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Décima Época
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 38, Enero de 2017, Tomo IV, página
2476
Tipo: Aislada
De la interpretación sistemática de los artículos 384, 385 y 388 del Código Procesal Civil del Estado
de Guerrero, la segunda instancia no puede abrirse sin que se interponga el recurso de apelación,
el cual tiene por objeto que el tribunal confirme, revoque o modifique la sentencia dictada en
primera instancia con base en los agravios expresados respecto de los puntos materia de la litis.
Por tanto, si en la sentencia definitiva se determinó, por una parte, la procedencia de la acción
principal (reivindicación) y, por otra, se resolvió improcedente la ejercitada en vía de reconvención
(nulidad de contrato por simulación), ambas respecto del mismo documento base de la acción, es
evidente que el quejoso está obligado a controvertir ambos pronunciamientos mediante el
recurso de apelación; sin embargo, si sólo impugna el último de ellos y deja de controvertir los
argumentos que sustentan el primero, ello genera que se califiquen de inoperantes los conceptos
de violación aducidos en la demanda de amparo directo civil dirigidos a combatir los argumentos
sustentados por el tribunal de segunda instancia que se ocupó de analizar únicamente la acción
demandada en vía de reconvención, en razón de que la falta de impugnación de los argumentos
jurídicos que sustentaron la procedencia de la acción principal reivindicatoria en la sentencia
definitiva, conlleva la firmeza de dichos postulados, en el caso, la procedencia y condena a
reivindicar un inmueble, materia de la acción principal; lo cual impide el análisis constitucional de
los disentimientos expresados respecto de la procedencia de la acción reconvencional, ya que aun
en el supuesto de que se estimaran fundados, ello sería insuficiente para otorgar la tutela
constitucional, atento a que los argumentos jurídicos no combatidos adquieren la calidad de cosa
juzgada, lo que origina la inmutabilidad de la sentencia de primera instancia, respecto de la acción
principal sustentada en el documento que también fue materia de la acción reconvencional.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL VIGÉSIMO PRIMER
CIRCUITO.
Amparo directo 342/2016. Jamal Elías Henaine, su sucesión. 18 de octubre de 2016. Unanimidad
de votos. Ponente: Aureliano Varona Aguirre. Secretaria: Ma. del Rosario Alemán Mundo.
Esta tesis se publicó el viernes 13 de enero de 2017 a las 10:14 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Décima Época
Materias(s): Común
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 26, Enero de 2016, Tomo IV, página
2953
Tipo: Jurisprudencia
De la interpretación sistemática y funcional de los artículos 170, fracción I y 175, fracciones IV,
primer párrafo y VII, de la Ley de Amparo, se advierte que cuando el acto reclamado en el juicio de
amparo directo lo constituya una sentencia de apelación emitida por el tribunal de segunda
instancia, no es dable acoger conceptos de violación enderezados en relación con la sentencia de
primer grado, ya sea pretendiendo apoyarse en sus consideraciones o desvirtuarlas. Ello, pues no
debe perderse de vista que el juicio constitucional uniinstancial tiene por objeto el análisis -entre
otros actos de autoridad- de sentencias definitivas contra las que previamente se hayan agotado
los recursos procedentes en su contra y, en esa tesitura, es evidente que la sentencia pronunciada
al resolverse un recurso de apelación, sustituye a la emitida en el juicio de primer grado, lo que
implica que la decisión tomada en la sentencia apelada, dejó de surtir efectos en virtud de la
nueva resolución dictada por el tribunal de alzada, que constituye el acto reclamado, siendo
entonces contra esta última resolución que deben enderezarse los conceptos de violación en la
indicada instancia constitucional; por tanto resultan inatendibles los conceptos de violación
referentes al fallo apelado, dada la facultad del tribunal de apelación para resolver lo que a su
juicio proceda conforme a derecho, confirmando, revocando o modificando la resolución del
inferior pues, de lo contrario, se permitiría la introducción de cuestiones ajenas a los agravios que
fueron motivo de apelación.
Amparo directo 144/2015. Price Market de México, S.A. de C.V. 2 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretario: Martín Ramón Brunet Garduza.
Amparo directo 1029/2014. Florencio Humberto Marié Patiño. 2 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretario: Martín Ramón Brunet Garduza.
Amparo directo 153/2015. Ana María Cardoso Javier y otros. 9 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretaria: María Esther Alcalá Cruz.
Amparo directo 178/2015. José Luis Sánchez Vera. 9 de octubre de 2015. Unanimidad de votos.
Ponente: José Luis Vázquez Camacho. Secretario: Alfredo Flores Rodríguez.
Esta tesis se publicó el viernes 29 de enero de 2016 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del martes 02 de febrero de
2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
Novena Época
Materias(s): Común
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVII, Abril de 2008, página 39
Tipo: Jurisprudencia
En atención a los principios dispositivo, de igualdad de las partes y de congruencia que rigen en el
proceso civil, y en virtud de que el objetivo del recurso de apelación es que el tribunal de segunda
instancia examine la sentencia recurrida en función de los agravios propuestos por el apelante,
resulta inconcuso que aquél no debe modificar o ampliar los agravios en beneficio de éste; de ahí
que si en ellos no se invoca una violación cometida por el a quo, se estimará consentida y quedará
convalidada, con la consecuente pérdida del derecho a impugnarla posteriormente, a causa de la
preclusión, por lo cual la parte quejosa en el juicio de amparo directo no debe impugnar una
irregularidad consentida tácitamente con anterioridad. Sin que obste a lo anterior que con el
artículo 76 Bis de la Ley de Amparo se haya ampliado la figura de la suplencia de la queja
deficiente al especificar las hipótesis en que opera, pues el juicio de garantías sigue rigiéndose por
el principio de estricto derecho contenido en el artículo 2o. de dicha Ley, y no es un instrumento
de revisión de las sentencias de primera instancia impugnables mediante algún recurso ordinario
por el que puedan ser modificadas, revocadas o nulificadas, en acatamiento del artículo 73,
fracción XIII, de la Ley de Amparo. Por tanto la falta de expresión de agravios imputable al
apelante no actualiza el supuesto de la fracción VI del indicado artículo 76 Bis, que permite a los
tribunales federales suplir la deficiencia de los conceptos de violación de la demanda, inclusive en
la materia civil, excepto cuando se advierta que contra el quejoso o el particular recurrente ha
habido una violación manifiesta de la ley que lo haya dejado sin defensa. En este orden de ideas,
se concluye que deben declararse inoperantes los conceptos de violación cuando se refieren a
cuestiones no aducidas en los agravios del recurso de apelación si contra el recurrente no existió
una violación manifiesta de la ley que lo hubiere dejado sin defensa, sino que voluntariamente o
por negligencia no expresó los agravios relativos, cuya circunstancia no es atribuible a la autoridad
responsable que pronunció la sentencia de segunda instancia reclamada; de manera que es
improcedente examinar los conceptos de violación o conceder el amparo por estimarse que la
sentencia que resolvió la apelación es violatoria de garantías sobre una cuestión que de oficio no
podía analizar la autoridad responsable, ante la ausencia de agravios.
Contradicción de tesis 55/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero, ambos del Sexto Circuito; Tribunales Colegiados Primero y Segundo, ambos del Segundo
Circuito; Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito; Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 5 de diciembre de
2007. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 12/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
fecha de treinta de enero dos mil ocho.
Décima Época
Materias(s): Común
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 26, Enero de 2016, Tomo IV, página
2953
Tipo: Jurisprudencia
De la interpretación sistemática y funcional de los artículos 170, fracción I y 175, fracciones IV,
primer párrafo y VII, de la Ley de Amparo, se advierte que cuando el acto reclamado en el juicio de
amparo directo lo constituya una sentencia de apelación emitida por el tribunal de segunda
instancia, no es dable acoger conceptos de violación enderezados en relación con la sentencia de
primer grado, ya sea pretendiendo apoyarse en sus consideraciones o desvirtuarlas. Ello, pues no
debe perderse de vista que el juicio constitucional uniinstancial tiene por objeto el análisis -entre
otros actos de autoridad- de sentencias definitivas contra las que previamente se hayan agotado
los recursos procedentes en su contra y, en esa tesitura, es evidente que la sentencia pronunciada
al resolverse un recurso de apelación, sustituye a la emitida en el juicio de primer grado, lo que
implica que la decisión tomada en la sentencia apelada, dejó de surtir efectos en virtud de la
nueva resolución dictada por el tribunal de alzada, que constituye el acto reclamado, siendo
entonces contra esta última resolución que deben enderezarse los conceptos de violación en la
indicada instancia constitucional; por tanto resultan inatendibles los conceptos de violación
referentes al fallo apelado, dada la facultad del tribunal de apelación para resolver lo que a su
juicio proceda conforme a derecho, confirmando, revocando o modificando la resolución del
inferior pues, de lo contrario, se permitiría la introducción de cuestiones ajenas a los agravios que
fueron motivo de apelación.
Amparo directo 144/2015. Price Market de México, S.A. de C.V. 2 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretario: Martín Ramón Brunet Garduza.
Amparo directo 1029/2014. Florencio Humberto Marié Patiño. 2 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretario: Martín Ramón Brunet Garduza.
Amparo directo 153/2015. Ana María Cardoso Javier y otros. 9 de octubre de 2015. Unanimidad
de votos. Ponente: Alfredo Sánchez Castelán. Secretaria: María Esther Alcalá Cruz.
Amparo directo 178/2015. José Luis Sánchez Vera. 9 de octubre de 2015. Unanimidad de votos.
Ponente: José Luis Vázquez Camacho. Secretario: Alfredo Flores Rodríguez.
Esta tesis se publicó el viernes 29 de enero de 2016 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del martes 02 de febrero de
2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
Novena Época
Materias(s): Común
Tipo: Jurisprudencia
Si se atiende, en primer término a que los artículos 107, fracción III, inciso a), de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 161 de la Ley de Amparo, exigen para que las
violaciones procesales puedan ser reparadas a través del juicio de amparo directo, haber agotado
durante el curso mismo del procedimiento los recursos ordinarios correspondientes, si se
cometieron en primera instancia, y que de no haber sido reparadas, que el motivo de
inconformidad se reitere en agravios al apelar el fallo definitivo; y en segundo, a que acorde con
los principios de preclusión y firmeza de las resoluciones judiciales, conforme a los cuales, una vez
que tales resoluciones han causado estado, sea por no haberse agotado los recursos o medios de
defensa ordinarios establecidos para combatirlas, o por haberse ya tramitado los conducentes,
dichas resoluciones quedan firmes para ese procedimiento, sin que las autoridades que conozcan
del juicio, ya sea en primera o segunda instancias puedan volver a examinarlas o desconocer sus
consecuencias en el proceso y mucho menos revocarlas o modificarlas en una actuación posterior,
así se tratare de la sentencia definitiva, ante lo cual, aun cuando al apelar el fallo de primer grado
se hubiera reiterado el motivo de inconformidad en relación con una actuación considerada como
violación procesal, si ésta ya fue analizada al resolver el recurso ordinario previsto contra tal
determinación, la autoridad ad quem no puede analizar esa inconformidad con vista a remediar el
vicio, en atención a que con anterioridad ya se había negado la reparación solicitada, agotándose
con tal pronunciamiento la posibilidad de que las autoridades de instancia subsanen la violación
procesal cometida; debe concluirse que los conceptos de violación que en el amparo directo se
expresen para tratar de remediar dicha infracción, deben estar encaminados a poner de
manifiesto la ilegalidad de la resolución pronunciada en el recurso ordinario que se hubiere
agotado al recurrir la actuación en que se cometió y no la determinación del tribunal de segundo
grado en la que, al resolver la apelación promovida contra la sentencia definitiva, se negare a
ocuparse de esa cuestión, pues aquélla es la que rige la situación procesal que motiva la
impugnación y no dicha abstención. Por tanto, ante la potestad federal debe ponerse de
manifiesto que al atender los motivos de inconformidad que se hubieren expresado al agotar el
recurso ordinario se infringió la ley; sin que sea dable ocuparse de la legalidad del auto
inicialmente pronunciado, pues lo que sobre el particular rige, como se indicó, son las
consideraciones expresadas al resolver la impugnación formulada en su contra, y éstas son las que
deben ser atacadas en los conceptos de violación.
Amparo directo 482/2005. Marcos Pérez Tlapanco. 26 de enero de 2006. Unanimidad de votos.
Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez. Secretario: Raúl Ángel Núñez Solorio.
Amparo directo 386/2006. José Daniel Rubén Martínez Martínez y otra. 7 de noviembre de 2006.
Unanimidad de votos. Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretario: Carlos Alberto González
García.
Novena Época
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XV, Abril de 2002, página 998
Tipo: Jurisprudencia
Amparo directo 6/2002. Luis de la Llave Larrieu. 1o. de febrero de 2002. Unanimidad de votos.
Ponente: José Martín Hernández Simental. Secretaria: Margarita de Jesús García Ugalde.
Amparo directo 35/2002. Jesús José Espinoza Mendoza. 1o. de febrero de 2002. Unanimidad de
votos. Ponente: José de Jesús González Ruiz. Secretario: Jaime Cantú Álvarez.
Amparo directo 36/2002. Abraham Serrato Velázquez. 1o. de febrero de 2002. Unanimidad de
votos. Ponente: Ramiro Rodríguez Pérez. Secretaria: Nancy Dolores González Ramos.
Amparo directo 38/2002. Julián Varela Vázquez. 8 de febrero de 2002. Unanimidad de votos.
Ponente: Ramiro Rodríguez Pérez. Secretario: Maximiliano Zozaya Moreno.
Amparo directo 51/2002. Juan José González González. 15 de febrero de 2002. Unanimidad de
votos. Ponente: José Martín Hernández Simental. Secretaria: Estéfana Sánchez Haro.
Décima Época
Materias(s): Común
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 74, Enero de 2020, Tomo I, página
647
Tipo: Aislada
La función del amparo adhesivo es brindar una mayor concentración al juicio de amparo directo,
en aras de lograr una justicia completa, evitar dilaciones innecesarias e impedir la existencia de
diversos juicios de amparo respecto de los mismos actos reclamados, sin que ello implique un
límite al contenido de los alegatos que pueden formular las partes, pues las formalidades, la
materia y los alcances del amparo adhesivo y de los alegatos son distintos. Así pues, el amparo
adhesivo constituye propiamente el ejercicio de una demanda de amparo bajo las mismas
formalidades en cuanto a la presentación y el trámite que rigen el principal; su materia está
limitada a las violaciones procesales y al análisis de argumentos para mejorar la sentencia que fue
favorable al quejoso adherente, y su alcance exige a los órganos de amparo plasmar
sistemáticamente el análisis de la argumentación. Por su parte, los alegatos constituyen uno de los
elementos esenciales del procedimiento, cuya formalidad implica que las partes tengan la
posibilidad de argumentar con pleno conocimiento del expediente y la información que consta en
ésta; su materia no tiene más límite que el propio asunto, pues es factible hacerlos valer sobre
manifestaciones, opiniones o conclusiones lógicas respecto al juicio de amparo, esto es, comunicar
al órgano jurisdiccional lo que a su derecho convenga y, en cuanto a su alcance, si bien deben ser
analizados, no existe obligación de plasmar consideración alguna al respecto en la sentencia. De
ahí, que los presupuestos para la procedencia del amparo adhesivo no limitan las manifestaciones
que pueden llegar a expresar las partes como alegatos, pues válidamente pueden encaminarse a
fortalecer o mejorar las consideraciones del fallo reclamado en la parte que les benefició o algún
otro aspecto, pues se relacionan con la litis del juicio de amparo; tan es así que el propio artículo
181 de la Ley de Amparo señala expresamente que las partes cuentan con ambas posibilidades, sin
que se excluyan.
Amparo directo en revisión 7515/2018. HSBC México, S.A., Institución de Banca Múltiple, Grupo
Financiero HSBC. 8 de mayo de 2019. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Luis María Aguilar
Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González
Alcántara Carrancá. Disidente: Norma Lucía Piña Hernández. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretario: Alejandro Castañón Ramírez.
Esta tesis se publicó el viernes 24 de enero de 2020 a las 10:25 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Novena Época
Materias(s): Civil
Tesis: I.11o.C.68 C
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XVIII, Agosto de 2003, página 1860
Tipo: Aislada
Amparo directo 237/2003. 29 de mayo de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Indalfer Infante
Gonzales. Secretario: Eduardo Jacobo Nieto García.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, septiembre de
1996, página 763, tesis II.1o.C.T.58 C, de rubro: "USUCAPIÓN, ACCIÓN RECONVENCIONAL. ES
PREFERENTE SU ESTUDIO CUANDO LA ACCIÓN PRINCIPAL ES LA REIVINDICACIÓN."
Nota: Por ejecutoria de fecha 10 de mayo de 2006, la Primera Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 17/2006-PS en que participó el presente criterio.