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LOS CUATRO SERES VIVIENTES.

Apocalipsis 4: 6b-11.

Generalmente, se entiende que son querubines, seres de un orden


angelical.

Parece que se trata de los mismos que encontramos en el relato de Ezequiel


Capítulos 1 y 10, donde el profeta los identifica como querubines. No
debemos olvidar que Juan parece constantemente inspirarse en Ezequiel y
también en Isaías.

Recordemos que había querubines presentes en la caída del hombre y que


ellos guardaban el árbol de la vida. En el escenario de nuestro estudio, están
participando de la celebración de la completa redención del hombre.

Hay opiniones diversas acerca de estos cuatro seres vivientes. Algunos


dicen que representan a las fuerzas de la naturaleza, otros a la creación
animada entera que hace culto incesante de alabanza al creador.

La tradición cristiana, por otra parte, se ha servido de ellos que sostienen y


transportan el trono de Dios, para SIMBOLIZAR A LOS CUATRO
EVANGELIOS.

SAN MATEO REPRESENTA AL HOMBRE, ya que comienza su evangelio


con la genealogía HUMANA de Cristo.

SAN MARCOS REPRESENTA AL LEON, ya que lo comienza diciendo: “Voz


del que clama en el desierto …” y en el desierto es el león el que rúge.

SAN LUCAS SIMBOLIZA AL TORO, porque comienza con la historia del


sacerdote Zacarias. El sacerdote en el A.T. era el que sacrificaba los toros
para los sacrificios en el templo.

SAN JUAN ES REPRESENTADO POR EL AGUILA, y la razón es que desde


el prólogo de su evangelio se remonta con la prestancia de un águila hasta
las alturas de la misma divinidad. Por ello a Juan se le llama “EL
TEOLOGO”, pues de una manera muy peculiar presenta, toda la gloria de
Dios reflejada en la persona de Cristo.
“Y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos …” escribe Juan. Mientras
que Ezequiel pone esos ojos, en ó sobre las ruedas del carro de Dios. Ver
Ezequiel 1:18. Los ojos son para ver, así que se cree que estos vivientes
deben tener algún oficio en el gobierno del mundo. Notemos también que el
número CUATRO responde a las cuatro partes del mundo, como sucede
frecuentemente en el apocalipsis.

“Tenían cada uno seis alas …” No sabemos porque tenían seis alas y no
cuatro como es el caso de los Querubines en el libro de Ezequiel (1:6).
Cualquier apreciación al respecto correría el riesgo de aparecer extraña.
Al abrir sus alas aparecían sus cuerpos llenos de ojos en derredor, “Y
alrededor y por dentro estaban llenos de ojos.” (vr.8). De alguna manera las
alas y los ojos representan la omnipresencia y la omnisciencia de Dios.
Las alas como representando su capacidad ilimitada de estar en todos lados
a la vez y los ojos de Dios que todo lo observan, todo lo ven y todo lo
escudriñan.
La ubicación de las Tribus de Israel al rededor del Tabernáculo de Moisés, de acuerdo a
la instrucción que Dios le dio.

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