Está en la página 1de 1

El aire en la Taverna del Dragón Rugiente estaba lleno de una mezcla embriagadora

de conversaciones animadas, risas y el inconfundible aroma a cerveza y comida


recién preparada. El rumor de la multitud llenó la estancia, mientras los
aventureros y marineros se reunían en busca de un breve descanso y un merecido
descanso tras sus arduas hazañas.

En un rincón apartado de la taberna, un grupo de extraños se encontraba sentado


alrededor de una robusta mesa de madera. Allí, en medio del bullicio y la
algarabía, convergían los destinos de tres héroes destinados a enfrentarse a una
terrible amenaza que se cernía sobre AldeaMenuda.

El primero en llegar fue Evenor, el bárbaro humano de las tierras del norte. Su
presencia imponente y sus ojos penetrantes llamaban la atención de aquellos que
osaban mirarlo directamente. Portando armas ancestrales, su aspecto denotaba una
fortaleza inigualable y una determinación inquebrantable. Incluso había oído hablar
de los problemas en AldeaMenuda y su espíritu indomable le empujó a aceptar la
misión sin dudarlo.

Poco después, Draen, príncipe elfo y arquero ranger, entraron con elegancia en la
taberna. Su porte noble y su arco ancestral al hombro revelaron su linaje de
realeza élfica. Con un espíritu protector hacia la naturaleza, Draen había
abandonado su reino para luchar contra las fuerzas malignas que amenazaban el
equilibrio del mundo. Acompañado de su leal águila Aelar, se unía a la causa para
proteger a los habitantes de AldeaMenuda.

La llegada final fue la del misterioso Meredrim, un mago humano imbuido de


sabiduría arcana. Su capa de sombra, Shaed, envolvía su figura, añadiendo un aura
de misterio a su persona. Meredrim portaba la espada ancestral Cesura, símbolo de
su destreza tanto en el combate como en las artes arcanas. Con una confianza
inquebrantable en su dominio de los secretos mágicos, se unía al grupo en busca de
conocimiento y deseoso de conocer todos los detalles de la tragedia del
AldeaMenuda.

En medio del bullicio de la taberna, los tres héroes se miraron con respeto y
curiosidad. Sus miradas se encontraron, reconociendo en los demás un espíritu
valiente y la voluntad de luchar por una causa justa. En ese momento, el destino
tejía sus hilos y los unía como compañeros en una misión de salvación.

El rumor de la plaga de hombres rata, los orcos y goblins reclutados, y el misterio


detrás de los secuestros en AldeaMenuda se extendió por la taberna, llegando a los
oídos de nuestros valientes héroes. Los habitantes de la aldea estaban en peligro,
y solo ellos tenían el coraje y la habilidad para enfrentar a esta amenaza oscura.

Sin vacilar, Evenor, Draen y Meredrim se pusieron de pie, decidieron aceptar la


misión. Unidos por un propósito común, se dirigieron hacia la puerta de la taberna,
donde la noche les esperaba llena de desafíos y peligros. El rugido del dragón en
el letrero de la taberna parecía susurrarles al oído la promesa de grandes
aventuras...

También podría gustarte