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2020-21

PROF. P. JESÚS ZURITA NÚÑEZ


PROF. D.ª RAQUEL MARTÍNEZ VALENCIA

MENSAJE
CRISTIANO
*esquema-resumen ad usum privatum*
TEMA 0
INTRODUCCIÓN

1. ESTRUCTURA GENERAL
 Estructura del Título DECA
1. Religión, cultura y valores
• La paradoja del ser humano: lleno de deseos y preguntas, necesitado de convicciones y creencias últimas.
• El hecho religioso: las religiones como intentos de respuesta al problema del ser humano.
• Revelación de Dios: Dios sale al encuentro del ser humano en el catolicismo.
• Fe: respuesta del ser humano a la revelación de Dios.
• Contenido de la revelación: Dios revela al ser humano quién es (antropología), etc…
• Resumen: “consideramos primeramente esta búsqueda del hombre (capítulo primero), a continuación la
Revelación divina, por la cual Dios viene al encuentro del hombre (capítulo segundo), y finalmente la
respuesta de la fe (capítulo tercero)” (CEC 26). Si analizamos la dinámica es como un diálogo con Dios.
Primero el ser humano, en su problemática, clama al cielo. Dios le responde entonces revelándose. El ser
humano puede ahora aceptar o no la revelación. Si la acepta entonces Dios le dice al ser humano quién es.
2. Mensaje cristiano
3. Iglesia, sacramentos y moral.
• Iglesia: Jesús quiere continuar su presencia en el mundo a través del misterio de la Iglesia.
• Sacramentos: el modo que Cristo instituye para celebrar nuestra fe.
• Moral: la vida nueva que Cristo nos trae y que nos invita a vivir para seguirle e imitarle.
4. Teología católica, su pedagogía y didáctica. Aprender a enseñar todo lo aprendido de teología católica.
 Estructura del Catecismo de la Iglesia Católica (cf. CEC números 13-25):
1. Lo que creemos – sintetizado en el Credo → Lo vemos en DECA 1 y en Mensaje cristiano
2. Lo que celebramos – sintetizado en los sacramentos → Lo vemos en DECA 2
3. Lo que vivimos – sintetizado en los mandamientos → Lo vemos en DECA 2
4. Lo que rezamos – sintetizado en el Padrenuestro
 Estructura de “Mensaje cristiano”
◊ Jesucristo: ¿quién es? ¿qué dijo? ¿por qué murió? ¿resucitó?
◊ Trinidad: Padre, Hijo, Espíritu Santo
◊ Escatología: muerte, juicio, cielo e infierno.

2. BIBILIOGRAFÍA BÁSICA SOBRE LA REVELACIÓN


 Sagradas Escrituras / Biblia. Versión app gratuita en Android y Apple.
 Catecismo de la Iglesia católica (abreviatura: CEC). Está en la web del vaticano.
 Compendio del Catecismo. Está en la web del vaticano.
 Youcat. Versión joven del catecismo. No es un libro oficial de la Santa Sede, pero sí recomendable.
 Sobre Jesucristo. JUAN CHAPA, 50 preguntas sobre Jesús (Rialp 2006)
◊ Versión descargable: http://multimedia.opusdei.org/pdf/es/preguntas/0.pdf
◊ Versión vídeos: https://www.youtube.com/user/50preguntas/videos

 Nota. En aplicación de la Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, así
como la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía, toda
referencia a personas o colectivos incluidos en estos apuntes, estará haciendo referencia al género gramatical
neutro, incluyendo, por lo tanto, la posibilidad de referirse tanto a mujeres como a hombres. En concreto se usará
la palabra ‘hombre’ en sentido genérico y genuino (homo: humanidad), haciendo referencia a la persona humana
e incluyendo tanto al varón como a la mujer, al niño y a la niña: https://www.babab.com/no12/hombre.htm

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TEMA 1
¿QUIÉN ES ÉSTE?

1. ASOMBRO, MIEDO Y… ¡UNA PREGUNTA RECURRENTE!


 Miedo por la tempestad calmada: Mc 4, 35-41 Aquel día, al atardecer, les dice Jesús: “Vamos a la otra
orilla”. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una
fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido
sobre un cabezal. Lo despertaron, diciéndole: “Maestro, ¿no te importa que perezcamos?”. Se puso en pie,
increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio, enmudece!”. El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: “¿Por
qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?”. Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: “¿Pero, quién es este?
¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!” (Paralelos Mt 8, 23-27 y Lc 8, 22-25)
 Potestad para perdonar pecados:
◊ Temor y asombro: Lc 5, 17-26 Un día estaba él enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de
la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para
realizar curaciones. En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y
trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío,
subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de
Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: “Hombre, tus pecados están perdonados”. Entonces se pusieron a pensar
los escribas y los fariseos: “¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo
Dios?”. Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: “¿Qué estáis pensando en vuestros
corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al
paralítico— “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla, vete a tu casa”. Y, al punto, levantándose a la vista
de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios. El asombro
se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían: “Hoy hemos visto maravillas”.
◊ Murmuración: Lc 7, 36-50 Un fariseo le rogaba que fuera a comer con él y, entrando en casa del fariseo, se
recostó a la mesa. En esto, una mujer que había en la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo
en casa del fariseo, vino trayendo un frasco de alabastro lleno de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies,
llorando, se puso a regarle los pies con las lágrimas, se los enjugaba con los cabellos de su cabeza, los cubría de
besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo: “Si este fuera profeta, sabría
quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora”. Jesús respondió y le dijo: “Simón,
tengo algo que decirte”. Él contestó: “Dímelo, Maestro”. “Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía
quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le
mostrará más amor?”. Respondió Simón y dijo: “Supongo que aquel a quien le perdonó más”. Y él le dijo: “Has
juzgado rectamente”. Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me
has dado agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con
sus cabellos. Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.
Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo:
sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama
poco”. Y a ella le dijo: “Han quedado perdonados tus pecados”. Los demás convidados empezaron a decir entre
ellos: “¿Quién es este, que hasta perdona pecados?”. Pero él dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.
 Miedo de los discípulos: Mc 10, 32 Estaban subiendo por el camino hacia Jerusalén y Jesús iba delante de
ellos; ellos estaban sorprendidos y los que lo seguían tenían miedo.
 Sorpresa de Herodes: Lc 9, 7-9 El tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse,
porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido
Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: “A Juan lo mandé
decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?”. Y tenía ganas de verlo.
 Sorpresa de los guardias del templo: Jn 7, 43-46 Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo acudieron a los sumos
sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron: “¿Por qué no lo habéis traído?”. Los guardias respondieron: “Jamás
ha hablado nadie como ese hombre”.
 De Jerusalén: Mt 21, 10 Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: “¿Quién es este?”.

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2. LA RESPUESTA
 De los conocidos de Jesús
◊ Juan el Bautista: Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como
una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel
sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto
y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios» (Jn 1, 32-34)
◊ De Natanael: Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los
profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir
algo bueno?». Felipe le contestó: «Ven y verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis
a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?». Jesús le
responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo
de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo
abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre» (Jn 1, 45-51).
◊ De Marta: Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en
casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé
que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que
cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees
esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al
mundo» (Jn 11, 20-27).
◊ De Simón Pedro: Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a
la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para
orar. Llegada la noche estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las
olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar.
Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame
ir a ti sobre el agua». Él le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a
Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame».
Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?». En
cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: «Realmente eres
Hijo de Dios» (Mt 14, 22-33).
◊ De Simón Pedro: Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice
la gente que es el Hijo del hombre?”. Ellos contestaron: “Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros
que Jeremías o uno de los profetas”. Él les preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Simón Pedro
tomó la palabra y dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo”. Jesús le respondió: “¡Bienaventurado tú,
Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los
cielos (Mt 16, 13-17).
 De los judíos: Pilato salió otra vez afuera y les dijo: “Mirad, os lo saco afuera para que sepáis que no
encuentro en él ninguna culpa”. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura.
Pilato les dijo: “He aquí al hombre”. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron:
“¡Crucifícalo, crucifícalo!”. Pilato les dijo: “Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa
en él”. Los judíos le contestaron: “Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha
hecho Hijo de Dios”. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más (Jn 19, 4-8).
 Del centurión: Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu. Entonces el velo del templo se rasgó
en dos de arriba abajo; la tierra tembló, las rocas se resquebrajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos
de santos que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que él resucitó, entraron en la ciudad
santa y se aparecieron a muchos. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo
que pasaba, dijeron aterrorizados: “Verdaderamente este era Hijo de Dios” (Mt 27, 50-54; // Mc 15, 39).
 Del diablo
◊ Exorcismos: De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban y decían: «Tú eres el Hijo de Dios».
Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías (Lc 4, 41; cf. paralelo Mc 3, 11-12)
◊ Dos endemoniados: Llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde los sepulcros dos
endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y
le dijeron a gritos: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? (Mt 8, 28-29)

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◊ El endemoniado de Gerasa: Y llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas
desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que
vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos
y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba
el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús,
echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente: «¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios
altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes» (Mc 5, 1-7).
◊ Tentaciones: Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después
de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: «Si
eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó: «Está escrito: “No solo
de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Entonces el diablo lo llevó a la
ciudad santa, lo puso en el alero del templo 6 y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito:
“Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las
piedras”». Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”» (Mt 4, 1-7; // Lc 4, 1-13)
 De Jesús mismo
◊ El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: “¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que
presentan contra ti?”. Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: “Te conjuro por el Dios vivo a que nos
digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios”. Jesús le respondió: “Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: desde ahora
veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene sobre las nubes del cielo” (Mt 26, 62-64)
◊ Cuando se hizo de día, se reunieron los ancianos del pueblo, con los jefes de los sacerdotes y los escribas; lo
condujeron ante su Sanedrín, y le dijeron: «Si tú eres el Mesías, dínoslo». Él les dijo: «Si os lo digo, no lo vais
a creer; y si os pregunto, no me vais a responder. Pero, desde ahora, el Hijo del hombre estará sentado a la
derecha del poder de Dios». Dijeron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?». Él les dijo: «Vosotros lo
decís, yo lo soy». Ellos dijeron: «¿Qué necesidad tenemos ya de testimonios? Nosotros mismos lo hemos oído
de su boca» (Lc 22, 66-71).

3. CONCLUSIÓN
 Una triple afirmación aparece claramente en los evangelios:
◊ Ante la persona de Jesús, sus palabras, y sus hechos, todos los que le conocieron, tanto sus seguidores
(discípulos, apóstoles), como sus enemigos (escribas y fariseos), incluso los que no trataron más que
puntualmente con él (algunos soldados romanos), todos experimentan un asombro, una admiración, que a
veces llegaba incluso al miedo, y muchos se preguntaban insistentemente: “¿Quién es este?”
◊ La respuesta a esta pregunta es unánime: Jesús de Nazaret mismo se tuvo por el Hijo de Dios, y así quiso
que sus discípulos y sus apóstoles lo creyeran y lo afirmaran.
◊ De hecho, esta fue la razón por la que le mataron.
 Tarea: por tanto ante la pretensión de Jesús de ser el Dios hecho hombre debemos estudiar
◊ ¿es histórica? ¿Él dijo y creyó lo que los escritos que nos llegan de Él afirman que dijo? Porque si Jesús de
Nazaret no tuvo esa pretensión, si esa pretensión sólo es nuestra y Él no la asumió, entonces todo es insostenible,
pura alegoría humana → temas 2 y 3.
◊ ¿es razonable? ¿La pretensión de Jesús está avalada por sus palabras y acciones, de modo que Él haya podido
dar indicios o demostraciones que hagan razonable creer? → temas 4 y 5
◊ ¿cuál es su contenido? Si lo que Jesús dijo es histórico y razonable, entonces ¿qué ha dicho exactamente
acerca de Él, de Dios y de la vida?
− ¿Quién es Él?: → tema 6
− ¿Quién es Dios?: → temas 7 y 8
− ¿Qué pasa al final de la vida?: → tema 9
 Vídeo-resumen: Catolicismo: ¿la religión verdadera?, El sentido busca al hombre: exordio
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido
escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su
nombre (Jn 20- 30-31)

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TEMA 2
HISTORICIDAD Y FUENTES NO CRISTIANAS
 Presentación Genial.ly

1. UN ACONTECIMIENTO SINGULAR
 La pretensión de Jesús de ser Dios hecho hombre es un “acontecimiento singular”. En el tema 1 vimos que Jesús
reivindica ser el Hijo de Dios. Veamos ahora que esta pretensión es un hecho único en la historia en dos sentidos:

1.1 LA PRETENSIÓN DE JESÚS ES UNA VERDAD HISTÓRICA


 La pretensión de Jesús de ser el Hijo de Dios es un hecho histórico, y por tanto singular, acontecido en un
tiempo y espacios determinados: Jesús dijo que era el Hijo de Dios en torno al año 30 d.C. en Tierra Santa.
 Esto provoca dos dificultades: existen dos distancias lo suficientemente grandes para perder de vista a Jesús
de Nazaret y su pretensión de ser el Hijo de Dios.
 1ª distancia: la vida de Jesús y su pretensión es un hecho acontecido en un tiempo y espacio muy lejanos,
en un escenario en el que no he participado como actor ni espectador y en el cual no me he visto implicado sino
de forma accidental, por mi circunstancia geográfica, cultural e histórica. Ante ello surge la duda: ¿cómo fundar
mi vida, el sentido de mi vida —con sus anhelos, sus proyectos, sus razones— en una verdad histórica? Puedo
dirigir mis pasos en la existencia según un principio (valores, una moral, etc.) o una convicción (una verdad
racional necesaria) pero, ¿puedo regir mi vida por un hecho? Para algunos, como Lessing, la respuesta a estas
preguntas es “no”, porque esta distancia espaciotemporal es un “maldito foso” infranqueable:
Las verdades contingentes de tipo histórico no pueden convertirse en una prueba de verdades necesarias de
tipo racional [...] Pasar de esa verdad histórica a una clase totalmente distinta de verdad y pretender de mí
que tenga que configurar todos mis conocimientos metafísicos y morales en conformidad con ella [...] exige
de mí [...] que modifique según ella todos mis conceptos fundamentales de la divinidad [...] Este, precisamente
es el maldito foso que no consigo saltar, a pesar de los numerosos y penosos esfuerzos que he intentado
realizar (E. LESSING, Escritos filosóficos y teológicos, p. 449).
 2ª distancia: el tiempo que nos dista de Jesucristo ha cambiado su pretensión (ser Dios) por la nuestra
(cada uno la suya). Le vemos desde una engañosa distancia que nos protege y nos libra del escándalo. Ya no nos
hace mella su verdad, se ha debilitado la fuerza de su persona. Al no ser contemporáneos a Cristo, ya no le vemos
tal cual fue, con su pretensión de ser Dios que generaba asombro y miedo, sino que simplemente genera simpatía,
inspiración, curiosidad, etc. según a cada uno le interese, porque por desgracia para algunos Jesús es tan solo:
◊ Un revolucionario: un “antisistema” valiente que se enfrentó al “sistema” político y por eso le mataron.
◊ Un activista: un agitador social en favor de causas nobles como el ecologismo o el voluntariado o las ONG.
◊ Un hippie: un “hombrecillo adorable” según S. KIERKEGAARD (Ejercitación del cristianismo, p. 59). Vídeo

1.2 NUNCA NADIE HA DICHO DE SÍ MISMO QUE SEA DIOS EXCEPTO JESÚS DE NAZARETH
 Hay grandes fundadores de religiones existentes o desaparecidas cuyas vidas pueden situarse en el tiempo, y
cuyas palabras, incluso escritos, pueden recogerse y estudiarse en la historia de las religiones. Algunos son:
◊ Moisés, organizador (con Abraham) de la religión del pueblo hebreo, que vivió en el siglo XIII a.C.
◊ Lao-Tsé y Kung-Fu-Tsé (Confucio), que vivieron en China en el siglo VI a.C. y dieron origen a la religión
filosófica del Tao el primero, y a la organización de la religión del Estado en forma moral y familiar el segundo;
◊ Buda, Siddharta Gautama o Sakyamuni, el creador del budismo que vivió en la India en el siglo VI-V a.C.
◊ Zoroastro (o Zarathustra) en Persia fue el organizador religioso de la antigua religión de los persas.
◊ Mahoma, organizador de la religión del Islam en el siglo VII d.C. o Maní en Persia en el siglo II d.C.
 Pero ninguno de ellos ha pretendido que se le considerase un dios. Otra cosa diferente es que, posteriormente
a su vida y muerte, sus seguidores le hayan divinizado o dado culto como imágenes (p.ej. Buda).
 Nunca, nadie, jamás, salvo Jesús, dijo de sí mismo que sea Dios y por eso es un caso singular en la historia
de la humanidad. Jesús de Nazaret es el único hombre conocido en la historia que ha reclamado ser considerado
Dios en sentido definitivo, pleno y total de la palabra. Reprendía incluso a los discípulos que dudaban de ello:
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las
puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos;
trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios
mío!» (Jn 20,26-28).

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2. UNA PREGUNTA, SEIS HIPÓTESIS Y UNA TAREA
 Pregunta: ¿es HISTÓRICA la persona y la pretensión de Jesús?
◊ ¿Realmente Jesús existió como personaje histórico y afirmó de sí mismo que era el Hijo de Dios? Ante
esta inaudita pretensión de Jesús de decir ser “Dios hecho hombre”, primero hay que estudiar si es histórica.
◊ La Ilustración empezó a sospechar que no era histórica, y afirmó a priori que el ‘Jesús histórico’ (el que
realmente existió) es diferente del ‘Cristo de la fe’ (en el que hoy creemos).
◊ Realizó la búsqueda del Jesús histórico, “the Quest” on the historical Jesús, desde 1776 con largas y
sesudas discusiones, pasando por 4 etapas que no estudiaremos (old quest, no quest, new quest, third quest).
◊ Concluyó advirtiendo que los “retratos” del supuesto ‘Jesús de la historia’ que esas búsquedas han
elaborado no pocas veces son, en el fondo, mucho más “proyecciones” de las ideas de los investigadores
que “descubrimientos” reales. O sea que “lo que Pedro dice de Juan, dice más de Pedro que de Juan”.
− Sabemos más de Jesús y de su contexto histórico que al principio.
− Pero, tras 250 años de discusión, las hipótesis siguen siendo muy parecidas a las que había al inicio.
 Respuesta: seis hipótesis posibles para afrontar el acontecimiento singular de Jesús de Nazaret:
1. Es un mito: Jesús no existió realmente → la desmentiremos en este tema 2
2. Es una leyenda: Jesús existió, pero su identificación con Dios es posterior → desmentida tema 3
3. Es un poeta: Jesús existió y se identificó con Dios, pero en sentido simbólico → desmentida tema 3
4. Es un loco: Jesús existió y se identificó con Dios, pero no lo es y no lo sabe → desmentida temas 4 y 5
5. Es un mentiroso: Jesús existió y se identificó con Dios, pero no lo es y lo sabe → desmentida temas 4 y 5
6. Es Dios: Jesús existió y se identificó con Dios en sentido estricto y propio, y lo es. Esta última opción es
la que ha admitido siempre la tradición cristiana y en esta convicción consiste precisamente la fe.
 Tarea: hay que realizar un estudio histórico y con los métodos de la historia, puesto que la cuestión que se
plantea es que Dios entró en la historia. Hay que estudiar:
◊ El contexto histórico y cultural del siglo primero en el Oriente Próximo para contrastar y encuadrar en él el
acontecimiento de Jesús de Nazaret → anexo 1.
◊ Las fuentes no cristianas que nos hablan de ese contexto, valorarlas y analizarlas críticamente para poder
determinar algo de su existencia y de su actividad → continuación de este tema 2.
◊ Las fuentes cristianas para calibrar de modo adecuado su posible objetividad y el tipo de relación que pueden
mantener con otras fuentes → tema 3.
 Nota importante: introducción acerca de la ciencia histórica
◊ La historia es una dimensión de la persona, antes de ser una ciencia/saber/relato.
− Ante todo es el desarrollo de su vida a lo largo del tiempo.
− Además es una ciencia en cuanto el ser humano es consciente, se da cuenta de ese desarrollo de la vida de
las distintas sociedades y culturas, tiene conocimiento del ser humano.
◊ Es además una ciencia humana porque el ser humano es imprevisible en sus actos al ser inteligente y libre.
◊ No es una ciencia exacta porque el hombre no es un autómata predefinido y exacto.
◊ Es una interpretación coherente de unos hechos que no pueden ser reproducidos, y que se analizan e
interpretan no a partir de ellos mismos, sino de forma indirecta, a partir de los testimonios de tales hechos.
◊ Esta interpretación depende de las “precomprensiones” del historiador, pues ni los testimonios ni las
interpretaciones son asépticos

3. HIPÓTESIS DE JESÚS-MITO
 Según la hipótesis del mito
◊ Jesús sería un personaje de ficción síntesis de mitos helenistas, religiones mistéricas y la idea mesiánica judía
◊ El NT sería a lo sumo una simple obra literaria, el mejor best-seller de la historia.
◊ Los creadores serían fanáticos judío-mesiánicos en un contexto religioso pagano.
◊ En consecuencia, el cristianismo sería tan falso como la mitología, así lo vino a decir algún ilustrado:
La verdad sobre Jesús no hay que buscarla ni en la historia ni en la religión, sino en la literatura, en la
mitología (David STRAUSS)
 TAREA: investigación histórica ¿fue Jesús de Nazaret de verdad un personaje relevante en su época? ¿Lo
conoció alguien además de sus seguidores? ¿Hay testimonios de ese tiempo capaces de reflejar esa importancia?
◊ A primera vista podría pensarse que no, puesto que las fuentes latinas y griegas nos hablan de los grandes
emperadores y generales, pero no parecen interesarse demasiado en la figura de un artesano judío.
◊ Sin embargo, veamos cómo hay testimonios muy importantes acerca de Él.
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4. HISTORICIDAD Y FUENTES NO CRISTIANAS
4.1 FUENTES GRECOLATINAS
4.1.1 Cornelio Tácito (54-119)
 Historiador romano más importante de final del siglo I e inicios del siglo II. Conoció de primera mano la
corte imperial de Roma y consultó los archivos de la Curia para componer, al final de su vida (entre el 115 y el
117) su extensa obra: “Anales de la historia de Roma”.
 Alude de pasada a Cristo y a los cristianos: al dar cuenta del reinado de Nerón (54-68), menciona el incendio
que el emperador ordenó en uno de los barrios de la ciudad. Por lo visto el pueblo se enteró de quién era el
causante del desastre, el propio emperador, y comenzó a acusarlo. Y entonces relata Tácito:
Así, pues, para acallar este rumor, Nerón acusó como reos y torturó con penas refinadas a los que el pueblo
denominaba cristianos, odiados por sus crímenes. Su fundador, llamado Cristo, fue condenado a muerte por
el procurador Poncio Pilato, imperando Tiberio. Esta superstición destructora, apenas reprimida, brotaba de
nuevo no sólo por Judea, donde nació dicho mal, sino en la misma ciudad de Roma, adonde confluye de todas
partes, y se exalta cuanto hay de atroz y vergonzoso (TÁCITO, Annales Historiae Romae, XV, 44)
 Esta alusión es muy significativa
◊ Es una fuente nada sospechosa de favorecer el cristianismo, pues se muestra claramente hostil a los
cristianos, a los que califica de “superstición destructora” y cuyos “crímenes” da por supuesto en función del
odio que el pueblo les tenía y que Tácito parece compartir.
◊ Transmite unos hechos del todo ciertos del año 65, momento de la persecución decretada por Nerón.
◊ En el año 65 d.C. el cristianismo contaba ya con una presencia significativa en Roma, no tan pequeña
como para que pudiera pasar desapercibida, y no tan grande como para que a Nerón le resultara
contraproducente cargarles con su culpa; lo bastante numerosa como para que el pueblo la conociera, pero no
tan inmensa como para que el castigo resultara interminable.
◊ Ya entonces se sabía en Roma quién era el fundador de ese grupo, las circunstancias de su muerte y la
consideración que tenía entre sus fieles. El texto da a entender que murió crucificado, pues era ésta una condena
habitual para los reos que no tenían la ciudadanía romana; implica igualmente que fue ejecutado en Judea, pues
de allí era procurador Poncio Pilato, y que ocurrió entre el año 26 y el 36, que fueron los de su gobierno.
◊ El hecho de que hable de “Cristo” y no de “Jesús” refleja que el pueblo lo conocía por ese nombre, que
era el que le daban sus seguidores al considerarlo “ungido” o “mesías” enviado por Dios.
◊ Además es un testimonio relativamente próximo al tiempo de Jesús, porque cuando Tácito escribe no han
pasado todavía cien años de la muerte de Jesús (que tuvo lugar entre el 30 y el 35)
 Resumen: Tácito, que no guarda simpatía alguna por los cristianos o por su fundador, a quien implícitamente
considera un criminal, nos dice que los romanos del año 65 sabían que Cristo había muerto crucificado en Judea
apenas unos 30 años atrás y que, a pesar de tan infamante muerte, sus seguidores lo adoraban como ungido de Dios.
4.1.2 Suetonio (75-160)
 Archivero, bibliotecario y secretario de Adriano (117-138). Conoció asimismo la corte imperial. Su obra
más notable es la “Vida de los doce Césares”, que comienza con Julio César y termina con Domiciano (81-96).
 Alude a un tal Chrestos en la siguiente noticia, al hablar del imperio de Claudio (41-54), el cual
expulsó de Roma a los judíos, que provocaban continuos alborotos por causa de un tal Chrestos (Vita Claudii 25,4)
 Esta alusión es también muy importante
◊ Confirma el pasaje del NT: “Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma” (Hch 18, 2).
◊ Nos informa de la existencia de cristianos en Roma ya en el año 41 d.C.
− Sabemos que en Roma existía una numerosa colonia judía ya en el siglo I a. C., y que en otras ciudades
habían causado disturbios: Flavio Josefo nos dice que en Alejandría, donde los judíos eran la cuarta parte de
la población, se amotinaron como respuesta a las provocaciones del emperador y sus procuradores.
− Pero aquí que el origen de los alborotos era interno a la comunidad judía: “por causa de un tal Chrestos”:
• no se conoce a ningún personaje relevante en Roma en ese período con tal nombre,
• ni se ha encontrado ese nombre en las inscripciones funerarias a pesar de ser un nombre griego común,
• y sin embargo en algunos códices antiguos el nombre de Cristo aparece escrito conforme a esta grafía,
◊ Certifica la rápida difusión de la fe cristiana que estaría en Roma apenas 10 años después de morir Jesús.
◊ Y constata el carácter revulsivo del cristianismo en el seno del judaísmo, que daba lugar a altercados.

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4.1.4 Plinio el joven (62-113)
 Político humanista latino, abogado, militar y amigo de Trajano que le nombra gobernador de Bitinia. Escribió
muchas cartas que reflejan las vicisitudes de su época y su espíritu humanista inculcado por su tío Plinio el Viejo.
 Alude a Cristo en una carta del 110, de la cual se infiere que existía una legislación contra los cristianos, de
cuyos crímenes al parecer todos hablaban, pero nadie había comprobado. Plinio, antes de condenar a varios reos
denunciados como cristianos, abre una investigación para clarificar sus delitos, e informa al emperador Trajano
de su resultado, consultándole cómo debe proceder para actuar con justicia:
... su error [el de los cristianos] había consistido en la costumbre de reunirse determinado día antes de salir
el sol, y cantar entre ellos sucesivamente un himno a Cristo, como si fuese un dios, y en obligarse bajo
juramento, no a perpetrar cualquier delito, sino a no cometer robo o adulterio, a no faltar a lo prometido, a
no negarse a dar lo recibido en depósito. Concluidos estos ritos, tenían la costumbre de separarse y reunirse
de nuevo para tomar el alimento, por lo demás ordinario e inocente… (PLINIO EL JOVEN, Epistulae, x, 96, ad
Traianum Caesarem. Tomada de F. VARO, Rabí Jesús de Nazaret, I, p. 108)
 Alusión menor, pero también muy significativa
◊ Constata la gran difusión del cristianismo. 80 años tras la muerte de Jesús, sus seguidores se extendían por
buena parte del mundo y habían crecido en número hasta resultar significativos para la autoridad romana, pues
Plinio consta que en Bitinia, por los cristianos, había descendido el consumo de carne inmolada a los ídolos.
◊ Confirma la veneración de los cristianos por su fundador, no sólo con la mención del nombre de Cristo,
sino de modo explícito diciendo que lo adoran como a un dios.
◊ Testimonia la práctica de liturgias cristianas: la oración y una comida que hace pensar en la Eucaristía.
◊ Sorprende el código moral que siguen, que es contraria a la práctica habitual de su época.
◊ Sorprende la fidelidad de los cristianos a su Dios, aunque Plinio lo considera obstinación.
4.1.5 Otros
 Existen también otros textos: del filósofo sirio Mara Bar Serapión (ca. 100), del orador romano Marco
Cornelio Frontón (100-168) o del dramaturgo griego Luciano de Samosata (120-180), que en su obra “La
muerte de Peregrino” ridiculiza a los cristianos y se burla de “su fundador crucificado”, así como brevísimas
referencias en Epícteto (55- 135) y en Marco Aurelio (121-180; emperador del 161-180).
 Es común a todos estos autores que
◊ Ninguno es sospechoso de mentir. Todos sienten reservas y animadversión contra los cristianos e incluso odio.
◊ Ninguno de ellos niega la existencia de Jesús de Nazaret, ni su juicio por parte de la autoridad romana, ni
su muerte en cruz, ni la estela cada vez más numerosa de discípulos que le siguen, y que de modo sorprendente
y hasta escandaloso han llegado a creer que aquel crucificado era Dios.
◊ Todos entienden como verdadera la existencia de Jesús, como un hecho necesario para explicar posteriores
acontecimientos: el incendio de Roma, las revueltas judías, la crisis cárnica, la justificación de una sátira.
 Resumen: los historiadores no cristianos, aunque sus referencias sean muy breves y nebulosas, resultan capitales:
certifican, desde fuera de la fe cristiana, que el origen de esa fe es un judío crucificado en tiempos de Poncio Pilato.

4.2 FUENTES JUDÍAS


4.2.1 Flavio Josefo (37-104)
 Historiador judío del siglo I con gran proximidad a los hechos, nacido en Jerusalén poco después de la muerte
de Jesús. Además escritor, militar y sacerdote judío que, apresado por Vespasiano, supo ganar su favor.
 Es la fuente no cristina más completa sobre Jesús, la cual está libre de interpolaciones cristianas según el
profesor judío Shlomo Pines (Universidad Hebrea de Jerusalén):
En aquella época vivía un sabio de nombre Jesús. Su conducta era buena y era apreciado por su virtud. Fueron
numerosos los que se hicieron discípulos suyos, entre los judíos y otras naciones. Pilato lo condenó a ser
crucificado y morir. Pero los que se habían hecho discípulos suyos se pusieron a seguir sus enseñanzas. Ellos
contaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Y que era el Mesías
del que los profetas habían contado tantas maravillas (Antigüedades 18, 63; versión árabe del obispo Agapio)
 El testimonio de Flavio Josefo es de enorme importancia
◊ Explica el origen del cristianismo: un sabio crucificado por Pilato. Resalta su virtud.
◊ No pretende defender a Cristo. Y sin embargo atestigua que sus discípulos son numerosos y no sólo judíos.
◊ Habla de la condena a muerte de cruz por Pilato, sin hablar del juicio del Sanedrín, ni de las causas.
◊ Reconoce que sus seguidores le atribuyen grandes cosas (la resurrección, su calidad de Mesías y el
cumplimiento de las Escrituras), aunque mantiene distancia respecto del carácter sobrenatural de Jesús.
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4.2.2 Escrito en el Talmud
 El Talmud recoge las antiguas tradiciones rabínicas del siglo II a. C. al siglo II d. C., y los comentarios
rabínicos posteriores hasta el siglo VI, luego también tradiciones rabínicas del tiempo de Jesús.
 Las referencias a Jesús en el Talmud son
◊ Polémicas: fruto de la discusión de los rabinos con los cristianos, donde
◊ Anónimas: pues al ser Jesús una persona cuyo nombre mismo debe evitarse, sobre todo en un texto venerable
como es el propio Talmud, a veces se citan sus palabras y sus acciones, pero a Él no se le nombra.
◊ Deformadas: para servir de burla a Jesús, que se le ve como un idólatra.
 “La versión judía” de su juicio, condena y ejecución, del talmud de Babilonia, quizá sea el más interesante:
Se ha enseñado: la víspera de Pascua colgaron a Jesús. Y un heraldo salió delante de él por cuarenta días
[diciendo]: “Será apedreado, porque practicó la brujería y ha desviado a Israel. Quien sepa algo en su favor
que venga e interceda por él”. Mas, no habiendo encontrado a nadie en su favor, lo colgaron la víspera de la
Pascua. [El rabino] Ulla decía: “¿Crees que él hubiera merecido una defensa? Fue un idólatra y el
Misericordioso ha dicho: ¡No tendrás misericordia de él ni encubrirás su culpa!” (Sanhedrín 43a)
 Hay un claro contraste entre la versión del Talmud y la del NT
◊ el NT habla de una condena injusta
◊ el Talmud legitima como justa la muerte de Jesús: por eso habla de un juicio en tiempo y forma, de la
petición de testigos, de la proclamación de la condena y de los cargos del reo.
 Sin embargo son muchas más las coincidencias de ambas fuentes
◊ Coincidencia en la fecha de la muerte de Jesús, la víspera de Pascua, con el evangelio de Juan (Jn 19, 14).
Llama la atención que el Talmud insista en ella como si quisiera dejarlo suficientemente claro. No obstante, a
continuación se presenta la proclamación de un heraldo y un espacio de cuarenta días entre el juicio y la condena
que puede parecer contradictorio con los Evangelios, en tanto que éstos sitúan el juicio en la noche anterior a
la muerte. Aun así, si vamos de nuevo a Juan, encontramos una alusión a un juicio previo al que se tiene la
noche del jueves. En ese juicio se presenta como defensor Nicodemo, pero lo hacen callar, de modo que ya “no
se encontró nadie en su favor”. Juan presenta ese juicio en su relato con una distancia respecto de la ejecución
que puede ser verosímilmente parecida a la que indica el Talmud.
◊ Coincidencia en el modo de ejecución: ‘colgaron’=crucificaron. La aparente contradicción con la condena
(‘será apedreado’) confirma la narración evangélica, pues implica que el juicio lo lleva a cabo el sanedrín y lo
condena a muerte según su propia legislación y por tanto a ser lapidado, mas esta pena no se aplica pues en ese
momento el sanedrín no dispone del ius gladii y tiene que entregar al condenado a la autoridad romana, que lo
ejecuta según sus propias leyes, esto es, por crucifixión.
◊ Coincidencia en los cargos:
− Brujería: tener pactos y trato con el demonio, es un arte diabólico, como, con sorprendente honestidad,
recoge el NT al detallar las acusaciones que los enemigos de Jesús vertían sobre El: “Este expulsa los
demonios con el poder de Belzebú, príncipe de los demonios” (Mt 12, 24; Mc 3, 22).
− Desviar a Israel: significa apartarlo de la adoración al Único Dios, y en consecuencia de cumplir lo que era
de Dios (la ley, el sábado y el templo). Lo que Jesús proponía era que él, Jesús de Nazaret, era más que todo
eso. Y esto sus enemigos lo veían como una idolatría y una blasfemia: una desviación de Israel. De allí el
severo juicio del rabino Ulla: “era un idólatra”. Y a los idólatras había que apedrearlos.
 Resumen:
◊ el Talmud deja claro el núcleo de la muerte de Cristo: que el sanedrín juzgó a Jesús 40 días antes de su
ejecución, y como reo de brujería e idolatría fue condenado a muerte y murió crucificado la víspera de Pascua.
◊ otros testimonios infieren que el judaísmo no obvia ni la existencia de Jesús, ni su enseñanza ni sus discípulos.
 Conclusión:
◊ Las fuentes judías toman como un hecho histórico demostrado que Jesús existió, que dijo e hizo una serie
de cosas tales que le llevaron a juicio y a la muerte, una muerte tan cierta y real que se da incluso su fecha.
◊ Hay una coincidencia elemental de las fuentes judías con las cristianas, a pesar del carácter polémico y la
diferencia de perspectiva. Las fuentes judías corroboran el testimonio sobre Jesús, desde fuera de la fe cristiana
pues el texto ni es cristiano ni favorece a Jesús. Es más, el texto intenta justificar su condena desde el judaísmo.

10
4.3 FUENTES ARQUEOLÓGICAS
 Vamos algunos documentos arqueológicos que parecen confirmar la autenticidad histórica de Jesús de Nazaret.
 La basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén
◊ Iglesia que se alza sobre el lugar de la tumba de Jesús de Nazaret según la tradición cristiana milenaria.
◊ Los arqueólogos constatan una admirable coincidencia con el NT. Tras estudio de partes bajo la construcción
cruzada han descubierto, además de vestigios de los estratos anteriores, restos de una peña, el espacio vacío de
una cantera, convenientemente rellenado de tierra para hacer un huerto, y tumbas tipo kokhin propias del s. I.
 Diversas excavaciones
◊ Han sacado a la luz datos del NT: poblaciones judeocristianas de Nazaret y Cafarnaúm; lápidas que confirman
la existencia de Pilato.
◊ Han descubierto trazos de culto cristiano primitivo en la cueva de Belén, en el Cenáculo o en Dura Europos,
Pompeya y Roma, lo cual confirma la pronta extensión de la fe cristiana.
 Cuadrado mágico de Dura Europos
◊ Palíndromo: palabra o frase con letras dispuestas de modo que resulta
la misma leída de izquierda a derecha que de derecha a izquierda: “sator
arepo tenet opera rotas”, “el sembrador Arepo guía con destreza las
ruedas” [de su carro]. No dice nada.
◊ Del s. III d. C., en Siria, donde había una guarnición romana.
◊ Con un significado oculto descifrado en 1925 por unos arqueólogos: las
25 letras forman, en cruz, la palabra latina paternóster. Los cristianos escondieron un acto
de fe en Cristo crucificado, alfa y omega de la creación, y maestro de oración que enseñó el padrenuestro.
◊ Vincula la oración del padrenuestro con la divinidad de Jesucristo y una teología de la cruz.
 Cuadrado mágico de Pompeya
◊ Idéntico grabado que el anterior; en una columna de la palestra que se halla frente al anfiteatro de Pompeya.
◊ Trae la clave para su desciframiento: justo al lado del jeroglífico se ven tres letras seguidas: la N (centro
de la cruz), flanqueada de la A y la O, que son las que deben situarse fuera. Además tiene encima un triángulo
(símbolo inequívoco de la Santísima Trinidad)
◊ Conclusión: antes del 79, en Pompeya, los cristianos veneran al Crucificado como hombre y como Dios
− existía ya una traducción latina del padrenuestro antes del 79 (o 63) que Pompeya fue sepultada por la lava;
− el culto a la Cruz y la simbología de Alfa y Omega (del Apocalipsis) se remontan a antes del 79, puesto que
la palestra fue abandonada tras el terremoto del año 63;
− había ya un culto al Padre y al Hijo en la península Itálica.

5. CONCLUSIÓN: ES FALSA LA HIPÓTESIS DE JESÚS-MITO


 Hemos encontrado evidencias innegables del paso de Jesús por la historia
◊ Las fuentes no cristianas, tanto grecorromanas como judías, tras estudio detenido, ratifican:
− la existencia histórica de Jesús de Nazaret,
− su labor como “maestro” e incluso “sabio”,
− su capacidad de realizar obras fuera de lo común, aunque divergen al calificarlas: curaciones, brujería o milagros,
− que murió crucificado bajo Pilatos y que sus discípulos afirman su resurrección y lo adoran como Dios.
◊ La arqueología no sólo no desmiente esas fuentes, sino que apunta en esa dirección y parece corroborar
con sus crecientes descubrimientos la tradición cristiana.
◊ Hay clarísimas coincidencias con los datos del NT, que apuntan a la historicidad y veracidad de las fuentes
neotestamentarias.
◊ Luego, fue un fracaso el intento de probar que Jesús no ha existido. De hecho, los autores de la old quest
que sostuvieron esta teoría, pronto tuvieron que matizar la radicalidad de su planteamiento original, que les
“salió rana”.

11
TEMA 3
HISTORICIDAD Y FUENTES CRISTIANAS

 Presentación Genial.ly

 Aún quedan otras 5 hipótesis acerca de Jesús y su pretensión de divinidad, después de haber probado que
la hipótesis de Jesús-mito es falsa, pues las fuentes no cristianas han confirmado la realidad histórica de Jesús.
Desmintamos en este tema la hipótesis de Jesús-leyenda y la de Jesús-poeta.

1. HIPÓTESIS DE JESÚS-LEYENDA Y JESÚS-POETA


 Hipótesis Jesús-leyenda: Jesús existió, pero, según esta hipótesis, apenas sabríamos nada cierto de Él,
sino interpretaciones interesadas de sus seguidores, que tras el evidente fracaso del maestro, habrían reinventado
su historia en clave mesiánica y apocalíptica y la habrían adornado con hechos extraordinarios probablemente
simbólicos (milagros, resurrección, pretensión de divinidad e influencias helenistas). “Dogmas” de esta teoría:
◊ Sería imposible llegar al Jesús de la historia, pues entre él y nosotros se interponen inevitablemente las
comunidades cristianas, que deforman y mediatizan el acceso a Jesús (Adolf von Harnack).
◊ Lo único importante sería el Cristo de la fe, el mensaje de Jesús (espiritual, moral, político, cultural, o de
cualquier tipo), desvinculado del Jesús histórico que queda a una mera interpretación subjetiva (Bultmann)
◊ El Jesús de la historia ≠ el Cristo de la fe. La verdadera historia de Jesús está en otras fuentes no vinculadas
con la Iglesia (p.ej. textos apócrifos).
◊ Que Jesús sea Dios sería una leyenda, invento de los discípulos para evitar volver a mojarse los pies pescando.
¿Qué podían hacer? Si retomaban a sus ocupaciones originales, sólo podían esperar encontrar pobreza y
desgracia. Pobreza, porque lo habían arriesgado todo, en particular sus medios de vida, redes y barcas; sin
contar con que habían perdido el hábito del trabajo. Y desgracia, pues habían experimentado tal tremendo
desplome de sus expectativas de grandeza y poder, y al adherirse a Jesús habían quedado expuestos a todas
las miradas, y todo el mundo los señalaría como los supuestos jueces de Israel, íntimos y ministros del Mesías,
que ahora no eran más que pobres pescadores y tal vez, incluso vagabundos (G. E. LESSING, Fragments from
Reimarus, vol I, Edimburgo, 1879, p. 89)
 Hipótesis Jesús-poeta: existió, y sabemos cosas de él, pero según esta hipótesis es impensable que Jesús
diera a lo que narra el NT un sentido estricto y propio, sino más bien espiritual, simbólico, metafórico.
Serían sus seguidores, pasado el tiempo, quienes cambiarían tal significado de sus palabras y hechos, sus
milagros, su resurrección, etc. El Jesús de la historia sería un simple maestro espiritual como otros. De nuevo, lo
importante de Jesús no sería su historia, sino la interpretación siempre subjetiva de su mensaje.
 El intento de deshelenización del cristianismo. Es el intento de “descontaminación” del cristianismo, de quitar
lo que Jesús no habría dicho, sino sus seguidores, para volver a Jesús y a su mensaje originario, Ha tenido tres
etapas según Benedicto XVI (discurso en Ratisbona el 12.IX.2006, link):
◊ Reforma protestante (s. XVI): afirman el principio de la ‘sola Scriptura’ como forma pura primordial de la
fe tal y como se encuentra originariamente en la Biblia, para liberarse de la filosofía y de la Tradición de la
Iglesia, que eran para Lutero la prostituta del demonio y la gran Babilonia respectivamente.
◊ Teología liberal (s. XIX-XX): Adolf von Harnack especialmente busca volver al hombre Jesús y a su mero
mensaje, para liberarse de las elucubraciones de la teología, p. ej. la fe en la divinidad de Cristo y en la Trinidad.
◊ Pluralismo religioso (s. XX-XXI): la síntesis con el helenismo en la Iglesia antigua fue una 1ª inculturación,
que no debería ser vinculante para las demás culturas. Éstas deberían tener derecho a volver atrás, hasta el
momento previo a dicha inculturación, para descubrir el mensaje puro del NT e inculturarlo de nuevo en sus
ambientes respectivos, liberándose así de tener que afirmar a Jesucristo como único mediador de la Salvación.
La historia evangélica sería inatacable si se probara que había sido escrita por testigos oculares, o por lo
menos por autores cercanos a los sucesos (DAVID STRAUSS)

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2. HISTORICIDAD Y FUENTES CRISTIANAS
 Pregunta: ¿es HISTÓRICA la pretensión de Jesús de ser el Hijo de Dios? ¿Quién divinizó a Jesús? ¿Fue
realmente Él quién lo dijo? Según estas dos hipótesis no fue Jesús quién dijo de sí mismo que fuese Dios, sino
que fue la Iglesia posterior a Jesús quien diría de él, algo que él supuestamente no dijo. Posibilidades:
a. La Iglesia de la Edad Media (VI-XIII), a medida que la Iglesia necesitaba de tal idea para justificar su poder.
b. La Iglesia de la Edad Antigua (s. IV), cuando la Iglesia habría apoyado con esta doctrina la teología imperial
de Constantino, de modo que el único emperador en la tierra se correspondería con el único Dios del cielo.
c. La Iglesia de la 2ª y 3ª generación (s. I-II) para evitar la influencia de las religiones paganas y gnósticas.
d. Los autores del NT: primeros discípulos, sobre todo San Pablo, culpables de haber helenizado el
cristianismo, es decir de haber falsificado el mensaje original de Jesús añadiéndole categorías griegas ajenas a él.
 Respuesta: las posibilidades a, b y c son falsas según lo visto en el tema q sobre la historicidad y fuentes no
cristianas. Si, a inicios del s. II, Plinio dice que los cristianos adoraban a Cristo como a un Dios, es absurdo pensar
que su divinidad la inventó la Edad Media, Constantino o los cristianos del propio s. II, más aún cuando contamos
con fragmentos y testimonios que muestran que ya se le consideraba divino en el s. I.
 PREGUNTA: ¿los cristianos de la 1ª generación, los autores del NT, falsearon la historia de Jesús?
 TAREA: analizar la veracidad del NT. ¿Es una madeja de fábulas sobre un remoto fondo histórico, o por el
contrario tiene una fundamental intencionalidad histórica y un valor también histórico respecto de su protagonista?

2.1 LA CIENCIA HISTÓRICA: CRÍTICA TEXTUAL Y LITERARIA


 Dos problemas surgen a la hora de responder a la anterior pregunta sobre la veracidad histórica del NT:
1. ¡No tenemos los originales del NT! Lo que ha llegado a nosotros son por una parte las copias de copias de
copias de copias a lo largo de los siglos, y por otra citas, traducciones, índices, referencias o antologías. ¿Cómo
saber lo que escribieron de verdad los autores, si lo que nos ha llegado son copias y además incompletas y muy
escasas? ¿Lo que leemos hoy es lo que fue escrito en su origen o ha sido modificado en el transcurso del tiempo?
2. Si llegásemos al texto original, ¿qué fiabilidad histórica tiene su contenido, las fuentes en que se basa el NT?
¿No son textos compuestos por gente ignorante, inculta o a lo mejor interesada de modificar la historia real?
 Solución: la “crítica”, no referido a censura, sino al rol del crítico de investigar la paternidad literaria,
fecha, lugar, fuentes, etc. de una obra: indagar cuándo se compuso, quién la redactó, cuál era su intención, a quién
iban dirigida, cómo se difunde, qué impacto consigue y, sobre todo, qué dice exactamente y en qué forma.
1. Crítica textual: respuesta al primer problema. Es la reconstrucción del texto original: busca averiguar las
palabras exactas que el autor empleó y si estas se han alterado en las sucesivas copias, intentando detectar:
− cambios no intencionales: contaminación de textos paralelos, errores cometidos al copiarse un texto, etc.
− y cambios deliberados: aclaraciones, la eliminación de durezas gramaticales, “correcciones” doctrinales, etc.
− porque si no sabemos qué escribió el autor, el juicio sobre su valor histórico queda fuertemente comprometido.
2. Crítica literaria/de las fuentes: respuesta al 2º problema. Es la identificación de las fuentes escritas que
han contribuido a la formación del texto. ¿Cuáles son los diferentes estratos que componen el NT? ¿Un pasaje
del NT es una unidad integral o es un ‘corta y pega’ de varias fuentes anteriores?
 Un prejuicio: “lo sobrenatural no es posible” postulan las hipótesis de Jesús mito, leyenda o poeta.
◊ Sus autores excluyen por principio la mera posibilidad de lo sobrenatural, y en consecuencia su
dogmatismo los lleva a negar contra toda evidencia cualquier aparente manifestación de lo sobrenatural.
◊ La respuesta a la pregunta está tomada ya desde el principio. Mucho más que buscar con honestidad la
respuesta, los autores parecen buscar argumentos para demostrar que lo sobrenatural no puede admitirse nunca.
◊ Sus argumentos están carentes de prueba, son hipótesis falsas del tipo “Dios no existe”, “no interviene en
la historia” “los milagros no pueden suceder”, “nadie ha resucitado”, “es imposible saber qué pasó” ...
◊ Esto no es exactamente una posición científica, sino un dogmatismo cerrado. Es la hipertrofia de una
razón naturalista que cree que sólo puede ser verdadero aquello que ella puede comprender y probar en
parámetros empírico-matemáticos. Pero una razón así es antihumana, no cree en el amor, ni en el alma, etc…
◊ Están adscritos a una ideología positivista, naturalista, racionalista, que les impide ver la realidad con
transparencia, ya que desde esa lente enfocan todo.
◊ Sin embargo, ellos argumentan que son neutrales porque no están adscritos a ninguna fe ni iglesia. Pero
esa neutralidad es insostenible, pues no hay neutralidad intelectual posible frente a unos hechos que deben ser
interpretados. Tal vez los hechos sean neutrales, pero las interpretaciones pasan siempre por el sujeto y su
cosmovisión (no la que dice que tiene, sino la que de hecho tiene). También por esto es absurdo pretender que
unos textos no-cristianos pueden ser neutrales respecto de Jesús, pues los autores de tales textos, aunque no
crean en Jesús, podrían estar a su favor, o en contra y escribirían ciertamente teniendo esa valoración en cuenta.
13
2.2 CRÍTICA TEXTUAL: LA RECONSTRUCCIÓN DEL NT ORIGINAL
 Criterio científico: hay más fiabilidad histórica de la originalidad del texto cuanto:
◊ Más testigos tengamos del texto: manuscritos, fragmentos, papiros, códices, etc…
◊ Menos tiempo diste entre esos testigos y los hechos acaecidos.
 ¿Qué conservamos del NT? ¿Cuántas y de cuándo son las copias antiguas que tenemos?
◊ Testigos directos (en griego): unos 5.500 manuscritos antes de la aparición de la imprenta
− Fragmentos: papiros 1 con partes del NT (los más famosos el Rylands, los Chester Beatty y los Bodmer).
2
• p52 (≈ 120 d.C.) Jn 18,31-33.37-38. Texto más antiguo del NT . Dista sólo 95 años de la muerte de Jesús.
• p46 (≈ 200) Cartas paulinas, 86 hojas. Algún fragmento se data del año 85.
• p66 (≈ 200) Evangelio de Juan.
• p64 + p67 (≈ 200; 60 según C.P. Thiede) Evangelio de Mateo.
• p75 (≈ 200) Evangelios de Lucas y Juan.
• p45 (inicio s. III) Fragmentos de los 4 Ev. y Hch. 30 folios
− Códices completos con todo el NT: manuscritos unciales (s. IV-IX): 268 códices
3
• Codex Sinaiticus, A 01 (s. IV): Museo Británico
• Codex Vaticanus, B 03 (s. IV ≈ 320 d.C.)
• Codex Alexandrinus, A 02 (s. V): Patriarcado de Alejandría; copia fotográfica en el Museo Británico.
• Codex Ephraemi Syri Rescriptus, C 04: (s. V): palimpsesto de la Biblioteca Nacional de París.
• Codex Bezae, D 05 (s. V): bilingüe griego-latín
• Codex Washingtonianus, W 032 (s. IV-V)
− Manuscritos minúsculos (s. IX-XV): 2.972 códices manuscritos en minúscula (20 veces más que Platón)
− Leccionarios (s. IX en adelante)
◊ Testigos indirectos (distintos del griego): 10.000 en latín + 9.300 en otras lenguas
− Versiones Latinas: Vetus Latina (s. II), Vulgata (s. IV-V)
− Versiones Siríacas: Diatéssaron (s. II), Vetus Syra (s. III), Codex Sinaiticus Rescriptus (s. IV), Codex
Curetonianus y Peshitta (s. V), Siro-palestinense (arameo de Palestina; ¿s. IV-V?), Heraclense (616 d.C.)
− Versiones Coptas: Copto Sahídico (s. III d.C.), Copto Bohaírico (s. IV d.C.)
− Versión Gótica (s. IV)
− Versión Armenia (s. V; ¿desde griego o desde siríaco?)
− Versión Etiópica (s. IV)
◊ Total (testigos directos e indirectos): unos 25.000 manuscritos del NT.
− Combinando todos estos documentos resulta posible reconstruir con altísima fiabilidad el NT al completo.
− Además podríamos reconstruir casi totalmente el NT a partir de las citas que aparecen en los escritos de los
autores cristianos de los siglos I-V, a falta de unos pocos versículos que no son los más significativos.
− Con todo, entre tantos documentos existen ciertamente muchas variantes, por errores u omisiones de los copistas.
 CONCLUSIONES
◊ El NT es un documento histórico fiable por el gran número de testigos y la gran cercanía a la vida de Jesús.
Estos textos han sido estudiados y contrastados como ningún otro por las universidades, bibliotecas e
investigaciones recientes, con presupuestos en muchas ocasiones poco favorables a reconocer su valor como
fuentes históricas, pero que muestran con certeza la figura histórica de Jesús.
◊ De hecho es el texto más fiable de la Edad Antigua, si lo comparamos con cualquier otro texto:
− En número de copias: la Ilíada de Homero (“la biblia de los griegos”): 643 textos (vs 25.000 del NT).
− En distancia a los hechos del testigo más antiguo: la Ilíada 400 años, Platón 1.200 años (vs 95 años del P52) 4.

1
Puesto que el material es mucho más frágil que el pergamino de los manuscritos, la conservación es también más difícil, de modo que
si los folios están deteriorados, a veces hay lagunas en los textos. Aun así, con ellos tenemos una extensa porción del NT.
2
Una de sus primeras copias del evangelio de Juan, ya que el original debió de completarse — según la mayoría de los expertos— hacia
el año 95. La distancia que lo separa de los hechos a los que se refiere no llega ni siquiera a cien años. Hallado en Egipto.
3
Parece que se trata de uno de los cincuenta ejemplares de la Biblia copiados “por escribas diestros en su arte, en pergamino fino, con
nítida escritura” que Constantino encargó a Eusebio de Cesárea el año 333 (Eusebio, Vita Constantini 4, 36).
4
400 años median entre Homero y sus versos más antiguos; 1.200 separan a Platón de las páginas más antiguas que de él conservamos,
compuestas entre los s. IX y XIV a partir probablemente de un arquetipo perdido del s. VI d. C.; sólo 95 de la muerte de Jesús al P52.
14
15
2.3 CRÍTICA LITERARIA: LA FIABILIDAD DEL CONTENIDO DEL NT
 Criterio científico: el tiempo técnico reconocido para confiar en la historicidad de un documento antiguo
es de 2 generaciones (70-80 años). Un hombre que hoy tiene 60 años recuerda bien lo que escuchó cuando tenía
15 a su abuelo de 70: cuando éste tenía 15 sucedió un acontecimiento que marcó su tiempo; no fue inventado,
aunque hubo diversas interpretaciones sobre su significado. (70-15) + (60-15) = 100 → 70-80 años. En ese lapso
no puede inventarse un gran hecho de ningún tipo, y conseguir que la mentira triunfe. Razones:
◊ habría testigos vivos que lo desmentirían, haciendo imposible que la fábula se instalase en la memoria colectiva
◊ quedarían rastros de la controversia entre los fabricantes de la leyenda y los muchos (puesto que se trataría de
creer en un acontecimiento de primera magnitud) que no vieron lo que aquéllos pretenden hacer creer.
2.3.1 Las fuentes
 Las fuentes del NT son tradiciones que las 1as comunidades cristianas han transmitido al menos oralmente
◊ Son relatos, fórmulas de fe, himnos litúrgicos, recensiones de las “palabras del Señor”, esquemas rituales…
◊ Las comunidades usaban estas tradiciones en sus asambleas antes de que existiesen los evangelios y cartas.
◊ Recogen tanto la enseñanza y acciones de Jesús, como una primera reflexión teológica.
 Hay evidencias de que san Pablo y los evangelistas usaban fuentes
◊ Los mismos autores afirman que su intención es contar algo que ha sucedido en un tiempo y lugar determinados.
No tienen una intención meramente sapiencial, espiritual o moral como enseñar algo con moraleja: cf. Lc 3,1-2
◊ Para ello han consultado escritos que ya circulan por las comunidades cristianas, y que ellos mismos se sitúan
en esa corriente de transmisión sobre la vida de Jesús: cf. Lc 1, 1-5.
◊ Hay conceptos y expresiones que Pablo no explica porque supone comunidades capaces de entenderlos: que
Jesús es el Cristo, el Señor de la historia y el que murió y resucitó por nosotros…)
◊ “Porque no os escribimos sino acerca de las cosas que leéis” sería el sustrato arameo que daría origen al
griego que san Pablo escribe a los corintios “Pues no os escribimos sino lo que leéis o entendéis” (2 Cor 1, 13).
2.3.2 Cartas de san Pablo
 Datación de las cartas: 50-68
◊ Son los documentos más antiguos del cristianismo, más antiguos aún que los Evangelios.
◊ San Pablo tuvo que escribir entre la muerte de Jesús y la suya propia, es decir, entre el 30 y el 68.
◊ Los expertos reconocen 7 de sus cartas como auténticamente paulinas y escritas entre el año 50 y 60.
 Datación de las fuentes
◊ Flp 2, 6-11: cita un himno litúrgico al menos unos 10 años anterior a la propia carta y conocido por la
comunidad de Filipos. Como la carta es de inicios del 54, la fuente de este texto prepaulino dista apenas unos
15 años de la muerte de Jesús. Las expresiones del himno sugieren un origen judeocristiano distante del helenismo.
◊ 1 Cor 11, 23-26 5: es el relato más antiguo de la Última Cena, del año 35 aprox. (antes de que los corintios y
Pablo fueran cristianos). El vocabulario que usa san Pablo es el lenguaje técnico que usaban los rabinos para
transmitir con total fidelidad las tradiciones: “he entregado” (paredoka) lo que “he recibido” (parelabon), por
eso afirma que esta tradición “se remonta hasta el Señor” y pone las palabras del propio Jesús en estilo directo,
y dentro de ellas el mandato de realizar con esa celebración su memorial: “haced esto en memoria mía”.
◊ 1 Cor 15, 3-8 6 contiene la misma fórmula de transmisión, y por los giros lingüísticos no paulinos la tradición
se formó en arameo, antes de la fundación de la comunidad de Corinto (49 d. C.; la carta es del 52). Además,
la referencia a los 500 hermanos, “la mayoría de los cuales vive todavía”, reafirma su valor histórico. La
datación de este credo (por su sustrato arameo) está en los diez años posteriores a la crucifixión de Jesús. David
Flusser, profesor judío en la Universidad Hebrea de Jerusalén, afirma: “No tenemos ningún motivo para dudar
de que el Crucificado se apareciera a Pedro, luego a los doce, después a más de quinientos hermanos a la vez
[…] luego a Santiago; más tarde a todos los apóstoles, y finalmente a Pablo en el camino de Damasco” 7.

5
1 Cor 11, 23-26: “Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús,
en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se
entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía”. Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva
alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía”. Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz,
proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.”
6
1 Cor 15, 3-8: “Porque yo os transmití, en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las
Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce;
después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció
a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí”.
7
D. FLUSSER, Jesús, en sus palabras y en su tiempo, p. 138.
16
2.3.3 Evangelios Canónicos
 Datación de los evangelios: hay que encuadrarla dentro del siglo I. La fecha exacta dependerá de las diversas
teorías que existen sobre la composición de los Evangelios:
◊ Teoría de las 2 fuentes: las principales son Mc y Q, por ser el primero próximo a la predicación de Pedro y el
segundo una fuente de dichos (logia) de Jesús. De ellos se servirían Mt y Lc que usan también fuentes propias.
◊ Teoría del Proto-Marcos: sostiene la existencia de un evangelio anterior al evangelio de Marcos actual y del
que seguirían dependiendo Mateo y Lucas.
 Datación de las fuentes: los Evangelios usan fuentes anteriores a ellos principalmente en los relatos de la
Pasión, que se remontan a los primeros diez años de cristianismo. De Mc y la fuente Q, circularon ya algunos
textos compuestos en arameo dentro de los primeros años treinta, esto es, poco después de la muerte de Jesús.
2.3.4 Evangelios apócrifos
 Los evangelios apócrifos son aquellos que la Iglesia primitiva rechazó
◊ Títulos: evangelios judeocristianos (evangelio de los hebreos, evangelio de los
nazarenos, evangelio de los ebionitas y evangelio de los doce apóstoles); el evangelio de
Pedro; el protoevangelio de Santiago; el evangelio de Tomás, etc…
◊ Datan desde el s. II (los más antiguos), hasta mediados del s. IV (los más tardíos).
No hay fragmentos ni manuscritos de ellos anteriores al año 150.
◊ El contexto en el que están escritos y que suponen para Jesús es anacrónico y se
corresponde con épocas posteriores al tiempo de Jesús y al propio siglo I.
◊ Contienen algunos rasgos positivos sacados normalmente de los evangelios canónicos.
◊ Pero incluyen elementos fantásticos: ceden al gusto popular por lo maravilloso y lo
legendario, se dejan llevar por la tentación de “completar” los Evangelios, bien para
colmar lagunas de la vida de Jesús (especialmente la previa al ministerio público), bien
para enriquecer el relato de la resurrección con algunos detalles adecuados para
establecer su realidad de forma irrefutable frente a la incredulidad.
◊ No son neutros, sino interesados: quieren transmitir una doctrina, normalmente hereje
(los evangelios de María Magdalena, de Tomás y de Judas son gnósticos, muy machistas).
◊ Es la tentación de escribir una vida de Jesús que responda a la curiosidad popular
o a una cierta apologética que desea explicar la discordancia o el silencio de nuestros
relatos, o fundamentar más la realidad de los sucesos principales de la vida de Jesús.
◊ Son públicos, no secretos (cf. Google), ni “escondidos por el Vaticano” como dicen algunos para vender.
 Comparativa: escena de la sepultura de Jesús
Evangelio de Pedro Mc 16, 2-6
[Pilato, los sumos sacerdotes, el sanedrín y [las mujeres] muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol,
toda Jerusalén] vieron a tres hombres salir del fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: “¿Quién nos correrá la
sepulcro y los seguía una cruz. Las cabezas de piedra de la entrada del sepulcro?”. Al mirar, vieron que la piedra
aquellos dos llegaban al cielo, mientras la del estaba corrida y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y
hombre que llevaban sobrepasaba los cielos. vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y quedaron
Oyeron una voz que decía: “¿Has predicado a aterradas. Él les dijo: “No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno,
los que duermen?”. Desde la cruz se escuchó el crucificado? Ha resucitado. No está aquí. Mirad el sitio donde lo
esta respuesta: “Sí”. pusieron.
◊ El evangelio canónico es mucho más sobrio. No da una descripción de la resurrección, que tuvo que darse
entre ese momento y la llegada de las mujeres a la tumba. Hay testigos del Resucitado, pero no hay testigos de
la resurrección. Marcos no dice nada porque no lo vio. Los Evangelios sólo pueden hablar de lo que los testigos
han visto, a Jesús resucitado, mas no pueden describir el hecho mismo de la resurrección. Y en sus relatos del
Resucitado mantienen también un estilo sobrio y casi distante, en nada parecido a la imaginación, desbordada
y simbólica, de los apócrifos. Se puede constatar el cuidado por conservar los hechos reales tal como fueron.
 En conclusión, los evangelios apócrifos
◊ Son verdaderas leyendas sin fiabilidad histórica, de una mediocridad lastimosa.
◊ Demuestran que las comunidades cristianas primitivas no eran fáciles de engañar, pues se quedaron con
solo 4 de los casi 150 relatos que hubo de Jesús. No los aceptó por muy solemnes que fueran sus títulos, rechazó
la mayoría de los que se llaman evangelios y obras de los apóstoles y discutió sobre la autenticidad de los relatos.
◊ Demuestran que nadie pudo imponer su propia historia sobre Jesús, ni siquiera la Iglesia primitiva,
pues se hubiese generado una controversia tal que hubiese dejado huella en un ambiente tan poco crédulo.
◊ Reafirman la historicidad de los evangelios canónicos por su dependencia literaria. Es decir, los
evangelios apócrifos se redactan usando como fuentes los evangelios canónicos.
17
2.3.5 Conclusión: historicidad del NT
 Las cartas de san Pablo tienen un gran valor como fuente histórica
◊ San Pablo es muy próximo a Jesús, que murió en el año 30 y Pablo escribe en los 50. Luego mucho menos
de las dos generaciones necesarias para confiar en la historicidad de un documento.
◊ Las cartas de Pablo y sus fuentes afirman la divinidad de Jesús apenas 10-20 años tras su muerte. Luego
es falsa la acusación de que Pablo presenta un Cristo espiritualizado, sin conexión real con el Jesús de la historia.
◊ Las fuentes prueban que la fe en la divinidad de Jesús se desarrolló en la 1ª generación de los que lo
conocieron, fruto del contacto con Él, de los que tuvieron contacto directo e inmediato con estos testigos
oculares (los mismos testigos que David Strauss reclamaba para que la historia evangélica fuese “inatacable”).
◊ Luego, lejos de “helenizar” el cristianismo, san Pablo comenzó la cristianización del helenismo
Esta tesis no es del todo falsa, pero sí rudimentaria e imprecisa. En efecto, el NT fue escrito en griego e implica
el contacto con el espíritu griego, un contacto que había madurado en el desarrollo precedente del AT.
Ciertamente, en el proceso de formación de la Iglesia antigua hay elementos que no deben integrarse en todas
las culturas. Sin embargo, las opciones fundamentales que atañen precisamente a la relación entre la fe y la
búsqueda de la razón humana forman parte de la fe misma, y son un desarrollo acorde con su propia
naturaleza (Benedicto XVI, discurso en Ratisbona el 12.IX.2006, link).
 Los evangelios canónicos
◊ Ciertamente los Evangelios no son biografías ni crónicas, ‘historia’ en el sentido moderno ya que:
− muestran considerables lagunas o contradicciones entre sí.
− no son descripciones meticulosas: aspecto físico de Jesús, lo que Jesús dijo e hizo, su etiología, etc.
◊ Pero los evangelios canónicos y sus fuentes fueron escritos 10-50 años después de los hechos narrados.
Luego también menos que el tiempo técnico reconocido para considerarlo fiable históricamente.
◊ Esta historicidad viene avalada por la existencia de los evangelios apócrifos, escritos después de dos
generaciones, los cuales tienen añadidos fantásticos y copias de otras religiones.
◊ Los mismos autores del NT se sitúan dentro de la corriente de transmisión sobre la vida de Jesús y
además consultan otras fuentes históricas:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre
nosotros, como nos lo transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la
palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, ilustre Teófilo, después de investigarlo todo
diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. En los
días de Herodes, rey de Judea, había […] En el año decimoquinto del Imperio del emperador Tiberio, siendo
Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Filipo tetrarca de Iturea y
Traconítide, y Lisiano tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás (Lc 1, 1-5; 3, 1-3)
 Historicidad del NT
◊ Se afirma con rotundidad que Jesús no es de ficción sino perfectamente histórico: se insiste en
encuadrarlo en un espacio y un tiempo; se ocupan de su caso las autoridades históricas del momento; se habla
de sus parientes, conocidos y discípulos, muchos de los cuales se presentan como vivos todavía en el momento
de escribir los textos... San Pablo apela a los testigos de la resurrección, pero aunque no apelara, muchos que
conocieron los hechos de la vida de Jesús están por ahí para hacer imposible que una leyenda basada en
invenciones se instale: unos la conocieron con admiración, otros con odio, pero ninguno de ellos habría estado
dispuesto a que se desvirtuase la realidad de manera tan clamorosa.
◊ Con todo, es una literatura especial, por su contenido y finalidad: dar a conocer la excepcionalidad del
personaje y ayudar a la liturgia y la predicación en las comunidades nacientes, como dice Lucas en su prólogo.
◊ Esto condiciona la forma del relato, pero no se oponen a su validez histórica. La veracidad de la noticia
no se deduce de la forma, sino de la comprobación. Hay que distinguir forma literaria e historicidad; la primera
no prejuzga la segunda.
◊ Es ‘literatura popular’, no ‘fantástica’, porque aquellos a quienes iban dirigidos jamás los habrían admitido
como válidos (como pasó con los evangelios apócrifos). Quiere conservar la memoria y propiciar el anuncio.
◊ Luego el NT es historia porque custodia y recoge una historicidad palpable. Afirma un enemigo de la Iglesia:
¿Diremos que la historia del Evangelio ha sido inventada a capricho? Amigo mío, no es así como se inventa,
y los hechos de Sócrates, de los que nadie duda, están menos atestiguados que los de Jesucristo. En el fondo
es dejar de lado la dificultad sin destruirla; que varios hombres concertados hubieran fabricado ese libro
sería más inconcebible que el que uno solo haya proporcionado material para él. Jamás hubieran encontrado
unos autores judíos ni ese tono ni esa moral, y el Evangelio posee caracteres de verdad tan grandes, tan
sorprendentes, tan perfectamente inimitables, que el inventor sería más digno de admiración que el héroe (J.
J. ROUSSEAU, Emilio o De la educación, p. 418.)

18
3. CONCLUSIÓN: ES FALSA LA HIPÓTESIS DE JESÚS-LEYENDA/POETA
 Evidencias HISTÓRICAS
◊ El NT viene a afirmar en síntesis que unos años atrás (5, 10, 20, 30 ó 60 según el texto), un artesano judío
que realizaba cosas maravillosas se hacía pasar por Dios mismo (no por un dios); que su pueblo juzgó como
blasfema esa pretensión y por ello lo condenó a muerte; pero que esta muerte, ejecutada por la autoridad romana,
no fue en realidad sino el principio de una nueva vida, pues aquel artesano volvió a estar con sus seguidores
hasta que regresó al cielo, lo cuales fueron por todo el mundo proclamando su resurrección y su divinidad.
◊ En los primeros 70 años tras su muerte, no hay rastro de un Jesús que no se tuviese en un modo u otro
por Mesías o Hijo de Dios. El himno cristiano más antiguo (Flp 2), el sermón cristiano más antiguo (Hch 1 y
2), la más antigua inscripción cristiana, el más antiguo grafiti anticristiano, todos se refieren a Cristo como
Señor y Dios (o por lo menos a uno que pretendió ser venerado como tal).
◊ Los cristianos prefirieron la propia muerte antes que negar a su Señor y Salvador, ya desde Esteban,
cuatro años tras la muerte de Jesús. Y nadie muere normalmente por algo que sabe que es un invento de su grupo.
◊ Jesús tenía expresiones en las que se identifica con Dios según muestra con suficiente claridad el estudio
detallado de todas las fuentes, cristianas y no cristianas. Se puede ver su conciencia de divinidad en que:
− se presentaba como el Mesías esperado,
− se consideraba a sí mismo superior a la ley, al sábado y al templo, las tres grandes ‘encarnaciones’ de Dios
− tenía una relación especial y paritaria con Dios: lo llamaba “abba”, “papaíto”, lo cual escandalizaba.
◊ Los relatos de la Pasión son unánimes sobre la causa del proceso por blasfemia y la necesidad de
presentarlo ante la autoridad romana como una causa política, dado que la cuestión teológica interesaba poco o
nada a los romanos. Y estos son los textos más antiguos según los especialistas. Así lo confirma el Talmud.
◊ La crítica del texto no permite suponer una yuxtaposición legendaria sobre un hipotético fondo histórico.
◊ La proximidad del texto a los hechos tampoco permite una deformación en el núcleo sustancial de la
historia. Más bien ocurre al revés: esa proximidad hace que los pasajes que son “interpretaciones” de los
“hechos” arranquen propiamente de los mismos hechos para explicarlos, no para deformarlos.
◊ La divinización del Mesías está ya presente en el AT, por lo tanto, antes que Jesús y la Iglesia primitiva,
era Israel mismo quien esperaba que la salvación viniese de un Mesías-Dios, según la tradición judía del AT.
◊ San Pablo incluye en esa salvación a todos los pueblos, según se podía interpretar del mismo AT: cf. Is 60.
 Evidencias LÓGICAS
◊ Hay que tener más fe para negar que Jesús tuvo la pretensión de ser Dios y venir a salvar a los hombres,
y afirmar que tras pocos años alguien la puso en sus labios y consiguió engañar a todos. Sostener que no
sucedió cuanto narra el NT y que, sin embargo, eso que “no ocurrió” dio paso a un movimiento religioso que
cambió el mundo sería admitir un verdadero “milagro histórico”, como admitir un incendio sin chispa inicial.
◊ Los propios autores del NT son conscientes de la radicalidad y del peligro de la pretensión cristiana,
una afirmación extrema y chocante: Dios es un judío de carne y hueso crucificado desnudo y humillado como
un criminal. Una afirmación de este tipo contrasta demasiado con el contexto de la época (la época de Jesús, la
de la primera comunidad cristiana y la de la composición del NT).
◊ Es más irracional pensar que esos autores inventaron al personaje y se salieron con la suya, que afirmar
que transmiten algo que sucedió y que no puede desmentirse. Aunque no se crea en la pretensión divina de
Jesús y en la posibilidad de que Él sea Dios y por tanto de respuesta a nuestra vida
 CONCLUSIÓN:
◊ Nadie divinizó a Jesús, fue Él mismo el que afirmó que era el Hijo de Dios.
◊ Quedan demostradas como falsas las hipótesis de Jesús mito, leyenda o poeta. Jesús de Nazaret existió
realmente y pretendió ser Dios hecho hombre. Este es el único origen razonable de la pretensión divina.
◊ Vídeo-resumen temas 2 y 3: Jesús de Nazaret Hombre y Dios: una pretensión histórica
 TAREA
◊ Quedan aún tres hipótesis por investigar (recordar):
4. Es un loco: Jesús existió y se identificó con Dios, pero no lo es y no lo sabe.
5. Es un mentiroso: Jesús existió y se identificó con Dios, pero no lo es y lo sabe.
6. Es Dios: Jesús existió y se identificó con Dios en sentido estricto y propio, y lo es.
◊ Si en el tema 4 consiguiésemos ‘probar’ que Jesús realmente resucitó, entonces
− Jesús sería Dios, ni un loco ni un mentiroso: “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe” (1Cor 15, 14).
− la fe cristiana es un encuentro con alguien vivo y presente en la Iglesia: Cristo. Los datos históricos del
NT, leído con cabeza y corazón, nos abre al misterio de una presencia que supera la razón sin anularla.

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TEMA 4
EL MISTERIO PASCUAL
 Presentación Genial.ly

 “MISTERIO PASCUAL”. Denominamos así al conjunto de la Pasión, Muerte, Resurrección y


Glorificación de Jesús. Es el centro de la fe cristiana: un sepulcro… ¡pero vacío!
 La pretensión de Jesús de ser el hijo de Dios, se probaría a sí misma si Él resucitó tras su dolorosa pasión
◊ “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe” dice san Pablo (1Cor 15,14) y Jesús sería un loco o mentiroso.
◊ Pero si realmente ha resucitado entonces el mismo Dios ha probado que la pretensión de Jesús era cierta.
◊ Ahora bien, ¿cómo probar la resurrección? Es evidente que no podemos demostrar ni reproducir el suceso.
Recordemos el diálogo entre Lee Strobel y el Dr. Gary Habermas en la película “El caso de Cristo”:
Lee: ¿Cómo es posible hablar de la evidencia histórica de la resurrección cuando la resurrección es, por
naturaleza, un milagro, ¿verdad? Todos sabemos que los milagros no se pueden demostrar científicamente.
Dr. Gary: Correcto, pero no hay que demostrar un milagro para demostrar la resurrección.
Lee: Bien. Me encantaría que me explicara eso.
Dr. Gary: Sólo hay que demostrar que murió Jesús y que fue visto después.
 TAREA: someter a análisis crítico el testimonio que la historia nos ha legado
◊ apartado 1: “La pasión y muerte de Jesús” → “demostrar que murió Jesús”
◊ apartado 2: “La resurrección” → “demostrar que fue visto después”
◊ apartado 3: “Conclusión” → el resultado final sólo puede ser la hipótesis más razonable. Esta constatación
no incluye la fe aunque sí la hace posible: es la condición material para que la fe pueda reclamar su legitimidad.

1. LA PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS


1.1 TESTIMONIOS HISTÓRICOS
 El relato de la Pasión y la Resurrección tiene un gran valor
◊ histórico: es lo primero que se escribe del NT (año 35 aprox.) según el proceso de composición evangélica:
− 5 años tras morir Jesús es escrito en arameo: la lengua hablada de los discípulos → queda como “sustrato”.
− Pronto se retocaría en función de la redacción final de los Evangelios.
− Y se traduciría al griego que es la que utiliza la fe cristiana al inicio para difundirse más allá de Judea.
− Después se añadió el resto de la historia: palabras de Jesús, narraciones de sus milagros y relato de la infancia
◊ y testimonial: que Jesús muere y resucita es el centro del anuncio cristiano de la Iglesia primitiva. De hecho
Pasión y Resurrección siempre van vinculados: no hay muerte sin resurrección y viceversa.
 Los diversos relatos de la Pasión son sintéticamente así:
◊ Marcos (14-15), el evangelio más antiguo, afirma que la noche anterior a la muerte de Jesús, tras la última cena,
sufre agonía en el Huerto de Getsemaní, donde la guardia de los sacerdotes le apresa como un criminal y le
llevan ante éstos para un juicio sumario, mientras sus discípulos lo abandonan e incluso, como Pedro, reniegan
de Él. Tras el nocturno proceso judío, que se resuelve en condena a muerte, sigue el juicio ante la autoridad
romana donde los soldados le torturan con golpes y flagelos, Herodes se burla de él y, finalmente Pilatos lo
condena a muerte según los usos de Roma. Cuando se ratifica la condena se le carga con la cruz y se le arrastra
al Calvario, donde la condena se ejecuta y se certifica su muerte hacia la hora nona (las tres de la tarde). José
de Arimatea, consigue autorización para enterrar el cadáver en una tumba de su propiedad cercana al Calvario.
◊ Mateo (26-27) añade que los sacerdotes y escribas, para evitar el robo del cadáver y la posibilidad del fraude,
sellan la tumba y la custodian con una guardia al ocaso del viernes (Mt 27, 62-66).
◊ Juan (13-19) añade algunos datos importantes: sostiene que Jesús muere en la víspera de la Pascua; dice que
los propios romanos certificaron su muerte al atravesarle el costado con una lanza; testimonia y detalla la presencia
de la Madre de Jesús al pie de la cruz; confirma la labor de José y de Nicodemo en el entierro de Jesús…
◊ Lucas (22-23) nos transmite también una vista ante el tetrarca Herodes Antipas (Lc 23, 8-12).
◊ Los cuatro evangelistas señalan la presencia de varias mujeres en la crucifixión y en la sepultura de Jesús.
◊ Las fuentes no cristianas no desmienten ningún dato, sino que ratifican lo afirmado por las fuentes cristianas.
 CONCLUSIÓN: Jesús murió en condiciones extraordinariamente duras según unanimidad de fuentes
judías, grecolatinas y cristianas
20
1.2 LAS PROFECÍAS DE LA MUERTE DEL MESÍAS
 La muerte de Jesús fue profetizada. No fue un “accidente laboral”,
ni una imprudencia, ni una casualidad, ni un imprevisto, etc…
 Muchos pasajes del AT profetizan la muerte de Jesús, tal y como Él
dice a los discípulos de Emaús. Algunos de ellos son por ejemplo este
pasaje del libro de la Sabiduría o esta parte del cántico del siervo 8:
Se decían los impíos, razonando equivocadamente: Acechemos al justo,
que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos
reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación
recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios.
Es un reproche contra nuestros criterios, su sola presencia nos resulta
insoportable. Lleva una vida distinta de todos los demás y va por
caminos diferentes. Nos considera moneda falsa y nos esquiva como a
impuros. Proclama dichoso el destino de los justos, y presume de tener por padre a Dios. Veamos si es verdad
lo que dice, comprobando cómo es su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las
manos de sus enemigos. Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su
resistencia. Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según dice, Dios lo salvará (Sab 2, 1.12-20)
Mirad, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se espantaron de él porque desfigurado
no parecía hombre, ni tenía aspecto humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la
boca, al ver algo inenarrable y comprender algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro anuncio?; ¿a quién se reveló
el brazo del Señor? Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo
vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado
a sufrimientos, ante el cual se ocultaban los rostros, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros
sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él
fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre
él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó
sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero
llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia,
se lo llevaron, ¿quién se preocupará de su estirpe? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados
de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con los malvados y una tumba con los malhechores, aunque no
había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar
su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su
mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a
muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una
muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de
muchos e intercedió por los pecadores (Is 52, 13 - 53, 12)
 El mismo Jesús profetizó muchas veces su muerte y resurrección
◊ Durante su vida pública por tres veces anunció a sus discípulos que moriría y resucitaría 9:
Se fueron de allí y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto,
a los tres días resucitará”. Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle (Mc 9, 30-32)
◊ Jesús mismo asume con libertad la profecía de su Misterio Pascual:
Nadie me quita la vida; yo la entrego libremente (Jn 10, 18)
◊ De hecho, reprende a los discípulos que no creen en las profecías del AT, a Pedro y a los de Emaús:
[Jesús] empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos,
sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad.
Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó
a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» (Mc 8,31-33)
Entonces él les dijo: “¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que
el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?”. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los
profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras (Lc 24, 25-27)

8
“Canto(s) del Siervo de Yahvéh” son un conjunto de textos de la profecía de Isaías que hablan de un ‘siervo’ que padece sufrimientos
con valor redentor: Is 42, 1-4; 49, 1-6;1 50, 4-9; 52, 13-15; 53,12. Las interpretaciones sobre a quién se refiere son muchas y discutidas,
dado el carácter polifacético: siervo, profeta, mártir, sacerdote y rey. En el cristianismo se ha aplicado a Jesús de Nazaret.
9
Primer anuncio de la pasión y resurrección: Mc 8, 31-33; Mt 16, 21-23; Lc 9, 22. Segundo anuncio: Mc 9, 30-32, Mt 17, 22-23; Lc
9, 43-45. Tercer anuncio: Mc 9, 32-34; Mt 20, 17-19; Lc 18, 31-33.
21
1.3 EL QUE SUFRE Y MUERE PRETENDE SER EL HIJO DE DIOS
 Es escandaloso y necio que Jesús, si realmente es Dios, muera trágicamente en la cruz
◊ Escandaliza que pretende ser el Hijo de Dios en medio del horror del sufrimiento de su misma muerte,
cuando está hundido en el desolado infierno del abandono divino. No escandaliza tanto el que lo pretenda ser
antes de la Pasión o que a partir de la Resurrección sus seguidores empiecen a considerarlo así.
◊ Escandalizó a los judíos y griegos de entonces: “nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para
los judíos, necedad para los gentiles” (1 Cor 1,23). Fue insoportablemente escandaloso y necio ya entonces.
◊ Escandaliza a los cristianos tibios y los ateos de hoy: si Jesús es Dios, entonces, ¿por qué murió en la cruz
y por qué permite que nosotros suframos y muramos?
¿En qué se diferenciaría la muerte de Jesús de tantas otras? Absolutamente en nada. La historia humana es la historia
de la muerte de los hombres y todas son en el fondo parecidas. Podríamos pensar que la suya fue una muerte injusta,
mas la historia está llena de muertes injustas —¿no lo son en cierto modo todas?—. Al margen de su pretensión de
divinidad, ¿por qué iba a ser más injusta la muerte de Jesús que la de Sócrates? ¿Por qué iba a ser más injusta que la
de tantas víctimas inocentes y anónimas que, a diferencia de Él, nunca han tenido siquiera el reconocimiento del
recuerdo? Podemos admirar en ella tal vez un cierto heroísmo, pero también hay en la historia ejércitos de héroes cuyo
sacrificio no sólo parece —si olvidamos la pretensión de Jesús— más esplendoroso, sino también más eficaz: ¿por qué
iba a ser la muerte de Jesús más noble que la de Leónidas y sus trescientos en el desfiladero de las Termopilas? La de
éstos, al menos, salvó a Occidente de la esclavitud del Persa. Tampoco parece que se singularice por la “cantidad” de
sufrimiento soportado. Medir el sufrimiento es empresa harto complicada, pues su conciencia se da en la subjetividad de
la persona. Si de una forma muy simplista tomáramos como referencia sólo la duración temporal del sufrimiento, hay
agonías que se prolongan mucho más tiempo del que Jesús soporta en su Pasión. Ni siquiera su mansedumbre serviría
para singularizar su muerte: para entonces los estoicos y los budistas llevaban siglos afrontando la muerte con serenidad
magnánima... Si la pretensión de divinidad de Jesús no estuviera presente en su muerte, no habría absolutamente nada
en ella digno de ser recordado, nada que en realidad la destacara del resto de muertes humanas. Sin embargo, su
pretensión está allí, llenando cada segundo de su agonía […] Los escribas y fariseos, Pilato, los soldados romanos,
Herodes, las mujeres, todos los testigos de la crucifixión, se dan cuenta de que Jesús afronta su Pasión y su muerte
convencido de la verdad de su mensaje, y es precisamente la desproporción que hay entre esta pretensión y las
circunstancias del momento la que hace aquéllas chocantes y llamativas (INSTITUTO J.H.NEWMAN El sentido busca al hombre 252)
 Sin embargo, Jesús mismo mantiene su pretensión de ser el Hijo de Dios hecho hombre
◊ Jesús mantiene su pretensión de divinidad, de ser Dios en persona, como se ve en los relatos de la Pasión:
− En Getsemaní Jesús afirma “Yo soy”, la expresión que resume en la vida pública su pretensión divina.
− En el proceso judío Jesús afirma ser el Hijo de Dios a Caifás y por esta razón lo condenan a muerte.
− En el proceso romano es esta pretensión la que desconcierta a Pilato, dicha por los fariseos y por Jesús
− En la cruz, Jesús mantiene su pretensión intercediendo a su Padre por sus enemigos, entregándole su Madre
al discípulo amado (Juan), y en la misma queja desolada y desgarradora del salmo 22.
◊ Jesús mantiene también su pretensión de humanidad: Jesús sufre y muere como todo ser humano. Aunque
sea Dios, no es ajeno al sufrimiento. Parece como que “su divinidad se esconde” para poder sufrir como nosotros.
 CONCLUSIÓN: Jesús, hombre y Dios, da un sentido nuevo al sufrimiento y a la muerte
◊ El sufrimiento y la muerte son consecuencia del egoísmo del pecado del ser humano que lo separa de
Dios, tanto en el principio (pecado original) como cada vez que pecamos (pecados personales).
◊ ¿Y qué debía hacer Dios con el sufrimiento y la muerte?
− Podría castigarnos como responsables del mal: pero entonces Dios no sería misericordioso.
− Podría eliminar sin más el mal: pero entonces Dios no sería justo ni nos dejaría verdaderamente libres.
◊ Pues Dios eligió sufrir Él mismo la justicia del pecado: el Hijo de Dios abandona los cielos y desciende a
las mismas simas de sufrimiento y muerte en que los hombres yacen. Es la víctima inocente, el cordero
degollado, que quita el pecado del mundo. Suspendido entre el cielo y la tierra, como rechazado por ambos, abre
los brazos de un amor más fuerte que el odio, para abrazar al cielo y a la tierra y unirlos en ese amor.
Quiso reconciliar todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz (Col 1,20)
◊ Ahora bien, según la “sabiduría del mundo”, esto es absurdo. Según nuestra pobre inteligencia Dios no
podía mancharse con la violencia sobre la sangre inocente, ni tenía necesidad de ello, ni convenía a su santidad.
El Hijo de Dios fue crucificado, no hay vergüenza, porque es vergonzoso;
Y el Hijo de Dios murió, es por eso por lo que se cree, porque es absurdo;
Y sepultado y resucitado, es cierto porque es imposible (Tertuliano)
◊ Pero para los cristianos, esta “sabiduría de la cruz”, transforma totalmente el sentido del sufrimiento
y de la muerte. Jesús se convierte en el modelo perfecto del ser humano al afrontar su muerte con amor y
confianza. No elimina el mal, sino que lo llena de la presencia de Dios. Este es el kerygma cristiano.
El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado (Gaudium et spes 22)

22
1.4 HIPÓTESIS CONTRARIAS
1. Hipótesis musulmana: muerte aparente. La tradición musulmana opina que la muerte de Jesús en la
cruz fue sólo aparente, o incluso que otro lo sustituyó en ese patíbulo.
◊ Esta afirmación islámica carece de todo fundamento histórico:
− Mahoma escribe en el siglo VII, luego con 600 años de distancia respecto de los acontecimientos.
− Mahoma depende literariamente del NT que es su única fuente de información.
− Si se asume que se conduce a Jesús ante la autoridad judía y romana porque lo dicen los Evangelios, no
podemos desecharlos cuando esos mismos Evangelios nos dicen que Jesús murió. Si lo hacemos, nuestra
afirmación es totalmente gratuita: nos negamos a admitir la muerte de Jesús, sólo porque queremos.
◊ Mahoma inventa esta hipótesis porque la realidad no cuadra con su teología islámica según la cual...
− ... es inaceptable que un profeta santo muera como un pecador, pues eso comprometería la justicia divina
− ... Jesús sólo es un hombre, pero no Dios. Y por tanto no hay resurrección, sino un mero reencuentro.
Y [los judíos] dijeron: “Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Dios”. Pero no le
mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él dudan. No tienen
conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero ciertamente no le mataron (sura4, 157)
2. Hipótesis del desvanecimiento. Afirma que Jesús sí habría sido crucificado, pero antes de morir lo habrían
bajado de la cruz y, tras curarle sus heridas, habría podido volver a encontrarse con sus discípulos. Pero esta
hipótesis tampoco cuenta con los datos de la historia:
◊ Cuesta creer que pueda sobrevivir sin la menor secuela una persona que se ha desangrado del modo que
puede intuirse a través de la narración evangélica, no sólo con la flagelación, sino también con las arterias de los
brazos rotas por los clavos de la cruz, en las precarias condiciones médicas propias del siglo I.
◊ Además uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza para certificar la muerte de Jesús, tal y
como san Juan dice de forma explícita como testigo. Si a la sangre perdida hasta entonces añadimos ahora una
perforación pulmonar y seguramente también del corazón, supone todo un acto de fe -de otro tipo de fe- admitir
que Jesús no muriera en la cruz.
◊ Por último, Juan testifica que al clavarle la lanza salió sangre y agua, desconociendo lo que hoy sabemos:
que eso es una descripción de un derrame pericárdico debido a la muerte por asfixia, algo que no se puede fingir.
Al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con
la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua (Jn 19, 33-34)
3. Hipótesis de la manipulación de los textos. Niega la historicidad de alguna circunstancia con que la
tradición evangélica nos presenta la muerte de Jesús. Argumenta: puesto que la narración evangélica se encuadra
en un contexto teológico y pastoral, los evangelistas acomodan los hechos a sus intereses catequéticos, de modo
que la muerte de Jesús se presenta en relación con las antiguas profecías y ritos de Israel para mostrar que Él es el
Mesías. Para tratar de probarlo, se subrayan los contrastes existentes en los diversos relatos entre sí y con lo que los
críticos entendían que eran el contexto y las costumbres de Israel en el siglo I: la datación de la muerte, el proceso
judío nocturno, etc… Uno tras otro, muchos, si no todos, los elementos de los relatos fueron cuestionados y
“desmitologizados”.
◊ Pero el estudio detallado avala la consistencia histórica de los hechos con la suficiente solidez en sus
elementos esenciales y en no pocos detalles. El estudio a fondo de los textos, su comparación con otros y con
el contexto de su tiempo, el análisis de las redacciones y de su trasfondo semítico, los descubrimientos
arqueológicos, etcétera, han arrojado nueva luz y con su claridad la historicidad del relato queda afirmada
◊ Además, no es la interpretación la que ‘genera’ los hechos, sino los hechos los que motivan las
interpretaciones. Lo que habrá que analizar es la relación entre el hecho y su significación teológica, sin
necesidad de negar el hecho sino tomándolo como la base real para esa significación. Al final, lo más razonable
es creer que fueron los hechos originales y verdaderos los que dieron pie a la interpretación teológica.
 Crítica de las hipótesis
◊ Las hipótesis vistas son gratuitas al partir de una toma de postura previa: no admiten la resurrección de Cristo.
◊ Y para negar la realidad de la resurrección, han de negar la muerte de Jesús, pues esta es la condición necesaria
para que pudiera “levantarse de entre los muertos”: si Jesús no murió, tampoco podría haber resucitado.
◊ Pero este modo de proceder no es científico sino irracional porque va en contra de los datos históricos.
 CONCLUSIÓN: sólo una lectura interesada y tergiversada de las fuentes puede negar la muerte de Jesús.

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2. LA RESURRECCIÓN
2.1 HIPÓTESIS CONTRARIAS
 Tres son las hipótesis que niegan la Resurrección de Jesús
A. Hipótesis del engaño: los discípulos engañaron al inventarlo todo → serían unos mentirosos.
B. Hipótesis del autoengaño: los discípulos se autoengañaron a sí mismos → serían unos pobres alucinados.
C. Hipótesis de la leyenda: los discípulos forjaron una leyenda → serían unos manipuladores.
A. Hipótesis del engaño: los discípulos engañaron a todo el mundo
 Supone que los discípulos mintieron, creando una leyenda para sobreponerse al fracaso de la muerte de Jesús.
 Veamos 7 argumentos que desmienten la hipótesis desde la razonabilidad y la crítica de los propios hechos.
1. Carecían de testigos fiables
− Los evangelistas presentan a mujeres como testigos que dan testimonio frente a unos hombres asustados y
escondidos que no las creyeron: “ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron” (Lc 24, 11)
− Ni romanos ni judíos aceptaban en un juicio el testimonio de mujeres que “no son válidos y no se les da crédito
entre nosotros, por causa de la frivolidad y la desfachatez que caracterizan a este sexo” (Flavio Josefo)
− De hecho para los primeros cristianos esto dificultaba la credibilidad de la resurrección, en el mundo
patriarcal en que vivían. Incluso San Pablo omite a las mujeres en la lista de testigos en 1 Cor 15, 3.
− Si los evangelistas querían que su historia fuese creíble, no la habrían fundamentado sobre mujeres. Pero si
lo hicieron, a pesar de sus inconvenientes sociales o legales, ¿no sería simplemente porque fue lo que pasó?
2. El modo como se da la resurrección no encaja ni con el contexto judío ni con el pagano
− Para los griegos era impensable una resurrección real, no simbólica, y de serlo únicamente del alma pero
jamás del cuerpo que creían que se disolvía tras la muerte. Jesús sin embargo resucita con una carne gloriosa.
− Los judíos que creían en la resurrección, no todos, pensaban que sería universal, al final de la historia, y no
muy distinta de un retorno a esta vida. Jesús sin embargo resucita en solitario y antes del final de los tiempos.
− Puestos a mentir, los primeros cristianos habrían inventado algo que su entorno se hallase en disposición de
aceptar como creíble, verosímil, algo que encajara con la mentalidad ambiente.
3. Afirman “haber visto a Jesús”, y no el “haber tenido una visión de Cristo”, que hubiese sido lo más lógico
− Debían haber dicho lo que entra en los esquemas de aquella época: que habían tenido una visión de Cristo.
− Sin embargo Pedro dice “no nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la
venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza” (2Pe 1, 16),
en “lo que contemplamos y palparon nuestras manos” (1 Jn 1, 1) dice Juan. De hecho santo Tomás no quiere
visiones (Jn 20, 25) y Cristo resucitado quiere ser palpado para que reconozcan esa diferencia (Lc 24, 39).
4. Afirman un cuerpo glorioso, no un retorno a la vida que es a lo que estaban acostumbrados
− La única idea de cuerpo resucitado que podían tener era la de un cuerpo que retorna a la misma vida que
llevaba antes, como Lázaro o el hijo de la viuda de Naín o la hija de Jairo (o la que hizo el profeta Eliseo).
− Pero un cuerpo humano que aparece y desaparece, que entra y sale de habitaciones cerradas, que come y
puede tocarse con el dedo... algo así jamás se les habría ocurrido.
5. Los enemigos no refutan la proclama de los discípulos. El hecho de que lo proclamaran por todo Jerusalén
sólo unos días después de los hechos, y que esos testimonios prevalecieran, indica que el anuncio no pudo ser
refutado por enemigos tan fuertes e interesados en hacerlo como los que mataron a Cristo. Que no lo hicieran
sólo tiene una explicación: no había cuerpo que presentar, no había cadáver, el sepulcro estaba vacío. Y el
sepulcro vacío sólo ofrece dos posibilidades: o alguien ha robado el cuerpo, o realmente Cristo ha resucitado.
6. La hipótesis del robo del cadáver es insostenible. Si el cadáver de Cristo fue robado, ¿quién lo hizo?
− Una tumba cerrada por una piedra de un peso ingente, sellada (una cuerda que pasa de un lado a otro de la
entrada, clausurada con la arcilla del Templo) y custodiada por una guardia puesta ex profeso para evitar el robo.
− No fueron los discípulos, que atenazados por el miedo a judíos y romanos estaban encerrados como cobardes.
¿Iban estos hombres aterrados a enfrentarse a los soldados de la guardia que custodiaba la tumba? Y en el
supuesto improbable de que lo hicieran, ¿no lo impidieron los soldados? ¿Acaso unos rudos aldeanos habrían
ganado en la pelea a unos soldados profesionales? ¿La lucha no hizo ruido en la silenciosa madrugada de
Jerusalén llena de peregrinos que dormían dentro y fuera de la ciudad? ¿Qué hay del escándalo que hubiera
causado que unos judíos se hubieran enfrentado a soldados romanos y los hubieran vencido? ¿Dónde están
los guardias heridos o los muertos en la lucha? ¡No hay más que presentarlos ante el pueblo para probar el robo!
− Menos aún fueron los enemigos de Jesús. Eso daría pie a la fama del Crucificado que ellos querían eliminar,
y entraría en contradicción con el hecho de que fueron ellos los que pidieron al procurador una guardia ante
el sepulcro, precisamente para evitar el robo del cadáver y la consiguiente mentira sobre la resurrección.
24
7. Los discípulos, ante la muerte, no se desdijeron, sino que la afrontaron con alegría y esperanza
− Si realmente, y pese a la guardia, los discípulos hubiesen robado el cadáver, ¿qué podían ganar? Con ello
probaban la acusación a los judíos de ser los asesinos de Dios mismo y les hacía a ellos culpables de romper
el sello sagrado del Templo, y de profanar una tumba y robar un cadáver (crimen sepulcri).
− Lo único que conseguirían, y de hecho consiguieron, fueron persecuciones, cárceles, destierros y muertes,
una muerte que asumieron con el mismo ánimo y entereza de Jesús, con la esperanza en la Resurrección.
− Por eso su muerte es martyrion, testimonio de la Resurrección: porque han visto al Maestro resucitado y
están convencidos de ello, no dudan en querer, como Él, atravesar la muerte para llegar a la verdadera Vida.
 CONCLUSIÓN: es inconsistente suponer que los discípulos, si tenían alguna intención de engañar a alguien,
diseñaran un mensaje tan inverosímil y extraño no ya para nuestra época sino en primer lugar para la suya, y que
además mantuviesen el testimonio de ese encuentro con juramento y arriesgando hasta la propia vida. Quizá son
las intenciones de un loco; nunca las de un mentiroso. ¿Estaban locos entonces, se autoengañaron?
B. Hipótesis del autoengaño: los discípulos se engañaron a sí mismos
 Esta hipótesis afirma una especie de reacción inconsciente frente al fracaso de la muerte del Maestro. Emocional
y psíquicamente destrozados y sugestionados por las palabras de Jesús, se habrían engañado a sí mismos con la
locura de que Jesús estaba vivo, y se encontrarían tan obsesionados con ello, que habrían llegado incluso a tener
alucinaciones y visiones.
 Veamos otros 7 argumentos que refutan esta hipótesis
1. Los discípulos eran los más reacios a admitir que Jesús estaba vivo. Tan hondo habían asumido el fracaso
de su muerte, que comienzan a desbandarse y ante el testimonio de otros se resisten con gran escepticismo.
2. No pudo ser una alucinación colectiva. Pues son muchos los que dicen haberlo visto (María Magdalena, los
Once, los dos de Emaús, los 500, Pedro, Santiago, etc.), y una alucinación colectiva no es posible sin el uso de
determinadas sustancias. De hecho, y en caso de no tratarse de la manera adecuada, las patologías alucinatorias
son progresivas hasta la ruptura total de la personalidad, pero ésta empezó y terminó en cuarenta días.
3. Testimonio de san Pablo. Tres años después de la desaparición de Jesús, Pablo perseguía a los cristianos
con odio. No es posible que estuviera sugestionado por la supuesta locura de aquellos a quienes perseguía
precisamente por considerarlos una especie de desequilibrados peligrosos. Y sin embargo, con todo en contra,
también él afirma haber visto a Jesús de Nazaret.
4. El visionario/alucinado no duda nunca. Los estudios psiquiátricos revelan que jamás una alucinación de
este tipo va acompañada de la duda sobre lo que se cree haber visto o percibido. Sin embargo los protagonistas
de las supuestas alucinaciones dudan, y hay ocasiones en que no reconocen a Jesús en un primer momento.
5. Si hubieran alucinado, sus visiones les harían percibir a Jesús de la misma forma en que lo veían antes
de su muerte, o como un fantasma, un espectro. Sin embargo, lo que ven no es comparable a ninguna
experiencia previa ni a nada que ellos pudieran proyectar mentalmente, y de ahí sus dudas: Jesús no sólo
aparecía y desaparecía, sino que también hablaba y comía.
6. La supuesta “psicosis transitoria” se habría desvanecido ante el cadáver, que habría probado que lo que
imaginaban era un fantasma o un simple recuerdo “pre-pascual”.
7. Ni las autoridades judías ni las romanas los trataron como dementes, cosa que no les hubiera supuesto
dificultad de haber mostrado otros rasgos de su delirio alucinatorio que se manifestarían a la vista de todos. No
había modo de hacerlo: por un lado no había cadáver; por otro, las palabras de los discípulos y su comportamiento,
aunque inusuales, resultaban coherentes y sensatos, como si en verdad les hubiera sucedido lo que afirmaban.
C. Hipótesis de la leyenda: los cristianos forjaron una leyenda incluyendo el mito de la Resurrección
◊ Nadie pudo inventar algo que no pasó, sin que haya quedado rastro de la controversia:
− Ni los cristianos del s. II o después: la hipótesis Jesús-mito es falsa (tema 2: historicidad fuentes no cristianas).
− Ni los primeros cristianos del s. I: la hipótesis Jesús-leyenda es falsa (tema 3: historicidad fuentes cristianas).
◊ Luego debemos abrirnos a otra hipótesis que sea más racional.
 CONCLUSIÓN: es irracional asumir que los discípulos están locos, o que intentaban engañar con fraude,
o que los relatos de la resurrección signifiquen en realidad una idea espiritualista de la inmortalidad.
◊ Si todo hubiera acabado en la muerte, los hechos habrían desmentido la pretensión de Jesús, el cual sería un
muerto más, un iluso que se creyó capaz de dotar a la muerte de sentido y fue engullido por ella como todos.
◊ Sin embargo, los relatos de la Pasión no finalizan en la muerte, hay apariciones, el sepulcro está vacío y se da
un cambio radical en los discípulos. Estos son 4 de los testigos de la Resurrección que ahora vamos a ver.

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2.2 LOS TESTIMONIOS DE LA RESURRECCIÓN
 Son 4, por lo menos, los testimonios o “testigos” de la Resurrección.
1. Los relatos de la Resurrección
◊ Hay matices diferentes en los relatos que narran la resurrección de Jesús:
− Mateo (Mt 28) subraya el dato apologético al dirigirse al ámbito judío que negaba la resurrección de un cuerpo.
− Marcos (Mc 16) pone el acento en el misterio y Lucas (Lc 24) insiste en la importancia de los testigos.
− Juan (Jn 20-21) se apoya en el ‘ver’ de los discípulos y Pablo (1Cor 15, 3-4) da el testimonio más arcaico
◊ Pero todos tienen en común:
− La intención de expresar un hecho real y concreto en lenguaje humano con la dificultad de ser algo sobrehumano
− La insistencia en decir que “de verdad” el Señor ha resucitado.
− El testimonio del sepulcro vacío donde fue depositado el cuerpo de Jesús → punto 2
− El testimonio de que Jesús se hizo ver y fue visto realmente por sus discípulos y otros testigos → punto 3
− Los efectos concretos de la pascua → punto 4
Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados
según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció
a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los
cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por
último, como a un aborto, se me apareció también a mí (1 Cor 15, 3-8)
2. El sepulcro vacío
◊ Los relatos bíblicos certifican la sepultura de Jesús: José de Arimatea, pidió y obtuvo de Pilato la autorización
de enterrar el cadáver (Mc 15,43-46); otro senador, Nicodemo, trajo mirra y aloe para cumplir los ritos
funerarios (Jn 19, 39-42); los sacerdotes sellaron el sepulcro y pusieron una guardia (Mt 27, 62-66); todo ocurrió
al atardecer del viernes; el sábado los discípulos guardaron reposo, según la costumbre judía (Lc 23, 55-56).
◊ La misma tumba vacía era “prueba” de la resurrección. Pedro y Juan corrieron hacia la tumba ya vacía y
Juan confiesa que, al ver la mortaja, creyó que su Maestro había resucitado (Jn 20, 3-10).
◊ El hurto del cadáver es inconcebible tal y como hemos visto, tanto por los judíos, como por los discípulos.
Además, la ley romana era muy severa con los profanadores de tumbas con hasta penas de muerte (crimen sepulcri)
3. Las apariciones
◊ Se encontraron con Jesús resucitado: las mujeres el primer día de la semana encuentran la tumba vacía y a
unos hombres extraños que les dijeron que Jesús estaba vivo (Mt 28, 1-10; Mc 16, 1-8; Lc 24,1-12; Jn 20, 1-2);
María Magdalena vio a Jesús vivo de nuevo y habló con Él (Jn 20, 11-18; Mc 16, 9-11); algunos discípulos esa
misma tarde de camino (Lc 24, 13-35; Mc 16, 12-13); los apóstoles esa noche (Jn 20, 19-23; Lc 24, 36-49; Mc
16, 14-18), a la semana siguiente (Jn 20, 24-29) y varias veces más (Mt 28, 16-20; Lc 24, 50-53; Jn 21).
◊ Características de las apariciones. Todos indican que:
− la acción e iniciativa es de Dios, como lo expresa el término “se apareció”, en pasiva
− el resucitado es libre: es Él quien se hace ver, a quien quiere y donde quiere, no sujeto a las leyes físicas.
− la aparición es histórica y objetiva, en un espacio y tiempo determinados, no es una experiencia subjetiva.
− el ver al Señor resucitado es la legitimación de ser testigos: “¿Acaso no he visto yo a Jesús, nuestro Señor?”
(1 Cor 9, 1); Matías sustituye a Judas tras su muerte porque es testigo de su resurrección (Hch 1, 15-26).
4. El cambio radical e imprevisto en la vida de los discípulos
◊ Antes: huyen (Mc 14,50) por miedo a los judíos (Jn 20,19) escépticos ante el anuncio de las mujeres (Lc 24,11)
◊ Después: dan testimonio valiente y creyente. Este es el kerygma, el anuncio: el que murió, ahora vive.
¿De dónde les vino a aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos, ríos y desiertos, el acometer
una obra de tan grandes proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que seguramente no habían
ido nunca a la ciudad ni se habían presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran miedosos y
apocados, como sabemos por la descripción que de ellos nos hace el evangelista que no quiso disimular sus
defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad. ¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo
fue apresado, unos huyeron y otro el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos los milagros que habían
presenciado. ¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo vivía, sucumbieron al ataque de los
judíos, después una vez muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si no es por el hecho de
su resurrección, que algunos niegan, y porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario, se hubieran
dicho: “¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y ¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo, no
se ayudó a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano? El, mientras vivía, no convenció a
nadie, y ¿nosotros, con sólo pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No sólo hacer, sino
pensar algo semejante sería una cosa irracional”. Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran
visto resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su poder, no se hubieran lanzado a una
aventura tan arriesgada (san Juan Crisóstomo, obispo, homilía sobre la primera carta a los Corintios).
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3. CONCLUSIÓN
 Sólo la hipótesis de que Jesús verdaderamente resucitó explica todos los datos de la Resurrección
◊ No hay ninguna explicación lo bastante coherente y sensata alternativa a la de la propia Resurrección,
aunque desde los días de Caifás hasta los actuales de Dawkins, muchos hayan intentado negarla.
◊ Una que explique de manera satisfactoria TODOS los datos: la existencia de los relatos de las apariciones
del Resucitado en los Evangelios, el origen de la fe cristiana, el fracaso de los enemigos de Cristo para detener la
mentira aportando el cadáver, la existencia de la tumba vacía, la piedra rodada, etc...
 Con todo, no podemos “demostrar” la resurrección de Jesús, pero sí confiar en ella
◊ Excede el análisis racional, no es ni puede ser la conclusión de un silogismo ni mucho menos el resultado
de un experimento o la construcción de un modelo. Ni en parámetros físicos, matemáticos o filosóficos.
◊ Pero esta imposibilidad es una ventaja: al no poder demostrarla con evidencias, sólo podemos apuntar con
“indicios” que nos permite el juego de la libertad, la confianza y la relación personal. Es un reclamo a la cabeza
y al corazón que se sienten interpelados. Si la resurrección de Jesús fuera evidente a todos, no seríamos libres
frente a ella (como no son libres nuestros ojos para no ver la luz del sol cuando están abiertos a mediodía).
◊ Es una invitación a confiar con amor y con razón, no de forma gratuita e irracional (porque hay indicios).
 Pero sí que hay un modo de averiguar su realidad
◊ Es el modo en que se verifican las realidades importantes. Por ejemplo: ¿cómo pueden unos novios estar
absolutamente seguros de que van a ser fieles y felices el uno con el otro?
◊ Es el ‘método de verificación’ que compromete la propia existencia. En el ejemplo: la única forma de
alcanzar esa certeza absoluta es que los cónyuges vivan en fidelidad y felicidad uno con otro la vida entera.
◊ Es una ‘prueba’ arriesgada y el margen de rectificación puede llegar a ser muy corto o incluso nulo. En
el ejemplo: ciertamente el matrimonio es una “prueba” que empeña totalmente la vida.
◊ Pero es también la única manera de alcanzar la plenitud que promete, que compensa con creces todo
riesgo y todo esfuerzo. En el ejemplo: la felicidad de amarse el uno al otro durante todos los días de la vida.
Los textos de las apariciones no son un mero “aquí estoy, ya os lo decía, yo tenía razón, iba a resucitar”, sino
una revelación. Quienes lo encontraron conocen algo nuevo del Maestro que hasta ahora no conocían. Cristo
obra en ellos un cambio. Y esa transformación realizada por Cristo es la que les lleva a comunicar lo que han
visto y oído, hasta dar la vida. El encuentro con Cristo resucitado explica este cambio; sin Él, es un enigma.
Si alguien nos dijera que el amor de nuestra vida está ahí fuera, y que el signo para reconocerle es que tiene
un ramo de flores, lógicamente iríamos a buscarlo inmediatamente. Si uno cogiera las flores y volviera para
decir “es cierto, está ahí, aquí están las flores”, se habría perdido lo mejor. Lo lógico es coger las flores y al
amor de la vida y disfrutar de él. Constatando la historicidad de la resurrección de Jesús se puede, quizá,
coger las flores, pero no se acaba el camino. Hay que experimentar personalmente lo que significa para mi
vida, para la historia, que este hombre está vivo. Tenemos que poner ante este hombre nuestro deseo de
eternidad, nuestro deseo de un amor más fuerte que la muerte, nuestras enfermedades... y comprobar si su luz
da luz al enigma de nuestra vida (Sara Rosalía de Jesús Gómez)
 CONCLUSIÓN: ¿RESUCITÓ JESÚS?
◊ Las hipótesis que dicen que no, no se sostienen.
◊ La que afirma que sí da indicios, pero no demuestra la resurrección.
◊ Sin embargo, hoy como al principio, algunos afirman haberse
“encontrado con Jesús”.
◊ Sólo existe un modo de “probarlo” con absoluta certeza:
experimentar el encuentro con Jesús.
◊ Vídeos: el sepulcro vacío (UFV 4/5), Credo 7 (padeció bajo el poder de
Poncio Pilato), Credo 8 (fue crucificado, muerto y sepultado).
 TAREA
◊ Hemos demostrado la inconsistencia de todas las hipótesis alternativas a
que Jesús sea el Hijo de Dios (recordar)
◊ Realmente Jesús existió, se identificó con Dios y probó su divinidad
con la Resurrección.
◊ Y sólo hay un modo existencial de ‘probar’ que está vivo: creer en su
persona y en su mensaje.
◊ Nos queda conocer su mensaje de salvación, para ver si realmente
Cristo da luz al enigma de nuestra vida.

27
TEMA 5
EL MENSAJE DE JESUCRISTO
 Presentación Genial.ly

1. EL COMIENZO: “CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO”


 La llamada a la conversión es el inicio del camino cristiano tanto en Jesús en el comienzo de su vida pública
como en los Apóstoles tras Pentecostés:
Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: “Se ha
cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1, 14-15; cf. Mt 3,2)
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué tenemos que
hacer, hermanos? Pedro les contestó: “Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de
Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados” (Hch 2, 37-38)
 Contenido de la conversión
◊ Cambio interior (metanoein). Es una renovación de la mente, una transformación del modo de pensar.
Conlleva el arrepentimiento y el dolor por los pecados cometidos. Y una renuncia al pecado, una penitencia.
◊ Cambio exterior (epistrefein). Es un nuevo modo de vivir, se inicia una nueva vida, un cambio radical de las
relaciones entre el hombre y Dios.
 Modos:
◊ El Bautismo es la 1ª y fundamental conversión para los que no conocen todavía a Cristo, por el cual se
renuncia al mal y se alcanza la salvación, es decir, la remisión de todos los pecados y el don de la vida nueva.
◊ La Penitencia es la 2ª conversión, tanto la mortificación como el sacramento de la confesión, tanto individual
como comunitaria de la Iglesia santa pero necesitada de purificación constante.
S. Ambrosio dice acerca de las dos conversiones que, en la Iglesia, “existen el agua y las lágrimas: el agua
del Bautismo y las lágrimas de la Penitencia”
 Dimensiones
◊ Tarea humana. Es el movimiento de un “corazón contrito” (Sal 51, 19) que se quiere acercar a Dios.
◊ Don y ayuda de la gracia. Es el amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero (cf 1 Jn 4,10).
Porque “nadie puede venir a Mí si el Padre no lo atrae” (Jn 6, 44)
Cuando uno tiene una insatisfacción va derramándose en cualquier cosa, buscando adrenalina. En el cine me
fue muy bien y acabaron ofreciéndome levantar capital para montar un estudio de cine junto al edificio Empire
State para hacer películas contra la Iglesia. Yo era un ateo combativo, sentía un odio visceral contra las
religiones y contra la vida. En una semana conseguimos un millón de dólares, pero el día que tenía que firmar
el contrato como consejero delegado decidí no firmarlo. ¿Por qué? Las adicciones crean una ansiedad
fortísima y yo estaba en plena crisis. Una noche, al borde del suicidio, grité: “¡Si existes, sácame de aquí
ahora!”. Me rendí y quedé limpio de la adicción de la noche a la mañana. Borré todo contacto y se lo expliqué
todo a mí mujer. Me perdonó. Luego vinieron los remordimientos de todo el mal que había hecho, y entonces
experimenté el amor de Dios, fue como si me quitaran una losa. Y cambié de vida: volvimos a España y desde
entonces acompaño a familias y personas con adicciones y depresiones. Así empecé a ver milagro tras
milagro. (Testimonio de conversión de Raúl Eguía)

2. LO QUE DIJO: LAS PARÁBOLAS


 Jesús hablaba a la gente habitualmente en parábolas
◊ Hay cerca de 50 parábolas (descontando las repeticiones) en los evangelios sinópticos.
◊ Son el corazón de su predicación. Luego es necesario conocerlas para enterarse de su mensaje.
◊ Finalidad: dar a conocer el Reino de los Cielos, revelar sus misterios y enseñar el camino para llegar al mismo.
Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo
dicho por medio del profeta: “Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación
del mundo” (Mt 13, 34-35)
◊ Jesús habla en parábolas porque quiere ponerse a la altura de su auditorio para que todos le entiendan,
lo que no impide que más tarde se las explique más detenidamente a los Apóstoles.
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía
con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado (Mc 4, 33-34).

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 Características de las parábolas
◊ Es una comparación, un ejemplo (viene del griego parabolé)
◊ Género literario caracterizado por el elemento narrativo: son narraciones breves.
◊ No son fábulas, pues en estas no intervienen personajes animales con características humanas, ni alegorías.
 Comprensión
◊ De fácil comprensión en su origen: pues se basan en hechos u observaciones creíbles de la naturaleza y de
la vida cotidiana con detalles concretos que ayudan a imaginar la escena y a identificarse con ella.
◊ Pero requieren un esfuerzo para nosotros debido al desfase temporal, vital y cultural. Por ello nosotros
debemos hacer un esfuerzo por recuperar su significado original. Ejemplo: parábola del sembrador.
◊ Desconcertantes: frecuentemente la narración incorpora sorpresas y contrastes que rompen la normalidad y
que llevan a concepciones nuevas de lo religioso, sorprendentes y hasta escandalosas para sus oyentes. No hay
que caer en la tentación de eludir o suavizarlas porque ahí está la novedad del mensaje de Jesús. Por ejemplo:
− Dios comparado a una mujer que pierde una moneda y hace una gran fiesta al encontrarla (dracma perdida)
− El padre de los hijos que se comporta de forma tan poco usual con el hijo derrochador (hijo pródigo).
− El dueño de la viña que paga igual a todos los obreros (obreros de la viña).
− El comerciante que vende todo para comprar tan solo una perla de gran valor (perla fina).
 Interpretación
◊ Mensaje concreto: hay que interpretarlas buscando su significado concreto: un mensaje que se deriva de la
parábola entera, resultado de toda la narración.
◊ Mensaje global: el anuncio del Reino de los Cielos, un nuevo modo de vivir la relación con Dios. Aunque
cada parábola tiene un mensaje específico, éste es una parte del mensaje global que Jesucristo trajo al mundo.
 Finalidad: su ‘moraleja’
◊ Mensaje abierto: su final abierto son invitaciones a cambiar de valores y actitudes de aplicación directa y
evidente: “ve y haz tu lo mismo”, “el que tenga oídos para oír, que oiga” (→“ahora, piénsatelo”). Son temas
para reflexionar, para sentirse aludido, increpado, obligado a responder, cada uno desde su situación espiritual
y vital. Admiten una nueva encarnación, una nueva concreción, una aplicación a una nueva situación.
◊ No son contenidos meramente teóricos para satisfacer nuestra erudición, pero sin que cambie nuestra vida.
 Muy inspiradoras y educativas: Valiván.
Cada educador, cada maestro que quiera transmitir nuevos conocimientos a sus oyentes, recurrirá alguna vez
al ejemplo, a la parábola. Mediante el ejemplo, acerca al pensamiento de aquellos a los que se dirige una
realidad que hasta entonces estaba fuera de su alcance. Mostrará cómo, en una realidad que forma parte de
su ámbito de experiencias, hay algo que antes no habían percibido. Mediante la comparación, acerca lo que
se encuentra lejos, de forma que a través del puente de la parábola lleguen a lo que hasta entonces les era
desconocido (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret I, pág. 232).
 ¿Son elitistas?
◊ Hay un momento de los evangelios en que se da otra explicación que ha generado muchas veces desconcierto:
Cuando se quedó a solas, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les
dijo: “A vosotros se os ha dado el misterio del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en
parábolas, para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan
y sean perdonados” (Mc 4, 10-12)
◊ ¿Qué significa esto? ¿Sirven las parábolas del Señor para hacer su mensaje inaccesible y reservado solo a un
pequeño grupo de elegidos, a los que Él mismo se las explica? ¿Es Dios partidista, ama sólo a una élite?
◊ Para entender estas misteriosas palabras del Señor hay que leerlas a partir del profeta Isaías, en perspectiva
de su vida personal, la cual Jesús conoce y hace referencia en la cita evangélica antes mencionada:
Él me dijo: “Ve y di a esta gente: “Por más que escuchéis no entenderéis, por más que miréis, no
comprenderéis”. Embota el corazón de esta gente, endurece su oído, ciega sus ojos: que sus ojos no vean, que
sus oídos no oigan, que su corazón no entienda, que no se convierta y sane” (Is 6, 9-10)
◊ Jesús cita a Isaías con sentido irónico porque se percata ya desde los inicios de su predicación de la dureza
del corazón del pueblo y comprende que su misión fracasará como la de Isaías. Dios manda a Isaías para que
“endurezca” el corazón del pueblo porque sabe que la predicación del profeta va a tener el efecto contrario al
querido por Dios: el pueblo tiene el corazón duro y cuanto más oye la palabra de Dios, más se endurece.
◊ Conclusión: para comprender las parábolas hay que estar dispuesto a dejarse interpelar, se requiere
cierta fe en Jesús, sino entenderemos lo obvio, pero no lo evangélico (viendo no vemos y oyendo no oímos).

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Nº PARÁBOLAS MATEO MARCOS LUCAS
1 El sembrador 13, 3-18 4, 13-20 8, 4-8; 11-15
2 La cizaña en el trigo 13,24-30 . .
3 El grano de mostaza 13, 31-32 4, 30-32 13, 18-19
4 Levadura en la masa 13, 33 . 13, 20-21
5 Ciego que guía a otro ciego 15, 14 . 6, 39
6 Viñadores homicidas 21, 33-46 12, 1-12 20, 9-19
7 Invitados que no van a cenar 22, 1-10 . 14, 16-24
8 Invitados sin vestido de fiesta 22, 11-14 . .
9 Higuera que no da fruto 24, 32-33 13, 28-29 21, 29-31
10 Médico ¡cúrate a ti mismo! . . 4, 23
11 Remiendo nuevo 9, 16 2, 21 5, 36
12 Vino nuevo 9, 17 2, 22 5, 37-39
13 Rico tonto . . 12, 16-21
14 Dueño casa y llega ladrón 24, 42-14 . 12, 39-40
15 Higuera estéril . . 13,6-9
16 Los invitados eligen puesto . . 14, 7-11
17 Oveja perdida (superlibro) 18, 12-14 . 15, 4-7
18 El hijo pródigo (superlibro) 15, 11-32
19 El juez y la viuda . . 18, 1-8
20 El fariseo y el publicano . . 18, 9-14
21 Talentos 25, 14-30 . 19, 11-27
22 Tesoro escondido 13, 44 . .
23 Perla preciosa 13, 45-46 . .
24 Red echada en el mar 13, 47-50 . .
25 Dueño que saca lo nuevo y viejo 13, 52 . .
26 Lámpara bajo el celemín 4, 21-23 . 8, 16-17; 11, 33
27 Como juzguéis, así seréis juzgados 7, 2; 13, 22 4, 24-25 8, 18
28 Grano que crece solo . 4, 26-29 .
29 Los dos hijos envidos a la viña 21, 28-32 . .
30 Reino dividido 12, 25a 3, 24 11, 27
31 Casa dividida 12, 25b 3, 25 .
32 Fuerte vencido por otro más fuerte 12, 29 3, 27 11, 21-22
33 Dracma perdida . . 15, 8-10
34 Padre que da cosas buenas a sus hijos 7, 9-11 . 11, 11-13
35 Hombre que edifica su casa 7,24-27 . 6, 47-49
36 Niños que juegan en la plaza 11,16-19 . 7, 31-35
37 Oveja que cae al pozo 12,11-12 . 14, 5-6
38 Impuesto que cobran los reyes 17, 25b-26 . .
39 Siervo cruel 18, 23-35 .
40 Trabajadores de la viña 20, 1-16 . .
41 Siervo en ausencia del amo 24,45-51 . .
42 Diez vírgenes 25, 1-13 . .
43 Pastor que separa ovejas y cabritos 25,32-33 . .
44 Hombre que se va de casa . 13, 33-37 ..
45 Acreedor que perdona a sus deudores . . 7, 41-43
46 Buen samaritano . . 10, 30-37
47 Amigo inoportuno . . 11, 5-10
48 Añadir un codo a su estatura 6, 27 . 12, 25-26
49 Siervos que esperan el regreso del amo . . 12, 35-38
51 Hombre que construye una torre . . 14, 28-30
51 Rey que se enfrenta a otro . . 14, 31-32
52 Administrador infiel . . 16, 1-9
53 Lázaro y el rico . . 16, 19-31

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3. LO QUE HIZO: LOS MILAGROS
 Jesús acompaña sus palabras con numerosos “milagros, prodigios y signos”
Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante vosotros con los
milagros, prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como vosotros mismos sabéis (Hch 2, 22)
 Finalidad
◊ Invitan a creer en Él, pues atestiguan que es el Mesías anunciado que libraría a algunos de los males
terrenos del hambre (cf. Jn 6, 5-15), de la injusticia (cf. Lc 19, 8), de la enfermedad y de la muerte (cf. Mt 11,5)
Los hombres se presentaron ante él y le dijeron: “Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: «¿Eres
tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»”. En aquella hora curó a muchos de enfermedades,
achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista. Y respondiendo, les dijo: “Id y anunciad a
Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen,
los muertos resucitan, los pobres son evangelizados” (Lc 7, 20-22)
◊ Testimonian que el Padre le ha enviado, que es el Hijo de Dios
A quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡blasfemas!” Porque he dicho: “soy Hijo de Dios”?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras,
para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre (Jn 10, 36-38; cf. Jn 5, 36; 10, 25)
◊ Manifiestan que el Reino está presente en Él, lo cual es la derrota del Reino de Satanás. Los exorcismos
de Jesús liberan a los hombres del dominio de los demonios (cf. Lc 8, 26-39). Anticipan la gran victoria de
Jesús sobre “el príncipe de este mundo” (Jn 12, 31). En la cruz será definitivamente establecido el Reino de Dios.
Si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios (Mt 12, 28)
◊ Fortalecen la fe de aquellos que acuden a él con fe, concediéndoles lo que le piden. Jesús dice la expresión
“Tu fe te ha salvado” en numerosas curaciones (cf. Mc 5, 34; 10, 52; Lc 7, 50; 17, 19; etc.):
[Jesús] le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él dijo: “Señor, que recobre la vista”. Jesús le dijo:
“Recobra la vista, tu fe te ha salvado”. Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo
el pueblo, al ver esto, alabó a Dios (Lc 18, 40-43)
Fue a su ciudad y se puso a enseñar en su sinagoga. La gente decía admirada: “¿De dónde saca este esa
sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago,
José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?”. Y se
escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: “Solo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta”. Y no
hizo allí muchos milagros, por su falta de fe (Mc 13, 54-58)
◊ No pretenden satisfacer la curiosidad ni los deseos mágicos.
Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento, pues hacía bastante tiempo que deseaba verlo, porque oía
hablar de él y esperaba verle hacer algún milagro. Le hacía muchas preguntas con abundante verborrea; pero
él no le contestó nada (Lc 23, 8-9)
 Ocasión de escándalo. A pesar de tan evidentes signos, los milagros son ocasión de escándalo (Mt 11, 6; Lc
7, 22) para los que no creen en Jesús, para los que no tienen fe en Él, acusándole de obrar movido por los demonios
(Mc 3, 22), hasta el punto de que al presenciarlos, como decía Isaías, su corazón se endurecía más:
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: “¿Qué hacemos? Este hombre hace
muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar
santo y la nación” […] Y aquel día decidieron darle muerte (Jn 11, 47-48.53)
 ¿Por qué Jesús no curó a todos? Porque Jesús vino a liberar a los hombres de la esclavitud más grave, la
del pecado, que es el obstáculo en su vocación de hijos de Dios y causa de todas sus servidumbres humanas. No
vino a abolir todos los males aquí abajo (cf. Lc 12, 13. 14; Jn 18, 36)
Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados (Mt 1, 21)
Jesús les contestó: “En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es
esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para
siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres” (Jn 8, 34-36)
 Vídeos: 3MC: ¿qué son los milagros? / Superlibro (Milagros para niños).

31
4. EL RESUMEN: LAS BIENAVENTURANZAS
 Son 8 sentencias de Jesús recogidas en Mateo en forma positiva y en Lucas de forma positiva y negativa (vídeo):
Bienaventuranzas (Mt 5, 3-12) Bienaventuranzas (Lc 6, 20-23) Maldiciones (Lc 6, 24-26)
Bienaventurados los pobres de espíritu porque de Bienaventurados los pobres, porque ¡Ay de vosotros los ricos!, porque
1
ellos es el Reino de los Cielos vuestro es el Reino de Dios habéis recibido vuestro consuelo
Bienaventurados los mansos, porque ellos
2 -- --
poseerán en herencia la tierra
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán Bienaventurados los que lloráis ahora, ¡Ay de los que reís ahora!, porque
3
consolados porque reiréis tendréis aflicción y llanto
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Bienaventurados los que tenéis hambre ¡Ay de vosotros, los que ahora
4
justicia, porque ellos serán saciados ahora, porque seréis saciados estáis hartos!, porque tendréis hambre
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos
5 --- --
alcanzarán misericordia
Bienaventurados los limpios de corazón, porque
6 -- --
ellos verán a Dios
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
7 -- --
porque ellos serán llamados hijos de Dios
Bienaventurados los perseguidos por causa de la
-- --
justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos
Bienaventurados seréis cuando os injurien y os Bienaventurados seréis cuando los ¡Ay cuando todos los hombres
persigan y digan con mentira toda clase de mal hombres os odien, os expulsen, os injurien hablen bien de vosotros! [...]
contra vosotros por mi causa y proscriban vuestro nombre como malo
8
por causa del Hijo del hombre
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa Alegraos ese día y saltad de gozo, que [...] pues de ese modo trataban sus
será grande en los cielos; pues de la misma manera vuestra esperanza será grande en el cielo. padres a los falsos profetas.
persiguieron a los profetas anteriores a vosotros Pues de ese modo trataban sus padres a los
profetas

 Bienaventurados = felices
◊ Responden al deseo natural de felicidad que Dios ha puesto en el corazón de todo hombre descubriendo así
la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos, que seamos felices.
Ciertamente todos nosotros queremos vivir felices, y en el género humano no hay nadie que no dé su
asentimiento a esta proposición incluso antes de que sea plenamente enunciada (San Agustín)
◊ Pero nos enseñan que Dios el único que puede satisfacer nuestra felicidad. El fin último al que Dios nos
llama es Él mismo. Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo.
¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te busque para
que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de ti (San Agustín)
◊ Y nos alertan de dónde no está la felicidad. Ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder,
ni en ninguna obra humana, por útil que sea, como las ciencias, las técnicas y las artes, ni en ninguna criatura,
sino sólo en Dios, fuente de todo bien y de todo amor. Vídeo
 Son promesas sobrenaturales y paradójicas, inquietantes y esperanzadoras
◊ Promesas: llegada del Reino de Dios (cf Mt 4, 17); la visión de Dios (Mt 5,8; cf 1Jn 3, 2; 1Co 13, 12); la
entrada en el gozo del Señor (cf Mt 25, 21.23); la entrada en el descanso de Dios (Hb 4, 7-11), la participación
en la vida divina (2 P 1, 4), la vida eterna (cf Jn 17, 3), entrar en la gloria de Cristo (cf Rm 8, 18).
◊ Sobrenaturales. Supera la inteligencia y las solas fuerzas humanas. Es fruto del don gratuito de Dios.
◊ Paradójicas. Porque prometen futura felicidad al que ahora sufre, y futuro sufrimiento al que ahora goza.
◊ Esperanzadoras. Sostienen la esperanza en las dificultades de todo aquel que sigue a Cristo de verdad
◊ Inquietantes, subversivas. Nos colocan ante opciones morales decisivas con respecto a los bienes terrenos:
− Nos invitan a purificar nuestro corazón de sus malvados instintos y a buscar el amor de Dios por encima de todo.
− Determinan los criterios de discernimiento en el uso de los bienes terrenos en conformidad a la Ley de Dios.
Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá
al fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin? (San Agustín)
 Conclusión: las bienaventuranzas resumen la predicación de Jesús, pues:
◊ dibujan la persona y caridad de Jesucristo: Él es el que muere, pero luego resucita.
◊ quedan inauguradas en la vida de la Virgen María y de todos los santos que ya gozan de la gloria tras sufrir.
◊ expresan la vocación de los fieles: asociarse a la pasión de Jesús, para luego resucitar con Él.
◊ anuncian a los discípulos las bendiciones y las recompensas ya iniciadas.
◊ iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana.

32
5. EL CULMEN: EL MANDAMIENTO DEL AMOR
 En el AT ya está el doble mandamiento del amor, a Dios y al prójimo (cf. Dt 6, 5 y Lv 19, 18):
Un escriba […] se acercó [a Jesús] y le preguntó: “¿Qué mandamiento es el primero de todos?”. Respondió
Jesús: “El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos” (Mc 12, 28-31)
 En el NT Jesús nos da un ‘mandamiento nuevo’: amar como Él mismo nos amó, “hasta el fin” (Jn 13, 1),
como el Padre y Él se aman. Esta es la ley “nueva” del Espíritu Santo (Rom 8,2; Ga 5, 25).
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros
[…] Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor […] Este es mi
mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado (Jn 13, 34; 15, 9.12; cf. Mt 22,40; Rom 13,8-10)
 ¿Se puede mandar el amor?
◊ Parece que no, porque si el amor fuese un sentimiento, éste puede tenerse o no, pero no se podría forzar.
◊ Sin embargo el amor depende de la voluntad, no del sentimiento porque es querer el bien del otro.
◊ Luego el amor puede ser mandado porque Dios nos amó y ama primero: “En esto consiste el amor: no
en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de
propiciación por nuestros pecados […] Nosotros amemos a Dios, porque él nos amó primero” (1 Jn 4, 10.19)
◊ Por eso el amor ya no es sólo un ‘mandamiento’, sino la respuesta al don del amor, es corresponder al
“amor de Dios que nos primerea” (papa Francisco). Dios nos ama y nos hace ver y experimentar su amor, y de
este ‘antes’ de Dios puede nacer también en nosotros ‘después’ el amor como respuesta.
Acepto, no en mis sentimientos sino con mi voluntad, la voluntad de Dios. En mi alma, no tengo palabras, qué
oscura está, qué dolor, qué terrible. Mis sentimientos son tan traicioneros (TERESA DE CALCUTA, Ven sé mi luz)
 “Caridad” es el amor cristiano, una virtud teologal, la virtud más importante de todas
◊ Virtud porque es un hábito operativo bueno que nosotros debemos fomentar.
◊ Teologal porque es una gracia, un don que solo Dios puede concedernos amar así, con el amor mismo de Dios
◊ Caridad es amar con el amor de Dios, con su intensidad y características. La caridad es más que el amor.
El amor es natural. La caridad es sobrenatural, algo divino.
Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que
resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber;
si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes
entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría. La
caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no
busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta […] Ahora subsisten la fe, la esperanza y la
caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad (1 Cor 13, 1-7.13)
 La caridad anima e inspira el ejercicio de todas las virtudes. Quien ama con caridad cristiana asegura que
el amor es verdadero como el de Dios, lo purifica de los egoísmos que escondemos debajo de la omnipresente
palabra ‘amor’. Porque la caridad guarda los mandamientos de Dios. Es fruto del Espíritu, plenitud de la ley.
Ama y haz lo que quierEs (San Agustín; la traducción “quieras” es errónea)
 La caridad es el identificativo de los cristianos. Amándose unos a otros, los discípulos imitan el amor de Jesús
En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros (Jn 13, 35)
 Los frutos de la caridad son la libertad, el gozo, la paz y la misericordia. Asumir el mandamiento del amor
nos da la libertad espiritual de amar como hijos, no como esclavos (por temor), ni mercenarios (por una recompensa)
O nos apartamos del mal por temor del castigo y estamos en la disposición del esclavo, o buscamos el incentivo
de la recompensa y nos parecemos a mercenarios, o finalmente obedecemos por el bien mismo del amor del
que manda... y entonces estamos en la disposición de hijos (S. Basilio)
 La caridad exige el perdón de las ofensas y el amor a los enemigos. La caridad es incompatible con el odio.
Cristo murió por amor a nosotros “cuando éramos todavía enemigos” (Rom 5, 10), perdonándonos y excusándonos.
Por eso nos pide que amemos como Él haciéndonos prójimos de todos (cf. Lc 10, 27-37). Vídeo: pena de muerte
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros
enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su
sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué
premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué
hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro
Padre celestial es perfecto (Mt 5, 38-48)
33
6. SU TESTAMENTO: EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS
 Hemos visto el mensaje de Jesús. Ahora bien, ¿cuál es su “testamento”? ¿Qué nos ha dejado el paso de Jesucristo
por la tierra? ¿Un mensaje más o menos bonito? ¿Una historia más o menos heroica? ¿Un libro más?
 Evangelio: la verdadera buena noticia salvadora
◊ Evangelio = eu+angelion = buena noticia. “Evangelios” eran las proclamas que precedían a los emperadores
romanos, que se consideraban señores del mundo, sus salvadores y libertadores. Era un mensaje salvador
simplemente porque procedía del emperador, independientemente de que su contenido fuera alegre o no.
◊ Los evangelistas toman esta palabra para indicar que Jesús es el verdadero salvador del mundo, no los
emperadores que se tenían por dioses pero no lo eran. Jesús, muerto y resucitado, puede verdaderamente salvar.
◊ Por eso los evangelistas resumen el anuncio de Jesús como “evangelio”.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: “Se ha
cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios; convertíos y creed la Buena Noticia” (Mc 1, 14)
 El contenido central del Evangelio es que “el Reino de Dios está cerca”
◊ El Reino de Dios ha sido inaugurado en la tierra por Cristo. “Reino de Dios” aparece 122 veces en el NT;
de ellas, 99 en los tres evangelios sinópticos y 90 están en boca de Jesús, luego en el centro de su predicación.
◊ “Reino de Dios” es el ejercicio de la soberanía de Dios sobre el mundo. No es un reino futuro o todavía
por instaurar, sino algo actual, presente. Sería mejor hablar del “ser soberano de Dios” o del “reinado de Dios”.
◊ El Reino de Dios es un concepto teocéntrico, no político: Jesús en su mensaje anuncia a Dios, a un reino
“que no es de este mundo”, no es campaña electoral que anuncie un reino terreno.
◊ La Iglesia es el germen y el comienzo del Reino de Dios. Sus llaves son confiadas a Pedro.
Jesús le respondió: «Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del
infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en
los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt 16, 18-19)
 Este mensaje de Jesús es performativo, no meramente informativo
◊ El Evangelio no es mera comunicación de contenidos desconocidos hasta aquel momento, una mera noticia.
◊ El Reino de Dios es operativo, acción, fuerza eficaz que penetra en el mundo salvándolo y transformándolo.
◊ Porque Dios actúa ahora: no solo existe, sino que está “vivo”, es realmente Dios, es decir, es capaz de actuar
en el mundo y en la historia de un modo concreto, tiene en sus manos los hilos del mundo, su mensaje tiene la
autoridad de que no es sólo palabra como la de los políticos romanos, sino también realidad.
◊ Porque cambia la vida de quien lo recibe, comporta hechos, transforma el mundo hacia el bien, convierte
el rumbo de una vida dándole sentido a toda la vida, a la muerte e incluso al sufrimiento.
Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las
enfermedades y las dolencias del pueblo» (Mt 4, 23; cf. 9, 35)
 “Kerygma” es el primer anuncio del Evangelio a aquellas personas que aún no conocen a Jesucristo
◊ “Kerygma” es “anuncio” en griego, proclamación pública y en voz alta de un mensaje importante, como
los emperadores de la antigüedad a veces ordenaban en las grandes plazas de las ciudades.
◊ El contenido del mensaje es este: “Jesús de Nazaret murió,
resucitó y está sentado a la derecha de Dios, su Padre” o dicho en
lenguaje bíblico: “Jesucristo es Señor” (2 Cor 4, 5). O dicho en
palabras actuales: “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y
ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte,
para liberarte” (Papa Francisco, Evangelii Gaudium 164)
¿Qué ha traído Jesús realmente, si no ha traído la paz al mundo, el
bienestar para todos, un mundo mejor? ¿Qué ha traído? La respuesta
es muy sencilla: a Dios. Ha traído a Dios: ahora conocemos su rostro,
ahora podemos invocarlo. Ahora conocemos el camino que debemos
seguir como hombres en este mundo. Jesús ha traído a Dios y, con Él,
la verdad sobre nuestro origen y nuestro destino; la fe, la esperanza y
el amor. Sólo nuestra dureza de corazón nos hace pensar que esto es
poco (BENEDICTO XVI, Jesús de Nazaret)
 Conclusión: el mensaje de Jesucristo es salvador porque es capaz de cambiar cada corazón y toda cultura,
es la buena noticia del Reino de Dios, confiada a la Iglesia que es la encargada de proclamar el Evangelio.
Jesús dio comienzo a la Iglesia predicando la buena nueva, es decir, la llegada del reino de Dios prometido
desde siglos en la Escritura (Lumen Gentium 5)
34
TEMA 6
“CREO EN JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS”
(CRISTOLOGÍA)

 Presentación Genial.ly
 “¿Quién es este?” nos preguntábamos ante Jesús (tema 1). Para responder, hemos demostrado la historicidad
de Jesús (temas 2 y 3), hemos visto cómo su pretensión de ser Dios hecho hombre se prueba a sí misma porque
Él resucitó tras su dolorosa pasión (t. 4), y hemos analizado su mensaje completamente novedoso (t. 5).
 Respondamos ahora según la fe de la Iglesia católica: de los 12 artículos del Credo, 6 se refieren a Jesús.
 Para ello, adelantemos los dos grandes misterios sobrenaturales de la fe cristiana
◊ Santísima Trinidad: en Dios hay 3 Personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y 1 única naturaleza (divina).
◊ Encarnación: en Jesús hay 1 única Persona y 2 naturalezas (humana y divina).
Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito,
para que vivamos por medio de Él (1 Jn 4, 8-9)

1. “CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR” (ART. 2,


CEC 430-455)
 El mismo, pero no lo mismo. Hay muchas maneras de llamar a Jesús. Cuando lo hacemos, nos estamos
refiriendo al mismo, pero no a lo mismo, porque estamos subrayamos algo diferente de la misma persona.
 Verbo eterno = Hijo único/unigénito de Dios = la 2ª persona de la Trinidad, el Logos, la Palabra
◊ Jesús se auto-presenta siempre como Hijo del Padre: “mi Padre” (Jn 20,17), “Abba” (‘papaíto’, Mc 14,36)
◊ El Padre así lo atestigua con su voz en el Bautismo y la Transfiguración: “este es mi Hijo predilecto”.
◊ Los Apóstoles así lo predican: han visto su gloria “que recibe del Padre como Hijo único” (Jn 1, 14).
 Verbo encarnado. Cuando la 2ª persona de la Trinidad se encarna, el Verbo eterno pasa a ser el Verbo
encarnado. “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14), haciéndose verdaderamente hombre.
 Jesús. Designa su naturaleza humana, dado por el ángel en la Anunciación, significa “Dios salva”. Expresa,
a la vez, su identidad y su misión, “porque Él salvará al pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21).
 Cristo. Designa su naturaleza divina. “Cristo” en griego, y “Mesías” en hebreo, significan “ungido” por el
Espíritu Santo, para la misión del Mesías: redimir el mundo. De aquí nos viene el nombre de cristianos.
 Jesucristo. Engloba las dos naturalezas de Jesús, la humana (Jesús) y la divina (Cristo), en una sola palabra,
como una sola es la persona de Cristo. Una persona con dos naturalezas: humana y divina.
 Señor. Designa al Dios soberano, Señor del mundo y de la historia
◊ Jesús se lo atribuye a sí mismo demostrándolo con su poder sobre la naturaleza, el pecado, el demonio y la muerte.
◊ Las primeras confesiones de fe cristiana así lo proclaman: “Jesús es Señor” (Rom 10, 9; 1 Cor 12, 3).Video-resumen

2. “JESUCRISTO FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU


SANTO Y NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN” (ART. 3, CEC 456-483)
2.1 EL HIJO DE DIOS SE HIZO HOMBRE
 Jesús es 1 única Persona divina, pero con 2 naturalezas
◊ Naturaleza divina: verdaderamente Dios como el Padre. Engendrado (no creado) del Padre desde siempre.
◊ Naturaleza humana: verdaderamente hombre como nosotros. Nacido de la Virgen María en la plenitud
de los tiempos. “En todo semejante a nosotros, menos en el pecado” (Hb 4, 15).
 Encarnación: misterio de la unión admirable de la naturaleza divina y la naturaleza humana de Jesús en
la única Persona divina del Verbo. La fe en la Encarnación es distintiva de la fe cristiana.
 Concepción virginal. Jesús fue concebido en el seno de la Virgen María sólo por el poder del Espíritu Santo,
sin la colaboración de varón. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti” (Lc 1, 35), le dijo el ángel en la Anunciación.
 Jesús es Hijo de Dios al tener 1 sola Persona divina  María es Madre de Dios verdaderamente porque:
◊ Hijo del Padre celestial según la naturaleza divina. ◊ es la madre de Jesús (Jn 2,1;19,25), verdadero hijo suyo
◊ Hijo de María según la naturaleza humana. ◊ este Jesús es Dios mismo, el Hijo eterno de Dios Padre

35
 Vídeo-resumen: GoyaProd / 3MC: ¿Quién era Jesús?
 ¿Por qué el Hijo de Dios se hizo hombre? Por dos razones que hay que distinguir:
◊ Para salvarnos: es decir hacernos a “imagen y semejanza” (Gn 1,26) de la humanidad gloriosa de Jesucristo,
hacernos “como dioses” (Gn 3, 5), “partícipes de la naturaleza divina” (2Pe 1, 4).
◊ Para redimirnos: es decir reconciliarnos a nosotros pecadores con Dios, librarnos de nuestros pecados,
darnos a conocer a Dios y su amor infinito, ser nuestro modelo humano de santidad. 3MC
◊ Jesús se encarna “por nosotros los hombres y por nuestra salvación” que requiere antes nuestra redención.
Jesús tomó una carne humana para que todo ser humano quedase divinizado en la naturaleza humana de Jesús,
pero dada la condición pecadora del hombre tuvo que sufrir él también las consecuencias del pecado, como la
enfermedad y el cansancio, pero especialmente la muerte, que las aceptó para el perdón de nuestros pecados.
 ¿Por qué se encarnó en ese tiempo? Cur tam sero? ¿por qué tan tarde? decían los antiguos. Respuesta: 3MC

2.2 ¿CÓMO ES LA NATURALEZA HUMANA DE JESÚS?


 Tiene cuerpo y alma como todo ser humano, porque Jesucristo es verdaderamente hombre.
 Cuerpo. Cristo asumió un verdadero cuerpo humano, mediante el cual Dios invisible se hizo visible. Por esta
razón, Cristo puede ser representado y venerado en las sagradas imágenes. Su Corazón humano traspasado por
nuestra salvación es el símbolo del amor infinito que Él tiene al Padre y a cada uno de los hombres.
 Alma. El Hijo de Dios asumió un cuerpo dotado de un alma racional humana, con inteligencia y voluntad.
 Inteligencia. Jesús tenía una inteligencia humana y como hombre tenía a la vez
◊ un aprendizaje de muchas cosas mediante la experiencia.
◊ un conocimiento íntimo e inmediato de Dios su Padre, de los designios eternos que Él había venido a revelar,
conocía los pensamientos secretos de los hombres.
 Voluntades
◊ En Jesús hay dos voluntades: una divina y una humana, al ser verdadero Dios y verdadero hombre.
◊ Pero Jesús tiene una sola ‘voluntad de la persona’ porque no tiene doble personalidad. No hay
esquizofrenia entre ambas voluntades porque como persona al final tiene una única libertad.
◊ Jesús asume la voluntad humana, que:
− fue creada en cooperación con la voluntad de Dios. Es su esencia: la comunión con Dios.
− pero desde el pecado se contrapone a la voluntad de Dios. Es el drama: vemos a Dios como un enemigo.
◊ Pero Jesús no cometió jamás un pecado porque siempre obedeció la voluntad de Dios Padre, a pesar de que
la voluntad natural humana de Jesús está inclinada a la desobediencia como la nuestra, porque tiene en sí toda la
resistencia de la naturaleza humana contra Dios, toda oposición contra Dios, toda obstinación.
◊ Por eso Jesús “aprendió sufriendo a obedecer” (Hb 5, 8) porque hizo que su voluntad humana, de por sí
desobediente y rebelde a Dios, siempre fuese obediente a la voluntad de Dios. Esto se ve claramente en
Getsemaní donde Jesús, luchando, arrastra a la naturaleza humana recalcitrante hacia la comunión, restaura la
voluntad natural del hombre de la oposición a la comunión, y restablece así al hombre en su grandeza:
Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lc 22, 42)
------ voluntad humana ------ -- vo humana -- - vo divina-
------------------------------------------------------- voluntad de la persona -------------------------------------------------------

2.3 LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO


 Toda la vida de Cristo es Misterio, porque toda la vida de Cristo es:
◊ revelación: lo que es visible en la vida terrena de Jesús conduce a su Misterio invisible.
◊ salvación: todo lo que Jesús ha hecho, dicho y sufrido tenía como fin salvar al hombre caído y restablecerlo
en su vocación de hijo de Dios, aunque la salvación nos venga plenamente con la cruz y la resurrección
 Etapas de la vida de Jesucristo
1. Nacimiento e infancia. Hay unos pocos datos en los evangelios.
2. Vida oculta. Hasta los 30 años de edad vive una vida ordinaria en Nazaret de la que no sabemos nada.
3. Vida pública. De los 30 a los 33 años. Relatado por los evangelios.
4. Misterio Pascual. Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación de Jesús.
1. Nacimiento e infancia. En su Nacimiento, la gloria del cielo se manifiesta en la debilidad de un niño; su
circuncisión es signo de su pertenencia al pueblo hebreo y prefiguración de nuestro Bautismo; la Epifanía es la
manifestación del Rey-Mesías de Israel a todos los pueblos; durante su presentación en el Templo, en Simeón y
Ana se concentra toda la expectación de Israel, que viene al encuentro de su Salvador; la huida a Egipto y la
matanza de los inocentes anuncian que toda la vida de Cristo estará bajo el signo de la persecución; su retorno de
Egipto recuerda el Éxodo y presenta a Jesús como el nuevo Moisés, el verdadero y definitivo liberador.
36
2. Vida oculta. En Nazaret, Jesús nos enseña la santidad de la vida cotidiana, hecha de oración, sencillez, trabajo
y amor familiar. La sumisión a María y a José, su padre legal, es imagen de la obediencia filial de Jesús al Padre.
3. Vida pública. Los hechos más importantes son:
◊ Bautismo de Jesús. En Jesús no había ningún pecado. Sin embargo Juan el Bautista le bautiza porque:
− acepta ser contado entre los pecadores al ser “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn1, 29).
− así inaugura su vida pública y anticipa el “Bautismo” de su Muerte
− su bautismo prefigura el nuestro: el Padre lo proclama “Hijo predilecto” (Mt 3,17) + el Espíritu se posa sobre Él
◊ Tentaciones de Jesús en el desierto (Cuaresma). Recapitulan la de Adán en el paraíso y las de Israel en el
desierto. Satanás tienta a Jesús en su obediencia a la misión que el Padre le ha confiado. Cristo, nuevo Adán,
resiste, y su victoria anuncia la de su Pasión, en la que su amor filial dará suprema prueba de obediencia.
◊ Signos y milagros. Recordar.
◊ Mensaje. Recordar. Jesús invita a todos los hombres a entrar en el Reino de Dios.
◊ Jesús funda la Iglesia. Jesús elige a los Doce, futuros testigos de su Resurrección, y los hace partícipes de su
misión y de su autoridad para enseñar, absolver los pecados, edificar y gobernar la Iglesia. En este colegio,
Pedro recibe “las llaves del Reino” (Mt 16, 19) y ocupa el primer puesto, con la misión de custodiar la fe en su
integridad y de confirmar en ella a sus hermanos.
◊ Transfiguración de Jesús donde aparece la Trinidad
− Jesús anticipa su resurrección y de su gloriosa venida: “En el monte te transfiguraste, Cristo Dios, y tus
discípulos contemplaron tu gloria, en cuanto podían comprenderla. Así, cuando te viesen crucificado
entenderían que padecías libremente y anunciarían al mundo que tú eres en verdad el resplandor del Padre”.
− Jesús muestra que su gloria pasa a través de la cruz al evocar, junto a Moisés y Elías, su “partida” (Lc 9,31)

3. “JESUCRISTO PADECIÓ BAJO PONCIO PILATO, FUE CRUCIFICADO,


MUERTO Y SEPULTADO” (ART. 4, CEC 571-594)
4. Misterio pascual. Es la Pasión, Muerte, Resurrección y Glorificación de Jesús. Es el centro de la fe cristiana,
porque el designio salvador de Dios se ha cumplido de una vez por todas con su muerte redentora. Recordar.
 Última cena. La víspera de su Pasión, por amor extremo a nosotros (cf. Jn 13,1), Jesús significa y realiza
anticipadamente su entrega de la Cruz: “Esto es mi cuerpo/sangre que será entregado/derramada por vosotros”
(Lc 22, 19-20). Así Jesús instituye dos sacramentos:
◊ la Eucaristía como “memorial” (1 Cor 11, 25) de su sacrificio,
◊ el Orden Sacerdotal dado a sus Apóstoles como sacerdotes de la nueva Alianza.
 Acusaciones de condena. Algunos jefes de Israel acusaron a Jesús de actuar:
◊ contra la Ley. Pero Jesús no abolió la Ley dada por Dios a Moisés en el Sinaí, sino que la perfeccionó,
dándole su interpretación definitiva, y la ejecutó como siervo fiel con su muerte expiatoria.
◊ contra el Templo de Jerusalén. Pero Jesús lo veneró como “la casa de su Padre” (Jn 2, 16), y allí impartió
gran parte de sus enseñanzas. Aunque predijo su destrucción en relación con su propia muerte, y se presentó a
sí mismo como la morada definitiva de Dios en medio de los hombres.
◊ contra la fe en el Dios único (blasfemia) porque se proclamaba Hijo de Dios con poder para perdonar
pecados. Pero esta pretensión de la probó con sus milagros, y después con su Resurrección.
 ¿Quién es responsable de la muerte de Jesús? No pueden ser imputadas indistintamente a los judíos que
vivían entonces, ni a los restantes judíos venidos después. Vídeo1 + Vídeo2. Son responsables:
◊ Todo pecador, o sea todo hombre, es realmente causa e instrumento de los sufrimientos del Redentor.
◊ Más gravemente los que más frecuentemente caen y se deleitan en el pecado, sobre todo si son cristianos.
 ¿Por qué Dios “quiere” la muerte de Cristo? Para redimirnos y cumplir la justicia de nuestros pecados.
◊ La humanidad estaba destinada a la muerte porque el pecado es como la muerte del alma, desobedecer a Dios.
◊ Dios Padre tomó la amorosa iniciativa de enviar a su Hijo para que se entregara a la muerte por los pecadores.
◊ Jesús es “obediente hasta la muerte” (Flp 2,8): acepta soportar nuestros pecados en su cuerpo para salvarnos
◊ Luego somos los hombres los que “queremos” la muerte al pecar. Pero Dios ha querido pagar por nosotros.
 Efectos del sacrificio pascual de Cristo en la Cruz. Jesús rescata a los hombres, y les abre a la comunión
con Dios, se ofrece al Padre por nuestros pecados como sacrificio expiatorio, ha reparado nuestras culpas con la
plena obediencia de su amor hasta la muerte, ofrece el único sacrificio capaz de redimir todas “las transgresiones
cometidas por los hombres contra la Primera Alianza” (Hb 9, 15) de modo único, perfecto y definitivo.
 Jesús llama a sus discípulos a tomar su cruz y seguirle porque quiere asociar a su sacrificio redentor en
“rescate por muchos” (Mc 10, 45) a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios.
 Vídeo-resumen: GoyaProd1, GoyaProd2 / 3MC: ¿cómo fue que Jesús nos salvó en la cruz?

37
4. “JESUCRISTO DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS, AL 3ER DÍA RESUCITÓ
DE ENTRE LOS MUERTOS” (ART. 5, CEC 631-637)
 “Descendió a los infiernos”
◊ Los infiernos: es el estado de todos los muertos antes de Cristo, justos e injustos,
pues tras el pecado original estaban cerradas las puertas del cielo. No es el infierno
de la condenación.
◊ Significado: Jesús liberó a los justos y les abrió las puertas del cielo. Jesús con
su obediencia hasta la muerte venció al diablo “que tenía el poder de la muerte” (Hb
2, 14), y al ser hombre y merecedor del cielo, tomó en los infiernos a los justos que
le aguardaban como Redentor, y les llevó consigo al encuentro con Dios.
 Resurrección: acontecimiento histórico y transcendente
◊ Histórico: porque fue un evento histórico, verificado y atestiguado mediante signos y testimonios. Recordar
◊ Trascendente: porque transciende y sobrepasa la historia como misterio de la fe. Es obra de la Trinidad que
actúa conjuntamente: el Padre manifiesta su poder, el Hijo “recobra la vida, porque la ha dado libremente” (Jn
10, 17), reuniendo su alma y su cuerpo, que el Espíritu Santo vivifica y glorifica.
 ¿Cómo es el cuerpo resucitado de Jesús?
◊ Es un cuerpo verdadero: el mismo que fue crucificado, y por eso lleva las huellas de su pasión.
◊ Pero glorioso: no es un retorno a la vida terrena, participa ya de la vida divina, luego es sobre-humano. No
necesita comer, pero puede hacerlo. Puede aparecer y desaparecer libremente. Implica la entrada de la
humanidad de Cristo en la gloria de Dios. Por este motivo, Cristo resucitado no se manifestó al mundo, sino a
sus discípulos, haciendo de ellos sus testigos ante el pueblo.
 La Resurrección de Jesús es
◊ una prueba de la divinidad de Jesús: confirma que Él realmente es el Hijo de Dios.
◊ la victoria sobre el pecado y la muerte: que nos da esperanza más allá de todo sufrimiento.
◊ el comienzo de nuestra salvación
− desde ya nos concede la gracia de la adopción filial: participar de su vida de Hijo de Dios;
− más tarde resucitará nuestro cuerpo, al final de los tiempos.
◊ la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, después de la Encarnación. Vídeo-resumen (GoyaProd)
Si se anuncia que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos de entre vosotros que no
hay resurrección de muertos? Pues bien: si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo ha resucitado.
Pero si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana también vuestra fe […] Pero Cristo ha
resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto (1 Cor 15, 12-14.20)

5. “JESUCRISTO SUBIÓ A LOS CIELOS, Y ESTÁ SENTADO A LA


DERECHA DE DIOS, PADRE TODOPODEROSO” (ART. 6, CEC 659-667)
 Ascensión. 40 días después de resucitar Jesús subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre. Desde allí:
◊ intercede incesantemente ante el Padre en favor nuestro,
◊ nos envía su Espíritu
◊ y nos da la esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos tiene preparado.
◊ el Señor reina con su humanidad en la gloria eterna de Hijo de Dios. Como Señor del cosmos y de la historia,
Cabeza de su Iglesia, Cristo glorificado permanece misteriosamente en la tierra, donde su Reino está ya
presente, como germen y comienzo, en la Iglesia. Vídeo-resumen (GoyaProd)

6. “DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A VIVOS Y A MUERTOS”


(ART.7, CEC 668-682)
 Un día volverá en gloria, pero no sabemos cuándo, por eso vivimos vigilantes, pidiendo: “¡Ven, Señor Jesús!”
(Ap 22, 20). Después del último estremecimiento cósmico de este mundo que pasa, la venida gloriosa de Cristo
acontecerá con el triunfo definitivo de Dios en la Parusía y con el Juicio final. Así se consumará el Reino de Dios.
 Cristo juzgará a los vivos y a los muertos con el poder que ha obtenido como Redentor del mundo, venido
para salvar a los hombres. Los secretos de los corazones serán desvelados, así como la conducta de cada uno
con Dios y el prójimo. Todo hombre será colmado de vida o condenado para la eternidad, según sus obras. Así
se realizará “la plenitud de Cristo” (Ef 4, 13), en la que “Dios será todo en todos” (1 Co 15, 28).
 Vídeo-resumen: Goya Producciones / 3MC: ¿cómo vivió Jesús?

38
TEMA 7
“CREO EN UN SOLO DIOS”
 Partimos de una pregunta (“¿quién es este?”) ante un hombre controvertido que pretendió ser Dios (tema 1).
En los temas 2 y 3 vimos que la persona y los dichos y hechos de Jesús son no sólo históricos, sino los más
históricos de la antigüedad. Y además de históricos, razonables, pues su pretensión de divinidad fue avalada
por testigos de su resurrección (tema 4) y su mensaje revolucionario (tema 5). Presentación Genial.ly
 Sólo entonces dimos el salto de fe en el tema 6 y respondimos a la pregunta: Él es Jesucristo, el Hijo de Dios.
 Ahora la pregunta es evidente: “¿y quién es Dios?”. Veámoslo en el tema 7 (Dios uno) y el 8 (Dios trino).

1. “CREO EN UN SOLO DIOS”


 En el AT, la antigua alianza, Dios ya se revela como único a su pueblo Israel.
◊ En el Shemá especialmente: “Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (Dt 6,4-5).
◊ Por los profetas, Dios llama a Israel y a todas las naciones a volverse a Él, el Único: “Volveos hacia mí para
salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro” (Is 45, 22). “Yo soy el primero y yo soy el
último, fuera de mí no hay dios” (Is 44, 6)
 En el NT, la nueva alianza:
◊ Jesús mismo confirma que Dios es “el único Dios verdadero” (Jn 17, 3), “el único Señor” y que es preciso
amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12, 29-30).
◊ Apóstoles:‘Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús’ (1Tm 2,5)
 Iglesia
◊ El Símbolo Niceno-Constantinopolitano (el Credo largo), comienza así: “Creo en un solo Dios”
− Es el primer artículo, la primera afirmación de la Profesión de fe, la más fundamental.
− Los demás artículos del Credo dependen del 1º, así como los mandamientos son explicitaciones del primero.
Los demás artículos nos hacen conocer mejor a Dios tal como se reveló progresivamente a los hombres.
− Todo el Credo habla de Dios, y si habla también del hombre y del mundo, lo hace por relación a Dios.
◊ Los concilios afirman la unicidad de Dios: “Creemos firmemente y confesamos que hay un solo verdadero
Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres
Personas, pero una sola esencia, substancia o naturaleza absolutamente simple” (Concilio de Letrán IV).
 Dios es Único, fuera de Él no hay dioses. Confesar la existencia de Dios es confesar su unicidad.

2. DIOS REVELA SU NOMBRE


 Dios se reveló a su pueblo Israel dándole a conocer su Nombre
◊ Dios tiene un nombre. No es una fuerza anónima. Es un ser personal.
◊ Comunicar su nombre es darse a conocer, hacerse accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de
ser invocado personalmente.
◊ El nombre expresa la identidad de la persona, la esencia y el sentido de su vida.
◊ Dios se reveló progresivamente y bajo diversos nombres en distintas teofanías (manifestaciones de Dios).
 Teofanía de la zarza ardiente: a Moisés le es revelado el Nombre Divino
Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián. Llevó el rebaño trashumando por el
desierto hasta llegar a Horeb, la montaña de Dios. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre
las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo: — “Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver por qué no se quema la zarza”.
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: — “Moisés, Moisés”.
Respondió él: — “Aquí estoy”.
Dijo Dios: — “No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado”.
Y añadió: — “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”. Moisés
se tapó la cara, porque temía ver a Dios.
El Señor le dijo: — “He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores;
conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta tierra, para llevarlo a una
tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, la tierra de los cananeos, hititas, amorreos, perizitas,
heveos y jebuseos. El clamor de los hijos de Israel ha llegado a mí y he visto cómo los tiranizan los egipcios.
Y ahora marcha, te envío al faraón para que saques a mi pueblo, a los hijos de Israel”.
39
Moisés replicó a Dios: — “¿Quién soy yo para acudir al faraón o para sacar a los hijos de Israel de Egipto?”.
Respondió Dios: — “Yo estoy contigo; y esta es la señal de que yo te envío: cuando saques al pueblo de
Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña”.
Moisés replicó a Dios: — “Mira, yo iré a los hijos de Israel y les diré: “El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros”. Si ellos me preguntan: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les respondo?”.
Dios dijo a Moisés: — ““Yo soy el que soy”; esto dirás a los hijos de Israel: “Yo soy” me envía a vosotros”.
Dios añadió: — “Esto dirás a los hijos de Israel: “El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán,
Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de
generación en generación” (Ex 3, 1-15) (vídeo)
 “Yo soy el que soy” (Ex 3, 14)
◊ ‫יהוה‬: es el tetragrámaton, las cuatro letras de la respuesta de Dios en hebreo antiguo. No se puede pronunciar
porque en el hebreo antiguo se escribía solo con consonantes.
◊ YHWH: es la transliteración latina del tetragrámaton hebreo ‫יהוה‬. Tampoco se puede pronunciar.
◊ Jehová, Yehowah, Yahweh: es la vocalización latina del Tetragrámaton que sí se puede pronunciar.
− Al Tetragrámaton (‫ יהוה‬- YHWH) se le añaden las vocales de Adonai. Adonai no es el Nombre Divino en sí
mismo sino una designación genérica hebrea (kyrios, señor), un título, no un nombre, que los hebreos usan
cuando leen la Sagrada Escritura para evitar pronunciar el nombre de Dios.
− Y + A + H + O + W + A + H + I → Yahowahi → Yehowah → Jehová → Yahweh
◊ “Yo soy el que soy”, “Yo soy el que es”, “Yo soy el que Yo soy” es la traducción habitual castellana.
◊ Jesús mismo dirá muchas veces “Yo soy” identificándose con este Nombre Divino. El evangelio de Juan,
especialmente teológico, encontramos 7 “Yo soy” (el número 7 en la Biblia da idea de perfección y plenitud):
Yo soy el pan de vida (Jn 6,35) / Yo soy la luz del mundo (Jn 8,12) / Yo soy la puerta (Jn 10, 9) / Yo soy el buen
pastor (Jn 10,11) / Yo soy la Resurrección y la vida (Jn 11,25) / Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,67) /
Yo soy la vid verdadera (Jn 15,1) / Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo soy
(Jn 8,28) / Le preguntó el sumo sacerdote: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?”. Jesús contestó: “Yo soy.
Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene entre las nubes del cielo” (Mc 14,62)
 Dios es Misterio
◊ La respuesta de Dios es al mismo tiempo, nombre y no-nombre, revelación y rechazo:
− Ciertamente Dios se acerca al hombre al revelar su nombre, dice quién es y con qué nombre se le debe llamar
− Pero su Nombre es misterioso, inefable, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir
− Luego la respuesta de Dios revela a Dios sin rebajarlo, para que no “domestiquemos a Dios”.
◊ Este nombre divino es misterioso como Dios es Misterio:
− Dios es el “Dios escondido” (Is 45, 15). Misterio viene del griego ‘muein’ (cerrar la boca). Esto significa
que el verdadero Dios rebasa todos nuestros conceptos, todo nuestro lenguaje y nuestras más osadas ideas.
− Pero a la vez “Dios se revela” a Moisés y en Jesús.
Manoj le preguntó: “¿Cuál es tu nombre, para que podamos honrarte, cuando se cumplan tus palabras?”. El
ángel del Señor le respondió: “¿Por qué preguntas mi nombre? Es misterioso” (Jue 13, 17-18)
◊ Por eso Israel no pronuncia YHWH, porque es la autodefinición de Dios, por respeto a su santidad. Al ser
impronunciable, no se rebaja el misterio de Dios, del que no existen ni imágenes ni nombres pronunciables.
◊ ¿Por qué los católicos usamos imágenes si están prohibidas en la Biblia?
− La Biblia prohíbe los ídolos, no las imágenes. Un ídolo es en sí mismo un dios, hecho de pintura, oro o plata
o cualquier otro material. Como Israel tenía tendencia a fabricarse dioses (recordar el becerro de oro, Ex 32),
Dios prohíbe los ídolos: “No te fabricarás ídolos, ni figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en
la tierra, o en el agua debajo de la tierra. 5No te postrarás ante ellos, ni les darás culto” (Ex 20)
− La misma Biblia usa imágenes: “Dentro del lugar santísimo puso dos querubines, hechos de madera de
olivo silvestre... Salomón cubrió de oro los dos querubines” (1Re 6, 23-28). “Moisés habló por el pueblo y
Yahvé le respondió: ‘Haz una serpiente de bronce y ponla en un palo y todo el que la mire sanará’” (Nm 21,8).
− Una imagen es una representación, un recuerdo. Al honrar una imagen la estamos venerando, no adorando,
no honramos el material del que está hecha la imagen (una foto por ejemplo), sino al que representa. Los
católicos sólo adoramos la Eucaristía, pero porque ahí está Dios, la Eucaristía es Dios.
◊ Por eso el hombre descubre su pequeñez y pecado ante la presencia atrayente y misteriosa de Dios:
− Moisés, ante la zarza ardiente, se quita las sandalias y se cubre el rostro delante de la santidad divina.
− Isaías ante Dios tres veces santo: “¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!” (Is 6,5)
− Pedro, ante los milagros de Jesús, exclama: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador” (Lc 5,8).

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3. ¿QUÉ SABEMOS DE DIOS?
 Dios es la Verdad
◊ Dios es la Verdad misma, el único que puede dar el conocimiento verdadero de la Creación (cf. Sb 7,17-21).
Es verdad el principio de tu palabra, por siempre, todos tus justos juicios (Sal 119, 160)
Ahora, mi Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad (2 Sam 7, 28)
Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna (1 Jn 1,5)
◊ Dios es verdadero cuando revela: Jesús ha venido a “dar testimonio de la Verdad” (Jn 18,37)
El Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero (1 Jn 5,20)
Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo (Jn 17,3)
◊ Por ello el hombre se puede entregar a Dios con toda confianza, porque las promesas de Dios se realizan
siempre (cf. Dt 7,9), por la verdad y la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. Tener fe, obedecer a
Dios, significa fiarnos de su autoridad, porque Él nos garantiza la verdad, no puede ni engañarse ni engañarnos:
La fe es una virtud sobrenatural, por la cual, por inspiración y ayuda de la gracia de Dios creemos ser
verdadero lo que por él ha sido revelado, no por la intrínseca verdad de las cosas, percibida a la luz natural
de la razón, sino por la autoridad del mismo Dios que se revela
◊ Pero es una “sabiduría de la cruz”, no es la sabiduría del mundo: marketing, persuasión, oratoria…
Mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros predicamos a un Cristo crucificado:
escándalo para los judíos, necedad para los gentiles (1 Cor 1,18-23)
◊ Al revés, el diablo es el padre de la mentira. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una
mentira del tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad.
Jesús les contestó: […] el diablo […] era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque
no hay verdad en él. Cuando dice la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira. En
cambio, a mí, porque os digo la verdad, no me creéis (Jn 8, 44-45)
 Dios es Amor
◊ “Dios es Amor” afirmará san Juan (1 Jn 4,8.16). Este es su secreto más íntimo (cf. 1 Cor 2,7-16; Ef 3,9-12):
− El ser mismo de Dios es Amor.
− Él mismo es una ‘familia’ de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, la Trinidad, eterna comunicación de amor.
− El fin del ser humano es participar de ese amor de Dios.
Mi corazón está perturbado, se conmueven mis entrañas (Os 11, 8)
◊ Es un amor gratuito, no pide nada a cambio, como es el amor verdadero. Esta es la única razón de Dios para
escogernos, revelarnos (cf. Dt 4,37; 7,8; 10,15), y perdonar nuestros pecados (cf. Os 2).
Si el Señor se enamoró de vosotros y os eligió, no fue por ser vosotros más numerosos que los demás, pues
sois el pueblo más pequeño, sino que, por puro amor a vosotros […] os sacó el Señor de Egipto con mano
fuerte y os rescató de la casa de esclavitud (Dt 7, 8)
◊ Es un amor infinito. La Biblia usa metáforas humanas para expresar la fuerza de este amor: el de un padre a
su hijo (cf. Os 11,1), el de una madre a sus hijos (cf. Is 49,14-15), el de un esposo a su amada (Is 62,4-5)
Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti (Jr 31, 3)
◊ Es un amor fiel (Is 54,8), vence incluso las peores infidelidades (cf. Ez 16; Os 11)
Aunque los montes cambiasen y vacilaran las colinas, no cambiaría mi amor (Is 54, 10)
◊ Es un amor misericordioso
− ‘Misericordia’ es el nombre del amor cuando perdona:
• Dios es “rico en misericordia” (Ef 2,4), “mantiene su amor por mil generaciones” (Ex 34, 7). El Señor es
un Dios que perdona (cf. Ex 34, 9). “Señor, Señor, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico
en amor y fidelidad” (Ex 34, 5-6).
• P. ej. cuando tu cónyuge te ama, le amas con amor; cuando tu cónyuge te es infiel, le amas con misericordia
− Dios perdona la infidelidad del pecado de los hombres y el castigo que merece:
• Perdonó a Adán y Eva en el pecado original y les dio a cambio el Protoevangelio (Gn 3, 14)
• Perdonó a Israel al idolatrar el becerro de oro (cf. Ex 32) y les acompañó por el desierto (cf. Ex 33, 12-17).
• Perdonó a toda la humanidad al entregar a su propio Hijo a la muerte para librarnos del pecado.
• Sigue perdonando a todo aquel que humildemente se acerca al sacramento de la confesión.
Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único (Jn 3,16)

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 Dios es fiel, “el que es”, desde y para siempre, y por eso permanece siempre fiel a sí mismo y a sus promesas.
◊ siempre ha estado: valedera para el pasado (“Yo soy el Dios de tus padres”, Ex 3,6)
◊ está siempre allí: Dios presente junto a su pueblo para salvarlo. “Yo soy” = “Yo estoy”, expresa su fidelidad
◊ estará siempre con nosotros: valedera para el porvenir (“Yo estaré contigo”, Ex 3,12).
Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos (Mt 28, 20; últimas palabras de Jesús)
 Sólo Dios ES
◊ Dios es el Ser mismo, “Yo soy el que soy”, la plenitud del Ser y de toda perfección. A diferencia de las
criaturas que somos contingentes porque hemos recibido de Él todo su ser y su poseer.
◊ Dios es eterno, sin origen y sin fin. Las criaturas sin embargo tenemos comienzo. Y si el ser humano no tiene
fin es por un regalo de Dios, que le diviniza, le salva dándole atributos divinos.
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce
porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos (1Jn 3, 1-2)
◊ Dios transciende el mundo y la historia. Él es quien ha hecho el cielo y la tierra: “Ellos perecen, mas Tú
quedas, todos ellos como la ropa se desgastan [...] pero Tú siempre el mismo, no tienen fin tus años” (Sal
102,27-28). En Él “no hay cambios ni sombras de rotaciones” (St 1,17).
◊ Es el Dios vivo, el Dios de “nuestros padres”, el que llamó a Abraham, libró al pueblo de Israel, envió a
Jesús, guía a su Iglesia, y nos espera en el Cielo para amarnos toda la eternidad
Jesús les respondió: […] Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés,
en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de
Jacob”? No es Dios de muertos, sino de vivos (Mc 12, 26-27)

4. LAS PRUEBAS SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS


 Son argumentos convergentes y convincentes. No son “pruebas” en sentido estricto, sino razonamientos que
permiten llegar a verdaderas certezas morales. No requieren fe, sino el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de
su voluntad y un corazón recto. Tienen como punto de partida la creación el mundo material y la persona humana.
◊ Por medio de la Creación: “Lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó.
Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su
poder eterno y su divinidad” (Rm 1,19-20; cf. Hch 14,15.17; 17,27-28; Sb 13,1-9)
◊ Por medio de los grados de perfección que el hombre conoce en la naturaleza. Reflejan la perfección
absoluta de un Dios único y personal, al que todos los hombres son llamados a adorar y a seguir. De ahí que
grandes científicos se hayan convertido al estudiar ciencia: Francis Collins (director del proyecto genoma
humano), Anthony Flew (ateo beligerante durante gran parte de su vida), etc.
◊ Por medio de la conciencia, la propia experiencia interior de distinguir el bien y el mal, de sabernos criaturas.
 Santo Tomás de Aquino desarrolla 5 vías para alcanzar un conocimiento de la existencia de Dios en su Suma
Teológica (I, q2, a3). Se fundamentan en el movimiento, en la causalidad eficiente, en la contingencia de los
seres, en los grados de perfección de los seres y en el gobierno del mundo. 3MC / Francis Collins / Anthony Flew

5. CONSECUENCIAS DE LA FE EN EL DIOS ÚNICO


 Creer en Dios, el Único, y amarlo con todo el ser tiene consecuencias para toda nuestra vida.
 Reconocer la grandeza y la majestad de Dios: “Sí, Dios es tan grande que supera nuestra ciencia” (Jb 36,26).
Por esto Dios debe ser “el primer servido” (Santa Juana de Arco).
 Vivir en acción de gracias: Si Dios es el Único, todo lo que somos y todo lo que poseemos vienen de Él:
“¿Qué tienes que no hayas recibido?” (1 Co 4,7). “Doy gracias a tu Nombre por tu amor y tu verdad” (Sal
138,2; cf. Sal 85,11). Eucaristía significa acción de gracias, por eso “ir a misa” supone dar gracias a Dios: “¿Cómo
pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación” (Sal 116,12-13).
 Reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres: todos han sido hechos “a imagen y
semejanza de Dios” (Gn 1,26).
 Usar las cosas creadas “en tanto en cuanto”: emplearlas en tanto o en cuanto nos acerquen a Dios, y dejarlas
en la medida en que nos aparten de Dios (cf. Mt 5,29-30; 16, 24; 19,23-24):
¡Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti! ¡Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca
a ti! ¡Señor mío y Dios mío, despójame de mí mismo para darme todo a ti (San Nicolás de Flüe)
 Confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad:
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; Quien a Dios
tiene, nada le falta: Sólo Dios basta (Santa Teresa de Jesús)

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TEMA 8
“CREO EN DIOS PADRE, EN DIOS HIJO,
EN DIOS ESPÍRITU SANTO”
(TRINIDAD)

 ‘¿Quién es Dios?’ nos preguntábamos. Si Jesucristo es el Hijo de Dios (t. 6),


¿quién es entonces el Dios de Jesús?
◊ En el tema 7 vimos que Dios es Único, que fuera de Él no hay dioses.
◊ En este tema 8 veremos que Dios es Trinidad: siendo Dios Uno, a la
vez es una comunidad de Personas.
 Presentación Genial.ly

1. EL DOGMA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


 Recordemos los dos grandes misterios sobrenaturales de la fe cristiana
◊ Santísima Trinidad: en Dios hay 3 Personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y 1 única naturaleza (divina).
◊ Encarnación: en Jesús hay 1 única Persona y 2 naturalezas (humana y divina).
 Nota: a la hora de referirnos a la Trinidad lo haremos omitiendo los apelativos de “Santísima” o “Santa” para
abreviar los apuntes, pero lo ideal es referirnos a ella siempre como “Santísima Trinidad”.

1.1 CONTENIDO DEL DOGMA


 En Dios hay 3 Personas. Dios es único, pero no solitario. La Unidad divina es Trina. Las 3 personas divinas
no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, sino que son realmente distintas entre sí,
se distinguen por su relación de origen:
◊ El Padre es tal porque de nadie procede.
◊ El Hijo procede del Padre por vía intelectiva.
◊ El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por vía de amor.
El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede (Concilio IV
Letrán, 1215)
 Dios es 1 naturaleza. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas. Trinidad consubstancial.
Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios:
El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el
Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza (Concilio de Toledo XI, año 675)
A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre,
todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo (Concilio de Florencia, 1442)
 Imágenes de la Trinidad. Podemos intentar usar imágenes conocidas para intentar extrapolar el misterio de la
Trinidad. Estas imágenes siempre serán imperfectas, pero pueden ayudarnos a entender un poco el misterio, al
ver que en el lenguaje y en la realidad hay reflejos de este misterio.
IMÁGEN PADRE HIJO ESPÍRITU SANTO
Fuente-Río-Agua fuente río agua
Árbol-Rama-Savia árbol rama savia
Ser-conocimiento-amor ser, es, mente conocimiento, conoce, saber que conoce amor, ama, saber que ama
◊ Imagen del Espíritu Santo. “Si se pudiera eliminar en el acto del amor entre el hombre y la mujer, los nueve
meses de embarazo, y con ello la temporalidad, en el abrazo generador-receptor estaría ya presente
inmediatamente el hijo. Sería el amor recíproco en su consumación, y a la vez más que él, un resultado que
estaría más allá del amor recíproco. Esta sobreabundancia, y por lo tanto, el fruto, pertenece a todo amor, y
por eso el perfecto amor de las criaturas es imago trinitatis” (Von Balthasar).

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1.2 CONSECUENCIAS DEL DOGMA
 El Magisterio de la Iglesia es quien formula el dogma
◊ Normalmente solemos preguntarnos: “pero, ¿esto lo dice Jesús en la Biblia o lo dice la Iglesia?”. Porque
entendemos que lo que dice la Iglesia no es tan importante como lo que dijo Jesús. Sin embargo esto es falso.
◊ Jesús no formuló el dogma de la Trinidad, sino que nos habló del Padre y del Espíritu.
◊ Jesús encomendó a la Iglesia completar la Revelación:
− “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el
Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena” (Jn 16, 12-13)
− La Iglesia recibe la luz del Espíritu Santo para conducir la fe “hasta la verdad completa” tras Pentecostés.
− El dogma de la Trinidad fue proclamado en el 381, tras muchas dificultades para conocer la verdad de Dios.
◊ Por eso el Magisterio de la Iglesia, ha formulado “dogmas”
− Entre estas doctrinas se encuentran: los artículos del Credo y los dogmas proclamados por el papa o los
Concilios Ecuménicos, como los dogmas marianos o la infalibilidad del Romano Pontífice.
− Son tanto afirmaciones tanto de fe como de moral (aborto por ejemplo).
◊ Los fieles deben aceptar con fe irrevocable a los dogmas.
− No cabe elegir lo que creo o no. Esto es lo que distingue la Iglesia católica de la protestante: no hay ‘buffet libre’.
El Magisterio de la Iglesia nos enseña, nos ilumina el camino de la fe, no asegura qué es verdadero y qué falso.
− Pero, hay que distinguir aceptar de vivir/entender. Yo puedo por ejemplo aceptar el dogma de la Trinidad,
pero me puede ser difícil entenderlo. Yo puedo aceptar que el adulterio es un pecado, pero me puede resultar
difícil vivirlo. Yo puedo cometer el pecado de aborto, pero no por eso estoy fuera de la Iglesia.
◊ Quien no acepta el Magisterio de la Iglesia, está fuera de la fe católica.
− Bien por “herejía”: rechazar las doctrinas de la Iglesia.
− Bien por “cisma”: no aceptar la autoridad que Cristo dio a la Iglesia en su Magisterio.
Se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida
por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendado a la Iglesia, y que además es propuesto
como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y
universal, que se manifiesta en la común adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto,
todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria (C. 750 §1)
 La liturgia de la Iglesia explicita la fe en la Trinidad
◊ Quien se bautiza en la Iglesia, lo hace “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19)
− Antes responde “Creo” a la triple pregunta que les pide confesar su fe en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu.
− Es bautizado en “el nombre” del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y no en “los nombres” de estos.
◊ La Eucaristía invoca a Dios, tanto a Dios Único, como a Dios Trinidad. Quien está atento en la misa, se da
cuenta de cómo a veces nos dirigimos al Padre, otras al Hijo y otras al Espíritu Santo: “La gracia de nuestro
Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros” (2 Co 13,
13; cf. 1 Cor 12, 4-6; Ef 4, 4-6; saludo inicial de la misa).
◊ Quien no afirma la Trinidad no es cristiano. Aunque diga que lo sea, como es el caso de “la Iglesia de
Jesucristo de los Santos del Ultimo Día” (conocida como “Mormones”) donde el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo no son las tres personas en las que subsiste la única divinidad sino tres dioses que forman una divinidad.
Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado (Mt 28, 19-20)
 La Trinidad es un misterio sobrenatural de fe en sentido estricto
◊ Es un misterio de fe en sentido estricto porque no puede ser conocido si no hubiese sido revelado. Es
inaccesible a la sola razón humana (filosofía) e incluso a la sola fe del AT (judaísmo).
◊ Hizo falta que fuese revelado por Dios mediante:
− la Encarnación del Hijo de Dios: las palabras y obras de Jesús.
− y el envío del Espíritu Santo: el Magisterio de la Iglesia.
◊ Con todo, Dios ha dejado huellas de su ser trinitario tanto en la Creación como en la Revelación del AT.
La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la
contemplación de la verdad (Juan Pablo II, encíclica Fides et Ratio 1).
 El dogma de la Trinidad es el misterio centro y fuente. Porque es el misterio de Dios en sí mismo.
◊ el misterio central de la fe y de la vida cristiana: la enseñanza más fundamental y esencial en la jerarquía
de las verdades de fe. “La fe de todos los cristianos se cimenta en la Santísima Trinidad” (S. Cesáreo de Arlés)
◊ la fuente de todos los otros misterios de la fe. Saber que Dios es Trinidad, ilumina el resto de misterios de fe

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2. “CREO EN DIOS PADRE” (ART. 1, CEC. 199-421)
 En el AT, en Israel, Dios es llamado Padre:
◊ en cuanto Creador del mundo (cf. Dt 32,6; Ml 2,10).
◊ en razón de la alianza y del don de la Ley a Israel, su “primogénito” (Ex 4,22).
◊ del rey de Israel (cf. 2 S 7,14).
◊ “el Padre de los pobres”, del huérfano y de la viuda, que están bajo su protección amorosa (cf. Sal 68,6).
 En el NT
◊ Jesús ha revelado que Dios es “Padre” en un sentido nuevo: Él es eternamente Padre en relación a su Hijo
único, el cual eternamente es Hijo sólo en relación a su Padre: “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre
le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27).
◊ Y por eso los Apóstoles confiesan a Jesús como “el Mesías, el Hijo de Dios” (Jn 20, 31), “el Verbo que en
el principio estaba junto a Dios y que era Dios” (Jn 1,1), como “la imagen del Dios invisible” (Col 1,15),
como “el resplandor de su gloria y la impronta de su esencia” (Hb 1,3).
 La Iglesia, siguiendo la tradición apostólica, confiesa que:
◊ el Hijo es un solo Dios con el Padre, “consubstancial” al Padre (concilio de Nicea, 325).
◊ el Hijo es engendrado del Padre, no creado “al Hijo Único de Dios, engendrado del Padre antes de todos
los siglos, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, consubstancial al Padre”
(concilio de Constantinopla, 381).
◊ Artículo 1º del Credo: “Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible”.
 En muchas religiones, es conocida la invocación de Dios como “Padre”. La divinidad es con frecuencia
considerada como “padre de los dioses y de los hombres”.
 “Padre” indica dos aspectos:
◊ que Dios es origen primero de todo y autoridad transcendente
◊ que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos.
 ¿Dios Madre?
◊ Es cierto que la Biblia representa a Dios a menudo con imágenes femeninas: al menos 60 adjetivos de
Dios en la Biblia están en femenino y en más de 260 ocasiones se habla de las “entrañas maternas” de Dios.
◊ Es un término que indica más expresivamente la inmanencia de Dios, la intimidad entre Dios y su criatura,
signo de su amor tierno, espontáneo, instintivo y absoluto. (cf. Sal 131,2).
¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide,
yo no te olvidaré! […] Como uno a quien su madre consuela, así yo os consolaré (Is 49,15; 66,13).
◊ “Madre” es una imagen, pero no un título para Dios: nunca en la Biblia se invoca a Dios como madre.
¿Por qué? ¿Por machismo? No. Dos razones por lo menos:
− En las culturas que rodeaban al pueblo de Israel y a la Iglesia del NT, las deidades femeninas contenían
siempre concepciones panteístas, en las que desaparecían la diferencia entre Creador y criatura. Dios Madre
evocaba que los seres humanos aparecían necesariamente como una emanación del seno materno del Ser que,
al entrar en contacto con la dimensión del tiempo, se concreta en la multiplicidad de lo existente. Por el
contrario, la imagen del padre era y es más adecuada para expresar la alteridad entre Creador y criatura, la
soberanía de su acto creativo. Sólo dejando aparte las deidades femeninas podía el AT llegar a madurar su
imagen de Dios, es decir, la pura trascendencia de Dios.
− En las religiones circundantes a Israel se conocían parejas de divinidades, una divinidad masculina y una
divinidad femenina. Por el contrario el judeo-cristianismo ha asimilado como esposa de Dios a la humanidad
elegida, como metáfora del misterio del amor que Dios siente por su pueblo. La imagen femenina es de alguna
forma proyectada sobre Israel y sobre la Iglesia, y finalmente personalizada de manera particular en María.
 Límites de este lenguaje
◊ El lenguaje de la fe se sirve de la experiencia humana de los padres, que son en cierta manera los primeros
representantes de Dios para el hombre.
◊ Pero los padres humanos son falibles y que pueden desfigurar la imagen de la paternidad y de la maternidad.
◊ Dios transciende la distinción humana de los sexos. No es hombre ni mujer, es Dios. Transciende también
la paternidad y la maternidad humanas (cf. Sal 27,10), aunque sea su origen y medida (cf. Ef 3,14; Is 49,15).
Nadie es padre como lo es Dios.
◊ El mismo hecho de que la Biblia no llame a Dios Madre, nos recuerda que ‘Padre’ sigue siendo una metáfora
para expresar el tipo de amor divino, que es a la vez paterno y materno.

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3. “CREO EN DIOS HIJO” (ART. 2-7)
 Artículos 2-7 del Credo: cf. Tema 6.

4. “CREO EN DIOS ESPÍRITU SANTO” (ART. 8)


 Artículo 8 del Credo (CEC 687-747): “Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas” (Concilio de Constantinopla, 2º ecuménico, año 381).
 El Espíritu Santo es la 3ª Persona de la Stsma. Trinidad
◊ Es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo, de la misma naturaleza y
substancia, el Espíritu del Padre y del Hijo.
◊ Es la “Persona-Amor”, porque es
− tanto el Amor que une al Padre y al Hijo,
− como el Amor de Dios para nosotros, que “ha sido derramado en nuestros corazones” (Rom 5, 5)
◊ Jesús lo llama también Espíritu Paráclito (Consolador, Abogado, Defensor) y Espíritu de Verdad.
◊ El NT lo llama Espíritu de Cristo, del Señor, de Dios, Espíritu de la gloria y de la promesa.
 Símbolos con los que se representa al Espíritu Santo:
◊ el agua viva, que brota del corazón traspasado de Cristo y sacia la sed de los bautizados (p.ej. Bautismo).
◊ la unción con el óleo (p.ej. Confirmación).
◊ el fuego, que transforma cuanto toca (p.ej. Pentecostés).
◊ la nube oscura y luminosa, en la que se revela la gloria divina (p.ej. Transfiguración; Eucaristía).
◊ la imposición de manos, por la cual se nos da el Espíritu (p.ej. orden sacerdotal).
◊ la paloma, que baja sobre Cristo en su bautismo y permanece en Él (p.ej. Bautismo de Jesús).
◊ el sello, “Dios nos ungió, nos selló y ha puesto su Espíritu como prenda en nuestros corazones” (2Cor 1, 22)
◊ el viento: “el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es
todo el que ha nacido del Espíritu” (Jn 3, 8).
 El Espíritu Santo (E.S.) en la Historia de la Salvación
◊ En la Creación actuó ya el E.S. (cf. Gn 1,2)
◊ En el AT el E.S. “habló por los profetas” por cuantos fueron inspirados por él para hablar en nombre de
Dios. La revelación del Espíritu en las profecías del AT, se cumplen en la revelación plena de Cristo en el NT.
◊ El E.S. y Jesús:
− En la encarnación Jesús es consagrado como Hijo de Dios: Jesús nace “por obra y gracia del Espíritu Santo”.
− En el Bautismo es especialmente ungido por el Espíritu
− Jesucristo revela al Espíritu con su enseñanza, cumpliendo la promesa hecha a los Padres.
− Jesús, antes de morir, anuncia el envío del Espíritu (cf. Jn 14), que estará ahora junto a los discípulos y en
ellos (cf. Jn 14,17), para enseñarles (cf. Jn 14,16) y conducirlos “hasta la verdad completa” (Jn 16,13).
− Jesús, tras resucitar, adelanta ya su Espíritu en varios momentos. Por ejemplo:
• cuando les abre el entendimiento para que comprendan las escrituras (Lc 24, 45).
• cuando sopla sobre ellos dándoles potestad para perdonar pecados (Jn 20, 22)
◊ En Pentecostés (50 días después de la Resurrección de Jesús, 10 días después de su Ascensión):
− El Espíritu Santo es enviado a los Apóstoles
− A su vez Dios revela en plenitud el misterio de la Trinidad
− Jesucristo glorificado infunde su Espíritu en abundancia
◊ La Iglesia continúa la misión de Jesús y del Espíritu. El Espíritu Santo:
− edifica, anima y santifica a la Iglesia, para que todos den “el fruto del Espíritu” (Ga 5, 22).
− perdona los pecados, devolviendo a los bautizados la semejanza divina perdida a causa del pecado;
− los hace vivir la vida misma de la Trinidad como hijos adoptivos que somos de Dios;
− los envía a dar testimonio de la Verdad de Cristo, a predicar el evangelio;
− y los organiza en sus respectivas funciones (laicos, sacerdotes, consagrados).
◊ El E.S. actúa en cada bautizado
− por medio de los sacramentos, donde Dios comunica su Espíritu a los miembros de su Cuerpo
− por medio de la oración, pues el Espíritu de Dios vive dentro de nosotros.

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TEMA 9
“CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Y EN LA VIDA ETERNA”
(ESCATOLOGÍA)
 Presentación Genial.ly
 Escatología
◊ Es el estudio (λογία) de las cosas finales (ἔσχατος) que le ocurren al ser humano.
◊ Son las “cosas últimas”, también llamadas novísimos: muerte, juicio, cielo e infierno.
 Comprende dos artículos del Credo, que culmina proclamando la resurrección de la carne y la vida eterna:
◊ Artículo 11: “Creo en la resurrección de la carne” (CEC 988-1019).
◊ Artículo 12: “Creo en la vida eterna” (CEC 1020-1065).
| cielo | | cielo
Muerte → Juicio particular de cada ser humano →| purgatorio | → Juicio final/universal → |
(tras la muerte de cada uno) | infierno | (parusía; 2ª venida) | infierno

1. LA MUERTE
1.1 VISIÓN NATURAL
 Naturalmente hablando, la muerte corporal es algo físico, biológico,
el final de la vida terrena como criaturas. Nuestras vidas están medidas por
el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como todos los
seres vivos de la tierra, morimos como terminación normal de la vida.
 Es una verdad universal. Quizá la única que no puede negar la cultura relativista para la cual “todo depende”.
Julián Marías, en una “reunión de obispos y teólogos”, al llegar el turno de preguntas, uno de los asistentes
levantó la mano y dijo: “Don Julián, yo creo que usted nunca habrá tenido delante a tanto obispo y a tanto
sacerdote juntos. Pues bien, si tuviera usted que predicarles, ¿de qué les hablaría?”. Esta fue la pregunta. Y
Julián Marías primero le miró un poco raro, pero al cabo de unos segundos le dijo: “¡Les hablaría de la
muerte!”. Y empezó a hablar de la muerte, afirmando: “Ustedes se van a morir. ¿Es obvio, no?”. Los
asistentes se reían un poco al principio, pero él dijo: “No se rían, no se rían. ¡Es que nadie se lo cree! Todo
el mundo vive como si no se fuese a morir. ¡Pues se van a morir!”.
 Pero siempre “inesperada”, no sólo los jóvenes y adultos, sino incluso los ancianos (como esa esquela que
decía: “le sorprendió la muerte a los 93 años”). Vídeo: mi vida sin mí
 Y por eso es vivida con rechazo
◊ Rabia: ante la realidad inexorable de tener que morir. Vídeo: do not go gentle into that night (Dylan Thomas)
◊ Miedo: que surge como una negación hacia la existencia de la muerte.
◊ Negación: se oculta la realidad de la muerte (tanatorios, funerales…), incluso se disfraza (Halloween).
◊ Sin esperanza: tras vivir sin creer ni rezar, la muerte no tiene sentido para el no creyente. Mi vida sin mí
 Da urgencia a nuestras vidas: el recuerdo de nuestra mortalidad sirve también para hacernos pensar que no
contamos más que con un tiempo limitado para llevar a término nuestra vida. Vídeo: Dead Poets Society
Carpe diem, quam minimum credula postero (Horacio; aprovecha el día, no confíes en el mañana)
Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos (1 Cor 15, 32)
 Es un misterio, como lo es la vida de todo ser humano. Podemos vivir la vida inconscientemente, sin percibir
que somos un misterio inexplicable, no reducible a materia, con un ansia de infinito que late en nuestro corazón.
Pero cuando morimos, este misterio, si antes no ha sacudido nuestra vida, se hace más palpable que nunca.
Frente a la muerte, el enigma de la condición humana alcanza su cumbre (GS 18)

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1.2 VISIÓN SOBRENATURAL
 Por la fe tenemos un conocimiento revelado de la muerte. El Magisterio de la Iglesia, intérprete auténtico
de las afirmaciones de la Sagrada Escritura y de la Tradición, de la Revelación de Dios, nos da un conocimiento
nuevo sobre la realidad misteriosa de la muerte.
 La muerte corporal es consecuencia del pecado original. Aunque el hombre poseyera una naturaleza mortal,
Dios lo destinaba a no morir. La muerte fue contraria a los designios de Dios Creador, y entró en el mundo como
consecuencia del pecado (cf. Gn 2, 17; 3, 3; 3, 19; Sb 1, 13; 2, 23-24; Rm 5, 12; 6, 23)
La paga del pecado es la muerte, mientras que el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús (Rom 6, 23)
Por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte (Rom 5, 12)
 No hay “reencarnación” después de la muerte. “Está establecido que los hombres mueran una sola vez”
(Hb 9, 27). Tras “el único curso de nuestra vida terrena” (LG 48), ya no volveremos a otras vidas terrenas.
La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal,
adquirimos una mansión eterna en el cielo (Misal Romano, prefacio de difuntos)
 La muerte fue transformada y vencida por Cristo por
◊ Su obediencia, que transformó la maldición de la muerte en bendición (cf. Rm 5, 19-21). Jesús, el Hijo de
Dios, sufrió también la muerte, propia de la condición humana. Pero, a pesar de su angustia frente a ella (cf.
Mc 14, 33-34; Hb 5, 7-8), la asumió en un acto de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre.
◊ Su resurrección, no sólo fue un triunfo sobre su muerte, sino que fue la victoria sobre nuestra muerte.
Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto. El último enemigo en ser
destruido será la muerte (1 Cor 15, 20.26)
 El cristiano “muere en Cristo”. Morir en Cristo Jesús significa morir en gracia de Dios, sin pecado mortal.
Para los que mueren en la gracia de Cristo, la muerte es una participación en la muerte del Señor para poder
participar también en su Resurrección. Por el Bautismo, el cristiano está ya sacramentalmente “muerto con
Cristo”, para vivir una vida nueva donde da muerte al pecado; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte
física consuma este “morir con Cristo” y perfecciona así nuestra incorporación a Él en su acto redentor.
Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con él, también viviremos con él (2 Tm 2, 11).
¿Es que no sabéis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Por el
bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos
por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Pues si hemos sido incorporados a
él en una muerte como la suya, lo seremos también en una resurrección como la suya (Rom 6, 3-9)
Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él
lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo […] Todo para conocerlo a él, y la fuerza
de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con la esperanza de
llegar a la resurrección de entre los muertos (Flp 3, 8.10.11)
 Orar la muerte. La Iglesia nos anima, ante la muerte, a rezar
◊ Acudir a los sacramentos: la Penitencia, la Unción de los enfermos y la Eucaristía (en cuanto viático)
constituyen, cuando la vida cristiana toca a su fin, “los sacramentos que preparan para entrar en la Patria” o los
sacramentos que cierran la peregrinación
◊ Rezar por nosotros: “De la muerte repentina e imprevista, líbranos Señor” (letanías de los santos). Justo lo
contrario de lo que el mundo pide, el cual, por miedo al sufrimiento, prefiere morir sin enterarse y sin sentirlo.
◊ Invocar a la Virgen: que interceda por nosotros “en la hora de nuestra muerte” (Avemaría).
◊ Confiarnos a san José: patrono de la buena muerte.
◊ Rezar por los difuntos: es una obra de misericordia, así como el enterrar el cadáver (caro data vermibus).
◊ Celebrar la Eucaristía (funeral): desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los
difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados,
puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las
obras de penitencia en favor de los difuntos (Fr. Mike Schmitz).
Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los que no tienen
esperanza. Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual modo Dios llevará con él, por medio de Jesús,
a los que han muerto (1 Ts 4, 13-14)

48
 Gracias a Cristo, el cristiano puede experimentar la muerte:
◊ como algo positivo: la llamada de Dios “Dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor” (2 Cor 5,8)
◊ con amor, transformando la propia muerte en un acto de obediencia y amor hacia el Padre, a ejemplo de
Cristo “Jesús, clamando con voz potente, dijo: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”” (Lc 23, 46)
◊ incluso “deseándola”, no en sí misma, sino por encontrarse con el Amor, con el abrazo eterno de Dios Padre.
◊ San Pablo: ya encarcelado, escribe a sus hermanos diciéndoles:
Para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo
fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en esta alternativa: por un lado, deseo partir para estar con Cristo,
que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros
(Flp 1, 21-24)
◊ Santa Teresa de Jesús: monja carmelita, llevada de su ansia de ver a Dios hace este juego de palabras:
Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero Vídeo del poema
◊ Santa Teresita del niño Jesús y santa Maravillas de Jesús: también carmelitas, escriben respectivamente:
Yo no muero, entro en la vida / ¿Miedo a la muerte? Si la muerte no es más que echarse en las manos de Dios
◊ San Juan Pablo II: tras 26 años como papa, no abandonó su cargo ni tras el atentado que sufrió, ni en su dolorosa
enfermedad final; y ante los allegados que le atendían en su lecho de muerte, dijo como últimas palabras:
Dejadme ir a la casa del Padre
◊ San Ignacio de Antioquía: obispo de Antioquía, es hecho prisionero por los romanos en la persecución
cristiana. De camino a Roma para ser martirizado, escribe a los cristianos de esa ciudad que estaban intentando
salvarle la vida con negociaciones, y les reprende su actitud diciéndoles en otro juego de palabras:
De nada me aprovecharán los confines del mundo ni los reinos de este siglo. Para mí es más bello morir y
pasar a Cristo, que reinar sobre los confines de la tierra. Voy en pos de aquel que murió por nosotros: voy en
pos de aquel que resucitó por nosotros. Mi parto está ya inminente. Perdonad lo que digo, hermanos: no me
impidáis vivir, no os empeñéis en que no muera; no me entreguéis al mundo, cuando yo quiero ser de Dios, ni
me engañéis con las cosas materiales. Dejadme llegar a la luz pura, que una vez llegado allí seré
verdaderamente hombre. Dejadme que sea imitador de la pasión de mi Dios. Si alguno le tiene dentro de sí,
entenderá mi actitud, y tendrá los mismos sentimientos que yo, pues sabrá qué es lo que me apremia.
◊ San Francisco de Asís: llama “hermana” a la muerte, alabando a Dios por ella en el cántico de las Criaturas:
Y por la hermana muerte, ¡loado mi Señor! Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
◊ Joven universitario que escribió en un blog:
…entre tanto y tanto, entre este tormento de vanidades y riquezas pasajeras, entre tantas incoherencias y
egoísmos, en ese peregrinar, entre tales y otros males, entre esas y otras miserias…. …y entre llanto y lágrima,
felicidad que ni satisface ni sacia, placer efímero y perecedero, entre estas y otras calamidades: eterna
búsqueda…sequedad del alma… … …y entre tanto y tanto, que el hombre busca la semilla que en su interior
descansa, la inquietud que ni nombrada ni provocada, de lo más profundo brota… … …y entre tanto intento
de ahogamiento, tanto esfuerzo y luchas en vano, entre tanto ignorar y despreciar: aquella semilla florece,
porque nunca pudo ni podrá lo pasajero saciar a lo eterno.. … Y entre este y otros pensamientos se consume
alma mía, se desvive en este remanente vacío, y en eso se consume porque con ello convive… … …y entre
tiniebla y piedra, continúa mi alma su peregrinaje, y no parece acabarse el sendero, pero en Ti Señor mi alma
se regocija, porque a Ti Dios mío levanto mis ojos, y me consuela tu misericordia, y no pierdo la paz ni la
esperanza, porque hoy sé que por mucho que se alargue mi camino…estarás siempre conmigo… … …Y
MENOS MAL QUE ALGÚN DÍA MORIRÉ, y abandonaré esta tierra para partir a tu encuentro Señor.
 ¿Inhumación o incineración?
◊ La Iglesia recomienda la inhumación insistentemente, que los cuerpos de los difuntos sean sepultados, porque
− es la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal.
− favorece tanto el recuerdo y la oración por los difuntos por parte de los familiares, como el proceso de duelo.
◊ La cremación/incineración
− No está prohibida, por razones higiénicas, económicas o sociales.
− Sí está prohibida por razones contrarias a la fe: no creer en la resurrección, creer en la reencarnación, etc…
− Las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado. No es cristiano ni la
conservación en el hogar, ni la dispersión en el aire/tierra/agua o en cualquier otra forma, ni la conversión en
recuerdos conmemorativos.

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2. “CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE” (ART. 11, CEC 988-1019)
 “Creo en la resurrección de la carne”
◊ La “resurrección de la carne” significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del alma
inmortal, sino que también nuestros “cuerpos mortales” (Rom 8, 11) volverán a tener vida. El término “carne”
designa al hombre en su condición de debilidad y de mortalidad (cf. Gn 6, 3; Sal 56, 5; Is 40, 6).
¿Cómo andan diciendo algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Si no hay resurrección
de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si no resucitó Cristo, […] vana es nuestra fe [...] ¡Pero no! Cristo
resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron (1 Cor 15, 12-14. 20).
◊ Verdad difícil. Es fácil aceptar que, tras la muerte, la vida del ser humano continúa de una forma espiritual.
Pero cuesta creer que este cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna (cf. Hch 17, 32).
En ningún punto la fe cristiana encuentra más contradicción que en la resurrección de la carne (San Agustín)
◊ Verdad clave de la fe cristiana el creer en la resurrección de los muertos al final de los tiempos. Creemos
firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los
muertos, así tras la muerte vivamos para siempre con Cristo resucitado, y que Él nos resucite en el último día.
Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Jesús
de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros
(Rm 8, 11; cf. 1 Ts 4, 14; 1 Co 6, 14; 2 Co 4, 14; Flp 3, 10-11; Jn 6, 39-40).
 Revelación progresiva de la Resurrección
◊ En el AT la esperanza en la resurrección corporal de los muertos se impuso como consecuencia
intrínseca de la fe en Dios creador del hombre todo entero, alma y cuerpo. Especialmente conmovedor es la
madre de 7 hijos que les anima al martirio con la esperanza de recobrarlos (2 Mac 7; cf. también Dn 12, 1-13):
Cuando hayamos muerto por su ley, el Rey del universo nos resucitará para una vida eterna […] Vale la pena
morir a manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de que Dios mismo nos resucitará (2 Mac 7, 9.14)
◊ Jesús reprende a los que no creen en la Resurrección: “Vosotros no conocéis ni las Escrituras ni el poder
de Dios, vosotros estáis en el error […] No es un Dios de muertos sino de vivos” (Mc 12, 24.27)
◊ Jesús une la fe en la resurrección a la fe en él mismo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn 11, 25).
− A quienes hayan creído en Él y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre, Jesús mismo los resucitará en
el último día: cf. Jn 5, 24-25; 6, 40.54.
− En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos
(cf. Mc 5, 21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección al tercer día después de su muerte
(cf. Mc 10, 34) como el “signo de Jonás” (Mt 12, 39), el signo del Templo (cf. Jn 2, 19-22).
◊ Ser testigo de Cristo es ser “testigo de su Resurrección” (Hch 1, 22; cf. 4, 33), “haber comido y bebido con
él después de su Resurrección de entre los muertos” (Hch 10, 41).
 ¿Cómo resucitan los muertos?
◊ ¿Qué es resucitar? En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo cae en la corrupción, mientras
que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado al final de los tiempos.
◊ ¿Quién resucitará? Todos los seres humanos, tanto los ‘buenos’ como los ‘malos’: “los que hayan hecho el
bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación” (Jn 5, 29; cf. Dn 12, 2).
◊ ¿Cuándo? El “último día” (Jn 6, 39-40. 44. 54; 11, 24); “al fin del mundo”, en la Parusía de Cristo.
El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los
que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar (1 Ts 4, 16).
◊ ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: “Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo” (Lc 24, 39); pero
Él no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, resucitaremos con nuestro propio cuerpo, pero
“transfigurado en cuerpo de gloria” (Flp 3, 21), en “cuerpo espiritual” (1 Cor 15, 44). Con todo, este “cómo”
sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; no es accesible más que en la fe.
¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Insensato, lo que tú siembras no recibe vida si (antes)
no muere. Y al sembrar, no siembras el cuerpo que llegará a ser, sino un simple grano […] Lo mismo es la
resurrección de los muertos: se siembra un cuerpo corruptible, resucita incorruptible (1 Cor 15,35-37.42)
◊ Nosotros resucitaremos como Él, con Él, por Él y en Él. La esperanza cristiana en la resurrección está
totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado.

50
 Abrir nuestra mente a una verdad más grande
◊ Parábola: En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:
− ¿Tú crees en la vida después del parto?
− Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para
lo que seremos más tarde.
− ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
− No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos
alimentemos por la boca.
− ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por
donde nos alimentamos. Mira: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
− Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados aquí.
− Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas,
la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
− Yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
− ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
− ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! Vivimos en ella y a través de ella. Sin ella todo este mundo no existiría.
− ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
− Pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantar o sentir cómo acaricia nuestro mundo.
¿Sabes? Pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella.
◊ Moraleja: lo que a priori parece inverosímil dentro del seno materno (vida después del parto, caminar con
nuestros propios pies, alimentarnos con nuestra propia boca, que exista mamá, etc…), sin embargo es real. De
igual modo pasa con la resurrección de la carne: ahora parece imposible, pero… ¿y si luego es igual de real?
◊ Hemos de abrir nuestra razón a una verdad más grande que la que captan nuestros limitados sentidos:
Nuestra intención [es] ampliar nuestro concepto de razón y de su uso. Porque, mientras nos alegramos por
las nuevas posibilidades abiertas a la humanidad, también vemos los peligros que emergen de estas
posibilidades y debemos preguntarnos cómo podemos evitarlos. Sólo lo lograremos si la razón y la fe se
vuelven a encontrar unidas de un modo nuevo, si superamos la limitación, autodecretada, de la razón a lo que
se puede verificar con la experimentación, y le abrimos nuevamente toda su amplitud. En este sentido, la
teología, no sólo como disciplina histórica y ciencia humana, sino como teología auténtica, es decir, como
ciencia que se interroga sobre la razón de la fe, debe encontrar espacio en la universidad y en el amplio
diálogo de las ciencias (Benedicto XVI, discurso de Ratisbona 12.IX.2006)
 “Ya hemos resucitado con Cristo” (Col 3, 1)
◊ Vivir cristianamente es morir y resucitar con Cristo aquí y ahora:
− “Morir” es no pecar, ‘matar’ el propio egoísmo, olvidarse de uno mismo en favor de Dios y los demás.
− “Resucitar” es vivir amando como Cristo, obedeciendo a Dios, perdonando, sacrificándose por los demás.
− Así, el cristiano vence al mal y convierte este mundo en un cielo en la tierra con la ayuda de Dios, porque
ha “muerto y resucitado con Cristo”, ha experimentado ya en este mundo el poder de creer en Él.
Esta casa es un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien se contenta sólo de contentar a Dios y no hace
caso de contento suyo (santa Teresa de Jesús)
◊ Consecuencias. Desde el Bautismo, gracias a la fuerza del Espíritu Santo, debemos:
− Cuidar el cuerpo como templo de Dios: “El cuerpo es para el Señor y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que
resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son
miembros de Cristo? No os pertenecéis. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo” (1Cor 6,13-15.19-20)
− No ser mundanos, sino espirituales: “Sepultados con él en el Bautismo, con él también habéis resucitado
por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos [...] Así pues, si habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Col 2, 12; 3, 1).
− Vivir la moral cristiana, que ciertamente es difícil y superior a nuestras fuerzas y a nuestras apetencias, por
eso hablamos de “morir” con Cristo, porque nos cuesta, pero lo hacemos para “resucitar” con Él, es decir,
para vivir una vida más plena y feliz, aunque nos cueste también creerlo (como la resurrección).
− Alimentarnos en la Eucaristía del Cuerpo de Cristo, anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo por Cristo:
Así como el pan que viene de la tierra, después de haber recibido la invocación de Dios, ya no es pan ordinario,
sino Eucaristía, constituida por dos cosas, una terrena y otra celestial, así nuestros cuerpos que participan en
la Eucaristía ya no son corruptibles, ya que tienen la esperanza de la resurrección (Ireneo, Adv Haer. 4,18,4-5)

51
3. EL JUICIO PARTICULAR
 Juicio particular. Cada uno, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio
particular que refiere su vida a Cristo, como consecuencia de sus obras y de su fe:
◊ bien a través de una purificación: purgatorio.
◊ bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza eterna: cielo
◊ bien para condenarse inmediatamente para siempre: infierno
Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado,
mientras que tú eres atormentado. Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que
los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros
(Lc 16, 25-26)
 La Sagrada Escritura habla de un último destino del alma diferente para unos y para otros: la parábola
del pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22), la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón (cf. Lc 23, 43), así como otros
textos del NT (cf. 2 Co 5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23; Mt 16, 26)
Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación (Jn
5, 29)
A la tarde te examinarán en el amor (San Juan de la Cruz)
 Carácter irrevocable de la muerte. La muerte cierra el tiempo para decidir nuestro último destino, el
tiempo de gracia y de misericordia que Dios nos ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino. No
hay arrepentimiento para los hombres después de la muerte, así como no lo hubo para los demonios después
de la caída. Tal y como muramos, así seremos juzgados por Dios.
 El “carpe diem” cristiano. Ante esta realidad definitiva, el cristiano entiende el “carpe diem” no como un
darse a los placeres terrenos, sino como un prepararse para la vida eterna, porque esta vida no es la Vida.
◊ Literatura cristiana: Jorge Manrique, coplas a la muerte de su padre Vídeo
◊ Sagrada Escritura: “Acuérdate de tu Creador en tus días mozos [...], mientras no vuelva el polvo a la tierra,
a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio” (Qo 12, 1.7) Vídeo: 3MC
 Objeciones y respuestas
◊ ¿Injusticia de Dios? Al revés, respuesta al deseo humano de justicia: “lo que hacemos en esta vida tiene
su eco en la eternidad”. Vídeo: gladiator
Estoy convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida
eterna. Dios existe, y Dios sabe crear la justicia de un modo que nosotros no somos capaces de concebir y
que, sin embargo, podemos intuir en la fe. Sí, existe la resurrección de la carne. Existe una justicia. Existe la
“revocación” del sufrimiento pasado, la reparación que restablece el derecho. Por eso la fe en el Juicio final
es ante todo y sobre todo esperanza, esa esperanza cuya necesidad se ha hecho evidente precisamente en las
convulsiones de los últimos siglos (Benedicto XVI, Spe Salvi 43).
◊ ¿Por qué Dios no da “otra oportunidad”? ¡Porque ya te la está dando!
Él [el rico] dijo: “Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos:
que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”. Abrahán le
dice: “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo: “No, padre Abrahán. Pero si un
muerto va a ellos, se arrepentirán”. Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se
convencerán ni aunque resucite un muerto” (Lc 16, 27-31)
◊ Dado lo difícil que es vivir cristianamente, ¿por qué no retrasar mejor la conversión hasta el final?
− Porque no sabes cuándo morirás: “el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche” (1Tes 5,2)
− Porque ningún condenado pensó que algún día lo estaría. Al igual que el drogadicto, que al principio
veía como imposible el engancharse a la droga, así sucede con el pecado: tampoco el condenado creyó
que llegaría a traspasar ciertos límites. Y es que el pecado esclaviza. Y al final impide pedir perdón.
− Porque amar por obligación no es amar. Imagínate un enamorado que se siente obligado a amar, que
ama pero lo mínimo, lo justo. ¿Acaso eso es amor? (escena peli). Pues de igual modo con Dios.
Tendrías que vivir en toda obra y pensamiento como si hoy hubieses de morir. Si tuvieses buena conciencia
no temerías mucho la muerte. Mejor sería huir de los pecados que de la muerte. Si hoy no estás preparado,
¿cómo lo estarás mañana? (La imitación de Cristo I, 23, 1).

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4. EL PURGATORIO O PURIFICACIÓN FINAL
 ¿Qué es el purgatorio?
◊ Es un estado transitorio: ni un lugar, ni definitivo. Es un estado de purificación “temporal”.
◊ De aquellos que están seguros de su eterna salvación: han muerto en la gracia y en la amistad de Dios.
◊ Pero que están imperfectamente purificados: y por eso sufren después de su muerte una purificación, a fin
de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
◊ Dicho coloquialmente es como la “lavadora del alma” antes de entrar en la presencia de Dios y sólo tiene una
salida: salir limpito y con buen olor.
 ¿Cómo sabemos que existe?
◊ Biblia: 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7; Mt 5,8; 12, 32; Lc 12, 59; 2 Mac 12, 44-46; Ap 21, 27.
Mire cada cual cómo construye. Pues nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.
Y si uno construye sobre el cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja, la obra de cada
cual quedará patente, la mostrará el día, porque se revelará con fuego. Y el fuego comprobará la calidad de
la obra de cada cual. Si la obra que uno ha construido resiste, recibirá el salario. Pero si la obra de uno se
quema, sufrirá el castigo; mas él se salvará, aunque como quien escapa del fuego (1 Cor 3, 10-15)
◊ Magisterio de la Iglesia: concilios de Florencia y Trento.
Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo
que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu
Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender
que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno,
Dialogi 4, 41, 3).
◊ Liturgia: práctica de la oración por los difuntos. Es una obra de misericordia.
Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran
liberados del pecado (2 Mac 12, 46).
◊ Revelaciones privadas: que, aunque no tienen valor probatorio, sí ayudan a la fe en su existencia.
Una noche su Ángel de la Guarda le pidió que lo siguiera y de repente se vio en un lugar lleno de fuego y de
almas sufrientes. Ellas estaban orando fervientemente por sí mismas, “pero no era válido, solamente nosotras
podemos ayudarlas”. Ella preguntó a las almas lo que más las hacía sufrir y le contestaron que era el sentirse
abandonadas por Dios. Luego, vio a la Virgen María que visitaba a las almas del purgatorio, quienes la
llamaban “Estrella del Mar”. Finalmente, su Ángel Guardián le pidió que regresaran, y al salir de aquella
prisión de sufrimiento, escuchó la voz del Señor que le dijo: “Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi
Justicia” (De las apariciones a Sor Faustina Kowalska)
 ¿Cómo es la purificación?
◊ Es un “fuego” interior:
− Pena de daño: el hecho de estar alejados de Dios, nuestra felicidad. Es el mayor sufrimiento.
− Pena de sentido: el dolor y humillación de nuestros pecados nos producirán sufrimientos.
◊ Las penas son proporcionales al grado de pecado de cada persona.
◊ Es completamente distinta del castigo del infierno porque hay esperanza de ver a Dios algún día cara a cara.
 Rezar por las almas del purgatorio
◊ La Iglesia reza por los difuntos ofreciendo “sufragios” en su favor para que, una vez purificados, puedan
llegar a la visión beatífica de Dios. Lo ha hecho así desde su comienzo.
◊ Ofrece oraciones y sacrificios, especialmente la misa, el sacrificio eucarístico, de ahí la costumbre del funeral.
◊ Esto es una concreción de “la comunión de los santos”: en la Iglesia unos podemos rezar por los otros.
 Vídeos: Rome Reports / Aciprensa / Father Mike Schmitz (inglés) / 3 Minute Catechism

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5. EL JUICIO FINAL
 ¿Qué es el juicio final?
◊ Es un juicio: sentencia de vida bienaventurada o de condena eterna “de acuerdo con sus obras” (Ap 20, 13).
◊ Universal, a toda la humanidad: reunida delante de Dios “de los justos y de los pecadores” (Hch 24, 15).
◊ Realizado por el Señor Jesús: “Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos” (Hch 10,42).
◊ Que tendrá lugar al fin del mundo: en la Parusía, y sólo el Padre conoce el día y la hora, sólo Él decidirá el
momento de la segunda venida de Cristo, esta vez en gloria (a diferencia de la primera en humildad).
[Cristo vendrá] en su gloria acompañado de todos sus ángeles [...] Serán congregadas delante de él todas
las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las
ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda [...] E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida
eterna (Mt 25, 31. 32. 46).
 La resurrección de la carne precederá al Juicio final. De modo que durante toda la eternidad el cuerpo
resucitado participará de la retribución que el alma ha recibido en el juicio
La hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz [...] y los que hayan hecho el bien resucitarán
para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación (Jn 5, 28-29)
 Será el momento de la Verdad, que es Cristo. Él pondrá al desnudo definitivamente la verdad…
◊ La verdad de la Creación entera. El Padre pronunciará por medio de su Hijo Jesucristo, su palabra definitiva
sobre toda la historia, que nos revelará:
− El sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos
los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último.
− Que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas.
− Que su amor es más fuerte que la muerte (cf. Ct 8, 6).
Ignoramos el momento de la consumación de la tierra y de la humanidad, y no sabemos cómo se transformará
el universo. Ciertamente, la figura de este mundo, deformada por el pecado, pasa, pero se nos enseña que
Dios ha preparado una nueva morada y una nueva tierra en la que habita la justicia y cuya bienaventuranza
llenará y superará todos los deseos de paz que se levantan en los corazones de los hombres (GS 39)
◊ La verdad de cada ser humano, de la relación de cada hombre con Dios (cf. Jn 12, 49), lo que cada uno
haya hecho de bien o haya omitido durante su vida terrena:
La monja carmelita Madre Dolores se encontraba acompañando a una hermana enferma en el hospital,
cuando le avisaron de que, en la habitación de al laso, acababan de ingresar por urgencias a una seora
conocida suya de los tiempos de su juventud. Era muy mundana, y nunca había entendido su entrada en el
convento. Estaba gravísima y moriría pocas horas después. Inmediatamente, la Madre Dolores pasó a verla,
para ponerle el escapulario del Carmen. Mientras le decía palabras de consuelo, con gran cariño le
acariciaba la mano; ¡qué contraste! La una extremadamente cuidada, perfumada y llena de joyas. La otra
encallecida, desgastada y envejecida por los trabajos. Y en aquel momento, donde todo se ve a la luz de la
verdad, la pobre enferma, agarrándose a su escapulario, le dijo, con gran esfuerzo: “Lola, ¡tú sí que lo has
entendido!” (Mis recuerdos de la Madre Maravillas, Madre Dolores de Jesús, pág. 109-110)
 El mensaje del Juicio final
◊ Llama a la conversión: Dios da a los hombres todavía “el tiempo favorable, el tiempo de salvación” (2Co 6,2).
◊ Inspira el santo temor de Dios, que no es miedo, sino respeto sagrado.
◊ Anuncia la “bienaventurada esperanza” (Tt 2, 13) de la vuelta del Señor que “vendrá para ser glorificado
en sus santos y admirado en todos los que hayan creído” (2 Ts 1, 10).
◊ Compromete para la justicia del Reino de Dios:
La espera de una tierra nueva no debe debilitar, sino más bien avivar la preocupación de cultivar esta tierra,
donde crece aquel cuerpo de la nueva familia humana, que puede ofrecer ya un cierto esbozo del siglo nuevo.
Por ello, aunque hay que distinguir cuidadosamente el progreso terreno del crecimiento del Reino de Cristo,
sin embargo, el primero, en la medida en que puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa
mucho al Reino de Dios (GS 39)
 Vídeo: Father Mike Schmitz (inglés)

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6. EL INFIERNO
 ¿Qué es el infierno?
◊ Es un estado definitivo y eterno: a diferencia del purgatorio que era temporal.
◊ De autoexclusión de la comunión con Dios: no es un castigo de Dios, sino una libre y personal elección.
◊ Y de sufrimiento: las almas sufren las penas del infierno, “el fuego eterno”.
 ¿Quién se autoexcluye?
◊ Quien muere en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios.
◊ Quien no ama al omitir el socorrer las necesidades graves del prójimo (cf. Mt 25, 31-46).
Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún
asesino tiene vida eterna permanente en él (1 Jn 3, 14-15)
 ¿Cómo sabemos que existe?
◊ Biblia: que usa un lenguaje simbólico.
− Jesús habla con frecuencia de la “gehenna” y del “fuego que nunca se apaga” (cf. Mt 5,22.29; 13,42.50;
Mc 9,43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida rehúsan creer y convertirse, y donde se puede perder
a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10, 28).
− Jesús anuncia en términos graves que “enviará a sus ángeles [...] que recogerán a todos los autores de
iniquidad, y los arrojarán al horno ardiendo” (Mt 13, 41-42), y que pronunciará la condenación: “¡Alejaos
de mí malditos al fuego eterno!” (Mt 25, 41).
◊ Magisterio:
− concilio IV Letrán (1215): se define la existencia del infierno y la eternidad de las penas.
− concilios Lyon II (1274) y Florencia (1439): la condenación eterna comienza inmediatamente tras la muerte.
− papa Benedicto XII (1336): “las almas de los que mueren en pecado mortal actual descienden, después de
su muerte, al infierno, donde son atormentados con penas infernales”
◊ Liturgia: en la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de
Dios, que “quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión” (2 Pe 3, 9):
Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa, ordena en tu paz nuestros
días, líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos (Plegaria eucarística I)
◊ Revelaciones privadas: de muchos santos, con valor no probatorio, pero sí de ayuda. Tres ejemplos.
 ¿Qué sufrimiento?
◊ Pena de daño: separación eterna de Dios, que es nuestra única felicidad posible para la que fuimos creados,
“una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Ts 1, 9). Es la más dolorosa.
◊ Pena de sentido: todo tormento sensible, el remordimiento de la conciencia, las acusaciones de los demonios,
las tinieblas, la inmovilidad, el fuego, el hedor, la turbación interior, etc…
◊ Son consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo comete: la “segunda muerte” (Ap 20, 13)
 ¿Cómo se concilia la existencia del infierno con la infinita bondad de Dios?
◊ Dios quiere que todos los hombres “se salven” (1 Tim 2,4) y “lleguen a la conversión” (2 Pe 3, 9). Dios por
tanto nos predestina al cielo, y no predestina a nadie al infierno.
◊ La “condenación” consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre
y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción.
◊ Dios respeta la decisión del hombre, que es libre y responsable. La sentencia de Dios ratifica ese estado.
 Su existencia es un llamamiento a
◊ La responsabilidad: el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno.
Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela.
Para que así, terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra mereceremos entrar con Él en la
boda y ser contados entre los santos y no nos manden ir, como siervos malos y perezosos, al fuego eterno, a
las tinieblas exteriores, donde “habrá llanto y rechinar de dientes (LG 48)
◊ La conversión:
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y
son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!;
y pocos son los que la encuentran (Mt 7, 13-14)
 Vídeos: película “Ghost, más allá del amor” / Father Mike Schmitz / 3 Minute Catechism

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7. EL CIELO
 ¿Qué se entiende por cielo?
◊ Es un estado definitivo y eterno: sin fin y definitivo. No un lugar.
◊ De los bienaventurados: aquellos que mueren en gracia de Dios y están perfectamente purificados.
◊ De felicidad: de realización de las aspiraciones más profundas del hombre. Tráiler “el cielo es real”
Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de todos los
santos [...] y de todos los demás fieles muertos después de recibir el Bautismo de Cristo en los que no había
nada que purificar cuando murieron [...]; o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que
estén purificadas después de la muerte [...] aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después
de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán en el cielo, en el
Reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la
muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión intuitiva y cara a
cara, sin mediación de ninguna criatura (Benedicto XII)
 ¿En qué consistirá la felicidad?
◊ En ver a Dios “cara a cara” (1Cor 13,12; cf. Ap 22,4), viviendo en comunión de amor con la Santísima
Trinidad. Tal será la felicidad que “seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3,2) / 3MC
◊ En gozar de la compañía de María, los ángeles y los santos, de la Iglesia del cielo en general.
◊ En estar con nuestros seres queridos. ¿Estará mi animal de compañía en el cielo?
◊ En último término es un misterio: sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Biblia nos habla
de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso:
Ni ojo vio, ni oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman (1Cor 2,9)
 Vivir en el cielo es “estar con Cristo”
◊ Jesús nos ha “abierto” el cielo por su muerte y su Resurrección, y dará la plena posesión de los frutos de
su redención a los bienaventurados, a aquellos que han creído en Él y que han permanecido fieles a su voluntad.
◊ Los bienaventurados viven ‘en Él’ (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17), con Él “reinarán por los siglos de los
siglos” (Ap 22, 5; cf. Mt 25, 21.23) y encuentran allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17).
◊ Tienen la visión beatífica, la contemplación de Dios en su gloria celestial. A causa de su transcendencia, Dios
no puede ser visto tal cual es más que cuando Él mismo abre su Misterio al hombre y le da la capacidad para ello.
¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de participar en las alegrías de
la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo, el Señor tu Dios [...], gozar en el Reino de los cielos en
compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la inmortalidad alcanzada (San Cipriano)
 “Cielos nuevos y tierra nueva” (2 Pe 3, 13)
◊ Es la realización definitiva del plan salvífico de Dios de “hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que
está en los cielos y lo que está en la tierra” (Ef 1,10). Dios será “todo en todos” (1 Co 15, 28), en la vida eterna
◊ Es la plenitud del Reino de Dios que se alcanzará tras el juicio final transformando humanidad y mundo.
◊ La humanidad nueva, comunidad de los rescatados, Ciudad Santa de Dios, Esposa del Cordero (Ap 21, 2.9):
− es la unidad de todo el género humano querida por Dios desde la creación y cuyo anticipo es la Iglesia.
− ya no será herida por el pecado que destruye o hiere la comunidad terrena de los hombres (cf. Ap 21, 27).
− la visión beatífica será la fuente inmensa de comunión, de felicidad y de paz.
− los justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, participarán de su gloria.
◊ El “universo nuevo”, la Jerusalén celestial (Ap 21, 5):
− es el universo actual que ahora está sometido a la esclavitud de la corrupción (Rom 8, 19-23).
− no destruido sino renovado, transformado, donde Dios tendrá su morada entre los hombres.
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron […] Y oí una
gran voz desde el trono que decía: «He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y
ellos serán su pueblo, y el “Dios con ellos” será su Dios». Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá
muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido (Ap 21, 1.3-4)
 ¿Qué te da la fe? La vida eterna
◊ La fe es el comienzo de la vida eterna. “Padre, esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero y a tu enviado Jesucristo” (Jn 17,3).
◊ La fe nos hace gustar de antemano el gozo y la luz de la visión beatífica. Ahora “caminamos en la fe y no
en la visión” (2 Cor 5,7). Entonces veremos a Dios “cara a cara” (1 Cor 13,12), “tal cual es” (1 Jn 3,2).
En el Ritual Romanum, el ministro del bautismo pregunta al catecúmeno: "¿Qué pides a la Iglesia de Dios?"
Y la respuesta es: "La fe". Y entonces pregunta el ministro: "¿Qué te da la fe?". Y responde: "La vida eterna".

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“Dios es amor.
En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que Él nos amó y envió a su Hijo
para que fuera ofrecido como sacrificio
por el perdón de nuestros pecados.
Queridos hermanos,
si Dios nos amó de esta manera, también
nosotros debemos amarnos unos a otros”

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