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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA “ANTONIO
JOSÉ DE SUCRE”.
VICERRECTORADO “LUIS CABALLERO MEJÍAS”.
CÁTEDRA: ESTUDIO Y COMPRESIÓN DEL HOMBRE
SECCIÓN: 01

LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y LOS APORTES DE


NAPOLEÓN A LA ACTUALIDAD

Profesor: Autor:
Richard Camargo. Suzam Labrador
Expediente:
2016203100
Caracas, enero de 2024.
Sobre la Revolución Francesa y su impacto en el mundo se puede hablar
muchas cosas, desde lo especial que fue de que, entre todas las revueltas en la
historia, la única cuyo impacto tuvo el suficiente alcance en el tiempo como para
que no solo se le considere el fin de una era y el comienzo de un mundo nuevo, sino
que fue un principio del que ya más nunca se pudo volver atrás ni contener en el
tiempo y el espacio, como con tantas otras revoluciones antes de la misma. Así
como también esta revolución daría pie al levantamiento de una de las
personalidades más importantes e influyentes de la historia y que incluso a día de
hoy se sigue admirando, ese sería Napoleón Bonaparte, el hombre que comenzó que
ascendió de a poco hasta convertirse en líder absoluto de casi toda Europa, para al
final caer de manera rápida e imprevista, pero dejando tras de sí el legado de
esparcir la revolución por todo el continente y dejar huella en muchos ámbitos
distintos.

Los siglos anteriores a la revolución son necesarios para poder


comprenderlo. Desde un mundo medieval con una cosmovisión teocéntrica, una
política basada en el vasallaje y la propiedad feudal, una economía eminentemente
agraria y hasta cierto punto autárquica, y por último un intercambio de
conocimiento limitado y en ocasiones estático. Sin embargo, todo empezaría
progresivamente a entrar en una etapa de lenta pero imparable transición tanto de
una política más centralizada, el nacimiento del comercio intercontinental y la
colonización, y sobre todo de un cambio de paradigma a una cosmovisión más
antropocéntrica y racional/humanista, que daría pasó a grandes avances en la visión
teórica del mundo, del cómo debían hacerse las cosas y cómo debían aplicarse:
Desde el avance en el nacimiento del derecho internacional por Vitoria, de la
política moderna en Maquiavelo, de la secularización y la tolerancia religiosa, así
como un renacimiento en la búsqueda tanto científica/técnica, como en los modos
de ver la sociedad y repensar las maneras ideales de gobernar.

A todo eso llegan los siglos XVII-XVIII, dónde ocurren cuantiosa cantidad
de eventos que influyeron tremendamente en la consecuente revolución, desde el
fin de las guerras religiosas en Francia, la paz de Westfalia, la Revolución Gloriosa
en Inglaterra, el Ascenso de Luis XIV y el desastroso gobierno de Luis XV, así
como por último la Independencia de Estados Unidos, pero antes de todo eso dentro
de Francia, junto con Inglaterra se gestó un movimiento que también sería esencial
para todo esto, la llegada de lo que posteriormente se conocería como “La
Ilustración”, el cuál fue un movimiento de pensamiento que surgió por aquel
entonces que buscó anteponer la razón y al hombre por encima de todo (alejándose
por completo de cualquier vestigio de teocentrismo de movimientos pasados) y
buscando la manera más idónea de vivir en sociedad. En este movimiento
encontramos a varios pensadores, desde John Locke, Thomas Hobbes, Adam Smith
o Hume en Reino Unido, hasta autores franceses como Diderot, Rousseau, Voltaire
y Montesquieu. Todos ellos fueron fuertes críticos a la sociedad y política que se
habían ido estableciendo con el paso del tiempo, especialmente el surgimiento del
absolutismo en Francia y su posterior crisis, la cual ellos intentan diagnosticar las
razones de sus problemas y a la vez dar con la solución, una solución que tenía a su
vez un carácter muy crítico (muchas veces al extremo) del modelo establecido, así
como sus soluciones podían llegar a ser también muy radicales, pero lo más
importante aquí no solo fue esta crítica al sistema, sino cómo este pensamiento
general fue difundiendo primero, entre las élites burguesas de su tiempo, para luego
también llegar de alguna que otra forma a estratos cada vez más amplios de la
sociedad en ese momento, la cual de a poco iba desarrollando en sí misma otra
transición, una hacia un nuevo tipo de sociedad, una donde que ya desarrollaba tanto
una clara separación en clases productivas (rebajando mucho la importancia de la
ancestría noble de tiempos medievales) como una especie de conciencia colectiva
más parecida al mundo de hoy.

Eso llevó a que, en el año de 1789, con una profunda crisis que no paraba
de empeorar y una fuerte agitación por parte de los estratos más bajos de la
sociedad, finalmente se convocó a una nueva reunión de los Estados Generales de
Francia, una institución que, si bien se remontaba desde los tiempos medievales, no
se habían vuelto a convocar en más de 100 años. Finalmente entre las discusiones
que se fueron dando, y las propuestas dadas, el Tercer Estado (nombre con el que
se refería a la parte de la sociedad sin representación, que a su vez era la mayoría)
terminó creando su propia Asamblea Nacional, en un principio el rey Luis XVI
intenta disolver esto pero estos no solo se resisten, sino que se empiezan a levantar
en armas y finalmente comienzan a imponer sus demandas, como la abolición del
régimen feudal, la creación de una constitución y la Declaración de los Derechos
del Hombre y el Ciudadano.

A partir de allí ocurriría uno de los cambios sociales más grandes de la


historia, pero a diferencia de lo que ocurriría en Inglaterra o los Estados Unidos,
aquí el Fervor Revolucionario rápidamente se degeneró en un radicalismo político
muy fuerte, llegado gracias al surgimiento de movimientos muy radicales como el
Jacobinismo, que proclamaban una absoluta desaparición del modelo anterior y la
implantación de un nuevo modelo, a su vez que también saldría su contraparte
reaccionaria conformada por miembros del clero católico, campesinos
antirrevolucionarios y varios otros que también comenzarán a levantarse contra la
imposición de este nuevo régimen (Llevando a cabo el conocido como la Guerra de
la Vendée). A parte las acciones de la revolución comenzaron a preocupar a las
otras monarquías europeas, preocupación que llegó a su punto máximo con la
ejecución de Luis XVI y su esposa María Antonieta, con la cual se convencieron
que debían parar de una vez la revolución. Así comenzó las primeras guerras de
coalición contra la República Francesa, guerras dónde la República, si bien luchó
contra la casi totalidad de países europeos, gracias al poder militar heredado del
anterior régimen, a una altísima población y unas necesarias reformas del ejército
que transformaron la guerra para siempre, fue que Francia no solo pudo derrotar en
batalla a toda la coalición, sino que también anexó extensos territorios a su país que
los reyes anteriores nunca habrían soñado el poder conseguir.

En aquellas guerras, gracias a las distintas reformas que promueven el alza


de gente talentosa que en tiempos anteriores no podrían haber llegado tan lejos, fue
surgiendo entre los ejércitos de un frente de batalla que se consideraba “Secundario”
un hombre que poco a poco, batalla tras batalla, iría no solo mostrando su enorme
capacidad en batalla, sino también su liderazgo férreo y carismático, ese hombre
era Napoleón Bonaparte. Él empezó a surgir dentro del ejército participando en
pequeños combates, luego dirigiendo ejércitos más y más grandes, y finalmente
empezaría su dramático ascenso al dirigir de manera ingeniosa una campaña en el
norte de Italia que fue considerada imposible en su momento, y que le logró su
primer gran victoria en el campo de batalla y el reconocimiento dentro de la
república. Posteriormente también logrará convencer a la Asamblea de dirigir una
expedición a Egipto, para poder usarla como puente para atacar la India Británica e
interrumpir su comercio, aquella campaña si bien tuvo buenos resultados al
principio, se terminó estancando, por lo que le terminó relegando el mando a uno
de sus generales y el volvió a Francia, en el momento preciso para encontrarse con
una República al borde del colapso por tantas disputas internas. Viendo la solución
usa su prestigio militar y contactos para lanzar un golpe de estado y llegar al primer
cargo de la república francesa, con lo que iniciaría su régimen, que iría
evolucionando a un régimen que recuperaría elementos prerrevolucionarios,
juntando con nuevos surgidos de la revolución, eliminando en la práctica a los
radicales de ambos bandos y forjando un nuevo régimen, uno que llevaría a Francia
a su cenit, cuando finalmente se declara Emperador de los Franceses en 1805.

Gracias a sus campañas, los elementos de la revolución llegaron a todas las


naciones europeas, así como se generarían nuevos cambios geopolíticos que
marcarían todo el periodo posterior. Sin embargo, así como de rápido creció el
imperio de Napoleón, así de rápido se derrumbó, dejando atrás una paz donde se
redibujaría Europa para acomodarla a “Lo que era antes de la revolución”, más esto
solo fue un intento infructífero, ya que la influencia de la Revolución Francesa ya
había calado en toda Europa y nunca se volvería atrás, eso junto a la revolución
industrial sería el principio de la sociedad contemporánea del día de hoy.

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