado, quizá p a r a descubrir su fingimiento. Pues n o todas
es r e p r e n d i d o q u i e n n o juzga, esto es, n o distingue el cuerpo del
las cosas que se m o j a n se lavan, ya q u e algunas se mojan para
Señor de los otros manjares, ¿qué p e n a n o merecerá quien, fin-
teñirlas. Pero, si el hecho de mojarlo significa algún bien, m u y
giéndose amigo, se acerca a su mesa c o m o enemigo? Si con una
merecida tiene la condena q u i e n a él fue desagradecido.
reprensión se castiga la negligencia del comensal, ¿qué pena no
será fulminada contra el traidor del q u e le invita? ¿Y. q u é era el
poena percutitur venditor invitantis? Quid erat autem pañis traditori
datus, nisi demonstratio cui gratiae fuisset ingratus?
cipiat, sed quis accipiat; nec quale sit quod datur, sed qualis sit ipse 2. Intravit eigo post hunc panem satanás ín Domini traditorem, ut
cui datur. Nam et bona obsunt, et mala prosunt, sicut fuerint quibus sibi iam traditum plenius possideret, in quem prius intraverat ut decipe-
dantur. Peccatum, inquit Apostolus, ut appareat peccatum, per bonum ret. Ñeque enim non in illo erat quando perrexit ad Iudaeos, et de
mihi operatum est mortem (Rom 6,13). Ecce per bonum factum est pretio tradendi Domini pactus esc, cum haec apertissime Lucas evange-
malum, dum male accipitur bonum. Itemque ipse ait, In magnitudine lista testetur et dicat: Intravit autem satanás in ludan, qui cognomina-
revelationum mearum ne extollar, datus est mihi stimulus carnis meae, batur Iscariotes, unum de duodécima et abiitj et locutus est cum prirtci-
ángelus satanae qui me colaphizet. Propter quod ter Dominum rogavi, pibus sacerdotum (Le 22,3 et 4). Ecce ubi ostenditur quod iam intra-
ut auferret eum a me, et dixit mihi: Sufficit tibi gratia mea; nam virtus verat satanás in Iudam. Prius ergo intraverat, immittendo in cor eius
in infirmitate perficitur" (2 Cor 12,7-9). Ecce per malum factum est bo- cogitationem qua traderet Chiistum: talis enim iam venerat ad coenan-
num, dum bene accipitur malum. Quid ergo miraris si datus est Iudae dum. Nunc autem post panem intravit in eum, non ut adhuc alienum
pañis Christi, per quem manciparetur diabolo; cum videas e contrario tentaret, sed ut ptopiium possideret.
datum Paulo angelum diaboli, per quem perficeretur in Christo? Ita et 3. Non autem, ut putant quídam negligenter legentes, tune ludas
malo bonum obfuit, et malum bono profuit. Recordamini unde sit scrip- Christi corpus accepit. Intelligendum est enim quod iam ómnibus eis
tum, Quicumque manducaverit panem, aut biberit caücem Domini in- distribuerat Dominus Sacramentum corporis et sanguinis sui, ubi et ipse
digne, reus erit corporis et sanguinis Domini (1 Cor 11,27). Et de his ludas erat, sicut sanctus Lucas evidentissime narrat (ibid. 19-21): ac
erat sermo, cum hoc Apostolus diceret, qui Domini corpus velut alium deinde ad hoc ventum est, ubi secundum narrationem Ioannis apertissi-
cibum quemlibet indiscrete negligenterque sumebant. Hic ergo si corri- me Dominus per bucellam tinctam atque poirectam siium exprimit tra-
pitur qui non diiudicat, hoc est, non discernit a caeteris cibis Domini- ditorem, fortassis per pañis tinctionem illius significans fictionem. Non
cum corpus; quo modo damnatur qui ad eius mensam fingens amicum, enim omnia quae tinguntur, abluuntur; sed ut iníiciantur, nonnulla
accedit inimicus? Si reprehensione tangitur negligentia convivantis, qua tinguntur. Si autem bonum aliquid hic significat tinctio, eidem bono
ingratum non immeríto est secuta damnatío.
62, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 287
286 Sobre el Evangelio de San Juan 62, 4
hazlo cuanto antes, n o p o r q u e tú puedas hacerlo, sino p o r q u e
4. N o obstante, aún a Judas, poseído, n o p o r el Señor, sino así lo quiere q u i e n todo lo puede.
p o r el d e m o n i o con la entrada del pan en su p e c h o ingrato y del 5. Pero ninguno de loi comensales entendió con qué fin
enemigo en su alma; aún, digo, le quedaba la completa ejecu- se lo había dicho. Algunos pensaban que, teniendo Judas la bol-
ción, concebida ya en el corazón y precedida por u n afecto vitu- sa, le dijo Jesús: Compra las cosas que nos son necesarias para
perable. Así, pues, luego que el Señor, q u e es p a n vivo, dio el la fiesta, o que diese algo a los pobres. T a m b i é n el Señor tenía
pan al m u e r t o , y con el ofrecimiento del p a n dio a conocer al bolsa, err la que depositaba las oblaciones de los fieles para sub-
traidor del pan, dijo: Lo que haces, hazlo pronto. N o le ordenó venir a - s u s necesidades y socorrer a otros necesitados. Entonces
la ejecución del crimen, sino q u e predijo a J u d a s u n m a l y a por vez p r i m e r a se constituyó el tesoro de la Iglesia, para que
nosotros u n bien. P o r q u e ¿qué cosa p e o r p a r a J u d a s y mejor e n t e n d a m o s q u e el p r e c e p t o de n o p r e o c u p a r n o s del día de ma-
para nosotros q u e Cristo, entregado p o r él contra él m i s m o , y ñ a n a n o implica el que los fieles n o reserven algún dinero, con
p a r a todos nosotros, m e n o s para él? Lo que haces, hazlo cuanto tal q u e n o se sirva a Dios p o r este interés o se a b a n d o n e la jus-
antes. ¡Oh palabra, m á s bien q u e de u n irritado, de u n o q u e ticia p o r temor a la indigencia. Posteriormente, el Apóstol toma
gustosamente está p r e p a r a d o ! ¡Oh palabra, q u e más demuestra la siguiente providencia: Si algún fiel tiene consigo viudas, déles
la gracia del R e d e n t o r q u e el castigo del traidor! D i j o , p u e s , lo lo suficiente para no gravar a la Iglesia y pueda acudir a ios- ver-
que haces, hazlo cuanto antes, n o tanto p o r crueldad en castigo daderamente viudas.
del pérfido, c u a n t o por acelerar la salvación de los fieles. Por- 6. Habiendo tomado él el bocado, salió en seguida. Era ya~~
que fue e n t r e g a d o p o r nuestros delitos, y a m ó a la Iglesia y se de noche. Y t a m b i é n el que salió era noche. Habiendo, pues, sa-
entregó por ella. P o r esto dice el Apóstol: Me amó y se entregó lido la noche, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hovt-
por mí. Si Cristo n o se entregara, nadie lo entregaría. ¿Qué le bre. El día habló al día, esto es, Cristo a los discípulos fieles,
p a r a q u e le escuchasen y, siguiéndole, le a m a s e n ; y la noche
queda a Judas sino el pecado? P o r q u e , al entregar a Cristo, n o
a n u n c i ó a la noche la sabiduría, esto es, J u d a s a los infieles ju-
pensó en nuestra salvación, sino en el dinero q u e ganaba, per-
díos, para que viniesen a El y, persiguiéndole, le prendiesen. Pero
d i e n d o su alma. Recibió el dinero q u e quiso, y, sin que él lo
las palabras q u e el Señor dirigió a los b u e n o s antes de ser preso
quisiera, le fue d a d o el p r e m i o merecido. J u d a s e n t r e g ó a Cristo,
por los i m p í o s exigen g r a n d e atención en los oyentes; por lo
y Cristo se e n t r e g ó a sí m i s m o : aquél trataba del negocio de su
cual n o d e b e precipitarse, sino m á s bien aplazarse su discusión.
venta, y éste del negocio de nuestra salvación. Lo que haces,
agebat negotium suae venditionis, iste nostrae redemptionis. Quod facis,
fac citius, non quia tu potes, sed quia hoc vult qui totum potest.
4. Adhuc tamen Iudae possesso, non a Domino, sed a diabolo, cum 5. Hoc autem nemo scivit discumbentium ad quid dixerit ei. Quí-
homini ingrato intrasset pañis in ventrem hostis in mentem: adhuc, in- dam enim putabant, quia lóculos babebat ludas, quia dicit ei lesus, Eme
quam, tanti malí iam corde concepti plenus restabat effectus, cuius iam ea quae opus sunt nobis ad diem festum: aut egenis ut aliquid daret.
praecesserat damnandus affectus. Itaque cum Dominus pañis vivus pa- Habebat ergo et Dominus lóculos, et a fidelibus oblata conservaos, et
nem mortuo tradidisset, et panem tradendo pañis traditorem ostendisset: suorum necessitatibus et aliis ituiigentibus ttibuebat. Tune pcimutn ec-
Quod facis, inquit, fac citius. Non praecepit facinus; sed praedixit Iudae clesiasticae pecuniae forma est instituta, ubi intelügeremus quod prae-
malum, nobis bonum. Quid enim Iudae peius, et quid nobis melius cepit non cogitandum esse de crastino (Mt 6,34), non ad hoc fuisse
quam traditus Christus, ab iüo adversus illum, pro nobis praeter illum? praeceptum, ut nihil pecuniae servetur a sanctis; sed ne Deo pro ista
Quod facis, fac citius. O verbum libentius parati, quam irati! o verbum serviatur, et propter inopiae timorem iustitia deseratur. Nam et Aposto-
non tam poenam exprimens proditoris, quam mercedem significans Re- lus in posterum providens, ait: Si qnis fidelis babet viduas, snfficienter
demptoris! Dixit enim, Quod facis, fac citius, non tam in perniciem tribuat eis, ut non grave-tur Ecclesia. quo veris viduis sufficere possit
perfidi saeviendo, quam ad salutem fidelium festinando; quia traditus (1 Tim 5,16).
est propter delicta nostra (Rom 4,25), et dilexit Ecclesiam, et semetipsum 6. Cum ergo accepisset ille buccellam, exiit continuo. Erat autem
ttadidit pro ea (Eph 5,25). Unde et de seipso dicit Apostolus: Qui nox. Et ipse qui exivit, etat nox. Cum ergo exisset nox, ait lesus: Nunc
clarifícalas est Filius hominis. Dies ergo diei eructavit verbum, id est,
dilexit me, et tradidit seipsum pro me (Gal 2,20). Nisi ergo se traderet
Christus discipulis fidelibus, ut audirent eum, et amarent sequendo; et
Christus, nemo traderet Christum. Quid habet ludas, nisi peccatum? nox nocti annuntiavit scientiam (Ps 18.3), id est, ludas, Iudaeis infide-
Ñeque enim in tradendo Christo salutem nostram cogitavit, propter libus, ut venirent ad eum, et apprehenderent persequendo. Sed iam hinc
quam traditus est Christus, sed cogitavit pecuniae lucrum, et invenit ani- in sermonem Domini, qui factus est ad pios, antequam teneretur ab im-
mae detrimentum. Accepit mercedem quam voluit, sed nolenti est data piis, intentior flagitatur auditor; et ideo eum praecipitate non debet,
quani meruit. Tradidit ludas Christum, tradidit Christus seipsum: ille sed differte potius disputatot.
288 Sobre el Evangelio de San Juan 63, 1 63, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 289

TRATADO 63 Porque aquellos de quienes se ha dicho q u e siempre están apren-


diendo y nunca llegan al conocimiento de la verdad, aquí están
DESDE ESTAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : "AHORA ES GLORIFICADO EL H I J O
s i e m p r e a p r e n d i e n d o , mas c u a n d o salgan d e esta vida, ya n o
DEL HOMBRE", HASTA ÉSTAS: " Y EN SEGUIDA LE GLORIFICARÁ"
a p r e n d e r á n , p o r q u e allí recibirán el p r e m i o de sus errores. D e
1. Alcemos los ojos del alma y busquemos a Dios ayudados tal m o d o se ha d i c h o : S i e m p r e a p r e n d i e n d o y nunca llegan al
p o r El. Voz es del S a l m o : Buscad a Dios, y vuestra alma vivirá. conocimiento de la verdad; c o m o si dijera: S i e m p r e están an-
A q u e l a q u i e n hay q u e encontrar está oculto, para q u e le bus- d a n d o y nunca llegan al camino. N o s o t r o s , en cambio, a n d e m o s
q u e m o s ; y es inmenso, para q u e , después de hallado, le siga- siempre p o r el camino, hasta llegar a d o n d e él conduce, sin q u e -
darnos en él, sin detenernos en n i n g ú n p u n t o del camino, y así,
mos buscando. Por eso está escrito en otro lugar: Buscad siem-
buscando avanzamos, y hallando llegamos a conseguir algo, y
pre su faz. P o r q u e llena la capacidad de q u i e n le busca y hace
buscando y hallando pasamos a aquello q u e nos resta, hasta q u e
m á s capaz a q u i e n le halla, para que, c u a n d o p u e d a recibir más,
se ponga fin a la b ú s q u e d a allí donde a la perfección n o le que-
torne a buscarle para verse lleno. Pues n o se dijo: Buscad siem-
d a n deseos de ir m á s adelante. ¡Ojalá q u e esta perfección, ama-
pre su faz, c o m o se dijo de algunos: Siempre aprendiendo y
dísimos, haga que vuestra caridad escuche con atención este ser-
nunca llegan a conseguir la ciencia de la verdad; sino más bien
m ó n del Señor, p o r q u e es m u y profundo, y ciertamente, c u a n d o
c o m o dice aquél: Cuando el hombre hubiere terminado, enton- m u c h o ha de trabajar el expositor, n o d e b e ser remiso el oyente!
ces comienza, hasta q u e lleguemos a la vida aquella en la cual 2. ¿ Q u é es lo q u e dijo el Señor después d e haber salido
seamos de tal m a n e r a llenos, q u e n o p o d a m o s ser capaces de J u d a s para ejecutar con presteza lo q u e había de hacer, esto
más, p o r q u e seremos tan perfectos, q u e ya n o p o d r e m o s ser más. es, entregar al Señor? ¿ Q u é dijo el día c u a n d o h u b o salido la
Entonces se nos manifestará c u a n t o nos baste. A q u í b u s q u e m o s noche? ¿Qué dijo el R e d e n t o r c u a n d o h u b o salido el traidor?
siempre, y q u e el fruto de haber hallado n o sea el t é r m i n o de Ahora, dice, es glorificado el Hijo del hombre. ¿Por q u é ahora?
la búsqueda. Y n o decimos siempre p o r q u e sólo aquí haya q u e ¿•Acaso p o r haber salido el traidor, p o r q u e están p a r a llegar los
buscar, sino q u e decimos q u e aquí hay que buscar siempre, para q u e le han de p r e n d e r y matar? ¿Es ahora glorificado porque
q u e n o pensemos q u e en algún t i e m p o d e b e m o s cesar de buscar. está p r ó x i m o a ser humillado, p o r q u e ya va a ser m a n i a t a d o ,
juzgado, condenado, escarnecido, crucificado y m u e r t o ? ¿-Es ésta
una glorificación o m á s bien u n a humillación? ¿ N o es éste de
TRACTATUS 63
q u i e n decía San J u a n , c u a n d o hacía milagros, q u e no había sido
DE EO QUOD DOMTNUS AIT, NUNC CLARIFICATUS EST FILIUS HOMINIS; USQUE AD
ID, E T CONTINUO CLARIF1CABIT EUM
iam non erunt discentes, sed erroris sui mercedem recipientes. Sic enim
dictum est, Semper discentes, et ad veritatis sicentiam nunquam perve-
1. Intendamus mentís obtutum, et adiuvante Domino, Deum requi- nientes; tanquam diceretur, Semper ambulantes, et ad viam nunquam
ramus. Divini cantici vox est, Quaerite Deum, et vivet anima vestra pervenientes. Nos autem semper ambulemus in vía, doñee eo veniamus
(Ps 68,33). Quaeramus inveniendum, quaeramus inventum. Ut invenien- quo ducit vía; nusquam in ea remaneamus, doñee perducat ubi maneamus:
dus quaeratur, occultus est; ut inventus quaeratur, immensus est. Unde atque ita, et quaerendo tendimus, et inveniendo ad aliquid pervenimus,
alibi dicitur, Quaerite faciem eius semper (Ps 104,4). Satiat enim quae- et ad id quod restat quaerendo et inveniendo transimus, quo usque ibi
rentem in quantum capit; et invenientem capaciorem facit ut rursus fiat finis quaerendi, ubi perfectioni non superest intentio proficiendi. Haec
quaerat impleri, ubi plus capere coeperit. Non ergo ita dictum est, Quae- praelocutio, dilectissimi, intentam fecerit Charitatem vestram ad istum
rite faciem eius semper, quemadmodum de quibusdam. Semper dicentes, Domini sermonem, quem ad discípulos habuit ante passionem: pro-
et ad scientiam veritatis nunquam pervenientes (2 Tim 3,7); sed potius fundus est enim, et utique ubi multum Iaboiaturus est disputator, non
sicut ille ait, Cum consummaverit homo, tune incipit (Eccli 18,6); do- remissus debet esse auditor.
ñee ad illam vitam veniamus, ubi sic impleamur, ut capaciores non ef- 2. Quid ergo ait Dominus posteaquam ludas exiit, ut citius faceret
ficiamur, quia ita perfecti erimus, ut iam non proficiamus. Tune enim quod erat facturus, hoc est, Domimim traditurus? Quid ait dies, cum
ostendetur nobis quod sufficit nobis. Hic autem semper quaeramus, et exisset nox? Qui ait Redemptor, cum exisset venditor? Nienc, inquit,
fructus inventionis non sit finis inquisitionis. Ñeque enim propterea non clarificatus est Filius hominis. Quare -nu-nc? Numquid quia exiit qui
semper, quia hic tantum; sed ideo hic semper dicimus esse quaerendum, tradat, quia imminent qui teneant et occident? Itane nunc clarificatus
ne aliquando hic putemus ab inquisitione cessandum. Nam et de quibus est, quia prope est ut humilietur amplius: cui Lam impendet ut alli-
dictum est, Semper discentes, et ad veritatis scientiam nunquam perve- getur, ut judicetur, ut condemnetur, ut irrideatur, ut crucifigatuí, ut
nientes; hic sunt utique semper discentes; cum vero de hac vita exierint, interimatur? Haeccine est clarificarlo, an potius humiijatio? Nonne quan-
do miracula faciebat, ait tamen de i Lio iste loannes, Spiritus non erat
S.Ag 14 10
290 Sobre el 'Evangelio de San Juan 63, 2 63, 3 Sobre el Evangelio de San ]uan 291
dado aún el Espíritu Santo porque Jesús aún no había sido glo- m i s m o m o d o que se dijo: La piedra era Cristo, y n o : La piedra
rificado? N o era glorificado cuando daba vida a los muertos, ¿y era figura de Cristo. C o m o t a m p o c o fue dicho que la buena se-
es glorificado ahora q u e está p r ó x i m o a la m u e r t e ? N o era glo- milla representaba a los hijos del reino, y la cizaña a los hijos
rificado haciendo obras divinas, ¿y es glorificado padeciendo m i - del diablo; sino: La buena semilla son los hijos del reino, y la
serias h u m a n a s ? M e extraña q u e aquel M a e s t r o D i o s quisiera cizaña, los hijos del diablo. Siguiendo la costumbre de la Escri-
significar y enseñar esto con esas palabras. H a y q u e penetrar tura de hablar de los signos c o m o si fuesen las cosas significa-
más p r o f u n d a m e n t e las palabras del Altísimo, que a veces se ma- das, dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, p o r q u e
nifiesta u n poco para q u e demos con El, y n u e v a m e n t e se oculta con la separación del pérfido y la p e r m a n e n c i a de los elegidos
para que le b u s q u e m o s y c o m o a pasos vayamos de lo hallado fue significada aquella glorificación suya cuando, separados los
a lo que hay q u e hallar. Y o descubro aquí la figura de algo malos, se quede con los santos p o r toda la eternidad.
grande. Salió Judas, y es glorificado Jesús; salió el hijo de per- 3. D e s p u é s de haber dicho: Ahora es glorificado el Hijo
dición, y es glorificado el H i j o del h o m b r e . H a b í a salido aquel del hombre, a ñ a d i ó : Y Dios es glorificado en El. La glorifica-
por el cual les había dicho: Vosotros estáis limpios, mas no todos. ción del H i j o del h o m b r e consiste en q u e Dios sea glorificado
D e s p u é s que salió el i n m u n d o , q u e d a r o n todos los limpios en en El. P o r q u e , si el H i j o del h o m b r e n o se glorifica en sí mis-
compañía de q u i e n los limpió. U n a cosa parecida sucederá cuan- m o , sino Dios en El, entonces D i o s en sí m i s m o le glorifica a
d o haya pasado este m u n d o vencido p o r Cristo y n o haya n i n g ú n El. Y c o m o explicando esto, dice a continuación: Si Dios es glo-
i n m u n d o en el p u e b l o de Cristo; cuando, separada la cizaña del rificado por El, también Dios :en sí mismo le glorificará a El.
trigo, brillen los justos c o m o soles en el r e i n o de su Padre. Pre- Esto es: Si Dios es glorificado en El, p o r q u e n o v i n o a hacer su
v i e n d o el Señor este suceso futuro y manifestando que ahora voluntad, sino la voluntad de A q u e l q u e le envió, también le
era figurado en la separación de la cizaña con la partida de Ju- glorificará a El en sí mismo, concediéndole eterna inmortalidad
das, quedándose los santos apóstoles como el trigo, dice: Ahora a la naturaleza h u m a n a , por la cual es H i j o del h o m b r e , y la
es glorificado el Hijo del hombre; c o m o si dijera: A h o r a estoy cual fue asumida p o r el V e r b o eterno. Y le glorificará muy pron-
en aquella glorificación mía q u e se verificará d o n d e n o se halle to, dice, manifestando q u e su resurrección n o ha de ser, c o m o
n i n g u n o de los malos y d o n d e n o perece n i n g u n o de los buenos. la nuestra, en el fin del m u n d o , sino m u y p r o n t o . Y ésta es
Y p o r eso n o dijo: A h o r a es figurada la glorificación del H i j o la glorificación, de la cual, c o m o ya os he dicho antes, el evan-
del h o m b r e ; sino: Ahora es glorificado el Hijo del hombre; del gelista había dicho que por eso no se les había dado el Espíritu

datus, quia lesas nondum erat glorificatus? (lo 7,39). Tune ergo non- Christus (1 Cor 10,4). Nec dictum est, Bonum semen significabat filios
dum erat glorificatus, cum mortuos suscitaret; et nuñe est glorificatus, regni, aut, zizania significabant filios maligni, sed dictum est, Bonum
cum mortuis propinquaret? nondum erat glorificatus faciens divina, et semen hi sunt filii regni; zizania autem, filii maligni (Mt 13,38). Sicut
glorificatus est passurus humana? Mirum, si hoc Deus ille magister sig- ergo solet loqui Scriptura, res significantes tanquam. illas quae signifi-
nificabat et docebat his verbis. Altius est perscrutandum Altissimi dic- cantur appellans; ita locutus est Dominus dicens, Nunc clarificatus est
tum, qui se aliquantum manifestat ut inveniamus, et iterum oceultat ut Filius hominis: posteaquam separato inde nequissimo, et secum remanen-
inquiramus, et de inventis ad invenienda tanquam passibus innitamur. tibus sanctis, significata est glorificado eius, quando separatis iniquis
Video hic aliquid quod praefiguret magnum aliquid. Exiit ludas, et manebit in aeternitate cum sanctis.
clarificatus est Iesus; exiit filius perditionis, et clarificatus est Filius ho- 3. Cum autem dixisset, Nunc clarificatus est Filius hominis, adiun-
minis. lile quippe exierat, propter quem dictum erat eis, Et vos mundi xit, Et Deus clarificatus est in eo. Ipsa est enim clarificatio Filii hominis,
estis, sed no» ornnes (ibid. 13,10). Exeunte itaque immundo, omnes ut Deus clarificetur in eo. Si enim non ipse in seipso, sed Deus in illo
mundi remanserunt, et cum suo mundatóre manserunt. Tale aliquid erit clarificatur, tune illum Deus in se claiificat. Denique tanquam ista ex-
cum victus a Christo transierit hic mundus, et nemo in populo Christi ponens, adiungit, et dicit: Si Deus clarificatus est in eo, et Deus clarifi-
remanebit immundus; cum zizaniis a tritico separatis, iusti fulgebunt caba eum in semetipso. Hoc est, Si Deus clarificatus est in eo, quia
sicut sol in regno Patris sui (Mt 13,43). Hoc futurum praevidens Do- non venit faceré voluntatem suam, sed voluntatem eius qui misit illum;
minus, et nunc significatum esse contestans, discedente luda tanquam et Deus clarificabit eum in semetipso, ut natura humana in qua est
zizaniis separatis, remanentibus tanquam tritico Apostolis sanctis, Nunc, filius hominis, quae a Verbo aeterno suscepta est, etiam immortali ae-
inquit, clarificatus est Filius hominis: tanquam diceret, Ecce in illa mea ternitate donetur. Et continuo, inquit, clarificabit eum. Resurrectionem
clarificatione quod erit, ubi malorum nullus erit, ubi bonorum nullus scilicet suam, non sicut nostiam in fine saeculi, sed continuo futuram
perit. Sic autem non est dictum, Nunc significata est clarificatio Filii hac attestatione praedicens. Ipsa est enim clarificatio, de qua Evange-
hominis: sed dictum est, Nunc clarificatus est Filius hominis: quemad- lista ¡am dixerat, quod paulo ante commemoravi, quia propterea non-
modum non est dictum, Petra significabat Christum; sed, Petra erat dum Spiritus datus erat illo novo modo in eis, quibus fuerat eo modo
292 Sobre el Evangelio de San Juan 64, 1 64, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 293
Santo de aquella nueva manera que sería dado a los creyentes Si Dios ha sido glorificado en El, también Dios en sí mismo
después de la resurrección, porque El aún no habia sido glorifi- le glorificará a El, y muy pronto le glorificará; lo cual, sin duda,
cado; esto es, su mortalidad no había sido vestida con la in- afirmó de su pronto futura resurrección; continuó diciendo: Hi-
mortalidad, y su mortal flaqueza no había sido cambiada por la jitos, aún estoy con vosotros un poco de tiempo; como dicién-
eterna fortaleza. Pudiera también decirse de esta glorificación: doles: Pronto seré glorificado con la resurrección, pero no subiré
Ahora es glorificado el Hijo del hombre; que la palabra ahora inmeditamente al cielo, sino que aún "estoy con vosotros un
no se refiere a la pasión inminente, sino a la resurrección pró- poco de tiempo"; conforme está escrito en los Actos de los Após-
xima, como si ya hubiese sucedido lo que pronto había de su- toles, que después de la resurrección estuvo con ellos durante
ceder. Por hoy confórmese con esto Vuestra Caridad; cuando cuarenta días, entrando y saliendo, comiendo y bebiendo, no
Dios sea servido, hablaremos de las cosas que siguen. porque tuviese necesidad de comer y beber, sino para manifestar
la verdad de su carne, que ya no tenía necesidad de comer y be-
ber, pero que tenía el poder de hacerlo. ¿A estos cuarenta días
TRATADO 64 se refirió cuando dijo: Aún estoy con vosotros un poco de tiem-
po, o a algún otro tiempo? Puede también entenderse de este
SOBRE ESTAS PALABRAS DEL SEÑOR: "HIJITOS, AÚN ESTOY CON VOS-
modo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo; como vos-
O T R O S ÜN POCO DE TIEMPO; VOSOTROS ME BUSCARÉIS, Y, COMO DIJE
A LOS JUDÍOS, A DONDE YO VOY, NO PODÉIS VENIR VOSOTROS; LO MISMO
otros, en esta flaqueza de la carne también estoy yo hasta que
OS DIGO AHORA A VOSOTROS" muera y resucite, porque después de resucitado estuvo aquí, sí,
con ellos cuarenta días, manifestándoles su presencia corporal,
1. Es de notar, carísimos, la ordenada concatenación de las pero no participando con ellos de la humana flaqueza.
palabras del Señor. Porque, habiendo dicho más arriba, después 2. Hay, además, otra presencia divina, escondida de los sen-
que salió Judas y se separó hasta de la convivencia corporal de tidos corporales, de la que asimismo dice: He aqui qtie yo estoy
aquellos santos: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios con vosotros hasta la consumación de los siglos. Ciertamente no
es glorificado en El; bien lo haya dicho refiriéndose al reino fu- es esto lo que significa: Aún estoy con vosotros un poco de
turo, cuando los malos sean separados de los buenos; bien refi- tiempo; pues no es poco tiempo hasta la consumación de los
riéndose a su cercana resurrección, es decir, no aplazada, como
la nuestra, hasta el fin del mundo; y después de haber añadido: ut in finem saeculi nostra differtur: ac deinde addidisset, Si Deus cla-
rificatus est in eo, et Deus clarificabit eum in semelipso, et continuo
post resurrectionem credentibus dandus, quia Iesus nondum fuerat cla- clarificabit eum, quod sine ulla ambiguitate de sua resurrectione conti-
rificatus: id est, nondum fuerat mortalitas immortalitate vestita, et in nuo futura testatus est: adiecit, atque ait, Filioli, adhuc modicum vobis-
aeternam vinutem temporalis infirmitas commutata. Potest et de ista cum sum. Ne putarent ergo quod sic eum clarificaturus esset Deus, ut
clarificatione dictum videri, Nunc clarificatus est Filius hominis; ut non eis coniungeretur ulterius ea conversatione qua in térra est; Adhuc
quod áit nunc, non ad imminentem passíonem, sed ad vicinam resurrec- modicum, inquit, vobiscum sum: tanquam diceret, Continuo quidem re-
tionem pertinere credatur, tanquam fuerit factum quod erat tam proxi- surrectione clarificabor; non tamen continuo ascensurus in caelum, sed
me iam futurum. Hodie Dilectioni vestrae ista suffecerint; cum donave- adhuc modicum vobiscum sum. Sicut enim setiptum est in Actibus Apos-
rit Dominus, de consequentibus dissexemus. tolorum, fecit cum eis post resurrectionem quadraginta dies intrans et
exiens, manducans et bibens (Act 1,3): non quidem habens esuriendi
ac sitiendi egestatem, sed usque ad ista carnis insinuans veritatem, quae
cibandi ac potandi iam non habebat necessitatem, sed potestatem. Hos
TRACTATUS 64 ergo quadraginta dies significavit dicendo, Adhuc modicum vobiscum
IN ID QUOD DÓMINOS DICIT, FILIOLI, ADHUC MODICUM VOBISCUM SUM : QUAERETIS sum, an aliquid aliud? Potest enim et sic intelligi, Adbuc modicum vo-
ME, ET SICUT D1XI IUDAEIS, QUO EGO VADO, VOS NON POTEST1S VENIRE; ET biscum sum, Adhuc, sicut vos, in hac ¡niirmitate carnis etiam ipse sum,
VOBTS D1C0 MODO doñee scilicet moreretur atque resurgeret: quia posteaquam resurrexit,
cum illis quidem fuit diebus, ut dictum est, quadraginta exhibitione
1. Advertenda est, charissimi, dominicorum verborum ordinata con- corporalis praesentiae; sed non cum illis fuit consorcio infirmitatis hu-
nexio. Cum enim superius dixisset, posteaquam ludas egressus est, et manae.
ab illa sanctorum etiam corporali conversatione seiunctus est, Nunc cla- 2. Est et alia divina praesentia sensibus ignota moitalibus, de qua
rificatus est Filius hominis, et Deus clarificatus est in eo: quod sive fu- item dicit: Ecce ego vobiscum sum usque ad consurnmationem saeculi
turum regnum significans dixit, quando mali separabuntur a bonis, sive (Mt 28,20). Hoc certe non est, Adhuc modicum vobiscum sum: non enim
quod eius resurrectio tune futura esset, id est, differenda non esset, sic- modicum est usque ad consummationem saeculi. Aut si et hoc modicum
294 Sobre el Evangelio de San ]uan 64, 3 64, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 295
siglos. Y aunque todo este tiempo sea un poco de tiempo (por- carne mortal en que vosotros estáis? Entonces estaba resucitado
que el tiempo vuela, y mil años ante el Señor son como un en la misma carne, pero ya no estaba con ellos en la misma
día o como la velada de una noche), sin embargo, no debemos carne mortal. Y así como allí, vestido ya de la inmortalidad de
creer que aquí quiso dar a entender este tiempo, por lo que, la carne, dijo con toda verdad: Cuando aún estaba con vosotros,
continuando, añadió: Me buscaréis, y, como dije a los judíos, a donde no puede entenderse sino: Cuando aún estaba con vos-
donde yo voy vosotros no podéis venir. Después de este poco otros en carne mortal, así también aquí no es un absurdo en-
de tiempo que estoy con vosotros, ciertamente me buscaréis, pero tender estas palabras: Aún estoy con vosotros un poco de tiem-
a donde yo voy, no podéis venir vosotros. ¿Acaso después del po, como si dijese: Aún por un poco de tiempo soy mortal,
fin del mundo no podrán ir ellos a donde El va? Entonces como vosotros. Pasemos, pues, adelante.
¿por qué en este mismo sermón ha de decir poco después: Pa- 4. Me buscaréis, y como dije a los judíos que, a donde
dre, quiero que donde yo estoy estén ellos conmigo? N o habló, yo voy, vosotros no podéis venir, así os lo digo ahora a vosotros.
pues, de aquella presencia suya con la que ha de estar con los Es decir, que ahora no podéis. Porque, cuando dijo esto a los
suyos hasta la consumación de los siglos, cuando dijo: Aún estoy judíos, no añadió la palabra ahora. Estos, en cambio, no podían
con vosotros un poco de tiempo; sino que habló de la flaqueza ir ahora, pero podrían ir después, como claramente lo dijo luego
mortal con que había de estar con ellos hasta su pasión o de al apóstol Pedro: Como él le preguntase: ¿Adonde vas, Señor?,
aquella presencia corporal con que estaría con ellos hasta su le respondió: A donde yo voy, no puedes seguirme ahora; pero
ascensión. Cualquiera de estas dos interpretaciones que se elija, me seguirás después. Diligentemente debemos inquirir el signi-
no está en pugna con la fe. ficado que aquí se encierra. ¿Adonde no podían entonces los
3. Y para que no le parezca a alguno poco conforme con discípulos seguir al Señor y podrían después? Si dijéramos que
la verdad este sentido que damos a las palabras Aún estoy con a la muerte, ¿qué tiempo no es apto para morir quien ha na-
vosotros un poco de tiempo, o sea, el tiempo que el Señor es- cido, siendo, como es, tal la condición del hombre en su cuerpo
tuvo en carne mortal con sus discípulos hasta su pasión, atienda corruptible, que la misma facilidad ofrece a la vida que a la
a lo que después de su resurrección dice por otro evangelista: muerte? N o eran, pues, entonces menos aptos para seguir al Se-
Os he dicho estas cosas cuando aún estaba con vosotros; como ñor a la muerte, pero eran menos para seguir al Señor a la vida
si entonces ya no estuviese con ellos, que le acompañaban, le que nunca muere. Porque el Señor, resucitando de entre los
veían, le tocaban y hablaban con El. Luego ¿qué quiere decir muertos, se iba allí, donde no volviese a morir y la muerte ja-
Cuando aún estaba con vosotros, sino cuando aún estaba en la
biscum, nisi, cum adhuc essem in carne mortali, in qua estís et vos?
est (volat enim aetas, et in oculis Dei mille anni sicut dies unus, aut Tune enim quidem in eadem carne resuscitatus erat; sed cum illis in
sicut vigilia in nocte (Ps 89,4), non tamen hoc significare voluisse cte- eadem mortalitate iam non erat. Quapropter sicut ibi iam ¡mmortalitate
dendus est nunc, quandoquidem secutus adiunxit, Quaeretis me, et sicut carnis indutus veraciter ait, cum adbuc essem vobiscum; ubi nihil aliud
dixi Iudaeis, quo ego vado, vos non potestis venire. Utique post hoc intelligere possumus, nisi, cum adhuc essem in carnis mortalitate vobis-
modicum quo vobiscum sum, Quaeretis me, et quo ego vado, vos non cum: ita et hic non absurde dixisse intelligitur, Adhuc modicum vobis-
potestis venire. Nunquid post consummationem saeculi, quo ipse vadit, cum sum, tanquam diceret, adhuc modicum sicut vos estis, mortalis
venite non poterunt? Et ubi est quod alíquanto post in hoc ipso sermo- sum ego. Ergo sequentia videamus.
ne dicturus est: Pater, voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum? (lo 4. Quaeretis me, et sicut dixi Iudaeis, qn-o ego vado, vos non pot-
17,24). Non ergo de illa sua cum suis praesentia, qua cum illis est estis venire, et vobis dúo modo. Hoc est, modo non potestis. Iudaeis
usque ad consummationem saeculi, nunc locutus est, ubi ait, Adbuc mo- autem cum hoc diceret, non addidit modo. Isti itaque venire non pote-
dicum vobiscum sum: sed vel de infirmitate mortali, qua cum illis erat rant tune quo ille ibat, sed poterant postea: nam hoc apostólo Petro
usque ad passionem suam; aut de praesentia corporali, qua cum illis apertissime paulo post ait. Cum enim dixisset ille, 'Domine, quo tiadis?
futurus erat usque ad ascensionem suam. Quodlibet horum quis eligat respondit ei, Quo ego vado, non potes me modo seqtti; sequeris autem
cum fide non litigat. postea (lo 13,36). Sed hoc quid sit, non negligentei est praetereundum.
3. Ne cui autem videatur abhorrere iste sensus a vero, quo dicimus Quo enim sequi tune non poterant discipuli Dominum, sed postea pot-
Dominum mortalis carnis communionem, in qua cum discipulis usque ad erant? Si dixerimus ad mortem: homini naco quod invenitur tempus,
passionem fuit, significare potuisse dicendo, Adhuc modicum vobiscum quo ad moriendum non sit idoneus; quandoquidem talis est in corpore
sum; apud alium quoque evangelistam post resurrectionem verba eius corruptibili hominum sors, ut non sit in ea facilior vita quam mors?
attendat, ubi ait, Haec locutus sum vobis, cum adbuc essem vobiscum Non igitur adhuc minus idonei erant sequi Dominum ad mortem, sed
(Le 24,44): quasi tune non erat cum ipsis simul assistentibus, videnti- minus idonei erant sequi Dominum ad vitam quae non habet mortem.
bus, tangentibus, colloquentibus. Quid est ergo, cum adhuc essem vo- HJo quippe ibat Dominus, ut surgens a mortuis iam non moreterur, et
296 Sobre el Evangelio de San ]uan 65, 1 65, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 297
más le volviese a dominar. ¿Y cómo habían de seguir al Señor, ñor lo llama nuevo, cuando se conoce su antigüedad? ¿Tal vez
que iba a morir por la justicia, si aún no estaban maduros para será nuevo porque, despojándonos del hombre viejo, nos ha ves-
el martirio? O ¿cómo habían de seguir al Señor a la inmortali- tido del hombre nuevo? El hombre que oye, o mejor, el hom-
dad de la carne, si, muriendo, no han de resucitar hasta el fin bre que obedece, se renueva, no por una cosa cualquiera, sino
de los siglos? O ¿cómo habían de seguir entonces al Señor, que por la caridad, de la cual, para distinguirla del amor carnal, aña-
iba al seno del Padre sin abandonarlos a ellos, y del cual no se de el Señor: "Como yo os he amado". Porque mutuamente se
separó cuando vino a ellos, si nadie puede estar en aquella feli- aman los maridos y las mujeres, los padres y los hijos y todos
aquellos que se hallan unidos entre sí por algún vínculo huma-
cidad sin ser perfecto en la caridad? Y así, enseñándoles el modo
no; por no hablar del amor culpable y condenable, que se tienen
de hacerse aptos para ir a donde El les precedía, dice: Un man-
mutuamente los adúlteros y adúlteras, los barraganes y las rame-
dato nuevo os doy: que os améis unos a otros. Estos son los pa- ras y aquellos a quienes unió, no un vínculo humano, sino una
sos para seguir a Cristo; pero hay que dejar para otra ocasión torpeza perjudicial de la vida humana. Cristo, pues, nos dio el
un tratado más amplio sobre esta materia. mandato nuevo de amarnos como El nos amó. Este amor nos re-
nueva para ser hombres nuevos, herederos del Nuevo Testamen-
to y cantores del nuevo cántico. Este amor, carísimos hermanos,
TRATADO 65 renovó ya entonces a los justos de la antigüedad, a los patriarcas
y profetas, como renovó después a los apóstoles, y es el que
SOBRE ESTAS PALABRAS DEL SEÑOR: "UN MANDATO NUEVO os DOY:
QUE os AMÉIS UNOS A OTROS, COMO YO OS HE AMADO, ASÍ OS AMÉIS
también ahora renueva a todas las gentes; y el que de todo el
VOSOTROS TAMBIÉN. POR ESTO CONOCERÁN TODOS QUE SOIS DISCÍPULOS género humano, difundido por todo el orbe, forma y congrega
MÍOS, SI OS AMÁIS UNOS A OTROS" un pueblo nuevo, cuerpo de la nueva Esposa del Hijo unigéni-
to de Dios, de la que se dice en el Cantar de los Cantares:
1. Nuestro Señor Jesucristo declara que da a sus discípu- ¿Quién es esta que sube blanca? Blanca, sí, porque está renovada,
los un mandato nuevo de amarse unos a otros: Un mandato y ¿por quién sino por el mandato nuevo? Por esto en ella
nuevo os doy: que os améis unos a otros. ¿No había sido dado los miembros se atienden unos a otros, y si un miembro sufre,
ya este precepto en la antigua Ley de Dios, cuando escribió: con él sufren los otros; y si un miembro es honrado, con él se
Amaras a tu prójimo como a ti mismo? ¿Por qué, pues, el Se-
ergo novum appellatur a Domino, quod tam vetus esse convincitur? An
mors ei ultra non dominaretur (Rom 6,9). Moriturum quippe Dominum ideo est mandatum novum, quia exuto vetere induit nos hominem no-
pro iustitia quomodo iam fuerant secuturi, adhuc martyrio non maturi? vum? Innovat quippe audientem, vel potius obedientem, non omnis,
Aut iturum Dominum ad immortalitatem carnis, quomodo iam fuerant sed ista dilectio quam Dominus ut a carnali dilectione distingueret, ad-
secuturi, quandolibet morituri, sed in saeculi fine resurrecturi? Aut didit, Sicut dilexi vos. Nam diligunt invicem mariti et uxores, parentes
iturum Dominum ad sinum Patris, nec relicturum eos, unde nec reces- et filii, et quaecumque alia Ínter se homines necessitudo humana de-
sit cum venisset ad eos, quomodo iam fuerant secuturi; cum esse nenio vínxerit: ut taceamus de dilectione culpabiii atque damnabili, qua di-
possit in illa felicítate nisi perfectus in charitate? Ideoque docens quo- ligunt invicem adulteri et adulterae, scortatores et meretrices, et quos-
modo idonei esse possint pergere quo ille antecedebat, Mandatum, inquit, cumque alios non humana necessitudo, sed humanae vitae noxia turpi-
novum do vobis, ut diligatis invicem (lo 13,34). Hi sunt gressus qui- tudo coniungit. Mandatum ergo novum dedit nobis Christus ut diliga-
bus sequendus est Christus: sed de his sermo uberior in aliud tempus mus invicem, sicut et ipse dilexit nos. Dilectio ista. nos innovat, ut
est differendus. simus homines novi, haeredes Testamenti Novi, cantatores cantici novi.
Haec dilectio, fiatres charissimi, antiquos etiam tune iustos, tune Pa-
TRACTATUS 65 triarchas et Prophetas, sicut postea beatos Apostólos innovavit: ipsa et
nunc innovat gentes, et ex universo genere humano quod diffunditur
IN m QUOD DOMINUS AIT, MANDATUM NOVUM DO VOBIS, UT DILIGATIS ÍNVÍCEM, toto orbe terrarum, facit et colligit populum novum, Corpus novae nup-
SICUT DILEXI VOS UT ET VOS INVICEM DILIGATIS: IN HOC COGNOSCENT OMNES tae Filii Dei unigeniti sponsae, de qua dicitur in Cántico Canticorum,
QUIA MEI DISCIPULT ESTIS, SI DILECTIONEM HABUERITIS IN INVICEM Quae est ista qaae ascendit dealbata? (Cant 8,5 sec.70) utique dealbata,
quia innovata; unde nisi mandato novo? Propter quod pro invicem sollici-
1. Dominus Iesus mandatum novum se discipulis suis date testatur, ta sunt membra in ea; et si patituí unum membrum, compatiumur
ut diligant invicem: Mandatum, inquit, novum do vobis, ut diligatis omnia membra, et si gloiificatur unum membrum, congaudent omnia
invicem. Nonne iam erat hoc mandatum in antiqua Dei lege, ubi scrip- membra (1 Cor 12,25.26). Audiunt enim, atque custodiunt, Mandatum
tum est, Diliges proximum tuum tanquam teipsum? (Lev 19,18). Cur novum do vobis, ut vos invicem diligatis: non sicut se diligunt qu¡ cor-
298 Sobre el Evangelio de San ]uan 65, 2 65, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 299
alegran todos los miembros. Oyen y observan el mandato nuevo como, si excluido éste, pareciera decirse que os améis unos a
que os doy, de amaros unos a otros, no como se aman los hom- otros, como si no estuviera incluido en Amarás a tu prójimo
bres por ser hombres, sino como se aman por ser dioses e hijos corno a ti mismo. De estos dos preceptos dependen toda la Ley
todos del Altísimo, para que sean hermanos de su único Hijo, y los Profetas. Pero quienes bien entienden, hallan a ambos el
amándose mutuamente con el amor con que El los ha amado, uno en el otro. Porque quien ama a Dios, no puede despreciar
para conducirlos a aquel fin que les sacie y satisfaga todos sus su mandato de amar al prójimo. Y quien santa y espiritualmente
deseos. Entonces, cuando Dios sea todo en todas las cosas, no ama al prójimo, ¿qué ama en él sino a Dios? Es éste un amor
habrá nada que desear. Este fin no tiene fin. Nadie muere allí distinto de todo amor mundano, cuya distinción señala el Señor,
adonde nadie llega sin morir antes a este mundo, no con la diciendo: "Como yo os he amado". ¿Qué amó en nosotros sino
muerte común a todos, consistente en la separación del alma a Dios? N o porque ya le teníamos, mas para que le tuviésemos,
del cuerpo, sino con la muerte de los justos, por la cual, aun para conducirnos, como dije poco antes, allí donde Dios es todo
permaneciendo en la carne mortal, se coloca allá arriba el co- en todas las cosas. De esta manera se dice que el médico ama
razón. De esta muerte decía el Apóstol: Estáis muertos y vuestra
a los enfermos; mas ¿qué otra cosa ama en ellos sino la salud,
vida está escondida con Cristo en Dios. Y quizá por esta razón
que desea restituirles en lugar de la enfermedad, que viene a
se ha dicho: Fuerte es el amor como la muerte. Este amor hace
echar fuera? Pues nuestro amor mutuo ha de ser tal, que pro-
que muramos para este mundo aun cuando estemos en esta car-
curemos por los medios a nuestro alcance atraernos mutuamente
ne mortal, y nuestra vida esté escondida con Cristo en Dios;
por la solicitud del amor, para tener a Dios en nosotros. Este
aún más, el mismo amor es nuestra muerte para el mundo y
amor nos lo da el mismo que dice: Como yo os he amado,
nuestra vida con Dios. Porque, si la muerte es la salida del alma
para que así vosotros os améis recíprocamente. Por esto El nos
del cuerpo, ¿cómo no ha de ser muerte cuando del mundo sale
nuestro amor? Fuerte como la muerte es el amor. ¿Qué puede amó, para que nos amemos mutuamente, concediéndonos a nos-
haber más fuerte que aquello con que se vence al mundo? otros, por su amor estrechar con el amor mutuo los lazos de
unión; y enlazados los miembros con un vínculo tan dulce, sea-
2. N o vayáis a pensar, hermanos, que, al decir el Señor:
mos el cuerpo de tan excelente Cabeza.
Un mandato nuevo os doy: que os améis unos a otros, se excluya
el precepto mayor, que manda amar a nuestro Dios y Señor con 3. Por esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
todo el corazón, con toda el alma y con todas las facultades; amáis mutuamente. Como si dijera: Los que no son míos tienen
también otros dones míos comunes a vosotros, no sólo natura-
rumpunt, nec sicut se diligunt homines, quoniam homines sunt; sed
sicut se diligunt, quoniam dii sunt et filii Altissimi orones, ut sint hoc praetetmisso yidetur dictum, ut diligatis invicem, velut hoc ad illud
Filio eius único fratres, et dilectione invicem diligentes, qua ipse dile- alterum non pertineat, quo dictum est, Diliges proximnm tuum tanquam
xit eos, perductutus eos ad illum finem qui sufficiat eis, ubi satietur teipsum. In bis enim duobus praeceptis, inquit, tota Lex pendet, et
in bonis desiderium eorum (Ps 102,5). Tune enim aliquid desiderio non Propbetae (Mt 22,37-40). Sed bene inteliigentibus uttumque invenitur
deerit, quando omnia in ómnibus Deus erit (1 Cor 15,28). Talis finís in singulis. Nam et qui diligit Deum, non eum potest contemnere prae-
non habet finem. Nemo ibi moritur, quo nemo pervenit, nisi huic cipientem ut diligat ptoximum; et qui sánete ac spiritualiter diligit pro-
saeculo moriatur, non morte omnium, qua corpus ab anima deseritur; ximum, quid in eo diligit nisi Deum? Ipsa est dilectio ab omni mun-
sed morte electorum, qua etiam cum in carne mortali adhuc manetur, dana dilectione discreta, quam distinguendo addidit Dominus, sicut di-
cor sursum ponitur. De quali morte dicebat Apostolus, Mortui enim lexi vos. Quid enim nisi Deum dilexit in nobis? Non quod habebamus,
estis, et vita vestra abscondita est cum Christo in Deo (Col 3,3)' Hínc sed ut haberemus: ut perducat nos, sicut paulo ante dixi, ubi sít Deus
fortasse dictum est, Valida est sicut mors dilectio (Cant 8,6). Hac enim omnia in ómnibus. Sic etiam mediáis recte dicitur aegros diligete: et
dilectione fit ut in isto adhuc corruptibili corpore constituti moriamur quid in eis nisi salutem diligit, quam cupit utique revocare, non mor-
huic saeculo, et vita nostra abscondatur cum Christo in Deo, imo ipsa bum, quem venit expeliere? Sic ergo et nos invicem ad habendum in
dilectio est mors nostra saeculo, et vita cum Deo. Si enim mors est nobis Deum cura dilectionis attiahamus. Hanc dilectionem nobis donat
quando de corpore anima exit, quomodo non est mors quando de ipse qui ait, Sicut dilexi vos, ut et vos diligatis invicem. Ad hoc ergo
mundo amor noster exit? Valida est ergo sicut mors dilectio. Quid ea nos dilexit, ut et nos diligamus inricem; hoc nobis cooferens diligendo
validius, qua vincitur mundus? nos, ut mutua dilectione constringamur ínter nos, et tam dulcí vinculo
2. Nolite itaque, fratres mei, putate in hoc quod ait Dominus, connexis membris coipus tanti capitis simus.
Mandatum novum do vobis, ut vos invicem diligatis, illud maius prae- 3. In hoc cognoscent, inquit, omnes quia mei discipali estis, si di-
termissum esse mandatum, quo praecipitur ut diligamus Dominum Deum lectionem habueriiis in invicem: tanquam diceret, Alia muñera mea ha-
nostrum ex toto corde, ex tota anima, et ex tota mente: tanquam enim bent vobisoim etiam non mei, non solum naturam, vitam, sensum, ra-
300 Sobre el Evangelio de San ]uan 65, 3 66, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 301
leza, vida, sentidos, la razón, y la salud, que es común a todos
los hombres y a la bestias; sino también el don de lenguas, los TRATADO 66
sacramentos, el don de profecía, de ciencia, de la fe, de repartir DESDE LAS SIGUIENTES PALABRAS: "DÍCELE SIMÓN PEDRO: ¿ADONDE
su hacienda a los pobres, de entregar su cuerpo a las llamas; VAS, SEÑOR?", HASTA ÉSTAS: "EN VERDAD, EN VERDAD TE DIGO QUE NO
pero, porque no tienen caridad, hacen ruido como los címbalos, CANTARÁ EL GALLO HASTA QUE ME NIEGUES TRES VECES"
nada son, de nada les aprovecha. N o por estos dones míos, que
pueden tener también quienes no son discípulos míos; sino por 1. Después de haber recomendado el Señor a los discípulos
esto conocerán que sois mis discípulos: si os amáis unos a otros. el amor santo con que mutuamente debían amarse, dicele Simón
¡Oh Esposa de Cristo, hermosa entre las mujeres! ¡Oh la que Pedro: ¿Adonde vas, Señor? Esto dijo el discípulo al Maestro,
subes blanqueada y apoyada en tu Amado!, porque con su luz el siervo al Señor, como dispuesto a seguirle. Por lo cual el
eres iluminada para volverte blanca, y con su ayuda eres soste- Señor, que conoció su intención al hacerle tal pregunta, le dio
nida para que no caigas. ¡Oh cuan merecidamente eres loada en esta respuesta: A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora;
aquel Cantar de los Cantares, que es como tu epitalamio: Tus como si le dijera: Con la intención de tu pregunta no puedes
delicias están en el amor! El no pierde a tu alma con la de los ahora. No le dijo no puedes; sino no puedes ahora; sin quitarle
impíos; él defiende tu causa y es fuerte como la muerte, y hace la esperanza, aplazó la ocasión; y esa esperanza que no le quitó,
todas tus delicias. ¡Qué género de muerte tan admirable, que no sino más bien se la dio, confirmósela la frase siguiente: Me
sólo no es penoso, sino que es delicioso! Cerremos aquí este tra- seguirás después. Pedro, ¿por qué te apresuras? La Piedra aún
tado, porque al siguiente hay que darle otro preámbulo. no te ha dado solidez en su espíritu. N o presumas, ahora no
puedes; no desesperes, me seguirás después. Pero él insiste, di-
tionem, et eam salutem quae hominibus pecoribusque communis est; ciendo: ¿Por qué no te puedo seguir ahora? Daré mi vida por
verum etiam linguas, Sacramenta, prophetiam, scientiam, fidem, distri- ti. Veía el deseo de su corazón, pero no veía en él la fuerza
butionem rerum suarum pauperibus, et traditionem corporis sui ut ar-
deant: sed quoniam charitatem non habent, ut cymbala concrepant, nihil
necesaria. El enfermo se jactaba de su voluntad, pero el Médico
sunt, nihil illis prodest (1 Cor 13,1-3). Non ergo in illis quamvis bo- conocía su debilidad; aquél prometía, éste preveía; era osado el
nis muneribus meis, quae habere possunt etiam non discipuli mei; sed ignorante, y quien todo lo sabía le instruía. ¡Cuánto había car-
in hoc cognoscent omnes quia mei discipuli estis, si dilectionem babue- gado Pedro mirando a su voluntad e ignorando sus fuerzas!
ritis in invicem. O sponsa Christi pulchra Ínter mulieres! o dealbata
ascendeos, et incumbens super frattuelem mum! quoniam cuius lumine ¡Cuánta carga había puesto sobre sus hombros, confiando poder
illustraris ut candeas, eius adiutorio fulciris ne cadas: o _ quam bene
cantatur tibí in illo Cántico canticorum velut epithalamio tuo, Quia cha-
ritas in deliciis tuis! (Cant 7,6 sec.LXX). Ipsa non comperdit cum im- TRACTATUS 66
piis animam tuam; ipsa discernit causam mam, et sicut mors valida est, DE FO QUOD SEQUITUR, DICIT EI SIMÓN PETRUS: DOMINE, QUO VADIS? USQUE
et in deliciis tuis est. Quam mirandi generis mors est, cui parum fuit AD ID, AMEN, AMEN DICO TIBÍ ; NON CANTABIT GM.LUS, DONEC TER ME NEGES
non esse in poenis, nisi esset insuper in deliciis! Sed hic iam iste sermo
claudatur: ab alio exordio tractanda sunt quae sequuntur. 1. Cum Dominus Iesus sanctam dilectionem quae se invicem düi-
gerent, discipulis commendaret, Dicit ei Simón Petrus: Domine, quo va-
dis? Sic utique hoc dixit Magistro discipulus, et Domino servus, tan-
quam sequi paratus. Propterea quippe Dominus, qui eius animum vidit
quare hoc interrogaverit, sic ei respondit: Quo ego vado, non potes me
modo sequi: tanquam diceret, Propter quod interrogas, non potes modo.
Non ait, non potes; sed non potes modo: dilationem intulit, non spem
tulit; et eamdem spem quam non tulit, sed potius dedit, sequenti voce
firmavit, addendo atque dicendo, Sequeris autem postea. Quid festinas,
Petre? Nondum te suo spiritu solidavit petra. Noli extolli praesumendo,
non potes modo: noLi deiici desperando, sequeris postea. Sed adhuc ille
quid dicit? Quare te non possrim sequi modo? Animam meam pro te
ponían. Quid in animo eius esset cupiditatis, videbat; quid virrum, non
videbat. Voluntatem suam iactabat infirmus, sed inspiciebat valetudinem
mediáis; iste promittebat, ille praenoscebat: qui nesciebat, audebat; qui
praesciebat, docebat. Quantum sibi assumpserat Petrus intuendo quid vel-
let, ignorando quid posset? quantum slbL assumpserat,. ut cum venisset
302 Sobre el Evangelio de San ]uan 66, 2 66, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 303
ofrecer al Señor su vida, cuando El fuese a dar la suya p o r sus u n o solo es Dios y u n o solo el M e d i a d o r e n t r e Dios y los h o m -
amigos, y p o r t a n t o t a m b i é n p o r él, y p r o m e t i e n d o dar su v i d a bres, Cristo Jesús. Q u i e n niega la h u m a n i d a d de Cristo, n o es
por Cristo a u n antes de haber dado Cristo la suya p o r él! Res- justificado. Porque, así c o m o p o r la desobediencia de u n h o m b r e
pondióle, pues, Jesús: ¿Darás por mi tu vida? ¿Vas a hacer muchos cargaron con el pecado, así t a m b i é n p o r la obediencia
p o r m í lo q u e a ú n n o h e hecho y o p o r ti? ¿Darás por mí tu de u n h o m b r e m u c h o s se justificarán. Q u i e n niega q u e Cristo
vida? ¿Vas a ir delante tú, q u e n o puedes seguirme? ¿Por q u é es h o m b r e , n o resucitará a la resurrección de la vida: P o r q u e ,
presumes tanto, q u é piensas de ti, q u i é n crees q u e eres? Escucha así c o m o p o r u n h o m b r e e n t r ó la m u e r t e , así p o r u n h o m b r e
lo q u e tú eres: En verdad, en verdad te digo que antes de cantar v e n d r á también la resurrección de los m u e r t o s , p u e s , como todos
el gallo me habrás negado tres veces. M i r a cómo te verás t ú , m u e r e n p o r A d á n , todos volverán a la vida p o r Cristo. ¿Por
q u e tan alto hablas, i g n o r a n d o lo p e q u e ñ o q u e eres. T ú q u e q u é Cristo es Cabeza de la Iglesia, sino p o r la naturaleza hu-
m e ofrendas tu m u e r t e , negarás tres veces a tu vida. T ú , que t e mana, q u e t o m ó el Verbo? Es decir, q u e el U n i g é n i t o de D i o s
crees con fuerzas para m o r i r p o r m í , m i r a de vivir antes p o r ti, Padre, que es D i o s , se hizo h o m b r e . ¿Cómo, p u e s , ha de estar
p o r q u e , t e m i e n d o la m u e r t e de tu cuerpo, darás la m u e r t e a t u en el cuerpo de Cristo q u i e n niega q u e Cristo es h o m b r e ? Q u i e n
alma. C u a n t o es p a r a la vida el confesar a Cristo, tanto es p a r a niega la cabeza, ¿cómo ha de ser m i e m b r o ? M a s ¿por q u é m e
la m u e r t e negar a Cristo. detengo tanto, cuando el m i s m o Señor ha deshecho todos los so-
2. ¿Acaso el apóstol P e d r o , como algunos, por una piedad fismas de los a r g u m e n t o s h u m a n o s ? Pues n o dice: N o cantará
perversa, p r e t e n d e n excusarlo, n o negó a Cristo p o r q u e , p r e g u n - el gallo hasta q u e hayas negado al h o m b r e ; o, según el lenguaje
tado por u n a doncella, respondió que no conocía a ese h o m b r e , más familiar, q u e e m p l e a b a con los h o m b r e s : N o cantará el gallo
según el testimonio expreso de los otros evangelistas? C o m o si hasta q u e niegues al H i j o del h o m b r e por tres veces; sino que
n o negase a Cristo q u i e n niega q u e Cristo es h o m b r e , n e g a n d o dice: Hasta que me niegues tres veces. ¿Qué significa me sino
en El lo q u e p o r nosotros se h i z o para q u e no pereciese lo q u e lo que El era; y q u é era sino Cristo? Luego, q u i e n n e g ó algo
El había hecho. Así, pues, q u i e n confiesa que Cristo es D i o s y suyo, negó a El m i s m o , n e g ó a Cristo, n e g ó a su D i o s y Señor.
niega que es h o m b r e , p o r ese tal n o ha m u e r t o Cristo, que m u - Y así, aquel condiscípulo suyo llamado T o m á s , c u a n d o exclamó:
rió según la naturaleza h u m a n a . Q u i e n niega la h u m a n i d a d a Dios mío y Señor mío, no p a l p ó al V e r b o , sino la carne; n o
Cristo, n o tiene mediador q u e le reconcilie con Dios. P o r q u e tocó con m a n o s investigadoras la naturaleza incorpórea de D i o s ,
sino el cuerpo del h o m b r e . T o c ó al h o m b r e y reconoció a Dios.
Dominus animam suam poneré pro amias suis, ac per hoc et pro ipso, Si, pues, P e d r o n e g ó Jo que éste p a l p ó , P e d r o ofendió a quien
ille hoc Domino offerré confideret: et nondum pro se posita anima
Christi, animam suam polliceretur se positurum esse pro Christo? Re- sus (1 Tim 2,5). Qui negat hominem Christum, non iustificatur; quia
sponda ergo Iesus, Animam tuam pro me pones? Itane facies pro me, sicut per inobedientiam. unius hominis, peccatores constituti sunt multi;
quod nondum ego pro te? Animam tuam pro me pones? Praeire potes, ita per obedientiam unius hominis, iusti constituentur multi (Rom 5,19).
qui sequi non potes? Quid tantum praesumis? quid de te sentís? quid Qui negat hominem Christum, non resurget in resurrectionem vitae;
esse te credis? Audi quid sis: Amen, amen dico ubi; non cantabit gallus, quia per hominem mors, et per hominem resurrectio mortuorum: sicut
doñee ter me neges. Ecce quomodo tibi cito apparebis, qui magna lo- enim in Adam omnes moriuntur, ita et in Christo omnes vivificabun-
queris, et te parvulum nescis. Qui mihi promittis mortem tuam, ter tur (1 Cor 15,21 et 22). Per quid autem caput est Ecclesiae, nisi per
negabis vitam mam. Qui te iam putas mori posse pro me, prius vive hominem, quod Verbum caro factura est? id est, Dei Patris Unigenitus
pro te: nam timendo mortem carnis tuae, mortem dabis animae tuae. Deus homo factus est. Quomodo est igitur in corpore Christi, qui negat
Quanta enim vita est confiteri Christum, tanta mors est negare Chris- hominem Christum? Qui enim caput negat, quomodo est membrum?
tum. Sed quid multis immorer, cum ipse Dominus abstulerit omnes huma-
2. An apostolus Petrus, sicut eum quidam favore perverso excusare nae argumentationis ambages? Non enim ait, Non cantabit gallus do-
nituntur 1 , Christum non negavit, quia interrogatus ab ancilla hominem ñee hominem neges; aut, sicut loqui familiariore cum hominibus digna-
se nescire respondit, sicut alii evangélistae contestantur expressius? Qua- tione consuevit, Non cantabit gallus doñee Filium hominis ter neges:
si vero qui hominem Christum negat, non Christum negat; et hoc in eo sed ait, doñee me ter neges. Quid est, me, nisi quod erat? et quid nisi
negat quod factus est propter nos, ne periret quod fecerat nos. Ergo Christus erat? Quidquid ergo eius negavit, ipsum negavit, Christum
qui ita confitetur Christum Deum, ut hominem neget, non pro illo negavit, Dominum Deum suum negavit. Qui et ille condiscipulus eius
mortuus est Christus; quia secundum hominem mortuus est Christus. Thomas, quando exdamavit, Dominus meus et Deas meas, non Ver-
Qui negat hominem Christum, non reconciliatur per mediatorem Deo. bum, sed carnem tetigit; non incorpoream Dei naturam, sed hominis
Unus enim Deus, et unus me-diator Dei et hominum homo Christus Ie- corpus curiosis manibus contrectavit (lo 20,27.28). Hominem itaque te-
1
tigit et tamen Deum cognovit. Si eigo quod iste tetigit, hoc Petrus ne-
AMBROS., In Le 22.
304 Sobre el Evangelio de San Juan 66, 2 67, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 305
éste confesó. No cantará el gallo hasta que me niegues tres ve-
ces, aunque digas: No conozco a ese hombre; aunque digas: Hom-
TRATADO 67
bre, no sé lo que dices; aunque digas: No soy de sus discípulos, DESDE ESTAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : " N O SE TURBE VUESTRO CORAZÓN",
me negarás a mí. No acusemos a Cristo por defender a Pedro. HASTA ÉSTAS: "VOLVERÉ OTRA VEZ Y OS LLEVARÉ CONMIGO"
Reconozca su pecado la fragilidad, porque no hay mentira en
la Verdad. Reconoció su pecado la debilidad de Pedro, lo reco- 1. Con mayor esfuerzo, hermanos, debemos dirigir a Dios
noció sin reparos, y con sus lágrimas manifestó cuan grande nuestra atención, para poder de algún modo entender las pala-
mal había cometido negando a Cristo. El mismo confunde a sus bras del santo Evangelio que poco ha sonaron en nuestros oídos.
defensores, y para convencerlos se vale del testimonio de sus Dice, pues, Jesús: No se turbe vuestro corazón. Creed en Dios
lágrimas. Tampoco nosotros, al decir esto, sentimos satisfacción y creed también en mí. A fin de que, como hombres, no tuvie-
en acusar al primero de los apóstoles; pero nos conviene advertir sen miedo a la muerte, turbándose por ello, los consuela afir-
que el hombre, teniendo a Pedro a la vista, no se fíe de las mando que también El es Dios. Creed en Dios y creed también
fuerzas humanas. Y ¿qué otra cosa hizo nuestro Maestro y Sal- en mí. Porque es lógico que, si creéis en Dios, creáis también
vador sino demostrarnos con el ejemplo del primero de los após- en mí; lo cual no sería lógico si Cristo no fuese Dios. Creed
toles que nadie debe presumir de sí mismo? Pedro recibió en en Dios y creed también en Aquel que es igual a Dios por na-
su alma lo que ofrecía en su cuerpo. Pero no murió por el Se- turaleza, no por latrocinio. Se anonadó a sí mismo, tomando la
ñor como él temerariamente presumía, sino que murió de otra forma de siervo sin perder la forma de Dios. Teméis la muerte
manera. Porque antes de la muerte y resurrección del Señor mu- de esta forma de siervo, no se turbe vuestro corazón, la resuci-
rió negándole, y revivió llorando su culpa; murió, porque él tará la forma de Dios.
presumió con arrogancia, y revivió, porque El le miró con be- 2. Pero ¿qué es lo que vienen a decir las palabras siguien-
nignidad.
tes: En la casa de mi Padre hay muchas mansiones, sino que
gavit; quod iste exclamavit, hoc Pettus offendit. Non cantabit gailus,
temían también por ellos mismos? De aquí que les fuera nece-
doñee ter me neges. Dicas licet, Nescio hominem; dicas licet, Homo, sario oír esto: No se turbe vuestro corazón. Y ¿cuál de ellos
nescio quid dicis; dicas licet, Non sum ex discipulis eius (Mt 26,34.69-74 podía estar sin temor, cuando fue dicho a Pedro, el más confiado
et Le 22,55-60): me negabis. Si, quod dubitare nefas est, Christus hoc y más dispuesto: No cantará el gallo antes de que me hayas ne-
dixit, verumque praedixit, procul dubio Petrus Christum negavit. Non ac-
cusemus Christum cum defendimus Petrum. Peccatum agnoscat infirmitas;
nam mendacium non habet veritas. Agnovit quippe peccatum suum in-
firmitas Petri, prorsus agnovit; et quantum mali Christum negando com- TRACTATUS 67
miserit, plorando monstravit. Ipse suos redarguit defensores, et unde DE RO QUOD DOMINUS DICITJ NON TURBETUR COR VESTRUM ; USQUE AD ID, ÍTERTJM
eos convincat, producit lacrymas testes. Ñeque nos cum ista dicimus, VENIO, BT ACCIPIAM VOS AD ME1PSUM
primum Apostolorum aecusare delectat: sed hunc intuendo admoneri
nos oportet, ne homo quisquam de humanis viribus fidat. Nam quid 1. Erigenda est nobis, fratres, ad Deum maior intentio, ut verba
aliud pertinuit ad doctorem Salvatorem nostrum, nisi ut nobis nequá- sancti Evangelii, quae modo in nostris auribus sonuerunt, etiam mente
quam de se quemquam praesumere deberé, in ipso primo Apostolorum capere uteumque possimus. Ait enim Dominus lesus: Non turbetur cor
demonstraret exemplo? In anima itaque Petri contigit quod offerebat in vestrum. Credite in Deum, et in me credite. N e mortem tanquam no-
corpore. Non tamen pro Domino, ut temeré praesumebat, ptaecessit, sed mines timerent, et ideo turbarentur, consolatur eos, etiam se Deum esse
aliter quam putabat. Namque ante mortem et resurrectionem Domini, et contestaos. Credite, inquit, in Deum, et in- me credite. Consequens est
mortuus est negando, et revixit plorando: sed mortuus est, quia super- enim ut si in Deum creditis, et in me credere debeatis: quod non esset
be ipse praesumpsit; revixit autem, quia benigne ille respexit. consequens, si Christus non esset Deus. Credite in Deum, et in eum
credite cui natura est, non rapiña, esse aequalem Deo: semetipsum
enim exinanivit; non tamen formam Dei amittens, sed formam serví
accipiens (Phil 2,6). Mortem metuitis huic formae serví; non turbetur
cor vestrum, suscitabit illam forma Dei.
2. Sed quid est quod sequitur, In domo Patris mei mansiones mul-
tae surtt, nisi quia et sibi metuebant? Unde audice debuerunt, No-a tur-
betur cor vestrum. Quis enim eorum. non metueret, cum Petro dictum
esset fidentiori atque promptiori, Non cantahit gailus doñee ter me ne-
ges? (lo 13,38). Tanquam ergo essent ab ¡lio peiituri, mérito turba-
306 Sobre el Evangelio de San Juan 67, 2 67, 3 Sobre el Evangelio de San ]uan 307
gado tres veces? C o n razón t e m í a n verse separados de El; p e r o ,
3. Por esta razón, el corazón cristiano ha de rechazar el pen-
al oír que en la casa de mi Padre hay muchas mansiones; y si
samiento de quienes dicen que la m u l t i t u d de habitaciones dan
así no ]uera, os lo hubiese dicho, porque yo voy a preparar vues-
a e n t e n d e r que fuera del r e i n o de los cielos existe otro lugar
tra morada, reciben consuelo en su turbación con la certeza y la
d o n d e viven felices los inocentes q u e salieron de esta vida sin
esperanza de verse con Cristo en Dios después de los peligros
haber recibido el bautismo, ya q u e sin él n o p u e d e n entrar en
de las tentaciones. P o r q u e , a u n q u e unos son más fuertes q u e
el reino de los cielos. T a l fe n o es fe, p o r q u e n o es la fe ver-
otros, unos más sabios que otros, unos m á s justos y más santos
q u e otros, en la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Na- dadera y católica. Y vosotros, h o m b r e s necios y obcecados por
die se verá alejado de esa casa, d o n d e cada cual ha de recibir pensamientos carnales, q u e habéis de ser reprobados por separar
la habitación correspondiente a sus méritos. Todos recibirán el el reino de los cielos, n o digo la morada de u n P e d r o o de u n
d e n a r i o q u e el p a d r e de familia m a n d a dar a todos, sin hacer Pablo, sino d e cualquier p á r v u l o bautizado, ¿no creéis q u e se-
distinción entre quienes trabajaron m á s y quienes trabajaron m e - réis reprobados p o r hacer separación en la casa de Dios Padre?
nos. Este denario es la vida eterna, d o n d e n o vive u n o m á s q u e Pues n o dice el Señor: E n todo el m u n d o , o: E n todas las cria-
otro, p o r q u e el t i e m p o n o tiene m e d i d a en la eternidad. Pero turas, o: En la vida o b i e n a v e n t u r a n z a eterna hay muchas m a n -
esas numerosas habitaciones señalan la diversidad de méritos en siones; sino: En la casa de mi Padre hay muchas mansiones. ¿No
la única vida eterna. P o r q u e una es la claridad del sol, otra la es ésta la casa en la q u e tenemos una casa construida por Dios,
de la luna y otra la d e las estrellas; y así c o m o una estrella se una casa eterna en los cielos, n o fabricada por m a n o s h u m a n a s ?
distingue de otra p o r su brillo, así t a m b i é n será la resurrección ¿ N o es ésta la casa por la cual decimos al Señor: Dichosos quie-
de los muertos. C o m o las estrellas en el cielo, así los santos ten- nes habitan en tu casa, te alabarán por los siglos de los siglos?
d r á n habitaciones de distintas claridades; pero, en razón a q u e ¿Os atreveréis vosotros a dividir n o ya la casa de cualquier bau-
el denario es el m i s m o , n i n g u n o se verá excluido de aquel reino. tizado, sino la del m i s m o D i o s Padre, a q u i e n todos los fieles
D e este m o d o será D i o s en todos todas las cosas; y p o r q u e D i o s decimos: Padres nuestro, que estás en los cielos, y separaría del
es caridad, la caridad hará q u e lo que cada u n o tiene sea c o m ú n reino de los cielos, hasta p o n e r unas moradas d e n t r o y otras fue-
a todos. Y así, cada cual tiene lo que a m a en los otros y a él
ra del reino de los cielos? N o p u e d e ser que quienes quieran
le falta. N o h a b r á envidia de esta desigual claridad, p o r q u e en
morar en el reino de los cielos, q u i e r a n vivir e n t r e vosotros con
todos reinará la u n i ó n de la caridad.
esta necedad. N o p u e d e ser, digo, que alguna parte de la casa
bantur: sed cum audiunt, In domo Patris mei mansiones multae sunt:
si quo minus, dixissem vobis quia vado parare vobis locum; a pertur- 3. Proinde respuendi sunt a corde christiano, qui putant ideo dic-
batione recreantur, certi ac fidentes etiam post pericula tentationum se tum multas esse mansiones, quia extra regnum caelorum erit aliquid,
apud Deum cum Christo esse mansuros. Quia etsi alius est alio fortior, ubi maneant beati innocentes qui sine Baptismo ex hac vita emigrarunt,
alius alio sapientior, alius alio iustior, alius alio sanctior; in domo Pa- quia sine illo in regnum caelorum intrare non poterunt. Haec fides non
tris mansiones multae sunt; nullus eorum alienabitur ab illa domo, ubi est fides, quoniam non est vera et catholica fides. Itane tándem stul-
mansionem pro suo quisque accepturus est mérito. Denarius quidem ille ti nomines, et carnalibus cogitationibus excaecati, cum reprobandi es-
aequalis est ómnibus, quem paterfamilias eis qui operati sunt in vinea setis, si mansionem non dico Petri et Pauli vel cuiuslibet Apostolorum,
iubet dari ómnibus, non in eo discernens qui minus et qui amplius la- sed cuiuscumque parvuli baptÍ2ati a regno caelorum separaretis; non vos
borarunt (Mt 20,9): quo utique denario vita significatur aeterna, ubi putatis esse reprobandos, qui domum Dei Patris inde separatis? Non
amplius alio nemo vivit, quoniam vivendi non est diversa in aeternitate enim ait Dominus, In universo mundo, aut, in universa creatura, aut,
mensura. Sed multae mansiones, diversas meritorum in una vita aeterna in vita vel beatitudine sempiterna mansiones multae sunt; sed, In domo,
significant dignitates. Alia est enim gloria solis, alia gloria lunae, alia inquit, Patris mei mansiones multae sunt. Nonne ista est domus ubi ae-
gloria stellarum: stella enim ab stella differt in gloria; sic et resur- dificationem habemus ex Deo, domum non manufactam, aeternam in
rectio mortuorum. Tanquam stellae sancti diversas mansiones diversae caelis? (2 Cor 5,1). Nonne ista est domus de qua cantamus Domino,
claritatis, tanquam in cáelo, sortiuntur in regno; sed propter unum de- Beati qui habitant in domo lúa; in saecula saeculormm laudabunt te?
narium nullus separatur a regno: atque ita Deus erit omnia in ómni- (Ps 83,5). Eigone vos non domum cuiusque baptizati fratás, sed domum
bus (1 Cor 15,41.42.28), ut quoniam Deus Charitas est (1 lo 4,8), per ipsius Dei Patris, cui omnes fratres dicimus, Pater noster, qui es in
charitatem fiat ut quod habent singuli, commune sit ómnibus. Sic enim caelis (Mt 6,9), a regno separare caelorum, aut eam sic dividere aude-
quisque etiam ipse habet, cum amat in altero quod ipse non habet.
bitis, ut aliquae mansiones eius sint in regno caelorum, aliquae autem
Non erit itaque aliqua invidia imparis claritatis, quoniam regnabit in
extra regnum caelorum? Absit, absit ut qui voLunt habitare in regno
ómnibus unitas charitatis.
caelorum, in hac stultitia velint habitare vobiscum; absit, inquam, ut
308 Sobre el Evangelio de San Juan 68, 1 68, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 309
real esté fuera del reino, siendo así que la casa entera de los ya hay allí muchas habitaciones y n o hay necesidad de p r e p a r a r
hijos q u e r e i n a n n o está fuera del reino. ninguna. D i c e asimismo: Y si yo me fuere y os preparare lugar,
4. Si yo me fuere, os prepararé lugar para vosotros y vol- vendré de nuevo y os llevaré conmigo, para que donde yo estoy,
veré y os llevaré conmigo; a fin de que, donde yo estoy, estéis estéis también vosotros. ¿Cómo va a p r e p a r a r lugar, si ya hay
también vosotros. Sabéis adonde yo voy y conocéis también el muchas habitaciones? Si al menos hubiese d i c h o : Voy a prepa-
camino. ¡Oh Señor Jesús!, ¿cómo vas a p r e p a r a r lugar, si en la rar. Y si hay algo q u e preparar, ¿por q u é n o p o d í a decir con
casa de tu P a d r e hay m u c h a s mansiones, en q u e h a b i t e n los tu- razón: Voy a preparar? ¿Acaso estas habitaciones están y hay
yos? Y si los llevas contigo, ¿cómo otra vez vuelves a ellos, si q u e prepararlas? Si n o lo estuviesen, hubiera dicho: Voy a pre-
de ellos n o te apartas? Si intentamos, carísimos, explicar breve- parar. M a s , c o m o están de tal m o d o q u e hay q u e prepararlas,
m e n t e estas cosas de acuerdo con el t i e m p o de q u e hoy dispo- n o va a prepararlas como están, sino que, si fuere y las preparase
c o m o han de ser, v i n i e n d o de nuevo, los llevará consigo, para
nemos, n o q u e d a r á n claras, y la misma brevedad las tornará más
q u e estén ellos d o n d e está El. Y ¿cómo esas m i s m a s habitaciones
oscuras. Por lo cual aplazamos esta deuda, q u e os p a g a r é en
de la casa del P a d r e están, sin duda, preparadas como deben
otra ocasión m á s o p o r t u n a con la ayuda de nuestro Padre de fa-
estar, y aún n o están p r e p a r a d a s como han de estarlo? Enten-
milia.
d i é n d o l o del m i s m o m o d o q u e dice el profeta q u e D i o s hizo
las cosas que han de ser, p o r q u e n o dice que ha de hacer las
TRATADO 68 cosas futuras, sino q u e hizo las cosas que han de ser. Luego las
SOBRE EL MISMO ASUNTO hizo y las ha de hacer; p o r q u e , si El n o las hizo, n o h a n sido
hechas; y si El no ha de hacerlas, no serán hechas. Las hizo
1. Reconozco la deuda contraída con vosotros, y ya es tiem- predestinándolas a la existencia, y las hará haciéndolas ser. C o m o
p o de pagaros lo aplazado. Esta deuda consiste en explicaros eligió a sus discípulos cuando los llamó, según claramente lo afir-
c ó m o n o hay contradicción en estas dos sentencias del Señor. ma el evangelista; y, n o obstante, dice el Apóstol q u e nos eligió
H a b i e n d o dicho el Señor: En la casa de mi Padre hay muchas antes de la creación del mundo; lo cual se e n t i e n d e de la p r e -
mansiones, y si no fuera asi. yo os lo hubiese dicho, porque voy destinación, n o de la vocación. A quienes predestinó, los llamó:
a prepararos lugar, donde aparece claro q u e dijo esto p o r q u e los eligió por la predestinación antes de la creación del m u n d o
y los eligió llamándolos antes del fin del m u n d o . D e este m o d o
cum omnis domus regnantium filiorum non sit alibi nisi in regno, p r e p a r ó y prepara las habitaciones, y n o otras, sino las q u e pre-
ipsius regiae domus pars aliqua non sit in regno.
4. Et si abiero, inquit, et praeparavero vobis locum; iterum venio, Et si abiero, et praeparavero vobis locum; iterurn venio, et accipiam vos
et accipiam vos ad meipsum, ut ubi sum ego et vos sitis. Et quo ego ad me ipsum, ut ubi ego sum et vos sitis. Quomodo vadit, et parat
vado scitis, et viam scitis. O Domine Iesu, quomodo vadis parare locum, locum, si iam multae mansiones sunt? Si quo minus, dixisset, Vado
si iam multae mansiones sunt in domo Patris tui, ubi tecum habitabunt parare. Aut si adhuc parandus est, cur non mérito dixisset, Vado pa-
tui! Aut si accipis eos ad teipsum, quomodo iterum venís qui non re- rare? Ka istae mansiones et sunt, et parandae sunt? Si quo minus enim
cedis? Ista, charissimi, si breviter explicare conemur, quantum videtur essent, dixisset, Vado parare. Et tamen quia ita sunt ut parandae sint,
hodierno satis esse sermoni, coarctata utique non clarebunt, et erit ipsa non eas vadit parare sicut sunt: sed si abierit et paiaverit sicut fututae
brevitas altera obscuritas: proinde hoc debitum differamus, quod op- sunt, iterum veniens accipiet suos ad seipsum, ut ubi est ipse, sint etiam
portunius vobis Patrefamüias nostro largiente reddamus. ipsi. Quomodo ergo mansiones in domo Patris non aliae, sed ipsae,
et sine dubio iam sunt sicut parandae non sunt, et nondum sunt sicut
parandae sunt? Quomodo putamus, nisi quomodo etiam propheta prae-
TRACTATUS 68 dicat Deum, quia fecit quae futura sunt? Non enim ait, Qui facturus
est quae futura sunt, sed, Qui fecit quae jatura sunt (Is 45,11 secLXX).
I N EAMDEM LECTIONEM Ergo et fecit ea, et facturus est ea. Nam ñeque facta sunt, si ipse non
fecit: ñeque futura sunt, si ipse non fecerit. Pecit ergo ea praedestinando,
1. Debed vobis, fratres charissimi, iamque esse reddendum quod facturus est operando. Sicut discipulos quand» elegerit, satis indicat Evan-
dístuleramus, agnoscimus, quomodo intelligi possint non esse ínter se gelium; tune utique quando eos vocavit (Le 6,13): et tamen ait Apos-
ista dúo contraria, quod cum dixisset Dominus, In domo Patris mei tolus, Elegit nos ante mundi constitutionem CEph 1,4): praedestinando
mansiones multae sunt: si quo minus dixissem vobis quia vado parare utique, non vocando. Quos autem ptaedesüiiavit, illas et vocavit (Rom
vobis locum; ubi satis ostendit ideo se hoc illis dixisse, quia iam ibi 8,30) elegit praedestinando ante mundi constiturionem, elegit vocando
sunt mansiones multae, et non est opus alíquam praeparare: rursus dicit: ante mundi consummaticnem, Sic et mansiones praeparavit et ptaeparat;
310 Sobre el Evangelio de San Juan 68, 2 68, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 311
paró Aquel que hizo las cosas que han de ser, preparando con cándalos. Mas aún no reina este reino. Y así, de tal modo es
la obra las que había preparado con la predestinación. Ya exis- reino, que, cuando de él se hayan recogido los escándalos, en-
ten en la predestinación; de lo contrario, hubiese dicho: Iré y las tonces llegue al reino, para que tenga no sólo el nombre, sino
prepararé, esto es, las predestinaré. Pero, como no han sido aún también la potestad de reinar. Entonces a este reino, colocado a
realizadas, dice: Y si yo me fuere y os preparare lugar, volveré la derecha, se le dirá: Venid, benditos de mi Padre, a recibir el
y os llevaré conmigo. reino; es decir, quienes erais reino sin reinar, venid y reinad, para
2. En cierto modo prepara las mansiones preparando mora- que lo que erais en esperanza lo seáis en realidad. Esta casa de
dores para ellas. Pues ¿qué pensamos que es la casa de Dios Dios, este templo de Dios, este reino de Dios y reino de los
sino el templo de Dios, cuando dice: En la casa de mi Padre hay cielos aún se está fabricando, aún se está construyendo, aún se
muchas mansiones? Pregunta al Apóstol cuál es este templo, y está preparando, aún se está congregando. En él habrá habita-
te responde: El templo santo de Dios, que sois vosotros. Este ciones, como las está preparando el Señor, y en él ya están las
es también el reino de Dios, que el Hijo ha de entregar al habitaciones según el mismo Señor las tiene ya predestinadas.
Padre, según dice el Apóstol: El principio es Cristo; después, los 3. Pero ¿qué significa que marchó para prepararlas, si lo
que son de Cristo en su presencia; luego, el fin, cuando haya que prepara somos nosotros, y no lo puede hacer si nos deja?
entregado el reino a Dios Padre, esto es, cuando por la contem- Lo entiendo, Señor, como puedo. Das a entender que, para pre-
plación haya entregado también al Padre a quienes redimió con parar estas moradas, el justo debe vivir de la fe, porque por
su sangre. Este es el reino de los cielos, del cual se dice que ella se prepara para contemplar esta hermosura. Bienaventurados
es semejante a un hombre que siembra buena semilla en su los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios, que por la fe
campo. Esta buena semilla son los hijos del reino, que ahora limpia sus corazones. Aquello se lee en el Evangelio, y esto en
están mezclados con la cizaña, pero en el fin del mundo el Rey los Actos de los Apóstoles. La fe, que limpia los corazones de
mismo enviará a sus ángeles para recoger de su reino todos los quienes han de ver a Dios, mientras viven en este mundo,
escándalos. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino cree lo que no ve, porque, si lo ves, ya no tiene fe. El creyente
del Padre. El reino brillará en el reino cuando el reino venga acumula méritos, el vidente recibe el premio. Vaya, pues, el Se-
al reino, que ahora pedimos diciendo: Venga a nos el tu reino. ñor a prepararnos el lugar; vaya para que no le veamos; escón-
Ya ahora es llamado reino, pero aún será convocado; porque, dase para que en El creamos. Se prepara el lugar viviendo de la
si no fuese reino, no diría: Recogerán de su reino todos los es- fe. Deseémosle por la fe para tenerle por el deseo, porque el

nec alias, sed quas praeparavit, has praeparat, qui fecit quae futura non diceretur. Sed nondum regnat hoc regnum. Proinde sic iam est
sunt: quas praeparavit praedestinando, praeparat operando. Iam ergo regnum, et cum de iilo coilecta fuerint omnia scandala, tune perveniat
sunt in praedestinatione: si quo minus, dixisset, Ibo et parabo, id est, ad regnum: ut non solum regni nomen, sed etiam regnandi habeat po-
praedestinabo. Sed quia nondum sunt in operatione, Et si abiero, inquit, testatem. Huic quippe regno ad dexteram stanti, in fine dicetur, Venite,
et praeparavero vobis locum; iterum venio, et accipiam vos ad meipsum. benedicti Patris mei, percipñe regnum (Mt 25,34): id est, qui regnum
2. Parat autem quodammodo mansiones, mansionibus parando man- eratis et non regnabatis, venite, regnate; ut quod ¡n spe fueratis, etiam
sores. Quippe cum dixerit, In domo Patris mei mansiones multae sunt; in re esse possitis. Haec ergo domus Dei, hoc templum Dei, hoc reg-
quid putamus esse domum Dei, nisi templum Dei? Quod autem sit, in- num Dei, regnumque caelorum adhuc aedificatur, adhuc fabricatur, ad-
terrogetur Apostolus, et respondeat: Templum enim Dei sanctum est, huc pararur, adhuc congregatur. In illo erunt mansiones, sicut eas ad-
quod estis ros (1 Cor 3,17). Hoc est etiam regnum Dei, quod Filius huc parat Dominus: in illo iam sunt, sicut piaedestinavit iam Dominus.
traditurus est Patri: unde dicit idem apostolus, Initium Christus, deinde 3. Sed quid est quod ut praepararet abiit, cum profecto nos ipsos
qui sunt Christi in praesentia eius: deinde finis, cum tradiderit r"gnum praepararet, quod non faciet si reliquerit? Agnosco, Domine, ut pos-
Deo et Patri (ibid. 15,23 et 24); id est, quos redemit sanguine suo, tra- sum: nimirum illud significas, quia ut parentur istae mansiones, vivere
diderit contemplando etiam Patri suo. Hoc est regnum caelorum, de debet iustus ex fide (Rom 1,17). Qui enim a Domino peregrinatur, opus
quo dicitur, Simile est regnum caelorum bomini seminanti bonum se- habet ex fide vivere; quia per hanc ad speciem contemplandam paratur
men in agro suo. Bonum autem semen, hi sunt filii regni: qui etsi nunc (2 Cor 5,6-8). Beati enim mundo corde, quia ipsi Deitm videbnnt (Mt
habent permixta zizania, mittet in fine rex ipse Angelos suos, et colligent 5,8): et, Fide mundai corda eorum (Act 15,9). Illud in Evangelio, hoc
de regno eius omnia scandala. Tune iusti fulgebunt sicut sol in regno in Apostolorum Actibus legitui. Fides autem, qua eorum qui Deum
Patris sui (Mt 13,24.38-43). Regnum fulgebit in regno, cum regno ve- visuri sunt, quamdiu peregtinantur, corda mundantur, quod non videt
nerit regnum, quod nunc oramus, et dicimus, Veniat regnum tuum credit: nam si vides, non est fides. Credenti colligitur meritum, videnti
(ibid. 6,10). Nunc etgo iam regnum vocatur, sed adhuc convocatur: si redditur praemium. Eat ergo Dominus et patet locum; eat ne videatut,
enim regnum non vocaretur, Colligent de regno eius omnia scandala, lateat ut ciedatut, Tune enim locus paratur, si ex fide vivatur. Creditus
312 Sobre el Evangelio de San Juan 68, 3 69, 1 Sabré el Evangelio de San Juan 313

deseo de amar es la preparación de la mansión. Prepara, p u e s , TRATADO 69


Señor, lo q u e estás p r e p a r a n d o : nos preparas a nosotros p a r a ti,
y a ti para nosotros, p o r q u e e n nosotros preparas lugar p a r a ti, DESDE AQUELLO QUE DICE EL S E Ñ O R : "SABÉIS ADONDE VOY Y SABÉIS
y en ti p a r a nosotros. T ú dijiste: Permaneced vosotros en mí, y TAMBIÉN EL CAMINO", HASTA: " N A D I E VIENE AL PADRE SINO POR MÍ"

yo en vosotros. Según lo q u e cada cual p a r t i c i p e de ti, unos


1. Ahora, dilectísimos, en c u a n t o somos capaces, por las pa-
más, otros menos, así será la diferencia del p r e m i o de acuerdo
labras siguientes del Señor vamos a e n t e n d e r las anteriores, y
con la diferencia de méritos; ésta es la m u l t i t u d de mansiones
p o r las consiguientes, las precedentes, en la respuesta que habéis
según la diferencia de los moradores, p e r o todos en la eternidad
de los vivos y e t e r n a m e n t e bienaventurados. ¿Qué significa que oído, dada a la p r e g u n t a del apóstol T o m á s . H a b í a dicho el Se-
vas? ¿Qué significa que vienes? Si q u i e r o entenderte bien, n o te ñor p o c o antes, h a b l a n d o de las mansiones q u e hay en la casa de
vas de d o n d e vas ni te vas de d o n d e vienes: te vas escondién- su Padre, q u e El iba a prepararlas. Y a vimos que en la predes-
dote, vienes manifestándote. Pero, si n o quedas g o b e r n á n d o n o s tinación existían ya las mansiones y q u e se p r e p a r a b a n cuando
para avanzar p o r el buen vivir, ¿cómo quedará p r e p a r a d o el lu- p o r la fe se l i m p i a b a n los corazones de quienes las han d e ha-
gar d o n d e p o d a m o s p e r m a n e c e r en p e r p e t u o gozar? Sea esto bitar, p o r q u e ellos mismos son la casa de Dios. Y ¿qué otra
bastante sobre las palabras evangélicas q u e se h a n leído, hasta cosa es habitar en la casa de Dios sino estar entre el p u e b l o de
q u e diga el Señor: Otra -vez vuelvo para llevaros conmigo. El D i o s , q u e está e n D i o s , y D i o s está en él? Para prepararlas mar-
significado q u e encierran las siguientes p a l a b r a s : Para que don- chó el Señor, a fin de que, creyendo en A q u e l que n o es visto,
de yo estoy, estéis también vosotros. Sabéis adonde voy y cono- p o r - l a fe se p r e p a r e ahora la mansión que ha de permanecer
céis el camino, después de haberlo p r e g u n t a d o el discípulo, p r e - por siempre en la realidad. Por lo cual había d i c h o : Y si yo me
guntémoslo t a m b i é n nosotros por su i n t e r m e d i o , y lo escucha- fuere y os preparare el lugar, volveré y os llevaré conmigo, para
remos mejor y lo trataremos con m á s o p o r t u n i d a d . que donde yo estoy, estéis vosotros también. Ya sabéis adonde
yo voy y sabéis también el camino. A esto dícele Tomás: Señor,
desideretur, ut desideratus habeatur: desiderium dilectionis, praeparatio no sabemos adonde vas, ¿cómo podremos saber el camino? D i j o
est mansionis. Ita, Domine, para quod paras: nos enim tibí paras, et te
nobis paras; quoniam locum paras, et tibi in nobis, et in te nobis. Tu el Señor que a m b a s cosas eran de ellos conocidas, y éste dice
enim dixisti, Manete in me, et ego in vobis (lo 15,4). Quantum quisque que ambas les son desconocidas, t a n t o el lugar adonde se va
fuerit particeps tui, alius minus, alius amplius, haec erit diversitas prae-
miorum pro diversitate meritorum: haec erit multitudo mansionum pro
disparilitate mansorum; sed tamen omnium in aeternitate vivorum, et TRACTATUS 69
sine fine beatorum. Quid est quod vadis? quid est quod venís? Si
bene te intelligo, nec unde vadis nec unde venís, recedis: vadis la- IN ID QUOD DOMINUS DICIT, ET QUO EGO VADO SCITIS, ET VIAM sctrts; USQUE
tendo, venís apparendo. Sed nisi maneas regendo, ut proficiamus bene AD I D , NEMO VENtT AD P A T R E M , NISI PER ME
vivendo; quomodo parabitur locus ubi possimus manere perfruendo?
Haec de verbis quae recitata sunt evangelicis, satis dicta sint, quo usque 1. Nunc est, dilectissimi, ut quantum valemus, intelligamus de
ait Dominus, Iterum venio, et accipiam vos ad meipsum. Quid autem verbis Domini postetioribus priora, et consequentibus praecedentia, in
sit quod sequitur, Ut ubi ego sum, et vos sitis. Et quo ego vado scitis, eo quod audistis apostólo Thomae interroganti esse responsum. Dixerat
et viam scitis; post interrogationem quae sequitur a discípulo factam, enim superius Dominus, cum de mansionibus loqueretut, quas et esse
tanquam per eum et nos interrogemus, melius audiemus opportuniusque dixit in domo Patris sui, et iré se ut praeparet eas; ubi intelleximus et
tractabimus. esse iam mansiones ipsas in praedestinatione, et praeparari eas cum eo-
rum qui ibi mansuti sunt, per fidem cotda mundantur, quoniam ipsa
Dei domus ipsi sunt; et quid est aliud manere in domo Dei, quam
esse in populo Dei, cum idem populus est in Deo, et Deus in eo? hoc
ut praepararet, Dominus abiit; ut credendo in eum qui non videtut, ea
quae in specie semper futura est, nunc per fidem mansio praeparetur:
ptopter hoc etgo dixerat, Et si abiero, et praeparavero vobis locum,
iterum venio, et accipiam vos ad meipsum, ut ubi ego sum et vos sitis.
Et quo ego vado scitis, et viam scitis. Ad haec dicit el Thomas: Domine,
nescimus quo vadis; et quomodo posstemics viam scire? Utiumque illos
Dominus dixerat scire, utrumque dicit iste nescire, et locum quo itur,
314 Sobre el Evangelio de San Juan 69, 2 69, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 315
como el camino por donde se va. Mas, como El no sabe mentir, mismo, y nosotros a El por El mismo; mejor, al Padre El y
ellos lo sabían, y no sabían que lo sabían. Les va a convencer nosotros. Porque de El mismo dice en otro lugar: Voy al Padre;
de que saben lo que hasta ahora creen no haber sabido. Dkele Y en el mismo pasaje, refiriéndose a nosotros, dice: Nadie viene
Jesús: Yo soy el camino, la verdad y la vida. ¿Qué es esto, her- al Padre sino por mí. Y así, El por sí mismo a El y al Padre,
manos? Hemos oído al discípulo, que pregunta, y al Maestro, y nosotros por El a El mismo y al Padre. ¿Quién entiende esto
que enseña; pero aún no entendemos la sentencia que se oculta sino quien lo entiende espiritualmente? ¿Y cuánto es lo que
detrás de la voz que suena. Mas ¿qué es lo que no podemos aquí puede comprender, aunque lo entienda espiritualmente?
entender? ¿Acaso sus apóstoles, a quienes hablaba, podían de- ¿Por qué, hermanos, queréis que yo explique estas cosas? Con-
cirle: N o te conocemos? Por tanto, si le conocían y El es el siderad cuan excelsas son. Vosotros veis lo que yo soy, y yo veo
Camino, sabían el camino; si le conocían y El es la Verdad, co- lo que sois vosotros: en rodos nosotros el cuerpo corruptible es
nocían la verdad; si le conocían y El es la Vida, conocían la vida. un peso que oprime al alma, y esta habitación terrena deprime
Ya los tenéis convencidos de que saben lo que piensan no saber. a la mente, ocupada en muchas cosas. ¿Crees que podemos decir:
2. Pues ¿qué es lo que nosotros no hemos entendido en es- Levanté mi alma a ti, que estás en los cielos? Pero bajo peso
tas palabras? ¿Qué va a ser, hermanos, sino lo que dijo: Sabéis tan abrumador, que nos hace gemir, ¿cómo puedo levantar mi
adonde yo voy y sabéis también el camino? Ya hemos visto alma si conmigo no la levanta quien por mí dio la suya? Diré,
que ellos sabían el camino, porque conocían a Aquel que es el pues, lo que pueda; y quien de vosorros sea capaz, que lo en-
camino; es el camino por donde se va; pero ¿es también el ca- tienda. Auxiliado por Aquel con cuya ayuda yo os hablo, en-
mino y el lugar adonde se va? Dijo que sabían ambas cosas, el tienda quien pueda entender, y con la misma ayuda crea quien
camino y el lugar adonde va. Era necesario decirles: Yo soy el no lo alcance a entender; porque, si no creyereis, dice el profeta,
camino, para demostrarles que sabían lo que creían ignorar, por- no entenderéis.
que le conocían a El; pero ¿qué necesidad tenía de decir: Yo 3. Dime, Señor mío, ¿qué he de decir a tus siervos y con-
soy el camino, la verdad y la vida, cuando, conocido el camino siervos míos? Tomás, el apóstol, te tuvo delante cuando te in-
por donde se iba, quedaba por saber adonde iba, sino, porque terrogó; mas no te hubiese comprendido si no te tuviese dentro
iba a la verdad, iba a la vida? Iba, pues, a El mismo por sí de sí. Yo te interrogo sabiendo que estás sobre mí; te interrogo
mismo. Y nosotros, ¿adonde vamos sino a El mismo, y por dón- en cuanto puedo hacer salir fuera de mí a mi alma, adonde pueda
de vamos sino por El mismo? Luego El va a El mismo por sí escuchar tus enseñanzas sin ruido de palabras. Manifiéstame, te
lo suplico, cómo vas a ti. ¿Acaso, por venir a nosotros, te de-
et viam qua itur. Sed nescit Ule mentiri: ergo isti sciebant, et scire se
nesciebant. Convincat eos iam scire, quod se putant adhuc usque ne- et hoc loco propter nos, Nemo, ínquit, venit ad Vatrem, nisi per me,
scire. Dicit ei lesus: Ego sum via, et ventas, et vita. Quid est, fratres? Ac per hoc et ipse per seipsum et ad seipsum et ad Patrem, et nos per
Ecce audivimus discipulum interrogantem, audivimus et magistrum do- ipsum et ad ipsum et ad Patrem. Quis haec capit, nisi qui spiritua-
centem, et nondum capimus, etiam post vocem sonantem, sententiam liter sapit? Et quantum est quod hic capit, etiamsi spiritualiter sapit?
latitantem. Sed quid non possumus capere? Numquid poterant ei dicere Fratres, quid a me ista vobis vultis exponi? Cogítate quam excelsa sint.
Apostoli eras cum quibus loquebatur, Nescimus te? Proinde si eum scie- Videtis quid sim, video quid sitis: in ómnibus nobis Corpus quod cor-
bant, et via ipse est, viam sciebant: si eum sciebant, et veritas ipse rumpitur aggtavat animam, et deprimit terrena inhabitatio sensum multa
est, veritatem sciebant: si eum sciebant, et vita ipse est, vitam sciebant. cogitantem (Sap 9,15). Putamusne possumus dicere, Ad te levavi ani-
Ecce scire convicti sunt quod se scire nesciebant. mam meam, qui habitas in cáelo? (Ps 122,1). Sed sub tanto pondere
2. Quid igitur et nos in isto sermone non cepimus? Quid putatis, ubi ingemiscimus gravati, quomodo levabo animam meam, nisi mecum
fratres mei, nisi quia dixit, Et quo vado scitis, et viam satis? Et ecce levet qui posuit pro me suam? Dicam ergo quod possum, capiat vestrum
cognovimus quod sciebant viam, quia sciebant ipsum qui est via: sed qui potest. Quo donante dico, eo donante capit qui capit, et eo donante
via est qua itur; numquid via est et quo itur? Utrumque autem jilos credit qui nondum capit. Nisi enim credideritis, inquit propheta, non
dixerat scire, et quo vadit, et viam. Opus ergo erat ut diceret, Ego intelligetis (Is 7,9 sec.LXX).
sum via, ut ostenderet eos qui eum scirent, viam scire quam putaverant 3. Dic mihi, Domine meus, quid dicam servís mis conservis meis?
se nescire: quid autem opus erat ut diceret, Ego sum via, et veritas, et Thomas apostolus ut te inteirogaret, habuit te ante se; nec tamen intei-
vita, cum via cognita qua iret, restaret nosse quo iret; nisi quia ibat ad ligeret te, nisi haberet in se: ego interrogo te, quia te scio esse super
veritatem, ibat ad vitam? Ibat ergo ad seipsum, per seipsum. Et nos quo me; interrogo autem in quantum possum super me effundere animam
¡mus, nisi ad ipsum? et qua imus, nisi per ipsum? Ipse igitur ad seip- meam, ubi non sonantem et tamen docentem audiam te. Dic mihi, ob-
sum per seipsum; nos ad ipsum per ipsum: imo vero et ad Patrem et secro, quomodo vadis ad te. Numquidnam ut venires ad nos, relinqueras
ipse et nos- Naro et de seipso alibi dicit, Ad Patrem vado (lo 16,10): te: máxime quia non a teipso venisti, sed Pater te misit? Scio quidem
69, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 317
316 Sobre el Evangelio de San Juan 69, 3
bres y llevó su carne a donde nadie miente, El mismo, por ha-
jaste a ti, máxime porque no viniste por ti mismo, sino que te
berse hecho carne el Verbo, por El mismo, es decir, por la car-
envió el Padre? Sé que te has anonadado y sé que, al tomar la
ne volvió a la verdad, que es El mismo. Y esta verdad conservó
forma de siervo, no te despojaste de la forma de Dios, a la cual
aún en la muerte, aunque estuviera entre mentirosos. Pues Cris-
volverías; ni perdiste la forma de Dios para tomarla de nuevo:
to llegó a morir, pero nunca fue falso.
viniste, no obstante, y no sólo te hiciste visible a los ojos huma-
4. Os voy a poner un ejemplo, aunque diverso y muy des-
nos, sino que te entregaste a las manos de los hombres, ¿cómo,
igual, tomado de aquellas cosas que más próximamente depen-
sino en tu carne? Por ella viniste permaneciendo donde estabas;
den de Dios, para tener algún conocimiento de Dios. Yo mismo,
por ella vuelves sin dejar el lugar adonde habías venido. Si,
por lo que respecta a mi espíritu, siendo lo que sois vosotros,
pues, viniste y volviste por ella, por ella, sin género de duda,
si callo, estoy dentro de mí mismo; pero si os digo algo para
tenemos nosotros el camino para llegarnos a ti; mas también por
que lo entendáis, en cierto modo avanzo hacia vosotros sin de-
ella eres tú el camino por donde viniste y regresaste. Pero, como
jarme a mí: me acerco a vosotros y no me aparto de donde sal-
éstos llegaron a la vida, que eres tú mismo, no cabe dudar que
go. Cuando callo, de alguna manera vuelvo a mí, y de alguna
tuviste que volver a tu carne de la muerte a la vida. No es la
manera permanezco con vosotros si conserváis lo que me habéis
misma cosa el Verbo de Dios y el hombre; pero el Verbo se
oído decir. Si esto puede hacer la imagen creada por Dios, ¿qué
hizo carne, esto es, se hizo hombre. Aunque no por esto es una
no podrá hacer la imagen de Dios, que es Dios, no hecha por
la persona del Verbo y otra la persona del hombre, porque lo
Dios, sino nacida de Dios, cuyo cuerpo, por el cual vino a nos-
uno y lo otro es Cristo, que es una única persona; y, por con-
otros y en el cual se volvió de nuestro lado, no al modo que
siguiente, del mismo modo que, cuando murió la carne, murió
pasó mi sonido, sino permanece allí donde ya no muere y donde
Cristo, y, cuando fue sepultada su carne, fue sepultado Cristo
la muerte no le vencerá jamás? Muchas cosas podrían y deberían
(según lo cree el espíritu para su justificación, y con Ja boca
decirse aún sobre estas palabras evangélicas; pero no conviene
lo confesamos para nuestra salvación), así, cuando la carne vino
cargar vuestros espíritus con estos alimentos espirituales, por
de la muerte a la vida, Cristo vino a la vida. Y porque el Verbo
suaves que sean, sobre todo porque el espíritu está dispuesto,
de Dios es Cristo, Cristo es la vida; y así, de un modo admira-
pero la carne es flaca.
ble e inefable, Aquel que nunca renunció o perdió a sí mismo,
vino a El mismo. Por la carne, como queda dicho, vino Dios est, per seipsum, id est per carnem, ad veritatem, quod est ipse, remea-
a los hombres; la verdad vino a los falaces, porque Dios es ve- vit. Quam quidem veritatem, quamvis ínter mendaces, et in morte ser-
raz y todo hombre es falaz. Pero, cuando se retiró de los hom- vavit: aliquando enim Christus fuit mortuus, sed nunquam fuit falsus.
4. Accipite quamvis diversum et longe impar exemplum, tamen
quod te exinanisti; sed quia formam servi accepisti (Phil 2,7), non quia utcumque ad intelligendum Deum, ex his quae propius subiecta sunt Deo.
forma Dei vel ad quam redires demisisti, vel quam reciperes amisisti: Ecce ego ipse, quantum attinet ad animum meum, cum hoc sim quod
et tamen venisti, et non solum usque ad carnales oculos, verum etiam estis et vos, si taceo, apud meipsum sum: si autem loquor vobis quod
usque ad manus hominum pervenisti. Quomodo, nisi in carne? Per hanc intelligatis, quodammodo ad vos procedo, nec me relinquo, sed et ad
venisti manens ubi eras, per hanc redisti non relinquens quo veneras. vos accedo, et non recedo unde procedo. Cum autem tacuero, quodam-
Si ergo per hanc venisti et redisti; per hanc procul dubio non solum modo ad me redeo; et quodammodo vobiscum maneo, si tenueritis quod
nobis es qua veniremus ad te, verum etiam tibi qua venires et redires, audistis in sermone quem dico. Si hoc potest imago quam fecit Deus,
via fuisti. Cum vero ad vitam, quod es ipse, isti; eamdem profecto car- quid potest non a Deo facta, sed ex Deo nata imago Dei Deus: cuius
nem tuam de morte ad vitam duxisti. Aliud quippe Dei Verbum est, illud, quo ad nos egressus est, et in quo a nobis regressus est, Corpus,
aliud homo: sed Verbum caro factum est, id est homo. Non itaque alia non sicut meus elapsus est sonus, sed manet ibi ubi iam non moritur,
Verbi, alia est hominis persona, quoniam uttumque est Christus una et mors ei ultra non dominabitur? (Rom 6,9). Multa de his evangelios
persona: ac per hoc quemadmodum caro cum mortua est, Christus est verbis adhuc dici fortasse poterant et debebant: sed non sunt corda
mortuus; et cum caro sepulta est, Christus est sepultus (sic enim corde vestra spiritualibus cibis quamlibet suavibus oneranda; máxime quia
credimus ad iustitiam, sic ore confessionem facimus ad salutem) (Rom spiritus promptus est, caro autem infirma (Mt 26,41).
10,10); ita cum caro a morte venit ad vitam, Christus venit ad vitam.
Et quia Verbum Dei Christus est, Christus est vita. Ita miro quodam
et ineffabili modo, qui nunquam demisit vel amisit seipsum, venit ad
seipsum. Venerat autem, ut dictum est, per carnem Deus ad nomines,
veritas ad mendaces: Deus enim verax, omnis autem homo mendax
(ibid. 3,4). Cum itaque ab hominibus abstulit, atque illuc ubi nemo
mentitur, carnem suam levavit; idem ipse, quia Verbum caro factum
318 Sobre el Evangelio de San Juan 70, 1 70, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 319
TRATADO 70 en sí mismo, siendo El m i s m o la vida, q u e tiene en sí m i s m o .
¿Por v e n t u r a seremos nosotros la vida, c o m o es El, c u a n d o co-
ACERCA DE ESTO QUE DICE EL S E Ñ O R : " S I ME CONOCIESEIS A MÍ, SIN
mencemos a ser en aquella vida, o sea en El? C i e r t a m e n t e que
DUDA CONOCIERAIS TAMBIÉN A MI PADRE", HASTA: " ¿ N O CREES QUE
YO ESTOY EN EL PADRE Y QUE EL PADRE ESTÁ EN M Í ? " no, p o r q u e El tiene la vida p o r razón de su existencia y es lo
q u e El tiene; y p o r q u e la vida está en El m i s m o , El está en
1. Serán bien entendidas, hermanos, las palabras del santo sí m i s m o ; nosotros, en cambio, n o somos la vida misma, sino
Evangelio si en ellas se descubre la perfecta concordancia con las participantes d e la vida suya; y nosotros estaremos allí, n o de
anteriores; p o r q u e , c u a n d o la verdad habla, d e b e n concordar las m o d o q u e p o d a m o s ser en nosotros lo q u e es El, sino de m o d o
precedentes con las siguientes. A n t e r i o r m e n t e había dicho el Se- que, sin ser nosotros la vida, tengamos p o r vida a El m i s m o , que
ñor: " Y si y o m e fuere y os p r e p a r a r e lugar, volveré a vosotros tiene p o r vida a sí m i s m o , p o r ser El la m i s m a vida. Final-
para llevaros c o n m i g o , a fin de que d o n d e yo estoy, estéis t a m - m e n t e , El es i n m u t a b l e en sí m i s m o y está en el Padre insepa-
bién vosotros". D e s p u é s h a b í a añadido: " Y sabéis a d o n d e yo voy rablemente; p e r o nosotros, p o r haber q u e r i d o ser en nosotros
y sabéis t a m b i é n el c a m i n o " ; con lo cual n o declaró otra cosa mismos, hemos sido víctimas de la turbación interior, según la
sino q u e lo conocían a El. Y a dijimos t a m b i é n en la plática d e voz aquella: Se ha turbado mi alma dentro de mí; y viniendo
ayer, en c u a n t o estuvo de nuestra parte, q u é es ir a sí m i s m o a ser d e p e o r condición, ni siquiera p u d i m o s p e r m a n e c e r siendo
por sí m i s m o , y la facultad q u e da aun a los discípulos de ir lo que fuimos. P e r o p e r m a n e c i e n d o en El, c u a n d o por El veni-
a El p o r El m i s m o . Acerca de lo q u e aquí dice: Para que donde mos al Padre, según El dice: Nadie viene al Padre sino por mí,
yo estoy estéis también vosotros, ¿dónde h a b í a n de estar sino ya nadie nos p o d r á separar del P a d r e ni de El.
en El? Por d o n d e se ve q u e El está t a m b i é n en sí m i s m o y 2. C o n c a t e n a n d o , pues, lo siguiente con lo precedente, dice:
que, por lo tanto, ellos estarán allí d o n d e está Eí, esto es, en Si me habéis conocido a mí, habéis conocido también a mi Pa-
El m i s m o ; p o r q u e El es la vida eterna, en la cual h e m o s de es- dre. Esto es lo q u e significa: Nadie viene al Padre sino por mí.
tar cuando nos lleve consigo; y esta vida eterna, que es El, está Y añade a continuación: Luego le conoceréis, y ya le habéis vis-
en El m i s m o , a fin d e q u e d o n d e está El, estemos nosotros to. P e r o Felipe, u n o de los apóstoles, sin e n t e n d e r lo q u e había
también, es decir, en El. Pues así como el Padre tiene la vida oído, le dice: Señor, enséñanos al Padre, y con ello tenemos bas-
en sí mismo, y la vida q u e tiene n o es otra cosa que lo q u e tante. A lo cual replica el Señor: Llevo tanto tiempo entre vos-
es el que tiene esta vida; así también dio al Hijo tener la vida otros, ¿y aún no me habéis conocido, Felipe? Quien me ve a mí,

non aliud est vita quam habet, nisi quod est ipse qui hanc habet: sic
TRACTATUS 70 dedit Filio habere vitam in semetipso (lo 5,26), cum ipse sit eadem
vita quam habet in semetipso. Numquid autem nos vita quod est ipse,
DE EO QUOD DOMINUS AIT, SI COGNOVISSETIS ME, ET PATREM MEUM UTIQUE hoc erimus, cum in illa vita, hoc est in ipso esse coeperimus? Non
COGNOVISSETIS ; USQUE AD I D , N O N CREDIS QUIA EGO 1N P A T R E , ET P A T E R IN ME EST? utique, quia ipse existendo vita habet vitam, et ipse est quod habet,
et quod vita est in ipso, ipse est in seipso: nos autem non ipsa vita,
1. Verba sancti Evangelii, fratres, ita recte intelliguntur, si cum sed ipsius vitae participes sumus, atque ita ibi erimus, ut ¡n nobis ipsis
superioribus reperiuntur habere concordiam: convenire enim debent prae- non quod ipse est esse possimus, sed seipsum habet vitam, eo quod
cedentia consequentibus, quando veritas loquitur. Superius dixerat Do- ipse sit vita. Denique ipse et in seipso est imnrutabiliter, et in Patre
minus, "Et si abiero, et praeparavero vobis locum; iterum venio, et inseparabiliter: nos vero cum in nobis ipsis esse voluissemus, ad nos
accipiam vos ad meipsum, ut ubi ego sum, et vos sitis": deinde ad- ipsos turbad sumus; unde illa vox est, Ad meipsu-m túrbala est anima
diderat, "Et quo ego vado scitis, et viam scitis"; nihilque aliud os- mea (Ps 41,7): atque in deterius commutati, ñeque id quod fuimus,
tendit esse quod dixit, nisi quia ipsum sciebant. Quid ergo esset iré manere potuimus. Cum autem per ipsum yenimus ad Patrem, sicut ait,
ad seipsum per seipsum, quod etiam discipulis praestat ut eant ad ip- Nenio venit ad Patrem, nisi per me; manentes in illo, nec a Patre nos
sum, ut potuimus prístino sermone iam diximus. Quod ¡taque ait, Ut quisquam poterit sepatare, nec ab ¡Lio.
ubi ego sum, et vos sitis, ubi erant futuri nisi in ipso? Ac per hoc 2. Connectens ¡taque consequentia praecedentibus, Si cognovisiis me,
est etiam ipse in seipso, et ideo ibi illi ubi et ipse, id est, in ipso. Ipse est inquit, et Patrem meum utique cogrwvisth. Hoc est quod ait: Nemo
igitur vita aeterna in qua futuri sumus, cum acceperit nos ad se: et venit ad Patrem, nisi per -me. Deinde subiungit: Et atnodo cognoscetis
ipsa vita aeterna quod ipse est in ipso est, ut ubi est ipse, et nos simus, eum, et vidislis eum. Sed Philippus unus ex Apostolis, quid audierit
hoc est, in ipso. Sicut enim habet Pater vitam in semetipso, et utique non intelligens: Domine, inquit, ostende nobis Paítem, et sufjicit no-
bis. Cui Dominus: Tanto, inquit, tempore vobhcum sum, et non cog-
320 Sobre el Evangelio de San Juan 70, 2 70, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 321

ve también al Padre. Les increpa p o r n o serles conocido des- viene a decir lo q u e dice después a Felipe: Quien me ve a mí,
p u é s de estar t a n t o t i e m p o con ellos. ¿ N o había dicho El: Sa- ve también al Padre. N o p o r q u e son el m i s m o el P a d r e y el
béis adonde yo voy y sabéis también el camino, y convence a Hijo, lo cual condena la fe católica en los sabelianos, que t a m -
quienes decían n o saberlo, a ñ a d i e n d o : Yo soy el camino, la ver- bién son llamados patripasianos, sino p o r q u e son tan semejantes
dada y la vida? ¿Cómo ahora dice: Tanto tiempo ha que estoy el P a d r e y el H i j o , que q u i e n conozca a u n o los conoce a ambos.
con vosotros, y no me habéis conocido, sabiendo adonde iba y D e dos cosas m u y parecidas solemos decir a q u i e n conoce una
sabiendo el camino, cosas q u e n o sabrían sino conociéndole a El? de ellas y quiere conocer la otra: Ves a éste, ves a aquél. Pues
P e r o esta dificultad es de fácil solución, diciendo q u e unos le de esta m a n e r a se dice: Quien me ve a mí, ve al Padre; evi-
conocían y otros n o y que Felipe estaba entre los q u e n o le co- d e n t e m e n t e , n o p o r q u e el Padre es el m i s m o q u e el H i j o , sino
nocían, de m o d o q u e se tenga p o r d i c h o a quienes le conocían: p o r q u e el H i j o n o se diferencia en nada del Padre. Si n o fuesen
Sabéis adonde yo voy y sabéis el camino; y n o a Felipe, al cual dos el P a d r e y el H i j o , n o hubiera d i c h o : Si me habéis conocido
dijo: Tanto tiempo llevo con vosotros, y ¿no me habéis conoci- a mí, habéis conocido también a mi Padre. Y p o r q u e nadie viene
do, Felipe? Luego t a m b i é n a quienes h a b í a n conocido al H i j o al Padre sino por mí, si me habéis conocido a mí, habéis cono-
van dirigidas las palabras siguientes acerca del P a d r e : Y pronto cido también a mi Padre, ya que yo, p o r q u i e n se viene al Pa-
lo conoceréis, y ya lo habéis visto; lo cual dijo p o r la absoluta dre, os llevaré hasta El, para q u e le conozcáis a El también.
s e m e j a m a q u e tiene con el P a d r e ; y así díjoles q u e ahora cono- Pero, c o m o yo soy en u n todo semejante a El, ahora le cono-
cerían al Padre, p o r q u e h a b í a n conocido al H i j o , semejante a céis a El, c o n o c i é n d o m e a m í ; y le habéis visto a El si con los
El. Si, pues, n o todos, ya algunos conocían al H i j o , a los cuales ojos del alma m e habéis visto a m í .
dijo: Y sabéis adonde yo voy y sabéis también el camino; por- 3. ¿Por q u é dices, pues, Felipe: Enséñanos al Padre, y nos
q u e El es el camino. Pero, p o r n o conocer al Padre, les dice: basta? Tanto tiempo ha que estoy entre vosotros, ¿y no me ha-
Si me habéis conocido a mí, habéis conocido también a mi Pa- béis conocido, Felipe? Quien me ve a mí, ve también al Padre.
dre, pues p o r m í lo conocéis a El. Y o soy u n o y El es otro. Y si a ri te parece m u c h o ver, p o r lo m e n o s cree lo q u e n o
Pero para q u e n o le creyesen desigual a El, a ñ a d i ó : Ahora lo ves. Pues ¿cómo dices tú: Muéstranos al Padre? Si m e has visto
conocéis y le habéis visto. P o r q u e vieron a su semejantísimo a m í , q u e soy e n t e r a m e n t e semejante, has visto a A q u e l , al cual
Hijo, d e b í a n ser advertidos, n o obstante, de que el Padre, a soy semejante. Y si esto n o alcanzas a ver, al m e n o s , ¿no crees
q u i e n n o veían, era tal cual era el Hijo, a q u i e n veían. Y esto que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? A esto

novistis me, Philippe? Qui videt me, videt et Patrem. Ecce increpat ad hoc valet quod postea Philippo dicitur, Qui videt me, videt et Pa-
quod tanto tempore cum ipsis erat, et non cognoscebatur. Nonne ipse trem. Non quod ipse esset Pater et Filius, quod in Sabellianis, qui
dixerat, Et quo ego vado scitis, et viam satis; et se nescire dicentes, vocantur etiam Patripassiani, catholica fides damnat: sed quod tam sími-
eos haec scire convicerat, addendo atque dicendo, Ego sum via, veritas les sint Pater et Filius, ut qui unum noverit, ambos noverit. Solemus
et vita? Quomodo nunc dicit, Tanto tempore vobiscum sum, et non enim de simillimis duobus ita loqui eis qni unum illonim vident, et
cognovistis me? cum profecto, et quo iret, et viam scirent, non ob qualis est alius volunt nosse, ut dicamus: Vidistis istum, illum vidistis.
aliud nisi quod ipsum utique scirent? Sed facile ista solvitur quaestio, Sic ergo dictum est, Qui me videt et Patrem: non utique ut ipse sit
si dicamus quod eum aliqui eorum sciebant, aliqui nesciebant, atque Pater qui Filius, sed quod a Patris similitudine in millo prorsus discre-
in his qui nesciebant et Philippus erat: ut quod ait, Et quo ego vado pet Filius. Nam nisi dúo essent Pater et Filius, non dictum esset, Si
scitis, et viam scitis, illis dixisse intelligatur qui sciebant; non Philippo cognovistis me, et Patrem meum cognovistis: Utique enim, quia -tierno,
cui dictum est, Tanto tempore vobiscum sum, et non cognovistis me, inquit, venit ad Patrem, nisi per me; si cognovistis me, et Patrem meum
Philippe? Hic ergo qui Filium iam noverant, etiam illud de Patre dic- cognovistis: quoniam ego per quem venitur ad Patrem, perducam vos
tum est, Et amodo cognoscetis eum, et vidistis eum: dictum est enim ad eum, ut ipsum etiam cognoscatis. Sed quoniam illi sum omnino
propter omnimodam similitudinem quae illi cum Patre est, ut ideo simillimus, amodo cognoscetis eum, cum cogtioscitis me: et vidistis eum
amodo dicerentur nosse Patrem, quia noverant similem Filium. Ergo si oculis cordis vidistis me.
iam sciebant Filium, etsi non omnes, certe quidam eorum quibus di- 3. Quid ergo est quod dicis, Filippe, Ostende nobis Patrem, et
citur, Et quo vado scitis, et viam scitis: ipse est enim via. Sed Patrem suificit nobis? Tanto, inquit, tempore vobismm sum, ei non cognovistis
nesciebat, ideo audiunt, Si cognovistis me, et Patrem meum cognovistis: me, Philippe? Qui videt me, videt et Patrem. Quod si ad te multum
per me utique et illum. Alius enim ego sum, alius ille. Sed ne putarent est hoc videre, saltem quod non vides hoc crede. Quomodo enim dicis
dissimilem, Et amodo, inquit, cognoscetis eum, et vidistis eum. Viderunt inquit, Ostende nobis Patrem? Si me vidisti qui omnimodo similis sum
enim eius simillimum Filium, sed admonendi fuerant talem esse etiam vidisti illum cui similis sum. Quod videre non potes, non saltem credis
Patrem quem nondum videbant, qualis est Filius quem videbant. Et qtda ego in Patre, et Pater in me est? Poterat hic dicere Philippus-
S.Ag. 14 JI
322 Sobre el Evangelio de San Juan 70, 3 71, 2 Sabré el Evangelio de San ]uan 323
podía replicar Felipe: Te veo a ti y te creo semejantísimo al
TRATADO 71
Padre; pero ¿merece ser increpado aquel que, viendo a un se-
mejante, quiera ver también a aquel a quien se parece? Cierta- ACERCA DE ESTO QUE DICE EL S E Ñ O R : "LAS PALABRAS QUE YO os HA-
mente vi al que se parece, pero aún no conozco a uno sin el BLO, NO LAS HABLO DE MÍ MISMO", HASTA: "Si ALGUNA COSA PIDIEREIS
AL PADRE EN MI NOMBRE, YO LO HARÉ"
otro; no me basta hasta que no conozca al otro a quien éste se
parece. Muéstranos al Padre, y nos basta. Pero el Maestro recri- 1. Escuchad, carísimos, con vuestros oídos y recibid en vues-
minaba al discípulo, porque veía su corazón. Felipe deseaba co- tras almas, por las palabras que os dirigimos, las enseñanzas de
nocer al Padre, como si el Padre fuera mejor que el Hijo; y, Aquel que no se aparta de nosotros. Según la lectura que aca-
por consiguiente, no conocía tampoco al Hijo, creyendo que ha- báis de oír, dice el Señor: Las palabras que yo os hablo, no las
bía algo mejor que El. Para corregir esta creencia, dijo: Quien hablo de mí mismo. El Padre, que está en mí, El hace las obras.
me ve a mi, ve también al Padre. ¿Por qué dices tú: Muéstranos
Luego, ¿las palabras son obras? Así es en verdad. Porque quien
al Padre? Comprendo tu pensamiento: no pretendes ver a otro
con sus palabras edifica al prójimo, hace una obra buena. Pero
semejante; crees que ése es mejor. ¿No crees que yo estoy en el
¿•qué quiere decir: No hablo de mí mismo, sino que yo, que
Padre y que el Padre está en mí? ¿Por qué buscas diferencias
hablo, no procedo de mí mismo? Las obras que El hace, las atri-
en los semejantes? ¿Por qué quieres conocer separadamente a
buye a Aquel de quien procede el que las hace. Pues Dios Pa-
quienes son inseparables? A continuación habla, no ya sólo a
dre no procede de otro, y el Hijo es verdadero Dios igual al
Felipe, sino en plural, a todos ellos; cosas que no deben ser so-
Padre, pero es Dios que procede del Padre. Por esto el Padre es
metidas a la brevedad del tiempo, a fin de exponerlas con la
amplitud conveniente cuando Dios sea servido. Dios, no de Dios; y luz, no de luz; pero el Hijo es Dios de
Dios, luz de luz.
Video quidem te, et credo simillimum esse Patti; sed numquid arguendus 2. Por causa de estas dos sentencias, una que dice: No ha-
et obiurgandus est qui cum similem videt, etiam illum cui similis est blo de mí mismo, y otra que es: El Padre, que permanece en
vult videre? Similem quidem novi, sed adhuc alterum sine altero novi; mí, El hace las obras, y por considerarlas independientemente,
non mihi sufficit, nisi et illum cuius est iste similis noverim. Ostende
¡taque nobis Patrem, et sufficit nobis. Sed ideo magister discipulum han surgido diversos herejes, contrarios a nosotros, quienes, sin
arguebat, quoniam cor postulantis videbat. Tanquam enim melior esset tener un punto común de partida y dirigiéndose a puntos con-
Pater quam Filius, ita Philippus Patrem nosse cupiebat: et ideo nec trarios, salen fuera de la órbita de la verdad. Porque dicen los
Filium sciebat, quo melius esse aliquid credebat. Ad hunc sensum cor-
rigendum dictum est, Qui videt me, videt et Patrem. Quomodo tu dicis,
Ostende nobis Patrem? Video quomodo tu dicas: non alterum quaeris
videre similem, sed illum putas esse meliorem. Non credis quia ego TRACTATUS 11
in Patre, et Pater in me est? Cur in similibus distantiam cupis cerneré? IN ID QUOD DOMINUS DLCIT, VERBA QUAE EGO LOQUOR YOBIS, A MEIPSO NON
cur inseparabiles separatim desideras nosse? Deinde non ad solum Phi- LOQUOR; USQUE AD ID, SI QUID PEL'IERITIS PATREM IN NOMINE MEO, HOC FAC1AM
lippum, sed ad eos pluraliter loquitur, quae non sunt in angustias
coarctanda, ut adiuvante ipso diligentius exponantur. 1. Audite auribus, accipite mentibus, dilectissimi, Ioquentibus qui-
dem nobis, sed ipso docente qui non recedit a nobis. Dominus dicit,
quod modo cum legeretur audistis, Yerba quae ego loquor vobis, a
•meipso non loquor: Pater autem in me ma-nens ipse fácil opera. Ergo
et verba opera sunt? Plañe ita est. Nam profecto qui proximum loquen-
do aedificat, bonuro opus operatur. Sed quid est, a meipso non loquor,
nisi, a meipso non sum qui loquor? Ei quippe tribuit quod facit, de
quo est ipse qui facit. Pater enim Deus non est de aliquo, Filius autem
Deus est quidem Patri aequalis, sed de Patre Deo. Ideo ille Deus, sed
non de Deo; et lumen, sed non de Lumine: iste vero Deus de Deo,
lumen de lumine.
2. Nam in his duabus sententiis, una qua dictum est, Nom a meipso
loquor: alia qua dictum est, Pater autem in me manens, ipse facit opera:
singulas tenentes, diversi nobis adversantur tiaeretici, qui non ex una
parte, sed in contiaiia cenantes, a via veiitatis exorbitant. Aiiarri quippe
dicunt: Ecce inaequalis est Patri EiLius, a seipso non loquitur. Dicunt
324 Sobre el Evangelio de San Juan ?1, 2 71, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 325
arríanos: El H i j o n o es igual al Padre, pues n o habla de sí sean necios n e g a n d o aquéllos la igualdad, y éstos la diferencia.
m i s m o . Los sabelianos o patripasianos, p o r el contrario, dicen: Mas si p o r haber dicho: Las palabras que yo hablo, no las hablo
A q u í tenemos que el P a d r e y el H i j o son la m i s m a persona, de mí mismo, p u d i e r a parecer que en su p o d e r es tan desigual
p o r q u e ¿qué quiere decir: El Padre, que permanece en mí, El q u e n o p u e d e hacer c u a n t o quiere, escuche estas otras: Así como
hace las obras, sino q u e yo, q u e h a g o las obras, p e r m a n e z c o en el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así el Hijo da
mí? Decís cosas contrarias, p e r o n o del m o d o q u e u n a cosa también la vida a quienes El quiere. A s i m i s m o , si p o r haber di-
falsa es contraria a la verdad, sino c o m o dos falsedades contra- c h o : El Padre, que permanece en mí, El mismo hace los obras,
rias entre sí. Equivocados, vais a p u n t o s contrarios, dejando e n se juzga q u e no es u n o el Padre y otro el H i j o , adviértase este
m e d i o de vosotros el c a m i n o q u e habéis a b a n d o n a d o . M e d i a en- otro pasaje: Todo cuanto hace el Padre, lo hace igualmente el
tre vosotros u n a distancia mayor q u e la que hay entre vosotros Hijo. Y así, entiéndase n o u n o dos veces, sino dos u n a sola cosa.
y el c a m i n o del cual sois desertores. Los unos de allí y los otros Pero, c o m o d e tal m o d o u n o es igual al otro, q u e u n o procede
d e allá, venid a m b o s aquí. N o os paséis los unos a los otros, del otro, p o r eso n o habla de sí m i s m o , p o r q u e n o es de sí
sino de allí y de allá venid a m b o s a nosotros. Vosotros, sabelia- m i s m o ; y p o r esta razón el Padre, q u e p e r m a n e c e en El, hace las
nos, a d m i t i d al q u e rechazáis, y vosotros, arríanos, igualad al obras, p o r q u e A q u e l por q u i e n y con q u i e n las hace n o procede
q u e ponéis p o r debajo, y con nosotros caminaréis p o r el c a m i n o sino de sí m i s m o . A continuación añade: ¿No creéis que yo es-
de la verdad. E n a m b o s hay u n a cosa q u e m u t u a m e n t e debéis toy en el Padre y que el Padre está en mí? Creedlo al menos por
advertiros unos a otros. Escucha, sabeliano: H a s t a tal p u n t o u n o las obras. A n t e r i o r m e n t e sólo Felipe era increpado, p e r o ahora
es el Padre y otro el H i j o , q u e el arriano afirma q u e n o es manifiesta que n o era él solo. Por las mismas obras creed que
igual al Padre. A t i e n d e , a r r i a n o : H a s t a tal p u n t o es el H i j o igual yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí, p o r q u e , si es-
al Padre, q u e el sabeliano p r e t e n d e q u e es el m i s m o Padre. T ú tuviéramos separados, nos sería imposible obrar inseparablemente.
añade al q u e quitas, y el otro que iguale al q u e disminuye, y 3- P e r o ¿qué significan las palabras siguientes: " E n verdad,
ambos os hallaréis con nosotros; p o r q u e ni tú quitas ni el otro en verdad os digo que quien cree en mí, h a r á las obras que
disminuye a A q u e l q u e es distinto del Padre, p a r a convencer al yo hago, y las hará mayores que éstas, p o r q u e yo m e voy al
sabeliano, y q u e es igual al P a d r e , para convencer al arriano. A Padre. Y c u a n t o pidiereis al P a d r e en mi n o m b r e , yo lo haré;
a m b o s les dice: Yo y el Padre somos un sola cosa. O i g a n los para q u e el P a d r e sea glorificado en el H i j o , si algo pidiereis
arríanos: una sola cosa; y escuchen los sabelianos: somos. Y n o en m i n o m b r e , yo lo h a r é ? " Así, pues, p r o m e t i ó que El m i s m o
haría aquellas obras mayores. N o se alce el siervo sobre su Se-
Sabelliani contra, id est Patripassiani: Ecce qui Pater est ipse et Filius;
quid enim est, Pater in me manens, ipse facit opera, nisi, in me maneo propterea putatur usque adeo imparis potestatis, ut non quod ipse vult
faciat; audiatur quod dixit, Sicut Pater suscitat mortuos et vivificat, sic
ego qui fació? Contraria dicitis: sed non eo modo sicut est falsum
et Filius quos vult vivificat. ítem si quoniam dixit, Pater in me manens,
contrarium vero, sed sicut sunt ínter se dúo falsa contraria. Errando in di-
ipse facit opera, propterea putatur non alius esse Pater, alius ipse; audia-
versa istis, in medio est via quam reliquistis. ínter vos ipsos longiore tur quod dixit, Quaecumque Pater facit, haec et Filius similiter facit
intervallo separati estis, quam ab ipsa via cuius desertores estis. Vos (Ibid., 5,21.19); et intelligatur non bis unus, sed dúo unum. Verum
hinc, vos autem illinc, huc venite: alteri ad alteros transiré nolite, sed quia sic aequalis alter alteri, ut tamen altet ex altero, ideo non loquitur
hinc atque illinc ad nos veniendo, invicem vos invenite. Sabelliani, ag- a semetipso, quia non est a seipso: et ideo Pater in illo manens facit
noscite quem praetermittitis; Ariani, aequate quem subditis, et in via opera ipse, quia per quem et eum quo facit, noh ¿st nisi ab ipso. De-
vera nobiscum ambulabitis. Est enim quod invicem ex vobis alteri ex nique adiungit, et dicit: Non creiiüs quia ego in Patre, et Pater in
alteris admoneri utrique debeatis. Audi, sabelliane: usque adeo non ipse me est? Alioquin propter opera ipsa credite. Antea solus Philippus ar-
Pater, sed alter est Filius, ut eum atianus inaequalem asserat Patri. guebatur, nunc autem non ibi eum solum fuisse qui esset arguendus
Audi, ariane: usque adeo Filius aequalis est Patri, ut sabellianus eum- ostenditur. Propter opera, inquit, ipsa credite quia ego in Patre, et
dem esse dicat et Patrem. Tu adde quem tollis, tu adimple quem minuis, Pater in me est: ñeque enim si separati essemus, insepatabiliter operari
et nobiscum ambo consistitis: quia nec tu tollis, nec tu minuis eum ulla ratione possemus.
qui et alter est a Patre, ut convincas sabellianum, et aequalis Patri, 3. Sed quid est quod sequitur, "Amen, amen dico vobis, qui
ut convincas arianum. Utrisque enim clamat, Ego et Pater unum sumus credit in me, opera quae ego fació, et ipse faciet, et maiora horum fa-
(lo 10,30). Quod ait, unum, audiant Ariani; quod ait, sumus, audiant ciet; quia ego ad Patrem vado: et quaecumque petieritis in nomine
Sabelliani: et nec illi aequalem, nec illi alterum negando sint vani. Si meo, haec faciam. Ut glorificetur Pater in Filio, si quid petieritis in
ergo quoniam dixit, Verba quae ego loquor vobis, a meipso non loquor, nomine meo, hoc faciam". Ergo et illa maiora opera seipsum facturus
esse promisit. Non se extollat servus supta Dominnm, et discipulus su-
326 Sobre el Evangelio de San Juan 71, 3
72, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 327
ñor, ni el discípulo sobre su Maestro. D i c e q u e ellos h a r á n
obras mayores q u e las suyas, p e r o haciéndolas El en ellos y p o r TRATADO 12
ellos, y n o ellos p o r sí m i s m o s . A El se dirige la alaban2a:
Te amaré, Señor, que eres mi fortaleza, Y ¿cuáles son esas obras SOBRE EL MISMO PASAJE

mayores? ¿Acaso que su sombra, al pasar, sanaba a los enfermos?


1. Q u é quieren decir y c ó m o deben entenderse estas pala-
Pues es mayor m i l a g r o sanar con la sombra que con el contacto
bras del Señor: Quien cree en mí hará las obras que yo hago,
de la fimbra del vestido. Esto lo hizo El m i s m o ; aquello, p o r
ellos; p e r o a m b a s cosas las hizo El. Sin e m b a r g o , c u a n d o decía n o es fácil c o m p r e n d e r l o ; y con ser esto m u y difícil de enten-
esto, se refería a las obras de sus palabras; p u e s había dicho: der, añadió otra cosa más difícil: Y las hará aún mayores. ¿Qué
Las palabras que yo hablo a vosotros, no las hablo de mí mismo; es esto? N o hallábamos q u i e n hiciera las cosas q u e Cristo hizo,
mas el Padre, que permanece en mí, El hace las obras. ¿A q u é ¿y habremos de hallar q u i e n las haga mayores q u e El? Y a diji-
obras se refería sino a las palabras que hablaba? Ellos oían y mos en la explicación de ayer que era mayor milagro curar a
creían, y la fe era el fruto de aquellas palabras; mas con la p r e - los enfermos con la sombra, al pasar, hecho p o r los discípulos,
dicación de los discípulos creyeron, n o unos pocos, c o m o eran que sanarlos con el tacto, c o m o lo hizo el Señor; y como fueron
ellos, sino p u e b l o s enteros. Y éstas son, sin duda, obras mayo- m u c h o s más los que creyeron con la predicación de los apósto-
res. Y es de notar q u e n o dice: Las haréis mayores q u e éstas, les q u e con la del m i s m o Señor, hecha p o r su p r o p i a boca, pa-
como d a n d o a e n t e n d e r q u e las harían sólo los apóstoles, sino recen estas obras m u c h o mayores, n o p o r q u e fuese mayor el
que dijo: Quien cree en mí hará las obras que yo hago, y las discípulo que el Maestro, o mayor el siervo que el Señor, o ma-
hará mayores que éstas. ¿De m o d o q u e q u i e n cree en Cristo hace yor el hijo adoptivo que el U n i g é n i t o , o el h o m b r e mayor que
las cosas q u e El hizo o mayores que las q u e hizo Cristo? Esto Dios, sino p o r q u e p o r ellos se d i g n ó hacer esas obras mayores
n o debe ser tratado a la ligera ni hacerlo p r e c i p i t a d a m e n t e por A q u e l q u e en otro lugar les dijo: Sin mí nada podéis hacer.
las prisas; por eso la plática de hoy, que vamos a cerrar, obliga Pues El, pasando p o r alto otras, que son innumerables, sin ellos
su aplazamiento. los creó, sin ellos hizo este m u n d o y sin ellos se h i z o a sí mis-
m o cuando se d i g n ó hacerse El t a m b i é n h o m b r e . ¿Qué p u e d e n
pra magistrum (Ibid., 13,16): maiora quam ipse facit, dicit eos esse
facturos; sed in eis vel per eos se faciente, non ipsis tanquam ex hacer ellos sin El m á s q u e el pecado? Y en seguida arrancó de
seipsis. Ei quippe cantatur, Diligam te, Domine, virtus mea (Ps 17,2).
Sed quae sunt tándem ista maiora? An forte quod aegros ipsis transeun-
tibus, etiam eorum umbra sanabat? (Act 5,15). Maius est enim ut sanet TRACTATUS 72
umbra quam fimbria (Mt 14,36). Illud per se, hoc per ipsos; sed tamen
I N EAMDEM LECTrONEM
utrumque ipse. Verumtamen quando ista dicebat, verborum suorum opera
commendabat: sic enim dixerat, Verba quae ego loquor vobis, a meipso
non loquor; Pater autem in me manens, ipse facit opera. Quae opera 1. Quid sibi velit, et quomodo accipiendum sit quod Dominus ait,
tune dicebat, nisi verba quae loquebatur? Audiebant et credebant illi, et Qui credit in me, opera quae ego fació, et ipse faciet, non est fací le
eorumdem verborum fructus erat fides illorum: verumtamen evangeli- comprehendere: et cum hoc ad intelligendum difficillimum sit, adiecit
zanribus discipulis, non tam pauci quam illi erant, sed gentes etiam aliud difficilius, Et maiora horum faciet. Quid est hoc? Qui faceret
crediderunt; haec sunt sine dubitatione maiora. Nec tamen ait, Maiora opera quae Christus fecit, non inveniebamus; qui etiam maiora faciet,
horum facietis, ut solos Apostólos ea putaremus esse facturos; sed, Qui inventuri sumus? Sed dixeramus sermone prístino quia maius fuit um-
credit in me, inquit, opera quae ego jacio, et ipse faciet, et maiora brae suae transitu, quod discipuli fecerunt (Act 5,15), quam fimbriae
horum faciet. Itane quicumque credit in Christum, facit quae Christus, suae tacto, quod ipse Dominus fecit (Mt 14,36), sanare languentes; et
vel maiora quam Christus? Non praetereunter ista tractanda sunt, nec quia plures Apostolis, quam ipso per os proprium praedicante Domino
debent festinatione praecipitari; sed ea cogit concludendus iam sermo crediderunt: ut haec viderentur opera intelligenda esse maiora: non
iste differri. quo maior esset Magistro discipulus, veL Domino servus, vel adoptatus
Unigénito, vel homo Deo; sed quod per iJlos ipse dignaretur eadem
maiora faceré, qui dicit illis alio loco, Sine me nihü potestis faceré
(lo 15,5). Ipse quippe, ut alia omitram, quae sunt innumerabilia, sine
ipsis fecit eos, sine ipsis fecit hunc muadum; et quia homo etiam ipse
fieri dignatus est; sine ipsis fecit et seipsum. Quid autem illi sine ipso,
nisi peccatum? Denique et hic id quod de hac te poterat nos moveré,
mox abstulit: cum enim dixisset, Qui credit in me, opera quae ego fa-
328 Sobre el Evangelio de San Juan 72, 2 72, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 329
nosotros toda sombra de turbación, p o r q u e , h a b i e n d o dicho: El milia, dice: El que cree en mí hará las obras que yo hago, y las
que cree en mí hará las obras que yo hago, y las hará mayores hará mayores que éstas. Por consiguiente, si las hace el q u e cree,
que éstas, i n m e d i a t a m e n t e a ñ a d i ó : Porque yo me voy al Padre, el q u e n o las hace n o cree, según se deduce de aquellas palabras:
y cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, yo lo haré. El q u e El que me ama, guarda mis preceptos, de las cuales se sigue q u e
dijo: Hará, dijo d e s p u é s : Haré; c o m o si dijese: N o os parezca el q u e n o guarda sus preceptos, n o le ama. T a m b i é n dice en o t r o
esto imposible, p u e s el que cree e n m í n o p u e d e ser mayor q u e lugar: A quien escucha estas mis palabras y las pone en práctica,
yo; p e r o yo he de hacer entonces obras mayores que las de ahora; yo le compararé con un hombre prudente, que edifica su casa
mayores p o r m e d i o del q u e cree en m í que las que hago yo sin sobre roca; y aquel q u e n o es semejante al varón p r u d e n t e , u oye
él. Y o las h a g o sin él y yo las hago por él; pero, c u a n d o yo las las palabras y n o las observa o ni siquiera las oye. Quien cree en
hago sin él, n o las hace él; y c u a n d o las hago p o r su m e d i o , mí, dice, vivirá aunque esté muerto. Lo m i s m o en este caso:
a u n q u e n o las hace él por sí m i s m o , t a m b i é n las hace él. A d e m á s , El que cree en mí hará; luego el q u e n o hace, n o cree. ¿Qué
hacer cosas mayores p o r él que sin él, n o es u n defecto, sino u n a decimos a esto, h e r m a n o s ? ¿ N o ha de ser tenido p o r creyente en
condescendencia. ¿Qué retribución d a r á n los siervos al Señor p o r Cristo el q u e n o hace obras mayores q u e Cristo? D u r o es esto,
todos los beneficios que les ha concedido? Sobre todo cuando, absurdo, insostenible, intolerable, si n o es bien entendido. Escu-
entre los otros bienes, se ha d i g n a d o concederles el de hacer chemos, pues, al Apóstol, que dice: La fe de quien cree en aquel
obras mayores p o r ellos q u e las que hizo sin ellos. ¿ N o se mar- que hace justo al impío, le sirve para su justificación. Teniendo
chó triste aquel rico cuando fue en busca de consejos de vida fe, hagamos las obras de Cristo, ya q u e el m i s m o creer es una
eterna? Lo oyó y lo rechazó. Sin e m b a r g o , después, lo que n o obra de Cristo. Esto lo obra El en nosotros, p e r o n o sin nos-
hizo u n o al oírlo de su boca, lo ejecutaron m u c h o s hablando el otros. Escucha, pues, ahora c ó m o lo has de entender. Quien cree
b u e n M a e s t r o p o r boca de los discípulos. Despreciable a los ojos en mí hará las obras que yo hago: p r i m e r o las h a g o y o y des-
de aquel rico, aconsejado p o r El m i s m o , y amable para aquellos
pués las hará él t a m b i é n , p o r q u e y o hago que las haga. Y ¿qué
q u e de ricos hizo pobres. V e d c ó m o hizo mayores obras predi-
obras son éstas sino q u e de pecador se haga justo?
cado p o r los creyentes q u e h a b l a n d o a los oyentes.
3. Y las hará mayores que éstas. ¿Mayores que cuáles? D e -
2. P e r o todavía q u e d a algo más. Estas obras mayores las
hizo p o r los apóstoles, mas n o dice, refiriéndose sólo a ellos: Vos- cídmelo. ¿Acaso hará obras mayores que todas las obras de Cristo
otros haréis las obras que yo hago, y las haréis mayores; sino q u i e n con t e m o r y temblor obra su p r o p i a salvación? Esta la
que, q u e r i e n d o incluir a cuantos h a b í a n de pertenecer a su fa-
ció, et ipse faciet, et maiora horum faciet; continuo secutus adiunxit, nentes intelligi volens, Qui credit in me, inquit, opera quae ego fació,
Quia ego ad Patrem vado, et quaecumque petieritis in nomine meo, haec et ipse faciet, et maiora horum faciet. Si ergo qui credit faciet, non cre-
faciam. Qui dixerat faciet, post ait faciam; tanquam diceret, Non vobis dit utique qui non faciet: sicuti est, Qui diligit me, mandata mea
impossibile hoc videatur: non enim poterit esse maior me qui credit custodit (lo 14,21); unde profecto qui non custodit, non diligit. ítem
in me, sed ego facturus sum et tune maiora quam nunc; maiora per alio loco, Qui audit, inquit, verba mea haec et jacit ea, úmilabo eum
eum qui credit in me, quam praeter eum per me: ego tamen ipse praeter viro prudenti qui aedificat domum suam supra petram (Mt 7,24): qui
ergo non est similis huic viro prudenti, procul dubio aut verba haec
eum, ego ipse per eum: sed quando praeter eum, non faciet ipse; audit et non facit, aut omnino nec audit. Qui credit, inquit, in me, licet
quando autem per eum, quamvis non per semetipsum, faciet et ipse. moriatur, vivet (lo 11,25): qui ergo non vivet, non utique credit. Tale
Porro autem maiora faceré per eum quam praeter eum, non est defectio, etiam hoc est, Qui credit in me, faciet: non utique credit qui non
sed dignatio. Quid enim retribuant serví Domino, pro ómnibus quae faciet. Quid est hoc, fratres? Numquid inter ctedentes in Christum non
retribuit eis? (Ps 115,12). Quandoquidem ínter caetera bona etiam hoc est computandus, qui non fecetit opera maiora quam Christus? Durum
eis donare dignatus est, ut maiora faceret per illos quam praeter illos. est, absurdum est, ferri non potest: non toleratur nisi intelligatur. Aposto-
Nonne ab ore illius dives ille tristis abscessit, quando vitae aeternae luffl igitur audiamus: Credenti, inquit, in eum qui iustificat impium,
consilium quaesivit? (Mt 19,16-22). Audivit, abiecit: et tamen postea deputatur fides eius ad iustitiam (Rom 4,5). In hoc opere faciamus opera
quod ab illo auditum non fecit unus, fecerunt multi, eum loqueretur Christi, quia et ipsum credere in Christum, opus est Christi. Hoc operatur
per discípulos magister bonus; contemptibilis ei quem divitem per seip- in nobis, non utique sine nobis. Audi ergo iam, et intellige, Qui credit
sum monuit, amabilis eis quos ex divitibus pauperes per pauperes fecit. in me, opera quae ego fació, et ipse faciet: ptius ego fació, deinde et
ipse faciet; quia fació ut faciat. Quae opera, nisi ut ex impío iustus fiat?
Ecce maiora fecit praedicatus a credentibus, quam locutus audientibus.
3. Et maiora, horum faciet. Quorum, obsecro? Numquidnam om-
2. Verum hoc adhuc movet, quod haec maiora per Apostólos fecit: nium operum Christi maiora facit, qui eum timoie et tremeré suam
non autem ipsos tantum significans ait, Opera quae ego fació et vos ipsius salutem opeíatur? (Phil 2,12). Quod utique in illo, sed non sine
facietis, et maiora horum facietis: sed omnes ad suam familiam perti-
330 Sobre el Evangelio de San Juan 72, 3
73, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 331
obra Cristo en él, p e r o n o la obra sin él. D e esta obra d i r í a yo
Todo lo que pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Por las m u c h a s
q u e es mayor q u e el cielo y la tierra y q u e todas las cosas q u e
cosas que p i d e n sus fieles, sin conseguirlas, se origina una cues-
se ven e n ellos. P o r q u e el cielo y la tierra pasarán; en cambio,
tión q u e n o es de poca monta. Pero, c o m o ya es hora de ter-
la salvación y justificación de los predestinados, o sea, de los q u e
m i n a r esta plática, vamos a conceder u n breve aplazamiento a
El tiene previstos, permanecerá. En aquéllos se ven las obras de
la consideración y elucidación de este caso.
Dios; en éstos está la imagen de Dios. T a m b i é n en el cielo los
tronos, las dominaciones, las potestades, los arcángeles, los án-
geles, son obras de Cristo. ¿Por ventura hace obras mayores q u e TRATADO 73
éstas el que coopera con Cristo, que obra en él su salud y justifi-
cación eternas? N o m e atrevo a proferir sobre esto u n juicio MÁS SOBRE EL MISMO ASUNTO
precipitado. V e a y juzgue q u i e n p u e d a : si es mayor obra crear
1. G r a n d e s esperanzas abrió el Señor a los que en El es-
justos que hacer justos a los pecadores; p o r q u e si ambas obras
peran, cuando dijo: Yo me voy al Padre, y todo cuanto pidiereis
requieren igual poder, ésta requiere mayor misericordia. Este es
en mi nombre, yo lo haré. N o se fue al Padre para a b a n d o n a r a
el gran misterio de la piedad, que se ha manijestado en carne,
los indigentes, sino p a r a escuchar a los clamantes. Pero ¿qué
ha sido justificado por el espíritu, ha sido visto por los ángeles y
quiere decir cuanto pidiereis, si con frecuencia los fieles p i d e n
predicado a los gentiles, creído en el mundo y elevado a la gloria.
y n o reciben? ¿Será acaso p o r q u e p i d e n mal? Pues esto nos
N a d a nos obliga a creer q u e en estas palabras: Hará obras ma-
echa en cara el apóstol Santiago cuando dice: Pedís y no recibís,
yores que éstas, están incluidas todas las obras de Cristo. Quizá
porque pedís con mala intención, para dar rienda suelta a vuestras
dijo de aquellas q u e obraba en aquel t i e m p o ; p o r q u e hacía p o r
pasiones. M á s b i e n p o r u n a misericordia del Señor n o recibe lo
entonces obras de fe, de las cuales había dicho a n t e r i o r m e n t e :
q u e p i d e q u i e n ha de abusar de lo q u e p i d e . P o r q u e , si D i o s
Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas
escucha al h o m b r e q u e le p i d e cosas nocivas, es m á s de temer
el Padre, que está en mí, es el que hace las obras. D e aquí se
que, en vez de negárselas misericordioso, irritado se las conceda.
deduce que sus obras eran entonces sus palabras. Y ciertamente
¿ N o sabemos q u e los israelitas, p a r a su perdición, alcanzaron las
es m e n o r predicar palabras de justicia, lo cual hizo sin nuestra
peticiones de su concupiscencia culpable? Deseaban comer carne
cooperación, q u e obrar la justificación de los pecadores, q u e d e
los que recibían el m a n á del cielo. Asqueaban lo q u e tenían, y
tal m o d o obra en nosotros, q u e la obremos t a m b i é n nosotros con
El. Q u e d a p o r ver en q u é sentido h a n de tomarse estas palabras: quirere quomodo accipiendum sit, Quodcumque petierit-is in nomine meo,
hoc faciam. Propter multa enim quae petunt fideles eius, nec accipiunt,
¡lio Christus operatur. Prorsus maius hoc esse dixerim, quam est caelum non parva hinc exoritur quaestio: sed quoniam sermo iste iam clauden-
et térra, et quaecumque cernuntur in cáelo et in térra. Et caelum enim dus est, ei considerandae atque tractandae tribuatur saltem parva dilatio.
et térra transibit (Mt 24,35); praedestinatorum autem, id est eorum quos
praescit, salus et iustificatio permanebit. In illis tantum opera Dei, in
his autem etiam est imago Dei. Sed et in caelis, Sedes, Dominationes, TRACTATUS 73
Principatus, Potestates, Archangeli, Angelí opera sunt Christi; numquid
etiam his operibus maiora facit, qui operante in se Christo, cooperatur 1 rOM IN EAMDEM LECTKISEM

aeternam salutem ac iustificationem suam? Non hic audeo praecipitare


sententiam: intelligat qui potest, iudicet qui potest, utrum maius sit 1. Magnam spem Dominus suis promisit sperantibus, dicens: Quia
iustos creare quam impíos iustificare. Certe enim si aequalis est utrum- ego ad Patrem vado, et quodcumque petieriiis in nomine meo, hoc fa-
que potentiae, hoc maioris est misericordiae. Hoc est enim magnum ciam. Sic ergo perrexit ad Patrem, ut non relinqueret indigentes, sed
pietatis sacramentum, quod manifestatum est in carne, iustificatum est exaudiret petentes. Sed quid est, quodcumque petientis, cum videamus
in Spiritu, apparuit Angelis, praedicatum est in gentibus, creditum est plerumque fideles eius petere, et non accipere? An forte propterea quia
in mundo, assumptum est in gloria (1 Tim 3,16). Sed omnia opera male petunt? Nam hoc exprobravit apostolus Iacobus dicens: Petitis, et
Christi intelligere ubi ait, Maiora horum jaciet, nulla nos necessitas cogit. non accipitis, eo quod male petatis, ut in conca-piscentiis ves tris insu-
Horum enim forsitan dixit, quae in illa hora faciebat: tune autem matis (Tac 4,3). Male ergo usurus eo quod vuk accipere, Deo potius
verba fidei faciebat, et de his operibus fuerat praelocutus dicens, Verba miserante non accipit. Ptoinde si hoc ab illo petitur unde homo Iaedatur
quae ego loquor vobis, a meipso non loquor: Pater autem in me ma- exauditus, magis metuendum est ne quod posset non daré propitius, det
nens, ipse facit opera. Tune igitur verba eius erant opera eius. Et uti- iratus. An non yidemus Israelitas malo suo impetrasse quod culpabili
que minus est verba iustitiae praedicare, quod fecit praeter nos, quam concupiscentia petierunt? Concupierant enim carnibus vesci (Num 11,32),
impios iustificare, quod ita facit in nobis, ut faciamus et nos. Restat in- quibus pluebatur manna de caeio. Fastidiebant quippe quod habebant;
et quod non habebant, impudenter petebant: quasi non melius peterent,
332 Sobre el Evangelio de San Juan 73, 2 73, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 333
descaradamente p e d í a n lo q u e no tenían, c o m o si n o les fuese Padre, y lo que pidiereis en mi nombre, yo lo haré. ¿Fueron los
mejor pedir la curación de su fastidio, p a r a comer lo que te- apóstoles los únicos que creyeron en El? N o obstante, hablán-
nían, que suministrar a su indecente apetito el manjar que les doles a ellos, dijo: El que cree en mí; en cuyo n ú m e r o , p o r su
faltaba. C u a n d o a nosotros nos deleita el mal y nos asquea el gracia, nos hallamos nosotros, que n o alcanzamos c u a n t o p e d i m o s .
bien, antes d e b e m o s p e d i r a D i o s la delectación en el bien q u e Pero a u n m i r a n d o a los m i s m o s bienaventurados apóstoles, nos
la concesión del mal. Y n o p o r q u e sea m a l o comer carne, según encontramos con el q u e trabajó m á s q u e todos, n o él, sino la gra-
dice el Apóstol h a b l a n d o de esta materia: Todo lo creado es bue- cia de D i o s con él, el cual pidió al Señor verse libre del ángel
no, y nada se ha de rechazar cuando se recibe con hacimiento de de Satanás, sin ser a t e n d i d o en su petición. ¿Qué diremos a
gracias; p e r o , c o m o él m i s m o dice, obra mal el hombre que come esto, h e r m a n o s ? ¿Pensaremos q u e ni siquiera con los apóstoles
por ofender; y si es malo comer por ofender al h o m b r e , ¿cuánto c u m p l i ó su promesa de que yo haré cuanto pidiereis? ¿Cuándo,
peor n o lo será p o r ofender a Dios? Así, g r a v e m e n t e ofendían pues, va a c u m p l i r lo p r o m e t i d o , si defraudó a sus apóstoles en
a D i o s los israelitas r e p u d i a n d o lo q u e les daba su sabiduría y sus promesas?
p i d i e n d o lo q u e apetecía su concupiscencia, a u n q u e ellos n o lo 3. D e s p i e r t a , alma fiel, y, despierta, advierte q u e allí se dice
pedían, p e r o se l a m e n t a b a n d e n o tenerlo. D e b e m o s tener en en mi nombre y q u e n o dice, si de cualquier m o d o pidiereis
cuenta q u e el p e c a d o n o estaba en la cosa, que era criatura de cualquier cosa, sino si pidiereis cualquier cosa en nombre mío.
Dios, sino en la desobediencia contumaz y en la concupiscencia ¿Y c ó m o se llama el que hizo tan g r a n d e promesa? Cristo Jesús.
desordenada. El p r i m e r h o m b r e halló la m u e r t e , n o en u n puerco, Cristo significa Rey; Jesús significa Salvador. N o nos salva u n
sino en una manzana, y Esaú p e r d i ó su p r i m o g e n i t u r a , n o p o r rey cualquiera, sino el Rey Salvador. Y , p o r ende, c u a n d o pedi-
una gallina, sino por unas lentejas. mos algo inútil o contrario a la salvación n o lo pedimos en n o m -
2. ¿Cómo, pues, hay que entender estas palabras: Cuanto bre del Salvador. El es, n o obstante, Salvador cuando hace lo
pidiereis, lo haré, si D i o s por mirar por ellos, n o concede a sus que p e d i m o s c o m o c u a n d o deja de hacerlo, p o r q u e cuando ve
fieles algunas cosas? ¿O debemos tomarlas c o m o dichas a solos q u e se p i d e algo contrario a la salvación, c u m p l e mejor con el
los apóstoles? D e n i n g ú n modo. P o r q u e , antes de llegar a decir oficio de Salvador n o concediéndolo. Pues bien, conoce el m é -
esto, había dicho: El q7ie cree en mí hará las obras que yo hago, dico lo que el enfermo p i d e en b i e n o en contra de su salud,
y aun mayores, acerca de lo cual h e m o s disertado ayer. Y para y así deja de a t e n d e r a la voluntad del que pide cosas nocivas,
q u e nadie se arrogase la operación de tales obras, y manifestar para atender a su salud. Y así, c u a n d o q u e r e m o s que nos con-
q u e t a m b i é n El hacía esas obras mayores, añadió: Yo me voy al
ra seipsum faceré ostenderet, adiecit, atque ait: Quia ego ad Patrem
non ut cibus qui deerat indecenti desiderio praestaretur, sed ut ille qui vado; et quodcumque petieritis in nomine meo, hoc faciam. Numquid
aderat sanato fastidio sumeretur. Quando enim nos delectant mala, et in eum solí Apostoli credideiunt? Ad eos itaque loquebatur dicendo,
non delectant bona, rogare debemus potius Deum ut delectent bona, Qui credit in me, in quibus eo donante etiam nos sumus, qui utique
quam ut concedantur mala. Non quia malum est carne vesci, cum de non quodcumque petierimus accipimus. Ipsos quoque béatissimos si co-
bac re loquens Apostolus dicat, Omnis creatura Dei bona est, et nihil gitemus Apostólos, invenimus eum qui plus ómnibus laboravit, non
abüciendum quod cum gratiarum actione accipitur (1 Tim 4,4): sed autem ipse, sed gratia Dei cum ipso (1 Cor 15,10), ter Dominum ro-
quia sicut ítem ipse ait, Malum est homini qui per offensionem man- gasse ut ab eo discederet ángelus satanae, nec tamen quod rogaverat
ducat (Rom 14,20); et si hominis offensionem, quanto magis Dei? Cuius accepisse (2 Cor 12,8). Quid dicemus, chartssimi? Putabimusne hoc
in Israelitis non parva erat offensio, repudiare quod dabat sapientia, promissum ubi ait, Quodcumque petieritis, hoc faciam, nec Apostolis
et petere id quod inhiabat concupiscentia: quam vis illi nec peterent, fuisse ab illo completum? Et cui tándem quod promittit implebit, si
sed quia deerat murmurarent. Sed ut sciremus non Dei creaturam esse Apostólos suos in sua promissione fraudavit?
culpabilem, sed inobedientiam contumacem et inordinatam cupiditatem; 3. Evigila igitur, homo fidelis, et vigilanter audi quod illic positum
non propter porcum, sed propter pomum mortem primus homo invenit est, in nomine meo: ipsum enim quodcumque, non ait, petieritis utcum-
(Gen 3,6), et Esau primatus suos non propter gallinam, sed propter que; sed, in nomine meo. Qui promisit ergo tam magnum beneficium,
lenticulam perdidit (ibid., 25,34). quid vocatur? Utique Cristus Iesus: Christus significat regem, Iesus
2. Quomodo ergo intelligendum est, Quodcumque petieritis, hoc significat Salvatorem: non utique nos salvos faciet quicumque rex, sed
faciam, si Deus aliqua petentibus fidelibus etiam consulendo non facit? rex Salvator; ac per hoc quodcumque petimus adversus utílitatem salutis,
An forte solis Apostolis dictum debemus accipere? Absit. Unde enim non petimus in nomine Salvatoris. Et tamen ipse Salvator est, non so-
ad hoc venit ut diceret, superius dixerat, Qui credit in me, opera quae lum quando facit quod petimus, verum etiam quando non facit; quoniam
ego fació, faciet, et maiora horum faciet; de aua re prístino sermone quod videt peti contra salutem, non faciendo potius se exhibet Salvato-
tractavimus. Et ne quisquam hoc sibi tribueret, ut etiam illa opera maio- rem. Novit enim medicus quid pro sua, quid contra suam salutem
334 Sobre el Evangelio de San ]uan 73, A 74, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 335

ceda lo q u e p e d i m o s , n o lo p i d a m o s d e cualquier m a n e r a ; p i d á - r e m o s la cosecha. Y p i d a m o s también, c u a n d o pedimos con las


moslo en su n o m b r e , e n n o m b r e del Salvador. N o p i d a m o s nada debidas disposiciones, que n o haga lo q u e n o p e d i m o s bien,
contra nuestra salvación, p o r q u e , si lo concede, n o obra como p u e s a esto se refiere lo que p e d i m o s en aquellas palabras de la
Salvador, que éste es su n o m b r e para sus fieles. El q u e p a r a oración d o m i n i c a l : No nos dejes caer en la tentación. Porque
los fieles se d i g n ó ser el Salvador, es t a m b i é n el q u e condena n o deja de ser g r a v e tentación una petición q u e va en contra
al pecador. Concederá a los q u e creen en El t o d o c u a n t o le p i - de tu salvación. Y p a r a que nadie, al escuchar con poca adver-
dan p o r ese n o m b r e , que salva a los que en El tienen puesta su tencia, piense q u e el Señor, c u a n d o dice: Todo cuanto pidiereis
fe, p o r q u e entonces obra c o m o Salvador. Pero, si u n creyente en mi nombre, yo lo haré, ha de hacer sin el P a d r e lo q u e p r o -
pide, p o r ignorancia, algo en contra de su salvación, n o lo p i d e m e t i ó a los q u e p i d e n , i n m e d i a t a m e n t e a ñ a d i ó : Vara que el
en n o m b r e del Salvador, que dejará de ser su Salvador si le con- Padre sea glorificado en el Hijo, si alguna cosa pidiereis en mi
cediere lo q u e le i m p i d e salvarse. Es mejor qvie entonces haga nombre, yo la haré. D e n i n g ú n m o d o , p u e s , hace esto el H i j o
lo q u e su n o m b r e significa, d e j a n d o de hacer aquello q u e se so- sin el Padre, ya q u e el H i j o lo hace para q u e en El sea glorifi-
licita. Por este motivo, n o sólo c o m o Salvador, sino t a m b i é n
cado el Padre. Por consiguiente, lo hace el P a d r e en el H i j o
c o m o M a e s t r o b u e n o , y obligándose a hacer c u a n t o le pidiére-
p a r a que el H i j o sea glorificado en el P a d r e , y Jo hace el H i j o
mos en la m i s m a oración q u e El nos enseñó, nos señaló las co-
en el P a d r e para q u e el P a d r e sea glorificado en el H i j o , por-
sas que le d e b e m o s pedir, a fin de q u e e n t e n d a m o s q u e no p e d i -
q u e el Padre y el H i j o son una sola cosa.
m o s en n o m b r e del M a e s t r o c u a n d o p e d i m o s traspasando las
normas de su magisterio.
4. C i e r t a m e n t e q u e m u c h a s de las cosas q u e pedimos, aun
TRATADO 74
c u a n d o las p i d a m o s en su n o m b r e , es decir, en n o m b r e del Sal-
vador y según las n o r m a s de su magisterio, n o las hace cuando ACERCA DE LAS PALABRAS: " S I MB AMÁIS, OBSERVAD MIS MANDATOS",
las pedimos, p e r o las hace. P o r q u e ni siquiera c u a n d o p e d i m o s HASTA: "PERMANECERÁ CON VOSOTROS Y ESTARÁ DENTRO DE VOSOTROS"
q u e venga el r e i n o de D i o s lo hace en seguida, llevándonos a
1. E n la lectura del evangelio hemos oído estas palabras del
reinar con El en la eternidad; n o nos niega lo q u e pedimos,
Señor: Si me amáis, observad mis mandatos, y yo rogaré al Pa-
sino q u e nos lo aplaza. Esto n o obstante, c o m o buenos sembra-
dre y os dará otro consolador para que esté con vosotros eter-
dores, n o desfallezcamos en Ja oración, y a su d e b i d o t i e m p o ha-

poscat aegrotus; et ideo contraria poscentis non facit voluntatem, ut fa- enim proprio metemus (Gal 6,9). Et simul petamus quando bene peti-
ciat sanitatem. Quapropter quando volumus ut faciat quodcumque peti- mus, ut non faciat quod non bene petimus; quia et ad hoc pertinet
mus, non utcumque, sed in nomine eius petamus, hoc est in nomine quod in eadem oratione dominica dicimus, Ne nos inferas in tentationem
Salvatoris petamus. Non ergo contra nostram salutem petamus: quod (Mt 6,9-13). Ñeque enim parva est tentatio, si contra mam sit causam
si fecerit, non ut Salvator facit, quod est nomen eius fidelibus eius. Est tua postulatio. Non autem negligenter audiendum est, quod Dominus,
quippe impiis et damnator, qui dignatur fidelibus esse Salvator. Qui ne quisquam eum putaret quod se promisit faceré petentibus, sine Patre
ergo credit in eum, quodcumque petierit in eo nomine, quod est illis esse facturum, eum dixisset, Quodcumque petierhis in nomine meo, hoc
qui credunt in eum, hoc facit; quoniam hoc sicut Salvator facit. Si au- faciam, continuo subiecit, Ut glorificetur Pater in Filio, si quid petieri-
tem qui in eum credit, aliquid per ignorantiam contra suam salutem tis in nomine meo, hoc faciam. Nullo modo igitur sine Patre hoc Filius
petit, non in nomine Salvatoris petit; quia Salvator eius non erit, si facit, quandoquidem ut in illo Pater glorificetur, propterea facit. Facit
quod eius salutem impedit, fecerit. Unde tune expedit potius ut non ergo Pater in Filio, ut FiLius glorificetur in Patre: et facit Filius in
faciendo propter quod invocatur, faciat quod vocatur. Propterea non Patre, ut Pater glorificetur in Filio; quoniam unum sunt Pater et Filius.
solum Salvator, sed etiam magister bonus, ut faciat quodcumque petieri-
mus, in ipsa oratione quam nobis dedit, docuit quid petamus; ut etiam
sic intelligamus non petere nos in nomine magistri, quod petimus TRACTATUS 74-
praeter regulam ipsius magisterii.
4. Sane quaedam quamvis in nomine eius petamus, id est secun- I)E EO QUOD AIT, Sr DILIGITIS MG, MANDATA MKA SEitVArj:; USQUF ; AD ID, APUD

dum Salvatorem et secundum magistrum petamus; non tune quando pe- VOS MANEBrT, ET TN VOBES ERIT
timus facit, sed tamen facit. Ñeque enim quia et illud petimus ut ve-
niat regnum Dei, propterea non facit quod petimus, quia non statim 1. Audivimus, fratres, eum Evangelium legeietur, Dominum dicen-
eum illo in aeternitate regnamus: differtur enim qued petimus, non ne- tem: Si diligitis me, maniata mea serva-te: et ego rogaba Patrem, et
gatur. Verumtamen orantes tanquam seminantes non deficiamus; tempore alium Paracletum dabit vobis, ut maneal vobiscu-m in aeternum, Spiri-
336 Sobre el Evangelio de San Juan 74, 1 74, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 337
ñámente: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede re-
para que, amándole y observando sus preceptos, merezcamos re-
cibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conoceréis,
cibir al Espíritu S a n t o a fin de q u e n o ya la caridad de Cristo,
porque morará con vosotros y estará dentro de vosotros. Mu-
que ha precedido, sino la caridad del Padre se d e r r a m e en nues-
chas son las cosas q u e hay que indagar en estas breves palabras
tros corazones por m e d i o del Espíritu Santo, q u e nos ha sido
del Señor; p e r o m u c h o es para nosotros buscar todas las cosas
dado? Perversa es esta sentencia. Q u i e n cree amar al H i j o y n o
que hay q u e buscar en ellas o hallar todas las cosas q u e en
ama al Padre, no a m a verdaderamente al H i j o , sino lo q u e él
ellas buscamos. N o obstante, prestando atención a lo q u e nos-
se ha imaginado. P o r q u e nadie, dice el Apóstol, puede pronun-
otros d e b e m o s decir y vosotros debéis oír, según lo q u e el Se- ciar el nombre de Jesús si no es por el Espíritu Santo. ¿Y quién
ñor se digna concedernos y de acuerdo con nuestra capacidad dice Señor Jesús del m o d o q u e dio a entender el Apóstol sino
y la vuestra, recibid, carísimos, lo q u e nosotros os p o d e m o s de- aquel q u e le ama? M u c h o s lo p r o n u n c i a n con la lengua y lo
cir, y pedidle a El lo q u e nosotros n o os p o d e m o s dar. Cristo arrojan del corazón y de sus obras, conforme de ellos dijo el
p r o m e t i ó el Espíritu Santo a los apóstoles, p e r o debemos adver- Apóstol: Confiesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo nie-
tir de q u é m o d o se lo ha p r o m e t i d o . D i c e : Si me amáis, guar- gan. Luego, si con los hechos se niega, sin duda t a m b i é n con
dad mis mandatos, y yo rogaré al Padre y os dará otro consola- los hechos se habla. Nadie, pues, puede pronunciar con prove-
dor, que es el Epíritu de verdad, para que permanezca con vos- cho el nombre del Señor Jesús con la m e n t e , con la palabra, con
otros eternamente. Este es, sin duda, el Espíritu Santo de la la obra, con el corazón, con la boca, con los hechos, sino por
Trinidad, al q u e la fe católica confiesa coeterno y consustancial el Espíritu Santo; y de este m o d o solamente lo p u e d e decir el
al P a d r e y al H i j o , y el m i s m o de q u i e n dice el Apóstol: La q u e ama. Y ya de este m o d o decían los apóstoles: Señor Jesús.
caridad de Dios ha sido derramada en nuestros corazones por el Y si lo p r o n u n c i a b a n sin fingimiento, confesándolo con su voz,
Espíritu Santo, que nos ha sido dado. ¿Por q u é , pues, dice el Se- con su corazón y con sus hechos; es decir, si con verdad lo pro-
ñor: Si me amáis, guardad mis mandatos, y yo rogaré al Padre nunciaban, era ciertamente p o r q u e amaban. Y ¿cómo p o d í a n amar
y os dará otro consolador, c u a n d o dice q u e , si n o tenemos al sino por el Espíritu Santo? Con todo, a ellos se les m a n d a amar-
Espíritu Santo, n o p o d e m o s amar a Dios n i guardar sus m a n d a - le y guardar sus m a n d a t o s para recibir al Espíritu Santo, sin
mientos? ¿Cómo h e m o s de amar p a r a recibirlo, si n o p o d e m o s cuya presencia en sus almas n o p u d i e r a n amar y observar los
amar sin temerlo? ¿O cómo guardaremos los m a n d a m i e n t o s para mandamientos.
recibirlo, si n o es posible observarlos sin tenerle con nosotros? 2. N o nos queda m á s q u e decir que el q u e a m a tiene con-
¿Acaso debe preceder en nosotros el amor q u e tenemos a Cristo, sigo al Espíritu Santo, y que teniéndole merece tenerle más
tum veritatis, quem mundus non potest accipere; quia non videt eum, An forte piaecedit in nobis charitas, qua diligimus Christum, ut dili-
nec scit eum. Vos autem cognoscetis eum, quia apui vos manebit, et in gendo Christum eiusque mandata faciendo, mereamur accipere Spiritum
vobis erit. Multa sunt, quae in istis paucis verbis Domini requitantur; sanctum, ut charitas non Christi, quae iam praecesserat, sed Dei Patris
sed multum est ad nos vel omnia quae hic quaerenda sunt quaerere, diffundatur in cordibus nostris per Spiritum sanctum qui datus est no-
vel omnia quae hic quaerimus invenire. Vetuintamen quantum nobis bis? Perversa est ista sententia. Qui enim se Filium diligere ciedit, et
Dominus donare dignatur, pro nostra et vestra capacítate, quid dicere Patrem non diligit, profecto nec Filium diligit, sed quod sibi ipse con-
debeamus, et quid audire debeatis, attendentes, per nos, charissimi, quod finxit. Deinde apostólica vox est, tierno dicit, Dominus Iesus, nisi in
possumus sumite, et ab illo quod non possumus poscite. Spiritum pa- Spiritu sancto (1 Cor 12,3): et quis Dominum Iesum, nisi qui eum
racletum Christus promisit Apostolis; quo autem modo promisetit, ad- diligit, dicit, si eo modo dicit quo Apostolus intelligi voluit? Multi
vertamus. Si diligitis me, inquit, mandata mea sérvate: et ego rogabo enim voce dicunt, corde autem et factis negant: sicut de talibus ait,
Patrem, et alium Paracletum dabit vobis, ut maneat vobiscum in aeter- Confitentur enim se nosse Deum-, factis aute-m negant [Tit 1,16). Si ne-
num, Spiritum veritatis. Hic est utique in Trinitate Spiritus sanctus, gatur factis, procul dubio etiam dicitur factis. Nemo itaque dicit, Domi-
quem Patri et Filio consubstantialem et coaeternum fides catholica con- nus lesús, animo, verbo, facto, corde, ore, opere, nemo dicit, Dominus
fitetut: ipse este de quo dicit Apostolus, Charitas Dei diffusa est in lesus, nisi in Spiritu sancto; et nemo sic dicit, nisi q.ui diligit. Iam
cordibus nostris, per Spiritum sanctum, qui datus est nobis (Rom 5,5). Quo- itaque Apostoli dicebant, Dominas lesus: et sí eo modo dicebant, ore
modo ergo Dominus dicit, Si diligitis me, mandata mea sérvate: et ego confitentes, corde et factis negantes; prorsus si veraciter hoc dicebant,
rogabo Patrem, et alium Paracletum dabis vobis; eum hoc dicat de Spiritu procul dubio diligebant. Quomodo igkut diligebant, nisi in Spiritu sanc-
sancto, quem nisi habeamus, nec diligere Deum possumus, nec eius to? Et tamen eis prius imperatur ut diligant eum, et eius mandata
mandata servare? Quomodo diligimus ut eum accipiamus, quem nisi consetvent, ut accipiant Spiritum sanctum: quem nisi haberent, profecto
habeamus, diligere non valemus? aut quomodo mandata servabimus ut diligere et mandata servare non possent,
eum accipiamus, quem nisi habeamus, mandata servare non possumus? 2. Restat ergo ut intelligamus Spiíitum sanctum habere qui diligit,
338 Sobre el Evangelio de San Juan 74, 2
74, 3 Sobra el Evangelio de San Juan 339
a b u n d a n t e m e n t e , y q u e teniéndole con mayor abundancia, es
más intenso su amor. Y a los discípulos tenían consigo al Espí- menos de El tengamos, y q u e lo haremos con tanta mayor ple-
ritu Santo, q u e el Señor p r o m e t í a , sin el cual n o p o d í a n llamar- nitud c u a n t o más de El participemos. Por consiguiente, n o sin
le Señor; p e r o n o lo tenían aún con la p l e n i t u d que el Señor m o t i v o se p r o m e t e n o sólo al q u e n o le tiene, sino t a m b i é n
prometía. Lo tenían y n o lo tenían, p o r q u e a ú n n o lo tenían al que le tiene: al que n o le tiene, para q u e le tenga, y al que
con la p l e n i t u d con q u e d e b í a n tenerlo. Lo tenían en p e q u e ñ a ya le tiene, p a r a q u e le tenga con mayor abundancia. P o r q u e ,
cantidad, y había de serles dado con mayor abundancia. Lo te- si u n o n o p u d i e r a tenerle m á s a b u n d a n t e m e n t e q u e otro, n o
nían ocultamente, y debían recibirlo manifiestamente; p o r q u e es hubiera dicho Elíseo al santo profeta Elias: El Espíritu, que
un d o n mayor del Espíritu Santo hacer q u e ellos se diesen cuenta está en ti, hágase doble en mí.
de lo q u e tenían. D e este d o n dice el A p ó s t o l : Nosotros no he- 3. C u a n d o J u a n Bautista dijo q u e Dios no da el Espíritu
mos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que con medida, hablaba del m i s m o H i j o de D i o s , al cual no le fue
procede de Dios, para conocer los dones que Dios nos ha dado. dado con medida, p o r q u e en El habita toda la p l e n i t u d de la
Y n o una, sino dos veces les infundió el Señor manifiestamente Divinidad. N i aun el h o m b r e Cristo Jesús sería el mediador
al Espíritu Santo. Poco después de haber resucitado, dijo soplan- entre D i o s y los h o m b r e s sin la gracia del Espíritu Santo, pues
d o sobre ellos: Recibid al Espíritu Santo. ¿Acaso p o r habérselo El m i s m o afirma que en El t u v o su c u m p l i m i e n t o aquel dicho
dado entonces n o les envió después t a m b i é n al que les había p r o - profético: El Espíritu del Señor ha venido sobre mí; por lo
metido? ¿O n o es el m i s m o Espíritu Santo el q u e entonces cual me ha ungido y me ha enviado a evangelizar a los pobres.
les insufló y el q u e después les envió desde el cielo? D e a q u í La. igualdad que tiene con el Padre, n o la tiene por gracia, sino
nace otra cuestión: p o r qué esta donación, q u e hizo manifiesta- por naturaleza; p e r o la elevación del h o m b r e a la unidad de
m e n t e , la hizo dos veces. Quizá en atención a los dos preceptos persona en el U n i g é n i t o n o es efecto de la naturaleza, sino de
del amor: el a m o r de D i o s y el amor del p r ó j i m o ; y para q u e la gracia, c o m o lo atesta el Evangelio, d i c i e n d o : Mas el Niño
e n t e n d a m o s q u e al Espíritu Santo pertenece el amor, hizo esta crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios es-
doble manifestación de su donativo. Y si otra causa hubiera de taba en El. A todos los demás se les da con medida, y después
buscarse, n o p o r eso hemos de prolongar esta plática m á s de lo de dado se les vuelve a dar, hasta llenar en cada u n o la m e -
conveniente, con tal que tengamos bien presente que, sin el dida de su perfección. Y por esta razón exhorta el Apóstol a
Espíritu Santo, nosotros n o p o d e m o s amar a Cristo ni guardar no saber más de lo que conviene saber, sino saber con mode-
sus m a n d a m i e n t o s , y q u e tanto m e n o s p o d r e m o s hacerlo cuanto ración según la medida de la fe que Dios ha distribuido a cada

et habendo mereri ut plus habeat, et plus habendo plus diligat. Iam Spiritu sancto Chtistum nos diligere et mandata eius servare non posse;
¡taque habebant Spíritum discipuli, quem Dominus promittebat, sitie et id nos posse atque ágete tanto minus, quanto illum peteipimus mi-
quo eura Dominum non dicebanr: nec tamen eum adhuc habebant, sicut nus; tanto autem amplius, quanto illum percipimus amplius. Proinde
eum Dominus promittebat. Et habebant ergo, et non habebant, qui quan- non solum non habenti, verum etiam habenti, non incassum promittitur:
tum habendus fuerat, nondum habebant. Habebant itaque minus, dandus non habenti quidem, ut habeatur; habenti autem, ut amplius habeatur.
erat eis amplius. Habebant occulte, accepturi fuerant manifesté; quia et Nam nisi ab alio minus, ab alio amplius haberetur, sanctus Elisaeus
hoc ad maius donum sancti Spiritus pertinebat, ut eis innotesceret quod sancto Eliae non diceret: Spiritus qui est in te, duplo sit in me
habebant. De quo muñere loquens Apostolus ait: Nos autem non (4 Reg 2,9).
spíritum huius mundi accepimus, sed Spiritum qui ex Deo est, ut scia- 3. Quando autem ait Ioannes Baptista, Non enim ad mensuram
mus quae a Deo donata sunt nobis (1 Cor 2,12). Nam et ipsam mani- d-at Deas Spiritum (lo 3,34), de ipso Dei Filio loquebatur, cui non
festam impertitíonem Spiritus sancti non semel, sed bis numero Domi- est datus Spiritus ad mensuram; quia in illo inhabitat omnis plenitudo
nus egit. Mox enim ut resurrexit a mortuis, insufflans ait: Acápite divinitatis (Col 2,9). Ñeque enim sine gratia Spiritus sancti est mediator
Spiritum sanctum (lo 20,22). Numquid igitur quia tune dedit, ideo non Dei et hominum homo Christus Iesus (1 Tim 2,5): nam et ipse dicit
misit etiam postea quem promisit? Aut non Ídem ipse est Spiritus sanc- de se fuisse propheticum illud impletum, Spiritus Dorvini super me;
tus, qui et tune est insufflatus ab ipso, et postea ab ipso missus e cáelo? propter quod unxit me, evangelizare paapeñbns misit me (Le 4,18-21).
(Act 2,4). Quaptopter cur ipsa quae facta est evidenter donatio eius, bis Quod enim est Unigenitus aequaüs Patri, non. est gratiae, sed naturae:
fuerit, alia quaestio est: fortassis enim propter dúo praecepta dilectionis, quod autem in unitatem personae Unigeniti assumptus est homo, gratiae
hoc est proximí et Dei, ut commendaretur ad Spiritum sanctum perti- est, non naturae, confitente Evangelio atque dicente, P-iter autem crescebat
nete dilectio, haec eius gemina est in manifestatione facta donatio. Et et confortabatur plenus sttpientia, et gratia Dei erat in illo (ibid-, 2,40).
si alia causa quaetenda est, non nunc eius inquisitione in Iongiorem Caeteris auleni ad mensuram datur, et datus additur, doñee unicuique
quam oportet modum sermo iste mittendus est: dum tamen constet, sine pro modo suae perfectionis propria mensura compleatur. Unde et menet
Apostolus, Non plus sapere quam oportet sapere, sed supere ad tempe-
340 Sobre el Evangelio de San Juan 74, 5 75, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 341
uno. N o se divide con esto el Espíritu; se dividen los dones añadiendo q u e estará dentro de vosotros. Es invisiblemente visi-
dados p o r el Espíritu, p o r q u e hay diversidad de dones, p e r o el ble y n o p o d e m o s conocerlo si n o está d e n t r o de nosotros. D e
Espíritu es siempre el m i s m o . este m o d o vemos d e n t r o de nosotros nuestra p r o p i a conciencia;
4. C o n estas palabras: Yo rogaré al Padre y El os dará otro vemos el rostro de los otros, p e r o n o vemos el nuestro; vemos,
paráclito, declara q u e t a m b i é n El es Paráclito, que en latín quie- en cambio, nuestra conciencia y n o vemos la de los otros. P e r o
r e decir abogado. Y de Cristo se ha dicho q u e tenemos por la conciencia n o tiene existencia fuera de nosotros, y el Espíritu
abogado ante el Padre a Jesucristo, justo. Y en este sentido dijo
Santo existe t a m b i é n sin nosotros y se da para estar d e n t r o de
q u e el m u n d o n o era capaz de recibir al Espíritu Santo, confor-
nosotros. N o obstante, n o p o d e m o s verlo y conocerlo c o m o debe
m e lo que estaba escrito: La prudencia de la carne es enemiga
ser visto y conocido si n o está d e n t r o de nosotros.
de Dios, porque no está ni puede estar sometida a la ley; como
si dijera que la injusticia n o p u e d e ser justa. Llama m u n d o en
este lugar a los amadores del m u n d o , cuyo a m o r n o procede del
Padre. Y , p o r lo tanto, el a m o r de Dios, d e r r a m a d o en nuestros TRATADO 75
corazones p o r el Espíritu Santo, q u e nos ha sido dado, es con- ACERCA DE LAS PALABRAS DE J E S Ú S : " N O os DEJARÉ HUÉRFANOS",
trario al amor de este m u n d o , que tratamos de disminuir y des- HASTA ÉSTAS: " Y YO LE AMARÉ Y ME MANIFESTARÉ A É L "
terrar de nosotros. El mundo, pues, no puede recibirlo, porque
no lo ve ni lo conoce, p o r q u e el amor m u n d a n o n o tiene esos 1. A fin de q u e nadie llegase a pensar q u e , después de
ojos espirituales, sin los cuales n o es posible ver al Espíritu esta promesa, el Espíritu Santo había de ocupar el lugar q u e
Santo, a u e es invisible a los ojos de la carne. el Señor había de dejar entre ellos, a ñ a d i ó : Yo no os dejaré
5. En cambio, dice: Vosotros lo conoceréis, porque perma- huérfanos, volveré a vosotros. Huérfano es lo m i s m o que pupilo:
necerá con vosotros y estará dentro de vosotros. Estará d e n t r o aquélla es palabra griega, y ésta latina. Pues c u a n d o dice el Sal-
de ellos para p e r m a n e c e r con ellos; n o p e r m a n e c e r á con ellos para m o : Tú serás el sostén del pupilo, el texto griego dice del huér-
estar en ellos, p o r q u e p r i m e r o hay que estar en u n lugar para fano. Y a u n q u e el H i j o de D i o s nos hizo hijos adoptivos de su
p e r m a n e c e r en él. Pero para q u e entendiésemos q u e , al decir Padre y q u i s o q u e p o r gracia tuviésemos el m i s m o P a d r e q u e
q u e permanecerá con vosotros, n o era una p e r m a n e n c i a seme- El tenía p o r naturaleza, nos manifiesta en cierto m o d o su afecto
jante a la de u n huésped en la casa, explicó esa p e r m a n e n c i a
et dixit, in vobis erit. Ergo invisibiliter videtur: nec si non sit in
rantiam; unicuique sicut Deus partitus est mensuram fidei (Rom 12,3). nobis, potest esse in nobis eius scientia. Sic enim a nobis videtur in
Ñeque enim ipse dividitur Spiritus, sed dona per Spiritum: nam divisio- nobis et nostra conscientia: nam faciem videmus alterius, nostram videre
nes donationum sunt, idem autem Spiritus (1 Cor 12,4). non possumus; conscientiam. vero nostram videmus, alterius non vide-
4. Quod vero ait, Rogabo Patrem, et alium Paracletum dabit vobis, mus. Sed conscientia nunquam est, nisi in nobis: Spiritus autem sanc-
ostendit et seipsum esse paracletum. Paracletus enim latine dicitur advo- tus potest esse etiam sine nobis; datur quippe ut sit et in nobis. Sed
catus: et dictum est de Christo, Advocatum habemus ad Patrem, Iesum videri et sciri quemadmodum videndus et sciendus est, non potest a
Christum iustum (1 lo 2,1). Sic autem mundum dixit non posse accipere nobis, si non sit in nobis.
Spiritum sanctum, sicut etiam dictum est, Prudentia carnis inimica est
in Deum: legi enim Dei non est subiecta; nec enim potest (Rom 8,7);
velut si dicamus, Iniustitia iusta esse non potest. Mundum quippe ait TRACTATUS 15
hoc loco, mundi significans dilectores, quae dilectio non est a Patre
DE EO QUOD AIT FESUS, NON HEUNQUAM VOS ORPHANOS: USQUE AD ID, ET EÍÍO
(1 lo 2,10). Et ideo dilectioni huius mundi, de qua satis agimus ut
DILIGAM EUM, ET MANIFESTABO EL WEIFSUM
minuatur et consumatur in nobis, contraria est dilectio Dei, quae dif-
fundatur in cordibus nostris per Spiritum sanctum qui datus est nobis. 1. Post promissionem Spiritus sancti, ne quisquam putaret quod
Mundus ergo eum accipere non potest, quia non videt eum, ñeque scit ita eum Dominus datuius fuetat velut pro seipso, ut non et ipse eum
eum. Non enim habet invisibiles oculos mundana dilectio, per quos eis esset futuras, adiecit atque ait: Non relinqieam vos orphanos; veniam
videri Spiritus sanctus, nisi invisibiliter non potest. ai vos. Orphani pupilli sunt. ilhid enim gtaecum eiusdem rei nomen
5. Vos autem, inquit, cognoscetis eum, quia apud vos manebit, et est, hoc latinum: nam et in psalmo ubi legímus, Puplllo tu eris adiutor
in vobis erit. Erit in eis ut maneat, non manebit ut sit: prius est enim (1 lo 2,16), gtaecus habet otphano. Quamvis ergo nos Filius Dei suo
esse alicubi, quam manere. Sed ne putarent quod dictum est, apud vos Patri adoptaverit filios, et eumdem Patiem nos voluerit habere per
manebit, ita dictum quemadmodum apud hominem hospes visibiliter gratiam, qui eius Pater est per naturam; tamen etiam ipse ciica nos
manere consuevit; exposuit quid dixerit, apud vos manebit, eum adiunxit paternum affectum quodammodo demonstrar, eum dícit, Non relinquam
342 Sobre el Evangelio de San ]ucm 75, 3
75, 4 Sobre el Evangelio de San ¡uan 343
paternal hacia nosotros cuando dice: No os dejaré huérfanos,
volveré a vosotros. Y por eso nos llama también hijos del Es- breve y elegante, con el verbo en dos tiempos, presente y fu-
poso cuando dice: Llegará la hora de serles arrebatado el Esposo, turo, hizo la promesa de las dos resurrecciones: la suya, que
y entonces ayunarán los hijos del Esposo. ¿Quién es el Esposo, había de realizarse en breve, y la nuestra, que ha de venir al fin
sino nuestro Señor Jesucristo? del mundo. Porque yo vivo, dice, también vosotros viviréis; por-
2. Un poco más de tiempo, dijo a continuación, y el mundo que El vive, viviremos también nosotros. Pues por un hombre
dejará de verme. Pero ¿es que entonces le veía el mundo? Es entró la muerte y por un hombre entrará la resurrección de los
decir, el mundo con cuyo nombre quiso indicar a aquellos de muertos; y así como en Adán mueren todos, así en Cristo vol-
quienes antes, hablando del Espíritu Santo, había dicho que el verán todos a la vida. Porque nadie muere sino por Adán y
mundo no puede recibirlo porque no lo ve, no lo conoce. Veía nadie vive sino por Cristo. Por haber vivido nosotros, somos
el mundo con sus ojos carnales al que estaba vestido de carne, muertos; por vivir El, viviremos. Estamos muertos para El cuan-
do vivimos para nosotros; pero, por haber muerto El por nos-
pero no veía al Verbo, que en la carne se ocultaba; veía al hom-
otros, vive para El y para nosotros. Y, por vivir El, viviremos
bre, no veía a Dios; veía el vestido, pero no veía a quien lo
nosotros también. Nosotros pudimos darnos la muerte, pero no
llevaba. Quizá porque después de su resurrección no quiso ma-
podemos darnos del mismo modo la vida.
nifestar a los que no eran suyos la misma carne que a los suyos
4. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi
permitió ver y tocar; quizá, digo, haya que tomar en este sentido
Padre, que vosotros estáis en mí y que yo estoy en vosotros. ¿Qué
las palabras: Un poco más de tiempo, y el mundo dejará de
día es éste sino aquel en el que dice que "vosotros viviréis"?
verme; pero vosotros me veréis, porque yo vivo y vosotros vi-
Entonces podremos ver lo que ahora creemos. También ahora
viréis,
está El entre nosotros, y nosotros en El; mas ahora lo creemos,
3. ¿Qué quiere decir yo vivo y vosotros viviréis? ¿Por qué
entonces lo conoceremos; y aunque ahora le conozcamos por la
de El lo dice en presente y de ellos en futuro, sino porque El
fe, entonces le conoceremos por la contemplación. Mientras vi-
ya tenía la vida de la carne resucitada, en la que ellos le ha- vimos en este cuerpo corruptible y pesado al alma, como es
bían de seguir según su promesa? Y como estaba tan próxima ahora, vivimos como peregrinos fuera del Señor, porque camina-
su resurrección, puso el verbo en presente para indicar lo cer- mos por la fe, no por la contemplación; pero entonces lo hare-
cana que la tenía; pero, como la de ellos no tendría lugar hasta mos por la contemplación, viéndole como El es. Porque, si aun
el fin del mundo, no dijo vivís, sino viviréis. De una manera ahora Cristo no estuviese con nosotros, no dijera el Apóstol:
vos orphanos; veniam ai vos. Hinc est quod etiam sponsi filios nos
resurrectiones, suam scilicet mox futuram, et nostiam in saeculi fine
appellat, ubi dicit: Veniet hora ut auferatur ab eis sponsus, et tune
venturam, duobus verbis praesentis temporis et futuri, eleganter brevi-
ieiunabunt filii sponsi (Mt 9,15). Quis autem sponsus, nisi Dominus
terque promisit. Quia ego, inquit, vivo, et vos vivetis: quia ilie vivit,
Christus?
ideo et nos vivemus. Per hominem quippe mors, et peí hominem resur-
2. Deinde sequitur, et dicit: Adhuc modicum, et mundus me iam rectio mortuorum. Sicut enim in Adam omnes moriuntur, sic in Christo
non videt. Quid enim? tune eum videbat mundus; quandoquidem mundi omnes vivificabuntur (1 Cor 15,21 et 22). Quoniam nenio ad mortem
nomine vult intelligi eos de quibus superius est locutus, dicens de Spiritu nisi per illum, nano ad vitam nisi per Christum. Quia nos viximus,
sancto, Quem mundus accipere non potest, quia non videt eum, ñeque mortui sumus: quia vixit ipse vivemus nos. Mortui sumus illi, quando
cognoscit eum? Videbat eum plañe mundus carneis oculis in carne viximus nobis: quia vero mortuus i lie pro nobis, et sibi vivit et nobis.
conspicuum, non autem videbat quod in carne Verbum latebat: videbat Quia enim vivit ille, et nos vivemus. Nam sicut per nos mortem habere
hominem, non videbat Deum; videbat indumentum, non videbat indu- potuimus, non sic et vitam per nos habere possumus.
tum. Sed quoniam post resurrectionem etiam ipsam carnem suam, quam
4. In illo ¿ie, inquit, vos cognosceiis quia ego sam in Patre meo,
non solum videndam, verum etiam contrectandam demonstravit suis, no-
et vos in me, et ego in- vobis. In quo die, nisi de qua ait, et vos vivetis?
luit demonstrare non suis; hinc fortasse intelligendum est esse dictum,
Tune enim erit ut possumus videre quod credimus. Nam et nunc est in
Adhuc modicum, et mundus me iam non videt: vos autem videbith me;
nobis, et nos in illo: sed hoc nunc credimus, tune etiam cognoscemus;
quia ego vivo, et vos vivetis.
quamvis et nunc credendo noverimus, sed quod contemplando noscemus.
3- Quid est, quia ego vivo, et vos vivetis? Cur de praesenti se dixit Quamdiu enim sumus in corpore quale nunc est, id est corruptibile quod
vi veré, illos autem de futuro esse viciaros, nisi quia vitam etiam carnis aggravat animam, peregrinamur a Domino; per fidem enim ambulamus,
utique resurgentis, qualis in ipso praecedebat, et iilis est pollicitus secu- non per speciem (2 Cor 5,6). Tune ergo per speciem, quoniam vide-
turam? Et quia ipsius mox futura erat resurrectio, praesentis posuit bimus eum sicuti est (1 lo 3,2). Nam si etiam nunc Christus in nobis
temporis verbum propter significandam celeritatem: illorum autem quo- non esset, non diceret Apostolus, Si aute-m Christus in vobis, corpus
niam saeculi differtur in finem, non ait, vivitis; sed, vivetis. Duas ergo qmiem mortaum est propter peccatum, spiritus autem vita est propter
344 Sobre el Evangelio de San Juan 75, 5
76, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 345
Si Cristo está en nosotros, tenemos, sí, el cuerpo muerto por el
pecado; pero el espíritu vive por la justicia. Y que nosotros aun TRATADO 76
ahora estamos en El, lo expresa con bastante claridad cuando
dice: Yo soy la vid y vosotros los sarmientos. Pero en aquel SOBRE LAS PALABRAS SIGUIENTES: "DÍCELE JUDAS, NO EL ISCARIO-
TES", ETC., HASTA ÉSTAS: "LA DOCTRINA QUE HABÉIS OÍDO, NO ES MÍA,
día en que vivamos con la vida, que absorbe a la muerte, vere- SINO DEL PADRE, QUE ME ENVIÓ"
mos que El está en el Padre, nosotros en El y El en nosotros;
porque entonces llegará a la perfección lo que ahora El tiene 1. Con las preguntas de los discípulos y las respuestas de
ya comenzado, es decir, su morada en nosotros y la nuestra en El. Jesús, su Maestro, aprendemos nosotros juntamente con ellos
5. El que recibe mis mandatos y los guarda, éste es el que cuando leemos o escuchamos el santo evangelio. Como el Señor
me ama. El que los conserva en su memoria y los guarda en había dicho: Un poco de tiempo más, y el mundo ya no me
su vida; el que los conserva en sus conversaciones y los refleja ve, pero vosotros me veréis, le preguntó sobre esto Judas, no
en sus costumbres; el que los conserva en sus oídos y los guarda aquel traidor que se apodaba Iscariotes, sino aquel cuya epístola
en sus obras; el que los guarda en sus obras y los conserva con es leída entre las Escrituras canónicas: Señor, ¿qué motivos hay
perseverancia, éste es el que verdaderamente me ama. El amor para que te manifiestes a nosotros y no al mundo? Seamos tam-
debe manifestarse en las obras para que no sea una palabra in-
bién nosotros como discípulos, que con ellos interrogan, y escu-
fructuosa. Y añade que el que me ama, será amado por mi Pa-
chemos a la vez nosotros al Maestro común a todos. Judas el
dre, y yo también le amaré y me manifestaré a él. ¿Dice acaso
santo, no el perverso; el seguidor, no el perseguidor, preguntó
que lo amará porque ahora no le ame? No. ¿Cómo nos ha de
amar el Padre sin el Hijo o el Hijo sin el Padre? ¿Han de ser por qué motivo se había de manifestar Jesús a los suyos y no al
independientes en el amor, siendo inseparables en sus operacio- mundo; por qué después de poco tiempo no le vería el mundo,
nes? Pero dijo: Yo le amaré, para concluir: Y me manifestaré a y ellos le verían.
él. Le amaré y manifestaré, es decir, le amaré para manifestarme. 2. Jesús le respondió diciendo: Si alguno me ama, obser-
Ahora nos ama para que creamos y guardemos el precepto de la vará mi doctrina, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y ha-
fe; entonces nos amará para que le veamos y recibamos esta vi- remos mansión dentro de él. El que no me ama, no practica mi
sión como premio de la fe. También nosotros amamos ahora cre- doctrina. Ahí tenéis la causa de manifestarse a los suyos y no
yendo lo que entonces veremos, y entonces amaremos viendo lo a los extraños, incluidos bajo el nombre de mundo, y la causa
que ahora creemos. de que unos amen y otros no amen. Es el mismo motivo que
iustitiam (Rom 8,10). Quia vero et nos etiam tune in illo sumos, satis
ostendit, ubi dicit: Ego sum vitis, vos palmites (lo 15,5). In illo ergo TRACTATUS 76
die, quando vivemus vita qua mors absorbebitur, cognoscemus quia
ipse in Patre, et nos in ipso, et ipse in nobis; quia tune perficietur hoc D E EO QUOD SEQUITUR, D I C I T EI J U D A S , NON ILLE I S C A R I O T E S , E T C . , USQUE AD
m, S E R M O QUEM AUDISTIS NON E S T M E U S , STT> Erus QUI M I S I T M E , P A T R Í S
ipsum quod et nunc inchoatum est iam per ipsum, ut sit in nobis et
nos in ipso. 1. Interrogantibus discipulis et eis magistio respóndeme Iesu, etiam
5. Qui habet, inquit, mandato, mea et servat ea Ule est qui diligit nos tanquam cum lilis discimus, quando sanctum Evangeüum vel Iegi-
me. Qui habet in memoria, et servat in vita; qui habet in sermonibus, mus vel audimus. Quia ergo dixerat Dominus, Adbuc -modicum, et mun-
et servat in moribus; qui habet audiendo, et servat faciendo; aut qui dus me iam non videt, vos autem videbiiis me; interrogavit eum de hoc
habet faciendo, et servat perseverando; ipse est, inquit, qui diligit me. ipso ludas, non ille traditor eius qui Iscariotes cognominatus est, sed
Opere est demonstranda dilectio, ne sit infructuosa nominis appellatio. cuius Epistola inter Scripturas canónicas legitur: Domine, quid faotum
Et qui diligit me, inquit, diligetur a Patre meo; et ego diligam eum,
et manifestabo ei meipsum. Quid est, diligam? tanquam tune dilecturus est, quia nobis manifestaturus es teipsurUj et non mundo? Simus cum
sit, et nunc non diligat? Absit. Quomodo enim nos Pater sine Filio, aut ipsis tanquam interrogantes discipuli, comrmmemque magistrum audiamus
Filius sine Patre diligeret? Quomodo cum inseparabiliter operentur, se- et nos. ludas enim sanctus, non immundus, nec insectatot Domini, sed
parabiliter diligunt? Sed ad hoc, dixit, diligam eum, ad quod sequitur, «ectator, causam quaesivit quare se non mundo, sed suis manifestaturus
et manifestabo ei meipsum. Diligam, et manifestabo; id est, ad hoc di- esset Iesus; quare adhuc modicum et mundus non videret eum, ipsi autem
ligam, ut manifestem. Nunc enim ad hoc dilexit, ut credamus, et viderent eum.
mandatum fidei teneamus; tune ad hoc diliget, ut videamus, et ipsam 2. Respondit Iesus, et dixit ei: Si qteis diligit me, ¡eimonem meum
visionem metcedem fidei capiamus: quia et nos nunc diligimus, ctedendo servabit: et Pater meus diliget eum, et ad eum- ve-ai einus, et mansionem
quod videbimus; tune autem diligemus, videndo quod credimus. apud eum faciemus. Qui non diligit me, sermones meos non servat. Ecce
expósita est causa quare se suis manifestaturus est, non alienis, quos
346 Sobre el Evangelio de San Juan 76, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 347
76, 4
declara el Salmo, que dice: Júzgame, Señor, y separa mi causa po, y el mundo ya no me ve, pero vosotros me veréis. Cierto es
de la gente perversa. Los que aman son elegidos porque aman; que dentro de poco tiempo había de retirar de su vista su propio
pero los que no aman, aunque hablen los idiomas de los hom- cuerpo, el cual podían ver hasta los impíos, aunque ninguno de
bres y de los ángeles, son como un alambre, que suena, y como éstos lo vio después de su resurrección. Pero, según declaró por
un címbalo, que tañe; y aunque tengan el don de profecía, co- el testimonio de los ángeles, Vendrá del mismo modo qtie le ha-
nozcan todos los secretos y posean todas las ciencias y tengan tan- béis visto subir al cielo; y tenemos la creencia de que con el
ta fe que puedan trasladar las montañas, nada son; y aunque mismo cuerpo ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos;
distribuyan toda su hacienda a los pobres y entreguen sus cuer- no cabe duda que entonces le verá el mundo, en cuyo nombre
pos al fuego, no les será de ningún provecho. El amor distingue están incluidos todos los que serán excluidos de su reino. Por lo
del mundo a los santos y hace que vivan juntos con una sola cual, con mayor motivo podemos creer que en estas palabras:
alma en la casa. Y a esta casa la convierten en su mansión el Un poco más de tiempo, y el mundo ya no me verá, se refirió
Padre y el Hijo, que infunden este amor a quienes han de con- al tiempo aquel en que al fin del mundo se retirará de la vista
ceder en el fin del mundo su manifestación, acerca de la cual de los condenados, para que en adelante solamente le vean aque-
el discípulo interrogó al Maestro para que todos pudiésemos lle- llos amantes suyos dentro de los cuales harán su morada el Pa-
gar al conocimiento de estas cosas, aleccionados directamente por dre y el Hijo. Y dijo poco, porque este tiempo que parece tan
su boca los que le escuchaban, y nosotros por medio del Evan- largo a los hombres es cortísimo a los ojos de Dios. De este
gelio. Preguntó él por la manifestación de Cristo, y Cristo habló poco dice el mismo evangelista San Juan: Hijitos, ésta es la úl-
acerca del amor y de su mansión. Existe, pues, una interior ma- tima hora.
nifestación de Dios, que los impíos desconocen absolutamente,
y para ellos no hay manifestación del Padre y del Espíritu 4. Y no sea que alguno vaya a pensar que solamente el Pa-
Santo, aunque pudieron ver la del Hijo, pero solamente en car- dre y el Hijo han de poner su morada sin el Espíritu Santo
ne, que no es como aquella otra, ni pueden tenerla siempre sino en sus amantes, recuerdo lo dicho anteriormente acerca del Es-
por corto tiempo y para su condenación y tormento, no para ser píritu Santo: Que el mundo no puede recibirlo, porque no lo ve
su alegría y su premio. ni lo conoce; pero vosotros lo conoceréis, porque permanecerá
con vosotros y estará dentro de vosotros. Y así, en los justos
3. Es ya hora de que entendamos, en cuanto El se digna tendrán su morada el Padre y el Hijo juntamente con el Espí-
descubrirnos, el sentido de estas palabras: Un poco más de tiem-
quomodo dictum sit, Adhuc modicum, et mundus me iam non videt, vos
mundi nomine appellat; et ipsa est causa quod hi diligant, illi non autem videbilis me. Verum est quidem quod post paululum etiam Corpus
diligant. Ipsa causa est de qua sacer insonat Psalmus, ludica me, Deus, suum in quo poterant eum et impii videre, oculis eorum fuerat subtrac-
et discerne causam meam de gente non sancta (Ps 42,1). Qui enim turus; quandoquidem post resutrectionem nemo illorum vidit eum. Sed
diligunt, quia diligunt, eliguntur: qui vero non diligunt, si linguis ho- quoniam dictum est testantibus Angelis, Sic veniet quemadmodum vi-
minum loquantur et Angelorum, /iunt aeramentum sonans et cymbalum distis eum euntem in caelum (Act 1,11); nec aliud credimus quam eum
tinniens; et si habuerint prophetiam, et scierint omnia sacramenta, et in eodem corpore ad iudicium vivotum et mottuorum esse venturum:
omnem scientiam, et habuerint omnem fidem ut montes transferant, procul dubio tune eum videbit mundus, quo nomine significad sunt a
nihil sunt; et si distribuerint omnem substantiam suam, et tradiderint regno eius aLieni. Ac peí hoc longe melius intelligitur iam illud tempus
Corpus suum ut ardeant, nihil eis prodest (1 Cor 13,1-3). Dilectio sanctos significare voluisse, in eo quod ait, Adbuc modicum, et mundus me
discernit a mundo, quae facit unánimes habitare in domo (Ps 47,7). In iam non videt, quando in fine saeculi aufetetur ab oculis damnatoium,
qua domo facit Pater et Filius mansionem; qui donant et ipsam dilec- ut illi eum de caetero videant, apud quos diligentes eum facit Pater atque
tionem, quibus donent in fine etiam ipsam suam manifestationem: ipse mansionem. Modicum autem dixit, quia et id quod prolixum
de qua discípulos magistrum interrogavit, ut non solum illi qui tune videtur hominibus, brevissimum est ante oculos Dei: de hoc quippe
audiebant per os eius, sed etiam nos per Evangelium eius hoc nosse módico iste ipse Ioannes evangelista, Vilioli, inquit, novissima hora est
possemus. Quaesierat enim de Christi manifestatione, et audivit de dilec- (1 lo 2,18).
tione atque mansione. Est ergo quaedam Dei manifestado interior, quam 4. Ne quis porro existimet Patrem tantummodo et FiLium sine Spi-
prorsus impii non novetunt, quibus Dei Patris et Spiritus sancti mani- ritu sancto apud dilectores suos faceré mansionem, recolat quod supetius
festado nulla est: Filii vero potuit esse, sed in carne; quae nec talis est de Spiritu sancto dictum est, Quem mundus no-a potest accipete, quia
qualis illa, nec semper illis adesse potest qualiscumque sit, sed ad modi- non videt eum, nec scit eum: vos autem cognosceús eum, quia apud vos
cum tempus; et hoc ad iudicium, non ad gaudium; ad supplicium, non manebit, et in vobis erit (lo 14,17). Ecce facit in sanctis eum Patre et
ad praemium. Filio sanctus etiam Spiritus mansionem; intus utique, tanquam Deus in
3- Nunc est ergo ut intelligamus, quantum aperire ipse dignatur, templo suo. Deus Trinitas, Pater et Pilius et Spiritus sanctus, veniunt ad
77 1 Sobre el Evangelio de San Juan 349
348 Sobre el Evangelio de San ]uan 76, 5
Verbo, sino del Padre. C o m o El n o es imagen suya, sino del Pa-
ritu Santo; d e n t r o de ellos m o r a r á Dios c o m o en su t e m p l o . El
Padre, el H i j o y el Espíritu Santo vienen a nosotros cuando nos- d r e ; ni El es t a m p o c o H i j o suyo, sino H i j o del Padre. C o n razón,
otros vamos a ellos: vienen prestando su ayuda, vamos prestando pues, atribuye a su Principio lo q u e hace el q u e es igual a El,
obediencia; vienen i l u m i n a n d o , vamos c o n t e m p l a n d o ; vienen lle- y del cual tiene el ser igual sin diferencia alguna.
n a n d o , vamos cogiendo; de m o d o que para nosotros su visión n o
sea externa, sino interna; y su p e r m a n e n c i a en nosotros n o sea
transitoria, sino eterna. D e esta m a n e r a n o se manifiesta el H i j o TRATADO 77
al m u n d o ; e n t e n d i e n d o aquí por m u n d o a aquellos de los cuales DESDE ESTAS PALABRAS QUE SIGUEN: "ESTAS COSAS OS H E DICHO
dijo a continuación: Quien no me ama, no guarda mi doctrina. ESTANDO ENTRE VOSOTROS", HASTA ÉSTAS: " M I PAZ OS DOY; NO OS LA
Estos son los q u e jamás h a n de ver al Padre y al Espíritu Santo. DOY YO COMO LA DA EL MUNDO"
Por u n corto t i e m p o v e r á n al H i j o , n o p a r a ser dichosos, sino
1. E n la lectura del santo evangelio q u e precede a esta que
para ser juzgados. M a s n o le verán c o m o Dios, q u e será invisi-
acabáis de escuchar, había dicho N u e s t r o Señor Jesucristo q u e
ble con el P a d r e y el Espíritu Santo, sino c o m o h o m b r e , que en
El y el Padre vendrían a sus amantes y establecerían en ellos su
su pasión quiso ser despreciado p o r el m u n d o , y será terrible en
morada. Y a n t e r i o r m e n t e había dicho del Espíritu Santo: Vos-
el juicio.
5. Estas palabras q u e añadió: La doctrina que habéis escu- otros le conoceréis, porque morará con vosotros y estará dentro
chado, no es mía, sino del Padre, que me envió, n o deben cau- de vosotros. Por eso llegamos a concluir q u e D i o s trino vive
sarnos admiración n i espanto. N o es El m e n o r q u e el Padre, en los justos c o m o en su templo. M a s ahora dice: Estas cosas
mas procede solamente del Padre. N o es desigual al Padre, mas os las he dicho durante mi permanencia con vosotros. Luego aque-
n o tiene el ser de sí m i s m o . T a m p o c o m i n t i ó c u a n d o dijo: Quien lla p e r m a n e n c i a q u e les p r o m e t e p a r a el futuro, es diferente de
no me ama no guarda mis palabras. A q u í dice q u e las palabras esta permanencia q u e ahora tiene e n t r e ellos. Aquélla es espiri-
son suyas. ¿Acaso se contradice c u a n d o volvió a repetir: La pa- tual y se verifica en el interior de las almas; ésta es corporal
labra que habéis oído, no es mía? Quizá con esta distinción quiso y se manifiesta e x t e r i o r m e n t e a la vista y al oído. Aquélla cons-
aludir a El m i s m o , diciendo q u e eran suyas c u a n d o dijo en plu- tituye la eterna bienaventuranza de los libertados; ésta es una
ral palabras; y cuando dijo en singular palabra, esto es, el Ver- visita temporal a quienes viene a libertar. Por aquélla jamás el
bo, n o era suya, sino del Padre. Pues en el p r i n c i p i o era el V e r b o , Señor se aparta de sus a m a n t e s ; por ésta se va y los deja. Es-
y el V e r b o estaba en D i o s , y el V e r b o era Dios. N o es suyo el Non utique suum, sed Patris est Verbum: quomodo nec sua imago, sed
Patris; nec suus Filius idem ipse, sed Patris. Recte igitur tribuit auctori
nos, dum venimus ad eos; veniunt subveniendo, venimus obediendo; quidquid facit aequalis, a quo habet hoc ipsum quod illi est indifferen-
veniunt illuminando, venimus intuendo; veniunt implendo, venimus ca-
piendo: ut sit nobis eorum non extraria visio, sed interna; et in nobis ter aequalis.
eorum non transitoria mansio, sed aeterna. Sic mundo non se Filius
manifestat: mundus enim dictus est hoc loco, de quibus continuo subiun- TRACTATUS 77
xit, Qui non diligit me, sermones meos non servat. Hi sunt qui Patrem DE EO QUOD SEQUITUR, HAEC LOCUIUS SUM vcmrs APUD VOS MANENS; USQUE AD ID,
et Spiritum sanctum nunquam vident: Filium autem non ut beatifi- PACEM MEAM DO VOBIS; NON QUOMODO MUNDUS DAT, EGO DO YÓBIS
cenrur, sed ut iudicentur, ad modicum vident; nec ipsum in forma Dei,
ubi est cuín Patie et Spiritu sancto pariter invisibilis; sed in forma 1. In praecedenti lectione sancti Evangelii, quam sequitur ista, quae
hominis, ubi esse voluit mundo patiendo contemptibilis, iudicando ter- modo recitata est, Dominus Iesus dixerat se et Patrem ad dilectores suos
ribilis. esse venturos, et apud eos mansionem esse facturos, lamvero et superius
5. Quod vero adiunxit, Et sermo quem audistis non est meus, sed dixerat de Spiritu sancto, Vos autem cognoscetis exm, qieia apud vos
eius qui misit me, Patris; non miremur, non paveamus: non est minor manebit, et in vobis erit (lo 14,17): unde intelleximus in sanctis tan-
Patre, sed non est nisi a Patre; non est impar ipso, sed non est a quam in templo suo simul manere Trinitatem Deum. Nunc autem dicit:
seipso. Ñeque enim mentitus est dicendo, Qui non diligit me, sermones Haec loeutus sum vobis apud tíos manens. Illa ita.que mansio alia est,
meos non servat. Ecce suos dixit esse sermones; numquid sibi ipse est quam promisit futuiam; haec veto alia, quam praesentem esse testatur.
contrarius, ubi rursus dixit, Et sermo quem audistis non est meus? Illa spiritualis est, atque intrinsecus rnentibus redditur: haec coiporalis
Et fortasse propter aliquam distinctionem, ubi suos dixit, dixit pluraliter, forinsecus oculis atque auiibus exhibetur. Illa in aeternum beatificat
hoc est sermones; ubi autem sermonem, hoc est Verbum, non suum liberatos; haec in tempore visitat libetandos. Secundum iüam Dominus
dixit esse, sed Patris, seipsum intelligi voluit. In principio enim erat a suis dilectoribus non recedit; secundum hanc it et recedit. Haec, inquit,
Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus etat Verbum (lo 1,1).
350 Sobre el Evangelio de San ]uan 77, 2 Sobre el Evangelio de San Juan
77, 3 351
tas cosas os he dicho amante mi permanencia entre vosotros con
siempre inseparablemente, porque, cuando decimos Padre, Hijo
la presencia corporal, en la cual visiblemente hablaba con ellos. y Espíritu Santo, no los pronunciamos todos a la vez, siendo así
2. Luego dice: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, que que ellos no pueden ser sino simultáneamente. En cuanto a las
el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os palabras Os recordará, debemos entender que estos avisos saluda-
recordará cuantas cosas os tengo dichas. ¿Acaso habla el Hijo bles, cosa que nunca debemos olvidar, pertenecen al orden de la
y enseña el Espíritu Santo, de modo que, cuando el Hijo habla, gracia, que nos recuerda el Espíritu Santo.
solamente percibimos sus palabras y las entendemos con las en- 3. La paz os dejo, mi paz os doy. Esto mismo leemos en el
señanzas del Espíritu Santo? ¿Habla el Hijo sin el Espíritu profeta: Paz sobre la paz. Nos deja la paz cuando va a partir, y
Santo, o enseña el Espíritu Santo sin el Hijo, o más bien igual- nos dará su paz cuando venga en el fin del mundo. Nos deja la
mente había el Espíritu Santo y enseña el Hijo, y cuando Dios paz en este mundo, nos dará su paz en el otro. Nos deja su paz
dice y ensena algo, lo dice y enseña la misma Trinidad? Pero, para que, permaneciendo en ella, podamos vencer al enemigo;
por ser una Trinidad, era conveniente mencionar a las tres Perso- nos dará su paz cuando reinemos libres de enemigos. Nos deja
nas, para que nosotros las oigamos como distintas y las conside- su paz para que aquí nos amemos unos a otros; nos dará su
remos inseparables. Escucha la voz de! Padre donde lees: Dijo- paz allí donde no podamos tener diferencias. Nos deja su paz
me el Señor: Tú eres mi Hijo; óyele ahora enseñando: Quien para que no nos juzguemos unos a otros acerca de lo que nos
oyó al Padre y aprendió, vino a mí. Ha poco has oído hablar al es desconocido mientras vivimos en este mundo; nos dará su
Hijo, al decir de sí mismo: Las cosas que os he dicho; y si quie- paz cuando nos manifieste los pensamientos del corazón, y cada
res verle enseñando, recuerda al Maestro, que dice: Uno es vues- cual recibirá entonces de Dios la alabanza. Pero en El y de El
tro maestro, Cristo. Y al Espíritu Santo, al que poco ha le has tenemos nosotros la paz, sea la que nos deja al irse al Padre, sea
oído como docente, donde dice: El os enseñará todas las cosas, la que nos dará cuando nos conduzca al Padre. Pues ¿qué es lo
óyele también hablando en los Actos de los Apóstoles, cuando que nos deja al partirse de nosotros sino a El mismo, que no
el Espíritu Santo dijo a Pedro: Vete con ellos, porque los he en- se aparta de nosotros? El es la paz nuestra, que de dos hizo una
viado yo. Así, pues, toda la Trinidad habla y enseña; mas, si no sola cosa. El es nuestra paz, no sólo cuando creemos que El es,
nos fuera declarada cada una de las Personas, jamás las hubiese sino también cuando le veamos como El es. Pues si, mientras
descubierto la cortedad del hombre. Y, siendo indivisible, nunca estamos en este cuerpo corruptible, que aprisiona al alma, y ca-
hubiéramos sabido que son una Trinidad, si de ella se hablase
Cum ergo omnino sit inseparabilis, nunquam Trinitas esse sciretur, si
locutus sum vobis, apud vos manens: utique praesentia corporali, qua semper inseparabiliter diceretur: nam et cum dicimus Patrem et Filium
cum illis visibilis loquebatur. et Spiritum sanctum, non eos utique dicimus simul, cum ipsi non pos-
2. Paracletus autem, inquit, Spiritus sanctus, quem mittet Pater in sint esse non simul. Qucd vero addidit, commemorabit vos, intelligere
nomine meo, Ule vos docebit omnia, et commemorabit vos omnia quae- debemus etiam, quod iubemur non oblivisci salubérrimos monitus ad
cumque dixero vobis. Numquidnam dicit Filius, et docet Spiritus sanctus, gratiam pertinere, quam nos commemorat Spiritus.
ut dicente Filio verba capiamus, docente autem Spiritu sancto eadem verba 3. Pacem, inquit, reünquo vobis, pacem meam do vobis. Hoc est
intelligamus? Quasi dicat Filius sine Spiritu sancto, aut Spiritus sanctus quod legimus apud prophetam, Pacem super pacem: pacem nobis relin-
doceat sine Filio: aut vero non et Filius doceat et Spiritus sanctus dicat, quit iturus, pacem suam nobis dabit in fine venturus. Pacem nobis re-
et cum Deus aliquid dicit et docet, Trinitas ipsa dicat et doceat? Sed quo- linquit in hoc saeculo, pacem suam nobis dabit in futuro saeculo. Pa-
niam Trinitas est, oportebat eius singulas insinuare personas, eamque nos cem suam nobis relinquit, in qua manentes hostem vincimus: pacem
distincte audire, inseparabiliter intelligere. Audi Patrem dicentem ubi legis, suam nobis dabit, quando sine hoste regnabimus. Pacem relinquit nobis,
Dominus dixit ad me, Filius meas es tu (Ps 2,7): audi et docentem ut etiam hic invicem diligamus: pacem suam nobis dabit, ubi nunquam
ubi legis, Omfiis qui audivit a Patre et didicit, venit ad me (lo 6,45). dissentire possimus. Pacem relinquit nobis, ne de occultis nostris invicem
Filium vero dicentem modo audisti; de se quippe ait, Quaecumque di- tudicemus, cum in hoc sumus mundo: pacem suam dabit nobis, cum
xero vobis: quem si et docentem vis nosse, magistrum recolé, Unus est, manifestabit cogitationes cordis, et tune laus erit unicuique a Deo (1 Cor
inquit, Magister vester Christus (Mt 23,10). Spiritum porro sanctum, 4,5). In illo tamen atque ab illo nobis est pax, sÍYe quam nobis re-
quem modo audisti docentem ubi dictum est, Ipse vos docebit omnia, linquit iturus ad Patrem, sive quam nobis dabit nos peiducturus ad
audi etiam dicentem, ubi legis in Actibus Apostolorum, beato Petro Patrem. Quid autem nobis relinquit ascendens a nobis, nisi seipsum,
dixisse Spiritum sanctum, Vade cum illis, quia ego misi eos (Act 10,20). dum non recedit a nobis? Ipse est enim pax riostra; qui fecit utraque
Omnis igitur et dicit et docet Trinitas: sed nisi etiam síngillatim com- unum (Eph 2,14). Pax ergo ipse nobis est, et cum credimus quia est, et
mendaretur, eam nullo modo humana capere utique posset infirmitas. cum videmus eum sicuti est (1 lo 3,2). Sí enim. quamdiu sumus in cor-
pore corruptíbili quod aggravat animam, cum per fídem ambulamus,
352 Sobre el Evangelio de San ]uan 77, 4
77, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 353
m i n a m o s p o r la fe y n o p o r la contemplación, El n o a b a n d o n a
a quienes se ven distantes de El, ¿con cuánta mayor razón nos otros secretos en el corazón. N o ignoro q u e estas palabras del
llenará de sí cuando lleguemos a contemplarle? Señor p u e d e n tomarse en el sentido de q u e la segunda frase sea
4. Pero ¿por qué, cuando dijo: La paz os dejo, n o añadió una repetición de la p r i m e r a , de m o d o q u e sea lo m i s m o La
mi, c o m o c u a n d o dijo: Mi paz os doy? ¿ H a b r á que sobrentender faz que Mi paz, y lo m i s m o os dejo q u e os doy. T ó m e l o cada
esta palabra mi donde El n o la p u s o , p o r referirse a ambas fra- cual como le parezca. Pero a m í , y creo q u e a vosotros también,
h e r m a n o s míos m u y amados, m e agrada m á s tener esta paz aquí,
ses lo dicho u n a sola vez? ¿O h a b r á aquí algún secreto que bus-
venciendo al adversario con la concordia, para anhelar aquella
car, inquirir y declarar a quienes llaman? ¿Y qué, si quiso p o r
paz q u e n o tiene adversarios.
su p a z dar a e n t e n d e r la p a z q u e tiene El m i s m o ? P o r q u e la
paz que nos deja en este m u n d o , m á s bien es nuestra que suya. 5. Y ¿qué otra cosa viene a ser la frase q u e a ñ a d i ó el Se-
A El nada le contraría d e n t r o de sí m i s m o , p o r q u e n o tiene ñor, diciendo: Yo no os la doy como la da el mundo, sino q u e
pecado alguno; p e r o nuestra paz es aquí de tal naturaleza, q u e yo no os la doy c o m o la d a n los h o m b r e s q u e a m a n el m u n d o ?
Estos se d a n la paz para poder gozar, n o de D i o s , sino del m u n -
aún tenemos q u e decir: Perdónanos nuestras deudas. T e n e m o s
d o sin las incomodidades de los pleitos y de las guerras; y cuan-
paz p o r q u e nos deleitamos en la ley de D i o s según el h o m b r e
d o dan p a z a los justos, cesando de perseguirlos, n o p u e d e ser
interior; mas no es completa, p o r q u e vemos en nuestros m i e m -
u n a paz verdadera, p o r q u e están desunidos los corazones. Pues,
bros otra ley q u e se o p o n e a la ley de nuestro espíritu. T a m b i é n
así c o m o se llama consorte a aquel que u n e a otro su suerte,
tenemos paz entre nosotros mismos, p o r q u e m u t u a m e n t e creemos
del m i s m o m o d o se llama concorde al que tiene el corazón uni-
amarnos unos a otros, p e r o t a m p o c o esta paz es completa, por-
d o a otro. Y nosotros, carísimos, a quienes Cristo deja la paz,
q u e n o alcanzamos a ver los m u t u o s p e n s a m i e n t o s del corazón, y
y da su paz, n o c o m o la da el m u n d o , sino c o m o la da el que
m u t u a m e n t e nos formamos una o p i n i ó n mejor o peor por cosas
hizo el m u n d o , para tener concordia, u n a m o s nuestros corazones
q u e nos i m p u t a n siendo inocentes. Y así, esta paz, a u n q u e El
en u n solo y levantémoslos al cielo para que n o se c o r r o m p a n
nos la haya dejado, es u n a paz nuestra, p o r q u e , si El n o nos la
en la tierra.
hubiera dejado, ni tal paz t e n d r í a m o s ; mas n o es ésta la paz q u e
El tiene. Y si hasta el fin conservamos esta paz, como la hemos cotdibus nostris. Nec ignoro ista Domini verba etiam sic accipi posse,
recibido, tendremos la paz que El tiene allí, d o n d e n o haya den- ut eiusdem sententiae repetitio videatur, Pacem relinquo vobis, pacem
tro de nosotros nada que nos contraríe ni tengamos unos para meam do vobis: ut quod dixerat, pacem, hoc repetierit dicens, pacem
meam; et quod dixerat, relinquo vobis, hoc repetierit dicens, do vobis.
Ut volet quisque accipiat: me tamen delectat, credo et vos, fratres mei
non per speciem, non deserit peregrinantes a se (2 Cor 5,6.7); quanto dilecti, sic tenere istam pacem, ubi adversarium concorditer vincimus, ut
magis cum ad ipsam speciem venerimus, nos implebit ex se? desideremus pacem, ubi adversarium non habebimus.
4. Sed quid est quod ubi ait, Pacem relinquo vobis, non addidit
meam; ubi vero ait, do vobis, ibi dixit meam? Utrum sabaudiendum est 5. Quod veto Dominus adiunxit, atque ait, Non quomoio mundus
meam, et ubi dictum non est, quia potest referri ad utrumque etiam dat, ego do vobis; quid est aliud, nisi, non quomodo homines dant qui
diligunt mundum, ita do vobis? Qui ptopterea dant sibi pacem, ut sine
quod semel dictum est? An forte et hic aliquid latet quod petendum est
molestia litium atque bellorum, non Deo, sed amico suo mundo perfruan-
et quaerendum et ad quod pulsantibus aperiendum? Quid si enim pa- tut: et quando rustís dant pacem ut non eos persequantur, pax non
cem suam eam voluit intelligi qualem habet ipse? Pax vero ista quam potest esse vera, ubi non est vera concordia; quia disiuncta sunt corda.
nobis relinquit in hoc saeculo, nostra est potius dicenda quam ipsius. Quomodo enim consots dicitur, qui sortem iungit; ita ille concors di-
lili quippe nihil repugnat in seipso, qui nullum habet omnino peccatum: cendus est, qui corda iungit. Nos etgo, charissimi, quibus Christus pa-
nos autem talem pacem nunc habemus, in qua adhuc dicamus, Dimitte cem relinquit, et pacem suam nobis dat, non sicut mundus, sed sicut
nobis debita nostra (Mt 6,12). Est ergo nobis pax aliqua, quoniam con- ille per quem factus est mundus, ut concoides simus; iungamus invi-
delectamur legi Dei secundum interioren! hominem: sed non est plena, cem corda, et cor unum sursum habeamus, ne corrumpatuí in tetra.
quia videmus aliam legem in membris nostris, repugnantem legi mentis
nostrae (Rom 7,22 et 23). Itemque inter nos ipsos est nobis pax, quia
invicem nobis credimus quod invicem diligamus: sed nec ipsa plena
est, quia cogitationes cordis nostri invicem non videmus; et quaedam
de nobis quae non sunt in nobis, vel in melius invicem vel in deterius
opinamur. Itaque ista etiamsi ab illo nobis relicta est, pax nostra est:
nisi enim ab illo, non haberemus et talem; sed ipse non habet talem.
Si tenuerimus usque in finem qualem accepimus, qualem habet habebi-
mus, ubi nihil nobis tepugnet ex nobis, et nihil nos invicem lateat in

S.A%. !4 12
354 Sobre el Evangelio de San Juan 78, 1 78, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 355

lio p o r lo cual el H i j o n o es igual al Padre, se iba al Padre,


TRATADO 78 del q u e ha de volver a juzgar a los vivos y a los m u e r t o s . Pero,
SOBRE LAS PALABRAS DEL SEÑOR: " N O SE TURBE NI TEMA VUESTRO p o r lo q u e el U n i g é n i t o es igual al q u e lo e n g e n d r ó , n u n c a se
CORAZÓN" aparta del Padre, y con El está t o d o en todas partes con la m i s -
m a divinidad, q u e n o p u e d e estar contenida en lugar alguno;
1. H e m o s oído, hermanos, lo que el Señor dice a sus dis- porque, estando en la naturaleza de Dios, c o m o dice el Apóstol,
cípulos: No se turbe vuestro corazón ni se amilane. Me habéis no tuvo por usurpación el ser igual a Dios. ¿Y cómo p o d í a ser
oído deciros que yo me voy y vuelvo a vosotros. Si me amaseis, u n a usurpación la naturaleza q u e n o había sido usurpada, sino
os alegraríais de verdad porque voy al Padre porque el Padre engendrada? Se anonadó, n o obstante, a sí mismo, tomando la
es mayor que yo. Se turbaba y temía su corazón p o r q u e se se- forma de siervo, la cual t o m ó sin p e r d e r aquélla. Se a n o n a d ó
paraba de ellos, a u n q u e después volviese, p o r temor a que en para aparecer aquí m e n o r q u e aquello q u e p e r m a n e c í a en el
ese intervalo entrase el lobo en el aprisco aprovechando la au- Padre. T o m ó la naturaleza de siervo, no dejó la naturaleza di-
sencia del pastor. Pero, como D i o s , no a b a n d o n a b a a los que, vina: la una fue asumida, la otra n o q u e d ó consumida. P o r la
como h o m b r e , dejaba, p o r q u e Cristo es h o m b r e y es Dios. Se h u m a n a dice: El Padre es mayor que yo; y p o r la divina: Yo y
iba en cuanto h o m b r e y con ellos permanecía en cuanto Dios. el Padre somos una sola cosa.
Se iba en c u a n t o aquello q u e ocupa u n lugar, p e r m a n e c í a p o r 2. Preste atención a esto el arriano, y con ella se vuelva
lo que está en todo lugar. ¿Por qué, pues, ha de turbarse y sen- sano, para n o verse en sus esfuerzos vano, o lo q u e es peor,
tir m i e d o el corazón cuando de tal m o d o se aparta de su vista, insano. Esta es la forma de siervo, por la cual n o sólo es m e -
q u e n o sale de su corazón? A u n q u e , como Dios, q u e está en todo nor q u e el Padre, sino t a m b i é n m e n o r que el Espíritu Santo;
lugar, t a m b i é n se aparta del corazón de aquellos q u e de El se m á s aún, m e n o r q u e El m i s m o , p o r q u e p o r la forma de Dios
apartan con sus costumbres, si n o con sus cuerpos; y viene a es mayor q u e El m i s m o . Y el h o m b r e Cristo se llama H i j o de
aquellos que a El se vuelven, n o con el rostro, sino por la fe, y se Dios, c o m o lo mereció llamarse t a m b i é n su c u e r p o solo cuando
acercan a El, n o con el cuerpo, sino con el alma. Y para darles estaba en el sepulcro. Pues ¿qué otra cosa confesamos cuando
a entender que, c o m o h o m b r e , les había dicho: Voy y vengo decimos que creemos en el H i j o u n i g é n i t o d e D i o s , que fue
a vosotros, añadió: Si me amaseis, os gozaríais de que me voy crucificado bajo el poder de P o n c i o Pilato y fue sepultado? ¿Y
al Padre, porque el Padre es mayor que yo. E n c u a n t o a aque- q u é es lo q u e fue sepultado sino el c u e r p o sin el alma? Y , por

per hoc itutus erat ad Patrem, a quo venturus est vivos iudicaturus et
TRACTATUS 78 mortuos: per illud autem in quo aequalis est gignenti Unigenitus, nun-
quam recedit a Patre; sed eum jilo est ubique totus pari divinitate, quam
IN ID QUOD D O M I N U S DIC1T, N O N TURBBTUR COR VESTRUM, ÑEQUE FORMIDET, ETC. nullus continet locus. Cum enim in forma Dei esset, sicut Apostolus lo-
quitur, non rapinam arbitratus est esse aequalis Deo. Quomodo enim
1. Accepimus, fratres, verba Domini dicentis ad discípulos suos: rapiña posset esse natura quae non erat usurpata, sed nata? Semetipsum
Non turbetur cor vestrum, ñeque formidet. Audistis quia ego dixi vobis, autem exinanivit, jormam servi accipiens (Phil 2,6.7): non ergo amit-
Vado, et venio ad vos: si diligeretis me, gauderetis utique, quia ego vado tens illam, sed accipiens istam. Eo modo se exinaniens, quo hic minor
ad Patrem; quia Pater maior me est. Hinc ergo turbari et formidare pot- apparebat quam apud Patrem manebat. Forma quippe servi accessit, non
erat cor illorum, quod ibat ab eis, quamvis venturas ad eos: ne forsi- forma Dei recessit: haec est assumpta, non illa consumpta. Propter hanc
tan gregem lupus hoc intervallo invaderet, pastoris absentia. Sed a qui- dicit, Pater maior me est; propter illam vero, Ego et Pater u-num sumus
bus homo abscedebat, Deus non derelinquebat: et Ídem ipse Christus (lo 10,30).
homo et Deus. Ergo et ibat per id quod homo erat, et manebat per id 2. Hoc attendat arianus, et attentione sit sanus: ne contentione sit
quod Deus erat: ibat per id quod uno loco erat, manebat per id quod vanus, aut, quod est peius, insanus. Haec est enim forma servi, in
ubique erat. Cur ¡taque turbaretur et formidaret cor, quando ita desere- qua Dei Filius minor est, non Patre solo, sed etiam Spiritu sancto: ñe-
bat oculos, ut non desereret cor? Quamvis Deus etiam qui nullo con- que id tantum, sed etiam seipso; quia idem ipse in forma Dei maior
tinetur loco, discedat ab eorum cordibus, qui eum relinquunt moribus, est seipso. Ñeque enim homo Christus non dicitur Filius Dei, quod
non pedibus; et veniat ad eos qui convertuntur ad eum non facie, sed etiam sola caro eius in sepulcro meruit appellari. Nam quid aliud con-
fide, et accedunt ad eum mente, non carne. Ut autem intelligerent se- fitemur, cum dicimus credere nos in unigenirum Dei Filium, qui sub
cundum id quod homo erat eum dixisse, Vado et venio ad vos; adiecit, Pondo Pilato crucifixus est et sepultus? Et quid eius nisi caro sepulta
atque ait, Si diligeretis me, gauderetis utique, quia ego vado ad Patrem; est sine anima? Ac per hoc cum credimus in Dei Filium qui sepultus
quia Pater maior me est. Per quod ergo Filius non est aequalis Patri, est, profecto Filium Dei dicimus et carnem. quae sola sepulta est. Ipse
356 Sobre el Evangelio de San Juan 78, 3 78, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 357
consiguiente, cuando creemos en el H i j o de D i o s , que fue se- engañador. Confesemos la doble naturaleza de Cristo, a saber: la
pultado, llamamos r e a l m e n t e H i j o de Dios al cuerpo, ya q u e divina, p o r la que es igual al P a d r e ; y la h u m a n a , p o r la q u e
él solo fue sepultado. Luego el m i s m o Cristo, H i j o de Dios, igual el Padre es mayor q u e El. La u n a y la otra unidas son, n o dos,
al Padre p o r la naturaleza divina, al anonadarse t o m a n d o la na- sino u n solo Cristo, para q u e D i o s sea una T r i n i d a d y n o una
turaleza h u m a n a , sin dejar la divina, es mayor q u e El m i s m o ; cuaternidad. Porque, así c o m o el alma y el cuerpo son u n solo
p o r q u e es mayor la forma de Dios, q u e n o perdió, que la forma h o m b r e , así Dios y el h o m b r e son u n solo Cristo. Y, en con-
de siervo, que tomó. ¿Por qué, p u e s , ha de parecer extraño o secuencia, Cristo es Dios, alma racional y carne. N o s o t r o s confe-
indigno que, h a b l a n d o según esta forma de siervo, diga el H i j o samos a Cristo en estas tres cosas y en cada una de ellas. ¿Por
de Dios que el Padre es mayor que yo; y que, hablando según quién fue creado el m u n d o ? Por Cristo Jesús en la forma de
la forma de D i o s , diga: Yo y el Padre somos una sola cosa? U n a Dios. ¿Quién fue crucificado por Poncio Pilato? Cristo Jesús en
cosa, en c u a n t o q u e el Verbo era Dios, y mayor el Padre, en
la forma de siervo. Lo m i s m o p o d e m o s p r e g u n t a r acerca de las
cuanto q u e el Verbo se hizo carne. Y m e atrevo a decir lo q u e
partes constitutivas del h o m b r e . ¿Quién es el que n o fue aban-
los arríanos y los e u n o m i a n o s n o p u e d e n negar, que Cristo por
donado a la m u e r t e ? Cristo Jesús, p e r o solamente en su alma.
la forma de siervo era m e n o r q u e sus padres, cuando, siendo
; Q u i é n estuvo tres días en el sepulcro p a r a volver a resucitar?
pequeño, según está escrito, estaba sujeto a los mayores. ¿Por
Cristo Jesús en solo su cuerpo. En cada una de estas cosas se le
qué, pues, oh hereje, siendo Cristo Dios y h o m b r e , c u a n d o habla
llama Cristo. Pero n o son dos o tres Cristos, sino u n o solo. Y
como h o m b r e , tú levantas falsos testimonios contra Dios? El nos
por esto dijo: Si me amaseis, os gozaríais de que me voy al
manifiesta su naturaleza h u m a n a , ¿y tú te atreves a deformar la
Padre; p o r q u e d e b e m o s alegrarnos de q u e la naturaleza h u m a n a
divina? I m p í o e ingrato, ¿disminuyes tú a aquel q u e te creó, por-
de tal m o d o fue u n i d a al V e r b o u n i g é n i t o , que fue colocada in-
q u e dice lo q u e El se hizo p o r ti? Para ser m e n o r q u e el Padre,
mortal en el cielo; y de tal m o d o fue ensalzada ¡a carne, q u e ,
se hizo h o m b r e el H i j o igual al Padre, p o r el cual fue hecho
incorruptible, está sentada a la derecha del Padre. Y en este sen-
el h o m b r e . Y si El n o se hiciera h o m b r e , ¿qué sería del h o m b r e ?
tido dijo que iba al Padre, q u i e n ciertamente estaba con El.
3. D i g a , pues, nuestro Señor y M a e s t r o : Si me amaseis, os
gozaríais de que me voy al Padre, porque el Padre es mayor que Pero el ir al P a d r e y separarse de nosotros era cambiar y hacer
yo. Y nosotros, con los discípulos, escuchemos las palabras del inmortal al c u e r p o mortal, que había t o m a d o de nosotros, y ele-
Doctor, y n o sigamos con los extraños la astucia del e n e m i g o var hasta el cielo la carne en la cual por nosotros vivió en la
tierra. ¿Quién, pues, n o ha de alegrarse, si de veras a m a a Cristo,
ergo Christus Filius Dei, aequalis Patri in forma Dei, quia semetipsum
exinanivit, non formam Dei amittens, sed formam servi accipiens, maiot aequalis est Patri, humanam qua maior est Pater. Utrumque autem si-
est et seipso; quia maior est forma Dei quae amissa non est, quam mul non dúo, sed unus est Christus; ne sit quaternitas, non Trinitas
servi quae accepta est. Quid ¡taque mirum, vel quid indignum, si se- Deus. Sicut enim unus est homo anima rationalis et caro, sic unus est
cundum hanc formam servi loquens, ait Dei Filius, Pater maior me est; Christus Deus et homo: ac per hoc Christus, est Deus, anima rationalis
et secundum Dei formam loquens, ait idem ipse Dei Filius, Ego et Pa-
et caro. Christum in his ómnibus, Christum in singulis confitemur. Quis
ter unum sumas? Unum sunt enim, secundum id quod Deus erat Ver-
est ergo per quem factus est mundus? Christus Iesus, sed in forma Dei.
bum: maior est Pater, secundum id quod Verbum caro jactum est (ibid.
1,1.14). Dicam etiam quod Ariani et Eunomiani negare non possunt: Quis est sub Pontio Pilato crucifixus? Christus Iesus, sed in forma servi.
secundum hanc formam servi puer Christus etiam parentibus suis minor ítem de singulis quibus homo constat. Quis non est dereüctus in infer-
erat, quando parvus maioribus, sicut scriptum est, subditas erat (Le 2,51). no? Christus Iesus, sed in anima sola. Quis resurrectums triduo iacuit in
Quid igitur, haeretice, cum Christus Deus sit et homo, loquitur ut sepulcro? Christus Iesus, sed in carne sola. Dicitur ergo et in his sin-
homo, et calumniaris Deo? Ule in se naturam commendat humanam; gulis Christus. Verum haec omnia non dúo, vel tres, sed unus est
tu in illo audes deformare divinam? Infidelis, ingrate, ideone tu minuis Christus. Ideo ergo dixit, Si ditigeretis me, gauderetis idique, quia vado
eum qui fecit te, quia dicit ille quid factus sit propter te? Aequalis ad Patrem; quia naturae humanae gratuiandum est, eo quod sic assumpta
enim Patri, Filius per quem factus est homo, ut minor esset Patre, fac- est a Verbo unigénito, ut immortalis constitueretur in cáelo, atque ita
tus est homo: quod nisi fieret, quid esset homo? fieret térra sublimis, ut incorruptibilis pulvis sederet ad dexteram Pa-
3. Dicat plañe Dominus et Magister noster, Si diligeretis me, gau- tris. Hoc enim modo se iturum dixit ad Patrem. Nam profecto ad illum
deretis utique, quia vado ad Patrem, quia Pater maior me est. Cum dis- ibat qui cum illo erat. Sed hoc erat iré ad eum et recedere a nobis,
cipulis audiamus verba doctoris, non cum alienis sequamur astutiam de- mutare atque immortale faceré quod mortale suscepit ex nobis, et le-
ceptoris. Agnoscamus geminam substantiam Christi; divinam scilicet qua vare in caelum per quod fuit in térra pío nobis. Quis non hinc gaudeat,
358 Sobre el Evangelio de San Juan 79, 1 79, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 359
de ver a su naturaleza inmortalizada en Cristo, esperando llegar tanto, si se da la fe en las cosas que se creen, y la misma fe
él también a la inmortalidad por Cristo? es de las cosas que no se ven, ¿qué quiere el Señor dar a enten-
der con estas palabras: Os lo he dicho ahora antes de que su-
ceda, para que, cuando sucediere, creáis? ¿No hubiera dicho
TRATADO 79 mejor de este modo: Os lo he dicho ahora antes de que suceda,
para que, cuando sucediere, lo veáis? Porque aquel a quien dijo:
SOBRE ESTAS PALABRAS SUYAS: "Y os LO H E DICHO AHORA ANTES DE
QUE SUCEDA", HASTA ÉSTAS: "LEVANTAOS, VAMONOS DE AQUÍ" Has creído porque has visto, no creyó en lo que vio; vio una
cosa y creyó otra; vio al hombre y lo creyó Dios. Veía y tocaba
1. Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, había dicho a sus la carne viva que antes había visto muerta, y creía a Dios es-
discípulos: Si me amaseis, os gozaríais porque me voy al Padre, condido en aquella carne. A través de lo que aparecía a los sen-
que es mayor que yo. Y que El dijo esto por la forma de siervo y tidos, creía en su alma lo que con ellos no veía. Y aunque
no por la forma de Dios, en la cual es igual al Padre, lo sabe se dice que se cree lo que se ve, como cuando uno dice que lo
muy bien la fe arraigada en las almas de los fieles, aunque lo cree por sus propios ojos, no es, sin embargo, ésta la fe que
ignore la fe fingida de los necios y calumniadores. Luego aña- se planta en nosotros, sino que, por lo que se ve, se llega a
dió: Os lo he dicho ahora antes que suceda, para que, cuando creer lo que no se ve. Y, por consiguiente, carísimos, en las pa-
sucediere, creáis. ¿Qué quiere decir esto, cuando el hombre debe labras del Señor que estoy exponiendo: Os lo he dicho ahora
creer lo que ha de creer antes que suceda? La excelencia de la fe para que, cuando haya sucedido, creáis, al decir cuando sucediere,
está en creer lo que no se ve. Pues ¿qué mérito tiene creer lo se refiere a que después de la muerte le habían de ver vivo
que se ve, según la frase que el Señor dirigió en tono de re- y subir al Padre, y que, viendo esto, habían de creer que El era
prensión al discípulo: Has creido porque lo has visto; bienaventu- el Cristo, Hijo de Dios vivo, que pudo hacer esto cuando lo pre-
rados los que no ven y creen? Y no sé hasta qué punto puede dijo y predecirlo antes de suceder; lo cual ellos habían de creer
decirse de uno que cree lo que ve; porque en la carta a los no con una fe nueva, sino con fe más firme, o porque su fe
Hebreos se define así la fe: Es la fe el fundamento de los que se entibió con su muerte y se avivó con su resurrección. Y no
esperan y el convencimiento de las cosas que no se ven. Por lo es porque antes no le creyesen Hijo de Dios, sino que, al ver
cumplido en El lo que antes había predicho, su fe, que era pe-
qui sic diligit Chrístam, ut et suam naturam iam immortalem gratule- queña cuando con ellos hablaba, y llegó a ser casi nula con su
tur in Quisto, atque id se speret futurum esse per Christum? muerte, revivió y creció.

fuerit, credatis? Nonne potius dicendum fuit, Et nunc dixi vobis prius-
TRACTATUS 79 quam fiat, ut credatis, quod cum factum fuerit, videatis? Nam et ille
DE EO QUOD A1T, E T N Ü N C DIXI VOBIS PRIUSQUAM FIA!, F1C, USQUE AI) I D , SURGÍTE, cui dictum est, Quia vidisti, credidisti, non hoc ctedidit quod vidit; sed
EAMUS HINC aliud vidit, aliud credidit: vidit enim hominem, credidit Deum. Cer-
nebat quippe atque tangebat catnem viventem, quam videtat motientem;
1. Dominus et salvator noster Iesus Christus dixerat discipulis suis: et ctedebat Deum in carne ipsa latentem. Credebat ergo mente quod
Si diligeretis me, gauderetis utique, quia vado ad Patrem; quia Pater non videbat, pet hoc quod sensibus corporis apparebat. Sed etsi di-
maior me est. Quod ex forma serví eum dixisse, non ex forma Dei in cuntur credi quae videntur, sicut dicit unusquisque oculis suis se cre-
qua aequalis est Patri, novit fides quae religiosis est mentibus fixa, non didisse: non tamen ipsa est quae in nobis aedificatur fides; sed ex tebus
calumniosis et dementibus ficta. Deinde subiunxit: Et nunc dixi vobis quae videntur, agitur in nobis ut ea credantur quae non videntur. Quo-
priusquam fiat, ut cum factum fuerit, credatis. Quid est hoc, cum magis circa, dilectissimi, unde nunc mihi sermo est, quod Dominus ait, Et
homo credere debeat antequam fiat id quod credendum est? Haec est nunc dixi vobis priusquam fiat, «t cum factum fuerit, credatis; illud
enim laus fidei, si quod creditur non videtur. Nam quid magnum est si utique dicit, cum factum fuerit, quod eum visuri erant post mortem
creditur quod non videtur secundum illam eiusdem Domini sententiam, viventem, et ad Patrem ascendentem: quo viso illud fuerant credituri,
quando discipulum arguit dicens: Quia vidisti, credidisti, beati qui non quod ipse esset Christus Filius Dei vivi, qui potuit hoc faceré cum
vident et credunt? (lo 20,29). Et nescio utrum credere dicendus est quis- praedixisset, et ptaedicere ante quam faceret: credituri autem hoc non
que quod videt, nam ipsa fides in Epístola quae scribitur ad Hebraeos, fide nova, sed aucta: aut certe cum mottuus esset defecta, cum resur-
ita est definita: Est autem fides sperantium substantia, convictio rerum texisset refecta. Ñeque enim eum Dei Filium non et ante credebant;
quae non videntur (Hebr 11,1). Quapropter si fides est rerum quae ctt- sed cum in illo factum esset quod ante praedixit, fides illa quae tune
duntur, eademque fides earum est quae non videntur; quid sibi vult quando illis loquebatut fuit parva, et cum moreretur pene iam nulla,
quod Dominus ait, Et nunc dixi vobis priusquam fiat, ut cum factum et revixit et crevit.
360 Sobre el Evangelio de San Juan 19, 2 79, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan
361
2. ¿Qué es lo que dice después? Ya no he de hablar mucho aquellos a quienes dice: Fuisteis tinieblas en algún tiempo, y sois
con vosotros, porque ya viene el principe de este mundo. ¿Quién ahora luz en el Señor. Todos estuvieron bajo el p o d e r de los rec-
sino el diablo? Y en mí no tiene nada suyo, es decir, n i n g ú n tores de estas tinieblas, o sea, de los impíos, como tinieblas bajo
pecado. D e este m o d o da a e n t e n d e r q u e el d e m o n i o n o es el las tinieblas; pero damos gracias a Dios, que nos sacó de ellas,
p r í n c i p e de las criaturas, sino de los pecadores, a quienes ahora según dice el m i s m o Apóstol, del poder de las tinieblas, y nos
les da el n o m b r e de m u n d o . Y cuantas veces n o m b r a al m u n d o trasladó al reino del Hijo de su amor. E n el cual nada tiene el
en sentido peyorativo, alude a los amadores de este m u n d o , de p r í n c i p e de este m u n d o , es decir, de estas tinieblas; p o r q u e n i
los cuales está escrito: El que quisiere ser amigo de este mundo, Dios había v e n i d o m a n c h a d o p o r el pecado, ni la V i r g e n había
se hace enemigo de Dios. Lejos de vosotros entender el princi- dado a luz su carne con la herencia del pecado. Y c o m o si se
p a d o del diablo sobre el m u n d o , c o m o si él gobernara al univer- le dijese: ¿Por qué, pues, mueres, si n o tienes pecado, q u e lleva
so, o sea, al cielo y a la tierra y a todas las cosas q u e hay en consigo la condenación a la m u e r t e ? , al p u n t o a ñ a d i ó : Pero para
ellos, c o m o se dijo hablando de Cristo, V e r b o : Y el mundo fue que el mundo conozca que amo al Padre y que obro según la
hecho por El. T o d o el universo, desde el cielo e m p í r e o hasta orden que me dio el Padre, levantaos, vamonos de aquí. Sentado
lo m á s bajo de la tierra, está sometido al Creador, n o al desertor; hablaba a los q u e con El estaban sentados a la mesa. Vayamos,
al Redentor, n o al m a t a d o r ; al Libertador, n o al q u e cautiva; al dijo, ¿adonde sino al lugar en que había de ser entregado a la
Doctor, n o al deceptor. D e q u é m a n e r a hay q u e entender el m u e r t e A q u e l q u e n o tenía n i n g ú n m o t i v o para m o r i r ? P e r o te-
principado del diablo sobre el m u n d o , lo declara con evidencia nía el m a n d a t o del P a d r e p a r a ir a la m u e r t e , c o m o aquel de
el apóstol San Pablo, después de haber dicho: No tenemos que quien estaba p r e d i c h o : Pagaba entonces los hurtos que yo no
había cometido; p a g a n d o la deuda de la m u e r t e El, q u e n o te-
batallar contra la carne y la sangre, o sea, contra los h o m b r e s ,
nía tal deuda, para librarnos a nosotros de la m u e r t e que de-
sino contra los príncipes, contra las potestades y gobernadores
bíamos. P o r q u e había arrebatado el p e c a d o a A d á n cuando, enga-
del mundo, de estas tinieblas. A ñ a d i e n d o : De estas tinieblas, ex-
ñado p o r su presunción, extendió su m a n o hacia el árbol p a r a
presó el significado q u e daba al vocablo mundo para evitar
usurpar el n o m b r e d e la divinidad, q u e n o se concede, y q u e
que alguno por la palabra mundo entendiese a los seres creados,
el H i j o de D i o s tiene p o r naturaleza, n o p o r usurpación.
que en m o d o alguno son gobernados p o r los ángeles desertores.
Tinieblas llama a los amadores de este m u n d o , entre los cuales
sunt, non per suum meritum, sed per Dei gratiam, quibus dicit, Fuistis
ha elegido, n o obstante, p o r su gracia, n o por sus méritos, a enim aliquando tenebrae; nunc autem lux in Domino (ibid. 5,8). Om-
nes enim fuerunt sub rectoribus tenebrarum harum, id est, hominum
2. Deinde quid dicit? lam non multa loquar vobiscum: venit enim impiorum, tanquam tenebrae sub tenebris: sed grafías Deo, qui eruit
princeps mundi huius: quis, nisi diabolus? Et in me non hahet quid- nos, sicut dicit Ídem apostolus, de potestate tenebrarum, et transtulit in
quam: nullum scilicet omnino peccatum. Sic enim ostendit non creatu- regnum Eilii charitatis suae (Col 1,12.13). In quo princeps huius mundi,
rarum, sed peccatorum, principem diabolum, quos nunc nomine mundi hoc est tenebrarum harum, non habebat quidquam; quia ñeque cum
huius appellat. Et quotiescumque mundi nomen in mali significatione peccato Deus venerat, nec eius carnem de peccati propagine Virgo pepe-
ponitur, non ostendit nisi mundi istius amatores; de quibus alibi scriptum rerat. Et tanquam ei diceretur, Cur ergo moreris, si non habes peccatum
est, Quicumque voluerit- amicus esse saeculi huius, inimicus Dei consti- cui debeatur mortis supplicium? continuo subiecit, Sed ut cognoscat mun-
tuetur (Iac 4,4). Absit ergo ut sic intelligatur diabolus princeps mundi, dus quia diligo Patrem, et sicut mandatum dedit mihi Pater, sic fació;
tanquam gerat universi mundi, id est, caeli et terrae, atque omnium surgite, eamus hinc. Discumbens enim discumbentibus loquebatur. Ea-
quae in eis sunt principatum: de quali mundo dictum est, cum de mus autem dixit, quo, nisi ad illum locum unde fuerat tradendus ad
Christo Verbo sermo esset, Et mundus per eum factus est (lo 1,10). mortem, qui nullum habebat meritum mortis? Sed habebat ut moreretur
Universus itaque mundus a summis caelis usque ad infimam terram mandatum Patris, tanquam ille de quo praedictum erat, Quae non rapui,
creatori est subditus, non desertori; redemptori, non interemptori; libe- tune exsolvebam (Ps 68,5): mortem sine debito soluturus, et nos a
ratori, non captivatori; doctori, non deceptori. Quemadmodum autem sit morte debita redempturus. Rapuerat autem Adam peccatum, quando ma-
intelligendus princeps mundi diabolus, evidentius aperuit Paulus aposto- num in arborem praesumptione deceptus extendit, ut incommunicabile
lus, qui cum dixisset, Non est nobis colluctatio adversus carnem et san- nomen inconcessae divinitatis invaderet, quam Filio Dei natura contule-
guinem, id est, adversus homines; subiecit, atque ait, sed adversus prin- rat, non rapiña.
cipes et potestates et rectores mundi tenebrarum harum (Eph 6,12). Se-
quenti enim verbo exposuit quid dixisset, mundi, cum subiecit, tene-
brarum harum: ne quisquam mundi nomine intelligeret universam crea-
turam, cuius nullo modo sunt rectores angeli desertores. Tenebrarum,
¡nquit, harum, id est, mundi istius amatorum: ex quibus tamen electi
362 Sobre el 'Evangelio de San ]uan 80 2 80, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 363
Todo sarmiento que en mi no lleve fruto, lo cortará; y aquel
TRATADO 80 que lleve fruto, lo podará para que dé más frutos. ¿Son acaso
ACERCA DE AQUELLO QUE DIJO: "YO SOY LA VID VERDADERA, Y MI
la misma cosa la vid y el agricultor? Cristo es la vid, en cuanto
PADRE ES EL AGRICULTOR", HASTA ÉSTAS: "VOSOTROS ESTÁIS YA LIM- dice: El Padre es mayor que yo; pero en cuanto dice: Yo y el
PIOS EN VIRTUD DE LA DOCTRINA QUE OS HE PREDICADO" Padre somos una sola cosa, también El es agricultor. Y no un
agricultor como aquellos que exteriormente ejercen el ministerio
1. En este lugar del Evangelio, hermanos, dice el Señor de su trabajo, sino que da también el incremento- interno. Por-
que El es la vid, y sus discípulos los sarmientos; y lo dice en que ni el que planta ni el que riega hacen nada; todo lo hace
cuanto El es la cabeza de la Iglesia y nosotros miembros su- Dios, que da el crecimiento. Y Cristo es Dios, porque el Verbo
yos, como Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo era Dios; y por esto El y el Padre son una sola cosa; y aunque
Jesús. La misma naturaleza tienen la vid y los sarmientos; y el Verbo se hizo carne, que antes no era, permanece siendo lo
que era. Y habiendo dicho que el Padre, como un agricultor,
siendo El Dios, cuya naturaleza no podemos tener nosotros, se
arranca los sarmientos infructuosos y poda los fructíferos para
hizo hombre para que en El la vid fuese la naturaleza humana,
que den más fruto, añade en seguida para demostrar que también
de la cual nosotros pudiésemos ser los sarmientos. ¿Qué quiere
El hace la poda: Ya vosotros estáis limpios por la doctrina que
significar diciendo: Yo soy la vid verdadera? ¿Acaso al añadir os he enseñado. Ahí le tenéis cómo El hace la limpia de los
verdadera hacía referencia a aquella vid de la cual se ha tomado sarmientos que es oficio del agricultor y no de la vid; y, además,
el ejemplo? Se llama vid en virtud de alguna semejanza, no por convierte a los sarmientos en operarios, porque, aunque ellos no
tener sus propiedades, al modo que se llama oveja, cordero, león, den el crecimiento, contribuyen a él con su trabajo; pero po-
piedra, piedra angular y otras cosas parecidas, que son cosas reales niendo no de lo suyo, porque sin mí nada podéis hacer. Escucha
y de las cuales se toman estas semejanzas, no sus propiedades. Pero, la confesión de ellos mismos: ¿Qué es Apolo, qué es Pablo?
cuando dice que es la Vid verdadera, ciertamente quiere distin- Obreros que os han llevado a la fe, según lo que Dios dio a cada
guirse de aquella otra de la cual dice: ¿Cómo te has vuelto cual. Yo he plantado, Apolo ha regado; todo esto según lo que
amarga, vid extraña? Porque ¿cómo ha de ser verdadera la vid Dios dio a cada uno, y, por lo tanto, no de lo suyo. Pero lo que
que ha producido espinas, cuando de ella se esperaban las uvas? sigue, es decir, que Dios dio el crecimiento, lo hace Dios, no por
2. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el agricultor. su medio, sino por sí mismo directamente. Y este ministerio

palmitem in me non jerentem ¡ructum, tollet eum: et omnem qui fert


TRACTATUS 80 fructum, purgabit eum, ut fructum plus afferat. Numquid unum sunt
agrícola et vitis? Secundum hoc ergo vitis Christus, secundum quod ait,
DE EO QUOD DICIT, EGO SUM VIIIS VERA, ET PATER MEUS AGRÍCOLA EST; USQUE Pater maior me est (lo 14,28): secundum autem id quod ait, Ego et
AD I D , LAM VOS M U N D I E S T I S PROPTER SERMONEN! QUEM LOCUTUS SUM VOBIS Pater unum sumus (ibid. 10,30), et ipse agrícola est. Nec talís quales
sunt, qui extrinsecus operando exhibent ministerium; sed talis ut det
1. Iste locus evangelicus, fratres, ubi se dicit Dominus vitem, et dis- etiam intrinsecus incrementum. Nam ñeque qui plantat est aliquid, ñe-
cípulos suos palmites, secundum hoc dicit quod est caput Ecclesiae, nos- que qui rigat; sed qui incrementum dat Deus. Sed utique Deus est
que membra eius, mediator Dei et hominum homo Christus Iesus (1 Tim Christus, quia Deus erat Verbum; unde ipse et Pater unum sunt: et si
2,5). Unius quippe naturae sunt vitis et palmites: propter quod cum Verbum caro factum est (ibid. 1,1.14) quod non erat, manet quod etat.
esset Deus, cuius naturae non sumus, factus est homo, ut in illo esset Denique cum de Patre tanquam de agrícola dixisset quod infructuosos
vitis humana natura, cuius et nos homines palmites esse possemus. Quid palmites tollat, fructuosos autem purget ut plus afferant fructum; con-
ergo est, Ego sum vitis vera? Numquid ut adderet vera, hoc ad eam tinuo etiam seipsum mundatorem palmitum ostendens, lam vos, inquit,
vitem retulit, unde ista similitudo translata est? Sic enim dicitur vitis, mundi estis propter sermonem quem locutus sum vobis. Ecce et ipse
per similitudinem, non per proprietatem; quemadmodum dicitur ovis, mundator est palmitum, quod est agricolae, non vitis officium: qui etiam
palmites operarios suos fecit. Nam etsi non dant incrementum, impen-
agnus, leo, petra, lapis angularis, et caetera huiusmodi, quae magis ipsa dunt tamen aliquod adiumentum; sed non de suo: Quia sine me, inquit,
sunt vera, ex quibus ducuntur istae similitudines, non proprietates. nihil potestis faceré. Audi etiam ipsos confitentes: Quid autem est Apol-
Sed cum dicit, Ego sum vitis vera, ab illa se utique discernit cui dicitur, lo? quid autem Paulus? Ministñ per quos Si" &v credidistis, et unicui-
Quomodo conversa es in amaritudinem, vitis aliena? (Ier 2,21). Nam que sicut Dominus dedit. Ego plantavi, Apollo rigavit. "Et hoc ergo
quo pacto est vitis vera, quae exspectata est ut faceret uvam, fecit autem sicut unicuique Dominus dedit: non itaque de suo. Iamvero quod se-
spinas? (Is 5,4). quitur, sed Deus incrementum dedit (1 Cor 3,5-7); non per illos, sed
2. Ego sum, inquit, vitis vera, et Pater meus agrícola est. Omnem
364 Sobre el Evangelio de San Juan 80, 3 80, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 365
sobrepasa los límites de la h u m a n a flaqueza, excede el p o d e r de que p e r m a n e c e . Esta es, dice el Apóstol, la palabra de fe que os
los ángeles y pertenece e n t e r a m e n t e a la T r i n i d a d agricultura. predicamos: que, si confesáis con la lengua al Señor Jesús y creéis
Ya vosotros estáis limpios, p e r o debéis ser p u r g a d o s : Si n o es- en vuestro corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, se-
tuviesen limpios, n o h u b i e r a n p o d i d o dar fruto; mas al que da réis salvos, porque la fe del corazón justifica, y la confesión oral
fruto lo p o d a el viñador p a r a q u e dé m á s fruto. Lleva fruto, por- sirve para salvarse. Por lo cual se lee en los Actos de los A p ó s -
q u e está l i m p i o ; p e r o para que lo dé más a b u n d a n t e , aún será toles: Limpiando sus corazones por la fe. Y el b i e n a v e n t u r a d o
p u r g a d o . Y ¿quién en esta vida tiene tal limpieza q u e n o n e - San P e d r o en su carta: A vosotros os salva el bautismo; no la
cesite limpiarse más y más? " C u a n d o decimos q u e n o tenemos limpieza de las manchas del cuerpo, sino la disposición de la
pecado, nos engañamos a nosotros mismos y n o hay verdad en buena conciencia. Esta es la palabra de fe que os predicamos,
nosotros; pero, si confesamos nuestros pecados, fiel y justo es q u e sin duda consagra el b a u t i s m o para q u e p u e d a limpiar.
El para p e r d o n a r n o s y limpiarnos de toda m a n c h a " . L i m p i e El Cristo, que es con nosotros vid y con el Padre es el labrador,
a los que ya están limpios, o sea, a los frugíferos, para que, amó a la Iglesia y se entregó por ella. Lee al Apóstol y considera
cuanto m á s limpios, sean más fecundos. lo que añade: Limpiándola en la palabra con la ablución para
3. Ya vosotros estáis limpios en virtud de la doctrina que santificarla. En v a n o se p r e t e n d e r í a limpiar con el agua q u e se
os he enseñado. ¿Por q u é n o dice q u e estáis limpios por el deja caer si n o se le juntase la palabra. Y esta palabra de fe
bautismo, con que habéis sido lavados, y dice, en cambio, por es de tanto valor en la Iglesia de D i o s , q u e p o r ella limpia al
la palabra que os he hablado, sino p o r q u e t a m b i é n la palabra creyente, al oferente, al q u e bendice, al q u e toca, a u n q u e sea u n
limpia con el agua? Q u i t a la palabra ¿qué es el agua sino agua? tierno infante, que aún n o p u e d e creer con el corazón para jus-
Se junta la palabra al elemento y se hace el sacramento, q u e tificarse ni hacer la confesión de boca para salvarse. T o d o esto
es c o m o u n a palabra visible. Esto m i s m o había dicho cuando se hace por la palabra, de la cual dice el Señor: Ya vosotros
lavó los pies a los discípulos: El que está lavado, sólo necesita estáis limpios por la palabra qtte os he hablado.
lavar los pies para quedar enteramente limpio. ¿Y de d ó n d e
le viene al agua tanta virtud, que con el contacto del cuerpo praedicamus, ait Apostolus, quia si confessus fueris in ore tuo quia Deus
illum suscitavit a mortuis, salvus eris. Corde enim creditur ad iustitiam,
lave el corazón, sino p o r la eficacia de la palabra, n o de la pa- ore autem confessio fit ad salutem (Rom 10,8-10). Unde in Actibus
labra pronunciada, sino de la palabra creída? P o r q u e , en la m i s - Apostolorum legitur, Fide mundans corda eorum (Act 15,9): et in Epís-
m a palabra, u n a cosa es el sonido, q u e pasa, y otra la virtud, tola sua beatus Petrus, Sic et vos, iijquit, Baptisma salvos facit; non car-
nis depositio sordium, sed conscientiae bonae interrogatio (1 Petr 3,21).
Hoc est verbum fidei quod praedicamus: quo sine dubio ut mundare
per seipsum facit: excedit hoc humanam humilitatem, excedit angelicam
possit, consectatur et Baptismus. Christus quippe nobiscum vitis, cum
sublimitatem, nec omnino pertinet nisi ad agricolam Trinitatem. Iam
Patre agrícola, dilexit Ecclesiam, et seipsum tradidit pro ea. Lege Apos-
vos mundi estis, mundi scilicet atque mundandi. Ñeque enim nisi mun-
tolum, et vide quid adiungat: Ut eam sanclificaret, inquit, mundans eam
di essent, fructum ferré potuissent: et tamen omnem qui fert fructum,
lavacro aquae in verbo (Eph 5,25-26). Mundatio igitur nequáquam flu-
purgat agrícola, ut fructum plus afferat. Fert fructum, quia mundus est;
xo et labili tribueretur elemento, nisi adderetur, in verbo. Hoc verbum
atque ut plus afferat, purgatur adhuc. Quis enim est in hac vita sic
fidei tantum valet in Ecclesia Deí, ut per ipsum credentem, offerentem,
mundus, ut non sit magis magisque mundandus? Ubi "si dixerimus
benedicentem, tingentem, etiam tantillum mundet infantem; quamvis
quia peccatum non habemus, nos ipsos seducimus, et veritas in nobis
nondum valentem corde credere ad iustitiam, et ore confiteri ad salutem.
non est: si autem confessi fuerimus peccata nostra, fidelis est et iustus,
Totum hoc fit per verbum, de quo Dominus ait, lam vos mundi estis
qui dimittat nobis peccata, et mundet nos ab omni iniquitate" (1 lo
propter verbum quod locutus sum vobis.
1,8.9): mundet utique mundos, hoc est fructuosos, ut tanto sint fruc-
tuosiores, quanto fuerint mundiores.
3. Iam vos mundi estis propter verbum quod locutus sum vobis.
Quare non ait, mundi estis propter Baptismum quo loti estis, sed ait,
propter verbum quod locutus sum vobis; nisi quia et in aqua verbum
mundat? Detrahe verbum, et quid est aqua nisi aqua? Accedit verbum
ad elementum, et fit Sacramentum, etiam ipsum tanquam visibile ver-
bum. Nam et hoc utique dixerat, quando pedes discipulis lavit: Qui lo-
tus est, non indiget nisi ut pedes lavet, sed est mundus totus (lo 13,10).
Unde ista tanta virtus aquae, ut Corpus tangat et cor abluat, nisi faciente
verbo: non quia dicitur, sed quia creditur? Nam et in ipso verbo, aliud
est sonus transiens, aliud virtus manens. Hoc est verbum fidei quod
366 Sobre el Evangelio de San Juan 81, 2 81, 3 Sobre el Evangelio de San luán 167

tarse a la de Dios. Q u e respondan los q u e en todo buscan su


TRATADO 81 placer, pareciéndoles que D i o s n o les es necesario p a r a ejecutar
SOBRE AQUELLAS PALABRAS: "PERMANECED EN MÍ, Y YO PERMANECERÉ cualquiera obra buena. ¿ N o van en contra de la verdad los h o m -
EN VOSOTROS", HASTA ÉSTAS: "PEDIRÉIS CUANTO QUISIEREIS, Y OS bres de corazón corrompido, reprobos en la fe, q u e n o r e s p o n d e n
SERÁ DADO" ni hablan sino la maldad, diciendo q u e de D i o s tenemos el ser
hombres, p e r o q u e d e p e n d e de nosotros m i s m o el ser justos?
1. D i j o Jesús q u e él era la vid; sus discípulos, los sarmien-
¿Qué decís vosotros, ilusos, q u e n o consolidáis, sino que derro-
tos, y el agricultor, el P a d r e ; y sobre ello ya h e disertado según
cáis el libre albedrío de su alto pedestal p o r vuestra vana p r e -
mis alcances. C o n t i n u a n d o en la lectura de hoy hablando de El
sunción, h u n d i é n d o l o en u n a b i s m o profundo? Decís q u e el h o m -
m i s m o , q u e es la vid, y de los sarmientos, q u e son sus discípu- bre por sí m i s m o p u e d e hacerse justo: ésa es la altura de vuestra
los, dice: Permaneced vosotros en mí, y yo en vosotros; p e r o n o vanidad. P e r o la Verdad va en contra vuestra, c u a n d o dice: El
de igual m o d o El en ellos que ellos en El. A m b a s p e r m a n e n - sarmiento, de suyo, no puede producir fruto si no está unido a
cias son de p r o v e c h o p a r a ellos, n o para El; p o r q u e de tal m o d o la vid. Corred ahora p o r lugares abruptos y, n o hallando donde
están los sarmientos en la vid, que, sin darle ellos nada a ella, fijar el pie, precipitaos en vuestras parlerías, llenas de v i e n t o :
reciben de ella la savia que les da vida; en cambio, la vid está éstas son las vanidades de vuestra presunción. P e r o escuchad lo
en los sarmientos proporcionándoles el vital alimento, sin recibir q u e sigue, y horrorizaos si aún queda en vosotros algo de sentido
nada de ellos. Y de la m i s m a manera, tener a Cristo y p e r m a n e - común. El que cree poder dar fruto p o r sí m i s m o , n o está u n i d o
cer en Cristo es útil para los discípulos, n o para Cristo; p o r q u e , a la vid; q u i e n n o está u n i d o a la vid n o está u n i d o a Cristo, y
arrancado u n sarmiento, p u e d e brotar otro de la raíz viva, p e r o el q u e n o está u n i d o a Cristo no es cristiano: éste es el abismo
el sarmiento cortado n o p u e d e tener vida sin la raíz. donde os habéis sumergido.
2. Luego añade: Al modo que el sarmiento no puede de 3. Repasad u n a y m i l veces las siguientes palabras de la
suyo producir jruto si no está unido a la vid, así tampoco vos- V e r d a d : Yo soy la vid, y vosotros los sarmientos. El que está
otros si no estáis unidos a mí. Viva imagen de la gracia, herma- en mí y yo en él, éste dará mucho fruto, porque sin mí nada
nos; con ello instruye a los humildes y tapa la boca de los so- podéis hacer. Y para evitar q u e a l g u n o pudiera pensar que el
berbios. Q u e repliquen, si son tan osados, los q u e , i g n o r a n d o la sarmiento p u e d e producir algún fruto, a u n q u e escaso, después
justicia d e Dios, intentan p o n e r la suya c o m o n o r m a , sin suje- de haber dicho q u e éste dará mucho fruto, n o dice q u e sin m í
poco podéis hacer, sino que dijo: Sin mí NADA podéis hacer. Lue-

TRACTATUS 81 cienda Deus sibi necessarium non putantes. Nonne huic resistunt veritati,
homines mente corrupti, reprobi circa fidem (2 Tim 3,8), qui respon-
DE EO QUOD AIT, MANETE W ME, ET EGO IN VOBIS; USQUE AD ID, QUODCUMQUE
dent et loquuntur iniquitatem, dicentes: A Deo habemus quod homines
VOLUERITTS P E T E T I S , ET F I E T VOBIS
sumus, a nobis ipsis autem quod iusti sumus? Quid dicitis, qui vos
ipsos decipitis, non assertores, sed praecipitatores liberi arbitrii, ex alto
1. Vitem se dixit esse Iesus, et discípulos suos palmites, et agrico-
elationis per inania praesumptionis, in profunda submersionis? Nempe
lam Patrem: unde iampridem sicut potuimus disputatum est. In hac
vox vestra est, quod homo ex semetipso facit iustitiam: hoc est altum
autem lectione, cum adhuc de seipso qui est vitis, et de suis palmitibus,
elationis vestrae. Sed veritas contradicit, et dicit, Palmes non potest ferré
hoc est discipulis loqueretur: Manete, inquit, in me, et ego in vobis. Non
fructum a semetipso, nisi manserit in vite. Ite nunc per abrupta, et non
eo modo illi in ipso, sicut ipse in illis. Utrumque autem prodest non
habentes ubi figamini, ventosa loquacitate iactamini. Haec sunt inania
ipsi, sed illis. Ita quippe in vite sunt palmites, ut viti non conferant,
praesumptionis vestrae. Sed quid vos sequatur videte, et si est in vobis
sed inde accipiant unde vivant: ita vero vitis est in palmitibus, ut ví-
ullus sensus, hórrete. Qui enim a semetipso se fructum existimat ferré,
tale alimentum subministret eis, non sumat ab eis. Ac per hoc et ma-
in vite non est; qui in vite non est, in Christo non est; qui in Christo
nentem in se habere Christum, et manere in Christo, discipulis prodest
non est, christianus non est. Haec sunt profunda submersionis vestrae.
utrumque, non Christo. Nam praeciso palmite, potest de viva radice
3. Etiam atque etiam considérate quid adhuc veritas adiungat et
alius pullulare; qui autem praecisus est, sine radice non potest vivere.
dicat: Ego sum, inquit, vitis, vos palmites. Qui manet in me, et ego in
2. Denique adiungit et dicit: Sicut palmes non potest ierre fructum eo, hic jen fructum multum: quia sine me nihil potestis faceré. Ne
a semetipso, nisi manserit in vite; sic nec vos, nisi in me manseritis. quisquam putaret saltem parvum aliquem fructum posse a semetipso pal-
Magna gratiae commendatio, fratres mei: corda instruit humilium, ora mitem ferré, cum dixisset, hic fert fructum multum, non ait, quia sine
obstruit superborum. Ecce cui, si audent, respondeant, qui ignorantes Dei me parum potestis faceré; sed, nihil potestis faceré. Sive ergo parum,
iustitiam, et suam volentes consumere, iustitiae Dei non sunt subiecti sive multum, sine illo fieii non potest, sine quo nihil fieri potest. Quia
(Rom 10,3). Ecce cui respondeant sibi placentes, et ad bona opera fa-
368 Sobre el Evangelio de San Juan 81, 4 81, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 369
go, sea poco, sea m u c h o , n o se p u e d e hacer sin A q u e l sin el manecíendo, pues, en El y teniendo en nosotros sus palabras, p e -
cual n o se" p u e d e hacer nada. Y si el sarmiento da poco fruto, diremos c u a n t o queramos, y todo nos será concedido. P o r q u e , si
el agricultor lo p u r g a r á p a r a q u e lo d é m á s a b u n d a n t e ; pero, si n o obtenemos lo q u e pedimos, es p o r q u e no p e d i m o s lo q u e en
n o p e r m a n e c e u n i d o a la vid, n o p o d r á producir de suyo fruto El p e r m a n e c e n i lo que se encierra en sus palabras, q u e p e r m a -
alguno. Y p u e s t o q u e Cristo n o podría ser la vid si n o fuese necen en nosotros, sino q u e p e d i m o s lo que desea nuestra codi-
h o m b r e , n o p o d í a comunicar esta virtud a los sarmientos si n o cia y la flaqueza de la carne, que n o se hallan en El, n i en ellas
fuese t a m b i é n Dios. Pero, c o m o nadie p u e d e tener vida sin la p e r m a n e c e n sus palabras, entre las cuales está la oración en la
gracia, y sólo la m u e r t e cae bajo el p o d e r del libre albedrío, si- que nos enseñó a decir: Padre nuestro, que estás en los cielos.
g u e diciendo: El que no permaneciere en mí, será echado fuera, En nuestras peticiones n o nos salgamos de las palabras y del sen-
como el sarmiento, y se secará, lo cogerán y lo arrojarán al fuego tido de esta oración, y obtendremos cuanto pedimos. P o r q u e sólo
y en él arderá. Los sarmientos de la vid son tanto m á s despre- entonces p e r m a n e c e n en nosotros sus palabras, cuando cumpli-
ciables fuera de la vid, c u a n t o son m á s gloriosos unidos a ella, mos sus preceptos y vamos en pos de sus promesas. P e r o cuando
y, c o m o dice el Señor p o r el profeta Ezequiel, cortados de la vid, sus palabras están sólo en la memoria, sin reflejarse en nuestro
son e n t e r a m e n t e inútiles al agricultor y n o sirven para hacer con m o d o de vivir, somos c o m o el sarmiento fuera de la vid, q u e
ellos n i n g u n a obra de arte. El sarmiento ha de estar en u n o n o recibe la savia de la raíz. A esta diferencia hace alusión el
de estos dos lugares, o en la vid o en el fuego; si n o está en la Salmo cuando dice: Guardan en la memoria sus preceptos para
vid, estará en el fuego. Permanezca, pues, en la vid para librarse cumplirlos. M u c h o s hay q u e los conservan en su m e m o r i a para
del fuego. menospreciarlos o para escarnecerlos y atacarlos. E n estos tales n o
4. Si permaneciereis en mí, y mis palabras permanecieren en p e r m a n e c e n las palabras de Cristo; tienen contacto con ellas, p e r o
vosotros, pediréis cuanto quisiereis y os será concedido. Estando no están a ellas adheridos, y, p o r lo tanto, n o les r e p o r t a r á n be-
unidos a Cristo, ¿qué p u e d e n querer sino aquello que n o es in- neficios, sino q u e les servirán de testigos adversos. Y p o r q u e de
d i g n o de Cristo? Q u e r e m o s unas cosas p o r estar unidos a Cristo tal m o d o están en contacto con ellas q u e n o p e r m a n e c e n en su
y queremos otras por estar aún en este m u n d o . Y , p o r el hecho c u m p l i m i e n t o , las tienen solamente para ser juzgados p o r ellas.
de vivir en este m u n d o , algunas veces nos viene la idea de pedir
cosas cuyo perjuicio desconocemos. P e r o n u n c a tengamos el de- expedit nobis. Manentes ergo in eo, eum verba eius in nobis manent,
quodcumque voluerimus petemus, et fiet nobis. Quia si petimus et non
seo de que nos sean concedidas, si q u e r e m o s p e r m a n e c e r en Cris-
fiet, non hoc petimus quod habet mansio in eo, nec quod habent verba
to, el cual n o nos concede sino aquello que nos conviene. Per- eius quae manent in nobis; sed quod habet cupiditas et infirmitas car-
nis, quae non est in eo, et in qua non manent verba eius. Nam utique
etsi parum attulerit palmes, eum purgat agrícola ut plus afferat: tamen ad verba eius pertinet oratio illa quam docuit, ubi dicimus, Pater noster,
nisi in vite manserit et vixerit de radice, quantumlibet fructum a se- qui es in caelis (Mt 6,9)- Ab huius otationis verbis et sensibus non re-
metipso non potest ferré. Quamvis autem Christus vitis non esset, nisi cedamus petitionibus nostris, et quidquid petierimus, fiet nobis. Tune
homo esset; tamen istam gratiam palmitibus non praeberet, nisi etiam enim dicenda sunt verba eius in nobis manere, quando facimus quae
Deus esset. Verum quia ita sine ista gratia non potest viví, ut et mors praecepit, et diligimus quae promisit: quando autem verba eius manent
in potestate sit liberi arbitrii: Si quis in me, inquit, non manserit, mit- in memoria, nec inveniuntur in vita, non computatur palmes in vite,
tetur joras siout palmes; et arescet; et colligent eum, et in ignem mittent, quia vitam non atttahit ex radice. Ad hanc differentiam valet quod
et ardet. Ligna ¡taque vítis tanto sunt contemptibiliora si in vite non scriptum est, Et memoria retinentibus mandata eius, ut faciant ea (Ps
manserint, quanto gloriosiora si manserint: denique, sicut de his etiam 102,18). Multi enim memoria retinent, ut contemnant, vel etiam deri-
per Ezechielem prophetam Dominus dicit, praecisa nullis agricolarum deant et oppugnent ea. In his verba Christi non manent, qui attin-
usibus prosunt, nullis fabrilibus operibus deputantur (Ez 15,5). Unum gunt quodammodo, non cohaerent: et ideo illis non etunt in beneficium,
de duobus palmiti congruit, aut vitis, aut ignis; si in vite non est, in sed in testimonium. Et quia sic insunt eis ut non maneant in eis, ad
igne erit: ut ergo in igne non sit, in vite sit. hoc tenentut ab eis, ut iudicentut ex eis.
4. Si manseritis in me, inquit, et verba mea in vobis manserint,
quodcumque volueritis petetis, et fiet vobis. Manendo quippe in Christo,
quid velle possunt nisi quod convenit Christo? Quid velle possunt ma-
nendo in Salvatore, nisi quod non est alienum a salute? Aliud quippe
volumus quia sumus in Christo, et aliud volumus quia sumus adhuc in
hoc saeculo. De mansione namque huius saeculi nobis aliquando subrepit,
ut hoc petamus qüod nobis non expediré nescimus. Sed absit ut fiat
nobis, si manemus in Christo, qui non facit quando petimus, nisi quod
370 Sobre el Evangelio de San Juan 82, 1
82, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 37\

TRATADO 82 que llevemos mucho fruto y seamos discípulos de Cristo. Y ¿quién


nos hace discípulos de Cristo sino Aquel que por su misericor-
SOBRE AQUELLAS PALABRAS DEL SEÑOR: "MI PADRE ES GLORIFICADO SI
VOSOTROS LLEVÁIS MUCHO FRUTO", HASTA ESTAS OTRAS: " Y PERMANEZCO dia se llegó hasta nosotros? Somos hechura de sus manos, crea-
EN SU AMOR" dos en Cristo Jesús para obras buenas.
2. Como me amó a mí mi Padre, yo os he amado a vos-
1. Recomendando el Salvador a los discípulos con mucho otros; permaneced en mi amor. Ahí tenéis la razón de la bondad
encarecimiento la gracia, que nos hace salvos, dice: Mi Padre
de nuestras obras. Y ¿de dónde había de venir esa bondad a
es glorificado si lleváis mucho fruto y sois discípulos míos. Ya
nuestras obras sino de la fe que obra por el amor? ¿Cómo pu-
se diga glorificado o clarificado, ambos verbos han sido tradu-
diéramos nosotros amar si antes no fuésemos amados? Abierta-
cidos del griego doxasein, Doxa, en el idioma griego, equivale
mente lo dice este mismo evangelista en su epístola: Amemos a
a gloria en el latino. He creído oportuno deciros esto, porque
dice el Apóstol que, Si Abrahán fue justificado por sus obras, Dios, porque El nos amó primero. Pero al decir: Yo os he ama-
tiene gloria, pero no meritoria, delante de Dios. Y, por lo tanto, do como mi Padre me amó, no quiso significar la igualdad de
la gloria que tiene mérito delante de Dios es la gloria que glo- su naturaleza con la nuestra, como es la suya con la del Padre,
rifica no al hombre, sino a Dios, si el hombre adquiere su jus- sino la gracia de tener como mediador entre Dios y los hom-
tificación no por sus obras, sino por la fe, de modo que de Dios bres al hombre Cristo Jesús. Pues como mediador se manifiesta
le venga la facultad de obrar bien; porque, como ya dije antes, cuando dice: A mí el Padre, y yo a vosotros. Porque también
el sarmiento de suyo no puede producir frutos. Si, pues, Dios el Padre nos ama a nosotros, pero nos ama en El, ya que pone
Padre tiene su gloria en que llevemos muchos frutos y seamos dis- su gloria en que llevemos mucho fruto estando unidos a la vid,
cípulos de Cristo, no lo adjudiquemos a nuestra gloria, como si o sea al Hijo, y nos hagamos discípulos suyos.
esto lo hiciésemos por nosotros mismos. La gracia es suya, y a 3. Permaneced en mi amor. ¿De qué modo? Escucha lo que
El, y no a nosotros, le corresponde la gloria; y así, habiendo di- sigue: Si observareis mis preceptos, permaneceréis en mi amor.
cho en otro lugar: Luzca vuestra luz ante los hombres para que ¿Es el amor el que hace observar sus preceptos o es la obser-
vean vuestras buenas obras, a fin de que no se atribuyesen vancia de sus preceptos la que hace al amor? Pero ¿quién duda
a sí mismos esas buenas obras, añadió: Para que den gloria a que precede al amor? El que no ama no tiene motivos para ob-
vuestro Padre, que está en los cielos. Porque es gloria del Padre servar los preceptos. Luego al decir: Si guardareis mis preceptos,

TRACTATUS 82 (Mt 5,16). In hoc enim glorificatur Pater ut fructum plurimum affera-
mus, et efficiamur Christi discipuli. A quo efficimur, nisi ab illo cuius
DE EO QUOD DOMINUS DICIT, IN HOC CLARIFICATUS EST PATER MEUS, UT FRUCTUM misericordia praevenit nos? Ipsius enim figmentum sumus, creati in
PLURIMUM AFFERATIS : USQUE AO I D , E R MANEO IN E I U S DILECTIONE Christo Iesu in operibus bonis (Eph 2,10).
2. Sicut dilexit me Pater, inquit, et ego dilexi vos: manete in di-
1. Magis magisque Salvator gratiam, qua salvamur discipulis lo- lectione mea. Ecce unde sunt nobis opera bona. Nam unde nobis essent,
quendo commendans: In hoc, inquit, clarificatus est Pater meus, ut fruc- nisi quia fides per dilectionem operatur? (Gal 5,6). Unde autem dilige-
tum plurimum afferatis, et efficiamini mei discipuli. Sive glorificatus remus, nisi prius diligeremur? Apertissime hoc in Epístola sua idem iste
sive clarificatus dicatur, ex uno graeco verbo utrumque translatum est, evangelista dixit: Nos diligamus Deum, quoniam ipse prior dilexit nos
quod est Soíjáíjeiv. Aófja enim quae graece dicitur, latine gloria est. (1 lo 4,19). Quod autem ait, Sicut dilexit me Pater, et ego dilexi vos;
Quod ideo commemorandum existimavi, quia dicit Apostolus, Si Abraham non aequalitatem naturae ostendit nostrae et suae, sicut est Patris et
ex operibus iustificatus est, habet gloriam, sed non ad Deum (Rom 4,2). ipsius, sed gratiam qua mediator Dei et hominum est homo Christus
Haec est ad Deum gloria qua glorificatur non homo, sed Deus, si non lesus (1 Tim 2,5). Mediator quippe monstratur, cum dicit, me Pater, et
ex operibus, sed ex fide iustificatur, ut ex Deo illi sit quod etiam bene ego vos. Nam Patet utique diligit et nos, sed in ipso; quia in hoc
operatur: quoniam palmes, sicut iam superius dixi, non potest ferré fruc- glorificatut Patet, ut fructum afferamus in vite, hoc est in Filio, et ef-
tum a semetipso (Tr.81 n.2). Si enim in hoc clarificatus est Deus Pa- ficiamur eius discipuli.
ter ut fructum plurimum afferamus, et efficiamur Christi discipuli; non
hoc gloriae nostrae tribuamus, tanquam hoc ex nobis ipsis habeamus. 3. Manete, inquit, m dilectione mea. Quomodo manebimus? Audi
Eius est enim haec gratia, et ideo in hoc non nostra, sed eius est gloria. quid sequitur: Si praecepta mea, inquit, servaveritis, manebitis in dilec-
Unde et alibi cum dixisset, Sic luceat lumen vestrum coram homini- tione mea. Dilectio facit praecepta servari, an praecepta servata faciunt
bus, ut videant opera vestra bona; ne a semetipsis putarent esse bona dilectionem? Sed quis ambigat quod dilectio praecedit? Unde enim prae-
opera sua, mox addidit, & glorificent Patrem vestrum qui in caelis est cepta servet non habet, qui non diligit. Quod etgo ait, Si praecepta mea
servaveritis, manebitis in dilectione mea, ostendit non unde dilectio ge-
372 Sobre el Evangelio de San Juan 82, 4 373
82, 4 Sobre el Evangelio de San Juan
permaneceréis en mi amor, quiere indicar no la causa del amor, he amado a vosotros, y habiendo añadido: Permaneced en mi
sino cómo el amor se manifiesta. Como si dijese: No os imagi- amor, es decir, en el amor con que yo os he amado, de igual
néis que permanecéis en mi amor si no guardáis mis preceptos; modo, al decir aquí del Padre: Permanezco en su amor, debe
pero, si los observareis, permaneceréis en él; es decir, se cono- entenderse el amor con que el Padre le ha amado. Pero ¿diremos
cerá que permanecéis en mi amor si guardáis mis mandatos, a que este amor es una gracia con que el Padre ama al Hijo, como
fin de que nadie se engañe diciendo que le ama si no guarda es gracia el amor con que el Hijo nos ama a nosotros, siendo
sus preceptos, porque en tanto le amamos en cuanto guardamos nosotros hijos por gracia, no por naturaleza, y el Unigénito lo
sus mandamientos, y tanto menos le amamos cuanto menor dili- es por naturaleza y no por gracia? ¿Habrá que decir lo mismo
gencia ponemos en la observancia de sus mandatos. Y aunque del Hijo con respecto a nosotros? Así es en verdad. Porque, al
en estas palabras: Permaneced en mi amor, no aparece a qué decir: Como el Padre me amó, yo os he amado a vosotros, ma-
amor se refiere, si al amor con que le amamos a El o al amor nifestó la gracia de su mediación, ya que el mediador entre Dios
con que nos amamos nosotros, se deduce con claridad de la frase y los hombres es Cristo Jesús, no en cuanto Dios, sino en cuan-
anterior. Porque, habiendo dicho: Yo os he amado, inmediata- to hombre. Y en cuanto hombre se dice de El: Jesús crecía en
mente añadió: Permaneced en mi amor, esto es, en el amor con sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios y delante de los
que El nos ha amado. Y ¿qué quiere decir: "Permaneced en mi hombres. Según esto, con toda seguridad podemos decir que, aun
amor", sino permaneced en mi gracia? ¿Qué: Si observareis mis cuando la naturaleza humana no pertenece a la naturaleza divina,
mandatos, permaneceréis en mi amor, sino que por esto cono- pertenece por gracia a la persona del Hijo unigénito de Dios, y
ceréis vuestra permanencia en el amor que yo os tengo, si por una gracia tal que no la puede haber mayor ni tampoco
observareis mis mandamientos? N o guardamos antes sus precep- igual. Ningún mérito pudo preceder a aquella unión, pero de
esa unión se derivan todos. Permanece, pues, el Hijo en el amor
tos para que El nos ame, porque, si El nos ama, no podemos
con que el Padre le ama, y por él guarda sus preceptos. Porque
nosotros guardar sus mandatos. Y ésta es la gracia concedida a
¿qué es esa humanidad sino que Dios la ha tomado para sí?
los humildes y escondida a los soberbios.
El Verbo era Dios; el Unigénito, coeterno al Engendrador; pero,
4. Y ¿por qué añade a continuación: Como también yo he para poder dársenos un mediador, el Verbo, por una gracia inefa-
guardado los mandatos de mi Padre y permanezco en su amor? ble, se hizo carne y habitó en medio de nosotros.
Quiso dar a entender aquí el amor con que es amado por su
Padre. Porque, habiendo dicho: Como me amó mi Padre, yo os Manete in dilectione mea, illa procul dubio qua dilexi vos. Ergo quod
ait etiam de Patre, Maneo in eius dilectione, illa scilicet accipienda est
netetur, sed unde monstretur. Tanquam diceret, Nolite vos putare ma- qua dilexit eum Pater. Sed numquid et hic gratia intelligenda est, qua
nere in dilectione mea, si non servatis praecepta mea: si enim serva- Pater diligit Filium, sicut gratia est qua nos diligit Filius: eum simus
veritis, manebitis. Hoc est, hinc apparebit quod in dilectione mea ma- nos filii gratia, non natuta; Unigenitus autem natura, non gratia? An
nebitis, si praecepta mea servabitis. Ut nemo se fallat, dicendo quod hoc etiam in ipso Filio ad hominem referendum est? Ita sane. Nam di-
eum diligat, si eius praecepta non servat. Nam in tantum eum diligimus, cendo, Sicut dilexit me Pater, et ego dilexi vos, gratiam mediatori os-
in quantum eius praecepta servamus: in quantum autem minus serva- tendit. Mediator autem Dei et hominum, non in quantum Deus, sed in
mus, minus diligimus. Quamvis quod ait, Manete in dilectione mea, non quantum homo est Christus Iesus. Et ptofecto secundum id quod homo
apparet quam dixerit dilectionem, utrum qua eum diligimus, an qua est, de illo legitur, Et lesus proficiebat sapientia et aetate, et gratia apud
ipse diligit nos: sed ex verbo superiore dignoscitur. Dixerat quippe, Et Deum et homines (Le 2,52). Secundum hoc igitur recte possumus di-
ego dilexi vos; cui verbo continuo subiunxit, Manete in dilectione mea: cere, quod eum ad naturam Dei non pertineat humana natura, ad per-
illa ergo qua dilexit nos. Quid est ergo, Manete in dilectione mea, nisi, sonam tamen unigeniti Filii Dei per gratiam pertinet humana natura; et
manete in gratia mea? Et quid est, Si praecepta mea servaveritis, mane- tantam gratiam, ut milla sit maiot, milla prorsus aequalis. Ñeque enim
bitis in dilectione mea, nisi, ex hoc scietis quod in dilectione mea qua illam susceptionem hominis ulla merita praecesserunt, sed ab illa sus-
vos diligo, manebitis, si praecepta mea servabitis? Non ergo ut nos ceptione merita eius cuneta coeperunt. Manet ergo Filius in dilectione qua
diligat, prius eius praecepta servamus; sed nisi nos diligat, praecepta eum dilexit Pater, et ideo servavit praecepta eius. Quid est enim et ille
eius servare non possumus. Haec est gratia quae humilibus patet, super- homo, nisi quod Deus susceptor est eius (Ps 3,4). Deus enim erat Ver-
bos latet. bum, Unigenitus gignenti coaetetnus: sed ut mediator daretur nobis, per
4. Sed quid illud est quod adiungit: Sicut et ego Patris mei prae- ineffabilem gratiam Verbum caro factura est, et habitavit in nobis (lo
cepta servavi, et maneo in eius dilectione? Utique etiam hic hanc dilec- 1,1.14).
tionem Patris intelligi voluit, qua eum diligit Pater. Ita quippe dixerat,
Sicut dilexit me Pater, et ego dilexi vos; atque his verbis illa subiunxit,
374 Sobre el Evangelio de San ]uan 83, 1
83, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 375

TRATADO 83 creció su gozo cuando inició la ejecución de lo que había deter-


minado realizar, porque, en este caso, sería más dichoso después
SOBRE ESTAS PALABRAS: " O S H E DICHO ESTAS COSAS PARA QUE MI de habernos creado. No, hermanos; la felicidad de Dios no era
GOZO ESTÉ CON VOSOTROS, Y EL VUESTRO SEA COLMADO. ESTE ES MI
menor sin nosotros ni recibe aumento de nosotros. Pero ese
P R E C E P T O : QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS COMO YO OS H E AMADO"
gozo suyo de nuestra salvación, que El tuvo siempre desde que
1. Habéis oído, carísimos, al Señor decir a sus discípulos: nos previo y predestinó, comenzó a estar en nosotros cuando nos
Estas cosas os he dicho para que mi gozo esté con vosotros, y llamó; y con razón llamamos nuestro a este gozo, que nos ha de
el vuestro sea colmado. ¿Qué gozo puede tener Cristo en nos- hacer dichosos a nosotros, y este gozo nuestro crece y se va per-
otros si no es que El se digna gozarse con nosotros? ¿Cuál es feccionando hasta llegar a su perfección con la perseverancia. Se
ese nuestro gozo que ha de ser colmado, sino tener participa- incoa con la fe de los que renacen y se colma con el premio
ción con El? Por eso había dicho al bienaventurado Pedro: Si de los que resucitan. Aquí creo hallar la explicación de estas pa-
no te lavare, no tendrás parte conmigo. Su gozo en nosotros es labras: Os he dicho estas cosas para que mi gozo esté en vos-
la gracia, que nos ha dado; y esa gracia es nuestro gozo. De otros, y el vuestro sea colmado; esté en vosotros el mío, sea
esta gracia ya se gozaba El desde la eternidad, cuando nos es- colmado el vuestro. Porque el mío fue siemple pleno, aun antes
de ser vosotros llamados, en presciencia de vuestro llamamiento;
cogió antes de la formación del mundo, sin que podamos decir
pero nace en vosotros al realizar en vosotros lo que de vosotros
que su gozo no era completo, ya que Dios no tiene cosas im-
había yo previsto. Sea el vuestro colmado, porque seréis bien-
perfectas. Pero ese gozo no estaba entonces en nosotros, porque
aventurados, lo cual aún no sois, así como fuisteis creados vos-
aún no existíamos para tenerlo, ni tampoco con él nacimos cuando
otros, que antes no erais.
comenzó nuestra existencia. El, en cambio, lo tuvo siempre, por-
2. Este es mi precepto: que os améis unos a los otros como
que por su infalible presciencia se gozaba ya de nuestra futura
yo os he amado. Ya se diga precepto, ya mandato, ambos vo-
existencia. Su gozo, por lo tanto, de nosotros ya era perfecto
cablos son traducción de la misma palabra griega entole. Ya
cuando en su presciencia éramos destinados a la existencia y a
antes había pronunciado esta frase, sobre la cual debéis recordar
la predestinación. N o podía haber en su gozo sombra de temor
que diserté lo mejor que pude. Entonces dijo: Un nuevo man-
de no poder ejecutar lo que preveía como futuro, ni tampoco dato os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado,
así amaos unos a otros. La repetición de este mandato no es más
TRACTATUS 83 que una recomendación. Sólo que allí dice: Un -mandato nuevo
IV HAEC VERBA, HAEC LOCUTUS SUM VOBIS, UT GAUDIUM MEUM IN VOBIS SIT, ET
esse praescivit, gaudium eius, quo beatus est, crevit; alioquin beatior
GAUDIUM VESTRUM IMPLEATUR. HOC EST FRAECEPTUM MEUM, UT DTLIGATIS INVICEM,
SICUT DILEXI VOS
factus est, quia nos fecit. Absit hoc, fratres: Dei beatitudo quia nec
minor fuerat sine nobis, non fit maior ex nobis. Gaudium igitur eius de
1. Audistis, charissimi, Dominum dicentem discipulis suis, Haec salute nostra, quod in illo semper fuit cum praescivit et praedestinavit
nos, coepit esse in nobis quando vocavit nos; et hoc gaudium mérito
locutus sum vobis, ut gaudium meum in vobis sit, et gaudium vestrum
nostrum dicimus, quo et nos beati futuri sumus: sed hoc gaudium nos-
impleatur. Quid est gaudium Christi in nobis, nisi quod dignatur gau-
trum crescit et proficit, et ad suam perfectionem perseverando pettendit.
dere de nobis? Et quid est gaudium nostrum quod dicit implendum, nisi Ergo inchoatur in fide renascentium, implebitur in praemio resurgentium.
eius habere consortium? Propter quod beato Petro dixerat, Si non lavero Ecce unde dictum existimo, Haec locutus sum vobis, ut gaudium meum
te, non habebis partem niecum (ibid. 13,8). Gaudium ergo eius in no- in vobis sit, et gaudium vestrum impleatur: in vobis sit meum; impleatur
bis, gratia est quam praestitit nobis: ipsa est et gaudium nostrum. Sed vestrum. Semper enim erat meum plenum, et antequam vocaremini, cum
de hac ille etiam ex aeternitate gaudebat, quando nos elegit ante con- vocandi a me praesciremini; sed fit et in vobis, cum hoc efficimini quod
stitutionem mundi (Eph 1,4). Nec recte possumus dicere quod gaudium praescivi de vobis. Impleatur autem vestrum: quia beati eritis, quod
eius plenum non erat: non enim Deus imperfecte aliquando gaudebat. nondum estis; sicut creati estis qui non fuistis.
Sed illud eius gaudium in nobis non erat: quia nec nos in quibus esse 2. Hoc est, inquit, praeceptum meum, ut diligatis invicem, sicut
posset iam eramus; nec quando esse coepimus, cum illo esse coepimus. dilexi vos. Sive dicatur praeceptum, sive mandatum, ex uno verbo grae-
In ipso autem semper erat, qui nos suos futuros certissima suae praescien- co utrumque interpretatur, quod est ÉVTOAIÍ . Iamvero istam sententiam
tiae veritate gaudebat. Proinde gaudium iam perfectum de nobis habebat, et antea dixerat, de qua me vobis, ut potui, disputasse meminisse debetis
quando nos praesciendo et praedestinando gaudebat: ñeque enim ullus (Supra, tr.65). Ibi enim sic ait, Mandatum novum do vobis, ut diligatis
in illo eius gaudio metus esse poterat, ne forte non fieret quod se fac- invicem, sicut dilexi vos, ut et vos diligatis invicem (lo 13,34). Huius
turum esse praesciebat. Sed ñeque cum id faceré coepit, quod se facturum ¡taque mandati repetitio, commendatio est: nisi quod ibi, Mandatum,
376 Sobre el Evangelio de San Juan 83, 3 g4 1 Sobre el Evangelio de San Juan 377

os doy; y aquí: Este es mi mandato. Allí, como si antes no hu- perverso y un impío, ya que el que ama la maldad no ama en
biera existido tal mandato; y aquí, como si no hubiera otro man- modo alguno, sino que odia a su alma. Observemos, pues, este
dato suyo. Allí dijo nuevo, para sacarnos de lo anticuado, y aquí mandato del Señor de amarnos unos a otros, y con éste cumpli-
dice mío, para que lo tengamos en veneración. remos todos sus mandatos, porque en éste están encerrados todos
3. En cuanto a que aquí haya dicho: Este es mi mandato, los demás. Esta dilección es distinta de aquella con que se aman
como si no hubiera otro, ¿pensaremos, hermanos, que sólo es los hombres como hombres, y para hacer notar esta diferencia
suyo este mandato del amor con que debemos amarnos unos a añadió: como yo os he amado. Y ¿para qué nos ama Cristo
otros? ¿No hay otro mayor, que es el de que amemos a Dios? ¿O a nosotros, sino para que podamos reinar con El? Con este fin
es que Dios solamente nos dio el precepto del amor para que arriémonos unos a otros, para que nuestro amor sea diferente del
no nos preocupemos de los otros? Tres cosas nos recomienda el de aquellos que no se aman con este fin, porque ni siquiera
Apóstol cuando dice: Permanecen ahora estas tres virtudes: la fe, aman. Quienes se aman con el fin de poseer a Dios, se aman a
la esperanza y la caridad; pero la mayor de ellas es la caridad. Y, sí mismos; aman a Dios para amarse a sí mismos. N o todos los
aunque en la caridad se encierran aquellos dos preceptos, de ella hombres tienen este amor. Pocos son los que se aman con el fin
ha dicho que es la mayor, no la única. ¿Quién podrá enumerar de que Dios sea en todos todas las cosas.
la cantidad de recomendaciones acerca de la fe y de la esperanza?
Pero notemos lo que dice el mismo Apóstol: La plenitud de la
Ley es la caridad. ¿Qué es lo que falta donde hay caridad? Y
donde no hay caridad, ¿qué puede haber de provecho? El de- TRATADO 84
monio cree, pero no ama; nadie ama si no cree. El que no SOBRE AQUELLAS PALABRAS: "NADIE TIENE AMOR MÁS GRANDE QUE EL
ama puede esperar, aunque inútilmente, el perdón; pero el que QUE DA SU VIDA POR SUS AMIGOS"
ama no puede desesperar de alcanzarlo. Por lo tanto, donde está
la caridad, están también la fe y la esperanza; y allí donde está 1. El ápice del amor mutuo que nos debemos unos a otros,
el amor al prójimo, necesariamente está también el amor a Dios. hermanos carísimos, lo definió el Señor, diciendo: Nadie tiene
Porque quien no ama a Dios, ¿cómo ha de tener amor al pró- amor más grande que el que da su vida por sus amigos. Y como
jimo como a sí mismo? Quizá ni a sí mismo se ama. Este es un antes había dicho: Este es mi mandato, que os améis unos a
otros como yo os he amado, añadiendo ahora estas palabras que
inquit, novum do vobis; hic autem, Hoc est, inquit, mandatum meum:
ibi, tanquam non fuerit ante tale mandatum; hic, tanquam non sit aliud suam (Ps 10,6). Hoc ergo praeceptum Domini teneamus, ut nos invicem
eius mandatum. Sed ibi dictum est novum, ne in vetustate nostra perse- diligamus; et quidquid aliud praecepit, faciemus: quoniam quidquid
veremus: hic dictum est meum, ne contemnenduna putemus. est aliud hic habemus. Discetnitur quippe ista dilectio ab illa dilectione
3. Quod autem hic ita dixit, Hoc est mandatum meum, velut non qua se invicem diligunt nomines sicut nomines: nam ut discetneretur,
sit aliud, quid putamus, fratres mei? Numquidnam solum eius de ista dilec- adiunctum est, sicut dilexi vos. Utquid enim diligit nos Christus, nisi ut
tione mandatum est, qua diligimus invicem? Nonne est et aliud maius, regnare possimus cum Christo? Ad hoc ergo et nos invicem diligamus,
ut diligamus Deum? Aut vero de sola Deus nobis dilectione mandavit, ut dilectionem nostram discernamus a caeteris, qui non ad hoc se in-
ut alia non requiramus? Tria certe commendat Apostolus dicens: Ma- vicem diligunt, quia nec diligunt. Qui autem se propter habendum Deum
nent autem fides, spes, charitas, tria haec: maior autem horum chantas diligunt, ipsi se diligunt: ergo ut se diligant, Deum diligunt. Non est
(1 Cor 13,13). Et si in chántate, hoc est dilectione concluduntur dúo illa haec dilectio in ómnibus hominibus: pauci se propterea diligunt, ut sit
praecepta; maior tamen dicta est esse, non sola. De fide igitur nobis Deus omnia in ómnibus (1 Cor 15,28).
quam multa mandata sunt, quam multa de spe, quis potest cuneta colli-
gere, quis enumerando sufficere? Sed intueamur quod ait Ídem apos-
tolus, Plenitudo Legis charitas (Rom 13,10). Ubi ergo charitas est, quid TRACTATUS 84
est quod possit deesse? ubi autem non est, quid est quod possit prodes-
se? Daemon credit (Iac 2,19), nec diligit: nemo diligit qui non credit. [N JU.UD, MAIOREM HAC DILECTIONEM NEMO HABET, UT ANIMAM SUAM PONAT QUIS
Frustra quidem, sed tamen potest sperare veniam qui non diligit: nemo PRO AMICJS SUIS
autem potest desperare qui diligit. Itaque ubi dilectio est, ibi necessario
fides et spes: et ubi dilectio proximi, ibi necessario etiam dilectio Dei. 1. Plenitudinem dilectionis qua nos invicem diligere debemus, fra-
Qui enim non diligit Deum, quomodo diligit proximum tanquam seip- tres charissimi, definivit Dominus dicens: Maiorem hac dilectionem ne-
sum; quandoquidem non diligit et seipsum? Est quippe impius et ini- mo habet, ut animam suam ponat quis pro amias suis. Quia ergo supe-
quus; qui autem diligit iniquitatem, non plañe diligit, sed odit animam rius dixerat, Hoc est mandatum meum, ut diligatis invicem, sicut dilexi
vos; quibus verbis addidit quod nunc audistis, Maiorem bac dilectionem
378 Sobre el Evangelio de San ]uan 84, 1 84, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 379

habéis escuchado: Nadie tiene amor más grande que el que da gar por ellos, sino más bien para que ellos rueguen por nosotros
su vida por sus amigos, se saca la conclusión que sacó el mismo y nos animemos a seguir sus ejemplos, porque ellos llenaron la
evangelista San Juan en su epístola, diciendo que, asi como medida de la caridad, de la cual dijo el Señor que no podía ha-
Cristo dio su vida por nosotros, así nosotros debemos dar la nues- berla mayor. Proporcionaron a los hermanos cosas semejantes a
tra por los hermanos, amándonos unos a otros como nos amó El, las que ellos recibieron en la mesa del Señor.
que llegó a dar su vida por nosotros. Esto es lo que se lee en 2. Esto no quiere decir que podamos ser iguales a Nuestro
los Proverbios de Salomón: Que cuando te sientes a la mesa de Señor Jesucristo, aunque lleguemos a derramar la sangre por El
un rico para cenar, observes cuidadosamente los alimentos que en el martirio; porque El tenía en su mano dar la vida y volverla
te sirven y metas la mano en ellos, considerando que tú debes a tomar, pero nosotros no vivimos cuanto queremos, y morimos
preparar otros semejantes. Y ¿cuál es esta mesa del rico sino aun cuando no queramos. El, muriendo, dio en sí mismo muerte
aquella en que se toma el cuerpo y la sangre de Aquel que dio a la muerte, y nosotros por su muerte nos libramos de la muerte.
su vida por nosotros? Y ¿qué significa sentarse a esta mesa sino Su carne no vio la corrupción; la nuestra, después de la corrup-
acercarse a ella con humildad? Y ¿qué se entiende por observar ción, en el fin del mundo se vestirá de la incorrupción. El no
y considerar los alimentos servidos sino pensar dignamente de necesitó de nosotros para salvarnos; nosotros, sin El, nada pode-
tan alto favor? Y ¿qué otra cosa es meter la mano para darse mos hacer. El se hizo vid para que nosotros fuésemos los sar-
cuenta de la obligación de preparar otros semejantes, sino lo mientos; nosotros no podemos tener vida fuera de El. Finalmen-
que ya dije antes: que así como Cristo dio su vida por nosotros, te, aunque los hermanos mueran por los hermanos, no obstante,
así también nosotros debemos dar la nuestra por los hermanos? ninguno de los mártires derrama su sangre por la remisión de
Lo mismo viene a decir San Pedro: Cristo padeció por nosotros, los pecados de sus hermanos, como lo hizo El por nosotros; y
dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. Esto es prepa- en esto no nos dejó ejemplo que imitar, sino motivo para con-
rar otros semejantes. Esto hicieron los mártires con amor fer- gratularnos con El. En cuanto los mártires derraman su sangre
viente, con cuyo ejemplo debemos animarnos a preparar, como por los hermanos, no hicieron más que dar lo que recibieron de
ellos, cosas semejantes, si es que no celebramos su memoria de la mesa del Señor. En las otras cosas que dije, aunque no pude
un modo vano y no nos acercamos inútilmente a la mesa del Se- decirlas todas, el mártir está lejos de ser igual a Cristo. Y, aun-
ñor, en cuyo convite ellos quedaron hartos. Porque, al acercar- que alguno pudiera comparársele, no digo en el poder, sino en
nos a la mesa, no celebramos su memoria al modo que recorda- la inocencia, no diré en salvar arrancando el pecado ajeno, sino
mos a otros fieles que descansan en la paz del Señor, para ro- en no tener ningún pecado propio; aun así es mayor su deseo

nemo habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis: fit ex hoc alios qui in pace requiescunt, ut etiam pro eis oremus, sed magis ut
consequens, quod ídem iste evangelista Ioannes in Epístola sua dicit, ipsi pto nobis, ut eorum vestigiis adhaereamus; quia impleverunt ipsi
Ut quemadmodum Christus pro nobis animam suam posuit, sic et nos charitatem qua Dominus dixit non posse esse maiorem. Talia enim suis
debeamus pro fratribus animas poneré (1 lo 3,16); diligentes utique in- fratribus exhibuerunt, qualia de Domini mensa pariter acceperunt.
vicem sicut ipse dilexit nos, qui pro nobis animam suam posuit. Nimi- 2. Ñeque hoc ita dictum sit, quasi propterea Domino Christo pares
rum hoc est quod legitur in Proverbiis Salomonis: Si sederis coenare ad esse possimus, si pro illo usque ad sanguinem martyrium duxerimus. Ule
mensam potentis, considerans intellige quae apponuntur tibi; et sic mitte potestatem habuit ponendi animam suam, et iterum sumendi eam (lo
manum tuam, sciens quia talia te oportet praeparare (Prov 23,1 et 2). 10,18); nos autem nec quantum volumus vivimus, et morimur etiamsi
Nam quae mensa est potentis, nisi unde sumitur corpus et sanguis eius nolumus: ille moriens mox in se occidit mortem; nos in eius morte li-
qui animam suam posuit pro nobis? Et quid est ad eam sedere, nisi beramur a morte: illius caro non vidit corruptionem (Act 2,31); nostra
humiliter accederé? Et quid est considerare et intelligere quae apponun- post corruptionem, in fine saeculi per illum induetur incorruptionem:
tur tibi, nisi digne tantam gratiam cogitare? Et quid est sic mittere ille nobis non indiguit ut nos salvos faceret; nos sine illo nihil pos-
manum, ut scias quia talia te oportet praeparare, nisi quod iam dixi, sumus faceré: ille se nobis palmitibus praebuit vitem; nos habere praeter
quia sicut pro nobis Christus animam suam posuit, sic et nos debemus illum non possumus vitam. Postremo etsi fratres pro fratribus moriantur,
animas pro fratribus poneré? Sicut enim ait etiam apostolus Petrus, tamen in fraternorum peccatorum remissionem nullius sanguis martyris
Christus pro nobis passus est, relinquens nobis exemplum, ut sequamut funditur, quod fecit ille pro nobis: ñeque in hoc quid imitaremur, sed
vestigia eius (1 Petr 2,21). Hoc est talia praeparare. Hoc beati martyres quid gratularemur contulit nobis. Quatenus ergo martyres pro fratribus
ardenti dilectione fecerunt: quorum si non inaniter memorias celebramus, sanguinem suum fuderunt, hactenus talia exhibuerunt, qualia de mensa
atque in convivio quo et ipsi saturati sunt, ad mensam Domini accedi- dominica percepetunt. In caeteris enim quae dixi, quamvis nec omnia
mus, oportet, ut quemadmodum ipsi, et nos talia praeparemus. Ideo dicete potui, martyr Christi longe impar est Christo. Quod si quisquam
quippe ad ipsam mensam non sic eos commemoramus, quemadmodum se, non dico potentiae Christi, sed innocentiae comparabit; non dicam
380 Sobre el Evangelio de San Juan 84, 2
85, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 381
que la exigencia de la naturaleza; es mucho para él, que no es
capaz de tanto. Está muy bien el aviso que da la sentencia que el que da su vida por sus amigos. Imitémosle con piadosa sumi-
a continuación añade: Si es mayor tu apetito, no codicies sus sión, y no presumamos atrevidamente compararnos con El.
manjares, pues te es mejor que no tomes nada que tomes más
de lo qtte te conviene. Estas cosas tienen una vida engañosa, es
decir, están llenas de hipocresía; porque, diciendo que él está
TRATADO 85
sin pecado, no puede ser justo, sino que se finge justo. Por eso SOBRE ESTAS PALABRAS SUYAS: "VOSOTROS SOIS MIS AMIGOS, SI CUM-

dice que estas cosas tienen una vida falaz. Solamente uno pudo P L Í S LO QUE OS ORDENO. YA NO OS LLAMO SIERVOS, PORQUE EL SIERVO
IGNORA LO QUE HACE SU SEÑOR"
tener la carne humana y no tener pecado alguno. Con razón, pues,
en lo siguiente se nos da un saludable mandato, reconviniendo 1. Después de haber encarecido Jesús el amor, que nos ma-
con tal palabra y proverbio la humana flaqueza, diciéndole: Sien- nifestó muriendo por nosotros, con aquellas palabras: Nadie tie-
do pobre, no te levantes contra el rico. Rico es Cristo, que, sin ne caridad mayor que el que da su vida por sus amigos, dice:
estar ligado a deudas propias ni hereditarias, es justo y puede Vosotros sois mis amigos, si observáis lo que yo os mando. Mag-
justificar a otros. N o pretendas levantarte contra El tú, que eres nífica condescendencia. El siervo no es bueno si no cumple las
tan pobre, que diariamente en la oración mendigas el perdón órdenes de su señor. Jesús, en cambio, quiso que fuesen sus ami-
de tus culpas. Por tu bien, dice, abstente. ¿De qué sino de una gos quienes ejecutasen las pruebas a las que es sometida la fi-
engañosa presunción? El, que es Dios, además de ser hombre, delidad de los siervos. Pero ésta, como dije, es una condescen-
nunca es reo del pecado. Si pusieres tus ojos en El, no lo ha- dencia del Señor en dignarse llamar amigos a quienes son sus
llarás. Si pusieres tus ojos, es decir, los ojos con que ves las siervos. Para que sepáis que es obligación de los siervos ejecutar
cosas, en él, no aparecerá, porque no puede ser visto como tú las órdenes de su señor, increpa a los siervos en otra parte con
puedes ver. Tomará alas como de águila y se irá a la casa de su estas palabras: ¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo
Señor, desde donde viene a nosotros, pero no nos halla tales como que os digo? Cuando, pues, decís Señor, manifestad lo que de-
El viene. Arriémonos, pues, unos a otros como nos amó Cristo, cís, ejecutando lo que se os ordena. Después dirá al siervo obe-
que se entregó por nosotros, porque nadie tiene amor mayor que diente: Bien, siervo bueno, porque fuiste fiel en lo poco, yo te
confiaré lo mucho: entra en el gozo de tu Señor. Por lo tanto,
et alienum se putando sanare, sed suum saltem nullum habere peccatum: el que es siervo bueno puede ser siervo y amigo.
etiam sic avidior est quam ratío salutis exposcit, multum est ad illum,
non capit tantum. Et bene quod ista Proverbiorum sententiá commonetur, habet, ut animam suam ponat quis pro amias suis. Eumque sic imite-
quae continuo subiungit atque dicit, Quod si avidior es, noli concupiscere mur pia obedientia, ut ei nos comparare milla praesumamus audacia.
cibos eius; satius est enim ut nibil inde sumas, quam ut tibi plus quam
oportet assumas. Haec enim, inquit, vitam habent jallacem, hoc est hy-
pocrisim. Dicendo enim se sine peccato esse, iustum non potest exhi- TRACTATUS 85
bere, sed fingere. Ideo dictum est, Haec enim habent vitam jallacem.
Unus est solus qui et carnem hominis habere, et peccatum potuit non DE I;O QUOD D I C I T , V O S AMICI MEI E S T I S , S I FECERITIS QUAE PRAECIPIO VOBIS. IAM
habere. Mérito quod sequitur, nobis praecipitur, ac tali verbo atque NON DICO VOS S E R V O S ; QUIA SERVUS NESCIT QUID FACIAT DOMINUS EIUS

proverbio humana infirmitas convenitur, eique dicitur: Noli extendere


te, cum sis pauper, contra divitem. Dives est enim qui nec haereditario 1. Cum Dominus Iesus commendasset charitatem quam exhibuit no-
nec proprio unquam debito obnoxius, et ipse iustus est, et alios iustificat bis moriendo pro nobis, atque dixisset, Maiorem hac dilectionem nemo
Christus. Noli contra eum te extendere, in tantum pauper, ut remissionis habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis: Vos, inquit, amici
peccatorum appareas quotidianus in oratione mendicus. Tuo autem con- mei estis, si feceritis quae ego praecipio vobis. Magna dignado! cum
silio, inquit, abstine te. Unde, nisi a praesumptione fallad? Ule quippe servus bonus esse non possit, nisi praecepta domini sui fecerit; hinc
quia non tantum est homo, sed etiam Deus, ideo nunquam reus. Si amicos suos voluit intelligi, unde servi boni possunt probari. Sed, ut
enim direxeris oculum tuum ad illum, nusquam parebit. Oculum tuum, dixi, ista dignatio est, ut dominus quos novit servos suos, dignetur dicere
oculum videlicet humanum quo cernís humana, si direxeris ad illum, amicos suos. Nam ut sciatis ad servorum officium pertinere praecepta
nusquam parebit; quia videri non potest, quemadmodum videre tu potes. domini sui faceré, alio loco servos utique obiurgat dicens: Quid autem
Parabit enim sibi pennas sicut aquilae, et vadet in domum praepositi vocatis me, Domine, Domine, et non facitis quae dico? (Le 6,46). Cum
sut (Prov 23,3-5): unde ad nos utique venit, nec tales qualis venit in- ergo dicitis, inquit, Domine; iussa faciendo, quid dicatis ostendite. Non-
venit. Diligamus ergo invicem, sicut et Christus dilexit nos, et tradidit ne servo obedienti ipse dicturus est, Euge, serve bone, quia in paucis
semetipsum pro nobis (Gal 2,20). Maiorem quippe hac dilectionem nenio fuisti iidelis, supra multa te constituam; intra in gaudium Domini tui?
(Mt 25,21). Potest igitur esse servus et amicus, qui servus est bonus.
382 Sobre el Evangelio de San Juan 85. 3 85 3 Sobre el Evangelio de San Juan 383
2. P e r o prestemos atención a lo q u e sigue: Ya no os llamo hace; p o r q u e nadie nos hace saber sino el Señor, y p o r ello
siervos, porque el siervo no sabe lo que. hace su señor. ¿Cómo pertenecemos a sus amistades. Así como hay dos temores, que
hemos de entender q u e el siervo b u e n o es siervo y amigo, si forman dos suertes de temerosos, así hay dos clases de servi-
dice: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que d u m b r e s , q u e f o r m a n dos tipos de siervos. H a y u n t e m o r q u e
hace su señor? D e tal m o d o les da el n o m b r e de amigos, que les es arrojado fuera p o r la caridad, y hay otro temor casto, q u e per-
retira el n o m b r e de siervos, n o para que p e r m a n e z c a n ambos en manece p o r los siglos de los siglos. A aquel t e m o r q u e está
una m i s m a persona, sino q u e u n n o m b r e sustituya al otro q u e se fuera de la caridad aludía el Apóstol c u a n d o decía: No habéis
retira. ¿Qué significa esto? ¿Dejaremos de ser siervos cuando recibido el espíritu de servidumbre para obrar de nuevo bajo el
cumplimos los m a n d a t o s del Señor? ¿Dejaremos d e ser siervos temor. Y al t e m o r casto se refería c u a n d o decía: No te engrías,
cuando seamos siervos buenos? Mas ¿quién osará ir en contra más bien teme. En aquel temor q u e es echado fuera por la ca-
de la Verdad, q u e dice: Ya no os llamo siervos? Y señala la ra- ridad, está t a m b i é n la servidumbre, q u e con el t e m o r será ex-
zón de sus palabras, diciendo: Porque el siervo no sabe lo que cluida p o r la caridad; pues ambas cosas j u n t ó el Apóstol, di-
hace su señor. ¿Acaso el señor n o confía sus secretos al siervo ciendo: No recibisteis el espíritu de servidumbre otra vez en el
b u e n o y fiel? ¿Por qué, pues, dice q u e el siervo ignora lo que temor. Y al siervo q u e pertenece a esta servidumbre se refería
hace su señor? S u p o n g a m o s q u e sea verdad, que ignore lo que t a m b i é n el Señor cuando dijo: Ya no os llamo siervos, porque
hace, ¿dejará de saber lo q u e m a n d a ? P o r q u e , si esto ignora, el siervo ignora lo que hace su señor. Este siervo n o es cierta-
¿cómo p u e d e servirlo? ¿O c ó m o p u e d e ser siervo el q u e n o sir- m e n t e aquel q u e tiene el amor casto, al cual dice: Muy bien,
ve? N o obstante, el Señor dice: Vosotros sois mis amigos, si hi- siervo bueno, entra en el gozo de tu Señor, sino el siervo que
ciereis lo que os mando. Ya no os llamo siervos. ¡Oh prodigio! tiene aquel temor q u e ha de ser desterrado por la caridad, del
N o p u d i e n d o ser siervos sin c u m p l i r los preceptos del Señor, ¿cómo cual dice en otro lugar: El siervo no permanece para siempre
dejaremos de ser siervos c u m p l i e n d o sus mandatos? Si n o seré en la casa, pero el hijo permanece siempre. Y ya que nos dio
siervo ejecutando las órdenes, y, si n o ejecutare las órdenes, n o la facultad de hacernos hijos de Dios, seamos hijos y n o siervos,
p o d r é servir; luego sirviendo dejaré de ser siervo. a fin de que p o r u n m o d o inefable, n o m e n o s que verdadero, los
3. E n t e n d a m o s , hermanos, y c o m p r e n d a m o s . El Señor nos siervos p o d a m o s ser n o siervos, es decir, siervos con el temor
conceda entenderlo y haga q u e ejecutemos lo q u e hayamos en- casto, de los cuales es el siervo q u e entra en el gozo de su se-
tendido. Si sabemos esto, sabemos, sin duda, lo q u e el Señor ñor, y n o siervos con el temor q u e ha de ser excluido por la ca-

2. Sed quod sequitur attendamus. Iam non dico vos servas; quia facit nisi Dominus, et per hoc ad eius amicitiam pertinemus. Sicut enim
servus nescit quid jaciat dominas eius. Quomodo ergo intellecturi sumus, dúo sunt timores, qui faciunt dúo genera timentium; sic duae sunt ser-
et servum et amicum esse servum bonum, cum dicat, Iam non dico vos vitutes, quae faciunt dúo genera servorum. Est timor quem perfecta
servos, quia servus nescit quid jaciat dominus eius? Ita nomen consti- charitas foras mittit (1 lo 4,18), et est alius timor castus permanens in
tuit amici, ut auferat servi; non ut in uno utrumque maneat, sed ut al- saeculum saeculi (Ps 18,10). Illum timorem qui non est in chántate,
terum altero decedente succedat. Quid est hoc? Itane cum praecepta Do- attendebat Apostolus, cum dicebat: No» enim accepistis spiritum servi-
mini fecerimus, servi non erimus? Itane tune servi non erimus, quando tutis iterum in timore (Rom 8,15). Illum autem timorem castum at-
boni servi fuerimus? Et quis contradicere potest veritati quae ait, Iam tendebat, cum dicebat: Noli altum sapere, sed time (ibid. 11,20). In
non dico vos servos? Et cur hoc dixerit, docet: Quia servus, inquit, illo timore quem fofas charitas mittit, est etiam setvitus simul foras
nescit quid faciat dominus eius. Numquidnam servo bono et probato cum ipso timore mittenda: utrumque enim iunxit Apostolus, hoc est ser-
dominus eius non etiam secreta sua committit? Quid est ergo quod ait, vitutem et timorem, dicendo, Non enim accepistis spiritum servitutis ite-
Servus nescit quid jaciat dominus eius? Verum, esto, nescit quid jaciat; rum in timore. Ad hanc servitutem servum pertinentem intuebatur et
numquid nescit etiam quid praecipiat? Nam et si hoc nescit, quomodo Dominus dicens, Iam non dico vos servos; quia servus nescit quid jaciat
servit? Aut quomodo servus est, qui non servit? Et tamen Dominus lo- dominus eius. Non utique ille servus pertinens ad timorem castum, cui
quitur, Vos amici mei estis, si feceritis quae ego praecipio vobis. Iam dicitur, Euge, serve bone, intra in gaudium Domini tui: sed ille servus
non dico vos servos. O rem mirabilem! Cum serviré non possimus, nisi pertinens ad timorem foras a charitate mittendum, de quo alibi dicit,
praecepta Domini fecerimus, quomodo praecepta faciendo servi non eri- Servus non manet in domo in aeternum; jilius autem manet in aeter-
mus? Si servus non ero praecepta faciendo, et nisi praecepta fecero, num (lo 8,35). Quoniam itaque dedit nobis potestatem filios Dei fieri
serviré non potero; ergo serviendo servus non ero. (ibid. 1,12), non servi, sed filii simus: ut miro quodam et ineffabili,
3. Intelligamus, fratres, intelligamus, et hoc in nobis Dominus fa- sed tamen vero modo, servi non servi esse possimus; servi scilicet ti-
ciat ut intelligamus, faciat etiam ut intellecta faciamus. Hoc autem si móte casto, ad quem pertinet servus intrans in gaudium domini sui;
scimus, profecto scimus quod facit Dominus, quia nos ipsos tales non non servi autem timore foras mittendo, ad quem pertinet servus non
384 Sobre el Evangelio de San Juan 85, 3 86, 1 Sobre el Evangelio de San ]nan 385
ridad, a cuyo n ú m e r o pertenece el siervo que n o p e r m a n e c e en
TRATADO 86
la casa p o r siempre. Y p a r a q u e seamos tales siervos n o siervos,
sepamos q u e esto lo hace el Señor. Esto lo ignora el siervo, q u e SOBRE LAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : "A VOSOTROS OS H E LLAMADO AMI-
n o sabe lo q u e hace su Señor; y, cuando hace algo b u e n o , se en- GOS", HASTA ESTAS OTRAS: "PARA QUE CUANTO PIDIEREIS AL PADRE
gríe c o m o si fuera hechura suya y n o del Señor, y se gloría en EN MI NOMBRE OS LO DÉ"
sí m i s m o y n o en el Señor, engañándose cuando de este m o d o
1. Con razón se p r e g u n t a q u é sentido tienen estas palabras
se gloría, como si n o lo hubiese recibido. Y nosotros, h e r m a n o s
del Señor: A vosotros os he llamado amigos, porque todo cuanto
carísimos, para p o d e r ser amigos del Señor, sepamos lo q u e El
oí a mi padre os lo he hecho conocer a vosotros. ¿Quién osará
hace. N o solamente nos hace hombres, sino t a m b i é n hace q u e
afirmar o creer q u e haya u n h o m b r e q u e sepa t o d o c u a n t o oyó
seamos justos: n o nos hacemos nosotros mismos. Y, q u e sepa-
al Padre el H i j o unigénito, c u a n d o n o hay nadie q u e sea capaz
mos esto, ¿quién sino El m i s m o lo hace? P o r q u e no habéis re-
ni siquiera de e n t e n d e r c ó m o oye palabra alguna al Padre, siendo
cibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede
El el V e r b o ú n i c o del Padre? Y ¿qué diremos d e lo q u e poco
de Dios, para que conozcamos los dones que Dios nos ha dado.
después en este m i s m o sermón, dirigido a los discípulos después
Por El es dado t o d o lo b u e n o ; y c o m o esto es b u e n o , ciertamen-
de la cena y antes de la pasión, dijo el Señor: Tengo muchas
te es dado p o r El, p a r a q u e se sepa de q u i é n procede todo bien,
cosas que deciros, pero ahora no podéis con ellas. ¿Cómo, pues,
a fin de q u e absolutamente en todos los bienes el q u e quiera
gloriarse se gloríe en el Señor. Las palabras siguientes: A vos- ha de entenderse q u e hizo conocer a los discípulos todo c u a n t o
otros os llamé amigos, porque os he hecho conocer todo cuanto oyó al Padre, c u a n d o dice que calla m u c h a s cosas p o r q u e ellos
oí a mi Padre, son tan profundas, q u e n o p u e d e n ser abarcadas ahora n o p u e d e n entenderlas? Es q u e da c o m o h e c h o lo que ha
en esta plática, sino aplazadas para otra. de hacer, p o r q u e El ha hecho todo lo q u e ha de ser. Y de esta
manera dice el profeta: Traspasaron mis manos y mis pies. N o
manens in domo in aeternum. Ut autem tales serví non servi siirras, dice: H a n de traspasar; h a b l a n d o de cosas futuras c o m o de cosas
Dominum faceré sciamus. Hoc autem servus ílle nescit, qui nescit quid pasadas; y así t a m b i é n en este lugar dice el Señor que les hizo
faciat Dominus eius; et cum aliquid boni facit, sic extollitur quasi hoc saber todo cuanto sabía que les había de manifestar con aquella
ipse faciat, non Dominus eius; et in se, non in Domino gloriatur, cum
se ipse deceperit, quia sic gloriatur, quasi non acceperit (1 Cor 4,7). plenitud de ciencia de la que dice el A p ó s t o l : Cuando venga
Nos autem, charissimi, ut amici Domini esse possimus, quid noster Do-
minus faciat sciamus. Non solum enim homines, verum etiam iustos
ipse facit nos, et non ipsi nos. Et ut hoc sciamus, quis nisi ipse facit? TRACTATUS 86
Non enim spiritum huius mundi accepimus, sed Spiritum qui ex Deo
DE EO QUOD D O M I N U S AIT, VOS AUTEM DIXI AMICOS; USQUI: AD I D , UT QUODCUMQUF.
est, ut sciamus quae a Deo donata sunt nobis (1 Cor 2,12). Ab ipso PETIERITIS PATREM IN NOMINE MEO, DET VOBIS
quidquid boni est, donatur. Ergo quia et hoc bonum est, ab ipso utique
donatur ut sciatur a quo bonum omne donetur; ut omnino de ómnibus 1. Mérito quaeritur quomodo accipiendum sit quod ait Dominus,
bonis, qui gloriatur in Domino glorietur (ibid., 1,31). Quod vero se- Vos autem dixi amicos; quia omnia quaecumque audivi a Patre meo,
quitur, vos autem dixi amicos; quia omnia quaecumque audivi a Patre nota feci vobis. Quis enim audeat affirmare vel credere ullum hominum
meo, nota feci vobis, ita est profundum, ut nullo modo sit isto sermone scire omnia quaecumque a Patre audivit unigenitus Filius; quando ne
coarctandum, sed in alium differendum. hoc quidem quisquam capit, quomodo a Patre audiat ullum verbum, cum
ipse sit Patris unicum Vetbum? Quid, quod aliquanto post, in hoc ipso
tamen sermone, quem post coenam ante passionem ad discípulos habuit,
Multa, inquit, babeo vobis dicere; sed non potestis illa pnrtare modo?
(lo 16,12). Quo igitur pacto ¡ntellecturi sumus omnia eum nota fecisse
discipulis, quaecumque audivit a Patre, cum propterea quaedam multa
non dicat, quia scit eos modo portare non posse? Sed nimirum quod
facturus est, fecisse se dicit, qui ea quae futura sunt fecit (Is 45,11).
Sicut enim dicit per prophetam, Voderunt manus meas et pedes meos
(Ps 21,18); nec ait, fossuri sunt; velut praeterita dicens, et ea tamen
futura praedicens: ita et hoc loco ait omnia se nota fecisse discipulis,
quae se novit nota esse factutum in illa plenitudine scientiae, de qua
dicit Apostolus, Cum autem venerit quod perfectum est, quod ex parte
est evacuabitur. Ibi quippe dicit: Nunc scio ex parte, tune a-utem cognos-
s.Ag. 14 13
386 Sobre el Evangelio de San Juan 86, 1 86, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 387
aquello que es perfecto, será evacuado lo que es en parte. D i c e 2. No me habéis elegido vosotros a mi, sino que yo os he
allí: Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como yo soy elegido a vosotros. Esta es aquella gracia inefable. ¿Qué éramos
conocido; porque ahora lo veo como en un espejo y en figuras, c u a n d o a ú n n o habíamos escogido a Criso y p o r eso n o le amá-
mas entonces lo veré cara a cara. Y el m i s m o Apóstol dice q u e bamos? P o r q u e ¿cómo le ha de amar q u i e n n o le ha elegido?
hemos sido hechos salvos por el b a ñ o de la regeneración; di- ¿Practicábamos ya lo q u e se dice en el Salmo: He preferido vi-
ciendo en otro lugar q u e h e m o s sido hechos salvos en esperanza vir despreciado en la casa de Dios a morar en las tiendas de los
y q u e la esperanza de cosas que se ven no es esperanza, porque pecadores? N a d a de eso. ¿Qué éramos, p u e s , sino inicuos y p e -
¿quién espera ver lo que ya ve? Y si esperamos lo que no ve- cadores? A ú n n o habíamos creído en El para elegirnos; p o r q u e ,
mos, esperamos pacientemente. Por esto dice el apóstol San Pe- si hubiese elegido a quienes ya creían en El, h u b i e r a elegido a
d r o : Ahora creéis en El sin verlo; cuando le veáis, tendréis una los ya elegidos. Y ¿por q u é había de decir: No me habéis elegido
alegría inefable y gloriosa, recibiendo como premio de vuestra vosotros a mi, si El con su misericordia n o se hubiese adelantado
fe la salvación de vuestras almas. Si, pues, ahora es el t i e m p o a nosotros? Está, pues, de m á s la vana a r g u m e n t a c i ó n de aque-
de la fe, y el p r e m i o de la fe es la salvación de nuestras almas, llos q u e defienden la presciencia de D i o s en contra de la gra-
¿quién duda d e q u e d e b e m o s pasar la vida en la fe q u e obra cia, diciendo q u e nosotros fuimos elegidos antes de la forma-
p o r la caridad, p a r a recibir al fin de los tiempos, c o m o p r e m i o ción del m u n d o , p o r q u e D i o s en su presciencia conoció q u e ha-
n o sólo el rescate de nuestros cuerpos, del q u e habla San Pablo, bíamos de ser buenos, n o q u e El había de hacernos buenos. N o
sino t a m b i é n la salvación de nuestras almas, q u e menciona San dice esto el q u e dice: No me habéis elegido vosotros a mi.
Pedro? La felicidad de u n o y otra d u r a n t e esta vida mortal, m á s Porque, si a nosotros nos hubiese elegido por haber previsto q u e
q u e en realidad, está en la esperanza. P e r o hay entre ellos habíamos de ser buenos, h u b i e r a a la vez t a m b i é n previsto q u e
u n a diferencia, y es que, en c u a n t o el cuerpo va deshaciéndose, p r i m e r o le h a b í a m o s de elegir nosotros a El. D e otro m o d o n o
el h o m b r e interior, o sea el alma, se renueva cada día. Y a la p u d i é r a m o s ser buenos, a n o ser que se llame b u e n o a q u i e n n o
m a n e r a q u e esperamos la futura inmortalidad de la carne y la elige el bien. ¿Diremos q u e eligió a los q u e n o eran buenos?
salvación de las almas, a u n q u e digamos q u e ya hemos sido he- Pues n o fueron elegidos por ser buenos quienes n o serían b u e -
chos salvos p o r la p r e n d a recibida, de la m i s m a m a n e r a d e b e m o s nos si n o hubiesen sido elegidos. D e otro m o d o , la gracia ya no
esperar el futuro c o n o c i m i e n t o de c u a n t o el U n i g é n i t o oyó al es gracia si decimos q u e a ella precedieron los méritos. Cierta-
Padre, a u n q u e Cristo haya dicho q u e ya nos lo ha comunicado. m e n t e esta elección es efecto de la gracia, de la cual dice el A p ó s -
tol: De esta suerte, algunos, reservados por la elección de la gra-
cam sicut et cognitus sum; et nunc per speculum in aenigmate, tune au-
tem jacte ad faciem (1 Cor 13,10.12). Nam et ipse Apostolus salvos nos 2. Non vos me elegistis, inquit, sed ego vos elegí. Haec est illa
dicit esse factos per lavacrum regenerationis (Tit 3,5): qui tamen alio ineffabilis gratia. Quid enim eramus quando Christum nondum elegera-
loco, Spe, inquit, salvi facti sumus. Spes autem quae videtur, non est mus, et ideo non diligebamus? Nam qui eum non elegit, quomodo di-
spes: quod enim videt quis, quid sperat? Si autem quod non videmus ligit? Numquid iam in nobis erat quod in Psalmo canitur: Elegí abiec-
speramus, per patientiam exspectamus (Rom 8,24 et 25). Unde etiam tus esse in domo Domini, magis quam habitare in tabernaculis peccato-
eius coapostolus Petrus: In quem modo, inquit, non videntes creditis; rum? (Ps 83,11). Non utique. Quid ergo eramus, nisi iniqui et per-
quem cum videritis, exsultabitis gaudio inenarrabili et honorato, perci- diti? Ñeque enim iam credideramus in eum, ut eligeret nos: nam si
pientes mercedem fidei, salutem animarum vestrarum (1 Petr 1,8 et 9). iam credentes elegit, electos elegit. Cur ergo diceret, Non vos me ele-
Si ergo nunc tempus est fidei, salus autem animarum merces est fidei; gistis, nisi quia misericordia eius praevenit nos? (Ps 58,11). Hic certe
quis dubitet in fide, quae per dilectionem operatur (Gal 5,6), peragen- vacat vana illorum ratiocinatio, qui praescientiam Dei defendunt contra
dum diem, atque in fine diei recipiendam esse mercedem, non solum gratiam Dei, et ideo dicunt nos electos ante mundi constitutionem (Eph
redemptionem corporis nostri, de qua dicit apostolus Paulus (Rom 8,23); 1,4), quia praescivit nos Deus futuros bonos, non seipsum nos facturum
verum etiam salutem animarum nostrarum, de qua dicit apostolus Pe- bonos. Non hoc dicit, qui dicit, Non vos me elegistis. Quoniam si prop-
trus? Utriusque enim rei felicitas isto tempore atque in hac mortalitate terea nos elegisset, quia bonos futuros esse nos praesciverat; simul etiam
¡n spe potius habetur, quam in re tenetur. Verum hoc interest, quod ex- praescisset quod eum nos fuissemus prius electuri. Non enim aliter esse
terior noster homo, id est corpus, adhuc corrumpitur; interior autem, id possemus boni: nisi forte dicendus est bonus qui non elegit bonum.
est anima, iam renovatur de die in diem (2 Cor 4,16). Itaque sicut im- Quid ergo elegit in non bonis? Non enim electi sunt quia boni fuerunt,
mortalitatem carnis et salutem animarum futuram exspectamus, quamvis qui boni non essent nisi electi essent. Alioquin gratia iam non est gratia,
iam pignore accepto salvi facti esse dicamur; ita omnium notitiam quae- si praecessisse contendimus merita. Haec quippe electio gratiae est, de
cumque Unigénitos audivit a Patre, futuram sperare debemus, quamvis qua dicit Apostolus: Sic ergo et in hoc tempore reliquiae per electionem
hoc iam se fecisse dixerit Christus. gratiae salvae factae sunt. Unde subiungit: Si autem gratia, iam non ex
388 Sobre el Evangelio de San Juan 86, 3 87, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 389

cia, se han salvado. Y añade: Si por la gracia, luego no por las pidiéremos en n o m b r e del H i j o u n i g é n i t o nos lo concederá el
obras, porque entonces la gracia ya no es gracia. Óyelo, ingrato; Padre. Y n o pensemos que p e d i m o s en n o m b r e del Salvador,
ingrato, escucha: No me habéis elegido vosotros, sino yo a vos- aquello cuya recepción n o conviene a nuestra salvación. Sólo se
otros. N o tienes p o r q u é decir q u e has sido elegido p o r q u e ya p i d e en n o m b r e del Salvador lo que conduce a la salvación.
creías. P o r q u e , si creías en El, ya le habías elegido a El. P e r o
escucha: No me elegisteis vosotros a mi. N o tienes motivos para
decir q u e fuiste elegido p o r haber obrado el bien; p o r q u e ¿qué TRATADO 87
obra buena p u e d e haber sin la fe, diciendo el Apóstol: Todo lo
DESDE AQUELLAS PALABRAS DE JESÚS: "ESTAS COSAS OS MANDO: QUE
que no procede de la je es pecado? Pues ¿qué hemos de decir OS AMÉIS MUTUAMENTE", HASTA ÉSTAS: " Y O OS H E ELEGIDO DEL
oyendo estas palabras: No me habéis elegido vosotros a mí, sino MUNDO; POR ESO EL MUNDO OS ODIA"
q u e éramos malos, y h e m o s sido elegidos para q u e p o r la gracia
de q u i e n nos ha elegido seamos buenos? Si antes preceden los 1. E n la lectura del Evangelio q u e precede a ésta, había di-
méritos, n o existe la gracia. A h o r a bien, la gracia existe. Luego cho el Señor: No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo
la gracia n o p r e s u p o n e , sino q u e es origen de los méritos. os he elegido a vosotros y os he puesto para que vayáis y hagáis
3. Observad, carísimos, q u e n o elige a los buenos, sino que fruto, y vuestro fruto permanezca, a fin de que el Padre os con-
hace buenos a quienes ha elegido. Yo, dice, os he elegido y os ceda cuanto le pidiereis en mi nombre. Recordáis q u e acerca de
he puesto para que vayáis y traigáis fruto y vuestro fruto sea estas palabras ya hemos disertado según las luces recibidas de
permanente. ¿ N o es éste el fruto del cual había dicho: Sin mí Dios. Dice ahora en la lectura siguiente, y q u e acabáis de oír:
nada podéis hacer? N o s ha elegido, pues, para que vayamos y Esto es lo que os ?nando: que os améis unos a otros. D e lo cual
traigamos fruto; y, por lo tanto, n i n g ú n fruto teníamos, para ser debemos colegir q u e éste es el fruto nuestro, del cual dice: Yo
p o r El elegidos. Para que vayáis, dice, y traigáis fruto. V a m o s os he elegido para que vayáis y hagáis fruto, y vuestro fruto
para traer, y El es el c a m i n o p o r d o n d e vamos y en el cual nos permanezca; y t a m b i é n lo siguiente: A fin de que el Padre os
colocó para que vayamos. E n todas las cosas nos previene con conceda cuanto le pidiereis en mi nombre; lo cual ciertamente
su misericordia. Y vuestro fruto permanezca, para que el Padre nos lo ha de dar si nos a m a m o s m u t u a m e n t e . P o r q u e El m i s m o
os conceda cuanto pidiereis en mi nombre. Permanezca la cari- nos ha dado este amor m u t u o , al elegirnos sin tener fruto algu-
dad, que éste es el fruto nuestro. Este amor está ahora en el de- no, por n o ser nosotros los que le elegimos a El; y nos ha colo-
seo, p e r o n o está en su plenitud. Pero, p o r este deseo, cuanto cado en condiciones de ir y hacer fruto, es decir, de amarnos

operibus; alioquin gratín iam non est gratia (Rom 11,5.6). Audi, ingrate, tierimus in nomine unigeniti Filii, dat nobis Pater. Quod autem accipere
audi: Non vos me elegistis, sed ego elegi vos. Non est ut dicas, Ideo salvandis non expedit nobis, non existimemus nos petere in nomine
electus sum, quia iam credebam. Si enim credebas in eum, iam elegeras Salvatoris: sed hoc petimus in nomine Salvatoris, quod pertinet ad ra-
eum. Sed audi: Non vos me elegistis. Non est ut dicas, Antequam cre- tionem salutis.
derem, iam bona operabar, ideo electus sum. Quid enim est boni operis
ante fidem, eum dicat Apostolus, Omne quod non est ex fide, peccatum TRACTATUS 87
est? (ibid. 14,23). Quid ergo dicturi sumus audiendo, Non vos me ele- DE I:O QUOD DICIT IKSUS, HAEC MANDO VOBIS, UT DILIGAIIS INVICKM: USQUI: AD
gistis; nisi quia mali eramus et electi sumus, ut boni per gratiam nos ID. SED roo ELIÍGI VOS B E M ; ; N D O ; PROPTERF.A ODIT VOS MUNOUS
eligentis essemus? Non est enim gratia, si praecesserant merita: est autem
gratia; haec igitur non invenit, sed effecit merita. 1. In lectione evangélica quae hanc antecedit, dixerat Dominus:
3. Et videte, charissimi, quemadmodum non eligat bonos, sed quos Non vos me elegistis; sed ego elegi vos, et posui vos, ut eatis et fructum
elegit, faciat bonos. Ego, inquit, elegi vos, et posui vos ut eatis, et fruc- afferatis, et fructus vester maneat: ut quodeumque petieritis Patrem in
tum afferatis, et fructus vester maneat. Nonne iste est fructus de quo nomine meo, det vobis. De quibus vetbis iam nos quod Dominus dedit,
iam dixerat, Sine me nihil potestis faceré? (lo 15,5). Elegit ergo, et disseruisse meministís. Hic autem dicit, sequenti scilicet lectione, quam
posuit ut eamus, et fructum afferamus: nullum itaque fructum unde nos modo eum recitaretur, audistis: Haec mando vobis, ut diligatis invicem.
eligeret habebamus. Ut eatis, inquit, et fructum afferatis. Imus ut affera- he per hoc intelligere debemus hunc esse fructum nostrum de quo ait,
mus, et ipse est via qua imus, in qua nos posuit ut eamus. Proinde in Ego vos elegi ut eatis, et fructum afferatis, et fructus vester maneat. Et
ómnibus misericordia eius praevenit nos. Et fructus, inquit, vester ma- quod adiunxit, Ut quodeumque petieritis Patrem in nomine meo, det
neat: ut quodeumque petieritis Patrem in nomine meo, det vobis. Ma- vobis: tune utique dabit nobis, si diligamus invicem; eum et hoc ip-
neat ergo dilectio; ipse est enim fructus noster. Quae dilectio nunc est sum ipse dederit nobis, qui nos elegit non habentes fructum, quia non
in desiderio, nondum in saturitate: et ipso desiderio quodeumque pe- eum nos elegeramus; et posuit nos ut fructum afferamus, hoc est, invi-
390 Sobre el Evangelio de San Juan 87, 1 87, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 391
m u t u a m e n t e , lo cual n o p o d e m o s hacer sin El, así como el sar- buen M a e s t r o recomienda la caridad, c o m o si sólo ella mereciese
m i e n t o n o p u e d e producir fruto separado de la vid. La caridad, ser recomendada, y sin la cual n o p u e d e n ser útiles los otros bie-
pues, es nuestro fruto, que, según el Apóstol, sale del corazón nes ni p u e d e estar separada de los otros bienes q u e hacen b u e n o
puro, de la recta conciencia y de una je sin fingimientos. Con al h o m b r e .
este amor nos a m a m o s unos a otros y a m a m o s a Dios, p o r q u e 2. E n virtud de esta caridad d e b e m o s soportar con pacien-
nuestro amor m u t u o n o sería verdadero sin el amor de Dios. Se cia los odios del m u n d o , p o r q u e necesariamente ha de odiar a
ama al p r ó j i m o c o m o a sí m i s m o si se a m a a Dios, p o r q u e el quienes sabe q u e n o a m a n lo q u e él ama. P e r o es de m u c h o
q u e n o a m a a Dios, t a m p o c o se ama a sí m i s m o . D e estos dos valor el consuelo que el Señor nos da con su ejemplo, p o r q u e ,
preceptos de la caridad están pendientes toda la Ley y los P r o - después de haber dicho: Esto es lo que os mando: que os améis
fetas: éste es nuestro fruto. Acerca de este fruto nos dice: Esto unos a otros, a ñ a d i ó : Si el mundo os odia, sabed que antes que
es lo que os mando: que os améis unos a otros. Consiguiente- a vosotros me odió a mí. ¿Por q u é el m i e m b r o quiere ser más
m e n t e , q u e r i e n d o el Apóstol recomendar los frutos del espíritu que la cabeza? Renuncias a ser m i e m b r o del cuerpo si n o quie-
en contra de las obras de la carne, p o n e c o m o base la caridad: res sufrir el odio del m u n d o j u n t a m e n t e con la cabeza. Si fueseis
Los frutos del espíritu son la caridad, y luego, c o m o emanados del mundo, el mundo amaría lo que es suyo. Esto lo dice a la
de esta fuente y en íntima conexión con ella, e n u m e r a los otros, Iglesia universal, a la cual con frecuencia le da el n o m b r e de
q u e son: el gozo, la paz, la firmeza de alma, la benignidad, la m u n d o , c o m o en aquel pasaje: Dios moraba en Cristo para re-
bondad, la fe, la mansedumbre y la castidad. Y, en verdad, conciliar consigo al mundo; y en aquel o t r o : No ha venido el
¿quién p u e d e tener gozo si n o ama el bien del cual se goza? Hijo del hombre a juzgar al mundo, sino a que por El el mundo
¿Quién p u e d e tener verdadera paz si n o la tiene con aquel a se salve. Y el apóstol San J u a n dice en su epístola: Tenemos por
q u i e n a m a de verdad? ¿Quién p u e d e tener firmeza de á n i m o abogado ante el Padre a Cristo, justo, el cual es propiciación por
para permanecer en el bien si n o es por el amor? ¿Quién es nuestros -becados, y no sólo de los nuestros, sino también de los
b e n i g n o si n o ama al que socorre? ¿Quién se hace b u e n o si n o de todo el mundo. Luego la Iglesia es todo el m u n d o , y todo
es p o r el a m o r ? ¿ D e q u é p r o v e c h o p u e d e ser la fe q u e n o obra el m u n d o odia a la Iglesia. El m u n d o odia al m u n d o , el e n e m i g o
por la caridad? ¿Qué utilidad p u e d e haber en la m a n s e d u m b r e al reconciliado, el c o n d e n a d o al salvado, el m a n c h a d o al q u e está
si n o es gobernada p o r el amor? ¿Quién huye de lo que p u e d e sin mancha.
mancharle si n o ama lo q u e le hace casto? C o n razón, pues, el
3. P e r o este m u n d o , que Dios reconcilió consigo por Cristo,
cem diligamus: quem fructum sine illo habere non possumus, sicut pal-
mites faceré sine vite nihil possunt. Charitas ergo est fructus noster, sic saepe commendat, tanquam sola praecipienda sit, sine qua non pos-
quam definit Apostolus, de corde puro et conscientia bona, et fide non sunt prodesse caetera bona, et quae non potest haberi sine caeteris bo-
ficta (1 Tim 1,5). Hac diligimus invicem, hac diligimus Deum. Ñeque nis, quibus homo efficitur bonus.
enim vera dilectione diligeremus invicem, nisi diligentes Deum. Diligit 2. Pro hac autem dilectione patienter debemus etiam mundi odia
enim unusquisque proximum tanquam seipsum, si diligit Deum: nam sustinere. Necesse est enim ut nos oderit, quos cernit nolle quod diligit.
si non diligit Deum, non diligit seipsum. In his enim duobus praeceptis Sed plurimum nos de seipso Dominus consolatur, qui cum dixisset, Haec
charitatis tota Lex pendet et Prophetae (Mt 22,40): hic est fructus noster. mando vobis, ut diligatis invicem: adiecit, atque ait, Si mundus vos odit,
De fructu ¡taque nobis mandans, Haec mando, inquit, vobis, ut diligatis scitote quoniam me priorem vobis odio habuit. Cur ergo se membrum
invicem. Unde et apostolus Paulus, cum contra opera carnis commendare supra verticem extollit? Recusas esse in corpore, si non vis odium mundi
fructum spiritus vellet, a capite hoc posuit, Fructus, inquit, spiritus cha- sustinere cum capite. Si de mundo, inquit, essetis, mundus quod suum
ritas est: ac deinde caetera tanquam ex isto capite exorta et religata erat diligeret. Universae utique hoc dicit Ecclesiae, quam plerumque
contexuit, quae sunt, gaudium, pax, longanimitas, benignitas, bonitas, fi- etiam ipsam mundi nomine appellat: sicut est illud, Deus erat in Christo,
des, mansuetudo, continentia (Gal 5,22). Quis autem bene gaudet, qui mundum reconcilians sibi (2 Cor 5,19). Itemque illud: Non venit Filius
bonum non diligit unde gaudet? Quis pacem veram, nisi cum illo pot- hominis ut iudicet mundum, sed ut salvetur mundus per ipsum (lo 3,16).
est habere quem veraciter diligit? Quis est longanimis in bono perseve- Et in Epístola sua Ioannes ait: Advocatum habemus ad Patrem, lesum
ranter manendo, nisi ferveat diligendo? Quis est benignus, nisi diligat Christum iustum, et ipse propitiator est peccatorum nostrorum; non tan-
cui opitulatur? Quis bonus, nisi diligendo efficiatur? Quis salubriter fi- tum nostrorum, sed etiam totius mundi (1 lo 2,1 et 2). Totus ergo mun-
delis, nisi ea fide quae per dilectionem operatur? Quis utiliter man- dus Ecclesia est, et totus mundus odit Ecclesiam. Mundus igitur odit
suetus, cui non dilectio moderetur? Quis ab eo continet unde turpatur, mundum, inimicus reconciliatum, damnatus salvatum, inquinatus mun-
nisi diligat unde honestatur? Mérito itaque magister bonus dilectionem datum.
3. Sed ¡ste mundus quem Deus in Christo reconcüiat sibi, et qui
392 Sobre el Evangelio de San Juan 87, 4
88, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 393
por Cristo fue salvado, y p o r Cristo le p e r d o n ó todo pecado, fue
q u e en él hizo su propia voluntad. Por lo cual se nos m a n d a
elegido del m u n d o e n e m i g o , condenado y contaminado. D e la
y se nos p r o h i b e amarlo. Se nos p r o h i b e c u a n d o dice: No améis
m i s m a masa q u e pereció totalmente en A d á n , son fabricados los
al mundo; y se nos m a n d a en aquellas palabras: Amad a vues-
vasos de misericordia, en los cuales se halla el m u n d o destinado
tros enemigos. Estos son el m u n d o , que nos odia. Se nos p r o h i b e ,
a la reconciliación. Este m u n d o es odiado por el m u n d o , que d e
pues, amar en él lo q u e él ama en sí m i s m o ; y se nos m a n d a
la m i s m a masa está destinado a los vasos de ira q u e son fabri-
cados para la perdición. Finalmente, h a b i e n d o dicho: Si vosotros amar en él lo q u e él en sí m i s m o odia, esto es, la hechura de
fueseis del mundo, el mundo amaría lo que le pertenece, añadió D i o s y los múltiples consuelos de su bondad. Se nos p r o h i b e
en seguida: Pero, porque no sois del mundo, el mundo os odia. amar sus vicios y se nos m a n d a amar su naturaleza, ya q u e él
Luego ellos eran del m u n d o , del cual, para que n o le p e r t e n e - ama sus vicios y odia su naturaleza, a fin de q u e nosotros lo
ciesen, fueron elegidos, n o p o r los méritos de sus obras buenas, a m e m o s y odiemos con rectitud, ya que él se a m a y se odia con
q u e n o tenían; n o p o r su naturaleza, q u e p o r el libre albedrío perversidad.
había q u e d a d o viciada en la m i s m a raíz, sino p o r una gracia
e n t e r a m e n t e gratuita, es decir, p o r una verdadera gracia. Pues TRATADO 88
q u i e n del m u n d o eligió al m u n d o , n o halló, sino que hizo lo
DESDE ESTAS PALABRAS DE J E S Ú S : "ACORDAOS DE MIS PALABRAS"
que había de elegir, p o r q u e hizo salvos a los que separó por la HASTA: "TODAS ESTAS COSAS OS HARÁN POR MI NOMBRE, PORQUE NO
elección de la gracia. Y si fue por la gracia, no lo fue por las HAN CONOCIDO A AQUEL QUE ME ENVIÓ"
obras, porque entonces la gracia ya no es gracia.
1. Al exhortar el Señor a sus siervos a sufrir p a c i e n t e m e n t e
4. Si queréis saber c ó m o se ama a sí m i s m o el m u n d o de
perdición, que odia al m u n d o de redención, os diré q u e se ama los odios del m u n d o , n o les p o d í a p r o p o n e r e j e m p l o ni mayor
con u n amor falso, n o verdadero. Y así se ama con amor falso, ni mejor q u e el suyo, p o r q u e , c o m o dice el apóstol San P e d r o ,
y en realidad se odia; p o r q u e q u i e n ama la maldad, tiene odio Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que siga-
a su p r o p i a alma. P e r o se dice q u e se ama p o r q u e ama la ini- mos sus huellas. Y si las seguimos, sin duda es con la ayuda de
quidad, q u e le hace inicuo; y se dice que a la vez se odia, p o r q u e A q u e l q u e dijo: Sin mí nada podéis hacer; y c o m o antes había
ama lo que le es perjudicial. En sí m i s m o odia a la naturaleza dicho: Si el mundo os odia, sabed que antes me odió a mí, al
y ama el vicio; odia lo que D i o s hizo p o r su bondad, y ama lo añadir ahora lo q u e habéis oído en la lectura del evangelio:

per Christum salvatur, et cui per Christum peccatum omne donatur, de telligimus, et iubemur: prohibemur scilicet, ubi nobis dicitur, Nolite di-
mundo electus est immico, damnato, contaminato. Ex ea quippe massa ligere mundum (1 lo 2,15); iubemur autem, ubi nobis dicitur, Diligite
quae tota in Adam periit, fiunt vasa misericordiae, in quibus est mundus inimicos vestros (Le 6,27). Ipsi sunt mundus qui nos odit. Ergo et pro-
pertinens ad reconciliationem: quem mundus odit, ex eadem massa per- hibemur diligere in illo quod ipse diligit in seipso; et iubemur diligere
tinens ad vasa irae, quae perfecta sunt ad perditionem (Rom 9,21-23). in illo quod ipse odit in seipso, Dei scilicet opificium, et diversas bo-
Denique cum dixisset, Si de mundo essetis, mundus quod suum erat di- nitatis suae consolationes. Vitium quippe in illo diligere prohibemur,
ligeret; continuo subiecit, Quia vero de mundo non estis, sed ego elegí iubemurque diligere naturam, cum ipse in se diligat vitium, oderitque
vos de mundo, propterea odit vos mundus. Ergo et ipsi inde erant, unde naturam: ut nos eum et diligamus et oderimus recte, cum se ipse dili-
ut non essent, electi sunt inde, non meritis suis, quorum nulla bona gat oderitque perverse.
praecesserant opera; non natura, quae tota fuerat per libetum arbitrium
in ipsa radice vitiata: sed gratuita, hoc est vera gratia. Qui enim de TRACTATUS 88
mundo mundum elegit, fecit quod eligeret, non invenit: quia reliquiae
per electionem gratiae salvae factae sunt. Si autem gratia, inquit, iam DE EO QUOD AIT IESUS, MEMENTOTE SERMONIS MEI, ETC., LSQUF, AD ID, SED HAEC
OMNIA FACJENT VOBJS PROPTER NOMEN MEUM, QUIA NESCIUNT EUM QUI M I S I T ME
non ex operibus; alioquin gratia iam non est gratia (Rom 11,5 et 6).
4. Si autem quaeratur quomodo se diligat mundus perditionis, qui 1. Exhortans Dominus servos suos ad mundi odia perferenda pa-
odit mundum redemptionis; diligit se utique falsa dilectione, non vera. tienter, nullum maius eis et melius quam de seipso proponit exemplum:
Proinde falso se diligit, et veré odit. Qui enim diligit iniquitatem, odit quoniam, sicut dicit apostólas Petrus, Christus pro nobis passus est, re-
animam suam (Ps 10,6). Sed diligere se dicitur, quoniam iniquitatem linquens nobis exemplum, ut sequamnr vestigia eius (1 Petr 2,21). Quod
qua iniquus est diligit: et rursus odisse se dicitur, quoniam quod ei utique si facimus, ipso adiuvante facimus, qui dixit, Sine me nihil pot-
nocet, hoc diligit. Odit ergo in se naturam, diligit vitium: odit quod fac- estis faceré. Denique quibus iam dixerat, Si odit vos mundus, scitote
tum est per Dei bonitatem, diligit quod in eo factum est per liberam quia me priorem vobis odio habuil: et nunc in eo quod audistis, cum
voluntatem. Unde nos quoque illum diligere et prohibemur, s¡ recte jn- legeretur Evangelium, Memenlote, inquit, sermonis mei qnem ego dixi
394 Sobre el Evangelio de San Juan 83, 2 88, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 395
Acordaos de las palabras que os he dicho: No es el siervo sobre no por el vuestro, sino por el mío. Quienes todo esto ejecutan
su señor; si a mí me han perseguido, os perseguirán a vosotros por ese nombre, son tanto más miserables cuanto son más dicho-
también, y si guardan mis palabras, guardarán también las vues- sos quienes por este nombre padecen, según lo dijo El mismo
tras. Al decir que no es el siervo más que su señor, ¿no indica en otro lugar: Bienaventurados quienes padecen persecución por
con claridad el sentido en que debemos tomar lo que antes había la justicia. Esto es lo que significa por mí o por mi nombre.
dicho: Ya no os llamaré siervos? Pues ahora los llama siervos, Porque, como enseña el Apóstol, Dios le constituyó sabiduría,
porque ¿qué otra cosa quiere decir con estas palabras: No está justicia, santificación y redención nuestra, a fin de que, según
el siervo sobre su señor; si a mi me han perseguido, también os la Escritura, quien se gloría se gloríe en el Señor. También los
perseguirán a vosotros? Está, pues, bien de manifiesto que cuan- malos hacen estas cosas a los malos, mas no por amor a la
do dice: Ya no os llamaré siervos, se refiere al siervo que no justicia, y así ambos son miserables, tanto quienes las hacen
permanece para siempre en la casa, al siervo que tiene el temor como quienes las padecen. Igualmente las hacen los buenos a los
que arroja fuera la caridad; y que, cuando aquí dice: No está malos; pero, aunque los buenos las hagan por amor a la justicia,
el siervo sobre su señor: si a mí me han perseguido, también los malos no las padecen por amor a la justicia.
os perseguirán a vosotros, alude al siervo que pertenece al amor 3. Quizá alguien venga a decir que, si los buenos padecen
casto, que permanece por los siglos de los siglos. Este es el sier- por la justicia, cuando los malos los persiguen por el nombre de
vo que oirá: Muy bien, siervo bueno, entra en el gozo de tu Cristo, sin duda los malos les causan este mal por causa de la
Señor. justicia; y, por consiguiente, cuando los buenos persiguen a los
2. Pero todas estas cosas os harán por mi nombre, porque malos por la justicia, los malos padecen por la justicia. Porque,
no han conocido a Aquel que me envió. ¿Cuáles son todas estas si los malos pueden perseguir a los buenos por el nombre de
cosas sino las que antes había dicho: os odiarán, os perseguirán Cristo, ¿por qué los malos no han de padecer por el nombre
y despreciarán vuestras palabras? Porque, si no guardan sus pa- de Cristo la persecución de los buenos, o sea, por la justicia?
labras, mas no los odian ni los persiguen, no harían todas las Porque, si los malos no padecen por la misma causa que los bue-
cosas. Pero, al decir que todas estas cosas os harán por mi nom- nos los persiguen, sígnese que, obrando los buenos por la justi-
bre, ¿qué quiere decir sino que en vosotros me odiarán a mí, ciar, padecen los malos por la injusticia, y que tampoco los malos
me perseguirán a mí, y que despreciarán vuestra doctrina por podrán hacer estas cosas por el motivo que los justos las pa-
ser mía? Y todas estas cosas os harán a vosotros por mi nombre, decen, porque los malos las hacen por la injusticia y los buenos

vobis, Non est servus maior domino suo: si me persecuti sunt, et vos omnia facient vobis propter nomen meum: non vestrum, sed meum. Tan-
persequentur; si sermonem meum servaverunt, et vestrum servabunt. Di- to igitur miseriores qui propter hoc nomen ista faciunt, quanto beatiores
cendo autem, Non est servus maior domino sao, norme evidenter ostendit qui propter hoc nomen ista patiuntur: sicut ipse alio loco dicit, Beati
quemadmodum intelligere debeamus quod superius dixerat, lam non dico qui persecutionem patiuntur propter iustitiam (Mt 5,10). Hoc est enim
vos servas? (lo 15,5; 18,15). Ecce enim eos servos dicit. Nam quid est propter me, vel propter nomen meum: quia, sicut Apostolus docet, Fac-
aliud, Non est servus maior domino suo: si me persecuti sunt, et vos tus est nobis sapientia a Deo, et iustitia, et sanctificatio, et redemptio;
persequentur? Manifestum est igitur illum servum, qui non manet in ut quemadmodum scriptum est, Qui gloriatur, in Domino glorietur (1 Cor
domo in aeternum (ibid. 8,35), illum pertinentem ad timorem quem lo- 1,30 et 31). Faciunt quippe ista mali malis; sed non propter iustitiam:
ras chantas mittit (1 lo 4,18), esse intelligendum, ubi dictum est, lam et ideo miseri utrique, et qui faciunt, et qui patiuntur. Faciunt et boni
non dico vos servos: hic autem ubi dicitur, Non est servus maior domino malis: ubi etsi faciunt isti propter iustitiam, non tamen illi propter ius-
suo: si me persecuti sunt, et vos persequentur, illum significan servum titiam patiuntur.
pertinentem ad timorem castum, qui permanet in saeculum saeculi (Ps 3. Sed dicit aliquis: Si mali quando persequuntur bonos propter
18,10). Hic enim servus est auditurus, Euge, serve bone, intra in gaudium nomen Christi, propter iustitiam boni patiuntur, profecto propter iusti-
Domini fui (Mt 25,21). tiam haec eis mali faciunt; quod si ita est, ergo et quando boni malos
2. Sed haec, inquit, omnia facient vobis propter nomen meum, quia propter iustitiam persequuntur, propter iustitiam etiam mali patiuntur.
nesciunt eum qui misit me. Quae omnia facient, nisi quae dixit, odio Si enim possunt mali persecutionem faceré bonis propter nomen Christi,
habebunt scilicet, et persequentur, sermonemque contemnent? Quoniam cur non possunt mali persecutionem pati a bonis propter nomen Christi;
si sermonem non servarent eorum, nec tamen odissent eos, ñeque perse- et quid est, nisi propter iustitiam? Nam si non propter quod boni faciunt,
querentur; vel etiamsi odissent, nec tamen persequerentur: non omnia fa- propter hoc mali patiuntur; quia faciunt boni ptopter iustitiam, patiun-
cerent. Haec autem omnia facient vobis propter nomen meum, quid est tur mali propter iniustitiam: nec mali ergo propter hoc possunt faceré
aliud dicere, quam me in vobis odio habebunt, me in vobis persequentur, propter quod boni patiuntur, quia faciunt mali propter iniustitiam, pa-
et sermonem vestrum, quia meus est, ideo non servabunt? Haec enim tiuntur boni propter iustitiam. Quomodo etgo erit verum, haec omnia
396 Sobre el Evangelio de San ]uan 88, 4 j 89, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 397
las padecen p o r la justicia. ¿Cómo, pues, p u e d e ser verdad q u e malos y perversos, odia lo q u e es suyo p o r p a r t e d e quienes p e -
todas estas cosas os harán por mi nombre, c u a n d o ellos las nan a los criminales, y a m a lo q u e es suyo p o r p a r t e de quienes
hacen n o por el n o m b r e de Cristo, o sea por la justicia, sino por p r o t e g e n a sus compañeros en el crimen. Así, pues, estas pala-
su maldad? Esta cuestión fácilmente se soluciona, e n t e n d i e n d o bras: Os harán todas estas cosas por mi nombre, o bien se en-
q u e estas palabras: Todas estas cosas os harán por mi novibre, tienden de este m o d o : p o r la causa q u e vosotros padecéis, o bien
se refieren todas a los justos; c o m o si dijera: Todas estas cosas de éste: p o r la causa q u e ellos las hacen, o d i a n d o en vosotros
padeceréis d e ellos p o r mi n o m b r e ; de m o d o q u e os harán sea lo q u e ellos persiguen. Y añadió: Porque no conocen a Aquel que
lo m i s m o que padeceréis de ellos. Pero, si por mi nombre se me envió; lo cual d e b e entenderse según aquella sentencia: El
toma c o m o si dijera: Por causa de m i n o m b r e , que en vosotros conocerte a ti mismo es ciencia consumada. Q u i e n con esta
odiaron (lo m i s m o p u e d e decirse: Por causa de la justicia, que ciencia conoce al Padre, que envió a Cristo, n o persigue a los
en vosotros odiaron), en este caso p u e d e decirse con verdad que elegidos de Cristo, p o r q u e t a m b i é n a él con ellos le ha elegido
los buenos, c u a n d o p o r este m o t i v o persiguen a los malos, lo Cristo.
hacen p o r la justicia, por cuyo amor los persiguen, y p o r causa
de la iniquidad que en los malos odian; y de la m i s m a m a n e r a TRATADO 89
p u e d e decirse que los malos padecen por la maldad que en ellos
DESDE ESTAS PALABRAS DEL SEÑOR: " S I YO NO HUBIESE VENIDO Y NO
es castigada, y por la justicia, q u e se ejerce en castigo suyo. LES HUBIESE HABLADO", HASTA ÉSTAS: "QUIEN ME ODIA A MÍ, ODIA
4. Si los malos persiguen a los malos, a la m a n e r a q u e re- A MI PADRE"
yes y jueces, en persecución de los buenos, castigaban a los ho-
micidas y adúlteros y a otros malhechores convictos de haber 1. U n poco antes había d i c h o el Señor a sus discípulos: Si
obrado en contra de las leyes públicas, p u e d e preguntarse c ó m o a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si
hay q u e e n t e n d e r estas palabras del Señor: Si fueseis del mundo, guardaron mi doctrina, también guardarán la vuestra; pero os
el mundo amaría lo que es suyo. P o r q u e el m u n d o n o ama a harán todas estas cosas por causa de mi nombre, porque no han
quienes castiga. Y vemos q u e con frecuencia castiga los críme- conocido a Aquel que me envió. Si ahora q u e r e m o s saber de
nes antes mencionados. A n o ser q u e digamos que el m u n d o quiénes dice esto, hemos de advertir q u e dijo estas palabras des-
se halla en quienes castigan tales delitos y en quienes a m a n esos pués de decir: Si el mundo os odia, sabed que antes me odió a
delitos. Y de esta m a n e r a el m u n d o , que se dice hallarse en los mí. Y en estas q u e dice ahora: Si yo no hubiese venido y no les

facient vobis propter nomen meum; cum illi non propter nomen Christi que impiis, et odit quod suum est, ex ea parte hominum qua sceleratis
faciant, id est, non propter iustitiam, sed propter iniquitatem suara? nocet; et diligit quod suum est, ex ea parte hominum qua eisdem ipsis
Haec quaestio ita solvitur, si eo modo íntelligamus dictum, Haec omnia consceleratis favet. Ergo, Haec omnia facient vobis propter nomen meum,
facient vobis propter nomen meum, ut totum referatur ad iustos; tan- vel ita dictum est, propter quod vos patimini; vel ita, propter quod et
quam dictum sit, Haec omnia patiemini ab eis propter nomen meum: ipsi faciunt: quia et hoc in vobis dum persequuntur, oderunt. Et addidit:
ut hoc sit, facient vobis, quod est, patiemini ab eis. Si autem propter Quia nesciunt eum qui misit me. Hoc secundum eam scientiam dictum
nomen meum sic accipitur, tanquam diceret, propter nomen meum quod intelligendum est, de qua et alibi scriptum est, Scire autem te, sensus
in vobis oderunt; ita potest accipi, et propter iustitiam quam in vobis est consummatus (Sap 6,16). Hac quippe scientia qui sciunt Patrem a
oderunt: ac per hoc boni cum persecutionem faciunt malis, possunt recte quo missus est Christus, nullo modo persequuntur eos quos colligit Chris-
dici et propter iustitiam faceré, quam diligendo persequuntur malos; et tus; quia et ipsi cum eis colliguntur a Christo.
propter iniquitatem, quam oderunt in ipsis malis: ita ergo et ipsi mali
possunt dici pati, et propter iniquitatem quae in illis punitur, et prop-
ter iustitiam quae in eorum poena exercetur. TRACTATUS 89
4. ítem quaeri potest, si etiam mali faciunt persecutionem malis; DE EO QUOD DICIT DOMINUS, SI NON VENISSEM, ET LOCUTUS EIS FUISSEM; USQUE
sicut impii reges et iudices, cum essent persecutores piorum, utique et AD I D . Q u i ME O D I T . ET PATREM MEUM ODIT
homicidas, et adúlteros, et quoscumque maléficos, quos contra leges pu-
blicas fecisse cognoscerent, puniebant; quomodo intelligendum est quod 1. Superius dixerat Dominus ad discípulos suos: Si me persecuti
ait Dominus, Si de mundo essetis, mundus quod suum erat diligeret sunt, et vos persequentur; si sermonem meum servavertint, et vestrum
(lo 15,19). Ñeque enim quos punit diligit mundus, a quo videmus servabunt: sed haec omnia facient vobis propter nomen meum, quia ne-
supra dicta scelerum genera plerumque puniri: nisi quia mundus est sciunt eum qui misit me. De quibus autem hoc dixerit si quaeramus, in-
in eis a quibus talia scelera puniuntur, et mundus est in eis a quibus venimus eum ad haec verba venisse ab eo quod dixerat, 5"»' mundus
talia scelera diliguntur. Mundus itaque ille qui intelligitur in malis at- vos odit, scitote quia me priorem vobis odio habuit: nunc vero quod
398 Sobre el Evangelio de San Juan 89, 1 89, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 399

hubiese hablado, no tendrían pecado, alude más expresamente a lo q u e los apóstoles dijeron de sí m i s m o s : q u e para unos eran
los judíos, a los cuales se referían t a m b i é n aquéllas, según lo olor vivificante, que les da la vida; mas para otros olor mortífero,
indica la conexión de las palabras. D e ellos dice: Si yo no hu- que les causa la muerte.
biese venido y no les hubiese hablado, no tendrían pecado; c o m o 2. Pero las palabras q u e dice a continuación: Mas ahora no
t a m b i é n a ellos se refería cuando dijo: Si a mí me han perse- tiene excusa su pecado, p u e d e n inducir a p r e g u n t a r si aquellos
guido, también os perseguirán a vosotros; si guardaron mis pa- a quienes n o v i n o n i habló Cristo tienen excusa p a r a su pecado.
labras, también guardarán las vuestras; pero os harán todas estas Si n o la tienen, ¿por q u é aquí se dice que los judíos n o la
cosas por causa de mi nombre, porque no han conocido a Aquel tienen, p o r q u e a ellos vino y les habló? Y si la tienen, ¿la ten-
que me envió; y a estas palabras añade estas otras: Si yo no d r á n para n o ser p o r ello penados o p a r a serlo m á s suavemente?
hubiese venido y no les hubiese hablado, no tendrían pecado. Con el favor de D i o s y según mis alcances, r e s p o n d o a estas re-
Luego con toda evidencia dice el Evangelio q u e los judíos persi- quisiciones q u e tienen excusa, n o de todos sus pecados, sino de
g u i e r o n a Cristo, ya q u e Cristo habló a los judíos y n o a otras éste, o sea, de n o haber creído en Cristo, p o r n o haber venido
gentes; p o r ellos, pues, representó al m u n d o , que odia a Cristo a ellos y n o haberles hablado. Mas n o son de ese n ú m e r o aque-
y a sus discípulos, y d e m o s t r ó q u e no sólo ellos, más t a m b i é n llos a quienes v i n o en sus discípulos y les ha hablado p o r su
éstos pertenecen al m u n d o . ¿Qué significa, p u e s : Si yo no hubie- medio, c o m o lo hace t a m b i é n ahora, v i n i e n d o a las gentes y ha-
se venido y les hubiese hablado, no tendrían pecado? ¿Por ven- blándoles p o r m e d i o de la Iglesia. Pues a esto se refieren sus
tura estaban sin pecado los judíos antes de venir Cristo en car- palabras: Quien os recibe, a mí me recibe; y quien os desprecia,
ne? ¿Quién, p o r necio q u e sea, dirá cosa semejante? Pero, bajo me desprecia a mi. ¿Queréis acaso, dice el Apóstol, experimentar
este n o m b r e de pecado en general, n o se refiere a todo pecado, el poder de Cristo, que habla por mi boca?
sino a u n pecado grande. Este pecado encierra a todos los de-
3. Q u e d a por saber si tienen excusa quienes m u r i e r o n o h a n
más, y a q u i e n n o tiene este pecado se le p e r d o n a n todos los
de m o r i r antes q u e Cristo por la Iglesia viniese a ellos y oyesen
otros. Este p e c a d o es q u e n o creyeron en Cristo, que v i n o para
su Evangelio. P u e d e n , sí, tener excusa, m a s n o p u e d e n escapar
q u e se crea en El. Y n o tendrían este pecado si El n o hubiese
de la condenación; p o r q u e quienes pecaron fuera de la Ley, fuera
venido; p o r q u e su venida, c u a n t o ha sido provechosa para los
de ella perecerán, y quienes dentro de la Ley pecaron, por la Ley
creyentes, t a n t o ha sido desastrosa para los n o creyentes; c o m o
serán juzgados. Estas palabras del Apóstol parecen demostrar q u e
si de El m i s m o , q u e es cabeza y jefe de los apóstoles, se dijera
busdam quidem odor vitae in vitam, quibusdam vero odor mortis in
addidit, Si nnn venissem, et locutus eis fuissem, peccatum non haberent, mortem (2 Cor 2,16).
Iudaeos ostendit expressius. De his ergo et illa dicebat; nam hoc indicat 2. Sed quod adiunxit, atque ait, Nunc autem excusationem non ha-
verborum ipsa contextio. De his enim dicit, Si non venissem, et locutus^ bent de peccato suo, potest moveré quaerentes, utrum hi ad quos non
eis fuissem, peccatum non haberent, de quibus dicebat, Si me persecuti venit Christus, nec locutus est eis, habeant excusationem de peccato suo.
sunt, et vos persequentur; si sermonem meum servaverunt, et vestrum Si enim non habent, cut hic dictum est propterea istos non habere, quia
servabunt: sed haec omnia facient vobis propter nomen meum, quia ne- venit et locutus est eis? Si autem habent, utrum ad hoc habeant ut a
sciunt eum qui misit me: his enim verbis et ista subiungit, Si non venis- poenis alienentur, an ut mitius puniantur? Ad haec inquisita pro meo
sem, et locutus eis fuissem, peccatum non haberent. Iudaei ergo perse- captu, Domino donante, respondeo, habere illos excusationem, non de
cuti sunt Christum, quod evidentissime indicat Evangelium; Iudaeis lo- omni peccato suo, sed de hoc peccato quo in Christum non crediderunt,
cutus est Christus, non alus gentibus: in eis ergo voluit intelligi mun- ad quos non venit, et quibus non est locutus. Sed non in eo sunt numero
dum, qui odit Christum et discípulos eius; imo vero non in eis solis, hi ad quos in discipulis venit, et quibus per discípulos est locutus, quod
sed hoc quoque ad eumdem mundum pertinere monstravit. Quid est ergo, et nunc facit: nam pet Ecclesiam suam venit ad gentes, et pet Ecclesiam
Si non venissem, et locutus eis fuissem, peccatum non haberent? Numquid loquitur gentibus. Ad hoc enim pertinet quod ait, Qui vos recipit, me
sine peccato erant Iudaei, antequam Christus ad eos in carne venisset? recipit (Mt 10,40): et, Qui vos spernit, me spernit (Le 10,16). An vultis,
Quis hoc vel stultissimus dixerit? Sed magnum quoddam peccatum, non inquit apostolus Paulus, experimentum accipere eius qui in me loquitur
omne peccatum, quasi sub generali nomine vult intelligi. Hoc est enim Christus? (2 Coi 13,3).
peccatum quo tenentur cuneta peccata, quod unusquisque si non habeat, 3. Restat inquirere utrum hi qui priusquam Christus in Ecclesia
dimittuntur ei cuneta peccata: hoc est autem, quia non crediderunt in venitet ad Gentes, et priusquam Evangelium eius audirent, vitae huius
Christum, qui propterea venit ut credatur in eum. Hoc peccatum, si non fine praeventi sunt, seu praeveniuntut, possiñt habete hanc excusationem?
venisset, non utique haberent. Adventus quippe eius quantum credentibus Possunt plañe, sed non ideo possunt effugere damnationem. Quicumque
salutaris, tantum non credentibus exitiabilis factus est: tanquam et ipse enim sine Lege peccaverunt, sine Lege et peribunt: et quicumque in Lege
caput et princeps Apostolotum, quod de se ipsi dixerunt, exstitetit qui- peccaverunt, per Legem iudicabuntur (Rom 2,12). Quae quidem Aposto-
400 Sobre el Evangelio de San Juan 89, 4 89, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 401
n o sólo de nada les ha de servir esta excusa, sino q u e les ha d e n t r o de la condenación c o m ú n a ambos, unos padecerán penas
de ser m á s funesta, según el v e r b o perecerán, q u e tiene u n so- más graves q u e los otros. Se dice q u e está p e r d i d o p a r a D i o s
nido más terrible q u e el v e r b o serán juzgados. Y así, quienes q u i e n p o r el suplicio es separado de la beatitud q u e D i o s con-
p o n g a n la disculpa de n o haber oído, perecerán fuera de la Ley. cede a sus santos. Y hay tanta diferencia en las penas, cuanta
4. N o sin m o t i v o p u e d e p r e g u n t a r s e si quienes desprecia- es la diferencia en los pecados. Mas esta diferencia mejor la
r o n u ofrecieron resistencia a lo q u e oían, y n o sólo contrade- juzga la sabiduría divina q u e la indaga y e x p o n e la h u m a n a con-
cían, sino q u e p e r s e g u í a n con su odio a quienes les hablaban, jetura. C i e r t a m e n t e q u e aquellos a quienes v i n o y habló Cristo
h a b r á n de contarse en el n ú m e r o de los q u e serán juzgados por la n o tienen la disculpa del g r a n pecado de los gentiles, p o r n o
Ley. Pero, si u n a cosa es perecer fuera de la Ley, y otra ser p o d e r decir q u e n o vieron y n o oyeron; mas, si la dieran, n o
juzgado p o r la Ley, y aquélla es m á s grave q u e ésta, es evidente sería aceptada por A q u e l cuyos juicios son inescrutables, o sería
q u e éstos n o han de ser colocados en la p e n a más leve, p o r q u e aceptada para sufrir una condena m á s suave, a u n q u e n o p u d i e r a n
n o solamente pecaron fuera d e la Ley, sino q u e en m o d o a l g u n o
verse libres de toda condena.
quisieron recibir la Ley de Cristo e hicieron cuanto estuvo de su
5. Quien me odia a mí, odia a mi Padre. Quizá se nos ob-
parte para destruirla. Pecan en la Ley quienes están d e n t r o de
ella, es decir, quienes la reciben y la tienen p o r santa y p o r u n jete: ¿Quién p u e d e odiar a q u i e n n o conoce? Y es el caso q u e
m a n d a t o justo, santo y b u e n o , m a s p o r flaqueza n o c u m p l e n lo antes de decir: Si yo no hubiese venido y les hubiese hablado,
q u e n o p u e d e n dudar q u e m a n d a con toda justicia. Estos son no tendrían pecado, había dicho a sus discípulos: Os harán estas
quienes en cierto m o d o p u e d e n n o estar c o m p r e n d i d o s en la per- cosas porque no conocen a Aquel que me envió. ¿Cómo le odian,
dición de aquellos q u e están fuera de la Ley, si es que las pa- si n o le conocen? P o r q u e , si de El se i m a g i n a n n o sé q u é ficcio-
labras del A p ó s t o l : Serán juzgados por la Ley, p u e d e n tomarse nes q u e nada tienen q u e ver con lo q u e El es, n o le odian a
en el sentido de q u e n o perecerán, lo cual m e parece e x t r a ñ o El m i s m o , sino aquello q u e se i m a g i n a n o e r r ó n e a m e n t e sospe-
que así sea. P o r q u e entonces n o trataba de los fieles e infieles, chan. N o obstante, si el h o m b r e n o p u d i e r a odiar lo q u e des-
sino de los gentiles y de los judíos; y si unos y otros n o son conoce, n o h u b i e r a hecho la Verdad esa doble afirmación: q u e
salvos en el Salvador, que v i n o a buscar lo q u e estaba p e r d i d o , desconocen a su P a d r e y que le odian. Y si es posible que con
a m b o s caerán en la perdición. A u n q u e p u e d e decirse q u e la per- la ayuda de Dios p u e d a demostraros c ó m o p u e d e ser esto, ahora
dición de unos será más grave q u e la de los otros, o sea, q u e , n o es posible, p o r q u e hay que terminar esta plática.

li verba, quoniam id quod ait, peribunt, terribilius sonat quam quod ait, dici possit, alios gravius, alios levius perituros, id est, alios graviores,
iudicabuntur; non solum nihil adiuvare hanc excusationem videntur os- alios leviores poenas in sua perditione passuros. Ule enim perire Deo
tendere, verum etiam plus gravare. Qui enim se quia non audierunt, ex- dicitur, quisquís ab illa beatitudine quam dat sanctis suis, per supplicíum
cusabunt, sine Lege peribunt. separatur: tanta est autem suppliciorum, quanta est diversitas peccato-
4. Sed utrum hi qui cum audirent, contempserunt, vel etiam resti- rum; quae quomodo se habeat, altius iudicat sapientia divina, quam con-
terunt, nec tantum contradicendo, sed et eos a quibus audierunt odiis iectura scrutatur aut effatur humana. Isti certe ad quos venit, et quibus
persequendo, in eis deputandi sunt de quibus aliquid levius videtur so- locutus est Christus, non habent de magno infidelitatis peccato illam
nuisse quod dictum est, per Legem iudicabuntur, mérito quaeritur. Sed excusationem, qua possint dicere, Non vidimus, non audivimus: sive non
si aliud est perire sine Lege, aliud iudicari per Legem, et illud est gra- acceptaretur ista excusatio ab illo cuius inscrutabilia sunt iudicia, sive
vius, hoc autem levius; procul dubio non sunt isti in hac poena leviore acceptaretur, et sí non ut ab omni damnatíone liberarentur, certe ut
ponendi, quia ñeque in Lege peccaverunt, sed omnino Legem Chtisti ac- aliquando lenius damnarentur.
cipere noluerunt, et eam quantum ad ipsos attinet, omnino nullam esse 5- Qui me odit, inquit, et Patrem meum odit. Hic nobis fottasse
voluerunt. lili autem peccant in Lege, qui sunt in Lege, id est, qui dicatur: Quis potest odisse quem nescit? Et utique antequam diceret, Si
eam suscipiunt, eamque sanctam, et mandatum sanctum et iustum et non venissem, et locutus eis fuissem, peccatum non haberent, dixerat
bonum fatentur (ibid. 7,12); sed infirmitate non implent quod ab ea discipulis suis, Haec jacient vobis, quia nesciunt eum qui misit me.
rectissime praecipi dubitare non possunt. Hi sunt qui aliquo modo fot- Quomodo ergo nesciunt et oderunt? Si enim non quod est ipse, sed ne-
sitan possunt ab eorum, qui sine Lege sunt, perditione discerní: sí ta- scio quid aliud de illo opinantur; non utique ipsum, sed iliud inve-
men quod Apostolus ait, per Legem iudicabuntur, sic accipiendum est niuntur odisse quod fingunt, aut errando potius suspicantur. Et tamen
tanquam dixerit, non peribunt; quod mirum si ita est. Ñeque enim de nisi possent nomines odisse quod nesciunt, non veritas utrumque dixisset,
infidelibus et fidelibus erat sermo ut hoc diceret, sed de Gentibus et quia eius Patrem et nesciunt et oderunt. Sed quomodo id fieri possit, si
Iudaeis: qui certe utrique nisi in eo Salvatore salventut, qui venit quae- adiuvante Domino per nos demonstran potest; quia haec disputado est
rere quod perierat, ad perditionem sine dubio pertinebunt. Quamvis iam claudenda, nunc non potest.
402 Sobre el Evangelio de San Juan 90 \

-'"> ^ Sobre el Evangelio de San Juan 403


TRATADO 90
embargo, él se conoce mejor que cualquier otro y con tanta ma-
SOBRE ESTAS PALABRAS: "QUIEN ME ODIA A MÍ, ODIA A MI PADRE" yor evidencia c u a n t o con mayor claridad p u e d e ver lo que inte-
r i o r m e n t e gusta, desea y vive; y cuando estas cosas nos son re-
1. H a b é i s oído decir al Señor: Quien me odia a mí, odia a veladas, entonces se nos hace conocido. D e aquí que a m e m o s u
mi Padre. Y antes había dicho: Estas cosas os harán porque no odiemos a aquellos cuya fama o escritos h a n llegado hasta nos-
han conocido a Aquel que me envió. Estas palabras dan origen otros, a u n q u e ellos estén ausentes o hayan m u e r t o ya, a pesar
a una cuestión que n o debemos esquivar: c ó m o p u e d e n odiar de n o haber visto su figura corporal, p e r o q u e n o nos son ente-
a q u i e n n o conocen. Si creen o se h a n i m a g i n a d o a Dios bajo r a m e n t e desconocidos.
n o sé q u é formas q u e n o son lo q u e El es y h a n odiado esas 2. Pero, acerca de ellos, nuestra credulidad con frecuencia
ficciones, ciertamente n o han odiado a Dios, sino lo q u e ellos se ve fallida, p o r q u e m u c h a s veces la historia, y m u c h a s m á s la
en sus vanas sospechas y en su incredulidad han concebido; mas, fama, m i e n t e n . D e b e r nuestro es, si n o q u e r e m o s vernos enga-
si conciben a D i o s como es, ¿por q u é dicen q u e n o le conocen? ñados p o r una falsa opinión, indagar cuidadosamente los hechos,
T a m b i é n entre los h o m b r e s se da el caso de amar a quienes para tener u n conocimiento cierto, ya q u e nos es imposible pe-
netrar en la conciencia de los h o m b r e s . Es decir, que, si n o
jamás h e m o s visto, y t a m p o c o es imposible q u e odiemos a quie-
p o d e m o s saber si esa persona es casta o impúdica, a m e m o s , n o
nes nunca h e m o s visto. La fama de q u e u n o habla bien o mal,
obstante, la castidad y odiemos la lujuria; y si desconocemos si
hace que a m e m o s u odiemos a ese desconocido. Y si esa fama es
es justa o injusta, a m e m o s la justicia y detestemos la injusticia;
verdadera, ¿cómo vamos a decir q u e nos es desconocido aquel de p e r o n o del m o d o q u e nosotros e r r ó n e a m e n t e las imaginamos,
quien h e m o s oído esas verdades? ¿Quizá p o r n o haber visto su sino como las vemos en la verdad de D i o s dignas de amor o de
rostro? T a m p o c o él se lo ha visto y de nadie es mejor conocido odio, a fin de que, evitando lo q u e d e b e m o s evitar y deseando lo
q u e de él m i s m o . Luego n o sólo p o r el rostro llegamos al cono- que debemos anhelar, merezcamos el p e r d ó n de las frecuentes, o
c i m i e n t o de u n a persona, sino q u e la conocemos c u a n d o n o nos más bien, cotidianas opiniones falsas que formamos acerca de las
son desconocidas su vida y costumbres. D e otro m o d o , nadie p u e - cosas ocultas de los h o m b r e s . Creo q u e éstas son las cosas q u e
de conocerse a sí m i s m o , p o r q u e nadie ve su p r o p i o rostro. Sin caen bajo la tentación h u m a n a , sin la cual n o es posible pasar
p o r esta vida, y de la q u e dice el Apóstol: Que no os envuelva
otra tentación sino la humana. Y ¿qué cosa m á s h u m a n a que no
TRACTATUS 90
IN ILLUD, QUI ME O D I T , ET P A Í R E M MEUM ODIT tius interiore conspectu potest videre quod sapit, videre quod cupit,
videre quod vivit: quae eum aperiuntur et nobis, tune veré fit cogni-
1. Audistis Dominum dicentem, Qui me odit, et Patrem meum odit; tus nobis. Haec itaque quoniam plerumque ad nos de absentibus vel
qui superius dixerat, Haec facient vobis, quia nesciunt eum qui misit etiam mortuis, sive fama, sive litteris perferuntur; hinc fit ut saepe
me. Non itaque dissimulanda nascitur quaestio, quomodo possint odisse quos nunquam facie corporis vidimus (non tamen quos omnino nesci-
mus), vel oderimus homines, vel amemus.
quem nesciunt. Si enim Deum non quod est ipse, sed nescio quid alíud
2. Sed plerumque in eis nostra credulitas fallitur; quia nonnun-
eum suspicantur aut credunt, et hoc oderunt; utique non ipsum ode- quam et historia, et multo magis fama mentitur. Pertinet autem ad nos
runt, sed quod sua mendaci suspicione vel vana credulitate concipíunt: ne perniciosa opinione fallamur, ut quia non possumus hominum in-
si autem quod est, hoc de illo sentiunt, quomodo eum nescire dicun- dagare conscientiam, de ipsis rebus habeamus veram certamque senten-
tur? Et de hominibus quidem fieri potest ut eos saepe quos nunquam tiam. Hoc est, ut si ille vel ille homo utrum sit impudicus pudicusve
vidimus, diligamus; ac per hoc nec illud a contrario impossibile est, ut nescimus, oderimus tamen impudicitiam, et pudicitiam diligamus: et
eos quos nunquam vidimus, oderímus. Fama quippe de aliquo sermoci- si illum vel illum iniustum esse iustumve nescimus, amemus tamen
nante seu bene seu male, fit non immerito ut amemus vel oderimus iustitiam, et iniustitiam detestemur; non quas nobis ipsi errando con-
ignotum. Sed si fama sit verax, quomodo est de quo vera dídicimus, fingimus, sed quas fideliter, hanc appetendam, illamque vitandam in
dicendus ignotus? An quia eius faciem non vidimus? Quam eum et Dei veritate conspicimus: ut eum de ipsis rebus quod appetendum est
ipse non videat, nulli tamen potest notior esse quam sibi. Non igitur appetimus, quod devitandum est devitamus, ignoscatur nobis quod de
in eius facie corporali nobis intimatur cuiusque notitia. Sed tune nobis oceultis hominum aliquando, imo assidue non vera sentimus. Hoc enim
ad humanam tentationem pertinere arbitror, sine qua duci ista non
ad cognitionem patet, quando eius mores et vita non latet. Alioquin potest vita, ita ut Apostolus diceret, Tentatio vos non apprehendat nisi
nec seipsum nosse quisquam potest, qui videre faciem suam non potest. humana (1 Cor 10,13). Quid enim tam humanum quam non posse
Sed utique tanto certius quam notus est alus ipse se novit, quanto cer- inspicere cor humanum; et ideo non eius latebras perscrutari, sed pie-
404 Sobre el Evangelio de San Juan 90, 3
90, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 405
poder ver el corazón humano, no poder sondear sus escondrijos,
y con frecuencia pensar otra cosa distinta de la que allí bulle? tudes y de los vicios, sino en las tinieblas del corazón humano.
Mas porque en estas tinieblas de las cosas humanas, o sea de los Pues, así como puede suceder que una persona buena odie, sin
pensamientos ajenos, no podemos comprender ni siquiera las apa- saberlo, a otra buena, o por mejor decir, la ame sin conocerla
riencias, por ser hombres, debemos suspender nuestros juicios, es (pues la ama cuando ama lo bueno, porque esa persona es eso
decir, no dar sentencias firmes y perentorias, hasta que venga que él ama), y cuando la odia, no la odia a ella misma, sino a
el Señor a iluminar lo oculto en las tinieblas y a manifestar los la que juzga que es tal, de la misma manera puede suceder que
pensamientos del corazón, y entonces cada cual recibirá de Dios un injusto odie a un justo y que, cuando cree amar a un injusto
la merecida alabanza. Cuando no hay error en las cosas, se hace como él, sin saberlo, ame al justo, aun cuando, por juzgarle in-
con rectitud la reprobación de los vicios y la aprobación de las justo, no le ame a él, sino lo que él se imaginó ser. Y esto que
virtudes; mas, cuando se yerra en los hombres, es una tentación he dicho del hombre es también aplicable a Dios. Porque, si
humana disculpable.
preguntamos a los judíos si ellos aman a Dios, ¿qué habían de
3. A causa de estas tinieblas del corazón humano se da el
responder sino que le amaban, sin que por ello mintiesen, mas
caso, tan admirable como lamentable, de evitar, repudiar y ale-
equivocados en su opinión? Pues ¿cómo habían de amar al Pa-
jar de nuestra compañía, no queriendo tener vida y mesa co-
dre de la Verdad, si odiaban a la Verdad? No quieren ellos con-
mún con aquel a quien tenemos por un malvado, y que, sin
embargo, es justo, y, sin saberlo, amamos en él la justicia. Y aun denar sus obras, pero la Verdad tiene motivos para condenarlas.
cuando la necesidad de la disciplina lo exija, ya para evitar que Y así, tanto odio tienen a la Verdad cuanto tienen a las penas
sea nocivo a otros, ya para que él se corrija, lo tratamos con una con que la Verdad les amenaza. N o saben que aquélla es la Ver-
saludable aspereza y castigamos a esa persona buena como si dad, que condena a quienes son como ellos son; odian a esa
fuera mala, y a la cual amamos sin conocerla. Esto sucede si, Verdad que desconocen, y, al odiarla a ella, no pueden dejar de
por ejemplo, tomamos por un impúdico a quien es casto. Si yo odiar a Aquel de quien ella ha nacido. Y porque desconocen
amo al casto, amo sin duda lo que él es, y por ello le amo a él que esa Verdad, que con su juicio los condena, ha nacido del
mismo sin saberlo yo. Y si tengo aversión al impúdico, no se Padre, odian también al Padre sin conocerle. ¡Oh miserables
la tengo a él, porque no lo es; pero, sin saberlo, hago una in- hombres, que, queriendo ser malos, no quieren que exista la Ver-
juria a mi amado, con el cual convive mi espíritu en el amor de dad, que condena a los malos! N o quieren que ella sea lo que
la castidad, equivocándome no en el discernimiento de las vir- es, cuando más bien ellos debían querer no ser lo que son, para

rumque aliud quam id quod ibi agitur suspicarí? Quamquam et in his habitat anima mea, fació ignarus iniuriam, non errans in discretione
rerum tenebris humanarum, hoc est cogitationum alienarum, etsi suspi- virtutum atque vitiorum, sed in cordium tenebris humanorum. Proinde
ciones intelligere non possumus, quia homines sumus; iudicia tamen, sicut fieri potest ut homo bonus hominem bonum oderit nesciens, vel
id est, definitas firmasque sententias continere debemus, nec ante tem- potius diligat nesciens (ipsum enim diligit cum bonum diligit, quia id
pus quidquam iudicare, doñee veniat Dominus, et illuminet abscondita quod est ille, hoc iste diligit); oderit autem nesciens non ipsum, sed
tenebrarum, et manifestet cogitationes cordis; et tune laus erit unicuique quod putat esse ipsum: ita fieri potest ut etiam homo iniustus homi-
a Deo (ibid. 4,5). Quando ergo non erratur in rebus, ut recta sit nem oderit iustum, et dum aestimat se sui similem iniustum diligere,
improbado vitiorum virtutumque probado; profecto si erratur in homi- nesciens diligat iustum; et tamen dum eum credit iniustum, diligat non
nibus, venialis est humana tentado. ipsum, sed quod putat esse ipsum. Quemadmodum autem hominem, sic
3. Per has autem humanorum cordium tenebras, res multum mi- et Deum. Denique si interrogarentur Iudaei, utrum diligerent Deum;
randa et multum dolenda contingit, ut eum nonnunquam quem inius- quid se aliud quam diligere responderent, nec ex animo mentientes, sed
tum putamus, et tamen iustus est et iustitiam in eo nescientes diligi- errando potius opinantes? Quomodo enim diligerent Patrem veritatis,
mus, devitemus, aversemur, a nostro prohibeamus accessu, communem qui haberent odio veritatem? Nolunt enim sua facta damnari, et hoc
cum illo vitam victumque habere nolimus; eumque etiam, si disciplinae
imponendae necessitas cogit, sive ne alus noceat, sive ut fíat ipse cor- habet veritas ut talia facta damnentur: tantum igitur oderunt verita-
rectior, asperitate salubri persequamur; et hominem bonum tanquam tem, quantum oderunt suas poenas, quas talibus irrogat veritas. Nesciunt
malum affligamus, quem nescientes amamus. Hoc fit, si quis, verbi autem illam esse veritatem, quae tales quales ipsi sunt damnat: oderunt
gratia, cum sit pudicus, a nobis creditur impudicus. Sine dubio enim ergo quam nesciunt; et cum illam oderunt, profecto et eum de quo
si pudicum diligo, hoc est ipse quod diligo: ergo etiam ipsum diligo, et nata est nisi odisse non possunt. Ac per hoc quia veritatem qua radi-
nescio. Et si impudicum odi, non ergo ipsum odi; quia non est quod cante damnantur, de Patre Deo natam nesciunt; utique etiam ipsum
odi: et tamen dilecto meo, cum quo semper in charitate pudicitiae et nesciunt, et oderunt. O miseros homines, qui cum esse volunt mali,
nolunt esse vetitatem qua damnantur mali! Nolunt enim eam esse
406 Sobre el Evangelio de San ]uan 91, 2
91, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 407
que, p e r m a n e c i e n d o en ella, sean cambiados, a fin de n o verse
por ella condenados. rrección de los muertos, y sabemos q u e esto lo hicieron t a m b i é n
algunos profetas, c o m o Elias y Elíseo, aquél en vida y éste des-
pués de m u e r t o y encerrado en el sepulcro. Pues refugiándose
TRATADO 91 quienes llevaban a u n difunto, ante u n inesperado ataque del
e n e m i g o , en la sepultura del profeta, resucitó al ser puesto sobre
SOBRE ESTAS PALABRAS: " S I NO HUBIESE H E C H O EN ELLOS OBRAS QUE
ella. P e r o Cristo hizo cosas q u e nadie ha hecho, c o m o son: dar
NINGUNO OTRO HA HECHO, NO TUVIERAN PECADO", ETC.
de comer a cinco m i l h o m b r e s con cinco panes y a cuatro m i l
1. H a b í a dicho el Señor: Quien me odia a mí, odia a mi con siete; andar sobre las aguas y hacer andar a P e d r o sobre ellas;
Padre. P o r q u e q u i e n odia a la Verdad, necesariamente ha de convertir el agua en vino; dar vista a u n ciego de nacimiento,
odiar a A q u e l de q u i e n ha nacido la V e r d a d ; y sobre esto h e m o s y otros m u c h o s que sería largo enumerar. Quizá se nos diga que
disertado ya según mis posibilidades. Luego añadió estas pala- otros hicieron cosas q u e El n o hizo n i otro alguno. Sólo Moisés
bras, que ahora vamos a tratar: Si en ellos no hubiese hecho hirió a los egipcios con tantas y tan crueles plagas; pasó al p u e -
obras que ninguno otra ha hecho, no tuvieran pecado. Es el mis- blo dividiendo las aguas del m a r ; hizo bajar m a n á del cielo para
m o g r a n p e c a d o q u e antes había mencionado, cuando dijo: Si los h a m b r i e n t o s ; hizo salir de u n a p e ñ a agua para los sedientos.
yo no hubiese venido y no les hubiese hablado, no tendrían pe- Jesús N a v e dividió las aguas del J o r d á n para pasar el pueblo,
cado. Es el pecado de n o haber creído en El, q u e hablaba y y con la oración a D i o s d e t u v o el curso del sol y lo paró. San-
obraba; a u n q u e n o estaban exentos d e todo pecado antes que El són apagó su sed con el agua salida de la quijada de u n asno.
hablase y obrase en m e d i o de ellos; p e r o hace m e n c i ó n del p e - Elias fue arrebatado al cielo en u n carro de fuego. Elíseo, del
cado de incredulidad, p o r q u e éste contiene a todos los demás. cual he hablado antes, estando ya sepultado su cadáver, devolvió
Si estuvieran exentos de este pecado, creyendo en El, todos los la vida al cadáver de otro. D a n i e l vivió tranquilo encerrado con
otros les serían perdonados. leones h a m b r i e n t o s . Los tres jóvenes A n a n í a s , Azarías y Misael
c a m i n a r o n ilesos p o r m e d i o de las llamas, q u e ardían y n o q u e -
2. Mas ¿por qué, después de decir: Si en medio de ellos no
maban.
hubiese hecho obras, añadió que ninguno otro ha hecho? Entre
las obras de Cristo parece q u e n o las hay mayores q u e la resu- Christi videntur esse maiora quam suscitatio mortuorum; quod scimus
etiam antiquos fecisse Prophetas. Fecit enim Elias (3 Reg 17,21.22),
quod est, cum seípsos debeant nolle esse quod sunt; ut ipsa manente fecit Elisaeus et cum in hac carne viveret (4 Reg 4,35), et cum in suo
mutentur, ne ipsa iudicante damnentur. monumento sepultos iaceret. Nam quídam portantes mortuum, cum ir-
ruentibus hostibus eo refugissent, eumque ibi posuissent, continuo re-
surrexit (ibid. 13,21). Fecit tamen aliqua Christus, quae nemo alius
TRACTATUS 91 fecit: quod quinqué millia hominum de quinqué, et quatuor millia de
septem panibus pavit (Mt 14,15-21 et 15,32-38); quod super aquas
[N IIAEC VERBA, Si OPERA NON FECISSEM IN EIS, QUAE NEMO ALIUS FECII ; USQUE ambulavit, et Petro ut hoc faceret praestitit (ibid. 14,25 et 29); quod
AU ID, QUIA ODIO HABUERUNT ME GRATIS
aquam mutavit in vinum (lo 2,9); quod aperuit oculos caeci nati (ibid.
9,7), et alia multa quae commemorare longum est. Sed respondetur no-
1. Dixerat Dominus: Qui me odit, et Patrem meum odit. Utique
bis, et alios fecisse quae ipse non fecit, et quae nemo alius fecit. Quis
enim qui odit veritatem, necesse est oderit et a quo veritas nata est:
enim nisi Moyses Aegyptios plagis tot tantisque percussit (Ex 7-12),
unde iam quantum datum est, locuti sumus. Deinde addidit unde nobis
diviso mari populum duxit (ibid. 14,21-29), manna de cáelo esurienti-
nunc loquendum est: Si opera non fecissem in eis, quae nemo alius
bus impetravit (ibid. 16), aquam de Petra sitientibus fudit? (ibid. 17,6).
fecit, peccatum non haberent. Peccatum illud scilicet magnum, de quo
Quis nisi Iesus Nave populo transituro Iordanis fluenta divisit (lo, 3),
et superius ait, Si non venissem, et locutus eis fuissem, peccatum non
et currentem solem emissa ad Deum oratione frenavit et fixit? (ibid.
haberent. Hoc est peccatum quo in eum loquentem et operantem non
10,12-14). Quis praeter Samson propter suam sitim maxilla mortui asi-
crediderunt. Ñeque enim nullum habebant peccatum, antequam loque-
ni exundante satiatus est? (Iud 15,19). Quis praeter Eliam curru ígneo
retur eis et operaretur in eis; sed hoc peccatum quo in eum non cre-
in alta subvectus est? (4 Reg 2,11). Quis praeter Elisaeum, quod paulo
diderunt, ideo sic commemoratur, quia ipso peccato tenentur et caetera.
ante commemoravi, sepulto suo cadavere, cadáver alterius reddidit vi-
Hoc enim si non haberent, et in eum crederent, dimitterentur et cae-
tae? Quis praeter Danielem inter ora inclusorum secum leonum esu-
tera.
rientium vixit innocuus? (Dan 6,22). Quis praeter tres viros, Ananiam,
2. Sed quid est hoc quod cum dixisset, Si opera non fecissem in Azariam, Misaelem, in flammis ardentibus et non uremibus deambula-
eis, mox addidit, quae nemo alius fecit? Nulla quippe in operibus vit illaesus? (ibid. 3,93).
408 Sobre el Evangelio de San Juan 91, 3 91, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 409
3. Pareciéndome que son suficientes, paso por alto otros verdad de este milagro no por las comunes apariencias, sino por
muchos milagros hechos por algunos santos, y que nadie más ha un discreto aprendizaje. A todos estos milagros aventaja el que
hecho. Pero de ninguno de los antiguos se lee que haya curado tres días después del sacrificio de su cuerpo salió vivo del se-
tantas deformidades, tantas enfermedades y tantas torturas huma- pulcro y con su carne se fue al cielo para nunca más morir. Y
nas con un poder nunca igualado. Omitiendo los innumerables tampoco este milagro fue hecho en los judíos ni en presencia de
que curó con su palabra a medida que se presentaban, el evange- ellos, ni lo había hecho aún cuando decía: Si no hubiese hecho
lista San Marcos dice en cierto lugar: Por la tarde, puesto ya el en ellos cosas que ningún otro ha hecho.
sol, le traían a todos los enfermos y endemoniados, y toda la ciu- 4. Estos son, pues, aquellos milagros que manifestó en sus
dad se reunía a la puerta, y curó a muchos de diversas enferme- tan numerosas curaciones como nadie había hecho antes en ellos,
dades y echaba de ellos a muchos demonios. Relatando estos y que fueron obrados a su vista; y esto es lo que les echa en
hechos, San Mateo anotó este testimonio prof ético: Para que se cara diciendo: Mas ellos ahora los han visto, y me han odiado a
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías: El cargó con nuestras mí y a mi Padre; pero ha de cumplirse lo que en su Ley está es-
enfermedades y llevó sobre sí nuestras flaquezas. Y en otro lugar crito: Que gratuitamente me han odiado. Llama a la Ley su Ley,
dice San Marcos: Y en todas las aldeas, villas y ciudades donde no porque ellos la hayan forjado, sino porque a ellos fue dada;
entraba, ponían en las plazas a los enfermos y pedían tocar si- así como decimos: El pan nuestro de cada día, que, no obstante,
quiera la orla de su vestido, y todos los que le tocaban se veían pedimos a Dios, diciendo: Dánosle hoy. Gratuitamente odia quien
curados. Estas cosas nadie las hizo en ellos. Este en ellos no sig- de su odio no espera ventaja alguna ni evitar perjuicio alguno.
nifica entre ellos o delante de ellos, sino en ellos, porque curó Así odian a Dios los impíos y así aman a Dios los justos, es
a todos ellos. Y por estas cosas quiso dar a entender que no sólo decir, gratuitamente, sin esperar fuera de El otros bienes, porque
eran cosas estupendas, sino que eran curaciones manifiestas, a las El será todo en todos. Pero quien considere con mayor atención
cuales debían corresponder con amor y no con odio. Pero más estas palabras de Cristo: Si no hubiese hecho en ellos obras que
que todos los milagros es haber nacido de una virgen, y sola- ningún otro ha hecho (y aunque estas obras las ha hecho el
mente El pudo conservar la integridad de la madre tanto al ser Padre y el Espíritu Santo, otro ninguno las ha hecho, porque es
concebido como al nacer; mas eso no fue hecho ni en ellos ni a única la sustancia de toda la Trinidad), se dará cuenta de que
su vista. Porque los apóstoles llegaron al conocimiento de la el mismo Cristo hizo lo que en alguna ocasión pudiera haber
hecho cualquier hombre de Dios. El todo lo puede por sí mismo,
3. Praetereo caetera, quoniam haec satis esse arbitror, quibus de-
monstretur et aliquos sanctos quaedam opera miranda " fecisse, quae in eis. Ad cognoscendam quippe huius miraculi veritatem, non com-
nemo alius fecit. Sed qui tam multa vitia et malas valetudines vexatio- muni cum eis aspectu, sed discreto ab eis discipulatu Apostoli pervene-
nesque mortalium tanta potestate sanaret, nullus omnino legitur anti- runt. Iamvero illud quod die tertia in carne in qua occisus fuerat, de se-
quorum. Ut enim taceantur quos iubendo, sicut occurrebant, salvos sin- pulcro se reddidit vivum, et nunquam deinde moriturus cum illa ascendit
gulos fecit; Marcus evangelista quodam loco ait: Vespere autem jacto in caelum, superat etiam cuneta quae fecit: sed ñeque hoc factum est
cuín occidisset sol, ajjerebant ad eum omnes male habentes, et daemo- in Iudaeis, ñeque coram eis; et nondum hoc fecerat, quando dicebat,
nia habentes; et erat omnis civitas ad ianuam congregata: et curavit Si opera non jecissem in eis, quae nemo alius fecit.
multos qui vexabantur variis languoribus, et daemonia multa eiiciebat 4. Nimirum ergo sunt illa quae in eorum valetudinibus tanta mi-
(Me 1,32-34). Id autem cum commemorasset Matthaeus, etiam testimo- racula salutis ostendit, quanta in illis antea nemo donavit: haec enim
nium propheticum addidit dicens: Ut adimpletetur quod dictum est viderunt, et hoc eis exprobrans adiungit, et dicit, Nunc autem et vide-
per Isaiam prophetam dicentem, Ipse injirmitates nostras accepit, et ae- runt, et oderunt et me et Patrem meum: sed ut adimpleatur sermo qui
gritudines portavit (Mt 8,17). ítem alio loco dicit Marcus: Et quocum- in hege eorum scriptus est, Quia odio habuerunt me gratis. Eorum Le-
que introibat in vicos, vel in villas, aut in civitates, in piaféis ponebant gem dicit, non ab ipsis inventam, sed ipsis datam: sicut dicimus, Pa-
infirmos, et deprecabantur eum ut vel jimbriam vestimenti eius tange- nem nostrum quotidianum; quem tamen a Deo petimus, addendo, da
rent; et quotquot tangebant eum, salvi jiebant (Me 6,56). Haec nemo nobis (Mt 6,11). Gratis autem odit, qui nullum ex odio commodum
alius fecit in eis. Sic enim intelligendum est quod ait, in eis, non ínter quaerit, vel incommodum fugit: sic oderunt Dominum impii; sic dili-
eos vel coram eis; sed prorsus in eis, quia sanavit eos. Haec quippe gunt iusti, hoc est gratis, ut alia praeter illum non exspectent bona,
intelligi voluit quae non solum facerent admirationem, verum etiam quoniam ipse erit in ómnibus omnia. Quisquís vero altius attenderit
manifestara conferrent salutem; pro quibus beneficiis utique amorem, Christum dicentem, Si opera non jecissem in eis, quae nemo alius jecit
non odium retribuere debuerunt. Omnia quidem caeterorum miracula (sed haec et si Pater aut Spiritus sanctus fecit, nemo alius fecit, quia
superat, quod est natus ex virgine, matrisque integritatem solus potuit totius Trinitatis una substantia est), inveniet ipsum fecisse, si quando
nec conceptus violare nec natus: sed hoc nec coram eis factum est, nec quispiam Dei homo tale aliquid fecit. Potest quippe in seipso cuneta
410 Sobre el Evangelio de San ]uan 92, 1 92, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 411

p e r o nadie p u e d e nada sin El. Cristo con el P a d r e y el Espíritu probable que persigue a los santos. Y h a b i e n d o dicho que ellos
Santo n o son tres dioses, sino u n solo Dios, del cual está escrito: no conocían a A q u e l que le ha enviado y que, n o obstante, odia-
Bendito el Señor, Dios de Israel, que sólo El hace tales maravi- ban al H i j o y al Padre, es decir, al q u e ha sido enviado y a A q u e l
llas. N a d i e , pues, ha hecho las obras q u e El ha hecho en ellos, que le envió, de todo lo cual ya h e m o s disertado en pláticas
p o r q u e cualquiera q u e haya hecho alguna obra de éstas, la ha anteriores, viene a decir estas palabras: Para que se cumpla lo
hecho con el concurso de El. P e r o El las ha hecho. El m i s m o , escrito en su Ley: que gratuitamente me han odiado. Y, c o m o
sin el concurso de ellos. consecuencia, a ñ a d o las palabras q u e m e h a n servido d e tema:
" C u a n d o venga el Paráclito, Espíritu de verdad, q u e yo os envia-
ré de p a r t e del Padre, y el cual procede del Padre, El dará tes-
TRATADO 92 t i m o n i o de m í , y t a m b i é n vosotros lo daréis, p o r q u e habéis estado
c o n m i g o desde el p r i n c i p i o " . ¿Qué tienen q u e ver estas palabras
SOBRE ESTAS PALABRAS: "CUANDO VENGA EL PARÁCLITO, QUE YO OS con aquéllas: " P e r o ahora m e h a n visto y m e h a n odiado a m í
ENVIARÉ DE PARTE DEL PADRE, Y QUE ES ESPÍRITU DE VERDAD", ETC.
y a m i P a d r e ; m a s para q u e se c u m p l a lo q u e está escrito en
1. N u e s t r o Señor Jesucristo, en el s e r m ó n q u e dirigió a sus su Ley: q u e g r a t u i t a m e n t e m e han o d i a d o " ? ¿Es que, c u a n d o
discípulos después de la Cena y p r ó x i m o a la pasión, como se- vino el Paráclito, que es Espíritu de verdad, convenció a quienes
parándose y dejándolos sin su presencia corporal, p e r o p e r m a n e - habían visto y h a b í a n odiado con u n testimonio m á s manifiesto?
ciendo espiritualmente con los suyos hasta la consumación del Para mejor c o m p r e n d e r l o , recordemos el suceso. En el día de
tiempo, los e x h o r t ó a padecer las persecuciones de los impíos, Pentecostés vino el Espíritu Santo sobre ciento veinte hombres
a quienes n o m b r ó bajo el n o m b r e de m u n d o , del cual El dice reunidos, entre los cuales estaban todos los apóstoles, quienes,
q u e ha elegido a sus mismos discípulos, p a r a q u e sepan q u e p o r estando llenos de El, comenzaron a hablar en todos los idiomas,
la gracia de D i o s son lo que son y que p o r sus vicios h a n sido y m u c h o s de aquellos que odiaban, estupefactos ante tal maravi-
lo q u e fueron. A continuación n o m b r a claramente a los judíos lla (porque llegaron a ver p o r el g r a n d e y divino testimonio que
c o m o perseguidores suyos y de los suyos, para indicar que tam- daba P e d r o de Cristo, p r o b a n d o que A q u e l que, crucificado p o r
b i é n ellos están incluidos bajo la d e n o m i n a c i ó n del m u n d o re- ellos, era contado entre los muertos, había resucitado y vivía),
per seipsum; nemo autem potest aliquid sine ipso. Christus namque cum c o m p u n g i d o s de corazón se convirtieron, y obtuvieron el p e r d ó n
Patre et Spiritu sancto, non sunt tres dii, sed unus Deus, de quo de aquella divina sangre tan i m p í a y c r u e l m e n t e derramada, re-
scriptura est, Benedictas Dominus Deus Israel, qui facit mirabilia solus dimidos por la m i s m a sangre q u e ellos h a b í a n d e r r a m a d o . Pues
(Ps 71,18). Nemo ergo alius fecit quaecumque opera in eis fecit; quo-
quo missus est, de quibus ómnibus in alus sermonibus iam dissetuimus:
niam quisquís alius homo aliquid eotum fecit, ipso faciente fecit. Haec ad hoc pervenit ubi ait, Ut adimpleatur sermo qui in Lege eorum
autem ipse, non illis facientibus, fecit. scriptus est, Quia odio habuerunt me gratis. Deinde tanquam conse-
quenter adiunxit, unde modo disputare suscepimus: "Cum autem vene-
rit Paracletus quem ego mittam vobis a Patre, Spiritum veritatis qui a
TRACTATUS 92 Patre procedit, ille testimonium perhibebit de me; et vos testimonium
perhibebitis, quia ab initio mecum estis." Quid hoc pertinet ad illud
ÍN HAEC VERBA, ClIM AUTEM VENERIT P A R A C I ETUS QUEM EGO MITTAM VOBIS A PAIRE, quod dixerat, "Nunc autem et viderunt, et oderunt et me et Patrem
SPIRITUM VERITATIS. ETC. meum: sed ut impleatur sermo qui in Lege eorum scriptus est, Quia
odio habuerunt me gratis?" An quia Paracletus quando venit, Spiritus
1. Dominus Iesus in sermone quem locutus est discipulis suis post veritatis, eos qui viderunt et oderunt, testimonio manifestiore convicit?
coenam, proximus passioni, tanquam iturus et relicturus eos praesentia Imo vero etiam aliquos ex illis qui viderunt, et adhuc oderant, ad fidem
corporali, cum ómnibus autem suis usque in consummationem saeculi futu- quae per dilectionem operatur (Gal 5,6), sui manifestatione convertit.
rus praesentia spirituali, exhortatus est eos ad perferendas persecutiones Hoc ut ita intelligamus, ita factum esse recolimus. Venit enim die Pen-
impiorum, quos mundi nomine nuncupavit: ex quo tamen mundo etiam tecostés Spiritus sanctus in centum viginti homines congregatos, in qui-
ipsos discípulos se elegisse dixit, ut scirent se Dei gratia esse quod sunt, bus et Apostoli omnes erant, qui illo adimpleti cum linguis omnium
suis autem vitiis fuisse quod fuerunt. Deinde persecutores et suos et ipso- gentium loquerentur, plures ex his qui oderant, tanto miraculo stu-
rum Iudaeos evidenter expressit, ut omnino appareret etiam ipsos mun- pefacti (quandoquidem viderunt loquente Petro tam magnum atque di-
di damnabilis appellatione conclusos, qui persequitur sanctos. Cumque vinum testimonium perhiberi de Christo, ut ille qui occisus ab eis inter
de illis diceret quod ignorarent eum a quo missus est, et tamen odis- mortuos deputabatur, resurrexisse et vi veré probaretur), compuncti corde
sent et Filiurn et Patrem, hoc est, et eum qui missus est, et eum a conversi sunt; et tanti sanguinis tam impie atque immaniter fusi in-
412 Sobre el Evangelio de San Juan 92, 2 92, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 413
la sangre de Cristo de tal m a n e r a fue d e r r a m a d a para la remisión látase el Espíritu Santo, el cual, después de habérsele c o m u n i c a d o
de todos los pecados, q u e tenía p o d e r para borrar hasta el mis- a b u n d a n t e m e n t e p o r una gracia m á s colmada, de tal m a n e r a en-
m o p e c a d o c o m e t i d o derramándola. V i e n d o esto el Señor, decía: cendió su antes frío p e c h o para dar testimonio d e Cristo y de tal
Gratuitamente me odiaron; pero, cuando venga el Paráclito, que manera abrió aquella boca, antes cerrada p o r el temor p a r a decir
es Espíritu de verdad, El dará testimonio de mí. C o m o si dijera: la verdad, q u e , h a b l a n d o todos los q u e h a b í a n recibido el Espí-
V i é n d o m e , m e odiaron y m a t a r o n ; p e r o tal testimonio dará de ritu Santo los idiomas de todas las gentes, sólo él se destacó en
m í el Paráclito, q u e los hará creer en m í sin verme. medio de la turba de los judíos con m á s diligencia que los otros
2. Y sigue diciendo: También vosotros daréis testimonio de a dar testimonio de Cristo y a confundir a sus verdugos con la
mí, porque desde el principio estáis conmigo. D a r á testimonio verdad de su resurrección. Si a l g u n o siente deleite en la contem-
el Espíritu Santo y lo daréis vosotros también. P o r q u e habéis plación de tal espectáculo, tan lleno de suave santidad, lea los
estado c o n m i g o desde el principio, podéis predicar lo q u e sa- Hechos de los Apóstoles y a d m i r e allí a P e d r o predicando, al
béis, lo cual n o podéis hacerlo ahora, p o r q u e aún n o tenéis la que antes había c o m p a d e c i d o en su negación; vea allí a aquella
p l e n i t u d de aquel Espíritu. El, pues, dará testimonio de mí, y vos- lengua, pasada del temor a la intrepidez, de la esclavitud a la li-
otros también lo daréis, p o r q u e os dará fortaleza para dar ese bertad, convertir tantas lenguas enemigas a la confesión de Cris-
testimonio la caridad de Dios derramada en vuestros corazones to, ella, q u e , n o h a b i e n d o sido capaz de hacer frente a una,
p o r el Espíritu Santo, que será d a d o a vosotros. Esta caridad p r o n u n c i ó la negación. ¿Para q u é más? T a n vivo era el ful-
faltó a P e d r o cuando, atemorizado p o r la interpelación de aquella gor de la gracia, tan manifiesta era la plenitud del Espíritu
mujer sirvienta, n o fue capaz de dar verdadero testimonio; antes Santo, tan g r a n d e era el peso de las preciosísimas verdades que
fue arrastrado, p o r el gran temor q u e sentía, a negarle tres ve- de su boca procedían, q u e dejó dispuestos a m o r i r p o r Cristo
ces en contra de lo q u e había p r o m e t i d o . Este temor n o se avie- a sus enemigos y verdugos los judíos de aquella m u l t i t u d ingen-
n e con la caridad, m a s la caridad echa fuera todo temor. E n fin, te, de los cuales había t e m i d o ser llevado a m o r i r con El. Esto
antes de la pasión del Señor, su amor servil fue interpelado p o r hizo el Espíritu Santo, entonces enviado y antes p r o m e t i d o . Estos
u n a mujer de servicio; después d e la resurrección del Señor, su portentosos y extraordinarios beneficios tenía el Señor ante sus
amor m a g n á n i m o fue interpelado por el Príncipe de la libertad; ojos cuando decía: "Los vieron y m e odiaron a m í y a m i Pa-
p o r esto allí se turba, aquí se tranquiliza; allí negaba al que dre, para dar c u m p l i m i e n t o a lo q u e está escrito en su Ley:
amaba, a q u í ama al q u e había negado. N o obstante, su amor que g r a t u i t a m e n t e m e han odiado. Pero, cuando venga el Pará-
aún era débil y angosto entonces, hasta que lo fortaleciese y di-
tranquillabatur; ibi quem dilexerat negabat, hic quem negaverat dili-
dulgentiam perceperunt, ipso redempti sanguine quem fuderunt (Act gebat. Sed adhuc etiam tune amor ipse infirmus fuerat et angustus,
2,2). Christi enim sanguis sic in remissionem peccatorum omnium fu- doñee eum roboraret et dilataret Spiritus sanctus. Qui posteaquam illi
sus est, ut ipsum etiam peccatum posset delere quo fusus est. Hoc ergo est abundantia gratiae largioris infusus, sic ad perhibendum de Christo
intuens Dominus dicebat, Odio habuerunt me gratis: cum autem venerit testimonium quondam eius frigidum pectus accendit, atque illa prius
Paracletus, Ule testimonium perhibebit de me: tanquam diceret, Odio trepida quae veritatem suppresserant, ora reseravit, ut cum omnes in
me habuerunt, et occiderunt videntes; sed tale de me Paracletus testi- quos venerat Spiritus sanctus, linguis omnium gentium loquerentur, Iu-
monium perhibebit, ut eos faciat in me credere non videntes. daeorum circumstantibus turbis, solus ad testimonium de Christo perhi-
2. Et vos, inquit, testimonium perhibebitis, quia ab initio mecum bendum prae caeteris promptius emicaret, eiusque interfectores de illius
estis. Perhibebit Spiritus sanctus, perhibebitis et vos. Quia enim ab resurrectione confunderet. Si quem delectat tam suaviter sanctum tale
initio mecum estis, potestis praedicare quod nostis: quod ut modo non spectaculum intueri, Actus Apostolorum legat (Act 2,5): ibi beatum
faciatis, illius Spiritus plenitudo nondum adest vobis. Ule ergo testi- Petrum quem negantem doluerat, stupeat praedicantem; ibi linguam
monium perhibebit de me, et vos perhibebitis: dabit enim vobis fidu- illam videat ad fiduciam a diffidentia, et ad libertatem a servitute
ciam testimonium perhibendi chantas Dei diffusa in cordibus vestris translatam, tot linguas inimicorum convertere ad Christi confessionem,
per Spiritum sanctum qui dabitur vobis (Rom 5,5). Quae utique Petro quarum non valendo unam ferré, versa fuerat in negationem. Quid
adhuc defuit, quando mulieris ancillae interrogatione perterritus, non plura? Tantus in illo fulgor gratiae, tanta Spiritus sancti plenitudo
potuit verum testimonium perhibere; sed contra suam polücitationem ti- apparebat, tanta de ore praedicantis pretiosissimae veritatis pondera pro-
more magno compulsus est ter negare (Mt 26,69-74). Timor autem iste cedebant, ut ingentis multitudinis adversarios interfectores Christi Iu-
non est in charitate, sed perfecta charitas foras mittit timorem (1 lo daeos faceret pro illo paratos mori, a quibus cum illo formidabat oc-
4,18). Denique ante passionem Domini, servilis timor eíus interrogatus cidi. Hoc fecit Spiritus sanctus tune missus, ante promissus. Ista Domi-
est a femina servitutis; post resurrectionem vero Domini liberalis eius nus magna atque miranda sua beneficia praevidebat, quando dicebat,
amor ab ipso Principe libertatis (lo 21,15): et ideo ibi turbabatur, hic "Et viderunt, et oderunt et me et Patrem meum: ut adimpleatur sermo
414 Sobre el Evangelio de San Juan 93, 1 93, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 415
clito, que yo os enviaré desde el Padre, el Espíritu de verdad, aquella sentencia: Por toda la tierra se extendió el sonido de ellos.
que procede del Padre, El dará testimonio de mí, y también vos- De poco valdría animarlos con su ejemplo si no los llenase de
otros daréis testimonio de mí". Este Espíritu, dando el testimonio su Espíritu. Así sucedió al apóstol Pedro, que después de haber-
de Cristo y dando extraordinaria fortaleza a los testigos, quitó le oído decir que no es mayor el siervo que el señor; si a mi
todo temor a los amigos de Cristo y convirtió en amor el odio me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; y viendo
de los enemigos. que ya esto comenzaba a cumplirse en su Señor, cuya paciencia
debió imitar si bastase el ejemplo, sucumbió y le negó por no
poder soportar lo que El sufría. Pero, cuando recibió el don del
TRATADO 93
Espíritu Santo, predicó al que había negado, y no temió mani-
SOBRE ESTO QUE DICE EL SEÑOR: "OS HE DICHO ESTAS COSAS PARA festar públicamente a Aquel cuya confesión tanto miedo le ha-
QUE NO OS ESCANDALICÉIS", HASTA: " Y OS HE DICHO ESTAS COSAS bía causado. En verdad que antes había sido aleccionado con el
PARA QUE, CUANDO VENGA SU HORA, OS ACORDÉIS DE QUE YO OS LAS
ejemplo, para que supiese lo que era conveniente hacer; pero aún
HE DICHO"
no había recibido la fortaleza para ejecutarlo: había sido ins-
1. Alentando el Señor a sus discípulos a sufrir con fortaleza truido para mantenerse firme, pero no había sido confirmado
el odio de los enemigos con las palabras que preceden a este para evitar la caída. Mas, cuando lo fue por el Espíritu Santo,
capítulo del Evangelio, quiso también prepararlos con su ejem- predicó hasta la muerte a quien había negado por temor a la
plo para que, imitándole a El, fuesen más valientes, añadiéndoles muerte. Por este motivo, en el capítulo siguiente dice el Señor:
la promesa de que sobre ellos vendría el Espíritu Santo para dar Estas cosas os he dicho para que no os escandalicéis, que es de
testimonio de El, diciéndoles que también ellos serían sus testi- lo que ahora vamos a tratar. Se canta en el Salmo: Paz abundante
gos por la operación y virtud del Espíritu Santo. Pues les dice para los que aman tu ley y no se escandalizan de ella. Con ra-
así: El dará testimonio de mí, y también vosotros lo daréis. Por- zón, pues, luego que les prometió al Espíritu Santo, por cuya
que El lo dará, lo daréis también vosotros. El lo dará en vues- interna operación se convertirían en testigos, añade: Os he dicho
estas cosas para que no os escandalicéis. Porque, cuando la cari-
tros corazones, y vosotros con vuestras voces; El con su inspira-
dad de Dios es infundida en nuestros corazones por el Espíritu
ción, y vosotros con el ruido de vuestra voz, para que se cumpla
Santo, que se nos ha dado, nace abundante paz en los que aman
qui in Lege eorum scriptus est, quia odio habuerunt me gratis. Cum la ley de Dios, para que no les sirva de escándalo.
autem venerit Paracletos quem ego mittam vobis a Patre, Spiritum ve- 2. Haciéndoles ya el recuento de lo que habían de padecer,
ritatis qui a Patre procedit, ille testimonium perhibebit de me; et vos
testimonium perhibebitis". Ule quippe testimonium perhibens et testes pío suo, nisi impleret Spiritu suo. Denique apostolus Petrus cum iam
fortissimos faciens, abstulit Christi amicis timorem, et inimicorum odium verba eius audisset, ubi dixerat, Non est servus maior domino suo:
convertit in amorem. si me persecuti sunt, et vos persequentur (lo 15,20); et hoc in illo iam
videret impleri, in quo patientiam Domini sui, si cxemplum sufficeret
debuit imitari: succubuit et negavit, non utique ferens quod illum fer-
TRACTATUS 93 ré cernebat. Cum veré accepit donum Spiritus sancti, quem negaverat
DE EO QUOD DOMINUS DICIT, HAEC LOCUTUS SUM VOBIS, UT NON SCANDAITZEMINI : praedicavit; et quem confiten timuerat, non timuit profiteri. Prius enim
líSQUK AD II), SED IIAEC LOCUTUS SUM VOBIS, UT, CUM VKNERIT HORA EORUM, exemplo quidem fuerat edoctus, ut quod fieri convenerat nosset; sed
lil.MINISCAMINI, QUIA KC.O 1)1X1 VOBIS nondum fuerat virtute fultus, ut quod noverat faceret: instructus erat
ut staret, sed non erat firmatus ne caderet. Quod posteaquam per Spi-
1. In his quae praecedunt hoc Evangelii capitulum, Dominus dis- ritum sanctum factum est, annuntiavit usque ad mortem, quem nega-
cípulos suos ad inimicorum odia perferenda confirmans, suo quoque verat timens mortem. Ideo Dominus in hoc consequenti capitulo, de
praeparavit exemplo, ut eum imitando fierent fortiores: addens et pro- quo nunc vobis loquendum est, Haec, inquit, locutus sum vobis, ut non
mittens eis quod venturus esset Spiritus sanctus, qui de illo testimonium scandauzemini. Canitur euippe in Psalmo, Pax multa diligentibus le-
perhiberet, et adiiciens quod et ipsi fierent testes eius, hoc utique in gem tuam, et non est Mis scandalum (Ps 118,165). Mérito itaque pro-
eis operante Spiritu sancto. Sic enim ait: Ule testimonium perhibebit misso Spiritu sancto, quo in eis operante fierent testes eius, subiunxit,
de me, et vos testimonium perhibebitis. Utique quia ille perhibebit, Haec locutus sum vobis, ut non scandalizemini. Cum enim charitas
etiam vos perhibebitis; ille in cordibus vestris, vos in vocibus vestris; Dei diffunditur in cordibus nostris per Spiritum sanctum qui datus est
ille inspirando, vos sonando: ut possit impleri, In omnem terram exi- nobis (Rom 5,5), fit pax multa diligentibus Iegem Dei, ut non sit illis
vit sonus eorum (Ps 18,5). Parum quippe fuerat eos adhortan exem- scandalum.
2. Deinde quid passuri essent, iam exprimens ait: Extra synagogas
416 Sobre el Evangelio de San Juan 93, 2
93, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 417
les dice: Os echarán juera de las sinagogas. ¿Qué mal había
de ser para los apóstoles ser arrojados fuera de las sinagogas como norma, no están sujetos a la justicia de Dios, ni del nú-
judías, si de ellas se habían de alejar aunque nadie los despidie- mero de aquellos que amaron más los honores de los hombres
se? Pero quiso dar a entender que los judíos no habían de reci- que la gloria de Dios, a estos discípulos les cuadra aquella pro-
bir a Cristo, del cual ellos no se separarían jamás; y, por ende, fecía que en ellos ha tenido su cumplimiento: Caminarán, Se-
había de suceder que con El fuesen arrojados fuera aquellos que ñor, a la luz de tu rostro y se gozarán en tu justicia, porque tú
no podían estar sin El, por aquellos que no querían estar en El. eres la gloria de su fortaleza. Con razón, pues, a ellos les dice:
Y ciertamente, porque no había más pueblo de Dios que aquel Os arrojarán fuera de las sinagogas aquellos que tienen el celo
descendiente de Abrahán, si hubiese reconocido y recibido a Cris- de Dios, pero no lo tienen según la ciencia; porque, ignorando la
to, permanecería en el olivo como rama natural, y no sería dis- justicia de Dios y queriendo poner la suya como norma, despiden
tinta la Iglesia de Cristo de la Sinagoga de los judíos, que serían a quienes ponen su gloria no en su justicia, sino en la justicia
idénticas si hubiesen querido permanecer en El. Pero, por no ha- de Dios, ni se avergüenzan de ser expulsados por los hombres,
berlo querido, ¿qué restaba sino que aquellos que se quedaban porque el mismo Dios es la gloria de su fortaleza.
fuera de Cristo echasen fuera de las sinagogas a los que no aban- 3. Y después de haberles dicho estas cosas, añadió: Pero es
donaban a Cristo? Convertidos en testigos por la recepción del llegada la hora de que todo aquel que os dé la muerte crea que
Espíritu Santo, ciertamente no serían como aquellos de quienes hace un servicio a Dios, y os harán estas cosas porque no me
se dice: Muchos de los principales de los judíos creyeron en Je- han conocido a mí ni a mi Padre. Es decir, no han conocido a
sús, pero no se atrevían a confesarlo por miedo de ser arrojados Dios ni a su Hijo, a quien creen prestar un obsequio con vuestra
por ellos fuera de las sinagogas, porque prefirieron la gloria de muerte. En estas palabras quiso como dejar un consuelo a los
los hombres a la gloria de Dios. Creyeron en Cristo, mas no del suyos que fueran echados de las sinagogas judías. Pues al anun-
modo que El quería que creyesen, cuando decía: ¿Cómo podéis ciarles los males que habían de padecer por dar testimonio de
creer, si no esperáis más que los mutuos honores y no buscáis la El, dice: Os echarán fuera de las sinagogas. Y no dice: Y llega
gloria que sólo viene de Dios? Pero a los discípulos, que creye- la hora de que el que os matare crea prestar un servicio a Dios.
ron en El de tal modo que, llenos del Espíritu Santo, es decir, ¿Que és, pues, lo que dice? Pero llegó la hora, como si lo dijese
llenos del don de la gracia de Dios, no son ya del número de en el sentido de anunciarles algún bien después de estos males.
los que, ignorando la, justicia de Dios y queriendo poner la suya ¿Cuál es entonces el significado de os arrojarán de las sinagogas,
pero llega la hora? Es como si hubiese dicho: Ellos os separarán,
facient vos. Quid autem malí erat Apostolis expelli de synagogis Iu-
daicis, quasi non inde fuerant se separaturi, etiamsi eos nullus expel- de quibus dictum est, Dilexerunt gloriam hominum magis quam Dei:
leret? Sed nimirum hoc voluit denimtiare, quia Iudaei Christum non illa congruit prophetia, quae de ipsis invenitur impleta, Domine, in lu-
fuerant recepturi, a quo isti non fuerant recessuri; et ideo futurum erat mine vultus tui ambulabunt, et in nomine tuo exsultabunt tota die,
ut foras mitterentur cum illo, ab eis qui esse nollent in illo, hi qui esse et in tua iustitia exaltabuntur; quoniam gloria virtutis eorum tu es
non possent sine illo. Nam prefecto, quia non erat ullus alius populus (Ps 88,16-18). Mérito eis dicitur, Extra synagogas jacient vos: illi sci-
Dei quam illud semen Abrahae, si agnoscerent et reciperent Christum, licet qui zelum Dei habent, sed non secundum scientiam; propter quod
tanquam rami naturales in olea permanerent (ibid. 11,17); nec aliae ignorantes Dei iustitiam, et suam volentes constituere (Rom 10,2 et 3),
fierent Ecclesiae Christi, aliae Synagogae Iudaeorum: eaedem quippe eos expellunt qui non in sua, sed in Dei iustitia exaltantur, nec ex-
essent, si in eodem esse voluissent. Quod quia noluerunt, quid resta- pulsi ab hominibus erubescunt, quoniam gloria virtutis eorum ipse est.
bat nisi ut remanentes extra Christum, extra synagogas facerent eos qui 3. Denique cum hoc eis dixisset, adiecit: Sed venit hora ut om-
non relinquerent Christum? Accepto quippe Spiritu sancto testes eius nis qui interficit vos, arbitretur obsequium se praestare Deo: et haec
effecti, non utique tales essent, de quibus dicitur: Multi principes Iu- facient vobis, quia non cognoverunt Patrem ñeque me. Hoc est, non
daeorum crediderunt in eum; sed propter metum Iudaeorum, ne pelle- cognoverunt Deum nec eius Filium, cui se in vobis occidendis praestare
rentur de synagogis, non audebant confiten eum: dilexerunt enim glo- arbitrantur obsequium. Quae verba Dominus ita subiecit, tanquam ex
riam hominum magis quam Dei (lo 12,42 et 43). Crediderunt ergo in hoc consolaretur suos, qui de synagogis iudaicis pellerentur. Praenun-
eum, sed non sic quomodo eos volebat credere, qui dicebat: Quomodo tians enim quae mala essent pro eius testimonio perpessuri, Extra
potestis credere, gloriam ab invicem exspectantes, et gloriam quae a synagogas, inquit, facient vos. Nec ait, Et venit hora ut omnis qui in-
solo Deo est non quaerentes? (ibid. 5,44). Discipulis ergo sic in eum terficit vos, arbitretur obsequium se praestare Deo. Quid ergo ait? Sed
credentibus, ut impleti Spiritu sancto, hoc est dono gratiae Dei, non venit hora: quemadmodum diceret, si aliquid boni post mala ista prae-
sint de numero eorum qui ignorantes Dei iustitiam, et suam volentes diceret. Quid sibi ergo vult, Extra synagogas facient vos: sed venit
constituere, iustitiae Dei non sunt subiecti (Rom 10,3); nec de illorum hora? Tanquam hoc dicturus fuisset: Separabunt illi quidem vos, sed ego
vos colligam; aut, Separabunt quidem illi vos, sed venit hora laetitiae
S.Ag. 14 14
418 Sobre el Evangelio de San Juan 93 3
93, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 419
pero yo os reuniré; o bien: Ellos os separarán, pero llega la hora
de vuestra alegría. ¿Qué hace allí la frase pero llegó la hora, prestaban un obsequio a Dios, sino a sus dioses; cualquiera de
como si les prometiese un consuelo después de la tribulación, de- los judíos, en cambio, que diera muerte a los predicadores de
biendo decir en indicativo: Y llega la hora? Pero, cuando les Cristo, creyó que prestaba un obsequio a Dios, pensando que
anuncia, no consuelos después de la tribulación, sino tribulación abandonaban al Dios de Israel todos aquellos que se convertían
sobre tribulación, no dice: Y llegó. O ¿acaso la separación de las a Cristo. Pues éste fue el motivo que los movió a dar la muer-
sinagogas les había de ser tan molesta, que prefiriesen la muerte te a Cristo, según lo declaran aquellas palabras: Veis que todo
a vivir separados de las sinagogas de los judíos? No se puede el mundo se va tras El; si le dejamos ir con vida, vendrán los
suponer tal molestia en quienes buscaban la gloria de Dios y no romanos y nos arrebatarán la tierra y el pueblo. Y también Cai-
la de los hombres. ¿Qué es, pues, lo que quiere decir: Os arro- fas había dicho: Conviene que muera un hombre por el pueblo
jarán de las sinagogas, pero llegó la hora, cuando parece que de- y no perezca nuestra raza. En este sermón, pues, levantó con su
bería haber dicho: Y llega la hora de que el que os dé la muerte ejemplo el ánimo de sus discípulos, diciéndoles: Si a mi me han
crea que hace a Dios un servicio? Hubiera dicho, al menos, que perseguido, os perseguirán a vosotros también, Y así como cre-
llegó la hora de que os maten, como si la muerte les sirviese de yeron prestar a Dios un obsequio dándole muerte a El, también
consuelo por aquella separación; dice no obstante: Pero llegó la dándosela a ellos.
hora de que quien os dé la muerte crea que hace a Dios un ob- 4. Este es, pues, el sentido encerrado en estas palabras: Os
sequio. Me parece que no quiso dar a entender otra cosa sino arrojarán juera de las sinagogas; pero no temáis a la soledad,
que ellos entendieran y se gozaran de que, al ser arrojados de las porque, separados de ellos, reuniréis a tantos bajo mi nombre,
reuniones de los judíos, habían de adquirir a tantos para Cristo, que, temiendo ellos que sean abandonados su templo y sus ritos,
que no considerasen suficiente la expulsión, sino que no les de- os matarán, derramando vuestra sangre con intención de prestar
jarían vivir para que no pudieran convertir a todos a Cristo con a Dios un obsequio. Esto es lo que de ellos dijo el Apóstol:
su predicación, retirándolos de la observancia del judaismo, que Tienen el celo de Dios, pero no según la sabiduría, por creer
ellos tenían por verdad divina. Lo cual debemos entenderlo de hacer a Dios un servicio dando muerte a los siervos de Dios.
los judíos, de los cuales había dicho: Os arrojarán de las sinago- ¡Oh error lamentabilísimo! ¿Para agradar a Dios das muerte a
gas. Porque también los gentiles dieron muerte a los testigos, es los que le agradan, y con tu crimen echas por tierra el templo
decir, a los mártires de Cristo, pero no creyeron que matándolos vivo de Dios para que no se vea desierto su templo de piedra?
i Oh execrable ceguera! Mas esta ceguera cayó en parte de Israel,
para que entrase la plenitud de las gentes. En parte, dije, no en
vestrae. Quid ergo ibi facit hoc verbum quod ait, Sed venit hora,
quasi consolationem eis promitteret post tribulationem; cum magis di- cerent. Iudaeorum autem omnis qui occidit praedicatores Christi, Deo
cere debuisse videatur indicativo modo, Et venit hora? Sed non ait, se praestare putavit obsequium; credens quod desererent Deum Israel,
Et venit, cum tribulationem super tribulationem, non consolationem quicumque converterentur ad Christum. Ut enim et ipsum Christum
post tribulationem venturam illis esse praediceret. An forte sic eos illa occiderent, ista ratione commoti sunt: nam eorum de hac re etiam ver-
de synagogis separatio fuerat turbatura, ut mori mallent, quam in hac ba conscripta sunt: Videtis quia totus mundus post eum abiit (lo 12,19):
vita sine Iudaeorum congregationibus immorari? Absit ut sic turbarentur, si dimiserimus eum vivere, venient Romani, et tollent nobis et locurn
qui Dei, non hominum gloriam requirebant. Quid ergo est, Extra syna- et gentem. Et quod Caiphas dixit: Expedit ut unus homo moriatur pro
gogas facient vos: sed venit hora; cum potius dicere debuisse videatur, populo, et non tota gens pereat (ibid. 11,48.50). Et in hoc ergo ser-
Et venit hora, ut omnis qui interficit vos, arbitretur obequium se prae- mone suos discípulos suo erexit exemplo, quibus dixerat, Si me perse-
stare Deo? Ñeque enim saltem dictum est, Sed venit hora ut interficiant cuti sunt, et vos persequentur (ibid. 15,20); ut quemadmodum illum
vos, quasi ut eis mors pro consolatione illius separationis accideret; sed, occidendo, Deo se praestitisse obsequium putaverunt, sic etiam illos.
Venit, inquit, hora ut omnis qui interficit vos, arbitretur obsequium 4. Iste itaque sensus est in his verbis: Extra synagogas facient
se praestare Deo. Prorsus non mihi videtur aliud significare voluisse, vos; sed noli te solitudinem formidare: separati quippe a congregatione
nisi ut intelligerent atque gauderent tam multos se Christo acquisitu- eorum, tam multos in nomine meo congregabitis, ut illi metuentes ne
ros, cum de Iudaeorum congregationibus pellerentur, ut eos non suffi- templum quod erat apud eos, et omnia Legis veteris sacramenta dese-
ceret pellere, sed non sinerent vivere, ne omnes ad nomen Christi sua rantur, interficiant vos; sic fundentes sanguinem vestrum, ut Deo se
praedicatione converterent, et ab observatione Iudaismi, tanquam divi- praestare arbitrentur obsequium. Ecce est illud quod de his dixit Apos-
nae veritatis, averterent. Hoc enim de Iudaeis dictum debemus accipere, tolus, Zelum Dei habent, sed non secundum scientiam (Rom 10,2):
de quibus dixerat, Extra synagogas facient vos. Nam testes, id est mar- obsequium se putant praestare Deo, interficiendo fámulos Dei. O error
tyres Christi, etiamsi occisi sunt a Gentilibus; non tamen illi arbitra- horrendus! Itane ut placeas Deo, percutís placentem Deo; et templum
ti sunt Deo, sed diis suis falsis obsequium se praestare, cum haec fa- Dei vivum te feriente prosternitur, ne Dei templum lapideum desera-
420 Sobre el Evangelio de San Juan 93_ 4
94, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 421
todo Israel, p o r q u e n o todas, sino algunas ramas fueron cortadas
p a r a injertar el acebuche. P o r q u e cuando, llenos del Espíritu
Santo, hablaban en todos los idiomas, y p o r ellos obraba D i o s TRATADO 94
tantas maravillas, y p r e d i c a b a n las divinas enseñanzas, tanto cre- DESDE ESTAS PALABRAS DE JESÚS: " N O o s DIJE ESTAS COSAS DESDE EL
ció el amor a Cristo sacrificado, q u e sus discípulos, expulsados PRINCIPIO PORQUE ESTABA YO CON VOSOTROS", HASTA ÉSTAS: " S I YO
de la congregación de los judíos, r e u n i e r o n tan gran m u l t i t u d aun ME FUERE, OS LO ENVIARÉ"
de los m i s m o s judíos, q u e n o tenían p o r q u é temer a la soledad.
P o r este motivo, enfurecidos los otros reprobos y ciegos, q u e te- 1. H a b i e n d o Jesús p r e d i c h o a sus discípulos las persecucio-
n í a n el celo de Dios, m a s n o según la sabiduría, y creían prestar nes q u e h a b í a n de sufrir después de su partida, a ñ a d i ó : No os
a D i o s u n b u e n servicio, los p e r s e g u í a n a m u e r t e . P e r o el que dije estas cosas desde el comienzo porque estaba con vosotros;
p o r ellos había sido sacrificado, los reunía, y los había instruido mas ahora me voy a Aquel que me envió. Lo p r i m e r o q u e hay
antes de ser m u e r t o acerca de estas cosas futuras, a fin de q u e q u e ver aquí es si antes n o les había anunciado estos futuros
todos estos males inesperados e imprevistos, a u n q u e p o c o dura- tormentos. Los otros tres evangelistas demuestran claramente que
deros, n o les cogiesen ignorantes y desprevenidos, causándoles la ya se los había a n u n c i a d o antes de venir a la cena, t e r m i n a d a la
consiguiente turbación, sino q u e , teniéndolos conocidos y reci- cual, según San J u a n , les dijo esto: No os dije estas cosas desde
biéndolos con paciencia, los condujesen a los bienes sempiternos. el comienzo porque estaba con vosotros. ¿Acaso q u e d e resuelta
El m i s m o declaró que ésta había sido la causa de anunciarles es- esta cuestión diciendo q u e también ellos dicen q u e estaba próxi-
tas cosas, a ñ a d i e n d o : Mas os he dicho estas cosas para que, cuan- m o a la pasión c u a n d o decía estas cosas? Entonces n o desde el
do llegare su hora, os acordéis de que yo os las he dicho. La hora principio, c u a n d o estaba con ellos, p o r q u e las dijo c u a n d o esta-
d e estas cosas es una hora tenebrosa, u n a hora nocturna. D u r a n t e ba p r ó x i m o a separarse de ellos y a partir para el Padre. Y de
el día envió Dios su misericordia, y d u r a n t e la noche la declaró; esta m a n e r a es cierto, también según aquellos evangelistas, lo q u e
c u a n d o la noche de los judíos hizo surgir el día de los cristia- aquí se dice: No os dije estas cosas desde el principio. P e r o ¿qué
nos, separado de ella sin confusión alguna; y a u n q u e p u d o dar diremos de la veracidad del Evangelio según San M a t e o , q u e
m u e r t e al cuerpo, n o fue capaz de oscurecer la fe.
dice q u e estas cosas les fueron anunciadas por el Señor, n o sola-
m e n t e en el día de la Pascua, poco antes de la cena y ya i n m i -
tur? O exsecrabílis caed tas! Sed ex parte in Israel facta est, ut plenitudo
Gentium intraret: ex parte, inquara, facta est, non ex toto. Non enim n e n t e la pasión, sino ya desde el principio, cuando p o r p r i m e r a
omnes, sed aliqui ex ramis fracti sunt, ut insereretur oleaster (ibid. 11,
25.17). Nam Spiritu sancto implente discípulos Christi, cum linguis om-
nium gentium loquerentur, cum per eos divina miracula frequentaren- TRACTATUS 94
tur, et divina eloquia spargerentur, etiam occisus ita dilectus est Chris-
DE EO QUOD DICIT IESUS, HAEC AUTEM VOBIS AB INITIO NON DIXI, QUIA VOBISCUM
tus, ut eius discípuli expulsi a congregationibus Iudaeorum, ex ipsis
ERAM". USQUE AL) I D , S I A U I E M AB1ERO, M I T I A M EUM AD VOS
quoque Iudaeis ingentem multitudinem congregarent, et nullam solitu-
dinem formidarent (Act 2,4). Hinc ergo accensi caeteri reprobi et caeci,
zelum Dei habentes, sed non secundum scientiam, et obsequium se 1. Cum Dominus Iesus praedixisset disripulis suis persecutiones quas
praestare Deo credentes, occidebant eos. Sed pro illis occisus colligebat passuri fuerant post eius abscessum, subiunxit, atque ait: Haec autem
eos; qui de his futuris, antequam occideretur, instruxerat eos, ne igna- vobis ab initio non dixi, quia vobiscum eram: nunc autem vado ad
ros atque imparatos ánimos mala inopinata et improvisa, quamvis cito eum qui me misit. Ubi primum videndum est, utrum eis futuras non
transitura, turbarent, sed praecognita et patienter accepta ad bona sem- praedixerit ante passiones. Sed alii tres evangelistae satis eum praedi-
piterna perducerent. Hanc enim fuisse causam ut haec eis praenuntiaret, xisse ista demonstrant, antequam ventum esset ad coenam (Mt 24,9;
etiam ipse demonstravit adiungens: Sed haec locutus sum vobis, ut cum Me 13,9-13 et Le 21,12-17): qua peracta secundum Ioannem ista locu-
Venerit hora eorum, reminiscamini quia ego dixi vobis. Hora eorum tus est, ubi ait, Haec autem vobis ab initio non dixi, quia vobiscum
hora tenebrosa, hora nocturna. Sed in die mandavit Dominus misericor- eram. An forte hinc ista solvitur quaestio, quia et illi eum narrant
diam suam, et in nocte declaravit (Ps 41,9): quando nox Iudaeorum passioni proximum fuisse cum haec diceret? Non ergo ab initio quando
separatum a se diem Christianorum nulla confusione fuscavit; et quan- cum illis erat, quia iam discessurus, iamque ad Patrem perrecturus haec
do carnem occidere potuit, fidem tenebrare non potuit. dixit: et ideo etiam secundum illos evangelistas verum est quod hic
dictum est, Haec autem vobis ab initio non dixi. Sed quid agimus de
fide Evangelii secundum Matthaeum, qui haec eis a Domino non solum
cum iam esset Pascha cum discipulis coenaturus imminente passione,
verum et ab initio denuntiata esse commemorat, ubi primum nomina-
422 Sobre el Evangelio de San Juan 94, 2
94, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 423
vez se da el nombre de los doce apóstoles y son enviados a las
obras de Dios? Pues entonces ¿qué quieren decir estas palabras: he dicho no solamente porque habéis de sufrir todo esto, sino
Estas cosas no os las he dicho desde el principio porque yo es- porque, cuando venga el Paráclito, dará testimonio de mí, para
taba con vosotros, sino que lo que aquí dice respecto al Espíritu que vosotros no calléis por temor a estas calamidades y para ha-
Santo: que ha de venir a ellos y que ha de dar testimonio cuando ceros intrépidos en dar vosotros también el mismo testimonio.
ellos hayan de padecer estos males, estas cosas no se las había No os he dicho estas cosas desde el principio porque yo estaba
dicho desde el principio porque entonces estaba con ellos? con vosotros y os consolaba con mi presencia corporal, manifes-
2. Aquel Consolador o Abogado (pues ambas cosas significa tada a vuestros sentidos a fin de que en vuestra pequenez la pu-
la palabra griega Paráclito) era necesario después de la partida dieseis comprender.
de Cristo; y no se lo había manifestado desde el principio, cuan- 3. Ahora voy a Aquel que me envió, y ninguno de vosotros
do estaba El con ellos, porque su presencia los consolaba. Pero, me pregunta: ¿Adonde vas? Da a entender que se ha de ir de
estando ya cercana su partida, era conveniente manifestarles que tal modo, que nadie tenga necesidad de preguntar, porque lo
había de venir Aquel que, infundiendo la caridad de Dios en sus verá claramente con los ojos corporales. Anteriormente le habían
corazones, los haría fuertes para la predicación, y, a la vista del preguntado adonde iba a ir, habiéndoles contestado que a donde
testimonio que de Cristo daba El en sus corazones, ellos también ellos no podían ir entonces. Y ahora les promete que ha de irse
diesen ese testimonio abiertamente, sin temor a que los judíos de modo que nadie tenga necesidad de preguntarle adonde va.
adversarios les echasen fuera de las sinagogas y les diesen la Una nube le recibió cuando subió al cielo, y los discípulos, si-
muerte, pensando hacer con esto un servicio a Dios; porque la lenciosos, le seguían con la vista.
caridad, que había de ser derramada en sus corazones por el don 4. Mas, porque os he dicho estas cosas, se ha llenado de tris-
del Espíritu Santo, todo lo tolera. De aquí dimanan las otras teza vuestro corazón. Veía la tormenta que aquellas palabras su-
consecuencias: la de hacerlos mártires, esto es, testigos suyos por yas iban a levantar en sus corazones, porque, careciendo aún del
medio del Espíritu Santo; con su operación interior darles for- espiritual consuelo del Espíritu Santo, tenían miedo de perder
taleza para sufrir las más crueles persecuciones y que, inflama- la presencia corporal de Cristo. Y como sabían que Cristo decía
dos en ese divino fuego, no se entibiase en ellos el ardor de la la verdad, no podían dudar de que le perderían, y por eso se en-
predicación. Todas estas cosas, dice, os he manifestado para que, tristecían sus afectos humanos al verse privados de su presencia
cuando sucedieren, os acordéis de que os las tengo dichas. Os las carnal. Bien conocía El lo que les era más conveniente, porque
era mucho mejor la visión interior con que les había de conso-
tim duodecim exprimuntur Apostoli, et ad opera divina mittuntur?
(Mt 10,17). Quid sibi ergo vult quod hic ait, Haec autem vobis ab locutus sum vobis, non tantum quia passuri estis ista; sed quia cum
initio non dixi, qttia vobiscum eram: nisi quia ea quae hic dicit de venerit paracletus ille, testimonium perhibebit de me, ne ista timenda
Spiritu sancto, quod sit venturus ad eos et testimonium perhibiturus, taceatis, unde fiet ut etiam vos testimonium perhibeatis. Haec autem
quando mala illa passuri sunt, haec ab initio eis non dixit, quia cum vobis ab initio non dixi, quia vobiscum eram, et ego vos consolabar
ipsis erat? mea corporali praesentia, exhibita humanis sensibus vestris, quam par-
2. Consolator ergo ille vel advocatus (utrumque enim interpreta- vuli capere poteratis.
tur quod est graece paracletus), Christo abscedente fuerat necessarius; 3. Nunc autem vado ad eum qui me misit: et nemo, inquit, ex
et ideo de illo non dixerat ab initio quando cum illis erat, quia eius vobis interrogat me, Quo vadis? Significat sic se iturum ut nullus in-
praesentia consolabantur: abscessurus autem oportebat ut diceret illum terrogaren quod palam fieri visu corporis cernerunt: nam superius in-
esse venturum, per quem futurum erat ut charitate diffusa in cordibus terrogaverant eum quo esset iturus, et responderat eis se iturum quo
suis verbum Dei cum fiducia praedicarent; et illo intrínsecus apud eos ipsi tune venire non possent (lo 13,36). Nunc vero ita se promittit
testimonium perhibente de Christo, ipsi quoque testimonium perhiberent; iturum, ut nullus eorum quo vadit interroget. Nubes enim suscepit eum
ñeque scandalizarentur cum inimici Iudaei absque synagogis facerent quando ascendit ab eis; et euntem in caelum non verbis quaesierunt,
eos, et interficerent arbitrantes obsequium se praestare Deo: quoniam sed oculis deduxerunt (Act 1,9-11).
charitas omnia tolerat (1 Cor 13,7), quae diffundenda erat in cordibus 4. Sed quia haec locutus sum vobis, inquit, tristitia implevit cor
eorum per Spiritus sancti donum (Rom 5,5). Hinc ergo iste totus du- vestrum. Videbat utique quid illa sua verba in eorum cordibus agerent:
citur sensus, quia facturus eos erat martyres suos, id est testes suos per spiritualem quippe nondum interius habentes consolationem, quam per
Spiritum sanctum; ut illo in eis operante, persecutionum quaecumque Spiritum sanctum fuerant habituri, id quod exterius in Christo vide-
áspera tolerarent, nec frigescerent a charitate praedicandi, illo divino bant amittere metuebant; et quia se amissuros esse illum vera denun-
igne succensi. Haec ergo, inquit, locutus sum vobis, ut cum venerit tiantem dubitare non poterant, contristabatur humanus affectus, quia
hora eorum, reminiscamini quia ego dixi vobis (lo 16,4). Haec scilicet carnalis desolabatur aspectus. Noverat autem ille quid eis potius expe-
diret, quia visus interior ipse est utique melior, quo eos consolaturus
424 Sobre el Evangelio de San Juan 94, 4
94, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 425
lar el Espíritu Santo, n o trayendo u n cuerpo visible a los ojos
h u m a n o s , sino infundiéndose El m i s m o en el p e c h o de los cre- Y esto quiso dar a entender el b u e n M a e s t r o con estas palabras:
yentes. F i n a l m e n t e , a ñ a d e : Mas yo os digo la verdad: os convie- Si yo no me fuere, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero, si yo
ne que yo me vaya, porque, si yo no me fuere, no vendrá a vos- me fuere, os le enviaré.
otros el Paráclito; pero, si me fuere, os lo enviaré. C o m o si dije- 5. D e s p u é s de la partida corporal de Cristo, n o solamente
ra: Os conviene q u e esta forma de siervo se separe de vosotros: el Espíritu Santo, sino t a m b i é n el P a d r e y el H i j o estuvieron
c o m o Verbo, h e c h o carne, vivo entre vosotros, p e r o n o q u i e r o con ellos espiritualmente. Porque, si Cristo se fue de m o d o q u e
q u e continuéis a m á n d o m e con a m o r carnal, y, contentándoos con se quedase con ellos el Espíritu Santo, n o j u n t a m e n t e con El,
esta leche, queráis ser siempre como niños. Os conviene que yo sino en lugar suyo, ¿dónde q u e d a aquella p r o m e s a suya: He
me vaya, porque, si no me fuere, no vendrá a vosotros el Pará- aquí que yo estoy con vosotros hasta la consumación de los si-
clito. Si n o os quitare los tiernos manjares con q u e os he ali- glos; y aquella otra, c u a n d o p r o m e t e enviarles al Espíritu Santo
m e n t a d o , n o apeteceréis los manjares sólidos; si carnalmente es- para que esté con ellos e t e r n a m e n t e : Vendremos a él y dentro de
táis apegados a la carne, nunca seréis capaces del espíritu. P e r o él estableceremos nuestra morada? Por esto, cuando de animales
¿qué significa: Si yo no me fuere, no vendrá a vosotros el Pa- y carnales se hayan convertido en espirituales, se h a b r á n hecho
ráclito; mas, si yo me fuere, os lo enviaré? ¿ N o p o d í a enviarlo m á s capaces para tener al Padre, al H i j o y al Espíritu Santo.
a u n viviendo aquí? ¿Quién se atreverá a decir tal cosa? P o r q u e P o r q u e n o se ha de creer q u e en a l g u n o esté el P a d r e sin el
El n o se había apartado del lugar d o n d e A q u e l está, y había H i j o y el Espíritu Santo, o el P a d r e y el H i j o sin el Espíritu
v e n i d o del Padre sin abandonar el seno p a t e r n o . ¿Cómo, en fin, Santo, o el H i j o sin el P a d r e y el Espíritu Santo, o el Espíritu
n o p o d í a enviarlo aun viviendo aquí, cuando sabemos que en su Santo sin el P a d r e y el H i j o , sino q u e , d o n d e está u n o cualquie-
bautismo vino y se posó sobre El; m á s aún, c u a n d o sabemos q u e ra de ellos, allí esrá la T r i n i d a d , q u e es u n solo Dios. Era con-
siempre le ha sido inseparable? ¿Qué significa, pues, si yo no
veniente hacer de esta m a n e r a la manifestación de la T r i n i d a d , a
me fuere, no vendrá a vosotros el Paráclito, sino q u e n o podéis
fin de inculcar separadamente la distinción de las personas, aun-
tener el Espíritu de Cristo m i e n t r a s persistáis en conocer a Cristo
q u e n o haya diversidad en la sustancia; y así, quienes rectamen-
según la carne? Por esto aquél, que ya había recibido el Espíritu
te lo c o m p r e n d e n , jamás p u e d e n ver separación en las natura-
dice: Aunque habíamos conocido a Cristo según la carne, mas
lezas.
ahora ya no le conocemos así. P o r q u e conoció la m i s m a carne de
Cristo, n o según la carne, c u a n d o conoció al V e r b o hecho carne. 6. Y sigue diciendo: Y cuando El venga, convencerá al mun-

fuerat Spiritus sanctus; non cernentium corporibus ingesturus corpus quippe carnem Christi non secundum carnem novit, qui Verbum car-
humanum, sed seipsum credentiurn pectoribus infusurus. Denique adiun- nem factum spiritualiter novit. Hoc nimirum significare voluit magis-
git, Sed ego veritatem dico vobis, expedit vobis ut ego vadam. Si enim ter bonus dicendo, Si enim non abiero, Paracletus non veniet ad vos:
non abiero, Paracletos non veniet ad vos: si autem abiero, mittam eum si autem abiero, mittam eum ad vos.
ad vos: tanquam diceret, Expedit vobis ut haec forma servi auferatur 5. Christo autem discedente corporaliter, non solum Spiritus sanc-
a vobis: caro quidem factum Verbum habito in vobis; sed nolo me tus, sed et Pater et Filius illis adfuit spiritualiter. Nam si ab eis sic
carnaliter adhuc diligatis, et isto Jacte contenti semper infantes esse abscessit Christus, ut pro illo, non eum illo in eis esset Spiritus sanc-
cupiatis. Expedit vobis ut ego vadam. Si enim non abiero, Paracletus tus; ubi est eius promissio dicentis, Ecce ego vobiscum sum usque in
non veniet ad vos. Si alimenta teñera quibus vos alui, non subtraxero, consummationem saeculi (Mt 28,20); et, Veniemus ad eum ego et Pa-
solidum cibum non esurietis; si carni carnaliter haeseritis, capaces Spi- ter, et mansionem apud eum faciemus (lo 14,23): eum et Spiritum
ritus non eritis. Nam quid est, Si non abiero, Paracletus non veniet sanctum ita se promiserit esse missurum, ut eum eis esset in aeternum?
ad vos: si autem abiero, mittam eum ad vos? Numquid hic positus, Ac per hoc eum ex carnalibus vel animalibus essent spirituales futuri,
eum non poterat mittere? Quis hoc dixerit? Ñeque enim ubi ille erat, profecto et Patrem et Filium et Spiritum sanctum capacius fuerant
iste inde recesserat; et sic venerat a Patre, ut non maneret in Patre. habituri. In nullo autem credendus est esse Pater sine Filio et Spiritu
Postremo, quomodo eum etiam hic constitutus non poterat mittere, quem sancto, aut Pater et Filius sine Spiritu Sancto, aut Filius sine Patre
scimus super eum baptÍ2atum venisse atque mansisse (lo 1,32); imo et Spiritu Sancto, aut sine Patre et Filio Spiritus sanctus, aut Pater et
vero a quo scimus eum nunquam separabilem fuisse? Quid est ergo, Spiritus sanctus sine Filio: sed ubi eorum quilibet unus, ibi Trinitas Deus
Si non abiero, Paracletus non veniet ad vos; nisi, non potestis capere unus. Oportebat autem ita insinuari Trinitatem, ut quamvis nulla esset di-
Spiritum, quamdiu secundum carnem persistitis nosse Christum? Unde versitas substantiarum, singillatim tamen commendaretur distinctio per-
ille qui iam acceperat Spiritum: Etsi noveramus, inquit, secundum Car- sonarum; ubi eis qui recte intelligunt, nunquam videri potest separatio
nem Christum, sed nunc iam non novimus (2 Cor 5,16). Etiam ipsam naturarum.
6. Quod autem sequitur, Et eum venerit ille, arguet mundum de
426 Sobre el Evangelio de San ]uan 95, 1 95, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 427
do en orden al pecado, en orden a la justicia y en orden al jui- a él le pertenece? ¿Acaso n o le argüyó acerca de la justicia cuan-
cio: en orden al pecado, porque no creen en mí; en orden a la do dijo: ¡Oh Padre justo!, el mundo no te ha conocido? ¿Y
justicia, porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en orden al n o le arguyo acerca del juicio cuando dijo que ha d e decir a los
juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado; colocados a su izquierda: Id al fuego eterno, que ha sido prepa-
c o m o si n o hubiese otro pecado q u e el de n o creer en Cristo; rado para el diablo y para sus ángeles? Otros m u c h o s pasajes
c o m o si la m i s m a justicia fuese el n o ver a Cristo; c o m o si el se hallan en el Evangelio en los cuales arguye Cristo al m u n d o .
juicio fuese el q u e el p r í n c i p e de este m u n d o , o sea el diablo, ya ¿Por qué, pues, atribuye esta p r o p i e d a d al Espíritu Santo? ¿Aca-
hubiese sido juzgado. Todas estas cosas son m u y oscuras y n o so p o r q u e Cristo habló sólo a los judíos parecerá q u e n o argüyó
han de abreviarse en esta plática, a fin de q u e la brevedad n o al m u n d o , c o m o si solamente sea a r g ü i d o q u i e n escucha al argu-
las haga m á s oscuras; pero, contando con el favor divino, las yente? E n cambio, se c o m p r e n d e q u e el Espíritu Santo, infundido
explicaremos con mayor claridad en otro sermón. en el corazón de sus discípulos esparcidos p o r todo el orbe, ar-
guya n o ya a una nación, sino al m u n d o entero. C u a n d o ya es-
taba para ascender a los cielos, les dice: No os pertenece a vos-
TRATADO 95 otros conocer los tiempos y los momentos que el Padre reservó
SOBRE ESTAS PALABRAS DE LA LECTURA ANTERIOR: "CUANDO E L VENGA,
a su potestad; pero recibiréis la virtud del Espíritu Santo, que
ARGÜIRÁ AL MUNDO EN ORDEN AL PECADO, A LA JUSTICIA descenderá sobre vosotros, y me serviréis de testigos en Jerusalén,
Y AL JUICIO", ETC. en toda la Judea, en Samaría y hasta los últimos confines de la
tierra. Esto es argüir al m u n d o . M a s ¿quién osará decir que el
1. A l p r o m e t e r el Señor q u e El enviaría al Espíritu Santo, Espíritu Santo arguye al m u n d o p o r m e d i o de los discípulos de
dice: Cuando El venga, argüirá al mundo de pecado, de justicia Cristo y n o es el m i s m o Cristo, diciendo el A p ó s t o l : Queréis
y de juicio. ¿Qué quiere decir esto? ¿ N o argüyó Cristo nuestro probar el poder de Cristo, que habla por mi boca? Cristo, pues,
Señor de pecado al m u n d o cuando dijo: Si yo no hubiese venido arguye a quienes arguye el Espíritu Santo. P e r o m e parece a
y les hubiese hablado, no tuvieran pecado; mas ahora su pecado m í que, ya que p o r el Espíritu Santo había de ser d e r r a m a d a en
no tiene disculpa? Y p a r a q u e n o haya q u i e n diga q u e esto se sus corazones la caridad q u e echa fuera el temor, q u e p o d í a im-
refiere p r o p i a m e n t e a los judíos y n o al m u n d o , ¿no dice en otro pedirles argüir al m u n d o , desatado en persecuciones; p o r esta
lugar: Si vosotros fueseis del mundo, el mundo amaría lo que razón dijo que El argüirá al mundo; c o m o si dijera: El derrama-
peccato, et de iustitia, et de iudicio: de peccato, quidem, quia non cre-
dunt in me; de iustitia vero, quia ad PaPrem vado, et iam non videbitis ter iuste, mundus te non cognovit? (lo 17,25). Numquid non arguit
me; de indicio autem, quia princeps huius mundi iudicatus est (ibid. de iudicio, ubi se ait sinistris esse dictutum: he in ignem aeternum,
16,8-11): tanquam solum sit peccatum non credere in Christum, et qui paratus est diabolo et angelis eius? (Mt 25,41). Et multa alia re-
tanquam ipsa sit iustitia non videre Christum, et tanquam ipsum sit periuntur in sancto Evangelio, ubi de his Christus arguit mundum. Quid
iudicium quod princeps huius mundi, hoc est diabolus iudicatus est: est ergo quod tanquam proprie tribuit hoc Spiritui sancto? An forte,
valde latebrosum esr, nec isto sermone coarctandum, ne fiat obscurius quia Christus in Iudaeorum tantum gente locutus est, mundum non vi-
brevitate; sed alio potius quantum Dominus adiuverit explicandum. detur arguisse, ut ille intelligatur argui qui audit arguentem? Spiritus
autem sanctus in discipulis eius toto orbe diffusis, non unam gentem
intelligitur arguisse, sed mundum. Nam hoc illis ait ascensurus in cae-
lum: Non est vestrum scire témpora vel momenta, quae Pater posuit
TRACTATUS 95 in sua potestate; sed accipietis virtutem Spiritus sancti supervenientis in
IN HAEC VERBA SUPERIORIS LECTIONIS, CUM VENERIT I L L E , ARGUET MUNDUM DE vos, et eritis mihi testes in lerusalem, et in tota ludaea, et in Samaría,
PECCATO, ET D E IUSTTIA, ETC. et usque in fines terrae (Act 1,7 et 8). Hoc est arguere mundum. Sed
quis audeat dicere quod per discípulos Christi arguit mundum Spiritus
1. Promittens Dominus missurum se Spiritum sanctum, Cum vene- sanctus, et non arguat ipse Christus; cum clamet Apostolus, An vultis
rit, inquit, ille arguet mundum de peccato, et de iustitia, et de iudicio. experimentum accipere eius qui in me loquitur Christus? (2 Cor 13,3).
Quid est hoc? Numquidnam Dominus Christus non arguit mundum de Quos ¡taque arguit Spiritus sanctus, arguit utique et Christus. Sed quan-
peccato, cum ait: Si non venissem, et locutus eis fuissem, peccatum non tum mihi videtur, quia per Spiritum sanctum diffundenda erat charitas
haberent; nunc autem excusationem non habent de peccato suo? Sed in cordibus eorum (Rom 5,5), quae foras mittit timorem (1 lo 4,18),
ne quis forte dicat hoc ad Iudaeos proprie pertinere, non ad mundum; quo impediri possent ne arguere mundum qui persecutionibus fremebat,
nonne ait alio loco: Si de mundo essetis, mundus quod suum esset di- auderent; propterea dixit, Ule arguet mundum: tanquam diceret, Ule dif-
•ligeret? (ibid. 15,22.19). Numquid non arguit de iustitia, ubi ait: Pa- fundet in cordibus vestris charitatem; sic enim timóte depulso, arguendi
428 Sobre el Evangelio de San Juan 95, 2
95, 2 Sobre el Evangelio de Sun Juan 429
rá en vuestros corazones la caridad, y con ella, expulsado todo
temor, tendréis mayor libertad para argüir al m u n d o . Con fre- u n soberbio creyéndose lo q u e n o es. Y ¿en q u é sentido ha de
cuencia os h e d i c h o q u e las obras de la T r i n i d a d son insepara- ser argüido el m u n d o de justicia, sino de la justicia de los cre-
bles, p e r o q u e u n a p o r una son recomendadas las Personas, a yentes? Es argüido de pecado p o r q u e n o cree en Cristo, y es ar-
fin de que se e n t i e n d a n o sólo la U n i d a d sin separación, sino la g ü i d o de la justicia de los q u e creen. El m i s m o r e c l u t a m i e n t o de
T r i n i d a d sin confusión. los fieles es u n v i t u p e r i o para los infieles. Lo cual se desprende
2. A continuación expone lo q u e ha de entenderse p o r de con bastante claridad de la m i s m a exposición. Pues, q u e r i e n d o
justicia, de pecado y de juicio. D i c e : De pecado, porque no cre- declarar el significado de sus palabras, dice: De justicia, porque
yeron en mí. Puso este pecado con preferencia a los otros, c o m o voy al Padre y ya no me veréis. N o dice: Y a n o m e v e r á n aque-
si éste solo existiese, p o r q u e , existiendo éste, los otros son rete- llos de quienes había dicho: Porque no creyeron en mí. Por-
nidos, y, quitado éste, los otros son perdonados. D i c e : De jus- q u e al exponer a q u é pecado se refería, hace m e n c i ó n de aque-
ticia, porque voy al Padre, y ya no me veréis. Lo p r i m e r o que llos que no creyeron en mí; mas, al exponer de q u é justicia ha-
aquí hay q u e descifrar es que, si con razón u n o es argüido de blaba y de la cual es argüido el m u n d o , se dirige a aquellos
pecado, ¿cómo razonablemente es argüido t a m b i é n de justicia? mismos a quienes hablaba, diciendo: Porque me voy al Padre y ya
¿Acaso p o r q u e el pecador debe ser argüido por ser pecador, el no me veréis. Por lo tanto, al hablar del pecado, el m u n d o es
justo debe ser a r g ü i d o p o r ser justo? N o . P o r q u e , si alguna vez argüido p o r el suyo p r o p i o ; pero, al hablar de la justicia, es ar-
es argüido el justo, n o sin m o t i v o es argüido, según lo que está g ü i d o por la ajena, c o m o son rechazadas las tinieblas p o r la luz,
escrito: No hay sobre la tierra justo que haga el bien libre de según dice el Apóstol: Todo lo que es reprensible es descubierto
todo pecado. Y así, cuando el justo es argüido, lo es por el p e - por la luz. C u a n grande sea el m a l de los que n o creen, p u e d e
cado, n o p o r la justicia. Y t a m b i é n en aquella sentencia de ins- colegirse n o sólo del mal m i s m o , sino del b i e n de los q u e creen.
piración divina: No quieras ser demasiado justo; n o es r e p r o - Y como los infieles suelen decir: ¿Cómo hemos de creer lo q u e
bada la justicia del sabio, sino la soberbia del presuntuoso. Q u i e n n o vemos?, fue conveniente definir la justicia de los creyentes
se hace demasiado justo, p o r esa demasía se hace injusto. Y de- de esta m a n e r a : Porque me voy al Padre y ya no me veréis, ya
masiado justo se hace q u i e n dice n o tener pecado o q u i e n cree q u e son bienaventurados los q u e n o ven y creen. Pues entre los
q u e le es suficiente su voluntad y n o necesita de la gracia de que vieron a Cristo n o es alabada su fe por creer lo q u e veían,
D i o s para ser justo; ni es justo por su vida recta, sino más bien o sea al H i j o del h o m b r e , sino p o r q u e creían lo q u e n o veían,
es decir, al H i j o de Dios. Pero, al serles arrebatada de su vista
habebitis libertatem. Saepe autem diximus inseparabilia opera esse Tri-
nitatis (Supra, tr.20); sed singiUatim commendandas fuisse personas, ut arguendus est de iustitia, nisi de iustitia credentium? Arguitur itaque
non solum sine separatione, verum etiam sine confusione et unitas intel- de peccato, quia in Christum non credit; et arguitur de iustitia eorum
ligatur et Trinitas. qui credunt. Ipsa quippe fidelium comparado, infidelium est vitupera-
do. Hoc et ipsa expositio satis indicat. Volens enim aperire quid di-
2. Exponit deinde quid dixerit de peccato, et de iustitia et de in-
xerit, De iustitia vero, inquit, quia ad Patrem vado, et iam non vi-
dicio. De peccato quidem, inquit, quia non crediderunt in me. Hoc
debitis me. Non ait, Et iam non videbunt me; de quibus dixerat, quia
enim peccatum quasi solum sit, prae caeteris posuit; quia hoc manente
non crediderunt in me. Sed peccatum quid vocaret exponens, de illis
caetera detinentur, et hoc discedente caetera remittuntur. Ve iustitia vero,
locutus est dicens, quia non crediderunt in me: exponens autem quam
inquit, quia ad Patrem vado, et iam non videbitis me. Hic primo vi-
diceret iustitiam, de qua mundus arguitur, ad ipsos quibus loquebatur
dendum est, si recte quisque arguitur de peccato, quomodo recte ar-
se convertit, atque ait, Quia ad Patrem vado, et iam non videbitis me.
guatur et de iustitia. Numquid enim si arguendus est peccator propterea
Quapropter mundus de peccato quidem suo, de iustitia vero arguitur
quia peccator est, arguendum putabit quisquam et iustum propterea
aliena, sicut arguuntur de lumine tenebrae: Omnia enim quae arguun-
quia iustus est? Absit. Nam et si aliquando iustus arguitur, ideo recte
tur, ait Apostolus, a lumine manifestantur (Eph 5,13). Quantum enim
arguitur, quia, sicut scriptum est, Non est iustus in térra qui faciet
malum sit eorum qui non credunt, non solum per seipsum, verum
bonum, et nos peccabit. Quocirca etiam cum iustus arguitur, de pec-
etiam ex bono potest eorum apparere qui credunt. Et quoniam ista
cato arguitur, non de iustitia. Quoniam et in illo quod legimus diviní-
vox infidelium esse consuevit, Quomodo credimus quod non videmus?
tus dictum, Noli effici iustus multum (Eccle 7,21.17); non est notata
ideo credentium iustitiam sic oportuit definiti, Quia ad Patrem vado
iustitia sapientis, sed superbia praesumentis. Qui ergo fit multum ius-
et iam non videbitis me. Beati enim qui non vident, et credunt (lo
tus, ipso nimio fit iniustus. Multum enim se facit iustum, qui dicit
20,29). Nam et qui viderunt Christum, non in eo laudata est fides
se non habere peccatum; aut qui se putat non gratia Dei, sed sua vo-
eotum, quia credebant quod videbant, id est Eilium hominis; sed qu¡ a
lúntate sufficiente effici iustum: nec recte vivendo iustus est, sed po-
credebant, quod non videbant, id est Filium Dei. Cum veto et ipsa for-
tius inflatus, putando se esse quod non est. Quo pacto ígitur mundus
ma servi subtracta eorum esset aspectibus, tum vero ex omni parte im-
430 Sobre el Evangelio de San Juan 95, 3 95, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 431
la forma de siervo, entonces tuvo cabal c u m p l i m i e n t o q u e el
carne. Será vuestra justificación, de la q u e será r e p r e n d i d o el
justo vive de la fe. Es, pues, la fe, según se define en la Epístola
m u n d o : Que me voy al Padre y ya no me veréis, p o r q u e creéis
a los H e b r e o s , el fundamento de los que esperan y el convenci-
en m i sin v e r m e ; y cuando m e veáis c o m o seré entonces, n o m e
miento de las cosas que no aparecen. veréis como soy ahora entre vosotros, n o m e veréis humillado,
3. ¿ Q u é q u i e r e n decir estas palabras: Ya no me veréis? sino excelso; n o m e veréis mortal, sino s e m p i t e r n o ; n o m e veréis
N o dice: Voy al P a d r e y ya n o m e veréis, c o m o q u e r i e n d o indi- c o m o reo, sino c o m o juez; y de esta vuestra justicia r e p r e n d e r á
car el espacio de t i e m p o , corto o largo, p e r o que ha de tener fin, el Espíritu Santo al m u n d o incrédulo.
en que n o ha de ser visto; sino que la Verdad dijo: Ya no
4. Le argüirá t a m b i é n de juicio, porque ya ha sido juzgado
me veréis, en el sentido de q u e ya nunca h a b í a n de ver a Cristo.
el príncipe de este mundo. ¿Quién es este p r í n c i p e sino aquel
¿Será ésta la justicia, n o ver m á s a Cristo y, n o obstante, creer de q u i e n dice en otro lugar: Viene el principe de este mundo
en El, c u a n d o es alabada la fe, que da vida al justo, p o r q u e cree y en mí no hallará nada, es decir, nada de su p r o p i e d a d , nada
en Cristo, a q u i e n ahora n o ve, p e r o que le ha de ver algún día? q u e en m í le pertenezca, pecado absolutamente n i n g u n o ? Por el
¿ H a b r e m o s de decir q u e , según esta justicia, n o fue justo el após- pecado es el diablo el p r í n c i p e de este m u n d o , n o del cielo y de
tol San Pablo, q u e declara haber visto a Cristo después de su la tierra, y de todo cuanto hay en ellos, según el significado de
ascensión a los cielos, precisamente en aquel t i e m p o del cual la palabra mundo en aquel pasaje: Y por El fue hecho el mundo;
había d i c h o : Ya no me veréis? ¿ N o era justo según esta justi- sino p r í n c i p e de aquel m u n d o del q u e dice a continuación: Y el
cia el gloriosísimo Esteban, q u e dijo c u a n d o le estaban ape- mundo no le conoció, esto es, los h o m b r e s infieles que p u e b l a n
d r e a n d o : Veo abierto el cielo y al Hijo del hombre sentado a la el m u n d o , y entre los cuales gime el m u n d o fiel, elegido del
derecha de Dios? ¿Qué significa, pues, voy al Padre y ya no m u n d o por A q u e l que hizo el m u n d o , y del cual dice: No ha
me veréis, sino q u e ya n o m e veréis como soy ahora entre vos- venido el Hijo del hombre a juzgar al mundo, sino a que por
otros? Era entonces mortal a la semejanza de la carne de p e - El sea salvo el mundo. C u a n d o El juzga al m u n d o , lo condena;
cado, q u e p o d í a tener h a m b r e y sed, fatigarse y d o r m i r ; y a cuando El medicina al m u n d o , lo salva; p o r q u e así c o m o el ár-
este Cristo con tal naturaleza, después de pasar de este m u n d o bol está lleno de hojas y de frutos y la era está llena de pajas
al Padre, ya n o le h a b í a n de ver más. Y en esto consiste la jus- y de granos, así el m u n d o está lleno de fieles y de infieles.
ticia de la fe, de la cual dice el Apóstol: Aunque conocimos a El p r í n c i p e de este m u n d o , es decir, el p r í n c i p e de estas tinie-
Cristo según la carne, mas ahora ya no le conocemos según la
tolus, Etsi noveramus Christum secundum carnem, sed nunc iam non
pletum est, Iustus ex fide vivit (Hab 2,4 et Hebr 11,1). Est enim fides, novimus (2 Cor 5,16). Erit itaque, inquit, vestra iustitia, qua mundus
skut in Epístola quae ad Hebraeos est definitur, sperantium substantia, arguetur, quia vado ad Patrem, et iam non videbitis me: quoniam in
convictio rerum quae non videntur. eum quem non videbitis credetis in me: et quando me videbitis, quod
3. Sed quid est, lam non videbitis me? Non enim ait Ad Pa- tune ero, non videbitis me quod sum vobiscum modo; non videbitis
trem vado, et non videbitis me; ut temporis intervallum quo non vide- humilem, sed excelsum; non videbitis mortalem, sed sempiternum; non
bitur, significasse intelligeretur, sive breve, sive longum, tamen utique videbitis iudicandum, sed iudicatutum: et de hac fide vestra, id est ius-
terminatum: sed dicendo, lam non videbitis me, velut nunquam eos de titia vestra, arguet Spiritus sanctus incredulum mundum.
caetero visuros Christum, veritas praenuntiavit. Haeccine iustitia est nun- 4. Arguet etiam de iudicio, quia princeps huius mundi iudicatus
quam Christum videre, et in eum tamen credere; cum proptetea laude- est. Quis est iste, nisi de quo ait alio loco, Ecce venit princeps mundi,
tur fides ex qua iustus vivit, quoniam credit, quem modo non videt et in me nibil inveniet (lo 14,30); id est, nihil iuris sui, nihil quod
Christum, se aliquando esse visurum? Postremo secundum hanc iusti- ad eum pertineat, nullum scilicet omnino peccatum? Per hoc enim est
tiam, numquid dicturi sumus Paulum apostolum non fuisse iustum, diabolus princeps mundi. Non enim caeli et terrae et omnium quae in
confitentem se Christum vidisse post ascensíonem eius in caelum (1 Cor eis sunt, est diabolus princeps, qua signifícatione intelligitur mundus,
15,8), de quo utique iam tempore dixerat, lam non videbitis me? ubi dictum est, Et mundus per eum factus est: sed mundi est diabolus
Numquid secundum hanc iustitiam iustus non erat gloriosissimus Ste- princeps, de quo mundo ibi continuo subiungit atque ait, Et mundus
phanus, qui cum lapidaretur, ait: Ecce video caelum apertum, et Filium eum non cognovit (lo 1,10), hoc est homines infideles, quibus toto orbe
hominis stantem ad dexteram Dei? (Act 7,55). Quid ergo est, Ad Pa- terrarum mundus est plenus: inter quos gemit fidelis mundus, quem de
trem vado, et iam non videbitis me; nisi, quomodo sum, cum vobiscum mundo elegit, per quem factus est mundus; de quo ipse dicit, Non venit
sum? Tune enim adhuc erat mortalis in similitudine carnis peccati (Rom Filius hominis ut iudicet mundum, sed ut salvetur mundus per ipsum
8,3), qui esurire poterat ac sitire, fatigan atque dormiré: hunc ergo (ibid. 3,17). Mundus eo iudicante damnatur, mundus eo subveniente
Christum, id est talem Christum, cum transisset de hoc mundo ad Pa- salvatur: quoniam sicut arbor foliis et pomis, sicut área paleis et fru-
trem, non erant iam visuri; et ipsa est iustitia fidei, de qua dicit Apos- mentis, ita infidelibus et fidelibus plenus est mundus. Princeps ergo
432 Sobre el Evangelio de San Juan 95, 4
96, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 433
blas, o sea, de los infieles, de entre los cuales es sacado el mundo
de aquellos a quienes se dijo: Fuisteis en algún tiemjjo tinieblas, TRATADO 96
mas ahora sois luz en el Señor; el príncipe de este mundo, del
cual se dice en otro lugar: Ahora es arrojado juera el príncipe SOBRE ESTAS PALABRAS: "AÚN TENGO MUCHAS COSAS QUE DECIROS,
PERO AHORA NO PODÉIS ENTENDERLAS; MAS, CUANDO VENGA EL ESPÍRITU
de este mundo; ciertamente ya está juzgado, porque irrevocable- DE VERDAD, OS ENSEÑARÁ TODA LA VERDAD"
mente ha sido destinado al juicio del fuego eterno. Y de este
juicio hecho al príncipe de este mundo arguye el Espíritu Santo 1. En este capítulo del santo Evangelio dice el Señor a sus
al mundo, porque es juzgado con su príncipe, cuya soberbia discípulos: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora
impíamente ha imitado. Si Dios, como dice el apóstol San Pe- no podéis entenderlas. Lo primero que ocurre preguntar es por
dro, no perdonó a los ángeles delincuentes, sino que, amarra- qué antes dijo: Os he hecho conocer todas las cosas que oí a mi
dos, los encerró en las cárceles del infierno, donde son guardados Padre; y ahora dice: Aún tengo muchas cosas que deciros, mas
para recibir la pena del juicio, ¿cómo dejará el mundo de ser no podéis entenderlas. Ya hemos expuesto como pudimos, al
argüido de juicio por el Espíritu Santo, en cuyo nombre dice tratar de este pasaje, que habló de cosas que aún no había
estas cosas el Apóstol? Crean los hombres en Cristo para no ser hecho como de cosas hechas, a la manera que el profeta dice
argüidos por el pecado de su incredulidad, que es causa de la que Dios ha hecho las cosas que han de ser, cuando dice:
retención de todos sus pecados. Agregúense al número de los fie- El cual hizo las cosas que han de ser. Quizá queráis saber ahora
les, para no ser argüidos por la justicia de aquellos justificados a qué cosas son las que entonces los apóstoles no podían compren-
quienes no quieren imitar. Prevengan el juicio futuro para no ser der. Mas ¿quién de nosotros osará considerarse capaz de lo que
juzgados con el ya juzgado príncipe del mundo, a quien imitan. ellos no eran capaces? Por esta razón no debéis esperar que os
Y a fin de que no espere hallar perdón la contumaz soberbia las diga yo, que quizá no fuera capaz de comprenderlas si otro
de los mortales, aterrorícese viendo el suplicio de los ángeles me las dijese; ni tampoco vosotros seríais capaces de entender-
soberbios. las, aunque fuera yo tan docto que pudiera deciros estas cosas
que están fuera de vuestro alcance. Pudiera suceder que haya
mundi huius, hoc est princeps tenebrarum harum, id est infidelium;
de quibus eruitur mundus, quibus dicitur, Fuistis aliquando tenebrae; entre vosotros algunos ya capaces de entender las que otros no
nunc autem lux in Domino (Eph 5,8): princeps mundi huius de quo pueden; y aunque no sean todas aquellas de las que nuestro Dios
alibi dicit, 'Nunc princeps mundi huius missus est joras (lo 12,31), uti-
que iudicatus est; quoniam iudicio ignis aeterni irrevocabijiter destinatus
est. Et de hoc itaque iudicio quo princeps iudicatus est mundi, arguitur TRACTATUS 96
a Spiritu sancto mundus; quoniam cum suo principe iudicatur, quem
superbus atque impius imitatur. Si enim Deus, sicut dicit apostolus Pe- IN HAEC VERBA, ADHUC MULTA HABEO VOBIS DICLRE; SED NON POTESTIS PORTARE
tras, peccantibus angelis non pepercit, sed carceribus caliginis injerí re- MODO: CUM AUTEM VENERIT I I X E S P I R I T U S VERITAT1S, DOCEBIT VOS OMNEM
trudens tradidit in iudicio puniendos servari (2 Petr 2,4); quomodo non VERITATEM

a Spiritu sancto de hoc iudicio mundus arguitur, quando in Spiritu


sancto haec Ioquitur Apostolus? Credant itaque homines in Christum, ne 1. In isto sancti Evangelii capitulo, ubi Dominus ait discipulis suis,
arguantur de peccato infidelitatis suae, quo peccata omnia detinentur: Adhuc multa habeo vobis dicere, sed non potestis portare modo; prius
transeant in numerum fidelium, ne arguantur de iustitia eorum, quos quaerendum illud occurrit, quomodo superius dixerit, Omnia quae audivi
iustificatos non imitantur: caveant futurum iudicium, ne cum mundi a Paire meo, nota feci vobis (lo 15,15): et hic dicat, Adhuc multa habeo
principe iudicentur, quem iudicatum imitantur. Etenim ne sibi existimet vobis dicere, sed non potestis portare modo. Verum illud quomodo di-
parci superbia dura mortalium, de superborum supplicio terrenda est xerit, quod nondum fecerat tanquam fecerit, sicut ea quae futura sunt,
angelotum. Deum fecisse ptopheta testatur dicens, Qui fecit quae futura sunt (Is 45,
11 sec.LXX), iam cum ipsa verba tractaremus, ut potuimus, exposui-
mus. Nunc ergo quae ista sint quae Apostoli tune portare non poterant,
vultis fotsitan scire. Sed quis nostrum audeat eorum se dicere iam capa-
cem, quae illi capere non valebant? Ac per hoc nec a me exspectanda
sunt ut dicantur, quae forte non caperem, si mihi ab alio dicerentur;
nec vos ea pórtate possetis, etiamsi ego tantus essem, ut a me ista quae
vobis altiota sunt audiretis. Et fieri quidem potest ut sint in vobis aliqui
ad ea capienda iam idonei, quae alii capere nondum valent; et si non
omnia de quibus magister Deus illa dicebat, Adhuc multa habeo vobis
434 i, obre el Evangelio de San ]uan 96, 1 9<5; 2 Sobre el Evangelio de San Juan 435
decía: Aún tengo muchas cosas que deciros, pudieran, no obs-
de verdad, os enseñará toda la verdad; demostrando que ellos no
tante, comprender algunas. Pero sería una temeridad suponer y
podían con las cosas que tenía que decirles, porque aún no ha-
decir qué cosas son éstas, que El no dijo. Entonces no eran
bía venido a ellos el Espíritu Santo.
capaces los apóstoles ni siquiera de morir por Cristo, como El
mismo se lo había dicho: Ahora no podéis seguirme. Y así, el 2. Pero concedamos que, después de la venida del Espíritu
primero de ellos, Pedro, que presumía ser ya capaz de esto, Santo, pueden ahora con aquellas cosas con las que entonces, an-
experimentó lo que él no imaginaba. Sin embargo, después hom- tes de venir el Espíritu Santo, aún no podían los discípulos, ¿di-
bres y mujeres, jóvenes y doncellas, niños y niñas, innumerables remos, acaso, que sabemos qué cosas son las que El no quiso
ancianos con otros de menor edad, fueron coronados con el mar- decir, cuando solamente las supiéramos leyéndolas u oyéndolas
tirio; y se demostró que podían las ovejas lo que no podían los leer si El las hubiese dicho? Una cosa es saber si nosotros o
pastores cuando el Señor decía estas cosas. Hubiera sido conve- vosotros podemos o no con ellas, y otra cosa es saber cuáles son,
niente decir a las ovejas en aquella hora de tentación, en la cual podamos o no podamos con ellas. Mas, habiéndolas callado El,
era necesario luchar hasta la muerte en defensa de la verdad, y ¿quién osará decir: son éstas o aquéllas? Y si se atreve a afir-
derramar la sangre por el nombre o por la doctrina de Cristo; marlo, ¿cómo lo prueba? ¿Habrá alguno tan vanidoso y teme-
hubiera, digo, sido conveniente decirles: ¿Quién de vosotros se rario que, aun cuando diga a cualquiera las verdades que se le
juzgará capaz del martirio, del que no fue capaz Pedro cuando antoje, afirme, sin una particular revelación de Dios, que son
de boca a boca era aleccionado por el Señor mismo? Por este ésas las cosas que entonces quiso decir el Señor? ¿Quién de nos-
motivo, alguien dice que no convenía decir al pueblo cristiano, otros, en quienes no brilla ese espíritu profético ni la autoridad
ansioso de saber estas cosas, de las cuales decía entonces el Se- apostólica, osará decir tal cosa? Pues, aunque leyéramos algunas
ñor: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero no podéis com- de estas cosas en los libros escritos después de la ascensión del
prenderlas ahora. Si entonces no podían los apóstoles, mucho Señor y avalados por la autoridad canónica, no nos sería sufi-
menos vosotros; aunque muchos pueden oír lo que Pedro no ciente su lectura, a menos que en ellos se dijese que ésas eran
pudo entonces, como muchos pueden ser coronados con el mar- las cosas que el Señor no quiso declarar a sus discípulos porque
tirio, lo cual no podía entonces Pedro, sobre todo después de ha- entonces no podían comprenderlas. Como si yo dijera, por ejem-
ber sido enviado el Espíritu Santo, que entonces aún no lo había plo, que lo que leemos en el comienzo de este santo Evangelio:
sido, y del cual dice a continuación: Cuando venga el Espíritu En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el
Verbo era Dios; éste estaba en Dios en el principio; y las otras
cosas que siguen; por haber sido escritas posteriormente y por
dicere, tamen eorum fortasse nonnuUa: sed quaenam sint ista quae ipse
non dixit, temerarium est velle praesumere ac dicere. Nam et mori pro no decir que el Señor las había dicho cuando estaba aquí en car-
Christo nondum erant idonei tune Apostoli, quibus dicebat, Non pot-
estis me sequi modo; unde primus eorum Petrus, qui hoc iam se posse demonstrans illos ideo quae habebat dicere, pórtate non posse, quia non-
praesumpserat, aliud expertus est quam putabat (lo 13,36-38): et tamen dum ad eos venerat Spiritus sanctus.
postea et viri et mulieres, pueri et puellae, iuvenes et virgines, séniores 2. Ecce concedamus ut ita sit, multos ea modo portare posse iam
cum iunioribus innumerabiles martyrio coronati sunt; et posse inventae misso Spititu sancto, quae tune eo nondum misso non poterant portare
sunt oves, quod tune quando ista Dominus loquebatur, nondum poterant discipuli: numquid ideo scimus quae sint quae dicere noluit, quae tune
portare pastores. Numquid ergo debuit illis ovibus dici in illo tentatio- sciremus si ab eo dicta legeremus vel audiremus? Aliud est enim scite
nis articulo, quo cenare usque ad mortem pro veritate oportebat, et pro utrum a nobis vel a vobis portari possint; aliud autem scire quae sint,
Christi nomine vel doctrina sanguinem fundere; numquid, inquam, de- sive portari possint, sive non possint. Quae cum ipse tacuerit, quis nos-
buit eis dici, Quis vestrum audeat idoneum martyrio se putare, cui Petrus trum dicat, Ista vel illa sunt? Aut si dicere audeat, unde ptobat? Quis
idoneus nondum fuerat, quando eum os ad os ipse Dominus instruebat? enim est tam vanus aut temerarius, qui cum dixerit etiam vera quibus
Sic itaque dixerit aliquis non deberé dici populis christianis, audire cu- voluerit, quae voluerit, sine ullo testimonio divino affirmet et esse quae
pientibus quae sint de quibus Dominus tune dicebat, Adhuc multa habeo tune Dominus dicere noluit? Quis hoc nostrum faciat, et non maximam
vobis dicere, sed non potestis portare modo. Si Apostoli nondum poterant, culpam temeritatis incurrat, in quo nec prophetica nec apostólica excellit
multo minus vos potestis: quia forte sic multi possunt audire, quod tune auctontas? Nam profecto si eorum aliquid legissemus in Libris canónica
nondum poterat Petrus, sicut multi possunt martyrio coronari, quod tune auctontate firmatis, qui post ascensionem Domini scripti sunt, parum
nondum poterat Petrus: praesertim iam misso Spiritu sancto, qui tune fuerat hoc legisse, nisi illie id etiam legeretur, hoc ex eis esse quae
nondum erat missus, de quo continuo subiunxit, atque ait, Cum autem tune Dominus noluit discipulis dicere, quia non poterant illa portare.
venerit Ule Spiritus veritatis, docebit vos omnem veritatem; sic utique Tanquam si, verbi gratia, ego dicerem, illud quod legimus in huius
Evangelii capite, In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum,
et Deus erat Verbum, hoc erat in principio apud Deum (lo 1,1.2), et
436 Sobre el Evangelio de San Juan 96, 3
96, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 437
ne mortal, pero que fueron escritas por uno de sus discípulos y
rólica se halla contrario a sus errores, como nosotros no pode-
bajo la revelación del Espíritu Santo; digo que, si yo dijera que
mos soportar sus vanidades sacrilegas y sus dementes embustes.
estas cosas son aquellas que el Señor no quiso decir entonces,
Pues ¿qué quiere decir no poder soportar, sino no poder tener
porque los discípulos no podían comprenderlas, ¿quién me es-
con ánimo tranquilo? Y ¿cuál es el fiel, y aun el catecúmeno
cucharía, hablando con tanta temeridad? Pero, si, al leerlas, le-
antes de recibir al Espíritu Santo con el bautismo, que no pueda
yéramos también que eran éstas, ¿quién rehusaría dar crédito a
leer u oír con ánimo tranquilo, aunque no las entienda conve-
un Apóstol tan grande?
nientemente, todas las cosas que han sido escritas después de la
3. Pero me parece, además, un grandísimo absurdo decir
Ascensión del Señor con verdad y autoridad canónicas? ¿Cómo,
que los discípulos no pudieron entonces entender las cosas que
pues, no podrían los discípulos soportar algunas cosas que se
acerca de cosas invisibles y altísimas hallamos en los libros apos-
han escrito después de la Ascensión del Señor, aunque no hu-
tólicos, escritos posteriormente, sin mencionar que las dijo el
biese venido aún el Espíritu Santo, cuando ahora las soportan
Señor mientras estuvo visiblemente entre ellos. ¿Por qué, pues,
todos los catecúmenos aun antes de recibir al Espíritu Santo?
no podían ellos entonces con el peso de cosas que ahora cual-
Porque, si no les son declarados todos los sacramentos, no es
quiera las lee en sus libros y las soporta, aunque no las entienda?
porque no los puedan soportar, sino para que ellos los deseen
Hay ciertamente en las Sagradas Escrituras algunas cosas que los
ranto más ardientemente cuanto más decorosamente les son ocul-
infieles no entienden cuando las leen o las oyen y no pueden
tados.
tolerarlas después de haberlas leído u oído; así, los paganos, al
oír que Aquel, que ha creado el mundo, ha sido crucificado; así, 4. Así, pues, carísimos, no esperéis oír de mis labios las
los judíos, que sea Hijo de Dios quien no guarda el sábado como cosas que entonces no quiso decir el Señor a los discípulos por-
ellos; así, los sabelianos, que la Trinidad es Padre, Hijo y Es- que no podían soportarlas, sino más bien adelantad en la cari-
píritu Santo; así, los arríanos, que el Hijo es igual al Padre, y el dad, que es derramada en vuestros corazones por el Espíritu
Espíritu Santo igual al Padre y al Hijo; así, los fotinianos, que Santo, que se os ha dado, a fin de que, con el espíritu encendido
Cristo es no sólo hombre como nosotros, sino Dios de Dios, y enamorados de las bellezas espirituales, podáis conocer con la
igual al Padre; así, los maniqueos, que Cristo Jesús, por quien vista y el oído interiores la luz y la voz espirituales que los car-
hemos sido libertados, se ha dignado nacer con carne y de la car- nales no pueden soportar, y que no aparecen bajo signo alguno
ne; así, todos los demás prosélitos de diversas y perversas sectas a los ojos del cuerpo ni tienen sonido capaz de ser percibido
no pueden tolerar cuanto en las Escrituras Santas y en la fe ca- por los oídos corporales. N o se ama lo enteramente desconocido.

alia quae sequuntur, quoniam postea scripta sunt, nec ea Dominum rum homines, utique ferré non possunt, quidquid in Scripturis sanctis et
Iesum dixisse narratum est, cum hic esset in carne, sed haec unus ex in fide catholica reperitur, quod contra eorum proferatur errores; sicut
Apostolis eius, ac Spiritu eius sibi revelante conscripsit, ex his esse quae nos ferré non possumus sacrilegas eorum vanitates et insanias mendaces.
noluit tune Dominus dicere, quia ea discipuli portare non poterant; quis Quid est enim ferré non posse, nisi aequo animo non habere? Sed
me audiat tam témete ista dicentem? Si autem ubi hoc legimus, ibi hoc omnia quae post ascensionem Domini canónica veritate atque auctoritate
etiam legeremus, quis non tanto apostólo crederet? conscripta sunt, quis fidelis vel etiam catechumenus, antequam Spiritum
3. Sed id quoque mihi videtur absurdissime dici, ea tune non potuis- sanctum baptizatus accipiat, non aequo animo legit atque audit, etiamsi
se portare discípulos, quae de invisibilibus et altissimis rebus invenimus nondum sicut oportet intelligit? Quomodo ergo aliquid eorum quae post
in apostolicis Litteris, quae postmodum scriptae sunt, nec ea Dominum ascensionem Domini scripta sunt, non possent ferré discipuli, etiam non-
quando cum illis visibiliter erat, dixisse narratur. Cur enim ea tune dum sibi misso Spiritu sancto, cum omnia nunc ferant catechumeni non-
ferré non poterant, quae nunc in eorum Libris quis non legat, quis non dum accepto Spiritu sancto? Quia etsi non eis fidelium sacramenta pro-
ferat, etiamsi non intelligat? Nonnulla quidem nomines infideles in Scri- duntur, non ideo fit quod ea ferré non possunt; sed ut ab eis tanto
pturis sanctis et non intelligunt cum legunt vel audiunt, et lecta vel ardentius concupiscantur, quanto eis honorabilius oceultantur.
audita ferré non possunt: sicut Pagani, quod per eum qui crucifixus est, 4. Quapropter, charissimi, non a nobis exspectetis audire quae tune
factus est mundus; sicut Iudaeí, quod Filius Dei sit, qui eo modo quo noluit Dominus discipulis dicere, quia nondum poterant ¡Ha portare: sed
ipsi celebrant sabbatum solvit; sicut Sabelliani, quia Trinitas est Pater et potius in charitate proficite, quae diffunditur in cordibus vestris per
Filius et Spiritus sanctus; sicut Ariani, quia aequalis est Patri Filius, et Spiritum sanctum qui datus est vobis (Rom 5,5); ut spiritu ferventes et
Patri ac Filio Spiritus sanctus; sicut Photiniani, quia non homo tantum spiritualia diligentes, spiritualem lucem spiritualemque vocem, quam car-
similis nobis, sed etiam Deus Deo Patri aequalis est Christus; sicut nales homines ferré non possunt, non aliquo signo corpotalibus oculis
Manichaei, quod Christus lesus per quem liberandi sumus, nasci in carne apparente, nec aliquo sonó cotporalibus auribus instrepente, sed interiore
et de carne dignatus est: caeteri omnes perversarum ac diversarum secta- conspectu et auditu nosse possitis. Non enim diligitur quod penitus igno-
ratur. Sed cum diligitur quod ex quantulacumque parte cognoscitut, ipsa
438 Sobre el Evangelio de San Juan 96, 4 439
96, 5 Sobre el Evangelio de San Juan
Pero, cuando se ama lo que de algún modo se conoce, el mismo
cuerpo corruptible, tan gravoso al alma, será capaz de conocer
amor hace que mejor y más perfectamente se conozca. Si, pues,
toda la verdad, si dice el Apóstol que sabemos en parte?); mas
adelantáis en la caridad, que derrama en vuestros corazones el porque el Espíritu Santo, cuya prenda hemos recibido nosotros
Espíritu Santo, El os enseñará toda la verdad o, como se lee en ahora, hace que lleguemos a la plenitud misma de la que dice
otros códices, El os guiará en toda la verdad. Por lo cual se dijo: el Apóstol: Entonces cara a cara; y: Ahora conozco en parte,
Enséñame, ¡oh Yavé!, tus caminos para que ande yo en tu ver- pero entonces conoceré como soy conocido; no porque conozca
dad, Y así, sin necesidad de maestros externos, llegaréis a cono- en esta vida todo lo que el Señor nos prometió que había de
cer las cosas que el Señor no quiso decir entonces. Sed todos llegar hasta aquella perfección por la caridad del Espíritu, di-
aprendices de Dios, para que las cosas que habéis aprendido y ciendo: Os enseñará toda la verdad, o: Os conducirá por toda la
creído por lecturas y explicaciones externas acerca de la natura- verdad.
leza incorpórea de Dios, no circunscrita en un lugar ni exten- 5. Así las cosas, os pido, dilectísimos, por amor de Cristo,
dida, como una mole, por espacios infinitos, sino toda en todas que os guardéis de los seductores impuros y de las sectas pla-
partes, perfecta e infinita, sin brillo de colores ni configuracio- gadas de obscenas torpezas, de las cuales dice el Apóstol que
nes de líneas, sin signos literales, sin sucesión de sílabas, podáis es una torpeza decir lo que ellos hacen ocultamente, no sea
contemplarlas con vuestra inteligencia. Quizá haya dicho algo que, comenzando a enseñar sus horrendas inmundicias, intolera-
que parezca fuerte, y, no obstante, lo habéis recibido; y no sólo bles al oído humano, cualquiera que sea, digan que ésas son las
lo habéis soportado, sino que lo habéis oído con agrado. Pero, cosas de las que dijo el Señor: Aún tengo muchas cosas que de-
si el Maestro interior, que, hablando aún exteriormente a los ciros, pero ahora no las podéis soportar, y lleguen a afirmar que
discípulos dice: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero no en virtud del Espíritu Santo pudieran ser toleradas cosas tan in-
las podéis soportar ahora, quisiera deciros interiormente lo que mundas y nefandas. Unas son malas, que no puede soportarlas
yo dije acerca de la naturaleza incorpórea de Dios, del modo cualquier pudor humano; otras hay buenas, que no las puede so-
como lo dice a los santos ángeles, que están viendo siempre el portar el flaco sentido de los hombres; éstas se ejecutan en los
rostro del Padre, no podríamos aún soportar su peso. Por este cuerpos de los impúdicos; aquéllas apenas puede imaginarlas una
motivo pienso que estas palabras: Os enseñará toda la verdad, o: mente pura. "Renovaos en el espíritu de vuestra mente y com-
prended cuál es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada,
Os guiará en toda la verdad, no puedan cumplirse en cualquiera
lo perfecto, para que, enraizados y consolidados en la caridad,
inteligencia durante esta vida (porque ¿quién, viviendo en este
dicat Apostolus, Ex parte scimus?); sed quia per Spiritum sanctum fit,
efficitur dilectione ut melius et plenius cognoscatur. Si ergo in chántate unde nunc pignus accepimus (2 Cor 1,22), ut ad ipsam quoque plenitu-
proficiatis, quam diffundit in cordibus Spiritus sanctus, docebit vos om- dinem veniamus: de qua Ídem dicit apostolus, Tune autem jacte ad fa-
nem veritatem: vel, sicut alii códices habent, deducet vos in omni ven- ciem; et, Nunc scio ex parte, tune autem cognoscam sicut et cognitus
íate: unde dictum est, Deduc me, Domine, in via tua, et ambulabo in sum (1 Cor 13,9.12): non quod in hac vita scit totum, quod usque ad
veníate tua (Ps 85,11). Sic fiet ut non a doctoribus exteriofibus illa illam perfectionem futurum nobis Dominus promisit per charitatem Spi-
discatis, quae noluit Dominus tune dicere, sed sitis omnes docibiles Deo ritus, dicens, Docebit vos omnem veritatem; vel, deducet vos in omni
(lo 6,45); ut ea ipsa quae per lectiones atque sermones extrinsecus adhi- veritate.
bitos didicistis et credidistis de natura Dei non corpórea, nec loco aliquo 5. Quae cum ita sint, dilectissimi, moneo vos in charitate Christi,
inclusa, nec per infinita spatia locorum quasi mole distenta, sed ubique ut seductores caveatis impuros et obscoenae turpitudinis sectas, de qui-
tota et perfecta et infinita, sine nitoribus colorum, sine figuris lineamen- bus ait Apostolus, Quae autem occulle jiunt ab istis, turpe est et dicere
torum, sine notis litterarum, sine serie syllabarum, ipsa mente conspicere (Eph 5,12): ne cum horrendas immunditias docere coeperint, quas hu-
valeatis. Ecce dixi aliquid quod forte inde sit, et tamen accepistis; et non manae aures qualescumque sint, portare non possunt, dicant ipsa esse
solum ferré potuistis, verum etiam libenter audistis. Sed ille magister quae Dominus ait, Adhuc multa habeo vobis dicere, sed non potestis
interior, qui cum adhuc discipulis exterius loqueretur, ait, Adhuc mulfa porlare modo; et per Spiritum sanctum asserant fieri ut possint illa im-
babeo vobis dicere, sed non poíestis portare modo, si vellet nobis id munda et nefanda portari. Alia sunt mala quae portare non potest qua-
quod de incorpórea Dei natura dixi, intrinsecus ita dicere, sicut sanctis liscumque pudor humanus; et alia sunt bona quae portare non potest
Angelis dicit, qui semper vident faciem Patris (Mt 18,10); nondum ea parvus sensus humanus: ista fiunt in corporibus impudicis, illa remota
portare possemus. Proinde quod ait, Docebil vos omnem verifaíem, vel, sunt a corporibus universis; hoc impura carne committitur, illud pura
deducet vos in omni veníate, non arbitrar in hac vita in cuiusquam mente vix cernitur. "Renovamini ergo spiritu mentís vestrae (Eph 4,23)
mente posse compleri (quis enim vivens in hoc corpore quod corrumpitur "et intelligite quae sit voluntas Dei, quod bonum est et beneplacitum et
et aggravat animam (Sap 9,15), possit omnem cognoscere veritatem; cum perfectum" (Rom 12,2): "ut in charitate radicad et fundad, possitis com-
97, 1
440 Sobre el Evangelio de San Juan Sobre el Evangelio de San Juan
97, 1 441
juntamente con los santos, podáis conocer la íon&, '. e x c e l e n - sea, abrirlas y manifestarlas a nuestra alma, no podría soportar-
ra, la altura y la profundidad, y comprender también ^ ^
las la humana flaqueza. Recordará Vuestra Caridad que ya os
tísima caridad de la sabiduría de Cristo, para que os ve hablé de esto cuando os explicaba aquellas palabras del santo
de la plenitud de Dios". De este modo os ensenara ei * Evangelio: Aún tengo qtie deciros muchas cosas, pero ahora, no
Santo toda la verdad, difundiendo más y más en vuestros podéis cargar con ellas. N o quiero decir con esto que haya des-
zones la caridad. cubierto secretos en ellas escondidos, que, aunque los manifestase
el Maestro, no pudiera entenderlos el discípulo; sino que aque-
TRATADO 97 llas mismas cosas que leemos y escribimos, oímos y decimos para
conocimiento de los hombres sobre la doctrina de la religión, si
SOBRE EL MISMO TEMA
Cristo quisiera decirlas del mismo modo que se las dice a los
1. El Espíritu Santo, que el Señor prometió enviar a sus ángeles en sí mismo, Verbo unigénito del Padre y coeterno al
discípulos para que les enseñase toda la verdad, que ellos no Padre, ¿qué hombres podrían con esa carga, aun cuando fueran
podían soportar en el momento en que les hablaba, y del cual tan espirituales como aún no eran entonces los apóstoles, cuando el
dice el Apóstol que hemos recibido ahora en prenda, para darnos Señor decía estas palabras, y como fueron después de la venida del
a entender que su plenitud nos está reservada para la otra vida, Espíritu Santo? Porque todo cuanto puede saberse de las criatu-
ese mismo Espíritu Santo enseña ahora a los fieles todas las co- ras es menor que el Creador mismo, que es Dios sumo, verda-
sas espirituales de que cada uno es capaz, mas también enciende dero e inconmutable. Y ¿quién no habla de El? ¿Dónde no es
en sus pechos un deseo más vivo de crecer en aquella caridad nombrado por quienes leen, discuten, preguntan, responden, ala-
que les hace amar lo conocido y desear lo que no conocen, pen- ban, cantan, de cualquier modo hablan, y, finalmente, por los
sando que aun las cosas que conocen en esta vida no las cono- mismos que blasfeman? Y hablando todos de El, ¿quién es el que
cen como se han de conocer en la otra vida, que ni el ojo vio lo entiende como debe ser comprendido, aun cuando lo tenga
ni el oído oyó, ni el corazón pudo imaginar. Y si el Maestro siempre en su lengua y en sus oídos? ¿Qué inteligencia puede
interior quisiese decirlas del modo que han de ser conocidas o acercársele? ¿Quién hubiese pensado que El era rrino si El no lo
hubiese manifestado? Y ¿quién no habla de la Trinidad? ¿Y
prehendere cum ómnibus sanctis, quae sit longitudo, latitudo, altitudo quién comprende esa Trinidad como los ángeles? Las mismas
profundum; cognoscere etiam supereminentem scientiae charitatem Chr'S cosas que a cada paso se dicen de la eternidad, verdad y santi-
ti, ut impleaminí in omnem plenitudinem Dei" (Eph 3,17-19) i s t 0 • " dad de Dios, son por unos bien, por otros mal entendidas; o por
modo vos docebit Spiritus sanctus omnem veritatem, cum magis m ls^
que diffundet in cordibus vestris charitatem. ^ "
sancti Evangelii verba tractaremus, ubi Dominus ait, Adhuc multa babeo
vobis dicere, sed non potestis portare modo. Non ut in his Domini verbis
TRACTATUS 97 nescio quae secreta nimis abdita suspicemur, quae cum dici a docente pos-
I N EAMDHM LECTIONEM
sint, portari a discente non possint: sed ea ipsa quae in doctrina religionis
in quorumlibet hominum notitia legimus et scribimus, audimus et dicimus,
1. Spiritus sanctus quem promisit Dominus se discipulk si vellet eo modo nobis Christus dicere, sicut ea dicit Angelis sanctis in
missurum, qui eos doceret omnem veritatem, quam tune quandoSU'S CSSe seipso unigénito Patris Verbo, Patrique coaeterno; quinam portare nomi-
loquebatur, portare non poterant: de quo Spiritu sancto, sicut d" ^^ eis nes possent, etiam si iam essent spirituales, quales adhuc Apostoli non
tolus, nunc pignus accepimus (2 Cor 1,22), quo verbo inteU^er' 0 " ^ o s _ fuerunt, quando ista eis Dominus loquebatur, qualesque postea veniente
plenitudinem nobis in vita alia reservan: ipse ergo Spiritus ^mxxs e'Us sancto Spiritu facti sunt? Nam utique quidquid de creatura sciri potest,
nunc docet fideles, quanta quisque potest capere spiritualia- a n c t U s et minus est ipso Creatore, qui summus et verus et immutabilis est Deus.
pectora desiderio maiore succendit, si quisque in ea charitate prof • eoru n> Et quis eum tacet? Ubi non a legentibus, disputantibus, quaerentibus,
et diligat cognita, et cognoscenda desideret: ita ut ea quoq ue ^ l a t ' <3Ua respondentibus, laudantibus, cantantibus, quoquomodo sermocinantibus,
nunc quomodocumque cognoscit, nondum se scire sciat, sicut sci !f ^ Ua e postremo ab ipsis etiam blasphemantibus nominatur? Et cum eum nemo
in ea vita quam nec oculos vidit, nec auris audivit, nec in co °u Sutl t taceat, quis est qui eum sicut intelligendus est capiat, cum de oribus et
ascendit (1 Cor 2,9). Quo sciendi modo, si nunc ea vellet interior m n
' is auribus hominum non recedat? Quis est cuius acies ad eum mentís ac-
dicere, id est, nostrae mentí aperire atque monstrare; humana ' If'.a*'ster cedat? Quis est qui eum Trinitatem esse scisset, nisi ipse sic innotescere
portare non posset. Unde me vestra Dilectio meminit iam locut rni ta
' s voluisset? Et quis hominum iam istam sileat Trinitatem: et tamen quis
hominum sicut Angelí sapiat Trinitatem? Ea ipsa ergo quae de Dei
442 Sobre el Evangelio de San Juan 97, 2 97, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 44í
mejor decir, unos las entienden y otros no, porque quien mal las Con el temor y con la oración, libraos de caer en aquel enigma
entiende, no las entiende. Y entre quienes las entienden, unos de Salomón, en el que una mujer necia y temeraria, sintiendo
las ven menos que otros por la agudeza del ingenio, pero nin- la falta del pan, da voces a los transeúntes, diciendo: Tomad con
guno como los ángeles. En la misma mente, o sea, en el hombre gusto los panes escondidos y la dulzura del agua furtiva. Esta
interior, hay también crecimiento no sólo para pasar de la leche mujer representa la vanidad de los impíos, que, siendo ellos los
al alimento sólido, sino para tomar cada vez más cantidad de ali- más necios, creen saber algo; faltos de pan, como esta mujer,
mentos. Mas no crece como crece una mole extensa, sino en la prometen panes, necesitándolos ellos; es decir, desconociendo la
luminosidad de la inteligencia, porque el manjar inteligible es verdad, prometen el conocimiento de la verdad. Promete los pa-
la misma luz. Pues para que crezcáis y entendáis, y cuanto más nes ocultos, que dice se saborean con gusto, y la dulzura del
creciereis más entendáis, debéis pedirlo, no al doctor que habla agua furtiva, para que con más gusto y más dulcemente se oi-
a vuestros oídos, es decir, al que trabajando externamente planta gan y se ejecuten las cosas que en la Iglesia se prohibe decirlas y
y riega, sino a Aquel que da el crecimiento. creerlas abiertamente. El mismo ocultamiento es el condimento
2. Ya os advertí en la plática anterior que tengáis cuidado, con que los nefandos doctores propinan sus venenos a los curio-
sobre todo quienes aún sois párvulos y necesitáis de alimentos sos que imaginan aprender algo grande precisamente por haber
lácteos, de no ser curiosos en escuchar a quienes, con motivo merecido el secreto, y así con más suavidad absorben la necedad,
de estas palabras del Señor: Aún tengo muchas cosas que deci- que toman por ciencia, cuyo conocimiento, en cierto modo prohi-
ros, pero ahora no podéis con su carga, están engañados y pre- bido, han hurtado.
tenden engañaros, queriendo saber cosas desconocidas quienes aún 3. De aquí que la enseñanza de las artes mágicas recomien-
no sois capaces de discernir lo verdadero de lo falso; sobre todo de sus ritos nefandos a los hombres que ya han sido o han de
en vista de las obscenísimas torpezas que Satanás enseñó a las ser engañados por su curiosidad sacrilega. De aquí esas ilícitas
almas tornátiles y carnales, permitiéndolo Dios para que en todo adivinaciones por la inspección de los sonidos o de las visceras
momento sean temidos sus juicios, y por la comparación de la de los animales sacrificados, o por el vuelo de las aves, o por
maldad impura sea más dulce la pureza de la disciplina, y para multiformes señales de los demonios, susurradas en los oídos de
que quien no cayó en esos males, o quien con su ayuda salió quienes van a perecer por sus coloquios con los perdidos. Por
de ellos, dé honra a Dios y proceda con temor y con pudor. estos ilícitos y punibles secretos, aquella mujer es tachada no sólo
aeternitate, veritate, sanctitate, in promptu et palam sitie cessatione di- cescat purissima disciplina; atque ut illi det honorem, timorem autem
cuntur, ab alus bene, ab alus male intelliguntur: imo ab aliis intelligun- vel pudorem sibi, qui in illa mala vel illo regente non cecidit, vel illo
tur, ab aliis non intelliguntur. Qui enim male intelligit, non intelligit. inde levante surrexit. Cávete timendo et orando, ne irruatis in illud ae-
Ab eis ipsis autem a quibus bene intelliguntur, ab aliis minus, ab aliis nigma Salomonis, ubi mulier insipiens et audax, inops pañis effecta, con-
amplius mentís vivacitate cernuntur, et a nullo hominum sicut ab Angelis vocat praetereuntes dicens, Panes occultos libenter attingite, et aquae fur-
capiuntur. In ipsa ergo mente, hoc est in interiore nomine, quodammodo tivae dulcedinem (Prov 9,13-17). Haec enim mulier vanitas est impio-
crescitur, non solum ut ad cibum a lacte transeatur, verum etiam ut rum, cum sint insipientissimi, aliquid se scire opinantium, sicut de ista
amplius atque amplius cibus ipse sumatur. Non autem crescitur spatiosa muliere dictum est, inops pañis effecta. Quae cum sit inops pañis, pro-
mole, sed intelligentia luminosa; quia et ipse cibus intelligibilis lux est. mittit panes; id est, cum sit ignara veritatis, promittit scientiam veritatis.
Ut ergo crescatis, eumque capiatis, et quanto magis crescitis, tanto magis Occultos tamen panes promittit, quos dicit libenter attingi, et aquae fur-
magisque capiatis; non ab eo doctore qui vestris auribus scnat, hoc est, tivae dulcedinem; ut ea scilicet libentius et dulcius audiantur et agan-
forinsecus operando plantat et rigat, sed ab eo qui dat incrementum tur, quae palam in Ecclesia dici credique prohibentur. Ipsa quippe occul-
(1 Cor 3,6), petere ac sperare debetis. tatione condiunt quodammodo nefarii doctores sua venena curiosis; ut
2. Proinde, sicut praeterito sermone commonui, cávete, máxime qui ideo se existiment aliquid discere magnum, quia meruit habere secretum,
parvuli estis et adhuc alimentis lacteis indigetis, ne hominibus sub hac et suavius hauriant insipientiam, quam putant scientiam, cuius ptohibi-
occasione deceptis ac deceptoribus, quia Dominus ait, Adhuc multa babeo tam quodammodo furantur audientiam.
vobis dicere, sed non potestis portare modo, aurem curiosam praebeatis 3. Hinc et nefarios ritus suos hominibus sacrilega curiositate decep-
ad incógnita scienda, cum mentes invalidas habeatis ad vera et falsa tis vel decipiendis magicarum artium doctrina commendat. Hinc illae
diiudicanda: máxime propter obscoenissimas turpitudines, quas docuit illicitae divinationes inspectis pecudum visceribus occisotum, aut vocibus
satanás animas instabiles atque carnales, ad hoc Deo sinente, ut eius et volatibus avium, aut signis multiformibus daemonum, insusurrantur
ubique sint tremenda iudicia, et in comparatione ¡mpurae nequitiae dul- auribus hominum periturotum per colloquia perditorum. Proptet haec
444 Sobre el Evangelio de San Juan 97, 4
97, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 445
de necia, sino t a m b i é n de temeraria. P e r o n o sólo la ejecución
de estas cosas, sino hasta su n o m b r e está desterrado de nuestra integridad de la carne. Escuchad al Apóstol, q u e ha previsto
religión. Y ¿qué h e m o s de decir, viendo que esta mujer necia y tales cosas y da consejos saludables p a r a evitarlas. Evita, dice,
audaz, bajo el n o m b r e de cristiana, ha fundado tantas herejías la profana novedad en las palabras, porque contribuyen mucho
perversas y forjado tantas fábulas nefandas? ¡Ojalá l a m e n t e m o s a la impiedad, y la conversación de éstos cunde como la gangre-
t a n t o su necedad, cuanto a d m i r a m o s su audacia en inventar fá- na. N o se c o n t e n t ó con decir novedades de palabras, sino q u e
bulas c o m o las q u e se cantan, se bailan o se ríen en los teatros añadió profanas. P o r q u e hay palabras nuevas q u e están en con-
con m í m i c a s bufonadas, y n o las fábulas q u e ha inventado con- sonancia completa con la doctrina de la religión, c o m o cuando
tra Dios. P o r q u e todos los ignorantísimos herejes que q u i e r e n comenzó a usarse el n o m b r e cristianos. En A n t i o q u í a fue donde
aparecer c o m o cristianos, se esfuerzan en dar color a sus audaces p r i m e r o los discípulos, después de la Ascensión, comenzaron a
ficciones, e n t r a ñ a b l e m e n t e aborrecidas p o r el sentido c o m ú n , apo- llamarse cristianos, según se lee en los H e c h o s de los Apóstoles.
yándose en la sentencia evangélica en la q u e el Señor dice: Aún T a m b i é n a las hospederías y a los monasterios se les dieron
tengo muchas cosas que deciros, pero no podéis entenderlas aho- nombres nuevos, sin cambiarles el destino, y están fundamenta-
ra; c o m o si estas cosas fuesen las que entonces n o p o d í a n sopor- dos en la verdad de la religión, con la q u e son defendidos aun
contra los malvados. Contra la i m p i e d a d de los arríanos se in-
tar los discípulos, y las cuales enseñó el Espíritu Santo, siendo
trodujo la palabra Homousion, aplicada al Padre, p e r o sin otra
así q u e de su enseñanza y predicación se avergüenza el espíritu
novedad bajo ese n o m b r e ; pues Homousion es lo m i s m o q u e :
h u m a n o a pesar de su audacia.
Yo y el Padre somos una misma cosa, es decir, de una y m i s m a
4. P r e v i e n d o a éstos p o r inspiración del Espíritu Santo, dice
sustancia. A d e m á s , si toda novedad fuese profana, n o hubiera
el Apóstol: Llegará el t i e m p o en que n o p o d r á n aguantar la dicho el Señor: Un mandato nuevo os doy; ni al T e s t a m e n t o
sana doctrina, y se rodearán de maestros acomodados a sus de- se le llamaría N u e v o , ni se cantaría en toda la tierra u n cántico
seos, q u e tengan el p r u r i t o de hacerse oír, y apartarán sus oídos nuevo. Pero novedades son las palabras q u e dice la mujer necia
de la verdad y correrán tras las fábulas. El recuerdo de aquel y audaz: Tomad con gusto los panes ocultos y la dulzura del agua
secreto y de aquel h u r t o , señalado en estas palabras: Tomad hurtada. D e este ofrecimiento de falsa ciencia nos aleja el A p ó s -
con gusto los panes ocultos y la dulzura del agua hurtada, causa tol cuando dice: " ¡ O h T i m o t e o ! , defiende el depósito evitando
una comezón en los oídos de los espiritualmente amancebados, la novedad profana en las palabras y las contradicciones de la
parecida a la comezón libidinosa, q u e c o r r o m p e hasta la casta ciencia q u e falsamente lleva el n o m b r e de tal, con cuya promesa

illicita atque punienda secreta, mulier illa non solum insipiens, verum carne corrumpitur integritas castitatis. Audite ¡taque Apostolum talia prae-
audax etiam nuncupatur. Sed haec non solum a re ipsa, verum et a no- videntem, et ea vitanda salubriter admonentem: Profanas, inquit, verbo-
mine nostrae religionis aliena sunt. Quid quod mulier haec insipiens et rum novitates evita: multum enim proficiunt ad impietatem, et sermo
audax, sub christiano vocabulo tot scelestas haereses condidit, tot nefan- eorum sicut cáncer serpit (ibid. 2,16.17). Et non ait, verborum novitates;
das fábulas finxit? Utinam tales quales in theatris sive cantantur, sive sal- sed addidit, profanas. Sunt enim et doctrinae religionis congruentes ver-
tantur, sive mímica scurrilitate ridentur; et non quasdam tales, quales borum novitates, sicut ipsum nomen Christianorum quando dici coeperit,
adversus Deum fingere potuísse sic illam doleamus insipientiam, ut mi- scritpum est. In Antiochia enim primum post ascensionem Domini
remur audaciam. Omnes autem insipientissimi haeretici, qui se christia- appellati sunt discipuli Christiani, sicut legitur in Actibus Apostolorum
nos vocari volunt, audacias figmentorum suorum, quas máxime exhorret (Act 11,26): et xenodochia et monasteria postea sunt appellata novis
sensus humanus, occasione evangelicae sententiae colorare conantur, ubi nominibus, res tamen ipsae et ante nomina sua erant, et religionis veri-
Dominus ait, Adhuc multa babeo vobis dicere, sed non potestis portare tate firmantur, qua etiam contra improbos defenduntur. Adversus impie-
modo: quasi haec ipsa sint quae tune discipuli portare non poterant, et tatem quoque Arianorum haereticorum novum nomen Patris Homousion
ea docuerit Spiritus sanctus, quae palam docere atque praedicare, quan- condiderunt: sed non rem novam tali nomine signaverunt; hoc enim vo-
talibet feratur audacia, spiritus erubescit immundus. catur Homousion, quod est, Ego et Pater unum sumus (lo 10,30), unius
4. Hos Apostolus in Spiritu sancto praevidens ait: "Erit enim tem- videlicet eiusdemque substantiae. Nam si omnis novitas profana esset nec
pus quo sanam doctrinam non sustinebunt, sed secundum desideria sua a Domino diceretur, Mandatum novum do vobis (ibid. 13,34); nec Testa-
magistros sibi coacervabunt prurientes auditu: et a veritate quidem audi- mentum appellaretur Novum, nec cantaretur in universa térra Canticum
tum suum avertent, ad fábulas autem convertentur" (2 Tim 4,3.4). Illa novum. Sed profanae sunt verborum novitates, ubi dicit mulier insipiens
enim secreti furtique commemoratio qua dicitur, Panes oceultos libenter et audax: Panes oceultos libenter attingite, et aquae dulcedinem. Ab hac
attingite, et aquae jurtivae dulcedinem, pruritum facit audientibus in au- pollicitatione falsae scientiae prohibet etiam illo loco Apostolus ubi di-
ribus spiritualiter fornicantibus, sicut pruritu quodam libidinis etiam in cit: "O Timothee, depositum custodi, devitans profanas vocum novitates,
et contradictiones falsi nominis scientiae, quam quidam promittentes,
446 Sobre el Evangelio de San Juan 97 5

algunos se han apartado de la fe". Estos no tienen otro afán 98, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 447
que prometer ciencia y mofarse, como de una ignorancia, de la
fe en las verdades que se mandan creer a los párvulos. TRATADO 98
5. Dirá alguno: ¿Dejarán de tener los espirituales en su doc- SOBRE EL MISMO ASUNTO
trina cosas que ocultan a los carnales y manifiestan a los espiri-
tuales? Si contesto que no, me traerán al punto lo que dice el 1. Recuerdo que tengo aplazada la difícil cuestión nacida
apóstol Pablo en la Epístola a los de Corinto: "No pude habla- de estas palabras de nuestro Señor: Tengo aún muchas cosas que
ros como a espirituales, sino como a carnales; como a párvulos deciros, -pero ahora no podéis entenderlas, para tratar de ella con
en Cristo os he dado a beber leche en lugar de manjares sólidos, más calma, porque la prudente extensión de la plática anterior
porque entonces no erais capaces, ni lo sois aún, por ser todavía aconsejaba terminarla. Ahora ha llegado el momento de cumplir
carnales"; y aquel otro pasaje: "Entre los perfectos hablamos lo prometido. Tratémosla según las luces que el Señor se digne
sabiduría"; y este otro: "Propinando a los espirituales cosas es- concedernos, ya que El la infundió en nuestro corazón para pro-
pirituales, porque el hombre animal no percibe las cosas del Es- ponerla. La cuestión es la siguiente: Si los espirituales tienen
píritu de Dios: para él es una tontería". El significado de estos algo en su doctrina que esconden a los carnales y lo manifies-
textos lo discutiremos en otra plática con la ayuda de Dios, a tan a los espirituales. Si yo respondiere que no, se me replicará:
fin de que, a causa de estas palabras del Apóstol, no se busquen ¿Por qué entonces el Apóstol en su carta a los Corintios decía:
secretos con profanas novedades de vocablos, y venga a decirse "No he podido hablaros como a espirituales; por eso os he dado
que los carnales no pueden soportar aquellas cosas que tanto el leche como a párvulos de Cristo, en vez de los manjares de los
alma como el cuerpo de los castos deben evitar. Y demos por cuales no erais capaces, ni lo sois aún, porque todavía sois car-
terminado este sermón. nales?" Por el contrario, si dijere que sí, es de temer que, con
este pretexto, se enseñen ocultamente cosas nefandas que, bajo
circa fidem exciderunt" (1 Tim 6,20). Nihil enim sic amant isti quam
scientiam promittere; et fidem rerum verarum quas credere parvuli prae- el nombre de espirituales e incapaces de ser comprendidas por
cipiuntur, velut imperitiam deridere. los carnales, aparezcan no sólo blanqueadas con este pretexto,
5. Dicet aliquis: Nihilne spirituales viri habent in doctrina, quod sino dignas aún de encomio.
carnaiibus taceant, et spiritualibus eloquantur? Si respondero, Non habent,
continuo mihi dicetur ex Epístola ad Corinthios apostoli Pauli: "Non 2. Lo primero que debe saber Vuestra Caridad es que Cris-
potui vobis loqui quasi spiritualibus, sed quasi carnaiibus. Quasi parvulis to fue crucificado, con el cual, como con leche, dice el Apóstol
in Christo lac vobis potum dedi, non escarní; nondum enim poteratis: sed
nec adhuc quidem potestis; adhuc enim estis carnales" (1' Cor 3,1 et 2);
et illud. "Sapientiam loquimur ínter perfectos"; et illud, "Spiritualibus TRACTATUS 98
spiritualia comparantes: animalis autem homo non percipit quae sunt
Spiritus Dei; stultitia enim est illi" (ibid. 2,6.13 et 14). Hoc totum I N EAMDEM LECTIONEM

quale sit, ne rursus propter haec verba Apostoli profanis vocum novitati-
bus secreta quaerantur, et ea quae debet castorum spiritus corpusque vi- 1. Ex verbis Domini nostri, ubi dicit, Adhuc multa babeo vobis
tare, dicatur carnales sustinere non posse, sermone alio si Dominus dona- dicere, sed non potestis portare modo, exortam difficilem quaestionem
verit, disputandum est, ut iam istum aliquando claudamus. me recoló distulisse, ut inde otiosius tractaretur, quia illum modus com-
petens compellebat finiré sermonem. Nunc ergo quoniam tempus est
promissa reddendi, pertractetur ut Dominus ipse donaverit, qui cordi
nostro ut proponeretur ingessit. Haec est autem quaestio: utrum spiri-
tuales nomines habeant aliquid in doctrina, quod carnaiibus taceant, et
spiritualibus dicant. Quia si dixerimus, Non habent; respondebitur nobis,
Quid est ergo quod dicebat Apostolus scribens ad Corinthios: "Non potui
vobis loqui quasi spiritualibus, sed quasi carnaiibus. Quasi parvulis in
Christo lac vobis potum dedi, non escam; nondum enim poteratis: sed nec
adhuc quidem potestis; adhuc enim estis carnales"? (1 Cor 3,1 et 2). Si
autem dixerimus, Habent; timendum et cavendum est, ne sub hac occa-
sione in occultis nefaria doceantur, et spiritualium nomine, velut ea quae
carnales capere non possunt, non solum excusatione dealbanda, verum
etiam praedicatione laudanda videantur.
2. Primum ergo scire debet Charitas vestra, quod ipse Christus cru-
448 Sobre el Evangelio de San Juan 98, 2
98, 3 Sobre el Evangel.o de San Juan 449
q u e alimenta él a sus párvulos; y q u e su m i s m a carne, q u e pa-
entre vosotros hay algún projeta o espiritual, comprenda que lo
deció la m u e r t e y las llagas reales del crucificado y d e r r a m ó la
que os escribo es un mandato del Señor; y si alguno lo ignora,
sangre p o r sus heridas, n o es considerada de igual m a n e r a p o r
será ignorado. Q u i s o que la ciencia de los espirituales tuviese
los carnales y p o r los espirituales: p a r a aquéllos es leche, p a r a
solidez, t e n i e n d o conocimientos ciertos, n o contentándose con sola
éstos es manjar, p o r q u e , a u n q u e n o la escuchen m á s q u e los
la fe; y p o r esta razón aquéllos creían lo q u e , además, los espiri-
otros, la c o m p r e n d e n mejor q u e ellos. U n o s y otros n o c o m p r e n -
tuales entendían. Será, dice, ignorado q u i e n lo ignora, p o r q u e n o
den i g u a l m e n t e lo q u e i g u a l m e n t e reciben p o r la fe. D e a q u í
le ha sido revelado para conocer lo q u e cree. Y c u a n d o esto
nace q u e Cristo crucificado, p r e d i c a d o p o r el Apóstol, fuese u n
sucede en la m e n t e del h o m b r e , se dice que es conocido de
escándalo p a r a los judíos, una necedad p a r a los gentiles, y p a r a
Dios, p o r q u e D i o s le hace conocedor, según dice en o t r o lugar:
los elegidos, tanto griegos c o m o judíos, la virtud y sabiduría de
Vero ahora, habiendo conocido a Dios, o por mejor decir, siendo
D i o s ; p e r o los párvulos carnales n o ven esto sino p o r la fe; m a s
conocidos de Dios. N o fue entonces c u a n d o D i o s los conoció, te-
los espirituales, como m á s capaces, lo ven con su inteligencia.
niéndoles previstos y elegidos antes de la formación del m u n d o ,
Para aquéllos es c o m o la leche; p a r a éstos, c o m o manjar sólido;
sino q u e entonces hizo q u e ellos le conocieran.
n o p o r q u e de u n m o d o distinto lo oyeron aquéllos en las plazas
3. Sentado esto como p u n t o de partida, es decir, q u e las co-
y éstos en las cámaras, sino p o r q u e , oyendo ambos la m i s m a
sas q u e s i m u l t á n e a m e n t e oyen los carnales y los espirituales,
predicación pública, cada cual lo e n t e n d í a según su capacidad.
cada cual las c o m p r e n d e según su capacidad: ellos como p á r v u -
Pues, h a b i e n d o sido crucificado Cristo p a r a d e r r a m a r su sangre
los, éstos c o m o mayores; aquéllos c o m o alimentos lácteos, éstos
para la remisión de los pecados y p o r la pasión del H i j o unigé-
c o m o manjares sólidos, queda descartada la necesidad de ocultar
nito se nos manifestase la gracia divina, a fin de q u e nadie p o n -
algunos secretos doctrinales, escondiéndolos a los fieles párvulos
ga su gloria en los h o m b r e s , ¿de q u é m o d o e n t e n d í a n a Cristo
para declararlos aparte a los mayores, o sea, a los m á s inteligen-
aquellos que aún decían: Yo soy de Pablo? ¿Lo entendían, aca-
tes; y a la vez cae el f u n d a m e n t o i m a g i n a d o en estas palabras
so, c o m o el m i s m o Pablo, que decía: Lejos de mí gloriarme sino
del Apóstol: No he podido hablaros como a espirituales, sino
en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo? D e l m i s m o Cristo cru-
como a carnales. P o r q u e lo ú n i c o q u e él creyó saber entre ellos,
cificado tomaba él el manjar según su capacidad, y a ellos los
q u e n o era otra cosa que Cristo, y Cristo crucificado, n o p u d o
alimentaba con la leche p o r su flaqueza. Mas, conociendo q u e lo
decírselo a ellos como a espirituales, sino como a carnales, por-
q u e había escrito a los Corintios p o d í a ser e n t e n d i d o de u n m o d o
q u e n o p o d í a n entenderlo como los espirituales. Y así, quienes en-
p o r los párvulos y de otro p o r los m á s capacitados, dice: Si
aliter a capacioribus posse intelligi sciens, ait: Si quis est inter vos
cifixus, quo velut lacte párvulos aluisse se dicit Apostolus; ipsa vero caro propheta aut spiritualis, agnoscat quae scribo vobis, quia Domini est
eius, in qua facta est vera mors eius et vulnera vera confixi, sanguisque mandatum: si quis autem ignorat, ignorabitur (1 Coi 14,37.38). Solidam
percussi, non eo modo a carnalibus quo ab spiritualibus cogitatur, et profecto voluit esse scientiam spiritualium, ubi non sola fides accom-
lilis est lac, istis cibus; quia et si non audiunt amplius, intelligunt am- modaretur, sed certa cognitio teneretur; ac per hoc illi ea ipsa credebant,
plíus. Non enim aequaliter mente percipitur, etiam quod in fide pariter quae spirituales insuper agnoscebant. Ignorabitur autem, ait, qui ignorat;
ab utrisque recipitut. Ita fit ut praedicatus ab Apostolis Christus crucí- quia nondum ei revelatum est, ut quod credit sciat. Quod cum fit in
fixus, et Iudaeis esset scandalum, et gentibus stultítia, et ipsis vocatis hominis mente, ipse dicitur cognosci a Deo; quia Deus illum cognoscen-
Iudaeis et Graecis Dei Virtus et Dei Sapientia (1 Cor 1,23-24): sed carnali- tem facit, sicut alibi ait: Nunc autem cognoscentes Deum, imo cogniti a
bus parvulis id tantum credendo tenentíbus, spiritualibus autem capa- Deo (Gal 4,9). Ñeque enim tune cognoverat eos Deus, praecognitos et
cioribus id etiam intelligendo cernentibus; illis ergo tanquam lacteus electos ante mundi constitutionem (Eph 1,4); sed tune eos seipsum co-
potus, istis tanquam solidus cibus: non quia hoc illi aliter in populis, gnoscere fecerat.
isti aliter in cubiculis cognoverunt; sed quod eodem modo utrique cum
3. Hoc igitur primitus cognito, quod ea ipsa quae simul audiunt
palam diceretur audiebant, pro suo modo quique capiebant. Cum enim
spirituales atque carnales, pro suo quique modulo capiunt; illi ut par-
Christus propterea sit crucifixus, ut in remissionem peccatorum sangui-
vuli, isti ut maiores, illi ut lactis alimentum, isti ut cibi solidamentum:
nem funderet, qua eius Unigeniti passione divina gratia commendatur,
nulla videtur esse necessitas, ut aliqua secreta doctrinae taceantut, et abs-
ut nemo in homine glorietur, quomodo intelligebant Christum crucifixum
condantur fidelibus patvulis, seorsum dicenda maioribus, hoc est intel-
qui adhuc dicebant, Ego sum Pauli? (ibid. 12). Numquid quomodo ipse
ligentiotibus; et hoc ideo faciendum putetur, quia dixit Apostolus, Non
Paulus qui dicebat, Mihi autem absit glorian, nisi in cruce Domini nostri
potui vobis loqui quasi spiritualibus, sed quasi carnalibus. Hoc ipsum
Iesu Christi? (Gal 6,14). De ipso ¡taque Christo crucifixo, et ipse cibum
enim quod non iudicavit se scire in eis nisi Iesum Christum, et hunc
pro sua capacítate sumebat, et illos lacte pro eorum infirmitate nutriebat.
crucifixum (1 Cor 2,2), ipsis non potuit loqui quasi spiritualibus, sed
Denique illa quae scripsit ad Corinthíos, aliter utique ab ipsis parvulis,
quasi carnalibus; quia id sicut spirituales capere non valebant. Quicum-
S.Ag. 14 15
450 Sobre el Evangelio de San Juan 98, 4
98, 5 Sobré el Evangelio de San Juan 451
tre ellos eran espirituales, oyéndolo, como lo oyeron los carnales, lo
captaban con espiritual inteligencia; y en este sentido debe en- no de lo malo". Aquí vemos definido lo que él llama alimento
tenderse: No pude hablaros como a espirituales, sino como a sólido de los perfectos, que no es otro que el expresado en la
carnales; como si dijera: N o como espirituales, sino como car- carta a los Corintios: A los perfectos hablamos sabiduría. A
nales habéis podido captar mis palabras. Porque el hombre ani- quiénes llama perfectos, lo declara diciendo: Quienes por el há-
mal, llamado animal por el ánima y carnal por la carne, ya que bito tienen ejercitados los sentidos para discernir el bien del mal.
de ambos se compone el hombre, no percibe las cosas que son Quienes de esto no son capaces por la debilidad y falta de ejer-
del Espíritu de Dios, es decir, la gracia, que confiere a los cre- cicio de la inteligencia, con facilidad, bajo la promesa de hacerse
yentes la cruz de Cristo, y piensa que la finalidad de esa cruz sabios, se van tras fábulas vanas y sacrilegas, si no son sostenidos
es la de dar un ejemplo que imitar a quienes luchan por la con la leche de la fe para creer las cosas invisibles que no ven y
verdad hasta la muerte. Pues, si conociesen estos hombres, que las inteligibles que aún no entienden; no ven el bien y el mal
no quieren ser más que hombres, que Cristo crucificado es para sino bajo imágenes corporales, y al mismo Dios lo consideran
nosotros la sabiduría de Dios, la justicia, la santificación y la re- como algo corpóreo; no conciben el mal sino como una sustan-
cia, cuando no es más que cierto alejamiento de las sustancias
dención, a fin de que, como está escrito, quien se gloría, gloríese
mudables de la sustancia inmutable, las cuales fueron sacadas de
en el Señor, sin duda no pusieran su gloria en los hombres ni
la nada por aquella sustancia suma e inmutable, que es Dios,
dijeran carnalmente: Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Pedro,
Y esto lo percibe y conoce quien no solamente lo cree, sino
sino todos espiritualmente: Yo soy de Cristo.
que lo entiende por el ejercicio de las potencias interiores del
4. Pero aún deja la cuestión en pie lo que se lee en la alma. No hay peligro de que éste sea seducido por quienes, pen-
carta a los Hebreos: "Debiendo ser ya doctores, dado el tiempo sando que el mal es una sustancia no hecha por Dios, convier-
que ha pasado, de nuevo necesitáis que os enseñen los rudimen- ten a Dios mismo en una sustancia mudable, como son los ma-
tos de la palabra de Dios, y os habéis hecho tales, que no po- niqueos y otras sectas pestilentes, tan necias como ellos.
déis tomar alimentos sólidos, sino leche sola; y quien se cría con
5. Pero para los párvulos en la inteligencia, que, como dice
leche no conoce el lenguaje de la justicia, por ser un niño; el el Apóstol, han de ser nutridos con leche y no son capaces de
alimento sólido es propio de los perfectos, de aquellos que por entender estas cosas, toda discusión sobre esta materia, que se
el largo uso tienen ejercitados los sentidos para discernir lo bue- dirige no sólo a fortalecerlos en la fe, sino a que entiendan y
que autem spirituales Ínter eos erant, Ídem quod illi tanquam carnales
sepan lo que se dice, resulta onerosa y más fácilmente los opri-
audiebant, spirituali ipsí intellectu capiebant: ut sic intelligatur quod
ait, Non potui vobis loqui quasi spiritualibus, sed quasi- camalibus, ac si bonum a malo" (Hebr 5,12-14). Hic enim videmus tanquam definitum
diceret, Non potuistis quasi spirituales, sed quasi carnales capere quod esse quem perfectorum dicit solidum cibum; et hoc esse illud quod ad
loquebar. Animalis enim homo, id est, qui secundum hominem sapit, Corinthios scriptum est, Sapientiam loquimur inter perfectos (1 Cor 2,6).
animalis dictus ab anima, carnalis a carne, quia ex anima et carne Quos autem perfectos voluerit hoc loco intelligi, subiecit atque ait, Qui
per habitum exercitatos habent sensus, ad separandum bonum a malo.
constat totus homo, non percipit quae sunt Spiritus Dei (1 Cor 2,14),
Hoc ergo qui invalida et inexercitata mente non possunt, profecto nisi
id est, quid gratiae credentibus crux conferat Christi; et putat hoc illa
fidei quodam lacte teneantur, ut et invisibilia quae non vident, et intel-
cruce actum esse tantummodo, ut nobis usque ad mortem pro veritate ligibilia quae nondum intelligunt, credant, facile ad vanas et sacrilegas
certantibus imitandum praeberetur exemplum. Nam si scirent huíusmodi fábulas promissione scientiae ducuntur: ut et bonum et malum nonnisi
nomines, qui nolunt esse nisi nomines, quemadmodum Christus crucifí- corporalibus imaginibus cogitent, et ipsum Deum nonnisi aliquod esse
xus factus sit nobis sapientia a Deo, et iustitia, et sanctificatio, et re- Corpus existiment, et malum nisi substantia putare non possint; cum sit
demptio, ut quemadmodum scriptum est, Qui gloriatur in Domino glo- potius ab immutabili substantia mutabilium substantiarum quídam de-
rietur (ibid. 1,30.31); procul dubio non gloriarentur in homine, nec fectus, quas fecit ex nihilo ipsa immutabilis et summa substantia, qui
carnaliter dicerent, Ego quidem sum Pauli; ego autem Apollo; ego vero est Deus. Quod profecto quisquis non solum credit, verum etiam exer-
Cephae: sed spiritualiter, Ego sum Christi (ibid. 12). citatis interioribus animi sensibus intelligit, percipit, novit; non est iam
4. Verum illud adhuc quaestionem facit, quod in Epístola ad He- metuendum ne seducatur ab eis qui malum putando esse substantiam
braeos legitur: "Cum iam deberetis tempore ipso esse doctores, iterum quam non fecit Deus, mutabilem substantiam faciunt ipsum Deum, sicut
doctrina indigetis, quae sint elementa sermonum Dei; et facti estis opus Manichaei, vel si quae aliae pestes ita desipiunt.
habentes lacte, non solido cibo. Omnis enim qui lactatur, inexpertus 5. Sed mente adhuc parvulis, quod dicit Apostolus carnales lacte
est verbum iustitiae; infans est enim. Perfectorum est autem solidus ci- nutriendos, omnis de hac re sermo, quo agitur ut non solum credatur,
bus, eorum qui per habitum exercitatos habent sensus, ad separandum verum etiam intelligatur sciaturque quod dicitur, percipere talia non
valentibus onerosus est, faciliusque illos premit quam pascit. Ex quo fit
452 Sobre el Evangelio de San Juan 98, 6

me que los nutre. De donde se sigue que los espirituales no ca- 98, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 453
llen totalmente estas cosas a los carnales a causa de la fe católi- manjar de las cosas espirituales, que ha de tomarse con inteli-
ca, que ha de ser predicada a todos; pero no las discuten conve- gencia firme, que faltó a los colosenses y a los tesalonicenses, y
nientemente por temor a que, al querer llevarlas a inteligencias que es menester suplir. Cuando se suple algo, no se reprueba lo
incapaces, más bien que hacer luz a la verdad, causen fastidio que había. Pues, aun en los alimentos que tomamos, hasta tal
con sus pláticas. Este es el motivo de que escriba a los Colo- punto el alimento sólido no es conttatio a la leche, que es ne-
senses: Aunque ausente en el cuerpo, estoy con vosotros en espí- cesario que se convierta en leche para ser apto para los infan-
ritu, gozándome del orden que tenéis y viendo lo que jaita a tes, a los cuales llega a través de la carne de la madre o de la
vuestra je en Cristo; y a los Tesalonicenses: Día y noche pedi-
nodriza. Así lo hizo la sabiduría madre, que, siendo en las altu-
mos con instancia poder veros y completar lo que jaita a vuestra
ras el sólido alimento de los ángeles, se dignó convertirse en
je. En lo cual da a entender que los catequizó, nutriéndolos pri-
cierto modo en leche, cuando el Verbo se hizo carne y habitó
meramente con leche, no con manjares sólidos. En la carta a los
entre nosotros. Y la misma humanidad de Cristo, que en la
Hebreos les recomienda la necesidad de dejar la leche, porque
verdad de su carne, de su cruz, de su muerte y de su resurrec-
quiere nutrirlos ya con alimentos sólidos. Y así les dice: "Deje-
ción es llamada leche pura de los párvulos, cuando es rectamen-
mos ya la iniciación en la doctrina de Cristo y miremos a su
te comprendida por los espirituales, se halla ser la Señora de los
perfección, no volviendo a poner otra vez el fundamento de la
penitencia de las obras muertas y de la fe en Dios, de la doc- Angeles. Y así los párvulos no han de ser nutridos con la leche
trina sobre el bautismo y la imposición de las manos, de la re- de modo que nunca lleguen a conocer a Cristo como Dios, ni
surrección de los muertos y del juicio eterno. Esta es la sufi- tampoco hay que destetarlos de modo que no se cuiden de Cristo
ciencia de la leche, sin la cual no pueden vivir quienes tienen ya como hombre; lo cual puede decirse con otras palabras: Ni se
uso de la razón para creer, pero que no pueden discernir el bien han de nutrir con leche tanto tiempo que nunca lleguen a sa-
del mal, no sólo con la fe, sino también con la inteligencia, ber que Cristo es el Creador, ni se les ha de quitar la leche de
lo cual es propio de los alimentos sólidos. La doctrina de que modo que vengan a olvidar a Cristo Mediador. En esto no con-
hace mención en la leche, es la que se les da por medio del viene a este caso la comparación de la leche materna y del ali-
símbolo apostólico y la oración dominical. mento sólido, sino más bien el ejemplo del fundamento: en
6. Pero no vayáis a pensar que sea contrario a esta leche el que, para que el niño que es amamantado deje los alimentos de
la infancia, no se le dé el pecho con los alimentos sólidos; mas
ut spirituales ista carnalibus non omnímodo taceant, propter catholi- Cristo es leche para los párvulos y alimento sólido para los pro-
cam fidem, quae ómnibus praedicanda est; nec tamen sic disserant, ut ficientes. Es más conveniente la comparación del fundamento,
volentes ea perducere ad intelligentiam non capacem, facilius fastidiri
faciant in veritate sermonem, quam in sermone percipi veritatem. Prop-
terea dicit scribens ad Colossenses: Et si corpore absens sum, spiritu intelligentia capiendus, qui Colossensibus et Thessalonicensibus defuit, et
vobiscum sum, gaudens et videns ordinationem vestram, et id quod deest supplendus, fuit. Quando enim suppletur quod defuit, non improbatur
fidei vestrae in Christo (Col 2,5). Et ad Thessalonicenses: Nocte ac die quod fuit. Nam et in ipsis quae sumimus alimentis, usque adeo non est
inquit, abundantius orantes, ut videamus faciem vestram, et suppleamns lacti contrarius solidus cibus, ut ipse lactescat, quo possit esse aptus in-
quae desunt fidei vestrae (1 Thess 3,10). Intelligendi sunt utique ita fantibus, ad quos per matris vel nutricis pervenit carnem: sicut fecit
primum catechizati, ut lacte alerentur, non solido cibo: cuius lactis ad etiam mater ipsa sapientia, quae cum sit in excelsis Angelorum solidus
Hebraeos commemoratur ubertas eis quos volebat cibi soliditate iam cibus, dignata est quodammodo lactescere parvulis, cum Verbum caro
pascere. Propter quod ait: "Ideoque remittentes initii Christi verbum, in factum est, et habitavit in nobis (lo 1,1.14). Sed ipse homo Christus,
consummationem respiciamus; non iterum iacientes fundamentum poeni- qui vera carne, vera cruce, vera morte, vera resurrectione sincerum lac
tentiae ab operibus mortuis, et fidei in Deum, lavacri doctrinae, et impo- dicitur parvulorum, cum bene ab spiritualibus capitur, invenitur Dominus
sitionis manuum, resurrectionis etiam mortuomm, et iudicii aeterni" Angelorum. Proinde nec sic parvuli sunt lactandi, ut semper non intel-
(Hebr 6,1.2). Haec est lactis ubertas, sine quo non vivunt qui iam qui- ligant Deum Christum; nec sic ablactandi, ut deserant hominem Christum.
dem ratione utuntur ut possint credere, sed bonum a malo, non cre- Quod alio modo idipsum ita dici potest: nec sic lactandi sunt, ut creato-
dendo tantum, verum etiam intelligendo (quod pertinet ad solidum rem nunquam intelligant Christum; nec sic ablactandi ut mediatorem
cibum) separare non possunt. Quod autem in lactis commemoratione po- unquam deserant Christum. In hoc quippe non convenit huic rei simili-
suit et doctrinam, ipsa est quae per symbolum tradimr et orationem tudo materni lactis et solidi cibi, sed potius fundamenti: quia et puer
dominicam. quando ablactatur, ut ab alimentis infantiae iam recedat, inter solidos
6. Sed huic lacti absit ut sit contrarius cibus rerum spiritualium firma cibos non repetit ubera quae sugebat; Christus autem crucifixus, et lac
sugentibus, et cibus est proficientibus. Fundamenti vero ideo est aptior
454 Sobre el Evangelio de San Juan 98, 7 98, 8 Sobre el Evangelio de San ]uan 455

p o r q u e p a r a completar una edificación se le añaden partes del edi- jamás digan q u e Cristo, Señor de todas las cosas, y los profetas
ficio sin sustraer el f u n d a m e n t o . y los apóstoles h a n m e n t i d o . Y n o solamente debéis guardaros
7. Siendo así las cosas, ¡oh cualesquiera q u e seáis, y m u c h o s de los jactanciosos y seductores de la inteligencia, q u e h a b l a n
aún sois párvulos en Cristo!, creced para tomar el manjar sólido, de cosas fabulosas y falsas, p r o m e t i e n d o las altas ciencias en aque-
n o del cuerpo, sino el del alma. A d e l a n t a d p a r a p o d e r discernir llas vanidades en contra de la fe católica que habéis recibido,
el bien del m a l ; apegaos más y m á s al M e d i a d o r , q u e os libra sino t a m b i é n d e quienes predican la verdad acerca de la inmu-
del mal, q u e n o p u e d e separarse de vosotros p o r espacios, sino tabilidad de la naturaleza divina y de las criaturas espirituales y
q u e d e b e ser curado d e n t r o de vosotros m i s m o s . V e n e n o y n o acerca del Creador con razones y argumentos e n t e r a m e n t e cier-
alimento os p r e p a r a q u i e n q u i e r a que os dijere: N o creáis a Cris- tos; p e r o se esfuerzan por apartaros del ú n i c o Mediador entre
to verdadero h o m b r e ; n o creáis q u e viene de D i o s el cuerpo del D i o s y los h o m b r e s . H u i d de ellos como de la peste m á s la-
h o m b r e o de cualquier bestia; n o creáis q u e viene del verdadero dina. D e estos tales dice el Apóstol: Conociendo a Dios, no le
Dios el A n t i g u o T e s t a m e n t o , y otras cosas parecidas; n o se os glorificaron como a Dios. ¿De q u é p u e d e aprovechar tener claro
h a n d i c h o antes estas cosas p o r q u e vuestro corazón no estaba ca- conocimiento de la inmutabilidad del bien a q u i e n n o tiene por
pacitado p a r a recibir estas verdades. Y, p o r este motivo, el bien- q u i é n p u e d a libertarse del mal? Jamás dejéis salir de vuestros
a v e n t u r a d o Apóstol, hablando a quienes se creían ya perfectos corazones el consejo del Apóstol: Si alguien os predicase doctri-
y teniéndose él p o r imperfecto, dice: Quienes somos perfectos, na distinta de la que habéis recibido, sea anatema. N o dice m á s
comprendemos estas cosas, y si algunos entendéis de otra manera, doctrina de la q u e habéis recibido, sino distinta de la que habéis
también esto os lo revelará Dios. Y p a r a prevenirlos contra los recibido. P o r q u e en tal caso se perjudicaría a sí m i s m o , q u e de-
seductores, que, bajo la p r o m e s a de ciencia, intentarán apartar- seaba venir a los tesalonicenses para suplir las deficiencias de su
los de la fe, p r o m e t i é n d o l e s la ciencia, i n t e r p r e t a n d o e n este sen- fe; y q u i e n suple añade lo m e n o s sin quitar lo q u e había. P e r o
tido la sentencia del A p ó s t o l : También Dios os revelará esto, q u i e n traspasa la línea de la fe no se acerca al c a m i n o , sino q u e
a ñ a d i ó a continuación: Caminemos, no obstante, por el camino se aparta del camino.
que llevamos. Si, p u e s , has llegado a entender algo q u e n o se 8. Luego el sentido de estas palabras del Señor: Aún tengo
o p o n g a a las directrices de la fe católica, a la cual has llegado muchas cosas que deciros, pero no podéis ahora entenderlas, es
como al c a m i n o que te conduce a tu patria, y lo entiendes sin de añadir las que n o sabían, n o de echar por tierra las q u e ya
g é n e r o de duda, sigue construyendo, p e r o n o quites los cimientos.
D e tal m a n e r a d e b e n enseñar los mayores a los párvulos, q u e inde dubitare omnino non debeas: adde aedificium, noli tamen relinquere
fundamentum. Sic debent maiores docere aliquid párvulos, ut omnium
similitudo, quia ut perficiatur quod struitur, additur aedificium, non Dominum Christum, et seipsis longe maiores Prophetas et Apostólos non
subtrahitur fundamentum. dicant aliquid fuisse mentitos. Non autem solum vaniloquos et mentís
7. Quae cum ita sint, o quicumque estis, qui sine dubio multi estis seductores fabulosa et falsa garrientes, et in eis vanitatibus velut altam
parvuli in Christo, proficite ad solidum cibum mentís, non ventris. Pro- scientiam prominentes contra regulam fidei, quam catholicam suscepistis,
ficite ad separandum bonum a malo, et magis magisque ínhaerete Media- cavere debetis: verum etiam ipsos qui de ipsa divinae immutabilitate
tori, per quem liberamini a malo; quod non est a vobis loco separandum, naturae, vel incorpórea creatura, sive Creatore veraciter disputant, et
sed in vobis potius est sanandum. Quisquís autem vobis dixerit, Nolite quod dicunt, omnino documentis atque rationibus certissimis probant, et
credere verum hominem Christum, aut non a vero Deo Corpus cuiuslibet tamen ab uno Dei et hominum Mediatore conantur avertere, tanquam
hominis vel cuiuslibet animantis creatum, aut non a vero Deo Vetus pestem insidiosiorem caeteris fugite. Tales enim sunt de quibus dicit
Testamentum datum, et si quid huiusmodi; haec enim vobis prius ideo Apostolus, Quia cognoscentes Deum, non sicut Deum glorificaverunt
non dicebantur, quando lacte nutriebamini, quoniam ad vera capienda (Rom 1,21). Quid enim prodest habere intelligentiam veram de immutabili
cor nondum habebatis idoneum: non vobis iste cibum praeparat, sed ve- bono, ei qui non tenet per quem liberetur a malo? Prorsus admonitio
nenum. Propter quod beatus Apostolus eos alloquens qui sibi iam vide- beatissimi Apostoli de vestris cordibus non recedat: Si quis vobis evan-
bantur esse perfecti, cum se imperfectum ipse dixisset, Quotquot ergo gelhaverit praeter quod accepistis, anathema sit (Gal 1,9). Non ait, plus
inquit, perfecti, hoc sapiamus: et si quid aliter sapitis, hoc quoque vobis quam accepistis; sed praeter quod accepistis. Nam si illud diceret, sibi
Deus revelabit. Et ne forte incurrerent in seductores, qui eos vellent a fide ipse praeiudicaret, qui cupiebat venire ad Thessalonicenses, ut suppleret
avertere promittendo scientiam veritatis, et hoc putarent esse quod dixit quae illorum fidei defuerunt. Sed qui supplet, quod minus erat addit,
Apostolus, id quoque vobis Deus revelabit; continuo subiunxit, Verum- non quod inerat tollit: qui autem praetergreditur fidei regulam, non
tamen in quod pervenimus, in eo ambulemus (Phil 3,15.16). Si quid accedit in via, sed recedit de via.
ergo intellexeris quod non sit contra regulam catholicae fidei, ad quam, 8. Quod itaque ait Dominus, Adhuc multa habeo vobis dicere, sed
velut viam quae te ducat ad patriam, pervenisti; et sic intellexeris, ut non potestis portare modo; adiicienda illis fuerant quae nesciebant, non
456 Sobre el Evangelio de San Juan 98, 8

habían aprendido. Y, como ya os dije en la plática anterior, puedo 99, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 457
decir esto en el sentido de que, si quisiera declarar las cosas que
les había enseñado del modo que las conciben los ángeles, no TRATADO 99
las pudiera soportar la humana flaqueza, en la que aún se en- SOBRE AQUELLAS PALABRAS: " N O HABLARÁ DE sí MISMO, MAS DIRÁ LO
contraban. Cualquiera persona espiritual puede transmitir a otra QUE HA O Í D O "
sus conocimientos si por su adelantamiento recibe mayor capaci-
dad del Espíritu Santo, del cual el mismo maestro pudo aprender 1. Cuando el Señor prometió que había de venir el Espíritu
algo más, de modo que ambos sean aprendices de Dios. Aunque Santo y había de declarar a sus discípulos toda la verdad o los
entre los espirituales haya unos mejores y más capaces que otros había de conducir por toda la verdad, ¿por qué dijo: No ha-
y hasta alguno llegue a captar las cosas de que no es lícito blará de sí mismo, sino que dirá lo que ha oído? Esta senten-
a los hombres hablar. Con esta ocasión, algunos desaprensivos, cia es semejante a la que El dijo de sí mismo: Yo de mí no
llevados de una necia presunción, compusieron el Apocalipsis puedo hacer nada, sino que juzgo según lo que oigo. Ya diji-
de Pablo, plagado de no sé cuantas fábulas, que no es admitido mos, al exponer esto, que podía entenderse en cuanto hombre,
por la Iglesia sensata; diciendo que este Apocalipsis es donde en cuanto que el Hijo anunció que su obediencia, que le llevó
se cuenta que fue arrebatado hasta el tercer cielo, donde oyó hasta la muerte de cruz, ha de aparecer en el juicio, con que
aquellas inefables palabras que al hombre no es lícito decirlas. juzgará a los vivos y a los muertos, en cuanto El es el Hijo del
Sería en alguna manera tolerable su audacia si él hubiese dicho hombre. En vista de lo cual dijo: El Padre no juzga a nadie,
que oyó cosas que aún no es lícito al hombre hablar de ellas; mas todo juicio encomendó al Hijo; porque en el juicio no apa-
pero, habiendo dicho que no es licito al hombre hablar de ellas, recerá en la forma de Dios, que le hace igual al Padre y no pue-
¿quiénes son estos que tan impudentemente y con tan poco su- de ser vista por los impíos, sino en la forma humana, que le
ceso se atreven a hablar de ellas? Y con esto pondré fin a esta hizo un poco inferior a los ángeles, aunque ya revestida de cla-
plática, por la cual deseo que os hagáis sabios en el bien y os ridad, sin la antigua humillación, haciéndose ver de los buenos
apartéis de todo mal. y de los malos. Por este motivo dice: Le dio el poder de juzgar,
porque es el Hijo del hombre. De estas palabras se infiere que
quae didicerant evertenda. Et Ule quidem, sicut in prístino sermone iam en el juicio no ha de presentar aquella forma estando en la cual
exposui, potuit hoc ita dicere, quia illa ipsa quae docuerat, si vellet eis
sic aperire, ut in illo concípiuntur ab Angelis; hoc infirmitas humana no consideró un hurto hacerse igual a Dios, sino aquella que
in qua adhuc erant, ferré non posset. Spiritualis autem homo quilibet
potest alterum hominem docere quod novit, si proficiendo capaciorem
faciat Spiritus sanctus, in quo et ipse doctor aliquid amplius addiscere TRACTATUS 99
potuit, ut sint ambo docibiles Deo (lo 6,45). Quanquam et ínter ipsos
IN IELUD, NON ENIM IOQUETUR A SEMETIPSO, SED QUAECUMQUE AUDIET TOQUETÜR
spirituales sunt utique aliis alii capadores atque meliores; ita ut quídam
illorum ad ea perveniret quae non licet homini loquí. Qua occasione
vani quídam Apocalypsim Pauli, quam sana non recipit Ecclesia, nescio 1. Quid est quod Dominus ait de Spiritu sancto, cum eum ventu-
quibus fabulis plenam, stultissima praesumptione finxerunt; dicentes hanc rum esse promitteret, et docturum discípulos eius omnem veritatem, vel
esse unde dixerat raptum se fuisse in tertium caelum, et illic audisse eos deducturum in omni veritate: Non enim Ioquetur a semetipso, sed
ineffabilia verba quae non licet homini loqui (2 Cor 12,2.4). Utcumque quaecumque audiet, Ioquetur? Simile est enim hoc ei quod de se ipse
illorum tolerabilis esset audacia, si se audisse dixisset quae adhuc non dixit, Non possum a me faceré quidquam: sicut audio, iudico (lo 5,30).
licet homini loqui: cum vero dixerit, quae non licet bomini loqui; Sed illud cum exponeremus, secundum hominem posse accipi diximus
isti qui sunt qui haec audeant impudenter et infeliciter loqui? Sed iam (Supra tr.19-22): ut obedientiam suam qua factus obediens usque ad
istum sermonem hoc fine concludam; per quem vos esse cupio sapientes mortem crucis (Phil 2,8), praenuntiasse Filius videretur, et in iudicio
quidem in bono, Íntegros autem a malo. futuram, quo vivos et mortuos iudicabit; quia hoc per id facturus est
quod filius hominis est. Propter quod dixit, Pater non iudicat quem-
quam, sed omne iudicium dedit Filio: quia in iudicio non forma Dei
qua aequalis est Patri, nec ab impiis videri potest, sed forma hominis
apparebit, qua minoratus est etiam módico minus ab Angelis; quamvis
iam in claritate, non in prístina sit humilitate venturus, conspicuus tamen
futurus et bonis et malis. Hinc ait et illud: Et potestatem dedit ei iudi-
cium faceré, quoniam filius hominis est (lo 5,22.27). In quibus verbis
eius manifestatur non eam formam praesentandam esse iudicio, in
qua cum esset, non rapinam arbitratus est esse aequalis Deo; sed
458 Sobre el Evangelio de San Juan 99, 1 99, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 459
t o m ó cuando se a n o n a d ó a sí m i s m o . P o r q u e se a n o n a d ó a sí e n t e n d e m o s las palabras q u e ahora explico: No puedo hacer
m i s m o t o m a n d o la forma de siervo, en la cual parece recomendar nada por mí mismo, sino que según oigo, así juzgo. M a s n o es
su obediencia hasta para juzgar, cuando dijo: No puedo hacer p e q u e ñ a la dificultad q u e se nos presenta en la persona del Espí-
nada por mí -mismo, sino que juzgo según lo que oigo. A d á n , ritu Santo, c u a n d o dice: De sí mismo no hablará, sino dirá lo
cuya desobediencia hizo pecadores a muchos, n o juzgó según lo que ha oído, n o h a b i e n d o en El una sustancia de la divinidad
q u e oyó, p o r q u e desobedeció lo q u e había oído, y p o r sí m i s m o y otra de la h u m a n i d a d o de otra criatura cualquiera.
hizo el m a l q u e hizo, p o r n o haber hecho la voluntad de D i o s , 2. La paloma en q u e apareció el Espíritu Santo en forma
sino la suya. Este, en cambio, p o r cuya sola obediencia m u c h o s son corpórea n o fue m á s q u e una visión de u n m o m e n t o y transi-
justificados, n o sólo fue o b e d i e n t e hasta la m u e r t e de cruz, con toria, así como, cuando v i n o sobre los discípulos, vieron ellos
la cual, siendo vivo, fue juzgado p o r los muertos, sino q u e p r o - distintas lenguas c o m o de fuego, que se posaron sobre cada u n o
m e t e ser obediente hasta en el m i s m o juicio con q u e ha de de ellos. Q u i e n diga que la paloma estaba unida al Espíritu San-
juzgar a vivos y muertos. No puedo, dice, hacer nada por mí to en unidad de persona, de m o d o que de ella y de D i o s (por-
mismo, sino que, según oigo, así juzgo. P e r o ¿nos atreveremos q u e el Espíritu Santo es Dios) constase la persona del Espíritu
a pensar q u e estas palabras dichas del Espíritu Santo: No habla- Santo, se vería forzado a decir lo m i s m o de aquel fuego; y así
rá por sí mismo, sino que hablará lo que ha oído, se h a n dicho vendría a c o m p r e n d e r q u e n o debe decir ni una cosa ni la otra.
como si El tuviera naturaleza h u m a n a o hubiese asumido cual- Estas formas, que aparecieron a los sentidos corporales de los
quiera naturaleza creada? E n la T r i n i d a d solamente el H i j o t o m ó hombres y pasaron, para manifestar a los hombres de algún m o d o
la forma de siervo, juntándola a El en unidad de persona; es la sustancia divina, según las conveniencias, fueron tomadas por
decir, q u e el H i j o d e D i o s y el H i j o del h o m b r e son u n solo el poder divino y p o r corto espacio de t i e m p o de las criaturas
Jesucristo, a fin de alejar de nosotros la idea de u n a Cuaternidad a su servicio y n o de la naturaleza p r e d o m i n a n t e , q u e , p e r m a n e -
en lugar de una Trinidad. E n virtud de esta única persona, q u e ciendo en sí misma, m u e v e lo q u e quiere, y, p e r m a n e c i e n d o in-
consta de dos naturalezas, divina y h u m a n a , habla unas veces mutable, cambia lo que quiere. Así c o m o aquella voz venida de
según la naturaleza divina, como cuando dice: Yo y el Padre la n u b e hirió los sentidos corporales y excitó la sensación llamada
somos una sola cosa; y otras veces según la h u m a n a , como cuan- oído; p e r o de n i n g u n a m a n e r a ha de creerse q u e el V e r b o de
d o dice: Que el Padre es mayor que yo. Y según esta forma Dios, q u e es el H i j o unigénito, p o r llamarse V e r b o (Palabra),
termina con las sílabas y el sonido, q u e n o p u e d e n sonar todas
illam quam cum semetipsum exinanisset, accepit. Semetipsüm enim exina-
nivit formam servi accipiens (Phil 2,6,7): in qua videtur etiam ad fa- unde nunc disputo, Non possum a meipso faceré quidquam: sicut audio,
ciendum iudicium obedientiam suam commendasse, cum dixit, Non pos- iudico. In persona vero Spiritus sancti quomodo accipiamus quod ait,
sum jacere a meipso quidquam: sicut audio, indico. Adam namque Non enim loquetur a semetipso, sed quaecumque audiet, loquetur; cum
per cuius unius hominis inobedientiam peccatores constituti sunt multi, in ea non sit alia divinitatis, alia humanitatis, vel alterius creaturae cu-
non sicut audivit, iudicavit; quia quod audivit praevaricavit, et a semet- iuscumque substantia, magna exoritur difficultas.
ipso fecit malum quod fecit; quia non Dei voluntatem, sed suam fecit:
2. Illud enim quod sicut columba Spiritus sanctus apparuit specie
iste autem per cuius unius hominis obedientiam iusti constituuntur multi
corporali (Mt 3,16), visio fuit ad horam facta atque transacta: sicut
(Rom 5,19), non solum obediens fuit usque ad mortem crucis, in qua
etiam quando super discípulos venit, visae sunt illis linguae divisae velut
est vivus iudicatus a mottuis; sed obedientem se futurum promittens in
ignis, qui et insedit super unumquemque eorum (Act 2,3). Qui ergo
ípso quoque iudicio, quo est de vivis iudicaturus et mortuis. Non pos-
dicit columbam ad unitatem personae Spititui sancto fuisse coniunctam,
sum, inquit, a meipso jacere quidquam: sicut audio, iudico. Sed numquid
ut ex illa et Deo (quia Spiritus sanctus Deus est) una Spiritus sancti
de Spiritu sancto quod dictum est, Non enim loquetur a semetipso, sed
persona constaret; hoc etiam de illo igne compellitur dicere, ut intelligat
quaecumque audiet, loquetur, secundum hominem vel secundum assump-
nihil horum deberé se dicere. Ista enim quae de substantia Dei quoquo
tionem cuiusquam creaturae dictum esse audebimus opinari? Solus quíppe
modo ut opus erat significanda, corporeis hominum sensibus sese
in Trinitate Filius fotmam servi accepit, quae forma illi ad unitatem
intulerunt atque transierunt, ad horam divinitus facta sunt de creatura
personae coaptata est, id est, ut Filius Dei et filius hominis unus sir
serviente, non de ipsa dominante natura, quae in se manens quod vult
Iesus Christus; ne non Trinitas, sed quaternitas praedicetur a nobis, quod
movet, et quod vult immutabilis mutat. Sicut etiam vox illa de nube
absit a nobis. Propter quam personam unam ex duabus substantiis divina
aures utique attigit corporales, eumque sensum corporis qui vocatur au-
humanaque constante, aliquando secundum id quod Deus est loquituí,
ditus (Le 9,35); nec tamen ullo modo credendum est Verbum Dei, quod
ut est illud quod ait, Ego et Pater unum sumus (lo 10,30), aliquando
est unigénitos Filius, quoniam Verbum dicitur, syllabis sonisque finiri:
secundum id quod homo est, sicuti est illud, Quoniam Pater maior me
quia nec omnes simul sonare possunt cum sermo fit, sed tanquam nas-
est (ibid. 14,28): secundum quod accepimus esse ab eo dictum et hoc
centes morientibus ordine suo soni quicumque succedunt, ut totum quod
460 Sobre el Evangelio de San Juan 99, 3 99, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 461
a la vez c u a n d o se habla, sino q u e , al pasar unas, ordenada-
t a m b i é n u n tacto divino, por el cual dice la Esposa del Esposo:
m e n t e suceden las otras, c o m p l e t a n d o la última sílaba la palabra
Su izquierda bajo mi cabeza y con su derecha me abrazará. Es-
que decimos. T a m p o c o hay q u e pensar q u e de esta m a n e r a hable
tos sentidos n o están en Dios distribuidos por diversas partes del
el Padre al H i j o , esto es, Dios a su Verbo, Dios. P e r o e n t e n d e r
cuerpo. C u a n d o se dice q u e El sabe, allí están todas estas cosas:
esto, en cuanto es posible al h o m b r e , sólo es de quienes ya n o
el ver, el oír, el gustar, el oler y el tocar, sin q u e haya m u t a -
toman leche, sino manjares sólidos. N o habiéndose hecho h o m -
ción alguna en su sustancia, sin extensión alguna, q u e sea mayor
bre el Espíritu Santo por la asunción de la naturaleza h u m a n a ,
en u n a p a r t e q u e en otra. A u n los ancianos piensan c o m o niños
ni ángel p o r la asunción de la naturaleza angélica, n i criatura
cuando así conciben a Dios.
p o r la asunción de criatura alguna, ¿cómo hay que e n t e n d e r en
4. N o debe hacerte vacilar que a la ciencia inefable de
El lo q u e dice el Señor: No hablará de sí mismo, sino dirá lo
Dios, con q u e conoce todas las cosas, se le a p l i q u e n los n o m b r e s
que haya oído? Cuestión difícil, demasiado difícil. Asístanos el
de todos estos sentidos corporales, según las diversas modalida-
m i s m o Espíritu Santo para q u e p o d a m o s hablaros al m e n o s c o m o
des de la locución h u m a n a , siendo así q u e nuestra m i s m a alma,
lo hemos entendido, y así p u e d a llegar a vuestra inteligencia
esto es, el h o m b r e interior, al cual, sin cambiar de ciencia, son
según mis facultades.
llevados los diversos conocimientos p o r m e d i o de estos cinco em-
3. Antes debéis saber y e n t e n d e r quienes seáis capaces, y
bajadores, cuando entiende, elige y a m a la verdad inconmutable,
creer quienes n o lo sois, q u e esa sustancia q u e es D i o s n o es
ve la luz, de la q u e se dice: Era la luz verdadera; y oye el Ver-
c o m o si tuviera sentidos distribuidos en sus propios lugares p o r
bo, del que se dice: En el principio era el Verbo; ya percibe el
toda la masa del cuerpo, así c o m o en el cuerpo de cualquier ani-
olor, del cual se dice: Iremos en pos del olor de tus ungüentos;
m a l está en u n lugar la vista, en otro el oído, en otro el gusto,
y b e b e de la fuente, de la que se dice: Dentro de ti está la fuen-
en otro el olfato y por todo el cuerpo el tacto. N o se p u e d e
te de la vida; y goza del tacto, del cual se dice: Bueno es para
creer esto en esa naturaleza incorpórea e inmutable. En ella,
mí estar unido a Dios; y así, n o diversas cosas, sino una m i s m a
lo m i s m o es oír q u e ver. Dícese q u e en D i o s hay olfato según
inteligencia recibe el n o m b r e de otros tantos sentidos. C o n m a -
las palabras del A p ó s t o l : Como Cristo nos amó y se entregó por
yor motivo, c u a n d o se dice del Espíritu Santo q u e no hablará
nosotros como oblación y víctima a Dios en olor de suavidad.
de sí mismo, sino que dirá lo que ha oído, hay q u e c o m p r e n d e r
Y p u e d e entenderse t a m b i é n el gusto, por el cual D i o s odia
o creer q u e es u n a naturaleza simple, p o r q u e es v e r d a d e r a m e n t e
a quienes provocan su cólera v o m i t a n d o de su boca, n o a los
simplicísima, q u e excede infinitamente a la naturaleza de nues-
fríos ni a las calientes, sino a los tibios. Y Cristo D i o s dice:
Mi alimento es hacer la voluntad de Aquel que me envió. H a y ex ore suo (Apoc 3,16): et Deus Christus dicit, Meus cibus est ut fa-
loquimur novissima syllaba compleatur. Absit ut sic loquatur Pater ad ciam voluntatem eius qui me misit (lo 4,34). Est etiam tactus ille di-
Filium, hoc est, Deus ad Verbum suurn Deum! Sed hoc eorum est vinus, unde dicit sponsa de sponso: Sinistra eius sub capite meo, et
capere, quantum ab homine capí potest, ad quos non lac pertinet, sed dextera eius complectetur me (Cant 2,6). Non sunt haec in Deo per
solidus cibus. Cum igitur Spiritus sanctus nulla susceptione hominis sit diversa corporis loca. Cum enim dicitur scire, ibi sunt omnia; et videre,
homo factus, nulla susceptione angelí sit ángelus factus, nulla susceptione et audire, et olfacere, et gustare, et tangere; sine ulla eius mutatione
cuiusquam creaturae creatura sit factus; quomodo de illo intelligendum est substantiae, sine ulla mole quae in alia parte maior, in alia minor: etiam
quod Dominus ait, Non enim loquetm a semetipso, sed quaecumque in senibus puerili pectore cogitatur, quando Deus sic cogitatur.
audiet, loquetur? Ardua quaestio, nimis ardua. Ipse adsit Spiritus, ut 4. Nec mireris quod ineffabilis Dei scientia, qua novit omnia, per
saltem sicut eam cogitare possumus, sic eloqui possimus ac sic ad in- varios humanae locutionis modos, omnium istorum corporalium sensuum
telligentiam vestram pro mei moduli facúltate perveniat. nominibus nuncupatur: cum et ipsa mens nostra, hoc est homo interior,
3. Prius itaque nosse debetis, et intellígere qui potestis, credere cui uniformiter scienti per hos quinqué veluti nuntios corporis diversa
autem qui intelligere nondum potestis, in ea substantia quae Deus est, nuntiantur, quando immutabilem veritatem intelligit, eligit, diligit, et
non quasi per corporis molem sensus locis propriis distributos, sicut in lumen videt de quo dicitur, Erat lumen verum; et verbum audit de quo
carne mortali quorumque animalium alibi est visus, alibi auditus, alibi dicitur, In principio erat Verbum (lo 1,9.1); et odorem capit de quo
gustus, alibi olfactus, per rotum autem tactus. Absit hoc credere in illa dicitur, Post odorem unguentorum tuorum curremus (Cant 1,3); et fontem
incorpórea immutabilique natura. Audire ergo ibi et videre, idipsum est. bibit, de quo dicitur, Apud te est fons vitae (Ps 35,10); et tactu fruitur,
Dicitur et olfactus in Deo: unde dicit Apostolus, Sicut et Christus dile- de quo dicitur, Mihi autem adhaerere Deo bonum est (Ps 72,28): nec
xit nos, et tradidit semetipsum pro nobis oblationem et bostiam Deo in aliud atque aliud, sed una intelligentia tot sensuum nominibus nuncupatur.
odorem suavitatis (Eph 5,2). Et gustus intelligi potest, secundum quem Cum ergo de Spiritu sancto dicitur, Non enim loquetur a semetipso, sed
Deus et odit amaneantes, et nec frígidos nec calidos, sed tepidos evomit quaecumque audiet, loquetur; multo magis ibi simplex natura, ubi veris-
sime simplex est, vel intelligenda est vel credenda, quae longe alteque
462 Sobre el Evangelio de San Juan 99, 4
90, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 463
tra inteligencia, la cual es ciertamente m u d a b l e , p o r q u e a p r e n -
pulo. No hablará, pues, de sí mismo, p o r q u e n o procede de sí
d i e n d o percibe lo q u e desconocía y olvidando pierde lo q u e sa-
mismo. Sino que dirá lo que ha oído de A q u e l d e q u i e n procede.
bía; se e n g a ñ a con apariencias de verdad, t o m a n d o lo falso p o r
Para El oír es saber, y el saber es el ser, c o m o h e m o s explicado
verdadero, y en esa oscuridad c o m o p o r unas tinieblas es i m -
antes. Pero, p o r n o tener el ser de sí m i s m o , sino de A q u e l de
pedida de llegar a la verdad; y p o r eso esta sustancia n o es ver-
q u i e n procede, de El tiene la esencia, de El tiene la ciencia, de
d a d e r a m e n t e simple, p o r q u e en ella n o es lo m i s m o el ser q u e
El tiene asimismo la audición, q u e n o es otra cosa q u e la m i s m a
el conocer, p u d i e n d o ser y n o conocer. P e r o aquella divina sus-
ciencia.
tancia es lo que tiene, y de tal m a n e r a tiene la ciencia, q u e la
5. N i debe hacernos vacilar eJ v e r b o p u e s t o en t i e m p o fu-
ciencia, p o r la cual sabe, n o es distinta de la esencia de su ser:
turo. N o dice: las cosas q u e oyó u oye, sino las cosas que oirá,
ambas cosas son una sola; ni siquiera debe decirse ambas cosas,
ésas dirá. Esa audición es eterna, p o r q u e eterna es la ciencia. Y
d o n d e n o hay m á s q u e una simplicísima unidad. Como el Padre
de lo q u e es e t e r n o y n o tiene p r i n c i p i o ni fin, sin peligro
tiene la vida en si mismo, y El n o es distinto de la vida q u e
de m e n t i r p u e d e ponerse el v e r b o en cualquiera de los t i e m p o s :
tiene, y dio al Hijo tener la vida en sí mismo, es decir, engen-
pretérito, presente o futuro. Y a u n q u e a aquella naturaleza i n m u -
dró u n H i j o , q u e t a m b i é n El fuese la vida, así t a m b i é n lo dicho
table e inefable n o le convenga ni el fue ni el será, sino sola-
del Espíritu Santo: No dirá nada por sí mismo, sino dirá lo que
m e n t e el es, p o r q u e sólo ella v e r d a d e r a m e n t e es, p o r q u e es in-
ha oído, d e b e m o s entenderlo en el sentido de que n o procede
mutable, p o r eso a ella solamente le convenía decir: Yo soy el
de sí m i s m o . Solamente el Padre n o procede de otro. El H i j o
que soy; y: Dirás a los hijos de Israel: El que es, me envió
nació del Padre, y el Espíritu Santo procede del P a d r e ; mas el
a vosotros; n o obstante, a causa del c a m b i o de los tiempos p o r
P a d r e ni ha nacido ni procede de otro. Y n o se le ocurra al
los q u e atraviesa nuestra existencia m u d a b l e , decimos sin m e n -
h u m a n o p e n s a m i e n t o imaginar alguna desigualdad en aquella T r i -
tir que fue, es y será. Fue en t i e m p o s pasados, es en los p r e -
nidad augusta; p o r q u e el H i j o es igual a A q u e l d e q u i e n nació,
sentes y será en los tiempos futuros. Fue, p o r q u e nunca dejó de
y el Espíritu Santo es igual a A q u e l de q u i e n procede. Cuál sea
ser; será, p o r q u e n u n c a dejará de ser; es, p o r q u e siempre es.
la diferencia entre nacer y proceder, largo sería discutirla y te-
Pues n o se t e r m i n ó con las cosas pasadas, c o m o aquel q u e ya n o
merario definirla después de discutida, p o r q u e muy difícil es a
es; ni pasa con las presentes, q u e n o p e r m a n e c e n ; ni nacerá
la inteligencia c o m p r e n d e r algo acerca de este p u n t o , y más di-
con las futuras, q u e n o han sido. Y, v a r i a n d o la locución h u m a n a
fícil a la lengua expresarlo, si algo hubiera llegado a c o m p r e n -
der p o r aventajados que fueran tanto el maestro c o m o el discí-
mens inde comprehenderit, lingua difficillimum est explicare, quantusli-
bet ptaesit doctor, quantuslibet adsit auditor. Non ergo loquetur a se-
naturam nostrae mentís excedit. Mutabilis quippe est mens riostra, quae metipso: quia non est a semetipso. Sed quaecumque audiet, loquetur:
percipit discendo quod nesciebat, et amittit dediscendo quod sciebat; et ab illo audiet a quo procedit. Audire illi scire est; scire vero esse, sicut
veri similitudine falütur, ut pro vero approbet falsum, et obscuritate superius disputatum est. Quia ergo non est a semetipso, sed ab illo
sua quasi quibusdam tenebris impeditur, ne perveniat ad verum. Et a quo procedit; a quo iiíi est essentia, ab illo scientia; ab ülo igitur
ideo non est ista substantia verissime simplex, cui non hoc est esse audientia, quod nihil est aliud quam scientia.
quod nosse: potest enim esse, nec nosse. At illa divina non potest, quia 5. Nec moveat quod verbum futuri temporis positum est. Non
id quod habet est. Ac per hoc non sic habet scientiam, ut aliud illi sit enim dictum est, quaecumque audivit, aut, quaecumque audit; sed, quae-
scientia qua scit, aliud essentia qua est; sed utrumque unum. Nec utrum- cumque audiet, loquetur. Illa quippe audientia sempiterna est, quia sem-
que dicendum est, quod simpliciter unum est. Sicut habet Pater vitam piterna scientia. In eo autem quod sempiternum est, sine initio et sine
in^ semetipso, nec aliud est ipse quam vita quae in ipso est; et dedit fine, cuiuslibet temporis verbum ponatur, sive praeteriti, sive praesentis,
Filio habere vitam in semetipso (lo 5,26), hoc est, genuit Filium qui sive futuri, non mendaciter ponitur. Quamvis enim natura illa immu-
et ipse vita esset. Sic itaque debemus accipere quod de Spiritu sancto tabilis et ineffabilis non recipiat Fuit et Erit, sed tantum Est: ipsa enim
dictum est, Non enim loquetur a semetipso, sed quaecumque audiet, lo- veraciter est, quia mutari non potest; et ideo illi tantum convenerat
quetur, ut intelligamus non eum esse a semetipso. Pater quippe solus dicere, Ego sum qui sum; et, Dices filiis Israel, Qui est, misit me ad
de alio non est. Nam et Filius de Patre natus est, et Spiritus sanctus vos (Ex 3,14): tamen propter mutabilitatem temporum in quibus ver-
de Patre procedit: Pater autem nec natus est de alio, nec procedit. Nec satur nostra mortalitas et nostra mutabilitas, non mendaciter dicimus,
ideo sane aliqua disparilitas in summa illa Trínitate cogitationi occurrat et fuit, et erit, et est. Fuit in praeteritis saeculis, est in praesentibus,
humanae: nam et Filius ei de quo natus est, et Spiritus sanctus ei de erit in futuris. Fuit, quia nunquam defuit; erit, quia nunquam deerit;
quo procedit, aequalis est. Quid autem illic intersit ínter procederé et est, quia semper est. Ñeque enim, velut qui iam non sit, cum praeteritis
nasci, et longum est quaerendo disserere, et temerarium cum disserueris occidit; aut cum praesentibus, velut qui non maneat, labitur; aut cum
definiré: quia hoc et mentí utcumque comprehendere, et si quid forte futuris, velut qui non fuerat, orietur. Proinde cum secundum volumina
464 Sobre el Evangelio de San Juan 99, 6 Sobre el Evangelio de San ]uan 465
99, 7
según la cuantidad de los tiempos, en cualquier tiempo puede Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones. Escucha,
colocarse el verbo únicamente aplicado a Aquel que no pudo, además, al Apóstol, que dice en otro lugar: Si el Espíritu de
ni puede, ni podrá dejar de ser en cualquier tiempo. Siempre Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vos-
oye el Espíritu Santo, porque siempre sabe; y así supo, sabe y otros: en este pasaje habla, sin duda, del Espíritu del Padre, del
sabrá, y por lo mismo oyó, oye y oirá; porque, como ya hemos que dice en otra parte: El que no tiene el Espíritu de Cristo,
dicho, el oír en El es lo mismo que el saber, y el saber, lo mis- éste no le pertenece. Hay otros muchos testimonios que mani-
mo que el ser. Luego oyó, oye y oirá de Aquel de quien tiene fiestamente declaran que el Espíritu nombrado en la Trinidad
el ser, y el ser lo tiene de Aquel de quien procede. es el Espíritu no sólo del Padre, sino también del Hijo.
6. Quizá a alguno se le ocurra preguntar sí el Espíritu San-
7. Y no creo que por otro motivo se llame propiamente
to procede también del Hijo. El Hijo es solamente del Padre, y
Espíritu, pues, al preguntar por cada uno de ellos, no podemos
el Padre solamente es Padre del Hijo; pero el Espíritu Santo es
responder sino que el Padre y el Hijo son espíritus, porque
Espíritu no sólo de uno o del otro, sino de ambos. Escucha al
Dios es Espíritu, es decir, Dios no es cuerpo, sino espíritu. El
mismo Señor que dice: No sois vosotros los que habláis, sino
nombre común que se da a cada uno de ellos, propiamente se
el Espíritu de vuestro Padre quien habla en vosotros. Y oye al
da también a Aquel que no es uno de ellos, sino en el cual se
Apóstol: Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones.
manifiesta lo que es común a ambos. ¿Por qué no hemos de
¿Serán dos distintos el del Padre y el del Hijo? No. Hablando de
creer que el Espíritu Santo proceda también del Hijo, siendo
la Iglesia, dice que un solo cuerpo, y luego añade: un solo Es-
El también Espíritu del Hijo? Si no procediese del Hijo, no se
píritu. Y advierte cómo allí menciona a la Trinidad. Como tam-
hubiese representado a El mismo, cuando después de la resurrec-
bién fuisteis llamados con una misma esperanza de vuestra vo-
ción insufló sobre sus discípulos, diciendo: Recibid el Espíritu
cación. Un solo Señor: aquí ciertamente quiso dar a entender
Santo. ¿Cuál es el significado de esa insuflación, sino que de
a Cristo. Le resta nombrar al Padre. Sigue diciendo: Una je, un
El mismo procede también el Espíritu Santo? Este sentido tiene
bautismo, uno solo el Dios y Padre de todos, que está sobre to-
también lo que dijo de la mujer que padecía de flujo de sangre:
dos, por todos y en todos nosotros. Y así como no hay más que
Alguien me ha tocado, porque sentí que de mí ha salido virtud.
un Padre y un Señor, esto es, el Hijo, así también es uno el Es-
Y que bajo el nombre de virtud se señala al Espíritu Santo, apa-
píritu, y es de ambos; porque el mismo Cristo Jesús dice: El
rece claro en aquel pasaje en que el ángel dice a María, que
Espíritu de vuestro Padre, que habla en vosotros; y el Apóstol:
pregunta: ¿Cómo ha de ser esto, si no conozco varón? El ángel
temporum locutio humana variatur, qui per nulla deesse potuit aut
potest aut poterit témpora, vera de illo dicuntur cuiuslibet temporis quitur in vobis; et dicit Apostolus, Misit Deus Spiritum Filii sui in
verba. Semper itaque audit Spiritus sanctus, quia semper scit: ergo et corda vestra. Habes alio loco eumdem apostolum dicentem, Si autem
scivit, et scit, et sciet; ac per hoc et audivit, et audit, et audiet: quia Spiritus eius qui suscitavit Iesum ex mortuis, habitat in vobis; hic uti-
sicut iam diximus, hoc est illi audire quod scire, et scite illi hoc est que Spiritum Patris intelligi voluit: de quo tamen alio loco dicit, Quis-
quod esse. Ab illo igitur audivit, audit, et audiet a quo est: ab illo est quís autem Spiritum Christi non habet, hic non est eius (Rom 8,11.9).
a quo procedit. Et multa alia sunt testimonia quibus hoc evidenter ostenditur, et Pa-
6. Hic aliquis forsitan quaerat utrum et a Filio procedat Spiritus tris et Filii esse Spiritum qui in Trinitate dicitur Spiritus sanctus.
sanctus. Filius enim solius Patris est Filius, et Pater solius Filii est 7. Nec ob aliud existimo ipsum vocari proprie Spiritum: cum
Pater: Spiritus autem sanctus non est unius eorum Spiritus, sed ambo- etiamsi de singulis interrogemur, non possimus nisi et Patrem et Fi-
rum. Habes ipsum Dominum dicentem, Non enim vos estis qui loqui- lium spiritum dicere; quoniam spiritus est Deus (lo 4,24), id est, non
mini, sed Spiritus Patris vestri qui loquitur in vobis (Mt 10,20): habes corpus est Deus, sed spiritus. Quod ergo communiter vocantur et sin-
et Apostolum, Misit Deus Spiritum Filii sui in corda vestra (Gal 4,6). guli, hoc proprie vocari oportuit eum qui non est unus eorum, sed in
Numquid dúo sunt, alius Patris, alius Filii? Absit. Unum enim Corpus, quo communitas apparet amborum. Cur ergo non credamus quod etiam
ait, cum significaret Ecclesiam; moxque addidit, et unus Spiritus. Et de Filio procedat Spiritus sanctus, cum Filii quoque ipse sit Spiritus?
vide quomodo illic impleat Trinitatem. Sicut vocati estis, inquit, in una Si enim non ab eo procederet, non post resurrectionem se repraesen-
spe vocationis vestrae. Unus Dominus; hic utique Christum intelligi tans discipulis suis insufflasset dicens: Acápite Spiritum sanctum (ibid
voluit: restat ut etiam Patrem nominet: sequitur ergo, Una fides, unum 20,22). Quid enim aliud significavit illa insufflatio, nisi quod proce-
Baptisma: unus Deus et Pater omninm, qui super omnes, et per omnes, dat Spiritus sanctus et de ipso? Ad hoc pertinet etiam illud quod de
et in ómnibus nobis (Eph 4,4-6). Cum ergo sicut unus Pater, et unus muliere quae fluxum sanguinis patiebatur, ait: Tetigit me aliquis; ego
Dominus, id est Filius, ita sit et unus Spiritus; profecto amborum est: enim sensi de me virtutem exiisse (Le 8,46). Nam virtutis nomine ap-
quandoquidem dicit ipse Christus Iesus, Spiritus Patris vestri qui lo- pellari etiam Spiritum sanctum, et eo loco clarum est, ubi ángelus di-
centi Mariae Quomodo fiet istum, quoniam virum non cognosco? re-
466 Sobre el Evangelio de San ]uan 99, 9
99, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 467
responde: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la Virtud del Al-
die p u e d e ser hijo de dos si n o es del p a d r e y de la madre.
tísimo te cubrirá con su sombra. Y el m i s m o Señor, al p r o m e -
Lejos de nosotros sospechar q u e e n t r e el Padre y el H i j o exista
terlo a sus discípulos, dice: Vosotros permaneced quietos en la
cosa semejante. P o r q u e ni el hijo de los h o m b r e s procede simul-
ciudad hasta que seáis vestidos de la Virtud de lo alto. Y en
t á n e a m e n t e del p a d r e y de la m a d r e . C u a n d o del p a d r e es con-
otro lugar: Recibiréis, dice, la virtud del Espíritu Santo, que
cebido p o r la m a d r e , n o procede entonces de la m a d r e ; y cuan-
ha de venir sobre vosotros, y me serviréis de testigos. A esta
d o de la m a d r e sale a la luz, n o procede entonces del padre.
virtud hay q u e creer q u e se refiere el evangelista c u a n d o dice:
P e r o el Espíritu Santo n o procede del P a d r e al H i j o , y del H i j o
De El salía virtud que sanaba a todos.
procede a la santificación de la criatura, sino q u e simultánea-
8. Si, p u e s , el Espíritu Santo procede del Padre y del H i j o ,
m e n t e procede de los dos, a u n q u e el P a d r e haya dado al H i j o
¿por q u é el H i j o ha dicho q u e procede del Padre? ¿Por q u é
el que proceda d e El c o m o de sí m i s m o . T a m p o c o p o d e m o s de-
ha de ser sino p o r q u e a El suele referir lo q u e es suyo, p o r
cir q u e n o sea vida el Espíritu Santo, siendo vida el Padre y
proceder él m i s m o de El? Y así dice: Mi doctrina no es mía,
vida el H i j o . Y así, c o m o el P a d r e tiene la vida en sí m i s m o ,
sino de Aquel que me ha enviado. Si aquí se entiende la doctri-
d i o al H i j o tener i g u a l m e n t e la vida en sí m i s m o ; así le dio al
na suya, q u e dice n o ser suya, sino del Padre, ¿con cuánta ma-
H i j o q u e la vida procediese de El c o m o procede d e sí m i s m o .
yor razón ha de entenderse q u e de El m i s m o procede t a m b i é n
V i e n e n a continuación las siguientes palabras del Señor: Y os
el Espíritu Santo, c u a n d o dice: Procede del Padre, sin decir: N o
anunciará las cosas que han de venir. El me glorificará, porque
p r o c e d e de m í ? D e A q u e l d e q u i e n el H i j o tiene el ser Dios
recibirá de lo mío y os lo manifestará a vosotros. Mías son todas
(pues es Dios de D i o s ) tiene t a m b i é n el q u e el Espíritu Santo
las cosas que tiene el Padre; por eso he dicho que recibirá de
proceda del m i s m o H i j o ; y, p o r lo tanto, del m i s m o P a d r e tiene
lo mío y os lo manifestará a vosotros. Pero, por ser esta plática
el q u e el Espíritu Santo proceda del H i j o c o m o procede del
ya u n poco larga, aplazaremos su discusión para otra.
Padre.
9. D e aquí p u e d e de algún m o d o colegirse, en cuanto es lus est duorum, nisi patris et matris. Absit autem, ut ínter Deum Pa-
d a d o a aquellos de cuyo n ú m e r o n o somos nosotros, p o r q u é n o trem et Deum Filium tale aliquid suspicemur. Quia nec filius homi-
num simul et ex patre et ex matre procedit: sed eum in matrem pro-
se dice q u e ha nacido, sino q u e procede el Espíritu Santo. Por-
cedit ex patre, non tune procedit ex matre; et eum in hanc lucem pro-
que, si al Espíritu Santo se le llama H i j o , ciertamente se le cedit ex matre, non tune procedit ex patre. Spiritus autem sanctus non
llamaría H i j o de ambos, lo cual es u n g r a n d í s i m o absurdo. N a - de Patre procedit in Filium, et de Filio procedit ad sanctificandam crea-
turam; sed simul de utroque procedit: quamvis hoc Filio Pater dederit,
spondit, Spiritus sanctus superveniet in te, et virtus Altissimi obumbra- ut quemadmodum de se, ita de illo quoque procedat. Ñeque enim pos-
bit tibi (ibid. 1,34.35): et ipse Dominus promittens eum discipulis, aít, sumus dicere quod non sit vita Spiritus sanctus, eum vita Patet, vita
Vos autem sédete in civitate quousque induamini virtute ex alto (ibid. sit Filius. Ac per hoc sicut Pater eum habeat vitam in semetipso, dedit
24,49); et iterum, Accipietis, inquit, virtutem Spiritus sancti superve- et Filio habere vitam in semetipso; sic et dedit vitam procederé de
nientem in vos, et eritis mihi testes (Act 1,8). De hac virtute creden- illo, sicut procedit et de ipso. Sequuntur autem verba Domini dicentis:
dus est dicere evangelista, Virtus de illo exibat, et sanabat omnes (Le Et quae ventura sunt, annuntiahit vobis. Ule me clarificabit, quia de
6,19). meo accipiet, et annuntiabit vobis. Omnia quaecumque habet Pater mea
8. Si ergo de Patre et de Filio procedit Spiritus sanctus; cur Fi- sunt: propterea dixi quia de meo accipiet, et annuntiabit vobis. Sed
lius dixit, De Patre procedit? (lo 15,26). Cur putas, nisi quemadmo- quia iste iam prolixus est, in alium sunt differenda sermonem.
dum ad eum solet referre et quod ipsius est, de quo et ipse est? Unde
illud est quod ait, Mea doctrina non est mea, sed eius qui me misit
(lo 7,16). Si igitur intelligimr hic eius doctrina, quam tamen dixit non
suam, sed Patris; quanto magis illie intelligendus est de ipso procederé
Spiritus sanctus, ubi sic ait, De Patre procedit, ut non diceret, De me
non procedit? A quo autem habet Filius ut sit Deus (est enim de Deo
Deus), ab illo habet utique ut etiam de illo procedat Spiritus sanctus:
ac per hoc Spiritus sanctus ut etiam de Filio procedat, sicut procedit
de Patre, ab ipso habet Patre.
9. Hic uteumque etiam illud intelligitur, quantum a talibus qua-
les nos sumus, intelligi potest, cur non dicatur natus esse, sed potius
procederé Spiritus sanctus. Quoniam si et ipse Filius diceretur, ambo-
rum utique Filius diceretur, quod absurdissimum est. Filius quippe nul-
468 / Sobre el Evangelio de San ]uan 100, 1 100, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 469
tido de aquellas palabras: No sois vosotros los que habláis, sino
TRATADO 100 el Espíritu de vuestro Padre habla por vosotros. Pues el vocablo
griego doxasei es traducido por unos Glorificará, y por otros,
SOBRE LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE LA LECCIÓN ANTERIOR
glorificará. Los intérpretes latinos hicieron uso de ambas traduc-
ciones, porque la misma palabra griega doxa, de la cual se deriva
1. Al hacer el Señor la promesa de que había de venir el el verbo doxasei, significa claridad y gloria. Por la gloria se hace
Espíritu Santo, dice: Os manifestará toda la verdad; o según uno esclarecido, y por el esclarecimiento es glorioso. Y por eso
se lee en algunos códices: Os guiará por toda la verdad. No ha- ambos verbos indican lo mismo. Antiguos y esclarecidos autores
blará por sí mismo, sino que dirá lo que oirá. De estas palabras latinos definieron así la gloria: Es una constante fama laudatoria
evangélicas ya hemos disertado, según los dones del Señor. Pres- de alguno. Y por haberla tenido Cristo en este mundo, no he-
tad ahora atención a las siguientes: Y os anunciará las cosas que mos de creer que confirió a Cristo algo extraordinario, sino que
han de venir. N o nos hemos de detener en estas palabras, por ser lo confirió al mundo. Porque la alabanza del bueno no es de
claras y no presentar dificultad que necesite explicación. Pero no provecho al alabado, sino a quienes alaban.
debemos pasar por alto las siguientes: El me glorificará, porque
2. Hay también una gloria falsa, cuando los que alaban
recibirá de lo mío y os lo manifestará a vosotros. El me glori-
se engañan por un error en las cosas o en los hombres o en
ficará puede entenderse en el sentido de que, derramando la ca-
ambos a la vez. Se engañan en las cosas cuando toman por
ridad en el corazón de los fieles y convirtiéndolos en espiritua- bueno lo que es malo; en los hombres, cuando tienen por bueno
les, les manifestó que igual al Padre es el Hijo, a quien antes al que es malo, y en ambos, cuando toman por virtud al vicio
sólo conocían según la carne, y lo tenían por un hombre como y cuando aquel que es encomiado no tiene lo que se cree que
los otros, haciendo correr su conocimiento por todo el orbe. El tiene, ya sea bueno, ya sea malo. Dar sus cosas a los farsantes es
me glorificará, como si dijese: El arrancará de vosotros todo te- un vicio grande, no una virtud; y bien sabéis cuan frecuente es
mor y os dará amor, con el cual, anunciándome con más ardor, la fama con loa de tales personas, porque, según está escrito,
esparciréis por todo el mundo el olor de mi gloria e inmorta- Es loado el pecador en los deseos de su alma, y el que obra la
lizaréis mi honra. Dijo que el Espíritu Santo había de hacer lo iniquidad es colmado de bendiciones. En tales ocasiones, los en-
que ellos harían por medio del mismo Espíritu. Este es el sen- comiadores se engañan, no en los hombres, sino en las cosas,
porque es malo lo que tienen por bueno. Pero aquellos que,
TRACTATUS 100 enim factuti fuerant in Spiritu sancto, hoc eumdem Spiritum dixit esse
IN EIUSDF.M I.ECTIONIS VHRBA POSTREMA
facturum: quale est etiam illud, Non enim vos estis qui loquimini, sed
Spiritus Patris vestri qui loquitur in vobis (Mt 10,20). Verbum quip-
1. Cum promitteret Dominus venturum Spiritum sanctum, Docebit pe graecum quod est Soviet, alius clarificabit, alius glorificabit, lati-
vos, inquit, omnem veritatem; vel, quod in nonnullis codicibus legitur, ni interpretes in sua quisque translatione posuerunt: quoniam ipsa quae
Deducet vos in omni veritate. Non enim loquetur a semetipso, sed graece dicitur 5ó£a, u n d e dictum est verbum SO^Ó^HI, et claritas in-
quaecumque audiet, loquetur. De quibus evangelios verbis iam quod tetpretatur et gloria. Gloria namque fit quisque clatus, et clatitate glo-
donavit Dominus disputavimus: nunc ea quae sequuntur attendite. Et riosus; ac per hoc quod utroque verbo significatur, idipsum est. Sicut
quae ventura sunt, inquit, annuntiabit vobis. Ñeque hic est, quoniam autem definierunt antiqui latinae linguae clarissimi auctores, gloria est
planum est, immorandum: nihil enim habet quaestionis, cuius a nobis ftequens de aliquo fama cum laude. Quae cum est in hoc mundo facta
expositio flagitetur. Sed quod adiungit, Ule me clarificabit, quia de meo de Christo, non Christo credenda est magnum aliquid contulisse, sed
accipiet, et annuntiabit vobis, non negligenter est transeundum. Quod mundo. Bonum enim laudare, non laudato, sed laudantibus prodest.
enim ait, Ule me clarificabit, potest intelligi, quia diffundendo in cordibus 2. Est autem etiam falsa gloria, quando laudantes errore falluntur,
credentium charitatem, spiritualesque faciendo, declaravit eis quomodo sive in rebus, sive in hominibus, sive in uttisque. Nam in rebus fal-
Filius Patri esse aequalis, quem secundum carnem prius tantummodo luntur, quando putant in bonum esse quod malum est: in hominibus
noverant, et hominem sicut homines cogitabant. Vel certe, quia per autem, quando putant eum bonum esse qui malus est: in utrisque vero,
ipsam charitatem fiducia repleti, et timore depulso, annuntiaverunt ho- quando et id quod est vitium, virtus putatur; et ipse qui propter hoc
minibus Christum; ac sic fama eius diffusa est toto orbe terrarum. Ut laudatur, non habet quod putatur, sive sit bonus, sive sit malus. Do-
sic dixerit, Ule me clarificabit, tanquam diceret: Ule vobis auferet ti- nare ouippe res suas histrionibus, vitium est immane, non virtus: et
morem, et dabit amotem, quo me ardentius praedicantes, gloriae meae scitis de talibus quam sit frequens fama cum laude; quia, sicut scrip-
per totum mundum dabitis odorem, commendabitis honorem. Quod tum est, Laudatur peccator in desideriis animae suae, et qui iniqua
gerit, benedkitur (Ps 9,3). Hic laudatores non falluntur in hominibus,
470 Sobre el Evangelio de San Juan 100, 3
100, 3 Sobre el Evangelio de San Juan Al l
prevaleciéndose de estas alabanzas, se entregan al vicio, son tales
cuales n o sospechan, si n o los ven, aquellos q u e los alaban. Fi- verdadera p o r q u e se e n g a ñ a n en la realidad y en la persona,
n a l m e n t e , si alguien se finge justo n o siéndolo, sino q u e cuanto t e n i e n d o p o r b u e n o lo q u e n o lo es y pensando q u e Cristo es
laudable hace a la vista de los h o m b r e s , lo hace n o p o r Dios, lo q u e n o es. Creer q u e el H i j o u n i g é n i t o n o es igual al Padre,
o sea, p o r la verdadera justicia, sino q u e busca y quiere la sola n o es b u e n o ; creer que el H i j o unigénito de Dios es hombre
gloria de los h o m b r e s ; si aquellos entre los cuales goza de esa solamente y n o D i o s , n o es b u e n o ; creer que la carne de la
fama con loa creen q u e sólo p o r D i o s lleva esa vida laudable, Verdad n o es verdadera carne, n o es bueno. D e estas tres cosas
n o se e n g a ñ a n en las cosas, sino en la persona. Lo q u e creen q u e h e m e n c i o n a d o , creen la p r i m e r a los arríanos, la segunda los
bueno, lo es; p e r o a q u i e n tienen p o r b u e n o , n o lo es. Y si fotinianos, y los m a n i q u e o s la tercera. Y como n i n g u n a de ellas
alguno, p o r ejemplo, es tenido por b u e n o p o r su pericia en las es buena, ni Cristo es n i n g u n a de ellas, se engañan en ambos
artes mágicas, y se cree que ha libertado a su patria p o r m e d i o extremos, y n o d a n a Cristo la verdadera gloria, a u n q u e parezca
de artes q u e él absolutamente desconoce, alcanzando entre los que entre ellos vive la constante fama con loa de Cristo. Los
perversos esa constante fama con loa, q u e es la gloria, yerran los herejes, absolutamente todos, cuya enumeración sería muy pro-
encomiadores en a m b a s cosas: en la realidad, p o r q u e t o m a n p o r lija, q u e n o juzgan r e c t a m e n t e de Cristo, por eso yerran, por-
b u e n o lo q u e es malo, y en la persona, p o r q u e tienen p o r b u e n o q u e n o juzgan lo b u e n o y lo malo según la verdad. T a m b i é n los
al q u e n o lo es. Y así, en estos tres casos es falsa la gloria. En paganos, ya q u e hay m u c h o s elogiadores de Cristo, se engañan
cambio, c u a n d o alguno es justo en D i o s y p o r Dios, es decir, en ambas cosas, p o r decir q u e fue u n h o m b r e extraordinario,
verdaderamente justo, y esa justicia es la causa de su constante conforme a su opinión y n o según la verdad de Dios. Tachan a
fama con loa, entonces la gloria es verdadera; p e r o n o se ha los cristianos de necios, mientras alaban a Cristo como a u n
de creer q u e esa gloria hace feliz al justo, sino q u e más bien se m a g o , d e m o s t r a n d o así lo q u e ellos estiman; p e r o n o a m a n a
ha de felicitar a quienes le alaban p o r su acertado juicio y p o r Cristo, p o r q u e a m a n lo q u e Cristo n o era. Y así, en ambas
su amor al justo. Pues ¿cuánto m á s provechosa ha sido la gloria cosas se equivocan, ya q u e el ser m a g o es una cosa mala, y Cristo
de Jesucristo, Señor nuestro, n o para El m i s m o , sino para aque- n o fue m a g o , p o r q u e es bueno. Y c o m o no vamos a tratar aquí
llos para quienes fue provechoso con su m u e r t e ? de aquellos que v i t u p e r a n y blasfeman a Cristo, p o r tratar sólo
3. Mas n o es verdadera su gloria entre los herejes, a u n q u e de la gloria con q u e fue glorificado Cristo en el m u n d o , sigúese
entre ellos parezca tener esa constante fama con loa. Y n o es que el Espíritu Santo n o le glorificó con la verdadera gloria,
sino en la santa Iglesia católica. E n las otras partes, es decir,
sed in rebus: malum est enim quod bonum esse credunt.. lili autem qui
hoc malo largitionis vitiosi sunt, tales utique sunt, quales eos hi qui
laudant non suspicantur esse, sed cernunt. Porro si se quisquam iustum ria, quia in utroque falluntur: nam et bonum putant esse quod bonum
fingat, et non sit, sed totum quidquid coram hominibus laudabiliter non est, et Christum putant esse quod Christus non est. Unigenitum
agere videtur, non agat propter Deum, hoc est propter veram iustitiam, enim Filium aequalem non esse gignenti, non est bonum: unigenitum
sed solam quaerat et diligat ab hominibus gloriam; illi autem apud Dei Filium hominem tantum esse, non Deum, non est bonum: Ve-
quos frequens est eius fama cum laude, non eum putent nisi propter ritatis carnem non esse veram carnem, non est bonum. Horum trium
Deum laudabiliter vivere, non falluntur in re, sed falluntur in no- quae dixi, primum sentiunt Ariani, secundum Photiniani, tertium Ma-
mine. Quod enim bonum esse credunt, est bonum; sed quem bonum nichaei. Sed quia et eorum nihil est bonum, et Christus nihil est eo-
esse credunt, non est bonus. Quod si putetur, verbigratia, bonum artium rum, in utroque falluntur: nec dant veram gloriam Christo, quamvis
peritia magicarum, et dum quisque patriam liberasse eisdem quas om- apud eos esse videatur cum laude frequens fama de Christo. Et omnes
nino nescit artibus creditur, frequentem cum laude famam, quae gloria prorsus haeretici, quos commemorare nimis longum est, qui de Chris-
definita est, apud nomines impíos consequatur; errant in utroque qui to non recte sentiunt, ideo errant, quia et de bonis rebus ac malis non
laudant: et in re scilicet, quia id quod malum est, bonum putant; et verum sentiunt. Pagani etiam quoniam sunt Christi plurimi laudatores,
in homine, quia non est quod putant. Quapropter falsa est in his et ipsi in utroque falluntur, qui non secundum veritatem Dei, sed po-
tribus generibus gloria. Cum autem de aliquo per Deum et propter tius secundum suam suspicionem dicunt eum fuisse hominem magum.
Deum iusto, hoc est veraciter iusto, causa ipsius iustitiae frequens est Christianos quippe velut imperitos vituperant, Christum autem velut
fama cum laude; vera quidem gloria est; non tamen ea credendum magum laudant, ac sic produnt quod amant: Christum vero non amant;
est beatifican iustum, sed laudantibus gratulandum est, quia recte iu- quoniam quod non erat Christus, hoc amant. Ideo ergo in utroque fal-
dícant, et diligunt iustum. Quanto magis ergo Dominus Christus, non sibi, luntur, quia et magum esse malum est; et magus non fuit Christus,
sed eis profuit gloria sua, quibus profuit morte sua? quia bonus est. Quaptopter quoniam de his nihil hoc loco dicendum
3. Sed non est vera eius apud haereticos gloría, apud quos tamen est, qui Christum vituperant atque blasphemant; quia de gloria eius
frequentem famam videtur habere cum laude. Non est haec vera glo- loquimur, qua est glorificatus in mundo: non eum glorificavit Spiritus
sanctus vera gloria, nisi in Ecclesia sancta catholica. Alibi enim, id
472 Sobre el Evangelio de San Juan 100, 4 101, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 473
entre los herejes y entre algunos paganos, no está su verdadera Dios quiere, al tratar de estas palabras que dirige el Unigénito
gloria terrena, ni en cualquiera otra parte donde se halle su al Padre: Y todas mis cosas son tuyas, y las tuyas son mías. Y
constante fama con loa. Ved cómo canta el profeta su gloria cerremos aquí este tratado, porque lo que sigue exige otro exor-
verdadera en la Iglesia católica: Levántate, ¡oh Dios!, sobre los dio en su discusión.
cielos, y tu gloria sobre toda la tierra. Y porque después de su
exaltación había de venir el Espíritu Santo y le había de glo-
rificar, tanto el salmo sacro como El mismo prometieron que TRATADO 101
sucedería lo que ahora vemos cumplido.
ACERCA DE AQUELLO QUE DICE EL SEÑOR: "UN POCO MÁS DE TIEMPO
4. Escuchad con oídos católicos, y con inteligencia católica
Y YA NO ME VERÉIS", HASTA: "EN AQUEL DÍA NO ME PEDIRÉIS NADA"
entended estas palabras suyas: Recibirá de lo mió y os lo anun-
ciará a vosotros. Porque el Espíritu Santo no es menor que el 1. Estas palabras del Señor Un poco más y ya no me veréis,
Hijo, como pensaron algunos herejes; como si el Hijo recibiera y otro poco más y me volveréis a ver, porque me voy al Padre,
del Padre, y el Espíritu Santo del Hijo por cierta gradación de
era tan oscuras para los discípulos antes de verlas cumplidas,
sus naturalezas. Lejos de los corazones cristianos creer, decir o
que con las preguntas que se hacían unos a otros sobre su signi-
pensar en tal desatino. A continuación El mismo resuelve la
ficado daban a entender claramente que no las entendían. Con-
dificultad, explicando el motivo de haber dicho esto: Todas las
tinúa diciendo el Evangelio: Dijéronse, pues, los discípulos unos
cosas, dice, que tiene el Padre, son mías; y por eso he dicho que
a otros, ¿qué nos quiere decir con esto: Dentro de poco ya no me
recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros. ¿Para qué más?
veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver, porque me voy
De donde recibe el Hijo, recibe también el Espíritu Santo, esto
al Padre? Decían, pues, ¿qué es esto que El llama poco? No sa-
es, del Padre; porque, en esta Trinidad, el Hijo ha nacido del
Padre, y del Padre procede el Espíritu Santo. Solamente el Pa- bemos lo que quiere decirnos. Estaban agitados por haberles di-
dre no ha nacido ni procede de otro. En qué sentido ha dicho cho: Dentro de un poco no me veréis, y después de otro poco
el Hijo unigénito: todas las cosas que tiene el Padre son mías me volveréis a ver. En las palabras precedentes, donde no había
(porque ciertamente no fueron dichas como a aquel hijo no uni- dicho: Dentro de un poco, sino solamente: Voy al Padre y ya no
génito, sino al mayor de los dos: Tú siempre estás conmigo, y me veréis, les pareció que hablaba con claridad, y nada se pre-
todas mis cosas son tuyas), lo trataremos con mayor diligencia, si guntaron sobre ellas. Para ellos era esto oscuto entonces, y des-

est, vel apud haereticos, vel apud quosdam paganos, vera eius in terrís tractabitur, ubi dicit Unigenitus Patri, Et mea omnia tua sunt, et tua
gloria non potest esse, et ubi videtur esse frequens de illo fama cum mea sunt (lo 17,10): ut hic iste sermo claudatur; quoniam quae se-
laude. Vera eius gloria in Ecclesia catholica sic a propheta cantatur: quuntur, aliud poscunt, quo disserantur, exordium.
Exaltare super cáelos, Deus, et super omnem terram gloria tua (Ps
107,6). Quia ¡taque post eius exaltationem venturus erat Spiritus sanc-
tus, et eum glorificaturus, hoc sacer Psalmus, hoc ipse Unigenitus pro- TRACTATUS 101
misit futurum, quod videmus impletum.
DE EO QUOD DOMINUS DICIT, MODICUM ET IAM NON VIDEBITIS ME; USQUE AD
4. Quod autem ait, De meo accipiet, et annuntiabit vobis, catho- ID, E T IN ILLO D I E ME NON ROGABITIS QUIDQUAM
licis audite auribus, catholicis percipite mentibus. Non enim propterea,
sicut quídam haeretici putaverunt, minor est Filio Spiritus sanctus: 1. Haec Domini verba ubi ait, Modicum et iam non videbitis me,
quasi Filius accipiat a Patre, et Spiritus sanctus a Filio quibusdam gra- et iterum modicum et videbitis me, quia vado ad Patrem, ita obscura
dibus naturarum. Absit hoc credere, absit hoc dicere, absit a christianis erant discipulis, antequam id quod dicit impletum esset, ut quaerentes
cordibus cogitare. Denique continuo solvit ipse quaestionem, et cur hoc Ínter se quid esset quod diceret, omnino se faterentur nescire. Sequítur
dixerit, explanavit. Omnia, inquit, quaecumque habet Pater, mea sunt: enim Evangelium: Dixerunt ergo ex discipulis eius ad invicem, Quid
propterea dixi quia de meo accipiet, et annuntiabit vobis. Quid vultis est hoc quod dicit nobis, Modicum et non videbitis me, et iterum mo-
amplius? Ergo de Patre accipit Spiritus sanctus, unde accipit Filius; quia dicum et videbitis me, et quia vado ad Patrem? Dicebant ergo, Quid
in hac Trinitate de Patre natus est Filius, de Patre procedit Spiritus est hoc quod dicit, Modicum? Nescimus quid loquitur. Hoc enim est
sanctus. Qui autem de nullo natus sit, de nullo procedat, Pater solus est. quod eos movebat, quia dixit, Modicum et non videbitis me, et iterum
Quomodo autem dixerit unigenitus Filius, Omnia quae habet Pater, mea modicum et videbitis me. Nam in praecedentibus quia non dixerat, Mo-
sunt (quia utique non sic quemadmodum dictum est illi filio non uni- dicum, sed dixerat, Ad Patrem vado, et iam non videbitis me (lo 16,10)'
génito, sed ex duobus maiori, Tu mecum es semper, et omnia mea tua tanquam aperte illis visus est locutus, nec Ínter se de hoc aliquid quae-
sunt (Le 15,31); eo loco, si Dominus voluerit, diligenti consideratione sierunt. Nunc ergo quod illis tune obscurum fuit, et mox manifestatum
474 Sobre el Evangelio de San Juan 101, 3
pues quedó aclarado; para nosotros es ya cosa clara: después de 101, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 475
algún tiempo padeció y dejaron de verle; después de otro
hombre al mundo. Así vosotros ahora tenéis tristeza: volveré a
poco de tiempo resucitó y le vieron de nuevo. Mas que en
veros de nuevo, y vuestro corazón se llenará de gozo, que nadie
aquellas palabras: Ya no me veréis, quería dar a entender que no
os podrá quitar. N o parece que este símil sea difícil de entender,
le verían más, como lo indica la palabra ya, lo dejamos expuesto
por ser clara la comparación y habiendo El mismo expuesto el
al tratar de cómo habían de entenderse aquéllas: El Espíritu San-
motivo de haberla puesto. El acto de dar a luz es comparado a
to argüirá al mundo acerca de la justicia, -porque me voy al Padre
la tristeza, y el parto al gozo, que suele ser mayor cuando nace un
y ya no me veréis; es decir, que no verían más a Cristo en
niño que cuando nace una niña. En cuanto a estas palabras suyas:
carne mortal.
Y vuestro gozo nadie os lo arrebatará, por ser el mismo Jesús su
2. Pero conoció Jesús, sigue diciendo el evangelista, que que- alegría, dejan entrever el dicho del Apóstol: Resucitando Cristo
rían preguntarle, y les dijo: Discutís entre vosotros porque he de entre los muertos, ya no muere, y la muerte no le dominará
dicho: Un poco y no me veréis, y otro poco más y me volveréis jamás.
a ver. En verdad, en verdad os digo que vosotros lloraréis y pla-
4. Hasta aquí todas las cosas de este capítulo del Evangelio
ñiréis; el mundo, empero, se alegrará; vosotros os contristaréis,
que hoy explanamos han corrido sin dificultades para la inteli-
mas vuestra tristeza se convertirá en gozo. Esto puede tomarse en
gencia; pero hace falra mayor atención en las que siguen. ¿Qué
el sentido de que los discípulos se contristaron por la muerte del
quiere significar con estas palabras: En aquel día no me rogaréis
Señor e inmediatamente se alegraron con su resurrección; el
nada? Este verbo rogar no sólo significa pedir, sino también pre-
mundo, en cambio, bajo cuyo nombre quiso significar a sus ene-
guntar. El Evangelio griego, del cual éste ha sido traducido, tiene
migos que le crucificaron, se gozaron de la muerte de Cristo
un verbo semejante, que puede entenderse de las dos maneras,
precisamente cuando los discípulos se contristaron. Por mundo
dejando en pie la ambigüedad; mas, aunque esta ambigüedad que-
puede entenderse la malicia de este mundo, o sea, de los amigos
dase resuelta, no dejaría de persistir alguna dificultad. Leemos
de este mundo, según dice el apóstol Santiago en su Epístola:
que Cristo nuestro Señor, después de resucitado, fue interrogado
El que quiera ser amigo de este siglo, se hace enemigo de Dios,
y rogado. Estando para subir al cielo, fue interrogado por los
por cuya enemistad no perdonó ni a su Hijo unigénito.
discípulos sobre cuándo había de manifestarse y cuándo sería
3. Añade a continuación: La mujer, cuando da a luz, siente restituido el reino de Israel; y, estando ya en el cielo, le rogó
tristeza por haber llegado su hora; mas, una vez que ha dado a San Esteban que recibiese su espíritu. Y ¿quién osará decir o
luz al infante, olvida su aprieto por el gozo de haber venido un pensar que Cristo fue rogado estando en la tierra, y que no ha
est, iam nobis utique manifestum est: post paululum enim passus est,
et non viderunt eum; rursus, post paululum resurrexit, et viderunt quia venit hora eius; eum autem pepererit puerum, iam non memimt
eum. Illud autem quod ait, lam non videbitis me, quia isto verbo, id pressurae propter gaudium, quia natus est homo in mundum: et vos
est, iam, hoc intelligi voluit quod eum ulterius non viderent, ibi ex- igitur nunc quidem tristitiam habetis; iterum autem videbo vos, et gau-
posuimus quomodo accipiendum sit, ubi dixit, De iustitia arguet mun- debit cor vestrum, et gaudium vestrum nemo tottet a vobis. Nec ista
dum Spiritus sanctus, quia ad ~Patrem vado, et iam non videbitis me similitudo ad intelligendum videtur esse difficilis; quoniam comparado
(Supra, tr.95): quia scilicet mortalem Christum ulterius non viderent. eius in promptu est, eodem ipso exponente cur dicta sit. Parturitio quippe
2. Cognovit autem Iesus, sícut sequens Evangelista dicit, quia vo- tristitiae, partus autem gaudio comparatur; quod tune maius esse con-
lebant eum interrogare, et dixit eis: De hoc quaeritis ínter vos, quia suevit, quando non puella, sed puer nascitur. Quod vero ait, Gaudium
dixi, Modicum et non videbitis me, et iterum modicum et videbitis me. vestrum nemo tollet a vobis, quia gaudium eorum est ipse Iesus, sig-
Amen, amen dico vobis, quia plorabitis et flebitis vos; mundus autem nificatum est quod ait Apostolus, Christus surgens a mortuis iam non
gaudebit: vos autem contristabimini, sed tristitia vestra in gaudium erit. moritur, et mors ei ultra non dominabitur (Rom 6,9).
Et hoc sic accipi potest, quia contristati sunt discipuli de morte Do- 4. Hucusque in isto Evangelii capitulo, unde hodie disputamus,
mini, et confestim de resurrectione laetati: mundus autem, quo nomine velut facili intellectu omnia cucurrerunt: acrior necessaria est in bis
significati sunt inimici a quibus Christus occisus est, tune utique laeta- quae sequuntur intentio. Quid est enim quod ait, Et in illo die me non
ti sunt occiso Christo, quando sunt discipuli contristati. Mundi quippe rogabitis quidquam? Hoc verbum quod est rogare, non solum petere,
nomine, malitia potest mundi huius intelligi, id est hominum mundi verum etiam interrogare significat; et graecum Evangelium, unde hoc
huíus amicorum. Unde Iacobus apostolus in Epistola sua dicit, Quicum- translatum est, tale habet verbum quod utrumque possit intelligi, ut haec
que voluerit amicus esse huius saeculi inimicus Dei constituitur (Iac ambiguitas nec inde solvatur; quamquam etsi solveretur, non ideo nulla
4,4): quibus inimicitiis Dei factum est ut nec eius Unigénito parceretur. quaestio remaneret. Dominum etenim Christum, postquam resurrexit,
3. Deinde subiungit, et dicit: Mulier eum parit, tristitiam habet, et interrogatum legimus et rogatum. Nam interrogatus est a discipulis
ascensurus in caelum, quando praesentaretur, et quando regnum esset
Israel (Act 1,6): eum vero iam esset in cáelo, rogatus est a sancto
476 Sobre el Evangelio de San Juan 101, 5 101, 6 Sobre el Evangelio de San Juan All
de ser rogado sentado ya en el cielo? ¿Que siendo mortal debió con alegría; ahora con oraciones, entonces con alabanzas. Por eso
de ser rogado y que no ha de serlo siendo inmortal? Roguémosle, este fruto es del género masculino, porque a este fruto de con-
más bien, carísimos, que El desate el nudo de esta cuestión ilu- templación se enderezan todos los esfuerzos de la acción. Sólo él
minando nuestros corazones para penetrar el sentido de sus pa- es libre, porque es apetecido por sí mismo y no está subordinado
labras. a otro. A su servicio está la acción: a él se endereza todo el bien
5. Estas palabras: De nuevo volveré a veros, y se alegrará que se hace, porque por él se ejecuta. Allí está el fin de nues-
vuestro corazón, y nadie os arrebatará vuestro gozo, a mi parecer tros deseos. Ese fin es eterno, ya que ningún fin nos es suficiente
no se refieren al tiempo posterior a su resurrección, durante el sino el fin que no tiene fin. Esto revelaba a Felipe cuando dijo:
cual les manifestó su cuerpo para que lo viesen y lo tocasen, sino Manifiéstanos al Padre, y esto nos basta. En esta revelación se
más bien a aquel tiempo del cual había dicho: El que me ama, prometió el Hijo a sí mismo, diciendo: ¿No crees que yo estoy
será amado de mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él. Ya en el Padre y que el Padre está en mí? Con razón se nos dice
había resucitado, ya se había dejado ver de ellos en su cuerpo, acerca de este fin que con él tenemos bastante. Nadie os arreba-
ya estaba sentado a la derecha del Padre, cuando el mismo após- tará vuestro gozo.
tol San Juan, cuyo es este evangelio, decía en su Epístola: Ama- 6. Creo que con mayor acierto pueden entenderse aplicadas
dísimos, ahora somos hijos de Dios, y no se ha manifestado aún a esto las cosas anteriormente dichas: Un poco de tiempo y ya
lo que seremos; sabemos que, cuando fuere manifestado, seremos no me veréis, y otro poco más y volveréis a verme. Ese tiempo
semejantes a El, porque le veremos como El es. Esta visión no es módico ab&tca. todo el tiempo en que se desliza este tiempo pre-
de esta vida, sino de la futura; no es temporal, sino eterna. Esta sente, del cual el mismo evangelista dice en su Epístola: Esta es
es la vida eterna, dice la misma Vida: que te conozcan a ti, Dios la última hora. Por eso añadió porque me voy al Padre, lo cual
verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste. De esta visión y hay que referirlo a la frase primera, donde dice: Un poco de
conocimiento dice el Apóstol: Vemos ahora a través de un espejo tiempo y ya no me veréis, y no a la segunda, que dice: Y otro
y en enigmas, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco poco de tiempo y me volveréis a ver. Yéndose al Padre, había
en parte, mas entonces conoceré como soy conocido. Este fruto de hacer que no le viesen. Y así no lo dijo porque había de mo-
de todos sus trabajos lo produce ahora la Iglesia con el deseo, en- rir y separarse de su vista hasta después de haber resucitado, sino
tonces lo producirá con la visión; con lágrimas ahora, entonces porque había de irse al Padre, lo cual realizó después que resu-

Stephano, ut spiritum eius acciperet (ibid. 7,58). Et quis audeat vel nunc parturit desiderando, tune est paritura cernendo; nunc parturit ge-
cogitare vel dicere, in cáelo sedentem Christum rogandum non esse, et mendo, tune paritura laetando; nunc parturit orando, tune paritura lau-
in térra manentem rogatum fuisse? rogandum non esse immortalem, dando. Et ideo masculum; quoniam ad istum fructum contemplationis
rogari debuisse mortalem? Imo, charissimi, rogemus eum, ut nodum cuneta officia referuntur actionis. Solus est enim liber; quia propter se
quaestionis huius ipse dissolvat, lucendo in cordibus nostris ad videnda appetitur, et non refertur ad aliud. Huic servit actio: ad hunc enim
quae dicit. refertur quidquid bene agitur, quia propter hunc agitur; ipse autem non
5. Puto enim quod ait, Iterum autem videbo vos, et gaudebit cor propter aliud, sed propter semetipsum tenetur et habetur. Ibi ergo finís
vestrum, et gaudium vestrum nenio tollet a vobis, non ad illud tem- qui sufficit nobis. Aeternus igitur erit: ñeque enim nobis sufficit finis,
pus esse referendum quo resurrexit, eisque suam carnem cernendam tan- nisi cuius nullus est finis. Hoc inspiratum erat Philippo quando dixit:
gendamque monstravk (lo 20,27): sed potius ad illud unde iam dixe- Ostende nobis Patrem, et sufficit nobis. In qua ostensione se promisit
rat, Qui diligit me, diligetur a Patre meo; et ego diligam eum, et ma- et Filius dicens: Non creáis quia ego in Patre, et Pater in me est?
nifestaba meipsum Mi (ibid. 14,21). Iam quippe resurrexerat, iam se (lo 14,8.10). De hoc itaque quod sufficit nobis, rectissime audimus,
illis in carne monstraverat, iam sedebat ad dexteram Patris, quando di- Gaudium vestrum nemo tollet a vobis.
cebat Ídem ipse apostolus Ioannes, cuius est hoc Evangelium, in Epís- 6. De hoc etiam quae superius dicta sunt, melius existimo intelligi,
tola sua: Dilectissimi, nunc filii Dei sumus, et nondum manifestatum Modicum et iam non videbitis me, et iterum modieum et videbitis me.
est quid erimus: scimus quia eum manifes'.atum fuerit, símiles ei eri- Modicum est enim hoc totum spatium quo praesens pervolat saeculum:
mus, quoniam videbimus eum sicuti est (1 lo 3,2). Ista visio non vitae unde dicit idem ipse evangelista in Epístola sua, Novissima hora est
huius est, sed futurae; non temporalis, sed aeterna. Haec est autem vita (1 lo 2,18). Ideo namque addidit, quia vado ad Patrem: quod ad prio-
aeterna, dicente ipsa vita, ut cognoseant te, inquit, unum verum Deum, rem sententiam referendum est, ubi ait, Modicum et iam non videbitis
et quem misisti lesum Christum (lo 17,3). De hac visione et cognitione me; non ad posteriorem ubi ait, et iterum modicum et videbitis me.
dicit Apostolus: Videmus nunc per speculum in aenigmate, tune autem Eundo quippe ad Patrem, facturas erat ut eum non viderent. Ac per
jacie ad faeiem: nunc seto ex parte, tune autem eognoseam sicut et cog- hoc non ideo dictum est, quia fuerat moriturus, et doñee resurgeret, ab
nitus sum (1 Cor 13,12 et 13). Hunc totius laboris sui fructum Ecclesia eorum aspectibus recessurus; sed quod esset iturus ad Patrem, quod fecit
478 Sobre el Evangelio de San Juan 101, 6 102, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 479
citó y subió al cielo, h a b i e n d o estado con ellos d u r a n t e cuarenta
TRATADO 102
días. A aquellos q u e entonces le veían corporalmente, les decía:
Un poco más y ya no me veréis, p o r q u e había de irse al P a d r e y SOBRE ESTAS PALABRAS DEL SEÑOR: "EN VERDAD, EN VERDAD o s DIGO:
ya n o le verían m á s en aquella naturaleza mortal, c o m o le veían SI ALGO PIDIEREIS AL PADRE EN MI NOMBRE, OS LO DARÁ", HASTA ÉSTAS:
"OTRA VEZ DEJO AL MUNDO Y ME VOY AL PADRE"
cuando les decía estas cosas. Con las palabras siguientes: Otro
rpoco más y me volveréis a ver, hizo una p r o m e s a a toda la 1. Las palabras del Señor q u e ahora vamos a explicar son
Iglesia, así c o m o a ella le había hecho esta otra: Yo estoy con vos- éstas: En verdad, en verdad os digo que, si alguna cosa pidiereis
otros hasta la consumación del tiempo. N o demora el Señor en al Padre en mi nombre, os la dará. En vista de q u e m u c h o s p i d e n
cumplir lo p r o m e t i d o . U n poco d e t i e m p o y le veremos d o n d e cosas al P a d r e en el n o m b r e de Cristo y n o las consiguen, ya
ya n o tengamos nada q u e pedir, nada q u e p r e g u n t a r , p o r q u e n o hemos dicho en anteriores explicaciones sobre este sermón del
nos quedará nada q u e desear n i h a b r á cosa oculta que p r e g u n t a r . Señor q u e n o se p i d e en el n o m b r e del Salvador lo q u e se pide
Este t i e m p o m ó d i c o nos parece largo ahora que lo estamos vi- en contra de la salvación. P o r q u e , cuando se dice en mi nombre,
viendo, pero, c u a n d o haya finalizado, veremos cuan corto ha sido. n o se ha de t o m a r el sentido material de las sílabas y de las
N o sea, pues, nuestro gozo como el gozo del m u n d o , del cual letras, sino el significado de ese sonido y lo que real y verdade-
está dicho: El mundo, empero, se gozará. N o obstante, m i e n t r a s r a m e n t e se da a e n t e n d e r con ese sonido. Y así, q u i e n n o piensa
vivimos con este deseo, n o estemos tristes y sin gozo, sino c o m o de Cristo lo q u e debe pensarse del H i j o único de D i o s , n o p i d e
dice el A p ó s t o l : Alegres en la esperanza, pacientes en la tribula- en su n o m b r e a u n q u e con la lengua p r o n u n c i e las sílabas del n o m -
ción; p o r q u e la m i s m a p a r t u r i e n t e , a la cual h e m o s sido c o m p a - b r e de Cristo, p o r q u e p i d e en el n o m b r e de aquel en q u i e n piensa
rados, recibe mayor gozo p o r la prole futura q u e tristeza p o r el c u a n d o p i d e . A q u e l , en cambio, q u e piensa de El lo que debe
dolor presente. Y aquí p o n e m o s fin a este sermón, p o r q u e lo pensarse, p i d e en su n o m b r e y o b t i e n e lo que pide, si n o pide
q u e sigue encierra en sí una cuestión laboriosa, q u e n o d e b e ser cosas contrarias a la salvación; p e r o las recibe cuando debe reci-
tratada con brevedad. Por esto la dejaremos para tratarla con m á s birlas. M u c h a s cosas n o son negadas, sino aplazada su concesión
comodidad, si D i o s nos lo consiente. para el t i e m p o o p o r t u n o . Y así, estas palabras: os lo dará, hay
q u e entenderlas de los beneficios q u e p r o p i a m e n t e se refieren a
posteaquam resurrexit, et cum eis per quadraginta dies conversatus as-
cendit in caelum (Act 1,3.9). lilis ergo ait, Modicum et iam non vide- q u i e n p i d e : Todos los justos son atendidos c u a n d o p i d e n en
bitis me, qui eum corporaliter tune videbant, quia iturus erat ad Pa-
trem, et eum deinceps mortalem visuri non erant, qualem cum ista lo-
queretur videbant. Quod vero addidit, et iterum modicum et videbitis TRACTATUS 102
me, universae promisit Ecclesiae: sicut universae promisit, Ecce ego vo- DE EO QUOD DOMINUS AIT. AMEN DICO VOBIS, SI QUID PETIERITIS PATREM
biscum sum usque in consummationem saeculi (Mt 28,20). Non tar- IN NOMINE MEO, DABIT VOBIS; USQUE AD ID, ITERUM REIINQUO MUNDUM, ET
dat Dominus promissum: modicum, et videbimus eum, ubi iam nihil VADO AD P A T R E M
rogemus, nihil interrogemus; quia nihil desiderandum remanebit, nihil
quaerendum latebit. Hoc modicum longum nobis videtur, quoniam ad- 1. Domini verba nunc ista tractanda sunt, Amen, amen dico vobis,
huc agitur: cum finitum fuerit, tune sentiemus quam modicum fuerit. si quid petieritis Patrem in nomine meo, dabit vobis. Iam dictum est
Non ergo sit gaudium nostrum quale habet mundus, de quo dictum in superioribus huius dominici sermonis partibus, propter eos qui non-
est, Mundus autem gaudebit: nec tamen in huius desiderii parturitione nulla petunt a Patre in Christi nomine, nec accipiunt, non peti in no-
sine gaudio tristes simus, sed sicut ait Apostolus, Spe gaudentes, in tri- mine Salvatoris quidquid petitur contra rationem salutis (Supra, tr.73).
bulatione patientes (Rom 12,12); quia et ipsa parturiens, cui compara- Non enim sonum litterarum ac syllabarum, sed quod sonus ipse signi-
ti sumus, plus gaudet de mox futura prole, quam tristis est de prae- ficar, et quod eo sonó recte ac veraciter intelligitur, hoc accipiendus est
senti dolore. Sed huius sermonis iste sit finis: habent enim quaestionem dicere cum dicit, in nomine meo. Unde qui hoc sentit de Christo quod non
molestissimam quae sequuntur, nec brevitate coarctanda sunt, ut possint est de único Dei Filio sentiendum, non petit in eius nomine, etiamsi non
commodius. si Dominus voluerit, explican. taceat litteris ac syllabis Christum; quoniam in eius nomine petit, quem
cogitat cum petit. Qui vero quod est de illo sentiendum, sentit, ipse in eius
nomine petit; et accipit quod petit, si non contra suam salutem sem-
piternam petit. Accipit autem quando debet accipere. Quaedam enim non
negantur, sed ut congruo dentur tempore differuntur. Ita sane intelli-
gendum est quod ait, dabit vobis, ut ea beneficia significata sciantur
his verbis, quae ad eos qui petunt proprie pertinent. Exaudiuntur quip-
pe omnes sancti pro seipsis, non autem pro ómnibus exaudiuntur vel
480 Sobre el Evangelio de San Juan 102, 2
102, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 481
beneficio p r o p i o , n o c u a n d o p i d e n en favor de sus amigos o
enemigos o de otros cualesquiera, p o r q u e n o dijo a b s o l u t a m e n t e : debíais haber pedido. Exhortándolos, pues, a p e d i r en su n o m b r e ,
lo dará, sino: os lo dará. n o lo q u e es nada, sino su gozo c o m p l e t o (porque, si p i d e n algo
2. Y sigue d i c i e n d o : Hasta ahora no habéis pedido nada en distinto, ese algo n o es n a d a ) , les dice: Pedid y recibiréis, a fin
mi nombre; -pedid y recibiréis, a fin de que vuestro gozo sea de que vuestro gozo sea completo; es decir: p e d i d en m i n o m b r e
completo. Este gozo c o m p l e t o de q u e habla, n o es ciertamente q u e vuestro gozo sea completo, y lo obtendréis. P o r q u e la divina
u n gozo carnal, sino espiritual, y q u e sólo será completo c u a n d o misericordia n o defraudará a sus elegidos que perseveran en la p e -
ya n o haya m á s q u e añadirle. Así, p u e s , todo c u a n t o se p i d e para tición de este bien.
alcanzar este gozo d e b e pedirse en n o m b r e de Cristo, si com- 3. Luego dice: Estas cosas os he dicho en parábolas; llegó la
p r e n d e m o s la gracia divina, si p e d i m o s la vida v e r d a d e r a m e n t e hora de no hablaros ya en parábolas, sino que abiertamente os
bienaventurada. Pedir otra cosa es n o p e d i r nada; n o p o r q u e esas hablaré de mi Padre. Estaba por decir que esta hora de q u e
cosas n o sean nada, sino p o r q u e , en comparación de cosa tan a q u í habla debía entenderse de la vida futura, en la cual le ve-
excelente, nada es c u a n t o se desea. N o es q u e el h o m b r e , del remos al descubierto, o, como dice San Pablo, cara a cara; de
q u e dice el Apóstol que se tiene por algo no siendo nada, n o m o d o q u e estas palabras: Os he dicho estas cosas en parábolas,
tenga valor alguno; pero, c o m p a r a d o con el h o m b r e espiritual, vengan a decir lo m i s m o que dijo el Apóstol: Vemos ahora a
q u e sabe q u e lo q u e es lo es por la gracia de D i o s , q u i e n p r e - través de un espejo y en enigmas; y Os hablaré, p o r q u e el P a d r e
s u m e de cosas vanas n o es nada. R e c t a m e n t e p u e d e n entenderse será visto por m e d i o del H i j o , según lo que dice en otro lugar:
en este sentido las palabras: En verdad, en verdad os digo que, Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quie-
si algo pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará, de m o d o re revelarlo. Pero a este sentido parece oponerse lo q u e sigue:
q u e por ese algo n o se entienda cualquier cosa, sino algo q u e , En aquel dia pediréis en mi nombre. ¿Qué h e m o s de pedir en la
c o m p a r a d o con la vida bienaventurada, venga a ser una nada. vida futura, c u a n d o hayamos llegado al reino, d o n d e seremos se-
T a m b i é n lo q u e sigue: Hasta ahora no habéis pedido nada en mejantes a El, p o r q u e le veremos c o m o El es, c u a n d o nuestros
mi nombre, p u e d e entenderse de dos m a n e r a s : n o habéis p e d i d o deseos q u e d e n saciados con toda clase de bienes? Y así dice el
nada en m i n o m b r e , q u e n o habéis conocido como debe ser co- Salmo: Seré saciado cuando se manifieste tu gloria. Pedir es se-
nocido; o de esta otra: n o habéis p e d i d o nada, p o r q u e lo que ñal de indigencia, que desaparecerá c u a n d o venga esta saturación.
habéis p e d i d o es nada c o m p a r a d o con la vida bienaventurada, que 4. Queda, a m i m o d o de ver, la posibilidad de que pueda

amicis vel inimicis suis, vel quibuslibet alus: quia non utcumque dic- tistis. Ut igitur in eius nomine non nihil, sed gaudium plenum petant
tum est, dabit; sed dabit vobis. (quoniam si aliquid aliud petunt, Ídem aliquid nihil est), exhortatur
2. Usque modo, inquit, non petistis quidquam in nomine meo. dicens, Petite, et accipietis, ut gaudium vestrum sit plenum: id est, hoc
Petite, et accipietis, ut gaudium vestrum sit plenum. Hoc quod dicit in nomine meo petite, ut gaudium vestrum sit plenum, et accipietis.
gaudium plenum, profecto non carnale, sed spirituale gaudium est: et Isto enim bono in petendo perseverantes sanctos suos nequáquam mi-
quando tantum erít, ut aliquid e¡ iam non sit addendum, procul dubio sericordia divina fraudabit.
tune erit plenum. Quidquid ergo petitur quod pertineat ad hoc gau- 3. Haec, inquit, in proverbiis locutus sum vobis: venit hora cum
dium consequendum, hoc est in nomine Christi petendum, si divinam iam non in proverbiis loquar vobis, sed palam de Patre meo annuntia-
intelligimus gratiam, si veré beatam poscimus vitam. Quidquid autem bo vobis. Possem dicere hanc de qua loquitur horam, futurum oportere
aliud petitur, nihil petitur: non quia milla omnino res est, sed quia saeculum intelligi, ubi videbimus palam, quod beatus Paulus dicit, facie
in tantae rei comparatione quidquid aliud concupiscitur, nihil est. Ñe- ad faciem; ut quod ait, Haec in proverbiis locutus sum vobis, hoc sit
que enim prorsus nulla res est homo, de quo ait Apostolus: Qui se quod ab eodem apostólo dictum est, Videmus nunc per speculum in
putat aliquid esse, cum nihil sit (Gal 6,3)- I n comparatione quippe aenigmate (1 Cor 13,12): annuntiabo autem vobis, quia per Filium Pa-
spiritualis hominis, qui scit gratia Dei se esse quod est, quisquís vana ter videbitur, iuxta illud quod alibi ait, Ñeque Patrem quis cognoscit,
praesumit, nihil est. Etiam sic ergo recte intelligi potest, Amen, amen nisi Filias, et cui voluerit Filius revelare (Mt 11,27). Sed istum sensum
dico vobis, si quid petieritis Patrem in nomine meo, dabit vobis; ut videtur impediré quod sequitur: lllo die in nomine meo petetis. In
hoc quod ait, si quid, non quodlibet intelligatur, sed aliquid quod non futuro enim saeculo cum pervenerimus ad regnum, ubi símiles ei eri-
in beatae vitae comparatione sit nihil. Et quod sequitur, Usque modo mus, quoniam videbimus eum sicuti est (1 lo 3,2), quid petituri su-
non petistis quidquam in nomine meo, duobus modis intelligi potest: mus, quando satíabitur in bonís desideríum nostrum? (Ps 102,5). Unde
vel quia non in nomine meo petistis, quod nomen non sicut cognos- et in alio psalmo dicitur: Satiabor cum manifestabitur gloria tua (Ps
cendum est cognovistis; vel non petistis quidquam, quoniam in com- 16,15). Petitio namque alicuius est indigentiae, quae ibi nulla erit ubi
paratione rei quam petere debuistis, pro nihilo habendum est quod pe- haec satietas erit.
4. Relinquitur itaque, quantum sapere valeo, ut intelligatur Iesus
S.Ag. 14 16
482 Sobre el Evangelio de San Juan 102, 4 102, 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 483
entenderse así: que Jesús prometió cambiar a sus discípulos de nombre no ven más que lo que el nombre significa; y, sin de-
carnales o animales en espirituales, aunque no tales aún como jarse llevar de la vacuidad y flaqueza de la mente, no imaginan
seremos cuando tengamos también cuerpo espiritual, sino como que el Padre esté en un lugar y en otro el Hijo en pie y rogando
era aquel que decía: "Hablamos sabiduría a los perfectos"; y por nosotros, ocupando cada uno de ellos sus propios espacios,
también: "No hemos recibido el espíritu de este mundo, sino ni que el Verbo dice palabras a Aquel cuyo Verbo es, ni que el
el espíritu que procede de Dios, para conocer los beneficios que Verbo pronuncia palabras en favor nuestro ante Aquel cuyo
Dios nos ha hecho, y de los cuales hablamos, no con palabras
Verbo es, como si hubiera algún espacio entre la boca del que
aprendidas de la ciencia humana, sino del Espíritu, amoldando
habla y el oído del que escucha; ni otras cosas semejantes que
lo espiritual a lo espiritual, ya que el hombre animal no percibe
tanto los animales como los carnales fabrican en su corazones.
las cosas del Espíritu de Dios." N o siendo, pues, el hombre ani-
Y todas las imágenes corpóreas que acuden a la mente de los es-
mal capaz de percibir las cosas del Espíritu de Dios, cuanto se
pirituales cuando piensan en Dios, las apartan de los ojos interio-
refiere a la naturaleza de Dios lo concibe como algo corporal, si
res como a moscas importunas, rechazándolas y no haciendo caso
bien amplísimo e inmenso, hermosísimo y lucidísimo, porque no
de ellas, y asienten a la claridad de su luz, con cuyo testimonio
puede percibir sino cosas corpóreas; y por esta causa para él son
como parábolas cuantas cosas ha dicho la sabiduría acerca de la y juicio demuestran la omnímoda falsedad de las imágenes cor-
sustancia incorpórea e inmutable; y no porque él las considere póreas que se ofrecen a sus internas miradas. Estos son quienes
como parábolas, sino porque piensa como quienes suelen oír las de alguna manera pueden comprender que nuestro Señor Jesu-
parábolas sin comprenderlas. Mas, cuando comienza a verlas como cristo, en cuanto hombre, abogue por nosotros ante el Padre, y
espiritual y a no dejarse influenciar por juicios ajenos, aunque que, en cuanto Dios, nos escuche juntamente con el Padre. Y
en esta vida las vea aún en parte y como en un espejo, sin ayuda esto es lo que creo quiso dar a entender cuando dijo: Y no os
de los sentidos ni de imágenes que reflejan de alguna manera digo que yo rogaré al Padre por vosotros. Solamente los ojos
las semejanzas corporales, comprende con la firme inteligencia espirituales del alma pueden elevarse a contemplar cómo el Hijo
del espíritu que Dios no es cuerpo, sino espíritu, de tal suerte no ruega al Padre, sino que simultáneamente el Padre y el Hijo
que, al hablar el Hijo abiertamente del Padre, entiende que el escuchan a quienes piden.
que habla es de la misma sustancia que el Padre. Y quienes en- 5. El mismo Padre, dice, os ama, porque vosotros me habéis
tonces piden, piden en su nombre, porque en el sonido de su amado. ¿Nos ama El porque le amamos nosotros, o más bien
le amamos nosotros porque nos ama El? Responda el mismo evan-
discípulos suos de carnalibus vel animalibus se spiritüales promisisse
facturum, quamvis nondum tales quales erimus, quando spirituale etiam tiat. Tune in eius nomine petunt qui petunt; quia in sonó eius nominis
corpus habebimus; sed qualis erat qui dicebat, "Sapientiam loquimur non aliud quam res ipsa est quae hoc nomine vocatur, intelligunt, nec
inter perfectos" (1 Cor 2,6); et, "Non potui vobis loqui quasi spiritua- animi vanitate vel infirmitate confingunt tanquam in alio loco Patrem,
libus, sed quasi carnalibus" (ibid. 3,1); et, "Non spiritum huius mundi in alio Filium ante Patrem stantem, et pro nobis rogantem, spatia sua
accepimus, sed Spiritum qui ex Deo est, ut sciamus quae a Deo dona- quaeque amborum oceupantibus molibus, et Verbum ad eum cuius est
ta sunt nobis; quae et loquimur, non in sapientiae humanae doctis ver- Verbum faceré verba pro nobis, intervallo interposito inter os loquen-
bis, sed doctis Spiritus, spiritualibus spiritualia comparantes. Animalis tis et aurículas audientis; et alia talia quae sibi animales, iidemque carna-
autem homo non percipit quae sunt Spiritus Dei". Non itaque percipiens les in cordibus fabricantur. Quidquid enim tale spiritualibus de Deo
quae sunt Spiritus Dei homo animalis, sic audit quaecumque audit de Dei cogitantibus ex corporum consuetudine oceurrit, negando atque respuen-
natura, ut aliud quam corpus cogitare non possit, quamlíbet amplissimum do, tanquam importunas muscas, ab interioribus oculis abigunt; et sin-
vel immensum, quamlibet lucidum ac speciosum, corpus tamen: ideo ceritati eius lucis acquiescunt, qua teste ac iudice has ipsas imagines cor-
proverbia illi sunt quaecumque dicta sapientiae de incorpórea immutabi- porum suis internis aspectibus unientes, falsas omnino esse convincunt.
lique substantia; non quod ea tanquam proverbia deputat, sed quia sic Hi possunt uteumque cogitare Dominum nostrum Iesum Christum in
cogitat, quomodo qui proverbia solent audire ñeque intelligere. Cum vero quantum homo est, pro nobis interpellare Patrem; in quantum autem
spiritualis coeperit omnia diiudicare, ipse autem a nemine düudicari (1 Cor Deus est, nos exaudiré cum Patre. Quod eum significasse arbitror ubi ait,
2, 12-15), etiamsi in hac vita adhuc velut per speculum ex parte, perspicit Et non dico vobis quia ego rogabo Patrem de vobis. Ad hoc quippe
tamen non ullo corporis sensu, non ulla imaginaria cogitatione quae capit intuendum quomodo non rogat Patrem Filius, sed simul exaudiunt rogan-
aut fingit qualiumcumque similitudines corporum, sed mentís certissima in- tes Pater et Filius, nonnisi spiritualis oculus mentís ascendit.
telligentia, Deum non corpus esse, sed spiritum: ita palam de Patre an- 5. Ipse enim Pater, inquit, amat vos, quia vos me amastis. Ideo
nuntiante Filio, ut eiusdem substantiae conspiciatur et ipse qui annun- amat ille, quia nos amamus; an potius, quia ille amat, ideo nos ama-
mus? Ex Epístola sua evangelista ídem ipse respondeat: Nos diligimus,
484 Sobre el Evangelio de San Juan 102, t>
I"3" 1 Sobre el Evangelio de San Juan 485
gelista en su Epístola: Nosotros le amamos porque El nos ha
amado primero. Nosotros hemos llegado a amar porque hemos TRATADO 103
sido amados. Don es enteramente de Dios el amarle. El, que
DESDE LO QUE SIGUE: "DÍCENLE sus DISCÍPULOS: AHORA HABLAS ABIER*
amó sin haber sido amado, lo concedió para ser amado. Hemos
T A M E N T E " , HASTA ÉSTAS: " M A S TENED CONFIANZA, PORQUE YO H E VEN-
sido amados sin tener méritos para que en nosotros hubiera algo
CIDO AL MUNDO"
que le agradase. Y no amaríamos al Hijo si no amásemos tam-
bién al Padre. El Padre nos ama porque amamos al Hijo, ha- 1. Son muchos, a través del Evangelio, los indicios que de-
biendo recibido del Padre y del Hijo el poder amar al Padre y claran cómo eran los discípulos de Cristo cuando con ellos con-
al Hijo, difundiendo la caridad en nuestros corazones el Espíritu versaba antes de su pasión, hablando de cosas grandes a pár-
de ambos, por el cual amamos al Padre y al Hijo, amando tam- vulos; pero así convenía que los párvulos oyesen esas cosas ele-
bién a ese Espíritu con el Padre y el Hijo. Ese amor filial nuestro vadas que ellos antes de recibir al Espíritu Santo, ya insuflado
con que honramos a Dios, lo creó Dios, y vio que era bueno; por El, ya venido de lo alto, tomaban más como humanas que
por eso El amó lo que El hizo. Pero no hubiera creado en nos- como divinas, y por eso dijeron lo que ahora acabáis de escu-
otros lo que El pudiera amar si, antes de crearlo, El no nos hu- char. Dice, pues, el evangelista: "Dícenle sus discípulos: Ahora
biese amado. hablas con claridad y no dices parábola alguna: ahora vemos que
6. Sigue diciendo: Vosotros habéis creído que salí de Dtos. sabes todas las cosas y que no necesitas de que nadie te pregunre;
Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo por esto creemos que has salido de Dios." Antes había dicho el
al Padre. Sin duda lo hemos creído. Ni debe parecemos increíble mismo Señor: "Os he dicho estas cosas en parábolas; mas es
que, al venir al mundo, de tal modo salió del Padre, que no llegada la hora de no hablaros en parábolas". ¿Por qué dicen
dejó al Padre, y que de tal manera, dejando el mundo, se vuelve ellos: Ahora ya no hablas en parábolas, sino claramente? ¿Por
al Padre, que no abandona al mundo. Salió del Padre porque ventura había llegado ya la hora en que había prometido no ha-
procede del Padre, y vino al mundo porque manifestó al mundo blarles ya en parábolas? Pero que no había llegado aún esa hora
lo declaran las palabras siguientes: "Os he dicho estas cosas en
su cuerpo, tomado de una virgen. Dejó al mundo con su presen-
parábolas, mas llega la hora de no hablaros ya más en pará-
cia corporal; volvió al Padre con la ascensión de su humanidad,
bolas, sino que abiertamente os hablaré de mi Padre; en aquel
sin dejar al mundo por la presencia de su gobierno.
día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre
inquit, quia prior ipse dilexit nos (1 lo 4,10). Hinc ergo factum est ut
diligeremus, quia dilecti sumus. Prorsus donum Dei est diligere Deum.
Ipse ut diligeretur dedit, qui non dilectus dilexit. Displicentes amati TRACTATUS 103
sumus, ut esset in nobis unde placeremus. Non enim amaremus Filium, DE EO QUOD SEQUITUR, DICUNT EI DISCIPULI EIUS: ECCE NUNC PALAM LOQUFRÍS;
nisi amaremus et Patrem. Amat nos Pater, quia nos amamus Fiüum; USQUE AD I D , S E D CONFIDITE, EGO VICI MUNDUM
cum a Patre et Filio acceperimus ut et Patrem amemus et Filium: dif-
fundit enim charitatem in cordibus nostris amborum Spiritus (Rom 5,5), 1. Quales etant discipuli Chtisti, quando cum eis ante passionem
per quem Spiritum et Patrem amamus et Filium, et quem Spiritum cum loquebatur magna cum parvis, sed sicut oportebat ut magna diceretur et
Patre amamus et Filio. Amorem itaque nostrum pium quo colimus parvis, quia nondum accepto Spiritu sancto, quemadmodum eum post
Deum, fecit Deus, et vidit quia bonum est, ideo quíppe amavit ipse eius resurtectionem vel ipso insufflante, vel desuper acceperunt, humana
quod fecit. Sed in nobis non faceret quod amaret, nisi antequam id fa- magis quam divina sapiebant, multis indiciis per totum Evangelium
ceret, non amaret. declaratur: unde et hoc est quod in ista lectione dixerunt. Ait enim
6. Et credidistis, inquit, quia a Deo exivi. Exivi a Patre et veni in Evangelista: "Dicunt ei discipuli eius: Ecce nunc palam loqueris, et
mundum: iterum relinquo mundum, et vado ad Patrem. Plañe credidi- provetbium nullum dicis: nunc scimus quia nosti omnia, et non opus
mus. Ñeque enim propterea debet incredibile videri, quia sic ad mun- est tibi ut quis te interroget; in hoc ctedimus quia a Deo existí". Ipse
dum veniens exiit a Patre, ut non desereret Patrem; et sic vadit ad Pa- Dominus paulo ante dixetat, "Haec in proverbiis locutus sum vobis:
trem relicto mundo, ut no deserat mundum. Exiit enim a Patre, quia venit hora cum iam non in proverbiis loquar vobis". Quomodo ergo
de Patte est: in mundum venit, quia mundo suum corpus ostendit quod isti dicunt, Ecce nunc palam loqueris, et proverbium nullum dicis? Num-
de Virgine assumpsit. Reliquit mundum corporali discessione, petrexit quid hora iam venerat, qua non iam in proverbiis se promiserat locutu-
ad Patrem hominis ascensione, nec mundum deseruit praesentiae guber- rum? Prorsus quod nondum illa hora venisset, continuatio verborum eius
natione. ostendit, quae ita sese habet: "Haec, inquit, in proverbiis locutus sum
vobis: venit hora cum iam non in proverbiis loquar vobis, sed palam de
Patte meo annuntiabo vobis. Ulo die in nomine meo petetis: et non
dico vobis quia ego rogabo Patrem de vobis; ipse enim Pater amat vos,
486 Sobre el Evangelio de San Juan 103, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 487
103, 2
p o r vosotros; p u e s el m i s m o P a d r e os a m a p o r q u e vosotros m e el a l i m e n t o sólido, de que ahora n o son a ú n capaces, n o les niega
habéis a m a d o y habéis creído q u e yo salí de Dios. Salí de D i o s al m e n o s los alimentos lácteos. A esta clase de alimentos perte-
y vine al m u n d o ; ahora dejo el m u n d o y m e vuelvo al P a d r e " . nece su c o n o c i m i e n t o de q u e El sabía todas las cosas y q u e n o
Siendo así q u e todas estas palabras contienen aún la p r o m e s a de era necesario q u e nadie le preguntase. Pero p u e d e p r e g u n t a r s e
la hora en que n o les ha de hablar en parábolas, sino abierta- por q u é dijeron esto, cuando parece q u e mejor h u b i e r a n dicho:
m e n t e del Padre, y en la cual dice q u e ellos p e d i r á n en su n o m - N o te es necesario p r e g u n t a r a nadie, en lugar d e que nadie te
bre y que El n o rogará p o r ellos al Padre, ya que el m i s m o P a d r e pregunte. Pues h a b í a n dicho: Sabemos que conoces todas las co-
los ama p o r haber ellos a m a d o a Cristo y haber creído q u e salió sas; es m á s obvio q u e q u i e n sabe todas las cosas sea interrogado
del P a d r e y vino al m u n d o , para dejar otra vez al m u n d o y vol- por los ignorantes, para escuchar lo q u e quieren saber de q u i e n
verse al P a d r e : siéndoles, p u e s , p r o m e t i d a aún esa hora en la q u e todo lo sabe, y n o que p r e g u n t e q u i e n todo lo sabe, c o m o q u e -
n o ha d e hablarles en parábolas, ¿por q u é dicen ellos: Ahora riendo aprender algo. Entonces, ¿qué viene a significar que, pa-
hablas con claridad y no dices parábolas, sino p o r q u e sus pala- reciendo que debían haber dicho a q u i e n todo lo sabe: " N o tie-
bras son parábolas para quienes n o las entienden, y ellos n o las nes necesidad d e p r e g u n t a r a n a d i e " , o p t a r o n p o r decir: " N o
entienden, hasta el e x t r e m o de n o e n t e n d e r q u e n o las entien- es necesario que nadie te p r e g u n t e " ? ¿Pues q u é , si ambas cosas
den? Eran párvulos, y aún n o discernían espiritualmente lo q u e leemos sucedidas: que el Señor p r e g u n t ó y q u e fue interrogado?
oían referente, n o al cuerpo, sino al espíritu. Mas esto se resuelve p r o n t a m e n t e , diciendo q u e esto era necesa-
2. Advirtiéndoles entonces d e su edad corta y endeble según rio, m á s bien q u e a El, a aquellos a quienes interrogaba o p o r
el h o m b r e interior, "respondióles Jesús: ¿Ahora creéis vosotros? quienes era interrogado. P o r q u e El n o les interrogaba para apren-
H e a q u í q u e viene la hora, y ha llegado ya, de q u e os disperséis der algo de ellos, sino más bien p a r a enseñarles algo a ellos. Y
cada u n o p o r su lado y m e dejéis solo. M a s yo n o estoy solo, quienes le interrogaban p a r a a p r e n d e r algo de El, e v i d e n t e m e n t e
p o r q u e el P a d r e está c o n m i g o " . Poco antes había dicho: " D e j o tenían necesidad de p r e g u n t a r para aprender algo de q u i e n lo
el m u n d o y m e voy al P a d r e " ; ahora dice: "El P a d r e está con- sabía todo. Por eso n o era necesario que nadie le preguntase.
m i g o " . ¿Quién va a aquel q u e está consigo? Estas cosas son pa- C u a n d o nosotros somos interrogados p o r quienes q u i e r e n saber
labras para los inteligentes, y parábolas p a r a los n o inteligentes, algo de nosotros, p o r sus mismas p r e g u n t a s conocemos lo que
mas expuestas de tal m o d o q u e aun los párvulos, que ahora n o quieren saber. Y así nosotros necesitamos ser interrogados p o r
las entienden, en cierta m a n e r a las paladean; y a u n q u e n o les da aquellos a quienes q u e r e m o s enseñar algo, para conocer sus in-
quisiciones, a las que h e m o s de responder. Mas esto n o era nece-
quia vos me amastís, et credidistis quia ego a Deo exivi. Exivi a Patre,
et veni in mundum: iterum relinquo mundum, et vado ad Patrem" (lo praebet, quia nondum eum capiunt, solidum cibum, saltem lacteum non
16,25-28). Cum per haec omnia verba adhuc illam promittat horam qua denegat alimentum. Ex hoc alimento est, quod sciebant eum nosse om-
non iam in proverbiis Ioquetur, sed palam de Patre annuntiabit eis; in nia, nec opus ei esse ut eum quis interroget: quod quidem cur dixerint,
qua hora dicit eos in suo nomine petituros, nec se Patrem de ilüs roga- quaeri potest. Videtur enim potius fuisse dicendum, Non opus est tibí
turum, eo quod ipse Pater amet eos, quia et ipsi amaverunt Christum, et ut quemquam interroges; non, ut quis te interroget. Dixerunt quippe,
crediderunt quod a Patre exierit et venerit in mundum, iterum relictu- Scimus quia nosti omnia: et utique qui novit omnia, magis a nescienti-
rus mundum et iturus ad Patrem: cum ergo adhuc promittatur hora illa bus interrogan solet, ut interrogantes audiant quod volunt, ab eo qui
in qua sine proverbiis locuturus est, cur isti dicunt, Ecce nunc palam novit omnia; non ipse interrogare, tanquam volens aliquid scire, qui
loqueris, et proverbium nullum dicis; nisi quia illa quae scit ipse non novit omnia. Quid sibi ergo vult, quod ei quem sciebant nosse omnia,
intelligentibus esse proverbia, illa usque adeo non intelligunt, ut nec cum dicere debuisse videantur, Non opus est tibi ut quemquam intetro-
saltem non se intelligere intelligant? Parvuli enim erant, et nondum ges, dicendum potius putaverunt, Non opus est tibi ut quis te interro-
spiritualiter diiudicabant, quae de rebus non ad corpus, sed ad spiritum get? Quid quod utrumque legimus factum, et interrogasse scilicet Domi-
pertinentibus audiebant. num, et interrogatum fuisse? Sed hoc cito solvitur: quia hoc non ei,
2. Denique de ipsa eorum aetate adhuc secundum interiorem homi- sed illis potius opus erat quos interrogabat, vel a quibus intetrogabatur.
nem parva et infirma eos admonens, "Respondit eis Iesus: Modo credi- Ñeque enim aliquos ille interrogabat ,ut ab eis aliquid disceret, sed eos
tis? Ecce venit hora, et iam venit, ut dispergamini unusquisque in pro- potius ut doceret. Et qui interrogabant eum, volentes ab eo aliquid dis-
pria, et me solum relinquatis. Et non sum solus, quia Pater mecum est". cere, illis prefecto id opus erat, ut scirent aliqua ab illo qui noverat
Paulo ante dixerat, "Relinquo mundum, et vado ad Patrem"; nunc omnia. Nimirum ergo propterea non opus erat ut eum quis interrogaren
dicit, "Pater mecum est". Quis vadit ad eum qui cum illo est? Sed hoc Quoniam nos quando interrogamur ab eis qui volunt aliquid a nobis
intelligenti est verbum, non intelligenti proverbium: sic tamen quod mo- scire, ex ipsis intetrogationibus eorum cognoscimus quid velint discere;
do a parvulis non intelligitur, utcumque sugitur; et eis etiam si non opus est etgo nobis ab eis interrogari, quos docere aliquid volumus, ut
488 Sobre el Evangelio de San Juan 103, 3 103, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 489
sario a q u i e n todo lo sabía, ni necesitaba de sus p r e g u n t a s p a r a es el principio de la tribulación, q u e n o ha de perseverar de igual
conocer lo q u e ellos q u e r í a n saber, p o r q u e , antes de ser inte- manera. D i c i e n d o a continuación: Y me dejéis a mí solo; n o
rrogado, ya El conocía los deseos de quienes querían interrogarle. quiere q u e ellos sigan siendo así en las subsiguientes tribulacio-
P e r o toleraba ser interrogado para manifestar, ya a quienes en- nes q u e h a n de padecer en el m u n d o después d e su Ascensión,
tonces estaban presentes, ya a quienes h a b í a n de oír estas cosas hasta llegar a abandonarle; sino q u e , p e r m a n e c i e n d o en El, ten-
o r a l m e n t e o leerlas escritas, c ó m o eran quienes le p r e g u n t a b a n , g a n en El la paz. P o r q u e , cuando le p r e n d i e r o n , n o sólo le aban-
y de esta m a n e r a nosotros viniésemos a conocer los fraudes q u e donaron corporalmente, sino que t a m b i é n su espíritu a b a n d o n ó
nos i m p i d e n llegar a El y los caminos q u e a El nos conducen. la fe. Y a esto hace referencia la frase: ¿Ahora creéis? Ha llegado
Conocer de a n t e m a n o los pensamientos de los h o m b r e s , y, p o r la hora de que os desparraméis cada cual por su lado y me aban-
consiguiente, n o necesitar de q u e nadie le interrogue, n o era nada donéis; c o m o si dijera: Entonces llegará vuestra turbación hasta
extraordinario para Dios, p e r o lo era p a r a los párvulos, q u e le el p u n t o de abandonar lo que ahora creéis; p o r q u e llegaron a tal
decían: Por esto creemos que has salido de Dios. M u c h o m á s desesperación, y, por decirlo así, m u e r t e de su fe antigua, c o m o
extraordinario era aquello para cuya inteligencia quería hacerlos se ve en aquel Cleofás, q u e , h a b l a n d o con El sin conocerle des-
crecer y capacitarlos. P o r q u e , h a b i e n d o dicho, y con toda verdad, pués de su resurrección y contándole lo sucedido, dijo: Nosotros
q u e saliste de Dios, dijo El: El Padre está conmigo, para q u e esperábamos que El había de rescatar a Israel. A h í tenéis c ó m o
supiesen que n o había salido del P a d r e de tal m o d o q u e fuesen a le h a b í a n a b a n d o n a d o p e r d i e n d o t a m b i é n la fe q u e antes h a b í a n
pensar q u e se había apartado de El. tenido en El. E n cambio, n o le a b a n d o n a r o n en aquella tribula-
ción q u e padecieron después de su glorificación, recibido ya el
3. Después, como conclusión de este largo y extraordinario
Espíritu Santo; y a u n q u e huyeron de ciudad en ciudad, n o huye-
sermón, dice: Os he dicho estas cosas para que en mí halléis la
ron de El, sino q u e en medio de las persecuciones del m u n d o
paz. E » el mundo hallaréis aprietos, pero tened confianza. Yo he
conservaron en El la paz, sin abandonarle, antes buscando en El
vencido al mundo. Estos aprietos y tribulaciones h a b í a n de tener su refugio. R e c i b i d o el Espíritu Santo, se verificó en ellos lo q u e
su p r i n c i p i o en aquello de q u e a n t e r i o r m e n t e , para demostrar que ahora les dijo: Confiad; yo he vencido al mundo. Confiaron y
ellos eran párvulos, que aún n o e n t e n d í a n y t o m a b a n unas cosas vencieron. ¿Por q u i é n sino por El? N o hubiera El vencido al
por otras, y parecíanles parábolas cuantas cosas altas y divinas les m u n d o si el m u n d o alcanzase la victoria sobre sus m i e m b r o s .
había dicho, dijo: ¿Creéis ahora? He aquí que llega la hora, y ha Por lo cual dice el A p ó s t o l : Gracias a Dios, que nos da la victo-
llegado ya, de que os desparraméis cada cual por su lado. Este
initium pressurae, sed non eo modo petseveraturae. Quod enim adiunxit,
inquisitiones eorum quibus respondendum est noverimus: illi autem ne et me solum reünquatis, non vult eos tales esse in consequenti pressura,
id quidem opus erat, qui omnia noverat; nec opus habebat quod ab eo quam post eius ascensionem in mundo fuerant habituri, ut relinquant
quisque scire vellet, per eius interrogationem cognoscere, quia prius quam eum; sed ut in illo pacem habeant permanentes in eo. Non enim quando
interrogaretur, interrogaturi noverat voluntatem. Sed ideo se patiebatur comprehensus est, tantummodo carne sua eius carnem, verum etiam
interrogari, ut vel eis qui tune aderant, vel qui haec sive dicta fuerant mente reliquerunt fidem. Ad hoc pertinet quod ait, Modo creditis? Ecce
audituri, sive scripta lecturi, quales essent, a quibus interrogabatur, os- venit hora, ut dispergamini in propria, et me reünquatis: tanquam di-
tenderet; eoque modo nossemus vel quibus non circumveniretur fraudibus, ceret, Tune ita perturbabimini, ut etiam quod modo creditis, reünquatis.
vel quibus apud eum proficeretur accessibus. Praevidere autem cogitatio- Venerunt enim ad tantam desperationem, et suae pristinae fidei, ut ita
nes hominum, et ideo non opus habere ut eum quis interrogaret, mag- dixerim, mortem, quanta apparuit in illo Cleopha, qui post eius resurrec-
num Deo non erat, sed magnum parvulis erat qui ei dicebant, In hoc tionem eum illo se loqui nesciens, et quid ei contigerit narrans, Nos,
credimus quia a Deo existí. Multo autem maius erat, ad quod intelli- inquit, sperabamus quod ipse fuerat redempturus Israel (Le 24,21). Ecce
gendum eos volebat extendí et crescere, quod eum illi dixissent, verum- quomodo eum reliqueranr, deserendo etiam ipsam fidem qua in eum
que dixissent, a Deo existí, ait ille, Pater mecum est; ne sic a Patre ante crediderant. In ea vero pressura quam post eius glorificationem ac-
Filium cogitarent exisse, ut putarent etiam tecessisse. cepto Spiritu sancto pertulerunt, non eum reliquerunt: et quamvis fuge-
3. Deinde sermonem istum magnum prolixumque concludens: Haec, rent de civitate in civitatem, ab ipso non refugerunt; sed ut habentes
inquit, locutus sum vobis, ut in me pacem habeatis. In mundo pressuram pressuram in mundo, in illo pacem tenerent, non ab ipso refugae fue-
habebitis; sed confidite, ego vid mundum. Illud initium fuerat habitura runt, sed ipsum potius refugium habuerunt. Dato quippe illis Spiritu
ista pressura, de quo superius ut eos ostenderet párvulos, quibus adhuc sancto, factum est in eis quod nunc dictum est eis, Confidite, ego vid
non intelligentibus et aliud pro alio sentientibus, proverbia quodammodo mundum. Confiderunt, et vicerunt. In quo, nisi in illo? Non enim vi-
essent quaecumque magna et divina dixisset, ait, Modo creditis? Ecce ve- cisset ille mundum, si eius membra vinceret mundus. Unde ait Aposto-
nit hora, et iam venit, ut dispergamini unusquisque in propria. Ecce lus, Gratias Deo, qui dat nobis victoriam; continuoque subiecit, per Do-
490 Sobre el Evangelio de San Juan 104, 1 104, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 491
ria; añadiendo en seguida: Por nuestro Señor Jesucristo, que ha- de sus secretos; por ella somos aleccionados con sus obras y con
bía dicho a los suyos: Tened confianza; yo he vencido al mundo. sus palabras; por ella hemos recibido el don de su Espíritu; por
ella en El creemos y esperamos y nos encendemos en su amor
cuanto El se digna concedernos; esta paz nos consuela en todas
TRATADO 104 las tribulaciones y nos libra de ellas; por esta paz varonilmente
sufrimos cualquiera persecución, para que, libres de toda aflic-
SOBRE LAS PALABRAS SIGUIENTES: "ESTAS COSAS DIJO JESÚS, Y, LEVAN-
TADOS LOS ojos AL CIELO, EXCLAMÓ: PADRE, HA LLEGADO LA HORA; ción, en esa paz reinemos en la bienaventuranza. Justamente con
GLORIFICA A TU HIJO PARA QUE TU H I J O TE GLORIFIQUE A T i " ella cerró sus palabras, que eran como parábolas para la corta
inteligencia de sus discípulos, que las comprenderían cuando les
1. Antes de estas palabras que, con el favor de Dios, vamos diese el prometido Espíritu Santo, del cual anteriormente dijo:
a tratar, había dicho Jesús: Os he dicho estas cosas para que en "Estas cosas os he dicho estando entre vosotros; mas el Espíritu
mí tengáis paz. En lo cual debemos entender no solamente las Paráclito, que os enviará el Padre en mi nombre, os enseñará y
cosas que anteriormente les había dicho, sino todas las que les os sugerirá todo cuanto yo os he dicho". Esta había de ser, pues,
dijo, ya desde que comenzó a tenerlos por discípulos, ya, por lo aquella hora en que había prometido no hablarles ya en pará-
menos, desde que después de la Cena comenzó este largo y admi- bolas, sino abiertamente de su Padre. Entonces, por la revelación
rable sermón. Hizo mención del motivo que le impelió a hablar- del Espíritu Santo, estas palabras suyas dejarían de ser parábo-
les, para indicar que a ese fin se enderezan, a todas las cosas las para los inteligentes. Pero no por hablar el Espíritu Santo
que les había dicho o, al menos y sobre todo, las que les dijo en sus corazones dejaría de hablar el Hijo unigénito, que dijo
estando próximo a morir por ellos, como si fueran sus últimas que en aquella hora les hablaría del Padre, de modo que para
palabras, después que salió del convite el que le había de entre- los inteligentes no fuesen ya parábolas. Mas esto mismo, es decir,
gar. Les advirtió que la causa de sus sermones era que tuvieran cómo simultáneamente hablan en el corazón de los espirituales
paz en El, que es por lo que somos cristianos. Esta paz no está el Hijo de Dios y el Espíritu Santo, o por mejor decir, la misma
sujeta a los límites del tiempo, sino que ella será el fin de Trinidad, que obra inseparablemente, es una palabra para los inte-
nuestras intenciones y acciones piadosas. Por ella somos imbuidos ligentes y es una parábola para los no inteligentes.
2. Habiendo señalado la causa de haber dicho todas estas
cosas, a saber, para que en El tuvieran paz en las tribulaciones
minum nostrum lesum Christum (1 Cor 15,57): qui dixerat suis, Con-
¡idite, ego vici mundum. dimur, propter hanc Spiritus eius pignus accepimus, propter hanc in
eum credimus et speramus, et eius amore quantum donat accendimur:
hac pace in pressuris ómnibus consolamur, hac a pressuris ómnibus
TRACTATUS 104 liberamur: propter hanc omnem tribulationem fortiter sustinemus, ut
IN ID QUOD SEQUITUR, HAEC LOCUTUS EST l E S U S , ET SUBLEVATIS OCULIS IN CAE-
in hac feliciter sine ulla tribulatione regnemus. Mérito ad eam clausit
LUM D1XIT: PATER, VEN1T HORA, CLARIFICA FlI.IUM TUUM, UT Ftl.lUS CI.A- verba, quae parum intelligentibus discipulis erant proverbia; intellectu-
RIFICET TE ris ea quando eis dedisset promissum Spiritum sanctum, de quo supe-
rius ait: "Haec locutus sum vobis, apud vos manens. Paracletos autem
1. Ante ista quae nunc sumus adiuvante Domino tractaturi, dixe- Spiritus sanctus, quem mittet Pater in nomine meo, ille vos docebit
rat Iesus, Haec locutus sum vobis, ut in me pacem habeatis: quae non omnia, et suggeret vobis omnia quaecumque dixero vobis" (lo 14,25.26).
recentiora paulo superius ab eo dicta, sed omnia debemus accipere, sive Haec nimirum futura fuerat illa hora, qua se promiserat non iam in
quaecumque illis locutus est ex quo eos coepit habere discípulos, sive proverbiis locuturum, sed palam de Patre annuntiaturum. Eadem quippe
certe ex quo post coenam exorsus est hunc admirabilem prolixum- ipsius verba, revelante Spiritu sancto, intelligentibus iam non erant
que sermonem. Talem quippe commemoravit causam cur eis sit locu- futura proverbia. Ñeque enim loquente in eorum cordibus Spiritu sanc-
tus, ut ad eum finem rectissime referantur vel omnia quae locutus est to, taciturus erat unigénitos Filius, qui dixit in ea hora palam se illis
eis, vel ea máxime quae dixit iam pro eis moriturus, tanquam verba annuntiaturum esse de Patre, quod eis utique iam intelligentibus non
novissima, posteaquam de convivio sancto ille qui eum fuerat traditu- esset proverbium. Sed hoc quoque ipsum, quomodo simul loquantur
rus, egressus est. Hanc enim commendavit causam sermonis sui, ut in in suorum spiritualium cordibus et Dei Filius et Spiritus sanctus, imo
illo pacem haberent, propter quod totum agitur quod christiani sumus. ipsa Trinitas quae inseparabiliter operatur, intelligentibus est verbum,
Haec enim pax finem temporis non habebit, sed omnis piae nostrae non intelligentibus autem proverbium.
intentionis actionisque finis ipsa erit. Propter hanc Sacramentis eius 2. Cum ergo dixisset propter quid omnia sit locutus, ut in illo
imbuimur, propter hanc mirabilibus eius operibus et sermonibus eru- scilicet pacem haberent, in mundo habentes pressuram, exhortatusque
¿(y2 Sobre el Evangelio da San Juan 104, 2
104, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 493
del m u n d o ; y habiéndoles a n i m a d o a tener confianza, p o r q u e El
venció al m u n d o , concluido el sermón, que a ellos se enderezaba, Padre, del cual nació sin tiempo. Según esta verdadera y sana doc-
dirige sus palabras al P a d r e y da comienzo a su oración. Y así trina, dice asimismo el apóstol San P a b l o : " C u a n d o llegó la ple-
continúa diciendo el evangelista: Estas cosas dijo Jesús, y, levan- nitud del t i e m p o , envió Dios a su H i j o " ; y D i o s p o r el Profeta:
tados los ojos al cielo, exclamó: Padre, ha llegado la hora; glo- " T e he escuchado en el t i e m p o propicio, y en el día de la salva-
rifica a tu Hijo. H u b i e r a p o d i d o el Señor, u n i g é n i t o y coeterno ción te presté m i ayuda"; y otra vez el A p ó s t o l : " A h o r a es el
del Padre, en la forma de siervo y en c u a n t o siervo, si nece- t i e m p o aceptable, ahora es el día de salvación". D i g a , p u e s :
sario fuera, orar en silencio; mas quiso aparecer como suplicante Padre, ha llegado la hora, q u i e n con el P a d r e ha o r d e n a d o todas
ante el Padre, acordándose de que era nuestro Maestro. Y así, las horas, c o m o diciendo: Padre, ha llegado la hora q u e conjunta-
la oración q u e hizo p o r nosotros nos la dio a conocer a nosotros, m e n t e hemos o r d e n a d o para glorificarme p o r y entre los h o m -
ya q u e n o sólo las pláticas a ellos dirigidas p o r tan excelente bres; glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti.
Maestro, sino también su oración p o r ellos al Padre servía de 3. D i c e n algunos q u e la glorificación del H i j o p o r el Padre
edificación a los discípulos. Y si era de edificación para ellos, consistió en q u e n o le p e r d o n ó y le entregó por todos nosotros.
q u e la escuchaban, t a m b i é n había de serlo para nosotros, q u e la Luego, si fue glorificado en su pasión, ¿cuánto m á s en su resu-
habíamos de leer escrita. Por tanto, al decir: Padre, ha llegado la rrección? En la pasión aparece su h u m i l d a d m á s bien q u e su cla-
hora; glorifica a tu Hijo, manifestó q u e todos los tiempos, y cuan- ridad, c o m o lo atestigua el Apóstol diciendo: "Se h u m i l l ó a sí
d o había de hacer o dejar de hacer algo, eran dispuestos p o r mismo, haciéndose obediente hasta la m u e r t e , y m u e r t e de c r u z " ;
Aquel q u e n o está sujeto al t i e m p o ; p o r q u e todas las cosas q u e después, hablando ya de su glorificación, añade: " P o r eso D i o s
han de ser, cada cual en su t i e m p o p r o p i o , tienen su causa efi- le exaltó y le dio u n n o m b r e sobre todo n o m b r e , a fin de q u e
ciente en la sabiduría de D i o s , en la cual n o existe el t i e m p o . al n o m b r e de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra
N o se crea, pues, que esta hora vino al acaso, sino p o r la orde- y en los infiernos, y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo
nación de Dios. C o m o t a m p o c o una fatal necesidad sideral deter- está en la gloria de D i o s P a d r e . " Esta es la glorificación de N u e s -
m i n ó la pasión de Cristo, p o r q u e n o se p u e d e pensar que las es- tro Señor Jesucristo, q u e comenzó con su resurrección. C o m i e n -
trellas forzasen a m o r i r a Cristo, su Creador. N o fue, pues, el za su humillación en estas palabras del Apóstol: Se anonadó a
t i e m p o el q u e impelió a Cristo a la m u e r t e , sino que El deter- sí mismo, tomando la forma de siervo; y llega hasta d o n d e dice:
m i n ó el t i e m p o en q u e había de morir, como d e t e r m i n ó el tiem- hasta la muerte de cruz. Y su glorificación comienza d o n d e dice:
p o en q u e había de nacer de una Virgen, j u n t a m e n t e con el
dum quam veram sanamque doctrinam, etiam Paulus apostolus, "Cum
autem venit", inquit, "plenitudo temporis, misit Deus Filium suum"
fuisset ut confiderent, quia ipse vicit mundum; eo qui etat ad illos (Gal 4,4); et Deus per Prophetam, "Tempore", ait, "acceptabili exaudi-
sermone finito, deinde ad Patrem verba direxit, et orare iam coepit. vi te, et in die salutis adiuvi te" (Is 49,8); et rursus Apostolus, "Ecce
Sic enim Evangelista sequitur, dicens: Haec locutus est lesas, et suble- nunc tempus acceptabile, ecce nunc dies salutis" (2 Cor 6,2). Dicat
vatis oculis in caelum dixit: Pater, venit hora, clarifica Filium tuum. ergo, Pater, venit hora, qui cum Patre disposuit omnes horas: tanquam
Poterat Dominus Unigenitus et coaeternus Patri in forma serví et ex dicens, Pater, quam propter nomines et apud homines ad me clarifi-
forma serví, si hoc opus esset, orare silentio; sed ita se Patri exhibere candum simul constituimus, venit hora, clarifica Filium tuum, ut et
voluit precatorem, ut meminisset nostrum se esse doctorem. Proinde Filius tuus clarificet te.
eam quam fecit orationem pro nobis, notam fecit et nobis; quoniam 3. Clarificatum a Patre Filium nonnulli accipiunt, in hoc quod
tanti magistri non solum ad ipsos sermocinatio, sed etiam pro ipsis ad ei non pepercit, sed pro nobis ómnibus tradidit eum (Rom 8,32). Sed
Patrem oratio, discipulorum est aedificatio. Et si illorum qui haec dicta si passione clarificatus dicituf, quanto magis resurrectione! Nam in
aderant audimri, profecto et nostra qui fueramus conscripta lecturi. passione magis eius humilitas quam claritas commendatur, Apostólo
Quapropter hoc quod ait, Pater, venit hora, clarifica Filium tuum, teste, qui dicit, "Humiliavit semetipsum, factus obediens usque ad mor-
ostendit omne tempus, et quid quando faceret vel fieri sineret, ab illo tem, mortem autem crucis": deinde sequitur, et de eius clarificatione
esse dispositum qui tempori subditus non est; quoniam quae futura iam dicit, "Propter quod et Deus illum exaltavit, et donavit ei nomen
erant per singula témpora, in Dei sapientia causas efficientes habent, quod est super omne nomen, ut in nomine lesu omne genu flectatur
in qua nulla sunt témpora. Non ergo credatur haec hora fato urgente caelestium, terrestrium, et infernorum, et omnis lingua confiteatur quia
venisse, sed Deo potius ordinante. Nec sidérea necessitas Christi con- Dominus Iesus Christus in gloria est Dei Patris." Haec est clarificatio
nexuit passionem: absit enim ut sidera mori cogerent siderum condi- Domini nostri lesu Christi, quae ab eius resurrectione sumpsit exordium.
totem. Non ¡taque Christum tempus ut moreretur impegit, sed tem- Humilitas ergo eius incipit in sermone Apostoli, ab eo loco ubi ait,
pus Christus quo moreretur elegit: qui etiam tempus quo de Virgine Semetipsum exinanivit formam serví accipiens; et pervenit usque, ad
natus est, cum Patre constituit, de quo sine tempote natus est. Secur»- mortem crucis. Claritas vero eius incipit ab eo loco ubi ait, Propter
494 Sobre el Evangelio de San Juan 104, 3 105, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 495
Por eso Dios lo exaltó] y llega hasta d o n d e dice: Está en la glo- m e n t ó en su forma divina? P e r o n o quiero c o m p e n d i a r esta cues-
ria de Dios Padre. Si e x a m i n a m o s los códices griegos de los cua- tión en esta plática ni tampoco alargarla con su exposición.
les se h a n traducido al latín las Epístolas del Apóstol, la palabra
gloria q u e se lee en los latinos, allí es doxa, de la cual se deriva
el verbo doxason, q u e el traductor latino vierte p o r clarifica, p u - TRATADO 105
diéndose decir t a m b i é n glorifica, que es lo m i s m o . Y así en la
Epístola del A p ó s t o l p o d r í a ponerse claridad d o n d e p o n e gloria; DESDE ESTAS PALABRAS DEL SEÑOR: "PARA QUE TU HIJO TE GLORIFI-
QUE", HASTA ÉSTAS: "CON LA CLARIDAD QUE TUVE EN TI ANTES QUE
y si esto se hace, lo m i s m o da. Y, p o r conservar el sonido de las FUESE EL MUNDO"
palabras, de claridad se deriva clarificación, como de gloria glori-
ficación. Pues p a r a que Cristo Jesús, en cuanto h o m b r e , fuese 1. N i n g ú n cristiano duda, y todo indica q u e el H i j o fue glo-
clarificado o glorificado con la resurrección, debió antes pasar rificado p o r el P a d r e según la naturaleza de siervo, a la cual el
p o r la humillación de la pasión, p o r q u e , si n o hubiese m u e r t o , n o Padre la resucitó .de entre los m u e r t o s y la colocó a su derecha.
hubiese resucitado de entre los m u e r t o s . La humillación de la Mas c o m o n o dijo solamente: Padre, glorifica a tu Hijo, sino q u e
claridad es el m é r i t o ; la glorificación de la h u m i l d a d es el p r e - añadió: Para que tu Hijo te glorifique a ti, p u e d e p r e g u n t a r s e
mio. M a s esto en c u a n t o a la forma de siervo; p o r q u e en c u a n t o c ó m o el H i j o glorificó al Padre, n o h a b i e n d o su claridad sufrido
a la forma de D i o s , siempre tuvo y siempre tendrá la claridad, menoscabo en la forma h u m a n a n i p u e d a tener a u m e n t o en su
o mejor, n o la tuvo, como si ya n o la tenga, ni la tendrá, como perfección divina. N i aun en sí m i s m a la gloría del P a d r e es
si aún n o la tenga, sino q u e es una claridad p e r m a n e n t e , sin susceptible de a u m e n t o o de disminución. P e r o n o cabe dudar
p r i n c i p i o y sin fin. Y así, estas palabras: Padre, ha llegado la que era m e n o r entre los h o m b r e s , cuando sólo era conocido en
hora, glorifica a tu Hijo, hay q u e entenderlas como si dijera: H a la Judea, p o r q u e aún n o alababan al Señor los infantes desde el
llegado la hora de sembrar la humildad, n o difieras el fruto de la orto del sol hasta el ocaso. Y c o m o p o r el Evangelio de Cristo
claridad. Pero ¿qué q u i e r e n decir las siguientes: Para que tu Hijo se consiguió q u e el conocimiento del Padre llegase a las gentes
te glorifique a ti? ¿Acaso t a m b i é n el P a d r e pasó por la humilla- p o r m e d i o del H i j o , n o cabe dudar que t a m b i é n el H i j o glorificó
ción de la carne, o de la pasión, p o r la cual fuera conveniente al Padre. Si el H i j o hubiese m u e r t o y n o hubiese resucitado, ni
glorificarle? ¿Cómo le había de glorificar el H i j o , si su gloria el Padre habría glorificado al H i j o n i el H i j o al Padre. P e r o
n o padeció d e t r i m e n t o en su forma h u m a n a ni p u e d e recibir au- ahora con la resurrección fue glorificado por el Padre, y con el

quod et Deus exaltavit eum; et pervenit usque, in gloria est Dei Pa- plior? Sed istam quaestionem in hunc sermonem nolo arctare, aut hinc
tris (Phil 2,7-11). Nam et ipsum nomen, si inspiciantur códices graeci, eum faceré longiorem.
ex qua lingua Epistolae apostolicae translatae sunt in latinam, quod hic
legitur gloria, ibi legitur s ° 5 a : unde verbum derivatum est in graeco TRACTATUS 105
ut diceretur Só^ccaou^ quod interpres latinus ait clarifica, cum posset
AB EO QUOD DOMINUS AIT, U T FILIUS TUUS CLARIFICET TE; USQUE AD ID,
etiam glorifica dicete, quod tantumdem valet. Et ideo posset etiam in CLARITATE QUAM HABUI, PRIUSQUAM MUNDUS ESSET, APUD TE
Apostoli Epístola, ubi est gloria, claritas poni: quod si fieret tantum-
dem valeret. Ut autem non recedatur a verborum sonis, quemadmodum 1. Glorificatum a Patre Filium secundum formam servi, quam Pa-
a claritate clarificatio, sic a gloria glorificatio derivatur. Ut ergo me- ter suscitavit a mortuis, et ad suam dexteram collocavit, res ipsa indicat,
diator Dei et hominum homo Christus Iesus resurrectione clarificaretur et nullus ambigit christianus. Sed quoniam non tantum dixit, Pater,
vel glorificaretur, prius humiliatus est passione: non enim a mortuís clarifica Filium tuum, sed addidit etiam, ut Filius tuus clarificet te;
resurrexisset, si mortuus non fuisset. Humilitas, claritatís est meritum; mérito quaeritur quomodo Patrem clarificaverit Filius, cum sempiterna
claritas, humilitatis est praemium. Sed hoc factum est in forma servi; claritas Patris nec diminuta fuerit in forma humana, nec augeri pofue-
in forma vero Dei semper fuit, semper erit claritas: imo non fuit quasi rit in sua perfectione divina. Sed in seipsa claritas Patris nec minui nec
iam non sit, nec erit quasi nondum sit; sed sine initio, sine fine semper augeri potest; apud homines autem procul dubio minor erat, quando
est claritas. Quod ergo ait, Pater, venit hora, clarifica Filium tuum; in Iudaea tantummodo Deus notus erat (Ps 75,2): nondum a solis ortu
sic inteüigendum est, tanquam dixerit, Venit hora seminandae humili- usque ad occasum laudabant pueri nomen Domini (Ps 112,3,1). Hoc
tatis, fructum non difieras claritatis. Sed quid sibi vult quod sequitur, autem quia per Evangelium Christi factum est, ut per Filium Pater
Ut Filius tuus clarificet te? Numquid etiam Deus Pater pertulit humi- innotesceret gentibus; profecto Patrem clarificavit et Filius. Si autem
litatem carnis sive passionis, ex qua illum clarificari oporteret? Quomo- tantummodo mortuus fuisset Filius, nec resurrexisset, procul dubio nec
do igitur cum clarificaturus erat Filius, cuius claritas sempiterna nec a Patre clarificatus esset, nec Patrem clarificasset: nunc autem resurrec-
ex forma humana potuit videri minor, nec in divina posset esse am- tione clarificatus a Patre, resurrectionis suae praedicatione clarifícat Pa-
496 Sobre el Evangelio de San Juan 105, 3' 105, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 497

anuncio de su resurrección glorifica el H i j o al Padre. Y así el Padre, el H i j o y el Espíritu Santo, sino que la m i s m a T r i n i d a d
orden de las palabras es éste: Glorifica a tu Hijo para que tu es u n solo y verdadero Dios. Pero n o es el P a d r e el m i s m o que
Hijo te glorifique a ti; c o m o si dijera: Resucítame p a r a q u e r/or el H i j o , n i el H i j o el m i s m o q u e el Padre, ni el Espíritu Santo
m í seas conocido en todo el m u n d o . es el m i s m o q u e el P a d r e y el H i j o , p o r q u e son tres: Padre,
2. D e c l a r a n d o más a b i e r t a m e n t e la glorificación del H i j o p o r H i j o y Espíritu Santo; y la m i s m a T r i n i d a d es u n solo Dios. Si,
el Padre, dice: Pues le has dado poder sobre toda carne, para que pues, el H i j o te glorifica del modo que tú le diste poder sobre
dé la vida eterna a los que tú le has entregado. Por toda carne toda carne, y se lo diste para que dé la vida eterna a los que le
entiende a todo el h o m b r e , t o m a n d o la p a r t e p o r el todo, así confiaste, y la vida eterna es que te conozcan a ti, así te glorifica
c o m o p o r la p a r t e superior se indica a todo el h o m b r e , c u a n d o el H i j o , haciéndote conocer de todos aquellos que le has confia-
dice el A p ó s t o l : Toda alma esté subordinada a las potestades su- do. En verdad q u e , si la vida eterna es el conocimiento de Dios,
periores. ¿Qué e n t e n d i ó p o r toda alma sino todo h o m b r e ? Y así, tanto m á s t e n d e m o s a vivir c u a n t o m á s adelantamos en este cono-
la potestad q u e el P a d r e d i o a Cristo sobre toda carne ha de en- cimiento. N o m o r i r e m o s en la vida eterna: el conocimiento de
tenderse sobre todo h o m b r e , pues todas las cosas h a n sido hechas Dios será perfecto c u a n d o la m u e r t e deje de existir. Entonces
p o r El en c u a n t o Dios, y p o r El h a n sido creadas todas en el cie- será la suma glorificación de D i o s , p o r q u e será la suma gloria,
lo y en la tierra, t a n t o las visibles c o m o las invisibles. Y asi como q u e en griego es llamada doxa. D e d o n d e se deriva doxason, que
le has dado, dice, poder sobre toda carne, así te glorifica tu H i j o , algunos latinos h a n traducido p o r clarifica, y otros p o r glorifica.
es decir, te da a conocer a toda la carne q u e le has confiado. Y Los antiguos h a n definido la gloria, q u e hace gloriosos a los hom-
se la has confiado para que dé la vida eterna a todos los que le bres, de este m o d o : Gloria es la constante fama con loa de una
has confiado. cosa. Y si el h o m b r e es alabado cuando se da crédito a su fama,
3. Esta es, dice, la vida eterna: que te conozcan a ti, solo ¿cómo será D i o s alabado cuando sea visto? Por esto está escrito:
Dios verdadero y al que has enviado, Jesucristo. El orden de estas Bienaventurados los que moran en tu casa; te alabarán por los
palabras es: Vara que a ti y al que has enviado, Jesucristo, conoz- siglos de los siglos. La alabanza de Dios n o tendrá fin allí donde
can por solo y verdadero Dios. P o r consiguiente, t a m b i é n está el c o n o c i m i e n t o del m i s m o D i o s será p l e n o ; y p o r q u e este cono-
c o m p r e n d i d o el Espíritu Santo, p o r q u e es el Espíritu del Padre cimiento será pleno, será suma la clarificación o glorificación.
y del H i j o , c o m o el amor sustancial y consustancial de ambos. 4. M a s antes es aquí D i o s glorificado, cuando, anunciado a
P o r q u e el P a d r e y el H i j o n o son dos dioses, ni tres dioses el los h o m b r e s , es d e ellos conocido, y p o r la fe de los creyentes

trem. Hoc quippe aperit ordo ipse verborum: Clarifica, inquit, Filinm Spiritus sanctus; sed ipsa Trinitas unus solus verus Deus. Nec idem ta-
tuum, ut Filius tuus clarificet te; tanquam diceret, Resuscita me, ut men Pater qui Filius, nec idem Filius qui Pater, nec idem Spiritus
innotescas toti orbi per me. sanctus qui Pater et Filius; quoniam tres sunt Pater et Filius et Spi-
2. Deinde magis magisque pandens quomodo clarificet Patrem Fi- ritus sanctus; sed ipsa Trinitas unus est Deus. Si ergo eo modo te
lius : Sicut dedisti, inquit, ei potestatem omnis carnis, ut omne quod de- glorificat Filius sicut dedisti ei potestatem omnis carnis, et sic dedisti,
disti ei, det eis vitam aeternam. Omnem carnem dixit omnem hominem, ut omne quod dedisti ei, det eis vitam aeternam, et, haec est vita ae-
a parte totum significans; quemadmodum rursus a parte superiore sig- terna, ut cognoscant te; sic te igitur Filius glorificat, ut ómnibus quos
nificatus est homo totus, ubi ait Apostolus, Omnis anima potestatibus dedisti ei, te cognitum faciat. Porro si cognitio Dei est vita aeterna,
sublim-ioribus subdita sit (Rom 13,1). Quid enim dixit, Omnis anima, tanto magis vivere tendimus, quanto magis in hac cognitione profici-
nisi, omnis homo? Et hoc autem quod potestas Christo a Patre data est mus. Non autem moriemur in vita aeterna: tune ergo Dei cognitio
omnis carnis, secundum hominem intelligendum est: nam secundum perfecta erit, quando nulla mors erit. Summa tune Dei clarificado; quia
Deum omnia per ipsum facta sunt (lo 1,3), et in ipso condita sunt summa gloria, quae graece dicitur 8ó{¡a. Unde dictum est Sc'^aoov,
omnia in cáelo et in térra, visibilia et invisibilia (Col 1,16). Sicut ergo quod Latini quídam interpretati sunt, clarifica; quídam, glorifica. A ve-
dedisti ei potestatem, inquit, omnis carnis, ita te glorificet Filius tuus, teribus autem gloriam, qua gloriosi homines dicuntur, ita est definita:
id est, notum te faciat omni carni quam dedisti ei. Sic enim dedisti, Gloria est frequens de aliquo fama cum laude. At si homo laudatur
ut omne quod dedisti ei, det eis vitam aeternam. cum famae creditur, quomodo Deus laudabitur quando ipse videbitur?
3. Haec est autem, inquit, vita aeterna, ut cognoscant le solum Propter quod scriptum est, Beati qui habitant in domo tua; in saecula
verum Deum, et quem misisti lesum Christum. Ordo verborum est, ut saeculorum laudabunt te (Ps 83,5). Ibi erit Dei sine fine laudado, ubi
te et quem misisti lesum Christum cognoscant solum verum "Deum. Con- erit Dei plena cognitio; et quia plena cognitio, ideo summa clarificado
sequenter enim et Spiritus sanctus intelligitur, quia Spiritus est Patris vel glorificado.
et Filii, tamquam charitas substantialis et consubstantialis amborum. 4. Sed prius hic clarificatur Deus, dum annuntiatus hominibus in-
Quoniam non dúo dii Pater et Filius, nec tres dii Pater et Filius et notescit, et per fidem credentium praedicatur. Propter quod dicit, Ego

ifc
105 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 499
498 Sobre el Evangelio de San Juan 105, ?
hora, glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti; en
es predicado. Por eso dice: Yo te he glorificado sobre la tierra,
cuyo orden de palabras manifiesta que antes ha de ser glorificado
he concluido la obra que me encomendaste. N o dice mandaste,
el Hijo por el Padre, para que el Hijo glorifique al Padre. Aho-
sino encomendaste, donde se pone de manifiesto la gracia. ¿Qué
ra, en cambio, dice: Yo te he glorificado sobre la tierra; he con-
tiene la humana naturaleza, aun la del Unigénito, que no haya
cluido la obra que me encomendaste hacer; ahora, pues, glorifíca-
recibido? ¿Acaso no recibió el don de no hacer mal alguno, Sino
me tú; como si El primero hubiese glorificado al Padre, al cual
de hacer todo lo bueno, cuando fue asumida en unidad de per-
pide que después le glorifique a El. Debe, pues, entenderse que
sona por el Verbo, por el cual fueron hechas todas las cosas?
empleó ambos verbos según había de suceder y en el orden con
Pero ¿cómo dice que concluyó la obra a El encomendada, cuando
aún queda la prueba de la pasión, en la cual principalmente dejó que había de realizarse, cuando dijo: Glorifica a tu Hijo para
a sus mártires un ejemplo a seguir, según dice el apóstol Pedro: que el Hijo te glorifique; en cambio, cuando dice: Yo te he glo-
Cristo padeció -por nosotros, dejándonos su ejemplo para que si- rificado sobre la tierra, he concluido la obra que me encomen-
gamos sus huellas; sino diciendo que ha concluido lo que con daste hacer, empleó el verbo en tiempo pretérito, refiriéndose a
toda certeza sabe que ha de concluir? Ya mucho tiempo antes una cosa futura. Y diciendo después: Y ahora glorifícame tú,
empleó las mismas palabras en la profecía de tiempos pasados, Padre, con la gloria que tuve en Ti mismo, como si posterior-
siendo así que lo que decía se había de realizar muchos años mente hubiese de ser glorificado por el Padre, al cual antes El
después: Traspasaron mis manos y pies y contaron todos mis había glorificado, ¿qué quiere demostrar sino que lo que antes
huesos. N o dice traspasarán y contarán. Y en este mismo evan- dijo: Yo te he glorificado sobre la tierra, lo dijo como si ya
gelio dice: Os he manifestado todas las cosas que oí a mi Padre; hubiese ejecutado lo que había de hacer; y aquí, en cambio, pi-
y después dice: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora dió al Padre que hiciese aquello por lo cual el Hijo había de ha-
no podéis saberlas. Aquel que predestinó todo el futuro en sus cer la suyo, es decir, que el Padre glorificase al Hijo, por cuya
causas ciertas e inmutables, hizo todo cuanto había de hacer; y glorificación el Hijo había de glorificar también al Padre? Fi-
así dice de El el profeta: Que hizo las cosas que han de ser. nalmente, si, refiriéndose al futuro, colocamos en futuro el verbo
5. Y en este sentido dice lo que sigue: Y ahora glorifícame que El puso en pretérito en vez del futuro, no quedará oscuridad
tú, Padre, en ti mismo, con la gloria que tm>e en ti antes que el alguna en la frase; como si hubiese dicho: Yo te glorificaré sobre
mundo fuese. Y anteriormente había dicho: Padre, ha llegado la la tierra, concluiré la obra que me has encomendado hacer, y
luego glorifícame tú, Padre, en Ti mismo. Y así queda esto tan
te clarificavi super terram, opus consummavi quod dedisti mihi ut fa- claro como lo que antes había dicho: Glorifica a tu Hijo para
ciam. Non ait, iussisti; sed, dedisti: ubi commendatur evidens gratia.
Quid enim habet quod non accepit, etiam in Unigénito humana na-
tura? An non accepit, ut nihil mali, sed bona faceret omnia, quando tuum, ut Filius tuus clarificet te; in quo verborum ordine ostenderat
in unitatem personae suscepta est a Verbo, per quod facta sunt omnia? prius a Patre clarificandum Filium, ut Patrem clarificaret Filius. Modo
Sed quomodo consummavit opus quod accepit ut faciat, cuín restet ad- autem dixit, Ego te clarificavi super terram, opus consummavi quod
huc passionis experimentum, ubi martyribus suis máxime praebuit quod dedisti mihi ut faciam: et nunc clarifica me; tanquam prior ipse Pa-
sequerentur exemplum; unde ait apostolus Petrus, Christus passus est trem clarificaverit, a quo deinde ut clarificetur exposcit. Ergo intelli-
pro nobis relinquens nobis exemplum, ut sequamur vestigia eius (1 Petr gendum est utroque verbo superius usum secundum id quod futurum
2,21): nisi quia consummasse se dicit quod se consummaturum esse erat, eoque ordine quo futurum erat, Clarifica Filium, ut te clarificet
certissime novit? Sicut longe ante in prophetia praeteriti temporis usus Filius: modo vero usum fuisse verbo praeteriti temporis de re futura,
est verbis, quando post annos plurimos futurum fuerat quod dicebat: ubi ait, Ego te clarificavi super terram, opus consummavi quod dedisti
Foderunt, inquit, manus meas et pedes, dinumeraverunt omnia ossa mihi ut faciam. Deinde dicendo, Et nunc clarifica me tu, Pater, apud
mea (Ps 21,17.18); non ait, Fodient et dinumerabunt. Et in hoc ipso temetipsum, quasi posterius esset clarificandus a Patre, quem prius ipse
Evangelio, Omnia, inquit, quae audivi a Patre meo, nota feci vobis (lo clarificaverat; quid ostendit, nisi superius ubi ait, Ego te clarificavi
15,15): quibus ait postea, Adhuc multa babeo vobis dicere; sed non super terram, ita locutum se fuisse, tanquam fecisset quod facturus es-
potestis illa portare modo (ibid. 16,12). Qui enim certis et immutabi- set; hic autem poposcisse ut Pater faceret, per quod illud Filius fac-
libus causis omnia futura praedestinavit, quidquid facturus est fecit: turus esset, id est, ut Pater clarificaret Filium, per quam Filii clarifica-
nam et per prophetam dictum de illo est, Qui fecit quae futura sunt tionem etiam Filius clarificaturus esset Patrem? Denique si de re quae
(Is 45,11 sec.LXX). futura erat, ponamus etiam futuri temporis verbum, ubi pro tempere
5. Secundum hoc etiam quod sequitur dicit: Et nunc clarifica me futuro posuit ipse praeteritum, nulla sententiae remanebit obscuritas:
tu, Pater, apud temetipsum, claritate quam habui, priusquam mundus veluti si dixisset, Ego te clarificabo super terram, opus consummabo quod
esset, apud te. Nam supra díxerat, Pater, venit hora, clarifica Filium dedisti mihi ut faciam: et nunc clarifica me tu, Pater, apud temetipsum.
Nempe ita planum est, sicut illud ubi ait, Clarifica Filium tuum, ut
500 Sobre el Evangelio de San Juan 105, 6
105, 7 Sobre el Evangelio de San )uan 501
que tu Hijo te glorifique a ti. Y así es la m i s m a sentencia; so-
mos su p e n s a m i e n t o , el h o m b r e desaparecería en Dios. N o hay
lamente q u e aquí se expresa el m o d o de esa glorificación y allí
q u i e n diga q u e con esta m u t a c i ó n del h o m b r e se d u p l i q u e el
se pasa p o r alto; c o m o si con ésta se aclarase aquélla a quienes
V e r b o de D i o s , o se a u m e n t e , o q u e sean dos lo q u e fue u n o , o
pudiera extrañar cómo el P a d r e glorificaría al H i j o , y principal-
que sea más lo que fue menos. Y en verdad, si, cambiada y con-
m e n t e c ó m o el H i j o glorificaría al Padre. D i c i e n d o , pues, q u e El
vertida en el V e r b o la naturaleza h u m a n a , el V e r b o de D i o s es
glorificaba al P a d r e sobre la tierra y q u e el P a d r e le glorificaba
lo que era y cuanto era, ¿dónde está el h o m b r e , si n o desaparece?
a El en el m i s m o Padre, n o hizo m á s q u e manifestar el m o d o
7. P e r o nada nos fuerza a aceptar esta opinión, que n o veo
de una y otra glorificación. El glorificó al P a d r e sobre la tierra
e n t e r a m e n t e de acuerdo con la verdad, si, al decir el H i j o : Y
predicándole a las gentes, y el Padre le glorificó en sí m i s m o , co-
ahora glorifícame tú, Padre, en ti mismo con la gloria que tuve
locándole a su derecha. P e r o al decir: Yo te he glorificado, ha-
en ti antes que el mundo fuese, lo e n t e n d e m o s referente a la glo-
blando de la glorificación del Padre, prefirió p o n e r el v e r b o en
rificación de su naturaleza h u m a n a , q u e de m o r t a l ha de pasar
pretérito, para indicar que en la predestinación estaba ya h e c h o :
a ser inmortal j u n t o al P a d r e ; lo cual ya ha sido ejecutado p o r la
que se ha de tener p o r realizado lo q u e con toda certeza ha de
predestinación antes que el m u n d o fuese, y en el m u n d o lo había
realizarse en el futuro; esto es, q u e , glorificado El p o r el P a d r e
de ser t a m b i é n a su d e b i d o t i e m p o . Y si el Apóstol ha dicho
en el Padre, el H i j o glorificaría t a m b i é n al P a d r e sobre la tierra.
de nosotros: Como nos eligió antes de la formación del mundo,
6. P e r o esta predestinación a su glorificación, con la q u e el
¿por q u é n o ha de ser verdad q u e el P a d r e glorificó a nuestra
Padre le glorificó, la declara m á s a b i e r t a m e n t e c u a n d o a ñ a d e :
cabeza en aquel m o m e n t o en q u e por El nos eligió a nosotros p o r
Con la gloria, que tuve en ti antes que el mundo fuese. Ese es
miembros suyos? N o s o t r o s elegidos, como El glorificado; antes
el orden de las palabras. Y lo m i s m o debe decirse de estas pala-
de la formación del m u n d o , ni nosotros existíamos ni t a m p o c o
bras suyas: Y ahora glorifícame tú; esto es, c o m o entonces, así
el m i s m o M e d i a d o r entre D i o s y los h o m b r e s , Cristo Jesús. Mas
ahora: como entonces predestinado, así ahora realizando; haz en
Dios Padre, q u e por Cristo, en c u a n t o es su Verbo, hizo todo
el m u n d o lo q u e en ti ya fue antes q u e el m u n d o ; ejecuta en su
cuanto había de ser, y llama a las cosas que no existen como si
p r o p i o t i e m p o lo q u e ordenaste antes de todos los tiempos. Algu-
existieran, ciertamente le glorificó p o r nosotros en c u a n t o h o m -
nos creyeron q u e esto debía entenderse en el sentido de q u e la
bre, mediador entre D i o s y los h o m b r e s , antes de la formación
naturaleza h u m a n a tomada p o r el V e r b o se convertiría en el
del m u n d o , si entonces nos eligió a nosotros en El. ¿Qué dice
Verbo, y el h o m b r e se convertiría en Dios; es más, si aquilata-
el Apóstol sobre esto? "Sabemos que todo coopera para el bien
Filius tuus clarifket te: et ipsa est omnino sententia, nisi quia et hic
dictus est eiusdem clarificationis modus, ibi autem tacitas; tanquam illud Deo. Non enim quisquam ex ista mutatione hominis vel duplicati Dei
isto exponeretur eis quos poterat permovere, quomodo Pater Filium, et Verbum dictutus est, vel augeti, ut aut dúo sint quod unum fuit, aut
máxime quomodo Patrem clarificaret et FiJius. Dicendo enim clarificari amplius sit quod minus fuit. Potro si natuta humana in Vetbum mutata
a se Patrem super terram, se autem a Patre apud eumdem Patrem, mo- atque convetsa, Vetbum Dei quantum etat et quod erat hoc erit, ubi est
dum profecto utriusque clarificationis ostendit. Ipse quippe Patrem cla- homo si non petit?
rificavit super terram, eum gentibus praedicando; Pater vero ipsum apud 7. Sed ad hanc opinionem, quam veritati ptotsus non video con-
semetipsum, ad suam dexteram collocando. Sed ideo postea de clarifi- venire, nihil nos utget, si Filio dicente, Et nunc clarifica me tu, Pater,
cando Patre ubi ait, Ego te clarificavi, verbum praeteriti temporis pone- apud temetipsum, claritate quam habui, priusquam mundus esset, apud
re maluit, ut monstraret in praedestinatione iam factum, et pro iam te, intelligamus praedestinationem clatitatis humanae quae in illo est
facto habendum quod certissime fuerat futurum; id est, ut a Patre apud naturae, ex mortali immortalis apud Patrem fututae; et hoc iam prae-
Patrem glorificatus, Patrem super terram glorificaret et Filius. destinando factum fuisse antequam mundus esset, quod in mundo etiam
6. Sed hanc praedestinationem in sua clarificatione manifestius ape- suo tempore fieret. Si enim de nobis dixit Apostolus, Sicut elegit nos
ruit, qua eum clarificavit Pater, in eo quod adiunxit, Claritate quam ha- in ipso ante mundi constitutionem (Eph 1,4); cur abhorrere putatur a
bui, priusquam mundus esset, apud te. Ordo verborum est, quam ha- vero, si tune Pater caput nosttum glorificavit, quando nos in ipso, ut
bui apud te, priusquam mundus esset. Ad hoc valet quod ait, Ut nunc membta eius essemus, elegit? Sic enim nos electi, quomodo ipse clati-
clarifica me; hoc est, sicut tune, ita et nunc; sicut tune praedestinatione, ficatus; quia priusquam mundus esset, nec nos eramus, nec ipse me-
ita et nunc perfectione: fac in mundo, quod apud te iam fuerat ante diator Dei et hominum homo Christus Iesus (1 Tim 2,5). Sed ille qui
mundum; fac in suo tempote, quod ante omnia témpora statuisti. Hoc per ipsum in quantum Verbum eius est, etiam quae futura sunt fecit,
quídam sic intelligendurn putarunt, tanquam natura humana quae sus- et vocat ea quae non sunt, tanquam sint (Rom 4,17); ptofecto secun-
cepta est a Verbo, converteretur in Verbum, et homo mutaretur in dum id quod mediator Dei et hominum homo est, ante mundi consti-
Deum; imo, si diligentius quod opinati sunt cogitemus, homo periret in tutionem pro nobis Deus Pater glorificavit ipsum, si tune elegit etiam
nos in ipso. Quid enim dicit Apostolus? "Scimus autem quoniam dili-
502 Sobre el Evangelio de San Juan 105, 8
106, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 503
de aquellos q u e a m a n a D i o s y han sido llamados p o r la p r e -
destinación. Pues a quienes previo, los predestinó para que fue- tre los muertos. Así, pues, según esta predestinación, fue ya glori-
sen conformes a la i m a g e n de su H i j o , a fin de q u e El sea el ficado antes de ser el m u n d o , viniéndole su gloria ante el Padre,
p r i m o g é n i t o entre m u c h o s h e r m a n o s ; y a quienes predestinó, tam- a cuya diestra está sentado, de la resurrección de entre los m u e r -
bién los l l a m ó " . tos. V i e n d o , pues, llegado el t i e m p o de su predestinada glorifi-
8. Q u i z á tengamos r e p a r o en decir que El fue predestinado, cación, pidió q u e ahora se realizase lo q u e en la predestinación
por parecer q u e el Apóstol solamente ha dicho que nosotros de- estaba ya hecho, diciendo: Y ahora glorifícame tú, Padre, junto
bemos amoldarnos a su imagen. C o m o si alguno, siguiendo fiel- a ti mismo con la gloria que tuve junto a ti antes que el mundo
m e n t e las enseñanzas de la fe p u d i e r a negar q u e el H i j o de Dios fuese; c o m o si dijera: C o n la gloria q u e tuve j u n t o a ti; esto es,
sea predestinado, cuando n o p u e d e negar q u e El es h o m b r e . Rec- ya llegó el t i e m p o de q u e , viviendo a tu derecha, tenga j u n t o
tamente se p u e d e decir q u e n o fue p r e d e s t i n a d o en cuanto es el a ti aquella gloria que j u n t o a ti tuve en tu predestinación. Mas,
Verbo de Dios y Dios de Dios. ¿Qué necesidad tenía de ser p r e - por habernos e n t r e t e n i d o largo t i e m p o en discutir esta cuestión,
destinado, siendo ya lo que era e t e r n a m e n t e sin p r i n c i p i o y sin dejaremos lo siguiente para otro sermón.
fin? D e b í a , p u e s , recaer la predestinación en aquello que a ú n n o
existía, para q u e a su d e b i d o t i e m p o existiese, así c o m o su exis-
tencia había sido predestinada a n t e r i o r m e n t e a todos los tiempos. TRATADO 106
Luego q u i e n niega la predestinación al H i j o de Dios, niega q u e ACERCA DE ESTO QUE DICE EL S E Ñ O R : "MANIFESTÉ TU NOMBRE A LOS
El es el H i j o del h o m b r e . Mas escuchemos, en contra de los HOMBRES", HASTA: " Y CREYERON QUE T Ú ME ENVIASTE"
tercos, al Apóstol hablando de esto en el exordio de sus cartas.
En la p r i m e r a de ellas, que es la escrita a los r o m a n o s , comienza 1. Según las luces q u e El nos conceda, trataremos sobre es-
diciendo: Pablo, siervo de Jesucristo, llamado para apóstol y se- tas palabras del Señor: He manifestado tu nombre a los hombres
parado para predicar el Evangelio de Dios, que acerca de su que tú me has dado del mimdo. Si estas palabras se refieren
Hijo había prometido antes por sus profetas en las Escrituras San- solamente a aquellos discípulos con quienes había cenado, y a
tas acerca de su Hijo, que, según la carne, fue formado de la los cuales había dicho tantas cosas antes de comenzar su ora-
descendencia de David y predestinado a ser Hijo de Dios en po- ción, parece q u e n o deben tener relación con aquella clarifica-
der, según el Espíritu de santificación por su resurrección de en- ción, o glorificación, como otros traducen, con la cual el H i j o
clarifica o glorifica al Padre. P o r q u e ¿cuál y cuánta p u e d e p r o v e -
gentibus Deum omnia cooperantur in bonum, his qui secundum pro- etiam clarificaras est antequam mundus esset, ut esset claritas eius ex
positum vocati sunt. Quos enim praescivit, et praedestinavit conformes resurrectione mortuorum apud Patrem, ad cuius dexteram sedet. Cum
fieri imaginis Filii eius, ut sit ipse primogenitus in multis fratribus: ergo videret illius praedestinatae suae clarificationis venisse iam tempus,
quos autem praedestinavit, jilos et vocavit" (ibid. 8,28-30). ut et nunc fieret in redditione, quod fuerat in praedestinatione iam
8. Nisi forte ipsum praedestinatum dicere formidabimus, quia de factum, oravit dicens. Et nunc clarifica me tu, Pater, apud temetipsum,
nobis tantum ut efficiamur conformes imaginis eius, hoc dixisse videtur claritate quam habui, priusquam mundus esset, apud te: tanquam di-
Apostolus. Quasi vero quisquam regulam fidei fideliter intuens, Filium ceret, Claritatem quam habui apud te, id est, illam claritatem quam habui
Dei negaturus est praedestinatum, qui eum negare hominem non potest. apud te in praedestinatione tua, tempus est ut apud te habeam etiam vivens
Recte quippe dicitur non praedestinatus secundum id quod est Verbum in dextera tua. Sed quoniam diu nos tenuit huius discussio quaestionis, alio
Dei, Deus apud Deum. Utquid enim praedestinaretur, cum iam esset quae sequuntur sermone tractanda sunt.
quod erat, sine initio, sine termino sempiternus? Illud autem praedesti-
nandum erat, quod nondum erat, ut sic suo tempore fieret, quemadmo- TRACTATUS 106
dum ante omnia témpora praedestinatum erat ut fieret. Quisquís igitur
Dei Filium praedestinatum negat, hunc eumdem filium hominis negat. Dn FO QUOD DOMINUS DICIT: M A N I F E S T A V I NOMFN TUUM H O M I M B U S : LJSQUE AD
I D , E T CREDIDERUNT QUIA T U ME M I S I S T I
Sed propter contentiosos etiam hinc audiamus Apostolum in suarum
exordio Litterarum. Nam et in prima Epistolarum eius, quae est ad
Romanos, et ipsius Epistolae principium est, ubi legitur: Paulus servus 1. De his verbis Domini, sicut ipse donaverit, sermone isto dispu-
lesu Christi, vocatus Apostolus, segregatus in Evangelium Dei, quod taturi sumus, quae ita se habent: Manifestavi nomen tuum hominibus
ante promiserat per Prophetas suos in Scripturis sanctis de Filio suo, quos dedisti mihi de mundo. Quod si de his tantum dicit discipulis
qui factus est ei ex semine David secundum carnem, qui praedestinatus cum quibus coenavit, et ad quos antequam orare inciperet, tam multa
est Filius Dei in virtute secundum Spiritum sanctificationis ex resurrec- locutus est; non pertinet hoc ad illam clatificationem, sive ut alii
tione mortuorum (ibid., 1,1-4). Secundum hanc ergo praedestinationem interpretati sunt, glorificationem, de qua superius loquebatur, qua Fi-
lius clarificat vel glorificat Patrem. Quanta est enim vel qualis gloria,
504 Sobre el Evangelio de San Juan 106, 2 Sobre el Evangelio de San Juan
106, 2 505
nir de ser conocido de doce, o mejor, de once mortales? Pero, D i c e : Cuando yo estaba con ellos, los guardaba, en nombre tuyo:
si al decir: Manifesté tu nombre a los hombres que me has dado conservé a los que me diste, y ninguno de ellos pereció sino el que
del mundo, c o m p r e n d i ó a todos cuantos h a b í a n de creer en El,
era hijo de perdición, para que se cumpla la Escritura, aludiendo
como m i e m b r o s de aquella m a g n a Iglesia q u e se había de formar
a Judas, q u e le entregó, ya q u e sólo él se p e r d i ó entre los doce
de todas las gentes, y de la cual se canta en el Salmo: Te cantaré
apóstoles. Y luego añade: Mas ahora ya me voy a ti. D e d o n d e
en una gran asamblea, entonces, sí, realiza esta glorificación con
se colige q u e El hablaba de su presencia corporal c u a n d o dijo:
la q u e el H i j o glorifica al Padre, haciendo su n o m b r e conocido
Cuando yo estaba con ellos, los guardaba, como si ahora n o estu-
de todas las gentes y de tan numerosas generaciones h u m a n a s . Y
viese entre ellos con aquella presencia. Con lo cual quiso dar a
así, el sentido de estas palabras: Manifesté tu nombre a los hom-
entender su p r ó x i m a Ascensión, de la cual dijo: Mas ahora voy
bres que me has dado del -mundo, es c o m o el de aquellas dichas
a ti; estaba para irse a la derecha del P a d r e , de d o n d e ha de
antes: Yo te he glorificado sobre la tierra, p o n i e n d o , tanto a q u í
venir a juzgar a los vivos y a los m u e r t o s en su m i s m a presencia
como allí, el p r e t é r i t o p o r el futuro, c o m o q u i e n sabe que está
corporal, según las normas de la fe y la sana doctrina; p o r q u e
predestinada su realización, y diciendo por ello que ha hecho lo
con su presencia espiritual había de estar con ellos después de su
q u e sin g é n e r o de duda ha de hacer.
Ascensión, y con toda su Iglesia en este m u n d o hasta la consuma-
2. Y q u e El dijo estas palabras: He manifestado tu nombre
ción de los siglos. N o se e n t i e n d e n r e c t a m e n t e incluidos en estas
a los hombres que me has dado del mundo, refiriéndose tan sólo a
palabras: Cuando estaba con ellos, yo los guardaba, sino aquellos
a los q u e ya entonces eran sus discípulos y n o a cuantos después
creyentes a quienes había ya comenzado a guardar con su presen-
creerían en El, lo hacen m á s creíble las siguientes. Porque, dicho
cía corporal, de la cual iba a privarlos, para guardarlos, junta-
esto, a ñ a d i ó : Tuyos eran, y me los has entregado, y han guardado
m e n t e con el Padre, con la presencia espiritual. Incluye después
tu doctrina; ahora han conocido que todo cuanto me has dado pro-
cede de ti; porque yo les di las palabras que tú me diste, y ellos las a todos los suyos, diciendo: No te ruego sólo por ellos, sino por
han recibido, y han conocido que verdaderamente yo salí de ti, todos los que por su palabra han de creer en mí. En d o n d e ma-
y han creído que tú me has enviado. Y a u n q u e todas estas cosas nifiestamente declara que n o se refirió a todos los suyos cuando
p u d i e r o n ser dichas de todos los futuros fieles, c o m o realizadas en anteriormente dijo: He manifestado tu nombre a los hombres
esperanza las q u e a ú n eran futuras, lo q u e sigue nos impulsa a que me has dado; sino sólo a aquellos que le estaban escuchando
entenderlas dichas de solos los discípulos q u e entonces tenía. cuando hablaba.

duodecim vel undecim potuit innotuisse mortalibus? Si autem quod ait, intelligatur, illud magis urget quod paulo post ait, Cum essem cum eis,
Manifestavi nomen tuum hominibus, quos dedisti mihi de mundo, om- ego servabam eos in nomine tuo: quos dedisti mihi custodivi, et nemo
nes intelligi voluit, etiam qui in eum fuerant credituri, ad eius mag- ex eis periit, nisi filius perditionis, ut Scriptura impleatur; Iudam sig-
nam quae futura erat ex ómnibus gentibus Ecclesiam pertinentes, de nificans qui tradidit eum: ex isto quippe duodenario numero Aposto-
qua in PsaJmo canitur, In Ecclesia magna confitebor tibi (Ps 34,18); lorum solus periit. Deinde subiungit: Nunc autem ad te venio. Unde
est plañe ista clarificatio qua Filius clarificat Patrem, cnm eius nomen manifestum est eum de corporali sua dixisse praesentia, Cum essem
notum facit ómnibus gentibus, et tam multis generationibus hominum. cum eis, ego servabam eos, veluti iam cum eis ea praesentia non esset.
Et tale est hoc quod ait, Manifestavi nomen tuum hominibus, quos de- Eo modo enim significare voluit ascensionem suam mox futuram, de
disti mihi de mundo, quale illud quod paulo ante dixerat, Ego te qua dixit, Nunc autem ad te venio: iturus utique ad dexteram Patris;
clarifican super terram (lo 17,4); pro tempore futuro et illic et hic unde venturus est ad vivos et mortuos iudicandos praesentia itidem
praeteritum ponens, sicut qui sciret praedestinatum esse ut id fieret, corporali, secundum fidei regulam sanamque doctrínam: nam praesen-
et ideo fecisse dicens se quod erat sine ulla dubitatione facturus. tia spirituali cum eis erat utique futurus post ascensionem suam, et
2. Sed de his qui iam erant discipuli eius, non de ómnibus qui cum tota Ecclesia sua in hoc mundo usque in consummationem saeculi
in illum fuerant credituri eum dixisse qucd dixit, Manifestavi nomen (Mt 28,20). Non itaque recte intelliguntur de quibus díxerit, Cum
tuum hominibus, quos dedisti mihi de mundo, ea quae sequuntur, cre- essem cum eis, ego servabam illos, nisi hi quos in se credentes servare
dibilius esse demonstrant. Cum enim hoc dixisset, adiunxit: Tui erant, iam coeperat praesentia corporali, et quos relicturus fuerat absentia cor-
et mihi eos dedisti, et sermonem tuum servaverunt: nunc cognoverunt porali, ut eos cum Patre servaret praesentia spirituali. Post vero adiun-
quia omnia quae dedisti mihi, abs te sunt; quia verba quae dedisti git et caeteros suos, ubi dicit: Non pro his autem rogo tantum, sed
mihi, dedi eis: et ipsi acceperunt, et cognoverunt veré quia a te exivi, et pro his qui credituri sunt per verbum eorum in me. Ubi manifes-
et crediderunt quia tu me misisti. Quanquam et haec omnia de futuris tius ostendit quod non de ómnibus ad eum pertinentibus superius lo-
ómnibus fidelibus dici potuerunt spe iam perfecta, cum adhuc essent queretur, ab eo loco ubi ait, Manifestavi nomen tuum hominibus, quos
futura: sed ut de his solis quos tune habebat discipulis haec loqui dedisti mihi; sed de his tantum qui eum, cum illa diceret, audiebant.
506 Sobre el Evangelio de San Juan 106, 4 106, 4 Sobre el Evangelio de San ]uan 507
3. Así, pues, desde el comienzo de su oración, en que, levan- en Israel? L u e g o he manifestado tu nombre a los hombres que
tando los ojos al cielo, dijo: Padre, ha llegado Id hora, glorifica del mundo me has dado, y q u e están escuchando lo q u e digo,
a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti, hasta lo q u e poco n o tu n o m b r e , Dios, con q u e eres llamado, sino tu n o m b r e de
después dijo: Y ahora glorifícame tú, Padre, junto a ti mismo, Padre m í o , cuyo n o m b r e n o fuera conocido si el p r o p i o H i j o n o
con la claridad que tuve junto a ti antes que el mundo fuese, lo hubiese manifestado. P o r q u e el n o m b r e con q u e es llamado
quiso e n t e n d e r a todos los suyos, en los cuales glorifica al P a d r e Dios de todo lo creado, bien p u e d e ser conocido de todas las gen-
llevándolos a su conocimiento. Y h a b i e n d o dicho: Para que tu tes antes de creer en Cristo. Y éste es el poder de la divinidad
Hijo te glorifique, añadió en seguida de q u é m o d o había de verdadera, q u e n o p u e d e ocultarse enteramente a la criatura ra-
hacerlo, diciendo: Le has dado poder sobre toda carne, para que cional en el uso de la razón. Exceptuados algunos pocos de natu-
a todos los que le has dado les dé la vida eterna; y ésta es la raleza demasiado depravada, todo el género h u m a n o confiesa a
vida eterna: que te conozcan a ti y al que has enviado, Jesucristo, Dios p o r autor de este m u n d o . Y así, p o r el hecho d e haber
un solo Dios verdadero. Pues n o p u e d e ser glorificado el P a d r e creado este m u n d o visible en el cielo y en la tierra, Dios es co-
por el c o n o c i m i e n t o de los h o m b r e s sin conocer t a m b i é n a aquel nocido en todos los pueblos antes de abrazar la fe de Cristo.
por q u i e n es glorificado y p o r q u i e n el P a d r e llega al cono- Era D i o s conocido en la Judea, en cuanto que allí era h o n r a d o
c i m i e n t o de los pueblos. Esta es la glorificación del Padre, reali- sin injurias y sin dioses falsos. Pero, como Padre de Cristo, p o r
zada n o solamente en aquellos apóstoles, sino en todos los h o m - q u i e n borra los pecados del m u n d o , este n o m b r e suyo, antes des-
bres, de los cuales, c o m o m i e m b r o s suyos, Cristo es cabeza. Y conocido de todos, lo manifestó ahora a quienes el Padre le había
t a m p o c o de solos los apóstoles deben entenderse estas palabras: dado del m u n d o . Y ¿cómo lo ha manifestado, si n o ha llegado
Le has dado poder sobre toda carne, para que dé la vida eterna aún la hora q u e antes había anunciado, cuando dijo: V e n d r á la
a todos los que le has dado; sino de todos aquellos a quienes es hora en que ya no hablaré en parábolas, mas os hablaré clara-
concedida la vida eterna p o r haber creído en El. mente de mi Padre? ¿O es q u e se tomará p o r manifiesta una
4. V e a m o s ahora lo q u e dice de aquellos discípulos suyos declaración en parábolas? ¿Por qué, pues, dijo: Abiertamente os
que entonces le escuchaban. He manifestado, dice, tu nombre a lo anunciaré, sino p o r q u e n o es decir abiertamente lo q u e se dice
los hombres que me has dado. Siendo ellos judíos, ¿no h a b í a n en parábolas? E n realidad se dice abiertamente lo q u e n o se es-
conocido el n o m b r e de Dios? Entonces, ¿dónde se q u e d a aquello conde en parábolas y se manifiesta con palabras. ¿Cómo, pues,
del Salmo: Dios es conocido en Judea, y su nombre es grande manifestó lo q u e aún n o dijo claramente? Por esto debe enten-

3- Ab ipso ¡taque orationis eius exordio, ubi sublevatis ociáis in disti mihi de mundo, qui me audiunt haec dicentem: non illud no-
caelum, aixit, Pater, venit hora, clarifica Filium tuum, ut Filius tuus men tuum quo vocaris Deus, sed illud quo vocaris Pater meus; quod
clarificet te, usque ad illud quod paulo post ait, Et nunc clarifica me nomen manifestari sine ipsius Filii manifestatione non posset. Nam quod
tu, Pater, apud temetipsum, claritate quam habui, priusquam mundus Deus dicitur universae creaturae, etiam ómnibus gentibus antequam in
esset, apud te; omnes suos volebat intelligi, quibus notum faciendo Pa- Christum crederent, non omni modo esse potuit hoc nomen ignotum.
trem, clatificat eum. Cum enim dixisset, ut Filius tuus clarificet te; Haec est enim vis verae divinitatis, ut creaturae rationali iam ratione
mox quemadmodum id fieret, demonstravit dicens, SicUt dedisti ei po- utenti, non omnino ac penitus possit abscondi. Exceptis enim paucis in
testatem omnis carnis, ut omne quod dedisti ei, det eis vitam aeternam: quibus natura nimium depravata est, universum genus humanum Deum
haec est autem vita aetema, ut cognoscant te solum verum, et quem mundi huius fatetur auctorem. In hoc ergo quod fecit hunc mundum
misisti lesum Christum (lo 17,1-20). Non enim potest cognitione ho- cáelo terraque conspicuum, et antequam imbuerentur in fide Christi,
minum clarificari Pater, nisi et ille cognoscatur per quem clarificatur, notus ómnibus gentibus Deus. In hoc autem quod non est iniuriis suis
id est, per quem populis innotescit. Haec est glorificado Patris, quae cum diis falsis colendus, notus in ludaea Deus. In hoc vero quod Pa-
non circa solos illos Apostólos facta est, sed circa omnes homines fit, ter est huius Christi, per quem tollit peccatum mundi, hoc nomen eius
quibus suis membris caput est Christus. Ñeque enim de solis Apostolis prius oceultum ómnibus, nunc manifestavit eis quos dedit ei Pater ipse
potest intelligi, Sicut dedisti ei potestatem omnis carnis, ut omne quod de mundo. Sed quomodo manifestavit, si nondum venit hora de qua
dedisti ei, det eis vitam aeternam; sed utique de ómnibus quibus in eum superius dixerat, quod veniret hora cum iam non in proverbiis, inquit,
credentibus vita aeterna datur. loquar vobis, sed palam de Patre meo annuntiabo vobis? (lo 16,25).
4. Iam nunc etgo videamus quid de illis, a quibus tune audiebatur, An vero annuntiatio manifesta putabitur in proverbiis? Cur ergo dic-
discipulis suis dicat. Manifestavi, inquit, nomen tuum hominibus quos tum est, Palam annuntiabo vobis, nisi quia in proverbiis non est pa-
dedisti mihi. Non ergo noverant Dei nomen, cum essent ludaei? Et lam? quod autem non in proverbiis oceultatur, sed verbis manifestatur,
ubi est quod legitur, Notus in ludaea Deus; in Israel magnum nomen procul dubio palam dicitur. Quomodo ergo manifestavit quod nondum
eius? (Ps 75,2). Ergo manifestavi nomen tuum hominibus istis, quos de- palam dixit? Proinde sic intelligendum est, pro tempore futuro prae-
508 Sobre el Evangelio de San Juan 106, 5 106, 6 Sobre el Evangelio de San ]uan 509
derse puesto el pretérito por el futuro, como en aquel otro pasa- omniteniente, a no ser que a ambas se les diese ei mismo valor.
je: Os he hecho conocer todo cuanto oí a mi Padre; lo cual aún ¿Qué cosa, pues, pudo tener el eterno Omniteniente que no haya
no había hecho; mas hablaba como si ya hubiese ejecutado lo que tenido simultáneamente el coeterno Omniteniente? Al decir: Y
sabía que indefectiblemente se había de realizar. tú me los has dado, declara que El, en cuanto hombre, recibió
5. ¿Qué significa: A quienes del mundo me has dado? Ya el poder de tenerlos, porque habiendo sido siempre omnipotente,
se dijo de ellos que no eran del mundo. Mas este beneficio se lo no siempre ha sido hombre. Por lo tanto, más bien parece atri-
confirió la regeneración, no la generación. ¿Qué quiere decir: buir al Padre el haberlos recibido de El, porque de El mismo
tuyos eran y me los diste? ¿Hubo, acaso, algún tiempo en que procede todo cuanto es aquel que de El procede. También El se
eran del Padre y no eran del Hijo unigénito? ¿En alguna oca- los dio a sí mismo; es decir, Cristo, Dios con el Padre, dio los
sión tuvo algo el Padre sin el Hijo? Ni pensarlo siquiera. N o hombres a Cristo Hombre, que no es hombre con el Padre. Fi-
obstante, Dios Hijo en algún tiempo tuvo algo que no tuvo aun nalmente, quien dice: Tuyos eran y me los has dado, anterior-
el mismo Hijo Hombre, porque aún no se había encarnado en el mente había dicho a los mismos discípulos: Yo os he elegido del
Beño de su madre, aunque ya tenía todas las cosas con el Padre. mundo. Confúndase aquí todo carnal pensamiento y desaparezca.
Por tanto, cuando dijo: Tuyos eran, no se separó de El el Dios El Hijo dice que por el Padre le han sido dados los hombres
Hijo, sin el cual jamás tuvo cosa alguna el Padre; mas suele sacados del mundo, a quienes en otro lugar dice: Yo os he ele-
atribuir todo su poder a Aquel de quien El procede. De Aquel gido del mundo. A quienes Dios Hijo con el Padre ha elegido
de quien tiene el ser, tiene también el poder; y ambos los ha del mundo, el mismo Hijo Hombre los ha recibido del Padre
tenido siempre, porque nunca tuvo el ser sin el poder. Y así, sacados del mundo; porque el Padre no se los hubiese dado al
cuanto pudo el Padre, lo pudo también el Hijo con El, porque
Hijo si no los hubiese elegido. Y así como el Hijo no se separó
Aquel que jamás tuvo el ser sin el poder, nunca estuvo sin el
del Padre cuando dijo: Yo os he elegido del mundo, porque los
Padre, y nunca el Padre estuvo sin El. Y como el Padre es eterno
eligió juntamente con el Padre, así tampoco se separó de El cuan-
omnipotente, así el Hijo es coeterno omnipotente, y por ser om-
do dijo: Tuyos eran, porque igualmente eran del Hijo. Ahora,
nipotente es también omniteniente. Si hemos de hablar con pro-
no obstante, el mismo Hijo recibió a los que no eran suyos, por-
piedad, sacamos esta palabra directamente de la palabra griega
que el mismo Dios recibió la forma de siervo, que no era suya.
pantocrator, que los latinos no han interpretado bien traducién-
6. Y sigue diciendo: Y ellos han guardado tus palabras;
dola por omnipotente, cuando la palabra pantocrator significa
ahora han conocido que todas las cosas que me has dado proce-
teritum positum, quemadmodum illud, Omnia quae audivi a Patre meo,
nota feci vobis (ibid. 15,15): quod nondum fecerat, sed loquebatur tirent. Quid ergo unquam habere potuit aeternus omnitenens, quod non
quasi fecisset, quod immobiliter esse praefixum sciebat ut faceret. simul habuerit coaeternus omnitenens? Quod itaque ait, Et mihi eos
5. Quid est autem, Quos dedisti mihi de mundo? Dictum est enim dedisti, hominem se accepisse hanc potestatem ut eos haberet, ostendit;
de illis quod non essent de mundo. Sed hoc illis regeneratio praestitit, quoniam qui semper omnipotens fuit, non semper homo fuit. Quamob-
non generatio. Quid est etiam quod sequitur, Tui erant et mihi eos de- rem, cum Patri potius tribuisse videatur ut ab eo illos acceperit quo-
disti? An aliquando erant Patris, quando non erant unigeniti Filii eius; niam ex ipso est quidquid est de quo est; etiam ipse sibi eos dedit,
et habuit aliquando Pater aliquid sine Filio? Absit. Verumtamen habuit hoc est, cum Patre Deus Christus, homini Christo quod cum Patre non
aliquid aliquando Deus Filius, quod nondum habuit Ídem ipse homo est, nomines dedit. Denique qui hoc loco dicit, Tui erant, et mihi eos
Filius; quia nondum erat homo factus ex matre, quando tamen habebat dedisti, iam superius eisdem discipulis dixerat, Ego vos de mundo elegi
universa cum Patre. Quapropter quod dixit, Tui erant, non inde se se- (lo 15,19). Conteratur hic cogitado carnalis, atque dispereat. De mun-
paravit Deus Filius, sine quo nihil unquam Pater habuit; sed solet ei do sibi a Patre dicit Filius datos nomines quibus alio loco dicit, Ego
tribuere omne quod potest, a quo est ipse qui potest. A quo enim vos elegi de mundo. Quos Deus Filius de mundo elegit cum Patre,
habet ut sit, ab illo habet ut possit; et simul utrumque semper habuit, Ídem ipse homo Filius de mundo eos accepit a Patre: non enim Pater
quia nunquam fuit et non potuit. Quocirca, quidquid potuit Pater, sem- illos Filio dedisset, nisi elegisset. Ac per hoc Filius sicut non inde se-
per cum illo Filius potuit; quoniam ille qui nunquam fuit et non po- paravit Patrem, quando dixit, Ego vos de mundo elegi, quoniam si-
tuit, nunquam sine Patre fuit, nunquam sine illo Pater fuit. Ac per mul eos elegit et Pater: sic non inde separavit et se, quando dixit,
hoc sicut Pater aeternus omnipotens, ita Filius coaeternus omnipotens; Tui erant, quia et ipsius Filii pariter erant. Nunc autem homo idem
et si omnipotens, utique omnitenens. Id enim potius verbum e verbo ipse Filius accepit eos qui non erant ipsius, quia et formam servi ac-
interpretamur, si proprie volumus dicere, quod a Graecis dicitur cepit Deus idem quae non erat ipsius.
ríavTcKpáTcop; quod nostri non sic interpretarentur, ut omnipotens di- 6. Sequitur ac dicit, Et sermonem tuum servaveruni: nunc cogno-
cerent, cum sit rTavTOKpá-rcop omnitenens, nisi tantumdem valere sen- verunt quia omnia quae dedisti mihi, abs te sunt: id est, cognoverunt
510 Sobre el Evangelio de San Juan 106, 6 106, 7 Sobre el Evangelio de San ]uan 511

den de ti; luego h a n conocido q u e yo p r o c e d o d e ti. T o d a s las cuchar de su boca lo q u e debía esperar q u i e n le negase delante
cosas le dio el Padre en el m o m e n t o q u e e n g e n d r ó a q u i e n las de los h o m b r e s ? Según dijo, les d i o a ellos las palabras que le
había de tener. Porque yo les di las palabras que tú me diste, y dio su P a d r e ; mas, cuando las recibieron, n o e x t e r n a m e n t e , en
ellos las han recibido, es decir, las e n t e n d i e r o n y las conserva- los oídos corporales, sino interiormente, en sus corazones, enton-
ron; ya q u e la palabra es recibida cuando p o r la m e n t e es com- ces v e r d a d e r a m e n t e las recibieron, p o r q u e entonces verdadera-
prendida. Y conocieron, dice, que verdaderamente he salido de m e n t e conocieron, y v e r d a d e r a m e n t e conocieron p o r q u e verdade-
ti, y creyeron que tú me has enviado. T a m b i é n en la segunda ramente creyeron.
frase debe sobrentenderse la palabra verdaderamente. A l añadir:
7. P e r o ¿qué lengua h u m a n a p o d r á explicar c ó m o el Padre
y creyeron, expuso el sentido de conocieron verdaderamente. Así,
verdaderamente creyeron lo q u e v e r d a d e r a m e n t e entendieron. Y dio esas palabras al Hijo? Se hace m á s fácil esta cuestión si se
lo m i s m o es salí de ti q u e tú me has enviado. Y para evitar q u e cree q u e recibió del P a d r e estas palabras en c u a n t o q u e es el
al decir: Conocieron verdaderamente, a l g u n o p u d i e r a pensar q u e H i j o del H o m b r e . Y a u n así, ¿quién p o d r á decir cuándo y c ó m o
este c o n o c i m i e n t o era ya real y n o p o r la fe, exponiéndolo, aña- las a p r e n d i ó después de nacido de la V i r g e n , si es inexplicable
dió: y creyeron, s o b r e n t e n d i e n d o verdaderamente; y así, entenda- su m i s m a generación en el seno de la V i r g e n ? M a s , si se consi-
mos q u e lo m i s m o es conocieron verdaderamente que creyeron dera q u e recibió estas palabras del P a d r e en cuanto es engendra-
verdaderamente; p e r o n o de aquel m o d o q u e antes había indi- d o del P a d r e y coeterno con El, n o se piense entonces en el tiem-
cado, c u a n d o dijo: ¿Ahora habéis creído? Viene la hora, y ya po, c o m o si hubiese sido antes de tenerlas y hubiese recibido tener
es llegada, en que os disperséis cada cual por su lado y me dejéis lo q u e antes n o tenía, p o r q u e t o d o cuanto D i o s P a d r e dio a D i o s
solo. Creyeron verdaderamente, esto es, c o m o hay q u e creer, in-
H i j o se lo d i o en la generación. Y así c o m o le dio el ser, así le
concusa, firme, estable y valientemente, n o ya para irse cada cual
p o r su lado y dejar solo a Cristo. A ú n los discípulos n o eran ta- dio todas las cosas, sin las cuales el H i j o n o p u e d e ser. Pues
les, tales cuales dice con palabras de pretérito, como si ya lo ¿cómo p o d í a dar de otra m a n e r a palabras al V e r b o , en el cual
fuesen; sino q u e les anuncia cuáles h a n de ser después de recibir inefablemente dijo todas las cosas? Lo q u e sigue debéis esperarlo
al Espíritu Santo, el cual, según su promesa, les enseñará todas de otro sermón.
las cosas. M a s ¿cómo g u a r d a r o n sus palabras antes de recibir al
Espíritu Santo, hablando de ellos c o m o si ya lo hubiesen realiza- (Mt 26,69-74), cum ex ore eius audisset quid futurum esset homini
do, c u a n d o el p r i m e r o de ellos le n e g ó tres veces después de es- qui eum coram hominibus negavisset? (ibid. 10,33). Dedit ergo eis
quía abs te sum. Simul enim Pater dedit omnia, cum genuit qui habe- verba sicut dixit, quae dedit ei Pater: sed quando illa non foris in
auribus, sed intus in cordibus spiritualiter acceperunt, tune veré accepe-
ret omnia. Quia verba, inquit, quae dedisti mihi, dedi eis, et ipsi ac- runt, quia tune veré cognoverunt; veré autem cognoverunt, quia veré
ceperunt: id est, intellexerunt atque tenuerunt. Tune enim verbum ac- crediderunt.
cipitur, quando mente percipitur. Et cognoverunt, inquit, veré quia a 7. Ipsi autem Filio quomodo Pater ea verba dederit, quibus verbis
te exivi, et crediderunt quia tu me misisti. Et hic subaudiendum est, homo poterit explicare? Facilior sane quaestio videtur, si secundum id
veré: quod enim dixit, cognoverunt veré, exponere voluit adiungendo, quod filius est hominis, accepisse a Patre illa verba credatur. Quan-
et crediderunt. Hoc itaque crediderunt veré, quod cognoverunt veré: quam natus ex Virgine quando et quomodo ea didicerit, quis enarra-
id enim est a te exivi, quod est, tu me misisti. Cum ergo dixisset, bit; quando etiam ipsam quae de Virgine facta est, generationem eius
quis enarrabit? Si vero secundum id quod est de Patre genitus Patri-
cognoverunt veré, ne quisquam putaret istam cognitionem iam per spe- que coaeternus, accepisse a Patre ista verba cogitatur, nihil ibi tempo-
tiem factam, non per fidem; exponendo addidit; et crediderunt, ut sub- ris cogitetur quasi prius fuerit qui ea non habuerit, atque ut haberet
audiamus veré, et intelligamus hoc dictum esse, cognoverunt veré, quod quae non habebat acceperit; quoniam quidquid Deus Pater Deo Filio
est crediderunt veré: non eo modo quem significavit paulo ante, cum dedit, gignendo dedit. Ita enim dedit Filio Pater, sine quibus Filius
dixit, Modo creditis? Venit hora, et iam venit, ut dispergamini unus- esse non posset, sicut ei dedit ut esset. Nam quomodo aliter Verbo
quisque in propria, et me solum relinquatis (ibid. 16,31 et 32). Sed verba daret aliqua, in quo ineffabiliter dixit omnia? Sed iam quae se-
crediderunt veré, id est quomodo credendum est, inconcusse, firme, sta- quuntur, alio sunt exspectanda sermone.
biliter, fortiter; non iam in propria redituri, et Christum relicturi. Ad-
huc ergo discipuli non erant tales, quales eos dicit verbis praeteriti
temporis, quasi iam essent, praenuntians quales futuri essent, accepto
scilicet Spiritu sancto, qui eos, sicut promissum est, doceret omnia.
Quem priusquam acciperent quomodo servaverunt eius sermonem, quod
de illis quasi fecerint, dixit; quando primus eorum ter eum negavit
107, 3 Sobre el Evangelio de San ]uttn 513
512 Sobre el Evangelio de San ]uan 107, 2
estas palabras: Y todas mis cosas son tuyas, y las tuyas mías, fue-
TRATADO 107 ron dichas de m o d o que en ellas se incluye t a m b i é n a la criatura
racional, q u e solamente está sometida al p o d e r de Dios, a fin
DESDE ESTAS PALABRAS DE J E S Ú S : " Y O RUEGO POR ELLOS", HASTA
de q u e a ella estén sometidas todas las cosas q u e le son inferio-
ÉSTAS: "PARA QUE TENGAN MI GOZO CUMPLIDO DENTRO DE SÍ MISMOS"
res. Siendo, pues, esta criatura de D i o s Padre, n o sería t a m b i é n
1. H a b l a n d o el Señor al Padre de los discípulos que enton- del H i j o si éste n o fuera igual al P a d r e ; y a ella se refería cuan-
ces tenía, dijo entre otras cosas: Yo ruego por ellos, no por el d o decía: No ruego por el mundo, sino por aquellos que me has
mundo, sino por estos que me has dado. Bajo el n o m b r e de m u n - dado; todas mis cosas son tuyas, y las tuyas son mías. N o es lícito
d o c o m p r e n d e a aquellos q u e viven envueltos en las concupiscen- que los santos, de quienes ha d i c h o estas cosas, pertenezcan a otro
cias del m u n d o y n o les ha tocado en suerte la gracia de ser ele- que a A q u e l p o r q u i e n h a n sido creados y santificados; p o r lo
gidos del m u n d o . Y así, n o p o r el m u n d o , sino p o r los que le cual c u a n t o a ellos pertenece, pertenece a A q u e l cuyos ellos son.
dio el Padre, dice El que ruega; pues por el hecho de habérselos Luego, siendo del P a d r e y del H i j o , manifiestan la igualdad de
dado el Padre, ya n o p e r t e n e c e n al m u n d o , por el cual n o ruega. ambos, p o r ser i g u a l m e n t e del u n o y del otro. M a s en c u a n t o
2. D e s p u é s añade: Porque son tuyos. Pues n o p o r haberlos a lo q u e dijo h a b l a n d o del Espíritu Santo: Todas las cosas que
dado el P a d r e al H i j o p e r d i ó el P a d r e a aquellos que le dio, ya tiene el Padre son mías, y por eso he dicho que recibirá de lo mío
que el H i j o continúa diciendo: Todas mis cosas son tuyas, y las y os lo manifestará a vosotros, ha de entenderse de todas las co-
tuyas, mías. D o n d e aparece con claridad p o r q u é m o t i v o todas las sas pertinentes a la divinidad del Padre, en las cuales es igual al
cosas del Padre son del H i j o u n i g é n i t o ; a saber, p o r q u e t a m b i é n Padre, t e n i e n d o todas las cosas q u e El tiene. T a m p o c o el Espíritu
El es D i o s , nacido del Padre, igual al P a d r e ; n o del m o d o q u e se Santo había de recibir de la criatura, q u e está sujeta al P a d r e y
dijo al mayor de los dos hijos: Tú siempre estás conmigo, y to- al H i j o , lo q u e indica con estas palabras: Recibirá de lo mío;
das mis cosas tuyas son. A q u e l l o fue d i c h o de todas las criatu- sino q u e lo recibirá del Padre, de q u i e n el Espíritu Santo procede
ras inferiores a la criatura racional y santa, q u e están sometidas y del cual ha nacido el H i j o .
a la Iglesia, en cuya universalidad están t a m b i é n los dos hijos, el
mayor y el m e n o r , en c o m p a ñ í a de los santos ángeles, a quienes 3. D i c e : Y he sido glorificado en ellos. H a b l a ahora de su
seremos iguales en el reino de Cristo y de D i o s ; y, en cambio, glorificación futura como de cosa ya hecha, y poco antes pedía
al P a d r e que la realizase. P e r o antes hay q u e averiguar si esta
glorificación es la m i s m a q u e la que a n t e r i o r m e n t e había dicho:
TRACTATUS 107 Y ahora glorifícame tú, ¡oh Padre!, con la gloria que tuve en
DE EO QUOD DICIT IESUS, EGO PRO EIS ROCÍO, ETC., USQUE ÍD ID, UT HABEANT
GAUDIUM MEUM IMPLETUM IN SEMETJPSIS mea omnia tua sunt, et tua mea, ut hic sit etiam ipsa creatura rationa-
lis, quae non nisi Deo subditur, ut ei quae infra illam sunt cuneta sub-
1. Cum de his quos iam discípulos habebat, Dominus Ioqueretur dantur. Haec ergo cum sit Dei Patris, non simul esset et Filii, nisi Pa-
ad Patrem, ínter alia etiam dixit hoc: Ego pro eis rogo: non pro mun- tri esset aequalis: de ipsa quippe agebat, cum diceret, Non pro mundo
do rogo, sed pro his quos dedisti mihi. Mundum vult modo intelligi, rogo, sed pro his quos dedisti mihi: quia tui sunt, et mea omnia tua
qui vivunt secundum concupiscentíam mundi, et non sunt in ea sorte sunt, et tua mea. Nec fas est ut sancti, de quibus haec locutus est,
gratiae, ut ab illo eligantur ex mundo. Non ¡taque pro mundo, sed pro cuiusquam sint, nisi eius a quo creati et sanctificati sunt: ac per hoc et
his quos ei Pater dedit, rogare se dicit: per hoc enim quod eos illi omnia quae ipsorum sunt, necesse est ut eius sint cuius et ipsi sunt.
Pater iam dedit, factum est ut non pertineant ad eum mundum pro
Ergo cum et Patris et Filii sunt, aequales eos esse demonstrant, quorum
quo non rogat.
aequaliter sunt. Illud autem quod ait, cum de Spiritu sancto Ioqueretur,
2. Deinde subiungit, Quia tui sunt. Ñeque enim quia Pater eos
Omnia quae habet Pater, mea sunt; propterea dixi quia de meo accipiet,
Filio dedit, amisit ipse quos dedit: cum adhuc Filius sequatur, et di-
cat, Et mea omnia tua sunt, et tua mea. Ubi satis apparet quomodo et annuntiahit vobis (lo 16,15); de his dixit quae ad ipsam Patris per-
unigeniti Filii sint omnia quae sunt Patris; per hoc utíque quod etiam tinent divinitatem, in quibus illi est aequalis, omnia quae habet ha-
ipse Deus est, et de Patre Patri est natus aequalis: non quomodo dic- bendo. Ñeque enim Spiritus sanctus de creatura quae Patri est subdita
tum est uni ex duobus filiis, maiori scilicet, Tu semper mectim es, et et Filio, fuerat accepturus quod ait, de meo accipiet; sed utique de Pa-
omnia mea tua sunt (Le 15,31). Illud enim dictum est de his ómnibus tre de quo procedit Spiritus, de quo est natus et Filius.
creaturis quae infra creaturam sanctam rationalem sunt, quae utíque 3- Et clarificatus sum, inquit, in eis. Nunc suam clarificationem
subduntur Ecclesiae; in qua universa Ecclesia et illi dúo intelliguntur tanquam facta sit dicit, cum adhuc esset futura: superius autem a Pa-
filii maior et minor, cum ómnibus Angelis sanctis, quibus erimus ae- tre poscebat ut fieret. Sed utrum ipsa sit clarifícatio, de qua dixerat,
juales in regno Christi et Deí (Mt 22,30): hoc autem ita dictum est. Et Eí nunc clarifica me tu, Pater, apud, temetipsum, claritate quam habui,
priusquam mundus esset, apud te (lo 17,1.5); utique requirendum est.
\
S.Ag. 14 17
107, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 515
514 Sobre el Evangelio de San Juan 107, 4
partir q u e ya n o está aquí? Y decimos esto p r i n c i p a l m e n t e de
Ti antes que el mundo existiese. Si en ti, ¿cómo en ellos? ¿Acaso
quienes están para morir. Mas el Señor, p r e v i e n d o la turbación
c u a n d o esto llegue a su conocimiento, y p o r ellos al conocimien-
de q u i e n e s h a b í a n de leer estas cosas, a ñ a d i ó : Y yo me voy a ti,
to de todos sus testigos, q u e en El creen? P o d e m o s creer q u e en
c o m o u n a explicación del m o t i v o de haber d i c h o : Ya no estoy
este sentido dijo el Señor de los apóstoles q u e ha sido glorificado
en el mundo.
en ellos. Y , diciendo que ya estaba realizado, manifestó q u e así
5. A continuación e n c o m i e n d a a los cuidados del P a d r e a
estaba predestinado, y quiso q u e se tuviese p o r cierta su reali-
aquellos q u e va a dejar con su ausencia corporal, diciendo: ¡Oh
zación futura.
Padre santo!, guarda en tu nombre a los que me has dado. C o m o
4. Yo, dice, ya no estoy en el mundo, mas ellos quedan en el h o m b r e , ruega a Dios p o r sus discípulos, q u e había recibido del
mundo. Si te fijas en aquella hora precisa en q u e El hablaba, u n o m i s m o Dios. Escucha a t e n t a m e n t e lo q u e sigue: Para que sean
y otros estaban en el m u n d o : El y aquellos de quienes esto decía; una sola cosa como somos nosotros. N o dice: Para q u e sean una
pues n o p o d e m o s ni debemos tomar esto según la perfección del cosa con nosotros; o: Seamos una cosa ellos y nosotros, c o m o
corazón y de la vida, e n t e n d i e n d o q u e ellos están a ú n en el m u n d o nosotros somos una sola cosa; sino q u e dice: Para que sean una
p o r q u e a ú n gustan las cosas del m u n d o ; mas El ya n o está en cosa como nosotros. Q u e ellos sean una cosa en su naturaleza,
el m u n d o , p o r q u e gusta las divinas. H a puesto a q u í una palabra c o m o nosotros somos una cosa en la nuestra. Lo cual dijera con
q u e n o nos p e r m i t e e n t e n d e r l o así; p o r q u e n o dice: Y n o estoy verdad si n o lo dijera en c u a n t o es D i o s , de la m i s m a naturaleza
en el m u n d o , sino: Ya no estoy en el mundo, indicando q u e es- q u e el Padre, según dijo en otro lugar: Yo y el Padre somos una
tuvo y q u e ya n o está en el m u n d o . ¿ N o s será lícito pensar q u e sola cosa; n o en cuanto es t a m b i é n h o m b r e , p o r q u e en cuanto
El en algún t i e m p o gustó de las cosas del m u n d o y que, libre h o m b r e dice: El Padre es mayor que yo. Pero, c o m o D i o s y el
de ese error, ya n o gusta de ellas? ¿ H a b r á a l g u n o q u e haya ad- h o m b r e son una sola y m i s m a persona, vemos al h o m b r e en
m i t i d o tamaña impiedad? N o queda sino decir que ya n o está q u i e n suplica y a D i o s en que q u i e n suplica y a q u i e n suplica
en el m u n d o con su presencia corporal, con la q u e antes estaba son u n a sola cosa. Mas a ú n tendremos o p o r t u n i d a d de tratar de
en él, y q u e su ausencia era ya i n m i n e n t e , mas la de ellos ven- esta materia con mayor diligencia en los capítulos siguientes.
dría m á s tarde; d a n d o a entender q u e en este sentido dijo que
6. Sigue diciendo: Cuando yo estaba con ellos, yo los guar-
El ya n o estaba en el m u n d o y q u e ellos q u e d a b a n en el m u n d o , daba en nombre tuyo. A l irme yo a ti, dice, guárdalos en tu
aun cuando El y ellos estaban en el m u n d o en aquel m o m e n t o . H a -
bló c o m o h o m b r e , acomodándose a los h o m b r e s en su habitual cum et ipse hic et illi adhuc essent. Sic enim est locutus, homo con-
manera de hablar. ¿ N o decimos a cada paso de q u i e n está para gruens hominibus, ut mos loquendi sese habet humanus. An non quo-
tidie dicimus, Iam non est hic, de aliquo quantocius abituro? Et má-
xime hoc de morituris solet dici. Quanquam et ipse Dominus tanquam
Si enim apud te, quomodo in eis? An cum hoc ipsum innotescit eis, praevidens quid lecturos moveré posset adiecit, Et ego ad te venio:
ac per ipsos ómnibus qui credunt eis testibus suis? Possumus plañe sic sic exponens quodammodo cur dixerit, Iam non sum in mundo.
intelligere dixisse Dominum de Apostolis, quod clarificatus sit ¡n eis: 5. Commendat ergo eos Patri, quos corporali absentia relicturus
dicendo enim esse iam factum, ostendit iam fuisse praedestinatum, et est, dicens: Pater sánete, serva eos in nomine tuo quos dedisti mihi.
certum haberi voluit quod esset futurum. Nempe sicut homo Deum rogat pro discipulis suis, quos accepit a Deo.
4. Et iam, inquit, non sum in mundo, et hi in mundo sunt. Si Sed attende quod sequitur: Ut sint, inquit, unum sicut et nos. Non
horam prorsus illam qua loquebatur atiendas, utrique adhuc in mundo ait, Ut nobiscum sint unum, aut, simus unum ipsi et nos, sicut unum
erant; et ipse scilicet, et lili de quibus hoc dicebat: non enim secun- sumus nos; sed ait, Ut sint unum sicut et nos. Ipsi utique in natura
dum provectum cordis et vitae id accipere possumus vcl debemus, ut sua sint unum, sicut et nos in nostra unum sumus. Quod procul du-
illi propterea adhuc esse dicantur in mundo, quod mundana adhuc sa- bio verum non diceret, nisi secundum hoc diceret, quod eiusdem natu-
piant; ille autem iam non esse in mundo, sapiendo divina. Positum est rae Deus est cuius et Pater, secundum quod alibi dixit, Ego et Pater
hic enim verbum unum, quod nos ita intelligere omnino non sinat: unum sumus (lo 10,30): non secundum id quod etiam homo est; nam
quia non ait, Et non sum in mundo; sed, Iam non sum in mundo: secundum hoc, Pater maior me est (ibid. 14,28), dixit. Sed quoniam
per hoc ostendens fuisse se in mundo, iam non esse. Numquid ergo fas una eademque persona est Deus et homo, intelligimus hominem in eo
est ut eum credamus aliquando mundana sapuisse, et ab hoc errore quod rogat: intelligimus autem Deum in eo quod unum sunt et ipse
liberatum iam illa non sapere? Quis tam impío sensu se induerit? Restat et ille quem rogat. Sed est adhuc in consequentibus locus ubi de hac
igitur ut secundum id quod ipse etiam in mundo prius erat, in mun- re diligentius disputandum est.
do se dixerit iam non esse; profecto praesentia corporali, a mundo sci-
6. Hic autem sequitur: Cum essem cum eis, ego servabam eos in
licet absentiam suam iam cito futuram, illorum autem tardius, per
nomine tuo. Me, inquit, veniente ad te, serva eos in nomine tuo, in
hoc ostendens, quod se iam non hic esse, illos autem hic esse dixit,
516 Sobre el Evangelio de San Juan 107, 7
107, 8 Sobre el Evangelio de San ¡uan 517
n o m b r e , en cuyo n o m b r e yo los guardaba c u a n d o con ellos estaba.
de ellos no pereció ninguno sino el hijo de perdición, para que
En n o m b r e del P a d r e guardaba a sus discípulos el H i j o H o m b r e
se cumpliese la Escritura. H i j o d e perdición es llamado el traidor
estando entre ellos con su presencia h u m a n a ; p e r o t a m b i é n el
d e Cristo, p r e d e s t i n a d o a la perdición, según profetiza de él la
Padre guardaba en n o m b r e del H i j o a quienes escuchaba c u a n d o
Escritura, p r i n c i p a l m e n t e en el salmo 108.
pedían en n o m b r e del H i j o . A éstos había dicho el m i s m o H i j o :
8. Ahora, dice, vengo a ti, y digo estas cosas en el mundo a
En verdad, en verdad os digo que, si algo pidiereis al Padre en
fin de que ellos tengan en sí mismo cumplido mi gozo. A h o r a
mi nombre, os lo dará. M a s n o d e b e m o s t o m a r estas palabras
dice q u e habla en el m u n d o , y p o c o antes había d i c h o : Ya no
en sentido tan carnal, c o m o si alternativamente nos g u a r d e n el
estoy en el mundo. Y a expuse, o mejor, ya os advertí q u e El
Padre y el H i j o , haciendo t u r n o en vigilarnos, y como si u n o
m i s m o expuso el m o t i v o de decir esto. Luego aún estaba aquí,
sucediera al otro q u e se retira: c o n j u n t a m e n t e nos custodian el
p o r q u e n o se había ido todavía; mas, p o r q u e p r o n t o se iría, en
Padre, el H i j o y el Espíritu Santo, q u e son u n solo D i o s verda-
cierta m a n e r a ya n o estaba aquí. En qué consiste este gozo del
dero y santo. P e r o la Escritura n o nos eleva sino bajando a nos-
q u e dice: Para que tengan en sí mismos cumplido mi gozo, ya
otros; así c o m o el V e r b o bajó a nosotros para elevarnos, n o cayó
lo dejó expuesto cuando dijo: Para que sean una sola cosa con
para estar yacente. Si creemos q u e ha bajado, levantémonos con
nosotros. Este gozo suyo, es decir, p o r El a ellos concedido, ha de
q u i e n nos eleva, y c o m p r e n d a m o s que, al hablar así, hace distin-
ser completado en ellos, según El dice; y por esta razón dice q u e
ción entre las personas, sin separar las naturalezas. C u a n d o , p u e s ,
El h a b l ó en el m u n d o . Esta es aquella paz y bienaventuranza de
con su presencia corporal g u a r d a b a el H i j o a sus discípulos, el
la vida futura, para conseguir la cual hay q u e vivir en este m u n -
Padre n o estaba esperando suceder en la guardia al H i j o , q u e se
d o con templanza, con piedad y con justicia.
iba, sino q u e a m b o s los g u a r d a b a n con su presencia espiritual;
y c u a n d o el H i j o les retiró su presencia corporal, conservó la vi- nemo ex his periit, nisi filius perditionis, ut Scriptura impleatur. Filius
gilancia espiritual j u n t a m e n t e con el Padre. Asimismo, cuando el perditionis dictus est ttaditor Christi, perditioni praedestinatus, secun-
H i j o H o m b r e los recibió p a r a guardarlos, n o los sustrajo a la cus- dum Scripturam quae de illo in psalmo centesimo octavo máxime pro-
phetatur.
todia del P a d r e ; y c u a n d o el P a d r e los entregó a la custodia del 8. Nunc autem, inquit, ad te venio; et haec loquor in mundo, ut
Hijo, n o los e n t r e g ó sin El m i s m o a q u i e n los entregó, sino q u e babeant gaudium meum impletum in semetipsis. Ecce in mundo se lo-
los e n t r e g ó al H i j o H o m b r e j u n t a m e n t e con el m i s m o H i j o Dios. qui dicit, qui paulo ante dixerat, lam non sum in mundo: quod cur
7. C o n t i n ú a diciendo el H i j o : Guardé a los que me diste, y dixerit, ibi exposuimus, imo ipsum id exposuisse docuimus. Ergo et
quia nondum abierat, hic adhuc erat; et quia mox fuerat abiturus, hic
quodammodo iam non etat. Quod sit autem hoc gaudium de quo ait,
quo eos quando cum eis eram, et ipse servabam. In nomine Patris ut habeant gaudium meum impletum in semetipsis, iam superius ex-
servabat discípulos suos Filius homo, cum eis humana praesentia pressum est, ubi ait, Ut sint unum sicut et nos. Hoc gaudium suum,
constitutus: sed etiam Pater in nomine Filii servabat quos in no- id est, a se in eos collatum, in eis dicit implendum; propter quod lo-
mine Filii petentes exaudiebat. His quippe idem Filius dixerat: Amen, cutum se dixit in mundo. Haec est pax illa et beatitudo in futuro saecu-
amen dico vobis, si quid petieritis PaPrem in nomine meo, dabit lo, propter quam consequendam temperanter et iuste et pie vivendum
vobis (ibid. 16,23). Ñeque hoc tam carnaliter debemus accipere, est in hoc saeculo.
velut vicissim nos servent Pater et Filius, amborum in nobis custo-
diendis alternante custodia, quasi succedat alius quando discesserit
alius: simul enim nos custodiunt Pater et Filius et Spiritus sanctus, qui
est unus verus et beatus Deus. Sed Scriptura nos non levat, nisi descen-
dat ad nos: sicut Verbum caro factum descendit ut levaret, non ceci-
dit ut iaceret. Si descendentem cognovimus, cum levante surgamus; et
intelligamus, cum ita loquitur, personas eum distinguere, non separare
naturas. Quando ergo servabat discípulos suos Filius praesentia corpo-
rali, non exspectabat Pater ad custodiendum succedere Filio discedenti;
sed eos ambo servabant potentia spirituali: et quando ab eis abstulit
Filius praesentiam corporalem, tenuit cum Patre custodiam spiritualem.
Quia et custodiendos quando Filius homo accepit, custodíae paternae
non eos abstulit: et cum Pater Filio custodiendos dedit, non dedit sine
ipso cui dedit; sed dedit homini Filio, non sine Deo eodem ipso utique
Filio.
7. Sequitur ergo Filius, et dicit: Quos dedisti mihi, custodivi: et

i'i\
518 Sobre el Evangelio de San Juan 108, 2 108, 3 Sobre el Evangelio de San ]uan 519

TRATADO 108 es lo que antes le pidió que hiciese. Puede preguntarse cómo ya
no eran del mundo, si aún no estaban santificados en la verdad;
DESDE ESTAS PALABRAS DE JESÚS: "YO LES HE COMUNICADO TU DOC- o, si ya lo estaban, por qué pide que lo sean. ¿Acaso porque,
TRINA", HASTA ÉSTAS: "PARA QUE ELLOS SEAN SANTIFICADOS EN LA
VERDAD"
santificados ya en la verdad, crecen en santidad, haciéndose más
santos; mas esto no sin la gracia de Dios, sino santificando el
1. Hablando aún el Señor con el Padre y rogando por sus progreso Aquel que santificó el comienzo? Por esta razón dice
discípulos, dice: Yo les he comunicado tu doctrina, y el mundo el Apóstol: Aquel que comenzó en vosotros la buena obra, la per-
los ha odiado. Aún no habían experimentado ese odio con las feccionará hasta el día de Cristo Jesús. Son santificados en la
persecuciones de que después fueron objeto; mas lo dice así si- verdad los herederos del Nuevo Testamento, de cuya verdad fue-
guiendo su costumbre de anunciar el futuro con palabras de pre- ron sombras las santificaciones del Antiguo Testamento; y al ser
térito. Declarando luego la causa de odiarlos el mundo, añade: santificados en la verdad, son santificados en Cristo, que con toda
Porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. Esto les verdad dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Y también
fue conferido por la regeneración, pues por la generación eran del cuando dijo: Si el Hijo os libertare, entonces seréis verdadera-
mundo; por lo cual ya les había dicho: Yo os he elegido del mente libres; dando a entender que lo que El llamó antes ver-
mundo. Les fue, pues, concedido que ellos, como El, no fuesen dad era lo mismo que lo que después llamó Hijo. Y así, ¿qué
del mundo, siendo por El mismo libertados del mundo. El, en otra cosa dijo en este pasaje: Santifícalos en la verdad, sino san-
cambio, nunca fue del mundo, porque aun en la forma de siervo tifícalos en mí?
nació del Espíritu Santo, del cual ellos han renacido. Y así, si
3. Luego, sin dejar de insistir más abiertamente en lo mis-
ellos ya no son del mundo por haber renacido del Espíritu Santo,
mo, continúa: Tu palabra es la verdad. ¿Qué dijo sino que yo
El no fue jamás del mundo por haber nacido del Espíritu Santo.
soy la verdad? El Evangelio griego pone la palabra logos, que
2. No te pido, dice, que los saques del mundo, sino que los
también se lee donde dice: En el principio era el Verbo, y el
preserves del mal. Todavía les era necesario permanecer en el
Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Y ciertamente sabe-
mundo, aunque ya no fuesen del mundo. Y vuelve a repetir la
misma sentencia: No son del mundo, como yo no soy del mundo. mos que el mismo Verbo es el Hijo de Dios, que se hizo carne
Santifícalos en la verdad. De este modo los preserva del mal, que y habitó entre nosotros. Por lo cual, también aquí pudo poner
como se halla en algunos códices: Tu Verbo es la verdad; como
también en algunos códices está escrito: En el principio era la
TRACTATUS 108
DE EO QUOD AIT IESUS, EGO DEDÍ EIS SERMONEM TÜUM : USQÜE AO ir>, UT autem potest quomodo de mundo iam non erant, si sanctificati in veri-
SINT ET 1PSI SANCTIFICATI IN VERtTATE tate nondum erant; aut si iam erant, cut poscat ut sint. An quia et
sanctificati in eadem proficiunt sanctitate, fiuntque sanctiores; ñeque
1. Loquens adhuc Dominus ad Patrem, et orans pro discipulis suis, hoc sine adiutorio gratiae Dei, sed illo eorum sanctificante provectum,
dicit: Ego dedi eis sermonem tuum, el mundus eos odio habuit. Non- qui sanctificavit incoeptum? Unde et Apostolus dicit: Qui in vobis opus
dum id experti fuerant passionibus suis, quae illos postea sunt secutae; bonum coepit, perficiet usque in diem Christi lesu (Phil 1,6). Sanctifi-
sed more suo dicit ista, verbis praeteriti temporis futura praenuntians. cantur itaque in veritate haeredes Testamenti Novi, cuius veritatis umbrae
Deinde causam subiiciens cur eos oderit mundus: Quia non sunt, ín- fuerant sanctificationes Veteris Testamenti: et cum sanctificantur in ve-
quit, de mundo, sicut et ego non sum de mundo. Hoc eis regeneratione ritate, utique sanctificantur in Christo, qui veraciter dixit, Ego sum
collatum est: nam generatione de mundo erant, propter quod iam eis via, et veritas, et vita (lo 14,6). ítem quando ait, Ventas liberabit vos,
dixerat, Ego vos de mundo elegi (lo 15,19). Donatum est ergo eis ut paulo post exponens quid dixerit, Si vos, inquit, Filius liberaverit, tune
sicut ipse, nec ipsi essent de mundo, eos ipso liberante de mundo. Ipse veré liberi eritis (ibid. 8,32.36); ut ostenderet hoc se prius dixisse ve-
autem de mundo nunquam fuit: quia etiam secundum formam servi de ritatem, quod postmodum Filium. Quid ergo aliud et hoc loco dixit,
Spiritu sancto ipse natus est, de quo illi renati. Nam si propterea illi Sanctifica eos in veritate, nisi, sanctifica eos in me?
iam non de mundo, quia renati sunt de Spiritu Sancto; propterea ille 3. Denique sequitur, et hoc apertius insinuare non desinit: Ser-
nunquam de mundo, quia natus est de Spiritu Sancto. mo, inquit, tuus veritas est. Quid aliud dixit, quam, Ego ventas sum?^
2. Non rogo, inquit, ut tollas eos de mundo, sed ut serves eos ex Graecum quippe Evangelium Aóyo; habet, quod etiam ibi legitur, ubi
malo. Adhuc enim necessarium habebant, quamvis iam non essent de dictum est, In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et
mundo, esse tamen in mundo. Repetit eamdem sententiam: Ve mundo, Deus erat Verbum. Et utique Verbum ipsum novimus unigenitum Dei
inquit, non sunt, sicut et ego non sum de mundo. Sanctifica eos in ve- Filium, quod caro factum est, et habitavit in nobis (ibid. 1,1.14). Un-
níate. Sic enim servantur ex malo, quod superius oravit ut fjeret. Quaeri de et hic poni potuit, et in quibusdam codicibus positum est, Verbum
520 Sobre el "Evangelio de San ]uan 108, 5 108, 5 Sobre el Evangelio de San }uan 521
Palabra. E n el griego, tanto allí c o m o aquí, es el m i s m o vocablo, mientos, sino de los de Cristo, p o r q u e era m i e m b r o de Cristo, y
sin n i n g u n a variante, logos. Santifica, pues, el P a d r e en la ver- en sus persecuciones, q u e eran las q u e convenía q u e Cristo p a d e -
dad, esto es, su Verbo, en su U n i g é n i t o , a sus herederos y a sus ciese en su cuerpo, cumplía él t a m b i é n la p a r t e q u e en ellas le
coherederos. correspondía. Y para que lo veas claramente en este pasaje, ad-
4. A ú n sigue hablando de los apóstoles, cuando a continua- vierte lo q u e sigue: H a b i e n d o d i c h o : Yo por ellos me santifico
ción dice: Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo al a mí mismo, y dándonos a e n t e n d e r q u e lo dijo p o r q u e los santi-
mundo. ¿A quiénes envió sino a sus apóstoles? Pues el m i s m o ficaba en sí, añadió: Para que ellos sean también santificados en
vocablo apóstoles, q u e es griego, quiere decir en latín enviados. la verdad; lo cual ¿qué otra cosa es sino en m í , p o r q u e la verdad
Envió D i o s a su H i j o , n o en la carne de pecado, sino en la se- es aquel V e r b o q u e era en el p r i n c i p i o Dios? E n El fue san-
mejanza de la carne de pecado; y el H i j o envió a quienes, nacidos tificado el m i s m o H i j o del h o m b r e en el p r i n c i p i o de su creación,
de la carne de pecado, santificó de la m a n c h a del pecado. cuando el V e r b o se hizo carne, p o r q u e una persona fueron el
5. Mas p o r q u e el M e d i a d o r entre D i o s y los h o m b r e s , Cristo V e r b o y el h o m b r e . Entonces se santificó en sí, esto es, se san-
Jesús, fue hecho cabeza de la Iglesia, y ellos m i e m b r o s suyos, dice tificó a El, h o m b r e , en El, Verbo, ya q u e el V e r b o y el H o m b r e
lo q u e sigue: Y por ellos me santifico a mí mismo. ¿Qué signi- son u n solo Cristo, que santifica al H o m b r e en el V e r b o . Y en
fica: Por ellos me santifico yo a mí mismo, sino q u e los santifico atención a sus m i e m b r o s dice: Y por ellos yo me santifico, es
en m í m i s m o , siendo ellos yo? P o r q u e estos de quienes ahora ha- decir, p a r a q u e también a ellos les sea provechoso, p o r q u e tam-
bla son, c o m o dije antes, m i e m b r o s suyos, y u n solo Cristo es bién ellos son yo, c o m o a m í m e fue de p r o v e c h o en m í , p o r q u e
cabeza y cuerpo, conforme enseña el Apóstol cuando dice: Si soy h o m b r e sin ellos: También yo me santifico a mí mismo, esto
vosotros sois de Cristo, sois simiente de Abrahán; h a b i e n d o dicho es, los santifico a ellos en m í c o m o a m í m i s m o , p o r q u e ellos
a n t e r i o r m e n t e : No dice en las simientes, como en muchas, sino en m í son también yo. Para que ellos sean santificados en la
como en una sola, en tu simiente, que es Cristo. Si, pues, la si- verdad. ¿Qué quiere decir ellos, sino c o m o yo, en la verdad, que
m í e n t e de A b r a h á n es Cristo, ¿qué otra cosa dijo a quienes dijo: soy yo m i s m o ? A continuación comienza a hablar, n o ya de solos
Sois simiente de Abrahán, sino que sois Cristo? Así se explica los apóstoles, sino de todos sus m i e m b r o s , de lo cual, con el fa-
lo que en otro lugar dice el m i s m o Apóstol: Ahora estoy alegre vor de D i o s , trataremos en otro sermón.
en mis sufrimientos por vosotros y completo en mi carne lo que
falta de los padecimientos de Cristo. N o dijo: D e mis padeci- quod alio loco idem ipse apostolus ait: Nunc gaudeo in passionibus
da»?» veritas est; sicut in quibusdam codicibus etiam ibi scriptum est pro vobis, et adimpleo ea quae desuní pressurarum Christi, in carne
mea (Col 1,24). Non dixit, pressurarum mearum, sed, Christi: quia
In principio erat sermo. In graeco autem sine ulla varietate, et ibi et
membrum erat Christi; et in persecutionibus suis, quales Christum in
hic Aóyos est. Sanctificat itaque Pater in veritate, id est, in Verbo suo, suo toto corpore pati oportebat, etiam ipse pressuras eius pro sua por-
in Unigénito suo, suos haeredes eiusque cohaeredes. tione adimplebat. Quod ut etiam hoc loco certum sit, atiende sequen-
4. Sed nunc adhuc de Apostolis loquitur; nam secutus adiungit, tia. Cum enim dixisset, Et pro eis ego sanctifico meipsum, ut intellige-
Sicut me misisti in mundum, et ego misi eos in mundum. Quos misit, remus hoc eum dixisse, quod eos sanctificaret in se, mox addidit, Ut
nisi Apostólos suos? Nam et ipsum nomen Apostolorum, quoniam grae- sint et ipsi sanctificati in veritate. Quod quid est aliud quam, in me,
cum est, nihil nisi missos significat in latino. Misit ergo Deus Filium secundum id quod veritas est Verbum illud in principio Deus? In
suum non in carne peccati, sed in similitudine carnis peccati (Rom 8,3); quo et ipse filius hominis sanctificatus est ab initio creationis suae,
et misit Filius eius eos quos natos in carne peccati sanctificavit a labe quando Verbum factum est caro; quia una persona facta es Verbum
peccati. et homo. Tune ergo sanctificavit se in se, hoc est, hominem se in Verbo
se; quia unus Christus Vetbum et homo, sanctificans hominem in Ver-
5. Sed quoniam per hoc quod mediator Dei et hominum homo
bo. Propter sua vero membra, Et pro eis, inquit, ego, id est, quod prosit
Christus Iesus factus est caput Ecclesiae, illi membra sunt eius; ideo
etiam ipsis, quia et ipsi sunt ego; sicut mihi profuit in me, quia homo
ait quod sequitur, Et pro eis ego sanctifico meipsum. Quid est enim,
sum sine ipsis: Et ego sanctifico meipsum, hoc est, ipsos in me tanquam
Et pro eis ego sanctifico meipsum, nisi, eos in meipso sanctifico, cum
meipsum sanctifico ego, quoniam in me etiam ipsi sunt ego. Ut sint
et ipsi sint ego? Quoniam de quibus hoc ait, ut dixi, membra sunt
et ipsi sanctificati in veritate. Quid est et ipsi, nisi, quemadmodum
eius, et unus est Christus caput et corpus: docente Apostólo atque di-
ego; in veritate, quod ipse sum ego? Deinde iam non solum de Apos-
cente de semine Abtahae, Si autem vos Christi, ergo semen Abrahae
tolis, sed etiam de suis caeteris membris incipit dicere: quod donante
estis; cum dixisset superáis, Non dicit, Et seminibus tanquam in multis;
ipso, alio sermone tractandum est.
sed tanquam in uno, Et semini tuo, quod est Christus (Gal 3,29-16).
Si ergo semen Abrahae, hoc est Christus, quid aliud dictum est quibus
dictum est, Ergo semen Abrahae estis, nisi, ergo Christus estis? Inde est
522 Sobre el Evangelio de San Juan 109, 1 109, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 523
otros lo q u e escucharon d e su boca; y su palabra, p o r donde-
TRATADO 109
quiera q u e la Iglesia se halle, llegó hasta nosotros p a r a q u e cre-
SOBRE ESTAS PALABRAS: " M A S NO RUEGO POR ÉSTOS SOLAMENTE, SINO yésemos, y ha de llegar a cuantos p o s t e r i o r m e n t e han de creer,
TAMBIÉN POR AQUELLOS QUE POR SU PALABRA HAN DE CREER EN MÍ" quienesquiera que sean y d o n d e q u i e r a q u e se hallen.
2. Si n o observamos con diligencia las palabras de su ora-
1. Cercana ya su pasión y h a b i e n d o orado p o r sus discípu-
ción, p u e d e parecer que en ella n o oró p o r algunos de los suyos.
los, q u e llamó apóstoles, con los cuales había tornado la última
P o r q u e si, como ya dijimos, p r i m e r o rogó por quienes entonces
Cena, de la q u e el traidor, manifestado p o r u n bocado de p a n ,
estaban con El y luego por quienes h a b í a n de creer en su pa-
había salido, y con los cuales, después de su salida y antes de orar
labra, p u d i e r a decirse que n o r o g ó p o r aquellos q u e ni entonces
por ellos, había hablado ya m u c h a s cosas, el Señor Jesús añadió
estaban con El ni h a b í a n de creer en El después de su palabra,
a quienes h a b r í a n de creer en El, diciendo al P a d r e : No te pido
sino que ya h a b í a n creído en El p o r ellos m i s m o s o p o r otro
solamente por éstos, esto es, por los discípulos que con El esta-
medio cualquiera. ¿Acaso estaban con El N a t a n a e l y José de
ban entonces, sino también por aquellos que por su palabra han
Arimatea, que p i d i ó el cuerpo de Jesús a Pilato y q u e fue discí-
de creer en mí. E n estas palabras incluyó n o sólo a quienes en-
pulo suyo, según el testimonio del m i s m o evangelista San J u a n ?
tonces vivían, sino t a m b i é n a cuantos en el futuro h a b r á n de ve-
¿Acaso estaban con El entonces María, su m a d r e , y las otras m u -
nir al m u n d o . Todos los q u e después h a n creído en El, sin duda
jeres q u e sabemos p o r el Evangelio fueron discípulas suyas? ¿Es-
lo h a n h e c h o y lo h a r á n hasta que El vuelva, p o r la palabra de
taban con El entonces todos aquellos de quienes con frecuencia
los apóstoles, pues a ellos les dijo: También vosotros, que des-
el evangelista San J u a n dice: Muchos creyeron en El? P o r q u e
de el principio estáis conmigo, daréis testimonio; y p o r su m e d i o
¿quiénes f o r m a b a n aquella m u l t i t u d que en parte le precedían
fue predicado el Evangelio aun antes de ser escrito; y ciertamente
y en p a r t e le seguían con r a m o s en las m a n o s y c a n t a n d o : Ben-
quienes creen en Cristo, lo hacen p o r m e d i o del Evangelio. Así,
dito el que viene en el nombre del Señor; y con ellos los niños,
pues, p o r quienes han de creer en El p o r la palabra de los após-
de quienes El m i s m o dice que estaba profetizado: De la boca
toles n o sólo se h a n de entender quienes les oyeron viviendo aún
de los infantes y niños de pecho sacaste la alabanza? ¿Qué decir
en sus cuerpos, sino todos cuantos después de su m u e r t e , y nos-
de aquellos quinientos h e r m a n o s a quienes, reunidos, n o se hu-
otros, nacidos m u c h o después, hemos creído en Cristo p o r su pa-
biese aparecido después de su resurrección si n o h u b i e r a n creído
labra. P o r q u e quienes con El estuvieron entonces, predicaron a
en El? ¿Y aquellos ciento nueve q u e con estos once eran ciento

TRACTATUS 109 ipsi qui cum illo tune fuerunt, quod ab illo audierunt, caeteris praedi-
caverunt: atque ita verbum eorum, ut etiam nos crederemus, ad nos
IN ILLUD, NON PRO HIS AUTEM ROGO TANTUM, SED ET PRO EIS QUI CREDITURI usque pervenit, ubicumque est eius Ecclesia; et perventurum est ad pos-
SUNT PER VERBUM EORUM IN ME teros, quicumque, ubicumque postea in eum credituri sunt.
2. Potest itaque videri Iesus in hac oratione non orasse pro qui-
1. Dominus Iesus iam sua propinquante passione, cum orasset pro busdam suis, nisi diligenter scrutemur in eadem oratione verba eius. Si
discipulis suis, quos et Apostolus nominavit, cum quibus coenaverat ul- enim pro eis prius oravit, sicut iam ostendimus, qui cum illo tune
timam coenam, de qua traditor eius per buccellam manifestatus exierat, erant, postea vero etiam pro eis qui per verbum eorum in illum fue-
et cum quibus post eius egressum antequam pro eis oraret, multa iam rant credituri; potest dici non orasse pro illis qui ñeque tune erant
fuerat locutus; adiunxit et caeteros qui in eum fuerant credituri, et ait cum illo quando ista dicebat, ñeque per verbum eorum postea, sed in
ad Patrem, Non pro his autem rogo tantum, id est pro discipulis qui eum sive per ipsos, sive quomodolibet, tamen ante crediderant. Num-
cum illo tune erant: sed et pro eis, inquit, qui credituri sunt per ver- quid enim cum illo tune erat Nathanael? Numquid Ioseph ille ab
bum eorum in me. Ubi omnes suos intelligi voluit, non solum qui Arimathia, qui corpus eius a Pilato petiit, quem iam discipulum eius
tune erant in carne, sed etiam qui futuri erant. Quotquot enim postea fuisse iste ipse Ioannes evangelista testatur? (lo 19,38). Numquid Ma-
crediderunt in eum, per verbum Apostolorum sine dubio crediderunt, ría mater eius, et aliae feminae, quas eius discipulas in Evangelio iam
et doñee veniat, credituri sunt: ipsis enim dixerat, Et vos testimonium tune fuisse didicimus? Numquid cum illo tune erant de quibus saepe
perhibebitis, quia ab initio mecum estis (lo 15,27); et per hos Evange- dicit ídem Ioannes evangelista, Multi crediderunt in eum? (ibid. 2,23;
lium ministratum est, et antequam scriberetur, et utique quisquís in 4,39; 7,31; 8,30 et 10,42). Nam unde erat multitudo illa eorum qui
Christum credit, Evangelio credit. Non itaque hi tantum intelligendi cum ramis partim praecedebant, partim sequebantur insidentem jumen-
sunt, quos ait in se credituros per verbum eorum, qui ipsos, cum in to, dicentes, Benedictus qui venit in nomine Domini; et cum eis pueri,
carne viverent, Apostólos audierunt; sed et post obitum eorum, et nos de quibus ipse ait fuisse praedictum, Ex ore infantium et lactentium
longe post nati, per verbum eorum credidimus in Christum. Quoniam perfecisti laudem? (Mt 21,7.16; Ps 8,3). Unde quingenti fratres, qui-
524 Sobre el Evangelio de San ]uan 109, 3 109, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 525
veinte, q u e , reunidos después de su Ascensión, esperaban y reci- El, como El quería que se creyese, sobre todo c u a n d o el m i s m o
bieron al Espíritu Santo, q u e El les había p r o m e t i d o ? ¿De d ó n d e Pedro, q u e de El había dado tan magnífico testimonio, diciendo:
eran todos éstos sino del n ú m e r o de aquellos de quienes dijo: Tú eres el Cristo, Hijo de Dios vivo, m á s bien quería q u e El
Muchos creyeron en El? Luego n o r o g ó p o r ellos el Salvador, q u e n o muriese que creía q u e había de resucitar después de m u e r t o ,
rogó solamente por los q u e entonces estaban con El y p o r quie- por lo cual El le llamó satanás. M a y o r era ciertamente la fe de
nes p o r la palabra de éstos n o h a b í a n creído ya, sino h a b í a n de aquellos ya fallecidos que, p o r la revelación del Espíritu Santo,
creer. Todos éstos n o estaban entonces con El y ya antes h a b í a n n o d u d a b a n de la resurrección de Cristo que la de aquellos que,
creído. Paso por alto al anciano Simeón, q u e creyó en El n i ñ o ; habiendo creído que había de r e d i m i r a Israel, a la vista de su
a A n a la profetisa, a Zacarías y a Isabel, quienes profetizaron muerte perdieron toda la esperanza que en El h a b í a n puesto. Y
acerca de El antes de haber nacido; a J u a n , hijo de éstos, su p r e - así, tenemos por cierto q u e , infundido el Espíritu Santo después
cursor y a m i g o del Esposo, q u e le conoció p o r inspiración del de su resurrección, instruidos y confirmados los apóstoles y cons-
Espíritu Santo, y le anunció sin estar El presente, y le señaló, tituidos en los primeros maestros de la Iglesia, los demás por su
cuando estaba presente, para que otros le conociesen; a todos palabra creyeron en Cristo como convenía creer, es decir, m a n -
éstos paso p o r alto, p o r q u e podría respondérseme que n o había teniendo la fe en. su resurrección. Y, p o r lo tanto, aquellos que
m o t i v o para rogar por quienes ya eran fallecidos y h a b í a n pasado ya h a b í a n creído en El pertenecieron al n ú m e r o de aquellos por
de este m u n d o al otro cargados de merecimientos y h a b í a n sido quienes dijo en su oración: No ruego solamente por éstos, sino
recibidos en el descanso eterno. Lo m i s m o d i g o de los justos de también por aquellos que por su palabra han de creer en mí.
la antigüedad. ¿Quién de ellos se hubiera librado de la masa de
4. Pero, para quedar resuelta esta cuestión, nos queda aún
perdición, formada por u n solo h o m b r e , sino por el ú n i c o M e -
el caso del b i e n a v e n t u r a d o Apóstol y de aquel ladrón perverso
diador entre D i o s y los h o m b r e s , q u e había de venir en carne
en el c r i m e n y fiel en la cruz. E n verdad, el apóstol San Pablo
mortal, creyendo en El por la revelación del Espíritu Santo? ¿Ha-
dice q u e él fue constituido apóstol, n o por los h o m b r e s ni por
bía necesidad de rogar p o r los apóstoles y n o p o r tantos otros
voluntad de h o m b r e alguno, sino por Jesucristo; y hablando de
q u e vivían aún en este m u n d o y n o estaban con El y q u e ya an-
su Evangelio, dice: No lo recibí ni lo aprendí de un hombre, sino
tes h a b í a n creído en El? ¿Quién osará decir tal cosa?
por la revelación de Jesucristo. ¿Cómo, pues, estaba entre aque-
3. D e b e m o s , pues, e n t e n d e r q u e aún n o habían creído en
llos de quienes dijo: Han de creer en mí por su palabra? A q u e l
bus simul post resurrectionem non apparuisset (1 Cor 15,6), nisi in ladrón creyó en el m o m e n t o en que la escasa fe de los mismos
eum ante credidissent? Unde illí centum et novem, qui cum istis unde-
cim centum et viginti erant, quando simul congregati post eius ascensum quomodo in se credi volebat: quandoquidem et ipse Petrus, cui confi-
exspectaverunt, et acceperunt promissum Spiritum sanctum? (Act 1,15 tenti et dicenti, T» es Christus Filius Dei vivi, tam magnum testimo-
et 2,4). Unde erant isti omnes, nisi ex illis de quibus dictum est, nium perhibuerat, magis eum mori nolebat, quam mortuum resurrectu-
Multi credidemnt in eum? Non ergo pro eis tune oravit Salvator, quo- rum esse credebat; unde mox ab eo appellatus est satanás (Mt 16,16.23).
niam pro eis oravit qui cum illo tune erant, et pro alus qui per ver- Fideliores itaque reperiuntur, qui defuncti iam fuerant, et resurrecturum
bum eorum in eum non iam crediderant, sed fuerant credituri. Isti au- Christum revelante Spiritu non utique dubitabant, quam illi qui cum
tem nec cum illo tune erant, et in eum iam ante crediderant. Omitto credidissent ipsum redempturum Israel, visa eius morte spem totam.
dicere de Simeone sene, qui infantulum credidit; de Anna prophetissa quam de illo habuerant perdiderunt. Nihil itaque melius credimus, quam
(Le 2,25-38); de Zacharia et Elisabeth, qui eum prophetaverunt ante- post eius resurrectionem impertito Spiritu sancto, et doctis et confirma-
quam de Virgine nasceretur (ibid. 1,41-45.67-79); de filio eorum Ioan- tis Apostolis, eisque in Ecclesia primitus doctoribus constitutis, per eo-
ne praecursore eius, amico sponsi, qui eum et in sancto Spiritu agnovit, rum verbum sic alios credidisse quemadmodum in Christum credi opor-
et absentem praedicavit, et alus agnoscendum cum praesens esset osten- tebat, id est, ut fidem resurrectionis eius tenerent. Ac per hoc et illos
dit (lo 1,19-36 et 3,26-36): hos omitto, quoniam responden potest omnes qui iam in eum credidisse videbantur, ad eorum numerum per-
orandum pro talibus mortuis non fuisse, qui cum magnis suis meritis tinuisse pro quibus oravit, dicens, Non pro bis autem rogo tantum, sed
hinc abierant, et recepti quiescebant; hoc enim et de antiquis iustis si- et pro eis qui credituri sunt per verbum eorum in me.
militer respondetur. Quis enim eorum a damnatione totuis massae per- 4. Sed restat nobis ad istam quaestionem adhuc solvendam beatus
ditionis, quae per unum hominem facta est, salvus esse potuisset, nisi Apostolus, et latro ille crudelis in scelere, fidelis in cruce. Paulus quip-
in unum Mediatorem Dei et hominum in carne venturum revelante pe apostolus non ab hominibus, ñeque per hominem, sed per Iesum
Spiritu credidisset? Sed numquiú ei pro Apostolis orandum fuit, et pro Christum se dicit factum Apostolum: et de ipso suo evangelio loquens
tam multis qui in hac vita adhuc erant, nec cum illo tune erant, et iam ait, Ñeque enim ab homine ego accepi illud, ñeque didici; sed per re-
ante crediderant, orandum non fuit? Quis hoc dixerit? velationem lesu Christi (Gal 1,1.12). Quomodo igitur erat in eis de
3- Intelligendum est igitur, quod nondum in eum sic crediderant, quibus dictum est, credituri sunt per verbum eorum in me? Latro vero
109, 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 527
526 Sobre el Evangelio de San Juan 109, 5 /
y p r i n c i p a l m e n t e predicada p o r los apóstoles, q u e con El h a b í a n
maestros fallaba. T a m p o c o él creyó en Cristo Jesús por su pala-
convivido, ha sido llamada palabra suya. M a s n o p o r eso deja de
bra; n o obstante, de tal m a n e r a creyó, que confesó q u e A q u e l a
ser palabra de D i o s , ya que el m i s m o A p ó s t o l dice a los Tesalo-
quien veía crucificado n o sólo había d e resucitar, sino q u e t a m -
nicenses q u e él la recibió, no como palabra de los hombres, sino
bién había de reinar, diciendo: Acuérdate de mí cuando hayas
como palabra de Dios, como verdaderamente lo es. Es de Dios,
entrado en tu reino.
porque D i o s la dio; mas se dice de ellos p o r q u e a ellos les en-
5. Y así, si se ha de creer q u e el Señor Jesús en esta ora-
c o m e n d ó Dios p r i m e r a y p r i n c i p a l m e n t e su predicación. Y p o r
ción rogó p o r quienes estaban entonces y p o r quienes h a b í a n d e
esta razón t a m b i é n aquel ladrón en su fe tenía la palabra de
venir a esta vida, q u e es una tentación sobre la tierra, d e b e m o s
éstos, así llamada p o r q u e a ellos i n c u m b í a c o m o p r i m o r d i a l oficio
entender q u e la palabra de ellos de q u e aquí habla es la p a l a b r a
predicarla. Finalmente, c u a n d o surgieron las m u r m u r a c i o n e s acer-
de la m i s m a fe q u e predicaron en el m u n d o , y que la l l a m ó
ca del a b a n d o n o de las viudas de los griegos en el r e p a r t o d e los
palabra de ellos p o r q u e p r i m e r a y p r i n c i p a l m e n t e fue por ellos
alimentos, antes de haber P a b l o abrazado la fe de Cristo, los
predicada. Y a ellos la predicaban en la tierra c u a n d o Pablo reci-
apóstoles, q u e h a b í a n estado al lado del Señor, contestaron: No
bió esa m i s m a palabra de ellos p o r revelación de Jesucristo. Por
es justo que nosotros dejemos el ministerio de la palabra para
eso c o m u n i c ó con ellos su evangelio, n o fuera q u e quizá andu-
atender a las mesas. Proveyeron entonces la ordenación de diá-
viese fuera del c a m i n o ; mas ambos se hallaron de acuerdo, por-
conos para n o verse ellos impedidos en su oficio de predicar la
q u e en él encontraron, a u n q u e n o transmitida por ellos, la mis-
palabra. Y así, con justicia se llama palabra suya a la palabra
ma palabra suya que ellos predicaban, y en la cual estaban ci-
de la fe, por la cual creyeron en Cristo cuantos la oyeron o cuan-
mentados. D e esta fe en la resurrección de Cristo dice el m i s m o
tos oyéndola han de creer. L u e g o por todos sus redimidos, t a n t o
Apóstol: " T a n t o yo como ellos predicamos lo m i s m o , y lo m i s -
ios q u e entonces vivían c o m o los q u e h a n de vivir, r o g ó Crisro
m o habéis creído vosotros"; y en otro lugar: "Esta es la palabra
en aquella oración, en la cual, r o g a n d o p o r los apóstoles, que
de fe q u e p r e d i c a m o s : q u e , si con tu lengua confiesas q u e Jesús
tenía presentes, incluyó a cuantos h a b í a n de creer p o r su pala-
es el Señor y creyeres en tu corazón que D i o s le resucitó de
bra. Lo que dijo después de haber incluido a éstos, lo dejaremos
entre los muertos, serás salvo." Se lee en los Actos de los A p ó s -
para otra plática.
toles q u e D i o s p u s o en Cristo la n o r m a de la fe resucitándole
de e n t r e los muertos. Esta palabra de fe, p o r haber sido p r i m e r a
verbum fidei, quia principaliter ac primitus per Apostólos, qui ei cohae-
seraM, praedicatum est, ideo verbum eorum dictum est. Ñeque enim
¡lie tune credidit, quando in ipsis doctoribus fides quae- fuerat qualis- propterea non est verbum Dei, quia dictum est verbum eorum; cum
cumque defecit. Nec ipse itaque per eorum verbum credidit in Christum dicat idem apostolus Thessalonicenses excepisse a se, non ut verbum bo-
Iesum: et tamen sic credidit, ut quem videbat crucifixum, ccmfiteretur minum, sed, sicut est, veré verbum Dei (1 Thess 2,13). Ideo ergo Dei,
non solum resurrecturum, verum etiam regnaturum, dicendo, Memento quia Deus id donavit; eorum vero verbum dictum est, quia hoc praedi-
mei, cum veneris in regnum tuum (Le 23,42). candum illis Deus primitus ac praecipue commendavit. Ac per hoc etiam
5. Proinde relinquitur, ut si Dominus Iesus hac oratione pro suis ¡lie latro in sua fide verbum eorum habebat: quod eorum proptetea
ómnibus quicumque in hac vita, quae tentado est super terram (Iob dictum erat, quoniam praedicandum ad eorum officium primitus ac prae-
, 7,1), vel tune erant, vel futuri erant, orasse credendus est, sic intelliga- cipue pertinebat. Denique cum murmur factum esset de ministerio men-
mus quod dictum est, per verbum eorum, ut ipsum verbum fidei quod sarum a viduis Graecorum, antequam Paulus credidisset ¡n Christum;
praedicaverunt in mundo, hic significatum esse credamus; dictum au- responderunt Apostoli, qui Domino ante cohaeserant: Non est bonum
tem esse verbum eorum, quoniam ab ipsis est primitus ac praecipue nos relinquere verbum Dei, et ministrare mensis (Act 6,14). Tune ordi-
praedicatum. Iam enim ab ipsis praedicabatur in térra, quando per re- nandos diáconos providerunt, ne ipsi a praedicandi verbi avocarentur
velationem Iesu Christi ipsum verbum eorum Paulus accepit. Unde et officio. Unde mérito dictum est verbum eorum, quod est verbum fidei,
contulit cum eis Evangelium, ne forte in vacuum cucurrisset aut curre- per quod omnes in Christum, undecumque id audierint, crediderunt, vel
ret; et dexteras ei dederunt: quia et in illo, quamvis non per eos illi audituri et credituri sunt. Ergo illa oratione pro ómnibus quos redemit,
datum, tamen verbum suum, quod iam praedicabant, et in quo fundati sive tune in carne viventes, sive postea futuros, Redemptor noster oravit,
fuerant, invenerunt (Gal 2,2.9). De quo verbo resurrectionis Christi idem cum rogans pro Apostolis qui cum ¡lio tune erant, adlunxit etiam illos
dicit apostolus, "Sive ego, sive illi, sic praedicamus, et sic credidistis" qui per eorum verbum in eum fuerant credituri. Quid autem adiuncris
(1 Cor 15,11); et iterum, "Hoc est", inquit, "verbum fidei quod praedi- illis deinde dicat, alia es*, disputatione tractandum.
camus, quia si confessus fueris in ore tuo quia Dominus est Iesus, et cre-
diderís in corde tuo quia Deus illum suscitavit a mortuis, salvus eris"
(Rom 10,8 et 9). Et in Actibus Apostolorum legitur quod in Christo
Deus definierit fidem ómnibus, suscitans eum a mortuis (Act 17,31). Hoc
528 Sobre el Evangelio de San ¡uan 110, 1 110, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 529
sustancia, en cuanto el Hijo es Dios con el Padre. Porque, en
TRATADO 110
cuanto es hombre, es de la misma sustancia que nosotros. Pero
DESDE LAS PALABRAS SIGUIENTES: "PARA QUE TODOS SEAN", ETC., HASTA quiso hacer hincapié en lo que dijo en otro lugar: Yo y el Padre
ÉSTAS: " Y LOS HAS AMADO COMO ME HAS AMADO A MÍ" somos una sola cosa; donde manifestó que El tenía la misma
1. Después de haber orado el Señor Jesús por sus discípu- naturaleza que el Padre. Por eso, cuando el Padre y el Hijo, o
los, que tenía presentes y habiendo incluido a los otros suyos también el Espíritu Santo, están con nosotros, no debemos pen-
cuando dijo: No ruego solamente por éstos, sino por aquellos sar que son de la misma naturaleza que nosotros. Están en nos-
que por su palabra han de creer en mí, como si le quisiéramos otros, o nosotros en ellos, de manera que ellos sean una sola cosa
preguntar por qué o qué pidió para ellos, añadió: Para que sean en su naturaleza, y nosotros una sola cosa en la nuestra. Ellos
iodos una sola cosa, y así como tú, ¡oh Padre!, estás en mí y yo están en nosotros como Dios en su templo, y nosotros estamos
en ti, así también ellos sean una sola cosa en nosotros. Lo mismo en ellos como la criatura en su Criador.
había dicho anteriormente, cuando aún rogaba por solos los dis- 2. Después de decir: Para que ellos sean una cosa en nos-
cípulos que entonces tenía a su lado: ¡Oh Padre santo!, en tu otros, añadió: A jin de que el mundo crea qtte me enviaste. ¿Qué
nombre guarda a los que me diste, para que sean una cosa, como significa esto? ¿Acaso ha de creer el mundo cuando todos sea-
nosotros. Esto mismo pidió ahora para nosotros como entonces mos una cosa con el Padre y el Hijo? ¿No es ésta aquella per-
para ellos: que todos, esto es, ellos y nosotros, seamos una sola petua paz que más bien es el premio de la fe que la fe misma?
cosa. Pero es de advertir que no dijo el Señor: para que seamos Seremos una cosa, no para creer, sino por haber creído. Y aunque
todos una sola cosa, sino: Para que todos sean una sola cosa, en esta vida seamos una sola cosa todos los que en El hemos
como tú, ¡oh Padre!, en mí y yo en ti, se sobrentiende somos creído en virtud de la misma fe común a todos, según dice el
una sola cosa, lo cual se dice luego más claramente, porque ya Apóstol: Todos vosotros sois una cosa en Cristo Jesús, aun así
antes, refiriéndose a los discípulos que con El estaban, había di- somos una cosa, no para que creamos, sino porque creemos. En-
cho: Para que sean una cosa, como nosotros. Por consiguiente, de tonces ¿qué significa: Que todos sean una cosa para que el mun-
tal manera está el Padre en el Hijo y el Hijo en el Padre, que do crea? Todos ellos son el mundo creyente; porque no son unos
son una sola cosa, porque son de una sola sustancia; nosotros, quienes son una cosa, y otros quienes forman ese mundo que ha
en cambio, podemos estar en ellos, pero no podemos ser una de creer precisamente por ser ellos una sola cosa, ya que dice:
sola cosa con ellos, porque ellos y nosotros no somos de una sola Que todos sean una sola cosa, refiriéndose a aquellos de quienes

nos et ipsi non sumus, in quantum Filius cum Patre Deus est. Nam in
quantum homo est, eiusdem substantiae est cuius et nos sumus. Sed
TRACTATUS 110 nunc illud potius voluit commendare, quod alio loco ait, Ego et Pater
DE EO QUOD SEQUITUR, UT OMNES UNUM SINT, ETC., USQUE AD IE>, ET DILEXISTI unum sumus (ibid. 10,30); ubi eamdem Patris et suam significavit esse
EOS, SICUT ET ME DILEXISH naturam. Ac per hoc et cum in nobis sunt Pater et Filius, vel etiam
Spiritus sanctus, non debemus eos putare naturae unius esse nobiscum.
1. Cum Dominus Iesus orasset pro discipulis suis quos tune secum Sic itaque sunt in nobis, vel nos in illis, ut illi unum sint in natura sua,
habebat, atque adiunxisset suos alios, dicens, Non pro bis autem rogo nos unum in nostra. Sunt quippe ipsi in nobis, tanquam Deus in tem-
tantum, sed et pro eis qui credituri sunt per verbum eorum in me; velut plo suo: sumus autem nos in illis tanquam creatura in Creatore suo.
quaereremus, quid vel quare pro illis rogaret, continuo subintulit, dicens: 2. Deinde cum dixisset, Ut et ipsi in nobis unum sint, adiunxit,
Ut omnes iinum sint, sicut tu, Pater, in me, et ego in te, ut et ipsi in Ut mundus credat quia tu me misisti. Quid est hoc? Numquidnam tune
nobis unum sint. Et superius cum adhuc pro solis discipulis, quos secum crediturus est mundus, quando in Patre et Filio unum omnes erimus?
habebat, oraret: Pater sánete, inquit, serva eos in nomine tuo quos de- Nonne ista est pax illa perpetua, et potius fidei merces quam fides?
disli mihi, ut sint unum sicut et nos (lo 17,11). Hoc ergo nunc etiam Unum enim erimus, non ut credamus, sed quia credidimus. Sed etsi in
et pro nobis rogavit, quod tune pro illis, ut omnes, hoc est et nos et hac vita propter ipsam communem fidem, omnes qui in unum credimus,
illi, unum simus. Ubi diligenter advertendum est non dixisse Dominum, unum sumus, iuxta illud Apostoli, Omnes enim vos unum estis in Christo
ut omnes unum simus; sed, Ut omnes unum sint, sicut tu, Pater, in me, lesu (Gal 3,28); etiam sic non ut credamus, sed quia credimus, unum
et ego in te (subintelligitur, unum sumus; quod apertius dicitur postea): sumus. Quid est ergo, Omnes unum sint, ut mundus credat? Ipsi quippe
quia et prius dixerat de discipulis qui cum illo erant, Ut sunt unum omnes mundus est credens. Ñeque enim alii sunt qui unum erunt, et alius
sicut et nos. Quamobrem ita est Pater in Filio, et Filius in Patre, ut est mundus propterea crediturus, quia illi unum erunt; cum procul dubio
unum sint, quia unius substantiae sunt: nos vero esse quidem in eis pos- de his dicat, Ut omnes unum sint, de quibus dixerat, Non pro his autem
sumus, unum tamen cum eis esse non possumus; quia unius substantiae rogo tantum, sed et pro eis qui credituri sunt per verbum eorum in me,
530 Sobre el Evangelio de San Juan 110, 2 110, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 531
había d i c h o : No ruego solamente por éstos, sino también por
tido sea m á s completo, lo p o n e m o s en las tres sentencias, será
aquellos que por su palabra han de creer en mi; añadiendo en
más claro el sentido de ellas. A s í : R u e g o que todos sean una
seguida: Para que todos sean una sola cosa. ¿Quiénes son estos
todos sino el m u n d o , n o el m u n d o hostil, sino el m u n d o fiel? sola cosa, como tú, ¡oh Padre!, en mí y yo en ti; r u e g o que ellos
Porque A q u e l q u e dijo: No ruego por el mundo, ruega p o r el sean también una sola cosa en nosotros; r u e g o para que el mun-
m u n d o p a r a q u e crea. H a y u n m u n d o del q u e está escrito: Para do crea que tú me enviaste, Y a ñ a d i ó en nosotros, para que, al
que no seamos condenados con este mundo. Por este m u n d o n o hacernos u n a sola cosa p o r la caridad, q u e n o desfallece, n o lo
ruega, p o r q u e n o ignora el lugar a q u e está predestinado. Y hay atribuyamos a nosotros, sino a la gracia de D i o s . Y así, habiendo
asimismo otro m u n d o del cual está escrito: No ha venido el dicho el Apóstol: Fuisteis en algún tiempo tinieblas, mas ahora
Hijo del hombre a juzgar al mundo, sino para que por El se sois luz, a fin de que n o se lo atribuyesen a sí mismos, añade
salve el mundo; p o r eso dice el A p ó s t o l : En Cristo estaba Dios en el Señor.
reconciliando consigo al mundo. Por este m u n d o ruega, d i c i e n d o :
Para que crea que tú me enviaste. Esta es la fe q u e reconcilia 3. Por otra parte, nuestro Salvador, r o g a n d o al Padre, se ma-
al m u n d o con D i o s , creyendo en Cristo, q u e fue enviado p o r nifiesta c o m o h o m b r e ; mas ahora quiere manifestar que también
Dios. M a s ¿cómo hemos de e n t e n d e r estas palabras: Para que El m i s m o , por ser Dios con el Padre, hace lo q u e pide, y dice:
ellos en nosotros sean una sola cosa y crea el mundo que tú me Y yo les he dado a ellos la claridad que tú me diste a mí. ¿Qué
enviaste, sino t e n i e n d o presente q u e p o n e la causa de q u e el claridad sino la inmortalidad que en El había de recibir la natu-
m u n d o crea en q u e ellos sean u n a cosa, c o m o si el m u n d o cre- raleza h u m a n a ? Entonces ni El m i s m o la había recibido; pero,
yese p o r verlos a ellos unidos, siendo así q u e el m u n d o está cons- siguiendo su costumbre y en v i r t u d de la inmutabilidad de la
tituido p o r todos aquellos q u e p o r la fe se hacen una sola cosa,
predestinación, designa lo futuro con palabras de pretérito; por-
sino q u e o r a n d o dijo: Para que todos sean una sola cosa; c o m o
que, d e b i e n d o ser El ahora clarificado, esto es, resucitado por el
t a m b i é n orando dijo: Para que el mundo crea; y o r a n d o dijo asi-
m i s m o : Para que también ellos sean una cosa en nosotros? Que Padre, t a m b i é n El nos ha de resucitar a nosotros para recibir esa
todos sean una sola cosa es lo m i s m o q u e : Que el mundo crea, claridad en el fin de los tiempos. Esto es semejante a lo que
p o r q u e creyendo se hacen una sola cosa. V e r d a d e r a m e n t e se ha- en otro lugar dice: Como el Padre resucita y da vida a los muer-
cen una cosa quienes, siendo una cosa p o r la naturaleza, h a n de- tos, así también el Hijo da vida a quienes El quiere. ¿Y quiénes
jado de ser una cosa rebelándose contra la unidad. F i n a l m e n t e , son éstos sino los mismos q u e quiere el Padre? Las cosas que
si tres veces suplimos el v e r b o ruego, o mejor, para q u e el sen- obra el Padre, esas mismas y no otras obra el Hijo, y n o de otro,
continuo subiungens, Vt omnes unum sint. Isti autem omnes quid est, sino de un modo igual. Por esto, El m i s m o se resucitó a sí mis-
nisi mundus, non hostilis utique, sed fidelis? Nam ecce qui dixerat, m o , c o m o lo declaró diciendo: Destruid este templo y lo reediji-
Non pro mundo rogo (lo 17,9), pro mundo rogat ut credat. Quoniam
est mundus de quo scriptum est: Ne cum boc mundo damnemur (1 Cor Denique si verbum quod ait, rogo, tertio subaudiamus, vel potius quo
11,32). Pro isto mundo non rogat: ñeque enim quo sit praedestinatus, plenius fiat, ubique ponamus; erit huius expositio sententiae manifestior:
ignorat. Et est mundus de quo scriptum est, Non enim venit Filius ho- Rogo ut omnes unum sint, sicut tu Pater in me, et ego in te: rogo ut
minis ut iudicet mundum, sed ut salvetur mundus per ipsum (lo 3,17): et ipsi in nobis unum sint: rogo ut mundus credat quia tu me misisti.
unde et Apostolus, Deus, inquit, erat in Christo, mundum reconcilians Ideo quippe addidit, quod dixit, in nobis, ut quod unum efficimur fide-
sibi (2 Cor 5,19). Pro isto mundo rogat, dicens, Ut mundus credat lissima charitate, gratiae Dei noverimus tribuendum esse, non nobis: sic-
ut Apostolus cum dixisset, Fuistis enim aliquando tenebrae, nunc autem
quia tu me misisti. Per hanc enim fidem mundus reconciliatur Deo, lux, inquit; et ne sibi hoc tribuerent, adiecit, in Domino (Eph 5,8).
cum credit in Christum qui est missus a Deo. Quomodo ergo intellecturi 3. Deinde Salvator noster rogando Patrem, se hominem demons-
sumus quod ait, Ut et ipsi in nobis unum sint, ut credat mundus quia trabat: nunc demonstrans et seipsum, quoniam cum Patre Deus est, fa-
tu me misisti: nisi quia non in eo causam posuit ut credat mundus, quia ceré quod rogat, Et ego, inquit, claritatem quam dedisti mihi, dedi Mis.
illi unum sunt, tanquam ideo credat quos eos esse unum videt; cum Quam claritatem, nisi immortalitatem, quam natura humana in illo fue-
rat acceptura? Nam nec ipse adhuc acceperat eam, sed more suo prop-
ipse mundus sint omnes, qui credendo unum fiunt: sed orando dixit,
ter immobilitatem praedestinationis, praeteriti temporis verbis futura sig-
Ut mundus credat; sicut orando dixit, Ut omnes unum sint; orando di- nificat, quod nunc clarificandus, hoc est suscitandus a Patre, et ipse sit
xit, Ut et ipsi in nobis unum sint? Hoc est enim omnes unum sint, nos ad eam claritatem suscitaturus in fine. Simile est hoc ei quod alibi
quod est mundus credat: quoniam credendo unum fiunt; perfecte unum, dicit, Sicut Pater suscitat mortuos et vivificat, sic et Vilius quos vult vi-
qui cum natura essent unum, dissentiendo ab uno non erant unum. vificat. Et quos, nisi eosdem quos Pater? Quaecumque enim Pater facit
non alia, sed haec et Filius; nec aliter, sed similiter facit (lo 5,21.19)
Ac per hoc suscitavit et seipsum etiam ipse. Nam inde est, Solvite
532 Sobre el Evangelio de San Juan 110, 4
110, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 533
caré en tres días. Y de esta manera, a u n q u e n o lo dice, debe en-
consumados en la unidad. B r e v e m e n t e se insinúa a q u í c o m o M e -
tenderse q u e El m i s m o se d i o esa claridad q u e dice le fue dada
diador entre D i o s y los h o m b r e s ; mas n o quiere decir esto q u e
por el Padre. F r e c u e n t e m e n t e dice q u e el P a d r e sólo hace lo q u e
el P a d r e n o esté en nosotros o q u e nosotros n o estemos en el
hace El m i s m o con el Padre, p o r atribuir t o d o lo q u e El es a
Padre, h a b i e n d o dicho El en otro lugar: Vendremos a él y hare-
A q u e l de q u i e n procede. P e r o algunas veces, silenciando al Pa-
mos morada dentro de él. M a s n o dijo antes: Yo en ellos y tú
dre, dice q u e El hace lo q u e hace j u n t a m e n t e con el Padre, p a r a
en mí, c o m o dijo ahora: Ellos en mí y yo en ti, sino q u e dijo:
q u e e n t e n d a m o s q u e el H i j o n o debe ser separado de las obras
Tú en mí y yo en ti, y ellos en nosotros. En cuanto a lo q u e
del P a d r e c u a n d o dice q u e El hace algo sin n o m b r a r s e a El
ahora dice: Yo en ellos y tú en mí, lo dice en calidad de media-
m i s m o , y q u e asimismo n o se ha de separar al P a d r e de las obras
dor, conforme a las palabras del A p ó s t o l : Vosotros de Cristo, y
del H i j o c u a n d o se dice q u e las hace el H i j o sin mencionar al
Cristo de Dios. Mas en c u a n t o a ñ a d i ó : A fin de que sean consu-
Padre, p o r q u e a m b o s c o n j u n t a m e n t e las hacen. Y así, cuando en
mados en la unidad, nos declara que la reconciliación hecha p o r
las obras del P a d r e calla el H i j o su cooperación, nos recomienda
el M e d i a d o r nos conduce a la perfecta bienaventuranza, a la cual
su humildad, con el fin de que sea m á s provechosa p a r a nos-
nada se p u e d e añadir. Por consiguiente, creo q u e estas palabras:
otros; cuando, e m p e r o , calla la cooperación del P a d r e en sus
Para que el mundo conozca que tú me enviaste, n o deben ser to-
obras, t a m b i é n nos recomienda su parilidad, para q u e n o se le
madas c o m o si otra vez dijera: Para qtte el mundo crea, p o r q u e
crea inferior. D e este m o d o , t a m p o c o en esta ocasión se declara
a veces se pone el v e r b o conocer por el verbo creer, c o m o cuan-
ajeno a la operación del P a d r e a u n q u e haya dicho: La claridad
d o dijo más arriba: Y han conocido que yo salí de ti y creyeron
que me has dado, p o r q u e t a m b i é n El se la dio a sí m i s m o . N i
que tú me enviaste, d o n d e lo m i s m o significa creyeron q u e co-
t a m p o c o aleja de sus obras al P a d r e a u n q u e diga: Se la di a ellos,
nocieron. Pero, c u a n d o se refiere a la consumación, entonces hay
p o r q u e t a m b i é n el Padre se la dio. Inseparables son las opera-
q u e tomar ese conocimiento por el c o n o c i m i e n t o por la visión, y n o
ciones n o sólo del P a d r e y del H i j o , mas t a m b i é n las del Es-
p o r el conocimiento p o r la fe. Y este orden parece guardar en lo
píritu Santo. Y así como con su oración al P a d r e p o r todos los
d i c h o a n t e r i o r m e n t e : Para que el mundo crea, y en lo dicho ahora:
suyos quiso alcanzar que todos sean una sola cosa, así t a m b i é n
Para que el mundo conozca. P o r q u e a u n q u e allí haya d i c h o : Para
con este beneficio suyo del q u e dice: ha claridad que a mí me
que todos sean una sola cosa y sean una cosa en nosotros, n o obs-
has dado, se la he dado yo a ellos, quiso hacer lo q u e a conti-
tante, n o dice que sean consumados en la unidad, sino q u e ter-
nuación dijo: Qíje sean una cosa, como nosotros lo somos.
mina así la frase: Para que el mundo crea que tú me enviaste;
4. Luego a ñ a d i ó : Yo en ellos y tú en mí, a fin de que sean
templum hoc, inquit, et in triduo resuscitabo illud (ibid. 2,19). Proinde unum. Ubi se mediatorem inter Deum et homines breviter intimavit.
immortalitatis claritatem, quam sibi a Parre datam dicit, etiam ipse sibi Ñeque enim hoc ita dictum est, tanquam Pater non sit in nobis, aut
dedisse intelligendus est, etsi non dicit. Ideo quippe saepius solum Pa- nos in Patre non simus; cum et alio loco dixerit, Veniemus ad eum, et
trem faceré dicit quod et ipse facit cum Patre, ut quidquid est ei tribuat mansionem apud eum jaciemus (lo 14,23): et hic paulo ante non di-
de quo est. Sed et aliquando etiam tácito Patre, se dicit faceré quod xerit, Ego in eis et tu in me, quod dixit modo; aut, Ipsi in me et ego
facit cum Patre: ut intelligamus ita Filium non esse a Patris opere in te; sed, Tu in me et ego in te, et ipsi in nobis. Quod ergo nunc
separandum, quando se tácito Patrem dicit aliquid operari; quemadmd- ait, Ego in eis et tu in me, ita dictum est ex persona Mediatoris, sicut
dum nec Pater ab opere Filii separatur, quando ipso tácito Filius operari illud quod Apostolus ait, Vos Christi, Christus vero Dei (1 Cor 3,23).
dicitur, quod nihilominus pariter operantur. Cum ergo tacet Filius in Quod vero addidit, Ut sint consummati in unum, ostendit eo perduci
opere Patris operationem suam, humilitatem commendat, ut sit nobis reconciliationem, quae fit per Mediatorem, ut perfecta beatitudine, cui
salubrior: cum vero vicissim in opere suo tacet operationem Patris, pari- iam nihil possit adiici, perfruamur. Unde id quod sequitur, Ut cognoscat
litatem suam commendat, ne credatur inferior. Isto igitur modo et hoc mundus quia tu me misisii, non sic accipiendum puto, tanquam iterum
loco nec se facit alienum a Patris opere, quamvis dixerit, Claritatem dixerit, Ut credat mundus: aliquando enim et cognosceie pro eo quod
quam dedisti mihi; quia et ipse dedit eam sibi: nec Patrem facit alie- est credere ponitur, ut est quod ait aliquanto superius, Et cognoverunt
num ab opere suo, quamvis dixerit, dedi eis; quia et Pater illam dedit veré quia a te exivi, et crediderunt quia tu me misisti (lo 17,8). Hoc
eis. Inseparabilia namque sunt opera non solum Patris et Filii, verum dixit posterius crediderunt, quod prius dixerat cognoverunt. Sed hic
etiam Spiritus sancti. Sicut autem ex eo quod Patrem pro suis ómnibus quandoquidem de consummatione loquítur, talis est intelligenda cognitio,
rogavit, hoc fieri voluit, Ut omnes unum sint: ita ex hoc etiam suo qualis erít per speciem, non qualis nunc est per fidem. Nam videtur
beneficio quod ait, Claritatem quam dedisti mihi, dedi eis, id fieri nihil ordo esse servatus in eo quod paulo ante dixit, Ut credat mundus; hic
minus voluit; nam continuo subiunxit, Ut sint unum, sicut et nos unum autem, Ut cognoscat mundus. Ibi enim quamvis dixerit, Ut omnes unum
sumus. sint, et in nobis unum siM3 non ait tamen, Sint consummati in unum;
4. Deinde addidif. Ego in eis, et tu in me, ut sint consummati in atque ita subnexuit, Ut credat mundus quia tu me misisti: hic vero,
534 Sobre el Evangelio de San Juan 110, 5 110, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 535
aquí, en cambio, dice: Para que sean consumados en la unidad; bien aquello. Porque ¿quién osará decir que Cristo envió a los
y no añadió: Para que crea el mundo, sino: Para que conozca el apóstoles al mundo del mismo modo que El fue enviado por el
mundo que tú me enviaste. Mientras creemos, no vemos: aún no Padre? Pasando por alto otras diferencias, cuya enumeración sería
estamos tan consumados como cuando merezcamos ver lo que muy prolija, diré que ellos fueron enviados siendo ya hombres -
ahora creemos. Muy bien, pues, dice allí: Para que el mundo mas Cristo fue enviado para hacerse hombre, y, no obstante, un
crea, y aquí: Para que el mundo conozca, y tanto allí como aquí: poco antes dice: Como tú me enviaste al mundo, así también
Que tú me enviaste, a fin de que entendamos que ahora debemos yo los he enviado al mundo; como diciendo: Ya que tú me has
creer en la inseparabilidad del amor del Padre y del Hijo, cuyo enviado a mí, yo los he enviado a ellos. De la misma manera
conocimiento pretendemos conseguir por la fe. Pero, si solamen- en este pasaje: Los has amado a ellos, como me has amado a mí
te hubiese dicho: Para que conozcan que tú me enviaste, tendría quiere decir: los has amado a ellos porque me has amado a mí.
el mismo valor que Para que el mundo conozca. Pues el mundo Pues, amando al Hijo, no podía dejar de amar a sus miembros,
son ellos, no el que permanece enemigo, cual es el mundo pre- ni tener otra razón para amarlos sino la de amarle a El. Ama al
destinado a la condenación, sino el mundo convertido de enemi- Hijo según la divinidad, por haberle engendrado igual a Sí mis-
go en amigo, por el cual Dios estaba en Cristo, reconciliando mo, y le ama también en cuanto hombre, porque el mismo Verbo
consigo al mundo; y por eso dijo: Yo en ellos y tú en mí; como unigénito se hizo carne, y por el Verbo le es muy cara la carne
si dijera: Yo en aquellos a quienes me enviaste, y tú en mí, re- del Verbo; mas a nosotros nos ama porque somos miembros de
conciliando contigo al mundo por mi intermedio. su Amado, y para que lo fuésemos nos amó antes de que exis-
5. Por este motivo continúa diciendo: Y tú los has amado, tiésemos.
como me has amado a mí. El Padre nos ama en el Hijo, porque 6. El amor con que Dios ama es incomprensible y, al mis-
en El nos ha elegido antes de la formación del mundo. El que mo tiempo, inmutable. Porque no comenzó a amarnos desde cuan-
ama al Unigénito, ama también a sus miembros, adoptados en El do fuimos con El reconciliados por la sangre de su Hijo, sino
y por El. Pero no vayamos a creernos iguales al Hijo unigénito, que nos amó antes de la formación del mundo para que, junta-
que nos creó y nos conserva, por haber dicho: Los has amado mente con su Hijo, fuésemos hijos suyos, cuando nosotros no
como a mí; porque no siempre indica igualdad quien dice que éramos absolutamente nada. Pero, al decir que hemos sido re-
esto es como aquello, sino que a veces quiere decir solamente: conciliados con Dios por la muerte de su Hijo, no debemos oírlo
Por ser esto así, también aquello, o: Por ser esto, que sea tam- ni tomarlo como si el Hijo nos haya reconciliado con El para
comenzar a amar a quienes antes odiaba, al modo que un ene-
Ut sint, inquit, consummati in unum; ac deinde non addidit, Ut credat
mundus, sed, Ut cognoscat mundus quia tu me misisti. Quamdiu enim dixerit eo prorsus modo in mundum a Christo Apostólos missos, quo-
credimus quod non videmus, nondum sumus ita consummati, quemad- modo est ipse missus a Patre? Ut enim alias taceam differentias, quas
modum erimus cum meruerimus videre quod credimus. Rectissime igi- commemorare longum est, missi sunt certe illi cum iam homines essent;
tur ibi, Ut credat mundus; hic, Ut cognoscat mundus: tamen et ibi et missus est autem ipse ut homo esset: et tamen superius ait, Sicut me
hic, quia tu me misisti; ut noverimus quantum pertinet ad Patris et misisti in mundum, et ego misi eos in mundum (lo 17,18); tanquam
Filii inseparabilem charitatem, hoc nos modo credere quod tendimus diceret, Quia misisti me, misi eos. Ita et hoc loco, Dilexisti eos, inquit,
credendo cognoscere. Si autem diceret, Ut cognoscant quia tu me misisti: sicut me dilexisti; quod nihil aliud est quam, Dilexisti eos, quoniam
tantumdem valeret quantum hoc quod ait, Ut cognoscat mundus. Ipsi et me dilexisti. Non enim membra Filii non diligeret qui diligit Filium;
sunt enim mundus, non permanens inimicus, qualis est mundus dam- aut alia causa est diligendi membra eius, nisi quia diligit eum. Sed
nationi praedestinatus; sed ex inimico amicus effectus, propter quem diligit Filium secundum divinitatem, quia genuit illum aequalem sibi;
Deus erat in Christo mundum reconcilians sibi. Ideo dixit, Ego in eis, diligit eum etiam secundum id quod homo est, quia ipsum unigenitum
et tu in me: tanquam diceret, Ego in eis ad quos misisti me; et tu in Verbum caro factum est, et propter Verbum est ei chara Verbi caro: nos
me, mundum reconcilians tibi per me. autem diligit, quoniam sumus eius membra quem diligit; et hoc ut
5. Propterea sequitur etiam illud quod ait, Et dilexisti eos sicut et essemus, propter hoc nos dilexit antequam essemus.
me dilexisti. In Filio quippe nos Pater diligit, quia in ipso nos elegit 6. Quapropter incomprehensibilis est dilectio qua diligit Deus, ñe-
ante constitutionem mundi (Eph 1,4). Qui enim diligit Unigenitum, que mutabilis. Non enim ex quo ei reconcilian" sumus per sanguinem
profecto diligit et membra eius quae adoptavit in eum per eum. Nec Filii eius, nos coepit diligere; sed ante mundi constitutionem dilexit nos,
ideo pares sumus unigénito Filio per quem creati et recreati sumus; ut cum eius Unigénito etiam nos filii eius essemus, priusquam omnino
quia dictum est, Dilexisti eos sicut et me. Ñeque enim semper aequali- aliquid essemus. Quod ergo reconcilian sumus Deo per mortem Filii
tatem significat, qui dicit, Sicut illud, ita et illud: sed aliquando tantum, eius, non sic audiatur, non sic accipiatur, quasi ideo nos reconciliaverit
Quia est illud, est et illud; Quia est illud, ut sit et illud. Quis enim ei Filius, ut iam inciperet amare quos oderat; sicut reconciliatur inimicus
536 Sobre el Evangelio de San Juan 110, 6 110, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 537
m i g o se reconcilia con otro e n e m i g o para hacerse amigos, a m á n - exactitud el amor que tiene a los m i e m b r o s de su U n i g é n i t o , y
dose después los q u e antes se odiaban; sino que fuimos recon- m u c h o m e n o s el que tiene al U n i g é n i t o m i s m o , p o r el cual fue-
ciliados con el q u e ya nos a m a b a y cuyos enemigos éramos por ron creadas tanto las cosas visibles c o m o las invisibles, a las que
el pecado. D e la verdad de a m b a s cosas da testimonio el A p ó s - ama r e c t í s í m a m e n t e según la ordenación de sus naturalezas? Y
tol, diciendo: Recomienda Dios su amor hacia nosotros porque con la abundancia de su gracia conduce a los m i e m b r o s de su
Cristo murió por nosotros cuando aún éramos pecadores. Nos U n i g é n i t o a la igualdad con los santos ángeles; m a s el U n i g é n i t o ,
a m a b a a u n c u a n d o nosotros obrábamos la maldad valiéndonos de por ser el Señor de todas las cosas, c i e r t a m e n t e es el Señor de los
la enemistad en contra suya, y, n o obstante, con toda verdad se ángeles, y p o r su naturaleza divina es igual, n o a los ángeles,
dijo de El: Odiaste, Señor, a todos los que obran la maldad. Y sino al P a d r e m i s m o ; y por la gracia q u e tiene e n c u a n t o hom-
así, de u n m o d o admirable y divino nos a m a b a c u a n d o nos odia- bre, ¿cómo n o ha de exceder la excelencia del ángel m á s encum-
ba, p o r q u e odiaba en nosotros lo q u e El n o había hecho; mas, brado, siendo u n a sola persona el h o m b r e y el Verbo?
p o r q u e nuestra iniquidad n o había destruido p o r completo su 7. N o faltan quienes nos hacen superiores a los ángeles, di-
obra, en cada u n o de nosotros odiaba nuestra obra y a m a b a la ciendo q u e por nosotros, y n o p o r los ángeles, m u r i ó Cristo. Pero
suya. Y en este sentido debe entenderse aquello q u e con toda ¿qué significa esto sino querer gloriarse de la maldad? Porque,
verdad se ha dicho de E l : No has tenido odio a nada de cuanto según dice el Apóstol, Cristo en el tiempo determinado murió
has hecho. D e n i n g ú n m o d o hubiese q u e r i d o q u e existieran las por los impíos. En lo cual resplandece la misericordia de D i o s
cosas por El odiadas ni h u b i e r a n existido las que el O m n i p o t e n t e y n o nuestros merecimentos. ¿Cómo p u e d e u n o gloriarse de ha-
n o hubiera querido, si e n las m i s m a s cosas q u e odia n o hubiera ber contraído p o r sus vicios una enfermedad que sólo p u e d e ser
algo q u e El p u d i e r a a m a r . C o n razón tiene o d i o al vicio y lo curada con la m u e r t e del médico? N o es la m u e r t e de Cristo
reprueba c o m o ajeno al c a n o n d e su arte; p e r o a m a en las m i s - p r e m i o de nuestros méritos, sino la medicina de nuestras enfer-
mas cosas viciosas, o su beneficio en enderezarlas, o su juicio en medades. ¿Nos tendremos por superiores a los ángeles p o r q u e
condenarlas. Y así D i o s n o tiene odio a n i n g u n a de sus obras, nada se hizo p o r ellos p a r a borrar su pecado? C o m o si a nos-
p o r q u e , siendo el C r e a d o r de las naturalezas, n o de los vicios, otros se nos hubiese dado más q u e a ellos. Y aun concediendo
odia los males, q u e El n o ha hecho; y buenas son las mismas q u e esto sea así, p u e d e p r e g u n t a r s e si fue p o r q u e nosotros éramos
cosas q u e El hace, ya c o r r i g i e n d o el m a l p o r su misericordia, ya m á s excelentes o p o r q u e nos hallábamos en profundidades más
desesperadas. M a s al ver que el Creador de todos los bienes n o
p e r m i t i é n d o l o p o r sus secretos juicios. N o teniendo, pues, odio
concedió a los ángeles malos gracia alguna para reparar su des-
a cosa alguna de las q u e El ha hecho, ¿quién p o d r á m e d i r con
nando per iudicium, bona sunt ipsa quae facit. Cum igitur eorum quae
inimico, ut deinde sint amici, et invicem diligant qui oderant invicem: fecit nihil oderit, quis digne possit eloqui, quantum diligat membra
sed iam nos diligenti reconcilian sumus ei, cum quo propter peccatum (Jnigeniti sui; et quanto amplius ipsum Unigenitum, in quo condita sunt
inimicitias habebamus. Quod utrum verum dicam, attestetur Apostolus: omnia visibilia et invisibilia, quae in suis generibus ordinata ordinatis-
Commendat, inquit, dilectionem suam Deus in nobis1 quoniam cum adhuc sime diligit? Membra quippe Unigeniti ad Angelorum sanctorum aequa-
peccatores essemus, Christus pro nobis mortuus est (Rom 5,8.9). Habebat litatem gratiae suae largitate perducit: Unigenitus autem cum sit Do-
¡taque ille erga nos charitatem, etiam cum inimicitias adversum eum minus omnium, procul dubio est Dominus Angelorum, natura qua Deus
exercentes operaremur iniquitatem: et tamen ei verissime dictum est, est, non Angelis, sed Patri potius aequalis; gratia vero qua homo est,
Odisti, Domine, omnes qui operantur iniquitatem (Ps 5,7). Proinde miro quomodo non excedit excellentiam cuiuslibet angelí, cum sit una per-
et divino modo et quando nos oderat, diligebaf. oderat enim nos, quales sona carnis et Verbi?
ipse non fecerat; et quia iniquitas nostra opus eius non omni ex parte 7. Quanquam non desint qui etiam nos Angelis praeferant; quia
consumpserat, noverat simul in unoquoque nostrum et odisse quod fece- pro nobis, inquiunt, non pro Angelis mortuus est Christus, Id quid est
ramus, et amare quod fecerat. Et hoc quidem in ómnibus intelligi pot- aliud, quam de impietate velle gloriari? Etenim Christus, sicut ait Apos-
est de illo, cui veraciter dicitur, Nihil odisti eorum quae fecisti (Sap 11, tolus, iuxta tempus pro impiis mortuus est (Rom 5,6). Hic ergo non
25). Non enim quodcumque odisset esse voluisset, aut omnino esset meritum nostrum, sed Dei misericordia commendatur. Nam quale est
quod omnipotens esse noluisset, nisi et in eo quod odit, esset etiam ideo se velle laudari, quia virio suo tam detestabiliter aegrotavit, ut non
quod amaret. Mérito quippe odit, et velut a regula suae artis alienum posset aliter quam medici morte sanari? Non est haec nostrorum gloria
improbat vitium: amat tamen suum etiam in vitiosis vel sanatione be- meritorum, sed medicina morborum. An ideo nos praeferimus Angelis,
neficium, vel damnatione iudicium. Ita Deus, et nihil odit eorum quae quia cum et angelí peccaverint, nihil eis tale unde sanarentur impensum
fecit: naturarum enim, non vitiorum conditor, mala quae odit, ipse non est? Quasi aliquid eis vel parvum fuerit impensum, et nobis amplius.
fecit; et de malis eisdem vel sanando ea per misericordiam, vel ordi- Quod si et hoc factum esset, adhuc quaeri posset utrum ideo fuisset
111, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 539
538 Sobre el Evangelio de San Juan 111, 1
esperanza. Cristo Jesús, el H i j o U n i g é n i t o de D i o s , coeterno e
gracia, ¿por q u é n o h e m o s d e ver q u e tanto m á s condenable fue
igual al Padre, q u e p o r nosotros se hizo h o m b r e , m a s n o falaz
su culpa c u a n t o era su naturaleza m á s excelente? T a n t o m e n o s
c o m o es todo h o m b r e ; q u e es el camino, la verdad y la vida;
q u e nosotros debieron pecar cuanto fueron mejores q u e nosotros.
q u e venció al m u n d o d e aquellos para quienes lo venció, dice:
Pero, en cambio, t a n t o m á s execrable fue su ingratitud ofendien-
Escuchad, creed, esperad y desead lo q u e dice: Padre, quiero que
d o al Creador c u a n t o fueron creados m á s llenos de gracia; n i se
aquellos que me has dado estén conmigo donde yo estoy. ¿Quié-
contentaron con su deserción, sino q u e se h a n convertido en
nes son esros q u e el P a d r e le h a dado? ¿ N o son aquellos de
nuestros falsarios malhechores. G r a n d e , pues, es el beneficio q u e
quienes dice en otro lugar Nadie viene a mí si el Padre, que me
nos ha hecho A q u e l q u e n o s a m ó c o m o a m ó a Cristo, hasta el
envió, no le trajere? Y a sabemos, si es q u e h e m o s sacado algún
p u n t o d e concedernos q u e p o r A q u e l cuyos m i e m b r o s quiso q u e
p r o v e c h o d e este Evangelio, q u e todo cuanto dice ser hecho p o r
fuéramos, seamos iguales a los santos ángeles, inferiores a los cua-
el P a d r e lo hace t a m b i é n El m i s m o c o n el P a d r e . Los q u e El
les fuimos creados en naturaleza y p o r el p e c a d o nos hemos h e -
recibió del P a d r e son los mismos q u e El escogió del m u n d o y
cho m á s indignos de estar siquiera en su compañía.
los eligió para q u e n o fuesen ya del m u n d o , como El n o es del
m u n d o ; m a s d e m a n e r a q u e ellos formen t a m b i é n p a r t e del m u n -
d o q u e cree y conoce q u e Cristo fue enviado p o r el Padre para
TRATADO 111 q u e el m u n d o fuese liberado del m u n d o , a fin d e q u e el m u n -
DESDE ESTAS PALABRAS DEL S E Ñ O R : "PADRE, QUIERO QUE DONDE YO d o q u e h a de ser reconciliado con D i o s n o perezca con el m u n -
ESTOY ESTÉN CONMIGO TAMBIÉN AQUELLOS QUE ME HAS DADO", HASTA d o su e n e m i g o irreconciliable. D i c e en el exordio de esta ora-
ESTAS: "PARA QUE EL AMOR QUE ME HAS TENIDO A MÍ ESTÉ TAMBIÉN ción: he has dado poder sobre toda carne, esto es, sobre rodos
EN ELLOS"
los h o m b r e s , a fin de que a todos los que le has dado les dé la
1. Es t a n g r a n d e la esperanza q u e el Señor Jesús da a los vida eterna. E n estas palabras declara q u e recibió p o d e r sobre
suyos, q u e n o p u e d e haberla mayor. Escuchad y gózaos c o n esa todos los h o m b r e s para q u e El salve y condene a los q u e quisie-
esperanza en virtud de la cual esta vida n o debe ser amada, sino re, como juez d e vivos y m u e r t o s ; m a s éstos le h a n sido dados
tolerada, a fin de q u e podáis sobrellevar con paciencia sus tribu- para q u e El les d é la vida eterna. A s í lo dice: Para que a todos
laciones. Escuchad, digo, y ved a d o n d e h a de dirigirse nuestra los que le has dado les dé la vida eterna. P o r consiguiente, n o le
han sido dados aquellos a quienes n o ha d e dar la vida eterna,
factum, quod steteramus excellentius, an quod desperatius iacebamus. a u n q u e sobre ellos t a m b i é n tenga p o d e r A q u e l a q u i e n ha sido
Cum vero noverimus bonorum omnium Creatorem reparandis angelis
malis nihil gratiae contulisse, cur non potius inteliigimus quod tanto et aequalis est, dicit; qui propter nos homo factus est, sed sicut omnis
damnabilior eorum iudicata sit culpa, quanto erat natura sublimior? homo mendax (Ps 115,11) non factus est, dicit; via, vita, veritas dicit
Tanto enim minus quam nos peccare debuerunt, quanto meliores nobis (lo 14,6); qui mundum vicit (ibid. 16,33), de his quibus vicit, dicit.
fuerunt. Nunc autem in offendendo Creatorem tanto exsecrabilius bene- Audite, credite, sperate, desiderate quod dicit: Pater, inquit, quos dedisti
ficio eius ingrati exstiterunt, quanto beneficentius sunt creati; nec eis mihi, voló ut ubi ego sum, et Mi sint mecum. Qui sunt isti quos ait a
satis fuit desertores esse illius, nisi et nostri fierent deceptores. Hoc itaque Patre datos sibi? Nonne illi de quibus alio loco dicit, Nemo venit ad me,
nobis magnum bonum conferet, qui dilexit nos sicut dilexit Christum, nisi Pater qui misit me, traxerit eum? (ibid. 6,44). Iam quomodo ea
ut propter ipsum cuius membra nos esse voluit, aequales Angelis sanctis quae fieri dicit a Patre, faciat et ipse cum Patre, si quid in hoc Evan-
simus (Le 20,36), quibus et natura inferiores conditi sumus, et peccato gelio profecimus, novimus. Ipsi sunt ergo quos a Patre accepit, quos
indigniores facti, qui eorum fieri qualescumque socii deberemus. et ipse elegit de mundo, atque elegit ut iam non sint de mundo, sicut
non est et ipse de mundo: ut sint tamen etiam ipsi mundus credens et
cognoscens quod Christus a Deo Patre sit missus, ut mundus ex mundo
TRACTATUS 111 liberaretur, ne mundus Deo reconciliandus cum mundo inimicissimo dam-
D E EO QUOD DOMINUS DICIT, PATER, QUOS DEnisn MIHI, VOLÓ u r UBI EGO SUM, naretur. Sic enim ait in huius orationis exordio: "Dedisti ei potestatem
ET írxi SINT MECUM; USQUE AD ID, U T DILECTIO QUA DILEXISTI ME, IN IPSIS srr, omnis carnis, id est omnis hominis, ut omne quod dedisti ei, det eis
ET EGO IN IPSIS vitam aetemam (ibid. 17,2). Ubi ostendit potestatem se quidem omnis
hominis accepisse, ut liberet quos voluerit, damnet quos voluerit, qui
1. In magnam spem Dominus Iesus suos erigit, qua maior omnino vivos et mortuos iudicabit; sed eos sibi esse datos, quibus ómnibus det
esse non possit. Audite, et estofe in spe gaudentes, propter quod vita vitam aeternam. Sic enim ait: Ut omne quod dedisti ei, det eis vitam
¡sta non amanda, sed toleranda sit, ut esse possitis in eius tribulatione aetemam. Proinde non ei dati sunt, quibus vitam non dabit aeternam;
patientes (Rom 12,12). Audite, inquam, et quo spes nostra levetur at- quamvis et ipsorum potestas data sit, cui potestas data est omnis carnis,
tendite. Christus Iesus dicit, Filius Dei unigenitus qui Patri coaeternus
540 Sobre el Evangelio de San ¡uan 111, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 541
111, 2
dado p o d e r sobre toda la carne, esto es, sobre todos los h o m b r e s . entender q u e p r o n t o subiría al cielo, diciendo q u e ya estaba
Y así el mundo reconciliado será libertado del m u n d o e n e m i g o , donde luego había de estar. P u d o decirlo t a m b i é n en el sentido
cuando contra él ejerza su poder, enviándole a la m u e r t e eterna, que antes había dicho h a b l a n d o con N i c o d e m o : Nadie sube al
haciendo a éste suyo para darle la vida eterna. A todas sus ove- cielo sino aquel que bajó del cielo, el Hijo del hombre, que está
jas el b u e n pastor, a todos sus m i e m b r o s la m a g n a cabeza, p r o - en el cielo. T a m p o c o allí dijo estará, en atención a la unidad
m e t i ó este premio: q u e t a m b i é n nosotros estemos con El d o n d e de persona por la cual es D i o s - H o m b r e y H o m b r e - D i o s . P r o m e -
El está, y no p u e d e n dejar de cumplirse los deseos q u e el H i j o tió, p u e s , q u e nosotros hemos de estar en el cielo, adonde fue
o m n i p o t e n t e manifestó al P a d r e o m n i p o t e n t e . Allí está t a m b i é n elevada la forma de siervo, que t o m ó de la V i r g e n , y colocada a
el Espíritu Santo, igualmente eterno, igualmente D i o s , u n solo la derecha del Padre. Por la esperanza de t a n t o bien dice el A p ó s -
Espíritu de ambos y sustancia de las voluntades de u n o y otro. tol: Dios, que es rico en misericordia, por el mucho amor que
P o r q u e aquello q u e se lee haber dicho cercano a su p a s i ó n : Mas nos ha tenido, cuando estábamos mitertos por el pecado, nos dio
no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú, ¡oh Padre!, quieres; la vida en Cristo, con cuya gracia nos hizo salvos, y con El nos
como si una fuere o hubiere sido la voluntad del H i j o y otra resucitó y con El nos hizo sentar en las mansiones celestiales en
la del P a d r e ; n o es m á s q u e u n sonido acomodado a nuestra fla- Cristo Jesús. Esto p u e d e entenderse q u e dijo el Señor: Que don-
queza, a u n q u e creyente, que t o m ó sobre sí nuestra cabeza c u a n d o de yo estoy, ellos estén también conmigo. D e sí m i s m o afirmó
t o m ó sobre sí t a m b i é n nuestros pecados. P e r o hemos de creer que ya estaba allí; de nosotros dijo q u e quería q u e estuviésemos
religiosamente q u e una sola es la voluntad del Padre y del H i j o , allí con El, n o q u e ya estuviésemos. El Apóstol habló c o m o si
cuyo Espíritu es t a m b i é n u n o solo, y conocer en los tres a la ya estuviese hecho lo que el Señor quería q u e se hiciese. P o r q u e
Trinidad, a u n q u e nuestra flaqueza n o p u e d a aún c o m p r e n d e r l o . no dice q u e ha de resucitar y ha de hacer sentar en los cielos,
2. Pero, c o m o ya h e m o s dicho, de acuerdo con la brevedad sino q u e resucitó e hizo sentar en las celestes mansiones, consi-
del sermón, a quiénes y cuan firme es la p r o m e s a que hizo, vea- d e r a n d o c o m o ya ejecutado fielmente lo q u e n o duda q u e ha de
mos ahora, s e g ú n nuestros alcances, q u é es lo q u e El se ha dig- realizarse. Mas, si quisiéramos e n t e n d e r estas palabras: Quiero
nado p r o m e t e r n o s . Quiero, dice, que aquellos que me has dado que donde yo estoy estén ellos también conmigo, haciendo refe-
estén conmigo donde yo estoy. En c u a n t o a su h u m a n i d a d , q u e rencia a la forma de Dios, en la cual es igual al Padre, debe
procedía d e la sangre de D a v i d según la carne, n o estaba a ú n estar lejos de nuestra alma todo p e n s a m i e n t o de imágenes cor-
d o n d e había d e estar; p e r o dijo donde yo estoy, para darnos a póreas, con exclusión de cuanto es largo, ancho, corpóreo, colo-
rado p o r cualquier luz corporal, difundido p o r cualesquiera es-
id est omnis hominis. Ita mundus reconciliatus ex inimico liberabitur
mundo, cum in illum exserit potestatem suam, ut eum in mortem mittat iam ibi esse se diceret ubi fuerat mox futurus. Potuit et in illo modo,
aeternam: hunc autem facit suum, cui vitam donet aeternam. Quapropter quo ante iam dixerat loquens ad Nicodemum, tierno ascendit in caelum,
ómnibus prorsus ovibus suis bonus pastor, ómnibus membris suis mag- nisi qui descendit de cáelo, Filius hominis, qui in cáelo est (lo 3,13).
num caput promisit hoc praemium, ut ubi ipse est, et nos cum illo si- Nam et ibi non dixit, Erit; sed, est, propter unitatem personae, in qua
mus: nec poterit nisi fieri quod omnipotenti Patri se velle dixit omni- et Deus homo est, et homo Deus. In cáelo ergo nos futuros esse pro-
potens Filius. I b i est enim et Spiritus sanctus pariter aeternus, pariter misit: illo enim forma servi levata est, quam sumpsit ex Virgine, et ad
Deus, Spiritus unus duorum, et substantia voluntatis amborum. Nam Patris dexteram collocata. Propter spem tanti huius boni et Apostolus ait:
illud quod dixisse legitur propinquante passione, Verum non quod ego Deus autem qui dives est in misericordia, propter multam dilectionem
voló, sed quod tu vis, Pater (Mt 6,39), quasi alia Patris, alia Filii sit qua dilexit nos, et cum essemus mortui peccatis, convivificavit nos Chris-
voluntas aut fuerit, sonus est nostrae infirmitatis, quamvis fidelis, quam to, cuius gratia sumus salvi facti; et simul excitavit, et simul sedere jecit
in se caput nostrum transfiguravit, quando etiam peccata nostra portavit. in caelestibus in Christo Iesu (Eph 2,4-6). Hoc ergo potest intelligi dixis-
Unam vero esse Patris et Filii voluntatem, quorum etiam Spiritus unus se Dominus, Ut ubi ego sum, et Mi sint mecum. Et ipse quidem de se
est, quo adiuncto cognoscimus Trinitatem, etsi intelligere nondum per- dixit quod ibi iam esset; de nobis autem velle se dixit ut essemus ibi
mittit infirmitas, credat pietas. cum illo, non quod iam essemus ostendit. Apostolus autem quod Do-
2. Sed q u o n i a m quibus promiserit et quam firma sit ipsa promis- minus velle se dixit ut fieret, tanquam factum fuerit est locutus. Non
sio, pro sermonis brevitate iam diximus; hoc ipsum quantum valemus, enim ait, Excitaturus est, et in caelestibus sedere facturus: sed, excitavit,
quid sit quod dignatus est promittere videamus, quos dedisti mihi, in- et sedere in caelestibus jecit: quia non inaniter sed fideliter iam depu-
quit, voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum. Quantum attinet ad tat factum quod futurum esse non dubitat. Quod vero attinet ad formam
creaturam in q u a factus est ex semine Davit secundum carnem (Rom 1,3), Dei in qua aequalis est Patri, si secundum eam velimus intelligere quod
nec ipse adhuc erat ubi futurus erat: sed eo modo dicere potuit, ubi dictum est, Voló ut ubi ego sum, et Mi sint mecum; abscedat ab animo
ego sum, quo intelügeremus quod cito fuerat ascensurus in caelum, ut omnis imaginum corporalium cogitatio; quidquid menti occurrerit, Ion-
542 Sobre el Evangelio de San Juan 111, 2 111, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 543
pacios finitos o infinitos; de todas estas cosas, en cuanto es p o - n o está con la luz, sino q u e está ausente de la q u e tiene p r e -
sible, retire la vista de su contemplación o p e n s a m i e n t o . Y n o sente, así el infiel y el i m p í o , y aun el fiel y religioso, incapaz
intente buscar el lugar d o n d e está el H i j o igual al Padre, p o r q u e de c o n t e m p l a r la luz de la sabiduría, a u n q u e n o p u e d a estar don-
nadie p u e d e hallar lugar d o n d e n o esté. Pero, si alguno quiere de n o esté t a m b i é n Cristo, n o está con Cristo, al m e n o s p o r la
buscar, b u s q u e m á s bien estar con El, n o en todas partes, c o m o contemplación. P o r q u e n o se p u e d e dudar q u e el p i a d o s a m e n t e
El, sino d o n d e q u i e r a q u e p u e d a estar. A q u e l q u e a u n h o m b r e fiel está con Cristo p o r la fe, según aquella sentencia: El que
que p e n d í a c u m p l i e n d o condena, y q u e saludablemente confesa- no está conmigo, está contra mí. Mas c u a n d o decía a D i o s Pa-
ba, dijo: Hoy estarás conmigo en el -paraíso, en c u a n t o era h o m - dre: Quiero que los que me has dado estén conmigo dottde yo
bre, su alma había de estar en el l i m b o , su cuerpo en el sepul- estoy, se refería a b s o l u t a m e n t e a aquella visión e n la cual le ve-
cro; mas, en c u a n t o era D i o s , ciertamente estaba en el paraíso. remos como El es.
Y así, el alma del ladrón, desatada de sus antiguos crímenes y ya 3. Y para q u e las nubes de la contradicción n o e m p a ñ e n
beatificada p o r su gracia, a u n q u e n o p o d í a estar, como El, en todas la serenidad del sentido, vienen las palabras siguientes a corro-
partes, podía, n o obstante, estar aquel día con El en el paraíso, borar las precedentes. P o r q u e , h a b i e n d o dicho: Quiero que ellos
de d o n d e El, q u e está en todas partes, n o se había apartado. Por estén conmigo donde yo estoy, añade a continuación: A fin de
lo cual n o consideró suficiente decir: Quiero que ellos estén tam- que vean mi claridad, que tú me has dado, porque me has timado
bién donde yo estoy, sino q u e añadió conmigo. G r a n d e bien es antes de la creación del mundo. Vara que vean, dijo; n o para q u e
estar con El. Pues los infelices p u e d e n estar d o n d e está El, por- crean. Esta visión n o es la fe, es el p r e m i o de la fe. Si con toda
q u e d o n d e q u i e r a q u e ellos estén, allí está El; mas los bienaven- exactitud fue definida la fe en la Epístola a los H e b r e o s c o m o
turados solos están con El, p o r q u e n o p u e d e n ser bienaventura- el convencimiento de cosas que no se ven, ¿por q u é el p r e m i o
dos sino p a r t i c i p a n d o de su bienaventuranza. ¿ N o ha de ser ver- de la fe n o se ha de p o d e r definir: La visión de las cosas q u e
dad lo q u e se dice a D i o s : Si subiere al cielo, allí estás tú; y si por la fe eran esperadas? C u a n d o veamos la claridad que el Pa-
bajare al infierno, allí estás presente? Y Cristo, ¿no es la Sabidu- dre dio al H i j o , a u n q u e e n t e n d a m o s q u e habla aquí n o de la
ría de Dios, que está en todas partes con su claridad? Pero da claridad q u e el P a d r e con la generación dio al H i j o igual a El,
luz en las tinieblas, y las tinieblas n o la entienden. P o n g a m o s sino la q u e dio al H i j o hecho h o m b r e , después de la m u e r t e de
u n p e q u e ñ o ejemplo, t o m a d o de una cosa visible, a u n q u e m u y cruz; cuando, pues, veamos esa claridad del H i j o , entonces se
desemejante: como u n ciego, a u n q u e esté allí d o n d e hay luz, él hará el juicio de los vivos y de los m u e r t o s ; entonces será reti-
r a d o el i m p í o para q u e n o vea la claridad del Señor, ¿cuál sino
gum, latum, crassum, qualibet luce corpórea coloraturrr, per quaeübet
aquella p o r la cual es Dios? Bienaventurados los limpios de co-
locorum spatia vel finita, vel infinita diffusum, ab his ómnibus, quan-
tum potest, aciem suae contemplationis vel intentionis avertat. Et non
sicut caecus etiamsi ibi sit ubi lux est, non est tamen ipse cum luce,
inquiratur aequalis Patri Filius ubi sit, quoniam nemo invenit ubi non
sed absens est a praesente; ita infidelis atque impius, aut etiamsi fidelis
sit. Sed qui vult quaerere, quaerat potius ut cum illo sit; non ubique
et pius, nondum tamen ad intuendum lumen sapientiae idoneus, etiamsi
sicut ille, sed ubicumque esse potuerit. Qui enim homini poenaliter pen-
esse misquam possit ubi non sit et Christus, non est tamen ipse cum
denti, et salubriter confjtenti ait, Hodie mecum eris in paradiso (Le 23,
Christo, duntaxat per speciem. Nam hominem pie fidelem, non est dubi-
43); secundum id quod homo erat, anima eius ipso die futura fuerat
tandum cum Christo esse per fidem: propter quod dicit, Qui non est
in inferno, caro in sepulcro; secundum autem id quod Deus erat, utique
mecum, adversum me est (Mt 12,30). Sed cum Patri Deo dicebat, Quos
et in paradiso erat. Et ideo latronis anima a pristinis facinoribus absoluta,
dedisti mihi, voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum; de specie illa
et illius muñere iam beata, quamvis ubique sicut ille esse non poterat;
ornnino dicebat, in qua videbimus eum sicuti est (1 lo 3,2).
tamen etiam ipso die cum illo in paradiso esse poterat, unde ille qui
ubique semper est, non recesserat. Propterea nimirum non ei satis fuit 3. Nemo serenissimum sensum nubilosa contradictione perturbet;
dicere, Voló ut ubi ego sum, et Mi sint; sed addidit, mecum. Esse enim consequentia perhibeant testimonium praecedentibus verbis. Nempe cum
cum illo, magnum bonum est. Nam et miseri esse possunt ubi est ille, dixisset, Voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum, continuo secutus
quoniam quicumque ubicumque fuerit, est et ille: sed beati solí sunt adiunxit, Ut videant cluritatem meam quam dedisti mihi, quia dilexisti
cum illo, quia beati esse non poterunt nisi ex illo. Annon Deo veraciter me ante constitutionem mundi. Ut -videant, dixit; non, ut credant. Fidei
dictum est, Si ascendero in caelum, tu ibi es; et si descendero in infer- merces est ista, non fides. Si enim fides in Epístola ad Hebraeos recte
num, ades? (Ps 138,8) aut vero Christus non est Dei Sapientia, quae definita est, Convictio rerum quae non videntur (Hebr 11,1); cur non
attingit ubique propter suam munditiam? (Sap 7,24). Sed lux lucet in merces fidei definiatur, Visio rerum quae creditae sperabantur? Cum
tenebris, nec eam tenebrae comprehendunt (lo 1,5). Ac per hoc, ut de viderimus enim claritatem quam dedit Pater Filio, etiamsi eam dici hoc
re visibili, quamvis longe dissimili, qualecumque sumamus exemplum, loco intelligamus, non quam Pater aequali Filio gignens eum dedit,
sed quam facto hominis filio dedit ei post mortem crucis: quando ergo
544 Sobre el Evangelio de San Juan 111, 3
111, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 545
razón, p o r q u e ellos verán a Dios; mas p o r q u e los i m p í o s n o son
nosotros. Mas ¿quién será capaz de pensar en estos lugares o en
limpios de corazón, p o r eso n o verán a D i o s . Y entonces irán
las cosas q u e hay en ellos, i n d e p e n d i e n t e m e n t e de capacidades es-
al suplicio eterno, y de este m o d o serán retirados p a r a q u e n o
paciales y extensiones corpóreas? N o es p e q u e ñ o adelanto si se
vean la claridad del Señor; mas los justos irán para la vida eter-
niegan, descartan y r e p r u e b a n tales representaciones y se piensa
na. ¿En q u é consiste esa vida eterna? En que te conozcan, dice, una luz en la q u e hay q u e negar, rechazar y reprobar t o d o cuan-
a ti y a tu enviado Jesucristo, un solo Dios verdadero; p e r o n o to se ve con los ojos. Se conoce cuan cierta e indefectible es, y
c o m o le conocieron los m i s m o s n o limpios de corazón, q u e pu- se desea resucitar en ella y p e n e t r a r en su interior; lo cual n o
dieron ver en el juicio la forma de siervo glorificada, sino c o m o siendo posible al alma débil y m e n o s p u r a q u e esa luz, tiende
ha de ser conocido por los limpios de corazón el H i j o con el a ella con gemidos amorosos y lágrimas producidas p o r el deseo;
Padre y el Espíritu Santo, u n solo D i o s verdadero, p o r q u e la sufre con paciencia mientras se purifica p o r la fe y se p r e p a r a
T r i n i d a d es u n solo D i o s verdadero. Si, pues, t o m a m o s estas pa- con santas costumbres para p o d e r habitar en ella.
labras: Quiero que ellos estén conmigo donde yo estoy, dichas 4. ¿Cómo, pues, n o hemos de estar con Cristo d o n d e El está
en c u a n t o el H i j o de D i o s es Dios coeterno e igual al Padre, cuando estemos con El en el Padre, en q u i e n El está? Por eso el
estaremos con Cristo en el Padre, El como El y nosotros c o m o Apóstol n o nos lo ocultó a nosotros, q u e , n o teniéndolo en la
nosotros, d o n d e q u i e r a q u e se halle nuestro cuerpo. Si llamamos realidad, tenemos la esperanza de tenerlo. D i c e él: Si habéis resu-
lugares a las mansiones de los espíritus, y cada cosa tiene su lu- citado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está
gar d o n d e ella está, el lugar e t e r n o de Cristo, d o n d e siempre sentado a la derecha de Dios; gustad las cosas de arriba y no las
está, es el P a d r e m i s m o , y el lugar del P a d r e es el H i j o , según de la tierra. Estáis muertos, y vuestra vida está escondida con
sus mismas palabras: Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Cristo en Dios. E n t r e t a n t o , por la fe y p o r la esperanza nuestra
mí; y t a m b i é n en esta oración: Como tú, ¡oh Padre!, estás en vida está d o n d e está Cristo y está con El, p o r q u e está con Cristo
mí y yo en ti; y el lugar nuestro son ellos mismos, según lo q u e en Dios. A q u í tenéis c o m o ya realizado lo que El pidió q u e se
sigue diciendo: Para que ellos en nosotros sean una sola cosa; realizase cuando dijo: Quiero que ellos estén conmigo donde yo
siendo nosotros t a m b i é n lugar de D i o s , p o r q u e somos su tem- estoy; p e r o ahora por la fe. ¿ C u á n d o será en realidad? Cuando,
plo, y así lo p i d e para nosotros q u i e n m u r i ó por nosotros y vive dice, haya aparecido Cristo, vuestra vida, entonces apareceréis
p o r nosotros, para q u e nosotros seamos en ellos una sola cosa, vosotros con El en la gloria. Entonces apareceremos como enton-
p o r q u e fijó su lugar en la paz y su morada en Sión, que somos ces seremos, p o r q u e entonces aparecerá q u e n o de balde lo h e m o s

videbimus illam Filii claritatem, prefecto tune fiet iudicium vivorum nobis, ut in ipsis unum simus; quia factus est in pace locus eius, et
atque mortuorum, tune tolletur impius, ne videat claritatem Domini babitatio eius in Sion (Ps 75,3), quae nos sumus. Sed quis idoneus loca
(Is 26,10); quam, nisi illam qua Deus est? Beati enim mundicordes, ista, vel quae sunt in locis istis, sine spatiosis capacitatibus et sine cor-
quoniam ipsi Deum videbunt (Mt 5,8): nec mundicordes sunt impii, poreis molibus cogitare? Non parum tamen proficitur, si saltem quid-
propterea non videbunt. Tune ibunt ipsi in supplicium aeternum; sic quid tale oculo cordis oceurrit, negatur, respuitur, improbatur: et lux
enim tolktur impius ne videat claritatem Domini: iusti autem ibunt quaedam in qua ista neganda, respuenda, improbanda cernuntur, sicut
in vitam aeternam (ibid. 25,46). Et quae est vita aeterna? Ut cognos- potuerit, cogitatur; et quam sit certa cognoscitur, et amatur, ut inde sur-
cant, inquit, te solum verum Deum, et quem misisti Iesum Christum gatur, atque ad interiora tendatur: quae cum penetrare mens invalida,
(lo 17,3): non utique sicut eum cognoverunt qui licet non mundicordes, et minus quam illa sunt, pura, nequiverit; non sine amoris gemitu et
tamen in forma servi clarificata iudicantem videre potuerunt; sed sicut desiderii lacrymis inde pellatur; et patienter ferat quamdiu fide munda-
cognoscendus est a mundis corde solus verus Deus, cum Patre et Spiritu tur, atque ut illie habitare valeat, sanctis moribus praeparatur.
sancto Filius, quia ipsa Trinitas est solus verus Deus. Si ergo secundum 4. Quomodo ergo non erimus cum Christo ubi est, quando in Patre
id quod Filius Dei Deus est Patri aequalis atque caeternus; accipiamus cum illo erimus in quo est? Ñeque hinc Apostolus nobis, quamvis
hoc dictum, Voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum, in Patre cum nondum rem tenentibus, sed tamen spem gerentibus, tacuit. Ait enim:
Christo erimus; sed ille sicut ille, nos sicut nos, ubicumque corpore fue- Si resurrexistis cum Christo, quae sursum sunt quaerite, ubi Christus est
rimus. Si enim loca dicenda sunt, et quibus non corpora continentur, et in dextera Dei sedens; quae sursum sunt sapite, non quae super terram.
locus est cuique rei ubi est; locus Christi aeternus ubi semper est, ipse Mortui enim estis, inquit, et vita vestra abscondita est cum Christo in
Pater est, et locus Patris Filius est; quia, Ego, inquit, in Patre, et Pater Deo. Ecce interim fide ac spe vita nostra ubi Christus est, cum illo est;
in me est (ibid. 14,10); et in hac oratione, Sicut tu Pater, inquit, in me, quia cum Christo in Deo est. Ecce velut iam factum est quod oravit
et ego in te: ex locus noster ipsi sunt, quia sequitur, Ut et ipsi in nobis ut fieret, dicens, Voló ut ubi ego sum, et ipsi sint mecum: sed nunc per
unum sint (ibid. 17,21): et nos locus Dei sumus, quoniam templum fidem. Quando autem fiet per speciem? Cum Christus, inquit, apparuerit
eius sumus; sicut orat pro nobis qui mortuus est pro nobis, vivitque pro vita vestra, tune et vos apparebitis cum ipso in gloria (Col 3,1-4).
S.Ag. 14 18
546 Sobre el Evangelio de San Juan 111, 6 111, 6 Sobre el Evangelio de San ]uan 547
creído y esperado antes que lo fuésemos. Y esto lo hará Aquel por la visión. Se lo he dado a conocer en su peregrinación tem-
a quien, después de haber dicho: Para que vean la claridad que poral y se lo daré a conocer en el reino eterno. Para que el
tú me has dado, le dice a continuación: Porque me has amado amor que me has tenido esté en ellos y yo en ellos. N o es ésta
antes de la creación del mundo. En El nos amó también a nos- una locución usual: El amor que has amado a mí; corrientemente
otros antes de la formación del mundo, y entonces predestinó lo se diría: El amor con que me has amado. Está traducida del
que había de hacer en el fin del mundo. griego, pero también en latín hay locuciones semejantes; así de-
5. ¡Oh Padre justo!, dice, el mundo no te ha conocido. No cimos: Sirvió un servicio fiel, militó denodada milicia, cuando
te ha conocido porque eres justo. Por sus méritos no te ha co- parece que debería decirse: Sirvió con un servicio fiel, militó
nocido el mundo predestinado a la condenación; mas el mundo con denodada milicia. De una locución semejante hizo uso el
con El reconciliado por medio de Cristo, le conoció, no por sus Apóstol cuando dijo: He -peleado buena pelea. N o dice: He pe-
leado en buena pelea, lo cual sería más corriente y más elegante.
méritos, sino por su gracia. ¿Y qué otra cosa es conocerle sino
Mas ¿cómo la dilección que el Padre tiene al Hijo está en nos-
la vida eterna? Esta vida la negó al mundo condenado y la dio
otros, sino porque somos miembros suyos y en El somos amados
al mundo reconciliado. Porque eres justo no te ha conocido el
cuando El es amado totalmente, esto es, como cabeza y cuerpo?
mundo, y por sus méritos le has negado tu conocimiento; y por-
Por eso añadió: Y yo en ellos, como diciendo: porque yo es-
que eres misericordioso te ha conocido el mundo reconciliado, y
toy en ellos. De un modo está en nosotros como en su tem-
no por sus méritos, sino por tu gracia le has dado tu conocimien-
plo, y de otro por ser nosotros miembros suyos, ya que, siendo
to. Luego añade: Mas yo te he conocido. La fuente misma de
nuestra cabeza por haberse hecho hombre, nosotros somos su
la gracia es Dios por naturaleza, y por una gracia inefable es cuerpo. Ha terminado la oración del Salvador y da comienzo su
hombre, nacido del Espíritu Santo y de la Virgen. Finalmente, ya pasión. Terminemos también nosotros este sermón, para tratar
que la gracia de Dios viene por Jesucristo, Señor nuestro, por en otros de la pasión según las luces que El se digne conce-
El mismo éstos también han conocido, dice, que tú me has en- dernos.
viado. Este es el mundo reconciliado. Pero te han conocido por-
que tú me has enviado; luego te han conocido por una gracia. grinantibus, notum faciam sine fine regnantibus. Ut dilectio, inquit, quam
6. Dice: Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a co- dilexisti me, in ipsis sit, et ego in ipsis. Non est usitata locutio, dilectio
quam dilexisti me, in ipsis sit, et ego in ipsis: usitate quippe diceretur,
nocer. Se lo he dado a conocer por la fe y se lo daré a conocer dilectio qua dilexisti me. De graeco quidem ista translata est: sed sunt
símiles et latinae; sícut dicímus, Fidelem servitutem servivit, strenuam
Tune apparebimus quod tune erimus; quia tune apparebit non inaniter militiam militavit; cum dici debuisse videatur, Fideli servitute servivit,
nos id credidisse ac sperasse antequam essemus. Faciet hoc cui Filius strenua militia militavit. Qualis autem ista locutio est, dilectio quam
cum dixisset, Ut videant claritatem meam quam dedisti mihi, continuo dilexisti me; tali et Apostolus usus est, Bonum certamen certavi (2 Tim
subiunxit, Quia dilexisti me ante constitutionem mundi. In illo enim 4,7): non ait, bono certamine, quod usitatius et tanquam rectius dicere-
dilexit et nos ante constitutionem mundi, et tune praedestinavit quod in tur. Quomodo autem dilectio quam dilexit Pater Filium, est et in nobis,
fine facturus est mundi. nisi quia membra eius sumus, et in illo diligimur, cum ipse diligitur
5. Pater, inquit, iuste, mundus te non cognovit. Quia íustus es, ideo totus, id est caput et Corpus? Ideo subiunxit, et ego in ipsis; tanquam
te non cognovit. Mundus quippe ille damnationi praedestinatus mérito diceret, quoniam ego sum et in ipsis. Aliter enim est in nobis tanquam
non cognovit: mundus vero quem per Christum reconciliavit sibi, non in templo suo; aliter autem quia et nos ipse sumus, cum secundum id
mérito, sed gratia cognovit. Quid est enim eum cognoscere, nisi vita quod ut caput nostrum esset, homo factus est, corpus eius sumus. Finita
aeterna? quam mundo damnato utique non dedit, reconciliato dedit. est Salvatoris oratio, incipit passio: ergo et iste sermo finiatur, ut de
Propterea ¡taque mundus non cognovit, quia iustus es, et meritis eius, passione quod ipse donaverit, alus sermonibus disputetur.
ut non cognosceret, tribuisti: et propterea mundus reconciliatus cognovit,
quia misericors es, et ut cognosceret non ei mérito, sed gratia subvenísti.
Denique sequitur, Ego autem te cognovi. Ipse fons gratiae est Deus
natura, homo autem de Spiritu sancto et Virgine ineffabili gratia: deni-
que propter ipsum, quia gratia Dei per Iesum Christum est Dominum
nostrum, Et hi cognoverunt, inquit, quia tu me misisti. Ipse est mundus
reconciliatus. Sed quia tu me misisti, ideo cognoverunt: ergo gratia
cognoverunt.
6. Et notum feci eis, inquit, nomen tuum, et notum faciam. Notum
feci per fidem, notum faciam per speciem: notum feci cum fine pere-
548 Sobre el Evangelio de San Juan 112, 1 112, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 549
tura. N o obstante, crea, antes de saber, ya sea que pueda saberlo
TRATADO 112 en esta vida, ya sea que no lo pueda por algún impedimento,
ACERCA DE LO QUE SIGUE: "HABIENDO DICHO JESÚS ESTAS COSAS, SALIÓ que en ninguno de los evangelistas existe escrito, de los recibidos
CON SUS DISCÍPULOS", ETC., HASTA ÉSTAS: "PRENDIERON A JESÚS Y LO por la Iglesia con autoridad canónica, contrario a la verdad de la
ATARON"
propia narración no menos que a la veracidad de los otros. Aho-
1. Concluido este largo y trascendental sermón que el Se- ra, pues, sin compararlo con los otros, vamos a ver la narración
ñor, próximo a derramar su sangre por nosotros, dirigió a sus de este santo varón, Juan; no deteniéndonos en las cosas claras
discípulos que con El entonces estaban, después de haber aña- para poder detenernos en las que lo exijan. Y así, no tomemos
dido la oración que dirigió al Padre, el evangelista San Juan da estas palabras: Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus
comienzo a su pasión con este exordio: "Habiendo dicho Jesús discípulos para el otro lado del torrente Cedrón, donde había un
estas cosas, salió con sus discípulos hacia el otro lado del to- huerto, en el que penetró El con sus discípulos, como si inme-
rrente Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró El con diatamente después de aquellas palabras hubiese entrado en el
sus discípulos. Judas, que lo entregaba, conocía también aquel huerto, sino que valgan estas palabras: Habiendo dicho Jesús es-
lugar, porque frecuentemente acudía Jesús a él con sus discípu- tas cosas, para no imaginar que penetró en el huerto antes de
los." La entrada del Señor con sus discípulos en el huerto de la concluir aquella plática.
que habla el evangelista, no siguió inmediatamente a la termi- 2. Conocía, dice, Judas el traidor aquel lugar. El orden de
nación de su oración, refiriéndose a la cual dice: Habiendo dicho las palabras es éste: Judas, que le entregaba, conocía aquel lugar.
Jesús estas cosas; sino que tuvieron lugar otras intermedias, ca- Porque frecuentemente, dice, acudía allí Jesús con sus discípulos.
lladas por éste, mas consignadas por los otros evangelistas, como Allí el lobo, cubierto con la piel de oveja y tolerado por el Padre
también en este evangelio se hallan muchas que los otros pasa- de familia en sus altas disposiciones, aprendió dónde por breve
ron por alto en sus narraciones. Mas, cómo todos concuerdan en- tiempo podía dispersar el rebaño, tendiendo asechanzas al pastor.
tre sí y cómo la verdad consignada por uno no es rebatida por Y sigue diciendo: Judas, pues, habiendo tomado una cohorte y
los otros, si alguno desea conocerlo, acuda, no a estos sermones, ministros de parte de los príncipes y fariseos, fue allá con lin-
sino a otros escritos más laboriosos, y apréndalo, no oyéndolo de ternas, teas y armas. La cohorte no fue de judíos, sino de sol-
pie, sino leyéndolo sentado y prestando mucha atención a su lec- dados. Por tanto, debemos entender que fue enviada por el pre-
sidente como para prender a un reo, guardado el orden del po-
der legítimo, a fin de que nadie osase oponerse a quienes le
TRACTATUS 112
IN ID QUOD SEQUITUR, HAEC CUM DIXISSET lESUS, EGRESSUS EST CUM D1SCIPU1.IS etiam scire in hac vita possit, sive per aliqua impedimenta non possit,
SUIS, ETC. ; USQUE AD ID, COMPREHENDERUNT lESUM. ET LIGAVERUNT EUM nihil ab aliquo evangelista esse conscriptum, quantum ad nos attinet
quos in auctoritatem canonicam recepit Ecclesia, quod vel ípsius vel alte-
1. Terminato magno prolixoque sermone quem post coenam Do- rius non mínus veraci narrationi possit esse contrarium. Nunc ¡taque
minus, fundendo pto nobis proximus sanguini, ad discípulos habuit qui huius beati Ioannis narrationem, ut suscepimus tractandam, sine aliorum
cum illo tune erant, adiuncta oratione quam direxit ad Patrem, deinceps comparatione videamus, in eís quae manifesta sunt non immorantes; ut
eius passionem Ioannes evangelista sic orsus est: "Haec cum dixisset Ie- hoc ubi opus est, causa poscente faciairms. Non ergo sic accipiamus quod
sus, egressus est cum discipulis suis trans torrentem Cedrón, ubi erat ait, Haec cum dixisset Iesus, egressus est cum discipulis suis trans tor-
hortus, in quem introivit ipse et discipuli eius. Sciebat autem et ludas, rentem Cedrón, ubi erat hortus, in quem introivit ipse et discipuli eius,
qui tradebat eum, locum; quia frequenter Iesus convenerat illuc cum tanquam continuo post illa verba in illum hortum fuerit ingressus:
discipulis suis." Hoc quod narrat ingressum Dominum cum discipulis sed ad hoc valeat quod dictum est, Haec cum dixisset Iesus, ut non eum
suis in hortum non continuo factum est, cum eius illa finita esset oratio, ante opinemur ingressum, quam illa verba finiret.
de cuius verbis ait, Haec cum dixisset Iesus: sed alia quaedam sunt in- 2. Sciebat, inquit, et ludas, qui tradebat eum, locum. Ordo verbo-
terposita quae ab isto praetermissa apud alios evangelistas leguntur; sicut rum est, Sciebat locum qui tradebat- eum. Quia frequenter, inquit, Iesus
apud hunc inveniuntur multa quae illi similiter in sua narratione tacue- convenerat illuc cum discipulis suis. Ibi ergo lupus ovina pelle contectus,
runt. Quomodo autem ínter se omnes conveniant, nec veritati quae per et inter oves alto Patrisfamilias consilio toleratus, didicit ubi ad tempus
alium promitur, ab alio repugnetur, quisquís nosse desiderat, non in his exiguum dispergeret gregem, insidiis appetendo pastorem. ludas ergo,
sermonibus, sed in alus laboriosis litteris quaerat; nec stando et audien- inquit, cum accepisset cohortem, et a principibus et Pharisaeis ministros,
do, sed potius sedendo et legendo, vel legenti aurem mentemque inten- venit illuc cum laternis et facibus et armis. Cohors non Iudaeorum, sed
tissimam praebendo, illa condiscat. Credat tamen antequam sciat, sive id militum fuit. A praeside itaque imelligatur accepta, tanquam ad teñen-
550 Sobre el Evangelio de San Juan 112, 3 112, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 551
llevaban, a u n q u e se había r e u n i d o tan g r a n d e pelotón y t a n bien rreno despreciando lo celestial. Para p r e n d e r a Jesús vinieron con
armado, q u e era capaz de aterrar y rechazar a cualquiera q u e se el traidor los perseguidores, encontraron al q u e buscaban, le oye-
atreviera a defender a Cristo. D e este m o d o escondía su p o d e r ron decir: Yo soy; ¿por q u é n o le p r e n d i e r o n , antes retrocedie-
y manifestaba su debilidad, pareciendo esto a sus enemigos nece- r o n y cayeron, sino p o r q u e así lo quiso q u i e n p u d o hacer lo q u e
sario contra q u i e n nada fuera suficiente sino lo q u e El quisiese; quiso? Y si jamás les permitiese prenderle, n u n c a ellos p u d i e r a n
utilizando el b u e n o a los malos y sacando bienes de los males, realizar el i n t e n t o q u e allí les había llevado; ni t a m p o c o El eje-
para hacer de los malos buenos y separar a los buenos de los cutaría la obra para cuya realización había venido. Ellos busca-
malos. ban con odio al q u e querían m a t a r ; El nos buscaba a nosotros
3. Sigue diciendo el santo evangelista: " Y Jesús, q u e sabía con su m u e r t e . Y así, p o r q u e manifestó su p o d e r a quienes q u e -
todas las cosas que h a b í a n de venir sobre El, se adelantó y díjo- rían y n o p o d í a n prenderle, p r é n d a n l e ya, para q u e El haga su
les: ¿A q u i é n buscáis? R e s p o n d i e r o n : A Jesús N a z a r e n o . D í c e - voluntad por m e d i o de quienes la ignoraban.
les Jesús: Y o soy. C o n ellos estaba t a m b i é n Judas, que le en- 4. " D e n u e v o preguntóles Jesús: ¿A q u i é n buscáis? Res-
tregaba. N o b i e n les dijo: Y o soy, retrocedieron y cayeron p o r p o n d i e r o n ellos: A Jesús N a z a r e n o . Replicóles Jesús: Y a os dije
tierra." ¿ D ó n d e están ahora las cohorte de soldados y los minis- q u e soy yo. Si, pues, m e buscáis a m í , dejad m a r c h a r a éstos.
tros de los príncipes y fariseos? ¿ D ó n d e el terror y el a m p a r o Para q u e se cumpliese la palabra que había dicho: N o he perdi-
de las armas? Sólo una voz de q u i e n dice: Yo soy, sin dardos d o a n i n g u n o de los q u e m e diste. Si, pues, m e buscáis a m í ,
hirió, rechazó y postró a una numerosa turba, feroz en su odio dejad m a r c h a r a éstos." T i e n e delante a sus enemigos, y ejecutan
y terrible p o r sus armas. D i o s estaba oculto en aquella carne; y c u a n t o les o r d e n a : dejan m a r c h a r a quienes n o quiere q u e perez-
el D í a s e m p i t e r n o tanto se escondía de sus m i e m b r o s h u m a n o s , can. ¿Acaso n o h a b í a n de morir después? ¿Por qué, si m o r í a n
que con ayuda de teas y linternas era buscado p o r las tinieblas entonces, los perdía, sino p o r q u e a ú n n o creían c o m o creen los
para sacrificarlo. Yo soy, dice, y derriba a ios impíos. ¿Qué hará q u e n o perecen?
cuando venga a juzgar, si esto hizo cuando iba a ser juzgado?
5. Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó e hi-
¿Cuál n o será el poder del que ha de reinar, si tal fue el del
rió a un siervo del príncipe de los sacerdotes y le cortó la oreja
q u e iba a m o r i r ? T a m b i é n ahora en todas partes, por m e d i o del
derecha. Este siervo se llamaba Maleo. Este solo evangelista con-
Evangelio, dice Cristo: Yo soy, m i e n t r a s los judíos esperan al
signó el n o m b r e de este siervo, así como sólo Lucas dijo que
anticristo para echarse atrás y caer por tierra, por desear lo te-
el Señor tocóle la oreja y lo curó. Maleo quiere decir q u e ha de

dum reum, servato ordine legitimae potestatis, ut nullum tenentibus au- desiderant. Certe ad comprehendendum Iesum persecutores eum traditore
deret obsistere: quanquam et manus tanta fuerat congregata, et sic ar- venerunt, quem quaerebant invenerunt, audietunt Ego sum: quare non
mata veniebat, ut vel terreret vel etiam repugnaret, si quisquam Christum comprehenderunt, sed abierunt retro, et ceciderunt, nisi quia hoc voluit,
defenderé auderet. Ita quippe eius abscondebatur potestas, et obtendeba- qui potuit quidquid voluit? Verum si nunquam se ab eis permitteret
tur infirmitas, ut haec inimicis necessaria viderentur adversus eum, in apprehendi, non quidem illi facerent propter quod venerant, sed nec ipse
quem nihil valuisset nisi quod ipse voluisset; bene utens bonus malis, faceret propter quod venerat. Eum quippe illi occidendum quaerebant
et faciens bona de malis, ad faciendos bonos ex malis et discernendos saeviendo; sed quaerebat nos et ipse moriendo. Proinde quia tenere vo-
bonos a malis. lentibus, nec valentibus, ostendit potestatem suam; iam teneant eum,
3. "Iesus itaque", sicut Evangelista secutus adiungit, "sciens omnia faciat de nescientibus voluntatem suam.
quae ventura etant super eum, processit, et dicit eis: Quem quaeritis? 4. "Iterum ergo eos interrogavit: Quem quaeritis? Illi autem dixe-
Responderunt ei: Iesum Nazarenum. Dicit eis Iesus: Ego sum. Stabat runt: Iesum Nazarenum. Respondit Iesus: Dixi vobis quia ego sum. Si
autem et ludas, qui tradebat eum, eum ipsis. Ut ergo dixit eis, Ego sum, ergo me quaeritis, sinite hos abire. Ut impleretur sermo quem dixit,
abierunt retrorsum, et ceciderunt in tetram". Ubi nunc militum cohors, Quia quos dedisti mihi, non perdidi ex eis quemquam. Si me", inquit,
et ministri principum ac Pharisaeorum? ubi terror et munimen armo- "quaeritis, sinite hos abire". Inimicos videt, et hoc faciunt quod iubet;
rum? Nempe una vox dicentis, Ego sum, tantam turbam odiis ferocem sinunt eos abire, quos non vuit perire. Numquid autem non erant
armisque terribilem, sine telo ullo percussit, repulit, stravit. Deus enim postea morituri? Cur ergo si tune morerentur, perderet eos, nisi quia non-
latebat in carne; et sempiternus dies ita membris oceultabatur humanis, dum sic in eum credebant, quomodo credunt quicumque non pereunt?
ut laternis et facibus quaereretur occidendus a tenebris. Ego sum, dicit; et 5. Simón ergo Petrus habens gladiam, eduxit eum, et percussit ser-
impíos deiicit. Quid iudicaturus faciet, qui iudicandus hoc fecit? Qui vum principis sacerdotum, el abscidit eim auriculam dexteram. Erat au-
regnaturus poterit, qui moriturus hoc potuit? Et nunc ubique per Evan- tem nomen servo Malchus. Solus hic evangelista etiam nomen huius
gelium, Ego sum, dicit Christus; et a ludaeis exspectatur Antichristus, ut servi expressit: sicut Lucas solus, quod eius auriculam Dominus tetigerit,
retro redeant, et in terram cadant, quoniam deserentes caelestia, terrena et sanaverit eum (Le 22,51). Malchus autem intetpretatut Regnatutus'
552 Sobre el Evangelio de San Juan 112, 6
113, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 553
reinar. ¿Qué significa la oreja amputada en defensa del Señor
y restablecida por El, sino que el oído, desprendido de lo viejo, de este modo, se alejaron más de El, y ataron a Aquel por quien
ha sido renovado para que esté en la renovación del espíritu, más bien ellos debieran querer ser desatados. Y quizá entre aque-
amputada ya la vetustez de la letra? Y ¿quién dudará que ha de llos que pusieron a Cristo sus ataduras estaban quienes, por El
reinar con Cristo aquel a quien Cristo hizo este beneficio? La después libertados, dijeron: Rompiste mis cadenas. Por hoy sea
calidad de siervo pertenece a aquella vetustez que engendra es- esto suficiente; lo restante será tratado, con el favor de Dios, en
otros sermones.
clavos, que es Agar. Mas, cuando recibe la salud, es figura de
la libertad. N o obstante, el Señor recriminó ej hecho a Pedro,
prohibiéndole pasar más adelante, diciendo: Mete la espada en TRATADO 113
la vaina. ¿No he de beber el cáliz que me dio el Padre? Con su DESDE LA LECTURA DE ESTAS PALABRAS: "Y LO CONDUJERON PRIMERA-
acción quiso el discípulo defender al Maestro, sin detenerse a MENTE A ANAS", HASTA ÉSTAS: "OTRA VEZ LO NEGÓ PEDRO Y AL
pensar en sus consecuencias. Por eso fue necesario exhortarlo a PUNTO CANTÓ EL GALLO"
la paciencia y consignarlo para enseñanza nuestra. Mas, al decir
1. Después que los perseguidores hubieron prendido, por la
que el cáliz de la pasión se lo ha dado el Padre, ciertamente
alude a aquello del Apóstol: Si Dios está con nosotros, ¿quién traición de Judas, y hubieron atado al Señor, que nos amó y se
contra nosotros? El cual no perdonó a su propio Hijo, entregán- entregó por nosotros, y al cual el Padre no perdonó, entregán-
dole por todos nosotros. Pero también es autor de este cáliz dolo por todos nosotros, y para que entendamos que Judas no es
el mismo, que lo bebe. Y así dice el Apóstol: Cristo nos amó digno de alabanza por la utilidad de su traición, sino execrable
y se entregó por nosotros, como oblación y víctima, a Dios en por su voluntad criminal, lo llevaron, según cuenta el evangelista
olor de suavidad. San Juan, primeramente a Anas. Y especifica el motivo, diciendo
que era suegro de Caifas, que era el pontífice en aquel año. Era
6. Mas la cohorte, el tribuno y los ministros de los judíos
Caifas quien había dado el consejo a los judíos, diciendo que
prendieron a Jesús y lo ataron. Prendieron al que no se habían
convenía que un hombre muriese por el pueblo. Queriendo San
acercado, porque El permaneció día y ellos permanecieron tinie-
blas; ni escucharon estas palabras: Acercaos a El y seréis ilumi- Mateo abreviar su narración, dice que fue conducido a Caifas, ya
nados. Si a El se acercasen, no le prenderían con sus manos que antes le llevaron a Anas por ser suegro de Caifas, lo cual
para matarlo, sino con su corazón para recibirle. Mas, al prenderle puede entenderse hecho por voluntad de Caifas.

autem quando eum illo modo comprehenderunt, tune ab illo longius


Quid ergo auris pro Domino amputata et a Domino sanata significat,
recesserunt: et ligaverunt eum a quo solví potius velle debuerunt. Et
nisi auditum amputata vetustate renovatum, ut sit in novitate spiritus,
erant fortassis in eis qui tune imposuetunt Christo vincula sua, atque
et non in vetustate litterae? (Rom 7,6). Quod cui praestitum fuerit a
ab eo postea liberati dixerunt, Disrupisti vincula mea (Ps 115,16). Haec
Christo, quis dubitet regnaturum esse cum Christo? Quod autem servus
hodie satis sint; tractabuntur, Deo volente, sermone alio quae sequuntur.
inventus est, et hoc ad illam pertínet vetustatem quae in servitutem
generat, quod est Agar (Gal 4,24). Sed cum accessit sanitas, figurata est
et libertas. Factum tamen Petri Dominus improbavit, et progredi ultra
prohibuit dicens: Mitte gladium in vaginam. Calicem quem dedit mihi TRACTATUS 113
Pater, non bibam illum? In suo quippe facto ille discipulus magistrum AB EO QUOD LEGITUR, ET ADDUXERUNT EUM AD ANNAM PRIMUM; USQUE AD ID.
defenderé voluit, non quod significandum est cogitavit. Et ille igitur ad ITERUM ERGO NEGAVIT P E T R U S , ET STATIM CAI.LUS CANTAVIT
patientiam commonendus fuit, et hoc ad intelligentiam conscribendum.
Quod autem a Patre sibi dicit datum calicem passionis, profecto illud 1. Posteaquam persecutores tradente luda comprehensum Dominum
est quod ait Apostolus: Si Deus pro nobis, quis contra nos? Qui filio ligaverunt, qui dilexit nos et tradidit semetipsum pro nobis (Eph 5,2),
proprio non pepercit, sed pro nobis ómnibus tradidit eum (Rom 8,31.32). et cui Pater non pepercit, sed pro nobis ómnibus tradidit eum (Rom 8,
Verum auctor calicis huius est etiam ipse qui bibit. Unde ídem apostolus 32); ut intelligatur ludas, non laudabilis utilitate traditionis huius, sed
Ítem dicit: Christus dilexit nos, et tradidit semetipsum pro nobis obla- sceleris volúntate damnabilis: Adduxerunt eum, sicut Ioannes evangelista
tionem et hostiam Deo in odorem suavitatis (Eph 5,2). narrat, ad Annam primum. Nec tacet causam cur ita factum sit: Erat
6. Cohors autem et tribunus et ministri ludaeorum comprehenderunt enim, inquit, socer Caiphae, qui erat pontifex anni illius. Erat autem,
lesum, et ligaverunt eum. Comprehenderunt ad quem non accesserunt: inquit, Caiphas qui consilium dedit ludaeis, Quia expedit unum hominem
quoniam dies ille, illi vero tenebrae permanserunt; nec audierunt, Ac- mori pro populo. Mérito et Matthaeus cum id brevius narrare voluisset,
cedite ad eum et illuminamini (Ps 33,6). Si enim sic accederent, non eum ad Caipham ductum fuisse commemorat (Mt 26,57); quia et ad
eum manibus occidendum, sed recipiendurn corde comprehenderent. Nunc Annam prius ideo ductus est, quod socer eius fuerit: ubi intelligendum
est hoc eumdem Caipham fieri voluisse.
554 Sobre el Evangelio de San Juan 113, 2 113, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 555
2. Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. N o es fá- nombre de crisrianos a los discípulos de Cristo en Antioquía des-
cil la identificación de este discípulo, ya que no se dice su nom- pués de la Ascensión, ya entonces existía la realidad que poste-
bre. Mas acostumbraba San Juan a nombrarse de esta manera, riormente había de tener este nombre, ya entonces había discí-
añadiendo: al que amaba Jesús. Quizá este discípulo sea él pulos que después se llamarían cristianos, y este nombre común,
mismo. Pero, cualquiera que sea, pasemos adelante. "Ese discípu- como común era la fe, transmitieron a los venideros. El que
lo era conocido del pontífice y entró con Jesús en el atrio del negó ser discípulo de Cristo, negó la misma realidad por la que
pontífice; mas Pedro se quedó a la puerta por la parte de fuera. se da el nombre de cristiano. ¡Cuántos después, no digo ancianos
Salió el discípulo que era conocido del pontífice y habló con la y ancianas, quienes, por el cansancio de la vida, pudieron con
portera, e introdujo a Pedro. Dícele entonces a Pedro la criada mayor facilidad despreciar la muerte en la confesión de Cristo;
portera: ¿No eres tú de los discípulos de ese hombre? El con- ni jóvenes de uno y otro sexo, de cuya edad justamente puede
testa: N o soy". Ahí tenéis a la columna firmísima temblando exigirse la fortaleza; sino niños y niñas y un ejército innumerable
de arriba a abajo al impulso de un ligero viento. ¿Dónde están de santos mártires, que entraron con valor y con violencia en el
sus audaces promesas y tanta confianza en sí mismo? ¿Dónde reino de los cielos, pudieron lo que entonces no pudo este que
están aquellas palabras suyas: Por qué no te puedo seguir ahora? recibió las llaves de su reino! Ved el motivo de haber dicho:
¿Es seguir al Maestro negar ser discípulo suyo? ¿Así se da la Dejad que éstos se vayan, cuando por nosotros se entregó quien
vida por el Señor, teniendo miedo de la voz de una sirvienta con su sangre nos redimió, para dar cumplimiento a lo que El
para no darla? Mas ¿cómo puede causar admiración, si Dios ha- había dicho: De los que me has dado no he perdido a ninguno.
bía predicho la verdad y el hombre había presumido de la fal- Porque, si Pedro se hubiese marchado después de haber negado
sedad? Evidentemente, en esta ya comenzada negación del após- a Cristo, ¿qué le sucedería sino perecer?
tol Pedro debemos advertir que no solamente niega a Cristo quien
3. Los siervos y los ministros estaban a la lumbre, porque
dice que no conoce a Cristo, sino también quien niega ser cris-
hacía frío, y se calentaban. N o era el invierno, y, sin embargo,
tiano. No dijo el Señor a Pedro: Negarás que eres discípulo mío,
hacía frío, según suele suceder algunas veces en el equinoccio
sino: Me negarás a mí. Y así le negó a El cuando negó ser dis-
de primavera. "Estaba también Pedro con ellos de pie y calen-
cípulo suyo. ¿Qué otra cosa hizo con esto sino negar que él
tándose. Mientras, el pontífice interrogó a Jesús acerca de sus
era cristiano? Pues aunque los discípulos de Cristo aún no eran
discípulos y su doctrina. Respondióle Jesús: Yo abiertamente he
llamados con este nombre, ya que por primera vez se dio el
hablado al mundo, yo siempre he enseñado en la sinagoga y en
2. Sequebatur autem, inquit, lesum Simón Petras, et alias discipu- ne: post ascensionem quippe eius in Antiochia primum coeperunt ap-
lus. Quisnam iste sit discipulus, non temeré affirmandum est, quia tace- pellari discipuli Christiani (Act 11,26): iam tamen erat res ipsa illo post-
tur. Solet autem se ídem Ioannes ita significare, et addere, quem diligebat ea vocabulo nuncupanda, iam erant discipuli qui postea appellati sunt
lesas (lo 13,23 et 19,26). Fortassis ergo et hic ipse est: quisquís tamen Christiani; et hoc commune lomen, sicut communem fidem, etiam ad
sit, sequentia videamus. "Discipulus autem ille", inquit, "erat notus pon- posteros transmiserunt. Qui ergo se Christi negavit esse discipulum, ip-
tifici, et íntroivít cum Iesu in atrium pontifícis: Petrus autem stabat ad sam rem negavit, cuius nomen est vocari christianum. Quam multi
ostium foris. Exiit ergo alius discipulus qui erat notus pontifici, et dixit postea, non dico senes et anus, ¡n quibus huius vitae satietas facilius
ostiariae et introduxit Petrum. Dicit ergo Petro ancilla ostiaria: Numquid potuit mortem pro Christi confessione contemnere; nec solum iuventus
et tu ex discipulis es hominis istius? Dicit ille: Non sum". Ecce columna utriusque sexus, de qua aetate convenienter videtur exigi fortitudo; sed
firmissima ad unius aurae impulsum tota contremuit. Ubi est illa pro- etiam pueri puellaeque potuerunt, et innumerabilis societas sanctorum
mittentis audacia, et de se plurimum praefidentis? Ubi sunt verba illa, martyrum in regnum caelorum fortiter et violenter intravit, quod tune
quando ait, Quare non possum te sequi modo? animam meam pro te iste non potuit, qui claves regni eius accepit? (Mt 16,19). Ecce unde
ponam? (lo 13,37). Hoccine est sequi magistrum, se negare discipulum? dictum est, Sinite hos abire, quando se pro nobis tradidit, qui suo san-
siccine pro Domino anima ponitur, ut hoc ne fiat, vox ancillae formi- guine nos redemit; ut impleietur sermo quem dixit, Quia quos dedisti
detur? Sed quid mimm si Deus vera praedixit, homo autem falsa prae- mihi, no perdidi ex eis quemquam. LTtique enim Petrus si negato Christo
sumpsit? Sane in ista quae iam coepta est negatione apostoli Petri, de- hinc iret, quid aliud quam periret?
bemus advertere non solum ab eo negari Christum, qui dicit eum non 3. Stabant autem serví et núnistri ai prunas, quia frígus erat, et
esse Christum; sed ab illo etiam qui cum sit, negat se esse christianum. calefaciebant se. Non hiems erat, sed tamen frigus erat: quod solet
Dominus enim non ait Petro, Discipulum meum te negabis; sed, me etiam aequinoctio verno aliquando contingere. "Erat autem cum eis et
negabis (Mt 26,34). Negavit ergo ipsum, cum se negavit eius esse Petrus stans, et calefaciens se. Pcntifex ergo interrogavit lesum de disci-
discipulum. Quid autem aliud isto modo quam se negavit esse Christia- pulis eius, et de doctrina eius. Respondit ei Iesus: ego palam locutus
num? Quamvis enim discipuli Christi nondum appellarentur hoc nomi- sum mundo, ego semper doeni in synagoga et in templo, quo omnes
556 Sobre el Evangelio de San ]uan 113, 3 113, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 557
el templo, a d o n d e acuden todos los judíos, y n o he dicho nada tinieblas, anunciadlo a la luz del día, y lo que oís al oído, de-
en privado, ¿por q u é m e p r e g u n t a s a m í ? P r e g u n t a a quienes cidlo sobre el terrado? Luego esto m i s m o q u e parecía decir ocul-
oyeron lo q u e les he hablado. Ellos saben lo que yo he dicho." tamente, en cierto m o d o n o lo decía ocultamente, ya que n o
D e aquí nace una cuestión q u e n o debe ser pasada p o r alto: en lo decía con el fin de que los q u e lo h a b í a n oído lo callasen,
q u é sentido dijo el Señor: Yo abiertamente he hablado al mundo,
sino más bien para que lo predicasen p o r todas partes. D e este
y, sobre todo, en privado no he dicho nada, ¿ N o dijo a los dis-
m o d o se p u e d e decir una cosa a b i e r t a m e n t e y n o abiertamente,
cípulos en este reciente sermón q u e les dirigió después de la
ocultamente y n o ocultamente, al m o d o que se dijo: Para que
cena: Estas cosas os he dicho en parábolas; llega la hora de no
viendo vean y no vean. ¿Cómo h a n de ver sino p o r q u e es abier-
hablaros ya en parábolas, sino claramente os anunciaré al Padre?
to y n o oculto, y c ó m o esos m i s m o s n o han d e ver sino p o r q u e
Si, pues, a sus m á s allegados discípulos n o les hablaba abierta-
es oculto y n o abierto? P e r o las cosas que h a b í a n oído y n o ha-
m e n t e , sino q u e les p r o m e t í a la hora de hacerlo, ¿cómo habló
b í a n e n t e n d i d o eran tales, q u e con justicia y con verdad n o p o -
a b i e r t a m e n t e al m u n d o ? Y si esos mismos discípulos suyos, según
dían reprenderse. Y cuantas veces lo interrogaron maliciosamente
el testimonio autorizado de los otros evangelistas, cuando estaba
para hallar de q u é acusarle, les contestó de este m o d o , para em-
con ellos solos, lejos de las turbas, les hablaba con m á s claridad
botar todos sus engaños y frustrar sus calumnias. Por eso decía:
q u e a los otros q u e n o eran sus discípulos, ya que entonces les
¿Por qué me preguntas? Pregunta a quienes oyeron lo que les he
declaraba las parábolas q u e a los otros veladamente p r o p o n í a ,
¿por q u é dice: No he dicho nada en privado? Mas d e b e m o s en- hablado; ellos saben lo que yo he dicho.
tender q u e El dijo: Abiertamente he hablado al mundo, c o m o si 4. Habiendo dicho El esto, uno de los ministros asistentes
dijera: M u c h o s m e oyeron. Abiertamente, en u n sentido era dio a Jesús una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al pontífice?
a b i e r t a m e n t e , e n otro n o lo era. Era abiertamente en c u a n t o q u e Replicóle Jesús: Si he hablado mal, da testimonio de lo mal di-
muchos le oían, y n o lo era, en c u a n t o n o le entendían. Y , ha- cho; pero si he hablado bien, ¿por qué me hieres? ¿Puede darse
b l a n d o aparte a los discípulos, n o hablaba ocultamente. ¿Quién algo m á s verdadero, m a n s o y justo que esta respuesta? Fue dada
p u e d e decir q u e habla ocultamente cuando habla delante de tan- por A q u e l de q u i e n estaba profetizado: Camina y avanza con
tos h o m b r e s , estando escrito q u e por la palabra de dos o tres prosperidad y reina por la verdad, la mansedumbre y la 'justicia.
testigos se declara toda la verdad, m á x i m e c u a n d o se dice a p o - Si m i r a m o s al q u e recibió la bofetada, ¿no quisiéramos q u e aquel
cos lo q u e se quiere que por ellos lo sepan muchos, conforme
dice el Señor a los pocos que a ú n tenía: Lo que os digo en las duorum vel trium testium stabit omne verbum (Deut 19,15): praeser-
tim si hoc loquitur paucis, quod per eos velit innotescere multis; sicut
ipse Dominus ait illis, quos adhuc paucos habebat, Quod dico vobis
Iudaei conveniunt, et in occulto locutus sum nihil: quid me interrogas? in tenebris, dicite in lumine; et quod in aure auditis, praedicate super
Interroga eos qui audierunt quid locutus sum ipsis: ecce hi sciunt quae tecta? (Mt 10,27). Ergo et hoc ipsum quod ab ipso dici videbatur
dixerim ego". Non praetereunda nascitur quaestio, quoroodo dixerit Do- oceulte, quodammodo non dicebatur in occulto: quia non ita dicebatur,
minus lesus, Ego palam locutus sum mundo; et máxime illud quod ait, ut ab eis quibus dictum fuetat, taceretur; sed ita potius, ut usquequaque
In occulto locutus sum nihil. Nonne in hoc ipso recentiore sermone, praedicaretur. Sic ergo dici potest aliquid et palam simul et non palam,
quem post coenam discipulis est locutus, ait illis: Haec in proverbiis vel in occulto simul et non in occulto, quomodo dictum est, Ut videntes
locutus sum vobis: venit hora cum iam non in proverbis loquar vobis, videant, et non videant (Me 4,12). Quomodo enim videant, nisi quia
sed palam de Patre meo annuntiabo vobis? (lo 16,25). Si ergo ipsis palam, non in occulto; et quomodo Ídem ipsi rursus non videant, nisi
coniunctioribus discipulis suis non loquebatur palam, sed horam promit- quia non palam, sed in occulto? Ea tamen ipsa quae audierant et non
tebat quando palam erat locuturus, quomodo palam locutus est mundo? intellexerant, talia erant, ut non possent iuste ac veraciter criminari: et
Deinde illis ipsis suis, sicut aliorum quoque evangelistarum testatur quotiescumque interrogando tentarunt, ut invenirent unde aecusarent eum,
auctoritas, in eorum comparatione qui discipuli eius non erant, multo sic eis respondit, ut omnes eotum retunderentur doli, et calumniae frus-
utique manifestius loquebatur, quando cum solis erat, remotus a turbis: trarentur. Ideo dicebat, Quid me interrogas? Interroga eos qui audie-
tune enim eis et parábolas aperiebat, quas clausas proferebat ad alios. runt quid locutus sum ipsis: ecce hi sciunt quae dixerim ego.
Quid est ergo, In occulto locutus sum nibil? Sed intelligendum est ita
4. Haec autem cum dixisset, unus assistens ministrorum dedit alapam
eum dixisse, Palam locutus sum mundo; ac si dixisset, Multi me audie-
lesu, dicens: Sic respondes pontifici? Respondit ei lesus: Si male locutus
runt. Ipsum autem palam modo quodam erat palam, modo autem quo-
sum, testimonium perhibe de malo; si autem bene, quid me caedis? Quid
dam non erat palam. Palam quippe erat, quia multi audiebant; et rur-
ista responsione verius, mansuetius, iustius? Eius est enim de quo pro-
sum non erat palam, quia non intelligebant. Et quod seorsum discipulis
phetica vox praecesserat, Intende, et prospere procede, et regna; propter
loquebatur, non in occulto utique loquebatur. Quis namque in occulto
veritatem, et mansuetudinem, et iustitiam (Ps 44,5). Si cogitemus quis
loquitur, qui coram tot hominibus loquitur; cum scriptum sit, In ore
acceperit alapam, nonne vellernus eum qui percussit, aut caelesti igne
558 Sobre el Evangelio de San Juan 113, 5 113, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 559

que le h i r i ó fuese abrasado p o r fuego bajado del cielo, o q u e ejercían su ministerio los príncipes de los sacerdotes, q u e en
se abriese la tierra y lo tragase, o q u e fuese revolcado p o r los d e - aquel t i e m p o eran A n a s y Caifas, mencionados p o r San Lucas
monios c o m o u n condenado, o q u e fuera castigado con otra p e n a cuando consigna la época en que el precursor del Señor, J u a n
semejante o aún m á s cruel? ¿Qué cosa de éstas n o hubiese p o d i d o Bautista, c o m e n z ó a predicar el r e i n o de los cielos. D i c e así:
ordenar con su p o d e r A q u e l por q u i e n fue creado el m u n d o , si Bajo los príncipes de los sacerdotes Anas y Caifas fue hecha la
no hubiera preferido enseñarnos la paciencia, con la cual se ven- palabra del Señor sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto,
ce al m u n d o ? Mas quizá a l g u n o diga: Y ¿por q u é n o hizo lo q u e etcétera. Y así estos dos pontífices hacían sus veces p o r años
El m i s m o m a n d ó ? En vez de responder así, d e b i ó presentar la alternos, y a Caifas correspondía aquel a ñ o en q u e padeció Cris-
otra mejilla. Mas ¿qué hay q u e decir de su respuesta verdadera, to. Por eso dice San M a t e o q u e , cuando Jesús fue preso, fue
mansa y justa, y de q u e n o sólo p r e p a r ó la otra mejilla para ser conducido a él; mas, según San J u a n , fue llevado antes a A n a s ,
de nuevo herida, sino todo su cuerpo para ser enclavado? C o n n o p o r ser su colega, sino p o r ser su yerno. Y es d e creer q u e
esto d e m o s t r ó m á s bien lo q u e debía demostrar, es decir, que esto fue hecho de acuerdo con la voluntad de Caifas o t a m b i é n
sus grandes preceptos de paciencia d e b í a n ser ejecutados con la p o r q u e sus casas estaban de tal forma colocadas, q u e n o p o d í a n
preparación del corazón mejor que con manifestaciones corpo- dejar de pasar p o r la casa de A n a s .
rales. P o r q u e b i e n p u e d e suceder que u n o presente visiblemente 6. Después de haber dicho el evangelista que A n a s lo envió
la otra mejilla, p e r o q u e lo haga lleno de ira. ¿Cuánto mejor atado a Caifas, vuelve al p u n t o de su narración en que dejó a
n o será responder con sosiego la verdad y con á n i m o tranquilo Pedro, para explicar lo sucedido en casa de A n a s referente a sus
estar p r e p a r a d o para mayores ofensas? B i e n a v e n t u r a d o aquel que, tres negaciones. Y dice: Estaba de pie Simón Pedro y se calen-
en todo cuanto p o r la justicia padece, p u e d e decir con verdad: taba. Recapitula lo q u e ya había dicho antes y añade lo q u e
Preparado está, ¡oh Dios!, mi corazón, preparado está; con lo cual sucedió a continuación: Dijéronle, pues: ¿Acaso no eres tú de sus
se obtiene lo que signe: Cantaré y salmearé; c o m o lo hicieron discípulos? El lo negó, diciendo: No soy. Ya le había negado una
P a b l o y B e r n a b é en sus prisiones. vez; ésta es la segunda. Después, p a r a completar las tres, dice
uno de los siervos del pontífice, pariente de aquel cuya oreja
5. P e r o sigamos la narración evangélica. Y Anas lo envió
cortó Pedro: ¿Acaso no te vi yo con El en el huerto? Otra vez
atado al pontífice Caifas. Según dice San M a t e o , ya de inicio
negó Pedro, y al punto cantó el gallo. Y a está c u m p l i d a la p r e -
era conducido a Caifas, p o r q u e era en aquel a ñ o el príncipe de los
sacerdotes. Y a que se debe saber q u e cada año alternativamente
id est principes sacerdotum, qui erant illo tempore Annas et Caiphas,
quos Lucas evangelista commemorat, natrans quo tempore coeperit Do-
consumí, aut térra dehiscente sorberi, aut correptum daemonio volutari, mini praecursor Ioannes praedicare regnum caelorum, et congregare dis-
aut aliqua huiusmodi qualibet poena, vel etiam graviore puniri? Quid cípulos. Sic enim dicit: Sub principibus sacerdotum Anna et Caipha,
enim horum per potentiam iubere non potuisset per quem factus est factum est verbum Domini super loannem Zachariae jilium in deserto
mundus, nisi patientiam nos docere maluisset qua vincitur mundus? (Le 3,2), et caetera. Proinde isti ambo pontífices vicissim suos annos
Hic dicet aliquis: Cur non fecit quod ipse praecepit? (Mt 5,39) percu- agebant: et erat annus Caiphae quando passus est Christus. Ideo se-
tienti enim non sic responderé, sed maxillam debuit alteram praebere. cundum Matthaeum cum comprehensus esset, ad eum ductus est: sed
Quid quod et veraciter, mansuete, iusteque respondit, et non solum prius ad Annam secundum loannem venerunt cum illo; non quia col-
alteram maxillam iterum percussuro, sed totum corpus figendum praepa-
lega, sed quia socer eius erat. Et credendum est secundum voluntatem
ravit in ügno? Et hinc potius demonstravit, quod demonstrandum fuit,
Caiphae id esse factum, vel etiam domos eorum ita fuisse positas, ut
sua scilicet magna illa praecepta patientiae non ostentatione corporis,
sed cordis praeparatione facienda. Fieri enim potest ut alteram maxillam non deberet Annas a transeuntibus praeteriri.
visibiliter praebeat homo et iratus. Quanto ergo melius et respondet 6. Sed cum dixisset Evangelista quod eum ligatum miserit Annas
vera placatus, et ad perferenda graviora tranquillo animo fit paratus? ad Caipham, reversus est ad locum narrationis, ubi reliquerat Petrum,
Beatus est enim qui in ómnibus quae iniuste pro iustitia patitur, potest ut explicaret quod in domo Annae de trina eius negatione contigerat.
veraciter dicere, Paratum cor meum, Deas, paratum cor meum: hinc fit Erat autem, inquit, Simón Petrus stans et calefaciens se. Hoc recapitulat
quippe quod sequitur, Cantaba et psallam (Ps 56,8); quod Paulus et quod ante iam dixerat: deinde quae secuta iungit: Dixerunt ergo ei:
Barnabas etiam in vinculis durissimis faceré potuerunt. Numquid et tu ex discipulis eius es? Negavit Ule, et dixit: Non sum.
Iam semel negaverat; ecce iterum. Deinde ut tenia negatio compleatur,
5. Sed ad narrationis evangelicae sequentia redeamus. Et misil eum
Dicit unus ex servís pontijicis, c aguatas eius cuius abscidit Petrus auri-
Annas ligatum ad Caipham pontificem. Ad illum, sicut Matthaeus dicit,
ab initio ducebatur, quoniam ipse erat illius anni princeps sacerdotum. culam: Nonne ego te vidi in harto cum illo? Iterum ergo negavit Pe-
Alternos quippe intelligendi sunt agere soleré annos ambo pontífices, trus, et statim gallus cantavit. Ecce medid completa est praedictio,
560 Sobre el Evangelio de San Juan 114, 1 114, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 561
dicción del Médico y convicta la presunción del enfermo. N o se se habían reunido para oír a Jesús, Caifas se hubiese marchado
realizó lo que éste había dicho: Daré mi vida por ti; sino que al pretorio del presidente, dejando con su suegro a Jesús para
se cumplió lo que El había predicho: Me negarás tres veces. ser interrogado; o bien que en la casa de Caifas tenía Pilato el
Completas ya las tres negaciones de Pedro, terminamos ya este pretorio, por ser la casa tan grande, que en una parte habitase
sermón, para considerar en otro sermón las cosas que después pa- y en otra separada celebrase los juicios.
saron en casa de Pondo Pilato. 2. Era de mañana, y ellos, esto es, los que conducían a Je-
sús, no entraron en el pretorio, es decir, en aquella parte de la
casa que tenía Pilato, si es que era la casa de Caifas. Y, exponien-
TRATADO 114 do el motivo de no entrar en el pretorio, añade: Para no conta-
minarse, porque tenían que comer la pascua. Había dado co-
DESDE AQUEL PASAJE: "LE CONDUCEN A CAIFAS AL PRETORIO", HASTA
ÉSTE: "PARA QUE SE CUMPLIESE LO QUE JESÚS DIJO, MANIFESTANDO
mienzo el día de los Ázimos, y en estos días consideraban una
CON QUÉ MUERTE HABÍA DE MORIR" contaminación entrar en casa de los extraños. ¡Oh ceguera im-
pía! ¿Se contaminarían entrando en casa ajena, y no temían con-
1. Veamos ahora lo sucedido con el Señor, o acerca de Nues- taminarse con el propio crimen? Temían contaminarse en el
tro Señor Jesucristo, en casa del presidente Poncio Pilato, según pretorio de un juez extranjero, y no temían contaminarse con
la narración del evangelista San Juan. Vuelve al lugar donde ha- la sangre de un hermano inocente, por no decir más bien del
bía dejado su narración, para explicar la negación de Pedro. Ya reato que tenían en su conciencia. N o carguemos su conciencia,
antes había dicho que Anas le envió atado al pontífice Caifas, y, sino achaquemos a su ignorancia el que el Señor fuese por su
volviendo a donde había dejado a Pedro calentándose a la lum- impiedad conducido a la muerte y fuese sacrificado el autor de
bre en el atrio, y después de terminar toda su negación, que fue la vida.
trina, dice: Conducen a Jesús a Caifas al pretorio. Había dicho 3. Salió, pues, afuera Pilato y les dijo: ¿Qué acusación traéis
que le llevaron a Caifas desde la casa de Anas, su colega y su yer- contra este hombre? Respondieron y dijéronle: Si no fuese mal-
no. Pero, si a Caifas, ¿por qué al pretorio? Con lo cual indica hechor, no te lo hubiésemos entregado. Sean interrogados y res-
que fue llevado a donde habitaba el presidente Pilato. A no ser que pondan los libertados de los espíritus inmundos, los enfermos
por algún motivo urgente, desde la casa de Anas, adonde ambos curados, los sordos que oyen, los mudos que hablan, los ciegos
que ven, los muertos que resucitan y, lo que está sobre todo
aegroti convicta praesumptio. Non enim factum est quod iste dixerat, esto, los necios hechos sabios, si Jesús es un malhechor. Mas estas
Animam meam pro te ponam; sed factum est quod "¡lie praedixerat,
Ter me negabis (lo 13,38). Sed trina Petri negatione completa, iam et Annae, quo ad audiendum Iesum ambo convenerant, Caiphas perrexerat
iste sermo compleatur, ut deinceps quae de Domino apud Pontium ad praetorium praesidis, et socero suo Iesum reliquerat audiendum: aut
Pilatum praesidem gesta sunt, ab alio consideremus exordio. in domo Caiphae praetorium Pilatus acceperat, et tanta domus erat,
ut seorsum habitantem dominum suum, seorsum iudicem ferret.
2. Erat autem mane, et ipsi, id est qui ducebant Iesum: non
TRACTATUS 114 introierunt in praetorium, hoc est in eam partem domus quam Pilatus
AB EO LOCO, ADDUCUNT ERGO IESUM AD CAIPHAM IN PRAETORIUM ; USQUE AD tenebat, si ipsa erat domus Caiphae. Cur autem non introierunt in
IE>. Ur SERMO IESU IMPLERETUR QUEM DIXIT, SIGNIFICANS QUA MORTE ESSET praetorium, exponens causam, Ut non contaminarentur, inquit, sed ut
MORITURL'S manducarent Pascha. Dies enim agere coeperant azymorum: quibus
diebus contaminatio illis erat in alienigenae habitaculum intrare. O im-
1. Quae cum Domino vel de Domino nostro Iesu Christo apud pía caecitas! Habitáculo videlicet contaminarentur alieno, et non conta-
Pontium Pilatum praesidem gesta sint, quantum Ioannes evangelista minarentur scelere proprio? Alienigenae iudicis praetorio contaminan
indicat, deinde videamus. Redit enim ad locum narrationis suae ubi timebant, et fratris innocentis sanguine non timebant: ut hoc solum
eam reliquerat, ut explicaret Petri negationem. Iam quippe dixerat, Et interim dicam, ubi rea malorum conscientia tenebatur. Nam quod etiam
misit eum Annas ligatum ad Caipham pontificem (lo 18,24): atque Dominus erat, qui eorum impietate ducebatur ad mortem, et vitae dator
inde regressus ubi dimiserat Petrum calefacientem se ad ignem in atrio, occidebatur; non eorum conscientiae, sed ignorantiae deputetur.
posteaquam totam eius negationem, quae ter facta est, terminavit, Ad- 3. Exivit ergo Pilatus ad eos foras, et dixit: Quam accttsationem
ducunt ergo Iesum, inquit, ad Caipham in praetorium. Ad Caipham affertis adversus hominem htrnc? Responderunt, et dixerunt ei: Si non
quippe ab Anna collega et socero eius dixerat missum. Sed si ad esset hic malefactor, non tibi tradidissemus eum. Interrogentur atque
Caipham, cur in praetorium? Quod nihil aliud vult intelligi, quam ubi respondeant ab immundis spiritibus liberati, languidi sanati, leprosi inun-
praeses Pilatus habitabat. Aut igitur aliqua urgente causa de domo dan, surdi audientes, multi loquentes, caeci videntes, mortui resurgentes,
562 Sobre el Evangelio de San Juan 114, 4
114, 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 563
cosas las decían aquellos de quienes ya había predicho el pro-
feta: Me devolvían males por los bienes. actos vuestros, aún gritasteis: Crucifícalo, crucifícalo, escuchad
4. Dijoles, pues, Pilato: Tomadle vosotros y juzgadle según lo que contra vosotros clama el profeta: Rejones y flechas son
vuestra ley. Contestáronle los judíos: A nosotros no nos es per- los dientes de los hijos de los hombres, y su lengua tajante es-
mitido dar muerte a nadie. ¿Qué es lo que dices, oh vesana cruel- pada. Esas son las armas, las flechas y la espada con que habéis
dad? ¿Acaso no matabais a quien ofrecíais a la muerte? ¿Acaso dado muerte al justo, cuando decíais que no os era lícito matar
la cruz no mata? De este modo desbarran quienes no siguen, a nadie. De aquí es que, no habiendo ido los príncipes de los
sino persiguen a la sabiduría. ¿Qué significa: A nosotros no nos sacerdotes, sino que enviaron a otros a prender a Jesús, el evan-
gelista Lucas, en el mismo pasaje de su narración, dice: Dijo,
es lícito dar muerte a nadie? Si es un malhechor, ¿por qué no
pues, Jesús a los príncipes de los sacerdotes, magistrados del
os es lícito? ¿No les manda la ley que no perdonen a los mal-
templo y ancianos que habían venido a prenderle: Como a pren-
hechores, y más aún a los seductores, que apartan de su Dios,
der a un ladrón vinisteis, etc. Y así como los príncipes de los
como a éste le juzgan? Pero debe entenderse que a ellos no les
sacerdotes no fueron ellos mismos, sino enviaron a otros a pren-
era lícito a causa de la santidad del día festivo, que ya había
der a Jesús—¿no vinieron éstos por mandato de su autoridad?—,
comenzado, y por cuyo motivo temían contaminarse con la en-
así los que con sus gritos pidieron la crucifixión de Cristo no le
trada en el pretorio. ¿Tanto os habéis endurecido, israelitas fal-
mataron ellos directamente, mas ellos lo hicieron por medio de
sos? ¿Tan faltos estáis de todo sentido por el exceso de malicia, aquel a quien con sus voces impulsaron a perpetrar crimen tan
que os tengáis por inocentes en el derramamiento de la sangre nefando.
inocente por haber entregado a otro su fusión? ¿Irá Pilato a
5. En cuanto a lo que añade el evangelista San Juan: Para
matar con sus manos al que vosotros entregáis a su poder para
que se cumpliera la palabra dicha por Jesús, indicando con qué
darle la muerte? Si no quisisteis que fuese muerto, si no le ten-
muerte había de morir, si en ellas queremos ver la muerte de
disteis asechanzas, si no comprasteis con dinero su entrega, si no cruz, diciendo que los judíos dijeron: A nosotros no nos es líci-
le prendisteis, si no lo maniatasteis, si no lo llevasteis, si no lo to matar a nadie, porque una cosa es crucificar y otra matar, no
ofrecisteis para ser muerto con las manos ni lo pedisteis con veo cómo lógicamente puede entenderse esto, cuando así respon-
vuestras voces, entonces podéis jactaros de que no le habéis dieron ellos a Pilato, que les había dicho: Tomadlo vosotros y
matado vosotros. Mas si, después de haber precedido todos esos juzgadle según vuestra ley. ¿No podían ellos tomarlo y crucifi-
et quod omnia superat, stulti sapientes, utrum sit malefactor Iesus. Sed carlo, si con este suplicio deseaban verse libres de la muerte de
ista dicebant, de quibus per prophetam iam ipse praedixerat, Retribue-
bant mihi mala pro bonis (Ps 34,12). vos etiam propheta clamat: Vilii hominum, dentes eorum arma et sa-
4. Dixit ergo eis Pilatus: Accpite eum vos, et secundum Legem gittae, et lingua eorum machaera acuta (Ps 56,5). Ecce quibus armis,
vestram iudicate eum. Dixerunt ergo ei ludaei: Nobis non licet interji- quibus sagittis, qua machaera ¡ustum interfecistis, quando vobis interfi-
cere quemquam. Quid est quod loquitur insana crudelitas? An non cere quemquam non licere dixistis. Hinc est quod ad comprehendendum
interficiebant, quem interficíendum offerebant? An forte crux non inter- lesum, eum sacerdotum non venissent principes, sed misissent; Lucas
ficit? Sic desipiunt, qui non sectantur, sed insectantur sapientiam. Quid tamen evangelista in eodem narrationis suae loco ait: Dixit autem, in-
est autem, Nobis non licet interjicere quemquam? Si malefactor est, quit, lesus ad eos qui venerant ad se, principes sacerdotum, et magistra-
cur non licet? Nonne Lex eis praecepit, ne malefactoribus, praesertim tus templi, et séniores: Quasi ad latronem existís (Le 22,52), et caetera.
(qualem istum putabant) a suo Deo seductoribus parcant? (Deut 13,5). Sicut ergo principes sacerdotum non per seipsos, sed per eos quos mi-
Sed intelligendum est eos dixisse non sibi licere interficere quemquam, serant ad comprehendendum íes-uro, quid aliud quam ipsi in suae ius-
propter diei festi sanctitatem, quem celebrare iam coeperant; propter sionis potestate venerunt? sic omnes qui crucifigendum Christum impiis
quem de ingressu etiam praetorii contaminan metuebant. Itane obduruis- vocibus clamaverunt, non quidem per seipsos eum, sed tamen ipsi per
tis, falsi Israelitae? Itane omnem sensum nimia malitia perdidistis, illum qui eorum clamore ad hoc nefas impulsus est, occidetunt.
ut ideo vos a sanguine innocentis impollutos esse credatis, quia eum 5. Quod vero Ioannes evangelista subiungit, Ut sermo Iesu imple-
fundendum alteri tradidistis? Numquid et Pilatus illum, qui potesta- retur quem dixit, significan! qua morte esset moriturus: si mortem
ti eius a vobis ingeritur occidendus, suis est manibus occisurus? Si crucis hic velimus accipere, tanquam ideo dixerint ludaei, Nobis non
non eum voluistis occidi, si non insidiati estis, si non vobis tradendum licet interjicere quemquam, quia ¡ntetfici aliud est, aliud crucifigi;
pecunia comparastis, si non comprehendistis, vinxistis, adduxistis, si non non video quomodo id possit consequenter intelligi, eum hoc ad Pi-
occidendum manibus obtulistis, vocibus poposcitis, non eum a vobis lati verba responderint, quibus eis dixerat, Accipite eum vos, et secun-
interfectum esse iactate. Si autem illis ómnibus vestris praecedentibus dum Legem vestram iudicate eum. Numquid ergo eum non pote-
factis, etiam Crucifige, crucifige, clamastis (lo 19,6); audite quod contra rant accipere, et ipsi eum crucifigere, si per tale genus supplicii inter-
fectionem cuiusquam vitare cupiebant? Quis autem non videat quam sit
564 115, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 565
Sobre el Evangelio de San Juan 114, 5
un hombre? ¿Quién no ve cuan absurdo es que tengan poder TRATADO 115
para crucificar y no lo tengan para matar? ¿Quién no ve cuan DESDE ESTA FRASE: " P O R SEGUNDA VEZ ENTRÓ PILATO EN EL PRETO-
absurdo es que les sea lícito crucificar a cualquiera y no les sea RIO", HASTA ÉSTA: "ERA BARRABÁS UN LADRÓN"
lícito dar muerte a nadie? ¿Cómo es que Cristo llama también
sacrificio a su muerte, es decir, a la muerte de cruz, según se 1. Vamos a tratar en este sermón de lo que dijo Pilato
lee en San Marcos: "He aquí que subimos a Jerusalén y el Hijo a Cristo y de lo que Cristo respondió a Pilato. Después de
del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y decir a los judíos: Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra
a los escribas, que le condenarán a muerte, lo entregarán a los ley, y haber oído su respuesta: A nosotros no nos es lícito ma-
gentiles, le escarnecerán, le escupirán, le azotarán, lo matarán, y tar a nadie, "por segunda vez entró Pilato en el pretorio, llamó
al tercer día resucitará?" Diciendo estas cosas, manifestó el Se- a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y contestóle
ñor con qué género de muerte había de morir, no porque con Jesús: ¿Dices esto por ti mismo o es que otros te lo han dicho
ellas diera a entender la muerte de cruz, sino porque los judíos de mí?" Muy bien conocía Jesús tanto su pregunta como la res-
le habían de entregar a los gentiles, esto es, a los romanos. puesta que le había de dar Pilato, pero quiso que fuera expre-
Pues Pilato era romano y como presidente le enviaron los roma- sada con palabras, no para que El la conociera, sino para que
nos a Judea. Para que se cumpliesen estas palabras de Jesús, quedase escrito lo que quiso que nosotros supiéramos. "Res-
esto es, que los gentiles le darían muerte después de serles entre- pondió Pilato: ¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los prínci-
gado, como El había predicho; por eso Pilato, que era juez ro- pes te han entregado a mí; ¿qué es lo que has hecho? Replicó
mano, quiso devolvérselo a ellos, a fin de que lo juzgasen de Jesús: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este
acuerdo con su ley; mas no quisieron recibirlo, diciendo: A nos- mundo, sin duda mis siervos lucharían para que no fuese yo
otros no nos es lícito matar a nadie. De este modo se cumplió la entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de acá". Esto
palabra de Jesús acerca de su muerte, que, entregado a los gen- es lo que el Maestro bueno quiso que nosotros supiéramos; pero
tiles, éstos le darían la muerte, siendo su crimen menos grave antes era necesario manifestarnos la vana opinión que acerca
que el de los judíos, que de esta manera quisieron aparecer como de su reino tenían los hombres, tanto gentiles como judíos, de
ajenos a su muerte, no para demostrar su inocencia, sino para quienes lo había oído Pilato; como si fuese reo de muerte por
poner en claro su demencia. haber pretendido un reino que no le pertenecía, o por la envi-
dia que tienen los que reinan a los que van a reinar, y había
absutdum eis licere quemquam crucifigere, quibus non Jicet quemquam
interficere? Quid quod ipse Dominus eamdem mortem suam, id est
mortem crucis, etiam interfectionem vocat, sicut legimus apud Marcum, TRACTATUS 115
ubi ait: "Ecce ascendimus Ierosolymam, et Filius hominis tradetur ptin-
DEO EO QUOD DICJTUR, INTROIVU LRGO ITERUM JN PRAETORIUM PILAÍUS; USQUE
cipibus sacerdotum et Scribis, et damnabunt eum morte, et tradent eum AD I D , E R A T AUTEM BARABBAS EATRO
Gentibus; et illudent ei, et conspuent eum, et flagellabunt eum, et
interficient eum, et tertia die resurget?" (Me 10,33.34). Nimirum ergo 1. Quid Pilatus dixerit Chtisto, quidve Pilato ille respondetit, isto
ista dicendo significavit Dominus qua esset morte moriturus: non quod sermone considerandum atque tractandum est. Cum enim dictum esset
hic mortem crucis vellet intelligi, sed quod eum Iudaei fuissent Genti- Iudaeis, "Accipite eum vos, et secundum Legem vestram iudicate eum"
bus tradituri, hoc est Romanis. Nam Pilarus Romanus erat, eumque atque illi respondissent, "Nobis non licet occidere quemquam; introivit
in Iudaeam Romani praesidem miserant. Ut ergo iste sermo Iesu imple- iterum in praetorium Pilatus, et vocavit Iesum, et dixit ei: Tu es rex
retur, id est, ut eum sibi traditum Gentes interficerent, quod Iesus [udaeorum? Et tespondit Iesus: A temetipso hoc dicis, an alii tibi dixe-
futurum esse praedixerat; ideo Pilatus qui iudex Romanus erat, eum vel- runt de me?" Sciebat utique Dominus et quod ipse interrogavit, et quod
let eum reddere Iudaeis, ut secundum Legem suam iudicarent eum, ille responsurus fuit; sed tamen dici voluit, non ut ipse sciret, sed ut
noluerunt eum accipere dicentes, Nobis non licet interficere quemquam. scriberetur quod nos voluit ut sciremus. "Respondit Pilatus: Numquid
Ac sic impletus est sermo Iesu, quem de sua morte praedixit, ut eum ego Iudaeus sum? Gens rúa et pontífices tradidetunt te mihi: quid
a Iudaeis traditum interficerent Gentes; minore scelere quam Iudaei, fecisti? Respondit Iesus: Regaum meum non est de hoc mundo. Si ex
qui se isto modo ab eius interfectione velut alíenos faceré voluerunt, non hoc mundo esset regnum meum, ministri mei utique decertarent, ut non
ut eorum innocentia, sed ut dementia, monstraretur. tradeter Iudaeis: nunc autem tegnum meum non est hinc". Hoc est
quod bonus magister scire nos voluit: sed prius nobis demonstranda
fuerat vana hominum de regno eius opinio, sive Gentium, sive Iudae-
orum, a quibus id Pilatus audiet; quasi proptetea morte fuisset plecten-
dus, quod illicitum affectaverit tegnum; vel quoniam solent tegnaturis
invidere regnantes, et videlicet cavendum erat ne eius regnum sive Ro-
¿ss Sobre el Evangelio de San Juan 115, 2
que prevenir que su reino no fuese contrario ni a los romanos ni 115, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 567
a los judíos. Bien pudo el Señor haber referido su respuesta: vuestro terreno dominio en este mundo, mi reino no es de este
Mi reino no es de este mundo, a la primera interrogación del mundo. N o os entreguéis a vanos temores, como fueron los de
presidente: ¿Eres tú el rey de los judíos? Pero, al preguntar El, Herodes el Grande ante la noticia del nacimiento de Cristo, dan-
a su vez, si esto lo decía por sí mismo o por haberlo oído a otros, do muerte a tantos infantes para exterminarlo, acuciada su
quiso demostrar con la respuesta de Pilato que éste era el cri- crueldad más por el temor que por la ira. Mi reino, dice, no es
men que le imputaban los judíos ante él, manifestándonos que de este mundo. ¿Queréis más? Venid al reino que no es de este
El conocía la vanidad de los pensamientos de los hombres; res- mundo: venid llenos de fe y no le persigáis llenos de temor.
pondiendo con más claridad y oportunidad, después de la con- Así habla de Dios Padre en la profecía: Yo he sido constituido
testación de Pilato, a los judíos y a los gentiles: Mi reino no es por El rey sobre Sión, su monte santo. Pero esa Sión y ese monte
santo no son de este mundo. ¿Cuál es su reino sino los que en El
de este mundo. Porque, si hubiese contestado inmediatamente a
creen, de los que dice: Vosotros no sois del mundo, como yo no
la pregunta de Pilato, podría parecer que no respondía también
soy del mundo? Aunque quisiera que ellos estén en el mundo,
a los judíos, sino solamente a los gentiles, que así opinaban por lo cual dijo al Padre: No te pido que los saques del mundo,
acerca de El. Pero al responder Pilato: ¿Acaso soy yo judío? Tu sino que los preserves del mal. Por eso aquí no dice: Mi reino
gente y los pontífices te han entregado a mí, alejó toda sospecha no está en este mundo, sino no es de este mundo. Y probándolo
de que pudiera creerse que por sí mismo había dicho que Jesús con estas palabras: Si mi reino fuese de este mundo, mis siervos
fuese rey de los judíos, indicando con claridad que lo había lucharían para no ser entregado a los judíos, no dice: Mi reino
oído a los judíos. Y diciendo después: ¿Qué es lo que has he- no está aquí, sino no es de acá. Aquí está su reino hasta el fin
cho?, dejó al descubierto que de ese crimen le acusaban; como del tiempo, entremezclado con la cizaña hasta la época de la
si dijera: Si dices que no eres rey, ¿qué otro crimen has come- siega, que es el fin del mundo, cuando vendrán los segadores,
tido para que te entreguen a mí? Como si no fuera para admi- esto es, los ángeles, y de su reino recogerán todos los escánda-
los, cosa que no pudiera ser si su reino no estuviese aquí. Sin
rar que se lo entregasen al juez para castigarlo por llamarse rey;
embargo, no es de aquí, porque es peregrino en el mundo, se-
y si no se decía rey, debía preguntársele qué otra cosa había
gún El dice a su reino: No sois del mundo, mas yo os he ele-
hecho por la que mereciese ser entregado al juez. gido del mundo. Del mundo eran cuando no eran su reino, y
2. Escuchad, pues, judíos y gentiles, los de la circunscisión
y los del prepucio; oíd todos los reinos de la tierra: N o estorbo in hoc mundo, Regnum meum non est de hoc mundo. Nolite metuere
metu vanissimo quo Herodes ille maior, cum Christus natus nuntiare-
tur, expavit, et tot infantes ut ad eum mors perveniret, occidit (Mt 2,
manis, sive Iudaeis esset adversum. Poterat autem Dominus quod ait, 3.16), timendo magis quam irascendo crudelior, Regnum, inquit, meum
Regnum meum non est de hoc mundo, etc., ad primam interrogatio- non est de hoc mundo. Quid vultis amplius? Venite ad regnum quod
nem praesidis responderé, ubi ei dixit, Tu es rex ludaeorum? sed eum non est de hoc mundo; venite credendo, et nolite saevire metuendo.
vicissim interrogas utrum hoc a semetipso diceret, an audisset ab alus, Dicit quidem in prophetia de Deo Patte, Ego autem constitutus sum
illo respóndeme ostendere voluit hoc sibi apud illum fuisse a Iudaeis rex ab eo super Sion montem sanctum eius (Ps 2,6); sed Sion illa et
velut crimen obiectum: patefaciens nobis cogitationes hominum, quas mons ille non est de hoc mundo. Quod est enim eius regnum nisi
ipse noverat, quoniam vanae sunt (Ps 93,11); eisque post responsionem credentes in eum, quibus dicit, De mundo non estis, sicut et ego non
Pilati, iam Iudaeis et Gentibus opportunius aptiusque respondens, Reg- sum de mundo? Quamvis eos esse vellet in mundo: propter quod de
num meum non est de hoc mundo. Quod si interroganti Pilato continuo illis dixit ad Patrem, Non rogo ut tollas eos de mundo, sed ut serves
respondisset, non etiam Iudaeis, sed solis Gentibus hoc de se opinanti- eos ex malo (lo 17,16.15). Unde et hic non ait, Regnum meum non
bus respondisse videretur. Nunc vero quoniam respondit Pilatus, Num- est, in hoc mundo; sed non est de hoc mundo. Et cum hoc probaret
quid ego ludaeus sum? Gens tua et pontífices tradidemnt te mihi; abs- dicens, Si ex hoc mundo esset regnum meum, ministri mei utique
tulit a se suspicionem, qua posset putari a semetipso dixisse quod iecertarent, ut non traderer Iudaeis: non ait, Nunc autem regnum meum
lesum regem dixerat esse ludaeorum, id se a Iudaeis audisse demons- non est hic; sed, non est hinc. Hic est enim regnum eius usque in
trans. Deinde dicendo, Quid fecisti? satis ostendit illud ei pro crimine finem saeculi, habens Ínter se commixta zizania usque ad messem; mes-
obiectum: tanquam diceret, Si tegem te negas, quid fecisti ut tradereris sis enim finis est saeculi, quando messores venient, id est Angeli, et
mihi? Quasi mirum non esset si puniendus iudici traderetur, qui se colligent de regno eius omnia scandala (Mt 13,38-41); quod utique
non fietet, si regnum eius non esset hic. Sed tamen non est hinc; quia
diceret regem: si autem hoc non diceret, quaerendum ab illo esset quid peregrinatur in mundo: regno suo quippe dicit, De mundo non estis,
aliud forte fecisset, unde tradi iudici dignus esset. sed ego vos elegí de mundo (lo 15,19). Erant ergo de mundo, quando
2. Audite ergo, Iudaei et Gentes; audi, citcumcisio; audi, praepu- regnum eius non erant, sed ad mundi principen) pertinebant. De mundo
tium; audite, omnia regna terrena: Non impedio dominationem vestram
568 Sobre el Evangelio de San Juan 115, 4 115, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 569

pertenecían al p r í n c i p e del m u n d o . D e l m u n d o era cuanto, crea- al m u n d o , naciendo de una virgen, para dar testimonio de la
do p o r el D i o s verdadero, fue e n g e n d r a d o por la viciada y con- verdad. Pero, c o m o n o todos tienen fe, añadió: Todo aquel que
pertenece a la verdad, escucha mi voz. La oye ciertamente con
denada estirpe de A d á n , y se convirtió en r e i n o n o de este
los oídos interiores, esto es, obedece a m i voz, lo cual tanto vale
m u n d o cuanto fue regenerado p o r Cristo. Por El D i o s nos sacó
c o m o si dijese: m e cree. C u a n d o , pues, Cristo da testimonio de
del p o d e r de las tinieblas y nos trasplantó en el reino del H i j o
la verdad, da testimonio de sí, p o r q u e voz suya es: Yo soy la
de su a m o r ; de este reino dice: Mi reino no es de este mundo, verdad; y en otro lugar dijo: Yo doy testimonio de mí. M a s
o mi reino no es de aquí. en c u a n t o dice: Todo aquel que pertenece a la verdad escucha
3. Díjole, pues, Pilato: ¿Luego tú eres rey? Respondió Je- mi voz, manifiesta la gracia, con la q u e llama según la predesti-
sús: Tú lo has dicho que yo soy rey. N o es q u e temiera declarar- nación. D e la cual dice el Apóstol: Sabemos que, a quienes
se rey, sino que puso el contrapeso de esta palabra: Tú lo dices, aman a Dios, todas las cosas cooperan para el bien, a aquellos
de m o d o q u e n o niega ser rey (porque es rey del r e i n o que n o que, según el propósito de Dios, son llamados; a saber, según el
es de este m u n d o ) , ni confiesa q u e sea tal rey cuyo reino se crea propósito de q u i e n los llama, n o de los llamados; lo cual en
ser de este m u n d o , c o m o era la opinión de q u i e n le p r e g u n t a r a : otro lugar se dice más claramente: Colabora conmigo en el Evan-
¿Luego tú eres rey?, y al cual respondió: Tú dices que yo soy gelio según la virtud de Dios, que nos hace salvos y nos llama
rey. D i j o : Tú dices; c o m o si hubiese dicho: Siendo tú carnal, con su vocación santa, no de acuerdo con nuestras obras, sino de
hablas según la carne. acuerdo con su propósito y gracia. P o r q u e , si nos fijamos en la
naturaleza en q u e hemos sido creados, h a b i e n d o sido todos crea-
4. A continuación añade: Yo para esto nací y para esto dos p o r la verdad, ¿quién n o procede de la verdad? M a s n o
vine al mundo, para dar testimonio de la verdad. N o debe ha- todos reciben de la verdad la facultad de escuchar la verdad,
cerse larga la sílaba de este p r o n o m b r e , sino breve, c o m o si esto es, de obedecer a la verdad y creer en la verdad, desde lue-
dijera: Para esta cosa he nacido o para esto he nacido, conforme g o sin méritos precedentes, para q u e la gracia n o deje de ser
dice: para esto vine al mundo. En el Evangelio griego no hay gracia. Si hubiese dicho: T o d o el que oye m i voz, pertenece
lugar a esta ambigüedad. Y así es claro q u e habla aquí de su a la verdad, p u d i e r a ser que se creyese que pertenece a la ver-
n a c i m i e n t o temporal, por el cual, ya encarnado, vino al m u n d o , dad p o r q u e obedece a la verdad; mas n o dijo esto, sino: Todo
y n o de aquel sin p r i n c i p i o en el cual era D i o s y p o r quien el aquel que pertenece a la verdad, oye mi voz. Por tanto, n o per-
de Virgine, ut testimonium perhibeat veritati. Sed quia non omnium
P a d r e creó al m u n d o . Por esto dice que ha nacido y ha venido
est fides (2 Thess 3,2), adiunxit, atque ait: Omnis qui est ex verilate,
est ergo quidquid hominum a vero quidem Deo creatum, sed ex Adam audit meam vocem. Audit utique interioribus auribus, id est, obaudit
vitiata atque damnata stirpe generatum est: facturn est autem regnum meae voci: quod tantumdem valeret si dicetet, Credit mihi. Cum itaque
non iam de mundo, quidquid inde in Christo regeneratum est. Sic enim Christus testimonium perhibet veritati, profecto testimonium perhibet
nos Deus eruit de potestate tenebrarum, et transtulit in regnum Filii sibi: eius quippe vox est, Ego sum verilas (lo 14,6): et dixit alio quo-
charitatis suae (Col 1,13): de quo regno dicit, Regnum meum non est que loco, Ego testimonium perhibeo de me (ibid. 8,18). Quod vero
de hoc mundo; vel, Regnum meum non est bine.
ait, Omnis qui est ex veritate, audit vocem meam, gtatiam commenda-
3- Dixit itaque ei Pilatus: Ergo rex es tu? Respondit Iesus: Tu di-
cis quia rex sum ego. Non quia regem se timuit confiten; sed Tu dicis vit qua secundum propositum vocat. De quo proposito dicit Apostolus,
ita libratum est, ut ñeque se regem neget (rex est enim cuius regnum Scimus quia diligenlibus Deum omnia cooperantur in bonum, his qui
non est de hoc mundo), ñeque regem talem se esse fateatur, cuius secundum propositum Dei vocati sunt (Rom 8,28); propositum scilicet
regnum putetur esse de hoc mundo. Talem quippe ille sentiebat qui vocantis, non vocatorum: quod alibi apettius ita positum est, Collabora
dixerat, Ergo rex es tu? cui responsum est, Tu dicis quia rex sum ego. Evangelio secundum virtutem Dei, salvos nos facientis et vocantis vo-
Dictum est enim, Tu dicis, ac si dictum esset, carnalis carnaliter dicis. catione sua sancta; non secundum opera nostra, sed secundum suum
4. Deinde subiungit: Ego in hoc natus sum, et ad hoc veni in
mundum, ut testimonium perhibeam veritati, Non est producenda huius propositum et gratiam (2 Tira 1,8.9). Nam si naturam cogitemus in
pronominis syllaba, quod ait, In hoc natus sum, tanquam dixerit, In hac qua creati sumus, cum omn.es veritas cieaverit, quis non est ex veritate?
te natus sum: sed corripienda, tanquam dixerit, Ad hanc rem natus Sed non omnes sunt quibus ut audiant veritatem, hoc est ut obaudiant
sum, vel ad hoc natus sum; sicut ait, Ad hoc veni in mundum. In veritati, et credant in veritatem, ex ipsa veritate praestatur; nullis ptocul
graeco namque Evangelio nihil est huius locutionis ambiguum. Unde dubio praecedentibus meritis, ne gratia non sit gratia. Si enim dixisset,
manifestum est eum temporalem nativitatem suam hic commemorasse, Omnis qui audit meam vocem, ex veritate est: ideo dictus ex veritate
qua incarnatus venit in mundum; non illam sine initio qua Deus erat,
per quem Pater condidit mundum. In hoc ergo se dixit natum, id est putaretur, quia obtemperat veritati; non autem hoc ait; sed ait, Omnis
propter hoc natum, et ad hoc venisse in mundum, utique nascendo
570 Sobre el Evangelio de San Juan 115, 5 116, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 571

fenece a la verdad p o r q u e oye su voz, sino que oye su voz por- hicieron a Cristo Pilato y su cohorte, de las cuales trataremos
q u e pertenece a la verdad, es decir, p o r q u e de la verdad ha en otro sermón.
recibido este don. Y esto, ¿qué quiere decir sino que cree en
Cristo p o r q u e Cristo le ha dado ese d o n ? TRATADO 116
5. Díjole Pilato: ¿Qué es la verdad? Pero n o esperó la res-
ACERCA DE ESTO QUE SIGUE: "ENTONCES TOMÓ PILATO A JESÚS Y LO
puesta; mas, habiendo dicho esto, salió otra vez a los judíos y A Z O T Ó " , HASTA ESTO: "TOMARON A JESÚS Y LO SACARON"
les dijo: Yo no hallo ningún delito en este hombre. Es costum-
bre entre vosotros que os suelte a uno en la Pascua, ¿queréis 1. H a b i e n d o p e d i d o los judíos a Pilato que con motivo de
que os suelte al rey de los judíos? Creo que, al decir Pilato: la Pascua n o les soltase a Jesús, sino a Barrabás; n o al Salvador,
¿Qué es la verdad?, le vino al p e n s a m i e n t o la costumbre de los sino al criminal; n o al dador, sino al arrebatador de la vida:
judíos de q u e u n o fuera p u e s t o en libertad en la Pascua, y p o r Entonces tomó Pilato a Jesús y le azotó. N o se ha de creer que
eso n o esperó a que Jesús respondiese, para n o dejar pasar el Pilato hizo esto sino con intención de q u e los judíos, saciados
recuerdo de la costumbre, haciendo posible su libertad, p u e s n o con sus injurias, se diesen p o r satisfechos y desistiesen de per-
cabe dudar que él así lo deseaba. P e r o n o p u d o arrancar de su seguirlo hasta hacerle morir. Por este motivo, el presidente per-
corazón que Jesús era el rey de los judíos, como si esto lo h u b i e - m i t i ó a su cohorte hacer las cosas q u e siguen, o quizá lo mandó,
ra g r a b a d o en él, c o m o u n título, la verdad, de la cual p r e g u n t ó a u n q u e el evangelista lo haya callado. Dice a continuación lo
q u é era. M a s , oído esto, gritaron otra vez todos diciendo: No q u e hicieron los soldados, mas n o dice q u e Pilato lo mandara.
a éste, sino a Barrabás. Barrabás era un ladrón. N o os r e p r e n - D i c e : Y los soldados, tejiendo una corona con espinas, la pusie-
demos, ¡oh judíos!, el querer libertar a u n malhechor p o r la ron sobre su cabeza y le envolvieron en un manto de púrpura.
Pascua, sino el haber d a d o m u e r t e al inocente, a pesar de q u e , Y se llegaban a El y decían: Salve, rey de los judíos, y le daban
sí n o ío hicierais, n o habría verdadera Pascua. Pero ios judíos, de bofetadas. D e este modo se cumplía lo que de sí había pre-
ignorantes, conservaban la sombra de la verdad, mientras, p o r dicho Cristo; así se informaban los mártires para sufrir cuanto
una disposición admirable de la divina sabiduría, p o r m e d i o de fuese del agrado de sus perseguidores; así, ocultado p o r breve
h o m b r e s falaces se cumplía la verdad d e la sombra; p o r q u e , t i e m p o su t r e m e n d o poder, r e c o m e n d a b a la imitación de su pa-
para q u e se hiciera la verdadera Pascua, Cristo era i n m o l a d o ciencia; así el r e i n o q u e n o era de este m u n d o vencía al m u n d o
c o m o u n a oveja. D e aquí p r o v i e n e n las injurias que después soberbio, n o con la atrocidad de la lucha, sino con la humildad

qui est ex veritate, audit meam vocem. Ac per hoc non ideo est ex iniuriosa Christo Pilatus et cohors eius ingessit; sed alia disputatione
veníate, quia eius audit vocem; sed ideo audit, quia ex veritate est, tractanda sunt.
id est, quia hoc illi donum ex veritate collatum est. Quod quid est
aliud, quam donante Christo credit in Christum? TRACTATUS 116
5. Dixit ei Pilatus: Quid est veritas? Nec exspectavit audire re- IN ID QUOD SEQUITUR, T U N C ERGO APPREHENDIT P I L A T U S I E S U M , ET FLAGELI.AVIT;
sponsum; sed cum hoc dixisset, iterum exivit ad ludaeos, et dixit eis: USQUE AD I D , SUSCEPERUNT AUTEM I E S U M , ET EDUXERUNT
Ego nullam invenio in eo causam. Est autem consuetudo vobis ut unum
dimittam vobis in Pascha; vultis ergo dimittam vobis regem ludaeorum? 1. Cum Iudaei clamassent non lesum sibi a Pilato dimitti velle
Credo cum dixisset Pilatus, Quid est veritas? in mentem illi venisse per Pascha, sed Barabbam latronem; non salvatorem, sed interfecto-
continuo consuetudinem ludaeorum, qua solebat eis dimitti unus in rem; non datorem vitae, sed ademptorem: Tune apprehendit Pilatus le-
Pascha: et ideo non exspectavit ut responderet ei Iesus quid est veri- sum et flagellavit. Hoc Pilatus non ob aliud fecisse credendus est, nisi
tas, ne mora fieret, cum recoluisset morem quo posset eis per Pascha ut eius iniuriis Iudaei satiati sufficere sibi existimarent, et usque ad
dimitti; quod eum valde voluisse manifestum est. Avelli tamen ex eius eius mortem saevire desisterent. Ad hoc pertinet quod Ídem praeses
corde non potuit lesum regem esse ludaeorum, tanquam hoc ibi, sicut cohortem suam etiam permisit faceré quae sequuntur; aut fortassis et
in titulo, ipsa veritas fixerit, de qua quid esset interrogavit. Sed hoc iussit, quamvis hoc Evangelista tacuerit. Dixit enim quid deinde fece-
audito, Clamaverunt rursum omnes dicentes; Non hunc, sed Barabbam. rint milites; Pilatum tamen id iussisse non dixit. Et milites, inquit, plec-
Erat autem Barabbas latro. Non reprehendimus, o Iudaei, quod per tentes coronam de spinis im-posuerant capiti eius, et veste purpurea cir-
Pascha liberatis nocentem, sed quod occiditis innocentem: quod tamen cumdederunt eum. Et veniebant ad eum et dicebant: Ave, res ludaeo-
nisi fieret, verum Pascha non fieret. Sed umbra veritatis a Iudaeis er- rum. Et dabant ei alapas. Sic implebantur quae de se praedixerat Chris-
rantibus tenebatur, et mirabili dispensatione divinae sapientiae per no- tus: sic martyres informabantur ad omnia quae persecutores libuisset
mines fallaces eiusdem umbrae veritas implebatur; quia ut verum Pas- faceré, perferenda; sic paulisper oceultata tremenda potentia, commen-
cha fieret, Christus velut ovis irnmolabatur. Hinc ea sequuntur quae dabatur prius imitanda patientia; sic regnum quod de hoc mundo non
572 Sobre el Evangelio de San Juan H6, 3 116, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 573
del sufrimiento; así aquel grano que había de ser multiplicado usurpó Jesús falsamente, porque una y otra son verdaderas: es
era sembrado entre tanta contumelia para que floreciese con glo- el Hijo unigénito de Dios, y por El fue constituido rey sobre
ria admirable. Sión, su monte santo; y con esto dio pruebas de que, cuanto más
2. De nuevo salió Pilato juera, y les dice: He aquí que os poderoso era, tanto prefería ser más paciente.
lo saco fuera para que conozcáis que yo no hallo en El ningún 4. Habiendo oído esto Pilato, fue mayor su temor, y, en-
delito. Salió, pues, Jesús llevando la corona de espinas y el ves- trando otra vez en el pretorio, dice a Jesús: ¿De dónde eres?
tido de púrpura. Y díceles: Ved aquí al Hombre. Por donde se Pero Jesús no le responde. Cotejadas las narraciones de los evan-
ve que Pilato no ignoraba lo hecho por los soldados, bien con gelistas, se ve que este silencio de Nuestro Señor Jesucristo no
su mandato, bien con su autorización, por aquel motivo que tuvo lugar una vez sola: calló ante los príncipes de los sacerdo-
tes: calló ante Herodes, a quien, según indica San Lucas, le
dije antes, a fin de que sus enemigos bebiesen todos aquellos
envió Pilato; calló ante el mismo Pilato. Y así no fue vana la
escarnios con agrado y no sintiesen ya la sed de su sangre. Se
profecía que a El hace referencia: Como cordero mudo ante el
presenta Jesús a su vista elevando la corona de espinas y el
esquilador, así El no abrió su boca, cuando no respondió a quie-
vestido de púrpura, no en la gloria de su imperio, sino lleno de
nes le interrogaban. Y, aunque respondió a algunas preguntas,
oprobio, y se les dice: Ved ahí al Hombre; si tenéis animosidad
fue, sin embargo, comparado con el cordero en vista de aquellas
contra el rey, perdonadle ya viéndole tan abatido: fue azotado,
que no quiso responder, para manifestar con su silencio, no su
fue coronado de espinas, fue cubierto con un vestido de escarnio,
culpabilidad, sino su inocencia. Cuando, pues, al ser juzgado,
fue escarnecido con amargos improperios, fue abofeteado; ante no abrió su boca, se asemejó al cordero; esto es, no la abrió,
el hervor de la ignominia, quede enfriada la envidia. Mas ésta como si, consciente de su maldad, quedase convicto de sus deli-
no se enfría, sino que se enardece y se inflama. tos, sino como manso cordero, que se inmola por los ajenos.
3. "Al verlo los pontífices y los ministros, gritaban dicien- 5. Dícele, pues, Pilato: ¿A mí no me contestas? ¿No sabes
do: Crucifícalo, crucifícalo. Díceles Pilato: Tomadle vosotros y que tengo poder para crucificarte y poder para soltarte? Res-
crucificadle, pues yo no hallo delito alguno en El. Respondieron pondió Jesús: No tuvieras poder alguno sobre mí si de arriba
los judíos: Nosotros tenemos la ley y, según la ley, debe morir, no te hubiese sido dado; por esto, el que me entregó a ti tiene
porque se hizo Hijo de Dios". He ahí otro motivo de mayor en- mayor pecado. En esta ocasión respondió; mas, cuando no res-
vidia. Parecíales pequeña aquella de la regia potestad, pretendida
trum sibi Iesus mendaciter usurpavit; sed utrumque verum est, et uni-
con ilícito atrevimiento, y, sin embargo, ninguna de ambas cosas genitus est Dei Filius, et rex ab eo constitutus super Sion montem
sanctum eius: et utrumque nunc demonstraretur, nisi quanto etat po-
erat, superbum mundum non atrocitate pugnandi, sed patiendi humili- tentior, tanto mallet esse patientior.
tate vincebat; sic illud granum multiplicandum seminabatur horribili 4. Cum ergo audisset Pilatus hoc verbum, magis timuit; et ingres-
contumelia, ut mirabili pullularet in gloria. sus est praetorium iterum, et dicit ad lesum: Unde est tu? Iesus autem
2. Exiit iterum Pilatus joras, et dicit eis: Ecce adduco eum joras, responsum non dedit ei. Hoc silentium Domini nostri Iesu Christi non
ut cognoscatis quia in eo nullam causam invento. Exiit ergo Iesus por- semel factum, collatis omnium Evangelistarum narrationibus reperitur,
tans spineam coronam et purpureum vestimentum. Et dicit eis: Ecce et apud principes sacerdotum, et apud Herodem, quo eum, sicut Lucas
homo. Hinc apparet non ignorante Pilato haec a militibus facta, sive indicat, miserat Pilatus audiendum, et apud ipsum Pilatum (Mt 26,63;
iusserit ea, sive permiserit; illa scilicet causa, quam supra diximus, ut 27,14; Me 14,61; 15,5; Le 23,7-9 et lo 19,9): ut non frustra de illo
haec eius ludibria inimici libentissime biberent, et ulterius sanguinem prophetia praecesserit, Sicut agnus coram tondente se juit sine voce, sic
non sitirent. Egreditur ad eos Iesus portans spineam coronam et purpu- non aperuit os suum (Is 53,7); tune utique quando interrogantibus non
reum vestimentum, non clarus imperio, sed plenus opprobrio; et di- respondit. Quamvis enim quibusdam interrogationibus saepe responde-
citur eis, Ecce homo: si regi invidetis, iam parcite, quia deiectum vide- rá; tamen propter illa in quibus noluit responderé, ad hoc data est de
os; flagellatus est, spinis coronatus est, ludibriosa veste amictus est, agno similitudo, ut in suo silentio non reus, sed innocens haberetur.
amaris conviciis illusus est, alapis caesus est; fervet ignominia, frigescat Cum ergo iudicaretur, ubicumque non aperuit os suum, sicut agnus non
invidia. Sed non frigescit, inardescit potius et increscit. aperuit; id est, non sicut male sibi conscius qui de peccatis convince-
3. "Cum ergo vidissent eum pontífices et ministri, clamabant di- batur suis, sed sicut mansuetus qui pro peccatis immolabatur alienis.
centes: Crucifige, crucifige eum. Dicit eis Pilatus: Accipite eum vos, 5. Dicit ergo ei Pilatus: Mihi non loqueris? Nescis quia potestatem
et crucifigite; ego enim non invenio in eo causam. Responderunt e¡ habeo crucijigere te, et potestatem habeo dimittere te? Respondit Ie-
Iudaei: Nos Legem habemus, et secundum Legem debet mori, quia sus: Non haberes adversum me potestatem ullam, nisi tibi datum esset
Filium Dei se fecit". Ecce altera maior invidia. Parva quippe illa vi- desuper: propterea qui me tradidit tibi, maius peccatum habet. Ecce
debatur, velut affectatae illicito ausu, regiae potestatis: et tamen neu- respondit, et tamen ubicumque non respondit, non sicut reus sive dolo-
574 Sobre el Evangelio de San ]uan 116, 6 116, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 575
p o n d i ó , n o lo hizo como reo o c o m o falsario, sino como corde- Así q u e desde ese momento se ha de entender p o r esto, p o r esta
ro, esto es, como sencillo e inocente. E n consecuencia, cuando causa, con el fin de n o incurrir él en el pecado m a t a n d o al ino-
n o respondía, callaba c o m o u n cordero; mas, cuando respondía, cente p u e s t o en sus manos, a u n q u e es m e n o r su pecado q u e
enseñaba c o m o pastor. A p r e n d a m o s su enseñanza, transmitida el de los judíos que se lo h a b í a n e n t r e g a d o para quitarle la
t a m b i é n p o r el Apóstol, d e q u e no hay poder que no venga de vida. Desde ese momento, pues, esto es, por n o hacer ese pecado,
Dios, y q u e mayor es el pecado de q u i e n p o r envidia entrega n o ahora p o r p r i m e r a vez, sino desde el p r i n c i p i o buscaba opor-
a la justicia al inocente, p a r a ser sacrificado, q u e el de la m i s m a tunidad de darle libertad.
justicia dándole m u e r t e p o r m i e d o a u n p o d e r superior. T a l era 7. Mas los judíos gritaban diciendo: Si sueltas a éste, no
el p o d e r q u e Dios había otorgado a Pilato, dejándolo t a m b i é n eres amigo de César; porque todo aquel que se hace rey, va en
bajo el p o d e r de César. Y así dice: No tuvieras sobre mi poder contra de César. Pensaron que mayor terror le infundirían con
alguno, cualquiera q u e sea la potestad q u e tienes, si ésta m i s m a el t e m o r de César q u e con lo q u e antes dijeron: Nosotros tene-
q u e tienes no te hubiese sido dada de arriba. Mas, p o r q u e yo mos la ley, y, según la ley, debe morir, porque se ha hecho Hijo
conozco su extensión, n o es tan grande, q u e tengas libertad abso- de Dios. N o le a m e d r e n t ó su ley para darle m u e r t e , sino el te-
luta; por eso, quien me entregó a ti tiene mayor pecado. El p o r mor de que fuese el H i j o de D i o s . Pero ahora n o p u d o m a n i -
envidia m e entregó a ti, y tú p o r cobardía lo ejerces contra m í . festar desprecio a César, q u e era el autor de su potestad, como
N i p o r temor debe m a t a r u n h o m b r e a otro inocente; p e r o m a - lo manifestó por la ley de u n p u e b l o extraño.
tarlo por envidia es m u c h o p e o r q u e hacerlo p o r temor. Por eso
8. Y sigue diciendo el evangelista: Oyendo Pilato estas pa-
el Maestro de la verdad n o dice q u e el que me entregó a ti tiene
labras, sacó a Jesús ajuera y se sentó, como juez, en un lugar,
pecado, c o m o si Pilato estuviese exento de él; sino que dijo
llamado litóstrotos, gábbata en hebreo. Era en la parasceve de la
q u e tiene mayor pecado, dándole a e n t e n d e r q u e t a m b i é n él te-
Pascua, hacia la hora sexta. En q u é hora fue sacrificado el Señor,
nía pecado. Pues p o r eso es mayor el pecado de aquél, p o r q u e
ante el testimonio de otro evangelista, q u e dice: Era la hora de
t a m b i é n éste lo tiene.
tercia y le crucificaron, suele dar origen a grandes discusiones,
6. Desde ese momento procuraba Pilato darle libertad. ¿Qué que trataremos, con el favor de Dios, c u a n d o lleguemos al pasaje
significa decir desde ese momento, c o m o si antes n o lo procura- d o n d e se narra la crucifixión. H a b i é n d o s e , pues, sentado Pilato
se? Lee lo anterior y verás q u e ya antes intentaba soltar a Jesús. en el tribunal, dice a los judíos; Aquí tenéis a vuestro Rey. Mas
ellos gritaban: Quítale, quítale; crucifícale, crucifícale. Díjoles Pi-
sus, sed sicut agnus, hoc est, sicut simplex atque innocens non aperuit
os suum. Proinde ubi non respondebat, sicut ovis silebat; ubi respon-
est, Propter hoc, id est, ex hac causa, ne haberet peccatum occidendo
debat, sicut pastor docebat. Discamus ergo quod dixit, quod et per
innocentem sibi traditum, quamvis minus peccans quam Iudaei, qui
Apostolum docuit, quia non est potestas nisi a Deo (Rom 13,1); el
eum illi tradiderant occidendum. Exinde ergo, id est, ideo ne hoc pec-
quia plus peccat qui potestati innocentem occidendum livore tradit, catum faceret, non nunc primum, sed ab initio quaerebat eum dimit-
quam potestas ipsa si eum timóte alterius maioris potestatis occidit. tere.
Talem quippe Pilato Deus dederat potestatem, ut etiam esset sub Cae-
7. Iudaei autem clamabant dicentes: Si hunc dimittis, non es ami-
saris potestate. Quapropter non haberes, inquit, adversum me potesta-
cus Caesaris. Omnis enim qui se regem facit, contradicit Caesari. Maio-
tem ullam, id est, quantulamcumque habes, nisi hoc ipsum quidquid rem timorem se ingerere putaverunt Pilato, terrendo de Caesare, ut
est, tibi esset datum desuper. Sed quoniam scio quantum sit; non enim occideret Christum, quam superius ubi dixerunt, Nos Legem habemus,
tantum est, ut tibi omni modo libetum sit: propterea qui tradidit me et secundum Legem debet mori, quia Vilium Dei se fecit. Eorum Le-
tibi, maius peccatum habet. lile quippe me tuae potestati tradidit in- gem quippe ille non timuit, ut occideret: sed magis Filium Dei timuit,
videndo, tu vero eamdem potestatem in me exserturus es metuendo. Nec ne occideret. Nunc vero non sic potuit constriñere Caesarem auctorem
timendo quidem, praesertim innocentem, homo hominem debet occide- potestatis suae, quemadmodum Legem gentis alienae.
re: sed tamen id zelando faceré multo magis malum est, quam timen- 8. Adhuc tamen Evangelista sequitur, et dicit: Pilatus autem eum
do. Et ideo non ait verax magister, Qui me tradidit tibi, ipse habet audisset hos sermones, adduxit foras Iesum, et sedit pro tribunali, in
peccatum; tanquam ille non haberet: sed ait, maius habet peccatum- loco qui dicitur Lithostrotos, hebraice autem Gabbatha. Erat autem Pa-
ut etiam se habere intelligeret. Ñeque enim propterea illud nullum est rasceve Paschae, hora quasi sexta. Qua hora sit Dominus crucifixus,
quia hoc maius est. propter evangelistae alterius testimonium qui dixit, Erat autem hora ter-
6. Exinde quaerebat Pilatus dimitiere eum. Quid est hoc quod dic- tia, et crucifixerunt eum (Me 15,25), quoniam magna disceptatio solet
tum est, exinde, quasi antea non quaerebat? Lege superiora, et invenies oboriri; eum ad ipsum locum ubi crucifixus narratur ventum fuerit,
iamdudum eum quaerere dimittere Iesum. Exinde ¡taque intelligendum ut potuerimus, si Dominus voluerit, disseremus. Cum ergo pro tribunali
576 Sobre el Evangelio de San Juan 116, 9 117, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 511

lato: ¿He de crucificar a vuestro Rey? A ú n intenta sobreponerse •veía, q u e ellos tanto deseaban. Lo que sigue: Tomaron a Jesús y
al temor de César, q u e ellos le h a b í a n infundido, q u e r i e n d o do- lo sacaron, p u e d e referirse a los soldados, ministros del presi-
blarlos a la vista de su facha ignominiosa, diciendo: ¿He de cru- dente, según m á s claramente se dice después: Habiéndole cruci-
cificar a vuestro Rey?, ya q u e n o los p u d o doblegar ante la igno- ficado los soldados; y, a u n q u e el evangelista se lo atribuye t o d o
m i n i a de Cristo. Mas luego es vencido por el temor. a los judíos, n o lo hace sin razón, p o r q u e ellos recibieron lo q u e
9. Respondieron los pontífices: No tenemos rey sino a Cé- con tantas ansias pidieron, y ellos hicieron todo cuanto obliga-
sar. Entonces se lo entregó para ser crucificado. Parecía ir abier- ron a hacer. Pero de esto trataremos en otro sermón.
t a m e n t e en contra de César si, después de haber ellos confesado
q u e n o tenían más rey q u e a César, intentase ponerles otro rey,
soltando al que por estas aspiraciones le h a b í a n ellos e n t r e g a d o TRATADO 117
para que le condenase a m u e r t e . Se lo entregó, pues, para ser DESDE LAS PALABRAS SIGUIENTES: "Y LLEVANDO A CUESTAS su CRUZ,
crucificado. P e r o ¿tendría acaso otras intenciones, tanto cuando SALIÓ PARA EL LUGAR LLAMADO DE LA CALAVERA", HASTA ÉSTAS:
a n t e r i o r m e n t e decía: Tomadle vosotros y crucificadle, c o m o cuan- "RESPONDIÓ P I L A T O : Lo ESCRITO, ESCRITO"
d o t a m b i é n a n t e r i o r m e n t e dijo: Tomadle vosotros y juzgadle se-
1. J u z g a n d o y c o n d e n a n d o Pilato desde su tribunal a N u e s -
gún vuestra Ley? ¿Por q u é ellos se resistieron t a n t o diciendo:
tro Señor Jesucristo, hacia la hora de sexta lo t o m a r o n y lo saca-
A nosotros n o nos es lícito m a t a r a nadie; m o s t r a n d o tanto in-
ron. Y llevando la cruz a cuestas, salió para el lugar llamado de
terés en q u e fuera m u e r t o , n o p o r ellos, sino p o r el presidente, y
la Calavera, Gólgota en hebreo, donde le crucificaron. ¿Por q u é
rehusando tomarlo p a r a darle la m u e r t e , si ahora lo reciben
San Marcos dice q u e era la hora de tercia y le crucificaron, sino
para matarlo? Y si esto n o es así, ¿por q u é dice ahora: " E n t o n -
p o r q u e en la hora de tercia fue crucificado p o r las lenguas de los
ces se lo entregó para ser crucificado"? ¿Hay en esto alguna dife-
judíos, y en la hora de sexta p o r las m a n o s de los soldados? D e -
rencia? Pues n o está escrito: "Entonces se lo e n t r e g ó " para q u e
bemos e n t e n d e r q u e , pasada ya la hora quinta, había dado co-
le crucificasen, sino: "para ser crucificado", esto es, para ser cru-
m i e n z o la hora sexta, cuando Pilato se sentó en el tribunal, c o m o
cificado p o r sentencia y potestad del presidente. M a s el evange-
dice San J u a n : H a c i a la hora sexta; y cuando era conducido y
lista dijo q u e les fue entregado para demostrar q u e t a m b i é n ellos
crucificado con los dos ladrones, y j u n t o a la cruz sucedían las
estaban implicados en el crimen, del cual p r e t e n d í a n aparecer
ajenos; n o hubiera hecho esto Pilato sino para satisfacer lo q u e
hoc Pilatus, nisi ut id quod eos cupere cernebat, impleret. Quod autem
sequitur, Susceperunt autem lesum, et eduxerunt, potest ad milites iam
sedisset Pilatus, Dicit ludaeis; Ecce rex vester. lili autem clamabant: referri apparitores praesidis. Nam postea evidentius dicitur, Milites ergo
Tolle, tolle, crucifige eum. Dixit eis Pilatus: Regem vestrum crucifigam? eum crucifixissent eum (lo 14,23): quamvis evangelista etiamsi totum
Adhuc terrorem quem de Caesare ingesserant, superare conatur, de ig- Iudaeis tribuit, mérito facit; ipsi enim susceperunt quod avidissime fla-
nominia eorum volens eos frángete dicendo, Regem vestrum crucifigam? gitaverunt, et ipsi fecerunt quidquid ut fieret extorserunt. Sed haec se-
quos de ignominia Christi mitigare non potuit: sed timore mox vincitur. quentia alio sermoné tractanda sunt.
9. Responderunt enim pontífices: Non habemus regem nisi Cae-
sarem. Tune ergo tradidit eis illum ut crucifigeretur. Apertissime quip-
pe contra Caesarem venire videretur, si regem se non habere nisi Cae- TRACTATUS 117
sarem profitentibus, alium regem vellet ingerere dimitiendo impunitum,
quem propter hos ausus ei tradiderant occidendum. Tradidit ergo eis DE EO QUOD SEQUITUR, ET BAIULANS SIBI CRUCEM, EXIIT IN EUM QUI DI-
CITUR CALVARME LOCUM; USQUE AD ID, RESPONDIT PILATUS: QUOD SCRIPSI,
illum ut crucifigeretur. Sed numquid aliud et ante cupiebat quando SCRIPSI
dicebat, Acápite eum vos, et crucifigite; vel etiam superius, Acápite
eum vos, et secundum Legem vestram iudicate eum? Cur autem illi 1. Iudicante atque damnante Pilato pro tribunali, Dominum lesum
tantopere noluerunt, dicentes, Nobis non licet interficere quemquam Christum hora quasi sexta susceperunt, et eduxerunt. Et baiulans sibi
(lo 28,31); et omni modo instantes, ut non ab eis, sed a praeside oc- crucem, exiit in eum qui dicitur Calvariae locum, hebraice Golgotha,
cideretur, et ideo eum occidendum accipere recusantes, si nunc eum ubi crucifixerunt eum. Quid est ergo quod Marcus evangelista dicit,
accipiunt occidendum? Aut si hoc non fit, cur dictum est, Tune ergo Erat autem hora tertia, et crucifixerunt eum (1 Me 15,25); nisi quia
tradidit eis illum ut crucifigeretur? An aliquid interest? Plañe interest. hora tertia crucifixus est Dominus linguis Iudaeorum, hora sexta ma-
Non est enim dictum, Tune ergo tradidit eis illum ut crucifigerent nibus militum? Ut intelligamus horam quintam iam fuisse transactam,
eum; sed, ut crucifigeretur, id est, ut iudicio ac potestate praesidis cru- et aliquid de sexta coeptum quando sedit pro tribunali Pilatus, quae
cifigeretur. Sed ideo illis traditum dixit Evangelista, ut eos crimini dicta est a Ioanne hora quasi sexta: et eum duceretur, et ligno eum
implicatos, a quo alieni esse conabantur, ostenderet: non enim faceret duobus latronibus configeretur, et iuxta eius crucem gererentur quae
S.Ag. 14 19
578 Sobre el Evangelio de San Juan 117, 2
117, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 579
cosas q u e se n a r r a n sucedidas, q u e d a b a completa la hora sexta;
ración de la verdadera Pascua, cuya sombra era la Pascua de los
y desde esta hora hasta la hora nona, oscurecido el sol, según
judíos, es decir, de la inmolación de Cristo, c u a n d o los sacerdo-
la autoridad de los tres evangelistas M a t e o , Marcos y Lucas, q u e -
tes decretaron q u e debía ser i n m o l a d o ) , ciertamente desde esa
d ó el m u n d o envuelto en tinieblas. M a s p o r q u e los judíos q u i -
hora de la noche, q u e parece ser la nona, hasta la hora tercera del
sieron a todo trance responsabilizar a los r o m a n o s , esto es, a
día, en q u e , según San Marcos, fue Cristo crucificado, hay seis
Pilato y a sus soldados, del c r i m e n de la m u e r t e de Cristo, dada
horas, tres nocturnas y tres diurnas. Por tanto, en esta parasceve de
p o r ellos, p o r eso San Marcos, sin mencionar la hora en q u e los
soldados crucificaron a Cristo, que fue ya entrada la hora sexta, la Pascua, esto es, en la p r e p a r a c i ó n de la inmolación de Cristo,
a n o t ó la hora tercera, acordándose de ella particularmente, en la q u e había comenzado en la hora n o n a de la noche, ya era hacia
cual p u e d e suponerse que clamaron ante Pilato: Crucifícale, cru- la hora sexta, es decir, pasada la hora quinta, ya había comenzado
cifícale, e n t e n d i e n d o que n o sólo le crucificaron los soldados q u e la hora sexta c u a n d o Pilato subió al t r i b u n a l : a ú n era la m i s m a
le suspendieron de la cruz en la hora sexta, sino t a m b i é n los preparación, q u e había comenzado en la hora n o n a d e la noche,
judíos, q u e en la hora tercera p i d i e r o n q u e fuese crucificado. hasta q u e se completase la inmolación de Cristo, q u e se prepa-
2. P u e d e darse otra solución a esta dificultad, diciendo que raba, y la cual t u v o lugar, según San Marcos, en la hora tercera,
n o se trata aquí de la hora sexta del día, ya que San J u a n n o de la preparación, sino del día; y esa m i s m a hora era la sexta
n o dice q u e era hacia la hora sexta del día, o s i m p l e m e n t e de la preparación, n o del día; o sea, contadas seis horas desde la
hacia la hora sexta, sino q u e dice: Era en la parasceve de la hora n o n a de la noche hasta la hora tercera del día. D e estas dos
Pascua, hacia la hora sexta. Parasceve en latín quiere decir p r e p a - soluciones dadas a esta difícil cuestión, cada cual elija la que
ración; y de esta palabra griega hacen uso con m á s a g r a d o los mejor le parezca. Mejor elección p o d r á hacer q u i e n lea la obra
judíos en estas observaciones, aun aquellos q u e hablan m á s en acerca de la Concordancia de los evangelistas, d o n d e están am-
latín q u e en griego. Era, pues, en la preparación de la Pascua. p l i a m e n t e discutidas estas cuestiones.
Cristo, dice el Apóstol, ha sido inmolado por Pascua nuestra. Si 3. Tomaron a Jesús y lo sacaron, y con la cruz a cuestas
t o m a m o s c o m o p u n t o de partida de la preparación de esta Pas- salió para el lugar llamado de la Calavera, en hebreo Gólgota,
cua la hora nona de la noche (ya q u e a esa hora parece q u e los donde le crucificaron. Marchaba, p u e s , Jesús para el lugar donde
príncipes d e los sacerdotes p r o n u n c i a r o n la inmolación de Cristo, debía ser crucificado, llevando su cruz. Extraordinario espectácu-
diciendo: Reo es de muerte, c u a n d o era oído en la casa del pon-
tífice; p o r lo q u e p u e d e creerse q u e entonces comenzó la prepa- domo pontificis audiretur: unde congruenter accipitur inde coepisse prae-
parationem veri Paschae, cuius umbra erat Pascha Iudaeorum, id est,
immolationis Christi, ex quo a sacerdotibus pronuntiatus est immolan-
gesta narrantur, hora sexta integra compleretur; ex qua hora usque dus), profecto ab ea noctis hora, quae tune nona fuisse coniicitur, us-
ad nonam solé obscurato, tenebras factas trium evangelistarum, Mat- que ad horam diei tertiam qua crucifixum esse Christum Marcus evan-
thaei, Marci et Lucae contestatur auctoritas (Mt 27,45; Me 15,33; Le gelista testatur, sex horae sunt, tres nocturnae et tres diurnae. Unde in
23,44). Sed quoniam Iudaei facinus interfecti Christi a se in Romanos, hac parasceve Paschae, id est praeparatione immolationis Christi, quae
id est, in Pilatum et eius milites transferre conati sunt; propterea Mar- ab hora noctis nona coeperat, quasi sexta agebatur hora, id est, peracta
cus suppressa ea hora qua Christus a militibus crucifixus est, quae agi quinta iam sexta currere coeperat, quando Pilatus tribunal ascendit:
sexta iam coeperat, tertiam potius horam recordatus expressit, qua hora adhuc enim erat ipsa praeparatio, quae ab hora noctis nona coeperat,
intelliguntur apud Pilatum clamare potuisse, crucifige, emeifige (lo 19,6): doñee fieret quae praeparabatur Christi immolatio: quae facta est hora
ut non illi tantum reperiantur crucifixisse Iesum, id est, milites qui eum tertia secundum Marcum, non praeparationis, sed diei; eademque sexta
ligno sexta hora suspenderunt; verum etiam Iudaei, qui ut crucifigeretur, non diei, sed praeparationis, sex utique horis a noctis nona usque ad
hora tertia clamaverunt. diei tertiam computatis. Harum duarum solutionum istius difficilis quaes-
2. Est et alia huius solutio quaestionis, ut non hic accipiatur hora tionis, eligat quisque quam volet. Melius autem quid eligat iudicabit,
sexta diei, quia nec Ioannes ait, Erat autem hora diei quasi sexta, aut qui de Consensu Evangelistarum quae operosissime disputata sunt, legerit
hora quasi sexta; sed ait, Erat autem Parasceve Paschae, hora quasi (Lib. 3 de consensu evangelist. c.13 n.40-50). Quod si et aliae solu-
sexta (ibid. 14). Parasceve autem latine Praeparatio est: sed isto ver- tiones eius potuerint inveniri, cumulatius evangelicae veritatis constan-
bo graeco libentius utuntur Iudaei in huiusmodi observationibus, etiam tia defendetur adversus calumnias infidelis atque impiae vanitatis. Nunc
qui magis latine quam graece loquuntur. Erat ergo praeparatio Pas- ad narrationem Ioannis evangelistae post ista breviter tractata redeamus.
chae. Pascha vero nostrum, sicut dicit Apostolus, immolatus est Christus 3. Susceperunt autem, inquit, lesum, et eduxerunt: et baitdans sibi
(1 Cor 5,7): cuius Paschae praeparationem si ab hora noctis nona compu- crucem, exiit in eum qui dicitur Calvariae locum, hebraice Golgotba,
temus (tune enim videntur principes sacerdotum pronuntiasse immola- ubi crucifixerunt eum. Ibat ergo ad locum ubi fuerat crucifigendus,
tionem Domini, dicentes, Reus est monis (Mt 26,66); cum adhuc in portans crucem suam Iesus. Grande spectaculum: sed si spectet impietas,
580 Sobre el Evangelio de San ]uan 117, 4 117, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 581

lo: a los ojos de la impiedad, g r a n d e irrisión; a los ojos de la los gentiles ilustrados, y el latín p o r los r o m a n o s , que extendían
piedad, g r a n d e misterio; a los ojos de la impiedad, g r a n d e docu- su i m p e r i o a casi todas las naciones.
m e n t o de i g n o m i n i a ; a los ojos de la piedad, firmísimo c i m i e n t o 5. Decían, pues, a Pilato: No escribas Rey de los judíos,
de la fe; a los ojos de la impiedad, la mofa de u n rey q u e lleva sino que El dijo: Soy el Rey de los judíos. Respondió Pilato: Lo
por cetro el m a d e r o de su suplicio; a los ojos de la piedad, u n escrito, escrito está. ¡Oh fuerza inefable de la acción divina a u n
rey q u e lleva, para en ella ser crucificado, la cruz q u e había de sobre el corazón de los ignorantes! ¿ N o daba u n a voz oculta sus
fijar en la frente de los reyes; en ella había de ser despreciado clamores silenciosos en el interior de Pilato, consignada tanto
por los ojos de los impíos, y ella ha de ser la gloria del corazón t i e m p o hacía en los Salmos: No alteres la inscripción del letre-
de los santos, c o m o diría después San P a b l o : No quiero gloriar- ro? El n o la cambia: Lo escrito, escrito está. P e r o ¿qué decían
me sino en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo. El r e c o m e n d a b a los pontífices, q u e querían q u e fuese cambiada la inscripción?
su cruz llevándola sobre sus h o m b r o s ; llevaba el candelabro de No escribas Rey de los judíos, sino que El dijo: Soy el Rey de
la lucerna encendida, q u e n o debía ser puesta debajo del cele- los judíos. ¿Qué decís, mentecatos? ¿Por q u é os oponéis a la eje-
mín. Llevando a cuestas la cruz, salió para el lugar llamado de cución de lo q u e n o podéis alterar? ¿Acaso p o r decirlo Jesús
la Calavera, en hebreo Gólgota, donde le crucificaron, y con El deja de ser verdad q u e El e s Rey de los judíos? Si n o p u e d e alte-
a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio. Según la narra- rarse lo q u e Pilato escribió, ¿podrá alterarse lo q u e dijo la Ver-
ción de los otros evangelistas, estos dos con los cuales y en m e - dad? P e r o Cristo, ¿es sólo Rey de los judíos o lo es t a m b i é n de
d i o de los cuales fue crucificado Jesús eran dos ladrones, cum- los gentiles? T a m b i é n de los gentiles. Pues, h a b i e n d o dicho p o r
pliéndose así la profecía acerca de Jesús: Y fue contado entre los el profeta: Yo he sido constituido por el Rey sobre Sión, su monte
malvados. santo, para predicar la Ley del Señor, a fin de q u e por el m o n t e
4. "Escribió Pilato u n letrero y lo p u s o sobre la cruz. D e - d e Sión nadie llegase a pensar q u e Cristo solamente había sido
cía la escritura: Jesús N a z a r e n o , Rey de los judíos. Este letrero constituido Rey de los judíos, en seguida añadió: El Señor me
lo leyeron m u c h o s de los judíos, p o r q u e estaba cercano a la ciu- dijo: Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado; pídemelo y te daré
dad el lugar d o n d e fue crucificado Jesús. Y estaba escrito en a las gentes por heredad tuya y tus posesiones hasta los confines
hebreo, en griego y en latín: Rey de los judíos". Estas tres len- de la tierra. Por eso El por su p r o p i a boca dice a los judíos:
guas eran las principales entre los concurrentes: el h e b r e o p o r Tengo otras ovejas que no son de este redil; conviene que yo trai-
los judíos, q u e se gloriaban de la Ley del Señor; el griego p o r
pientes; latina, propter Romanos muitis ac pene ómnibus iam tune
grande ludibrium; si pietas, grande mysterium: si spectet impietas, gran- gentibus imperantes.
de ignominiae documentum; si pietas, grande fidei munimentum: si 5. Dicebant ergo Pilato pontífices Iudaeorum: Noli scribere, Rex
spectet impietas, ridet regem pro virga regni lignum sui portare sup- Iudaeorum; sed quia ipse dixit, Rex sum Iudaeorum. Respondit Pilatus:
plicii; si pietas, videt regem baiulantem lignum ad semetipsum figen- Quod scripsi, scripsi. O ineffabilem vim divinae operationis, etiam in
dum, quod fixurus fuerat etiam in frontibus regum: in eo spernendus cordibus ignorantium! Nonne oceulta vox quaedam Pilato intus quo-
oculis impiorum, in quo erant gloriatura corda sanctorum. Dicturo enim dam, si dici potest, clamoso silentio personabat, quod tanto ante in
Paulo, Mihi autem absit glorian, nisi in cruce Domini nostri lesu Chris- Psalmorum litteris prophetatum est, Ne corrumpas tituli inscriptionem?
ti (Gal 6,14), ipsam crucera suam suo gestans humero commcndabat; (Ps 56,57). Ecce tituli inscriptionem non corrumpit; quod scripsit, scrip-
et lucernae arsurae quae sub modio ponenda non erat, candelabrum fe- sit. Sed etiam pontífices qui hoc corrumpi volebant, quid dicebant?
rebat (Mt 5,15). Baiulans ergo sibi crucem, exiit in eum qui dicitur Noli scribere, inquiunt, Rex Iudaeorum; sed quia ipse dixit, Rex sum
Calvariae locum, hebraice Golgotha: ubi eum crucijixerunt; et cum eo Iudaeorum. Quid loquimini, insani? Quid fieri contradicitís, quod ma-
alios dúos hinc et hinc, médium autem lesum. Isti dúo latrones erant, tate nullo pacto potestis? Numquid enim propterea non erit verum,
sicut aliorum evangelistarum narratione didicimus, cum quibus cruci- quia Iesus ait, Rex sum Iudaeorum? Si corrumpi non potest quod Pi-
fixus et Ínter quos fixus est Christus (ibid. 27,38; Me 15,27; Le 23,33); latus scripsit, corrumpi potest quod veritas dixit? Sed Iudaeorum tan-
de quo praemissa dixerat prophetia, et inter iniquos deputatus est (Is tum rex est Chtistus, an et Gentium? Imo et Gentium. Cum enim di-
53,12). xisset in prophetia, Ego autem constitutus sum rex ab eo super Sion
4. "Scripsit autem et titulum Pilatus, et posuit super crucem: erat montem sanctum eius, praedicans praeceptum Domini; ne propter mon-
autem scriptum, Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum. Hunc ergo titulum t e a Sion soiis Iudaeis eum regem quisquam diceret constitutum, conti-
multi legerunt Iudaeorum, quia prope civitatem erat locus ubi cruci- nuo subiecit, Dominus dixit ad me, Filius meus es tu, ego hodie genui
fixus est Iesus. Et erat scriptum hebraice, graece et latine: Rex Iudaeo- te: postula a me, et dabo tibi gentes haereditatem tuam, et possessionem
rum". Hae quippe tres linguae ibi, prae caeteris eminebant: hebraea, tuam términos terrae (Ps 56,57). Unde et ipse iam per os proprium lo-
propter Iudaeos in Dei Lege gloriantes; graeca, propter Gentium sa- quens apud Iudaeos: Habeo, inquit, alias oves quáe non sunt de hoc
118, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 583
582 Sobre el Evangelio de San Juan 117, 5

ga también a éstas, y ellas escucharán mi voz, y habrá un solo TRATADO 118


rebaño y un solo pastor. ¿Por qué queremos ver encerrado un
SOBRE ESTAS PALABRAS: "Los SOLDADOS, DESPUÉS DE HABERLE CRUCI-
gran misterio en esta inscripción Rey de los judíos, si Cristo es FICADO, TOMARON SUS VESTIDOS", ETC.
también Rey de las gentes? Porque el acebuche ha sido hecho
participante del jugo del olivo, y no el olivo partícipe del amar- 1. Contando con la ayuda de Dios, vamos a tratar en este
gor del acebuche. Y en cuanto a la verdad con que de Cristo se sermón de lo sucedido junto a la cruz después de crucificado el
escribió el título Rey de los judíos, ¿qué judíos son éstos sino la Señor. "Los soldados, pues, después de haberle crucificado, toma-
semilla de Abrahán, los hijos de la promesa, que son también ron sus vestidos, haciendo cuatro lotes, uno para cada soldado,
los hijos de Dios? Porque, según dice el Apóstol, no son hijos y la túnica. La túnica era de un solo tejido de arriba abajo; di-
de Dios los que son hijos de su carne, sino los que en su semilla jéronse, pues, unos a otros: No la dividamos, sino echemos suer-
son hijos de la promesa. Y gentiles eran a quienes decía: Si sois tes para ver de quién será. Para que se cumpliese la Escritura,
de Cristo, sois semilla de Abrahán y herederos suyos según la que dice: Repartiéronse mis vestidos y sobre mi túnica echaron
promesa. Cristo es, pues, Rey de los judíos, pero de los judíos suertes". Se ejecutó lo que pretendieron los judíos: no fueron
de corazón circunciso; judíos en el espíritu, no en la letra, cuya ellos, sino los soldados de Pilato y por sentencia suya, quienes
alabanza no procede de los hombres, sino de Dios; los que per- crucificaron a Jesús. Sin embargo, si consideramos las voluntades,
tenecen a la Jerusalén libre, nuestra madre eterna en los cielos, las celadas, los manejos, la entrega y, finalmente, los gritos para
la Sara espiritual, que arroja fuera de la casa de la libertad a la arrancar la sentencia, más bien fueron los judíos quienes cruci-
esclava y a sus hijos. Por eso Pilato lo que escribió, escribió; por- ficaron a Jesús.
que Cristo lo que dijo, dijo. 2. Mas no hemos de tratar a la ligera de la repartición y
sorteo de sus vestidos. Y, aunque todos los evangelistas mencio-
ovili: oportet me et ipsas adducere, et vocem meam audient, et erit nan este hecho, lo hacen con mayor brevedad que San Juan:
unus grex et unus pastor (lo 10,16). Cur ergo magnum volumus intel-
ligi in hoc titulo sacramentum, in quo scriptum erat, Rex Iudaeorum, aquéllos lo hacen en un tono velado, éste con toda claridad. Ma-
si rex est Christus et Gentium? Quia scilicet oleaster factus est particeps teo dice: Después que le crucificaron, repartieron sus vestidos,
pinguedinis oleae, non olea particeps facta est amaritudinis oleastri echando suertes. Marcos: Y habiéndole crucificado, repartieron
(Rom 11,17). Nam in eo quod de Christo veraciter scriptus est titulus, sus vestidos, echando suertes sobre ellos para ver qué llevaba
Rex Iudaeorum, qui sunt intelligendi Iudaei, nisi semen Abrahae, filii
promissionis, qui sunt etiam filii Dei? Quoniam non qui filii carnis,
ait Apostolus, hi filii Dei; sed qui filii promissionis, deputantur in se-
mine (ibid. 9,7.8). Et Gentes erant quibus dicebat, Si autem vos Christi, TRACTATUS 118
ergo Abrahae semen estis, secundum promissionem haeredes (Gal 3,29). IN HAEC VERBA, MILITES ERGO CUM CRUCIFIXISSENT EUM, ACCEPERUNT VESTIMENTA
Rex ergo Iudaeorum Christus, sed Iudaeorum circumcisione cordis, spi- E I U S , ETC.
ritu, non littera; quorum laus non ex hominibus, sed ex Deo est (Rom
2,29); pertinentium ad Ierusalem liberam matrem nostram aeternam 1. Ea quae gesta sunt iuxta crucem Domini, cum iam crucifixus
in caelis, Saram spiritualem, ancillam et filios eius de domo libertatis esset, isto, quantum adiuvat, sermone tractemus. "Milites ergo cum cru-
eiicíentem (Gal 4,22-31). Ideo enim Pilatus quod scripsit, scripsit; quia cifixissent eum, acceperunt vestimenta eius, et fecerunt quatuor partes;
Dominus quod dixit, dixit. unicuique militi partem, et tunicam. Erat autem túnica inconsutilis, de-
super contexta per totum: dixerunt ergo ad invicem, Non scindamus
eam, sed sortiamur de illa cuius sit. Ut Scriptura impleretur dicens,
Partiti sunt vestimenta mea sibí, et in vestem meam miserunt sortem".
Factum est quod voluerunt Iudaei: non ipsi, sed milites qui parebant
Pilato, iudicante ipso, crucifixerunt Iesum; et tamen si voluntates, si
insidias, si operam, si traditionem, postremo si extorquentes clamores
eorum cogitemus, magis utique Iudaei crucifixerunt lesum.
2. Sed de partitione et sortitione vestimentorum eius non est prae-
tereunter loquendum. Quamvis enim omnes Evangelistae quatuor huius
rei meminerint, caeteri tamen brevius quam Ioannes: et clause illi,
iste vero apertissime. Nam Matthaeus ait: Postquam autem crucifixerunt
eum, diviserunt vestimenta eius, sortem mittentes (Mt 27,35). Marcus:
Ut crucifigentes eum, diviserunt vestimenta eius, mittentes sortem super
eis, quis quid tolleret (Me 15,24). Lucas: Dividentes vero vestimenta
584 Sobre el Evangelio de San Juan 118, 2 118, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 585
cada cual. Lucas: Dividiendo sus vestidos, echaron suertes. Tuan
Señor m e inspirare, después q u e haya deshecho la calumnia que
en cambio, dice t a m b i é n en cuántos lotes dividieron sus vestidos
p u e d e surgir sobre la discrepancia de los evangelistas, demos-
esto es, en cuatro, para q u e cada cual llevase el suyo. D e d o n d e
t r a n d o q u e n i n g u n o de ellos es contrario a la narración de San
se sigue q u e fueron cuatro los soldados que le crucificaron bajo
Juan.
las órdenes del presidente. A b i e r t a m e n t e dice: Los soldados, des-
3. M a t e o , al decir q u e dividieron sus vestidos, echando suer-
pués de crucificarle, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro par-
tes, incluye en esas divisiones la túnica, sobre la cual echaron
tes, una para cada soldado, y la túnica, hay que sobrentender
suertes; p o r q u e , r e p a r t i e n d o todos los vestidos, e n t r e ellos estaba
t o m a r o n ; y así, el sentido es éste: T o m a r o n sus vestidos e hicie-
ron cuatro partes, una para cada soldado, y t o m a r o n t a m b i é n la la túnica, q u e sortearon. M u y p a r e c i d o es lo q u e dice Lucas:
túnica. Mas nada dice de la suerte sobre los vestidos, sino sola- Dividiéndose sus vestidos, echaron suertes; haciendo las divisio-
m e n t e sobre la túnica, q u e t o m a r o n j u n t a m e n t e con los otros nes, llegaron a la túnica, q u e fue sorteada para completar el re-
vestidos, sin dividirla, como aquéllos. D e ella dice q u e era incon- parto de los vestidos. ¿Qué i m p o r t a q u e se diga: Dividiendo
sútil, tejida por completo de arriba abajo. Y n a r r a n d o por q u é echaron suertes, c o m o dice Lucas, o se diga: Dividieron echando
echaron suertes sobre ella, dice: Dijéronse, pues, unos a otros: suerte, c o m o dice Mateo? Solamente q u e Lucas p o n e el p l u r a l
No la dividamos, mas echemos suertes para ver quién se la lleva. por el singular, diciendo suertes; locución n o desusada en las
Aparece claro que en los otros vestidos tuvieron partes iguales Santas Escrituras, a u n q u e algunos códices dicen suerte, y n o
sin necesidad de la suerte; mas en la túnica n o p o d í a n tener par- suertes. Ú n i c a m e n t e Marcos parece suscitar alguna dificultad, por-
tes iguales sin dividirla, n o sacando utilidad de sus trozos, para q u e al decir: Echando suerte sobre ellos para ver lo que llevaría
lo cual, de c o m ú n acuerdo, sortearon su propiedad. Con la narra- cada uno, parece indicar q u e la suerte recayó sobre todos los ves-
ción de este evangelista concuerda el testimonio del profeta, por tidos y n o sólo sobre la túnica. T a m b i é n aquí la concisión hace
él i n m e d i a t a m e n t e m e n c i o n a d o : Vara que se cumpliese la Escri- el pasaje m á s oscuro. D i c e : Echando suerte sobre ellos, c o m o si
tura, que dice: Se repartieron mis vestidos y sobre mi túnica dijera: E c h a n d o la suerte, c u a n d o eran divididos, q u e fue lo q u e
echaron suertes. N o dice sortearon, sino repartieron; ni t a m p o c o : hicieron. P o r q u e n o sería completa la división de todos los vesti-
Por suerte repartieron, sino q u e , sin mencionar la suerte sobre dos si la suerte n o aclarase q u i é n había d e llevar la túnica, para
los otros vestidos, añade: Y sobre mi vestidura echaron suertes, dar fin a la contienda entre ellos o para que n o surgiese. E n
refiriéndose a la túnica que quedaba. D e ella hablaré lo que el
serunt sortem, propter illam reliquam tunicam. De qua re dicam quod
ipse donaverit, cum prius eam quae oboriri potest, tanquam Evange-
eius, miserunt sortes (Le 23,34). Ioannes autem et qu'ot partes de ves-
listae inter se discrepent, calumniam propulsavero, demonstrans nullius
timentis eius fecerint, dixit, id est, quatuor, ut singulas tollerent. Unde
caeterorum verba narrationi Ioannis esse contraria.
apparet quatuor fuisse milites qui in eo crucifigendo praesidi paruerunt.
3- Matthaeus enim dicendo, Diviserunt vestimenta eius, sortem mit-
Manifesté quippe ait, Milites ergo cum crucifixissent eum, acceperunt
tentes, ad totam divisionem vestimentorum voluit intelligi etiam tuni-
vestimenta eius, et fecerunt quatuor. partes, unicuique militi partem, et
cam pertinere, de qua sortem miserunt; quia utique omnes vestes divi-
tunicam; subaundiendum est, acceperunt: ut iste sit sensus, Acceperunt
dendo, in quibus et illa fuit, de ipsa sortiti sunt. Tale est etiam quod
vestimenta eius, et fecerunt quatuor partes, unicuique militi partem;
ait Lucas, Dividentes vestimenta eius, miserunt sortes: dividentes enim
acceperunt et tunicam. Et sic locutus est, ut de caeteris vestimentis nullam
venerunt ad tunicam, de qua facta est sortitio, ut inter eos universa
sortem missam esse videamus; sed de túnica quam simul cum caeteris
vestimentorum eius divisio compleretur. Quid autem interest utrum dica-
acceperunt, sed non similiter diviserunt. De hac enim sequitur expo-
tur, Dividentes miserunt sortes, quod ait Lucas; an, Diviserunt, sortem
nens, Erat autem túnica inconsutilis, desuper contexta per totum. Cur
mittentes, quod ait Matthaeus: nisi quod Lucas dicendo sortes, pluralem
autem de illa sortem miserunt narrans: Dixerunt ergo, inquit, ad invi-
pro singulari numero posuit; quae locutio Sctipturis sanctis insólita non
cem, Non scindamus eam, sed sortiamur de illa cuius sit. Apparet ita-
est: quamvis nonnulli códices sortem reperiantur habere, non sortes?
que in alus vestibus aequales eos habuisse partes, ut sortiri necesse non
Marcus ítaque solus videtur aliquam intulisse quaestionem: dicendo enim,
fuerit: in illa vero una non eos habere potuisse singulas partes, nisi
Mittentes sortem super eis, quis quid tolleret, tanquam super ómnibus
scinderetur, ut pannos eius inutiliter tollerent; quod ne facerent, ad
vestimentis, non super sola túnica sors missa sit, locutus videtur. Sed
unum eam pervenire sortitione maluerunt. Huius evangelistae narratio-
etiam hic brevitas obscuritatem facit: sic enim dictum est, Mittentes
ni consonat etiam propheticum restimonium, quod et ipse continuo sub-
sortem super eis, ac si diceretur, Mittentes sortem cum dividerentur:
iungens, Ut scriptura, inquit, impleretur dicens, Partiti sunt vestimenta
quod et factum est. Omnium quippe vestimentorum eius divisio com-
mea sibi, et super vestem meam miserunt sortem. Non enim, ait, sor-
pleta non esset, nisi sorte claruisset quis etiam illam tunicam tolleret,
titi; sed, partiti: nec ait, sortientes partiti sunt; sed in caeteris vestimen-
ut sic contentio dividentium finiretur, vel nulla potius oriretur. Quod
tis sortem omnino non nominans, postea dixit, et in vestem meam mi-
ergo ait, Quis quid tolleret, quandoquidem hoc sorti deputatur, non
118, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 587
586 Sobre el Evangelio de San Juan 118, 4
una sola pieza. N o tiene costuras para que no se descosa, y se la
cuanto a decir: Qué es lo que cada uno ha de tomar, cuando esto
lleva uno solo, porque reúne a todos en una unidad. Y así como
se encomienda a la suerte, no ha de referirse a todos los vestidos
entre los apóstoles, que componían el número de doce, esto es,
repartidos, ya que la suerte fue echada para ver cuál de ellos
cuatro grupos de tres, al ser interrogados, solamente Pedro res-
llevaría la túnica; mas como no explicó en su narración la con-
pondió: Tú eres Cristo, Hijo de Dios vivo; y a él le dijo: A ti
textura de la túnica y cómo quedó sola fuera de los lotes, para
te daré las llaves del reino de los cielos; como si él sólo hubiese
sortearla sin dividirla, al decir: Qué ha de tomar cada cual, es
recibido el poder de atar y desatar porque, habiendo respondido
como decir, refiriéndose al total: Dividieron sus vestidos, echan-
en nombre de todos, recibió este poder como representante de
do suertes sobre ellos, para ver quién llevaría la túnica, que es-
aquella unidad. Uno por todos, porque hay unión entre todos.
taba fuera de los lotes.
Por eso, después de decir tejida de arriba abajo, añade por todo.
4. Quizá alguno pregunte qué significa la división de los
Si esto lo referimos a lo que ella significa, nadie que pertenece
vestidos en tantas partes y el sorteo de la túnica. Esa cuádruple
al todo está fuera de él, y de este todo, según lo indica la len-
división de los vestidos de Nuestro Señor Jesucristo fue figura
gua griega, le viene el nombre de católica a la Iglesia. ¿Qué se
de su Iglesia, dividida en cuatro partes por estar esparcida por
recomienda en la suerte sino la gracia de Dios? De este modo, en
las cuatro partes del mundo, e igualmente, es decir, pacífica-
uno llegó a todos, cuando la suerte fue del agrado de todos; y la
mente distribuida. Por eso dice en otro lugar que enviará sus
gracia de Dios en la unidad a todos llega; y cuando se echa la
ángeles para recoger de los cuatro vientos a sus escogidos; ¿y
suerte, es concedida, no a la persona o méritos de uno, sino se-
esto qué es sino de las cuatro partes del mundo, Oriente, Occi-
gún los juicios ocultos de Dios.
dente, Aquilón y Mediodía? La túnica sorteada significa la uni-
dad de las cuatro partes, que se halla en el vínculo de la caridad. 5. N o habrá quien diga que estas cosas no significan bien
Hablando de ella, el Apóstol dice: Os enseño un camino más ex- alguno por haber sido ejecutadas por los malos, es decir, no por
celente; y en otro lugar: Conocer la excelente caridad de la sabi- quienes siguieron a Cristo, sino por quienes le persiguieron.
duría de Cristo; y en otro: Sobre todo esto tened caridad, que es ¿Qué diremos entonces de la misma cruz, que sin duda fue fa-
el vínculo de la perfección. Si, pues, la caridad es el camino más bricada y destinada a Cristo por los enemigos y por los impíos?
excelente, es mayor que la sabiduría y está sobre todos los pre- Sin embargo, a ella se aplica lo que dice el Apóstol: Cuál sea
ceptos, con razón la vestidura que la representa está tejida en la largura, la anchura, la altura y la profundidad. La anchura, en
el palo transversal, sobre el cual se extienden los brazos del Cru-
ad omnia quae divisa sunt vestimenta referendum est:- sors enim missa
est, quis illam tunicam tolleret: de qua quoniam narrare praetermisit ad unum pervenit, quia in unum omnes collígit. Sicut in Apostolis
qualis fuerit, et quemadmodum aequalibus factis partibus sola reman- cum esset etiam ipse numerus duodenarius, id est quadripartitus in ter-
serit, quae ne conscinderetur, veniret in sortem; propterea positum est nos, et omnes essent interrogati, solus Petrus respondit, Tu es Christus
quod ait, Quis quid tolleret, id est, quis eam tolleret: tanquam si totum Pilius Dei vivi; et ei dicitur, Tibí dabo claves regni caelorum (Mt 16,
ita diceretur, Diviserunt vestimenta eius, mittentes sortem super eis, 15.16.19), tanquam ligandi et solvendi solus acceperit potestatem: cum
quis tunicam quae partibus aequalibus superfuerat, tolleret. et illud unus pro ómnibus dixerit, et hoc cum ómnibus tanquam perso-
4. Quaerat forte aliquis, quid significet in tot partes vestimento- nam gerens ipsius unitatis acceperit: ideo unus pro ómnibus, quia uni-
rum facta divisio, et de túnica illa sortitio. Quadripartita vestís Domini tas est in ómnibus. Unde et hic cum dixisset, desuper contexta; addidit,
Iesu Christi, quadripartitam figuravit eius Ecclesiam, toto scilicet, qui per totum. Quod si referamus ad id quod significat, nenio eius est ex-
quatuor partibus constat, terrarum orbe diffusam, et ómnibus eisdem pers qui pertinere invenitur ad totum: a quo toto, sicut graeca indicat
partibus aequaliter, id est concorditer distributam. Propter quod alibi lingua, catholica vocatur Ecclesia. In sorte autem quid, nisi Dei gratia
dicit missurum se Angelos suos, ut colligant electos eius a quatuor ven- commendata est? Sic quippe in uno ad omnes pervenit, cum sors ómni-
tis (Mt 24,31); quod quid est, nisi a quatuor partibus mundi, Oriente, bus placuit, quia et Dei gratia in unitate ad omnes pervenit: et cum
Occidente, Aquilone et Meridie? Túnica vero illa sortita, omnium par- sors mittitur, non personae cuiusque vel meritís, sed occulto iudicio Dei
tium significat unitatem, quae charitatis vinculo continetur. De chán- ceditur.
tate autem locuturus Apostolus, Supereminentem, inquit, viam vobis 5. Nec ideo ista non aliquid boni significasse quis dixerit, quia
demonstro (1 Cor 12,31): et alio loco ait, Cognoscere etiam superemi- per malos facta sunt, non scilicet per eos qui Christum secuti, sed qui
nentem scientiae charitatem Christi (Eph 3,19); itemque alibi, Super sunt persecuti. Quid enim de ipsa cruce dictufi sumus, quae cene si-
omnia autem haec charitatem, quae est vinculum perfectionis (Col 3,14). militer ab inimicis atque impiis Christo facta et impacta est? Et ta-
Si ergo charitas et supereminentiorem habet viam, et supereminet scien- men ea significan recte intelligitur quod ait Apostolus, Quae sit lati-
tiae, et super omnia praecepta est; mérito vestís qua significatur, desu- tudo, et longitudo, et altitudo, et profundum (Eph 3,18). Lata est quip-
per contexta perhibetur. Inconsutilis autem, ne aliquando dissuatur: et pe in transvetso ligno, quo extenduntur pendentis manus; et signifi-
588 Sobre el Evangelio de San Juan 118, 5 119, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 589
cificado; y significa las obras buenas en la anchura de la caridad. esto. Lo q u e sigue lo discutiremos en otras ocasiones si D i o s nos
La largura, desde el palo transversal hasta la tierra, en el cual presta su ayuda.
se fijan los pies y la espalda; significa la perseverancia a lo largo
del t i e m p o hasta el fin. La altura, en el vértice, desde el palo TRATADO 119
transversal hasta arriba, significa el fin sobrenatural, al q u e todas
DESDE ESTAS PALABRAS QUE SIGUEN: "Y ESTO ES LO QUE HICIERON
las obras d e b e n dirigirse, p o r q u e todo cuanto a lo largo y a lo LOS SOLDADOS", HASTA ÉSTAS: " E INCLINADA LA CABEZA, ENTREGÓ EL
ancho se hace con perseverancia, debe hacerse por la altura de ESPÍRITU"
los p r e m i o s divinos. La profundidad es la parte que está metida
en la tierra: allí se oculta y n o p u e d e ser vista, p e r o de allí sa- 1. Crucificado el Señor y t e r m i n a d a la repartición de sus
len todas las partes que se ven y sobresalen, así como todos nues- vestidos con la suerte echada, sigamos la narración del evange-
tros bienes proceden de la gracia de D i o s , q u e n o p u e d e ser lista San J u a n , q u e continúa diciendo: "Esto es lo q u e hicieron
c o m p r e n d i d a ni discernida. Y a u n q u e la cruz de Cristo n o tu- los soldados. D e p i e j u n t o a la cruz de Jesús estaban su M a d r e ,
viera otro significado que el señalado p o r el Apóstol: Quienes la h e r m a n a de su M a d r e , M a r í a de Cleofás y M a r í a Magdalena.
son de Jesucristo, tienen crucificada su carne con todas sus pasio- H a b i e n d o visto Jesús de pie a su M a d r e y al discípulo q u e El
nes y concupiscencias, ¿no es éste u n bien extraordinario? Y esto amaba, dice a su M a d r e : Mujer, he ahí a tu hijo; después dice
n o lo hace sino el espíritu b u e n o , que codicia en contra de la al discípulo: H e ahí a tu m a d r e . Y desde aquella hora la recibió
carne, pues aquella cruz de Cristo fue fabricada p o r el enemigo, el discípulo en su casa." Esta es aquella hora de la cual dijo a
es decir, p o r el espíritu malo. Finalmente, y c o m o todos saben, su M a d r e cuando iba a convertir el agua en v i n o : Mujer, ¿qué
¿cuál es la señal de Cristo sino la cruz de Cristo? Sin el uso de nos va a ti y a mi? No ha llegado aún mi hora. H a b í a p r e d i c h o
esta señal, ya en la frente de los fieles, ya en el agua q u e los re- esta hora, que entonces aún n o había llegado, en la cual, estan-
genera, ya en el crisma con q u e son ungidos, ya en el sacrificio d o p a r a morir, reconocería a aquella de la cual había nacido a
con que son alimentados, n i n g u n a de estas cosas q u e d a total- esta vida mortal. C u a n d o entonces obraba divinas maravillas, re-
m e n t e terminada. ¿Cómo, pues, p o d e m o s decir que n i n g ú n bien chazaba c o m o a desconocida a la m a d r e , n o de su divinidad, sino
se encierra en lo q u e hacen los malos, cuando la cruz de Cristo, de su debilidad; mas ahora, en m e d i o de sufrimientos h u m a n o s ,
q u e los malos fabricaron, es en la celebración de los sacramen- con afecto filial recomienda a la q u e le había d a d o su carne
tos la señal de todo el bien q u e de El nos viene? Y basta con h u m a n a . Entonces el q u e había creado a M a r í a brillaba p o r su

omne signatur? Sed haec hactenus: quae autem sequuntur, alias, ut


cat opera bona, in latitudine charitatis: longa est a transverso ligno Deus opitulabitur, disserendo videbimus.
usque ad terram, ubi dorsum pedesque figuntur; et significat perseve-
rantiam in longitudine temporis usque in finem: alta est in cacumine,
quo transversum lignura sursum versus exceditur; et significat super- TRACTATUS 119
num finem, quo cuneta opera referuntur; quoniam cuneta quae latitu-
dine ac longitudine bene ac perseveranter fiunt, propter altitudinera AB EO QUOD SEQUITUR, E T M I L I T E S QUIDEM HAEC F E C E R U N T ; USQUE AD ID, ET
INCLINATO CAPITE TRADIDIT S P I R I T U M
divinorum facienda sunt praemiorum: profunda est in ea parte qua in
térra figitur; ibi quippe et oceulta est, nec videri potest, sed cuneta eius 1. Crucifixo Domino, posteaquam divisio vestimentorum eius etiam
apparentia et eminentia inde consurgunt; sicut bona nostra de pro- sorte missa completa est, quae deinde narret Ioannes evangelista videa-
funditate gratiae Dei, quae comprehendi ac diiudicari non potest, uni- mus. "Et milites quidem", inquit, "haec fecerunt. Stabant autem iuxta
versa procedunt. Sed etsi crux Christi hoc solum significet quod ait crucem lesu, mater eius, et sóror matris eius Maria Cleophae, et Maria
Apostolus, Qui autem lesu Christi sunt, carnem suam crucifixerunt cum Magdalene. Cum vidisset ergo Iesus matrem et discipulum stantem quem
passionibus et concupiscentiis (Gal 5,24), quam magnum bonum est? diligebat, dicit matri suae, Mulier, ecce filius tuus: deinde dicit discí-
Nec tamen facit hoc, nisi concupiscens adversus carnem spiritus bonus, pulo, Ecce mater tua. Et ex illa hora accepit eam discipulus in sua".
cum illam crucem Christi fecerit inimicus, id est spiritus malus. Pos- Haec nimirum est illa hora de qua Iesus aquam conversurus in vinum,
tremo quid est, quod omnes noverunt, Signum Christi, nisi crux Chris- dixerat matri, Quid mihi et tibí est, mulier? nondum venit hora mea
ti? Quod signum nisi adhibeatur sive frontibus credentium, sive ipisi (lo 2,4). Hanc itaque horam praedixerat quae tune nondum venerat,
aquae ex qua regenerantur, sive oleo quo chrismate unguntur, sive sa- in qua deberet agnoscere moriturus, de qua fuerat mortaliter natus.
crificio quo aluntur, nihil eorum rite perficitur. Quomodo ergo per id Tune ergo divina facturus, non divinitatis, sed infirmitatis matrem vel-
quod malí faciunt, nihil boni significatur; quando per crucem Christi, ut incognitam repellebat: nunc autem humana iam patiens, ex qua
quam fecerunt mali, in celebratione Sacramentorum eius bonum nobis fuerat factus homo, affectu commendabat humano. Tune enim qui Ma-
590 Sobre el Evangelio de San ]uan 119, 3
119, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 591
poder; ahora estaba colgado de la cruz A q u e l a q u i e n M a r í a
las cosas y te hemos seguido. M a s al m i s m o t i e m p o oyó: Q u i e n
había d a d o a luz.
deja todo esto p o r m í , lo recibirá centuplicado en esta vida. Así,
2. Es una lección de moral. H a c e lo q u e recomienda ha-
pues, tenía este discípulo centuplicadas las cosas q u e había de-
cer, y, c o m o b u e n Maestro, alecciona a los suyos con su ejemplo,
jado, d o n d e p o d e r recibir a la M a d r e de A q u e l q u e se las había
a fin de que los buenos hijos t e n g a n cuidado de sus padres;
dado. E n aquella sociedad, d o n d e nadie llamaba nada suyo, sino
como si aquel m a d e r o q u e sujetaba sus m i e m b r o s m o r i b u n d o s
que todo era de todos, había recibido el b i e n a v e n t u r a d o J u a n el
fuese t a m b i é n la cátedra del Maestro, q u e enseñaba. En esta sana
ciendoblo, según se lee en los H e c h o s de los Apóstoles, quienes,
doctrina a p r e n d i ó el apóstol San P a b l o lo que enseñaba cuando
sin tener nada, lo tenían todo. ¿Cómo, pues, el discípulo y
decía: Quien no se cuida de los suyos, y sobre todo de sus do-
siervo recibió en su casa a la M a d r e de su Maesrro y Señor,
mésticos, ha negado la fe y es más detestable que los infieles. Y
cuando nadie reñía nada propio? ¿Será acaso p o r lo que poco
¿quiénes m á s domésticos q u e los padres para los hijos, y los hi-
después se lee en el m i s m o libro: Quienes poseían terrenos y
jos p a r a los padres? A El m i s m o se p o n e p o r m o d e l o de este
casas, los vendían y traían su precio a los pies de los apóstoles,
saludable p r e c e p t o el M a e s t r o de los santos, cuando se cuidó de
los cuales lo distribuían según las necesidades de cada uno; de-
darle u n hijo q u e hiciera sus veces, n o c o m o D i o s a u n a sierva
biendo enrender q u e a este discípulo se le distribuyó lo necesario,
suya, a la cual había creado y gobernaba, sino c o m o h o m b r e a la
añadiéndole la porción correspondiente a la bienaventurada Vir-
madre, q u e le había dado el ser y a la cual ahora abandonaba.
gen M a r í a , c o m o a m a d r e suya; y así haya q u e romar en este
El m o t i v o de esto lo indica el evangelista en lo que sigue di-
sentido: La recibió el discípulo en su casa, correspondiéndole el
ciendo: Desde aquella hora la recibió el discípulo en su casa,
cuidado de proporcionarle lo necesario? E n consecuencia, debemos
refiriéndose a sí m i s m o . P o r q u e suele nombrarse diciendo al que
e n t e n d e r q u e la recibió, n o en su casa, q u e n o tenía, sino a sus
amaba Jesús, q u i e n c i e r t a m e n t e a m a b a a todos, p e r o a él le ama-
cuidados, q u e él m i s m o providenciaba.
ba con m á s familiaridad q u e a los otros, hasta hacerle reclinar
su cabeza sobre su p e c h o en la Cena, para recomendar, según 4. A continuación añade: " D e s p u é s d e esto, sabiendo Jesús
creo, más v i v a m e n t e la excelencia del Evangelio, que éste había q u e todas las cosas estaban cumplidas, p a r a que se cumpliese la
de predicar. profecía, dijo: T e n g o sed. Estaba allí puesto u n vaso lleno de vi-
nagre, y ellos, p o n i e n d o una esponja e m p a p a d a en una caña, se la
3. Pero ¿en q u é casa suya recibió J u a n a la M a d r e del Se-
acercaron a su boca. Y, h a b i e n d o recibido Jesús el vinagre, dijo:
ñor? Era de aquellos q u e dijeron al Señor: Hemos dejado todas

riam creaverat, innotescebat virtute: nunc vero quod Maria pepererat, sumus te. Sed ibi quoque audierat, Quicumque ista dimíserit propter me,
pendebat in cruce. accipiet in hoc saeculo centies tantum (Mt 19,27.29). Habebat ergo
2. Moralis igitur insirmatur locus. Facit quod faciendum admonet, ille discipulus centupliciter plura quam dimiserat, in quae susciperet
et exemplo suo suos instruxit praeceptor bonus, ut a filiis piis impen- eius matrem qui illa donaverat. Sed in ea societate beatus Ioannes rece-
datur cura parentibus: tanquam lignum illud ubi erant fixa membra perat centuplum, ubi nemo dicebat aliquid suum, sed erant illis om-
morientis, etiam cathedra fuerit magistri docentis. Ex hac sana doctri- nia communia; sicut in Apostolorum Actibus scriptum est. Sic enim
na didicerat Paulus apostolus quod docebat, quando dicebat: Si quis Apostoli erant, quasi nihil habentes, et omnia possidentes (2 Cor 6,10).
autem suis, et máxime domesticis non providet, fidem negavit, et est Quomodo ergo matrem magistri et Domini sui discipulus et famulus
infideli deterior (1 Tim 5,8). Quid autem tam cuique domesticum quam accepit in sua, ubi aliquid suum nemo dicebat? An quia paulo post in
parentes filiis, aut parentibus filii? Huius itaque saluberrimi praecepti eodem libro legitur, Quotquot enim possessores praediorum vel domo-
ipse magister sanctorum de seipso constituebat exemplum, quando non rum erant, vendentes afferebant pretia eorum, et ponebant ad pedes
ut famulae Deus quam creaverat et regebat, sed ut matri homo de Apostolorum: distribuebatur autem unicuique prout opus erat (Act 4,
qua creatus fuerat et quam relinquebat, alterum pro se quodammodo fi- 32-35), intelligendum est sic distributum fuisse huic discípulo quod opus
lium providebat. Nam cur hoc fecerit, quod sequitur indicat: ait enim erat, ut illic etiam beatae Mariae tanquam matris eius portio poneretur;
Evangelista, Ut ex illa hora accepit eam discipulus in sua, de seipso magisque sic debemus accipere quod dictum est, Ex illa hora suscepit
dicens. Sic quippe commemorare se solet, quod eum diligebat Iesus: qui eam discipulus in sua, ut ad eius curam quidquid ei esset necessarium
utique omnes, sed ipsum prae caeteris et familiarius diligebat, ita ut in pertineret? Suscepit ergo eam in sua, non praedia, quae nulla propria
convivio super pectus suum discumbere faceret (lo 13,23); credo ut is- possidebat; sed officia, quae propria dispensatione exsequenda curabat.
tius Evangelii, quod per eum fuerat praedicaturus, divinam excellentiam 4. Deinde subiungit: "Postea sciens Iesus quia omnia consummata
hoc modo altius commendaret. sunt, ut consummaretur Scriptura, dicit: Sitio. Vas ergo positum erat
aceto plenum; illi autem spongiam plenam aceto hyssopo circumponen-
3. Sed in quae sua Ioannes matrem Domini accepit? Ñeque enim
tes, obtulerunt ori eius. Cum ergo accepisset Iesus acetum, dixit: Con-
non ex eis erat qui dixerunt ei, Ecce nos dimisimus omnia, et secuti
summatum est. Et inclinato capite, tradidit spiritum". Quis potest quae
592 Sobre el Evangelio de San Juan 119, 4 119, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 593
T o d o está consumado. E inclinada la cabeza, e n t r e g ó el espíritu". 5. N i ha de extrañaros c ó m o p u d o la esponja ser aplicada
¿Quién p u e d e disponer c u a n t o hace, c o m o dispuso este h o m b r e a su boca, estando en la cruz levantado sobre la tierra. Según se
c u a n t o padeció? P e r o este h o m b r e es el mediador entre D i o s y lee en los otros evangelistas, y éste n o lo dice, se valieron de
los h o m b r e s ; es u n h o m b r e del q u e está escrito: Es u n h o m b r e , una caña para q u e la bebida en q u e estaba e m p a p a d a la esponja
mas ¿quién lo reconocerá? P o r q u e los h o m b r e s q u e ejecutaban pudiera ser elevada hasta lo m á s alto de la cruz. La caña era
todas estas cosas n o reconocían al H o m b r e - D i o s . Aparecía la hu- símbolo de la Escritura, q u e con este hecho quedaba cumplida.
m a n i d a d del q u e escondía su divinidad. Lo q u e aparecía padecía Y así c o m o se da el n o m b r e de lengua a la griega o latina, o a
todo esto, mas lo q u e en El estaba oculto disponía todas estas cualquiera otra q u e expresa el sonido q u e e m i t e la lengua, así
cosas. Vio, pues, q u e ya estaban cumplidas todas las cosas q u e se p u e d e dar el n o m b r e de caña a la letra escrita con la caña.
convenía se c u m p l i e r a n antes d e gustar el vinagre y entregar su C o r r i e n t e m e n t e llamamos lengua a los sonidos de la voz h u m a n a ;
espíritu; y a fin de c u m p l i r t a m b i é n esto, que estaba p r e d i c h o mas dar el n o m b r e de caña a la Escritura, c u a n t o es m e n o s usa-
en la Escritura: En mi sed me dieron a beber vinagre, dijo: do, t a n t o mayor es su místico significado. Ejecutaba estas cosas
Tengo sed; c o m o diciendo: Esto es lo q u e n o habéis hecho; el p u e b l o i m p í o , y las padecía Cristo misericordioso. Q u i e n las
d a d m e lo q u e sois. Los m i s m o s judíos eran el vinagre, degenera- ejecutaba n o sabía lo q u e hacía, m a s el q u e las padecía, n o sólo
d o del v i n o de los patriarcas y de los profetas, y llenos, c o m o sabía lo que se hacía y p o r q u é se hacía, sino t a m b i é n sacaba
u n vaso repleto, de la iniquidad de este m u n d o , t e n í a n el cora- el bien d e quienes hacían el mal.
zón c o m o u n a esponja, lleno de engaños, con cavernas y tortuo- 6. Habiendo, pues, recibido el vinagre, dijo: Todo está con-
sos escondrijos. El hisopo sobre el cual pusieron la esponja em-
sumado. ¿Qué, sino todo lo p r e d i c h o en las profecías? Y como
p a p a d a en vinagre, p o r ser u n a hierba h u m i l d e , q u e sirve de
ya nada q u e d a b a de lo q u e d e b í a cumplirse antes de morir, y co-
p u r g a n t e , representa la h u m i l d a d de Cristo, q u e ellos cercaron y
m o q u i e n tenía poder para dar su vida y volverla a tomar, cum-
creyeron haber bloqueado. Por esto dice el Salmo: Me rociarás,
plidas todas las cosas cuya realización le detenía, inclinada la ca-
Señor, con el hisopo, y quedaré limpio. P o r q u e p o r la h u m i l d a d
beza, entregó el espíritu. ¿Quién p u e d e dormirse c u a n d o quiere,
de Cristo somos limpiados, ya q u e , si n o se hubiese h u m i l l a d o a
c o m o Jesús m u r i ó c u a n d o quiso? ¿Quién p u e d e vestirse cuando
sí m i s m o , haciéndose obediente hasta la m u e r t e de cruz, su san-
quiere, c o m o El se despojó de su carne c u a n d o quiso? ¿Quién se
gre n o hubiese sido d e r r a m a d a para la remisión de los pecados,
va c u a n d o quiere, c o m o El m u r i ó cuando quiso? ¡Cuánto debe
es decir, para nuestra limpieza.
5. Nec moveat quomodo spongia ori eius potuerit admoveri, qui
facit, ita disponere, quomodo disposuit homo iste quae passus est? Sed in cruce fuerat exaltatus a térra. Sicut enim apud alios evangelistas le-
homo mediator Dei et hominum; homo de quo praedictum legitur, Et gitur, quod hic praetermisit, in arundine est factum (Mt 27,48; Me
homo est, et quis agnoscet eum? quoniam homines per quos haec fiebant, 15,36), ut in spongia talis potus ad crucis sublimia levaretur. Per arun-
non agnoscebant hominem Deum. Homo namque apparebat qui Deus dinem vero Scriptura significabatur, quae implebatur hoc facto. Sicut
latebat; patiebatur haec omnia qui apparebat, et idem ipse disponebat enim lingua dicítur vel graeca vel latina, vel aüa quaelibet sonum sig-
haec omnia qui latebat. Vidit ergo quia consummata sunt omnia quae opor- nificans, qui lingua ptomitur; sic arundo dici potest littera, quae arun-
tebat ut fierent antequam acciperet acetum et traderet spiritum; atque
dine scribitur. Sed sonos significantes vocis humanae usitatissime dici-
ut hoc etiam consummaretur quod Scriptura praedixerat, Et in siti mea
potaverunt me aceto (Ps 68,22), Sitio, inquit: tanquam diceret, Hoc mus linguas: Scripturam vero arundinem dici, quo minus est usitatum,
minus fecistis, date quod estis. Iudaei quippe ipsi erant acetum, dege- eo magis est mystice figuratum. Faciebat ista populus impius, patieba-
nerantes a vino Patriarcharum et Prophetarum; et tanquam de pleno tur ista misericors Christus. Qui faciebat, quid faceret nesciebat: qui
vase, de iniquitate mundi huius impleti, cor habentes velut spongiam, patiebatur autem, non solum quid fieret et cur fieret sciebat, verum
cavernosis quodammodo atque tortuosis latibulis fraudulentum. Hysso- etiam de male facientibus bene ipse faciebat.
pum autem cui circumposuerunt spongiam aceto plenam, quoniam her- 6. Cum ergo accepisset Iesus acetum, dixit: Consummatum est. Quid,
ba est humilis, et pectus purgat, ipsius Christi humilitatem congruenter nisi quod prophetia tanto ante praedixerat? Deinde quia nihil reman-
accipimus: quam circumdederunt, et se circumvenisse putaverunt. Unde serat quod antequam moreretur fieri adhuc oporteret, tanquam ille qui
est illud in psalmo, Asperges me byssopo, et mundabor (Ps 50,9). Chris- potestatem habebat ponendi animam suam, et iterum sumendi eam
ti namque humilitate mundamur quia nisi humiliasset semetipsum, fac- (lo 10,18), peractis ómnibus quae ut peragerentur exspectabat, Inclina-
tus obediens usque ad mortem crucis (Phil 2,8), non utique sanguis to capite tradidit spiritum. Quis ita dormit quando voluerit, sicut Iesus
eius in peccatorum remissionem, hoc est, in nostram mundationem fuis- mortuus est quando voluit? Quis ita vestem ponit quando voluerit, sicut
set effusus. se carne exuit quando voluit? Quis ita cum voluerit abit, quomodo cum
594 Sobre el Evangelio de San Juan 120, 2 120, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 595
esperarse o temerse el p o d e r del q u e vendrá a juzgar, c u a n d o recida, sino abrió, para dar a e n t e n d e r q u e allí se abría la p u e r t a
tan g r a n d e apareció c u a n d o iba a morir! de la vida, de d o n d e m a n a r o n los sacramentos de la Iglesia, sin
los cuales n o se entra a la vida q u e es verdadera vida. Aquella
sangre fue d e r r a m a d a para la remisión de los pecados; aquella
TRATADO 120 agua t e m p l a el cáliz de la salvación; el agua sirve para lavar y
DESDE ESTO QUE SIGUE: " L O S JUDÍOS, COMO ERA LA PARASCEVE", ETC., para beber. Esto es lo que anunció el m a n d a t o dado a N o é de
HASTA E S T O : " N O CONOCÍAN AÚN LA ESCRITURA, QUE CONVENÍA QUE abrir u n a p u e r t a en el arca, p o r la q u e d e b í a n entrar los animales
E L RESUCITASE DE ENTRE LOS MUERTOS" q u e n o d e b í a n perecer en el diluvio, la cual era figura de la
Iglesia. Por esto la p r i m e r a mujer fue formada del costado del
1. D e s p u é s q u e el Señor Jesús, cumplidas ya todas las cosas
varón d o r m i d o , y fue llamada vida y m a d r e de los vivientes. E n
q u e tenía previstas para antes de su m u e r t e , entregó, c u a n d o qui-
lo cual dejó la señal de u n g r a n d e bien antes del g r a n d e m a l de
so, su espíritu, veamos en la narración del evangelista las cosas
la prevaricación. Este segundo A d á n se d u r m i ó en la cruz p a r a
q u e siguieron. D i c e : " C o m o era la Parasceve, los judíos, para q u e
q u e d e allí le fuese formada u n a esposa por haber salido del
n o quedasen los cuerpos en la cruz d u r a n t e el sábado (pues era
costado del q u e dormía. ¡Oh m u e r t e q u e da vida a los muertos!
g r a n d e aquel día del sábado), p i d i e r o n a Pilato q u e les fueran
¿Qué cosa más p u r a q u e esta sangre? ¿Qué herida más saludable
quebrantadas las piernas y se quitasen de allí". N o quiere decir
q u e ésta?
q u e se les quitasen las piernas, sino que fuesen retirados de la
3. Y sigue diciendo: Quien lo presenció, dio testimonio de
cruz aquellos cuyas piernas se q u e b r a b a n para q u e muriesen, a
ello, y su testimonio es verdadero. El sabe que dice la verdad
fin de que, estando colgados de la cruz, n o enturbiasen aquel día
para que vosotros creáis. N o dijo: Para que vosotros lo sepáis,
festivo con los horrores de su p r o l o n g a d o suplicio.
sino: Para que vosotros lo creáis. Lo sabe q u i e n lo vio cuyo tes-
2. "Llegaron, pues, los soldados y q u e b r a n t a r o n las piernas
t i m o n i o debe creer q u i e n n o lo vio. Más p r o p i o es de la fe el
del p r i m e r o y las del otro q u e fue crucificado con él. Mas, al acer-
creer q u e el ver. Pues ¿qué es creer sino dar fe? Todas estas cosas
carse a Jesús y verle ya m u e r t o , n o q u e b r a n t a r o n sus p i e r n a s ;
fueron así ejecutadas para dar cumplimiento a la Escritura, que
pero u n o de los soldados abrió su costado con una lanza, y al
dice: No quebrantaréis ninguno de sus huesos. Y la misma Es-
p u n t o salió sangre y agua". D e una palabra m u y estudiada hizo
critura dice en otra parte: Verán al que traspasaron. C o n dos
uso el evangelista, al n o decir que hirió, g o l p e ó u otra cosa pa-
testimonios de la Escritura refuerza los hechos q u e ha narrado.
voluit obiit? Quanta speranda vel timenda potestas est iudicantis, si A lo que había dicho: Mas al acercarse a Jesús, como le vieron
apparuit tanta morientis?
ostium panderetur, unde Sacramenta Ecclesiae manaverunt, sine qui-
bus ad vitam quae vera vita est, non intrafur. Ule sanguis in remissionem
TRACTATUS 120 fusus est peccatorum: aqua illa salutare temperat poculum; haec et la-
AB EO QUOD SEQUITUR, I U D A E I EROO, QUONIAM PARASCEVE ERAT, ETC. ; USQUE AD
vacrum praestat, et potum. Hoc praenuntiabat quod Noe in latere ar-
ID, N O N D U M ENIM SCIEBANT SCRIPTURAM, QUIA OPORTET EUM A MORTUIS RESURGERE cae ostium faceré iussus est (Gen 6,16), qua intrarent animalia quae
non erant diluvio peritura, quibus praefigurabatur Ecclesia. Propter hoc
1. Posteaquam Dominus Iesus, peractis ómnibus quae ante suam prima mulier facta est de latere viri dormientis (ibid. 2,22), et ap-
mortem peragi oportere praesciebat, quando voluit tradidit spiritum, pellata est vita materque vivorum (ibid. 3,20). Magnum quippe sig-
quae deinde secuta sunt, Evangelista narrante videamus. "Iudaei ergo, nificavit bonum, ante magnum praevaricationis malum. Hic secundus
inquit, quoniam Parasceve erat, ut non remanerent in cruce corpora sab- Adam inclinato capite in cruce dormivit, ut inde formaretur ci coniux,
bato (erat enim magnus dies ille sabbati), rogaverunt Pilatum ut fran- quod de latere dormientis effluxit. O mors unde mortui reviviscunt!
gerentur eorum crura, et tollerentur". Non crura tollerentur, sed hi Quid isto sanguine mundius? quid vulnere isto salubrius?
quibus ideo frangebantur ut morerentur, et auferrentur ex Hgno; ne 3. Et qui vidit, inquit, testimonium perhibuit; et verum est testi-
pendentes in crucibus magnum diem festum sui diurni cruciatus horrore monium eius: et ille scit quia vera dicit, ut et vos credatis. Non dixit,
foedarent. ut et vos sciatis; sed ut credatis: scit enim qui vidit, cuius credat tes-
2. "Venerunt ergo milites, et primi quidem fregerunt crura, et al- timonio qui non vidit. Magis autem ad fidem credere pertinet quam
terius qui crucifixus est cum eo. Ad Iesum autem cum venissent, ut videre. Nam quid est aliud credere, quam fidem accommodare? Pacta
viderunt eum iam mortuum, non fregerunt eius crura: sed unus mili- sunt enim haec, inquit, ut Scriptura impleretur. Os non comminuetis
tum lancea latus eius aperuit, et continuo exivit sanguis et aqua". Vi- ex eo. Et iterum alia Scriptura dicit, Videbunt in quem confixerunt.
gilanti verbo Evangelista usus est, ut non diceret, Latus eius percussit, Dúo testimonia de Scripturis reddidit singulis rebus quas factas fuisse
aut vulneravit, aut quid aliud; sed, aperuit: ut illic quodammodo vitae narravit. Nam quia dixerat, Ad lesum autem cum venissent, ut vide-
596 Sobre el Evangelio de San Juan 120, 4
120, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 597
ya muerto, no le quebrantaron sus piernas, se refiere al testimo-
n i o : No le quebrantaréis hueso alguno; lo cual fue o r d e n a d o a usanza del entierro de los judíos. M e parece q u e n o en vano
quienes en la ley antigua se m a n d ó celebrar la Pascua inmolan- quiso el evangelista mencionar la usanza del entierro de los ju-
d o una oveja, q u e era sombra adelantada de la pasión del Se- díos. Si n o m e engaño, quiso con esto recomendar la observancia
d e las costumbres de cada p u e b l o en el entierro de sus difuntos.
ñor. Y así nuestra Pasma es Cristo inmolado, de q u i e n había
5. Había un huerto en el lugar donde fue crucificado, y en
p r e d i c h o el profeta Isaías: Fue conducido como una oveja al sa-
el huerto, un sepulcro nuevo, donde nadie había sido puesto.
crificio. Y a lo que dijo: Mas uno de los soldados abrió su cos-
Así c o m o en el seno de M a r í a V i r g e n , ni antes ni después de El,
tado con una lanza, se refiere el testimonio: Verán al que tras-
n i n g u n o fue concebido, así en este sepulcro nadie, ni antes ni des-
pasaron, q u e es una promesa de q u e Cristo ha de venir con la
pués de El, fue sepultado. "Allí, p u e s , pusieron a Jesús a causa de
carne que fue crucificada. la Parasceve de los judíos, ya q u e estaba cerca el sepulcro". D a a
4. " D e s p u é s de esto, José de A r i m a t e a (que era discípulo entender q u e se aceleró el sepelio antes de q u e atardeciese, cuando,
oculto de Jesús p o r m i e d o a los judíos) p i d i ó a Pilato el cuerpo a causa de la Parasceve, a la q u e m á s corrientemente los judíos en-
de Jesús, y Pilato se lo entregó. V i n o t a m b i é n N i c o d e m o , q u e tre nosotros llaman en latín cena p u r a , no era lícito ejecutar
había v e n i d o p r i m e r a m e n t e a Jesús de noche, trayendo una mez- tales ministerios.
cla de m i r r a y áloe, " c o m o unas cien libras". N o debe leerse: 6. En el día primero de la semana por la mañana, citando
Trayendo primeramente unas cien libras de una mezcla de mirra aún había tinieblas, vino María Magdalena al sepulcro y vio la
y áloe, sino refiriendo el adverbio primeramente a la frase ante- piedra retirada del sepulcro. Ese día p r i m e r o de la semana es el
rior. H a b í a v e n i d o N i c o d e m o a ver a Jesús p o r p r i m e r a vez de que, en m e m o r i a de la resurrección del Señor, los cristianos tie-
noche, c o m o cuenta el m i s m o San J u a n en anteriores pasajes de nen por costumbre llamar el día del Señor, y al que M a t e o solo,
su Evangelio. Por esta frase n o d e b e m o s e n t e n d e r q u e solamente entre los evangelistas, llamó p r i m e r día de la semana. Echó a
entonces v i n o N i c o d e m o a Jesús, sino que entonces v i n o p o r vez correr y vino a Simón Pedro y al otro discípulo a quien amaba
Jesús, y les dice: Llevaron al Señor del sepulcro y no sabemos
primera, y después v i n o con frecuencia para hacerse discípulo
dónde le han puesto. En algunos códices griegos está escrito:
suyo, oyéndole, lo cual queda bien p a t e n t e a todos con el hallaz-
Llevaron a mi Señor, lo cual parece dicho a causa del más vivo
g o del cuerpo del b i e n a v e n t u r a d o San Esteban. Tomaron, pues,
afecto de su amor y de su servicio; mas esto n o lo he hallado
el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en sabanillas y aromas, a la
en los numerosos códices que he tenido a la m a n o .
runt eum iam mortuum, non fregerunt eius crura, ad hoc pertinet tes- aromatibus, sicut mos est Iudaeis sepeliré. Non mihi videtur Evangelis-
timonium, Os non comminuetis ex eo: quod praeceptum est eis qui ta frustra dicere voluisse, sicut mos est Iudaeis sepeliré: ita quippe, nisi
celebrare Pascha iussi sunt ovis immolatione in veten Lege, quae Do- fallor, admonuit in huiusmodi officiis quae mortuis exhibentur, morem
minicae passionis umbra praecesserat. Unde Pascha nostrum immolatus cuiusque gentis esse servandum.
est Christus (1 Cor 5,7): de quo et Isaias propheta praedixerat, Sicut 5. Erat autem in loco ubi crucifixus est, hortus, et in horto monu-
ovis ad immolandum ductus est (Ts 53,7). ítem quia subiunxerat di- mentum novum, in quo nondum quisquam positus erat. Sicut in Ma-
cens, Sed unus militum lancea latus eius aperuit; ad hoc pertinet alte- riae virginis útero nemo ante illum, nemo post illum conceptus est;
rum testimonium, Videbunt in quem confixerunt: ubi promissus est ita in hoc monumento nemo ante illum, nemo post illum sepultus est.
Christus, in ea qua crucifixus est carne venturus. "Ibi ergo propter parascevem Iudaeorum, quia iuxta erat monumentum,
4. "Post haec autem rogavit Pilatuna Ioseph ab Arimathia (eo posuetunt Iesum". Acceleratam vult intelligi sepulturam, ne advespe-
quod esset discipulus Iesu, occultus autem propter metum Iudaeorum), tasceret; quando iam propter parascevem, quam coenam puram Iudaei
ut tolleret corpus Iesu: et permisit Pilatus. Venit ergo, et tulit Corpus latine usitatius apud nos vocant, faceré tale aliquid non licebat.
Iesu. Venit autem Nicodemus, qui venerat ad Iesum nocte primum, 6. Una autem sabbati Maria Magdalene venit mane, cum adhuc
ferens mixturam myrrhae et aloes quasi libras centum". Non ita di- tenebrae essent, ad monumentum; et vidit lapidem sublatum a monu-
stinguendum est, ut dicamus, Primum ferens mixturam myrrhae; sed mento. Una sabbati est, quem iam diem dominicum propter Domini
ut quod dictum est, primum, ad superiorem sensum pertineat. Venerat resurrectionem mos Christianus appellat: quem Matthaeus solus in Evan-
enim Nicodemus ad Iesum nocte primum, quod Ídem Ioannes narravit gelistis primam sabbati nominavit (Mt 28,1). Cucurrit ergo, et venit
in prioribus Evangelii sui partibus (lo 3,1.2). Hic ergo intelligendum ad Simonem Petrum, et ad alium discipulum quem amabat lesus; et
est ad Iesum, non tune solum, sed tune primum venisse Nicodemum; dicit eis: Tulerunt Dominum de monumento, et nescimus ubi posuerunt
ventitasse autem postea ut fieret audiendo discipulus: quod certe modo eum. Nonnulli códices etiam graeci habent, Tulerunt Dominum meum,
in revelatione corporis beatissimi Stephani fere ómnibus gentibus de- quod videti dictum potest propensiore charitatis vel famulatus affectu;
claratur. Acceperunt ergo corpus Iesu, et ligaverunt illud Untéis cum sed hoc in pluribus codicibus quos in promptu habuimus, non inve-
nimus.

i
598 Sobre el Evangelio de San Juan 120, 9
121, 1 Sobre el Evangelio de San ]uan 599
7. Así, pues, salieron Pedro y aquel otro discípulo y vinie-
ron al sepulcro. Corrían ambos simultáneamente, pero aquel otro n o lo indica así lo que sigue. P o r q u e ¿qué indica lo q u e des-
discípulo corrió más que Pedro y vino primero al sepulcro. H a y pués a ñ a d i ó : No conocían aún la Escritura, que era conveniente
que advertir a q u í y tener m u y en cuenta la recapitulación q u e que El resucitase de entre los muertos? L u e g o n o creyó q u e ha-
hace volviendo a lo q u e había dejado, poniéndolo, n o obstante, bía resucitado, ya q u e n o sabía q u e era conveniente q u e El re-
como sucedido después. P o r q u e , h a b i e n d o dicho q u e llegaron al sucitase. Pues ¿qué vio, q u é creyó? V i o el sepulcro vacío y cre-
sepulcro, se vuelve atrás p a r a decir c ó m o llegaron: Corrían los yó lo q u e la mujer había dicho: q u e le h a b í a n llevado del se-
dos simultáneamente, etc. D o n d e manifiesta q u e , corriendo con pulcro. Aún no conocían la Escritura de que convenía que resu-
mayor velocidad, llegó p r i m e r o aquel otro discípulo, que, siendo citase de entre los muertos. Por eso, cuando oían al Señor hablar
él m i s m o , lo cuenta t o d o como si se tratase de otro. de esto, a u n q u e lo decía con toda claridad, y acostumbrados a
8. " Y , habiéndose inclinado, vio colocadas las envolturas, oírle hablar en parábolas, n o lo entendían, y creían q u e quería
mas n o entró. V i n o en pos de él Simón P e d r o y e n t r ó en el se- dar a entender otra cosa. Y dejemos lo siguiente para otro ser-
pulcro, y vio allí puestas las envolturas y el sudario q u e había món.
estado sobre su cabeza, colocado, n o con las envolturas, sino se-
p a r a d o y enrollado en otro lugar". ¿Vamos a pensar q u e estas TRATADO 121
cosas n o tienen significación alguna? J a m á s lo hubiera yo pensa-
DESDE ESTO QUE SIGUE: " L O S DISCÍPULOS VOLVIERON OTRA VEZ A
do. P e r o vamos a p r e s u r a d a m e n t e a otras cosas en las q u e nos
REUNIRSE CON LOS SUYOS", HASTA ESTO: "BIENAVENTURADOS QUIENES
obliga a detenernos la necesidad de resolver alguna dificultad o NO VIERON Y CREYERON"
de dar alguna aclaración. D e t e n e r s e a averiguar el significado de
cada una de estas cosas es ciertamente delicioso; p e r o p a r a aque- 1. M a r í a M a g d a l e n a había a n u n c i a d o a los discípulos P e d r o
llos q u e disponen del t i e m p o q u e a nosotros nos es tan escaso. y J u a n que h a b í a n llevado del sepulcro al Señor. V i n i e n d o ellos
9. "Entonces entró también aquel discípulo que había llegado al sepulcro, hallaron solamente las sábanas con q u e había sido
primero al sepulcro. Llegó el p r i m e r o , m a s e n t r ó el segundo. envuelto su cuerpo; m a s ¿qué otra cosa p u d i e r o n creer sino lo
T a m p o c o esto está vacante de misterio, p e r o para esto yo n o es- q u e ella había dicho y creído? Volviéronse los discípulos a ellos
toy vacante. D i c e : Y vio y creyó. Algunos, leyendo con poca mismos, es decir, al lugar d o n d e h a b i t a b a n y de d o n d e salieron
atención, juzgan que J u a n creyó q u e Jesús había resucitado, mas para ir al sepulcro. María, empero, estaba fija junto al sepulcro

7. Exiit ergo Petrus et Ule alius discipulus, et venerunt ad monu- rexit; sed quod sequitur, hoc non indicat. Quid sibi enim vult quod
mentum. Currebant autem dúo simul, et Ule alius discipulus praecucur- statim adiunxit, Nondum enim sciebant Scripturam, quia oportet eum
rit citius Petro, et venit primus ad monumentum. Advertenda hic et a mortuis resurgere? Non ergo eum credidit resurrexisse, quem nesciebat
commendanda est recapitulado, quomodo reditum est ad id quod fuerat oportere resurgere. Quid ergo vidit? quid credidit? Vidit scilicet inane
praetermissum; et tamen quasi hoc sequeretur adiunctum est. Cum enim monumentum, et credidit quod dixerat mulier, eum de monumento
iam dixisset, venerunt ad monumentum, regressus est ut narraret quo- esse sublatum. Nondum enim sciebant Scripturam, quia oporteret eum a
modo venerunt; atque ait, Currebant autem dúo simul, etc. Ubi osten- mortuis resurgere. Et ideo quando id ab ipso Domino audiebant, quam-
dit quod praecurrens ad monumentum prior venerit alius ille disci- vis apertissime diceretur; consuetudine audiendi ab illo parábolas, non
pulus, quem seípsum significat, sed tanquam de alio cuneta narrat. intelligebant, et aliquid aliud eum significare credebant. Sed ea quae
8. "Et cum se inclinasset, inquit, vidit posita linteamina, non ta- sequuntur in sermonem alium differamus.
men introivit. Venit ergo Simón Petrus sequens eum, et introivit in
monumentum; et vidit linteamina posita, et sudarium quod fuerat su-
per caput eius, non cum linteaminibus positum, sed separatim invo- TRACTATUS 121
lutum in unum locum". Putamusne nihil ista significant? Nequáquam
DE EO QUOD SEQUITUR, A B I E R U N T ERGO ITERUM AD S E M E T I P S O S DISCJPULI ; USQUE
hoc putaverim. Sed ad alia festinamus, in quibus immorari quaestionis AD I D , BEATI QUI NON VIDERUNT ET CREDIDERUNT
vel obscuritatis alicuius necessitate compellimur. Nam ista quae per
seipsa manifesta sunt, quid singula etiam signíficent, quaerere sanctae 1. Sublatum esse Dominum de monumento, discipulis eius Petro
quidem deliciae sunt, sed otiosorum, quod non sumus nos. et Ioanni nuntiaverat Maria Magdalene: quo illi venientes, invenerunt
9. tune ergo introiit, et ille discipulus qui venerat primus ad mo- sola linteamina, quibus Corpus fuerat involutum: et quid aliud credere
numentum. Prior venit, et posterior intravit. Ñeque hoc utique vacat, potuerunt, nisi quod dixerat, quod etiam ipsa crediderat? Abierunt ergo
sed mihi ad ista non vacat. Et vidit, inquit, et credidit. Hic nonnulli iterum ad semetipsos discipuli: id est, ubi habitabant, et unde ad mo-
parum attendentes, putant hoc Ioannem credidisse, quod Iesus resur- numentum cucurrerant. Maria autem stabat ad monumentum foris plo-
rans, Viris enim redeuntibus, infirmiorem sexum in eodem loco for-
600 121, 2 Sobre el Evangelio de San ]uan 601
Sobre el Evangelio de San Juan 121, 1
tura alegría? D i j e r o n : ¿Por qué lloras?, como si dijesen: N o llo-
del lado de fuera, llorando. Al volverse los h o m b r e s , u n afecto
res. Mas ella, p e n s a n d o q u e ellos p r e g u n t a b a n sin saber lo que
m á s fuerte sujetaba al sexo m á s débil en el m i s m o lugar. Y los
pasaba, les da la razón de sus lágrimas: Porque llevaron a mi
ojos q u e h a b í a n buscado al Señor sin encontrarle, se deshacían
Señor; l l a m a n d o Señor suyo al cuerpo e x á n i m e de su Señor,
en lágrimas, sintiendo mayor dolor p o r haber sido llevado del
t o m a n d o la parte por el todo. Y así todos confesamos que Jesu-
sepulcro q u e p o r haber sido m u e r t o en la cruz, p o r q u e ya n o
cristo, H i j o ú n i c o de Dios y Señor nuestro, q u e es a la vez Verbo,
quedaba recuerdo del excelente Maestro, cuya vida les había sido
alma y cuerpo, fue crucificado y sepultado, habiéndolo sido so-
arrebatada. Este dolor sujetaba a la mujer al lado del sepulcro.
lamente su cuerpo. Y no sé dónde le han puesto. Esta era la
Estando llorando, se inclinó y miró al sepulcro. N o sé q u é la
causa de su mayor aflicción, p o r q u e n o sabía adonde ir p a r a dar
m o v i ó a hacer esto. P o r q u e ya sabía q u e a q u i e n ella buscaba n o
consuelo a su dolor. Mas ya había llegado la hora en que el gozo
estaba allí, p u e s t o q u e ella dijo a los discípulos que lo h a b í a n
sucediera al llanto, como ya de alguna m a n e r a lo anunciaran los
llevado, y ellos, v i n i e n d o al sepulcro, y n o sólo viendo, sino tam-
ángeles prohibiéndola llorar.
bién entrando, n o h a b í a n hallado el cuerpo del Señor, q u e bus-
2. F i n a l m e n t e , " h a b i e n d o dicho esto, m i r ó hacia atrás y
caban. ¿Qué significa, pues, q u e ésta, llorando, vuelve a incli-
vio a Jesús de pie, sin saber q u e era Jesús. Dícele Jesús: Mujer,
narse p a r a mirar otra vez al sepulcro? ¿Acaso la violencia de su
¿por q u é lloras? Ella, p e n s a n d o q u e era el hortelano, le dice:
dolor n o le p e r m i t í a dar crédito a sus ojos ni a los de ellos?
Señor, si tú le llevaste, d i m e d ó n d e le has puesto, y yo le llevaré.
¿O es q u e m i r ó de nuevo, arrastrada por u n a inspiración divina?
Dícele Jesús: M a r í a ; volviéndose ella, le dice: Rabboni, que
Miró, sí. Y vio a dos ángeles vestidos de blanco y sentados, uno
quiere decir M a e s t r o " . N a d i e r e p r e n d a a la mujer haber llamado
a la cabeza y otro a los pies en donde había sido puesto el cuer-
señor al hortelano, y Maestro a Jesús. Allí suplicaba, a q u í re-
po de Jesús. ¿Qué significa q u e u n o estuviera sentado a la ca-
conocía; allí h o n r a b a al h o m b r e a q u i e n pedía u n favor, aquí
beza y otro a los pies? ¿Acaso, p o r q u e los q u e en griego se lla-
reverenciaba al Maestro, del cual aprendía a discernir las cosas
m a n ángeles y en latín nuncios, q u e r í a n indicar de este m o d o
h u m a n a s de las divinas. Llamaba señor a aquel de q u i e n n o era
q u e el Evangelio de Cristo debía de ser a n u n c i a d o desde la ca-
esclava, para p o d e r llegar hasta A q u e l cuya sierva era. Y así de
beza hasta los pies, o sea, desde el p r i n c i p i o hasta el fin? Dícen-
un m o d o diferente llamó Señor cuando dijo: Llevaron a mi Se-
le ellos: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les responde: Porque lleva-
ñor, y c u a n d o dijo: Señor, si tú le llevaste. T a m b i é n los profetas
ron a mi Señor y no sé dónde le han puesto. Los ángeles le p r o -
llamaron señores a quienes eran hombres solamente; p e r o de
hibían llorar, y con esto, ¿qué otra cosa anunciaban sino u n a fu-
re. At illa eos putans interrogasse nescientes, causas prodit lacrymarum.
tior figebat affectus. Et oculi qui Dominum quaesierant et non inve- Quia tulerunt, inquit, Dominum meum: Dominum suum vocans cor-
nerant, lacrymis iam vacabant, amplius dolentes quod fuerat de monu- pus exanime Domini sui, a toto partem significans; sicut omnes confi-
mento ablatus, quam quod fuerat in ligno occisus; quoniam magistri temur Iesum Christum Filium Dei unicum Dominum nostrum, quod
tanti, cuius eis vita subtracta fuerat, nec memoria remanebat. Tenebat utique simul est et Verbum et anima et caro, crucifixum tamen et se-
itaque ad monumentum iam dolor iste mulierem. Cum ergo fleret, in- pultum, cum sola eius sepulta sit caro. Et nescio, inquit, ubi posue-
clinavit se et prospexit in monumentum. Cur hoc fecerit nescio. Non runt eum. Haec erat causa maior doloris, quia nesciebat quo iret ad
enim nesciebat non ibi esse iam quem quaerebat; quandoquidem inde consolandum dolorem. Sed hora iam venerat qua id quod nuntiatum
sublatum et discipulis ipsa nuntiaverat; et illi ad monumentum vene- quodammodo fuerat ab angelis flere prohibentibus, gaudium succederet
rant, et non solum intuendo, sed etiam intrando corpus Domini quaesie- fletibus.
rant, nec invenerant. Quid sibi ergo vult quod ista cum fleret, rur- 2. Denique "haec cum dixisset, conversa est retrorsum, et vidit
sum in monumentum inclinata prospexit? Utrum quod nimium dole- Iesum stantem, et non sciebat quia Iesus est. Dicit ei Iesus: Mulier, quid
bat, nec suis nec illorum oculis facile putabat esse credendum? An ploras? Quem quaeris? Illa existimans quia hortulanus esset, dicit ei:
potius divino instinctu in animo eius effectum est ut prospiceret? Domine, si tu sustulisti eum, dicito mihi ubi posuisti eum, et ego
Prospexit enim, Et vidit dúos angelas in alhis, sedentes, unum ad eum tollam. Dicit ei Iesus: Maria. Conversa illa dicit ei, Rabboni;
caput, et unum ad pedes, ubi positum iuerat corpus lesu. Quid est quod dicitur Magister". Nemo calumnietur muíieri quod hortula-
quod unus ad caput, et ad pedes alter sedebat? An, quoniam qui grae- num dixerit dominum, et Iesum Magistrum. Ibi enim rogabat, hic
ce Angelí dicuntur, latine sunt nuntii, isto modo Christi Evangelium agnoscebat: ibi honorabat hominem a quo beneficium postulabat; hic
velut a capite usque ad pedes, ab initio usque in finem significabant recolebat doctorem a quo discernere humana et divina discebat. Appella-
esse nuntiandum? Dicunt ei illi: Mulier, quid ploras? Dicit eis: Quia bat dominum cuius ancilla non erat, ut per eum perveniret ad Domi-
tulerunt Dominum meum, et nescio ubi posuerunt eum. Angelí lacry- num cuius erat. Aliter ergo Dominum dixit, Sustulerunt Dominum
mas prohibebant: ubi quid aliud quam futurum quodammodo gaudium meum; aliter autem, Domine, si tu sustulisti eum. Nam et Prophetae
nuntiabant? Ita enim dixerunt, Quid ploras? ac si dicerent, Noli plora- appellaverunt dóminos eos qui nomines erant; sed aliter illum de quo
602 Sobre el Evangelio de San Juan 121, 3 121, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 603
modo distinto del q u e llamaban Señor a A q u e l cuyo n o m b r e es intentase, n o se le p e r m i t i r í a desbarrar de esta manera. P o r q u e
Señor. M a s esta mujer, q u e ya se había vuelto para ver a Jesús, escrito está q u e t a m b i é n las mujeres después de la resurrección
cuando le t o m ó p o r el hortelano y hablaba con él, ¿por q u é y antes de subir al P a d r e tocaron a Jesús, entre las cuales esta-
se dice q u e se volvió otra vez para decirle: Rabboni, sino por- ba M a r í a Magdalena, como afirma San M a t e o diciendo q u e salió
q u e entonces se volvió con el cuerpo, i m a g i n a n d o lo q u e n o era, Jesús a su e n c u e n t r o y les dijo: Salve; y ellas se le acercaron
y ahora se volvió con el corazón, reconociendo lo q u e era? y se abrazaron a sus pies y le adoraron. San J u a n n o lo dice, p e r o
3. "Dícele Jesús: N o m e toques, p o r q u e aún n o he subido San M a t e o dice la verdad. Sólo q u e d a pensar que en estas pala-
a m i P a d r e ; mas vete a mis h e r m a n o s y diles: S u b o a m i P a d r e bras se esconde algún misterio; y de ello d e b e m o s estar persuadi-
y vuestro Padre, a m i Dios y vuestro D i o s " . H a y en estas pala- dos, veámoslo o dejemos de verlo. A n o ser que dijera: No me
bras algo q u e , a u n q u e b r e v e m e n t e , d e b e m o s tratarlo con g r a n d e toques, porque no he subido aún a mi Padre, p o r q u e aquella m u -
atención. Jesús enseñaba la fe a aquella mujer q u e le reconoció jer figuraba a la Iglesia de la gentilidad, q u e n o creyó en Cristo
y llamó Maestro, c u a n d o así le contestó. Y aquel H o r t e l a n o , sino después de haber subido al Padre, o b i e n p o r q u e así quería
como en su huerto, sembraba en su corazón el g r a n o de mostaza. Jesús q u e se creyese en El, esto es, quería ser espiritualmente to-
¿ Q u é significa, p u e s : No me toques? Y c o m o si le fuera exigi- cado, de m o d o q u e se creyese q u e El y el P a d r e son una sola cosa.
do el m o t i v o de tal prohibición, a ñ a d i ó : Porque no he subido E n cierta m a n e r a sube al P a d r e con sus sentidos internos aquel q u e
aún a mi Padre. ¿Qué significa esto? Si, estando en la tierra n o t a n t o ha progresado en El, que le reconoce igual al P a d r e ; de otro
es tangible, ¿cómo, sentado en el cielo, será tocado p o r los h o m - m o d o n o es tocado rectamente, es decir, n o se cree en El recta-
bres? C i e r t a m e n t e q u e antes de subir al cielo se dejó tocar p o r m e n t e . Pudiera ser q u e M a r í a le creyera de esta manera, teniéndole
sus discípulos, según el testimonio de San Lucas: Palpad y ved, p o r desigual al Padre, lo cual le p r o h i b e cuando le dice: No me
que los espíritus no tienen huesos y carne, como veis que yo toques; esto es: N o m e creas así c o m o aún m e juzgas: n o de-
tengo; y t a m b i é n c u a n d o dijo a su discípulo T o m á s : Mete aquí tengas tus sentidos en aquello q u e por ti m e he hecho, sin pasar
tu dedo y ve mis manos; trae tu mano y métela en mi costado. a aquello p o r lo cual has sido creada. Y ¿cómo dejaría de creer
en El de este m o d o carnal, c u a n d o aún le lloraba c o m o a h o m b r e ?
¿ H a b r á algún m e n t e c a t o q u e diga q u e v e r d a d e r a m e n t e quiso ser
No he subido aún a mi Padre: entonces m e tocarás, cuando m e
tocado por los discípulos antes de subir al Padre, mas n o quiso
hayas creído c o m o D i o s igual al Padre. Vete, pues, a mis her-
q u e le tocasen las mujeres hasta n o haber subido? Y si a l g u n o lo
manos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre. N o dice: Al
scriptum est, Dominas nomen ei (Ps 67,5). Sed ista mulier quae iam
fuerat conversa retrorsum ut videret Iesum, quando eum putavit esse cum ascendisset ad Patrem? Sed nec sic, qui vellet, desipere sineretur.
hortulanum, et cum illo utique loquebatur, quomodo rursus conversa Leguntur enim etiam feminae post resurrectionem antequam ad Patrem
dicitur, ut ei diceret, Rabboni, nisi quia tune conversa corpore, quod ascenderet, tetigisse Iesum, in quibus erat etiam ipsa María Magdalene,
non erat, putavit, nunc corde conversa, quod erat agnovit? narrante Matthaeo quod oceurrerit illis Iesus dicens, Avete. Illae autem
3- "Dicit ei Iesus: Noli me tangere, nondum enim ascendí ad accesserunt, inquit, et tenuerunt pedes eius et adoraverunt eum (Mt
Patrem meum: vade autem ad fratres meos, et dic eis, Ascendo ad Pa- 28,9). Hoc a Ioanne praetermissum est, sed a Matthaeo verum dictum.
trem meum et Patrem vestrum, Deum meum et Deum vestrum." Est Restat ergo ut aliquod in his verbis lateat sacramentum; quod sive ín-
in his verbis quod breviter quidem, sed tamen attentius pertractare veniamus, sive invenire minime valeamus, inesse tamen nullo modo du-
debemus. Iesus quippe mulierem quae illum magistrum agnovit et ap- bitare debemus. Aut ergo sic dictum est, Noli me tangere, nondum
pellavit, cum haec ei responderet, fidem docebat: et hortulanus ille enim ascendí ad Patrem meum, ut in illa femina figuraretur Ecclesia de
in eius corde, tanquam in horto suo granum sinapis seminabat. Quid est Gentibus, quae Christum non credidit, nisi cum ascendisset ad Patrem:
aut sic in se credi voluit Iesus, hoc est, sic se spiritualiter tangi, quod
ergo, Noli me tangere? Et tanquam huius prohibitionis causa quaereretur,
ipse et Pater unum sint. Eius quippe intimis sensibus quodammodo as-
adiunxit, nondum enim ascendí ad Patrem meum. Quid est hoc? Si stans
cendit ad Patrem, qui sic in eo profecerit ut Patri agnoscat aequalem:
in térra non tangitur, sedens in cáelo quomodo ab hominibus tangere- aliter non recte tangitur, id est, aliter non recte in eum creditur. Pot-
tur? Qui certe antequam ascenderet, discipulis se tangendum obtulit di- erat autem sic credere Maria, ut eum putaret imparem Patri, quod uti-
cens, sicut Lucas evangelista testatur, Pálpate, et videte, quia spiritus que prohibetur cum ei dicitur, Noli me tangere: id est, Noli in me sic
carnem et ossa non habet, sicut me videtis habere (Le 24,39): vel credere, quemadmodum adhuc sapis; noli tuum sensum huc usque per-
quando dixit discípulo Thomae, lnfer digitum tuum huc, et vide ma- tendere quod pro te factus sum, nec transiré ad illud per quod facta es.
nus meas, et affer manum tuam, et mitte in latus meum. Quis autem Quomodo enim non carnaliter adhuc in eum credebat, quem sicut ho-
tam sit absurdus, ut dicat eum a discipulis quidem antequam ad Pa- minem flebat? Nondum enim ascendí, inquit, ad Patrem meum: ibi me
trem ascendisset, vohjisse se tangí; a muüenbus autem noluisse, nisi tanges, quando me credideris Patri non imparem Deum. Vade autem
121, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 605
604 Sobre el Evangelio de San Juan 121, 4
les serán perdonados; y a quienes se los retuviereis, les serán re-
Padre nuestro. L u e g o de u n m o d o es m í o y de otro m o d o vuestro: tenidos. La caridad de la Iglesia, q u e por el Espíritu Santo es
m í o p o r naturaleza, vuestro p o r gracia. A mi Dios y vuestro Dios. infundida en nuestros corazones, p e r d o n a los pecados de quienes
T a m p o c o aquí dice: N u e s t r o Dios. Luego t a m b i é n aquí d e u n de ella participan, reteniéndoselos a quienes de ella n o partici-
m o d o es m í o , y de otro m o d o , vuestro. Dios m í o , bajo q u i e n pan; y p o r eso, después de decir: Recibid al Espíritu Santo, in-
estoy t a m b i é n yo c o m o h o m b r e ; y D i o s vuestro, entre el cual m e d i a t a m e n t e añadió esto sobre la remisión y retención de los
y vosotros soy yo el mediador. pecados.
4. " V i n o M a r í a M a g d a l e n a a n u n c i a n d o a los discípulos: V i 5. " P e r o T o m á s , u n o de los doce, llamado D í d i m o , n o es-
al Señor y m e dijo estas cosas. A q u e l m i s m o día, p r i m e r o de la taba con ellos c u a n d o vino Jesús. Dijéronle, pues, los otros discí-
semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde estaban pulos: H e m o s visto al Señor. M a s él les dijo: Si n o viere en sus
reunidos los discípulos por m i e d o a los judíos, vino Jesús y se
m a n o s las h e n d i d u r a s de los clavos, y m e t i e r e m i d e d o en el
puso de p i e en m e d i o de ellos y les dijo: La paz sea con vosotros.
lugar de los clavos, y metiere m i m a n o en su costado, n o lo
Y h a b i e n d o dicho esto, les m o s t r ó las m a n o s y el costado". Los creeré. Y , pasados ocho días, de n u e v o hallábanse d e n t r o los dis-
clavos taladraron sus manos, y la lanza abrió su costado, y en cípulos y T o m á s con ellos. V i n o Jesús estando las p u e r t a s cerra-
ellos conservó las señales de sus heridas p a r a curar la duda de
das, se p u s o de p i e en m e d i o de ellos y dijo: La paz sea con
sus corazones. Las puertas cerradas n o fueron obstáculos a la mole
vosotros. Luego dice a T o m á s : M e t e aquí tu d e d o y ve mis ma-
de aquel cuerpo, en el cual estaba la divinidad. Sin abrirlas sola-
nos; y trae tu m a n o y métela en m i costado y n o seas incrédulo,
m e n t e p u d o entrar A q u e l q u e en su n a c i m i e n t o conservó in-
sino fiel. R e s p o n d i ó T o m á s y dijo: Señor m í o y Dios m í o " . Veía
tacta la integridad de la V i r g e n . Gozáronse los discípulos con la
y tocaba al h o m b r e y confesaba a Dios, a q u i e n n o veía ni to-
vista del Señor. Díjoles, pues, otra vez: La paz sea con vosotros.
caba; pero, arrancada ya la duda, p o r esto q u e veía creía aquello.
Esta repetición es la confirmación. El m i s m o d i o la p a z sobre la
Dícele Jesús: Porque me has visto, has creído. N o le dice: Por-
paz, p r o m e t i d a p o r el profeta. Luego dice: Así como el Padre
q u e m e has tocado, sino: P o r q u e me has visto, ya q u e la vista
me envió, así yo os envío a vosotros. Y a sabemos q u e el H i j o es
es en cierta m a n e r a u n sentido general. Así suele emplearse ése
igual al Padre, mas aquí reconocemos las palabras del Mediador.
por otro sentido, c o m o cuando decimos: Escucha y ve q u é bien
El se ha puesto en el m e d i o , diciendo: El a m í y yo a vosotros.
suena, huele y ve q u é bien huele, gusta y ve q u é bien sabe, toca
Y habiendo dicho esto, sopló y díjoles: Recibid al Espíritu Santo.
Con ese soplo manifestó q u e el Espíritu Santo es n o sólo Espíritu
fiando significavit Spiritum sanctum non Patris solius esse Spiritum,
del Padre, sino t a m b i é n suyo. A quienes perdonareis los pecados, sed et suum. Quorum remiseritis, inquit, peccata, remittuntur eis; et quo-
rum retinueritis, retenta sunt. Ecclesiae charitas quae per Spiritum sanc-
ai fratres meos, et dic eis, Ascendo ad Patrem meum et Patrem ves- tum diffunditur in cordibus nostris, participum suorum peccata dimittit:
trum. Non ait, Patrem nostrum: aliter ergo meum, aliter vestrum; eorum autem qui non sunt eius participes, tenet. Ideo posteaquam dixit,
natura meum, gratia vestrum. Et Deum meum, et Deum vestrum. Ñe- Acápite Spiritum sanctum; hoc continuo de peccatorum remissione ac
que hic dixit, Deum nostrum: ergo et hic aliter meum, aliter vestrum; detentione subiecit.
Deum meum sub quo et ego homo sum, Deum vesteum Ínter quos et 5. "Thomas autem unus ex duodecim, qui dicitur Didymus, non
ipsum mediator sum. erat cum eis quando venit Iesus: Dixerunt ergo ei alii discipuli: Vi-
4. "Venit María Magdalene annuntians discipulis, Quia vidi Do- dimus Dominum. Ule autem dixit eis: Nisi videro in manibus eius
minum, et haec dixit mihi. Cum esset ergo sero die illa una sabbato- fixuram clavorum, et mittam digitum meum in locum clavorum, et mit-
rum, et fores essent clausae, ubi erant discipuli congregati propter me- tam manum meam in latus eius, non credam. Et post dies octo iterum
tum Iudaeorum, venit Iesus, et stetit in medio, et dicit eis: Pax vobis. erant discipuli eius intus, et Thomas cum eis. Venit Iesus ianuis clausis,
Et cum hoc dixisset, ostendit eis manus et latus." Clavi enim manus et stetit in medio, et dixit: Pax vobis. Deinde dicit Thomae: Infer di-
fixerant, lancea latus eius aperuerat: ubi ad dubitantium corda sa- gitum tuum huc, et vide manus meas, et affer manum tuam, et mitte
nanda, vulnerum sunt servata vestigia. Molí autem corporis ubi divini- in latus meum; et noli esse incredulus, sed fidelis. Respondit Thomas
tas erat, ostia clausa non obstiterunt. lile quippe non eis apertis intra- et dixit ei: Dominus meus et Deus meus." Videbat tangebatque homi-
re potuit, quo nascente virginitas matris inviolata permansit. Gavisi nem, et confitebatur Deum quem non videbat ñeque tangebat; sed per
sunt ergo discipuli, viso Domino. Dixit ergo eis iterum: Pax vobis. hoc quod videbat atque tangebat, illud iam remota dubitatione credebat.
Iteratio confirmatio est; ipse quippe dat per prophetam promissam pa- Dicit ei Iesus: Quia vidisti me, credidisti. Non ait, tetigisti me; sed, vi-
cem super pacem (Is 26,3), Sicut misit me Pater, inquit, et ego mitto disti me: quoniam generalis quodammodo sensus est visus. Nam et per
vos. Aequalem Patri Filium novimus, sed hic verba Mediatoris agnosci- alios quatuor sensus nominari solet: velut cum dicimus, Audi et vide
mus. Médium quippe se ostendit dicendo, lile me, et ego vos. Hoc quam bene sonet, olfac et vide quam bene oleat, gusta et vide quam
cum dixisset, insufflavit, et dixit eis: Acápite Spiritum sanctum. Insuf-
606 Sobre el Evangelio de San ]uan 122, 1 122, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 607

y ve q u é caliente está. E n todos estos casos se dice ve, a u n q u e libro. M a s todas estas cosas h a n sido escrita p a r a q u e vosotros
n o n e g a m o s q u e la vista es p r o p i a de los ojos. Por eso aquí creáis q u e Jesús es el Cristo, H i j o de Dios vivo, a fin de que,
t a m b i é n el Señor dice: Mete aquí tu dedo y ve mis manos; ¿qué creyéndolo, tengáis la vida en su n o m b r e " . Este capítulo parece
otra cosa quiere decir, sino toca y ve? N o tenía ojos en los dedos. indicar el final de este libro, p e r o en él se narra aún la manifes-
Luego, sea viendo, sea tocando, porque me has visto, has creído. tación del Señor j u n t o al mar d e Tiberíades, y c ó m o en la cap-
A u n q u e bien p u d i e r a decirse que el discípulo n o se atrevió a tura d e los peces se recomienda el misterio de la Iglesia, y c ó m o
tocarle cuando p a r a esto se le ofrecía, p o r q u e n o está escrito ha de ser la futura resurrección de los muertos. Creo q u e con-
q u e T o m á s le tocó. M a s , b i e n sea viéndole solamente, bien sea tribuye a dar valor a esta recomendación el q u e esta conclusión
t a m b i é n tocándole, q u e vio y creyó; lo que sigue ensalza y re- sirviese de p r ó l o g o a la narración siguiente, para dejarla, en cier-
comienda m á s la fe de las gentes: Bienaventurados quienes no to m o d o , en u n lugar m á s destacado. Comienza así esta narración:
vieron y creyeron. Usa los verbos en pretérito, c o m o q u i e n en su " D e s p u é s se manifestó Jesús j u n t o al m a r de Tiberíades, y se ma-
predestinación conocía c o m o ya hecho lo q u e aún era futuro. nifestó d e esta m a n e r a : Estaban juntos Simón P e d r o y T o m á s ,
Mas hay q u e cortar ya la extensión de este sermón. D i o s nos llamado D í d i m o , y N a t a n a e l , q u e era de C a n a de Galilea, y los
concederá p o d e r discutir lo q u e resta en otras ocasiones. hijos del Z e b e d e o y otros dos de sus discípulos. Díceles Simón
P e d r o : Voy a pescar. Ellos le replican: V a m o s t a m b i é n nosotros
contigo".
TRATADO 122 2. C o n ocasión de esta pesca de los discípulos suele p r e g u n -
tarse p o r q u é P e d r o y los dos hijos del Z e b e d e o volvieron al
DESDE ESTO QUE SIGUE: "OTRAS MUCHAS SEÑALES H I Z O J E S Ú S " ,
HASTA ESTO: " Y CON SER TANTOS, NO SE ROMPIÓ LA RED"
m i s m o oficio q u e tenían antes de ser llamados p o r el Señor, pues
eran pescadores, cuando les dijo: Venid en pos de mí y os haré
1. D e s p u é s de la narración del hecho en q u e T o m á s , su pescadores de hombres. Entonces ellos, dejándolo todo, le siguie-
discípulo, p o r las cicatrices de las llagas, que fue invitado a to- ron para entregarse a su magisterio; mientras tanto, se alejaba de
car en la carne de Cristo, vio lo q u e n o quería creer y lo creyó, El aquel rico a q u i e n había d i c h o : Vete, vende cuanto tienes,
inserta el evangelista lo siguiente: "Otras m u c h a s maravillas hizo dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y sigúe-
Jesús en presencia de sus discípulos q u e n o están escritas en este me; p o r lo cual le dijo P e d r o : Nosotros hemos dejado todas las
cosas y te hemos seguido. ¿Por qué, pues, ahora, como abando-
bene sapiat, tange et vide quam bene caleat. Ubique sonuit, Vide, cum
visus proprie non negetur ad oculos pertinere. Unde et hic ipse Domi- quia Iesus est Christus Filius Dei; et ut credentes, vitam habeatis in
nus, Infer, inquit, digitum tuum huc, et vide manus meas: quid aliud nomine eius". Hoc capitulum velut libri huius indicat finem: sed nar-
ait quam, Tange et vide? Nec tamen oculos ille habebat in digito. Ergo ratur hic deinde quemadmodum se manifestaverit Dominus ad mare
sive intuendo, sive etiam tangendo, Quia vidisti me, inquit, credidisti. Tiberiadis, et in captura piscium commendaverit Ecclesiae sacramentum,
Quamvis dici possit non ausum fuisse discipulum tangere, cum se of- qualis futura est ultima resurrectione mortuorum. Ad hoc itaque com-
ferret ille tangendum: non enim scriptum est, Et tetigit Thomas. Sed mendandum valere arbitror, quod tanquam finis interpositus est libri,
sive aspiciendo tantum, sive etiam tangendo viderit et credidetit, illud quod esset etiam secuturae narrationis quasi prooemium, quod ei quodam-
quod sequitur, magis gentium fidem praedicat atque commendat, Beati modo faceret eminentiorem locum, quae narratio incipit ita: "Postea
qui non viderunt, et crediderunt. Praeteriti tempotis usus est verbis, manifestavit se iterum Iesus ad mare Tiberiadis; manifestavit autem sic:
tanquam ille qui quod erat futurum, in sua noverat praedestinatione Erant simul Simón Petrus et Thomas qui dicitur Didymus, et Nathanael
iam factum. Sed iam sermo iste a prolixitate cohibendus est: donabit qui erat a Cana Galilaeae, et filii Zebedaei, et alii ex discipulis eius
Dominus ut de his quae restant, alias disputemus. dúo. Dicit eis Simón Petrus: Vado piscari. Dicunt ei: Venimus et nos
tecum".
TRACTATUS 122 2. Quaeri solet de hac piscatione discipulorum, cur redierint Pe-
trus et filii Zebedaei ad id quod fuerunt priusquam a Domino vocaren-
Dü EO QUOD SEQUITUR, M U L T A QUIDEM ET ALIA SIGNA FECIT l E S U S ; USQUE AD tur: erant enim piscatores quando eis dixit, Venite post me, et faciam
I D , E T CUM TANTI ESSENT, NON EST SCISSUM RETE
vos piscatores hominum (Mt 4,19). Tune eum quippe illi secuti sunt,
1. Post narrationem rei gestae, in qua Thomas discipulus oblatis ut magisterio eius relictis ómnibus adhaererent: in tantum ut cum ab
sibi tangendis in Christi carne vulnerum locis, vidit quod credere no- eo dives ille tristis abscederet, cui dixerat, Vade, vende quae babes, et
lebat et credidit; interponit haec evangelista Ioannes, et dicit: "Multa da pauperibus, et habebis thesaurum in cáelo; et veni, sequere me,
quidem et alia signa fecit Iesus in conspectu discipulorum suorum, quae diceret ei Petrus, Ecce nos dimisimus omnia, et secuti sumus te (ibid.
non sunt scripta in libro hoc. Haec autem scripta sunt, ut credatis 19,21.22.27). Quid est ergo quod nunc quasi Apostolatu relicto fium
608 Sobre el Evangelio de San ]uan 122, 3 122, 3 Sobre el Evangelio de San Juan 609
n a n d o el apostolado, vuelven a ser lo q u e eran y vuelven a to-
arte lícito y concedido, conservando la integridad de su apostola-
mar lo q u e h a b í a n dejado, c o m o olvidados de las palabras q u e
do, si n o tenían otro recurso p a r a obtener lo necesario p a r a vivir.
h a b í a n escuchado: Nadie que ponga sus manos en el arado y
A n o ser que a alguno se le ocurra pensar o decir que San P a b l o
mire para atrás es apto para el reino de los cielos? Si hubiesen
n o tuvo la perfección de aquellos q u e , dejando todas las cosas,
hecho esto después de haber m u e r t o Jesús y antes de haber re-
siguieron a Cristo, p o r q u e , p a r a n o ser gravoso a n i n g u n o de
sucitado de entre los m u e r t o s (lo cual n o h u b i e r a n p o d i d o hacerlo aquellos a quienes predicaba el Evangelio, él m i s m o con sus m a -
entonces, p o r q u e el día q u e fue crucificado los tenía suspensos nos se procuraba su m a n u t e n c i ó n , siendo así q u e m á s bien en
hasta la hora de la sepultura, q u e fue antes de las vísperas, y al él se c u m p l í a lo q u e dice: He trabajado más que todos ellos;
día siguiente era sábado, en que la costumbre de sus padres n o a ñ a d i e n d o : Pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo; de m a -
les p e r m i t e trabajo alguno; y en el día tercero ya resucitó el nera q u e a la gracia de D i o s atribuye el p o d e r entregarse en
Señor y les devolvió la esperanza, que h a b í a n comenzado a per- cuerpo y alma m á s que todos ellos al trabajo, hasta el p u n t o de
der), si entonces lo h u b i e r a n hecho, pensaríamos q u e lo hicieron n o cesar en la predicación del Evangelio, y, n o obstante, n o tener
en virtud de aquella desesperación que se había a p o d e r a d o de sus necesidad del Evangelio para sostener su vida, c u a n d o con ma-
ánimos. M a s ahora, después de tenerle entre los vivos, después yor extensión y fruto lo sembraba en tantas naciones q u e n o
de la evidencia de su carne, vuelta a la vida y ofrecida a sus h a b í a n oído el n o m b r e de Cristo. Allí demuestra q u e a los após-
ojos y a sus manos, n o sólo p a r a que la viesen, sino t a m b i é n para toles n o les fue impuesta la obligación de vivir, es decir, de sa-
que la tocasen y palpasen; después de haber visto los lugares de car del Evangelio su sostenimiento, sino q u e se le dio esa fa-
las llagas, hasta llegar a la confesión del apóstol T o m á s , q u e ha- cultad. D e esta facultad hace m e n c i ó n el Apóstol c u a n d o dice: "Si
bía d i c h o q u e de otra m a n e r a n o creería; después de haber re- nosotros h e m o s sembrado en vosotros bienes espirituales, ¿será m u -
cibido al Espíritu Santo p o r su insuflación; después de aquellas cho que recojamos vuestros bienes materiales? Si otros p a r t i c i p a n
palabras pronunciadas por su boca en sus mismos oídos: Como de vuestras haciendas, ¿no tenemos nosotros mayor derecho? Y o
mi Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros: a quienes n u n c a he usado de este d e r e c h o " . Y poco después a ñ a d e : "Quienes
perdonareis los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los sirven al altar, en el altar tienen su p a r t e ; y así o r d e n ó el Señor a
retuviereis, les serán retenidos, r e p e n t i n a m e n t e se hacen pescado- los predicadores del Evangelio q u e vivan del Evangelio: yo n o
res, n o de h o m b r e s , sino de peces, c o m o antes lo fueron. he hecho uso de estas facultades". Q u e d a , pues, bien claro q u e no
3. A quienes p o r esto se turban, hay q u e responderles que fue u n precepto, sino una facultad concedida a los apóstoles n o
n o les fue p r o h i b i d o agenciarse lo necesario por m e d i o de u n vivir de otra cosa q u e del Evangelio; y de aquellos en quienes

quod fuerunt, et quod dimiserant repetunt, tanquam obliti quod audie- quaerere, sui Apostolatus integritate setvata, si quando unde viverent
rant, Nenio ponens manum super aratrum, et respiciens retro, aptus est aliud non haberent. Nisi forte quispiam putare audebit aut dicere,
regno caelorum? (Le 9,62). Quod si fecissent defuncto Iesu, priusquam apostolum Paulum non pertinuisse ad eorum perfectionem qui relictis
resurrexisset a mortuis: quod quidem non poterant, quoniam dies quo ómnibus Christum secuti sunt, quoniam ne quemquam eorum gravaret
crucifixus est, totos eos tenebat attentos, usque ad eius sepulturam, quae quibus Evangelium praedicabat, suum victum suis manibus transige-
ante vesperam facta est; sequens autem dies erat sabbati, quando eis bat (2 Thess 3,8): ubi magis impletum est quod ait, Plus ómnibus Mis
morem patrium servantibus, operari utique non licebat; tertio vero die laboravi; et adiunxit, Non autem ego, sed gratia Dei mecum (1 Cor
Dominus resurrexit, eosque revocavit ad spem quam de ¡lio non habere 15,10): ut hoc quoque appareat Dei gratiae deputandum, quod et ani-
iam coeperant: tamen si tune fecissent, putaremus eos illa quae ánimos mo et corpore poterat usque adeo plus illis ómnibus laborare, ut ñeque
eorum oceupaverat, desperatione fecisse. Nunc vero post eum sibi de cessaret ab Evangelio praedicando, ñeque tamen ex Evangelio, sicut lili,
sepulcro redditum vivum, post oblatam suis oculis et manibus, non sustentaret hanc vitam; cum id per tot gentes in quibus Chtisti nomen
solum videndam, verum etiam tangendam atque palpandam redivivae non fuerat prophetatum, multo latius atque fertilius seminaret. Ubi os-
carnis evidentissimam veritatem; post inspecta vulnerum loca, usque ad tendit ex Evangelio vivendi, hoc est victum habendi, non necessitatem
apostoli Thomae confessionem, qui se aliter crediturum non esse prae- Apostolis impositam, sed potestatem datam. Quam potestatem comme-
dixerat; post acceptum eius insufflatione Spiritum sanctum, post verba morat idem apostolus dicens: "Si nos vobis spiritualia seminavimus,
in suas aures eius ore prolata, Sicut misit me Pater, et ego mitto vos: magnum est si vestra carnalia metamus? Si alii potestatis vesttae parti-
quorum remiseritis peccata, remittuntur eis, et quorum retinueritis, re- cipant, non magis nos? Sed non sumus", inquit, "usi hac potestate".
tenta sunt (lo 20,21-23): súbito fiunt sicut fuerant, non hominum, sed Et paulo post: "Qui altari serviunt", inquit, "altari compattiuntur; sic
piscium piscatores. et Dominus otdinavit his qui Evangelium annuntiant, de Evangelio
3- His ergo quos hoc movet respondendum est, non eos fuisse vivere: ego autem nullo horum usus sum". Satis igitur apertum est,
prohibitos arte sua, licita scilicet atque concessa, victum necessarium non imperatum, sed in potestate Apostolis positum, ut aliunde non
s.Ag. 14 :o
Ü¡'i
610 Sobre el Evangelio de San Juan 122, 4 122, 6 Sobre el Evangelio de San Juan 611

con la predicación del Evangelio sembraban bienes espirituales, de los peces. Y ahora, con el favor de Dios, voy a deciros algo
recogiesen los materiales, esto es, lo necesario para su corporal sobre esta pesca.
sustento, y, como soldados de Cristo, recibiesen de sus proveedo- 5. Dice Simón Pedro: Voy a pescar. Dícenle quienes con
res la soldada. Con este motivo, este m i s m o soldado de Cristo él estaban: Vamos también nosotros contigo. Salieron y subieron
había d i c h o poco antes acerca de esto: ¿Quién sirve en la mili- a la barca, y en aquella noche no pescaron nada. Hecha ya la
cia a sus propias expensas? Y esto es lo a u e él hacía, p o r q u e tra- mañana, se presentó Jesús en la playa, sin conocer los discípulos
bajaba m á s q u e todos. Si, pues, San Pablo, p o r n o hacer uso, que era Jesús. Díceles, pues, Jesús: Muchachos, ¿tenéis algo para
como ellos, de aquella facultad q u e le era c o m ú n con los otros comer? Respondiéronle: No. Les dice: Echad la red a la derecha
de la barca y hallaréis. La echaron, y no podían arrastrar la red
predicadores del Evangelio, sino para militar a sus expensas y
por la cantidad de peces. Dice entonces aquel discípulo a quien
n o escandalizar a los gentiles, tan ajenos al n o m b r e de Cristo,
amaba Jesús a Pedro: Es el Señor. Pedro, habiendo oído que era
pareciéndoles venal su doctrina y teniendo él otra educación, apren-
'el Señor, se vistió la túnica, porque estaba desnudo, y se lantó
dió oficios q u e n o conocía para n o ser gravoso a sus oyentes y
al mar. Los otros discípulos vinieron en la barca (porque no es-
vivir del trabajo de sus m a n o s , ¿cuánto mejor San Pedro, q u e
taban lejos de la tierra, como unos doscientos codos) arrastrando
antes había sido pescador, volvió a ejercer lo q u e ya conocía, si
la red con los peces. Luego que tomaron tierra, vieron unas brasas
en aquella ocasión n o hallaba otro m o d o de procurarse el sus- preparadas y sobre ellas un pez, y un pan. Díceles Jesús: Traed
tento? de los peces que habéis cogido ahora. Subió Simón Pedro y arras-
4. Quizá a l g u n o pudiera objetar: ¿Cómo es q u e n o tenía, tró la red a la tierra con ciento cincuenta y tres peces de gran
si el Señor lo había p r o m e t i d o , cuando dijo: Buscad primero el tamaño. Y, con ser tantos, no se rompió la red.
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os darán por 6. Este es el g r a n misterio en el g r a n Evangelio de San
añadidura? En esta ocasión c u m p l i ó D i o s su promesa. P o r q u e J u a n , y p a r a m á s encarecerlo, escrito en el ú l t i m o lugar. El haber
; q u i é n r e u n i ó allí los peces q u e pescaron? Y p u e d e pensarse que sido siete los discípulos que t o m a r o n p a r t e en esta pesca: Pedro,
El los redujo a aquella p e n u r i a q u e los obligó a pescar, p o r q u e T o m á s , N a t a n a e l , los dos hijos del Z e b e d e o y otros dos cuyos
quería hacer a su vista aquel milagro, con el que, a la vez q u e n o m b r e s calló, con su n ú m e r o septenario, indican el fin del
daba el a l i m e n t o a los predicadores de su Evangelio, recomenda- tiempo. T o d o el t i e m p o da vueltas en los siete días. A esto se
ba el m i s m o Evangelio con el misterio encerrado en el n ú m e r o
mentó quod erat de numero piscium commendaturus augeret. De qua
re etiam nos quod ipse apposuerit, dicere iam debemus.
viverent nisi ex Evangelio, et ab eis quibus Evangelium praedicando 5. Dicit ergo Simón Petrus: Vado piscari. Dicunt ei qui cum illo
spiritualia seminabant, carnalia meterent; hoc est, carnis huius sustenta- erant: Venimus et nos tecum. Et exierunt et ascenderunt in navem: et
culum sumerent, et tanquara milites Christi stipendium debitum ac- illa nocte nihil apprehenderunt. Mane autem iam jacto stetit Iesus in
ciperent, sicut a provincialibus Christi. Unde idem ipse miles egregius littore; non tamen cognoverunt discipuli quia Iesus est. Dicit ergo eis
paulo superius de hac re dixerat, Quis militat suis stipendiis unquam? Iesus: Pueri, numquid pulmentarium habetis? Responderunt ei: Non.
(1 Cor 9,11-15.7). Quod tamen ipse faciebat, quia plus illis ómnibus Dicit eis: Mittite in dexteram navigii rete, et invenietis. Miserunt ergo,
laborabat. Si ergo beatus Paulus ut ea potestate, quam prefecto cum et iam non valebant illud trahere a multitudine piscium. Dicit ergo
caeteris Evangelii praedicatoribus habebat, non cum caeteris uteretur, sed discipulus Ule quem diligebat Iesus, Petro: Dominus est. Simón Petrus
suo stipendio militaret, ne gentes a nomine Christi penitus alienas doctri- cum audisset quia Dominus est, túnica succinxit se, erat enim nudus,
na eius quasi venalis offenderet, aliter educatus, artem quam non noverat et misit se in mare. Alii autem discipuli navigio venerunt (non enim
didicit, ut dum suis manibus transigitur doctor, nullus gravaretur auditor; longe erant a térra, sed quasi cubitis ducentis), trahentes rete piscium.
Ut ergo descenderunt in terram, viderunt prunas positas, et piscem
quanto magis beatus Petrus, qui iam piscator fuerat, quod noverat fecit,
superpositum, et panem. Dicit eis Iesus: Afferte de piscibus quos ap-
si ad praesens illud tempus, aliud unde viveret, non invenit? prehendistis nunc. Ascendit Simón Petrus, et traxit rete in terram ple-
4. Sed respondebit quispiam: Et cur non invenit, cum Dominus num magnis piscibus centum quinquaginta tribus. Et cum tanti essent,
promiserit dicens, Quaerite primum regnum et iustitiam Dei, et haec non est scissum rete.
omnia apponentur vobis? (Mt 6,33). Prorsus etiam sic Dominus quod 6. Hoc est magnum sacramentum in magno Ioannis Evangelio; et
promisit implevit. Nam quis alius pisces qui caperentut apposuit? qui ut vehementius commendaretur, loco ultimo scriptum. Quod ergo septem
non ob aliud credendus est eis ingessisse penufiam qua compellerentur discipuli fuerunt in ista piscatione, Petrus, et Thomas, et Nathanael, et
iré piscatum, nisi dispositum volens exhibere miraculum: ut simul et dúo filii Zebedaei, et alii dúo quorum nomina tacentur, isti suo septe-
praedicatores Evangelii sui pasceret, et ipsum Evangelium tanto sacra- nario numero finem significant temporis. Universum quippe septem
612 Sobre el Evangelio de San ]uan 122, 7 122, 7 Sobre el Evangelio de San Juan 613
refiere el estar Jesús en la playa ya hecha la m a ñ a n a , p o r q u e después de la resurrección del Señor, p o r q u e en aquélla repre-
la playa es el t é r m i n o del mar, y así significa el fin del t i e m p o , sentó Cristo nuestra vocación, y en ésta nuestra resurrección. Allí
representado t a m b i é n por la extracción de la red hacia la tierra, n o se lanza la red, ni a la derecha, para n o significar solamente
esto es, hacia la playa p o r Pedro. Lo cual explicó el m i s m o Se- a los buenos, ni a la izquierda, p a r a n o entender solamente a los
ñor c u a n d o expuso la parábola de la red lanzada al mar, y la malos; sino de u n m o d o general: Lanzad, dice, las redes para pes-
traen, dice, al litoral. Y e x p o n i e n d o el significado del litoral, dice: car, d a n d o a e n t e n d e r que están mezclados los buenos con los ma-
Así será el fin del tiempo. los; m a s aquí dice: Echad la red a la derecha de la nave, p a r a
7. M a s aquélla era una parábola por vía de ejemplo: n o significar q u e a la derecha estaban solamente los buenos. Allí la
era u n hecho. C o n este hecho quiso el Señor dar a e n t e n d e r c ó m o red se r o m p í a , recordando los cismas; m a s aquí, como entonces
será la Iglesia en el fin del t i e m p o ; y con aquella parábola, c ó m o n o habrá cismas en aquella paz suma de los santos, tuvo el evan-
es la Iglesia en el t i e m p o presente. Por haber dicho aquélla al gelista cuidado de anotar que, siendo tantos, es decir, tan gran-
p r i n c i p i o de su predicación y haberse ejecutado esta pesca des- des, no se rompió la red; c o m o acordándose de cuando se r o m -
pués de su resurrección, dio a e n t e n d e r q u e aquella captura de pió, y encareciendo este bien en comparación de aquel mal.
peces significaba a los buenos y a los malos q u e ahora hay en la E n aquélla fue tan g r a n d e la multitud de peces, que, llenas las
Iglesia, y ésta representa solamente a los buenos, q u e tendrá dos naves, se sumergían, esto es, amenazaban sumergirse; n o se
siempre al fin del m u n d o y después de la resurrección de los h u n d i e r o n , p e r o estaban en peligro. ¿ D e dónde hay tantos males
muertos. E n aquélla, finalmente, Jesús n o estaba de p i e en la playa, en la Iglesia, sino de que n o es posible hacer frente a la ava-
c o m o en ésta, c u a n d o m a n d ó pescar, sino que, subiendo a una lancha q u e para h u n d i r la disciplina entra en sus costumbres,
de las naves, que era la de Simón Pedro, le rogó que la retirase e n t e r a m e n t e opuestas al c a m i n o de los santos? E n ésta lanzaron
un poco de la tierra, y, sentándose en ella, enseñaba a las turbas. la red a la derecha de la nave y no podían arrastrarla por la
Cuando cesó de hablar, dijo a Simón: Rema hacia adentro y lan- cantidad de peces. ¿Qué significa q u e no podían arrastrarla sino
zad las redes para pescar. Lo q u e entonces pescaron, fue recogido q u e los q u e pertenecen a la resurrección de la vida, esto es, a
en las naves, n o como ahora, q u e fue extraída la red hacia la la derecha, y t e r m i n a n su vida d e n t r o de las redes del n o m b r e
tierra. Por estas señales y otras q u e quizá p u e d a n hallarse, aqué- cristiano, n o aparecerán sino en la playa, es decir, cuando hayan
lla representaba a la Iglesia en este m u n d o , y ésta a la Iglesia resucitado en el fin del m u n d o ? Por eso n o fueron capaces de arras-
en el fin del m u n d o . Por eso aquélla tuvo lugar antes y ésta trar las redes y descargar en la embarcación los peces cogidos,
c o m o hicieron con los otros, q u e r o m p i e r o n las redes y pusieron
diebus volvitur tempus. Ad hoc pertinet quod mane facto lesus stetit
in littore; quia etiam littus finís est maris, et ideo finem significat saecu-
significavit vocatos, hic resuscitatos. Ibi retia non mittuntur in dexteram,
li. Eumdem finem saeculi ostendit et quod Petrus rete extraxit in ter-
ne solos significent bonos, nec in sinistram, ne solos malos; sed indif-
ram, hoc est in littus. Quod ipse Dominus aperuit, ubi alio quodam
ferenter, Láxate, inquit, retia vestra in capturam, ut permixtos intelliga-
loco de sagena in mare missa similitudinem dedit: Et eam trahunt, in-
mus bonos et malos: hic autem, inquit, Mittite in dexteram navigii rete,
quit, ad littus. Quod littus quid esset exponens, ait: Sic erit in consum-
ut significare! eos qui stabant ad dexteram, solos bonos. Ibi rete propter
matione saeculi (Mt 13,48.49).
significanda schismata rumpebatur: hic vero quoniam tune iam in illa
7. Sed illa verbi est, non rei gestae parábola: re autem gesta, sicut summa pace sanctorum nulla erunt schismata, pertinuit ad Evangelistam
hoc loco qualiter in saeculi fine futura sit, ita Dominus alia piscatione dicere, Et cum tanti essent, id est, tam magni, non est scissum rete;
significavit Ecclesiam qualiter nunc sit. Quod autem illud fecit in initio tanquam illud respiceret ubi scissum est, et in illius mali comparatione
praedicationis suae, hoc vero post resurrectionem suam, hinc ostendit commendaret hoc bonum. Ibi capta est multitudo piscium tanta, ut im-
illam captutam piscium, bonos et malos significare, quos nunc habet pleta dúo navigia mergerentur (Le 5,3-7), id est, in submetsionem
Ecclesia; istam vero tantummodo bonos, quos habebit in aeternum, com- premerentur: non enim mersa sunt, sed tamen periclitata. Unde enim
pleta in fine huius saeculi resurrectione mortuotum. Denique ibi lesus existunt in Ecclesia, tanta quae gemimus; nisi cum tantae multitudini
non sicut hic in littore stabat, quando iussit pisces capi; sed ascendens obsisti non potest, quae ad submetgendam ptopemodum disciplinam
in unam navim quae erat Simonis, rogavit eum ut a térra reduceret intrat cum moribus suis a sanctorum itinere penitus alienis? Hic autem
pusillum; et in ea sedens docebat turbas. Ut cessavit autem toqui, dixit miserunt rete in dexteram partem, et iam non valebant illud trahere a
ad Simonem: Duc in altum, et láxate relia vestra in capturam. Et illic multitudine piscium. Quid est, iam non valebant illud trahere, nisi quia
quod captum est piscium in naviculis fuit, non sicut hic rete extraxerunt illi qui pettinent ad resurrectionem vitae, id est ad dexteram, et intra
in terram. His signis et si qua alia potuerint reperiri, ibi Ecclesia in christiani nominis retia defunguntur, nonnisi in littore, id est in fine
hoc saeculo, hic vero in fine saeculi figurata est: ideo illud ante, hoc saeculi cum resurrexerint, apparebunt? Ideo non valuerunt sic ttahere
autem post resurrectionem Domini factum est; quia ibi nos Christus retia, ut in navem tefundetent quos ceperant pisces; sicut de illis om-
5^4 Sobre el Evangelio de San Juan 122, 8 122 8 Sobre el Evangelio de San Juan 615
en peligro a las naves. A estos que salen de la derecha los al Espíritu Santo, lo atestiguan documentos de las Sagradas Es-
guarda la Iglesia en el sueño de la paz, después de salir de esta crituras dignos de consideración. La santidad o santificación per-
vida mortal, como escondidos en lo profundo, hasta que llegue tenecen propiamente al Espíritu Santo; y así, siendo Espíritu
a la playa adonde es arrastrada como a unos doscientos pasos. el Padre y Espíritu el Hijo, porque Dios es Espíritu; y siendo
Lo que allí era representado por las dos naves, es decir, la cir- Santo el Padre y Santo el Hijo, el nombre propio del Espíritu
cuncisión y el prepucio, creo que aquí está representado por los de ambos es Espíritu Santo. Y ¿dónde por primera vez sonó
doscientos codos en atención a las dos clases de elegidos, ciento en la Ley la palabra santijicación sino en el séptimo día? No
de la circuncisión y ciento del prepucio, porque el número, su- santificó el día primero, en que creó la luz; ni el segundo, en
madas las centenas, pasa a la derecha. Finalmente, en aquella que creó el firmamento; ni el tercero, en que separó el mar
pesca no se expresa el número de los peces, como si allí se veri-
de la tierra, y la tierra brotó las plantas y los árboles; ni el
ficase lo que dice el profeta: Prediqué y hablé y se multiplica-
cuarto, en el cual fueron hechos los astros; ni el quinto, en el
ron sin número; mas aquí no excede ninguno del número, que
cual dio el ser a los animales que viven en las aguas y vuelan
se fija en ciento cincuenta y tres. Con la ayuda del Señor os
daré la razón de este número. por los aires; ni el sexto, en que creó los animales que pueblan
la tierra y al mismo hombre; sólo santificó al día séptimo, en el
8. Si quisiéramos representar a la Ley por un número, ¿cuál cual descansó de todas sus obras. Convenientemente, pues, el
sería sino el diez? Sabemos muy bien que el decálogo de la Ley, número séptimo representa al Espíritu Santo. Asimismo, el pro-
esto es, aquellos diez conocidísimos mandamientos, fueron pri- feta Isaías dice: Reposará en mi el espíritu del Señor. Y a con-
meramente escritos por el dedo de Dios en dos tablas de pie-
tinuación, recomendándolo bajo una operación o don septena-
dra. La Ley, sin la ayuda de la gracia, da origen a los prevari-
rio, añade: Espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu
cadores, y se queda sólo en la letra. Por esto principalmente dice
de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de piedad, y le
el Apóstol: La letra mata, mas el espíritu vivifica. Júntese el es-
píritu a la letra para que la letra no mate a quien el espíritu llenará el Espíritu del temor de Dios. Y en el Apocalipsis, ¿no
no da vida. Cumplamos los preceptos de la Ley, apoyados no se mencionan los siete espíritus de Dios, no siendo más que un
en nuestros méritos, sino en la gracia del Salvador. Cuando a la solo Espíritu, que reparte a cada uno sus dones como quiere?
Ley se une la gracia, es decir, el espíritu a la letra, se añaden Esta operación septenaria fue así llamada por el mismo Espíri-
siete al número diez. Y que este número septenario significa tu, que asistía al escritor para mencionar a los siete espíritus.
Uniéndose, pues, a la Ley el Espíritu Santo con el número sep-
nibus factum est, quibus rete disruptum, et naviculae pressae sunt. Ha-
bet autem istos dextros Ecclesia post finem vitae huius in somno pacis, quippe numero, id est septenario, significati Spiritum sanctum, adver-
velut in profundo latentes, doñee ad littus rete perveniat quo trahebatur, tencia Litterarum sacrarum documenta testantur. Nempe enim sanctitas
quasi a cubitis ducentis. Quod autem illie duabus naviculis, propter vel sanctificatio ad sanctum proprie pertinet Spiritum: unde cum et
circumeisionem et praeputium; hoc isto loco ducentis cubitis existimo Pater spiritus sit, et Filius spiritus sit, quoniam Deus spiritus est (lo 4,24);
figuratum, propter utriusque generis electos, et circumeisionis et praepu- et Pater sanctus, et Filius sanctus sit: proprio tamen nomine amborum
tii, tanquam centum et centum; quia in summa centenarii numerus ad Spiritus vocatur Spiritus sanctus. Ubi ergo primum in Lege sonuit sanc-
dexteram transit. Postremo in illa píscatione numerus piscium non ex- tificatio, nisi in die séptimo? Non enim sanctificavit Deus diem pri-
primitur, tanquam illud ibi fiat quod praedictum est per prophetam, mum, in quo fecit lucem; aut secundum, in quo firmamentum; aut
Annuntiavi et locutus sum; multiplicati sunt super numerum (Ps 39,6): tertium, in quo discrevit mare a térra, et tetra herbam lignumque pro-
hic vero non sunt aliqui super numerum, sed certus est numerus centum duxit; aut quartum, in quo sidera sunt creata; aut quintum, in quo
quinquaginta tres; cuius numeri ratio Domino adiuvante reddenda est. animalia quae in aquis vivunt et in aere volitant; aut sextum, in quo
8. Si enim numerum constituamus qui Legem significet, quid erunt terrestris anima viva et ipse homo: sed sanctificavit diem septimum,
nisi decem? Decalogum quippe Legis, id est, decem notissima illa prae-
in quo requievit ab operibus suis (Gen 1 et 2,3). Conveniente! igitur
cepta digito Dei duabus lapidéis tabulis primum fuisse conscripta cer-
septenario numero significatur Spiritus sanctus. Isaias etiam propheta,
tissimum nobis est (Deut 9,10). Sed Lex quando non adiuvat gratia,
praevaricatores facit, et tantummodo in littera est: propter hoc enim Requiescet, inquit, in eo Spiritus Dei: eumque deinceps commendans
máxime ait Apostolus, Littera occidit, spiritus autem vivificat (2 Cor opere vel muñere septenario, Spiritus, inquit, sapientiae et intellectus
3,6). Accedat ergo ad litteram spiritus, ne occidat littera quem non spiritus consilii et fortitudinis, spiritus scientiae et pietatis, et implebit
vivificat spiritus, sed ut operemur praecepta Legis, non viribus nostris, illum spiritus timoris Dei (Is 11,2.3). Quid in Apocalypsi? nonne sep-
sed muñere Salvatoris. Cum autem accedit ad Legem gratia, id est, ad tem spiritus Dei dicuntur (Apoc 3,1), cum sit unus atque idem Spiritus,
littetam spiritus, quodammodo denario numero additur septenarius. Isto dividens propria unicuique prout vult? (1 Cor 12,11). Sed operario
septenaria unius Spiritus sic appellata est ab eodem Spiritu, qui scri-
bentj adfuit, ut septem spiritus dicerentur- Cum ¡taque Legis denario
616 Sobre el Evangelio de San Juan 122, 8 122, 9 Sobre el Evangelio de San Juan 617
tenario, se forma el n ú m e r o diecisiete; y este n ú m e r o , creciendo para indicar q u e es uno el que se manifiesta a través de las
con la suma de todos los n ú m e r o s q u e lo c o m p o n e n , da la suma siete operaciones; y sabemos que el Espíritu Santo, cuya venida
de ciento cincuenta y tres. Así, si a u n o le añades dos, dan tres; fue o r d e n a d o a los discípulos esperar, fue enviado cincuenta días
si a tres le sumas tres y cuatro, son diez; y si después vas aña- después de la resurrección del Señor.
d i e n d o los n ú m e r o s siguientes hasta diecisiete, se llega al nú- 9- N o de balde, pues, se dijo de estos peces q u e fueron
m e r o antes dicho; esto es, si a diez, formado p o r el tres y cuatro tantos y tan grandes, esto es, ciento cincuenta y tres, y grandes.
a partir del uno, le añades cinco, son quince; súmale seis, y Y arrastró hasta la tierra la red con ciento cincuenta y tres
tienes v e i n t i u n o ; a éste añádele siete, y tendrás veintiocho; sú- grandes peces. Porque, h a b i e n d o d i c h o el Señor: No vine a abo-
male sucesivamente ocho, nueve y diez, y serán cincuenta y lir la Ley, sino a cumplirla, y d e b i e n d o dar al Espíritu Santo
cinco; añade ahora once, doce y trece, y tendrás noventa y u n o ; poder cumplirla, c o m o s u m a n d o siete a los diez, interpuestas al-
vuelve a sumarle catorce, quince y dieciséis, y s u m a r á n ciento gunas pocas palabras, dijo: Quien desatare el más pequeño de
treinta y seis; a éste añádele el q u e queda, y del cual tratamos, estos preceptos y así lo enseñare a los hombres, éste será llama-
q u e es el diecisiete, y se completará el n ú m e r o de los peces. do mínimo en el reino de los cielos; mas quien los cumpla y en-
Mas n o quiere decir esto q u e sólo ciento cincuenta y tres jus- señe a cumplirlos, será grande en el reino de los cielos. Ese m í -
tos han de resucitar a la vida eterna, sino todos los millares de n i m o q u e con su ejemplo destruye lo q u e dice con sus palabras,
santos q u e p e r t e n e c e n a la gracia del Espíritu Santo. Esta gra- puede representar a la Iglesia, significada en aquella p r i m e r a
cia hace c o m o u n convenio con la Ley d e D i o s , c o m o con u n pesca, compuesta de los buenos y de los malos, p u e s a ella se
adversario, para que, d a n d o vida el espíritu, n o m a t e la letra, la llama reino de los cielos; y así dice: El reino de los cielos
antes con la ayuda del espíritu sea c u m p l i d a la letra, y si en es semejante a la red lanzada a la mar, que recoge toda clase
algo n o se cumple, sea p e r d o n a d o . Cuantos p e r t e n e c e n a esta de peces. D o n d e quiere incluir a los buenos y a los malos,
gracia son figurados p o r este n ú m e r o , es decir, son significados que después en el litoral, esto es, en el fin del m u n d o , serán
figurativamente. Ese n ú m e r o incluye además tres veces al quin- separados. Finalmente, para hacernos ver q u e estos m í n i m o s son
cuagenario, y tres m á s p o r el misterio de la Trinidad. El cin- los reprobos, q u e predican el bien con la palabra y lo destru-
cuenta se forma m u l t i p l i c a n d o siete p o r siete y añadiéndole u n o , yen con su mala vida, y q u e n o sólo c o m o m í n i m o s , sino q u e
p o r q u e siete por siete son cuarenta y nueve. Y se le añade u n o en m a n e r a alguna han de estar en el reino de los cielos; des-
pués de decir: Será llamado mínimo en el reino de los cielos,
Spiritus sanctus per septenarium numerum accedit, fiunt decem et sep-
tem: qui numerus ab uno usque ad seipsum computátis ómnibus cres- Unus autem additur, ut eo significetur unum esse qui per septem prop-
cens, ad centum quinquaginta tres pervenit. Ad unuffl enim si aducías ter operationem septenariam demonstratur: et novimus Spiritum sanc-
dúo, fiunt utique tres; his si aducías tres et quatuor, fiunt omnes de- tum post ascensionem Domini quinquagesimo die missum, quem disci-
cem; deinde si aducías omnes números qui sequuntur usque ad decem puli iussi sunt exspectare promissum (Act 2,2-4; 1,4).
et septem, ad supradictum numerum summa perducitur; id est, si ad 9. Non igitur frustra dicti sunt hi pisces et tot et tanti, id est et
decem, quo ab uno usque ad quatuor perveneras, addas quinqué, fiunt centum quinquaginta tres et magni. Sic enim scriptum est: Et traxit
quindecim: his addas sex, et fiunt viginti unum; his addas septem, et rete in terram plenum magnis piscibus centum quinquaginta tribus.
fiunt viginti octo; his addas octo et novem et decem, et fiunt quinqua- Cum enim dixisset Dominus, Non veni solvere Legem, sed implere, da-
ginta quinqué; his addas undecim et duodecim et tredecim, et fiunt turas utique Spiritum per quem Lex posset impleri, tanquam septem ad-
nonaginta unum; his rursum quatuordecim et quindecim et sexdecim, diturus ad decem; paucissimis verbis interpositis ait, Qui ergo solverit
et fiunt centum triginta sex: huic numero adde illum qui restat de unum de mandatis istis minimis, et docuerit sic homines, minimus vo-
quo agitur, id est decem et septem, et piscium numerus ille comple- cabitur in regno caelorum: qui autem jecerit et docuerit, magnus voca-
bitur. Non ergo tantummodo centum quinquaginta tres sancti ad vitam bitur in regno caelorum. Iste ergo poterit pertinere ad numerum pis-
resurrecturi significantur aeternam, sed millia sanctorum ad gratiam Spi- cium magnorum. Minimus autem ille qui solvit factis quod docet verbis,
ritus pertinentium: qua gratia cum Lege Dei tanquam cum adversario in tali Ecclesia potest esse, qualem significat piscium prima illa cap-
concordatur; ut vivificante Spiritu littera non occidat, sed quod per tura, habentem bonos et malos, quia et ipsa dicitur regnum caelorum:
litteram iubetur, Spiritu adiuvante compleatur, et si quid minus ftt, propter quod ait, Simile est regnum caelorum sagenae missae in mare,
remittatur. Omnes ergo ad istam gratiam pertinentes, hoc numero fígu- et ex omni genere congreganti (Mt 13,47). Ubi vult intelligi etiam
rantur, hoc est figúrate significantur. Qui numerus ter habet etiam quin- bonos, et malos; quos dicit in littore, id est, in fine saeculi separandos.
quagenarium numerum, et insuper ipsa tria propter mysterium Trinita- Denique ut ostenderet istos minimos reprobos esse, qui docent bona lo-
tis: quinquagenarius autem multiplicatis septem per septem, et unius quendo, quae solvunt male vivendo, nec quasi minimos in vita aeterna
adiectione completur; nam septies septem, fiunt quadraginta novem. futuros, sed omnino ibi non futuros; cum dixisset, Minimus vocabitur
618 Sobre el Evangelio de San Juan 122, 9 123, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 619
añade en seguida: Os digo que, si vuestra justicia no fuere ma-
yor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de TRATADO 123
los cielos. Esos son los verdaderos escribas y fariseos, q u e se DESDE LO QUE DIJO J E S Ú S : "VENID Y COMED", HASTA: "ESTO LE DIJO,
sientan en la cátedra de Moisés, de los cuales dice: Haced lo que INDICANDO LA MUERTE CON QUE HABÍA DE GLORIFICAR A D I O S "
dicen, mas no hagáis lo que ellos hacen, -porque dicen y no
hacen; enseñan con sus predicaciones lo que deshacen con sus 1. C o n la tercera aparición a sus discípulos después de su
costumbres. Y , p o r consiguiente, q u i e n es m í n i m o en el reino resurrección termina el Evangelio de San Juan. Y a h e m o s tra-
d e los cielos, c o m o entonces será la Iglesia, n o entrará en el r e i n o tado, c o m o nos ha sido posible, de la p r i m e r a parte, hasta d o n d e
de los cielos, cual entonces será la Iglesia; p o r q u e , e n s e ñ a n d o se cuenta q u e fueron cogidos ciento cincuenta y tres peces por
lo q u e n o p o n e en práctica, n o pertenecerá a la c o m p a ñ í a de los los discípulos a quienes se apareció, y que, con ser grandes, n o
que hacen lo q u e enseñan, y, p o r lo tanto, n o estará en el nú- se r o m p i ó la red. V a m o s ahora a considerar lo q u e sigue y a
m e r o de los peces grandes, pues quien cumple y enseña a cum- discutirlo, según los auxilios que el Señor se digne concedernos.
plir, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Y por- T e r m i n a d a aquella pesca, díceles Jesús: Venid y comed. Y nin-
q u e éste será grande, estará allí donde el m í n i m o n o p o d r á es- guno de los que estaban recostados se atrevía a preguntarle:
tar. Allí serán tan grandes, q u e el m e n o r de ellos es mayor q u e ¿Tú quién eres?, sabiendo que era el Señor. Si lo sabían, ¿qué
el más g r a n d e de acá. Sin e m b a r g o , quienes acá son grandes, necesidad tenían de p r e g u n t a r ? Y si n o era necesario, ¿por q u é
es decir, en el reino de los cielos, d o n d e la red coge a los bue- dice q u e no se atrevían, indicando q u e era necesario, m a s n o
nos y a los malos, y hacen lo q u e enseñan, en aquella eternidad se atrevían por algún temor? Así, pues, el sentido es éste: T a n -
del r e i n o de los cielos serán mayores, p e r t e n e c i e n d o a la derecha ta era la evidencia de la verdad con q u e Jesús aparecía a aque-
y a la resurrección de la vida, significados p o r los peces de esta llos discípulos, q u e n i n g u n o d e ellos se atrevía, n o ya a negar-
pesca. Sigue ahora la narración de la comida del Señor con los lo, mas ni siquiera a dudarlo; p o r q u e , si alguno dudase, de-
siete discípulos y de las palabras q u e dijo después de la comida biera p r e g u n t a r l o . D i c e q u e nadie se atrevía a preguntarle: Quién
y la conclusión de este Evangelio. D e todo ello trataremos, si eres; c o m o si dijera: nadie se atrevía a dudar que era El.
D i o s nos lo p e r m i t e ; mas n o he de abreviarlo en este sermón.
2. Acércase Jesús y toma el pan y se lo da a ellos, e igual-
mente el pez. Señala cuál era la comida, de la cual diremos t a m -
in regno caelorum, continuo sublecit, Dico enim vobis, quia nisi abun-
daverit iustitia vestra plus quam Scribarum et Pharisaeorum, non intrabi-
tis in regnum caelorum (Mt 5,17-20). lili sunt certe, Scribae et Pha-
risaei, qui cathedram Moysi sedent, et de quibus ait, Quae dicunt fa- TRACTATUS 123
cite; quae autem faciunt, faceré nolite: dicunt enim et non faciunt DE EO QUOD DICIT I E S U S , V E N I T E , P R A N D E T E ; USQUE AD I D , H O C AUTEM DIXIT,
(ibid. 23,2.3): docent sermonibus, quod solvunt moribus. Consequens SIGNIFICANS QUA MORTE CI.ARIFICATURUS ESSET D E U M
est ergo, ut qui minimus est in regno caelorum, qualis nunc est Ec-
clesia, non intret in regnum caelorum, qualis tune erit Ecclesia; quo- 1. In eo quod tertio Dominus post resurrectionem manifestavit se
niam docendo quod solvit, ad eorum societatem qui faciunt quod do- discipulis suis, beati Ioannis apostoli Evangelium terminatur: in quo
cent, non pertinebit: et ideo non erit in numero piscium magnorum; quo- iam pertractavimus, ut valuimus, partem priorem, usque ad eum locum
niam qui fecerit et docuerit, magnus vocabitur in regno caelorum. Et ubi narratum est captos fuisse pisces centum quinquaginta tres a disci-
quia hic magnus erit, ideo ibi erit, ubi minimus ille non erit. Usque pulis quibus se demonstravit, et cum magni essent, retia non esse dis-
adeo quippe ibi magni erunt, ut qui minor ibi est, maior sit eo quo rupta. Deinde quae sequuntur consideranda sunt, et quantum adiuvat
hic nemo maior est (ibid. 11,11). Sed tamen qui hic magni sunt, id Dominus, sicut res postulare videbitur, disserenda. Peracta quippe illa
est, qui in regno caelorum, ubi sagena congregat bonos et malos, fa- piscatione, Dicit eis lesus: Venite, prandete. Et nemo audebat discum-
ciunt bona quae docent, ipsi erunt in illa regni caelorum aeternitate bentium interrogare eum, Tu quis es? scientes quia Dominus est. Si
maiores, quos isti ad dexteram et resurrectionem vitae pertinentes in- ergo sciebant, quid opus erat ut interrogarent? si autem non opus erat,
dicant pisces. Sequitur de prandio Domini cum istis septem discipulis, quare dictum est, non audebant; quasi opus esset, sed timore aliquo non
et de his quae post prandium locutus est, ac de ipsius Evangelii termi- auderent? Sensus ergo hic est: tanta erat evidentia veritatis, qua Iesus
no, ut Deus quod donaverit disseramus: sed hoc non est isto sermone illis discipulis apparebat, ut eorum non solum negare, sed nec dubitare
coarctandum. quidem ullus auderet; quoniam si quisquam dubitaret, utique interro-
gare deberet. Sic ergo dictum est, Nemo audebat eum interrogare, Tu
quis es? ac si diceretur, Nemo audebat dubitare quod ipse esset.
2. Et venit lesus, et accípit panem, et dat eis, et piscem similiter.
Ecce dictum est etiam quid pranderent: de quo prandio aliquid suave
620 Sobre el Evangelio de San Juan 123, 2 123, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 621
bien nosotros algo suave y saludable, si El nos alimenta t a m b i é n J u a n , aun t e n i e n d o otras m u c h a s cosas que decir de Cristo, y ab-
a nosotros. E n la narración anterior se dijo q u e estos discípulos, sorto, según m i parecer, en alta contemplación de cosas excelsas,
al bajar a tierra, vieron unas ascuas -preparadas y un pez puesto concluye su Evangelio. En esta captura de los ciento cincuenta
sobre las brasas, y un pan. N o debe entenderse que el p a n y tres peces es figurada la Iglesia tal como ha de ser en los
estuviese igualmente puesto sobre las brasas, sino q u e ha de b u e n o s : y a cuantos creen, esperan y a m a n estas cosas, p o r la
sobrentenderse el verbo vieron. Y p o n i e n d o este verbo en su c o m i d a se les declara su participación en tan excelente bien-
lugar, tendremos formada así la frase: Vieron unas brasas p r e - aventuranza.
paradas y sobre ellas u n pez, y vieron u n pan. O mejor así: Vie- 3. Esta es la tercera vez que Jesús se manifestó a sus dis-
ron unas brasas y u n pez puesto sobre ellas y vieron t a m b i é n cípulos después de resucitado de entre los muertos. Lo cual de-
u n pan. Por m a n d a t o del Señor trajeron t a m b i é n de los peces bemos referirlo, n o a las apariciones, sino a los días, esto es,
q u e allí h a b í a n pescado, y, a u n q u e n o diga que ellos lo ejecuta- en el día de la resurrección, ocho días después, c u a n d o el dis-
ron, dice expresamente que el Señor lo ordenó, pues dijo: cípulo T o m á s vio y creyó, y hoy, cuando hizo esto con los p e -
Traed de los peces que habéis cogido ahora. Y ¿quién va a creer ces; a u n q u e n o dice después de cuántos días sucedió. E n el día
que ellos n o hicieron lo q u e el Señor les m a n d ó ? Con esto p r i m e r o n o fue visto una vez sola, c o m o se demuestra p o r el
hizo el Señor una comida para aquellos siete discípulos suyos, a cotejo de todos los evangelistas. Y así, como h e m o s dicho, h a n
saber, con el pez q u e h a b í a n visto sobre las brasas y con al- de contarse las manifestaciones por días, de m o d o q u e ésta es
gunos de los q u e habían cogido y con el p a n q u e ellos habían la tercera. La p r i m e r a debe considerarse c o m o una sola, a u n q u e
visto, según la narración. El pez asado es Cristo sacrificado. El en el m i s m o día se manifestó varias veces; la segunda, ocho
m i s m o es el p a n bajado del cielo. A este p a n se incorpora la días después; y ésta la tercera, y p o s t e r i o r m e n t e cuantas veces
Iglesia p a r a participar de la eterna bienaventuranza. Por eso q u i s o hasta el día cuarenta, en que subió al cielo, a u n q u e n o
dice: Traed de los peces que ahora habéis cogido, para que todas estén consignadas.
cuantos abrigamos esta esperanza p o d a m o s , p o r m e d i o de estos
4. " D e s p u é s de haber comido, dice a Simón P e d r o : Simón,
siete discípulos, en los cuales se p u e d e ver figurada la totalidad
hijo de J u a n , ¿me amas más q u e éstos? D í c e l e : Así es, Señor;
de todos nosotros, t o m a r parte en tan excelente sacramento y
tú sabes que te amo. Y le dice: Apacienta mis corderos. Vuelve
quedar asociados a la m i s m a bienaventuranza. Esta es la comi-
a decirle: Simón, hijo de J u a n , ¿me amas? Le contesta: Así es,
da del Señor con sus discípulos, con lo cual el evangelista San
Domini prandium est cum discipulis suis, ad quod Ioannes Evangelium
ac salubre dicemus et nos, si pascat et nos. Superius narratum est quod suum, cum haberet de Christo alia multa quae diceret, magna ut exis-
isti discipuli, quando descenderunt in terram, viderunt prunas positas, timo, et rerum magnarum contemplatione concludit. Hic enim Ecclesia
et piscem superpositum, et panem. Ubi non est intelligendum etiam qualis in solis bonis futura est, significatur per capturam centum quin-
superpositum panem fuisse prunis, sed tantum subaudiendum, Viderunt. quaginta trium piscium; et eis qui haec credunt, sperant, diligunt, par-
Quod verbum si repetamus eo loco ubi subaudiendum est, ita totum dici ticipado tantae beatitudinis per hoc prandium demonstratur.
potest: Viderunt prunas positas, et piscem superpositum, et panem vi- 3. Hoc iam tertio, inquit, manifestatus est Iesus discipulis suis,
derunt. Vel ita potius: Viderunt prunas positas, et piscem superpositum, cum resurrexisset a mortuis. Quod non ad ipsas demonstrationes, sed ad
viderunt et panem. Iubente etiam Domino attulerunt et de piscibus dies referre debemus (id est primo die, cum surrexit; et post dies octo,
quos ipsi ceperant: quod eos fecisse quamvis a narrante non esset ex- quando discipulus Thomas vidit et credidit, et hodie quando hoc de
pressum, tamen Dominum iussisse non tacitum est. Ait enim: Afferie piscibus fecit; post quot autem dies id fecerit, dictum non est); nam
de piscibus quos apprehendistis nunc (lo 21,9.10). Et utique iubente ipso primo die non semel visus est, sicut EvangeJistarum omnium tes-
illo eos non fecisse quis credat? Hinc ergo fecit prandium Dominus timonia collata demonstrant: sed, sicut dictum est, secundum dies nu-
illis septem discipulis suis, de pisce sciiicet quem prunis superpositum merandae sunt manifestationes eius, ut ista sit tertia; prima quippe ha-
viderant, huic adiungens ex illis quos ceperant, et de pane quem nihi- benda sit, eademque una propter unum diem, quotiescumque se et
lominus eos vidisse narratum est. Piscis assus, Christus est passus. Ipse quibuscumque, die illo quo resurrexit, ostendit; secunda post dies octo,
est et pañis qui de cáelo descendit (ibid. 6,41). Huic incorporatur et haec tertia, ct deinde quoties voluit usque ad diem quadragesimum,
Ecclesia ad participandam beatitudinem sempiternam. Propter quod dic-
quo ascendit in caelum, quamvis non scripta sint omnia.
tum est, Afferte de piscibus quos apprehendistis nunc; ut omnes qui
hanc spem gerimus, per ilJum septenarium numerum discipulorum, per 4. "Cum ergo prandissent, dicit Simoni Petro: Simón Ioannis, di-
quem potest hoc loco nostra universitas intelligi figurata, tanto Sacra- ligis me plus his? Dicit ei: Etiam, Domine, tu seis quia amo te. Dicit
mento nos communicare nossemus, et eidem beatitudini sociari. Hoc ei: Pasee agnos meos. Dicit ei iterum: Simón Ioannis, diligis me?
Ait illi: Etiam, Domine, tu seis quia amo te. Dicit ei: Pasee agnos
622 Sobre el Evangelio de San Juan 123, 4 123, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 623
es, Pedro, cuando no debes tener miedo a la muerte, porque
Señor; tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos. Y
vive Aquel a quien tú llorabas muerto, y, llevado de tu amor
le dice por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? En-
carnal, no querías que muriese por nosotros. Osaste ir delante
tristecióse Pedro por preguntarle por tercera vez ¿me amas?, y
de tu guía, temblaste ante el que le perseguía. Derramado por
le dice: Señor, tú sabes todas las cosas, tú sabes que yo te amo.
ti el precio de su sangre, puedes ahora seguir a tu Redentor, y
Dícele: Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo
seguirle hasta la muerte de cruz. Ya has oído las palabras de
que, cuando eras joven, te ceñías y caminabas por donde que-
Aquel cuya veracidad has experimentado; predijo tu pasión el
rías; mas, cuando seas viejo, extenderás tus manos y otro te ce- mismo que predijo tu negación.
ñirá y te conducirá a donde tú no quieres. Esto dijo manifes-
5. Mas antes pregunta el Señor lo que El ya sabía, y no
tando con qué muerte había de glorificar a Dios". Este fue el sólo una vez, sino dos y tres veces, si Pedro le amaba, y otras
fin de aquel negador y amador: engreído con la presunción, tantas veces le oye decir que le ama, y otras tantas no le reco-
postrado con la negación; purgado con las lágrimas, coronado mienda otra cosa que el apacentamiento de sus ovejas. La triple
con la pasión; este fin halló: morir en caridad perfecta por negación es compensada con la triple confesión, para que la
el nombre de Aquel con quien había prometido morir, arras- lengua no fuese menos esclava del amor que del temor y a fin
trado por una perversa precipitación. Confirmado con su re- de que no pareciese que la inminencia de la muerte le obligó
surrección, realice lo que a destiempo su flaqueza prometía. Con- a decir más palabras que la presencia de la vida. Sea oficio
venía que Cristo muriese antes para salvar a Pedro y después del amor apacentar la grey del Señor, ya que fue indicio de te-
muriese Pedro por la predicación de Cristo. Sucedió en segundo mor haber negado al Pastor. Quienes apacientan las ovejas de
lugar lo que había comenzado a osar la humana temeridad, sien- Cristo con ánimo de hacerlas suyas propias y no de Cristo, cla-
do éste el orden dispuesto por la Verdad. Pensaba Pedro morir ramente manifiestan que se aman a sí mismos y no a Cristo,
por Cristo, cuando debía ser libertado por el Libertador; ha- haciéndolo con vistas a la gloria, al predominio o a la codicia,
biendo venido Cristo a dar su vida por todas sus ovejas, entre y no por el amor de obedecer, hacer el bien y agradar a Dios.
las cuales estaba Pedro, esto ya estaba realizado. Ahora debe- Contra estos tales nos pone en guardia la voz insistente de
mos armarnos con la verdadera fortaleza del corazón, para reci- Cristo, y de ellos se lamenta el Apóstol de que buscan sus intere-
bir la muerte por el nombre del Señor, contando con su asis- ses y no los de Cristo. Porque ¿qué otra cosa quiere decir: ¿Me
tencia, sin presumir de falso valor a la vista de nuestros yerros. amas? Apacienta mis ovejas, sino: Si me amas, no pienses en
Ahora no debemos temer perder esta vida, porque con la resu- apacentarte a ti, sino a mis ovejas como mías, no como tuyas;
rrección del Señor ha precedido el modelo de la otra. Ahora tae alterius praecessit exemplum. Nunc est, Petre, ut mortem non timeas;
quia vivit quem mortuum dolebas, et quem pro nobis mori carnali
meos. Dicit ei tertio: Simón Ioannis, amas me? Contristatus est Petrus, amore prohibebas (Mt 16,21.22). Ausus es praevenire ductorem, for-
quia dixit ei tertio, Amas me? et dicit ei: Domine, tu omnia seis, tu midasti eius persecutorem: iam pretio pro te tuso, nunc est ut sequaris
seis quia amo te. Dicit ei: Pasee oves meas. Amen, amen dico tibi; emptorem, et sequaris omnino usque ad mortem crucis. Verba eius au-
cum esses iunior, cingebas te, et ambulabas ubi volebas: cum autem disti, quem iam veracem probasti; passurum te ipse praedixit, qui te
senueris, extendes manus rúas, er alius te cinget, et ducet quo tu non praedixerat negaturum.
vis. Hoc autem dixit, significans qua morte clarificarurus esset Deum". 5. Sed prius Dominus quod sciebat interrogat, nec semel, sed ite-
Hunc invenit exitum ille negator, et amator; praesumendo elatus, ne- rum ac tertio, utrum Petrus eum diligat; nec aliud toties audit a Pe-
gando prostratus, flendo purgatus, confitendo probarus, patiendo coro- tro, quam se diligi; nec aliud toties commendat Petro, quam suas
natus: hunc invenir exitum, ut pro eius nomine perfecta dilectione oves pasci. Redditur negationi trinae trina confessio, ne minus amori
moreretur, cum quo se moriturum perversa festinatione promiserat. Fa- lingua serviat quam timori, et plus vocis elicuisse videatur mors
ciat eius resurrectione firmatus, quod immature pollicebatur infirmus. imminens, quam vita praesens. Sit amoris officium, pascere domini-
Hoc enim oportebat, ut prius Christus pro Petri salute, deinde Petrus cum gregem; si fuit timoris indicium, negare pastorem. Qui hoc
pro Christi praedicatione moreretur. Praeposterum fuit quod audere coe- animo pascunt oves Christi, ut suas velint esse non Christi, se convin-
perat humana temeritas, cum istum disposuisset ordinem veritas. Ani- cuntur amare, non Christum; vel gloriandi, vel dominandi, vel acquiren-
mam suam se positurum pro Christo Petrus putabat (lo 13,37), pro li- di cupiditate, non obediendi et subveniendi et Deo placendi charitate.
beratore liberandus; cum Christus venisset animam suam positurus pro Contra hos ergo vigilat toties inculcata ista vox Christi, quos Apostolus
suis ómnibus, in quibus erat et Petrus; quod ecce iam factum est. Nunc gemit sua quaerere, non quae Iesu Christi (Phil 2,21). Nam quid est
iam firmitas cordis ad suscipiendam mortem pro nomine Domini vera aliud, Diligis me? pasee oves meas, quam si diceretur, Si me diligis,
ipso donante sumatur, non falsa nobis errantibus praesumatur. Nunc non te pascere cogita: sed oves meas, sicut meas pasee, non sicut mas;
est ut vitae huius non metuamus interitum; quia resurgente Domino vi- gloriam meam in eis quaere, non tuam; dominium meum, non tuum;
624 Sobre el Evangelio de San Juan 123, 5 123, 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 625
busca m i gloria en ellas, y n o la tuya; m i d o m i n i o , y n o el tuyo; tándolas n o como propias, sino c o m o suyas; ni p r e t e n d a n sacar
mis intereses, y n o los tuyos; n o te juntes con quienes p e r t e n e - de ellas sus propias ganancias, c o m o los amantes del dinero; ni
cen a tiempos peligrosos, a m a n t e s de sí mismos, y otros con- quieran ejercer sobre ellas su d o m i n i o , c o m o los altaneros; ni se
sectarios anejos al comienzo de esta desgracia? Pues h a b i e n d o gloríen con los. honores q u e de ellas reciben, c o m o los sober-
dicho el A p ó s t o l : " H a b r á h o m b r e s amantes de sí m i s m o s " , aña- bios; ni avancen tanto que v e n g a n a formar herejías, c o m o los
dió a continuación: " A m a n t e s del dinero, jactanciosos, sober- blasfemos; ni se aparten de los santos Padres, como los des-
bios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, criminales, obedientes a sus padres; n i devuelvan m a l p o r el bien q u e les
impíos, detractores sin rubor, deshonestos, crueles, faltos de be- hace q u i e n les corrige p o r n o verlos perecer, c o m o los ingratos;
nignidad, traidores, procaces, obcecados, amantes de los placeres n i d e n la m u e r t e a sus almas y a las d e otros, c o m o los crimina-
más q u e de Dios, con apariencias de piedad, p e r o faltos de su les; ni desgarren las entrañas maternales de la Iglesia, como
espíritu". C o m o de una fuente, todos estos males p r o v i e n e n del los impíos; ni ensucien la fama de los buenos, c o m o los detrac-
principio p u e s t o a n t e r i o r m e n t e : del amor a sí mismos. Con ra- tores; ni dejen de refrenar sus pasiones perversas, c o m o los
zón, pues, se dice a P e d r o : ¿Me amas?, y r e s p o n d e : T e amo; y disolutos; n o se m e t a n en pendencias, como los fieros; n o sepan
a esto se refiere: A-pacienta mis corderos; y así p o r segunda y socorrer, c o m o los inhumanos; ni descubran a los enemigos de
tercera vez. C o n lo cual se demuestra q u e una sola cosa son los buenos lo q u e se les debe ocultar, c o m o los traidores; no
el amor y la dilección, ya q u e el Señor en la última vez n o p e r t u r b e n la verecundia h u m a n a con desvergonzados devaneos,
dice: ¿Me quieres?, sino: ¿Me amas? N o nos a m e m o s , pues, como los procaces; ni dejen de saber lo q u e dicen ni dejen de
a nosotros mismos, sino a El; y en el a p a c e n t a m i e n t o de sus tener conocimiento de lo que afirman, c o m o los obcecados; ni
ovejas n o b u s q u e m o s nuestros intereses, sino los suyos. N o sé a n t e p o n g a n los deleites carnales a los goces espirituales, como
por q u é m o t i v o inexplicable, q u i e n se ama a sí m i s m o y n o los amantes de los placeres más que de Dios. Todas estas cosas
a m a a Dios n o se a m a a sí m i s m o ; y, en cambio, q u i e n ama y otros vicios semejantes, b i e n se hallen reunidos todos en u n a
a D i o s y n o se a m a a sí m i s m o , se ama a sí m i s m o . Q u i e n persona, bien unos en unos y otros en otros, p r o v i e n e n del amor
n o p u e d e vivir p o r sí, m u e r e amándose a sí m i s m o ; pues n o se propio, c o m o los tallos salen todos de u n a m i s m a raíz. Pero el
ama q u i e n se a m a para n o vivir. Mas cuando se ama a A q u e l vicio q u e m á s d e b e n evitar quienes apacientan las ovejas de
por q u i e n se vive, n o a m á n d o s e a sí m i s m o , ama más, p o r q u e Cristo, es buscar sus propios intereses, y n o los de Jesucristo,
n o se ama a sí p o r amar a A q u e l q u e es su vida. N o se a m a n convirtiendo en utilidad p r o p i a a aquellos por quienes d e r r a m ó
a sí m i s m o s quienes apacientan las ovejas de Cristo, apacen- su sangre Cristo. En aquel q u e apacienta las ovejas de Cristo

lucra mea, non tua; ne sis in eorum societate qui pertinent ad témpora et velint ex illis sua lucra conquirere, sicut amatores pecuniae; vel eis
periculosa, seipsos amantes, et caetera quae huic malorum initio connec- dominan, sicut elati; vel glorian de honoribus quos ab eis sumunt,
tuntur? Cum enim dixisset Apostolus, "Erunt enim homines seipsos sicut superbi; vel in tantum progredi ut etiam haereses faciant, sicut
amantes"; secutus adiunxit, "Amatares pecuniae, elati, superbi, blasphe- blasphemi: nec cedant sanctis patribus, sicut parentibus non obedientes;
mi, parentibus non obedientes, ingrati, scelesti, irreligiosi, sine affectio- et eis qui illos corrígete volunt quia perire nolunt, mala pro bonis
ne, detractores, incontinentes, immites, sine benignitate, proditores, pro- reddant, sicut ingrati: interficiant animas et suas et alienas, sicut sceles-
caces, caecati, voluptatum amatares magis quam Dei; habentes speciem ti; materna Ecclesiae viscera dissipent, sicut irreligiosi; non compatiantur
pietatis, virtutem autem eius abnegantes" (2 Tim 3,1-5). Haec omnia infirmis, sicut sine affectione; famam sanctorum maculare conentur, sicut
mala ab eo velut fonte manant, quod primum posuit, seipsos amantes. detractores; cupiditates pessimas non refrenent, sicut incontinentes; exer-
Mérito dicitur Petro, Diligis me? et respondet, Amo te; eique, refertur, ceant lites, sicut immites; nesciant subvenire, sicut sine benignitate;
Pasee agnos meos; et hoc iterum, hoc tertio. Ubi etiam demonstratur unum indicent inimicis piorum quae oceultanda cognoverint, sicut proditores;
atque Ídem esse amorem et dilectionem: nam etiam Dominus novissime humanam verecundiam inverecunda exagitatione perturbent, sicut proca-
non ait, Diligis me; sed, Amas me? Non ergo nos, sed ipsum amemus; ces; non intelligant ñeque quae loquuntur, ñeque de quibus affirmant
et in pascendis ovibus eius ea quae sunt eius, non ea quae sunt nostra (1 Tim 1,7), sicut caecati; laetitias carnales spiritualibus gaudiis ante-
quaeramus. Nescio quo enim inexplicabili modo, quisquís seipsum, non ponant, sicut voluptatum amatores magis quam Dei. Haec enim at-
Deum amat, non se amat; et quisquís Deum, non seipsum amat, ipse se que huiusmodi vitia, sive uni homini accidant omnia, sive his alia,
amat. Qui enim non potest vivere de se, moritur utique amando se: illis alia dominentur, ex illa radice quodammodo pullulant, cum sunt
non ergo se amat, qui ne vivat se amat. Cum vero ille diligitur de homines seipsos amantes. Quod vitium máxime cavendum est eis qui
quo vivitur, non se diligendo magis diligit, qui propterea non se di- pascunt oves Christi, ne sua quaerant, non quae Iesu Christi; et in usus
ligit, ut eum diligat de quo vivit. Non sint ergo seipsos amantes qui cupiditatum suarum conferant, pro quibus sangais fusus est Christi.
pascunt oves Christi, ne tanquam suas, sed tanquam ipsius eas pascant; Cuius amor in eo qui pascit oves eius, in tam magnum debet spiritua-
626 Sobre el Evangelio de San Juan 123, 5 124, 1 Sobre el Evangelio de San Juan 627
debe crecer su amor espiritual hacia El, tanto, que supere al te-
morir sin tener necesidad de morir, sino por su voluntad, te-
mor natural de la muerte, despreciando la muerte, cuando que- niendo poder para dar su vida y para volverla a tomar. Pero las
remos vivir en Cristo. El Apóstol dice que tiene deseos de ser molestias de la muerte, por grandes que sean, han de ser ven-
desatado para estar con Cristo; gime bajo sus ataduras, mas no cidas por la fuerza del amor hacia Aquel que, siendo nuestra
quiere ser despojado de ellas, sino ponerse otra vestidura para vida, quiso padecer hasta la misma muerte por nosotros. Por-
que lo mortal sea absorbido por la vida. Y así dice el Señor que, si en la muerte no hubiese molestia alguna, aunque pe-
a este amante suyo: Cuando seas viejo, extenderás tus manos, queña, no fuera tan grande la gloria de los mártires. Y si el
y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieres. Esto le dijo Buen Pastor, que dio su vida por sus ovejas, hizo a tantas ove-
manifestando con qué género de muerte habia de glorificar a jas suyas mártires suyos, ¿cuánto más deben luchar por la ver-
Dios. Extenderás tus manos, dice; esto es, serás crucificado. Y dad y en contra del pecado, hasta derramar la sangre, aquellos
para que llegues a esto, otro te ceñirá y te conducirá, no a don- a quienes encarga el apacentamiento de sus ovejas, esto es, su
de tú quieras, sino a donde tú no quieres. Primero dijo que su- enseñanza y gobierno? Por eso, y ante el ejemplo de su pasión,
cedería, y después, cómo sucedería. Pues, no cuando estaba cru- ¿quién no ve que más deben imitar al Pastor los pastores, cuan-
cificado, sino cuando iba a ser crucificado, fue llevado a donde do tantas ovejas le han imitado, bajo cuyo cayado y en un solo
no quería; porque, ya crucificado, se fue, no a donde no que- rebaño los mismos pastores son también ovejas? A todos hizo
ría, sino a donde deseaba ir. Desatado del cuerpo, quería estar ovejas suyas; por todas ellas padeció, porque, para padecer por
con Cristo; pero, si fuera posible, deseaba la vida eterna sin pa- ellas, El mismo se hizo oveja.
sar por esas molestias mortales a las cuales fue conducido en
contra de su voluntad, y de las cuales salió conforme a sus de-
seos. Sin quererlo, llegó a ellas, y queriéndolo las venció y se TRATADO 124
despojó de este afecto de debilidad con que todos huyen de la DESDE ESTE PASAJE: "Y HABIENDO DICHO ESTO, LE DICE: SÍGUEME",
muerte, tan natural, que ni la vejez se lo arranca al bienaven- HASTA EL FINAL DEL EVANGELIO
turado Pedro, a quien fue dicho: Cuando seas viejo serás lleva-
do a donde tú no quieres. Y, para nuestro consuelo, el Salvador 1. N o es pequeña la dificultad nacida de por qué en la
tomó sobre sí este afecto, diciendo: Padre, si es posible, pase de tercera manifestación del Señor a los discípulos dijo a Pedro:
mí este cáliz; siendo así que El había venido precisamente para Sígueme, y refiriéndose al apóstol Juan: Así quiero que perma-
potestate positurus animam suam, et rursus eam potestate sumpturus.
lem crescere ardorem, ut vincat etiam mortis naturalem timorem, quo Sed molestia quantacumque sit mortis, debet eam vincere vis amoris,
mori nolumus, et quando cum Christo vívere volumus. Nam et aposto- quo amatur ille qui cum sit vita nostra, etiam mottem voluit perferre
lus Paulus dicit se habere concupiscentiam dissolvi et esse cum Christo pro nobis. Nam si nulla esset mortis vel parva molestia, non esset tam
(Phil 1,23): ingemiscit tamen gravatus, et non vult exspoliari, sed su- magna martyrum gloria. Sed si pastor bonus qui posuit animam suam
pervestiri, ut absorbeatur mortale a vita (2 Cor 5,4). Et huic Dominus pto ovibus suis (lo 10,18.11), ex ipsis ovibus tam multos sibi martyres
dilectori suo, Cum senueris, inquit, extendes manus tuas, et alius te fecit; quanto magis debent usque ad mortem pro veritate certare, et
usque ad sanguinem adversus peccatum, quibus oves ipsas pascendas,
cinget, et ducet quo tu non vis. Hoc enim ei dixit, significans qua hoc est, docendas regendasque committit? Ac per hoc praecedente pas-
morte clarificaturus etat Deum. Extendes, inquit, manus tuas, hoc est sionis eius exemplo, quis non videat magis deberé imitando pastori
crucifigeris. Ad hoc autem ut venias, alius te cinget, et ducet, non quo haerere pastores, si eum multae etiam imitatae sunt oves, sub quo pas-
vis, sed quo non vis. Prius dixit quod fieret, et deinde quomodo íieret. tore uno in grege uno, et pastores ipsi sunt oves? Omnes quippe fecit
Non enim crucifixus, sed utique crucifigendus quo nollet est ductus: suas oves, pro quibus est ómnibus passus; quia et ipse ut pro ómni-
nam crucifixus non quo nolebat abiit, sed potius quo volebat. Solu- bus pateretur, ovis est factus.
tus quippe a corpore volebat esse cum Christo, sed si fieti posset, prae-
ter mortis molestiam vitam concupiscebat aeternam: ad quam moles-
tiam nolens ductus est, sed ab ea volens eductus est: nolens ad eam TRACTATUS 124
venit, sed volens eam vicit; et reliquit hunc infirmitatis affectum quo
nemo vult mori, usque adeo naturalem, ut eum beato Petro nec senec- Aii no LOCO. ET CUM DIXISSET, D I C I T EI : SEQUERE
EVANGELII
ME, ETC., USQUE IN FINEM

tus auferre potuerit, cui dictum est, Cum senueris, duceris quo non vis.
Propter nos consolandos hunc etiam in se transfiguravit ipse Salvator, 1. Non parva quaestio est, cur apostólo Petro, quando se tertio
dicens, Pater, si fieri potest, transeat a me calix iste (Mt 26,39): qui manifestavit discipulis, dixerit Dominus, Sequere me; de apostólo autem
utique mori venerat, nec habebat mortis necessitatem, sed voluntatem, Ioanne, Sk eum vola manere doñee veniam; quid ad te? Huic quaestio-
628 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 1 124, 2 Sobre el Evangelio de San Juan 629

nezca hasta que yo venga; ¿a ti qué? A la discusión o a la so- sigúeme, como si Juan no le siguiese por querer que así per-
lución de esta dificultad dedicaremos, con la ayuda del Señor, maneciese hasta que El venga? ¿Quién dejaría de pensar lo que
el último tratado de esta obra. Habiendo ya anunciado el Señor pensaron los hermanos presentes, a saber, que aquel discípulo
a Pedro el género de muerte con el que había de glorificar no moriría, sino que permanecería en esta vida hasta que Jesús
a Dios, le dice: Sigúeme. Y, volviéndose Pedro, vio que le seguía volviese? El mismo San Juan deshizo este pensamiento, diciendo
el discípulo a quien amaba Jesús, el cual en la Cena estuvo tam- que no fue esto lo que dijo el Señor. Porque ¿qué motivos te-
bién recostado en su pecho, y preguntó al Señor: ¿Quién te ha nía para añadir: No dijo Jesús: No muere, sino para evitar
de entregar? Viendo, pues, Pedro a éste, dice a Jesús: Señor, y que la falsedad se pegase al corazón de los hombres?
éste ¿qué? Jesús le contesta: Quiero que éste permanezca así 2. Mas quien así lo desee, puede no conformarse aún con
hasta que yo venga; a ti ¿qué? Tú sigúeme. Comenzó a correr esto, diciendo que es verdad lo que dice Juan: que no dijo el
entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no muere. Y Señor que aquel discípulo no muere; pero con estas palabras
no le dijo Jesús: No muere, sino: Quiero que permanezca así no quiso decir más que lo que el Señor dijo, y afirme que el
hasta que yo venga; ¿qué te importa a ti? Ya veis la extensión apóstol San Juan aún vive, y que en aquel sepulcro suyo que
de la dificultad de este pasaje del Evangelio, cuya profundidad se halla en Efeso duerme más bien que yace muerto. Puede
tortura no poco la inteligencia de quien la considera. ¿Por qué aducir como argumento que allí paulatinamente la tierra se le-
solamente a Pedro le dice: Sigúeme, y no a todos los presentes vanta y parece bullir, y asegure con insistencia o con pertina-
conjuntamente? Porque no cabe dudar que también ellos, como cia que esto es debido a su respiración. No faltarán quienes lo
discípulos, seguían al Maestro. Y si esto lo tomamos por el mar- crean, como no faltan quienes dicen que aún vive Moisés, por-
tirio, ¿fue solo Pedro quien sufrió por la verdad cristiana? ¿No que está escrito que no se halla su sepulcro y porque apareció
estaba entre aquellos siete el otro hijo del Zebedeo y hermano con el Señor en el monte donde también estuvo Elias, de quien
de Juan, a quien después de la Ascensión dio muerte Herodes? sabemos por la Escritura que no murió, sino que fue arrebatado.
Dirá alguno, y no le falta razón, que Santiago no fue crucifi- Como si el cuerpo de Moisés no pudiera haber sido ocultado en
cado, y que con razón se dijo a Pedro: Síguem.e, que no sola- cualquier lugar ignorado de los hombres y de allí, por algunas
mente padeció la muerte, sino, como Cristo, la muerte de cruz. horas, hubiera sido sacado por el poder divino cuando apareció
Aceptemos esta interpretación si no se halla otra más conve- junto con Elias, del mismo modo que muchos cuerpos de los jus-
niente. ¿Por qué entonces se dice de San Juan: Quiero que así
tos resucitaron por algún tiempo cuando padeció Cristo y, se-
permanezca hasta que yo venga; ¿a ti qué?, y luego repite: Tú
doñee veniam; quid ad te? et repetitum est, Tu me sequere; tanquam
ni, quantum Dominus ipse donaverit, sive pertractandae, sive solvendae ille ideo non sequeretur, quoniam eum manere voluit doñee veniat?
sermonem novissimum huius operis impendimus. Cum ergo praenun-
Quis facile aliud dictum esse credat, quam quod fratres crediderant
tiasset Dominus Petro, qua morte clarificaturus esset Deum, dicit ei:
qui tune erant, eo quod scilicet non esset discipulus ille moriturus, sed
Sequere me. Conversas Petrus vidit illum discipulum quem diligebat
lesus, sequentem: qui et recubuit in coena super pectus eius, et dixit, doñee lesus veniret, ista maneret in vita? Sed hanc opinionem Ioannes
Domine, quis est qui tradet te? Hunc ergo cum vidisset Petrus, dicit ipse abstulit, non hoc dixisse Dominum aperta contradictione declarans.
lesu: Domine, hic autem quid? Dicit ei lesus: Sic eum voló manere Cur enim subiungeret, Non dixit lesus, Non moritur, nisi ne hominum
doñee veniam; quid ad te? Tu me sequere. Exiit ergo sermo iste ínter cordibus quod falsum fuerat inhaereret?
fratres, quia discipulus Ule non moritur. Et non dixit ei lesus, Non mo- 2. Sed cui placet, adhuc resistat; et dicat verum esse quod ait Ioan-
ritur; sed, Sic eum voló manere doñee veniam; quid ad te? Ecce quous- nes, non dixisse Dominum quod discipulus ille non moritur, sed hoc
que in hoc Evangelio extenditur quaestio, quae sua profunditate non tamen significatum esse talibus verbis, qualia eum dixisse narravit; et
mediocriter mentem scrutantis exercet. Cur enim dicitur Petro, Sequere asserat apostolum Ioannem vívete, atque in illo sepulcro eius quod est
me, nec dicitur caeteris qui simul aderant? Et profecto eum sicut ma- apud Ephesum, dormiré eum potius quam mortuum iacere contendat.
gistrum discipuli sequebantur. Sed si ad passionem intelligendum est, Assumat in argumentum, quod illie tetra sensim scatere, et quasi ebul-
numquid solus pro christiana veritate passus est Petrus? Nonne ibi erat lire perhibetur; atque hoc eius anhelitu fieri, sive constanter sive
in íllis septem alius filius Zebedaei frater Ioannis, qui post eius as- pertinariter asseveret. Non enim possunt deesse qui credant, si non
censionem, ab Herode manifestatur occisus? (Act 12,2). Verum aliquis desunt qui etiam Moysen asserant vivere; quia scriptum est eius sepul-
dixerit, quoniam Iacobus non est crucifixus, mérito dictum esse Petro, crum non inveniri (Deut 34,6), et apparuit cum Domino in monte, ubi
Sequere me, qui non solum mortem, sed etiam mortem crucis, sicut et Elias fuit (Mt 17,3), quem mortuum legimus non esse, sed rap-
Chrístus, expertus est. Sit hoc, si nihil aliud quod sit convenientius tum (4 Reg 2,11). Quasi Moysi corpus non potuerit alicubi sic abscen-
potuerit ¡nveniri. Cur ergo de Ioanne dictum est, Sic eum voló manere di, ut prorsus homines lateret ubi esset, atque inde ad hotam divinitus
excitati, quando cum Chtisto Elias et ipse sunt visi: sicut ad horam
630 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 3 124, 4 Sobre el Evangelio de San Juan 631
g ú n está escrito, aparecieron a m u c h o s en la Ciudad Santa des- pirar la tierra puesta sobre u n m u e r t o enterrado? P e r o ¿acaso
pués de su resurrección. Esto n o obstante, si, c o m o había co- quedará resuelta esta m a g n a dificultad diciendo q u e por u n m i -
m e n z a d o a decir, algunos niegan q u e ha m u e r t o Moisés, de lagro extraordinario, como p u e d e hacerlos el O m n i p o t e n t e , u n
q u i e n dice la Escritura que n o se encuentra su sepultura, aun cuerpo vivo yace aletargado debajo de la tierra hasta q u e llegue
cuando claramente afirma q u e m u r i ó , ¿cuánto más, a la vista el fin del m u n d o ? Lejos de esto, se hace mayor y m á s difícil.
de estas palabras del Señor: Quiero que así permanezca hasta ¿Por q u é a su discípulo, a q u i e n amaba más q u e a los otros,
que yo venga, n o se ha de creer q u e éste d u e r m e con vida hasta el p u n t o de permitirle reposar sobre su p e c h o en la Cena,
bajo la tierra? D e él se dice t a m b i é n (según se lee en algunas Jesús le había de regalar u n sueño tan p r o l o n g a d o en su cuer-
Escrituras, a u n q u e apócrifas) q u e , c u a n d o m a n d ó hacerse su se- po, cuando a San Pedro, por la gloria inmensa de sn m a r t i r i o ,
pulcro, estuvo él presente y e n t e r a m e n t e sano, y, después de le libertó de la carga de su cuerpo, concediéndole aquello q u e
abierto y c o n v e n i e n t e m e n t e preparado, se colocó en él c o m o San Pablo dijo q u e tanto deseaba, y así lo dejó escrito: Deseo
en u n lecho y al p u n t o dejó de existir; en vista de lo cual, quie- ser desatado para estar con Cristo? Y si, lo q u e es m á s creíble,
nes así e n t i e n d e n estas palabras del Señor, creen q u e n o m u - San J u a n dice que el Señor n o dijo: No muere, con la inten-
rió, sino q u e se acostó, a p a r e n t a n d o haber fallecido, y q u e cre- ción de q u e se sacase esta consecuencia de las palabras q u e
yéndolo difunto, fue sepultado d o r m i d o , y q u e así ha de estar dijo; y si su c u e r p o yace en el sepulcro e x á n i m e como el de los
hasta q u e Cristo venga, siendo indicio de su vitalidad el m o - otros muertos, sólo resta decir que, si es cierto el r u m o r de que la
vimiento de la tierra, que, según se cree, es impelida del fondo tierra de abajo sube arriba, esto se verifica p a r a p o n d e r a r la
a la superficie por el hálito del q u e bajo ella reposa. N o voy preciosa m u e r t e de aquel q u e n o tiene la gloria del martirio
a p e r d e r el t i e m p o refutando esta opinión. Quienes conozcan el (ya q u e el perseguidor n o le dio la m u e r t e p o r la fe de Cristo)
lugar, vayan a ver si allí la tierra hace o en ella se verifica o p o r otra causa de nosotros desconocida. Q u e d a , p u e s , en p i e
lo q u e se dice, p o r q u e esto lo h e oído a personas de verdadera la dificultad de p o r q u é el Señor dijo de u n h o m b r e q u e había
honorabilidad. de m o r i r : Quiero que así permanezca hasta que yo venga.
3. Dejemos, entretanto, esa opinión, que n o p u e d o refu- 4. Y entre estos dos apóstoles, Pedro y J u a n , ¿quién n o se
tar con a r g u m e n t o s ciertos, para evitar algo q u e nosotros p u d i é - m u e v e a p r e g u n t a r por q u é el Señor a m ó más a J u a n , habiendo
ramos p r e g u n t a r : ¿Por q u é parece vivir y en cierto m o d o res- sido m á s a m a d o p o r Pedro? Pues en todos los lugares en que
multa sanctorum corpora surrexerunt, quando passus est Christus, et
San J u a n se m e n c i o n a sin expresar su n o m b r e , p a r a darse a en-
post eius surrectionem apparuerunt multis in sancta, sicut scriptum
est, civitate (Mt 27,52.53). Sed tamen, ut dicere coeperam, si quídam
tur. Sed numquid hinc tanta ista solvitur quaestio, si magno miraculo,
Moysen mortuum negant, quem Scriptura ipsa, ubi sepulcrum eius qualia potes faceré Omnipotens, tamdiu vivum corpus in sopore sub
nusquam inveniri legimus, mortuum tamen esse sine ulla ambigui- térra est, doñee veniat terminus saeculi? Quin imo fit amplior et
tate testatur, quanto magis loannes ex istorum occasione verborum difficilior, cur discípulo Iesus, quem diligebat prae caeteris, in tantum
ubi Dominus ait, Sic eum voló manere doñee vento, creditur vi- ut super pectus eius discumbete mereretur, pro magno muñere longum
vus dormiré sub térra? Quem tradunt etiam (quod in quibusdam Scrip- in corpore donaverit somnum: eum beatum Petrum per ingentem mar-
turis quamvis apocryphis reperitur), quando sibi fieri iussit sepulcrum, tyrii gloriam, ab onere ipsius corporis solverit, eique concesserit quod
incolumem fuisse praesentem; eoque effosso et diligentissime praepara- apostolus Paulus se concupisse dixit, et scripsit, Dissolvi et esse eum
to, ibi se tanquam in lectulo collocasse, statimque eum esse defunctum: Christo (Phil 1,23). Si autem quod magis creditur, ideo sanctus loan-
ut autem isti putant, qui haec verba Domini sic intelligunt, non de- nes ait, non dixisse Dominum, Non moritur, ne illis verbis quae dixit,
functum, sed defuncto similem cubuisse; et eum mortuus putaretur, se- hoc voluisse intelligi putaretur; corpusque eius in sepulcro eius exani-
pultum fuisse dormientem; et doñee Christus veniat sic manere, suam- me sicut aliorum mortuorum iacet: restat ut si veré ibi fit quod spar-
sit fama de térra, quae subinde ablata succrescit, aut ideo fíat ut eo
que vitam scaturigine pulveris indicare: qui pulvis creditur, ut ab imo
modo commendetur pretiosa mors eius, quoniam non eam commendat
ad superficiem tumuli ascendat, flatu quiescentis impelli. Huic opinioni martyrium (non enim eum pro fide Christi persecutor occidit), aut
supervacaneum existimo reluctari. Viderint enim qui locum sciunt, utrum propter aliquid aliud quod nos latet. Manet tamen quaestio cur dixerit
hoc ibi faciat vel patiatur térra quod dicitur; quia et revera non a Dominus de homine morituro, Sic eum voló manere doñee veniam.
levibus hominibus id audivimus. 4. Illud etiam in his duobus apostolis Petro et Ioanne quem non
3. Interim cedamus opinioni, quam certis documentis refellere non moveat ad quaerendum, cur Ioannem plus dilexerit Dominus, eum ip-
valemus, ne rursus aliud quod a nobis quaeratur exsurgat, Cur super sum Dominum plus dilexerit Petrus? Ubicumque enim se commemorat
humatum mortuum ipsa humus quodammodo vivere ac spirare videa- loannes, ut nomine suo tácito ipse possit intelligi, hoc addit quod eum
632 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 4 124, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 633
tender dice q u e le amaba Jesús, c o m o si él solo fuera a m a d o , menos a m a d o por Cristo, n o d u d a r e m o s afirmar que el q u e es
para distinguirle p o r esta señal de los otros, a quienes sin duda más a m a d o p o r Cristo. En la p r i m e r a de las comparaciones p r o -
amaba, ¿qué quiere decir con esto sino q u e era el m á s amado? puestas, P e d r o es antepuesto a J u a n ; m a s en la segunda J u a n
Y n o p o d e m o s dudar q u e ésta es la verdad. P o r q u e ¿qué mayor
aventaja a Pedro. Por eso p r o p o n g o una tercera: ¿cuál de los
prueba de su amor m á s acendrado hacia él p u d o darle Jesús
dos es el mejor, el q u e a m a m e n o s a Cristo q u e su condiscípulo,
que, siendo u n h o m b r e , c o m p a ñ e r o de los otros condiscípulos en
p e r o es más a m a d o de Cristo, o el q u e ama m á s a Cristo, p e r o
la obra de la salvación, sólo él reposase sobre el p e c h o del mis-
es m e n o s a m a d o por Cristo? A q u í se detiene la respuesta y
m o Salvador? Y q u e el apóstol P e d r o a m ó m á s a Cristo, p u e d e
crece la dificultad. Por m i parte, con facilidad daría esta res-
probarse con m u l t i t u d de testimonios; mas p a r a n o ir m á s lejos
puesta: que es mejor el q u e m á s ama a Cristo, y m á s feliz
en su busca, en la m i s m a narración de la tercera aparición del
el que es m á s a m a d o p o r Cristo, y ya vería el m o d o de defender
Señor, leída poco antes, y precedente a ésta, aparece con evi-
la justicia de nuestro Libertador, q u e ama m e n o s a q u i e n más
dencia, cuando, interrogándole el Señor, le dijo: ¿Me amas más
le ama y ama m á s a q u i e n le a m a menos.
que éstos? Bien lo sabía el Señor, y, n o obstante, le interroga-
ba, p a r a q u e t a m b i é n nosotros, q u e leemos el Evangelio, cono- 5. A p o y a d o en la misericordia manifiesta de A q u e l cuyos
ciésemos el a m o r de P e d r o p o r la p r e g u n t a del Señor y p o r la juicios son ocultos, voy a tratar de resolver esta t r e m e n d a cues-
respuesta de éste. En c u a n t o a q u e P e d r o en su respuesta n o tión de acuerdo con las fuerzas q u e El se digne concedernos.
añadió: Más q u e éstos, se d e b e a que él sólo contestó lo q u e Hasta ahora la he propuesto, n o la he expuesto. Sea éste el
él sabía de sí m i s m o . Pues n o p o d í a saber c u á n t o le amaba cada p r e á m b u l o p a r a su exposición; acordémonos que vivimos una
u n o de los otros, p o r q u e n o veía sus corazones. A u n así, dicien- vida mísera en este cuerpo m o r t a l que pesa sobre el alma. Pero
d o a n t e r i o r m e n t e : Así es, Señor, tú lo sabes, claramente d i o a quienes hemos sido ya redimidos por el Mediador y h e m o s re-
e n t e n d e r q u e el Señor sabía lo q u e p r e g u n t a b a . Sabía, pues, el cibido en p r e n d a al Espíritu Santo, tenemos en esperanza la
Señor q u e n o sólo le amaba, sino q u e le amaba m á s q u e los vida bienaventurada, a u n q u e n o la tenemos en posesión. La es-
otros. Sin e m b a r g o , si nos p r o p o n e m o s indagar cuál de los dos peranza q u e ve, n o es esperanza. P o r q u e ¿quién espera lo q u e
era el mejor, el que amaba m á s o el que a m a b a m e n o s a Cristo, ve? Y si esperamos lo q u e n o vemos, lo esperamos con pa-
¿quién d u d a r á en contestar q u e el que m á s amaba? Y si p r e - ciencia. La paciencia es necesaria para soportar los males q u e a
g u n t a m o s cuál de los dos es mejor, el que es más o el q u e es cada u n o aquejan, n o en los bienes de que se goza. Y , a u n q u e
la causa p r i m e r a de las miserias de esta vida haya sido el p e -
diligebat Iesus, quasi solum diligeret, ut hoc signo discerneretur a cae-
cado, todos los h o m b r e s se ven forzados, aun después de per-
teris, quos utique omnes diligebat: quid ergo, nisi amplius se dilectum,
cum hoc diceret, volebat intelligi? quod absit ut mendaciter diceret.
Quod autem maius daré potuit Iesus maioris erga eum suae dilectionis gitur a Christo, meliorem procul dubio respondebimus. In illa ergo
indicium, quam ut homo cum caeteris condiscipulis suis socius tantae comparatione quam prius posui, Petrus Ioanni; in hac vero altera, Ioan-
salutis, solus tamen discubuerit super pectus ipsius Salvatoris? Porro nes anteponitur Petro. Proinde tertiam sic proponimus: quis est duo-
quod apostolus Petrus plus alus dilexit Christum, possunt quidem docu- rum discipulorum melior, qui minus quam condiscipulus eius diligit
menta multa proferri: sed ut longe in alia non eamus, ipsius tertiae ma- Christum, et plus quam condiscipulus eius diligitur a Christo? an ille
nifestationis Domini paulo superiore lectione, quae istam praecedit, sa- quem minus quam condiscipulum eius diligit Christus, cum plus ipse
tis evidenter apparet, ubi interrogans eum, dixit, Diligis me plus his? quam suus condiscipulus diligat Christum? Hic plañe cunctatur respon-
Quod utique sciebat, et tamen interrogabat, ut etiam nos qui legimus sio, et augetur quaestio. Quantum autem ipse sapio, meliorem qui plus
Evangelium, amorem Petri erga Dominum, et illo interrogante et isto diligit Christum, feliciorem vero quem plus diligit Christus, facile re-
respóndeme nossemus. Quod autem in eo quod respondit Petrus, Amo sponderem; si iustitiam liberatoris nostri minus eum diligentis a quo plus
te, non addidit, plus his, hoc respondit quod de seipso sciebat. Non diligitur, et eum plus a quo minus diligitur, quemadmodum defenderem,
enim quantum ab alio quolibet diligeretur scire poterat, qui cor alte- perviderem.
rius videre non poterat. Sed tamen superioribus verbis dicendo, Etiam, 5. Aggrediar igitur in eius manifesta misericordia, cuius est oc-
Domine, tu seis (lo 21,15.16), satis et ipse declaravit, scientem Domi- culta iustitia, de solvenda quaestione tam ingenti, pro viribus quas ipse
num interrogasse quod interrogavit. Sciebat igitur Dominus non solum donaverit, disputare: hucusque enim proposita est, non expósita. Ex-
quod diligeret, verum etiam quod plus illis eum diligeret Petrus. Et ponendae vero eius hoc sit exordium; ut meminerimus in hoc corrup-
tamen sí proponamus quaerentes, quis duorum sit melior, utrum qui tibili corpore quod aggravat animam (Sap 9,15), vitam nos miseram
plus, an qui minus diligit Christum; quis dubitabit responderé, eum qui vivere. Sed qui iam redempti per Mediatorem sumus, et Spiritum sanc-
plus diligit esse meliorem? ítem si proponamus quis duorum sit melior, tum pignus accepimus, beatam vitam in spe habemus, etsi re ipsa non-
utrum quem minus, an quem plus diligit Christus; eum qui plus dili- dum tenemus. Spes autem quae videtur, non est spes: quod enim videt
quis, quid sperat? Si autem quod non videmus speramus, per patientiarn
634 Sobre el Evangelio de San ]uan 124, 5 124, 5 Sobre el Evangelio de San ]uan 635

donados sus pecados, a tolerar esta vida, de la cual está escrito: instituida la regeneración, y de los otros, contraídos p o r las m a -
¿No es la vida humana una tentación sobre la tierra, en la cual las obras, quedasen libres de la condenación eterna y viviesen
clamamos d i a r i a m e n t e : Líbranos del mal? M á s larga es la p e n a de la fe, de la esperanza y de la caridad, p e r e g r i n a n d o p o r este
q u e la culpa, para q u e n o se considere p e q u e ñ a la culpa si con m u n d o ; y, consolados espiritual y corporalmente p o r D i o s en
ella se terminase la pena. Y p o r esta razón, ya sea para demos- sus laboriosas tentaciones y peligros, caminasen hacia su presen-
trar la miseria adeudada, ya sea para la e n m i e n d a d e u n a vida cia p o r el c a m i n o q u e se hizo Cristo. Y p o r q u e , a u n y e n d o
laudable, o bien para ejercicio de la paciencia necesaria, la p e n a p o r ese camino, n o están exentos de pecados, nacidos de la
retiene t e m p o r a l m e n t e al h o m b r e a q u i e n la culpa n o retiene flaqueza de esta vida, les concedió el r e m e d i o saludable de la
como r e o de eterna condenación. Esta es la condición, d i g n a limosna, con la cual ayudasen a sus oraciones, c u a n d o nos ense-
de ser llorada, mas n o de ser reprendida, de estos días malos ñ ó a decir: Perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdo-
q u e pasamos en esta vida mortal, a u n q u e anhelemos ver en ella namos a nuestros deudores. Esto hace la Iglesia feliz con esa es-
días buenos. P o r q u e llega la justa ira de Dios, de la cual dice peranza d u r a n t e esta vida trabajosa. D e esta Iglesia, p o r la p r i -
la Escritura: El hombre, nacido de mujer, es de corta vida y está macía de su apostolado, llevaba P e d r o la representación en toda
lleno de ira, sin q u e la ira de D i o s sea c o m o la del h o m b r e , su universalidad. En cuanto a sus propiedades personales, p o r la
esto es, una perturbación del á n i m o excitado, sino una tranquila naturaleza era u n h o m b r e , por la gracia u n cristiano, p o r una
determinación del castigo justo. En m e d i o de su ira, D i o s , que, gracia mayor u n apóstol, y el p r i m e r o de ellos; m a s cuando
según está escrito, n o detiene el curso de sus misericordias, ade- le fue d i c h o : A ti te daré las llaves del reino de los cielos; lo
más de otros consuelos q u e n o cesa de proporcionar al g é n e r o que atares sobre la tierra será atado en el cielo, y lo que des-
h u m a n o , en la plenitud del t i e m p o en q u e El sabía q u e debía atares sobre la tierra será desatado en el cielo, representaba a
ser ejecutado, envió a su H i j o u n i g é n i t o , por el cual creó to- toda la Iglesia, q u e en esta vida mortal es sacudida p o r diversas
das las cosas, para que, p e r m a n e c i e n d o D i o s , se hiciese h o m b r e tentaciones, c o m o lluvias, ríos y tempestades, p e r o n o cae, por-
y fuese el mediador entre Dios y los hombres, el h o m b r e Cristo q u e está f u n d a m e n t a d a sobre una piedra firme, de d o n d e le
Jesús; y cuantos creen en El, libres ya p o r el lavacro de rege- viene el n o m b r e de Pedro. Pues n o se deriva la piedra de Pe-
neración del reato de todos los pecados, es a saber, del original, dro, sino P e d r o de la piedra, c o m o Cristo n o viene de cris-
contraído p o r la generación, y contra el cual p r i n c i p a l m e n t e fue tiano, sino cristiano de Cristo. Por eso dice el Señor: Sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia; p o r q u e P e d r o había d i c h o : Tú eres
exspectamus (Rom 8,24.25). In malis autem quae quisque patitur, non videlicet quod generatio trahit, contra quam máxime regeneratio est
in bonis quibus fruitur, opus est patientia. Hanc itaque vitam de qua instituta, et caeterorum quae male agendo contracta sunt, liberarentur
scriptum est, Numquid non tentatio est vita humana super terram? a damnatione perpetua, et viverent in fide et spe et charitate, peregri-
(Iob 7,1) in qua quotidie clamamus ad Dominum, Libera nos a malo nantes in hoc saeculo, atque in eius tentationibus laboriosis et pericu-
(Mt 6,13), cogitur homo tolerare etiam remissis peccatis: quamvis ut in losis, consolationibus autem Dei et corporalibus et spiritualibus ambu-
eam veniret miseriam, primum fuerit causa peccatum. Productior est larent ad conspectum eius, viam tenentes, quod eis factus est Christus.
enim poena quam culpa; ne parva putaretur culpa, si cum illa finire- Et quia in ipso quoque ambulantes non sunt sine peccatis, quae de
tur et poena. Ac per hoc vel ad demonstrationem debitae miseriae, vel huius vitae infirmitate subrepunt, dedit eleemosynarum remedia salu-
ad emendationem labilis vitae, vel ad exercitationem necessariae patien- taria, quibus eorum adiuvaretur orado, ubi eos dicere docuit, dimitte
tiae, temporaliter hominem detinet poena et quem iam ad damnationem nobis debita riostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris (Mt
sempiternam reum non detinet culpa. Haec istorum dierum quos in 6,12). Hoc agit Ecclesia spe beata in hac vita aetumnosa: cuius Ecclesiae
hac mortalitate agimus malos, quamvis in ea diligamus videre dies Petrus apostolus, propter Apostolatus sui primatum, gerebat figurata
bonos, flenda quidem, sed non reprehendenda conditio. Venit enim de generalitate personam. Quod enim ad ipsum proprie pertinet, natura
ira Dei iusta, de qua Scriptura loquens, Homo, inquit, natus ex mullere, unus homo erat, gratia unus christianus, abundantiore gratia unus idem-
brevis vitae, et plenus irae (Iob 14,1): cum ira Deo non sit ut ho- que primus apostolus: sed quando ei dictum est, Tibi dabo claves regni
minis, id est perturbatio concitati animi, sed tranquilla iusti supplicii caelorum, et quodcumque ligaveris super terram, erit ligatum et in cae-
constitutio. In hac ira sua Deus non continens, sicut scriptum est, mi- lis; et quodcumque solveris super terram, erit solutum et in caelis, uni-
serationes suas (Ps 76,10), praeter alia solaría miserorum quae generi versam significabat Ecclesiam, quae in hoc saeculo divetsis tentationibus
humano praebere non cessat, in plenitudine temporis, quo ipse sciebat velut imbtibus, fluminibus, tempestatibus quatitur, et non cadit, quo-
hoc esse faciendum, misit Filium suum unigenitum (Gal 4,4), per quem niam fundata est super petram, unde Petrus nomen accepit. Non enim
creavit universa, ut manens Deus fieret homo, et esset mediator Dei ét a Petto petra, sed Petrus a petra; sicut non Christus a christiano, sed
hominum homo Christus Iesus (1 Tim 2,5): in quem credentes, per christianus a Christo vocatur. Ideo quippe ait Dominus, Super hanc pe-
lavactum regenerationis soluto reatu orntiium peccatorum, et originalis tram aedificabo Ecclesiam meam, quia dixerat Petrus, Tu es Christus
636 Sobre el Evangelio de San ]uan 124, 5 124, 5 Sobre el Evangelio de San Juan 637
Cristo, Hijo de Dios vivo. Sobre esta piedra q u e él confesó, otra n o tiene m a l alguno q u e evitar y tiene u n g r a n d e bien de
edificaré m i Iglesia. La p i e d r a era Cristo, y sobre ese funda- que gozar; la una se bate con el e n e m i g o , la otra reina sin ene-
m e n t o estaba edificado t a m b i é n Pedro. N a d i e p u e d e p o n e r otro m i g o ; la una se hace fuerte en las adversidades, la otra n o siente
f u n d a m e n t o distinto del q u e está puesto, q u e es Cristo Jesús. nada adverso; la u n a refrena las concupiscencias carnales, la
Y así la Iglesia, fundamentada en Cristo, recibió de El, en la otra se entrega a deleites espirituales; la una se afana p o r con-
persona de Pedro, las llaves del reino de los cielos, esto es, el seguir la victoria, la otra vive segura en la paz de la victoria;
poder de atar y desatar los pecados. Lo q u e p r o p i a m e n t e es la la u n a necesita ayuda en las tentaciones, la otra sin tentación
Iglesia en Cristo, eso es figurativamente P e d r o en la piedra; y alguna se goza en su protector; la una socorre al necesitado, la
en esta figura, Cristo es la piedra, y P e d r o es la Iglesia. M a s otra está d o n d e n o hay necesidades; la u n a p e r d o n a los pecados
esta Iglesia, figurada por Pedro, mientras vive entre males, a m a n - ajenos p a r a q u e le sean p e r d o n a d o s los propios, la otra n o tiene
d o a Cristo, se libra de los m i s m o s males. Y le sigue más de cerca q u é p e r d o n a r ni q u é le sea p e r d o n a d o ; la una es sacudida por
en la persona de aquellos q u e luchan p o r la verdad hasta la los males para q u e n o se engría en los bienes, la otra p o r la
m u e r t e . Así, pues, a ese conjunto universal se dice: Sigúeme, p l e n i t u d de la gracia carece de todo m a l para q u e sin peligro
p o r q u e p o r él padeció Cristo, del cual dice el m i s m o P e d r o : a l g u n o d e soberbia esté adherida al s u m o Bien; la u n a debe
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que siga- discernir entre el m a l y el bien, la otra sólo contempla el bien;
mos sus huellas. Por esto le fue dicho: Sigúeme. P e r o hay otra en conclusión, la una es buena, p e r o aún llena de miserias; la
vida inmortal, en la q u e n o hay males; allí veremos faz a faz otra es mejor y bienaventurada. Esta es figurada p o r el após-
lo que aquí vemos en espejo y en figuras c u a n d o se ha progre- tol P e d r o ; aquélla, por J u a n . Esta se desenvuelve totalmente aquí
sado m u c h o en la verdad. Así, pues, la Iglesia tiene conoci-
hasta el fin del m u n d o y allí encuentra su fin; aquélla será com-
m i e n t o de dos vidas que le han sido predicadas y encomendadas
pleta después de esta vida, p e r o en la otra vida n o t e n d r á fin.
por divina inspiración, de las cuales una vive en la fe y la otra
Por eso se le dice a éste: Sigúeme; de aquél, en c a m b i o : Quiero
en la contemplación; la una en el t i e m p o de peregrinación, la
que así, permanezca hasta que yo venga; ¿a ti qué? Tú sigúeme.
otra en la eternidad de la m a n s i ó n ; la una en el trabajo, la otra
¿Qué significa esto? ¿Qué ha de significar, según mis alcances
en el descanso; la una en el camino, la otra en la patria; la una
y e n t e n d i m i e n t o , sino: T ú sigúeme p o r la imitación, sufriendo
en el trabajo de la actividad, la otra en el p r e m i o de la con-
los males temporales, y él quédese hasta que venga a daros los
templación; la una se aparta del mal para obrar el bien, la
dones sempiternos? M á s claramente p u e d e decirse de este m o d o :
Filias Dei vivi (ibid. 16,16-19). Super hanc ergo, inquít, petram quam Sígame una actividad perfecta, informada con el ejemplo de m i
confessus es, aedificabo Ecclesiam meam. Petra enim erat Christus (1 Cor
10,4): super quod fundamentum etiam ipse aedificatus est Petrus. Fun- contemplationis; una declinat a malo et facit bonum, altera nullum
damentum quippe aliud nemo potest poneré praeter id quod positum habet a quo declinet malum, et magnum habet quo fruatur bonum;
est, quod est Christus Iesus (ibid. 3,11). Ecclesia ergo quae fundatur una cum hoste pugnat, altera sine hoste regnat; una fortis est in ad-
in Christo, claves ab eo regni caelorum accepit in Petro, id est potes- versis, altera nihil sentit adversi; una carnales libídines frenat, altera
tatem ligandi solvendique peccata. Quod est enim per proprietatem in spiritualibus delectationibus vacat; una est vincendi cura sollicita, altera
Christo Ecclesia, hoc est per significationem Petrus in petra; qua sig- victoriae pace secura; una in tentationibus adiuvatur, altera sine ulla
nificatione intelligitur Christus petra, Petrus Ecclesia. Haec igitur Ec- tentatione in ipso adiutore laetatur; una subvenit indigenti, altera ibi
clesia quam significabat Petrus, quamdiu degit in malis, amando et est ubi nullum invenit indigentem; una aliena peccata ut sua sibi ig-
sequendo Christum liberatur a malis. Magis autem sequitur in eis qui noscantur ignoscit, altera nec patitur quod ignoscat, nec facit quod sibi
certant pro veritate usque ad mortem. Sed universitati dicitur, Sequete poscat ignosci; una flagellatur malis, ne extollatur in bonis, altera tanta
me, pro qua universitate passus est Christus: de quo dicit idem Petrus, plenitudine gratiae caret omni malo, ut sine ulla tentatione superbiae
Christus pro nobis passus est, relinquens nobis exemplum, ut sequamur cohaereat summo bono; una bona et mala discernit, altera quae sola
vestigia eius (1 Petr 2,21). Ecce propter quod ei dictum est, Sequere bona sunt cernit: ergo una bona est, sed adhuc misera; altera melior
me. Est autem alia vita immortalis, quae non est in malis: ibi facie et beata. Ista significata est per apostolum Petrum, illa per Ioannem.
ad faciem videbimus, quod hic per speculum et in aenigmate videtur Tota hic agitur ista usque in huius saeculi finem, et illic invenit finem:
(1 Cor 13,12), quando multum in conspicienda veritate proficitur. Duas differtur illa complenda post huius saeculi finem, sed in futuro saeculo
itaque vitas sibi divinitus praedicatas et commendatas novit Ecclesia, non habet finem. Ideo dicitur huic, Sequere me: de illo autem, Sic eum
quarum est una in fide, altera in specie; una in tempore peregrina- voló manere doñee veniam; quid ad te? Tu me sequere. Quid enim
tionis, altera in aeternitate mansionis; una in labore, altera in requie; est hoc? Quantum sapio, quantum capio, quid est hoc, nisi, Tu me se-
una in via, altera in patria; una in opere actionis, altera in mercede quere per imitationem perferendi temporalia mala; ille maneat doñee
638 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 6 124, 6 Sobre el Evangelio de San ]uan 639

pasión; m a s la contemplación, ya incoada, permanezca así hasta más a J u a n q u e a Pedro; mas n o queda claro p o r q u é P e d r o
q u e yo venga, p a r a completarla cuando yo haya venido. Sigue a m ó a Cristo m á s que J u a n . Pues n o p o r q u e Cristo nos a m e
a Cristo la p l e n i t u d piadosa de la paciencia llegando hasta la en la vida futura, en la q u e sin fin viviremos con El, m á s q u e
m u e r t e ; m a s la plenitud de la sabiduría, que entonces se ha de en ésta, de la cual somos sacados para vivir siempre en aquélla,
manifestar, p e r m a n e c e en este estado hasta la venida de Cristo. allí le a m a r e m o s menos, c u a n d o seremos mejores, ya q u e no p o -
A q u í , en la tierra de los mortales, se toleran los males de este demos hacernos mejores sino a m á n d o l e más a El. ¿Por qué,
m u n d o ; allí, en la tierra de los vivos, se c o n t e m p l a n los bienes pues, J u a n le a m a b a m e n o s q u e Pedro, si él representaba aque-
del Señor. P e r o en cuanto dice: Quiero que él permanezca hasta lla vida en la q u e ha de ser a m a d o m u c h o más, sino p o r q u e se
que yo venga, n o ha de entenderse en el sentido de quedar o per- dijo: Quiero que él permanezca, esto es, espere hasta que yo
venga, p a r a indicar q u e aún n o tenemos ese m i s m o amor, que
manecer, sino en el sentido de esperar; p o r q u e lo que por él
entonces será m u c h o mayor, mas esperamos tenerlo en el futu-
se significa, n o se verificará ahora, sino cuando Cristo viniere.
ro, cuando El haya venido? Y p o r eso dice el m i s m o apóstol en su
M a s en cuanto a lo q u e se significa p o r aquel a q u i e n se dijo:
Epístola: No ha aparecido aún lo que seremos, porque sabemos
Tú sigúeme, si n o se realiza d u r a n t e esta vida, n o se llegará
que cuando esto aparezca, seremos semejantes a El, porque le
a la vida que se espera. En esta vida activa, cuanto m á s a m a m o s
veremos como El es. Entonces a m a r e m o s m á s lo q u e veremos.
a Cristo, tanto más fácilmente nos libramos del m a l ; El, e m p e -
Pero el Señor, sabiendo cuál ha de ser en nosotros aquella nues-
ro, nos ama m e n o s en este estado, y nos saca de este estado
tra vida futura, la ama más en su predestinación, para llevarnos
para que n o seamos siempre así. Allí nos ama más, p o r q u e ya
a ella con su a m o r hacia nosotros. Por lo cual, siendo todos los
n o h a b r á en nosotros cosa que le desagrade y q u e tenga q u e
caminos del Señor misericordia y verdad, reconocemos nuestra
arrancar; mas aquí n o nos ama sino con el fin de curarnos y
miseria presente, p o r q u e la senrimos; y por eso a m a m o s más
apartarnos de las cosas q u e El n o ama. L u e g o nos a m a m e n o s
la misericordia del Señor, que deseamos nos conceda para ver-
aquí, d o n d e n o quiere q u e permanezcamos, y nos ama m á s allí, nos libres de nuestra miseria, y diariamente se la p e d i m o s p r i n -
a d o n d e quiere q u e pasemos y de d o n d e n o quiere que jamás cipalmente para la remisión de los pecados, siéndonos p o r El
caigamos. A m e l e , pues, P e d r o para que nos veamos libres de concedida. Y esto es lo significado por el apóstol Pedro, q u e
esta mortalidad, y sea a m a d o por J u a n para que seamos conser- ama más, p e r o es m e n o s amado, p o r q u e Cristo nos a m a m e n o s
vados en aquella inmortalidad. en nuestra miseria que en nuestra bienaventuranza. T a m b i é n
6, Y de este m o d o queda demostrado por q u é Cristo a m ó nosotros a m a m o s m e n o s la contemplación de la verdad, como

sempiterna venio redditurus bona? Quod apertius ita dici potest: Per- Petrum amaverit Christus, non cur amplius Petrus quam Ioannes amave-
fecta me sequatur actio, informata meae passionis exemplo; inchoata vero rit Christum. Ñeque enim, si plus nos diligit Chrisrus in futuro saecu-
contemplatio maneat doñee venio, perficienda cum venero. Sequitur enim lo, ubi cum illo sine fine vivemus, quam in isto unde eruimur, ut illie
Christum, perveniens usque ad mortem pia plenitudo patientiae: manet semper simus, propterea nos tune eum minus dilecturi sumus quan-
autem doñee veniat Christus, tune manifestanda plenitudo scientiae. Hic do meliores erimus; cum meliores utique nisi amplius eum diligendo,
quippe tolerantur mala huius mundi in térra morientium, ibi videbun- nullo modo esse possimus. Cur ergo Ioannes minus eum diligebat quam
tur bona Domini in térra viventium. Quod enim ait, Voló eum manere Petrus, si eam vitam significabat, in qua est multo amplius diligendus,
doñeo veniam, non sic intelligendum est quasi dixerit, remanere vel nisi quia propterea dictum est, Voló eum manere, id est exspectare,
permanere, sed, exspectare: quoniam quod per eum significatur, non doñee veniam, quoniam et ipsum amorem qui tune multo amplior erit,
utique nunc, sed cum venerit Christus, implebitur. Quod autem per nondum habemus, sed futurum exspectamus, ut cum ipse venerit, ha-
hunc significatur, cui dictum est, T» me sequere, nisi nunc agatur, beamus? Nam sicut in Epístola sua Ídem dicit apostolus, Nondum ap-
non petvenietur ad illud quod exspectatur. In hac autem activa vita paruit quod erimus; scimus quoniam cum apparuerit, símiles ei erimus,
quanto magis Christum diligimus, tanto facilius liberamur a malo. At quoniam videbimus eum sicuti est (1 lo 3,2). Tune ergo amplius quod
ipse nos minus diligit quales nunc sumus; et hinc ideo liberat, ne sem- videbimus, diligemus. Ipse autem Dominus illam quae futura est vitam
per tales simus. Ibi vero amplius nos diligit; quoniam quod et displi- nostram, qualis in nobis futura sit sciens, praedestinatione plus amat,
ceat, et quod a nobis auferat, non habebimus: nec ob aliud nos hic di- ut ad eam nos amando perducat. Quocirca quoniam universae viae Do-
ligit, nisi ut sanet et transferat ab his quae non diligit. Hic ergo minus, mini misericordia et veritas (Ps 24,10), miseriam nostram praesentem
ubi non vult remaneamus: ibi amplius, quo vult transeamus, et unde novimus, quia sentimus; et ideo misericordiam Domini, quam nobis
non vult pereamus. Amet ergo eum Petrus, ut ab ista mortalitate libe- de miseria liberandis exhiberi volumus, plus amamus, eamque quotidie
remur: ametur ab eo Ioannes, ut in illa immortalitate servemur. máxime pro peccatorum remissione poscimus et habemus: hoc per Pe-
6. Sed ista ratione illud ostenditur, cur amplius Ioannem quam trum significatum est plus amantem, sed minus amatum; quia minus
640 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 7 124, 8 Sobre el Evangelio de San Juan 641
entonces la tendremos, p o r q u e aún n o la conocemos ni la p o - acerca de la divinidad de Cristo y de la U n i d a d y T r i n i d a d de la
seemos. Esta es figurada por J u a n , menos a m a n t e ; y p o r eso divinidad, q u e en aquel reino se han de contemplar cara a cara,
espera q u e tanto ella c o m o el amor, que a El es debido, se mas ahora, hasta q u e el Señor venga, son vistas c o m o en u n es-
completen en nosotros cuando venga el Señor; es, n o obstante, pejo y en figura, cosas que El dejaría escapar en su predica-
más amado, p o r q u e p o r él es figurado lo q u e le hace bienaven- ción. Mas t a m b i é n el Señor m i s m o difundió p o r todo el m u n d o
turado. su Evangelio para que todos, cada u n o según su capacidad, be-
7. P e r o nadie separe a estos dos insignes apóstoles. A m b o s biesen de él. Hay, además, otros intérpretes de las Sagradas Le-
estaban en lo q u e P e d r o representaba y a m b o s h a b í a n de estar tras, y ciertamente de m u c h o peso, que dicen q u e el apóstol San
en lo q u e J u a n figuraba. En figura le seguía aquél y p e r m a n e - J u a n fue m á s a m a d o del Señor p o r ser castísimo desde su ni-
cía éste; mas p o r la fe ambos toleraban los males de esta m i - ñez y n o estar ligado con los lazos del m a t r i m o n i o . M a s esto n o
seria, y ambos esperaban los bienes de aquella bienaventuranza. aparece con evidencia en las Escrituras canónicas; n o obstante,
Y n o sólo ellos, sino toda la Iglesia, Esposa de Cristo, hace esto favorece m u c h o a esra opinión el hecho de que en aquella vida
para verse libre de estas tentaciones y guardarse para aquella por él figurada n o se dan los casamientos.
felicidad. Estas dos vidas fueron figuradas por P e d r o y p o r 8. Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas
Juan, una cada uno; p e r o ambos t e m p o r a l m e n t e c a m i n a r o n en y las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Mu-
ésta p o r la fe, y ambos gozaron de aquélla por la contempla- chas otras cosas son las que hizo Jesús que, si se escribiesen una
ción. P e d r o , el p r i m e r o de los apóstoles, recibió las llaves del por una, creo que los libros que habían de escribirse no podría
reino de los cielos para atar y desatar los pecados a todos los contenerlos el mismo mundo. N o debe entenderse que n o p o -
dría contenerlos el m u n d o espacialmente, p o r q u e ¿cómo podría
justos pertenecientes inseparablemente al cuerpo de Cristo, para
escribirse en el m u n d o , si el m u n d o no fuera capaz de contener
sostener el gobernalle de esta vida tempestuosa. Y en represen-
los escritos? Sino q u e quizá no p u d i e r a n ser c o m p r e n d i d o s p o r
tación de esos mismos justos, destinados al pacatísimo seno de
la capacidad de los lectores; p o r q u e , aun q u e d a n d o a salvo la
aquella vida secretísima, J u a n el Evangelista estuvo recostado
veracidad de las cosas, frecuentemente las palabras parecen ex-
sobre el pecho de Cristo. P o r q u e n o solamente P e d r o ata y des-
ceder esa realidad. Mas n o sucede esto cuando se e x p o n e n las
ata los pecados, sino la Iglesia entera; c o m o tampoco solamente
cosas dudosas u oscuras, aduciendo las causas y razones, sino
J u a n bebió en las fuentes del d i v i n o p e c h o que en el principio
cuando lo q u e es claro y abierto se a u m e n t a o se disminuye sin
el V e r b o D i o s estaba en Dios y todas las otras cosas sublimes
Deum apud Deum, et caetera de Christi divinitate, et de totius divini-
nos amat Christus miseros quam beatos. Veritatis autem contemplatio- tatis trinitate atque unitate sublimia, quae in illo regno facie ad faciem
nem qualis tune futura est, minus amamus, quia nondum novimus nec contemplanda, nunc autem doñee veniat Dominus, in speculo atque in
habemus: haec per loannem significata est minus amantem, atque ideo aenigmate contuenda sunt, quae praedicando ructaret, de fonte Dominici
et ad ipsam, et ad eius in nobis amorem, qualis ei debetur, implendum, pectoris solus bibit; sed ipse Dominus ipsum Evangelium pro sua cuius-
doñee veniat Dominus exspectantem; sed plus amatum, quia id quod que capacítate ómnibus suis bibendum toto terratum orbe diffudit. Sunt
per illum figuratum est, hoc efficit beatum. qui senserint, et hi quidem non contemptibiles sacri eloquii ttactatotes,
7. Nemo tamen istos insignes apostólos separet. Et in eo quod a Christo loannem apostolum propterea plus amatum, quod ñeque uxo-
significabat Petrus, ambo erant; et in eo quod significabat Ioannes, rem duxeiit, et ab ineunte pueritia castissimus vixerit (HlERON. 1.1 Con-
ambo futuri erant. Significando sequebatur iste, manebat ille: credendo tra lovinianum). Hoc quidem in Scriptutis canonicis non evidenter
autem ambo mala praesentia huius miseriae tolerabant, ambo futura apparet: verum tamen id quoque multum adiuvat congruentiam huiusce
bona illius beatitudinis exspectabant. Nec ipsi soli, sed universa hoc facit sententiae, quod illa vita per eum significata est, ubi non erunt nuptiae.
sancta Ecclesia sponsa Christi, ab istis tentationibus eruenda, in illa 8. Hic est disápulus ille qui testimonium perhibet de his, et scrip-
felicítate servanda. Quas duas vitas Petrus et Ioannes figuraverunt, sin- sit haec; et scimus quia verum est testimonium eius. Sunt autem, inquit,
guli singulas: verum et in hac temporaliter ambulaverunt ambo per fi- et alia multa quae fecit Iesus, quae si scribantur per singula, nec ipsum
dem, et illa in aeternum fruentur ambo per speciem. Ómnibus igitur arbitror mundum capere eos qui scribendi sunt libros. Non spatio lo-
sanctis ad Christi corpus inseparabiliter pertinentibus, propter huius vi- corum credendum est mundum capere non posse, quae in eo scribi quo-
tae procellosissimae gubernaculum, ad liganda et solvenda peccata claves modo possent, si scripta non ferret? sed capacítate legentium compre-
regni caelorum primus Apostolorum Petrus accepit: eisdemque ómnibus hendi fortasse non possent: quam vis salva rerum fide, plerumque verba
sanctis propter vitae illius secretissimae quietissimum sinum, super pec- excederé videantur fídem. Quod non fit quando aliquid quod erat
tus Christi Ioannes evangelista discubuit. Quoniam nec iste solus, sed uni- obscurum vel dubium, causa et ratione reddita exponitur: sed quando
versa Ecclesia ligat solvitque peccata: nec ille in principio Verbum id quod apertura est vel augetur, vel extenuatur, nec tamen a tramite
S.Ag. 14 21
642 Sobre el Evangelio de San Juan 124, 8
salirse de los linderos de la verdad. Porque entonces las palabras
de tal modo exceden a la lealidad de las cosas por ellas indi-
cadas, que aparece clara la voluntad de quien habla sin inten-
ción de falsearlas, y quien escucha conoce bien hasta qué punto
deben ser creídas. A este modo de hablar llaman hipérbole los
maestros de las letras griegas, como también los maestros de las
latinas. Y esta manera dé decir se halla no solamente en este
pasaje, sino en otros muchos de las Divinas Letras, como por
ejemplo: Pusieron su boca en el cielo; La punta del cabello
de quienes caminan en sus delitos, y otros muchos, que no es-
casean en las Sagradas Escrituras, así como otros tropos, o sea, ACABÓSE DE IMPRIMIR ESTE DECIMOCUARTO
modos de decir. De ellos hablaría con mayor extensión si no VOLUMEN
AGUSTÍN",
DE
DE
LAS "OBRAS
LA BIBLIOTECA
DE SAN
DE
me-viese obligado a concluir este sermón, a la vez que el evan- AUTORES CRISTIANOS, EL DÍA 2 4
DE JULIO DE 1 9 6 5 , VIGILIA
gelista concluye su evangelio. DE SANTIAGO APÓSTOL,
EN LOS TALLERES
significandae veritatis erratur; quoniam sic verba rem quae indicatur FARESO, PEDRO
TEJEIRA, 3 ,
excedunt, ut voluntas loquentis nec fallentis appareat, qui novit quous- MADRID
que credatur, a quo ultra quam credendum est vel minuitur loquendo
aliquid, vel augetur. Hunc loquendi modum graeco nomine, non solum
graecarum, verum etiam latinarum litterarum magistri hyperbolen vo- LAUS DEO VIRGINIQUE MATR1
cant. Qui modus, sicut hoc loco, ita in nonnullis aliis divinis Litteris
invenitur: ut est, Posuerunt in caelum os suum (Ps 72,9); et, Verticem
capilli perambulantium in delictis suis (Ps 67,22); et multa huiusmodi,
quae Scripturis sanáis non desunt, sicut alii tropi, hoc esl 'ocutionum
modi. De quibus operosius disputarem, nisi Evangelista terminante Evan-
gelium suum, etiam ipse compellerer meum terminare sermonem.

También podría gustarte